Los Limites y Las Fronteras
Los Limites y Las Fronteras
Los Limites y Las Fronteras
1 Lmites/fronteras y elementos
por Carlos Vladimir Zambrano Rodrguez
La profundizacin capitalista, de lo que Lefebvre llam "espacio instrumental", toca a la
cultura y al territorio; la ductilidad fronteriza de hoy da es su efecto y la gestin cultural no
es ajena a ello, sea como operadora, pensadora o divulgadora. Este captulo aborda la
demarcacin territorial y cultural, y concreta un sistema de referencia til para la gestin
interterritorial inclusiva y respetuosa de elementos culturales, sean o no fronterizos.
Introduccin
Vivimos en una poca de rpidos cambios que deja la sensacin de vivir en los lmites, y a veces,
al borde de precipicios. Pensar las fronteras y lo fronterizo es una tarea de la poca, solo posible
en momentos de crisis y cambios. Cuando la gestin aborda el tema territorial atiende de modo
general, con las ideas de participacin y desarrollo, las necesidades bsicas, la ampliacin del
territorio vital, la produccin-circulacin-consumo de bienes y servicios y la sostenibilidad del
bienestar de la poblacin. La gestin cultural reconoce esos cuatro elementos y los asocia a los
bienes y derechos culturales, por ello agencia las interacciones entre la diversidad cultural de una
poblacin, la variedad de entornos fsicos en los que se desempea, y la multiplicidad de recursos
(aunque escasos) con los que se cuente, con la finalidad de producir y reproducir culturalmente a la
comunidad, los recursos y el espacio.
Razn tiene quien piense que los territorios (espacios) se mueven (evolucionan, involucionan o
revolucionan), pero ms tendra si pensase en la gente que los habita, que es quien ensancha los
espacios vitales y los anhelos territoriales. "Mover" un territorio (territorializacin, reterritorializacin
o desterritorializacin) es ante todo una resignificacin de la identidad y de los valores de
pertenencia, tenencia, herencia y potencia (territorialidad) de las comunidades y la capacidad de
gestionarlos. Es decir, la tensin territorial real que ese movimiento produce, al ser gobernada se
manifiesta en las fronteras y es disimulada con ayuda de los lmites que no puede traspasar.
Los lmites (y las fronteras) no son ajenos a las polticas estructurales de los Estados, porque es
debido a stas que ellos se hacen efectivos en los territorios. Los Estados-nacionales guan con
polticas fronterizas las relaciones internacionales y con los vecinos las implementan con
programas especficos de frontera. Toda poltica cultural coadyuva, en general, a ordenar y
planificar el territorio, a gestionar la cohesin social que no es otra cosa que gestionar las
identidades colectivas y los sentimientos de pertenencia de la poblacin, y a inventariar y organizar
los elementos culturales propiamente dichos. Tales elementos, por ejemplo, deberan tenerse en
cuenta a la hora de pensar la gestin cultural en una frontera.
1. Territorios, fronteras y lmites
A la gestin cultural, privada o pblica, le interesan tanto las fronteras que implican la demarcacin
territorial de los Estados-nacin democrticos contemporneos, como aquellas fronteras culturales
e identitarias que determinan los umbrales de cohesin social, y las fronteras econmicas que
imponen los trminos del desarrollo de las culturas, patrimonios e industrias culturales.
Esas fronteras son, en primer lugar, las que indican a qu derechos estamos sometidos como
personas y como gestores de la cultura, y qu personas e instituciones ejercen autoridad cultural
sobre el territorio; en segundo lugar, las que definen cules son las expresiones culturales
hegemnicas y las pautas de legitimidad con las que se participa dentro de un esquema especfico
de sociedad; y, en tercer y ltimo lugar, las que ubican a las comunidades culturales diversas como
constitutivas de un pas cuyos individuos residen permanentemente dentro del territorio demarcado
de los Estados.
Los territorios
En singular, el territorio es uno de los tres elementos centrales del Estado-nacin occidental, amn
de la poblacin y el gobierno; cada Estado-nacin es representado en mapas como una porcin
limitada que llamamos pas, cuyo conjunto da cuenta de la composicin, diversidad y lmites
territoriales nacionales. En plural, cada pas contiene sus propias divisiones poblacionales,
histricas, culturales y territoriales, sobre las cuales los Estados deben garantizar la gobernabilidad
con sus leyes y producen, distribuyen y consumen recursos para su gente. Este tipo de definicin
genera una organizacin u ordenamiento territorial que atiende bsicamente a los lmites y se le
conoce tambin como divisin poltica; para identificarla basta echar mano de las constituciones
polticas de los Estados, sus normas y niveles de administracin y un mapa. Pero queda por ver el
ordenamiento territorial que atiende a fronteras, ms relacional y flexible, y ms atento a las
condiciones culturales reales de los seres humanos, como aquel ordenamiento territorial que se
enuncia en la palabra jurisdiccin: iuris dictio, hasta donde alcance el poder de la palabra.
Los lmites
la poblacin bajo la forma de valores compartidos que dan sentido a la comunidad. Dada la
diversidad de situaciones a las que puede aplicarse el concepto de lmite, adems de las
geogrficas, poltico administrativas, y culturales, es necesario hablar de lmites ya que un mismo
lmite puede tener varias interpretaciones.
Las fronteras
La frontera es un territorio; dado que lo es, se podra entender como una superficie terrestre en la
que se produce la interaccin entre dos grupos humanos diferenciados por tener cada uno una
territorialidad distinta. Dicho de otra manera, la frontera es el contorno (co-entorno) de un territorio
compartido (co-lindante) situado a uno y otro lado del lmite territorial el cual es traspasado
repetidamente por quienes circulan la zona (co-marca). Es territorio compartido.
Los lmites son lneas, pero las fronteras son reas. El lmite es para la frontera un sistema de
referencia. La gestin cultural en materia territorial sera un asunto de sistemas de referencia que
generaran dinmicas entre la gente y podran hacer mover las fronteras. Al abrir google maps y
pasear por la zona del Puente Internacional de Ayamonte-Castro Marim, entre Huelva y Faro, se
observa que la lnea limtrofe hispano-lusitana est en la mitad del ro Guadiana (el lmite no es el
ro, pues medio ro es espaol y el otro medio es portugus). Pero si se quitasen las etiquetas, no
se sabra con claridad por dnde discurrira el lmite, aunque si se podra presuponer la zona
fronteriza ya que ella no depende de laexactitud del lmite.
La demarcacin
La demarcacin es el establecimiento de una lnea fronteriza; el instrumento privilegiado para
definir, delimitar y marcarla es el mapa. Con la demarcacin, que puede ser por el exterior o por el
interior, se contribuye a la gobernabilidad de las tensiones internas y los conflictos fronterizos. La
conversin de la frontera en lnea es una cosa, pero tratar de materializarla dice Raffestein no
es solo una empresa demente del pasado (vr.gr. muralla china, limes romana), sino una perversin
poltica que disimula "una incapacidad de establecer relaciones de poder donde la violencia se
excluya" (Raffestein, 2013:118).
moverse "ilimitadamente" dentro de un territorio interno que piensa como propio y al que pertenece
aunque haya nacido en la parte ms remota de l. As pues, la modalidad de frontera interna est
vinculada al desarrollo en general de un territorio, traza lmites administrativos tiles a la gestin,
asigna competencias, distribuye recursos y garantiza formas de autonoma administrativa.