Call of
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humana para relacionar entre s todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla
de plcida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infnito, y no es
nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus
caminos propios, no han causado mucho dao hasta ahora pero alg!n da la
uni"n de esos disociados conocimientos nos a#rir a la realidad, y a la
ende#le posici"n que en ella ocupamos, perspectivas tan terri#les que
enloqueceremos ante la revelaci"n, o huiremos de esa funesta lu$,
refugindonos en la seguridad y la pa$ de una nueva edad de las tinie#las.
%lgunos te"sofos han sospechado la majestuosa grande$a del ciclo c"smico
del que nuestro mundo y nuestra ra$a no son ms que fugaces incidentes.
&an sealado e'traas supervivencias en t(rminos que nos helaran la sangre
si no estuviesen disfra$ados por un #lando optimismo. )ero no son ellos los
que me han dado la fuga$ vis"n de esos dones prohi#idos, que me
estremecen cuando pienso en ellos, y me enloquecen cuando sueo con
ellos. *sa visi"n, como toda temi#le visi"n de la verdad, surgi" de una uni"n
casual de elementos diversos en este caso, el artculo de un viejo peri"dico y
las notas de un profesor ya fallecido. *spero que ning!n otro logre llevar a
ca#o esta uni"n yo, por cierto, si vivo, no aadir( voluntariamente un s"lo
esla#"n a tan espantosa cadena. +reo, por otra parte, que el profesor ha#a
decidido, tam#i(n, no revelar lo que sa#a, y que si no hu#iese muerto
repentinamente, hu#iera destruido sus notas.
,uve por primera ve$ conocimiento de este asunto en el invierno de -./01
-./2, a la muerte de mi to a#uelo, 3eorge 3ammel %ngell, profesor
honorario de lenguas semticas de la 4niversidad de 5ro6n, )ovidence,
7hode 8sland. *l profesor %ngell era una autoridad vastamente conocida en
materia de antiguas inscripciones y a (l ha#an recurrido con frecuencia los
conservadores de los ms importantes museos. 9uchos de#en por lo tanto
recordar su desaparici"n, acaecida a la edad de noventa y dos aos. Las
oscuras ra$ones de su muerte aumentaron a!n ms el inter(s local. *l
profesor ha#a muerto mientras volva del #arco de Ne6port, y, seg!n
afrman los testigos, luego de reci#ir el empell"n de un marinero negro. :ste
ha#a surgido de uno de los curiosos y som#ros pasajes situados en la falda
a#rupta de la colina que une los muelles a la casa del muerto, en la +alle
;illiams. Los m(dicos, incapaces de descu#rir alg!n desorden orgnico,
concluyeron, luego de un perplejo cam#io de opiniones, que la muerte de#a
atri#uirse a una oscura lesi"n del cora$"n, determinada por el rpido ascenso
de una cuesta e'cesivamente empinada para un hom#re de tantos aos. *n
ese entonces no vi ning!n motivo para disentir de ese diagn"stico, pero hoy
tengo mis dudas... y algo ms que dudas.
+omo heredero y ejecutor de mi to a#uelo, viudo y sin hijos, era de esperar
que yo e'aminara sus papeles con cierta atenci"n. ,raslad( con ese prop"sito
todos sus archivos y cajas a mi casa de 5oston. *l material ordenado por m
ser pu#licado en su mayor parte por la <ociedad Norteamericana de
%rqueologa pero ha#a una caja que me pareci" sumamente enigmtica, y
sent siempre repugnancia a mostrrsela a otros. *sta#a cerrada, y no
encontr( la llave hasta que se me ocurri" e'aminar el llavero que el profesor
lleva#a siempre consigo. Logr( a#rirla entonces, pero me encontr( con otro
o#stculo mayor y a!n ms impenetra#le. =>u( signifcado podan tener ese
curioso #ajorrelieve de arcilla, y esas notas, fragmentos y recortes de viejos
peri"dicos? =<e ha#a convertido mi to, en sus !ltimos aos, en un devoto de
las ms superfciales imposturas? 7esolv #uscar al e'c(ntrico escultor que
ha#a alterado la pa$ mental del anciano.
*l #ajorrelieve era un rectngulo tosco de dos centmetros de espesor y de
unos treinta o cuarenta centmetros cuadrados de superfcie induda#lemente
de origen moderno. Los di#ujos, sin em#argo, no eran nada modernos, ni por
su atm"sfera ni por su sugesti"n pues aunque las rare$as del cu#ismo y el
futurismo sean numerosas y e'travagantes, no suelen reproducir esa crptica
regularidad de la escritura prehist"rica. @ la mayor parte de los di#ujos
pareca ser ciertamente alguna especie de escritura. % pesar de mi
familiaridad con los papeles y colecciones de mi to, no logr( identifcarla, ni
sospechar siquiera alguna remota relaci"n.
<o#re esos supuestos jeroglfcos ha#a una fgura de carcter evidentemente
representativo, aunque la ejecuci"n impresionista impeda comprender su
naturale$a. )areca una especie de monstruo, o el sm#olo de un monstruo, o
una forma que s"lo una fantasa enfermi$a hu#iese podido conce#ir. <i digo
que mi imaginaci"n, algo e'travagante, se represent" a la ve$ un pulpo, un
drag"n y la caricatura de un ser humano, no traicionar( el espritu del di#ujo.
<o#re un cuerpo escamoso y grotesco, provisto de alas rudimentarias, se
al$a#a una ca#e$a pulposa y coronada de tentculos pero era el contorno
general lo que la haca ms particularmente horri#le. Aetrs de la fgura se
em#o$a#a una arquitectura cicl"pea.
Las notas que acompaa#an a este curioso o#jeto, adems de unos recortes
de peri"dicos, ha#an sido escritas por el profesor mismo y no tenan
pretensiones literarias. *l documento en apariencia ms importante esta#a
enca#e$ado por las pala#ras *L +4L,B A* +,&4L&4, escritas
cuidadosamente en caracteres de imprenta para evitar todo error en la
lectura de un nom#re tan desconocido. *l manuscrito se divida en dos
seccionesC la primera tena el siguiente ttuloC D-./E, <ueo y o#ra onrica de
&. %. ;ilco', +alle ,homas 2, )rovidence, 7.8.D, y la segundaC D8nforme del
inspector Fohn 7. Legrasse. +alle 5ienville -/-, Nueva Brlens, a la <ociedad
Norteamericana de %rqueologa, -./G. Notas del mismo y del profesor
;e##D. Las otras notas manuscritas eran todas muy #revesC relatos de
sueos curiosos de diferentes personas, o citas de li#ros y revistas teos"fcos
Hprincipalmente La %tntida y la Lemuria perdida de ;. <cott1*lliotI, y el resto
comentarios acerca de la supervivencia de las sociedades y cultos secretos,
con referencia a pasajes de tratados mitol"gicos y antropol"gicos como la La
rama dorada de Jra$er, y *l culto de las #rujas en *uropa Bccidental de la
seorita 9urray. Los recortes de peri"dicos aludan principalmente a casos de
alienaci"n mental y a crisis de demencia colectiva en la primavera de -./E.
La primera parte del manuscrito principal relata#a una historia muy curiosa.
)arece que el -K de mar$o de -./E un joven delgado, moreno, de aspecto
neur"tico y presa de gran e'citaci"n, ha#a visitado al profesor %ngell con el
singular #ajorrelieve de arcilla, entonces todava fresco y h!medo. *n su
tarjeta se lea el nom#re de &enry %nthony ;ilco', y mi to ha#a reconocido
en (l al hijo menor de una e'celente familia, con la que esta#a ligeramente
relacionado. ;ilco', que desde haca un tiempo estudia#a di#ujo en la
*scuela de 5ellas %rtes de 7hode 8sland, y que viva en el hotel Jleur de Lys
muy cerca de esta instituci"n, era un joven preco$ de genio induda#le, pero
muy e'c(ntrico. Aesde su infancia ha#a llamado la atenci"n por las historias
y sueos e'traos que se complaca en relatar. <e denomina#a a s mismo
Dfsicamente hipersensitivoD pero la gente seria de la vieja ciudad comercial
lo considera#a simplemente DraroD. No ha#a frecuentado nunca a los de su
propia clase y poco a poco ha#a ido retirndose de toda actividad social.
%ctualmente s"lo era conocido por algunos estetas de otras ciudades. La
%sociaci"n %rtstica de )rovidence, deseosa de preservar su
conservadorismo, lo ha#a desahuciado.
*n aquella visita, deca el manuscrito, el escultor ha#a pedido #ruscamente
la ayuda de los conocimientos arqueol"gicos de su hu(sped para identifcar
los jeroglfcos. *l joven ha#la#a de un modo pomposo y descuidado que
impeda simpati$ar con (l. 9i to le respondi" con sequedad, pues la evidente
edad de la ta#leta e'clua toda posi#le relaci"n con las ciencias
arqueol"gicas. La r(plica del joven ;ilco', que impresion" #astante a mi to
como para que la reprodujera pala#ra por pala#ra, tuvo ese (nfasis po(tico
que caracteri$a#a sin duda su conversaci"n ha#itual.
1*s nueva, es cierto 1le dijo1, pues la hice anoche mientras soa#a con
e'traas ciudades y los sueos son ms viejos que la cavilosa ,iro, la
contemplativa *sfnge o 5a#ilonia, guarnecida de jardines.
@ comen$" a narrar una historia desordenada que, de pronto, despert" en mi
to un recuerdo. *l anciano se mostr" fe#rilmente interesado. La noche
anterior ha#a ha#ido un leve tem#lor de tierra 1el ms violento de los que
ha#an sacudido Nueva 8nglaterra en esos !ltimos aos1 que ha#a afectado
terri#lemente la imaginaci"n de ;ilco'. @a en cama, y por primera ve$ en su
vida, ha#a visto en sueos unas ciudades cicl"peas de enormes #loques de
piedra y gigantescos y siniestros monolitos de un horror latente, que
e'uda#an un limo verdoso. 9uros y pilares esta#an cu#iertos de jeroglfcos,
y de las profundidades de la tierra, de alg!n punto indeterminado, vena una
vo$ que no era una vo$, sino ms #ien una sensaci"n confusa que s"lo la
fantasa poda traducir en esta uni"n de letras casi imposi#lesC +thulhu
fhtagn.
*sta me$cla de letras fue la llave del recuerdo que e'cit" y pertur#" al
profesor %ngell. 8nterrog" al escultor con minuciosidad cientfca, y estudi"
con intensidad casi fren(tica el #ajorrelieve que el joven ha#a estado
esculpiendo en sueos, vestido s"lo con su ropa de dormir, y tem#lando de
fro. 9i to culp" a su avan$ada edad, dijo ;ilco' ms tarde, el no reconocer
con rapide$ los jeroglfcos y el di#ujo. 9uchas de sus preguntas le parecieron
un poco fuera de lugar a su visitante, especialmente aquellas que trata#an
de relacionar a este !ltimo con sociedades y cultos e'traos y ;ilco' no
pudo entender por qu( mi to le prometi" repetidamente guardar silencio si
admita ser miem#ro de una de las tan innumera#les sectas paganas o
msticas. +uando el profesor qued" al fn convencido de que ;ilco' ignora#a
de verdad toda doctrina o cultos secretos, le suplic" que no dejara de
informarle acerca de sus sueos. *ste pedido dio sus frutos, pues a partir de
esa primera entrevista el manuscrito menciona las visitas diarias del joven y
la descripci"n de sorprendentes visiones nocturnas cuyo tema principal era
siempre unas construcciones cicl"peas de piedra, h!medas y oscuras, y una
vo$ o inteligencia su#terrnea que grita#a una y otra ve$, en enigmticos y
sensi#les impactos, algo indescripti#le. Los dos sonidos que se repetan con
ms frecuencia eran los representados por las pala#ras +thulhu y 7Llyeh.
*l /M de mar$o, continua#a el manuscrito, ;ilco' falt" a la cita. 4na
investigaci"n reali$ada en el hotel revel" que ha#a sido atacado por una
fe#re de origen desconocido y que lo ha#an llevado a la casa de sus padres,
en la +alle ;aterman. <e ha#a puesto a gritar en medio de la noche,
despertando a varios artistas que vivan en el mismo hotel, y desde entonces
ha#a pasado alternativamente de la inconsciencia al delirio. 9i to telefone"
en seguida a la familia, y desde ese momento sigui" de cerca el caso, yendo
a menudo a la ofcina del doctor ,o#ey, en ,hayer <treet, m(dico de ca#ecera
del joven. La mente fe#ril de ;ilco' alimenta#a, aparentemente, e'traas
imgenes el doctor se estremeci" al recordarlas. No s"lo incluan una
repetici"n de los sueos anteriores, sino tam#i(n una criatura gigantesca Dde
varios Nil"metros de alturaD que camina#a o se mova pesadamente. ;ilco'
nunca lo descri#a en todos sus detalles, pero las pocas e incoherentes
pala#ras que recorda#a el doctor ,o#ey convencieron al profesor de que
aqu(l era el monstruo que el joven ha#a intentado representar. +uando
;ilco' se refera a su o#ra, aadi" el doctor, caa en seguida,
invaria#lemente, en una especie de letargo. +osa rara, su temperatura no
esta#a nunca por encima de lo normal sin em#argo, su estado se pareca
ms al de una fe#re violenta que al de un desorden del cere#ro.
*l / de a#ril a las tres de la tarde, la enfermedad ces" de pronto. ;ilco' se
sent" en la cama, asom#rado de encontrarse en la casa de sus padres, e
ignorando totalmente lo que ha#a ocurrido en sus sueos o en la realidad
desde el // de mar$o. +omo el m(dico declarara que esta#a curado, a los
tres das volvi" a su hotel. )ero ya no le fue de ninguna utilidad al profesor
%ngell. Funto con su enfermedad se ha#an desvanecido todos aquellos
sueos, y luego de or durante una semana los relatos in!tiles e irrelevantes
de unas muy comunes visiones, mi to dej" de anotar los pensamientos
nocturnos del artista.
%qu termina#a la primera parte del manuscrito, pero las a#undantes notas
invita#an de veras a la reOe'i"n. <"lo el escepticismo inveterado que
informa#a entonces mi flosofa puede e'plicar mi persistente desconfan$a.
Las notas descri#an lo que ha#an soado diversas personas en el mismo
perodo en que el joven ;ilco' ha#a tenido sus e'traas revelaciones. 9i to,
pareca, ha#a organi$ado rpidamente una vasta encuesta entre casi todos
aquellos a quienes poda interrogar sin parecer impertinente, pidiendo que le
contaran sus sueos y le comunicaran las fechas de todas sus visiones
nota#les. Las reacciones ha#an sido variadas pero el profesor reci#i" ms
respuestas que las que hu#iese o#tenido cualquier otro hom#re sin la ayuda
de un secretario. %unque no conserv" la correspondencia original, las notas
forma#an un completo y muy signifcativo resumen. La aristocracia y los
hom#res de negocios 1la tradicional Dsal de la tierraD de Nueva 8nglaterra1
dieron un resultado casi completamente negativo, aunque hu#o algunos
pocos casos de informes de impresiones nocturnas, siempre entre el -M de
mar$o y el / de a#ril, perodo de delirio de joven escultor. Los hom#res de
ciencia no fueron tampoco muy afectados, aunque por lo menos cuatro vagas
descripciones sugeran la visi"n fuga$ de e'traos paisajes, y uno de ellos
ha#la#a del temor a algo anormal.
Las respuestas ms pertinentes procedan de artistas y poetas, que si
hu#ieran podido comparar sus notas hu#ieran sido presas del pnico. %nte la
falta de las cartas originales, llegu( a sospechar que el compilador ha#a
estado haciendo preguntas insidiosas o ha#a deformado el te'to de la
correspondencia para corro#orar lo que ha#a resuelto ver. )or eso persist en
la creencia de que ;ilco', conociendo de alg!n modo los viejos documentos
reunidos por mi to, ha#a estado engandolo. *stas respuestas de los
artistas narra#an una pertur#adora historia. *ntre el /G de fe#rero y / de
a#ril gran parte de ellos ha#a tenido sueos muy curiosos, alcan$ando su
m'ima intensidad en el tiempo del delirio del escultor. 4na cuarta parte
ha#la#a de escenas y sonidos semejantes a los descritos por ;ilco' y
algunos confesa#an su terror ante una criatura gigantesca y sin nom#re. 4n
caso, que las notas descri#an con (nfasis, era particularmente triste. *l
sujeto, un arquitecto muy conocido, algo inclinado al ocultismo y la teosofa,
se volvi" completamente loco la noche que llevaron al joven ;ilco' a la casa
de sus padres, y muri" meses despu(s gritando que lo salvaran de alg!n
escapado ha#itante del inferno. <i mi to hu#iese conservado los nom#res de
estos casos, en ve$ de reducirlos a n!meros, yo hu#iera podido hacer alguna
investigaci"n personal. )ero, como esta#an las cosas, s"lo pude encontrar a
unos pocos. ,odos, sin em#argo, confrmaron las notas. 9e pregunt( a
menudo si aquellos a quienes ha#a interrogado el profesor %ngell se ha#an
sentido tan intrigados como este grupo. Nunca les di e'plicaciones, y es
mejor as.
Los recortes de prensa, como ya he dicho, trata#an de casos de pnico,
mana y e'centricidad, siempre en el mismo perodo. *l profesor %ngell de#i"
de ha#er empleado una agenda de recortes, pues el n!mero de estos
e'tractos era prodigioso, y adems procedan de todos los rincones del
mundo. 4no descri#a un suicidio nocturno en LondresC un hom#re ha#a
saltado por una ventana luego de lan$ar un grito horri#le. *n una confusa
carta al editor de un peri"dico sudamericano un fantico anuncia#a,
apoyndose en sus visiones, un futuro siniestro. 4n despacho de +alifornia
relata#a que una colonia teos"fca ha#a comen$ado a usar vestiduras
#lancas ante la pro'imidad de un Dglorioso acontecimientoD, que no llega#a
nunca, mientras las noticias de la 8ndia se referan cautelosamente a una
seria agitaci"n de los nativos, producida a fnes de mar$o. Las orgas vud!es
se ha#an multiplicado en &ait, y en Pfrica se ha#a ha#lado de unos cantos
misteriosos. Los ofciales norteamericanos radicados en Jilipinas ha#an
tenido ciertas difcultades con algunas tri#us, y en la noche de // de mar$o
los policas de Nueva @orN ha#an sido molestados por levantinos hist(ricos.
+onfusos rumores recorrieron tam#i(n el oeste de 8rlanda, y un pintor
llamado %rdois15onnot e'hi#i" en -./0, en el sal"n de primavera de )ars, un
#lasfemo )aisaje de <ueo. *n los asilos de alienados los des"rdenes fueron
tan numerosos que s"lo un milagro logr" impedir que el cuerpo m(dico
advirtiera curiosas semejan$as y sacara apresuradas conclusiones. 4na rara
colecci"n de recortes, de veras apenas conci#o hoy el crudo racionalismo
con que los hice a un lado. )ero qued( convencido de que el joven ;ilco'
ha#a tenido noticias de unos sucesos anteriores mencionados por el
profesor.
/. *l informe del inspector Legrasse
Los sucesos anteriores por los que mi to diera tanta importancia al sueo del
escultor y al #ajorrelieve eran el tema de la segunda mitad del largo
manuscrito. @a una ve$, pareca, el profesor %ngell ha#a visto los odiosos
contornos del monstruo an"nimo, ha#a meditado so#re los desconocidos
jeroglfcos, y ha#a odo las sla#as que s"lo la pala#ra +thulhu poda
traducir... ,odo esto en circunstancias tan so#recogedoras que no es raro que
persiguiese al joven ;ilco' con preguntas y ruegos. *sta e'periencia anterior
ha#a ocurrido diecisiete aos antes, en -.QG, mientras la <ociedad
Norteamericana de %rqueologa cele#ra#a su consejo anual, en <aint1Louis. *l
profesor %ngell, por su autoridad y sus m(ritos, ha#a desempeado un papel
importante en todas las deli#eraciones, y a (l se acercaron varios profanos
que aprovecha#an la oportunidad de la convocatoria para hacer preguntas y
plantear pro#lemas.
*l jefe de ese grupo no tard" en convertirse en centro de atracci"n de todo el
congreso. *ra un hom#re de aspecto muy com!n, mediana edad, y que ha#a
hecho el viaje de Nueva Brlens a <aint1Louis en #usca de cierta informaci"n
que no ha#a podido o#tener en su distrito. <e llama#a Fohn 7aymond
Legrasse y era inspector de polica. ,raa consigo el o#jeto de su viajeC una
estatuita de piedra, repugnante y grotesca, muy antigua aparentemente,
cuyo origen no ha#a logrado determinar.
No de#e creerse que el inspector Legrasse se interesara por la arqueologa.
,odo lo contrario su deseo de instruirse tena como !nico origen ra$ones
puramente profesionales. La estatuita, dolo, fetiche o lo que fuese, ha#a
sido capturada meses antes en los pantanos #oscosos del sur de Nueva
Brlens, en el curso de una e'pedici"n contra una presunta ceremonia vud!.
,an singulares y odiosos eran los ritos, que la polica comprendi" que se
halla#a ante un culto totalmente ignorado, e infnitamente ms dia#"lico que
los del vud!. Los confusos e incre#les relatos arrancados por la fuer$a a los
prisioneros nada informaron so#re su posi#le origen. Ae ah el deseo de la
polica de consultar a alguna autoridad para identifcar as el horri#le sm#olo,
y seguir las huellas del culto hasta sus fuentes.
*l inspector Legrasse no ha#a esperado que su pedido convocara una
impresi"n semejante. La aparici"n de la curiosa estatuita #ast" para e'citar a
los hom#res de ciencia, y pronto todos rodearon al inspector para contemplar
de cerca la diminuta fgura cuya rare$a y aspecto de genuina y a#ismal
antigRedad a#ran perspectivas tan misteriosas y arcaicas. Nadie reconoci" la
escuela escult"rica de la que ha#a nacido la estatua, y sin em#argo
centenares y hasta miles de aos parecan ha#erse posado en la oscura y
verdosa superfcie de aquella piedra desconocida.
La fgura, que los miem#ros del congreso pasaron de mano en mano para
estudiarla con ms minuciosidad, meda de unos veinte a veinticinco
centmetros de altura y esta#a fnamente la#rada. 7epresenta#a un monstruo
de contornos vagamente antropoides, pero con una ca#e$a de pulpo cuyo
rostro era una masa de tentculos, un cuerpo escamoso que sugera cierta
elasticidad, cuatro e'tremidades dotadas de garras enormes, y un par de alas
largas y estrechas en la espalda. *sta criatura, que e'hala#a una malignidad
antinatural, pareca ser de una pesada corpulencia, y esta#a sentada en un
pedestal o #loque rectangular, cu#ierto de indescripti#les caracteres. Las
puntas de las alas ro$a#an el #orde posterior del #loque, el asiento ocupa#a
el centro, mientras que las garras largas y curvas de las plegadas
e'tremidades asan el #orde anterior y descendan hasta un cuarto de la
altura del pedestal. La ca#e$a de cefal"podo se inclina#a hacia el dorso de
las garras enormes que apreta#an las elevadas rodillas. *l conjunto da#a una
impresi"n de vida anormal, ms sutilmente terrorfco a causa de la
imposi#ilidad de esta#lecer su origen. <u vasta, pavorosa e incalcula#le edad
era innega#le sin em#argo, nada permita relacionarlo con alg!n tipo de arte
de los comien$os de la civili$aci"n.
*l material de la estatua encerra#a otro misterio. No ha#a nada parecido, en
la geologa o la mineraloga, a aquella pie$a ja#onosa, verdinegra, de estras
doradas o iridiscentes. Los caracteres de la #ase eran igualmente
desconcertantes, y ninguno de los miem#ros del congreso, a pesar de que
representa#an a la mitad de las autoridades mundiales en esta esfera, pudo
descu#rir el ms remoto parentesco lingRstico. ,anto la fgura como el
material pertenecan a algo incre#lemente lejano, totalmente distinto de la
humanidad que conocemosC algo sugera, de un modo terri#le, antiguos y
profanos ciclos en los que nuestro mundo y nuestras concepciones no ha#an
participado.
@, sin em#argo, mientras los miem#ros del congreso sacudan la ca#e$a y se
confesa#an incapaces de resolver el misterio, uno de ellos crey" descu#rir
algo raramente familiar en la efgie y los jeroglfcos, y al fn, no sin
reticencia, confes" lo que sa#a. *ste hom#re era el hoy desaparecido ;illiam
+hanning ;e##, profesor de antropologa en la 4niversidad de )rinceton y
e'plorador de #astante renom#re.
+uarenta y ocho aos antes el profesor ;e## ha#a recorrido 3roenlandia e
8slandia en #usca de ciertas inscripciones r!nicas que hasta ese entonces no
ha#a podido descu#rir. *n la costa occidental de 3roenlandia se ha#a
encontrado con una tri#u degenerada de esquimales, cuya religi"n, un culto
demonaco curioso, lo ha#a impresionado so#remanera por su fa$
deli#eradamente sanguinaria y repulsiva. *ra aquella una fe que los otros
esquimales ignora#an casi del todo, y a la que se referan estremeci(ndose.
Aata#a, decan, de (pocas muy antiguas, anteriores al nacimiento del
mundo. Funto a ritos an"nimos y sacrifcios humanos ha#a invocaciones de
origen tradicional dirigidas a un demonio supremo o tornasuN. *l profesor
;e## ha#a odo esa invocaci"n en #oca de un viejo angeNoN, o #rujo
sacerdote, y la ha#a transcrito fon(ticamente, hasta donde era posi#le, en
caracteres romanos. )ero lo que ahora pareca importante era el fetiche
adorado en ese culto, y alrededor del cual #aila#an los esquimales cuando la
aurora #oreal #rilla#a muy por encima de los acantilados de hielo. *ra,
declar" el profesor, un tosco #ajorrelieve de piedra con una fgura horri#le y
algunos caracteres misteriosos. +rea recordar que se pareca, por lo menos
en todos los rasgos esenciales, a la criatura #estial que ahora esta#an
e'aminando.
*ste relato, reci#ido con asom#ro y sorpresa por los miem#ros del congreso,
pareci" e'citar al inspector Legrasse, que a#rum" al profesor a preguntas.
&a#iendo copiado una invocaci"n recitada por uno de los ofciantes del
pantano, rog" al profesor ;e## que tratase de recordar las sla#as recogidas
en 3roenlandia. <igui" una comparaci"n e'haustiva de todos los detalles y
un instante de som#ro silencio cuando el profesor y el detective convinieron
en la virtual identidad de las frases. &e aqu, en sustancia Hla divisi"n de las
pala#ras fue esta#lecida de acuerdo con las pausas tradicionales o#servadas
por los ofciantesI, lo que el #rujo esquimal y los sacerdotes de Luisiana
ha#an cantado a sus dolosC
)hLnglui mgl6Lnafh +thulhu 7Llyeh 6gahLnagl fhtagn.
Legrasse ha#a tenido ms suerte que el profesor ;e##, pues varios
prisioneros le ha#an revelado el sentido de esas pala#ras. *ra algo asC
*n su casa de 7Llyeh el fallecido +thulhu espera soando.
@ entonces, respondiendo a un ruego general, el inspector relat"
minuciosamente su e'periencia con los feles del pantano veo ahora que mi
to dio gran importancia a esa historia. ,ena cierto parecido con las
ensoaciones ms e'travagantes de los te"sofos y los creadores de mitos, y
revela#a una asom#rosa imaginaci"n de carcter c"smico que nadie hu#iese
esperado entre parias y vaga#undos.
*l -K de noviem#re de -.Q2 la polica de Nueva Brlens ha#a reci#ido un
alarmado mensaje de la regi"n pantanosa del <ur. Los colonos, gente
primitiva, pero de #uen natural, descendientes en su mayor parte de LaSte,
eran presas del pnico a causa de algo desconocido que ha#a invadido la
regi"n durante la noche. <e trata#a en apariencia de un culto vud!, pero de
una especie ms terri#le que todo lo que ellos conocan. Aesde que el
mal(volo tamtam ha#a comen$ado a sonar incesantemente en aquellos
#osques oscuros donde nadie osa#a aventurarse, ha#an desaparecido varias
mujeres y nios. <e ha#an odo gritos irracionales, chillidos desgarradores y
cantos l!gu#res, y unas llamas dia#"licas ha#an #ailado en la espesura. Los
vecinos, aada el aterrori$ado mensajero, no podan soportarlo.
*n las primeras horas de la tarde veinte policas partieron en dos carricoches
y un autom"vil, guiados por el tem#loroso colono. +uando el camino se hi$o
intransita#le a#andonaron los vehculos y durante varios Nil"metros
chapotearon en silencio a trav(s de los espesos #osques de cipreses donde
nunca penetra#a la lu$ del da. 7aces tortuosas y nudos malignos de musgo
espaol retarda#an la marcha, y de ve$ en cuando una pila de piedras
h!medas o los fragmentos de una pared en ruinas hacan ms depresiva
aquella atm"sfera que los r#oles deformados y las colonias de hongos
contri#uan a crear. %l fn apareci" un misera#le conjunto de cho$as, y los
hist(ricos colonos corrieron a agruparse alrededor de las vacilantes linternas.
*l apagado golpear de los tamtams se oa d(#ilmente a lo lejos, la #risa traa
muy de cuando en cuando un chillido que hela#a la sangre. 4n resplandor
roji$o pareca fltrarse por entre el follaje plido, ms all de las intermina#les
avenidas de la noche selvtica. % pesar de su repugnancia a quedarse
nuevamente solos, todos los ha#itantes del lugar se negaron a avan$ar un
solo paso hacia la escena del culto maldito, de modo que el inspector
Legrasse y sus diecinueve colegas tuvieron que aventurarse sin guas por
aquellas negras arcadas de horror donde ninguno de ellos ha#a puesto el
pie.
La regi"n en que ahora entra#a la polica tena tradicionalmente muy mala
fama, y en su mayor parte no ha#a sido e'plorada por hom#res #lancos.
%lgunas leyendas se referan a un lago secreto en que viva una colosal e
informe criatura, algo parecida a un p"lipo y de ojos fosforescentes, y, seg!n
los colonos, unos demonios de alas de murci(lago salan a medianoche de
sus cavernas para adorar al monstruo. %frma#an que (ste esta#a all desde
antes que La <alle, de los indios, y aun de las #estias y pjaros del #osque.
*ra una verdadera pesadilla, y verlo signifca#a la muerte. )ero se apareca
en sueos a los hom#res, y eso #asta#a para que (stos se mantuviesen
alejados. La orga vud! se desarrolla#a en los lmites e'tremos del rea
a#orrecida, pero aun as el empla$amiento era #astante malo, y eso qui$
ha#a aterrori$ado a los colonos ms que los chillidos o incidentes.
<"lo la poesa o la locura podan ha#er reproducido los ruidos que oyeron los
hom#res de Legrasse mientras atravesa#an lentamente el som#ro pantano,
acercndose a la lu$ roji$a y a los apagados tamtams. &ay una cualidad vocal
propia de las #estias y nada ms terri#le que or una de ellas cuando el
"rgano de donde proviene de#era emitir otra. 4na furia animal y una licencia
orgistica se e'acer#a#an all hasta alcan$ar alturas demonacas con gritos y
aullidos e'tticos que rever#era#an en los #osques tene#rosos como rfagas
pestilentes surgidas de los a#ismos del inferno. Ae ve$ en cuando cesa#an
los gritos y lo que pareca un coro de voces roncas entona#a la odiosa
melopea-C
)hLnglui mgl6Lnafh +thulhu 7Llyeh 6gahLnagl fhtagn.
)or fn los hom#res llegaron a un sitio donde el #osque era menos denso, y se
encontraron de pronto en el lugar mismo de la escena. +uatro trasta#illaron,
un quinto perdi" el conocimiento, y otros dos lan$aron un grito de horror que,
por suerte, fue apagado por el tumulto salvaje de la orga. Legrasse roci" con
agua pantanosa el rostro del hom#re desvanecido, y luego todos
contemplaron el espectculo fascinados por el horror.
*n un claro natural del pantano se al$a#a una isla verde de tal ve$ un acre de
e'tensi"n, desprovista de r#oles y #astante seca. %ll salta#a y se retorca
una horda de anormalidades humanas ms indescripti#les que cualquiera de
las que hu#iese podido pintar un <ime o un %ngarola. <in ropas, esta h#rida
muchedum#re #rama#a, ruga y se contorsiona#a alrededor de una hoguera
circular. Ae ve$ en cuando se a#ran las cortinas de fuego y se poda
distinguir en el centro un #loque de granito de unos dos metros y medio de
alto, en cuya cima, incongruente por su pequee$, se al$a#a la funesta
estatuita. *n die$ cadalsos instalados a intervalos regulares en un ancho
crculo que rodea#a la hoguera, con el monolito como centro, colga#an con la
ca#e$a hacia a#ajo los cuerpos e'traamente mutilados de los desaparecidos
colonos. Aentro de este crculo salta#a y ruga el anillo de feles, movi(ndose
de i$quierda a derecha en una #acanal intermina#le entre el crculo de
cadveres y el crculo de fuego.
)udo ha#er sido s"lo la imaginaci"n o pudo ha#er sido un simple eco, pero
uno de los hom#res, un impresiona#le espaol, crey" or que las invocaciones
eran seguidas por unas respuestas antifonales que procedan de un lejano y
som#ro lugar, situado en lo ms profundo de aquel #osque de leyenda. *ste
hom#re, Foseph A. 3lve$, a quien ms tarde encontr( e interrogu(, era
des#ordantemente imaginativo. Lleg" a decir que ha#a odo el d(#il golpear
de unas grandes alas y que ha#a vislum#rado unos ojos luminosos y una
enorme masa #lanca detrs de los r#oles ms lejanos. )ero creo que esta#a
demasiado inOuido por las supersticiones locales.
La inactividad de los hom#res parali$ados fue comparativamente de poca
duraci"n. *l de#er venci" pronto todas las dudas, y aunque los cele#rantes
de#an de llegar al centenar, la polica, confada en sus armas de fuego,
irrumpi" en medio de la horda. Aurante cinco minutos el caos y el tumulto
fueron indescripti#les. &u#o furiosos golpes, disparos y huidas. )ero
fnalmente Legrasse pudo contar cuarenta y siete prisioneros, a los que
o#lig" a vestirse rpidamente, y que rode" de policas. +inco de los
cele#rantes ha#an muerto, y otros dos, muy malheridos, fueron
transportados por sus c"mplices en improvisadas parihuelas. La imagen del
monolito fue sacada con todo cuidado y llevada por Legrasse.
*'aminados en el cuartel de la polica, luego de un viaje agotador, los
prisioneros resultaron ser mesti$os de muy #aja ralea, y mentalmente
d(#iles. *ran en su mayor parte marineros, y ha#a algunos negros y
mulatos, procedentes casi todos de las islas de +a#o Verde, que da#an un
cierto mati$ vud! a aquel culto heterog(neo. )ero no se necesitaron muchas
preguntas para compro#ar que se trata#a de algo ms antiguo y profundo
que un fetichismo africano. %unque degradados e ignorantes, los prisioneros
se mantuvieron feles, con sorprendente consistencia, a la idea central de su
a#orreci#le culto.
%dora#an, dijeron, a los 3randes %ntiguos que eran muy anteriores al hom#re
y que ha#an llegado al joven mundo desde el cielo. *sos %ntiguos se ha#an
retirado ahora al interior de la tierra y al fondo del mar, pero sus cadveres
se ha#an comunicado en sueos con el primer hom#re, quien invent" un
culto que nunca ha#a muerto. *ste era ese culto, y los prisioneros dijeron
que ha#a e'istido siempre y que siempre e'istira, ocultndose en lejanas
desiertas y lugares retirados hasta que el gran sacerdote +thulhu saliese de
su som#ra morada en la ciudad su#marina de 7Llyeh para reinar otra ve$
so#re la ,ierra. %lg!n da vendra, cuando los astros ocuparan una
determinada posici"n y el culto secreto estara all, esperndolo.
9ientras tanto no podan decir nada ms. <e trata#a de un secreto que ni la
tortura podra arrancarles. La humanidad no era lo !nico consciente en la
,ierra, pues ha#a unas formas que emergan de la som#ra para visitar a sus
escasos feles. )ero (stas no eran los 3randes %ntiguos. Ning!n ser humano
ha#a visto a los %ntiguos. *l dolo de piedra representa#a al gran +thulhu,
pero nadie poda decir si los otros eran o no como (l. Nadie era capa$ de
descifrar ahora la antigua escritura muchas cosas se transmitan oralmente.
La invocaci"n ritual no era el secreto. :ste no se comunica#a nunca en vo$
alta. *l canto signifca#aC D*n su casa de 7Llyeh el fallecido +thulhu espera
soandoD.
<"lo dos de los prisioneros fueron ju$gados #astante cuerdos y se les ahorc"
el resto fue enviado a diversas instituciones. ,odos negaron ha#er participado
en los crmenes rituales, y afrmaron que los culpa#les de aquellas muertes
eran los %las1Negras que ha#an venido hasta ellos desde su refugio
inmemorial en el #osque encantado. )ero nada coherente se pudo sa#er de
aquellos aliados misteriosos. Lo que la polica logr" o#tener sali" en su mayor
parte de un viejsimo mesti$o llamado +astro, quien pretenda ha#er tocado
puertos distantes y ha#lado con los jefes inmortales del culto en las
montaas de +hina.
*l viejo +astro recorda#a fragmentos de odiosas leyendas que
empequeecan las especulaciones de los te"sofos y hacan de nuestro
mundo algo reciente y fuga$. *n ciclos muy lejanos otros seres ha#an
go#ernado la ,ierra. &a#an vivido en grandes ciudades, y sus vestigios
podan encontrarse a!n 1le ha#an dicho a +astro los inmortales de +hina1 en
unas piedras cicl"peas de algunas islas del )acfco. &a#an muerto
muchsimo antes de la aparici"n del hom#re, pero ha#a artes que podran
revivirlos cuando los astros volvieran a ocupar su justa posici"n en los cielos
de la eternidad. *stos seres, induda#lemente, procedan de las estrellas y
ha#an trado sus imgenes con ellos.
*stos 3randes %ntiguos, continu" +astro, no eran de carne y hueso. ,enan
forma 1=no lo pro#a#a acaso esta imagen estelar?1, pero esa forma no era
material. +uando las estrellas eran propicias i#an de mundo en mundo a
trav(s del cielo pero cuando eran desfavora#les, no podan vivir. )ero
aunque ya no viviesen, no ha#an muerto en realidad. @acan todos en casas
de piedra en la gran ciudad de 7Llyeh, preservada por los sortilegios del gran
+thulhu para el da que las estrellas y la ,ierra pudiesen reci#ir su gloriosa
resurrecci"n. )ero en esa (poca alguna fuer$a e'terior de#a ayudar a la
li#eraci"n de sus cuerpos. Los conjuros que impedan que se descompusieran
impedan tam#i(n que se moviesen, y los %ntiguos tenan que contentarse
con yacer y pensar en la oscuridad mientras transcurran millones de aos.
+onocan todo lo que ocurra en el mundo, pues su lenguaje consista en la
transmisi"n del pensamiento. *n ese mismo instante ha#la#an en sus
tum#as. +uando, luego de un caos infnito, aparecieron los primeros hom#res,
los 3randes %ntiguos ha#laron a los ms sensi#les moldendoles los sueos.
%quellos primeros hom#res, murmur" +astro, esta#lecieron el culto con que
se adora#a a los dolos de los 3randes %ntiguos dolos trados de estrellas
oscuras en una (poca infnitamente lejana. *se culto no morira hasta que las
estrellas volvieran a ser favora#les. Los sacerdotes sacaran entonces al gran
+thulhu de su tum#a para que reviviese a sus vasallos y volviera a asumir su
reinado en la ,ierra. *se tiempo sera fcil de conocer, pues entonces la
humanidad se parecera a los 3randes %ntiguosC salvaje y li#re, ms all del
#ien y del mal, sin moral y sin ley. @ todos los hom#res gritaran y mataran, y
go$aran alegremente. Los %ntiguos, li#erados, ensearan nuevos modos de
gritar y matar y go$ar, y el mundo entero ardera en un holocausto de
li#ertad y ('tasis. 9ientras tanto, el culto, con apropiados ritos, de#a
conservar el recuerdo de aquellos das antiguos y presagiar su retorno.
*n los primeros tiempos algunos hom#res escogidos ha#an ha#lado en
sueos con aquellos seres, pero luego algo ha#a pasado. La gran ciudad de
piedra de 7Llyeh, con sus monolitos y sepulcros, se ha#a hundido #ajo las
olas, y las aguas de los a#ismos, con ese misterio primigenio en que nadie
ha#a pensado ni siquiera en penetrar, ha#an interrumpido esas citas
espectrales. )ero los recuerdos no moran, y los altos sacerdotes afrma#an
que cuando los astros fuesen favora#les la ciudad volvera a la superfcie.
*ntonces los viejos espritus de la ,ierra, mohosos y som#ros, saldran de sus
su#terrneos y propagaran los rumores recogidos all, en olvidados fondos
del oc(ano. )ero de ellos el viejo +astro no se atreva a ha#lar. <e interrumpi"
de pronto y ni la persuasi"n ni las sutile$as pudieron arrancarle otras
informaciones. ,ampoco quiso mencionar, curiosamente, el tamao de los
%ntiguos. *n cuanto al culto, afrm" que su centro de#a encontrarse en los
desiertos intransitados de %ra#ia, donde 8rem, la ciudad de los )ilares, suea
a!n intacta y secreta. No tena relaci"n alguna con la #rujera europea y s"lo
era conocido por sus miem#ros. Ning!n li#ro aluda a (l, aunque los chinos
inmortales decan que en el Necronomic"n del ra#e loco %#dul %lha$red
ha#a un sentido oculto que el iniciado poda interpretar de muy diversas
maneras, especialmente en el tan discutido dsticoC
No est muerto quien puede yacer eternamente,
y en (pocas e'traas hasta la muerte puede morir.
Legrasse, profundamente impresionado, y no poco intrigado, ha#a #uscado
sin ('ito las fliaciones hist"ricas del culto. +astro, aparentemente, ha#a
dicho la verdad al afrmar que era un secreto. Las autoridades de la
4niversidad de ,ulane no pudieron arrojar lu$ alguna so#re el culto o la
imagen, y ahora recurra a las mayores autoridades y se encontra#a nada
menos que con el episodio de 3roenlandia del profesor ;e##.
*l ferviente inter(s que despert" el relato de Legrasse, corro#orado por la
presencia de la estatuita, tuvo alg!n eco en las cartas que intercam#iaron
luego los miem#ros del congreso pero apenas hay alguna menci"n en el
informe ofcial. La prudencia es preocupaci"n primordial de aquellos que se
enfrentan a menudo a la charlatanera y la impostura. Legrasse prest"
durante un tiempo la estatua al profesor ;e##, pero a la muerte de este
!ltimo le fue devuelta, y est desde entonces en su casa. %ll la he visto no
hace mucho tiempo. *s de veras algo estremecedor, e indiscuti#lemente
parecida a la escultura la#rada en sueos por el joven ;ilco'.
No me asom#r" que mi to se hu#iese e'citado con el relato del joven. =>u(
pudo pensar al sa#er, ya enterado de la informaci"n recoga por Legrasse,
que un joven sensi#le no s"lo ha#a soado la fgura y los jeroglfcos de las
imgenes del pantano y de 3roenlandia, sino que tam#i(n ha#a odo en
sueos tres de las pala#ras de la f"rmula repetida por los maestros de
Luisiana y los dia#"licos esquimales? *ra natural que el profesor %ngell
hu#iese iniciado instantneamente una minuciosa investigaci"n, aunque yo
en mi fuero interno sospecha#a que el joven ;ilco' ha#a odo ha#lar del
culto, y ha#a inventado una serie de sueos para acrecentar el misterio ante
los ojos de mi to. *l relato de los otros sueos y los recortes coleccionados
por el profesor parecan corro#orar la historia del joven pero mi #ien fundado
racionalismo y la total e'travagancia del asunto me llevaron a adoptar las
conclusiones que estim( ms ra$ona#les. Ae modo que luego de estudiar
otra ve$ el manuscrito y comparar las notas teos"fcas y antropol"gicas con
la descripci"n del culto que ha#a hecho Legrasse, viaj( a )rovidence para
ver al escultor e increparle el ha#erse #urlado de tal modo de un sa#io
anciano.
;ilco' viva a!n, solo, en el Jleur de Lys de la +alle ,homas, desagrada#le
imitaci"n victoriana de la arquitectura #retona del siglo TV88. La fachada de
estuco del hotel luca ostentosamente entre las encantadoras casas
coloniales y a la som#ra del ms hermoso campanario georgiano que pudiera
verse en Norteam(rica. *ncontr( a ;ilco' en sus ha#itaciones, sumido en su
la#or, y comprend en seguida, por las pie$as que lo rodea#an, que su genio
era profundo y aut(ntico.
+reo que durante un tiempo ;ilco' fgurar entre los grandes decadentes
pues ha cristali$ado en arcilla, y reOejar un da en el mrmol, esas pesadillas
y fantasas evocadas en prosa por %rthur 9achen y que +larN %shton <mith
ha hecho visi#les en versos y pinturas.
9oreno, frgil y de aspecto un poco descuidado, ;ilco' se volvi"
lnguidamente y sin dejar su silla me pregunt" qu( desea#a. +uando le dije
qui(n era, manifest" cierto inter(s, pues mi to ha#a e'citado su curiosidad
al e'aminar sus raros sueos, aunque sin e'presar las ra$ones de ese
e'amen. <in sacarlo de su ignorancia, trat( prudentemente de hacerlo ha#lar.
)oco tiempo me #ast" para convencerme de que era a#solutamente sincero
ha#la#a de sus sueos de un modo inequvoco. *sos sueos, y su residuo
su#consciente, ha#an inOuido profundamente en su arte, y me mostr" una
estatua m"r#ida cuyo modelado me estremeci", casi, por la fuer$a de su
oscura sugesti"n. No recorda#a ha#er visto el original e'cepto en el
#ajorrelieve creado durante un sueo, pero los contornos se ha#an formado
insensi#lemente #ajo sus manos. *ra, sin duda, la forma gigantesca de la que
ha#a ha#lado en su delirio. +ompro#( muy pronto que no sa#a nada del
culto, salvo lo que el constante interrogatorio de mi to ha#a dejado escapar,
y trat( otra ve$ de conce#ir de qu( modo poda ha#er reci#ido esas
impresiones so#renaturales.
&a#la#a de sus sueos de un modo e'traamente po(tico, haci(ndome ver
con terri#le claridad la ciudad cicl"pea de piedra verde y musgosa 1cuya
geometra, aadi" curiosamente, era totalmente err"nea1, y o otra ve$ con
un temor e'pectante el su#terrneo llamado mentalC +thulhu fhtagn, +thulhu
fhtagn.
*sas pala#ras fgura#an en la temi#le invocaci"n que evoca#a el sueo1vigilia
de +thulhu en su #"veda de piedra de 7Llyeh, y a pesar de mis racionales
ideas me sent profundamente pertur#ado. ;ilco', era induda#le, ha#a odo
ha#lar casualmente del culto, y lo ha#a olvidado en seguida en la masa de
las lecturas y concepciones igualmente fantsticas. 9s tarde, en virtud de
su impresiona#le carcter, el culto ha#a encontrado un modo de e'presi"n
su#consciente en los sueos, el #ajorrelieve de arcilla y la estatua que yo
esta#a ahora contemplando. Ae modo que la superchera ha#a sido
involuntaria. *l joven tena unos modales un poco afectados, y un poco
vulgares, que me desagrada#an de veras pero yo ya esta#a dispuesto a
admitir tanto su genio como su honestidad. 9e desped ama#lemente, y le
dese( todo el ('ito que su talento prometa.
*l asunto del culto continu" fascinndome y a veces imagina#a poder
adquirir un gran renom#re investigando su origen y relaciones. Visit( Nueva
Brlens, ha#l( con Legrasse y otros de los que ha#an participado en aquella
vieja e'pedici"n, e'amin( la estatuita y hasta interrogu( a los prisioneros que
todava vivan. *l viejo +astro, por desgracia, ha#a muerto haca varios aos.
Lo que escuch( entonces de viva vo$, aunque no fue ms que una
confrmaci"n detallada de los escritos de mi to, acrecent" mi inter(s, y tuve
la seguridad de estar so#re la pista de una religi"n muy antigua y secreta
cuyo descu#rimiento me convertira en un antrop"logo famoso. 9i actitud era
a!n entonces a#solutamente materialista, como a!n quisiera que lo fuese, y
por una ine'plica#le perversidad mental rechac( la coincidencia de los
sueos y los recortes coleccionados por el profesor %ngell.
&u#o algo, sin em#argo, que comenc( a sospechar y que ahora creo sa#erC la
muerte de mi to no fue nada natural. +ay" al suelo en la colina, en una de
las estrechas callejuelas que partan de unos muelles donde a#unda#an los
mesti$os e'tranjeros, luego del descuidado empuj"n de un marinero de te$
oscura. @o no ha#a olvidado que los ofciales de Luisiana se distinguan por la
me$cla de sangres y sus intereses marinos, y no me hu#iera sorprendido
conocer la e'istencia de agujas venenosas y m(todos criminales secretos tan
faltos de piedad como aquellas creencias y ritos misteriosos. Legrasse y sus
hom#res, es cierto, no ha#an sido molestados pero en Noruega aca#a de
morir un marino que vea cosas. =No pudieron ha#er llegado a odos
siniestros las investigaciones reali$adas por mi to luego de encontrarse con
el escultor? +reo hoy que el profesor %ngell muri" porque sa#a o quera
sa#er demasiado. *s posi#le que me espere un fn semejante, pues yo
tam#i(n he aprendido mucho.
M. La locura del mar
<i el cielo decidiese alg!n da acordarme un insigne favor, #orrara
totalmente de mi memoria el descu#rimiento que hice, por simple
casualidad, al echar una ojeada a una hoja de peri"dico que recu#ra un
estante. *ra un viejo n!mero del 5oletn de <idney del -G de a#ril de -./E,
con el cual no hu#iese podido dar en mi vida cotidiana. &a#a pasado
inadvertido hasta para la agencia de recortes que ha#a estado
coleccionando vidamente durante esa (poca materiales para mi to. &a#a
yo casi a#andonado mis investigaciones cerca de lo que el profesor llama#a
el Dculto de +thulhuD y me encontra#a de visita en casa de un docto amigo de
)atterson, Nueva Fersey, conservador del museo local y mineralogista de
renom#re. *'aminando un da los ejemplares de reserva, amontonados en
desorden en los estantes de una de las salas del fondo del museo, mi mirada
se detuvo en la rara ilustraci"n de uno de los peri"dicos e'tendido #ajo las
piedras. *ra el 5oletn de <idney que he mencionado. 9i amigo tena
corresponsales en todos los pases e'tranjeros imagina#les. La imagen era
una fotografa en sepia de una odiosa estatuita de piedra casi igual a la que
Legrasse ha#a encontrado en el pantano.
Aespoj( vivamente a la hoja de su precioso contenido, le el artculo con
cuidado y lament( su #revedad. Lo que sugera, sin em#argo, era de suma
importancia para mi ya vacilante #!squeda. %rranqu( cuidadosamente la
noticia con el prop"sito de ponerme en seguida en acci"n. &e aqu el
contenidoC
9isterioso #arco a la deriva rescatado en alta mar
*l Vigilant arri#" remolcando a un yate neo$eland(s armado. 4n muerto y
un so#reviviente a #ordo. 7elatan com#ates furiosos y muertes en alta mar.
9arinero rescatado se niega a dar detalles de la misteriosa e'periencia. Udolo
e'trao hallado en su poder. <e iniciar una investigaci"n.
*l carguero Vigilant de la compaa 9orrison, procedente de Valparaso,
arri#" esta maana a su puesto de amarre en la 5aha de Aarling remolcando
al yate %lert de Aunedin N./ con serias averas, pero dotado a!n de un
poderoso armamento. *l yate fue avistado el -/ de a#ril a los MVK/-L de
latitud sur, y a los -E/K-2L longitud oeste, con un muerto y un so#reviviente a
#ordo.
*l Vigilant dej" Valparaso el /E de mar$o, y el / de a#ril fue alejado
considera#lemente de su curso, en direcci"n sur, por e'cepcionales
tormentas y enormes olas. *l -/ de a#ril avist" el #uque a la deriva. *n
apariencia ha#a sido a#andonado, pero luego descu#ri" que lleva#a un
so#reviviente en estado de delirio, y un hom#re muerto por lo menos desde
haca una semana.
*l so#reviviente apreta#a entre sus manos una piedra horri#le de origen
desconocido, de unos treinta centmetros de alto, cuyo origen los profesores
de la 4niversidad de <idney, la <ociedad 7eal y el museo de la +alle +ollege
no pudieron determinar, y que el hom#re afrma#a ha#er descu#ierto en la
ca#ina del yate, en un altarcito rudimentario.
*ste hom#re, ya reco#rado, relat" una historia de piratera y violencia
sumamente e'traa. <e trata de un noruego llamado 3ustaf Fohansen, de
cierta cultura, segundo ofcial en la goleta *mma de %ucNland, que parti"
para el +allao el /Q de fe#rero, con una tripulaci"n de /Q hom#res.
*l *mma, dijo, fue retrasado y alejado considera#lemente de su ruta por la
tormenta del -K de mar$o, y el // del mismo mes a los V.KE-L de latitud sur y
a los -/GKEVL de longitud este encontr" al %lert conducido por una tripulaci"n
de canacos/ y mesti$os de aspecto pati#ulario. *l capitn +ollins no o#edeci"
la orden de virar, y la tripulaci"n del yate a#ri" fuego sin aviso con una
#atera de caones de #ronce particularmente pesada.
Los marineros del *mma, dijo el so#reviviente, se resistieron con valenta,
y aunque la goleta comen$" a hundirse, pues varios proyectiles ha#an
alcan$ado la lnea de Ootaci"n, lograron acercarse al enemigo y lo a#ordaron
poni(ndose a luchar en cu#ierta. +omo los tripulantes del yate com#atan de
un modo torpe y cruel, tuvieron que matarlos a todos.
,res de los hom#res del *mma, incluso el capitn +ollins y el primer ofcial
3ree, murieron y los ocho restantes, #ajo el mando del segundo ofcial,
Fohansen, se pusieron a navegar en la direcci"n seguida originalmente por el
yate, a fn de descu#rir por qu( motivo se les ha#a ordenado cam#iar de
rum#o.
%l da siguiente desem#arcaron en una islita que no fgura#a en ning!n
mapa. <eis de los hom#res murieron all, aunque Fohansen se mostr"
particularmente reticente a este respecto y dijo que ha#an cado en una
grieta entre las rocas.
9s tarde, parece, Fohansen y sus compaeros volvieron al yate y trataron
de hacerlo navegar, pero fueron vencidos por la tormenta del / de a#ril.
Aesde ese da hasta el -/ de a#ril, fecha en que fue recogido por el
Vigilant, Fohansen no recuerda nada, ni siquiera cundo muri" su compaero
;illiam 5riden. La muerte no se de#i" aparentemente a otra causa que a
privaciones.
+a#les procedentes de Aunedin informan que el %lert era muy conocido
como #arco de carga y tena muy mala reputaci"n. )erteneca a un curioso
grupo de mesti$os cuyas frecuentes incursiones nocturnas a los #osques
atraan no poca curiosidad. Luego de la tormenta y los tem#lores de tierra del
-K de mar$o se ha#a hecho apresuradamente a la vela.
Nuestro corresponsal en %ucNland afrma que el *mma y sus tripulantes
go$a#an de una e'celente reputaci"n y que Fohansen es un hom#re digno de
toda confan$a.
*l almiranta$go va a iniciar una investigaci"n so#re este asunto, durante la
cual se tratar de convencer a Fohansen para que ha#le ms li#remente.
*sto era todo, adems de la dia#"lica imagen, Wpero qu( pensamientos
despert" en mi menteX *stas nuevas y preciosas noticias acerca del culto de
+thulhu pro#a#an que (ste tena feles seguidores tanto en el mar como en la
tierra. =>u( motivo ha#a impulsado a la h#rida tripulaci"n a ordenar el
regreso del *mma mientras navega#an con su dolo? =>u( isla desconocida
era aquella en que ha#an muerto seis de los tripulantes, acerca de la cual el
contramaestre Fohansen se mostra#a tan reticente? =>u( resultado ha#a
tenido la investigaci"n del almiranta$go y qu( se sa#a del odioso culto en
Aunedin? @ lo ms e'traordinario, =qu( profunda y natural relaci"n de hechos
era esta que da#a una signifcaci"n maligna e innega#le a los sucesos tan
cuidadosamente anotados por mi to?
*l -K de mar$o 1el /G de fe#rero de acuerdo con el huso horario internacional1
se ha#an producido una tormenta y un terremoto. *l %lert y su malencarada
tripulaci"n ha#an dejado rpidamente Aunedin como o#edeciendo un
imperioso llamado, y en el otro e'tremo de la ,ierra poetas y artistas ha#an
comen$ado a soar con una cicl"pea ciudad su#marina mientras un joven
escultor modela#a, en sueos, la forma del terri#le +thulhu. *l /M de mar$o la
tripulaci"n del *mma desem#arca#a en una isla desconocida, perdiendo all
seis hom#res y en esa misma fecha los sueos de algunas personas
alcan$aron su mayor intensidad y se oscurecieron con el terror de un
monstruo maligno y gigantesco, mientras un arquitecto se volva loco y un
escultor caa presa del delirio. =@ qu( pensar de esa tormenta del / de a#ril,
fecha en que cesaron todos los sueos de la ciudad sumergida, y ;ilco' sali"
indemne de aquella fe#re e'traa? =>u( pensar igualmente de aquellas
alusiones del viejo +astro a los %ntiguos venidos de las estrellas y a su reino
pr"'imo, y a su culto, y a su go#ierno de los sueos? =*sta#a #alancendome
en el #orde de un a#ismo de horrores c"smicos, insoporta#les para un ser
humano? *n todo caso no afectaron sino a la mente, pues el / de a#ril puso
t(rmino de alg!n modo a la monstruosa amena$a que ha#a sitiado el alma
de los hom#res.
%quella tarde, luego de ha#er pasado el da enviando telegramas y haciendo
urgentes preparativos, me desped de mi hu(sped y tom( un tren para <an
Jrancisco. *n menos de un mes llegu( a Aunedin, donde, sin em#argo,
descu#r que se sa#a muy poco de los e'traos miem#ros del culto que
ha#an vivido en las posadas marineras. *l vaga#undeo en los muelles era
asunto demasiado com!n, y no vala la pena mencionarlo pero algo o a
prop"sito de una e'pedici"n terrestre reali$ada por estos mesti$os durante la
cual se escuch" el d(#il golpear de unos tam#ores y se vio un fuego rojo en
las colinas lejanas.
*n %ucNland me enter( de que Fohansen ha#a vuelto a <idney, donde
aca#a#a de somet(rsele a un in!til interrogatorio, con el pelo totalmente
cano, y que luego de vender su casita de la +alle ;est ha#a regresado con
su mujer a su viejo hogar, en Bslo. Ae su aventura no dijo a sus amigos ms
de lo que ya sa#an los ofciales del almiranta$go, y todo lo que pudieron
hacer fue darme su nueva direcci"n.
Volv entonces a <idney y ha#l( sin ('ito con gente de mar y miem#ros de la
corte. Vi el %lert en +ircular >uay, en la #aha de <idney, pero nada me revel"
su casco. La imagen en cuclillas, de ca#e$a de pulpo, cuerpo de drag"n, alas
escamosas y pedestal con jeroglfcos, se conserva#a en el museo de &yde
)arN. La e'amin( con cuidado y descu#r que esta#a e'quisitamente la#rada,
y tena el mismo profundo misterio, terri#le antigRedad y so#renatural rare$a
de material que el ejemplar ms pequeo de Legrasse. )ara los ge"logos, me
dijo el conservador del museo, la estatua era un enigma monstruoso, y
jura#an que no ha#a en el mundo una roca parecida. 7ecord(,
estremeci(ndome, lo que ha#a dicho el viejo +astro a Legrasse a prop"sito
de los primeros 3randes %ntiguosC DVinieron de las estrellas y trajeron
consigo sus imgenesD.
)rofundamente pertur#ado resolv visitar al ofcial Fohansen en Bslo. Llegu( a
Londres, me reem#arqu( en seguida para la capital de Noruega, y un da de
otoo ech( pie a tierra en un limpio desem#arcadero, a la som#ra del
*ge#erg.
La casa de Fohansen, descu#r, esta#a situada en la +iudad Vieja del rey
&arold &aardrada, que ha#a conservado el nom#re de Bslo durante los siglos
en que la ciudad principal adoptara el nom#re de +ristiana. &ice el corto
viaje en un ta'i y golpe( con el cora$"n tem#loroso la puerta de una casa
vieja y limpia de frente enyesado. <ali" a reci#irme una mujer de cara triste,
vestida de negro, quien me comunic" en un ingl(s vacilante que 3ustav
Fohansen no era ya de este mundo.
No ha#a so#revivido mucho a su regreso, pues su aventura marina de -./E
le ha#a destro$ado la salud. La mujer no sa#a ms que el p!#lico, pero
Fohansen ha#a dejado un largo manuscrito, que trata#a Dasuntos t(cnicosD,
escrito en ingl(s con la intenci"n manifesta de que su esposa no lo
entendiese. 9ientras pasea#a por una callejuela, cerca del muelle de
3othen#urg, un atado de viejos peri"dicos, salido de la ventana de un altillo,
lo golpe" y lo hi$o caer. Aos marineros indios lo ayudaron en seguida a
levantarse, pero el hom#re muri" antes de que llegase la am#ulancia. Los
m(dicos, incapaces de precisar la causa del deceso, lo ha#an atri#uido a un
malestar del cora$"n y a un de#ilitamiento general.
<ent entonces que un oscuro terror, que no me a#andonara hasta que a m
tam#i(n me fuese acordado el eterno reposo, DaccidentalmenteD o por otro
motivo, me traspasa#a los huesos. &a#iendo persuadido a la viuda de que mi
conocimiento de esos Dasuntos t(cnicosD me autori$a#a a poseer el
manuscrito, me llev( el documento y comenc( a leerlo en el #arco que me
conduca a Londres.
*ra un relato simple, desordenado un diario de mar redactado de memoria
en que se intenta#a recoger da a da aquel !ltimo y terri#le viaje. No lo
transcri#ir( literalmente a causa de sus oscuridades y redundancias, pero mi
resumen #astar para e'plicar por qu( el rumor de las aguas contra los
costados del #uque se me hi$o tan intolera#le que tuve que taponarme los
odos.
Fohansen, gracias a Aios, no lo sa#a todo, aunque vio la ciudad y el
monstruo pero yo ya no podr( dormir en pa$ mientras recuerde el horror que
espera em#oscado del otro lado de la vida, en el tiempo y el espacio, y
aquellas malditas criaturas que vinieron de los astros ms antiguos y que
suean en las profundidades del mar, conocidas y favorecidas por un culto de
pesadilla decidido a lan$arlas so#re nuestro planeta cada ve$ que alg!n
terremoto vuelva a elevar la monstruosa ciudad de piedra al aire y la lu$ del
sol.
*l viaje de Fohansen ha#a comen$ado tal como lo declarara (l mismo ante el
almiranta$go. *l *mma ha#a dejado %ucNland en lastre el /Q de fe#rero, y
sinti" todo el impacto de esa tempestad consecutiva al terremoto que
arranc" a los a#ismos marinos el horror que po#l" los sueos de los hom#res.
7eco#rado el go#ierno, el #uque naveg" favora#lemente hasta encontrarse
con el %lert el // de mar$o Hy sent la pena del ofcial al descri#ir el
#om#ardeo y el hundimiento de su naveI. Ae los mesti$os del yate, Fohansen
ha#la#a con un horror realmente signifcativo. &a#a algo a#omina#le en ellos
que haca que su destrucci"n pareciese casi un de#er, y Fohansen se
sorprende ante la acusaci"n de crueldad que contra (l y sus compaeros hi$o
la corte. @a en el yate capturado, Fohansen y sus hom#res, impulsados por la
curiosidad, prosiguen viaje hasta avistar una alta columna de piedra que
emerge del oc(ano, y a los V.K.L de latitud oeste, y -/0KVML de longitud sur,
se encuentran ante una costa #arrosa, y una al#ailera cicl"pea cu#ierta de
algas que no puede ser sino la sustancia tangi#le del terror supremo del
universoC la ciudad muerta de 7Llyeh, construida hace millones de aos,
antes de los comien$os de nuestra historia, por las enormes y espantosas
criaturas que descendieron desde unos astros desconocidos. %ll yacen el
gran +thulhu y sus compaeros, ocultos en unas #"vedas verdes y h!medas
desde donde envan, luego de incalcula#les ciclos, pensamientos que
aterrori$an a los hom#res sensi#les y reclaman imperiosamente a los feles
del culto que inicien el peregrinaje de la li#eraci"n y la restauraci"n. *l ofcial
Fohansen ignora#a todo esto, Wpero Aios sa#e #ien que ha#a visto #astanteX
+reo que emergi" de las aguas s"lo la cima de la ciudadela, coronada por un
enorme monolito, donde yace el gran +thulhu. +uando imagino el tamao de
todo lo que puede esconder el fondo del oc(ano, siento deseos de morir sin
esperar ya ms. Fohansen y sus hom#res se sintieron aterrados ante la
majestad c"smica de esta h!meda 5a#ilonia ha#itada por demonios, y
de#ieron sospechar, instintivamente, que no perteneca ni a (ste ni a ning!n
otro planeta similar. *n todas las lneas de la estremecida descripci"n de
Fohansen se advierte el mismo pavor ante el tamao indescripti#le de los
#loques de piedra verde, ante la altura vertiginosa del monolito la#rado, ante
la asom#rosa identidad de esas colosales estatuas y #ajorrelieves con la rara
imagen encontrada en la sentina del %lert.
<in conocer el futurismo, Fohansen descri#e, al ha#lar de la ciudad, algo muy
parecido a una o#ra futurista. *n ve$ de referirse a una estructura defnida,
alg!n edifcio, se reduce a ha#lar de vastos ngulos y superfcies p(treas...
superfcies demasiado grandes para ser de este mundo, y cu#iertas por
jeroglfcos e imgenes horri#les. 9enciono estos ngulos pues me recuerdan
los sueos que me relat" ;ilco'. *l joven escultor afrm" que la geometra de
la ciudad de sus sueos era anormal, no euclidiana, y que sugera esferas y
dimensiones distintas de las nuestras. %hora un marino ilustrado tena ante la
terri#le realidad la misma impresi"n.
Fohansen y sus hom#res desem#arcaron en la playa de esta monstruosa
acr"polis y se treparon, res#alando, por los titnicos y musgosos escalones
que ning!n ser humano hu#iera podido edifcar. *l sol mismo pareca
deformado cuando se lo mira#a a trav(s de las miasmas polari$adas que
emana#an de esta perversi"n su#marina una amena$a tortuosa acecha#a
en esos ngulos desconcertantes donde una segunda mirada descu#ra una
concavidad donde se ha#a credo ver la conve'idad.
,odos los e'ploradores, aun antes de ver algo defnido Hsalvo las rocas, los
musgos y las algasI se sintieron presas de un indefni#le terror. ,odos ha#ran
escapado si no hu#iesen temido la #urla de los otros, y s"lo de mala gana se
decidieron a #uscar 1vanamente, como comprendieron ms tarde1 algo que
sirviese de recuerdo.
7odrgue$, el portugu(s, fue el primero en llegar a la #ase del monolito y les
grit" a los otros lo que aca#a#a de descu#rir. )oco ms tarde los hom#res
contemplaron curiosamente una enorme puerta de piedra la#rada con el ya
familiar #ajorrelieve del pulpo1drag"n. <e pareca, dice Fohansen, a la enorme
puerta de un granero. ,odos vieron all una puerta, ya que esta#a encuadrada
en un um#ral, un dintel y dos montantes, pero nadie pudo decidir si esta#a
situada hori$ontalmente, como la puerta de una trampa, o algo inclinada,
como la puerta e'terior de un altillo. +omo lo hu#iese dicho ;ilco', la
geometra del lugar era err"nea. 4no no poda estar seguro de que el mar y
el suelo fueran hori$ontales, de modo que la posici"n relativa de todo el resto
pareca variar fantsticamente.
5riden presion" so#re la piedra en diversos sitios sin resultado. Luego
Aonovan palp" con delicade$a los #ordes, apretando separadamente cada
punto. <u#i" con lentitud a lo largo de la grotesca moldura de piedra 1puede
decirse que su#i" si se admite que la puerta no era al fn y al ca#o
hori$ontal1, y los hom#res se preguntaron c"mo una puerta poda ser tan
enorme. %l fn, muy suavemente, muy lentamente, la parte superior del panel
comen$" a inclinarse hacia adentro, y todos vieron que la piedra se
#alancea#a.
Aonovan se desli$" o trep" de alg!n modo a lo largo de uno de los
montantes, y los hom#res se pusieron a o#servar el curioso retroceso de la
puerta monstruosa. *n este fantstico mundo de deformaciones prismticas,
la piedra se despla$a#a anormalmente en diagonal, despreciando todas las
leyes de la materia y la perspectiva.
La a#ertura mostra#a una oscuridad casi material. *stas tinie#las tenan
realmente una cualidad positiva, pues oculta#an algunas partes de las
paredes interiores que de#an ser visi#les. %l fn surgi" de aquella crcel
milenaria algo as como una humareda que oscureci" la lu$ del sol mientras
se eleva#a hacia el cielo, empequeecido y arrogado, con la ayuda de sus
alas mem#ranosas. *l olor que sala de aquellos a#ismos reci(n a#iertos era
insoporta#le, y &a6Nins, que tena el odo fno, crey" or all a#ajo un sonido
chapoteante e inmundo. ,odos escucharon, y todos escucha#an a!n cuando
el monstruo se hi$o visi#le, #a#eando y apretando su inmensidad verde y
gelatinosa a trav(s de la tene#rosa a#ertura hasta elevarse pesadamente en
el aire corrompido de aquella ciudad de pesadilla.
La letra del po#re Fohansen es apenas inteligi#le en esta parte. Ae los seis
hom#res que nunca llegaron al #arco, cree que dos murieron simplemente de
miedo en aquel instante maldito. *l monstruo est ms all de toda posi#le
descripci"n. No hay lenguaje aplica#le a ese a#ismo de horror inmemorial, a
esa pavorosa contradicci"n de todas las leyes de la materia, la fuer$a y el
orden c"smicos. 4na montaa que camina#a. WAiosX =)uede e'traar que en
el otro lado de la ,ierra enloqueciese un gran arquitecto, y que en aquel
teleptico instante la fe#re devorara al po#re ;ilco'? *l monstruo de los
dolos, el verde y viscoso demonio venido de otros astros, ha#a despertado
para reclamar sus derechos. Las estrellas eran otra ve$ favora#les, y lo que
un viejo culto no ha#a podido lograr por su voluntad, un puado de
inocentes marineros lo haca por accidente. Luego de millones y millones de
aos el gran +thulhu era li#re otra ve$.
,res hom#res fueron #arridos por aquellas patas mem#ranosas antes que
nadie tuviese tiempo de volverse. >ue descansen en pa$, si hay alg!n
descanso en el universo. *ran Aonovan, 3uerrera y %ngstrom. )arNer res#al"
mientras los otros tres so#revivientes se precipita#an fren(ticamente en un
escenario infnito de rocas verdosas. Fohansen jura que fue a#sor#ido hacia
arri#a por un ngulo que no de#a estar all un ngulo agudo que se ha#a
comportado como si fuese o#tuso. Ae modo que s"lo 5riden y Fohansen
llegaron al #ote, y se dirigieron desesperadamente hasta el %lert mientras la
montaosa monstruosidad descenda por los escalones de piedra res#aladi$a
y se detena, titu#eando, a orillas del agua.
Las calderas ha#an quedado funcionando a pesar de que todos ha#an
#ajado a tierra, y #astaron unos pocos segundos de fren(ticas corridas entre
ruedas y motores para poner en marcha el %lert. Lentamente, entre los
horrores distorsionados de esa escena indescripti#le, la h(lice comen$" a
golpear las aguas. 9ientras tanto, en la costa mortal, so#re aquellas
construcciones que no eran de este mundo, el monstruo gigantesco venido
de las estrellas emita unos gritos inarticulados, como )olifemo al maldecir el
velo$ navo de 4lises. *n seguida, con ms audacia que los cclopes de la
leyenda, el gran +thulhu penetr" en las aguas e inici" la persecuci"n con
golpes que levantaron enormes olas. 5riden volvi" la vista y enloqueci".
Aesde entonces ri" a intervalos hasta que la muerte lo alcan$" en su ca#ina
mientras Fohansen vaga#a delirando de un lado a otro.
)ero Fohansen no ha#a a#andonado la partida. +omprendiendo que el
monstruo alcan$ara seguramente el %lert antes de que la presi"n llegase al
m'imo, resolvi" intentar algo desesperado, y, acelerando los motores, su#i"
rpidamente a la cu#ierta e hi$o girar el tim"n. *n la superfcie de las aguas
hu#o un remolino espumoso, y mientras creca la presi"n del vapor, el
valiente noruego dirigi" el navo contra aquella montaa gelatinosa que se
al$a#a so#re las sucias espumas como la popa de un gale"n demonaco. La
horri#le ca#e$a de pulpo, envuelta en tentculos, llega#a casi hasta la punta
del #aupr(sM pero Fohansen no retrocedi".
&u#o un estallido como el de un glo#o que se desinOa, un lquido inmundo
como el que surge de un hendido pe$ luna, una hedionde$ que el cronista no
se atrevi" a descri#ir. Aurante un instante una nu#e verde, acre y
enceguecedora, envolvi" al #uque, y un hervor maligno qued" a popa, donde
1Aios del cielo1 la esparcida plasticidad de aquella entidad celeste esta#a
recom#inndose y reco#rando su forma primitiva, mientras el %lert se aleja#a
ms y ms, y gana#a velocidad.
*so fue todo. Aesde ese momento Fohansen se content" con meditar
som#ramente so#re el dolo de la ca#ina y preparar unas pocas comidas
para (l y su enloquecido compaero, que rea a carcajadas. No trat" de dirigir
el navo despu(s de aquel incidente queda#a un gran vaco en su alma.
Luego so#revino la tormenta del / de a#ril, que termin" de nu#lar su
conciencia. 7ecorda#a confusamente infnitos a#ismos lquidos de
espectrales paredes giratorias, vertiginosos despla$amientos por mundos
huidi$os en la cola de un cometa y saltos convulsivos de las profundidades
del mar hasta la luna y luego otra ve$ hasta el mar, todo envuelto en el coro
de carcajadas de las antiguas divinidades y de los verdes demonios del
,rtaro, de alas de murci(lago.
Luego de esas pesadillas vino el rescate, el Vigilant, el tri#unal del
almiranta$go, las calles de Aunedin y el largo viaje de retorno a la casa natal,
junto al *ge#erg. Nada poda contar pasara por loco. Lo escri#ira todo antes
de morir, pero su mujer no de#era sospechar nada. La muerte sera para (l
#enefciosa s"lo si #orra#a los recuerdos.
,al era el documento que le. Lo he guardado en la caja de lata junto con el
#ajorrelieve de arcilla y los papeles del profesor %ngell. 8ncluir( este relato,
esta prue#a de mi propia cordura donde se ha unido lo que espero que nunca
volver a unirse. &e contemplado todo lo que en el universo puede ha#er de
horroroso, y aun los cielos de la primavera y las Oores del verano me
parecern desde ahora impregnados de veneno. )ero no creo que viva
mucho. +omo desaparecieron mi to y el po#re Fohansen, as desaparecer(
yo. +ono$co demasiado y el culto todava e'iste.
+thulhu e'iste tam#i(n, supongo, en ese refugio de piedra que le sirve de
a#rigo desde que el sol era joven. <u ciudad maldita se ha hundido otra ve$,
pues el Vigilant naveg" por aquel lugar despu(s de la tormenta de a#ril pero
sus ministros en la ,ierra #ailan a!n, y cantan y matan en lugares aislados,
alrededor de monolitos de piedra coronados de imgenes. +thulhu tuvo que
ha#er sido atrapado por los a#ismos su#marinos pues si no el mundo gritara
ahora de horror. =>ui(n conoce el fn? Lo que ha surgido ahora puede
hundirse y lo que se ha hundido puede surgir. La a#ominaci"n espera y suea
en las profundidades del mar, y so#re las vacilantes ciudades de los hom#res
Oota la destrucci"n. Llegar el da... Wpero no de#o ni puedo pensarloX 7uego
que si no so#revivo a este manuscrito, mis ejecutores testamentarios cuiden
de que la prudencia sea mayor que la audacia e impidan que caiga #ajo otros
ojos.
J8N