Pedagogía de La Diversidad
Pedagogía de La Diversidad
Pedagogía de La Diversidad
2008
Introduccin
Potenciar la diversidad desde las instancias educativas constituye una exigencia
ineludible en sociedades multiculturales y pluritnicas. Esta aseveracin hace
necesario la puesta en prctica de una pedagoga que tome en cuenta las
caractersticas particulares de cada individuo y el contexto socio-cultural donde se
desenvuelve; en virtud de que el desarrollo humano es producto de la interaccin
permanente entre elementos orgnicos y factores sociales, argumentos sustentados
por autores como Kaye (1986), Wertrch (1988), Bruner (1991), Rogoff (1993).
Estos planteamientos permiten, entonces, determinar que el desarrollo de los sujetos
no es igual para todos, ya que ste depender tanto de sus condiciones y capacidades
biolgicas como de las socio-culturales, razones que deben prevalecer en una
generales, puesto que las personas manifiestan sus diferencias de distintas maneras y
desde esta perspectiva deben ser atendidas. A tal efecto, Ferrer (1998) seala que:
El sistema educativo debe asumir la multiplicidad de identidades como una clara
riqueza
pedaggica:
la
presencia
de
multiculturalidad,
plurilinguismo,
pluricromaticidad, diversidad de estilos, de pensamientos, de estilos relacionales, de
estilos motores, etc.; precisar de una actuacin original y especfica por parte de los
educadores (p. 13).
En tal sentido, es el sistema educativo el responsable de contribuir al respeto de la
diversidad personal y cultural del individuo que forma; por lo tanto debe asumir la
multiplicidad de identidades que diferenciarn a un ser de otro, y, por supuesto,
adaptarse a las mismas a travs de la adecuacin del currculo, la metodologa
utilizada, las condiciones organizativas, las estrategias y los recursos empleados. A lo
que se aspira es a una escuela de calidad, la cual desde la perspectiva de Wilson,
(citado por Martn, 1994) es aquella que tiene la capacidad para planificar,
proporcionar y evaluar el currculo ptimo para cada alumno en el contexto de una
diversidad de alumnos y alumnas que aprenden (p. 5).
Se entrelazan en esta definicin la diversidad y la calidad como dos aspectos que
deben ir imbricados para entender, por un lado, que existen diferentes formas de
pensar, proceder, convivir y percibir la realidad; elementos que se oponen a la
enseanza uniformadora y discriminatoria, y por el otro, lograr una educacin de
calidad implica dar al alumnado lo que requiere para su formacin pedaggica. Tal
como lo plantea Snchez (2002), una educacin de calidad requiere:
Un adecuado conocimiento de s mismo y de los dems, una extensa percepcin de los
fenmenos culturales, sociales, econmicos y polticos que se generan en su entorno,
un apropiado desarrollo de sus valores, aptitudes, destrezas y un buen
desenvolvimiento para convivir en libertad, democracia y solidariamente (pp. 17-18).
De esta forma se considera que es la institucin escolar el espacio ms importante en
el cual debe desarrollarse la tarea educativa, por ser all donde comparten, conviven y
participan los principales protagonistas del proceso. Estos elementos conducen a
apuntalar hacia el aspecto que, a nuestro juicio, constituye el eje vertebral de una
educacin en y para la diversidad y a travs del cual se puede alcanzar la
transformacin que en el mbito educativo y en la sociedad se aspira; el currculo es
el encargado de expresar las intenciones educativas que se pretenden concretar, y ,
en este sentido, debe dar respuestas que favorezcan el abordaje de la multiplicidad de
culturas que determinan las diferencias sociales, personales, tnicas, religiosas y
culturales; as como la seleccin de opciones por parte de las personas involucradas.
Un currculo que se caracterice por propiciar la concepcin de la educacin como eje
para el desarrollo integral de la persona y el principio de igualdad de oportunidades
educativas. El currculo debe responder de manera legtima y tolerante a la pluralidad
y diversidad cultural en la que se desarrolla.De all que Gimeno (1994), acota que la
prescriptividad del currculo no puede concretar, cerrar la prctica ni su contenido sin
dejar margen a la participacin deliberativa de sus participantes (p.108). Por lo
tanto, el currculo debe ser aprovechado como un espacio para el consenso y la
flexibilidad curricular, as como para la autonoma de las escuelas y los docentes.
A tal efecto, el mismo Gimeno Sacristn, plantea que los principales recursos para
desarrollar el currculo se encuentran en la misma escuela y son estos: participacin
social, consideracin de variaciones culturales, atencin a las diferencias del
alumnado, autonoma de los centros y de los profesores, pluralidad de materiales
curriculares, mtodos educativos variados, itinerarios curriculares singulares (p. 8).
Se destaca, entonces, la institucin escolar como el escenario propicio donde se
desarrolla el currculo. Sin embargo, requiere del apoyo, la conjugacin de esfuerzos y
de la interaccin de otras organizaciones sociales para que se le otorgue un carcter
participativo y compartido.
Al respecto Gi, (citado por Ferrer 1998), seala que "los padres ofrecen a los nios,
a partir de las rutinas cotidianas, patrones de interaccin que les permiten el
aprendizaje de habilidades sociales y la adquisicin de valores, creencias, normas,
expectativas" (p. 22). De all la necesidad de una actitud comprensiva de los que
hacen vida en la escuela hacia estos principios, pues facilitara un mayor acercamiento
entre toda la comunidad escolar.
Notas Conclusivas
Educar para la diversidad implica educar en la tolerancia, en la convivencia y en la
solidaridad, principios ineludibles en una sociedad heterognea, multicultural y
compleja como la nuestra. Por ello, se hace necesario:
Educar en la interculturalidad, lo cual entraa cultivar la atencin hacia las opciones y
las representaciones culturales distintas a la nuestra. Implica admitir lo diferente,
introducirse intelectual y afectivamente en mentalidades y universos culturales
distintos al propio. Roma (1994) seala que la interculturalidad permite pasar de la
cultura como producto a la cultura como proceso; es experiencia para la creatividad,
para el cambio.
Tomar en cuenta en los nios su diversidad tanto territorial como la referida al gnero,
la edad, y la clase social. Se trata, de acuerdo con Barra (1995), transmitir en la
escuela las diferentes culturas, lo que permite analizar sus diferencias y semejanzas
para posibilitar conocer, valorar y respetar las distintas identidades.
Atender la diversidad desde la Educacin Inicial. La atencin a las necesidades debe
partir del conocimiento de todas y cada una de las personas, como seres humanos
completos y distintos, desde el mismo momento en que nacen. Esto implica, de
acuerdo con las conclusiones generadas en el Congreso Estadal de Educacin,
celebrado en Madrid, en el ao 2001, garantizar un conjunto de condiciones
irrenunciables que deben ajustarse al contexto de cada realidad concreta. Entre las
principales condiciones destacan: disponibilidad de tiempo para la reflexin y la
participacin con el propsito de lograr el concurso de toda la comunidad educativa;
organizacin flexible del tiempo y de espacios que hagan posible la integracin de los
grupos de
apoyo; compromiso desde todos los sectores de la comunidad educativa para observar
la atencin a la diversidad dentro del propio currculo y del proyect educativo de la
escuela y no como algo al margen.
Tomar en cuenta los diversos estamentos implicados en el proceso de enseanza y
aprendizaje. Diversidad en: tipologa profesional, metodolgica, instrumental, estudiantil,
de interlocutores administrativos, religiosa, biolgica, ideolgica, racial, tnica e idiomtica.
Referencias Bibliogrficas
1. lvarez, M. (2000). "Funcin del Proyecto Educativo". En: El Proyecto Educativo de
la Institucin Escolar. Barcelona (Espaa): Gra.
2. Barra, D. (1995). Educacin Intercultural en Contextos Interdisciplinario. Roma:
Lavoro.
[ Links ]
3. Brunner, J. S. (1991). Actos de significados. Ms all de la Revolucin Cognitiva.
Madrid: Alianza.
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4. Congreso Estadal de Educacin. (2001). Informe Final. Madrid: UAB.
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