Otras Alteraciones de La Placenta
Otras Alteraciones de La Placenta
Otras Alteraciones de La Placenta
1. Alteraciones de la placenta:
b) Infartos
- Blancos: en la cara uterina de la mayoría de las placentas maduras. Láminas de tejido fibroso
representadas por vellosidades coreales degeneradas.
i) Placenta fungiforme: Variedad de marginata invertida, en casos de embarazo angular o de
embarazo ectópico intersticial.
j) Alteraciones en el tamaño
- Placenta pequeña.
k) Alteraciones en la forma
- Trastornos diversos.
c) Bridas Amnióticas. Adherencias del amnios al feto que cursa con anomalías fetales. Bridas:
cordones o ligamentos de mm de diámetro, inextensible. Son bandas de colágeno capaces de
producirse constricciones anulares de los miembros. Etiología: rotura aislada y temprana del
amnios o por el propio desarrollo de la cavidad amniótica.
d) Hidramnios o polihidramnios
Concepto: volumen de líquido amniótico superior a 2 litros. Se asocia con una mayor
mortalidad perinatal y grandes molestias a la madre. Puede ser:
- Crónico: Inicio más tardío con fenómenos compresivos maternos y complicaciones
perinatales.
Etiología:
- Idiopático
Diagnóstico
- Agudo: Aumento del volumen abdominal rápido y brutal. Dolor. Síntomas funcionales
respiratorios y cardiacos. La ecografía establece el diagnóstico definitivo
Conducta
El parto debe vigilarse, es lento y hay posibilidad de hemorragia del alumbramiento por atonía
uterina. En el caso de hidramnios agudo a veces hay que romper las membranas por vía
vaginal. En el hidramnios crónico hay que recurrir al tratamiento, consistente en:
- Indometacina
- Inhibidores de la prostaglandina sintetasa.
o Casi todos los embarazos en los cuales el feto presenta obstrucción del
esófago, y en 50% de quellos en que existen graves anormalidades cerebrales.
El polihidramnios agudo genera la distensión extremada y rápida, además del crecimiento del
útero. La madre siente dolor abdominal, náusea, vómito y dificultad para respirar. Su sistema
cardiovascular se somete a un gran estrés y puede presentar síntomas de falla cardiaca. Los
pies y las piernas se hinchan. Todas estas manifestaciones son producto de la presión que el
rápido crecimiento del útero ejerce sobre el resto de las vísceras. Por lo general, el hidramnios
crónico hace que el útero crecido provoque la suficiente presión para que la persona afectada
se sienta incómoda.
La causa del polihidramnios se desconoce, aunque se cree que hay una reducción en la
cantidad de fluido que pasa del feto a la madre y un aumento en la cantidad que pasa del feto
al saco amniótico. Esto podría explicar la relación entre las anormalidades del feto y el
polihidramnios.
Asimismo, las mujeres con polihidramnios corren mayores riesgos: la separación prematura de
la placenta y la hemorragia postparto son las dos complicaciones maternas principales
asociadas con él. La eliminación del exceso de líquido es la única medida efectiva para el
manejo de este mal.
El tratamiento se puede llevar a cabo perforando las membranas a través del cuello de la
matriz o, de preferencia, insertando una aguja a través de las paredes abdominal y del útero,
con cuidado de no dañar los intestinos de la madre o la placenta. Ambos procedimientos
pueden inducir el parto. Por otra parte, cuando la cantidad de líquido adicional es pequeña, no
es necesario ningún tratamiento.
Líquido amniótico
El líquido amniótico es un líquido producido por el feto y que lo rodea durante el embarazo.
Actúa principalmente como protección para el feto y proporciona una temperatura estable,
amortiguación ante traumatismos externos y permite la libre circulación necesarios para el
normal desarrollo de los pulmones.
El líquido amniótico es un fluido líquido que rodea y amortigua al embrión y luego al feto en
desarrollo en el interior del saco amniótico. Permite al feto caminar y saltar dentro de la pared
del útero sin que las paredes de éste se ajusten demasiado a su cuerpo. También le
proporciona sustentación hidráulica. El líquido amniótico es producido principalmente por la
madre hasta las 17 semanas de gestación.
El saco amniótico crece y comienza a llenarse, principalmente con agua dos semanas después
de la fertilización. Tras 10 semanas después el líquido contiene proteínas, carbohidratos,
lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos, todos los cuales ayudan al desarrollo del feto. En los
últimos estudios de gestación la mayor parte del líquido amniótico está compuesto por orina
fetal.
Los últimos trabajos realizados por un grupo de investigadores dirigidos por Anthony Atala de
la Universidad Wake Forest y un equipo de la Universidad Harvard ha descubierto que el
líquido amniótico también es una fuente de abundantes células madre no embrionarias.[1] Se
ha demostrado que estas células poseen la capacidad de diferenciarse en diversos tipos
celulares, entre otras el neuronal, hepático y óseo.
La ruptura de aguas se produce cuando el saco amniótico libera su contenido. Cuando esto
sucede durante el parto al final de la gestación, se le llama "ruptura espontánea de
membranas". Si la ruptura precede al término del parto, se le llama "ruptura prematura de
membranas". La mayor parte de los demás líquidos permanecen en el interior del útero hasta
que el feto nace.[2]
[editar] Patologías
En todas las consultas prenatales el obstetra o ginecólogo debería medir la altura fundal
midiéndolo con cinta métrica. Es importante que se mida adecuadamente la altura fundal y
que se registre para asegurar que el crecimiento fetal sea correcto y que se incremente el
fluido amniótico. El obstetra o ginecólogo debería realizar también una ecografía rutinaria. El
oligohidramnios se puede producir por infección, disfunción renal o malformaciones; también
por intervenciones como la toma de muestras de vellosidades coriónicas y un patrón de
ruptura prematura de membrana
La ruptura de las membranas (desgarre o rotura del saco que sostiene el líquido
amniótico)
Los defectos de nacimiento que afectan los riñones y el tracto urinario pueden causar este
problema. Los bebés con estos defectos de nacimiento producen menos orina, el componente
principal del líquido amniótico.
En los primeros dos trimestres del embarazo, el oligohidramnios está asociado con defectos de
nacimiento en los pulmones y extremidades. Durante este periodo, el
oligohidramnios aumenta el riesgo de aborto espontáneo, nacimiento prematuro y nacimiento
sin vida.
Las mujeres que tienen un riesgo mayor de desarrollar oligohidramnios incluyen aquellas con
alta presión arterial, diabetes y lupus. Si tiene cualquiera de estas condiciones, asegúrese de
dejarle saber a su médico.
Asegúrese de que los medicamentos que está tomando son seguros durante el
embarazo.
Oligohidramnios es un término médico que significa poco líquido amniótico. Afecta a menos
del 10% de los embarazos, y aunque es más común que se desarrolle en el último trimestre,
puede aparecer en cualquier nivel del embarazo. Las causas son aún desconocidas, pudiendo
ocurrir en mujeres sin ningún factor de riesgo durante su embarazo. Es un trastorno que se
diagnostica durante un ultrasonido—revelando un índice de líquido amniótico menor de 5cm
cubicos—y debe ser tratado por un profesional de la salud especializado.[1]
[editar] Etiología
Por lo general, un oligohidramnios es causado por anormalidades del tracto urinario fetal, tales
como la agenesia renal bilateral,[4] riñones poliquísticos u obstrucción genitourinario fetal.[5]
Una insuficiencia uteroplacentaria es otra causa común, así como la arteria umbilical única.[5]
La mayoría de estas anomalías pueden ser detectadas por la ecografía obstétrica.
[editar] Complicaciones
El saco amniótico es la cubierta de dos membranas que cubre al embrión y que se forma entre
el octavo y noveno día de la fecundación. La membrana interna llamada amnios contiene el
líquido amniótico y el feto en su interior. La membrana exterior, llamado corion, contiene el
amnios y es parte de la placenta. El saco amniótico se utiliza en oftalmología para reconstruir y
tratar lesiones de la superficie ocular, tanto en la córnea como en la conjuntiva, en tratamiento
de quemaduras, en cirugía reparadora y maxilofacial.
El amnios es una fina membrana que envuelve y protege al embrión y esta lleno de fluido
salino llamado líquido amniótico. El amnios permite los movimientos fetales, ofrece protección
contra eventuales golpes, ya que flota en el líquido, y permite que las sustancias de desecho
ingresen a la circulación materna para su excreción.
Durante el embarazo, dicho líquido amniótico aumenta en volumen a medida que el feto
crece. Este volumen alcanza su punto máximo aproximadamente en la semana 34 de
gestación, cuando llega a un promedio de 800 ml. Aproximadamente 600 ml de líquido
amniótico rodean al bebé a término (a la semana 40 de la gestación). El bebé hace circular
constantemente este líquido al tragarlo e inhalarlo y reemplazarlo a través de la "exhalación" y
la micción.
Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden motivar un control adicional del
embarazo.
El líquido amniótico es una fuente importante de células madre que se pueden utilizar para
tratamientos médicos de última generación.
El saco amniótico es, por decirlo de alguna manera sencilla, el “lugar” en el que se desarrollará
el bebé durante los nueve meses del embarazo, la bolsa que protege al feto y le proporciona el
entorno adecuado para desarrollarse correctamente.
INTRODUCCION
El líquido amniótico rodea al feto intraútero y cumple funciones importantes como la
protección contra traumatismos, propiedades antibacterianas, asegura la hidratación del feto,
suministra sales minerales y nutrientes para su desarrollo, facilita los movimientos fetales
evitando las adherencias a la membrana amniótica, permite además el desarrollo del sistema
músculo-esquelético fetal y del tubo digestivo, así como la maduración y desarrollo pulmonar.
Durante la primera mitad del embarazo es una constante determinada por el desarrollo
embrionario, mientras que en la segunda mitad es derivado del metabolismo materno-
placentario-fetal. El líquido amniótico está constituido por agua, electrólitos, substratos,
fosfolípidos y hormonas, se produce en la membrana amniótica, piel, orina, líquido pulmonar
fetal, y en menor cuantía por la secreción de las cavidades nasales. Además se encuentra en
constante renovación y eliminación (deglución fetal y absorción hacia la sangre por vía
intramembranosa). El volumen de líquido amniótico se mantiene por un balance entre la
producción y la absorción, aumenta conforme avanza el embarazo. Durante el segundo
trimestre incrementa 10 ml diario, alcanza 500 ml a las 20 semanas, aumenta hasta 1000 ml a
las 34 semanas y disminuye 800-900 ml al término del embarazo. Si aumenta entre 1500-2000
ml hay exceso de líquido y por encima de dos litros se designa como polihidramnios o
hidramnios y puede ser agudo o crónico. El embarazo con polihidramnios constituye un riesgo
tanto para la madre (distocia en el parto, cesáreas, sangramiento postparto) como para el feto
(parto pretérmino, crecimiento intrauterino retardado, rotura prematura de membranas,
prolapso del cordón, presentaciones anómalas, hematoma retroplacentario, malformaciones y
muertes). El diagnóstico se realiza por el examen físico del abdomen de la paciente y la
medición del volumen de líquido amniótico por ultrasonido.
Objetivos
- General
1. Brindar los aspectos más actualizados y relevantes de las características del líquido
amniótico y sus complicaciones más importantes como instrumento de ayuda del proceso de
enseñanza – aprendizaje en la carrera de medicina.
- Específicos:
1. Revisar en relación al líquido amniótico:
· Concepto.
· Funciones.
· Origen y circulación.
· Composición y caracteres físicos.
· Exploraciones complementarias más usadas.
· Medición y resultados del índice de Líquido Amniótico.
2. Relacionar los principales aspectos con relación al oligoamnios u oligohidramnios.
3. Relacionar los principales aspectos con relación al poliamnios o polihidramnios.
3. Lograr una revisión de los principales aspectos del líquido amniótico que perfeccione el
proceso aprendizaje de este en la carrera de medicina.
Desarrollo
Concepto:
Es un líquido claro y ligeramente amarillento que rodea el bebé dentro del útero (feto) durante
el embarazo y que está contenido en el saco amniótico.
a) Participación del riñón fetal: puesta de manifiesto por el incremento progresivo, en el LA, de
la urea, creatinina, ácido úrico, y disminución de la osmolaridad. El aporte renal al LA a las 18
semanas gestacionales, es de unos 7 ml /día; a las 25 semanas, de unos 60 ml /día; al término,
de unos 600 ml /día. Además, aporta sustancias osmóticamente activas. Al término, la orina
fetal es isotónica respecto al plasma materno. El riñón fetal es capaz de modificar la
composición de la orina en respuesta a estímulos como: cambios en el volumen circulatorio,
stress fetal, actividades hormonales (vasopresina, aldosterona).
c) Participación Digestiva Fetal: evidenciada por la relación del polihidramnios con las atresias
del tubo digestivo (esófago, duodeno, yeyuno). Habría un mecanismo regulador del intestino,
en la depuración del LA y en la reabsorción del Na y del agua. La depuración aumenta con la
edad gestacional, siendo de unos 7 ml /día a las 16 semanas, y de unos 500 ml /día al término.
No se conocen los mecanismos reguladores de la deglución fetal.
c) Componentes Nitrogenados No Proteicos: urea, ácido úrico, creatinina; aumentan con la EG,
especialmente por el aporte urinario fetal.
d) Lípidos: su concentración en LA varía con la EG. Los lípidos totales al término del embarazo,
oscilan alrededor de 13,61 mg %; los lípidos polares, representan un 69,50 % de ese total; los
fosfolípidos aumentan su concentración con la EG, siendo su origen principalmente pulmonar
(surfactante).
f) Vitaminas: las concentraciones de B-1 y C, son semejantes a las del plasma materno.
1-b)- Pequeñas partes fetales: lago amniótico entre abdomen y miembros, especial para
embarazos mayores de 28 semanas.
1-c)- Nuca fetal: cuando la presentación está fija o insinuada, especial para embarazos
mayores de 35 semanas gestacionales.
1-d)- Suprapúbica: con presentaciones móviles y vejiga vacía.
2)- Amnioscopía: es la observación del LA a través del polo ovular inferior intacto,
contrastando con el polo cefálico. Es útil en las últimas semanas gestacionales. Es de técnica
sencilla, indolora, de bajo riesgo, repetible y de forma ambulatoria. En cuanto a la técnica,
deberá identificarse previamente las características del cuello uterino, el que es permeable en
el 80 % de los embarazos al término. La presentación no debe estar muy alta. Se observa la
característica del LA; su cantidad (la ausencia de LA es compatible con embarazo prolongado).
Entre las indicaciones, luego de las 36 semanas gestacionales, se mencionan: embarazo
postérmino; diabetes; RCIU; HTA; colestásis intrahepática.
3)- Ecografía: para valorar el volumen de LA. Una forma es medir un bolsillo de LA en uno o dos
diámetros. La otra forma, es medir los diámetros verticales de un bolsillo en cada uno de los
cuatro cuadrantes uterinos, y sumarlos, obteniendo así el índice de LA. Si la sumatoria se
encuentra entre 10 y 20 cm, se estaría ante un volumen normal de LA. Valores entre 5 y 10 cm,
estaría a favor de un oligohidramnios moderado. Con valores inferiores a los 5 cm, se estaría
ante un oligohidramnios severo. Valores entre 20 y 25 cm, estarían a favor de un
polihidramnios moderado y con valores de 25 cm o más, se considera polihidramnios. La
imagen ecográfica puede semejarse a un nevisca, en los bolsillo de LA, lo que estaría a favor de
madurez fetal, incluso de feto a término o postérmino. Esta misma imagen puede
corresponder a la meconial en grumos espesos (estructuras de mayor refringencia ultrasónica).
Una brusca y severa disminución del volumen de LA, apoyaría la sospecha de amniorrexis.
Sin embargo, en algunos embarazos la cantidad de líquido amniótico puede ser demasiado
escasa o excesiva. A estas condiciones se les conoce como oligohidramnios y polihidramnios,
respectivamente. Ambas condiciones pueden provocar problemas para la madre o el feto, o
pueden ser una señal de la presencia de otros problemas. Sin embargo, en la mayoría de los
casos, el bebé nace sano. Esto es lo que deben saber los futuros padres en cuanto a estos
trastornos.
Oligohidramnios
¿Cómo se diagnostican el oligohidramnios y el polihidramnios?
Un examen por ultrasonido permite diagnosticar si hay poco o demasiado líquido amniótico.
Generalmente, los médicos miden la profundidad del líquido en cuatro cuadrantes del útero y
los suman. A este método para medir la cantidad de líquido amniótico se lo conoce como
índice de líquido amniótico (ILA). Si la profundidad del líquido amniótico mide menos de 5
centímetros, la mujer embarazada sufre de oligohidramnios. Si el nivel del líquido es de más de
25 centímetros, la mujer sufre de polihidramnios.
¿Cuáles son los trastornos fetales y las complicaciones que se pueden presentar durante el
embarazo que están relacionados con el oligohidramnios?
Los problemas relacionados con la escasez de líquido amniótico difieren según la etapa en que
se encuentre el embarazo. Cuando el oligohidramnios se produce durante la primera mitad del
embarazo, es más probable que se presenten consecuencias graves que si se produce durante
el último trimestre. La escasez de líquido amniótico al principio del embarazo puede hacer que
los órganos del feto se compriman y puede provocar defectos de nacimiento, como
malformaciones en los pulmones y en los miembros. El oligohidramnios que se desarrolla
durante la primera mitad del embarazo también aumenta el riesgo de aborto espontáneo,
parto prematuro o parto de un bebé muerto.
Además de los exámenes por ultrasonido, es probable que el médico recomiende que se
realicen análisis del bienestar del feto como, por ejemplo, pruebas de estrés y de estrés
durante las contracciones, que miden el ritmo cardíaco del feto. Estas pruebas pueden
indicarle al médico si existe sufrimiento fetal. En tal caso, es probable que el médico aconseje
que se induzca el parto para evitar que se produzcan problemas más graves.
Los bebés en gestación con deficiencia de crecimiento cuyas madres sufren de oligohidramnios
están expuestos a un riesgo mayor de sufrir complicaciones tales como, asfixia, tanto antes
como durante el parto. Las madres de bebés que presentan estos problemas se deben
controlar cuidadosamente y a veces es necesario internarlas. Si una mujer sufre de
oligohidramnios severo cerca del momento del alumbramiento, es posible que el médico
sugiera que se le introduzca agua salada (una solución salina) en el útero a través del cuello
uterino. Esto puede ayudar a reducir las complicaciones durante el trabajo de parto y el
alumbramiento y disminuye la necesidad de una cesárea. Los estudios sugieren que este
método es especialmente beneficioso cuando el control del ritmo cardíaco del feto indica
sufrimiento fetal. Algunos estudios también indican que las mujeres con oligohidramnios
pueden ayudar a que los niveles de líquido amniótico aumenten ingiriendo cantidades de agua
adicionales. Asimismo, muchos médicos recomiendan la reducción de la actividad física o
incluso aconsejan el reposo en cama. Una mujer embarazada que sufre de oligohidramnios
debe consultar con el médico en cuanto al tratamiento más adecuado para su caso, si fuera
necesario que realice algún tratamiento.
Polihidramnios
¿Qué tan común es el polihidramnios?
Alrededor del 2 por ciento de las mujeres embarazadas tienen demasiada cantidad de líquido
amniótico. La mayoría de los casos son leves y vienen como resultado de una acumulación
gradual de líquido excesivo durante la segunda mitad del embarazo. Sin embargo, un
porcentaje menor de mujeres sufren una rápida acumulación del líquido durante las primeras
16 semanas del embarazo, lo que generalmente da como resultado que se produzca un parto
prematuro.
Cerca de la mitad de las veces, el polihidramnios se cura sin que sea necesario realizar ningún
tipo de tratamiento. En otros casos, puede desaparecer cuando se corrige el problema que lo
provoca. Por ejemplo, el tratamiento de los niveles elevados de azúcar en sangre en las
mujeres que sufren diabetes o el tratamiento de determinados trastornos del ritmo cardíaco
fetal (medicando a la madre) a menudo disminuye los niveles de líquido amniótico.
Los médicos generalmente controlan minuciosamente a las mujeres que sufren polihidramnios
realizándoles exámenes por ultrasonido una vez por semana (o más a menudo) para controlar
los niveles de líquido amniótico. Habitualmente también se recomienda realizar pruebas del
bienestar fetal para verificar si hay signos de sufrimiento fetal. Si la mujer embarazada siente
demasiado malestar, el médico puede recetarle un medicamento llamado indometacina. Este
medicamento ayuda a disminuir la producción de orina fetal y reduce los niveles de líquido
amniótico. También se puede practicar una amniocentesis para drenar el exceso de líquido.
Este proceso, que se puede repetir varias veces, puede disminuir los síntomas y prolongar el
embarazo.
Si las pruebas indican que la madre y el feto están en buen estado de salud, la mujer que sufre
de polihidramnios leve cerca del momento del parto por lo general no necesita tener ningún
tipo de tratamiento. Si bien aumenta el riesgo de que se le practique una cesárea, el riesgo de
que sufra de otras complicaciones es leve, y es probable que el feto esté en buenas
condiciones de salud.
Si el líquido amniótico es de color distinto al normal ¿significa que hay riesgos para el bebé?
El líquido amniótico normal es traslúcido o amarillento. La coloración anormal que se detecta
durante la amniocentesis o en el momento del parto a veces puede sugerir que hay algún
problema. El líquido de color verde o marrón generalmente indica que el feto ha realizado una
descarga de materia fecal. Esto puede ser una señal de sufrimiento fetal. El líquido de color
rosado sugiere que hay hemorragia, mientras que el líquido amniótico de color vino indica una
hemorragia ocurrida en el pasado. Estas condiciones pueden tener poca o ninguna
importancia, pero es posible que se sugiera realizar algún análisis para detectar las causas
probables.
ORIGEN Y CIRCULACION DEL LIQUIDO AMNIOTICO
Ya HIPOCRATES sostenía que el LA provenía del feto (orina).-
HARVEY (1961), sostenía la participación activa fetal en la renovación del LA (deglución).-
A los 12 días post-fecundación, se forma una hendidura adyacente a la lámina embrionaria,
que crece rápidamente. El amnios envolvente se fusiona, primero con el tallo corporal y luego
con el corion, formándose el saco amniótico, lleno de líquido incoloro.-
A las 9 semanas, la cavidad amniótica está totalmente formada, y el LA rodea al feto.-
El LA mantiene constante intercambio con las circulaciones materna y fetal.-
Hasta las 20 semanas, la participación materna es fundamental en la formación del LA, con
algunas secesiones fetales, digestivas y respiratorias, y escasa participación de la membrana
amniótica. Existe, a esta edad gestacional (EG), una gran similitud entre el LA y el plasma
materno, que puede considerarse una diálisis materna.-
A partir de las 20 semanas, comienza la participación fetal en la formación del LA, cada vez
más relevante, fundamentalmente a través de los riñones y pulmones. El funcionamiento renal
fetal comienza hacia las 14 semanas, pero muy poco importante.-
a) Participación Del Riñón Fetal: puesta de manifiesto por el incremento progresivo, en el LA,
de la urea, creatinina, ácido úrico, y disminución de la osmolaridad. El aporte renal al LA a las
18 semanas gestacionales, es de unos 7 ml /día; a las 25 semanas, de unos 60 ml /día; al
término, de unos 600 ml /día. Además, aporta sustancias osmóticamente activas. Al término,
la orina fetal es isotónica respecto al plasma materno. El riñón fetal es capaz de modificar la
composición de la orina en respuesta a estímulos como: cambios en el volumen circulatorio,
stress fetal, actividades hormonales (vasopresina, aldosterona).-
b) Participación Respiratoria Fetal: se la puede inferir porque el polihidramnios se relaciona
con atresia tráqueoesofágica, y la concentración del surfactante pulmonar aumenta al término
del embarazo. La contribución respiratoria al LA, no se equipara a otros órganos.-
c) Participación Digestiva Fetal: evidenciada por la relación del polihidramnios con las
atresias del tubo digestivo (esófago, duodeno, yeyuno). Habría un mecanismo regulador del
intestino, en la depuración del LA y en la reabsorción del Na y del agua. La depuración
aumenta con la edad gestacional, siendo de unos 7 ml /día a las 16 semanas, y de unos 500
ml /día al término. No se conocen los mecanismos reguladores de la deglución fetal.-
d) Participación De La Placenta Y Membranas Ovulares: la transferencia de sustancias a
través de las membranas ovulares, se realiza por dos mecanismos:
d.1) Flujo No Difusional: por los canales intercelulares.-
d.2) Flujo Difusional: mecanismo regulado por gradientes osmóticos e hidrostáticos.-
La difusión de una sustancia, depende de su peso molecular y su solubilidad en los lípidos de
membrana. A las 20 semanas gestacionales, las fuerzas osmóticas e hidrostáticas, favorecen el
paso de agua y solutos desde el compartimento materno hacia el LA. Luego este gradiente se
invierte. Al término del embarazo, las diferencias de fuerzas osmóticas entre la amniótica y la
materna, permiten el paso de 4 veces más agua hacia el compartimiento materno, que a las 20
semanas.-
e) Participación De La Vascularización Materna: es diferente, según se trate de:
e.1) Corion Calvo: tiene escasa vascularización, con mínimos intercambios de
membranas.-
e.2) Placenta: donde el corion y amnios se encuentran en estrecho contacto con la
circulación materna, con importantes intercambios de membranas. Este mecanismo estaría
regulado por la prolactina decidual.-
f) Otros Sitios De Intercambios: se han descripto que pueden ser:
f.1) La Piel Fetal: es permeable al agua y electrolitos, al comienzo del embarazo,
impermeabilizándose a partir de las 20 semanas gestacionales, por queratinización.-
f.2) El Cordón Umbilical: controvertido como sitio de intercambios.-
Líquido amniótico
Es un líquido claro y ligeramente amarillento que rodea el bebé dentro del útero (feto) durante
el embarazo y que está contenido en el saco amniótico.
Información
Una cantidad excesiva de líquido amniótico se denomina polihidramnios y puede ocurrir con
embarazos múltiples (mellizos o trillizos), anomalías congénitas (problemas que existen
cuando el bebé nace) o diabetes gestacional.
Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden llevar a que el médico vigile el
embarazo con mayor cuidado. La extracción de una muestra de líquido amniótico, a través de
una amniocentesis, puede proporcionar información con respecto al sexo, estado de salud y
desarrollo del feto.
Amniocentesis
Es un examen que se realiza durante el embarazo, en el cual se extrae una pequeña cantidad
de líquido del saco que rodea el feto para buscar anomalías congénitas y problemas
cromosómicos.
El médico encontrará la ubicación exacta del feto generalmente realizando una ecografía del
embarazo.
Su vejiga tiene que estar llena para la ecografía. No hay restricciones con respecto a alimentos
o bebidas.
Es necesario llevar una muestra de sangre para determinar el grupo sanguíneo y el factor Rh. A
usted le pueden aplicar una inyección de un medicamento llamado Rhogam si es Rh negativa.
Si se utiliza anestesia, se puede experimentar una sensación aguda y punzante durante algunos
segundos. Cuando la aguja penetra el saco amniótico, se puede sentir un dolor agudo que
durará unos pocos segundos.
Algunas mujeres tienen la sensación de presión en la parte inferior del abdomen cuando se
extrae el líquido y, después del procedimiento, se pueden presentar pequeños calambres.
Anencefalia
Síndrome de Down
Infección
Incompatibilidad Rh
Algunas veces, este examen también se hace a finales del embarazo para determinar si los
pulmones del bebé están desarrollados en caso de presentarse una afección que requiera
parto prematuro.
Valores normales
Determinar qué tan bien se han desarrollado los pulmones del bebé
Diagnosticar incompatibilidad Rh
La prueba de ADN está disponible para muchas de las enfermedades que se pueden detectar
durante la amniocentesis. Consulte con el obstetra o el genetista si tiene una inquietud acerca
de una enfermedad específica.
Riesgos
Aborto espontáneo
Sangrado vaginal
Consideraciones
Pueden existir alternativas para la amniocentesis. Hable de estos otros exámenes con el
médico.
Consiste en la punción de la pared abdominal de la embarazada con una jeringa, hasta llegar al
saco amniótico. En algunos casos, puede aplicarse anestesia local en la zona de punción,
aunque en general no es necesario. El proceso puede ser guiado mediante la realización de
una ecografía.
El líquido puede ser analizado para conocer el grado de madurez pulmonar del feto, realizar
estudios genéticos y cromosomales, evaluar el riesgo de espina bífida o la existencia de
infección. La información obtenida del estudio y análisis del líquido amniótico, permite la toma
de decisiones sobre el embarazo.
En la mayoría de los casos es un procedimiento muy bien tolerado, aunque en algunos casos se
pueden producir contracciones uterinas y sensación de molestias abdominales.
¿Para qué se indica? Una de las indicaciones más frecuentes para la realización de
amniocentesis es el estudio cromosomal del feto, para la identificación de anomalías
cromosomales (el síndrome de Down o trisomía 21 es la más frecuente). A partir de los 35
años de edad de la madre, aumenta la probabilidad de defectos cromosómicos en el hijo. Por
ello, la indicación más frecuente es el estudio de posibles anomalías cromosomales en mujeres
embarazadas que van a dar a luz con 35 o más años, en el caso de que la mujer desee
interrumpir el embarazo, o cuando se sospechen otros problemas y fuera posible considerar el
tratamiento intrauterino.
Infección intrauterina.
¿En qué momento del embarazo se realiza? La amniocentesis realizada para estudios
genéticos y cromosomales se realiza habitualmente entre las semanas 15 y 18 del embarazo.
Los estudios de madurez pulmonar suelen realizarse entre las semanas 32 y 36. En el resto de
situaciones, depende del momento y necesidad de adoptar las pautas terapéuticas. ¿Qué
riesgos conlleva? En general la amniocentesis es una prueba segura, con un riesgo de
interrupción del embarazo menor del 1%. Otros posibles efectos secundarios es la hemorragia
o la pérdida vaginal de líquido amniótico, que suelen resolverse por sí solos mediante reposo.