Fisiopatologia Del Cancer
Fisiopatologia Del Cancer
Fisiopatologia Del Cancer
Aunque el cáncer ha sido una enfermedad inescrutable durante mucho tiempo, la
semilla del conocimiento se plantó en 1911 cuando PEYTON RUS descubrió que
un filtrado libre de células procedente de ciertos sarcomas de pollo podía causar
nuevos tumores cuando se inoculaba a animales sanos, sugiriendo así la posible
etiología vírica de determinadas neoplasias. Su idea se acogió con general
escepticismo, pero su trabajo fue reconocido con elpremio Nobel 56 años
después.
Las técnicas de biología molecular permiten examinar directamente el papel de las
alteraciones del DNA y explorar la naturaleza del daño causado. Todo
un conjunto de avances ha permitido llegar a afirmar que el cáncer es
fundamentalmente una enfermedad genética (que procede de distintas
alteraciones: mutaciones recesivas, dominantes, reacoplamientos de DNA,
mutaciones puntuales, etc., que pueden alterar la expresión o
la funciónbioquímica de los genes afectados).
Hay que destacar, sin embargo, que el cáncer no es una enfermedad hereditaria
en la gran mayoría de los casos. Las alteraciones genéticas asociadas a tumores
son casi siempre de tipo somático, es decir, se adquieren durante la vida
del individuo y no por herencia, esto es que el cáncer es una enfermed genética
pero generalmente no hereditaria es decir que el tumor se debe a la expansión
clonal de una sola célula progenitora que ha sufrido una lesión genética (así pues
los tumores son monoclonales). Esta clonalidad es valorada muy fácilmente en
mujeres heterocigotos para los marcadores polimorfos ligados al cromosoma
X, como la enzima Glucosa 6 fosfato deshidrogenasa (G6PD) o por polimorfismos
con el cromosoma X.
La historia del descubrimiento de los oncogenes está ligada con la de la
identificación del agente viral que causa el llamado sarcoma de Rous en las aves.
Hace cerca de 80 años el patólogo Francis Peyton Rous decidió inyectar a
docenas de gallinas con el filtrado que obtuvo al tamizar, a través de
unamalla muy fina, una suspensión de células de un tumor obtenido
por autopsia de una gallina de la misma raza. Con este procedimiento logró
reproducir el tumor y sospechó que el agente causal debería ser de menor tamaño
que las células y que las bacterias, por lo que podría corresponder a un virus,
aunque no lo designó así sino como un agente tumoral.
Cabe mencionar que el doctor Rous recibió el premio Nobel
de Medicina por susdescubrimientos en 1966.
Más recientemente el doctor J. Michael Bishop, galardonado en 1989 también con
el Premio Nobel de Medicina, informó que el gen v-src, el cual permite al virus
causante del sarcoma de Rous inducir el tumor, también está contenido en las
células normales no tan sólo de la gallina sino de algunos vertebrados, incluyendo
al ser humano.
Logró este descubrimiento gracias al empleo de las nuevas tecnologías de la
llamada ingeniería genética, que permitieron, en primer lugar, copiar al gen v-src
mediante una enzima que puede generar una versión de ADN a partir de la hebra
de ARN del genoma viral (transcriptasa reversa). El siguiente paso consistió en
multiplicar el número de copias del gen v-src, marcándolas con un isótopo
radioactivo parapoder seguir su destino. Finalmente las puso en contacto con el
ADN desnaturalizado (separado en sus dos hebras) extraído de los distintos
tiposcelulares. Esto trajo como resultado la formación de algunas cadenas híbridas
(que contenían una hebra de ADN marcado, la copiada del genoma viral, y otra
sin marcar, proveniente de la célula donadora), que revelaron zonas de homología
y descubrieron la misma secuencia en las células normales.
El estudio de la secuencia de nucleótidos del gen src permitió, además, descubrir
que, por su organización (presencia de secuencias conocidas como exones e
intrones típicas de los genes animales pero no virales), ese gen no pertenecía al
virus, sino que debió ser arrastrado por éste después de unirse y desprenderse
del material genético de alguna célula hospedera (Figura 7). Más aún, sus
homólogos en las células normales resultaron ser genesactivos y fue también
el grupo del doctor Bishop quien descubrió la proteína codificada por el gen src
(llamado c-src porque corresponde a la versióncelular de ese gen), a la que
denominaron pp60c-src, y que, sorprendentemente, resultó ser una proteína
fuertemente unida a la superficie interior de la membrana celular y capaz de
fosforilar a las tirosinas.
Hoy se sabe que en las células cancerosas que contienen activo el oncogén c-src:
está presente una proteína pp60c-src a la que, curiosamente, le falta, en
un sitio peculiar, una tirosina, que en su versión normal es fosforilada, como
mecanismo para bloquear la propia actividad fosforilante de la proteína pp60c-src.
Tal parece ser la explicación por la cual esa proteína está permanentemente
funcionando e introduciendo grupos fosfato en otras proteínas, en el caso de las
células tumorales.
Hoy se conocen tres grupos de genes de gran relevancia en el proceso canceroso.
Los oncogenes, cuya expresión o activación anormal o excesiva en la célula
puede conducir a la transformación cancerosa; se originan por diversos
mecanismos a partir de genes celulares normales conocidos como
protooncogenes.
El segundo tipo corresponde a los denominados genes supresores del cáncer u
oncosupresores o antioncogenes u oncogenes recesivos, cuya expresión normal
inhibe el desarrollo del fenotipo canceroso. La inactivación o deleción de ambos
alelos puede conducir a la célula a la transformación neoplásica, es decir, el tumor
sólo se manifiesta cuando ambos alelos están alterados.
Un ejemplo es el descrito con el retinoblastoma. Este tumor ha sido clásicamente
considerado como el prototipo de cáncer humano que se transmite por
herencia autosómica dominante, por fallo de oncogenes supresores o
antioncogenes.
o
En esta figura se puede observar cómo el factor de crecimiento transformante de
tipo beta (FCT- ß) al unirse a su receptor, activa la expresión del oncogén c-sis, el
cual determina la síntesis del factor de crecimiento plaquetario (FCP). Este factor,
a su vez, se une a su receptor e induce la activación de la fosfolipasa C,
probablemente a través de una proteína G (¿p-21 codificada por el oncogén ras?).
La fosfolipasa rompe al fosfatidil inositol difosfato (FID) liberando al inositol
trifosfato (IF3) y al diacilglicerol (DAG), lo cual conduce a la activación de la
proteína cinasa C, a la formación de ácido araquidónico y prostaglandinas. La
prostaglandina E se une a un receptor e induce la síntesis del adenosín
monofosfato cíclico y la activación del oncogén rnyc, todo lo cual provoca la
síntesis de proteínas, del ADN y la división celular, junto con la reorganización de
las proteínas del citoesqueleto (actina y vinculina), bajo la influencia del
incremento del calcio citoplásmico y de la elevación del pH intracelular. Por
su parte, el oncogén erb-B determina la síntesis del dominio interno del receptor
del factor de crecimiento epidérmico, el cual es regulado por la acción fosforilante
de la proteína C inducida Por FCP.
c
Existen varios factores de crecimiento polipeptídicos que estimulan la proliferación
de las células normales y se sospecha que muchos de ellos intervienen en el
origen del tumor. Las mutaciones de los genes que codifican los factores de
crecimiento pueden convertirlos en oncogénicos. Así sucede con el protooncogen
c-sis, que codifica la cadena ȕ del factor de crecimiento derivado de las plaquetas
(FDGV.platelel-derived growth factor). Este oncogen se descubrió primero como
oncogen viral contenido en v-sis. Posteriormente se comprobó que varios tumores
humanos, sobre todo astrocitomas y osteosarcomas, producen PDGF. Además,
parece que el mismo tumor expresa también receptores para el propio PDGF,
sometiéndose a una estimulación autocrina.
Aunque se considera que el bucle autocrino es un elemento importante en la
patogenia de varias neoplasias, en la mayoría de los casos el gen del factor de
crecimiento no esta alterado ni mutado. Por el contrario, lo mas frecuente es que
los productos de otros oncogenes, por ejemplo ras (situado a lo largo de la vía de
transducción de señales),
induzcan una expresión excesiva de los genes de los factores de crecimiento,
forzando a las células a secretar grandes cantidades de factores de crecimiento,
tales como el factor transformador de crecimiento Į (TGF-Į), que estĮ relacionado
con el factor de crecimiento epidȚrmico (EGF, epidermal growth factor) y que
induce la proliferación uniéndose al receptor de aquél. En los carcinomas que
expresan niveles elevados de receptores del EGF suele detectarse TGF-Į.
AdemĮs de c-sis en varios tumores gastrointestinales y mamarios hay activaciın
de un grupo de oncogenes relacionados entre sí (hst-1 y hst-2) que codifican
proteínas homologas a los factores de crecimiento de los fibroblastos (FGF); los
melanomas humanos expresan bFGF, un miembro de la familia de los factores de
crecimiento de los fibroblastos que sin embargo, no es expresado por los
melanocitos normales. Los carcinomas de células pequeñas del pulmón producen
péptidos similares a la bombesina que estimulan su proliferación.
°
En el siguiente grupo en la cadena de la transducción de la señal intervienen los
receptores de los factores de crecimiento; no resulta, pues varios de los
oncogenes descubiertos codifiquen algunos de estos receptores. Para comprender
la forma en que la mutación afecta a la función de los mismos, debe recordarse
que varios receptores de los factores de crecimiento son proteínas transmembrana
con un ligando de unión situado fuera de la célula y un dominio intracitoplasmático
formado por tirosina cinasa. En las formas normales de estos receptores, la
actividad cinasa sufre una activación transitoria cuando el receptor capta a su
factor de crecimiento específico, a lo que sigue rápidamente la dimerización del
receptor y la fosforilación por la tirosina de varios sustratos que forman parte de la
cascada de la mitosis. Las versiones oncogénicas de estos receptores sufren
dimerización y activación persistentes sin necesidad de unirse al factor de
crecimiento correspondiente. De esta forma, el receptor mutante libera hacia la
célula continuas señales que estimulan la mitosis.
En los tumores humanos, la activación de los factores de crecimiento se produce a
través de varios mecanismos, entre los que se encuentran mutaciones,
reordenamientos de los genes o su expresión excesiva. El protooncogen ret, un
receptor de tirosina cinasa, puede servir como ejemplo de la conversión
oncogénica a través de mutaciones y reordenamientos de genes. La proteína ret
es un receptor para el factor neurotrófico derivado de la línea celular glial,
expresado normalmente por las células neuroendocrinas, como las células C
parafoliculares del tiroides, las de la médula suprarrenal y las precursoras de las
células paraliroideas, En las MEN tipos 2A y 2B y en los carcinomas medulares del
tiroides familiares (Capitulo 26), se encuentran mutaciones puntuales de!
protooncogen reí que se transmiten de forma autosómica dominante.
En la MEN 2A, las mutaciones puntuales del dominio extracelular provocan la
dimerización y activación constitutivas, mientras que en la MEN 2B, las
mutaciones puntuales del dominio catalítico citoplásmico provocan la activación
del receptor. En lodos estos tumores familiares, las personas afectadas heredan la
mutación reí en la línea germinal. Por e! contrario, los carcinomas papilares
esporádicos del tiroides se asocian a reordenamientos somáticos del gen ret.
En estos rumores, el dominio de la tirosina cinasa del gen ret se yuxtapone
a uno de cuatro genes compañeros distintos. Los genes fusionados codifican
proteínas híbridas en las que el dominio de tirosina cinasa está activado de forma
constitutiva, lo que hace que, para la célula, es como si el receptor ret estuviese
siendo activado continuamente por su ligando correspondiente. Las conversiones
oncogénicas por mutaciones y reordenamientos afectan también a otros genes
que codifican receptores de factores de crecimiento. En las leucemias mieloides
se han detectado mutaciones puntuales que activan a c-fms, el gen que codifica al
receptor del factor estimulador de tas colonias 1 (CSF-1). En algunas leucemias
mielomonociticas crónicas que contienen la translocación 1(13;9) la totalidad del
dominio citoplasmico del receptor de PDGF se fusiona con un segmento del factor
de transcripción de la familiaETS, con la consiguiente dimerización permanente
del receptor de PDGF.
Mucho más frecuente que las mutaciones de estos protooncogenes es la
expresión excesiva de formas normales de receptores de factores de crecimiento.
Los que se afectan con mayor frecuencia son tres miembros de la familia de
receptores del EGF8. En hasta el 80 % de los carcinomas epidermoides del
pulmón y, con menos frecuencia, en los carcinomas de la vejiga urinaria, el
apáralo gastrointestinal y los astrocitomas, se produce una expresión excesiva de
la forma normal de c-erb B1, el gen del receptor del EGF. En algunos casos, el
aumento de la expresión del receptor provoca la amplificación del gen. En la
mayoría de los casos restantes, se desconoce la base molecular que justifica el
aumento de la expresión del receptor. Por el contrario, el gen c-erb B2 (también
llamado c-neu), el segundo miembro de la familia de receptores del EGF se halla
amplificado en un alto porcentaje de adenocarcinomas humanos de la mama, el
ovario, el pulmón, el estómago y las glándulas salivales. En los cánceres de mama
también se observa sobreexpresión de un tercer miembro de la familia de
receptores del EGF, c-erb B3. Podría sospecharse que los tumores que muestran
una expresión excesiva de los receptores de factores de crecimiento, por ejemplo
de c-erb B2, deberían ser muy sensibles a los efectos estimulantes del crecimiento
de una pequeña cantidad de los factores implicados, lo que tos haría más
agresivos. La observación de que la existencia de concentraciones elevadas de
proteína c-erb B2 en las células del cáncer de mama es una señal
de mal pronóstico respalda esta hipótesis.
Se han encontrado varios ejemplos de oncoproteínas con funciones similares a las
de las proteínas citoplásmicas normales que intervienen en la transducción de
señales.
La mayoría de estas proteínas se encuentran estratégicamente situadas en la
parle interna de la membrana plasmática, donde reciben las señales procedentes
del exterior de la célula (por ejemplo mediante la activación de los receptores de
factores de crecimiento) y las transmiten al núcleo celular. Bioquímicamente, las
proteínas de transducción de señales son heterogéneas. El ejemplo mejor
conocido y estudiado de una oncoproteína de transducción de señales es la
familia ras de las proteínas de unión trifosfato de guanina .(OTP)
El descubrimiento inicial de las proteínas ras se hizo en forma de oncogenes
virales. Alrededor del 10 al 20 % de todos los tumores humanos contienen
versiones muladas de proteínas ras9. En algunos (por ejemplo carcinomas de
colon, páncreas y tiroides), la incidencia de la mutación ras es incluso superior. La
mutación del gen ras es la anomalía más frecuente de los oncogenes dominantes,
identificada en los tumores humanos. Varios estudios indican que ras desempeña
un papel importante en la mitogénesis inducida por los factores de crecimiento.
Por ejemplo, el bloqueo de la función de ras mediante microinyección de
anticuerpos específicos interrumpe la respuesta proliferativa a EGF, PUCF y CSF-
1. Las proteínas ras normales están unidas a la parte citoplásmica de !a
membrana celular, y oscilan atrás y adelante entre una forma activada de
transmisión de señales y un estadoinactivo y quiecente. En este último estado, las
proteínas ras captan difosfato de guanosina (GDP); cuando la célula es estimulada
por los factores de crecimiento o por otras interacciones entre ligandos y
receptores, ras se activa intercambiando GDP por GTP. La activación de ras
provoca, a su vez, la excitación de la vía MAP cinasa mediante el reclutamiento de
la preoteína raf-1 existente en el citosol. Las MAP cinasas activadas tienen como
dianas a factores nucleares de transcripción, por lo que estimulan la mitogénesis.
En las células normales, el estado activado de transmisión de señales de la
proteína ras es transitorio porque su actividad intrínseca GTPasa hidroliza GTP y
la conviene en GDP, lo que hace que ras recupere su estado quiescente.
Porcentaje de
Especie
Carcinógeno Tumor Oncogén tumores con el
animal
oncogén activado
Tumores Tumores
Localización asociados con asociados con
Gen Función
subcelular mutaciones mutaciones
somáticas hereditarias
Bajo la Inhibición de
Schwannomas Neurofibroastosis
membrana NF-1 la trasducción
y meningiomas tipo 1 y sarcomas
citoplasmática de la señal ras
Carcinoms de Neurofibromatosis
estómago, tipo 2;
Citoesqueleto NF-2 Desconocida colon, meningiomas y
páncreas; schwannomas del
melanoma acústico
Retinoblastoma,
Poliposis coli
Inhibición de osteosarcoma,
adenomatosa
Citosol APC la trasducción carcinoma de
familiar, cáncer
de la señal mama, colon,
de colon
pulmón
Regulación Casi todos los
Retinoblastoma,
Rb del ciclo cánceres
osteosarcoma
celular humanos
Regulación
Síndrome de Li-
del ciclo
Fraumeni;
celular y Tumor de
P53 numerosos
apoptosis en Wilms
carcinomas y
respuesta a la
sarcomas
lesión de DNA
Cáncer de
Trasncripción
WT-1 páncreas, Tumor de Wilms
nuclear
estómago
Núcleo
Regulción del
ciclo celular
por inhibición Melanoma
p16 (INK4a)
de las cinasas maligno
dependientes
de las ciclinas
Carcinomas de la
Reparación
BRCA-1 mama femenina y
del DNA
del ovario
Carcinomas en
Reparación
BRCA-2 mama femenina y
del DNA
masculina
Las diferentes etapas por las que pasa este tipo de cáncer son:
) & ' o carcinoma in situ, que es la fase inicial y en la que las células
anormales solamente se encuentran en los tejidos que recubren el cuello uterino.
) & * se determina cuando el cáncer afecta todo el tejido del cuello uterino,
pero que no ha llegado a diseminarse a otros tejidos. En esta etapa hay dos
momentos, el IA, que presenta una extensión de tejido canceroso pequeño, que
sólo se ve a travésdel microscopio por presentarse en la parte más profunda del
cuello uterino y la etapa IB, en la que se aprecia una cantidad mayor en el tejido
del cuello uterino.
)
+& * cuando el cáncer se ha diseminado a tejidos cercanos
dentro de la región pélvica, es decir en la parte superior de la vagina, etapa IIA, o
alrededor del cuello uterino, etapa IIB.
) & & * el cáncer se ha diseminado por toda la región pélvica y en
ocasiones también a la parte inferior de la vagina y/o a los uréteres, que son los
tubitos que conectan a los riñones con la vejiga.
) # & ( es obviamente la más peligrosa y generalmente mortal, ya que el
cáncer se ha diseminado (metástasis), a otras partes del cuerpo como pueden ser
la vejiga o el recto en su fase IVA, o a otros órganos distantes como los pulmones
en su fase IVB.