Cartilla Tertulias - Taller
Cartilla Tertulias - Taller
Cartilla Tertulias - Taller
Convocatoria 2013
Ministerio de Cultura
Mariana Garcs, Ministra
Guiomar Acevedo, Direccin de Artes
Consuelo Gaitn y Vanessa Morales, Grupo de Literatura
Biblioteca Nacional de Colombia
Fundalectura, 2013
Dg 40 A bis 16-46, Bogot
Tel. 320 15 11 Fax: 287 7071
contactenos@fundalectura.org.co
www.fundalectura.org
Contenido
INTRODUCCIN ............................................................................................................. 5
1 QU ES UNA TERTULIA TALLER .................................................................................... 6
2 LAS TERTULIAS LITERARIAS EN LA HISTORIA ................................................................ 7
3 QU HACER EN UNA TERTULIA TALLER Y PARA QU .................................................... 9
4 QU HACE EL PROMOTOR DE UNA TERTULIA TALLER Y QUIN PUEDE SERLO ............. 10
5 CMO LLEVAR ADELANTE UNA TERTULIA TALLER ..................................................... 12
PARA ACORDAR UN PLAN DE TRABAJO: .................................................................................................................. 12
Introduccin
La cultura es conversacin. Una conversacin que nace,
como debe ser, de la tertulia local; pero que se abre,
como debe ser, a todos los lugares y a todos los tiempos.
Gabriel Zaid, Los demasiados libros,
Barcelona: Anagrama.
Windsor se hicieron famosos por albergar gentes de letras como Juan Lozano, Alberto
Lleras, Luis Vidales y Jorge Zalamea, que conformaron la generacin literaria de Los
Nuevos. Toms Carrasquilla, Guillermo Valencia y el caricaturista Ricardo Rendn
frecuentaron La Gran Va.
El peculiar y genial Len de Greiff hizo de El Automtico su hogar. En El Victoria, los
piedracielistas Eduardo Carranza, Jorge Rojas y Carlos Martn discutieron sobre poesa.
De todas las tertulias mencionadas surgieron preocupaciones intelectuales que abrieron
nuevos caminos en la vida cultural del pas y estimularon el surgimiento de toda suerte de
cafs literarios en nuestras principales ciudades. Se destacaron grupos que por su trabajo
literario y artstico convirtieron en referentes obligados de nuestra geografa cultural,
lugares como El Avin, frecuentado por Porfirio Barba Jacob en Bogot, La Toma de la
Bastilla (despus El Bastilla) por Toms Carrasquilla, en Medelln, o ms adelante, hacia
1950, La Cueva, tertuliadero del grupo de Barranquilla, encabezado por Ramn Vinyes,
Alfonso Fuenmayor, Alejandro Obregn, lvaro Cepeda Samudio y Gabriel Garca
Mrquez. De las cantinas y los cafs, el escenario pas a ser el de una revista. De una
tertulia surgi Mito, revista fundada por Jorge Gaitn Durn, Hernando Valencia Goelkel y
Eduardo Cote Lamus, entre otros. Durante doce aos Mito fue el puente entre la actividad
literaria de Amrica y el mundo, contrastada siempre con nuestra realidad nacional. Fueron
las pginas de Mito las primeras que recogieron las obras de una generacin de escritores
hoy famosa en el mundo: desde El Coronel no tiene quien le escriba, de Garca Mrquez,
hasta Los elementos del desastre, de lvaro Mutis.
En las dcadas de 1960 y 1970 el escenario cambi; en Bogot estudiantes e intelectuales
como Roberto Burgos, Eligio Garca Mrquez, R.H. Moreno Durn o Germn Espinosa se
reunan en libreras como la antigua Buchholz, la Nacional, la Contempornea y la Central;
en Cali, alrededor del Teatro La Tertulia se reunan Andrs Caicedo, Enrique
Buenaventura, Luis Ospina y Carlos Mayolo; los Nadastas, encabezados por Gonzalo
Arango, se daban cita en plazas pblicas y en universidades de Medelln.
Hoy, gracias a las siete convocatorias lideradas por Fundalectura, 418 tertulias literarias se
han conformado en distintos municipios del pas, poco ms del 50% en las bibliotecas
pblicas, otras en casas de la cultura, centros penitenciarios o en las casas de contertulios
que se regalan la palabra y la oportunidad de reunirse en torno a ella.
Ministerio de Cultura, Fundalectura
Porque es necesario que pueda proponer rutas para la produccin literaria, a partir de
distintos recursos (lecturas, imgenes, melodas, juegos, discusiones, escritura, revisin),
temas y dems elementos que implica la creacin de un texto escrito. Si el promotor no
cuenta con experiencia en este sentido, es importante que comparta esta responsabilidad
con alguien del municipio que s la tenga, por ejemplo un docente, o alguien que haya
participado en la Red Relata, enfocada hacia la construccin de las bases del oficio de
escritor y no hacia la escritura como prctica que prolonga la experiencia de la lectura por
los caminos de la reflexin.
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La charla literaria en las salas de lectura. Mxico D.F.; Conaculta Libros, Programa Nacional Salas de
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Los asistentes llegan a la sesin con el texto ledo y el moderador plantea una pregunta o un
tema relacionado con el texto, para conversarlo durante la sesin. Tambin puede abrir la
discusin pidiendo a los asistentes que digan cules son sus inquietudes.
El moderador debe cuidar que no se pierda el eje del tema: es posible que las discusiones
tomen muchos caminos; si en cada sesin el moderador evita que la conversacin se desve
del tema propuesto, la tertulia puede profundizar en los gneros, temas y autores elegidos y,
tambin, desarrollar las capacidades lectoras de los participantes.
Es importante hacer circular el libro que se lee entre los asistentes, durante los
encuentros y tambin entre una y otra sesin. Palpar y ojear las pginas de un libro lo
convierte en un objeto cercano, comn, que se puede frecuentar o dejar a un lado. Esta
primera exploracin es tambin una forma de leer y permite encariarse con los libros.
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Prepare preguntas o un breve texto para iniciar la conversacin: nada invita tanto a que
otro hable como la emocin. Comparta lo que sinti al leer un escrito y plantee despus sus
inquietudes sobre l, la poca en la que se desarrolla, el autor y el contexto en el que
escribi, la relacin con otros autores, con otros textos, etc.
Es importante que antes de la sesin prepare una serie de preguntas que provoquen
respuestas distintas, problemas sobre los cuales comenzarn a girar las sesiones propuestas.
Recuerde que una pregunta con una nica respuesta no inicia una conversacin, ms bien
invita al silencio. (Ver Ejemplo de Tertulia).
Tome en cuenta las preguntas que los asistentes traen a la tertulia, pues evidencian
hasta qu punto los lectores se estn relacionando con el texto.
Invite a los lectores a exponer su punto de vista sobre qu encuentran en los textos
ledos, cmo los ven, por qu los llevan a pensar algo, etc.
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(http://www.revistaarcadia.com/seccion/opinion-online/123); El Malpensante
(http://www.elmalpensante.com/index.php?doc=display_columna&columna=Rese%F1as), Cuatrogatos
(www.cuatrogatos.com) e Imaginaria (www.imaginaria.com.ar).
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otros. Hay historias muy sencillas, relatos y crnicas, que conmueven y provocan
discusiones, quiz por sus similitudes con la vida diaria, los sentimientos o los sueos de
los lectores. Con el tiempo pueden comenzar a leer novelas cortas (un captulo por sesin).
Hable sobre sus lecturas, si quiere. Vinclelos afectivamente con los textos. A usted le
gustaron por algo y es clave que lo diga, que los haga partcipes de sus preguntas. Cuando
usted comienza una sesin diciendo, anoche me le esta historia y me emocion mucho
porque el personaje parece uno de nosotros, ya est tejiendo intereses, despertando las
ganas de escuchar.
Los textos con mucho dilogo son difciles de leer en voz alta pues requieren de diferentes
entonaciones para identificar los personajes.
Piense en los gustos de su grupo. Est siempre muy atento a sus observaciones,
comentarios y opiniones pues de ellos pueden salir propuestas interesantes sobre temas a
tratar posteriormente.
Antes de terminar la sesin deje inquietudes sobre el prximo texto. Un anzuelo que
garantice que las sesiones estarn atravesadas por nuevas y emocionantes lecturas.
PARA PREPARAR CADA SESIN es indispensable que el promotor de la tertulia taller haga
mnimo dos lecturas previas del texto que va a presentar. As podr preparar las preguntas que
plantear a los dems. Estas preguntas surgen de su relacin ntima con el texto pero tambin
de una lectura analtica con la que identificar los elementos claves de la obra, que son los que
resaltar en la discusin.
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La mayora de las veces los temas surgen de la lectura. Por ello es importante que para
echar a andar las tertulias se conozca el material con el cual se trabajar. Es fundamental
que todos los asistentes lean antes de las sesiones para que lleguen con argumentos a las
conversaciones.
Ejemplos de temas
La literatura fantstica
Los relatos fantsticos revelan emociones, costumbres, temores, entre otros asuntos, que
racionalmente no se pueden explicar, como el vampirismo en el relato sobre la frialdad en
una relacin matrimonial que termina con la muerte de la protagonista a quien un animal le
chupa la sangre en El almohadn de plumas, de Horacio Quiroga; la vejez en el cuento de
Garca Mrquez Un hombre muy viejo con unas alas enormes o el acoso sexual que
representa el tigre que acecha en Bestiario de Julio Cortzar.
Poesa amorosa
La tertulia taller se puede centrar en la poesa que celebra el amor (Gmez Jattin, Miguel
Hernndez), en aquella que lo relaciona con la muerte (Machado, Lorca) o en los amores
dolientes, contrariados (Neruda). Otros poetas que hablan del amor son Jaime Sabines,
Gustavo Adolfo Bcquer, Piedad Bonnet, Meira del Mar, Pedro Salinas, Mario Benedetti,
Roberto Juarroz Exploren el lenguaje, las imgenes literarias con que los poetas
representan el dolor, la ausencia o presencia del ser amado.
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Narraciones histricas
Este tipo de narraciones cuenta hechos del pasado que forman parte de la memoria
colectiva y contribuyeron a procesos histricos. Es fundamental, entonces que el escritor de
estas narraciones exponga verazmente las caractersticas y el desarrollo de sucesos
histricos relevantes, culturas antiguas o la vida de personajes o hroes que han cambiado
el rumbo de la historia. Para ello es esencial que cuente con una buena documentacin, de
manera que pueda retratar de manera acertada. Hay diferentes grados de narraciones
histricas, desde el cuento y la novela histricas (donde la fidelidad a los hechos es
relevante) hasta la biografa (donde esta fidelidad es imprescindible), pasando por la
crnica, las epstolas y aquellos relatos que simplemente usan lo histrico como un teln de
fondo para la ficcin.
Cartas
Escribir cartas es hoy una costumbre que rpidamente cae en desuso, por la influencia de
las tecnologas de la comunicacin; sin embargo su escritura ha sido muy importante a lo
largo de la historia, pues permite conocer de primera mano cmo piensa un hroe, un poeta,
un filsofo, un cientfico. Dependiendo del grado de intimidad de quienes se escriben, y de
la intencin con que lo hacen, se pueden identificar distintos tipos de cartas: privadas,
pblicas, abiertas, doctrinales o cientficas y poticas. Por lo tanto las cartas son una
importante fuente de reflexin sobre el pasado que nos permite acercarlo al presente y
comprenderlo mejor.
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Pida a las personas de la comunidad que presten al grupo algunos de los libros que tienen
en sus casas, escoja los mejores y pida autorizacin a sus dueos para conformar una
coleccin itinerante que sirva de apoyo a la tertulia. Esto implica que los libros podrn
prestarse a domicilio a los miembros del grupo.
Promueva lecturas complementarias al tema que se est tratando. Por ejemplo, si se estn
leyendo relatos de Julio Verne proponga la lectura de artculos o ensayos sobre su obra, su
poca y las corrientes que lo influyeron. Vlgase de enciclopedias y libros con estudios
crticos. Si tiene acceso a Internet consulte los buscadores temticos (como
www.google.com, www.ask.com). Si carece de estas opciones pngase en contacto con los
talleres literarios de su regin para que lo apoyen.
Si el tema no tiene la acogida necesaria, cmbielo.
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El almohadn de plumas5
Horacio Quiroga
Su luna de miel fue un largo escalofro. Rubia, angelical y tmida, el carcter duro de su
marido hel sus soadas nieras de novia. Ella lo quera mucho, sin embargo, a veces
con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba
una furtiva mirada a la alta estatura de Jordn, mudo desde haca una hora. l, por su
parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses se haban casado en abril vivieron una dicha especial.
Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rgido cielo de amor, ms
expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contena
siempre.
La casa en que vivan influa un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio
silencioso frisos, columnas y estatuas de mrmol produca una otoal impresin de
palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el ms leve rasguo en las
altas paredes, afirmaba aquella sensacin de desapacible fro. Al cruzar de una pieza a
otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera
sensibilizado su resonancia.
En ese extrao nido de amor, Alicia pas todo el otoo. No obstante, haba concluido
por echar un velo sobre sus antiguos sueos, y an viva dormida en la casa hostil, sin
querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastr
insidiosamente das y das; Alicia no se repona nunca. Al fin una tarde pudo salir al
jardn apoyada en el brazo de l. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto
Jordn, con honda ternura, le pas la mano por la cabeza, y Alicia rompi en seguida
en sollozos, echndole los brazos al cuello. Llor largamente todo su espanto callado,
redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron
Tomado de http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/quiroga/almohado.htm.
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retardndose, y an qued largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una
palabra.
Fue ese el ltimo da que Alicia estuvo levantada. Al da siguiente amaneci
desvanecida. El mdico de Jordn la examin con suma atencin, ordenndole calma y
descanso absolutos.
No s le dijo a Jordn en la puerta de calle, con la voz todava baja. Tiene una gran
debilidad que no me explico, y sin vmitos, nada... Si maana se despierta como hoy,
llmeme enseguida.
Al otro da Alicia segua peor. Hubo consulta. Constatse una anemia de marcha
agudsima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo ms desmayos, pero se iba
visiblemente a la muerte. Todo el da el dormitorio estaba con las luces prendidas y en
pleno silencio. Pasbanse horas sin or el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordn viva
casi en la sala, tambin con toda la luz encendida. Pasebase sin cesar de un extremo a
otro, con incansable obstinacin. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el
dormitorio y prosegua su mudo vaivn a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada
vez que caminaba en su direccin.
Pronto Alicia comenz a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que
descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos,
no haca sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche
se qued de repente mirando fijamente. Al rato abri la boca para gritar, y sus narices
y labios se perlaron de sudor.
Jordn! Jordn! clam, rgida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordn corri al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo mir con extravo, mir la alfombra, volvi a mirarlo, y despus de largo rato
de estupefacta confrontacin, se seren. Sonri y tom entre las suyas la mano de su
marido, acaricindola temblando.
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6. Termine la sesin
o
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Intentas sonrer6
Ral Gmez Jattin
Intentas sonrer
Y un soplo amargo asoma
Quieres decir amor y dices
lejos
Ternura y aparecen dientes
Cansancio y saltan los
tendones
Alguien dentro del pecho erige
Soledades
Clavos
Engaos
Fosos.
Alguien
Hermano de tu muerte
Te arrebata, te apresa, te
desquicia,
Y t, indefenso,
Estas cartas le escribes.
Poema 207
Pablo Neruda
Puedo escribir los versos ms tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: La noche est estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos ms tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella tambin me quiso.
En las noches como sta la tuve entre mis brazos.
La bes tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo tambin la quera.
Cmo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos ms tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Or la noche inmensa, ms inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el roco.
Qu importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche est estrellada y ella no est conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazn la busca, y ella no est conmigo
La misma noche que hace blanquear los mismos rboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cunto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su odo.
De otro. Ser de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como sta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque ste sea el ltimo dolor que ella me causa,
y stos sean los ltimos versos que yo le escribo.
Tomado de http://grandespoetasfamosos.blogspot.com/2009/01/raul-gomez.html#sonreir.
Tomado de Veinte poemas de amor y una cancin desesperada, http://www.poemas-delalma.com/poema-20.htm#ixzz2ZVFNAcwc, en donde se puede escuchar el poema en la voz del autor.
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Fundalectura
Dg 40 A bis 16-46
Telfono: 3201511
Fax: 2877071
contactenos@fundalectura.org.co
www.fundalectura.org, siguiendo el enlace a Programas/Con jvenes y adultos, se
encuentra informacin sobre Tertulias Literarias, ganadores de las distintas ediciones y
colecciones dadas como estmulo.
Internet
wwwg.epdlp.com, biografas y textos de autores y otros artistas
http://www.poemas-del-alma.com, pgina de poesa
http://www.amediavoz.com/indice-L-Z.htm, pgina de poesa
www.ciudadseva.com, cuenta con biblioteca digital y otros recursos
www.lablaa.org, la biblioteca virtual contiene textos completos de los escritores
colombianos.
www.fonolibros.com, literatura para escuchar
Ministerio de Cultura, Fundalectura
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Referencias
Andruetto, Mara Teresa y Lardone, Lilia. El taller de escritura creativa en la escuela, la
biblioteca, el club. Crdoba: Comunicarte: 2011.
Chapela, Luz Mara. La charla literaria en las salas de lectura. Mxico D.F.; Conaculta
Libros, Programa Nacional Salas de Lectura, 2012. Col. Cuadernos de Salas de lectura.
Equipo acadmico de Fundalectura. Tertulias literarias japonesas katarou. Bogot:
Ministerio de Cultura-Biblioteca Nacional de Colombia-Fundalectura, Plan Nacional de
Lectura y Bibliotecas Leer Libera, 2007.
. Tertulias literarias del Bicentenario. Bogot: Ministerio de Cultura-Biblioteca
Nacional-Embajada de Espaa en Colombia-Fundalectura, Plan Nacional de Lectura y
Bibliotecas Leer Libera, 2010.
Gmez Jattin, Ral. Intentas sonrer. Disponible en Tomado de
http://grandespoetasfamosos.blogspot.com/2009/01/raul-gomez.html#sonreir.
Neruda, Pablo. Poema 20. Veinte poemas de amor y una cancin desesperada. Disponible
en http://www.poemas-del-alma.com/poema-20.htm#ixzz2ZVFNAcwc. Quiroga, Horacio. El
almohadn de plumas. Cuentos de amor, de locura y de muerte. Disponible en
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/quiroga/almohado.htm
Rodrguez R., Claudia y Correa, Juan David. Tertulias literarias. Bogot: Ministerio de
Cultura-Fundalectura, Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas Leer Libera, 2004.
. Tertulias literarias a la francesa. Bogot: Ministerio de Cultura-Embajada de Francia
en Colombia-Fundalectura, Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas Leer Libera, 2005.
Zaid, Gabriel. Los demasiados libros, Barcelona: Anagrama, 1996
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