Ekelund Hebert Cap 2
Ekelund Hebert Cap 2
Ekelund Hebert Cap 2
DE LA TEORIA
ECONOMICA
Y DES U METODO
TERCERA EDICION
R o b e r t F. Hbert
Universidad de A u b u r n
Traduccin
JORDI PASCUAL ESCUTIA
FACULTAD D E CIENCIAS ECONOMICAS
UNIVERSIDAD D E BARCELONA
McGraw-Hill
MADRID . BOGOTA . BUENOS AIRES CARACAS . GUATEMALA . LISBOA
M E X I C O . N U E V A Y O R K . P A N A M A S A NJ U A N . S A N T I A G O . S A O PAULO
AUCKLAND . H A M B U R G O LONDRES . MILAN . MONTREAL . NUEVA DELHI
P A R I S . S A N F R A N C I S C O . S I D N E Y . SINGAPR . S T L O U l S T O K I O . T O R O N T O
CAPITULO
PENSAMIENTO ECONOMICO
ANTIGUO Y MEDIEVAL
INTRODUCCION
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Philip Wicksteed, notable economista britnico del siglo xix, escribi que la economa puede tomarse [como una disciplina] que incluye el estudio de la administracin de los recursos, sean de un individuo, de una casa, de un negocio o del Estado;
incluyendo tambin el examen de las maneras en las que surge el despilfarro en
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todas aquellas administraciones^. De acuerdo con este criterio, Jenofonte (h. 427355 a. C.) debe ser considerado como uno de los primeros economistas. Sus escritos
constituyen un himno a la ciencia de la administracin.
Soldado condecorado y discpulo de Scrates, Jenofonte expres sus ideas en
trminos del individuo que toma decisiones, sea jefe militar, administrador pblico o
cabeza del hogar familiar. Contemplaba los modos de actuar eficientes, en oposicin
a los ineficientes. Su Econmico investiga la organizacin y administracin adecuadas de los asuntos privados y pblicos, mientras que su Caminos y medios prescribe
el curso de la revitalizacin econmica de Atenas a mediados del siglo rv a. C.
Considerando el entorno material como algo fijo, Jenofonte se concentr en la
capacidad humana, dirigida por un buen liderazgo, como la principal variable de la
administracin.
Un buen administrador se esfuerza por incrementar el tamao del excedente
econmico de la unidad que supervisa (por ejemplo, la familia, la ciudad o el
Estado). Para Jenofonte esto se logra por medio de la habilidad, el orden y uno de
los principios econmicos ms bsicos, la divisin del trabajo. Esta se convierte en el
eje del crecimiento econmico en los escritos de Adam Smith, como veremos en el
captulo 5, pero sus importantes implicaciones econmicas fueron reconocidas en la
antigedad. Jenofonte atribuy un aumento en la cantidad y calidad de los bienes al
principio de la divisin del trabajo. Adems, llev la discusin a un anlisis de la
relacin entre la concentracin de la poblacin y el desarrollo de habilidades y
productos especializados. Esta intuicin se encuentra en la base de la famosa afirmacin de Smith de que la especializacin y la divisin del trabajo estn limitadas por
la extensin del mercado.
El Hder de Jenofonte el individuo excepcional que organiza la actividad humana se enfrenta a las fuerzas de la naturaleza, ms que a las de una economa
competitiva. Aunque el lder sea motivado por el egosmo, el comportamiento
adquisitivo como tal no se considera natural. Antes bien, el proceso econmico
consiste en la utilizacin, por parte del hombre inteUgente, de la percepcin y de la
razn para extraer de la naturaleza lo que es necesario para satisfacer las necesidades humanas y evitar las incomodidades. Esta persecucin, activa y racional, del
placer, y esta evitacin del dolor fueron reconocidas formalmente en la doctrina del
hedonismo, que form parte de la conciencia griega ms general. Muchos siglos
despus, la misma idea reapareci en la teora subjetiva del valor que sealaba el
comienzo de la economa neoclsica (vanse los captulos 12 a 16).
Un ejemplo del uso, por parte de Jenofonte, del valor subjetivo presagia el
pensamiento econmico moderno, aunque no se site en un contexto explcito de
mercado. Refirindose al consumo de afimentos, advierte en el Hieran que cuanto
mayor es el nmero de platos superfluos que se ponen delante de un hombre, ms
pronto le asalta una sensacin de hartazgo; y as, en lo que respecta a la duracin de
su placer, tambin el hombre al que se le ofrecen muchas posibilidades est peor que
el que disfruta moderadamente de la vida (Scripta Minora, p. 9). Jenofonte busc
tambin una distincin significativa entre un concepto subjetivo puramente individual del valor y un concepto general ms objetivo de riqueza o propiedad. Por
^ P. H. Wicksteed, The Common Sense of Political Economy. Nueva York: A. M. Kelley, 1966, p. 17.
19
Este pasaje establece el fundamento econmico de toda ciudad, intuicin que nos
pone en el camino que lleva a la teora del intercambio. La especializacin crea la
interdependencia mutua, y sta crea el intercambio recproco. Pero Platn no lleg
tan lejos como para construir una teora real del intercambio. El estaba ms interesado en el modelo subsiguiente de distrbucin.
Reconociendo la especializacin y la divisin del trabajo como una fuente de
eficiencia y productividad, Platn abord la cuestin de cmo deben distribuirse los
bienes. Su respuesta fue que los bienes se distribuyen a travs de un mercado, siendo
el dinero como un smbolo para el intercambio. Sin embargo, de un modo tpicamente griego, no consider que el mercado fuese capaz de autorregularse. Ms bien
requiere el control administrativo. Los elementos de control que Platn patrocin
eran la moneda autorizada, que debe administrarse para eliminar el beneficio y la
usura, y la costumbre o la tradicin para mantener constantes las cuotas distributivas, de acuerdo con principios matemticos estrictos (es decir, reglas de justicia).
Mientras que Jenofonte reconoca que quienes perseguan el beneficio eran
buenos administradores (en tanto que sus excesos fuesen frenados por controles
administrativos apropiados). Platn vio al beneficio y al inters (es decir, el beneficio
sobre el dinero) como amenazas al status quo. De acuerdo con la tradicin administrativa, construy un Estado ideal sobre el fundamento del liderazgo sabio y eficiente. Se extrem afinde aislar a sus lderes de toda corrupcin. Propuso que se
impusiera el comunismo a los gobernantes, afinde que no se viesen tentados por las
riquezas ni distrados en su tarea de prudente gobierno. Trat de sacarfilsofosde
entre los soldados, formando una clase gobernante de guardianes, que combinara
la fortaleza y disciplina del guerrero con la sabiduria y el entendimiento del erudito.
Habiendo destacado los beneficios de la especializacin y de la divisin del trabajo.
Platn abog por un tipo de especializacin de clase, por la que un grupo de lite,
de gobernantes capaces y de nobles pensamientos serian adiestrados para dirigir la
economa poUtica.
Dada la estructura social ideal de Platn, el sustento de la clase gobernante es
problemtico sin la produccin bsica de bienes a cargo del resto de la ciudadana.
A este nivel inferior de la jerarqua social. Platn toleraba el dinero y el comercio
como males necesarios. A causa de su concepcin de la mejor sociedad como algo
absoluto y esttico, cualquier cosa que amenazase el status quo era igualmente
considerada como una amenaza al bienestar social. Por lo tanto, Platn consider
todas las formas de comportamiento adquisitivo, incluyendo el beneficio y el inters,
como potencialmente destructivas. He aqu por qu el dinero y el comercio deben
estar sujetos al control administrativo. La tendencia de los platonistas fue a considerar el intercambio, en su aspecto agregado, como una especie de juego de suma
cero, en el que las ganancias de una clase se producan a costa de otra.
La debilidad de la economa poltica ideal de Platn est en que su realizacin
descansa ms en el racionalismo que en cualquier proceso social participativo.
Platn slo poda concebir el Estado ideal como impuesto por la autoridad. La
experiencia de la civilizacin occidental en los milenios transcurridos desde la
antigedad es que donde existe una autoridad semejante es ms probable que
imponga el despotismo que la armona.
Mientras que Platn era un absolutista, Protgoras (h. 480-411 a. C.) fue un relativista. Sostena que no existe ninguna verdad objetiva, sino slo opiniones subjetivas.
Este subjetivismo queda ejemplificado en la famosa mxima que se le atribuye, el
hombre es la medida de todas las cosas. En otras palabras, aunque no puede
descubrirse la verdad, se puede descubrir la utilidad. Segn Protgoras, corresponde
a los ciudadanos de un Estado decidir lo que constituye el bienestar social y cmo
lograrlo. Contra la autoridad absoluta de Platn, Protgoras ensalz el proceso
democrtico. Creia en el sentido comn frente a la ciencia, y en la experiencia social
prctica de la humanidad en oposicin a las doctrinas de los tericos morales y
polticos. No es sorprendente que Platn fuese uno de sus principales crticos.
El subjetivismo de Protgoras se basaba en la interaccin entre la percepcin
humana y los fenmenos fisicos. Formulado en una poca en la que se creia que la
visin era producida por una luz que emanaba del ojo, sugiri una perspectiva ms
activa que pasiva del individualismo. Se cree que Protgoras dijo que cada uno de
nosotros es la medida de las cosas que son y de las cosas que no son. Sin embargo,
existe una inmensa diferencia entre un hombre y otro, precisamente en este aspecto:
las cosas que son y le parecen a un hombre son diferentes de las que son y le parecen
al otro (Platn, Teeteto, 166d). As, para Protgoras, a diferencia de Platn, el tema
de los medios era ms importante que el de los fines. La estabilidad social tena que
asegurarse mediante la participacin individual en la eleccin de losfines.(Por
analoga con la economa, la estabilidad del mercado se establece a travs de la
participacin activa de los participantes en el mercado.) Como todos los antiguos
griegos, Protgoras estaba interesado en los efectos del liderazgo y la administracin, pero el papel adecuado del administrador/lder era el de ofrecer consejo, no el
de gobernar absolutamente. En otras palabras, la administracin hara su contribucin a travs de la eleccin informada de los medios para alcanzar fines dados.
En su autorizado estudio del pensamiento econmico griego, S. T. Lowry (The
Archeology of Ecnomic Ideas, p. 159) formula algunos alegatos en nombre de
Protgoras. Afirma que la doctrina del hombre-medida de Protgoras es la idea
matriz de la teora del valor trabajo y de la idea del individualismo subjetivo.
Tambin defiende que Protgoras anticip dos de los elementos ms bsicos de la
teora econmica moderna: 1) la manera que tiene el mercado de maximizar la
utilidad a travs de su funcin de asignacin de recursos y 2) el uso de la medicin
hedonstica en la evaluacin de la eleccin. Estos alegatos son dificiles de comprobar
a la vista del hecho de que el pensamiento de Protgoras slo ha sobrevivido en
fuentes secundarias. Sin embargo, los sofistas, de los que Protgoras fue uno de los
primeros y ms grandes, sembraron definitivamente las semillas de ciertas ideas que
iban a florecer en el siglo xix.
Aristteles y el intercambio entre dos partes
Aristteles (h. 384-322 a. C.) estaba interesado en el potencial anahtico de la comparacin de mediciones de utilidad. En sus Tpicos y su Retrica present un examen
sistemtico de los elementos de la eleccin adecuada para la toma de decisiones
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Carpintero
Casa
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Zapatero
Zapatos
Grfico 2.1
aludiendo a la famosa paradoja del agua y los diamantes elaborada por Adam
Smith (vase el capitulo 5). Aristteles advirti que <do que es raro es que un mayor
bien sea abundante. Asi, el oro es una cosa mejor que el hierro, aunque menos til:
es dificil de obtener, y por tanto su posesin tiene ms valor [Tpicos, 1364^ 20-25).
Aadiendo que lo que es a menudo til supera a lo que es raramente til.
Aristteles cit a Pindaro en cuanto a que la mejor de las cosas es el agua. Su
clasificacin ordinal de las necesidades humanas en la Poltica tambin presagiaba la
teoria del gran economista austraco Cari Menger (vase el capitulo 13).
Ideas de Aristteles sobre dinero e inters
La teoria aristotlica del dinero racionaliz su origen y sus funciones. El pasaje antes
citado de la Etica (vase p. 2-6) demuestra su percepcin del dinero como patrn de
valor y medio de cambio. Aristteles tambin consider el dinero como un depsito
de valor, observando que si en la actuaUdad no necesitamos nada, la moneda es
para nosotros como el garante de que podremos tener lo que necesitemos, porque el
que lleva el dinero debe poder adquirir {Etica a Nicmaco, 1133'' 10). Algunos
expertos incluso argumentan que la idea moderna de dinero como un patrn
contractual de pago diferido est impUcita en el anlisis aristotlico de la usura.
El inters de Aristteles por la justicia y la naturaleza administrativa de la
economa le llev a una discusin del dinero como objeto del comportamiento
adquisitivo, y particularmente a un examen del inters como un rendimiento no
natural. El pensamiento econmico moderno considera el comportamiento adquisitivo como una manifestacin de sano egosmo, que ha demostrado tener efectos
beneficiosos, habida cuenta de las limitaciones que le supone la competencia. Sin
embargo, para la mentalidad griega, que no comprenda el carcter autorregulador
del mercado, el comportamiento adquisitivo sin trabas representaba una amenaza
para la estabilidad social y econmica. Aristteles crea que la moneda acuada
permita el desarrollo de un intercambio innecesario, que deba desaprobarse en el
buen Estado. En el contexto de la antigua Grecia, el intercambio innecesario era
un intercambio que no tena un lmite natural. A diferencia del intercambio necesario de las economas domsticas, que estaba Umitado por las limitadas necesidades
de la familia y por la utilidad marginal decreciente, el intercambio innecesario (es
decir, el comercio al por menor) tiene lugar simplemente con el propsito de
acumular riqueza por s misma. En otras palabras, aunque Aristteles reconoca el
uso del intercambio para satisfacer necesidades (naturales) individuales y colectivas,
no aprobaba el uso del intercambio como mecanismo para la acumulacin de
riqueza. Dado que esta acumulacin no tiene ningn lmite natural, su persecucin
implacable corre el riesgo de empobrecer a muchos para beneficiar a unos pocos.
Es este tipo de pensamiento el que subyace en la condena aristotlica del inters
como no natural. Para Aristteles, el uso natural del dinero consiste en gastarlo.
El atesoramiento o la acumulacin por s misma era no natural, y por lo tanto
condenada. En tanto que el prstamo no puede existir sin acumulacin, tambin el
prstamo era sospechoso. Aristteles conden el inters, que siempre equipar a la
usura, sobre la base de que no haba ninguna razn por la que un simple medio de
cambio tuviera que aumentar al pasar de mano en mano: no era natural que el
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La forma dominante de la organizacin econmica en la Edad Media fue el feudalismo. Era un sistema de produccin y distribucin en el que la propiedad de la tierra
no era absoluta ni estaba desvinculada de unos deberes, como lo haba sido en la
antigua Roma e iba a serlo de nuevo en la poca moderna. En su lugar, el rey era el
depositario de todos los derechos de propiedad legales. Asignaba tierra en grandes
parcelas a los jefes y nobles que gozaban de su favor, los cuales, a su vez, la
asignaban a diversos subarrendatarios. Propiedad, en el nivel de produccin,
significa el simple derecho de uso (usufructo), aunque este derecho tendi a convertirse en hereditario. Sin embargo, el usufructo permaneca sujeto al cumplimiento de
determinados deberes: miUtares, personales o econmicos.
La propiedad feudal se convirti tambin en la sede del poder poltico en la
Edad Media. En esa poca, Europa careca de la integracin poltica, econmica y
social que constituye un prerrequisito de una autoridad central fuerte. En consecuencia, cada seor feudal estaba investido de numerosas funciones gubernamentales, que ejerca en su territorio particular.
La produccin econmica en el feudalismo tena lugar en el feudo, o finca
agricola. El producto se obtena en pequea escala, utilizando tcnicas agrcolas
relativamente primitivas. Los servicios de trabajo los prestaban los siervos vinculados a la tierra ms que a la persona que la posea. El objetivo del feudo era la
autosuficiencia; las actividades comerciales entre regiones y/o pases estaban severamente limitadas. En suma, el marco econmico y social del feudo era anlogo en
muchos aspectos al de la polis o ciudad-estado griega. El principio de organizacin
en ambos era el rango y no el contrato.
Dos factores importantes que distinguan a la Edad Media de la antigedad
griega fueron su unidad doctrinal, proporcionada por la Iglesia Catlica Romana, y
la omnipresencia del mecanismo del mercado. La sociedad medieval, un tanto de
mala gana, aliment una forma naciente de capitahsmo, a medida que los mercados
econmicos (de productos y de factores de produccin) se iban atrincherando en el
tejido de la vida diaria. Fue con este teln de fondo que se desarroll la economa
escolstica.
El anlisis econmico escolstico
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como a los escolsticos^. Fueron ellos los que reunieron las diversas corrientes de
pensamiento que constituyen la economa medieval: ideas recogidas de Aristteles y
de la Biblia, del derecho romano y del derecho cannico.
La economa escolstica no se tiene en mucha consideracin en la actualidad. Se
la percibe comnmente como una sarta de falacias fuera de lugar sobre el precio de
mercado, el inters y la propiedad. Aunque muchas de las ideas escolsticas han sido
expulsadas del cuerpo de conocimientos econmicos, esta opinin desfavorable
tiende a oscurecer la significacin de una tradicin importante en la penosa evolucin de la moderna teoria del valor. Este ltimo fenmeno merece un examen ms
detenido*.
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que desea, de manera que la indigenti poda aplicarse a los bienes de lujo, adems
de incluir el sentido tomista ms estrecho de necesidades. Adems, Buridan relacion la indigenti con el deseo respaldado por la capacidad de pago.
Esta modificacin, por insignificante que pueda parecer, proporcion una va de
salida para un problema un tanto enojoso de la teora medieval del valor. Tanto
Aquino como su colega John Duns Scoto fueron portavoces de una doble regla en
la teora medieval del precio. Un vendedor que se deshiciese de una mercanca con
un sacrficio desacostumbradamente alto para l poda, con la bendicin de los
Padres de la Iglesia, compensar su prdida cargando un precio ms alto del normal.
Pero en el caso de que su sacrficio fuese de carcter ordinaro, no poda cargar un
precio ms alto simplemente para aumentar su beneficio. En el ltimo caso, Aquino
argumentaba que obteniendo beneficios exorbitantes, el vendedor venda efectivamente algo que no era suyo (la misma racionalidad se aplica a la condena escolstica de la usura). Duns Scoto sostena que una cosa no es preciosa por s misma,
slo porque el comprador la prefiera en grado muy alto. La esencia de cada argumento est en que no es correcto aprovecharse de unas necesidades intensas del
comprador.
Esta doble regla plantea varos problemas. Uno, evidente, es su asimetra analtica bsica. Est muy bien que un vendedor haga una cosa si su necesidad es grande,
pero no est bien que haga lo mismo si es grande la necesidad del comprador. El
otro problema consiste en cmo definir necesidad desacostumbradamente alta.
Partiendo de Aquino y de Enrique de Frimaria, Buridan adelant una lnea de
pensamiento que distingua entre necesidad individual y necesidad agregada.
Relacion el valor con la necesidad agregada, por la que entenda demanda efectiva,
y argument que la conjuncin de cierto nmero de consumidores y su poder
adquisitivo contribuye a la formacin de un estado de los negocios justo y normal
en el mercado. Por lo tanto, un comprador, aunque sea pobre, puede ajustarse a la
valoracin del mercado. Esta es la mismsima lnea de pensamiento que llev siglos
despus a la morahdad del laissez faire de Nicholas Barbn y Thomas Hobbes,
declarando este ltimo que el mercado es el mejor juez del valor. Por tanto, en la
medida en que la tradicin escolstica se ajust al significado original de Aristteles,
llegamos a la conclusin de que no hay espacio en la tica social aristotlica para
los corazones que sangran.
Lo que es interesante respecto al logro de Buridan es que cabe en un marco
aristotlico que permite la metamorfosis de un estrecho concepto medieval, indigenti que originalmente tom la vaga connotacin de necesidad, en una generalizacin indiscriminada, cualquier deseo que nos mueve a acumular cosas. Es a esta
nocin que la teora europea del precio en oposicin a la teora clsica del valor
brtnica debe su xito posterior. Buridan produjo una tradicin de investigacin
econmica que penetr no slo en su Francia nativa, sino que con el tiempo,
tambin lo hizo en Italia y, muy especialmente, en Austria. Esta tradicin, cuyos
tentculos se remontan hasta Aristteles, culmin en la formulacin decimonnica
de Ja utilidad, y finalmente en la unin de este ltimo concepto con la nocin del
margen. Este xito se explicaba en buena medida por un nfasis en la utihdad como
experiencia psicolgica, quitando importancia a las consideraciones sobre las propiedades de los bienes que hacen que los hombres los deseen, preocupacin
desva con seguridad a los tericos del punto principal (Langholm, Price and Valu,
p. 144).
Hacia una sntesis: Odonis y Crell. A lo largo de toda la Edad Media, las
discusiones sobre la teoria del valor opusieron constantemente un concepto generalizado de trabajo a una teoria de la demanda, de modo que los dos se estuvieron
rozando continuamente. Aunque en estas circunstancias era de esperar que se
produjese una sntesis, con todo, la tradicin escolstica se detuvo cerca de lo que
hoy llamamos la sntesis neoclsica. Hubo un hombre que llev ms que cualquier
otro la teoria del valor cerca de la sntesis ahora familiar que nos ocupa. Era un
ingenioso telogo alemn, llamado Juan Crell (1590- h. 1633), cuya potente intuicin
vino de unir a Buridan con otro escolstico: Gerardo Odonis. Este ltimo era un
fraile francs de la orden franciscana, que desarroll su propia tradicin en la teora
del intercambio. Odonis haba heredado un modelo de mercado que haba dejado
atrs a Santo Toms y que llevaba el sello de Enrique de Frimaria. La tradicin
franciscana se centraba en la raritas, por la que se entenda escasez frente a necesidad (el inverso de la indigenti de Enrique, que era necesidad frente a escasez).
El planteamiento de Odonis rechazaba especficamente una simple teoria del
valor basada en la cantidad de trabajo y se centraba en la escasez y en la calidad de
las habilidades productivas humanas. Esto le llev a una teora de las diferencias de
salarios que reconoca las eficiencias relativas de las diferentes habilidades y el coste
relativo de adquirir aquellas habihdades. Fue un paso importante en la senda que
llevara al reconocimiento final de la naturaleza sinttica de las teorias del valor
basadas en el trabajo y en la demanda. La teoria de Odonis poda expficar, por
ejemplo, por qu un arquitecto ganaba ms que un picapedrero, y llev a la
inferencia de que el trabajo escaso ordena un precio del producto ms alto, a travs
de la escasez del producto. Una sntesis completa requiere un paso adicional: el
reconocimiento de que todo tipo de trabajo siempre es en alguna medida escaso, y
por tanto da lugar a un producto escaso. Es por esto que el trabajo sirve como
regulador del valor. La inferencia tard algn tiempo en llegar; Buridan no lleg a
ella porque era preciso unir su propia intuicin a la de Odonis, que todava no haba
escrito cuando Buridan trabajaba en sus comentarios. Afortunadamente para la
economa, Crell naci en el siglo siguiente, lo que brind la oportunidad para que
un pensador ingenioso los reuniera a los dos.
La historia nos dice que el problema del valor no se solucion completamente
hasta que los economistas llegaron a entender que la teora del coste y la teora de la
demanda slo eran los componentes de un nico principio. Este nico principio
descansaba sobre dos patas. La primera pata es que el trabajo es un regulador del
valor slo si se gasta en algo til. La segunda pata es que todo trabajo es siempre
(hasta cierto punto) escaso. Las necesidades y los costes son, para usar la feliz
analoga de Alfred Marshall, las dos hojas de las mismas tijeras. Todava llev
mucho tiempo llegar hasta aqu en el anlisis econmico. Irnicamente, durante los
siglos xvn y xviii, una serie de competentes economistas italianos y franceses sostuvo ambas teoras marchando separadamente, llevando la escasez y la utHdad el peso
de la expficacin. La tradicin clsica britnica de algn modo se sali de la
montona va de los costes, pero no consign llegar a una unin, aun cuando la idea
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de que el trabajo regula el valor del producto a travs de la escasez es muy evidente
en el trabajo de Snior (vase el captulo 7). En la Francia del siglo xix se produjo un
fogonazo repentino de genio, pero no tuvo su reflejo en la teora econmica hasta
despus de un hiato de casi tres dcadas (vanse los captulos 12 a 16).
La cosa ms interesante que hay que destacar de la investigacin reciente sobre
la economa escolstica es la notable continuidad de la tradicin aristotlica a travs
de los aos. Los economistas escolsticos estuvieron completamente inmersos en
esta tradicin, hecho que desgraciadamente sirve para quitar mrito a sus contribuciones originales. Pero uno por uno pusieron los ladrllos y el mortero con los que
iba a construirse ms tarde el edificio de la teora del valor. Los principales arquitectos de este edificio y la naturaleza de estas contribuciones se sintetizan en el grfico 2.2.
La doctrina de la usura
En tanto que el inters se considera generalmente como el precio del dinero, una
teoria del inters puede eonisideram simpltnsnte eomo un subconjunto de la teora
Ley del coste
Reciprocidad
Aristteles (384-322 a.C.)
Ley de la demanda
Trabajo y gastos
Necesidades humanas
T
Agregacin y escasez
Enrique de Frimaria (1245-1340)
I
Demanda efectiva
Jean Buridan (h. 1295-1358)
Sntesis
Gerardo Odonis (1290-1349)
Juan Crell (1590-h. 1633)
Grfico 2.2
general del valor. Pero, en la Edad Media, pocos temas evocan tanta controversia
como el de las condiciones en las que se permita el inters. Adems, la Iglesia tenia
una posicin oficial sobre el asunto.
Aunque la idea de que el inters, o beneficio, de los prstamos no es correcto
puede remontarse al Antiguo Testamento (Deuteronomio 23:20), la Iglesia Catlica
Romana no introdujo el precepto contra la usura en su doctrina oficial hasta el siglo
IV, cuando el conciHo de Nicea prohibi su prctica entre los clrigos. Durante el
reinado de Carlomagno, la prohibicin se extendi a todos los cristianos, siendo
definida la usura como una transaccin en la que se pide ms de lo que se da. La
prctica subsiguiente convirti la prohibicin en absoluta, y durante muchos siglos
las leyes contra la usura dis"utaron de un amplio respaldo oficial. Durante la Edad
Media, la usura y la doctrina del precio justo fueron los principales temas econmicos que ocuparon a los escolsticos.
En latin, usura, de la que se deriva la misma palabra en castellano, significa pago
por el uso del dinero en una transaccin que produce una ganancia (es decir, un
beneficio neto) para el prestamista; mientras que interesse, que da lugar a la palabra
inters, quiere decir prdida y fue reconocido por el derecho eclesistico y civil
como un reembolso por una prdida o un gasto. El inters se consideraba, por lo
general, como una compensacin por el pago atrasado o por la prdida de beneficios
experimentada por el prestamista que no podia emplear su capital en algn uso
alternativo durante el tiempo del prstamo. El riesgo no se consideraba generalmente como una justificacin del inters, porque los prstamos estaban generalmente asegurados por el valor de la propiedad, que representaba una cantidad muy
superior al dinero adelantado. Asi, la prohibicin de la usura no estaba concebida
para frenar los elevados beneficios de la empresa con riesgo. Por ejemplo, la societas
(sociedad) era una forma reconocida de organizacin comercial desde los tiempos
romanos. Su objetivo de obtener beneficios estaba reconocido oficialmente y las
ganancias del comercio eran consideradas como ingresos derivados del esfuerzo y
del riesgo. El census era un tipo de instrumento financiero primitivo, que combinaba
elementos de una hipoteca y de una renta vitalicia. Bajo los trminos de este
contrato, el prestatario incurra en la obligacin de pagar un rendimiento anual de
la propiedad rentable, generalmente una finca rstica. Por su naturaleza, un census
no era considerado usurario.
Adems, los depsitos bancaros se hablan convertido en una forma de inversin
en el siglo xni. Los comerciantes-banqueros pagaban intereses por los depsitos. Ya
en el siglo xii, las letras de cambio combinaban las divisas con el crdito, aunque el
inters se ocultaba a menudo bajo un tipo de cambio alto. En otras palabras,
durante la Edad Media, la doctrina de la Iglesia sobre la usura, coexistiendo con
formas legitimadas de percepcin de intereses, contrbuy a promover un doble
patrn que se convirti cada vez ms en arbitrario a medida que transcurra el
tiempo, creando de este modo oportunidades para la explotacin por parte de
quienes establecan las reglas^.
'' Segn Raymond De Roover (The Scolastics, Usury and Foreign Exchange, Business History
Review, vol. 41 (1967), p. 266), prenderos y pequeos prestamistas fueron las principales victimas de las
campaas de la Iglesia contra la usura, pero a los grandes banqueros con conexiones internacionales no
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Aunque el perodo que va desde la antigedad griega hasta el final de la Edad Media
representa aproximadamente dos mil aos, la estructura econmica fundamental de
la civilizacin occidental cambi poco durante ese tiempo. Tanto la antigedad
griega como el feudalismo europeo se caracterizaron por economas pequeas.
se les causaba ninguna molestia. Lejos de ser criticados, fueron llamados 'hijos particularmente queridos
de la Iglesia' y se preciaban de ser los cambistas del Papa.
* Antes del Renacimiento, los limites legales para los prstamos personales de las casas de empeos
iban de un bajo 10 % en Italia hasta un 300 % en Provenza. En el siglo xiv, los lombardos cargaban a
menudo el 50 %, aunque el lmite legal ms comn para las casas de empeos, era, en efecto, del 43 %.
Los monarcas, como el emperador Federico II (1211-1250), pagaban con frecuencia intereses del 30 al
40 % a los acreedores, especialmente cuando las garantas no eran liquidas. Los prstamos comerciales
devengaban por lo general unos tipos de inters entre el 10 y el 25 %, dependiendo de la suficiencia de los
crditos comerciales (vase Sidney Homer, A History of Interesl Rates, ed. rev. New Brunswick, N. J.:
Rutgers University Press, 1977, pp. 89-103).
38