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Marie Sheperd - Phartian - 01 Llegando A Ti

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MARY

SHEPHERD

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Triloga Phartian
1 llegando a ti

ARGUMENTO
Ao 3114.

hartian es un planeta de guerreros, de hombres


duros, posesivos y destinados a cuidar y proteger a
su ms hermoso y escaso recurso: las mujeres.
La Tierra, un planeta en que hombres y mujeres luchan
por sobrevivir. Empobrecido, con escasos recursos y
sediento.
Phartian quiere mujeres, la Tierra agua, un intercambio
se produce.
Kurt-Aiman es un phartiano de 36 aos,
alto,
musculoso, con colmillos, pelo largo, terriblemente posesivo
y contrario al dichoso intercambio y encima, obligado a
supervisarlo.
Tracy tiene 34 aos, con unas buenas caderas, alta,
larga melena, ojos grandes y boca haciendo juego.
Independiente y acostumbrada a luchar sus batallas.
Obligada a aceptar el intercambio.
Un mal comienzo para los dos. Pero pronto descubren
que estn obligados a entenderse, es ms, tendrn que
entenderse por la fuerza, por obligacin y porque no les
quedar ms remedio.
Y encima estos hombres son Peculiares? Originales?
Singulares?
Al final del libro se incluye un glosario con una
relacin de palabras de trminos phartianos

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

DEDICATORIAS Y AGRADECIMIENTOS

dedicarlo con mucho cario a mi familia, gracias


Quiero
por dejarme mi espacio, por esas sonrisas de nimo, por
aguantar las charlas interminables, mis desvaros, mis noches
de insomnio. Gracias por el amor y la comprensin, sin
vosotros no hubiera podido seguir adelante.
Un agradecimiento muy especial a todas mis amistades de
mi pgina del Facebook, durante este tiempo, con vuestras
frases de nimo, con vuestro cario y con vuestra amistad
hacis que podamos vivir, juntos, todo este sueo. Gracias mis
nios/as.
A Raquel Jurez y Luca Calafell, no solo mi
agradecimiento, si no tambin todo mi cario, respeto y
admiracin, por ser, no solo, correctoras, redactoras y
asesoras, si no por ser amigas y confidentes, por su tolerancia,
su sinceridad, su apoyo y generosidad. Por ser fuertes cuando
yo no lo era. Por su fe y confianza que me llevan de la mano en
cada letra que escribo. Os quiero mucho.

INTRODUCCIN

n el ao 3114 la Tierra est totalmente desolada.


Despus de la Tercera guerra mundial, en el ao 2446,
donde todo fue prcticamente arrasado y hubo que empezar
una reconstruccin masiva y desde los mismsimos cimientos,
con una poblacin bajo mnimos, con exiguos recursos y un
mundo en ruinas, una nueva forma de vivir y de hacer leyes se
estableci. La Tierra pas a estar gobernada por un consejo
central, formado por ciento cincuenta personas, hombres y
mujeres, ingenieros, cientficos, mdicos y economistas. Las
leyes fueron estrictas y restrictivas, entre ellas, la ms
importante, qued totalmente prohibida cualquier arma de
destruccin masiva.
La gran mayora de las tierras se dieron por perdidas,
totalmente devastadas. Con una gran cantidad de los acuferos
secos o contaminados.
Millones y millones de personas muertas. Un minsculo
grupo de personas, apenas unos miles, sobrevivieron a aquella
masacre, buscaron un lugar donde asentarse, donde poder
vivir y dos pequeos asentamientos humanos fueron creados.
Uno en lo que fue el centro de Europa y el segundo entre
Norteamrica y Canad. El resto fue abandonado, nada creca
all, era desperdiciar esfuerzos y los pocos recursos que se
tenan.
Durante ms de quinientos aos, la poblacin apenas
creci, es ms, se redujo drsticamente. Abortos, mal
formaciones, nios que moran sin llegar a la edad adulta,
jvenes y adultos que apenas podan procrear, hambruna y
escasez de agua.
Pero poco a poco se alcanz una estabilidad gracias a los
pequeos guetos y comunas que se crearon. Y los nios, al
fin, empezaron a llegar de forma natural. La intimidad se haba
perdido; las personas vivan en grandes edificios, los solteros
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

en pequeos habitculos de un dormitorio, cocina y bao. Las


familias optaban a un hogar de dos dormitorios. En los baos
no haba ni duchas ni baeras. Estas, estaban situadas en
unos baos comunes, donde una vez a la semana se abasteca
de agua durante unas horas. Para esos baos haba que
utilizar el pase que todos los ciudadanos tenan. Todo
perfectamente controlado para no despilfarrar ni una sola gota
del lquido ms preciado y escaso: el agua.
El agua era cortada cada noche hasta el da siguiente, cada
gota era valiosa. Se crearon mquinas especiales para reciclar
una y otra vez todo el lquido posible. La salinidad del mar
haba crecido tanto que era intil depurarla. Se perdi la flora
y fauna marina.
Pero la Tierra segua, a pesar de que empezaron a
recuperar pequeas parcelas, muriendo lentamente. Apenas
unos centenares de miles de acres servan para plantacin.
Se invirti mucho tiempo y recursos a la investigacin
espacial y se consigui conocer otras vidas y planetas, pero
todos desconfiaban de la Tierra, conocan sus antecedentes y
preferan mantenerse apartados de ellos. A penas conseguan
comerciar, dados los escasos recursos, con algn que otro
planeta.
Vista la situacin y dado que la poblacin empezaba a
crecer y seguan los problemas de abastecimiento, se pens en
buscar otros lugares donde vivir y sobre todo, apartarse de
todas aquellas tierras viciadas.
Seiscientos aos despus de la gran guerra, haban
avanzado tanto, que se hicieron colonias en la luna y en Marte
y desde all consiguieron establecer un pequeo, pero
constante, flujo de comercio con el resto de planetas.
Pero quin se estableci all? Por supuesto, las personas
ricas e influyentes, los eruditos y el mismsimo consejo, que
salan huyendo de un planeta desgastado, pobre y abusado.
La Tierra pas a ser la despensa de esas colonias.
Los que no tenan ni el dinero ni el poder suficiente, se
quedaron a trabajar la tierra, las granjas, en las que ahora, por
fin, creca el nmero de animales, las pocas minas que an
seguan regalando sus minerales y la sal extrada al mar.
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Y a pesar de seguir haciendo conexiones y comercio con


otros planetas, estos no quisieron agotar sus existencias por
un planeta que se mora lentamente. Todo era ms caro para
la Tierra y era casi imposible que aquellas gentes quisieran
mezclarse con los terrestres, por eso, era mnimo el mestizaje
entre ellos.
Se crearon dos portales dimensionales, uno ms grande en
Marte, que comunicaba con el resto de planetas y otro pequeo
en la luna, que comunicaba con Marte. La Tierra no estaba
preparada para tener y mantener la energa suficiente para
esos portales. Para trasladarse de la Tierra a la luna, el consejo
facilitaba el transporte, unas pequeas naves custodiadas en
pequeos hangares y en puntos estratgicos de los cuales solo
tenan informacin un pequeo grupo de hombres, a parte del
consejo. El viaje a la luna era de apenas seis horas.
Los pases estaban restringidos y eran casi imposibles de
conseguir, debas tener un coeficiente muy alto o haber hecho
un importante trabajo para el consejo, si no, eras un simple
obrero, un nmero y un productor para las colonias.
Pero haba que controlar a esos obreros y se
establecieron unas normas bsicas y rgidas, muy rgidas:
1 A todas las personas se le implantarn chips con todos
los idiomas conocidos.
2 Las nias sern vacunadas para controlar la natalidad.
Para poder ser madre se tiene que convivir, al menos, un
ao con el mismo hombre. Entonces se proceder a revertir el
efecto de la vacuna. Una mujer slo podr ser madre una sola
vez en su vida.
Las mujeres no podrn ser madres en solitario; si el padre
fallece antes de nacer el feto, se proceder a una interrupcin
del embarazo. Si muere siendo el nio menor de edad, la madre
deber pasar a convivir con otro hombre, elegido por el consejo,
con caractersticas similares al padre.
3 Prohibido manifestarse, organizar mtines y revueltas.
Cualquier desorden, caos, manifestacin, evasin, robo,
asalto u homicidio, ser castigado con la crcel. No hay pena
de muerte, pero si, trabajos forzados y nada de privilegios. Al
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salir de prisin, el ciudadano ser altamente vigilado, durante


un periodo no inferior a dos aos.
4 No se podr acceder a las colonias sin un pase
exclusivo, expedido por el consejo. Slo el consejo tiene el
poder para decidir quin es residente de las colonias. Y el
puesto apto para cada persona.
5 El consejo abastecer de agua, alimentos, ropa, vivienda
y medicinas a la poblacin.
Y ms importante, dada la escasez del agua, esta estar
controlada por el consejo. Los baos sern comunitarios y una
vez semanales, pudiendo quedar restringidos en periodos de
mxima carencia, siendo su nico uso el alimentario.
Ahora, casi cien aos despus de establecerse en las
colonias, la Tierra sigue agonizando, el agua ha pasado de
escasear a prcticamente ser inexistente, la gente tiene sed, y
las tierras empiezan a quedar yermas.
El consejo busca y pide ayuda a todos los planetas
conocidos en mayor o menor profundidad, pero nadie quiere
ayudar, nadie tiene agua para la Tierra, nadie quiere
compartir sus recursos con un planeta tan consumido.
Solo uno contesta a la peticin desesperada de la Tierra:
Phartian.
Pero solo quiere una cosa a cambio.
Oro? Cobre? Alimentos?
No.
Algo que la Tierra posee y en Phartian es tan escaso que
es ms hermoso y valioso que todo eso.

CAPTULO 1

racy estaba que se suba por las paredes, seis malditos


meses encerrada en aquella prisin de mierda y todo
por negarse a dar la ltima cosecha para las condenadas
colonias.
Las personas con las que trabajaba en la granja estaban
como ella, prcticamente al lmite de su resistencia. El consejo
les abasteca de comida, s, pero qu tipo de comida?
Sinttica, deshidratada y conservas. Las frutas, verduras y
carne fresca no eran para la poblacin de la Tierra, no.
Tenan que renunciar a sus escasos recursos para
llenarles la panza a todos los malditos hijos de perra de las
colonias? Anda y que se pudrieran.
Pero su lucha haba sido en vano. Un minuto despus
estaba detenida; a los veinte, ante un jodido juez y una hora
despus, en la prisin. As se hacan las cosas en la Tierra.
Y pensar que ella podra ser una ociosa, asquerosa y
prepotente residente de las colonias. S. Pero haba
sentenciado su destino cuando decidi plantarle cara al cabrn
de su padrastro. Aquel bastardo la haba controlado y
fastidiado desde que entr en su vida cuando apenas tena seis
aos.
Su padre muri en la explosin de una mina y un ao
despus el consejo oblig a su madre a convivir con Jason, un
prepotente y astuto asesor del consejo.
La decisin del consejo de asignar a Jason como el mejor
sustituto de su padre, era algo que an hoy en da le haca
pensar a Tracy que, o bien el consejo estaba beodo perdido ese
da o se haban pasado las necesidades de su madre y de ella
misma por el mismsimo Arco del triunfo. Mientras su padre
era un hombre carioso, leal, colaborador y generoso, Jason
era totalmente lo contrario.
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Desde que entr en sus vidas pas a controlar a su madre


y a ella. Su madre se dej, ella al principio tambin. Pero
cuando creci y vio la realidad del mundo que la rodeaba,
decidi luchar por un mundo mejor. Y el animal, en realidad
llamar animal a Jason era insultar y degradar a partes iguales
a esas inocentes criaturas, la castig y le solt una paliza con
una correa. No pudo moverse en tres das. Pero se jodi porque
no cambi, al contrario, eso fue el detonante para revelarse con
ms fuerza.
No sirvi de mucho, cierto, porque l lo controlaba todo.
Pero seis meses despus volvi a las andadas.
Junto con unos amigos, en plena noche, se llevaron, frente
a las narices de los intiles de los soldados, una carga de
alimentos destinada a las colonias. No los pillaron, pero el
idiota de su padrastro se enter, volvi a darle una paliza, la
at a la cama e intent violarla. Esa fue la nica maldita vez
que su madre sac algo de carcter y se plant ante l.
Durante cuatro das la cuid y ella insisti en que huyeran
juntas, pero su madre no quiso. As que a la maana del quinto
da sali huyendo de la casa. Ya era mayor de edad, no podan
obligarla a volver. Con varios de sus amigos, se fueron a otra
granja a trabajar.
Durante doce aos ni supo ni quiso saber nada de su
madre, fue de granja en granja, intentando ayudar a la gente
y obligarla a reaccionar ante la opresin del consejo. Pero
tenan miedo y apenas consiguieron seguidores para poder
formar una revolucin.
Cuando su madre la encontr, ella ya llevaba viviendo algo
ms de un ao con Don y estaba embarazada de tres meses.
Su madre le rog que se fuera con ellos a las colonias. Pareca
ser que el gilipollas de su padrastro haba realizado varias
acciones de ayuda para el consejo y en un par de meses les
daran los pases. Ella ya se ola qu acciones eran esas:
denunciar a alguien o apresar a varios de los insurgentes.
Imbcil. Ella se neg.
Y qu pas despus de eso? Tracy no lo saba a ciencia
cierta, pero lo que s tena claro es que Jason estaba de por
medio.

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Un mes despus de la conversacin con su madre, Don


desapareci misteriosamente. Tres das despus apareci su
cadver dentro de un almacn donde haba un cargamento
robado de alimentos para las colonias.
Una semana despus le haban provocado un aborto.
Cuando despert de la anestesia, la cara sonriente de Jason
fue lo primero que vio, junto con la orden de "o te vienes con
nosotros a las colonias o tu vida aqu va a ser an ms dura."
Ella slo pudo soltarle una dulce y amable frase: "Que te
jodan, Jason! Antes muerta que irme contigo." Y la ltima
amenaza que le dijo antes de marcharse, sin despedirse y sin
mirar atrs fue un: "Te arrepentirs, Tracy, te lo juro."
Y se arrepinti? No, ni una maldita vez, pero el capullo s
que se encarg de cumplir su amenaza. Su vida pas a ser ms
dura.
No tard en descubrir que la tenan firmemente vigilada,
orden del hijo, bueno, no quera hablar mal de la madre de
Jason, pero el hijo le haba salido como si su madre hubiera
mantenido relaciones con la mayor parte de los hombres del
planeta y alguno ms de los planetas ms cercanos y
colindantes. Y durante tres aos se mordi la lengua, apret
los puos y aguant toda clase de injusticias y pruebas, hasta
que se le hincharon las malditas narices y explot.
Y por eso mismito estaba all, metida en una celda
ridculamente pequea, trabajando en las cocinas diez horas
diarias, con los putos pelos desgreados, con las races de sus
veintisiete canas, ni una ms, pero tampoco ni una menos y
estaba dispuesta a batirse en duelo, con un par de palillos,
contra quien afirmara que luca una ms siquiera, oliendo a
cerdo en una charca porque las malditas duchas all no es que
estuvieran restringidas no, era an ms chiste todava: un
maldito pasillo donde soltaban cuatro chorros y t pasabas
desfilando con el cuerpo ya enjabonado. Algo as como un
lavadero de naves espaciales, pero con personas. Se le tuvo que
hacer los sesitos agua al que se le ocurri.
Al principio no poda aguantar la peste. S, peste, porque
aquello haba dejado muy atrs el ser un leve tufillo, cuerpos
sudados y semanas enteras sin que una jodida gota de agua

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

que tocara esos cuerpos, aquello ola peor que las granjas
donde haba trabajado.
As que cuando esa maana se plant ante ella Miss
simpata, o sea, la carcelera con ms mala leche de toda la
maldita galaxia, sonriendo, con una pastilla de jabn en las
manos y un vestido por llamar de alguna manera a aquello,
casi se me del susto.
No, all pasaba algo y si era que su querido papi haba
venido pretendiendo algo, le iba a colocar las pelotas de
pajarita.
-Te toca bao, Tracy.
Ella la mir malhumorada.
-Qu pasa?
En un momento la sonrisa estaba all y un segundo
despus pudo contarle los jodidos pelos del bigote a la muy
cerda.
-Te toca bao, punto. No preguntas, cierras el pico y
mueves tu culo hasta las putas duchas, entendido?
Dicho as no es que tuviera mucha opcin. Ella no era
pequea, pero la gorila deba rondar los dos metros y pesar
sus ciento treinta kilos, musculosos y llenos de muy mala uva.
Cogi el jabn y el trapo que le iba a servir de vestido y la
sigui mansamente.
Cuando lleg a las duchas haba all unas veinte mujeres
ms, todas se miraron extraadas. Las duchas, por llamarlo
de alguna manera, eran un estrecho pasillo de menos de un
metro de ancho por unos tres de largo, con pequeas salidas
de agua que se activaban por sensores de movimiento. Cuando
ellas llegaban a su altura, se conectaban y echaban unos
tenues chorros y con eso tenas bastante.
-Tenis cinco minutos, moved los malditos culos.
Cinco minutos? Joder, poco ms y tuvo un orgasmo all
mismo. Cinco minutos. Qu narices estaba pasando?
Las mujeres siguieron mirndose extraadas. Ella no
conoca a todas, pero s a varias de ellas. Amy y Caro, dos
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compaeras de la cocina; Gina, Hellen y Rita que tenan sus


celdas contiguas a la de ella y al resto las conoca de verlas. Se
dio cuenta que de las ms jovencitas no haba ninguna, todas
rondaban los treinta aos.
Decidi cumplir con la orden y meterse en las duchas
cuando vio la mirada cabreada de la gorila. No llevaba reloj,
pero evidentemente fueron cinco minutos que las dejaron a
casi todas prcticamente sin enjuagar siquiera. Eso les pasaba
por recrearse.
Se vistieron con rapidez y formaron como les mand la
encargada.
Las llevaron hasta una sala donde las esperaba el alcaide,
cinco miembros del consejo y una treintena de soldados.
El alcaide era un hombre orondo, ms que orondo, pareca
una cuba de agua acostada. De baja estatura, un enorme
cabezn y ojillos de rata, vestido con un uniforme similar al de
los soldados, pero lleno de galones y que en l se estiraba hasta
lo indecible, haciendo extenderse las costuras de forma
peligrosa y viviendo al lmite de la decencia.
Los soldados vestan el clsico uniforme de pantaln y
camisa en color marrn oscuro y botas de trabajo.
Los cinco miembros del consejo presuman de su status,
con sendos trajes en color oscuro, una larga toga abierta por
delante en color burdeos y el gorro ceremonial, una cosa
absurda en el mismo color de la toga de forma cnica y que
pareca retar a la gravedad porque vivan pendientes del
equilibrio para mantenerse all arriba.
Aquello ola mal, muy mal y eso que haban pasado por las
duchas, pero all algo apestaba y no eran ellas.
Todos las miraron de arriba abajo y luego entre ellos,
inclinando la cabeza como dando asentimiento a algo que ellos
slo parecan saber.
El alcaide se acerc lentamente a ellas y empez a pasear,
con las manos atrs y hablando sin mirarlas siquiera a la cara,
como si fueran el puto estercolero del mundo.

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-S que se preguntaran qu hacen aqu, porqu hemos


tenido la amabilidad de propiciarles un bao cuando ni les toca
ni se lo merecen.
Tracy puso los ojos en blanco y maldijo por lo bajo a aquel
cabrn prepotente. Que no se merecan el bao? Ser
capullo! En los seis meses que lleva all slo habra tenido una
decena de ellos.
-Como todas saben, la Tierra tiene serios problemas de
abastecimiento de agua. En los ltimos aos, estos problemas
se han incrementado. Hemos pedido ayuda, pero los planetas
ms cercanos no pueden ayudarnos porque tienen el mismo
problema.
Tracy volvi a poner los ojos en blanco. S, claro, los
mismos problemas. Lo que pasaba es que estaban hasta las
narices de comerciar con la Tierra y cobrar en tres tristes
pagars: tarde, mal y nunca. Hay que joderse, no quieren
ayudar, pattico meapilas.
-Pero hemos tenido la inmensa fortuna de encontrar un
planeta que nos dar agua de forma continua y con nulas
restricciones.
Tracy mir fijamente a aquel asqueroso que se paseaba
frente a ellas pavonendose. Un planeta que ayudaba a la
Tierra de forma continua y con nulas restricciones? S, aquello
ola mal.
-Y encima no nos quieren cobrar nada, slo nos piden un
favor: que hagamos un pequeo trato con ellos.
Tracy volvi a mirar fijamente al alcaide que ahora, por fin,
tena las pelotas de mirarlas una a una y de frente.
-Y que la Tierra no muera definitivamente depende hoy de
ustedes.
Tracy mir a todas sus compaeras y luego al alcaide, al
consejo y a toda la tropa de soldados. De ellas? Oler mal?
No, aquello haba pasado de oler mal, a echar un tufo que
tiraba para atrs.
-Ustedes saben que estn aqu por delitos contra el resto
de la Tierra.

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Ella no pudo evitar resoplar, lo que le cost una mirada


dura de aquel gilipollas.
-Han intentado robar alimentos destinados a las colonias,
han alterado el orden pblico y han instigado a la gente para
que se revele. Son un peligro para el resto de nuestro planeta.
Tracy volvi a resoplar, esta vez ms sonoramente, lo que
le vali un aluvin de miradas de todas y cada una de las
personas que haba en la maldita sala, evidentemente no todas
iguales. Las del alcaide, del consejo y de los soldados;
cabreadas, muy cabreadas y las de sus compaeras, entre
temerosas y de apoyo.
El alcaide clav fijamente la mirada en ella.
-Tracy, verdad?
Ella not un algo fro recorrerle la espalda. Que aquel
capullo supiera su nombre no era una muy buena sealpara
ella, no.
Ella asinti vigorosamente cuando el alcaide volvi a
preguntarle.
-No creo que ests en posicin de mostrarte problemtica,
Tracy. Tienes ante ti una condena de dos aos, pero no es eso
lo peor, no, estamos advertidos por tu padre
Ella no pudo morderse la lengua, algo que debera haber
aprendido, pero es que si retena todo el veneno y el asco que
senta contra Jason, lo mismo podra envenenarse o explotar
como una estrella.
-Jason no es mi padre.
Una ola de murmullos empez a alzarse y la mirada
cabreada de todos volvi a clavarse en ella, producindole un
ligero picor en la piel que como empezara a rascarse terminara
en una urticaria y de las gordas.
El alcaide se plant ante ella, lanzndole el aliento. Mira,
l pareca haber comido alguna fruta fresca porque ola bien el
muy capullo.
-Desde que el consejo asign a Jason como compaero de
tu madre, pas a ser tu padre, seorita, as que quieras o no,
lo es. Y como iba diciendo, l nos advirti de tu carcter dscolo
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

y problemtico. Por eso tu caso es especial, Tracy, y ojal te


niegues a cumplir el trato.
Ella lo mir extraada, mientras el alcaide se alejaba dos
pasos de ella y volvi a empezar su monlogo.
-Como os iba diciendo, slo un planeta est dispuesto a
ayudarnos: Phartian. Su peticin es mnima y comprensible.
Phartian tiene escasez de mujeres y por eso estn aqu ustedes.
Ahora el murmullo vino del grupo de mujeres. Tracy mir
fijamente al alcaide.
-No, yo no pienso venderme como un trozo de carne, no
voy a ser esclava sexual de vete t a saber qu clase de
mutantes u horribles criaturas. No, me niego.
Un silencio se hizo en la sala, el alcaide iba a empezar a
hablar, eso s, cuando terminara de echar toda la espuma que
le sala de la boca, claro, pero en ese momento se acerc uno
de los miembros del consejo.
-Djame continuar a m.
El alcaide le clav la mirada y una sonrisa irnica.
-Me alegro de que te hayas negado.
Y con una carcajada se alej de ella y del grupo.
Tracy tuvo un ligero estremecimiento y se temi que
alguna trampa haba sido maquinada por el bastardo de Jason
y aquel chupacirios.
Volvi la vista hasta el miembro del consejo que empez a
hablar en aquel momento.
-Creo que el alcaide no se ha expresado con claridad.
Phartian no quiere esclavas. Hace aos sufrieron la prdida de
gran mayora de sus mujeres por un extrao virus. A penas
hay mujeres en su planeta y las buscan para que su raza no
se extinga. No son mutantes, prcticamente son iguales a
nosotros. Phartian propone ayudarnos con el problema del
agua a cambio de que le mandemos mujeres, siempre de
manera voluntaria, por supuesto. Hemos pensado en ustedes.
Tracy volvi su vista del miembro del consejo al alcaide que
la miraba fijamente con la maldita sonrisa en los labios y ley
17

claramente el mensaje silencioso que le mand con su boca:


Nigate.
Tracy sonri interiormente, parece ser que Phartian no
haba sido muy inteligente. Debera haberse asegurado de que
les mandaran las perfectas mujeres de las colonias. Ahora
iban a recibir a la escoria del planeta. No, no haban sido
listos. Y la Tierra, como siempre jugando sucio y en su misma
lnea de egosmo.
-No se les va a obligar a aceptar esta oferta, pero les vamos
a informar de lo que ganaran y perderan. Si se van al planeta
con los Phartianos tendrn una vida libre, podrn tener una
familia. Si se niegan, se les duplicar la pena por la que estn
aqu
Un murmullo se alz entre todas las presidiarias.
-Silencio, todava no he terminado. Se les doblarn las
penas, se les doblar el tiempo de seguimiento y no podrn
formar una familia, porque jams se les administrar la
contra-vacuna. Y por ltimo, su estancia en Phartian ser por
un periodo de unos seis meses, pasado ese tiempo, las que no
hayan conseguido pareja volvern a la Tierra y su pena se
reducir a la mitad, pero si no han conseguido pareja por
obstinacin o porque piensan que as se libraran de las penas
o crean problemas, su pena se les ser triplicada, me han
entendido?
Ahora el murmullo fue generalizado, Tracy mir fijamente
al consejero y despus al alcaide. Putos cabrones. No, no las
obligaban, que va, la madre que los pari, pueteros
manipuladores.
-Tu caso es especial, Tracy.
Ella mir fijamente al consejero, la voz de este fue dura.
-Tu padre ha hecho muchos favores al consejo, por eso le
hemos prometido que si te niegas, despus de cumplir tu
condena, te mandaremos con l. Jason ser tu vigilante
durante todo el periodo de control, vivirs con l, no podrs
abandonar la casa y l controlar cada movimiento tuyo y
hasta que l nos asegure que has dejado de lado todas esas
ideas revolucionarias, sers custodiada por l.

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Hijo de puta! Ahora entenda las risitas del capullo del


alcaide.
Jams! Prefera abrirse de piernas para toda una maldita
fila de Phartianos, fueran como fuesen, que ponerse en las
manos de Jason. Nunca, jams.
Cuando el consejero les pidi que firmaran su traslado a
Phartian, ella fue la primera en firmarla, bajo la desilusionada
mirada del alcaide y los suspiros de alivio de los soldados y
consejeros.
Cuando terminaron de firmar, las obligaron a ponerse de
nuevo en fila, les fue puesta la contra-vacuna y les dijeron que
se prepararan para partir. Tracy los mir alucinando. Ya?
Hoy mismo?
-Peropero nos tenemos que ir hoy?
El alcaide volvi a acercarse a ella, pegando su cuerpo de
forma libidinosa al de ella.
-Nigate, Tracy. Te juro que nos lo vamos a pasar
estupendamente, t, Jason y yo.
Capullo.
Se volvi contra l, intentando sacarle los malditos ojos,
pero en un segundo estuvo reducida en el suelo, sigui
pataleando, mordiendo y araando, hasta que el alcaide
orden atarla.

19

CAPTULO 2

urt-Aiman se paseaba nervioso de lado a lado de la


inmensa sala, (una sala totalmente pintada en un
horrible gris, de enorme dimensiones, techos altsimos y
apenas cuatro bancos a los lados) y eso que l era un hombre
tranquilo, sereno, pero no le gustaban los terrcolas, no le
gustaban sus maneras y le gustaba an menos sus miraditas
y sonrisas irnicas.
l no debera estar aqu. Todo esto era otro de los malditos
los en los que sola meterlo su Presidente.
Y ese era uno de sus mejores amigos? Pues era una
maldita suerte la suya contar con la amistad de semejante
idiota.
l haba sido uno de los mejores guerreros de su
promocin, pero a pesar de eso, lo que ms le gustaba era dar
clases en la universidad. Pero cuando Arnoox, decidi
presentarse como presidente del planeta le pidi que se
presentara junto a l para un puesto de comisionado. Se neg,
pero aquel gilipollas siempre consegua convencerlo.
Ganaron por una mayora aplastante y Arnoox pas a ser
el Phartok (Presidente) del planeta y l uno de los seis
comisionados elegidos ese da, que junto a los seis ancianos,
formaban el Comit de asesoramiento que rega el planeta.
Igual que ahora haba vuelto a enredarlo en esta absurda
misin; a l, justo a l que haba sido el nico puto voto
negativo de todo el Comisionado.
Arnoox estaba decidido a hacer crecer el planeta y para eso
necesitaban mujeres, muchas. Por culpa de un maldito virus
haban perdido el ochenta por ciento de sus mujeres haca
veinte aos y nunca se haban recuperado.
ltimamente los hombres andaban sumamente alterados
y Arnoox lo atribua a la falta de mujeres. Los hombres
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

necesitaban un hogar, una estabilidad, hijosy dada la


escasez de ellas, eso era imposible. Poco importaba que la casa
Lux de androides sexuales estuviera siempre repleta de
hombres ansiosos. Parece ser que la clave no era echar un
buen polvo, no, la maldita clave era que necesitaban mujeres
para vivir, no slo para follar.
Cierto que l no era muy adepto a las androides, podan
parecer mujeres pero l saba que dentro de ese cuerpo
perfecto no haban nada ms que cables, circuitos y chips,
por eso era incapaz de besarlas ni prcticamente acariciarlas.
Las utilizaba, slo eso, pero prefera matarse a pajas antes que
meter su polla en uno de esos coos artificiales.
Haba mantenido relaciones espordicas con hembras de
otros planetas que era algo ms gratificante, pero aunque le
costara reconocerlo, por una maldita vez deba coincidir con
Arnoox; l anhelaba una mujer que le esperara en casa, con la
que hablar y compartir su vida y experiencias, una mujer a la
que abrazar todas las noches, una mujer que fuera
enteramente suya.
Lo que no comparta, era que fuera terrestre y que encima
las intercambiaran por piedras Airean. Era un insulto hacia
sus piedras y tambin haca esas mujeres.
Aunque el mximo repulsivo sobre el planeta no eran ellas,
eran sus hombres. Sus leyes, eso era lo que no le gustaba de
aquel planeta, eso y su maldita historia, llena de guerras, de
abusos, de egosmono, definitivamente no le gustaba la
Tierra.
Y a pesar de haberse negado, de oponerse a todo el
comisionado en pleno, el gilipollas lo haba mandado a l para
negociar. Realmente se mereca que le partiera los morros por
meterlo en aquellos embolados.
Y negociar con la Tierra era como hacerlo con un calaam.
Eran igual que ese animal, tercos, totalmente obtusos. Ms de
una vez les hubiera dado, con uno de esos bancos en los que
estaban sentados, en la cabeza.
Durante dos das debati con ellos, pidi ver a las mujeres,
hablar con ellas y tratar de convencerlas para que se fueran
con l a su planeta, pero aquellos imbciles haban dicho que
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lo haran a su manera y las maneras de la Tierra las tena l


ms que estudiadas.
De repente un revuelo se escuch en una de las puertas
de acceso a los hangares donde estaban esperando la llegada
de las mujeres.
Kurt alz la cabeza y se qued mirando fijamente el grupo
que entraba, despus mir a sus compaeros que tenan la
misma cara de espanto que deba lucir l.
Una treintena de soldados custodiaban y acompaaban a
una fila de mujeres totalmente
desaliadas, con unas
horribles ropas, con los pelos enmaraados y con los ojos
abiertos y llenos de temor y recelo. Qu cojones significaba
aquello?
De repente escuch el sonido estrangulado de BrenckVayr, uno de sus compaeros.
El final de la fila estaba cerrado por una mujer maniatada
a la que el alcaide prcticamente arrastraba. Toda la sangre de
Kurt empez a gorgotear, aquello era humillante, ultrajante, l
no iba a consentir que obligaran a una mujer a irse en contra
de su voluntad.
A pasos agigantados se acerc hasta ellos.
-Sultala!
El alcaide lo mir fijamente. Kurt not que todos los
soldados haban hecho un crculo alrededor de l y de los tres
hombres que lo haban seguido.
-No pienso soltarla, lo haris vosotros cuando estis en la
nave.
Kurt lo mir estrechando los ojos.
-No pienso llevarme ninguna mujer contra su voluntad,
me has entendido?
En aquel momento ella lo mir fijamente.
-No voy en contra de mi voluntad.
Kurt se gir y la mir fijamente, algo en ellahaba algoA
pesar de vestir tan horrendamente, ella era bella, hermosa, era
alta, tal vez un metro setenta y tantos, de ojos azul-verdoso,
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

larga melena color miel, o eso pareca, era difcil descifrar el


maldito color entre todo ese pelo enmaraado y encrespado,
una boca muy apetitosa y el vestido insinuaba unas caderas
amplias, unos senos grandes y sobre todo, unas piernas extralargas. Kurt no pudo dejar de admirarla y sentir algo.
-Entonces, si no vas contra tu voluntad, por qu vas
atada?
Ella lo mir estirando todo su cuerpo, mmm, un cuerpo
que a pesar de estar mal vestido apuntaba maneras, vaya que
si apuntaba maneras.
El alcaide decidi hablar en ese momento y cort de raz
todo pensamiento sexual sobre aquel cuerpo.
-Es por mi propia seguridad, ha intentado atacarme.
Ni Kurt ni sus hombres fueron capaces de reprimir una
carcajada. Aquella cosita dulce haba atacado a aquel
imbcil? Era la cosa ms absurda que haba escuchado en su
vida.
Cuando dej de rer mir fijamente al alcaide de nuevo.
-Sultala, ya nos encargamos nosotros de ella, ya no es de
tu incumbencia.
El alcaide lo mir malhumorado, pero le dio la orden a uno
de los soldados. Kurt estuvo tentado a estrangular al soldado
cuando tom las manos de la mujer para cortar la banda
plstica que sujetaba sus muecas. Qu maldita cosa le
pasaba?
Cuando ella estuvo suelta, se acarici las muecas por un
momento y lo mir fijamente.
-Entonces, ahora estoy bajo tu jurisdiccin, no?
l extraado, asinti.
-No estoy bajo la jurisdiccin de la Tierra ni del alcaide,
verdad?
l sigui mirndola extraado.
-A partir de este momento eres una ciudadana de Phartian.
A penas haba terminado de hablar, cuando ella se volvi
rpidamente y le asest una patada en sus partes nobles al
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alcaide que le hizo caer al suelo aullando de dolor y el resto de


los hombres de la sala, junto con l mismo, se cubrieron las
suyas mirndola atnitos y por qu no decirlo, acojonados.
-Eso por gilipollas.
Despus ella se volvi, estir de nuevo sus brazos frente a
ella y poniendo una dulce y angelical sonrisa le espet un:
-Ya puedes volver a atarme, si quieres.

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 3

osita dulce? Y un cuerno.

La cosita dulce acababa de instalarle las pelotas


al alcaide a la altura del ombligo. Kurt la miraba
autnticamente alucinado igual que lo hacan sus
compaeros, alucinados y con las piernas cruzadas intentando
proteger sus pelotas de semejante cosita dulce.
Qu clase de mujer era aquella? Pareca tan desvalida,
tan dulce y de repente haba pasado a convertirse en una
guerrera.
-No me vas a atar?
l neg lentamente.
-Gracias.
Sus hombres carraspearon al lado de l.
-Kurt-Aiman, subimos a las mujeres ya a la nave?
Eso lo hizo espabilar un poco, eso y el ver al alcaide que
ya haba logrado ponerse en pie despus de una decena de
intentos.
-Ella se queda.
Todo el cuerpo de Kurt se agit y lentamente se acerc al
alcaide.
-Ella se viene, ha firmado los papeles y asegura venir
voluntariamente.
-Pero me ha atacado
-Ya no estaba bajo tu jurisdiccin.
-Me importa una mierda si lo estaba o no, ella se queda.
Kurt respir fuertemente y de repente un sutil aroma le
llen las fosas nasales y todo su cuerpo se estremeci. No, no
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era posible, por todas las malditas y jodidas estrellas, aquello


no poda estar pasndole a l.
Se volvi lentamente y justo detrs de l, estaba ella, que
se haba acercado a l silenciosamente. Volvi a inhalar
lentamente, como tanteando, como si temiera confirmar lo que
estaba sospechando y efectivamente, all estaba de nuevo, ese
olor dulce y cido al mismo tiempo, un olor que lo puso duro
en apenas unos segundos y que hizo rugir a alguien muy
dentro de l. Iba a matar a Arnoox, maldita fuera su estampa.
En ese momento la mano del alcaide hizo contacto con el
brazo de la mujer y una especie de gruido empez a forjarse
en el fondo de su garganta, eso y la vibracin de sus tatuajes
empezaron a confirmarle su maldita sospecha y saba que si
los miraba estaran cambiando de color, joder, maldita mierda.
-Tracy, t te quedas.- La voz del alcaide son dura y
decidida.
La mujer lanz un pequeo gemido de dolor cuando el
hombre tir de su brazo y el gruido que Kurt haba estado
reteniendo sali roncamente.
-No la vuelvas a tocar.
Tanto el hombre como la mujer lo miraron fijamente, l
tom la mano del hombre y apretndola fuertemente la quit
del brazo de ella.
Intent tomar aire cuando vio que todo el mundo empez
a hacer movimientos para un posible ataque.
-Si ella no viene, se rompe el trato- Kurt entrecerr los ojos
y lo mir con rabia- Qu dices?
El alcaide slo pudo cabecear y mirarla fijamente.
-Estar aqu dentro de seis meses, Tracy, esperndote.
Kurt sonri. Pues ya poda buscar un buen asiento para
esperarla porque ella no iba a volver, nunca, jams. Ella era de
l y l no perda ni ceda lo que era suyo.
***

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tracy miraba fijamente a aquel hombre y a esa inquietante


sonrisa.
Desde que haba entrado a la sala de los hangares lo haba
visto, era imposible pasarlo por alto, a l y sus compaeros.
Eran todos enormes, cierto que ella meda un metro y
setenta y dos centmetros pero aquellos hombres rondaban los
dos metros.
Pero a pesar de que todos tenan el mismo tamao, aquel
le haba llamado la atencin.
Tena el pelo rubio oscuro que le caa sobre los hombros y
los ojos de un azul verdoso y una boca de labios ms que
generosos. Llevaba un mono negro, completamente adaptado
al cuerpo y sin mangas, un cuerpo plenamente musculoso y
ancho. Uno de sus brazos estaba totalmente tatuado. En la
cintura llevaba una espada enorme, de forma curvada y con
unos grabados similares a los tatuajes de su brazo que
refulgan. Un arma de fuego sobresala por su hombro y la
correa de ella cruzaba su ancho pecho. Una pequea daga
enfundada, estaba anudada a unos de sus muslos.
Pero lo que ms le haba llamado la atencin era su
mirada. Desde que la haba visto atada, todos los malditos
demonios del infierno se haban apoderado de ella. Le gust
verlo venir andando de forma decidida, firme, segura y le gust
cuando le orden al pattico del alcaide que la soltara. Y
despus, la cara de l fue un poema cuando le solt la patada
en las pelotas al asqueroso del alcaide.
Pero despus haba pasado algo; l se mostraba posesivo,
interesado y protector. Haba estado a punto de revocar el
trato tan solo por ella y a pesar de que ella estaba
acostumbrada a luchar sus propias batallas, por una vez se
sinti a gusto con aquel despliegue de proteccin.
Lentamente se puso en la fila para subir a la pequea nave
que los llevara a la luna. Disimuladamente echaba miradas
donde l estaba al principio de la fila, junto a varios de sus
compaeros, todos enormes, todos tatuados, montaas de
msculos, cordilleras de bceps y trceps, es como si hubieran
decidido esculpirlos en piedra directamente, todos bellsimos,
tanto, que echando una mirada vio a sus compaeras
27

prcticamente salivando como ella, si, indudablemente, si


todos los phartianos eran como aquellos, terminaran
emparejndose todas, sin excepcin, ni contemplaciones
ninguna, pedazo hombres, todos y cada uno de ellos era el
sueo de cualquier mujer, todos hermosos, pero ninguno como
l.
Cuando todos estuvieron dentro de la nave, varios de los
hombres las acompaaron hasta una sala con pequeos
sillones donde las invitaron a sentarse.
l se plant justo en el centro de la sala y cuando empez
a hablar, su dulce y ronca voz excit sus sentidos.
-Primero quiero daros la bienvenida y agradeceros que
decidis acompaarnos. Me llamo Kurt-Aiman, pero podis
llamarme Kurt. Soy el representante del presidente de nuestro
planeta. No s lo que os habrn contado, pero me gustara que
si tenis alguna duda me la trasmitis para poder aclararla.
Todas las mujeres se miraron una a la otra.
Tracy lo mir fijamente.
-Sabemos que tenemos que ir con vosotros por un
intercambio de agua.
l empez a negar nada ms que ella empez a hablar.
-Nuestro planeta sufri hace aos la prdida de casi todas
sus mujeres. Cuando la Tierra pidi ayuda decidimos hacerlo.
Sabemos que sois un planeta con problemas de abastecimiento
y sobrepoblacin, pedimos a cambio que algunas mujeres
decidieran venir con nosotros, conocer nuestro planeta y ver si
era posible un emparejamiento entre nosotros.
-Esclavas sexuales?
Las mujeres asintieron con la cabeza mientras que Kurt y
sus hombres prcticamente grueron.
-Qu? No, por supuesto que no. Buscamos mujeres para
poder relacionarnos, formar un ncleo familiar y tener hijos.
Qu mierda os explicaron?
Ella sonri dulcemente.

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Evidentemente, no todo. Prcticamente nos amenazaron


para venir.
Esta vez l gru ms fuerte, tanto que descubri sus
dientes y Tracy pudo divisar un par de colmillos, pero no fue
la nica en advertirlos, las mujeres los miraron fijamente.
Una de ellas, Amy para ser ms precisa, se levant y se
acerc lentamente a l.
-Tenis colmillos?
l mir a la mujer y despus al resto de ellas, clavando la
mirada en ella.
-S, pero no pensamos morderos con ellos, salvo que
vosotras queris, por supuesto.
Una sonrisa recorri las caras de las mujeres y parte de la
tensin se fue.
La mujer que se acerc a l lo mir fijamente y extendi su
mano.
-Puedo?
l le sonri y fue como si a Tracy le hubiera dado un
maldito cortocircuito, todo su cuerpo chisporrote.
-Por supuesto.
Amy toc tentativamente sus colmillos mientras que Tracy
sinti las ganas de gruir viendo a Amy tanteando sus dientes
y de forma descarada sus labios. S, casi que gru y no le
gust que aquella pequea rubia y de formas casi perfectas, lo
tocara.
-Entonces, no mordis con ellos y chupis la sangre?
La mujer dej caer la mano y volvi a su asiento, Kurt
neg con la cabeza y luego las recorri con la mirada.
-No, no mordemos ni chupamos sangre, prcticamente
somos muy parecidos. Nuestro planeta s es diferente, pero
creo que os gustar; es tranquilo, muy hermoso. No tenemos
escasez ni de agua ni de alimentos. A penas tenemos ataques,
salvo cuando algn planeta intenta robarnos nuestras piedras
Airean que es nuestra mayor riqueza, nuestra fuente de
comercio. Ahora descansad, os traern algo para comer y
29

beber. En unas horas llegaremos a la luna, all cruzaremos el


portal hasta Marte y de all, a Phartian.
Les sonri a las mujeres y lentamente se acerc a ella.
-Tracy, ese es tu nombre, verdad?
Ella asinti embobada mirando aquellos ojos azules.
-Ven, necesito comprobar algo.
Ella lo mir extraada, justo igual que el resto de personas
de la sala.
l iba un paso delante de ella, caminaron por un pequeo
pasillo. De repente se par frente una puerta, la abri y la
invit a entrar.
-Necesito que me expliques porque ibas atada y tu reaccin
al soltarte.
Ella lo mir seriamente.
-El alcaide nos avis del intercambio pero con amenazas.
Todas somos presidiarias, pero nuestro delito es haber luchado
por un futuro mejor, por nuestros derechos. Nos amenazaron
con duplicar las penas y encima el bastardo conoce a mi
padrastro, me pidi que me negara para poder convertirme en
el juguetito sexual de ellos.
Ella no se esperaba la reaccin de l: gru con fuerza y
sus colmillos quedaron expuestos totalmente.
Lentamente se acerc a ella.
-Te hizo algo? Te toc? Intento sobrepasarse?
Ella neg con la cabeza.
l se acerc un paso ms.
- Necesito que me des permiso para olerte.
Ella jade.
Olerla? Qu cojones quera decir con eso? Era un puto
perro que tena que husmearla?
-Qu?... Por qu?
-Necesito comprobar algo.
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Ella trag fuertemente y asinti con la cabeza.


l se peg a su cuerpo y meti su cabeza junto a su cuello,
inspirando con fuerza. Not la punta de su lengua lamiendo
suavemente y su gemido se cruz con el de l.
De repente se dej caer a sus pies y la oli all. La
sujetaba fuertemente de los muslos mientras inhalaba con
fuerza y temblaba a sus pies.
-Mierda, mierda, mierda.
l se levant de golpe y ella lo mir realmente cabreada.
-Sabes lo que es vivir envuelta en la misma mierda que
acabas de nombrar? No olera mal si aquellos idiotas nos
hubieran permitido baarnos con ms asiduidad, sabes? Y
puedes darte con un maldito canto en los dientes de que
generosamente nos regalaron cinco minutos de bao antes
de presentarnos, si no, ibas a descubrir el verdadero olor de la
mierda, gilipollas.
Y diciendo eso le solt una sonora bofetada mientras sala
hecha un basilisco hasta sus compaeras.
Imbcil. Idiota. Gilipollas.
Y ella por un momento haba pensado que l era un buen
motivo para quedarse en ese jodido planeta? Y un cuerno.

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CAPTULO 4

urt se qued mirando la puerta cerrada mientras


pensativamente se acariciaba la mejilla golpeada.

Acababa de descubrir tres cosas.


Primero, efectivamente no se haba equivocado, el olor de
ella era el olor de l, por consiguiente, era el olor de su
compaera.
Segundo, su compaera tena un carcter de armas tomar,
haba escapado con una sonora bofetada. Haba tenido suerte
porque poda haber terminado luciendo sus pelotas de
bufanda.
Y tercero, tendra que tener paciencia, mucha. Sabidura,
an ms. Fuerza y valor en la misma cantidad que piedras
Airean nacan en el planeta y la ternura suficiente para
hacerle comprender que ella estaba irremediablemente unida
a l, que jams podra volver a la Tierra y que no era un puto
pervertido que se dedicaba a husmear la entrepierna de
cualquier mujer.
Y en ese momento decidi darse a conocer quien llevaba
dormido toda su jodida vida: su oiyu, y quin era semejante
personaje?, un ser interior, un ser que viva dentro de l y
mucho se tema, pero iba a ser un ser condenadamente
gilipollas.
Esa es nuestra compaera
Joder, el imbcil le haba dejado medio sordo con
semejante grito.
Suerte que me lo has aclarado, no me haba dado cuenta.
Bienvenido a nuestro mundo
Bienvenido? Bienvenido cojones, esa que acaba de
soltarnos un jodido bofetn es nuestra compaera y t acabas
de cabrearla.
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tena que cerciorarme que era ella, no pens que iba a


reaccionar de esa manera.
Y cmo cojones esperabas que reaccionara? Le husmeas
entre las piernas y le sueltas, no un mierda, si no tres. Es decir,
dos de regalo. Qu esperabas? Yo te hubiera puesto las pelotas
de diadema.
Treinta y seis aos haba tardado en despertarse su
condenado oiyu, pero quedaba claro que iba a recuperar cada
jodido ao, con todo y cada uno de sus minutos y segundos.
Ve tras ella, gilipollas, tenemos que follarla.
Y, evidentemente, l s que era el rey de la diplomacia.
De esto me encargo yo, tu limtate a mantener la maldita
boca cerrada y aparecer cuando se te reclame.
Pues como sigas hacindolo igual de bien, me esperan otros
jodidos treinta y seis aos tumbado a la bartola.
Mucho se tema que su vida, controlada y medida al
milmetro acaba de salir despedida de una patada y haba
pasado a mejor dem, ahora tendra que lidiar, con una
compaera cabreada y con un oiyu cachondo y gilipollas,
matar a Arnoox? No, primero lo mutilara, cachito a cachito y
despus lo matara, despacito, sin prisas, pero sin una maldita
pausa.
Sali del pequeo cuarto y al llegar al final del pasillo se
encontr con Brenck-Vayr. Su amigo era una montaa de
msculos, meda dos metros, tena el pelo de color marrn
oscuro, muchsimo ms largo que el de l y unos ojos de color
verde.
-Qu le has hecho a la muchacha?
Kurt lo mir extraado.
-Nada, por qu?
-Por qu? Hace dos minutos sali del cuarto de donde la
habas llevado maldiciendo, le ha pegado un bufido a MaroxVoer por atreverse a sujetarla cuando se cruzaron y tropezaron
y a Jueem-Grii le ha soltado un sonoro y estridente grito por
decirle si quera usar el lavabo para asearse. Kurt, se supone
que estamos aqu para llevarlas felices y cmodas al planeta y
33

evidentemente no lo ests haciendo con ella, as que no te le


vuelvas a acercar.
Toda la sangre de Kurt hirvi, cogi a su amigo del cuello
y lo estamp contra el pasillo, clav su mirada en l y las
narices prcticamente quedaron pegadas una a la otra.
-Es ma.
-No, no es tuya, hasta que no lleguemos
Kurt alz an ms la voz.
-Es ma, Brenck, ma, entiendes? Nadie respira siquiera
cerca de ella.
Brenck trag con fuerza.
-Tuya? Tu compaera? Ests seguro?
-S, seguro, tiene mi mismo olor, mis tatuajes se calientan
y agitan cerca de ella y apenas puedo soportar que otro hombre
la nombre sin que me den ganas de saltarle a la yugular y mi
jodido oiyu acaba de despertarse y te juro que a pesar de
conocerlo tres minutos estoy a punto de colgarlo de las pelotas,
t qu crees, Brenck, es ma, o no?
-Joder, es tan fuerte?
l solt a su amigo, asintiendo con violencia mientras
dejaba caer su cabeza contra la pared del pasillo.
-Fuerte e incontrolable. Ya me lo advirti Arnoox, pero no
me lo cre, jams pude imaginar que sera tan fuerte y
fulminante.
Brenck lo mir entre alucinado y triste.
-Es diferente a nuestras mujeres, Kurt, vas a necesitar
mucha paciencia y fuerza para convencerla y que lo acepte.
l mir a su amigo con una sonrisa irnica en los labios.
-Crees que no lo s? Y encima no he empezado con muy
bien pie con ella, maldita sea.
No has empezado muy bien? Macho, tu eres el puto rey del
optimismo, lo has jodido, jodido, lo captas?
Colgarlo de las pelotas? Amputrselas ms bien.
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Cuando entr a la sala donde estaban las mujeres, estas


hablaban animadamente, pero la charla se par nada ms
entrar l.
Todas lo miraron con un poco de recelo pero menos
asustadas que al principio, todas menos una, una que lo
miraba francamente cabreada.
l se acerc lentamente a ella.
-Tracy, puedo hablar contigo un momento?
Ella lo mir de reojo.
-No
Kurt suspir suavemente.
-Por favor, Tracy.
-Ahora mismo no me apetece mucho hablar contigo.
l se acerc un par de pasos ms a ella.
-Necesito explicarte lo que ha pasado
Ella salt prcticamente del silln donde estaba sentada.
-Oh, no, si lo he entendido a la primera. He irritado tu
dulce y tierno olfato. T no sabes siquiera en las condiciones
en las que vivimos, t no eres nadie para tratarme como si
fuera un maldito estercolero. Presumes de venir de un planeta
donde nada os falta, me alegro por ti, capullo. Pero eso no te
da el maldito derecho de husmearme y tratarme como escoria.
l mir a su alrededor, las mujeres lo miraban con la
frente arrugada, varios de sus hombres se haban ido
asomando por la puerta al or la discusin.
Ella tena las mejillas coloreadas, los ojos echando
chispas, la respiracin alterada y el cuerpo estremecido y l
tuvo una jodida ereccin con tan solo verla, algo que no pasara
inadvertido en unos segundos.
Qu poda hacer en esa situacin? O echrsela al hombro
y llevrsela o dar media vuelta e irse antes de que se pensaran
que era un maldito pervertido. Por ahora y en vista de los
resultados, opt por la opcin dos.

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Joder, debera haber escuchado a Arnoox cuando le habl


de la fuerza con la que se manifestaba el instinto de posesin
cuando conoces a tu compaera. Las ganas de querer poseerla,
marcarla, reclamarla y amarrarla por completo a todo l.
Opcin incorrecta, idiota. T y yo tendramos que estar
ahora mismo haciendo un inventario de ese cuerpo.
Estoy fascinado con tu carcter educado y refinado,
empiezo a dudar que seas mi oiyu, ms bien estoy empezando
a creer que eres un maldito parasito.
Su oiyu le hizo un jodido corte de mangas.
Si yo fuera un maldito parasito, t estaras sentado con el
culo en el wter, idiota.
No se acerc a ella en todo el viaje. Y no le dirigi la palabra
a su oiyu en ningn momento, a pesar de tenerlo repitiendo en
su cabeza, entre las definiciones a su persona de: idiota e
imbcil, la misma maldita frase durante seis horas: busca a
nuestra compaera y fllatela.
Tenan que pasar un pequeo control en la luna, puro
trmite, antes de cruzar el portal que los llevara a Marte.
Cuando desembarcaron l se acerc sutilmente a ella.
Haba demasiados hombres cerca de su mujer y se senta
alterado, aunque intent mantener sus instintos a raya.
-Tracy, Tracy.
Kurt se volvi a la voz de mujer que llamaba a su
compaera, en ese momento. Not cmo Tracy envaraba su
cuerpo y l estuvo listo para atacar y defender en menos de un
segundo.
La mujer se acerc lentamente hasta ella. Era bajita, de
pelo oscuro recogido en un moo y sumamente delgada.
Por detrs la segua un hombre alto, moreno, de ojos
pequeos y un enorme bigote. No le gustaba la manera de
mirar de ese hombre y an menos en cmo lo haca con su
compaera
-Mam, qu haces aqu?

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Era su madre? Entonces, el que haba detrs era el


gilipollas de su padrastro?
Todo el cuerpo de l se tens an ms y las ganas de
ahogar al maldito capullo se intensificaron.
-Quera verte, cario, no puedes irte. Pens...pens que
cuando acabaras tu condena querras venir con nosotros aqu.
Tracy se tens y mir al hombre situado detrs de su
madre.
-Jams, mam, ya te lo dije, mi sitio no est aqu y menos
con l.
-Tracy!
Su madre son escandalizada.
El hombre solt una sonrisa irnica y se acerc a ella.
-No vas a cambiar nunca, verdad, Tracy? Siempre sers
la misma perra.
Kurt vio negro o rojo o tal vez del mismo tono que el cielo
de Phartian, no lo saba. Pero en cuanto escuch las palabras
de aquel cerdo y vio su mano intentar coger a su mujer, todos
sus instintos reaccionaron, su cuerpo se agit violentamente y
lleg en dos pasos al asqueroso padrastro, lo tom del cuello y
lo estrell contra una de las paredes del pasillo.
-No la vuelvas a tocar, nadie la toca sin mi permiso, me
has odo?
Los soldados terrestres sacaron sus armas y lo apuntaron,
al mismo tiempo que lo hacan los phartianos.
Kurt los mir a todos.
-Si queris disparar, hacedlo. El maldito trato se rompera
aqu y ahora, esto no es un asalto ni una treta para atacaros,
esto es entre este cerdo y yo. Qu decs, disparis o no?
Todos se quedaron mirndose unos a los otros, Tracy se
acerc lentamente a l y cruz su mirada con la suya.
-Por qu haces esto, Kurt?
l la mir extraado.

37

-Por qu? Cmo que por qu? Quera que fueras su


juguete, Tracy, quera abusar de ti.
Ella puso su mano sobre su brazo y l se estremeci.
-Pero es mi problema, Kurt, no el tuyo y tu actitud puede
causarte problemas.
-Me importa una mierda los problemas que pueda
causarme y es MI problema, por supuesto que es mi problema,
ahora eres una ciudadana Phartian y adems
l sacudi su cabeza.
-Adems?
l la mir muy fijamente.
-Prefiero mantener esta conversacin ms adelante,
cuando estemos solos.
Ella asinti y le apret dulcemente el brazo.
-Sultalo, Kurt, ya no puede hacerme nada.
l la mir y asinti rgidamente, mientras abra sus manos
y el cuerpo desmadejado de aquel imbcil caa al suelo.
Mir a los soldados que an seguan con las armas
apuntndolo.
-Hay algn problema para continuar nuestro viaje?
Todos negaron.
Se dirigieron al portal y un momento despus, estaban en
Marte. Pasar al siguiente portal, les llev menos tiempo y
menos contratiempos.
Estaban en Phartian.
Un cielo en tonos malvas los recibi, junto con un
ambiente clido, un aroma dulce y suave y un puado de
hombres, entre ellos, el Phartok.
-Bienvenidas a Phartian.

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 5

l Phartok Arnoox era un hombre de unos dos metros de


altura, con el pelo totalmente negro, largo, ms largo
que el de Kurt y con unos impresionantes ojos azules. Haba
venido a recibirlas y darles la bienvenida, junto a un puado
de soldados y una hermosa mujer que se mantena pegada
firmemente a l. La present como su compaera. Ella tambin
era alta, tal vez un metro ochenta, de ojos color malva, como
el mismo cielo, una larga melena negra y vesta muy diferente
a los hombres, llevaba una especie de tnica totalmente
adaptada a un cuerpo voluptuoso y lleno de curvas, abierta
totalmente en los costados y unida por unos cordones
finsimos, maquillada muy sutilmente, era la definicin
perfecta de belleza.
-Hola muchachas, bienvenidas a nuestro planeta, me
llamo Dreena, quiero acompaaros a nuestro centro mdico,
all os harn unas pruebas, despus podris asearse, se os
darn ropas de nuestro planeta y despus de comer podris
descansar en el Gumnarium, es nuestra residencia y tambin
el centro gubernamental. Por favor, seguirme, nos iremos
presentando y conociendo por el camino y responder a todas
vuestras preguntas.
Tracy miraba admirada toda la ciudad y escuchaba
atentamente todas las explicaciones de Dreena. Les dijo que el
nombre de la capital era Dork-eann, que tanto el cielo como el
agua tenan aquellas tonalidades malvas, tenan dos lunas de
un color azul muy plido y una enorme estrella, igual que el
sol de la Tierra, que era la que proporcionaba una temperatura
diurna casi constante, durante casi todo el ao, apenas tenan
tres meses de un intenso fro, el resto del tiempo, el clima era
primaveral, que sus das eran de treinta horas, repartidas en
quince nocturnas y quince diurnas, que sus aos eran de

39

doscientos noventa y dos das, pero que en cantidad total de


horas, era de igual duracin que los de la Tierra.
Los mdicos del centro eran agradables y muy cuidadosos,
les hicieron analticas y revisiones. Cuando terminaron, las
trasladaron a unas inmensas habitaciones donde les
proporcionaron ropa, igual a la que llevaba Dreena y despus
las dejaron para que pudieran disfrutar del bao.
La sala de baos era inmensa, con pequeos habitculos
donde haba una baera con una pequea piedra Airean que
no deja de manar agua.
Dreena les facilit una especie de crema, que se frotaba en
el cabello y que hacia desaparecer las canas y dejar el cabello
todo del mismo tono, estaba fabricada con un tinte especial
extrado de una planta llamada tia-nee, la misma que se
utilizaba para tintar la ropa y para los tatuajes de los
phartianos.
Tambin les pas una especie de tarjeta que pasada
sobre la piel, a unos tres centmetros, hacia desaparecer el
vello corporal. Y tanto se fascin Tracy con ella, que termin
dejando su vagina monda y lironda cuando practic arte
grfico sobre ella, se le haba olvidado que el dibujo no haba
sido nunca lo suyo y termin con un pequea cresta de pelo
entre las piernas que al final termin quitando en medio por
pura esttica.
Tracy disfrut de un bao como nunca se haba dado, su
piel qued suave, tersa y con un delicioso aroma aroma?,
ningn producto tena aroma, eso s, poda sentir el suyo
propio, sutil, suave, dulce y con un leve toque cido. Ahora
debera olerme el muy capullo, decidi apartar a Kurt de su
mente, aunque le resultaba difcil, nunca haba conocido a un
hombre igual que l, grande, fuerte, decidido y a la misma vez
tan tierno y posesivo, si, resultaba posesivo y aunque no le
gustaba no le desagradaba haberse sentido defendida por l,
tanto frente al alcaide como a Jason.
Despus de una abundante comida, donde les sirvieron
una mezcla de alimentos de la Tierra y de Phartian, donde ella
se enamor del sabor y la textura de los durlan, unos frutos
pequeos de color mbar y de un sabor dulcsimo y un intenso
aroma y de los moong, de color rojo, dulces con un toque cido,
40

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

las acompaaron de nuevo a sus habitaciones para que


descansaran.
A Tracy le cost dormirse, pero apenas se haba quedado
dormida unos fuertes gritos y golpes la despertaron. Las voces
parecan estar acercndose a las habitaciones y ella se tens.
-Me importa una jodida mierda, me la voy a llevar, quieras
o no me estas oyendo Arnoox?
Tracy se qued mirando la puerta, era la voz de Kurt? No
tard en obtener la respuesta, de un fuerte empelln su puerta
qued abierta y Kurt ocup todo el hueco de ella y detrs
estaba el Phartok, Dreena, Brenck y un puado de soldados.

***

Cuando Kurt vio a marcharse a Tracy con Dreena sinti


todos sus instintos revelarse, no quera que la alejaran de l.
Saba que tenan que pasar la revisin pero tambin sabia de
los mdicos del centro y no poda apartar la imagen de ellos
toquetendola y todo su cuerpo ardi, si se calm fue porque
Brenck-Vayr puso una mano sobre su hombro y lo retuvo
fuertemente.
-Primero habla con Arnoox.
Kurt solo pudo asentir. Durante ms de tres horas le dio
un reporte completo de todo lo sucedido, de las negociaciones
y de lo que haba descubierto de la Tierra.
-Entonces, crees que intercambiaran ms mujeres?
Kurt sonri.
-Es un planeta superpoblado, con mucha falta de
recursos, en la luna y en marte estn mejor, pero sigue
habiendo un excedente de personas. Efectivamente, vacunan
a sus mujeres para controlar la natalidad, solo pueden tener
un hijo.
Arnoox lo mir ceudo.
41

-No se dan cuenta que as reducirn drsticamente su


poblacin? Cmo han podido subsistir con semejante
restriccin?
Kurt lo mir igual de ceudo.
-Esa es una de sus leyes ms nuevas, apenas tiene unos
ochenta o noventa aos, cuando empezaron a tener verdaderos
problemas de abastecimiento y la poblacin entr en auge.
-Bien, ahora vete a descansar. Maana seguiremos
hablando.
-Antes de irme, tengo que hablar contigo Arnoox.
El presiente lo mir fijamente.
-Como Phartok o como amigo?
-Como amigo.
Arnoox invit a sentarse nuevamente a Kurt.
-Est bien, t dirs.
-Entre las mujeres de la Tierra est mi compaera.
Arnoox lo mir fijamente, despus fue arrugando los ojos
hasta que no pudo aguantar la carcajada. Kurt aguant
estoicamente las risas de su amigo y mientras el imbcil segua
rindose l cont las malditas baldosas del suelo, cuando lleg
a la nada despreciable cantidad de mil trescientas siete, el
idiota dej de rerse.
-No es broma?
-Evidentemente, no. Como debes comprender estoy tan
sorprendido como t o ms, yo no quera este intercambio,
imagnate mi sorpresa cuando descubr que entre ellas, estaba
mi compaera.
-Ests seguro?
-Si
El Phartok lo mir seriamente, s, porque ahora haba
dejado de ser el amigo para convertirse en su presidente.
-La has emparejado ya contigo, al completo?
-No la he tocado.
42

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Est bien. A partir de maana


-No
Arnoox lo mir fijamente.
-Qu has dicho?
-Que no, no voy a esperar ni a maana ni a pasado
maana, se viene conmigo, hoy.
-Kurt, no te estoy hablando como tu amigo.
-Me importa una mierda como me ests hablando, Phartok,
ella es ma y viene conmigo.
Realmente ahora te empiezas a comportar con un jodido
macho, no como un idiota.
No lo hago por ti, imbcil
Lo s, Kurtcito, lo haces por los dos.
Kurt empezaba a dudar, no ya solo de la cordura de su
oiyu, si no de la suya propia, evidentemente le haba tocado un
maldito toca pelotas.
Si mantuvieras la condenada boca cerrada un par de
horas, nos haras la maldita vida ms fcil a los dos.
Pues nada, mozo, sigue abogando por una vida dndole al
manubrio.
Como aquello no acabara pronto ya poda ir seleccionando
modelo y talla de camisa de fuerza, la iba a necesitar y ms
pronto que tarde.
-Escchame, idiota, tienes que darle un tiempo.
-Cmo t se lo diste a Dreena?
-Dreena es phartiana, lo sabe todo de nosotros, Cmo
crees que se tomara tu compaera que quieras tomarla ya? No
te conoce Kurt, adems, ellos no son como nosotros, Cmo
crees que reaccionar cuando descubra a tu oiyu?
-Eso es cosa ma. Phartok.
-No seas cabezota, Kurt, no puedes llevrtela ahora, dale
un tiempo, adems, en estos momentos est descansando.
Kurt se levant de golpe y ech a andar hasta la puerta.
43

-No intentes detenerme Arnoox, t mejor que nadie


deberas saber cmo se siente, me hierve la sangre, tengo una
ereccin que no desparece desde que la ol y no he podido
tocarla todava, si no la tengo voy a enloquecer.
-Kurt, Kurt!, mierda.
A los gritos del Phartok acudieron los soldados apostados
en la puerta, Dreena y Brenck-Vayr que esperaban en la sala
contigua.
-Qu ocurre?
Dreena mir extraada de Kurt, que corra prcticamente
por el pasillo y abriendo puertas, hasta su compaero.
-Entre las mujeres est su compaera.
-Por todas las piedras Airean.
-S, justo eso Dreena.
Kurt segua corriendo por el pasillo, mientras los otros lo
seguan intentando pararlo y su oiyu continuaba alentndolo
y arengndolo.
Realmente ahora te entiendo, cuando decidas cargrtelo
cuenta con mi ayuda, es un condenado gilipollas.
Cllate!
Tenemos que ser muy meticulosos y dainos.
Te he dicho que mantengas la maldita boca cerrada
Claro, como l tiene un coo a su disposicin, que
jodidamente egosta, t ni puto caso. Creo que huelo a nuestra
mujer cerca.
Evidentemente no piensas cerrar la puta boca, verdad?
Y yo empiezo a pensar que te caigo mal, estoy equivocado?
Por fin lo has entendido, pedazo de imbcil
Joder, to, lo he captado, no es necesario ser tan
desagradable. Apatelas solo.
Por fin un maldito minuto de tranquilidad, estaba
pensando seriamente en hacerse una jodida lobotoma.

44

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

En ese momento escuch la voz de Arnoox dndole una


orden.
-Kurt, detente, maldita sea.
-No!
-Kurt obedece de una maldita vez o me ver obligado a
encerrarte.
Kurt le contest sin girarse siquiera mientras abra otra de
las puertas.
-Me importa una jodida mierda, me la voy a llevar, quieras
o no me estas oyendo Arnoox?
Cuando abri la puerta, sin verla, supo que ella estaba all,
todo su cuerpo se tens y excit al aroma de ella. Se haba
levantado de golpe, la sabana le cubra el cuerpo desnudo?,
porque tena que estar desnuda, sus hombros blancos se vean
completamente as y sus manos sujetaban con fuerza la
sbana, una sbana que l hubiera arrancado para contemplar
toda esa belleza al completo.
-Kurt, Quque haces aqu?
Hablar, l tena que hablar, l debera dejar de mirarla
como si fuera la obra ms hermosa de la naturaleza y articular
alguna maldita palabra, pero simplemente, no poda, la sangre
se le haba acumulado en una potente y firme ereccin y los
ojos no hacan otra cosa ms que beberse la vista ante l. Fue
Dreena quien habl por todos ellos.
-Lo siento, Tracy, Kurt quera asegurarse de que estabas
bien, verdad Kurt?
Asegurarse? No, de eso nada, l haba venido a por ella y
es lo que iba a hacer.
-No, he venido a por ella y me la voy a llevar.
Tracy lo mir arrugando la frente.
-A llevarme, adonde?
-A mi casa, conmigo.
Ella mir a todos extraada.

45

-Dreena nos dijo que


encontrramos una pareja.

viviramos

aqu

hasta

que

Y una mierda, as de claro.


-T ya tienes pareja, yo.
Su oiyu aplaudi enrgicamente su contestacin.
Con un par de pelotas, s seor, en sutileza te doy un cero,
pero en decisin tienes un diez.
Te he pedido tu opinin, acaso?
No, pero te la doy yo desinteresadamente, como vers soy
un ser de lo ms generoso.
Pues mantente callado mientras soluciono esto a mi
manera.
T mismo, srvete, pero cuando pidas mi opinin
Pues eso, cuando te la pida abres la maldita bocota,
mientras tanto la mantienes cerrada a cal y canto
Qu desagradable eres, Kurtcito.
Ella tena su mirada clavada en l.
-Y eso Quin lo ha decidido? Porque
preguntado nadie.

a m no me ha

-En esto tienes la misma maldita opcin que yo, Tracy,


ninguna. Est decidido, te vienes conmigo.
Joder, tal vez no se haba expresado bien o no haba
utilizado las palabras correctas, y por un maldito momento
pens que debera haberle hecho caso a su Phartok, pero el
dulce aroma de ella, el movimiento lento y suave de sus
tatuajes que se calentaban al mismo tiempo y la vibracin de
su oiyu, le decan que no, que estaba haciendo lo correcto, pero
la cara de ella no era la de una mujer halagada, feliz, no, ms
biensi, ms bien era el de una mujer enfadada, muy
enfadada.
-Tengo treinta y cuatro aos, Kurt, una mente que piensa
por si sola y a pesar de que vengo de un planeta donde la
libertad es una palabra que no concuerda con su significado,
s que me considero lo bastante libre para entregarme y vivir
con quien yo elija, no con quien se quiera imponer ante m.
46

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

May Day, May Day. Tenemos un maldito problema. Creo


que debemos retroceder y replantear una nueva estrategia.
Nuestras pelotas corren peligro, repito, nuestras pelotas corren
peligro.
Su Phartok lo sujet fuertemente del hombro y l lo mir
atontado, entre la negativa de ella, el idiota que tena enfrente
y el gilipollas de su oiyu, estaba empezando a notar a su
paciencia lista y preparada para salir en estampida con una
maldita palabra ms.
-Y con esto se acaba toda discusin, verdad Kurt?
Acabarse? Si claro, ahora mismo. Solt su hombro y se
dirigi a grandes pasos hasta la cama, los gritos estrangulados
de Tracy y Dreena se escucharon clarsimamente, pero por
debajo del ronco murmullo de Arnoox: jodido calentn de
mierda.
Ella se abraz con ms fuerza a la sbana.
-Quque pretendes?
l habl con los dientes encajados, las palabras apenas
podan salir entre ellos.
-Te vienes conmigo, fin de toda maldita y ridcula
discusin.
Ella empez a patalear, cuando Kurt intent tomarla en
brazos. La sbana se desplazaba peligrosamente por sus
piernas, largas, blancas, torneadas y pronto alcanzaran sus
caderas, l record a su Phartok, a Brenck y a todos los
malditos soldados que lo haban seguido.
-Estate quieta, mujer, o vas a mostrar tu cuerpo ante ellos.
Ella dej de patalear al instante, para saltar al lado
contrario de la cama, mostrando apenas un globo blanco,
redondeado y muy mordible de su trasero, que lo hizo gruir y
tambalearse al mismo tiempo, su oiyu reclamaba la atencin.
-Si vuelves a mostrarte desnuda, Tracy,
calentar tu trasero.

tendr que

-Me pones una mano encima y van a tener que


recomponerte como a un condenado puzle.

47

Su Phartok cort cualquier discusin ms, de golpe.


-Se acab toda esta tontera, ya est bien Kurt.
l respiraba agitado, estaba empezando a perder su propio
control. Miro fijamente a Arnoox.
-No puedo aguantar mucho ms, joder, Arnoox, no me
hagas esto.
l lo mir tristemente y despus pas su mirada hasta
Tracy.
-Tracy, s que no conoces nuestras costumbres y esto
puede resultarte molesto y tal vez, un poco violento. Hasta que
Kurt pueda explicrtelo correctamente, yo solo puedo decirte
que hay algo en los hombres phartianos que nos hace
reconocer a nuestra pareja, Kurt cree que t eres la suya.
l jur por lo bajo.
-Cree? Cree, Arnoox? Mierda, t sabes cmo estoy, no
creo maldita sea, es ma.
-Y yo no tengo eleccin?
l se volvi lentamente y la mir, vio sus hermosos ojos
abiertos asombrados y al mismo tiempo asustados y enojados,
vio el ligero temblor de su barbilla, como si quisiera llorar y vio
a una hermosa mujer asustada, totalmente expuesta a unas
personas que no conoca y luchando por su opcin de poder
elegir y se sinti como un maldito canalla. Agach la cabeza y
suspir resignado, l no abusaba de las personas, si algo
odiaba de la Tierra, era eso y por eso se haba negado a hacer
aquel trato y ahora estaba actuando como ellos.
La mir con deseo, con ansias pero tambin con respeto.
-Por supuesto, Tracy. Lo siento, siento haberte asustado
de esta manera.
En tres pasos haba abandonado la habitacin, se oy un
golpe fuerte, seco y todos se estremecieron. El Phartok volvi la
cabeza y mir a sus soldados.
-El puo o la cabeza?
Los soldados sonrieron.
-Los dos puos.
48

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Arnoox movi la cabeza lentamente.


-Maana los tendr hinchados, por idiota.
Despus mir a Tracy.
-No te preocupes muchacha y descansa. Pero me gustara
pedirte algo, no juzgues muy duramente a Kurt, por favor, l
se cree en su derecho de reclamarte, cuando nos conozcas un
poco ms entenders por qu. Tambin me gustara que le
dieras una oportunidad, por favor.
Todos abandonaron la habitacin, Dreena fue la ltima y
le sonri dulcemente.
-Descansa, Tracy.

49

CAPTULO 6

Ya no pudo cerrar los ojos en toda la noche,


Descansar?
Kurt era un hombre espectacular, un espcimen de
macho nico y ella jams podra ni imaginar que podra llamar
la atencin de un hombretn as.
Don haba sido un hombre ms bajo que ella, de cuerpo
flaco y manos y pies pequesimos. Era firme en sus
convicciones, luchaba con fuerza y resolucin por los derechos
de la gente de la Tierra, pero en cuanto cruzaba la puerta de
casa, era tranquilo y disfrutaba ms de un buen libro que de
su mujer, su emparejamiento no fue por amor, se respetaban
y admiraban y se tenan un gran cario y ella ansiaba un beb,
era el trato perfecto.
La noche anterior haba visto deseo, lujuria y pasin en la
mirada de Kurt, algo que no asociaba jams con ella, pero ah
estaban, no entenda como, ella, una mujer tan normalita y
nada llamativa poda haber encendido todo esa pasin en l y
en tan poco tiempo. Pero a pesar de que se senta halagada y
no se opona a encontrar una pareja, empezar una nueva vida
y no volver jams a la Tierra, quera tener la oportunidad de
conocer a los dems aspirantes aunque sospechaba que
ninguno podra compararse con l.
Cuando se levant y ba, un bao del que disfrut como
una nia pequea con un nuevo juguete, sali a desayunar al
comedor que les haba enseado el da anterior Dreena. A
penas haba unas ocho mujeres de la veintena que haba
llegado el da anterior. Entre ellas estaban Amy, Hellen y Rita,
las salud efusivamente, cuando entr en el comedor, Dreena.
-Hola muchachas, espero que hayis descansado y me
gustara que me acompaarais a conocer la ciudad, cuando
hayis terminado claro.

50

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Desayunaron en armona, disfrutando de las frutas


frescas, algunas idnticas a las de la Tierra y otras de diferente
aspecto y sabores, Tracy adoraba, sobre todo el sabor de los
moong, era como una especie de adiccin, no saba por qu
pero le recordaba a Kurt, su aroma?
Cuando terminaron, salieron al exterior, all les esperaba
un enorme vehculo, segn les inform Dreena, era un Komag,
los asientos estaban dispuestos en forma de U, para poder
facilitar la conversacin durante el trayecto.
Dreena les fue mostrando la ciudad, era amplia, limpia, los
tonos malvas del cielo, combinados con el naranja de rboles
y plantas, le daban un aspecto clido.
Las casas eran de una sola planta, grandes, algo que les
llam enormemente la atencin, con pequeos jardines
delanteros, las calles eran muy amplias.
Cuando volvan de la visita, despus de toda una maana,
descubrieron que solo el Gumnarium, era de dos plantas y que
justo al lado, estaba el Kunn, el centro de entrenamiento de los
soldados, en ese momento, muchos de ellos salan de l, Tracy
no pudo evitar mirar, buscando a Kurt entre ellos y cuando lo
descubri todo su cuerpo se tens, era impresionante, haba
algo en l que la haca consciente de su feminidad, algo que
haba olvidado. l estaba realmente comestible, todo su cuerpo
empez a latir y cuando apart la mirada se encontr con la de
Dreena y con su irnica sonrisilla. Mierda, la haban pillado
comindose con los ojos a Kurt.

***

Describir la noche pasada? Solo haba una maldita


palabra para definirla: Mierda, si, haba sido una noche de
mierda.
l haba llegado a su casa entre estremecimientos por el
deseo insatisfecho, con todo su cuerpo vibrando, con una
51

ereccin enorme, con los malditos tatuajes quemndole la piel


y con el condenado susurro del oiyu, que exiga a su mujer.
La tenamos, idiota y t que has hecho? dejarla all.
l le gru a su oiyu.
Estaba asustada, Qu pretendas?
Jugar a las cartas no, evidentemente, Qu cojones crees
que pretendamos? Follarla, Kurt, follarla. Djate de mierdas,
busca a nuestra mujer y fllala.
Eres un bruto
Y tu un idiota.
No podemos tomarla a la fuerza.
Quieres instrucciones?
Quiero que te calles de una jodida vez.
Y yo que follemos, as que t vers.
Maldito oiyu, le estaba provocando un dolor de cabeza an
ms fuerte que el de sus pelotas.
Y encima de todo eso, se senta como un miserable, saba
que no era justo para ella, que ni los conoca y mucho menos
sabia de todo lo que supona un emparejamiento con un
phartiano y no quera obligarla, ni hacerla sentir mal, pero eso,
eso escapaba a sus propias fuerzas, l quera darle todo el
tiempo que necesitara, pero aquella decisin no dependa de l
solo y se sinti totalmente ruin porque saba que no poda darle
el tiempo que ella peda, no, ni siquiera se acercaba a lo que
ella podra pedir, es ms, tendra una maldita suerte de mierda
si no la arrastraba hasta su casa ese mismo da para follarla
hasta quedar totalmente secos.
Cuando lleg al Kunn esa maana, saba que iba a ser un
da peor que la noche anterior, como alguien intentara tocarle
las pelotas, siquiera intentarlo, terminara hacindole papilla
los sesos. Sin dormir, con la ereccin que segua persistente
despus de haberse masturbado por tres malditas veces, con
los tatuajes en total movimiento y ardiendo sobre su piel y el

52

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

jodido oiyu que haba pasado de susurrar a exigir a grito


pelado. No, no iba a ser un buen da.
Despus de practicar solo, decidi marcharse a su casa,
pero al salir se encontr con el alboroto y la algaraba de varios
soldados. Qu mierda pasaba?
-Qu ocurre?
Uno de los soldados se volvi y lo mir fijamente.
-Kurt-Aiman, estamos esperando al Phartok, nos han
dicho que quiere hablarnos antes de pasar a conocer a las
mujeres.
Si, en efecto, era un da de mierda. Conocer a las
mujeres? Es decir, para que su mente lo tuviera claro, iban a
presentar a todas las mujeres, incluida la suya, ante aquella
jaura de hombres hambrientos y calenturientos, era eso no?
Bueno ante eso l tena ya su maldita respuesta. Y un cuerno.
Cuando sali Arnoox a dar su discursito, lo escuch en
silencio, apoyado contra una columna y mirndose las uas
como si aquello no fuera con l ni le importara, pero claro, el
que lo conociera sabra perfectamente que todo aquello era una
pantomima, s, porque por dentro y casi por fuera ya, arda
totalmente y estaba por mandar a la mierda a todo el personal
y buscar a Tracy para zambullirse en ella, presenta que su
primera vez juntos iba a ser rpida, trrida y dura. Totalmente.
Cuando el Phartok acab toda la perorata bien ensayada,
se acerc lentamente a l.
-Kurt, s que estas algo molesto conmigo.
-No, no te hagas tan flaco favor Arnoox, estoy por
arrancarte la yugular, crees que eso es algo molesto?
-Entiendo cmo te encuentras.
-No, t no entiendes una puta mierda, Cunto tiempo
tardaste en emparejarte con Dreena, cinco horas? seis?
El maldito canalla tuvo la decencia de sonrojarse.
-Tres horas.
Ahora s que estaba cabreado, muy cabreado.

53

Qu utilizamos, cuchillo? Espada? Un buen par de


dagas? Me pido hacerle una incisin transversal a la altura de
la nuca y desde ah, ir extrayendo todos sus malditos rganos.
Evidentemente su oiyu an estaba ms cabreado que l.
-Tres putas horas? Magnifico, realmente, magnifico y
todava tienes la maldita osada de pedirme paciencia, Arnoox?
-Joder, Kurt, me imagino cmo te sientes, pero tambin
debes comprenderla a ella.
-S y por eso todava est en tu casa, Phartok, pero si no la
tengo pronto mejor ponme ante un maldito pelotn de
fusilamiento. Estoesto es insoportable Arnoox.
-Lo s, Kurt, lo s, intentar ayudarte.
Kurt, lo mir fijamente.
-No puedes ayudarme y lo sabes. Lo nico que podras
hacer para ayudarme es trarmela, drmela y dejar que ocurra
lo que tiene que ocurrir.
-Y cuando descubra todo qu crees que pasar?
-No lo s, Arnoox, no lo s, pero por lo menos dejara de
sufrir como estoy sufriendo. Me voy a casa.
l lo mir tristemente.
Y Kurt empez a negar con la cabeza.
-No, Arnoox, sea lo que sea, no.
-Lo siento, Kurt, todos los comisionados tienen que estar
presentes en la presentacin de las mujeres.
- Adoraba a tu madre, Arnoox, pero t eres un maldito
bastardo.

54

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 7

urante la comida Dreena les inform de que conoceran


a los soldados en primer lugar, ese da, ms tarde
conoceran a varios varones ms de la ciudad y en los das
siguientes, al resto de ellos que se haban acercado a firmar las
peticiones para conocerlas. Tracy se senta nerviosa, muy
nerviosa, despus de haber divisado a Kurt y haberse dado
cuenta de que ni haba reparado en ningn otro hombre ms,
estaba por pensar que tal vez l tena razn y ellos estaban
destinados.
Cuando se refrescaron, pasaron a una gran sala, de techos
altos, suelos de mrmol, grandes sillones en tonos rojos, tal
vez cerca de una treintena, con grandes ventanales cubiertos
por unas cortinas en tonos verdes, al final de la sala haba una
enorme mesa con trece sillas y el fondo de la pared estaba
cubierto por un inmenso tapiz en rojo oscuro con la figura de
un Phardook, que como les haba informado Dreena, era una
hermosa ave y emblema del planeta, en tonos dorados. Tracy
sinti calorcillo en su piel, un ligero estremecimiento cuando
vio a Kurt, de pie frente a uno de esos sillones. Los ojos de l
se clavaron en los suyos nada ms entrar y no los apart.
Lentamente, Tracy mir al resto de hombres que haba tras
la mesa, en el centro estaba el Phartok, al lado derecho de l,
seis hombres, todos casi ancianos, de pelo largo y blanco,
vestidos con pantalones y camisas en tonos azul oscuro. A la
izquierda estaban otros seis hombres, entre ellos Kurt,
vestidos idnticamente a los ancianos pero en tono caramelo.
De pie y justo detrs de ellos, haba casi un centenar de
soldados. Era impresionante verlos, tan altos, anchos y
fuertes, con ese pelo largo y los hermosos tatuajes.
Tracy volvi la vista hasta Kurt y vio que segua con los
ojos clavados en ella, apenas pudo apartar su mirada cuando
empez a hablar el Phartok.
55

-Como Phartok de este planeta quiero daros la bienvenida


de manera oficial. Me alegro mucho de que decidierais venir y
conocernos, todas sabis que este planeta est escaso de
mujeres, para nosotros sois un regalo, algo muy valioso, por
eso queremos que os sintis cmodas y felices en nuestro
hogar. Quisiramos que todas y cada una de vosotras pudiera
emparejarse, por eso hoy estos hombres han decidido
presentarse ante vosotras, ms tarde iris conociendo a ms,
queremos que nos deis la oportunidad de poder conocernos.
Hay ciertas peculiaridades de nuestra raza que es distinta a la
vuestra. Tal vez notis que algunos hombres pueden ser ms
insistentes y que os digan que sois sus compaeras y quieran
reclamaros, tal vez, pensis que son demasiado insolentes y
audaces, ellos os explicarn poco a poco por qu, pero para
que lo entendis algo mejor, solo puedo deciros que somos
capaces de reconocer a nuestra compaera con tan solo el
perfume de su piel.
Con el ltimo comentario del Phartok, Tracy volvi la vista
hasta Kurt y una pequea y temblorosa sonrisa se extendi
entre sus labios. Ahora comprenda porque l haba pedido
permiso para olerla era realmente su compaera? Haba
olido el perfume que los emparejaba? Mierda, tena tantas
preguntas que hacerle, saber por qu, cmo y sobre todo, saber
qu era eso de: no puedo aguantar ms en esto tienes la
misma maldita opcin que yo y lo de eres ma. Si, necesitaba
explicaciones, muchas y ya.

***

No haba podido apartar la vista de ella, aun sabiendo que


aquello lo alterara muchsimo ms y no se haba equivocado,
todo su cuerpo era puro deseo, un volcn a punto de explotar,
un volcn que quera dejar salir toda su lava dentro de
aquel cuerpo de mujer que lo tena a mil, haba captado su
aroma por encima de todos, era algo sutil que se meta hasta

56

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

entre los poros de su piel, algo que lo atraa ms y ms hasta


ella.
Durante una media hora se mantuvo apartado de Tracy,
vindola hablar con los hombres que se acercaban a conocerla,
a ella y a las dos mujeres que en todo momento estuvieron con
ella, pero cuando uno de los soldados puso su brazo sobre el
de Tracy e intent captar su aroma, todo su cuerpo se alter y
el oiyu rugi.
Dando codazos se acerc hasta ella como un maldito
vendaval. Cuando lleg a su altura, Tracy alz los ojos hasta
l, sus miradas se clavaron, trabndose una con la otra, su
aroma lo golpe violentamente, su polla se alz con rudeza y
su oiyu exigi la unin ya, sin demora, sin ms putas excusas.
Tracy lo miraba fijamente, sin apartar la mirada,
prcticamente desafindolo y l jams rechazaba o retroceda
ante un reto, la tom firmemente del brazo y la arrastr por
toda la sala, sus cuerpos se haban estremecido ante aquel
roce, aquello, quisiera ella o no, ya era inevitable.
-Kurt, Kurt!, Kuuurrt!
l sigui andando con pasos decididos hasta la puerta,
obviando los gritos de ella, hasta que Tracy clav los pies en el
saln y aun as sigui arrastrndola hasta su meta.
-Quieres hacer el maldito favor de mirarme.
-No, no voy a mirarte, vamos a mi casa.
-Escchame, tenemos que hablar.
-Despus.
Saba que sonaba intransigente y duro pero ya no controla
ni su cuerpo ni su mente, el oiyu estaba dominndolo desde el
interior.
-Por favor, Kurt, sultame y hablemos.
Saba que no deba mirar atrs, lo saba, pero aun as no
pudo evitarlo.
Pues no mires, gilipollas, limtate a echrtela en el hombro
y follrtela en la habitacin ms prxima.

57

Tracy se vea sumamente apetecible, pero tambin


enojada, alterada y muy curiosa.
-Necesitamos hablar, Kurt.
Y un cuerno.
-No, t y yo necesitamos follar.
Joder macho, eres mi dolo. Si es que cuando te esfuerzas
eres el puto amo, jodo.
Ella jade ante la rudeza de l.
-Ser si yo quiero o piensas violarme?
Violarla? Por todas las piedras Airean, no, por supuesto
que no, l solo quera hacer su reclamo por ella, quera
demostrarle que era su compaera.
Lentamente
tiernamente.

solt

su

brazo

la

mir

con

fijeza,

-No, jams te hara dao Tracy, te lo prometo. Pero ya has


escuchado a mi Phartok. Eres mi compaera, Tracy y en
cuanto un hombre phartiano capta el aroma de su mujer, la
unin es inevitable y se consuma en unas horas, llevo dos das
sabiendo que eres ma, Tracy y estoy sufriendo, mi cuerpo te
reclama, te desea y si no te tengo me volver loco.
-Pero no te conozco, Kurt, no s nada de ti, para m esto
es diferente. Necesito conocerte, saber si somos compatibles y
si te deseo. Yo no mantengo relaciones sexuales con
desconocidos.
l mir alrededor, su Phartok lo miraba desde el otro
extremo de la sala, Dreena tambin y hasta algunos de los
soldados.
-Por favor, Tracy, acompame a otro sitio y hablemos, te
prometo no tomarte sin tu consentimiento.
Ella asinti lentamente.
Esto era ms difcil de lo que haba pensado. Cuando una
mujer phartiana conoca a su compaero y este la reclamaba
no se negaba a l, ella saba que seran compatibles, que l no
se equivocaba al reclamarla y en cuanto se consumaba la
unin, ella quedaba igual de enganchada que l, sus aromas
58

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

se mezclaban y eran capaces de sentirse aunque estuvieran


separados por kilmetros, se deseaban a todas horas, los
hombres phartianos tenan un gran apetito sexual, sus
compaeras se sentan totalmente satisfechas y felices. Y el
oiyu, tambin, en cada posesin el lazo que los una se haca
ms fuerte, sobre todo cuanto ms participaba el oiyu y estaba
de por medio los colmillos de ambos y el aium.
Pero aqu estaba el maldito dilema, Cmo convencerla?
Cmo reaccionara ella a su oiyu? Cmo meterla, de una
maldita vez en su cama, antes de perder la poca cordura que
le quedaba?
Djate de tanta retrica, Kurt, no pienses con la maldita
cabeza, idiota.
Entonces quieres que piense como t no?, con la maldita
polla.
Joder imbcil, es lo nico que necesitamos
enterrarnos en ella, las preguntas despus.

ahora,

Yo preferira que te quedaras callado, como habas estado


hasta ahora.
A ver si te enteras de una maldita vez, Kurt, es nuestra
compaera, aparece ella y aparezco yo, te jodes si no te gusta
el trato.
Se gru a l mismo, joder, a l mismo, terminara
perdiendo la cabeza por culpa de Tracy y por culpa del jodido
oiyu de las narices.
Evidentemente ella tena preguntas pero l tena una polla
dura, un oiyu gritndole y exigindole y una paciencia que se
haba marchado al mismsimo fondo de las cuevas Airean, si y
mientras l pensaba en follar, ella quera respuestas. Mierda.

59

CAPTULO 8

uando el Phartok termin de hablar, Tracy se reuni


con las dems mujeres. Evidentemente el tema de
conversacin era genrico: los hombres phartianos.
Amy y Caro la miraron fijamente.
-Estn tan buenos, parecen esculpidos en piedra. Al
principio pens que haban mandado una seleccin de los
machos ms impresionantes a la Tierra, pero est claro que
son todos espectaculares.
Tracy y Amy sonrieron al escuchar a Caro.
Amy las mir conspiradoras.
-Yo pens que haban hecho un casting, no pueden ser tan
perfectos.
Caro totalmente fascinada les sonri.
-Creis que lo tendrn todo igual de tamao?
Las tres rieron. Caro de repente se puso seria y las mir
fijamente.
-Pensis que es posible que hasta yo, encuentre pareja?
Tracy la mir realmente enfadada.
-No te degrades as, Caro, era una mujer muy hermosa.
Esta resopl fuertemente. Caro era alta, rondando el metro
ochenta, con el pelo muy negro, como sus ojos, corto y
totalmente de punta, con un cuerpo libre de curvas, totalmente
andrgino, pero en conjunto era una mujer muy bonita.
-Si claro, si quieres mantener relaciones sexuales con una
tabla de mesa soy tu tipo perfecto.
No les dio tiempo a responder porque a partir de aquel
momento fueron prcticamente rodeadas de hombres. De
hombres dispuestos a husmear alrededor de ellas, hasta que
60

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

uno se acerc demasiado y en tres segundos se vio frente a


frente con un Kurt celoso, excitado y cabreado.
Y cuando se vino a dar cuenta era arrastrada por l por
todo el saln. Tuvo que negociar una tregua con l porque se
vea con el vestido luciendo de pamela mientras que Kurt se la
follaba en medio de todo el saln, quedaba claro que estaba
prcticamente en celo.
Llegaron a una pequea habitacin, estaba pintada en
blanco y decorada con cortinas en tonos amarillos, sillones
dorados, una pequea mesa en el centro y grandes estanteras
llenas de libros.
Kurt le indic que se sentara en uno de los sillones y l se
sent justo al lado de ella y tom su mano, ella intent
retirarla.
-Por favor, djame que te toque, necesito tu contacto,
sentir tu piel.
Ella trag fuertemente mientras clavaba su mirada en l y
dejaba que siguiera acariciando su mano, con cada leve roce,
con sus dedos acariciando el pulso en su mueca, su cuerpo
se estremeca, aquello la distraa y as no poda concretarse y
ella necesitaba respuestas para todas sus preguntas, pero fue
incapaz de soltar su mano.
-S que vinimos para formar parejas, pero pens que
tendra ms tiempo.
-Me lo imagino, Tracy, pero en esto yo no tengo tampoco
ms opcin, quiero que tengas muy presente que si yo pudiera
dominar todos estos impulsos, lo hara.
Tracy lo mir extraada.
-No entiendo todo eso del aroma, ni que se despierte el
deseo de emparejamiento y sea tan fuerte.
Kurt suspir resignadamente.
-Es algo innato en nuestra raza, el varn phartiano
reconoce a su mujer por el aroma, un aroma que es idntico al
suyo, en cuanto lo hace, la reclama.
-Y ella lo acata as, sin ms preguntas? Sin tener opcin?

61

-La mujer phartiana sabe que es el hombre el que reconoce


a su pareja, en cuanto la reclama se entrega a l confiada, sabe
que no hay error.
Tracy segua sin poder creerse algo as.
-En horas, Kurt? Cmo narices puede una mujer querer
compartir su vida con un hombre que acaba de conocer?
l empezaba a mostrarse irritado.
-Es lo mismo para el hombre, Tracy, conoce una mujer y
de pronto su aroma lo atrae de tal manera que deja de ser el
mismo para vivir consumido y dominado por el deseo. Crees
realmente que yo deseo perder mi autocontrol de esta manera?
-Oye pues no lo s, dmelo t. T eres el que anda
arrestndome de lado a lado, el que dice que soy su
compaera, el que me husmea como si fuera un maldito perro
tras su presa, el que dice que soy suya como si fuera uno de
sus malditos pantalones.
l se levant de golpe y la mir alterado.
-Escchame, yo no quera este trato con la Tierra, as que
estoy tan conmocionado como t, de repente estaba
negndome a esto y mi Phartok decide mandarme a la Tierra a
cerrar el maldito trato y zas! Apareces t y pones todo mi
jodido mundo patas arriba.
Ella tambin se levant alterada.
-Pues perdone el seor por alterar su maldito mundo. A m
tampoco se me dio otra opcin, de repente apareci una de las
celadoras con un saco por vestido, nos dio cinco asquerosos
minutos de bao y despus me encuentro ante un pelotn de
hombres enormes e intimidantes y sabes qu? un idiota entre
los idiotas se dedica a oler mi entrepierna y refunfuar, para
despus querer arrastrarme hasta su casa para follarme,
sorpresa!, crees que estoy feliz y contenta? Pues mira mi boca
mientras te digo algo: vete a la mierda.
Cuando intent salir de la habitacin, los brazos de Kurt
la tomaron de la cintura y la arrastraron junto a su cuerpo.
-No vas a abandonar esta habitacin, Tracy, es ms, no
vas a separarte de m hasta que haga mi reclamo y seas ma.
62

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Joder, al fin nos estamos entendiendo, eso, reclmala de


una maldita vez.
Cierra la puta boca si quieres que la tome.
Tuvo una visin mental de su oiyu cerrndose la boca
como si fuera una cremallera, mientras le alzaba el dedo pulgar
en seal de victoria. Si, terminara perdiendo la cabeza, de eso
no le quedaban dudas.
Kurt la gir entre sus brazos y la mir fijamente.
-Eres ma Tracy, ma. Y siento no poder darte ms tiempo,
pero simplemente, no puedo.
Y acerc su boca a la de ella, absorbiendo su aliento, su
aroma, todo su cuerpo se calent violentamente, sus tatuajes
empezaron a agitarse y cuando sus labios se juntaron el oiyu
empez a danzar, levantado los brazos y haciendo ligeros
movimientos obscenos con su pelvis, si, evidentemente estaba
volvindose loco.
Pero bendita locura perderse en esa boca, era un clido
refugio para su lengua, recorri lentamente todos sus
rincones, saborendola, poseyndola, amamantndose de su
esencia. Sus manos resbalaron hasta su cintura y lentamente
la fue acoplando a su dureza, ella gimi y el rugido de su oiyu
salvajemente excitado retumb en su cabeza, hacindola arder
como a sus pelotas.
Tmbala, brela de piernas y metete de una maldita vez en
ella.
S lo que tengo que hacer.
Pues date prisa joder, necesito tomar mi puesto.
Ser a mi modo.
Ser una jodida mierda, o te la follas o te juro que vas a
terminar corrindote como un imbcil en tus pantalones.
Kurt solt la boca de Tracy, bastante cabreado con su oiyu.
Mantn la puta boca cerrada!
Ella lo mir fijamente y la sinti tensarse entre sus brazos.
63

Bien, acababa de meter la pata hasta la altura de las


axilas.
-Creo recordar que has sido t el que ha empezado esto.
Kurt gimi ruidosamente.
-No era a ti, Tracy.
Ella mir alrededor y luego clav la mirada en l.
-Es verdad, perdona, no me haba dado cuenta de que
tenamos el auditorio al completo.
l intent meterla de nuevo entre sus brazos.
-Ni me toques.
-Venga, Tracy, ya te he dicho que no ha sido a ti, sigamos
donde estbamos.
Ella le sonri dulcemente de qu le sonaba esa sonrisa?
Ah s, ya, en el mismo momento en que la rodilla de ella
hizo impacto contra sus pelotas record donde haba visto esa
sonrisa, el da en que el alcaide termin como l, tirado en el
suelo y sujetndose las pelotas, si, ese da fue.
Ella se volvi entre sus brazos, lo mir fijamente y le dio
una dulce y tierna sonrisa.
-T crees? Pues ve husmeando por ah a ver si encuentras
la maldita perra que se abra de piernas para ti, conmigo no
cuentes, idiota.
Perdido totalmente en su sonrisa, el muy idiota no se vio
venir cuando ella rpidamente alz su rodilla y la encastr en
sus pelotas, Kurt cay al suelo con un gemido ronco y tomando
sus joyas entre las manos, mientras se retorca en el suelo,
ella sali de la habitacin y regres a la sala.
Eso le pasa por idiota, por obligarme y por hacerse el
maldito machote conmigo
Cuando entr en la sala nuevamente, se encontr con las
miradas extraadas del Phartok y su compaera, despus de
recorrerla de arriba abajo clavaron la mirada en la puerta vaca
tras ella y despus se miraron, entre ellos,
an ms
extraados.
64

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Qu les pasaba a aquellos dos? Pensaban que se haba


cargado al idiota?

***

Debera habrselo visto venir, si, era un soldado


experimentado y capaz de leer las expresiones, pero la maldita
sonrisa lo haba despistado, bueno, eso, y el aroma de ella, y
el oiyu insistiendo en abrirla de piernas, ah! y su polla dura,
en fin, que estaba tirado en el suelo, con las pelotas latindole
y por fin! la polla flccida y por pensar con ese colgajo en vez
de con su cabeza, solo por eso, se vea as.
Tom aire unas cuantas veces y cuando sus pelotas
dejaron de latir al ritmo triplicado de su corazn, se puso en
pie. Lentamente se recoloc la tropa y enfil a la sala en
busca de aquel demonio disfrazado de mujer.
Cuando entr en la sala, solo le cost cinco segundos
encontrarla, y seis comprobar que tena a la armada lista de
nuevo. Bien, perfecto, funcionar, funcionaba, pero eso s, el
puto radar ya estaba de nuevo en marcha y aun con ms
solidez y vigor que unos minutos antes.
En cuanto empez a andar hacia ella, se materializ
delante de l su Phartok.
-Por qu mierda tienes que interponerte siempre entre
ella y yo?
Su Phartok lo mir con una sonrisa irnica en los labios.
-Dado que tu solo piensas con la maldita polla, yo tengo
que ser tu conciencia.
Kurt lo mir cabreado.
-Cuando te pida que lo seas, eres, mientras tanto
mantente fuera del camino entre mi mujer y yo.
-Mira Kurt, tienes que entender
65

-Entiendo que eres un malnacido, que por tu maldita culpa


estoy as y entiendo que pretendas actuar como el maldito
Phartok que eres, pero entiende t otra cosa, es ma, la quiero,
la reclamo y mi oiyu est por hacer su propio y maldito
reclamo, te apartas o te aparto?
Dreena lleg en ese momento hasta ellos.
-Queris dejar de gruiros como dos endox?
-Pues dile a tu pareja que se quite de mi camino.
Ella puso los ojos en blanco y mir a Arnoox.
-Dile a l que se comporte como un hombre no como una
polla andante.
Ella volvi a poner los ojos en blanco y resopl cuando
escuch hablar de nuevo a Kurt.
-Dile a tu pareja
-Basta, ponerle fin a tanta tontera. Kurt, escchame, s
que ests ansioso y que a penas puedes controlarte y no sabes
lo que Arnoox te agradece tu comportamiento y el dominio
sobre tu persona y el oiyu.
Ambos resoplaron muy sonoramente. Pero ella sigui
hablando.
-S que es muy duro para ti, Kurt y aun as te voy a pedir
un pequeo favor, djame que hable con ella, que le explique,
no todo, pero s como se siente una mujer cuando un hombre
la reclama.
l la mir fijamente y trag fuertemente.
-No sabes lo que me estas pidiendo, Dreena.
Ella asinti dulcemente.
-Solo puedo imaginrmelo, Kurt, pero tambin entiendo su
angustia, su miedo y, lo ms importante, ellas son diferente,
Kurt, estn acostumbradas a vivir y luchar solas, no estn
acostumbradas a depender de un hombre, para ellas es
doblemente difcil.
l asinti vigorosamente.

66

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Gracias, Kurt, maana hablar con ella, despus podrs


hacer tu reclamo, ni Arnoox ni yo nos interpondremos.
-Ahora tengo que irme a casa, no puedo estar en el mismo
lugar que ella.
Arnoox y Dreena asintieron, confirmando que entendan el
esfuerzo que supona esto para l.
-Bien, entonces, como tengo vuestro permiso, voy a ver si
sobrevivo a otra maldita noche o consigo matarme
masturbndome.
La carcajada de Arnoox hizo volver a todas las cabezas,
incluidas la de Tracy que no se perdi el sonrojo de Dreena que
termin dndole un ligero puetazo en el hombro a Arnoox y
la marcha a pasos agigantados de Kurt.

67

CAPTULO 9

racy se sinti abandonada despus de la salida de


Kurt, era algo que no lograba entender. La
conversacin dej de interesarle y todo se volvi insulso a su
alrededor, estaba por irse cuando escuch la voz de Amy.
-Crees que es verdad?
Ella la mir extraada.
-Lo del aroma, crees que es cierto?
Si le hubieran preguntado hace tres das se hubiera
carcajeado, es ms, se hubiera partido de risa con semejante
chiste, pero hoy, despus de conocer a Kurtno, no lo dudaba.
-Creo que s, Amy. Por qu? Tienes compaero?
Ella se sonroj. Amy era una mujer bajita, de apenas un
metro y cincuenta y cinco, de pechos pequeos, cintura
estrecha y amplias caderas, ojos negros enormes y pelo rubio
muy corto.
-S, uno de ellos se ha acercado a m, como los dems, pero
en cuanto a empezado a husmear a mi alrededor, se ha
marchado lanzando un mierda! y un eres ma, recurdalo!
Nono entiendo porque se ha ido si cree que soy suya.
Eso del mierda! y la maldita frase de: eres ma, lo mismo
era una bonita tradicin de all. Lo de irse, se ve que era
marca de la casa, claro que despus de ver cmo se ponan era
mejor que desaparecieran hasta bajar el calentn que
aparentemente les entraba.
Ella se senta igual.
-Creo que deberamos pedirle a Dreena que nos explicara
todo esto, Amy, ella es mujer, entender nuestras dudas y
recelos.

68

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-S, estoy de acuerdo, maana en el desayuno se lo


preguntaremos. Adems, he odo algo de un oiyu, sabes quin
es?
Tracy neg con la cabeza, oiyu? Y ese quin era?
-No lo haba odo hasta ahora.
-Pues debe ser alguien importante, porque parece que lo
conocen todos. Te vas ya?
-S, Amy, estoy cansada y me duele la cabeza.
-Est bien, descansa, maana hablamos.
Aquello era una mentira y de las gordas, ni le dola la
cabeza ni estaba cansada. Pero no tena ganas de ms charla
ni de ms husmeos, bueno, salvo si venan de parte de Kurt,
claro, porque l lo haca de una manera que alteraba todo su
cuerpo.
Fue una noche larga, larga y caliente, muy caliente,
apenas pudo descansar, al amanecer cay rendida despus de
vueltas y ms vueltas, vueltas y toqueteos varios por culpa del
recalentn, que deba ser contagioso.
Cuando despert ya era de buena maana y si encima no
iba tarde, se haba recreado en el bao; haba disfrutado como
una loca en la baera, adoraba aquellos baos, tanta cantidad
de agua, sentirla resbalar por su piel, era una delicia.
Por eso cuando lleg al comedor, no le extra encontrar
a todas las mujeres con el desayuno terminado y mirando
impaciente a Dreena. Tracy ech un vistazo por el comedor y
no encontr a Amy entre todas las mujeres, seguramente se
haba recreado como ella.
-Hola, Tracy
-Hola, Dreena
Mirar a aquella mujer era ver la feminidad ms
despampanante, con esa larga melena, con el cuerpo
enfundado en uno de aquellos vestidos tan ceidos y
reveladores, hoy en tonos malvas resaltando el color de sus
ojos y todas esas espectaculares curvas, la hacan sentirse algo
empequeecida, adems luca impecablemente maquillada, en
tonos claros, se haba fijado que Dreena siempre iba muy
69

sutilmente maquillada, algo que en la Tierra prcticamente se


haba perdido. Por eso agradeca todos los cosmticos que
ahora lucan en su cuarto de bao.
-Has descansado bien?
Bien lo que se dice bien, pues no, pareca un torbellino en
la cama, es ms, dos veces haba cado despatarrada al suelo
con tanta voltereta. Pero claro no le iba a decir eso, mxime
cuando le preguntara que a causa de qu y ella no poda
decirle que se haba tirado prcticamente soando con Kurt y
sus manos, y su lengua y subueno, que haba tenido sueos
calientes y hmedos y que por primera vez en aos, haba
terminado masturbndose como una jovencita cachonda.
-Bueno, en realidad, estaba un poco nerviosa por todo lo
vivido estos das y no he descansado muy bien.
Dreena sonri, una sonrisa como si supiera lo que haba
estado soando y lo que haba estado haciendo con sus
manitas la noche anterior.
-Ya, me lo imagino, por eso quera hablar contigo y con tus
amigas.
-Hay algn problema?
-No, no es ningn problema. Quiero hablar con vosotras
sobre el tema del emparejamiento.
Ella la mir alzando la ceja porque no confiaba en su voz,
mejor calladita que estaba ms mona, no fuera que se le
escapara algo revelador de la noche anterior.
En ese momento, entr en el saln una sonrojada Amy. La
mir fijamente, pero ella no alz la cabeza ni mir a nadie antes
de sentarse detrs de las otras mujeres.
-He estado hablando con tus amigas, estn preocupadas y
al mismo tiempo interesadas en saber todo lo del
emparejamiento, me imagino que como t, bueno t estars
ms nerviosa porque tu compaero ya est ms que
impaciente por reclamarte.
-S. Bueno, en cuanto a eso, no crees que va muy
acelerado?
-Arnoox me reclam a las tres horas de conocerme.
70

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Se atragant, escupi el trozo de fruta que se haba


quedado encajado en su garganta, bebi un gran vaso de agua
y la mir fijamente y se dio cuenta de que no era la nica que
estaba asombrada, todas las dems estaban alucinando como
ella, de reojo vio entrar a Amy en el comedor en ese momento.
-Tres horas?
Dreena sonri.
-Tres horas. Hacia unos meses que haba sido elegido
Phartok y recorra los pueblos cercanos para darse a conocer.
Nos convocaron en la plaza y nos dio un discurso, luego
pasamos a saludarlo y presentarle nuestros respetos, nada
ms darle la mano me mir fijamente y peg su nariz en mi
cuello.
Bien, a ella Kurt le haba hecho lo mismo, eso y el plus de
estampar su nariz en su entrepierna.
-Y entonces, qu sucedi?
-Pues que apenas pudo apartar los ojos de m y al mismo
tiempo yo me senta atrapada por su mirada. Me fui a casa y
se supona que l se haba ido a otro pueblo, mi sorpresa fue
cuando, dos horas despus, lo vi parado frente a mi puerta,
prcticamente no me dejo ni respirar, me dijo: eres ma, mi
compaera y me bes.
-Y? Se supone que no te negaste ni objetaste ni le dijiste
nada, eh?
-Tracy, nosotras crecemos con ese conocimiento, igual que
sabemos que en cuanto un hombre nos seala como suyas es
incapaz de retenerse. Arnoox me arrastr hasta la casa donde
pernoctaba y all me hizo su compaera.
Todo un coro de jadeos acompa a la revelacin de
Dreena.
Las mujeres miraban con los ojos abiertos y Amy luca
sonrojada Qu le pasaba?
Tracy mir de nuevo a Dreena.
-Peropero eso es machista, no es justo para vosotras.
-Ni para ellos, Tracy.
71

Ella resopl, s claro, a ellos se le pona la cachimba dura


y se follaban a su pareja sin que ella pusiera resistencia y no
era justo? Anda, vamos. Que no, que aquello era machista cien
por cien.
-Escchame, pensar por un momento como ellos. Son
guerreros, capaces de enfrentarse a las ms duras batallas,
estn entrenados para sufrir el dolor y no dejarse cegar por l,
para aguantar torturas, son hombres fuertes, duros, capaces
de controlarlo todo, pero de repente, frente a su compaera
pierden todo su control y se vuelven totalmente vulnerables.
No es fcil para ellos, por eso nos reclaman tan pronto lo
detectan. En cuanto nos emparejamos, su alma, cuerpo y
corazn se funden alcanzando algo de control. Nunca volvern
a ser iguales, el poder lo tenemos nosotras.
Ella la mir alucinada, ella y todas las mujeres, menos
Amy que segua luciendo una maldita sonrisita sabihonda.
-Cmo?
Dreena sonri.
-Los hombres phartianos no pueden pasar mucho tiempo
sin sus compaeras. Conforme pasan los das sin ellas,
prcticamente enloquecen, nos necesitan, jams pueden volver
a estar con otra mujer.
Aquello s que atrapo el inters de Tracy y el de todas las
mujeres que empezaron a murmurar, bueno, a susurrar, que
narices! empezaron a alzar la voz como si estuvieran en un
mercado.
-Enloquecen? No habr otra?
-No, jams, en el mismo momento en que vuestro
compaero os posea no podr soportar siquiera, el toque de
otra mujer, slo vosotras lo atraeris y cuando est lejos de
vosotras sentir vuestro dolor, angustia y deseos y en l se
duplicaran.
Tracy jade. Bueno, realmente fue otro coro de jadeos.
Dreena la mir sonriendo.
-Adems, est lo de su oiyu.
Eso, quin se supone que era ese oiyu? Un primo lejano?
72

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Y ese quin es? Un familiar?


Dreena empez a rer y Amy la acompa Dnde mierda
estaba la gracia all? y Qu narices le pasaba esta maana a
Amy?
-Mmm, no, aunque tambin podra ser considerado as. El
oiyu es l mismo.
Vale, certificado, en aquel planeta todos estaban chiflados,
como putas cabras.
-l mismo?
-Es un poco difcil de explicar. Veris, en cuanto toman a
su compaera por primera vez, aparece l.
Tracy la mir extraa.
-El oiyu?
Dreena asinti.
-Y qu quiere? Viene a certificar la unin?
Dreena volvi a sonrer y con ella, de nuevo Amy, Tracy no
pudo dejar de mirarla realmente molesta con ella y sus risitas.
-Ms bien viene a unirse a la fiesta.
Tracy se levant de golpe de su silla.
-Ah no, jueguecitos sexuales no, no pienso follar con otro
to porque a l se le ocurra, antes me vuelvo a la Tierra
montada en un maldito cohete.
-Sintate, Tracy, no lo ests entendiendo. Efectivamente
son dos, pero es l mismo, se desdoblan.
-Qu!?
Aquello ya si fue el acabose, todas empezaron a gritar, a
asombrarse, a ponerse coloradas y hasta, porque no decirlo, a
relamerse.
-Tras el primer orgasmo con su pareja, el oiyu sale del
cuerpo del hombre para hacer su reclamo tambin.
-Me ests diciendo que dentro de Kurt vive otro to?
Dreena resopl.
73

-No, te estoy diciendo, que slo con su compaera, el


hombre phartiano se puede desdoblar, esto es comocomo un
dos en uno! El mismo hombre pero en dos versiones casi
idnticas, el oiyu puede tener un ligero cambio en el color de
los ojos y tal vez de comportamiento, eses como si su
conciencia tomara cuerpo, lo entiendes?
Follada por dos Kurt, es decir, tendra que convivir con dos
de ellos, no?
Un momento, ella no haba visto dobles por all, bueno,
cierto que todos parecan moles enormes, pero cada uno era
diferente al otro.
-Arnoox no tiene doble.
Dreena sonri.
-Slo aparece para jugar en la cama. Y despus de la
primera vez, que no lo pueden controlar, aparece cuando los
dos estis de acuerdo en que est presente.
Tracy segua sin poderse creer todo aquello, era tan, pero
tan alucinante. Por un lado lo vea sumamente machista, pero
al mismo tiempo se senta fuerte y poderosa. Kurt podra ser
suyo, slo suyo, bueno l y su oiyu. Mmm sonaba tan excitante
y adems teniendo siempre la total conviccin de que jams
la engaara. Eh, tena que pensar todo aquello.
Tracy mir fijamente a Amy que ahora luca una maldita
sonrisa de sabihonda.
-Y a ti que narices te pasa?
Una sonrisa se extendi por toda la boca, tanto, que
prcticamente fueron capaces de contarle los dientes.
-Ya he sido reclamada.
Mierda! Ella segua asustada, llena de miedos
negndose a Kurt y Amy Ya haba sido reclamada?

La mir ms fijamente.
-Y apareci el oiyu?
Amy asinti vigorosamente. Joder, pareca satisfecha la
muy condenada.
-Y cmo fue?
74

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Una de las mujeres le haba quitado a Tracy la pregunta


de la boca.
-Simplemente, maravilloso.
Maravilloso? Ser tomada por dos hombres a la vez de esas
caractersticas y haba sido maravilloso?
-Peroson enormes Amy, no es doloroso? incmodo?
La maldita sonrisita volvi a aparecer.
-Su oiyu se encarga de que todo sea fcil, solo hay placer.
Ella mir extraada a Amy, pues como no lo hiciera ms
fcil teniendo su apndice sexual como un lpiz, ella no
entenda como narices iba a ser fcil.
Amy las mir a todas fijamente.
-Me mudo con l a vivir.
Tracy volvi a saltar de su silla.
-Ya? Tan pronto?
Amy la mir en plan sabelotodo.
-Somos compaeros, Tracy, debo vivir con l, adems, yo
quiero hacerlo.
Tracy la mir
precipitado no?

anonada,

aquelloaquello

era

tan

Dreena se acerc a ella lentamente y la mir a los ojos.


Tracy volvi la cabeza del grupo de mujeres que ahora
rodeaban a Amy y la acribillaban a preguntas y mir a Dreena.
-Tracy, s que tienes que pensar en todo esto, pero djame
decirte una cosa, cuanto ms tiempo tengas apartado a Kurt,
ms va a sufrir y no te exagero nada cuando te digo que puede
enloquecer. El deseo por ti, por tenerte y reclamarte es tan
fuerte que puede hacerle perder la mente. No es que quiera
presionarte, pero s que te pedira que te lo pensaras rpido, si
no quieres estar con l, tendrs que abandonar el planeta.
Todo el cuerpo de Tracy se estremeci.
-Y si yo me voy, qu le pasar a Kurt?
La cara de Dreena se entristeci.
75

-Nunca ha pasado algo as, pero creemos que podra ser


aun peor que cuando muere la compaera. Ellos se encierran
en s mismos, nunca vuelven a estar con otra mujer, son como
una especie de carcasa, todo funciona en el exterior, pero
prcticamente estn muertos en vida.
Joder, menuda responsabilidad. Qu hacer?
Dndole una disculpa a Dreena volvi a su cuarto.
Qu hacer? Por Dios, estaba claro, muy claro.

76

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 10

i la primera noche haba sido una mierda, la pasada


haba sido un maldito suplicio. Su cuerpo se estremeca
hasta con el leve roce de la sabana, al final termin echndola
a patadas de la cama. Totalmente desnudo y erecto, sudado y
erecto, estremecido y erecto, vamos que haba tenido la maldita
ereccin toda la noche aun despus de haberse masturbado en
cinco ocasiones, cinco malditas ocasiones.
Y en las cinco jodidas ocasiones el maldito oiyu haba
estado dndole la lata.
Te he dicho ya que eres idiota? No? Si? pues te lo digo,
eres idiota, podramos tener a nuestra mujer a nuestra
disposicin, pero has preferido hacerte una luxacin en la
maldita mueca de tanto masajearte el pito eres jodidamente
idiota.
As que acompaando a su ereccin y a la tensin en sus
pelotas, ahora tena que sumar un dolor de cabeza descomunal
por culpa del idiota aquel que no paraba de martirizarlo.
No saba cunto ms podra resistir sin reclamar a su
compaera y sin asesinar a su maldito oiyu, as que decidi
visitar el centro mdico.
El centro estaba frente al Gumnarium, era enorme, con
grandes salas, pintadas en tonos claros, espaciosos sillones y
mdicos pululando por todos lados.
En cuanto estuvo frente a Neer-Kues, mdico y guerrero,
no supo ni qu decir. Neer era un pedazo de bestia, media
ms de dos metros, era increblemente ancho, muy ancho, de
ojos de un color azul tan claro, que pareca blanco y una boca
pequea, demasiado pequea para tan enormidad de mole.
-Kurt, te haca en el Gumnarium controlando a todos los
hombres para que no salten sobre las mujeres.

77

Aquello lo hizo gruir, gruir y maldecir a partes iguales.


-Y t porque no estas all husmeando entre ellas?
Neer-Kues se ech a rer.
-Todas estuvieron aqu, Kurt, supervis las pruebas y no
percib ni el ms mnimo olor que me atrajera.
l volvi a gruir, en verdad que tendra que revisar su
vocabulario, porque empezaba a parecerse ms a un endox
que a un humano, con tanto gruido.
Neer lo mir fijamente y una sonrisa, que pas a
convertirse en carcajada, estall de l.
-Mierda Kurt, has encontrado a tu compaera? T? En
serio? Pero si eras contrario a este trato, si t eras el que se
neg en repetidas ocasiones, si t
-Vale, ha quedado claro, Neer, s, yo fui el que me negu y
vote en contra y ahora mi compaera est entre ellas y para
terminar de tocarme las pelotas, no puedo emparejarme con
ella porque est asustada y es muy independiente Contento?
Satisfecho? No? pues te dir algo, Neer, esto es una jodida
mierda, tengo una maldita ereccin, parezco un calaam
empalmado y en celo. Puedes hacer el favor de dejar de rerte
y darme algo para controlar esto? Si no es as terminar loco.
Neer-Kues lo mir todava sonriendo.
-No hay nada, Kurt y lo sabes igual que yo. Tienes que
emparejarte con ella y pronto. Nunca he sabido de nadie que
aguantar tanto tiempo sin hacerlo.
-Pues cuando muera por sobreexcitacin me hacis una
maldita estatua con la polla tiesa y con una plaquita: Muri
tras sesenta horas de perpetua ereccin.
Mientras Neer-Kues segua rindose a mandbula batiente,
l abandon el centro.
Durante un par de horas se machac haciendo ejercicios,
dos horas en las que no solo tena que combatir con su mal
humor, tambin con la maldita ereccin que no haba manera
de controlar, estaba realmente agotado y su polla segua
estando dura, por todas las piedras Airean, aquello era una
tortura.
78

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Despus de una larga ducha de agua fra que no sirvi


para nada ms que para limpiarlo y dejarlo con los dientes
castaeando, decidi irse a su casa.
Al salir se encontr con Dreena.
-Hola Kurt.
-Hola Dreena.
-He hablado con tu compaera, Kurt.
Todo el cuerpo de l se tens y su oiyu empez a reptar y
establecerse muy cerca de su piel, tanto, que dola, pero estaba
claro que no quera perderse palabra de la conversacin. Trag
fuertemente saliva.
-Qu te ha dicho?
-Ahora mismo est en su habitacin, me ha dicho que
tena que pensar, pero no creo que est ms tranquila, le he
comentado como mujer, que se siente cuando nos reclamis.
El problema, aparte de que cree que es precipitado, es que
estas mujeres son muy independientes, he hablado con ellas y
Kurt, creo que tendremos que hacer muchos cambios si no,
puede que terminen querindose ir.
Irse? Dejarlo? Y un cuerno. Su oiyu lanz un grito
angustiado y roto.
-No pueden irse, Qu sera de nosotros?
-Por eso mismo, Kurt. Tengo que hablar con Arnoox, creo
que se avecinan cambios, Kurt y te digo algo, o cambiamos o
creo que nuestro planeta al final, desaparecer.
-Puedo ir a buscarla?
Dreena lo miro sinceramente nerviosa.
-Kurt, yo creo que deberas de esperar a que ella te busque.
Esperar? Esperar a qu? A qu se le cayera la polla por
exceso de dureza? A que le diera un maldito infarto de tanto
bombear sangre? A perder la maldita mano de tanto pajearse?
Mierda, su vida era mucho ms tranquila antes de aquel
maldito viaje a la Tierra, si, mucha ms tranquila Y aburrida,
triste, solitaria y sin follar Kurt, sobre todo sin lo ltimo. Su
maldito oiyu tena razn, vaya si la tena.
79

Dreena lo mir sonrojada.


-Kurtcreocreo que tambin est algo asustada con el
tema del oiyu.
l la mir alterado.
-Se lo has comentado?
-S, pens que te facilitara un poco las cosas, pero no s
si la he asustado ms, pareca alucinada y adems no s si lo
ha entendido muy bien, al principio crea que la ibas a
compartir con otro hombre, he intentado explicarle que no hay
otro, pero no s si lo ha entendido.
Kurt gru.
-No le has dicho que somos posesivos y celosos?
Ella sonri.
-Creo que eso es mejor que lo descubra sola o se lo
expliques t. Tienes una gran tarea ante ti, Kurt.
Si, una gran tarea.
Y una gran polla dura, to, o la hacemos nuestra o ve
despidindote del personal, porque vamos a morir por
sobrecarga sexual.
Una gran tarea, una mujer asustada y un imbcil de oiyu.
Pues pintaba bien el futuro que tena por delante. S, seor.
Maldito destino el suyo.

80

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 11

No, estaba decidido, ahora a los miedos,


Esperar?
dudas y recelos tena que sumar una mujer que
pensaba que la iba a compartir. Y un cuerno.
Bueno en cierto
compartesconmigo

modo

debes

reconocer

que

la

Por si no te has dado cuenta todava, imbcil, t y yo


somos la misma persona.
Ya, pero tengo mis propias ideas y pensamientos por si t
no te has dado cuenta,
Oh! S, claro que me he dado cuenta, t solo tienes un
maldito pensamiento: Follar!
Mira t quin cojones vino hablar. Por qu tienes la polla
dura? , porque no me iras a decir que te la pongo yo No? T
tienes tantas ganas como yo.
Pero por lo menos intento controlarme y respetar sus
ideas, t solo piensas en ti.
T, ti, yo, joder Kurt, deja de repetir los malditos
pronombres, somos lo mismo, mis pensamientos y deseos son
los mismos salvo que yo los reconozco y t eres un gilipollas que
intentas enmascarar el deseo por ella y culparme a m.
No te culpo pero intento ser razonable y comprenderla
Pues yo lo que entiendo es que tiene un cuerpo espectacular,
digno de ser explorado, as que djate ya de idioteces y vamos
a por ella Ya!, antes de que me una al maldito club de masajes
de pito.
Bueno, debo reconocer que lo nico que me satisface es
que yo la tendr antes
Jodido prepotente
81

Tu seguirs empalmado y yo la disfrutar, es ms, lo


mismo no quiere verte despus de la primera vez
Ni t mismo te crees esa gilipollez
Su oiyu resopl sonoramente.
Deja de hacer eso, idiota, o vas a dejarme sordo.
Pues entonces deja de provocarme.
Y t deja de tocarme las pelotas si no quieres que te deje
en el dique seco por una larga temporada
Como si pudieras
Quieres apostar?
Te aprovechas de que soy simplemente un pobre oiyu,
encerrado continuamente, ignorado, mantenido oculto como un
maldito secreto.
No me das pena y como sigas haciendo el gilipollas, lo
nico que vas a correr, van a ser las cortinas.
Y se acab, no pensaba discutir con su oiyu o con el
mismo, lo que fuera. Iba a por ella. La espera acaba de
terminar, intentara calmarla antes de reclamarla, pero lo
mejor era que viera por ella misma que la deseaba y que su
oiyu no era ms que un calaam salido, pero al fin de cuentas
l mismo. Un phartiano nunca comparta, l era phartiano, por
ende, no comparta, ella era de l, solo de l.
Y ma
Joder, idiota, no habamos quedado que ramos lo
mismo?
Cuando lleg a la habitacin donde dorma, no estaba. Al
volverse se encontr con una de las mujeres.
-Dnde est Tracy?
La mujer lo mir embobada.
Qu cojones le pasaba a aquella mujer?
-Sabes dnde est Tracy?
La mujer asinti y seal el despacho donde la haba
arrastrado el da anterior.
82

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Nada ms llegar frente a la puerta, un sutil aroma lo


invadi, si, efectivamente ella estaba all.
Cuando abri la puerta la encontr con un libro entre las
piernas, con las mejillas sonrosadas y tan ensimismada en la
lectura que no se percat de su presencia.
Lentamente se acerc a ella, inspirando con suavidad su
dulce aroma.
Cuando lleg a su altura vio el libro que estaba leyendo.
Por todas las piedras Airean! Estaba leyendo el libro de los
compaeros Phartian. Ahora entenda su rubor. Carraspe
suavemente pero viendo que ella no se percataba de su
presencia, lo hizo ms fuerte.
La mirada asustada de ella se clav en la suya y el rubor
se intensific.

***

Despus de la conversacin con Dreena se haba quedado


intrigada, eso del oiyu era algo que no comprenda muy bien.
Eso y el deseo de l. Se levant de la cama donde llevaba una
hora sentada pensando y se puso frente al espejo.
Bien, era cierto que en los das que llevaba all, su aspecto
haba mejorado, su larga melena castao claro, brillaba,
estaba sedosa, algo que en la Tierra era imposible con aquellos
escasos baos, adems, siempre tena que llevarla trenzada o
en una cola para que no se notara tanto la suciedad, aqu en
Phartian la llevaba totalmente suelta y disfrutaba
cepillndosela suavemente, las canas haban pasado a mejor
vida por unos cuantos meses, como les haba informado
Dreena. Y con aquellas prendas de vestir tan seductoras,
tambin haba ganado un montn, nada como un vestido que
enseaba la mitad del cuerpo y ver a los tos salivando, para
que una gane en confianza. Y encima unas prendas ntimas
hechas para fundirles las neuronas a aquella panda de
83

macizos salidos, como las braguitas, por llamar de alguna


manera a aquellos escasos tres centmetros cuadrados de tela
que apenas cubran su monte de Venus y dejaba el resto
airendose de forma descarada, a punto de provocarte un
catarro. Y encima, haba decidido prescindir del sujetador,
porque el vestido en color chocolate que llevaba, se adaptaba
perfectamente a sus pechos, es ms, el tejido era firme, suave
y elstico y realzaba sus pechos como si llevara un sujetador.
Pero mirndose ms fijamente en el espejo no vio nada
llamativo, a ver, era alta, si, tena unas piernas largas,
tambin, torneadas, s, pero ah acaba todo. Si, efectivamente,
a ese conjunto lo acompaaban unas caderas amplias,
extensas, un par de tetas, que aunque an se mantenan
orgullosamente firmes y en alto, tampoco es que fueran nada
del otro mundo. Un culoimportante, abombado y destacado,
vamos lo que viene siendo un buen pedazo culo. Y su cara no
era para ser coronada como reina de belleza de todos los
malditos planetasno, unos ojos grandes, una boca a juego,
oh s!, vamos que le caba holgadamente un pltano travesado,
y los labios todos conjuntados con ella. As que no lograba
entender todo ese ardor de Kurt y esa obsesin en poseerla.
Record que el da anterior, cuando l la haba arrastrado
hasta un despacho, aquel estaba repleto de libros, decidi
acercarse hasta l y ver si lograba alguna informacin
suplementaria. Luego de buscar unos minutos encontr un
libro llamado: Phartian, compaeros, acoplamientos y oiyu.
Tom el libro y empez a leer con avidez, al cabo de cinco
minutos se senta acalorada, muy acalorada, caliente seria el
trmino para definir todo ese calor, o sera ardiente? Si, tal
vez eso, ardiente y hmeda.
El oiyu, efectivamente era un doble, con el primer orgasmo
del hombre phartiano, con su compaera, por supuesto, haca
aparicin y despus, ambos, los dos, uno y otro, joder, que
fuerte, los dos, si, efectivamente, la reclamaban. No era
compartir, porque los dos eran la misma persona, pero Tracy
se tens, ella no saba si la tomaban por turnos o si tena que
ser los dos a la vez, esto y si era as ella tena un pequeo
problema, eh no, ms bien, un enorme problema, porque su
parte posterior era un terreno ignoto, inexplorado y
desconocido y si Kurt y su oiyu tenan todo, lo que se dice
84

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

todo al tamao de la altura y la anchura, iba a ser preciso


lubricacin y, o, engrase, en cantidades industriales, mucha
pero que mucha cantidad. Y estando sumida en esos
pensamientos escuch un carraspeo y al alzar la vista se
encontr con el ariete que pensaba tomar a su fortaleza por
la puerta trasera y todo su cuerpo empez a temblar
levemente.
Kurt la mir fijamente, clavando sus ojos en ella, con las
aletas de la nariz totalmente dilatadas, respirando con fuerza
y las pupilas compitiendo con la dilatacin de su nariz y
entonces supo que iba a descubrir, casi al instante, como sera
ser tomada por l y su oiyu, por cuantas entradas y si habra
lubricacin suficiente. Y si por si acaso no lo haba pillado, le
qued claro cuando l, con voz ronca, le susurr:
-Lo siento, Tracy, pero no puedo darte ms tiempo, ven
conmigo.

85

CAPTULO 12

l lo haba intentado, de verdad, pero no poda seguir


luchando ni contra l mismo, ni contra su oiyu ni contra
sus instintos, adems, olerla y verla tan sonrojada, percibir el
aroma de su excitacin, haba terminado enloquecindolo, ni
haba ni poda darle ms tiempo.

Su oiyu rugi de tal manera que estuvo a punto de


ensordecerlo cuando ella no se resisti y avanz lentamente
hasta l.
Not su respiracin agitada, sus dudas, miedos y recelos,
pero tambin sinti su deseo, sus ansias y toda su pasin.
-No temas, Tracy, no voy a hacerte dao.
Ella tembl ligeramente,
-Tu no, pero l?
l la mir fijamente.
-Mi oiyu?
Tracy asinti.
-Pequea, no lo entiendes verdad? no hay nadie ms.
Su oiyu se sinti ofendido.
No hay nadie ms, gilipollas? Y yo quien mierda soy? Te
recuerdo, que si yo no la poseo no ser nuestra compaera, soy
o no soy nadie? Idiota.
Kurt realmente estaba replantendose el colgar a su oiyu
de las orejas, estaba cansado de tanta chulera y prepotencia.
El jodido se haba erigido en el mximo responsable de aquella
unin y lo que no haba entendido, es que no podra aparecer
hasta que l, Kurt, tomara a su compaera
Vas entendiendo ahora quien es el principal responsable
de que esto funcione?
86

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Me queda claro, muy clarito, la nica responsable es ella, si


no, t y yo no tendramos el inmenso y jodido placer de
conocernos
Aqu el idiota acaba de anotarse un maldito punto a su
favor.
Tracy segua mirndolo extraada y l decidi pasar de su
oiyu y centrarse en ella.
-Pero, Dreena me ha dichoy ese libro dice
l se acerc lentamente hasta ella, pos sus labios a
milmetros de su cuello, absorbi su aroma y le habl entre
susurros.
-Mi oiyu soy yo. Tracy, tanto l como yo, estamos
destinados a ti, no podemos obtener placer sin tu placer, no
somos nada sin ti, eres nuestro lazo, nuestro nudo de unin y
nuestra nica misin es hacerte feliz, pequea. No te
preocupes, Tracy, deja que nuestros cuerpos hablen, ellos
descubrirn la mejor manera de entenderse.
Ella asinti y l deposit un ligero beso en su cuello,
deslizando su lengua hasta llegar al hueco de su clavcula,
donde arrastr suavemente sus colmillos.
-Vamos.
La tom de la mano y la guio a la salida.
All la subi a un pequeo vehculo, parecido a una nave
espacial, de dos plazas.
-Qu vehculo es este? Es tuyo?
l le sonri cuando se sent a su lado y lo puso en marcha.
-Es un dayinr, todos los guerreros poseemos un kioo, que
es de una sola plaza y descubierto, es la manera ms rpida
de desplazarse, sobre todo cuando luchamos y estamos en una
persecucin. El dayinr es solo para los hombres que tienen
compaera.
-Pero nosotros no somos compaeros, todava.
l sonri de medio lado.

87

-Desde que te ol, solo era cuestin de tiempo que fueras


ma, Tracy. Cuando se lo comuniqu a Arnoox, nos puso uno
a nuestra disposicin.
Apenas un minuto despus estaban en su casa. Era una
de aquellas casas enormes de una planta, en color blanco, con
grandes ventanales y un pequeo jardn al frente.
Ella lo mir embelesada.
-Esa es tu casa?
El asinti.
-Peropero es enorme, o te la han dado tambin porque
vamos a ser compaeros?
-No, casi todas las casas de la ciudad son iguales, Tracy.
En los pueblos son an ms grandes. No todos los guerreros
somos de la ciudad, cuando venimos y hasta que no
superamos el periodo de formacin, vivimos en una residencia,
justo al lado del centro de entrenamiento, cuando termina la
formacin, se nos da una casa.
-Entonces, todos los que viven aqu son guerreros?
-No, hay trabajadores de las fbricas, maestros, es un
vecindario variado.
-Kurt-Aiman, hola jovencito.
Mierda y hablando de vecinos, mira t quien aparece.
Gemir? Llorar? Pegarse cabezazos contra una maldita
pared? No se poda tener ms mala suerte..
Mierda, en serio? Venga ya! Unos pasos, a slo unos
pasos, deshazte de ella, Kurt.
Como si pudiera, no la conoces t bien.
Su vecina, la seora Misrte, avanzaba decidida hacia ellos.
Tal vez si empujaba a Tracy hacia la casa podran escapar
ilesos. Pero Tracy lo mir extraada cuando l intent
empujarla y esos segundos fueron decisivos, los alcanz,
pillados!
Ver venir hacia ellos a Misrte era todo un maldito
espectculo. Era muy alta, cerca de los dos metros, tena casi
las mismas medidas de ancho, unos enormes pechos que se
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

balanceaban de forma ostensible y que a uno le llevaban a


preguntarse cmo todo aquel volumen poda permanecer ah
arriba sin derrumbarse de un momento a otro, pero es que
eran enormes, ms grandes que su cabeza. Llevaba su melena
cobriza totalmente suelta y danzando detrs de ella. Todava
no poda entender cmo una mujer de una edad comprendida
entre los sesenta o setenta aos (l no tena las suficientes
pelotas para preguntarle la edad, no, ni de coa) cmo poda
tener esa vitalidad y ese brillo de malicia en los ojos verdes, la
muy puetera.
Llevaba viviendo sola, desde que su marido Halik-Shevvo
desapareci haca unos diez aos en una enorme explosin en
la empresa en la que trabajaba y no pudieron encontrar su
cuerpo.
La mujer lleg hasta ellos exhibiendo una sonrisa de oreja
a oreja.
-Hola, muchacho, llevo varios das sin verte.
-He estado bastante liado, seora Misrte.
-Bien, pero quera hablar contigo sobre el viaje a la Tierra.
Es una especie de broma, no? Aqu la abuela no
pretender que le hagas un maldito reprter del viaje AHORA,
verdad?
-Ver, seora Misrte, ahora mismo no puedo
La mujer volvi la cara hasta Tracy y la mir intrigada y
con una enorme sonrisa.
-Y quin esta joven tan maja que te acompaa?
Kurt gimi, su oiyu gru.
-Ella es Tracy, ahora mismo bamos
-Es una de las mujeres de la Tierra?
Me cago en t, Kurt. No puedes mandar a la jodida abuela
a hacerse una ruta por las cuevas?
Mientras que l intentaba calmar a su oiyu, Tracy decidi
participar en la conversacin.
-S, seora Misrte, soy de la Tierra.
89

-Pero si eres igualita a nosotras.


Ahora el que gru fue l, mientras que su oiyu gema.
-Oh, qu bien, qu ilusin, ests visitando la ciudad,
jovencita?
De verdad? La puetera abuela pretende mantener una
maldita conversacin social a slo cincuenta metros de la cama
donde deberamos estar ahora? Despdela, Kurt.
S, bueno, aquello era ms fcil decirlo que hacerlo.
-En realidad, seora Misrte, Tracy es mi compaera y
ahora mismo bamos
-Tu compaera? Oh! pero eso es estupendo, podrs
contarme cmo es la vida en la Tierra, cmo es... Qu ilusin,
me alegro muchsimo. Adems Kurt-Aiman es un buen
muchacho, muy serio, eso s, pero seguro que ahora que te
tiene a ti y en compaa de su oiyu, haris que el joven cambie.
Muerto en la explosin? Cuerpo desaparecido? Y una
mierda! El to se larg en cuanto tuvo la oportunidad, era eso o
arrancarse las orejas y el muy capullo anda escondido y no
piensa regresar hasta que la cotilla estire la pata, porque a esta
no hay quien la aguante.
-Seora Misrte, en realidad esta es la primera vez que
Tracy y yo estamos a solas y
Joder con la vieja que no lo dejaba terminar una maldita
frase.
-Oh, oh, s! Por supuesto, el reclamo, claro. Ay hijo!
Perdona, no lo saba. Ah! El reclamo, recuerdo cuando mi
Halik-Shevvo me reclam.
No me jodas que la vieja piensa relatarnos su
acoplamiento? O la cortas t, Kurt, o te juro que vomito aqu
mismo. No pienso tener pesadillas imaginndome a la mujer
entremierda Kurt mis ojos, joder, no puedo quitar la imagen
de mi vista.
Gracias, capullo, ahora me la acabas de pasar a m.
-Era muy guapo, Tracy, tan alto

90

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Seora Misrte! Lo siento de verdad, pero le recuerdo que


es mi primera vez con mi compaera.
-Tienes toda la razn, pasadlo bien los tres. Tracy, puedes
venir a visitarme cada vez que quieras.
-Sera un placer seora Misrte.
La mujer se dio la vuelta y volvi por donde haba venido.
Maldita sea con la abuela de las narices, pens que se vena
a certificar la unin, la madre que la pari.
Kurt empuj a Tracy hasta la puerta, pero esta pis fuerte
el suelo y se lo qued mirando.
-Por qu no me has puesto un maldito cartel en la cabeza
que pusiera voy a tirrmela? T sabes lo que significa la
sutileza? Y ya puestos, la urbanidad?
-Lo siento, Tracy, pero estoy impaciente y ella no paraba
de hablar y mi oiyu insistiendo en tenerte, lo entiendes?
-Lo que entiendo es que piensas ms con eso que tienes
entre las piernas que con la cabeza.
Maldita sea y todo por la cotilla de la vecina, jodida suerte
la suya.
l la acompa hasta la puerta y la vio sorprenderse
cuando esta se abri sola.
-No tienes llaves ni tarjetas para abrir la puerta?
-Hay un scanner antes de llegar a ella, me reconoce y abre
automticamente.
Ella miraba todo asombrada. Pareca una nia pequea
admirando un regalo, totalmente fascinada. Pareca haberse
calmado despus del arrebato de furia en la puerta. Le
encantaba que disfrutara de su casa, en serio, perodespus,
si, justo despus de poseerla, porque su cuerpo no poda
tardar ms en reclamarla y el maldito oiyu no haca ms que
sugerirle que la follara inmediatamente. La dejara disfrutar,
tal vez al da siguiente, pero hoy, hoy tena otros planes para
sorprenderla.
***
91

Tracy miraba alrededor asombrada, la casa era grande,


fresca y luminosa.
El saln que haba nada ms entrar era espacioso, pintado
en blanco, con cuatro enormes sillones en varias tonalidades
de amarillo, una amplia mesa, sillas alrededor de ella, una
enorme estantera con libros y pequeos archivadores, grandes
ventanales cubiertos con cortinas en color amarillo plido,
dando al saln una sensacin clida y confortable.
Pero ella apenas tuvo tiempo de disfrutar de la estancia
porque Kurt la llev por un amplio pasillo hasta su habitacin.
Era enorme, como l, pintada en blanco tambin, como el
saln, con un ventanal cubierto de un visillo en tonos
anaranjados, una de las paredes era todos paneles, segn le
dijo Kurt, era en armario, descomunal, por supuesto, como
todo por all y una gran cama en el centro, esa cama atrajo su
mirada, pasando casi por alto los confortables sillones a los
lados y el pequeo escritorio en un rincn, porque la cama no
era enorme, era un campo de entrenamiento, deba medir unos
dos metros y medio de largo por tres de ancho, joder, all
podan dormir perfectamente, media docena de personas sin
llegar a tocarse.
-Es muy grande no?
l sonri mirndola fijamente.
-Soy muy grande, Tracy y mi oiyu, tambin.
Ella trag sala fuertemente.
-S, veras, sobre eso quera hablarte.
l se acerc lentamente y se coloc tras ella, Tracy quiso
girarse pero l la sujet con fuerza de las caderas.
-Qudate as, pequea. Qu me decas de mi oiyu?
Decir? Qu deca? Ella haba hablado? La verdad es
que no poda pensar en nada, cuando l lentamente apart su
larga melena y empez a mordisquear suavemente su nuca,
pequeos estremecimientos la recorrieron de arriba abajo,
notaba los colmillos de Kurt pincharla dulcemente y su lengua
deslizndose por todo su cuello.
92

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

La mano derecha de Kurt se aposent sobre su vientre,


trazando lneas sobre su ombligo, mientras que la izquierda
fue trepando hasta alcanzar uno de sus pechos, con los dedos
ndice y corazn empez a disear caminos bordeando su
pezn, todo era tan suave, tan ligero y al mismo tiempo tan
intenso, que pronto not sus bragas hmedas. Los gemidos
empezaron a escapar de entre sus labios entreabiertos.
-Qu queras saber de mi oiyu?
Susurr las palabras en su odo, mientras que con su
lengua dibuj todo el contorno. La mano derecha haba ido
descendiendo hasta alcanzar su monte de venus y los dedos
de su otra mano, por fin, tomaron el endurecido pezn entre
ellos, rotndolo dulcemente.
-Yono, no s cmo funciona lo de la posesin, Kurt, me
tomars t y despus l?
La mano sobre su monte se desliz ms abajo, con sus
dedos ndice y anular, abri sus labios y con el corazn empez
a juguetear con su enhiesto cltoris. Apret con ms fuerza su
pezn y despus de un leve mordisco sobre su yugular, le
susurr:
-l no te tomar sin m, Tracy. Yo soy el nico hombre de
tu vida y l solo aparece cuando nosotros queramos, salvo hoy,
que tiene que estar para completar nuestra unin.
Ella trag con fuerza despus de su ronca y posesiva
confesin.
-Pero, me tenis que tomar los dos, a a la vez?
El clav uno de sus dedos dentro del hmedo canal de su
coo y empez a estimular su punto G.
-S, para que la unin sea completa, tendremos que
poseerte los dos a la vez.
Ah estaba la respuesta que tanto haba temido, ella no, a
ver, que su culo era un terreno todava sin explorar y vamos
que aquello que estaba sintiendo ahora mismo a la altura del
camino sin transitar pareca ms un obs de aquellos que
haba visto en los murales de la escuela que un pene. Todo su
cuerpo se tens, si aquello no le daba miedo ya de por s,

93

pensar en meterse entre pecho y espalda dos de aquellos


dispositivos le resultaba imposible, irrealizable e inviable.
De acuerdo que Amy pareca feliz y contenta, pero a lo
mejor ella yatal vez Amy ya haba practicado eso, vamos,
sexo anal.
-Tranquila, Tracy, no vas a sentir nada ms que placer, te
lo juro por todas las piedras Airean.
Como si quera jurarlo por los planetas, los lagos y la
madre que los pari, aquello era totalmente impracticable y no
pensaba discutirlo siquiera.
-Kurt, creo que es mejor que sea por turnos.
l se tens tras ella mientras clavaba con ms fuerza el
dedo en su interior.
-No. T sers ma, Tracy y la nica manera, es que te
tomemos los dos. Ya te he dicho que no tienes nada que temer.
Djame demostrrtelo.
Para l era fcil, pero para ella?
Not las manos de l soltarla lentamente y cuando se
dispuso a transmitir su siguiente protesta, l la gir con fuerza
hacia su cuerpo y cort cualquier reclamo de raz plantando
su boca sobre la de ella y empezando a trabajarla como una
maldita mquina succionadora. Adis a todo pensamiento,
palabra u objecin. Su mente pas a convertirse en un amasijo
de neuronas calientes y lujuriosas.

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 13

l haba intentado calmarla, pero ella segua inquieta y


nerviosa y su oiyu, impaciente. Por eso decidi pasar a
la accin, le demostrara que no haba nada que temer, que no
iba a sentir dolor, slo placer; que era necesario que la tomaran
a la vez, pero que eso slo sera el doble de placentero. No haba
nada ms que explicar.

Bueno, realmente, Kurt, te has saltado un pequesimo


detalle, no le has hablado del tema de la concepcin.
Kurt estuvo a punto de maldecir.
Escchame, idiota, bastante asustada est sin tener que
contarle eso, entonces s que podramos ir despidindonos de
hacerla nuestra.
Creo que deberas advertirle.
Y yo creo que deberas mantener la maldita boca cerrada
y dejarme tomar las decisiones a m.
Ya las tomas, gilipollas y por eso hemos tardado tanto en
tenerla y ahora encima te saltas la parte ms interesante de
nuestro emparejamiento.
Cuando nos haya perdido el miedo, se lo contar.
Preprate para otra ronda de lloriqueos y miedos, en cuanto
le sueltes que los dos tendremos que
O cierras la puta boca o llevo a Tracy de vuelta al
Gumnarium.
Su oiyu le hizo un jodido corte de mangas mientras cerraba
la boca y se "sentaba" a esperar para realizar su actuacin.
Tracy temblaba en sus brazos mientras que l segua
besndola, lentamente solt su boca y not sus labios
hinchados. La haba besado con profusin mientras
mantena la maldita charla con su oiyu, tanto, que hasta
95

haba hincado un colmillo en su tierno labio del cual manaba


una pequea gota de sangre que l sabore. Tena su sabor,
su esencia y eso lo enloqueci y ceg an ms.
Desliz las manos desde sus nalgas, donde las haba
mantenido apretndolas con firmeza, hasta sus caderas y
fue subiendo lentamente mientras se miraban fijamente.
Solt los lazos que unan las dos partes de su vestido y
este se abri. Coloc las manos en su cintura desnuda y
empujo el vestido hacia arriba. Tracy levant los brazos y
cuando l tuvo el vestido por completo en sus manos, lo
lanz hacia atrs.
Clav su mirada en ese precioso cuerpo, en sus pechos
desnudos, en su cintura, en sus caderas cubiertas con unas
braguitas semitransparentes.
Mientras segua mirndola fijamente, se sac su camisa
por encima y se quit las botas, Tracy se cubri los pechos
con sus brazos.
l neg mientras que le quit con dulzura, pero con
firmeza, las manos que cubran sus pechos.
-No, pequea, no me escondas estas bellezas, djame
disfrutarlas.
Kurt lami su pezn con suavidad, gir su lengua sobre
l mientras que jugueteaba con el otro entre sus dedos. Peg
sus labios con firmeza sobre su pezn y lo chup con fuerza,
adentrndolo al mximo dentro de su boca. All lo retuvo y
jugueteo con l, mientras Tracy gema y se frotaba contra su
cuerpo. l necesitaba ms, mucho ms, lami an con ms
fuerza el pezn mientras que daba pequeos tirones con sus
dedos en el otro, lo retorca lentamente entre sus dedos
mientras ella gema y jadeaba a partes iguales.
-Oh Dios, Kurt, dueleno, no, es perfecto, perfecto.
Solt lentamente sus pezones y la alz entre sus brazos
y con delicadeza la puso en la cama, se quit los pantalones
y los calzoncillos, cuando escuch el jadeo de Tracy la mir
y vio que ella tena clavada su mirada en su gruesa ereccin.
Ella trag saliva con intensidad.

96

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Sigo pensando que esto no va a funcionar, Kurt, de


verdad, no lo va a hacer y ms si l es igualito a ti.
l se posicion sobre ella, mientras un gemido escap de
sus labios al sentir el cuerpo desnudo de Tracy pegado al
suyo.
-Y yo te he dicho que no te preocupes, pequea. Placer,
slo placer, encontrars entre mis brazos, te lo juro.
Bes su boca con firmeza, succionando la lengua de
Tracy hacia el interior de su boca, mordisquendola
suavemente, mientras diriga la mano a su vagina. Cuando
la alcanz, abri con delicadeza los labios externos y acarici
sus labios menores, deslizando un dedo en el interior
hmedo de su coo. Ella estaba totalmente empapada, sac
el dedo y lo fue deslizando an ms abajo, acariciando su
perineo y su ano mientras Tracy se retorca bajo l y
empujaba sus caderas con fuerza. Volvi a subir el dedo y
esta vez insert dos dentro de ella, empuj con firmeza y
luego los sac con lentitud para volver a repetir el
movimiento una y otra vez.
Desliz su boca hasta uno de sus pezones y lo lami con
fuerza, saborendolo y chupndolo con firmeza.
Tracy haba echado la cabeza hacia atrs y gema sin
parar, Kurt not su orgasmo crecer, las paredes de su coo
se contraan y succionaban sus dedos con fuerza.
-Kurt, te necesito.
-Lo s pequea, pero reglame antes tu placer.
Ella segua arqueando sus caderas con fuerza.
-No puedo, Kurt, te necesito dentro.
-S, s que puedes. No entrar en ti hasta que hayas
empapado totalmente mis dedos con tu sabor.
Sigui moviendo con fuerza sus dedos dentro y fuera de
ella y se vio recompensado un minuto despus cuando Tracy
grit con fuerza y una gran cantidad de fluidos impregnaron
sus dedos. Cuando los sac de su coo, gotearon sobre la
cama. Mirndola fijamente, Kurt meti sus dedos dentro de
su boca y la sabore.
97

Tracy enrojeci violentamente.


-Eres deliciosa, Tracy, lo mejor que probado nunca.
Suavemente la bes para que ella tambin paladeara su
propio sabor. Kurt encauz su polla en su hmedo y estrecho
canal y lentamente la penetr.
Las paredes de su coo seguan estremecindose aun
despus de su orgasmo y ayudaron a introducirse a su polla
con ms rapidez. De una sola acometida se encajon dentro
de su cuerpo, hacindolos gemir con fuerza y cuando ella
cruz sus piernas en su cintura, sus brazos en su cuello y
mordi con fuerza su cuello, Kurt empez a empujar con ms
intensidad. Cada embestida lo introduca ms adentro,
golpeando sus pelotas contra el perineo de ella.
El sudor pronto los cubri, resbalando lentamente por
la piel y los gemidos duplicaron su intensidad con cada
nuevo envite.
No poda durar mucho ms. Con cada nueva acometida al
cuerpo de Tracy, ella se retorca y gema con ms fuerza.
Uno, dos, tres empujones ms y empez a sentir
retorcerse a su oiyu, quemndole la piel al mismo tiempo que
el canal de Tracy se estremeca con violencia. Su oiyu
temblaba bajo su piel, gruendo y jadeando, totalmente
excitado y listo para salir.
-Vamos all pequea, vente conmigo, ven.
La cama se estremeca al comps de ellos, Tracy estaba
totalmente colgada y pegada a l y al siguiente envite ella
grit con fuerza mientras l se derramaba dentro de ella con
un ronco rugido.
Jadeando profusamente, su cuerpo se relaj sobre el de
Tracy, mientras intentaban encontrar un poco de aire para
llevar a sus pulmones. Saba que era pesado, pero no tena
fuerza para moverse, adems le encantaba sentir su cuerpo
bajo l, pegajoso, sudado y caliente. Y ms cuando sinti los
dedos de Tracy jugueteando con su pelo.
Ella sonrea tiernamente con los ojos cerrados y l
deposit un suave beso sobre esos dulces y magullados
labios. Tracy abri los ojos y lo mirasustada y jade.
98

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Joder! Qu no me preocupe? Y un cuerno!


l volvi la vista hasta los pies de la cama y descubri a
su oiyu, de pie, casi dos metros de hombre idnticos a l,
desnudo y con una ereccin al completo. S, entenda sus
recelos, pero lo que no saba Tracy es que su oiyu se
encargara de encajar todo aquello dentro de ella con la
mayor eficiencia gracias al aium mierda!, eso tampoco se
lo haba explicado y todo por estar pensando con su maldita
polla en vez de con la cabeza.
Los ojos azul claro de su oiyu brillaron intensamente
cuando l se levant del cuerpo de Tracy y tuvo una visin
de ella desnuda.
-La necesito ya, Kurt.
Ella jade con fuerza mientras que Kurt sonri
ligeramente.
-Me encanta tu jodida sutileza.
Tracy se levant ligeramente y los mir con fijeza.
-Chicos, de verdad, creo que debemos hablar.
Como siempre, su oiyu hizo acto de toda su maldita
diplomacia.
-No, Tracy, nada de hablar, vamos a follar.
Y a eso se le llamaba tener tacto, s seor.

99

CAPTULO 14

l oiyu se acerc lentamente hasta la cama sin apartar


la vista de ella.

Tracy lo miraba alucinada.


Era igual, sino, bueno casi idntico, no?
Mir a Kurt fijamente, se haba levantado y estaba al lado
de la cama. Ella gir la cabeza de uno a otro, comparando,
buscando las diferencias, si es que haba alguna, mierda! Es
que eran copias exactas?
Kurt tena el pelo rubio oscuro y el de su oiyu, mmm,
tena algunas vetas en tonos rojizos? S, efectivamente. Y los
ojos? Los de Kurt eran azules con unos ligeros tonos verdes,
pero los de Aiman parecan verdes solamente, de un verde
clarsimo.
Pero ah parecan acabarse las malditas diferencias, sus
cuerpos eran igual de grandes; los tatuajes de sus brazos,
idnticos; las miradas, clavaditas; la sonrisilla de engredos,
calcada ysus pollas exactamente iguales, largas, gordas,
muy gordas y con esa inclinacin hacia arriba que la hicieron
ponerse mojada en apenas un segundo.
Mientras segua salivando ante semejantes maravillas,
pens que los de la Tierra alucinaran sabiendo cules eran
las verdaderas joyas de ese planeta.
-Desde fuera huele mejor, necesito probarla.
Tracy mir asombrada al oiyu.
-Aiman, la ests asustando.
Tracy mir fijamente a Kurt.
-Aiman?
-S, mi nombre es Kurt-Aiman, Aiman es el oiyu, por eso
tenemos nombres compuestos.
100

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Aiman haba llegado hasta su altura y le acarici


suavemente la cara.
-Eres preciosa, pequea.
Ella lo mir atentamente y despus volvi la vista hasta
Kurt.
-Habla como t.
l le sonri.
-Te dije que somos la misma persona, aunque l algunas
veces piense por libre.
Aiman resopl con este ltimo comentario.
Kurt le acarici la otra mejilla, hacindola temblar.
-No tengas miedo, Tracy, los dos sentimos lo mismo por ti
y los dos queremos lo mismo, hacerte nuestra y feliz y que slo
sientas placer entre nuestros brazos.
Kurt se sent a su lado en la cama. Segua acariciando
suavemente su mejilla, cuando Tracy sinti un ligero
movimiento al otro lado de la cama.
Ella segua con la vista clavada en Kurt cuando not la
boca de Aiman succionando su pezn, no pudo reprimir ni la
queja de asombro ni el gemido de placer cuando Aiman captur
su pezn y lo engull prcticamente.
Kurt se agach y procedi a disfrutar de su otro pecho.
Tracy no poda dejar de gemir. Aquellos dos hombres, o
uno solo, o uno y su doble, como fuera, se movan igual,
chupaban igual y le hacan sentir igual.
Aiman solt su pezn y fue deslizando su lengua por todo
su cuerpo.
Tracy notaba su saliva, era como gotas de roco fresco que
su piel estaba absorbiendo con avaricia y en cuanto se filtraba
por sus poros, senta un ligero calor, un cosquilleo y su piel se
volva ms y ms sensible al tacto de ellos.
Ella mir a Kurt.
-Qu me hace? Qu est hacindome, Kurt?

101

l sigui lamiendo su pezn mientras el oiyu alcanz su


coo y empez a lamer con fuerza su cltoris, impregnndolo
con esa saliva que la haca estremecerse con fuerza.
El placer se acrecentaba a pasos agigantados mientras que
no tena ni fuerza ni voluntad para mantenerse quieta. Sus
caderas empezaron a arquearse por cuenta propia acercando
su coo ms cerca de esa lengua que la estaba volviendo loca.
Levant la cabeza y mir fascinada a Aiman. Este segua
lamindola con fruicin, sin dejar ni un milmetro de piel sin
degustar y cuanto ms la lama, ms excitada, caliente y
agitada se pona ella.
-Qu me est haciendo, Kurt!?
Kurt solt el pezn, se inclin hacia ella y la mir
dulcemente.
-El oiyu tiene una saliva especial, el aium, con el mismo
aroma que nuestros cuerpos, el mismo que me atrajo de ti. La
saliva de Aiman es un potente lubricante y es afrodisiaca,
facilita la penetracinanal.
Ella mir a Aiman, que segua lamindola.
No pudo evitar que un gemido escapara de su garganta.
Tracy tom la cabeza de Aiman y la levant de su cuerpo.
-Por favor, para ya.
Aiman la mir muy fijamente, sus labios brillaban, ella ya
no saba si era por su saliva o por todos los jugos que se
escurran por su excitado coo. Con la mirada fija en ella, sac
la lengua y se lami los labios hacindola estremecer,
excitndola an ms y no pudo (ni quiso, qu puetas!)
reprimir un ronco gemido.
-Es hora de dejar de hablar, Tracy, te mostraremos la
verdad de nuestras palabras con hechos, ahora te tendremos
los dos y vers que slo sentirs placer.
Cuando Kurt termin de hablar, bes su boca, se acost
en la cama boca arriba y la subi sobre l, Tracy not la boca
y la lengua de Aiman deslizarse por su espalda, sintiendo su
saliva como una lluvia fina sobre su piel. Haba llegado el
momento de comprobar si cumplan lo que prometan.
102

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

103

CAPTULO 15

urt acariciaba lentamente un


pezn de Tracy,
girndolo suavemente entre sus dedos, mientras
segua besando su boca con lentitud, lamiendo todos los
contornos internos de ella, empapndose de su sabor.
Ella estaba totalmente entregada a l por eso supo el
instante justo cuando Aiman haba alcanzado su culo. Ella se
tens ligeramente sobre l y entonces l solt su boca de la de
ella y la desliz hasta sus pechos, procedi a lamer sus
pezones, morda lentamente la punta, endurecindolo
intensamente y despus jugueteaba con su lengua sobre l,
girndola de lado a lado, escalando aquella pequea
protuberancia y dejndola caliente y hmeda.
Kurt poda sentir todo lo que su oiyu haca, por eso fue
consciente de cundo Aiman clav su lengua en su ano,
lamindolo suavemente y empapndolo con el aium.
Jugueteaba con el fruncido agujero, humedecindolo y
ensanchndolo. Poco a poco insert uno de sus dedos dentro.
Tracy apenas se percat, salvo un ligero estremecimiento.
Aiman subi su boca hasta su odo, lamindolo suavemente,
mientras insert un segundo dedo dentro de su ano y realizaba
movimientos de tijera dentro de l.
-Te duele, pequea?
Tracy gimi con fuerza cuando Kurt mordisque con ms
fuerza su pezn y Aiman inserto un tercer dedo.
-No, no me duele, es una sensacin maravillosa, apenas
siento tu dedo.
Ellos se miraron y rieron entre dientes.
Aiman mordisque su lbulo y le susurr en el odo, antes
de deslizarse de nuevo hacia abajo.
-Tengo tres dedos dentro de ti, Tracy.
104

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Ella lo mir a l fijamente.


-Tres?
Kurt asinti antes de besarla de nuevo.
Aiman baj su boca hasta el coo de Tracy, lamindola con
fuerza, chupando y mordisqueando su enhiesto cltoris
mientras que segua sacando y metiendo sus dedos dentro del
ano de ella.
Tracy empez a agitarse sobre Kurt.
Aiman intensific las lamidas en su coo y la velocidad en
sus dedos, mientras que Kurt mamaba con fuerza sus pechos,
alternando uno y otro.
Tracy se estremeci con ms fuerza.
-Oh, Dios! Esto, esto es tan bueno, estoy tan caliente, no
voy a poder aguantar mucho ms, por favor, os necesito.
Kurt la mir fijamente.
-Ests segura, pequea?
-Estoy a punto de arder, Kurt, por supuesto que estoy
segura.
Kurt sonri y mir a Aiman.
-Nuestra compaera est lista.
Aiman asinti.
-Empieza t.
Kurt tom a Tracy de las caderas, alzndola la sent a
horcajadas sobre l.
Ella se estremeca a cada roce de sus manos sobre su piel
y soltaba suaves quejidos.
Kurt mir a Aiman.
-Est ms que preparada, nos necesita ya.
Lentamente la dej caer sobre su pene totalmente erecto.
Kurt guio sus caderas, Aiman acariciaba suavemente sus
pechos y Tracy se encajaba lentamente sobre la polla de Kurt.
Con un largo gemido se dej caer con fuerza sobre l y absorbi
105

todo su miembro en su interior. Aiman la empuj suavemente


sobre Kurt.
-Estoy muy llena, de verdad encajareis los dos?
Kurt la bes suavemente en la sien.
-S, pequea, encajaremos muy bien, ya lo vers.
Aiman se posicion detrs de Tracy y le dedic una ltima
y sensual lamida a su ano, lentamente acerc sus caderas al
culo de Tracy y tentativamente, su polla a su ano, con suavidad
empuj las caderas y encaj la gruesa cabeza en el agujero,
acerc la boca a su odo y lami suavemente su lbulo,
hacindola estremecerse con fuerza. Le dio un leve mordisquito
y le susurr una pregunta:
-Te sientes bien, Tracy?
Ella asinti vehementemente, mientras soltaba otro
gemido y arqueaba el culo hacia l, invitndolo a que lo
poseyera, Aiman sonri.
-Evidentemente, est ms que preparada.
Con lentitud pasmosa se fue introduciendo dentro de ella
y los tres gimieron cuando se enterr por completo dentro de
su cuerpo.
Kurt notaba la polla de Aiman, slo una fina pared los
separaba, suavemente se fue moviendo y ambos combinaron
perfectamente sus movimientos, alternando entradas y
salidas, empujando con lentitud sus pollas dentro de aquellos
estrechos y hmedos canales.
-Ohhhh! Ahora si estoy llena y eses mmm, no tengo
palabras.
Kurt mir a Aiman.
-Creo que podemos ir ms deprisa.
Tracy gimi con fuerza cuando ellos incrementaron la
velocidad y firmeza de sus embestidas.
Kurt senta todo el placer propio y el de Aiman. Igual que
su oiyu, su placer se doblaba, se acrecentaba y al mismo
tiempo sentan el de Tracy.

106

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Las paredes de su estrecha vagina empezaron a contraerse


con fuerza, al mismo tiempo que las de su ano, atrayendo y
succionando sus pollas con ansias hasta su interior. Con un
fuerte chillido ella se corri, empapando la polla de Kurt de sus
jugos, que mezclados con la saliva de Aiman lo hicieron arder
y por consiguiente, a su oiyu.
Aiman lo miraba fijamente, con su cuerpo perlado de
sudor.
-Es el momento Kurt.
Kurt asinti.
-Ahora, ahora.
Cada uno de ellos mordi con suavidad el cuello de Tracy,
clavando sutilmente los colmillos en la blanca piel de ella,
Aiman empap el mordisco con su saliva y doblaron la fuerza
de sus empujes. Ahora entraba con fuerza Aiman, mientras
que Kurt arqueaba sus caderas y se preparaba para la prxima
embestida, los movimientos se hicieron ms persistentes y
fuertes, alternando las entradas y salidas, coordinados
totalmente.
Kurt solt su boca del cuello de Tracy para susurrarle:
-Vamos, cario, ven con nosotros.
Volvi a morderla suavemente para seguir incrementando,
an ms, el ritmo de sus embestidas. Sus cuerpos empezaron
a sudar y calentarse, les subi la temperatura y su piel
hormigue, los testculos se les encogieron y de repente,
liberaron con violencia su semen caliente, en copiosos y
abundantes chorros y con dos fuertes rugidos se corrieron
dentro de Tracy, hacindola correrse nuevamente, con una
fuerza como jams haban sentido ninguno.
Los dos soltaron el cuello de Tracy para susurrarle.
-Ahora eres nuestra, pequea, slo nuestra.
Tracy se estremeci entre sus grandes cuerpos.
Los tres quedaron totalmente sudados y saciados.

107

Lentamente, las respiraciones se suavizaron, el ritmo de


sus pulsaciones se aminor y la fuerza volvi a sus gastados
cuerpos.
Aiman bes dulcemente la nuca de Tracy.
-Ha sido todo un placer hacerte nuestra compaera, Tracy.
Ahora eres completamente nuestra, no podremos vivir sin ti,
pequea, pero t tampoco podrs vivir sin nosotros.

108

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 16

os tres juntos, ellos firmemente encajados todava en


su cuerpo, se giraron y se tumbaron de lado. Las manos
de Kurt y de Aiman la acariciaban suavemente, deslizndolas
por sus caderas hasta sus pechos y de all de nuevo a sus
caderas. Iban dejando suaves y dulces besos en su cuello, en
su clavcula, se senta mimada, dulcemente extenuada y al
mismo tiempo viva. Era realmente maravilloso tener a dos
hombretones as para ella sola, dos hombres que decan no
poder vivir jams sin ella y ella tampoco podra vivir sin
ellosun momento. Cmo que no podran vivir ya el uno sin
el otro? Qu castaas se supona que significaba eso?
Alz la cabeza con fuerza, algo que hizo parar las caricias
de ellos sobre su piel y que deslizaran sus pollas fuera de su
cuerpo, algo que su culo y su coo no agradecieron para nada.
-Qu significa eso de que ya no podremos vivir el uno sin
el otro?
Ellos cruzaron una mirada y una sonrisita, de esas que
ella ya estaba empezando a maldecir. Esa sonrisita de pero
qu jodidamente machote soy se instal en la boca de Kurt y
saba que en cuanto girara la cabeza encontrara una maldita
rplica en la de Aiman. Un segundo despus lo confirmaba, s,
ah estaba. Eran unos engredos, a lo que su cachonda
conciencia le contest un cario, porque pueden, no te fastidia,
o no te has dado cuenta que nos han dejado con las neuronas
hacindose el boca a boca para reanimarse? Cuando tena
razn la tena, as que mentalmente le hizo una maldita
reverencia, punto para ella.
-Pensis contestarme alguno de los dos?
Kurt la bes dulcemente en los labios, mientras que Aiman
reanud la tierna tarea de acariciar su cuerpo.
Kurt fue el que empez a hablar.
109

-Para que el emparejamiento sea total y completo, tenemos


que morderte los dos a la vez al mismo tiempo que eyaculamos
en tu interior, la saliva de Aiman, el aium, potencia an ms
nuestro aroma y activa nuestras neuronas mandndole un
mensaje de hambre y necesidad a nuestros cerebros. Pasamos
a ser vitales el uno para el otro, no podremos pasar mucho
tiempo el uno sin el otro, necesitaremos el contacto, el sabor
de nuestros cuerpos.
Tracy lo mir fijamente, Kurt acarici uno de sus pezones
y Aiman acerc su boca a su odo susurrndole tiernamente.
-Necesitaremos hacer el amor a menudo, ser como un
ansia que nos dominar. Cuantas ms veces lo hagamos, ms
reforzaremos el vnculo y cuanto ms fuerte sea nuestro
vnculo ms nos necesitaremos.
Ella se estremeci entre los brazos de ellos, que ahora la
estrechaban con fuerza.
-Lo sentiremos todo, pequea, nuestros dolores, nuestras
penas, nuestras ansias, nuestro deseo, todo se potenciar.
Ella mir fascinada a Kurt. Y de pronto sonri.
-Entonces, si estoy pensando en ti... -cuando escuch el
gruido de Aiman volvi la cabeza y le sonri- Est bien,
pensando en vosotros... -un suave beso en sus labios fue la
recompensa por incluirlo.- desendoos, vosotros lo sentiris?
Aiman le sonri.
-S, sentiremos tu deseo, tu necesidad de nosotros.
Ella ensanch la sonrisa y volvi la vista a Kurt.
-Y os excitareis?
Kurt entrecerr los ojos.
-Qu ests pensando?
Ella hizo un dulce mohn.
-Yo? Nada.
Aiman solt una carcajada.

110

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Creo que tenemos un pequeo monstruo entre nuestros


brazos, Kurt. S, cario, nos excitaremos y vendremos
corriendo a ti en cuanto podamos.
Un pequeo
bostezo de Tracy los hizo ponerse en
movimiento, fue casi cmico verlos mirarse preocupados y
empezando a movilizarse. Kurt mir con fijeza a Aiman.
-Nuestra compaera est cansada.
Kurt la tom entre sus brazos y se levant con ella, Aiman
los sigui mientras se dirigan al cuarto de bao, que
eraenorme, como todo lo de ellos.
Las paredes del bao estaban revestidas de azulejos en
color gris oscuro, dos lavabos con dos piedras Airean estaban
en un lado, un enorme (cmo no!) armario estaba justo al lado;
una puerta, que ahora estaba entreabierta, mostraba un
inodoro. Y al fondo, una colosal baera, de forma cuadrada y
con cuatro piedras Airean colocadas en cada esquina invitaba
a zambullirse en ella. A zambullirse en ella y hasta a bucear,
era una mole.
-Es que todo lo tenis que hacer a lo grande?
Ellos sonrieron, Aiman se meti en la baera y la recibi
cuando Kurt se la pas, para meterse l.
-Todo aqu est preparado para los tres, Tracy, nada puede
limitar nuestro placer, nada.
Tracy bes a Aiman en los labios, mientras que lentamente
se deslizaban y se sentaban en la baera. Kurt extendi los
brazos hacia ella y la sent sobre su regazo.
Pegada al cuerpo de Kurt, todo el frente quedaba libre para
Aiman, que llenando sus manos de jabn las empez a deslizar
por su cuerpo, enjabon su cuello y desliz las manos hasta
sus pechos, jugueteando con ellos y endureciendo sus pezones
que pronto lucan como dos pequeas fresas coronadas de
espuma. Las manos de Kurt acariciaban su vientre y se
deslizaban cada vez ms abajo, hacindola rogar para que en
la siguiente vuelta alcanzara su hinchada vagina.
Todo su cuerpo se estremeca mientras ellos jugueteaban
con l, llenndola de caricias y besos hmedos. Pero otro
pequeo bostezo de ella les hizo darse cuenta de su cansancio.
111

La enjuagaron tiernamente y despus la secaron con una


de las toallas, enormes, que Aiman sac del armario. Despus
de secarse ellos, Aiman la tom en sus brazos y los tres juntos
se dirigieron al dormitorio.
Aiman la deposit con suavidad en el centro de la cama.
Mientras que l se acost frente a ella y Kurt a su espalda,
Aiman la acerc a su cuerpo y Kurt se peg totalmente a ella
por detrs, estaba protegida por sus dos guerreros, que la
tenan fuertemente abrazada. Aiman bes sus labios, mientras
que Kurt dej un suave beso en la nuca y le susurraron un:
-Descansa pequea.

112

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 17

racy se fue despertando lentamente, estaba tumbada


sobre su lado derecho, senta un calor abrasador,
notaba arder su cuerpo y humedad, mucha humedad, eso s,
en zonas estratgicas, mmm, sus pezones, su vagina, su
culoun momento. Y esos ruiditos? Intent mover su cuerpo
y se dio cuenta de tres cosas.
Uno, estaba firmemente sujeta.
Dos, estaba siendo acariciada.
Y tres, estaba llena, repleta, totalmente poseda por dos
penes enormes que se haban instalado en su cuerpo.
Abri los ojos para encontrarse a Aiman mamando de su
pecho e incrustado en el fondo de su vagina y a Kurt
mordisqueando su hombro y con todo el armamento
avasallando su puerta trasera.
-Al fin has despertado, Tracy.
Ella mir fijamente a Aiman.
-No eras t el encargado de lubricar? Mmm- no pudo
reprimir el gemido al sentir el empujn de Kurt.
-Y me he encargado, pequea, llevamos un buen rato
preparndote.
-Eres una dormilona.
Ella volvi la cabeza hacia Kurt y este captur sus labios
en un beso profundo, deslizando su lengua hasta el interior de
su boca.
Aiman empuj su polla an ms adentro y Kurt respondi
con
otro
empuje,
pronto
estuvieron
movindose
alternativamente, empujando con una cadencia suave y
profunda.

113

Ella apenas poda moverse, ellos la tenan sujeta por la


cadera y la cintura, Aiman chupndole un pezn con fuerza,
impregnndolo con su saliva, endurecindolo, hacindolo
hormiguear y calentarse y Kurt mordiendo su nuca mientras
empujaba con fuerza en su culo.
Ella se agarr con fuerza a uno de los hombros de Aiman
y se dej llenar por ellos, gimiendo con cada empuje,
buscndolos cuando sus penes abandonaban su coo o su
culo. Pronto el calor fue inaguantable, la presin dentro de ella
alcanz una fuerza descomunal, quera y deba lograr el
orgasmo, pero cuando estaba a punto, los dos dejaban de
moverse y la dejaban agonizando de deseo.
-Queris dejar de jugar conmigo y follarme duro?
Aiman le sonri tiernamente mientras que Kurt empuj
con ms vigor dentro de ella.
-Lo quieres as, pequea?
Aiman respondi con otro fuerte empuje en el estrecho
canal de su coo.
-S, as y sin parar, por favor.
La sujetaron con ms fuerza y empezaron a empujar con
ms energa, sus movimientos dejaron de ser controlados y
alternos, entraban y salan imprecisamente, slo con fuerza,
mucha fuerza. Su coo empez a contraerse rtmicamente,
dando ligeros masajes a la polla de Aiman y l empuj an ms
descontroladamente dentro de ella.
Al notar las contracciones femeninas y los fuertes envites
de Aiman, la friccin y el calor, hicieron empujar con ms
nimo a Kurt y el orgasmo les barri como una ola, pasando
de uno al otro e incrementndolo, hacindolos sudar y gritar
hasta dejar sus gargantas roncas.

***

114

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Describir el resto del da sera simple, muy simple: follar,


comer, bao, follar y vuelta a empezar. Eso s, entre medias de
tanto ajetreo haban aprovechado cada pequeo descanso para
conocerse un poco ms. Tracy les haba hablado de su vida en
la Tierra, de todos sus problemas, de las luchas para poder
sobrevivir y tener un mundo mejor y ellos le haban explicado
cmo haba sido su vida en Phartian hasta ahora. Aiman haba
dejado muy claro que la vida para l haba empezado con ella,
que la deseaba, que la adoraba y que la necesitaba, estaba
eufrico y dispuesto a evidenciar claramente que quera ser
reclamado a menudo, aprovech cada puta palabra para
hacerlo bien patente, es ms, lo remarc en cada frase.
Los oiyus no podan estar ms de un da fuera, pero Aiman
haba agotado cada segundo y cuando se despidi de Tracy con
un dulce beso en sus labios magullados le susurr un:
reclmame pronto, pequea que fue contestado con un suave
gemido de ella.
Tras la marcha de Aiman, ella haba dormido entre sus
brazos, estrechamente abrazada a l, sus piernas estaban
entre las suyas, una de sus manos lo sujetaba del pelo y la otra
estaba entre los dos, apretada entre sus caderas y cercana a
su polla que de nuevo luca una enorme ereccin.
Los phartianos eran muy sexuales con sus compaeras y
ellas respondan a esa pasin, pero nunca haba odo que un
oiyu estuviera fuera del cuerpo de su phartiano toda una
noche. Tracy no haba querido que l se fuera y haba
respondido a cada caricia, a cada beso y haba estado
dispuesta cada vez que ellos la haban reclamado. Aiman haba
vuelto a su cuerpo totalmente relajado, agotado y desde
entonces se mantena tranquilo y en silencio, algo que Kurt
agradeca inmensamente.
Pero a pesar de todas las veces que haban hecho el amor,
la segua necesitando. Cada instante con ella le hacan
necesitarla ms y ms, cada roce de su piel era un estmulo,
la suave respiracin de ella contra su cuello lo tenan
totalmente excitado, electrizado y a punto de zambullirse de
nuevo entre sus piernas. Quera dormirse, quera dejarla
descansar, pues estaba agotada, pero su cuerpo se resista a
no tomarla de nuevo.

115

***

Tracy sinti la agitacin de Kurt, estaba sumida en un


profundo sueo y de pronto not una ansiedad crecer en ella,
un calor que se fue propagando por todo su cuerpo lentamente
y una ligera humedad se instal entre sus piernas. Eso la hizo
despertarse suavemente y en cuanto estuvo despierta sinti
todas las reacciones del cuerpo de Kurt. La necesitaba, estaba
ardiendo por ella.
Escuchaba su respiracin agitada, se estaba quemando
con el calor de su cuerpo, estaba hmedo. Una ligera capa de
sudor le recubra el cuerpo y cuando movi una de sus piernas
hacia arriba, l se estremeci y ella se encontr una ereccin
enorme plantada en su muslo. S, estaba totalmente excitado,
pero se negaba a despertarla. Era tan dulcemente considerado
e idiota, ella no poda ni quera negarse, a pesar del cansancio
su cuerpo estaba reaccionando a l.
Se estir perezosamente sobre su cuerpo y desliz su boca
hasta su cuello, inhal con fuerza, aspirando ese aroma de l,
de ella, de Aiman, ese olor que era incapaz de separar de ellos
tres y de toda su pasin. Pero igual de adictivo que el aroma,
era el sabor y ella necesitaba saborearlo, desliz su lengua por
su cuello y l se sobresalt.
-Ests despierta?
Ella slo gimi mientras sigui deslizando la punta de su
lengua por todo el cuello de l. Tena un toque salado, un tenue
rociado de miel y el suave sabor cido del moong.
Desliz la lengua una y otra vez por todo su cuello,
lamindolo con fuerza, impregnndose de su sabor, mientras
que l deslizaba las manos por su cuerpo de forma errtica,
temblando bajo ella, gimiendo y endurecindose ms y ms
con cada toque de su lengua. Ella desliz las manos por el
pecho duro de l y cuando alcanz sus pequeos pezones los
estimul friccionndolos con las yemas de sus dedos, mientras
que chupaba con fuerza su cuello.
116

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Pequea, me vas a matar. Por favor, dame tu boca.


-No, quiero devorarte como t lo haces conmigo.
l intent darle la vuelta, pero ella se haba subido sobre
l, as que abri sus piernas y lo abraz con ellas mientras
chupaba y morda su cuello con intensidad y con sus uas
empez a rasgar suavemente sus pezones y Kurt comenz a
estremecerse con fuerza bajo ella.
-Ten compasin, cario, vas a hacer que me corra sin
haber sentido tu calor.
Ella desliz una de sus manos hasta su polla, cuando lleg
a ella la acarici suavemente haciendo que Kurt prcticamente
sollozara. Varias gotas de lquido pre-seminal se deslizaban
por la cabeza de su pene, Tracy las recogi con sus dedos y
frot toda la cabeza con ellas, humedecindola totalmente.
-Te gusta, Kurt?
El gimi con ms fuerza cuando ella empez a deslizar su
mano por toda su verga, subiendo y bajando con fuerza.
-Vas a matarme, pequea, juro que vas acabar conmigo,
no es posible aguantar tanto placer.
Ella lo mir sonriendo.
-Entonces paro?
l solt un gruido.
-Prefiero que me mates con tu toque, Tracy, a que dejes de
hacerlo.
Dios! El muy capullo era capaz de derretirla con una sola
palabra.
No quiso seguir torturndolo ms, tambin haba que decir
que ella estaba al lmite, as que levant sus caderas y guio la
polla de l hacia su avaricioso coo que lata frenticamente
por tenerlo dentro. Con suavidad se fue dejando caer sobre ella
y cuando estuvo enterrada profundamente dentro de ella,
ambos soltaron un fuerte gemido.
Kurt la tom de las caderas, sujetndose a ella pero
dejndola marcar el ritmo. Tracy empez a mecerse sobre su
pelvis, con leves movimientos, subiendo de vez en cuando y
117

dejndose caer con fuerza. Un giro a la derecha, un sutil


balanceo de delante hacia atrs y viceversa y de nuevo un
pequeo ascenso con una rpida cada.
El sudor empez a resbalarle a Kurt por sus sienes,
pequeas gotas se le haban formado sobre el labio superior y
tena su labio inferior apretado fuertemente entre sus dientes,
pero segua quieto, dejando que ella tomara de l todo el placer
que quisiera y como lo quisiera.
Not una creciente humedad entre sus piernas, l segua
pre-eyaculando, haba clavado los pies fuertemente en el
colchn y sus gemidos se enlazaban uno con otro. Sus ojos
seguan clavados en ella, sus pupilas dilatadas, los giros de su
cabeza y sus gemidos cada vez ms roncos le hicieron
comprender que estaba al lmite, as que empez a moverse
con ms fuerza y velocidad.
Kurt sigui sin soltar sus caderas y ayudndola a moverse
pero sin conducirla, era ella la que marcaba el ritmo. De pronto
estuvieron jadeando los dos, los gemidos dieron paso a los
pequeos gritos y un ronco bramido de l dio paso al agudo
grito de ella mientras llegaba al orgasmo.
Agotada, se dej caer laxamente sobre el pecho de Kurt
mientras segua sintiendo la fuerza y el calor de los chorros de
semen que seguan saliendo de l, mientras que las
contracciones de su coo lo ordeaban con avaricia.
Cuando consiguieron recuperar la respiracin, Kurt la
acompa nuevamente al bao y se dieron una ducha ligera,
para despus terminar en la cocina, devorando famlicos
cualquier cosa que encontraran en ella.
Los frigorficos no existan en Phartian, los alimentos se
almacenaban en una especie de habitacin refrigerada, una
pequea pantalla, mostraba la seleccin de alimentos
almacenados, slo tenas que pulsar en ellos y una cinta
trasportadora los dejaba en una pequea barra, como la de un
bar. Segn le haba dicho Kurt, una vez a la semana se podan
hacer los pedidos y los almacenes se encargaban de abastecer
de nuevo la cmara.
Despus, totalmente saciados, se dejaron caer de nuevo en
la cama, estrechamente abrazados.
118

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tracy acariciaba el pecho de Kurt, era tan duro, tan


musculado, no se cansaba de tocarlo.
-Tracy, si sigues haciendo eso, no vas a descansar en un
buen rato.
Ella sonri y bes dulcemente su pecho, mientras que con
la punta de su lengua acarici su pezn hacindolo gemir.
-Tracy, por favor, necesitas descansar.
-No estoy cansada.
l la tom de la barbilla y la bes intensamente.
-Tienes que descansar, cario, te hemos tomado muchas
veces, no entiendo que no ests dolorida. Descansa, pequea.
Ella lo mir fijamente.
-Maana irs al Gumnarium?
-S, no quisiera dejarte, pero tengo una reunin con el
Phartok.
- Ir contigo, no?
-Quieres ver a tus amigas?
Tracy lo mir extraada.
-S, pero aparte de eso quiero ver los trabajos que hay
disponibles.
Ahora fue el turno de Kurt de mirarla extraado.
-Trabajos? Qu trabajos?
-Pues el mo, cul va a ser.
Kurt volvi a tomarla de la barbilla.
-Tracy, no tienes que trabajar.
-Pero siempre lo he hecho.
l neg con la cabeza.
-Pero aqu no, nuestras mujeres no lo hacen.
Ella se solt de l y se sent mirndolo fijamente.
-Qu!?
119

Aiman se despert en ese momento y le solt un berrido a


Kurt.
-Qu cojones le has hecho a nuestra compaera?
Adis a la maldita tranquilidad.

120

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 18

racy segua mirndolo fijamente.


-Creo que no te he entendido muy bien, Kurt. Me
ests diciendo que vuestras mujeres no trabajan en

nada?
-S, me has entendido perfectamente.
Tracy agit su cabeza.
-Bueno, pues entonces, descrbeme, para que yo, una
simple y mera mujer de la Tierra, te entienda, cules son las
funciones de las mujeres en Phartian?
l la mir sonriendo dulcemente.
Y ella pens que ojal, y slo ojal, no cometiera la maldita
imprudencia de decir que las mujeres no hacan nada, salvo
cuidar la casa y a sus estpidos compaeros, porque si lo
deca, aqu el idiota y su condenado doble iban a ver a una
mujer realmente cabreada.
-Pues, cuidan de la casa, de los hijos y son las encargadas
de escribir nuestra historia, nuestras costumbres, avances, las
batallas, los tratados, todo lo escriben en los Libros Phartianos.
Tracy peg un tirn a la sabana, se envolvi en ella y se
puso de pie de un salto.
Pues s, el muy asqueroso haba cometido la imprudencia
de decirlo, con un par. No saba si es que era muy machote o
es que en realidad el pobre era idiota, pero cojones, lo que se
dice cojones, para soltrselo los haba tenido, eso haba que
reconocrselo.
Lo mir fijamente con la mano en el pecho.
-Ay Dios! No s si voy a poder soportar tanta maldita
emocin. Joder, lo mismo me da un infarto con tanto alboroto.
l la mir extraado.
121

-Eso es sarcasmo?
-No, por qu preguntas semejante cosa? Algo en mi voz
te ha podido dar a entender eso? Pero si estoy emocionada,
feliz, contenta, es ms, como siga as de emocionada lo mismo
me van a or chillar hasta en el condenado Gumnarium.
Kurt salt de la cama y la mir francamente mosqueado.
Maldita sea, Kurt, esta cabreada, muy cabreada. No puedes
ser tan idiota como para no haberlo pillado, no?
Lo he pillado, pero no te necesito dndome consejos,
mantente al margen.
Perdona que dude de esa decisin tuya, pero cada vez que
te quedas a cargo de esta relacin terminas cagndola a lo
grande.
Vete a la mierda.
A la mierda no s, pero creo que nos veo de nuevo
machacndonos la jodida mueca, bombeando nuestras pollas.
Tracy empez a golpear rtmicamente el suelo con su pie,
mientras que lo miraba ceuda, pensaba contestar o seguir
con la cara de imbcil que luca en aquel momento?
-No lo entiendes, Tracy. Nosotros cuidamos a nuestras
mujeres, sois nuestro mayor tesoro, nuestra riqueza y nuestro
futuro.
Ella peg un tirn a la sbana que se haba deslizado y
prcticamente haba dejado sus senos expuestos.
-No estoy diciendo que no me cuides, cuando lo necesite,
por supuesto. Lo que te estoy diciendo es que quiero hacer algo
con mi vida, sentirme til.
l se acerc lentamente a ella con el ceo muy fruncido.
-Ser mi compaera no es suficiente para ti?
Era idiota o se lo haca? La estaba cabreando mucho. No
estaba entendiendo las cosas adrede o porque era cortito de
mente?
Tom aire y decidi hablarle lento, calmada y firme.

122

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-No he dicho eso, Kurt, simplemente es que he trabajado


toda mi vida. En la Tierra me dedicaba a llevar los informes de
las granjas donde trabajaba, ayudaba en ellas y adems, me
entrenaba para luchar contra los abusos de los soldados.
l le sonri y le acarici la mejilla.
-Pero aqu no tienes que hacerlo, pequea.
Tom aire otra vez, le sonri con cara de idiota y le apart
la mano de un jodido manotazo.
-Pues no pienso quedarme metida en casa con los brazos
cruzados esperando que t y el alquilado que vive contigo,
aparezcis por la puerta.
Lo ests haciendo de vicio, sigue, sigue, lo mismo nos corta
la polla a la altura del ombligo y no tenemos que preocuparnos
de la mueca.
Kurt resopl sonoramente.
-Te estoy cansando, Kurt?
-No es por ti, Tracy, es Aiman.
-Fantstico, no tengo bastante con un idiota, que vienen a
pares.
Oye t, aclare a Tracy que yo estoy intentando arreglar la
situacin, no quiero estar en el mismo lote que t. Porque,
reconozcmoslo, tiene razn, eres un idiota.
-Joder, Tracy, no me ests entendiendo, esto no lo he
decidido yo. Nuestro planeta se rige por unas normas, unas
leyes. Nuestras mujeres estn protegidas y no necesitan
trabajar.
Ella lo mir fijamente, no sin antes resoplar y apartarse
unos cuantos pelos inoportunos que haban cado sobre su
frente.
-Y les habis preguntado a ellas si se sienten felices?
Kurt la mir indignado.
-Por supuesto que son felices.
-Me encanta, de verdad, sois unos cerdos trogloditas de
mierda. No slo las arrinconis, si no que ya sabis hasta cmo
123

piensan. Siglos, me oyes? Siglos tardamos en la Tierra para


hacer comprender a los hombres que ramos iguales que ellos
y que tenamos los mismos derechos y ahora hemos venido a
parar a un condenado planeta retrgrado.
l se puso colorado, luego pas a un tono prpura para
terminar entre un tono amarillo limn tirando a verde
pistacho.
-No s quin mierda es el troglodita ese, ni me importa, te
estoy diciendo cmo son las cosas en nuestro planeta y no
entiendo tu enfado. Vas a vivir mejor.
Ella recogi la sbana y termin echndosela sobre un
hombro.
-Oh s, por supuesto que voy a vivir mejor, en cuanto
vuelva de nuevo a la Tierra y me aleje de ti, del otro idiota y de
la panda de machistas de este planeta.
Iba a girar, iba a hacer una salida triunfal, cuando el
mamarracho aqul la tom fuertemente de los hombros, la gir
y la mir fijamente y a punto de echar espuma por la boca.
-No me vas a abandonar, Tracy, me oyes? Te juro que
sales por esa puerta con semejantes intenciones y te ato de por
vida a mi cama.
Se haba probado y encima la haba amenazado, as que,
a pesar de que saba que terminara con los dedos magullados,
no pudo evitar darle una patada en la espinilla. l la solt para
cogrsela y saltar sobre un pie mientras grua.
-Mejor no te digo por donde me paso tu chulera, Kurt. Y
te aviso que hasta que no aclares este tema con tu Phartok,
con el condenado comisionado o con la madre que los pari, t
y el inquilino vais a ver reducida vuestra actividad sexual a
nula, a no ser que os encarguis de daros placer mutuo.
Y sali dando un portazo.
Y ahora es cuando yo respiro mucho ms tranquilo. Eres el
puto rey de la diplomacia. No s cmo no te aprovecha mejor
Arnoox, terminaramos a hostias con todos los condenados
planetas.

124

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Maldita fuera su estampa, la de su oiyu y el condenado


carcter de Tracy.

125

CAPTULO 19

o haba podido dormir en toda la maldita noche.


Cuando se calm, sali a buscar a Tracy y la encontr
dormida en el enorme sof, la cubri con una manta y se sent
en el silln frente a ella. Tuvo que aguantar, no slo el
insomnio, sino tambin a Aiman que estuvo toda la jodida
noche maldicindolo, cabreado con l, enfadado por la
injusticia cometida contra su persona y culpndolo en
exclusividad del cabreo y amenazas de Tracy.
Cuando volvi la luz del da, Tracy despert lentamente,
estirndose con sensualidad sobre el sof, haciendo erguirse a
su polla y a Aiman rugir de deseo y frustracin
Y pensar que podramos estar hundidos en el calor de ese
cuerpo y mranos, aqu estamos, adornando el maldito silln
como un jodido almohadn de plumas.
El da prometa, s, efectivamente prometa ser ms de lo
mismo y eso lo pens l solito cuando, no slo escuch al idiota
de Aiman, sino cuando vio la mirada ceuda de Tracy.
-Buenos das, pequea.
Ella lo mir an
olmpicamente de l.

ms

ceuda

decidi

-Tracy, podemos hablar?


-Has cambiado de idea desde anoche?
Evidentemente era firme en sus decisiones.
-Tracy, ya te dije que esto no depende de m.
-Entonces no tengo nada ms que hablar contigo.
-No ests siendo justa, pequea.
Ella lo mir echando chispas por los ojos.

126

pasar

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-No estoy siendo justa? Y t, Kurt? Soy algo ms que un


coo que t y tu condenado doble podis follaros. Soy una
persona que siente y que piensa. Toda mi vida he tenido que
luchar, trabajar y vivir por mi cuenta. Me gustas y quiero vivir
contigo, darle una oportunidad a nuestra relacin, pero si
pretendes que sea poco ms que un maldito jarrn, no puedo
darte esa oportunidad, me ir en el prximo intercambio.
Y una mierda! Haces algo, Kurt, o te juro que el que te va
arrancar las pelotas con unos alicates voy a ser yo.
Lleg en dos pasos a ella, la tom fuertemente de la
barbilla y peg su cara a la de Tracy.
-Nunca, me oyes?, nunca me abandonars. Si lo haces,
te buscara hasta en el ltimo rincn, levantara cada maldita
piedra, escaneara todos los jodidos planetas, araara el
suelo, atizara cada volcn, removera cada condenada galaxia
y te encontrara, me ests oyendo, Tracy? Lo que no entiendes
es que t y yo no podremos vivir jams el uno sin el otro,
moriramos lentamente, nos sumiramos en una agona lenta
y dolorosa.
Ella lo mir con los ojos llorosos.
-Tal vez lo prefiera.
l apret con ms fuerza su barbilla.
-Ests colmando mi paciencia, mujer. Voy a ver a Arnoox,
vendr a por ti a la hora de la comida y comeremos en un
comedor del centro de abastecimiento, quiero comprarte ropa.
Ella lo mir enfurruada y cruzando los brazos bajo sus
pechos.
-Tendr que revisar mi agenda, lo mismo la tengo tan
ocupada que puede que no tenga tiempo para acompaarte.
l se inclin an ms hacia ella y la bes con fuerza,
gimiendo contra sus labios firmemente apretados, lentamente
separ su boca de la de ella y la mir con una sonrisa triste en
los labios.
-Estars preparada, Tracy. Ms tarde hablaremos.
Sali cerrando suavemente la puerta.

127

Tom su kioo y se dirigi al Gumnarium.


Qu piensas hacer?
Nunca volvera a tener
tranquilidad, estaba claro.

un

maldito

instante

de

No lo s, pero lo que no voy a consentir es que nos deje.


No puede, es nuestra compaera. Su lugar es en nuestra
casa y en nuestra cama.
Y yo soy el rey de la diplomacia? Es que no la has
escuchado? Tracy ha llevado una vida distinta a nosotros, no
va a querer quedarse de brazos cruzados.
Nuestras mujeres lo hacen y no las he odo quejarse ni una
maldita vez, tendr que acostumbrarse.
Realmente, Aiman, aparte de tocarme las pelotas y pensar
en follar, haces algo de provecho? Ella no es phartiana, es de
la Tierra
Como si quiere ser del culo de la galaxia, vive aqu, vive
como una phartiana, fin de la discusin.
No se conformar, tendr que hacer algn trato con ella y
mientras, intentar hablar con Arnoox, con el resto de mujeres
de la Tierra y hasta con el Comisionado, tal vez haya que
cambiar nuestra forma de vida.
Me gustara verlo. Plantale al comisionado semejante
chorrada y lo nico que vas a conseguir es que terminen
descojonndose de la risa. No se han cambiado las leyes en este
jodido planeta desde que se cre. Adems, dnde mierda se
supone que trabajaran?
No s, habra que hablarlo. Tracy dice que ha llevado las
cuentas de las granjas y que aprendi a luchar.
Pues nada, convence a los idiotas que las prximas
guardianas de las piedras Airean sern las mujeres de la Tierra
y seguro que ya no tendramos que preocuparnos de Tracy, de
una maldita patada nos mandaban a la Tierra sin pasar por los
putos portales.
Se te ocurre una idea mejor, imbcil?

128

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

S, que te limites a ensearle su lugar, en nuestra cama y


dispuesta, punto.
En algn momento de toda la discusin, estuviste
atento? Ella es algo ms que un coo que follar, Aiman, es una
persona con sentimientos, libre de pensar, de sentir y de hacer
lo que quiera.
Mierda! Dnde he escuchado yo esto antes? Ah, s, espera
que esta me la s, s, ya s, de la boca de nuestra compaera,
cierto?
Kurt respir hondo, baj del kioo y lo dej en el recinto
reservado para ellos.
Has estado tocndome las pelotas deliberadamente?
Mentalmente vio a
encogiendo los hombros.

Aiman

mirndose

las

uas

No eres mal to, Kurt, algo idiota, un poco imbcil y lento de


entendederas, pero en el fondo, majete. T sabes lo que tienes
que hacer para tener contenta a nuestra compaera, al fin y al
cabo, ella es lo ms importante para nosotros, o no?
Puto imbcil.

***

Tracy se haba quedado mirando la puerta cuando Kurt


sali hecho una furia y cerrando suavemente. Si hubiera sido
ella, el portazo lo hubieran escuchado, sin interferencias, a la
altura de la luna, pero l era ms comedido.
Iba a levantarse para tomar algo cuando son un toque en
la puerta. Despacio y envuelta en la sbana, abri levemente y
frente a ella vio a la vecina de Kurt, la seora Misrte.
-Hola, buenos das, Tracy. He visto que Kurt se marchaba
y he venido a visitarse y a traerte un pastel de moong, puedo
pasar?
129

-S, por supuesto, pase seora Misrte.


-Por favor jovencita, nada de seora, slo Misrte. Puedes
vestirte mientras preparo un jugo y corto el pastel, conozco la
casa porque la distribucin de ella es exactamente igual a la
ma, ve jovencita, te espero aqu.
Quedaba claro que la mujer era una entrometida pero era
tan educada y dulce que no se atreva a contradecirla en nada.
Fue a la habitacin, tom su vestido que seguro que Kurt
haba doblado y puesto en uno de los sillones y fue al bao a
adecentarse un poco.
Unos minutos despus sala totalmente vestida, peinada
y con un ligero toque de brillo en los labios y antes de ir hacia
la cocina, ech un vistazo a la cama revuelta que haba estado
compartiendo con Kurt y Aiman esos das. Un ligero rubor
cubri sus mejillas cuando record todos los momentos
trridos vividos.
Sali de la habitacin dando un ligero suspiro. Haba sido
memorable, perfecto, hasta que abri la bocota y se
complicaron las cosas con sus estpidas leyes.
Cuando lleg al saln, Misrte ya estaba sentada en el sof
y haba colocado frente a ella, en la pequea mesa, dos platos
con sendos trozos de pastel y dos vasos de jugo. Se sent junto
a ella y le peg un buen mordisco al pastel. Estaba delicioso.
-Esto est riqusimo, me tienes que ensear a hacerlo,
Misrte.
-Por supuesto, anda come hija que debes de estar agotada.
Tracy se ruboriz intensamente.
-No tienes que avergonzarte conmigo, Tracy. Todas hemos
vivido las mismas experiencias. Son maravillosos, a qu si?
-Pues s, pero
-Adems, tu hombre duplicado, capaz de volverte loca por
partida doble, nunca te faltara pasin ni sexo ni amor, mucho
amor.
-Cierto, pero

130

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Y si uno se agota, tienes al otro. Y despus vuelven a


actuar en conjunto y hacen que a una se le fundan las
neuronas.
Estaba manteniendo una conversacin de sexo con una
desconocida y encima, con una que le doblaba la edad? Maldita
sea.
-Te contar un secreto: rtalos, diles que no son capaces
de rendirte, descubrirs hasta qu punto son capaces de
entregarse.
Tracy trag con fuerza.
-Vers, Misrte, me resulta un poco raro mantener esta
conversacin contigo.
La mujer sonri pcaramente.
-Yo tambin he sido joven, cielo, y s lo que es estar
totalmente satisfecha. No te preocupes, esa vergenza
desparecer. Adems, no tienes aqu ni a tu madre ni a tu
suegra para darte las instrucciones para manejar a estos
hombres.
Eso era cierto, pero era raro estar hablando de todo esto
con ella.
-Bueno, ahora quiero que me cuentes cmo es la vida en
la Tierra.
Dos horas despus, cuatro vasos de jugo y el pastel comido
al completo y una Misrte que haba pasado desde la sorpresa,
a la estupefaccin para llegar a mirarla, en momentos, con
lstima, acariciaba ahora su mano.
-Dura vida la de la Tierra, hija. Y aburrida sin dos buenos
hombres para mantenerte saciada.
El guio de ojos y la sonrisa traviesa de la mujer sacaron
una carcajada a Tracy.
-En eso estoy de acuerdo contigo.
Misrte se puso seria en ese momento.
-Entonces, es por lo del trabajo por lo que has discutido
con Kurt?
Tracy mir alucinada a la mujer.
131

-Cmo sabes que he discutido con Kurt?


-Cario, sabe ms el diablo, por viejo, que por diablo.
Conozco a Kurt desde hace muchos aos, era amigo de uno de
mis hijos, Manaad-Jurg, muri en un combate hace cinco
aos.
Tracy acarici las manos de la mujer.
-Lo siento mucho.
-Gracias, cario. Es triste perder a tu compaero, mucho.
Muri en una explosin en la fbrica que trabajaba, no
pudieron encontrar su cuerpo, era qumico. Pens que me
mora, tard un ao en poder respirar siquiera sin que me
doliera y despus empec poco a poco a recuperar mi vida y
cuando lo estaba consiguiendo, lleg la muerte de mi hijo, fue
un duro golpe.
Tracy segua apretando fuerte las manos de la mujer,
intentando trasmitirle cario y confortarla un poco.
- En fin, como te deca, jovencita, conozco a Kurt y le he
visto salir esta maana dando pasos agigantados, con
semblante triste y ni me ha saludado al pasar. Creo que ni me
ha visto, l siempre es muy educado y considerado conmigo,
as que saba que ocurra algo. Al principio he pensado que
poda ser porque te hubieras negado a tomarlos, pero cuando
he visto tu cara, la cara de una mujer totalmente satisfecha
sexualmente y esas pequeas incisiones en tu cuello, saba
que te haban tomado, as que escuchndote me imagino
donde est el problema.
-Misrte s que tenis vuestras leyes y que debera
respetarlas, pero son tan injustas.
-Por supuesto que son injustas.
Ahora s que la haba descolocado, estaba de su lado? La
entenda?
-T tambin lo crees?
-Por supuesto, y mi compaero tambin estaba de acuerdo
conmigo, pero qu poda hacer l, un simple qumico, contra
todo el planeta? Por todas las malditas estrellas, somos
capaces de hacer las cosas igual que ellos, pero intenta
132

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

explicarle eso a los estirados y capullos del Comisionado. Son


incapaces de ver ms all de sus gordas y asquerosas narices.
-Entonces, por qu no habis hecho algo?
La mujer sonri.
-Cmo, cario? Despus del virus, quedamos muy pocas
mujeres y los hombres se volvieron an ms posesivos y
cuidadosos. Por todas las piedras Airean, no s ni cmo no
terminamos metidas en jodidas urnas y aisladas. Al principio
fue casi cmico, no podas estornudar siquiera sin que a los
pobres les entrara un clico crnico pensando que nos poda
pasar algo. Y en los partos, era horrible tenerlos al lado,
terminabas agotada de empujar y con las manos fracturadas
de tanto que te las apretaban.
Tracy sonri levemente.
-As que no dijimos nada. Esta ha sido siempre nuestra
vida, pero por supuesto que nos gustara cambiarla. Las
mujeres de las aldeas ayudan a sus maridos en las granjas, y
creme no han perdido ni un brazo ni la dignidad ni nada.
Ahora explcales eso a los viejos barbudos y castrados del
Comisionado y es capaz de darles un infarto masivo a todos.
-Entonces, crees que es justo que me revele?
-Por supuesto que s, corazn. Pero te va a costar mucho,
muchsimo. Empieza con Kurt.
-Creme, he empezado, pero para lo que me ha servido.
Misrte rio desvergonzadamente.
-Cario, tienes un as en la manga, aprende a utilizarlo.
-Sexo?
-S, es rastrero lo s, pero es la mejor forma de dominar a
estos hombres, nia. Despus de probarte, son como calaam
en celo, no podrn pasar mucho tiempo sin querer meterse
entre tus piernas, mantente dura ah y lo iras envolviendo en
tu dedo meique.
-Pero es tan sumamente indigno.
Misrte rio ahora con fuerza.

133

-Totalmente, nia, pero no utilizan ellos sus armas contra


nosotras? Adems, en el amor y en la guerra, todo vale. Slo
juega tus cartas, tesoro, si l te escucha y te entiende, podr
hacerse or. Tiene la fuerza y el carisma para conseguirlo.
Tintalo, provcalo, por qu no?
Podra ella ser tan rastrera? Mmm, por supuesto, no
actuaban ellos como malditos trogloditas? Pues ahora iban a
empezar a tomar su misma medicina.

134

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 20

espus de una sesin de entrenamiento y de pasar por


su sala de comisionado donde tuvo que repasar varios
informes y firmar unos documentos, Kurt se dirigi a ver al
Phartok.
Arnoox estaba en su propia sala y en esos momentos
estaba solo. Era una sala casi idntica a la suya y a la del resto
de comisionados: una habitacin luminosa con una enorme
mesa, el silln donde en esos momentos estaba sentado
Arnoox, tres ms alrededor, varias estanteras con libros y
documentos y una enorme lmpara situada en el techo.
Despus de una charla sobre nuevos proyectos y los informes,
Kurt decidi pasar al ataque.
-Creo que podemos tener un problema entre las manos con
las mujeres de la Tierra.
Arnoox lo mir extraado.
-Problema? Yo no veo ninguno, diecinueve mujeres se
han emparejado, slo quedan once en el Gumnarium. Dreena
me ha sugerido que podramos hacer visitas a los pueblos
cercanos, pequeas excursiones para que las mujeres
conocieran los alrededores y al mismo tiempo que vieran a los
hombres de los pueblos. De all podran salir nuevas parejas.
Estoy ms que satisfecho, as que no, no veo ningn problema.
Tal vez todas las mujeres no fueran como su compaera,
aunque empezaba a dudarlo, as que lo ms probable es que
en unos das el problema les estallara justo delante de sus
propias narices.
-No me refiero a problemas de emparejamiento, sino en
nuestra forma de vivir.
Arnoox lo miro entrecerrando los ojos.
-En nuestra forma de vivir? Qu hay de malo en ella?

135

Kurt se removi algo incmodo en su asiento.


A ver Kurt, sabamos que esto fcil no iba a ser, deja de irte
por las putas ramas y sultale el discursito a Arnoox, l debe de
ser nuestro mejor aliado.
Para ti es fcil, capullo, pero me temo que terminar
colgando mis pelotas del balcn del Gumnarium, despus de
que deje de rerse de m en toda la jeta, por supuesto.
-Parece ser que las mujeres de la Tierra, todas tienen
trabajo.
-S, lo s, pero aqu no tienen que hacerlo.
Kurt carraspe, mientras que su oiyu le lanzaba miradas
de aliento, deditos en alto, V de victoria y palmaditas en la
espalda. El muy capullo tena sus pelotas bien resguardadas,
mientras que las suyas pedan de un corte por lo sano de la
daga que en esos momentos luca Arnoox envainada y sujeta
por correas en uno de los muslos.
-Bueno, pues parece ser que nuestra vida es demasiado
ociosa para ellas, no les gusta.
Arnoox empez a sonrer.
-No les gusta o no le gusta a tu compaera?
Kurt le ech una mirada asesina.
-Evidentemente, a ella, pero parece ser que todas las
mujeres se sentirn as pronto. Segn Tracy, han luchado
durante aos por hacer las mismas cosas que los hombres.
Arnoox empez a mover la cabeza en gesto negativo.
-Kurt, esto tendrs que hablarlo con tu pareja. Nuestras
mujeres no trabajan, viven por y para la estabilidad familiar,
es nuestra forma de vida, no vamos a cambiarla por ella.
Kurt empez a sudar, si no poda ni convencer a Arnoox,
lo tena bien jodido.
-Escchame, Arnoox, Tracy amenaza con abandonar el
planeta si no se siente til.
-Mantenla ocupada en la cama, Kurt.

136

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Me gustara ver a este capullo soltarle semejante gilipollez


a nuestra compaera. Sera capaz de arrancarle los huevos de
una patada sin despeinarse un jodido pelo. Creo que sera lo
mejor, as se le bajaran los putos humos que tiene el muy
imbcil.
-Joder, Arnoox, quieres escucharme? Si todas las
mujeres empiezan a pensar igual, vamos a tener un maldito
problema entre manos. Qu cojones hars cuando se
marchen en el prximo intercambio?
Arnoox se levant de un golpe.
-No se irn.
-Por qu t lo dices? Arnoox, creo que debemos estar
atentos y tal vez, slo digo tal vez, hablarlo con el resto de los
comisionados. Debemos estar preparados por si tenemos que
hacer algn cambio.
Arnoox se acerc en dos pasos a l.
-Escchame, Kurt, y deja de pensar con la jodida polla. No
he hecho este trato con la Tierra para que ahora tu compaera
decida tocarme las pelotas. Ella se queda, las dems
emparejadas se quedan, fin de la discusin. No pienso reunir
al Comisionado por semejante idiotez, pediran mis pelotas en
una bandeja de plata y se las merendaran.
Kurt se levant tambin alterado.
-Est bien, no digas que no te lo advert. Impn tu maldita
voluntad, pero si Tracy se marcha, yo me ir con ella.
Y sali dando un portazo.
Joder macho, me dejas impresionado, pedazo punto que te
acabas de marcar ah. Yo voto por pasar de l directamente y
marcharnos a hablar con el Comisionado.
Perfecto, Aiman y entonces en vez de merendarse las
pelotas de ese idiota, seran las nuestras las que se
merendaran. Si Arnoox, que pens que tena la mente ms
abierta, es incapaz de entenderlo imagnate la panda de
trogloditas.
Hablas como nuestra compaera y por cierto, qu cojones
es un troglodita?
137

Ni puta idea, pero tiene que ser algn maldito animal de


los que pululan por su planeta.
Ahora a ver cmo cojones le soltamos a Tracy que no se van
a hacer cambios.
Estoy por hacerte caso e ir a hablar con el Comisionado,
tal vez sea menos indoloro hacerlo con ellos que con Tracy.
Joder, vamos a terminar castrados, me lo veo venir.
Su oiyu por una maldita vez estuvo de acuerdo con l,
durante todo el trayecto se mantuvieron callados, taciturnos y
sintiendo el cabreo de Tracy, porque si algo tenan claro, es que
su compaera todava estaba muy, pero que muy enfada con
ellos. Hablar con ella? Llegar a un acuerdo? Negociar?
Malditas todas y cada una de las estrellas, con que mierda
iba a negociar?
Con qu vamos a negociar? Slo tenemos el maldito
despelote y con eso no me refiero a que nos desnude. Seremos
ms que felices si lo hace con la mayor rapidez posible, eso es
lo nico que tenemos para negociar con ella.

138

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 21

uando abri la puerta la vio sentada tranquilamente en


el silln. Vestida con una casaca de l en tonos tierra.
Sus piernas lucan desnudas, salvo que en los pies tambin
llevaba unos calcetines suyos y tena un libro entre las manos.
Alz la cabeza por apenas un segundo e ignorndolo
totalmente sigui leyendo.
Pues pintaba bien la cosa, s, seor.
Joder, podra tener un poquito ms de consideracin con
l, al fin y al cabo lo haba intentado.
Ella no lo sabe. Claro que cuando sepa el resultado de la
conversacin lo mismo nos conviene resguardarnos detrs de
una maldita puerta.
-Hola, Tracy.
Ella hizo un gesto con la mano que no supo muy bien si
era un saludo o un vete por dnde has venido.
-Cmo ha ido tu maana?
Ella alz su cabeza al mismo tiempo que Aiman empez a
gritarle.
Joder, Kurt, t la sutileza te la pasas por los mismos
huevos, no? De todas las malditas preguntas que podas
hacerle, se te ocurre esa? Ahora entiendo porque Arnoox no te
quiere cerca cuando negocia tratados. Si por ti fuera, estaramos
exterminados. Cmo cojones puedes ser tan estpido?
-Estupenda, mi maana, estupenda. Y la tuya?
No saba si arriesgarse a contestar, dijera lo que dijese
terminara explotndole en la jeta, se lo vea venir.
-Bien.
-Pues me alegro por ti.

139

-Me doy un bao y nos vamos a comer.


Ella sigui leyendo, ignorndolo.
-Por m ni te molestes, no pienso salir, estoy agotada.
Bueno, se acab. l no pensaba dejarse pisotear de esa
manera. En dos zancadas estuvo frente a ella, le quit el libro,
lo tir sobre la mesa y tomndola de las manos la alz hacia
l.
-Creo que no he sido muy claro. Me bao y nos vamos, no
te he preguntado, Tracy, te he informado.
-Y yo te he dicho que estoy cansada.
l la tom fuertemente de la barbilla.
-Escchame, Tracy, no voy a entrar en este juego absurdo.
No voy a consentir que me trates como si fuera un maldito
objeto de esta casa.
-Bueno, pues bienvenido al maldito club, porque as es
como me siento yo.
-Esto no es culpa ma y lo sabes. Entiendo cmo te sientes
y har todo lo que est en mi mano para buscar una solucin,
pero en nuestra casa y en nuestra cama, no pienso tolerar
distanciamientos y frialdad, te queda claro?
Ella lo mir fijamente.
-Clarsimo, lo prximo que ser? Ponerme unos malditos
grilletes?
l sonri.
-Si te ato, ser para nuestro placer, en nuestro planeta no
tenemos esclavos.
-Permteme que disienta, qu cojones soy yo?
l apret ms fuerte su barbilla y se inclin hacia ella,
dejando su boca a milmetros de la de Tracy.
-Eres mi compaera, en igualdad de condiciones en esta
relacin.
-En la relacin puede, pero fuera de ella?

140

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tuvo que besar su boca, su aroma lo estaba volviendo loco,


el calor de su cuerpo, la fuerza de su carcter, todo en ella lo
haca perder el control cuando la tena cerca.
La bes con intensidad, poseyendo su boca con fuerza, era
suya, quera que le quedara claro, le perteneca por completo,
igual que l era totalmente suyo, por entero y jams iba a
permitirse el perderla aunque tuviera que dejarlo todo atrs y
marcharse a otro sitio, aunque tuviera que ir a la Tierra con
ella por mucho que odiara el planeta.
Lentamente la solt, vio sus labios hinchados y hmedos
por la intensidad del beso. Se los acarici suavemente con el
pulgar.
-No lo entiendes, verdad, pequea? No hay nada ni nadie
que sea ms importante para m que t. Har todo lo posible y
hasta lo imposible para que seas feliz, pero dame un respiro,
djame que te explique las cosas y te prometo que buscar
soluciones.
Ella lo mir alterada. Kurt quera pensar que no slo por
el enfado, sino por la pasin entre ellos.
-Escuchar lo que tengas que decirme, Kurt, pero no
pienso cambiar de opinin, no puedo vivir de brazos cruzados.
l bes suavemente sus labios y se fue al bao.

***

No hablaron durante todo el trayecto y Tracy se dedic a


mirar por la ventana del dayinr.
Le fascinaba la ciudad, con sus calles amplias, limpias y
sus hermosas casas, con aquellos jardines frente a ellas.
Llegaron al centro de abastecimiento. Un edificio enorme,
de una sola planta. Era de forma cuadrada, en el centro haba
una enorme fuente con la figura de un phardook y del pico del
animal manaba agua sin parar. Alrededor de la fuente haba
141

varios arcos y cada uno de ellos era la puerta a una tienda o


comedor. Kurt la guio hacia uno de aquellos arcos.
El comedor era una sala enorme, con grandes ventanales.
Haba varias mesas diseminadas por el local, lo
suficientemente separadas para poder mantener una
conversacin sin molestar a los dems clientes y mantener la
intimidad. Todas las mesas tenan manteles de colores claros,
con un enorme cesto de frutas en el centro. Los camareros iban
vestidos con pantalones negros y camisetas, totalmente
adaptadas, en el mismo color.
Tracy tuvo que tragar con fuerza, joder, todos y cada uno
de aquellos hombres eran inmensas moles de msculos y
testosterona. Se supona que una se tena que concentrar en
la comida con todos esos hombres pululando por all? Cuando
escuch un gruido mir a Kurt que la miraba muy irritado.
Haba dicho en alto lo que pensaba de los camareros?
-No, no has dicho nada, Tracy, pero lo veo en tu mirada.
Deja de comrtelos con los ojos, quieres? Eres ma, joder.
Ella lo mir sonriendo.
-Tampoco se me permite mirar?
l volvi a gruir.
-Como los miras ahora mismo, no. Cmo crees que me
siento? No me miras a la cara y a ellos te los ests devorando.
Celoso? Mmm, interesante. Oye, un momento, l haba
dicho lo que ella estaba pensando... oh, oh, qu quera
significar eso?
-Lees mis pensamientos, Kurt?
-No, pero s que leo tus expresiones y siento tus emociones
y maldita sea si piensas que me agrada ver a mi mujer
calentarse por otros hombres.
Ella volvi a sonrer.
-No me estaba calentando, machote. Pero no puedo evitar
admirar a los hombres, sois todos impresionantes.

142

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Creo que nuestra mujer necesita otro buen revolcn, me jode


que mire a los otros, haz algo, Kurt, no me gusta nada esta
sensacin.
Y crees que yo estoy contento?
Pues mustrale a quin tiene que mirar y apreciar, saca
msculos, pavonate, bsala o fllatela pero no quiero en mi
mente la sensacin de ella caliente por otro to.
Se sentaron en la mesa y Tracy le dijo que pidiera por ella,
an no estaba familiarizada con todos los alimentos del
planeta.
Miraba a Kurt de reojo, l la miraba fijamente, sin apartar
la vista de ella, con los brazos cruzados y el ceo fruncido. De
vez en cuando echaba miradas asesinas a todos los hombres
del comedor, pero apenas un segundo despus su mirada
estaba de vuelta en ella.
Cuando les trajeron la comida, ella empez a comer con
ganas, todo all estaba riqusimo y tenan una dieta muy
variada y equilibrada. Ech otra mirada a Kurt y a pesar de
que haba descruzado los brazos, segua mirndola y no haba
tocado su comida.
-Si no tenas hambre, para qu hemos venido?
-Al fin te has dignado a hablarme y a mirarme.
Ella resopl con fuerza y sigui con su comida.
Durante toda la comida lo ignor, mientras que l se iba
alterando ms y ms. Lo notaba muy dentro de ella, senta su
rabia y su frustracin, pero tambin senta su anhelo, su
deseo, su pasin y eso repercuta en ella y en su carcter.
Empez a sentirse nerviosa y cuando la llev a una de las salas
de ropa, apenas se senta cmoda. l fue el que iba eligiendo
los vestidos para ella, hasta que se hart de tanto vestidito
mono y sexy.
-Tampoco le permits a vuestras mujeres ponerse
pantalones?
El vocabulario de Kurt haba quedado prcticamente
reducido a gruidos y murmullos, en los que estaba segura
ella no quedaba muy bien parada.
143

A penas dos minutos despus de hablar ella y gruir l,


tena en los brazos todo un maldito surtido de pantalones y
una especie de casacas en todos los colores. Dios! Todo lo
tena que hacer a lo grande, as que para fastidiarlo decidi
probarse todas y cada una de las prendas que le haba situado
entre los brazos.
Decidi darle todo un pase de modelos, bien calentito. Lo
fascinante fue verlo excitarse poquito a poco, fue cruel por
parte de ella, lo saba, pero se lo mereca. Oh s!, por supuesto
que se lo mereca.
Primero sali con una de las casacas sin ponerse los
pantalones debajo, lo cual la dejaba desnuda desde medio
muslo, l salt del silln donde estaba sentado y mir alrededor
buscando miradas masculinas clavadas en ella.
-Te gusta?
l apenas gru.
-S, maldita sea, claro que me gusta, pero podas haber
salido con los pueteros pantalones, Tracy.
Las gotitas de sudor empezaron a acumularse cuando
sali con uno de aquellos vestidos ceidos y sin apretar los
cordones de los laterales, as que luca bastante de sus senos.
-Y qu opinas de esto?
-Tracy, a qu se supone que ests jugando? Cierra los
putos cordones.
Kurt se remova inquieto en el silln mientras murmuraba
algo as como que prefera recibir una patada en la entrepierna
que ir de nuevo con ella a comprar ropa.
Y el remate fue cuando sali con uno de los pantalones
pero sin la casaca en su parte de arriba, luciendo un
espectacular sujetador de encaje morado. l no salt, no, se
lanz en plancha hacia ella rugiendo un:
-Tpate mujer, lo que estas luciendo es slo mo.
El gruido de Kurt le confirm que Aiman haba hecho
algn comentario dejndole claro a quin perteneca ella.

144

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Al final l haba terminado caliente, slo haba que echar


un vistazo al frontal de sus pantalones, pero ella no haba
terminado mucho mejor
l termin comprando todos y cada uno de los modelitos
que se haba probado, no saba si era por su prepotencia o
porque le haban encantado los modelos despus de semejante
desfile. Se llevaron tan solo unas cuantas prendas, el resto se
las mandaran al da siguiente.
Llegaron a casa en el mismo silencio que haban estado
compartiendo durante toda la tarde.
Al entrar, Kurt lanz la bolsa que llevaba en las manos
sobre el sof.
-Ya est bien, Tracy, se acab toda esta mierda.
Ella lo mir extraada.
-No me mires como si no supieras de lo que hablo. Te he
dicho que entiendo tu cabreo, que respeto tu punto de vista,
pero estoy hasta las pelotas de que me ignores.
-Ya te dije cul era la solucin. Arregla esta situacin, no
pienso vivir as.
-Esa es tu ltima palabra?
-S.
-Bien.
Bien? Cmo que bien? Me quieres explicar que cojones te
pasa? Por qu no le has dicho que hemos hablado con el imbcil
de Arnoox, pero que no hemos conseguido nada?
Hemos? Yo no recuerdo ni una puta palabra tuya con l.
Adems, quiero que ella confi en m, que sepa que estar
siempre de su parte y que har hasta lo imposible porque sea
feliz.
Pues por eso se lo tenas que haber dicho, para que aprenda
a confiar.
Debe aprender a confiar en nosotros sin necesidad de
tener que andar dando explicaciones.
Ah vale! Ahora lo entiendo, esto es una maldita prueba de
confianza, no? Algo as como que: yo soy el puto amo y ella
145

debe aceptar mi palabra y punto. Vamos, que al final va a ser


Tracy la que tenga razn y eres un capullo de esos, un jodido
troglodita.
Es nuestra compaera, nuestra prioridad es que ella sea
feliz, por qu cojones no lo entiende?
Porque no se lo has explicado? Joder Kurt, como el futuro
de nuestra raza dependa de ti, ya puedes decirle a Arnoox que
la raza est destinada a irse a la mierda, tal cual.

146

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 22

res das, tres jodidos y malditos das haban pasado


desde que haban tenido esa discusin, desde entonces
ella dorma en una de las habitaciones de invitados y lo
ignoraba totalmente. l estaba duro por las maanas, por las
tardes y cada una de las condenadas horas del da y la noche
y ella ella tambin lo deseaba. Cada minuto que pasaban
separados era una agona, senta sus ansias, sus deseos y no
poder tocarla lo estaba enloqueciendo.
Lo de no poder tocarla es cosa tuya, idiota. Si el plan era
que nos ignorara, est funcionando a la perfeccin, desde luego,
pero si lo que tenas en mente es una rendicin por parte de ella,
est fallando estrepitosamente.
Cllate.
No, si yo me callo. Me callo, me mato a pajas y me cago en
todo tu maldito plan de mierda.
Tienes un plan mejor?
Evidentemente el tuyo es un asco, as que podras pasar al
plan B de una jodida vez.
No hay plan B.
Fabuloso, realmente fabuloso. Yo por lo menos me satisfago
pero t sigues guardndote, para qu? Tracy no va a dar su
brazo a torcer. Ella lo sabe, yo lo s y t, aunque te joda, tambin
lo sabes. As que si no quieres que eso que se te empina entre
las piernas quede fosilizado de por vida, deberas hacer algo.
En ese momento la puerta de su sala del comisionado se
abri dando paso a Dreena. l se puso lentamente en pie.
-Hola, Dreena.
Ella le sonri nerviosa.
-Hola, Kurt. Ests muy ocupado?
147

-No, estaba terminando. Pasa algo?


Dreena se sent en un silln frente a l, as que l tambin
se sent.
-Arnoox me cont la conversacin que tuvisteis hace unos
das.
Kurt la mir extraado.
-Cul conversacin?
-La que tuvisteis sobre las mujeres de la Tierra. Kurt, t
tenas razn, las mujeres estn ponindose nerviosas.
l alz una de sus cejas.
-S que sois muy protectores con nosotras y estamos
acostumbradas a ello, pero ellas no. Y las entiendo, a veces a
m tambin se me hacen eternos los das.
Kurt la mir muy serio.
-Lo sabe Arnoox?
-Qu sentido tiene, verdad? Sois tan posesivos que no
podemos haceros cambiar de idea, pero ellas no entienden
nuestra manera de vivir. Quieren hacer algo ms en su vida
que esperar a sus hombres en casa, de brazos cruzados. Slo
quedan seis mujeres sin emparejar pero unas y otras se
aburren, Kurt, tenemos que hacer algo.
l la mir sonriendo irnicamente.
-Creme, lo intent, pero me encontr con el maldito muro
que es tu compaero.
-Lo has intentado una vez y cuando solamente Tracy era
la que se quejaba. Pero ahora son todas las mujeres, creo que
deberamos hablarlo con Arnoox.
-Podemos intentarlo, Dreena, creo que a ti te escuchara
ms que a m.
-Gracias, s que esto es difcil para vosotros, pero si
queremos que nuestro planeta siga creciendo creo que
deberemos replantearnos nuestra manera de vivir. Agradezco
que me escuches y que ests decidido a ayudar. Otra cosa, he
preparado una visita maana a la cueva de las piedras Airean,
crees que Tracy querr acompaarnos?
148

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Seguro que dara saltos de alegra si sala de casa, siempre


y cuando no fuera con l, por supuesto.
-Seguro que s, puedes pasar a decrselo.
-Est bien, entonces ir a verla ahora mismo. Gracias por
entenderlo, s que va a ser difcil pero seguro que podremos
hacer algo.
Eso esperaba, porque si no, su futuro pintaba negro, muy
negro.
***
Durante los tres malditos das que duraba su cabreo y
haba empezado a utilizar el fabuloso plan, lo nico que haba
conseguido eran duchas fras, bastantes. Mirar todas las
noches y las maanas a un Kurt mirndola con deseo y
dejndola temblorosa con la pasin que encerraban esas
miradas y divisar una tienda de campaa instalada de forma
perenne en el frontal de sus pantalones, aparte de esonada,
simplemente, nada de nada.
Tracy mir a la mujer a su lado que en esos momentos le
estaba enseando a hacer un pastel.
-No est funcionando, Misrte.
La mujer la mir sonriendo.
-Y ests frustrada, porque sabes cmo es ese hombre en
la cama y lo deseas, pues imagnate l y por partida doble.
Mmm, s, yo puedo imaginrmelo y s que estar el pobre que
encender los focos con slo mirarlos.
-Te he dicho que eres perversa?
La mujer volvi a sonrer con fuerza.
-En estos tres ltimos das lo he escuchado una docena de
veces por hora que hemos compartido.
-Pues no he conseguido nada, Misrte, slo frustrarme.
Misrte la mir alzando la ceja.

149

-Creme, lo he notado y la masa que aporreas con tanta


virulencia, tambin. Es ms, creo que la he visto suplicar dos
o tres veces.
Tracy resopl.
-No s qu hacer, Misrte. Y si no da su brazo a torcer?
La muy bruja se rio con fuerza.
-Creme, est ms que dispuesto a hacer algo, slo tienes
que ver su cara todas las maanas. Ese hombre est tan
necesitado que creo que terminar por tirarse a su propio oiyu.
Lo que pasa es que t eres una impaciente, Tracy, no puedes
cambiar cientos de aos en tres das. Adems, tampoco te dije
que hicieras una dieta de abstinencia total. Las mujeres de hoy
en da no sabis sacar provecho a lo que tenis.
-Pues dime t, seora licenciada en polvos estelares, qu
se supone que tengo que hacer?
-Seorita, dejemos las ironas. Escchame atentamente y
aprende. Si ests sediento, muy sediento y te dan unas gotas
de agua, las bebes con avaricia, pero te sigues quedando con
sed, correcto?
Tracy asinti vigorosamente mientras segua amasando,
ahora con ms suavidad, la masa.
-Y qu crees, despus de haber probado un poco de esa
agua, te quedaras con ms o menos sed?
Dej de amasar y la mir fijamente.
-Perversa? Eres diablica, Misrte.
-Nia, no se sobrevive en un mundo de hombres si no
sabes luchar con las armas que tienes.
-Pero, manipularlo con el sexo?
Misrte la mir de nuevo sonriendo.
-Escchame, aqu no nos dejan otra opcin, nia. Le
niegas comida? Tienen en abundancia. Agua? La llevamos
clara cuando hay excedente de ella. As que ya que ha probado
a su mujer, no pueden estar con otra. Alguna maldita ventaja
podremos sacar las mujeres de eso, no?
Tracy slo pudo asentir sonriendo.
150

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

***

Cuando lleg a casa esa noche, Tracy estaba en su


posicin preferida, tumbada en el silln, leyendo. Las nicas
dos variables con el resto de los das anteriores es que nada
ms verlo entrar dej el libro a un lado y lo mir fijamente y
que la casaca que llevaba, estaba abierta enseando, bueno,
ms bien insinuando, sus generosos pechos. Otra noche con
el mstil listo para aguantar toda una maldita colada. Estaba
empezado a ablandarse? No, un segundo despus cualquier
esperanza sali catapultada por la ventana.
-Ha venido a verme Dreena. Maana van a visitar las
cuevas de las piedras Airean y ha venido a invitarme, le he
dicho que tendra que pedirte permiso, lo tengo?
A ver, podra empezar a contar del mil al cero y si no
lograba calmarse podra recitar el nombre de todos los Phartok
desde que se fund el maldito planeta y si eso no funcionaba,
podra estamparse la cabeza contra una de las malditas
paredes, que solucionar, no solucionara nada, pero por lo
menos le dejara un dolor de cabeza que le impedira pensar en
nada ms. Estaba malditamente cansado y frustrado.
-He sido yo el que la ha mandado a casa a preguntrtelo.
Nunca te he prohibido salir de casa.
-Gracias.
Ella se levant y se dirigi a su habitacin.
-Tracy, hasta cundo piensas mantener esta actitud? Me
estoy cansando.
Ella se volvi lentamente y lo miro enfadada.
-Te ests cansando, Kurt? Pues yo estoy harta, aburrida,
descontenta, sigo?
Y de un sonoro portazo se encerr en su cuarto.
Una preguntita, este era el maldito plan B?
151

Vete a la mierda.
Pues no, evidentemente no era el plan B, seguimos en el
jodido plan A. Espero que se ocurra algo pronto, porque mis
pelotas estn empezando a solidificarse.
Vete a la mierda.
Ya veo que los recursos estn bajo mnimos, hasta los
insultos son repetitivos y montonos. Si pudiera, me unira al
club del portazo y te dejara aqu plantado como un maldito
karni.

152

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 23

lla saba que estaba siendo injusta, por supuesto que


lo saba. Saba de sobra que estaba siendo una perra,
una maldita perra. Hasta ella misma, durante todos esos das,
haba maldecido su mal humor, sus desplantes, su manera tan
injusta de tratarlo.
Al principio se crea con toda la razn de su mano y
justificaba su monumental cabreo y encima con el apoyo de
Misrte, ms an, pero en cuanto su conciencia empez a
pincharle y a hurgar en la cada vez ms grande herida, se dio
cuenta de que no slo de que estaba equivocada, si no que no
estaba siendo justa.
Porque realmente si Kurt se hubiera presentado en la
Tierra intentando cambiar una sola de las leyes o normas del
planeta, seguro que hubiera terminado, como mnimo,
deportado o con la cabeza debajo del brazo. As que siendo
justa con l y con Misrte, debera darles la razn.
Ah! Pero haba algo en ella, algo que le haca no recular
jams en una decisin, s, por donde meta la cabeza, aunque
se dejara las orejas en el maldito intento, tena que sacarla.
Ese algo se llamaba: orgullo, ni ms ni menos.
El primer da lo llev bien.
El segundo no fue tan bueno.
Porque otra de las cosas en las que l tena razn, era en
que haba algo muy profundo que los conectaba, no slo senta
su dolor, su angustia, su frustracin, no, tambin tena que
sentir su deseo, sus ganas de ella, toda esa pasin que la
dejaba temblorosa en la cama, con sus pezones duros, con su
coo empapado y latiendo con fuerza.
Y por si fuera poco, hasta senta lo mismo de Aiman, pero
notaba que l haca algo para desahogarse, unos momentos,
prcticamente arda y en otros estaba mucho ms relajado.
153

Pero Kurt, Kurt segua mantenindose duro, caliente y


ansioso por ella. El muy capullo no se haba masturbado ni
una vez, era tan sumamente tierno saber que haba un hombre
que se levantaba y acostaba duro por ti, que sus manos
temblaban por el deseo de tocarte. Vea sus miradas
apasionadas, cmo se la coma con los ojos y ella se derreta y
se funda con esas miradas.
Y haba desarrollado una fijacin perversa, s, porque
jams, es decir, nunca, vamos que en absoluto, ella hubiera
permitido una actitud machista de nadie, pero ahora s. Ahora
quera verlo venir hacia ella, que se la echara al hombro, quera
verlo en una actitud de machote, de to de las cavernas,
haciendo valer su derecho a tenerla y poseerla. Quera que la
tirara sobre la cama y la follara sin descanso, o tal vez encima
de la mesa del saln, o en la enorme baera, que pareca una
maldita laguna con semejante tamao. Eso, quera verlo venir,
todo caliente y decidido hacia ella para dominarla con su
fuerza mientras ella se resista y maldeca por ese carcter
tan machista y troglodita.
Pero el muy capullo, era un considerado y honorable
hombre. Mierda! Se estaba viendo venir que tendra que ser
ella la que lo arrastrara a la cama ms cercana. Y toda esa
frustracin sexual, sumada a su aburrimiento estaba haciendo
de ella una mujer con un ataque continuo de hormonas
revolucionadas y en pie de guerra. O tal vez debera hacer caso
a Misrte y pasearse medio despelotada ante l todo el tiempo
que estuviera en casa.
Y por eso lo haba pinchado un poquito ms esa noche.
Ella saba de sobra que haba sido l el que haba mandado a
Dreena, ella misma se lo haba confirmado, pero quera llevarlo
al extremo, obligarlo a que se la llevara a la cama. Haba visto
su mirada hambrienta, llena de deseo cuando descubri sus
senos medio desnudos, pero el muy capullo ni con esas. Qu
esperaba, una invitacin firmada?
Dos malditas horas despus segua frustrada, cabreada en
exceso y sumamente frustrada Esto ya lo haba pensado
antes verdad? As que se durmi de puro aburrimiento y
frustracin y le importaba una mierda que eso se hubiera
convertido en una maldita idea fija en su mente.

154

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

***

A la maana siguiente, despus de una noche de pena,


frustrada (joder con la palabrita que se haba convertido en
un maldito mantra), sin dormir, cabreada y totalmente
necesitada (no pensaba volver a utilizar la palabra maldita). Se
dio una ducha, se visti con una casaca en color verde oscuro
y unos pantalones negros, se calz unas botas y se pein con
una cola de caballo, se dio un ligero toque de brillo en los labios
y sali a desayunar.
Y l estaba all. A primera vista, estaba follable, de
segunda, comestible y de tercera, irresistible. Pero conforme se
acercaba a l, vio sus ojos rojos, las ojeras, su palidez y (s,
hala, que se fastidiara porque pensaba utilizar la palabreja de
las narices) estaba frustrado.
Pues que se jodiera, tena que haberla arrastrado hasta su
cuarto y follarla. Pero no, l tena que ser o un maldito terco o
un hombre ntegro. De qu narices serva tener dos hombres
a tu disposicin si los dos te tenan temblando de ansiedad y
necesidad?
-Hola, Tracy.
Hola Tracy?
Hola, narices! Y encima le hablaba con esa voz ronca,
caliente, fuerte. Ah, mierda! Ella quera gritar, quera besarlo,
comrselo poquito a poco, sin pausa, ni un solo segundo,
recorrindolo de arriba abajo... quera hacer un detallado
estudio de sus tatuajes, acariciar toda esa piel tersa, morena,
caliente, quera beber de esos labios gruesos, de esa boca
perfecta Qu? Qu deca aquel majadero? Ella lo mir
extraada.
-Qu decas?
-Te preguntaba si habas descansado bien.
Descansar bien? Era una broma? S, deba ser una
macabra y retorcida broma.
155

-He descansado perfectamente. ("Hala, por idiota"). Y t?


l dej la taza que tena en las manos sobre la encimera
de la cocina y lentamente se fue acercando a ella, muy
suavemente, mirndola como si ella fuera el plato estrella del
men, como si fuera la ltima gota de agua del desierto.
Lleg frente a ella y desliz el dedo ndice por su boca,
dibujndola muy despacio, ella sac la punta de su lengua y le
acarici la yema del dedo, hacindolos gemir a los dos a la vez.
Y y en ese momento alguien tuvo la maldita, detestable y
fantstica idea de venir a tocar a la puerta y entonces (s y le
importaba un carajo si era repetitiva y obsesiva) quiso gritar,
ms bien, bramar, de pura frustracin.
l la mir tristemente.
-Es Dreena.
Odi el maldito sentido de la oportunidad de Dreena.
Odi el condenado viaje a las cuevas.
Odi a Dreena.
Y ya puestas, odi y maldijo al culpable de su estado: su
endemoniado orgullo.

156

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 24

reena lleg acompaada de un maalin en color negro.


Era precioso, s, tan dulce y chiquitn. Pero por muy
tierno que fuera el animalito, eso no bastaba para remitir el
calor creciente entre sus piernas, el deseo ardiente que senta
en esos momentos y las ganas de mandarla a tomar viento
fresco por interrumpir. Dreena vesta tambin una casaca
como ella, en color amarillo, con unos pantalones marrones,
botas y el pelo totalmente suelto y como siempre estaba
maquillada de manera muy sutil.
Mir malhumorada a Dreena y pas junto a Kurt,
frotndose de manera descarada contra l, oy su gemido y se
aplaudi mentalmente por dejarlo tan desesperado como ella
se senta.
Por un momento estuvo tentada de cerrarle la puerta en
las narices a Dreena, pero slo fue un maldito instante, pens
que era mejor dejar a Kurt y de paso a Aiman, cocindose en
su propia salsa, calientes, duros y desesperados, s, ellos la
iban a extraar igual o ms que ella misma.
Cuando lleg al komag, vio que haba una docena de
mujeres de la Tierra, entre las que se encontraba Amy.
Realmente vivir all les estaba sentando maravillosamente,
Amy estaba preciosa, radiante, igual que el resto de las chicas.
Todas iban vestidas de forma cmoda, con casacas y
pantalones.
-Hola Amy, cmo ests?
Ella le sonri dulcemente.
-Estupendamente, feliz, aunque nunca pens que llegara
a decir esto, pero demasiado descansada, puedes crertelo?
Crerselo? Ella estaba igual, pero seguro que Amy no
haba sido tan tonta como ella y no haba renunciado a
divertirse y disfrutar de su relacin con su pareja.
157

-Y Caro?
Amy empez a saltar prcticamente dentro del vehculo.
-Oh Dios! Es verdad, como estos das no nos hemos visto,
no lo sabes. Caro encontr compaero, hace un par de das.
-S? Me alegro tanto por ella, se senta tan insegura.
-Pues deberas haberla visto, prcticamente fue ella la que
se lanz sobre su compaero. Segn me cont Dreena, fue la
unin ms rpida de la historia de todo el planeta.
Ella mir extraada hacia Dreena que empez a rerse a
carcajadas.
-Fue presentarle a Koin-Duin, l olerla y decir que era su
compaera y Caro se abalanz sobre l, abrazndolo con sus
piernas y brazos. Desde entonces andan encerrados en casa
de Koin.
Tracy solt la primera carcajada en das. No le extraaba
el comportamiento de Caro, siempre se haba sentido muy
insegura con los hombres y despus de varias relaciones
fallidas donde haba terminado sufriendo muchsimo, haba
perdido toda ilusin y esperanza por una relacin. Seguro que
se agarrara a su compaero como una lapa, ella necesitaba
sentirse querida, muy querida.
-Me alegro por ella.
Dreena le sonri.
-Nos alegramos todas, creme, estaba empezando a
perseguir a todos los hombres y ofrecindose para que la
husmearan.
Todas volvieron a rer. Dreena la mir radiante.
-En serio, Tracy, Caro es una mujer estupenda y muy
simptica, le har bien a Koin y l a ella.
-Se merece ser feliz.
Dreena la mir seriamente.
-Nos lo merecemos todos, Tracy, todos.
Tracy la mir fijamente, Dreena tom su mano y se la
apret suavemente.
158

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Bueno chicas, las cuevas donde estn las piedras Airean


estn a una hora de la ciudad. Mientras, si queris, os
explicar porqu son tan especiales y tan deseadas por todo el
mundo.
Dreena les explic que las piedras Airean slo existan en
Phartian en una inmensa cueva, con varias ramificaciones,
situada en las montaas que limitaban con la ciudad por su
lado sur.
Las piedras no podan ser cortadas, ni se extraan a base
de golpes, eso las desintegraba totalmente.
Las piedras crecan pegadas unas a otras, ellas solas se
desprendan y ese era el momento para recogerlas. No todas
eran del mismo tamao, por eso, las ms pequeas eran
destinadas para el abastecimiento de los hogares y las grandes,
para ros y lagunas.
La piedra se situaba en el lugar donde queras que manara
agua. Previamente ese lugar debera estar humedecido o haber
tenido agua y de forma espontnea, la piedra empezaba a
manar agua.
La duracin de las piedras era aproximadamente de un
ao, salvo si salan del planeta. No se saba muy bien porqu,
pero entonces su duracin se vea reducida a la mitad de
tiempo o an menos. Pasado ese tiempo perdan su brillante
color morado, se volvan marrones, se resecaban y se
desintegraban. No se saba ni su procedencia ni su
composicin. Al desintegrarse con los golpes, era imposible
analizarla, porque se convertan en polvo, el cual se volatizaba
en apenas unos minutos.
Todos los planetas queran poseerlas, por eso sufran
bastantes ataques, varios de ellos haban tenido xito en sus
saqueos y se haban llevado un buen botn de piedras para
comprobar que no podan clonarlas ni que tampoco ellas
crecan fuera de Phartian. Por eso, algunos planetas se estaban
volviendo ms osados en sus ataques intentando invadir
Phartian y no slo quedarse con la cueva, sino tambin con el
planeta. As que vivan en constante alerta.
Las cuevas estaban fuertemente custodiadas y haba una
red muy complicada de vigilancia. Aparte, haba entradas y
159

subterrneos secretos que slo el Phartok, el comisionado y los


guerreros saban dnde estaban. Gracias a esa inteligencia y
pericia haban logrado sobrevivir y salir victoriosos tras las
muchas incursiones que haban recibido.
Las montaas eran de un tono muy apagado de azul, no
eran muy altas, ninguna llegaba a los ochocientos metros o
quizs an menos.
Cuando llegaron, varios guerreros las escoltaron hasta la
entrada de la cueva. Era una pequea apertura de dos metros
de alto por unos tres de ancho, pero recorridos unos cien
metros de un estrecho pasadizo, se llegaba a una sala enorme,
de unos intensos y brillantes colores morados.
La sala estaba iluminada y era alta, pero sobre todo, muy
amplia. En el centro de ella haba una pequea laguna, de
apenas cincuenta centmetros de altura de agua y justo en el
centro, una enorme piedra, de ms de cincuenta metros de
dimetro y unos dos metros de alto, que pareca una enorme
frambuesa llena de bultitos, que eran en realidad las piedras
Airean. Se escuchaban como pequeos murmullos y luego, las
salpicaduras del agua al caer rodando muy suavemente, las
piedras a la laguna. All, varios hombres se encargaban de
recogerlas y transprtalas por unas vas al exterior.
Lo ms fascinante era escuchar esos ruidos, como
pequeos gemidos, como si en realidad las piedras quisieran
transmitirte
sus
sentimientos.
Todas
se
quedaron
embelesadas con el espectculo, era grandioso y muy
relajante.
Recorrieron despacio toda la cueva, admirando la enorme
piedra desde todos los ngulos y escuchando aquella dulce
meloda.
De repente un alboroto lleg del pasadizo que conduca al
exterior y varios guerreros entraron corriendo a la cueva.
Se pararon frente a ellas, mortalmente serios, enfundados
en aquellos monos de piel, que no dejaban nada a la
imaginacin, estrechamente abrazados a cada uno de aquellos
espectaculares cuerpos.
-Dreena,
estamos
siendo
atacados,
acompaarnos a una de las salidas secretas.
160

tenis

que

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Las mujeres se miraron asustadas y Tracy dio un paso


hacia adelante.
-Dadnos armas y os ayudaremos.
En toda su puetera vida haba sido tan fijamente
observada. As a ojo calculaba unos treinta y cuatro pares de
ojos se clavados en ella. Joder! ni que hubiera pedido los
secretos de estado del maldito planeta o los planos de las
salidas de las cuevas.

161

CAPTULO 25

l.

ir fijamente al guerrero plantado ante ella que la


miraba cuidadosamente. Ella agit una mano frente a

-Me has odo?


El hombre al final reaccion y mir a los otros guerreros
tras l.
-Ha pedido armas?
Todos y cada uno de ellos asintieron sin apartar la vista de
ella, el guerrero la volvi a mirar firmemente.
-Las mujeres no luchan.
Oh, Dios! Aquel imbcil pretenda mantener semejante
discusin en aquel momento?
-Eso, machote, podemos discutirlo otro da y en otro
momento, pero te puedo jurar que esta mujer s que lucha,
dame un arma y te lo demostrar.
El mastodonte neg fuertemente con la cabeza.
Tracy mir a las mujeres que se haban situado ahora al
lado de ella, demostrndole que la apoyaban y que estaban
dispuestas a luchar, Dreena las fue mirando una a una y luego
clav la vista en ella.
-Estis seguras?
Tracy le sonri.
-Por supuesto, Dreena, pero si t quieres irte, hazlo.
Nosotras les echaremos una mano a los chicos hasta que
lleguen los refuerzos.
-Entonces yo tambin me quedo.
Aquello fue como si de repente se hubieran tomado un
camin de laxantes, carreras por todos los lados, gritos,
162

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

indignacin, hasta que a ella se le hincharon las narices y muy


educadamente, sin despeinarse ni el flequillo, alz su pierna,
la enred con la del guerrero y hacindole una llave lo tir al
suelo y se agach sobre l, presionando sutilmente su rodilla
sobre las pelotas del hombre. l grit y la cada y el grito fueron
los efectos necesarios para que se calmara todo el maldito
guirigay que se haba formado. Todos y cada uno de los
hombres la miraron de nuevo, esta vez aadiendo la
desconfianza y el miedo en sus miradas de enojo y asombro.
-Voy a repetir esto muy despacio porque parece ser que en
este planeta los hombres sois lentos de entendederas.
Queremos armas, queremos ayudar y de donde nosotras
venimos, las mujeres luchamos y nos defendemos igual que los
hombres. Me he explicado con la suficiente claridad? O
queris que os haga papilla, uno a uno, las malditas pelotas?
Uno de los hombres se acerc lentamente, echando
miraditas furtivas a Tracy y al guerrero que an segua
tumbado en el suelo, eso s, tuvo la precaucin de cubrirse,
discretamente, la entrepierna con sus manos.
-Pero no podemos hacer eso. Si nuestro Phartok se entera
de que os hemos dado armas nos cortar las pelotas y ms
estando su compaera aqu.
Tracy se levant, dejando al guerrero tumbado intentando
tomar aire y se acerc al hombre que le estaba hablando, lo
que hizo que este diera tres pasos atrs en menos de una
dcima de segundo.
-Mira to cachas, estamos perdiendo un tiempo muy
valioso y yo de ti, me preocupara ms de lo que pueda pasarle
a tus pelotas en este momento si no nos das las jodidas armas,
me ests entendiendo?
La verdad es que el hombre pareca acojonado pero deba
estar debatindose entre toda una vida llena de ideas
protectoras, el miedo a su phartok y el pnico a ellas y
evidentemente, estaban quedando en empate. Pero en cuanto
todas las mujeres echaron a andar decididas hasta ellos y el
soldado tumbado en el suelo se levant, muy, pero que muy
despacio y recolocndose sus tesoros, la balanza empez a
inclinarse a su favor. Eso y el grito de Dreena pidiendo
amablemente las malditas llaves del almacn fue lo que
163

desencaden, de nuevo, que aquellos hombretones echaran a


correr. Un minuto despus fueron conducidas hasta el
almacn.
Aquello era el sueo de cualquier amante de las armas,
evidentemente estaban bien equipados para cualquier
eventualidad. Tracy alucin con la cantidad y la calidad de las
armas, pistolas y fusiles de asalto de proyectil slido y lser,
precisos y con disparo automtico. Pero lo que realmente le
encant fueron las dagas y espadas. Haba espadas de energa,
para usar a dos manos, algo que s, que a ellas les costara
manejar, pero las dagas eran ms manejables. La empuadura
tena la figura del phardook y la hoja era de forma curva con
grabados en ella, eran ligeras, fciles y cmodas de utilizar
para ellas. Al final todas optaron por las dagas y por los fusiles,
salvo Dreena que slo se llev una pistola y la daga.
El guerrero que haba sufrido el aplastamiento de sus
pelotas, la mir francamente aterrado.
-Arnoox me cortar las pelotas, pero no antes de hacerse
un colgante con mi polla, de eso estoy seguro.
Tracy lo mir sonriendo.
-No te preocupes, cario, no estar solo cuando lo haga.
Soy la compaera de Kurt-Aiman.
Los gemidos de los hombres retumbaron por toda la cueva.
Eso haba sido muy, pero que muy perverso por su parte, pero
no haba podido resistirse.

***

Kurt haba pasado al despacho de Arnoox. Haba pensado


en mantener la conversacin, de nuevo, sobre las mujeres de
la Tierra, pero prefiri esperar hasta poder contar con el apoyo
de Dreena.

164

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Ah te dejo todos los informes, si no necesitas nada ms


ir al kunn a dar mis clases de entrenamiento.
Arnoox dej los informes que l le haba pasado sobre la
mesa, pero antes de contestar, la puerta se abri violentamente
dando paso a uno de los capitanes de la guardia del
Gumnarium.
-Phartok, estamos siendo atacados.
Tanto Arnoox como Kurt se levantaron rpidamente de sus
asientos.
-Dnde?
-En las cuevas, seor.
Kurt mir a Arnoox.
-Las mujeres estn all.
Y diciendo eso empez a correr hacia la puerta.
-Joder, Kurt, espera, no podemos perder los malditos
nervios, tenemos que hablar con la cueva y saber cmo estn
las cosas.
Kurt lo mir cabreado.
-Mi compaera est all, Arnoox.
Su amigo lo mir tristemente.
-La ma tambin.
Eso le hizo tragar fuertemente y pasarse una mano
temblorosa por la cabeza, mientras que Aiman segua rugiendo
dentro de l.
Pasa del gilipollas y ve a por nuestra compaera, ya! Joder
Kurt, es nuestra, mueve el jodido culo y vamos a por ella.
l tambin est preocupado y tiene razn, no podemos
perder los nervios, tenemos que saber qu est pasando
Aiman no pareca muy convencido no, evidentemente
no, porque le sac el maldito dedo corazn y no, no estaba
sealando a ninguna parte, ciertamente era un gesto explcito
por donde poda meterse la brillante idea.

165

Arnoox conect el comunicador y llam al capitn de los


guardias de la cueva.
Se escuch el sonido de lucha y la voz fuerte del capitn.
-Capitn Demon-Lisx.
-Capitn, habla el phartok, quiero un informe rpido y
detallado.
Normalmente en un segundo el hombre habra empezado
a hablar, pero cuando pasaron diez segundos de carraspeos,
toses y gemidos varios, Arnoox y l cruzaron las miradas,
francamente asustados.
Kurt se acerc al comunicador.
-Capitn?
-Bueno, ver, hemos sido atacados de imprevisto como
siempre lo hacen estos malditos cobardes. Parece ser que han
descubierto cmo interceptar nuestras seales de emergencia.
Por
ahora
resistimos
bien,
estamos
atacando
y
defendindonos, todos estamos alerta y atacando, repito, todos
estamos atacando.
Arnoox mir extraado a Kurt.
-Capitn, han sacado a las mujeres por alguno de los
tneles secretos?
-Repito, todos, pero todos, seor, le remarco de nuevo el
todos, estamos defendiendo las cuevas.
Otra ronda de toses y carraspeos sigui a semejante
informacin.
Arnoox estaba impacientndose.
-Qu cojones de respuesta es esa? Dnde estn las
mujeres?
-Seor, con el debido respeto, las mujeres se han vuelto
locas, no hay otra explicacin admisible para el
comportamiento de ellas. Es inaudito, sorprendentemente
incomprensible y crame, no me agrada tener que decirle esto,
mxime cuando su compaera est entre las mujeres y su
comportamiento ha igualado o incluso superado dira yo, la
conducta
166

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Arnoox mir a Kurt antes de lanzar un maldito rugido.


-CAPITAN!
-Perdn, seor, pero es que todava estoy alterado ante
semejante insubordinacin. Seor, las mujeres han
amenazado con aplastar nuestras pelotas, se han revelado,
han tomado practicante al asalto el almacn, se han armado
y estn defendiendo las cuevas.
-QU!?
Los gritos alterados de Kurt y Arnoox sonaron a la vez.
Arnoox mir fijamente a Kurt.
-Si esto es cosa de tu compaera, Kurt, juro que la
mandar de nuevo a la Tierra.
-Vete a la mierda. No vas a mandar a mi compaera a
ningn lado. Y mueve tu jodido culo si quieres acompaarme,
porque yo voy a por ella.

167

CAPTULO 26

l salir se vieron detenidos por un nuevo guerrero.


-Seor, estn atacando tambin la ciudad.

-Hijos de puta, estn dispuestos a aduearse del planeta.


Kurt mir nervioso a su alrededor, joder! l quera ir a
buscar a Tracy y pero saba que ahora tendra que quedarse a
coordinar a los guerreros.
Arnoox lo mir tambin fijamente, dudando entre salir
corriendo en busca de lo ms importante para l o quedarse a
defender el planeta.
-Tendremos que quedarnos, por lo menos hasta que lo
tengamos todo controlado.
Aiman rugi cabreado y l se contagi de la misma
frustracin que senta su oiyu.
-Mira, Arnoox, t qudate, para eso eres el maldito
phartok pero yo voy a por mi mujer, no pienso quedarme aqu
sin saber que le est pasando a ella.
Arnoox se acerc en dos pasos.
-Estoy tan preocupado como t, Kurt y s, soy el jodido
phartok del planeta, pero t eres un maldito comisionado, me
ests entendiendo? Tienes una obligacin con este planeta
igual que yo, te joda o no, quieras estar en otro lado o no, as
que cumplirs con tu maldita obligacin igual que yo,
entendido?
Kurt asinti, mirndolo furiosamente. Y de pronto una
mueca, entre idea brillante y resignacin, se implant en su
cara.
-Mierda, est claro lo que debemos hacer.
Arnoox lo mir extraado.
168

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Aiman, te necesito.
Una luz de comprensin se hizo en los ojos de Arnoox.
Mira, de verdad que soy parte de ti mismo, que somos uno
y bla, bla, bla, pero no pienso formar parte de tus malditas
perversiones, si quieres follarte a ti mismo o formar un trio o
cuarteto con el imbcil de Arnoox y su oiyu, cmprate una polla
de goma o tratelos t mismo, me la suda, pero me niego a
satisfacer tus bajos instintos, sers cabrn
Kurt maldijo entre dientes.
Quieres dejar de pensar con el maldito culo? Siempre
presumes de tu inteligencia y esta suele brillar por su
ausencia. Sal fuera, capullo.
Y un cuerno!, Nuestra compaera no est, si tantas ganas
tienes, te la meneas. Haberte pensado lo de tenerla apartada de
nosotros, que esa es otra, pero claro, ahora no es momento de
discutir y menos con el idiota e insensible del oiyu. Insisto en
que no pienso formar parte de tus pervertidos juegos, soy tu oiyu
no tu juguetito personal para utilizarme como te salga de las
narices, sers capullo.
Aiman, realmente colmas mi paciencia. Este es un caso
especial, repito, imbcil, un caso especial en el que est
involucrada nuestra compaera y su vida, tengo que
explicrtelo de nuevo?
En unos segundos, Aiman se hizo presente.
Mierda, Kurt, lo olvid. Ya estoy aqu. Qu tengo que
hacer?
Los guerreros que los rodeaban y que no estaban
emparejados, observaron asombrados a los oiyus de Kurt y
Arnoox.
-Tanto t, como Vriem, el oiyu de Arnoox, iris a la cueva.
Si logris convencer, aunque tengo mis malditas dudas, a
nuestras compaeras de que regresen, hacedlo y sino, estad al
lado de ellas, protegedlas entendido?
Tanto Vriem como Aiman asintieron. Y echaron a andar
hacia los pasadizos secretos.

169

-Aiman el oiyu se volvi rpidamente- Cudala, si le pasa


algo te juro por todas las lunas, que cortar tu cabeza.
En realidad, Kurt, esas amenazas haran efecto si no
supiramos que tu cabeza rodara junto a la ma, pero como
entiendo tu sufrimiento, que es el mo, voy a pasar por alto esta
gilipollez.
Insolente, jodido listillo de las narices, pero la amenaza no
haba sido vaca, prefera ver su cabeza rodar antes que perder
a Tracy.
Mientras que Vriem y Aiman salan a proteger a sus
compaeras, ellos se dirigieron al saln del Comisionado, all
ya estaban reunidos todos los mandatarios y varios capitanes
de los guerreros.
Analizada toda la situacin, coordinados todos los
movimientos y estudiadas todas las estrategias, Kurt fue
designado para encargarse de uno de los escuadrones,
coordinando desde tierra a los dayinr, totalmente equipados
con caones de fusin, situados en el frontal de la nave y varios
caones lser en las alas. Los asaltantes no deberan de llegar
a tocar tierra, gracias no slo a los dayinr, sino tambin a las
bateras lser situadas estratgicamente en la azotea del
Gumnarium.
Una hora despus la lucha segua siendo encarnizada y
tuvo que repetir todas las putas rdenes porque no consegua
coordinar dos malditas palabras y una jodida idea, su cuerpo
estaba en la lucha, su mente y su corazn al lado de su mujer,
una mujer que ahora mismo estaba luchando, porque el
imbcil de Aiman, como se tema, no haba logrado convencerla
de regresar. Todos sus instintos se revelaban con semejante
pensamientos, sus impulsos lo obligaban a proteger a su
compaera, no dejarla en peligro y aunque saba que Aiman
estaba con ella, l necesitaba estar all, tenerla entre sus
brazos, saber que estaba a salvo y segura.
Dos horas despus el tono de la lucha bajo de intensidad,
cuando dos tercios de las naves enemigas fueron abatidas los
asaltantes se dieron por vencidos y se batieron en retirada.
Kurt pidi un informe a los pilotos de los dayinr, no haba
habido bajas, tan solo una de las naves haba sido daada,
170

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

pero los pilotos haban podido aterrizar sin ms problemas. En


la azotea tampoco haba habido bajas ni grandes desperfectos.
Kurt dej a uno de los capitanes a cargo de los hombres en la
azotea y se dirigi a buscar a Arnoox.
El phartok segua en el saln del Comisionado, discutiendo
y gritando a todo el mundo.
Kurt se acerc a l.
-Arnoox, sabes algo de las cuevas?
Arnoox se gir haca l.
-S y puedo jurarte que en cuanto tenga frente a m a los
capitanes les cortar los huevos a todos, incluidos los dos
gilipollas de nuestros oiyus y esas esas mujeres sern todas
y cada una de ellas castigadas, empezando por mi compaera.
Kurt dio dos pasos atrs y lo mir arqueando las cejas.
-Qu ha pasado?
-Qu ha pasado? Los muy idiotas, no slo las han
armado, no, tambin las han dejado acompaarlos Estn en la
entrada de la cueva luchando con ellos, joder, podan haberse
quedado dentro, siendo simplemente la resistencia, pero no,
estn all, en la puta entrada.
Kurt trag fuertemente, not el sudor empezar a perlar su
frente, sinti el miedo crecer desde abajo de su vientre y la
angustia le atenaz la garganta.
-Podemos salir ya?
Arnoox asinti.
-S, lo tengo todo listo, nos acompaaran una veintena de
guerreros. Brenck se queda a cargo de todo aqu. La ciudad
est libre?
-S, todo controlado, hemos conseguido derribar dos
tercios de sus naves, las restantes se han dado a la fuga. He
dejado a Mord-Kaane a cargo de las bateras en la azotea y los
dayinr seguirn vigilando el permetro. No se me ha informado
de ninguna baja, hay varios guerreros haciendo una revisin
provisional de los daos en la ciudad. Pero a simple vista, no
parecen muy graves.
171

-Entonces vamos, te juro que estoy deseando ponerle


encima las manos a Dreena, voy a mandar a la mierda todos
los instintos de proteccin y voy a golpear su trasero.
Bueno, aquello era una maldita exageracin, ellos no
daaban nunca a sus compaeras, claro que tampoco ninguna
de sus compaeras haban actuado como lo estaban haciendo
ahora mismo. Aquello poda dar cambios ms que interesantes
a sus vidas.
Llegaron a una de las entradas encubiertas, ubicadas en
el Gumnarium que llevaba a uno de los tneles secretos hasta
la cueva. Era una red complicada, pero todos y cada uno de
ellos las tenan bien memorizadas. Echaron a correr por el
largo y estrecho pasadizo.
Aiman
Pasaron unos segundos sin contestacin de su oiyu y todo
su cuerpo empez a vibrar.
Aiman!
Maldita sea, Kurt, no estoy sordo.
Quiero informacin y la quiero ya.
Meteorolgica?
Algunas veces, Aiman, slo algunas veces, sera capaz de
cortarme las pelotas porque cayeran las tuyas. Deja de hacerte
el gracioso. Cmo est Tracy?
Joder, Kurt, tienes que aprender a relajarte, slo era una
broma. Y nuestra compaera est bien, bueno, con la cara ms
sucia, algunos mechones de pelo sueltos, un desgarrn en la
ropa, pero en lneas generales esta hermosa, divina y es
nuestra, qu ms se puede pedir ni decir, verdad? A qu opinas
igual verdad?
Qu cojones le pasaba a aquel idiota? Aquello no sonaba
bien, para nada. Aiman estaba ocultando algo, senta que
estaba nervioso, preocupado. No, no pintaba bien.
Aiman quiero que me digas qu est pasando en realidad,
djate de balbuceos y de idioteces. Voy a volver a hacerte la
pregunta para que tu estpido cerebro la registre de nuevo.
Cmo est Tracy?
172

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Me gustara que dejaras de tratarme como si fuera un


descerebrado, Kurt. Me siento muy ofendido y decepcionado
contigo. Ya, tranquilo, no te alteres, joder. Me doy perfecta
cuenta de que ests bastante irritado conmigo, muchachote, slo
te falta echar espuma por la bocaInformacin de Tracy, no?
Es eso lo que me has pedido, verdad? Pues, de presencia est
bien, uno la mira y slo puede pensar que es un regalo del
cielojoder, Kurt, qu puta impaciencia! Como te iba diciendo,
que fsicamente est bien, en cuanto a la salud, no tanto.
Recuerdas cmo sali esta maana? Pues adele un agujerito
ms y tendrs una visin completa de nuestra compaera.
Kurt rugi, dio un grito que hizo pararse en seco a todos
los hombres. Arnoox lo mir extraado.
-Qu sucede?
Pero l no le contest, le grit directamente a su oiyu.
-Me ests diciendo que Tracy est herida!?
Pequea, de verdad, Kurt, una herida pequea. Pasa hasta
casi desapercibida, un poquito de sangre, joder, pretendes
dejarme sin tmpanos? Deja de rugirme, capullo, s, est herida,
pero estoy cuidando de ella.
-Colgar tus jodidas pelotas del balcn del Gumnarium
Aiman, las dejar ah hasta que se queden tan consumidas
como tu maldito cerebro.
Kurt haba dejado de mantener aquella conversacin entre
Aiman y l en silencio para gritar cada maldita palabra, todos
los hombres incrementaron la velocidad de la carrera al verlo
salir disparado hacia la entrada secreta a la cueva. Aquello
poda ponerse realmente feo.
Cuando abrieron la puerta, un tumulto y confusin de
sonidos les peg fuerte.
Kurt empez a sentir un poderoso temblor aduearse de
su cuerpo y ms cuando escuch todo el jaleo, lucha, gritos,
zumbidos. Todos y cada uno de los sonidos de una lucha
encarnizada.
Y de algo s que estuvo seguro, matara a su jodido oiyu.

173

174

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 27

ien, ella no es que fuera una cobarde, que no lo era,


pero una cosa era pegar tiros al aire, soltar unas
cuantas patadas a la entrepierna, liarte a golpes con un bate o
utilizar un tser, eso era fcil. Pero cuando salieron a la boca
de la cueva, lo que le recibi all no se pareca en nada a las
pequeas escaramuzas en las que haba intervenido en la
Tierra y cuando mir las caras de sus amigas comprob que
estaban pensando lo mismo que ella.
Haban varias naves planeando en el cielo, naves enemigas
evidentemente. Alguna de ellas deba de haber tomado tierra,
porque unos cuarenta soldados intentaban subir la montaa
hasta la entrada de la cueva. Varios de los guerreros se haban
parapetado detrs de algunas enormes rocas, all haban
emplazado unos caones lser con los que intentaban
mantener a raya a los asaltantes. Por la ladera derecha se
desplazaban una veintena ms de hombres y desde la cima
empezaban a descender otros tantos ms.
Los guerreros no eran tan numerosos aunque quedaba
patente que estaban ms que cualificados.
Tracy se arm de valor, haban pedido armas y haban
insistido en salir para ayudarles, ahora les tocaba estar a la
altura de las circunstancias.
Se dividieron en parejas y fueron a esconderse tras las
rocas, se ubicaron cerca de los guerreros, saban que sera la
nica forma de poder salir de all con vida y de poder servir de
ayuda.
Tracy llevaba la daga sujeta a uno de sus muslos y cargaba
el fusil con las manos, cuando lleg al lado de uno de los
guerreros. Junto con Dreena, se dej caer al lado del hombre,
apoy el fusil sobre la roca y empez a disparar.

175

Aquello no pareca tener fin, a cada soldado que caa, otros


dos ms aparecan, las naves que surcaban el cielo parecan
haberse duplicado, el cansancio empezaba a pasarles factura
pero no eran momentos para flaquear. Cierto que sus luchas
nunca haban sido tan enconadas, las armas que posean los
revolucionarios en la Tierra, eran escasas y malas. Lo suyo era
ms tirar de estrategia y de pequeos asaltos. Eran absurdas
y poco viables las luchas cuerpo a cuerpo en la Tierra, con la
mierda de armamento con el que contaban.
Tracy segua aferrada a su fusil, intentando errar lo
mnimo posible.
De vez en cuando se relevaban para beber agua y
descansar unos segundos, cuando ella y Dreena entraron a la
cueva para ese receso, se encontr frente a frente con Kurt
Kurt?
l se par frente a ella, venia alterado, respirando
fuertemente.
-Kurt?
l le sonri levemente.
-Me ofendes, pequea, slo tengo un leve parecido con el
gilipollas ese, yo soy ms guapo.
-Aiman? Peropero yo pens que slo, bueno, que t slo
aparecas cuando
-Apareca para echar un buen polvo?
Tracy lo miro enfadada.
-Tus modales son una maldita mierda, Aiman. Cmo es
que ests aqu? Y Kurt? Y por qu ests vestido? T siempre
apareces totalmente desnudo.
Aiman le acarici la mejilla suavemente, mientras que ella
vea a Arnoox o su oiyu, abrazar a Dreena.
-En casos especiales y siempre que nuestra compaera
est involucrada y en peligro, podemos separarnos. Eso s, es
por muchsimo menos tiempo que cuando me reclamas
sexualmente. Soy una especie de sper-hroe, te mantengo a
salvo hasta que viene el idiota a recogerte, total, que soy yo el
que tengo que hacer todo el trabajo y l, el que se lleva la
176

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

recompensa. En cuanto a lo de ir vestido, reconocers que


luzco mejor que el gilipollas, eh? Vale, no me mires
enfurruada. Aparezco desnudo porque me reclama mi
compaera, sexualmente. En los casos especiales, me proyecto
con la misma ropa que lleva en esos momentos Kurt. Y ahora
en serio, Tracy, este no es tu lugar, no deberas luchar.
Tendras que estar a salvo, esto puede ponerse muy feo,
pequea.
-Aiman no me vas hacer cambiar de idea, toda la ayuda es
buena y yo puedo ofrecerla, as que no me cuestiones,
entendido? Por cierto, t sabes manejar un arma?
Aiman resopl fuertemente.
_-Me ofendes, compaera, fui el mejor de mi promocin.
Aunque es cierto que no he disparado personalmente nunca,
tengo todos los talentos de Kurt y algunos los supero, con
creces.
Tracy sonri cuando lo vio hacerle guios.
-Eres imposible. Kurt est muy enfadado?
Aiman hizo una mueca.
-Quieres la versin descafeinada o lo desparramo todo?
-Tanto?
-Yo dira que en una escala entre el cero al diez y tirando
por lo bajo, un quince.
Tracy gimi.
-En serio?
-Ms que enfadado est totalmente confundido,
desgarrado entre su deber como guerrero y con el planeta y
contigo y tiene un miedo terrible a que te pase algo, por eso
estoy yo aqu, Tracy. Tienes que comprender que esto para l
es muy difcil.
Ella lo mir asintiendo.
-Lo entiendo, Aiman, pero para ti no es igual de
complicado entenderlo?
El resopl.
177

-Vuelves a ofenderme otra vez, compaera, de los dos yo


soy el ms inteligente, tolerante, moderno, joder, soy la versin
mejorada del capullo de Kurt.
-Entonces, es ms preocupacin que enfado, no?
Aiman slo asinti. En ese momento el capitn DemonLisx entr a la cueva.
-La lucha se est recrudeciendo.
Ya no hubo tiempo para ms explicaciones, juntos salieron
de nuevo afuera. Un fuerte sonido y una luz brillante los
recibieron, dejndolos momentneamente ciegos y sordos.
Algo hmedo y caliente le salpic la cara. El humo blanquecino
que se haba formado empez a dispersarse lentamente. Entre
toses se fue despejando su visin y cuando gir la cabeza vio
a Dreena con la cara salpicada de sangre, a Aiman y el otro
oiyu detrs y justo al lado del capitn Demon-Lisx, al guerrero
que haba estado junto a ellas todo el tiempo, con la cabeza
totalmente destrozada.
Sus odos empezaron a rugir y los gritos estridentes de
Dreena empezaron a hacerle doler la cabeza. Se levant con el
fusil en la mano y empez a disparar indiscriminadamente. La
rabia, el cansancio y el subidn de adrenalina la llevaron a
disparar frenticamente, aquello tena que acabar ya.
Estaba tan enajenada disparando que no fue hasta varios
minutos despus que empez a notar el fuerte dolor en su
hombro. Girando la cabeza se encontr con una quemadura y
un pequeo agujerito del que manaba un hilo de sangre. Las
fuerzas le fallaron y se tambale ligeramente.
Dreena la sujet y llam a Aiman pidindole ayuda.
-Estoy bien, Dreena.
La mujer la mir asustada.
-No ests bien, ests herida. Por todas las estrellas...! Kurt
se enfadar, Arnoox se enfadar... Nos gritarn... se enfadaran
mucho. Maldita sea! Vamos a cabrear un montn a nuestros
compaeros.
Tracy puso los ojos en blanco. En realidad ese es el estado
en el cual ella mantena siempre a Kurt, cabreado. Mierda, no
178

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

iba llevarse el premio a mejor compaera del ao y ya puestas,


ni a la de la dcada, eso seguro.
Aiman la alz en brazos y la llev de nuevo a la cueva. All
la instalaron en la sala de reuniones. Una sala enorme, con
una mesa, enorme como todo all, en el centro. Alrededor haba
sillas, algunas cadas, tal vez por la celeridad con la que se
haban levantado con el asalto, varios sillones y un montn de
pantallas y paneles con lucecitas. La tumbaron en uno de los
sillones y Aiman le hizo una primera cura.
-No parece grave, pero en cuanto lleguen los nuevos
refuerzos que estn de camino, te llevaremos al hospital.
Tracy resopl.
-No parece tan malo, con la cura habr ms que suficiente.
Aiman la mir fijamente.
-La herida es pequea, pero profunda, puede haber
daado algo, tendrs que ir al hospital, Tracy y creme, esto
me hace menos gracia a ti que a m. Kurt va a pedir mis
pelotas, ahora mismo viene hacia aqu y puedo jurarte que las
noticias no son de su agrado, para nada. Ahora mismo mis
mejorados atributos sexuales tienen todos los malditos puntos
para pasar a formar parte de alguna oscura leyenda o mito.
Maldita sea! Ahora s que se iba a mosquear Kurt y de lo
lindo.

***

Haban recorrido apenas unos metros cuando se


encontraron con el capitn Demon-Lisx, el hombre,
impresionante en sus dos metros de altura, se vea totalmente
agotado, con manchurrones en la cara, su larga melena
castaa toda revuelta, sus ojos mbar, brillantes y varios
desgarrones en su uniforme.
-Seor, gracias por los nuevos refuerzos.
179

Arnoox lo mir fijamente.


-Cmo van las cosas?
Kurt no estaba para informes ni mierdas, l quera saber
cmo estaba su mujer.
-Y mi mujer?
Los dos hombres lo miraron alterados. Y el capitn decidi
pasar olmpicamente de l y su pregunta.
-Los tenemos controlados pero apenas podemos
reducirlos, esta es una de las invasiones ms graves que
hemos sufrido.
Kurt, cabreado, resopl mirndolo fijamente
-Demon-Lisx te he hecho una jodida pregunta. S que mi
mujer est herida, si no quieres que te plante mi puo en tu
maldita cara y te la reestructure, me dirs dnde est mi
compaera.
-En la sala de descanso, Aiman la est curando.
El rugido de un endox acababa de quedar relegado a
simple ronroneo comparado con el que solt Kurt.
Fue imposible retenerlo cuando ech a correr hasta la sala.
Cuando entr en la habitacin todo su cuerpo temblaba
mientras, lentamente, se acercaba donde Tracy estaba
tumbada. Aiman estaba terminando de cubrir la herida en ese
momento. Su cara estaba sucia, con gotas de sangre
salpicndola, con la casaca desgarrada y con su hombro
envuelto. Y se dej caer de rodillas junto a ella.
-Tracy, pequea, cmo ests?
Ella le sonri temerosamente, mientras que Aiman y
Dreena se alejaban. Dreena se abraz fuertemente a Arnoox
que entraba en ese momento.
-Estoy bien, de verdad, Kurt.
-No, no ests bien, ests herida. Lo siento, Tracy.
Ella lo mir fijamente.
-Lo sientes?
180

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-S, todo esto es culpa ma.


Tracy lo miro alucinando.
-Culpa tuya? Por Dios, Kurt, t no tienes la culpa, Cmo
ibas a saber que habra un ataque?
l pareca no escucharla.
-Te tendra que haber protegido mejor, pequea, te he
fallado.
Tracy empez a mirarlo realmente preocupada.
-Kurt, t no me has fallado.
l la mir con los ojos tristes mientras que la tomaba en
brazos.
-S, te he fallado Tracy y lo siento mucho. No he sido un
buen compaero.
Ella se removi inquieta en sus brazos, mientras que Kurt
se volvi y le dijo al Phartok que la llevaba al hospital.
-Las llevaremos a las dos, Kurt, Dreena est bajo un
shock, necesita alejarse de aqu. Capitn te quedas a cargo de
todo, los hombres que venan con nosotros se quedan aqu y
vienen ms refuerzos de camino.
l empez a andar con ella en brazos mientras que los
dems los seguan.
Kurt se inclin hacia ella y la bes dulcemente en los
labios.
-Perdname, Tracy, por favor.
Ella no apartaba la vista de l.
-No hay nada que perdonar, Kurt, no te entiendo, t no
eres culpable de nada.
l neg con la cabeza.
-Ya hablaremos cario y espero que perdones que te haya
fallado as.
Tracy resopl enfadada, pero vio la mirada angustiada de
Kurt y a Aiman que se acerc hasta ella y le neg con la cabeza.

181

Estaba claro que sera mejor dejar aquella conversacin para


ms tarde.

182

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 28

olvieron de nuevo por el mismo pasadizo que haban


utilizado al llegar, pero en vez de dirigirse al
Gumnarium, pasaron por otro pasillo que los conduca
directamente al hospital. El recorrido fue prcticamente en
silencio, Kurt la llev en brazos todo el trayecto y a pesar del
largo recorrido sus zancadas fueron largas, raudas, precisas.
No poda apartar la mirada de ella y maldecirse una y mil
veces. Haba estado a punto de perderla, perderla!, cojones! y
ella era suya, por completo y no la haba defendido, no haba
estado a su lado para protegerla.
El maldito pasillo pareca hacerse eterno, ahogndolo,
asfixindolo y obligndole a examinarse a s mismo y no le
gustaba nada lo que estaba viendo y sintiendo. Lo que ms le
molestaba es pensar que haba sido una mierda como
compaero. La haba obligado a que aceptara todas las jodidas
leyes de su planeta sin pararse a pensar en cmo poda
sentirse ella viviendo en un mundo diferente, sin amigos,
condenada a aceptarlo a l. Romance? No, no le haba dado
ni un solo momento de eso Comprensin? Ni una maldita gota
Ternura? Ja, mejor no hablemos de eso. Desde que ella haba
llegado a Phartian se haba visto avocada a aceptarlo a l y a
todas las condenadas leyes sin derecho a protestar, bueno,
siendo sinceros, protestar s que lo haba hecho, pero l lo
nico que haba hecho ante sus protestas haba sido limitarse
a hablar con Arnoox una puta vez y punto, ah quedaba la
comprensin y el apoyo a su compaera y luego se haba
limitado a mostrarle los jodidos colmillos y un humor de asco.
Y por si toda esa mierda no haba sido suficiente, todava
quedaba lo de su oiyu. No slo se haba visto obligada a
aceptarlo a l, no, encima le haba encasquetado al idiota aquel
Un momento, de idiota nada, quejas las justas so capullo,
que yo he cumplido mi papel a la perfeccin, sers gilipollas!
183

Justo lo que estaba pensando, un idiota con un escolta


ms idiota an.
Quedarse a su lado? Joder, si l fuera ella saldra
cagando leches del puto planeta con semejante perspectivas
por delante. Era un fiasco como compaero, un puto egosta
de mierda y un cacho de animal de esos... un troglodita y de
los gordos. Pero en aquel jodido momento se jur que a partir
de aquel ese da solo ella, sus pensamientos y sus deseos,
seran los realmente importantes en aquella relacin y si
decidida abandonarlo lo aceptara. Saba que eso sera su
fin, pero era el justo castigo a toda una maldita cadena de
errores y desatinos. Era lo nico que se mereca.
Cuando llegaron al hospital, tanto l como Arnoox
insistieron que le hicieran, un reconocimiento exhaustivo y que
permanecieran en observacin hasta el da siguiente. Ellas se
rehusaron pero las miradas firmes de ellos les hicieron desistir.
Kurt se acerc a ella y la bes suavemente en la frente.
-Reljate pequea, ahora mismo te ver el mdico.
-Pero si no es nada, Kurt, de verdad.
En ese momento, Arnoox se acerc a ellos. Le dio una
sonrisa tranquilizadora a Tracy y tom a Kurt fuertemente del
hombro.
-Tenemos que volver, Kurt.
l lo mir cabreado y luego a Tracy que lo miraba
arrugando la frente.
-Y un cuerno voy a volver, me quedo con ella, Arnoox, est
herida, joder.
-Lo s, pero ella va a estar atendida y cuidada, pero
nuestros hombres nos necesitan.
Kurt cerr fuertemente los ojos y trag con violencia,
mientras que Arnoox soltaba su hombro.
-Kurt, tenemos unas obligaciones y por mucho que nos
cueste cumplirlas algunas veces
Kurt lo mir an ms cabreado.
-Lo s, Arnoox, lo s, jodida mierda. Est bien, vamos.
184

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

l se inclin hacia ella y la bes tiernamente en los labios.


-Lo siento, pequea, pero tengo que irme y Aiman debe
volver a m, no puede estar ms tiempo fuera. Siento tener que
irme, de verdad, Tracy, no sabes cmo lo siento. Vendr a verte
luego.
Ella lo mir fijamente.
-Te vas?
-Las cuevas todava estn siendo atacadas, tenemos que
volver, te juro que preferira quedarme contigo, Tracy, pero nos
necesitan.
Tracy intent levantarse, pero l la mantuvo acostada en
la cama en la que la haban colocado.
-Promteme que tendrs cuidado.
Kurt le sonri dulcemente
-Lo tendr Tracy, te lo juro. Tengo que volver a ti, tenemos
que hablar.
Y le dio un ligero beso en los labios. Aiman se inclin
tambin hacia ella, la tom suavemente de la barbilla y
deposit un beso en sus labios.
-Volveremos a ti, pequea, no lo dudes.
Con un ligero movimiento desapareci en el cuerpo de
Kurt, que sali tras el phartok.
Tracy mir a Dreena que estaba en la cama de al lado y
ech un vistazo por toda la sala, era amplia, con varias camas
alrededor, que ahora estaban vacas, salvo las que ocupaban
ellas dos, haban varios mdicos y enfermeros y toda clase de
instrumental y maquinaria.
-Por qu sonaba tan triste, Dreena?
Dreena sonri apenada.
-Porque lo estaba, Tracy.
-Pero si estoy bien, no es nada grave.
Dreena la mir con ternura

185

-S. Pero esa no es la cuestin, Tracy, tienes que entender


que para ellos lo ms importante somos nosotras, protegernos
y cuidarnos es su misin principal. T ests herida, para Kurt
significa que ha fallado como compaero tuyo.
-Eso es una maldita gilipollez, no saba que iban a atacar
y tampoco que yo terminara lindome a disparar.
Dreena mir fijamente a Tracy.
-Pero l no lo ve as. Tendrs que explicarle que no sientes
que te ha fallado.
Tracy sonri irnicamente.
-Bueno, no s, tal vez me aproveche de todo ese
arrepentimiento no? Para qu cojones voy a decirle que la
culpable soy yo por meterme a guerrillera? Podra terminar con
su mano estampada en mi culo verdad?
Dreena la mir horrorizada.
-Nuestros compaeros jams nos maltratan, Tracy.
Ella alz una de sus cejas
-Nunca? Por mucho que les toques las pelotas?
Dreena neg fuertemente.
-No, nunca.
Tracy se sinti ms tranquila, a pesar de que no tena
miedo ni pensaba dejarse golpear, por supuesto, pero le alegr
saber de qu no eran unos malditos salvajes capaces de
golpear a sus compaeras.

***

Kurt volvi a la cueva dispuesto a terminar con aquello


cuanto antes. Necesitaba regresar con ella, saber que estaba
realmente bien. Se senta tan culpable.

186

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Bueno, Kurt, en parte debes reconocer que ella solita se ha


metido en esto. Nuestra mujer nos ha salido guerrera.
Lo s, pero tambin s que si hubiera conseguido que
Arnoox me escuchar y darle alguna ocupacin, esto no
hubiera pasado
Puede, pero no por eso vamos a echarnos nosotros toda la
culpa eh? Que aqu el idiota es un cabeza cuadrada y a nuestra
mujer, debemos reconocerlo, le gusta ponernos a prueba, suma
dos ms dos y lo mismo te da cuatro y todo verdad?
S, cierto. Pero si le hubiera enseado a luchar, si le
hubiera mostrado nuestras armas, a defenderse y a actuar y
pensar como un guerrero, las cosas tal vez hubieran sido
diferentes
Un momento, machote, el papel de toca pelotas, capullo
sensible, tierno y arrepentido es de un servidor, quieres dejar
de actuar con mi puto guion? T eres el troglodita, el idiota
machista y todas esas lindezas.
Si la hubiramos perdido, habra sido culpa ma, Aiman.
No soy digno de ser su compaero.
Tienes la jodida y maldita suerte de que no pueda soltarte
un par de hostias, to. Quieres dejar de culparte por lo ocurrido?
Nadie poda prever el ataque ni que ellas decidieran actuar como
un guerrero, pero como sigas diciendo idioteces, lo que s puedo
hacer, es retorcerte las bolas hasta que obtengan un bonito tono
morado.
Y si decide abandonarnos por haberle fallado? No podra
vivir sin ella Aiman, es mi vida
No nos va a abandonar. En serio Kurt, t te enteras de
algo de lo que ella habla o es que mientras ella lo hace, t te
ests haciendo una paja mental, eh? Joder, al final va a tener
razn Tracy y en este planeta los hombres somos algo cortitos,
capullo. Ella no te va a culpar, por el simple hecho de que ella
se defiende sola, entindelo de una condenada vez, Kurt, lo
nico que nuestra compaera puede querer de nosotros, a parte
del pedazo sexo salvaje que le damos, que reconozcmoslo, es
de matrcula de honor, es nuestro amor y respeto, no lo bien que
manejamos la puta espada de energa, claro. Lo vas
entendiendo?
187

Kurt respir violentamente, mierda! Haba estado tan


equivocado, tan confundido, tan sumamente perdido. Tal vez
su oiyu tena razn, tal vez era mejor dejar de pensar con el
puto orgullo y hablar con su compaera e intentar buscar la
solucin para crear un mundo nuevo. Ella no era phartiana,
l no era de la Tierra... haba que pensar en encontrar un
punto medio entre los dos mundos.
No es por presumir, majo, pero siempre tengo razn, para
eso soy tu conciencia toca pelotas. Y ya era hora de que
empezaras a pensar con la cabeza y el corazn y no con el puto
pito, que para eso, ya estoy yo.
Y guindole un ojo, decidi relajarse mientras que l
volva de nuevo a la lucha.

188

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 29

as peleas y escaramuzas haban terminado bien


entrada la madrugada, pero hubo que hacer un
recuento de bajas, trasladar a los heridos, un informe de daos
y reorganizar de nuevo las defensas. Terminaron cuando las
primeras luces del da se vean en el horizonte y a pesar de que
Arnoox los mand a casa a descansar, l no pudo hacerlo hasta
saber cmo se encontraba ella.
Se acerc al hospital, ella descansaba tranquilamente.
Segn le haba dicho Neer-Kues, su mdico, la herida no era
nada grave, slo necesitara unas pequeas curas y descansar.
Se haba acercado hasta su cama despacio y en silencio,
ella dorma plcidamente. Haba pasado buena noche, aunque
al principio haba estado algo inquieta y molesta, segn le
haba comentado Neer-Kues. Tambin le dijo que no haba
ningn inconveniente para que volviera a casa. En cuanto
despertara le haran una cura y l podra pasar a por ella.
Despus de acariciar suavemente su mejilla y asegurarse
de que respiraba normalmente y no tena fiebre, haba ido a
casa a descansar. Se ba para quitarse todo el hedor de la
lucha de su cuerpo, pero no pudo dormir. Cada vez que cerraba
los ojos vea a Tracy, en medio de la batalla, con armas
disparndose a su alrededor, con cuerpos cados, sangre, dolor
y destruccin y todo su cuerpo temblaba y se cubra de un
sudor fro que lo empapaba. Miedo? No, miedo no, lo
siguiente, terror, pavor puro y duro.
Tena que aprender a armonizar todos los sentimientos
que estaba experimentando. Como guerrero se senta
humillado, l era el que tena que luchar. Como phartiano
senta que sus derechos le haban sido arrebatados. Como
compaero senta que haba fracasado, l era el encargado de
que su compaera estuviera a salvo, protegida y resguardada.

189

Pero como hombre, como hombre se senta orgulloso de ella,


totalmente fascinado por su fuerza y su coraje.
Se haba sentido seducido cuando haba escuchado a
Demon-Lisx hablar fascinado de la actitud de su compaera y
de todas las mujeres, de su carcter, de su fuerza, del valor y
sobre todo, de su lucha hombro a hombro con los hombres,
defendiendo el planeta y dispuestas a todo por proteger las
piedras.
Desisti de poder dormir, volvi a darse un bao y despus
de almorzar se prepar para ir al Gumnarium a preparar su
informe y hablar con todos los capitanes para comprobar cmo
segua todo.
Cuando sala de casa se encontr con su vecina.
-Hola, Kurt-Aiman. Habis podido controlar ya todo, hijo?
l se acerc lentamente hasta ella.
-S, seora Misrte, est todo bajo control. Hemos sufrido
algunas bajas personales y las prdidas materiales son ms
cuantiosas, pero nos pondremos a trabajar en repararlo todo
inmediatamente.
-Y Tracy?
Kurt agach la cabeza y suspir tristemente, le coment a
la mujer todo lo sucedido, tal vez esperando verla mirarlo
espantada, pero lo nico que recibi fue una sonora colleja.
-Quieres dejar de culparte, idiota?
-Seora Misrte!
-Ni seora ni leches. Mira muchacho, llevo toda mi
maldita vida siendo una mujer muy prudente y callada.
Prudente y callada? Joder, y se lo creer y todo la joda. Si
ella es prudente yo soy el rey de la abstinencia, no te joroba la
vieja. Prudente y callada, anda que no es cachonda ni nada aqu
la abuela.
-Seora Misrte
-Shh, a callar, jovencito, estoy muy enfadada y
decepcionada contigo. Pensaba que eras ms inteligente, Kurt.
-La verdad es que si no se explica
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Me piensas dejar hablar?


Eso, Kurt, la piensas dejar hablar? Joder con la abuela,
tiene un morro que se lo pisa, callada, no? Esta no se calla ni
debajo del agua, la condenada.
-Te he visto siempre solo, amargado como un endox
castrado y de repente apareces con una hermosa mujer, fuerte,
decidida, valiente. Y qu haces t? Portarte como un imbcil,
utilizndola para tu maldito placer y queriendo ahogar su
personalidad.
-Misrte
-No te he dicho que puedas hablar todava, Kurt, vas a
escucharme aunque tenga que atarte a un maldito rbol y
amordazarte, entendido?
Yo que tu cerraba el puto pico, la vieja tiene pelotas para
eso y para ms, me est acojonando hasta a m.
-Me quieres decir que te atrajo de Tracy, Kurt? Y ahora s
que puedes hablar.
Pero mira a ver qu le respondes, porque nos veo hacindole
compaa al endox ese castrado al que haca referencia antes.
Pues s que estas siendo de ayuda, capullo.
-De ella me atrajo todo, Misrte, su belleza, su seguridad,
la fuerza y el valor que tiene, su inteligencia, todo en ella me
tiene hechizado.
La mujer lo mir sonriendo.
Una preguntita, Kurt, esa sonrisa, es buena o mala seal?
No me atrevo siquiera a aventurar una respuesta, es
impredecible, lo mismo es lo que hace antes de rebanarnos el
pescuezo, Aiman, ni puetera idea.
-Creo que empezamos a entendernos, Kurt. Te gusta,
verdad?
-S, Misrte, me gusta mucho, no pens que pudiera
quererla as.
La anciana le sonri tiernamente, para luego volver a
soltarle otro mamporro.
191

Joder con la abuela, nos est dando de leches por todo el


morro. Qu se supone que has hecho mal ahora, to listo?
T lo sabes? Porque a m me ha despistado con la
primera y con esta me ha dejado descolocado.
-Y eso, se lo has dicho a ella?
l neg con la cabeza.
-Y a qu cojones esperas? Dile que la amas, Kurt, dile que
la entiendes y que vas a luchar por cambiar las leyes de mierda
de este planeta. Te sorprender ver cunto apoyo recibirs
cuando lo hagas. Lucha por y para ella y dselo, no seas ms
idiota, entendido? Si se va porque eres incapaz de pelear por
ella, te prometo que desears que tu muerte llegue pronto, muy
pronto.
-Mi nica misin es hacerla feliz y que no quiera dejarme
nunca.
-Pues deja de entretenerte hablando conmigo y ve por ella,
esperas una condenada seal?
Echa a correr mientras tengamos intactos todos nuestros
atributos sexuales, porque la veo muy capaz de cortrnoslos y
hacer una decoracin para el jardn con ellos.

***

Cuando lleg al Gumnarium verific que todo estaba en


calma, que no se haba vuelto a producir ni una ligera
escaramuza y entonces se dirigi a la sala de Arnoox.
Cuando entr lo encontr repasando todos los informes,
tena el pelo hmedo y revuelto y estaba vestido con el mono
que vestan cuando luchaban o entrenaban, igual que l. Kurt
lo salud y se sent a esperar que terminara de revisar los
informes. Cuando termin los apart, dejndolos a un lado de
la mesa y clav la mirada en l.
-Has pasado a ver a tu compaera?
192

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Kurt lo mir fijamente.


-S, pas esta maana, est mejor y segua descansando.
Cmo est Dreena?
Arnoox se ech hacia atrs en el enorme silln y lo mir
sonriendo.
-Bien, ha pasado buena noche y ha estado bastante
tranquila durante todo el da, segn los mdicos puede volver
a casa esta misma noche. Las dems mujeres tambin estaban
all, les mand a hacer una revisin a todas, algo que parece
que no fue del agrado de ninguna. Deberas haber escuchado
sus palabras, slo te dir que lo ms suave que escuch, fue
que era un gilipollas cabrn. Maldita sea, Kurt, soy el phartok,
crees que eso les import? Ni una condenada mierda. Pero,
ahora mi pregunta es otra, qu vamos a hacer, Kurt?
-No lo s muy bien. Has hablado con Dreena?
El phartok volvi a sonrer levemente.
-Unas pocas frases cuando volvimos esta madrugada y
pas a verla al hospital, no me preguntes cmo, pero al final,
el que se llev el maldito rapapolvo fui yo. Qu cojones tienen
estas mujeres en la cabeza? En nuestro planeta la vida es as,
las mujeres viven para el hogar, para sus compaeros y los
hijos. De repente vienen estas mujeres y quieren quitarnos
hasta el derecho de protegerlas, joder, Kurt, es como si nos
cortarn los huevos.
Kurt sonri levemente.
-Lo s, Arnoox, yo tambin me he sentido castrado, pero
entiendo que ellas han vivido de manera diferente y si
queremos que vengan ms mujeres, creo que tendremos que
hacer algunos cambios. Adems, qu cojones, me siento
orgulloso de ella.
Le sonri a su phartok y el muy idiota termin sonriendo
con l.
-Joder, Kurt, hasta Dreena se queja de que se aburre, de
que le gustara hacer otras cosas. Quiere que la ensee a
luchar. A luchar! Cmo narices se le ocurre algo as? Y
encima tuve que escuchar todas las quejas de las mujeres.
Maldita sea, quieren trabajar. No s ni cmo porras sal ileso
193

de la condenada sala, cuando tuve la osada de decir que aqu


no era necesario, que nuestras compaeras no lo hacan.
Mierda, empec a sentirme realmente asustado cuando ms de
una empez a clavar la mirada entre la bandeja del
instrumental mdico y mi polla.
Kurt sonri, lo que hizo a Arnoox maldecir por lo bajo y
mirarle irritado.
-Me amenazaron. A m. Me oyes? A m, maldita sea. Y mi
compaera qu haca mientras tanto? La muy ladina estaba
rindose y apoyndolas. Joder, soy el puto phartok del planeta,
merezco algo de respeto, no? Pues esas mujeres juraban y
perjuraban querer cortar mis bolas por tenerlas en observacin
en el hospital, por no permitirles ser ellas mismas, por limitar
su libertad y no s qu mil condenadas quejas ms. Y suerte
que tu compaera dorma, si no, seguro que hubiera
encabezado una jodida revolucin, capitaneada por mi propia
compaera.
Kurt volvi a sonrer.
-Te lo dije.
-Me irrita muchsimo esa expresin de lo saba, Kurt. T
sabes lo que va a ser presentarse ante todo el Comisionado con
semejante bomba? Primero, risas; luego, amenazas y seguro
que despus, amputacin de polla. Va a ser divertidsimo. Lo
nico que me consuela es que vas a compartir mi misma
condenada suerte.
Aquello era un golpe bajo.
-Murdete la maldita lengua, Arnoox. Lo cierto es que no
podremos conseguir nada si no logramos al menos la mitad y
uno ms, de los votos.
Arnoox neg con la cabeza.
-Imposible, t y yo lo sabemos. Convencer a esos? Estoy
por encerrarlos con las mujeres en la sala, el instrumental
mdico, un par de tijeras extra y perder la maldita llave.
l no saba si sonrer o maldecir. Toda su vida y la del
planeta podan saltar por los aires en los prximos das. La
intensidad del bombazo dependera de las decisiones que se

194

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

tomaran a partir de ahora, pero lo que s que quedaba claro es


que todo, pero todo, iba encaminado a estallar.
-Creo que deberamos escuchar a las mujeres, Arnoox y
despus de hablar con ellas, estudiar una estrategia, la
manera de presentarle al Comisionado unos cambios. Podemos
hacerlo de forma gradual, muy lentamente, pequeos cambios,
ellas podran sentirse satisfechas y nuestros hombres poder
seguir conservando algo de hombra.
Arnoox dej caer su cabeza y apoy la barbilla sobre su
pecho.
-Mierda, nuestra vida era mucho ms sencilla antes. S,
era muchsimo ms feliz cuando las amenazas a mi
entrepierna no eran tan evidentes y reiterativas, cuando todas
mis leyes y rdenes eran recibidas sin una condenada queja.
No s qu prefiero, enfrentarme a las mujeres o al
Comisionado. -Alzando la cabeza de nuevo, lo mir fijamentePor qu condenadas lunas, no te hice caso cuando te negaste
a hacer este trato?
-Ahora ya es tarde y debo darte las gracias por ello.
-Eres un capullo, Kurt.
Kurt se levant y se dirigi hacia la puerta.
-No hay que darle ms vueltas, Arnoox, los cambios hay
que hacerlos. Habla con Dreena, escchala, creo que tal vez
vaya siendo hora de darles voz tambin a ellas.
Arnoox sonri.
-Y t, qu piensas hacer con tu compaera?
Kurt lo mir sonriendo y negando con la cabeza.
-No lo s, en lo nico que puedo pensar es en encadenarla
a m. Tengo miedo, un miedo horrible a perderla. Me pregunto
si querr seguir aqu y lo ms importante, querr seguir a mi
lado? Y tiemblo pensando en que diga que no.
El phartok clav fijamente su mirada en l.
-Ya amas a tu compaera?
l slo sonri antes de salir y cerrar la puerta tras l.

195

Amarla? l haba deseado morir mil veces cuando la vio


herida, dese haber podido borrar de un maldito plumazo los
ltimos das viviendo enojados, prcticamente ignorndose,
senta retorcerse sus tripas pensando en que la poda haber
perdido y no la haba hecho feliz. Senta encogerse su corazn
pensando en todas esas caricias que no le haba dado, en todos
esos besos perdidos, en todas las veces que poda haber tocado
su cuerpo, perdindose en l, entrando lentamente, hacindola
suya y hacindose, en cada empuje, cada vez mas de ella.
Amarla? Si no era amor se le pareca jodidamente mucho.
Y por si no fuera bastante con todas esas sensaciones y
emociones, estaba lo otro, s, todo lo otro. La posesividad no
slo de l, tambin la de su oiyu. El dolor en sus colmillos
deseando continuamente enterrarse en ese cuello tan tierno,
deseando mezclar el aium con la saliva y la sangre de los tres.
Con cada nuevo mordisco, sus cuerpos, emociones y deseos se
complementaran an ms, hacindose imprescindibles el uno
del otro para poder vivir. Y sobre todo, el ansia de que llegara
su periodo frtil y poseerla ambos hasta dejarla llena de su
semen.
Amarla? No saba muy bien definir todo lo que senta por
ella: hambre, deseo, ternura, posesividad, lujuria, respeto,
admiracin. Quera todo de ella y quera darse por entero a
ella. Joder, aquello tena que ser amor, porque si no lo era,
maldita fuera su jodida estampa el da que la amara.
Ya era hora de hablar con su compaera y de empezar a
tomar decisiones juntos? Por eso dara media vida. Pero eso
sera cuando ella se encontrara mejor, no ahora, con una
herida reciente.

196

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 30

staba anocheciendo. Tracy mir alrededor de la sala


del hospital, las mujeres se haban ido todas, estaban
en perfecto estado, solo quedaban ella y Dreena.
Dreena estaba vestida ya con un vestido de aquellos tpicos
del planeta, en tonos violetas, con su larga melena peinada y
sin un toque de maquillaje, se vea hermosa, descansada y
preocupada.
-Viene Arnoox a por ti?
Dreena la mir asintiendo.
-No te ha dicho nada de Kurt?
Dreena neg y ella dej caer su cabeza.
-No ha venido a verme. Desde que me dej aqu no ha
querido saber nada de m.
-Eso no es cierto.
Tracy alz la cabeza y se encontr con la mirada de uno de
los enfermeros que haban estado atendindolas. Era alto, muy
moreno de piel, pelo castao claro y unos ojos inmensos en
color grisceo.
-Mmmt eras?
El hombre sonri.
-No recuerdas mi nombre, verdad? Soy Raky-Lex.
Tracy lo mir avergonzada.
-Lo siento.
-Es lgico, has estado casi todo el tiempo sedada,
descansando y recuperndote. Y s, Kurt vino a verte esta
madrugada cuando termin la batalla en la cueva y despus ,
una segunda vez, a primera hora de la tarde.
197

Podra significar aquello que su preocupacin por ella


superaba su monumental cabreo?
En ese momento lleg el phartok a recoger a Dreena. Ella
se ech en sus brazos y l la bes tiernamente. Puta envidia,
eso es lo que sinti. Claro que ella no le haba puesto tan fcil
las cosas a su compaero como Dreena lo haba hecho con el
suyo.
Cuando un buen rato despus se despidi de ellos, busc
con la mirada hasta dar con Raky-Lex, lo llam y el hombre se
acerc hasta ella.
-Entonces, es cierto que Kurt estuvo aqu?
El hombre le sonri.
-S, por dos veces. Se notaba preocupado y pregunt
insistentemente por tu estado.
Ella hizo una mueca.
-Preocupado o cabreado?
El hombre rio, esta vez con ms ganas.
-Preocupado, te lo puedo asegurar.
Ella volvi a repetir la mueca, esta vez ms exagerada.
-Tal vez estaba asegurndose que me recuperara para
tener el placer de patearme el culo l mismo.
Raky-Lex la mir asustado pero cuando vio que pareca ser
una broma rio a carcajadas y ella se uni a las mismas.
Cuando levant la mirada se encontr con un Kurt
molestillo, bueno, ms bien enfadado. Coo! A la mierda las
sutilezas, el hombre estaba cabreado hasta el punto de que
parecan salirle volutas de humo de la cabeza. Pero aparte de
eso, estaba impresionante, totalmente sensacional. Con su
pelo rubio oscuro cayendo sobres sus hombros, con esos ojos
azules con vetas verdes, brillando, con esos labios gruesos,
hmedos, con ese cuerpo enfundado en aquella especie de
mono negro totalmente entallado a su cuerpo, marcando cada
plano de su cuerpo. Dios! Era el sueo de toda mujer y si
hubiera llevado bragas, que en ese momento brillaban por su
ausencia, las hubiera mojado.
198

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

***

Sonriendo, as es como se la haba encontrado.


Correccin, colega: est carcajendose con otro to que no
somos ni t ni yo. Esto empieza a tocarme los cojones, as que
empieza a mover tu jodido culo ya mismo.
Estaba hermosa, a pesar de que slo llevaba la bata del
hospital, una especie de poncho, con escote en pico y en color
azul metlico, pero aun as, ella era la cosa ms hermosa que
haba visto en su vida.
A ver, pasmado. Parpadea, capullo. Vamos a centramos o
qu? Nuestra compaera, espera que te lo recalco de nuevo por
si no lo has pillado, nues-tra compaera, lo captas? Est
carcajendose con otro to, deja de babear y trate a apartar al
asqueroso ese de ella o djame que yo decore su puto culo con
una de las patas del silln.
Kurt respir fuertemente y ms cuando la mirada de ella
se clav en la suya. Vio que se retraa y lo miraba entre
asustada y esperanzada. Mierda! Ella no tena por qu tenerle
miedo, jams le hara dao.
Escucha, alelado, lgico que est preocupada. Recuerdo que
aqu un avispado phartiano (si quieres pistas para adivinarlo te
las doy) poco ms y la hace mearse en las bragas con todas las
malditas reglas del planeta y, por si se te ha olvidado, ella se
ha saltado un par de ellas, lgico que se acojone nada ms
verte.
Antes de dirigirse lentamente hasta ella decidi pedirle,
rogarle e implorarle al imbcil de su oiyu que cerrara la
condenada bocaza y le dejara llevar esto a l.
T mismo, majo, total, cagarla ms creo que no puedes. Pero
gracias por no contar conmigo, idiota.
Cuando lleg al lado de su cama, el enfermero lo mir
sonriendo, sonrisa que fue rpidamente borrada de la cara

199

como si nunca hubiera estado all en cuanto vio la mirada fiera


de l.
-Kurt-Aiman, estaba conversando con tu compaera, est
lista para irse.
l lo salud con la cabeza y el hombre decidi despedirse
en aquel momento. l volvi la vista a ella y se inclin para
besarla suavemente en los labios.
-Cmo ests, Tracy?
Ella le sonri mientras que l la tomaba de la mano,
acariciando con su pulgar la mueca de ella.
-Estoy bien, de verdad, si no ha sido nada.
l hizo una mueca.
-No opino lo mismo, pequea, es una herida fea pero pudo
ser peor.
-Pero no lo fue, Kurt.
l asinti y le pas la bolsa que llevaba en la mano.
-Te he trado ropa. Necesitas que te ayude a vestirte?
Ella neg.
-No, puedo sola, en unos minutos estar aqu.
La mir dirigirse a los baos y l recogi el informe y la
medicacin que deba tomar.
Ella reapareci unos veinte minutos despus, baada y
lista. La tom del brazo porque ella asegur estar bien y poder
andar y la guio hasta el dayinr.
-Est todo controlado, Kurt?
l la acomod en el vehculo y juntos se dirigieron hacia
su casa.
-Todo controlado, no han vuelto a aparecer. Hemos tenido
dos bajas mortales, una veintena de heridos y, aunque ha
habido muchos desperfectos, no han sido importantes. En
unos das todo estar perfectamente arreglado.
-Hay muchos ataques de estos?
l la mir un momento, negando.
200

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Ataques, s, pero tan persistentes, no. Normalmente unas


cuantas naves y slo en las cuevas. Es raro que ataquen la
ciudad al mismo tiempo. Se estn volviendo cada vez ms
temerarios.
Ella se dej caer en el asiento.
-Te duele mucho, pequea?
Tracy neg.
-Estamos llegando ya. Raky-Lex me ha dicho que ya has
cenado, cuando lleguemos a casa te dar las pastillas con un
zumo, as descansars mejor.
Ella abri los ojos y lo mir.
-Pero si no estoy cansada.
-Tracy, tienes que descansar, te recuperars antes.
-Est bien, pero sigo diciendo que no es nada. Por Dios,
Kurt, entiendo vuestra preocupacin, de verdad, pero no te
parece que es un peln exagerada? Me has hecho pasar toda
la noche y el da en el hospital, ya pens que iba a necesitar
un certificado de salud y buen comportamiento para poder
salir de all.

201

CAPTULO 31

ues s, estaba decidido a que descansara, sera capullo.


La haba llevado en brazos a la habitacin, a la de ellos,
no a la de invitados que haba estado usando hasta entonces.
Ella se senta feliz. Feliz? No, feliz no, eufrica, estaba que
daba volteretas, s, por fin las cosas empezaban a arreglarse.
Le haba dado un camisn, la ayud a desvestirse, le llev
el zumo con las pastillas, la acost, la arrop, le dio dos besos
que le dejaron temblando hasta las pestaas y relamindose
de gusto. Todo empezaba a ir bien, s, es ms, estaba segura
que esa misma noche reclamara tambin a Aiman. Se senta
tan mimada, l era tan dulce, tan tierno y entonces l le dijo
descansa descansa? Y una mierda descansa, era broma,
no? Pues no, no era broma, porque el muy idiota sala de la
habitacin.
-Dnde vas?
-Al saln, dormir all, en el sof.
Ella empez a cabrearse.
-Por qu?
l le sonri dulcemente y ella estuvo tentada en decirle que
se metiera toda la maldita dulzura por el culo.
-Porque necesitas descansar.
-Kurt, llevo descansando todo el maldito da, es ms, como
siga descansando ms necesitar una condenada cura antidescanso.
l le sonri dulcemente. Ella estaba sintindose realmente
molesta de que la tratara como si fuera una figurita de
porcelana a punto de quebrarse.
-Pero dijiste que bamos a hablar.

202

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Y hablaremos, pequea, pero no ahora. Ests agotada y


herida. Cuando ests mejor, hablaremos, tengo mucho que
decirte, cario.
-Pues empieza a hablar, Kurt, Qu esperas? Un maldito
sello en la frente con la autorizacin explcita de los mdicos?
Adems, puedo descansar contigo tumbado a mi lado.
Pues nada, otra de las sonrisitas tranquilizadoras, aquello
empezaba a ponerse demasiado empalagoso. Haba pasado de
ser el gorila aporrendose los pectorales a ser un gatito que
restregaba la colita entre sus piernas. Mmm Restregar la
colita entre sus piernas? Qu imagen de lo ms sugerente, s,
decidido, eso es lo que necesitaba para una buena noche de
descanso.
-Tracy, en mi estado, si me quedo, te puedo jurar que no
descansars. Maana hablaremos, te lo prometo. Buenas
noches.
Buenas noches? Y sali de la habitacin apagando la luz
y dejando la puerta abierta para que lo llamara si lo necesitaba.
Qu cojones acababa de pasar? Haba dicho l "en su
estado"? Si ella lo haba entendido bien, estaba cachondo, no?
Y la dejaba sola, para que descansara. De qu maldita cosa
iba a descansar? De estar tocndose las narices?
No entenda nada de nada. Ella lo necesitaba all, con ella,
abrazndola, mimndola y follndola, punto. Qu mierda era
aquella?
Ella estaba cabreada, s, pero haba algo que superaba a
su cabreo y era que estaba caliente, ansiosa de l,
necesitada...necesitada? Y entonces como en un sueo
record las palabras de Aiman:
-Sentiremos tu deseo, tu necesidad de nosotros, nos
excitaremos y vendremos corriendo a ti en cuanto podamos.
Ah cario, te tengo, s. Vas a pagar por dejarme aqu sola
y necesitada.
Se quit el camisn y totalmente desnuda dej vagar sus
manos por su cuerpo, con la derecha se acarici un pezn,
girndolo entre sus dedos y con la otra rept por su cuerpo
hasta llegar entre medio de sus piernas, abri los labios de su
203

vulva y acarici su cltoris, frotando toda la humedad arriba y


abajo, soltando un leve gemido. Chpate esa, compaero!

***

Kurt lleg al saln arrancndose prcticamente la ropa,


con tan slo su ceido calzn se dej caer en el sof. Sinti a
su oiyu, mirando alternativamente la puerta de la habitacin y
a l.
Qu!? Qu cojones se supone que ests haciendo? Tracy
en nuestra cama y nosotros aqu de putos postes, tirados en el
sof, qu mierda de estrategia es esa? Tal vez si me la explicas,
entienda algo.
Tiene que descansar.
Descansar? Por supuesto que tiene que descansar, pero
puede hacerlo perfectamente entre nuestros brazos.
Aiman, tenemos muchas cosas que aclarar, necesitamos
hablar y hasta que ella no est mejor, no podremos hacerlo.
Necesita tiempo y espacio.
Espacio? T eres gilipollas, el nico espacio que necesita
nuestra compaera es el que ocupemos nosotros entre sus
piernas.
Eres un maldito salvaje, un bruto. Necesita tiempo y se lo
vamos a dar.
Pues ya est, ya es oficial, eres gilipollas y adems
licenciado con putos honores.
Calor? Agitacin? Todo el cuerpo de Kurt empez a
vibrar. Qu!?
De repente su polla se endureci y una excitacin salvaje
lo recorri.
Doy gracias a todas las estrellas y a nuestras dos benditas
lunas por tener una compaera que sabe lo que quiere, a pesar
204

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

de tenerte a ti por compaero. Nos necesita, mueve el maldito


culo hasta ella.
Tracy estaba necesitada, mucho. Caliente, an ms y
estaba haciendo su reclamo e intentando dejarle claro que o
actuaba o se encargaba ella misma de su necesidad.
Cuando lleg a la entrada de la habitacin se encontr con
el espectculo ms impresionante que un compaero podra
desear: ella se haba despojado del camisn y estaba,
totalmente desnuda, tendida sobre las sbanas, con una mano
entre sus piernas y la otra acariciando el endurecido pezn,
arqueando sus caderas, buscando, necesitando. Era la vista
ms hermosa que poda desear un hombre, la encarnacin de
todos sus sueos
Pues deja de soar y empieza a actuar de una puta vez
antes de que decida terminar, sin nosotros, lo que ella misma
ha empezado.
Se acerc lentamente hasta ella, sintiendo todo su cuerpo
temblar, arder. Estaba totalmente erecto, su oiyu ruga y
vibraba dentro de l exigiendo la misma satisfaccin que l
necesitaba. Cuando lleg a la altura de la cama, ella abri los
ojos y clav su mirada en l.
-Entonces es cierto, sientes mi necesidad, mi deseo.
l asinti, mirndola
rpidamente del calzn.

embobado

despojndose

-Entonces, mi pregunta sera la siguiente: Piensas hacer


algo o tendr que satisfacerme yo misma?
No la dej terminar, se dej caer junto a ella o sobre ella,
no lo saba muy bien. Slo supo que todo su cuerpo estaba en
total contacto con el de ella, sintiendo todo su calor, su
suavidad. Sus lenguas se encontraron a medio camino,
decidiendo cmo queran danzar.
Los gemidos se entremezclaron, igual que sus salivas, sus
manos se deslizaban por sus cuerpos, acariciando cada curva,
cada pliegue, cada dureza. l devoraba sus labios,
chupndolos
entusiastamente,
mordisquendolos
con
suavidad.

205

-Deberas estar descansando y no dejndote devorar por


m de esta manera.
Ella se retorci entre sus brazos cuando l lleg hasta su
pezn y lo mordisque mientras que con sus colmillos raspaba
la aureola.
-Te necesito, Kurt, tanto que duele.
l fue deslizando su boca hasta su ombligo, chupando su
vientre, lamindolo.
-Yo tambin te deseo, pequea, no sabes cunto. Me he
vuelto loco pensando que poda haberte perdido.
Ella gimi ms fuerte cuando l lleg entre sus piernas y
empez a lamerla de arriba abajo, clavando su lengua dentro
de ella.
-Ahora estoy aqu, Kurt.
S, ahora estaba all, para l, para disfrutarla, para hacerla
suya, para amarla.
-Lo s, cario, pero he tenido tanto miedo. Saber que
estabas all, en medio de la lucha y cuando Aiman me dijo que
estabas herida- inspir con fuerza y cuando expir, su clido
aliento hizo vibrar su cltoris- no poda respirar siquiera, Tracy.
No poda ni imaginar no sentirte nunca ms, no tenerte entre
mis brazos.
Lami con suavidad toda su raja, clavando su lengua
dentro de su vagina, mientras que con una de sus manos
dibujaba pequeos crculos sobre su ombligo, rozndola a
penas con las yemas de sus dedos. Sac la lengua de dentro
de su clida humedad y llev su boca hasta su pequeo y
erecto cltoris, chupndolo firmemente mientras que
introduca dos dedos en su estrecho y empapado coo. Gir
sus dedos, alternando suaves empujes con movimientos
rotatorios.
Sigui provocndola, hasta que not su boca empaparse
con los dulces jugos de ella, sus gemidos haban ido creciendo
en intensidad, sus manos haban dejado de empujar su cabeza
entre sus piernas a agarrar fuertemente las sbanas.
-Te quiero dentro, Kurt, por favor.
206

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Pero l tena otras intenciones, quera seguir


provocndola, quera sentir su orgasmo en su boca, por eso
sigui lamiendo y jugando con su estremecido coo y con sus
manos y dedos estimulando sus tensos y duros pezones, pero
Tracy estaba decidida a tenerlo dentro de su cuerpo y empez
a tironear fuertemente de su pelo.
-Kurt, as no, quiero sentirte dentro, lo necesito.
Dio un ltimo tirn a su endurecido cltoris, con sus
dientes y fue elevndose hasta ella, muy despacio, saboreando
todo su cuerpo, lamiendo su sudor, salado y pegajoso, dulce y
cido y cuando lleg hasta su boca, sorbi su lengua
mordindola suavemente con sus colmillos mientras que de
una sola estocada se hundi profundamente en ella.
Tracy enrosc sus manos en su cabeza, enredando su
boca con la de l, marcando su culo con sus talones y mientras
que l empujaba, ella se clavaba contra su pelvis, alzndose
con fuerza, restregndose contra l.
Kurt intentaba llevar cuidado para no hacerle dao, pero
cuando ella solt su boca y la desliz hasta su cuello,
mordindolo con fuerza y clav sus uas en su espalda, dej ir
todos los amarres y empuj con violencia dentro de ella,
hacindola retorcerse con ms fuerza.
El sudor resbalaba por sus cuerpos, hacindolos pegarse,
fundirse.
Tracy gimi ruidosamente, una vez, mordi con ms fuerza
su cuello, dej ir un segundo gemido, clav sus uas ms
fuerte y al tercer gemido, solt su cuello, ech su cabeza hacia
atrs y pas a gemir roncamente cuando empez a sentir las
primeras ondas de su orgasmo.
Kurt senta sus pelotas duras mientras que segua
empujando vigorosamente su cuerpo contra el de Tracy. No
poda apartar la mirada de ella, tena los ojos cerrados, sus
mejillas estaban sonrosadas, su frente estaba perlada de
sudor, sus labios estaban hinchados y hmedos,
entreabiertos, toda su cara era la expresin perfecta del placer
en su estado ms puro.
Los gemidos de ella eran ahora leves jadeos y ronroneos.
Mientras que el sonido del golpeteo de carne contra carne se
207

iba intensificando, clav su boca en el cuello de ella,


chupndolo con fuerza. Aceler el movimiento de sus caderas,
ahora su polla entraba y sala rpidamente dentro de ese
caliente y hmedo canal, totalmente ceida entre sus
lubricadas paredes que se aferraban a ella firmemente,
atrayndola a entrar ms a dentro, a explorarla por completo.
Intent retener el orgasmo, pero cuando Tracy se retorci bajo
l y volvi a sentir las contracciones suaves de su coo, mir
su cara de nuevo y vio su dulce, relajado y satisfecho
semblante y ya no pudo contenerse ms, las defensas de su
cuerpo cayeron derribadas y se corri con fuerza, vacindose
por completo dentro de ella.

208

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 32

urt se desliz suavemente hacia el lado de la cama y la


tom en sus brazos. Tracy alz la cabeza y se quedaron
mirndose fijamente. Lentamente alz la cabeza y con dulzura,
le lami los labios.
-Deberas descansar.
Ella neg.
-Quieres un bao?
Ella volvi a negar.
-Entonces, te apetece algo?
-Cmo tengo que reclamar a Aiman?
l sigui
lentamente.

besando

sus

labios,

mordisquendolos

-Tracy, por favor, no creo que sea conveniente. Por qu


no descansas y maana lo reclamas?
Sers egosta de mierda, mi mujer me quiere as que dile
cmo me tiene que reclamar.
Est agotada, Aiman, necesita descanso, no una puta
maratn de sexo
-Kurt, os necesito a los dos, a ti y a Aiman.
Y un murmullo le contest.
-Ya estoy aqu, pequea.
Por todas las estrellas, apenas haba terminado de hablar
y Aiman ya estaba con ellos en la cama, el muy capullo estaba
impaciente.
-Slo tengo que decir que os quiero a los dos?
Kurt clav su mirada fastidiada en Aiman y luego en ella.
209

-S, slo eso.


Aiman la abraz por detrs, atrayndola a su cuerpo
desnudo, pegndola totalmente a l, intentando alejarla de
Kurt, pero este se peg a todo el frente de ella.
-Realmente, Tracy, deberas estar descansado.
Ella neg mientras depositaba leves besos en sus labios y
Aiman se deslizaba, por todo su cuerpo, lamindolo.
-Necesito sentirme viva, Kurt, necesito sentir vuestro calor,
por favor.
l la entendi y no necesit repetirlo.
Aiman segua impregnando su cuerpo con el aium,
hacindola gemir, calentarse, llegando lentamente entre sus
piernas y preparndola para la doble penetracin. l se dedic
a lamer sus pezones, a chuparlos, deslizando su lengua de
arriba abajo, azotndolos suavemente con ella, para despus
enterrarlos entre su boca, mordisquendolos levemente,
hacindola estremecerse.
Ella se retorca entre sus brazos, su respiracin estaba
agitada y toda su piel, erizada. Los gemidos de Tracy se
incrementaron, Aiman segua entre sus piernas lamindola
con fruicin, deslizando su lengua desde la base de su espalda
hasta su fruncido ano.
Kurt senta, no slo las emociones de Aiman, tambin las
de ella y comprob que estaba preparada para recibirlos.
Bes sus labios y lentamente se levant de la cama,
tomndola en brazos.
-Envulveme con tus piernas, Tracy.
Ella cruz sus piernas tras su cintura y l ahuec sus
manos sobre sus nalgas y la levant suavemente y lentamente
fue deslizando a Tracy por encima de su polla.
-Llvame a ti, pequea.
Tracy solt una de las manos con las que se sujetaba a su
cuello y posicion la cabeza de su polla contra la entrada de su
coo. l fue dejndola caer sobre ella, gimiendo ambos con la

210

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

maravillosa experiencia, sintiendo deslizarse, centmetro a


centmetro, toda su dureza dentro de la humedad de ella.
Cuando estuvo firmemente clavado en su cuerpo, Aiman
se acerc por detrs pegando su polla al culo de Tracy. Desliz
el glande por el aium, impregnndola con todo l, para luego
arrastrarla hasta su ano y firme pero lentamente, ir
introduciendo toda la longitud de su endurecida verga.
Cuando los dos estuvieron firmemente encajados en ella,
Kurt coloc sus manos en la cintura de Tracy, mientras que
Aiman puso las palmas de sus manos sobre los pechos de ella,
pellizcando sus pezones con sus dedos y dulcemente
empezaron a moverla sobre sus dos pollas, elevndola y
dejndola deslizarse, atentos a todos los sonidos que ella iba
haciendo.
Cuando Tracy empez a empujarse ella misma con la
fuerza de sus piernas, estrechamente abrazadas a la cintura
de l, incrementaron los movimientos, balancendola e
izndola cada vez con ms energa.
Los jugos de ella, mezclados con el aium, los fueron
calentando ms y ms, haciendo que los movimientos se
volvieran ms fluidos y enrgicos, sus gemidos se volvieron
quejidos, el calor se volva insoportable con cada nueva
estocada.
El cuerpo de Tracy empez a vibrar, las paredes de su coo
y su ano, a contraerse, anunciando su inminente orgasmo.
Kurt mir fijamente a Aiman. El sudor se deslizaba desde
su frente hasta sus mejillas, exactamente como le suceda a l
mismo. Los dos estaban al lmite, llevaron sus bocas a ambos
lados del cuello de su compaera y clavaron sus colmillos en
l.
Aiman empap las dos pequeas incisiones con su saliva,
dejando que se mezclaran con la sangre de ella. Tracy dej caer
su cabeza hacia atrs apoyndola en el cuello de Aiman
mientras que soltaba un sollozante gemido que fue remitiendo
de intensidad conforme las olas de su orgasmo la barrieron por
completo. La intensidad del orgasmo de su compaera los llev
a ellos a correrse con fuerza dentro de su cuerpo, empapndola

211

por completo, llenado su cuerpo con el calor de su semen,


impregnndola de su aroma.
Suavemente, soltaron su cuello y Aiman cerr las
pequeas heridas con el aium. Lentamente salieron de su
cuerpo y Kurt, con el desmadejado cuerpo de su compaera
entre sus brazos, se dirigi al bao.
-Venga, cario, vamos a cuidar de ti. Necesitas un bao y
descansar.
Ella asinti levemente sobre su cuello.
Aiman lo mir sonriendo orgulloso.
-Est agotada.
-Cierra la puta boca y no te sientas tan jodidamente
orgulloso, Aiman, debera haber estado descansando no
haciendo el amor con los dos.
Desliz sus labios por el pelo de ella, empapndose de su
aroma y peg un dulce beso en su sien.

212

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 33

urt se despert con el sonido lejano de su


comunicador, abri los ojos y sinti el calor y el peso
del cuerpo de Tracy, prcticamente sobre l. Tena un brazo
sobre su pecho y la pierna enterrada entre las suyas, con la
rodilla muy cerca de su erecta polla.
Bes dulcemente su pelo y fue retirndose despacio de su
cuerpo. Aiman alz la cabeza en ese momento y lo mir.
Ese es tu comunicador? Seguro que es el gilipollas de
Arnoox. Joder, no nos puede dejar ni un puto da en paz, todava
no entiendo cmo no lo mandas a quitar mierda de phardook.
Kurt se levant sonriendo, pero cuando recogi su
comunicador, el cual haba dejado la noche anterior en el saln
y ley el mensaje, su sonrisa se borr de un plumazo. Joder!
Saba que iba a haber problemas con el comisionado pero no
esperaba que fuera tan pronto.
Se dio una ducha rpida y se visti deprisa. Se acerc a la
cama donde Tracy dorma profundamente.
Su oiyu lo mir enojado.
Tengo que irme, Aiman. Qudate con ella y cudala.
Aiman lo mir extraado.
Sabes que no me queda mucho tiempo.
Aiman, no pretenders que te de un manual con lo que
tienes que hacer, verdad? Cudala y si te necesita, tmala,
dnde cojones est el problema?
Aiman sonri burlonamente.
El manual lo necesitars t, idiota, pero y si ella no quiere
que la tome sin ti?

213

No eras el puto rey del sexo? Creo recordar que sueles


alardear muchsimo de pito y habilidad. Dudas de ti si no
estoy yo para darle placer?
Vete a la mierda, soy ms que capaz de satisfacer a nuestra
compaera. Lrgate y resuelve las nimiedades que tengas que
resolver, yo me quedo con lo verdaderamente importante entre
mis manos.
Ahora al que le toc gruir fue a l. Tendra que estar
aguantando idioteces, quejas y amenazas, mientras que Aiman
disfrutara de la pasin y la dulzura de Tracy. Maldito
Comisionado, debera meterlos en una sala con las mujeres de
la Tierra y que se encargaran ellas de darles las explicaciones
pertinentes. Estaba ms que seguro que ms de uno iban a
perder sus malditas pelotas.

***

Cuando diez minutos despus entr en la sala de Arnoox,


supo que el problema era grave. Decidi pasar de formalismos
y cordialidades.
-Tan mal estn las cosas?
Arnoox alz la cabeza y lo mir seriamente.
-Son una panda de carcamales, incapaces de ver ms all
de sus condenadas narices. Es imposible hablar con ellos sin
que te den ganas de ahorcarlos a todos, creme, me falt muy
poco para lanzarlos, uno a uno, por el maldito balcn.
Kurt sonri levemente.
-Te recuerdo que t no me lo pusiste fcil hace unos das
cuando habl contigo. No s de qu te quejas entonces al
encontrarte con la misma intolerancia. Sabes que somos unos
seres dogmticos, nos aferramos a todas nuestras leyes y
creencias y somos incapaces de ver ms all.
Arnoox resopl.
214

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Ya te dir yo a ti dentro de un rato si somos o no todos


iguales. He hablado con ellos durante dos malditas horas y lo
nico que he conseguido, aparte de unas ganas enormes de
convertirme en asesino en serie, es un condenado dolor de
cabeza. Hablar con ellos es como darte de cabezazos contra un
muro. Nos esperan en el saln de reuniones. Preprate para
escuchar sandeces, necedades y despropsitos en cantidades
industriales, estn de lo ms obtuso.
Tres horas despus tuvo que darle la razn a su phartok.
Era imposible hacerles comprender siquiera una de sus ideas.
Las acusaciones y amenazas se sucedieron durante todo el
tiempo.
El Comisionado, casi al completo, exiga la destitucin del
capitn Demon-Lisx por su falta de aplomo para negar a las
mujeres su participacin en el ataque. Demandaban una
explicacin frente a todo el Comisionado y el planeta al
completo, del phartok y de l mismo, al estar implicadas sus
mujeres en semejante rebelin.
Incluso, malditos fueran cada uno de ellos, presionaron
para intentar mandar de nuevo a la Tierra a las mujeres. Algo
que lo hizo rugir y ensear sus colmillos, adems de amenazar
con irse del maldito planeta si su compaera era obligada a
hacerlo.
Cont con el apoyo de Arnoox y Brenck-Vayr. Eso y que
ellos mismos fueron los que rubricaron las rdenes expresas
de negociacin con la Tierra, fue lo nico que los fren a la
hora de firmar la condenada contraorden.
Despus de varias negociaciones y discusiones y viendo
que estaban en un punto muerto, se decidi escuchar las
diferentes versiones, tanto del capitn, como los guerreros que
estuvieron en la cueva y tambin al phartok y a l mismo. Una
reunin a puertas abiertas, en siete das.
Sentados en la sala de Arnoox, Kurt lo mir fijamente.
-Crees que conseguiremos algo?
Arnoox dej caer su cabeza hacia atrs, apoyndola en el
respaldo del silln.

215

-No s, es nuestra manera de vivir, Kurt. Aqu no ha


cambiado nada desde que hay referencias en nuestros libros.
Pero tambin es cierto que nunca nuestro planeta haba
pasado por la escasez de hembras que tenemos ahora. Hasta
hoy, slo se haban obtenido resultados de emparejamientos
con un solo planeta: los wreen. Son los ms parecidos a
nosotros y aun as, slo logramos diez parejas en estos ltimos
veinte aos. En unos das, los hemos casi triplicado con la
Tierra. Ese es un gran punto, Kurt, nuestro futuro depende de
estas mujeres.
Kurt se levant lentamente.
-El Comisionado quiere que estn presentes las mujeres
como una especie de escarmiento. Quieren que vean cmo nos
castigan por su causa. Pero esto puede estallarles en todos los
morros. Conozco a Tracy, s con total seguridad que en cuanto
empiece a ver actuar al Comisionado, les saltar a la yugular y
si tengo que apostar por algn ganador, me decanto por mi
compaera.
La sonrisa de ambos se ensanch y Arnoox lo mir
fijamente.
-Tal vez consiga meterles una maldita idea coherente. Lo
cierto es que Dreena tambin quiere ms en su vida. Anoche
estuvimos hablando y me ha contado que la vida que llevaban
las mujeres en la Tierra es dura, pero que luchan y se
defienden igual ante los problemas. Tenas razn t, Kurt, tal
vez eso es lo que nos hace falta, abrir no slo las puertas del
planeta, tambin las de la mente. Ve con tu compaera por
cierto, quin est cuidndola?
l hizo una mueca.
-Aiman.
-Entonces seguro que estar disfrutando de lo lindo.
Kurt lo mir sonriendo.
-No te creas, Tracy se lo est poniendo difcil.
-No quiere tomarlo a solas?
Kurt neg.

216

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Joder, Kurt, no le has explicado que puede hacerlo?


Realmente ests comportndote como un maldito gilipollas, le
has contado lo de los embarazos?
Kurt volvi a negar.
-Siempre te he tenido como uno de mis mejores hombres,
inteligente, juicioso, ponderoso. Has perdido todo eso junto a
tus pelotas y tu corazn?
-Empiezo a pensar que s.

***

Tracy despert lentamente, sintiendo el calor de unos


brazos alrededor suyo.
-Siempre ests tan caliente, Kurt, eres como una estufa
personal.
Cuando escuch su risa abri los ojos y los clav en l.
Despus se gir en la cama y vio que slo estaban los dos.
-Aiman! Dnde est Kurt? En el bao?
-No, tuvo que irse, recibi una llamada del capullo de
Arnoox.
-Y t te quedaste?
-Alguien tiene que cuidar de ti, pequea. Voy a curar tu
herida, de acuerdo?
Aiman fue al bao y regres con un botiqun en las manos.
Cur su herida con rapidez y eficacia y cuando termin
deposit un beso en su cuello.
-Sabes que ests muy tensa?
-S, lo s, pero estoy tan nerviosa, no quiero crearle ms
problemas a Kurt.
-Deja de preocuparte por l, ya es un nio grande, come y
se baa solito, as que tambin es lo suficiente mayor para
217

arreglar sus propios problemas. chate boca abajo y te dar


un masaje.
Aiman sac una pequea botella de aceite del botiqun,
echo unas gotas sobre su piel y empez a masajear su espalda
con suavidad.
-As, Tracy, respira lentamente, djate ir, cierra los ojos y
disfruta de mis manos sobre tu piel.
Las manos de Aiman suban y bajaban lentamente por su
cuerpo, masajeando y deshaciendo los tensos nudos. Sigui
as durante minutos.
-Te sientes mejor?
Ella slo pudo gemir de satisfaccin. Las manos de Aiman
eran prodigiosas, cada vez se senta ms relajada y caliente.
Sus manos iban deslizndose por los laterales de su cuerpo
alcanzando sus pechos. Sus pezones se endurecieron, sinti la
boca de Aiman en su nuca, mordisquendola suavemente y
raspndola con sus colmillos. Not su ereccin pegada a su
muslo y como la frotaba delicadamente contra l.
-Levanta un poco el cuerpo, cario, para que pueda
deslizar mis manos hacia tus pezones.
Sus pezones? Quera acariciar sus pezones? Qu
cojones se supona que estaba haciendo? Rpidamente se dio
la vuelta y Aiman salt hacia un lado.
-Qu pasa, Tracy?
-Qu pasa? Eres un cerdo, un maldito pervertido.
Aiman la mir seriamente asombrado.
-Qu he hecho?
Le dio un tirn a la sbana y se envolvi en ella.
-Que qu has hecho? Sobarme, te parece poco? Joder
Aiman, soy la compaera de Kurt.
-Y?
l intent acercarse a ella.
-Quita tus jodidas manos de m y sal de esta habitacin.
-Tracy, cario, escchame...
218

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Ella sali de la cama y se par al otro lado.


-No pienso escucharte, cmo puedes hacerle eso a Kurt?
-Pero qu es lo que he hecho?
-Intentar aprovecharte de m y ponerle los cuernos a l.
Aiman la mir alucinando
-Qu? No, Tracy, joder, a ver, djame que te lo explique,
t eres mi compaera, igual que eres la de l. Somos la misma
persona, as que es imposible que lo traiciones consigo mismo,
verdad?
-Y un cuerno, t eres su oiyu, un maldito complemento,
un juguetito pero con un cuerpo.
Aiman, completamente desnudo, se levant y se acerc
hacia ella.
-De eso nada, y una maldita mierda! No soy un juguetito
ni un complemento del gilipollas ese, soy l. Por qu no lo
entiendes? l te toma sin m y yo puedo tomarte igual. Adems,
que cojones! Seran cuernos si jugaras con un maldito
vibrador? Joder, ser posible que yo mismo me est
comparando con semejante mierda.
-Porque l es el verdadero, mi compaero, por eso puede
tomarme, pero t eres una copia. Y para que lo sepas,
tenindoos a los dos no necesito un maldito vibrador, as que
fuera.
-Me cago en todo lo que se menea, le cortar las bolas a
ese pedazo de incompetente. Tracy, yo puedo tomarte igual que
l, no lo entiendes, preciosa, djame que te lo explique.
-No, t no quieres explicar, vas a follarme, te conozco y s
que slo tienes esa idea fija en la cabeza.
El dio un paso hacia ella pero no pudo terminar de dar el
segundo.
-Si te acercas a m, Aiman, soy capaz de ponerte las bolas
a la altura de las amgdalas.
-Estoy hasta las narices de que Kurt no te explique las
cosas bien de una maldita vez. Te juro que por este
malentendido ese cretino va a terminar perdiendo las bolas
219

aunque yo tenga que perder las mas. Y te lo explicar, vaya si


te lo explicar, aunque sea lo ltimo que haga el muy capullo.
Cario, tienes que entenderlo, jams te hara dao, ni abusara
de ti, ni mentira por tenerte y s, puedo tomarte igual que l,
porque soy l. Lo entiendes, pequea?
-Entiendo que sueles pensar ms con el pito que con la
cabeza, Aiman, y hasta que no hable con Kurt, no har el amor
contigo, no voy a traicionarlo aunque sea contigo.
Tracy lo vio dirigirse hacia la puerta refunfuando.
-Un juguetito? Comparado con un maldito juguetito,
manda cojones. Un jodido complemento? Ofendido es poco,
mierda, prcticamente me has acusado de violador. Maldita
sea, cuando me eche a la cara a ese pedazo de imbcil pienso
cortarle las pelotas y hacer globoflexia con ellas, la prxima vez
te dar todos los malditos datos hasta con grficos, esquemas
y representaciones virtuales, eso puedes jurarlo.
-No s muy bien cmo actuar, Aiman, pero sigo pensando
que esto no es correcto, mejor espero a hablar con Kurt.
-Eso, habla con el maldito idiota, el que lo explica todo tan
claro que me ha dejado relegado a ser un puto trasto a pilas.
Por qu no pruebas a meterme un enchufe por el culo? Lo
mismo funciono mejor.
-Pues tampoco tienes que ser tan desagradable, no? Y
como sigas siendo tan obtuso lo que puede terminar en tu culo
es el maldito palo de la escoba.
-Mira, nena, djame probarte que yo puedo hacer por ti lo
mismo que Kurt, vers como no pasa nada, te lo juro.
-S, claro y me voy a fiar de ti, el que va haciendo
promocin especial de su pito y alardeando de ser un maldito
machoman.
-Las pelotas? No, las pelotas no, pero la lengua s se la
pienso cortar y dejar al nivel de las amgdalas. Total, para lo
que le sirve. Relegado al nivel de un maldito consolador, esta
humillacin no tiene nombre, mierda, un consolador! Qu
fuerte! Si es que ya no se puede caer ms bajo.
-Aiman, me siento confusa, no quiero ofenderte, pero
tampoco quiero ofenderlo a l.
220

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Aiman se volvi desde la puerta y la mir con ternura.


-Lo s, pequea, s que te sientes confusa y s que no eres
la culpable de esta situacin, estate tranquila. Pero ese idiota
va a terminar perdiendo los malditos dientes por gilipollas.

221

CAPTULO 34

uando entr por la puerta la sonrisa que vena luciendo


se borr de un plumazo. Aiman estaba sentado, solo,
en el sof y su cara era de pocos amigos.
Se puede saber porque no le has contado a nuestra
compaera que yo tambin puedo tomarla sin ti?
Se me olvid.
Se te olvid? Esa es tu pattica excusa? Mi mujer, porque
tambin es ma por si se te ha olvidado, est encerrada en su
cuarto maldiciendo y echando pestes de m porque piensa que
soy un maldito hijo de puta abusn e irrespetuoso capaz, y
repito palabras textuales: de ponerle los cuernos a su propio yo.
Por todas las malditas lunas, como si eso fuera posible. Y todo
te lo debo a ti y a tu jodido olvido
Ya te he dicho que se me olvid. Voy a aclarrselo, pero
podas habrselo dicho t, no?
Y crees que no lo he intentado? Pero parece ser que ella
piensa de m que soy un condenado vibrador con boca y manos
y como est ms que satisfecha, no me necesita. Jodidamente
fantstico, as que ahora estoy catalogado entre un aparatito a
pilas y una polla caliente que intenta meterle mano sin la
presencia de su compaero. Kurt, de verdad que algunas veces
quisiera saber qu cojones tienes metido en ese pedazo cabezn.
Maldita sea, Aiman, dame un condenado respiro. Sabes
que las cosas ltimamente no estaban bien, apenas hemos
hablado, pero se lo explicar. Voy a verla.
Pero habla, mantn tu maldita polla dentro de los
pantalones. No quiero que le metas mano hasta que no dejes
claro que yo puedo tenerla con o sin tu maldita presencia, que
es ma tambin y que no soy un jodido juguetito. Joder, tengo
sentimientos, sabes?

222

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Entr despacio a la habitacin. Tracy estaba sentada en la


cama y alz la vista cuando oy la puerta.
- Hola, Kurt.
-Cmo ests, Tracy?
-Estoy bien. Aiman me ha curado la herida y est perfecta.
Pero quiero hablarte de l, de vuestras costumbres, no s muy
bien cmo actuar, Kurt, ltimamente no hago nada ms que
meter la pata y ni t ni l me estis ayudando mucho.
l le sonri ligeramente.
-Lo siento, cario. La culpa es toda ma.
Se acerc hasta la cama y despus de besarla tiernamente,
se sent al lado de ella y la subi a horcajadas sobre sus
caderas.
-Aiman me ha contado lo que ha pasado. No me expliqu
bien cuando te hable del oiyu. T eres la encargada de
reclamarlo, salvo en casos especiales, como pas en la batalla,
que puedo hacerlo yo, siempre y cuando tu ests en peligro.
Tracy, Aiman soy yo y yo soy l, no dudes nunca en tomarlo
como quieras, no importa que yo no est. Escchame, cario,
no hay reglas entre nosotros, no hay nada prohibido, estamos
para tu placer igual que t ests para el nuestro. Puedes
tomarnos como, cuando y donde quieras. Aiman no ha
intentado abusar de ti, siente por ti lo mismo que siento yo,
pequea, y se siente muy mal porque cree que te ha ofendido.
Aunque como sabe que es culpa ma, por m, en estos
momentos, slo tiene sentimientos homicidas.
Ella lo mir fijamente para luego clavar su puo en su
vientre.
-Auch! Eso a que ha venido?
-A que ha venido? Pens que estaba intentando abusar
de m.
Prcticamente senta que estaba ponindote los
cuernos, no puedes intentar ser un poco ms claro? Maldita
sea, Kurt, si no te explicas no s cundo o cmo estoy
traspasando los limites.
-Lo siento, de verdad, Tracy, lo siento. Todo esto ha sido
culpa ma, ya te lo dije, te he fallado.
223

Ella puso los ojos en blanco.


-Oh, por Dios! Deja ya esa tontera, no me has fallado,
simplemente, eres algo cabezn, un poquito prepotente, muy
machista, controlador, dominante, orgulloso, pero en el fondo
ests muy bien, de verdad.
-Ya, me ha quedado claro que soy un premio como
compaero.
Ella lo bes dulcemente en los labios.
-Eres un compaero estupendo, pero hay que sacarte las
cosas con pinzas, escurrindote como a un trapo mojado. Por
qu eres tan hermtico?
-Pues porque, hasta ahora, nunca haba confiado
ciegamente en nadie, porque siempre he vivido por y para este
planeta intentando cumplir cada una de sus exigencias,
olvidndome de mi mismo, porque no tena nada por lo que
vivir. Pero ahora te tengo a ti, Tracy, me has dado miles de
sensaciones y sentimientos nuevos y a veces no puedo
manejarlos. Y tengo un miedo horrible a fallarte y a perderte,
porque si lo hiciera, pequea, no merecera la pena seguir
viviendo, ya no sabra hacerlo sin ti. Quisiera que me ayudaras
a abrirme para poder decirte todo lo que siento y para
demostrrtelo.
-Ya me lo demuestras, Kurt, mucho, de verdad. Nunca me
haba sentido como me siento a tu lado. Pero sobre tu
hermetismo, s, sobre eso tendremos que hablar y trabajar
mucho con l.
Se besaron lentamente, paladendose uno al otro, gozando
del calor de sus bocas hmedas, embriagndose de sus dulces
aromas.
Un carraspeo se escuch de fondo, hasta un rechinar de
dientes. Poco a poco volvieron de ese mundo de sensaciones
donde se haban sumergido.
Kurt mir por encima de Tracy y esta volvi la cabeza para
encontrarse con la mirada socarrona y excitada de Aiman.
-Aclarado que no soy un violador en serie, y que no me
pongo los cuernos yo mismo, me gustara pasar a la siguiente
cuestin, aqu se folla o no?
224

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tracy rio a carcajada limpia.


-Slo tienes un maldito pensamiento en la cabeza,
verdad, Aiman?
-No, tengo alguno que otro ms, pero despus de
mantenerme toda la maana a dos velas y ms caliente que un
jodido tostador, necesito saber si mojo o no mojo.
-Cuando Kurt me explique todo lo que ha pasado, tal vez,
mojars o no mojars.
Aiman gimi ostensiblemente.
-Entonces mejor me vuelvo dentro del idiota, se me acaba
el tiempo, adems, conociendo al atajo de imbciles que nos
gobiernan, esta conversacin va a ser larga.
Se acerc hasta ellos y tom la cara de Tracy entre sus
manos besndola con pasin y susurrndole que lo reclamara
pronto, muy pronto. Con un ligero temblor, desapareci en el
cuerpo de Kurt.
-Es un poco prepotente, no?
Kurt sonro.
-No me tientes a desvelar todos sus secretos.
Los dos sonrieron y volvieron a besarse.
-Ahora, vas a contarme porque te ha llamado Arnoox y
que ha ocurrido?
Kurt respir fuertemente y la mir serio.
-Bueno, algo que nos temamos. El Comisionado est
cabreado y asustado a partes iguales y quiere que rueden
cabezas.
Ella intent levantarse pero l no se lo iba a permitir y la
abraz ms fuerte entre sus brazos.
-Por qu? Qu quieren? Qu es lo que les pasa? Es por
nuestra culpa?
-Eh, pequea, frena un poco. Ni t ni las mujeres tenis
culpa de nada. Actuasteis como lo hubierais hecho en la Tierra.
El Comisionado no asimila eso, as que culpan al capitn por
haberos permitido luchar.
225

-Pero no le qued ms remedio, nosotras insistimos y los


asustamos un poquito.
l sonri y la bes dulcemente, Tracy se separ y lo mir
triste.
-Te he causado muchos problemas, verdad?
l acarici su mejilla con sus nudillos.
-No, no has sido t. Tienes razn, Tracy, debemos cambiar
nuestra forma de pensar y hacer las cosas, pero va a costar
mucho y los cambios siempre producen miedo a lo
desconocido. Inseguridad, lo entiendes, verdad?
-S, pero ahora qu va a pasar?
l la mir serio.
-Hemos conseguido aplazar la reunin siete das con la
excusa de que debemos reparar todos los daos primero, eso
nos dar tiempo para poder buscar alguna estrategia.
Ella lo mir fijamente.
-Y qu pasara dentro de siete das?
-Pues tendremos una reunin donde el Comisionado
pretende destituir al capitn Demon y castigarnos a todos los
compaeros de las mujeres implicadas en la rebelin, como
ellos la llaman.
Tracy se levant de golpe y empez a andar por todo la
habitacin sumamente alterada.
-Castigaros a vosotros. Por qu? No estabais all para
detenernos. Qu clase de idiotas son? Perdname, Kurt, pero
tu comisionado apesta, son un atajo de trogloditas.
l sonro asintiendo.
-Totalmente de acuerdo contigo, Tracy. Adems, pretenden
que vosotras estis all para que veis el castigo ejemplar y as
se os quiten las ganas de volver a actuar por vuestra cuenta.
Es una forma de castigaros tambin a vosotras, quieren que
aceptis nuestras normas sin rechistar, pretenden cortaros
las alas.
Ella par su paseo y lo mir con los ojos abiertos de
asombro.
226

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Pedazo de mamarrachos, pretenden que estemos all


viendo y oyendo todas sus malditas sandeces y que nos
quedemos calladas, es eso? Pues lo siento, no pienso
consentir semejante injusticia, no me mantendr al margen,
Kurt.
S, saba que respondera as, por eso haba exagerado un
poco la situacin. Ya la estaba conociendo y su mujer era, no
tan solo una guerrera, era tambin una defensora de las
causas perdidas, de las injusticias. l estaba seguro de que
ella misma sera el mejor abogado de todos ellos y aunque
aquello resultara de poco hombre, si se salvaban, sera a causa
de ella y del resto de las mujeres.
Aquello sera malditamente divertido si no fuera porque l
sera uno de los que se escondera tras las faldas de su mujer.
Irnico.
-Contaba con eso, Tracy, no lo dudes.
Ella lo mir inclinado la cabeza hacia un lado.
-De verdad?
Se levant y se acerc hasta ella, tomndola suavemente
de la cintura y pegndola a su cuerpo.
-S, cario. S que no consentirs que se cometa semejante
injusticia. Y por cierto, gracias.
Tracy lo mir extraada.
-Gracias? Por qu?
Bes suavemente la punta de su nariz, sonriendo.
-Por comparar al Comisionado con un puado de
trogloditas. Espero que no me sigas viendo igual que a ellos,
pero tienes que aclararme qu clase de animalejo es ese.
Tracy rio a carcajada limpia. Qu? Dnde estaba la
gracia ah?

227

CAPTULO 35

l primer da fue fantstico. Kurt cuid de ella, la mim,


le cur la herida, estuvo atento a cualquier pedido o
gesto. Le hizo el amor en tres ocasiones, cada una diferente,
apasionada, salvaje y tierna, dejndola totalmente saciada y
cuando esa tarde, empez con su periodo, la acun dulcemente
entre sus brazos y la mim con esmero.
El segundo, ella estaba irascible, cabreada, le dolan la
espalda, el vientre, los ovarios y se quej por todo. l sigui
siendo el maldito rey de la dulzura, dndole masajes, tiernos
besos y dulces caricias.
El tercero, se levant ms calmada, ya no le dola el cuerpo
y su regla estaba ya controlada y l sigui siendo el lder
indiscutible de la dulzura y ya tanta, tanta, estaba empezando
a crearle empacho, la verdad.
El cuarto, fue un asco, totalmente. La segua a todas
partes, quitando todo de en medio para que ella no hiciera
esfuerzos. Maldita sea! Si slo levant un cojn y se lo quit de
las manos diciendo que no levantar peso, estuvo a punto de
hacrselo tragar por entero, realmente se estaba empezando a
cansar de tanta melosidad.
El quinto estuvo por hacerle una amputacin de todos sus
miembros y lanzrselos a los Phardok para que lo devoraran
lentamente. Estaba hasta el mismsimo moo de que fuera tan
condescendiente. Su regla ya haba acabado y el nivel de su
tolerancia al dulzor se haba ido reduciendo igual que su
periodo, as que cuando esa maana lo llam el phartok, le
pidi, no, le exigi no, no, le oblig a largarse y que la dejara
tranquila de una maldita vez. Y el muy capullo acept despus
de que Misrte se ofreciera a hacerle compaa.
Hicieron una nueva receta de Phartian, compartieron ms
vivencias de la Tierra, pero ella apenas estaba atenta a nada y

228

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

se senta muy alterada. Por eso Misrte, cansada de verla


resoplar cada dos por tres la mir seriamente a los ojos.
-Cielo, te veo muy alterada. Qu pasa?
Y eso desat las compuertas de todo un maldito pantano,
el de sus lgrimas.
Misrte la abraz con ternura.
-Por todas las estrellas, nia, me ests preocupando. Qu
pasa?
-Todo, Misrte, todo. Kurt es tan atento, tan dulce, tan
carioso.
-Y eso es malo porque?
-No, no es malo. Pero s que est haciendo lo imposible
por arreglar la situacin. Lo oigo hablar con el phartok y s
todos los problemas que van a tener por mi culpa y encima por
nada.
Venga, hala, otra maldita ronda de lgrimas, mocos y
suspiros.
-Cario, no te sigo, debe ser la edad o que t hablas otro
idioma porque no pillo ni una condenada palabra de lo que
quieres decir.
-El trato con la Tierra fue por mujeres con las que poder
procrear y crear familias.
Misrte la mir sonriendo.
-Y?
Tracy la mir con los morritos arrugados como una nia
enfurruada.
-No s si podr drselos.
-Por qu? No eres una mujer? Ah, ya s, t eres un
androide?
Tracy resopl.
-Por supuesto que no, qu tontera.
La mujer la mir ms fijamente.
-Ah, vale, que no sois compatibles.
229

Ahora fue el turno de Tracy de mirarla fijamente.


-No somos compatibles? No entiendo.
-No s, las mujeres de la Tierra carecis de vagina?
Tracy se indign.
-Por supuesto que tenemos vagina, qu puetas te pasa,
Misrte?
-A mi nada, ests hablando de que el trato fue para crear
familias, qu pasa t no puedes ser parte de una familia o
qu?
-He tenido mi regla, Misrte, no estoy embarazada. Y si
todo lo que est luchando Kurt no sirve para nada? Si no puedo
darle hijos, me seguir queriendo a su lado? O pensar que
no vale la pena tanta lucha por una mujer con la que no puede
procrear?
-Realmente pens que el muchacho era ms inteligente,
pero est visto que el pobre es idiota o se le ha resecado el
maldito cerebro. No te ha explicado nada de la reproduccin
en Phartian?
-Pues no, pero vamos, se cmo funciona el tema y creme
cuando te digo que esforzarse e intentarlo, lo ha hecho, sin
descanso.
Misrte resopl con fuerza y se levant del silln donde
estaba sentada.
-Mira, no pienso facilitarle la tarea al imbcil de Kurt, para
nada, oh no. Va explicrtelo todo paso por paso, pero slo te
dir una cosa, jovencita, puedes darle hijos al pedazo calaam
ese aunque ahora mismo lo nico que se merezca es que le
extirpen los testculos con dos piedras Airean.
-Misrte, no te entiendo nada.
-Te juro que ira a por l y lo traera arrastrando de los
pulgares desde el Gumnarium, no entiendo como puede ser tan
malditamente cafre. Y seguro que tampoco te habr hablado
de sus sentimientos, vedad?
Tracy le sonri vacilantemente.

230

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-No, pero se nota que le importo, Misrte, es tan dulce y


tierno, tan.
-Es un maldito gilipollas y un puetero cobarde.
-Misrte!
-Ni Misrte ni narices, tienes que hablar con ese hombre,
jovencita, y cuando digo hablar no digo fornicar, entendido?
Tracy se sonroj violentamente.
-En cuanto entre por esa maldita puerta, quiero que lo
mires fijamente a los ojos y le digas que te explique lo de los
embarazos, me has odo?
-Pero
-Nada de excusas, se lo exiges, entendido? Habrase visto
pedazo de asqueroso hijo de un calaam empalmado. Tracy, no
dejes que te d largas ni que se desve del tema, haz que hable
o mndalo a dormir con su jodido oiyu, comprendido?
-La verdad es que no entiendo tu enfado, Misrte, yo no
-Se acab, te mereces que te hable con sinceridad, que te
explique todo, ests tan desorientada, mi nia. Oh, pobrecita!
Ir a parar con el ms capullo de todos los capullos machos de
este planeta.
Misrte la abraz con fuerza y le llen la cara de besitos
tiernos y dulces y ella sonri agradecida.
En ese momento lleg Kurt sonriendo a las dos mujeres.
-Hola Misrte
La mujer se levant y se acerc hasta l para soltarle un
fuerte tirn de orejas.
-Qu!?
-Y tienes suerte de que te tengo cario, joven, pero que
quede claro que ahora mismo sera capaz de arrancarte los
pulgares y hacerme unos colgadores con ellos.
Kurt la mir extraado.
-Pero, qu he hecho?

231

-Qu has hecho? Aun te atreves a preguntarlo, idiota?


Ms bien es lo que no has hecho. Realmente, Kurt, me gustara
saber qu tienes metido en ese cabezn. Mucha presencia, muy
buena base, pero nadie a los malditos mandos de la nave.
Y sali dando un sonoro portazo.
Ya has vuelto a liarla parda, Kurtcito? Qu se supone que
no has hecho, pero que deberas haber hecho y que nos ha
costado una talla ms de gorro para meter la nave espacial que
tenemos ahora por oreja? Eh, Kurtcito?
Pues no lo s, la verdad y me gustara que dejaras de
llamarme Kurtcito, Aimancito
Qu chispa tienes, jodo, pero queda mejor cuando lo digo
yo, que lo sepas.
Clav la mirada en Tracy que lo miraba muy seria.
-Qu le ha pasado?
Ella decidi contraatacar con otra pregunta.
-Cundo piensas hablarme sobre los embarazos en
Phartian, Kurt?
Oh, oh, no quiero ser agorero, pero creo que tienes un
maldito problema entre manos y sin pecar de impertinente te
dir que yo ya te lo advert.
Kurt la mir seriamente.
-Qu pasa, cario?
-Quiero que me contestes, Kurt. Por qu esta tan
enfadada Misrte porque no me lo has explicado?
Y ahora es cuando yo te digo eso de, hala, machote, a ver
cmo cojones le explicas esto. Eres un maldito idiota, te lo dije,
pero no, t y tu fantstica idea de contar las cosas por captulos.
To, la diplomacia y el tacto lo estudiaste va correspondencia?
Porque si no, no me explico tanta incompetencia.
Tracy lo miraba muy fijamente y estaba empezando a
enfadarse.
l carraspe. Mierda! Esa era otra de las cosas que no le
haba contado.
232

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tal vez sera necesario que aparecieras, Aiman.


Ah no, tus jodidos marrones te los comes t solito, por
espabilado. A m no me metas en ellos. Pero eso s, no me
cansar de decirte que esto te pasa por ser tan sumamente
gilipollas. Joder, to, estoy disfrutando de lo lindo. Esta vez, el
corte de pelotas que pende de un hilo es el tuyo.
-Bueno, realmente no es un tema que tengamos que
hablar ahora mismo, verdad?
-Por qu no?
Eso, y porque no, Kurtcito? Anda, cuntale a Tracy que
otra vez se te olvid contarle otra cosita. Anda rey, abre la
maldita boca de una vez.
No ests ayudando, Aiman. Joder, t sabes por qu no se
lo expliqu antes, bastante asustada estaba ya.
Vio a su oiyu cruzar los brazos a la altura del pecho.
Me importa una mierda por qu no se lo contaste antes,
ahora voy a esperar aqu, tan ricamente, que se lo largues y
despus recoger nuestras pelotas del suelo que, te recuerdo
nuevamente, vamos a perder por tu jodida culpa e
incompetencia.
Pues sabiendo que vas a quedar castrado podas ser de
ms ayuda, idiota.
Prefiero correr ese riesgo, va a ser divertido ver cmo le
explicas las cosas a Tracy y sobre todo, ver su reaccin. De lo
ms divertido, s seor.
-Por qu no podemos hablar ahora del tema de los nios,
Kurt?
Mierda, mierda, mierda, si al final iba a tener razn su
jodido oiyu., por mucho que le fastidiara darle la razn a aquel
memo.
Ella clav su mirada en l.
-Ms secretos, Kurt? Ms verdades a medias? Qu
problema tienes t con no contar las cosas claras y de una vez?
Je,je,je, joder macho lo que estoy disfrutando, estoy viendo
ya tus pelotas colgar del karni ms alto.
233

-Bueno, es algo que omit, pero fue en consideracin tuya.


Ahora era l el que visualizaba sus pelotas en la copa del
karni, colgando como los frutos del puto rbol.
-Odio cuando dices que haces las cosas en consideracin
ma. No soy una muequita frgil, Kurt.
l la bes dulcemente en los labios.
-Lo entenders cuando te lo explique.
-Piensas que me cabrear?
Cabrearse? Un huevo! De eso no me quedan dudas y
seguro que pasamos a formar parte de: Los guerreros de la
orden del perpetuo pene erecto. Y todo gracias a ti, otra vez a
dislocarnos la mueca por tu incompetencia. Tuve que cabrear
a alguien, y bastante adems, para que me mandaran ser tu
maldito oiyu.
Pienso pasar de ti, gilipollas, no tienes ni un poquito de
confianza en m. Tracy lo entender.
Vale, repteme eso cuando nuestras bolas ya no cuelguen
entre nuestras piernas.
Te lo repetir cuando tengamos a Tracy entre nuestros
brazos, feliz y satisfecha.
Pues no apuesto ni un maldito dork por ti y tu triunfo, pero
de ilusin tambin se vive, sin pelotas, pero se vive.
-No, porque vas a entender por qu lo hice.
La volvi a besar, mordisqueando sus labios suavemente.
-Ests intentando distraerme?
-Funciona?
Ella tom su labio inferior entre sus dientes y tironeo de l
con fuerza.
-Sabes que s, Kurt. Cuando me tienes en tus brazos no
puedo pensar en nada que no seas t.
Te he dicho alguna vez que ser un oiyu es una mierda?
Siempre eres t el que termina llevndose todos los malditos
honores y eso que eres un completo gilipollas como compaero.
234

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

235

CAPTULO 36

racy se solt lentamente de sus brazos.

-Kurt, no vas a distraerme. Quiero saber la


verdad, quiero entender por qu Misrte se ha enfadado
de esa manera y quiero que seas sincero y claro de una buena
vez.
Kurt la mir sonriendo tmidamente y pas sus manos por
su pelo. Lentamente empez a pasear de lado a lado del saln
mientras que ella se dej caer en un silln. Haba llegado la
hora de la verdad, haba que explicrselo.
La mir fijamente.
-Reclama a Aiman.
Sers capullo, puto cobarde de mierda. Ah, ahora s que soy
bueno para estar presente, no? Anda y que te hagan un asiento
con pas, gilipollas.
-Kurt, no vas a distraerme con sexo.
-No voy a distraerte, voy a contrtelo, te lo prometo, pero
luego, para calmar tus temores, lo necesitaremos, reclmalo,
Tracy.
Joder macho, ah has estado listo, si es que algunas veces
eres el puto amo. No te beso porque me estaran dando arcadas
toda mi maldita vida, pero te adoro, to.
Ella lo mir desconfiadamente.
-Seguro?
-Te lo prometo, pequea.
Tracy todava lo miraba suspicazmente pero aun as
reclam a Aiman que apareci y pas a sentarse al lado de ella
y tomarla en sus brazos y besarla, suavemente, en el pelo.
-Gracias, cario.
236

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Kurt reanud el paseo por toda la sala y Tracy empezaba


a impacientarse. Se notaba por los suaves y continuos
suspiros profundos y el tamborileo de sus dedos sobre los
brazos de Aiman.
-Me ests empezando a poner nerviosa y a marearme,
Kurt. Tampoco puede ser tan difcil, no? Un embarazo es un
embarazo, aqu, en la Tierra o en cualquier planeta, verdad?
Slo se necesitan un hombre y una mujer, no es tan
complicado.
Ahora el gemido de los dos fue ms ostensible. Tracy volvi
la cabeza y mir a Aiman que segua gimoteando con los ojos
en blanco y luego volvi la cabeza hacia l, que haba detenido
su paseo y la miraba cabizbajo.
-Mierda, Kurt! Quieres empezar a hablar? Ni que
lanzarais el esperma con un tirachinas esperando a hacer
diana. Tampoco tiene que ser tan enrevesado, no?
-No, la verdad, bueno, es que en el fondo s que es algo
complicado. Lo que ms me preocupa es T te acuerdas...?
No, as tampoco, esto
Tracy volvi de nuevo la cabeza haca Aiman que ahora
sonrea irnicamente mirando a Kurt.
-En serio est tan afectado o es que alguien se salt el
explicarle como se hace un beb?
Aiman empez a rer.
-No se lo tomes en cuenta, el pobre suele ser una persona
bastante inteligente y grandilocuente. Por muy capullo que
sea eso hay que reconocrselo, pero lo que es contigo y a la
hora de explicarse se le suele hacer la picha un lo.
l lo mir fijamente.
-Pues oye, como t tienes tanta jodida verbosidad,
cuntaselo t.
-No, todo tuyo, jefe. Yo soy un triste y pobre oiyu, sin voz
ni voto, lo recuerdas?
-T lo que eres es un capullo sabelotodo.
Tracy se solt de Aiman y se plant ante l.
237

-Quieres dejar de dar tantas vueltas e ir al grano?


l se acerc hasta ella, la tom de la cintura y la peg a su
cuerpo, besando suavemente sus labios, obligndola a abrir la
boca y dejarlo entrar en ella, buscado y jugueteando con su
lengua. Se separaron altamente excitados.
-Eres tan adictiva, Tracy, estara todo el da besndote, me
encanta tu sabor, tu calor.
Ella sonri depositando un beso suave en sus labios.
-Yo tambin, cario, pero no vas a lograr descentrarme,
quiero saber qu es lo que me ests ocultando.
-Pero promteme que vas a recordar que lo hice porque no
quera alterarte ms, vale?
-Est bien, te lo prometo.
La solt lentamente y empez de nuevo a pasear mientras
que ella resopl con fuerzas.
-En nuestro planeta no hay anticonceptivos, el control de
natalidad est regulado por los hombres.
Tracy se sent en el borde del silln y Aiman la atrajo hasta
sus brazos mientras que ella segua con la vista clavada en l,
que por fin, haba decidido detenerse.
-Los hombres phartianos tenemos un periodo frtil al ao,
el resto del ao no podemos reproducirnos. En ese periodo, el
esperma del oiyu se vuelve de un color azulado. Slo
combinando los dos espermas podemos fecundar a nuestra
compaera.
Un silencio se hizo en el cuarto, Tracy lo miraba con los
ojos entrecerrados. Los segundos fueron sumndose
lentamente, hasta que al final ella habl.
-Oh! Entonces, tendremos que ir al hospital?
Ahora era el turno de l de extraarse.
-Qu? Al hospital? Para qu?
Tracy lo miraba sonriendo.
-Pues para que me inseminen, porque si no, de qu otra
forma combinis vuestros espermas?
238

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Aiman cay hacia atrs en el silln, riendo a carcajada


limpia.
-Eso, Kurtcito, de qu otra manera combinamos nosotros
nuestro semen? Joder, esto se pone cada vez ms interesante.
Tracy lo mir enfurruada.
-Y t de qu narices te res?
-Pequea, no es as precisamente como se hace.
Ella volvi de nuevo la vista hasta l.
-Entonces?
l arque su ceja, un poco ms, mirndola muy fijamente.
-Qu?
-Joder, tendr que deletrertelo?
-No, tendrs que explicrmelo, tan simple como eso.
-Tendremos que tomarte los dos a la vez.
-Eso lo hacis ya.
-Los dos a la vez, Tracy, y eyaculando al mismo tiempo en
tu interior.
-Eso es imposible a no ser que los dos Qu!? Ah, no, ni
de coa, no vais a meteros con esas monstruosidades dentro
de mi vagina, a la vez. Porque eso es lo que ests dicindome,
no?
-S, precisamente as, pero no debes de preocuparte por
eso, sabes que Aiman con su aium facilitar la penetracin.
-Y un cuerno, no, no y no.
Aiman la ci con ms fuerza de la cintura.
-Cario, yo lo facilitar, te gustar, ya lo veras.
-Lo has probado?
-Estas preguntado en broma, no? Yo no puedo probarlo.
No s si te has dado cuenta, pero no tengo vagina, Tracy. Joder,
lo mismo me comparas con un maldito vibrador que insinas
que tengo un coo por ah escondido. As que, evidentemente,
no, no puedo probarlo.
239

-Por qu no? Prueba a meterte dos malditos pltanos por


el culo y si lo disfrutas yo me meter a vuestras expendedoras
de cabezones dentro. Mientras tanto, no pienso ni intentarlo.
Kurt la tom del codo cuando ella se levant e intent salir
del saln
-No has disfrutado cada vez que te hemos tomado, Tracy?
Has sentido alguna vez, entre nuestros brazos, algo que no
sea placer?
Ella le contest refunfuando.
- S, siempre he sentido placer.
-Entonces? Jams te mentiramos, pequea, te juro que
ser muy placentero.
Ella lo mir seriamente.
-Lo has probado antes?
-Cmo puedes preguntarme eso, Tracy? Sabes que slo
t podas despertar a mi oiyu y sin l, no hay embarazo ni
dobles penetraciones. Cario, te lo he dicho cientos de veces,
t eres la nica responsable de que yo sea un hombre completo
y no slo por la presencia del idiota ese.
Aiman no estuvo muy de acuerdo con la explicacin.
- Que te den gilipollas!
Kurt bes su boca con fiereza. Era suya, totalmente suya
y no renunciara jams a ella.
Y ma, Kurtcito, y que sepas que voy incluido en el mismo
paquete.
Eres un maldito coazo, Aiman, pero tienes la suerte de
que me caes bien, si no, hubiera terminado lanzndote al vaco
sin una jodida nave siquiera.
Ya saba yo que en el fondo me queras, Kurtcito.
Kurt solt lentamente los hinchados labios de ella.
-Vamos a demostrarte que no tienes nada que temer,
cario.
-Ahora?
240

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Aiman se acerc a ella desde atrs y acarici su nuca con


sus labios.
-Ahora, pequea.
-Pero, estis en vuestro perodo frtil?
Kurt sonri.
-No, pero no voy a esperar el tiempo que nos quede para
llegar a l viendo cmo te consumen las dudas y miedos.
Vamos a poseerte los dos, Tracy, a introducirnos muy adentro
tuyo, juntos, y vas a abrazar nuestros penes, a enterrarlos en
tu vagina y ordearnos lentamente y vas a disfrutar cada
segundo de esa penetracin, te lo prometo

241

CAPTULO 37

urt la tom de la mano y la guio hasta la habitacin,


Aiman la sujetaba por la cadera.

-La verdad es que no es miedo, pero s que estoy nerviosa,


aunque debis reconocer que el tamao de vuestros penes es
para inquietarse un poco, no? Pero os juro que no es miedo,
de verdad.
Kurt sonri.
-S que eres una mujer valiente, cario y que ests
nerviosa y a pesar de tus dudas por el tamao, todo est en el
aium y en cmo te preparemos para nosotros, Tracy. Y vas a
estar ms que preparada.
Se colocaron a cada lado de ella y empezaron a soltar los
cordones de su vestido, ella intent ayudarles, pero Kurt le
apart la mano.
-No, djanos a nosotros, pequea, eres un hermoso regalo
que queremos desenvolver lentamente.
Y muy despacio fueron abriendo y apartando tela para
dejar expuesta su piel a sus manos y sus bocas, besando
suavemente cada centmetro de ella que descubran,
lamindola de arriba abajo.
Aiman se arrodill frente a ella y fue deslizando sus bragas
por sus piernas con sus dientes, mientras que Kurt jugueteaba
con sus pezones y mordisqueaba su nuca. Cuando estuvo
totalmente desnuda, Aiman se dirigi hasta la cama,
totalmente desnudo y con una enorme ereccin y abri sus
brazos.
Kurt la bes dulcemente en los labios y la guio hasta la
cama.
- Tmbate, pequea.

242

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tracy se tumb sobre la cama mientras Kurt se desnudaba


y Aiman la atrajo entre sus brazos y empez a besarla con
pasin.
Cuando Kurt se quit toda la ropa, se recost a su lado y
entonces l pas a tomarla entre sus brazos, Aiman le dio un
ltimo beso y se desliz hasta los pies de la cama
arrodillndose entre sus piernas y Kurt la mir fijamente.
-Cierra los ojos, Tracy. Djate guiar por tus otros sentidos,
disfruta de las caricias de nuestras manos y boca sobre tu
piel, absorbe cada gota de aium y emppate de l.
Kurt iba intercalando cada palabra con ligeros besos sobre
sus ojos, su sien, sus mejillas, mientras que Aiman iba
acariciando con las manos sus piernas, deslizndolas con
suavidad, rozndola apenas, tentndola, haciendo hormiguear
cada pedacito de piel tocado por sus dedos. Sinti la calidez de
su aliento en la curva de su rodilla y not el pase suave de su
lengua, trazando pequeos crculos e impregnando su piel con
su saliva. Tracy sinti su cuerpo calentarse lentamente, su piel
absorba el aium con avidez y empez el cosquilleo, iba
subiendo dulcemente por su cuerpo, concentrndose con ms
fuerza entre sus piernas y en sus duros pezones.
Mientras que Aiman iba besando sus piernas, sus muslos
y acercndose ms y ms a su vagina, Kurt la besaba con
mucha lentitud, acariciando y mordisqueando sus labios.
Ella no paraba de gemir, su cuerpo estaba cada vez ms
caliente y ellos iban tan despacio que iba consumindose en
ese fuego.
Kurt invadi por completo su boca introduciendo su
lengua, inclin su cabeza como buscando un ngulo mejor
para explorarla con ms lentitud, alcanz su lengua y la chup
con fuerza, mamndola entre sus labios, mordisquendola
entre sus colmillos. La solt levemente, para lamer toda su
boca y fue deslizando, lentamente, a fuera y adentro, cada vez
llegando ms dentro de su boca, barrindola por completo,
como queriendo empaparse de todo su aroma. Saborendola
con intensidad, con la misma que Aiman lama ahora sus
labios mayores, dando un barrido con su lengua por ellos y
llegando a los menores, para explorarlos con la misma
vehemencia.
243

Kurt baj sus labios y dientes por su cuello, dando leves


besos, pinzando suavemente su carne entre sus colmillos y
dibujando senderos hmedos con su lengua y saliva. Desliz
an ms su boca hasta llegar hasta sus pechos, los tom con
sus manos y los junt, poniendo pezn contra pezn y acerc
su boca hasta ellos, deslizando su lengua de uno a otro, como
dando pequeas pinceladas.
-Me ests volviendo loca, Kurt, chpamelos, por favor,
mtete mis pezones en tu boca, necesito que me los chupes.
l sigui lamindolos con su lengua y rozndolos con sus
colmillos pero segua sin metrselos en la boca, ella intentaba
tentarlo levantando sus pechos y frotndolos contra l,
tomando su cabeza y forzndola hasta ellos, pero Kurt segua
a su ritmo. En ese instante sinti la lengua de Aiman
penetrarla lentamente, el aium se extendi por toda su vagina,
con cada entrada y salida de su lengua. Con cada barrido de
ella por sus paredes, empapaba su entrada. Su vientre empez
a palpitar y arder y su cuerpo empez a cimbrearse. Sus
caderas se agitaban al principio con suavidad pero conforme el
calor fue apoderndose de toda ella, arquendose con ms
fuerza y rotando sus caderas imitando el acto sexual.
-Os necesito ya, chicos, por favor.
Saba que su voz sonaba como un gimoteo, pero estaba
ansiosa, vida de sentirlos dentro.
-Tranquila, cario, aun no ests lista.
Qu no estaba lista? Por Dios, si era capar de pegarle
fuego a las sbanas del calor que despeda. Qu ms
preparacin necesitaba? Explotar como una maldita bomba?
Kurt mordi sus doloridos pezones, con algo de fuerza y
ella lanz un grito ronco que se convirti en un sollozo cuando
los lami dentro de su boca, los chupaba con fuerza,
mamndolos como un nio hambriento, frotndolos con su
lengua y engullndolos ms y ms dentro de su boca.
El aium pareca haberse extendido por todo su cuerpo.
Aiman segua poseyndola con su lengua, mientras que Kurt
le devoraba los pezones.

244

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Un palpitar fuerte se extendi entre sus piernas, Aiman


jugueteaba ahora con sus dedos, impregnados de saliva, con
su cltoris. Este se endureci y extendi como nunca lo haba
hecho, pareca un pequeo pene erecto, palpitando con fuerza
mientras que las paredes vaginales empezaron a contraerse
con fuerza intentando succionar la lengua de Aiman.
Todo su cuerpo estaba listo para alcanzar el orgasmo, un
par de lgrimas se deslizaban por sus mejillas. Era tan intenso
lo que estaba sintiendo.
Kurt mordisque con ms fuerza sus pezones alcanzando
un punto entre el dolor y el placer que la hacan arquearse con
brusquedad, una ltima estocada de la lengua de Aiman y otro
leve mordisco de Kurt la pusieron en las puertas de su orgasmo
que qued frenado al soltarla ellos lentamente y grit, s, de
pura frustracin.
Kurt bes su oreja susurrndole ahora s ests lista,
pequea. Sern capullos, ella quera su orgasmo y lo quera
ya.
-Mierda, chicos, cmo cojones me hacis esto? Quiero
correrme, lo necesito, estoy desesperada.
Kurt la bes suavemente en la nariz mientras que Aiman
lo haca en su cadera.
-Y lo hars, pero con nosotros sepultados lo ms dentro
posible de ti, llenndote por completo. No quedar entre
nosotros ni un slo espacio, Tracy.
Aiman se acost en el centro de la cama y Kurt la ayud a
subirse sobre l.
Cuando estuvo toda tendida de espaldas sobre Aiman,
Kurt le abri las piernas y Aiman guio su pene hasta su abierto
coo. Con suavidad introdujo su verga dentro de ella
hacindolos gemir a los dos. Empuj lentamente, estaba tan
hmeda que se deslizaba con suavidad. Kurt se acerc y coloc
su mano sobre el colchn al lado del hombro de Aiman y con
su otra mano guio su polla hasta ellos.
Ella lo mir fijamente, viendo las pequeas gotas de sudor
que se haban formado sobre su frente. l le sonri con dulzura
mientras que apoy su pene en la entrada y lo empuj con
245

suavidad, obligndolo a deslizarse entre su repleto coo y el


miembro de Aiman.
Entr con lentitud, moviendo muy suavemente sus
caderas y sin dejar de friccionar y avanzar centmetro a
centmetro.
-Sientes dolor, Tracy?
Ella segua sin dejar de mirarlo.
-No, es algodiferente, me siento tan completa, tan llena.
l le sonri apretando sus dientes con fuerza mientras
soltaba un ronco gemido entre ellos.
Aiman mordisque su hombro mientras que Kurt dilataba
aun un poco ms su vagina y avanzaba unos centmetros ms.
-Y vas a sentirte an ms llena, cario, pero tambin vas
a sentir muchsimo placer. Tu coo ya nos est devorando con
ansias, s que vas a aceptar cada embestida y a introducirnos
ms dentro de ti. Vas a ser voraz, ansiosa, nos vas a exigir ms
y nosotros te lo vamos a dar, vas a exprimir cada gota de
nuestro semen hasta dejarnos completamente secos.
Kurt se introdujo hasta dentro, rozando con sus bolas la
raz de la polla de Aiman y la entrada de su cuerpo. Empez a
bombear con suavidad. Aiman apenas poda hacerlo, pero la
friccin de pene contra pene y de las paredes de su repleta
vagina pronto se convirti en un calor vivo y abrasador.
Ella empez a empujar sus propias caderas, abri, an
ms, sus piernas y absorbi con ansias cada embestida de
Kurt y cada bamboleo suave de Aiman.
Kurt se apoyaba con sus manos en el colchn, para
empujar con fuerza sus caderas, Aiman se sujetaba de sus
senos, torturando a sus duros pezones y ella, gimiendo
roncamente, se tom de los hombros de Kurt.
-Ests bien, pequea?
Ella no pudo volver su cabeza hasta Aiman.
-Estoy en el sptimo cielo, Aiman.
Dos roncas risas escaparon de ellos, hasta que otra suave
embestida los hizo gemir.
246

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Apenas quedaba un milmetro de ellos sin tocarse y


acariciarse. Las paredes de su coo se contraan con tanta
fuerza que absorban los penes de ellos con fuerza.
Los empujes eran cada vez ms fuertes y cortos. Una
pequea onda se form en el bajo de su vientre, un calor, un
cosquilleo que fue creciendo con rapidez. Su piel se calent y
se enrojeci an ms.
Sus manos, que hasta ese momento se haban sujetado en
los hombros de Kurt, ahora abrazaban con fuerza su cuello
mientras que se ayudaba de eso para hacer minsculas
rotaciones con su cadera, respiraba con dificultad, inspirando
con fuerza y jadeando las expiraciones. Hasta el clido aliento
de ellos en su cuello era como una brasa ardiente, su piel
totalmente erizada se estremeca con cada leve roce de ellos.
Aiman la tena ahora tomada con tanta fuerza de las
caderas que saba que al da siguiente sus dedos estaran
marcados en ellas. Pero no le import, se senta como nunca,
empalada y llena como jams lo haba estado.
Goz de cada embestida, sali en busca de ella, de cada
caricia y cuando el calor, las contracciones y el placer se
apoderaron de su cuerpo, slo pudo dejarse llevar, destrozando
su garganta con el ronco grito que escap de su boca. Cuando
se corri con fuerza entre ellos, sinti los colmillos de sus
hombres en su cuello y sinti los chorros calientes y ardientes
de su semen llenndola y empapando su vagina.
Los gritos de Kurt y Aiman retumbaron en sus odos y
cuando cesaron los temblores, soltaron su cuello y salieron
suavemente de su interior, ella not correr, entre los pliegues
de su culo, el semen caliente de ellos.
La besaron suavemente en los labios.
-Nos crees ahora, pequea?
Ella slo sonri. Cmo no creer si haba gozado hasta el
punto de perder la maldita consciencia, no?

247

CAPTULO 38

aba dormido totalmente agotada toda la noche entre


los brazos de los dos. Despus de hacer el amor, se
haban dado un bao y ms tarde, Aiman la llev en brazos
hasta la cama. Ella protest diciendo que no era una nia
pequea para ser transportada de un lado a otro, pero la
regaina qued totalmente sin efecto con el sonoro bostezo que
se le escap en ese momento y que le sac los colores a ella y
un buen par de carcajada a ellos. Prepotentes, lo reconoca,
pero haberla dejado totalmente agotada por el placer era algo
de lo que un hombre poda presumir y sentirse orgulloso. Cada
victoria, cada logro en la vida no era nada comparado con la
satisfaccin de saber que tu mujer se senta totalmente
satisfecha entre tus brazos y de que dorma plcidamente
agotada por el placer encontrado entre ellos.
Pero no le has dicho que la amas.
No, no lo haba hecho. Haba estado tentado, lo haba
tenido en la punta de su lengua en varias ocasiones y en el
ltimo minuto lo haba retenido mordindose los labios.
Por qu, Kurt? Por qu no puedes decirle a nuestra
compaera que la amas?
No lo s, Aiman, juro por todas las lunas que no hay nadie
a quien ame ms que a ella, tanto que siento que me ahogo
pensando que pude no haberla conocido. Si Arnoox no hubiera
propuesto este trato, jams me sentira tan completo como me
siento ahora. Pensar que puedo perderla es una agona,
prefiero morir, prefiero mil veces que me torturen antes
siquiera que pensar en perderla, pero tengo miedo.
No lo entiendo, hombre, es nuestra compaera, no debera
darte miedo. Aunque hay veces que tiene un carcter que hace
que mis testculos entren en posicin retrctil. Realmente, Kurt,
a qu tienes miedo?

248

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Ella no lo sabe, Aiman, pero me tiene totalmente en su


poder, mi cuerpo, mi alma y mi corazn son suyos, todo. Y
tengo miedo que una vez le diga mis sentimientos no sean
correspondidos.
No, Kurtcito, no me engaas, tu miedo no es ese. Eres tan
sumamente gilipollas, que crees que no revelndolos eres ms
fuerte, que no te afectarn las cosas. Crees que no s lo que
sentiste cuando muri nuestra madre? Crees que no sent lo
que sentiste cuando viste a padre morir lentamente? Reconcelo,
Kurt, eres un maldito cobarde, puedes entregarte por entero en
cuerpo pero aun te reservas una parte de tu corazn y hasta que
no sepas entregarlo, idiota, no seremos totalmente felices.
Aiman volvi a su cuerpo en ese momento, decidido a
atormentarlo, pareca un despreocupado. Un maldito imbcil
pero haba dado en el jodido clavo, tena razn, era un cobarde.

***

Cuando despert esa maana l la miraba de forma


insistente y tierna. Le haba preguntado una docena de veces
si le dola algo, si se encontraba molesta, irritada y a ltima
hora de la maana s que estaba irritada, pero con l y de tanta
maldita pregunta, porras, que la tena frita.
A ver, que s, que senta una ligera molestia entre las
piernas, pero era mnima y cada paso, por ligero que fuera,
mandaba leves descargas por su cuerpo. Era una molestia
placentera y sumamente excitante. El recuerdo de una noche
de pasin como nunca haba tenido y repetira encantada,
periodo frtil o no, as que tuvo que decirle que si no quera
terminar l con los testculos irritados del apretn que le iba a
dar ella si volva a preguntar, lo dejara estar de una buena vez.
A media tarde Kurt tuvo que ir al Gumnarium y ella se
qued sola en casa, recogi la ropa limpia y la guard en los
armarios y cuando se dispona a darse un bao, llamaron a la
puerta.
249

-Hola Misrte.
-Hola, cario. Cmo sigues hoy?
-Estoy mejor. La herida est prcticamente curada.
Se sentaron las dos en el silln y la mujer le dio otro pastel
que les haba hecho.
-Nos mimas demasiado.
-No tengo mucho que hacer, Tracy, y me encanta hacer
pasteles.
-Sabes, Misrte, hay algo que quiero preguntarte hace
tiempo.
-Dime, nia.
-Dreena me coment una vez, que cuando un compaero
muere, el que sobrevive apenas puede vivir sin l. Es cierto?
La mujer sonri tristemente.
-S, cario, es verdad. Cuando muri mi compaero
apenas poda respirar sin que me doliera. Durante un ao,
prcticamente fui un vegetal. Poco a poco fui volviendo a la
vida, pero mi corazn sigue amndolo y echndolo de menos.
No he vuelto a tener deseos por otra persona, jams. Yo tuve
la fuerza para poder salir adelante y volver a vivir, hay quien
apenas subsiste y quien, simplemente, se deja morir.
-Es tan increble. Tan fuerte es el lazo?
-S, irrompible an ms all de la muerte.
Tracy la mir tristemente.
-Lo siento por ti, Misrte.
-No lo sientas, cario, cada momento vivido junto a HalikShevvo fue nico y me dej amor para poder vivir sin l.- la
mujer le apret la mano con ternura- Estoy bien cario, de
verdad.
Mir alrededor y despus clav la vista en ella.
- Kurt no est, verdad?
-No, tena cosas que hacer en el Gumnarium.
-Mejor, quera hablar contigo a solas.
250

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tracy la mir sonrojada.


-Es por lo de ayer?
La mujer sonri pcaramente.
-Bueno, cario, esa sera una de las cosas que quiero
hablar contigo, pero tengo algo ms que decirte. Pero hablando
de lo de ayer, te explic Kurt lo de los embarazos?
El rubor en las mejillas de Tracy se intensific con fuerza.
-S, lo hizo.
-Bueno, veo que no hemos perdido totalmente al
muchacho, parece que actu como un verdadero hombre y no
como un capullo y por tu expresin veo que te dej muy claro
cmo funciona el tema de la procreacin en Phartian, no?
Ella slo asinti.
-Bien, porque pens que tendra que darle unos cuantos
sopapos ms. No entiendo cmo se ha podido volver tan idiota,
era de los primeros de su promocin, pero se ve que gan
fuerza y perdi cerebro. Una lstima porque tena muchas
esperanzas puestas en l.
Tracy sonri.
-Eres cruel.
-Un poco, pero creme, algunos hombres las cosas hay que
sacrselas a tirones, Kurt es de esos, no hay duda. Por eso te
tocar luchar duro con l, oblgalo, nunca le permitas que te
diga que lo dir despus, aunque tengas que pisarle los
testculos, entendido? - cuando ella asinti, Misrte pas a ser
de nuevo la dulce abuelita- Bueno, lo otro que quera decirte
es que he hablado con Dreena y quiere que os reunis maana
en el Gumnarium. Aparte de las mujeres de la Tierra, hay varias
phartianas que podran estar all para escuchar vuestra forma
de vivir y los cambios que se pueden hacer aqu.
-En serio? Sera de mucha ayuda poder contar con
mujeres del planeta.
-Creme, hay muchas, muchsimas, lo que pasa es que no
se han atrevido a dar el paso, igual que hay muchos hombres

251

dispuestos a apoyarnos, nia, t has puesto esto en marcha,


tienes que continuarlo.
Tracy hizo una mueca de preocupacin.
-Espero no perjudicar mucho a Kurt.
-No te preocupes por Kurt, ya es grandecito y sabe
defenderse solo. Por lo menos espero que en eso no se haya
idiotizado tambin. A los que hay que darles caa son al
Comisionado, sobre todo a los ancianos. A esos hay que
arrancarles las barbas con pinzas y el bigote con tenazas,
malditos estirados.
-No ests muy contenta con esa parte del Comisionado.
-Casi nadie est contentos con ellos, se han vuelto unos
imbciles. Andan todo el da como si se les hubiera metido un
insecto por el pito y estuviera zumbndole los testculos, no
aceptan ni un maldito avance.
Tracy sonri meneando la cabeza ante la fiereza de Misrte.
-Pero aceptaron el trato con la Tierra y Kurt no.
-Kurt se port ah como un perfecto mamn, pero por lo
menos tena un argumento. Pero los idiotas estos, crees que
aceptaron a la primera? No, fueron varias semanas de
negociacin, aceptaron cuando vieron las caras de los hombres
cuando insinuaron que podan seguir zumbndose androides
si estaban tan desesperados, creo que pensaron que los
prximos zumbados iban a ser ellos y por eso votaron
afirmativamente.
-Bueno, entonces, si crees que podemos conseguir
suficiente apoyo, maana estar all.
Misrte la tom de las manos y le sonri dulcemente.
-No vas a estar sola, cario, ya lo vers, vamos a hacer que
esos viejos estreidos terminen ensuciando sus malditos
pantalones.
***

252

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

No le dijo a Kurt nada de la visita de Misrte, no quera


ponerle sobre aviso, as que a la maana siguiente se levant
y se dio un bao mientras l an dorma. No poda esperarlo
en la cama, si no saba que iba derechita a otra ronda de sexo
maanero. Era inagotable, siempre dispuesto a un nuevo
revolcn.
Por eso lo mejor era mantener aquella conversacincharla-discusin o debate total, en posicin vertical y
preferiblemente, vestida.
Cuando l abri los ojos, ella estaba estratgicamente
sentada en un silln frente a l, totalmente vestida, con unos
pantalones negros, totalmente ceidos a sus exuberantes
caderas y trasero, una casaca en color tierra y unas botas
negras. Haba recogido su melena en una cola alta, sus labios
llevaban un toque de brillo, totalmente arreglada y lista para
el primer asalto. l le sonri desde la cama.
-Qu haces levantada y vestida, Tracy? Porque no te
quitas la ropa y vienes aqu conmigo.
Ella neg.
-Quieres que te la quite yo?
Cuando lo vio quitarse la sbana que cubra su cuerpo
desnudo y erecto, decidi pasar al ataque.
-No, quiero que te baes, que te vistas y que vayamos al
Gumnarium.
Kurt la mir extraado.
-Qu pasa, Tracy?
Bueno, acababa de llegar el momento. Tom aire, dej su
cara libre de expresiones simpticas, se plant al ceo de
seriedad y terquedad y arranc.
-Realmente agradezco muchsimo tus cuidados, pero ya
estoy perfectamente. Ahora lo que quiero es poder hablar con
total libertad y a solas, con las mujeres de la Tierra y Dreena.
S que vosotros habis estado estudiando los pasos a seguir
en la reunin, pero ahora nos toca a nosotras hablar sobre ello.
Kurt se levant, totalmente desnudo y se acerc a ella.

253

-No creas que quiero apartarte de ellas ni de la


conversacin que quieras mantener, pero quera que
estuvieras bien.
Tracy le sonri.
-Y lo estoy, pero ahora me toca reaccionar y si te vas a
negar
-No, ya te dije que no volver a negarte nada, que luchar
contigo y a tu lado para conseguir los mismos derechos para
las mujeres y los hombres. Pero tambin te dije que esta es
una lucha que tendr muchas batallas, no pienses ganarla a
la primera.
Ella se levant y se coloc frente a l. Lentamente le
acarici la mejilla.
Agradeca todo el esfuerzo que estaba haciendo, pasando
por encima de sus principios, de su gente, por defenderla y
apoyarla. Era un amor, eh?
Amor? Uf, tendra que analizar esto en otro momento.
-Lo s, Kurt, pero ahora que s que te tengo a mi lado me
siento segura y cada pequea victoria ser un triunfo.
Bes dulcemente sus labios, disfrutando de esa boca
generosa, caliente y hmeda. Con pereza le solt el labio que
haba enganchado entre sus dientes.
-Pero necesito hablar con ellas, saber cmo se sienten y si
estn tan decididas como yo a seguir adelante con esto.

***

Una hora despus estaba en uno de los salones privados


del phartok. Era una sala pintada en tonos dorados, con suelos
pulidos y brillantes de un marrn muy oscuro, con una mesa
muy larga, con un gran centro floral sobre ella y una docena
de sillas rodendola. Al fondo, frente a dos grandes ventanales

254

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

con cortinas amarillas, estaban ubicados tres enormes sillones


de color anaranjado y una mesa baja, con zumos y frutas.
Kurt la haba acompaado hasta all y despus de un dulce
beso la dej en compaa de Dreena.
En unos minutos haban reunido a todas las mujeres de
la Tierra y a una representacin de mujeres phartianas. Una
decena de mujeres y lo que ms le sorprendi, es que entre
ellas haba dos que eran bastante mayores, no esperaba
encontrar tanto apoyo de las phartianas y menos de las
ancianas.
Misrte entr en ese momento en el saln, vesta uno de
aquellos vestidos ceidos en color verde y unas botas altas, su
pelo estaba trenzado y luca una enorme sonrisa. A pesar de
su edad era una mujer fuerte, vigorosa y decidida. Se acerc a
ella y Dreena y les dio un beso en la mejilla y les sonri.
Tracy volvi a mirar a las mujeres sentada frente a ella, las
ms jvenes venan vestidas con pantalones y casacas,
mientras que las dos mayores llevaban el vestido ceido y
acordonado en los laterales. En sus miradas se apreciaban
dudas pero tambin ansiedad y quedaba claro que estaban
deseando cambiar las normas y las leyes del planeta.
Tracy mir a todas ellas. Carraspe suavemente, senta
que aquello era muy importante y deba elegir bien sus
palabras.
-S que este planeta tiene sus leyes y que parece ser que,
hasta ahora, han funcionado bien. Pero tal vez, lo que hoy es
bueno, maana ya no es tan vlido
Iba a seguir hablando cuando una de las phartianas ms
jvenes la interrumpi.
-Es cierto que las mujeres luchis en la Tierra? Misrte nos
ha dicho que s.
Tracy sonri y asinti.
Otra de las mujeres, ahora una mujer mayor de larga
cabellera plateada y ojos muy grises, se anim tambin a
preguntar.

255

-Y tambin es cierto que podis elegir la profesin que


queris?
La mujer mir, primero a Misrte y despus a ella.
Tracy volvi a asentir y a partir de all aquello fue todo un
interrogatorio sobre la Tierra y sus costumbres. Qued claro
que ellas tambin ambicionaban, en secreto, tener la
oportunidad de hacer algo diferente. No todas estaban
conformes con el tema de las luchas, pero en lo de trabajar
todas coincidieron que estaran ms que encantadas en apoyar
para conseguir cambiar las leyes. Queran un futuro mejor
para todas ellas, vivir en igualdad de condiciones, la
oportunidad de estudiar y trabajar al lado de los hombres.
En lo que se quedaron algo desilusionadas, era en el tema
del oiyu. Las miraban casi con pena, compadecindose de ellas.
-No tenis un oiyu?
-No os poseen doblemente?
-No sents un hombre en vuestro ano?
Tracy no daba abasto a responder tanta pregunta.
-No, realmente, no, bueno, a excepcin de los tros.
Tracy vio las miradas escandalizadas de las phartianas.
-Tros? Dejis que os tomen dos hombres distintos?
-Bueno, realmente, aqu os toman dos hombres.
-S, pero son los mismos, Tracy. Por todas las lunas, si otro
hombre nos mira siquiera los tatuajes de ellos son capaces de
arder y ellos, de cortar cabezas. Permitir a otro hombre?
Imposible.
Dreena neg rotundamente.
Y luego, ya puestas, el tema termin derivando a tamao,
frecuencia, posturas, eh... Cmo haban acabado as? Misrte
le sonri pcaramente desde el silln situado frente a ella.
Cost un tiempo volver a encauzar la conversacin al tema de
las leyes, pero aun as, a Tracy no se le escapaban las
miraditas tipo: pobrecitas, un slo hombre, qu triste. En eso
estn muy, pero que muy atrasadas.

256

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Cuando, seis horas despus, aparecieron Arnoox y Kurt,


se encontraron con un saln abarrotado de mujeres mirando
entusiasmadas a Tracy y al resto de las mujeres de la Tierra,
hablar sobre la vida de all. No escatimaban en explicar la
dureza y rudeza, ni de las leyes que tambin eran equivocadas,
pero lo que realmente importaba, que era el tema de la
igualdad de derechos, en ese, quedaba claro que haban
encontrado un terreno muy bueno para sembrar.

CAPTULO 39

racy miraba a Kurt acercarse a la cama totalmente


desnudo, centr su vista en los tatuajes de su hombro.

-Acustate boca abajo, por favor.


l la mir extraado pero lo hizo, ella se sent a horcajadas
sobre sus muslos y sigui con sus dedos el contorno del dibujo
de su tatuaje en la espalda.
-Nunca me has explicado lo de los tatuajes y hay algo que
ha dicho una de las mujeres que me ha dejado intrigada.
l volvi la cabeza y la mir.
-Qu cosa?
-No pienso contestar, antes quiero que me expliques t lo
de los tatuajes.
l sonri.
-Te gustan, eh?- ella resopl ostensiblemente-Est bien,
empiezo yo. A todos los hombres phartianos, cuando
cumplimos los diecisis aos se nos tata. En la espalda, el
smbolo de nuestro planeta. El Phardok sujetando una espada
de energa, representa fuerza, claridad, respeto y valor. Un ao
despus, en el hombro, nos tatuamos el smbolo que
257

representa a nuestra familia y despus, en el brazo vamos


aadiendo los diferentes cargos que ocupamos.
Ella mir fijamente los tatuajes de su brazo.
-T llevas varios en el brazo, qu cargos tienes?
-Llevo tatuado el de guerrero, el de comisionado y el de
profesor.
Ella salt sobre l.
-Profesor? Eres profesor?
-S, hasta que Arnoox me pidi que aceptara participar con
l y formar parte de su equipo, daba clases en la universidad y
antes de que preguntes, soy profesor de qumica.
Ella sonri.
-Muy interesante. Pero lo que realmente me asombr fue
lo que dijo una de las mujeres. Qu relacin tienen los
tatuajes con vuestra compaera?
l se gir rpidamente, tanto que ella estuvo a punto de
caer, pero Kurt la sujet firmemente de la cintura y la dej
clavado contra su pelvis y su ya endurecida polla.
-Los tatuajes se hacen con una tinta muy especial,
extrada de una planta llamada Tia-nee. Esa tinta se mezcla
con nuestra propia sangre, una enzima de la planta que hace
que cuando conozcamos a nuestra compaera, al sentir el
aroma de ella que es idntico al nuestro, los tatuajes vibren y
se calienten. Si nos excitamos, ellos se excitan con nosotros,
es como cuando sentimos celos, tambin vibran y llegan a
calentarse tanto que queman. Es una prueba ms de que es
nuestra compaera, nuestro centro y la persona que nos
complementa.
Ella empez a acariciar lentamente los tatuajes de su
hombro y brazo y not, efectivamente, el calor que despedan.
-Entonces, esto quiere decir que ests excitado?
Kurt no contest enseguida, restreg contra su vulva
humedecida su pene duro, firme y caliente.
-T que crees? Es suficiente excitacin para ti,
compaera?
258

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

S, era suficiente, ms que suficiente. Cada da se


maravillaba de saber que eran tan importantes el uno para el
otro, de sentirse tan suya y de saber que l era tan suyo, saber
que tena tanto poder en sus manos y verlo tan rendido a ella,
le haca sentirse segura.
Muy segura y enamorada, nena.
Odiaba a su conciencia toca narices, la haca pensar
mucho y no quera, ahora no, despus despus s,
definitivamente s.
***

Estaba nervioso, que no era lo mismo que tener miedo, eso


no. Pero s senta una ligera picazn que le suba por todo el
cuerpo.
Haban llegado temprano al Gumnarium, Tracy se haba
quedado con Dreena y el resto de mujeres.
La noticia de la reunin se haba extendido tanto que el
saln del Comisionado estaba al completo y la plaza frente a l
tambin. Las personas all reunidas podran seguirla a travs
de hologramas.
Kurt estaba reunido con Arnoox y Brenck-Vayr. Ataviados
con las camisas y pantalones color caramelo que usaban en
las reuniones y eventos.
Brenck miraba fijamente a Kurt.
-Espera, a ver si lo he entendido bien, me ests diciendo
que has exagerado un poco las cosas para ir alentando a tu
compaera y que est a la defensiva, es eso?
l asinti y vio todas las expresiones de su amigo pasar
por su cara, desde el asombro hasta llegar a la burlona y
despus sinti estallar su carcajada.
-No me jodas, Kurt. Me ests diciendo que piensas dejar
que tu compaera pelee tus batallas?
-No, no lo ests entendiendo, Brenck, Tracy luchar su
propia batalla, no la ma. Pero de paso, s, me defender a m
259

y al resto de compaeros y hombres que permitieron que ellas


participaran.
Brenck lo mir muy serio para despus clavar la mirada
en Arnoox.
-Y t piensas permitir esto?
Cuando vio asentir a Arnoox, mir alternativamente entre
l y el phartok, cada vez ms alucinado.
-Estis locos, jodidamente locos. Venga ya, no me lo puedo
creer. Eso es como si ellas os cortaran los huevos y vosotros le
pasarais el maldito cuchillo, no lo entiendo. Quiero apoyaros y
s, despus de ver cmo son las mujeres, entiendo que deban
hacerse cambios, pero esto, os va a estallar en toda la cara. Si
ese es vuestro plan os adelanto desde ya, que est condenado
a irse a la mierda.
Arnoox puso su cara ms solemne.
-En esto estoy con Kurt, Brenck. En estos das he hablado
con varias mujeres y con Dreena y he visto sus caras
escuchando la vida de las mujeres en la Tierra. Las envidian,
no lo entiendes? Ellas son las mejores defensoras y
embajadoras de los cambios que se deben hacer.
-Vale, s, me parece correcto, pero yo pienso abstenerme
hasta ver cmo se desarrolla todo, alguien debe encargarse
luego de ir recogiendo los cachitos esparcidos por todo el saln.
Estis locos, no, locos no, estis gilipollas, esto no tiene
sentido, de verdad, el plan va derecho e irremediablemente
directo al fracaso.
Kurt sonri.
-Tienes muy poca confianza, Brenck, yo s confo en mi
compaera y en todas ellas.
Brenck cambio la expresin de su cara, de asombro a
resignacin.
-Yo no he dicho que no confi en ellas, Kurt, en quien no
confo es en todos nuestros hombres y menos, en los
comisionados ms antiguos. A alguno puede que le d un
maldito infarto o se le salte un puetero empaste.

260

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Cuando unos minutos despus entr en la sala y vio la


solemnidad, las caras serias, los rostros ultrajados y las
miradas obtusas, tuvo un momento de terror, de dudas, pero
cuando ocup su asiento y vio entrar a las mujeres, la calma,
la confianza y la seguridad crecieron dentro de l al ver la
mirada de su compaera. S, confiaba en ella, como nunca
haba confiado en nadie.

261

CAPTULO 40

a verdad es que todo aquello apabullaba, estaba


nerviosa, aterrada. Senta sus amigadlas del tamao de
melones, imposible tragar e inviable siquiera poder articular
una maldita palabra. En tales circunstancias, cmo narices
se supona que tena que defender su causa? Con mmica o
cartelitos informativos?
Los hombres reunidos all las miraban, desde fascinados
a realmente molestos. Y si ya tenas la maldita osada de clavar
la vista en el Comisionado, sentas a tus ovarios planear una
ruta alternativa con va de escape incluida. No, aquello no
pintaba bien.
Busc la mirada de Kurt y cuando la encontr, todo su
cuerpo empez a vibrar como si volviera a la vida. Un
cosquilleo le naci en la parte baja de su espalda que se
extendi por todo su cuerpo caldendolo y cuando vio su
sonrisa y el guio de su ojo, las braguitas que llevaba hicieron
amago de lanzarse al vaco.
En ese momento entr en la sala el capitn Demon-Lisx.
Cuando lleg a la altura del Comisionado, estos empezaron a
acribillarle a preguntas. El pobre hombre intentaba explicar lo
sucedido en la cueva, pretenda dejar claro que la ayuda de
ellas haba sido beneficiosa y vital, pero la panda de
antiguallas aquellas lo escuchaba? No, estaba ms que claro
que el trmino justicia se lo haban pasado por el forro de las
tnicas que llevaban. No hacan ms que acosarlo y asediarlo
para que terminara confesando" que ellas haban sido una
maldita molestia y un peligro para los hombres.
Tracy tuvo que morderse la lengua, los labios y hasta los
puos, no solo para intentar mantenerse callada, si no para no
saltarle encima a todos aquellos gilipollas y darles con un mazo
en la cabeza.
262

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Cuando el que sali a hablar fue Kurt, supo, seguro


adems, que no tardara en saltar.
Intent contar, hasta intent recordar al capullo de su
padrastro Jason y, hasta ya en un alarde de fuerza interior y
pura cabezonera, quiso recordar a su padre, pero cuando
escuch a uno de aquellos carcamales soltarle a Kurt que no
saba controlar a su compaera y que estaba mejor sin ella,
salt. S, salt bajo las atnitas, sorprendidas y cada vez ms
alentadoras miradas de todo el saln.
-Tal vez los que no sepis controlar a vuestras lenguas
seis vosotros, panda de trogloditas.
Los comisionados se miraron todos alterados.
-T, mujer, no tienes permitido hablar. Ests aqu para
que veas lo que tus acciones han provocado, cierra la boca
-No, ni pienso cerrar la boca ni pienso mantenerme al
margen de toda esta parodia de justicia y de querer esclarecer
los hechos. Est visto que no aceptis ms que vuestras
palabras y juicios y que tenis el cerebro del tamao de un
guisante. Sois retrgrados y no conseguiris avanzar si
persists en todas esas malditas y ridculas leyes e ideas.
Los hombres clavaron la mirada en Kurt, que se haba
acercado lentamente a ella y la haba tomado de la mano.
-Kurt-Aiman deberas controlar a tu mujer. Est visto que
no es la compaera idnea para ti.
La madre que los pari. Qu no era la compaera idnea?
Cuando terminaran con sus pelotas de adorno floral en sus
tnicas veran a ver quin cojones era idneo o no.
Pero no pudo hablar, fue Kurt el que no dej pasar aquella
amenaza.
-Cuando decidisteis que, para que el planeta no muriese,
se necesitaban mujeres, os apoy. No apoy sin embargo, que
fuera la Tierra el lugar escogido para ese trato, pero vosotros
seguisteis adelante y encima, yo me tuve que hacer cargo de
cumplir vuestros deseos. Hoy me arrepiento slo por una cosa,
porque tenais que haber ido vosotros, enfrentaros a aquellos
capullos y sobre todo, ver cmo nos ofrecieron a sus mujeres.
Brenck-Vayr estaba conmigo y sabe que no miento.
263

Brenck-Bayr asinti vigorosamente cuando todo el mundo


clav su mirada en l, esperando ver si confirmaba o negaba
las palabras de Kurt. l prosigui explicando lo que se
encontraron al llegar a la Tierra.
-Sus ropas y cuerpos estaban sucios, tenan las manos
llenas de heridas y encallecidas, haban estado encerradas en
una prisin por intentar luchar por un mundo mejor y ese era
el castigo para ellas.
En ese momento los murmullos se extendieron por toda la
sala. Tracy mir alrededor de ella y comprob que haba
muchas miradas de apoyo y cuando encontr la mirada de
Misrte, esta le hizo un pequeo guio de nimo. Kurt sigui
hablando.
-Pero cuando las miramos a los ojos, vimos en ellos que no
se haban resignado, que seguiran adelante con su lucha. Son
fuertes y decididas y sobre todo, no permiten ni la indiferencia
ni el menosprecio a las personas, sean el sexo que sea, sean la
raza que sea. Lo que pas en la cueva es la reaccin lgica de
mujeres acostumbradas a defenderse a diario. Eso, amigos, es
lo que cualquier persona hubiera hecho, no se les puede
castigar por actuar en defensa de este planeta. No pienso
quebrar el orgullo de mi mujer, no pienso relegarla al papel de
compaera nada ms. Tracy me ha enseado que puede hacer
lo mismo que yo, incluso mejor. Es inteligente, fuerte, decidida,
orgullosa y no pienso permitir que nadie de aqu la
menosprecie o le diga qu puede y qu no puede hacer
Se escuch el murmullo de la sala. Tracy miraba a Kurt y
le apret la mano con fuerza, l no se volvi a mirarla pero le
devolvi el apretn.
Uno de los comisionados se levant.
-Pero es una mujer, Kurt, una mujer!
Tracy clav la mirada en el hombre.
-Creme, lo sabe.- varias risitas se escucharon de fondoPero que yo no sea un hombre, no quiere decir que no pueda
defenderme ni luchar.
-Eres una mujer, nuestras mujeres no luchan.

264

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Y dale. Qu perra con lo de que soy una mujer, que s,


que lo s. Joder, ni que tener pene fuera el requisito
indispensable para manejar una maldita pistola. Y en cuanto
a que vuestras mujeres ni luchan ni trabajan, cmo cojones
van a hacerlo? No las dejis, no le habis preguntado siquiera
si son felices manteniendo esta vida de mierda, gobernada y
regida por un puado de carcamales. Si queris que ms
mujeres de la Tierra vengan a Phartian, tendris que cambiar
las leyes. Ninguna va a querer venir sabiendo que aqu van a
ser tratadas como malditos jarrones decorativos y que encima
van a terminar gobernadas con personajes como t.
Los jadeos y susurros fueron creciendo de forma
alarmante, pues a lo mejor se haba pasado un poquitn, pero
el capullo la estaba sacando de sus casillas.
-Eres sumamente irreverente y descarada, no pensamos
consentir semejante comportamiento, mxime de una mujer.
Ella quiso hablar, Kurt tambin lo intent, hasta el phartok
en su papel de presidente, regio y respetuoso lo intent, pero
quien alz su voz fue Dreena y todas y cada una de las
sorprendidas y estupefactas miradas, se clavaron en ella.
-Mxime de una mujer? Qu sucede? Que por no ser
hombres no tenemos derechos? No tenemos ni siquiera la
opcin de que se nos escuche? De qu sirve tanta proteccin
hacia nosotras, si luego no os interesis en saber lo que nos
importa o lo que queremos? Habis llegado a imaginar
siquiera como es nuestra vida? No, para qu, verdad?
Tenemos el papel que nos habis dado y no tenemos derecho
a revelarnos contra l, tal vez ha llegado el momento de que
dejis de hablar con vuestros malditos ombligos y nos
escuchis a nosotras. Porque, y voy a repetir palabras
vuestras, somos vuestro bien ms preciado. Pues dejadme que
os diga algo: me siento menos valorada que nuestras piedras
Airean. Ellas pueden hacer tranquilamente lo que la
naturaleza les ha permitido hacer, pero nosotras slo podemos
hacer lo que vosotros nos permits.
Dreena se acerc lentamente al centro de la sala,
colocndose al lado de ella y Kurt.
Otro de los comisionados se levant de la silla y clav su
mirada en ella.
265

-Eres la mujer del phartok, eres una de los nuestros,


conoces perfectamente nuestras leyes. Hasta ahora nunca te
las habas cuestionado, est claro dnde est el problema. Las
mujeres de la Tierra deben ser devueltas.
-No.
Todos volvieron ahora la vista hacia Kurt.
-Mi mujer no abandonar el planeta. Si lo hace, me ir con
ella. Pero me parece injusta la decisin, os negis a escuchar,
os negis a avanzar, dnde estar el futuro de nuestro planeta
si devolvemos a las mujeres?
De pronto aquello fue todo un guirigay. Gritos, amenazas,
palmas, ms mujeres que fueron acercndose al centro de la
sala...pero el silencio rein cuando Arnoox abandon su
asiento y cruz el saln para ubicarse al lado de su compaera.
Despus lo siguieron, uno a uno, los compaeros de las dems
mujeres de la Tierra y, tmidamente, se fueron acercando
mujeres phartianas.
Misrte, que hasta aquel momento se haba mantenido
apartada y callada, se plant tambin al lado de ellos y en el
centro de la sala, vestida totalmente de color morado y una
trenza cayendo a un lado de su hombro estaba impresionante.
Clav la mirada en cada una de las personas que componan
el Comisionado.
-Os negis a escuchar al pueblo, os refugiis en vuestro
papel de comisionados y olvidis el deber que tenis para con
nosotros. Estis ah porque nosotros os votamos y elegimos,
pero no me siento representada por vosotros.
Kion-Derve,
torvamente.

el

comisionado

ms

anciano,

-Mujer, tus palabras suenan a desafo


deberas moderar

la

mir

y revolucin,

-Mis palabras suenan a estar hasta las narices de que una


panda de hombres retrgrados me gobiernen, que piensen que
las leyes estn para protegerme y en cambio estn hechas para
protegeros a vosotros. De qu tenis miedo? De que os
demostremos que somos iguales o incluso mejores? Llevo diez

266

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

aos sola, sin ningn hombre al lado y creme, he sabido salir


adelante. Sabrais salir vosotros?
El Comisionado se haba ido levantando uno a uno.
-Esto es inaudito, es una rebelin.
Arnoox mir fijamente al hombre y mand callar a todo el
mundo, sonrindole tiernamente a Misrte.
-No, Misrte ha expresado su opinin y el de muchas
mujeres y hombres de nuestro planeta. Y muchos de nosotros
simplemente estamos dispuestos a escuchar y a intentar
mejorar nuestra forma de vida. No estoy diciendo que la
cambiemos ya, ni radicalmente, pero s que deberamos darles
a nuestras mujeres las mismas oportunidades que a nuestros
hombres. No tengo hijos todava, pero maana, cuando los
tenga, no quisiera ver a una hija ma relegada tan solo al papel
de compaera y madre. Dreena me ha demostrado su valor e
inteligencia, pero por el simple hecho de ser mujer no ha tenido
posibilidades de explotar esas cualidades. Yo quiero
escucharla y quiero que haga lo que ella realmente quiera
hacer.
Los murmullos volvieron a surgir con las palabras del
phartok.
El Comisionado se vio acorralado. Sus ojos se clavaban en
las personas all reunidas y que cada vez daban muestras de
sentirse ms de acuerdo con la idea de escuchar a las mujeres.
El ms anciano de todos, un hombre extremadamente
delgado y alto y con unos muy claros y pequeos, mand callar
a todas las personas.
-Est bien. Habis expresado vuestras ideas. Se tendrn
en consideracin.
Kurt dio tres pasos hacia ellos.
-No, no queremos que las tengis en consideracin,
queremos que las llevis a la prctica. Por qu no hacis una
prueba? Hasta el prximo envo, podrais dejar que ellas vayan
a clases, que ayuden a los hombres en los oficios para las que
estn cualificadas, que aprendan tcnicas de combate con
nosotros. Al cabo de esos meses se puede hacer una votacin

267

y si la mayora acepta que las mujeres sean devueltas y que no


cambien las leyes, se har as.
Otro de los comisionados habl.
-Sigo pensando que lo mejor sera mandarlas de vuelta ya
mismo y buscar en otro planeta.
-No, no lo pienso aceptar. Ella es ma, nadie la va a separar
de m, est claro? Luchar contra quien se atreva siquiera a
cercarse a ella. Es mi mujer y seguir a su lado, aqu o en
cualquier otro lugar. Donde ella vaya ir yo.
Mierda, realmente le haban complicado bien las cosas a
sus compaeros, Tracy vio el dolor y la rabia en los ojos de
Kurt, lo escuch hablar, defenderla y hasta amenazar a todo el
Comisionado.
Kion-Derve los mir a todos fijamente.
-Vamos a deliberar. Tomaremos en cuenta todas las
opiniones, pero vosotros aceptaris sin rechistar, nuestro
veredicto. Pero mientras, os aconsejo que os pensis
seriamente si de verdad pensis iros si ellas tienen que
marcharse.
Brenck tuvo que sujetar a Kurt firmemente para que no se
lanzara a la yugular de todos ellos.
El phartok reneg y maldijo. Kurt utiliz trminos
escatolgicos, los mand a realizar posturas sexuales
imposibles de realizar por una persona a solas, utiliz trminos
bastante groseros, pero aun as la postura fue inamovible. Y
Brenck-Vayr les recomend claudicar por el momento,
observacin muy mal valorada y que le vali unas cuantas
obscenidades de parte de todos los compaeros de mujeres de
la Tierra, a las que se sumaron de buena gana, tanto Kurt
como Arnoox.
Se senta orgullosa y enamorada de su compaero y
tambin cabreada con todos aquellos imbciles. Ojal se les
quedara el pito flcido de por vida, por idiotas.

268

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 41

urt tom a Tracy de la mano y la llev a su sala


personal. Cuando lleg all cerr la puerta y la guio
hasta su silln, se sent con ella sobre sus rodillas y la abraz
con fuerza, depositando besos sobre sus sienes.
-Te he complicado mucho la vida, verdad?
l sonri.
-No me has complicado nada, cario, todo lo contrario, me
has abierto los ojos.
-Y ahora que va a pasar, Kurt?
-Creo que han visto con sus propios ojos que se les puede
complicar mucho las cosas. Brenck-Vayr est de nuestra
parte, va a hablar a favor de que se acepte la propuesta del
periodo de prueba. El Comisionado es un atajo de imbciles,
pero conocen al pueblo y hoy han visto que la gente necesita y
quiere un cambio, a pesar de que les toque las pelotas, votarn
a favor.
Ella se gir sobre su regazo, tom su cara entre sus manos
y lo mir tristemente.
-Pero si aun as siguen insistiendo en que nos vayamos,
qu hars?
Tuvo que besar sus labios, puso todo su cario y amor en
cada beso, le entristeca verla tan apenada y culpable.
-Cario, mi posicin est clara, no hay nadie en este
mundo capaz de separarme de ti, nadie. Donde t vayas, all
ir yo.
Sus ojos se cuajaron de lgrimas.
-Eh, pequea, no, nada de eso, no quiero ni una lgrima
tuya, no las merecen.

269

-No lloro por ellos, lloro por ti, porque por mi culpa puedes
terminar abandonando el planeta.
Tracy se agarr fuertemente a su cuello y lo bes con furia
y pasin y cuando Kurt la bes con ms fuerza an, devolvi
beso por beso, caricia por caricia. Todo su cuerpo entr en
combustin.
Tracy sinti su deseo crecer junto con el de Kurt, que se
levant para tumbarla sobre la mesa de su sala e inclinarse
sobre ella. Se notaba que estaba excitado y decidido a poseerla.
En ese momento se abri la puerta dando paso a Misrte.
-Por todas las lunas, jovencitos, parecis dos calaam en
celo, dejaros el manoseo para cuando estis en casa.
Ellos se separaron avergonzados pero con una sonrisa en
los labios.
-Quera que le explicaras cmo era la reproduccin en
Phartian, Kurt, no que estuvieras bajando tus pantalones y
mostrndoselo cada hora del da.
Kurt sonri y le dio un beso en la frente a Tracy.
-Es adictiva, Misrte, cunto ms la tengo, ms la quiero y
la necesito.
La mujer resopl sonoramente.
-Crees realmente que me importa tu vida sexual,
muchacho? Y no es necesario que presumas de ese maldito
apndice que tienes entre las piernas como si t fueras el nico
poseedor de semejante pingajo. Creme, hay ms. As que
borra esa maldita sonrisa presuntuosa de tu cara. Adems, no
he venido a hablar de eso que te sientes tan orgulloso.
Tracy la mir con dulzura.
-Gracias por tu apoyo, Misrte.
-Cario, no tienes que darme las gracias, debera ser al
revs. T y las mujeres que vinieron contigo, nos habis abierto
los ojos. Ya era hora que este planeta recibiera un buen meneo.
Estos hombres piensan que tienen ms cerebro por ser
hombres, por tener pito y por venir duplicados. Y creme, para
lo nico que son buenos por venir con copia certificada, es
porque tienen dos penes, dos bocas y cuatro manos.
270

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Sexualmente, son nicos. Pero tambin por eso, porque vienen


con dos malditas cabezas, son doblemente gilipollas.
Kurt la mir enfadado.
-Gracias, no saba que lo estbamos haciendo tan mal.
Tracy lo bes dulcemente en los labios.
-Mal no, cario, slo un poquito equivocado.
Misrte gru suavemente.
-Un poquito equivocado? Nada de sutilezas, Tracy, si los
hubiramos dejado tendramos que haberles dado un informe
completo de hasta las veces que bamos al bao, son unos
malditos controladores.
Kurt iba a contestar cuando se abri la puerta de nuevo.
Qu cojones pasaba con ella? La prxima vez cerrara con
llave y la enclavara, maldita fuera su estampa.
Su phartok asom la cabeza por ella y los mir fijamente.
-Kurt, el Comisionado ya ha tomado su decisin, nos
esperan en el saln.
La suerte ya estaba echada, Tracy se agarr fuertemente a
su mano.
-Promteme que me mantendrs a tu lado, Kurt.
l la tomo entre sus brazos y la bes con fuerza, col su
lengua entre los labios de ella y explor toda su boca, dejando
su sabor impregnado en ella.
-Nada ni nadie lograr apartarte de mi lado, as tenga que
cargarme a todo el maldito planeta.

271

CAPTULO 42

ues si haba que adivinar el resultado por las caras del


Comisionado, la puerta interestelar deba de estar
abierta de par en par y las piernas listas para lanzarlas de una
jodida patada fuera del planeta, porque pareca que les
acababan de meter un palo por el culo: estirados, serios y con
una mirada de autosuficiencia que te daban ganas de
enterrarte en el suelo como una maldita zanahoria.
Kurt la agarr con ms fuerza cuando entraron al saln.
-No te preocupes, cario, no te voy a perder, te lo juro.
Kion-Derve, el ms anciano de los comisionados, se puso
en pie.
-Queremos comunicar a todos los presentes las decisiones
tomadas con respecto a la sublevacin de las mujeres en las
cuevas, la marcha de estas del planeta y los nuevos cambios
planteados.
El hombre mir fijamente a todo el mundo, pero clav su
mirada enfurruada en Misrte, como si ella fuera el artfice de
todo aquello. Despus carraspe y sigui con su discurso.
- Este planeta siempre se ha regido por unas mismas leyes
y han funcionado correctamente. Nadie, hasta ahora, se haba
quejado o manifestado en contra de ellas. Tambin es cierto,
que desde hace veinte aos cuando perdimos a casi todas
nuestras mujeres, nuestra forma de vida cambi. En su
momento consideramos y aceptamos la idea de traer nuevas
mujeres a nuestro planeta, pero en ningn momento tuvimos
en cuenta que ellas vendran con diferentes ideas y formas de
vivir. Ahora nos toca confraternizar y, efectivamente, debemos
hacer que nuestras formas de vida puedan convivir en
armona. Pasaremos por alto la rebelin dado que ellas vienen
de otra forma de vida. Y ya que casi todas ellas tienen
compaeros, no se las obligar a marcharse.
272

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

Tracy apret la mano de Kurt con fuerza y l la mir


fijamente, sonriendo levemente.
-En cuanto a los cambios, estamos dispuestos a hacerlos
pero con condiciones. Todas las mujeres podrn estudiar en la
universidad con los hombres. Hasta el prximo intercambio se
pondr a prueba el poder cooperar y trabajar junto con los
hombres en los trabajos que estn especializadas y podrn
formar a mujeres phartianas. Por ahora, quedan prohibidas las
formaciones como guerreros, tampoco podrn acceder al
Comisionado, ni tendrn acceso a ser guardianes de las
piedras. Vuelvo a repetir, que salvo los estudios, lo dems
estar en periodo de prueba. Si no se presentan problemas,
dentro de cinco meses volveremos a reunirnos para el nuevo
intercambio y para ratificar o desaprobar las nuevas leyes. No
volveremos a hablar de esto hasta dentro de cinco meses. Eso
es todo.
Tracy se volvi hacia Kurt, con cara desilusionada.
-Nada de luchas?
l sonri y la abraz con fuerza.
-Cario, paso a paso, te dije que esto no sera fcil, pero te
prometo una cosa, te ensear a manejar todas las armas y
dejar que practiques conmigo todas las tcnicas del cuerpo a
cuerpo, qu te parece?
-Cundo empezamos?
l la levant de las axilas subindola a su altura.
-Eres toda una guerrera, mi amor.
Tracy lo mir fijamente.
-Mi amor?
l la baj lentamente,
centmetro, por su cuerpo.

deslizndola

centmetro

-Necesitamos ir a nuestra casa ahora mismo.


Ella le sonri.
-Mocin aprobada por unanimidad.
En ese momento llegaron a su lado el phartok y su
compaera. Dreena la abraz con fuerza.
273

-Lo hemos conseguido, Tracy. No me lo puedo creer.


-Ni yo misma me lo puedo creer vindoles las caras y
habindolos escuchado.
-Va a ser difcil y todo el mundo no lo va a aceptar, pero lo
vamos a conseguir. Dentro de cinco meses no les quedar ms
remedio que ratificar las nuevas leyes, ya lo vers.
-Eso espero, Dreena. Las mujeres de la Tierra seguirn
viniendo si ven que pueden tener una vida mejor y haciendo lo
que les gusta.
Misrte se acerc tambin a ellos.
-Me siento tan orgullosa de ti, muchacha.
Tracy la abraz con fuerza.
-No, no deberas Misrte, habis sido vosotras las que los
habis convencido, nosotras os hemos dado el empujn, pero
habis sido las mujeres phartianas las que le habis dejado
claro vuestra opinin.
Kurt la tom de la mano en ese momento.
-Nos vamos, pequea?
Misrte lo mir frunciendo el ceo.
-Oh, por favor! No puedes mantener tu pene en los
pantalones un minuto ms? Maldita sea, muchacho! Por si no
lo sabes vas a tener a tu compaera por el resto de tu vida.
Kurt la mir sonriendo.
-Lo s, pero eso no quita que la necesite siempre.
-Y de esta manera tan sutil, el muy idiota cree que no
hemos captado lo que de verdad ocurre, que est empalmado.
Anda, hijo, ve y desahgate.
Tracy y Kurt la miraron sonrojados, para terminar
echando a correr, prcticamente, seguidos por las carcajadas
de Misrte, Dreena y Arnoox.

274

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

CAPTULO 43

undo piensas decirle que la amas?


Maldita sea, Aiman, dame algo de tregua.

No, deja de esconder el maldito rabo entre las piernas y


dselo, Kurt.
Lo s, s que tengo que decrselo, pero
Aun te quedan dudas, idiota? Cmo puedes ser tan
imbcil? Nuestra mujer ha luchado por nosotros, por encontrar
su sitio para quedarse aqu, a nuestro lado. No te da eso
ninguna pista?
S, claro, pero
Ni pero ni mierdas ni leches, o empiezas a actuar como un
maldito hombre o te juro que termino hacindome un bonito
abrigo con tu asquerosa piel.
Maldita sea, Aiman, yo nunca he desnudado mi alma de
esa manera.
Pues machote, ya es hora de que empieces a hacerlo, no
querrs instrucciones, verdad? Joder to, no es tan difcil y te
juro que va a ser indoloro, as que saca huevos de una jodida
vez y dselo.
Es lo justo, lo s.
No, no es lo justo, es lo necesario y lo que ella se merece.
As que deja de ser tan obtuso, Kurtcito, y acta como un maldito
hombre. Recuerda que el perder a una persona que amas, es
duro, pero peor sera perderla sin habrselo dicho y demostrado,
no?
El muy capullo siempre tena que tener la razn
Qu quieres, yo me llev la parte inteligente, tu eres slo
pura fachada, pero quedas bonito decorando un saln, eso hay
que reconocrtelo, majete.
275

l la mir fijamente nada ms entrar en la casa. Nunca se


haba sentido tan nervioso, ni siquiera cuando se preparaba
para una lucha, nunca. Estar frente a ella y tener que decirle
lo que se haba callado le preocupaba, pero lo que ms alterado
lo tena era el hablarle sobre sus sentimientos.
l era un guerrero, un hombre acostumbrado a vivir solo,
un hombre que haba visto a su padre morir lentamente,
cuando el virus mat a su madre. Desde aquel momento tuvo
verdadero terror a tener una compaera. Por un lado lo
deseaba, pero por otro repudiaba la idea siquiera. l no quera
amar, no quera sentir lo que senta ahora mismo por aquella
mujer plantada frente a l.
La mir de arriba abajo .Su larga melena, sus enormes
ojos, su boca generosa, su cuerpo lleno de curvas, sus largas
piernas, todo en ella lo atraa, lo excitaba, pero lo ms hermoso
de ella y que ms enamorado lo tena, era todo lo que ella
representaba y era.
Amaba su fuerza y valor, su nimo, su coraje y resistencia,
su ternura y pasin, todo en ella lo haca encogerse, sentirse
pequeo a su lado, le haca querer ponerse de rodillas para
vivir adorndola eternamente. Cmo explicar todo eso?
Cmo poner en palabras todos esos sentimientos que lo
ahogaban?
Se senta vulnerable, sin fuerzas ni valor, senta que haba
perdido su ternura y su capacidad de amar cuando enterr a
su madre y tambin pensaba que haba sepultado todas
aquellas hermosas palabras de amor junto con ella.
Volvi a mirarla. Tracy tena ahora una mirada
preocupada, triste, joder! Ella se mereca, no slo los
sentimientos y demostraciones, tambin las palabras, tena
que saber todo lo importante que era para l, todo el valor que
ella tena y todo lo que hara por y para ella.
Se acerc lentamente hasta Tracy y desliz su dedo ndice
por su mejilla, pincel sus labios y luego lo dej deslizarse
hasta el hueco de su clavcula, all dibuj, sin saberlo, un te
amo, subi su mano hasta su mejilla y la acarici con ternura.
Tracy se frot suavemente contra la palma.
-Qu pasa, Kurt?
276

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

-Shss, mi amor, no hables. Djame decirte todo lo que


siento, todo lo que hasta ahora me he guardado por ser un
cobarde y un egosta.
-Egosta? No, Kurt, t no eres egosta, t te entregas por
entero.
l neg con la cabeza.
-No, eso no es cierto. He sido un maldito cobarde y s, muy
egosta. He pedido y tomado todo de ti, me crea en mi derecho,
no te di opciones, pequea. Me gustara haber hecho las cosas
de otro modo, te lo juro, pero ahora tengo que redimirme ante
tus ojos y para eso tengo que desnudar, no slo mi corazn,
tambin mi alma, te lo mereces.
La tom de la mano y la llev al silln, la sent all mientras
que l empezaba a pasearse nervioso por toda la sala.
-No tengo disculpa para nada de lo que he hecho, Tracy,
puedo justificarme pero eso no me exime de que poda haber
hecho las cosas de otra manera.
-Kurt, me ests asustando. Qu pasa?
l no contest, se dej llevar por una maldita vez por sus
sentimientos.
-S que no tengo excusa. Slo puedo decir que cuando
perd a mi madre me encerr en m mismo y ms al ver como
mi padre, lentamente, se consuma pensando en ella. Siempre
dese tener mi propia compaera, pero no pens ms all de
eso. Cuando me mandaron a la Tierra, fui renegando del
maldito trato. Haba ledo tanto del planeta y de las guerras y
luchas que haba habido, todas motivadas por el odio, el poder,
el fanatismo, que no quera nada con vosotros.
-La verdad es que nuestro pasado no es una buena carta
de presentacin, Kurt, entiendo tu reticencia y tambin
comprendo tu dolor por la prdida de tus padres, pero siempre
me has tratado con mucho cario y respeto, no tienes que
sentirte culpable, de verdad.
-No es culpabilidad, Tracy, es rabia y vergenza por no
demostrarte lo que realmente siento por ti.
Ella le sonri con dulzura.
277

-Est bien, si lo necesitas te escuchar, pero sigo diciendo


que no tienes nada que reprocharte.
Kurt dej caer la cabeza y respir con fuerza, luego la
volvi a alzar y la mir con pasin.
-Cuando te vi, algo en m se estremeci y cuando capt por
primera vez tu aroma y comprend que eras mi compaera,
todo en m se rebel. Haba encontrado a mi compaera pero
era terrcola. Saba que era imposible resistirse, pero no me
hizo especial ilusin. El deseo por ti lleg fuertemente, slo
quera enterrarme entre tus piernas, probar tu sabor,
deslizarme por tu cuerpo, hacerte ma y marcarte como mi
propiedad. No me importaba que a ti te costara aceptarlo o no,
slo te quera entre mis brazos y en mi cama. Quera follarte
hasta dejarte agotada para poder volver a empezar. Quera
verte totalmente rendida a m, que slo ansiaras mis caricias,
que te despertaras buscando el calor de mi cuerpo, que me
rogaras que te poseyera. Quera lamerte y que me lamieras,
correrme dentro de ti, en tu boca, entre tus pechos. Para m
solo eras sexo, placer, desenfreno.
Tracy respiraba ahora agitada, la tela de su ceido vestido,
mostraba claramente sus endurecidos pezones y sus labios
estaban entre abiertos y humedecidos.
-Esto es una especie de tortura, Kurt?
l sonri.
-No, por qu?
-Por qu? Porque me ests poniendo a cien. No s lo que
pretendes pero como no acabes con esto pronto, terminar
saltando sobre ti para que me hagas lo que estas describiendo.
-Slo pretendo explicarte mis sentimientos, por favor,
djame terminar y luego te prometo que te har todo lo que me
pidas.
-Eso espero, porque t y Aiman vais a tener trabajito extra.
-Est bien, pequea, ten por seguro que nada nos
complacer ms. Tracy, no s en qu momento exacto algo
cambio en m. Despus de haberte posedo quera y ansiaba
algo ms, te deseaba an ms desesperadamente, senta que
necesitaba y precisaba algo, pero no saba lo que era. Cuando
278

Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

supe que estabas en medio de la lucha y despus te vi all,


herida, mi corazn se desgarr lentamente.
Tracy se levant y se acerc hasta l, tom la cara de Kurt
entre sus manos y lo bes dulcemente. l devolvi el beso con
la misma suavidad. Lentamente se apart de ella y sigui
hablando.
-Me di cuenta de lo fcil que era perderte y de lo mucho
que me hacas falta, que te necesitaba y que jams te lo haba
dicho. Y en veinte aos y por primera vez, entend a mi padre.
Verte all y saber que poda haberte perdido, me destroz. No
querra vivir en un mundo sin ti, no merecera la pena.
Se sent en el silln y la abraz contra su cuerpo
-Te necesito, Tracy, me haces sentir vivo, me haces creer y
tener ilusin. No puedo ni imaginar siquiera despertar y que
no ests a mi lado, no escucharte ni orte, que no ests aqu
para pelear conmigo, para ensearme y demostrarme que no
me necesitas para luchar tus batallas pero que aun as, ests
a mi lado. Te amo, Tracy, como nunca pens que se pudiera
amar, con cada latido de mi corazn, con cada respiracin.
Siento que tengo que hacerte ma una y otra vez, llegar tan
dentro de ti como sea posible, fundirme en ti, pero no slo por
deseo, pequea, sino porque necesito que te sientas tan ma
como yo me siento tuyo.
Sers capullo, lo tuyo no tiene nombre, has tardado en dar
el maldito paso, pero macho, qu pedazo vena sensible tienes.
Puta mierda, me has hecho llorar, joder, parezco una nenaza.
Qu declaracin, yo tambin te quiero, to.
Vete a la mierda.
Joder, macho, siempre la terminas cagando, no se puede
ser dulce contigo, anda y que te jodan.
Kurt se inclin hasta ella y se dej caer entre sus piernas,
tom sus manos y las guio hasta su cara. Lentamente se las
bes, acaricindolas con su lengua, chupando sus dedos,
mientras que susurraba sin cesar:
-Te amo, Tracy, te amo, te amoS que no tengo derecho
a pedrtelo siquiera y s que te he quitado y exigido mucho,
pero aun as, tengo que pedirte un favor. Quiero que me
279

perdones y que me hagas un hueco en tu corazn. No tengo


derecho a pedirte que me ames, pero djame entrar en l, me
conformo con el espacio ms pequeo que puedas darme, de
verdad.
Ella dej caer unas lgrimas y se dej caer frente a l.
-No puedo darte un pequeo espacio en mi corazn,
cuando en realidad, lo tienes por entero. Yo tambin te amo,
Kurt. Sin lmites ni medidas y sin condiciones, con pasin y
con ansias. No saba que se poda amar as, de tal manera que
siento que ya no me pertenezco a m misma. Soy toda tuya,
Kurt, por entero y nada puede hacerme tan feliz como saber
que este amor es recproco. Te quiero Kurt y quiero hacerte el
amor, a ti y a tu oiyu, os necesito y quiero haceros sentir toda
mi necesidad, me has odo, Aiman?
-Te he odo, mi amor.
Ella volvi al cabeza y vio a Aiman all, totalmente desnudo
y con una tierna mirada en los ojos.
-Mi amor?
-Eh, nena, yo tambin te quiero. Es ms, yo te am antes
que ese idiota y ms an, te amo mucho ms que l.
Ella le sonri, se levant y se abalanz a sus brazos.
-Yo tambin te amo, Aiman.
l la bes dulcemente y le sonri.
-Ms que a l?
Ella lo mir sonriendo.
-Deberas darte con un maldito canto en los dientes
sabiendo que te amo, a pesar de que slo seas un maldito
trasto a pilas.
Las carcajadas de Aiman
sola, por toda la casa.

y Kurt resonaron, como una

El futuro de su planeta se decidira dentro de cinco meses,


pero, invariablemente de que las nuevas leyes se aprobaran o
no, su futuro y su presente estaban aprobados ya y era ella.
Todo pasaba por Tracy, por esa mujer que era capaz de volverlo
loco con una sola mirada. Su mujer, su compaera, su amor.
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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

FIN

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GLOSARIO

Airean: Son unas piedras que se extraen del fondo de una


grandes cuevas custodiadas constantemente. Es la gran
riqueza del planeta. Estas piedras, puestas en cauces de ros,
en estanques, pozos, etc manan agua constantemente
durante un ao. Transcurrido ese periodo se desintegran.
Fuera de Phartian apenas viven unos 6 meses. No se pueden
cortar o golpear porque se desintegran, por eso nadie puede
saber realmente de que estn hechas, ni investigarlas.
Aium: Saliva del oiyu. Es altamente lubricante para
facilitar la penetracin conjunta o anal. Tiene un ligero toque
frutal y es distinto en cada varn, justo con el mismo aroma
que compartirn el oiyu, el phartiano y su compaera.
Alphiv: Planta de tamao medio, es una gran planta
medicinal, base de casi todas las medicinas del planeta.
Ankya: Vehculo utilizado para el transporte de enfermos.
Aysy: Vehculo de transporte de mercancas.
Calaam: Animal equino, de fuertes patas, antes muy
utilizado para el transporte y ayuda en las granjas. Es terco y
cuesta mucho de domar, pero cuando lo consigues, es un
animal leal y dcil.
Comisionado: Est formado por trece personas, el
phartok y doce comisionados. Seis de ellos son elegidos junto
con el phartok, en las mismas votaciones. El resto son
ancianos sabios, ex presidentes o ex comisionados.
Darig: Planta de gran tamao, de la cual se extrae un hilo
para hacer chalecos y prendas para los guerreros. Altamente
resistente, muy elstica, impermeable e impenetrable.
Dayinr: pequea nave, biplaza, muy veloz, de forma muy
parecida a la Kayla.

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Donkg: Es una pequea mascota, de apenas unos


veinticinco cm de alzada. Grandes orejas y bigotes, ojitos
pequeos y suele ronronear
Dork: Es la moneda del planeta.
Dork-eann: Capital del planeta.
Durlan: Pequeos frutos en tonos mbar, de exquisito
sabor e intenso aroma.
El oiyu es necesario para la procreacin. El phartiano solo
tiene un periodo frtil al ao, durante ese periodo, el color del
esperma del oiyu cambiar a un tono azulado, mezclado con el
esperma del phartiano en una doble penetracin vaginal, se
producir el embarazo.
Endox: Animal de gran tamao, vive en las montaas,
tiene una bellsima piel, que va cambiando cada dos aos, esta
piel es utilizada para las prendas de abrigo de los Phartinianos.
Vive en pequeas manadas, de un solo macho y varias
hembras.
Gumnarium: - Es el centro gubernamental y residencia
del phartok y es el nico edificio de dos plantas.
Karni: rbol parecido al manzano.
Kayla: Gran nave de forma oval.
Kioo: Pequeo transporte
totalmente descubierto.

para

una

sola

persona,

Komag: Transporte para varias personas, de forma


rectangular y amplios asientos colocados de forma de U para
poder conversar al mismo tiempo que se viaja.
Kunn: cuartel de entrenamiento de los soldados.
Maalin: Pequea mascota, de apenas unos veinticinco cm
de alzada, grandes orejas y bigotes, ojitos pequeos. El maalin
no emite sonidos.
Moong: Frutos rojos de gran tamao, sin pepitas, dulces y
con un toque cido.
Oiyu: Cada hombre phartiano tiene dentro de l un oiyu.
Es una especie de doble. De ah el nombre compuesto de los
varones, el segundo nombre es el del oiyu. El oiyu se manifiesta
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por primera vez dentro del phartiano, cuando detecta el aroma


de su compaera. Sus tatuajes se calientan, agitan y cambian
de color. El reclamo es entonces inevitable y apresurado por la
marcada carga sexual del phartiano. El oiyu aparecer la
primera vez que mantengan relaciones sexuales, para reclamar
conjuntamente a su compaera, utilizando el aium, tanto para
facilitar la doble penetracin como para morder a su
compaera con los colmillos e introducir el aium dentro de ella
y reforzar, an ms si cabe, la unin. Despus de esta primera
vez en que aparece de forma espontnea, solo aparecer
cuando lo reclame su compaera o cuando ella est en peligro,
que podr reclamarlo su phartiano.
Phardook: Es el ave emblema del pas, una hermosa ave,
de plumaje color oscuro y cabeza en tonos anaranjados, se
asemeja a un guila.
Phartok: Presidente del planeta, elegido por votacin
popular.
Tia-nee: Planta de tamao mediano, de ella se extrae la
tinta para los tatuajes y las prendas de vestir.

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Llegando a ti. 1 Triloga Phartian | Mary Shepherd

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