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Historia e Historias de Las Americas

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El ensayo es un gnero literario que favorece la exposicin de

impresiones y sentimientos personales sobre aspectos, temas o problemas de


la realidad. Con una variedad temtica muy variada, pues a travs del ensayo
se comunican distintas visiones de mundo, ideas y opiniones. Por lo anterior,
este gnero literario se muestra como un valioso testimonio de una poca y de
las personas que en ella viven
Lee el siguiente ensayo en torno a la identidad americana y luego responde

Historia e historias de las Amricas


Apenas nos preguntamos a nosotros mismos: Qu somos? Y en cuanto
tratamos de acercarnos a la comarca que esta pregunta nos invita a explorar,
nos convencemos de que es dilatada, contradictoria y tentadora.
No hay, en realidad, una historia de Amrica. Hay cuatro historias de
cuatro Amricas. Hay una Amrica que hoy es indo-espaola, en donde la
lengua ms comn es el espaol, pero cuya historia se remonta siglos atrs de
la llegada de Coln. Esta Amrica no es Nuevo Mundo sino cuando se la ve
desde un punto de vista europeo. Para los europeos s es una sorpresa saber
que a principios del siglo XVI existan ac culturas y civilizaciones que habra
que alinear con las de Egipto, Roma, Grecia o la misma Europa del mismo XVI.
Ceder nosotros y aceptar la expresin Nuevo Mundo en el sentido que le
dieron los europeos, en el sentido que us esas palabras Amrico Vespucio, es
desconocer la mitad de la historia de nuestros pueblos. Es perder de vista la
poca antigua en que ellos fueron independientes de Europa. Entonces
modelaron un espritu que todava anda alumbrando en la lmpara de barro de
millones de gentes que ahora mismo se estn moviendo en busca de su
expresin.
Pero esa Amrica de tan antigua experiencia histrica, la que no es
Nuevo Mundo, solo comprende a una cuarta parte del hemisferio occidental.
Hay la Amrica portuguesa, en que lo que le sale al paso al europeo del XVI o
del XVII en este caso al portugus, al holands, al francs hugonote o al
jesuita- no es un hombre ya cultivado, reducido a la vida civil, sino un ser
humano -un tema antropolgico- que apenas ha sobrepasado las etapas
primitivas, que no ha creado una civilizacin, que invita a los descubridores a
penetrar en un mundo verde, ardientemente verde, sin pirmides, sin joyera, sin
reyes, sin estructura social slida, como la que hallaron los espaoles del lado
del Pacifico. Los portugueses se quedaron en la costa y apenas comenzaron
-en tiempos muy cercanos a nuestros das -a correrse hacia el interior a mover
la frontera para usar la expresin de las colonias inglesas- llevando puntas de
lanza, cabezas de puente al corazn del Brasil.
Por el lado del Brasil si nos acercamos a un Nuevo Mundo, lo que All
viene a enriquecer a la lengua portuguesa no son las antiguas tradiciones de los
habitantes, ni el recuerdo de grandes culturas, sino la naturaleza viva, el mundo
vegetal, los pjaros, los loros, las culebras, el despliegue de una tierra virgen
que le dio al nuevo estado una bandera verde, y una lema positivista trado de

las ideas del progreso de que el pas se nutri al hacerse independiente.


La historia de la Amrica inglesa se parece a la de la Amrica portuguesa
en que tambin es la de un Nuevo Mundo que se queda a la orilla del mar y no
encuentra en el interior ninguna gran civilizacin que le tiente a penetrarlo.
Los ingleses y los portugueses eran gentes de mar. Los portugueses,
primeros en el tiempo, se formaron para las exploraciones en la escuela de don
Enrique el Navegante, que mucho antes que Coln se preocupara de resolver el
problema de la geografa enviando sus naves a puertos remotos desconocidos.
Los ingleses comenzaron despus de Colon, con los perros del mar que bajo el
manto de la reina Isabel salan de Devon a morder a las naves espaolas. El
desenvolvimiento natural de las casas empuja, pues, a los ingleses, como
empuj a los portugueses, a buscar tratos, comercios, desplegando el trapo a la
ventura. Su destino era establecer colonias comerciales que estuvieran en
contacto con Europa. De ah una diferencia profunda entre el carcter de la
colonizacin espaola en Amrica y la colonizacin de los pases navegantes.
Los castellanos se fueron tierra adentro, falda arriba, para encastillarse en el
tope de los montes. Como Inglaterra acabara fundando una Nueva Inglaterra
sobre el mar, Espaa fundaba una Nueva Espaa en el corazn de las
montaas. En la historia de los colonos ingleses hay una nota nueva que no
aparece en la historia del Brasil. Los ingleses dan el grito de independencia en
el momento mismo en que se embarcan. Una independencia radical. Venan con
una religin que no era la misma que imperaba en la isla cuando la dejaron. Se
independizaban de la Iglesia oficial y de la propia monarqua. Traan cartas para
comenzar con gobierno propio. El ser independientes y el gobernarse por s
mismos lo practicaron, pues, en Amrica muchsimas aos antes de que
aparecieran en la escena Jefferson a Washington. Estos no vinieron sino a
poner un toque final en el proceso.
La historia del Canad -que es la de la cuarta Amrica: la Amrica franco
inglesa- es ms legendaria. Est ms cerca de esos procesos histricos que
piden un tratamiento novelesco. Esos primeros exploradores franceses, que van
abrindose paso por un mundo de lagos y llanuras heladas, donde los grandes
osos se pierden en los pinares, terminan haciendo un viaje maravilloso para
caer por el Misisipi a las orillas del Golfo. Al fondo dejan recuerdos imborrables y
surge una nacin con bandera inglesa y acento francs, un mundo en que se
entremezclan y hermanan el agua y el aceite de las mismas dos naciones que
en Europa no parecen estar mirndose, sino dndose la espalda. [...] Dejemos
aqu el tema de las diferencias, para ver muy de prisa la otra faz de nuestra
historia. La que existe de comn en las cuatro Amricas.
En cuatro lenguas, en cuatro colores, los pueblos que aqu se han dado
cita tienden hacia ciertos ideales comunes. En este hemisferio la libertad poltica
es un sentimiento ms profundamente arraigado que en Europa. Con esta
circunstancia podemos empezar a hablar de Amrica una y singular. No tienen
sentido entre nosotros esos residuos de privilegios de que nunca ha podido
librarse Europa y que le vienen del imperio romano, de la Iglesia medie val, de
las historias de los reyes, de las jerarquas sociales.
El europeo que se establece en Amrica transforma su calidad: el indio
conserva su esperanza; el negro descubre que puede sacudir la esclavitud. Hay

un punto de mayor significacin, sobre el cual conviene meditar: los ejrcitos. La


historia militar en este hemisferio es radicalmente distinta de la historia militar
europea. Los ejrcitos nuestros nacen y se organizan para ganar la
independencia, es decir: la libertad. Los de Europa para atemorizar y agredir al
vecino, para humillarlo, para que los franceses invadan a Italia o a Prusia, a los
prusianos o a Francia. El sentido histrico en los ejrcitos de Amrica constituye
uno de esos conceptos que la tradicin nos arroja como cartel de desafo para
ver si somos capaces de mantener el espritu que les dio vida. Los idiomas se
transforman en Amrica. Aqu el espaol pierde el acento de Castilla, el ingls el
de Oxford, el portugus el de Combra, el francs no recuerda al de ningn lugar
de Francia. Ac se encuentran en todas partes voces de otros siglos que ya no
se oyen en Europa y voces nuevas. Y hay voces rotas, voces que mudan de
sentido, palabras que se injertan y que viene Dios sabe de dnde. Esta
comunidad de accidentes hace que haya como una ley comn de refaccin de
los idiomas, de velocidad en los cambios, de juego con las palabras, de
expansin a campos que no sospecharon las lenguas europeas. Es comn
tambin cierta falta de arte, cierta incapacidad de refinamiento que pueden
ostentar en Europa las lenguas conservadas en bodega. Es comn nuestra
condicin de pueblos semicultivados, que apenas van dejando ver su autntico
perfil, agobiados aun por una sobrecarga de recuerdos europeos. Nos une,
pues, el estar en un proceso de formacin de cultura, y nos une la zona de
peligro en que se hallan nuestros pueblos con sus libertades -que tan en la
entraa de su historia estn- amenazadas. Al final surge una contradiccin
inevitable. Ya lo he dicho con toda claridad: Somos nuevo mundo. Porque a la
postre acabar por encontrarse ac el estilo nuevo, la formula fresca que venga
a definir la personalidad del continente. Que el decir "americano" pueda ser algo
tan expresivo, y tambin tan mltiple y profundo, como el decir "europeo" o
"asitico".
Lo cual sin duda ocurrir si el mundo no revienta bajo esta presin
infernal a que lo tienen sometido algunos empresarios diablicos. Solo el
porvenir podr decirnos si alcanzamos a ser un Nuevo Mundo, o quedamos
como la frustracin de un continente que lo tiene todo como maravilla en
embrin.
Montclair, junio de 1951
German Arciniegas
En ENSAYOS SOBRE LA HISTORIA DEL NUEVO MUNDO,
Instituto Panamericano de Geografa e Historia, Mxico, 1951.
(Texto abreviado)

1. Luego de leer atentamente, responde por escrito.


a) Desde la perspectiva de la antigua historia, seala cules son las
caractersticas de:
- Amrica indo-espaola.
- Amrica portuguesa.
- Amrica inglesa.
- Amrica franco-inglesa.
b) Menciona las principales diferencias entre las "cuatro Amricas".
c) Por qu razn se habla de Amrica indo-espaola y no de Hispanoamerica?
d) De acuerdo con las ideas expuestas en el ensayo:
- Cul fue la gran sorpresa de Europa?, por qu?
- Que planteamiento equivocado deriv de tal situacin?

e) En qu se diferencia la colonizacin espaola de la colonizacin


portuguesa?
f) Qu circunstancias favorecieron a los colonos ingleses en su
independencia?
g) En qu aspectos coinciden las "cuatro Amricas"?
h) Bajo qu circunstancias Amrica podra auto designarse "el Nuevo
Mundo"?
i) En grupo redacten un breve ensayo que responda a la siguiente
interrogante:
- Qu somos?
- El ensayo debe constar de introduccin, desarrollo y conclusin. Adems
de las caractersticas vistas en lenguaje plan comn (intencionalidad
interpretativa, subjetividad, intencin dialogal,

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