Juntas
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oeposirosdeagua
CARLOS SAFRANEZ, Dr. ingeniero
533 - 23
3 f | Q n 3 s Vi s t a l a escasa i n fo r ma c i n d i s p o n i bl e sobr e l as j u n t a s de c o n t r a c c i n en canal es y d e p s i t o s de agua, si endo
i n d i s c u t i bl e s u gr an i mpor t anci a para l a est anqui dad de est as obr as, se han expues t o, en fo r ma s i s t e mt i c a ,
l os dat os consi der ados es enc i al es para enfocar debi dament e el pr oyect o de l as j u n t a s .
Se han i ndi cado l os t i p o s de junt as ms c o r r i e n t e s , ordenadas de acuer do con s u di s eo y con e l pr ocedi -
mi e n t o empl eado para s u sel l ado, seal ando sus c a r a c t e r s t i c a s . Se ha t r at ado de l a i mp o r t a n c i a p r i mo r d i a l
del di s eo y de l as di mens i ones de l as j unt as en r e l a c i n con su c o mp o r t a mi e n t o .
En l os pr oyect os de l as junt as ejecut adas l l ama l a a t e n c i n l a f a l t a de una uni dad de c r i t e r i o sobr e l as
exi genc i as y c ondi c i ones mn i ma s que deben r euni r l as j unt as para c u mp l i r debi dament e c o n s u mi s i n .
Segn l o demuest r a l a e xp e r i e n c i a , l os r es ul t ados obt eni dos con l as junt as de c o n t r a c c i n en canal es y dep-
s i t o s de agua no son d e l t odo s a t i s fa c t o r i o s . En un nmer o bast ant e c ons i der abl e de c as os , ha s i d o necesar i a
l a r e a l i za c i n de r epar aci ones mol es t as y cost osas para subsanar l as defi ci enci as obser vadas.
Con el fi n de mejor ar est a s i t u a c i n , se exponen l os d i s t i n t o s fac t or es que i n t e r vi e n e n en e l c ompor t ami ent o
de una junt a de c o n t r a c c i n , y a l os que hay que t ener en cuent a al pr oyect ar el t i p o de l a mi s ma y sus
di mens i ones par a asegur ar s u efi c ac i a.
1. DEFINICIN
Las juntas de contracci n son espacios vacos
practicados en la estructura de i i ormi gn para
romper su carcter monoltico y, de este
modo, per mi t i r y faci l i t ar su l i bre movi mi ento,
debido a las variaciones de la masa de hor-
mi gn, con el fi n de evitar la formacin de
gri et as. Al mismo t i empo, la junta de contrac-
cin debe impedir el paso del agua a travs
de la misma, o sea, ser impermeable.
De hecho, la junta de contraccin es una grie-
t a proyectada de forma adecuada, en un si t i o
previamente elegido, con el fin de evi tar, pre-
ci samente, que se formen grietas caprichosas
e i ncontrol abl es.
Los cambios vol umtri cos de la masa de hor-
mign se producen por dos causas di st i nt as:
los efectos del fraguado y los cambios de la
temperatura ambiente. Los efectos de fragua-
do ti enen solamente un carcter t empor al , ya
A B
1
A = JUNTA LONGITUDINAL
B = ID. PERIMETRAL
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que no se repiten al termi nar, prcti camente,
el proceso de fraguado. Los cambios de la
temperatura ambiente t i enen, por el cont r ar i o,
un carcter permanente.
Entre los di st i nt os efectos del fraguado hay
que tener en cuenta solamente la ret racci n,
ya que, por ejemplo, el calor motivado por
la hidratacin del cemento, de mucha impor-
tancia cuando se trata de grandes masas de
hormign, no influye notablemente en los re-
vesti mi entos de canales y depsitos de agua,
como consecuencia de su espesor relativa-
mente reducido. La retraccin de fraguado es
un valor fi jo, pues depende excl usi vamente
de las caractersticas del hormign fresco y
del modo de su colocacin, pudiendo fi jarl o
en unos 0,25 mm/m, de acuerdo con la Ins-
trucci n para el Proyecto y Ejecucin de Obras
de Hormign en Masa y Armado del Mi ni s-
t eri o de Obras Pblicas.
Esto significa que, por ejemplo, para un tramo
de 6 m de largo, la retracci n t ot al representa
0,25 X 6 = 1,5 mm.
Por el contrari o, el valor de la contracci n
y de la di l ataci n, debidos a los cambios de
la temperatura ambiente, es una variable que
depende, aparte del coeficiente de di l ataci n
del hormign, de las diferencias de tempera-
tura a que puede estar expuesta la obra.
Contamos, normalmente, con una di ferenci a
mxima de temperatura de 40O, lo que sig-
nifica para la contraccin un margen com-
prendido, por ejemplo, entre + 30C como
temperatura de colocacin del hormi gn, y
10C como temperatura extrema de ser-
vi ci o.
Referente al valor de la di l at aci n, este mar-
gen est comprendido, por ejempl o, entre
+ 5C como temperatura mnima admi si bl e
de col ocaci n, y + 45C como temperatura
extrema de servi ci o. Caso de considerarse
aconsejable aumentar o di smi nui r la citada
di ferenci a de temperatura, sta se fi ja de
acuerdo con las circunstancias reales de la
obra.
Con un coeficiente de dilatacin del hormign
de 1/100.000 y una di ferenci a de temperatura
de 40C, la contraccin de un tramo de 6 m
de largo representa un valor de
6.000 X 40
100.000
= 2,4 mm.
2. CONSIDERACIONES GENERALES
2.1. Denominacin y clasificacin
de las juntas
Aparte de la denominacin juntas de contrac-
cin, se emplea tambin la de juntas de
dilatacin. Pero, tomando en consideracin
que precisamente es la contraccin del hor-
mign la que representa la principal causa
para que se produzcan fi l t r aci ones, al ensan-
charse las junt as, se est generalizando el
empleo de la denominacin juntas de con-
traccin para las obras hi drul i cas.
De acuerdo con su si tuaci n en relacin con
el eje de la obra, di sti ngui mos entre juntas
de contraccin transversal es y l ongi tudi nal es.
Se debe dedicar una especial atencin a la
unin entre la sol era y las paredes l ateral es,
donde, de hecho, se forma siempre una junta
perimetral (fi g. 1 ).
2.2. Anchura de la junta
La caracterstica ms destacada y de mayor
importancia de una junta de contraccin resi-
de en que su anchura se halla sujeta a un
cambio constante, se estrecha o se ensancha
continuamente de acuerdo con la temperatura
ambiente. En el apartado 11 se trata detalla-
damente del papel deci si vo de la anchura en
relacin con la eficacia de la junta de con-
t racci n.
2.3. Impermeabilizacin de la junta
Tratndose de la impermeabilizacin de un es-
pacio vaco, hay que emplear un material im-
permeabilizante, bien en forma de un relleno
(fi g. 2), o bien mediante una banda, formando
una especie de compuerta (fi g. 3), y t ambi n,
combinando ambos procedi mi entos.
2.3.1. Impermeabilizando la junta mediante
un rel l eno, el materi al de sellado debe ser
una masilla adherente y plstico-elstica con
objeto de poder seguir, sin desprenderse ni
agrietarse, a los movi mi entos de la junta.
Adems, debe tambi n ser resi stente al en-
vejeci mi ento y no fl ui r .
Se observa con ci ert a frecuencia que para la
impermeabilizacin de una junta se prev el
empleo de lminas asflticas pegadas a sus
paredes. Este procedi mi ento es el adecuado
cuando se trata de impedir el paso del agua
a travs de la superfi ci e recubierta (fi g. 4).
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Pero, en el caso de la junta de contracci n, es
preciso tener presente que el agua acta en
sentido paralelo a sus paredes. Al dilatarse
la obra y estrecharse la junt a, las lminas
quedan comprimidas y actan como impermea-
bi l i zante. Sin embargo, al contraerse la obra,
la junta se ensancha, y al carecer las lminas,
normalmente, de la plasticidad-elasticidad ne-
cesaria rellenan solamente una parte del es-
pacio vaco, y, por t ant o, permi ten el paso del
agua a travs de la junta (fi g. 5).
Las lminas impermeables son solamente efi-
caces para evitar la unin de dos tramos de
la obra y para impedir la penetracin de agua
dentro del macizo del hormi gn. Para el re-
lleno impermeable de una junta de contrac-
ci n, el material debe tener una consistencia
pastosa.
2.3.2. Impermeabilizando la junta mediante
una banda, utilizando una cinta impermeable,
se debe evitar la posi bi l i dad de que el agua
bordee sus extremos y anule, de esta forma,
su efecto impermeabilizante (fi g. 6). La banda
debe tener una anchura mnima adecuada, ser
elstica y resi st ent e al envejeci mi ento.
2.4. Proyecto de la junta
Un concepto de importancia pri mordi al para
el proyecto de una junta de contraccin se-
llada mediante rel l eno, es la condicin de dis-
poner, para el materi al de sellado, de un ade-
cuado apoyo para t r ansmi t i r los esfuerzos de-
bidos a la accin de la presin de agua, y
para evitar que el materi al de sellado, de con-
si stenci a vi scosa, salga a travs de la junt a,
dejndola vaca.
El volumen necesario de materi al para el se-
llado impermeable de una junta de contrac-
cin depende de las caractersti cas del mis-
mo. La uti l i zaci n de un materi al si nt t i co,
por ejemplo del t i po de caucho de pol i sul furo,
permi te reducir considerablemente la canti-
dad necesaria, comparando con una solucin
a base de masillas asfl t i cas.
Volveremos detalladamente sobre el particu-
lar al tratar de los t i pos de juntas en los apar-
tados 7 y 8, y tambi n en el 11.
2.5. Posibilidad de reparacin
Al proyectar la junt a de contraccin se debe
tener en cuenta la posi bi l i dad de reparacin
para corregir algn fal l o de su ejecucin o de
los materiales empleados.
Junta recta. Tipo nm. 2.
Banda impermeafole. Tipo nm. 8.
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3. VALORACIN DE LA IMPORTANCIA
DE LAS JUNTAS DE CONTRACCIN
EN CANALES
Se observa que, generalmente, se presta una
gran atencin al proyecto de la junta de con-
t racci n de una presa, lo cual es lgico por-
que se trata de una obra de gran envergadura
y de mxima responsabilidad. Disponemos de
numerosas publicaciones, sobre todo en el
ext ranjero, que nos faci l i t an pormenores de
las juntas ejecutadas.
En cambio, tratndose del proyecto de un ca-
nal , se considera la junt a, normalmente, como
un detalle de importancia secundaria y esca-
sean mucho las publicaciones.
Hay que tener presente que las presas son
rel ati vamente poco numerosas, que son obras
muy destacadas realizadas con mucho cuida-
do y que una vez terminadas se encuentran
sometidas a una vigilancia constante y, con-
secuentemente, permiten i nterveni r inmedia-
tamente en caso de observarse alguna ano-
mala.
Por el contrari o, la red de canales se extiende
en miles de ki l metros por todo el t er r i t or i o
nacional y son obras normalmente poco vi s-
tosas. Debido a su extensin y al di fci l ac-
ceso, la vi gi l anci a de su ejecucin puede re-
sul tar en muchos casos no del todo satisfac-
t or i a. Adems, una vez terminada y entregada
la obra, no es siempre posible vi gi l ar si el
t i po de junta adoptado ha resultado realmente
eficaz en el transcurso de los aos.
Se conocen bastantes casos donde ha sido ne-
cesario realizar reparaciones de los revest i -
mi entos de canales, costosas y mol estas, sea
porque el agua tena un valor elevado, o por-
que se produjeron averas a causa de las fi l -
t raci ones.
Se recomienda el mximo cuidado para el pro-
yecto y la ejecucin de las juntas de contrac-
cin en canales que atraviesan terrenos yeso-
sos, o los propi ci os al rebl andeci mi ento, como
por ejemplo ciertas margas. Fi l traci ones al
pri nci pi o i nsi gni fi cantes producen un reblan-
deci mi ento de la ci mentaci n, lo que provoca
un asiento y, como consecuencia de esto, se
ensanchan las grietas y se aumenta la fi l t r a-
cin a travs de las juntas, repi ti ndose el
ci cl o dest ruct i vo en mayor escala. Adems,
se debe contar con la accin agresiva de las
aguas selenitosas sobre el hormi gn.
Resumiendo lo expuesto, consideramos que,
desde un punto de vi sta gl obal , las juntas de
contraccin en canales ti enen por lo menos
tanta importancia como las de presas y, por lo
tanto, se les debe prestar la debida atencin.
4. OBSERVACIONES SOBRE LAS JUNTAS
DE CONTRACCIN EJECUTADAS
Al estudiar los detalles de las juntas de con-
tracci n ejecutadas, llama la atencin la gran
diferencia de soluciones adoptadas. Se ob-
serva algunas veces la fal ta de unidad de cri -
t eri o sobre los conceptos bsicos, citados an-
t eri orment e, que hay que respetar para que
la junta pueda cumpl i r con su cometido den-
tro del margen de seguridad necesario.
Al comprobar el volumen de la masilla asfl-
ti ca para el relleno de las juntas nos encon-
tramos con di ferenci as muy notables, osci-
lando las cantidades entre 0,5 y 2,0 l i tros por
metro lineal de junt a, i ndi sti ntamente en ca-
nales pequeos y en los de gran caudal. Se
debe tener presente que la cantidad adecuada
de masilla es un factor esencial para la efi-
cacia de la junt a. En el apartado 11 nos ocu-
paremos detalladamente de este problema.
5. SEPARACIN ENTRE LAS JUNTAS
DE CONTRACCIN
Se ha intentado establecer, mediante clculo,
la distancia admi si bl e entre las juntas de con-
t racci n, partiendo de la resi stenci a al desl i -
zamiento que acta entre el revesti mi ento de
hormign y el t erreno sobre el cual se asien-
ta (5). Pero ante la fal ta de preci si n de los
datos necesarios y la diversidad de las con-
diciones reales de las di sti ntas obras, parece
aconsejable seguir guindose por los resulta-
dos empricos.
Reconociendo canales antiguos sin juntas de
contracci n, o los que presentan una separa-
cin entre las juntas excesivamente grande,
se observa la aparicin de grietas cada 6 m
aproximadamente, lo cual nos lleva a recomen-
dar se adopte esta medida como separacin
entre las juntas de contracci n en circunstan-
cias normales y para un espesor del revesti -
miento de unos 15 cm. Para espesores mayo-
res parece admi si bl e una separacin ms
grande.
Basndose en su experiencia, Jos Liria reco-
mienda una separacin entre las juntas no su-
perior a 4 5 m para revesti mi entos de un
espesor mnimo de 15 cm (5).
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Por otro lado, tenemos conoci mi ento de unos
canales, destinados al abastecimiento de cen-
tral es hi droel ctri cas, que ti enen una separa-
cin de 8 m entre las junt as, siendo el espe-
sor de la solera 30 cm y el del cajero 60 cm.
Pero se debe tener presente que esta clase
de canales no estn nunca vacos prctica-
mente, siendo mnima la vari aci n de su cota.
En terrenos yesosos y en los propicios al re-
blandecimiento al estar en contacto con hu-
medad, la separacin entre las juntas no de-
bera ser mayor de unos 4 m para aumentar
el coeficiente de seguridad de la impermea-
bi l i zaci n, de acuerdo con lo expuesto en el
apartado 3.
7. SELLADO DE LA JUNTA DE CONTRAC-
CIN MEDIANTE RELLENO CON UNA
MASILLA ASFLTICA DE APLICACIN
EN FRO
7,1. Tipo nmero 1. Junta en forma quebra-
da con el soporte-base incorporado (fi-
gura 7)
Representa un ti po de junta muy seguro, ya
que, para que se produzca una fi l t r aci n, el
agua precisa recorrer un camino quebrado,
fci l ment e taponable debido al carcter pas-
toso de la masilla de sellado, actuando la pre-
sin del agua en sentido favorable para acen-
tuar este taponamiento.
6. TIPOS DE JUNTAS DE CONTRACCIN
El ti po de la junta de contraccin depende,
naturalmente, del procedi mi ento previsto para
el sellado impermeable de su espacio vaco.
De acuerdo con lo tratado en el apartado 2.3,
disponemos, para la impermeabilizacin de la
junt a, de dos procedi mi entos fundamental-
mente di st i nt os: El pri mero consi ste en el
relleno de su espacio vaco mediante un ma-
t er i al impermeable, y el segundo, en la ut i l i -
zacin de una banda impermeable, empotrada
dentro del hormign del revest i mi ent o, a am-
bos lados de la junt a, estableciendo una es-
pecie de compuerta.
Como material de relleno se emplea, normal-
mente, una masilla asfl ti ca de aplicacin en
fr o. Menos frecuente resul ta la uti l i zaci n de
masillas a base de productos si nt t i cos t i po
caucho de pol i sul furo (t hi okol ), de pastas as-
fl ti cas de aplicacin en cal i ente o de ar-
ci l l as.
A continuacin vamos a exponer, ordenndolo
si stemti camente de acuerdo con el procedi-
miento adoptado para su sellado, los ocho t i -
pos ms caractersti cos de juntas de contrac-
ci n: los cinco pri meros, del nmero 1 al
nmero 5, emplea una masilla asfltica de
aplicacin en fr o; el nmero 6, una masilla
del ti po de caucho de pol i sul fur o; el nme-
ro 7, una pasta asfl ti ca de aplicacin en ca-
liente o de arci l l a, i ndi st i nt ament e, y el n-
mero 8, una banda impermeable.
Dentro del marco l i mi tado de este trabajo no
nos es posible ocuparnos de las juntas peri-
met ral es, ni de las caractersti cas de los ma-
t er i al es de sellado, por lo que hacemos refe-
rencia a la publicacin del autor (7).
La forma quebrada de la junta proporciona el
soporte necesario para el material de sellado,
su ejecucin es sencilla y puede aplicarse
a parti r de un espesor mnimo del revesti-
miento de unos 20 cm. Representa un incon-
veni ente la necesidad de la ejecucin del re-
vest i mi ent o en tramos al ternos, pues es pre-
ciso que est fraguado un pao antes de se-
guir hormigonando el contiguo y, por otro
lado, resulta favorable a los efectos de la
retraccin de fraguado.
Tambin se debe considerar la posi bi l i dad de
una rotura del revesti mi ento en el si t i o donde
su espesor queda reducido al formar el esca-
l n, por lo que es recomendable reforzarlo con
una ligera armadura.
7.1.1. Hay que di st i ngui r entre la parte abier-
ta de la junt a, que establece el espacio vaco,
en forma recta, y la parte de apoyo, que se
ejecuta en forma ligeramente inclinada para
faci l i t ar el deslizamiento entre los dos paos
contiguos del revest i mi ent o.
Junta en for ma quebrada. Tipo nm. 1.
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Con el fin de conseguir un ahorro en la can-
tidad de masi l l a, y tratndose de juntas de una
profundidad superior a unos 10 cm, se puede
aplicar un relleno parcial de las mismas me-
diante el empl eo, para el encofrado, de un
material del t i po de poliestireno expandido,
fci l ment e trabajabl e, que se vaciar hasta la
profundidad correspondiente al volumen pre-
vi st o de la masilla (fi g. 5).
Del comportami ento de la masilla asfl ti ca en
relacin con su volumen y la anchura de la
junt a, nos ocuparemos detalladamente en el
apartado 11.
La junta en forma quebrada se emplea indis-
t i nt ament e en solera y cajeros, con t al de
disponer del espesor sufi ci ente, o sea, a par-
t i r de unos 20 cm. Habiendo demostrado su
gran seguri dad, no nos parece necesario com-
pletar el quebrado en forma de escaln, hasta
darle forma de un di ente, solucin sta ms
complicada y ms vulnerable (fi g. 8).
se corri gi eron eficazmente, bien recubriendo
el fondo del cajetn con una plaquita metlica
o con una cinta de materi al si nt t i co, por
ejemplo ti po neopreno, o tambi n taponando
la junta con un cordn de ami anto.
Normalmente, el cajetn consta de dos sec-
ciones. Solamente la seccin i nferi or se re-
llena con masilla asfl ti ca, mi entras que la
superior lo hace a base de mortero de port-
land. Este mortero ti ene la finalidad de im-
pedir el desprendimiento de la masi l l a, con
el consiguiente vaciado parcial del cajet n, so-
bre todo en ti empo caluroso, adems de pro-
teger la masilla contra el envejeci mi ento.
Se recomienda que el espesor de la masilla
no sea i nferi or a unos 5 cm, y su anchura, en
el fondo del cajet n, no i nferi or a unos 3 cm.
7.3.1. La junta en forma de cajetn presenta
ciertas dificultades para el encofrado y para
su relleno, por lo que hay que exi gi r una eje-
cucin muy cuidadosa.
7.2. Tipo nmero 2. Junta en forma recta
con el soporte-base independiente (fi-
gura 2)
Antes de proceder al relleno con la masilla
asfl ti ca, las paredes de la seccin del caje-
Las maestras, que se ejecutan previamente
antes de proceder al hormigonado del reves-
t i mi ent o, colocadas de acuerdo con la separa-
cin previ sta para las juntas de cont racci n,
se aprovechan para formar un soporte-base
muy eficaz para las mismas. Tratndose de
acueductos, son los pilares los que proporcio-
nan el necesario soporte-base para las junt as.
De hecho, las juntas con el soporte-base in-
dependiente actan como las de forma que-
brada, pero sin tener sus inconvenientes. No
es preciso ejecutar el revesti mi ento en tra-
mos al ternos, ni exi ste el debi l i tami ento del
mismo en forma de escaln.
7.3. Tipo nmero 3. Junta en forma
de cajetn (fi g. 9)
Prescindiendo del empleo de maestras, la jun-
ta de contracci n se ensancha si mtri camen-
te en la parte superior del revest i mi ent o, en
forma de cajet n. El fondo del mismo propor-
ciona el necesario soporte-base para la masi-
lla de sellado, pero carece de continuidad
porque queda cortado por la propia junt a. Re-
sulta preciso disponer de un di sposi t i vo en
forma de tapajuntas para evitar la salida de
la masilla asfl t i ca. Efectivamente, los fal l os
ocurridos por la carencia de este elemento
Junta en for ma de di ent e.
8
Junta en for ma de cajet n. Tipo nm. 3.
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t n destinado para reci bi rl a se pintan con una
pintura asfl ti ca de i mpri maci n, dejndola
secar. El fondo del cajetn se recubre con un
tapajuntas, por ejemplo una cinta de producto
si nt t i co ti po neopreno fijada con un adhesivo.
el revest i mi ent o de tramos independientes
con una separacin adecuada, al producirse
su di l at aci n, su movimiento de expansin
quedar di fi cul t ado, lo que podra provocar un
pandeo pel i groso.
7.4. Tipo nmero 4. Junta ciega en forma
de cajetn (fi g. 10)
Ant e la creci ente tendencia a la mecanizacin
de obras en busca de su mxima si mpl i fi ca-
cin y economa, se emplean juntas de con-
tracci n en forma de cajetn o si mi l ar, pero
si n establecer una separacin entre los dos
tramos del revest i mi ent o, conformndose con
una junta ciega. Se parte del concepto, que
parece l gi co, de que, ante la tendencia a
agrietarse el revest i mi ent o, las grietas se pro-
ducirn precisamente en los si t i os cuyo es-
pesor haya sido debi l i tado previamente.
Para el proyecto de una junta ciega se deben
tener presentes las si gui entes consideracio-
nes:
Para tener una ci ert a seguridad de que las
gri etas se produzcan en los si t i os de espesor
rebajado, la profundidad del cajetn debe ser,
por lo menos, de 1/3 del espesor t ot al . Se
debe impedir la posi bl e salida de la masilla
asfl ti ca a travs de la gri eta producida, de
acuerdo con lo expuesto anteri ormente al tra-
tar de la junta-tipo nmero 3. Hay que contar
con la posi bi l i dad de que la grieta no se abra
en el centro mismo del cajetn, sino fuera de
st e, y hasta en el mismo borde, anulando, de
esta forma, el efecto ventajoso del solape de
la masilla y tambin del tapajuntas. Al carecer
Por todo lo expuesto, parece indicado la rea-
lizacin de una investigacin sobre los resul-
tados prcti cos de las juntas ciegas.
7.5. Tipo nmero 5. Junta en forma de caje-
tn recubierta con loseta (fi g. 11)
En vez de recubrir la masilla de sellado de
la junta por medio de una barra de mortero de
la misma anchura que el cajet n, se recubre
la junta con unas losetas fijadas con mortero,
por lo que es necesario rebajar el espesor del
revest i mi ent o en forma correspondiente.
La junta-ti po nmero 5 se emplea tambi n en
combinacin con maestras (fi g. 12), aadien-
do as las ventajas de la junta-tipo nmero 2
(figura 2), sobre todo en las obras donde es
preciso uti l i zar una junta de contraccin de
gran seguri dad, debido a las caractersticas
del terreno o a otras ci rcunstanci as.
Con el fi n de evi tar, en lo posi bl e, un agrieta-
miento de las losetas y faci l i t ar su desliza-
miento de acuerdo con los movi mi entos de
las junt as, cuando se trata de juntas en so-
lera, donde no hay que tener en cuenta un
desprendimiento de las losetas, tenemos la
posi bi l i dad de uti l i zar, para su fi jaci n y su
rejuntado, en vez de mort ero, la misma masi-
lla de sellado.
10 Junta ci ega. Tipo nm. 4. 11 Junta recubierta con losetas. Tipo nm. 5.
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12
8.
Junta recubierta con losetas.
SELLADO DE LAS JUNTAS DE CONTRAC-
CIN MEDIANTE RELLENO CON UN PRO-
DUCTO SINTTICO A BASE DE CAUCHO
DE POLISULFURO THIOKOL
Tipo nmero 6.
(fi g. 13)
Junta en forma de cajetn
Apart e de las masillas asfl ti cas, l t i mament e
empiezan a uti l i zarse tambin masillas a base
de caucho de pol i sul furo Thiokol para el se-
llado de las juntas de contracci n, a pesar de
resul tar su precio muchsimo ms elevado.
Son muy superiores a las primeras en lo que
se refiere a la resistencia mecnica y el asti -
ci dad, no estn sujetas ni al envejeci mi ento,
ni al desprendi mi ento, por lo que no requie-
ren una protecci n con cubre-juntas.
Debido a las citadas caractersticas del cau-
cho de pol i sul furo, se necesita solamente un
cajetn de un volumen muy reducido, normal-
mente en forma de rectngulo, de unos 3 cm
de anchura y unos 2 cm de profundidad.
Por otro lado, la adherencia del caucho de po-
l i sul furo sobre las superficies de hormign
permanentemente humedecidas, presenta se-
rios problemas. Para subsanar esta deficien-
ci a, se utilizan en obras hidrulicas masillas
no solamente a base de caucho de pol i sul fu-
ro, sino mezclado con ciertas resinas, a fi n
de mejorar su adherencia. La adicin de ma-
t eri as extraas al caucho de pol i sul furo pre-
senta el inconveniente de di smi nui r su elas-
t i ci dad, pero, a pesar de esta di smi nuci n, se
considera que la elasticidad resul tante posee
an un amplio margen de seguridad.
8.1. Los fabri cantes de las masillas a base
de thi okol i nsi sten en recomendar que stas
no queden adheridas al fondo del cajet n, si no
solamente a las paredes del mi smo, para que
la masilla trabaje en ptimas condiciones.
9. SELLADO DE LA JUNTA DE CONTRAC-
CIN MEDIANTE RELLENO CON PASTA
ASFLTICA DE APLICACIN EN CALIEN-
TE O CON ARCILLA
Tipo nmero 7. Junta en forma de pozo
(fi g. 14)
Este ti po de junta de contracci n se emplea
al estar previ sto para su sellado el relleno
con una pasta asfl ti ca de apl i caci n en ca-
l i ente o con arci l l a. Mi ent ras los t i pos de
juntas del nmero 1 al nmero 6, i ncl usi ve,
son aplicables i ndi st i nt ament e para las sole-
ras y las paredes l ateral es, la junta en forma
de pozo se uti l i za solamente en los cajeros.
13 Junta en forma de cajetn. Tipo nm. 6.
Junta en forma de pozo. Tipo nm. 7.
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El relleno correcto de un pozo de dimetro
reducido y de ci erta profundi dad, con un ma-
t eri al asfl ti co en cal i ent e, resul ta bastante
di fi cul t oso, ya que, al enfri arse el asfal to,
tiende a formar dentro del pozo una especie
de puente que obstaculiza, y hasta i mpi de, la
bajada del resto del mat eri al .
Antes de proceder a su rel l eno, el pozo debe
estar limpio y libre de polvo y materiales ex-
traos, y se debe tener presente que su lim-
pieza ofrece bastantes di fi cul t ades.
La circunferencia del pozo carece de conti-
nuidad, ya que est cortada en dos puntos por
la misma junt a. Al no ser fact i bl e la coloca-
cin de tapajuntas, exi ste la posi bi l i dad de
la salida del material de sellado a travs de
la junta, por lo que es aconsejable una ins-
peccin peridica de las juntas en forma de
pozo para comprobar su relleno y compl etarl o
si fuera preci so.
10. SELLADO DE LA JUNTA DE CONTRAC-
CIN MEDIANTE UNA BANDA IMPER-
MEABLE
20 cm para disponer de un recubri mi ento ade-
cuado de la banda. Esta se coloca en dos eta-
pas: pri mero, la parte correspondiente a un
tramo del revest i mi ent o, y la parte restante,
al hormigonar el tramo contiguo. En el inter-
valo, queda expuesta la banda a un posible
deteri oro o a una perforacin por los clavos
del encofrado, cuya ejecuci n, por ci er t o, pre-
senta algunas di fi cul tades.
Se debe exi gi r que la banda se coloque con
sumo cuidado, pues la eficacia de la junta de-
pende, excl usi vamente, de la perfeccin de
un solo elemento impermeable, resultando su-
mamente di fi cul t oso corregir posteriormente
cualquier desperfecto.
En los apartados 7 al 10 hemos reseado sola-
mente las caractersti cas esenciales de los
di st i nt os t i pos de las juntas de contracci n.
La natural l i mi t aci n del espacio disponible
nos impide ocuparnos tambin de la forma de
ejecutar los trabajos de sellado y de los pro-
cedimientos a emplear para la realizacin de
reparaciones con el fin de corregir las defi-
ciencias que puedan presentarse, por lo que
hacemos de nuevo referencia a la publicacin
del autor (7).
Tipo nmero 8. Junta en forma recta
(fi g. 3)
En vez de sellar el espacio vaco de una junta
de contraccin mediante rel l eno, de acuerdo
con lo expuesto ant eri orment e, tenemos tam-
bin la posibilidad de realizarlo cerrando la
junta con una banda impermeable, empotrada
en ambos lados, formando una especie de
compuerta.
Descartando el empleo de bandas de cobre,
debido a su coste pr ohi bi t i vo, se uti l i zan ban-
das especiales de materi al si nt t i co, muy
el sti co, y de gran resi stenci a mecnica y al
envejeci mi ento. Lo esencial para la eficiencia
de este t i po de junta es evitar la posibilidad
de fi l traci ones por los extremos de la ban-
da (fi g. 6), por lo cual sta debe tener la
anchura sufi ci ente para estar empotrada unos
10 cm dentro del hormi gn, a ambos lados de
la junta. Adems, para asegurar su adheren-
ci a, y en previsin de posibles poros en el
hormign en la zona de contacto con la banda,
la superficie de sta no debe ser l i sa, sino
provista de estras y di entes.
10.1. La junta-tipo nmero 8 no se puede em-
plear con espesores pequeos de revesti mi en-
t o, requiriendo un espesor mnimo de unos
11. EFICACIA Y COMPORTAMIENTO DE LA
MASILLA ASFLTICA EN RELACIN
CON LAS DIMENSIONES DE LA JUNTA
DE CONTRACCIN
La eficacia de la masilla asfltica para el se-
llado impermeable de las juntas de contrac-
cin est estrechamente ligada con las dimen-
siones de la mi sma. La accin impermeabili-
zante de la masi l l a, su resi stenci a mecnica,
su resi stenci a contra el envejecimiento y el
desprendi mi ento, la rebosadura de la masilla
sobrante al estrecharse la junt a, dependen to-
dos del volumen de la masilla empleada y de
la anchura de la junt a.
Vamos a t rat ar, a conti nuaci n, de los di st i n-
tos conceptos ci tados.
11,1, Resistencia mecnica y efecto imper-
meabiizante de la masilla asfltica
La masilla asfl t i ca, que sirve como material
de sellado del espacio vaco de las juntas de
contracci n, est sujeta a los esfuerzos ori gi -
nados por el movi mi ento continuo de la junt a,
debido a los cambios de la temperatura am-
bi ente. La masilla debe seguir estos movi-
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mientes si n perder la solucin de continuidad
y si n desprenderse de las paredes de la junt a,
estando someti da, al mismo t i empo, a los
efectos de la presin de agua.
Con una separacin entre las juntas de 6 m
y contando con una diferencia mxima de t em-
peratura ambiente de 40C, la junta se en-
sancha o se estrecha en 0,24 cm, segn lo
tratado en el apartado 1. Para una anchura i ni -
cial de la junta de 2 cm, esta di ferenci a re-
presenta un 12 %, esfuerzo ste que la masi-
lla puede r esi st i r con la seguridad necesaria.
Para una anchura de 4 cm de la junta-tipo n-
mero 3 (fi g. 9), la citada di ferenci a representa
solamente un 6 %.
En cambio, para una anchura i ni ci al de 1 cm,
la di ferenci a rel ati va aumenta al 24 %, lo que
tambi n es fact i bl e tratndose de una masilla
de caractersti cas exigibles y en buen estado
de conservaci n. Pero es preciso tener en
cuenta el deteri oro de las cualidades de los
productos asfl ti cos por estar sujetos a los
efectos del envejeci mi ento, por muy resi sten-
tes que sean, contando, como es natural , con
muchos aos de servi ci o. En el apartado si -
guiente nos ocuparemos detalladamente del
fenmeno del envejeci mi ento.
Al ensancharse la junta y esti rarse la masi l l a,
sta debe conservar el espesor sufi ci ente para
r esi st i r el empuje del agua, teniendo en cuen-
ta su envejeci mi ento. Una capa de masilla
excesivamente delgada, por ejemplo de 1 cm
de espesor, pierde su eficacia en muy poco
t i empo. Tambin es necesario disponer de un
espesor adecuado para evitar una posible fi l -
t raci n a lo largo de las paredes de la junta
(ver, por ejempl o, junta-tipo nmero 3, en
forma de cajetn) (fi g. 9)
11.2. Coeficiente de resistencia contra el
envejecimiento
Se sabe, y as lo hemos indicado anteri ormen-
t e, que el fenmeno del envejeci mi ento ejerce
una influencia decisiva sobre la eficacia de
una masilla asfl t i ca.
El envejeci mi ento es debido a la accin de
los agentes at mosfri cos; y donde no exi ste
esta accin, como por ejemplo en obras sub-
terrneas, la impermeabilizacin realizada con
materiales asfl ti cos se conserva en estado
plenamente sat i sfact ori o, a pesar de haber
t ranscurri do varios decenios.
Al go parecido ocurre t ambi n, por ejemplo,
en las juntas de contraccin en forma quebra-
da, ti po nmero 1 (fi g. 7), estrechas pero re-
lativamente profundas, del orden de 15 cm,
que no dan lugar a reclamaciones despus de
ms de 10 aos en ser vi ci o. Como ejempl o,
citamos un depsito descubi erto, de 50 X 25
metros y 5 m de al tura, de la empresa Cal-
zados Segarra, Val de Ux (Cast el l n), cuya
descri pci n figura en una publ i caci n del au-
tor en la Revista de Obras Pblicas, jul i o
de 1965 (6). Este depsito fue construi do en
el ao 1944 y sigue actualmente en servi ci o
sin que se observe ninguna prdida de agua.
El envejeci mi ento de la masilla asfl ti ca em-
pieza en la zona de contacto con los agentes
at mosfri cos. Cuanto ms extensa es esta
zona, ms intenso resulta el efecto del enve-
jeci mi ent o. Por otro lado, la superfi ci e enve-
jeci da acta como una pantalla de protecci n,
atenuando la accin de los agentes atmosf-
ri cos, por lo que, debajo de la capa endureci-
da, la masilla contina en buen estado de con-
servacin. Este estado de cosas depende, na-
t ural ment e, del espesor de la masilla y del
ti empo de exposicin al envejeci mi ent o.
Por consi gui ente, y partiendo de la misma ca-
lidad del producto, los dos factores que deter-
minan la resi stenci a de la masilla al enveje-
ci mi ent o son: su superficie de contacto Se y
su volumen V. La relacin entre estos dos
fact ores, vol umen/super fi ci e, o sea, V/Sc, re-
presenta el valor Re del coefi ci ente de resis-
tenci a al envejeci mi ento de la masilla de se-
llado, de una junta de contracci n determi -
nada:
Re = V/Sc -
Al mayor valor de Re corresponde una mayor
resi stenci a contra el envejeci mi ent o, y vice-
versa.
Vamos a comparar a continuacin el valor de
Re de algunos t i pos de juntas de cont racci n,
indicados en el apartado 7:
Junta-tipo nmero 1 (fi g. 7), anchura 2 cm y
espesor de la masi l l a, 15 cm:
V = 30 ; Se = 2 ; Re = 30/2 = 15
Junta-tipo nmero 3 (fi g. 9), si n la capa de
mortero de prot ecci n; anchuras, 4 y 3 cm,
respecti vamente, y espesor de la masi l l a, 5
cent met ros:
V = - ^ ^ ^ X 5 = 17,5 ;
Se = 4 ; Re = 17,5/4 = 4,4
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Es evidente que la junta-tipo nmero 1 ofrece
una resi stenci a al envejeci mi ento muy supe-
rior a la de la junta-tipo nmero 3; por esta
razn se precisa para esta l t i ma una capa
de proteccin de acuerdo con la figura 9. El
valor elevado de Re de la junta-ti po nmero 1,
en forma quebrada, explica en gran parte sus
excelentes resultados, segn lo indicado an-
t eri orment e.
Para una junta de seccin rectangular, y par-
tiendo siempre de la misma calidad de la ma-
si l l a de sellado, el valor de Re, o sea, el coe-
fi ci ent e de resi stenci a al envejeci mi ento, es
proporcional al espesor de la masi l l a.
11.3. Coeficiente de resistencia al despren-
dimiento
Para que la junta cumpla con su cometido es
indispensable que la masilla de sellado, de
consistencia pastosa, se mantenga en su si -
t i o, que no se produzca un vaciado parcial de
la junta debido al escurri mi ent o o despren-
di mi ento de la masi l l a.
Esta se mantiene en su si t i o debido a su ad-
herencia al permetro de la junt a, adems de
su propia resi stenci a al escurri mi ent o,
A una mayor superfi ci e adherida de la masilla,
corresponde una mayor resi st enci a a su des-
prendi mi ento, actuando como contrapartida el
peso propio de la misma. Contando con masi-
llas con caractersticas anlogas, y para una
temperatura ambiente determinada, la rela-
cin entre la superficie adherida Sa y el peso
de la masi l l a, resulta decisiva para la apre-
ciacin de la resi stenci a al desprendi mi ento.
Para mayor comodidad de cl cul o, expresamos
el peso de la masilla por su vol umen, V, y ob-
tenemos la si gui ente defi ni ci n del valor Rd
del coeficiente de resi stenci a al desprendi-
mi ento:
Rd = Sa/V .
AI mayor valor de Rd corresponde una mayor
resi stenci a al desprendi mi ento, y vi ceversa.
Vamos a comparar a continuacin el valor de
Rd de los mismos t i pos de junt as, cuyos valo-
res de Re hemos calculado ant eri orment e:
Junta-tipo nmero 1 (fi g. 7):
V = 30 ; Sa= 15 - f 15 - f 2 = 32 ;
Rd = 32/30 = 1,07 .
Junta-tipo nmero 3 (fi g. 9):
V = ^ ^ ^ t l x 5 = 17,5 ;
Sa = 5 + 5 + 3 = 13 ;
Rd =: 13/17,5 = 0,74 .
El valor de Rd de este t i po de junta es infe-
rior en un 30 % al de la junta-tipo nmero 1.
Efectivamente, segn nos demuestra la expe-
ri enci a, hay que contar con la posi bi l i dad del
desprendimiento de la masilla de sellado, so-
bre todo con la temperatura ambiente elevada,
por lo que, normal mente, sta se protege con
una capa de mort ero, de acuerdo con la figu-
ra 9.
11.4. Rebosadura de la masilla de sellado
AI producirse una variacin en la anchura de
la junta de cont racci n, de acuerdo con la
temperatura ambiente, la masilla de sellado
no vara de vol umen, sino solamente de for-
ma, por lo que, al estrecharse la junt a, la ma-
si l l a sobrante ti ende a rebosar al exteri or.
Conviene aclarar la posible repercusin de
esta rebosadura.
La cantidad de masilla afectada por la rebo-
sadura est en funci n directa del valor de
la contracci n de la junt a, siendo proporcio-
nal a ste para una junta de seccin rectan-
gular. La repercusin de la rebosadura depen-
de de la reduccin rel ati va de la anchura de
la junta y, por consi gui ente, de la cantidad
rel ati va de la rebosadura, comparado con el
volumen i ni ci al de la masilla. Una junta ancha
con un volumen pequeo de masilla se halla
menos afectada por la rebosadura que una
junta estrecha con un volumen grande.
Con una separacin entre las juntas de 6 m
y con una di ferenci a de temperatura ambiente
de 40C, la junta se contrae en 0,24 cm. Para
una anchura media i ni ci al de 3,5 cm de la
junta-tipo nmero 3 (fi g. 9) esta contraccin
representa un 7 %, lo que produce una re-
ducci n, en la misma proporci n, del espacio
disponible para la masi l l a. Siendo V = 17,5
cm^ el volumen i ni ci al de la masi l l a, la rebo-
sadura afecta al 7 % de 17,5, o sea, a 1,2 cm^
cantidad sta que refluye al exteri or de la
junt a.
La anchura ext eri or i ni ci al de 4 cm de esta
junta queda reducida en 0,24 cm, es decir,
pasa a 3,76 cm. Con esta anchura la masilla
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expulsada forma una lmina delgada de sola-
mente 0,32 cm de espesor (1,2/3,76 = 0,32),
permaneciendo adherida al resto del mat eri al ,
sin desprenderse, introducindose de nuevo
dentro de la junta al ensancharse sta.
La si tuaci n es di st i nt a al tratarse de juntas
estrechas, sobre todo con un volumen rel at i -
vamente elevado de masilla de sellado. Con
la misma contraccin de 0,24 cm, la anchura
de 2 cm de la junta-tipo nmero 1 (fi g. 7) y
el espacio di sponi bl e para la masilla se redu-
ce en un 12 %. Siendo V = 30 cm^ el volumen
i ni ci al de la masilla, el reflujo afecta a un
12 % de 30 c m\ o sea, a 3,6 cm^
Al quedar reducida la anchura de la junta a
1,76 cm (2 0, 24= 1,76), la masilla expul-
sada ti ene el considerable espesor de 2,04 cm
(3,6/1,76 = 2,04), por lo que exi ste efectiva-
mente la posi bi l i dad de su desprendimiento,
con la consi gui ente prdida de este mat eri al .
Esta si tuaci n se agrava a medida que se es-
trecha la junt a, conservando el mismo espesor
del sellado.
Por el cont rari o, el efecto de la rebosadura
resul ta menos pronunciado al di smi nui r el vo-
lumen de la masilla de sellado o al aumentar
la anchura de la junt a.
11.5. Anchura de la junta
Hemos sealado ya en varias ocasiones el
papel importante de la anchura de la junta de
contracci n, en relacin con el comporta-
miento de la masilla de sellado. Se recomien-
da que la anchura de la junta no sea i nferi or
a unos 2 cm, ya que una junta ancha faci l i t a
la colocacin de la masilla, as como la ejecu-
cin de una reparacin posteri or.
11.6. Resumen
Resumiendo lo expuesto, queremos llamar la
atencin sobre el hecho de que son varios los
factores que i ntervi enen en el comportamien-
to de una junta de contracci n, y a los que
hay que tener en cuenta al proyectar el ti po
de las mismas y sus dimensiones, con el fin
de asegurar su eficacia. Recomendamos no
dejarse influenciar demasiado por considera-
ciones de ndole econmica, sino buscar so-
luciones de calidad y garanta, pues la expe-
riencia nos demuestra que, a lo largo de los
aos, stas resultan t ambi n, normalmente,
las ms econmicas.
Con el fi n de evitar la salida de la masilla al
exteri or y la prdida de la misma, tenemos
la posi bi l i dad de efectuar un sellado solamen-
te parci al de la junt a, dejando un espacio
vaco, de acuerdo con el volumen de la masi-
lla que pueda ser afectada por la rebosadura.
Pero resulta que, precisamente, las juntas es-
trechas y profundas, las ms afectadas por
la rebosadura, presentan una gran di fi cul t ad
para su relleno completo i ni ci al . La masilla
se adhiere a las paredes de Ja junt a, formn-
dose una especie de puente que di fi cul t a la
bajada del mat er i al . Por esta razn, el sellado
de las juntas con masillas de aplicacin en
fro debe realizarse en varias etapas.
En el transcurso del t i empo, y debido a su
consi stenci a pastosa y a la accin de la pre-
sin del agua, la masilla ti ende a i ntroduci rse
dentro de la junt a, rellenando las i rregul ari -
dades de su superfi ci e y taponando los poros
y huecos que puedan exi st i r, moti vo por el
cual , a pesar de estar i ni ci al mente rellena la
junt a, la rebosadura no representa, normal-
mente, ningn problema grave para una junta
estrecha y profunda.
BIBLIOGRAFA
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Saltos de agua y presas de embal se, 3. ed., 1964.
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7. C. SAFRANEZ: Juntas de cont racci n en canales
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1977.
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FABRICACIN. VENTA Y COLOCACIN DE PRODUCTOS PARA EL SELLADO Y REPARACIN
DE JUNTAS Y GRIETAS EN CANALES, PRESAS, DEPSITOS
Masillas y pastas asflticas:
Masillas de polisulfuro:
Masillas de poliuretano:
Masillas de silicona:
Bandas de P.V.C. y Neopreno:
Emulsiones y pinturas
de imprimacin:
Lminas asflticas.
Velo de vidrio.
HIDROL-PLASTICO N. (consi stenci a bl anda).
HIDROL-PLASTICO B. (consi stenci a blanda, no fl uye)
HIDROL-PLASTICO 8 8. (premoldeable, no fl uye).
HIDROMASTICTH. (a base de THIOKOL).
HIDR0MA8TIC P.
HIDR0MA8TIC 81.
JUNTA-HIDROL (diversos anchos).
HIDROL FLUIDO.
HIDROL SEMIPLASTICO.
Para cualquier aclaracin rogamos consulten a nuestro
Departamento Tcnico de Fabricacin
OFICINAS CENTRALES:
VALENCIA-13: Avda. Alcalde Relg, 5, entlo. Telf. 333 99 05*
MADRID-15: Blasco de Garay, 41. Telfs. 243 43 09 y 24316 77
C
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LOS PLSTICOS
EN LA CONSTRUCCIN
Anuario de la Industria Espaola de Plsticos
PUBLICADO POR LA
REVISTA DE PLSTICOS MODERNOS
JUAN DE LA CIERVA, 3 - MADRID - 6
La obra consta de dos partes: La primera est dedicada a la aplicacin de los pls-
ti cos en la construcci n y en la vi vi enda. La segunda recoge la parte comercial de
la Industria Espaola de Plsticos.
Los diversos aspectos que hoy da presentan los pl sti cos en su empleo en un cam-
po tan ampl i o, como es el de la construcci n, se desarrollan tratando los di st i nt os
temas en los grupos de artculos si gui entes: est ruct uras; fachadas y acabado de
edi fi ci os; laminados y espumas estructural es; muebles y perfi l es; tuberas; otros
accesorios. Mencin especial merecen las nuevas ideas sobre mdulos celulares
autoportantes. Se publican tambin unas di rect ri ces generales, que se refi eren a sue-
los de PVC rgido y persianas. Noticias breves sobre estos temas complementan esta
primera parte.
La segunda parte incluye di rectori os y apartados generales puestos al da, de cuan-
tos en Espaa estn dedicados a cualquier aspecto de estas actividades. Asi mi smo,
est i l ustrado por un buen nmero de pginas de publ i ci dad, agrupadas por mate-
ri as, todo lo cual hace una perfecta gua indispensable, que informa en todo momen-
to de quienes son proveedores, consumidores, fabri cantes, representantes, etc., de
determinados artcul os, materiales plsticos, maquinaria, productos y aparatos auxi-
l i ares, etc.
CONTENIDO DE LA PRIMERA PARTE
IVIdulos celulares autoportantes.Materiales de pl sti co en la construccin.Espu-
mas, laminados y decoracin.Diseo de muebles con materiales plsticos.Tube-
ras de pl sti co en edi fi ci os.Perfi l es, ventanas y otros accesori os.Di rectri ces so-
bre revest i mi ent os pl sti cos de suelos, PVC rgido en exteri ores y persianas enro-
llables de plsticos.Evolucin de los plsticos en la construccin en Francia.
Plastiflash.
CONTENIDO DE LA SEGUNDA PARTE
Empresas por orden alfabtico.Empresas clasificadas por provincias.Monmeros,
materias primas y productos auxiliares para la industria de plsticos.Resinas y
compuestos polimricos para moldeo.Maquinaria y equipos.Aparatos auxiliares.
Transformadores.Procedimientos.Artculos transformados.Firmas extranjeras re-
presentadas en Espaa.Marcas comerciales de productos.Quin es quin en la
industria espaola de plsticos.
Precio del eiemplan 1,000 pesetas
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resume summary
zusammenfassung
Joints de contraction pour les ca-
naux et les chteaux d'eau
Carlos Safrnez, Dr. ingnieur
Vu le peu d'information disponible sur les
joints de contraction pour les canaux et les
chteaux d'eau, dont l'application est sans
conteste tres importante pour l'tanchlt
de ce genre d'ouvrages, on a systmatique-
ment expos les donnes considres com-
me tant essentielles pour envisager con-
venablement le projet des joints.
On a indiqu les types de joints les plus
courants, classs conformment leur na-
ture et au procede suivi pour leur scelle-
ment, et signal leurs caractristiques.
L'importance primordiale de la conception
et des dimensons des joints par rapport
leur tenue a t traite.
Le manque d'une unit de critre sur les
exigences et les conditions mnima que les
joints doivent reunir pour remplir convena-
blement leur mission est remarquable dans
les projets des joints excuts.
Selon l'exprience, les rsultats obtenus
avec les joints de contraction appliqus aux
canaux et aux chteaux d'eau ne sont abso-
lument pas satisfaisants. Dans un tres bon
nombre de cas, il a fallu proceder a des
travaux de rparation facheux et coQteux
pour remdier aux dfauts constates.
Afin d'amliorer cette situation, on expose
les diffrents facteurs intervenant dans la
tenue d'un joint de contraction, dont il faut
teir compte lorsque celui-ci est congu;
type et dimensions, pour assurer son effi-
cacit.
Contraction joints in cais and
water tanks
Carlos Safrnez, Dr. in Engineering
In view of the lack of Information available
on the subject of contraction joints in
cais and water tanks, and this being of
great importance for water-tightness in this
type of construction, the data considered as
essential for planing joints has been pre-
sented in a systematic way.
The most common of joints, and their
characteristics, are mentioned and listed in
accordance with their design and the proce-
dure used for sealing them. The great
importance of joint design and dimensions
in relation to their performance has been
highiighted.
In the projects carried out, referring to this
type of joint, we see there is a lack of
common criteria regarding the mnimum
requisites and conditions which the joints
must have in order to duly fulfill their
mission.
Experience has proven that the results
obtained with contraction joints in cais
and water tanks have not been totally
satisfactory. In a large number of cases,
bothersome and costly repairs were neces-
sary to overeme deficiencies observed.
In order to improve this situation, the
different factors which infiuence the con-
traction joint' s performance are discussed
and they should be taken into account when
planning the joints and their dimensions, in
order to insure greatest efficiency.
Schrumpfungsfugen in Wasserbe-
haeltern und Kanaelen
Dr. Carlos Safrnez, ingeniur
Auf Grund der geringen, verfgbaren Infor-
mationen ber die Schrumpfungsfugen in
Wasserbehltern und Kanlen, die fr die
Dichtigkeit dieser Bauten von zweifelloser
Bedeutung sind, wurden systematisch die
Daten zusammengefasst, die man fr eine
ordnungsgemsse Planung der Fugen fr
wesentlich halt.
Es werden die bekanntesten Fugentypen an-
gegeben und nach ihrem Entwurf und Ver-
siegelungsverfahren geordnet, wobei die
verschiedenen Merkmale aufgezeigt werden.
Man behandeit die ausserordentliche Bedeu-
tung des Entwurfes und der Abmessungen
der Fugen im Zusammenhang mit ihrem Ver-
halten.
Bei den ausgefhrten Fugen fllt besonders
der Mangel eines einheitlichen Kriteriums
bezglich der Forderungen und Mindestvo-
raussetzungen auf, welche die Fugen zu
erfllen haben, um ihren Aufgaben gerecht
zu werden.
Die Erfahrung hat gezeigt, dass die mit
Schrumpfungsfugen in Kanalen und Wasser-
behltern erhaltenen Ergebnisse nicht ganz
zufriedenstellend sind. In einer bedeutenden
Anzahl von Fallen waren lstige kostspielige
Reparaturen erforderlich, um die beobach-
teten Mnge! zu beheben.
Zur Verbesserung dieser Situation werden
die verschiedenen Faktoren, die fr das
Verhalten einer Schrumpfungsfuge wichtig
sind, beschrieben. Diese sind beim Entwurf
der Type und der Abmessungen zu berck-
sichtigen, um die Wirksamkeit der Fugen
zu sichern.
publicacin del i. e. t. ce
PLACAS
K. S t i g l n f y H. lAf i pp<
Drs. Ingenieros
Traduccin de Juan Batanero
Dr. Ingeniero de Caminos
con la colaboracin de
Francisco Moran
Ingeniero de Caminos
Este libro, cuidadosa y magnficamente editado, rene, quizs, la ms completa coleccin conocida de
tablas para placas, por los numerosos casos de vinculacin y de carga estudiados y por la abundancia
de relaciones de dimensin y de datos ofrecidos, que cubren prcticamente todo el campo de las
losas en edificacin. Permite desarrollar, con comodidad, rapidez y una aproximacin suficiente, los
clculos de dimensionamiento y comprobacin, obviando las dificultades que como es sabido, presenta
el desarrollo numrico de los mtodos de clculo de estos elementos, evitando enojosas operaciones.
Trata la obra sobre Zonas de Placas, Placas sobre apoyos puntuales, Placas apoyadas en dos,
tres y cuatro bordes y Placas apoyadas elsticamente, tipos que en la actualidad disponan de
una documentacin, incompleta o nula, para la determinacin de esfuerzos. Los corrimientos de la
placa, como valores previos para la determinacin de los momentos, han sido obtenidos por medio
del Clculo de Diferencias, mtodo que se ha comprobado como suficientemente satisfactorio, an
en su forma simple, aplicado con un cierto control.
Un volumen encuadernado en tela, de 30,5 X 23,5 cm, compuesto de 92 pgs. Madrid, 1968.
Precios: Espaa, 925 ptas.; extranjero, $18.50.
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