Udana
Udana
Udana
Exclamaciones
Tipitaka Sutta Pitaka Khaddaka Nikaya
Publicacin de Bosque Theravada 2011 www.bosquetheravada.org Web budista dedicada al Tipitaka y a la Tradicin Tailandesa del Bosque
Los crditos de la traduccin se indican en cada caso Introduccin de Carmen Dragonetti Editado por Isidatta para el Bosque Theravada Edicin digital: Michael Zamot y Anton P. Baron
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TABLA DE CONTENIDOS
Introduccin a Udana de Carmen Dragonetti
1. Bodhivagga {18Ud.1} - Captulo acerca de la lluminacin
Ud 1,1 {18Ud.1.1,1} Pathamabodhi Sutta - Discurso sobre la Iluminacin Ud 1,2 {18,Ud.1.2,2} Dutiyabodhi Sutta - Segundo discurso sobre la Iluminacin Ud 1,3 {18,Ud.1.3,3} Tatiyabodhi Sutta - Tercer discurso sobre la Iluminacin Ud 1,4 {18Ud.1.4,4} Humhunka Sutta - Discurso con [el bra hmn que emita] el sonido "hum-hum". Ud 1,5 {18Ud.1.5,5} Brahmana Sutta - Discurso con los [verdaderos] brahmanes. Ud 1,6 {18Ud.1.6,6} Mahakassapa Sutta - Discurso con Mahakassapa. Ud 1,7 {18Ud.1.7,7} Ajakalapaka Sutta - Discurso con Ajakalapaka. Ud 1,8 {18Ud.1.8,8} Sangamaji Sutta - Discurso con Sangamaji. Ud 1,9 {18Ud.1.9,9} Jatila Sutta - Discurso con ascetas con cabellos en rodete. Ud 1,10 {18Ud.1.10,10} Bahiya Sutta - Discurso con Bahiya.
Ud 7,1 {18Ud.7.1,61} Pathamalakundakabhaddiya Sutta - Primer discurso con Bhaddiya, el enano. Ud 7,2 {18Ud.7.2,62} Dutiyalakundakabhaddiya Sutta - Segundo discurso con Bhaddiya, el enano. Ud 7,3 {18Ud.7.3,63} Pathamasatta Sutta - Primer discurso con los apegados. Ud 7,4 {18Ud.7.4,64} Dutiyasatta Sutta - Segundo discurso con los apegados. Ud 7,5 {18Ud.7.5,65} Aparalakundakabhaddiya Sutta - Otro discurso con Bhaddiya, el enano. Ud 7,6 {18Ud.7.6,66} Tanhasankhaya Sutta - Discurso sobre la destruccin de la avidez. Ud 7,7 {18Ud.7.7,67} Papacakhaya Sutta - Discurso sobre la destruccin de los impedimentos. Ud 7,8 {18Ud.7.8,68} Kaccana Sutta - Discurso con Kaccana. Ud 7,9 {18Ud.7.9,69}) Udapana Sutta - Discurso con el pozo. Ud 7,10 {18Ud.7.10,70} Utena Sutta - Discurso con el rey Utena.
2. El Udana
Uno de los textos que conforman el Sutta Pitaka o sea la Canasta de las doctrinas, es el Udana. Consta de ocho captulos de diez secciones cada uno, que comprenden una pequea narracin acompaada de una o ms estrofas de contenido doctrinal, pronunciadas, segn la tradicin, por Buda. Udana significa propiamente "pronunciamiento", "declaracin", "palabra". En la presente obra designa a las estrofas que terminan cada una de las narraciones. Podemos, pues, traducir el trmino udana, ttulo de la obra del Canon Pali, por "la palabra de Buda". El Udana es una obra importante del Canon Pali desde el punto de vista literario, histrico y filosfico.
Pasenadi de Kosala se rene con una de sus reinas en la terraza de su palacio y conversa con ella acerca de qu es lo ms querido para cada uno (6,1). En lo que se refiere a la administracin real el Udana nos informa sobre el reparto de alimentos para la poblacin que realizaban a veces los reyes ( 2,6). Nos habla tambin (6,2) de los ascetas, sadhus o santones, que actuaban como espas del rey y recorran el pas reuniendo informacin y explotando a las gentes. La violencia en la sociedad de la poca La vida en la sociedad india de la poca no era por completo idlica y pacfica. Aparecen en el Udana numerosos episodios de violencia: el Udana 4,3 narra como un vaquero fue asesinado por su vecino a raz de una disputa de tierras, poco despus de haber recibido la enseanza de Buda. El Udana 4,8 menciona tambin otro asesinato: el de la bella mendicante, episodio al cual volveremos a referirnos. El Udana 4,8 refiere las peleas, con palos, piedras y espadas, que tenan lugar en Rajagaha entre dos bandos de hombres que se disputaban los amores de una hermosa cortesana. Existan tambin los bandoleros de caminos que no respetaban siquiera a los monjes errantes y mendicantes que slo posean su manto y su escudilla: en el Udana 8,7 el venerable Nagasamala es asaltado por unos ladrones que lo golpean, le rompen su escudilla y le destrozan su manto. Los propios reyes no se sentan muy seguros en aquellos tiempos a juzgar por la historia del ex-rey Bhaddiya (2,10) convertido en monje budista. La violencia se manifestaba tambin en las relaciones entre las diversas sectas que, como lo veremos despus, no eran del todo armoniosas. Las castas Desde luego no poda faltar en el Udanala mencin de las castas y la actitud de Buda frente a ellas. El Udana 5,5 menciona a los kshatriyas (khattiyas en pali) o miembros de la casta guerrera y gobernante, a los brahmanes (brahmana en snscrito y en pali) o miembros de la casta sacerdotal, a los vaishyas (vessas en pali) o comerciantes y a los shudras (sudda en pali) o servidores. Pero Buda dice expresamente que las castas no tienen vigencia dentro de la comunidad budista. Se percibe que la casta de los brahmanes o sacerdotes no goza de gran simpata ante los ojos de Buda a juzgar por el Udana 7,9 y 3,6. El primero narra cmo los brahmanes de la aldea de El Pilar, al ver llegar a Buda con sus monjes, taparon el nico pozo con pajas y hierbas para impedir que los recin llegados pudiesen beber agua. Su conducta mezquina no tuvo sin embargo ningn efecto ya que, gracias al poder de Buda: "el pozo arroja de s toda la paja y las hierbas y se llena de agua pura, clara, transparente y que llegaba hasta sus bordes e incluso desbordaba". El segundo es ms explcito en su crtica a los brahmanes. En l varios monjes se quejan a Buda de la forma altanera y ruda como los trataba un monje llamado Pilinda-Vachcha, Buda, despus de reflexionar sobre las vidas anteriores de Pilinda-Vachcha, les dice a los monjes que se quejaban que no deban irritarse con Vachcha, pues su manera altanera de hablar no se deba a mala intencin sino a las quinientas reencarnaciones ininterrumpidas que haba tenido en la casta de los brahmanes.
Concepcin budista del brahmn Al brahmn por nacimiento, que debe slo a su casta su superior posicin jerrquica dentro de la sociedad india, al margen de sus cualidades personales y de sus ocupaciones, Buda opone un nuevo tipo de brahmn que rompe con la concepcin tradicional: brahmn es para Buda aquel hombre que se distingue por su superioridad moral, como lo expresan, entre otros, los Udanas 1,4; 1,6: Aquel brahmn que expuls de s todo lo malo que carece de orgullo, est libre de impurezas y es autocontrolado; que es versado en el Veda, prctica la vida religiosa y no siente vanidad por nada en este mundo, con justicia, l puede llamarse brahmn. Yo llamo brahmn a aquel que todos saben que no tiene a nadie quede l dependa, al que se controla y est afincado en la verdad, al que tiene su mente libre de impurezas y ha arrojado de s el odio.
Las sectas no budistas Las sectas no budistas son descritas por el Udana con colores bastante sombros. Ya hemos hablado de los ascetas que servan de espas del rey. El Udana 1,9 describe a un grupo de ascetas de cabellos en rodete que "en las noches fras y heladas de invierno, en la poca de la cada de las nieves" se sumergan en agua helada, creyendo que de esa manera conseguan la purificacin espiritual. Buda al verlos exclama: Esta gente se baa con exceso, pero uno no se purifica con el agua, aqul que posee la verdad y la doctrina, se es puro, se es un brahmn. Diversos relatos del Udana (6,4; 6,5; 6,6) presentan a miembros de otras sectas discutiendo sobre abstrusos temas filosficos y que, al no ponerse de acuerdo, terminan sus discusiones agredindose e insultndose. Estas sectas muestran su agresividad especialmente contra los monjes budistas. Los insultaban y ofendan con palabras incultas y rudas, al ver que los budistas eran objeto del respeto y veneracin de las gentes y que reciban regalos como limosna mientras que ellos nada conseguan (2,4). Incluso podran llegar hasta el crimen con el fin de desacreditar a los monjes budistas. Es as que asesinan a la mendicante La Bella y luego entierran su cadver en el lugar donde habitaban los monjes budistas y les echan a stos la culpa de la muerte de la infortunada (4,8). La secta budista Como es de esperar es sobre los propios budistas que el Udana nos proporciona mayor y ms detallada informacin. Menciona repetidas veces a los principales discpulos de Buda como Mahakassapa, Mahakachchayana, Mahakotthita, Mahakappina, Mahachunda, Anuruddha, Devadatta (que habra de generar un cisma en la congregacin budista), Ananda, el compaero fiel e inseparable de Buda, y los grandes Sariputta y Mahamoggallana. Por las pginas del Udana vemos como los monjes budistas viajaban en grupos, eran alojados por los devotos laicos en sus residencias y reciban de ellos frecuentes invitaciones para comer. Los vemos recorriendo las naciones y reinos mencionados, hospedndose en el parque de Anatthapindika, en el palacio de la madre de Migara e invitados a verdaderos banquetes por Suppavasa, hija de un personaje importante del clan Koliya ( 2,8), por el vaquero (4,3), por Chunda, el hijo del orfebre (8,5). Generalmente los monjes budistas errantes y mendicantes tomaban por la maana sus mantos y escudillas y salan en busca de limosna; descansaban durante las horas de calor y dedicaban sus horas libres a conversaciones sobre la doctrina. Pero algunas veces conversaban tambin sobre temas frvolos. As el Udana 2,2 nos describe a un grupo de monjes discutiendo sobre quin era ms poderoso: el rey Seniya Bimbisara de Magadha o el rey Pasenadi de Kosala. El Udana 3,9
presenta a otro grupo de mendicantes budistas discutiendo sobre cul era la mejor de las tcnicas y el Udana 3,8 los muestra exaltando las ventajas materiales y satisfacciones sensuales que comporta consigo la vida errante y mendicante. Evidentemente estas conversaciones no eran del agrado de Buda, el cual reprende severamente a los monjes y les recomienda hablar sobre la doctrina o bien guardar el "noble silencio". Pero estos son episodios excepcionales. De un modo general el Udana nos presenta a los monjes budistas dedicados a la prctica de la meditacin en algn lugar solitario o bien sumidos en un profundo trance gracias a la realizacin de las prcticas yguicas de gran vigencia en esa poca. Buda Los acontecimientos narrados por el Udana tienen todos como centro la figura de Buda. Es difcil e incluso imposible determinar el carcter realmente histrico de los numerosos acontecimientos de la vida de Buda narrados en el Udana. Por lo dems es sta una dificultad que afecta a todas las tradiciones referentes a la vida del Maestro. Las caractersticas psicolgicas con que el Udana describe a Buda concuerdan con aquellas que tradicionalmente se le atribuyen: una actitud bsica de bondad, cordialidad, comprensin; la capacidad de penetrar, ms all de la apariencia superficial, el sentido recndito de las cosas; el estar por encima y alejado de lo que le rodea; la serenidad, la impasibilidad, el autodominio. El Udana 1,10 lo describe con las siguientes palabras: "...afable, inspirando confianza, con sus sentidos serenos, con su mente serena, habiendo alcanzado la ms perfecta calma y autocontrol, elefante domado, alerta, con sus sentidos subyugados..." Creencias populares El Udana contiene abundante material para el estudio de las creencias populares de la India de entonces - creencias de las cuales participaban tambin los mismos budistas. Recordemos que el Budismo no niega la existencia de dioses. Acepta a los dioses del Hinduismo, no slo a los grandes dioses como Indra, Brahma, Yama, sino tambin a las divinidades inferiores como los yakshas, gandharvas, nagas, apsaras. Los dioses en el Budismo tienen un rol muy secundario y deslucido, pues no son ellos los que han creado el mundo, no pueden cambiar el orden csmico, ni concederle al hombre una determinada reencarnacin buena o mala y, menos an, la obtencin del bien supremo, el nirvana . Distingue sobremanera a los dioses del Budismo el hecho de que, como los hombres, estn sometidos al samsara, al ciclo de las reencarnaciones. Han nacido como dioses en virtud de sus obras y dejarn de ser dioses cuando termine el mrito acumulado por ellas. "El dios, como dice de la Valle-Poussin, Le dogme, pg. 19, cayendo de su paraso, puede renacer como hombre, como difunto famlico, animal, ser infernal si lo exige as la retribucin de sus actos". Y, de un modo contrario, cualquiera puede renacer como dios si rene mritos suficientes para ello. El Udana 3,7 narra cmo Indra, el dios ms importante de la religin vdica, reducido ahora a proporciones ms modestas, intenta, recurriendo a un subterfugio, darle una limosna al monje Mahakassapa con el nico fin de acumular mritos. El Udana 3,2 desarrolla un tema que despus Ashvaghosa, el gran poeta budista, hara suyo en uno de sus poemas: Nanda, primo de Buda y su discpulo, es llevado por ste en forma milagrosa al cielo de Indra donde contempla a las apsaras,
las hermosas ninfas que sirven a los dioses. Muchalinda, el rey de los nagas o serpientes (Udana 2,1) protege de la lluvia con su capucha a Buda mientras ste medita. Esta escenaha sido muchas veces tratada por los artistas de la India. Los yakshas son espritus que no siempre se compartan en forma respetuosa con los mojes budistas. Uno de ellos trata infructuosamente de asustar a Buda (1,7).Otro yaksha llega incluso a agredir al monje Sariputta, uno de los ms venerables monjes budistas como lo relata el Udana 4,4. Poderes sobrenaturales de Buda Como en toda la literatura budista no faltan en el Udana referencias a poderes sobrenaturales y a facultades extraordinarias, a milagros. Buda puede trasladarse en un abrir y cerrar de ojos al cielo de los dioses (3,2). Puede atravesar el Ganges desapareciendo de una orilla y apareciendo inmediatamente en la otra (8,6). Para que l pueda beber, el agua fangosa y turbia se torna pura y lmpida (8,5) y del pozo cubierto por los brahmanes fluye agua en abundancia (8,9).
6. Doctrinas filosficas
Pero, indudablemente, lo ms valioso del Udana son aquellos pasajes que exponen las doctrinas budistas. Slo nos referiremos a algunas de las doctrinas expuestas en el Udana. El patichchasamuppada o Generacin Condicionada Las primeras pginas se ocupan de la doctrina bsica del Budismo, el patichchasamuppada (pratityasamutpada en snscrito), Generacin Condicionada o Surgimiento Condicionado. Esta doctrina est desarrollada en numerossimos pasajes de otros textos del Canon Pali. Ha sido discutida e interpretada en las escuelas budistas desde muy pronto. Asimismo ha sido objeto de cuidadosas investigaciones por parte de los estudiosos del budismo. El patichchasamuppada tiene la siguiente formulacin de acuerdo con la mayora de los textos que lo contienen, incluyendo el Udana. La vejez y la muerte con todos los dolores, tristezas, sufrimientos, miserias de la vida, estn condicionadas por el nacimiento. El nacimiento, por la existencia, es decir, por el hecho de pertenecer uno al mundo del devenir, por estar uno arrastrado en la incesante corriente de las existencias sucesivas, de las infinitas re-encarnaciones y de las re-muertes. La existencia est a su vez condicionada por el apego, por el aferrarse a la existencia, a la sensualidad. El apego est condicionado por el deseo. El deseo est condicionado por la sensacin, ya que la sensacin de algo agradable, placentero, hace surgir en la mente no disciplinada el deseo de poseerlo. La sensacin est condicionada por el contacto de los sentidos con sus objetos. El contacto est condicionado por los seis dominios, es decir, por los seis sentidos conjuntamente con las seis categoras de objetos de los sentidos. (Recordamos que para la psicologa india la mente es un sexto sentido, constituyendo su objeto las representaciones, ideas, etc.). Los seis sentidos estn condicionados por la individualidad, por el hecho de constituir uno una entidad psicofsica. La individualidad est condicionada por la conciencia. La conciencia est condicionada por los samskaras [1]. Por ltimo los samskaras estn condicionados por la ignorancia de las enseanzas de Buda. Est ignorancia produce, en trminos generales, el sometimiento al mundo de la
sensualidad y la realizacin de acciones que tienen que surtir su efecto en otra vida. Por el contrario el conocimiento y la realizacin de las doctrinas de Buda, al eliminar la ignorancia, y por consiguiente ese tipo de acciones, impide la formacin de samskaras y ponen fin al ciclo de las reencarnaciones. La teora del patichchasamuppada est inspirada en dos actitudes intelectuales caractersticas del Budismo. Por un lado, en la visin causalista de la realidad, el considerar que todos los fenmenos tienen una causa que los determina y explica y que, por consiguiente, para poner fin a algn proceso es necesario buscar su causa y destruirla. Por otro lado, la concepcin de la universal interdependencia de todas las cosas: todo fenmeno tiene una causa y es a su vez causa de otro fenmeno. Fundamentalmente, el patichchasamuppada explica el nacimiento y la cesacin del dolor. La ley, el dharma que constituye el patichchasamuppadano fue una creacin sino un descubrimiento realizado por Buda cuando, en el da de su suprema Iluminacin, medita sobre el dolor humano y se esfuerza por encontrarle una salida. El Samyutta Nikaya II, p. 25 (Pachchayasuttam), despus de exponer esta doctrina, dice: "aparezcan o no budas, permanece inconmovible este principio -la estabilidad de la ley, la necesidad de la ley, esta causalidad. Buda lo intuy, Buda lo comprendi. Habindolo intuido y habindolo comprendido, Buda lo explic, lo mostr, lo comunic, lo estableci, lo aclar, lo analiz, lo revel". El ideal del sabio En numerosos pasajes del Udana Buda seala los atributos que conforman el ideal del sabio. Ante todo la ahimsa o no-violencia que comporta mltiples facetas: ausencia de clera y de odios; incapacidad de hacer dao con la palabra, la accin o el pensamiento; una actitud bsica de bondad y benevolencia para con todos los seres. La ahimsa o no-violencia pasar del Budismo al Hinduismo y se convertir en una de las virtudes ms exaltadas por la cultura de la India y de la que sta ms se enorgullece. Bstenos recordar que la ahimsa fue uno de los principios morales que Gandhi inscribi en su bandera cuando organiz la lucha por la Independencia de la India. Luego tenemos el desapego. El sabio budista no estar ligado a nada y no sentir deseo por nada. La codicia de los bienes materiales y la atraccin por el placer y las sensaciones agradables le sern desconocidas. El sabio budista no poseer nada. Ha abandonado su hogar, su familia, su mujer y sus hijos, sus amigos, sus bienes. Se ha despojado incluso del sentido de "lo mo". Su nica pertenencia es el manto que lo cubre y la escudilla en que recibe el alimento que le dan como limosna. Est pues solo y sin nada en el mundo. Est de ms decir que carecer de orgullo, de vanidad, de hipocresa y de egosmo. No es de extraar que el sabio budista, liberado del deseo y de la aversin, sin relacin alguna con el mundo que lo rodea, haya llegado a un grado extraordinario de serenidad, calma e imperturbabilidad y sea comparado con un lago de aguas fras, serenas y lmpidas. Buda pone especial nfasis en una serie de virtudes caractersticas de la doctrina que predic. El sabio debe mantenerse siempre en un estado de alerta y vigilancia, atento, consciente y autocontrolado. Slo as podr impedir que las tentaciones de Mara, el Maligno, seor de la muerte y de la sensualidad, siembra a su alrededor, se apoderen de su mente o de su corazn, subrepticiamente, sin que l se d cuenta; slo as conseguir que no broten de l inconscientemente inclinaciones, deseos y atracciones que lo alejen del camino de la perfeccin espiritual.
La realizacin del ideal del sabio antes esbozado es un requisito indispensable para alcanzar la liberacin de las reencarnaciones y para conquistar as el nirvana, lo Absoluto. Pero no es una tarea fcil. Requiere muchos aos de esfuerzo, una disciplina rgida a que el monje se somete, normas rigurosas de conducta que se impone. De ah la insistencia puesta por Buda en las cualidades de energa, esfuerzo, empeo y tesn, las nicas con las que la voluntad, tensa, puede vencer los obstculos que se le oponen en la tarea de purificacin y perfeccionamiento individual. La iluminacin instantnea No deja de sorprender por tal razn la doctrina de la iluminacin instantnea que encontramos en el Udana en virtud de la cual una persona ajena a la comunidad budista, con slo escuchar la palabra de Buda, experimenta una profunda transformacin de su personalidad que la capacita para realizar un extraordinario progreso en el camino hacia la liberacin o incluso para entrar en el nirvana meta suprema del Budismo. Tenemos el caso del leproso Suppabuddha ( 5,3) y especialmente el de Bahiya Daruchiriya (1,10). Bahiya Daruchiriya que viva en el puerto de Supparaka, en la orilla del mar, inspirado por una divinidad que deseaba favorecerlo, va en busca de Buda, que se encontraba en la ciudad de Savatthi, para que Buda le comunique su doctrina. Encuentra al Maestro mientras ste est pidiendo limosna, se le acerca, se inclina a sus pies y le pide que le ensee su doctrina. Buda le transmite, como dice el texto, una "concentrada enseanza de la doctrina". Bahiya Daruchiriya se libera instantneamente de las impurezas, muere poco despus y alcanza el nirvana supremo. El Yoga Como sucede en toda la literatura budista, encontramos en el Udana numerosas referencias al Yoga - desde luego referencias aisladas y no presentadas sistemticamente. Recordemos que el Yoga es un mtodo para producir el trance. El trance yguico es un fenmeno "mstico", similar al trance de cualquier misticismo. Comporta una serie de normas que podemos calificar de morales como el no hacer dao, el desapego de todo, la castidad, etc. y una serie de prcticas que podemos calificar de tcnicas como determinadas posturas para meditar, el control de la respiracin y, en forma especial, la concentracin de la mente en una determinada entidad que puede ser un objeto material, un smbolo sagrado, una idea, una sensacin, un sentimiento. Es la concentracin de la mente la que en forma directa producir el trance. El Yoga tiene una extraordinaria importancia en el Budismo, como la tiene por lo dems en todas las manifestaciones religiosas y filosficas de la India, ya que el trance yguico es el nico medio de que dispone el hombre para llegar a la verdad ltima, a lo Absoluto. Incluso Beckh, Buddhismus, p. 11, llega a decir que el Budismo es slo Yoga y de la Valle-Poussin, Nirvana, p. 11, considera que el Budismo es una rama del Yoga. Sin negar la evidente importancia del Yoga en el Budismo estimamos que el Budismo es algo ms que el Yoga -mucho ms que el Yoga. Desde luego que el Yoga del Budismo no es el Yoga clsico sistematizado por el genio de Patajali alrededor del siglo IV d.C., sino el Yoga pre-clsico, que existi en la India desde muchos siglos antes que el Budismo.
Como hemos dicho, el Yoga se hace presente repetidas veces en el Udana. Es al salir de un samadhi o estado de avanzada concentracin mental que Buda descubre la ley de la causalidad (1,1-3). En numerosos pasajes, por lo menos en 24 de las 80 narraciones que contiene, el Udana describe a monjes sumidos en meditacin yguica; sentados en postura pallanka (postura tpicamente yguica) y con la mente intensamente concentrada. El Udana 8,9 narra como el venerable Dabba entr en parinirvana, o sea en el nirvana supremo y sin retorno. Buda describe, en los versos que citamos a continuacin, el proceso que ha tenido lugar en el venerable Dabba cuando ingres en el nirvana: El cuerpo ha sido aniquilado; la percepcin ha sido detenida; todas las sensaciones se han enfriado; los samskaras has cesado; la conciencia lleg a su fin. Sus palabras recuerdan la forma como algunos siglos ms tarde Partajali habra de caracterizar el trance en el clebre aforismo segundo del Primer Libro de su tratado: La cesacin de todos los procesos mentales. El nirvana Varias veces nos hemos referido ya al nirvana, la meta suprema del Budismo. El Udana le dedica algunos de sus pasajes ms hermosos e importantes. El nirvana es uno de los conceptos ms discutidos de la filosofa de la India. La mayora de los grandes indlogos occidentales como Burnouf, Max Mller, Rhys Davids, Oldenberg, de la Valle-Pousin, Stcherbatsky han expresado su opinin al respecto. Sorprende la forma tan contradictoria como el nirvana ha sido interpretado. Bstenos indicar que para unos el nirvana es el aniquilamiento total a nivel del ms burdo y desencantado materialismo y para otros el nirvana es una existencia eterna de inefable felicidad. Trataremos de expresar brevemente nuestra interpretacin del nirvana que se funda en el estudio del Yoga y de la tradicin filosfica india anterior al budismo. El budismo comparte la concepcin de la existencia humana y del destino del hombre despus de la muerte, propia de la cultura de la India y que difiere de la concepcin occidental. El aniquilamiento despus de la muerte constituye el peligro a que se ve expuesto el hombre occidental. Su salvacin radica en la concepcin de un principio espiritual, el alma, existente en el individuo, inmortal e imperecedero. Si no se acepta la existencia de ese principio espiritual el hombre despus de la muerte es slo cenizas. El ansia de inmortalidad caracteriza as a la cultura de Occidente.
El problema para el hombre indio es totalmente diferente. El individuo no se ve enfrentado al peligro del aniquilamiento despus de la muerte, antes bien se ve condenado a una existencia eterna y dolorosa, a un devenir interminable, hecho de nacimientos y muertes sin fin, encadenado como est al ciclo de las reencarnaciones, el cual se desarrolla en el plano de esta realidad contingente, dominio del sufrimiento y de la muerte. Para el hombre indio el ideal radica en liberarse de esa cadena de existencias, en escapar los lmites de la prisin que para l constituye esta realidad. El ansa de liberacin caracteriza as la cultura de la India. Para poder liberarse y escapar de esta realidad el hombre indio concibe lo Absoluto, totalmente diferente de todo lo que esta realidad comporta, totalmente diferente de todo lo que los sentidos y la mente humana pueden percibir o imaginar, algo a lo que nada "de aqu" puede llegar. Ese Absoluto ser Brahman en las Upanishads y en el Vedanta, el nirvana en el Budismo, el Purusha o espritu establecido en s mismo en el Samkhya y el Yoga que comparte sus doctrinas. Los Udanas 1,10 y 8,1 describen el aspecto heterogneo del Absoluto budista, el nirvana Ah el agua, la tierra, el fuego y el aire no pueden establecerse, ah no brillan las estrellas ni resplandece el sol, ah no se ilumina la luna ni existe la tiniebla... Existe, oh bhikkhus, aquel dominio en que no se dan ni la tierra ni las aguas ni el fuego ni el aire ni el dominio de la infinitud del espacio, ni el dominio de la infinitud de la conciencia, ni el dominio de la nada, ni el dominio del conocimiento y del no conocimiento, ni este mundo y ni el otro ni el sol ni la luna. Yo os digo, oh bhikkhus, que ah no se entra, que de ah no se sale, que ah no se permanece, que de ah no se decae y que de ah no se renace. Carece de fundamento, carece de actividad, no puede ser objeto del pensamiento. Es el fin del sufrimiento. Si no existiese ese Absoluto, lo completamente diferente, lo absolutamente otro, slo existira esta realidad y nada fuera de ella hacia donde el hombre podra escapar, en donde el hombre podra refugiarse. As, es lo Absoluto lo que permite la salida. Sin ese Absoluto no hay salida. Es lo que nos dice el Udana 8,3: Existe, oh bhikkhus, lo no-nacido, no-devenido, no-hecho, no-compuesto. Si no existiese, oh bhikkhus, lo no-nacido, no devenido, no-hecho, no-compuesto, no se percibira en este mundo una salida para lo nacido, devenido, hecho, compuesto. Pero, puesto que existe, oh bhikkhus, lo no-nacido, no-devenido, no-hecho, no compuesto, por tal razn se percibe una salida para lo nacido, devenido, hecho, compuesto. El hombre puede alcanzar el nirvana haciendo suyas las enseanzas de Buda. stas constituyen, por decirlo as, metafricamente, el camino que lleva a lo Absoluto budista. Cuando el hombre llega al nirvana, no quedan rastros de l. Escapa ya a todo conocimiento. Como lo expresa metafricamente el Sutta Nipata 1076 en ese momento se destruyen los
caminos del lenguaje que llevaban a l. El Udana 8,10 expresa simblicamente esta idea al decir que cuando el venerable Dabba entr en el nirvana supremo y sin retorno, su cuerpo fue consumido y no quedaron de l "ni cenizas ni polvillo de cenizas". As mismo el hombre que alcanza el nirvana supremo no puede llevar consigo nada de lo que constituye nuestra realidad. No digamos nada del cuerpo, la vida emocional y la vida mental, la personalidad y la individualidad, la conciencia, todo cesa y concluye al salir de los lmites de esta realidad contingente e ingresar en aquella realidad trascendente y heterognea que es el nirvana. Por tal razn el nirvana es designado con el trmino bhavanirodha5, que significa: "la cesacin de la existencia (bhava)", es decir la cesacin de la realidad que esa existencia constituye. El estado ms avanzado del trance ygico, aquel en el cul el monje budista realiza transitoriamente el nirvana, ese estado comporta la cesacin de las sensaciones, de las percepciones, de los sentimientos, del intelecto, de la voluntad. Y en el Udana 8,9 ya citado Buda describir el nirvana supremo y sin retorno del venerable Dabba, diciendo: "La conciencia lleg a su fin". El nirvana es pues, el aniquilamiento total y absoluto del individuo afanosamente conquistado mediante la disciplina budista. Pero este aniquilamiento no es el aniquilamiento tal como lo entendan los Charvakas o materialistas de la India antigua para los cuales todo termina con la muerte inevitable tras una corta existencia. Para el Budismo el aniquilamiento es un salto hacia la trascendencia. Lo Absoluto budista, el nirvana tiene mltiples rasgos similares con lo Absoluto upanishdico, Brahmn. Ambos poseen de un modo general las mismas caractersticas y son descritos casi de idntica manera. Pero existe una profunda diferencia entre ambos. Podramos decir que Brahmn es un Absoluto de signo positivo: se le define como "el ser, la conciencia y la felicidad" y para sealarlo la Brihadaranyaka Upanishadutilizar el trmino p9rna: "lo pleno". El nirvanaes ms bien un Absoluto de signo negativo: su propio nombre lo est indicando, nirvana significa "extincin"; con respecto a l se utiliza la imagen de la llama que se extingue y para sealarlo se recurrir a los trminos sh9nya: "vaco" y shunyata: "lo vaco", trminos que jugarn un rol de primersima importancia en la especulacin budista posterior a Buda. Creemos que la concepcin del nirvana deriva de la experiencia del trance yguico. De acuerdo con la tradicin de la India, compartida por Buda, el hombre realiza lo Absoluto en el momento culminante del trance, cuando todos los procesos mentales se detienen y la mente se inmoviliza en una quietud total. No poda pasar desapercibido para Buda que la experiencia de lo Absoluto significaba as el vaciamiento total de la conciencia. Para una inteligencia objetiva como la de Buda, la conclusin inevitable era concebir a lo Absoluto como lo vaco. Buda predic su doctrina hace 25 siglos. Tal vez la "salida", que l ide, no satisfaga al hombre occidental moderno, ya sea porque ha sido educado en la creencia de un alma inmortal y en el culto del individualismo, ya sea porque ha ido perdiendo el sentido de lo trascendente. Pero nadie puede desconocer la grandeza de la doctrina de Buda, el cual, a esta realidad contingente, insustancial, transitoria y dolorosa, opone como nica salida un Absoluto impersonal y negativo, al que el hombre puede llegar, no mediante ritos y ceremonias ni con la ayuda de la gracia divina, sino por su propio esfuerzo personal, en un aislamiento hecho de desapego y de renunciamiento.
Buenos Aires, Argentina 1970 New Jersey, USA-Buenos Aires, Argentina 2002
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De la sensacin como condicin, surge la avidez; De la avidez como condicin, surge el apego; Del apego como condicin, surge la existencia; De la existencia como condicin, surge el nacimiento; Del nacimiento como condicin, surgen la vejez y la muerte; la pena, el dolor, la lamentacin, la angustia y la desesperacin. As se origina todo ese montn de sufrimiento. Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado este tema, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): Todos los fenmenos llegan a ser transparentes, Para un brahmn ferviente y contemplativo, Cuyas dudas se disiparon, Cuando discerni todas las causas.
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En otras palabras: Del cese de la ignorancia, cesan las actividades volitivas; Del cese de las actividades volitivas, cesa la conciencia; Del cese de la conciencia, cesa el nombre-y-forma; Del cese del nombre-y-forma, cesa el contacto; Del cese de contacto, cesa la sensacin; Del cese de la sensacin, cesa la avidez; Del cese de la avidez, cesa el apego; Del cese del apego, cesa la existencia; Del cese de la existencia, cesa el nacimiento; Del cese de nacimiento, cesan la vejez y la muerte; la pena, el dolor, la lamentacin, la angustia y la desesperacin. As cesa todo ese montn de sufrimiento. Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado este tema, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): Todos los fenmenos llegan a ser transparentes, Para un brahmn ferviente y contemplativo, Cuyas dudas se disiparon, Cuando penetr el fin de la cadena de las condiciones.
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As se origina todo ese montn de sufrimiento. Pero, de la total extincin y cese de la ignorancia, cesan las actividades volitivas; Del cese de las actividades volitivas, cesa la conciencia; Del cese de la conciencia, cesa el nombre-y-forma; Del cese del nombre-y-forma, cesa el contacto; Del cese de contacto, cesa la sensacin; Del cese de la sensacin, cesa la avidez; Del cese de la avidez, cesa el apego; Del cese del apego, cesa la existencia; Del cese de la existencia, cesa el nacimiento; Del cese de nacimiento, cesan la vejez y la muerte; la pena, el dolor, la lamentacin, la angustia y la desesperacin. As cesa todo ese montn de sufrimiento. Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado este tema, elev en este momento la siguiente exclamacin (Udana): Todos los fenmenos llegan a ser transparentes, Para un brahmn ferviente y contemplativo, Que con firmeza, derrot las tropas del Mara, Y resplandece como el Sol en el cielo.
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Ud 1,4 {18Ud.1.4,4} Humhunka Sutta - Discurso con [el brahmn que emita] el sonido "hum-hum".
El Buda ensea a un braman, que emita ciertos sonidos extraos -aparentemente creyendo que los mismos podran tener algn "poder"- que un verdadero braman no pone su confianza en estas cosas sino procura tener una vida santa y sin mancha. Este sutta tiene su paralelismo con
un fragmento del Vinaya: 2. Khn 1,4 {V.1.2} Ajapalakatha - Porcin con la Higuera del Cabrero. Esto he escuchado: en una ocasin el Bienaventurado estaba morando en Uruvela, debajo del rbol Bodhi, cerca de la orilla del ro Nerajara. En esta ocasin, el Bienaventurado estaba sentado una semana en la misma posicin, con las piernas cruzadas, experimentando la beatitud de la liberacin. Al finalizar el sptimo da, el Bienaventurado sali de este estado de concentracin. Entonces, cierto brahmn que emita sonidos hum-hum [2] se acerc junto al Bienaventurado y, habindose acercado, intercambi con l cordiales salutaciones. Y cuando esas amables y corteses palabras de bienvenida haban concluido, se par a un lado. Y estando parado en un lado, aquel brahmn se dirigi al Bienaventurado con estas palabras: Amigo Gotama, qu alcance tiene [el hecho de] ser un brahmn y qu es lo que constituye a uno un brahmn? Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado este tema, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): El brahmn que elimin las cosas malas, no es un hombre de hum o bah!. [Sino] aquel que es sin mancha, Que posee el auto-control y es versado en los Vedas; Que vive la vida santa y habla de acuerdo al Brahma, para quien no existen la falsas abundancias mundanas.
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Mahakaccana, el venerable Mahakotthita, el venerable Mahakappina, el venerable Mahacunda, el venerable Anuruddha, el venerable Revata y el venerable Nanda. Y el Bienaventurado vio venir aquellos venerables seores de lejos y, habindolos visto se dirigi a los monjes con estas palabras: Monjes, stos que estn viniendo, son realmente brahmanes; monjes, son brahmanes, aquellos que estn viniendo. Cuando esto fue dicho, cierto monje de procedencia brahmnica dijo al Bienaventurado: Qu alcance tiene, entonces venerable seor, [el hecho de] ser un brahmn y qu es lo que constituye a uno un brahmn? Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado este tema, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): Aquellos que, habiendo alejado los estados perjudiciales, todo el tiempo permanecen atentos, aquellos despiertos con grilletes destruidos, ellos, en este mundo, son realmente brahmanes.
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limosnas, dirigindose hacia las calles pobladas por la gente pobre, calles de aquellos que sufran grandes privaciones, calles de los tejedores. Y el Bienaventurado vio al venerable Mahakassapa mendigando la comida en Rajagaha en las calles pobladas por la gente pobre, calles de aquellos que sufran grandes privaciones, calles de los tejedores. Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado esta situacin, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): El que a nadie ms tiene que mantener, quien es desconocido, entrenado y establecido en lo esencial, y cuya mente es libre de las contaminaciones, quien renunci a la ira y a la oscuridad de su ignorancia, l es a quien yo llamo un brahmn.
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Ud 1,9 {18Ud.1.9,9} Jatila Sutta - Discurso con ascetas con cabellos en rodete.
La inutilidad de los rituales externos para la purificacin de la mente. He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Gaya, en la Colina de Gaya. En esa misma ocasin, en Gaya, numerosos ascetas de cabellos en rodete en las noches fras y heladas, en el invierno, en la poca de la cada de las nieves, se sumergan en el agua y emergan de ella, vertan agua sobre sus cuerpos y realizaban ofrendas en el fuego pensando: De esta manera se consigue la purificacin. El bhagavant vio a aquellos numerosos ascetas de cabellos en rodete que en las noches fras y heladas, en el invierno, en la poca de la cada de las nieves, se sumergan en el agua y emergan de ella, vertan agua sobre sus cuerpos y realizaban ofrendas en el fuego pensando: De esta manera se consigue la purificacin. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Esta gente se baa con exceso, pero uno no se purifica con el agua; aqul que posee la verdad y la doctrina, se es puro, se es un brahmn.
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la vestidura de corteza de rbol: Me pregunto si ser yo uno de esos en el mundo que son arahantes o han alcanzado el sendero del arahant. Entonces, un deva, que haba sido anteriormente un pariente de Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, por compasin y por deseo por su bienestar, sabiendo por s mismo la consideracin en su mente, fue a donde se encontraba y le dijo a Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol: Bahiya, ni eres arahant ni has alcanzado el sendero del arahant. No es el tuyo el curso por el cual puedas t ser arahant o alcanzar el sendero del arahant. Pero, respondi Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol Quines en el mundo con sus dioses son arahantes o han alcanzado el sendero del arahant? Hay una ciudad, Bahiya, llamada Svati, en las lejanas regiones. All mora ahora el Ensalzado, quien es arahant, aquel correctamente Despierto. Bahiya, l es verdaderamente arahant y ensea el dhamma por el que se alcanza la arahantidad. Entonces, Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, conmovido por ese deva, dej Supparaka y, descansando slo una noche durante el viaje, lleg a donde moraba el Ensalzado, cerca de Svati, en la arboleda de Jeta, en el Parque de Anthapindika. En esa ocasin un gran nmero de bikkhus paseaba al aire libre. Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, fue a estos monjes y les dijo: Seores, os ruego Dnde est ahora el Ensalzado, aquel que es arahant, aquel correctamente Despierto? Deseo ver a ese arahant, aquel correctamente Despierto. El Ensalzado, Bahiya, se ha ido por las casas para pedir comida. Enseguida, Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, se dio media vuelta rpidamente, dej la arboleda de Jeta y entr en Svati, donde vio al Ensalzado andando por Svati pidiendo comida; con bella apariencia, un placer era contemplarlo, con los sentidos calmados, la mente tranquila, en perfecto logro de compostura por medio del control de la maestra, (como) un elefante perfectamente entrenado, amaestrado y alerta. Al verlo, fue a l, se tendi con la cabeza a sus pies y dijo esto al Ensalzado: Seor, Que el Ensalzado me ensee dhamma! Que el Bienhechor me ensee dhamma para que sea en mi provecho y para mi felicidad por mucho tiempo! A estas palabras el Ensalzado dijo a Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol: Has llegado en momento inoportuno, Bahiya, hemos empezado a pedir la comida. Entonces, por segunda vez, Bahiya, el de las vestiduras de corteza de rbol, dijo al Ensalzado:
Seor es difcil saber qu peligro hay para la duracin de la vida del Ensalzado o para la ma Que el Ensalzado me ensee dhamma! Que el Bienhechor me ensee dhamma para que sea en mi provecho y para mi felicidad por mucho tiempo! Por segunda vez el Ensalzado dijo: Has llegado en momento inoportuno, Bahiya, hemos empezado a pedir la comida. Aun por tercera vez, Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, dijo al Ensalzado: Seor es difcil saber qu peligro hay para la duracin de la vida del Ensalzado o para la ma Que el Ensalzado me ensee dhamma! Que el Bienhechor me ensee dhamma para que sea en mi provecho y para mi felicidad por mucho tiempo! Entonces, Bahiya, as has de entrenarte: En lo visto habr slo lo visto, en lo odo slo lo odo, en lo imaginado slo lo imaginado, en lo percibido slo lo percibido. De modo que as no tendrs por ser de ese modo... As es como has de entrenarte. Ahora bien, Bahiya, cuando en los visto haya para ti slo lo visto en lo odo slo lo odo, en lo imaginado slo lo imaginado, en lo percibido slo lo percibido. Entonces Bahiya, como no tendrs por ser de ese modo..., no tendrs por lo tanto. Como no tendrs por lo tanto se concluye que no tendrs aqu ni ms all ni lo que est entre ambos. Eso es el final del mal. Enseguida, Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, gracias a esta enseanza concisa del dhamma del Ensalzado, por no apegarse, a partir de ese momento liber su mente de los males. De modo que el Ensalzado tras aconsejar a Bahiya con esta enseanza concisa, se march. Poco despus de que partiera el Ensalzado, un becerro atac a Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, y le caus la muerte. El Ensalzado, tras andar por Svati mendigando comida, volvi de mendigar comida y despus de comer, cuando dejaba la ciudad con un gran nmero de monjes, vio a Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, cuya vida haba quedado concluida. Al verlo dijo a los monjes: Monjes tomad el cuerpo de Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, traed una litera, llevroslo, quemadlo y levantad un montculo. Si seor, respondieron esos monjes al Ensalzado, y tomaron el cuerpo, trajeron una litera, lo colocaron sobre ella y lo quemaron, cuando hubieron levantado un montculo, fueron a donde estaba el Ensalzado, lo saludaron y se sentaron a un lado. Entonces, estando sentados a un lado esos monjes dijeron esto al Ensalzado: Seor, el cuerpo de Bahiya , el de la vestidura de corteza de rbol, ha sido quemado y se ha levantado un montculo. Os rogamos Seor, Para adnde ha ido? Cul es su destino futuro?
Un sabio, monjes, era Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol. El se fue en acuerdo con el dhamma, y no me molest en el asunto de la enseanza del dhamma. Bahiya, el de la vestidura de corteza de rbol, ha logrado la liberacin total. Enseguida, el Ensalzado viendo el significado de ello pronunci este verso inspirador: Donde el agua, la tierra, el fuego, el aire no encuentran donde posarse, All no brilla estrella alguna, no se muestra ningn sol all, All no reluce ninguna luna, no se ve all oscuridad. Luego cuando el sabio, el brahmn, por la sabidura de su propio ser ha penetrado (en la verdad), de la forma y de la no-forma, del placer y del dolor l est libre. Este verso inspirador fue tambin dicho por el Ensalzado, as lo o yo.
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Cuando terminaron estos siete das, Mucalinda, el rey de las serpientes, habiendo discernido que el cielo ya estaba claro y sin nubes, habiendo desenvuelto sus rollos del cuerpo del Bienaventurado y habiendo dejado su propia forma, asumi la forma de un joven. Y estando ah enfrente del Bienaventurado, le rindi homenaje con las manos juntadas. Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado esta situacin, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): Feliz es la soledad que alegra el corazn, El Dhamma est aprendido y la visin contemplada. Feliz es la benignidad hacia el mundo, cuyas criaturas no hacen dao. Feliz, la ausencia de los placeres sensuales y falta de su surgimiento, Feliz el trascender la necesidad de estos placeres. Aquel que logra aplastar la presuncin del gran yo soy ste, realmente experimenta la felicidad suprema.
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discusin: Quin de entre estos dos reyes: Seniya Bimbisra de Magadha o Pasenadi de Kosala, tiene ms riquezas, ms fortuna, ms tesoros, mayores dominios, ms vehculos, ms ejrcitos, ms poder, ms autoridad?. Esta era nuestra discusin, que estaba an inconclusa, cuando el bhagavant lleg. Oh bhikkhus, no es conveniente para vosotros, hijos de familia que impulsados por la fe habis salido de vuestras casas para llevar una vida errante, que sostengis semejante tipo de discusiones. Oh bhikkhus, cuando estis reunidos, dos cosas os toca: o bien conversar sobre la doctrina o el noble silencio. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: La felicidad que en este mundo surge del placer sensual y la felicidad que existe en el cielo, no equivalen ni a la ms pequea parte de la felicidad que surge de la destruccin del deseo.
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aqul no alcanza la felicidad despus de la muerte. Todos los seres desean su propia felicidad. Aquel que buscando su propia felicidad, no les hace dao con violencia, aqul alcanza la felicidad despus de la muerte.
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El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Cuando en la aldea o en el bosque lo afectan a uno la felicidad o la desgracia, uno no debe pensar que ellas tienen que ver con uno mismo o con los otros. Es debido al apego que los contactos afectan. Cmo afectaran al que carece de apego?
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(Y con estas palabras del bhagavant, Suppavasa, hija del rey de Koliya, feliz y sana, dio a luz un hijo sano). Diciendo: As sea, seor, el de Koliya, contento y alegre con lo dicho por el bhagavant, se levant de su asiento, saludando al bhagavant, haciendo el padakkhina, y regres a su casa. Y el de Koliya vio a Suppavasa, hija del rey de Koliya, feliz y sana, habiendo dado a luz un hijo sano. Y, habindola visto as, pens esto: !Cosa extraordinaria, seor, cosa prodigiosa son ciertamente las facultades sobrenaturales y el gran poder del tathagata, ya que Suppavasa, hija del rey de Koliya, con la simple palabra del bhagavant, feliz y sana, ha dado a luz un hijo sano! y se llen de alegra, contento, satisfaccin y felicidad. Entonces Suppavasa, hija del rey de Koliya, le dijo nuevamente a su marido: Ve t, noble seor, acrcate a donde se encuentra el bhagavant y, habindote acercado a l, rndele homenaje en mi nombre, prosternndote ante sus pies, diciendo: 'Seor, Suppavasa, hija del rey de Koliya, rinde homenaje al bhagavant prosternndose ante sus pies y dice adems: Suppavasa, seor, hija del rey de Koliya, haca siete aos que se encontraba encinta. Durante una semana estuvo en dificultades para dar a luz y ahora se encuentra feliz y sana, despus de haber dado a luz un hijo sano. Ella invita a comer a la congregacin de bhikkhus con Buda a la cabeza durante una semana. Que el bhagavant, en compaa de sus bhikkhus acepte a Suppavasa, hija del rey de Koliya, estas siete comidas. Diciendo: Muy bien el de Koliya, obedeciendo a Suppavasa, hija del rey de Koliya, se acerc a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sent a un lado. Y, sentado a un lado, el de Koliya le dijo al bhagavant: Seor, Suppavasa, hija del rey de Koliya, rinde homenaje al bhagavant prosternndose ante sus pies y adems dice: 'Seor, Suppavasa, hija del rey de Koliya, haca siete aos que se encontraba encinta. Durante una semana estuvo en dificultades para dar a luz y ahora se encuentra feliz y sana, despus de haber dado a luz un hijo sano. Ella invita a comer a la congregacin de bhikkhus con Buda a la cabeza durante una semana. Que el bhagavant, en compaa de sus bhikkhus, acepte a Suppavasa hija del rey de Koliya, estas siete comidas'. En esa misma ocasin la congregacin de bhikkhus, con Buda a la cabeza, haba sido invitada a comer ese da por otro upasaka. Este upasaka era un servidor del venerable Mahamoggallana. Y el bhagavant le dijo al venerable Mahamoggallana: Ve t, Moggallana, acrcate a donde se encuentra el upasaka y, habindote acercado a l, dile as: 'amigo, Suppavasa, hija del rey de Koliya, haca siete aos que se encontraba encinta. Durante una semana estuvo en dificultades para dar a luz y ahora se encuentra feliz y sana, despus de haber dado a luz un hijo sano, y ha invitado a comer a la congregacin de bhikkhus con Buda a la cabeza durante una semana. Que Suppavasa, hija del rey de Koliya, ofrezca sus siete comidas, despus t ofrecers la tuya. El es tu servidor. Diciendo: Est bien, seor, el venerable Mahamoggallana, obedeciendo al bhagavant, se acerc a donde se encontraba aquel upasaka y, habindosele acercado, le dijo: Amigo, Suppavasa, hija del rey de Koliya, haca siete aos que se encontraba encinta. Durante una semana estuvo en dificultades para dar a luz y ahora, se encuentra feliz y sana, despus de haber dado a luz un hijo sano y ha invitado a comer a la congregacin de bhikkhus con Buda a la
cabeza durante una semana. Que Suppavasa hija del rey de Koliya, ofrezca sus siete comidas, despus t ofrecers la tuya. Si el noble seor Mahamoggallna me garantiza tres cosas: fortuna, vida y fe, que entonces Suppavasa, hija del rey de Koliya, ofrezca sus siete comidas y despus yo ofrecer la ma. Amigo, yo te garantizo estas dos cosas: fortuna y vida; en lo que se refiere a la fe, t eres tu propio garante. Si el noble seor Mahamoggallna me garantiza dos cosas: fortuna y vida, entonces que Suppavasa hija del rey de Koliya, ofrezca sus siete comidas, despus yo ofrecer la ma. Y el venerable Mahamoggallana, habiendo convencido a aquel upasaka, se acerc a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, le dijo al bhagavant: Seor, he convencido a aquel upasaka. Que Suppavasa, hija del rey de Koliya, ofrezca sus siete comidas, despus l ofrecer la suya. Y Suppavasa, hija del rey de Koliya, personalmente halag y atendi durante una semana a la congregacin de bhikkhus con Buda a la cabeza, con agradables alimentos slidos y lquidos e hizo que su hijo rindiera homenaje al bhagavant y a toda la congregacin de bhikkhus. Y el venerable Sariputta le dijo al muchacho: Muchacho, te encuentras bien? ests bien? no te sientes mal?. Cmo podra encontrarme bien, seor Sriputta? Cmo podra estar bien? Siete aos he pasado en el seno materno!. Y Suppavasa, hija del rey de Koliya, pensando: Mi hijo est hablando con el Paladn de la doctrina, se llen de alegra, contento, satisfaccin y felicidad. El bhagavant, viendo a Suppavasa, hija del rey de Koliya, llena de alegra, contento, satisfaccin y felicidad, le pregunt: Desearas t, Suppavasa, otro hijo as?. Seor, yo deseara otros siete hijos as. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: La desgracia tomada por felicidad, lo desagradable, tomado por agradable, y el dolor tomado por placer subyugan al que no es alerta y vigilante.
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Por qu razn, t, Bhaddiya, dondequiera que te encuentres, en el bosque, bajo un rbol o en un lugar solitario pronuncias repetidamente esta exclamacin: 'Qu felicidad! Qu felicidad!'? Seor, antes, cuando yo era un laico y ejerca el poder real, yo tena guardias bien distribuidos incluso en el interior de mi palacio y en el exterior de mi palacio; yo tena guardias bien distribuidos incluso en el interior de mi ciudad y en las afueras de mi ciudad; yo tena guardias bien distribuidos incluso en mis dominios y en las fronteras de mis dominios. Y, a pesar de que yo estaba protegido y salvaguardado de tal modo, viva atemorizado, inquieto, receloso, asustado. Ahora, seor, dondequiera que me encuentro, en el bosque, bajo un rbol, en un lugar solitario, aunque est solo, vivo sin temor, tranquilo, confiado, sin miedos, despreocupado, en paz, con lo que los otros me dan, con mi mente libre como un animal del bosque. Es por esta razn, seor, que yo, dondequiera que me encuentre, en el bosque, o bajo un rbol o en un lugar solitario, pronuncio repetidamente esta exclamacin: 'Qu felicidad! Qu felicidad!'. Los dioses no pueden alcanzar con la mirada a aquel hombre en cuyo interior no existe clera, que est ms all de cualquier forma de existencia o de inexistencia, cuyos temores han cesado, feliz y libre de pena.
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Entonces los numerosos bhikkhus se acercaron a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado; sentados a un lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Seor, el venerable Bhaddiya, hijo de Kaligodha, dondequiera que se encuentre, en el bosque, bajo un rbol o en un lugar solitario, pronuncia repetidamente esta exclamacin: Qu felicidad! Qu felicidad!' Sin duda, seor, el venerable Bhaddiya, hijo de Kligodh, lleva la vida religiosa con descontento y, recordando la felicidad del poder real que tuvo en otro tiempo, cuando era un laico, dondequiera que se encuentre, en el bosque, bajo un rbol o en un lugar solitario pronuncia repetidamente esta exclamacin: 'Qu felicidad! Qu felicidad!' Y el bhagavant le dijo a uno de los bhikkhus: Anda t, bhikkhu, llama al bhikkhu Bhaddiya en mi nombre, dicindole: 'El maestro, amigo Bhaddiya, te llama' Diciendo: Est bien, seor, aquel bhikkhu, obedeciendo al bhagavant, se acerc a donde se encontraba el venerable Bhaddiya, hijo de Kaligodha, y habindosele acercado, le dijo: El maestro, amigo Bhaddiya, te llama. Diciendo: Est bien, seor, el venerable Bhaddiya, hijo de Kaligodha, obedeciendo a ese bhikkhu, se acerc a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sent a un lado; y el bhagavant le dijo al venerable Bhaddiya que estaba sentado a un lado: Es verdad que t, Bhaddiya, dondequiera que te encuentres, en el bosque, bajo un rbol o en un lugar solitario pronuncias repetidamente esta exclamacin: Qu felicidad! Qu felicidad!'? S seor. Por qu razn, t, Bhaddiya, dondequiera que te encuentres, en el bosque, bajo un rbol o en un lugar solitario pronuncias repetidamente esta exclamacin: 'Qu felicidad! Qu felicidad!'? Seor, antes, cuando yo era un laico y ejerca el poder real, yo tena guardias bien distribuidos incluso en el interior de mi palacio y en el exterior de mi palacio; yo tena guardias bien distribuidos incluso en el interior de mi ciudad y en las afueras de mi ciudad; yo tena guardias bien distribuidos incluso en mis dominios y en las fronteras de mis dominios. Y, a pesar de que yo estaba protegido y salvaguardado de tal modo, viva atemorizado, inquieto, receloso, asustado. Ahora, seor, dondequiera que me encuentro, en el bosque, bajo un rbol, en un lugar solitario, aunque est solo, vivo sin temor, tranquilo, confiado, sin miedos, despreocupado, en paz, con lo que los otros me dan, con mi mente libre como un animal del bosque. Es por esta razn, seor, que yo, dondequiera que me encuentre, en el bosque, o bajo un rbol o en un lugar solitario, pronuncio repetidamente esta exclamacin: 'Qu felicidad! Qu felicidad!'. Los dioses no pueden alcanzar con la mirada a aquel hombre en cuyo interior no existe clera,
que est ms all de cualquier forma de existencia o de inexistencia, cuyos temores han cesado, feliz y libre de pena.
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En aquella ocasin, quinientas apsaras de hermosos pies, haban llegado al cielo para servir a Sakka, el seor de los dioses. Y el bhagavant le dijo al venerable Nanda: Ves, Nanda, a estas quinientas apsaras de hermosos pies? S, seor. Qu piensas, Nanda?: Quin es ms hermosa, ms admirable, ms encantadora, aquella muchacha Sakya, la belleza del pas, o estas quinientas apsaras de hermosos pies? Seor, al igual que una mona con sus orejas y nariz cortada, de la misma manera, aquella muchacha Sakya, la belleza del pas, si es puesta al lado de estas apsaras , no puede ser tomada en cuenta, no vale ni una pequea parte de ellas, no admite comparacin. Estas quinientas apsaras son ms hermosas, ms admirables, ms encantadoras. Goza, Nanda, goza. Yo te aseguro que conseguirs quinientas apsaras de hermosos pies. Seor, si el bhagavant me asegura que yo conseguir quinientas apsaras de hermosos pies, yo gozar, seor, practicando la ilustre vida religiosa. Entonces tomando al venerable Nanda por el brazo, con la misma rapidez con que un hombre fuerte extendera el brazo que tiene encogido o encogera el brazo que tiene extendido, el bhagavant desapareci de entre los Treinta y Tres dioses y apareci en el Bosque del Prncipe Jeta. Y los bhikkhus oyeron decir: El venerable Nanda, primo del bhagavant , hijo de una ta materna, practica la vida religiosa por causa de las apsaras; el bhagavant le ha asegurado que conseguir quinientas apsaras de hermosos pies. Y los bhikkhus compaeros del venerable Nanda, se referan a l con los trminos lacayo, vendido, diciendo: El venerable Nanda es ciertamente un lacayo, el venerable Nanda es un vendido; por causa de las apsaras practica la vida religiosa; el bhagavant le ha asegurado que obtendr quinientas apsaras de hermosos pies. Y el venerable Nanda, mortificado, avergonzado y disgustado con los trminos 'lacayo' y 'vendido', utilizados por sus compaeros bhikkhus, viva a solas, solitario, alerta y vigilante, lleno de fervor, con su ser disciplinado, y en poco tiempo conoci, realiz y obtuvo en este mundo, por s mismo, aquella incomparable perfeccin de la vida religiosa, por cuya causa los hijos de familia parten de sus hogares para llevar una vida errante, y Nanda comprendi que sus reencarnaciones haban concluido, que haba cumplido con la vida religiosa, que haba hecho lo que tena que hacer y que ya nada tena que ver con este mundo. Y el venerable Nanda se convirti en un arhant. Entonces una divinidad de gran belleza, al concluir la noche, iluminando durante mucho tiempo el Bosque del Prncipe Jeta, se acerc a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se qued de pie a un lado; y de pie a un lado aquella divinidad le dijo al bhagavant:
Seor, el venerable Nanda, primo del bhagavant, hijo de una ta materna, mediante la destruccin de las impurezas, ha conocido, ha realizado, ha obtenido en este mundo, por s mismo, la pura liberacin de la mente, la liberacin mediante el conocimiento. Y ya el bhagavant haba llegado al conocimiento de que efectivamente Nanda, mediante la destruccin de las impurezas haba conocido, haba realizado y haba obtenido en este mundo, por s mismo, la pura liberacin de la mente, la liberacin mediante el conocimiento. Y el venerable Nanda, al terminar aquella noche, se acerc a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sent a un lado y, sentado a un lado, el venerable Nanda le dijo al bhagavant: Seor, yo libero al bhagavant de aquella promesa que me hizo con respecto a la obtencin de quinientas apsaras de hermosos pies. Oh, Nanda, comprendiendo tu mente con mi mente, yo me di cuenta que t, mediante la destruccin de las impurezas, habas conocido, habas realizado y habas obtenido en este mundo, por ti mismo, la pura liberacin de la mente, la liberacin mediante el conocimiento. Y una divinidad me dijo esto: 'Seor, el venerable Nanda, primo del bhagavant, hijo de una ta materna, mediante la destruccin de las impurezas ha conocido, ha realizado y ha obtenido en este mundo, por s mismo, la pura liberacin de la mente, la liberacin mediante el conocimiento'. Ya que tu mente, oh Nanda, despojndose de los apegos, ha quedado liberada de las impurezas, entonces yo tambin he quedado liberado de mi promesa. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este Udana: No se altera ni en la felicidad ni en la desgracia aquel bhikkhu que atraves el lodo, destroz la espina del deseo y alcanz la destruccin del error.
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Y el bhagavant le pregunt al venerable Ananda: Ananda, quines son aquellos que hacen tanto ruido, tanta bulla? Parecen pescadores matando pescado. Seor, son quinientos bhikkhus con Yasoja a la cabeza que han llegado a Savatthi para ver al bhagavant. Y estos bhikkhus que han venido a visitar al bhagavant, mientras cambian saludos con los bhikkhus del lugar, preparan sus lechos y sus asientos y ponen en orden sus mantos y escudillas, hacen mucho ruido, mucha bulla. Entonces, nanda, llama a esos bhikkhus en mi nombre dicindoles: 'oh venerables, el maestro os llama'. Y diciendo: S, seor, el venerable Ananda, obedeciendo al bhagavant, se acerc a donde se encontraban aquellos bhikkhus y, habindoseles acercado, les dijo: Oh venerables, el maestro os llama. Y diciendo: Est bien, amigo, aquellos bhikkhus, obedeciendo al venerable nanda, se acercaron a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, bhagavant les dijo a aquellos bhikkhus que se encontraban sentados a un lado: se sentaron a un lado. Y el Por qu vosotros, oh bhikkhus, estis haciendo tanto ruido, tanta bulla? Parecis pescadores matando pescados. Al decir esto el bhagavant, el venerable Yasoja le contest: Seor, estos quinientos bhikkhus han llegado a Savatthi para ver al bhagavant. Y estos bhikkhus que han venido a visitar al bhagavant, mientras cambian saludos con los bhikkhus del lugar, preparan sus lechos y sus asientos y ponen en orden sus mantos y escudillas, hacen mucho ruido, mucha bulla. Idos, oh bhikkhus, os despido; no permanezcis cerca de m. Diciendo: Est bien, seor, aquellos bhikkhus, obedeciendo al bhagavant, levantndose de sus asientos, saludando al bhagavant, haciendo el padakkhina [5], recogiendo sus lechos y sus asientos, tomando sus mantos y escudillas, se dirigieron en busca de limosna a donde habitaban los Vajji. Y despus de pedir limosna entre los Vajji, se dirigieron al ro Vaggumuda, y una vez llegados ah, habiendo construido chozas en su orilla, se dispusieron a pasar la estacin de las lluvias. Y el venerable Yasoja, al iniciarse la estacin de las lluvias, llam a los bhikkhus y les dijo: Amigos, el bhagavant nos ha despedido deseando nuestro bien, buscando nuestra conveniencia, lleno de compasin, sintiendo piedad por nosotros. Pues bien, amigos, vivamos de tal manera que el bhagavant est satisfecho con nosotros! Y diciendo: S, amigo, aquellos bhikkhus asintieron a las palabras del venerable. Y todos aquellos bhikkhus viviendo solitarios, alertas y vigilantes, llenos de fervor, hicieron suyas, en aquella estacin de las lluvias, las tres ciencias [6]. Y el bhagavant habiendo permanecido en Savatthi por el tiempo que quiso, se dirigi hacia la ciudad de Vesali en busca de limosna y, pidiendo limosna, poco a poco, lleg a Vesali. All, en Vesali, el bhagavant se estableci en el Gran Bosque, en el Pabelln-de-techos-inclinados.
Y el bhagavant, conociendo con su mente el nimo de los bhikkhus que moraban en las orillas del ro Vaggumuda, llam a Ananda y le dijo: Aquel lugar en el cual moran los bhikkhus, a orillas del ro Vaggumuda, se ha hecho como presente ante m, se ha tornado radiante; no me ha resultado desagradable pensar en ir a ese lugar. Ananda, has de enviar un mensajero a los bhikkhus que moran en las orillas del ro Vaggumuda que les diga: 'Oh venerables, el maestro os llama, el maestro desea veros' Diciendo: Est bien, seor, el venerable Ananda, obedeciendo al bhagavant, se acerc a donde se encontraba un bhikkhu y, habindosele acercado, le dijo: Amigo, anda a donde se encuentran los bhikkhus que moran en la orilla del ro Vaggumuda y, una vez que llegues donde ellos, diles de este modo: 'oh, venerables, el maestro os llama, el maestro desea veros. Diciendo: Est bien, amigo, aquel bhikkhu, obedeciendo al venerable Ananda, con la misma rapidez con que un hombre fuerte extendera el brazo que tiene encogido o encogera el brazo que tiene extendido, desapareci del Pabelln-de-techos-inclinados, en el Gran Bosque, y apareci en la orilla del ro Vaggumuda, delante de aquellos bhikkhus. Y aquel bhikkhu les dijo a los bhikkhus que moraban en la orilla del ro Vaggumuda: Oh venerables, el maestro os llama; el maestro desea veros. Diciendo: Est bien, amigo, aquellos bhikkhus, obedeciendo al bhikkhu, recogiendo sus lechos y sus asientos y tomando sus mantos y escudillas, con la misma rapidez con que un hombre fuerte extendera el brazo que tiene encogido o encogera el brazo que tiene extendido, desaparecieron de la orilla del ro Vaggumuda y aparecieron en el Gran Bosque, en el Pabellnde-techos-inclinados, delante del bhagavant. Y en ese momento el bhagavant se encontraba sentado, en samadhi imperturbable. Y aquellos bhikkhus se preguntaron: En qu estado se encuentra ahora el bhagavant? y aquellos bhikkhus comprendieron que el bhagavant se encontraba en un estado imperturbable y ellos tambin se sentaron, en samadhi imperturbable. Y el venerable Ananda, avanzada la noche, habiendo transcurrido la primera guardia, levantndose de su asiento, echndose el manto sobre un hombro y haciendo el ajali ante el bhagavant, bhikkhus que han venido a visitar al bhagavant. Que el bhagavant cambie saludos con los bhikkhus que han venido a visitarlo. Cuando Ananda dijo esto el bhagavant permaneci en silencio. Por segunda vez entonces el venerable Ananda, avanzada la noche, habiendo transcurrido la guardia media, levantndose de su asiento, echndose el manto sobre un hombro y haciendo el ajali bhagavant, le dijo: Seor, la noche ya est avanzada, ha transcurrido ya la guardia media, hace rato que estn sentados los bhikkhus que han venido a visitar al bhagavant. Que el bhagavant cambie saludos con los bhikkhus que han venido a visitarlo. Y por segunda vez el bhagavant permaneci en silencio. Por tercera vez entonces el venerable Ananda, avanzada la noche, habiendo transcurrido la ltima guardia, surgida ya la aurora, cuando la noche presenta su rostro agradable, levantndose de su asiento, echndose el manto sobre un hombro y haciendo el ajali ante el bhagavant, le dijo: Seor, la noche ya est avanzada, ha transcurrido ya la ltima guardia, la aurora ya ha surgido y la noche presenta su rostro agradable; hace rato que estn sentados los bhikkhus que
han venido a visitar al bhagavant. Que el bhagavant cambie saludos con los bhikkhus que han venido a visitarlo. Y el bhagavant, saliendo del samadhi, le dijo al venerable Ananda: Si t supieras, oh nanda, t no diras tal cosa. Yo, Ananda, y estos quinientos bhikkhus, estamos todos sentados, en samadhi imperturbable. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Aquel que ha vencido la espina del deseo, la propensin a ofender, a matar o a subyugar, aquel bhikkhu, como un monte firmemente establecido e imperturbable, no se conmueve ni en la felicidad ni en la desgracia.
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Amigo Pilinda-Vachcha, el maestro te llama. Diciendo: S, seor, aquel bhikkhu, obedeciendo al bhagavant , se acerc a donde se encontraba el venerable Pilinda-Vachcha y, habindosele acercado, le dijo: Amigo Pilinda-Vachcha, el maestro te llama. Y diciendo: Est bien, amigo, el venerable Pilinda-Vachcha, obedeciendo a aquel bhikkhu, se acerc a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sent a un lado, y el bhagavant le dijo al venerable Pilinda-Vachcha que se encontraba sentado a un lado: Es verdad que t, oh Vachcha, te diriges a los bhikkhus de modo altanero? S, seor. Y el bhagavant reflexionando sobre la vida anterior del venerable Pilinda-Vachcha les dijo a los bhikkhus : No os irritis, oh bhikkhus , con el bhikkhu Vachcha. Oh bhikkhus , Vachcha no se dirige a los bhikkhus de modo altanero con mala intencin. El bhikkhu Vachcha ha tenido, oh bhikkhus , quinientas reencarnaciones ininterrumpidas en la casta de los brahmanes; Por largo tiempo pues, l ha practicado esta manera altanera de hablar; por tal razn Vachcha, oh bhikkhus , se dirige a los bhikkhus de modo altanero. El bhagavant , comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Aquel en quien no existen ni hipocresa ni orgullo, que ha superado la codicia, que est libre de egosmos y de deseos, que ha expulsado de s la clera, completamente serenado, aquel es un brahmn, aquel es un samn, aquel es un bhikkhu.
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He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Rajagaha, en el Bosque de Bambs, en el Lugar-en-que-se-daba-comida-a-las-ardillas. En aquella ocasin el venerable Mahakassapa viva en la Gruta de la Higuera y estuvo sentado en una misma postura pallanka durante una semana, habiendo entrado en samadhi. Y el venerable Mahakassapa al fin de esa semana sali de aquel samadhi. Entonces, al salir de aquel samadhi, el venerable Mahakassapa pens: Vayamos a Rajagaha en busca de limosna. En aquella ocasin haba unas quinientas divinidades deseosas de ayudar al venerable Mahakassapa en su recoleccin de limosna. Y el venerable Mahakassapa, rechazando a aquellas quinientas divinidades, por la maana, despus de vestirse, tomando su manto y su escudilla, entr en Rajagaha para pedir limosna. Entonces Sakka, el seor de los dioses, estaba deseoso de dar limosna al venerable Mahakassapa. Habiendo tomado la apariencia de tejedor, comenz a tejer. Y Suja, hija de los Asuras, llen el mortero. Y el venerable Mahakassapa, recorriendo Rajagaha en busca de limosna sin detenerse, lleg a la casa de Sakka, el seor de los dioses. Y Sakka, el seor de los dioses, vio venir desde lejos al venerable Mahkassapa; y al verlo, saliendo de su casa, yendo a su encuentro, tomando la escudilla de su mano, entrando de nuevo en su casa, sacando arroz cocido y llenando la escudilla, se la dio al venerable Mahakassapa. Y aquel alimento dado por Sakka como limosna era de variadas salsas, condimentos y sabores. Y el venerable Mahakassapa pens: Quin es este ser que tiene semejante poder mgico? Y el venerable Mahakassapa pens tambin: Es Sakka, el seor de los dioses. y, habindose dado cuenta de esto, le dijo a Sakka, el seor de los dioses: Oh Kosiya, t has hecho esto; no vuelvas a hacer algo semejante. Nosotros tambin, oh seor Kassapa, tenemos necesidad de mritos; nosotros tambin tenemos que hacer mritos. Entonces Sakka, el seor de los dioses, saludando al venerable Mahakassapa, haciendo el padakkhina, subiendo hacia el cielo, mientras se encontraba en el aire exclam por tres veces consecutivas: Ah don, don excelente conferido a Kassapa!; Ah don, don excelente, conferido a Kassapa!; Ah don, don excelente, conferido a Kassapa! Y el bhagavant, con su odo divino, puro, sobrehumano oy a Sakka, el seor de los dioses, exclamar por tres veces consecutivas mientras suba al cielo y se encontraba en el aire: Ah don, don excelente, conferido a Kassapa!, Ah don, don excelente, conferido a Kassapa!, Ah don, don excelente, conferido a Kassapa! El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Los dioses envidian al bhikkhu que vive slo de limosna, que se sostiene a si mismo, que no alimenta a otros,
tendremos de vez en cuando la ocasin de or con nuestros odos sonidos agradables; nosotros tambin tendremos de vez en cuando la ocasin de oler con nuestra nariz olores agradables; nosotros tambin tendremos de vez en cuando la ocasin de gustar con nuestra lengua sabores agradables; nosotros tambin tendremos de vez en cuando la ocasin de sentir con nuestro cuerpo sensaciones agradables. Nosotros tambin iremos en busca de limosna y seremos honrados, respetados, reverenciados, venerados, estimados'. Y esta era nuestra conversacin casual, que estaba an inconclusa cuando el bhagavant lleg. Oh bhikkhus, no es conveniente para vosotros, hijos de familia, que impulsados por la fe habis salido de vuestras casas para llevar una vida errante, que sostengis semejante tipo de conversaciones. Oh bhikkhus, cuando estis reunidos, dos cosas os toca: o bien conversar sobre la doctrina o bien el noble silencio. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Los dioses envidian al bhikkhu que vive slo de limosna, que se sostiene a s mismo, que no alimenta a otros, si no siente apego por la alabanza y la fama.
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Y el bhagavant, saliendo de su retiro por la tarde, se acerc al Pabelln y, habindose acercado, se sent en el asiento preparado para l. Y una vez sentado, el bhagavant les dijo a los bhikkhus: bhikkhus, sentados y reunidos aqu? y cul es la discusin que habis dejado inconclusa? Qu estis discutiendo ahora, oh Seor, despus que retornamos por la tarde de la recoleccin de limosnas y mientras nos encontrbamos sentados y reunidos aqu, en el Pabelln, surgi entre nosotros esta discusin: 'Amigo, quin conoce una tcnica? quin ha practicado una tcnica? cul es la mejor tcnica'. Algunos bhikkhus decan: 'La tcnica referente a los elefantes es la mejor de las tcnicas'. Otros decan: 'La tcnica referente a los caballos es la mejor de las tcnicas'. Algunos decan: 'La tcnica referente a los carros es la mejor de las tcnicas'. Otros decan: 'La arquera es la mejor de las tcnicas. Algunos decan: 'La esgrima es la mejor de las tcnicas'. Otros decan: 'La tcnica de los gestos es la mejor de las tcnicas'. Algunos decan: 'La aritmtica es la mejor de las tcnicas'. Otros decan: 'El clculo es la mejor de las tcnicas'. Algunos decan: 'La tcnica del grabado es la mejor de las tcnicas. Otros decan: 'La tcnica potica es la mejor de las tcnicas'. Algunos decan: 'La dialctica es la mejor de las tcnicas'. Otros decan: 'La agricultura es la mejor de las tcnicas'. Y esta era nuestra discusin que estaba an inconclusa cuando el bhagavant lleg. Oh bhikkhus, no es conveniente para vosotros, hijos de familia que impulsados por la fe habis salido de vuestras casas para llevar una vida errante, que sostengis semejante tipo de discusin. Oh bhikkhus, cuando estis reunidos, dos cosas os toca: o bien conversar sobre la doctrina o bien el noble silencio. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Aquel que no vive de una tcnica, ligero, deseando su propio bien, que ha controlado sus sentidos, liberado de todo, vagando sin hogar, sin conciencia de lo mo, sin deseo y que, abandonando todo orgullo, vive solitario, aqul es un bhikkhu.
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Este sufrimiento se produce a causa del apego. El sufrimiento no se produce una vez destruido todo apego. Mira este mundo. La mayor parte de los seres estn dominados por la ignorancia, gozan con las manifestaciones de la existencia, no se han liberado. Toda existencia en todo respecto, totalmente, es impermanente, dolorosa, sometida al cambio. Cesa el deseo por la existencia, en aquel que, mediante el correcto conocimiento, ve esto [5] de acuerdo con la verdad y no se regocija con la cesacin de la vida. Con la completa destruccin de los deseos se produce la total eliminacin de las pasiones, la cesacin, el nirvana. No existe reencarnacin para el bhikkhu que, desapegndose de todo, ha alcanzado el nirvana: Ha vencido a Mara, gan la batalla y escap a toda existencia.
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Reverenciado Seor, deseo ir a Jantu, la aldea, a mendigar la comida. Haz ahora, Meghiya, lo que pienses que es hora de hacer. Entonces el venerable Meghiya, tras haberse puesto el hbito en la maana y habiendo cogido su cuenco y su hbito exterior, entr a la aldea de Jantu para mendigar comida. Tras haber caminado por Jantu para mendigar comida, despus de comer, y de regreso de su recoleccin de comida, se acerc a la orilla del ro Kimikala. Cuando caminaba y merodeaba junto al ro para hacer ejercicio, vio una arboleda de mangos placentera y encantadora. Al verla pens: Esta arboleda es muy placentera y encantadora. Es eminentemente idnea para el esfuerzo (en la meditacin) de un joven de buena familia que est resuelto a hacer ese esfuerzo. Entonces el venerable Meghiya se acerc al Seor, se postr, se sent a un lado y dijo: Reverenciado Seor, tras haberme puesto el hbito en la maana... me acerqu a la orilla del ro Kimikala y vi una arboleda de mangos placentera y encantadora. Es eminentemente idnea para el esfuerzo (en la meditacin) de un joven de buena familia que est resuelto a hacer ese esfuerzo. Si el Seor me diera permiso ira a esforzarme en esa arboleda de mangos. Una vez dicho esto, el Seor le respondi al venerable Meghiya: Puesto que estamos solos, Meghiya, espera un rato hasta que venga algn otro bhikkhu. Por segunda vez el venerable Meghiya dijo al Seor: Reverenciado Seor, el Seor no tiene ya cosa alguna que hacer, nada ms que aadir a lo que ha hecho. Pero para mi, reverenciado Seor, hay an cosas por hacer, ms que aadir a lo que he hecho. Reverenciado Seor, si el Seor me diera permiso, ira a esforzarme (en la meditacin) a esa arboleda de mangos. Por segunda vez el Seor le respondi al venerable Meghiya: Puesto que estamos solos, Meghiya, espera un rato hasta que venga algn otro bhikkhu. Por tercera vez el venerable Meghiya dijo al Seor: Reverenciado Seor, el Seor no tiene ya cosa alguna que hacer, nada ms que aadir a lo que ha hecho. Pero para mi, reverenciado Seor, hay an cosas por hacer, ms que aadir a lo que he hecho. Reverenciado Seor, si el Seor me diera permiso, ira a esforzarme (en la meditacin) a esa arboleda de mangos. Ya que hablas de esforzarte, Meghiya Qu puedo yo decir? Haz ahora, Meghiya, lo que pienses que es hora de hacer.
Entonces el venerable Meghiya se alz de su asiento, se postr ante el Buda y con su lado derecho hacia l se dirigi a la arboleda de mangos. Cuando entr a la arboleda de mangos se sent al pie de uno de los rboles para el perodo de descanso del medio da. Ahora bien, mientras que el venerable Meghiya permaneca en la arboleda de mangos constantemente se le ocurran tres tipos de pensamiento malo e insano: pensamiento sensual, pensamiento malvolo y pensamiento cruel. El venerable Meghiya reflexion: Es verdaderamente extrao! Es verdaderamente chocante! Aunque por fe he renunciado al hogar por la mendicidad, todava estoy abrumado por estos tres tipos de pensamiento malo e insano: pensamiento sensual, pensamiento malvolo y pensamiento cruel Entonces el venerable Meghiya, tras salir de la soledad, ya avanzada la tarde, se acerc al Seor, se postr, se sent a un lado y dijo: Reverenciado Seor, mientras permaneca en la arboleda de mangos constantemente se me ocurran tres tipos de pensamiento malo e insano: pensamiento sensual, pensamiento malvolo y pensamiento cruel. Y pens: Es verdaderamente extrao! Es verdaderamente chocante! Aunque por fe he renunciado al hogar por la mendicidad, todava estoy abrumado por estos tres tipos de pensamiento malo e insano: pensamiento sensual, pensamiento malvolo y pensamiento cruel. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, cinco cosas la conducen a la madurez Cules son estas cinco? Escucha, Meghiya, un bhikkhu tiene buenos amigos, buenos compaeros. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, esta es la primera cosa que conduce a su madurez. Adems, Meghiya, un bhikkhu es virtuoso, vive restringido por las restricciones del Patimokkha, bien dotado de conducta y recurso; viendo peligro en la mnima de las faltas, se entrena en las reglas de entrenamiento que ha aceptado. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, esta es la segunda cosa que conduce a su madurez. Adems, Meghiya, un bhikkhu obtiene a voluntad, sin problema ni dificultad, habla que es modesta, una ayuda para la franqueza de la mente, y que conduce al apartamiento, la ausencia de pasin, la cesacin, la paz, el conocimiento directo, la iluminacin, el Nibbana eso es, habla sobre la disminucin de los deseos, habla sobre el contentamiento, habla sobre no ser gregario, habla sobre hacer el esfuerzo, habla sobre la virtud, habla sobre la concentracin, habla sobre la sabidura, habla sobre la liberacin, habla sobre el conocimiento y la visin de la liberacin. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, esta es la tercera cosa que conduce a su madurez. Adems Meghiya, un bhikkhu vive con energa empeada en el abandono de los estados insanos y el logro de los estados sanos; l es vigoroso, enrgico y perseverante en cuanto a los estados sanos. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, esta es la cuarta cosa que conduce a su madurez.
Adems Meghiya, un bhikkhu es sabio, dotado con el conocimiento penetrante de los nobles sobre el surgimiento y la desaparicin, que conduce al completo final del sufrimiento. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, esta es la quinta cosa que conduce a su madurez. Cuando la liberacin de la mente est todava inmadura, Meghiya, estas cinco cosas conducen a su madurez. Es de esperar que un bhikkhu que tiene buenos amigos, buenos compaeros, sea virtuoso, viva restringido por las restricciones del Patimokkha, bien dotado de conducta y recurso, viendo peligro en la mnima de las faltas, que se entrene en las reglas de entrenamiento que ha aceptado. Es de esperar que un bhikkhu que tiene buenos amigos... obtenga a voluntad, sin problema ni dificultad, habla que es modesta, una ayuda para la franqueza de la mente, y que conduce al apartamiento, la ausencia de pasin, la cesacin, la paz, el conocimiento directo. Es de esperar que un bhikkhu que tiene buenos amigos... sea vigoroso, enrgico y perseverante en cuanto a los estados sanos... Es de esperar que un bhikkhu que tiene buenos amigos... sea sabio, dotado con el conocimiento penetrante de los nobles sobre el surgimiento y la desaparicin, que conduce al completo final del sufrimiento. Un bhikkhu, Meghiya, que est establecido en estas cinco cosas deber tambin cultivar otras cuatro ms: la (contemplacin de la) suciedad se deber cultivar para vencer la lujuria, metta ser cultivada para vencer la malevolencia, seguimiento de la respiracin ser cultivado para el corte del pensamiento (discursivo), la percepcin de la impermanencia ser cultivada para la erradicacin de la presuncin de yo soy. Ya que cuando uno percibe la impermanencia, Meghiya, la percepcin del no-ser est establecida. Cuando uno percibe el no-ser uno alcanza la erradicacin de la presuncin yo soy, lo que se llama el Nibbana aqu y ahora. Entonces, consciente de su significado, el Seor, profiri en esta ocasin estas palabras inspiradas: Pensamientos triviales, pensamientos sutiles, Sacudidas mentales que te siguen: Por no entender estos pensamientos, Corres de all para ac con mente inquieta. Pero conociendo esos pensamientos, El que est en atencin consciente y entregado los restringe. Un iluminado ha abandonado completamente Esas sacudidas mentales que te siguen.
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en la cabeza. Tan fuerte fue el golpe que con ese golpe habra derribado un elefante de siete u ocho ratanas o habra quebrado un gran pico de montaa. Y sin embargo el venerable Sariputta me ha dicho as: 'Me encuentro bien, amigo Mahamoggallana; estoy bien, amigo Mahamoggallana, a pesar de que tengo un ligero dolor en la cabeza'. Qu maravilloso, amigo Mahamoggallana, qu extraordinario, amigo Mahamoggallana, lo poderoso que es el venerable Mahamoggallana, lo grande que es su autoridad, puesto que puede ver a un yaksha! Yo ni puedo ver a un duende de basural. Y el bhagavant oy con su odo divino, puro, sobrehumano aquella tal conversacin de aquellos dos grandes Elefantes. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Cmo alcanzar el sufrimiento a aquel cuya mente, firme como una roca, no se conmueve; cuya mente disciplinada no goza con las cosas que producen placer, no se encoleriza con las cosas que producen clera?
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despus que regresara de la recoleccin de limosnas, recogiendo l mismo su lecho y su asiento, tomando su manto y su escudilla, sin decirle nada a su servidor, sin informar a la congregacin de bhikkhus, solo, sin acompaante, se dirigi a la aldea de Palileyyaka en busca de limosna. Y pidiendo limosna lleg, poco a poco, a Palileyyaka. Ah, en Palileyyaka, el bhagavant vivi en un bosquecillo de la Foresta Cercada, bajo un hermoso rbol sala. Y un elefante viva rodeado por elefantes machos y por elefantes hembras, por elefantes jvenes, por elefantes nios; y l tena que comer hierbas cuyas partes tiernas ya haban sido cortadas; ellos se coman los manojos de ramillas que l arrancaba una y otra vez; tena que beber agua turbia y, cuando sala de su bao, los elefantes hembras iban frotndose contra su cuerpo. Y as rodeado, viva desagradablemente, incmodamente. Y este elefante pens: Yo vivo aqu rodeado por elefantes machos y elefantes hembras, por elefantes jvenes, por elefantes nios; yo tengo que comer hierbas cuyas partes tiernas ya han sido cortadas; ellos se comen los manojos de ramillas que yo arranco una y otra vez; tengo que beber agua turbia y, cuando salgo de mi bao, los elefantes hembras van frotndose contra mi cuerpo. Y as rodeado, vivo desagradablemente, incmodamente. Por eso viva yo solitario, apartado del grupo. Y aquel elefante, alejndose del rebao, se dirigi a la aldea de Palileyyaka, al bosquecillo de la Foresta Cercada, hacia el hermoso rbol sala donde se encontraba el bhagavant y ah aquel elefante limpiaba de hierbas el lugar donde se encontraba el bhagavant y con su trompa le ofreca agua para beber y agua para lavarse. Y este pensamiento surgi en la mente del bhagavant mientras se encontraba a solas, en su retiro: Yo antes viva rodeado de bhikkhus, bhikkhunis, upsakas, upsiks, reyes, grandes ministros de reyes, maestros de otras sectas y discpulos de maestros de otras sectas: y as rodeado, viva desagradablemente, incmodamente. Y ahora yo no vivo rodeado de bhikkhus, bhikkhunis, upasakas, upasikas, reyes, grandes ministros de reyes, maestros de otras sectas y discpulos de maestros de otras sectas; y no estando as rodeado, vivo feliz, cmodamente. Y este pensamiento surgi en la mente del elefante: Yo antes viva rodeado por elefantes machos y elefantes hembras, por elefantes jvenes, por elefantes nios; yo tena que comer hierbas cuyas partes tiernas ya haban sido cortadas; ellos se coman los manojos de ramillas que yo arrancaba una y otra vez; tena que beber agua turbia y, cuando sala de mi bao, los elefantes hembras iban frotndose contra mi cuerpo; y as rodeado, viva desagradablemente, incmodamente. Y ahora yo no vivo rodeado por elefantes machos y elefantes hembras, por elefantes jvenes y elefantes nios; yo no tengo que comer hierbas cuyas partes tiernas ya han sido cortadas; ellos no se comen los manojos de ramas que yo arranco una y otra vez; no tengo que beber agua turbia y, cuando salgo de mi bao, los elefantes hembras no van frotndose contra mi cuerpo; y no estando as rodeado, vivo feliz, cmodamente. El bhagavant, percibiendo su propia soledad y conociendo con su mente el pensamiento de la mente de aquel elefante, dijo en aquella ocasin este udana: En esto concuerda la mente del elefante de largos colmillos con la mente del sabio:
Qu debo hacer, seores? Qu es lo que yo no podra hacer? Incluso abandonara la vida por el bien de mis parientes. Entonces, hermana, ve a menudo al Bosque del Prncipe Jeta. Diciendo: As lo har, seores, la mendicante Sundara obedeciendo a aquellos mendicantes de otras sectas, fue a menudo al Bosque del Prncipe Jeta. Cuando aquellos mendicantes de otra secta supieron que la mendicante Sundari haba sido vista por mucha gente yendo a menudo al Bosque del Prncipe Jeta, entonces, despus de matarla y de arrojarla a un hueco en un foso del Bosque del Prncipe Jeta, se acercaron a donde se encontraba el rey Pasenadi de Kosala y, habindosele acercado, al rey Pasenadi de Kosala le dijeron: Hace tiempo que no vemos a la mendicante Sundari. Dnde sospechis que est? En el Bosque del Prncipe Jeta, oh gran rey. Inspeccionad entonces el bosque del Prncipe Jeta. Y aquellos mendicantes de otras sectas, inspeccionando el Bosque del Prncipe Jeta, la sacaron del hueco del foso en donde la haban arrojado, la colocaron en una parihuela y entraron en Savatthi; y yendo de calle en calle, de esquina en esquina, le decan a la gente: Ved, seores, lo que han hecho los samanes seguidores de Buda; estos samanes seguidores de Buda son desvergonzados, sin moralidad, de malos hbitos, mentirosos, de vida licenciosa. Y ellos pretenden vivir de acuerdo con la doctrina y ser gente de paz, puros, veraces, virtuosos, justos. Ellos no son samanes, ellos no son brahmanes; han dejado de ser samanes, han dejado de ser brahmanes; cmo seran samanes, cmo seran brahmanes; se terminaron estos samanes, se terminaron estos brahmanes. Cmo podra un hombre, despus de haber hecho con ella su deber de hombre, quitarle la vida a una mujer? Y entonces las gentes en Savatthi cuando vean a los bhikkhus los insultaban, los censuraban, los hostigaban, los mortificaban con palabras viles y rudas: Estos samanes seguidores de Buda son desvergonzados, sin moralidad, de malos hbitos, mentirosos, de vida licenciosa. Y ellos pretenden vivir de acuerdo con la doctrina y ser gente de paz, puros, veraces, virtuosos, justos. Ellos no son samanes, ellos no son brahmanes; han dejado de ser samanes, han dejado de ser brahmanes; cmo seran samanes, cmo seran brahmanes; se terminaron estos samanes, se terminaron estos brahmanes. Cmo podra un hombre, despus de haber hecho con ella su deber de hombre, quitarle la vida a una mujer? Numerosos bhikkhus, por la maana despus de vestirse, tomando sus mantos y sus escudillas, entraron en Savatthi en busca de limosna. Habiendo recorrido Savatthi en busca de limosna, por la tarde, despus que regresaron de la recoleccin de limosnas, se acercaron a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado y, sentados a un lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Seor, en Svatthi las gentes cuando ven a los bhikkhus los insultan, los censuran, los hostigan, los mortifican con palabras viles y rudas: Estos samanes seguidores de Buda son desvergonzados, sin moralidad, de malos hbitos, mentirosos, de vida licenciosa. Y ellos pretenden vivir de acuerdo con la doctrina y ser gente de paz, puros, veraces, virtuosos, justos. Ellos no son samanes, ellos no son brahmanes; han dejado
de ser samanes, han dejado de ser brahmanes; cmo seran samanes, cmo seran brahmanes; se terminaron estos samanes, se terminaron estos brahmanes. Cmo podra un hombre, despus de haber hecho con ella su deber de hombre, quitarle la vida a una mujer? Oh bhikkhus esa calumnia no durar mucho, durar una semana; al cabo de una semana cesar. Oh bhikkhus, reprobad con estos versos a aquellas gentes que, cuando ven a los bhikkhus, los insultan, los censuran, los hostigan, los mortifican con palabras viles y rudas: Aquel que dice algo que no es verdad se va al infierno, tambin aquel que, habiendo hecho algo dice que no lo ha hecho. Ambos, hombres de innoble conducta, tienen el mismo destino despus de la muerte, en el otro mundo. Y aquellos bhikkhus aprendieron aquellos versos en presencia del bhagavant. Y a aquellas gentes que, cuando vean a los bhikkhus, los insultaban, los censuraban, los hostigaban, los mortificaban con palabras viles y rudas, los bhikkhus las reprobaban con aquellos versos: Aquel que dice algo que no es verdad se va al infierno, tambin aquel que habiendo hecho algo dice que no lo ha hecho. Ambos, hombres de innoble conducta, tienen el mismo destino despus de la muerte, en el otro mundo. Y las gentes pensaron: Estos samanes seguidores de Buda no son culpables; ellos no han hecho esto. Estos samanes seguidores de Buda lo afirman bajo juramento. Aquella calumnia no dur mucho tiempo, dur una semana; al cabo de una semana ces. Numerosos bhikkhus se acercaron entonces a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant se sentaron a un lado. Y sentados a un lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Qu maravilloso, seor, qu extraordinario, seor, hasta qu punto dijo bien el bhagavant! 'Oh bhikkhus, esa calumnia no durar mucho tiempo, durar una semana; al cabo de una semana cesar'. Efectivamente, seor, esa calumnia ces. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Los hombres descontrolados hieren con la palabra como con flechas se hiere al elefante en la batalla. Al or pronunciar palabras rudas debe el bhikkhu tolerarlas
- Cuando ella contest esto, yo, seor, le dije: Oh Mallika en mi opinin no existe nadie ms querido que uno mismo . El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Recorriendo todas las regiones con la mente no encontr en ningn lugar nada ms querido para uno que uno mismo. Los otros se quieren a s mismos de igual manera. Por tal razn no haga uno dao a otro por amor a s mismo.
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Y el leproso Suppabuddha instruido, incitado, entusiasmado y llenado de gozo por el bhagavant, mediante ese discurso sobre la doctrina, contento y alegre con la palabra del bhagavant, bhagavant , haciendo el padakkhina, se retir. Y no mucho despus de que partiera, una vaca con su joven ternero, atacndolo, le quit la vida al leproso Suppabuddha. Numerosos bhikkhus se acercaron a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado. Y sentados a un lado, aquellos bhikkhus dijeron al bhagavant: Seor, aquel leproso de nombre Suppabuddha que haba sido instruido, incitado, entusiasmado y llenado de gozo por el bhagavant mediante su discurso sobre la doctrina, ha muerto. Cul es su destino? Cul es su condicin futura? levantndose de su asiento, saludando al Oh bhikkhus , el leproso Suppabuddha era un pandit , actu de conformidad con la doctrina y no me ha molestado con respecto a la doctrina. Oh bhikkhus , el leproso Suppabuddha con la desaparicin de las tres ataduras, ha entrado en la corriente, no est expuesto a decaer, est seguro, se encamina hacia la completa iluminacinCuando el bhagavant dijo, esto, uno de los bhikkhus le pregunt: Cul es la causa, seor, cul es la razn por la cual el leproso Suppabuddha era un hombre pobre, un hombre miserable, un hombre degradado? Oh bhikkhus , el leproso Suppabuddha, en una vida anterior, en esta misma ciudad de Rajagaha, era el hijo de un rico mercader. Y l, atravesando un jardn, vio al pachchekabuddha. Como consecuencia de aquella accin, l fue torturado en el infierno, durante muchos centenares de aos, durante miles de aos, durante muchos cientos de miles de aos. As, debido al residuo de la consecuencia de aquella accin, en esta ciudad de Rajagaha, l era un leproso, hombre pobre, hombre miserable, hombre desgraciado. Pero l, alcanzando la disciplina de doctrina declarada por el tathagata , hizo suya la fe, hizo suya la disciplina moral, hizo suya la enseanza, hizo suyo la renunciacin, e hizo suya la sabidura. Y l, habiendo hecho suya la fe, habiendo hecho suya la disciplina moral, habiendo hecho suya la enseanza, habiendo hecho suyo la renunciacin, y habiendo hecho suya la sabidura, al disolverse su cuerpo, despus de la muerte, renaci en un reino de felicidad, en el cielo, en compaa de los Treinta y Tres dioses. Y all, l sobrepasa a los otros dioses en esplendor y en gloria. Tagarasikhi entrando en la ciudad para pedir limosna, y habindolo visto, pens: A dnde va este leproso con escudilla de leproso? y, escupiendo, se fue dndole la izquierda El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: As como el que tiene ojos, esforzndose, evita las desigualdades del camino, as, en este mundo, el que es pandit debe evitar las cosas malas.
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estaba bien avanzada, cuando pas la primera parte de la vigilia- se levant de su asiento y, habiendo arreglado su vestimenta exterior en uno des sus hombros, se puso enfrente del Bienaventurado con las palmas de sus manos juntadas en la altura de su corazn y dijo: Seor, la noche est bien avanzada. He aqu que ya pas la primera parte de la vigilia y el Sangha de monjes est sentada aqu, ya por mucho tiempo. Por favor, recite el Bienaventurado el Patimokkha para ellos. Pero, cuando esto fue dicho, el Bienaventurado permaneci en silencio. Entonces, por segunda vez el Venerable Ananda cuando la noche estaba bien avanzada, cuando pas la mitad de la vigilia- se levant de su asiento y, habiendo arreglado su vestimenta exterior en uno de sus hombros, se puso enfrente del Bienaventurado con las palmas de sus manos juntadas en la altura de su corazn y dijo: Seor, la noche est bien avanzada. He aqu que ya pas la mitad de la vigilia y el Sangha de los monjes est sentada aqu, ya por mucho tiempo. Por favor, recite el Bienaventurado el Patimokkha para ellos. Pero, cuando esto fue dicho, el Bienaventurado permaneci en silencio. Entonces, por tercera vez el Venerable Ananda cuando la noche estaba bien avanzada, cuando pas la ltima parte de la vigilia- se levant de su asiento y, habiendo arreglado su vestimenta exterior en uno de sus hombros, se puso enfrente del Bienaventurado con las palmas de sus manos juntadas en la altura de su corazn y dijo: Seor, la noche est bien avanzada. He aqu que ya pas la ltima parte de la vigilia y el Sangha de los monjes est sentada aqu, ya por mucho tiempo. Por favor, recite el Bienaventurado el Patimokkha para ellos. Ananda, la asamblea de los monjes no est completamente pura. Entonces, este pensamiento se ocurri al Venerable Mahamoggallana: En referencia a qu persona el Bienaventurado dijo: Ananda, la asamblea de los monjes no est completamente pura? Acto seguido, dirigi su mente hacia la conciencia que abarcaba las conciencias de todos los monjes presentes, lo que le permiti a individualizar a cierto monje -inescrupuloso, malvado, impuro y sospechoso en sus intenciones, que ocultaba sus actos, un seudo-recluso que proclamaba ser recluso, un seudo-noble que proclamaba ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza- que estaba sentado en medio del Sangha de monjes. Al verlo, el Venerable Mahamoggallana se levant de su asiento, se acerc a esta persona y, estando ah enfrente de l, dijo: Levntate, amigo. Deberas ser visto por el Bienaventurado. T no tienes comunin con este Sangha de los monjes. Sin embargo, este individuo permaneci en silencio. Entonces, por segunda vez el Venerable Mahamoggallana dijo a esta persona: Levntate, amigo. Deberas ser visto por el Bienaventurado. T no tienes comunin con este Sangha de los monjes. Sin embargo, este individuo, por segunda vez, permaneci en silencio. Y, por tercera vez el Venerable Mahamoggallana dijo a esta persona: Levntate, amigo. Deberas ser visto por el Bienaventurado. T no tienes comunin con este Sangha de los monjes. Sin embargo, este individuo, por tercera vez, permaneci en silencio. Entonces, el Venerable Mahamoggallana lo agarr por sus brazos y lo expuls por la puerta hacia la galera y, habindolo sujetado, condujo a aquel individuo en la presencia del
Bienaventurado. Estando ah dijo: Acabo de expulsar este individuo, seor. La asamblea ahora est pura. Puede el Bienaventurado recitar el Patimokkha para los monjes. Esto es asombroso, Moggallana. Es increble, cmo este individuo esper hasta ser agarrado por los brazos. Acto seguido, se dirigi a los monjes con estas palabras: De ahora en adelante, monjes, no voy a actuar durante la noche de Uposatha recitando el Patimikkha. Sino que vosotros mismos, monjes, vais a actuar durante la noche de Uposatha recitando el Pathimikkha. Es, pues, imposible y no puede suceder que el Tathagata acte durante la noche de Uposatha recitando Patimikkha en medio de una asamblea impura. Monjes, existen estas ocho asombrosas e increbles cosas relacionadas con el Gran Ocano. Son cosas que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en el Gran Ocano. Cules son esas ocho? [i] El Gran Ocano, monjes, tiene las pendientes inclinadas progresivamente, tiene bajadas graduales. Al tener sus pendientes inclinadas, no existen los precipicios repentinos en el Gran Ocano. Monjes, estas pendientes inclinadas, las bajadas graduales y la ausencia de los precipicios repentinos, es la primera cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. [ii] Tambin, monjes, el Gran Ocano es estable y no sobrepasa sus costas. Monjes, el hecho de que el Gran Ocano sea estable y no sobrepase sus costas, es la segunda cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. [iii] Adems, monjes, el Gran Ocano no tolera la presencia de los cuerpos muertos. Cualquier cuerpo muerto que se encontrara en el gran Ocano es lavado y llevado a la orilla, a la tierra seca. Monjes, el hecho de que el Gran ocano no tolere la presencia de los cuerpos muertes, sino que los lave y lleve a la orilla, a la tierra seca, es la tercera cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. [iv] Tambin, monjes, cualquier ro que exista llmese Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o Mahi- al llegar al Gran Ocano pierde su nombre anterior y, simplemente, es catalogado como el Gran Ocano. Monjes, el hecho de que cualquier ro que exista llmese Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o Mahi- al llegar al Gran Ocano pierda su nombre anterior y, simplemente, sea catalogado como el Gran Ocano, es la cuarta cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. [v] Adems, monjes, no existe evidencia alguna de que aquellos ros que se introducen dentro del Gran Ocano ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de las aguas. Monjes, el hecho de que no existan evidencias, segn las cuales ni los ros que se introducen dentro del Gran Ocano ni las lluvias del cielo disminuyan o aumenten el volumen de las aguas, es la quinta cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l.
[vi] Tambin, monjes, todo este Gran Ocano tiene un slo y el mismo sabor, que es el sabor de la sal. Monjes, el hecho de que todo este Gran Ocano tenga un slo y el mismo sabor, que es el sabor de la sal, es la sexta cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. [vii] Adems, monjes, el Gran Ocano tiene abundancia de piedras preciosas, un sinfn de gemas. Piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la plata, el oro, los rubes y los ojos de gato. Monjes, el hecho de que el Gran Ocano tenga tal abundancia de piedras preciosas, un sinfn de gemas, el hecho que tenga piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la plata, el oro, los rubes y los ojos del gato, es la sptima cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. [viii] Finalmente, monjes, el Gran Ocano est siendo habitado por poderosas y grandes criaturas como las ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen las ballenas que, a su vez, comen las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se encuentran en la profundidad de cien yojanas doscientas yojanas trescientas yojanas cuatrocientas yojanas quinientas yojanas. Monjes, el hecho de que el Gran Ocano est siendo habitado por poderosas y grandes criaturas como ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen las ballenas que, a su vez, comen las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se encuentran en la profundidad de cien yojanas doscientas yojanas trescientas yojanas cuatrocientas yojanas quinientas yojanas, es la octava cosa asombrosa e increble, relacionada con el Gran Ocano, que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en l. stos son las ocho asombrosas e increbles cosas relacionadas con el Gran Ocano. Son cosas que los asuras contemplan continuamente, deleitndose en el Gran Ocano. De la misma manera, monjes, existen ocho asombrosas e increbles cosas relacionadas con este Dhamma-y-Disciplina. Son cosas que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en este Dhamma-y-Disciplina. Cules son esas ocho? [i] Monjes, al igual que el Gran Ocano tiene las pendientes inclinadas progresivamente y las bajadas graduales; y, por tener las pendientes inclinadas progresivamente, no existen en l los precipicios repentinos, de la misma manera, monjes, este Dhamma-y-Disciplina cuenta con prcticas que se desarrollan progresivamente y obligaciones graduales. Y por tener las prcticas que se desarrollan gradualmente, no existen en l penetraciones repentinas del supremo conocimiento. Monjes, el hecho de que este Dhamma-Vinaya cuente con prcticas que se desarrollen progresivamente y obligaciones graduales, y que, por tener las prcticas desarrolladas gradualmente, no existan en l penetraciones repentinas del supremo conocimiento, es la primera cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-Vinaya, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [ii] Tambin, monjes, al igual que el Gran Ocano es estable y no sobrepasa sus costas, de la misma manera, monjes, mis discpulos aunque fuera por el bien de sus vidas- no traspasan las reglas de la prctica que haba formulado para ellos. Monjes, el hecho de que mis discpulos
aunque fuera por el bien de sus vidas- no traspasen las reglas de la prctica que haba formulado para ellos, es la segunda cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [iii] Adems, monjes, al igual que el Gran Ocano no tolera la presencia de los cuerpos muertos, siendo cualquier cuerpo muerto que se encuentre en el gran Ocano es lavado y llevado a la orilla, a la tierra seca, de la misma manera, monjes, si un individuo es inescrupuloso, malvado, impuro y sospechoso en sus intenciones, que ocultase sus actos, un seudo-recluso que proclamase ser recluso, un seudo-noble que proclamase ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza, el Sangha no tiene comunin con l. Aunque l estuviera sentado en medio del Sangha, igualmente estara lejos del Sangha, como el Sangha estara lejos de l. Monjes, el hecho de que el Sangha no tenga comunin con un individuo inescrupuloso, malvado, impuro y sospechoso en sus intenciones, que ocultase sus actos, un seudo-recluso que proclamase ser recluso, un seudo-noble que proclamase ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza; y que, aunque l estuviese sentado en medio del Sangha, igualmente estara lejos del Sangha, como el Sangha estara lejos de l, es la tercera cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [iv] Tambin, monjes, al igual que cualquier ro que exista llmese Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o Mahi- al llegar al Gran Ocano pierde su nombre anterior y, simplemente, es catalogado como el Gran Ocano, de la misma manera, monjes, cuando el miembro de cualquiera de las cuatro castas llmese noble guerrero, sacerdote, comerciante o trabajadorabandona la vida hogarea para llevar el estilo de vida sin hogar, en el Dhamma-y-Disciplina proclamado por el Tathagata, pierde su nombre anterior y el clan, y, simplemente, es conocido como el asceta, el seguidor del hijo de los sakyas. Monjes, el hecho de que cualquier miembro de las cuatro castas llmese noble guerrero, sacerdote, comerciante o trabajador- cuando abandona la vida hogarea para llevar el estilo de vida sin hogar, en el Dhamma-y-Disciplina proclamado por el Tathagata, pierde su nombre anterior y clan, y, simplemente, es conocido como el asceta, el seguidor del hijo de los sakyas, es la cuarta cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Vinaya, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [v] Adems, monjes, al igual que no existe evidencia alguna de que aquellos ros que se introducen dentro del Gran Ocano ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de las aguas, de la misma manera, monjes, aunque muchos monjes sean totalmente liberados de los deseos bajo las propiedades del Nibbana, no por eso, haya evidencia alguna de la disminucin o aumento de las propiedades del Nibbana. Monjes, el hecho de que no haya evidencias de disminucin o aumento de las propiedades del Nibbana, por ms que muchos monjes sean totalmente liberados de los deseos bajo las propiedades del Nibbana, es la quinta cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [vi] Tambin, monjes, al igual que todo este Gran Ocano tiene un slo y el mismo sabor, que es el sabor de la sal, de la misma manera, monjes, todo este Dhamma-y-Disciplina tiene un slo y el mismo sabor, que es el sabor de la liberacin. Monjes, el hecho de que todo este Dhamma-y-
Disciplina tenga un slo y el mismo sabor, que es el sabor de la liberacin, es la sexta cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [vii] Adems, monjes, al igual que el Gran Ocano tiene abundancia de piedras preciosas, un sinfn de gemas; piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la plata, el oro, los rubes y los ojos de gato, de la misma manera, monjes, este Dhamma-y-Disciplina tiene muchos tesoros de diferentes tipos: las cuatro formas de establecer la atencin consciente, los cuatro rectos esfuerzos, las cuatro bases del poder, las cinco facultades, los cinco esfuerzos, los siete factores de Iluminacin y el ctuple Noble Sendero. Monjes, el hecho de que este Dhamma-y-Disciplina tenga muchos tesoros de diferentes tipos, como las cuatro formas de establecer la atencin consciente, los cuatro rectos esfuerzos, las cuatro bases del poder, los cinco facultades, los cinco esfuerzos, los siete factores de Iluminacin y el ctuple Noble Sendero, es la sptima cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. [viii] Finalmente, monjes, al igual que el Gran Ocano est siendo habitado por poderosas y grandes criaturas como las ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen las ballenas que, a su vez, comen las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se encuentran en la profundidad de cien yojanas doscientas yojanas trescientas yojanas cuatrocientas yojanas quinientas yojanas, de la misma manera, monjes, este Dhamma-y-Disciplina est siendo habitado por poderosos y grandes seres, como los que entran en la corriente y los que realizan los frutos de la entrada en la corriente; los que retornan una vez y los que realizan los frutos de un solo retorno; los que no retornan y los que realizan los frutos del no-retorno; los arahants y los que realizan los frutos del arahantado. Monjes, el hecho de que este Dhamma-y-Disciplina est siendo habitado por poderosos y grandes seres, como los que entran en la corriente y los que realizan los frutos de la entrada en la corriente; los que retornan una vez y los que realizan los frutos de un solo retorno; los que no retornan y los que realizan los frutos del no-retorno; los arahants y los que realizan los frutos del estado de arahant, es la octava cosa asombrosa e increble, relacionada con este Dhamma-y-Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en l. Monjes, stas son las ocho asombrosas e increbles cosas relacionadas con este Dhamma-yDisciplina. Son cosas que los monjes contemplan continuamente, deleitndose en este Dhammay-Disciplina. Y cuando el Bienaventurado expuso el signifcado de esto, pronunci la siguiente excalamacin: La lluvia empapa todo lo que est cubierto, Y no empapa lo que est expuesto. As que pon al descubierto lo que est oculto Para que la lluvia no lo empape.
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Por segunda vez el upasaka Sona Kutikanna se acerc a donde se encontraba el venerable Mahakachchana y, habindosele acercado, saludando al venerable Mahakachchana, se sent a un lado. Sentado a un lado, el upasaka Sona Kutikanna le dijo al venerable Mahakachchana: Mientras yo, seor, me encontraba solo y retirado, se me ocurri este pensamiento: 'Tal como el noble seor Mahakachchana ensea la doctrina, no es fcil ciertamente, llevando una vida de hogar, practicar una vida religiosa totalmente perfecta, totalmente pura, pulida como una madreperla. Cortndome el pelo y la barba y ponindome las ropas color azafrn, saldr de mi hogar para llevar una vida errante'. Que el venerable Mahakachchana me haga entrar en la congregacin. Por segunda vez el venerable Mahakachchana le contest al upasaka Sona Kutikanna: Es difcil, oh Sona, practicar durante toda la vida la vida religiosa que comparta una sola comida y la soledad. Oh Sona, t, siendo un hombre de hogar, practica, de acuerdo con la enseanza de los buddhas, por cierto tiempo, la vida religiosa que comporta una sola comida y la soledad. Y por segunda vez el deseo del upasaka Sona Kutikanna de dedicarse a la vida errante se aquiet. Por tercera vez mientras se encontraba solo y retirado, al upasaka Sona Kutikanna se le ocurri este pensamiento: Tal como el noble seor Mahakachchana ensea la doctrina, no es fcil ciertamente, llevando una vida de hogar, practicar una vida religiosa totalmente perfecta, totalmente pura, pulida como una madreperla. Cortndome el pelo y la barba y ponindome las ropas color azafrn, saldr de mi hogar para llevar una vida errante. Por tercera vez el upasaka Sona Kutikanna se acerc a donde se encontraba el venerable Mahakachchana y, habindosele acercado, saludando al venerable Mahakachchana, se sent a un lado. Sentado a un lado, el upasaka Sona Kutikanna le dijo al venerable Mahakachchana: Mientras yo, seor, me encontraba solo y retirado, se me ocurri este pensamiento: Tal como el noble seor Mahakachchana ensea la doctrina, no es fcil ciertamente, llevando una vida de hogar, practicar una vida religiosa totalmente perfecta, totalmente pura, pulida como una madreperla. Cortndome el pelo y la barba y ponindome las ropas color azafrn, saldr de mi hogar para llevar una vida errante. Que el venerable Mahakachchana me haga entrar en la congregacin. Y el venerable Mahakachchana hizo entrar en la congregacin al upasaka Sona Kutikanna. Y en esa poca la regin sur de Avanti tena pocos bhikkhus. Y el venerable Mahakachchana, recin despus de tres aos, con gran dificultad, reuniendo de aqu y de all a una asamblea de diez bhikkhus, orden al venerable Sona. Y despus de pasar la estacin de las lluvias, mientras se encontraba solo y retirado, al venerable Sona se le ocurri este pensamiento: Yo no he visto al bhagavant cara a cara, pero s de odas que el bhagavant es as y as. Si mi maestro me diera permiso, yo ira a ver al bhagavant, al arhant, al perfectamente iluminado.
Y el venerable Sona, por la tarde, saliendo de su retiro, se dirigi a donde se encontraba el venerable Mahakachchana y una vez ah, saludando al venerable Mahakachchana, se sent a un lado. Sentado a un lado, el venerable Sona le dijo al venerable Mahakachchana: Mientras yo, seor, me encontraba solo y retirado, se me ocurri este pensamiento: 'Yo no he visto al bhagavant cara a cara, pero s de odas que el bhagavant es as y as. Si mi maestro me diera permiso, yo ira a ver al bhagavant, al arhant, al perfectamente iluminado'. Bien, bien, Sona, anda, Sona, a ver al bhagavant, al arhant, al perfectamente iluminado. T vers, oh Sona, al bhagavant, afable, inspirando confianza, con sus sentidos calmados, con su mente serena, habiendo alcanzado la ms perfecta calma y autocontrol, elefante domado, alerta, con sus sentidos subyugados y, habindolo visto, rndele homenaje en mi nombre al bhagavant, prosternndote ante sus pies y pregntale por su salud, bienestar, vigor, fuerza y comodidad, diciendo: 'Seor, mi maestro, el venerable Mahakachchana, rinde homenaje al bhagavant, prosternndose ante sus pies y pregunta por su salud, bienestar, vigor, fuerza y comodidad'. Diciendo: S, seor, el venerable Sona, contento y alegre con las palabras del venerable Mahakachchana, levantndose de su asiento, saludando al venerable Mahkachchna, haciendo el padakkhina, recogiendo su lecho y su asiento, tomando su manto y su escudilla, parti hacia Savatthi y, avanzando, poco a poco, lleg a Savatthi, al Bosque del Prncipe Jeta, al parque de Anathapindika, a donde estaba el bhagavant y, una vez ah, saludando al bhagavant, se sent a un lado. Sentado a un lado, el venerable Sona le dijo al bhagavant: Seor, mi maestro, el venerable Mahakachchana rinde homenaje al bhagavant prosternndose ante sus pies y pregunta por su salud, bienestar, vigor, fuerza y comodidad. Oh, bhikkhu, te encuentras bien? Ests bien? Es que has llegado sin fatigarte? No te has cansado pidiendo limosna? Oh, bhagavant, me encuentro bien, estoy bien, he llegado sin fatigarme y no me he cansado pidiendo limosna. Y el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Ananda, preprale un lecho y un asiento a este bhikkhu que acaba de llegar. Y el venerable Amanda pens: Si el bhagavant me ha ordenado: 'Preprale un lecho y un asiento a este bhikkhu que acaba de llegar, entonces el bhagavant desea alojarse con este bhikkhu en el mismo vihara; el bhagavant desea alojarse con el venerable Sona en el mismo vihara. Y en el mismo vihara en que el bhagavant estaba alojado, Ananda le prepar un lecho y un asiento al venerable Sona. Y el bhagavant, habiendo pasado gran parte de la noche sentado al aire libre, despus de lavarse los pies, entr en el vihara. Y el venerable Sona, habiendo pasado tambin gran parte de la noche sentado al aire libre, despus de lavarse los pies, entr en el vihara. Y el bhagavant, levantndose al amanecer, le dijo al venerable Sona: Por favor, bhikkhu, recita la doctrina. Y diciendo: S, seor, el venerable Sona, obedeciendo al bhagavant, recit de memoria los diecisis sutras que pertenecen al Atthakavagga. Y el bhagavant, al terminar la recitacin de memoria del venerable Sona, expres su aprobacin diciendo: Bien, bien, oh bhikkhu, has
aprendido bien, oh bhikkhu, los diecisis sutras del Atthakavagga, los has fijado bien en tu mente; has reflexionado bien acerca de ellos. Tienes una voz agradable, clara, pura y que hace comprender bien el sentido de lo que dices. Cuntos aos de ordenado tienes, oh bhikkhu? Un ao, bhagavant. Por qu razn, oh bhikkhu, has demorado tanto tu ordenacin? Desde hace mucho tiempo, seor, yo haba visto el peligro de los placeres, pero la vida de hogar tiene muchas dificultades, muchos deberes, muchas responsabilidades. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Habiendo visto el peligro que existe en el mundo, habiendo conocido la doctrina libre de apegos, el hombre de nobles sentimientos no goza en el mal, el hombre puro no goza en el mal.
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Ud 5,8 {18Ud.5.8,48} Sanghabheda Sutta - Discurso sobre la disensin del Sangha. Devadatta se propone dividir la congregacin de los monjes, lo que merece el comentario del Buda, segn el cual hacer el bien es fcil para el bueno y hacer el mal es fcil para el malo. He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Rajagaha, en el Bosque de Bambs, en el Lugar-en-que-se-daba-de-comer-a-las-ardillas. En aquella ocasin el venerable Ananda, en un da uposatha, por la maana, despus de vestirse, tomando su manto y su escudilla, entr en Rajagaha en busca de limosna. Devadatta vio al venerable Ananda, recorriendo Rajagaha en busca de limosna y, habindolo visto, se acerc a donde se encontraba el venerable Ananda y, habindosele acercado, le dijo: A partir de hoy, amigo Ananda, yo llevar a cabo el uposatha y las ceremonias de la congregacin con prescindencia del bhagavant, con prescindencia de la congregaci6n de bhikkhus. El venerable Ananda, despus de haber recorrido Rajagaha en busca de limosna, regresando, por la tarde, de la recoleccin de limosnas, se acerc a donde se encontraba el bhagavant, y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sent a un lado, y sentado a un lado, el venerable Ananda le dijo al bhagavant: Seor, por la maana, despus de vestirme, tomando mi manto y mi escudilla, entr en Rajagaha en busca de limosna. Y Devadatta me vio, seor, mientras yo recorra Rajagaha en busca de limosna y, habindome visto, se acerc a donde yo me encontraba y, habindoseme acercado, me dijo: 'A partir de hoy, amigo Ananda, yo llevar a cabo el uposatha y las ceremonias de la congregacin con prescindencia del bhagavant, con prescindencia de la congregacin de bhikkhus. Seor, Devadatta hoy da dividir a la congregacin y llevar a cabo el uposatha y las ceremonias de la congregacin. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Al hombre bueno le es fcil hacer el bien, al hombre malo le es difcil hacer el bien, al hombre malo le es fcil hacer el mal, a los buenos les es difcil hacer el mal.
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hablando en todos los campos de la palabra, cuando desean abrir la boca, no saben qu los lleva a ello.
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Vesali es hermosa, oh Ananda, hermoso es el monumento sepulcral de Udena, hermoso es el monumento sepulcral de Gotamaka, hermoso es el monumento sepulcral de los Siete Mangos, hermoso es el monumento sepulcral de los Numerosos Hijos, hermoso es el monumento sepulcral de Sarandada, hermoso es el monumento sepulcral de Chapala. Oh, Ananda, quienquiera, que haya desarrollado, incrementado, dominado, practicado a fondo, experimentado, acrecentado, realizado esforzadamente las cuatro bases de los poderes sobrenaturales, si lo deseara, podra vivir un ciclo csmico, o lo que queda del ciclo. Oh Ananda, el tathagata ha desarrollado, incrementado, dominado, practicado a fondo, experimentado, acrecentado, realizado esforzadamente las cuatro bases de los poderes sobrenaturales. Si lo deseara, oh Ananda, el tathagata podra vivir un ciclo csmico o lo que queda del ciclo. Aun cuando el bhagavant hizo clara su intencin, hizo claro su sentido, el venerable Ananda no pudo comprender, no le suplic al bhagavant: Seor, viva el bhagavant un ciclo csmico; viva el bien encaminando un ciclo csmico para bien de mucha gente, para felicidad de mucha gente, por compasin del mundo, para beneficio, para bien, para felicidad de dioses y de hombres -actuando como actuara uno cuyo corazn estuviera posedo por Mara. Y por tercera vez el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Vesali es hermosa, oh Ananda, hermoso es el monumento sepulcral de Udena, hermoso es el monumento sepulcral de Gotamaka, hermoso es el monumento sepulcral de los Siete Mangos, hermoso es el monumento sepulcral de los Numerosos Hijos, hermoso es el monumento sepulcral de Sarandada, hermoso es el monumento sepulcral de Chapala. Oh Ananda, quienquiera que haya desarrollado, incrementado, dominado, practicado a fondo, experimentado, acrecentado, realizado esforzadamente las cuatro bases de los poderes sobrenaturales, si lo deseara, podra vivir un ciclo csmico o lo que queda del ciclo. Oh Ananda, el tathagata ha desarrollado, incrementado, dominado, practicado a fondo, experimentado, acrecentado, realizado esforzadamente las cuatro bases de los poderes sobrenaturales. Si lo deseara, oh Ananda, el tathagata podra vivir un ciclo csmico o lo que queda del ciclo. Aun cuando el bhagavant hizo clara su intencin, hizo claro su sentido, el venerable Ananda no pudo comprender, no le suplic al bhagavant: Seor, viva el bhagavant un ciclo csmico; viva el bien encaminado un ciclo csmico para bien de mucha gente, para felicidad de mucha gente, por compasin del mundo, para beneficio, para bien, para felicidad de dioses y de hombres! -actuando como actuara uno cuyo corazn estuviera posedo por Mara. Entonces el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Puedes irte, Ananda, cuando lo juzgues conveniente. Diciendo: S, seor, el venerable Ananda, obedeciendo el bhagavant levantndose de su asiento, saludando al bhagavant, haciendo el padakkhina, se sent cerca, bajo un rbol. Poco despus que el venerable nanda se retirara, Mara, el Maligno, se dirigi hacia donde estaba el bhagavant y, una vez ah, se qued, de pie, a un lado; y, de pie, a un lado, Mara, el Maligno, le dijo al bhagavant: Ya debe el bhagavant entrar en el parinirvana; ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. Seor, el bhagavant ha dicho estas palabras: 'Yo, oh Maligno, no entrar en el parinirvana mientras mis bhikkhus no sean discpulos firmes, bien disciplinados, seguros de s, bien instruidos, conocedores de la doctrina, que acten de conformidad con la doctrina, lleven una vida correcta, vivan de acuerdo con la doctrina y que, exaltando a su propio maestro, expliquen, enseen, den a conocer,
difundan, aclaren, analicen, comenten la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produzca, refutndola de acuerdo con la razn, prediquen la doctrina sublime'. Pues bien, seor, ahora los bhikkhus del bhagavantbhagavant entrar en el parinirvana; ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. ya son discpulos firmes, bien disciplinados, seguros de s, bien instruidos, conocedores de la doctrina, que actan de conformidad con la doctrina, llevan una vida correcta, viven de acuerdo con la doctrina y, exaltando a su propio maestro, explican, ensean, dan a conocer, difunden, aclaran, analizan, comentan la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produce, refutndola de acuerdo con la razn, predican la doctrina sublime. Ya debe entonces el bhagavant entrar en el parinirvana, ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. El bhagavant ha dicho estas palabras: 'Maligno, yo no entrar en el parinirvana mientras mis bhikkhunis no sean discpulas firmes, bien disciplinadas, seguras de s, bien instruidas, conocedoras de la doctrina, que acten de conformidad con la doctrina, lleven una vida correcta, vivan de acuerdo con la doctrina y que, exaltando a su propio maestro, expliquen enseen, den a conocer, difundan, aclaren, analicen, comenten la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produzca, refutndola de acuerdo con la razn, prediquen la doctrina sublime'. Pues bien, seor, ahora las bhikkhuns del bhagavant ya son discpulas firmes, bien disciplinadas, seguras de s, bien instruidas, conocedoras de la doctrina, que actan de conformidad con la doctrina, llevan una vida correcta, viven de acuerdo con la doctrina y, exaltando a su propio maestro, explican, ensean, dan a conocer, difunden, aclaran, analizan, comentan la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produce, refutndola de acuerdo con la razn, predican la doctrina sublime. Ya debe entonces el bhagavant entrar en el parinirvana, ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. El bhagavant ha dicho estas palabras: 'Maligno, yo no entrar en el parinirvana mientras mis upasakas no sean discpulos firmes, bien disciplinados, seguros de s, bien instruidos, conocedores de la doctrina, que acten de conformidad con la doctrina, lleven una vida correcta y vivan de acuerdo con la doctrina y que, exaltando a su propio maestro, expliquen, enseen, den a conocer, difundan, aclaren, comenten la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produzca, refutndola de acuerdo con la razn, prediquen la doctrina sublime. Pues bien, seor, ahora, los upasakas del bhagavant ya son discpulos firmes, bien disciplinados, seguros de s, bien instruidos, conocedores de la doctrina, que actan de conformidad con la doctrina, llevan una vida correcta, viven de acuerdo con la doctrina y, exaltando a su propio maestro, explican, ensean, dan a conocer, difunden, aclaran, analizan, comentan la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produce, refutndola de acuerdo con la tazn, predican la doctrina sublime. Ya debe entonces el bhagavant entrar en el parinirvana; ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. El bhagavant ha dicho estas palabras: 'Maligno, yo no entrar' en el parinirvana mientras mis upasikas no sean discpulas firmes, bien disciplinadas, seguras de s, bien instruidas, conocedoras de la doctrina, que acten de conformidad con la doctrina, lleven una vida correcta y vivan de acuerdo con la doctrina y que, exaltando a su propio maestro, expliquen, enseen, den a conocer, difundan, aclaren, analicen, comenten la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produzca, refutndola de acuerdo con la razn, prediquen la doctrina sublime, Pues bien, ahora, las upasikas del bhagavant ya son discpulas firmes, bien disciplinadas, seguras de s, bien instruidas, conocedoras de la doctrina, que actan de conformidad con la doctrina, llevan una
vida correcta, viven de acuerdo con la doctrinas, y exaltando a su propio maestro, explican, ensean, dan a conocer, difunden, aclaran, analizan, comentan la doctrina; y, reprimiendo cualquier objecin que se produce, refutndola de acuerdo con la razn, predican la doctrina sublime. Ya debe entonces el bhagavant entrar en el parinirvana; ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. El bhagavant ha dicho estas palabras: Maligno, yo no entrar en el parinirvana mientras mi vida religiosa no sea perfecta, fecunda, ampliamente difundida, conocida por muchos, al alcance de todos; mientras no sea proclamada por hombres y por dioses'. Pues bien, seor, ahora la vida religiosa del bhagavant ya es perfecta, fecunda, est ampliamente difundida, es conocida por muchos, est al alcance de todos; ya ha sido proclamada por hombres y por dioses. Ya debe el bhagavant entrar en el parinirvana; ya debe el bien encaminado entrar en el parinirvana ; ya es tiempo para el bhagavant de entrar en el parinirvana. Despus que el Maligno habl as, el bhagavant le contest: No te preocupes, Maligno, pronto tendr lugar el parinirvana del tathagata; dentro de tres meses, el tathagata entrar en el parinirvana . Y el bhagavant, en el monumento sepulcral de Chapala, atento y consciente, se liber de los factores condicionantes de la existencia; y una vez que se liber de los factores condicionantes de la existencia, se produjo un gran temblor de tierra terrible y horripilante y estallaron los tambores celestiales. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: El sabio arroj de s los factores condicionantes de la existencia, la existencia fsica y la psquica; lleno de alegra interior, concentrado, destroz, como a una cota de malla, su propia existencia.
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Entonces pasaron cerca del bhagavant siete ascetas de cabellos en rodete, siete ascetas jainas, siete ascetas desnudos, siete ascetas de los que usan un solo vestido y siete ascetas errantes de largas uas y largos pelos en sus sobacos, llevando sobre el hombro un bastn con un bulto en su extremo. El rey Pasenadi de Kosala vio a aquellos siete ascetas de cabellos en rodete, a los siete ascetas jainas, a los siete ascetas desnudos, a los siete ascetas que usan un solo vestido y a los siete ascetas errantes de largas uas y largos pelos en sus sobacos, llevando sobre el hombro un bastn con un bulto en su extremo y que pasaban cerca del bhagavant. Y, habindolos visto, levantndose de su asiento, echndose el manto sobre un hombro, poniendo su rodilla derecha por tierra y haciendo el ajali hacia donde estaban los siete ascetas de cabellos en rodete, los siete ascetas jainas, los siete ascetas desnudos, los siete ascetas que usan un solo vestido y los siete ascetas errantes, por tres veces les dijo su nombre: Seores, yo soy el rey Pasenadi de Kosala; seores, yo soy el rey Pasenadi de Kosala; seores, yo soy el rey Pasenadi de Kosala. Y apenas se alejaron los siete ascetas de cabellos en rodete, los siete ascetas jainas, los siete ascetas desnudos, los siete ascetas que usan un solo vestido y los siete ascetas errantes, el rey Pasenadi de Kosala, se acerc a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant se sent a un lado; y, sentado a un lado, el rey Pasenadi de Kosala le dijo al bhagavant: Estos ascetas son arhants o ha ingresado en el camino que lleva a la condicin de arhant? Si son arhants o han ingresado en el camino que lleva a la condicin de arhant, esto es algo difcil de saber para ti, oh gran rey, que eres un padre de familia, que disfrutas de los placeres, que vives una vida dificultada por los hijos, que te deleitas con el sndalo de Benares, que usas guirnaldas, perfumes, ungentos y que gozas con el oro y la plata. Oh! gran rey, es conviviendo con una persona que uno puede llegar a conocer su moralidad y siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Oh gran rey, es con el trato que uno puede llegar a conocer la pureza de una persona siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Oh gran rey, es en las desdichas que se puede llegar a conocer la pureza de una persona, siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se les pase desapercibida siempre que uno sea inteligente y no un necio. Oh gran rey, es conversando con una persona que se puede llegar a conocer su inteligencia y siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Qu maravilloso, seor, qu extraordinario, seor, lo bien que ha dicho el bhagavant: Si son arhants o han ingresado en el camino que lleva a la condicin de arhant, esto es algo difcil de saber para ti, oh gran rey, que eres un padre de familia, que disfrutas de los placeres, que vives una vida dificultada por los hijos, que te deleitas con el sndalo de Benares, que usas guirnaldas, perfumes, ungentos y que gozas con el oro y la plata. Es conviviendo con una persona que uno puede llegar a conocer su moralidad y siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Oh gran rey, es con el trato que uno puede llegar a conocer la pureza de una persona siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Oh gran rey, es en las desdichas que se puede llegar a conocer la fortaleza de una persona y siempre que uno, por largo tiempo y
no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Oh gran rey, es conversando con una persona que se puede llegar a conocer su inteligencia y siempre que uno, por largo tiempo y no por corto tiempo, la observe atentamente y no se le pase desapercibida, siempre que uno sea inteligente y no un necio. Estos, seor, son mis hombres, ladrones, espas que van observando el pas. Yo examinar despus los informes que ellos hayan recogido previamente. Y ahora, seor, despus de limpiarse el polvo y el sudor, bien baados, bien perfumados, con los cabellos y las barbas bien peinados, vestidos de blanco, se dedicarn a gozar, teniendo a su alcance, poseyendo, las cinco clases de placeres sensuales. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: No debe uno esforzarse en todo ni ser hombre de otro ni vivir dependiendo de otro ni comerciar con la doctrina.
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Ud 6,4 {18Ud.6.4,54} Pathamananatitthiya Sutta - Primer discurso sobre las diversas religiones.
El Buda usa el famoso smil sobre el ciego de nacimiento y el elefante para ilustrar la futilidad de las discusiones acerca de los puntos de vista y opiniones. He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Savatthi, en el Bosque del Prncipe Jeta, en el parque de Anathapindika. En aquella ocasin se encontraban en Savatthi numerosos samanes, brahmanes y mendicantes, de variadas sectas, que sostenan diversas teoras, que aceptaban distintas creencias, que manifestaban diferentes inclinaciones, que se adheran a diversas doctrinas. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El mundo es eterno; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El mundo no es eterno; esta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El mundo es limitado; esta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El mundo es ilimitado; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma es lo mismo que el cuerpo; sta es la verdad; lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma es una cosa y el cuerpo otra; esta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El tathagata est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El tathgata no est ms all de la muerte; sta es la verdad lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El tathagata est y no est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El tathagata no est y no est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso. Y as ellos se peleaban, rean, disputaban, vivan agredindose unos a otros con palabras hirientes: La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as. Entonces, numerosos bhikkhus, por la maana, despus de vestirse, tomando sus mantos y sus escudillas entraron en Savatthi en busca de limosna. Habiendo recorrido Savatthi en busca de limosna, retornando por la tarde de la recoleccin de limosnas, se acercaron a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado. Entonces, sentados a un lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Aqu, seor, en Savatthi, se encuentran numerosos samanes, brahmanes y mendicantes, de variadas sectas, que sostienen diversas teoras, que aceptan distintas creencias, que manifiestan diferentes inclinaciones, que se adhieren a diversas doctrinas. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El mundo es eterno; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El mundo no es eterno; sta es la verdad, lo dems es falso. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El mundo es limitado; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El mundo es ilimitado; sta es la verdad, lo dems es falso. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma es lo mismo que el cuerpo; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma es una cosa y el cuerpo es otra; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que
opinan y se expresan as: El tathagata est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El tathagata no est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El tathagata est y no est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El tathagata no est y no no est ms all de la muerte; sta es la verdad, lo dems es falso'. Y as ellos se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: 'La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as'. Oh bhikkus, los mendicantes de otras sectas son ciegos, carecen de ojos, no conocen el bien, no conocen el mal, no conocen la doctrina, no conocen lo que no es la doctrina. Y al no conocer el bien, al no conocer el mal, al no conocer la doctrina, al no conocer lo que no es la doctrina, se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as'. Oh bhikkhus, en otro tiempo existi un rey en Savatthi. Ese rey llam un da a uno de sus servidores y le dijo: Ve t, buen servidor, y rene en un mismo lugar a todos los ciegos de nacimiento que se encuentran en Savatthi'. Diciendo: S, seor', aquel servidor, oh bhikkhus, obedeciendo al rey, reuni a todos los ciegos de nacimiento que haba en Savatthi, y retorn a donde se encontraba el rey y una vez ah le dijo al rey: 'Ya estn reunidos, seor, todos los ciegos que se encuentran en Savatthi'. 'Mustrales ahora, buen servidor, a esos ciegos un elefante'. Y aquel servidor, oh bhikkhus, diciendo: Si, seor', obedeciendo al rey, les mostr a los ciegos un elefante. A algunos ciegos les mostr la cabeza del elefante y les dijo: As es, ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr la oreja del elefante y les dijo: 'As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr el colmillo del elefante y les dijo: 'As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr la trompa del elefante y les dijo: 'As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr el cuerpo del elefante y les dijo: As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr el pie del elefante y les dijo: As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr la pata del elefante y les dijo: As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr la cola del elefante y les dijo: 'As es, oh ciegos, el elefante'. A algunos ciegos les mostr el extremo de la cola del elefante y les dijo: 'As es, oh ciegos, el elefante'. Aquel servidor, oh bhikkhus, despus de haber mostrado a los ciegos el elefante, se acerc a donde estaba el rey y, habindosele acercado, le dijo: Seor, los ciegos ya han visto el elefante, haced ahora lo que os parezca conveniente Y entonces aquel rey, oh bhikkhus, se acerc al lugar a donde se encontraban los ciegos y una vez ah, les dijo: 'Ciegos, habis visto al elefante?' 'Lo hemos visto, seor'. 'Entonces decidme, oh ciegos, cmo es un elefante?' Oh bhikkhus, los ciegos que haban visto la cabeza del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es como un cntaro'. Los ciegos que haban visto la oreja del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es como un cestn para aventar el trigo'. Los ciegos que haban visto el colmillo del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es como un diente de arado'. Los ciegos que haban visto la trompa del
elefante dijeron: Seor, el elefante es como un timn de arado'. Los ciegos que haban visto el cuerpo del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es como un granero'. Los ciegos que haban visto el pie del elefante dijeron: Seor, el elefante es como la base de un pilar'. Los ciegos que haban visto la pata del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es corno un mortero' - Los ciegos que haban visto la cola del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es como una mano de mortero'. Los ciegos que haban visto el extremo de la cola del elefante dijeron: 'Seor, el elefante es como una escoba'. Y diciendo: 'El elefante es as, el elefante no es as, el elefante no es as, el elefante es as', aquellos hombres empezaron a golpearse con los puos. Y el rey estaba encantado. Del mismo modo, oh bhikkhus, los mendicantes de otras sectas son ciegos, carecen de ojos, no conocen el bien, no conocen el mal, no conocen la doctrina, no conocen lo que no es la doctrina. Y al no conocer el bien, al no conocer el mal, al no conocer la doctrina, al no conocer lo que no es la doctrina, se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: 'La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as'. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Algunos samanes y brahmanes, se stn entregados a esta clase de disputas -hombres que ven slo una parte de la verdad, se disputan aferrndose a ella.
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Ud 6,5 {18Ud.6.5,55} Dutiyananatitthiya Sutta - Segundo discurso sobre las diversas religiones.
Las discusiones sobre las diversas teoras no conducen a la verdad. He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Savatthi, en el Bosque del Prncipe Jeta, en el parque de Anathapindika. En aquella ocasin se encontraban en Savatthi numerosos samanes, brahmanes y mendicantes, de variadas sectas, que sostenan diversas teoras, que aceptaban distintas creencias, que manifestaban diferentes inclinaciones, que se adheran a diversas doctrinas. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son eternos y no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso - Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son creados por s mismos; sa es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban
as: El alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro; han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos y no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos; sta es la verdad lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro; han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso. Y as ellos se peleaban, rean, disputaban y vivan agredindose unos a otros con palabras hirientes: La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as. Entonces numerosos bhikkhus, por la maana, despus de vestirse, tomando sus mantos y sus escudillas, entraron en Svatthi en busca de limosna. Habiendo recorrido Savatthi en busca de limosna, retornando por la tarde de la recoleccin de limosnas, se acercaron a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado. Entonces, sentados a un lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Aqu, seor, en Svatthi, se encuentran numerosos samanes, brahmanes y mendicantes, de variadas sectas, que sostienen diversas teoras, que aceptan distintas creencias, que manifiestan diferentes inclinaciones, que se adhieren a diversas doctrinas. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo son eternos y no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y que expresan as: 'El alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El alma y el mundo son creados por s mismos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro, han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que
opinan y se expresan as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos y no son eternos, sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro, han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso'. Y as ellos se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: 'La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as'. Oh bhikkhus, los mendicantes de otras sectas son ciegos, carecen de ojos, no conocen el bien, no conocen el mal, no conocen la doctrina, no conocen lo que no es la doctrina. Y al no conocer el bien, al no conocer el mal, al no conocer la doctrina, al no conocer lo que no es la doctrina, se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: 'La verdad es as la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Algunos samanes y brahmanes estn entregados a esta clase de disputas y mientras tanto se hunden sin alcanzar terreno firme.
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Ud 6,6 {18Ud.6.6,56} Tatiyananatitthiya Sutta - Tercer discurso sobre las diversas religiones.
Las discusiones sobre las diversas teoras no solamente no conducen a la verdad sino que originan el equivocado concepto del yo. He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Savatthi, en el Bosque del Prncipe Jeta, en el parque de Anathapindika. En aquella ocasin se encontraban en Savatthi numerosos samanes, brahmanes y mendicantes, de variadas sectas, que sostenan diversas teoras, que aceptaban distintas creencias, que manifestaban diferentes inclinaciones, que se adheran a diversas doctrinas.
Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son eternos y no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso - Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son creados por s mismos; sa es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: El alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro; han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos y no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos; sta es la verdad lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso. Haban algunos samanes y brahmanes que opinaban y se expresaban as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro; han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso. Y as ellos se peleaban, rean, disputaban y vivan agredindose unos a otros con palabras hirientes: La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as. Entonces numerosos bhikkhus, por la maana, despus de vestirse, tomando sus mantos y sus escudillas, entraron en Svatthi en busca de limosna. Habiendo recorrido Savatthi en busca de limosna, retornando por la tarde de la recoleccin de limosnas, se acercaron a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado. Entonces, sentados a un lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Aqu, seor, en Svatthi, se encuentran numerosos samanes, brahmanes y mendicantes, de variadas sectas, que sostienen diversas teoras, que aceptan distintas creencias, que manifiestan diferentes inclinaciones, que se adhieren a diversas doctrinas. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo son eternos y no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y
brahmanes que opinan y que expresan as: 'El alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El alma y el mundo son creados por s mismos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'El alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: El alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro, han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos; sta es la verdad lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son eternos y no son eternos, sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son eternos y no no son eternos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo son creados por s mismos y creados por otro; sta es la verdad, lo dems es falso'. Hay algunos samanes y brahmanes que opinan y se expresan as: 'La felicidad, la desgracia, el alma y el mundo no son creados por s mismos y no son creados por otro, han surgido espontneamente; sta es la verdad, lo dems es falso'. Y as ellos se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: 'La verdad es as, la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as'. Oh bhikkhus, los mendicantes de otras sectas son ciegos, carecen de ojos, no conocen el bien, no conocen el mal, no conocen la doctrina, no conocen lo que no es la doctrina. Y al no conocer el bien, al no conocer el mal, al no conocer la doctrina, al no conocer lo que no es la doctrina, se pelean, rien, disputan y viven agredindose unos a otros con palabras hirientes: 'La verdad es as la verdad no es as; la verdad no es as, la verdad es as. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: La humanidad est encadenada a la idea 'yo soy el que acta; est adherida a la idea 'otro es el que acta'. No se han dado cuenta ni han visto que esa es la espina. Pero no existe: 'yo soy el que acta ni 'otro es el que acta',
para aquel que, cautamente, ha visto esta espina. La humanidad est llena de vanidad, atada por la vanidad, encadenada por la vanidad; y utilizando airadas palabras en la defensa de sus doctrinas no escapa al ciclo de las reencarnaciones.
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He aqu lo que yo he odo decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la ciudad de Rajagaha, en el Bosque de Bambs, en el Lugar-en-que-se-daba-comida-a-las-ardillas. En aquella ocasin, en Rajagaha, dos grupos estaban enamorados de cierta cortesana, apasionados por ella. Se peleaban, rean, disputaban y se atacaban unos a otros a puetazos, se atacaban a pedradas, se atacaban con garrotes, se atacaban con cuchillas. Y as moran o se infligan terribles sufrimientos. Entonces numerosos bhikkhus, por la maana, despus de vestirse, tomando sus mantos y sus escudillas, entraron en Rajagaha en busca de limosna. Y habiendo recorrido Rajagaha en busca de limosna, retornando por la tarde de la recoleccin de limosnas, se acercaron a donde estaba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sentaron a un lado. Entonces, sentados a su lado, aquellos bhikkhus le dijeron al bhagavant: Aqu, seor, en Rajagaha, dos grupos estn enamorados de cierta cortesana, apasionados por ella. Se pelean, rien, disputan y se atacan unos a otros a puetazos, se atacan a pedradas, se atacan con garrotes, se atacan con cuchillas. Y as mueren o se infligen terribles sufrimientos. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Lo que han obtenido y lo que pueden obtener, ambas cosas estn compenetradas de impureza y son propias de un enfermo o de quien lo imita. Aquellos para quienes lo esencial es el estudio, la vida virtuosa, la vida religiosa y aquellos para quienes lo esencial es el culto: he aqu un extremo. Aquellos que dicen: 'No hay nada malo en los placeres': he aqu el otro extremo. Estos dos extremos alimentan los cementerios, los cementerios a su vez alimentan su opinin'. No conociendo la naturaleza de ambos extremos, unos se adhieren a ellos y otros van ms all. Pero aquellos que conociendo la naturaleza de ambos extremos, no persistieron en ellos y por tal razn no se llenaron de vanidad -se puede decir que para ellos no existe ciclo de reencarnaciones.
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Entonces el Bienaventurado, habiendo penetrado este tema, pronunci en este momento la siguiente exclamacin (Udana): Ellos rondan apresuradamente, pero yerran lo esencial, Creando cada vez nuevas cadenas. Al igual que las polillas que caen dentro del fuego, Algunos slo se empean en lo que ven y oyen.
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La lucirnaga brilla mientras no surge el sol; pero no bien sale el sol, su luz se extingue y no brilla. As es el brillo de los dialcticos, mientras no surgen en este mundo los perfectamente iluminados. No alcanzan la pureza los dialcticos y sus discpulos, y, entregados a sus errneas opiniones, no se liberan del sufrimiento.
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ya no imagina: yo soy y, liberado en esta forma, ha atravesado la corriente que antes no atravesara,
para no renacer jams. Volver al ndice
dominados por la codicia, esclavizados, atontados, adictos a los placeres, enceguecidos, embriagados por ellos. El bhagavant, por la maana, despus de vestirse, tomando su manto y su escudilla, entr en Savatthi en busca de limosna. Y el bhagavant vio en Savatthi que la mayora de los hombres vivan desmedidamente apegados a los placeres, llenos de pasin, dominados por la codicia, esclavizados, atontados, adictos a los placeres, enceguecidos, embriagados por ellos. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Cegados por los placeres, envueltos por sus redes cubiertos por el manto del deseo, capturados por el Amigo de los Desidiosos como peces en la red del pescador, van tras la vejez y la muerte como un ternero mamn va tras de su madre.
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Oh bhikkhus, ese bhikkhu tiene gran poder, gran autoridad. No es fcil de lograr aquella etapa de la meditacin (samapatti) que este bhikkhu no alcanz antes. El vive, habiendo conocido, habiendo realizado, habiendo obtenido, por s mismo, en este mundo, la suprema perfeccin de la vida religiosa por cuya causa los hijos de familia parten de sus casas para llevar una vida errante. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: El carro avanza sin ningn defecto, con su toldo blanco y su sola rueda. Mralo venir: Tranquilo, ha cortado la corriente,
est libre de ataduras. Volver al ndice
que no tiene hojas - cunto menos lianas? An los dioses lo alaban, el mismo Brahma lo alaba.
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ha cortado la corriente,
est libre de ataduras. Volver al ndice
De qu servira un pozo si hay agua en todas partes? Qu queda por buscar si se cort la raz del deseo?
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El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: El nirvana es difcil de comprender, Pues la verdad no es fcil de ver. El deseo es atravesado por el que conoce, Para el que ve nada existe.
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relativa al nirvana. Y aquellos bhikkhus oan la doctrina, haciendo de ella el objeto de su atencin, captndola en su mente en toda su integridad, concentrados, escuchando cuidadosamente. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: La inestabilidad existe para el que tiene apego, la inestabilidad no existe para el que no tiene apego. Cuando no existe la inestabilidad, se produce la calma; cuando existe calma, no se produce la inclinacin; cuando no existe inclinacin, no se produce ni llegada ni partida; cuando no existe ni llegada ni partida, no se produce desaparicin ni reaparicin; cuando no existe desaparicin ni reaparicin, ya no existe ni aqu ni ms all, ni nada entre ambos. Es el fin del sufrimiento.
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Y el bhagavant, por la maana, despus de vestirse, tomando su manto y su escudilla, con el grupo de bhikkhus, se dirigi a la casa de Chunda, el hijo del orfebre, y una vez ah, se sent en el asiento preparado para l y, habindose sentado, el bhagavant le dijo a Chunda, el hijo del orfebre: Oh Chunda, srveme a m la carne tierna de chancho que has preparado y srveles a los bhikkhus el otro alimento slido y lquido que has preparado. Diciendo: S, seor, Chunda, el hijo del orfebre, obedeciendo al bhagavant, le sirvi al bhagavant la carne tierna de chancho que haba preparado y les sirvi a los bhikkhus el otro alimento slido y lquido que haba preparado. Y el bhagavant le dijo a Chunda, el hijo del orfebre: Chunda, entierra en un pozo la carne tierna de chancho que te ha quedado. Oh Chunda, yo no veo en este mundo incluyendo a los dioses, a Mara y a Brahma, con sus samanes y brahmanes, sus dioses y sus hombres, quin podra digerir bien esta comida, excepto el tathagata. Diciendo: Si, seor, Chunda, el hijo del orfebre, obedeciendo al bhagavant, enterrando en un pozo aquella tierna carne de chancho que haba quedado, se acerc a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se sent a un lado. Y el bhagavant habiendo instruido, incitado, entusiasmado, llenado de gozo a Chunda, el hijo del orfebre, levantndose de su asiento, se retir. Y una grave enfermedad le sobrevino al bhagavant, despus de haber comido la comida de Chunda, el hijo del orfebre. Eran fuertes dolores con disentera de sangre, que lo llevaran a la muerte. Entonces all el bhagavant, compenetrado de auto-conciencia, soportaba todo sin desalentarse. Y el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Vamos, Ananda! Iremos a la ciudad de Kusinara. Diciendo: S, seor, el venerable nanda obedeci al bhagavant. Despus de comer el alimento de Chunda, el hijo del orfebre, -as he odo decirel sabio tuvo una seria enfermedad que lo llevara a la muerte; le sobrevino al Maestro una seria dolencia, despus de haber comido la tierna carne de chancho. Y, habindose purgado, el bhagavant dijo: Voy a la ciudad de Kusinara. Y el bhagavant, apartndose del camino, se dirigi al pie de un rbol, y una vez ah, le dijo al venerable Ananda: Vamos, Ananda, dobla en cuatro mi manto. Estoy cansado, me sentar. Diciendo: S, seor, el venerable Ananda, obedeciendo al bhagavant, dobl su manto en
cuatro. El bhagavant se sent en el asiento preparado para l y, habindose sentado, le dijo al venerable Ananda: Vamos, Ananda, treme agua; tengo sed, Ananda, beber. Cuando el bhagavant dijo esto, el venerable Ananda le respondi: Seor, ahora, unos quinientos carros han pasado; agitada por las ruedas esta agua fluye, en poca cantidad, revuelta, sucia. Seor, est cerca el ro Kukuttha, de aguas claras, agradables, frescas, cristalinas, de bellas orillas, hermoso. Ah el bhagavant podr beber agua y refrescar su cuerpo. Por segunda vez el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Vamos, Ananda, treme agua; tengo sed, Ananda, beber. Por segunda vez el venerable Ananda le dijo al bhagavant: Seor, ahora, unos quinientos carros han pasado; agitada por las ruedas esta agua fluye, en poca cantidad, revuelta, sucia. Seor, est cerca el ro Kukuttha, de aguas claras, agradables, frescas, cristalinas, de bellas orillas, hermoso. Ah el bhagavant podr beber agua y refrescar su cuerpo. Por tercera vez el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Vamos, Ananda, treme agua; tengo sed, Ananda, beber. Diciendo: S, seor, el venerable Ananda, obedeciendo al bhagavant, tomando su escudilla, se acerc a aquel riachuelo. Y aquel riachuelo que haba sido agitado por las ruedas de los carros y que flua en poca cantidad, revuelto y sucio, empez a fluir claro, transparente, puro, apenas el venerable Ananda se le acerco. Y el venerable Ananda pens: Qu maravillosos, seor, qu extraordinarios, seor, son en verdad el gran poder, la gran autoridad del tathagata! Pues este riachuelo agitado por las ruedas de los carros y que flua, en poca cantidad, revuelto y sucio, apenas yo me acerqu a l, comenz a fluir claro, transparente, puro. Y, tomando agua con la escudilla, regres a donde se encontraba el bhagavant y, habiendo regresado, le dijo: Qu maravillosos, seor, qu extraordinarios, seor, son el gran poder y la gran autoridad del tathagata! Pues este riachuelo que haba sido agitado por las ruedas de los carros y que flua, en poca cantidad, revuelto y sucio, apenas yo me acerqu a l, comenz a fluir claro, transparente, puro. Beba agua el bhagavant, beba agua el bien encaminado. Y el bhagavant bebi el agua. El bhagavant con un gran nmero de bhikkhus se dirigi hacia el ro Kukuttha y una vez ah, se sumergi en el ro, se ba, bebi sus aguas y saliendo nuevamente se dirigi al Bosque de Mangos y una vez ah, le dijo al venerable Chundaka: Vamos, Chundaka, dobla en cuatro mi manto. Estoy cansado, Chundaka, me echar. Diciendo: S, seor, el venerable Chundaka, obedeciendo al bhagavant, dobl su manto en cuatro. Y el bhagavant adopt la postura de len, sobre su lado derecho, colocando un pie encima del otro, atento, compenetrado de autoconciencia, fijando su atencin en la conciencia de la energa. El venerable Chundaka se sent ah mismo, frente al bhagavant.
El iluminado (buddha) lleg al ro Kukuttha, de aguas claras, agradables, transparentes; el Maestro, sumamente cansado, se sumergi en l el tathagata, sin igual en este mundo. Despus de baarse y de beber, el Maestro sali, honrado, en medio de una multitud de bhikkhus. El Maestro, el que transmite la enseanza, el bhagavant en este mundo, lleg al Bosque de Mangos, l, el gran rishi. Le dijo al bhikkhu llamado Chundaka: Extindeme doblado en cuatro un manto como lecho. Y Chunda, a pedido del disciplinado, rpidamente extendi un manto doblado en cuatro El Maestro, sumamente cansado, se acost y Chunda se sent frente a l. Y el bhagavant le dijo al venerable Ananda: Pudiera ser, Ananda, que alguien hiciera surgir remordimientos en Chunda, el hijo del orfebre, dicindole: 'Amigo Chunda, ha sido un dao para ti, ha sido una mala adquisicin para ti, que el tathgata haya alcanzado el parinirvana despus de haber comido la ltima comida que t le diste como limosna'. Ananda, ese remordimiento de Chunda, el hijo del orfebre, debe ser reprimido, dicindole: 'Amigo Chunda, ha sido una felicidad para ti, ha sido una buena adquisicin para ti, que el tathagata haya alcanzado el parinirvana despus de haber comido la ltima comida que t le diste como limosna. Personalmente, amigo Chunda, le o decir al bhagavant, personalmente recib de l estas palabras: 'Estas dos clases de comida que se da como limosna tienen iguales frutos, tienen iguales resultados; tienen mayores frutos y dan origen a mayores mritos que otras comidas que se da como limosna. Cules son esas dos? Una es la comida dada como limosna, despus de la cual
un tathagata alcanza la suprema Iluminacin; la otra es la comida dada como limosna, despus de la cual un tathagata alcanza el parinirvana, carente de sustrato. Estas dos clases de comida dadas como limosna tienen iguales frutos y tienen iguales resultados; tienen mayores frutos y dan origen a mayores mritos que otras comidas que se dan como limosna'. El venerable Chunda, el hijo del orfebre, ha acumulado un karman que produce la duracin completa de la vida; el venerable Chunda, el hijo del orfebre, ha acumulado un karman que produce la belleza, ha acumulado un karman que produce la felicidad, ha acumulado un karman que conduce al cielo, ha acumulado un karman que produce la fama, ha acumulado un karman que produce la soberana'. As, el remordimiento de Chunda, el hijo del orfebre, oh nanda, debe ser reprimido. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Crece el mrito de aquel que da. No se acumula el odio en aquel que se controla. El bueno abandona el mal; con la destruccin del deseo, del odio y del error, alcanza el nirvana.
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Los upasakas de Pataligama viendo la aceptacin del bhagavant, levantndose de sus asientos, saludando al bhagavant, haciendo el padakkhina, se dirigieron a su casa y una vez all, arreglando la casa de modo que todo estuviera dispuesto, preparando los asientos, instalando una gran vasija de agua, colgando una lmpara de aceite, se acercaron a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, saludando al bhagavant, se pararon a un lado y, parados a un lado, los upasakas de Pataligama dijeron al bhagavant: Seor, hemos arreglado la casa de modo que todo est dispuesto, hemos preparado los asientos, instalado una gran vasija de agua y hemos colgado una lmpara de aceite, que el bhagavant acte como le parezca conveniente. Y el bhagavant, por la maana, despus de vestirse, tomando su manto y su escudilla, se dirigi con su grupo de bhikkhus a la casa y una vez all, habindose lavado los pies, entrando en la casa, se sent contra el pilar del medio, mirando en direccin al este. El grupo de bhikkhus, habindose lavado los pies, entrando en la casa, se sent contra el muro del oeste, mirando en direccin al este, enfrente del bhagavant. Los upasakas de Pataligama, habindose lavado los pies, entrando en la casa, se sentaron contra el muro del este, mirando en direccin al Oeste, enfrente del bhagavant. Y el bhagavant les dijo a los upasakas de Pataligama: Existen, oh jefes de familia, estos cinco males para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral. Cules son? Oh jefes de familia, en este mundo, el hombre inmoral que se ha apartado de la disciplina moral, sufre una gran prdida de su fortuna a causa de su negligencia. ste es el primer mal para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, una mala reputacin se establece para el hombre inmoral que se ha apartado de la disciplina moral. ste es el segundo mal para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, el hombre inmoral que se ha apartado de la disciplina moral, a cualquier grupo al cual se acerque, ya sea de kshatriyas, ya sea de brahmanes, ya sea de jefes de familia, ya sea de samanes, se acerca tmido y confuso. ste es el tercer mal para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, el hombre inmoral que se ha apartado de la disciplina moral muere lleno de inquietudes. ste es el cuarto mal para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, el hombre inmoral que se ha apartado de la disciplina moral, con la destruccin del cuerpo, despus de la muerte, renace en un mundo de dolor, en un lugar de sufrimiento, en un dominio de castigo, en un infierno. ste es el quinto mal para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral. Oh jefes de familia, stos son los cinco males para el hombre inmoral por haberse apartado de la disciplina moral.
Existen, oh jefes de familia, estos cinco bienes para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Cules son? Oh jefes de familia, en este mundo, el hombre moral que cumple la disciplina moral, a causa de su diligencia adquiere un gran cmulo de fortuna. ste es el primer bien para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, una buena reputacin se establece para el hombre moral que cumple la disciplina moral. ste es el segundo bien para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, el hombre moral que cumple la disciplina moral, a cualquier grupo al cual se acerque, ya sea de kshatriyas, ya sea de brahmanes, ya sea de jefes de fami lia, ya sea de samanes, se acerca seguro y confiado. ste es el tercer bien para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, el hombre moral que cumple la disciplina moral muere libre de inquietudes. ste es el cuarto bien para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Luego, oh jefes de familia, el hombre moral que cumple la disciplina moral, con la destruccin del cuerpo, despus de la muerte, renace en un mundo de felicidad, en un cielo. ste es el quinto bien para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Oh jefes de familia, stos son los cinco bienes para el hombre moral por el cumplimiento de la disciplina moral. Y el bhagavant, habiendo instruido, incitado, entusiasmado, llenado de gozo a los upasakas de Patallgama hasta muy entrada la noche con una conversacin sobre la doctrina, los despidi dicindoles: Oh, jefes de familia, la noche est avanzada, Haced ahora lo que os parezca conveniente. Y los upasakas de Pataligama contentos y alegres con la palabra del bhagavant, levantndose de sus asientos, saludando al bhagavant, haciendo el padakkhina, se retiraron. Y el bhagavant, poco despus de que partieran los upasakas de Pataligama, entr en el cuarto vaco. En aquella ocasin Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, construan una ciudad en la aldea de Pataligama, para contener a los Vajjis. Y en aquella ocasin tambin numerosas divinidades, por millares, ocuparon lugares de Pataligama. Las divinidades de gran poder inclinan las mentes de los reyes de gran poder y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Las divinidades medianas inclinan las mentes de los reyes medianos y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Las divinidades pequeas inclinan las mentes de los reyes pequeos y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Y el bhagavant vio con su ojo divino, puro, sobrehumano, a aquellas divinidades, por millares, ocupando lugares de Pataligama. Las divinidades de gran poder inclinan las mentes de los reyes de gran poder y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas
han ocupado lugares. Las divinidades medianas inclinan las mentes de los reyes medianos y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Las divinidades pequeas inclinan las mentes de los reyes pequeos y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Y el bhagavant, levantndose de su asiento, en el amanecer de aquella noche, le dijo al venerable Ananda: Ananda, quines estn construyendo una ciudad en la aldea de Pataligama?. Seor, Sunadha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, estn construyendo una ciudad en la aldea de Pataligama, para contener a los Vajjis. Oh, Ananda, como si hubieran consultado con los Treinta y Tres dioses, as Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, estn construyendo una ciudad en la aldea de Pataligama, para contener a los Vajjis. Y aqu, oh Ananda, yo he visto con mi ojo divino, puro, sobrehumano, a numerosas divinidades, por millares, ocupando lugares de Pataligama. Las divinidades de gran poder inclinan las mentes de los reyes de gran poder y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Las divinidades medianas inclinan las mentes de los reyes medianos y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Las divinidades pequeas inclinan las mentes de los reyes pequeos y de sus Grandes Ministros para que construyan sus residencias ah donde ellas han ocupado lugares. Oh Ananda, en lo que se refiere al dominio ario, en lo que se refiere al comercio, sta ser la mejor ciudad, Pataliputra, emporio de mercaderas. Pero, oh Ananda, tres peligros habr para Pataliputra: originados en el fuego, en el agua, en la ruptura de alianzas. Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, se acercaron a donde se encontraba el bhagavant y, habindosele acercado, se saludaron amistosamente con el bhagavant y, despus de un intercambio de palabras cordiales y corteses, se pararon a un lado. Parados a un lado, Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, le dijeron al bhagavant: Que el seor Gotama acepte comer hoy con nosotros en compaa de su grupo de bhikkhus. Y el bhagavant acept guardando silencio. Y Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, viendo que el bhagavant aceptaba, se dirigieron a su propia casa y una vez ah, habiendo hecho preparar en su propia casa delicioso alimento slido y alimento lquido, le anunciaron al bha gavant que ya era hora, dicindole: Seor Gotama, ya es hora, la comida est lista. Y el bhagavant, por la maana, despus de vestirse, tomando su manto y su escudilla, con su grupo de bhikkhus se dirigi a la casa de Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, y una vez ah, se sent en el asiento preparado para l. Sunidha y Vassakara, personalmente, halagaron y atendieron a aquel grupo de bhikkhus con el bhagavant a la cabeza, con delicioso alimento slido y alimento lquido.
Y Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, despus de ver que el bhagavant haba comido y que haba retirado su mano de la escudilla, tomando un asiento bajo, se sentaron a un lado. Y el bhagavant a Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, que estaban sentados a un lado, les agradeci con estos versos: Dondequiera que el hombre sabio construya su casa, dando de comer a los buenos, a los auto controlados, a los que llevan una vida religiosa, presente ofrendas a las divinidades que ah residan. Ellas, honradas, lo honrarn, Veneradas, lo venerarn. Sentirn compasin por l, como una madre por su propio hijo. El hombre a quien las divinidades compadecen, siempre encuentra la felicidad. Y el bhagavant, habiendo agradecido a Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, con estos versos, levantndose de su asiento, se fue. En aquella ocasin Sunidha y Vassakara, Grandes Ministros de Magadha, seguan paso a paso al bhagavant pensando: La puerta por donde hoy el samn Gotama saldr, se llamar la puerta de Gotama, el vado por donde cruzar el ro Ganges, se llamar el vado de Gotama. Y as, la puerta por donde el bhagavant sali, se llam la Puerta de Gotama. Y el bhagavant se dirigi al ro Ganges. En aquella ocasin el ro Ganges estaba crecido, lleno hasta el borde, de tal manera que un cuervo poda beber fcilmente sus aguas. Algunos hombres buscaban una barca, otros buscaban una balsa de troncos, otros construan una balsa de caas, deseosos de ir a la otra orilla. Y, con la misma rapidez con que un hombre fuerte extendera el brazo que tiene encogido o encogera el brazo que tiene extendido, el bhagavant desapareci de esta orilla del ro Ganges y apareci en la otra orilla con su grupo de bhikkhus. Y el bhagavant vio a aquellos hombres, algunos de los cuales buscaban una barca, otros una balsa con troncos, otros construan una balsa de caas, deseosos de ir a la otra orilla. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Aquellos que cruzan el ocano haciendo un puente,
dejando atrs los pantanospues el hombre construye su balsalos hombres sabios lo han atravesado.
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el sabio, distinguiendo lo que es malo, lo abandona, como la garza que bebe la leche, deja de lado el agua.
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Oh Visakha, quienes tienen cien cosas queridas, tienen cien sufrimientos; quienes tienen noventa cosas queridas, tienen noventa sufrimientos; quienes tienen ochenta cosas queridas, tienen ochenta sufrimientos; quienes tienen setenta cosas queridas, tienen setenta sufrimientos; quienes tienen sesenta cosas queridas, tienen sesenta sufrimientos; quienes tienen cincuenta cosas queridas, tienen cincuenta sufrimientos; quienes tienen cuarenta cosas queridas, tienen cuarenta sufrimientos; quienes tienen treinta cosas queridas, tienen treinta sufrimientos; quienes tienen veinte cosas queridas, tienen veinte sufrimientos; quienes tienen diez cosas queridas, tienen diez sufrimientos; quienes tienen nueve cosas queridas, tienen nueve sufrimientos; quienes tienen ocho cosas queridas, tienen ocho sufrimientos; quienes tienen siete cosas queridas, tienen siete sufrimientos; quienes tienen seis cosas queridas, tienen seis sufrimientos; quienes tienen cinco cosas queridas, tienen cinco sufrimientos; quienes tienen cuatro cosas queridas, tienen cuatro sufrimientos; quienes tienen tres cosas queridas, tienen tres sufrimientos; quienes tienen dos cosas queridas, tienen dos sufrimientos; quienes tienen una cosa querida, tienen un sufrimiento; quienes no tienen nada querido, no tienen ningn sufrimiento. Yo digo que ellos estn libres de dolor, libres de pasin, libres de preocupaciones. El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasin este udana: Las penas, lamentaciones y sufrimientos de mltiples formas que existen en este mundo se producen a causa de algo querido. Ellos no se producen cuando no existe algo querido. Por esto, son felices y estn libres de dolor aquellos que no tienen en este mundo nada querido. Por eso, si aspiras al estado libre de dolor y de pasin, no tengas nada querido, en ningn lugar en este mundo.
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Notas
[1] Residuos krmicos (sankhara; en snscrito: samskara). Trmino de mltiples acepciones y difcil por lo mismo de ser traducido. Con ste trmino el patichchasamuppada (Generacin Condicionada) nos lleva a la vida anterior del individuo, interviniendo en este momento el concepto de karman, o sea la idea de lo que uno hace en una vida surte sus efectos en la siguiente, que todo acto "madura" en una existencia posterior. Por sankhara debemos entender en el presente caso las potencialidades acumuladas en una vida y que se actualizan en la vida siguiente; las energas creadas y no gastadas en una existencia anterior y que actan en otra existencia; la herencia que el individuo se dej a s mismo en una vida anterior; la predestinacin que no se debe ni a los antepasados ni a la faltalidad ni a la voluntad de un dios, sino a uno mismo. Asimismo, como se ver en la frmula siguiente de la Generacin Condicionada, es el conjunto de los residuos krmicos el que da origen a la conciencia en la nueva encarnacin del individuo. Los residuos krmicos constituyen los factores condicionantes de la existencia. Volver [2] No est claro el significado de este sonido emitido por el braman. En los Comentarios del Digha Nikaya el mismo se interpreta como propio de las personas, cuya caracterstica es ser criticones y refunfuadores. Pero en los Comentarios de Udana, se sugiere tambin que podra tratarse de personas muy orgullosas y que emitan estos sonidos para dar a entender su alto grado de santidad. Los esudiosos modernos, como Hardy, Johnstone o Rhys Davids, piensan que se trata, ms bien, de un sonido emitido al estilo del mantra: el primero los define estas persosnas como las que ponen su confianza en el sonido 'hum' y el el segundo como las que tienen confidencia en el ritual de las slabas. Rhys Davids agrega que podra tratarse de una escuela brahmnica o un clan, que ms tarde ha desaparecido (Cf. Woodward, 2002: 3, nota 1). Volver [3] Yakkha es una clase de poderoso ser no-humano, a veces amable, a veces cruel. Aunque en esta ocasin, yakkha Ajakalapaka procura asustar al Buda, luego llegar a ser su discpulo (Ud 4,4). Volver [4] Aparentemente, una especie de tumulto o vocero que tena por objeto confundir, agitar, asustar o hacer perplejo a alguien (Cf. Woodword, 2002:6 nota 3 y Akkula en el Diccionario Pali-Ingls de Pali Text Society). Volver [5] Dando vuelta, manteniendo respetuosamente a alguien a su mano derecha. Volver [6] Se han dado varias interpretaciones de esta expresin, como por ejemplo que es el conocimiento del carcter impermanente, doloroso e insustancial de todas las cosas (Trad.).
Volver
[7] O sea, apariencia de un hombre sabio. Volver [8] Referencia a un tipo de concentracin yguica que comporta la eliminacin de la actividad reflexiva de la mente (Trad.). Volver [9] sukara-maddava. Mucho se ha especulado sobre esta comida o el condimento que caus la enfermedad mortal al Buda. El trmino sukara-maddava proviene de sukara = cerdo o
chancho y maddava = blando, delicado o suave. La expresin puede tener dos lecturas diferentes: (1) la parte suave o delicada del chancho o (2) aquello que a los chanchos les gusta mucho. Sobre la base de esta segunda interpretacin, algunos estudiosos sugeran que se trataba de un hongo o trufa, quiz de una planta o tubrculo, preferidos por los puercos. Volver [10] Las formaciones mentales. Volver
Fuentes
Udana: La palabra de Buda, traduccin del pali de F. Tola y C. Dragonetti. http://www.oshogulaab.com/BUDA/TEXTOS/LISTADOLIBBUDA.htm MASEFIELD, Peter (1997) The Udana . Oxford, Pali Text Society "Udanapali" (12/05/2008) en World Tipitaka Edition http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/18Ud
WOODWARD, F.L. (2003) "Udana: Verses of Uplift" en The Minor Anthologies of the Pali Canon. Part II. Oxford, Pali Text Society.
Crditos de traducciones
Ud 1,1-1,7; 2,1; 3,5; 5,5; 6,9; 7,3: traducidos por Isidatta para Bosque Theravada Ud 1,8-1,9; 2,2-3,4; 3,6-3,10; 4,2-5,4; 5,6-6,8; 6,9-7,2;7,4-8,10: traducidos por Carmen Dragonetti Ud 1,10; 4,1: traducidos por Shakyavamsa