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Contrato con un Geek, Nivel 1: Contrato con un Geek, #5
Contrato con un Geek, Nivel 1: Contrato con un Geek, #5
Contrato con un Geek, Nivel 1: Contrato con un Geek, #5
Libro electrónico205 páginas2 horas

Contrato con un Geek, Nivel 1: Contrato con un Geek, #5

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Información de este libro electrónico

¡Sumérgete en una divertida comedia romántica que jugará con tus emociones!

Jessica es una química brillante con solo un objetivo: no depender nunca de un hombre. Un gato, un poco de chocolate y Star Wars en la televisión son suficientes para hacer feliz a una mujer. Eso, con un poco de sexo de vez en cuando, sin ataduras. Su teoría se mantiene hasta que su startup entra en bancarrota. Tomasi, un antiguo compañero de instituto, acepta prestarle dinero, pero no de forma gratuita. Este geek con gran éxito en los videojuegos le ofrece un «contrato entre amigos». Es probable que su excitante juego altere las convicciones de Jessica...

#AdoptaAUnGeek

#GeekIsTheNewSexy

«Contrato con un geek» es un sensual y humorístico romance parisino entre la comedia romántica, el chick-lit y lo romántico-erótico.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 nov 2020
ISBN9781071575185
Contrato con un Geek, Nivel 1: Contrato con un Geek, #5

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    Vista previa del libro

    Contrato con un Geek, Nivel 1 - Chani Brooks

    Índice

    Romance geek, instrucciones de uso: palabras de la autora

    Jugoso fragmento

    Misión 1: #PeleasDeGatos

    Acción 1: La geek contrataca

    Acción 2: Peligrosa alquimia

    Acción 3: Pequeñas fantasías entre geeks

    Misión 2: #ShoesFight

    Acción 4: La química del deseo

    Acción 5: Tacones contra deportivas

    Acción 6: El lado fastidioso de la Fuerza

    Misión 3: #HotGame

    Acción 7: Guerra de Zombis

    Acción 8: Sexo virtual

    Acción 9: El camino del Jedi

    Agradecimientos biónicos

    Who’s that girl? Chani Brooks

    Todas las referencias geeks

    cœur

    Romance geek, instrucciones de uso: palabras de la autora

    Houston, ¿me escuchan? Soy Chani Brooks.

    Encantada de conocerte amiga lectora. Esta comedia romántica entre romántico-erótico y Chick-lit está llena de referencias geeks. Si esto no es lo tuyo, no te preocupes. También encontrarás chicos guapos, gatos tiernos (o casi tiernos), y notas interactivas. Si alguna referencia se te escapa, solo tienes que hacer clic en el número para leer la nota. Y aunque seas un geek, no dudes en hacer clic, no se puede ser experto en todo ;)

    También debes hacerte algunas preguntas. ¿Misiones, niveles? oO Es una referencia a los videojuegos. Tres «acciones» forman una «misión». Tres misiones permiten superar un «nivel». Para llegar al final de este juego, tendrás que completar cinco niveles. Este libro, el nivel 1, Amigos & la Seductora Alquimia, incluye las misiones 1,2,3 y los bonus...

    ¡Disfruta tu lectura! Vamos directamente al jugoso fragmento... *-*

    Besos,

    Chani le Chat =^-^=

    cœur

    P. D.: Escribí estas 250 páginas con una sola música en mis oídos: Something just like this de The Chainsmokers

    P. D. 2: Las historias bonus VIG (Very Important Geek), los capítulos exclusivos, los making-off, los concursos... están aquí:

    https://chanibrooks.com/tu-lectura-geek-gratis/

    Jugoso fragmento

    13 action 3

    Tomasi se impacienta. Acerca su cara a la de Jessica:

    —Vamos... Solo quiero alguna compensación como retribución. Me lo debes. Fuiste tan mala...

    Su sonrisa la desestabiliza. Burlón y superior a la vez. La mirada de Jessica se fija en esos labios que la desafían. Se muere de ganas de besarles. Trata de reponerse.

    —Es una estupidez, dice firmemente. Un contrato no significa nada. Necesito ejemplos específicos. Soy una científica.

    Tomasi extiende su indecisa mano hacía su cabello:

    —Para empezar, déjame tocarlo...

    Ella no puede reprimir una sonrisa mientras el acercamiento sea inocente. Tranquilizador. Tomasi desliza sus dedos en los mechones negros donde hasta el mínimo nudo fue alisado. Una sensación suave y tierna.

    Él se atreve a poner su otra mano detrás de su cuello, un toque ligero pero decidido que la hace perder el equilibrio. El chico pone su boca contra su oreja:

    —Respóndeme, ¿qué decides?, susurra con una voz alterada que la hace estremecer.

    cœur

    Misión 1: #PeleasDeGatos

    (Peleas de gatos)

    10 mission 1

    Acción 1: La geek contrataca

    11 action 1

    Jessica se pone la bata de laboratorio sobre su traje. Desliza su mano por debajo de su cabello para sacarlo del cuello. Es largo, muy liso y de un negro azabache. La princesa Leia[i] habría soñado con tener un pelo así.

    Jessica también...

    Mestiza, heredó los ojos achinados, la piel dorada y el cuerpo delgado de su abuela vietnamita. Sus ojos verdes, los heredó de su madre alsaciana. Es lo que se llama ganarse la lotería. Excepto por el cabello. Ahí es donde los genes se equivocaron. Una mata de pelo tupida de color opaco se pegó a su cráneo durante toda su juventud. No fue hasta que Jessica tuvo veintiséis años, cuando se convirtió en empresaria, que decidió que el futuro de la galaxia estaba en juego y que estaba escondiendo ese secreto. Así que le paga ochenta y nueve euros al mes al peluquero para tener un hermoso cabello asiático. Siempre le decimos a las niñas: «la belleza duele». Olvidamos decirles que el sufrimiento también pasa por la cartera.

    Jessica mira al cielo ante esta injusticia. Su mirada se detiene en el techo y en las molduras de estilo haussmaniano. La joven empresaria alquila un espacio en un Fab lab (laboratorio de fábrica) en el 1erdistrito, una zona distinguida de París. La extensa planta baja alberga máquinas de todo tipo: desde la impresora 3D hasta la campana de vidrio, con guantes integrados para manipular productos químicos. Dado el olor de aquí, algunos deben estar analizando extraterrestres. Jessica, por otro lado, produce huesos humanos. Fundó su startup, llamado Instant Fitbones, porque inventó un proceso revolucionario para crear huesos personalizados y...

    Algún día seré millonaria...

    ¡Al fin! No lo hace por dinero. Yoda[ii] no lo aprobaría. No, Jessica solo quiere salvar el mundo como cualquier caballero Jedi[iii] que se respete.

    —¡Que la fuerza[iv] me acompañe! grita a través del espacio abierto.

    Desierto.

    Es sábado por la mañana, a mediados de junio. El mes menos malo del año en los trópicos parisinos. Podría decirse que nadie quiere encerrarse en el trabajo. Jessica, por otro lado, tiene un trabajo muy importante que hacer. Un experimento científico de alto riesgo.

    Darle la pastilla a un gato.

    Jessica sube los cuatro escalones del altillo donde se encuentra la cocina abierta. Abre la nevera para recuperar el material necesario para la operación; un paquete de queso Comté, el mejor que existe. Luego agarra una cuchara:

    —¡Fantamina! grita mientras golpea el lavabo de Cinc. ¿Dónde estás gatita?

    —¡Miau! le responde la gata desde el interior de un aparador de arriba.

    Pero estaba cerrado. Jessica abre la puerta lacada blanca de una sola vez. Una gata de pelo de angora, blanca, con ojos como un lobo negro, salta de su insólito escondite. Fantamina es un misterio.

    La bestia medio salvaje siempre ha vivido en el vecindario. Los habitantes cierran con llave todas las puertas y ventanas, pero en las noches, la gata siempre logra entrar en el Fab lab. Y como el edificio está infestado de ratones, Jessica tuvo una idea. Un caballero Jedi debe defender a los débiles, en particular cuando tiene bigotes regordetes. Sus colegas, el 99 % de varones vendidos al lado oscuro[v]. Terminaron por rendirse a su lógica científica. Jessica les propuso que hicieran un experimento: echar a la basura todas las crueles ratoneras y los venenos sádicos y alimentar a Fantamina para traerla al Fab lab. Quitándole su tazón una vez cada tres días, eso debería despertar su instinto de caza y ¡hacer que saque a los ratones!

    =^-^=

    Excepto que en los días en que no hay croquetas, la gata se alimenta sola en el armario o en la nevera. ¿Cómo la abre? No hay forma de saberlo. También se encuentra en los aparadores metálicos asegurados con un candado. Jessica presiente que tiene el poder transmagnetizador[vi] que Stark le dio al pequeño Hombre Araña para atravesar las paredes.

    Jessica suspira:

    —Mi querida gatita... ¿Cuándo te vas a decidir a cazar el ratón? Los secuaces del lado oscuro van a terminar poniéndote en una APA (Asociación de Protección Animal), ¿sabes?

    La gatita levanta su plumosa cola en alto, se voltea con dignidad y esparce sus croquetas alrededor de su tazón.

    OK, nada de bebés para Fantamina.

    Jessica saca las pastillas del cajón. Las instrucciones son sencillas: «sostén al animal e introduce la pastilla en su hocico, después mantenerlo cerrado hasta que la trague».

    Aquel que escribió esto nunca ha visto a un gato, ni siquiera en un cuadro.

    Afortunadamente, Jessica sabe de gatos:

    Paso 1: prepara la bola con la trampa.

    Corta un pedazo de queso lo suficientemente grande para que lo trague de una sola vez, y después haces una incisión quirúrgica para hundir la pastilla dentro de él.

    Paso 2: prueba el método amable (toma de conciencia).

    Jessica deja caer la bola al lado del tazón donde está la mayoría de las croquetas. Fantamina huele el queso Comté. Con el hocico, lo manda a rodar un poco más lejos.

    Predecible. Tan predecible.

    Paso 3: usa el poder de la Fuerza.

    No vale la pena convencer a una gata medio salvaje. Jessica se agacha fingiendo estar interesada en el tazón. De repente, se lanza sobre la gata, que salta a la izquierda. Jessica se había anticipado. Se retuerce para seguir el movimiento. Se golpea los codos y las rodillas en el suelo. Escucha el crujido de la tela de su falta, pero en un gran esfuerzo, Jessica extiende su mano para agarrar la cola de la gatita.

    Maullidos desgarradores, garras afiladas y ardientes, llenas de un veneno digno de los colmillos de un gusano de arena[vii]. Menos mal que Jessica lleva puesto su bata. Jessica sostiene a la gata contra su estómago, pasa dos dedos por debajo de sus bigotes, después la fuerza a abrir la mandíbula. Cuando va a poner el queso en su hocico, este se cierra herméticamente.

    Evidentemente.

    Paso 4: usar la otra Fuerza y sacrificar un dedo.

    Jessica no tiene miedo. A los siete años ya se enfrentaba a una fiera aún más terrible: Gizmo[viii], el gato de la Casa de las persianas verdes, el Heredero legítimo del vecindario, el rey de los primeros gatitos, el Protector del pollo asado, el Padre de todos los gatitos, el Khaleesi del gran mar de hierbas, el sin lavar, él rompe jarrones...

    Es Gizmo.

    A pesar de su entrenamiento juvenil, Jessica debe luchar con todas sus fuerzas contra la linda gatita. Entre los maullidos, los gruñidos, los aullidos, se da cuenta demasiado tarde que ha entrado gente.

    Son dos personas.

    cœur cœur cœur

    Jessica está allí: sentada en el suelo del altillo, sus muslos separados, tanto como su falda de sastre se lo permite. Y frente a ella, debajo del suelo, detrás de una baranda transparente, están dos hombres, a la altura adecuada para ver bajo su falta.

    Lo peor que le puede pasar a una mujer.

    No, lo peor que le puede pasar a una mujer es que se le vea debajo de la falda, el día que lleva puesto sus bragas de la suerte. Las de algodón rosa con pequeños Ewoks[ix] .

    Jessica cierra las piernas y se levanta sin soltar a su presa. La gatita aprovecha esta oportunidad para arañar su brazo con sus patas traseras.

    A Jessica no le importa, comienza una batalla de miradas.

    Uno de los dos hombres, Nicolás, es pálido, con la frente pelada, una chaqueta turquesa y una barbilla estrecha. Ese hombre no es un problema. Es el director técnico que Jessica contrató el año pasado. Este hombre de familia preferiría morir antes que trabajar horas extras. Verlo aquí un sábado es un milagro.

    El otro, en cambio, no tiene nada que hacer acá. Alec es su director o, mejor dicho, su único inversionista. Se supone que no debe andar por aquí como si hubiera conquistado un nuevo territorio. Jessica lo mira fijamente con enojo. Con las manos en los bolsillos de su costoso traje, Alec le devuelve una mirada asesina, después, con un gesto tipo L’Oreal, echa su pelo de pimienta y sal hacia atrás. Sus ojos medio arrugados lanzan feroces y despectivos rayos. Sus ojos son azules como el mar Caribe donde guarda su velero, ese que está en el fondo de su foto de LinkedIn, el mismo que Jessica se pagará cuando sea rica. Con un aire de experto, Alec detalla de pies a cabeza a Jessica. Esa mirada la saca de sus casillas.

    Macho, tan macho...

    Él la saluda moviendo la cabeza:

    —Nick me dijo que te encontraríamos aquí. Quiero hablar contigo. Es importante.

    Su acento inglés es demasiado fuerte para un canadiense que ha vivido en Francia desde hace años. Con estilo. Alec sabe que las francesas encuentran su acento seductor. Jessica es como todas las francesas.

    Él es atractivo, es un hecho observable y medible.

    Pero de ahí a imaginar acostarse con él, prefiere comerse un ojo crudo de res. Aun así, Jessica no tiene nada en contra del sexo. Incluso es recomendado para tener un estilo de vida saludable. Después de todo, es una científica. Aplica el protocolo RPST: Relaciones Pasajeras Sanitarias Trimestrales. En fin, tener sexo una vez cada tres meses con un tipo que conoces en un bar en una noche de copas de chicas.

    Sí, una aventura de una noche, porque en la vida, Jessica no quiere depender de nadie y menos de un hombre. Puede que lo haga. Ha estudiado el asunto científicamente. Las mujeres necesitan desesperadamente de un compañero por cinco razones, y para cada una de ellas se puede encontrar un sustituto:

    1.  El amor: el amor no es más que una ilusión química, una secreción de endorfinas que proporciona una inyección de bienestar – un poco como la cocaína. El amor puede ser completamente reemplazado por el deporte intensivo asociado con la Nutella.

    2. El sexo: habilidad de algunos hombres (no de todos) de darle placer a una mujer. Un juguete sexual lo hace muy bien, si no olvidamos las pilas. Admitamos que, de vez en cuando, una mujer necesita de más. De ahí viene el protocolo RPST.

    3. La comodidad: esta sensación de dulzura que proviene de los brazos de un hombre cuando estás triste. Se reemplaza por una manta y algo lindo en la televisión, como los Ewoks, con, si es posible, un gato en el regazo.

    4. La seguridad: para la seguridad financiera, luchas por tu vida profesional. Para la seguridad física, tomamos clases de autodefensa. Tengan en cuenta que caminar al lado de un hombre débil solo proporciona una seguridad relativa.

    5. El efecto de bolsa de agua caliente: la capacidad que tienen los machos para calentar los pies en la cama por las noches. Uno pensaría que fueron creados solo para este fin. Lo podemos reemplazar por una bolsa de agua caliente, como su nombre lo indica.

    En fin, con un juguete sexual, una bolsa de agua caliente, un frasco de Nutella, un Ewok, y como opción, un gato, podemos compensar todas las carencias. Así que Jessica no necesita de un hombre. Mucho menos de un jefe macho arrogante. Seamos claros. No estamos en ese tipo de historia. Alec se cree que es el guapo y arrogante contrabandista Han Solo[x] pero no es más que el ruin emperador Palpatine[xi], deformado por el lado oscuro de la Fuerza. De todos modos, Jessica está lejos de ser Leia. Es Luke Skywalker[xii], el joven elegido para salvar al mundo.

    —Ahí voy, responde finalmente Jessica antes de darse cuenta que acaba

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