La Escuela Primaria Nos Concierne
La Escuela Primaria Nos Concierne
La Escuela Primaria Nos Concierne
Cecilia Parra"
(...) la escuela no debe permanecer como un mundo cerrado; ella no puede nada sin
el apoyo, bajo diversas formas, de la sociedad; esto es así en todos esos dispositivos
que se consideran solamente técnicos, y que son plenamente sociales, cuya presencia
nos es culturalmente familiar, pero cuyo funcionamiento permanece, para nosotros,
socialmente opaco; yo podría decir por ejemplo la justicia, pero también la policía y el
ejército, el sistema de salud, el periodismo y los medios... la lista es indefinida.
Estos "dispositivos " hacen marchar la sociedad, mejor o peor sin duda. Pero ellos
mismos no pueden marchar sin el apoyo de la sociedad, es decir, de los
ciudadanos. Es necesario que los ciudadanos se preocupen de sus problemas, que son
también los problemas del cuerpo sosal entero, sea cual sea su grado de
diferenciación. Tengo conciencia, al decir esto, de no hacer más que reencontrar el
principio que Durkheim llamó solidaridad orgánica.
' Bien sabemos que son innumerables las situaciones, los textos, los autores con los que cada uno de
nosotros dialoga y aunque seré explícita y los nombraré cuando las cuestiones lo demanden, quiero
mencionar especialmente a todos los colegas del campo de la didáctica de las matemáticas (y, entre
ellos, muy enfáticamente a Irma Saiz) y del campo de la formación docente con los que he aprendido
gracias a que son (somos) discutidores tenaces y a los que me ha unido, más allá de lis
"especialidades", la voluntad política de trabajar por una enseñanza que satisfaga los derechos
educativos de todos los alumnos.
la vida cotidiana; oportunidades para conocer las preguntas y las res-
puestas que la humanidad ha construido, para aprender a preguntarse, para
reflexionar, para adquirir herramientas y para dominarlas, para afirmarse
como sujetos capaces de adquirir conocimientos de todo tipo, incluido un
mejor conocimiento de sí mismos, de sus deseos y de sus capacidades de
proyectar y realizar. La escuela primaria nos concierne porque muy
tempranamente se empieza a jugar la relación con el saber y se configura
el sentido que la experiencia formativa va cobrando para cada sujeto.
Todos tenemos algún vínculo con la escuela: porque fuimos alumnos,
porque somos docentes o padres, o porque nuestros ámbitos de actividad
nos ponen en contacto con jóvenes en los que reconocemos y nos
reconocemos logros esperados de la escuela, o nos vinculan con gente
mayor que manifiesta asombro o desilusión...
Cuando decimos "la escuela nos concierne", nos referimos, entre otras
cosas, a que todos somos "portadores" de tradiciones de enseñanza, que
existen en nosotros y que, también, hacemos existir. Cuando las
reclamamos, quizá desde la nostalgia; cuando las cuestionamos, quizá
desde la insatisfacción; cuando las negamos, quizá desde el voluntarismo
o el desconocimiento; y también cuando intentamos cambiarlas para
habilitar otro futuro.
En este sentido -volveremos sobre el tema-, interesa el compromiso
de todos para acompañar, desde diversas posiciones, este juego complejo
entre tradición y apertura que la escuela está convocada a hacer.
De las múltiples miradas que se pueden tener sobre la escuela pri-
maria (de las que este libro es representativo), este trabajo se centra en la
enseñanza. Ésta puede ser pensada de muy diversos modos e intentaré
fundamentar la necesidad de concebirla como sistema de enseñanza.
Sistema que, como señala Chevallard, nos resulta familiar y opaco a la
vez.
Y responde:
Los cálculos que hoy hace un niño con facilidad exigían los servicios de
un especialista, y la operación que hoy exige solamente unos minutos
representaba en el siglo xn varias jornadas de minucioso trabajo.
En la primera mitad del siglo XX, la multiplicación, entendida como
saber las tablas y el algoritmo y ser capaz de utilizarla en la resolución de
unos problemas tipo, constituía un aspecto central de las adquisiciones
esperadas en la escuela primaria. Como podemos leer en este texto de
1936
Si la didáctica quiere ser otra cosa que un campo científico que imita lo
que supone ser la vida de un campo científico, entonces deberá
esforzarse por estudiar las cuestiones vitales para el profesor, para el
alumno y, más en general, para la vida y el desarrollo del sistema
escolar. (Chevallard, 2001)
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Lerner provee el siguiente ejemplo relativo a la especificidad de cada objeto de
del alumno en cada momento. De las muchas preguntas que podemos
hacernos, retener la interrogación sobre qué queda a cargo del alumno es
completamente central. Está allí comprometida una finalidad sustantiva
de la enseñan za de las matemáticas: que los alumnos aprendan a hacerse
responsables de lo que producen para que puedan tener, sobre este saber,
una posición de dominio6
Los distintos tipos de conocimientos que produce la didáctica se uti-
lizan en la formación docente, en la elaboración de diseños curricu-lares
y de secuencias de enseñanza, en la producción de libros de texto y de
textos dirigidos a docentes; utilización fecunda y cargada de problemas a
la vez.
enseñanza: "En la didáctica de la lengua escrita [...] , es indudable que los problemas
planteados por la enseñan-Ai de la lectura son diferentes de los que genera la enseñanza de
la ortografía y que, por lo tanto, los estudios que se realicen en relación con los primeros no
proporcionarán conocimientos rele-vantesen relación con los segundos (aunque puedan
contribuir a formular algunos interrogantes)" (Lerner 2005: 3).
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Entendemos "secuencia de enseñanza" como la concepción de un conjunto de situaciones,^ ah
blemas o actividades que, conducidos por el maestro, permiten al alumno, en interacción con»
alumnos, elaborar un conocimiento, hacerlo funcionar o reconocerlo como tal. Decimos que! "génesis
artificiales" en la medida en que no son un producto "natural" sino que son elaboradasffl resultados de
las investigaciones didácticas, realizadas con la intención de crear condicionesdtfl cionamiento de un
concepto por parte de los alumnos
en el mejor de los casos, reglada por la dirección del espíritu o del
eslogan [...]
Siempre, casi siempre al menos, la solución intenta expresarse en
los términos elementales de un docente y de una clase, fórmula que
condensa todo lo que el sistema cree poder ofrecer... (1990: 139)
La dificultad para lograr que los maestros hagan suyos los aportes cien-
tíficos sobre la lectura y la escritura y sobre el sujeto que aprende, no
debe ser atribuida a una simple resistencia individual, ya que esta
dificultad hunde sus raíces en el funcionamiento institucional. La
escuela estampa su marca indeleble sobre todo lo que ocurre dentro de
ella: hay mecanismos inherentes a la institución escolar que operan al
margen e incluso en contra de la voluntad consciente de los docentes.
No bastará, entonces, con capacitar a los docentes, resultará
imprescindible también estudiar cuáles son las condiciones
institucionales para el cambio, cuáles son los aspectos de nuestra
propuesta que tienen más posibilidades de ser acogidos por la escuela y
cuáles requieren la construcción de esquemas previos para poder ser
asimilados. Dicho de otro modo, será necesario renunciar al
voluntarismo que suele caracterizar a los que propulsamos cambios,
habrá que reconocer que el objeto que queremos modificar -el sistema
de enseñanza- existe independientemente de nosotros y tiene leyes
propias. (2001: 47)
.
resultados, son desde nuestra perspectiva dos aspectos ineludibles del quehacer matemático esc»
lar. "La problemática de la validación es didácticamente compleja. Lograr que los alumnos asuma
responsabilidad matemática de sus resultados supone una ruptura importante con las practicas usuales
en las que el docente es quien se hace cargo, a través de la corrección, de la vi dez de los resultados
del alumno. [En este sentido es necesario] imaginar un tipo de ínter» fU ción docente que apunte a
sostener el compromiso del niño con el problema hasta estar seguí de la validez de su resultado" (Pre-
Diseño Curricular para la Educación General Básica, (a 1999: 150).
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Ambas obras pertenecen a la colección Cuestiones de Educación dirigida por Beatriz
AlenyC») men Delgadillo, colección que realizó (y realiza ) un aporte importantísimo al
debate y arancel campo educativo respecto del cual deseo hacer un expreso reconocimiento a
sus directoras,cok gas estimadísimas.
tarea docente. (Diker y Terigi, 1997: 94-5)
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Mis adelante, y ya en la perspectiva de la proposición de tarea a asumir, retomaremos la
idea de criterios de acción pedagógica y de variadas estrategias didácticas que puedan
orientar las prácticas docentes, tal como se plantea aquí.
razonablemente válidos.
Por ello, cierro este texto compartiendo unos párrafos del bellísimo
artículo de Laurence Cornu Responsabilidad, experiencia, confianza,
que nos convoca, a nosotros los adultos, a responder ante las nuevas
generaciones: