Sindrome Piramidal y Extrapiramidal
Sindrome Piramidal y Extrapiramidal
Sindrome Piramidal y Extrapiramidal
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Características
Es filogenéticamente más nuevo que el extrapiramidal, con una estructura
anatómica y funcional mucho más simple.
Alrededor de 2/3 de las fibras proviene del lóbulo Frontal y 1/3 del lóbulo
Parietal.
Sólo el 60% de sus fibras que vienen del córtex cerebral son mielinizadas, y
un 40% son amielínicas.
Las fibras mielinizadas o axones de las células gigantes sólo corresponden
al 2 ó 3 % del total de fibras mielinizadas.
Los movimientos automáticos están bajo control de los centros motores
subcorticales, los cuales pueden ser modificados por acción del Sistema
Piramidal.
• En la cápsula Interna pasan a nivel del brazo posterior. Estas fibras, una
vez que han pasado la cápsula interna pueden sufrir alguna patología
como es, por ejemplo, la presencia de un coágulo producto de una rotura
de algunas de las arteriolas que se originan de la arteria cerebral media,
el cual produce un bloqueo de la conducción nerviosa a través de la
cápsula interna, lo que se manifiesta en una hemiplejia o parálisis
contralateral.
TRACTO CORTICOESPINAL
La mayoría se origina en las áreas motoras y premotoras; y terminan en las
interneuronas, entre el cuerno ventral y dorsal (alfa motoneuronas).
Funciones:
Es esencial para la habilidad y precisión de movimientos; la ejecución de
movimientos finos de los dedos. (Sin embargo, no puede iniciar estos
movimientos por sí mismos, lo hacen las fibras corticofugales).
Además, regula los relevos sensitivos y la selección de la modalidad
sensorial que alcanza el córtex cerebral.
El tracto corticoespinal fundamentalmente estimula las neuronas flexoras e
inhibe las extensoras. A nivel de la sustancia gris medular existen las
neuronas inhibitorias de Renshaw que inhiben a las neuronas extensoras.
Clasificación:
Las fibras del Tracto Corticoespinal se disponen más o menos dispersas, se
van concentrando y se van ubicando dentro de las pirámides bulbares para
llegar a nivel del límite inferior del bulbo donde un 70-90% de las fibras
cruzan la línea media constituyendo el Tracto Corticoespinal Lateral que
se ubica en el cordón lateral de la médula, en el lado opuesto. El resto de las
fibras va a descender directamente en dirección a la médula constituyendo
el Tracto Corticoespinal Anterior, el cual también decusa, pero a nivel de
la comisura blanca medular.
TRACTO CORTICONUCLEAR
o Se origina en las áreas de la cara, en la corteza cerebral.
o En la cápsula interna, se ubica a nivel de la rodilla.
o No alcanza la médula, se proyecta sobre los Núcleos de los Nervios
Craneales.
o Algunas de sus fibras se proyectan directamente sobre los siguiente
núcleos:
o Motor del V par, del VII par y Núcleo del XII par (Inervación bilateral)
o La mayoría de sus fibras termina en núcleos reticulares (Tracto
Corticorreticulonuclear), antes de alcanzar los núcleos de los nervios
craneales.
o Es importante tener en cuenta que la mayoría de los núcleos de los Nervios
Craneales reciben fibras Corticonucleares Bilaterales.
Trayecto:
Cápsula Interna (rodilla) —> Pedúnculo Cerebral —> Porción Basilar del
Puente (aquí se entrecruzan sus fibras con las del tracto corticoespinal).
SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL
• Núcleo rojo
• Núcleo de los tubérculos cuadrigéminos
• Sustancia negra
C) A nivel de la protuberancia:
• Oliva bulbar
• Núcleo de Deiters
E) A nivel del cerebelo:
Globopálido (paloestriado):
Está situado medial al putamen, del que está separado por la lámina medular
externa. La lámina medular interna lo divide en sus dos porciones, Globo Pálido
Lateral y Medial.
Oliva bulbar: al corte transversal, tiene forma de U cuya abertura mira hacia
atrás y adentro. Produce una elevación o hernia, que resulta ser la oliva bulbar.
En los dos extremos de la oliva bulbar se encuentran los otros dos núcleos:
paraolivo medial y paraolivo dorsal cuya misión es idéntica a la del núcleo
principal.
- Fascículo rubro-reticulo-espinal
- Fascículo tecto-espinal
- Fascículo olivo-espina
Por otro lado los trastornos hipercineticos, como por ejemplo la corea presente
en la enfermedad de Huntington resultarían de una disminución de la inhibición
de las neuronas premotoras talámicas debido a una falta de estimulación
glutamaérgica del STN sobre el complejo GPi/SNr. En este último caso la
hipoactividad del STN resultaría de una marcada inhibición del Gpe sobre el
mismo debido a la degeneración de las subpoblaciones de neuronas estriatales
que proyectan sobre la vía indirecta (Albin 1989).
SÍNDROME PIRAMIDAL
Cabe aún distinguir las parálisis de la vía piramidal según que la lesión asiente
a nivel de su primera neurona o a nivel de la motoneurona de las astas
anteriores medulares:
B) A nivel de la cápsula interna: sabemos que a este nivel las fibras pasan
muy agrupadas, entonces una pequeña lesión afectará a toda la vía. El tronco
es difícil que se paralice, pues está representado en ambos hemisferios, lo
corriente es la parálisis de extremidades porque sólo están relacionadas con un
sólo hemisferio (hemiplejía contralateral).
hiperflexión de la pierna
• Maniobra de Mingazzini.
Colocado el individuo en decúbito supino, el muslo se flexiona en
ángulo recto respecto del tronco (adopta, por tanto, la posición vertical),
mientras que la pierna se sostiene horizontal. Al poco rato de mantener
esta postura, la pierna y el muslo del lado afecto descienden
paulatinamente.
• Prueba del descenso de la rodilla (Wartenberg).
Es, quizá, la más sensible para comprobar afecciones del tracto
piramidal. Se sitúa al paciente en decúbito supino, con las piernas algo
separadas y las rodillas dobladas. Los talones han de descansar sobre
una superficie resbaladiza. En caso de hemiplejía leve, la rodilla
desciende, después de un cierto espacio, hasta extenderse la pierna por
completo. La prueba se repite varias veces con diverso grado de
genuflexión. Percutiendo la mesa de reconocimiento, puede acelerarse
el descenso de la rodilla.
• Pruebas de las piernas péndulas (Wartenberg).
Sentado el paciente en el borde de la mesa de reconocimiento, con las
piernas colgantes, éstas son levantadas hasta la horizontal por el mé-
dico, quien las deja luego caer y observa su pendulación sagital. Las
enfermedades extrapiramidales, especialmente las del grupo
parkinsoniano, reducen el tiempo de oscilación de modo manifiesto,
mientras que las afecciones de la neurona periférica lo aumentan. En
caso de enfermedades piramidales, la pierna se desvía lateralmente del
plano sagital y describe movimientos circulares, semicirculares y
elípticos, con frecuencia, sólo al final de las oscilaciones.
• Signo de la flexión de la rodilla (Bonaretti).
En el enfermo en decúbito dorsal y con las piernas simétricamente
extendidas y separadas, la lenta rotación interna del pie (pasiva y
contemporánea) determina frecuentemente, cuando existe una lesión
piramidal, una mayor o menor elevación de la rodilla por flexión del
muslo sobre la pelvis del lado afecto (o del lado más afecto en caso de
lesión bilateral). En los sujetos sanos, el fenómeno es poco manifiesto y
simétrico.
El inicio del síndrome es siempre repentino, Instantáneo, súbito, sin que por
ello el cuadro clínico haya de manifestarse siempre, ya de entrada, con toda su
riqueza sintomatológica:
- Molestias subjetivas. Al comienzo del cuadro aparecen dolores de cabeza,
crisis de vértigo, parestesias en cara o extremidades, trastornos del habla,
náuseas, vómitos, alteraciones visuales y sudorales.
- Sensibilidad disociada. Es el síntoma más llamativo y constante (70,8 %).
Se manifiesta a través de una considerable debilitación o intensificación de las
cualidades sensibles para el dolor y la temperatura, conservándose la sensibili-
dad táctil. Este trastorno es desencadenado por una lesión del haz
espinotalámico y del nervio tngémino. La sensibilidad frente a los estímulos
dolorosos y térmicos se pierde en la mitad homolateral de la cara y en la mitad
contralateral del cuerpo correspondiente a la localización de la lesión. La
afectación de toda la columna de núcleos grises del trigémino motiva la
hipostesia o anestesia homolateral de las mucosas bucal, nasal,
corneoconjuntival, así como del velo del paladar.
- Hemiplejías y hemiparesias. Como manifestaciones transitorias de un
edema perifocal, por trombosis de las arterias vertebral o espinal anterior.
- Pérdidas del equilibrio, vértigo y nistagmo. Por lesión del núcleo vestibular.
Estas molestias suelen remitir con bastante rapidez.
- Trastornos auditivos. Hipoacusia o sordera homolateral por compresión del
VIII par a consecuencia de edema homolateral.
- Parálisis del velo del paladar (homolateral) y alteraciones del habla. Por
parálisis del nervio glosofaríngeo y contralateral de las cuerdas vocales por
paresia del nervio recurrente.
- Ataxia homolateral. Casi constante.
- Paresias de la musculatura ocular. Con diplopía y a veces desviación
conjugada (como manifestación irritativa) o posición forzada de los ojos hacia
el lado del foco en los casos graves.
- Parálisis facial.
- Parálisis del hipogloso. Por interrupción de la vía supranuclear de este
nervio.
- Alteraciones visuales. Con pérdida parcial o disminución de la agudeza
visual.
- Manifestaciones psíquicas. Como anorexia rebelde, confusión mental,
intento de suicidio. Con frecuencia están condicionados por la esclerosis
cerebral concomitante.
- Síndrome de Homer homolateral.
- Ageusia. Por lesión del núcleo del haz solitario. En la mitad homónima de la
lengua.
- Trastornos vasomotores. Elevación de la temperatura cutánea y reducción
de la secreción sudoral sobre la mitad del cuerpo homónima con respecto al
foco, con inclusión de la cara. Ambas manifestaciones se deben a una
interrupción de la vía simpática central que determina una parálisis de los
vasoconstrictores.
- Hipo: Por irritación pasajera del centro' respiratorio situado en el bulbo.
i) Síndrome de Avellis. Parálisis unilateral y directa velopalatina
(correspondiendo a la parálisis de la rama interna del espinal) y de la cuerda
vocal del mismo lado y hemiplejía cruzada con indemnidad de la motilidad
facial.
j) Síndrome de Schmidt. Existe parálisis del trapecio y músculo
esternocleidomastoideo del lado de la lesión, o sea, parálisis del nervio espi-
nal ipsolateral y hemiplejía del lado opuesto.
k) Síndrome de Jackson. Está constituido por parte de los síntomas de los
anteriores (de Avellís y de Schmidt) y además por parálisis del hipogloso o
XII par del mismo lado de tipo periférico, con hemiatrofia lingual consecutiva.
l) Síndrome de Babinski-Nageotte. Lesión unilateral del bulbo situada por
encima de la decusación piramidal, sin alcanzar los núcleos de los nervios
craneales suprayacentes. Se caracteriza por hemiplejía piramidal cruzada
que respeta la cara, asociada a hemiplejía cerebelosa directa, por estar casi
siempre lesionados a la vez los pedúnculos cerebelosos inferiores, si se
interesan las fibras simpáticas de la formación reticular se puede asociar al
síndrome ocular simpático de Bernard-Horner.
SINDROME EXTRAPIRAMIDAL
Los primeros son aquellos en los que no interviene la voluntad; pueden ser: a)
emocionales; b) instintivos: defensivos o reactivos (como levantarse ante un
ruido fuerte y repentino); aprendidos: primero se aprenden por la voluntad y
luego se vuelven automáticos (como andar en bicicleta o nadar). Los
movimientos asociados son en realidad movimientos automáticos complejos,
que acompañan al movimiento voluntario (como el balanceo de los brazos al
caminar).
MANIFESTACIONES CLINICAS
2. Hipercinesias
Se denomina así al conjunto de los siguientes movimientos involuntarios:
temblor corea, galismo, mioclonias y tics.
a) Temblor
El temblor es el movimiento involuntario oscilatorio ritmico, regular en amplitud
y frecuencia, que se produce en ciertas partes del cuerpo alrededor de un eje.
Fisiopatología
d) Mioclonias
Las sacudidas mioclonicas
son contracciones
musculares bruscas, rápidas,
e involuntarias de un
segmento corporal, de parte
de este o de varios
segmentos al mismo tiempo,
originadas en le SNC. Se
observan mioclonias en los
miembros y también en le
tronco, la cara, los ojos, el
velo del paladar, la faringe y
el diafragma.
- Déficit de Serotonina.
- Hipoxia.
- Enfermedades de
depósito lipídico.
- Encefalopatías.
- Enfermedad de
Creutzfeld-Jakob.
- ENfermedades metabólicas.
e) Asterixis
La asterixis seria el fenómeno inverso a la mioclonia (mioclono negativo), ya
que el fenómeno fisiológico corresponde a una brusca interrupción del tono
postural (ausencia de contracción muscular). Se lo observa en pacientes
con encefalopatía metabólica (insuficiencia hepática o renal).
- Encefalopatía hepática.
- Hipercapnia.
- Uremia.
f) Tics
Los tics son movimientos anormales, involuntarios, bruscos, recurrentes,
rápidos, que abarcan determinados grupos musculares. En ocasiones
remedan un movimiento coordinado normal, pero tienen una intensidad
variable y falta de ritmo. Pueden ser incluso violentos.
Los tics pueden ser causados por la tensión extrema, algunas medicaciones
incluso Ritalin, Dexedrine, y Adderall (estimulantes), o Tegretol pueden
causarlo. En raras ocasiones, algunas infecciones que implican el cerebro
(encefalitis) pueden tener que ver con tics.
C. TRASTORNOS DE LA POSTURA
La distonía es el síndrome producido por contracciones musculares
sostenidas y se expresa clínicamente por posturas anómalas o movimientos
repetitivos de torsión.