Kropotkin La Moral Anarquista
Kropotkin La Moral Anarquista
Kropotkin La Moral Anarquista
0
,
KROPOTKINE
2.
BARCELONA-GRACIA
~
LA MORAL
ANARQUISTA
VERSION CASTELLANA DE
A.
Ct'CJZ
BARCEL
Antonio
Nay~n
Int . lnttltuut
S o c . G e s c h 1e de n 11
KelzerJgracht 264
Amsterdom - C .
PEDRO k.KOPOTI..INE
t erie a lo~ te. lOS del .. 6digo. '\ el pcn~amlentu de Ia genera~ l6n ~lgUJen
te tomara esc tm te religwso, e~c unte autontano y sen II a Ia ~a:-au
tori dad J ~ervili mo , an s1~mpre ~.og1dos de Ia mano- e c hab1.to deum1s10n que dema 1ado se mani!iesta entre nue tros co ntemporaneos.
Durante e to penodos de ado~mec1m1entu, ra ramentc c d1 c~rre
obre cuestJOnes de moral. Las pracucas rcl1g10 as, Ia h1pocrcs1a )Udl1al, les entreuene. ' o discuten; se deJan lie\ ar porIa co tumbrc, por
Ia mdiferen1.1a. ' o se apa ion an Ill por, n1 ~.on tra mo1 al e ta.blecida,
hacen lo que pueden para acomodar exteriormen te sus ac tos a lo que
d 1cen prole ar; ) cl Ill \ el moral de Ia oc1cdad de c~ende ca da vez ma~.
e llega a Ia moral de los romanos de Ia decadenc1a del a nuguo reg1
men, del li n del r gimen burgues.
.
Todo lo que ha bia de bueno, de grande, de genero~o, de mdependiente en el hombre, e enmohece poco a poco, se 0:1.1da co mo un cuchillo sm u o. La mentlra e com 1erte en 'inud, el aplanam1e nto en
deber.
Ennquecer e, goz ar dei moment~, agotar su mtellgenc a, u ardor,
su energia, no importa como, llega a ser el de zderal u11~ de las clase
acomodadas; as1 omo tam bien el de Ia mult1tud m1sera ble CU) o
ideal es el de parecer burgu . Ento nces Ia depravaci6n de los gober
nantes-del juez ) de Ia cia es mas 6 menos acomodadas- se hact>
tan repulsiva que Ia otra o cilac on. del pendulo e de~co_mpone.
La 1uventud se emanc1pa poco a poco, arro Ja los preJUICJOS porIa
borda, Ia cnt1ca vuehe. El pensam1ento desp1erta de de luego en algunos; pero 111 ens1blemente el de pertar ~,:ana Ia ma }Oria; dado el
impul o, Ia revoluc16n urge. .
Y a cada momento, Ia cue u6n de Ia moral e pone ub re el tapete. - ,!Por que segUJre )O los princip10s de e ta moral hip6Ln~ a?-se
pregunta cl cerebro emancipado del tern r re\Jg10so.- ~Por que determmada moral ha de er obi gatona?
. .
l no 1ntenta enton~.es dar e cuenta dee e sent1m1entu que le asalta
a ~.ada paso m haber elo todav1a expllcado; ) no lo en tendera en
tanto lo crea un privllegio de Ia naturaleza humana, en tanto no de c1enda hasta los ani male , las planta , las razas, para com prenderle.
' m embargo procura e. plicarselo segun Ia ciencia dei dia.
'\ - ~es prec1so dec1rlo?- cuanto mas se mman la_s ba es de Ia J!10
raJ establcc1da, 6 meJor, de Ia h1pocre ia que Ia sosue ne, mas el mvel
m o ral e ele\ a en Ia soc1edad. ' obre todo en esta epoca, prec1samente
cuando ~e Ia c r.tica y se Ia n:ega, el entim1ento moral haec ma ra
p1dos progreso ; crece, se ele\ a, e puri!ica.
~e ha \lsto en el s1glo Hill. Desde 1723, Maude,Ille, el a utor an6
mmo que e:~.andaliz6 a lnglaterra con u Fabula de Ia~ abejas .Y Jo,
~.omentanos que afiad era, atac6 de frente Ia h1pocresia de Ia . oc1edad
distrazada con el r.ombre de moral. \ \amfe taba como las co. tumbre
edicentes morale~, no son mas que una masLara hl!lOCIJta; co mo Ia-.
pa iones, que e las cree dom1nar con el c6d1g0 de Ia mo ral vigente.
LA MORAL ANARQUISTA
PEDRO ii..ROPOT~I t:
LA tvloRAL ANARQIIISTA
porque mr madre, n ue tra madre - - mu buenas, pero 1gnorantl! -nos han en eiiado un mont n de ton terias"
aPrCJUI<:lO , l.OffiO todo lo demas; trabajare para de embarazarme
de ello . ">r me re pugna er 1nmoral, me e. forzare por ~erlo .:omo
adoles~.ente me cs torzaba para no te mer Ia o .: uridad, el cementerio,
los lantasma ' los m uertos .:on los c uale me habian amedrentado.
Lo hare para rompe r u n a rma e plotada porIa rehg10nes, lo hare,
en lln, para pro testar ~.ontra Ia h1pocres1a que pretenden 1mponerno
en nombre de una palabra a Ia .:ual se ha de nominado morahdad.
Tal era el razonamiento q ue Ia JU \entud ru a se hac1a en el meme nto de rom per co n los pre Juiclos del ''eJu mundo' e narbolar Ia
bandera del n1 hli1 mo, 6 mejor, de Ia filosofia ana rqu1 ta: :'\o inchnar e ante nmguna autondad por res petada que ea; no ace ptar nmgun pnnc1p1o en tanto no ea estableci do po r Ia raz6 n."
.! '>era precr o aiiad1r que Ia )U\entud nl hlilsta, depue de arrojar
al cesto Ia en eiianza moral de u padre , quemando todo lo
istemas que de e lla tratan, hade arrollado e n su seno un .:u mulo de
costumbres, morale mflmtamente su pcriores a todo lo que us padres
habian nunca practicado bajo Ia tute la dell~ v anf(elio, de Ia co nclencla
del categorico 1mperati1o 6 del lllle,es b1en comprendido de los utilitano ?
Pero ante de respo nder a Ia pregunta: .!Porque se re moral?
yeamos prrmero s1 Ia ta l c ue t16n esta b1en planteada: anahcemo Ia
cau a de Jo ac to h umanos.
II
Cuando nuestros abuelo - qUJ reru n dar e c uenta de lo que im pula al hombre a o brar de u n mo do mejo r que de o tro, lo l.O nsiguieron
de manera m u~ encilla. Pueden Ye r e todaua las imagene cat61ica
que repre en tan u e\plicaci6 n . l n hom bre ma rch a a tra' c-, de lo
~.ampos con dec si6n, .1 n asomo de dud a, lie' a u n angel en el hombro
derecho y o tro en el 1zqu1erdo. I I d1a blo le empuJa a hace r e l mal,
el angel trata de contenerle; y s1 el a ngel ha venci do, el hombre e
VIrtUOso: utro tres angele e apodera n de el )' Jo transportan a J cielo. Todo e e plica asia mara\ lila.
, :'\ uestras 'ie1a aya, b1e n ins truida so bre e te particular, nos dlran que es prec1so no mete r a un n1iio en Ia cama si n desabotonarle
el cuello de Ia cam1 a. I Ia~ que deJar a bierto en Ia ba e del c uello un
Iugar bien caliente don de el angel guardian pueda co biJar e. Sin esta
precauc1on el d1ablo atormentaria al miio hasta en el ueiio .
. Esta encillas ideas Yan desaparec1endo; pero 1 Ia a nacron1ca
pa1abra se borran, Ia e enc1a es s1em pre Ia m1sma. La ge nte lnstruidas no creen } a en el d1ablo, pero su idea no o n mas racionale
que las de nu estras ayas; distrazan a aquel, baJO una palabreria esco
lastll.a ho nrada co n el nombre de fdoso tia. En Iugar del diablo diran
ahora Ia carne, las pasione3; el angel sera reemplazado con Ia pala-
LA MoRAL ANARQOISTA
9
haber leido cl menrl de una gran comida renuncia a un plato de su
gu to para h_a rtarse sin embargo de otro mas preferido?
Cualesq_utera que sean sus actos, el hombre busca iempre un
placer 6 evna un dolor.
Cuando una muJer e priva del ultimo bocado de pan para darselo
al pnmero que ll_ega, cuando sc qui~a su u itim harapo para cubrir a
otra que uene fr~o, ~-ell~ m1sma t1nta sobre el puente del navio, lo
hace porque . Ufrtrfa 1nfimtamente mas de vera Un hombre hambrientO 6 una muJer con frio que tiritar ella mi rna, 6 ufnr el hambre.
Evtta una pena, cuya inten idad s6lo conocen los que Ia han ufrido.
Cuando aquel au traliano citado por Guyau e de esperaba con Ia
rde_a de no haber vengado aun Ia muerte de su pariente, cuando se
ahllaba rotdo porIa conc1encia de su cobardia, no recobrando Ia salud
ha ta despue de haber realizado su venganza, h1zo un acto tal vez
her6tco _para de em~arazar e del sufrimiento que le ascdiaba, para
reconqutstar Ia paz tntenor, que e el upremo placer.
Cuando una banda de mo~~s ha visto caer a uno de los suyos he~ldO pur Ia bala del cazador, tllan su t enda para reclamar el cadaver
a pesar de las amenaz~ de ser fusilados; _c uando por lin el Jefe de Ia
banda.entra C?n. dects1on, amenazando pnmero al cazador, suplicando
despues y obltgandole al fin con us Iamen to a devolverle el cadaver
q~e Ia banda lle1a g1miendo al bo que, los monos obedecen al senti~
m1ento de condolenc1a mas fuerte en ellos que todas las consideracion~s de eguridad per onal. Este sentim1ento ahoga todos los otros. La
1 tda p1erde para ellos u
atractivos en tanto no se aseguran de Ia
tmp?Sibilida:l de I'O h er de n,uevo a su camarada Ia ex1stenc1a. Tal
ent1m1ento llega a ser tan opresivo que lo p:>bres animates lo arnesoan todo por desembarazar e de el.
C~ando las horm1gas e arrojan por mlllares en las llamas de un
hormtguero, que e ta bestia feroz, el hombre, ha mcendiado, y perecen por centenares para alvar sus larva , obedecen tam bien a una
neces1dad, Ia de conservar su prole. Lo arries ,a n todo por tener el
placer de lle1 ar e us larvas, que han cuidado con ma carina que
mucho burgue es cuidan de u h 'jos.
En fin, cuando un mfu orio e quiva un rayo dema 1ado fuerte del
sol y va a bu car otro menos ardiente, 6 cuando una planta vue! ve
sus tlores al ol 6 c1erra u hojas al acercarse Ia noche, ambos obedecen tam bien a 1~ nece 1dad de evitar un dolor 6 de bu car el placer;
1gualque Ia horm;ga, el mono, el australiano, el martir cnstiano 6 el
marttr anarqui ta.
Buscar el plact!r, eyltar el dolor, e el heche general (otro dirian
Ia ley) del mundo organico: es Ia e encta m1 rna de Ia vida.
. Sm este afan por lo agradable, Ia exi tencia seria impo ible. e
dtsgregada el organismo, Ia vida cesaria.
i, pues, cualquiera que ea Ia acct6n del hombre, cualquiera que
E l acto mas repugnante. como cl ma~ rndrterente, o e ma atra~,;ll\ , o n todo- ig ualmente dl<.:tados _por una neces1dad del JOdi\ rduo.
0
O brando de una u otra man era el JOdi\ rduo lo hace porque en ello
encuentra un placer, porque ~e e' Ita dee te modo o cree entarsc una
moleua.
_ ,
He aqu1 un hecho perfectamente dctcrmmauo, Ia csenLia de lo que
-..e ha llamado Ia teorra del egoismo.
Ahora bien ~hemos adclantado algo ma despue~ d haber llegado
a e ta conclusr6n general?
_ ' 1, cre rtamente. !Iemos Lonqu1stado una ,-erdad y destrurdu un
preJUILio que es Ia ra1z de todos los preJU eros. Toda Ia lllosotra rnaterral! ta 'en u relac1on con el hombre se hal Ia en esta conclu 16n.
Pero ~e 1guc de esto que todo los acto del rnd1vrduo o n mdileren~e , como a 1 han quendo so tenerlo?
\'eamo lo.
Ill
Hemos , , to que las acciones del hombre ra:wnadas 6 conscrentes
-ma adelanre hablaremo de los habllo mconsc1ente~ tJenen tod<?s
el m 1smo o rigen. Lo llamados \lrtuoso y lo _ que e d:nomJOan viCIO os; Ia grande adhe JOnes como Ia pequenas ocalmas, los acto
cle' a do c.o mo lo repulsn o,. dem an de Ia m1~ma tuenre. H~cho~ on
todo- que res ponden a naturales neces1dades de: JOdl\'lduo. T1enen por
ob eto buscar el placer, el deseo de hu1r del dolor.
1Lo hemos m amfestado en el c aprtulo precedente, que ~o e srno
un re u men muy -..ucrnto de multJtud de hecho que podnan ser Cltado- en su apo \ o.
.
Compre ndese que es ta explicac16n haga clamar a qu1ene est~n
toda,ia unbu rd os po r los pnnc1pro religw os. Ella no deJa e pac1o
para lo -0 bre natural; echa abaJO Ia rdea de Ia inmorta!1dad del alma.
-.., el hombre no o bra mas que o bedec1endo a una necesrdad natural, s1
1
no e, po r a 1 dec1rlo. ma~ que un automata con c1ent~ ~que sera
el alma inmortal, que era Ia mmortalldad, ultimo retug1o de_los que
han co nocido poco el placer y demas1ado el Jolor, y que suenan con
hallar Ia com pensacr6n en el o tro mundo? _
,
e com prende que, fuerte - en los preJUICIO , poco conllad~s _en Ia
c enc.ra, que le ha engai'iado a menudo, gurado po~ el sentrm1ento
mas que porIa razon rechacen una \erdad que les quna u umca esperanza.
_
_
. .
Pero ~ que decr r de esos re,olucJOnar o que desde el srglo dlecocho hasta nuestro dias srempre que o yen por pnmer~ vez Ia p~me
ra e. pllcacion na tural de lo acto humanos (Ia teo.na del ego1 mo,
1 se qurere), se a pre uran a sacar Ia m1sma conclusion que_Ia JUVe~
tud m h1hsta, de qUJenes hablamos al pnncrp1o, lo cuales uenen pns a por gn tar j AbaJO Ia moral!?
LA
MoRAl
J\ NA RQt'ISTA
II
12
PEDRO KROI'OTI.INE
LA
MORAL ANARQUISTA
'3
Preguntad, en fin, al hombre pnmltno, al Tchouktche, por ejemplo, SI esta b1en tomar de comer de Ia tienda de uno de lo miembro
de Ia tnbu en su au encia; y os re pondera, que, i el hombre podia
procurarse _el ahmento por simi mo, eso hub era sido mu) mal hecho.
pero que,_ SI e taba latgado 6 necesJtado, deb1a tomar el ali men to alia
donde qUiera que lo enLontrara. Mas en este caso habria hecho bien
en deJar u gorra 6 u cuchillo, 6 siquiera un cabo de cuerda con un
nudo, a fin de que el cazador ausente pudiera saber al entrar que ha
tenido Ia visita de un amigo, Y. no Ia de un merode;dor. E ta 'precauCion le ~ub1era evttado los cUidados que Je proporcwnara Ia posible
pre er;c1a de un merodeador en lo alrededore de su tienda.
, Mil lares de hecho seme1ante , podri~n citar e, libros entero pod:Ian escnbirse para mo trar cuan Idcnttcas son Ia concepciones del
bien y del mal, en el hombre yen los animales.
La hormiga, el P.aJaro, Ia marmota y el Tchoult,he salvaJe, no
han leido a Kant ni a los santo padres, nl aun a .\\Otse ; y, Sin embargo, todos tienen Ia misma idea del b1en y del mal. !-,1 retlex1ona1s
PEDRO I<.ROI'OTI..INE
10
L ... MoP
L ANARQLtSTA
tS
1gualdad de Clrcunstancias.
Y aiiade:
:'-lota bien q ue e to noes ma que un co11 ejo; pero ese conseJO e.
el fruto de una larga experiencta de Ia vida de los ani male asoctados
y entre Ia mmensa multitud de lo que YiYen en sodedad, co mpren
diendo al hombre, o brar egun ese principto ha pasado a l e tado de
habtto, ~in ello, a:lema , ninguna soctedad podria existir, 111nguna
e pecie pod ria venee r los o b tacu los naturales contra los c uale tiene
que luchar.
~E te prtnctpto tan enctllo e el que e desprende de Ia o b e rvaci6n
de los an 11nale que vtven en colectt\idad) de las ociedadc huma
nas' ~E a pltcable;> ,! Y co mo pa a e e concepto a l e tado de -.ostumbte, en co nstantc desarrollo;> r~ toe lo que Yamo a exa minar ahora.
v
La tdca dei bte n y del mal ex iste en Ia humantdad. El hombre,
c ualquiera que sea el grado de desarrollo intelectual que haya ~llcan
zado, por o c urecida~ que e ten sus tdea en los prejutcio y e l tnteres
persona l, co n5idera generalmente co mo bueno lo que e 1itll a Ia sociedad en que 11ve, y como malo lo que Ia es noCt\ o.
Mas ~ de d6nde viene e ta co ncepci6n tan 'aga co n frecuencia que
a penas podria eta di tinguir de una a ptraci6n? lie a hi m Ho nes)
mtllones de ere humano que nunca han pensado en u es pecie. La
mayor parte no conocen mas que el clan 6 Ia familta, dtfictlmente Ia
naci6n - ~ aun ma raramente Ia humanidad,-,!C6mo se pretendc
que ello puedan co n iderar como bueno, lo que c util a Ia e pecte
LA MoiiAL ANAI\QUISTA
PEDI\0 I-... 1\0POTI...tNE
17
vic~ima;
PEDRO KRoPOTldNE
I<
.d I
nre o-el valor y Ia iniciativa individ ual- disminulacto c e pro~
Ia ocJedad en decadenc!a suyen. concluy.:ndo por de ap~~e~~r~!i~nza mutua no hay lucha posiumbe ante u\ enem1g
. .
d d
h
LA MoRAL ANARQUISTA
mas desarrolla:ia en las sociedades humanas. Sin embargo agrupaciones de monos, las mas elevadas en Ia escala animal nos ofrecen una
practica de Ia soltdaridad de las ma atractivas. Ei hombre avanza
todavia un pa o en este camino; eso solo le perm1te cons~rvar su
mezquina espec1e, en medio de los obstaculos que le orone Ia naturaleza, y desenvo lver su inteligencia.
Cuando s'! e tudian Ia ~ ociedades primitivas que se hallan hasta
el presente en Ia edad de ptedra, se ve en sus pequeflas comunidade s
Ia so lidaridad practi cada en el mas alto grado para con todos sus
miembros.
He ahi por qu e esa practica de Ia solidaridad no cesa nunca ni aun
en las epocas peores de Ia hi toria; aun entonces, que las circuntancJas temporales de d o ~in~C:ion, de servidu~1bre, de explotacion, hacen desconoce r e;te pnnc1p10, permanece stempre en el pensamiento
de Ia mayona, de tal m odo que conduce a odiar las malas institucio nes, a Ia revo lucion . Asi se aprende; sin ella Ia sociedad deberia perecer.
Para la inmensa mayoria de los animates y de los hombres, ese
entimie nto se halla, y debe hallarse convertido en habito adquindo,
de principia permanente en el espiritu, por mas que se le desconozca
con frecuencia en los hechos .
Es toda Ia evolucion del reino animal quie:-~ habla con nosotros; y
e larga, muy larga; cuenta cientos de mil Iones de afios.
Aun cu ando qu1ser am os dese mbarazarnos de ella, no podriamos.
Seria mas facil al hombre habituarse a andar en cuatro pies que desembarazarse del sentimiento moral. Es anterior en Ia evoluct6n ani mal a Ia pos cion recta del hombre.
El sentido moral es en noso tros una facultad natural, 1gual que el
sentido del olfato y del tacto.
En cuan to a Ia Ley y a Ia Religion , que tambien han predicado
este principio, sabemos que lo han sencillamente escamoteado para
con el cubri r su mercancia; sus prescripciones favorecen al conquistador, al ex plotador y al cterigo. Sin el principia de solidaridad, cuya
JUSticia esta generalmente recon oci da, ,!Como habrian tenido ascendiente sob re el espiritu?
Con el se cubrian uno a otro a semejanza de Ia autoridad, Ia cual
tambien co nsiguio imponerse, declarandose protectora de los debi~s
contra los fuertes.
Arrojando porIa bo rda Ia Ley, Ia Religion, y Ia Autoridad, volvera Ia humamdad a tomar posesion del principia moral, que se habia
dejado arrebatar, a !in de someterlo a !a critica y de purgarlo de las
adulte raciones con las que el clerigo, el juez y el gobernante, lo ha
bian em po nzofiado y lo emponzoflan todavia.
Pero negar el tal principio porque Ia Iglesia y Ia Ley lo han explo
tado, seria tan poco razonable como declarar que no se lavara nu~ca,
que se comera puerco infestado de triquinas y que nose guerra Ia
:n
t ocmo
Po .e r nr comun
ue el hr reni
~ra., po q C' h ~t tel uplemento del Conin ) qUie re que toda Ia treo porque e1 anaa n ulta durante tre a nos,
1 a a" 1a ~,;omunr d a d .
vue'
rra que
permanez~; 1 ~,;
dema e e pnncrpio de tratar a lo dem as co mo uno qUiere er
t do q~e es sino el genuino pr ncr piO de la lgua ldad, el pnncrp ro
tra da <
d
Anarquia? ) .:6 mo p uede un o llegar a creer e
tun amenta 1. e 1a
.. <. ?
anarquista m punerlo en pra~,;tr~;a
.
.
.
queremos ser go bern adO!>. Pero po r esto mr mo, <no ct:ctara
0
mo: que no queremo' gobernar a nadre ? 'lo queremo. ser e~ganadcs.
que rem pre . e no drga la 'e rdad. Pero co n e to < no decla~~~~m~~e no otro no que~emo enganar a nadre, que no /o mprometemos a deCir 51 empre la 'erdad, nada mas q ue Ia H rdad. . o q~e
emos que e no!> ruben los frutos de la la bor. Piro po r lo mr mo <no
declaramos re petar lo lruto . de Ia labor a Jen a.
(Con que derecho, en erecto, pedrnamos ~ue . e no tratase de
derta manera, re en andonos tratar a los dem as de un modo completamente opue to;. (Senamo!> aca . o mo el oso blanco ( 1) ~e l?s l(lrue tro
ghrses que puede tratar a lo dema~ como bren le pa rece.
encrllo concepto de rgualdad <>e ubleYa a e ta o la rdea.
La igualdad en las relauones mutua , ) Ia o lrdan dad que de ella
resulta necesariamente: he ahr el arma ma. podero a de l mundo ammal en su lucha por la e. istencra.
Y Ia igualdad es Ia equrdad.
Llamandono: anarqur tas declaramos po r adelan~ a do que rcnun~.1amu a tratar a lo . demas como noso t ros no q u rsre ramo ser tratlidos por ellos; que no toleramus mas l.a d ~srgu al dad, lo cu al permrtlrra alguno de entre no otro e)t:rcnar ra vro le ncra o la a . tuc a 6 la
hab lrdad del modo que nos de a~radana a no. otro mr. mos. Pero la
rgualdad en todo- m6nimo de equidad-e la an a rqura m rs ma .. jAl
drablo el o~<, blanco que se abroga el derecho de enganar la . encillez
de lo otrns' ' ole queremos,) lo u pn m rmo po r nece rdad. i\o e~
umcamente a esa tnntdad ab tracta de L ey . Re llgr6 n ~ Autondad a
quien declar amos Ia guerra.
En llegando a er ana rqurst as se la decla ramos al cu mulo de emt>u terra, de astucra, de e plot acton, de depr a' acr6 n. de ncro en una
pa ,abra, de dcsigualdad, que han 'ertrdo en lo co razone de todos
no otros. ' e 'a dedaramos a su manera de o brar, a . u manera de
pen ar. El gobernado, el enganado, cl ex plotado , la pro ututa, etcetc
ra, hieren ante todo nuestros sentimiento de rgualdad. E n el nombre
de la l gu aldad no queremos ~a ni prostltutas, nr e. plotados, nr enganado , ni gobernado .
.
e nos dira aca o, e h a d rcho alguna "ez: Pero i pen ars que
precr.a tratar srem pre a lo demas co mo 'o mrsmo quen!is er trata(1) Se re6ere a! Tsar de Rusla.
MORAL ANARQUISTA
:u
do iCOnque de.recho u ari.ais de Ia fuerza en determmadas circunstanc ras? ~Con que derecho drngrr los canone contra los barbaro 6 crvillzados que mvaden 'ue tro pais? ~con que derecho desposeer al
explotador? ~con que derecho matar no solo a un tirano pero nr a
una stmple vivora?~
'
i on qu~ derecho? _,!Que en tenders por esta palabra barroca arrancarla a Ia Ley? ~ Querets saber st tendria concrencia de obrar bien
h ac1endo eso? .! i lo que yo aprecio encontraran que he hecho bien!'
,! Es eo lo que preguntais?
En ese ca o nut:stra contestacr6n es senctlla.
Ciertamente que i; porque nosotros pedtmos que se no mate si
co mo ammales veneno Oii, si vamos a hacer una mvasi6n al Tonkin'
6 a Ia Zululandta, cuyos habitantes no no han hecho nunca mal al~
guno. De.:rmo a nue tros hijo : Matame st me paso nunca al partido
de los invasore .:..
Ciertamente que i; porque ped1mo que enos desposea si un dia .
mrnttendo a nue, ros princ1p1o , no apoderamo de una herencraeria llovida del cielo-para emplearla en fa explotact6n de los ciemas.
Ciertamente que 1; porque todo hombre de coraz6n, ptde que ante e le antqutle que llegar a er vivora Jama ; se le hunda un puna!
en el coraz6n, si alguna vez ocupara el Iugar de un urano destronado.
' o bre Cten hombre que tengan mujer e hi)O , habra noventa que
intiendo la a pro imac16n de la locu rat Ia perdtda del regi tro cerebral
en u accrone ) tntentaran suicidar e por miedo de hacer mal a lo
que aman. Cada vez que un hombrre de corazon comprende que se
h ace pehgro o a lo que on o b)eto de u canrio, preliero morir ante
q ue llegar a tal extremo.
Cierto dia, en Irkutsk, un doctor polaco;. un fo t6grafo son mord tdo por un pernllo rabio o. El fot6grato e quema Ia herida con
h ier ro candente, el medtco se erne a cautenzarla. Es JOV~n. hermoso,
rebosando salud; acababa de alir de la mazmorra a lo cual el gobierno le hab'a condenado por su adhesi6n a la causa del pueblo. Fuerte
co n su aber y o bre todo con u intelrgencia, hacia curas maravillosas; lo enfermo lt: adoraban. ' eis semanas rna tarde se apercibe de
que el b1 azo mordido comienza a rnflamarse. Aun tendo doctor no
podia evitarlo: era Ia rabta que e manifestaba. Correa casa de un
a migo, doctor desterrado como el.-jPronto, enga Ia e tncnina, te lo
ru ego! ~\'es e te brazo? ~Sabes lo que es? Denlr de una hora, 6 meno ere pre 0 de la rabia; intentare morderte a li y a los amtgo ; no
pr erda ttempo; \enga laestricnina; e pred o morir.
22
PEDRO
~ROPOT klNE
LA MoRAl. ANARQI'JSTA
23
ocredad. como e tam per uad.dos de que el nin and ani. un dra obre u pr< , y no a c u ~tro patas, senctllamente porque ha nacrdo de
padre que pertenecen a Ia epecre h umana.
.
Todo lo ma- que podem_os hacer e dar un conse)O, )' aun dando
to anadrmo : - Ese con.;e)o no te ndra 'al o r ma que 1 tu mrsmo
ono~e, porIa e\penencra ~ Ia obervacr6n, que es bueno de segurr.
C.uando yemos a un JO\'Cn doblar Ia e palda y opnmrr a 1 el pecho
y los pulmoneo;, le aconsejamo" que e ndere~..:e, que mantenga Ia cabeza le' antada y el pecho abierto, qu e a pire el a1re a pleno pulmone ,
.:nanchandolo,, porque en esto enco ntra n\. Ia metor &a antra contra
Ia tr r:. Pero at m1s:no trempo le ensen am o Ia lr 10log1a a fin de que
.:onozca Ia. fun.:IOne de los pulmone y e co)a por si m1 mo Ia postura que ma \e COn\lene.
E- cuanto p demos hacer como hec ho _m o ral. o te!lemos ma
que el dcrecho de dar un conseJO al c ual anad1remo : 1guele s1 te
parece
. a cada uno obrar como m e1or le parezca. '\legando a
Pcrobueno
dejando
Ia ncrcdad el derecho de ca~trgar, fue re lo que fuere y de Ia manera
que ea. por cualqu1er acto anti- ocr a l que hay a co meudo, no renun
~iamo' a nue tra facultad de amar lo que n os parezca bueno, y de
od1ar lo que no parezca malo ..\ mar y od1ar, pu e
6!o los que aben odrar, ~aben amar. Podemos re eryarno eso , y pue to que ello
olo basta a toda soc1edad ammal pa ra mantener y desenYOIYer lo
"enttmoenw morale , ba~tara tanto me to r a Ia espccie humana.
oln ped1mo una co,_ a; eliminar to do lo que en Ia soc1edad actual
rmprde el hbre de en,ol\'lmlcnto dee to'> do sentrmtentos, todo lo que
tal:ea nue tro tuictO: el E ta jo, Ia lgle ,a , Ia E plotaci6n; el 1uez, el
den~o. el gob1erno, el e plotador.
H ' al ,er un Jackel De,wpado r dego llar de co rrido diez mu1ere
de a ma' p bre:. de Ia m:l. m. erab le--y m o ral mente ~upenore a
Ia~ tre -.uana partes d~ lo ncos burgu e e -nu cstra pnmer rmpreIOO e. Ia del oj10. S1 lo encontrara m os el d1a en que ha degollado a
esa mujer que queria hacerse p agar po r el los trenta cent mos de su
tuguno, le habriamos alo)ado una bala en el craneo, 1n refle 10nar
que Ia bala hubiera estado meJor co locada en el craneo del propletario.
Pero cuando no acordamo de toda las rnfamias que le han conducrdo a com~ter e~ ~~ a e mato,, cuando pen amo en Ia tinrebla ,
~n Ia cuales ~ueda persegui?o por Ia' im:l.genes de ltbros 1nmundo ,
o por pensamrento enardecrd por hbros e tup1d0 , nu~stro scntlmtento se ammora: y el d1 a en que sup eram o que Jack. estaba en
poder de un juez que ha tra nqu1lam ente cortado diez veces ma \idas
de hombre_-, de muteres y de nino, que to do lo Jack.; cuando nosotro~ contaramo en las manos de e o fn o maniacos. 6 de e as genle que ennan a un Borra a Ia pn 16 n para demo trar :1. lo burgue~e que ellos on su alvagu ardia, ento nce todo nuestro odio contra
Jac k el,Destnpador desaparecen\., se dirigtnl. a otra parte. transforma rase en od10_ contra la soc1eda~ cob~rde e hip6crita, contra us repreentante ohcrate . Todas las rnfam1a de un destripador, desaparecen
a nte las comeudas en nombre de Ia Ley. A ella odiamos.
Ho y nuestro senttm1ento se reduce continuamente. Comprendemo
que todos s mo , ma 6 me nos 'ol untariamente lo fautores de est a
ociedad . . o nos atrevemos ya a odiar. ~Osamos ~caso amar? En una
oc1edad basada en Ia e\plotaci6n y la servidumbre, Ia naturaleza humana se degrada .
Pero, a med1da que Ia servidumbre vaya de apareciendo, volveremos a pos~ 1onarno de nue tro derechos; ent1remo Ia necesidad de
odiar y de amar aun en ca os tan comphcados, como el que acabamos
de c1tar.
En cuanto a nue tra vida ordinaria, demo ya hbre curso a nuestras 1mpatias 6 ant1patia ; lo hacemo a cada momento. Todos aprecramos Ia energra moral y de preciamo Ia debihdad, Ia cobardia.
cada rnstante nue tras palabras, nuestras m1rada y nue tras sonrisas
expre an nue tro goto a Ia VISta de actos tlldes a Ia humanidad que
con 1deramos buenos; a cada instante man1festamos par nue tras mi
radas y nue tra palabras, Ia repugnancra que no rn piran Ia cobardia, Ia menura, Ia intnga, Ia falta de valor moral. Traic1onamos nue
tro disgusto cuando ba) Ia mtluencia de una educac16n de saPotr
JliJI_re, e decrr, de_h 1poo.:resia, procuramos aun disimular ese di gusto
baJO apanenc1a talace que desaparecenin a medida que las relacione
de igualdad e establezcan entre nosotros.
Pues bien, e to olo basta ya para mantener a cierto nivel Ia concepcion del bien y del mal; e o ba tara tanto mas cuanto que no habra
entonces ni )Ue.l ni cura en Ia ociedad; tanto me1or cuanto que los
pnnc1pios morale perder:l.n todo caracter de obligaci6n, srendo considerado como imple relacrc.ne entre 1guale .
Y, sin embargo, :1. medida que e a imple relacrones . e establecen,
u na nueva concep ion mo . al aun ma elevada urge en Ia ociedad,
-.u yae laque,amosaanaltz ~ r.
VIII
LA
MOIIAL
NARQ ISTA
27
E te solo principiO tan encillo, ta n natural y tan e\ idente- 1 fue- bterno, ha bra n dejado de ex1 tir; pcro puede hacerse) a en gran parte
ra general mente apltcado en Ia ':da-con ututria) a una moral muy hoY e h ace.
\m em bargo, 1 las socieda~e~ no conoc1eran mas que e e princip; 0
ele\ ada, comprendtendo todo cuanto los mo ra li tas han pretendido
de tgualdad, Sl cada uno, aten1endo e al concepto de equidad mercanen eiiar.
El pnnctpiO igualnano resume las en e iian z a de lo moralistas. ulna. se g uardara en todo momento de dar a los otros algo mas de to
Conuene tambten algo mas, ~ esc algo es e l respeto del tndi' tduo. que de ellos rectbe, ~en a Ia muerte de Ia ociedad ine\ nable.
llasta Ia noct6 n de 1gualdad de aparecena de nuestras relactones
Proclamando nuestra moral 1guah tana )' anarqUJ ta reu amos Ia
abro!;aCton del derecho que lo~ morah tas h an pretend do ejercer: el puestO que para mantenerle es preCISO que algo mas grande, ma be:
de mutilar a un mdt\ iduo en nombre de ctertc ideal que cretan bueno. llo, mas ngo ro so que Ia Stmple equtdad, se produzca 10 cesar en
1 osotro
no recono~emos ese dere~ho nad ie, no lo queremos para Ia \Ida.
Y e to se produ.::e.
no:otro .
Hasta ah o ra, no le han faltado nunca a Ia humanidad grandes raReconocemos Ia libertad ~ompleta del tndi nd uo; quere mo Ia plezone que, des bo rdando de ternura, de ingemo 6 de voluntad, em pleanttud de sue i tenCta, el de arrollo de u tacul tade . . :\o quercmo
tmponerle nada, voh tendo a 1 al principto que F o u n er oponta a Ia ban su sentt mtento , su mteltgencta 6 u actt\ 1dad, en sen tc o del gemoral de Ia rehg,ones, al decir: Dejad a los h o m b res abso lutamente nero humano, stn C\lgtrle nada en cambto.
E a fec u nd idad de l geni o , de Ia enstbil idad, 6 de Ia 'olunt ad, tom a
libres, no le mutilets: baqante lo han hecho Ia rcltg10 ne . 1 o temas
stqUJera sus pa iune ; en una octedad llbre no o treceran ntngun pe- todas Ia torm as po stbles. ) a es el 1m esugador enamorado de Ia 'erdad que,. ren u :1 c1and o a todos los de rna placeres de Ia 'ida, se entrega
hgro.'
En atenct6n, a que vosotro-. mtsmos no obd1c aL de ,uestra ltber- wn pas10n a Ia m~ c ugact6n de lo que el cree er 'erdadero y justa,
tad, en atenc16n a que no us deJals esclavizar por los demas, ' en en contra de Ia a!trmacJOne de lo s 1gnorantes que le rodcan ; ya es el
tnl'entor que \'1\ e de Ia gloria p6stuma, ol\'lda hasta el altmento y
atenct6n a q~e a las _pastonc \ tulenta de tal tnd ividu o opo ndn!i
'uetra pa 1une soctales, tgualmente 'tgoro a , no teneis que temer apenas toea el pan que una muJer, todo abne17aci6n, le hace co mer co mo a un ntiio, mientra per tgue u im enct6n destin ada segun el a
nada en Ia hbertad. ( 1)
Renuncamo a muular al indn .duo en no mb re de id eal algun o~ cambtar Ia faz d e l mundo; ) a es el re' oluciorano ardiente, para quien
todo cuan~o no~ re.crvamo. e el derecho de expre a r trancamente los goces del art e, de Ia Ctencta, de Ia mi rna tamilta parecen aridos en
nubtra. tmpatta ~ anupatta' para lo que enco ntra m o s bueno o ma- tanto no esten co mpartidos por todos, trabaJando tn regenerar el
lo. Tal engaiia a us amtgos. <Es . u \Olu n tad , su cara<.:ter"- i ea! mundo a pe a r d e Ia mi cr 'a y de Ia persecuciones; ya es el m o zalvehora bten, e prop 1u de nuc tro caracter, d e n ue tra Yol untad, me- te que, al ot r re la tar Ia atrocidade de los tm a ore , ere~ cndo a ctegas
en las le)endas de l patno tt mo que le han contado, Ya a mscnb trse en
no prectar al embu tero.
_ ) una YCZ _que tales nue~tro caracter, seamos fr anc o . '\o nos pre- un lUerpo franco, anda po r Ia nte\ e, sufre el hambre,) con...luye por
caer ba1o Ia bal a .
~..tpllemos hacta el para opnmtrle con nu e tro c haleco , y to marle
Es el gr anuplla de Paris, que, mej o r tn pirado y do tado de mtel iatectuosamente Ia man~ .con.o. sc hace ho).
su pas t6 n actn a opogencta rna fec unda, escogtendo meJor us aver to ne y su . 1mpatias,
nem_os Ia nue tra, tambten actl\a v energica.
f cu_anto tenemos cl d_e rccho' el deber de hace r para mantener corre a las mural las con . u hermanllo, rcstste la Iluna de los o buses
en Ia soc1edad el pnnc1pto tguahtano; rna aun , el pnnctpto de igual- )' muere m u rmurando: j\tva Ia conmune! ; e el hombre que se ubleva a Ia Yista de una in1qu1dad tn preguntar que res~ltara de ello; y,
dad puesto en pni.ctica. ( 2)
Todo c to, bien entendtdo, no e h a ra en teramente sm o cuando cuando todos do blan el espmazo , de enmascara Ia tntqutdad, htere _al
Ia orandes causa de depra\ acton. capitah m o , religio n , JUSUCta , go- explotador, al ttranue lo de Ia fabri a 6 al gran urano de un tmpeno;
sor,, en !tn, todos e o sa.:ri!icios sm numero menos llamali\'OS, Y por
F
I) De todo los au tore mod ernos, el noruej!'O Ibsen , que pronto se leer& eo eo de conocid os ca 1 1emprc, que . e pueden ver constantemente, soranc1a coo apaSJonamer.to como 'e lee ya en lnglaterra, e qu1en mtJOr ba for
bre todo en Ia muJer, a quten e qutere encargar el trabaJO de abnr lo
mulado tas Ide a. <n _~ u drama . E~ t amb1~ n anarqu1 ta stn &abrlo .
OJO Y notar lo que c o nsutuye el fondo de Ia humamdad, lo c.ual (e
(2) Yo o mo dectr (Y el ase ino? <Y e1 qu corrompe a Io n1ftos?-(A esto
perm1te tam b1en m trUir e bien 6 mal a pe ar de Ia explotac.on Y Ia
conte taremo brevt mtnte.
Et a e ino que m ata por ta <ola d d e sangre es en ~xtremo raro. Es un
opres10n que e lla ufre.
.
fermo que prec1 a cu ra r 0 en t a r. E n cuan to al corruptor , cutdemo desd Jueg
Aqueilos fra g uan uno en Ia oscundad, o tros en campo mas am d e que Ia soc tedad no pervterta lo se n u mh ntos de nuestros h1jos: ntonces nada
plio, los verdaderos 'progresos de Ia humanidad . ) Ia humantdad lo
t end remus que t emer de e os cabal eros.
PDRO KROPOTKINE
sa be. P or lo mismo rode a sus vidas de res peto , de leyenda . H a ta los
em bellece v lo hace heroes de su c uentos, de sus canciones, de us
norelas. Ama en ello el valor, Ia b.J ndad, el amor y Ia abnegacr6n
que faltan a Ia mavona. Trasmrte su recuerdo a sus hijos, se acuer
d a hasta de lo que no han traoa) aj rn a que en el e trecho circulo
de Ia tamilia y de lo amigos, ve nerand o s u mem o ria en las tradicio
nes fami liares.
Aquellos constitu yen Ia ver~adera m o ralid.ad: -Ia u nica por otra
parte digna de tal nombre-no srendo el resto s1no senctlla relacione
de igualdad. ' in e o animos y e as a bnegac io nes, Ia humanidad esta
na embrutecida en Ia cienaga de mezqu tnos ca lc ul o
quellos, en
tin, preparan Ia mor a ltdad del porven ir; Ia que vendni. cuando, cesan
do de co ntar, nuestro htJOS crezcan con Ia idea de que el mejor uso
de toda cosa, de toda energia, de to do va lo r, de todo amor, esui donde
Ia necesrdad de esta fuerza se siente co n m ayo r vi veza.
Eso animo , esa abnegactone han exi stido en to do tiemp o; se
las encue1tra en lo ani male , se las enc u entra en el hombre ha~ta en
las epoc a de mayor embrutecimiento; y en tod o t iemp o las religione
han procurado apropiarselas, acuiiarlas e n su pro pia ventaja; y si las
rehgiones riven todav ia e porq ue a parte Ia ig no rancia -en todo
ti empo han apelado precisamente a esas abn egacione ' a esos rasgo
de valor.
ellos apelan tambien lo revo lucio nario s, so bre todo los
revoluc onano socialrstas.
En cuanto a explicarlos lo mora lt ta rel igrosos, ut ilitario y otros;
han cardo a u vez en los errores q u e y a he m os serhlado .
Pertenece a e e joven fil6sofo, G u yau - a ese pensad o r a narquista
srn saberlo-haber indicado el ' erd ade ro o rigen de tal valor y de tal
abnegaci6n independiente de toda fu erza m istica, rndependiente de to
dos eso calculos mercantiles btzar ra ment e im agi nad os por los uul itari os de Ia escuela ingle a.
Alia, donde Ia filosofias Kan tist a, pos:tivis ta
evolucionista, se
han estrellado, Ia filosofia anarquista ha enco ntrado el verdadero camino.
u origen, ha dicho u yau, es el sent imiento de su propia fuen,,a,
es Ia vtda que se desbor da, que busca esparcir e. entir interio rmente, lo que uno es capa\ de hace r, es tener co ncienc 1a de lo qu ~ se ha
el deber de hacer .
El rmpulso moral del debe r que tod o h o mbre ha entido en su
,ida y que se ha intentado e xplicar por tod o los m isticismo , el deber
r oes otra cosa q ue un a su perab undanc ra de vi da, que pide ejercitarse, darse, es al mrsmo ti em po Ia co nci enc ta de un poder.
Toda energi a ac umu Iada ej erce pre i6 n so bre los ob tacu los col o
cados ante ell a. P oder o bra r es deber o brar . Y to da e a obligact6n
moral, de Ia cual se ha h ablado y esc rito tant o, despojada de toda
uerte de mts ttctsm os, se redu ce a e ta verdadera co ncepci6n: La vida
no puede mantenerse s rno a cond ici6n de esparcirse.
L A MoR A L ANARQUJST A
.La planta no puede.im.pedi.r su florecimie~to. Algunas veces, florecer, pa ~a ella, es monr. ,N o .rmporta, Ia savta su be siempre! . con cluye el )O Ven fil6sofo anarqursta.
'
Lo mis ~o le sucede al ser huma.no cuando esta plet6rico de fuerza
y de ene rgr a. La fuer.z~ ~e acu!llula en el; esparce u vid a; da sin con tar, srn I<;> cual , no vtvtr~a; y St de):>e perecer, como Ia flor, deshojan dose, no rmporta; Ia savra sube, st Ia hay.
e fu erte; des.bor~a de ~nergia pasional e intelectu a J, y Tertiras SO
bre los o tr os tu tnteltgencta, tu amor, tu actividad.
He a~i a que se ~educe toda Ia enseiianza mor a l, despojada de Ia
htpocresta del ascettsmo onental.
IX
Lo qu e Ia humanidad mira en el hombre verdaderamente moral
es su ene rgia, es Ia. exuberancia de Ia vi~a que le empuja a dar su inteltgenc a, sus senttmtentos, sus ~ctos, Sin demandar nada en cambia.
El hom bre fuerte de pensamtento, el ho mbre exuberante de vida
rntelectual, procura naturalmente esparcirla. Pensar sin comunicar su
pensamie nto a l.os de mas careceria de atracti\ o . 6 1o el hombre pobre
en 1deas, des pues de haber cc.ncebtdo una con trabajo, Ia oculta cui dadosame nte para ponerle mas tarde Ia estampilla de su nomb(e. El
hombre de poderosa inteligencia, fecundo en idea las siembra a rna nos lien as; s ufre i no puede compartirlas, lanzarlas a los cuatro vien
tos, E:n ello esta su vida.
Lo mis m o s ucede con el sentimiento- no no bastamos a nosotros mi mos, tenemos mas l:lgnmas que Ia necesarias para nuestros
proptos ~olo re , mas alegrias .en reserva que Ia justtflcadas para nues
tra propta e. tstencta>>;- ha drcho Guyau re umtendo asi toda Ia cueslion moral en lineas tan concisa , to madas de Ia naturaleza. El ser
s.olitario sufre, es presa de cierta tnquittud porque no puede comparttr sus tde as, us senumiento con los demas. Cuando sentimos un
gran placer, querriam os hacer saber t. los demas que existimos, que
sentimos, que am am os. que vtvtmos, que luchamo , que combatimos.
AI mismo uempo sentimo Ia necesidad de e1ercitar nue tra vo luntad, nues tra fuer za actl\a. Obrar, trabajar, llega a er una necesidad para Ia in men a mayoria de los hombres, tanto que, si condiciones
absurdas a lejan al h o mbre 6 a Ia mujer del trabajo uti!, inventan
trabajo , o bligaci o ne futile e insen atas para abrir un nuevo camp o
asu actividad. Inventan cualqurera cosa- una teoria, una religi6n,
un deber social- para persuadir e de que ellos hr.cen algo tJtil. Si
batlan es po r caridad, i se arruinan co n u tocado , es para mantener
Ia ari tocracia a su debida altura, i no hacen absolutamente nada, es
por princi pio .
Hay necesidad de ayudar a otro, empujar al pe ado vehiculo que
arrastra trabajo samente Ia humanidad, cuando n6 se murmura en su
derredor>>; d ice Guyau. emejante necesidad de ayuda e tan grande
que se encuentra en todos los animales por inferiores que sean; y Ia
PEDRO KROPOTKINE
1 nmensa
l ORAf- ANARQUISTA
31
Ia
Yida
i
exist'e
ra
mas
franqueza
en
nue
t
ras
re
i
1
1
ac1ones; s1en te Ia
tuerza qu. e 1mpu
. . . sa a .establecer esas relaciones con lo s que encuentra en su ca mmo, conc1be lo que se llama el ideal.
~De donde v1ene ese 1~eal? ~ e forma porIa herenc 1a de una arte
y Ia .1 m pres ones de Ia vLda de otr~? ~penas to sabemos, todo to ~as
podnamo hacer de nuestra prop1a nda una histor1a rna' 6
'
~
dl
s
menos
l'erd ad era.. I e_ro ve e. v_ano, progresvo, abierto a las influencias ex terna>; mas s1empre VIVIdo. Es una sensaci6n inconscien te en pa t
que nos da Ia ma):or sum_a de vitalidad, el goc~ de existir.
r e,
P~es bte_n, Ia v1da es. ~'lgorosa, fecunda, r:ca en sensaciones res~
pond1endo a Ia conce pcton del ideal.
'
Obrad contra esa ~oncepci6n, y sentis aminorarse yue tra vitali dad; no es ya ~ m~a; pterde s~ vigor. Faltad con frecuencia a vuestro
Ideal, y .conclutres p o r paralizar vuestra actividad; pronto no volve r~l .) a a encon trar ese vigor, esa e pontaneidad en Ia decis 6n que te nials en otro llempo.
ada de misterioso hay en ello, una vez que mirais al hombre comoun co mpuesto de centros nerviosos y cerebrales obrando con in~e~e~de~cla. Fluctuad entre los _diver os sent.imientos que luchan en
\OS) ~lee-arets a romper en egutda _Ia armoma del organismo; S$reis
un entermo 1n vol untad; Ia tntenstdad de Ia vida descendera, y harets b1en en no c? mprometeros; no sereis yael ser completo, fuerte,
ngorus o que era1s c uando vue tros a ;;to se encontraban corde con
las concepc10 nes 1deale de vue tro cerebro.
X
Y ahora d igamo , antes de concluir, algo de esos dos term inos pro-
cedentes de Ia ~sc uela ingle a, altruism o y egotsmo, con los que nos
atruenan contin uamente los otdos.
Hasta el presente no habiamos hablado de ellos en este sent do es
es han 'in que no veia mos aun Ia distinci6n que los moralista in<>le
0
tentado 1n trod u ci r.
Cuando decimos: tratemos a los dema ~omo nosotros qu isiera mos ser tratados" t!es el altrUismo 6 el ego1smo lo que recomendamo ? Cuando rem o ntandonos mas alto, decimos: La felic1dad de cada uno e ta i ntimamen~e ligada a Ia felicidad de todos los que le ro dean : se puede tener qu1za algunos a nos de dicha relativa en una so cJedad basada en ia desgrac1a de los demas, pero esa dicha esta edifi cada sobre _arena: no pu~de durar; Ia cosa mas ins1gnificante basta
para d~strutrla, y es tnfimtamente pequena en comp,&ra ci6n de Ia po Sible d1cha de una ociedad igualitaria: ademas siemf'te que tu veas el
bten g_eneral, obraras bien; cuando decimos esto, t!e el altruismo 6
el ego1smo lo que predicamo ? Hacemos constar encillamente un
hech o.
Y cuando afiadimos parafraseando una pa.labra de Guyau: Se
fuerte, se grande en todos tus actos, desarrolla tu vida en todas sus
moda ltdades, se tan 1ico como te sea posible en energ ta, siendo p ara
PEDRO f....ROI'OTJ...l
llo el er rna octal y m:b ouable 1 qu1eres go~ar de una' ida !lena,
entera , tecunda. GU!ado s1empre por una mteh~enc1a amphamen~e
de. pejada lucha, arne gate-el ne go uene tambten su goce -arroJa
tu. tuerzas, in contarla m1entras las tengas, en todo lo que crea"
ser hermo 0 y grande; y entonce. habra gozado Ia mayor suma postble de tehcidad. L'nete con las masas; ~, uceda e lo qu1era en Ia
, ida, enuras latir cont go prcc1samente lo corazone que am a , )
laur LOntra ti los que meno. prectc~>>.
uando dec1mo eso (eS el altruismo 6 el egotsmo lo que enseiiamo ?
_
Lu har, arontar el peligro, arroJar e al agua para sahar, no ya a
un hombre, ino a un imple gato; alimentarse con pan seco para poner lin a Ia in1qU1dades que o-. ublevan, acordarse de lo que mereceo er amado , er amado por ellos, para un fil6soto entermo eso e
quiza un sacn!ic10; pero para el hombre y Ia muJer p~et6nco de ener~-:ia. de fuerza, de ngor, de _1m entud, tS el placer de' '1r.
( L eg01 . mo? ~ E:. altrut mo'
_
_
En general lo moralistas que han lev ant ado su. s1 temas ba ados
en Ia pretend1da opo. ic1vn del enll~tento eg01 ta ~ el altru1 ta han
equtvo..:ado el cammo. S1 esa opo JCJOn e. JStlera en reahdad, s1 el b1en
del md11 iduo tuera nrdaderamente opuesto al de Ia octedad, Ia e pec 1e humana no extstiria: mngun antmal habria podtdo alcanza r u
actual de arrollo. 1 o encontrando Ia. horm gas un mtenso placer en
trabajar 1untas por el bienestar de Ia colon1a, esta no e\JSllria, y Ia
horm1ga no eria lo que e ho1, el er mas desarrollado entre lo msectos: un m.ecto cuyo cerebr-o, apena perceptible con el au\illo de
una lente, e casi tari poderoso como el cerebro med1o del hombre.
'o encontrando un intense placer en u. emigrl'ciOne , en lo cutdados que . e tom an para educar u prole, en Ia ac_c16n com \in para Ia
defen a de . u soc1edade. contra las a1 e de raptna, el paJaro no habria p0d1d0 alcanzar el de arrollo que ha llegado: el tipo paJaro habria retrogradado en Iugar de progresar.
_ __
y cuando pencer pre1e un ucmpo en que el bten del tndJYJduo
se confundtra con el de Ia e pec1e, olnda una cosa, que 1 los dos no
hubieran sido s1empre 1denucos, no hub1era pod1d cumpltr e Ia ei'O 'ucl6n m1 rna del retno an1mal.
Lo que ha habtdo en todo uempo es que se ha encon~rado, asi _e n
el mundo animal como en Ia e pec1e humana, un gran numero de tndh 1duos que no comprendian que el b1en del individuo y el de _Ia e pec1e son en el fondo 1denticos. o comprendtan que sen do el lin del
tndividuo , 1Y1r tntensamente, encuentra en gran maner a e ta condlci6n de Ia ex1stenc1a en Ia ma)Of ocJabilld ad, en Ia mas perfecta tden tllicaci6 n de i prop o con todo lo que le rodean.
Pero e to no era sino carenc1a de inteligencia, falta de com prenst6n. En todo uempo ha hab1do hombres ruine~, en tod~ tiempo ha
habido imbeciles: pero en mnguna epoca de Ia h1stona, 01 aun en Ia
geol6g1cas, el bien del individuo ha sido opu esto al de Ia soctedad. En
L" \\ oRAL
A.'Ul~Jl
tsr
33
PEnRo
SECCION PEOACOGICA
K~oPon.t'>E
tambten sm grandes sufnmtentu~: bueno, te manttcnes en Ius scn.:i lto principios de Ia equ1dad tgualttar:a. En las rellclune igualttarias
en.:ontrani.s lo que nccesttas, Ia mayor suma de t~.i.:idad po ibl~ dadas tus es.:asa t uerza ,
Pern t stcntes en tt el 1 tgor de Ia ju1 entud, si qt11ercs 1 t\'tr, st
quiere-; gnzar Ia 1 ida entcra, plena, debordante-e de.:ir .:onocer el
mayor goce qu~ un ... er ''' tcnte pueJe desear- e luertc, se grande
se energtco en todo In que haga;..
~iembra Ia 1 tda alrededor de u, a h icrte que enganar, mentir, scr
astuto. es em lecerte, empequci\ecert<!, reconocerte d_b I dcsJe lucgo:
er como Ia e-cla1 a de' harem, que se Lr~e inferior a su senor. Hazlo
~~ te place: pero cnton~.es ten presente que Ia hum n d,td te con,tJ~
rara pequeno, mezqumo, debt I } te tratar.; en Lon>ecuencta. o 1 1~n
d11 tu energ1a, te con-;iderata como a un scr que mere'c lasuma. suio
L\sttma. o te quetes de In humanns, 'oi tu mi~11o para t. a, a;.t tu
adt\ tdad.
~e fuerte. por el contrario, y cuandn 1 ea una 1niquidad ~ Ia ha~ as
~.omprendidu-una iniquidad en Ia 1 ida, una mcnura en Ia c1cnua,
un :ufnmicnto impuesto por otro rcb~late contra Ia intqutdad, Ia
mcntira ~ Ia intusuc a. jLucha! 1 a ltH.ha e, h 1 1da, tanto m:b mten a. ~.uanto mas 111 a sea aquclla. 't en ton c _,, h 1bras 1 i1id1; \' por alguna bora' de esa Ytda. n daras ari"s de 1 C,.(eta;Jun C'l el ..:1cno del
pantano.
Lucha para permttir a todm 111 ir esta 1 1da nca y c uberante 1 ten
P"r se~uro que encuntrara-. en e'ta lu~.ha goLes tan grande,, como no
Jo, en~.ontranas parectdos en nmgun ntro orclc 1 de a<.:t11 1da.i.
I ales cuanto puede dec1rtc Ia cienc1a de Ia moral: ;i t1 to. a e .cogero
AUTORES
Pesetas
C . .Jacquinet
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SECCI6N. SOCIOll60ICA
A U TO RES
Pesetas
S. Faure.
E. Reclus.