Accesos Vasculares
Accesos Vasculares
Accesos Vasculares
en accesos vasculares
y terapia intravenosa
Autores
Coordinadora
Mª Carmen Carrero Caballero
Presidenta de la Sociedad Española de Enfermería
de Equipos de Terapia Intravenosa (ETI). Enfermera de pediatría del Hospital
Ramón y Cajal (Madrid).
Autora de diversas publicaciones relacionadas con Terapia Intravenosa.
1. Terapia intravenosa
UNIDAD 2
UNIDAD 3
6. Catéter Hickman
7. Tipos de catéter
UNIDAD 4
Este curso quiere dar respuesta a las preguntas que se hacen las en-
fermeras y las que demandan los enfermos portadores de los distintos
sistemas, para que sean capaces de transmitir seguridad, responsabili-
dad y autonomía al enfermo.
6
Durante los años que llevo tratando a enfermos portadores de CVC,
me he ido dando cuenta del sufrimiento que significa para el enfermo la
mala o poca información que reciben del personal sanitario, la diversi-
dad de criterios utilizados que a veces les desorientan y la falta de pro-
tocolos consensuados en las unidades de referencia.
tros cuidados y capacitarnos cada día más. Las cargas de trabajo pare-
cen ser el canal por donde se van nuestras ilusiones de ser cada día me-
jores enfermeras, sin embargo, no debe ser así; aunque es cierto que te-
nemos cargas, a veces excesivas, ahí tenemos a nuestros enfermos, que
nos demandan y nos enriquecen cada día con sus propias vivencias y
nos hacen ver la importancia que tiene lo que hacemos.
unidad
UNO
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA TERAPIA INTRAVENOSA Y RECOMENDACIONES
1terapia
intravenosa
Introducción
Antecedentes históricos
Intermitente
Continua
© DAE
Axilar
Cefálica
Basílica
Implantación Cuatrilumen
de acceso
periférico 17
18
Introducción
Arterias y venas
Vénula Arteriola
Red capilar
Imagen 1. Arterias, venas y capilares
Venas
El corazón
22
© DAE
Cavidades cardiacas
Dentro del corazón hay cuatro cavidades. Las dos cavidades supe-
riores se denominan aurículas, son pequeñas, con una capacidad apro-
ximada de 50 ml de sangre. Las inferiores se denominan ventrículos,
son algo más grandes que las aurículas, con una capacidad de 60 ml.
Este extraordinario conjunto de pequeñas cavidades es capaz de bom-
bear unos 7.000 litros de sangre al día (Ver Imagen 3).
© DAE
23
La sangre
La sangre es uno de los tres principales fluidos del cuerpo (los otros
dos son el líquido extracelular y el líquido intracelular) que suministra
oxígeno y transporta nutrientes, productos de desecho y mensajeros
hormonales a cada una de las sesenta mil millones de células del cuer-
po, además, defiende el cuerpo contra los agentes extraños. Hay cerca
de 30 billones de células de la sangre en un adulto. Cada milímetro cú-
bico de sangre contiene entre 4,5 y 5,5 millones de células rojas de la
sangre y un promedio total de 7.500 células blancas.
Basófilos <1%
© DAE
Eritrocitos
Leucocitos
Plaquetas
El sistema linfático
La linfa, junto con este fluido intersticial, recoge las partículas que 27
son demasiado grandes para que puedan ser absorbidas por la mem-
brana capilar, como son los restos de células, glóbulos de grasa o adi-
posos y pequeñas partículas proteicas. A continuación, la linfa pasa a
los vasos y ganglios linfáticos y se introduce en la sangre a través de las
venas situadas en la región del tórax.
Las venas del circuito general, excepto las venas cavas inferior y su-
perior, poseen una serie de válvulas bicúspides que permiten el flujo de
sangre hacia el corazón e impiden el retroceso. Las válvulas son dos
Cabeza.
Extremidades superiores e inferiores.
Tórax, pelvis.
Abdomen.
Venas de la cabeza
29
La vena cava superior es una vena grande que devuelve la san-
gre de la cabeza, los brazos y la parte superior del cuerpo a la aurícula
derecha del corazón. Los troncos venosos braquiocefálicos derechos e
izquierdos se unen para formar la vena cava superior.
La vena cava inferior, que es más grande que la vena cava supe-
rior, devuelve la sangre de la parte inferior del cuerpo y las piernas (Ver
Imagen 7). La vena cava inferior es corta en el tórax, pues drena en la
aurícula derecha, después de atravesar el tendón central del diafragma.
Vena aciagos mayor, no es de acceso habitual.
Venas que drenan el miocardio. No son accesibles.
© DAE
Cava superior
30
Cava inferior
© DAE
Carótida derecha
Subclavia
Axilar
Basílica
Cefálica
Vena basílica
Vena cefálica
31
Imagen 8B. Venas del brazo
ción con la cefálica. La vena basílica es una de las venas más grandes
del cuerpo, extendiéndose hacia arriba a lo largo del borde interno del
antebrazo hasta el codo, continúa aproximadamente hasta el medio del
brazo y se une a la vena braquial. La vena basílica y la vena braquial
se unen y continúan como la vena axilar.
Vena cefálica: comienza a nivel de la muñeca y pasa a la cara an-
terior, asciende en el lado extremo hasta llegar finalmente al surco delto-
pectoral, entre los deltoides y el pectoral mayor, y desemboca en la vena
axilar. La mayor parte de la vena cefálica suele ser visible en el sujeto
vivo. La vena cefálica se extiende a lo largo del bíceps hasta el hombro,
donde se une con la vena axilar, justo debajo de la clavícula. En algunas
personas esta vena conecta con la vena yugular externa o vena subclavia
mediante una ramificación que se extiende delante de la clavícula.
Vena braquial: el término “braquial” se refiere al brazo, concre-
tamente a la zona comprendida entre el codo y el hombro. Las dos
Venas de la mano
32
Vena palmar: las venas palmares profunda y superficial siguen el
camino de las arterias palmares profunda y superficial, cruzando la
palma y conectándose con la vena cubital y la radial.
Vena radial: es un vaso grande y profundo que acompaña a la
arteria radial. Recorre la mano, gira alrededor de la cara dorsal del
carpo (muñeca) y se dirige por la cara radial del antebrazo hasta el
codo. Se junta con la vena cubital para formar la vena braquial.
Venas dorsales metacarpianas: las venas dorsales metacarpianas
son tres, descansan en el dorso de la mano cerca de las arterias dorsa-
les metacarpianas, recogen la sangre de los dedos segundo, tercero y
cuarto, y desembocan en la red venosa dorsal de la mano.
Venas palmares metacarpianas: como su nombre indica, descan-
san en la palma de la mano. Reciben sangre de la región palmar meta-
carpiana y desembocan en el arco palmar profundo. El arco palmar
profundo entonces se vacía en la vena radial y la sangre pobre en oxí-
geno continúa hacia el corazón y pulmones para expulsar los desechos
y ser reoxigenada (Ver Imagen 9).
© DAE
Vena cubital
Vena radial
Venas dorsales
metacarpianas
Introducción
Antisepsia de la piel:
Apósitos
Fluidos parenterales:
Filtros antimicrobianos
Profilaxis antimicrobiana
Principios generales
Cambio de catéter
Recomendaciones generales:
Cambio de catéter
Centers for Disease Control and Prevention Guidelines for the Pre-
vention of Intravascular Catheter-related Infections. MMWR 2002; 51
(No.RR-10).
49
unidad
DOS
VÍA VENOSA PERIFÉRICA Y VÍAS CENTRALES DE CORTA DURACIÓN
4 vía venosa
periférica uso adecuado
Introducción
Paciente referencia
Valoración pro-activa
Osmolaridad pH Riesgo/duración
<5 días <4 semanas >4 semanas <4 semanas >4 semanas
Tipos de CVP
Catéter venoso periférico corto
Las venas de las manos presentan menos riesgos de flebitis que las de
Hay que evitar utilizar las venas de los miembros superiores afectados
por cirugía, déficit sensitivo, edemas, fístulas arteriovenosas y otras com-
plicaciones y hay que considerar y tener en cuenta el miembro dominante
o la preferencia del enfermo y su movilidad en la zona seleccionada.
Técnica aséptica
Uso de guantes 61
Antiséptico cutáneo
Material necesario
Tipos de apósitos
Educar al paciente
Administración continua
Administración intermitente
Cambio de apósito
Tapar los puertos de las llaves de tres vías que no se utilicen y retirar
estas llaves cuando no sean necesarias.
72
Limpiar los puertos de inyección con alcohol de 70% antes de acce-
der al sistema.
Registro
Cambio de catéter
Obstrucción
Extravasación
Flebitis
El cuadro clínico de las flebitis puede ser variado, ya que los signos
y síntomas locales habituales, pueden presentarse o no. Es importante
una correcta y continuada valoración de la aparición de las manifesta-
ciones de la flebitis, con el fin de identificar de forma precoz esta com-
plicación. Se instará también al paciente a que informe ante cualquier
anomalía que detecte en relación a la vena canalizada. En ocasiones,
los enfermos no se quejan por miedo a una nueva venopunción, por
ello, será necesario crear un clima de confianza que facilite la comuni-
cación.
del catéter se facilita, por lo que las paredes del vaso se alterarán
con más frecuencia.
Las flebitis son más habituales en los catéteres cortos que en los de
línea media (midline). La incidencia de infecciones locales o del torrente 81
sanguíneo relacionada con los catéteres venosos periféricos es general-
mente escasa. Sin embargo, debido a la frecuencia con la que se utili-
zan tales dispositivos, las complicaciones infecciosas graves provocan
una considerable morbilidad anual. Esto se traduce en un aumento de la
estancia hospitalaria, de los costes económicos y del riesgo terapéutico
para el paciente. Por esta razón, es de gran importancia para la enfer-
mera conocer y utilizar unos criterios adecuados que conduzcan a la
mejora de la calidad de los cuidados que se prestan y al incremento en
el confort y la satisfacción del paciente que recibe terapia intravenosa.
Consideraciones finales
82
84
Steele J. Manual práctico de terapéutica intravenosa. Barcelona:
Doyma; 1990.
Introducción
Hay que empezar por describir el catéter venoso central (CVC), por
considerarlo como la primera elección en las unidades de cuidados in-
tensivos.
Material necesario
Suero salino.
Monodosis de heparina 20 UI/ml.
Sistema de perfusión.
Protocolo post-implantación
89
Cuidados extraluminales
Cuidados intraluminales
Hay que llevar a cabo los mismos cuidados vistos para el CVP, in-
cluyendo las medidas estériles para el manejo de fluidos.
Infección local.
Sepsis.
Migración del catéter.
Obstrucción.
92
En el caso en que se opte por la vena subclavia o yugular interna
para la implantación del catéter, se asume el riesgo inherente de produ-
cir una punción profunda, que puede provocar neumotórax por invasión
del espacio pleural o hemotórax, por el desgarro de la vena o arteria
subclavia y la pleura al mismo tiempo.
El paciente con vía central que comienza con bajo gasto cardiaco,
elevación de la presión venosa y dolor torácico de instauración rápida
Trombosis venosa
Infección local
Sepsis
Necrosis cutánea
Obstrucción
Lavado de manos.
Despegar el apósito.
Lavado quirúrgico de manos y guantes estériles.
Retirar los puntos de sutura que sujetan el catéter con la mano
dominante, presionar ligeramente los anejos de la inserción con los de-
98
Centers for disease control and prevention guidelines for the pre-
vention of intravascular catheter-related infections. MMWR 2002; 51
(No. RR-10).
7. Tipos de catéter
unidad
TRES
CUIDADOS DE LOS CATÉTERES CENTRALES DE LARGA DURACIÓN
6 catéter
hickman
Introducción
Los catéteres de larga duración más usuales son los PICC (Catéter
Venoso Central de Acceso Periférico) de silicona, que se estudiarán en
la Unidad IV y los catéteres tunelizados Hickman y de reservorio subcu-
táneo.
103
Catéter Hickman
Objetivo
Paciente hematológico
Protocolo de preimplantación
Protocolo de postimplantación
Cuidado extraluminal
Realización de la cura:
1. Lavado de manos.
2. Retirada del apósito.
3. Lavado de manos.
Cuidado intraluminal
Problemas potenciales
Trombosis venosa
Infección sistémica
Kit de reparación.
Campo y guantes estériles.
Depresor estéril.
Caja de curas con instrumental estéril.
Antiséptico habitual.
Gasas estériles.
A B
C D
118
E
Lavado de manos.
Despegar el apósito.
Lavado quirúrgico de manos, guantes estériles.
Desprender suavemente el dacron del catéter, utilizando un estile-
te o pinza a través del orificio de salida del catéter. En caso de que el
paciente refiera dolor se puede utilizar un anestésico local (cloretilo o
mepivacaina al 1%).
Tirar del catéter ejerciendo una presión firme y constante durante dos
o tres minutos hasta que el dacron aparezca por el orificio de salida. Una
vez que el dacron esté fuera de la piel, el catéter se retira con facilidad.
No solicitar por rutina cultivo de la punta del catéter, hacerlo sólo
si está prescrito, según recomienda el CDC.
Presionar sobre la zona de retirada con una gasa estéril impreg-
nada de antiséptico, colocar a continuación un apósito estéril.
Realización ......................................................................................................................
Heparinización/cura/urok................................................................................................
122
Introducción
BAJA DURACIÓN
CUIDADOS DE LOS CATÉTERES CENTRALES DE LARGA DURACIÓN
Tipos de catéter
Objetivos
Definición
El calibre del catéter oscila entre 4,5 y 12 Fr. Utilizando técnica es-
téril y percutánea (la técnica de punción del sistema siempre será con
medidas estériles, ya que se establece conexión con el exterior a través
del subcutáneo, por lo que siempre existe el riesgo potencial de arras-
trar gérmenes desde el exterior), es posible acceder a la membrana
con una aguja especial tipo Hubber® o Gripper®, llegando hasta la cá- 125
mara que va unida al catéter. El calibre de la aguja va a determinar la
mayor duración de la membrana autosellante, por lo que es importante
que las agujas sean del grosor y la longitud apropiados. Se recomien-
da 20 Ga cuando es necesaria la administración de sustancias visco-
sas, lo que proporciona una media de aproximadamente 2.000 pun-
ciones.
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Indicaciones de uso
Es una vía de acceso implantada que constituye una forma cómo-
da de administración de fármacos, quimioterapia, componentes san-
guíneos, sueroterapia, nutrición parenteral, extracción de muestras
sanguíneas.
Procedimiento preimplantación
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Procedimiento post-implantación
Control de constantes.
Control de la zona de inserción, así como de la tunelización, por si 129
hay sangrado o hematomas. Buscar signos de inflamación, seromas, rota-
ciones del dispositivo o erosión. Poner apósito compresivo y frío local.
Analgesia si precisa.
Cura estéril a las 24 h.
El catéter se puede utilizar nada más finalizar su implantación,
aunque es recomendable esperar 48-72 h puesto que la inflamación
será menor. En caso de tener tratamiento ese mismo día, el paciente sale
del servicio de cirugía vascular con el catéter pinchado para su uso.
Movilización de la luz del catéter a las 24 horas de la inserción,
si no se está utilizando. Consiste en comprobar que hay retroceso de
sangre para actuar sobre la posible fibrina adherida al catéter. Lavado
posterior con 10 ml de suero salino y heparinización.
No es recomendable el aseo en la zona hasta la retirada de los
puntos de sutura (a los siete días aproximadamente). Control diario de
los puntos de sutura de la bolsa que contiene el portal. Retirarlos cuan-
do se tenga la completa seguridad de que la herida quirúrgica está
completamente cicatrizada, esto dependerá del estado inmunológico del
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
paciente. Si los puntos son reabsorbibles, dejar que se caigan solos ha-
cia los 21 días. Realizar cura de la inserción quirúrgica.
Entregar el manual de cuidados del paciente. Comenzar a educar-
le en el manejo del catéter. Informar al paciente de los cuidados que debe
tener para el mantenimiento del reservorio en el domicilio. El paciente ten-
drá especial cuidado en mantener la zona dérmica del portal limpia, ma-
nipulando lo menos posible dicha zona; debe evitar golpes, realizar ins-
pección rutinaria del área en busca de eritema, hipersensibilidad, calor,
dolor, inflamación, secreción, fiebre u otros signos de infección y comuni-
car al personal sanitario; así como heparinización, según protocolo.
Registro en la historia de enfermería de la fecha del implante,
tipo de catéter y lugar de inserción.
Cuidados extraluminales
Paño estéril.
Guantes estériles (un par).
Gasas estériles (un paquete).
Antiséptico: clorhexidina acuosa al 2%, clorhexidina alcohóli-
ca al 0,5% o alcohol de 70°.
Dos jeringas de 10 ó 20 cc (una jeringa para comprobar per-
meabilidad aspirando y/o extracción y otra para heparinización).
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
A B
C D
133
E F
G H
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
I J
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
rán menor fatiga del material del catéter. Asimismo, puede realizarse la
heparinización directamente en bolus, usando una aguja especial.
Cambiar el sellado con heparina cada 10-12 semanas si el caté-
ter está en reposo, revisando la permeabilidad de éste.
Efectuar examen periódico del sitio de inyección por si se presen-
tan signos de infección, inflamación local, dolor, desplazamiento del re-
servorio, etc.
Cambio de aguja
Cambio de apósito
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Uno de los problemas mayores que puede tener esta técnica es la fi-
jación del apósito cuando el receptor de estos cuidados es un niño y se
138 intenta que en sus juegos no se arranque el Gripper®.
Retirada de Gripper®
En reservorios en reposo:
Recomendaciones generales
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
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VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Observaciones importantes
140
No dejar nunca una línea abierta mientras haya una aguja en la
cámara portal, para prevenir un embolismo aéreo inadvertido.
No manipular la aguja una vez insertada en la membrana, se
podría dañar el diafragma.
No realizar movimientos de rotación o inclinación de la aguja
por posibilidad de rotura.
No forzar la entrada de fluidos a través del reservorio para libe-
rar una obstrucción, por el posible riesgo de desconectar el catéter del
portal y/o rotura del mismo. Si se sospecha que la membrana está rota,
no infundir sustancia alguna hasta cerciorarse de su integridad.
Desconfiar de un sistema en el que la infusión se realice sin difi-
cultad y sea imposible obtener reflujo hemático. Puede estar perforado.
Hacer comprobación radiológica.
Mantener, siempre que sea posible, bomba de infusión o disposi-
tivo que asegure la continuidad de la administración de fluidos.
Prestar atención para no dejar el sistema sin perfundir durante
mucho tiempo, ya que esto puede producir la coagulación del catéter y
Obstrucción
Si la punta del catéter está situada contra la pared del vaso, hay
que cambiar de posición al paciente y aumentar la presión torácica ha-
ciendo que tosa repetidamente, respire profundamente o haga fuerza
con el abdomen (maniobra de Valsalva).
Si ofrece resistencia (existencia de microémbolo), indicar al pa-
ciente que cambie de posición, acostándolo con los pies elevados por
encima del nivel del reservorio, debe girar la cabeza y elevar el miem-
bro superior homolateral para intentar desplazar la punta del catéter.
Intentar la desobstrucción, aspirando suavemente para crear va-
cío, utilizando la técnica de presión negativa explicada en el apartado
de cuidados.
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
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EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Trombosis vascular
Infecciones
Los catéteres colocados en la vena cava superior pueden migrar es- 143
pontáneamente hacia la vena subclavia o yugular. La causa más común
son los vómitos y los esfuerzos al toser.
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Extravasación
También puede ser producida por la presión del flujo de infusión so-
bre la zona de conexión del reservorio y el portal, por ejemplo, al infun-
dir contrastes de diagnóstico.
Necrosis cutánea
Puede ocurrir:
Una retirada tardía del catéter puede ocasionar que éste se fibrose,
pegándose a la anatomía vascular, separando el catéter del portal e im-
pidiendo la retirada del mismo.
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
Catéter arterial
Catéter de Tenckhoff
CUIDADOS
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VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Tipos de catéter
CUIDADOS
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ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
bibliografía
Benítez Collante CI, Benítez Collante LM, Arigossi CR, Benítez Collan-
te AE. Trombosis venosa profunda: etiopatogenia, factores de riesgo, diag-
nóstico y tratamiento. Revista de Postgrado de la VI Cátedra de Medicina
2004; 140:6-9. [En línea] [fecha de acceso: 16 de septiembre de 2005].
150 URL disponible en: http://med.unne.edu.ar/revista/revista140/ 2_140.htm
CUIDADOS
ACTUALIZACIÓN DE LOS CATÉTERES
ENFERMERA CENTRALES
EN ACCESOS DE LARGA
VASCULARES DURACIÓN
Y TERAPIA INTRAVENOSA
Bibliografía
152
unidad
CUA-
ACTUALIZACIÓN
TRO
ENFERMERA
ACCESO ENCENTRAL
VENOSO ACCESOSDE
VASCULARES Y TERAPIA INTRAVENOSA
INSERCIÓN PERIFÉRICA
8 catéter venoso
central de
inserción
periférica (PICC)
Introducción
Sus medidas:
De una sola luz 4 Fr con válvula distal 60 cm, que se adapta a las
medidas antropométricas del paciente cortando su extremo proximal.
De dos luces 5 Fr. Dos válvulas en el extremo distal medidas de
45 cm y de 55 cm. La valoración antropométrica se hace en relación a
la longitud del catéter.
El PICC será central cuando el catéter está alojado en vena cava su-
perior (si el abordaje se ha realizado desde miembros superiores) o
vena cava inferior si el abordaje se efectúa desde miembros inferiores.
158
Los PICC, como todos los CVC de larga duración, no han de que-
darse alojados intracardiacos, ya que pueden producir perforaciones
cardiacas y arritmias. El riesgo es mayor cuando el material del catéter
es poliuretano (Guillamón et al, 2005).
Objetivos
Pre-ejecución
Ejecución
A B
C D
162
E F
enfermo que incline la cabeza hacia la zona de inserción hasta que to-
que la clavícula con la barbilla.
Cuando el catéter se encuentre en el punto de inserción deseado,
se retiran el fiador con el conector y la vaina pelable, con suavidad, su-
jetando con la otra mano el catéter por encima del punto de inserción
para evitar su desplazamiento.
Sellar el catéter con monodosis de heparina sódica de 20 UI/ml,
con presión positiva y colocar válvula Luer-Lock.
Lavar la zona y desinfectar con clorhexidina al 2%.
Colocar apósito estéril, transparente preferiblemente.
Realizar control radiológico a través de una placa de tórax. Es
recomendable no utilizar el catéter hasta que se compruebe la posición
correcta de la punta del catéter (cava superior).
Post-ejecución
Ejecución
Ejecución
Material necesario:
Ejecución:
Flebitis.
Rotura del catéter.
Obstrucción.
Flebitis
Elevación de la extremidad.
Ejercicios moderados que contribuyen muchas veces a solucionar
la flebitis.
Poner compresas frías.
Rotura
El material necesario es el
equipo estéril de manipulación de
catéteres (kit de reparación adap-
tado para cada modelo de PICC,
mosquito, bisturí y gasas) (Ver
Imagen 5).
Procedimiento de reparación:
Imagen 5. Kit de reparación del
Se pinza el catéter por de- catéter PICC
Una vez hecho esto el catéter está listo para ser utilizado o heparini-
zado (Ver Imagen 6).
172 Obstrucción
Fin de tratamiento.
Flebitis sin negatividad del germen, después de instaurar trata-
miento antibiótico sistémico por facultativos expertos.
Obstrucción que no pueda resolverse con fibrinolíticos (urokinasa).
Sepsis que no se pueda resolver con tratamiento de sellado con
antibiótico, prescrito por médicos especialistas.
Despegar el apósito.
Van Rooden CJ, Schippers EF, Barge RMY, Rosendaal FR, Guiot
HFL, van der Meer FJM, Meinders AE, Huisman MV. Infectious Compli-
cations of Central Venous Catheters Increase the Risk of Catheter-Related
Thrombosis in Hematology Patients: a Prospective Study From the De-
partments of General Internal Medicine, Infectious Diseases, Hematology
and Clinical Epidemiology. Leiden University Medical Center (LUMC),
Leiden, the Netherlands. Submitted may 2, 2004; accepted january 13,
2005.
175
Fisiopatología
Factor Xa
Fibrina
Profilaxis antitrombótica
Tratamiento fibrinolítico
Una vez más, las razones son la dificultad de realizar protocolos bien
diseñados ante lo heterogéneo de las diferentes situaciones clínicas y tam-
bién porque su eficacia va a depender fundamentalmente del tamaño y
edad del trombo (Weber et al, 1995). Las principales diferencias entre las
diferentes recomendaciones radican en primer lugar en la dosis empleada,
que oscila desde 2.000 U hasta 250.000 U (Twardowski, 1998).
Catéter colonizado
Crecimiento de más de 15 UFC en cultivo semicuantitativo o más de
1.000 UFC en cultivo cuantitativo del segmento proximal o distal del
catéter en ausencia de síntomas clínicos acompañantes
Infección de la puerta de entrada
Eritema, dolor, induración o contenido purulento en los 2 cm de piel
circundante a lugar de entrada del catéter 183
Infección del reservorio
Eritema y necrosis de la piel que recubre el reservorio de un catéter
tatalmente implantado a nivel subcutáneo o contenido purulento en el
propio reservorio
Infección del túnel subcutáneo
Eritema, dolor e induración del tejido celular subcutáneo que rodea al
catéter más allá de 2 cm desde su introducción
Bacteriemia asociada a catéter
Crecimiento del mismo microorganismo –idéntica especie y
antibiograma– en cultivo semicuantitativo del catéter y en hemocultivo
–preferiblemente obtenido de venopunción directa–, en un paciente con
síntomas de bacteriemia y en ausencia de otro foco de infección. En
ausencia de confirmación microbiológica, la desaparición de la
sintomatología tras la retirada del catéter en un paciente con
bacteriemia puede ser considerada evidencia indirecta de bacteriemia
asociada a infección de catéter
Bacteriemia relacionada con infusión
Crecimiento del mismo microorganismo en el líquido de infusión y en
hemocultivos obtenidos de venopunción directa, sin otra fuente evidente
de infección
Sospecha de infección:
• Fiebre sin focalidad
• Bacteriemia por agentes implicados (Staphylococcus sp, Candida sp)
Cultivo Cultivo
Retirar catéter Obtener Positivo Negativo
NO
Positivo Negativo
Cultivar segmento
186
Catéter corta duración Catéter larga duración Cultivos
(no tunelizado) (Hickman o Port-a-cath)
Si fiebre o
Iniciar infección
Sellado antibiótico (junto con tratamiento IV); Solución con antibiótico persistente
(1-5 mg/ml) + heparina (20 u/ml); Sellar todas la luces después
de cada uso; Hickman: 1,8 ml. Port-a-cath: 5 ml
Valoración
en 48-72 h
SC S. aureus Levaduras Bacilos gram-
negativos y otros Retirar
catéter
por lo que existen pocas dudas sobre la necesidad de retirada del caté-
ter en estas circunstancias, independientemente del agente causal. Es, en
definitiva, en los casos habituales de bacteriemia asociada, sin signos
clínicos locales, donde el manejo puede favorecer un tratamiento con-
servador con mayor garantía de éxito.
lución anticoagulante que se aplica tras el uso del catéter hasta su próxi-
ma utilización. Posibilita incluso evitar la necesidad de administración
sistémica de antibióticos más allá de la prolongación del cuadro séptico
asociado, aunque en espera de estudios controlados es recomendable la
utilización del sellado como un tratamiento aditivo y no sustitutivo de la
antibioterapia sistémica. La dosis utilizadas, desde 0,1 mg/ml hasta 5
mg/ml, exceden con mucho la concentración mínima inhibitoria (CMI) de
las bacterias a tratar y la de los niveles séricos obtenidos por vía sistémi-
ca. Esto es importante, ya que algunos estudios realizados en superficies
plásticas demuestran que los microorganismos pueden desarrollar tole-
rancia (CMB>256 mg/ml) bajo esas concentraciones, lo cual hace suge-
rir, dada la ausencia de toxicidad, el uso de dosis elevadas.
dicación absoluta de retirada del mismo. En estos casos, una vez retira-
do el catéter la antibioterapia debe ser mantenida durante, al menos,
cuatro semanas.
Cateterización prolongada
Número de luces
mayor tasa de infección que los de una luz. Sin embargo, otros autores
no han demostrado esta asociación.
Lugar anatómico
Nutrición parenteral
Manipulaciones frecuentes
Revestimiento de plata
Profilaxis antimicrobiana
Anticoagulantes
Tunelización subcutánea
Filtros
Kakkar VV, Bentley PG, Scully MF, MacGregor IR, Jones NAG,
Webb PJ. Antithrombin III and Heparin. Lancet 1980; 7:104.
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208
Introducción
Reducción de velocidad
de flujo
Alteración de Cambio en
componentes pared del vaso
de la sangre
Imagen 1. Tríada de Virchow, 1858
Cuidados hemodinámicos
Utilizar catéteres de una sola luz (CDC, Categoría IA, etc.) siem-
pre que el paciente cubra su necesidad de vía central.
Emplear sistemas de administración continua, como pueden ser
bombas de perfusión o infusores. Este cuidado está destinado a evitar el
éstasis o parada de la infusión
Correcta heparinización, utilizando técnica de presión positiva,
baja concentración de heparina (20 UI/ml), usar monodosis, etc.
Cuidados extraluminales
Cuidados intraluminales
siempre en cuenta que el uso repetido del catéter para extracciones san-
guíneas puede producir precipitados de fibrina a lo largo del catéter; se
sabe que en retirada se encuentra dos veces más que en catéteres de
corta duración, que bien puede ser causa de oclusión del catéter, falta
de retroceso sanguíneo y depósitos de fibrina que potencialmente pue-
den ser caldo de cultivo de posibles infecciones.
Muchos de los problemas potenciales del uso del catéter vienen da- 219
dos por la no aplicación de los cuidados generales.
Oclusión
Causas de oclusión
Oclusión catéter
A B
Cualitativo.
Semicualitativo.
Maki.
Cuantitativo.
Cultivo de la conexión.
Tinción de varios segmentos del catéter.
Cultivos superficiales.
228
Diagnóstico de la bacteriemia.
Hemocultivos.
Se realiza mediante:
Resumen
233
Lee AY, Levine MN, Butler G et al. Incidence, risk factors, and out-
comes of catheter-related thrombosis in adult patients with cancer. J Clin
Oncol 2006; 24:1404–08.