Más Que Un Carpintero
Más Que Un Carpintero
Más Que Un Carpintero
MAS
QUE UN
CARPINTERO
JOS"
McDOWELL
Contenido
7
8 MÁS QUE U CARPINTERO
¿En qué sentido es Je ús diferente de otros líderes
religiosos? ¿Por qué la gente no se ofende cuando oyen
los nombres de Buda, Mahoma o Confucio? La razón
es que ninguno de estos declaró ser Dios, pero Jesús sí
lo afirmó. Ese es el motivo por lo cual Él es tan
diferente de los demás líderes religiosos.
o transcurrió mucho tiempo para que las ~ersonas
que conocieron a Jesús se dieran cuenta que El estaba
haciendo aseveraciones sorprendentes con respecto a
Sí mismo. Estaba claro, sin duda alguna, que sus
declaraciones le identificaban con alguien que era
muchísimo más que un simple maestro o profeta. Era
obvia la afirmación de Jesús de ser divino. Se presen-
taba como la única Vía para la comunión con Dios, la
única Fuente para el perdón de los pecados y el único
Camino para la salvación.
Para muchos, esto es exclusivista y demasiado res-
tringido, esa es la razón por la que no quieren creer.
No obstante, el meollo del asunto no está en lo que
nosotros pensemos o creamos, sino en la afirmación
de lo que Jesús declaró ser.
¿Qué nos dice el Nuevo Testamento referente a
Jesucristo? A menudo oímos la expresión: "la Deidad
de Cristo" . Esto significa que Jesucristo es Dios.
El obispo evangélico español, Juan Bautista Cabre-
ra, en su tratado Manual de Doctrina y Controversia,
plantea la definición de Dios como; "Espíritu supremo
existente por sí mismo, e infinito en todo género de
perfecciones ... Como nadie lo ha creado, Él es la
causa de todO".1 Esta definición de Dios es conveniente
para todos los teístas. incluyendo a los musulmanes y
a los judíos. El teísmo no enseña que Dios es personal
y que el universo fue concebido y creado por Él. Dios
lo sustenta y lo gobierna en el presente. El teísmo
¿Qué hace a Jesús tan diferente? 9
cristiano añade una nota a esta definición: "y quien
llegó a encarnarse como Jesús de Nazaret" .
Jesucristo es realmente un nombre y un título. El
nombre, Jesús, se deriva de la forma griega del nombre
Josué, cuyo significado es Jehová-Salvador, o el
Señor salva. El título Cristo se derivó de la palabra
griega que traduce Mesías (o de la palabra hebrea
Mashiach-Daniel 9:26), y significa el Ungido. El
título" Cristo" , incluye dos funciones: la de rey y la
de sacerdote. Su título afirma que Jesús es el Rey y
Sacerdote prometido en las profecías del Antiguo Tes-
tamento. Esta afirmación constituye uno de los aspec-
tos decisivos para la comprensión correcta de Jesús y
de la fe cristiana.
El Nuevo Testamento presenta categóricamente a
Cristo como Dios. Los nombres que se le dan en el
Nuevo Testamento son de tal naturaleza que solamente
pueden ser atribuidos apropiadamente a Dios. Por
ejemplo, a Jesús se le llama "Dios" en la siguiente
declaración: " aguardando la esperanza bienaventura-
oO.
¿FUE ÉL UN MENTIROSO?
Si cuando Jesús hizo sus afirmaciones, sabía que Él
no era Dios, entonces mentía y engañaba deliberada-
mente a sus seguidores. Sin embargo, si Él fue menti-
roso, entonces también fue hipócrita, puesto que les
dijo a otros que fueran honrados a cualquier costo,
aunque Él mismo enseñó y vivió una mentira desco-
munal. Aun más, Él fue un demonio, pues les dijo a
otros que confiaran en El con respecto a su destino
eterno. Si Él no podía respaldar sus afirmaciones, y lo
sabía, entonces fue inexplicablemente malvado. Final-
mente, también hubiera sido un tonto, pues por afirmar
que era Dios, fue crucificado.
Muchos dirían que Jesús fue un buen maestro de
moral. Seamos realistas. ¿Cómo pudo Él haber sido un
gran maestro de moral y con conocimiento de causa
¿Señor, mentiroso, o lunático? 25
engañar al pueblo en el aspecto más importante de su
enseñanza: u propia identidad?
Tendríamos que concluir lógicamente que Él fue
deliberadamente un mentiroso. Este concepto acerca
de Jesús, sin embargo, no coincide con lo que sabemos,
ya sea acerca de Él, o de los resultados de su vida y
enseñanzas. Dondequiera que el nombre de Jesús ha
sido proclamado, hay vidas que han cambiado hacia el
bien, naciones que han cambiado hacia lo mejor, la-
drones que se han convertido en hombres honrados,
alcohólicos que vuelven a la sobriedad, individuos
llenos de odio que han llegado a ser canales de amor,
personas injustas que han llegado a ser justas.
William Lecky, uno de los más notables historiado-
res de la Gran Bretaña y decidido oponente al cristia-
nismo organizado, escribe: "Le estaba reservado al
cristianismo presentar al mundo un personaje ideal que
a través de los .cambios de 18 siglos ha inspirado los
corazones de los hombres con un amor apasionado; se
ha manifestado capaz de actuar en todas las edades, las
naciones, los temperamentos y las condiciones; no
sólo ha sido el más sublime ejemplo de virtud, sino el
más fuerte incentivo para la práctica de ella.. t. El
simple resumen de estos tres cortos años de vida activa
ha hecho más para regenerar y suavizar a la humanidad
que todas las discusiones de los filósofos y las exhor-
taciones de los moralistas" .4
El historiador Philip Schaff dice: "Este testimonio,
si no es cierto, tiene que ser una absoluta blasfemia o
una locura. La primera hipótesis no puede permanecer
ni un momento ante la pureza moral y dignidad de
Jesús, reveladas en cada una de Sus palabras y obras,
y reconocidas por el consenso universal. El autoen-
gaño en una cuestión tan importante, y con un inte-
lecto tan claro en todos los aspectos, y tan sano, está
26 MÁS QUE UN CARPINTERO
igualmente fuera de toda cuestión. ¿Cómo podía ser un
entusiasta o loco uno que nunca perdió la calma, que
navegó serenamente por encima de todas las afliccio-
nes y persecuciones, como el sol sobre las nubes, que
siempre contestó de la manera más sabia las preguntas
tentadoras, que calmada y deliberadamente predijo Su
muerte en la cruz, Su resurrección al tercer día, el
derramamiento del Espíritu Santo, la fundación de la
Iglesia, y la destrucción de Jerusalén, predicciones que
se cumplieron literalmente todas? Un Personaje tan
original, tan completo, tan consistente, tan perfecto,
tan humano y, sin embargo, tan superior a toda la
grandeza humana, no puede ser un fraude ni una fic-
ción. El poeta, como bien se ha dicho, en este caso
hubiera sido más grande que el héroe. Se necesitaría
más que un Jesús para inventar a Jesús".5
En otro de sus escritos, Schaff nos ofrece un argu-
mento convincente contra la posibilidad de que Cristo
hubiera podido ser un mentiroso: "En nombre de la
lógica, del sentido común y de la experiencia, ¿cómo
hubiera podido un impostor, que es un hombre enga-
ñoso, egoísta y depravado, haber inventado y mante-
nido consistentemente desde el principio hasta el fin,
el carácter más puro y noble que se ha conocido en la
historia con el más perfecto aire de verdad y realidad?
¿Cómo hubiera podido Él concebir y desarrollar exi-
tosamente un plan de beneficencia sin paralelo, de
magnitud moral y de sublimidad, y sacrificar su propia
vida por él, en presencia de los más vigorosos prejui-
cios de su pueblo y de su época?" (6a)
Si Jesús quiso que el pueblo lo siguiera y creyera en
Él como Dios, ¿por qué se presentó a la nación judía?
¿Por qué tenía que ir como un carpintero nazareno a
un país tan pequeño en tamaño y población y tan
absolutamente adherido a la unidad indivisible de
¿Señor, mentiroso, o lunático? 27
Dios? ¿Por qué no fue a Egipto o, aun mejor, a Grecia,
donde creían en varios dioses y en sus múltiples ma-
nifestaciones?
Alguien que viva como Jesús vivió, que enseñe
como Je ús enseñó, y muera como Jesús murió no
puede er un mentiroso. ¿Cuáles son las otras alterna-
tivas?
CITAS BIBLIOGRÁFICAS:
CAPíTULO 3
37
38 MÁS QUE UN CARPINTERO
tiempo después de Cristo; por lo cual, lo que allí se
registra no puede ser exacto."
Yo le respondí: "Sus opiniones o conclusiones, con
respecto al uevo Testamento tienen 25 años de atraso."
Las opiniones de ese profesor con relación a los docu-
mentos que hacen referencia a Jesús tienen su origen en
las conclusiones del crítico alemán, F. C. Baur. Este supuso
que la mayoría de las Escrituras del uevo Testamento no
fueron escritas sino casi al final del iglo segundo AD., y
llegó a la conclusión de que estos manuscritos procedían
bá icamente de mitos o leyendas desarrollados durante el
período transcurrido entre la vida de Jesús y el tiempo en
que los documentos fueron escritos.
Sin embargo, en el siglo 20, los descubrimientos ar-
queológicos han confirmado la exactitud de los manuscri-
tos del Nuevo Testamento. El descubrimiento de los anti-
guos manuscritos (el manuscrito John Ryland, 130 AD.;
el papiro Chester Beatty, 155 A.D.; Yel papiro Bodmer n,
del año 200) sirvió de puente entre el tiempo de Cristo y
los manuscritos existentes de fecha posterior.
Millar Burrows de la Universidad de Yale, dice:
"Otro resultado de comparar el Nuevo Testamento
griego con el lenguaje de los papiros (descubiertos), es
el aumento de confianza en la exacta transmisión del
texto del Nuevo Testamento". Descubrimientos de
esta naturaleza han acrecentado la seguridad de los
eruditos en la confiabilidad de la Biblia.
William Albright, considerado el más destacado ar-
queólogo bíblico a nivel mundial, escribe: "Podemos
afirmar con absoluta seguridad que ya no hay ninguna base
sólida para determinar el tiempo en que se escribió el uevo
Testamento en fecha posterioral año 80 AD. Esto quiere decir
que fue escrito dos generaciones antes de las fechas indicadas
¿Son confiables los documentos bíblicos? 39
por los críticos contemporáneos más radicales del uevo
Testamento, las cuales son los años 130 y 150" .~ Él reitera
este concepto en una entrevista concedida a la revista
Christianity Today (Cristianismo Hoy): "En mi opinión,
cada uno de los libros del uevo Testamento fue escrito
por un judío bautizado entre el año 40 y el 80 del primer
siglo AD. (Es muy probable que haya ocurrido entre el
año 50 y el 75)" .3
Sir William Ramsay es considerado uno de los arqueó-
logos de más renombre en la historia. Estudió en una
escuela alemana de historia que enseñaba que el libro de
Los Hechos fue producto de la mitad del siglo segundo
AD., y no del primer siglo, como el libro parece dar a
entender. Luego de leer la crítica moderna acerca del libro
de Los Hechos, llegó al convencimiento de que ése no era
un documento fidedigno con relación a los acontecimien-
tos de ese período de la historia (el año 50 AD.) Yque por
lo tanto, no merecía que lo tuviera en consideración un
historiador. Así que, en su investigación sobre la historia
del Asia Menor, Ramsay le puso muy poca atención al
uevo Testamento.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo, su investi-
gación lo obligó a considerar los escritos de Lucas. Obser-
vó la meticulosa precisión de los detalles históricos, y
paulatinamente empezó a cambiar su actitud hacia el libro
de Los Hechos. Se vio forzado a concluir que" Lucas es
un historiador de primera categoría ... este autor debe ser
colocado alIado de los más grandes historiadores" .4 Como
consecuencia de la exactitud de los detalles, Ramsay acep-
tó al fm que Los Hechos no era un documento del siglo
segundo sino del primero.
Muchos de los críticos modernistas se están viendo
obligados a con iderar que el uevo Testamento fue escrito
40 MÁS QUE UN CARPINTERO
en una fecha anterior a la que antes habían fijado. Las
conclusiones del doctor John A. T. Robinson, en su nuevo
libro Redating the New Testament (donde se establecen
nuevas fechas para la escritura del Nuevo Testamento), son
asombrosamente radicales. Su investigación lo condujo a
la certidumbre de que todo el Nuevo Testamento fue
e crito antes de la caída de Jerusalén, hecho que ocurrió en
el 7üA.D. 5
Hoy los críticos de "la forma" dicen que el material
fue divulgado oralmente hasta que fue escrito en la
forma de Evangelios. Aunque el período fue mucho
más corto de lo que antes se creía, concluyen de que
los relatos del Evangelio tomaron la forma de la lite-
ratura popular (leyendas, cuentos, mitos y parábolas).
Una de las objeciones más grandes contra la idea del
desarrollo de la tradición oral, que sustentan los críticos de
la forma, es que el período de la tradición oral (tal como lo
definen los críticos) no tiene la suficiente duración para
permitir las alteraciones que estos críticos alegan. Con
respecto a la brevedad del factor tiempo en relación con la
escritura del Nuevo Testamento, Simon Kistemaker, pro-
fesor de Biblia en la Universidad de Dordt, escribe: "Nor-
malmente, la acumulación del folklore entre los pueblos
de culturas primitivas tomó muchas generaciones; es un
proceso gradual que se extendió a través de muchos siglos.
Sin embargo, de acuerdo a lo que dice el pensamiento de
la crítica de la forma, debemos concluir que los relatos de
los Evangelios se produjeron y coleccionaron en un tiempo
menor que el de una generación. Según los términos del
enfoque de la crítica de la forma, la formación de las
unidades individuales del Evangelio tiene que ser entendi-
da como un proyecto comprimido con un acelerado curso
de acción" .6
¿Son confiables lo documentos bíblicos? 41
A. H. Mc eile, ex Profesor de Divinidad en la Uni-
versidad de Dublin, desafía el concepto de la tradición
oral que sostienen los Críticos de la Forma. Señala que
los Críticos de la Forma no tratan la tradición de las
palabra de Jesús tan rigurosamente como debieran.
Un cuidadoso estudio de I Corintios 7: 10, 12, 25
muestra la esmerada preservación y la existencia de
una genuina tradición de escribir estas palabras. En la
religión judía se acostumbraba que el estudiante apren-
diera de memoria las enseñanzas de los rabinos. Un
buen alumno era como" una cisterna recubierta que no
pierde una gota" (Mishna, Aboth, ii, 8). Si confiamos
en la teoría de C. F. Burney en su obra The Poetry of
Our Lord, (" La poesía de nuestro Señor", 1925),
podemos asumir que mucha de la enseñanza de nuestro
Señor fue dada en la forma poética del arameo, con lo
cual se hacía fácil memorizarla.?
Paul L. Maier, profesor de historia antigua de la
Universidad de Occidente del Estado de Michigan,
escribe: "Los argumentos según los cuales el cristia-
nismo creó su mito de la resurrección a lo largo de un
período de tiempo, o que los documentos originales
fueron escritos muchos años después del aconteci-
miento, simplemente no son objetivos".8 Al analizar
la Crítica de la Forma, Albright escribió: "Sólo los
críticos modernos, que carecen de método y perspec-
tiva histórica, pueden tejer una red especulativa como
aquélla con la que los Críticos de la Forma han rodeado
la tradición del Evangelio" . La conclusión personal de
Albright fue que" un período de 20 a 50 años es tan
insignificante que no permite ninguna corrupción
apreciable del contenido esencial, ni siquiera de las
palabras específicas de las declaraciones de Jesús" .9
42 MÁS QUE U CARPINTERO
A menudo, cuando hablo con alguien acerca de
la Biblia, sarcásticamente responde que no puede
confiarse en lo que dice la Biblia. ¿Por qué? Porque
fue escrita hace casi dos mil años. Abundan los
errores y las discrepancias. Respondo diciendo que
puedo confiar en las Sagradas Escrituras. En seguida,
presento un incidente que ocurrió durante una confe-
rencia en una clase de historia. Yo aseguré que perso-
nalmente creía que había más evidencias que respal-
daban la confiabilidad del uevo Testamento que las
existentes en favor de cualquier grupo de diez obras de
la literatura clásica en conjunto.
El profesor de la clase de historia, se sentó en una
esquina con una sonrisita burlona, como si estuviera
diciendo: "¡Caramba! ¡Vaya, vaya!" Yo le pregunté:
"¿De qué se ríe usted?"
"De la audacia suya al hacer la declaración, en una
clase de historia, de que el Nuevo Testamento es
confiable" . respondió. "Eso es ridículo."
Bien, realmente aprecio cuando alguno hace una
declaración como ésa, porque siempre me gusta hacer
la siguiente pregunta, la cual nunca me han contestado
en forma positiva:
"Dígame, señor, desde su perspectiva como histo-
riador, ¿cuáles son las pruebas que usted aplica a
cualquier obra literaria o histórica para determinar si
es exacta o fidedigna?"
Lo sorprendente fue que él no tenía ninguna prueba.
Inmediatamente le dije: "Yo sí tengo algunas pruebas."
Soy de la opinión que la confiabilidad histórica de las
Sagradas Escrituras debe ser probada utilizando los mis-
mos criterios con los cuales son probados los documentos
históricos. El historiador militar C. Sanders enumera y
¿Son confiables los documentos bíblicos? 43
explica los tres principios básicos de la historiología. Son:
la prueba bibliográfica, la prueba de las evidencias internas
y la prueba de las evidencias externas." 10
LA PRUEBA BIBLIOGRÁFICA
La prueba bibliográfica es un examen de la transmi-
sión textual mediante la cual los documentos llegaron
hasta nosotros. En otras palabras, al no tener los docu-
mentos originales, ¿cuán confiables son las copias que
tenemos en relación con el número de manuscritos
(MSS) y el intervalo de tiempo transcurrido entre el
original y la copia existente?
Podemos apreciar la tremenda riqueza de autoridad
del manuscrito del Nuevo Testamento, al compararlo
con material textual procedente de otras fuentes anti-
guas notables.
Tenemos a nuestra disposición la historia escrita por
Tucídides (460-400 A.C.), la cual se basa sólo en ocho
manuscritos que datan del año 900 A.D., es decir, de
1,300 años después que él escribiera. Los manuscritos
de la historia de Herodoto son de una fecha igualmente
posterior y escasos, sin embargo, como lo dice F. F.
Bruce, "Ningún erudito en literatura clásica estaría
dispuesto a escuchar el argumento de que la autentici-
dad de Herodoto o de Tucídides sea puesta en duda por
el hecho de que los manuscritos más primitivos de sus
obras que podemos leer fueron escritos 1.300 años
después de escritas las obras originales" .11
Aristóteles escribió su obra Poética alrededor del 343
A.c. Sin embargo, la más antigua copia que tenemos de
ella data del 1.100 A.D. Eso quiere decir que entre el
44 MÁS QUE UN CARPINTERO
original y esta copia hubo un período de cerca de 1.400
años. Sólo existen cinco manuscritos de esta obra.
César compuso su Historia de las guerras gálicas
entre el 58 y el 50 A. D. La autoridad de su obra. en
lo que se refiere a manuscritos. se basa en nueve o diez
manuscritos escritos mil año después de su muerte.
Cuando llegamos a la autoridad del uevo Testamento
en lo que a manuscritos e refiere, en contraste. la abun-
dancia de material es casi desconcertante. Después de los
descubrimientos de los antiguos manuscritos en papiro que
sirvieron como puente entre los tiempos de Cristo y el siglo
segundo. otros manuscritos en abundancia salieron a la luz.
Hoy existen más de 20.000 copias de manuscritos del
uevo Testamento. De la llíada, por ejemplo. existen 643
manuscritos, y es la obra que ocupa el segundo lugar en
cuanto a autoridad de manuscritos, después del Nuevo
Testanlento.
Sir Frederic Kenyon quien fuera director y principal
bibliotecario del Museo Británico, y cuya autoridad es
indiscutible, al investigar sobre el valor de los docu-
mentos, concluye: "El intervalo entre las fechas de la
composición original y la más primitiva evidencia
existente es tan pequeño que, verdaderamente, es in-
significante. De modo que, el último bastión para
dudar en cualquier forma de que las Escrituras nos han
llegado tal como fueron escritas, ha sido destruido.
Tanto la autenticidad como la integridad general de los
libros del uevo Testamento pueden considerarse
como definitivamente establecidas" .I~
El erudito en uevo Testamento griego. 1. Harold
Greenlee. añade: .. Puesto que los eruditos aceptan como
generalmente fidedignos los escritos de los antiguos clási-
cos. aunque sus manuscritos má antiguos fueron escritos
¿Son confiables los documento. bíblicos'? 45
muchísimo tiempo después que los originales, y el número
de manuscritos existentes es en muchos casos mínimo,
queda claro que la fidelidad del texto del uevo Testamen-
to está igualmente confirmada" .13
La aplicación de la prueba bibliográfica al uevo
Testamento no confirma que, en lo que a manuscritos
se refiere, tiene más autoridad que cualquier obra de la
literatura clásica. Si agregamos a esa autoridad el
hecho de que durante más de 100 años se le ha hecho
una intensa crítica textual al uevo Testamento. uno
puede concluir que se ha establecido un auténtico texto
del Nuevo Testamento.
CITAS BIBLIOGRÁFICAS:
CAPíTULO 4
1) Pedro, crucificado.
2) Andrés, crucificado.
3) Mateo, a espada.
4) Juan, murió de muerte natural.
5) Santiago, hijo de Alfeo, crucificado.
6) Felipe, crucificado.
7) Simón, crucificado.
8) Tadeo, asesinado por las flecha enemigas.
9) Santiago, el hermano de Jesús, apedreado.
10) Tomás, con una lanza.
11) Bartolomé, crucificado.
12) Santiago (Jacobo), hijo de Zebedeo, a filo de
espada.
67
68 MÁS QUE UN CARPINTERO
judío que cuando el Mesías vinie;a, sería un líder
dominante, victorioso y político. El libertaría a los
judíos del poder extranjero, y restauraría a Israel al
lugar que le correspondía. La noción de un Mesías
sufriente era" completamente extraña a la concepción
judía del mesianismo" .'
E. F. Scott nos da su explicación con respecto al
tiempo de Cristo: "Fue un período de intensa excita-
ción. Los líderes religiosos se dieron cuenta que era
casi imposible reprimir el fervor del pueblo, que en
todas partes esperaba la aparición del Libertador pro-
metido. Esta esperanza, sin ninguna duda, había au-
mentado por los recientes sucesos históricos.
"Durante más de una generación, los romanos se
habían inmiscuido en la vida del pueblo judío, y sus
medidas represivas incitaban el espíritu patriótico ha-
cia la revolución. El sueño de una liberación portento-
sa, y de un Mesías rey que la ejecutaría, adquirió un
nuevo significado en ese tiempo crítico. Sin embargo,
eso no era nada nuevo. Detrás del fermento del cual
tenemos evidencia en los Evangelios, podemos dis-
cernir un largo período de creciente anticipación.
"Para el pueblo en general, el Mesías seguía siendo
lo que había sido para Isaías y sus contemporáneos: el
Hijo de David que traería victoria y prosperidad a la
nación judía. A la luz de las referencias del Evangelio,
difícilmente se puede dudar de que la concepción
popular que se tenía del Mesías era principalmente
nacional y política" .2
El erudito judío Joseph Klausner escribe: "El Me-
sías llegó a ser cada vez más, no sólo un prominente
jefe político, sino también un hombre de prominentes
cualidades morales".3
¿Para qué sirve un Mesías muerto? 69
Jacob Gartenhaus refleja las creencias prevalecien-
tes entre los judío del tiempo de Cristo: .. Los judíos
esperaban al Mesías como aquel que los libertaría de
la opre ión romana ... la esperanza mesiánica era,
básicamente, una liberación nacional" .4
La Enciclopedia Judía declara que los judíos .. an-
helaban al prometido libertador de la casa de David,
que los libertaría del yugo del abominable usurpador
extranjero, y pondría fin al impío dominio romano, y
en su lugar establecería su propio reino de paz y
justicia" .5 En ese tiempo, los judíos se refugiaban en
el Mesías prometido y los apóstoles tenían las mismas
creencias del pueblo que los rodeaba. Como dice Mi-
ller Burrows, "Jesús era tan diferente a lo que todos
esperaban que fuera el hijo de David, que sus propios
discípulos estimaron casi imposible conectar la idea
del Mesías con 11".6 Las graves informaciones que
Jesús les dio con relación a su crucifixión no fueron
bien recibidas por sus discípulos (San Lucas 9:22).
"Parece haber existido la esperanza", observa A. B.
Bruce, "de que Él tenía un punto de vista muy depri-
mente de la situación, y que sus temores resultarían sin
base ... un Cristo crucificado era un escándalo y una
contradicción para los apóstoles; exactamente como
continuó siéndolo para la mayoría del pueblo judío
de pués que el Señor ascendió a la gloria" .7
Alfred Edersheim, quien fue catedrático en Grin-
field sobre la Versión de los Setenta en Oxford, tuvo
razón al llegar a la conclusión de que" lo más disímil
en torno a Cristo fueron sus propios tiempos" .8
Uno puede detectar en el uevo Testamento la
actitud de los apóstoles hacia Cristo: su expectación
de un Mesías reinante. Después que Jesús les dijo a sus
70 MÁS QUE UN CARPINTERO
discípulos que tenía que subir a Jerusalén y padecer, Jacobo
y Juan le pidieron que les prometiera que en su reino ellos
podrían sentarse, uno a su derecha, y el otro a su izquierda
(San Marcos 10:32-38). ¿En qué tipo de Mesías estaban
pensando ellos? ¿En un Mesías sufriente, crucificado?
Por supuesto que no, sino en un jefe político. Jesús les
explicó que habían entendido mal lo que Él había
venido a hacer; no sabían lo que estaban pidiendo.
Cuando Jesús predijo sus sufrimientos y crucifixión,
los doce apóstoles no pudieron ni siquiera imaginarse
lo que quería decir (San Lucas 18:31-34). Debido a sus
tradicione y formación religiosa, los apóstoles creían
haber dado con la solución de sus problemas. Luego
llegó el Calvario. Se diluyeron todas las esperanzas de
que Jesús fuera su Mesías. Desanimados, regresaron a
sus hogares. j Habían perdido todos esos años!
El doctor George Eldon Ladd, profesor de Nuevo
Testamento en el Seminario Teológico Fuller, en Pa-
sadena, California, escribe" Esta fue también la razón
por la cual sus discípulos lo abandonaron en cuanto fue
arrestado. Sus mentes estaban totalmente persuadidas
con la idea de un Mesías conquistador, cuyo papel era
el de someter a sus enemigos. Sin embargo, cuando lo
vieron aparentemente vencido y derramando sangre
bajo la furia de los latigazos, como prisionero indefen-
so en las manos de Pilato, y que después fue sacado de
la ciudad, se despedazaron todas las esperanzas mesiá-
nicas que habían puesto en Jesús. Es un hecho psico-
lógico que sólo oímos aquello que estamos preparados
para comprender. Las predicciones de Jesús con res-
pecto a sus sufrimientos y muerte cayeron en oídos
sordos. Los discípulos, no obstante las continuas ad-
¿Para qué sirve un Mesías muerto? 71
vertencias de Él, no estaban preparados para compren-
der la magnitud de su alcance ... "9
Unas pocas semanas despué de la crucifixión, a
pesar de sus dudas anteriores, los discípulos estaban
en Jerusalén proclamando a Jesús como Salvador y
Señor, como el Mesías de los judíos. La única expli-
cación razonable que puedo ver en este cambio, se
halla en 1 Corintios 15:5: " ... apareció ... después a los
doce" . ¿Qué otra cosa habría producido que los desa-
lentados discípulos se lanzaran a testificar, sufrir, y
morir por un Mesías crucificado? Indudablemente
tuvo que ser cierto que Él "se presentó vivo con
muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles duran-
te cuarenta días y hablándoles acerca del reino de
Dios" (Hechos 1:3).
Sí, muchas personas han muerto por una causa
buena, pero la causa noble de los apóstoles murió en
la cruz. Sólo la resurrección y el posterior contacto con
Cristo convenció a sus seguidores de que Él era el
Mesías. De esto dieron ellos testimonio, no sólo con
sus labios y sus vidas, sino con su propia muerte.
7
¿Se enteró de lo
que le ocurrió
a Saulo?
73
74 MÁS QUE UN CARPINTERO
de que" con frecuencia, las personas pueden estar tan
envueltas psicológicamente en aquello que combaten
que terminan abrazándolo" .
En este punto mi amigo sonrió con actitud gentil, y
respondió: "Es mejor que tenga cuidado, señor, porque
corre el riesgo de llegar a ser cristiano" .
Uno de los testimonios más influyentes dentro del
cristianismo lo constituyó el hecho de que Saulo de
Tarso, quizás el antagonista más encarnizado del cris-
tianismo, llegara a ser el apóstol Pablo. Saulo era un
hebreo fanático, un líder religioso. El hecho de haber
nacido en Tarso le dio la oportunidad de estar en
contacto con la cultura más avanzada de su tiempo.
Tarso era una ciudad uni versitaria que se destacaba por
su cultura y sus filósofos estoicos. Estrabo, el famoso
geógrafo griego, alabó a Tarso por estar tan interesada
en la educación y la filosofía. 1
Pablo, como su padre, tenía la ciudadanía romana,
un privilegio muy distinguido. Parecía estar bien ver-
sado en la cultura y en el pensamiento helénico. Tenía
gran dominio de la lengua griega y desplegó su habi-
lidad dialéctica. Pablo, citó palabras de los poetas y
filósofos menos conocidos:
Hechos 17:28: "Porque en él vivimos, y nos move-
mos, y somos; como algunos de vuestros propios poe-
tas también han dicho: Porque linaje suyo somos"
(Arato, Cleanto).
1Corintios 15:33: "No erréis; las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres" (Menandro).
Tito 1: 12: "Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los
cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones
ociosos" (Epaminondas).
¿Se enteró de lo que le ocurrió a Saulo? 75
La educación de Pablo fue judía y la recibió bajo la
estricta doctrina de los fariseos. Cuando tenía alrededor de
14 años de edad, fue enviado a estudiar bajo la dirección
de Gamaliel, uno de los más grandes rabino de su tiempo,
el nieto de Hillel. Pablo afInnaba que él no sólo era fariseo,
sino hijo de fariseo (Hechos 23:6). Él se podía jactar: " ...
y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contempo-
ráneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las
tradiciones de mis padres" (Gálatas 1:14).
Si uno ha de comprender la conversión de Pablo, es
necesario que entienda por qué era tan vehementemen-
te anticristiano: la razón era su devoción a la ley judía,
y esto fue lo que provocó su tremendo odio a Cristo y
a la Iglesia primitiva.
"Pablo se sentía insultado con el men aje cristia-
no", nos dice Jacques DuPont, "no por causa de la
afirmación de que Jesús era el Mesías, (sino), ... porque
le atribuía a Jesús el papel de Salvador, con lo cual se
le quitaba a la ley todo valor en el propósito de la
salvación ... (Pablo fue) violentamente hostil a la fe
cristiana, como resultado de la importancia que él le
acreditaba a la ley como camino de salvación".2
La Enciclopedia Británica declara que la nueva secta
del judaísmo, cuyos participantes se autodenominaban
cristianos, golpeaba la esencia de la fonnación judía de
Pablo y sus estudios rabínicos,ob) El exterminio de esta
secta llegó a ser su pasión (Gálatas 1: 13). De modo que
Pablo comenzó su persecución a muerte contra" el nombre
de Jesús de Nazaret" (Hechos 26:9-11). Literalmente,
Pablo" asolaba la iglesia" (Hechos 8:3). Se marchó a
Damasco con las credenciales que lo autorizaban para
arrestar a los seguidores de Jesús y llevarlos prisioneros
para luego someterlos a juicio.
76 MÁS QUE UN CARPINTERO
Después, algo le ocurrió a Pablo: "Saulo, respirando
aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor,
vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las
sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos
hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos
a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que
al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó
un resplandor de luz del cielo: y cayendo en tierra, oyó
una voz que le decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me
per igues'?' Él dijo: '¿Quién eres, Señor?' Y le dijo:
'Yo 'oy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar
coces contra el aguijón.' ÉL temblando y temero o,
dijo: 'Señor, ¿qué quieres que yo haga?' Y el Señor le
dijo: 'Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que
debes hacer'. Y los hombres que iban con Saulo se
pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin
ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y
abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole
por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo
tres días sin ver. y no comió ni bebió.
"Hahía entonces en Damasco un discípulo llamado
Ananías, a quien el Señor dijo en visión: 'Ananías'. Y
él respondió: 'Heme aquí, Señor'. Y el Señor le dijo:
'Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha y
busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso;
porque he aquÍ, él ora, y ha visto en visión a un varón
llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima
para que recobre la vista'" (Hechos 9:1-12).
Es aquí donde podemos apreciar por qué los cristia-
nos temían a Saulo. Entonce Ananías respondió: "Se-
ñor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos
males ha hecho a tus santo en Jerusalén; y aun aquí
tiene autoridad de los principales sacerdote para pren-
¿Se enteró de lo que le ocurrió a Saulo? 77
der a todos los que invocan tu nombre'. El Señor le
dijo: 'Ve, porque instrumento escogido me es éste.
para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y
de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré
cuánto le es necesario padecer por mi nombre'. Fue
entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo. obre
él las manos, dijo: 'Hermano Saulo, el Señor Jesús, que
se te apareció en el camino por donde venías, me ha
enviado para que recibas la vista y seas lleno del
Espíritu Santo'. y al momento le cayeron de lo' ojo
como escamas. y recibió al instante la vista; y levan-
tándose, fue bautizado. Y habiendo tomado alimento.
recobró fuerzas" (Hechos 9: l3-19a). Pablo dijo: "¿No
he visto a Jesús el Señor nuestro?" (1 Corintios 9 :1).
Pablo comparó la aparición de Cristo de la que fue
objeto, con las apariciones del Señor a los apóstoles
después de la resurrección: "y al último de todos... me
apareció a mí." (1 Corintios 15: 8)
Pablo no sólo vio a Jesús, sino que lo vio de un modo
irresistible. Él no proclamó el Evangelio porque no
tenía otras opciones, sino por necesidad: ., Porque me
es impuesta necesidad; y j ay de mí si no anunciare el
evangelio!" (1 Corintios 9: 16).
Nótese que el encuentro de Pablo con Jesús, y la
subsecuente conversión, fueron repentinos e inespera-
dos. "Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de
Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó
mucha luz del cielo." (Hechos 22:6) Pablo no tenía
ninguna idea de quién podría ser ese personaje celes-
tial. El anuncio de que era Jesús de Nazaret. lo dejó
atónito y atemorizado.
Puede que desconozcamos todos los detalles, tanto
cronológica como psicológicamente de lo que le sucedió
78 MAS QUE UN CARPINTERO
a Pablo en el trayecto a Damasco, pero sí sabemos esto:
que lo que le pasó afectó radicalmente cada área de su vida.
En primer lugar, el carácter de Pablo fue dramática-
mente transformado. La Enciclopedia Británica lo des-
cribe antes de la conversión como un intolerante, amar-
gado, perseguidor, y fanático religioso; orgulloso y
temperamental. Después de su conversión, se describe
como un hombre paciente, bondadoso, sufrido y abne-
gado. le Kenneth Scott Latourette dice: " Sin embargo,
lo que integró la vida de Pablo, y trasladó este tempe-
ramento casi neurótico, de la oscuridad a una influen-
cia permanente fue una profunda y revolucionaria
experiencia religiosa" .3
En segundo lugar, se transformó la relación de Pablo
con los seguidores de Jesús. "Y estuvo Saulo por algunos
días con los discípulos que estaban en Damasco" (Hechos
9: 19). Y cuando Pablo fue a ver a los apóstoles, éstos le
dieron" la diestra en señal de compañerismo" .
En tercer lugar, el mensaje de Pablo fue transforma-
do. Aunque todavía amaba su herencia judía, se había
cambiado de un amargado antagonista de la fe cristiana
a un determinado protagonista. "En seguida predicaba
a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo
de Dios." (Hechos 9:20) Las convicciones intelectua-
les de Pablo habían cambiado. La experiencia que
había tenido lo obligaba a reconocer que Jesús era el
Mesías, lo cual estaba en conflicto directo con las ideas
mesiánicas de los fariseos. El nuevo concepto que él
tenía de Cristo significaba una revolución total para su
pensamiento. 4 Jacques DuPont observa con mucha
perspicacia que después que Pablo "había negado
vehementemente que el hombre que había sido cruci-
ficado pudiera ser el Mesías, reconoció que Jesús en
¿Se enteró de lo que le ocurrió a Saulo? "19
realidad era el Mesías, y, como consecuencia, tuvo que
volver a formular todas sus ideas mesiánicas".2
También, ahora podía comprender que la muerte de
Cristo en la cruz, la cual había parecido como una maldi-
ción de Dios y el deplorable fm de una vida, fue realmente
el medio por el cual Dios, a través de Cristo, estaba
reconciliando al mundo consigo mismo. Pablo llegó a
entender que, por medio de la crucifixión, Cristo llegó a
ser maldición por nosotros (Gálatas 3: 13), y que (Dios)" lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia
de Dios en él." (2 Corintios 5:21) En vez de ser una derrota,
la muerte de Cristo fue una gran victoria, coronada por la
resurrección. La cruz ya no era una" piedra de tropiezo" ,
sino la esencia de la redención mesiánica de Dios. La
predicación evangelizadora de Pablo se puede resumir del
modo siguiente: "declarando y exponiendo por medio de
las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os
anuncio, decía él, es el Cristo." (Hechos 17:3)
En cuarto lugar, la misión de Pablo fue transforma-
da. Antes era uno que odiaba a los gentiles, y llegó a
ser un portavoz del Evangelio a los gentiles. Dejó de
ser un judío zelote, para ser un predicador a los genti-
les. Como judío y fariseo que era, consideraba a los
despreciables gentiles como inferiores al pueblo esco-
gido por Dios. La experiencia de Damasco lo convirtió
en un dedicado apóstol, y la meta de su misión era la
de servir a los gentiles. Pablo comprendió que el Cristo
que le había aparecido a él era el Salvador para todos
los pueblos. Pablo dejó de ser un fariseo ortodoxo cuya
misión era la de preservar el estricto judaísmo, para ser
un propagador de la nueva secta radical llamada cris-
tianismo, a la cual él se había opuesto tan violentamen-
80 MÁS QUE UN CARPINTERO
te. Hubo tal cambio en él que" todos los que le oían
estaban atónitos, y decían: ¿ o es éste el que asolaba
en Jeru alén a los que invocaban e te nombre, y a eso
vino acá, para llevarlos presos ante los principales
sacerdotes?" (Hechos 9:21)
El historiador Philip Schaff declara: "La conversión
de Pablo no sólo marca un momento decisivo en su
historia personal, sino también una época importante en
la historia de la iglesia apostólica, y consecuentemente
en la historia de la humanidad. Fue el evento más
fructífero después del milagro de Pentecostés, y ase-
guró la victoria universal del cristianismo" .5
En cierta ocasión, durante la hora del almuerzo en la
Universidad de Houston, me senté junto a un estudiante.
Mientras hablábamos acerca del cristianismo, él hizo la
declaración de que no hay ninguna evidencia histórica con
respecto al cristianismo ni a Cristo. Su especialidad era la
historia, y me di cuenta que uno de sus libros era un texto
de la historia romana. Reconoció que en el libro había un
capítulo que trataba acerca del apóstol Pablo y el cristia-
nismo. Luego de leer el capítulo, al estudiante le pareció
interesante que la parte que trataba acerca de Pablo comen-
zara describiendo la vida de Saulo de Tarso, y terminara
con una descripción de la vida del Apóstol Pablo. En el
penúltimo párrafo, se hacía la observación de que no estaba
claro qué era lo que había ocurrido entre estas dos etapas
en la vida de este hombre. En seguida abrí el libro de Los
Hechos, y le expliqué la aparición de Cristo a Pablo
después de la resurrección. Este estudiante comprendió que
ésa era la más lógica explicación de la conversión de Pablo.
Posteriormente, él también aceptó a Cristo como su Salvador.
Elías Andrews comenta: "Muchos han encontrado
en la transformación radical de este" fariseo de fari-
¿Se enteró de lo que le ocurrió a Saulo? 81
seos" la evidencia más convincente de la verdad y del
poder de la religión a la cual él se convirtió, como
también el supremo valor y el supremo lugar de la
Persona de Cristo". I Archibald MacBride, profesor de
la Universidad de Aberdeen, escribe con respecto a
Pablo: "Junto a sus hazañas ... las de Alejandro y
Napoleón palidecen en cuanto a su significado." 6 Cle-
mente dice que Pablo" soportó las cadenas siete veces;
predicó el Evangelio en el Oriente y en el Occidente;
llegó hasta el límite del Occidente; y murió como
mártir por disposición de los gobernantes" .7
Pablo declaró vez tras vez que el Jesús viviente y
resucitado había transformado su vida. Estaba tan con-
vencido de la resurrección de Cristo de entre los muer-
tos, que por esta fe, murió como mártir.
Dos profesores de la Universidad de Oxford, Gilbert
West y Lord Lyttleton, se dispusieron a destruir el funda-
mento de la fe cristiana. West iba a demostrar la falacia de
la resurrección, y Lyttleton iba a probar que Saulo de Tarso
nunca se había convertido al cristianismo. j Los dos llega-
ron a la conclusión opuesta de la que querían demostrar, y
e convirtieron en ardientes seguidores de Je ús!
Lord Lyttleton escribe: "La conversión y el apostolado
de San Pablo por sí solos, considerados correctamente,
fueron en sí una demostración suficiente para probar que
el cristianismo es una revelación divina".8 Él mismo llega
a la conclusión de que si los 25 años de sufrimiento y
servicio que Pablo dedicó a Cristo fueron una realidad,
entonces su conversión fue cierta, porque todo lo que él
hizo empezó con aquel repentino cambio. Si su conversión
fue cierta, Jesucristo se levantó de los muertos, pues todo
lo que hizo Pablo se lo atribuyó al hecho de haber visto a
Cristo resucitado.
8
¿Se puede aplastar
a un hombre bueno?
83
84 MÁS QUE UN CARPI TERO
A continuación citamos algunos de los hechos más
relevantes en torno a la resurrección: Jesús de Nazaret,
un profeta judío que afirmó ser el Cristo profetizado
en las Sagradas Escrituras judías, fue arrestado, juzga-
do como un criminal político, y crucificado. Tres días
después de su muerte y sepultura, algunas mujeres que
fueron a ver su tumba encontraron que el cuerpo había
desaparecido. Sus discípulos afirmaron que Dios lo
había levantado de los muertos y que Él, se les había
aparecido varias veces antes de ascender al cielo.
A partir de este fundamento, el cristianismo se di-
fundió por todo el imperio romano y ha continuado
ejerciendo su gran influencia a través de lo siglos.
¿Ocurrió realmente la resurrección?
LA SEPULTURA DE JESÚS
De acuerdo a las costumbres funerarias de los judíos, el
cuerpo de Jesús fue envuelto en un lienzo. Unas 100 libras
de especias aromáticas, mezcladas hasta formar una sus-
tancia pegajosa, se aplicaron a los lienzos de tela que le
fueron colocados alrededor del cuerpo. 1
Después de que el cuerpo fue colocado en una tumba
cavada en la roca,2 una piedra, sumamente grande (que
aproximadamente pesaba dos toneladas), fue rodada por
medio de palancas, y colocada en la entrada al sepulcro. 3
Una guardia romana, compuesta por hombres rigu-
rosamente disciplinados, fue asignada para custodiar
el sepulcro. El temor al castigo" produjo una perfecta
atención al deber, especialmente en las vigilias de la
noche".4 Esta guardia colocó en la tumba el ello
romano que indicaba poder y autoridad. 5 El sello tenía
el propósito de impedir que la tumba fuera profanada.
¿Se puede aplastar a un hombre bueno? 85
Cualquiera que hubiera tratado de mover la piedra de
la entrada del sepulcro habría roto el sello y, como
con. ecuencia, la justicia romana habría actuado con su
severidad tradicional.
Sin embargo, la tumba estaba vacía.
LA TUMBA VAcíA
Los seguidores de Jesús dijeron que Él había resucitado
de los muertos. Anunciaron que Jesús se les apareció
durante un período de 40 días, manifestándoseles, y dando
muchas" pruebas indubitables" (algunas versiones dicen:
"pruebas infalibles").6 Pablo, el apóstol, dijo que Jesús
apareció a más de 500 de sus seguidores al mismo tiempo,
la mayoría de los cuales todavía vivían y podían confmnar
lo que Pablo escribió.?
A. M. Ramsey escribe: "Creo en la resurrección, en
parte porque hay una serie de hechos que son inexpli-
cables sin ella" .8 Ante el hecho de que la tumba vacía
era "demasiado notorio para poderlo negar". Paul
Althaus declara que la resurrección" no hubiera podi-
do sostenerse en Jerusalén durante un solo día, ni
siquiera durante una sola hora, si el hecho de que la
tumba estaba vacía no se hubiese establecido clara-
mente ante todos los interesados" .9
Paul L. Maier concluye: "Si se pesan cuidadosa y
justamente todas las evidencias, es justificable, según los
cánone de la investigación hi tórica, llegar a la conclusión
de que la tumba en que Jesús fue sepultado se halló
realmente vacía en la mañana del primer día de resurrec-
ción. Hasta ahora no se ha descubierto ni una pizca de
evidencia en las fuentes literarias, ni en la epigrafía, ni en
la arqueología que niegue esta afmnación" .10
86 MÁS QUE UN CARPINTERO
¿Cómo podemos explicar el hecho de la tumba vacía?
¿Será posible explicarlo asignándole una causa natural?
Basados en las abrumadoras evidencias históricas,
los cristianos creemos que Jesús resucitó coporalmen-
te en el tiempo y en el espacio mediante el poder
sobrenatural de Dios. Las dificultades para creer esto
pueden ser grandes, pero los problemas que conlleva
la incredulidad presentan dificultades mucho mayores.
La situación de la tumba, luego de la resurrección,
es significativa. El sello romano fue roto, lo cual
significaba la crucifixión automática con la cabeza
hacia abajo de aquellos que lo rompieron. La gran
piedra fue quitada y removida, no sólo de la entrada
del sepulcro, sino de toda la zona del sepulcro como
tal, parecía como si alguien la hubiera levantado y la
hubiera llevado.)) La guardia había huido. Justino, en
su Resumen 49.16 enumera 18 faltas por las cuales un
pelotón de guardia hubiera podido ser condenado a
muerte. Entre éstas se incluye el quedarse dormido o
dejar sin guardia la posición que se le asignó.
Las mujeres llegaron y hallaron la tumba vacía,
sintieron pánico y regresaron a contárselo a los hom-
bres. Pedro y Juan corrieron hacia la tumba.
Juan llegó primero pero no entró en ella. Miró hacia
adentro, y allí estaban los lienzos funerarios, un poco
ahuecados, pero la vio vacía. El cuerpo de Cristo había
pasado a través de los lienzos hacia una nueva existencia.
Reconocemos que esto haría que creyeras, al menos
por el momento.
Las teorías que se ofrecen para explicar la resurrec-
ción ba adas en causas naturales son débiles; y más
bien ayudan a robustecer la confianza en la verdad de
la resurrección.
¿Se puede aplastar a un hombre bueno? 87
LA TEORíA DE LA TUMBA EaUIVOCADA
Una teoría defendida por Kirsopp Lake asume que
las mujeres que informaron que el cuerpo no estaba en
la tumba, fue porque habían ido a otro sepulcro. Si fue
así, entonces los discípulos que acudieron a comprobar
el anuncio de las mujeres también debieron equivocar-
se de tumba. Es evidente, sin embargo, que las autori-
dades judías, que habían pedido que una guardia roma-
na vigilara el sepulcro para impedir que el cuerpo fuera
robado, no se hubieran equivocado con respecto a la
localización de la tumba. Tampoco se equivocaron los
guardias romanos, pues ellos estuvieron allí.
Si hubiera habido otra tumba relacionada con este
asunto, las autoridades judías no hubieran perdido tiem-
po, sino que hubiesen exhibido el cuerpo que estaba en
la verdadera tumba, silenciando para siempre y en forma
eficaz, cualquier rumor acerca de la resurrección.
Otro intento que se hace para explicar la resurrec-
ción afirma que las apariciones de Jesús después de la
resurrección fueron ilusiones o alucinaciones colecti-
vas. Esta teoría carece del apoyo de los principios
psicológicos que rigen a las apariciones y alucinacio-
nes. Tampoco coincide con la situación histórica, ni
con el estado mental de los apóstoles.
De modo que, ¿dónde estaba el verdadero cuerpo, y
por qué no fue exhibido?
CITAS BIBLIOGRÁFICAS:
CAPíTULO 8
1. San Juan 19:39,40.
2. San Mateo 27 :60.
3. San Marcos 16:4.
4. George Currie, The Military Discipline ofthe Romans
from the Founding of the City to the Close of the
Republic (La disciplina militar de los romanos desde la
fundación de la ciudad hasta el fm de la república).
Extracto de una tesis publicada bajo el patrocinio del
Consejo de Graduados de la Universidad de Indiana
1928, pp. 41-43.
5. A. T. Robertson, Word Pictures in the New Testament
(Cuadros expresados con palabras en el Nuevo Testa-
mento), Nueva York, R. R. Smith, Inc., 1931, p. 239.
6. Hechos 1:3.
7. 1 Corintios 15:3-8.
8. Arthur Michael Rarnsey, God, Christ and the World
(Dios, Cristo y el mundo), Londres, SCM Press, 1969 pp.
78 -80.
9. Paul Althaus, Die Wahrheit des Kirchlichen Osterglau-
bens (esta obra está en alemán), Güitersloh, C. Bertels-
mann, 1941, pp. 22, 25 Y siguientes.
10. Independent, Press-Telegram, Long Beach, California
sábado 21 de abril de 1973, p. A-lO.
11. Josh McDowell, Evidencia que exige un veredicto,
traducido por René Arancibia Muñoz; publicado por la
Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo, Oficina
9
Que se identifique el
verdadero Mesías
9S
96 MÁS QUE UN CARPINTERO
e cribió él" (San Juan 5:46). También dijo: "Abraham
vuestro padre se gozó de que había de ver mi día" (San
Juan 8:56). Los apóstole , los escritores del uevo
Te tamento, etc, constantemente se referían a la pro-
fecía cumplida para demostrar sus afirmaciones de que
Jesús era el Hijo de Dios, el Salvador. el Mesías. "Pero
Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por
boca de todos sus profetas, que su Cristo había de pade-
cer" (Hechos 3: 18). "Y Pablo, como acostumbraba, fue
a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos,
declarando y exponiendo por medio de las Escrituras,
que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de
los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él,
es el Cristo (Hechos 17:2,3). "Porque primeramente
os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo
murió por nuestros pecados, conforme a las Escritu-
ras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día.
conforme a las Escrituras" (l Corintios 15:3,4).
En el Antiguo Testamento hay 60 profecías mesiá-
nicas principales, y aproximadamente 270 ramifica-
ciones que se cumplieron en una persona, Jesucristo.
Es útil ver todas estas predicciones que se cumplieron
en Cristo como Sus" señale" . Probablemente usted
nunca se ha dado cuenta de la importancia que los
detalles de su nombre y de su dirección tienen, y sin
embargo, estos detalles son los que le diferencian de
los cuatro mil millones de personas que habitamos en
este planeta.
OTRA OBJECiÓN
Otra objeción es que Jesús procuró intencionalmen-
te cumplir las profecías judías. Esta objeción parece
plausible mientras no comprendamos que muchos de
los detalles del Mesías que había de venir estaban com-
pletamente fuera del control humano. Por ejemplo, el
Que se identifique el verdadero Mesías 103
lugar de su nacimiento. Simplemente puedo oír a Jesús
en el vientre de María, mientras ella cabalgaba en el
asno: "Mamá, no llegaremos ..." Cuando Herodes les
preguntó a los principales sacerdotes y escribas: "dón-
de había de nacer el Cristo" , ellos dijeron: "En Belén
de Judea; porque así está escrito por el profeta" (Mateo
2:5). El tiempo de su venida; la manera de su nacimien-
to; la traición de Judas y el precio de la traición; el
modo de su muerte; la reacción de la gente: las burlas,
las escupidas, el hecho de que se quedarían mirándolo;
de echar suertes sobre sus vestidos; que no romperían
su manto, etc. La mitad de estas profecías están fuera
de la posibilidad de que Él las hubiera cumplido inten-
cionalmente. Él no podía ingeniárselas para nacer de la
simiente de la mujer, del linaje de Sem, de los descen-
dientes de Abraham, etc. No nos extraña, pues, que Jesús
y sus apóstoles apelaran continuamente a las profecías cum-
plidas para acuñar sus afirmaciones.
¿Por qué Dios se tomó todas estas molestias? Creo
que Él quería que Jesucristo tuviera todas las creden-
ciales necesarias cuando vino al mundo. No obstante,
lo más fascinante con respecto a Jesucristo es que Él
vino para transformar vidas. Sólo Él probó que eran
exactas las centenas de profecías del Antiguo Testa-
ment~ue anunciaban su venida. Sólo Él puede cum-
plir la mayor de todas las profecías para los que le
aceptan: la promesa de una vida nueva: "Os daré
corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros.... De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas" . 10
10
¿Es que no hay
otro camino?
105
106 MÁS QUE UN CARPINTERO
debemos confiar en Jesús como Señor y Salvador a fin de
tener comunión con Dios y experimentar el perdón de los
pecados. Al estudiante le contesté diciéndole que muchas
personas no comprenden la naturaleza de Dios. Por lo
general, suelen preguntar: " ¿Cómo puede un Dios amante
permitir que un pecador vaya al infierno?" Entonces yo
preguntaría: "¿Cómo puede un Dios santo, justo y recto
permitir que un pecador esté en Su presencia?" Una
comprensión equivocada de la naturaleza básica y del
carácter de Dios ha sido la causa de muchos problemas
teológicos y éticos. La mayoría de la gente comprende que
Dios ama, y no van más allá. El problema es que Él no sólo
es un Dios de amor, sino que también es un Dios recto,
justo y santo.
Básicamente conocemos a Dios por medio de Sus
atributos. Un atributo no es parte substancial de Dios.
Tiempo atrás, yo solía pensar que si tomaba todos los
atributos de Dios: la santidad, el amor, la justicia, la
rectitud, etc. y los unía, la suma total sería igual a Dios.
Ahora bien, eso no es cierto. Un atributo no es algo que es
parte de Dios, sino algo que es manifiesto en Él. Por
ejemplo, cuando decimos que Dios es amor, no queremos
decir que una parte de Dios es amor, sino que el amor es
algo que está presente y es real y verdadero en Dios.
Cuando Dios ama, sencillamente muestra lo que Él es.
He aquí un problema que se desarrolló como resultado
del pecado que entró en la humanidad. Dios, en la eternidad
pasada, decidió crear al hombre y a la mujer. Fundamen-
talmente creo que la Biblia indica que Él creó al hombre y
a la mujer con el propósito de compartir con ellos Su amor
y gloria. Sin embargo, cuando Adán y Eva se rebelaron y
iguieron su propia senda, el pecado se introdujo en la raza
humana. En ese instante, los seres humanos se convirtieron
¿Es que no hay otro camino? 107
en pecadores, separados de Dios. Esta fue la circunstancia
crítica en que Dios se encontró. Él creó al hombre y a la
mujer para compartir Su gloria con ello ; sin embargo,
ellos menospreciaron el consejo y el mandamiento divino,
y e cogieron pecar. Así que, Él se acercó a ellos con Su
amor para salvarlos. Por el hecho de que Él no sólo es un
Dios amoroso, sino que también es santo, justo y recto, Su
misma naturaleza condena a cualquier pecador. La Biblia
dice: "Porque la paga del pecado es muerte". De modo
que podríamos decir que, Dios tenía un problema.
Dentro de la Trinidad -Dios el Padre, Dios el Hijo y
Dios el Espíritu Santo- se tomó una decisión. Jesús, Dios
el Hijo, incorporaría a Sí mismo la naturaleza humana.
Llegaría a ser el Dios Hombre. Esto se describe en Juan 1,
donde dice que" El Verbo fue hecho carne y habitó entre
nosotros" , y en Filipenses 2, donde dice que Cristo Jesús
se despojó a Sí mismo y se hizo semejante a los hombres.
Jesús fue el Dios Hombre. Fue tan hombre como si
nunca hubiera sido Dios, y tan Dios como si nunca hubiera
sido hombre. Por decisión propia, vivió una vida sin
pecado, en completa obediencia al Padre. La declaración
bíblica de: "La paga del pecado es muerte" no se le imputa
a Él, porque Él no sólo fue un hombre fInito, sino también
un Dios infInito; tenía la infInita capacidad de tomar sobre
Sí los pecados del mundo. Cuando Jesucristo fue crucifi-
cado hace casi dos mil años, el santo, justo y recto Dios
derramó Su ira sobre Su Hijo. Cuando Jesús dijo: "Con-
sumado es", el requerimiento de la justicia de Dios quedó
totalmente satisfecho. Usted podría decir que en ese mo-
mento Dios quedó" libre" para tratar a la humanidad con
amor, sin tener que destruir al pecador, ya que por medio
de la muerte de Jesús en la cruz, la justa naturaleza de Dios
quedó satisfecha.
108 MÁS QUE UN CARPINTERO
Con frecuencia hago a las personas la siguiente
pregunta:" ¿Por quién murió Jesús?" Usualmente con-
testan: "Por mí " , o "por el mundo". Entonces digo:
"Sí, eso está correcto, ¿pero por quién más murió?" Y
suelen responder: "Bueno, no lo sé". Entonces añado:
"Por Dios el Padre". Como puedes ver, Cristo no sólo
murió por nosotros, sino también por obediencia al
Padre. Esto es descrito en Romanos 3, donde se nos
habla sobre la propiciación. La palabra propiciación
básicame:lte significa satisfacer una demanda. Cuando
Jesús murió en la cruz, no sólo murió por nosotros, sino
que murió para satisfacer la santa y justa demanda de
la naturaleza de Dios.
Un incidente que tuvo lugar hace ya varios años en
California, ilustra lo que Jesús hizo en la cruz a fin de
resolver el problema que Dios tenía por el pecado de
la humanidad. Una joven mujer fue detenjda por exce-
so de velocidad. Se le multó y tuvo que comparecer
ante el juez. Este leyó la denuncia y le preguntó: " ¿Se
declara culpable o inocente?" La muchacha respon-
dió: "¡Culpable! " El juez dio un golpe con el mazo y
le impuso una multa de cien dólares, o diez días de
arresto. Entonces ocurrió algo sorprendente. Eljuez se
levantó, se quitó la toga, descendió y se colocó al frente
del estrado, sacó su cartera y pagó la multa. ¿Cuál es
la explicación de esto? El juez era el padre de la joven.
Él amaba a su hija, sin embargo, era un juez justo. Su
hija había violado la ley, y él no podía simplemente
decirle: "Como te quiero mucho, te perdono; puedes
marcharte" . Si él hubiera hecho eso, no habría sido un
juez justo, ni habría defendido la ley. Sin embargo, él
amaba tanto a su hija que estuvo dispuesto a despojarse
¿Es que no hay otro camino? 109
de su toga judicial, bajar de su puesto, colocarse al
frente y, representándola como su padre, pagó la multa.
Esta ilustración nos da una idea de lo que Dios hizo por
nosotros a través de Cristo. Nosotros pecamos. La Biblia
dice: "La paga del pecado es muerte". No importaba
cuánto nos hubiera amado Dios, Él tenía que dar el golpe
con el mazo y decir muerte, porque Él es un Dios justo y
recto. Sin embargo, como Él es amor, nos amó tanto que
estuvo dispuesto a descender de su trono en forma del
hombre Cristo Jesús, y pagar el precio por nosotros, que
fue la muerte de Cristo en la cruz.
En este punto muchas personas hacen la pregunta: " ¿por
qué Dios no pudo simplemente perdonar?" Un ejecutivo
de una gran corporación dijo: "Mis empleados a menudo
rompen alguna cosa, y yo simplemente los perdono".
Entonces añadió: " ¿Trata usted de decirme que yo puedo
hacer algo que Dios no puede hacer?" La gente falla en
darse cuenta que donde hay perdón tiene que haber un
pago. Por ejemplo, digamos que mi hija rompe una lám-
para en mi casa. Yo soy un padre amante y perdonador,
por lo tanto, la coloco en mi regazo, la abrazo y le digo:
"No llores, mi amor, papi te ama y te perdona". Con
frecuencia, la persona a la cual le digo esto, suele respon-
derme: "Bueno, eso es lo que Dios ha debido hacer" . Es
entonces cuando yo pregunto: "Y ¿quién paga la lámpa-
ra?'" El caso es que soy yo quien la paga. El perdón siempre
tiene un precio. Supongamos que alguien te insulta delante
de otras personas, y tú posterionnente le dices con cordia-
lidad: "Te perdono". ¿Quién paga el precio del insulto?
Tú lo pagas.
Esto es lo que Dios ha hecho. Dios dijo: "Te perdono".
Pero estuvo dispuesto a pagar Él mismo el precio por
medio de la cruz.
¿Ha oído usted
las
Cuatro leyes Espirituales?
Así como hay leyes naturales que rigen el universo, también
hay leyes espirituales que rigen nuestra relación con Dios.
PRIMERA LEY
Dios le ama y le ofrece un plan maravilloso para su vida.
El amor de Dios
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
San Juan 3: 16
El plan de Dios
(Cristo afirma): "Yo he venido para que tengan
vida, y para que la tengan en abundancia." (Una
vida completa y con propósito.)
San Juan 10:10
¿Por qué es que la mayoría de las personas no están experi-
mentando esta vida en abundancia? Porque...
SEGUNDA LEY
El hombre es pecador y está separado de Dios, por lo tanto
no puede conocer ni experimentar el amor y plan de Dios
para su vida.
El hombre es pecador
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios.
Romanos 3:23
Las cuatro leyes espirituales 123
El hombre fue creado para tener compañerismo con Dios,
pero debido a su voluntad terca y egoísta, escogió su propio
camino y su relación con Dios se interrumpió. Esta voluntad
egoísta, caracterizada por una actitud de rebelión activa o
indiferencia pasiva, es una evidencia de lo que la Biblia
llama pecado.
El hombre está separado
"Porque la paga del pecado es muerte" (esto es
separación espiritual de Dios).
Romanos 6:23
vida@
trono)
Cristo en la vida y
en el trono
Cristo fuera de la El ego rendido a Cristo
Intereses controlados .~ \v .•:.
por el YO que a • ~ Intereses bajo el control
de Cristo. lo cual
menudo resultan en t·· resulta en armonía
discordia y frustración
con el plan de Dios
¿Cuál círculo representa realmente su vida?
¿Cuál círculo le gustaría que representara su vida?
126 MÁS QUE UN CARPINTERO
A continuación se explica cómo puede usted recibir a Cristo:
Usted puede recibir a Cristo por fe ahora mismo
mediante la oración. (Orar es hablar con Dios.)
Dios conoce su corazón y no tiene tanto interés en sus
palabras, como en la actitud de su corazón. La siguiente
oración se sugiere como guía:
Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la
cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida
y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por
perdonar mis pecados y por darme vida eterna.
Toma control del trono de mi vida y hazme la clase
de persona que Tú quieres que yo sea.