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Nutricion en El Ciclo de La Vida 1

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Post-grado: Nutriología clínica

Coordinador: Dr. Jimmy Barranco

Compilado por: Dra. Mercedes Luciano

Santo Domingo, R.D.


Noviembre 2007

1
Nutrición y gestación

OBJETIVOS
- Identificar las necesidades nutricionales de la mujer gestante.
- Planificar alimentaciones adecuadas para las mujeres embarazadas.
- Conocer los posibles trastornos que se pueden dar en las embarazadas.

La gestación es una situación fisiológica en la que se incrementan las


necesidades nutricionales, ya que el organismo de la mujer gestante, además
de cubrir las necesidades nutritivas propias, debe cubrir las demandas
requeridas para el crecimiento y desarrollo del feto, así como la formación de
nuevas estructuras maternas necesarias en la gestación (placenta, útero,
glándulas mamarias, sangre). Además para afrontar el momento del parto de
forma óptima y preparar la futura lactancia, la madre constituye depósitos
energéticos que aseguren las demandas que se van a presentar tanto en el
parto como en la lactación. Los errores nutricionales durante la gestación no
sólo pueden afectar la salud de la madre y el niño durante este período, sino
que pueden también tener implicaciones posteriores en ambos.

Asimismo, el estado nutricional de la madre antes de la gestación también


constituye un factor muy importante, ya que si éste es bueno, los almacenes de
nutrientes serán adecuados para suplir posibles deficiencias durante este
período.
Las recomendaciones alimentarias a realizar durante el embarazo tienen los
siguientes fines:
- Cubrir las necesidades nutritivas de la mujer embarazada.
- Satisfacer las exigencias nutritivas necesarias para un correcto crecimiento
fetal.
- Preparar el organismo materno para el parto.
- Promover la futura lactancia natural.

Energía

La gestante tiene un aumento en la demanda de energía, incremento que se


requiere para sostener necesidades metabólicas de la gestación y el
crecimiento materno y fetal, así como el esfuerzo físico que requiere una
actividad física normal. La mayor necesidad energética en la gestación es fácil
de conseguir dado el aumento normal de la ingesta en gestación. La
comprobación del ajuste energético se consigue como siempre por la evolución
ponderal que ha de responder a lo característico de una gestación normal,
serán, por tanto, los cambios de peso los que marcarán la pauta de las
mayores o menores necesidades energéticas.

Proteína

La mujer gestante necesita mayor cantidad de proteína que en situación no


gestacional (60 g/día frente a 50 g/día), según las recomendaciones de la OPS.

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La proteína adicional es necesaria para apoyar la síntesis de tejidos maternos y
fetales, y en este sentido, se observa que la eficacia de utilización de proteína
en la embarazada es de un 70%.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la dieta occidental y también latina
la suministran, por lo general, una cantidad y calidad de proteína que evita un
cuidado especial en la recomendación de este nutriente. Sólo se tendrá en
cuenta ese aumento de aporte proteico cuando la mujer reciba cantidades
semejantes a las ingestas recomendadas, y por supuesto, cuando sean aún
menores

Lípidos

En líneas generales, la grasa de la dieta debe ser en cantidad y calidad la


recomendada en todas las situaciones fisiológicas, excepto para la primera
época de la vida (lactante) en que la cantidad de la grasa es mayor. En la
gestación hay que hacer una observación especial.
Por el aporte del ácido docosahexaenoico es fundamental que se logra
incluyendo en la dieta de la mujer gestante pescado, ya que este alimento
contiene este ácido en su grasa.

Vitaminas

La suplementación vitamínica en forma de complejos farmacéuticos es


bastante común, aunque es probablemente innecesaria, excepto en grupos de
alto riesgo o cuando hay pruebas de ingestas inadecuadas, ya que la mayoría
de gestantes pueden alcanzar las necesidades en vitaminas consumiendo una
dieta de calidad adecuada.

Excepto para las vitaminas A y K, todas las demás vitaminas presentan una
demanda aumentada en la gestación y merecen especial atención por sus
elevados requerimientos, el ácido fólico y la vitamina D.

Kcal KJ Proteína (g) Calcio (mg)

Mujer de 20 a 39 años 2.300 9.623 41 800

Mujer de 40 a 49 años 2.185 9.142 41 800

Gestación +250 +1.046 +15 +600

Lactación +500 +2.092 +25 +700

Magnesio (mg) Hierro (mg) Zinc (mg) Yodo ( g)

Mujer de 20 a 39 años 330 18 15 110

Mujer de 40 a 49 años 330 18 15 110

Gestación +120 18 20 +25

Lactación +120 18 25 +45

3
Vitamina A Vitamina D Vitamina E Vitamina C Tiamina
( g ER) ( (mg (mg) (mg)

Mujer de 20 a 39 años 800 5 12 60 0,9

Mujer de 40 a 49 años 800 5 12 60 0,9

Gestación 800 10 +3 80 +0,1

Lactación 1300 10 +5 85 +0,2

Riboflavina Niacina Vitamina B6 Ácido fólico Vitamina B12


(mg) (mg EN) (mg) ( g) ( g)

Mujer de 20 a 39 años 1,4 15 1,6 200 2

Mujer de 40 a 49 años 1,3 14 1,6 200 2

Gestación +0,2 +2 +2 +200 2,2

Lactación +0,3 +3 +1,5 +100 2,6


Tabla 1.2 Ingestas recomendadas de energía y nutrientes de una mujer de 20 a 49
años y de una gestante y lactante para la población española. Fuente:
Varela, 1994.

Las elevadas necesidades de ácido fólico, que son más del doble respecto a la
no gestante, se justifican por su función primordial en la síntesis de ácidos
nucleicos, especialmente aumentada por el elevado ritmo de replicación celular
que ocurre en la gestación y por el aumento de la excreción urinaria en la
madre.
La deficiencia en el aporte de ácido fólico es causa de anemia megaloblástica
en embarazadas, incluso puede llevar a una malformación nerviosa en el feto.
Dada la esencial necesidad del ácido fólico, la dieta de la gestante debe
contener alimentos ricos en esta vitamina.

ALIMENTO
 Hígado de pollo  Fresas
 Germen de trigo  Tomate, batata, boniato
 Judías blancas  Huevos
 Lechuga verde  Cereales
 Palomitas de maíz  Naranja, mango, kiwi, moras
 Gofio  Pastas (macarrones)
 Hígado  Lechuga
 Queso brie, camembert  Riñón
 Espinaca, berro, col rizada  Pan integral de trigo
 puerros, espárragos,  Mejillones
endivias  Coco fresco
 Frutos secos  Plátanos, toronjas
 Broccoli, remolacha  Pescado
 Judías verdes, habas,  Jamón serrano
guisantes, coliflor

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La vitamina D es otra vitamina que muestra un gran aumento en la gestación y
juega un papel clave para la correcta absorción de calcio, nutriente cuya
ingesta recomendada también se incrementa en la gestación. Aquí se indican
alimentos que contienen esta vitamina y deben estar presentes en la dieta de la
embarazada. No obstante, el mejor remedio para el aporte de esta vitamina es
la exposición a la luz solar de manera habitual, como ocurre en cualquier
condición fisiológica.

ALIMENTO
 Aceite de hígado de bacalao  Lengua
 Pescado azul  Bacalao fresco
 Langostinos  Queso
 Anchoas en aceite  Mayonesa
 Margarina  Carnes
 Caviar  Mantequilla
 Cereales tostados  Huevo
azucarados o chocolateados  Paté de hígado
 Hígado  Yogur
 Arenques  Leche
 Huevos

En los casos en que esto no sea posible, la dieta y también un complemento


vitamínico adecuado deben ser la base de un aporte adecuado,
recomendándose la leche enriquecida en vitamina D.

Minerales

Las mayores necesidades de calcio son consecuencia de la calcificación ósea


fetal, que alcanza un valor aproximado de 25 g durante el último trimestre del
embarazo, además de las pequeñas necesidades que requiere la propia
madre. La mayor parte del calcio depositado en el neonato tiene lugar en el
último mes (aproximadamente 450 mg/día).
Los alimentos ricos en este nutriente deben estar presentes en la alimentación
habitual de la embarazada. Si el aporte de calcio en la dieta no es suficiente no
tiene por qué desencadenar trastornos en el feto, pero sí puede generar
problemas en la madre por desmineralización ósea excesiva.

ALIMENTOS
 Sardinas  Cuajada
 Queso  Yogur, helados
 Anchoas en aceite  Legumbres
 Chocolate  Espinacas
 Frutos secos (excepto  Leche
castaña)  Langostinos, camarones
 Higos secos  Soja fresca
 Leche de almendras

5
En cuanto al fósforo, hay que tener en cuenta que nuestra dieta suministra
cantidad suficiente de este nutriente sea cual sea la situación fisiológica.
El hierro es el nutriente que porcentualmente presenta una mayor demanda
junto a la vitamina D en la mujer en gestación. Este mineral debe satisfacer las
demandas maternas debidas a los incrementos de tejidos maternos, así como
los del feto, especialmente la formación de eritrocitos que es mayor sí el aporte
de hierro está suplementado.
En el feto, el hierro no sólo se necesita para la formación de moléculas como
hemoglobina, mioglobina, etc, que se están sintetizando en gran proporción en
el feto como consecuencia de su crecimiento, sino también para formar un
depósito hepático de hierro en el feto. Este hierro de depósito será movilizado
posteriormente en la vida neonatal y así se compensa la baja concentración de
este nutriente en la leche materna.
Los elevados requerimientos de hierro aconsejan el consumo de alimentos
ricos en este nutriente. No obstante, es frecuente que se aporte, como ocurre
con el calcio y otros minerales, en forma de complejos medicinales que evitan
el riesgo de un aporte insuficiente.

ALIMENTO
 Morcilla  Codorniz
 Hígado  Cereales
 Riñón  Foie-gras
 Germen de trigo  Carnes magras
 Legumbres  Mejillones
 Frutos secos  Cacao en polvo azucarado

En gestación es obligado prestar una especial atención al yoduro, no por la


elevación de la ingesta recomendada, que realmente no es grande respecto a
la mujer no gestante, sino porque el déficit de yoduro conduce a un daño fetal
de tal magnitud que el neonato presentará minusvalía intelectual, al afectarse el
sistema nervioso como consecuencia de una inadecuada síntesis de hormonas
tiroideas yodadas. Este problema ocurre normalmente en zonas donde los
alimentos y aguas de bebida son pobres en yoduro, es decir, lo que se
denominan zonas de bocio endémico. La solución es la utilización de sal
yodada.

Cuadro resumen de las necesidades nutricionales durante la


gestación

EMBARAZO Alimentos de especial


Necesidades
interés para cubrir las
nutricionales 1er.
2º trimestre - 3º trimestre necesidades
trimestre

Aumentar progresivamente a partir del Alimentación equilibrada,


Energía Normal 4º mes: 100 a 300 kcal/día aumentando los alimentos
suplementarias plásticos y reguladores.

Aumentar los requisitos de 1/g/kg/día a


Legumbres. Lácteos.
Proteínas Normal 1,5 g/kg/día (la mitad debe ser como
Cárnicos. Cereales.
mínimo de alto valor biológico)

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Aceite de oliva y de semillas
Glúcidos y Normal. Atención a los azúcares y las (girasol,...)
Normal
lípidos grasas de origen animal. Legumbres. Cereales, pan.
Fruta . Papas, Mantequilla.

Legumbres y frutos secos.


Lácteos. Carnes rojas y
Minerales Normal Especial atención al Ca, I, P, Mg y Fe.
vísceras. Pescado o sal
yodada. Hojas verdes.

Lácteos. Fruta y verdura


Hidrosolubles: C, B1 y B2, ácido fólico fresca. Pan integral.
Vitaminas
Liposolubles: A, D, E. Mantequilla y aceites.
Hojas verdes.

Agua, bebidas naturales.


Hay que tratar de evitar al
Agua Normal
máximo el alcohol y bebidas
estimulantes.

Verduras en general. Frutas


Incluirlas en la alimentación para combatir el
Fibras con pulpa. Ensaladas.
estreñimiento: celulosa, hemicelulosa, pectinas.
Cereales completos

Ingestas Recomendadas
Según lo establecido por las RDA por la OPS, (1989) y por Varela (1994) para
la población española.
Energía Proteína Calcio Fósforo Magnesio Hierro Zinc Yodo Selenio
(kcal) (g) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) ( (mg)

Mujer de 20
50 800 800 280 15 12 150 55
a 50 años 2200

Embarazo

1er trimestre +0 60 1.200 1.200 320 30 15 175 65

2º trimestre +300 60 1.200 1.200 320 30 15 175 65

3er trimestre +300 60 1.200 1.200 320 30 15 175 65

Lactancia

1e r semestre +500 65 1.200 1.200 355 15 19 200 75

2º semestre +500 62 1.200 1.200 340 15 16 200 75

Vitamina A Vitamina D Vitamina E Vitamina K Vitamina C Tiamina


( ( (mg (mg) (mg) (mg)

Mujer
800 5 8 65 60 1,1
20 a 50 años

Embarazo 800 10 10 65 70 1,5

Lactancia
1300 10 12 65 95 1,6
1er semestre
1200 10 11 65 90 1,6
2º semestre

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Riboflavina Niacina Folato Vitamina B12
Vitamina B6 (mg)
(mg) (mg EN) ( (

Mujer
1,3 15 1,6 180 2,0
20 a 50 años

Embarazo 1,6 17 2,2 400 2,2

Lactancia
1,8 20 2,1 280 2,6
1er semestre
1,7 20 2,1 260 2,6
2º semestre
g ER: microgramos de Equivalentes de retinol.
mg  ET: miligramos de Equivalentes de  -tocoferol".
mg EN: miligramos de Equivalentes de niacina.

Náuseas y vómitos

La incidencia de estas alteraciones varía. Son más frecuentes entre la sexta y


novena semana de gestación y desaparecen por lo general entre la duodécima
y décimosexta semana, lo que no excluye que estén presentes durante toda la
gestación. Las causas no son claramente conocidas, aunque no son solamente
psicológicas como se dice a veces, sino que pueden ser consecuencia de
cambios metabólicos y funcionales.
CONSEJOS
Nutricionalmente se recomienda el consumo de alimentos que contengan
carbohidratos y pocos lípidos, consumir pequeñas cantidades de alimentos de
forma frecuente y beber agua entre las comidas. Por lo general, no implican
problemas nutricionales salvo cuando los vómitos son frecuentes.
En muchas ocasiones los vómitos se presentan hacia la primera mitad del día,
por lo que se aconseja suministrar la mayor parte de la comida por la tarde y
noche.
Si la causa de la náusea o del vómito es debido a un olor, es necesario
minimizarlo. Ejemplo: la carne hervida es menos olorosa y más digerible que si
ésta es cocinada a la plancha o al horno.
Evitar entrar en la cocina para así no respirar olores.
Los alimentos fríos son menos aromáticos que los calientes. Ejemplo: el pollo
frío puede ser consumido en ensaladas.

Alteraciones del gusto

En el embarazo son frecuentes el rechazo de ciertos alimentos que apetecían


antes del embarazo tales como alimentos fritos, alimentos grasos, café, té, etc.
Asimismo es frecuente que a la mujer le apetezcan alimentos no usuales en la
dieta que se conocen con el término "antojos", los cuales en principio no tienen
una explicación científica.

Estreñimiento

El estreñimiento debido al enlentecimiento de la motilidad intestinal como a la


presión ejercida por el útero grávido, al igual que las hemorroides consiguientes
debido a los esfuerzos musculares que se ejercen para conseguir una

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defecación más o menos normal, son complicaciones muy frecuentes en el
embarazo.
Para tratar de mejorar esta alteración digestiva se aconseja a la embarazada
que consuma una dieta que contenga fibra, así como la ingestión frecuente de
líquidos (del orden de 5 a 8 vasos de agua diaria y tomar un vaso en ayunas).

Consejos prácticos para la embarazada


- Las comidas deben realizarse sin prisas, sentada y masticando
adecuadamente.
- El desayuno debe ser variado y no debe salirse de casa en ayunas.
- La comida no debe ser demasiado abundante.
- La merienda debe ser ligera.
- Se debe cenar temprano para ayudar a realizar la digestión antes de irse a
dormir.
- No se debe picar entre horas.
- Los cocinados deben ser variados: plancha, hervidos, al horno, fritos (deben
ser alimentos bien fritos, no requemados).
- Tener cuidado de los dientes.
- Vigilar y controlar la ganancia de peso.

NUTRICION Y LACTACION
OBJETIVOS
- Identificar las necesidades nutricionales de la mujer lactante.
- Planificar alimentaciones adecuadas para las lactantes

Introducción
La lactación es una situación fisiológica en la que también están incrementadas
las necesidades nutricionales en la mujer, como consecuencia del esfuerzo
metabólico que significa la producción de leche para proporcionar al lactante la
energía y nutrientes necesarios para proseguir su crecimiento y desarrollo tras
el nacimiento. Se ha de tener en cuenta que cuando una mujer secreta 800 ml
de leche al día, el valor energético de ese volumen es del orden de 550 kcal. El
esfuerzo metabólico es no sólo para producir ese volumen de leche, sino para
la enorme y compleja síntesis de los componentes de la leche.
Para producir un litro de leche se necesitan unas 700-800 kcal. Éstas se
consiguen a través de la dieta y de la grasa acumulada durante el embarazo. Si
tuviéramos que cuantificar la proporción de cada uno de los orígenes, sería 500
kcal a través de la dieta y el resto proveniente de la grasa acumulada.
Los errores nutricionales durante la lactación pueden incluso afectar la cantidad
de leche producida por la madre, así un inadecuado aporte proteico puede
conducir a menor producción de leche y en mucho menor grado afectar la
calidad de la leche, ya que la composición láctea tiende a mantenerse a costa
de las reservas nutricionales de la madre pudiendo conducir a un estado de
malnutrición en la madre.

9
La situación nutricional de la madre y la dieta que siga son dos factores que
influyen en la cantidad y en la calidad de la leche humana. Si se produce una
restricción calórica moderada o incluso severa, o una inanición (falta de ganas
de comer) se reduce la producción de leche, y en mayor medida que si se
realizara una dieta inadecuada nutricionalmente.
Un aumento de peso adecuado durante el embarazo y un peso normal del niño
al nacer son indicadores indirectos de un buen estado nutricional materno,
hecho que podría ser indicativo de tener una mayor probabilidad de conseguir
una lactancia satisfactoria.

Ingestas recomendadas
En esta situación fisiológica las necesidades de la mujer son superiores en
líneas generales a las que tiene una mujer no lactante, a excepción
prácticamente del hierro. Si se compara con la gestación, que es la otra
situación fisiológica de gran demanda nutricional, o se necesita igual ó bien las
necesidades son mayores, que es lo más frecuente; tan sólo en el caso del
ácido fólico y del hierro los requerimientos nutricionales son menores.
Todo ello pone de manifiesto que el proceso de lactación es sin duda el más
exigente desde el punto de vista nutricional, ya que a través de la leche se han
de cubrir los elevadísimos requerimientos del lactante.

Cuadro resumen de las necesidades nutricionales durante la


lactancia

Necesidades Alimentos de especial interés para


Lactancia
nutricionales cubrir las necesidades

Energía Aumentar 500 kcal/día suplementaria. Alimentación equilibrada, aumentando


los alimentos plásticos y reguladores.

Proteínas Aumentar a 2 g/kg/día. Legumbres.


Lácteos.
Cárnicos.
Cereales complejos.

Glúcidos y lípidos Igual que durante la segunda parte de la Aceite de oliva y de semillas (girasol,...).
gestación. Legumbres.
Cereales, pan.
Fruta.
Frutos secos.
Patatas.
Mantequilla.

Minerales Gran demanda de calcio y fósforo en Legumbres y frutos secos.


particular. Lácteos.
Carnes rojas y vísceras.
Pescado o sal yodada.
Hojas verdes.

Vitaminas Aumento, en general, tanto de las Lácteos.


hidrosolubles como las liposolubles. Fruta y verdura fresca.
Pan integral.
Mantequilla y aceites.

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Hojas verdes.

Agua La demanda fisiológica de 2-2,5 litros Agua, bebidas naturales.


se debe aumentar a 3 litros diarios. Hay que tratar de evitar al máximo el
alcohol y las bebidas estimulantes.

Fibras Es importante asegurar una ingesta Verduras en general.


elevada de fibra. Frutas con pulpa.
Ensaladas.
Cereales completos.
Necesidades nutricionales durante la lactancia. Fuente: Cervera, P.; Clapés, J. y Rigolfas, R., 1993.

Nutrición infantil
El período de vida conocido como pediátrico comprende desde el nacimiento
hasta los dieciocho años de edad, presentándose durante esta época diversos
fenómenos que van a repercutir directamente en la nutrición y alimentación del
niño.
De manera general destacamos dos:
- Crecimiento.
- Socialización y maduración psicológica

Evolución de la alimentación, desarrollo neuromuscular y de la


dentición desde los 5 a los 12 meses

EDAD DESARROLLO TEXTURA


DENTICIÓN
(MESES) NEUROMUSCULAR ALIMENTARIA

5 meses - Inicio del movimiento de Más espesa. Incisivos inferiores (de


masticación. Aprendizaje en el uso de 5 a 8 meses).
- Coge objetos voluntariamente. la cuchara.

6 meses - Cabeza sujeta con un soporte. Más espesa.


- Desconfía de los extraños. Aprendizaje en el uso de
- Todo lo quiere volcar. la cuchara.

7 meses - Pasar de una mano a otra. Incisivos superiores


- Puede comer él solo una galleta. (de 6 a 9 meses).

8 meses - Golpea objetos contra la mesa. Alimentos triturados Incisivos de leche


- Puede sujetar su biberón. inferiores
(7 a 10 meses).

9 meses - Se lleva el alimento a la boca con Incisivos de leche


los dedos o con la mano. superiores
(8 a 11 meses).

10 meses - Quiere sujetar la cuchara. Primeros molares.

11 meses - Empieza a querer comer solo.


- Se levanta con ayuda.

12 meses - Empieza a caminar. Verduras y frutas a


- Dice algunas palabras. trocitos.

11
Nutrición del lactante
La infancia o lactancia se refiere al primer período de la vida, el cual incluye
varios meses durante los cuales el neonato se alimenta exclusivamente de
leche.
La leche materna es el único alimento capaz de proporcionar al recién nacido
todos los nutrientes que cubran sus necesidades en las proporciones
adecuadas, en función del ritmo de crecimiento y maduración de su pequeño
organismo humano.
Este primer año, especialmente el primer trimestre, es uno de los períodos más
críticos desde el punto de vista nutricional, ya que durante este período el
crecimiento es rápido y se producen asimismo importantes fenómenos de
maduración de órganos, entre los que destaca el propio sistema nervioso.
Desde el punto de vista nutricional, es importante destacar que en ese período
de lactancia, sobre todo pasados los primeros meses, es cuando hay que
comenzar a desarrollar hábitos alimentarios saludables.

Ingestas recomendadas

Los requerimientos para todos los nutrientes por parte del lactante son
superiores por unidad de peso corporal a los de cualquier otro grupo de edad y
situación fisiológica (necesarios para el rápido crecimiento, desarrollo y
maduración). Las ingestas recomendadas durante la primera época de la
lactación están basadas en el nivel medio de energía y nutrientes contenidos
en la leche humana, ya que durante los primeros meses, la leche materna es el
único alimento que satisface las necesidades energéticas y nutricionales del
lactante.
Por ello, la lactancia natural es la alimentación ideal para el recién nacido.
Existen preparados lácteos o fórmulas infantiles elaboradas a partir de la leche
de vaca, la cual es modificada en su composición con el fin de asemejarla lo
más posible a la leche humana. Estos tipos de fórmulas comercializadas se
utilizan como sustitutivos de la alimentación natural en aquellos casos que por
enfermedad o por voluntad de los padres se renuncia a la lactancia natural.
Pasados los primeros meses, a medida que avanzan y culminan los procesos
de diferenciación y maduración de órganos, los requerimientos nutricionales
cambian y el lactante podrá incorporar alimentos que serán habituales a lo
largo de la vida. Esta incorporación debe hacerse de forma gradual.

Energía
Los requerimientos energéticos del lactante por kg/peso corporal son muy
elevados y apenas difieren a lo largo del primer año de vida, incluso en los tres
primeros años, aunque la aportación de los distintos factores que componen los
requerimientos energéticos sean variables.
Edad (meses) Basal Crecimiento Actividad física Total

0-2 70 36 9 115

2-6 70 18 17 105

6-12 70 7 23 100
Requerimientos energéticos del lactante (kcal/kg peso/día). Fuente: Mataix y Carazo, 1995.

12
La elevada demanda energética del lactante queda patente si se piensa que
frente a los 100-105 kcal/kg/día que tiene, el adulto tan sólo necesita de 30 a
35 kcal/kg/día.
La leche humana cubre la alta demanda energética debido a su elevado
contenido en grasa, que es precisamente el nutriente que más energía aporta:
Grasa 48-54%
Hidratos de carbono 38%
Proteínas 8%
Las distintas fórmulas lácteas que sustituyen a la lactancia natural, también
mantienen aproximadamente la distribución calórica conforme el niño pasa de
una alimentación láctea a una variada, incluyendo los distintos grupos de
alimentos. Así mismo, la distribución calórica también va cambiando:
Grasa 30%
Hidratos de carbono 60%
Proteína 10%

Proteína
Los requerimientos de proteína del recién nacido son mayores que en cualquier
otra etapa de la vida y van disminuyendo conforme avanza la edad. El niño
requiere en sus primeros seis meses un promedio de 2,1 g proteína/kg
peso/día y ese valor baja a 1,5 g proteína/kg peso/día durante el segundo
semestre, evolución que va paralela a la velocidad de crecimiento.
Aunque los requerimientos de proteína son elevados, una ingesta proteica por
encima de sus necesidades puede dar lugar a una serie de problemas
metabólicos que podrían llegar a generar graves daños, en ocasiones
irreversibles. Estos problemas no se dan en la lactancia materna ni en la
artificial con las fórmulas comerciales (siempre que se sigan las indicaciones
pertinentes), pero sí ocurren cuando el niño toma leche de vaca entera o de
cualquier hembra doméstica, o no se prepara correctamente el biberón a partir
de una fórmula infantil.

Lípidos
Deben representar en el lactante aproximadamente el 50% de la ingesta
calórica. La leche humana aporta el 48%-54% de sus calorías como lípidos.
En cuanto al perfil lipídico, la leche humana tiene menor cantidad de grasa
saturada y mayor de insaturada que la de vaca, destacando su riqueza en
ácido oleico (40% del total de ácidos grasos). Contiene ácidos grasos de
carácter esencial que el neonato a veces aún no puede sintetizar
asegurándose su aporte a través de la leche materna, destacando los ácidos
eicosapentanoico y docosahexaenoico (fundamentales para, entre otras
funciones, la maduración del sistema nervioso y la retina).

Hidratos de carbono
La leche humana aporta el 38% de sus calorías como hidrato de carbono, la
leche de vaca el 29% y las fórmulas alrededor del 35%, siendo el hidrato de
carbono mayoritario la lactosa.
El recién nacido tiene limitada la capacidad de digestión de almidones como
consecuencia de una deficiencia al nacimiento de amilasa pancreática por lo
que se recomienda que las fórmulas infantiles no contengan almidón o harina,

13
debiendo tener por el contrario lactosa, que es el azúcar presente en la leche
materna.

Vitaminas y minerales
El neonato requiere, al igual que para los macronutrientes, más cantidad por kg
peso corporal/día de vitaminas y minerales.
La leche humana es el patrón de referencia que permite una magnífica
absorción tanto de vitaminas como minerales, a diferencia con lo que ocurre en
la leche de vaca. Dos ejemplos: la absorción del calcio y del hierro a partir de la
leche humana es del 75 y 70%; en cambio, cuando el aporte proviene de la
leche de vaca es del 20-30%. Lo mismo sucede en el caso de las fórmulas
lácteas.
La eficacia digestiva es mucho mayor a partir de la leche humana. Por eso, las
fórmulas infantiles presentan aumentados los niveles de muchos de estos
nutrientes, al tener en cuenta que el aprovechamiento digestivo a partir de las
citadas fórmulas es menor.

Agua
El aporte hídrico en un neonato es básico, primordial. Éste tiene mucha
facilidad para deshidratarse.
Necesidades: 75 ml/kg/día.
Recomendaciones: 150 ml/kg/día.
Las recomendaciones son muy superiores a las necesidades, debido a la
importancia que tiene garantizar un aporte hídrico adecuado en esta etapa de
la vida.
Existen unos elevados requerimientos de agua por las siguientes razones:
- Dado su tamaño corporal, su superficie es mayor con referencia a kg de peso.
- El espesor cutáneo es menor, con lo cual son mayores las pérdidas por
transpiración.
- El niño no ha desarrollado totalmente su capacidad de producir orina
concentrada, necesitando más cantidad de agua para disolver las sustancias
que se eliminan por orina que el adulto.
El agua que necesita el lactante procede fundamentalmente de la que contiene
la leche materna o biberón, pero cuando hay alta temperatura ambiental, fiebre
o diarrea hay que suministrar agua como tal para no correr peligro de
deshidratación.

Propuesta de calendario de alimentación durante el primer año


de vida
RECIÉN NACIDO
- Fomentar la lactancia materna exclusiva hasta los 4-6 meses.
- A no ser posible este tipo de alimentación se podrán tomar:
* Preparados para lactante: hasta los 4-6 meses.
* Preparados de continuación: a partir de los 4-6 meses.
4-5 MESES
- Leche materna o 3 biberones elaborados a partir de preparados para

14
lactantes.
- Papilla de fruta natural o papilla de cereales sin gluten.
6 MESES
- Leche materna o 2 biberones elaborados a partir de preparados de
continuación.
- Puré de verduras con proteína animal (pollo o ternera).
- Papilla de fruta natural. En ésta no se deben añadir alimentos como miel,
galletas,..., para poder potenciar la diferenciación de gustos de las diferentes
frutas.
- Papilla de cereales sin gluten.
7 MESES
- Leche materna o 1-2 biberones elaborados a partir de preparados de
continuación.
- Puré de verduras variadas con proteína animal (pollo o ternera).
- Papilla de fruta natural.
- Papilla de cereales con gluten (trigo, cebada, centeno y avena).
8 MESES
- Leche materna o 1 biberón elaborado a partir de preparado de continuación.
- Puré de verdura con carne o pescado blanco.
- Papilla de fruta natural.
- Papilla de cereales con gluten.
9 MESES
- Leche materna o 1 biberón elaborado a partir de preparado de continuación o
papilla de cereales.
- Puré de verdura con carne o pescado.
- Papilla de fruta.
- Derivados de leche (yogur, queso fresco).
10 MESES
- Leche materna o 1 biberón elaborado a partir de preparado de continuación o
papilla de cereales.
- Puré de verdura con carne o pescado o yema de huevo.
- Papilla de fruta o yogur con galletas.
- Papilla de cereales o sémola de trigo o sopa de fideos.
12 MESES
- Papilla de cereales con leche de vaca entera.
- Verdura y legumbres (éstas últimas en poca cantidad) con carne o pescado a
trocitos y postre (fruta y derivado lácteo).
- Fruta a trocitos o yogur con galletas.
- Verdura y huevo entero o sopita y pescado o croquetas.

15
Nutrición en la niñez
OBJETIVOS
- Identificar las necesidades nutricionales de las diferentes etapas de la niñez.
- Planificar menús adecuados para cada etapa de la niñez.

El período de la niñez abarca de uno a diez años y se puede dividir en tres


etapas: edad maternal (1 a 3 años), edad preescolar (3 a 6 años) y edad
escolar (6 a 10 años).
La alimentación adecuada partir del primer año de vida debe estar basada en el
consumo de una dieta equilibrada que permita garantizar la consecución de los
siguientes objetivos:
- Un desarrollo y crecimiento del niño adecuado.
- Que permita evitar carencias nutritivas.
- Que prevenga enfermedades del adulto, sobretodo aquellas que cada día
más se demuestra su estrecha relación con la alimentación llevada a cabo
durante las primeras etapas de la vida.

Ingestas recomendadas

Las necesidades y las ingestas aconsejadas de los distintos nutrientes son


difíciles de establecer porque no hay un patrón de referencia adecuado y,
además, existen diferencias individuales importantes en relación sobre todo en
la actividad física variable de los niños de esta edad.
Es importante ajustar bien los aportes de calcio que sigue siendo necesario en
cantidades elevadas (800 mg/día). En el caso del hierro se aconseja un aporte
de 10 mg/día, no sólo para mantener las tasas de hemoglobina, sino para
incrementar la cantidad total de hierro del organismo. Cuando se trata del zinc,
que es un oligoelemento fundamental para el crecimiento, se recomienda un
aporte de 10 mg/día.
Niños
Proteína Calcio Hierro Yodo Zinc Magnesio Tiamina
y Kcal KJ
(g) (mg) (mg) ( (mg) (mg) (mg)
niñas

0-6
650 2.720 14 500 7 35 3 60 0,3
meses

6-12
950 3.975 20 600 7 45 5 85 0,4
meses

1-4
1.250 5.230 23 800 10 55 10 125 0,5
años

16
Vit.
Niños Niacina Ác. Vit. Ácido Vit. E
Rivoflavina Vit. B6 A Vit. D
y (mg fólico B12 ascórbico (mg
(mg) (mg) ( ( g)
niñas EN) ( g) ( g) (mg) 
ER)

0-6
0,4 4 0,3 40 0,3 50 450 10 6
meses

6-12
0,6 6 0,5 60 0,3 50 450 10 6
meses

1-4
0,8 8 0,7 100 0,9 55 300 10 6
años

Ingestas recomendadas de energía y nutrientes para la población española. Fuente: Varela, 1994.

Vit.
Vit. E Vit Vit. Niacina
Edad Proteína A Vit. D Tiamina Rivoflavina
kcal (mg - K C (mg
(años) (g) ( ( (mg) (mg)
ET) (mg) (mg) EN)
ER)

Niños
y
niñas

0-0,5 650 13 375 7,5 3 5 30 0,3 0,4 5

0,5-1 850 14 375 10 4 10 35 0,4 0,5 6

1-3 1.300 16 400 10 6 15 40 0,7 0,8 9

Vit. Vit.
Edad Folato Calcio Fósforo Mg Fe Zinc Yodo Selenio
B6 B12
(años) ( g) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) ( g) (mg)
(mg) ( g)

Niños
y
niñas

0-0,5 0,3 25 0,3 400 300 40 6 5 40 10

0,5-1 0,6 35 0,6 600 500 60 10 5 50 15

1-3 1 50 0,7 800 800 120 10 10 70 20


Ingestas recomendadas (RDA) para la población americana. Fuente: National Research
Council, 1989.

Con respecto al fluor tiene un interés creciente debido a su papel en la génesis


de la caries dental y la posibilidad de efectos tóxicos si se administra en
exceso. La Academia Americana de Pediatría recomienda dar suplementos de
fluor si el agua de bebida presenta una concentración inferior a 0,3 ppm (0,3
mg/litro).

17
Nutrición en la edad preescolar y escolar
La edad preescolar abarca desde los tres a los seis años de edad.
La edad escolar a partir de este momento y hasta la adolescencia.

Ingestas recomendadas

Durante la infancia, una adecuada nutrición es esencial para el mantenimiento


de la salud y para un crecimiento y desarrollo óptimos, pero además, este
período de la vida ofrece importantes oportunidades para establecer hábitos
dietéticos saludables que persistirán posteriormente a lo largo de toda la
existencia.

Energía
Las necesidades energéticas se han realizado valorando las ingestas
asociadas a un crecimiento normal. Las diferencias en las necesidades
energéticas varían fundamentalmente en el patrón de actividad física (la
recomendación contempla un factor de actividad ligera o moderada) a partir de
los diez años y con el sexo, debido a las diferencias en el comienzo de la
pubertad.

Si se calcula la energía por kg de peso, la energía desciende de 105 kcal/kg de


peso en el segundo semestre de vida a 100 kcal/kg de peso (uno a tres años) y
85 kcal/kg de peso (el resto de las edades). Esta relativamente baja caída en
las ingestas recomendadas de energía se explica porque si bien el crecimiento
disminuye, se mantiene un grado importante de actividad física que es lo que
realmente exige la mayor proporción de gasto energético.
ESPAÑOLA AMERICANA

Niños y niñas Niños y niñas

Kcal KJ Proteína (g) Kcal Proteína (g)

4-6 años 1.700 7.113 30 4-6 años 1.800 24

6-9 años 2.000 8.368 36 7-10 años 2.000 28


Ingestas recomendadas de energía y proteína para la edad preescolar y escolar en la población española
(Varela, 1994) y americana (National Research Council, 1989).

Proteína
En relación con la proteína, el descenso porcentual en este caso es
significativamente mayor, pasando de 2,2 g/kg en el primer semestre de vida a
1,5 g/kg en el segundo, 1,2 g/kg de uno a seis años y a 1 g/kg de siete a diez
años. La diferencia cuantitativa entre energía y proteína se explica porque este
nutriente sirve al crecimiento, el cual disminuye mucho en los dos primeros
años y apenas se influencia o lo hace muy poco por la actividad física.
Lo más importante respecto a las ingestas recomendadas de proteína es que el
valor energético de la misma, respecto al total, oscila alrededor del 10%. Esto
obliga a considerar en su justo valor el suministro de alimentos proteicos al
niño, ya que en general se sobrestima su necesidad, lo que hace que sea
habitual encontrar ingestas proteicas a las edades que se están considerando
del 12% y más del valor energético total. Para darnos una idea de este hecho,

18
piénsese que: si a un niño le damos tres vasos de leche, el aporte proteico es
de aproximadamente 20 g de proteína, que es superior a las necesidades del
niño de uno a tres años (16 g).

En cuanto a la calidad proteica, aunque no se exige que sea de máximo valor,


debe ser suficientemente elevada, lo que se consigue con una
complementación adecuada a través de la ingesta de alimentos de origen
animal y vegetal (especialmente cereales).

Porcentaje calórico
Una vez pasado el primer semestre de vida en el que la grasa representaba la
fracción mayoritaria, las proporciones calóricas de los tres macronutrientes
deben evolucionar en el segundo semestre hacia las proporciones que se
aconsejan para el resto de la vida, las cuales deben ya establecerse en el
primer año. Estas proporciones van a ser de aproximadamente el 10% de
energía en forma de proteína, que aunque superior a la ingesta recomendada
se acepta en función de los hábitos alimenticios, 30-35% en forma de grasa y
55-60% como hidratos de carbono, preferentemente de tipo complejo e
incluyendo una cantidad adecuada de fibra. Se evitará un exceso de azúcares
solubles que contribuyen a incrementar la incidencia de caries.

Lípidos
La dieta debe contener una determinada cantidad de ácidos grasos esenciales
que puede oscilar entre el 2-5% de energía total. La realidad es que salvo
situaciones extremas en donde exista severa desnutrición, la dieta habitual
suministra suficientes ácidos grasos esenciales y no hay que tomar ningún
alimento ni preparados especiales para cubrir esta necesidad.

Vitaminas y Minerales
A falta de datos específicos para esta edad, las recomendaciones se han
hecho extrapolando las cifras de adultos o de lactantes en función del peso
para la edad. Se recomienda un aporte de calcio de 800 mg diarios, de hierro
se ha establecido una recomendación hasta los 10 años de edad de 10 mg/día
y de zinc igual que el hierro.
ESPAÑOLA

Vit.
Edad Vit.
Vit. Ác. Vit. Vit. E
(años) Tiamina Riboflavina Niacina Vit. C A
B6 fólico B12 D (mg
Niños (mg) (mg) (mg EN) (mg) (
(mg) ( ( ( -
y niñas ER)
ET)

4-6 0,7 1 11 1,1 100 1,5 55 300 10 7

6-9 0,8 1,2 13 1,1 100 1,5 55 300 5 8

AMERICANA

Edad Vit. Vit. Vit. Vit. Vit. Vit. Vit.


Tiamina Riboflavina Niacina Folato
(años) A D E K C B6 B12
(mg) (mg) (mg) (
Niños ( ( (mg (mg) (mg) (mg) (

19
y ER) -
niñas TE)

4-6 500 10 7 20 45 0,9 1,1 12 1,1 75 1

7-10 700 10 7 30 45 1 1,2 13 1,4 100 1,4


Ingestas recomendadas de vitaminas para la edad preescolar y escolar para la población
española (Varela, 1994) y americana (National Research Council, 1989).
ESPAÑOLA

Niños y niñas

Edad Yodo Zinc


Calcio (mg) Hierro (mg) Magnesio (mg)
(años) ( (mg)

4-6 800 9 70 10 200

6-9 800 9 90 10 250

AMERICANA

Niños y niñas

Edad Calcio Fósforo Zinc Selenio


Mg (mg) Fe (mg) Yodo (
(años) (mg) (mg) (mg) (mg)

4-6 800 800 170 10 10 90 20

7-10 800 800 270 10 10 120 30


Ingestas recomendadas de minerales para la edad preescolar y escolar para la población
española (Varela, 1994) y americana (National Research Council, 1989).

Recomendaciones alimenticias

Pueden destacarse las siguientes:


a) El niño al tener que ingerir los macronutrientes en las proporciones que
deben estar presentes el resto de la vida está obligado a ingerir una dieta
variada, es decir, estando presentes alimentos de todos los grupos.
Lo que sí que hay que tener en cuenta es que la consistencia y textura de los
mismos puede ser mayor o menor en función de la edad del niño.
b) Debe establecerse una adecuada distribución de las comidas donde la
frecuencia sea al menos de cuatro comidas al día, ya que la capacidad
digestiva del niño es limitada, especialmente en las edades menores.
Debe cuidarse especialmente el desayuno, en donde el aporte en términos
energéticos puede estar alrededor del 20%-25% del valor calórico total de la
dieta.
c) Baja ingesta de alimentos con alto contenido de sal, con el fin de
acostumbrar al niño a aceptar los platos con este grado de palatabilidad bajo
en sal, disminuyendo consecuentemente la ingesta de la misma a lo largo de la
vida.
d) Reducir la ingesta de alimentos dulces, especialmente productos de
pastelería, etc., con el fin de evitar la dependencia futura al "sabor dulce", así
como un desequilibrio dietético en la ingesta de hidratos de carbono e
igualmente otros macro y micronutrientes.

20
e) Estimular el consumo de productos vegetales, como cereales y derivados
(especialmente pan), legumbres, frutas, verduras y hortalizas, en detrimento del
consumo excesivo de productos de origen animal, especialmente huevos,
carnes y derivados cárnicos.
f) La dieta debe ser variada en tipos de platos, sabores, texturas, consistencia e
incluso colores dentro del equilibrio alimenticio. Así, acostumbraremos al
paladar a una dieta variada que será un factor decisivo para lograr el adecuado
aporte nutricional, evitando así, las dietas monótonas que conllevan el riesgo
de desequilibrios nutricionales con excesos y deficiencias evidentes.
g) El acto de comer debe ser un hecho placentero, por lo que no debe forzarse
el niño a comer. Se debe crear un ambiente cálido y relajado.
h) Al niño, sobre todo en la menor edad, hay que educarle para que practique
una buena masticación y un adecuado manejo de los utensilios de mesa.
j) No se deben utilizar los alimentos como sistemas de recompensa o castigo.

Nutrición en la adolescencia
OBJETIVOS
- Identificar las necesidades nutricionales del adolescente.
- Planificar una alimentación adecuada para el adolescente.
- Conocer los factores que influyen en la dieta del adolescente

La adolescencia es un período comprendido entre la niñez y la etapa de adulto.


Empieza con la aparición de los caracteres sexuales secundarios y termina
cuando acaba el crecimiento. Abarca a individuos en edades comprendidas
entre los 10 y 18 años.
En esta etapa hay un elevado ritmo de crecimiento y fenómenos madurativos
importantes, no solo desde el punto de vista somático, tamaño, forma y
composición del organismo, sino también desde el punto de vista psicológico.
Es un período de alta demanda nutricional, por lo que la nutrición tiene un
papel crítico en el desarrollo del adolescente y el consumo de una dieta
inadecuada puede influir desfavorablemente sobre el crecimiento somático y la
maduración sexual.

Ingestas recomendadas
La adolescencia desde un punto de vista nutricional se puede considerar
dividida en dos etapas: una entre los once y catorce años, y otra, entre los
quince y dieciocho años. Los mayores requerimientos aparecen en la segunda
etapa.

Energía

Los requerimientos energéticos son mucho más elevados que en etapas


anteriores de la vida dependiendo de la velocidad de crecimiento y de la
actividad física, acentuándose las diferencias entre chicos y chicas a lo largo de
la adolescencia.

21
Proteína

La proteína recomendada aumenta mucho con respecto a los anteriores años


de vida acercándose mucho a los valores del adulto, debido al elevado ritmo de
crecimiento y al aumento de la masa muscular que conlleva un aumento
importante de las necesidades proteicas. Deberá cuidarse la calidad de las
proteínas de la dieta. Además deberás constituir entre un 12 y un 15% de la
ingesta energética.
No sólo aumentan las necesidades de energía y proteínas, sino que también
aumentan los requerimientos de otros nutrientes implicados en el metabolismo
energético y en los procesos de crecimiento.

ESPAÑOLA AMERICANA

Edad (años) Kcal kJ Proteína (g) Edad (años) Kcal Proteína (g)

Sexo masculino
Adolescentes

10-12 2.450 10.251 43 11-14 2.500 45

13-15 2.750 11.506 54 15-18 3.000 59

16-19 3.000 12.552 56

Sexo femenino
Adolescentes

10-12 2.300 9.623 41 11-14 2.200 44

13-15 2.500 10.460 45 15-18 2.200 46

16-19 2.300 9.623 43


Ingestas recomendadas de energía y proteína para la población española (Varela, 1994) y americana
(National Research Council, 1989).

Vitaminas

De entre las vitaminas destaca la necesidad de tiamina, niacina y riboflavina,


que cumplen importantes funciones en el metabolismo energético. Además, las
necesidades de tiamina aumentan con el consumo de grandes dosis de
azúcares refinados.
La vitamina B6 participa en la síntesis proteica y ,por tanto, sus requerimientos
aumentan a medida que lo hace la ingesta de proteína.
Las necesidades de ácido fólico y vitamina B12 son también elevadas. El riesgo
de carencia es especialmente alto en el caso de dietas unilaterales, como el
caso de los vegetarianos estrictos.
Para mantener la normalidad estructural y funcional de las nuevas células se
requieren mayores cantidades de vitaminas C, A y E. Aunque la ingesta de
vitamina C suele ser suficiente en los adolescentes en general, puede ser
motivo de preocupación en los adolescentes que no toman habitualmente
frutas y verduras, así como en adolescentes que fuman.

22
En el caso de la vitamina A, sus necesidades aumentan considerablemente en
los períodos de crecimiento acelerado y aunque no se han observado
carencias clínicas en los países desarrollados, se observa que es una de las
deficiencias subclínicas que se describen con más frecuencia. Por lo tanto, es
uno de los nutrientes cuyo contenido en la dieta de los adolescentes hay que
vigilar.
El rápido crecimiento óseo exige cantidades altas de vitamina D, fundamental
en la absorción del calcio.
ESPAÑOLA

Vit.
Vit. Ác. Vit. Vit. A Vit. E
Tiamina Rivoflavina Niacina Vit. C
B6 fólico B12 ( D (mg
(mg) (mg) (mg EN) (mg)
(mg) ( ( ER) ( -
ET)

Sexo masculino
Adolescentes

10-12
1 1,5 16 1,6 100 2 60 1.000 5 10
años

13-15
1,1 1,7 18 2,1 200 2 60 1.000 5 11
años

16-19
1,2 1,8 20 2,1 200 2 60 1.000 5 12
años

Sexo femenino
Adolescentes

10-12
0,9 1,4 15 1,6 100 2 60 800 5 10
años

13-15
1 1,5 17 2,1 200 2 60 800 5 11
años

16-19
0,9 1,4 15 1,7 200 2 60 800 5 12
años

AMERICANA

Vit. A Vit. Vit. E Vit. Vit. Vit. Vit.


Tiamina Rivoflavina Niacina Folato
( D (mg - K C B6 B12
(mg) (mg) (mg) (
ER) ( TE) (mg) (mg) (mg) (

Hombres

11-
14 1.000 10 10 45 50 1,3 1,5 17 1,7 150 2
años

15-
18 1.000 10 10 65 60 1,5 1,8 20 2 200 2
años

Mujeres

11-
14 800 10 8 45 50 1,1 1,3 15 1,4 150 2
años

23
15-
18 800 10 8 55 60 1,1 1,3 15 1,5 180 2
años

Tabla 5.2 Ingestas recomendadas de vitaminas para la población española (Varela, 1994) y
americana (National Research Council, 1989).

Minerales

De entre los minerales, el calcio y el fósforo encuentran la justificación de sus


valores elevados en el fenómeno de crecimiento y maduración ósea. En la
adolescencia, el crecimiento está condicionado fundamentalmente por el
alargamiento de los huesos largos de las extremidades, lo cual exige un aporte
mineral evidente. Pero, además se produce la calcificación total de esos
huesos, de modo que se suelda la diáfisis con las dos epífisis. Este proceso,
que también demanda aporte de fósforo y calcio, es el que caracteriza
particularmente el final del crecimiento y la talla final consecuente.
Asimismo es deseable el aporte de hierro. En ambos sexos, este nutriente
debe aportarse en mayor cantidad por el desarrollo tisular en general, incluido
el aumento del volumen sanguíneo. A su vez, en el caso del hierro se da la
única excepción en el sentido de un mayor requerimiento del mismo en el caso
de las chicas, lo cual se debe a la instauración de la menstruación que
representa una pérdida importante de hierro a través de la sangre menstrual.
Esta situación de mayor demanda en la mujer va a permanecer así hasta la
menopausia, en donde ambos sexos volverán a presentar requerimientos
iguales.
Respecto al zinc, cabe mencionar la importancia que tiene asegurar una
ingesta adecuada de éste durante la adolescencia, ya que la deficiencia de
éste se caracteriza por un retraso en el crecimiento, hipogonadismo en varones
y alteraciones del gusto. Las RDA aconsejan una ingesta de 15 y 12 mg para
varones y mujeres respectivamente, y de 15 mg en ambos sexos en los
españoles.
La deficiencia de zinc puede darse como consecuencia de una ingesta
insuficiente o ser de origen secundario, especialmente debido a estados
hipercatabólicos por politraumatismo u otro tipo de agresión frecuente en
adolescentes.
ESPAÑOLA

Calcio Hierro Yodo Zinc Magnesio


(mg) (mg) ( (mg) (mg)

Sexo masculino
Adolescentes

10-12 años 1.000 12 125 15 350

13-15 años 1.000 15 135 15 400

16-19 años 1.000 15 145 15 400

Sexo femenino
Adolescentes

24
10-12 años 1.000 18 115 15 300

13-15 años 1.000 18 115 15 330

16-19 años 1.000 18 115 15 330

AMERICANA

Calcio Fósforo Mg Fe Zinc Yodo Selenio


Hombres
(mg) (mg) (mg) (mg) (mg) ( (mg)

11-14 años 1.200 1.200 400 12 15 150 40

15-18 años 1.200 1.200 350 12 15 150 50

Mujeres

11-14 años 1.200 1.200 280 15 12 150 45

15-18 años 1.200 1.200 300 15 12 150 50


Ingestas recomendadas de minerales para la población española (Varela, 1994) y americana (National
Research Council, 1989).

Recomendaciones alimenticias
Normalmente, un adolescente ingiere más cantidad de alimentos, lo que viene
impuesto por su propia condición fisiológica, y por tanto, lo que tiene que hacer
esencialmente es seguir esas reglas generales que se han venido indicando
repetidamente a la hora de elegir los alimentos que van a constituir su dieta.
Las mayores necesidades en determinados nutrientes hacen aconsejable que
se deba centrar algo más la atención en aquellos alimentos que lo suministran
en mayor cantidad y que, por tanto, deben estar presentes en la dieta del
adolescente.
Respecto a la proteína, las ingestas recomendadas es que se debe aumentar
el consumo de alimentos proteicos, carne y derivados, pescados, huevos, etc.
Es cierto que científicamente es así, pero no es menos cierto que nuestros
hábitos alimenticios actuales se caracterizan por ser excesivamente ricos en
esos alimentos, de tal modo que una buena alimentación del adolescente
aconseja como en otros grupos fisiológicos reducir la cantidad de alimentos
proteicos respecto a lo que en la actualidad son las ingestas habituales. En
conclusión y de un modo general, el adolescente de nuestra sociedad no tiene
por que tener problemas de ajuste proteico.
Las vitaminas riboflavina y niacina son, junto a la tiamina, fundamentales. Son
necesarias para un eficaz rendimiento energético, lo que es clave en una
situación como la adolescencia que demanda una gran cantidad de energía en
términos absolutos. Por esa mayor demanda, la dieta del adolescente debe
contener alimentos ricos en ellas.

ALIMENTO
Alimentos ricos en Riboflavina. Fuente: Mataix y cols., 1998.
 Soja fresca  Arenques
 Hígado  Corazón
 Cereales tostados y  Paté de hígado
azucarados  Carnes magras

25
 Germen de trigo  Sesos
 Almendras  Jamón serrano
 Sardinas  Cereales
 Huevos  Leche
 Harina de soja  Helados
 Chocolate  Pan de maíz

ALIMENTO Alimentos ricos en Niacina. Fuente: Mataix y cols., 1998.


 Leche de almendras  Carnes magras
 Atún, bonito, caballa  Cereales
 Levadura seca  Sardinas en aceite
 Manteca de cacahuete  Pescados blancos
 Hígado y lengua  Té
 Lomo embuchado  Chorizo
 Pechuga de pavo  Codorniz, faisán
 Harina de soja  Quesos semicurados
 Germen de trigo  Jamón serrano
 Quesos curados

ALIMENTO Alimentos ricos en vitamina B1 (tiamina). Fuente: Mataix y cols., 1998.

 Soja fresca
 Germen de trigo  Jamón cocido
 Huevas frescas  Chorizo
 Jamón serrano ibérico  Pan
 Carnes magras  Tomate
 Pescado azul  Níspero
 Harina de soja  Sesos
 Frutos secos  Patés
 Yogur desnatado  Pescado blanco
 Legumbres  Chocolate
 Riñón, corazón, hígado  Verduras
 Cereales

En cuanto a los minerales, el calcio constituye junto con el hierro los dos
minerales que más frecuentemente muestran deficiencias las dietas
occidentales.
Otro mineral citado por sus elevados requerimientos es el fósforo. Esto es
aprovechado en la propaganda de muchos productos comerciales como
justificación de su bondad nutricional. Lo cierto es que esto no es así, pues este
mineral está presente en muchos alimentos hasta el punto que no hay casos,
salvo en muy concretas circunstancias patológicas, de déficit de este nutriente.
Muy al contrario, lo que hay siempre es exceso del mismo, por lo cual no hay
que tener ninguna preocupación especial en suministrar alimentos que lo
contienen.

26
Problemas nutricionales en la adolescencia
Además de los factores ya comentados que pueden condicionar la dieta del
adolescente, otros problemas nutricionales que han adquirido una importancia
creciente son los trastornos de la conducta alimentaria, que comprenden la
anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y una serie de cuadros mixtos o
intermedios que en conjunto afectan sobre todo a la población adolescente con
un claro predominio del sexo femenino.
En la anorexia nerviosa se está observando, junto al aumento de la frecuencia,
el inicio a edades cada vez más tempranas, incluso prepuberales, y de la
afectación de un número de varones también creciente.
Por el contrario, entre el 5 y 20% de este grupo de edad tiene un exceso de
peso, debido fundamentalmente a una ingestión de dietas hipercalóricas y a
una menor actividad física.
Dentro de las situaciones con un aumento de los requerimientos y que hay que
tratar con gran cuidado estaría el caso de las adolescentes embarazadas.
La gestación en las adolescentes es una situación de riesgo nutricional, ya que
el crecimiento longitudinal no suele finalizar hasta cuatro años después de la
menarquia. Durante este período la gestación supone una sobrecarga, al
añadir a los elevados requerimientos para su propio crecimiento, las
necesidades energéticas y de nutrientes esenciales necesarios para el
crecimiento fetal.
En general, sus requerimientos en los distintos nutrientes son mayores que los
de las gestantes adultas, y en especial, los requerimientos en energía, proteína
y calcio.
La lactación durante la adolescencia implica unos requerimientos de energía y
nutrientes mayores que los de la mujer adulta en el mismo período, ya que
además de los requerimientos extra para una correcta lactación tiene que cubrir
las necesidades para su propio crecimiento y desarrollo.
CONSECUENCIAS:
- Hay un porcentaje mayor de casos de anemias.
- La incidencia de hipertensión inducida en el embarazo aumenta.
- El porcentaje de partos prematuros es superior, debido a que la adolescente
lleva una actividad diaria totalmente normal sin tener en cuenta en absoluto su
estado de gestación.
- El número de cesareas en estas edades es superior al de las gestantes
adultas, debido a que los huesos todavía se están desarrollando y tienen así
una pelvis pequeña, hecho que dificulta el parto vaginal.
- Son partos mal controlados, pues se asiste al facultativo cuando la gestación
está bastante avanzada.

Puntos a destacar
1.- Durante la adolescencia, el ritmo de crecimiento es importante y los
fenómenos madurativos tienen un protagonismo especial.
2.- La imagen corporal que el adolescente tiene de si mismo puede inducirle a
padecer transtornos de conducta alimentaria (anorexia, bulimia).
3.- La adolescencia, nutricionalmente, la podemos dividir en dos etapas: una
entre los once y los catorce años, y otra entre los quince y los dieciocho años.
En ésta última, los requerimientos son mayores que durante la primera etapa.

27
4.- La tiamina, niacina y riboflavina son especialmente necesarias en esta
etapa de la vida, pues realizan funciones importantes en el metabolismo
energético.
5.- Durante la adolescencia, son frecuentes una serie de actitudes: saltarse
comidas, abusar de productos dulces y bollería, iniciar el consumo de alcohol,
mantener una actividad física importante, abusar de las comidas rápidas. Por
todo ello, es importante realizar una educación nutricional dirigida a este grupo
de edad.

Nutrición y vejez
OBJETIVOS
- Identificar las necesidades nutricionales de la edad avanzada.
- Planificar menús adecuados para las personas de la tercera edad.
- Saber identificar los posibles factores desencadenantes de una alimentación
incorrecta en este grupo poblacional.

La vejez, tercera edad o edad avanzada constituye un grupo bastante


heterogéneo, no estando claramente definido el comienzo de esta etapa
fisiológica, aunque para distintos efectos se puede considerar la edad de
jubilación, es decir, alrededor de los sesenta y cinco a setenta años. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) subdivide a los adultos mayores de
acuerdo con la edad en:
 edad media de 45 a 59 años;
 senectud de los 60 a 74 años;
 vejez a partir de los 74 años,
 vejez extrema superados los 90 años.

Entre los factores que han contribuido al aumento de las expectativas de vida
en países desarrollados está el progreso de la nutrición, el progreso de la
medicina y de la higiene, eliminándose gran proporción de la mortalidad
prematura y haciendo posible que la longevidad de la mayoría de las personas
sea cercana o superior a los 75 años.

La gran cantidad de individuos que representan el grupo de personas mayores


plantea, además de diversos problemas humanos, problemas socioeconómicos
de una gran entidad y esa es la razón del interés que actualmente suscita.

Características fisiológicas de la vejez


Según Cooper, los cambios ligados al envejecimiento suelen iniciarse tan
pronto el crecimiento y desarrollo de un sistema ha terminado. Se ha estimado
que la pérdida de la capacidad funcional a partir de los 30 años es de un 0,8%
anual. Este envejecimiento biológico se ha atribuido en alto grado a la pérdida
de células por los sistemas orgánicos, dando lugar a una gran variedad de
características fisiológicas que se asocian al proceso de envejecimiento,

28
pudiendo decirse, de un modo general, que este proceso varía entre los
individuos y que los distintos órganos y sistemas del organismo pueden
envejecer a distinta velocidad. Por otra parte, se ha de indicar que la
disminución de la capacidad funcional se manifiesta especialmente cuando el
individuo o sistema orgánico se ve forzado o estresado por situaciones
diversas. Estos cambios fisiológicos se producen con el paso de los años y a
un ritmo propio de cada persona, es decir, diferente entre los individuos.
Influyen factores genéticos y ambientales. Por eso, cuando nos referimos a
ellos no podemos especificar ninguna edad en concreto, pues unas personas
los presentan antes que otros.

En líneas generales se pueden destacar los hechos siguientes:


- La talla disminuye aproximadamente un centímetro cada diez años como
media a partir de la edad adulta. El peso suele aumentar entre los 40 y los 50
años de edad; posteriormente se estabiliza y decrece a partir de los 70 años.
Por esto, no se deben aplicar las tablas convencionales de peso para los
ancianos.
- Disminución del metabolismo basal como consecuencia de una menor masa
corporal magra (o masa muscular, 6,3 % menos cada diez años a partir de los
30 años) y aumento concomitante del tejido adiposo y del tejido conectivo
fibroso. El tejido muscular es el más afectado pues un individuo de 70 años de
edad puede tener un 40 % menos de la masa muscular que tenía en su
juventud.
Esta disminución del metabolismo basal provoca un descenso de las
necesidades energéticas, el cual no tiene excesiva importancia.
- Al realizar una actividad física se necesita mayor cantidad de oxígeno,
aumentando las demandas con la edad en ambos sexos. Así y todo, es
importante que la persona realice algún tipo de actividad física en función de
las capacidades personales que posea. La disminución de la actividad física
acelera la pérdida de calcio óseo y de masa magra, lo cual se puede observar
en las pérdidas urinarias cálcicas y en la excreción de 3-metil-histidina,
metabolito de carácter catabólico procedente del metabolismo de la proteína
muscular.
- Pérdida parcial de las capacidades sensoriales como el olfato, gusto, visión y
audición.
- Deterioro de la estructura dentaria con frecuente ausencia de dientes o
prótesis dentarias inadecuadas.
- Se produce una disminución del agua corporal principalmente proveniente del
agua extracelular. Por esta causa, el hígado disminuye su capacidad de
metabolización de fármacos.
- Alteración de los procesos y secreciones digestivas como:
- Reducción de la secreción salival y de los niveles de ptialina.
- Disminución de los procesos motores desde el esófago al intestino delgado.
- Menores niveles de secreciones gástricas y pancreáticas.
- Sensación de defecación disminuida.
- Disminución de la absorción intestinal de nutrientes.
- Modificaciones funcionales renales incluyendo una disminución en la
capacidad para diluir y concentrar orina, así como para eliminar residuos
catabólicos, consecuencia de la pérdida progresiva de nefronas, ya que los

29
riñones son unos órganos muy vulnerables a las alteraciones funcionales
inducidas por la edad.
- Disminución de las capacidades funcionales respiratorias debido a la
disminución de la elasticidad del pulmón.
- Disminución de la capacidad funcional osteoarticular, destacando la
osteoporosis de mayor incidencia y gravedad en la mujer que en el hombre.
Dependiendo de la severidad del daño puede conducir a la inmovilidad.
- Afectación del cerebro reduciéndose el peso encefálico total, el riego
sanguíneo y las funciones metabólicas con reducción en la síntesis de
neurotransmisores que repercute en las propiedades intelectuales como la
memoria y el razonamiento abstracto.
- Desequilibrio metabólico en general, predominando el catabolismo frente al
anabolismo al alterarse la dotación hormonal y enzimática.
- Alteración del sistema inmune, disminuyendo con la edad la inmunidad
humoral y celular y aumentando los procesos autoinmunes.
- Afectación del sistema cardiovascular con deterioro de la reserva funcional
cardiaca y aumento progresivo de la rigidez de la aorta y sus ramas y mayor
incidencia del aumento de la presión arterial.

Ingestas Recomendadas
En la actualidad existen grandes dificultades para establecer las ingestas
recomendadas en este grupo de población por diversas razones.
Una razón de gran importancia es la heterogeneidad del grupo en cuanto a las
características fisiológicas, de modo que en este colectivo es donde más
diferencias pueden existir entre la edad cronológica y la edad biológica en las
recomendaciones nutricionales dadas. Otra razón también importante es la
ausencia de suficientes estudios, especialmente longitudinales, es decir a lo
largo de muchos años (40-50-60 años) que nos permitan acercarnos a conocer
con mayor precisión los requerimientos en la vejez, los cuales están afectados
por factores diversos como: estado de salud general, grado de actividad física,
cambios en la capacidad de masticar, digerir y absorber, empleo de los
nutrientes por los tejidos, así como por el estado emocional y la salud mental.

En líneas generales, las ingestas recomendadas para las personas mayores


son iguales que para los adultos más jóvenes, aunque este hecho es en parte
una consecuencia de la falta de datos de una certeza científica. De hecho,
existen muchos autores que proponen modificaciones en las ingestas
recomendadas de algunos nutrientes como vitaminas y minerales.
A continuación se indican los aspectos más fundamentales de los aportes
nutricionales

Energía

Las necesidades energéticas están determinadas por el metabolismo basal y


actividad física. Dado que ambos disminuyen con la edad, la energía
recomendada en el adulto mayor suele ser menor que en situación joven. Así,
las RDA (1989) estiman un descenso para el varón desde 2.700 kcal/día a los
50 años a 2.000 kcal/día para más de 75 años; en la mujer desde 2.000 a

30
1.600 kcal/día respectivamente. Se recomienda disminuir la ingesta calórica sin
detrimento en el suministro de proteínas, minerales y vitaminas.

Proteína

Existe gran controversia sobre las necesidades proteicas en el adulto mayor


sano, no sólo en cuanto a la cantidad de proteína, sino en la de determinados
aminoácidos e incluso en una mayor o menor esencialidad de algunos.
La recomendación nutricional es mantener la del adulto joven, pero dado que
hay una mayor disminución de masa muscular, con esta recomendación
proteica el aporte de proteína por kg de fracción magra es mayor. El sentido de
esta ingesta recomendada es más que perseguir un aumento de masa
muscular, que haya suficiente cantidad de proteína para que no sea deficiente
el aporte, que es causa de una mayor pérdida proteica corporal.

Las deficiencias proteicas en personas mayores no son raras. Se manifiestan


por sensación de fatiga, retardo en la cicatrización y disminución de la
resistencia física. El suministro proteico pasa por la ingesta de alimentos con
proteína de alto valor biológico, con cierta preferencia por la leche, quesos,
huevos respecto a carnes, derivados cárnicos, pescados, etc., dado que
aquellos son más fáciles de adquirir, de conservar y de preparar.

Lípidos

No está del todo aclarado de qué manera las distintas grasas repercuten en la
salud del individuo, especialmente en lo relativo a la enfermedad
cardiovascular. De ahí, que habitualmente no se haga un especial hincapié en
este sentido.
No obstante se aconseja que la proporción de grasa de la dieta no sea mayor
de un 30% de su valor calórico. Parece lógico y prudente seguir con las
mismas recomendaciones nutricionales que para cualquier otra edad, en el
sentido de una mayor presencia de ácido graso monoinsaturado (aceite de
oliva), menor grasa saturada y presencia de cantidades significativas de ácidos
grasos poliinsaturados, especialmente los provenientes del pescado.

Hidratos de carbono

Se recomienda especialmente consumir hidratos de carbono complejos de una


manera especial y reducir lo máximo posible los azúcares simples. Esta
recomendación radica en la gran frecuencia de una situación diabética senil
que ocurre en la vejez y que obliga a hacerlo así.
Además, las investigaciones han sugerido que los hidratos de carbono muy
refinados (sacarosa principalmente) causan un aumento de las
concentraciones de colesterol y triglicéridos séricos cuando sustituyen
isocalóricamente a hidratos de carbono complejos (ejemplo: el almidón). El
consumo de azúcar debe reducirse al 10% de la ingesta de energía total. El
exceso puede desplazar de la dieta a otros alimentos que contienen nutrientes
esenciales, mientras que el consumo recomendado de hidratos de carbono
totales de aproximadamente el 55% del valor energético total puede mejorar la
ingesta de vitaminas, minerales y fibra.

31
En relación a la fibra se aconseja la ingesta habitual de alimentos ricos en ella,
no sólo por razones metabólicas como las glucídicas o lipídicas incluso, sino
por los problemas que plantea una motilidad gastrointestinal disminuida que
conduce frecuentemente al estreñimiento. Asimismo, ayudaría a la reducción
del riesgo de cáncer gastrointestinal.

Vitaminas

A pesar de la incertidumbre en cuanto a los requerimientos vitamínicos en la


edad avanzada que hace que se sigan manteniendo las ingestas
recomendadas de adultos jóvenes, se deben hacer algunas consideraciones
generales:
- Un adulto mayor es más susceptible a deficiencias vitamínicas por razones
diversas, como ingesta baja y caprichosa, enfermedades que reducen la
absorción de las mismas o bien que disminuyen los depósitos corporales. De
hecho, los diferentes estudios muestran casi siempre déficit vitamínico
afectándose diversas vitaminas en mayor o menor grado.
- El uso crónico de ciertos medicamentos puede provocar o agravar situaciones
de deficiencia vitamínica.
- Los síntomas por deficiencias de vitaminas pueden no ser claros quedando
enmascarados por otras enfermedades o por reacciones medicamentosas
adversas.
- En ocasiones es recomendable el uso de suplementos vitamínicos, pero no
en exceso. En especial, cuando la ingesta calórica es menor de 1.500 kcal/día
o cuando se aprecia una dieta desequilibrada.
De hecho, los suplementos del complejo B y el ácido ascórbico ocasionan vigor
y vitalidad general en los ancianos.

Minerales

Del mismo modo que se indicaba en vitaminas, se aceptan como válidas las
ingestas recomendadas para adultos jóvenes hasta que haya estudios que
aporten nuevos datos. También se pueden hacer en este grupo de nutrientes
algunas consideraciones:
- Aunque con menor claridad que en el caso de las vitaminas, los estudios del
estado nutricional mineral en edad avanzada muestran en muchos casos
posibles deficiencias minerales.
- La secreción gástrica disminuida puede afectar la absorción de calcio y hierro,
por lo que para evitar osteoporosis y anemia se recomienda en esos casos
suplementos de estos minerales.
- Cuando haya constancia del consumo de dietas desequilibradas se debe
recomendar un suplemento mineral.
- En los individuos con alta ingesta de fibra, bien a través de alimentos o
productos comerciales, puede tener lugar una absorción menor de algunos
minerales como calcio, magnesio, hierro y zinc, lo que debe ser tenido en
cuenta a la hora de planificar la dieta.
- Por último, tanto en vitaminas como en minerales, las deficiencias pueden ser
subclínicas y, por tanto, no haber manifestaciones evidentes o las que haya se
achacan al propio envejecimiento y no a un determinado déficit nutricional.

32
Proteína Calcio Hierro Zinc Yodo
Kcal KJ Magnesio (mg)
(g) (mg) (mg) (mg) ( g)

Sexo masculino

40-49 2.850 11.924 54 800 350 10 15 140

50-59 2.700 11.297 54 800 350 10 15 140

60-69 2.400 10.042 54 800 350 10 15 140

70+ 2.100 8.786 54 800 350 10 15 125

Sexo femenino

40-49 2.185 9.142 41 800 330 18 15 110

50-59 2.075 8.692 41 800 300 10 15 110

60-69 1.875 7.845 41 800 300 10 15 110

70+ 1.700 7.113 41 800 300 10 15 95

Vit. E
Vit. A Vit. Vit. Vit. Niacina Vit.
(mg Tiamina Vit. B6 Ác.fólico
( D C B2 (mg B12
- (mg) (mg) (
ER) ( (mg) (mg) EN) (
ET)

Sexo
masculino

40-49 1.000 5 12 60 1,1 1,7 19 1,8 200 2

50-59 1.000 5 12 60 1,1 1,6 18 1,8 200 2

60-69 1.000 5 12 60 1 1,4 16 1,8 200 2

70+ 1.000 5 12 60 0,8 1,3 14 1,8 200 2

Sexo
femenino

40-49 800 5 12 60 0,9 1,3 14 1,6 200 2

50-59 800 5 12 60 0,8 1,2 14 1,6 200 2

60-69 800 5 12 60 0,8 1,1 12 1,6 200 2

70+ 800 5 12 60 0,7 1 11 1,6 200 2

Tabla Ingestas recomendadas de energía y nutrientes de hombres y mujeres de diferentes


6.3 edades. Fuente: Varela, 1994.
Proteína Calcio Fósforo Magnesio Hierro Zinc Yodo Selenio
Kcal
(mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) ( (mg)

Varones
25 a 50 2.900 63 800 800 350 10 15 150 70
años

Varones
2.300 63 800 800 350 10 15 150 70
+ 51 años

Hembras 2.200 50 800 800 280 15 12 150 55

33
25 a 50
años

Hembras
1.900 50 800 800 280 10 12 150 55
+ 51 años

Vit. Vit.E
Vit. Vit. Vit. Niacina Vit.
A (mg Vit.K Tiamina Vit.B6 Ác.fólico
D C B2 (mg B12
( - (mg) (mg) (mg) (
( (mg) (mg) EN) (
ER) ET)

Varones
25 a 50 1.000 5 10 80 60 1,5 1,7 19 2 200 2
años

Varones
+ 51 1.000 5 10 80 60 1,2 1,4 15 2 200 2
años

Hembras
25 a 50 800 5 8 65 60 1,1 1,3 15 1,6 180 2
años

Hembras
+ 51 800 5 8 65 60 1,0 1,2 13 1,6 180 2
años
Tabla Ingestas recomendadas de energía y nutrientes de un hombre y una mujer de 25 a 50
6.4 años y adultos mayores de 51 años para la población de Estados Unidos (National
Research Council, 1991).

Agua

El adulto mayor puede presentar problemas tanto de hidratación como


hiperhidratación, siendo lo más destacable respecto a ello las siguientes
consideraciones:
- El anciano debe ingerir agua (y/o líquidos) abundantemente (excepto en los
casos que así se aconseje) con el fin de mantener una hidratación adecuada.
Además, una restricción hídrica puede conducir a infección, estreñimiento,
disminución de la capacidad de la vejiga y desequilibrio de los balances hídrico-
electrolíticos. Los factores que pueden ser causa de una restricción hídrica
incluyen una menor sensación de sed, falta de motivaciones personales, miedo
de incontinencia o nocturia, inaccesibilidad a fluidos, incapacidad para beber
sin ayuda y estado mental alterado. La cantidad de agua recomendada es de
2,5 a 3 l/día.
- Los problemas de exceso de líquido se relacionan generalmente a una
función renal y/o cardiovascular disminuida.
- Se debe evitar una ingesta excesiva de sal para evitar la retención hídrica,
ayudando a impedir la hipertensión. Para ello se han de evitar muchos
alimentos procesados y sazonados que presentan elevado contenido de sal.

Recomendaciones generales

- El peso corporal debe ser lo más cercano posible al peso ideal.

34
- Consumir alimentos con un alto contenido en nutrientes, sobretodo en el caso
que la ingesta calórica total sea pequeña.
- Consumir preferentemente hidratos de carbono complejos como pan,
leguminosas y cereales.
- Consumir proteínas tanto de origen animal como vegetal. Sería óptima una
proporción del 60% de origen vegetal y 40% de origen animal.
Las fuentes de las proteínas de origen animal deben ser: leche desnatada,
yogur, quesos magros, requesón, huevos (2 a la semana), pescado azul o
blanco y pollo sin piel.
- Consumir alimentos ricos en fibra como las frutas y los vegetales.
- Los aceites que se utilicen deben ser vegetales: oliva, girasol y maíz.
- En los alimentos cocidos, la persona mayor debe ingerir siempre el líquido,
jugo o caldo que se produce para aprovechar así todas las vitaminas y los
minerales propios del alimento.
- Se deben consumir frutas y verduras frescas sin pelar ni exprimir en la medida
de lo posible para aprovechar la fibra y las vitaminas que contienen. Si se
tienen problemas masticatorios, hecho que obliga a su trituración, el producto
resultante no debe ingerirse más tarde de media hora después de su
preparación.
- Ingerir 2 litros de agua al día, además de la que aporten intrínsicamente los
alimentos (aunque no se tenga sed). Esta ingesta de líquidos debe ser en
forma de agua (sin gas y que no esté mineralizada excesivamente), infusiones,
zumos, jugos y caldos.
- Pasear al sol para favorecer la producción de vitamina D.

Prevención de la malnutrición en el anciano


La malnutrición es un estado patológico relativamente fácil de evitar. El punto
más importante para prevenirla es realizar una alimentación saludable y
suficiente.
Otras consideraciones son:
- Las comidas deben estar distribuidas en 3-5 ingestas diarias, las cuales
deben contener un conjunto de alimentos variados y respetando las frecuencias
semanales de ingesta de los diferentes alimentos.
- En esta edad tiene vital importancia realizar ejercicio físico y tomar el sol (es
suficiente pasear al aire libre) para ayudar a la absorción de la vitamina D.
- Se deben evitar realizar pautas dietéticas excesivamente estrictas.
- El aporte energético diario mínimo debe ser de 1.600 kcal/día para poder
alcanzar las necesidades de micronutrientes, las cuales están aumentadas.
- Las necesidades proteicas son de 1 g/kg de peso/día.
- Las necesidades lipídicas deben representar entre el 30-35% de las
necesidades energéticas totales.
- La ingesta de hidratos de carbono debe ser de un 50-60% de las necesidades
energéticas totales, controlando mucho el aporte de energía a partir de
azúcares simples.
- Se debe asegurar un aporte suficiente de líquidos.

Aporte de suplementos

En este grupo poblacional es bastante frecuente la necesidad de enriquecer las


ingestas habituales con algún tipo de suplementos. Éstos pueden ser:

35
- Suplementos naturales,
- productos farmacéuticos y/o,
- alimentos infantiles.
El objetivo de los suplementos es aportar la cantidad de nutriente deficitario con
la dieta ordinaria para poder cubrir las necesidades del individuo.

Suplemento calórico
Se consigue un aporte energético mayor añadiendo mermeladas, confituras,
mantequilla o harinas en las preparaciones culinarias. Los frutos secos son un
buen aporte de energía, proteínas y sales minerales.

Suplemento de proteínas
Aunque sea pequeña la suplementación debe hacerse, pues de lo contrario
habrá un déficit proteico.
Algunas formas naturales para cubrir las necesidades proteicas son:
- añadir 20 g de clara de huevo duro,
- leche en polvo,
- carne picada pues las personas de la tercera edad la ingieren mejor que otros
tipos de carne,
- realizar un aporte proteico en el desayuno y/o en la merienda,
- dar dos postres en la comida y en la cena (una pieza de fruta y queso o leche
o un derivado lácteo).
Hay preparados farmacéuticos que se utilizan para aportar de forma
suplementaria las proteínas necesarias a esta edad. Estos preparados están
compuestos por hidrolizados proteicos de origen lácteo, como por ejemplo
caseína. Tienen una elevada proporción de proteína (90%) y un bajo contenido
en sodio. Generalmente, su forma de presentación es en polvo.

Suplemento de hidratos de carbono


Se podrá hacer a través de la ingesta de harinas infantiles, las cuales son muy
ricas en azúcares, galletas añadidas en la leche o en las preparaciones de fruta
o acompañando los postres.
Otra forma es a través de purés y sopas espesas.
Hay productos farmacéuticos que se venden para cubrir el posible déficit de
una dieta en hidratos de carbono. Estos preparados están formados por
dextrinomaltosas (95%). Son de carácter aproteico y con un bajo contenido
electrolítico. La forma de presentación del producto es principalmente en polvo.

Suplemento de calcio
Podemos conseguir una suplementación en calcio añadiendo leche desnatada
en polvo dentro de la leche líquida, de los yogures, en las sopas, en los
guisos,... para favorecer una mejor digestibilidad gracias al bajo contenido en
grasas.

Puntos a destacar
1.- Año tras año, la población perteneciente a la tercera edad va
incrementándose de forma imparable. Este hecho debe ser considerado por las
autoridades sanitarias para emprender una serie de medidas adecuadas para

36
garantizar una buena calidad de vida a estas personas (centros de día,
residencias geriátricas, programas de asistencia domiciliaria,...).
2.- Los cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento empiezan tan
pronto como el crecimiento y desarrollo del organismo humano finaliza.
3.- Las recomendaciones nutricionales para este grupo de edad son
básicamente iguales que para adultos más jóvenes.
4.- Las necesidades vitamínicas y minerales pueden verse incrementadas,
debido fundamentalmente a enfermedades propias de estas edades, a una
alimentación inadecuada, etc.
5.- Mantener una actividad física en esta etapa de la vida tiene numerosas e
importantes ventajas para garantizar una salud óptima.
6.- El consumo necesario de fármacos por parte de estas personas puede
conllevar una serie de implicaciones nutricionales.
7.- Diferentes factores sociales, económicos y psicológicos tienen su influencia
en la nutrición de este colectivo de personas.

Bibliografía
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1994
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Interamericana McGraw-Hill Madrid (España), 1993 2ª Edición
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Goodhart, R. Y Shils, M. "La nutrición en la salud y en la enfermedad" Salvat
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5. Hernández, M. "Alimentación infantil" Ed. Díaz de Santos. Madrid (España),
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9. National Research Council. "Raciones dietéticas recomendadas" Ed. Academic
Sciences Washington (EEUU) 10ª edición

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