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Otras Alteraciones de La Placenta

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Otras alteraciones de la placenta. Patología del amnios. Rotura prematura de membranas.

Patología del cordón umbilical.

1. Alteraciones de la placenta:

a) Angioma corial: Alteraciones vasculares en el desarrollo embrionario que pueden tener


como consecuencia la formación de una auténtica tumoración circunscrita, que alguna vez se
extiende a toda la placenta. El tumor es neoformaciones capilares con trabéculas conjuntivas.

b) Infartos

- Blancos: en la cara uterina de la mayoría de las placentas maduras. Láminas de tejido fibroso
representadas por vellosidades coreales degeneradas.

- Rojos: nódulos hemorrágicos en el espesor placentario cercanos a la superficie materna. Son


expresión de enfermedad materna, hipertensión arterial...

c) Quistes: Asiento subcoreal o intervelloso, de contenido seroso o serohemático. Está en las


proximidades del cordón y la repercusión clínica es nula.

d) Inflamación: Placentitis, puede llegar a formar abscesos.

e) Edema: Forma parte de cuadros como hidrops, sífilis, cardiopatías, nefritis.

f) Calcificación distrófica: Por la carga uterina, sin significación patológica.

g) Placenta marginata: Anillo de fibrina en la cara fetal. Amnios y corion no nacen


directamente del borde placentario y los vasos terminan en el anillo fibrinoso. Pueden
producirse hemorragias durante el embarazo y en el alumbramiento.

h) Placenta Circumvallata: Variedad de marginata con un anillo especialmente elevado.

 
i) Placenta fungiforme: Variedad de marginata invertida, en casos de embarazo angular o de
embarazo ectópico intersticial.

j) Alteraciones en el tamaño

- Placenta membranosa: gran extensión con espesor reducido.

- Placenta pequeña.

k) Alteraciones en la forma

l) Placenta Accreta: Placenta que por penetrar excesivamente no se desprende en el


alumbramiento. Las causas son múltiples:

- Inserción topográficamente anómala

- Hiperplasia del endometrio

- Miomas submucosos o malformaciones uterinas

- Trastornos diversos.

2. Alteraciones de las membranas fetales

a) Embarazo extramembranáceo. Rotura precoz de membranas que hace que el feto se


desarrollo en el útero fuera del amnios, sin líquido amniótico. Aborto o nato generalmente
muerto.

b) Amnios nodoso. Presencia diseminada de formaciones sólidas, duras, de color grisáceo.


Aparece en oliogoamnios. Son cúmulos de células epiteliales.

c) Bridas Amnióticas. Adherencias del amnios al feto que cursa con anomalías fetales. Bridas:
cordones o ligamentos de mm de diámetro, inextensible. Son bandas de colágeno capaces de
producirse constricciones anulares de los miembros. Etiología: rotura aislada y temprana del
amnios o por el propio desarrollo de la cavidad amniótica.

d) Hidramnios o polihidramnios
 

Concepto: volumen de líquido amniótico superior a 2 litros. Se asocia con una mayor
mortalidad perinatal y grandes molestias a la madre. Puede ser:

-          Agudo: comienzo brusco, compresivo y conduce a aborto o pretérmino.

-          Crónico: Inicio más tardío con fenómenos compresivos maternos y complicaciones
perinatales.

Etiología:

-          Idiopático

-          Diabetes materna

-          Malformaciones fetales: atresia esofágica, alteraciones en el sistema nervioso central


(SNC)

-          Enfermedad hemolítica perinatal

-          Embarazo gemelar

Diagnóstico

-          Agudo: Aumento del volumen abdominal rápido y brutal. Dolor. Síntomas funcionales
respiratorios y cardiacos. La ecografía establece el diagnóstico definitivo

-          Crónico: por exploración

Conducta

- Evitar las posibles complicaciones

- Aliviar síntomas maternos.

El parto debe vigilarse, es lento y hay posibilidad de hemorragia del alumbramiento por atonía
uterina. En el caso de hidramnios agudo a veces hay que romper las membranas por vía
vaginal. En el hidramnios crónico hay que recurrir al tratamiento, consistente en:

- Descompresión mediante amniocentesis

- Indometacina
- Inhibidores de la prostaglandina sintetasa.

 Polihidramios es la anormalidad del líquido amniótico por presentar una cantidad


excesiva de líquido. Normalmente el útero contiene cerca de un litro de este fluido y
cualquier cantidad que supere los dos litros es anormal. La acumulación de más de tres
litros se presenta en un embarazo por cada mil y probablemente ocurren proporciones
menores de hidramnios en uno de cada ciento cincuenta nacimientos. La aparición de
grandes cantidades de líquido dentro de un lapso de unos cuantos días es rara y se ve
en menos de uno de cada cuatro mil embarazos.

El polihidramnios se produce generalmente en asociación con algunas anormalidades del feto,


en particular con:

o Anormalidades de los sistemas nervioso, digestivo y renal.

o Cuando presenta eritroblastosis (una enfermedad que resulta de la


incompatibilidad entre la sangre materna y la del bebé).

o Cuando hay más de un feto.

o Cuando la madre padece diabetes o preeclampsia.

o Casi todos los embarazos en los cuales el feto presenta obstrucción del
esófago, y en 50% de quellos en que existen graves anormalidades cerebrales.

El polihidramnios agudo genera la distensión extremada y rápida, además del crecimiento del
útero. La madre siente dolor abdominal, náusea, vómito y dificultad para respirar. Su sistema
cardiovascular se somete a un gran estrés y puede presentar síntomas de falla cardiaca. Los
pies y las piernas se hinchan. Todas estas manifestaciones son producto de la presión que el
rápido crecimiento del útero ejerce sobre el resto de las vísceras. Por lo general, el hidramnios
crónico hace que el útero crecido provoque la suficiente presión para que la persona afectada
se sienta incómoda.
La causa del polihidramnios se desconoce, aunque se cree que hay una reducción en la
cantidad de fluido que pasa del feto a la madre y un aumento en la cantidad que pasa del feto
al saco amniótico. Esto podría explicar la relación entre las anormalidades del feto y el
polihidramnios.

Muchos de los embarazos complicados por el polihidramnios terminan prematuramente. El


feto tiene mayores probabilidades de sufrir anormalidades congénitas. Cerca de 50% de los
bebés se han perdido en los casos reportados de este problema. Entre mayor es la cantidad de
fluido, mayor es la mortalidad fetal.

Asimismo, las mujeres con polihidramnios corren mayores riesgos: la separación prematura de
la placenta y la hemorragia postparto son las dos complicaciones maternas principales
asociadas con él. La eliminación del exceso de líquido es la única medida efectiva para el
manejo de este mal.
El tratamiento se puede llevar a cabo perforando las membranas a través del cuello de la
matriz o, de preferencia, insertando una aguja a través de las paredes abdominal y del útero,
con cuidado de no dañar los intestinos de la madre o la placenta. Ambos procedimientos
pueden inducir el parto. Por otra parte, cuando la cantidad de líquido adicional es pequeña, no
es necesario ningún tratamiento.

Líquido amniótico

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El líquido amniótico es un líquido producido por el feto y que lo rodea durante el embarazo.
Actúa principalmente como protección para el feto y proporciona una temperatura estable,
amortiguación ante traumatismos externos y permite la libre circulación necesarios para el
normal desarrollo de los pulmones.

El líquido amniótico es un fluido líquido que rodea y amortigua al embrión y luego al feto en
desarrollo en el interior del saco amniótico. Permite al feto caminar y saltar dentro de la pared
del útero sin que las paredes de éste se ajusten demasiado a su cuerpo. También le
proporciona sustentación hidráulica. El líquido amniótico es producido principalmente por la
madre hasta las 17 semanas de gestación.

El saco amniótico crece y comienza a llenarse, principalmente con agua dos semanas después
de la fertilización. Tras 10 semanas después el líquido contiene proteínas, carbohidratos,
lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos, todos los cuales ayudan al desarrollo del feto. En los
últimos estudios de gestación la mayor parte del líquido amniótico está compuesto por orina
fetal.

Los últimos trabajos realizados por un grupo de investigadores dirigidos por Anthony Atala de
la Universidad Wake Forest y un equipo de la Universidad Harvard ha descubierto que el
líquido amniótico también es una fuente de abundantes células madre no embrionarias.[1] Se
ha demostrado que estas células poseen la capacidad de diferenciarse en diversos tipos
celulares, entre otras el neuronal, hepático y óseo.

La ruptura de aguas se produce cuando el saco amniótico libera su contenido. Cuando esto
sucede durante el parto al final de la gestación, se le llama "ruptura espontánea de
membranas". Si la ruptura precede al término del parto, se le llama "ruptura prematura de
membranas". La mayor parte de los demás líquidos permanecen en el interior del útero hasta
que el feto nace.[2]

[editar] Patologías

El líquido amniótico alcanza su volumen máximo aproximadamente a las 34 semanas del


embarazo, cuando llega a un promedio de 800 ml.[3] El defecto de líquido amniótico
(oligohidramnios) o el exceso (polihidramnios) puede ser la causa o el indicador de problemas
para la madre y el feto. En ambos casos la mayor parte de los embarazos continúan con
normalidad y el recién nacido viene al mundo de forma saludable pero no siempre se da el
caso. Los fetos que se han desarrollado en ambientes con poco líquido amniótico pueden
desarrollar contracturas de las extremidades, zopedad (torcimiento) de pies y manos y
también el desarrollo de una afección peligrosa para la vida llamada hipoplasia pulmonar. Si
este es el caso en un recién nacido, es decir, que sus pulmones son hipoplásicos, lo que
significa que estos órganos están infradesarrollados y son pequeños, la situación es
potencialmente mortal y el neonato puede fallecer poco después del parto.

En todas las consultas prenatales el obstetra o ginecólogo debería medir la altura fundal
midiéndolo con cinta métrica. Es importante que se mida adecuadamente la altura fundal y
que se registre para asegurar que el crecimiento fetal sea correcto y que se incremente el
fluido amniótico. El obstetra o ginecólogo debería realizar también una ecografía rutinaria. El
oligohidramnios se puede producir por infección, disfunción renal o malformaciones; también
por intervenciones como la toma de muestras de vellosidades coriónicas y un patrón de
ruptura prematura de membrana

El oligohidramnios se puede tratar en ocasiones con reposo en cama, rehidratación oral e


intravenosa, antibióticos, esteroides y amnioinfusión.

El polihidramnios es un factor de riesgo que predispone al prolapso de cordón umbilical y en


ocasiones es un efecto secundario del embarazo macrosómico. El hidramnios se asocia con la
atresia de esófago.

El patrón de ruptura prematura de membranas es un estado en el que el saco amniótico tiene


fugas de líquido antes de la 38 semana de gestación. Esto puede estar provocado por una
infección bacteriana o por un defecto en la estructura del saco amniótico, el útero o el cérvix.
En algunos casos la fuga puede cicatrizar espontáneamente, pero en la mayor parte de los
casos el parto comienza en 48 horas de la ruptura de membranas. Cuando esto sucede es
necesario que la madre reciba tratamiento para evitar la posible infección del neonato.

La embolia de líquido amniótico es una complicación obstétrica frecuentemente mortal que


produce coagulación intravascular diseminada.
Oligohidramnios
Cuando una mujer tiene oligohidramnios, el nivel de líquido amniótico que rodea al bebé está
muy bajo. Para entender cómo esta condición puede afectar su salud y la de su bebé, le puede
ayudar saber sobre el papel que el líquido amniótico juega en un embarazo sano.

Lo que debe saber sobre el líquido amniótico


El líquido amniótico que rodea el cuerpo del feto cumple un papel importante en su desarrollo
normal. Este líquido translúcido rodea y protege al feto y le proporciona fluidos. Durante el
segundo trimestre, el feto es capaz de inhalar el fluido, de modo tal que entra en sus
pulmones, y de tragarlo, promoviendo el desarrollo y el crecimiento normal de los pulmones y
del sistema gastrointestinal. El líquido amniótico también permite que el feto se mueva, lo que
ayuda en el desarrollo normal de los músculos y de los huesos.

El saco amniótico que contiene al embrión se forma alrededor de 12 días después de la


concepción. El líquido amniótico comienza a llenar el saco de forma inmediata. Durante las
primeras semanas del embarazo, el líquido amniótico está compuesto principalmente de agua
suministrada por la madre. Después de unas 20 semanas, el fluido está compuesto
principalmente por orina fetal.

La cantidad de líquido amniótico aumenta aproximadamente hasta la semana 36 de


embarazo. A ese tiempo, usted tiene aproximadamente 1 cuarto de galón de líquido
amniótico. Después de ese momento, el nivel de líquido empieza a disminuir.

Lo que debe saber sobre el oligohidramnios


Oligohidramnios es un término médico que significa "poco líquido amniótico". Esta condición
afecta a aproximadamente 4 embarazos de cada 100. Puede desarrollarse en cualquier
momento durante el embarazo, aunque es más común en el último trimestre. Alrededor de 1
de cada 8 mujeres cuyos embarazos se prolongan dos semanas después de la fecha prevista
para el parto, desarrolla oligohidramnios debido a que los niveles de líquido amniótico bajan
en forma natural.

El oligohidramnios se diagnostica mediante ultrasonido. No se conoce a ciencia cierta las


causas de esta condición. Algunas mujeres embarazadas que desarrollan oligohidramnios no
presentan ningún factor de riesgo. Algunas causas son:

 Ciertos defectos de nacimiento en el bebé 

 La ruptura de las membranas (desgarre o rotura del saco que sostiene el líquido
amniótico)

 Un embarazo de 2 semanas post-término

 Una condición de salud en la mujer embarazada, como la alta presión arterial, la


diabetes o el lupus

Los defectos de nacimiento que afectan los riñones y el tracto urinario pueden causar este
problema. Los bebés con estos defectos de nacimiento producen menos orina, el componente
principal del líquido amniótico.

El efecto del oligohidramnios depende de la causa, la etapa del embarazo en la que se


produce, y del nivel de líquido amniótico.

En los primeros dos trimestres del embarazo, el oligohidramnios está asociado con defectos de
nacimiento en los pulmones y extremidades. Durante este periodo, el
oligohidramnios aumenta el riesgo de aborto espontáneo, nacimiento prematuro y nacimiento
sin vida.

Cuando el oligohidramnios se produce en el tercer trimestre de embarazo, se asocia con el


crecimiento insuficiente del feto, complicaciones durante el parto y alumbramiento, y
aumenta el riesgo del parto por cesárea.

Las mujeres que han tenido un embarazo normal y desarrollan oligohidramnios cerca de la


fecha probable de parto, probablemente no necesitan tratamiento. Es muy probable que los
bebés de estas mujeres nazcan sanos. Sin embargo, su profesional la controlará
cuidadosamente. El tratamiento, si es indicado, puede incluir el reemplazar el líquido
amniótico con un sustituto artificial. 

Qué puede hacer


Lo mejor que puede hacer es asistir a todas sus visitas de cuidados prenatales. Una de las cosas
que su médico controlará es el tamaño de su abdomen y la cantidad de líquido amniótico que
tiene en el interior del útero. Si desarrolla un problema, su médico tomará las medidas
necesarias para evitar otras complicaciones para usted y su bebé.

Las mujeres que tienen un riesgo mayor de desarrollar oligohidramnios incluyen aquellas con
alta presión arterial, diabetes y lupus. Si tiene cualquiera de estas condiciones, asegúrese de
dejarle saber a su médico.

Si usted tiene altra presión arterial:


 Consulte a su médico antes del embarazo o en cuanto crea estar embarazada.

 Asegúrese de que los medicamentos que está tomando son seguros durante el
embarazo.

 Asegúrese de que su presión arterial está bajo control.

Si usted es diagnosticada con oligohidramnios, es importante que continue alimentándose


bien, beba suficientes líquidos (preferiblemente agua), descanse más, evite fumar y llame a su
médico de inmediato si presenta señales del parto prematuro.

Oligohidramnios es un término médico que significa poco líquido amniótico. Afecta a menos
del 10% de los embarazos, y aunque es más común que se desarrolle en el último trimestre,
puede aparecer en cualquier nivel del embarazo. Las causas son aún desconocidas, pudiendo
ocurrir en mujeres sin ningún factor de riesgo durante su embarazo. Es un trastorno que se
diagnostica durante un ultrasonido—revelando un índice de líquido amniótico menor de 5cm
cubicos—y debe ser tratado por un profesional de la salud especializado.[1]

El uso de oligohidramnios como predictor de complicaciones gestacionales permanece aún


controversial.[2] [3]

[editar] Etiología

Por lo general, un oligohidramnios es causado por anormalidades del tracto urinario fetal, tales
como la agenesia renal bilateral,[4] riñones poliquísticos u obstrucción genitourinario fetal.[5]
Una insuficiencia uteroplacentaria es otra causa común, así como la arteria umbilical única.[5]
La mayoría de estas anomalías pueden ser detectadas por la ecografía obstétrica.

[editar] Complicaciones

La tasa bruta de mortalidad es alta en el oligohidramnios. La falta de líquido amniótico permite


la compresión del abdomen del feto, lo que limita el movimiento de su diafragma. Además de
la fijación de la pared torácica, la falta de líquido amniótico que fluye dentro y fuera del
pulmón fetal lleva a hipoplasia pulmonar. Oligohidramnios también se asocia con manchas de
meconio sobre el líquido amniótico, anomalías de la conducción eléctrica del corazón fetal, la
compresión del cordón umbilical, la mala tolerancia durante el trabajo de parto, la reducción
de las puntuaciones del Test de Apgar, y acidosis fetal.[6] En los casos de restricción del
crecimiento intrauterino, el grado de oligohidramnios es a menudo proporcional a la
restricción del crecimiento fetal, con frecuencia refleja la magnitud de la disfunción
placentaria, y se asocia con un aumento correspondiente en la ruptura prematura de
membranas.[6

El saco amniótico es la cubierta de dos membranas que cubre al embrión y que se forma entre
el octavo y noveno día de la fecundación. La membrana interna llamada amnios contiene el
líquido amniótico y el feto en su interior. La membrana exterior, llamado corion, contiene el
amnios y es parte de la placenta. El saco amniótico se utiliza en oftalmología para reconstruir y
tratar lesiones de la superficie ocular, tanto en la córnea como en la conjuntiva, en tratamiento
de quemaduras, en cirugía reparadora y maxilofacial.

El amnios es una fina membrana que envuelve y protege al embrión y esta lleno de fluido
salino llamado líquido amniótico. El amnios permite los movimientos fetales, ofrece protección
contra eventuales golpes, ya que flota en el líquido, y permite que las sustancias de desecho
ingresen a la circulación materna para su excreción.
Durante el embarazo, dicho líquido amniótico aumenta en volumen a medida que el feto
crece. Este volumen alcanza su punto máximo aproximadamente en la semana 34 de
gestación, cuando llega a un promedio de 800 ml. Aproximadamente 600 ml de líquido
amniótico rodean al bebé a término (a la semana 40 de la gestación). El bebé hace circular
constantemente este líquido al tragarlo e inhalarlo y reemplazarlo a través de la "exhalación" y
la micción.

El líquido amniótico cumple numerosas funciones para el feto:

 Protege al feto de las lesiones externas al amortiguar golpes o movimientos súbitos.

 Permite el movimiento libre del feto y el desarrollo musculoesquelético simétrico.

 Mantiene al feto a una temperatura relativamente constante para el medio ambiente.

 Permite el desarrollo apropiado de los pulmones.

El trastorno en el que se presenta una cantidad excesiva de líquido amniótico se denomina


polihidramnios o hidramnios, que con frecuencia acompaña a los embarazos múltiples
(mellizos o trillizos), anomalías congénitas o a la diabetes gestacional.

El trastorno en la que hay una disminución de cantidad de líquido amniótico se denomina


oligohidramnios u oligoamnios, y puede acompañar a embarazos postérmino, ruptura de
membranas, disfunción placentaria, síndrome hipertensivo del embarazo o anomalías fetales
(síndrome de Potter, síndrome de Adams).

Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden motivar un control adicional del
embarazo.

La extracción de una muestra de líquido amniótico se denomina amniocentesis y puede


proporcionar información con respecto al sexo, estado de salud y madurez del feto.

El líquido amniótico es una fuente importante de células madre que se pueden utilizar para
tratamientos médicos de última generación.
El saco amniótico es, por decirlo de alguna manera sencilla, el “lugar” en el que se desarrollará
el bebé durante los nueve meses del embarazo, la bolsa que protege al feto y le proporciona el
entorno adecuado para desarrollarse correctamente.

A medida que aumenta de volumen, el embrión se aleja de la zona de implantación en la pared


del útero. Al mismo tiempo (alrededor del octavo y noveno día de la fecundación) se forma
una cavidad a su alrededor: el saco amniótico, o como vulgarmente se le llama, la bolsa de las
aguas. Se llama así porque su interior se llena rápidamente de un líquido que será el medio en
el que el embrión flotará durante su gestación: el líquido amniótico.

El saco amniótico va progresivamente aumentando de tamaño y acaba ocupando por


completo el útero alrededor de la semana 10 de embarazo. El futuro bebé vivirá en esta
cavidad durante los nueve meses de gestación, flotando en el líquido amniótico (que toma su
nombre la membrana que lo rodea, el amnios).

INTRODUCCION
El líquido amniótico rodea al feto intraútero y cumple funciones importantes como la
protección contra traumatismos, propiedades antibacterianas, asegura la hidratación del feto,
suministra sales minerales y nutrientes para su desarrollo, facilita los movimientos fetales
evitando las adherencias a la membrana amniótica, permite además el desarrollo del sistema
músculo-esquelético fetal y del tubo digestivo, así como la maduración y desarrollo pulmonar.
Durante la primera mitad del embarazo es una constante determinada por el desarrollo
embrionario, mientras que en la segunda mitad es derivado del metabolismo materno-
placentario-fetal. El líquido amniótico está constituido por agua, electrólitos, substratos,
fosfolípidos y hormonas, se produce en la membrana amniótica, piel, orina, líquido pulmonar
fetal, y en menor cuantía por la secreción de las cavidades nasales. Además se encuentra en
constante renovación y eliminación (deglución fetal y absorción hacia la sangre por vía
intramembranosa). El volumen de líquido amniótico se mantiene por un balance entre la
producción y la absorción, aumenta conforme avanza el embarazo. Durante el segundo
trimestre incrementa 10 ml diario, alcanza 500 ml a las 20 semanas, aumenta hasta 1000 ml a
las 34 semanas y disminuye 800-900 ml al término del embarazo. Si aumenta entre 1500-2000
ml hay exceso de líquido y por encima de dos litros se designa como polihidramnios o
hidramnios y puede ser agudo o crónico. El embarazo con polihidramnios constituye un riesgo
tanto para la madre (distocia en el parto, cesáreas, sangramiento postparto) como para el feto
(parto pretérmino, crecimiento intrauterino retardado, rotura prematura de membranas,
prolapso del cordón, presentaciones anómalas, hematoma retroplacentario, malformaciones y
muertes). El diagnóstico se realiza por el examen físico del abdomen de la paciente y la
medición del volumen de líquido amniótico por ultrasonido.

Teniendo en cuenta la incidencia del polihidramnios y su relación con la morbilidad


maternofetal, nos motivamos a realizar una revisión bibliográfica para ponerla a consideración
del estudiantado.

Objetivos 
- General
1. Brindar los aspectos más actualizados y relevantes de las características del líquido
amniótico y sus complicaciones más importantes como instrumento de ayuda del proceso de
enseñanza – aprendizaje en la carrera de medicina.
- Específicos:
1. Revisar en relación al líquido amniótico:
· Concepto.
· Funciones.
· Origen y circulación.
· Composición y caracteres físicos.
· Exploraciones complementarias más usadas.
· Medición y resultados del índice de Líquido Amniótico.
2. Relacionar los principales aspectos con relación al oligoamnios u oligohidramnios.
3. Relacionar los principales aspectos con relación al poliamnios o polihidramnios.
3. Lograr una revisión de los principales aspectos del líquido amniótico que perfeccione el
proceso aprendizaje de este en la carrera de medicina.

Desarrollo
Concepto:
Es un líquido claro y ligeramente amarillento que rodea el bebé dentro del útero (feto) durante
el embarazo y que está contenido en el saco amniótico.

Funciones del líquido amniótico: 


Son numerosas las funciones que se le reconocen al líquido amniótico (LA):
a) Un medio en el que el feto se mueve libremente.
b) Es protección fetal para las agresiones externas.
c) Mantiene una temperatura fetal uniforme.
d) Protección fetal a las agresiones por contracciones.
e) Constituye un ambiente óptimo para el crecimiento y desarrollo fetal.
f) Es un medio útil para valorar la salud y la madurez fetal.
g) Es un medio útil para administrar medicación al feto. 
h) Es un elemento favorecedor de la dilatación cervical.
I) El líquido amniótico es también una valiosa fuente de células madre.

Origen y circulación del líquido amniótico:


A los 12 días post-fecundación, se forma una hendidura adyacente a la lámina embrionaria,
que crece rápidamente. El amnios envolvente se fusiona, primero con el tallo corporal y luego
con el corion, formándose el saco amniótico, lleno de líquido incoloro. A las 9 semanas, la
cavidad amniótica está totalmente formada, y el LA rodea al feto. El LA mantiene constante
intercambio con las circulaciones materna y fetal. Hasta las 20 semanas, la participación
materna es fundamental en la formación del LA, con algunas secesiones fetales, digestivas y
respiratorias, y escasa participación de la membrana amniótica. Existe, a esta edad gestacional
(EG), una gran similitud entre el LA y el plasma materno, que puede considerarse una diálisis
materna. A partir de las 20 semanas, comienza la participación fetal en la formación del LA,
cada vez más relevante, fundamentalmente a través de los riñones y pulmones. El
funcionamiento renal fetal comienza hacia las 14 semanas, pero muy poco importante.

a) Participación del riñón fetal: puesta de manifiesto por el incremento progresivo, en el LA, de
la urea, creatinina, ácido úrico, y disminución de la osmolaridad. El aporte renal al LA a las 18
semanas gestacionales, es de unos 7 ml /día; a las 25 semanas, de unos 60 ml /día; al término,
de unos 600 ml /día. Además, aporta sustancias osmóticamente activas. Al término, la orina
fetal es isotónica respecto al plasma materno. El riñón fetal es capaz de modificar la
composición de la orina en respuesta a estímulos como: cambios en el volumen circulatorio,
stress fetal, actividades hormonales (vasopresina, aldosterona). 

b) Participación Respiratoria Fetal: se la puede inferir porque el polihidramnios se relaciona


con atresia tráqueoesofágica, y la concentración del surfactante pulmonar aumenta al término
del embarazo. La contribución respiratoria al LA, no se equipara a otros órganos.

c) Participación Digestiva Fetal: evidenciada por la relación del polihidramnios con las atresias
del tubo digestivo (esófago, duodeno, yeyuno). Habría un mecanismo regulador del intestino,
en la depuración del LA y en la reabsorción del Na y del agua. La depuración aumenta con la
edad gestacional, siendo de unos 7 ml /día a las 16 semanas, y de unos 500 ml /día al término.
No se conocen los mecanismos reguladores de la deglución fetal.

d) Participación de la placenta y membranas ovulares: la transferencia de sustancias a través


de las membranas ovulares, se realiza por dos mecanismos: 

1) Flujo no difusional: por los canales intercelulares. 


2) Flujo Difusional: mecanismo regulado por gradientes osmóticos e hidrostáticos.

La difusión de una sustancia, depende de su peso molecular y su solubilidad en los lípidos de


membrana. A las 20 semanas gestacionales, las fuerzas osmóticas e hidrostáticas, favorecen el
paso de agua y solutos desde el compartimento materno hacia el LA. Luego este gradiente se
invierte. Al término del embarazo, las diferencias de fuerzas osmóticas entre la amniótica y la
materna, permiten el paso de 4 veces más agua hacia el compartimiento materno, que a las 20
semanas.

e) Participación de la vascularización materna: es diferente, según se trate de: 


1) Corion Calvo: tiene escasa vascularización, con mínimos intercambios de membranas.
2) Placenta: donde el corion y amnios se encuentran en estrecho contacto con la circulación
materna, con importantes intercambios de membranas. Este mecanismo estaría regulado por
la prolactina decidual.

f) Otros sitios de intercambios: se han descrito que pueden ser: 


1) La piel fetal: es permeable al agua y electrolitos, al comienzo del embarazo,
impermeabilizándose a partir de las 20 semanas gestacionales, por queratinización.
2) El cordón umbilical: controvertido como sitio de intercambios. 

Composición del líquido amniótico y caracteres físicos 


Al término de la gestación, la composición y los caracteres físicos del LA, se resumen de la
siguiente manera: 
1) Agua: entre el 98 al 99 %. 
2) Solutos: del 1 al 2 %, por partes iguales orgánicos e inorgánicos.
3) Turbidez: aumenta con el tiempo de gestación. 
4) Peso específico: en promedio 1,0078.
5) Valor crioscópico: de alrededor de 0,504 grados C. 
6) Presión Osmótica: de alrededor de 6,072 atmósferas a 0 grado C. 
7) Gases: pO 2 = 4 a 43 mm Hg y pCO2 = 38 a 50 mm Hg.
8) pH: desciende, de 7.13 antes de las 32 semanas, a 7.08 desde esa EG en delante.
9) Componentes Inorgánicos: no varían el Zn, Cu, Mn, Fe. 
10) Componentes Orgánicos: 

a) Proteínas: tienen concentración 20 a 25 veces menor que en plasma materno,


disminuyendo con la EG. La mayor parte es de procedencia materna, pasando al LA por
pinocitosis. Se daría una relación inversa entre el peso fetal y la concentración proteica en el
LA, alcanzando unos 200 a 300 mg % al término del embarazo. Electroforéticamente, son
semejantes a las maternas, con 60 % de albúminas y 40 % de globulinas, de las que un 6,8 %
son alfa-1, 6,5 % son alfa-2, 16 % son beta, y 10,7 % son gamma. La alfa-feto-proteína,
originada en el hígado fetal, aumenta su concentración en LA hasta las 14 semanas
gestacionales, para luego disminuir, relacionándose su aumento patológico con defectos de
cierre del tubo neural (DCTN). El origen de los aminoácidos en el LA no está muy claro,
transfiriéndose por transporte activo; su concentración acompaña a la de las proteínas,
pudiendo identificarse, por electroforesis, celuloplasmina, transferrina, IgG, IgA, IgM, siendo
las dos primeras, de origen materno, y la última aparece por infecciones intraútero.

b) Aminoácidos: su concentración en el LA es un 50 a75 % menor que en plasma materno;


disminuyen con la EG. Algunos de ellos, permitirían detectar tempranamente, algunas
anomalías del desarrollo fetal. 

c) Componentes Nitrogenados No Proteicos: urea, ácido úrico, creatinina; aumentan con la EG,
especialmente por el aporte urinario fetal. 

d) Lípidos: su concentración en LA varía con la EG. Los lípidos totales al término del embarazo,
oscilan alrededor de 13,61 mg %; los lípidos polares, representan un 69,50 % de ese total; los
fosfolípidos aumentan su concentración con la EG, siendo su origen principalmente pulmonar
(surfactante). 

e) Carbohidratos: están presentes, en diferentes concentraciones, glucosa, sacarosa,


arabinosa, fructuosa, lactosa. La concentración de glucosa verdadera es menor que en plasma
materno, alcanzando al término, 20 mg %.

f) Vitaminas: las concentraciones de B-1 y C, son semejantes a las del plasma materno. 

g) Enzimas: de significación y aplicación clínica no aclarada. La oxitocinasa no placentaria


(cistino-aminopeptidasa), presenta muy poca actividad al término de la gestación. Tiene origen
en el tubo digestivo fetal, aumentando su concentración con el meconio en LA. La acetil-
colinesterasa, está relacionada con DCTN. La fosfatasa alcalina, aumenta con la EG, y en forma
patológica en las pacientes pre-eclámpticas, a una determinada EG. La amilasa, aumenta en
forma brusca después de las 36 semanas, por madurez fetal.

h) Hormonas: los corticoides, andrógenos, progesterona y sus metabolitos, gonadotropina


coriónica, lactógeno placentario, renina, prostaglandinas, oxitocina. Las hormonas proteicas,
no pasan la placenta ni el amnios. Los esteroides puede ser eliminados por la orina fetal.

Estudios del líquido amniótico: 


El LA puede aportar datos sobre la madurez y la condición (salud) fetal. Tales valoraciones
pueden realizarse por amniocentesis, amnioscopía o ecografía.

1) Amniocentesis: punción de la cavidad amniótica para obtención de LA. No está exenta de


riesgos. Debe ser realizada con técnica quirúrgica. De preferencia, realizarla bajo control
ecográfico. Para decidir el "sitio de punción", conocer previamente la localización placentaria.
Los sitios de punción pueden ser: 

1-a) Mitad de línea umbílico-púbica: especial para embarazos menores de 28 semanas


gestacionales.

1-b)- Pequeñas partes fetales: lago amniótico entre abdomen y miembros, especial para
embarazos mayores de 28 semanas.

1-c)- Nuca fetal: cuando la presentación está fija o insinuada, especial para embarazos
mayores de 35 semanas gestacionales. 
1-d)- Suprapúbica: con presentaciones móviles y vejiga vacía. 

1-e)- Transvaginal: en casos de piodermitis, embarazos menores de 20 semanas gestacionales.

En cuanto al aspecto físico del LA obtenido; puede ser: 


- cristalino (inmadurez fetal
- con vérmix y lanugo (madurez fetal)
- amarillo (bilirrubina aumentada)
- meconial (hipoxia fetal)
- sanguinolento (muerte fetal).

Entre las indicaciones de la amniocentesis se cuentan: 


- riesgos de cromosomopatías fetales
- riesgos de trastornos metabólicos hereditarios
- alfa-feto-proteína materna elevada
- evaluaciones de la salud fetal y de su madurez.

Entre las complicaciones de la amniocentesis, poco frecuentes, se describen: 


a) Complicaciones maternas: como punción vesical; hematomas de la pared abdominal y/o
uterina; infecciones de la pared abdominal y/o cavidad amniótica; irritabilidad uterina
(hiperdinamia); parto prematuro.

b) Complicaciones Ovulares: hematomas de la placenta y/o del cordón umbilical;


desprendimiento prematuro de la placenta; microtransfusiones.

c) Complicaciones fetales: hematomas; zonas de necrosis; neumotórax; lesiones en cuello o


axila; óbito fetal (muy raro). 

Factores que pueden alterar los resultados: 


· Mononucleosis infecciosa de la madre 
· Cirrosis 
· Cáncer 
· Teratoma 
· Tumor de mama 
· Carcinoma gástrico 
· Carcinoma pancreático 
· Tirosinemia hereditaria de la madre 
· Sangre fetal en el líquido extraído 
· Materia fecal del feto en el líquido 
· Falta de ayuno previo de 12 horas

2)- Amnioscopía: es la observación del LA a través del polo ovular inferior intacto,
contrastando con el polo cefálico. Es útil en las últimas semanas gestacionales. Es de técnica
sencilla, indolora, de bajo riesgo, repetible y de forma ambulatoria. En cuanto a la técnica,
deberá identificarse previamente las características del cuello uterino, el que es permeable en
el 80 % de los embarazos al término. La presentación no debe estar muy alta. Se observa la
característica del LA; su cantidad (la ausencia de LA es compatible con embarazo prolongado).
Entre las indicaciones, luego de las 36 semanas gestacionales, se mencionan: embarazo
postérmino; diabetes; RCIU; HTA; colestásis intrahepática.

Como contraindicaciones, figuran: metrorrágicas del 3er. trimestre; amenaza de parto


prematuro; presentaciones no cefálicas; condiciones inadecuadas del cuello uterino, lo que
ocurre en un 15 % de las primigestas. Entre las complicaciones, aunque poco frecuentes se
mencionan: parto prematuro; infecciones ovulares; metrorragias.

3)- Ecografía: para valorar el volumen de LA. Una forma es medir un bolsillo de LA en uno o dos
diámetros. La otra forma, es medir los diámetros verticales de un bolsillo en cada uno de los
cuatro cuadrantes uterinos, y sumarlos, obteniendo así el índice de LA. Si la sumatoria se
encuentra entre 10 y 20 cm, se estaría ante un volumen normal de LA. Valores entre 5 y 10 cm,
estaría a favor de un oligohidramnios moderado. Con valores inferiores a los 5 cm, se estaría
ante un oligohidramnios severo. Valores entre 20 y 25 cm, estarían a favor de un
polihidramnios moderado y con valores de 25 cm o más, se considera polihidramnios. La
imagen ecográfica puede semejarse a un nevisca, en los bolsillo de LA, lo que estaría a favor de
madurez fetal, incluso de feto a término o postérmino. Esta misma imagen puede
corresponder a la meconial en grumos espesos (estructuras de mayor refringencia ultrasónica).
Una brusca y severa disminución del volumen de LA, apoyaría la sospecha de amniorrexis.

Índice del líquido amniótico


Su médico o proveedor de atención prenatal utiliza el ultrasonido para medir la profundidad
del líquido amniótico en cuatro diferentes áreas de su útero y suma los resultados. Este es su
índice del líquido amniótico. Si la profundidad del líquido amniótico es menos de 5 centímetros
(cm), usted tiene oligohidramnios. Si la profundidad mide más de 25 cm, usted tiene
polihidramnios.

Anormalidades del Líquido Amniótico


El líquido amniótico que rodea el cuerpo del feto cumple un papel importante en su desarrollo
normal. Este líquido translúcido rodea y protege al feto y le proporciona fluidos. Durante el
segundo trimestre, el feto es capaz de inhalar el fluido, de modo tal que entra en sus
pulmones, y de tragarlo, promoviendo el desarrollo y el crecimiento normal de los pulmones y
del sistema gastrointestinal. El líquido amniótico también permite que el feto se mueva, lo que
ayuda en el desarrollo normal de los músculos y de los huesos. 

El saco amniótico que contiene al embrión se forma alrededor de 12 días después de la


concepción. El líquido amniótico comienza a llenar el saco de forma inmediata. Durante las
primeras semanas del embarazo, el líquido amniótico está compuesto principalmente de agua
suministrada por la madre. Después de unas 12 semanas, el fluido está compuesto
principalmente por orina fetal. La cantidad de líquido amniótico aumenta aproximadamente
hasta la semana 28 a 32 del embarazo, cuando mide un poco menos de un cuarto de galón.
Después de ese momento, el nivel de líquido generalmente permanece estable hasta que el
feto alcanza su desarrollo completo (entre las 37 y las 40 semanas), momento en que empieza
a disminuir. 

Sin embargo, en algunos embarazos la cantidad de líquido amniótico puede ser demasiado
escasa o excesiva. A estas condiciones se les conoce como oligohidramnios y polihidramnios,
respectivamente. Ambas condiciones pueden provocar problemas para la madre o el feto, o
pueden ser una señal de la presencia de otros problemas. Sin embargo, en la mayoría de los
casos, el bebé nace sano. Esto es lo que deben saber los futuros padres en cuanto a estos
trastornos. 

Oligohidramnios
¿Cómo se diagnostican el oligohidramnios y el polihidramnios? 
Un examen por ultrasonido permite diagnosticar si hay poco o demasiado líquido amniótico.
Generalmente, los médicos miden la profundidad del líquido en cuatro cuadrantes del útero y
los suman. A este método para medir la cantidad de líquido amniótico se lo conoce como
índice de líquido amniótico (ILA). Si la profundidad del líquido amniótico mide menos de 5
centímetros, la mujer embarazada sufre de oligohidramnios. Si el nivel del líquido es de más de
25 centímetros, la mujer sufre de polihidramnios. 

¿Qué tan común es el oligohidramnios?


Alrededor del 8 por ciento de las mujeres embarazadas tienen un nivel de líquido amniótico
inferior al normal. El oligohidramnios se puede presentar en cualquier momento durante el
embarazo, aunque es más común durante el último trimestre. Aproximadamente el 12 por
ciento de las mujeres cuyo embarazo se prolonga unas dos semanas después de la fecha
probable de parto (alrededor de las 42 semanas de gestación) presentan oligohidramnios,
dado que el nivel de líquido amniótico disminuye a la mitad a las 42 semanas de gestación. 

¿Cuáles son los trastornos fetales y las complicaciones que se pueden presentar durante el
embarazo que están relacionados con el oligohidramnios? 
Los problemas relacionados con la escasez de líquido amniótico difieren según la etapa en que
se encuentre el embarazo. Cuando el oligohidramnios se produce durante la primera mitad del
embarazo, es más probable que se presenten consecuencias graves que si se produce durante
el último trimestre. La escasez de líquido amniótico al principio del embarazo puede hacer que
los órganos del feto se compriman y puede provocar defectos de nacimiento, como
malformaciones en los pulmones y en los miembros. El oligohidramnios que se desarrolla
durante la primera mitad del embarazo también aumenta el riesgo de aborto espontáneo,
parto prematuro o parto de un bebé muerto. 

Si el oligohidramnios se produce durante la segunda mitad del embarazo, puede provocar


deficiencias en el crecimiento fetal. Cerca del momento del parto, el oligohidramnios puede
aumentar el riesgo de complicaciones durante el trabajo de parto y del alumbramiento,
incluyendo accidentes potencialmente peligrosos con el cordón umbilical que pueden privar al
feto de recibir oxígeno y provocar la muerte del bebé. Existe una elevada probabilidad de que
a las mujeres que sufren oligohidramnios se les tenga que hacer una cesárea. 
¿Cuáles son las causas probables de la escasez de líquido amniótico? 
No se sabe exactamente cuáles son las causas del oligohidramnios. La mayoría de las mujeres
embarazadas que sufren de oligohidramnios no presentan ninguna causa identificable. Las
causas más importantes conocidas del oligohidramnios temprano son ciertos defectos de
nacimiento y la ruptura de membranas (bolsa de agua que rodea al feto). Alrededor del 7 por
ciento de los hijos de las mujeres que sufren de oligohidramnios padecen de malformaciones
congénitas. Las malformaciones congénitas que afectan los riñones y el tracto urinario son las
causas más probables dado que el feto afectado produce menos orina (que es lo que
constituye la mayor parte del líquido amniótico). 

Algunos problemas de salud de la madre también se pueden relacionar con el oligohidramnios.


Entre ellos se incluyen la presión sanguínea alta, la diabetes, el lupus eritematoso sistémico
(LES) (una condición autoinmune) y problemas placentarios. Un grupo de medicamentos
utilizados para tratar la presión sanguínea alta, denominados inhibidores de enzimas
convertidoras de angiotensina (como, por ejemplo, captopril) pueden dañar los riñones del
feto y provocar oligohidramnios severos y una muerte fetal. Las mujeres que tienen presión
sanguínea alta crónica deben consultar al médico antes de quedar embarazadas a fin de
asegurarse de que su presión sanguínea esté controlada y de que cualquier medicamento que
tomen no les provocará problemas durante el embarazo. 

¿Cómo se trata el oligohidramnios? 


Estudios realizados recientemente indican que las mujeres que tienen embarazos normales y
que desarrollan oligohidramnios cerca del momento del parto probablemente no necesiten
ningún tratamiento ya que sus bebés tenderán a nacer sanos. Sin embargo, se deben controlar
minuciosamente. El médico probablemente recomiende que se les realice un examen por
ultrasonido todas las semanas o con mayor frecuencia para verificar si el nivel de líquido
amniótico disminuye. Si el nivel de líquido amniótico disminuye, es posible que el médico
recomiende que se induzca el parto para evitar complicaciones durante el trabajo de parto y el
alumbramiento. Alrededor del 40 a 50 por ciento de los casos de oligohidramnios se
solucionan en pocos días, sin que sea necesario realizar ningún tipo de tratamiento. 

Además de los exámenes por ultrasonido, es probable que el médico recomiende que se
realicen análisis del bienestar del feto como, por ejemplo, pruebas de estrés y de estrés
durante las contracciones, que miden el ritmo cardíaco del feto. Estas pruebas pueden
indicarle al médico si existe sufrimiento fetal. En tal caso, es probable que el médico aconseje
que se induzca el parto para evitar que se produzcan problemas más graves. 

Los bebés en gestación con deficiencia de crecimiento cuyas madres sufren de oligohidramnios
están expuestos a un riesgo mayor de sufrir complicaciones tales como, asfixia, tanto antes
como durante el parto. Las madres de bebés que presentan estos problemas se deben
controlar cuidadosamente y a veces es necesario internarlas. Si una mujer sufre de
oligohidramnios severo cerca del momento del alumbramiento, es posible que el médico
sugiera que se le introduzca agua salada (una solución salina) en el útero a través del cuello
uterino. Esto puede ayudar a reducir las complicaciones durante el trabajo de parto y el
alumbramiento y disminuye la necesidad de una cesárea. Los estudios sugieren que este
método es especialmente beneficioso cuando el control del ritmo cardíaco del feto indica
sufrimiento fetal. Algunos estudios también indican que las mujeres con oligohidramnios
pueden ayudar a que los niveles de líquido amniótico aumenten ingiriendo cantidades de agua
adicionales. Asimismo, muchos médicos recomiendan la reducción de la actividad física o
incluso aconsejan el reposo en cama. Una mujer embarazada que sufre de oligohidramnios
debe consultar con el médico en cuanto al tratamiento más adecuado para su caso, si fuera
necesario que realice algún tratamiento. 

Polihidramnios
¿Qué tan común es el polihidramnios? 
Alrededor del 2 por ciento de las mujeres embarazadas tienen demasiada cantidad de líquido
amniótico. La mayoría de los casos son leves y vienen como resultado de una acumulación
gradual de líquido excesivo durante la segunda mitad del embarazo. Sin embargo, un
porcentaje menor de mujeres sufren una rápida acumulación del líquido durante las primeras
16 semanas del embarazo, lo que generalmente da como resultado que se produzca un parto
prematuro. 

¿Cuáles son las complicaciones que puede provocar el polihidramnios en la madre y el


bebé? 
Aunque las mujeres que sufren de polihidramnios leve pueden tener pocos síntomas, las que
se ven más severamente afectadas pueden sufrir de dolores abdominales y dificultades para
respirar, ya que el útero oprime los órganos abdominales y los pulmones. El polihidramnios
también puede aumentar el riesgo de complicaciones del embarazo, incluyendo ruptura de las
membranas antes de término, parto prematuro, accidentes con el cordón umbilical,
desprendimiento de la placenta (cuando la placenta se desprende parcial o totalmente de la
pared uterina antes del parto), crecimiento fetal deficiente, parto de un niño muerto y parto
por cesárea. Las mujeres que sufren polihidramnios son más propensas a sufrir hemorragias
severas después del parto. 

¿Qué es lo que causa el polihidramnios? 


En dos tercios de los casos, aproximadamente, se desconoce la causa del polihidramnios. La
causa más común de polihidramnios son malformaciones congénitas del feto, especialmente
malformaciones congénitas que impiden que el feto pueda tragar (como defectos que afectan
el esófago o el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central). Por lo general, el feto, al
tragar, ayuda a reducir el nivel de líquido amniótico, lo que contribuye para equilibrar la
producción emergente de la orina fetal. Los defectos cardíacos del feto también pueden
contribuir a la presencia de polihidramnios. 

Otros problemas fetales que pueden provocar polihidramnios incluyen incompatibilidades


sanguíneas entre la madre y el feto (como, por ejemplo, intolerancia del factor Rh) y síndrome
de transfusión fetal (una complicación que afecta a los embarazos de gemelos, en los que uno
de los fetos recibe demasiado flujo sanguíneo y el otro feto no recibe suficiente debido a
conexiones entre los vasos sanguíneos en la placenta compartida). Las mujeres que sufren
diabetes crónica también tienen mayor riesgo de sufrir polihidramnios, aunque les provoca
menos complicaciones que a las mujeres que no sufren de diabetes. 
¿Cuál es el tratamiento para el polihidramnios? 
Si el examen por ultrasonido indica que una mujer sufre polihidramnios, es probable que se le
deban realizar análisis adicionales. Es posible que el médico sugiera que se realice un examen
por ultrasonido detallado para diagnosticar o, lo que es más probable, eliminar la posibilidad
de malformaciones congénitas y síndrome de transfusión fetal. Es posible que el médico
también recomiende que se practique una amniocentesis (se extrae una pequeña cantidad de
líquido amniótico a través de una aguja insertada en el abdomen de la madre para verificar si
existe alguna malformación congénita) y un análisis de sangre para saber si tiene diabetes. 

Cerca de la mitad de las veces, el polihidramnios se cura sin que sea necesario realizar ningún
tipo de tratamiento. En otros casos, puede desaparecer cuando se corrige el problema que lo
provoca. Por ejemplo, el tratamiento de los niveles elevados de azúcar en sangre en las
mujeres que sufren diabetes o el tratamiento de determinados trastornos del ritmo cardíaco
fetal (medicando a la madre) a menudo disminuye los niveles de líquido amniótico. 

Los médicos generalmente controlan minuciosamente a las mujeres que sufren polihidramnios
realizándoles exámenes por ultrasonido una vez por semana (o más a menudo) para controlar
los niveles de líquido amniótico. Habitualmente también se recomienda realizar pruebas del
bienestar fetal para verificar si hay signos de sufrimiento fetal. Si la mujer embarazada siente
demasiado malestar, el médico puede recetarle un medicamento llamado indometacina. Este
medicamento ayuda a disminuir la producción de orina fetal y reduce los niveles de líquido
amniótico. También se puede practicar una amniocentesis para drenar el exceso de líquido.
Este proceso, que se puede repetir varias veces, puede disminuir los síntomas y prolongar el
embarazo. 

Si las pruebas indican que la madre y el feto están en buen estado de salud, la mujer que sufre
de polihidramnios leve cerca del momento del parto por lo general no necesita tener ningún
tipo de tratamiento. Si bien aumenta el riesgo de que se le practique una cesárea, el riesgo de
que sufra de otras complicaciones es leve, y es probable que el feto esté en buenas
condiciones de salud. 

Si el líquido amniótico es de color distinto al normal ¿significa que hay riesgos para el bebé? 
El líquido amniótico normal es traslúcido o amarillento. La coloración anormal que se detecta
durante la amniocentesis o en el momento del parto a veces puede sugerir que hay algún
problema. El líquido de color verde o marrón generalmente indica que el feto ha realizado una
descarga de materia fecal. Esto puede ser una señal de sufrimiento fetal. El líquido de color
rosado sugiere que hay hemorragia, mientras que el líquido amniótico de color vino indica una
hemorragia ocurrida en el pasado. Estas condiciones pueden tener poca o ninguna
importancia, pero es posible que se sugiera realizar algún análisis para detectar las causas
probables. 
ORIGEN Y CIRCULACION DEL LIQUIDO AMNIOTICO
    Ya HIPOCRATES sostenía que el LA provenía del feto (orina).-
    HARVEY (1961), sostenía la participación activa fetal en la renovación del LA (deglución).-
    A los 12 días post-fecundación, se forma una hendidura adyacente a la lámina embrionaria,
que crece rápidamente. El amnios envolvente se fusiona, primero con el tallo corporal y luego
con el corion, formándose el saco amniótico, lleno de líquido incoloro.-
    A las 9 semanas, la cavidad amniótica está totalmente formada, y el LA rodea al feto.-
    El LA mantiene constante intercambio con las circulaciones materna y fetal.-
    Hasta las 20 semanas, la participación materna es fundamental en la formación del LA, con
algunas secesiones fetales, digestivas y respiratorias, y escasa participación de la membrana
amniótica. Existe, a esta edad gestacional (EG), una gran similitud entre el LA y el plasma
materno, que puede considerarse una diálisis materna.-
    A partir de las 20 semanas, comienza la participación fetal en la formación del LA, cada vez
más relevante, fundamentalmente a través de los riñones y pulmones. El funcionamiento renal
fetal comienza hacia las 14 semanas, pero muy poco importante.-
    a) Participación Del Riñón Fetal: puesta de manifiesto por el incremento progresivo, en el LA,
de la urea, creatinina, ácido úrico, y disminución de la osmolaridad. El aporte renal al LA a las
18 semanas gestacionales, es de unos 7 ml /día; a las 25 semanas, de unos 60 ml /día; al
término, de unos 600 ml /día. Además, aporta sustancias osmóticamente activas. Al término,
la orina fetal es isotónica respecto al plasma materno. El riñón fetal es capaz de modificar la
composición de la orina en respuesta a estímulos como: cambios en el volumen circulatorio,
stress fetal, actividades hormonales (vasopresina, aldosterona).-
    b) Participación Respiratoria Fetal: se la puede inferir porque el polihidramnios se relaciona
con atresia tráqueoesofágica, y la concentración del surfactante pulmonar aumenta al término
del embarazo. La contribución respiratoria al LA, no se equipara a otros órganos.-
    c) Participación Digestiva Fetal: evidenciada por la relación del polihidramnios con las
atresias del tubo digestivo (esófago, duodeno, yeyuno). Habría un mecanismo regulador del
intestino, en la depuración del LA y en la reabsorción del Na y del agua. La depuración
aumenta con la edad gestacional, siendo de unos 7 ml /día a las 16 semanas, y de unos 500
ml /día al término. No se conocen los mecanismos reguladores de la deglución fetal.-
    d) Participación De La Placenta Y Membranas Ovulares: la transferencia de sustancias a
través de las membranas ovulares, se realiza por dos mecanismos:
        d.1) Flujo No Difusional: por los canales intercelulares.-
        d.2) Flujo Difusional: mecanismo regulado por gradientes osmóticos e hidrostáticos.-
    La difusión de una sustancia, depende de su peso molecular y su solubilidad en los lípidos de
membrana. A las 20 semanas gestacionales, las fuerzas osmóticas e hidrostáticas, favorecen el
paso de agua y solutos desde el compartimento materno hacia el LA. Luego este gradiente se
invierte. Al término del embarazo, las diferencias de fuerzas osmóticas entre la amniótica y la
materna, permiten el paso de 4 veces más agua hacia el compartimiento materno, que a las 20
semanas.-
     e) Participación De La Vascularización Materna: es diferente, según se trate de:
         e.1) Corion Calvo: tiene escasa vascularización, con mínimos intercambios de
membranas.-
         e.2) Placenta: donde el corion y amnios se encuentran en estrecho contacto con la
circulación materna, con importantes intercambios de membranas. Este mecanismo estaría
regulado por la prolactina decidual.-
    f) Otros Sitios De Intercambios: se han descripto que pueden ser:
         f.1) La Piel Fetal: es permeable al agua y electrolitos, al comienzo del embarazo,
impermeabilizándose a partir de las 20 semanas gestacionales, por queratinización.-
         f.2) El Cordón Umbilical: controvertido como sitio de intercambios.-
 

Líquido amniótico

Dirección de esta página:


http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002220.htm

Es un líquido claro y ligeramente amarillento que rodea el bebé dentro del útero (feto) durante
el embarazo y que está contenido en el saco amniótico.

Información

Mientras está en el útero, el bebé flota en el líquido amniótico. La cantidad de líquido


amniótico es mayor aproximadamente a las 34 semanas del embarazo ( gestación), cuando
llega a un promedio de 800 ml. Aproximadamente 600 ml de líquido amniótico rodean al bebé
a término (40 semanas de gestación).
El líquido amniótico se mueve (circula) constantemente a medida que el bebé lo traga y lo
"inhala" y luego lo libera y "exhala" a través de la orina.

El líquido amniótico ayuda:

 Al feto a moverse en el útero, lo cual permite el crecimiento óseo apropiado.

 Al desarrollo apropiado de los pulmones.

 A mantener una temperatura relativamente constante alrededor del bebé,


protegiéndolo así de la pérdida de calor.

 A proteger al bebé de lesiones externas al amortiguar golpes o movimientos


repentinos.

Una cantidad excesiva de líquido amniótico se denomina polihidramnios y puede ocurrir con
embarazos múltiples (mellizos o trillizos), anomalías congénitas (problemas que existen
cuando el bebé nace) o diabetes gestacional.

Una cantidad anormalmente pequeña de líquido amniótico se denomina oligohidramnios y


puede ocurrir con embarazos tardíos, ruptura de membranas, disfunción placentaria o
anomalías fetales.

Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden llevar a que el médico vigile el
embarazo con mayor cuidado. La extracción de una muestra de líquido amniótico, a través de
una amniocentesis, puede proporcionar información con respecto al sexo, estado de salud y
desarrollo del feto.

Amniocentesis

Dirección de esta página:


http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003921.htm

Es un examen que se realiza durante el embarazo, en el cual se extrae una pequeña cantidad
de líquido del saco que rodea el feto para buscar anomalías congénitas y problemas
cromosómicos.

Forma en que se realiza el examen

La amniocentesis se realiza de manera ambulatoria y no es necesario que usted se quede en el


hospital.

El médico encontrará la ubicación exacta del feto generalmente realizando una ecografía del
embarazo.

El médico limpiará un área de piel en el área abdominal de la madre. Se puede aplicar un


medicamento insensibilizador (anestésico) a la piel o se puede inyectar anestesia local dentro
de la piel.
El médico introduce una aguja larga y delgada a través del abdomen dentro de la matriz
(útero). Se extrae una pequeña cantidad de fluido del saco lleno de líquido que rodea al feto.

Preparación para el examen

Su vejiga tiene que estar llena para la ecografía. No hay restricciones con respecto a alimentos
o bebidas.

Es necesario llevar una muestra de sangre para determinar el grupo sanguíneo y el factor Rh. A
usted le pueden aplicar una inyección de un medicamento llamado Rhogam si es Rh negativa.

Es necesario que firme una autorización antes del examen.

Lo que se siente durante el examen

Si se utiliza anestesia, se puede experimentar una sensación aguda y punzante durante algunos
segundos. Cuando la aguja penetra el saco amniótico, se puede sentir un dolor agudo que
durará unos pocos segundos.

Algunas mujeres tienen la sensación de presión en la parte inferior del abdomen cuando se
extrae el líquido y, después del procedimiento, se pueden presentar pequeños calambres.

Razones por las que se realiza el examen

El examen puede encontrar problemas cromosómicos, tales como:

 Anencefalia

 Síndrome de Down

 Trastornos metabólicos hereditarios y poco comunes

 Espina bífida y otros problemas estructurales

Posteriormente en un embarazo, el examen se puede utilizar para identificar problemas como:

 Infección

 Incompatibilidad Rh

Algunas veces, este examen también se hace a finales del embarazo para determinar si los
pulmones del bebé están desarrollados en caso de presentarse una afección que requiera
parto prematuro.

Valores normales

 No hay defectos en los cromosomas

 No hay exceso de alfa fetoproteína ni bilirrubina


Nota: los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes
laboratorios. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su
examen.

Significado de los resultados anormales

La amniocentesis se puede emplear para diagnosticar en el bebé un gran número de


problemas genéticos y cromosómicos. Además, puede ayudar a:

 Determinar qué tan bien se han desarrollado los pulmones del bebé

 Diagnosticar anomalías congénitas del tubo neural (como la espina bífida)

 Diagnosticar incompatibilidad Rh

La prueba de ADN está disponible para muchas de las enfermedades que se pueden detectar
durante la amniocentesis. Consulte con el obstetra o el genetista si tiene una inquietud acerca
de una enfermedad específica.

Riesgos

Los riesgos son mínimos pero pueden abarcar:

 Infección o lesión al bebé

 Aborto espontáneo

 Escape de líquido amniótico

 Sangrado vaginal

Consideraciones

Pueden existir alternativas para la amniocentesis. Hable de estos otros exámenes con el
médico.

¿Qué es la amniocentesis? La amniocentesis es un procedimiento diagnóstico que consiste en


la extracción de líquido del saco amniótico, bolsa llena de líquido en la que está el feto dentro
del útero materno, durante todo el embarazo. En este líquido existen células, proteínas y orina
del feto que pueden ser analizadas para obtener información sobre su estado de salud.

Consiste en la punción de la pared abdominal de la embarazada con una jeringa, hasta llegar al
saco amniótico. En algunos casos, puede aplicarse anestesia local en la zona de punción,
aunque en general no es necesario. El proceso puede ser guiado mediante la realización de
una ecografía.

El volumen de líquido a extraer depende de las pruebas que se deseen realizar.

El líquido puede ser analizado para conocer el grado de madurez pulmonar del feto, realizar
estudios genéticos y cromosomales, evaluar el riesgo de espina bífida o la existencia de
infección. La información obtenida del estudio y análisis del líquido amniótico, permite la toma
de decisiones sobre el embarazo.

En la mayoría de los casos es un procedimiento muy bien tolerado, aunque en algunos casos se
pueden producir contracciones uterinas y sensación de molestias abdominales.

¿Para qué se indica? Una de las indicaciones más frecuentes para la realización de
amniocentesis es el estudio cromosomal del feto, para la identificación de anomalías
cromosomales (el síndrome de Down o trisomía 21 es la más frecuente). A partir de los 35
años de edad de la madre, aumenta la probabilidad de defectos cromosómicos en el hijo. Por
ello, la indicación más frecuente es el estudio de posibles anomalías cromosomales en mujeres
embarazadas que van a dar a luz con 35 o más años, en el caso de que la mujer desee
interrumpir el embarazo, o cuando se sospechen otros problemas y fuera  posible considerar el
tratamiento intrauterino.

En general, el riesgo de efectos nocivos asociados a la amniocentesis en mujeres de menos de


35 años y la baja frecuencia de anomalías cromosomales en embarazos en estas edades, llevan
a su no realización generalizada, y sólo por otras indicaciones específicas de cada caso.

Mediante el estudio del líquido amniótico se pueden identificar:

 El sexo del feto;

 La existencia de anomalías cromosomales y genéticas;

 Enfermedades congénitas (fibrosis quística, enfermedad de Tay-Sachs…);


 El grado de madurez pulmonar (si existe riesgo de parto prematuro o es necesario
inducir el parto antes de finalizar el embarazo por riesgo para la madre o el feto);

 Nivel de Alfa-feto-proteína, indicativo de mayor riesgo de espina bífida y de Síndrome


de Down;

 Infección intrauterina.

Mediante la amniocentesis también se pueden realizar determinados tratamientos (trasfusión


a través del cordón umbilical).

  ¿En qué momento del embarazo se realiza? La amniocentesis realizada para estudios
genéticos y cromosomales se realiza habitualmente entre las semanas 15 y 18 del  embarazo.
Los estudios de madurez pulmonar suelen realizarse entre las semanas 32 y 36. En el resto de
situaciones, depende del momento y necesidad de adoptar las pautas terapéuticas.   ¿Qué
riesgos conlleva? En general la amniocentesis es una prueba segura, con un riesgo de
interrupción del embarazo menor del 1%. Otros posibles efectos secundarios es la hemorragia
o la pérdida vaginal de líquido amniótico, que suelen resolverse por sí solos mediante reposo.

En cualquier caso, como en toda medida diagnóstica o terapéutica realizada durante el


embarazo debe de sopesarse bien los riesgos y beneficios, no realizándose si son evitables,
garantizando que la mujer conoce los riesgos y desea adoptar las decisiones que conllevan los
resultados de las pruebas a realizar, así si la mujer no desea interrumpir su embarazo porque el
feto tenga alguna anomalía genética no evitable o tratable durante el embarazo, no debe
realizarse el estudio genético y cromosómico, por ejemplo.

  ¿Qué cuidados o medidas debe de adoptar antes y después de su realización? La realización


de una amniocentesis no suele requerir preparación previa. Tras su realización se aconseja
vigilar la aparición de síntomas, como presencia de contracciones uterinas, hemorragia o
pérdida de líquido amniótico, que suelen ceder con reposo.

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