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Bolivia

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Adriana Lanza

ADRIANA LANZA



mencionada por: Jessica Freudenthal

menciona a: Vilma Tapia
bio-biblio: naci en La Paz el 2 de noviembre de 1978. Estudi en la Universidad Catlica
Boliviana en la carrera experimental de Arte mencin Literatura. Public el poemario Primer
Alumbramiento (La Paz, 2005).

La saga

Si tu as lo deseas puedo ser tu hechicera
estar cuando me busques
desaparecer cuando ya no me quieras.

Puedo trocar este cuerpo
hacerlo ms largo, ms angosto, ms ligero
y ponerme un vestido violeta.
Soplar el humo que me rodea
ungirme de lavanda o jazmn
si me prefieres ms sensual pachoul.

Si mis manos te molestan
fabricar guantes de seda.

Cambiar estas rotas sandalias
por zapatos abiertos de tacos negros
para que goces el cuidado de los dedos.
Reposar los pies en agua tibiamente salada
un masaje de menta
convertir lo tosco en marea
y las uas en caramelo.

Pero supongo que no eres tan tonto
para creer todo esto.
Ni por tu amor domado
movera yo un pelo.
Benjamn Chvez
BENJAMN CHVEZ

bio-biblio: Naci el 17 de febrero de 1971. Tiene estudios de Filosofa y Antropologa. Ha
publicado los poemarios Prehistorias del Androide(Premio Luis Mendizbal Santa Cruz, Oruro,
1994); Con la misma tijera (Oruro, 1999); Santo sin devocin (La Paz, 2000); Y all en lo alto
un pedazo de cielo (Mencin de Honor Premio Nacional de Poesa "Yolanda Bedregal, La Paz,
2004); Extramuros (La Paz, 2004) yPequea Librera de Viejo (Premio Nacional de Poesa
"Yolanda Bedregal" 2006, La Paz, 2007). Ha escrito algunos relatos y su produccin narrativa
forma parte de varias antologas. Es co editor de la revista La Mariposa Mundial y del
suplemento cultural El Duende.
mencionado por: Ren Odsmar Filipovich
Jessica Freudenthal
menciona a:
poemas:

Sobreviviente
Existen por supuesto el fervor
la acometida,
el rugir de la ltima carga
desesperada
H.D.
A lomo de can cabizbajo
En su jaula de tosco hierro,
prisionera de guerra
la plancha de carbn del regimiento
recorre el desangrado campo de batalla.
Enumera con horror
los uniformes en los que
extenu su diligencia maternal.
Ya no podra
despus de lo vivido
ya no
acicalar la formacin cubierta de gloria
de ninguna otra.
Cenicero
Ora el centro de la mesa
ora el fondo de un volcn plomizo.
Prescindiendo de mi historia,
moneda echada a suerte
el infortunio es mi apuesta.
Reptil congelado
ojos de cristal de roca
contemplo cmo
cada media hora
me vacan las tripas
de colillas apagadas.


Condicin de vampiro

Tras una intil noche en trnsito sanguneo
-la temblorosa piel-
-el quejido mnimo-
oficio el cndido ritual de abrir sobres a mordiscos.
Desde una atmosfera intensa,
cartas que hablan de lejanos pases
me seducen, me vencen.
-Vuelve hijo mo!-
firma mi madre.
En una arrebato
retomo las infusiones medicantes
la dieta del ajo
la abstinencia...
pero es intil;
mis sendos colmillos muerden
una y otra vez mi destino:
velar sueos ajenos es mi condena.
Claudia Pea
bio-biblio

Claudia Pea (Santa Cruz, 1970) es investigadora, narradora y poeta. Public las colecciones de
cuentos El Evangelio segn Paulina (2003) y Que mam no nos vea (2006) y los poemarios
Intil ardor (2005) y Con el cielo a mis espaldas (2007). Esta es su primera novela.

poemas

Los caballos aguerridos de mi abuelo
los caballos prohibidos
relinchan bajo mi peso.
Mientras les mancho las monturas de plata
ellos se inquietan con el olor de la sangre.

Los caballos negros del abuelo
se yerguen en dos patas
sus crines en mi cara.
Los caballos arquean las espaldas.

Esta noche abuelo
incrustar mis huesos y mis uas
en tus caballos delirantes.
Ya no sern tuyos los aperos y las caronas.
Ya no sern tuyas las pezuas cortantes.

He llegado yo
hembra
infiel
y terca
para correrlos hasta espumar sus pelos
para jinetearlos hasta fundir el hierro.

Soy yo, abuelo
aqu arriba.
No me derribarn tus caballos infernales.
No desperdiciarn ellos
mi sangre en sus espaldas.
Yo domar sus relinchos salvajes.
Sabr vencer sus cascos en el aire.
Podr cabalgarlos con la espalda
arqueada.
Acezan tus caballos abuelo
pero el da
apenas comienza.


El rito
A veces mi cuerpo se abre
para guarecer a un hombre
(hay hombres que arriban
sensibles / gigantes / perdidos).
A veces tambin confundo
ternura de vientre con verdad
(esa extraa costumbre que tienen
de desaparecer los hombres).
Mientras estn, a veces no consigo
atrapar sus olores, el sabor.
Apenas puedo, cuando se han ido, reconstruir
su transcurrir de jadeos y mi deseo.
Se me da por pensar que la sangre
(puntual y cumplida) refleja
el atvico instinto de lavar
esa sombra, esa saliva.
Agotado el rito debo recorrer, ciega,
los punzantes das entre su piel y mi olvido
(hay ngeles que dejan
hambre de luz y suspiros).
Pero la ceguera es corta
y se diluye, ingenua, la ilusin
de domar el conjuro, mi destino.
El cuerpo no olvida:
el cuerpo permanece, por
siempre, nido.

EMMA VILLAZN RICHTER



bio-biblio: Nace en Santa Cruz de la Sierra, 1983. Escritora. Lic, en Ciencias Jurdicas,
Polticas y Sociales. Actualmente cursa la carrera de Filologa Hispanoamericana en la
UAGRM. Gan el Premio Nacional Noveles escritores de la Cmara Departamental del Libro
de Santa Cruz con el poemario Fbula de una cada.

poemas:




AQU, ENTRE FRUTOS SALVAJES


Dime ciudad,qu somos entre tus efigies de hroes y tus rboles con serpientes.

Dime t quin eres, ms all de tu historia de sangre y furiosos jinetes.

Dime, qu hay detrs de tu paisaje de reinados, crmenes y festines.

Dime, quin sabe qu animal fui antes de recorrer tus calles presurosa.

Oh, dime ciudad, que yo entre tus hijos te miro y te miro,

y quizs todo pasar por el mundo sea as:

atarse a la imagen de una plaza con los ojos,

reconocerse parte de un olor dulce con espinas,

ser un poco de ro, pradera, nio, pez y violencia.

Oh, ciudad de asesinos, pintura de mis recuerdos,

fundida estoy a la raz de tu aire desconocido!
Hacindome cargo


En algn lugar, alguien viaja hacia ti,
viaja da y noche.
Anne Carson


Trato de hacer todo con cuidado.
Se me encarga que mantenga la casa en orden
y as lo hago, primero con desesperacin, luego sin pensarlo
(sin preocuparme como cuando estoy frente a la luz);
entonces barro las hojas que cubren el patio,
estiro la ropa en sogas, cocino, quito el polvo,
atiendo a los capullos de las jardineras de ladrillos:
velo su crecimiento, su raro sueo de puos cerrados.
Asumo mi tarea con sudor y culpa,
pero cuando boto las conservas vencidas por el inodoro,
me quedo all parada por varios minutos.
Es un alivio ver cmo el agua limpia absorbe y se lleva todo.
Descanso increblemente viendo cmo es succionado
el mal olor de nuestras vidas, y emerge de eso que pareca vmito de nio,
una espuma similar a la del mar.
Es difcil estar pendiente de la suciedad, de los restos
que dejamos en los baos, en los platos, en los pasillos,
es como estar levantando lo que el tiempo nos hace a cada minuto
en nuestra intimidad y queda con telaraas en unos rincones.
Realmente es duro, pero cuando veo esa espuma que se ha llevado
lo malo, es para m como una cancin, una que me dar fuerzas
cuando venga la noche
y no tenga otra voz
sino esa con la que contesto el telfono.


(De: Fbulas de una cada)
JESSICA FREUDENTHAL

foto: Anuar Elas
bio/biblio
Naci, de pura casualidad, en Madrid el 6 de junio de 1978. Es boliviana. Actualmente vive en
la luna y desde all contempla la ciudad ladrillo. Es glamorosa, en stereo y totalmente
reciclable, hermosa como una botellla de cristal ndigo llena de saliva. Dicen los gnomos del
jardn que es orgistica e insciplinada, intuitiva, mordaz y belicosa. Ha
publicado hardware (Plural, 2004, Mencin de Honor Premio Nacional de Poesa "Yolanda
Bedregal") y Poemas Ocultos (Yerba Mala Cartonera, 2006). Dirigi el nico nmero de la
revista armatestum literario el mostro. Colabora con diversas revistas literarias. Parte de su
obra puede encontrarse en antologas de Mxico, Espaa, Per, Estados Unidos y Alemania.

Forma parte del consejo editorial de la revista de literatura La mariposa
mundial http://www.mariposamundial.blogspot.com/
y es una de las organizadoras del Festival de Poesa La Paz y El
Altohttp://www.festivaldepoesiabolivia.blogspot.com/
coordinadora

menciona a:

Juan Carlos Ramiro Quiroga
Rodolfo Ortiz
Mnica Velzques Guzmn
Benjamn Chvez
Humberto Quino Mrquez
Marcos Sainz
Adriana Lanza

mencionada por:
Ren Odsmar Filipovich

poemas:













Poema curita

T no ves, con tus ojitos de botn,
que yo podra volarte la cabeza;
t no escuchas,
con tus orejas de corcho,
la msica que engendra mi saliva.

T no sientes,
con tu corazn de hormiga,
que mi corazn,
es de carne molida por tu culpa.

Y cada vez que me golpeas
ni te fijas
que los moretones
pintan un hermoso lienzo
en mi piel blanca
abandonada.

Y yo no entiendo,
como t
con esos ojitos de botn,
tus orejas de corcho,
el corazn de licuadora
y tu lengua de alfiletero,
puedes tenerme as:

Empolvada y rota,
hecha jirones debajo de la cama,
con las piernas abiertas
y el vestido levantado,
la piel de porcelana y los labios de papel,
toda enamorada
chorrendome
las ganas en las bragas.

Y yo no entiendo por qu admito
que me tengas as,
si yo podra volarte la cabeza....


Sophokleis

Hay que ser glamoroso
pero sin caer en la extravagancia obvia.
Hay que tener un peinado a go-go,
un piercing y un tatoo.
Hay que ser punky,
glam, rocker hippie,
raver y darketo.

Pero ante todo
hay que ser fashion.
Hay que tener un novio que piense
que la palabra monogamia es el nombre
de una comida japonesa.

Hay que or msica de elevador o de supermercado,
Pop desechable, enlatado,
easy listening digerido y masticado.

Pero ante todo hay que taparse los odos.

Hay que ser culto,
Intelectualoide de caf,
peridico y cigarro.

Pero ante todo hay que leer a Paolo Coehlo.


Polillas

Montes
ahora
pasajes invadidospor piratas.

Estanteras de la nostalgia,
del serrucho
y el ms crudo olvido.

Marina apolillada
observa al graffiti
retorcerse en la pared

y yo
juego a perseguir a Faulkner
y a no hallarlo,
es pues intruso en el polvo.

-En este polvo-

Me invade
esa nostalgia,
la ridcula pose de poeta
en busca de la palabra que cierre
mi boca, la tuya,
la del abismo.

Esta nostalgia
pretendida
de calles que nombran nada,
la ciudad vaca,
la palabra que encalla
permanece inmvil
olvido
colgando en la pared.


Princesas Disney

La Sirenita

La pecera tiene rajaduras.
Gotea.
Soy la nia gotera.

Ni pies ni cola de pez.
Tampoco ciempis.

Yo soy, aqu estoy: sin mar y sin botas.

Los anzuelos flotan alrededor
junto a las luces de nen, las hamburguesas
y los cigarrillos hmedos.

Lo he mordido. He picado.

Tengo los labios agujereados
Por todos tus besos de plstico.

No puedo alcanzar la superficie
y todos los barcos han partido atormentados.

Tu no eres ni mitad prncipe,
ni tierra firme, ni isla desierta.

Yo no soy ni mitad pez, ni mitad hembra.

Yo soy slo espuma
en la boca de una epilptica
convulsionndose.


La Caperucita Roja
Consagraron mi vida
injustamente
a una canastilla.

Consagraron mis entraas
a una caperuza
a un disfraz de nia.

Consagraron mi vida
injustamente
a un cuento sin final.

Jams crecer.
Jams conocer las delicias de la carne.
Nunca regresar con mi madre.

Me habr quedado con la idea
de que el mundo es un lobo hambriento.

Porqu la vida es tan dura?
Para dolerte mejor.

Quise vivir, pobrecita.
Quise crecer.
Quise creer.

Pero consagraron mi vida a las mentiras.



Jasmine

Aladino me frota la panza,
cree que soy una lmpara maravillosa.
No es mentira que yo le haya hecho realidad muchos de sus deseos,
como el de hacerlo volar en una cama.

Aladino delira, hace mucho tiempo ya.
Olvida que soy una mujer y no una lmpara,
adems yo ya he dejado de iluminarle los das.

El switch de encendido est roto como yo,
Y el genio no es ms que un mal genio de rutina.

Aladino est a mi costado
y no deja de frotarme la panza.

Morimos de tristeza con un haba una vez
atravesado en la cortina.


La Bella y la Bestia

De este cuento no hay mucho que contar.
No ms que es puro cuento
y que yo soy bella
y t un bestia.

Fin.
Marcos Sainz
bio-biblio: Naci en La Paz, Bolivia el 31 d enero de 1970. Public En la regin del
toctoque (La Paz, 1997). En 1998 obtuvo el premio de literatura "Franz Tamayo"
con Matambre y otros cuentos (La Paz, 1998). Form parte del consejo editorial de la revista
de literaturaPuntos suspendidos. Ha colaborado con diversas revistas literarias.
Balbuceos I
(respuesta)

El tartamudo sosoy yo,
no t
son mis fetiches mis papelitos escricritos.
No importa si la huellaella acuscstica es rstica
saldr cacampen es gricrito est
Jujujulio Cocortzar me cree
la solsolucin saldr en el prximo nmero
haz un intento de cripcriptografa
estat fechachado.

Quiero toctocar fondo
alguien ha roto mis fefetiches
y ya no recuercuerdo nanada.
Se me aparece mi popotica desdesdentada
a enanamorarme de mi cacarie
a llolloverme, desde la punpunta de las cocosas
hasta la cocostra de las rororososas
- me has nacido en la pulpulpa desgarragarrada
me has paseado por los trutrucanos de tus tutanos.
Balbuceos II
(entre parntesis)

(En cuanto poeta slo soy un manso rbol del
paisaje de montaas, ro con casita,
sembrado y rbol:
las hojas verdes, el tronco caf).
Balbuceos III:
(deseos del popoeta, indiferencias de la muerte)

Epgrafe
(la muerte dice al tartamudo)

Siempre podrs decir mejores cosas,
e inclusive callar,
propngote que cuando ya no puedas
lo primero,
acudas a m.

(versin jocosa del epgrafe)

Cuando de balbucear
y de maldecir ests cansado
puedes mejor callar.
Si no puedes,
como Jess te digo:
Ven a m.

(versin abusiva del epgrafe)

Si no aguantas el espasmo,
el estornudo, tu epilepsia.
Te espero al final de la bala,
en el zoom hacia el asfalto,
en el pndulo final
(tus zapatos a la altura de los ojos),
en el racumn del ltimo estertor.
MONICA VELZQUES


bio-biblio: Mnica Velsquez Guzmn naci en La Paz en 1972. Es Licenciada en Letras por
la Universidad Mayor de San Andrs en Bolivia y Doctora en literatura hispanoamericana por El
Colegio de Mxico, Mxico, 2004. Actualmente es docente de la Universidad Mayor de San
Andrs y la Universidad Catlica Boliviana. Public:Tres nombres para un
lugar (1995); Fronteras de doble filo (1998) y El viento de los nufragos (2004). Como
compiladora, la Antologa de poesa boliviana del siglo XX: Ordenar la danza, 2004. Adems de
varios ensayos de crtica y teora literaria.

mencinado por: Jessica Freudenthal
menciona a:
potica:
poemas:

(de Siete maneras para decir el dolor)

Posibilidad 1

Hoy quiero Mnica, enfermarte larga, mortalmente,
sacarte lejos del mundo, convalenciente:
distanciar del cuerpo su llanto, su sudor solitario
de manera que todo quede, ahora s, bien vaco
y ser un desierto recoroso resuelto a envenenarse de sed.
Quiero hoy quebrarte un hueso imprescindible
esparcir las astillas de la estructura fundamental
que implores ayuda y extiendas anchas las manos
y no tengas pasos ni pies para darlos.
Quiero una lcera que cuente de tu fueria
msculos torpes pidiendo a gritos
abrazos que no han de venir
epilepsias que transparenten tu confusin
tu dificultad para contenerte
insomnio eterno para salvarte de los sueos
que anuncian cuando alguien va a morir.
Ningn consuelo, eso quiero darte,
para hacer visible tu necesidad de otro
para que te vean dolerte, partirte en pedazos y se sepa
y te sepulten, te lloren, te perdonen
aunque nadie salve tu muerte,
el viento aleje tu nombre, todo sea casi igual.
Hay demasiado peso en tu sombra
y yo quiero curarte, lenta, con mi saliva...
quiero restablecerte la balanza an sin par
murmurarte que no hace falta,
que no hace falta morir as.


Posibilidad 5

Quiero, Juana la Loca, darte un Sade que torture tus cavidades
hasta la saciedad de lo cruel y lo pendiente
demonios hablndote al odo,
exigiendo desordenar tu cordura.
Quiero verte bien loca
salida de tu cuerpo, vagando por un muerto,
siendo otra,
y tocar la cicatris obligada
para ningn hijo nadando en el vientre.
Quiero darte un autismo real y patente y diagnosticado
entonces tu eterno silencio tendra razones para la fiesta
te pondran cuartito aparte
y taparan sus nobles odos con corchos de vino tinto
lejos de tu grito que grita el dolor del grito.
Tal vez entonces te cierren a salvo en los sitios de la locura
y sea una buena explicacin, otra mujer que am demasiado,
te visiten los domingos con violetas y empanadas
tal vez no asustaras a quienes espan desde el muro
sabras disimular los ritos inventados por malos amantes
y retrasaras la cita, voltearas al tiempo, sabras despreciar y reirte
te recordaran con cario,
enterraran tu cuerpo cerca del amado
perdonaran una culpa que no sabes rastrear
y te perdonaras, tambin t.


(de Hechicera)

X.

Entre dos mundos transita la palabra
abriendo paso al indicio
cmplase en mi tu voluntad, digo,
necestame para cumplirte.
La vieja inquisicin empieza a sospechar.
Amprenme brujos meintras vienen por m
mientras la luz ciega los ojos, el interrogatorio no cesa
esta diferencia es mi culpa
y traman fuegos para doblegar nuestros poderes.
Asstanme mientras mi cuerpo se parte
y ninguna slaba acierta a salvarle
y mi pequea luz se oscurece
y vienen a guiarme los muertos de antes
hacia sus crculos...

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