Pijoan Jose - Historia Del Arte I
Pijoan Jose - Historia Del Arte I
Pijoan Jose - Historia Del Arte I
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arte:
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I
m lHISTORIA^J PIJOAN!
PROFESOR DE LA ESCUELA SUPERIOR DE ARQUITECTURA DE BARCELONA Y DE LA ESCUELA DE ESPAA EN ROMA; MIEMBRO CORRESPONSAL DEL INSTITUTO ARQUEOLGICO IMPERIAL DE BERLN
Tomo
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nmx
&m CASA
y
BARCELONA
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ES
PROPIEDAD
Copyright, 1914,
a by Salvat y C.
,
S.
en C.
togrflco
il-
P. S
Fig.
i.
la iglesia
PRLOGO
del Una nuevaabsolutamente Arte, que
Historia,
era
el
escrita en
castellano,
creemos
de habernos anticipado
les
paracin,
moderno sobre
Porque era imprescindible dar un resumen abreviado de los ltimos descubrimientos, vulgarizar tantas obras de arte famosas, y que han sido devueltas la admiracin de las gentes por las ltimas exploraciones arqueolgicas. Muchas estatuas y edificios que se crean perdidos, han resucitado en las campaas repetidas de excavacin llevadas cabo por las misiones cientficas, en Grecia, Egipto
y
el
perodo de los grandes trabajos arqueolgicos nos proporcionaron, adems de las esculturas de los frontones del templo de Jpiter Olmpico, tan famosas en la antigedad, nada menos que una estatua autntica de Praxiteles, con su perfil intacto, cincelado por las propias manos del maestro.
nes,
el
que inauguran
en
Estaba all, cubierta por los escombros, cerca del lugar mismo donde la admir Pausanias, y como si hubiese dormido durante tantos siglos, conservaba an toda su juventud y belleza. Su descu-
II
PROLOGO
brimiento seala un hecho tan importante en la historia del espritu humano como si algn da, dentro de otro par de millares de aos, nuevas generaciones, despus de haberlas credo perdidas para siempre, encontraran las sinfonas de Beethoven la tetraloga de Wagner, que representan las supremas producciones del arte musical de nuestros tiempos. Despus de Olimpia, Dlos, feso, Priene y Mileto, el mismo subsuelo de la Acrpolis de Atenas, han devuelto tesoros que nadie poda imaginar que all existieran. Por este motivo, el trabajo de investigacin arqueolgica del suelo de Grecia interesa por igual todos los hombres cultos. No se trata de descubrimientos de pura curiosidad histrica, sino que el patrimonio artstico de la humanidad se ha aumentado considerablemente; el tesoro de belleza
que podemos admirar, puede decirse que se ha multiplicado. Tantas insignes obras de arte, descubiertas en pocos aos, han modificado por completo los gustos y las ideas que hasta ahora habamos tenido respecto de las otras obras que poseamos anteriormente. El Apolo del Belvedere, el Laoconte, que desde el Renacimiento venan siendo considerados como los modelos y arquetipos superiores de las escuelas griegas, han quedado en segundo lugar,
las
esculturas
de
la
Acrpolis, de
Olimpia, y el friso del estos ltimos veinte aos, la exploracin de las provincias griegas de la Jonia sometidas al gobierno turco se ha podido llevar cabo con relativa facilidad. Era imposible darse cuenta de lo que representaba el ideal jnico sin conocer los restos del templo de feso, el santuario nacional de los griegos del Asia. Slo plsticamente,
por estatuas y monumentos, podemos comprender hoy el radical dualismo de la raza griega, causa de su ponderacin y de su mgico equilibrio. No hay que recurrir las diferencias del dialecto de sus poetas, ni las sutiles invenciones de sus filsofos y fsicos para
altar de
conocer la gracia y la sensibilidad jnicas; bstanos, por ejemplo, con mirar una de esas esculturas femeninas descubiertas ltimamente, con su sonrisa y el gesto elegante de su vestido plegado, para darnos cuenta de cmo tenan que seducir sus hermanos de raza drica, los sobrios, atlticos y desnudos efebos del tica y del
Peloponeso. Hasta en
que por ventura constituye la ms grande prdida que haya sufrido la humanidad, esto es, en la total destruccin de todo el inmenso ciclo de la pintura griega, con sus cuadros de cabalo
llete
y los frescos tan estimados de sus templos... hasta stos, por una extraa mezcla de deseo vehementsimo y de apurado anlisis, comparando los arquelogos las descripciones literarias de las pintu-
PROLOG
ras
III
dibujos pintados de ios vasos y las representaciones de los sarcfagos y relieves, han llegado casi adivinar la sensacin
con
los
de las obras desaparecidas y evocarlas con una especie de nueva vida intelectual, que para ellas es ya la nica posible. Al enumerar algunas de las grandes modificaciones de concepto
que en nuestros estudios han impuesto los nuevos descubrimientos, hemos comenzado por la Grecia, porque ella por s sola constitua hasta hace poco la base capital de la Historia del Arte. Pero, aun sin movernos del suelo sagrado de la Hlade, tenamos que encontrar en otra capa ms profunda los restos de todo un mundo maravilloso, contemporneo de los hroes homricos, y que tena que prolongar otros mil aos la historia de aquel pas con una primera incomparable civilizacin original. La historia de la Grecia, tal como la empezaban las obras de Curtius y Ottofried Muller, era slo la mitad de la historia
Ah!, si ellos hubiesen podido conocer como nosotros, de Creta, descubiertos en este ltimo decenio, y las tumbas de Micenas, y la Troya de Schliemann, y, en una palabra, todo el cuadro magnfico de la Grecia prehelnica!... Por su parte el Egipto, el pas prodigioso que por su clima seco todo lo conserva y lo devuelve generosamente, ha continuado entregndonos sus tesoros, y en estos ltimos aos, la historia de las dinastas faranicas se ha comprobado con tanta abundancia de textos, que causa sorpresa analizar hoy lo qu era un libro clsico sobre el Egipto, hace diez aos, donde la mitad de las cosas fundamentales parecen olvidadas, como si el autor hubiese querido intercalar slo la mitad de las ideas no desenvolver por completo el tema de los captulos. Adems, ha aparecido en estos ltimos aos una rama nueva de la egiptologa, que es la prehistoria del Egipto, y los estudios sobre los orgenes de esta comarca excepcional constituyen acaso la mayor novedad de las ciencias histricas. En Asira, los trabajos de Layard, de Place y Botta pusieron al descubierto los palacios reales de Nnive; pero fuera de estos edificios de la capital, la investigacin se efectuaba siempre con zozobras; las ruinas, rpidamente reconocidas por las misiones, eran luego abandonadas, por temor las tribus errantes de los beduinos, celosas de lo que ellas crean que eran los sepulcros de sus reyes antiguos del desierto. Actualmente la situacin ha cambiado en la Mesopotamia, y las ciudades asirias y caldeas son reconocidas con el mayor cuidado; Babilonia y Assur son ambas ahora metdicamente excavadas por las misiones alemanas. No hace ms que unos veinte aos que el arte caldeo empez ser conocido, y nada aclara tanto
griega...
los palacios
IV
PROLOGO
la
como contemplar
las
sus palacios, sus ciudades y su escritura, descubiertos recientemente. El arte caldeo, no slo es el primero que apareci en Asia y
ms
tarde hered
la Asiria,
sino que parece haber sido el maestro emparentado, pues, en sus orgenes con el arte
prefaranico.
Extremo Oriente, que hasta hace pocos aos poda dejarse un lado, como un mundo extico, independiente de nuestro arte y nuestra civilizacin occidental, hoy, gracias las modernas
Por
fin, el
infiltra
por toda
escuelas helnicas y alejandrinas. El campo de influencia del arte greco-romano se ensancha por Oriente, con sorpresas inesperadas;
la
cronologa de los
monumentos ha cambiado
por completo; sera ignorancia imperdonable tratar hoy de la antigedad del arte indio como se haca slo hace diez aos. Desde el momento que en nuestro campo de estudio dbamos cabida al arte del Extremo Oriente y los problemas de sus relaciones con los dems pueblos del mundo antiguo, nos ha parecido que sera del todo injusto olvidarla enumeracin de las cuestiones todava misteriosas que plantean los monumentos primitivos de Amrica. Siendo el arte, nuestro modo de ver, un producto natural, esencialsimo para la naturaleza humana, resultaba un efecto de monstruosa excepcin, que la mitad casi de nuestros continentes se hallaran as apartados del gran placer de la belleza. Es cierto que la exploracin arqueolgica de las tierras americanas deja todava mucho que desear, pues slo conocemos imperfectamente las arquitecturas de ciertas regiones, como el Yucatn, el Per y las industrias de algunos pueblos indios primitivos. Pero muchas de las decoraciones en relieve y de las pinturas de las cermicas americanas, por ejemplo, han sido comparadas con otras decoraciones de otros pueblos primitivos de Europa, de la Grecia arcaica y del Oriente; y como no es posible creer, en este caso, en relaciones y enseanzas directas de unos pueblos con otros, nos asalta la idea de un fondo comn de repertorio artstico, ingnito y latente en el alma humana, que obliga inventar y volver inventar las mismas formas, como los pjaros y las abejas reproducen por instinto las formas de sus nidos conformndose fatalmente al tipo preestablecido
de su especie.
Adems,
nicos,
con
los
estos tipos fundamentales, escultricos y arquitectnuevos descubrimientos se han podido clasificar desde
PROLOGO
sus orgenes, seguir en su desarrollo y admirar en su feccin; de manera que la escala de elaboracin de
ms
alta per-
uno de
estos
pensamientos colectivos, que constituye un tipo artstico, se puede estudiar como en la embriologa se estudia la formacin de cada ser. Las leyes del pensamiento, la fatal evolucin de cada idea artstica, la parte reservada al etnos la raza, y la parte concedida al genio personal, en ningn lado se puede ver tan plsticamente manifestada como en el cuadro de desarrollo de uno de estos seres morales del arte... Formadas las series y analizado el desarrollo de un tipo artstico, empiezan descubrirse grandes leyes, que se aplican escuelas diversas, separadas por siglos de distancia y en pases que no han tenido nunca ninguna relacin. La Historia del Arte podra resolverse entonces como una ciencia exacta y dividirse, no por tiempos y pases, sino nicamente en tres grandes ciclos, que se repiten en todas las escuelas, esto es: el arcasmo con las leyes de los
el clasicismo el equilibrio perfecto cuando la tcnica, ya dominada, informa directamente el genio personal, y, por fin, las leyes de la decadencia del barroquismo, cuando los efectos son producidos por acumulacin y superposicin de elementos ya gastados. Nuestro criterio ha sido tambin, en todos aquellos tipos cuya serie empieza estar completa, ordenarla la vista del lector en diversas rplicas, para que pueda apreciar la elaboracin paulatina y las leyes de su desarrollo. Aunque sea pecando de monotona, pensamos publicar una multitud de estelas ticas, diversos Apolos dricos y varias estatuas femeninas del tipo jnico arcaico, en las que las diferencias son casi insensibles. As, sin salimos de los lmites de un manual completo de Historia del Arte, el lector tendr alguna idea, no slo de los resultados, sino tambin de los modernos
orgenes;
procedimientos cientficos. Al escoger las reproducciones hemos tenido en consideracin ante todo su belleza, despus su inters histrico y arqueolgico, y por ltimo, su novedad. En igualdad de circunstancias, hemos preferido un monumento indito una obra ya vulgarizada por el grabado y la fotografa. No obstante, los grandes dolos de la antigua historia del arte, como el Apolo del Belvedere, los colosos de Memnn el Kailasa de la India los reproduciremos tambin, porque el criterio nuestro y el del editor es que esta obra sirva de primer libro para los que no estn iniciados. Creemos que un ligero conocimiento de estas materias es indispensable para todos los hombres que tienen la pretensin de llamarse cultos. Del mismo modo que el mdico y el higienista condenaran aquellos que, aun no perteneciendo su clase, deseo-
VI
PROLOGO
nocieran hoy el valor de los pequeos microorganismos en la economa de la vida alguna ley fundamental fsica; del mismo modo el arquelogo y el artista han de condenar el desconocimiento de
tantas bellas obras de arte
de
la
humanidad y que
para procurarnos el goce de su contemplacin. Por fin, al redactar nuestros captulos y al escoger la ilustracin que ha de enriquecer nuestro primer volumen, hemos tenido siempre en cuenta la parte que le corresponda al arte espaol. Bajo este
punto de vista solamente, era ya necesaria la publicacin de una Historia del Arte en castellano, porque, por lo comn, los manuales modernos sobre esta materia no tratan con la extensin debida lo que corresponde nuestro pas. Despus de cuanto llevamos dicho, no podemos menos de dar las gracias nuestro editor, Sr. Salvat, porque con sus conocimientos y experiencia ha facilitado nuestro trabajo, como verdadero colaborador. Qupale, pues, l tambin la recompensa del xito que
Fig.
2.
ARTE PREHISTRICO ARTE EGIPCIO. -CALDEA Y ASIRA FENICIA Y CHIPRE. COLONIAS MEDITERRNEAS EL ARTE DEL EXTREMO ORIENTE ARTE PREHELNICO GRECIA. -ROMA AMRICA PRECOLOMBIANA
Fig.
3.
central.
CAPITULO PRIMERO
EL ARTE EN LOS PRIMITIVOS
ACTUALES
El
cir,
los orgenes
y desarrollo del
arte, sintese
impulsado
empezar por las primeras tentativas de los nios, en los que podramos
encontrar
primordial de formar combinaciones de lneas y reproduque les impresionan de su alrededor. El nio obra
el
que nos
lleve
ms
mismas de las imgenes de todos los pueblos primitino reproduce los objetos tal como los ve, nunca los mira al dibujarlos, aunque los tenga delante; se vale, para su representacin, no de la forma real del objeto, sino de una imagen semiconsciente que de ellos tiene formada en la memoria. Todas las partes de un cuerpo son dibujadas por el
leyes de error,
que son
las
xima dimensin;
as el
pecho y
la
la nariz
de perfil y las orejas planas saliendo de la cara, las manos abiertas y los pies vistos de lado (fig. 4).
hist. deIj
Fig. 4.
Muestra
de un dibujo
infantil.
arte.
t.
i.
1.
Los nios no intentan reprolos objeducir la gran variedad de sino tos que ven su alrededor,
que se limitan
tipos,
repetir _algunos
siempre
los
repertorio
muy
en
nen
fijado
sus son los salvajes actuales, con que han sociedades rudimentarias, por sido recientemente estudiadas misioneros, funexploradores y
c.
Tocado
marfil
de
cicatrices
de
en
el labio
cia
civitodosTtofsX
es de las islas
Adamanes, de
la
Tierra del
Fuego y algunas
el
mismo
Todos
estos
pueblos, ex-
cepcin de los esquimos, van comel pletamente desnudos, formando calificado de que Grosse ha
grupo
que
el
tante,
serable
manivemos aparecer la primera en los festacin artstica: son, de razas negras, grandes
salvajes
contraste de la
-Tocado
de
cicatrices.
Congo.
mente
(figs. 5
6).
Los
salvajes
del
Congo para
cicatri-
durante
algn
tiempo con
'<A
jugos de hierbas
irritantes.
linesios y australianos
de
piel
Los pomoM'ftM
W^j
1>
de sus tatuajes
el
misteriosos,
fi'.l
que hacen
obscuro
tico
mismo
efecto de claro
(figs. 7
esttico
RSbr
%3BEpK m y j f yjL'i
tatuajes,
pre en
el
Ya veremos en el prximo captulo cmo tambin se tatuaban los hombres dlas razas primitivas europeas.
IJpIp
[5x
Actualmente
desde
el
los
tatuajes
han sido
y
l^-'
Japn y
la
Polinesia,
^-S^
-*S*
sociales
de nuestra
las
grandes
Fig.
7.
Mano
de
tatuada de un indgena
las islas
Marquesas.
vajes de las i^las ocenicas. Hasta en las llamadas clases superiores se advierten
la
mismo tiempo
(pie
dan exterior-
tencia
mente una buena idea de su resisfsica, son tambin un adorno de claro y obscuro para el cutis
la
algo femenino de
raza germnica.
Los velos
el
mismo
por
el
que
los
tatuajes,
de hacer
resaltar el color
de
la
piel
ms obs-
curos sobre
El
el
fondo
claro.
la
introducirla en
mismo
valor
co Fig. 8.
-cj u Ejemplar del * ^ j en la cabeza tatuado de un cadver. (Museo de Gotinga).
1
1 1
Todos
y
el
los
pueblos primitivos se
colores
inten-
pecho con
los
acecho de
en
el
la
caza, lleva
siempre
el
color indispensable
para su
tocado
teza.
luto
las
los
adolescentes
son
iniciael
dos,
al
entrar en la pubertad, en
la
uso
Fig. 9.
de
pintura.
Algunas
tribus
ru-
cicatrices.
Congo.
un primer
el
mo-
lujo
en
el
vestir,
derecho, y ya todos ellos sienten esta primordial necesidad de adornar con lneas y colores lo nico que acaso poseen, su
no respetan
propiedad
ni
el
cuerpo desnudo.
llegar la Tierra
Darwin, en su viaje de naturalista alrededor del mundo, explica que, al de Fuego, compadecido de ver los salvajes desnudos en aquel
fro
clima
y de continuas borrascas de
tela
la
Amrica
uno de
ellos
un pedazo de
para cubrirse, y con sorpresa vio que con ella, en lugar de vestido, se confeccionaba extraos adornos para el cabello. Por lo que antecede notamos que, all ya, las exigencias del tocado eran superiores las de la
comodidad y
las
necesidades ms perentorias.
Fig. 10.
las
Todas
los
pueblos
collares
cazadores
se
de adornan
con
de conchas y cuentas
la
de vidrio; en
para
las
embellecerse,
como son
los tatuajes
las
l-
siempre
de practicar
de formarse pacientemente
cicatrices
las
9).
El adorno parece
ser
un
instinto
capital
en
el
homma-
nifestacin artstica.
salvaje
Fig. ii. Grabados existentes en la caverna de La Guacara del Comedero. Sto. Domingo.
si
forma
tector.
las
manchas de un animal
l
sagrado, que
tuviese
como
de
pro-
Estas
tatuajes,
curvas
extraas
los
reproduccin de algo
sensi-
Los
tatuajes
figs.
8),
no
re-
producen en
los
salvajes inferiores,
el
objetos animales,
sol la luna?
completamente arformando algo parecido los sistemas que llamaremos ms tarde de decoracin geomtrica? Esto
crculos y elipses
bitrarias,
el
no es una imitacin, sino una necesidad de expresin de algo interior, como un ritmo musical de
formas sentidas en
el
interior
del
.
el rig. 12.
Ima humana.
Es
lo
ornamental decorativo de
(figs.
las
cavernas
americanas
cuentran guida
all
como
como
son
las esculturas
de
la
caverna de Hernando
(fig.
Alonso, en Santo
Domingo
12).
Lo ms
comn
combinacio-
humanidad,
cuando
dero significado de algunos de ellos, el problema ha parecido cambiar de solucin, reconociendo en muchas de estas decoraciones primitivas un valor imitativo. Esto es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con el arte ornamental. El que penetra por primera vez en un museo de etnologa comparada, donde se han reunido armas, tiles y
r Fit,
-
13-
Dibujos ornamentales
imagen representacin de las cosas exteriores. Por esto quedaramos ms sorprendidos al saber que algunas de aquellas imgenes son verdaderas copias de las irisaciones de la piel de un animal, quieren reproducir los movimientos de una serpiente perseguida; son reproduccin, en una palabra, de sensaciones concretas, percibidas tan slo por los rganos finsimos de los indgenas.
En ninguna
parte,
por ejemplo,
la
Pues bien; Ehrenreich, fundos estudios de aquellos ornamentos sobre el terreno de una manera irrefutable que representan siempre tales animales ms comunes del pas. Uno de ellos (fig. 13), ornamentacin de lneas paralelas, resulta ser la imagen
con
las alas
la
de
las serpientes.
Lo ms
tal
fcil
es
que
el
salvaje, al dibujar
el
estas
como
la
nio,
no quiera reproducir
estilizadas
las
imgenes que de
ellos tiene
formadas
el
hasta perder
teora
de
la
Cuando
se advirti
que
la
cruz,
A(
II
ALES
por ejemplo, los crculos, aparecan uniformemente en todas las decoraciones de los primitivos, estuvo punto de suponerse que exista un repertorio
elemental de decoracin artstica ingnito
turaleza
la
na-
humana.
Como no
como no
en
ios
las
especie.
de aqu
en
las
sociedades
como una
fatalidad.
mos
tipos.
maun
Fig. 14.
de
las
primeras
civilizacio-
nes
europeas,
ha
en
Escudo de
un
australiano.
origen
posibles relaciones en pocas Pero hay que precaverse mucho antes de formular estas hiptesis. Ahora vamos viendo que, aunque coincidan en algunas formas, los primitivos quieren representar con ellas cosas muy distintas. Adems, sus rganos
lejanas.
comn y en
perciben
y
lo
las lneas y colores de una manera muy diferente del hombre civilizado, que para nosotros puede parecer idntico, para ellos es enormemente
puede
Un
aus-
sendero que su cabana conduce, y en las selvas vrgenes los salvajes siguen pistas invisibles para el europeo. As ya no extraaremos que el grosero escudo de un australiano (fig. 14), donde no
traliano
lejos el
conoce desde
muy
propietario
la
piel
de una serpiente. Es posible que el salvaje perciba en la serpiente lneas y formas de las que nosotros no nos damos cuenta, impresionados nicamente
por sus lneas generales,
totalidad.
la plstica
el
color de su
ciertos detalles
Poseen, pues, los primitivos actuales un sentido especialsimo para percibir de las cosas que les rodean, y con ellas abreviadamente formar
geomtrica; pero nada hay interior, nada sale fuera que antes no nos haya venido de fuera y por el agente intermediario de los sentidos. No deja de ser interesante que el arte sea ya en sus orgenes, lo mismo que ser siempre: una reaccin sentimental, interior, del ser humano
sobre
las
cosas exteriores.
Pero adems de este arte geomtrico, ornamental y abreviado, poseen algunos pueblos primitivos la facultad de reproducir animales, objetos y hasta escenas de conjunto, con un naturalismo que sorprende nuestros mismos ojos, acostumbrados toda clase de maravillas artsticas. Son esculturas en hueso y marfil labradas por los esquimales, pinturas en las rccas. en las que principal-
Fig. 15.
Fig. 16.
por
los esquimales,
de
la naturaleza.
mente son hbiles los pueblos cazadores africanos y tambin los australianos. Empezaremos por tratar de la escultura, porque cronolgicamente parece anterior; por lo menos el naturalismo artstico se manifiesta en las razas prehistricas europeas, como veremos en el prximo captulo, primero en objetos tallados de
escultura que en decoraciones pictricas.
actuales, esta prelacin cronolgica se
En
el
los
hace
difcil
de observar,
de
los
la
el
clima y
la civilizacin.
En
el interior
las astas
guetes y amuletos en forma de animales (figs. escenas de pesca, de cacera, con miniaturas de kajafcs, tpicas piraguas forradas
de sus chozas de nieve tallan pequeas figurillas humanas, ju15 y 16). Decoran sus arpones con de bulto y de
relieve,
de
cia
pieles.
Su
consecuen-
de su visin especial en aquellas extensiones blancas, donde los hielos no muestran ms que formas incoloras. Su industria de caza y pesca les obliga ade-
el marfil plano de las astas del reno. As se una prodigiosa facultad para la escultura; pero en cambio apenas pintan sus cuerpos, embutidos siempre entre pieles, y sus tatuajes no ofrecen tampoco aquel valor preponderante que tenan en los primitivos desnu-
ms
tallar
arpones y anzuelos en
desarrolla en ellos
Simultneamente con los objetos de utilidad prctica, fabrican los esquimales pequeos juguetes figurillas de reno, que podra creerse no tuvieron otra utilidad que la puramente esttica, como si el arte hubiese llegado un valor desinteresado, sin otro fin que el goce libre que buscar ms tarde. Estas pequeas esculturas de los esquimales son hoy recogidas por los viajeros, no slo como documentos para los museos, sino tambin como preciados objetos de comercio. Pero en un principio tenan otra utilidad que la del simple objeto de arte: eran mgicos amuletos para favorecer la caza y la pesca. Es una ley comn de las mentes primitivas la supersticin de creer que, con la reproduccin de un objeto, se asegura la posesin del mismo. Hay que llevar consigo al dios propicio, la imagen del fantasma querido, la escultura del reno que se desea cazar, del kajak piragua que no se debe sumergir. Xo es pro-
Escultura procedente de
la isla
de Pascuas, en
el
Ocano
Pacfico.
(Museo Britnico,
Tomo
Fig. 17.
Pequeas
esculturas
de hueso
de
los esquimales,
representando renos.
ciso, sin
embargo, que
total;
la
reproduccin sea
la larva
exacta y
basta un fragmento,
as se
del ttem,
que
llamaba
el
animal
ciente
fines totmicos, es la
los
las
causas
abreviado
de que hablbamos
sible
principio.
Es po-
que
las
decoraciones
misteriosas
un australiano, que quieren no ms que una parte de Fig. iS. Propulsores disparadores la piel de una serpiente de un tatuaje, de arpn, de los esquimales, para la caza. tengan la misma aplicacin mgica que el pequeo reno de bulto, esculpido en hueso (fig. 17), que lleva el esquimal
del escudo de
representar
el
xito de la cacera.
el
reno sobre
(fig. 18),
que
mismo
10
Hiriendo
la
imagen de un bfalo
que ha-
de que podr
derribar
al
neando
la
miniatura de un reno
De
que
la
obliga
la
pintura y escultura
los
educar
mano de
hombres
Reinach,
la
primitivos.
Fig.
19.
No
Mscara
litrgica
para
la
danza,
de
la
realidad,
de
los indgenas
de Colombia.
cuando
del arte.
hablamos
de
magia
Casi todos los salvajes actuales carecen de dolos, slo forman veces grotescas
precaverse de los genios y demonios enemigos y apartar el maleficio de los lugares por ellos habitados. Esto desarrolla tambin veces sus facultades
escultricas,
as
como tambin
la
como por
instinto este
danzas mmicas, en
cipales bailarines
la tri-
bu
tricos
ser
europeos y
rito
la
danza parece
como un
relacionado con
es-
pecie
latente
humana una
fuerza
artstica
las fuer-
de
la isla
de Pascuas,
los
en
el
mar
Pacfico,
que encontraron
all
solitarias al llegar
Fig. 20.- Caretas de madera pertenecientes los indgenas de Siberia.
explora-
d reS
mOdpmOS. Estas
la
esculturas,
hoy en
II
Museo
tiles
Britnico,
parecen
haber
de
pertenecido
una
civilizacin
exclusivamente de piedra,
bradas en
la
roca dura
aquellas
imgenes!
presin
Hay una
abreviacin
cierta ex-
maravillosa, y hasta
una
de algo
fatal,
gensico,
grosero,
acaso de un culto
muy
obras
de
bulto
entero
ms
las
Dibujos pintados en
de
la
la
del Sudoeste
Amrica
perfectas
primitivas razas salvajes. Slo las esculturas de los cazadores prehistricos del
reno, de la
Europa
glacial,
Pero volvamos
al
tema de
el arte
ornamental.
Mientras hoy son casi nicamente los primitivos que moran en las blancas soledades polares, los que demuestran una especial facultad para
tribus
la escultura, las
cazadoras del frica y de la Oceana sienten ms predileccin por la pintura. Decoran ellas, para estos fines mgicos, las cavernas con los animales
siluetas
en
la lluvia
ha des-
pertado en ellos
movimientos del
animal,
saltos
con sus
y gestos,
que se escapan
la
retina
del
hombre
do.
civiliza-
Generalmen22. Antlope en
de brincar, dibujado por
los
te estas pinturas
se encuentran en
Fig.
actitud
bosquimanos.
12
los
hombres
no
iniciados. _
Sin embargo, no
estilo
aparece este
golpe.
En
figura
humana, se valen
Fig. 23.
mitivos, para sus pinturas, de una imagen todava esquemtica, que persiste por algn tiempo. Estas figuras de animales estilizados y de monigotes humanos, con los brazos en alto, son de una semejanza extraa, tanto en los frescos de los polinesios como en los grafitos de las rocas dibujadas por las tribus bereberes del Norte de frica y las de Amrica (fig. 21). Un primer estilo de pintura parece ser, pues, el de estas formas esquemticas para el reino animal, que suceden las representaciones ornamentales. Pero llega un momento determinado en que los artistas de estos pueblos primitivos dan un gran paso, dejan de representar las imgenes esquemticas que tienen fijas en la memoria y prestan atencin las formas exteriores; entonces es cuando sus rganos fsicos, no gastados an por el forzado ejercicio de una cultura intensiva, les permiten apreciar las cosas con una finura de visin extraordinaria para los movimientos
la
Dromedarios (grafito de
Arabia).
y los aspectos fugaces de la vida. Entonces el arte degenera en un naturalismo extremado, los animales se ven reproducidos en el acto de brincar, como en una
placa impresionada instantneamente
(fig. 22).
Fig. 24.
Escultura representando una batalla entre los bosquimanos y una tribu negra.
14
especie,
el
como
balancear de
los
curvados
cuellos de los
avestruces que
reproducimos
en
la fig.
3,0
el
estirarse
de
los
dromedarios,
para buscar
la
que encontramos
desierto,
en un grafito de
la
Fig. 26.
Arabia
re-
producido
la fig. 23.
en
Por
fin,
como
los
bosquima-
ms complicadas, constituyendo
verdaderos cuadros de costumbres. As, por ejemplo, es interesante la escena de una batalla entre bosquimanos y una tribu negra enemiga, que trata de robarles los bueyes de su rebao, y que se encontr pintada en una caverna del frica Central, cuya reproduccin puede verse en la fig. 24. Es curioso observar cmo los bosquimanos, que son los vencedores, aparecen de talla exagerada, por la misma razn que todos los pueblos primitivos representan de mayor tamao los personajes principales, expresando la categora por el volumen. Pero estas pinturas africanas son obra de una raza que ha estado ya en contacto con la
civilizacin; veces hasta intentan los
bosquimanos
reflejar cierta
impresin del
ambiente y del paisaje, sus frescos reproducen casi todos los animales que viven en su pas, los hipoptamos, antlopes y bueyes. Sus pinturas (fig. 25) dejan muy atrs las de los australianos y otros pueblos polinesios y americanos; la tcnica, sin embargo, es muy sencilla: los bosquimanos pintan sobre
las
colores
de
tierras rojizas
y ocre,
disueltos en la grasa.
si analizamos con alguna detencin estas pinturas de los indgenas veremos cumplirse tambin en ellas las leyes del arte de todos los pueblos primitivos. Los animales estn representados en su aspecto de mayor
Adems,
africanos,
dimensin y siempre vistos de perfil, nunca de frente de escorzo; cierto es que se manifiesta en esta clase de pinturas una gran habilidad para reproducir los movimientos de los animales, pero la perspectiva resulta desconocida;
figuras lejanas,
no se observa tampoco, por consiguiente, disminucin del tamao en las que produce la impresin de la distancia, y los tonos son casi
15
siempre
formes
,
uniel
sin
valor de claro
y obscuro que
da
el
relieve
del natural.
Sorprende,
dla naturaleza,
como son
los
gestos y movi-
mientos instantneos, no
sir-
ven
ms que
Fig. 27.
imgenes tipos mentales que tenan grabados en la memoria. As resulta que, por lo que hoy podemos conocer del arte de estos pueblos primitivos, el progreso artstico consiste en ir sumando observaciones del natural al repertorio de imgenes conscientes de los objetos, vistos segn su mayor
movimientos
las
dimensin.
fsicas,
De
las
las
representaciones
acumulando
percibidos por
la retina.
Algunos de estos pueblos primitivos, como los australianos, carecen en absoluto de viviendas y de todo rudimento de arquitectura; otros viven en chozas hechas de corteza y grandes tallos de la vegetacin abundante de los trpicos. En los territorios ms calurosos del centro del frica, la temperatura les obliga refugiarse al arrimo de gruesas paredes de barro, que tienen ya cierta forma arquitectnica. Las habitaciones de las tribus del Congo son cabanas circulares de barro con una cubierta de paja, dispuestas unas al lado de otras, como los alvolos exagonales de una colmena (figs. 26 y 27). Las construcciones del Tchad, tambin de barro, son de planta rectangular, con paredes
gruesas inclinadas, sin aberturas, lo que les da un aspecto muy original. La azotea, construida sobre troncos, es tambin de barro apisonado, para preservarse del calor trrido del
sol,
que no
resistira
en
las
ni
el cuerpo aclimatado ya de los indgenas africanos. Las chozas de nieve de los esquimales, iglus, tienen tambin poco inters arquitectnico; son circulares,
sin
ninguna abertura en
Pero
falta
el
las
paredes ni en
el
techo.
la
memorativa,
perpetuar un hroe
obra monumental conen medio del paisaje para recuerdo de una fecha. Esto implica ya el sentimiento
16
solidario
de unas generaciones con otras, y el derecho de propiedad, que todava no existe, vinculando un territorio en los hombres de una misma tribu
6 nacin.
Resumen. El arte es una de las primeras necesidades humanas. Los nios y los salvajes coinciden en ciertas maneras equivocadas de representar los objetos, reproduciendo una imagen, no conforme al natural, sino segn una idea que de ella tienen en la memoria. El tocado y el adorno del propio cuerpo, son acaso las primeras manifestaciones artsticas de la especie.
salvajes actuales
El arte es primeramente ornamental geomtrico, pero muy pronto los ms primitivos de los aprenden observar la naturaleza y reproducirla por medio de imgenes de visin instantnea. La escultura se desarrolla antes que la pintura, en mscaras para danzas litrgicas, y sobre todo, en los adornos de las armas. Entre los pueblos primitivos ms hbiles para el
el primer lugar el de los bosquimanos. Sus frescos son muy parecidos de estilo los cavernas prehistricas europeas. La arquitectura es, en todos los pueblos primitivos, rudimentaria; faltan en absoluto los monumentos conmemorativos. Sobre el arte de los primitivos: Grosse. Anfngt d. Kunst, traduccin franBibliografa.
arte,
ocupa
de
las
cesa.
V Art. Traduccin castellana, publicada por Henrich y C. a Sobre las esculde la isla de Pascuas: Bibliografa en Man, revista de la Sociedad Antropolgica de Londres, IC;0 8. Sobre las leyes generales de los orgenes del arte, vanse: Lange: Darstellung des Menschen in der alteren griechiscken Kunst, 1899, y Loevy: The ren dering of nature in early greek art, 1907. Sully: Art des enfants. Rica Arte dei Bambini. Ehrenreich: Beitrage zur Vlkerkunde BraK. yon den Steinen Unter den Naturv'olkern Central- Brasiliens. siliens.
es
debuts de
turas
Fig.
28.
Careta
de
los indgenas
de obsidiana de Mxico.
Fig. 20.
Monumento
CAPITULO
EL ARTE EN LA >OCA DEL RENO.
II
EL
ARTE NEOLTICO
encontrar en nuestra Europa un cuadro de vida artstica similar al primitivos actuales ms atrasados, tendramos que retroceder de los milenarios prehistricos, antes del conocimiento de los metales, en un perodo, pues, de la edad de piedra que se ha caracterizado con el nombre de
Para
los
Es un ltimo perodo de enfriamiento terrestre, el Norte de nieve, los ventisqueros de los Alpes llegan hasta el corazn de Francia, y es posible que el reno viniera buscar sus liqenes glaciares, al otro lado de los Pirineos, hasta en la misma Espaa. La industria humana sufre en esta poca una interrupcin. El largo perodo
poca del reno.
Europa
est cubierto de
de
edad de piedra est separado por la poca del reno en una primera edad piedra paletica y una segunda neoltica, entre las (pie media ese espacio de
la
de tiempo curiossimo en que predominan los tiles de hueso y de marfil. El hombre, que desde las primeras capas del cuaternario haba ido perfeccionando sus tiles de piedra, abandona en parte esta industria, casi nica, para aprovecharse principalmente de las astas del reno, del marfil de los huesos, con los que fabrica sus mangos, puales, arpones y tiles de todas clases. Anterior-
mente,
el
la
mano
se
el slice tallado.
ha convenido en llamar cheleano, se En los encuentran por primera vez los slices con evidentes muestras de una labra intencionada. Son toscos riones de cuarzo (fig. 30) los que se ha formado un
aluviones de un perodo que
HIS'l
.
IH'.L
ARTE.
18
los y
comprimindolos para
slices
lanceolados,
de
for-
vegetales,
Esta
in-
dustria, pues,
de
la
fabricaslice
La antigedad de
Armas de las primeras edades de la piedra, formadas por rones de cuarzo sin pulimentar.
ceso
de
las
el
nieves de los
Alpes por
rrido,
parece
fijarse
camino recohoy en
ocho mil aos. La fauna cambia en Europa; el hombre, que hasta entonces corra sin reparos, necesita en esta poca un refugio contra el fro y se apodera de las cavernas, donde le haba precedido el terrible oso primitivo, Ursus spleus, y en lugar de piedras, el reno y el mamut le facilitan los huesos y el
marfil para sus tiles y armas. El
el slice
es tan
caracterstico
como un perodo ebrneo. Hoy el reno se ha refugiado en las y ya hemos visto en el esquimal sus aptitudes de escultor.
histrico fu, pues, tambin, antes
marfil,
hombre
la
pre-
escultor
que
pintor.
Aprendi
el
tallar el
pesca,
que retiene
el
cazador, ofrece
las
para ste
la
ventaja
de poder perseguir
la
al
res
de un
las
De
la
aqu
arpn en
cavernas de
la
de
las costas
necesita de un nuevo til permaSon unos largos bastones para lanzarlo, que los esquimales decoran an con gran cario, y en ellos fu donde los hombres de la edad del reno esculpieron sus obras capitales. El arpn, propiamente considerado, no es ms que el proyectil; la verdadera arma es el propulsor. Son admirables, por ejemplo, los dos renos acoplados (pie forman el propulsor
nente, que se llama el propulsor.
mango de madera,
de Bruniquel, hoyen
el Museo de Saint-Germain (fig. 31). Se encontr roto en dos partes y las dos figurillas de reno parecan independientes; hasta hace poco no haba sido restaurada la pieza entera, como un propulsor, al echar ele ver que
EL ARTE EN
las
l.A
19
cmo
dos piezas ajustaban perfectamente. Es admirable advertir los escultores prehistricos sacaron partido de la forma
alargada del hueso para labrar sus figurillas de reno agachado en el preciso instante de disponerse saltar. Vemos aparecer
ya esta sorprendente facilidad para reproducir las actitudes ms tpicas de cada animal, pudiendo compararse con razn
este
arte
de
la
las
obras ms expre-
Otro elemento del ajuar prehistrico, convertido muy escultura, son los llamados
astas
bastones de mando, labrados tambin en donde se reproducen en bulto en relieve comunes de la fauna de esta poca.
de reno y
los animales
ms
Adems de las esculturas ejecutadas en bastones de mando y en propulsores de arpn, se han recogido en los
museos una
caban
igual,
artistas
serie
de pequeas
figurillas, dolos
juguetes
que hemos
visto
que
^X
fabri-
intensidad
consumados, capaces de reproducir con misteriosa ms expresivas de la vida de los las escenas
maestros del arte prehistrico, Piette, que ha sido su principal ilustrador, casi acadmica.
artstica,
Segn
l,
los
bocetos
en sus
Fig. 31.
superponen,
Propulsor
trazo definitivo.
La exce-
de estas obras es tanto ms admirable cuanto que no hemos de olvidar que sus autores no disponan de otros buriles que los toscos slices de piedra (figs. 33 y 34). La gran mayora de los grabados recogidos en las cavernas, como las esculrenos,
no representan ms que figuras de animales de la fauna glaciar: mamuts, quidos peces. Pero algunas veces estas figurillas de las cavernas reproducen la figura humana, y casi siempre del tipo femenino: una mujer desnuda, con grandes masas adiposas en el abdomen; lo que hace pensar
turas de marfil,
en
la
bellezas
figura
llamada
Fig. 32.
Caballo tallado en
marfil,
Su desnudez precede de cinco Venus de Praxiteles, en la que por primera vez el arte clsico represent sin manto ni
lidad.
mil aos la de la
20
F'S- 33-
velo alguno
ni
tipo femenino.
(fig.
extremidades
35),
pero en
La
corresponda
forma de
el
los
paleoltico;
melanclica en
rostro
(fig. 36).
Son ms escasas
de
la
aun
las
una cabeza
primitivos
actua-
De
todos modos,
ras
tido
prejuicio
de
una prohibicin de
reproducir la
forma
i
Fig- 34-
mu
historia
de
la
hu-
Grabados de
(segn
las
las
paredes de
la
caverna de Combarelles
manidad.
Pero hoy
se cree
ms bien
que
].L
21
consecuencia de
la utilidad
las
y vegetales, y slo en algunos huesos de reno empezamos encontrar grabados los liqenes y algas, que deban ser el nico ornamento del paisaje glacial.
el
reno ocupa,
la
fauna actual,
sin
domesticar y
que servan de alimento los cazadores de este perodo. de Brasempury (torso). Hasta hace poco, no tenamos ms obras de escultura de los cazadores de renos que las diminutas figurillas con que decoraban pequeos objetos de marfil, como propulsores y bastones de mando; como si los pueblos primitivos de Europa hubieran tenido la escultura por un arte secundario, reservando toda su capacidad
turas parietales
artstica
Fig. 35.
Venus
para
las
grandes pin-
En
el
momento de
la
lneas,
llega
nuestros odos
noticia
de que
grandes esculturas
Fig. 36.
Cabeza de
la
Venus de Brasempury.
monumentales han sido tambin que actualmente figura la vanguardia de estos estudios, acaba de dar conocer unos magnficos frisos esculpidos en una gruta de Cap Blanch, donde puede verse una serie de caballos de estilo idntico los reproducidos en las pequeas figurillas de marfil, pero que aqu tienen dimensiones hasta tin poco ms
paralelas de las pinturas
(fig.
37).
Excepcin hecha de este gran friso, haca mucho tiempo que eran conocidas las esculturas prehistricas en figurillas de marfil, sin tener noticia de ninguna obra pintada, cuando un
descubrimiento
arte de las
sensacional
el
pinturas de las
mucho ms imel
portante an que
escultura.
de
la
Existe cerca de
el
Santander, en
pueblo de
una
ca-
_ Caballo esculpido en
(Longitud:
2'
la
gruta de
Cap Blanch.
15 metros.)
22
D. Marcelino de Sautuola. La circunstancia de excesivamente baja la caverna, obligaba penetrar en ella agachado, y sta fu la causa de que D. Marcelino de Sautuola pasara muchsimos aos sin reconocer las pinturas, por lo dems bien visibles, que decoran todo el techo. Fu preciso que en 1880, en una de sus visitas, una nieta suya que le acompaaba, le hiciera fijar la atencin en uno ele los bueyes, un esplndido bisonte
muy
bien
conservado, que es an
la
la
joya principal de
la
caverna.
Lm.
II).
bveda, interrumpidos en algn sitio por Frescos antiqusimas estalagmitas por grandes montones de restos prehistricos. El estilo de las pinturas era el mismo de los grabados y esculturas prehistadmirables cubran toda
ricas
que ya se conocan; algunas especies all pintadas, como el bisonte, haban desaparecido de Europa al terminar el periodo glacial. No caba, pues, duda ninguna, y D. Marcelino de Sautuola no titube en identificar el arte de las pinturas de Santillana como contemporneo con el de los grabados y esculturillas de la poca del reno. La sumaria publicacin de Sautuola
fu recibida
por
el
mundo
cientfico
No
aparece
(la
un
antecedentes
caverna de Santillana es an hoy la obra maestra de la pintura parietal); adems, Sautuola haba explorado la caverna sin reconocer estas pinturas haca ya diez y seis aos... Pareca evidente que se trataba de un falsario, preocu-
pado de notoriedad, tipo que se encuentra muy menudo entre los estudiosos de las poblaciones de segundo orden. Sautuola y D. Juan Vilanova, profesor de Paleontologa de la Universidad deMadrid, y tambin defensor de la autenticidad de las pinturas, fueron tratados en congresos y revistas con el ms irnico desdn. Afortunadamente, en 1895 el francs Emilio Riviere descubra dibujos grabados parecidos en las cuevas de la Mouthe y desde aquel da se fueron sucediendo los hallazgos, tantos, que hoy
Sautuola queda vindicado por ms de treinta cavernas con pinturas parietales, doce de ellas en Espaa. Como en las esculturas, se reproducen en las pinturas
de
las
II),
escasea
la
Fig. 38.
humana, que
slo en
podemos ver
olas,
principalmente
notable compo-
en
la
provincia de Lrida.
fresco
El
representa
diferentes escenas de
la
Fig. 39.
escenas misteriosas de cacera, que acaso el hombre asista disfrazado, y por ltimo una curiosa danza de nueve mujeres alrededor de una figura masculina. Visten las mujeres una especie de tnica saya pegada al cuerpo, y llevan una mitra capuchn en la cabeza (fig. 58). En otro lado se representan los rebaos de crvidos, hbilmente dibujados, como se encuentran en tantas otras pinturas rupestres
figuran sus grandes bueyes de largos cuernos,
las
de Espaa y Francia meridional (fig. 39). Pero lo que constituye el ms precioso documento del fresco de Cgul es la escena de la danza, con la representacin de la figura humana, tan escasa siempre en estas pinturas. En cambio en otras
cavernas se han reconocido un sinnmero de smbolos figuras esquemticas de cubiertas de chozas, manos y puntas de flechas grabadas y pintadas, que
(fig.
61).
la
de problemas. Las pinturas estn menudo muy lejos de la entrada de la caverna, v en la de Xiaux, por ejemplo, hay que recorrer una galera de 800 metros para encontrarlas. El hallazgo de una lmpara de piedra, de esteatita,
anloga
las
que usan
la
los
esquimales, explic
la
humo de
la
larga oxidacin
campamento y
lo hiere
Pero sera verdaderamente abusivo querer atribuir una significacin demasiado concreta todas las junturas parietales.
Cuando
el
hombre
prehistrico
ejecut estos frescos, haca ya tiempo que se pintaba y tatuaba para completar su
tocado,
como hacen todava los primitivos actuales. Muy difcil resulta, adems, dada nuestra psicologa de hombres civilizados, precisar los mviles de los actos de estos lejanos cazadores del reno. Sus obras de pintura y escultura, por lo que toca al arte, que es lo que principalmente nos interesa, no tienen rival;
en cambio, como tambin sucede con de arquitectura,
los los
las
obras
grandes monumentos votivos y funerarios les fueron totalmente desconocidos. La nueva edad de piedra perodo neoltico se caracte-
por la desaparicin de las sorprendentes facultades artsticas pueblos cazadores, y, en cambio, habr de notarse un gran esfuerzo monumental en obras gigantescas de piedras colosales.
rizar, al contrario,
de
los
24
Despus
glacial; las
del
ltimo
perodo
la
;.
40.
una perturbacin total en las ideasmorales y en el conjunto de la expresin artstica. Sucede como una Edad media prehistrica la edad de oro de la escultura, del
grabado y de
del reno.
la
de
ellas,
pintura de
la
poca
los
cazadores trashu-
mantes, siguen
especie de poblado; las cavernas continan siendo habitadas, pero se nota ten-
dencia reservar para sepultura estos antiguos refugios. Cuando en una regin
se carece de ellas completamente, las tribus, reunidas por una fuerte disciplina, aprenden levantar los tmulos funerarios para este nuevo rito mortuorio. Al totemismo de los animales, sucede la religin de los manes, difuntos. Empieza la era de los grandes trabajos pblicos, y se sealan ya en Europa las grandes vas comerciales, por donde circularn, ade-
las
nuevas ideas
religiosas.
La desaparicin
suministiaban
el
mamut, que
humanos, obliga
teria
como mala
piedra
regulares, siendo la
dra, celt,
comn
los
usada an en la poca romana. La forma hacha de piedra llega ser objeto de culto; hombres, agradecidos, divinizan el instrumento pridel
(fig.
40).
primer siglo de
nuestra era, y hasta la poca romana encontramos piedras de dimensiones microscpicas, (pie servan como
amuleto, con
tena
la
forma
casi
El celt
una forma
la
triangular y se introduca en
hacha un
mango de
Pero
Fig. 41.
asta de ciervo de madera ('figs. 41 y 42). imagen triangular, del trozo de piedra que formaba el hacha, perdura siempre como una obsesin; hasta cuando las hachas sc fabricaron de cobre, en los
1111
Lmina
II.
^jtPpf'** \l*^|
%f
IF
w
l
Bisonte macho.
Cueva de Altamira.
Bisonte
hembra
saltando.
Cueva de Altamira.
Tomo
EL ARTE NEOLTICO
25
gadas por
la
punta;
la
forma del
la
celt
fu
una de
las
ms estimadas de
43).
humanidad
primitiva
(fig.
uno de
los
humanidad
primitiva.
Hay en
con rara unanimidad, un gran respeto religioso por esta forma de piedra, que era arma nica de nuestros antepasados y les
serva de defensa y de til propio para proveer sus necesi-
especie.
El
glacial, al empezar esta nueva edad de piedra, la pintura y la escultura retroceden enormemente. Otras veces el hacha est sola, dibujada en las
paredes de
las
las
rocas, pero
aludiendo visiblemente
lar del
Es tambin interesante observar cmo esta forma trianguhacha es tan idntica en los pueblos ms apartados y
en un museo de paleontologa, nadie distinguira un
Japn. El pueblo
la el
encontradas en Francia
el
las atribu-
Los hombres de toda la tierra coinciden en suponer celts, que descubren al remover la capa superficial Fig. 42. Hacha de de los campos, un origen misterioso, ignorando que son las piedra con mango obras labradas con dolor por sus antepasados de la edad de de. madera. Gerona piedra. Algunas veces se han encontrado grandes depsitos
para los
de hachas en
de esos
es
monumentos
solitarios
nombre de maihircs.
Un
menhir
una piedra nica, clavada en el suelo, como un obelisco primitivo. Excavando su rededor, hallamos el bloque hundido
gran profundidad, sin aparecer nunca
la utilidad
enorme monolito
altura
(fig.
44).
Los men-
como
Fig 43 ._ acha del primer perodo del bronce con la forma del hacha de piedra.
.
DFL ARTE.
26
cuatro y cinco
metros.
res-
se
Se ha supuesto
si
seran
sol,
como un
mente,
falo gigantesco.
Es probable que todas estas hiptesis sean meras suposiciones. Afortunadala Biblia guarda varios recuerdos antiqusimos, que hacen creer que los
la ley
el
ya Jacob, en con-
memoracin de un hecho capital de su vida, levanta un monumento de piedras en el lugar mismo donde ocurri. Pero en el libro de Josu el texto bblico es ms preciso: los israelitas recogen varias piedras y las disponen sin labrar, para que den testimonio de su paso por el Jordn. As estos piedras servirn de recuerdo los hijos de Israel por siempre jams. Esto recuerda los alineamientos de piedras hincadas menhires que se encuentran en Bretaa, y los crculos de grandes bloques, con otras piedras en el centro, como el tan renombrado de Sionehenge en el Xorte de Inglaterra (fig. 29). En la misma Palestina hay tambin alineaciones de menhires todava en pie la mayor parte. Otros monumentos de esta poca, cuya utilidad se conoce ms exactamente, son los dlmenes. Un dolmen es una sepultura formada por varias piedras descomunales constituyendo una cmara cuadrada, A -A. con otras piedras planas que forman el
,
techo
cedida
(fig.
45).
La puerta
est pre-
de una pequea
galera
cubierta corredor,
B-B.
El con-
mon-
de
tierra transpor-
tada.
mayor parte
sido
de veces
el
monumento ha
las
descarnado por
Fig-
subsistiendo
ms que dos
tres
EL ARTE NEOLTICO
piedras de
la
27
cmara, colocadas
como
mesa gigantesca (fig. 46). He aqu por qu en un principio hubo de creerse que eran altares primitivos para sacrificios, hasta que despus pudo notarse que la piedra que forma la mesa presenta, por lo comn, su cara plana al interior, quedando hacia
una
fuera la
cara convexa;
se
observ
alre-
piedras derrum-
badas de la cmara, y que otras veces la cmara y el corredor existan casi completos (fig. 47). Por ltimo, en
Bretaa, que es
Fig. 46.
Dolmen de
la Siria.
donde abundan ms
con
los
los
monumentos dolmnicos,
la tierra
se han hallado
la
muchas veces
tambin
los
superpuesta y
sepultura
intacta,
la
Entre los la exploracin de los dlmenes figura ya cermica tierra cocida, formando vasijas toscamente decoradas, que no fu
la
mento solemne en
la arcilla
la
historia
edad del reno, y hemos de considerar como un mode la humanidad aquel en que empez moldearse groseros recipientes prehistricos. En un principio los mano, sin hacer uso del torno, y se decoran con lneas
en
la ua por la impresin de cuerdas de esparto. cambio tan completo en las costumbres de la vida prehistrica, y adems el nuevo rito funerario, con el metal y la cermica, los animales domsticos y la industria de pulimentar la piedra, han hecho suponer que no pudo ser simplemente resultado de un brusco cambio de clima en Europa, sino que habra adems una substitucin de razas, que pudo muy bien ser la consecuencia de una invasin oriental de otra raza nueva, en una palabra, de la invasin de los celtas, de que hablaron ya los escritores romanos. He aqu por qu cuando se iniciaron los primeros estudios de los monumentos prehistricos en Europa, hubo de par-
zis-zs, seales
hechas con
Un
tirse
de
la
ms avanzado,
apli-
cel-
men-hir piedra-larga,
solucin
era
demasiado
menudo
explicarse
con
Fig.
47.Dolmen de Romany:
Gerona.
*s
Fig. 48.
Tanla en
el
predio de Torrauba cen Salort, en las cercanas de Alavor V unos seis kilmetros de Mahn.
lo
que no sabemos cmo se produjo normalmente en el el primer caso de una supuesta interven-
ms
una
historia occidental!
dista
Hoy
tener
la
el
los
monumentos dolmnicos
mucho de
ros. Xo se ve en la poca neoltica una cohabitacin en Europa de dos razas bien marcadas, con una aristocracia dominadora y un pueblo esclavo, conservando todava sus antiguos ritos y costumbres. En cambio, el rea geogrfica de exten-
sin de los dlmenes se agranda cada da ms: se han encontrado en Egipto y en la India, en la costa Norte de frica, en Siria y en las costas del mar Xegro.
Hoy ms
la civilizacin neoltica,
extendida uniforme-
mundo
latinamente y preparando
Todos
estos
monumentos
nombre de monumentos
los
menudo
bloques que
los
cons-
sepulturas se
pas
que
los
Los dlmenes 6 encuentran veces reunidos en grupos, y hay regiones de un mismo tienen tan abundantes que bien puede decirse forman verdaderas
Baleares los
necrpolis.
monumentos megalticos tienen una importancia de Menorca existe principalmente un buen nmero de recintos circulares formados por grandes piedras con otros dos bloques en el centro, uno encima del otro, manera de gigantesca mesa altar de un culto desconocido (figs. 48 y 49). Estas mesas de Menorca son las aulas, que as
las
islas
En
excepcional.
En
la isla
El.
ARTE NEOLTICO
29
Fig. 49.
Taula en
el
las
la isla; se
en
proximidad de
ciertos
monumentos de
Los talayots, atalayas, tienen aspecto de torres, ligeramente cnicas, con una puerta y una cmara pequea en su interior. Las gruesas paredes de los talayots estn construidas con grandes piedras sin desbastar, los bloques han sido colocados aprovechando la forma natural de las rocas, ligeramente retocada. El nombre actual de talayots deriva de suponer que haban servido en pocas
remotas de atalayas vigas para seales
El otro tipo de
(fig.
50).
isla
monumentos
megalticos de la
de Menorca es
el
de
de
como
La cmara
el
(fig.
interior
las
panten de
51).
La proximidad de todos
estos
monumentos
megalticos en una
misma
co-
marca hace suponer que servan para los diversos usos de habitacin, de templo y de sepultura. Los talayots, con su cmara y su aspecto de fortaleza, seran los castillos de este pueblo primitivo balerico; se encuentran aveces reunidas en un mismo lugar varias de estas torres, formando grupo, como un poblado. Las
navetas seran
las sepulturas monumentales, y los recintos de grandes piedras, con su taula, tendran un uso probablemente litrgico. Nunca se halla ms de un
30
Fig. 50.
Talayot en
el
un grupo de talayots; las navetas tambin son ms escasas. Los talayots son, pues, los que ms abundan. En Menorca, que es una isla llana, llegan imprimir movimiento al paisaje; no hay apenas ningn sitio de la isla desde donde no se vean varias de estas torres en el horizonte, aprovechando las pequeas ondulaciones del terreno. En Mallorca los haba tambin en gran nmero, pero la falta de piedra ha hecho que fueran destruidos muchas veces
recinto as cerca de
las
el verdadero significado y la poca en que fueron construidos estos monumentos megalticos de las baleares, pero puede ayudar algo su comprensin el compararlos con sus similares parecidos de la isla de Cerdea. All las torres colosales, veces reunidas en grupos de tres ms en un mismo lugar, son llamadas nuragas, y la forma de los bloques y la disposicin de la cmara interior es muy parecida la de los talayots. Basta comparar la fig. 50, que representa un monumento de Menorca,
Muy
confuso
es, sin
embargo, todava,
con
la del
nuraga sardo de
interior.
la fig. 52,
para ver
la
como
Pues bien, de recientes excavaciones parece resultar que los nuragas son ya de la poca del bronce y obra de un pueblo en un estado de civilizacin bastante avanzado. Segn Mackenzie, que ha sido el ltimo en explorarlos metdicamente, los nuragas fueron ciertamente habitaciones; hay verdaderas ciudades nurgicas formadas por la acumulacin de varios de estos
de su cmara
monumentos, y hasta
como
mismo
El
ARTE NEOLTICO
31
Fig. 51.
Naveta situada en
el
torres.
la
isla
Los sepulcros son otra clase de monutumbas de los gigantes, de manera que
los nuragas.
templo perteneciente
que deba
lustral los sacerdotes, y hasta en las excavaciones han aparecido varios pequeos dolos de bronce con la figura de
de agua
En
monumen-
formados de grandes piedras abundan tambin, pero su relacin respectiva y su parentesco con los dlmenes del continente es todava un problema bastante obscuro.
tos prehistricos
nuragas y talayots son las habitaciones monumentales, los gigantescos los habitantes de estas islas mediterrneas, en el Centro y el Norte de Europa los hombres de la ltima edad de la piedra viven en cabanas, que se han encontrado muchas veces destruidas al remover los terrenos de labor.
Si los
castillos
de
las
32
Fig. 52.
la isla
de Cerdca.
celts,
lor,
cermica,
etc.,
y con una ligera excavacin se encuentran estos materiales. chozas estaban construidas sobre el agua, sin duda para hacer ms
sa,
veces estas
su delen-
fcil
de habitaciones llamadas palafitos, que tan frecuentes eran en los lagos de Suiza y en los terrenos pantanosos de Italia y del Norte de Europa. La fig. 57 dar una idea de estas palafitas, de la Europa prehistrica, por las que construyen todava los guajiros de Venezuela.
constituyendo
el tipo
la
poca romana,
al
el
cuerpo. Csar,
cuerpo. Plinio recuerda que las mujeres de estos pueblos se tean con un jugo
vegetal para obscurecer su
piel. En las poblaciones del Oriente de Europa la costumbre se prolong hasta muy tarde. Son curiosas unas figurillas de tierra cocida encontrarlas en Rumania, con dibujos geomtricos paralelos, como las cicatrices de los salvajes actuales (fig. 58). Se han encontrado tambin objetos de cermica que parecen ser timbres con rayas para marcar el color sobre la
piel,
el
de Mxico, Venezuela y Colombia. la edad de piedra, la cea rnica fu decorada con combinaciones lineales geomtricas y lneas angulosas, paralelas, tringulos y
mismo
En
esta ltima
poca de
El
crculos concntricos.
desarrollo de
la
buido fomentar
el
dibujo
Fig. 53.
Divinidad sarda.
Fig. 54.
Curiosa
estatuilla
en bronce de
la
Fig.
55. Templo nurgico en la isla de Cerdea. Boca del pozo para el agua lustral.
5.
al
pozo
34
Fig. 57.
lineal.
Tenemos muchos
medio carbonizados, de
de
palafitas
de Sui-
neolticas del
gusto por
se presentan rectilneos,
civilizacin neoltica continu avanzando en Europa poca del bronce y produciendo un arte geomtrico, con una sucesin de estilos en la ornamentacin y en los temas decorativos. Los tiles y armas de las tribus prehistricas europeas aparecen en la poca del
bronce decorados con gran profusin de entrelazados y de lneas paralelas y de espirales, formando un ltimo estilo que se ha llamado de la Tee, por
haberse encontrado en un lugar de Suiza que
Xeufchatel, los vestigios
as se
ms importantes de
esta cultura
centro
de Europa, anterior
las
influencias greco-
romanas.
Desde los ms
remotos tiempos de
razas
la
la
labra
de
Fig. 58.
las
tatuajes.
Rumania.
tiles,
despus QCCO-
EL ARTE NEOLTICO
rancio su cermica y sus armas de bronce para llegar exquisitos resultados ornamentales, como
35
son esas complicadas espirales y curvas que forman la base capital del arte de la Tee. Raras
veces en los objetos de
la
Tee hallamos
la figura
humana, y
(fig-
59); 1
m s
comn son
crculos y espirales,
repitiendo graciosamente un
mismo motivo,
estilo
sin
euro-
Torques
anillo
de
bronce. Museo Britnico. con carros msticos y smbolos de un pjaro, relacionados con este culto, que tambin se encuentran en la Grecia primitiva y parecen importados del Norte de Europa. La relacin mutua entre las dos poblaciones primitivas de la Europa occidental y de la Grecia prehelnica, parece hoy innegable. En las ms antiguas civili-
el
proceder de
las costas
del
mar
Bltico.
En
cambio, en
el
Norte de Europa,
el
oro y otros metales llegaban all seguramente desde el Sur. Esto ayuda explicar ciertos motivos ornamentales geomtricos que se encuentran en el arte griego
primitivo y parecen importados del Occidente. Pero en la pennsula helnica, los pueblos de raza griega,
aunque de mo-
mento
de
los
temas geomtricos
estilos
complicados, de com-
copiando
las
formas de
la naturaleza,
las
que
les impresio-
y particularmente la figura humana. Esta fu la direccin bien marcada del arte griego partir ya del siglo vm antes de Jesucristo.
naban
los sentidos
Por
el
Europa
los celtas
y bretones desfbulas
temas de sus estilos con riqueza cada vez mayor. Decoran sus y armas con esmaltes, marcando entrelazados curvilneos (fig. 60). Este es el genuino arte europeo occidental, en contraste con las rearrollan los
romano. El
estilo
arte
clsico,
de
las
fu, por su posicin insular, la nica regin de Europa donde no llegaron las influencias greco-romanas. Los monjes irlandeses influyeron grandemente en la cultura carlovingia v
Fig< fl0
_ Bronces
Museo
esmaltados
Britnico.
36
dejaron sentir de nuevo en
As,
los
el
el arte
geomtrico.
la
formacin de
temas ornamentales de
Edad media.
Resumen.
En
el
las
La
labrados en asta de reno, el animal caracterstico de esta poca. Las pinturas de las cavernas reproducen en vivas representaciones los animales que cazaban estas tribus prehistricas. Al retirarse las nieves, aparecen la fauna y flora actuales y vuelve el hombre prehistrico labrarse tiles de piedra. Conoce el bronce y la cermica, se levantan en Europa los monumentos
me"alticos de piedras grandes, sin labrar: dlmenes y menhires, y en las islas del Mediterrneo los talayots y nuragas. El arte ornamental decorativo es geomtrico con espirales y entrelazados curvilneos, llamado de la Tee por este lugar de Suiza donde se encontr una estacin muy im-
poca del reno. E. Piette: L' art a l' age du retine, 1909, de Cartailhac y Breuil: La cveme a" Altanara, 1909, son las obras fundamentales. Muchos artculos de Breuil: L' art quaternaire et les travaux de Piette. Les peintures rupestres de Cogul, L' abri du Cap Bland, etc., han sido publicados en la revista IJ Anthropologie, de Pars. Sobre los monumentos dlas Baleares. Cartailhac: Les /non limen ts viegalitiques des Ules Baleares. Sobre los nuragas sardos, varios artculos de Taramelli en Scavi della antichita, de la Academia dei Linca, y artculos de Mackenzie en Ausonia, de Roma, 1909. Sobre Stonehenge, artculos en la revista de la Sociedad de Ingenieros de Londres, 1902. Dos excelentes manuales de Arqueologa prehistrica son la obra de Sophus Muller: UigeschichBibliografa.
el
Sobre
y para
arte en la
para
las esculturas,
la
pintura, la obra
te
el
Manuel
d" archeologie
prehistoriqu^ Pars,
age,
1905, 1902,
de Dechellete. Son
y
el
Catalogue des antiquites nationalcs du Musce de Saint- Gerntaiu, Pars. L' Anthropologie, Pars. Bulletino paletnologia italiana, Parma. Man, Londres. PorRevistas.
ethnologie, Berln.
Fig. 61.
la
caverna de Marsoulas.
Fig.
62. Pirmides de
la
Sociedad Alemana
CAPITULO
EL EGIPTO PREFARANICO.
III
Desde
la
siderado
Egipto
como el abuelo veneraCuando Platn visit los Nilo, los sacerdotes de Tebas
ellos, los
el
griegos seran
historiador viaje-
sensaciones
tionado con
cre-
yendo ver en
Pan-
adecuada tem-
peratura del pas y las propiedades fsicas del Nilo, cuyas aguas fecundas pudieron nutrir los primeros
seres
que recibieron
la
la vida.
Ms
tarde, en la
poca
moda
Fig. 63.
las
Situacin de
el
y con
misma
aficin
que se empieza
despertar
pirmides en
Bajo Egipto.
38
hoy entre
la
cortesana,
el
hombre de
ciencia y la
muchacha joven,
das, quisieron
intelectual emancipada,
como
hasta
la
norte-americana
la cuna de la boca del Nilo,
de nuestros
humanidad. El
viaje se haca
el ro
la
despus se remontaba
las
primeras cataratas, estn llenos de nombres y grafitos de los turistas de la poca romana. Los escritores, como Plinio, hablan de las pirmides como de un mo-
numento familiar, y slo ms tarde Filn se tom el trabajo de describirlas para un pblico que empezaba olvidarse de sus particularidades. En la Edad media, el Egipto antiguo se reduce para Europa las pirmides. Los peregrinos, en sus itinerarios de Palestina, las describen sumariamente en
su eseala obligatoria del Cairo, para recoger los permisos necesarios para visitar
Santos lugares. Los rabes, por codicia y curiosidad, violan los enormes monumentos que se levantan cerca de la capital. Tienen tambin conciencia de su dice Abd-ul-Latif, pero el antigedad. Todas las cosas temen al tiempo, tiempo tiene miedo las pirmides. Durante el Renacimiento, el Egipto permanece desconocido, como la misma Grecia; slo se conocen los obeliscos y las esculturas que los romanos haban
los
trasladado
Italia,
las
Roma,
Renacimiento adla
el
pulimento de
fatal
piedras duras,
tcnica y su
antigedad, pero no gozaban del secreto encanto del arte egipcio. Ellos fueron
que empezaron
al
dar vida
el
la
cerrado
la
las
frase
de Estrabn,
que
las
Gracias
acompaar en
la
conquista de
la
ms
el
ilustres
de su tiempo; asimismo,
Primer
cuyas investigaciones
debemos
el
el
moderno cono-
Cuando, pocos aos ms tarde, la Commission public primeros tomos colosales de la famosa obra: Descripiion de V Egypte, Bona-
Napolen
la
le
uno de
los
monumentos ms perdurables de
campaa de Egipto.
escuela francesa de egiptologa.
el
expedicin de Bonaparte derivan los derechos y la tradicin de la A los dos Champollion sucedi el ilustre Mariettc, (pie explor las necrpolis de Menfis, Sakkarah, el Serapeum y la mayor parte
la
De
de
los
la
de
escuela francesa del Cairo iniciador del nuevo extraordinarios deban ser los servicios de Francia en
pesar de Veniente cordiale, por
la
museo de
el
la
capital.
Tan
que
la
EL EGIPTO I'RKFARAONICO
yj
Fig. 64.
la
comisin
derechos
y que
al valle
del Nilo, lo
mismo
Inglaterra
la
que
el
el
inspeccin oficial de
antigedades
el
primer lugar en
trabajo de
No
el
donde
la
Durante el invierno de 1908-I909, por ejemplo, las excavaciones en Egipto adems de las efectuadas por las (-omisiones francesas que exploran la frontera en la isla de Elefantina; las de los alemanes, que estn cerca de ellas; la de M. Schiaparelli en Ueir-el-Medinet, por cuenta de lord Carnarvon; las de M. G. Davies, cerca de Gournali, por cuenta del Museo Metropolitano de Nueva York, y las de la Universidad de California en Sakkarali (fig. 64). A pocos metros
fueron,
conde de Gallarza, guiado por un manuscrito rabe, un gran pozo en la arena, buscando un tesoro; desalentado abandon la excavacin, que fu continuada por el Servicio de antigedades, descubriendo la tumba de una princesa de la familia de Keops. M. Lefebre excav
de
la
esfinge de Gizeh, el
hizo practicar
las ruinas
de
la
4Q
Egypt Explora lion Fund. buscando monumentos de la poca faranica exploraron una necrpolis prehistrica situada al Oeste de Abydos.
Tales son los trabajos llevados
cabo slo en 1909, y ellos nos darn una idea de la mltiple varie-
dad de
la
iniciativas
que colaboran
es sabido
Adems, ya
que
el
stos
ltimos,
con su
mente. La cronologa de
tas
las dinas-
se ha aclarado casi
por com-
pleto, la lectura
Fig. 65.
de
las inscripciones
y papiros no presenta ninguna dificultad y cada da se publican nuevos textos; las imprentas acad-
corriente;
de
ms
lejanas dinastas.
El viejo
mundo
egipcio,
de palabras obscuras aun para nosotros, est renaciendo; su espritu se incorla humanidad y viviremos ms ricos con sus ideas, como hoy circulan ya por nuestra sangre asimiladas las ideas griegas y orientales. Una de las cosas ms emocionantes y afortunadas de la arqueologa moderna, ha sido el descubrimiento de los orgenes del arte de este antiqusimo pueblo, que aparece desarrollado y maduro cuando Grecia y las dems naciones mediterrneas no haban salido an de las tinieblas de la vida prehistrica. Hasta hace poco, los monumentos ms antiguos que se conocan del Egipto
porar de nuevo
la tercera dinasta
y
el
viejas, pues,
como
de
do producir un
estilo
tipo
monumental
arquitectnico
y un arte nacional.
Lo ms
las
singular
que no se
laciones
tan simples, pero precisas, no se vean las vacide ensayos anteriores. La escuela artstica del Egipto haba nacido, pues, como Minerva, sin los dolores del parto, armada de casco y lanza de la
monumentos de formas
cabeza de Jpiter.
las
el
pirmides,
valle
piedra en
los arquelogos de que en Egipto no haba nada eme se neg rotundamente una posible edad de del Nilo. A qu edad remontara, pues, un Egipto pre-
EL EGIPTO PREFARAONICO
faranico?
41
Aquel pueblo
excepcional,
haba pasado tambin por las miserias de una edad de piedra, y el antiqusimo
no obstante, desde el ao 1869, en que Arcelin present en un congreso de arqueologa los primeros slices recogidos en el valle del Nilo, el problema de los orgenes del arte en Egipto no ha cesado de apasionar. Mariette, creyendo que esto disminuira el carcter
maravilloso
de su antiguo imperio, se
evidencia, combatiendo
negaba
la
haba tenido
Los monumentos y objetos artsticos ms antiguos, son los que llevan el carcter de una civilizacin ms avanzada. Cuando los egipcios vinieron
establecerse en
el valle
llegado
Cuchillos de slex
Uno
de. ellos
la
ms
tiles
poca
faranica,
ya que, segn
Herodoto,
usaban
de
mo-
mias y como instrumentos de ciruga... lo que replicaban los prehistoristas, naturalmente, que el uso de los slices tallados para el rito funerario de preparar
momias para un servicio religioso como era entonces la ciruga, demostraba que haba existido un tiempo en que la piedra era el material nico, porque precisamente es en las prcticas sagradas donde se perpetan los recuerdos tradicionales de la antigedad. El slex, empleado en los usos religiosos, era el superviviente del pasado prehistrico, que se conservaba en medio de los malas
yores cambios, progresos y transformaciones industriales (fig. 66). Hoy se siguen con el mayor empeo los descubrimientos de este Egipto
prehistrico; l habr de darnos la cronologa de las edades
tas.
Mientras en
el
resto del
mundo
edades neo-
lticas
Egipto est destinado ser el punto de unin entre la prehistoria y los tiempos histricos; l nos indica tambin que antes de las pirmides, 4.000 aos, pues, antes de Jesucristo, el hombre mediterrneo estaba suficientemente preparado para emprender la conquista de una
por
el
civilizacin superior.
Antes de
pintados,
HIST.
la
extranjeros, probablemente
orientales, los antiguos habitantes del valle del Nilo vivan desnudos, tatuados
como
la
(fig.
67). Este
DEL ARTE.-
42
tiempo en
clases bajas, as
las
como
el
la
costumbre
y perfumado,
las cejas
de acentuarse
los
lneas
de
prpados con
kolioL
los
frescos de los
templos faranicos. Capart publica tambin grabados y pinturas prehistricas que hall en las rocas y cuevas del Alto
Egipto, que son otro arte de este pueblo
primitivo, y los
en
la
europeos.
La cermica
el
dos colores:
brillante,
pulimentado con
piedra, y
Fi
67.
muestra pjaros pintados, barcas y gacelas, entre lneas onduladas (fig. 68).
Estas pinturas de los vasos nos revelan
muchos
mitivos habitantes de Egipto, de
los
detalles
de
la
ro,
fauna y de la flora que poblaban las cuyo cauce no estaba formado todava.
tura
Los primitivos egipcios habitaban chozas de arcilla apisonada, sin otra aberque la de la puerta. Los ricos nicamente las tenan tan capaces, que fuera necesario sostener el techo con uno dos pilares. El ajuar domstico no era otro que la pobre vajilla hecha mano, los cuchillos y rascadores de
slex y las piedras planas para
el
moler
chones de paja
histrico,
los
Mucho tiempo
extranjeros
invasores
ensean
los egipcios el
uso de los
no-
la
clero,
como emblemas de
extranel
jeros
estos conquistadores
honor
de haber establecido
civil
constitucin
y engendrado
la
civilizacin del
las
Fig. 68.
Cermica prefaranica.
pequeos clanes independientes, qued el recuerdo de este rgimen feudal hasta los tiempos faranicos, COU los faosos nomos (y
EL EGiri' I'KEFARAOMCO
provincias
lo
43
Menes,
Fig. 69.
reuni ambos
gobiernos,
funla
Flanta de
la
tumba de Menes,
la
el
primer faran.
dando Menfis,
parece
el
acabado del monarca faranico, legislador y soldado, y gran constructor adems, edificando el legendario templo nacional de Phtah, del que ningn resto se ha podido reconocer todava. Tanto Menes como sus descendientes directos, ocupaban hasta hace poco en la historia un lugar mitoltipo
gico; las fbulas y leyendas de estas primeras dinastas se haban credo pura
conocer monumentos no sospechados de este perodo, hoy tenemos datos considerables de este Egipto primitivo, en todo el perodo y que media desde la disgregacin de las tribus prehistricas y la ocupacin de los invasores orientales hasta las poderosas dinastas que levantaron las pirmides. Morgan, excavando cerca de Negadah, encontr la tumba preciosa de
dado
Menes,
el
fundador, y
el
mismo Morgan y
otras sepulturas de
monarcas y
altos dignatarios
de
las
guida por las sepulturas: mientras los primitivos naturales del valle del Nilo
entierran
en
el
suelo,
en
pozos
circulares,
los
conquistadores
orientales
lo
hacen en hipogeos de
distinto.
ladrillo,
La tumba
(fig.
del
Morgan
en Negadah
interior
69),
tena
en
su
Despus de haber hecho con la primera tumba una gran pira funeraria, la ruina
sido
semejantes
que usaban para decorar sus edifiCOS los primitivos monarcas cal-
de
la
tumba
44
IlISiORlA
DEL ARTE
dos.
del
monumento
ran
de Negadah son
procedencia de
para
fijar
la
que
la
raza preponfaranico.
imperio
la
Pero, adems,
tumba de Alees
de cmaras, A, B,
donde
primitivos,
que se asemejan
los
con
relieves,
al
de arte tambin
de
las
muy
Fig. 71.
semejante
poblacio-
de
la
aparecido en todo
el
en sentido histrico;
de un
rey, el
Len
(el
hoy se tiende interpretar sus escenas la que publicamos (fig. 71) sera acaso la representacin rey de la tribu del Len), con sus guerreros los cuervos,
valle del Xilo, y
los aborgenes
desnudos
africanos.
ms completa (fig. 72) vemos, en cambio, las filas de los guerreros triunfantes, mientras que el len, que est representado dos veces, en una parte se defiende, aunque mal herido por varias flechas, y en la otra se retira ya fuera de combate, atravesado por seis dardos. Aqu sucumben tambin vencidos los compaeros del Len, los cuervos, las ibis y sus confederados, las zorras, los gamos y la liebre. A veces, en estas pizarras, vemos las figuras de animales encerradas cada una dentro de murallas con almenas, lo que no deja duda de que son, pues, los animales representativos de cada una de las tribus en que se divida el Egipto.
otra pizarra
el jefe de una de estas coaliciones feudales y el que en definipoder en una sola capital. Estos animales simblicos, que en los das prehistricos fueron el blasn el espritu protector de las tribus, en la poca faranica continan siendo adorados por cada ciudad, que tena entre sus dioses un animal predilecto.
En
En cambio, de
Nilo,
rio
los antiguos
quedan subsistiendo muchas costumbres en los nuevos tiempos del impefaranico. Mirando la pizarra de la fig. -2, vemos sus pelucas esfricas, su
barba postiza como llevaban los monarcas de las primeras dinastas v su corto vestido tradicional del Egipto. Las armas de los guerreros de esta pizarra son tambin muy curiosas: llevan arco y flechas, y la maza pendiente de la cintura;
adems,
el
aletas,
el lazo,
que se
arroja
EL EGIPTO PREFARAON1CO
45
De
dos
razas, se constituye
las
de las Egipto
de
primeras dinastas.
Hay an
un
y y
cierto perodo
de vacilacin enla
tre la
la casta
dominadora, pero en
con poca
diferencia, las
que perdula
el
poca
cadal
romana. Ya no se quema
mundo
salvarlo
superior, sino
toda
costa de su total
adems se reproducir
por
si
llegaran desaparecer
Mientras
Menfis, los
la capital
se halla en
monumentos
funerarios
fun-
que se ha convenido en
la
pirmide.
en
la
extiende
Nilo, cerca
orilla
derecha
del
ms importantes de
esta ciudad
del
de
los
muertos ya haba
la
llamado
francesa
nica.
la
atencin de
la
el
comisin
Fig. 72.
de
la
poca
Hasta
pirmides se distinguen enterradas en la arena una gran cantidad de construcciones rectangulares y casi oblongas, completamente orientadas. Son las mastabas, llamadas as del
egipcio mastaba, que quiere decir sof, porque un divn (fig. 73). La exploracin de las mastabas de la necrpolis de Menfis ha suministrado los principales documentos para el estudio del Egipto de las primeras dinastas. Por s mismas son ya una constienen, en efecto, la forma de
nombre
46
cremacin,
gadah.
una sepultura del tipo de cmara, pero adems de esta primera cmara, accesible por una puerta nica y donde se supona que tena que habitar
el
la
Fig- 73-
la mastaba tiene una segunda cmara subterrnea, de acceso disimulado en las paredes y la que se desciende por un pozo, en el que se ha depositado la momia. A veces se entraba, en esta cmara inferior del sarcfago, por un pozo que tena una abertura en lo alto de la azotea, estaba por lo regular excavada en la roca y haba que descender, por consiguiente, hastn el fondo por un conducto estrecho, lleno de obstculos. (Lra. III.) As se procuraba impedir la violacin del cadver, aunque una primera inmortalidad se consegua ya con el sinnmero de estatuas y figuras que perpetuaban la imagen del doble. Ellas procuran hoy, en las salas del Museo del Cairo, con nuevo sentido, la inmortalidad artstica los personajes quienes hubieron de asegurar su segunda existencia una vez difuntos; por ellas viven todava, en cierto modo, los altos funcionarios, sacerdotes y generales contemporneos de los faraones que construyeron las pirmides. Todo el pueblo de la capital dorma en la necrpolis de Ments: la gente pobre enterrada en las arenas, con sus momias superpuestas millares, los grandes ciudadanos en las mastabas v los faraones en sus tumbas colosales de las pirmides. Las pirmides son, pues, las tumbas reales, y tambin han sido despojadas del cadver que contenan. En la necrpolis de Menfis hay varias de estas sepulturas, pero slo tres de ellas son famosas: las de los faraones, que los griegos llamaron con sus nombres helenizados Cheops, Chefrn y Micerino. Las dos mayores fueron ya violadas en la antigedad y ms tarde abiertas de nuevo por los rabes; en la de Micerino, que estaba intacta, se encontr el sarcfago real de prfido conteniendo la momia dentro de otra caja de madera. Nadie duda, pues, ya, sobre el carcter funerario de estos monumentos, ni nadie pierde el
Clpiez)
en relieve,
tiempo en discutir
si
el
Las pirmides se encuentran slo en el rea geogrfica del Bajo Egipto, en de la antigua capital; cuando la corte se traslad Tebas se construyeron an algunas pirmides, pero pronto se adopt el sistema de excavar las
los alrededores
la roca. Las pirmides son, pues, slo la tumba real tpica del antiguo imperio y no siempre tienen la forma simple, popularizada por las tres gran-
sepulturas en
des pirmides de
la
74),
pirmides de
la
ladrillo,
de piedra,
etc.
Hero-
47
Pero es
estas
confundiera
las
ideas;
pirmides
no tienen seales de
haber sostenido
ras
cie
figu-
de ninguna espe-
Algunas, como
Fig. 74.
hermoso revestimiende grandes bloques de piedra dura (fig. 75). Ms probable es que las hiladas de este revestimiento formaran fajas de distintos colores, como supone Plinio, con la ltima piedra terminal dorada, como lo era el piramidn, que remata los obeliscos en los monumentos de posteriores pocas. Los corredores que conto
ducen la cmara sepulcral son, en las pirmides, de una acabada perfeccin y veces en forma de bveda. Para descargar el techo del enorme peso que gravita encima, se han superpuesto varias piedras horizontales, dispuestas hbilmente.
Estos
prime-
formas gigantescas y
sus detalles constructivos sorprenden los
modernas. En
la
los
umbrales de
vemos
historia
los
tre
que
valle
del Nilo.
Como
un
tauas y
las
se ve ya en
principio, las
mas-
1"if. 75.
pirmides
4*
Fig. 76.
Restos
del llamado
templo de
la
Esfinge, en
la
necrpolis de Menfis.
las
en
del macizo.
Hoy
mastaba y la pirmide, de un mismo plan de distribucin de servicios. La pirmide sera una mastaba colosal, con las paredes ms inclinadas y acabando en
vrtice.
La cmara
la
roca
sido
viva,
como ha
la
posible.
Lo que
mastaba
tena
el
morada
donde
viva y
donde
El
desarrollo de esta
misma idea
ha encontrado tambin en
las pirmides.
Ya Mariette explor un edificio arcaico de la necrpolis de Menfis, al que dio el nombre que lleva todava hoy de templo de la Esfinge, que fu en seguida considerado como un templo de la poca de las pirmides y, por consiguiente,
de
las
ra 76).
primeras dinastas, pero independiente de los sepulcros faranicos (figuSe encuentra emplazado un lado de la gran esfinge, de la que tom el
nombre, y construido con grandes losas de granito labradas regularmente, pero ninguna moldura ni decoracin, presentando lisas las superficies de sus enormes monolitos. El techo estaba sostenido por pilares, que dividen su llansin
ta
el
de
gran pirmide,
el
famoso Cheops,
IaVIIUIiI III.
Museo Britnico)
Tomo
El ,
49
Fig- 77-
Templo
real
de una de
las
los
que aquel templo estaba relacionado con la pirmide de Cheops y que sus estatuas destruidas daban cierta verosimilitud la leyenda que atribua la construccin de la gran pirmide un perodo de opresin y tirana, acabado entre graves revueltas populares. Hoy, para los egiptlogos, el llamado templo de la Esfinge no es ms que una dependencia del sepulcro del faran enterrado en la gran pirmide, es la morada exterior accesible, semejanza de la cmara superior de las mastabas. Todas las pirmides tienen este segundo
elemento esencial del
edificio
:
adems
que
es la piral
pie
DEL ARTE.
so
Fig. 78.
Templo para
ellas
el
culto pblico,
de un faran de
las
pirmides de Abusir.
mismo de todas
reconocido en
el
y donde estn sus estatuas. Un tercer elemento ha sido conjunto monumental de las pirmides, como ya era de esperar
dado
el
popu-
lar del
La
bles:
de
las
el
el
tmulo para
el doble,
el
mara
funeraria, recuerdo
de
dlmenes prehistricos;
le
3.,
2.
u
,
el
sepulcro exterior,
habitacin para
donde se
como
divini-
suceda tambin en
las
mastabas; y
templo para
el
culto del
monarca
un poco ms
los griegos
avenida monumental,
lo
que
de estas sepulturas
los
reales,
con
arquelogos alemanes cerca de Abusir. La fig. 62 da el aspecto general que deban presentar los edificios reunidos; se ven las pirmides con sus templos al pie, para el doble, y su segundo templo ya cerca del ro, para el culto
pblico
(figs.
En
yy y 78). cuanto los monumentos religiosos del antiguo pueblo egipcio, hasta
la
de cabeza humana y
Para labrarla apro-
las
pirmides de Menfis
(fig. 79).
vecharon un montculo del calcreo de la llanura, que se complet con grandes bloques, pero las arenas del desierto la cubren en su mayor parte, escondiendo un santuario que en la poca romana se improvis en el seno del monstruo. Una
estela encontrada cerca
de
las
el
monarca de
la
51
mayor de
ya
las tres,
hubo de
la
restaurar
la esfinge,
por
que demuestra
marchis
el
un rey divinizado del primer Egipto, acaso aquel Rey-Len que encontramos en
rras.
la
los relieves
de
las
la
piza-
cabeza
esfinge, es el
primeros faraones
la
esfinge^
modo
de
los
Fig. 79.
Esfinge de Menfis.
de
los
las sula
religin
manes
di-
los faraones.
Los templos
el
al
una
sala
para
culto
privado de los
una sala reservada para el dios, donde no entran ms que los directos sucesores del monarca. Los templos para el culto popular, ya algo ms lejos del tmulo en el valle, tienen tambin una
rario, y
Todos
en
los
los
elementos caractersticos
mer imperio. En
formadas por
pitel
tallos
los
las
las
pirmides de Abusir,
columnas estn
lotos,
de
con
el ca-
flor
cerrada.
Otros recuerdan
reunidos de pa-
Por
civil, las
lo
que toca
la
arquitectura
i<'ig.
. Estarna de
Chefrn.
52
Fig. Si.
Sacerdote de Menfis.
Figs. 82 y
del Cairo)
cubren
las paredes de las mastabas nos ensean que las casas particulares estaban hechas con maderas y caas, y esteras de colores. A menudo los relieves en piedra reproducen las formas de estas construcciones ligeras, que deban cubrir el suelo del Egipto; los pies derechos ensamblan con las piezas horizontales y las pinturas acaban de completar el realismo con los tonos vivos y calientes
con que se figuran pintadas las esteras. Ya hemos dicho que el rito mortuorio que exiga conservar las esculturas de los difuntos, abundantes en grado sumo, nos ha permitido conocer las efigies de los grandes faraones constructores de las pirmides y la sociedad que ellos organizaron. Son hombres musculosos, tranquilos, cuya inmovilidad suprema da idea de la divina jerarqua de que se sentan investidos (fig. 80). Es sorprendente ver cmo la escultura llega en estas primeras dinastas tan alta perfeccin; hay ciertas figuras que en seguida se reconoce son retratos de sorprendente parecido, bellamente expresivos, hasta veces con extremada especificacin de la personalidad
(fig.
81).
el
Museo
la
del Cairo,
encontraron en
juzgaron
muy
que era entonces alcalde de su pueblo. Y, no obstante, la tal figura es la de un egipcio de cinco mil aos atrs, la efigie de uno de los capataces directores de las brigadas de esclavos que construan las pirmides (figs. 82 y 83). Parece tambin que en el Egipto de las primeras dinastas hubo dos escuelas contemporneas de escultura: una de arte popular, que ejecuta estos retratos en
53
Fig. 84.
Relieves
de
la
los retratos
de
los faraones,
que se caracteriza
la
que en
definitiva acaba
ms expresiva.
las estatuas
La mayora de
menos
Asimismo aparecen pintados los las actividades humanas procuraban reproducirse para que, en pintura, pudiera el difunto seguir participando de la vida. Le vemos juntar sus rebaos en el campo, vigilar los siervos, cazar las reses silvestres en el bosque pescar entre los juncos, que cubren los bordes pantanosos del gran ro. Conocemos perfectamente por estos relieves funerarios el tipo y las costumbres de los primitivos egipcios contemporneos de las grandes pirmides de Menfis, y aunque en todas las cosas se manifiesta la barbarie de un pueblo primitivo, no aparecen aquellos grandes excesos de crueldad que son caractemastabas, donde todas
rsticos
de
las
(fig.
84).
La
ples,
rios tebanos.
ms fuerte y robusta que la de los impeEstaba formada por hombres fornidos, inteligentes, de ideas simprofesadas sin zozobra ni vacilacin (fig. 85). Su tocado era generalmente
raza de los antiguos egipcios era
una peluca teida de azul y un delantal que llegaba hasta las rodillas. Las mujeres llevan la tnica pegada al cuerpo y comparten con el marido las penalidades de
54
la vida.
Muchas de
el
estas laboriosas
en
las
mastabas, en pequeas
grano, de amasar
figurillas
el
de moler
compaeras se han encontrado reproducidas de madera, representndolas en el acto pan lavar la ropa, permitindonos apreciar la
del pueblo faranico durante el
Resumen. El arte empieza en Egipto mucho antes de la instauracin dinstica de los faraones en la vieja capital, que es Menfis, en el Delta del Nilo. El arte prefaranico tiene muchos puntos de contacto con el del imperio caldeo primitivo. Hacia el ao 4000 antes de Jesucristo, las primeras dinastas construyen en el Delta los sepulcros gigantescos de los faraones, de que son un elemento de
las las
pirmides.
al
Xo tenemos
que
los
emplazados
al
pie de las
pirmides, destinados
No
civiles, ni el
tumbas. El sepulcro es el edificio ms importante, la nica obra monumental. Los faraones estn enterrados en el seno de la pirmide, escondida la momia al extremo de largos corredores. Los grandes personajes y principes tienen un tipo de sepultura ms sencillo, que es la mastaba, pequea construccin baja con las paredes inclinadas y una cmara reducida, donde el difunto est representado. La momia se halla escondida en un pozo cuya entrada tambin se ha disimulado.
de
La
mos
la
admirar,
como obra de
esfinge
En escultura podede la llanura de Menfis. Innumeque deben perpetuar la figura del difunto
con una inmortalidad material. Bibliografa. Sobre los orgenes del arte en Egipto. Capart: Les debuts de l' art en Egypte. Amelixeau: Les nouvelles failes d'Abydos, 1897. Flinders Petrie: Memphis Abydos, 1902-1903. Garstang: The burial customs 0/ J. de Morgan: Retherches sur les origines de l' Egypte, 1896. ancient Egypte. Borchardt: Das Pyramidenfeld von Abusir, 1907, y Die Pyramiden, 191 1. Un buen manual es el de Maspero: L'archcologie egyptienne, ltima edicin de 1907, y su Histoire ancienne des pe tiples de V Orient, 1899.
Fig. 85.
Cabeza de un sacerdote de
Fig. 86.
Colosos de Amenofis
II,
CAPTULO
EL ARTE DE LAS DINASTAS TEBANAS.
IV
LA ESCULTURA Y LA PINTURA.
EL
Si
Egipto
fu,
de todos
los
grandes imperios de
caldeo,
la
antigedad,
el
primero
que
en
monumentos de
al
Egipto es-
mos de
un im-
civiles y religio-
de su de
las
Las pirmides de
las
necrpolis
primeras dinastas y sus templos adyacentes de los faraones divinizados, eran manifestaciones del culto personal del soberano, pero no
Fig.
87.- Emplazamiento de
la
templos y
necrpolis de Tebas.
56
Fig. 88.
el
Durante el perodo de las dinastas tebanas, el templo tendr ms imporque la tumba; el faran no ser ms que el hijo de Anin, el poderoso, el verdadero, el omnipotente padre del cielo y de la tierra. Tara Amn, el dios principal del panten egipcio, se levantarn en Tebas los ms colosales edificios religiosos del valle del Nilo, los mayores que haya construido la humanidad, slo comparables con las antiguas pirmides de las primeras dinastas que
tancia
La organizacin
cia las provincias
nomos, subsistentes despus de la primitiva distribucin de las tribus prehistricas lo largo del Nilo. Este rgimen feudal tena la ventaja de procurar siempre pretendientes enrgicos y ambiciosos cuando las familias de los
faraones se agotaban con las fatigas y
el
los
nuevos usurpa-
dores afirmaban en seguida su situacin, contrayendo alianzas con los legtimos prncipes destronados, y ponan empeo en demostrar la segura posesin de
su derecho
apoderndose de
la
capital y
recabando
el
reconocimiento de los
aqu que
la
De
el
sucesin
de
ni
las dinastas
ticos
el culto, y slo algunas veces, provisionalmente, nuevos faraones, fanpor su ciudad provincia, tenan empeo en trasladar ella la capitalidad para procurarle los beneficios de la corte. Tebas y sus dioses quedaban por algn tiempo en segundo lugar; pero fuera de estas cortas interrupciones, durante los
en
la 11.
la z?.
dinasta,
Amn-Ra,
el
EL
AKTEDE
57
Fig. 89.
Excavaciones
la orilla
ria
Se ha dicho que remontando el Nilo se desciende en el curso de la histoesto es, que medida que se sube la corriente de las aguas del gran ro de Egipto, nos vamos acercando nuestros tiempos y disminuye la antigedad de los monumentos que encontramos. As, por ejemplo, cerca de la desembocadura recibe el viajero la impresin de las ruinas de la antigua capital con las
;
pirmides, y esta civilizacin de los faraones constructores de pirmides se ve desfilar en las dos riberas del ro, hasta que ms arriba se encuentran ya los templos y santuarios del
tena en
a
Tebas
la capital.
El
al valle superior del Nilo, en la 11. de Tebas deba ser un lugar sagrado desde los tiempos prefaranicos. All han aparecido principalmente las tumbas de los primeros conquistadores orientales, y all la tradicin colocaba una tumba de Osiris, que Amelineau ha credo descubrir ltimamente, y que es del mismo tipo que la tumba arcaica de Menes,
gobierno se traslad
dinasta, pero
el llano
el
captulo anterior.
la corte, los la
forma de
la
como un
ms
calidad de la
Egypt
Exploratiot
Fund
el
monumento
faranico
ARTE.
T.
I.
8.
(figs.
88 y 89).
En cambio,
se
templo
de
y
la
la
pirmide
ha
desarrollado,
MiiMiiiii!
rodea
con sus
***
segun-
do imperio egipcio;
el servicio
ella
nos explica
de
ciertas
pirmides de
ladrillo,
se
dos,
llano
de Aby-
la
necrpolis real
de
Fig. 90
- Acantilado de Abydos,
las
donde
estn
(Al pie,
mides,
representativas,
el
las
condiciones de resistencia de
la
sirve de tmulo para el sepulcmara funeraria no est dentro de ella, el macizo de la pirmide ha sido perforado en todas direcciones sin encontrar huella de sepultura. Era una pirmide honoraria, un elemento puramente ritual decorativo del sepulcro. La verdadera tumba est excavada en la roca de la montaa prxima, as como las cmaras de los sarcfagos de varias princesas reales de la familia, que acompaacro, la
Ea pirmide
del sepulcro de
Mentuetep ya no
ban Mentuetep en
cuadrados,
rino,
la
la
como
los del
rodea
templo llamado de la Esfinge, de la pirmide de Micetmulo simblico que se levanta todava con
primer imperio
forma de
egipcio.
alguno de
El uso de estas pirmides honorficas se prolong por bastante tiempo, y los faraones tebanos, adems del monumento sepulcral del nuevo
el
tipo, que se alzaba en la llanura de Tebas, se haca construir en una pirmide en la que nunca deba ser enterrado.
Bajo Egipto
al elemento tradicional pirmide y labraron sus hipogeos en las grietas de la montaa; la quebradura del valle en Abydos se prestaba admirablemente para disimular en su acantilado la entrada de los corredores funerarios, y el macizo de la sierra era
de
la
preferible la costosa
montaa
artificial
La pirmide vino
lo
59
lejos,
al
pie
del
valle,
sin
la sepultura.
Es ms;
sta se
la
disimulaba escondiendo
en-
de Abydos que
ingreso
ellas
son
el
de los corredores
las
la
magnficos de
les.
tumbas
rea-
As y todo,
mayora de
los faraones
la anti-
los sepulcros
de
tiempo de Herodoto
visitalos
ban
algunos ya
vacos;
pompa alguna en
mayor desorden, confundidos reyes y reinas en una tumba secreta, donde los hall
intactos
Maspero, llevansarcfago
todava
do
cada
de
Fig. 91.
Hatas.
sin
embargo,
el
en
las
quilamiento.
En
el
el
seno de
la
montaa
las salas
que
de
debe habitar
pinturas,
viaje del
vida terrestre,
de Osiris, etc., etc. Los corredores, tanto ms importante era la tumba, estn veces interrumpidos por pozos, en los que se ha disimulado la abertura que debe conducir la cmara funeraria. Antes de llegar ella, una falsa tumba, con un sarcfago monumental abierto, puede hacer creer que la momia ha sido levantada y que la sepultura est vaca... Hay que golpear en las paredes hasta alma
ms
percibir
atravesar
sonido hueco que delata la prolongacin de los corredores; hay que una nueva serie de cmaras y vencer no pocas dificultades para llegar la verdadera tumba, con un segundo sarcfago, generalmente de madera, que contiene la momia real. Vemos, pues, que los corredores estn aqu dispuestos en el seno de la montaa con el mismo mtodo igual previsin que en el mael
cizo
de las pirmides. El concepto del ritual mortuorio es el mismo, lo nico que ha variado es el tipo arquitectnico del monumento. Todas estas sepulturas excavadas en la muralla rocosa de Abydos, no forman ms que el primer elemento de la sepultura faranica; en el llano, cerca
6o
Fig. 92.
los trabajos
de desescombro verificados.
dicho, es donde se encuentran los templos del faran ms accesibles en que tenan lugar las brillantes ceremonias funerarias, y que corresponden los templos del pie de las pirmides. La desierta llanura que se extiende desde la pendiente de la montaa hasta el ro, est sembrada de las descomunales ruinas de estos panteones reales. A veces slo quedan en pie un pilono las columnas solitarias de la sala hipstila,
del ro,
divinizado, lugares
las figuras
como
las estatuas
famossimas de Amenofis
86),
II,
Memnn
(fig.
que estaban
solitarios
cuando
l los visit,
extenda su alrededor.
ms singular, cuya excavacin ha cautumba de la lamosa regente llatas, en la ladera misma de la montaa. Este edificio, que lleva hoy el nombre rabe de Deir-el-Bahari, convento del Norte, ha sido explorado tambin por el Egypt Exploration Finid, hallando en l una cantidad considerable de esculturas y relieves. Su disposicin constituye verdaderamente una novedad; no se despliega en patios sucesivos, como los dems templos egipcios, sino que aprovechando las
estos panteones faranicos, el
el
De
palacio y
las capillas
abiertas en la roca.
61,1
Las columnas con facetas tienen una elegancia de proporciones y una sencillez casi helnicas (figs. 90 y 91). Se asciende las terrazas por escaleras monumentales; los prticos de Deir-el-Bahari deban preservar tambin de la luz y del calor las
habitaciones destinadas
la
de
las
terrazas, las
campaas
al
lado de su padre
terrazas, las aventuras curiosas de sus almirantes, que por encargo de llatas exploraron la costa de frica en un largo periplo en busca del rbol del incienso, que llegaba hasta entonces impuro
al
travs de los
tic la
Nubia, por
la va
Ms
Ramss II, llamado hoy de nuevo el Rameseum, pero que los griegos conocan con el nombre de tmnba de Osimandias. Aun equivocada esta atribucin demuestra que persista el recuerdo del
,
Fig. 93.
Planta esquemtica
egipcio.
gran conquistador;
de un templo
muro parece
vivir
en
los
la
mano sobre
la
A
de
la
veces, en un
el
a
mismo templo,
como sucede en
19.
el
glorioso fundador
dinasta, continuado
II.
nieto
Ramss
mismo
tipo, y
muy
semejantes en
la
de
los
que no tenan
de uno dos monarcas. abandono y la destruccin que deban quedar condenados, por fuerza, estos monumentos, desaparecido el culto que haban de prestarles slo sus sucesores de la misma dinasta. En cambio, los templos del otro lado del Nilo, llamados Karnak y Luxor,
lsimo de haber sido construidos para la glorificacin
el
se encuentran
los faraones.
Ellos son
la
Ambos
Amn
que
se
pueden reconocer
los rastros
62
Fig. 94.
estaban sepultadas
la llanura. Porque la ciudad populosa, la Tebas de cien puertas, dentro de la que estaban englobados, ha desaparecido. Hoy se levantan solitarios en la llanura de aluvin que se extiende la izquierda del ro, en un desierto de ruinas que
en
slo cruzan las caravanas de viajeros cuyo albergue son los hoteles
que
se
han
levantado
al
pie de los
el
ncleo principal de
el
de
los
los
Ms tarde, hasta los faraones helnicos, Tolomeos, y emperadores romanos, difcilmente encontraramos un solo seor de Egipto que no haya tenido empeo en agregar un nuevo elemento una nueva sala
conquistadores del Asia.
los edificios religiosos de la antigua Tebas.
Uno de
ellos
enriquece
el
patio
el
fila
En cada poca de
mos dominadores
tin
las
anteriores invasiones guerras civiles, y hasta durante las invasiones, los mis-
extranjeros,
como
los persas,
no pueden desvanecer
la
suges-
formidable que les producan los templos tebanos y muestran especial empeo en grabar sus nombres brbaros al lado del de los fundadores nacionales.
La
historia
de estos edificios es
el
resumen monumental de
la historia del
03
Fig- 95-
en
las
arenas antes de
las
ltimas excavaciones.
la
la
primeras
tumbas
reales.
Tan complejo
y embellecimientos posteriores, que despus se hace casi imposible para el arquelogo que estudia sus ruinas, eliminar lo accesorio, reduciendo aquel
conjunto de patios y salas los elementos primitivos de un templo egipcio. Esta dificultad de describir un templo egipcio ya la notaron los polgrafos griegos,
monumentos. Demasiado
abreviados y reducidos sus servicios tal como ellos los describen, sin embargo, sus textos son preciosos, porque nos aclaran y facilitan el anlisis del templo en
su mltiple complejidad; los nombres griegos de pilnos, salas hipstilas y obeliscos,
que
ellos aplicaron,
De
el
elementos
de esfinges
(fig.
con
G-4
las
ce-
acostumbra llamar
sala hipstila,
causa
Naos
sanal
reservado
rey
IM^I
Fig. 96.
pus de
sta,
un
se-
gundo
patio, en el
fondo
Pilono
Todo
el
con-
junto del templo estaba encerrado en un rectngulo formado por una doble pared, con un corredor (pie lo aislaba completamente del exterior. Como vemos,
los tres
elementos:
el
pilono, el patio y la
vamos
describir, pues,
cada uno de
sin otra
ellos.
triunfal,
utilidad
que
la
decorativa, tiene dos torres cuadradas cada lado, que son macizas;
puramente no hay
dentro de
ellas
de donde salan
las
Las grandes
superficies
la
decoracin en
con episodios de
del
relieve,
la
vida
faran constructor
estar representado
bos lados de
la
puerta,
(figu-
ban con
de
cia,
Fig. 97.
la
nica moldura
construccin egipla
sea
gola inver-
tida,
Tomo
I.
TAmina
\
'.
Pato del
templo
tic
Karnac. Tebas
Pato del
templo
'le
Luxor. Tebas.
LOS TEMPLOS
saliente,
BANOS
65
proyecta
la
sombra dura del sol de Egipto en las lneas horizontales de remate del
pilono.
Algunas veces,
obeliscos
mogi-
nolticos, haba
dos
gantescas
columnas,
puerta
(fig.
96).
En cuanto
los
patios, su variedad
de
composicin es mucho
mayor
patios
(fig.
97).
Algunas veces
los
no tienen columlas
veces estn
colum-
dos
los
filas,
pero slo
otras veces
lados;
forman un verdadero
claustro
en los cuatro
Fig. 98.
lados
bierta.
Ruinas de
la sala hipstila
de Karnak, Tebas.
el centro, de puerta puerta, dos filas de columnas monuque sealaban una avenida calle en medio del inmenso cuadrado mentales del patio: eran, en cierto modo, la prolongacin de las avenidas de esfinges que conducan los peregrinos hasta las primeras puertas del santuario. A veces, en lugar de columnas, estos patios estn decorados con una hilera de
de Karnak lleva en
como en Karnak y el Rameseum. (Lm. IV.) Cuando columnas se hallan en los cuatro lados del patio, no son veces del mismo orden, sino que las de enfrente llevan capiteles distintos, acampanados, por ejemplo, y las laterales de flor de loto sin abrir, completamente distintos de los campaniformes. En cambio, otras veces, como en Luxor, los cuatro lados del
prtico son semejantes. (Lm. IV.)
el
pueblo
Estos patios acostumbran ser grandes y ellos deba tener acceso todo son propiamente la antesala del santuario y venan representar el
;
templo griego. En
ellos
deban
tambin efectuarse algunas ceremonias, pero el culto propiamente dicho tena lugar en la sala hipstila, que viene inmediatamente despus del patio y que ya
nombre de
DEL ARTE.
sala hipstila es
66
F'g- 99-
Templo de Ramss
II.
llamado
el
la
sala hipstila.
medio de de columnas, unas mayores y ms altas, de capitel en forma de flor abierta, en la nave central, y otras columnas con capitel de capullo, ms bajas, que sostienen el techo de las naves laterales. La diferente elevacin de las naves deja un espacio de muro, cerrado con celosas de piedra, por donde entra la luz,
las
como por
altas
ventanas
laterales.
el
Una
una
sala
grande
techo plano, formado de grandes dinteles, y con una nave mayor y ms alta en el centro, cubierta tambin con bloques de una sola pieza y del todo cerrada por los muros, pero dotada de iluminacin
superior
(fig.
ioo).
Las salas hipstilas dlos templos egipcios, ron penumbra misteriosa, sin ninguna indiscreta abertura, excepcin de las celosas superiores; con sus hileras de columnas, que tamizaban la luz de lo alto; decoradas siempre con los fulgores vivos de los relieves policromados, deban ser la obra maestra de la
la
construccin y del arte egipcio. Algunas de ellas tienen dimensiones estupendas: gran sala hipstila de Karnak es todava la mayor sala cubierta de piedra que
existe en
el
mundo. Tiene 152 metros de largo por 51 de ancho, con 154 columel techo, siendo las 12 columnas de la nave central de igual
67
dimetro todas
la
Pars.
Una
catedral gtica
En
rio
cuanto
al
santuaes-
propiamente dicho,
sala,
y veces despus de un
nuevo patio ms pequeo que el anterior. Era el lugar santo por excelencia,
en
el
slo el Faran y
sumo
la
sacerdote, y
donde
101).
se con-
servaba
el
simulacro de
(fig.
divinidad
dida que se
meva avanzando
en
los
el
reducindose,
techo es
el
ms bajo y sube
nivel
Fig. ioo.
Entrada
al
lugar recndito
el
donde
el
(Restauracin, copia de
estaba
simulacro divino.
santuario egipcio, diferencia del templo griego, no
las
inscripciones
que en
los
el
Faran consultaba
como
un
muy venerado debi contener una pequea capilla sade piedra de madera, que como un edificio en miniatura se elevaba en grario, medio de la segunda sala (fig. 101). Una de estas capillas monolticas, ostentando la insignia de Nectanebo I, se halla an en el templo de Edf; otra de las ms hermosas se encuentra con el nombre de Amasis. Queda, pues, el templo descrito en sus diversos elementos, que son avenida de esfinges, pilono, patio claustro anterior, sala hipstila de las ceremonias, segundo patio delante del santuario, lugar santo con el tabernculo, y por fin una
:
el
y dependencias del culto. Muchas veces el templo se desarrolla ms an, pero stos parecen ser los elementos primitivos. No existe rigor cannico en
la
como se observa en el santuario griego; mucho de un templo otro; las ideas del Egipto no
la dis-
llegan
con aquella excelsa ordenacin luminosa del pensamiento helnico. Todo el santuario se encerraba con una doble pared sin aberturas ni ventanas, que lo aislaba completamente del exterior.
68
Nada ms
La columna
dad de formas, que coexisten en todas pocas: el pilar cuadrado del templo de la Esfinge, lo encontramos todava en el
Alto Egipto profusamente; las columnas con facetas planas se hallan tambin en abundancia, recordemos los prticos de Deir-el-Bahari (fig. 91) y los ms conocidos de Beni-Hasn el capitel con flor de loto, que forma el gracioso remate de las columnas del patio de Luxor y del
;
Rameseum
(figs.
97 y 99), en Tebas,
la
pir-
mide de Abusir; una rigurosa divisin cronolgica de los estilos del Egipto, basndose en los tipos de columna, ya vemos que no es posible establecerla.
Fig. ioi.
Pero existen algunas formas exclusivas del primer imperio, como los soportes
con capitel en forma de palmera, y en cambio, otros capiteles complicados son invencin ya ms reciente y usados ms por los constructores de la poca de los
ltimos faraones saitas
(fig.
102).
Los llamados
ra
pilares
osiracos,
humana, con los emblemas dique ya hemos observado en Rameseum, parece que fueron
la
dominacin de de
los
los
Rameseidas, v
familia.
monarcas de esta
Una
tica,
en cambio, de
lo
egipcia, es la ausencia
ducida
ms
un simple
la
columna deses-
canse sobre
tos
el suelo.
sus
^^^^
Fig. 102.
dimensiones y
decoracin.
nales
suntuosidad de su
69
los
cimientos son
9
Wt
'
l-
obra
aparejo
de
los
muros.
Hay un
Bt
\"'*ft
^Mii
r*
v- 4/
mA
9R
revestimiento exterior, de
interiormente
La
Fig. 103.
Andamiadas de
Junyent)
aspecto
106).
monumento
(fig.
ellos
decorados
la
las partes
106), arquitrabe,
el
vaco en
de relieves, tapando las juntas de las piedras, para no tener que encerrar sus asuntos dentro de los lmites de cada hilada. Estos relieves eran despus poli-
Fig. 104.
Retrato de una
reina.
Karnak.
Fig. 105.
El faran Seti
I.
Karnak,
Fig. 106.
el
templo de Luxor.
116).
Son
los
las
que decoran
las superficies
de
muros;
Tebaida bastaba para acentuar todos los detalles. Las formas estn admirablemente dibujadas, y debieron ser esculpidos los relieves cuando las piedras estaban ya colocadas en la obra, porque aparecen labrados recortando el fondo y rebajndolo de la superficie plana del muro. En cambio
el sol
intenso de
la
los egipcios
la
desconocieron
la
impresin de un conjunto.
En
cuanto
la
arquitectura
el
civil,
el
Egipto
Muchas
veces los palacios estaban edificados slo de ladrillo. La exploracin del palacio de Amenofis IV, en Tell-el-Amarna, nos ha enseado lo qu era una residencia faranica en provincias; Medinet-Abu, cerca de Tebas, que parece haber
sido la
morada
favorita de
Ramss
II,
es
un
edificio
de las tumbas vemos representadas casas particulade recreo de los magnates de la corte. Las casas tienen, por lo que se puede comprender, dos tres tipos en la planta, con un patio central, en
las pinturas
En menudo
los relieves
res
villas
I,
A ARQUITECTURA CIVIL
71
La gran rea de la ciudad de Tebas deba estar llena de sencillas casas de barro sin
cocer; as se explica que hoy
los
encuentren
desierto sin
de
las
urbanizacin.
los restos
Faltan tambin
de sus murallas y
obras de fortificacin de
las ciu-
dades deban
ser, sin
embargo,
defendido por su propia situageogrfica, con el nico punto dbil del istmo de Suez,
cin
y as se explica
diera hallarse
banda de
la
orientales,
como
fu
Una
Fig. 107.
vez forzado
istmo, despus
III.
una batalla en la que el Faran haba reunido todas sus fuerzas, iban cayendo una una
de
el
Museo
Londres.
las
Los
viajeros
y palacios,
como no sean
las
construccin legendaria en tiempos de Ilerodoto y Estrabn. Quedan, tan slo, restos de los castillos fuertes egipcios para defender
las fronteras
de
la
Nubia, con sus paredes en talud, coronadas de almenas, y Ms tarde, cuando con
campaas en
la Siria, el
aprendi proteger sus fortalezas con fosos y reductos avanzados. Pero as como en el Egipto de los primeros faraones, en Menfis, las casas y los templos eran insignificantes en comparacin con las tumbas, en el segundo
imperio egipcio las casas y tumbas de Tebas quedan en segundo lugar ante
el
conocer
que pudo significar tan slo un elemento de la decoracin de los como son los obeliscos, que ms tarde se emplearon aislados como monumento decorativo, viniendo despus ejercer una funcin anloga la de
lo
templos,
las
como
testimonio de
la
dios. Esta
forma de
Fig. 108.
Retrato de Ramss
Museo
del Cairo.
II.
Fig. 109.
Retrato de Ramss
de
la realeza.
II
con
los atributos
Museo de Turn.
muy antigua; infinidad de ellos en miniatura se han tumbas contemporneas de las pirmides, pero no alcanzaron sus dimensiones extraordinarias hasta el segundo imperio tebano. Despus, la
los obeliscos es
tambin
encontrado en
las
le
damos nosotros, quiere decir, por metfora, el nombre egipcio ni su signifiobelisco de la reina Hatas, en
el
cado. Tienen, en efecto, la forma de aguja y sus bloques son las mayores piedras
la
humanidad;
el
patio de
altura, sin la
base que
le
forma
el
pedestal.
adems de
los
esta
monomana
grandes personajes, los sacerdotes y los monarcas que les encargaban sus Karnak, lleno de esculturas votivas de sus reales protectores, deba ser
una
galera iconogrfica del Egipto tebano. En Luxor haba un pueblo entero de estatuas. Gran cantidad de esculturas se ha encontrado en Karnak, en el fondo de grandes zanjas, despus rellenadas de tierra; las nuevas dinastas tenan
el lugar sagrado para dejar sitio las figuras de los nuevos faraones. Es curioso ver cmo, pesar de lo montono de la actitud, impuesta por su misma jerarqua, cada faran tiene su tipo particular, y en algunos
necesidad de desocupar
de
ellos,
de
los
retratos, hasta
puede verse an
el
surco
Lmina
r
I
.
Grupo de Amenhos
II
la
Tomo
LA ESCULTURA TEBANA
75
Fig.
no.
mucho
escultura
egipcia de
ser
formas fijas; hay toda la variedad viviente de los hombres en las estatuas faranicas. Algunos se ven sanos y equilibrados, como
los tres retratos
(fig.
Fig. ni. La reina Nofrit, esposa de Usitarsn II. Museo del Cairo.
III,
hoy en
el
Museo
Britnico
ras
las
y audaces, como los retratos de Ramss II (figu108 y 109); otros nos dan el tipo del monarca enfermizo y piadoso, como magnficas testas de Amenofis III.
107); otros son tipos finos
La
reales,
psicologa de cada
uno de
los
sus esculturas, as
como
la
de
los individuos
la
de su
vida
familia, hasta
de
las
princesas
la
porque
las
mujeres intervenan en
civil del
Egipto ms que en
(figs.
no y
111).
no tienen nunca las grandes dimensiones de los retratos de los faraones, los monarcas visten una indumentaria especial y llevan en la frente el spid simblico de su inmortalidad. En los relieves de los templos, el Faran tiene mayor tamao del natural, es un ser superior que interviene en un combate de pigmeos, que tales parecen ser sus ejrcitos y los del enemigo. Los grandes caballos de su carro son tambin desproporcionados, como reflejando la naturaleza semidivina que les comunica sin duda su posesor. Esta manera de representar de talla exagerada los seres superiores, dioses
y hroes, es propia de todas
las razas primitivas;
el
que
una
alta
superioridad
HIST.
T.
I. 10.
74
Fig. 113.
La vaca Hathor en
Museo
la
el
acto
de
trasladarla al
del Cairo.
moral, por
la
escultura clsica.
II
la
capilla.
las formas de porque veces sus dioses menores tomaban la figura de un animal determinado: vaca lechuza, de un cinocfalo y hasta de un gato, reminiscencias de los cultos locales prehistricos. Los escultores tebanos se im-
aprender representar
los animales,
de
Amn
que pueblan
el basalto.
males, labradas
granito
panten egipcio, y son admirables sus figuras de aniveces en ricos materiales en piedras dursimas, como el
el
Hace
slo unos
diez
aos se descubri
el
monumento
escultrico
ms
un grupo con la figura de Amenhofis II y de la diosa Hathor, que, en forma de vaca, era la encarnacin de la luna, que encontraban los difuntos en el camino del infierno y les rejuveneca con la leche eterna de sus pechos. El Faran, devoto de Hathor est de pie, cobijado por la cabeza de la diosa; en el mismo bloque, de perfil, se le ve arrodillado, sorbiendo la linfa vivificadora. Unos tallos de flor de loto suben desde el suelo hasta el cuello de la vaca, recordando las plantas de los
importante de
las escuelas tebanas,
que
es precisamente
pantanos profundos donde se apareca las almas de los muertos. Esta cabeza de Hathor ha sido conceptuada justamente como la obra capital del arte tebano:
su nariz respira con calma inefable; sus ojos miran con
pecie, pero
al
la
expresin de su es-
ms que humana. (Lm. V.) La vaca Hathor se encontraba dentro de una capilla cuya bveda estaba cubierta de pinturas, lo mismo que las paredes, cerca del templo de Deir-el-P>ahuri (figs. 112 y 113). Est labrada en una roca de piedra caliza amarilla, v todo el
cierta ternura
LA PINTURA EGIPCIA
interesante grupo aparece
75
policromado.
En cuanto
ra,
la pintu-
tumbas de la necrpolis real nos han dado un repertorio completo de escenas de la vida domslas
tica:
cuadros de gnero, con cantores y danzantes, representaciones de diferentes asuntos de la infancia y del casamiento, y so-
bre todo de
funerales.
las
ceremonias
En
los templos,
victorias del
las
completan
con
infinidad
ca-
Fig. 114.
de composiciones de
rcter civil los asuntos
lores brillantes
que all faltan en los relieves (figs. 114 y 115)- Los cocuadros y frescos, la expresin de las fisonomas, estn por desgracia del todo desprovistos de ambiente y perspectiva, y por ello no llegan conseguir aquel superior efecto que pudieron lograr ms tarde los grandes pintores griegos. Pero hoy gozamos con este arte, que podramos llamar de un solo plano, fatigados por el exceso de. ciencia de nuestra pintura moderna.
de
los
maestros de
la
menos
que recordaban no pocos nombres de artistas egipcios que haban pasado Europa. Herodoto supona que el arte de la pintura lleg Grecia por obra de
los
simples silue-
sonajes
gunos en
esta opinin
una
influencia
de permanente
Fig. ti
dndudndndud
5. Arpista delante del Faran. Pintura de Tebas.
76
de
la
los griegos,
la
plenitud
Resumen. Los faraones dla 11. a dinasta trasladan su capital Tebas, en el Alto Egipto. en lugar de sus sepulturas caractersticas de las pirmides y los templos adyacentes, abren en el acantilado de sus montaas, largos corredores que llevan una cmara decorada de pinturas. Persiste el culto del Faran divinizado en un templo construido al pie de la montaa, en la llanura de la ribera del Nilo. En la otra ribera se extiende la ciudad, con sus dos templos colosales: Karnak y Luxor. Los templos egipcios tienen una planta confusa por la acumulacin de nuevas dependencias que agregaron los nuevos faraones. No obstante, se distinguen tres elementos capitales en todo templo egipcio: un patio anterior, una sala para las procesiones y un santuario naos donde est la capilla con el simulacro del dios. El templo est precedido de una avenida monumental de esfinges y aislado del exterior por una doble pared sin aberturas. Todas las partes del templo, y principalmente la sala hipstila de las procesiones, estn decoradas con relieves policromados de colores vivos. Estos relieves no respetan las lneas arquitectnicas del edificio, labrndose veces hasta sobre los fustes de las columnas. En cambio, como construccin, los templos egipcios dejan mucho que desear. No hay un verdadero rigor cronolgico en la evolucin de los estilos arquitectnicos sin embargo, algunas dinastas muestran preferencia por ciertas formas de soportes, como las columnas en forma de palmera de las primeras dinastas y los pilares osiracos con figuras de Osiris en tiempos de Ramss II. La escultura hace maravillas en los retratos y hasta en la ejecucin de figuras de animales, como la vaca Hathor de Deir-el-Bahari. Bibliografa. La obra monumental: Description de l'Egypte se completa con la de la expedicin alemana: Lepsitjs: Denkmaler aus Egypten, 1845. Un primer libro de conjunto. Prisse d'Avennes: Histoire de Tart egyptien. 1879. Mariette: Karnak, Abydos, etc. Perrot et Chipiez: Histoire de l'Art dans i'antiquiti. Sobre los sepulcros tebanos: Xaville: The XI dinasty temple y The great temple at Deir-el-Bahari. D avies: The tombs of the queens. Sobre la restauracin de los templos Anuales du service des antiquits de l'Egypte. I-VIL Sobre estatuaria y el arte egipcio en general: Me>noires y Bulletin de l' Institu frangais d archeolo^ie orintale. Catalogue general du Muse du Cayre, 27 vols. en folio. Jorge Ebers: Egipto, dos volmenes en folio mayor. Edicin
All,
;
'
castellana. Salvat
Revistas.
Revue d Egyptologie.
'
C.'\
Barcelona.
Fig. 116.
Tutms
1 1.
Fig. 117.
CAPITULO V
LOS TEMPLOS DE LA NUBIA.
EL ARTE SAITA.
es un pueblo desarrollado alrededor de una un Estado alrededor de una ciudad, sino que es una nacin extendida lo largo de un ro. A cada lado del valle, el desierto no se prestaba una expansin colonial. Por esto la nica colo-
El
Egipto,
dice Naville, no
capital, ni
nia
efectiva
del
Egipto
fu
su
prolongacin
el valle,
siempre
remontando
de
la
Nubia hasta
Etiopia.
Este segundo
Egipto, partir de
pes, pero la
primeras cataratas, fu
mayor parte del tiempo los destacamentos militares de los Faraones gozaron all de calma y seguridad suficientes para construir
las
que son an la admiramayor nmero rada da se atreven remontar el Nilo hasta Kartum. Las dems colonias no tenan carcter permanente y la Nubia es el nico sitio donde los ejrcicin de los turistas, que en
tos faranicos dejaron sus huellas
esplndidas obras
Fig Il8
monumentales,
Nubia.
78
que,
como
Asia.
perodo de
el
las
los carros
la caballera
atravesaban
rebeldes de las
istmo de Suez, para cobrar los tributos y castigar los provincias sujetas al protectorado del Egipto. La Biblia nos habla
con frecuencia de estas excursiones del Faran, hacindonos saber cmo durante
largas pocas los reinos
ejrcitos africanos.
de
la Siria
y Palestina temblaron
la
proximidad de
los
La
una guarnicin egipcia en su castillo, y asimismo Damasco y toda la Siria, hasta el Eufrates, y las montaas donde se apoyaban los Hititas. Al regreso de las razzias imperiales, el Faran grababa lo largo de las rutas estratgicas las inscripciones y relieves conmemorativos de sus hazaas; pero muchas veces, falto de artistas egipcios, tena que recurrir escultores del pas. As, por ejemplo, los ms antiguos recuerdos de la dominacin faranica en el Asia, que sern seguramente las estelas de Ramss II, cerca de Beyrout, aunque conservan una apariencia de estilo egipcio, muestran en sus figuras seales evidentes de haber
sido ejecutadas por artistas asiticos.
Pronto, en esta
fcil
el
le
de
guarni-
quedando
los
Faraones
la
defensiva,
sojuzgada por
el
all el peligro era tambin grantemor de la Etiopia, y as se comprende que los destacamentos colonizadores de los Faraones quisieran salvar sus monumentos de la destruccin
que podra
la
traer consigo
labrados en
el in-
montaa. Entre la sexta y la dcima dinastas, la Nubia habase perdido ya por primera vez; reconquistada por el primer
de
la
imperio
tebano,
el
recobr
su
independencia
los
cuando
Reyes
Hicsos Pastores, y la decimoctava dinasta tuvo que consolidar la obra de sus predecesores extendiendo
las
la
altas
mesetas de
la
puesto
as
retroceder
cayendo
un temlo ms
slido,
que
los
no pudiera
tritico
ser
destruido fcilmente
por
sucesivas
Cl
ventaJ a de
Ue
si
<
LOS TEMPLOS DE LA
taurarse en poco tiempo.
NUMA
79
Una
el
vez restableci-
do
orden, pintores y
la
escultores repararan el
Tanto
es
as,
que
mo
Napata y
Meroe,
blacin
urbana interela
sada en
conservacin
los
del santuario,
ficios religiosos
edi-
estaban
blo-
construidos con
ques
al
efecto transporall,
tados hasta
los
como
dicar
ban protegido en
la conquista, y en medio del valle deshabitado parecales ms seguro esconderlo en la roca viva y abrirlo en el seno de la montaa. Los veteranos egipcios (como ms tarde los legionarios romanos) dejaban las armas por el pico y el azadn, y abran en la masa del granito estos monumentos extraordinarios que constituyen la huella profunda de la dominacin faranica
hasta
la
lejana Etiopia.
Los templos de la Nubia tallados en la roca llevan todava los nombres de speos con que los conocan los antiguos griegos. El gran speos de Ipsambul est destinado conmemorar las victorias de Ramss II contra los negros del frica y contra los pueblos de Siria. Los cuatro colosales monolitos que decoran la entrada, causan al viajero que remonta el Nilo una sensacin inolvidable (figs. 118,
1 19 y 120). El gran speos de Ipsambul representa, en las construcciones excavadas en la roca, lo que la sala hipstila de Karnak en las construcciones apa-
rejadas.
Ramss
II
fu
el
los
antiguos griegos
un templo en cada ciudad de Egipto, y as se comprende que no poda descuidar su colonia de la Nubia, que era como la prolongacin de la patria; sobre las aguas tranquilas del Nilo, en el talud de las rocas, se levantan los inmviles colosos de granito, que miden sentados ms de veinte metros de altura. A cada lado de la puerta, dos pequeas imgenes en relieve
decan que
edificar
mand
8o
Fig. 121.
interior
de un
misma de
las
primero una cmara con el techo sostenido por pilares monolticos en forma de figuras osricas, idnticas las del Ramesen de la llanura tebana. De esta primera cmara se pasa la segunda, que haca el oficio de sala hipstila.
Hay adems
del
seis
Ms
monumento
mismo
llamado generalmente
el
dimensiones.
En
el
Faran est tambin representado cuatro veces, slo que aqu aparece en pie y alternando con dos colosos
que reproducen
los atributos
(figs.
la
figura
la
de
la
Reina, divini-
zada con
de
Venus
rior es
egipcia
pero conserva tambin los tres elementos indispensables de todo templo egipcio: el
sencilla,
la
ms
prtico anterior,
Fi".
sala
de
las
la
excavados en
81
con
luz artificial,
la
porque no
puerta.
basta
introduce por
testi-
monios de
los
la
dominacin de
Rameseidas.
Son obras
la
que, pesar de
prctica
que tenan
en
la
los egipcios
en
la
perforacin de las
galeras
Chipiez).
bia estn excavados en la roca; veces slo una mitad del edificio est tallada
montaa y
edificios
la otra
mitad construida
estos
al aire libre,
llama hemispeos y se hallan generalmente en sitios donde el valle del Nilo tiene ya anchura bastante para desarrollar en l una planta monumental. El hemispeos de Gerf-Husen, cerca de Amada, tiene una planta an ms completa y ms parecida la ordinaria de los templos tebanos. El valle del ro deja all un ensanchamiento suficiente para que puedan desarrollarse todas las partes de la arquitectura. Hay una avenida divinos, con su doble hilera
de esfinges, que conduce hasta la puerta del primer pilono del santuario. Dentro se encuentra el patio con pilares, que forman un prtico cada lado. Los soportes tienen tambin las caractersticas figuras osiracas, que aparecen en todas las construcciones reales de los Rameseidas y casi vienen determinar
el
estilo
la
sala hipstila,
con
los pilares
tambin con figuras osiracas adosadas, y por fin la nica parte excavada en la roca, que es el sanctasanctrum, con tres capillas poscentrales
teriores
(fig.
ms
123).
En Gerf-Husen,
los
la
pues, reproducidos en
la Nubia, se levantaron otros templos, hoy medio destruidos, en que se manifiestan algunas particularidades caractersticas. Muchos de estos edificios tienen la forma de un ncleo central de cmaras, rodeadas de una columnata prtico exterior, del eme no hay ms que un ejemplo en las construcciones del Alto y del Bajo Egipto: el famoso templo de Elefantina, cerca de Assun, en la propia frontera de la Nubia. El templo de Elefantina se encontraba en una isla del ro y fu estudiado por los sabios franceses que acompaaban Bonaparte, los cuales dieron en su obra: Description de l'Egypte, la planta y las medidas de este templo y una
de sus ruinas. Ms tarde, stas fueron totalmente devastadas para aprovecharse de los materiales, de modo que los dibujos de los franceses son hoy el nico elemento que existe para hacernos cargo de esta construccin singular.
vista
La
restauracin que con estos datos han publicado Perrot y Chipiez en su libro
HIST. DE1, AICTE.
82
Fig. 124.
Chipien).
(fg.
124),
da una idea de
edificio,
nico en su gnero
la
en
el
expedicin de
Bonaparte no pasaron de
plos de
la
la restauracin de los viejos edificios de la Nubia, y lleva publicados volmenes dando cuenta de sus trabajos. Los edificios medio descompuestos de la colonia (fig. 125) han sido hechos de nuevo, y estas formas especiales de los templos, con su prtico alrededor, son bastante frecuentes. Cons-
aos de
tres
ya
el
estar
que rodea
que,
los
Sudn
posicin
intermedia.
El
servicio de investigacin
de
las
antigedades en
una colonia
Fig.
del
Egipto,
conservacin de sus
monumentos;
pero
Nubia, dependiente
del
memorias.
En
pital
Napata,
la
la ca-
de
Nubia,
los
templos
fueron
egipcios
no
han
procurado esta regin
clero de
la
gobierno de
22.'''
los
Tebas
se enemist
con
los
Faraones de
sin de Napata.
protesor
Garnstang, de
Universidad de Liver-
templos de
Los segunda capital de la Nubia han aparecido con su carcter egippool, auxiliado del profesor Sayce.
la
cio,
como
relieves,
Tambin
la
forma
Ar:
de
los
templos es distinta;
tebanos, con
su
no tienen
de
templos
plo
sucesin
Un
primer tem-
de Meroe, que parece ser el de Anin, muestra disposicin muy parecida la del templo de Elefantina con
columnas su alrededor. Otro templo, dedicado al Sol, tiene un primer recinto de murallas, y en el interior otro espacio rectangular con un prtico que
encierra
el
santuario
(fig.
T26).
Fig.
84
Fig. 128.
Vista de
la isla
la
presa de Assun.
la
Xubia se conservaron
l
como
los
que ya
la
resulta
arcaico.
en
truyen an en Meroe
las la
ms puntiaguda que
imperio egipcio
l.as
(fig.
de
las
pirmides de Menfis y
al
las
127).
pie
una
capilla funeraria,
recuerdo
masa," que. es de
'
aparejo
de
los
sillares.
Las
descubrindose las momias con sus joyas; pero la actual comisin de Universidad de Liverpool ha de completar todava el estudio arqueolgico
de estos monumentos.
Un
los tipos
se manifest an con
mayor grandeza y ms bellamente en el propio Egipto, en tiempos de Psamtico, el Restaurador, cuando despus de dos siglos de
ocupacin oriental de asidos y persas, el valle del Nilo recobr su libertad y restableci sus dinastas nacionales. Entonces la capital se traslad de nuevo al Delta; le convena al Faran hallarse cerca de la frontera del Asia, porque
el
el
istmo.
Sais
fu elegida entonces
por
capital, y al
arte de este perodo se le llama, por consiguiente, arte saita. Tebas, la capital
antigua,
qued
casi
85
Fig. 129.
las
aguas de
la
presa de Assurt.
la
presencia de
fu disminuyendo;
y slo alrededor de los grandes templos formronse pequeos villorrios, que fueron tantos como grandes edificios haba tenido la antigua metrpoli.
tos,
Todo
lo que hicieron los nuevos Faraones para restaurar los venerables monumentos tebanos, y hasta para construir a su lado otros nuevos, no fu suficiente
poco poco. Psamtico consquedando como un verdadero museo, donde se guardaba perenne el recuerdo de sus dinastas gloriosas, y as se conserv hasta el tiempo de los emperadores romanos. Despus la Tebaida fu, para los anacoretas cristianos, lugar de retiro predilecto, el desierto por
para renovar
la vida,
all
que
se iba extinguiendo
excelencia,
la
soledad deseada.
las
En
el
las
taur los canales y los caminos, devolvi la tranquilidad al pueblo, repar los antiguos monumentos, y en todas partes foment el gusto por las artes. En
Menfis construy
guardaba
('
el
el prtico del templo de Phtah y el gran establo donde se buey Apis. Habiendo encontrado destruido en parte el Serapeum,
tumba de
los
conocemos de
apenas su emplazamiento est indicado vagamente. En cambio, por fortuna, se han conservado hasta hoy soberbios edificios
8G
Flg. 130.
Isla
extremo del Egipto, ya en la frontera de la Nubia, que formaba el ro sobre la primera catarata. Esta presa natural del dique de rocas que produca la catarata, ha sido en estos ltimos
en una
isla
en Assun, con obras colosales, por los ingenieros han subido, y el Nilo embalsa all una enormidad de millones de metros cbicos de agua, que sirven de reserva para los perodos anuales de sequedad. El encanto de las rpidas corrientes del ro en los alrededores de la catarata, sembrados de isletas, ha desaparecido, y las tierras sunivel,
aos levantada de
britnicos,
las
aguas
mergidas slo muestran, encima de las aguas, las partes ms elevadas de sus edificios.
de
las
palmeras y
En una de estas islas de los rpidos del Nilo aseguraban los sacerdotes que estaba una de las tumbas de Osiris, y por esta causa se multiplicaron all los templos y se convirti en un sitio sagrado del Egipto. Los sabios de la expedicin
de Bonaparte, que fueron los primeros en estudiar los edificios de la isla de Philae, por primera vez tambin describieron el efecto que produca la isla maravillosa: Al llegar ms arriba de la catarata, por el camino abierto en la roca, donde discurrieron los antiguos peregrinos, se percibe en un momento dado todo el esplendor de la isla de Philae. Los grandes monumentos, los rboles que les rodean, las aguas del ro, las orillas cubiertas de vegetacin, forman un cuadro
tan risueo
que sorprende ms
el
al salir
para
que se vea
hombres de ciencia (pie acompaaban siguientes prrafos, que escriban despus de estudiar
EL ARTE SALTA
Fig. 131
Prtico de Philae.
latinas
cine
la
cubren
los
puerta del pilono, se ve otra leyenda que los acontecimientos ms grandes de nuestra
el
general Bonaparte,
la
derrota de los mamelucos, perseguidos por el general Desaix hasta ms arriba de las cataratas, y la entrada de los franceses victoriosos en la isla de Philae. Ms lejos, en el interior del templo, otra inscripcin grabada en la misma poca y por las mismas manos, fija con exactitud la posicin geogrfica de
la isla.
As estos dos
capitn que,
si
monumentos aseveran la vez el testimonio glorioso del no menos honroso de sus conocimientos, y de las ciencias y las armas no ser la menor gloria del gran emprendi la conquista de un pas sumido en la barbarie, fu
de
la civilizacin.
para llevar
l la luz
isla, que cubra casi la totalidad de su superficie, no es precisamente el que tiene ms inters para nosotros; construido reedificado en la poca del protectorado romano, aunque presenta todos los caracteres de los primeros templos egipcios, apenas se distingue en la planta y en el estilo de los grandes templos tebanos del Egipto tradicional (fig. 129). Pero en
cada uno de
obra de
la
los
extremos de
la isla se
llamadas
(fig.
la
Faran
131).
88
la
selva
de Menfis.
kioscos descubiertos, formados por exquisitas columnatas de una belleza incomparable. Ejecutados por los artistas saitas, apenas tenan precedentes en la arqui-
tectura egipcia y demuestran la originalidad del arte egipcio hasta en sus ltimos
y su sombra deliciosa estaba ms resguardada por un alto antepecho, quedando abiertos en los intercolumnios tan slo unos espacios pequeos modo de
La escalinata que desde el agua conduca uno de estos edificios, tenemos que reconstruirla mentalmente: en un rellano se levantaba un graventanas.
cioso obelisco de granito;
toda
sembrado de
remate sobre
isletas
ms arriba se encontraba el prtico, como recogiendo Desde all la vista se extenda sobre el pequeo mar que formaba el ro... Hoy las aguas, en su mayor altura,
de
la
llegan hasta la mitad de las columnas; el obelisco, sumergido, slo deja ver su
el
nivel
con su barca en
el
kiosco, y en las
hmedas paredes se ve la sucia cargadas de limo. La muerte de Phae, con sus puede que sea an ms completa si los ingleses
la
de
presa de Assun,
como
el
lo tienen
trucciones graciosas de
saita,
reproducimos
de Philae no eran una excepcin nica en el arte kiosco de Gertassi, en la Nubia, mucho ms arriba de
la isla
carcter y estilo. (Lm. VI). Estas construcciones de kioscos tienen una gracia y una ligereza de proporciones que no se encuentran en los viejos templos tebanos; pero veces los
mismo
Lmina
VI.
El Kiosco de Gertassi en
la
Nubia.
Tomo
EL ARTE SAI A
I
89
Fig. 133.
Estatua
Fig. 134.
^"'"-
35-
Pequea
estatua
saita,
emblema
de riathor. (Cairo).
las
la
selva
de Menfis hay una estatua colosal del faran Psamtico, derribada, que es una imitacin de otro coloso de Ramss II, erigido en el propio oasis (fig. 132). Pero en estas obras descomunales
los artistas
de
la
poca
saita se
nos pre-
sentan fuera de su centro; no en vano haban pasado los siglos y el Egipto se haba puesto en contacto con otros pueblos ms armnicos. La pintura y el grabado de los jeroglficos, dice Maspero, llegaron en la poca saita un
La
ms duras se dulcificaron con estilo puro, lleno de gracia y Decimos esto porque es muy frecuente asegurar que
Egipto se empe
en conservar sus tradiciones y en repetir los motivos de las escuelas seculares, sin apenas ninguna innovacin ni cambio en sus varios renacimientos, durante
sus grandes dinastas. Pero
arcaico, produjo sus obras
el
muchas veces, creyendo imitar reproducir un tipo ms originales. En esta poca de los prncipes saitas,
gran poder y la fuerza expansiva de los faraones conquistadores haba declinado para siempre. Toda la magnificencia de los Tutms, Seti y Ramss era ya imposible, y ms bien en sus postrimeras el Egipto admiraba los ideales simples, con la quietud y la paz de las primeras dinastas, cuando la nacin viva tranquila, sin la ambicin de dominar el mundo. Por esto, en todas las obras de los tiempos de los prncipes saitas advirtese el propsito de reproducir, de entre todos los estilos, los ms primitivos. Los ricos se hacen enterrar en cmaHIST.
DEL ARTE.
- T.
I. 12.
qo
las
como
si
las
costumbres
interpreta-
de
la
;
poca de
pero en
los construcla
de pirmides
novedad, qu elegancia ms moderna! Las esculturas labradas con preferencia en las piedras ms duras, el rojo granito
el
prfido
verde,
son
de
formas
las
como
de
la
los
los vestidos:
parecen envueltas
al
cuerpo
Son
interesantes,
por ejemplo,
las
Museo
del
Cairo,
narcas antiguos y
reyes,
Fig. 136.
de
la
los viejos
(figu-
saita
cabeza los
la
cuernos y
Las mismas formas redondeadas, suavemente contorneadas en bronce, son las de una dama saita, representada en una maravillosa estatuta del Museo de Atenas (fig. 135). El tocado de esta dama, Takusit, es el mismo de las estatuas funerarias de las primeras dinastas, cuando el imperio acababa de constituirse y se conservaba
egipcia
134).
Venus
an
la
tradicin
de
las
pe-
voluptuosidad de
En
sai-
poca
del
la
Museo Vaticano,
so-
bre
peluca tradicional se
ra 136).
Otra
escultura
interela
vaca
137.
mos en
el
captulo anterior.
91
La vaca Hathor de
la
poca
saita
mucho
tiem-
vaca
saita,
original,
es
una estatua
ajuar fu-
El difunto era enterrado con sus joyas, su vajilla, sus mueFig. 138. Silln egipcio. (Museo Britnico), bles y sus vestidos. Las entraas se depositaban en sendos vasos de piedra labrada, llamados canopes, de formas graciosas, sirviendo de tapadera una cabeza esculpida (fig. 137). El ajuar funerario de las tumbas, todos los enseres que acompaaban al cadver, nos han permitido conocer no pocos objetos de uso comn, y vemos en ellos reproducidos el gusto y estilo que caracterizan los grandes monumentos: las molduras (la gola invertida y el baquetn), la flor de loto y el papiro, etc., etc. Algunos de estos objetos artsticos tuvieron un desenvolvimiento tan feliz, que fueron
adoptados
sin variacin
por
los artistas
clsicos
de Grecia y
Roma
(fig.
138).
Los pequeos vidrios y las porcelanas fueron imitados despus por los fenicios y griegos, que hicieron con ellos un comercio universal. Las joyas egipcias fueron disputadas tambin por las grandes damas romanas, y las vitrinas del Museo del Cairo, que contienen los despojos de las momias de algunas reinas de las
grandes dinastas, son pasmo del visitante, sorprendido de tan exquisita fastuosidad.
Hay una
,
collares regios
figurillas
feliz combinacin de la riqueza y de lo bello en los grandes con varias hileras de piedras de vivos colores entrelazadas con
de oro esmaltadas, y con enormes placas colgantes que alternan con los escarabeos
msticos. El marfil era
una de
las
materias que
ms
aficin tenan
en labrar
los
artistas
egipcios.
duodcima dinasta, se expresa as en una estela traducida por Maspero: Nadie en el mundo nos gana m y mi hijo mayor en
el
Fig.
139. Porcelanas
egipcias.
(Museo de Gerona).
92
deloro,
la
ei inters
que
por el arte se
y
las
tomaban
los
de orfebrera
toda
la
v vidriera
antigedad.
egipcia, casi
(pie
La cermica porcelana
esmalte azul verdoso, con
el
monocroma,
dibujaban hbilmente en platos y vasos las figuras de palmas, lotos y otras llores (pie llenaban todo el campo. Los griegos estimaban mucho los pequeos vasos egipcios de esta porcelana, que veces tenan formas de animales. Los de ellos, encontrados en la colonia griega de
Empurias, en Espaa, se custodian en el Museo de Gerona (fig. 139). Eran tambin habilsimos ios egipcios en la metalurgia, y desde muy antiguo conocieron y trabajaron el hierro. La ligereza de sus obras puede comprenderse por un carro egipcio de batalla, encontrado en una tumba de Tebas y hoy
da en el
(fig.
140).
Resumen. La
de
edificios
Xubia, sea
el vallo
que no son exactamente iguales en disposicin los del Egipto propiamente dicho: bien isln excavados en la roca, forman cmaras rodeadas de columnatas y pilares, que dejan un prtico en sus cuatro lachadas. Los templos labrados en la roca se llaman speos y los mayores son los de Ipsambul. Como templo rodeado de prticos el ms antiguo conocido es el de Elefantina; otros hay en Meroe, la capital de la Xubia. Un postrer renacimiento del Egipto tuvo lugar bajo las dinastas llamadas saltas, eme tienen en Sais la capital. Sus obras ms importantes que se han conservado son los templos y edificios de Philae. La escultura, dotada de gracia aristocrtica, representa con sumo refinamiento los ti] ios antiguos. El Egipto tuvo desde los primeros das de su antiqusimo imperio un estilo bien caracterstico en sus artes industriales. Las joyas con esmaltes son bellsimas, como tambin los muebles, los marfiles v las armas. Su cermica era una porcelana esmaltada de color azul, que los fenicios y griegos
llevaron todas las regiones del Mediterrneo.
Bibliografa Sobre la Xubia. Hoskins: Trovis n Etiopia. Meroe, 1836. Maspero: Res tauration des temples inmerges de la Nuble. Service des Anliquits, 1907-IQIO. Archeologlcal survey of Nubia, 1908. Sobre los templos de Meroe. Garnstang: University of Liverpool. Arch. Institu,'.
Annual
l'
Egvpte, vol.
Y.
Fig. 140.
Fig. 141.
Excavaciones
de
Srpula. (Sarzec-JTenzey).
CAPITULO
ORGENES DE LA ASIRIOLOGA.
VI
de
los
las
que
profetas
hebreos
contra
Nnive y
Babilonia. Nnive, la
capital de los
monarcas asidos, la caverna de los Icones, era ya un montn vastsimo de ruinas cuando Jenofonte, con sus
diez mil, atravesaba el Asia. Babilonia, la
truida,
provocaba
la
admiracin de
la
pos-
en-
notiladriFig. 142.
94
los
la
Bagdad para construir sus viviendas, y lo lejos, en el desierto inmenso que cruza el Eufrates, se distingua an la montaa artificial de Babil,
tantes de
(pie
haba sido
la
El conocimiento de
asirias
luz
sobre
el
las dinastas
los
imperio
fa-
Europa ms que
algu-
nos pequeos relieves y esculturas, procedentes de Asira y trados al comerde las antigedades por los mercaderes de las caravanas que atravesaban la Mesopotamia. Niebhur fu el primero que comprendi la labor colosal que nos
cio
en 1829,
deca porque se
inagota-
presenta un manantial
de
ble
!
estudios
Surgirn nuevos
Champolliones
las
para
hijos
lenguas de Asira;
nuestros
acaso
escrituras
cunei-
formes.
llamadas
binados en forma de
cua, son anteriores
al
descubrimiento del alfabeto por los fenicios, y fueron la caligrafa diplomtica internacional del Oriente. Su desciframiento no fu tan fcil como el de los jeroglficos egipcios, para los que la piedra de Rosetta dio una clave trilinge
valiossima; tuvieron que pasar muchos aos de estudios incesantes, de polmicas y de conjeturas para poder establecer poco poco el valor de cada signo, su significacin y su lectura. Hagamos una ligera historia de los descubrimientos: primeramente slo se conocan las inscripciones grabadas en la roca, en la Persia actual, y fijndose en ellas un joven profesor dinamarqus,
que seran
paa de
empez notar la presencia de dos nombres repetiuno continuacin del otro, ambos cortos, que supuso dos nombres reales, de Jerjes y su padre Daro. Esto permiti coel
nocer varias slabas y su sonido. Ms tarde Rawlinson, delegado de la Comlas Indias, tuvo la intuicin de que una serie de nombres tambin repetidos en las inscripciones, era la lista de las provincias satrapas sujetas
la Persia, y aventur algunas restituciones de su sonido.
En Marzo de
de obreros
al
1843, Botta, cnsul francs en Mossul, enviaba una brigada msero pueblecillo de Khorsabad, donde crea descubrir las ruiel
palacio de Sargn,
el
Yersalles
ORGENES
LiE
LA AS1K10LG1A
95
Fig. 144.
de Nnive por
el
que Botta crey siempre que las ruinas de Khorsabad eran las propias ruinas de la capital. El libro esplndido que public, auxiliado por el gobierno francs, con dibujos admirables de Flandrin, produjo en Europa el efecto de una revelacin. En l apareca un mundo nuevo, que no tena nata que ver con la antigedad griega y romana, y mucho ms sensacional todava que el viejo Egipto, del que entonces se empezaba a descorrer el velo. Anticipndose la publicacin de los descubrimientos de Botta, el Museo Britnico comision un gran conocedor de aquellos pases, M. Layar, para
los resultados
que prosiguiera la obra iniciada por los franceses. Layard public de sus diversas exploraciones en un libro de altsima curiosidad, lleno del ms romntico inters, en que describe pintorescamente sus relaciones con los magnates turcos y rabes, sus correras por el desierto, las noches pasadas en el campamento, mezclado todo ello con los nombres de Sargn, Salmanasar, Assurbanipal, los antiguos monarcas asirios, cine haba aprendido evocar en las ruinas de sus construcciones. Layard explor principalmente la masa de ladrillos, tierras y escombros conocida con el nombre
de Kuyundjick, donde se escondan
los verdaderos palacios de Nnive. Descifrando sus inscripciones, Layard y Botta se aventuraron leer algunos
nombres
reales;
lo
el diccio-
descubrimiento
el
Los
ingleses
poco poco completada, facilitando el hebreo y el rabe. comisin en Kuyundjick sostuvieron por mucho tiempo una
parentesco de esta lengua semtica con
96
Fig. 145.
la
de extraer
de
todo
lo
al
En cambio, Francia prosegua su labor en Khorsabad con verdadero espritu cientfico: se expropiaban las miserables casuchas
que
el
los
la
plataforma de
las ruinas, se
reconstrua
pueblo de Khorsabad,
al
para poner
descubierto
la
planta total
el
del
muerto y
por
gobierno francs
estas
en
el
investigaciones
Vctor
cual, auxiliado
arquitecto
monumental, digno complemento de la de Botta y Flandrin. Desgraciadamente, la mayor parte de los relieves de Khorsabad, que se trasladaban al Museo del Louvre, se perdieron en el camino; al ser transportados, tenan que bajar por el ro hasta Bagdad, y de siete grandes armadas que formaban el convoy, cuatro se sumergieron con su precioso tesoro. Esta es la
causa por qu
del Louvre es ms pobre que el Museo Britnico de cuando hablaremos de los relieves de los palacios ninivitas, al Museo de Londres iremos buscar los materiales; en cambio, en los libros franceses de Botta y de Place encontraremos los datos inestimables de aquellas
el
Museo
esculturas asidas;
porque
todava hoy Khorsabad, la residencia de Sargon, es el nico edificio asido que ha sido estudiado por completo.
Mientras tanto,
relieves,
la
con escenas
las
ms expresivas
del arte y
de
la
ORGENES DE LA ASIRIOLOGA
todas ellas recubiertas de escrituras cuneiformes, llenaban
97
comprender
ras, cilindros
su significado;
con las crnicas campaas reales, al lado de tabletas con simples silade
las
barios,
leer;
aprender
series
de
tad en comprender.
entonces que
relati-
vamente moderno, que haba empezado sus conquistas Fig. 146. Una bveda de Srpula. (Sarzec-Heuzey). mediados del siglo xv antes de J.C. cuando ya el Egipto llegaba la decadencia. Los textos asidos hablaban de la vieja Babilonia, la metrpoli religiosa del Oriente, y de su antigedad; de Susa y de su imperio elamita, de Erek, de Akkad y su antiqusimo imperio akadiano (fig. 142). Todas estas ciudades tuvieron sus das de gloria antes que Nnive levantara la cabeza, y ms tarde, en plena dominacin
,
asida, la confederacin
de
las
Un
la anti-
all
debi
Longperier,
cmo y moribundo, se levant del lecho para contemplar las primeras obras del arte caldeo que llegaron al Museo del Louvre; porque para la Caldea, como para la Asida, era tambin Francia la que deba dar el primer paso. He aqu la historia de los primeros hallazgos. Otro agente consular francs, M. de Sarzec, establecido en Bassorah, en el golfo Prsico, cerca de la desembocadura del Eufrates, haba explorado una vetustsima ciudad en el sitio hoy denominado Tello, la cual, en su poca de esplendor, llevaba el nombre de Sirtella Srpula. Despus de varias fatigosas campaas de excavacin, en aquel clima paldico de la Baja Caldea, por los aos de 1877 1881, M. de Sarzec regres Francia con un botn esplndido de estatuas y relieves, que adquiri el Museo del Louvre, indemnizndole los gastos hechos y protegindole luego el gobierno para que, ayudado por Len Heuzey, publicara la historia de sus descubrimientos. Los primeros conocimientos de la Caldea comprobaron lo que ya se haba adivinado anteriordel Asia.
Len Heuzey
explica
IIIST.
DET, AliTE.
T.
I.
13.
o8
mente, esto
piar; su arte,
como
su escri-
rivaciones caldeas.
Ms abajo de
cauces paralelos,
el
la
Asiria,
y
ta
el
Fig. 147.
hijos.
ven hoy de camino los nmadas miserables, cuando las tierras se inundan y se pierde
todo concepto del lugar y de
la
la
orientacin.
que
las
Al invierno hmedo de Caldea sigue una corta primavera, en hierbas crecen y se secan rpidamente; durante el trrido verano las
aguas se retiran y los rebaos vagabundos tienen que roer los tallos de las caas, nica vegetacin que subsiste en aquel desierto. En toda poca del ao
la
difcil,
viviendo en continua
lo
alarma de
los
que
ven aparecer y suponen que puede tener algn valor. Protegido por la amistad personal de un jefe rabe casi independiente, Sarzec pudo hacer excavar, con relativa calma, las ruinas de Srpula, siendo de lamentar nicamente que no
tuviera su lado
un colaborador arqueolgico para anotar mejor las singulaquedando al descubierto. Por las escul-
ha podido reconstruir la historia de una ciudad caldea desde poca anterior al ao 3758 antes de J.C., fecha calculada por algunos datos sincrnicos de otras inscripciones de Babilonia. Esta antigedad del arte caldeo es lo que le da su
principal valor;
an
el origen,
como en el Egipto, retrocedemos millares de aos sin hallar y lo mismo que en Egipto, el estilo y la tcnica aparecen casi
ms remotos.
En
Srpula,
como
ocurrir
siempre
en
el prin-
prncipe.
de los Faraones estribaba en construirse una tumba, para los monarcas asiticos la gloria de su reinado se
toda
la
preocupacin
manifiesta levantando
las
ruinas
despejar
el
ORGENES DE LA ASIRIOLOGA
candlas invariablemente sobre los escombros de
las
99
la
explora-
superposicin de plan-
que se encuentra en las diversas capas de Los constructores orientales no vacilan tampoco en atribuirse la pertenencia de edificios que no han hecho ms que restaurar, modificando su capricho las inscripciones conmemorativas de la ereccin. Por esto hace falta gran cautela para atribuir a una poca determinada la
ruinas.
fbrica
Sarzec, presenta
lla-
mado Gudea,
monarca
del
quien
la
mitad
Este famoso pequeo estado que formaba Srpula en la desembocadura del Eufrates, fu, segn se deduce de las inscripciones, un soberano pacfico, pues slo una vez se alaba de un triunfo
militar, diferencia
4g#
;
|i
tribunal de
Cuarenta y otros
al castillo
edificios pblicos,
Fi
149.
I
Gudea de pie.
Sarzc-IIevzey).
que rodean
es el nico
seorial
(fig.
141).
monumento
zec pusieron
ladrillo,
al descubierto. El palacio estaba levantado sobre un terrapln de que tiene una altura de doce metros; as sern tambin, como veremos despus, los edificios de Nnive, construidos segn esta tradicin de la Baja Caldea. Una plataforma elevada era en Caldea tanto ms indispensable por el bajo nivel del suelo, expuesto la inundacin, y sobre el que conve-
na hacer
destacar
el
edificio
para
darle
harn, habita-
ciones reservadas de
la
y las salas de recepcin, al otro lado del gran patio en forma de pirmide escalonada. Todo el edificio est construido de ladrillo y tiene una forma que no es exactamente rectangular, sino que recuerda los
como cilindros achatados con inscripensanchamiento hace pensar en un sentido mstico de aquella forma, y en el prestigio religioso de los nmeros y medidas se advierte la supersticin de las combinaciones numricas, que aparece ya en el palacio de Gudea, en Srpula, y que despus dominar en las construcciociones cuneiformes
(fig.
100
no son
lisas,
hasta en plena
ras
Edad media
(figu-
144 y 145). All, en las tierras bajas de Caldea, aparecen ya, cuatro
mil aos antes de J.C., elementos y formas constructivas de que el Oriente
ver evolucionar
historia;
as,
cerlos
comprende que
50.
ra
ladrillos.
De
aqu, pues,
el
invento
de
la
los
ms
legtima
gloria
de
la
la
primera
civiliza-
Varka
(otra ciudad
basamento del templo decorado con ladrillos piramidales de difeen la cara que mira al exterior; la pirmide, que se introduce en el seno de la construccin, es de arcilla sin esmaltar. El conjunto forma un dibujo geomtrico, interesante por su reparticaldea)
el
la
construccin
el
Otra forma originaria del Oriente es la bveda, consecuencia natural de en ladrillo (fig. 146). El Egipto conoci y aplic algunas
arco y
sillares
veces
grandes
bran las
bveda, pero all no eran tan indispensables, gracias los de piedra, que podan servir de dintel y con los que se cureas inmensas de las salas hipstilas de los templos. En cambio, en
la
Caldea, donde se careca en absoluto de piedra y hasta de vigas de madera, en aquellos bajos pantanos del delta del Eufrates, el hombre tuvo que ingeniarse y llegar la
las salas
feliz
invencin de
las
de sus palacios. En
la
comprende que
se apisonaba el
cubierta,
tal
tallos
como se ve todava en las casas de Oriente, de caas troncos de palmera, sobre los que
los edificios
hormign de barro. En
la
ms importantes,
ladrillos
y tam-
bin en los conductos de desage del interior de los grandes terraplenes que
les sirven
de basamento, aparece
formando cua.
ARTE CALDEO
ro
Un mortero peculiar de Caldea, en lugar de argamasa, fu el betn, cuyos pozos abundan en la regin. La Biblia nos ha conservado el recuerdo de esta construccin primitiva de la Baja Mesopotamia. Venid, hagamos ladrillos y cozmoslos al
fuego, dicen los constructores de Babel,
y aade
ladrillos
el
Gnesis
se sirvieron de
Sarzec,
al
explorar
el
de
ladrillo apli-
cadas sobre un
puestos
estaban dis-
Fig. 151.
una sobre betn y otra sobre una especie de mortero pobre, sin cal, de barro desledo. Vista la construccin y la decoracin de este precioso ejemplar de monumento real de Srpula, falta echar una ojeada de conjunto sobre el edificio. All, en lo alto, sobre el montculo de una plataforma de ladrillo, domina el llano; ninguna ventana se abre al exterior; en cambio, en cada fachada hay, por lo menos, una puerta; una hilera de almenas deba servir de parapeto
en
capas
alternadas,
principal,
En el interior haba tres patios, uno de ellos donde se levantaba la pequea pirmide, como el templo domstico de Gudea, y donde se encontraron las magnficas estatuas de que hablaremos ms adelante. Todas las habitaciones reciben luz slo por la puerta, lo que es
la
tambin propio de
grueso de
verano.
la
la
Asiria
el
la luz
el
pared. All
la
prncipe y sus servidores, rociadas previamente las temperatura, procuran mitigar el calor enervante del
An
serdab, subterrneo
las
noches
las terrazas
el
rando
cielo estrellado.
En
segn vemos,
la
paredes de
ladrillo
de
los
grandes edi-
ficios
mo-
numentales.
Despus de Sarzec,
quien ha despejado
tculos vecinos,
edificios pblicos,
te
el
la
el
excavacin de
capitn Cross,
rea de los
donde estaban
los otros
Fig.
como
el
palacio real.
102
de Babilonia, encontrando un templo caldeo de la ms remota antigedad. En la propia Babilonia, la comisin de la Sociedad Alemana del Oriente ha excavado el
la misma un patio con celias adyacentes y la pirmide escalonada. Por ltimo, en la montaa de ruinas que forma el llamado tell de Susa, una comisin francesa, all permanente desde hace diez doce aos, viene haciendo ms sensacionales descubrimientos: el tell ha sido cortado en toda su altura por una zanja profundsima. En sus capas inferiores se encuentran los restos de construcciones de cuando la
anterior:
Fig-
1 5 3-
Escultura
las
femenina de Sirpula.
en
la
Caldea por un
en su capital los recuerdos histricos que pudo reunir en los tiempos de paz y en sus expediciones guerreras, tanto del Elam como de la Baja Caldea. Por todos estos materiales encontrados por M. de Sarzec en Sirpula y por las comisiones de Babilonia y Susa, se ha podido comprender que un primer pueblo antiqusimo, no semtico, vivi en el delta del Eufrates y que su len-
gua era ms parecida al mogol que al hebreo. Este primer pueblo, que es el llamado de Simicr. fu absorbido por una invasin de semitas, que fundaron
primer imperio babilnico. Los sumerianos y los caldeos babilonios parece hubieron de compenetrarse profundamente y la primitiva lengua acab por
el
desaparecer.
Es natural, pues, que experimentemos viva curiosidad por conocer la raza de estos primitivos caldeos, que abandonando la vida nmada del desierto y relegando los tiles prehistricos de piedra, fueron tambin los primeros en el
invento de los metales y de la escritura, y fundaron un culto, unas leyes y una administracin todas luces superior. Antes que Babilonia hiciera efectiva su
capitalidad,
las
patesis, y
gobierno de prncipes locales, que llevaban el nombre de ms antiguos textos muestran en continua hostilidad unos con otros. As vivan los pueblos de la desembocadura del Eufrates en el cuarto milenario antes de Jesucristo, cuando el Egipto empezaba despertarse y formar sus nomos provincias, constituyendo tambin un estado en la boca de un rio. Los prncipes patesis de Caldea reunan, la fuerza que se
crecieron sujetas
que
los
ciertas cualidades
Melchisedech de
ofrendas misteriosas.
Las
ARTE CALDEO
pequeas tabletas votivas presentan sus figuras
>3
ms grandes, deslas
proporcionadas, entre
,
de sus
mo
Gudea,
el
mente en las grandes esculturas, donde se le ve inmvil, unas veces derecho, con las manos plegadas
de un
modo
caracterstico
(fig.
y en
149);
actitud de recogimiento
otras veces sentado, con
un tablero sobre las rodillas, donde dibuja, como arquitecto, el plano ideal de sus edificios religiosos. Sobre el
tablero tiene
visiones del
la
regla,
con
las diel
pie
babilnico, y
punzn para
consagrar
erigir
dibujar.
Una emocin
al
que ha hecho
para
de su pueblo Gudea aparece vestido con sencillez; lleva un ancho manto doblado sobre el hombro izGirsu,
(fig.
predilecto
150).
Fig. 154.
mismo
romanos
primitivos.
Aunque
contraron decapitadas, aparecieron luego dos cabezas sueltas, que son preciosas, porque nos muestran las particularidades de la fisonoma y del tocado
de
los
caldeos primitivos.
mente depilados, as como la cara; tan slo las cejas, muy espesas, se las dejaban crecer formando arco (fig. 151). Otra cabeza, llamada la cabeza del
Turbante, ensea
cmo
los subditos
las
mujeres, recluidas en
harn, no tendran
all
intervencin en
la
muy
inte-
resantes algunas esculturas del tipo femenino con las imgenes de las
compa-
(fig.
153).
Todas
y
la
patesis
como Gudea
104
ni
cantos
de ninguna
los ladrillos
clase;
es
el
desierto
utilizar
de
que
los caldeos
no podan
ms
que para
de sus
edificios.
De
salieron
artsticos
esta raza
de
contemporneos de
los
los patriarcas
de
la
Biblia,
inventores
de todos
estos
tipos
de Caldea;
ellos fueron
debidas sus
su
caractersticas construcciones,
como tambin
moral y sus leyes, en los primeros tiempos, cuando las ciudades del delta del Eufrates go-
zaban an
Srpula,
la
la
del
ciudad de
en los contrafuertes de
el
la
la
Fig- 155.
Estela babilnica
(Fot. J. D.)
de Merodac-Balaam.
monarca Sutruk, dos estupendos monumentos, llevados all desde Babilonia y que corresponden los primeros das de su imperio. El uno
es la gran inscripcin de
critas
en una magnfica columna de prfido y dictadas un rey, llamado Hamurabi, por su dios predilecto, Sama. La inscripcin es todo un cdigo civil,
al
semejante
lo alto,
que
el
monarca, de
estilete
en una
mano y en
cabeza
la tiara
el
de
Hamurabi
fu descubierto en Susa
mes de
Enero de 1902, y es ciertamente el hallazgo ms importante de la arqueologa oriental. (Lm. VII). Consta de ms de doscientos artculos, en los que se regulan todas las relaciones civiles y sociales de los pueblos caldeos del primer
imperio babilnico.
El segundo
monumento de
la
el hijo de Hamurabi, que debi vivir fines del tercer milenario antes de Jesucristo. El rey, en lo alto de una montaa, que parece sostener una piedra dolo descomunal en su cspide, est delante de sus enemigos vencidos, muertos unos, otros supli-
tambin en Susa, es
al
orden y con
I Atilinta
\'ll.
Parte superior de
la estela
con
el
Tomo
ARTE CALDEO
nes que
las
105
de todos
los
dems per-
una
fuerza de expresin
154).
emocionan-
te (fig.
Babilonia.
La
religioso, ocu-
F\".
t.
dos
orillas
del Eufrates.
Cuando Herodoto
en
el
siglo v antes
de
J.C.,
los
palacios reales, los puentes y las murallas, y, sobre todo, los grandes templos
en forma de pirmide escalonada. Herodoto describe el templo de Belo, en Babilonia, como una superposicin de terrazas con una rampa para subir de un piso al otro. El primer ejemplar que se descubri de templos as apiramidados, fu el de Khorsabad, en Asira, que Botta explor, en el interior del palacio de Sargn. Dichas pirmides escalonadas llevan el nombre de zigurats y en un principio se crey que deban tener cannicamente siete pisos, y as eran el templo de Belo y el de Khorsabad; pero el pequeo zigurat domstico que tena Gudea en Srpula, no constaba
ms eme de
tres
pisos.
Las fachadas de
el dios.
los
un
edculo, con
ha supuesto que exista Mas, por lo general, las tentativas de deshechos al cabo de millares de aos,
no pasan de ser pura fantasa. Es de esperar (pie las excavaciones emprendidas en gran escala por la Sociedad Alemana del Oriente, en Babilonia, procuren al fin las noticias de
que hasta ahora carecemos sobre los grandes edificios de la metrpoli caldea. Sin embargo, parece casi seguro que la exploracin de Babilonia no aportar ningn nuevo elemento al arte, porque ste se haba desarrollado ya en las tierras bajas de la desembocadura de les ros. El primer imperio babilnico no hizo ms que reunir los esfuerzos anteriores de
sus Vasallos, imitando sus construcciones de
ladrillo,
la
estruc-
arte,
;
almenas de coronamiento. en la nueva capital, no hizo ms que las grandes construcciones que tan afi,
cionados eran los prncipes babilnicos, favorecan el desarrollo de la tcnica y perfeccionaban los elemen1IIST.
l'i,
157.
DEIj ARTE.
io6
poco
no poseamos del arte oficial del primer imperio caldeo ms que algunos relieves y esculturas, porque
los tells
excavados
No
Fie. 1^8. Desarrollo de un cilindro caldeo.
obstante,
sabemos que
barba
rizados y
una
alta mitra
coronaba su cabeza
(fig.
155).
Gudea. En ellos se advierte ya algo del fausto y magcon que ms tarde encontraremos representados los prncipes asirios en los relieves de Nnive y Khorsabad; pesar de todo, los monarcas babilnicos tienen siempre algo del rey sacerdote, su ademn es ms piadoso que el de
los
conquistadores de Asiria.
Babilonia, la gran metrpoli del Asia, fu varias veces destruida por los
de manera que lo que puedan descubrir las excavaciones actualmente emprendidas por la Sociedad Alemana del Oriente, sern, sin duda, ms que otra cosa, los edificios restaurados por el segundo imperio babilnico, despus
asirios,
de
la cada
mayor parte de
de Nnive. El Nabucodonosor de la Biblia fu el que reedific la l fu quien los edificios que llamaron la atencin de Herodoto
;
templo de Belo y construy el palacio real, y sus famosos jardines suspendidos; stos no eran ms que una torre inmensa, de diferentes plataformas escalonadas, con tierra suficiente para que en ella pudieran crecer
levant otra vez
el
los
rboles
la
dades de
interior
ms corpulentos. Antes de que fueran conocidas las particulariconstruccin caldea y el sistema de las bvedas para desage del
de los macizos, el problema de estos jardines suspendidos, planteado vaga descripcin de Herodoto, haba hecho imaginar toda una imposible complicacin de vigas y pies derechos para sostenerlos. Nabucodonosor restableci tambin los canales que unan al Eufrates con
por
la
el
Tigris,
reparando
los
el
agua de
las
inundaciones.
Todos
los recursos
de que
podan dispo-
de un golpe de mano.
el
Una
doble
muralla
la
espesor de los
Tanto de
la
Caldea como de
la Asiria
funerarios de importancia.
En Caldea abundan
misma
Al hablar de
la raza
la
de
plos de su escultura;
forma
humana ha quedado bien manifiesta en las Hamurabi y Naram-Sim. Pero los escultores
Gudea y
los relieves
de
ARTE CALDEO
conocimiento del cuerpo humano, sino que reproducen con
admirable fidelidad
las
107
formas
de
los animales.
Produce asom-
culturas primitivas
Caldea,
de
la esfinge
,
humana
que
ya
la
dobles,
como
(fig.
leones alados
de
vo,
las
asidos
el
En
lo sucesi-
Oriente no prescindir
en
la
que se compendian
cia
de
El toro
aparece
tambin
como
su
cabeza natural
157);
grabados de
los
sellos
cilindros
sellos-cilindros,
rodar
sobre
la cera,
dejaban impresas
los
las figuras
de
monstruos y
Fig-
59-
los leones
las guilas
llenando
el
leyendas cuneiformes.
Adems de
villosa, la
las
Caldea invent
del Asia
construcciones tpicas de ladrillo y de su escultura maralos temas orientales de las artes menores; todos los
no hicieron sino imitar su tcnica en la fundicin y la labra de las piedras duras gemas talladas, en los muebles y tejidos, etc., etc. El magnfico vaso de plata del rey Entemena, encontrado por Sarzec en Srpula (fig. 1 59), demuestra cmo el motivo oriental del guila y los leones, que en la Edad media subsiste todava en las telas bizantinas, tuvo su origen all, en las pequeas ciudades de la llanura del Delta,
dems pueblos
la
primitiva
la
cermica vidriada.
En
las
exploraciones que
io8
HISTORIA
DEI.
ARTE
las colinas
de escombros donde
han puesto
al
de
la
las
animales, que presentan las formas tpicas que habrn de subsistir siempre en
cermica oriental
160).
Resumen. La Caldea es el terreno llano de aluvin del delta del Eufrates. En las ciudades caldeas primitivas aparecen ya los principales elementos caractersticos de las civilizaciones del Asia. Sus construcciones de ladrillo, sobre un basamento artificial, estaban decoradas con cermica
vidriada.
Los templos
la
de
La
escultura
Caldea y sus estatuas estn labradas en piedras duras importadas en el pas, como la diorita y la dolomita. Representan la figura humana de pie sentada, con las manos plegadas en actitud de mstico arrobamiento. El primitivo arte caldeo inventa el tipo del toro con cabeza humana, que se transmite todo el arte oriental y hasta al extremo Occidente. La metalurgia, la glptica y las artes menores inician en la primitiva Caldea los dems tipos, que subsistirn en su mayor parte en todas las civilizaciones del Asia. De Caldea, como de Asira, desconcese la arquitectura funeraria, si por acaso la tuvieron. En Caldea existen slo vastas necrpolis, en las que se han hallado los cadveres enterrados en grandes vasijas de barro. Las artes inventos de los primitivos caldeos llegan sin duda su apogeo durante el primer imperio babilnico. Las ruinas que subsisten de la antigua metrpoli del Asia son de edificios posteriores la
es el arte capital de
poca de Nabucodonosor. Los tipos arquitectnicos de sus monuy las pirmides escalonadas, que ya se haban levantado en las ciudades caldeas primitivas. Babilonia es la capital en que se concentra el esfuerzo de las pequeas ciudades anteriores la formacin del imperio. Bibliografa. Sobre la historia de los descubrimientos. Sayce Archaeology of cumiform inscriptions, 1907. Htlprecht: The explorations in the Tibie latid, 1006. Boscawen: Thefirst King: Akad and Sumer, 1010. of empires, 1904. De la Caldea. Oppf.rt: Expedicin A/esopotamia, 1860.- Sobre Srpula, Sarzec-Heuzey: Decouvertes en Caldee, 1890, seguida de las .Youvelles feuilles de Tello, 1909-1911. Las excavaciones en Babilonia. Hilprecht: Xippur. The babylonian e.xpedition of the Univerty of Tensylvania, Koldevey: Die Tempe von Babylon und Borsippa, 191 1. Sobre el Cdigo de Ilamurabi: 1904. Delegation scientifique en Terse. Memoires, 1Y. 1902. Davies: 'The codes of Hamarabi and A/oses, Winckler: Die Gesetze Hamurabis, 1904 1905.
la
destruccin de Xnive y de
los
mentos son
mismos de
los palacios
XXXXX3 O
$
3i
%$
$?
C?
hG 1
Fig. Cto. Friso
(Attiirae),
Fig. idi.
CAPITULO
ORGENES DE LA ASIRA.
VII
El
la civilizacin
caldea fu
la Asira
el
ms
altas
de
desde
xv
antes de
Jesucristo.
He
aqu
cmo En un
la Biblia
principio fu
Nemrod,
el
primer poderoso de
la tierra
nacido de Kush.
y Kalan, en
El
origen de
Akad
pas
de Senaar.
De
un principio hallamos,
ciudades caldeas confeluego Asira con sus
sucesivas:
pues,
las
cabeza;
tres
capitales
Assur,
Kalaah y Nnive. Como lo largo del Nilo, en Egipto, la civilizacin nacida en el Delta, remont tambin en
ros.
el
Asia
el
cauce de
los
Ya hemos
visto
que
las ciu-
La
ms
Fig. 162.
El tringulo de
la Asira.
no
Fig. 163.
en Assur,
la capital religiosa
de Asina.
Deuts. Orient.-Gesellschafi.)
que atraviesan
el
Eufrates y
la
Persia y de la Armenia.
Su
terreno arcilloso y seco presenta grandes desigualdades de fertilidad, contrastan sus huertas riqusimas con las elevadas mesetas donde no llega el agua
de
los canales.
Nunca,
el
sin
embargo, vivi de
lo largo
la agricultura; la
fuente de su
ri-
queza fu siempre
defendidas hacia
botn de guerra.
de
ro,
la ribera
el
Zab Zabou; de manera que el pas de la Asira forma un tringulo natural estratgico, con la punta clavada hacia el Sur la Caldea (fig. 162). Algunas de las ciudades asiras llegaron tener gran pujanza y reunir una poblacin numerosa, pero ninguna alcanz el
Oriente por otro
gigantesco desarrollo de Babilonia. Tres de
eclipsando sus rivales, quedando
giosa del
la
ellas,
ms antigua, Assur, como la capital reliimperio; Kalaah, que hoy los rabes llaman Nimrod, y Nnive, fueron
el
sucesivamente
Assur,
las capitales polticas y dinsticas de la Asira. venerable santuario nacional, ha sido excavado en estos ltimos
la Sociedad Alemana del Oriente (Deutsches Orient-Gesellschaft), que ha hecho de sus descubrimientos el motivo de una importante publicacin. Las exploraciones del templo de Assur nos ensean algo de los orgenes de la Asira, cuando sus monarcas, dependientes de Babilonia, no eran ms que vicarios reales con poder delegado, modo de virreyes feudatarios de los
aos por
seores de
la
Baja Caldea.
En muchos documentos
ORGENES DE LA ASIRA
ya
Assur,
la
III
en
el
hemos hablado en
terior, se
captulo an-
mente
Nnive.
llos
la
ms antigua mencin de
el
Con
misma ciudad de
difcilmente
Babilonia,
que
las
se resign su yugo.
la
Despus, en
poca de
ENTRflM
ms al Norte, pero siguieron emprendiendo siempre sus expediciones militares en nombre del dios
pitales
Fig. 164.
de Assur.
En
los
textos
asirios,
Assur era llamada la montaa terrestre, nombre puramente simblico, como el de la montaa de Sin para los cristianos. Situada en la frontera misma de la Caldea, el recinto rectangular de Assur se perfila an sobre el terreno por una
serie
de pequeos montculos alineados, que son los restos de sus murallas. la Sociedad Alemana del Oriente, era un
los
templos de
Assur y Adad, reunidos en el santuario nacional del dios de Asira. Dos celias independientes estn precedidas de un patio comn y tienen anexo cada una de ellas un zigurat torre escalonada, como las de Caldea (figs. 163 y 164).
las
cons-
trucciones caldeas;
como en
las
el
palacio de Tello,
sanctrum se abren tambin en la gran masa del muro de ladrillo y no reciben otra luz sino la que por las puertas penetra desde el patio. El doble zigurat que
se levanta cada lado
la
no tiene ms que
la
tres pisos,
como
de
como en
Tello y Varka.
resulta
Todo en
muy
parecido
los
Nippur, y Koldevey, en Babilonia; el templo primitivo asirio de Assur, como era de esperar, es un simple templo caldeo de una ciudad de segundo orden. Los
ladrillos estn
simplemente secados
al sol,
dos como
asira
construccin
y causa principal del mal estado en que se encuentran sus ruinas. Antes que este edificio religioso de Assur, ya haban sido explorados los palacios reales de Nnive y Kalaah. Los grandes monumentos que fueron residencia de los monarcas asirios, no son hoy ms que montaas aplanadas de arcilla, que los rabes atribuyen supersticiosamente mitolgicos reyes del desierto.
112
La segunda
capital, des-
que habla que hoy los rabes llaman Nimrod, y que hasta ahora siempre
fu Kalaah, de
la
Biblia,
delegados
del
Museo
Britnico.
fin,
Por
ms
al
Nor-
ca de
la
moderna ciudad
co de toda
Los
del Ti-
en
las
afueras
de
con
pa'acio real en
el
fondo.
Khor-
sabad y Kuyundjick. En el que primero fu explorado de estos montculos, el de Khorsabad, DurSargina, puede reconocerse todava el nombre del castillo de Sargn, el fundador de
la
personalmente
en
el
asesinato
de
su
antiguo
amo
y predecesor Salmana-
de fijar su morada en Kalaah, la vieja capital, y por el mismo temor seguramente se alej de Nnive, que entonces ya exista y donde se han hallado pocas inscripciones suyas. Por ello mand
construir para
s
propio, en
el sitio
mente
treinta kilmetros
ms
al
como
lo
muestran
los relieves
que
podemos admirar en el Museo del Louvre, de Pars. Pero tanto la ciudad como el palacio parece debieron quedar, despus de la muerte de Sargn,
en completo abandono, porque en sus ruinas no se han encontrado recuer-
Khorsabad debi haber sido una de esas monarca que no prosperaron despus, como se conocen otras varias, por ejemplo, la ciudad de Pienza, en Italia, fundada por el papa Po II y hoy del todo solitaria. El palacio real ocupa el centro de un lado de la plataforma cuadrangular de Khorsabad, inmenso basamento de ladrillo que formaba el pedestal del edificio y de la ciudad (fig. 165). Es otro elemento tradicional de los monumentos caldeos que encontramos tambin en Asiria, slo que aqu ya no sera de absoluta necesidad; el llano no es tan uniforme como en el delta del Eufrates, de manera que tan slo por rutina debi erigirse aqu
dos de
los
asirios.
capitales efmeras de
dems reyes un
solo
ti3
re*"*
Fig. 166.
de
no hay un solo basamento general, sino varios terraplenes independientes, uno para cada edificio principal de la ciudad. Aqu las hiladas de la poblacin est toda ella levantada sobre una plataforma nica ladrillo, al adherirse, han formado una masa compacta de arcilla. Para conservar la lnea vertical de sus paredes exteriores es preciso construir un muro de piedras de ladrillos cocidos al horno, como una coraza de revestimiento; de
los
de Caldea, y es que
otro modo,
el
Poco
sabemos de
la
el
ralmente no se ha excavado ms que su monumento principal, que era el alczar real con las habitaciones del monarca.
Para conocer el interior tpico de uno de estos palacios reales asidos, hemos de fijarnos tambin
en
la
el
mitad, de
Li
*"T."
T"
El conjunto
de
las
cons-
Al entrar, despus
de
I
franqueada
alados,
la puerta de los leones con sus ensanchamientos laterales en el grueso del muro, se
HIST. DEL.
lu
Jmkm
ayE Jm t JX
del palacio de Khorsabad. (Botta).
Fig.
167.Planta
ARTE.
T. I. 15.
114
_AAAAA
encuentra
cipal,
el
levantan
dencias.
el
depen-
En
el
fondo se halla
conjunto
de
habitacio-
lflH
el
descubridor de Khorsabad,
llam serail serrallo, con
sus
WBMSBSM
[i
Fig. 16S.
VMWMWm
Zigurat del palacio de Khorsabad.
la
cmaras de recepcin,
gineceo,
etc.
En
la
ilMIlilII*
siervos,
las
dependencias
los al-
dormitorio de los
(fig. 167).
que en
el
el
nombre de dependencias
el
En
y [latios
harn habitaciones de
las reinas,
llegando precisar que todas estas salas podan reunirse en tres gru-
pos independientes, y que, por lo tanto, era de creer que Sargn haba tenido tres esposas princesas de categora real. Por analoga con la planta del templo
gemelo de Anu y Adad, en Assur, se ha identificado hoy esta reunin de las construcciones del supuesto harn de Khorsabad con un grupo de tres templos de los dioses domsticos del monarca. Dos de ellos tienen un patio comn, como el templo de Assur, pero los tres presentan la misma planta, combinadas hbilmente las tres celias con sus dependencias, en completo aislamiento la una de las otras. En la parte posterior de estos edificios religiosos se encuentra el magnfico zigurat de siete pisos, que Botta desenterr de los escombros y ladrillos que lo cubran (fig. 1G8). Los pisos inferiores del zigurat estaban casi intactos y tenan las fachadas estriadas revestidas con estuco, pintado de
,
diferentes colores,
como
la
los zigurats
un observatorio, por
tradicin de haber cultivado las ciencias astronmicas hoy ignoramos an la verdadera aplicacin que tuvieron estas torres escalonadas, pero no hay duda que eran slo una dependencia litrgica de los templos y que el verdadero santuario no estaba en lo alto, sino en la planta, como en el templo doble de Assur, y as debi ser tambin el templo de Khorsabad.
los sacerdotes caldeos;
Todos
adherida
construccin religiosa
Layard explor intilmente, con catas y minas transversales, la montaa de escombros que ocupa el lugar del zigurat del palacio de Kuyundjick, construido, como ya hemos dicho, en el interior del recinto amurallado de Nnive. Crea l que el zigurat de Kuyundjick servira de sepultura real. como las pirmides egipcias, pero estaba completamente macizo; por lo dems.
al edificio.
US
1_|L
j'if
!WR-
"^WK
9JuJL_iL_i
-".
A?/
Fig. ifo.
mf
el
como todos
no
rodea, aislndolo
y los ensanchamientos de las entradas (fig. 169). La puerta del palacio real de Khorsabad puede presentarse como tipo de estas entradas de
con
poco ms menos. Una faja inferior est intermedia de Guilgames, el antiguo hroe caldeo, estrangulando un len, cada lado de la puerta. Pocas creaciones humanas tienen el aspecto de fuerza y de poder que ofrecen estos frisos singulos palacios reales.
Todas son
iguales,
la figura
lares
de
las
puertas
asiras.
Este pedestal de
la
el
Khorsabad
los restos
bronce dorado, que enriquecan la puerta principal del alczar. Todo el edificio remataba con una hilera de almenas, encima de una faja de losetas de colores.
das, son los grupos inferiores de los toros alados con cabeza
la
humana, cubierta
mitra y tres pares de cuernos, que guardan las puertas del palacio. Es evolucin del toro antropocfalo caldeo, que ha sido interpretado por los
li
bas rizadas,
lieves
el
como
las
de
los re-
donde
est representado
monarca.
Estas
singulares
para
defender
la
residencia del
(figs.
mo-
narca asirio
Los
palacios reales
sin cocer>
con arcilla han perdido sus partes superiores, que por lo general se han hundido y con su masa rellenan ahora el interior
asirios, construidos
de
las
mentos de
Fig. 170.
con
los
intactos.
Adems de
los
de Khorsabad y Kuyundjick, hay todava en Kalaah toros de stos, sobresaliendo del terrapln, en medio del desierto, sus espantables cabezas. Layard explica su emocin cuando, la noche de la vspera de arrancarlos
del palacio real de
al
Museo
Britnico, fu verlos
de Sargn, sea Khorsabad, emprenda la excavacin de palacio ms cercano Mossul, del llamado de Kuyundjick, que por las inscripciones supuso que haba sido construido por el propio Senacherib. Los descubrimientos de Layard han tenido curiosa confirmacin en el texto de un cilindro con inscripciones cuneiformes que acaba de adquirir el Museo Britnico y en el que Senacherib, el hijo de Sargn, explica, adems de sus
el castillo
Museo
Britnico,
conquistas, los colosales trabajos que emprendiera para transformar Nnive, de pequea ciudad que haba sido hasta entonces, en la capital fortificada que los monarcas asirios, sus sucesores, tuvieron por inexpugnable. Un antiguo palacio real que ya exista en Nnive (adems del lejano Khorsabad), lo arras Senacherib completamente para construir el nuevo, que es el descubierto por Layard en el montculo que los rabes llaman Koyiuigik. La plataforma del palacio la hice mayor, y con grandes piedras labradas proteg sus partes altas. Cmaras de oro y plata, cristal de roca, alabastro y marfil labr para habitacin de mi dios,
U7
Lo
cual confirma
existencia tambin en
Kuyund-
jick
Piezas de cedro, ciprs, pino maderas de Sindai, con gruesas y barras de bronce, sigue diciendo
Senacherib,
tas,
coloqu en
las
puer-
y en
las
cmaras de habitacin
dej aberturas
tas.
como ventanas
al-
llevando
de cuernos, puse cada lado de las puertas. Estas se ve que son las figuras que decoraban las puertas interiores; los
grandes toros
alados de
las
Senacherib
especial.
la ciu-
dad de Tastiate,
Tigris, para las
al
grandes puertas,
Era en
en
la
primavera, y
difcil el
inundacin
Fig. 171.
haca
tes
los
asirio.
de
la
toros
no pocas
Senacherib, por
como mo-
narca constructor y arquitecto, como lo fu despus Adriano, quien diriga personalmente sus construcciones. Son curiosos, por ejemplo, los detalles que
da
el
que
llev
agua el palacio y cuidar de su debida iluminacin. Esta preocupacin de la luz era una de las cosas que ms deban inquietar los constructores asirios en sus
edificios
sin
pesadas bvedas.
La obscuridad
yo
he cambiado, y lo he hecho brillante y luminoso... El rey describe las puertas que ha colocado en las aberturas, y cmo ha decorado las salas con azulejos
pintados,
mrmol y aplicaciones de lapislzuli. El inters que el monarca se toma por la construccin del palacio, denota
un
fin poltico: el
la
existencia de
residencia
n8
Rey de
las
multitudes,
el
ella
indispensables
construcciones
que requeran siempre las Porque hoy no cabe ninguna duda de que los edificios estaban
asiras.
construidos
Fig. 172.
principalmente
el
para cubrirlos
los
Bveda de una de
de Khorsabad.
con bvedas;
las
grueso de
las
muros,
la
la
cloacas
poca anchura de
los arquitectos
que
cubierta
y constructores ninivitas. Adems, en algunos relieves, donde hay representadas construcciones contemporneas de
era
la
preocupacin de
los edificios,
te.
aparecen stos con bvedas y cpulas como un elemento corrienEl primero que, antes que otro alguno, aplic las bvedas sus restauracio-
nes de los
al
monumentos
asirios, fu
Flandin,
el
Layard public de Kuyundjick, represent construidos con dinteles de piedras y vigas horizontales. Pero Botta tena razn: en las excavaciones se encontraban, en el interior de las cmaras, grandes bloques de arcilla, con una cara inferior de forma curvada y con seales de revestimiento de estuco y pintura, que no eran ms que fragmentos de la bveda
desprendidos de
todava intacto
el
lo
alto.
Khorsabad
los
tambin
abovedados, como en
basa-
mentos de la Caldea. Estas galeras, estudiadas minuciosamente, dieron conocer infinidad de detalles curiosos de la construccin
asira.
Los
ladrillos
haban sido ya
moldeados
para
las
en
para
con
Fig173- Puerta de entrada
el eje,
(fig.
i. as
bras
172).
salas,
119
la-
por
lo
comn una
el
faja
de
ladrillos
barnizados
la
que separaba
curvilnea.
muro
recto
de
cubierta
Un
ves enriqueca
cocer, apenas
humilde pared de
al
ladrillos sin
secados
sol.
Estos revesticonstruccin
ms
tpicos
las
elementos de
la
asiria.
En
mos
situado
selamlick, departamentos de
recepcin y habitacin del rey (que Place llamaba ya salas con esculturas en relieve), se
la
de yeso con
relieves,
de un valor
ilustracin
artstico
exlas
traordinario: son la
grfica
de
despus
de
la victoria,
caza, el
banquete y
recepciones.
una
faja
cromas.
m
9
Fig. 174.
de monstruos y figuras, pintados con colores simples y de un dibujo tambin graciosamente atrevido. Idnticos elerosetas, hileras
las
mentos decorativos se encuentran en las losetas vidriadas de los arranques de bvedas y archivoltas de las puertas de entrada; son los antiguos temas de la Caldea, desarrollados por los conquistadores de Assur. En el suelo se hace imprescindible un pavimento calcreo, para evitar el desgaste, y en el centro de cada cmara se encuentra el agujero de desage, que comunica con
las
cloacas
que atraviesan
el
macizo. As ya
podemos
figurarnos
la
el
aspecto de
la
seccin de
bveda, y todas ellas revestidas desde lo alto hasta el suelo de figuras y colores, vagamente iluminadas por la escasa luz que se tamiza, al travs de la pared
enorme, por
el
vano de
Los
relieves
edificios,
la puerta de entrada y algunas ventanas altas. generalmente, no tenan ms que un piso; por lo menos, los
En
cambio, en ciertos
pueden verse representados con una galera superior sostenida por columnitas bajas, manera de una logia mirador que corona la construccin. Esto podra explicar el servicio de los fragmentos de fustes y bases de columnas
120
encontrados en
el
como
columna para
ladrillo
las
construcciones asiras
de bvedas de
podra ser
Otra utilidad de las columnas de Kuyundjick la de servir para montar los pequeos
El trono,
edculos, as
real.
el palacio
de Tehern, ocupaba
centro de un
pues,
las
las
para
Otros nuevos fragmentos de con base acampanada, se han encontrado tambin en las recientes excavaciones de Assur, pero siempre su uso era muy
para
la arquitectura.
columnas
restringido
en
la
mo-
las
ciudades, cons-
con
arcilla
la
sin
cocer, se
han deshecho,
en
las plata-
aumentando
formas de
difcil
las
muy
que se cruzaban en ngulo recto se conoel pavimento, que era de bloques calcreos. Las calzadas empedradas se prolongacalles
al
Estatua
militares
la Asira.
Un
elemento
las
importantsimo de
llas
ciudades fueron
mura-
Las puertas de
las
explica
la
importancia de
las
en-
En
la
ba toda la ciudad palatina, las puertas tienen varios recintos patios intermedios (fig. I73). Pasemos ahora la escultura, que casi siempre es puramente decorativa. El trabajo principal de los escultores asirios era el de contribuir al revestimiento de las mezquinas paredes de ladrillo de los palacios reales con bajos relieves, ejecutados en piedra blanda de yeso virgen. Raras veces encontramos
en Asira
las
las
obras ms sorprendentes del arte caldeo. Hasta los mismos toros alados mues-
vistos
de lado;
la
figura
no
dos para ser vistos de frente y otras tres para ser llega tener independencia del bloque de piedra.
Tomo
Lmina
111.
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ianNnMaMiM
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w ii inm.
iii
nmm
V"
Relieves de
las
ESCULTURA ASIRA
Fig. 176.
Leona
herida,
de uno de
los relieves
ellas representa
Slo dos estatuas encontradas en Kuyundjick son de bulto entero. Una de una divinidad, porque lleva la mitra y los cuernos de las figuras
(fig.
superiores
174).
las
el
las
En
lugar
de
la
cara rapada de los caldeos, esta figura lleva ya las barbas rizadas, carac-
tersticas
de
los
seores asidos.
retrato de
la
La
Asurbanipal
(fig.
175).
Sostiene en una
mano
de
los
vida, terminado en
una
caracterstica
monarcas egipcios; en la otra lleva un corto ltigo, para domesticados que seguan al terrible conquistador. Es tambin interesante la tnica que viste, formando varias fajas, como las tnicas de lana de los antiguos babilonios. Las reminiscencias del antiguo arte y civilitambin usaban
domear
los leones
la Asira.
al
hablar de
la
que decoraban
las
paredes de
modo de
reveslos
obra mezquina de
las
obras capitales de
la escultura asi-
las figuras
son mayores:
al
la
escena representa un solo plano, sin apenas ninguna indicacin del ambiente
se desarrolla; en las de Kuyundjick el arte est
donde
ralismo
ms avanzado;
lado
del tema principal se ven escenas anecdticas suplementarias; para dar natual
empeo en
de cada panorama; en estos relieves, donde estn figuradas las campaas reales, tienen que indicarse lugares exticos de la Asira, que los artistas reproducen como si se tratara de asuntos tomados sobre el terreno. Pero aunque no produjo ms que obras de poco relieve, la escultura asira
HJST.
DEL ARTE.
122
la
vida del
moserla
de Nnive.
Ha
para
las
monumentos
(fig. 161). Las escenas de caza y de guerra estn desarrolladas con un realismo que sobrepuja
toda ponderacin;
asirios perciban
los
escultores
como en
la
heridos por
(fig.
1/6).
que preside
los
el
escribas
del botn.
No
mente
del
histricos:
vida
campamento, con
cuecen
el
el interior
de
en seccin, donde
Divinidad asina.
los militares
paran
el
toma de Lagasck, se ve las mujeres, libres por la con sus. pequeuelos, y una de ellas besa con trgica expresin de dolor al nio que lleva sobre el pecho. Las escenas del gineceo, con las distracciones del rey, en el jardn en los banquetes con su corte, nos muestran mil detalles de las costumbres de palacio, su mobiliario y hasta su indumentaria. Los vestidos de los altos personajes estn adornados con dibujos y orlas, que manifiestan la riqueza de los bordados de las telas. El tipo de la raza est fuertemente expresado en estas figuras de los relieves, no slo en las de los magnates asirios, con sus cabelleras
En una
En
tambin
de
los
pueblos
con quienes estaban en contacto los monarcas de Nnive. Existe en el Museo Britnico un pilar cuadrado, como un obelisco con relieves, donde se ven esculpidos los mensajeros de diversos pueblos que llevan sus tributos Salmanasar II. Entre ellos estn los embajadores judos, todava bien reconocibles por los caracteres peculiares
de su
raza.
Las
figuras mticas
las
123
esta
espe-
sonajes asirios
177).
aparecen
estas re-
tiara y sus
con
tas,
smbolo de
......
1
-.
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Liffc.
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T?%ar5A.
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Otro
obras de
todava
arte industrial
*
1
Jm
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nj\a
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Y(9
M\
*
M
._|*
M
.
que produjo en
|.
Asiria
.J_.
_.
escultura
que
podemos admide
la
rar, es el
que se supona debieron formar el revestimiento de las grandes puertas de entrada. Pero el hallazgo ms sensacional, que verdaderamente dio fe de la maestra de los fundidores ninivitas, fu el de las puertas de bronce con relieves que encontr Rassam en Balavat y que actualmente se conservan en el Museo Britnico. (Lm. VIII.) Los batientes de estas puertas estn divididos en varias fajas paralelas, con las escenas de guerra, saqueos de ciudades y sacrificio de prisioneros que podemos ver tambin en los relieves de piedra.
Estas son las dos artes, arquitectura y es-
que nos han procurado documentos en abundancia para estudiar su desarrollo en el imperio ninivita. Para la pintura, tenemos que valemos de los restos cermicos de la policrocultura,
ma vidriada.
Nnive por tradicin de la Caldea. Obsrvase el mismo gusto por los colores azulados y verdosos, los mismos elementos para rellenar la
composicin,
los
.'
monstruos alados, animales y figuras humanas en acto de adoracin. Ciertas partes del palacio
Fig> l8o>
_ Losetas vid
ri a das
esta
de Khorsabad.
I2 4
interior
de
las
las
Es importante estudiar
al
esta industria
evolucin
la
edades; ms adelante
te
encontraremos florecienla
en Persia; de
los rabes
los
apren-
den
das,
La
glptica
Fig. 181.
Marfil
de imitacin
aunque no llegaron tener el desarrollo que en Egipto. Los objetos encontrados en los palacios reales de Kuyundjick y Khorsabad estn desmenuzados por completo. Asira tampoco posee aquellas necrpolis reales que en Egipto han sido para nosotros una mina de tesoros. Tanto en Caldea como en Asira falta la tumba monumental; el cadver, sin ningn ajuar funerario, era encerrado en una tosca vasija de cermica. As, pues, no es de extraar que sean tan escasos los vidrios, las joyas, las armas y los muebles, que slo
podran encontrarse entre
las
(Museo Britnico).
reales.
Muchas veces,
en estas artes menores los artistas asirios no pudieron desvanecer la sugestin que en ellos producan los modelos y tipos originarios del Egipto, que fu indudablemente el viejo maestro de todos los pueblos de la antigedad (fig. 181).
El viejo arte caldeo, con pocas variaciones, produjo los edificios reales de la Asiprimer templo asirio fu el de la primitiva capital, Assur, cuando la Asira no era ms que una provincia de Babilonia. El templo de Assur tiene dos celias, un culto doble con dos zigurats pirmides escalonadas de tres pisos. Los palacios reales de Asira estn construidos sobre un tera.
Resumen.
Un
ms antiguo era el de Kalaah, que los rabes llaman hoy Nimrod, Norte de Assur. Ms septentrional todava era la ltima capital Nnive, cerca de la poblacin moderna de Mossul. En Nnive, adems del palacio de la ciudad, hoy llamado Kuyundjick, haba el palacio extramuros de Sargn Khorsabad. Todos estos palacios tienen un recinto de paredes gruesas de ladrillo sin aberturas; sus puertas estn decoradas con un basamento con relieves de leones
al
Las cubiertas son de bveda, y su laberinto de salas parece distribuirse, en los cuatro lados en tres grandes grupos, uno para los servicios religiosos, inmediato un zigurat, otro para habitacin y otro para dependencias. Las paredes estn revestidas con estucos y cermicas vidriadas, y en ciertas salas, con placas de piedra blanda con relieves. Estas son las ms interesantes obras de la escultura asira, en las que se representan millares de escenas de la vida del monarca. Slo por excepcin produjo la escultura asira obras de bulto entero. En las artes industriales la Asira imita menudo los modelos del Egipto. Bibliografa. Un buen libro de conjunto es el tomo LT de la Histoire de l'Art dans i'Antiquit, de Perrot y Chipiez. Sobre Khorsabad, las obras de Botta: Monuments de Ninive, 1850. Place: Nineve et l'Assyrie. Sobre Kuyundjick, Layard: Ninevek and Babylon, 1867. Nineveh andits remains, 1854. Sobre el templo de Assur. Andrae: Die Asur and Adad Temple, 1907. Sobre el cilindro de Senacherib, Boscawen: The making of Nineveh, 1910. Excelente es el Guide
alados.
de un
patio,
to the
babylonian
and
Museo
Britnico, 1908.
tifs
Revistas. Beitrage Zur Assiriologie, Leipzig. Babyloniaca, Pars. Recueil des travaux relaa la philologie et a l archeologie egyptiennes et assyriennes, Pars. Zeitschrift fr assyriologie, Estrasburgo. Procedings of the Society of Biblical archaeology, Londres. Revue d' Assyriologie, Pars.
'
R.6LL
"
Jv
"erraza
de Ferspolis, con
CAPITULO
VIII
EL ARTE EN LA PERSIA ANTIGUA. LAS CAPITALES DEL IMPERIO LA ESCULTURA Y LA TINTURA LOS PALACIOS DE PERSEPOLIS. SEPULTURAS REALES.
La
en
la
un momento
el
capital.
El
mundo
vivir
oriental,
no obs-
tante,
verdadero renacimiento
dea, en tiempos de
artstico
en
la Cal-
Nabucodonosor y de
su hijo
el
piadoso Nabonnaid.
En
el valle
del Nilo ya
hemos
visto
la
restauracin
Pronto
el
rio absoluto,
concupis-
cencias del
ms
Rey, habitara
montaas de Persia, que por el Oriente cierran la Mesopotamia y por el Sur se extienden hasta penetrar en el mar.
en
las altas
Fig.
I2'6
La formacin
tribus medas,
sin
dificultades;
Asira
las
la esclavitud.
De momento,
que descendiendo
el
haban ayudado
los escitas
saquear
logrado, formaron
medos, y todo
el
Irn
mundo
al
Egipto con
la
la
domina-
misma
Fenicia,
hizo
nunca
efectiva, transmiti la
donde
mar que separaban al Oriente de Europa. Las dos primeras capitales del nuevo imperio fueron Ecbatana y Pasargada. Ecbatana fu la primitiva residencia de los reyes medos, y era natural que Ciro y sus sucesores tuvieran empeo en restaurar y habitar la misma
capital
cias,
martima, y por primera vez los ejrcitos asiticos atravesaron los pasos del
la
conoci
hizo de Ecbatana
una
fantstica descripcin
daria, insistiendo
con
el
pormenor de
sobre sus siete reductos de murallas de distintos colores y las dimensiones de cada uno. Polibio, por lo general tan
exacto y preciso, describe ms tarde el palacio real en stos parecidos trminos: Aunque todo l haya sido construido de cedro de ciprs, en ninguna
parte aparece la
madera
el
al
descubierto;
columnas,
frisos
cubierto de metal;
oro y
la plata
tambin plateadas.
Una
sola base
dn
el
la
historiadores sirven, sin embargo, con las correspondientes reservas, para darnos
idea de otros edificios
el
ms conocidos.
la
momento,
el
material le-
Ms
en Perspolis,
de
y
siempre de madera.
la familia
De
all
de Ciro
habitaron tambin
,
en
el
de Aleged, en una estrecha llanura rodeada de abruptas montaas y con desfiladeros fciles de defender por cada lado. El camino de las caravanas atraviesa hoy aquella plataforma desnuda,
donde
se
levantaba
el
Fig. 184.
-Planta
del sepulcro
na medio destruida y el relieve que decoraba una jamba de alguna puerta, con el retrato de
Ciro, subsisten entre las ruinas del palacio
de Ciro.
de
los
127
que
se pue-
habitaciones estaban
los
en
tral,
como veremos
los
des-
pus en
ficios
grandes edi-
reales
de Susa y
que
de
la
resulta
tradicional
arqui-
Fig. 185.
Sepulcro
En
muestra
vasallos,
cambio, en
los
el
mismo
llano
casi intacto
nos referimos
el
la
tumba de
Ciro,
que
los
mausoleo, descrito
algunas veces en
la antigedad, y que Alejandro visit y quiso restaurar reli184 y 185). Es un edculo funerario que se levanta sobre un pequeo basamento escalonado, cuya altura total no llegara once metros; su
giosamente
(figs.
el
sarcfago
padre de
da
los persas.
La cmara
estaba cubierta por un techo plano que se muestra al exterior en dos pendientes, lo
(pie
al
edificio
un aspecto poco
La puerta
era
doble y dispuesta ingeniosamente para que slo pudiera entrar una persona, y aun cerrando tras de s la primera puerta para poder abrir la segunda. El
sepulcro estaba encerrado dentro de un recinto, con un prtico del que se ven
pocos
rastros.
el arte
de Daro labraron sus sepulturas reales segn otro tipo completamente nuevo y original. El sepulcro de Ciro tiene ms relacin con las tpicas construcciones funerarias de la Lidia y demuestra que ya en tiempo del fundador se haban ido buscar elementos en las provinlos sucesores
cias griegas del Asia.
cmo
persa y
el arte
como
en sentido esttico, una monarqua oriental, y por esto su verdadero lugar es el de suceder y continuar la obra de Asira. La ruda Pasargada, que conservaba piadosamente los restos de Ciro, continu siendo siempre
la
pero
la
una nueva
capital
De
aqu
el
origen de Perspolis, en
tres edificios;
de la corte. que Daro no construy ms que dos pero sus descendientes se encargaron de enriquecerla con tal
instalarse los complicados servicios
la
donde pudieran
128
Fig.
86.
Planta de
la
terraza
de Perspolis.
fastuosidad que
Asia, quiso
habitar esta terraza de Perspolis, que por tanto tiempo haba sido la resi-
Ms
de
las
membramiento
en
el valle
abandonaron
los palacios
de Pers-
La
circunstancia de hallarse
que cruza
el
camino de
las
ms
como
el
de
los palacios
de Nnive
Persia,
arcilla.
Desde
xvm
al visitar la
se interesaban por las ruinas de esta terraza de Perspolis, y por sus descripciones se puede comprender que la obra de destruccin ha ido acentundose
All
la
ex-
primitivo de
186).
la
terraza
(fig.
El primero que traz una planta cientfica hizo detenido estudio de estos
edificios reales, fu el francs Flandin, el
mismo que
tena
que
substituir Botta
ms tarde en
las
francesa, la de
publicando
las intere-
del
mismo
129
de
las dinastas
aquemfu
nides. El
arte persa
ulico dinstico;
no
excepcin de
cias reales.
las re
iden-
Esta circunsla
tancia,
de
ser
el
nos
las
sorpresas que
Continuemos
tudio
el
es-
de
las
ruinas
de
Perspolis. La terraza donde estn construidos los palacios es un vastsimo basamento que se extiende
de esta montaa, de
difcil
Fig. 187.
al
pie de
En
la
cumbre
que se
en
el
que era
ocupan
fig.
el
Son
los nicos
monumentos
religiosos
conservan de
casi
toda
gran terraza
(fig.
186).
La
fotografa reproducida
la
tomada desde
pie
del acantilado.
faltan
muy
seguro en
la capital
de su imperio.
Se sube
relieves.
la
el terrapln, se encuentran unos ricos promonumentales con dos leones alados, elementos tradicionales de la decoracin asira, que Persia no hizo mas que copiar, dndoles el mismo empleo de guardianes de sus fachadas (fig. 187). Estos propileos, que se hallan enfrente y en el mismo eje de la escalera, forman un prtico abierto cada lado, como un corredor, con cuatro columnas (fig. 188).
los
pileos entradas
IIIST. DRI.
ARTE.
T.
I.
17.
130
Los dems
dos sobre
plan
la
edificios
sin
estn distribu-
terraza,
obedecer un
obras sucesivas
de
conjunto;
son
monumento
los propileos,
deba presentarse
la vista
derecha,
la
la
que se levantan todava trece columnas mutiladas, las mayores que se conde
servan en pie de los edificios de Perspolis.
La
sala hipstila
de Jerjes es an
hoy una de las naves ms vastas que el hombre haya construido, sus columnas son
casi
tan altas
como
las
,
que en Karnak
y supera en ex-
forman
la galera la
central
tensin
obra de
los Faraones.
La
su-
perficie total
que ocupa, entre prticos y columnatas, pasa de mil metros, v la altura llega veinte metros, slo para
la
columna con
sicin
La
dispo-
era
tambin
extraordinariamente
el ni-
fachada principal
dos
laterales, y
en
ms compli-
cado del capitel persa. La restauracin de todo el edificio se presta algunas dudas. Mientras que los primeros exploradores, y
Fig. 1S8.
Columna de
la
de Perspolis.
piez
impugnan decididamente
columnata tambin abierta, limitando lo ms su cuadro de columnas con las balaustradas de apoyo y las altas colgaduras (fig. 189). Al lado de la sala hipstila, otro edificio, destinado tambin seguramente
recepciones, era el llamado
En
de soportes
De
las
muro
muro debi
ser sin
Estas puertas y ventanas simuladas eran de piedra; el resto del duda de ladrillo, segn el estilo de Caldca v Asira.
-*3i
an sobre
la
de Terspolis restos de otros grandes edificios, que hay que suponer eran los palacios reales que servan de
habitacin.
el
Uno
de
ellos es
primer palacio
construido
de
la
esplndida columsala
hipstila.
nata de
la
El
ngulo Sur de
la
terraza.
Los dos tienen prximamente una misma planta, que era la que se adivina ya en el palacio de Ciro, en Pasargada: un recinto cuadrado con una sala mayor, con columnas en el
centro, y las
habitaciones
los ngulos.
Fie.
i
).
cada lado y en
Los muros
te
seran regularmen-
Restauracin de
el
la sala hipstila
de Jerjes
de
ladrillo,
revestidos con
interior
190).
bloques
los en-
con un
pilar
perfil
de molduras
el
donde
la
En
el
ms
la
la derecha
de
las
fotografa
reproducida en
la cornisa.
la fig.
190, se
adviene en
el
piedra
entalle
donde se apoyaba
puertas
la
como
lo
eran
las
de cees la
rmica, y
caracterstico
(fig.
de
la
construccin egipcia
como
191).
Este tipo del palacio real persa, llamado apadana, se encuentra tambin en
de
la
la
el
gran rey
tena su corte
la vieja
durante
el
invierno. Susa,
una de
las
ciudades ms antiguas de
la
Asia,
haba sido
antiguas ruinas en
ella
construy Artajerjes
II
su palacio.
La
planta,
como ya hemos
pero en Susa
el
material principalmente
escultores de la
columna y
el capitel los
132
Fig. 190.
todo lo dems es de ladrillo cocido y barnizado, y de all provienen los ms esplndidos ejemplares de la cermica vidriada antigua, los llamados arqueros de Susa, trasladados por M. Dieulafoy al Louvre. Susa est situada en la
caliza
;
pendiente de
las
clase de seguridades, y al
montaas persas, bastante prxima todava para ofrecer toda mismo tiempo ms cntrica para dirigir el gobierno
relaciones
de
con
las
Grecia. Las embajadas y los strapas gobernadores iban Susa para tratar
omnipotente monarca oriental; en Susa pone Esquilo la accin de Los esta misma ciudad coloca tambin la del conocido episodio del regreso de los vencidos de las guerras mdicas, y en Susa, finalmente, se conel
Pasas, en
cert
la
curiosa circunstancia
de estar ms influido
ladrillo,
de
las
hasta los
columnas y los capiteles que son de piedra en Susa en Perspolis, responden al tipo persa, completamente original.
lo
En mismo que
Despus de haber
que
el
blos del Asia y del Egipto, hemos de observar ahora algunos de los elementos en que manifest cierta potencia creadora. Lo ms interesante en este sentido
es la
alta
estilo:
es
mucho ms
y esbelta que las egipcias; su proporcin indica, acaso, un primer origen de un soporte de madera.
La base de
tida, sin
la
columna
el
es de forma
flor inver-
precedentes en
Asia
ni
pero ms
numerosas que en la columna griega, y encima descansa un grupo originalsimo de volutas combinadas, con dos toros fantsticos unicornios, que sirven de
cartelas para sostener las vigas de la cubierta. Entre los dos monstruos, en
el
133
que media
las
del
grupas,
vigas
se
apoyan
versales.
las
trans-
Una
sola mirada
Louvre, dar de
descripciones
192
y 197). narse
el
to
vigas y care-
policromados y
las
dorados;
cermicas
tapiceras y
brillantes
del
el
Oriente
derrocharan
cho por
Fig. 191.
el
remate
aquellos
raros
En
hemos
Egipto y de Lidia con la construccin y los materiales cermicos de la Caldea; y pesar de ello, hubieron de constituir dichos edificios un estilo verdaderamente propio, que vemos an ms caracterizado por la manera de estar dis-
en
seguramente de material leoso, pues no se ha encontrado alguno de dintel piedra de arquitrabe. Es de suponer que encima de los toros de los capiteles descansaba un entramado de madera, formando casetones, y que en las fachadas, las cabezas de las vigas y el plano de la azotea se disimularan con ricas cermicas de colores. Una base para la
puesta
las
la cubierta,
ruinas
resto
restauracin de la cornisa es
el
entalle,
que aparece en
las
tumbas
reales,
Este es otro tipo arquitectnico sin precedentes que los monarcas persas A excepcin de la tumba de Ciro, en Pasargada,
la
un lugar donde
134
dura en hemiciclo, de
paredes verticales
(fig.
194).
La
superfi-
cie
de
la
roca se ha
'
^^^B
- T
'
"1
un inmenso
relie-
La
esta
lisa,
parte
inferior
de
casi
fachada es
formando un ba-
samento; sigue
una
an-
segunda
cha,
faja
ms
donde
est repre-
sentado
real
un palacio
y donde se
con su columnata
exterior,
ceso
pulcral
,
la y,
cmara sepor
el
fin,
en-
donde
rey est
en oracin
devotaal-
adorado por
sas.
los
per-
del relieve es lo
ms
curioso del
to,
monumenel
porque
rey est
alto
de pie sobre un
sitial
trono sosteni-
do por un grupo de
figuras representativas
escogidos entre
Restauracin de
las
columnas persas.
las
An hoy el trono rea de los soberanos de Persia est sostenido por medio de figuras de oro macizo que hacen las veces de pilastras. La gloria y la piedad del monarca quedaban
perfectamente representadas con su palacio y tal que sostienen los vencidos.
el
la roca,
el
familia real.
Los
SEPULTURAS RKALES
*35
F'g-
J 93'
de su mayor podero, y el rey edificaba una sepultura comn para l y todos Las tumbas de los reyes se abrieron unas al lado de las otras, en la misma muralla de Perspolis, hasta la expedicin de Alejandro. Todas estn construidas por el mismo tipo, que Persia no pudo tomar de Asira, porque
los suyos.
monarcas de Nnive no tuvieron sepulturas monumentales. Tampoco responden al gusto de los Faraones, porque su cmara sepulcral en el valle del Nilo
los
montaa. Por todo lo dicho se comprende eme Persia, aprovechando elementos de las naciones ms antiguas, cre en arquitectura un arte original. Fu el primer pueblo que, de la sntesis suprema de los conocimientos de su tiempo, produjo
la
de
tipos
eminentemente nacionales.
escultura
el arte
En
Fig. 194.
136
Fig- 195-
mos un
repertorio
proporcionado
mucho ms reducido de relieves persas que el que nos han La construccin persa era ms slida tena
;
todas sus partes capitales de piedra, y no haca tanta falta el revestimiento de placas con representaciones figuradas, que eran casi indispensables en los palacios asirios,
de simples
ladrillos
secados
al sol.
En
cambio,
el arte
se limit nicamente ejecutar las obras encargadas por los monarcas, era
arte exclusivamente aristocrtico,
ms
fino y elegante
fina,
que
el
de
los
que un relieves de
persa,
Nnive.
por
lo
y de estructura ms consistente tanto, no aquellos bloques de piedra de yeso que haban empleado los
La
asirios.
Cmo
en Perspolis se interpretaron
podemos
verlo en
Lamina IX.
Tomo
LA PINTURA EN
los toros alados
J'ERlA
137
de
los -propileos,
que
tienen ya una depuracin de formas, una estilizacin nueva, ms elegante que los terribles monstruos de los palacios
de Nnive.
escalera de Perspolis est de-
La
como
los
Daro en
las
su palacio
(fig.
Esta inclinacin
mismo
tipo.
la pintura,
Respecto
ra manifestacin
una primela
policroma que
decoraba los relieves de Perspolis, de los que quedan todava algunos rastros. Pero donde el
instinto
de
los
persas,
como
coloris-
tas, se revela
las
ms ampliamente,
la
es en
te
la
en Susa, donde
construccin de
sido
apadana
encontradas
sas vidriadas
ms
interesantes lo-
Fig. 196.
que debieron
la
representar
griega.
guardia imperial, tan famosos hasta en la literatura (Lm. IX). Cubre su cuerpo una larga tnica, llevan lanza cada uno, y sobre la espalda el arco y la aljaba con las flechas. Estas curiosas figuras se repiten menudo en largas hileras, formando una imponente serie de rgidos personajes de ms de dos metros de altura, pulcramente ejecutados en las
inmortales de
una suave tonalidad azul y amarillenta; se de los ceramistas persas, que durar toda la Edad media, porque la Persia fu el nico pueblo del Oriente clsico que qued fuera del radio de accin de las legiones romanas. Los emperadores romanos tuvieron que resignarse establecer su frontera en la orilla derecha del Eufrates, y as en las altas mesetas de la Persia el orientalismo sigui
El color de todo
el friso
el
es de
arte propio
DEL
ARTE.-
138
constituidas
al
desmembrarse
el
el
efmero
el
de unin entre
Oriente antiguo y
y bizantino.
Los principales edificios persas son los palacios reales de la terraza de Perspolisms tarde, se construy tambin un palacio bajo el mismo estilo persa. Estos palacios reales tienen muchos elementos imitados de las antiguas residencias asiras. En la terraza de Perspolis se encuentran primero los propileos, flanqueados de toros alados. Los pabellones de recepResumen.
En
Susa,
cin eran grandes salas con altsimas columnas, coronadas de un tpico capitel con dos monstruos
unicornios, que sostienen las vigas. La parte destinada habitacin tena tambin una sala central con los mismos soportes verticales, y en los ngulos y los lados, estancias cerradas. La construccin de estos edificios persas era de piedra en los pies derechos y aberturas, el resto del muro
ladrillo y revestido de losetas vidriadas. El arte persa es un arte eclctico, que necesita de los estilos de otros pueblos, pero en l se manifiestan ya las especiales condiciones artsticas de la raza. Su aislamiento del mundo greco-romano conserv puro su orientalismo, para entregar despus los rabes, en la Edad media, sus tradiciones artsticas,
que toma
lo
especialmente
la
cermica barnizada.
Bibliografa. Flandin y Coste: Perse ancienne, voy age en Perse, 1840. M. Dieulafoy: L'art autique di la Perse, 1885. L'acropole de Suse, 1890. Un excelente resumen es el tomo de la Histoire de l'Art dans l'antiqtdt, de Perrot y Chtpiez. Sobre la historia de la misin
de M. Dieulafoy, vase
el libro
de Mme. Dieulafoy
Suse,
Journal
desfouilles, 1888.
Fig. 197.
Fig. iq8.
Relieve
hitita
de Bogaz-Kieu.
Perrol).
CAPITULO IX
LA EXPANSIN DEL ARTE ORIENTAL.
LOS
HITITAS.
FENICIA Y CHIPRE.
PALESTINA.
EL ARTE IBRICO
Alrededor
Todos
arrollo
del
ncleo
principal
del
imperio
for-
de pueblos menores
el
des-
el
ms
los
que
egipcios llamaban los Kati, y que menudo vemos representados en los relieves de Karnak y de Nnive.
Habitaban en
el
las altas
montaas de
all
la Siria,
hasta
descendan me-
nudo para detener el avance del Faran, primero, y despus de Assur, en los altos valles del Eufrates. La importancia de los hititas haba disminuido extraordinariamente cuando los profetas hebreos escribieron los libros posteriores la cautividad de Babilonia, de manera que, como todos los pueblos antiguos desconocidos por la Biblia, ha sido indispensable restaurar su historia con las tabletas de los archivos reales de Nnive y los relieves de los monumentos. En estos ltimos aos ha sido descubierta la capital del estado hitita,
Bogaz-Kieu, y
las
exFig.
199. Relieve
hitita.
140
en los
caracteres
la
asirios
escritura
Oriente para
las relacio-
nes internacionales.
Pero, adems, los hititns tenan una escritura especial jeroglfica, que no ha sido descifrada todava.
Fi
;lieve hitita
de Sakje-Geuzi.
tas
(Puckstn).
Las esculturas
hititas,
cubier-
de estas inscripciones
jeroglfi-
muestran por ahora un reflejo del gran arte de los relieves de los palacios mesopotmicos. El Museo de Constantinopla posee un len decorativo de Gargamish, adaptacin especial de los toros caldeos, que no deja de tener, sin
estilo
embargo,
hititas
el
valor expresivo de
original.
Todo
el
arte
de
los
de
En
la historia
del arte
como en
hititas
las
son
la
la
expan-
mar Negro y
Los ms conocidos, desde antiguo, de estos relieves hititas son is labrados paredes de la roca de un santuario al aire libre, cerca de su capital, Bogaz-Kieu (fig. 198). All la montaa forma una quebradura estrecha, la que se llega por un corredor natural de rocas, y en aquel hemiciclo fantstico se ven todava hileras de figuras con una extraa capucha, un sable en una mano y en la otra una taza, indicio de un culto apenas conocido, del vino consagrado, que parece ser la religin de los hititas. En otros relieves, estas figuras de
en
las
guerreros y sacerdotes hititas llevan solamente la mstica hacha de doble venerada por tantos pueblos de la antigedad (fig. 199).
filo,
En
caceras de leones,
como en
nunca
nacin
no llegan
los hititas
la
de
las esculturas
Xo
obstante,
hitita
tuvo sus das de gloria, y no ha de sorj Hendernos ver inscrito su nombre entre
el
la
an-
tigedad.
Una pasmosa
las
actividad
de
Siria
exploracin
arqueolgica
ha
la el
reinado en
altas
mesetas de
estas
momento de
lneas,
acaba de publicarse
Instituto
obra monu-
Arqueolgico Germnico,
el
pala-
Fig. 201.
Lmina X.
Sepulcro de
la Licia,
Tomo
4I
piedras sin labrar y el interior de buen aparejo con torres abundantes coronadas de almenas. Es interesante observar que desde la [tuerta del primer recinto se
al interior por un largo corredor poterna subterrnea. La puerta estaba decorada con figuras toscas de esfinge, y tiene un arco parablico, construido con piezas talladas regularmente: las bvedas de ladrillo de las tierras bajas, de
pasaba
Caldea y Asira, se convierten aqu en una construccin aparejada. Otra misin inglesa de la Universidad de Liverpool, dirigida por el profesor Garstang, ha descubierto en 1909 otro palacio en Sakje-Geuzi, del que resulta interesante la puerta de entrada, dividida por una columna en el centro, como en nuestras catedrales de la Edad media, cuya columna descansa sobre dos
la
esfinges acopladas
(fig.
201).
Pueblos genuinamente orientales an, pero ya ms enlazados con el elemento griego del Asia Menor, son los reinos de la Licia y de la Frigia, aunque tambin vasallos de la Asira, pero que por sus afinidades con la raza helnica sirvieron de vehculo una infinidad de mitos, tradiciones y leyendas que del
Oriente pasaron Grecia.
inters,
La
la
esculpiendo en
roca
las
funerarios, ejercieron gran influencia en Grecia y de sus formas ligeras parece derivarse la inspiracin del orden jnico. (Lm. X.) Los edculos de la Licia de tal modo revelan la tradicin de una primera arquitectura en madera, que parecen como obras de madera petrificadas, y nos ensean un sistema de disponer las vigas ligeras formando techos, que parece
Un anticipo
del friso
de
de
estilo jnico.
ms intensa an en las artes Midas y de Creso fueron, en toda la antisuntuarias; estos opulentos reinos de gedad, la escuela del lujo y de las costumbres refinadas. En los vasos decorados
La accin
artstica
de
la
Licia y de
la
Frigia fu
de Grecia, es os pueblos estn caracterizados siempre por sus vestidos lujosos. fierras de frontera, sin embargo, Licia y Frigia, fueron menudo saqueadas y
apenas quedan de sus monumentos ms que algunas tumbas aisladas. Hemos estudiado los ltimos pueblos orientales que por el Norte compri-
man
la
hablar ligeramente
de
las
naciones
Este cubran
las
las costas
De
pendientes del L-
bano hasta
sitio
la
queda
Por esto los fenicios tuvieron que buscar con sus empresas coloniales una base de actividad que no podan encontrar en su propio suelo. Se ha comparado la nacin fenicia con la moderpara extenderse las ciudades.
confn del
mundo
conocido; pero
Edad media,
la
na-
vista
accin de
142
sus individuos. Ligados entre
por
el
las remotas navegaciones y de todas las guerras martimas. Muchos de ellos habran nacido ya fuera de la patria, en las colonias lejanas del Mediterrneo del Atlntico, pero exista siempre la cohesin de raza mantenida por las relaciones comerciales.
El templo nacional de toda la nacin fenicia era el de Gebal Biblos, adonde acudan tambin los prncipes supersticiosos de la Judea. Ha quedado poco de este edificio; en el Louvre se conserva slo el dintel de una puerta, con el smbolo alado egipcio. Se ve que la Fenicia imitaba tambin en el estilo de sus construcciones los modelos de los pueblos con los que estaba en relaciones comerciales. Una vista de este santuario de Biblos, representado en una moneda, nos muestra que, adems de la celia con un ara, haba el patio santuario al aire libre, con un prtico anterior de columnas. En el centro del patio, el bc'.ilo aerolito, uno de los dolos de piedra, al que tan aficionados
(fig.
202).
los filisteos;
La
capital,
por su posicin privilegiada, cabeza del reino fenicio. Tiro, como Venecia, estaba fundada sobre una isla que un brazo de mar protega
de una invasin; para ganarla, el ejrcito siempre victorioso de Alejandro tuvo que cubrir el canal con un terrapln que todava hoy subsiste. Sin embargo, en
la
antigua
isla
tierra
que
los
apenas son reconocibles sus famosos puertos; aquel espacio de ricos banqueros de las colonias hacan alarde, al regresar la
patria,
de comprar peso de oro, est habitado hoy por una escasa poblacin de miserables pescadores. La profeca de Ezequiel: Te buscarn y no te
en medio de
la
encontrarn sobre
la tierra, se ha cumplido para Tiro, tendedero de redes mar, como dijo el profeta. Renn, que dirigi la comisin arqueolgica francesa en Fenicia, tuvo para Tiro estas palabras Dudo que haya ninguna otra ciudad que, habiendo desempeado un papel tan importante como
:
Tiro, haya
quedado como
ella
Sin embargo,
la
genuinamente
fenicios
que hoy
la
roca,
paisaje
203).
En
hasta las
ms
aparta-
das,
como
el
ra 204).
momias
duce
Fig.
la
Son como una derivacin d> las la tapa, que reprofigura del cuerpo, muchas veces
egipcias; en
FENICIA Y CHIPRE
Sarcfagos de este tipo lian aparecido en Sicilia y en Cartagp. Son bellsimos estos sarcfagos cartagineses, en los
143
los
sacerdotes y sacerdotisas de Tan t. Por lo dems, el papel de los fenicios en la antigedad, ms que el de
producir tipos
el
nuevos, parece fu
y Egipto. El empeo en falsificar las formas aceptadas por el Oriente hace difcil discernir con exactitud
la
al
pueblo
fenicio
en
el
progreso de
las artes.
recen
la
exportacin.
Tiro, de
Fuera de los monumentos de que hemos hablado, apenas si queda alguna que otra muralla en sus colonias que pueda atribuirse la poca de su dominacin. En Sicilia, Salinas acaba de reconocer por
fenicias las murallas
de la acrpolis de
de
Sicilia
gulo Sur de
la isla
era
una
base comercial
fenicia
fenicia.
Actualmente
estaba dedicado
cia.
la
Astart fenilas
Fig. 204.
monedas, se parece bastante un templo griego primitivo. Todava no se ha encontrado con seguridad su emplazamiento. Los egipcios haban ejercido cierta dominacin sobre Chipre, y tambin fu conquistada por los asidos; se ha descubierto en la isla una estela conmemorativa de Sargn de Nnive: esta mezcla de las dos artes puede reconocerse en todos los objetos chipriotas.
As era, por lo dems, el arte fenicio en casi todos los pases: muy lleno de reminiscencias del arte egipcio con las formas y tipos del Oriente; pero en Chipre esta mezcla fu muy transcendental para la historia del arte, porque la
isla
la
raza griega.
En
Chipre,
como en
griegos conocieron
4
.
H ..
...
I.
w,
..
^ n
i
-.
',
'
vr^
'
y^^k^t^ii
M
Fig- 205.
York).
'hl
se asimilaron, con
el
el
capitel
de belleza de su raza. Tal es, por ejemplo, lo de volutas, que tuvo, con toda seguridad, procedencia
oriental y despus fu
empleado en uno de los estilos arquitectnicos griegos. como una forma ornamental en los relieves asirlos y en los muebles orientales. Vemos las mismas formas retorcidas en los sarcfagos fenicios de Chipre (fig. 205), y Cesnola encontr hasta un capitel con sus propias toscas volutas (fig. 206). Otro resto de capitel fenicio, con estas volutas y palmetas, se acaba de descubrir en Matta, la ciudad fenicia ya mencionada.
En
muy
interesante; las
estatuas de Chipre,
aunque recordando
de
los
modelos del Egipto y del Oriente, Son generalmente de caliza basta. Una
ellas, que representa un sacerdote de la divinidad femenina con la paloma en la mano, muestra
todo de
el
carcter de su raza
la
fig.
(fig.
208).
Otra,
la
de una
cabeza de toro,
pueblos orien-
de Creta
del
En
las
artes
menores,
la
originalidad
pueblo fenicio aparece muy debilitada. En la taza de plata descubierta por Cesnola, en Chipre, ve-
mos grabadas
ra
209).
las
figuras
aladas
las
egipcias
(figu-
En
la
cermica,
combinaciones de
cierta
formas geomtricas
revelan
sensibilidad
propia de los pueblos del Mediterrneo occidental, con combinaciones de lneas formando zonas
v
Fig.
tringulos y
206 Capitel
fenicio. Chipi*..
Otra regin
FENICIA Y CHII'KK
145
apasionante inters es
la Palestina
Tierra de Ca-
el
pueblo
israelita.
Desde hace
ex-
dido entre
el
el
Jordn y
lo
mar, que es
que
buenos arquelolos-
de-
Socie-
dades Bblicas.
conocemos
Poco todava
del pueblo que ocupaba la Tierra de Canan antes de la conquista juda. Sus ciu-
excavaciones
de
Jeric,
zer.
Fig. 208.
Sacerdote
fenicio.
donde,
el pueblo judo para hacer sus saEstos santuarios cananeos son un recinto rectangular con el ara
en
(fig.
el
centro y una serie de pilares betilos, los que iba enlazado un culto
211).
La
adoradores
del
la
culto
piedad
se resta-
bleca rigurosamente.
Pero
pronto
latras
las
multitudes id-
acudan de nuevo
donde se
del
la
crificios
humanos; uno de
en
del
las
stos
ras
al
Fig. 209.
HIST.
estaba
afue-
mismas de
otro
Jerusaln,
lado
torrente
Chitoe.
Cedrn.
DEL ARTE.-T.
146
plindose
grandes palacios y del templo que los artistas y obreros fenicios construyeron
en Jerusaln.
Cuando
los
israelitas salieron
de Egipto conocan
los
el
ya
as
el
arte
de fundir
metales, y
pudieron fabricar
s
becerro de
el arca,
solos
esplndidos
tarde,
para
Ms
ocupados
las
cuando tratan de
po de ayuda
que reclamar
rey de Tiro: As
como
lo hiciste
con
Fig. 210.
Vasija chipriota.
al
Salomn pide Hiram carpinteros, porque bien sabes que no hay en mi pueblo quien sepa labrar la madera como los sidonios. Las
del Seor.
Nombre
piedras
que llegaban
Jerusaln ya escua-
por los
giblios,
tam-
proporciona
parece
los
el
que
ser
hubo
de
maestro director de
trabajos.
Era
de
la-
ciudad de
Neftal, y
la
tribu
su padre
bajaba
el
bronce lleno
saber
Este fundidor,
Ci
Lugar
alto snntuaiin
cananoo en Gezer.
q ue
propio ley
rtl-
PALESTINA
47
adems diestro en trabajar el oro y la plata, el mrmol y las maderas, como tambin la
prpura y el lino fino... La Biblia prodiga en el libro primero de los Reyes y en el segundo de las Crnicas todos los detalles
de
la
de sus no pue-
lar
to la
de
del
nicios.
La madera
la traan
de bronce,
los vasos
el
candelabro.
Lbano
y de all era llevada Aram-Al busc para establecer su fundicin Jerusaln. un lugar propsito de tierra arcillosa, en la llanura del Jordn; todo esto indica de un modo concreto
por mar
que se tuvo que improvisar esta industria, conocida por casi todos los pueblos de la antigedad.
Fig. 212.
dos famosas columnas de bronce para colocar cada lado de la puerta del santuario. Hizo labrar asimismo el llamado mar de
de Jerusaln.
sobre todo,
las
que era una inmensa taza donde deposiagua para los servicios del culto. Este mar de bronce estaba sostenido por doce leones, tambin fundidos, y ocupaba el centro del patio
bronce,
taban
el
En
catombes de
los
sacrificios;
agua, en menor
basas depsitos sobre unos pies derechos colocados encima de un carro con ruedas.
En
este
las
la
mayor parte de
como
al
el
un santuario
descubierto.
En
lu-
gar de la piedra cada del cielo, los israelitas tenan las tablas de
la
Fig. 214.
Columna de bronce
148
,m
*^
Fig. 215.
Vague).
dra, cubierto
crujas
de madera y dorado por completo. A cada lado del edificio, dos aadidas servan de habitacin para los sacerdotes, con las ventanas
el santuario, absolutamente cerrado, no que entraba por la puerta (fig. 212). As hemos visto eran tambin los templos de Assur y poco iluminados como los templos egipcios. En cuanto las dos columnas de bronce decorativas de la entrada, que se Hieden ver en un vidrio dorado con la perspectiva del templo de Jerusaln, encontrado en las catacumbas de Roma y hoy da en la Biblioteca Vaticana (fig. 213), deban ser una alusin simblica de la divinidad, porque llevaban los nombres de Yachim y Booz. que en hebreo quieren decir: l establecer, l es la fuerza. Los pueblos orientales, que sufran la prohibicin de representar los dioses con figuraciones plsticas, menudo adoraban el pilar, y ya hemos visto en los santuarios lugares altos de Judea los dolos de los pilares sagrados. La biblia hace minuciosa descripcin de estas columnas de bronce, decoradas con granadas, que ha servido para la restauracin ideal dibujada por M. Chipiez, que reproducimos en la fig. 214. Como obra fenicia que era, el templo de Israel
que
la
deba reunir todas las tradiciones del Egipto y del Oriente. Construido de piedra y con techo plano, con vigas del Lbano, su estructura tena que ser muy diferente de las obras asiras, abovedadas con ladrillo. En cambio, las aplicaciones
y
la
por ejemplo, eran de madera de olivo y entalladas de querubines, palmas y botones de flores, cubiertos tambin de oro los querubines y las palmas. Estos querubines, monstruos animales alados con cabeza humana, decoraban todo el
edificio.
tic la
de que-
rubines, de palmas y de botones de flores, por dentro y por fuera. El techo estaba decorado con artesonados de cedro.
Destruido este templo por los caldeos, fu reconstruido por Ezequiel des-
PALESTINA
149
Fig.
el
segundo
pues de
la
los Macabeos, y enriquecido con nuevas dependencias por Herodes, subsisti hasta que, destruido definitivamente por Tito, se levant
romano de
Jpiter.
Ms
tarde,
Cons-
tantino y Justiniano cubrieron la colina del templo de Jerusaln de edificios piadosos, y hoy los rabes, sobre las mismas fundaciones, veneran la esplndida
mezquita de Ornar y un sinnmero de pequeos edificios. La explanada del templo de Jerusaln conserva an aspecto solemne; pocos lugares del mundo
tienen un ambiente
se
ms sugestivo que
los orgenes
el
monte
santo,
donde
de
la
humanidad, todos
de
aos de
la
cautividad, en
que
all
all
una guarni-
cin.
En un
mrmol blanco,
la
gran colina se
montaa
paralelo,
las
con su blancura
la el
una superficie horizontal; desde lo alto de ocupando el monte de Sin, Antiguamente el barranco que existe entre
dos colinas,
el
en
fondo estaba
las
La obra de
do
reino. Estos
bloques escuadrados, junto los cuales an acuden los judos llorar su perdi-
muros, que tienen aspecto casi romano, son obra probablemente Herodes y pertenecen al conjunto de obras que el Tetrarca inici para granjearse la simpata de su pueblo. Herodes construy nuevas dependendel tiempo de
y seguramente el tercer recinto exterior de los extranjeros. El gran edificio qued, pues, as, con las sucesivas reconstrucciones, rodeado de tres patios concias
150
Fig. 217.
Sepulcros reales en
las
afueras de Jerusaln.
que venan
Pascua; donde habitaban y dorman los mendigos y los nmadas que atravesaban la Palestina; inmenso mercado, lleno de tiendas y almacenes al
ciudad por
la
aire libre, y
el
Oriente
(fig.
215). El
segundo recinto
de los judos, tambin amurallado y con las puertas alineadas las del recinto exterior, era el lugar reservado exclusivamente los hebreos, donde haba sitio
para
la
al sacrificio
y se congregaba
el
pueblo
diaba
el
que primitivamente abarcaba el templo de Salomn y preceda al donde estaba el arca. En este tercer recinto se custosimulacro del mar de bronce y en sus almacenes estaban acumuladas las
como
trofeo en tiempo
todo
el
trompetas de los sacerdotes y el candelabro de ajuar sagrado qued depositado en un templo de Roma,
las
como botn y con este tesoro llenaron una de sus naves, que, por consentimiento del emperador, les traslad las provinhasta que los vndalos lo recogieron
cias del frica. All
fundidos por
el
fenicio
termin su historia, quin sabe si alguno de estos vasos, Aram-Al, llevados Babilonia, rescatados en tiempo
Roma por Tito y despus por los vndalos al frica, no aparecer algn da explorando la tumba de un jefe brbaro, que en Tnez Argel se hiciera sepultar con su tesoro! Otra tradicin supone que Belisario,
de Ezequiel, conducidos
el
nopla,
donde
seran destruidos
cuando
el
saqueo de
la
ciudad por
los cruzados.
151
mn, obra fenicia en su ncleo principal, y que el nombre de Jerusaln ha despertado siempre la curiosidad ms apasionada. Fuera de l, no debe buscarse en Palestina ninguna otra obra de verdadero carcter monumental. El pueblo hebreo, que ocupa el primer lugar del Oriente por
por
su literatura, careca absolutamente
de aptitud
de David y Salomn, construidos tambin con ayuda del rey de Tiro, han desaparecido y las descripciones son
para
la
plstica.
Los palacios
reales
de Jerusaln
la
hipogeos, ya de
poca helnica y romana, que la tradicin supone fueron sepulcros de profetas y de reyes (figura 217). Hablamos de ellos aqu slo por el lugar
en que se encuentran, ya que por su tenecen sin duda alguna
del arte clsico.
las
estilo per-
escuelas orientales
Pero
la
helenizacin
de
la
Palestina en la
poca de
las
monarquas
asiras
completa.
Muchos
de cermica
de
Ibiza.
sumos
llevan
sacerdotes
nombres griegos; la revuelta de los Macabeos representa una reaccin del sentimiento nacional judo. Y, sin embargo, ellos mismos fueron enterrados en unos monumentos funerarios que, tal como los describe la Biblia, tendran muchos resabios del arte clsico. El sepulcro de Judas Macabeo y sus hermanos estaba rodeado de columnas rostrales y trofeos militares, esculpidos como
los
de
la
la
tago.
Cuando
se realiz
ms tarde
la
explota-
cin del
mundo
con que ya no bastaba para asegurar su comercio el antiguo sistema de los fenicios de acaparar la
c; T~ tig. 219.
t.
tutela mercantil.
navegacin y establecer sobre los clientes cierta Las grandes potencias de en* &
tonces
se preparaban
pnica de Ibiza.
para repartirse
el
mundo
152
De
aqu sus
aventuras coloniales en
Sicilia,
Cer-
despertaron
ambiciones romanas
y fueron
pleta
causa de su ruina. La
como
la
de Tiro;
la
excava-
la verifican
tienen establecido
las afueras
un convento en
excavaciones, dirigi-
das por
el
modestsimo P. Delatre,
Cartago.
En
las
estelas
con esculturas
inscripciones,
cia; la
vasos de cermica y de bronce, venidos de Grecia en abundanarquitectura parece haber respondido tambin los tipos helnicos. El
que en Tiro fu oriental y egipcio, en Cartago es ms propiamente Los pueblos bereberes del Norte de frica, con los que Cartago tuvo que luchar, tenan apenas cultura propia. Se conservan algunos mausoleos de estas tribus africanas, con una escritura especial en las inscripciones.
arte fenicio,
griego.
De
de esto,
la
la
gran
escalinata
monumental que desde el puerto conduca lo que queda de Cartago flor del suelo,
la
los
acueducto,
son obra de
reconstruccin romana.
La
bre
falta
absoluta de
monumentos hace
difcil,
sin
el arte
Lo
escultura:
hace
Hoy,
lo
qu era el tipo de arte mixto que se produca en Cartago. Las formas son griegas, pero el espritu y la expresin
las
Fig.
i
li-
221.- Nereida y
caballo marino.
lo
mism
cl
ue en Chi P re
Una
em-
Lmina XI.
la
Dama de
Tomo
53
aos en
crpolis cartaginesa de
Ibiza.
Las
islas Pitiusas
de pequeas mo-
nica de Ibiza,
ellas
(figs.
tres
de
de tipo
casi griego
la
cuarta es
un busto
anillos caractersticos
de
los
pueblos semticos
(fig.
220).
Otro establecimiento
cartagins ha sido
provincia
Herreras, de Almera,
explotaban
minas de
plata.
paa
la
colonia
Fu Esms rica
El tem-
Hrcu,
de Cdiz
se
an por explorar en el fondo de las aguas del puerto. El templo de Biblos, en Oriente,
halla
el
de
la
diosa Tanit, en
el
Fig. 222.
los Santos.
Cartago, y
H1ST.
del Hr-
DEL ARTE.
T. I. 20.
154
Fig. 223.
cules
fenicio,
tres
grandes jalones
de
la
piedad pnica.
La penetracin de elementos
hasta
ms
tarde,
cuando
la
nuestra escuela ibrica conserv siempre este lujo de acumulacin de formas de los tipos asiticos. La mayor parte de las esculturas ibricas conocidas hasta
ahora en Espaa, proceden de un santuario, en forma de edculo, que se descubri hace unos cincuenta aos cerca de Yecla, en la provincia de Almera. Se conoca ya aquel monte en el pas con el nombre de Cerro de los Santos, y un sinnmero de esculturas, probablemente exvotos, que all se recogieron, pasaron
al
figura entera
de
con un casquete pegado al crneo. El tipo completo deba ir desnudo; en cambio, las mujeres iban vestidas con una tnica ancha que formaba grandes pliegues y un manto largusimo que llegaba
tipo masculino: slo las cabezas rapadas,
hasta
el
suelo
(fig.
222).
En
la
ambos lados de
la cara,
unas gran-
des ruedas de oro. En 1905 fu encontrado en Javea, cerca de Denia, un tesoro con varias de estas joyas para el tocado femenino, que pasaron al Museo de Madrid. La ornamentacin de la diadema de Javea es casi enteramente griega,
aunque por su tcnica parece ser obra local (fig. 223). Otras joyas ibricas han sido halladas ltimamente; la ms importante acaso, nuestro juicio, es una de
esas ruedas de oro, que,
Fcil sera
como
la
cabeza.
que alguna estatua jnica femenina, como las encontradas en la Acrpolis de Atenas en estos ltimos aos, fuese llevada Espaa y despus imitada libremente por los artistas del pas. Las estatuas femeninas del Cerro de los Santos debieron ser de sacerdotisas, porque tienen en las manos una taza cliz de la misma forma que muchos vasos ibricos de cermica hallados recientemente.
En
la
obra capital de
el
la
Dama
de Elche, porque
se encontr en
terreno de
Alcudia de Elche,
las joyas, la
Dama
las
que
el
La expresin seria y solemne de dos gigantescas ruedas que encuaescultor exagerara algo, al labrarlas en
el
La Dama de
tez
tono de
el
de
La
tnica y
el
azul y rojo
de
la
EL ARTE IBRICO
155
Fig- 224.
que
la
ormas tradicionales de
la
Prueba evidente de
las
cabezas
de Mallorca
(fig.
224).
Son
las
mismas cabezas de bronce que veamos en la estatua fenicia de Chipre (figura 207) y que encontraremos en los otros pueblos de las islas griegas y en la propia Grecia, en Micenas. Encontramos tambin en la Espaa prehistrica el toro con cabeza humana. Ignoramos todava por qu caminos misteriosos aprendieron los primitivos
iberos reproducir de los caldeos el tipo original del toro cuiiropoccfalo de
uno de
con
cabeza humana. Son abundantsimos los toros ibricos hallados en Espaa, y ellos el ms famoso, llamado la bicha de Balazote, en el Museo Arqueo,
(fig. 225). No faltarn en el transcurso de estos captulos otras sorpresas del mismo gnero, por las que veremos Espaa en relaciones constantes con el Oriente; pero la coincidencia de las formas de los toros ibricos con los descubiertos en Caldea, pertenecientes
un
lado,
ms peregrinas suposiciones. El tipo es mismo modo la cabeza humana vuelta son igualmente barbados y doblan de igual manera la rodilla, con
de majestad.
cierta impresin
No
siva
se concibe
distintas,
que dos pueblos tan distintos coincidieran, en pocas tambin en una forma tan singular, y esto nos demuestra la gran fuerza expanOriente, que consiguen extender hasta
la
de
lejana
ms
peculiares,
156
ibricos acaban por tener su cabeza animal, se convierten veces en puercos y se alinean en filas pareadas como avenidas de monstruos, que acaso deban pre-
El reino
hitita,
en
las
montaas de
Siria,
fu
un campo
ele
cal-
deo. Sus palacios estn construidos en piedra, en sus esculturas y relieves imita al arte mesopotmico. Las tierras montaosas de la Licia y de la Frigia fueron un terreno intermedio donde se
encontraron las influencias griegas y orientales; en los sepulcros de piedra de la Licia vemos los primeros modelos de un estilo de remate de edificios y molduras que despus formar el tipo arquitectnico del orden griego-jnico. La Fenicia imit industrializ los modelos del Egipto y do la Asira. Casi nada queda ya de su templo de Biblos. En la colonia de Chipre aparecen con ms abundancia los restos fenicios, esculturas, cermica y joyas. La Palestina premosaica empieza conocerse ahora; los santuarios cananeos tenan hileras de pilares sagrados menhires. En la poca juda, puede considerarse como una provincia artstica de la Fenicia. Su templo de Jerusaln ha de restaurarse slo por las descripciones bblicas. Cartago, otra colonia fenicia, no conserva restos arquitectnicos anteriores la poca romana. Sus colonias de Espaa han dado tambin esculturas y cermicas. Un arte original lleno de influencias griegas y orientales se desarrolla en
Espaa en
latid
el siglo
Bibliografa.
El mismo: Bogazk'i Bauwerke, 1912. Sobre la 1889. Sobre Chipre, Cesnola: Cyprus, 1880. Rich1893. Murray: Excavations in Cyprus, 1900. Sobre Fenicia, Renn: Mission de Phenicie, 1864. Sobre la Palestina premosaica, excelente obra de conjunto, H. Vincent: Canaan, 191 2. Sobre el arte judo, M. de Vogu: Le temple de Jerusalem. Perrot et Chipiez: Histoire de l'Art dans antiquit, tomo IV. Sobre la arqueologa espaola, Romn: Los nombres importancia de las islas Pitiusas, 1906. P. Pars: L'art et 'industrie de l'Espagne brimitive, 1905. Pars y Engel: Une forteresse iberique a Osuna, 1906. Siret: Les premiers ages du metal en Espagne, 1887. Villaricos y Herreras. Son importantes los artculos de la Revue des Questions historiques. Siret: Orientaux et occidentaux en Espagne, 1907, y de la Revue Archeologique. Bonsor. Les colonies agricoles preromaines du Guadalquivir, 1898. Siret: Essai sur la chronologie protohistorique de la peninsule iberique, 1907. Dchllete: Essai de la chronologie prehistorique de l' Espagne, 1908. Jouliu: Les ages protohistoriques dans la peninsule hispanique, 191a P. Pars: Le tresor de Javea, 1906.
chili,
Sobre los Wright The Empire of the 1884. Garnstang: The 1910. Las obras monumentales, Puchstein: Klein Asien und Nordsyrien, 1890.
hititas,
:
v antes de
Jesucristo.
Hittites,
1893.
in Lykien,
Fig. 225.
Bicha de Balazote.
Fig. 226.
la India.
CAPITULO X
LAS ESCUELAS ARTSTICAS DEL
OCCIDENTAL.
ARTE KMERR.
EL
montes del Pamir y los altos desiertos del Gobi; el viaje es largo, las sendas borrosas, los pasos de las cordilleras apenas accesibles; no hay una ruta prctica de comercio entre los pueblos orientales del mundo clsico y la otra familia de naciones que hasta el Extremo Oriente ocupa toda el Asia. Los antiguos desconocan la historia de este lejano mundo
soria de los pueblos.
MS
all
de
la
que
es lnea divi-
Son
los
oriental,
pero reciban algunos de sus productos, tejidos y especies aromticas, al golfo Prsico y cabe suponer que ya desde los tiempos
;
que con-
duce fcilmente hasta el Cucaso. Ciertos temas ornamentales habran podido pasar por esta va la cermica prehistrica europea y la Grecia primitiva porque algunas veces se nos indica el conocimiento de un arte ms oriental todava que el de las naciones semicl,
como
la
la
Extremo Oriente que los griegos y romanos conovaguedad de una nacin misteriosa, llena de prodigios,
i 58
que se enconal
traba inmediatamente
otro
La expedicin
contribuy
los
de
Alejandro
aumentar su fama;
nos y romanos
pol-
comentaron que explicaban los hombres de ciencia que acompaaron al gran conquistador. Ellos nos dan las
las maravillas
de
los
pueblos de
la
Ms
tarde, son
tambin ines-
leyenda
del
po de
la
conquista rabe no
esperar que los viajes de holandeses y portugueses al Extremo Oriente aporten Europa un conjunto de noticias y de objetos que fueron una verdadera revelacin. Tenemos en Portugal
un
la
en
importante
las
En cambio,
oriental.
los gustos
el
Quisieron imitarse en
China y
el
Japn
los
Europa, no consiguiendo ms que desnaturalizar su arte han hecho estos ltimos tiempos grandes esfuerzos para contrarrestar
cia del Occidente.
magnfica publicacin: Las flores del imperio, est hecha para reproducir con toda la perfeccin posible las antiguas obras maestras de los
pintores orientales y vindicar as sus tradiciones.
La
India y Cambodge.
Las
ideas sobre
la
Se ha reconocido mejor el pas las tropas inglesas de ocupacin han visitado las regiones montaosas del Norte y del Este, se han creado pequeos museos locales, y son bastantes las publicaciones
sobre
el arte y la historia de la civilizacin india. Durante mucho tiempo se haba credo ver en la India la cuna de todas las razas europeas y el lugar donde se inventaron las principales industrias humanas; sus monumentos subterrneos se tenan por contemporneos del Egipto primitivo, y todo se remontaba la antigedad ms venerable. Por la
INDIA.
159
Fie. 228.
excavado en
la roca.
India.
India se
la
comenzaba cronolgicamente
el
estudio de
la
historia
del arte y de
humanidad. Pero hace pocos aos las fechas de los monumentos indios pudieron ser fijadas, y con sorpresa pudo comprobarse que todos ellos eran, lo ms, del siglo tercero antes de J.C.; por otra parte, los Vedas, en su redaccin actual, y la literatura india con sus principales epopeyas, eran tambin relativamente modernos. La antigedad fantstica de la India se haba
desvanecido.
embargo, que las manifestaciones ms complejas proceden de la elaboracin de escuelas indgenas mucho ms antiguas. Por lo que toca la arquitectura, sta refleja, con sus imitaciones ms menos inconscientes, el recuerdo de un arte propio de la India, porque exige para su desarrollo una comarca rica en bosques y madera. El ensamble de piezas leosas era tan habitual que hasta muy tarde, al labrar los monumentos de piedra, sta se emple cortada, con la misma forma que tendran las piezas de carpintera (fig. 227). En las cavernas de Karli, todos los elementos de los entramados de madera estn labrados en la masa misma de la roca; y cuando las formas exigen tallas impracticables en la piedra el arquitecto aplica piezas postizas de madera, pero siempre con la intencin de sostener la bveda el techo de la caverna. As se manifiestan los vestigios de una arquitectura india, exclusivamente de madera, que se conserva an hoy en las construcciones populares; cuando se quiere tender un puente sostener un terrapln, se clavan de una pila la otra una serie de troncos de
admitir,
sin
Hay que
6o
Fig. 229.
rbol,
cientficos
estructura de
madera con
la
ricos revestimientos.
Todos
estos
monumentos con-
temporneos de
del arte de la
conquista alejandrina, han desaparecido ya. Hoy, en el estudio India, se distingue un primer arte bramnico, que vuelve tener
el siglo
esplndido renacimiento en
bdico, desarrollado en plena influencia griega y occidental. El arte bramnico estuvo siempre entregado una concepcin especial de
las
formas, enteramente distinta de las ideas claras, sucesivas y razonadas del Occidente. La arquitectura, la estatuaria y la pintura reflejan siempre la misma
preocupacin de reproducir y complicar las formas naturales y las actitudes, hiriendo la imaginacin por lo descomunal y recargado. Este primer arte bramnico conviene buscarlo principalmente en las cavernas
decoradas
nico.
uno uno
en los grandes santuarios abiertos en la roca. Es imposible describir monumentos, y no hay manera tampoco de reducirlos un tipo veces la roca est labrada formando un prtico de columnas complica,
estos
das; las salas, llenas de relieves, se suceden unas otras; altos pilares aislados, como obeliscos de extrao molduraje, se levantan en el centro de los patios ex-
montaa (fig. 228). El arte bramnico no cre ningn orden arquitectnico principal que se repitiera con fijeza; su mayor inters est,
cavados en
el
corazn de
la
por consiguiente, en
la fantasa
de sus
relieves.
de
Tan slo en la gruta del Kailasa, ordenan como en las baslicas clsi-
INDIA.
cas; el capitel
nifiesta
la
ARTE GRECO-BUDICO
ii
ma-
tendencia
formacin de un
tipo definitivo.
Las
m smas
i
fo r
mas
constructivas pare-
emanciparse de
tradicin de los
teriales leosos
la
ma-
mentales
monuen los
la
tiempos de
con-
Fijj.
230.
Vihara 6
capilla
de
quista macednica.
en su desarrollo por
la
el
formidable
apart
incremento de
las
sectas bdicas.
La predicacin de
devotos de
nueva
filosofa
de
Entonces
ms intensamente en
que no ha sido estudiado hasta estos ltimos aos. El budismo exiga otros tipos arquitectnicos; los temas de las leyendas piadosas de Buda y sus compaeros eran muy distintos de las epopeyas bramnicas, que llenaban de relieves las grutas del Sur de la India. Apenas desaparecido de la tierra el fundador, hubo ya necesidad de recoger sus reliquias y encerrarlas en pequeos monumentos conmemorativos; ste fu el empleo de las stupas topes, que se encuentran en gran nmero en toda la ancha faja del Norte de la pennsula indostnica. Todos ellos consagraban el lugar de un acto memorable de la vida del Buda encerraban simplemente una preciosa cajita, con un fragmento de sus huesos alguna de sus reliquias. Las stupas son pequeas construcciones de forma semiesfrica, con una cpula casi al ras de tierra y coronadas de un mstil de piedra con varias zonas planas crculos decorativos (fig. 220).
curioso,
un nuevo arte
muy
la
no
tiene
madera, en
que
se levanta el macizo
casquete. El interior de la media naranja est formado con piedras sin escuadrar;
slo unas paredes radiales le
dan consistencia bastante para sostener el revestimiento exterior. Casi todas han sido ya saqueadas por los codiciosos buscadores de la cajita relicario que en su seno tenan enterrado, destruyendo as la mayor parte de estos tpicos monumentos; pero por ciertas representaciones de ios
relieves bdicos,
podemos
apreciar
la
forma exacta de
las
estaba intacta
decoracin y tenan el mstil de piedra de remate. El budismo, tanto por su doctrina como por el ejemplo de su fundador, era
la
una invitacin al ascetismo. Por esto, al lado de cada stupa se levantaba generalmente una vihara pequea capilla para el anacoreta que en ella sola recogerse, consagrando su vida la custodia del lugar santo. Las viharas s< >n pequeas construcciones de planta cuadrada, con una sola celda en su interior.
HIST.
DEL ARTE.
T.
I.
I2
La respetuosa
pie-
constituyendo por
ltimo unos graciosos edculos de pie-
La
cubierta
apiramidada impri-
me estos
Fig. 231.
edificios
un aspecto poco
Edculo en
el
oriental, tienen
silueta
de templo
,
griego
tipo
siendo
el
la
ms
evidente
230).
La stupa relicario, acompaada de la vihara con sus monjes (cuyo prestigio fu aumentando con el triunfo definitivo del budismo y su extensin por
la devocin de Por esto acudieron all nuevos eremitas, que necesitaban otras celdas, y as la stupa vise pronto rodeada de un prtico cuadrado, formado por varios viharas acoplados, que entre todos formaban lo que se llama sanghararnas claustros monacales como los de nuestros conventos de la Edad media. La complicacin de los sangliaramas con todos los servicios de la comu-
toda
el
nuevos
fieles.
nidad religiosa, ya no tuvo ms lmites que los recursos de que sta dispona;
pero, en
un
principio, el
sangharama
era
un
el interior
Ms
de
la
de que gozaban. Estas imgenes bdicas poco poco fueron desalojando los anacoretas del primer patio, y las viharas que rodeaban la stupa fueron convirtindose en capillas, hasta que la comunidad tuvo que edificarse un nuevo
claustro cuadrado,
menos
rico
ya que
el
las principales
comunes, de
cristia-
uso parecido
nos
(fig.
la
de nuestros cenobios
231).
La construccin de
algo que desear. Por lo general, todos los edificios bdicos estn levantados con
piedras apenas escuadradas, revestidas con estucos de yeso llenos de relieves y Las paredes muchas veces se han desplomado y los ms famosos con-
esculturas.
ARTE GRECO-BUDICO
ventos bdicos del Norte de
,
I63
la
India son
los
la Mongolia, por donde se extendi el budismo, y all se pueden estudiar perfectamente las prcticas de los monjes de las sangharamas. La stnpa aislada se encuentra
tambin en
los
el
Cambodge;
de
los
es
un elemento
sagrados de
ciudades del
indispensable
recintos
las
Pero
el
an ms que
la
arquitec-
con
las estatuas
y relieves.
La
en
las
representaciones
lugar
en que floreci
El
escultura bdica.
en
el
haba soldado
helnico y
la cadena entre el occidente extremo mundo oriental. Despus de la expedicin de Alejandro se constituy en la regin Norte de la India el reino de la Bactriana, con los sucesores de los que acompaaron al gran conquistador. Es natu-
ral
ran
empeo en
de
las
donde procedan. Las monedas de los reyes de Bactriana son de puro tipo griego. Hubo, pues, en el Norte de la India una escuela helnica que contribuy muchsimo la formacin de las representaciones piadosas de la historia del Buda, que fu representado de pie en cuclillas, vestido con el largo manto de estrechos pliegues, que son una directa
imitacin de la estatuaria griega.
El tipo de
Buda
el
En las rocas labradas con gigantescos relieves de figuras del gran reformador, lo largo del cauce de
los ropajes artsticos
de
los ros
de China en
la
al
los
templos del apartado Japn, el Buda est de pie mirada lnguida del asitico, pero envuelto en amplio
la
Occidente, producto de
(fig.
232).
164
Fig. 233.
Basta comparar
vre
(fig.
la
manto como de
la actitud
de
filosfico reposo.
la
Pero
la
arquitectura y
la esta-
que la influencia del arte griego se hizo sentir sobre todo en la decoracin. Se introdujeron en la India los motivos decorativos de las fajas de guirnaldas, sostenidas por nios, y el sistema de subdividir la composicin, encerrando los asuntos de los relieves dentro de recuadros pequeos nichos. Pareca como si el Oriente, imitando al Occidente, quisiera entrar en competuaria, sino
tencia
modelos griegos, al ser adaptadas porque se ve coincidir en ciertos errores estos viejos artistas pseudo-griegos de la India con las escuelas regionales y brbaras del arte clsico en algunos pases de Europa. A primera vista, varios relieves bdicos pueden confundirse con las obras del arte regional greco-romano de la Galia de la Tracia.
las
con Hasta
el arte
bdico.
los
mismas deformaciones de
por
el
resante que
Para nosotros los occidentales, este arte greco-bdico es todava ms inteel arte propio caracterstico del Extremo Oriente, con su desorde-
nada multiplicacin de elementos decorativos. Nos interesa sobremanera ver cmo otras razas, en remotos pases, adoptaron los motivos ornamentales del arte clsico, interpretndolos con su sentido especial artstico, y por el contraste con ellos, poder conocer nuestro propio espritu.
I6 5
la
produccin
las
del
arte
bdico,
antiguas castas
bramnicas no
dejaron
de
combatir por
tarde,
diciones nacionales.
Ms
las
en
el
gados ya
la
los
pueblos por
doctrinas,
que se fundieron
la vieja
la
en una, aceptando
escuela bramnica
ra
mayoel crisla
de
budismo.
Lo mismo que
tianismo con
el
hizo
judaismo,
antigua
religin
hubo de
considerarse
pa,
como una etacomo una profeca, para llegar las ms claras y ex-
mo, y merced estas ideas, volvieron mirarse con simpata los cultos bramnicos,
Fig. 234.
Prtico
de Siringam. India.
que estaban
casi olvidados.
Con
bramanismo corresponden
las gran-
des pagodas de cpulas piramidales, complicadsimas, que son acaso los monumentos ms interesantes de la India. Uno de los ms ricos de estos conjuntos
monumentales es el de Siringam, con sus pagodas en forma de torres escalonadas, que sirven como los pilnos egipcios para decorar las entradas de los recintos sagrados (fig. 233). Un santuario bramnico no es ya, como los monasterios bdicos, lugar de recogimiento de una comunidad, sino un conjunto de salas para las multitudes de peregrinos, de parques con lagos sagrados y de prticos abiertos, llenos de la ms fantstica complicacin de formas (fig. 234).
La decoracin de
cuanto
estos
monumentos
pueda imaginar nuestra mente, organizada para otro tipo de belleza. Su carcter extico se une veces la impresin que produce su gran masa. Sobre todo las pagodas gopwas tienen altura considerable y se han dividido en varias fajas horizontales de relieves para aparentar ms altas (fig. 235). Otras son apiramidadas, formadas por cupulitas superpuestas, sobresaliendo unas encima de otras en profusin incalculable. Producen el efecto de una montaa blanca, de mrmol, con innumerables agujas, dispuestas con cierto orden geomtrico. Algunas de estas gopuras son ya de la poca de la invasin rabe, cuando la pennsula indostnica fu conquistada rpidamente por el Islam. Los rabes, que
haban tenido ya algn contacto con
el
166
uso
de
la
cpula, que
muchas
rentando
slo
exterior-
grandes
obras de arquitectura
de
la
India, las
que hablaremos
del arte
India.
al
tratar
la la
musulmn en
la
Pero antes de
conquista,
India, or-
ganizada ya slidamente
des
no
defensas
militares.
civil,
La
arquitectura
las
residencias de
los prncipes
la India, tan
y Rajas de famosas en
estilo
tambin
rabe
;
al
indo-
ms antiguas deban ser construcciones de madera. Tampoco encontramos en la India tumbas monumentales; el budismo era contrario toda idea de conservar fastuosalas
mente
la
envoltura mortal.
escuela de este nuevo arte bramnico, mezclado con ciertos temas del
la
Una
budismo, se desarroll en
ras
Indochina.
En
Cambodge
en relieve, con aglomeraciones fantsticas de monstruos y personajes mticos. Este arte del Cambodge, llamado Kmerr, fu una verdadera revelacin cuando en la Exposi ion de 1889, en Pars, el ministerio de las Colonias present en ei Trocadero varias copias en yeso y restauraciones parciales de los edificios de Angkor. Nunca haba podido imaginarse en el Occidente una tan extraordinaria
complicacin de
los
la fantasa
artstica.
Sin embargo,
que en estos gobernador de la colonia, el general Beylie, aficionadsimo los estudios arqueolgicos, ha hecho despejar las ruinas, y hasta ha reproducido las fiestas y las comitivas religiosas representadas en los relieves. Poco nada conocemos de este reino Kmerr del Cambodge, que tuvo
casi olvidados, hasta
ltimos aos
No
la historia del
ARTE KMERR
pueblo Kmerr. El arte monumental,
167
con sus relieves y esculturas, sirve slo para establecer dos tres puntos
fundamentales. El arte
Kmerr
del
Cambodge
la
es de absoluta pro-
cedencia india.
Una rama
el
desgajada
de
establecerse en
Cambodge, pro-
bablemente hacia el siglo tercero despus de J.C. El tipo ario indostnico de la raza es inconfundible y bien diverso de los otros pueblos de raza amarilla que rodean al Cambodge. En las ruinas de Angkor se encontr la estatua de
la
tradicin
leproso, y
Rey
que se supona ser el constructor de la capital. Esta figura desnuda, en cuclillas, hoy en el Museo del
Louvre, es digna compaera, por
el
tipo
facial
y su
pie,
estilo
artstico,
de que hemos haFig. 236. Puerta de ingreso al primer recinto en blado antes. Las mismas caracteel eje de la gran calzada del templo. Angkor- Vat. rsticas de la raza india se observan en las figuras de los relieves que cubren las paredes de Angkor. Fueron, pues, invasores indios, en plena posesin de las frmulas artsticas del budismo, los que fundaron el reino Kmerr. La capital, Angkor, debi ocudel
Buda de
Kmerr
debi tener das de esplendor y de triunfo, como los ms grandes pueblos de la humanidad. Para dar idea de ello, bastar decir que uno solo de los edificios
de Angkor,
la
el templo de Angkor- Vat, es, despus de las pirmides de Egipto, ms considerable masa de piedra que se ha erigido en el mundo. En los relieves de Angkor se ven representadas expediciones militares,
squitos y festejos de
la
de Angkor es tan slo el de su saqueo y ruina. Dos veces fu tomada por los siameses, en 1353 y 1372; despus de esta ltima fecha, los reyes del Cambodge se alejan siempre ms al Este, primero Looeck, despus Pnom-Penh, donde todava subsiste una sombra de monarqua bajo el protectorado francs de la Indochina. Los edificios reales de Angkor estn reunidos en dos grupos, que se llaman Angkor la Grande, y parece ser una habitacin palacio, y AngkorVat, que debi formar un conjunto monumental de carcter religioso. Angkor la Grande tena una alta muralla de cuatro metros de altura; dentro y fuera
de ella crecieron, por siglos y siglos, los rboles tropicales, escondiendo los pabellones apiramidados con zonas horizontales de relieves; se ven an las ave-
168
deros.
Una
torre,
central de
Angkor
la
Grande
es la
las
samentos superpuestos, rematando cabezas en una mltiple tiara que aparenta como una especie de
cpula.
Los
edificios
de
Angkor
la
componan
el
palacio real,
no han
la
selva
gantesca frondosidad.
describe
la
Un
viajero
Fig. 237.
ms
la
alto
templo de Angkor-Vat.
torres pagodas;
selva
crece
sube, los rboles parecen
ms
altos;
desde
la
cspide,
mar de verde
se extien-
de
los
el templo de la capital, ha sido despejado escombros y malezas que cubren todava Angkor la Grande. (Lm. XII.) En Angkor-Vat las avenidas estn decoradas cada lado con grupos escul-
en
el
fondo,
el
con innumerables repeticiones de molduras. El edificio principal del gran templo forma interiormente una estrecha sala rectangular, porque los arquitectos de este arte Kmerr no conocan la bveda
y tuvieron que cubrir las salas haciendo avanzar las hiladas de piedra en sentido
Nadie dira, al ver aquel majestuoso edificio de Angkor, que dentro una sola sala larga, llena de relieves, ms menos distribuidos por una ordenacin de zonas horizontales, y por las planas arquitecturas que figuran nichos y complicadas arcuaciones. Dentro de ellas se ven bayaderas danzantes, escenas del culto bdico, filas de monstruos, interrumpidas por ms molhorizontal.
tiene
duras y relieves.
Las
tamizar
galeras
tanas, en las
la
que renen los pabellones de Angkor estn iluminadas con venque una celosa de piedra, imitando balaustres de madera, sirve para luz del exterior (lm. XII y fig. 237). A veces estas celosas puramente
figuradas se emplean
como elemento
Tumo
Aimi/m XII.
del templo,
Angkor-Vat. La gran
despus de
la
excavacin y desescombro.
ARTE KMERR
l6(J
Los
edificios
el
de Angkor son
lmite
verdaderamente
ordenada.
extremo
fino
Un
arte
la
veces
en
los detalles
falta
de
forma, pero
que le orden
arte
el
intelectual
que estamos
Occidente. El
in-
acostumbrados en
jertar
y con sus esculturas casi helnicas extender sus principios por el Asia;
la
la
la
el
238).
Los propios
como
del
irreductible
Fig. 238.
Vista parcial de
la
En
la
corte
de Angkor- Vat.
el
monarca
manda
llamar un artista griego y otro oriental, para que ambos, delante de l, decoren en competencia una pared. El oriental la llena de imgenes, de abajo
arriba, sin dejar espacio vaco; el griego viene
te,
despus y la limpia completamendejndola blanca, y en sus lneas precisas brilla resplandeciente el sol. El griego triunfa por voto unnime. Esto parece dar vigor la idea de que los
artistas del
tras
Oeste sern siempre dbiles, triviales, inciertos en el color, mientriunfarn por el orden y precisin de las lneas; en cambio, los orientales
la
forma.
est-
de
con sinceridad. La belleza es siempre absoluta y universal, en modo alguno privilegio de una raza de una familia de pueblos. No puede negarse, sin embargo, que esta suposicin y acumulacin de ideas
del arte bdico
no
es la
en
perodo barroco de Europa, los siglos xvi y xvn son ms bien pocas en que las necesidades artsticas de la humanidad se desarrollan ms eficazmente
el
en
la pintura.
En
HIST.
la
India
existi
70
ms antiguas
del Asia.
No han
se
sido an reproducidos
como
me-
expuesto en el South-Kensington, de Londres, permiten apreciar la tcnica perfectamente, con las figuras
tiva
etc.
Como
de
di
la
el
el arte
bdico fu
la
la
el
maestro
China, y de
China aprenel
Japn
punto de partida de
la
la historia
de
pintura en
el
Extremo Oriente.
No
no hay en
la
de decoracin
fanatismo de
la
mural,
que por
el
bieron desaparecer.
Despus de
ellos,
ya no tenela
mos
india
otras muestras
de
pintura
que
las
miniaturas de libros
Fig- 2 39-
Representacin simblica
la
de
Trinidad india.
Museo
El
mismo sentido
esttico
En
239).
De
las
ha hecho un comercio importante con el Occidente; es una especialidad de los pueblos orientales, que han sabido sacar gran partido de los tonos negros del barniz de laca con relieves combinados incrustaciones de
marfil y oro.
Las porcelanas tambin fueron introducidas en la India seguramente despus de su conquista por Alejandro. Las dinastas persas sasnidas aprendieron
los principios
la
de este arte de
la
Caldea y de
la
nueva belleza, ms oriental, los jarros y platos de porcelana. Las cermicas indias, hoy estimadsimas, son los productos ms preciosos de la cermica del Extremo Oriente.
ARTE CHINO
I71
Fig. 240.
Avenida de colosos de
las
rillos
No obstante lo que dejamos apuntado, los pueblos amano demuestran este mismo gusto por la acumulacin de formas de la India. Ms all todava, ms al Oriente, la China y el Japn tenan que dar al arte obras de un ideal ms ordenado y en las que deba revelarse una fuerza nueva para estimar la naturaleza, acaso superior la de nuestra mente occidental. Vamos decir algo de sus escuelas y resumir en cuatro palabras este mundo espiritual de las razas amarillas, que por s solo exigira
China y Japn.
del Asia
todo un
libro.
arte
de la India. Sus antiguos documentos escritos estn llenos de referencias de pintores y artistas famosos, pero nada sabemos positivamente de este arte chino primitivo. Hasta hace poco se crea que ciertos bronces de las colecciones imperiales
el vino,
donde
se ven
entrelazadas
asim-
ms de un milenario
nuestra Era.
han reconocido
Las misiones de exploracin del interior de la China han trado calcos de relieves con innumerables figuras recortadas en silueta, sobre pilares funerarios, que parecen ser tambin muy antiguos y anteriores las influencias del arte bdico. All se ve ya una extraordinaria sensibilidad de visin para reproducir los movimientos de los animales, pero con una calma y placidez
muy
las
original.
Otros monumentos que revelan asimismo una tradicin muy antigua, son esculturas de colosos, de guerreros y animales, que, pareadas y formando
las
avenida, preceden
(figs.
172
Fig. 241.
Camino de
las
tumbas
reales
de Nankn. Va de
los dromedarios.
paisaje
de una tumba, con personajes mitolgicos y monstruos rgidos, en medio del plano, se han encontrado ltimamente por las comisiones cientficas. Estas sepulturas de Nankn pertenecen los dos primeros emperadores de
la
dinasta de los
Ming, del
siglo xvi.
la
propia
dinasta
estn
En
la
disposicin
de
las
avenidas
con estatuas gigantescas de las tumbas de Nankn se advierte el recuerdo de una tradicin propiamente china mucho ms antigua. La India no senta, como la China, el religioso respeto por los manes antepasados que todava conserva este viejo
pueblo y que
les
hace cuidar
las
esmero.
Aunque
se conozca
positivamente en China una escuela de pintura y escultura anterior cacin del budismo.
predi-
Esta religin no penetr en China hasta el ao 67 despus de J.C. Un emperador piadoso, que tuvo noticia, por medio de un sueo, del nacimiento de un ser divino, manda emisarios la India, que vuelven acompaados de monjes, con libros, reliquias y estatuillas. El budismo, que en la India haba tenido que transigir ante la resistencia de una mitologa hostil sus principios de mortificacin, encontr en China el terreno abonado. Confucio, el filsofo de la moral resignada, amante de la paz del justo medio, haba preparado su raza para la nueva religin del ascetismo bdico. El budismo se extendi
dogma
en China rpidamente; los conventos se multiplicaron, y sobre todo, el y el arte se conserv puro. Esto es lo que da mayor inters los desse
trata
cubrimientos que se suceden en China durante los ltimos aos, por medio de
los cuales
precisamente de conocer
las
bdico.
India y
la
China,
las
ARTE CHINO
173
Fig. 242.
Buda sentado
septentrionales.
partiendo de
serie
la
una
de Khotan, ya abandonadas en el siglo vm, y que son sin duda verdaderas Pompeyas chinas del perodo de propagacin del budismo. Dos comisiones alemanas, por la va de Rusia, volvieron al Khotan, regresando con una infinidad de reliquias, tabletas y esculturas. Slo hace tres
de ciudades en
aos que en
el
el
las salas
que tuvo la fortuna de encontrar en las ruinas de un convento bdico un escondrijo con todos los tesoros, pinturas y libros abandonados por la comunidad en el siglo ix de nuestra Era. Otra comisin francesa, dirigida por el insigne profesor de la Universidad de Pars, M. Chavannes, ha publicado ya sus dos grandes lbumes de monumentos del Norte de la China. En el momento de corregir estas lneas, tenemos
Turquestn chino,
llamada misin
Peiliot,
en
de Stein sobre las ruinas existentes China y del regreso de una comisin japonesa de esta parte del Turkestn, donde se han de encontrar los eslabones que enlazan el arte indio y persa con el de la China.
los desiertos centrales
de
la
Cuando todos
los resultados
en el Extremo Oriente. Advirtese, por de pronto, cmo China se conserva fiel mucho tiempo los principios clsicos del arte greco-bdico. Las fotografas de la comisin Chavannes de las grutas de Yun-Lang (fig. 242) reproducen un colosal grupo de esculturas gigantescas y relieves en una montaa del Norte de
,
174
Fig. 243.
Procesin
el
siglo vi las
enseanzas del
de
la
la India.
estn talladas en
No hay todava sensible diferencia entre los de este Fanten bdico de la China septentrional y los del arte bdico semigriego de la India. Acaso slo puedan distinguirse en reflejar, aumentnsonajes menores dentro de nichos.
relieves
en China manifiesta
tal
vez
de serenidad y placidez del tipo del Buda, que ms profundo recogimiento, mayor dulzura expresiva
de una piedad universal. En otro grupo de monumentos publicados por la comisin Chavanncs, vemos ya al arte chino del siglo vni avanzar un nuevo paso: son los relieves de las grutas de Long-Men, donde hay procesiones de monjes bdicos y dems
ceremonias de
la
comunidad
(fig.
243).
Los
relieves
La China
ciones y precedentes; entre los varios pintores suyos de que existen recuerdos escritos anteriores la propagacin del budismo, hubo algunos que se hicieron clebres por sus retratos. Todas estas pinturas, por lo dems, han
desaparecido;
hemos de
quede
ellas
demuessiglo iv,
Museo
el
de
que en
pose-
Por esto
de
las
los relieves
de Long-Men, con
las
el
ARTE CHINO
175
m**m.
n
W^mmm
mu
Wm^m^^^
Fig. 244.
1S20.
(De
las
plano de
la
Hasta
el siglo
vm
no vuelven encontrarse
Las pagodas chinas en forma de torres con varios pisos y techos de cermica, parecen derivadas de las gopuras indias de piedra, dispuestas en zonas
escalonadas.
la religin
filosfica
de Confucio no predis-
la China. En puede decirse que la defensa de todo el imperio se reduce la gran muralla, inmensa pared que aisla la China por el Norte, con alguna puerta monumental. (Lm. XIII, A). Pero no era en la arquitectura, que exige un impulso creador y apasionado, donde tenan que revelar su fuerza espiritual los pueblos ms lejanos del
la
arquitectura militar,
duda para
el
estudio de la naturaleza.
el
gran mis-
hermanos en esta fugaz aparicin del mundo. Un da so que yo era una mariposa, deca un filsofo; quin sabe si ahora no soy ms que una mariposa que est soando que es un hombre! Las primeras pinturas chinas reproducen muy menudo el cuadro del asceta que, al pie de un rbol, contempla
exttico la niebla agolpndose sobre el
emperadores son
Pronto los asuntos sern una simple rama de almendro agitada por el viento primaveral (Lm. XIV), un pjaro, apostado en el tallo de una caa, cantando en medio de una atmsfera hmeda, representada as por medio de manchas claras de color. Las escuelas se suceden con las varias dinastas; los mismos grandes artistas; los monjes pintan tambin y se valen veces
valle.
de sus dibujos para expresar sus sentimientos piadosos. A fines del siglo vm, un pintor y monje japons habla de la instruccin que haba recibido en China. El maestro, me ense que los secretos de la doctrina deca, no pueden ser transmitidos sin ayuda de pinturas. Por
esto llev yo
les
conmigo
diez y seis
artistas
ense dibujar
Japn aprende de la China el arte de la pintura; un primer maestro japons, Kanaoka, del siglo vm, logra en
Pronto
el
como
la
de
los funda-
dores de
las escuelas
italianas
del
Rena-
China para decorar una resiall pinta, en uno de los plafones del palacio, la montaa sagrada del Japn, el crter del Fusiyama. Los artistas japoneses la reproducen generalmente
dencia imperial, y
nado de
la
Un
j^.
P.ronces japoneses.
Tomo
I
La Arquitectura y la E
Corea,
i.
woodf Underwood.)
cipes mogoles. (Fot.
mayor que se conoce. - de br se hallan las tumbas de los 8. a.) Puerta de Tsien-Min, Gearc.)-. La lamosa muralla de porcelana, en Pekn. fot rreccin de los boxers, y reconstruida en 1906.
yapan2.
la
Pagoda de Yehol.
5.
Templo de
Yurtle,
donde
<>.
a en el
Extremo Oriente.
Lmina XIII.
o'iillHUMWMltfi
'
r
y*
**
\\\\<k
\% -*
iflft
earc.)
>
de Yokohama. (Fot. Huiin.) China. 3. c.) Entrada del palacio imperial de Pekn. (Fot. UnderParque y pagoda del emperador Hsuan-Tung, que fu posteriormente sitio de recreo de los prnabierta en la gran muralla, junto al puente del Mendigo. Esta puerta fu incendiada en 1900, durante la insuimperial de Pekn. Vista tomada desde el puente de mrmol.
halla cerca
6.
***
ARTE JAPONES
1/7
siglo xvill, forma una coleccin de pinturas con las llamadas cien vistas del Fusiyama, que reproducen fielmente la montaa sagrada todas las limas
la
niebla
(fig.
244), al
travs de
la lluvia
de
las
un prodigio de facultades para la pintura; su pasin le haca producir sin cesar; fu uno de los genios ms afortunadamente dotados para el arte que haya tenido nunca la humanidad. Hasta su muerte sigui trabajando, sin poder resis-
nunca los impulsos de su genio. Esta es la obra de un viejo que tiene mana de seguir dibujando, firmaba en sus ltimos aos. Hokusai representa adems la ltima fase de la pintura oriental, que es el naturalismo popular. Los primeros pintores chinos, trabajando muchas veces segn las inspiraciones de
tirse
la
los
filsofos y poetas,
haban manifestado
escenas de placidez,
predileccin
por
las
por
los
paisajes
impregnados de mstica
Al Japn la pintura se hace ms viva, y sigue poco poco por esta pendiente naturalista, hasta llegar al caso de Hoblicas de los diversos estados del alma.
pasar
al
kusai, quien
las
escenas de
la
multitud, del
bajo
pueblo,
obreros
las
tiendas y los
juegos de los
nios.
Nunca
festar, sin
de-
jan de mani-
emEx-
tremo Oriente
esta simpata
casi
fraternal
los seres
por
inferiores,
mezclada con
Fig. 247.
T. I. 23.
en un reno.
DEL ARTE.
piedad por
los
animales y
las
plantas
las
primeras
escuelas filosficas de China. Esto hace que hasta en los productos industriales
del arte chino y japons, en los bronces y las lacas, prendidos en su vida propia y como acariciados por
(figs.
veamos
la
mano
245 y 246). Los bronces chinos, por lo general, estn ms suavemente modelados y reflejan asuntos ms intelectuales. Basta comparar, por ejemplo, el
grupo del
filsofo
cabalgando en un reno, de
el
la fig. 247, y el bronce que repredios Shoki, aniquilando dos demonios (fig. 248).
occidental,
Las producciones artsticas del Extremo Oriente han penetrado en el mundo comunicndonos, sin darnos de ello cuenta, un sentido nuevo de la vida. Los animales en el
arte
Parthenn
si
como
tuvieran
en
las
pinturas y escultu-
en toda
la creacin,
con
la
da especie.
dibujada
pintada
por
Mucho
antes que
nuestras
escuelas
moder-
chinos y japoneses
hubieron de complacerse
Aun en
las cosas
uni-
dad de
leza.
la
natura-
La primera de
de
la
al
pintura, fijadas
Fig. 248.
fin
ARTE JAPONS
por Sie-Ho, prescribe ya expresar sobre todo el espiritual elemento de la vida.
79
Del texto no muy claro de Sie-Ho parece que esto debe conseguirse por medio del movimiento propio de cada ser, animal planta. La segunda regla es la de
transparentar
la
estructura orgnica, lo
que l llama la ley de los huesos, por medio del pincel. Fl artista asitico debe, pues, reproducir con el arte toda la vida, penetrar en el interior de los seres naturales, sorprender su alma con el gesto
y su estructura por
la
forma.
La
sin
corres-
Fig. 249.
Guarda-espada japons.
ponde tambin
embargo, las piedras volcnicas de sus islas hacen cambiar un poco la fisonoma de las construcciones; las paredes estn formadas por grandes bloques poligonales, encima de los cuales se levantan los pisos superiores, de maderas recubiertas de oro y lacas. Algunos de sus grandes templos nacionales slo se pueden comparar los ms grandes santuarios del Occidente. Por lo comn
han escogido lugares ya de suyo imponentes por el paisaje, y all, abriendo enormes brechas en la montaa, han constituido las plataformas donde se levantan los prticos y recintos sagrados. A diferencia de China, la religin nacional del Japn exiga temidos para el culto colectivo. El culto sintosta de los manes y grandes antepasados polticos, iba combinado con el de Buda; en los templos japoneses hay generalmente grandes estatuas sentadas del Buda, funse
rado an artificialmente,
despearse
arquitectos
al
pie de los
caracterstico de estos sanque se ha respetado y exagecon sus bosques seculares y cascadas, que vienen templos. Los arquitectos constructores de los templos
Lo ms
como
los geniales
escuela de
Le
Notre
los creadores
de
de Gou
la
vagamente,
traso en
construccin. Sorprende
excesivo re-
los estudios
de arte
excepcin
de
la
ms ha interesado
civil
En
el
Japn,
la
arquitectura
es
Fig. 250.
simplicsima.
Las casas
particulares, hasta
Guarda-espada japons.
i8o
no son sino un
Los
las
separa-
de
las
formas naturales,
arte japons
hace maravillas en
ViU
/l&l^^.
j
JQ
m\
i]
v4"""Ai
$""
'
as
'l
mm
y
Monedas manches con
arcaicos.
de guarda-espada, muestran
(figs.
Fig. 251.
caracteres
didores japoneses
249 y 250).
Se ha hecho de
ellos
un comercio
las
que se aplicaba
las
nos dan
composiciones de sus
monomana por la decoracin el puo y la hoja, deban muestras ms graciosas del arte decorarelieves planos acusan un gusto tan mola
derno que parecen obra de los artistas coetneos de Occidente. Las lacas, las porcelanas, los marfiles son minuciosas interpretaciones de
naturaleza, llenas
de vida. Hasta en
las
monedas
(fig.
Resumen'.
la
Okakura:
Pars.
Fifr.
2^2.
Casamatas corredores en
las
murallas de Tirinto.
CAPITULO
TROYA.
XI
LAS
ARTE PREHELNICO. LOS PALACIOS DE CRETA. EXCAVACIONES DE MICENAS Y TIRINTO. LA PINTURA, LA ESCULTURA Y LA ORFEBRERA.
Estudiar
clsica,
la
dla huel
inters
capital,
la
sugestin
el
Egipto;
nico.
el
Todos
^nocidos del
mundo
rior al
de Grecia, y ms tarde tambin al de Roma. que subsisti por mucho tiempo, el concepto de Wnckelmann, pesar del exclusivo inters que despertaba, era muy poco lo que se conoca
Este era
an del arte
el
clsico.
La
recogido en
el
suelo de Italia y
las colecciones
el
Vati-
cano;
la
del municipio
los
formadas con
res
de
la Italia
de Roma en el palacio del Capitolio; bronces y mrmoles descubiertos en Pompeya y en otros lugameridional; las de Florencia y Parma, reunidas por los prncipes
las
de aples,
Roma comisionados permanentes para estas adquisiciones de mrmoles antiguos; las de la casa real de Francia, con escultu tener en
ras
procedentes tambin de
Italia,
coleccin
Ita-
as
como
las
de
la
mayora de
que haban
compras hechas en
la
Roma
de
aristocracia italiana.
Como
mayor
ticos
originales
griegos;
la
parte slo eran copias romanas, y estas copias as diseminadas, y aun escasas, fueron el material de que dispuso
Wnckelmann
formar
la serie
de
mr-
moles descubiertos en
literaria suficiente;
Italia
con
las esculturas
famosas de
la
antigedad de que
hablaban los escritores clsicos. Wnckelmann tena para esto una preparacin
de origen humilde, viva entregado sus estudios y senta la el mundo antiguo. Auxiliado por sus soberanos, desde Alemania pas Wnckelmann Roma, donde la decidida proteccin del
ms
cardenal Albani lo
pontificias.
elev
al
alto
cargo de conservador de
las
antigedades
En
xvm,
precisa
de
los
de
las
Un
el
Este trabajo de clasificacin fu continuado en Roma despus de su muerte. grupo de inteligentes de varias nacionalidades, entre los que se distinguan duque de Luynes y Gerhard, fundaron, en 1823, el Instituto internacional de
el
por
cada exclusivamente
estudio de los
monumentos
antiguos.
Con
el
tiempo se
hizo preponderante el elemento alemn, y las subvenciones del gobierno de Prusia y la retirada de los franceses, que no quisieron colaborar ms con el
nico.
grupo alemn, acabaron por dar origen al actual Instituto arqueolgico germEn cambio, se fund la Escuela francesa de Roma, otras naciones establecieron tambin en Roma sus escuelas, y cuando Grecia hubo consolidado su
independencia, anlogos institutos arqueolgicos se fundaron en Atenas.
Hasta hace
muy
la
Europa. Durante
poco, Grecia era uno de los pases ms desconocidos de Edad media, Atenas es una pequea ciudad bizantina en
l8 3
que no siempre hacen escala las embajadas que van Constantinopla. Un primer viajero curioso, Ciraco de Ancona, da algunas noticias de su estado en el sicrlo xv. Un rey de Aragn, al ocupar los almogvares la Acrpolis, tiene
conciencia de
nales.
la
el
Hasta
xvm
no empiezan
de Grecia y dibujar en rpidos croquis su situacin en aquella poca. Ninguno de los grandes intelectuales del Renacimiento puso los pies en el suelo heleno. De sus monumentos tenanse vagas noticias, ms que nada, por los
escritores antiguos griegos
y romanos.
A
ya en
los
las antigedades de la Grecia clsica. Primero pudieron ser admirados mrmoles del templo de Egina, que trasladados Zante por un anticuario, fueron adquiridos por el rey de Baviera y pasaron, restaurados, la coleccin de Munich. Poco despus, Lord Elgin, embajador ingls en Constantinopla,
provisto de un permiso
ambiguo del gobierno turco, entraba en la Acrpolis los mrmoles del Partenn, una de las caritides del
Erecteo y gran nmero de inscripciones. Estas preciosidades del arte griego produjeron en el mundo occidental, al ser conocidas, profundo estupor. Canova,
los
no poder nacer otra vez para comenzar de nuevo su carrera. Iba empezar una era de exploracin metdica del suelo griego. La primera comisin oficial fu la de Blouet, quien aprovechando la ocupacin de la
Morea, todava en plena dominacin turca, dibuj los templos del Peloponeso.
Sin avanzar tanto, antes que Blouet, dos arquitectos ingleses, Stuart y Rewet, pudieron medir y dibujar las ruinas de varios edificios famosos. Pero las grandes excavaciones no empezaron hasta que los alemanes emprendieron en 1875 el
fatigoso trabajo de desenterrar los templos del santuario nacional de Olimpia.
esta excavacin sigui la de los franceses en Delfos, y actualmente en Dlos, mientras que los alemanes, concluida ya su obra en Olimpia, excavaban en
mismos en
el
subsuelo
de
la
Todas
la luz
derable de estatuas y monumentos griegos originales, que no podan sospecharse siquiera en los tiempos de Wnckelmann. La serie de las diversas escuelas se
aclara cada vez con
ms seguridad;
el
tipo
de
de
el
de
las figuras
secundarias de artistas, en
gran cuadro del desarrollo del arte griego, se empieza ver claramente.
el arte griego empezaba siempre de un modo misteuna edad de piedra de la Grecia, ni otros monumentos prehistricos que las murallas de grandes piedras que se daba el nombre de construcciones ciclpeas pelsgicas, por la creencia en que estaban los antiguos de que eran obra de los primeros pobladores de su pas, quienes daban el nombre genrico de pelasgos. Sorprende, sin embargo, reconocer la exactitud de ciertas vagas nociones que los antiguos griegos tenan de sus orgenes, las que recordaban slo disfrazadas por la fbula, como las del Minotauro y el Laberinto, Minos, Ddalo y otras, dentro de los llamados poemas homricos. Fuera
rioso.
No
se conoca
184
los
modo
positivo nada de sus orgenes. Herodoto, por ejemplo, no saba nada de este perodo que nosotros llamamos prehelnico, porque es anterior al desarrollo regular de la
civilizacin griega,
za hasta
el
siglo ix
La Grecia
cia el
sufri
enormemente en Puede decirse que en el siglo noveno tuvo que volver empezar desde el principio, y partir de esta fecha comenzbamos nosotros hasta hace poco contar el arte griego, ignorando que anteriormente haba tenido otra civilizacin, que se ha ido reconociendo en estos ltimos aos. A esta Grecia ms antigua, y su cultura y arte propios, les damos el nombre
la
hizo retroceder
Fig. 254.
su cultura
artstica.
de prehelnicos, anteriores
lo
clsicamente griego.
Empecemos por
la
prehistoria.
Una
har cosa de 45 aos, la ms antigua poblacin helnica, en la isla de Thera, en el mar Egeo, de Santorn, como se llama actualmente. Thera es una isla volcnica;
una erupcin
terrible,
nario antes de J.C, destruy sus viviendas, con todo el ajuar prehistrico de
una edad de piedra. La lava haba enterrado casas y paredes, y de esta catstrofe no se acordaban ya los antiguos helenos de la poca clsica; la historia de Thera empezaba para ellos en una segunda colonizacin, llevada cabo por
los espartanos.
Hoy,
de Thera,
la
son
el
punto de partida de
cronolgica de
hombres prehistricos de Thera estn divididas en varios compartimieny algunas de ellas, para sostener su cubierta, tenan una columna central, que deba ser de madera. La segunda etapa, ya casi histrica, de la civilizacin griega, est formada por las capas inferiores de la antigua Troya. Su excavacin, con las de Micenas
de
los
tos,
por
la
el
Con
el
pen-
nombres de los hroes y de las ciudades de las epopeyas de Homero, Schliemann, que no era rico en un principio, se dedic al comercio y reuni un caudal considerable, hasta que por fin pudo trasladarse al suelo sagrado de Grecia, donde desenterr Micenas, la patria de Agamenn, y Troya, la ciudad de Pramo, capital de los griegos del Asia. Schliemann tuvo el acierto de acompaarse de un colaborador perfectamente escogido, el joven arquitecto II. Dorpfeld, que deba ser despus director del Instituto arqueolgico
samiento
en
los
i8<
nuado
exploracin
Grecia
de una
ya
primitiva,
Troya era una pequea ciudad amurallada, con las puertas y torres de piedras
sin labrar,
coronadas
ladri-
hecha de
crudos, trabados
La verdadera
Ilion
de
nes de los poemas de Homero. El palacio tiene tambin forma primitiva; es una sencilla construccin de tres cuerpos, mayor el del centro, con el hogar para las reuniones, y precedidos todos ellos de una antesala elemental (g. 254, A, B). Las ruinas de la Troya homrica estn marcadas en el plano con gruesos muros negros. Por debajo de esta ciudad amurallada, que es indudablemente la Troya homrica, Schliemann encontr otra capa ms profunda, con restos de habitaciones humanas.
con ajuar de tiles de piedra y de cermica, casi contempornea de Thera. Esta ciudad, que debi estar abandonada mucho tiempo (porque encima creci la hierba, que se reco-
Una
existia, pues,
nuevamente habitada al edifihroes homricos. Se nivel previamente el suelo, terraplenando la superficie con muchos metros de tierra por su lado posterior se construyeron las murallas y torres la segunda Troya era ya una ciudad que tena cierta forma de civilizacin superior. Sobre la montaa de ruinas, Alejandro restableci ms tarde una ciudad helenstica, y los
noce por una espesa capa de
la
tierra vegetal), fu
que incendiaron
los
romanos, en recuerdo de su padre comn, el troyano Eneas, intentaron llevar cabo en aquel sitio venerable una nueva colonizacin. La historia complejsima de Grecia, desde los tiempos prehistricos hasta la poca de la anexin romana.
puede decirse que se lee en el corte vertical del terrapln de Troya, que Schliemann hizo abrir con una trinchera de parte parte. Una primera poblacin neoltica viva, pues, en Grecia hacia el segundo milenario antes de J.C., en casas HIST. DEL ARTE. T. I.- 24.
186
Fig. 256.
Plaza
circular,
llamada
el agora,
con
la
excavacin de
la
sencillas,
dera.
Los
pero techadas ya veces con ayuda de una columna central de marecintos murados, como el de Troya, eran numerossimos tambin y
los tiles
Todo
de piedra llegan en seguida en Grecia una perfeccin extraordinaria. haca prever, por los objetos hallados en la pequea ciudad murada,
que corresponda a la Troya homrica el desarrollo precoz de una civilizacin y de un arte superior. Adems de las hachas de piedra y tiles de bronce, Schlie-
cantidad de joyas.
Lo mismo
sucedi en Micenas,
la capital
de Troya, segn nos lo presenta Homero en la Iliada. El emplazamiento de Micenas era bien conocido; los antiguos griegos describen sus murallas, y su recinto abandonado, tal como
caudillo de los aliados durante la guerra se hallaban todava en 1880, antes de las excavaciones de Schliemann. Pausanias
ella y de la fortaleza de Tilinto: Todava se reconoce una parte de su cinturn de murallas, y la puerta principal, que corona un relieve con dos leones;
habla de
todo
de
Tilinto.
seia
que construyeron tambin los muros de Micenas se encuentran an la fuente Pery las cmaras subterrneas donde Atreo y sus hijos escondieron sus tesoros. Al cabo de dos mil aos, lo nico que se vea an en el emplazamiento
es,
los cclopes,
En medio de
las ruinas
de Micenas, poda
nias: el
ser
resumido en
las
llamado tesoro de Atreo y la puerta de la ciudad (fig. 252). Esto es cuanto se conoca de Micenas y de su arte antes de los descubriarte,
de treinta aos
la
atrs,
no podan
manejar
los cclopes,
187
columna central, y las cmaras subterrneas. Micenas estaba en un llano; su recinto debi defender una ciu-
dad de
la
los restos
muralla.
emprendi
en
varias
y fu tan afortulos
la
Fig. 257.
Piezas decorativas de
los
la
indumentaria
nado que,
das
pocos
exca-
de
de abrir
vacin, descubri una serie de tumbas con varios cadveres, que l crey reconocer como los de Agamenn, Clitemnestra, Egisto y los dems individuos de
joyas; en
de los tridas. Estos cadveres haban sido enterrados con todas sus ninguna parte el oro se ha encontrado con ms abundancia que en estas sepulturas de Micenas; los antiguos poemas homricos la llamaban ya rica en
la familia
de sus
hijos.
las sepulturas
Las caras de
los
cadveres
reales,
encontrados en
de
la
acr-
cubran
el
oro
(fig.
257).
decir
muy
bien que
Lo
encontra-
do en Micenas por Schliemann fu suficiente para llenar una sala de un pequeo museo construido en la propia acrpolis de Atenas, en
lo
ms sagrado
Museo Nacional.
Las sepulturas reales estaban en un lugar singularsimo, dentro
el recinto de Micenas que Schlie-
mann llam
blica,
agora, plaza p-
consejo para
256).
Excavan-
Fig. 258.
Fig. 259.
Micenas.
do
la tierra
rario, sino
de esta rea circular, encontr no slo las tumbas, con su ajuar funetambin unas estelas con relieves que primitivamente deban estar cla-
vadas en el suelo (fig. 2 5 8). Schliemann reconoci dentro de Micenas los restos de un palacio real con una sala rectangular dividida por columnas, lugar principal de todos los palacios de esta poca y que se ha convenido en llamar megarn. Sin embargo, esta excavacin del interior de la ciudad fu ms que sumaria.
un entusiasta afortunado,
tena prisa
los hallazgos
ms
como
es natural,
completamente
se
Estas
construcciones
hallaban ya
ba
la
existencia de
un
ciudad, de
la
como
para
dentemente sepulturas del tipo de cmara, los dlmenes; las precede un correel
dor, y constan
culto y
el
de una gran sala circular una pequea cmara adyacadver. Estas construccio-
cente para
una sepultura
Fig.
idntica
al
tesoro de Atreo
descubri
xiliaba
la
su
marido en
las
excavaciones
I Amina
XI
Columnas de
la
Tomo
i8g
259).
Otras
sepulturas pare-
la
pertenece
desde
los principios
historia
del arte, y
que dio
lugar
la teora
de que
los griegos
y sobre todo
la
el
Oriente, cono-
cieron
La
preferencia de
la
tcnica, las propias y peculiares aficiones de sus grandes constructores. Esta aplicacin del mtodo de hacer avanzar las piedras en hiladas hori-
que
el
queda
se ha llenado
con un relieve
(fig.
con un hueco
que acaso se dejaron con esta abertura como ventana para iluminar la cmara interior (figs. 259, 260 y 261). Los ltimos descubrimientos del arte prehelnico hicieron fijar de nuevo la atencin en ciertos fragmentos arquitectnicos que decoraban la puerta del tesoro de Atreo y que haban sido llevados Inglaterra. Estos fragmentos de columnas y frisos fueron regalados por su posesor, Lord Sligo, al Museo Britnico y han permitido intentar una restauracin de la entrada de la tumba. (Lmina XV.) La fig. 260 es un ensayo de restauracin, proyectado por M. Chipiez,
triangular encima, las puertas de
los tesoros,
la gran cmara. Vemos en las columnas adornos en espirales que recuerdan el arte geomtrico prehistrico del Noroeste de Europa y del que hemos hablado en el captulo II. Actualmente, estas sepulturas circulares del tipo de cmara van encontrn-
de
la
ciertos
dose por todo el suelo de Grecia, de sus islas, y en las ciudades griegas del Asia; puede decirse eme no hay excavacin en uno de estos parajes histricos
190
de la tierra griega que, profundizada suficientemente, no d lugar al hallazgo de estas sepulturas, arruinadas, pero
reconocibles por sus muros, dispuestos en planta circular,
las
rudimentarias.
En una de
ellas,
descubierta en
ms menos Orcome-
de haberse clavado
la
el
261).
La puerta
que se ve en el centro del dibujo es la que comunica la gran cmara circular, destinada al culto, con la pequea estancia lateral en que deba depositarse el cadver. En Creta estas sepulturas del tipo de cmara tienen veces planta cuadrada, pero siempre es caracterstica la bveda, formada por hiladas horizontales de piedra que van avanzando para ganar el espacio y formar la cubierta (fig. 252).
El rito funerario, en
el
transcurso de
visto las
la
lo
menos
tres
veces.
Ya hemos
sepulturas excavadas en
suelo del
Agora, con sus estelas conmemorativas, y despus este segundo sistema de las tumbas en forma de cmara abovedada con un corredor que las precede. Pero
,
se encontr
donde existi una poblacin inferior, que viva separada, como en los arrabales de una ciudad. Eran unas cajas de cermica, en forma de pequeos sarcfagos, llamadas larnax, que se hallan tambin en todas las excavaciones de la Grecia prehelnica. Estn decoradas con pinturas de hachas, grifos y espirales, y
otros motivos de ornamentacin geomtrica
(fig.
276).
las
La
decoracin de estos
reales, los
sarcfagos recuerda,
como
la
de
las estelas
de
tumbas
adornos
europeo
del
in-
Fig. 263.
de Atreo.
IQ1
la
Pero
al
cermica, en las joyas, en las piedras grabadas, por todos lados se vea aparecer un nuevo arte originalsimo. manifestacin de una nueva esfera de la sensibilidad
humana, que antes de los descubrimientos de Micenas no poda siquiera sospecharse. Los artistas prehelnicos tienen una especial facultad de apreciacin de las formas en estado de movimiento; un naturalismo intenso caracteriza la mayor parte de sus obras, y una especial simpata por ciertos animales inferiores, pe es,
moluscos, mariposas.
figura
En
cambio,
el
el arte
la
tema glorioso predilecto en el que descuellan artistas griegos. La publicacin del libro de Micenas por Schliemann produjo los un efecto de estupor; aqulla no era la Grecia que nos tena acostumbrados
Fig. 264.
Planta de
la
el
sofisticacin, lo
ms de
casi
poca bizantina; su
estilo era,
de
dose
Adems de Micenas, Schliemann con sus poderosos recursos excav tambin Tirinto, el castillo prehelnico de que Pausanias hablaba ya como de una ruina, y las ciudades nombradas en las epopeyas homricas, Argos y Nauplia. Despus de l, Drpfeld
los hallazgos y
tributo
evidencia.
misma
acrpolis de Atenas
fortaleza prehelnica.
el castillo
(fig.
lo
264).
Se
de
las murallas,
recinto,
que
est
de piedras poligonales sin desbastar; franqueada la entrada del en la parte superior, hay que seguir por el pasadizo abovedado
al final se encuentra la entrada modo de propileos, cada lado. Despus de un primer pato, en el extremo Norte de
,
con un prtico
92
Fig. 265.
la acrpolis, al
patio principal,
hay que torcer en ngulo recto y atravesar otros propileos para llegar donde estn el altar domstico y la entrada del megarn sala
grande, est en
de recepciones; sta tiene un prtico anterior, ya dentro de ella, y el hogar, muy el centro; el techo lo sostienen cuatro columnas, de las que se
vean las basas en
el
suelo.
fachada en otro patio y deba estar destinado las mujeres. Queda sin conocer el servicio que pudieron prestar las dependencias posteriores; las cmaras abiertas
en
el
grueso de
la
(fig.
252),
en
la
all
deban hallarse
las
servidumbre.
de Tirinto era la nica residencia real cuya planta podido excavar antes de los descubrimientos de Creta. El castillo de Tirinto fu abandonado definitivamente desde muy antiguo, y no recibi pobladores nuevos ni fueron habitadas sus ruinas, como las de la acrpolis de
fortaleza prehelnica
La
se haba
morada de uno de
los
el enorme inters que despertaba este palacio, que fu ms poderosos seores de la Grecia primitiva. Pero as y
Los
el
mundo
seores de
En
los
y Menelao, los
coalicin de las ciudades griegas. de Micenas y Esparta, Agamenn que extienden su autoridad sobre los dems prncipes de la islas. Los cretenses, como los otros aliados, combaten las
que dirigen
los reyes
la
guerra de Troya.
193
prehelnico, conservaron
HEESF
lunik
recuerdo de
Creta en
la
la
hegemona de
antiguo rey
mitologa y en
las fbulas.
Un
de Creta, Minos, haba sido el primer dominador de los mares. En Creta tena Minos su palacio, el famoso
laberinto,
y desde
all
haba
Hasta para
el
arte era
de Creta el escultor
vida sus
Estas
embargo,
la
verdad.
La
iniciativa
de
las
ex-
Fig. 2CG.
cavaciones
metdicas en
Una
comisin
por Federico
Halbher, aprovechndose de
la
la
las potencias,
empez
Festos, que
domina
la
llanura
de
Mesara (fig. 265). Poco despus, Arturo Evans, el profesor de arqueologa de Oxford, ayudado de los miembros de la escuela inglesa de Atenas, comenz excavar el
palacio de Knosos,
la
Ultimo Minoano
PAVIMENTO DEL PATIO
Medio Minoano
Primer Minoano
ser el laberinto
266).
capas en
la
segundo y tercero estilo minoano, y que se distinguen sobre todo en la cermica (fig. 267). Al abrir en
las
excavaciones
la
cio,
roca viva, se ve que aquel lugar estuvo habitado 25. KIST. DRL ARTE.- T.
I.
hasta llegar
Seccin de
las
capas arqueolgicas
i Q4
tiva,
de cerca de seis metros y medio de encima de ella, en una poca que, por los sincronismos con las dinastas egipcias, se puede fijar en
altura;
el
ao 1800 antes de
J.C., se
consal-
gunos de
lizacin
los caracteres
de
la civi-
minoana. El
estilo
estilo
el
ha llamado
de,
primero minoano.
y en
la
estilo
Fig. 268.
del anterior, que Evans llama minoano intermedio. Es el estilo propio de los palacios cretenses, el gran momento de la civilizacin de las islas, con predominio de represen-
pilar, etc.
los objetos
el de la mayora de de Mi cenas. Seguramente en esta poca, Creta haba perdido ya su hegemona y reciba de la Grecia propia los objetos artsticos sus modelos. La divisin de Evans ha sido aceptada casi unnimemente, y as las capas
arqueolgicas del palacio de Minos han servido para clasificar los objetos de este largo perodo prehelnico, que se inicia 1800 aos antes de J.C. y no concluye hasta
el siglo
era. As,
pues, durante
el
largo trans-
curso de un milenario este primer arte griego se desarrolla y evoluciona. Por lo que toca Knosos, nos fijaremos en la planta y en el arte del segundo
palacio, del
estilo del
el
que principalmente se ha
de piedras escua-
puesto
al
descubierto;
Era un gran
la isla se
edificio construido
como
si
los
seores de
el
por su prestigio en
una divinidad
el
ha-
fig- 2C9
- Pequeas hachas
tro
195
mrmol, que pudo haber dado origen a la leyenda del trono de Minos. La planta del palacio que publicamos
fig. 266, forma para nosotros todahoy un verdadero laberinto; es difcil orientarse en la relacin y uso de las de-
en
la
va
de longitud. Se aprecia
muy
bien una
la
abre sobre
al
el
ms
retirada del
edificio.
Damos un
detalle
el
de estas depen-
llamado mcgarn
tomndolo de Evans, para que Fig. 270. Fresco del palacio de Knosos se observe la complicacin de pasillos y con representaciones del pilar y el hacha. corredores del palacio (fig. 268). Se ad(Evans). vierte desde luego el gran papel que desempean las columnas en estos edificios prehelnicos; parece como si en Knosos hubiera habido empeo especial en aumentar el nmero de los soportes verticales por algn motivo litrgico. El culto de la columna parece innegable en la
de
la reina,
Grecia prehelnica,
las
divinidad femenina. As lo
la
vemos en
columna del
relieve
de
los leones
Las hachas estaban dibujadas hasta en los sillares, en piedras que haban de cubrirse despus con estuco y pintura; pequeos amuletos en oro, de la forma del hacha, se han encontrado frecuentemente en Knosos (fig. 269). La relacin del pilar con el hacha puede verse en un fresco de Knosos que
reproduce un santuario prehelnico.
lado
Hay en
un
friso
en
el
de este
friso
por
la
presencia de otras
formas, entre pilar y pilar, de los llamados cuernos de la consagracin, cuyo significado desco-
extraordinaria
nocemos todava, pero que hallamos con similitud en la religin de muchos otros pueblos primitivos. Sobre el altar del templo de
Jerusaln veanse tambin tan singulares objetos, que eran sacratsimos para los hebreos; Joab, el general de David perseguido por Salomn, como
el
templo *
rig. 271.
,,
c Santuario en
nunia-
altar.
Esta misma
95
forma la encontramos
en
las
estaciones pre-
histricas
europeas
el
hasta en Espaa.
El pilar y
eran, pues,
hacha
venerados
en Knosos imprimen
todo
el
palacio
un
ca-
En uno de los patios, Evans encontr un pequeo grupo de tres pilares de cermica, que indudablemente repreFig.
272. Megarn del palacio de Festos, en Creta, con las piedras de apoyo de las columnas.
271). Resulta curioso
sentaban en miniatura
un santuario prehelnique las tres columnas sostengan encima de sus mismas piezas de tronco cilindricas que se ven encima de la columna del relieve de la puerta de los leones de Micenas (fig. 255). Sobre cada uno de estos pilares haba una paloma, lo que relaciona el culto
(fig.
co
capiteles las
del pilar y
el
hacha con
el
La paloma, como
es sabido,
fu el animal sagrado de
Venus y de
la
Astart fenicia.
la
columna
en
el arte
ms que
el
las
ya citadas
columnas de piedra del tesoro de Atreo en Micenas. El soporte prehelnico era generalmente de madera. En
suelo de los
de madera de
ci-
do.
En muchas
pe-
queas esculturas de
marfil y relieves se ve siempre esta columna, ms estrecha
de abajo que de
arri-
como
de
F 'g2 73
la
de
la
puerta
Restauracin
P lte ^ eS una
lisa,
curva,
197
bien determinado,
el
mismo
del tesoro
de Atreo, con medallones separados por un recuadro. La fig. 273 representa la restauracin
helnico; se ve
tico
la
de columnas cnicas, en
las puertas;
el
que
l
abren
lumnas sostienen
techo y en
se
Fig. 274.
Casitas en porcelana de
la
Grecia
abre un pequeo lucernario cuadrado prehelnica. Knosos. mas alto. Las habitaciones de los palacios de Creta no tienen aberturas en
das laterales; por esto son indispensables
las facha-
menudo
264) el
estos lucernarios.
En
el
el
centro
el
humo. En
las
la
enfrente del
altar,
en
el patio,
para poder
de
habitaciones.
el
Es
megarn
la
donde
se efectuaban todos
los servicios
polticos y religiosos.
Los
Los
vecinos,
real
de no-
concluida
excavacin de Festos,
han empezado la de otro palacio en Haghia-Triada. Todas estas residencias reales de la isla de Creta
ofrecen la
planta alrededor de
dioso.
265).
sinn-
Hasta
culares
tenan
varios
j,^
^ Plano
su lucernario central,
como puede
193
Fig- 276.
274).
Gournia..
centro de
la isla,
menor pendiente,
ocupan solares rectangulares. En un ngulo de la poblacin haba un palacio real, tambin con un gran patio (fig. 275). Los palacios reales estn perfectamente dotados de conductos de desage y se ha provisto con esplendidez los servicios de higiene, baos, letrinas y cloacas.
En
En
cuanto
la
monumentos conocidos de
esta
poca, las murallas de Tirinto los muros de Micenas, eran de piedra, de una
apariencia de labra apenas indicada, con grandes bloques, lo que hizo llamar
Los muros de Troya eran, en cambio, de ladrillo, con madera introducidas en la masa para aumentar la trabazn. La fachada del tesoro de Atreo, en Micenas, debi tener los frisos combinados con piedras de distintos colores, formando una policroma natural. En las residencias reales de Creta los muros estn construidos con piedras escuadradas, pero adems han sido pintados al fresco y quedan muchos restos de esta decoracin. Schliemann haba descubierto ya en Tirinto fragmentos de pinturas con luchas de toros, pero el palacio real de Knosos es el que se encuentra ms ricamente decorado. En el llamado corredor de las procesiones, hay una serie de figuras que llevan vasos y objetos litrgicos; el tipo femenino se ve reproducido con frecuencia, como si las mujeres fueran los ministros de
ciclpeas sus murallas.
vigas de
esta religin prehelnica.
En Haghia-Triada acaba de
pinturas, en las
culto del pilar
descubrir la comisin italiana un sarcfago con que se ven reproducidas tambin curiosas escenas de este mismo y el hacha practicado por mujeres (fig. 276).
199
A
te
un
lado, se trata
evidentemen-
de una escena funeraria: tres figuras avanzan hacia la derecha, llevando una barca y dos cabritos al fantasma del
difunto,
la
tumba. Las tres figuras de la izquierda forman otra escena: una joven sacerdotisa, rubia, vierte la sangre
sacrificios
de
los
sobre
el
ara, entre
dos co-
lumnas que rematan con la doble hacha; detrs otra figura acude con otros
dos vasos, y
la
tercera
toca
el
arpa.
van vestidas con el caracterstico cuerpo ceido estrechamente, que hace parecer tan modernas estas figuLas
tres
ras prehelnicas.
En
del sarcfago
mujeres; en otra, una divinidad femenina conducida en un carro tirado por grifos.
figurillas
de por-
cuerpo ajustado
en
la cintura,
los brazos
y pechos desnudos y
la
las faldas
de colores
(fig.
277).
Tienen en
mano una
serpiente;
una de
ellas,
que no
En una habitacin secreta de este palacio se hallaron, con otros exvotos, pequeos amuletos, y una extraa cruz de alabastro en la pared. Deban ser obra de los artfices en cermica al servicio del monarca. Su aparicin en el mundo cientfico hace seis siete aos caus el mayor estupor. Hay que imaginarse
la
de estas
figurillas,
y de irisados colores verdes y azules. Los finos brazos, tan elegantemente femeninos como el cuerpo y las faldas ceidas, revelan en los
casi transparente
artistas
prehelnicos un gusto
especial
las
producciones anlogas
nuestra poca.
Nada ha pro-
ducido
el
monarca
rmica,
dentro
de su
como
las
que en pocas
tenido
las
ms
y
recientes han
el
casas reales en
Retiro, Svres
la oficina
Fig. 278.
CapodimontS. Era
200
en que tambin se hacan bellas obras de porcelana, azul y blanca, imitacin de la egipcia.
Pero como
estilo, el arte
un cario por
las
encuentra nunca en
el
Entre los
escombros de
da
la
un cangrejo de porcelana tan bien reproel primer instante lo tom por fsil. El cuadrito de porcelana que reproducimos en la fig. 278, dar idea de su sorprendente
ducido que en
facilidad para reproducir la vida
de
los
animales
mente vaso de
Fig. 279.
los artistas
la fig.
de
las islas.
El magnfico
Vaso de porcelana
relieves.
con
Knosos.
y blanca, es la obra maestra de los talleres de Knosos. Parece evidentemente ser la ltima
es la finura y gracia
produccin de un gran decorador moderno, tal con que estn dispuestas en relieve las hojas de las plantas
las
En
de
cambio,
la
cosas
ms
caractersticas
la civilizacin
una gama simple de dos colores: el ocre amarillento, y el color del dibujo, que es tambin
estos dos solos tonos
,
ms obscuro. Con
los pintores
de vasos de Creta
y de Micenas decoran admirablemente los productos cermicos, que cubre veces una capa de esmalte vidriado.
se
corales,
moluscos y otros ejemplares de la fauna marina. Otras veces se hallan simplemente decorados con motivos vegetales, como el vaso bellsimo de lirios, reproducido en
la fig.
280.
Una
el
vasos prehelnicos, en
famoso de
Las
nuo, en
se
figuras
el
forman un
la
bastante inge-
que, pesar de
manifiesta
un
cierto
deseo de caracterizar
coraza y casco, en
una mano un escudo y en la otra una lanza con una banderola. Es curioso observar que usan
todos barba puntiaguda. Esta nica representacin de
la figura
humana en
nicos, data ya de
dencia en
el estilo.
La gran poca de
Fig.
cermica prehelnica
llenos
segundo minoano,
Tomo
Lmina XI
'/.
C
Orfebrera prehelnica.
A.
C. \'asos
B.
Hiadema de Micenas.
como
algas, los
moluscos y corales,
el
los
pequeos
membra-
de
los vasos. El
que reproducimos en
los pintores se
la
282 ensea
las
cmo
aproveFig. 281.
charon de
con vegetaciones del fondo de las aguas. Este estilo produce verdaderas maravillas. Hay jarros grandes, de curvas elegantes, cubiertos de exuberantes algas, que ondulan paralelas y entre las que
pasan nadando
los
juguetones nautilos.
caractersticas
tres tipos:
;
Las formas de los vasos son tambin nicos muestran gran preferencia por dos
lneas simples,
como las de las figs. 279 y 280, bien jarros con asa y cuello que despus en la cermica griega se llamaron oenochoes. Hemos hablado primero de la cermica y de la pintura decorativa, porque sta se empleaba ya como auxiliar de la arquitectura en la decoracin de los palacios. No ha quedado del arte prehelnico ningn monumento escultrico de grandes dimensiones, excepcin del relieve de la puerta de los leones, en Micenas. El mismo culto sin imgenes del pilar y del hacha no se prestaba estimular la produccin de grandes obras escultricas. Pero as y todo, algunos pequeos relieves, como el grupo encontrado en Knosos de una cabra con sus cabritos, nos prueban la maravillosa facilidad que tenan para la imitacin de la naturaleza estos artistas prehelnicos (fig. 283). El vaso de esteatita de HaghiaTriada, con relieves representando el regreso de los segadores, es una muestra de la misma habilidad artstica. Los segadores, soldados, caminan cantando, mientras uno bate un tambor; el tono obscuro de la esteatita produce adems una sugestin de crepsculo, del atardecer en los campos (fig. 284). Las figuras estn agrulargo delgado,
padas de un
modo
admirable;
la diversi-
as
como
ni del
la
se encuentra
nunca en
el
arte del
Egipto
Oriente.
. rig. 282.
Vaso prehelnico,
, 7
,
jr
(Museo de Canda).
DEL ARTE.
T.
I.
26.
202
de
la
Grecia prehelnica
Las formas solas de sus pequeas tazas, brazaletes y diademas, demuestran ya un gusto exquisito
tura.
(fig.
286).
Dos vasos de
tras
Fig. 283. Relieve de Knosos.
oro, encontrados
ambos
estn
las redes, mientras otros escapan derribando un hombre, que est representado con los mismos detalles de cintura estrecha, largos brazos y msculos pronunciados de todas las imgenes humanas prehelnicas. Pero, qu habilidad, qu arte en dar idea del paisaje, con pocos rboles, y aun stos
cogidos algunos en
XVI,
C.)
Esta obra de metalurgia y orfebrera no debera sorprendernos despus de conocer las joyas de oro que Schliemann encontr en la necrpolis de Micenas
257 y Lm. XVI, bin grabadas escenas
(fig.
Ay
all
muy animadas de
cacera.
Como
en metales preciosos
285), y as
vemos representados los Ketas, pueblos del mar, en los reliecomo presentes tributos vasos y cabezas de toro. Hoy
las costas
se cree que estos Ketas debieron ser los habitantes de las poblaciones sujetas
al
do poi
las
prehelnico en Espaa
podemos ver
temas
en
las
la
vegetales,
cermicas minoanas.
por todo
el
Mediteel
imperio
cretense,
la
Fenicia y en
fu principalmente
como
.,
colonia en
las relaciones
eran
muy
grandes, as
203
como tambin
influencias
lo
fueron las
mutuas de las
durante segun-
dos
civilizaciones
las
pocas de los
un pequeo utensilio egipcio con el nombre del faran Amenhofis III, hallado entre
lgicamente, ha bastado
el
poca de
las
tumbas
reales.
En Knosos
han
ser-
cermica micnica se
Fragmentos de han
frecuentemente
la
encontrado
favorita
en Egipto; en
residencia
de Amenhofis IV,
el
en Tell-el-Amarna,
gusto
pa-
Fig. 285.
de
los
pueblos de la
mar
rece haberse hecho sentir sobre los artistas faranicos. Esta relacin de
Grecia
prehelnica con
el
Egipto
el
tiene,
puede explicarnos
dos por
lianos
Las relaciones con los pueblos orientales son tambin evidentes. Los itahan descubierto en Haghia-Triada una pequea esfinge de esteatita con cabeza humana, como los toros antropocfalos caldeos. Las grandes cabezas de vaca de oro eran tambin conocidas en Oriente. Una de estas cabezas, encontrada en Micenas, lleva en
la frente la tpica
roseta oriental
(fig.
285).
Pero aunque
los
monumentos y
tuvieran gran valor artstico, siempre habran servido para ilustrarnos y comentar
los poticos relatos
de las epopeyas de Homero. Los poemas homricos fueron compilados por rapsodas jnicos que no conocan ya la Grecia prehelnica, pero como hubieron de aprovechar materiales poticos ms antiguos, los recuerdos de este arte prehelnico aparecen frecuentemente en sus relatos. El palacio de Ulises tiene dos pisos, como el de Knosos; comprendemos por los propileos
204 de Tirinto
lo qu era el prtico sonante de la casa de Menelao; los baos de Knosos y Tirinto nos explican una escena de la Odisea, y, sobre todo, el megarn, la sala de reuniones con el hogar y las columnas donde se apoyaba el viejo cantor Demodocos.
Resumen.
Adems
Grecia haba tenido anteriormente otra civilizacin original. A su arte le llamamos prehelnico, esto es, anterior lo griego. Empieza manifestarse esta cultura prehelnica en Creta, en los palacios reales de Knosos, Festos y Haghia-Triada. Desde Creta irradia al continente y forma un primer estilo prehelnico con representaciones marinas. Los palacios de Creta no tienen mu-
de
J.C.,
rallas ni
mentales.
defensas, siendo en ellos caractersticos los grandes patios y terrazas con escaleras monuEn estos patios se abre el /negarn sala de actos principales. Un palacio parecido es el
de Tirinto, en Grecia. Hacia el ao 1200 antes de J.C., la hegemona de los pueblos prehelnicos pasa de las islas la tierra firme y la capital de la confederacin es Micenas. Era sta una ciudad murada, con una puerta decorada con un relieve en que se ven dos leones afrontando una columna mstica. El rito funerario se transforma durante el largo desarrollo de la civilizacin prehelnica. En un principio, los cadveres eran enterrados en grandes construcciones de forma de cmara abovedada, con un corredor. Otros cadveres, con sus joyas y objetos ms preciosos, fueron sepultados en el suelo de la llamada agora de Micenas, con una estela con relieves clavada encima. Otro tipo de sepultura, finalmente, consista en cajas de cermica pintada, como pequeos sarcfagos. No hay templos durante este perodo; en el palacio real se tributaba culto una divinidad sin imgenes, simbolizada por el pilar el hacha. Esto hace que no tengamos tampoco esculturas de gran tamao, pero en sus relieves de porcelana y esteatita, y en las piezas de orfebrera, los
artistas
prehelnicos produjeron obras bellsimas. pintura se aplic la decoracin mural de los edificios: quedan restos importantes de frescos admirables en casi todos los palacios de Creta y en el de Tirinto. La cermica emplea para la decoracin de sus vasos, motivos de animales y plantas marinas, algas, pulpos y peces.
La
Dos obras de conjunto: Dussaud: Les civilisations prehellniques, 1910, y el Bibliografa. tomo VII de la Histoire de l'Art dans antiquit, de Perrot y Chipiez. Schliemann: Mykenae, 1878; Orchomenos, 1881; litios, 1882; Tiryns, 1886. DOrpfeld: Trola Evans: Rapport. Pappers of the und Illion, 1902. Das homerische Ithaka, 1905. Thera, 1902-1909. Sobre el culto del pilar y el hacha: Journal of Hellenic British school at Athens, 1901-1906. studies, tomo XXL Mackensky: Crean palaces, 1907. Halbher: Relatione degli scavi, 1909. Boyd: Gournia, 1905. Furwaengler y Loeschcke: Mykenische thongefaese.
'
'
Fie. 286.
Fig. 287.
CAPITULO
LA GRECIA ARCAICA.
XII
EL TEMPLO GRIEGO.
ORDENES
ORGENES DE LA ESCULTURA.
LA
primer milenario antes de J.C. En Creta y en las islas la catstrofe no fu tan completa; los palacios de Knosos y de Festos parece debieron ser abandonados poco poco, ms bien que destruidos. Pero en la Grecia propia, en las
ciudades que haban pasado ejercer
la
La
civilizacin
al
comenzar
el
las ruinas
Los antiguos griegos tenan vago recuerdo de las luchas y desastres que una invasin extranjera. La conocan con el nombre de la invasin doria, retorno de los Herclidas, que parece coincide con un movimiento general de pueblos en toda Europa. Los griegos supusieron que estos antiguos invasores eran los montaeses dorios de Tesalia, que haban bajado del Norte para desposeer los jonios de las ms ricas tierras del tica y del Peloponeso. Con los nombres de dorios y jonios hoy interpretamos, pues, el dualismo griego; los ionios seran los pobladores primitivos de la Grecia prehelnica, que expulsados por los montaeses del Norte, de sus acrpolis, fortificadas, tuvieron
que emigrar al Asia y las islas, llevndose una parte de la tradicin antigua. Algo de verdad debe esconder esta leyenda, porque, efectivamente, las poblaciones griegas del Asia y de las islas del archipilago tuvieron siempre una
20 6
que era
puras
las
de
las
subsiste obscuro an el verdadero origen de estos dorios inque ms tarde quisieron legitimar su ocupacin, suponindose descendientes de unos antiqusimos helenos, expulsados ya antes por los jonios, y que ms fuertes ahora, volvan para reclamar sus tierras y sus hogares los ocupantes intrusos, sensiblemente debilitados por una larga civilizacin. Los jefes militares dorios se ennoblecieron ms tarde adjudicndose genealogas fan-
En cambio,
vasores,
tsticas
etc.
As se explica,
el
pues, que este movimiento de pueblos venidos del Norte se conociera con
el
de
es
que
las clases
ms adelantadas de
la
Asia,
brbaros montaeses.
Atenas,
sula del
La ocupacin no fu exactamente completa en toda la como Micenas, quedaron arruinadas; en otras, como
la
defensiva; en cambio, en
la
pennla
Peloponeso
eficazmente: Esparta,
lo
gran
comn, en todas
de invasin y
el
con sus bandas de montaeses, fu fatal para la cultura y para el arte. Por esto Grecia tuvo que comenzar de nuevo, como si fuese un pueblo primitivo; los mismos griegos empezaban calcular su historia partir de la primera
Olimpada, esto
es,
del
ao 776 antes de
J.C.
Toda
su historia anterior,
la
as
como
la
de
las
guardaban
las
escondida
poticamente entre
de
la
se sintiera verdaderamente
ne-
cuando no se conoca el arte el problema de los orgenes de su arte era un misterio que reclamaba una explicacin, en Grecia no se notaba esta falta; veamos al arte griego clsico empezar, como todas las artes de los
to,
prefaranico
viii,
que
Escultura de
la
primitiva divinidad
siguieron
la
LA GRECIA ARCAICA
pueblos ms atrasados, apenas salidos de
piedra.
la
207
edad de
la
Por consiguiente,
el
civilizacin griega
de
cas.
los dorios
formacin de
Hoy, con
la
Micenas,
pues hemos debido considerar, en primer lugar, un arte prehelnico, que llega en su desarrollo un
alto
el
formndose lo que en la histollamamos las escuelas arcaicas, que viene ser como una Edad media griega; y, por fin, el renacimiento de la tcnica y la evolucin
del
completsima de
arte clsico,
las
formas, constituyendo
el
gran
la
ALTAR
da poca del
doria,
arte
griego,
despus de
la
invasin
Fig. 289.
vemos desaparecer
capital.
ciertos elementos
caractersticos
vo su
El primitivo templo
megarn prehelnico.
(Frickenhaus).
gran-
como
si
campo
una rpida compenetracin entre los invasores y el elemento popular, que viva al pie de las ciudadelas prehelnicas, como el que ya hemos visto habitaba extramuros de Micenas, en los barrios populares que tambin se han
descubierto bajo las ruinas del castillo de Tirinto.
Es de creer que las acrpolis micnicas abandonadas, continuaran aculas gentes, movidas por la piedad que inspiraba el antiguo culto localizado en cada una de ellas. Ya hemos dicho que tanto en los palacios de Creta como en los del continente exista un gran patio central, y en ste un altar, prximamente delante del mcgarn sala para las reuniones, que daba tambin este patio. Cuando los nobles proceres de Micenas, Esparta y Tirinto abandonaron sus residencias, las gentes de la ciudad baja utilizaron para las ceremonias del culto el negaron, que en un principio debi servir acaso para depsito de exvotos, pequeas figurillas de tierra cocida que se encontraron en Tirinto y Micenas, porque el culto prehelnico no tena imgenes de la divinidad, era anicnico, es decir, sin imgenes, con smbolos como el hacha, el pilar, etc. De todos modos, el principio femenino, que parece ser la divinidad simbolizada por el hacha, se manifest en forma humana con un primitivo culto de Hera, Juno, de la que pronto deban hacerse representaciones plsdiendo
de tierra cocida, los italianos encontraron hace de Creta una imagen primitiva de esta divinidad, sentada en un trono, encima de un basamento con leones 'fig. 288). Era tradicional
ticas.
Adems de
estas figurillas
tres
aos en
la isla
208
Fig.
Fig.
Ilisos.
Fig. 292.
Templo
de Assos.
ms antiguo templo de su
Argos; en Olimpia
el
de Juno, en
el
que
la
de
La mayor
ms venerados de Grecia estaban deque la primitiva diosa prehelnica que con el tiempo llegaron ser
fcil
Pero
chaelis ha
el
hecho notar que, dando por morada la divinidad la misma habitahumana, se facilitaba en cierto modo tambin la humanizacin plstica de sus representaciones. Porque en definitiva el megarn era una parte del palacio, el lugar principal de la vida colectiva. Las ltimas excavaciones de la planta del megarn de Tirinto han hecho evidente el origen de los ms antiguos templos griegos. El culto, pues, debi comenzar en el megarn, la
cin
sala principal del palacio, llena
las
de los recuerdos de los antiguos seores y de ceremonias de otro tiempo. Cuando ms tarde cay en ruinas la vieja cons-
el emplazamiento mismo del megarn se edific muchas veces un pequeo templo, como el que haba en Tirinto y cuya planta, superpuesta al megarn, puede verse en la fig. 289. Es curioso advertir que el lugar ms importante debi ser el del altar, respetuosamente conservado en
la poca prehelnica; por esto la base que formara lnea recta con la puerta y el altar. Desde all la diosa poda presidir los sacrificios que se le hacan en el altar del patio. Esto debi hacerse as porque el templo, que era ms reducido que el megarn, se apoyaba en un lado, aprovechando los cimientos de una pared y descentrndose la puerta. El templo de Tirinto, apoyado sobre las paredes del megarn, hubo de ser reconstruido totalmente en la propia acrpolis, y de este segundo templo se
el
sitio,
mismo
la
como en
de
estatua estaba
un
lado, para
EL TEMPLO GRIKl.o
aog
PRONAOS
*"
CELLA
m
OPISTODOMOS
Fig. 293.
Templo D,
Fig. 294.
Templo
Fig- 2 95-
Templo
de Seiinontc.
de Ramnunte.
de Juno. Olimpia.
conserva todava un capitel, que parece ser uno de los ms antiguos del llamado
estilo drico.
Por
fin
los
al viejo
santuario,
en
la
lo alto
de
al llano,
en
la
sucesora
de
Otro ejemplo patente de esta sucesin del culto en los santuarios griegos es el de la acrpolis de Atenas, que habiendo sido una fortaleza prehelnica
ig. 296.
IllST. DET.
ARTE. T.
I.
27.
210
en
los
tiempos legendarios
Partenn, cons-
truido y reedificado
siglo v antes
en
el
de
J.C.
El megarn prehelni-
que
290
La planta conserv su
bin
to
apareci un
mento posterior, una cmara que haba detrs de la celia y que se llamaba opistodomos. Adems, el megaig.
297.
Templo
in antis.
Tesoro de Delfos.
los atenienses.
ms que una fachada, que daba al patio; pero al quedar el templo aislado, era natural que se decorara con otra hilera de columnas detrs del edificio y hasta con un prtico galera cubierta que daba la vuelta las
no
tena,
pues,
cuatro fachadas
(figs.
292 295).
OPISTODOMOS
CELLA
PRONAOS
21
y acaso sea
de
practicadas en 1875
nunte y Selinonte (figs. 293 y 294), presentan ya todos los elementos caractersticos
del templo griego.
.
Algunas veces
el
tem-
Fig. 300.
como en
el
muros dla
celia,
que viniendo
verticales,
de
columnata decoraba slo las piedra, llamadas antas (fig. 297). Otras veces fachadas principales, y entonces haba cuatro columnas; cuando la columdos nata corra tambin sobre las fachadas laterales, haba en las dos fachadas
principales seis columnas y el templo se llamaba exsto (de cxa, seis, en grie-
cuando tena ocho columnas era octstilo, pero en la Grecia occidental hubo dos templos octstilos, el Partenn de Atenas y uno de los de Selinonte, en Sicilia. Los templos exstilos son los ms comunes; su planta es el
go);
slo
las
cuatro fachadas
298 y
299);
la
queos templos de
di-
vinidades secundarias
bien para los tpicos
tesoros
de Delfos y de
que
de
los
grandes
la
santuarios nacionales.
veces
forma
la
in antis,
que es
ms
Fig. 301.
Templo en
el
promontorio de Sunium.
212
Fig. 302.^
Interior de un
le rode de una hilera de columnas, quedando convertido en templo exstilo. Tambin demuestra la antigedad de un templo el dimetro de sus columnas, ms gruesas y menos separadas en los edificios ms antiguos, y que con
el
tiempo van distancindose y alargando. Basta comparar las dos figs. 300 y la diferencia entre un templo del siglo vi y otro del fin del de
J.C.
la
la
longitud
era
ms
fcil
de cubrir con vigas transversales. A veces la celia est dividida en dos naves por una sola fila central de columnas, y cuando ya es ms ancha, una hilera de
columnas cada lado divide el espacio interior del templo en tres naves, siendo veces las laterales de dos pisos. Un templo as con tres naves era ya el de Juno, en Olimpia, tambin el Partenn de Atenas, pero acaso el mejor conservado sea el de Poestum, en la Italia meridional, que se supona dedicado Neptuno porque era el mayor de la ciudad, llamada Poseidonia por los griegos.
La antigua
(fig.
colonia,
templos
287), en el
hoy desierta, muestra an las ruinas de tres grandes mayor de los cuales se ven todava las dos hileras
la
celia
en
tres
naves
(fig.
302).
La
santuario con
la
imagen del
dios, el
pronaos
es el prtico antesala, y el
de
templo.
Ahora que tenemos alguna idea de la disposicin general de la planta de un templo griego, vamos estudiarlo en su aspecto exterior, en sus elementos constructivos y decorativos. Desde luego se echan de ver dos tipos esti-
RDENES DE ARQUITECTURA
los
213
bien
distintos,
que se llaman
cierto
rigor
orden drico,
rec-
que
es
ms severo y
el
el otro,
orden jnico,
los
Ms
,
tarde apare-
un tercer estilo el orden corinque tan slo se diferencia del jnico por la forma del capitel. De este tercer orden hablaremos al ocuparnos de la poca que pertio,
Fig. 303.
tenece,
pero en
los
dos primeros
Grecia: dricos en
Sicilia
la
grandes santuarios de
Mileto y Halicarnaso.
Empecemos por
el
orden drico,
(fig.
al
ejemplos que
305). El edificio se levanta sobre un basamento que se llama estilbato. Se sube l por una escalinata que a veces
subir
al
nivel del
el
de duplicar
se
levantan
las
columnas
naladas, con 16
20 estras verticales,
eme
se cor-
Estas aristas
lo
terminan en
alto
en una serie
ranuras
lo
de
for-
mando
que se
llama collarino y
encima se apoya
el
simple
una moldura
:
Fig. 304.
drico clsico.
(Durm)
214
el
peso de
las partes
al
so-
La forma
se
del equino
cambia
segn
cipio,
las
despus
es
mente.
bin
Ya hemos
con
visto
ms gruesa y baja en
el
templos
primitivos;
tiempo fu hacindose
ms
tras.
esbelta y
da
el viejo
un principio fu construido con columnas de madera, que iban substituyndose con columnas de piedra medida que el tiempo
las destrua.
el si-
glo
ii
antes de J.C.,
uno de
osos en
el opistodomos. Pues bien, estas columnas de diferentes pocas del templo de Hera son tambin de distinta anchura y de diversa forma su capitel; al emplearlas
debieron atenerse
la
moda
Encima de
el
encima se apoyaban las piezas inclinadas que soportan el tejado (fig. 303). Estos tres elementos se encuentran en el
templo construido en piedra. La viga horizontal se convierte en
columna,
lisa
Fig- 305-
en
el
triglifos.
por
all
se escapa
Los otros recuadros, en el templo de madera, deban quedar abiertos; un personaje de una comedia de Eurpides, pero ms tarde
con bloques cuadrados pintados esculpidos, llamados
el friso, es
se cerraron tambin
una de
la
las
cosas
ms
caractersticas del
friso
avanza
cornisa, para
defender de
la lluvia las partes inferiores; el agua del tejado queda retenida por una cimasia. La cornisa drica, con su sombra, seala una gran lnea horizon-
RDENES DE ARQUITECTURA
tal
215
en
lo alto
la
de
la
fachada.
En
conjunto,
rica se
decoracin escultlas
el
reduce slo
metopas;
todo
lo
dems, desde
la
arranque
de
la
columna
la
escocia en
que
termina
disposi-
ordenada y geomtrica de
El templo estaba cubierto por
sus partes.
vigas
tenan
otra
Encima de las vigas se apoyaban directamente las tejas, de barro cocido en un principio y ms tarde de mrmol; eran de dos modelos: unas planas, formando canal, y otras en forma de cobija,
tirante.
y teja
(fig.
304).
En
pales,
el
las
que son
ms
estrechas,
Fig. 306.
tejado marca
doble pendien-
tambin decorarse con esculturas. Los frontones tienen ms menos pendiente, segn las pocas, y decoran sus tres ngulos varias piezas de
mrmol
principio fue-
ron simples,
como una de formas geomtricas y de cermica que remataba el frontn poco inclinado del templo de Juno en Olimpia; ms tarde ofrecen gran variedad de formas, y es frecuente que tengan dos figurillas femeninas. Las
acroteras de los ngulos
tenan forma de Las ltimas excavaciones de Egina han revelado la graciosa complicacin de la acrotera central del
grifos
de pequeas
victorias.
(fig. 306). Los ms antiguos templos, como los de Sicilia, tienen muchas veces otros
alta,
hechas
Fig. 307.
Cimasia de cermica.
2l6
Fig. 308.
el templo era ya construido en piedra, que demuestra una supervivencia de tradicin que comprueba los orgenes del tipo de templo drico en una construccin de madera (fig. 307). Cuando el templo ya era de piedra la cimasia estaba decorada con cabezas de leones que sirven para arrojar el agua (fig. 308). No tenemos hoy ninguna duda de que el templo drico primitivo deba ser de ladrillo en sus paredes y de madera en sus partes superiores. Al hacer
,
la
excavacin del ya citado antiqusimo templo de Juno, en Olimpia, no se encontr una sola piedra que se pueda creer perteneciese un entablamento >
las
leo y ladrillo. Restos de un templo drico, con paredes de ladrillo y las partes
vados recientemente en Termos, y las metopas son piezas cuadradas de cermica pintada. Por lo dems, el ori-
el momento que fijbamos como punto inicial del tipo, el megarn de los palacios prehelnicos, donde las vigas, trabando horizontal-
anunciado desde
mente
la
construccin, eran
tan
fre-
cuentes.
la
imalo
la celia,
por
que ha interesado mucho la forma de iluminacin de este santuario. Mucho se ha hablado de ventanas altas, de una lnea de aberturas que levantaran la cubierta de la nave centra!, pero
todos estos sistemas ingeniosos no
tie-
nen ninguna
abierta
verosimilitud; lo
ms prola
celia
como un
'
patio,
y
-
as
eran
con
el
estuco
muv
grandes, en
=
pintura.
Agrigento.
ORDENES DE ARQUITECTURA
vigas la anchura de la celia
21/
bien fueran completamente cerrados, no recibiendo ms luz el santuario que la que entraba por
la
ms
fre-
una
celia
semiobscura, llena de
rado con
clinadas y
un
tirante horizontal;
encima
mica.
vena
una cubierta de
tejas planas
de mrmol cer-
En un
as
principio hulas
bo de hacerse
para cubrir
ladrillo;
pobres paredes de
des-
una
fina
capa de estuco de
la
alisa la
superficie
caliza
ms
partes
color
309).
A partir
gene-
ralmente de mrmol,
pero aun
elementos
el
listel
Fig. 310.
Esquema
del
orden jnico.
siempre
metopas tambin pintado, y lo con palmetas y grecas combinadas. Las acroteras eran tambin de vivos colores, y el fondo del frontn, negro rojo,
mismo
ciertos elementos
de
la
cornisa,
las esculturas.
En
el interior
de
la celia, la
decoracin pol-
croma deba
de
la cubierta,
HIST. DEI. ARTE.
dispuestas
muy pobremente.
T.
I.
28
2lb'
Pasemos ahora al segundo estilo, el prede los griegos del Asia y llamado en su conjunto orden jnico (fig. 310). Tambin en ste el templo se levanta sobre un pedestal estilbato, la columna ya no apoya su fuste directamente sobre el suelo, sino que tiene una base, con una serie de molduras circulares. La base de la columna jnica es muy variada; los tratadistas alejandrinos y romadilecto
nos,
la
al
escribir sobre
fijaron
Fig. 311.
de Neandria.
y una convexa escocia, que se conoce nombre de base tica y que es la adaptada en teora al orden jnico. Pero en los
toros,
con
el
templos originales de la Jonia la base es mucon una serie de molduras superpuestas abundantsimas. cho ms complicada, A veces, como en el templo de Efeso, antes de la base hay un pedestal cuadra-
do en que apoya toda la columna. El fuste es cilindrico y con estras que se renen en un bisel, no cortadas vivamente como en el orden drico. Las estras acaban en lo alto en una concavidad esfrica y encima apyase el capitel;
ste tiene
una
faja
decorada con
el
las
como
equino
lo es
para
orden drico.
al
pero tiene alguna mayor ligereza y variedad en sus elementos. En primer lugar el arquitrabe no es liso, sino que est dividido en tres fajas por una
simple moldura reentrante. El
friso no tiene el cuadriculado geomtrico de las metopas y triglifos, sino que es una zona franca en la que se desarrolla libremente una decoracin escultrica. La cornisa avanza menos que en el orden drico
con ovas. La cimasia siempre es de piedra y termina en una gola con palmetas esculpidas.
Poco conocemos todava sobre los orgenes de segundo estilo griego, que debi tener otra fuente que el megarn prehelnico, el cual, evolucionando, constituy el estilo drico. Nos faltan los ejemplares primitivos, que al ensearnos las primitivas formas, nos indicaran ms fcilmente su procedencia. El capitel
este
lo
vemos en
muchos
F,V .312.
Planta
Fenicia. Las primitivas volutas de los capiteles jnicos son simplicsimas, con pocas vueltas en su espiral, y as son tamrj i n l s citados capiteles orientales. Un
*
Ordenes de arquitectura
2ig
conocer varios graciosos capiteles en los que las volutas, poco enroscadas, apoyan sobre unos graciosos remates de hojas, anlogos los de las columnas
persas
(fig.
1 1
J>.
Este capitel de Neandria parece haber sido mal restaurado; son dos capiteles superpuestos: uno, con las volutas, era para las columnas del exterior,
otro,
con
los collares
de hojas, para
las
columnas
interiores.
De
todos modos,
todas estas formas son an perfectamente orientales y exticas del arte griego prehelnico.
la Lidia,
cons-
una
estruc-
las relaciones
de
con
ms
relaciones y noticias
tivos
as
de Lesbos, de Sanios, y aun de la propia Atenas, hacen comprender que, como el capitel drico procede de la simple moldura cncava de los capi-
teles prehelnicos,
como
el
de
la
jnico tiene
un origen
oriental
columna de y es una
hel-
la
el capitel
Fig- 313-
Restauracin de un ngulo
del templo de Efeso.
Figs. 314 y 315. Columnas del templo primitivo de Efeso v de su restauracin en el siglo iv a. de J,C
220
los
Algunos de
Asia tienen
disposicin especial de
Eran de dimensiones columnas (figs. 312 y 313). Este antiqusimo templo fu quemado y restaurado en el siglo iv antes de J.C.. pero en las excavaciones se han hallado fragmentos de la construccin primitiva. El estilo jnico evolucion como el drico. Es curioso poner en parangn las columnas del templo primitivo de Efeso (fig. 314) con las que se construyeron de nuevo posteriormente, cuando su restauracin en el siglo iv (fig. 315); las columnas son ms delgadas y el capitel ms fino. No abarcaron tampoco los dos estilos un rea geogrfica bien determinada, aunque en un principio se limitaron naturalmente la regin de su origen; despus de las guerras mdicas el orden jnico fu adoptado por los griegos del continente, y algn templo drico se encuentra tambin en Asia. Ei entusiasmo de la victoria fundi kis
patio cielo abierto, ya familiar de los pueblos semticos.
colosales; el templo de Efeso tena doble hilera de
dos razas y las familiariz con los dos estilos; hasta algunas veces los diversos rdenes se combinaban en un mismo edificio. En los propileos, puerta mo-
numental de
la
exteriores
los
son dricas, y las del interior jnicas. As tambin estaban combinados rdenes en el templo de Apolo, en Figalia.
dos
orgenes de la escultura
Mientras
la
2l
arquitectura
estas
iba elaborando
formas
tan
precisas,
tan
nacionales
y tan bellas de los dos rdenes, drico y jnico, los escultores luchaban
con
las dificultades
rudamente de la tc-
El secreto
de
la
ad-
superada,
las
que
la
consiguieron
obras de
ga, consiste
tipos.
en
de
los
ron paulatinamente, transmitiendo de una otra generacin sus experiencias, sin salir
Grecia
continental fijronse
ms bien
inlas
en
el tipo
masculino y trabala
anatoma de
hombre
joF'g- 310-
Apolo arcaico
Atenas
(
Fig. 320.
Apolo.
Teatro de Atenas)
hombre en su hora
ms
de su fuerza y juventud, y cuando todava el cuerpo no est deformado por los rudos trabajos de la vida, deba producir ms tarde obras maravillosas de la escultura griega. En estos primeros
preciosa,
cuando se
tesca;
vemos aparecer por primera vez en una inmovilidad gropoco poco se mueve, ganando en inteligencia y expresin. Son innumerables las figuras de este tipo que se encuentran en Grecia y en todos los museos de Europa; en un principio se crey que eran representaciones de Apolo, el dios juvenil; ahora se supone que estos llamados Apolos arcaicos fueron simplemente estatuas funerarias, para colocar sobre un sepulcro la imagen
atltica
de un exvoto (figs. 316, 317 y 318). El modelo de este tipo tuvo origen en Egipto. Los griegos conocieron sin duda las rgidas estatuas faranicas, admirablemente talladas en las piedras duras
que decoraban
con
el
templos del valle del Nilo. Los primitivos atletas Apolos uno al otro: los primeros aparecen rgidos, torso apenas desbastado, las piernas reunidas y los brazos pegados al
los
222
torso;
*^""^^^'*
319).
Despus
Sfc^
'.
el cuerpo tambin se inclina y acaba por apoyarse en una sola pierna; la otra, en posicin de bscula se dobla libre
movimiento;
sin
peso alguno
la
(fig.
320).
Es interesante
tambin
ya se conoce con
caica
(fig.
nombre de sonrisa
ar-
el
^^^1
:'
'
rostro.
ffjt
^HK
'
'<TCM
I
con bucles
como en
la fig. 320,
en rizos pa,
ralelos
la
como
Fig. 321.
Apolo arcaico.
(fig.
Cabeza
hermosa caen
masculina. Tassos
beza encontra-
da
338).
las figuras
masjoven
femenino de
vestida,
la
virgen
con largas
hombros. La ms antigua,
hallada en
Creta entre
las
mol
(fig.
322).
Lleva unos
los
que caen
bros;
el
sobre
hom-
segn
la
la
poca
estatua de
da en Olimpia reproduce
misma
figura,
libre
ya del
bloque de mrmol, pero todava en posicin de perEscultura primitiva Fig. 322. griega. (Museo de Canda)
Fig.32
-Estatuilla
fecta frontalidad
(fig.
323).
es-
de mrmol. Olimpia.
Sigue
ella
la
famosa
orgenes de la escultura
tata de una cierta Nicandra,
22
encontrada en Dlos,
la
en
su
que se aprecia an
del
relieve,
la
origen
de
perfil slo
(fig.
dos planos
324).
paralelos
Est
de
frente.
suponan
turas
haban
por unas
te
figurillas
tronco de un rbol.
325 muestra an la
La
fig.
Lleva an por
vestido
la
todo
tnica de lana
drica; pronto
de
la
moda
que levantan coquetamente con una mano, aaden un manto que cae plegado sobre las espaldas, y con
la
Fig. 325.
Muchacha arcaica.
(Acrpolis de Atenas)
mano derecha
flor,
sostienen
veces una
hecho extensiva
una paloma una granada (fig. 326). La gracia jnica se ha que pesar de su rigidez, emanan
Muchas de
estas esculturas
dedicados por
los persas.
las
Acrpolis de Atenas, y deban ser exvotos muchachas ticas la diosa del viejo santuario destruido por
la
los griegos regresaron despus de la ocupacin extranjera, acumularon todos aquellos restos de sus estatuas mutiladas en un terrapln en el propio recinto de la Acrpolis, que los ha devuelto hace pocos aos con los trabajos de excavacin. Aparecieron dichas estatuas en tal multitud de fragmentos, que su recomposicin no result muy fcil, pero muchas pudieron restaurarse lo bastante para darnos idea de su tipo. Forman hoy una serie encantadora en ei Museo nacional de Atenas, donde
Cuando
se las llama las corai muchachas, del griego cora, que en plural es corai.
las
como
si
duda porque
224
tnica
restos
de orlas de policroma. No fu slo el especial gusto jnico por el color lo que hizo que se
pintaran estas estatuas; influy tambin en ello
el
el
tronco
cilindrico
menudos
detalles por
me-
yen
las
en perfeccin de
caliza,
la
compensan en
gracia ingenuidad.
despus
Acrpolis de Atenas, lleva una que dice estar hecha por Antenor, artista famossimo del que Plinio recordaba an un grupo en bronce, que citaba como modelo de
la
inscripcin
-Los dos
tipos princi-
pales
1
de
la
>r i mit i va
es-
Fig. 326.
Estatua femenina.
atletas, y el
cultura griega,
el
(Acrpolis de Atenas)
tipo
masculino
de los jvenes
femenino de
las
muchachas con manto, nos ensean ciertas cualidades caractersticas que persisten en
todo
el
el
siglo viii,
en que comienza
la
escultura grie-
con
Fidias. El tipo
mas-
tado
el
interpre-
subdivi|
dindolo en planos y acentuando sus lneas principales del pecho, de la cintura y la cadera.
La
figura est
vista
con preferencia
desde una posicin de frontalidad y hay gran simetra en su movimiento; una pierna
los brazos
tipo
la
claramente que
Fig. 327.
Core arcaica.
siempre por
de
(Acrpolis de Atenas)
orgenes de la escultura
lelos,
22-
adaptados
al
cuerpo; en un principio
la
revs,
el
inverosmil,
racterstica la cabeza:
las
femenino como
los
masculino tienen
crneos pequeos y esfricos, la frente reducida, los ojos en forma de almendra, algo
inclinados,
puestos de
lado,
pero
como
si
de vida y expresin las estatuas. Quin podra adivinar, sin embargo, que aquellas
esculturas
las
eran
inille-
etapas
ciales
para
maravillosas
la
de
aquellas
res iran
mndose poco
poco, hacin-
dose ms reales
y
Fig. 328.
Core arcaica.
(Acrpolis de Atenas)
suprimiendo
al
tipo perfecto de la
primitivos
de la movimiento, sus
se
dad encantadora.
ta
Un
cierto
Akermos, que
la
inscripcin pues-
en
la
base, firma
muy
330).
Akermos no
la
tiene otro
el
figura
avanza en
llada; as
el suelo y slo se apoya por los pliegues de la tnica, que pasan rozando sobre el pedestal. Las alas estn abierla
no toca de pies en
Fig-
3 2 9-
La core de Anterior.
I.
tas,
figura
conserva
la
la ley
de
la frontalidad,
(Acrpolis de Atenas)
HIST. DEI, ARTE.
su cabeza tiene
misma
sonrisa tan
caracters-
29.
220
Fig. 330.
de las muchachas cores jnicas de que hablbamos antes. No sabemos si fu Akermos el inventica
tor
de este tipo
si
ya
lo
reprodujo de
otros modelos
ms
primitivos.
De
todos
modos, su estatua es hoy por hoy la primera de la serie; el tipo hizo fortuna y lentamente fu progresando hasta conver,
tirse
en
las
arte
Fig. 33i-
Victoria volando.
Acrpolis de Atenas
la
griego clsico.
tante mutilada,
La
fig.
(Museo de Atenas)
perfecta que la de
la
tnica con
manos, para indicar sin duda que tampoco sta la sostiene. Otro tipo masculino, que no es ya el del simple atleta, vemos iniciarse en
magnfica estatua conocida por
el
la
el
buey, del
un exvoto anterior la guerra con los persas. Y, embargo, en su arcaica simplicidad, la estatua ha sido sabiamente modelada. El moscforo lleva un vestido adaptado al cuerpo y sus formas musculosas estn elegantemente suavizadas por esta fina malla ;fig. 332). Esta estatua inicia un tipo lleno de promesas. Un pequeo bronce encontrado en Creta, hoy en
substituido por
el
Museo de
(fig.
cmo
el
becerro ha sido
un cordero
333).
En
el
pastor, con su res favorita sobre las espaldas, se ve reproducido tambin multitud
orgenes de la escultura
227
de veces. El tipo puede decirse que se conservaba latente desde los primeros das del arte griego, para venir por ltimo emplearse en la representacin
del
las
Buen Pastor,
las
del
arte
cristiano.
Cuando
cristiano
empezaron en
la
pa-
He
aqu, pues,
cmo
los tipos
no slo progresaron dentro de sus esque despus, evolucionando, convirtindose al cristianismo podramos decir, formaron veces la base de los tipos del arte medioeval. Las Victorias de Akermos veremos tambin que acaban por ser las figuras aladas de los ngeles.
cu
las clsicas, sino
Ms de dos
tipos,
siglos
continu
la
la
escultura grie-
ga avanzando lentamente en
evolucin de sus
hasta los prinles era
desde
el fin
del siglo
vm
embargo, fuerza
breponerse
expresin
las dificultades
las
figuras,
mo-
Los
templos
necesitaban
esculturas
las
meFig-
interesantes
los
relieves
friso de un templo poco en Prima, en la
muy
isla
de Creta
334).
Los
proporcionadsimos con los jinetes; sus piernas largusimas y sus brbaras proporciones no parecen anticipar las admirables figuras de caballos que habrn de ejecutar tres siglos
ms tarde
la
los
sin
embargo,
serie
empieza
los
caballos de
la
Prinia dan
origen un tipo
feliz,
como
Nike de
Akermos Son
Fig- 333-
mucho
Criforo.
tiempo,
las
primeras esculturas
arcaicas
griegas que
(Museo de Berln)
se conocieron.
Cuando
las
228
excavaciones,
resultaba
muy
curioso observar
estos
cmo
se atrevan
comba-
tiendo
(figs.
La
comenzar
tambin sus ensayos por esta poca; ya hemos visto que los templos
primitivos son
los
Acaso se conservaran algunas tradiciones de la antigua pintura prehelnica, porque ya hemos visto que las decoraciones pictricas des-
SU- Fragmento de un
friso arcaico.
Creta.
en
los
viejos
palacios de
Creta y
grie-
de Tirinto, pero
los antiguos
pintores haban sido oriundos de Egipto. g< is crean que los primeros maestros positiva para aventurar conjeturas es la cermica. En esta poca La nica base triunfa completamente la cermica con decoraciones geomtricas; parece que
industria.
drico imponga de un modo absoluto sus gustos en esta importante Los vasos veces magnficos, grandes, con muchas zonas de decoracin, tienen cubierto su enorme vientre de combinaciones geomtricas, dividiendo adems las fajas en zonas verticales como metopas. Las fantasas marinas,
el espritu
los
Figs. 33
le Selinonte.
I.A
CERMICA ARCAICA
229
Fig. 337.
formas naturales, caballos, cisnes y figuras humanas contornos rectilneos, marcando siluetas geomtricas,
gulos.
de
trin-
de
frente,
cermica tiene un
estilo especial
muy
que es
el
porque
mayora de
los vasos
de Atenas,
sito al exterior
de
la
de este gnero se encontraron en el cementerio antigua puerta doble Dypiln (fig. 337). Eran
la
poca
los
poemas
que
homricos; las cenizas y los huesos eran luego depositadas en estas encima llevaban un tmulo en miniatura.
jarras,
En las islas y las ciudades de la Jonia el estilo de la cermica no es tan geomtrico como en los productos del continente; parece como si los decoralas combinaciones rectilneas, como misma idea de una belleza austera que tiene su expresin superior en el templo drico. Cada regin en esta poca tena, por lo dems, su estilo propio; eran muy estimados los vasos de Rodas y Corinto, y de la Eubea, y es
afirmando
singular
que Atenas,
las
la
la
cermica
estilo drico;
de
decoraciones geomtricas.
Resumen.
J.C., sufre
arrollo artstico.
antigua civilizacin prehelnica se ve ahogada por una invasin de pueblos venidos del Norte. Estos segundos orgenes del pueblo griego constituyen un perodo que llama-
mos
arcaico.
Se forman lentamente
el
edificio principal es
de
Tirinto, el
gran arte clsico. En arquitectura, en templo. Este deriva del megarn prehelnico; en templo ms antiguo se edific sobre las ruinas de la sala de reuniones.
artsticos del
el
El templo
tena el
pues, una sala para habitacin de la divinidad, con una antesala, como tambin la megarn prehelnico. Detrs, veces, hay un local que es dependencia del culto, llamado
es,
230
fachada,
como
el
de cuatro columnas, este prtico da la vuelta todo en derredor y entonces se presentan seis columnas de fachada. Ks de dos tipos bastante fijos: uno, llamado drico, que tiene columnas sin base v un capitel con una simple moldura curva llamado equino; otro jnico, en que la columna ya tiene base, es ms alta y el capitel muestra unas espirales decorativas, llamadas volutas. Las partes superiores sustentadas son tambin distintas. En el orden drico, la faja de piedra, llamada entablamento, tiene un friso dividido en recuadros: triglifos y metopas. En el orden
se le aade un prtico
jnico
el friso est decorado por un relieve continuado sin interrupcin. La escultura crea tambin en estos siglos de arcasmo sus tipos principales: es el masculino el del atleta joven, desnudo, predilecto de las escuelas dricas, y el femenino el de la muchacha vestida con tnica y manto, coquetamente recogido. Son caractersticas del arte arcaico, en el hombre desnudo, las formas acentuadas con profundos trazos, y en los vestidos de las esculturas femeninas, los pliegues rectos
verticales y sus orlas plegadas en zis-zs; en las cabezas, los crneos esfricos, los ojos de almendra y la sonrisa estereotipada para indicar expresin. Aparecen ya otros tipos secundarios; el
la res la espalda, la Victoria volando, etc. En cermica, las antiguas decoraciones de animales marinos ceden su lugar un gusto nuevo por las formas geomtricas, que tiene su estilo culminante en el llamado del Dypiln, en Atenas. Excelentes resmenes son: el tomo de la Histoire de l Art, de Perrot y Bibliografa. Chipiez, vol. Vil, y el manual Baukunde, de Durm. Para el origen del templo griego: Fricken-
pastor con
'
La
le* grecs,
1851. Puchstein:
Die
ionis-
Koldewey: JVeandria, 1891. Wood: hfesus. Koldewey-PCHSTEIN: Die griechischen le ni pe in Unteritalien und Sicilun, 1899. Kavadias y Kaverau: Die ausgrabung der Akropolis von Athen, 1910. Escultura. Deonna: Les Apollons archaiques, 1907. Lechat: Ait musee de
Acropole d'Athenes y
La sculpture attique avant Phidias. Revistas. Thejournal of hellenic studies Londres. Americain joitrnal of archeologie. Nueva York. Jahrbuch des K. deuts. archao. Institus. Berln. Mitteilungen des K. deu/s. archao. Institus. Atenas. Revue archeologique. Pars. Ausonia y Notizie degli scavi Roma. Jahresh fte d. osterr. arch.
institu Viena.
Fig- 338-
Fig. 339
Delfos.
CAPITULO
XIII
MYRON Y
POLICLETO.
LA PINTURA Y LA CERMICA.
Adems
comn
de
los
el
templos dedicados
las
haba en
reuna peridicamente toda la raza griega. Los ms famosos, desde un principio, fueron los dos grandes santuarios nacionales de Delfos y Olimpia: en el primero se vea an la grieta de la roca cerca de la cual Apolo
dio muerte
la
la
pos heroicos:
los griegos.
el
Ms
de
la isla
En
estos lugares
monumentos
de un recinto perbolo, al que se ingresaba por unos propileos puertas nonumentales. En Delfos, por ejemplo, la va sacra suba describiendo un ngulo
2^2
Fig. 340
Tesoro de
la
en medio de multitud de altares, columnas votivas y estatuas dedicadas por prncipes ciudades, y, sobre todo, por entre los pequeos edificios de la
forma de templos in-a litis, llamados tesoros, y que eran unas capillas propias de cada ciudad, para almacn de exvotos, para reunir los conciudadanos peregrinos en las grandes fiestas, en que tanta gente se congregaba en el interior del santuario. Estos tesoros estn dispuestos sin orden en Delfos, aprovechando los espacios ms menos llanos del terreno, porque todo el recinto sagrado est en la vertiente rocosa del Parnaso y as tena que construirse por
necesidad en diferentes planos. Los ms antiguos de estos tesoros parecen ser
los
las
de Corinto y Sicyone, que ya datan de principios del siglo vi; despus de guerras prsicas, un sentimiento de noble emulacin oblig tambin
Atenas, Tebas, Gnido, Sifno y Cirene construirse en Delfos sus tesoros capillas municipales. En las excavaciones practicadas por los franceses de la
233
muy
destruidos,
pero se pudieron
el
de Atenas,
por ejemplo, que es bellsimo y de orden drico (fig. 297), y los de las ciudades jnicas del Asia, Sifno y Guido, restaurados
tambin parcialmente en
el
museo
(fig.
340).
Es interesante observar cmo estos tesoros de las ciudades jnicas tienen an su caracterstica especial; en lugar de columnas, el arquitrabe est sostenido por dos figuras de muchacha, como las cores, de largas trenzas y ancho manto plegado, de que hablbamos en el captulo anterior, levantndose coquetamente la tnica con la mano (fig. 341). Estas figuras de muchacha sirviendo de columna son las antecesoras de
las
nas, bellsi-
mas
tuas
que
all
forman
un
prtico
admirable.
Con
Fig. 341.
estas
caritides
primitivas
tesoro
Delfos.
del
tesoro
de Gnido,
vemos tambin al arte griego avanzar lentamente en la produccin de sus tipos; los resultados que consigui ms tarde se han obtenido
por
la
de tanteos. El pequeo templete tesoro de Gnido terminaba en los ngulos de sus frontones con unas Victorias volando arrodilladas,
como
la
Victoria de
el
hablado en
captulo anterior
330).
La
medio
de estos pequeos edculos y gran nmero de exvotos, testimonio de la piedad de los griegos.
Eran recuerdos de toda la historia griega, recuerdos tambin de todos los momentos de la historia del arte, que son material inapreciable de estudio; menudo en estos captulos tendremos que citar los exvotos de los grandes sanHIST. DEI, ARTE.
Fig. 342.
de
la
T.
I.
30.
234
Delfos.
La
esfinge
arcaica,
de
la
estas poblaciones
femeninos
las
al iniciar
sus escue342).
de escultura
(fig.
El capitel jnico
de
la
Fig- 343-
El templo
de Apolo. Delfos.
columna votiva de la esfinge de Naxos es uno de los ms primitivos de este estilo. El tesoro de Gnido y la esfinge de Naxos demuestran tambin
cmo
las
poblaciones de
en singular veneracin de
la
la
al
era
uno de
culto prehelnico, lo
del terreno
menos
taba un fuerte
como en las ciudades prehelnicas, y adems, en lo altse levanmuro antiqusimo de labra poligonal, que terraplenaba una parte
constituir su grandiosa terraza, dejando lugar al
de
la
montaa para
(fig.
templo de
Apolo
343). Este era exstilo y perptero, con columnas todo alrededor; la celia tena detrs una pequea cmara adito, que era el lugar del orculo.
El templo es
la
parte
ms destruida acaso
su frontn principal deba haberse representado un combate entre dioses y gantes, por lo que puede comprenderse de los fragmentos encontrados.
gi-
En
con
la
lo alto
de un teatro,
y aun ms arriba, ya fuera de las murallas, una plataforma longitudinal formaba un estadio para las carreras y juegos (fig. 339). Los estadios griegos tenan esta forma alargada con gradegarganta del
valle, ras
los
carros y caballos
del
ms fcilmente
con sus cinco puertas monumentales. En el centro haba una bajo, con estatuas, para dividir la pista, que en el estadio de Delfos ha desaparecido completamente. Los atletas y corredores que resultaban vencedores en estos juegos nacionales, entre todos los griegos congregados en
ingreso,
espina
muro
derecho conmemorar su triunfo por medio de una estatua con su dedicatoria alguna inscripcin grabada en un pequeo monumento levantado dentro del santuario. Se comprende que los prncipes de las monarquas improvisadas de Sicilia los reyes semigriegos de Cirene, en el frica, tuvieran empeo en dejar all un testimonio suntuoso de su victoria, que les acreditara de helenos puros y protectores de las artes nacionales.
el estadio, tenan
Mucho antes que Delfos (que no comenz excavarse hasta 1887) se haba explorado ya con prodigiosos resultados el santuario de Olimpia, en el Pelo.
235
poneso; ya hemos
di-
de remocin del
El
suelo griego.
santuario de
los mis-
Olimpia tena
ciales
Delfos.
lugar sagrado
era
un
el
llano frondoso,
Altis,
llamado del
riega
Alfeo,
que uno de
primi-
Fig. 344.
que sobre
haba existido
el
carrera de ca-
Las excavaciones practicaOlimpia han dado conocer, efectivamente, debajo de das por los alemanes en la capa de los santuarios clsicos, las tumbas prehelnicas circulares con cpula, que son caractersticas de la Grecia prehelnica. Es fcil que el negaron de un palacio prehelnico fuese tambin el primer lugar de un culto que, desde
rros por Pelops, cedi
muy
rico
el valle
del Altis.
Ya hemos hablado en
el
ms
viejo templo d-
de Olimpia, dedicado la divinidad femenina, que despus fu la Juno Panten griego, y del que Pausanias recuerda la tradicin de que estuvo primitivamente construido de madera; una de sus columnas leosas se conserv hasta la poca romana. Las excavaciones pusieron al descubierto su
del
H en la planta general (fig. 344). A su lado rodeado de una balaustrada y reducido hoy un montculo de tierra, y por fin, orientado paralelamente al templo antiguo de Juno, el gran templo de Jpiter (Z), donde estaba la famosa estatua de Fidias.
planta; es la sealada con la letra
se vea el altar de Pelops (P),
La
no se conocan
dido en Delfos constituir un conjunto regular, y as los tesoros estaban en hilera, formando como una calle, con sus fachadas I, II, III y IV, abriendo hacia el interior del santuario. Por aquel ngulo de los tesoros se entraba al estadio, del
que se conservan
los taludes
de
las graderas;
pero
el
estadio de Olimpia
236
mucho ms
des-
que el de Delfos, aunque deba ser, sin embargo, todava bastante mayor; su pista era larga, cerca de 200
truido
345. Planta
de basas,
las
ellas;
dedicatorias.
Un
en
el
fondo estaba
prtico
los
con
el
era una
la
por Filipo
II
en recuerdo
de
de Queronea;
el
la
Exeotras
romano
filheleno,
Herodes
tico, y
muchas
construcciones
das haba
el
as tar-
tambin en
fuera
del
exterior,
templos.
Dos
les
hermosos
conjuntos monumenta-
de
escultura, impor-
que
se ejecutaron media-
dos
tes
del de
J.C.
siglo v anpara
el
gran
Pausanias dio
sus au-
nombre de
mos de
Fig. 346.
dos ar-
del templo
tistas,
muy
posteriores,
237
visita
los
que
le
acompaaban en su
los
nombre de
He
sentados:
all,
en
la
era natural
conmemorar
mito de
Pelops; un lado estn, pues, Pelops y Enomao, con Jpiter en el centro, disponindose partir en sus cuadrigas para la carrera en que se disputarn el
premio de Hipodamia, que, pensativa, asiste tambin estos preparativos. En otro frontn est representada la escena del combate que sigui las bodas de Piritoo, cuando los centauros convidados quisieron raptar las mujeres,
el
al
hroe en
el
la fiesta.
Apolo, en
preside invisible
el
combate, y extiende
decidir la victoria con esta sola intervencin. Es interesante esta figura sagrada,
ocupando siempre
Olimpia.
el
En
es-
tos conjuntos la
dificultad mayor,
que
es lle-
preparativos de
la
carrera de Pe-
238
de Olimpia.
lops y
secundarias,
Enomao, los aurigas se apean para arreglar los carros, y varias figuras como de gentes del pueblo, medio escondidas, se arrastran curiosaasistir
la
mente para
tral,
esta
occidental, con
es la
mayor; despus varias escenas de pelea de los monstruos con las muagachan las sirvientas para
confusin de
el
huir de
la
la
lucha.
En
las esculturas
progreso:
los
de luchas de muieres con Las cabezas tienen ms personalidad; no son aquellas pobres mscaras con la sonrisa tpica estereotipada de las figuras arcaicas. Son bellsimas las que publicamos (figs. 349 y 350) de los personajes agachados que desde los ngulos del frontn oriental contemplan los
movimiento
es
ms vivo;
ciertas escenas
(fig.
346).
Apolo
central
(figs.
movimiento, como
sino
las estatuas
el manto que llevan una sola tnica, el kitn, y el peplos drico, sea una pieza cuadrada que sujetan sobre los hombros. Las meel
mos en
captulo anterior.
plegado, caracterstico de
la Jonia,
topas de este templo de Jpiter, en Olimpia, estn tambin decoradas con bellsi-
el
mito de Hrcules,
el
los dioses.
la
las
As se explica que,
si
bien
grandes templos de Jpiter, en Olimpia, y de Apolo, en Delfos, levantados en el continente, eran de estilo drico, en cambio, los griegos de la Jonia levanlos
taron ya sus exvotos y tesoros de gusto propio, (pie tenan que familiarizar
con las formas caractersticas de los pueblos helnicos Pronto este dualismo qued desvanecido y los estilos arquitectnicos se emplearon indistintamente por todos los pueblos de raza griega.
los griegos occidentales
islas.
2 3'J
Fig-
3 5T
y Olimpia.
alto del
las
Un
comn todos los griegos era el de en una poca ms moderna que en Belfos cuarto santuario panhelnico debi ser el templo levantado en lo
otro santuario
piedad se dirigi
promontorio de
la isla
el
dos pennsulas del tica y la Arglida. El emplazamiento de este santuario es bellsimo; se crea, hasta hace poco, que era un templo dedicado a Jpiter;
pero
el
fig-
las recientes
de
la
La
35 l da el aspecto actual del edificio, despojado de las esculturas de sus frontones, que cubran el suelo ya principios del siglo pasado.
Por
la
los
dos conjuntos
en
la
estatuas, en
ambos
se
representaban
luchas de varios
352).
de hroe cado
(fig.
Una
figura
de Minerva,
las
invisible
ocupando en
Fig- 352.
Restauracin de un frontn
240
La
restauracin tradicional de
que variarse
353),
en
el
que corresponden algunas estatuas indican una nueva disposicin. Siempre ambos conjuntos representan las luchas de los griegos con los troyanos, en las que los habitantes de la isla de Egina
hubieron de tomar parte;
,
la
primera
Escultura de Egina.
rras
(Museo de Munich)
que acababan de ser venLos eginetas haban intervenido poderosamente en la victoria de Salamina y se les adjudic el primer premio por su eficaz auxilio; era natural, pues, que en el templo que levantaron en la punta ms alta de la isla, frente de aquel mar donde se haba dado la batalla, los escultores de Egina representaran este smbolo de las guerras troyanas, que eran como un anticipo, una profeca de las luchas eternas de griegos y orientales.
cidos por
la coalicin
Lo interesante de estas esculturas de Egina es el estilo: son obras hechas en mrmol, de bulto entero, que hoy las vemos aisladas del frontn y pueden contemplarse igualmente perfectas por todos lados (fig. 354). Parece como si
de fusin en bronce, en el que se afirmaba eran muy hbiAlgunas figuras atlticas acusan fuerte impresin de dorismo; en cambio, algunos de los personajes, como los guerreros tirando el arco, se mueven con un estilo ms libre, en el que se ven influencias jniestilo
les los escultores eginetas.
recordaran un
cas.
La Minerva
nes de Egina una obra preciosa, porque nos ensean el arte se form inmediatamente despus de las guerras mdicas.
Los conjuntos escultricos de los frontones de Olimpia y Egina han sido estudiados, no slo por el positivo valor de las figuras que forman las composiciones, sino porque era el primer ejemplo conocido en que los escul-
muy
problema de decorar
figuras.
la
ingrata forma
de Egina y Olimpia no aparecen ya tan aislados; cierto es que el antiqusimo templo de Juno en Olimpia tena sus frontones triangulares sin decorar, y sin esculturas
los frontones
triangular de
Hoy
la pintura,
los
24I
casos en que son ya esculturas primitivas las que llenan los frontones d
templos.
En
las
excavaciones de
la
las
los
que deben ser algo anteriores las esculturas de Egina. La fig. 355 grupo central de uno de estos frontones, donde se representaba el combate de los dioses con los gigantes. En otro templo de la misma Acrpolis de Atenas estaba la lucha de Hrcules con el monstruo Tifn, obra de escultura en piedra caliza, policromada de azul y rojo. Pero el ms antiguo ejemplo de un frontn decorado con esculturas es el que se descubri durante la primavera de 191 1 en ia isla de Corf, en las posesiones del emperador de Alemania.
muestra
el
Medusa, y resulta curiosa la que supona que el invento de decorar los frontones de los templos con esculturas se deba los artistas de Corinto, porque precisamente en esta poca arcaica fu cuando se fund en Corf una colonia corintia. Algunos pequeos tesoros arcaicos ele
El tema representado es
el
la
la tradicin literaria,
Pero de todos modos, las dos grandes composiciones escultricas del templo Egina y del de Olimpia, son obras de mucha mayor importancia que estas de primeras tentativas que enunciamos, pues estn compuestas de multitud de figuras
admirablemente dispuestas dentro del tringulo. Se comprende que esta necesidad de la decoracin escultrica de los templos fomentara el desarrollo de la escultura en mrmol. En Atenas particularmente
una escuela de escultores decoradores que se aplican la ejecucin En medio de la rudeza arcaica de las primeras obras de este gnero, empiezan formarse los tipos clsicos; son generalmente escenas de gnero, tomadas de la vida ordinaria, que tienden representar al difunto en alguno de los momentos culminantes de su existencia. La deliciosa estela conocida por el soldado de Maratn (fig. 356), figura acaso uno de estos guerreros
se inicia
de estelas funerarias.
ticos
que con su
iniciarse el
ligera
indumentaria abatieron
el
En
otra
vemos
un hombre
tarde
de carne
(fig.
357).
Ya veremos ms
cmo
FR- 354H!ST.
r>ET,
Guerrero
ARTE.
T.
I.
-- 81.
242
Fig- 355-
menudo en
las es-
jugando con una paloma con un conejo. El relieve de la fig. 358, descubierto en la Acrpolis de Atenas, formaba acaso parte de un friso de corredores de carros. Parece singular que todava las colas
Fig. 556.
Estela
funeraria.
de los caballos sean delgadas y largas, como las del friso (Museo de Atenas) de Prinia (fig. 334). Sus ropajes son una de las ms caractersticas muestras de arcasmo, los pliegues caen rectos, abrindose en abanico, y las orlas se pliegan en geomtrico zis-zs.
Mucho ms avanzado de
neo de
Eleusis,
las
estilo,
esculturas del
el
Partenn,
bellsimo
relieve
descubierto en
con
los infiernos
para buscar
dos diosas subterrneas, Demeter y Core, se despiden de l y una le pone una corona en la cabeza. Ciertas partes de los atributos deban estar pintadas en el
fondo; podemos imaginar
sicin
el efecto encantador de esta tranquila y noble compocuando apareci policromada. El nio est esculpido con mucho arte, toda la anatoma de la figura se ha dibujado admirablemente en un relieve tan plano. Los finos pliegues de los vestidos de las diosas recuerdan tambin las muchachas del friso del Partenn, de que hablaremos en el prximo captulo. El artista que esculpi el relieve de Eleusis deba estar en contacto con la escuela de Fidias fu por lo menos su inmediato precursor. En algunos detalles hay
todava restos de arcasmo; los ojos, vistos de plano, tienen forma de almendra,
los pliegues de las ropas de Demeter caen rgidos, los cabellos son tambin esquemticamente ondulados (fig. 359). Tal conjunto da maravilloso sabor
FIN DEL
ARCASMO
todava en
la
243
ltima lase
senti-
todas
las
obras que,
como
el
Los artistas conocen la tcnica para poder expresar sus mientos, pero no tienen an audacia para alardear de habilidad.
del arcasmo.
Pero
la
obra sublime de
la
escultura arcaica es
al
el
descubierto en 1887 en
all
Roma,
un barrio elegante. Es un bloque de mrmol con relieves en tres caras y abierto formando una especie de trono en la parte anterior. En lo que constituye el respaldo est representado en un precioso relieve el nacimiento de Venus de las ondas del mar: dos ninfas desde la orilla pedregosa la recogen en sus brazos: el tierno cuerpo de Venus parece hmedo, fresco y de belleza juvenil (fig. 360). Dos relieves simtricos representan cada lado lo que podramos
llamar
el
amor sagrado
la
la
y el profano:
en uno
la
la
camente
cortesana desnuda,
piernas ple-
msica y los placeres (fig. 361). Esta maravillosa obra ha sido hasta ahora un enigma por muchos conceptos: se dudaba sobre todo de su estilo; nadie estaba bien seguro de si sera genuinamente primitiva bien una de las acertadas imitaciones retrospectivas del gnero arcaico que se esculgadas, entregada
pieron ya en
\
r^
iij ii >
'
11
WM
_
.
la poca romana. Pero el hallazgo de un trono gemelo (aunque inferior en arte) al de la villa Ludovici, ha disipado todas las dudas. Este segundo trono marmreo, tambin dedicado al
el
FE
357.
Estela funeraria.
Fig.
358-
Relieve arcaico.
(Museo de Atenas)
(Acrpolis de Atenas)
244
su forma
del trono
Ludoin-
vici,
tiene tambin
en
los
ngulos
feriores varios
es-
pacios triangulares
que
tas,
llena
coracin de palme-
como
ciosos remates
de
su respaldo.
Mientras en
Atenas se iniciaba una escuela elegante
joven
desnudo.
Estas
dricas
formas
ms
la
eran
favorables
fusin
para
plicadas creaciones
Fig- 359-
escultura j-
que en Egina y
la
Peloponeso coloque
la
de lneas simples, en grandes planos, con su anatoma bien marcada, y las muchachas, encerradas en la indumentaria casi cilindrica de su tnica, con su peplo poco plegado, eran ms fciles de fundir que las rizadas cores jnicas, de manto cado en pliegues graciosos. As sabemos que Hageladas, un escultor drico, Fundi para
centros de
atletas, construidos
escultura de fundicin.
Los
tantes de Tarento. Onatas, otro fundidor, tena varias obras famosas en Olimpia.
De
este
polis de Atenas, y era obra de dos escultores: Kritios y Nesiotcs. Do este grupo famoso de los tiranicidas no queda ms que una copia romana en mrmol, muy desfigurada, que se encuentra en el Museo de aples (fig. 362). En cambio, poseemos algunas obras annimas en bronce de este estilo, que son
FIN DEL
ARCASMO
245
Fig.
que llegaron los escultores y fundidores en pequea cabeza arcaica del Museo de Atenas (fig. 363), que acaso fuese un retrato; la otra es la figura completa del auriga cochero, encontrada en Delfos, y que formaba parte del grupo de una cuadriga regalada acaso por Geln de Siracusa, obra de la escuela de
buena prueba de
bronce del Peloponeso.
Una de
ellas es la
Fig. 361.
-4 (l
un
cierto
sin
acusar en todo
cuerpo
gesto
ms
sutil;
los pliegues
caen
rectos, el cr
neo esfrico revela su naturaleza drica. A pesar de esta simplicidad de estilo, de su tcnica severa, sin ninguna concesin amable, cunta belleza, cuan noble dignidad! El auriga de Delfos es ciertamente una de las ms hermosas obras
de
la
(figs.
Una de
de Delfos, es
ms
exigencias de
la
corrido sin dificultad lo largo de aquel cilindro de pliegues que viene formar
apenas ha tenido que desviarse dentro del molde para llenar un pequeo repliegue; se comprende que la fusin deba ser fcil, como el nacimiento de una criatura en un parto normal. El espectador, sin darse de ello cuenta, goza de este encanto secreto, no percibe violencia en aquella forma escultrica, que no puede imaginarse ms que fundida. Si el auriga de Delfos fuese copiado en
la figura;
mrmol, parecera un tronco excesivamente inmvil, falto de vida y de expresin; pero ahora
la vista se
complace
muy
de
los pliegues
de
la
tnica floja
de
sobre un crneo
casi esfrico.
tambin en
(fig.
la
la
Museo de Atenas
con
el
tra la
misma forma
an en forma de almendra y un ltimo asomo de la sonrisa arcaica de los tiempos anteriores. La esfinge de Delfos. regalada por los griegos jnicos de Naxos, con sus largas trenzas
(fig.
34 2
los ca-
de
las islas.
As, pues,
final
vemos
el
gusto
griego en este
nacionales.
Para completar
Fig.
el
'
cuadro de
la
evo'
luCn del
arabm0
hemOS
lU>
hal,|;l
247
Fig. 3G3.
Bronce
arcaico.
(Museo de .tems)
Fig.
que
preceptos tradicionales de
estos dos
el
Son
fundidor Myrn y
maestro Policleto
de Sicyone, tomado despus como modelo acadmico. Hablemos primero de Myrn: su personalidad es tan marcada, que por ciertos detalles pareci hasta hace
poco, los conocedores de sus obras,
derna de
violencia
lo
el
mola
extremada de
en que se mueven
sus figuras.
Todo
moverse y correr
la indi-
sus personajes.
La expresin
le
y la psicologa,
los antiguos
decan de
las esculturas
de Myrn:
Crporum tenus citriosns, animi sensus non expressit; esto es, que cuid de representar la forma del cuerpo,
pero fu negligente en estudiar las sensaciones del
alma. Al contrario de
nica en bronce,
lo
el
la tc-
que
le
como
su famoso Discbolo,
el
muchacho
366).
atltico
el
en
el
acto de arrojar
disco
(fig.
Todo
cuerpo
con
la
la
su balanceo,
la
el disco,
con
_ Estatua
mano
derecha.
La
izquierda
248
HISTORIA
DEI.
AKTE
rodilla,
sin
duda para
movimiento de
esta accin
el
la
figu-
ra est concentrado en
de arrojar
puede ver
el
Dis-
auxilio
de troncos
postizos de sostenimiento,
sorprende
la
agili-
fundicin en bronce;
el
del Discbolo es
donde
se
ven ms las supervivencias del arcasmo del estilo de Myrn. Sin embargo, la mirada de este joven atleta se dirige al disco; toda su atencin se concentra en aquel objeto que va lanzar; es un instante de la vida del gimnasta, que pone en el juego toda su alma, sin ninguna expresin de otra parte espiritual. Myrn parece haber tenido un especial cario para estas naturalezas primitivas puramente sensibles. Tenemos de l un grupo delicioso de Minerva y el
stiro Marsias,
el
invento de
la flauta,
que
la
la
medio humana, medio animal, est perfectamente manifestada en la figura del grupo ha podido ser restaurado recientemente, con ayuda de una gemma tallada donde estn las dos figuras; pero los copistas de la (.poca romana reprodujeron casi siempre el stiro solo; de la Minerva no hay ms que una copia, en Francfort; la diosa se mantiene en ella de lado, apenas se vuelve un poco para prestar atencin; la flauta de siete notas est en el suelo y el stiro avanza gozoso para recogerla, dando brincos extraos, como un ser no domesticado. La fisonoma revela sorpresa y pasmo, mirando con ojos fascinados aquel primer invento de la diosa. As se explica tambin que Myrn, que de la naturaleza humana recoga lo ms sensual y material, expresara con tanta propiedad
Minina
XI
II.
La cabeza
Tomo
249
Fig-
la figura
de
los animales.
la
sino mugir.
Por primera vez nos encontramos en la historia del arte con una personalidad original que supo llegar en la escultura ms all de la lucha con las dificultades de la tcnica. Myrn es ya un especialista; para l lo interesante del hombre es el movimiento, y de la vida, la sensibilidad fsica. Antes de l hemos encontrado obras de arte maravillosas en Egipto, en Grecia y el Oriente, pero
,
eran ms bien obras sociales impersonales; ningn artista se destaca del conjunto
caracterstico
de su escuela. Habr, acaso, en una palabra, obras ms bellas, obras ms grandiosas, obras perfectas, pero una figura de artista tan personal como Myrn no la hemos encontrado hasta ahora. En la misma Grecia conocamos varios nombres de escultores que firmaron sus obras en los siglos anteriores, como Antenor, el autor de una de las Cores, como Akermos, el autor de la Victoria primitiva de Dlos, pero eran nombres tan slo; Myrn es una
primera personalidad
real.
Poco sabemos de su vida; solamente que su maestro fu Hageladas, y que puede considerarse, por los muchos aos que vivi en Atenas, como ciudadano del tica. Su tradicin drica y de la escuela de los fundidores arcaicos
es harto manifiesta; acaso
IIIST. DEI.
ARTE.
250
Fi--
Fig. 36S.
El
Dorforo
Vaticano.
si
de
Policleto.
Jpiter,
Roma
en un ed-
el Capitolio.
segundo maestro, tambin renombradsimo en la antigedad, fu Polims famoso de todos los artistas dorios, el artista de la austeridad elegante, de la belleza atltica. Fu tambin discpulo del fundidor Hageladas;
cleto, el
Un
empez su
carrera
cuando ya
joven
y de la mujer con vestido de tnica y peplos haban llegado su desarrollo completo; no tuvo, pues, que luchar con la parte tcnica de la creacin del tipo; le bast con elevarlo su perfecta belleza, y esto fu lo que consigui con una de sus obras especialmente, que los antiguos llamaban el
cul de sus estatuas era este Kanon; se ha un joven llamado el Dorforo, que marcha con una lanza apoyada en el hombro (fig. 368). Es el joven llegado la plenitud del desarrollo, con toda su fuerza muscular, con todas sus formas ya bien humanas; nada queda del efebo del muchacho, y en cambio los duros trabajos de la vida no han deformado aquel cuerpo intacto, como si acabara de salir de la crislida. Se ha dicho que el Dorforo parece seguro de s mismo, de su plenitud de fuerza, por puro instinto natural; no ha probado an de lo qu ser capa/, y avanza ingenuamente con la pica sobre el hombro. Esta figura es bellsima, en verdad, y digna de la reputacin que parece tuvo ya en la antigedad, pues
Kanon
medida.
No sabemos
MYRON Y POLICLETO
251
El Diadumeno
el
de
Policleto.
(Museo de Madrid)
modelo perfecto de las proporciones del cuerpo medida justa, el vientre y el pecho su desarrollo adecuado, brazos y piernas su longitud la ms precisa. Sin embargo, esta escultura tiene an muchos resabios de arcasmo: est tallada con rudeza, los
el
Kanon
era mirado
como
humano:
la
cabeza tiene
la
pectorales son planos, las lneas de la cintura y la cadera dibujadas fuertemente. Su movimiento es tambin acompasado: una pierna hacia adelante y otra hacia
atrs en bscula,
como
de que hablbamos en
el
la belleza
de
la
no de
ciones
la
expresin.
la
Que
literarias,
obra deba estar fundida en bronce lo indican, adems de las tradisu misma tcnica; la cabeza tiene los cabellos adaptados al
(fig.
369). Sin
embargo, aun en
mrmol
la
hace inolvidable.
varias otras esculturas, de las que nos han de dos de ellas tenemos varias copias en mrmol. y Una es el llamado Diadumenos, joven de la venda, que es otra figura de atleta, ms joven que el Dorforo, representado en el preciso momento de
quedado referencias
ceirse
la
frente
con
una tenia
cinta,
como
hacan los
corredores
est bien
del
sorel
La
posicin
prendida para producir una figura hermosa, con los brazos levantados y
252
lucha
(figs.
370
y 371). Existen muchas copias del iadumenos de Policleto, pero la nica que conserva su ca-
beza propia es
la
del
Museo de Madrid.
la
Ella
ven
atleta;
su personalidad ya est
ms
la
indi-
vidualizada
que
la
del Dorforo,
acusa cierta
que dan
A l_l
I
Figs. 372.
La venda que sostena con sus manos no se ha conservado en las copias en mrmol, pero en el bronce debi resultar muy fcil soldar las cintas metlicas que completaran el
gesto de
la figura.
que exisuna amazona de pie, vestida con una tnica que apenas le cubre los
ten copias abundantes, es
La
pechos.
El
tipo de las
amazonas
es
siempre
Amazona
arcaica.
(Museo de Viena)
trgico;
las
bellas
tenemos un solo ejemplar de amazona una estatua del Museo de Viena, preciosa porque indica los momentos preridas;
arcaica en
liminares de
la
(fig.
372).
Herida
al
parecer mortalmente,
est de pie, lleva
amazona
de Viena
cubiertos
estilo arcaico.
La amazona de
de pie y
les
sin salirse
como convena una que debi fundirse en bronce. Acaso apoyaba uno de sus brazos en un pilar; el
bastante simples
figura
la tal
ca-
beza
(fig.
de
ca-
Fig- 373-
tegora en
amazonas
MYRON
POUCLETO
53
Figs.
Fig-
Fig. 376.
Amazona
de Faramn.
en pie que se nos han conservado, y se ha credo ver en ellas cuatro tipos distintos, respondiendo las cuatro esculturas que, en competencia para el templo de Efeso, hicieron Policleto, Fichas, Cresilas y Faramn. Es curiosa la
los propios cuatro autores de las amazonas.
ancdota que supone que los administradores del templo aceptaron como jueces Cada uno seal la suya como la
mejor, pero
como segunda
fijar la
de Policleto.
el
de Policleto, venciese en
la
concurso; su
si-
puede
y
el
el
maestro de Sicyone. Se apoya esta amazona sobre su pierna izquierda, lo mismo que el Dorforo Diadumenos; la otra pierna queda libre en posicin de bscula, en cambio
la
cabeza.
ltimamente se han identificado casi las otras tres amazonas de los maestros que, en competencia con Policleto, tomaron parte en el concurso de Efeso. Las cuatro son muy parecidas, lo que indica cmo los griegos tenan poce empeo en salirse de los tipos cuando stos eran perfectos y tradicionales. El arte est, no en la invencin de una forma, sino en la armona nueva con que esta
54
inter-
dla amazona
es-
taba va creado, lo
en
la
Viena;
de
son
la
tnica, del
gesto y
la
exprevista,
sin, imperceptibles
lo
primera
que
les
valor artstico.
amazona de
tingue de
de Policleto, pero se apoyaba en una lanza (fig. 375). Su cabeza es tambin de otro ser moral; la amazona de Cresilas tiene una expresin ms femenina que la de
la
No
resultan tan
seguras
Fis-
las
identificaciones
de
la
Cabeza de
la
amazona de
Cresilas.
374 y 376). La de Fidias apoyaba el cae por la espalda; al revs de las de Policleto y Cresilas, lleva descubierto el seno derecho. La de Faramn descansa su mano sobre la cabeza, como la de
(figs.
amazona de Fidias y de la de Faramn, propuestas por Furwaengler brazo en la lanza; su tnica ms larga
como
la
primitiva
Parece significativo
que fuese
Policleto,
entre los
En
cia,
la
severidad.
Su escuela de Sicyone, en
el
el
que estaba apogeo de su gloria. Fidias representa esta libertad nueva y la fusin completa de la sensualidad jnica con las tradiciones de !a Grecia occidental; en cambio, Policleto era siempre el escultor en bronce de las figuras de grandes planos, lneas acentuadas, movimientos tranquilos, cabeentonces tambin en
zas algo esfricas y sin
apenas expresin.
esto lo
el
Por
consideramos
ltimo de los
escultores
ar-
como
caicos,
grandes
aunque en su
la escultura
tiempo
hu-
Una
el
suya colosal de
LA PINTURA Y
L.\
CEKAMK
255
en la antigedad a las estatuas colosales de Fidias, el escultor de Atenas, que erigi en la Acrpolis y en Olimpia figuras admirables
de divinidades tambin de
tamao
colosal.
la
escuela americana de
si
se
la
planta del
esculturas
nada se obtuvo en cuanto las que debieron decorarlo al simulacro de la diosa. Pero Waldstein, que
excavaciones y se haba entregaal estudio del problema,
diriga las
do por completo
Policleto en
nico
(fig.
la Juno de una cabeza del Museo Brit378). Una moneda de Argos nos el tipo
conservaba
de
la
diosa gigantesca
ciendo diadema
negarse que de
losa
(fig.
la
de
la
Museo
Britnico y la
de Policleto;
el
las
como
la
en arco acentuado,
los del
pendiente
como
la
Mientras
la
la
pin-
En
esta
poca
deban va empezarse decorar los grandes muros con frescos monumentales, que
por
las las
descripciones
fajas
superpuestas con
escenas de los temas predilectos del arte griego: combates con gigantes
amazonas, guerra de Troya, ordenadas unas continuacin de otras. As las vemos adornar los vasos pintados de esta poca, divididos en zonas horizontales
con escenas;
as
relie-
los asuntos que emplean los pintores media y los primitivos italianos del Renacimiento: la pared est dividida ingenuamente en zonas con los recuadros al fresco; unos continuacin de otros. Los fondos eran claros y las figuras se destacaban por obscuro, como en los vasos, en que las siluetas dibujan los personajes con una mancha uniforme de color (fig. 382}. Algunos de estos pintores de vasijas de tierra cocida, decoradas con figuras negras, poseen ya gran habilidad para el dibujo, firmando algunos vasos con verdadero orgullo. Reproducimos el ms insigne monumento cermico de la poca de las figuras negras, el llamado vaso Frangois porque fu descu-
procedimiento de acumular
mismo de la Edad
56
fir-
mado por
de
los
La cermica nos da
del dibujo y de los
idea
modelos
de
pre
las
composiciones de esta
del fondo terroso y el
esmalte
negro.
Los
frescos
rica; sin
tenan una
gama ms
las
decoracio-
griegos.
Una
serie
(Museo de Atenas)
de sarcfagos de
tierra cocida
gama tonalidades que usaban con preferencia, porque aqu la decoracin no se reduce ya al negro y rojo, como en la cermica, sino que algunas figuras son de color (fig. 380). Pero lo que da ms viva idea
zomenc, ensea algo de
la
de
la especial belleza
en Tesalia, y
calificativo
la
que se poda obtener en los frescos de siluetas obscuras son con colores claros, de manchas uniformes, encontradas preciosa tableta de cermica descubierta en la Acrpolis de
s
el
mancha rojiza, y la silueta aparece tan elegantemente recortada, que tiene acaso mayor inters que otras obras ms perfectas, en las que los artistas se encuentran ya ms tarde en
de Kalos bello
(fig. 381).
posesin de
la
perspectiva y
el
claro obscuro.
En
manera de expresar
el
sexo femenino de
figuras,
las
pin-
,^W^
tando
las car-
As se puede
ver en
el
vaso
Francois, que
mientras
los
personaj es masculinos
estn simple-
382.
Las
Gorgonas persiguiendo
Perseo. Pintura
de un vaso.
LA PINTURA Y LA CERMICA
luetas negras sobre el
257
fondo uniforlas
me
de
la tierra cocida,
mujeres
tienen la cara y brazos y pies de un color ms claro. La fig. 383, que re-
produce un fragmento de una composicin del juicio de Paris, y la fig. 382, muestran bien este estilo de
la
la
meninos con
Una
vez llenas de
de
forma.
Con
conseguan veces resultados admirables. Conocemos algunos nombres de pintores ya de esta poca arcaica que firmaban sus vasos, como Amasis, Exequias
Klitias.
En
el
vaso Francois
el
de Atenas hacan un gran comercio de su cermica de figuque haban invadido los mercados del mundo antiguo. Los vasos pintados nos enteran ya en el siglo sexto de muchas particularidades de la vida griega, pues aunque los asuntos sean principalmente heroicos.no pocas veces reproducen escenas de la vida privada, muebles y objetos en abundancia y hasta algunos monumentos, como fuentes, templos y palacios, que, pesar de su estiEtruria: las fbricas
como
la
tan celebrada
No
slo los pintores sino los alfareros eran famosos y dignos de firmar sus
obras maestras.
variaciones de
La cermica griega usa un nmero reducido de formas tpicas, que suele reproducir siempre del mismo modo, pero con aquellas delicadas
la
lo
Un
lecito
jarro
de largo
cuello es siempre
un un
lecito,
como
copa es
kilix,
kilix
siempre un
mismo
la
tipo,
Fig. 384.
I.
pero en
IIIST.
curva-
Sagarra)
DEL ARTE.
T.
33.
258
tura del cuello del vientre los alfareros hacen variaciones delicadsimas,
que
artstica.
Hasta en
los
y se resienten del parecido con los las fbricas de Atenas (fig. 384).
Resumen. Los santuarios griegos eran conjuntos monumentales construidos alrededor de un gran templo. Los ms antiguos son Delfos y Olimpia. Dlos tuvo importancia ms tarde. Adems del templo existen las capillas de las ciudades, tesoros, y multitud de exvotos, estatuas y trofeosLas excavaciones de Olimpia han dado conocer las esculturas de los frontones del templo de Jpiter, de severa belleza drica. El templo de Egina estaba tambin decorado con composiciones de escultura en los frontones, que revelan ms an un estilo casi metlico de fusin en bronce.
Otros frontones decorados aparecieron en las excavaciones de la Acrpolis de Atenas, y el ms antiguo, descubierto en 1911, es el frontn de un templo de Corf. Una escuela de escultores fundidores florece en Argos, en el Peloponeso, paralela la escuela de escultores en mrmol de Atenas. El primer gran maestro fundidor fu Hageladas. De l aprendieron Policleto, Myrn y hasta Fidias. De Myrn conservamos su Discbolo, y ya ms incompleto, el grupo de Minerva y
Marsias.
Amazona, y acaso
reconocidos los tipos del Dorforo, el Diadumenos y la cabeza de la Juno de Argos. La pintura durante el siglo vi y la primera mitad del v, deba decorar con frescos los templos, desarrollando en fajas paralelas las escenas de asuntos heroicos. As estn decorados los primeros vasos con figuras de siluetas negras. Respecto al color, podemos apreciar algo de su estilo en los sarcfagos de Clazomene y las estelas y tabletas pintadas. Homolle: Fouillis de Delphes, 19x12. Doerpfeld: Olimpia bildwerke, 1880. Bibliografa. Furwaengler Aegina das Hdligtum der Aphaia, 1906. Meisterwerke der griechischen plastik, 1893
(traduccin inglesa: Masterpieces of greck sculpturc). Collignon: Hisioire de la sculpture e,recque, 1885. Loewy: Inschriften griechischtr bildhauer, 1885. Storia aella scultura greca, 1911. Walstein: Collignon: Les statues funraires dans l'art grec, ion. The argive llera of P'olideitus igoi.
,
P.
Ftrwaengler-Reichold: Griechischenvasenmalerei. QouiGWS. y Cotjve: Catalogue des vasespeints du Muse national a Athnes, 902. Pottier Vases antiges du Louvre, 1 897.
Pars: Policleto.
1
:
Fig.
Fig. 386.
1885,
con
la
la
Edad media
CAPITULO XIV
LAS CONSTRUCCIONES DE LA ACRPOLIS DE ATENAS.
LOS PROPILEOS.
EL ERECTEO.
POLIGNOTO Y
V.
la planta alargada, como el castillo de Tirinto. Es exactamente una de esas colinas rocosas, poco elevadas sobre la llanura, que prefirieron los prncipes micnicos para sus moradas reales. La leyenda supona que all haba habitado un primer ser semidivino, Ccrops, hijo de la misma Tierra, y que haba compartido despus el lugar con otro hroe recin llegado, el ilustre Erecteo, de quien descendan los primitivos reyes de Atenas. Un gran trozo de murallas de piedras poligonales mal escuadradas, del tipo llamado ciclpeo pelsgico, puede verse an en el muro de sostenimiento del terra-
La
Tiene
pln de
la
En
las
la
1885 y que se continuaron durante varios aos en toda el rea de la Acrpolis, hasta llegar las capas del terreno virgen, se descubrieron nuevos trozos de esta muralla pelsgica y restos de habitacin
muralla, comenzadas en
la
Ms
residir en
la
Cuando
26o
mas homricos, en
siglo vi
el
antes de J.C.,
embargo, por
lo
que se
comprende
lis
del texto, el
santuario de la Acrpo-
ya comenzaba ser
famoso.
En
la
litada y
los
en
la
Odisea se habla
dos veces de
plos
temde
la
primitivos
destruyeron poco
tarde.
ms
cu}
No
obstanla
m
la
te,
pesar de
gran
Fig.
Acrpolis
cantidad de restos de
escultura y arquitectura
el
Erecteo.
cavaciones de
ral del
la
la
disposicin gene-
No sabemos an
con certeza
de
la
si
que aparecieron
la
los cimientos
planta
excavaciones.
que abandonen la ciudad, habla de quedar en la Acrpolis; la otra, que famosa Minerva Polias, seguramente un dolo primitivo de madera, los
los atenienses
ellas
como
En
el
la Acrpolis, Minerva Polias comparta all el culto con los de Ccrops Erecteo; los dioses eran tolerantes en Atenas, y saban vivir en comn en y la ciudad que habitaban tambin armnicamente dorios y jonios. Esto daba la planta del viejo templo una disposicin singular: por un lado tena una gran
nes de
celia
lado, detrs
filas de columnas, para la icona de Minerva Polias; por el otro de una antesala comn, la parte ancha del santuario se divida en dos cmaras, una para el culto de Ccrops y otra para el de Erecteo (fig. 387). Al regresar Temstocles con sus conciudadanos Atenas, la Acrpolis no
con dos
era
ms que un montn de
ruinas.
las
esculturas de los edculos, y el viejo templo de Minerva Polias haba sido arrasado por el brbaro invasor. Tan absoluta sera su destruccin, que los atenienses no se sintieron con nimos para
las
como
con los cascotes y restos de las construcciones anteriores, y se echaron las bases de otro nuevo templo en una parte ms alta del recinto, donde despus tena que levantarse el Partenn. El
26l
Templo
en
el
El Erecteo.
La Minerva
Promacos.
El Partenn.
luso.
Los Propileos.
la
Fig. 388.
Restauracin de
Acrpolis de Atenas.
edificio
proyectado por Temstocles deba tener cien pies de largo, y por esto
se llam Hecatompedn ; sus cimientos se han reconocido debajo de los cimientos del Partenn; su planta, algo
ms
ms
alar-
gada de
El
una construccin desgraciada; la iniciativa de Tedonde haba estado el viejo templo, y de querer trasladar la venerada imagen de Minerva Polias otro sitio de la Acrpolis, no fu bien recibida por la parte ms conservadora y supersticiosa del pueblo de Atenas. Parece que despus de Temstocles la construccin fu suspendida por estas razones, y que durante el gobierno reaccionario de Cimn se pens seriamente en reedificar el viejo templo. Los tambores de las columnas preparados para el Hecatompedn se emplearon como simples sillares en una cortina de muralla de la misma Acrpolis. Sin embargo, el lugar escogido para el Hecatompedn tena la ventaja de ser el ms alto de la Acrpolis. Cuando despus del destierro de Cimn, Pericles asumi en absoluto el gobierno de Atenas, la idea de reconstruir el viejo templo fu definitivamente abandonada y se adopt, sin ms vacilaciones el proyecto de Temstocles de cambiar el emplazamiento del templo de la diosa. Plutarco, al escribir la vida de Pericles, insiste repetidamente en su espritu liberal y su educacin filosfica, que le haca despreciar augurios y supersticiones no aceptables por la razn. Esto explica tambin que durante todo su gobierno hubiera siempre un partido contrario las construcciones que, por disposicin
fu
Hecatompedn
22
recoge
nuevo templo, cuando ancdota de un accidente maravilloso, del cual Pneles no dej de sacar gran partido.
hacia
el la
Mientras se e'ectuaban
las
obras
de
la
que probaba que la diosa, no slo no se opona estas construcciones, sino que honraba tales trabajos con su presencia. Un obrero, el mejor y ms estimado de
sus jefes, cay de lo alto, y estando
en
la
agona, Minerva se
le
apasu
reci
en
lo
sueos,
realizando
milagrosa curacin.
Esto indica,
por
se efectuaban en su santuario.
las
ilustres
familias
de
Atenas,
Pericles
aristocracia,
al
riquezas, y
que recelaba siempre de sus altas iniciativas. Se sostuvo en el gobierno slo por la rgida austeridad de Fig- 389. La Minen-a Lemnia, segn Amelung. su vida, pagando siempre con su persona en las guerras y en todas las dificultades nacionales. Atenas acab por acostumbrarse su genio superior y compartir con l su gran pasin: el amor por la belleza. Pericles era uno de esos espritus especialmente conformados que
tienen el sentido de lo esttico extraamente desarrollado; el culto de lo bello
es para ellos
como una
religin,
que los diputados de todas las ciudades griegas trataran en comanera de restaurar todos los templos destruidos por los persas. Los antiguos gobiernos de las ciudades libres de Grecia rehusaron esta invitacin, y desde aquella hora Pericles ya no pens ms que en Atenas. Atenas, su patria, sera, pues, la ciudad ideal, el emporio del pensamiento y del arte, la Grecia de la Grecia, y como l mismo deca, la educadora de todos los heleen
la
mn de
la
nos.
Con
el
embellecimiento de Atenas,
como
lugar neutral. Este dinero haba sido reunido por suscripcin para con-
no pudo justificar semejante golpe de Estado ms que con el sofisma de decir que, si Atenas gastaba aquella suma, tambin ella sola asegurara la paz, y que los aliados no tenan derecho pedirle
PERICLES Y 1-IIAS
263
fin
Pericles tena
Se comprende que este gesto dictatorial de que enemistarle an ms con algunos de sus conciudadanos, que dijeron que
Atenas se deshonraba abusando de la confianza las ciudades aliadas; pero, en cambio, con
reunin en Atenas de
la
de
la
de toda
Fidias
Grecia.
Como
intendente y director
hubo de poner un escultor que ya se haba distinguido en trabajos anteriores. Cuando empezaron estas reformas de Atenas, Fidias ya no era joven;
general de todas las obras
,
perteneca an
la generacin que, si no haba combatido personalmente con los invasores persas, se haba educado por lo menos en el en-
el
recuerdo de aque-
Haba empezado como pintor en la escuela de Polignoto, donde haba quedado su hermano Panainos. Dudando de su vocacin, se traslad Argos para aprender al lado del
viejo maestro fundidor Ageladas, quien en 470
el apogeo de su fama, y que haban aprendido ya Myrn y Policleto. Con todos estos cambios de disciplina artstica, Fidias alcanz una gran habilidad en todas las
recursos invenciones de
trica
la
Minerva
Prtenos.
ste, el artista
escritores antiguos
la escultura, hizo en Platea una estatua de Minerva, y se le atribuye tambin otra de un Apolo encontrado en Roma, en el Tber. (Lm. XVIII.)
decidido ya por
Fig.
-591.
Gemma
Despus, por encargo de los atenienses que vivan de Lemnos, hubo de ejecutar una Minerva, cine se conservaba en la Acrpolis de Atenas con el nombre de la Lemnia. Esta parece haber sido de dimensiones poco mayores del natural, y pasaba por la ms bella de las estaen
la isla
...
Luciano, como T
264
Una
Museo de Dresde,
Museo
como una
pero
la
copia de
la
Minerva Lem-
atribucin
de Furwaengler
que la estatua bellsima de Dresde seguramente se puede atribuir Fidias joven, pero quedan muchas dudas que impiden asegurar sea precisamente la Lemnia, la maravillosa y ponderada obra del gran escultor. (Lm. XVIII.) Amelung insiste en que
el tipo
de
la
y ha propuesto
hacer de todas
(fig.
una
bellsima restauracin
389).
Despus de la Lemnia ejecut, por encargo de Cimn, una gigantesca escultura, tambin de la diosa, que se levantaba sobre un pedestal en el centro de la Acrpolis. Esta fu la que Plinio llamaba la gran Minerva de bronce, ms conocida Fig- S9-- Papirus de Ginebra con el nombre de la Promacos. Tenemos con el proceso de Fidias. una idea de su gesto guerrero por la reproduccin de algunas monedas romanas: tena en una mano el escudo, algo separado del cuerpo, y con la otra blanda la lanza. En la vista general de la Acrpolis de Atenas que reproducimos (fig. 388), puede verse la importancia de esta figura de bronce en la silueta general del santuario. Por fin, la tercera Minerva de Fidias, en la misma Acrpolis de Atenas, era la gran Minerva de marfil y oro, que deba substituir al viejo dolo de Minerva Folias en el Partenn. Cuando Pericles puso Fidias por director de los trabajos de embellecimiento de Atenas y de la Acrpolis, y como strategos general de la ilustre cohorte de artistas escultores y arquitectos sus rdenes, Fidias no se content con esta direccin superior, sino que tom para s el trabajo de ms responsabilidad, el de la imagen que tena que venerarse en el interior del nuevo templo. Este se llamara Partenn, que quiere decir estancia de la Virgen; la estatua de Minerva acab, pues, por llamarse simplemente la Prtenos. Fidias quera que esta nueva diosa de Atenas fuera tan slo de mrmol, pero el pueblo exigi que fuese de marfil y oro. Tena en una mano la Victoria y con la otra se apoyaba sobre el escudo. No tenemos de esta famossima Minerva ms que tres pequeas copias de la poca romana; las grandes estatuas de los santuarios, apenas accesibles, no se prestaban mucho ser fielmente reproducidas por los copistas; su imponente majestad desapareca al reducirse
3 *r
Tomo
Obras atribuidas
al
cincel
la
Minerva de Dresde.
PKRICLES Y FIDIAS
26
de tamao
(fig.
390).
nos
da idea de de
la
cabeza de
el
la esfinge
alto
penacho
391).
Una
labrada
la
Prtenos,
desapareci
del
taller
de
acusado y condenado, y segn dijeron Plutarco y Diodoro, muri en la prisin. Otra tradicin tambin antigua suFidias, y ste fu injustamente
pona que Fidias pudo escapar, y que, refugiado en Olimpia, tuvo tiempo antes de morir de
labrar
tuario.
all
el
Un
un papirus de Egipto,
(fig.
392). Prilos
meramente nos da el curioso detalle de que atenienses, con otros aliados, que podran
los
ser
ciudad de Adulia,
el
Fig. 393.
Retrato
de
Pericles.
en
el
marfil
de
las
estatuas. El papirus
tivamente condenado; pero que habiendo intercedido los de Olimpia, los atenienses le pusieron en libertad bajo fianza de cuarenta talentos de oro es decir, una cantidad considerable, que prestaron los administradores de Olimpia para quedarse con el gran escultor. Queda todava en duda si Fidias fu devuelto Atenas despus de concluido el Jpiter, para morir en la crcel, si muri en Olimpia, como hace suponer el hecho de que sus descendientes se establecieran en esta ltima ciudad, donde desempeaban el cargo honorfico de conservar la
,
estatua de Jpiter.
la
opi-
cmo
el
pues, que defenderse toda su vida, entre burlas y veras, viendo impotente con-
denar sin razn sus amigos. Tenemos un retrato de Pericles, por Cresilas, del que se conservan varias copias, que transparenta su carcter enrgico reunido un alma soadora (fig. 393). Tena el crneo alargado, lo que se disimulaba con el casco; Fidias, en cambio, en el escudo de la Minerva Prtenos, se represent
s
mismo como un
de
la
de
las
ms
bellas obras
humanidad, parecen
As veces
la
ellos
exentos de deformidades
incesante para
el ideal.
fsicas.
era,
en
el
ramente
alma de
la
Grecia; su accin, comenzada mediados del siglo quinto el siglo cuarto. El Parlenn, erigido sobre los cimientos
nuevo por
Ictinos,
uno de
los
ARTE.
66
Fig- 394.
arquitectos
al servicio
de
en
Pericles.
las
laterales.
all
que en
el viejo
Exteriormente,
estilo tradicional
ensanchamiento central slo de 17 centmetros, rigidez de la lnea recta de sus aristas. Todo en el Partenn est calculado con minuciosa perspicacia para producir su efecto de maravillosa perfeccin. Todas las lneas se hacen ligeramente curvas, con el fin de destruir las desviaciones de la perspectiva. En 184; el arquitecto ingls Penrose se hizo clebre descubriendo estas curvas, que substituan las
alargadas, tienen
lo
una
ntasis
la
horizontales en el trazado nueve aos, del 447 al 438 antes an terminada cuando Fidias fu que terminar solos la obra, por la
lneas
del Partenn.
El edificio fu construido en
escultrica no estaba
de
J.C.
La decoracin
racin estaba repartida en la fachada, en las metopas y en los frontones; debajo del prtico corra un friso sin triglifos, que se desarrollaba sin interrupcin
como
El conjunto de esta decoracin ha llegado hasta nuestros das mutiladsimo. El templo fu transformado durante la Edad media en iglesia cristiana, y ms
el sitio de Atenas por los venecianos en 1691. Las dos fotografas que reproducimos (figs. 394 y 395) muestran cmo el gran edificio, al ocurrir la explosin, se abri por los lados; las dos fachadas principales resultaron menos destruidas, pero las laterales s desploma-
EL PARTENN
267
F*g' 395-
talmente por
la
que quedaban an en
el
glorioso edificio, tan mal tratado, fueron arrancadas principios del siglo xix,
con consentimiento del gobierno turco, y trasladadas al Museo de Londres. De los grupos que decoraban los frontones, quedan slo unas cuantas estatuas; su disposicin en el propio lugar no se conocera si no fuera por las descripciones de los antiguos y los deficientes croquis que tuvo el capricho de dibujar un
pintor francs, Carrey Faidherbe, que
acompa
un embajador de Luis
XIV
es, diez
bombas de
los venecianos.
la
El frontn de
la
Minerva, representaba
el
contienda de
la
la
diosa con
derecho de patronato de
ciudad.
Ambos
uno ha llegado all en su carro respectivo, guiado el de Minerva por la Victoria y el de Neptuno por Isis. Como en los frontones de Olimpia, que representaban una escena que haba tenido por teatro aquel mismo lugar, en el Partenn tambin se supone ocurrida aquella escena en la plataforma misma de la Acrpolis; por esto asisten ella sus primeros habitantes semidivinos: Ccrops y Erecteo, con sus esposas hijos.
Del frontn occidental, Pausanias slo dice que las esculturas representaban la cabeza de Jpiter. La misma escena, figurada en un tosco brocal de pozo griego del Museo de Madrid, nos hace adivinar la posicin de los personajes principales, que han desaparecido del Partenn. Las figuras de los ngulos son las nicas que se han conservado: las Horas y las Parcas, deidades que presiden el nacimiento y la muerte. La misma idea del nacer y del dejar de ser expresaban los smbolos del Sol y de la Luna,
el
268
con
las
cabezas de
1^^^
los
caballos
de sus
carros
asomando en
Los
ca-
WS
JB'V
r
los
ngulos agudos
encabritados
''M
^g^E
>rfH
de Selene,
la dio-
sa
nocturna, aga(fig.
chan pasivamente
sus cabezas
397).
Minerva naca en
aquella hora de
as
luz;
camente
vV^lL^/
despertar de
rora.
la
au-
Contemplando
de aqueel
las reliquias
llas
H&^^^^
\* ^k-^k
^1
Sfe.
"'
.
estatuas en
olvidar
existir la
Museo gamos
pueda
Britnico, lle-
que
^B
poe-
Hjk
^^fc
'^A
sa la pintura
para
-*^^ i ^^^^WWB
'
-*
^^^^^t^^^^^^^"""""
el
expresar los
senti-
mientos
humanos:
jams
dela
^.
^^^H
Fig39*5-
siempre
biera
escultura.
bastarnos
Estatua de Hebe, en
nudos son felizmente simplificados, pero sin llegar ser una abstraccin: aquellos torsos de mrmol viven y respiran. El cuerpo de la gran figura de Neptuno, completado ltimamente con un fragmento descubierto en Atenas, es el prototipo de la divina idealizacin de nuestra especie (fig. 426). Las figuras de los ngulos tienen los mismos caracteres de sobria ejecucin; slo una de ellas conserva la cabeza, la estatua del llamado Teseo Ilisos, figura recostada de hombre joven, del frontn oriental. (Lm. XIX.) Las estatuas femeninas van todas vestidas, pero
se manifiesta sutilmente su personalidad hasta en los pliegues
de
al
las tnicas.
Las Parcas,
Iris
las
cuerpo los
y de
los
la
(fig.
398), y
en
dos
como Hebe, la escanciadora de los mortales, caen curvaanchos planos de tela, donde se posan el aire y los rayos del sol (figu-
.amina
XIX.
oriental.
Tomo
EL PARTENN
ra 396).
269
En
aquellas esculturas,
cada pe-
dazo de mr-
mol habla en
seguida de to-
do
el
universo.
las esta-
Para
tuas femeninas
cabeza, y aun
sta fu arran-
de que se
Fig- 397-
trasladaran
Londres
esculturas.
las
No sabemos, mes, qu estatua pertenece, pero resulta preciosa, porque nos ensea el estilo de Fidias en una cabeza femenina, labrada grandiosamente, insensible, ajena de todo detalle personal (fig. 399). Es interesante comparar esta cabeza monumental con las cabezas, ms pequeas, de
las figuras
de
las
divinidades, en
el
friso
ra 402).
La misma
idealizacin apa-
como
el ideal
cierta
humanizacin
el a
de su
de su raza,
la
quetipo del
obras del
caballo,
Las esculturas de
ya Fidias estaba en
el
los fronto-
pero es seguro que el maestro propuso el plan sublime de los dos conjuntos desde el principio de las
obras, porque
ficio
al
construir
el
edi-
te
frontn occidental
viera colo-
270
metopas de
las
92 cuadros, en
las
alto relieve,
Minen a,
la
amazonas y, por fin, con griegos brbaros del Asia en la guerra de Troya. Siempre el eterno combate del orden humano contra las fuerzas desordenadas de
las
los
la naturaleza!
En
composiciones
heroicas
se
el edificio, es
largo de
larga comitiva.
La no-
para
la
de-
en
el
natuest
po de Desde
Fig.
los
ciudadanos.
los viejos
con
lilas
400. Cortejo
do
las
Panateneas. Partenn.
EL PARTENN
27I
hombres
cortejo de
los
jvenes caballo
401), todos se
(fig.
ofrenda
de
la
ciudad.
variedad de
Es admirable la la comfri-
posicin en este
so;
cada
figura,
sin
Fig. 401.
Friso
de
las
Panateneas. Partenn.
mueven con diferente acompasada, rtmicamente, pero sin monotona; veces el pequeo detalle de un jinete que se apea para arreglar las bridas del caballo, de una muchacha que se arregla el velo, nos hacen interesar ms, sin distraernos, en el acompasado desfile de la procesin. Por una idea felicsima, en la parte del friso que corresponde al centro de la fachada se interrumpe el cortejo y el espectador se ve trasladado rpiLos jvenes
caballo se
ligereza cada uno; las vrgenes avanzan todas
al
damente
supone
bin
nia.
Olimpo;
desde
tam-
el
con
** i
las figuras
de
las
doce divinidades
superiores, que se
cpie
\*tft'i-
^&S*F?
^3
lo alto asisten
la
ceremofiguras
Estas
las
de
divinidades
las
son acaso
estn
que
ms
la
destrui-
das en
friso
parte del
tras-
que fu
ladada Londres;
las
la
Acrpolis de Ate-
apareci un
se
fragmento que
antes y J
haba desprendido
que tiene ^
v'.
402.
Grupo
perfectamente COn-
,.
272
tres
primeras ca-
de Neptuno, Apolo y
(fig.
Diana
por
l,
adems de
la
como ejemplo de
ma-
nera de representar los persoFigs. 403 y 404. Monedas de Olimpia con representaciones del Jpiter de Fidias.
En todo
la
este conjunto
de
del
decoracin
escultrica
estilo, artistas
de mrito
y esto es lo que prueba que el boceto del conjunto era obra del gran maestro, y que Fidias procuraba educarlos en su propio estilo. Pero que la ejecucin es de distintas manos lo demuestra el valor tan desigual de algunas metopas y de ciertas partes del friso, llegando al extremo de que, en el grupo de los jvenes caballo, hay una repeticin casi del mismo modelo; un artista ha labrado finamente las cabezas y los detalles, mientras que otro menos apto no puede hacer ms que copiar, sin arte, las lneas generales. Esto indica la gran dificultad de dirigir y educar un gran nmero de artistas de didiferente,
muy
versos temperamentos,
como
los
sus rdenes.
Otra de las ltimas obras de Fidias, ejecutada ya en su vejez, despus del proceso y condena, era, como ya hemos dicho, la famossima estatua, tambin de marfil y oro, de Jpiter, del templo de Olimpia. Tenemos de sta muchos
menos datos que de la Prtenos; no se ha conservado ninguna copia que responda dignamente al original; se comprende, por otra parte, que el majestuos:>
Jpiter,
de dimensiones colosales, sentado en un trono riqusimo, deba quedar como caricaturizado en las pequeas esculturas que los copistas podan ejecutar para los devotos que acudan al templo. Los escritores antiguos han
dado idea con sus elogios de la impresin de asombro que produca el gran coloso dentro de la celia semiobscura; los primeros Padres de la Iglesia hablan de l an con la admiracin que les han transmitido las tradiciones paganas. Slo las monedas de Olimpia nos
dan una idea del tipo
se trasluce
(figs.
403 y
4114);
en
del
romana
algo de
la
suprema majestad
la
dolo de Fidias.
Un
buena idea de
majes-
^r
ms moderno, con la arruga en la frente que indica un arte menos tranquilo, tiene, sin * embargo, la melena leonina y la barba poderosa
l
LOS rROI'II.KOS
2/3
el
405).
En
cha
luz
origen del
vecharse de
noto.
las
composi-
Ya hemos
visto
cmo
Fig. 406.
en su juventud se sinti
Fidias atrado por el gran
la
Acrpolis de Atenas.
maestro, y que estuvo punto de decidirse por la pintura, y aun ms tarde, ya escultor famoso, se encontr de nuevo con Polignoto en Platea. Nada queda, naturalmente, de los frescos de Polignoto, pero por algunas composiciones de asuntos heroicos que
los artistas alfareros
algo de su arte.
En una metopa
sentado Helena perseguida por Menelao y protegida por Venus, despus de la cada de Troya, tal como est tambin figurada la misma escena en un vaso
pintado, y derivando
ambas obras de un
de
los
la rodilla
y en
el
relieve.
Uno
inquieto
que hasta entonces haba repetido siempre los tipos slo en hombre de pie, avanzando sentado. Esta posicin ms compleja del Marte del friso del Partenn, tena sus antecedentes en la pintura, pues aparece ya en vasos ms antiguos y derivados tambin de modelos de los frescos de Polignoto. La gran originalidad de Fidias consiste en fundir todas las enseanzas anteriores; l no ser innovador, como lo fuera antes Polignoto y lo sern despus Scopas y Praxiteles, sino que llevar la perfeccin todo lo que haban inventado las escuelas drica y jnica, fundindolas
para
las
la escultura,
Fig. 407.
U1ST.
Los
I.
Propileos,
la
puerta Beul y
el
templo de
la
Minerva Nike
DEL ARTE.
T.
35.
2/4
completamente con su Pero, aunque se haga justicia Temstocles y Polignoto, que fuegenio.
ron verdaderamente ms
revolucionarios que neles y Fidias,
el
P-
mrito
que
los otros
slo vislumbraron.
medida que
el arte
mejor conocido,
Fig. 408.
acaso
Templo
carcter de creador de no por esto dejar de ser un creador, como deca Platn:
Crea como hombre inspirado. La creacin en arte no es la invencin de un asunto modelo, sino su ejecucin, siempre nueva, si est realizada otra vez
artsticamente.
Las esculturas del Partenn son, por muchos conceptos, el ms alto resulla humanidad. El entusiasmo que des-
no admirar
lo
aquellas
Porque
al
momento de nacer
Como cuando acababan de salir de manos de los artistas, conservan siempre la flor de la gracia y la novedad, que impide que el tiempo haga violencia sobre ellas, como si tuvieran un espritu siempre renaciente y un alma exenta de vejez. Alma,
cer antiguas, y guardan siempre la frescura de la juventud.
espritu, vejez
y juventud, inmortalidad!... Estas son las palabras que usaban ya ponderar aquellos mrmoles destrozados por el tiempo y por
gris
que
les
da
asilo
en
el
Mu-
seo de Londres.
Adems
interior
Acrpolis. La primera obra imde los Propileos entrada monumental, que forma como la fachada de todo el santuario por la parte del Oeste, la nica (pie da fcil acceso la colina rocosa de la Acrpolis. Todos los conjuntos religiosos de Grela
de
ciudad
como en
lo alto
de
la
portante fu
la
cia tenan
estas entradas
ms menos grandes;
la
desde
de
la
las
acrpolis
prehelnicas;
era un elemento tradicional unos propileos formados por un pasadizo fortaleza castillo de Tilinto. De la direccin
arquitecto Menesicles, y su plan, excesivamente grandioso, se desarroll slo en parte; las modernas excavaciones han puesto
el
LOS PROPILEOS
al
275
la
obra y
daran aspecto
388,
mucho ms
(fig.
407).
una restauracin bastante juiciosa del conjunto de la gran valor decorativo de esta entrada monumental, frontn en su cuerpo central y las dos alas avanzadas. Ms tarde, en la pi romana, se construy la gran escalera de acceso y la puerta inferior, llamada
La
fig.
que
es
Acrpolis, muestra
el
el
(fig.
407).
la
danta de Menesicles;
guerra del Peloponeso oblig reducir gastos, y los prticos posteriores fueron suprimidos. La fig. 406 muestra en la planta ms negra la parte que se llev
como quedaron
los Propileos,
del pasadizo entre columnas, tienen dos pequeas alas desiguales; la una, desti-
nada pinacoteca, se complet; columnas de las fachadas son dricas y sin ninguna
decoracin de escultura;
las
la
de
puertas de
la
Acr-
polis tienen
an aquella
con
el
Pero es culas
rioso
observar que
columnas del
interior del
de
los
combinacin
edificio.
de
mo,
A un
pileos,
en un bastin que
entrada, se construy
un pequeo templete de
dedicado Minerva Victoriosa Minerva Nike (figs. 407
estilo jnico,
la
entre
griegos y
409.Victoria de
la
2J6
Fig. 410.
de
El antepecho de la balaustrada de este bastin, sobre el que se templo de Atena Nike, fu decorado con unos portentosos relieves de Victorias, en las que el estilo maravilloso de Fidias y su manera especial de dar importancia a los pliegues del ropaje se manifiestan con la misma riqueza que
les heroicos.
levanta
el
en
el
Partenn.
obstante, advirtese aqu
No
mayor
carro,
cuerpo decapitado se inclina con admirable suavidad de forma humana, transparentndose bajo el manto sutilsimo (fig. 409). Todava ms tarde, muertos ya Pericles y Fidias, tena que levantarse en la Acrpolis un ltimo edificio para completar aquel conjunto (fig. 410). El motivo fu seguramente para recoger los viejos cultos, que con la construccin del Parvillosa; el bello
En
el
vean an las seales del tridente de Neptuno y de la lanza de Minerva. Haba que desagraviar Ccrops y Erecteo, desdeados por la crtica racionalista de
Fidias y Pericles, y por
fin,
tena
la
que
alojarse
dignamente
la
sacrosanta vieja
donde
nacio-
haba estado
nal
el
viejo templo.
estilo jnico,
el
de Atenas, y su planta era un verdadero enigma antes de las excavaciones que han puesto al descubierto la distribucin del viejo templo de la Acrpolis.
relativa,
tal
como pueden
verse
en
g. 387, indican
cmo en
el
EL ERECTEO
los servicios del
277
Erecteo es un santuario triple; en una parte Minerva Polias; en la otra las dos cmaras del culto de Ccrops y Erecteo. A un lado, como nica innovacin, hay una tribuna graciossima, sostenida por seis figuras de muchacha, llamadas caritides, que estaba dedicada Pandrosia, hija de Ccrops. El empleo de la figura humana como soportes verticales era ya muy conocido en el arte griego; recordemos las caritides masculinas del templo de Zeus, en Agrigento, y las de los tesoros
viejo templo. El
de Delfos, de
llas figuras
las
que proceden
directamente
las
caritides
femeninas del
de
la
doblarse por
el
menor impresin de
insensibilidad;
descansan sobre una pierna y renen los brazos al cuerpo para aumentar la seccin del soporte (fig. 411). El conjunto ms ligero del Erecteo contrastaba con la masa drica del
Partenn. Atravesados los Propileos, despus de haber encontrado la gran Minerva Promacos de bronce, la va sacra de la Acrpolis pasaba por delante del Erecteo; el Partenn, algo ms lejano, no aplastaba este edificio menor. Tena
todo
lo largo
de
la
El contraste entre
tambin en su
casi
estilo: el
Erecteo y el Partenn estaba no slo en su masa sino Partenn era un edificio severo, de molduras simples y
el
ms graciosos
detalles
de
la
arquitectura
La
pulcritud,
(fig.
412).
Las ovas y
que no parecen, pesar de su abundancia, excesivamente recargadas las palmetas son finas, elegantsimas; los capiteles, de una
licromado
como todos
los
con
las
cuentas
ve-
de
la
obra del
lo
edificio,
mos
que se gast en
todo en oro,
color, y sobre
y rosarios de
las
molduras
bradas.
sobre
el
fino
la-
De
eles
la
poca de Pnel
trucciones de Atenas;
Vulcano,
al
pie de
Fig. 411.
Tribuna de
las caritides
del Erecteo.
27*
en
la
propia ciudrico
dad, era
un
edificio
Pericles
Oden
teni-
para
el
las
audiciones musicales;
habilidad
liberal y filsofo.
Peri-
cles,
que de Atenas
en
se
la
propona hacer
ciudad ideal, no
arte,
que
La
Repblica de Platn
educacin de
ciudadanos. El
Oden
era
un
edificio cerrado,
de forma
circular,
Fig. 412.
poco
la
el
modelo,
como
toda
propio Pericles.
Las reedificaciones suntuosas no se limitaron la ciudad, sino tambin el tica. Pericles puso gran empeo en eme el santuario extramuros de Eleusis fuese reconstruido con toda magnificencia. Aquel lugar, y el culto mismo
de
los misterios,
no despertaran
la
mn de
ficio
toda
la raza.
El edi-
de
planta
hileras
cuadrada,
con varias
el
de columnas;
techo
vamente en forma de linterna. Era obra de otro arquitecto, Corebus. Las excavaciones de Eleusis han puesto
al
de
ba-
Fig.
del Erecteo,
visto posteriormente.
EL CAPITEL CORINTIO
la
279
reconstruccin del
Teniendo que
Asia,
Ilipodamos de
el
propuesto estudiar
dad
ideal
con
la dis-
pendencias.
reo,
En el Picomo en la colo-
nia
tadas
ya las
el
calles
segn
sistema hipocuadri-
dmico, un
En esta poca
deba ser tambin in-
ventado
rintio,
el capitel
co-
Figs. 414
y 415.
que despus
caracterizar un nuevo tipo de arquitectura. El capitel corintio era un acampanado, rodeado de tres filas de hojas de acanto. En los ngulos aparecen todava unas volutas ms pequeas, como reminiscencia del orden jnico, al que pertenece todo el resto del edificio. Ictinos, el arquitecto del Partenn, emple ya el capitel corintio, aunque con gran parsimonia, en un templo que levant en Figalia; all haba un solo capitel corintio, en una columna
hubo de
cilindro
dems eran jnicos. Esto prueba que el capitel cuando Ictinos construy el templo de Figalia, los escritores antiguos atribuan no obstante su invencin cierto escultor llamado Calimaco; el primero, segn decan, en emplear las hojas de acanto y rizos de volutas. La leyenda supona que lo haba inventado en Corinto; una joven haba depositado una canastilla de flores sobre la tumba de su amante, y aquel penacho de hojas y flores encima de la estela inspir al escultor Calimaco la idea
decorativa del patio; todos los
del nuevo capitel,
corintio.
La leyenda siempre
280
recoge algo de
antes de J.C.
senta aficin
la
era
un gran
las
escultor, pero
por
artes
suntuarias;
como
ca,
por
las
en bronce.
sobresala
En
el
Erecteo se vea su
el
coro-
columna, y que Calmaco, el fundidor, diera al problema la feliz resolucin del capitel llamado cola
namiento de
rintio.
partir
de esta poca
rizos
las
hojas
si-
ordenados
las
en
Es una obra soberbia de escultura ornamental, en la que las decoraciones de los acantos se han empleado de la manera ms feliz la columna votiva encontrada en Delfos, que sostena un grupo de tres danzantes jnicas, con el penacho en la cabeza y cada una levantando con un brazo la airosa tnica y elevando el otro con gesto armonioso ffig. 414). La hermesa columna de Delfos puede darnos ligera idea de lo que deba ser la lmpara monumental de bronce del Erecteo, decorada con acan,
tos
Fig. 416.
(fig.
415).
las
Estatua
fidaca.
Valicano.
Pero adems de
obras decorati-
representando
de
la
cor
muchacha
Como
las
el estilo sereno y grandioso de la escuela de ejemplares bellsimos de las esculturas femeninas del tipo de las
las caritides de la tribuna del Erecteo, eme reproducen en bulto mismas muchachas ticas del friso de las Panateneas, y visten, como ellas, el simple manto de lana, que se dobla en la cintura. Otra figura bellsima, de arte algo avanzado, pero en la que se nota la gran influencia del estilo de Fidias, permanece todava casi olvidada en el patio llamado de la Pina, del
tenemos
entero
palacio Vaticano
(fig.
416). Lleva
la tnica,
mostrando
la
Tomo
Lmina XX.
Vaso
v antes de
J.C.
(Museo de Atenas)
2bl
parecen anticiparnos
la sensibi-
en su posi-
menos
que
los
la
estatua femenina;
el
joven atleta
en
dos siglos
La
41 7).
tra-
escultores
de
fines
co en
la escultura
de bulto entero. Se
escul-
estatuas
de Nibides agachadas, para defenderse del terrible castigo de los dioses; una de ellas, encontrada hace pocos
aos
en Subiaco, es
arrodilla
(fig.
,
la
de un joven
otra es
la
que se
suplicantes
La
de
la
le
ha clava-
Fig. 417.
Apolo de Cassel.
do en
la
la
espalda
(fig.
419). El torso de
la figura tiene especial
encanto, por
la
emo-
cin que causa ver as asaeteado aquel pobre cuerpo tan hermoso. Estas estatuas deban formar parte de
hijos.
un conjunto, con todas las figuras de Niobe y de sus Acaso reprodujeran una composicin pictrica dentro del estilo de las
era el estilo grandioso en
la
Lo qu
de Polignoto,
el
nombre
las descripciones que hace Pausanias de sus frescos en Delfos y Atenas. En Atenas decor una stoa prtico, donde
represent, en sus tres paredes, los tres asuntos heroicos favoritos de esta poca:
IIIST. PE.
ARTE.
T.
I.
36.
282
el
HISTORIA.
los centauros,
la
DEL ARTE
los persas.
combate con
con
las
amazonas y con
al
de este prtico fu
al
lado de Fidias, trabajaba un grupo de discpulos. zonas tenemos algunas indicaciones, por figuras que se copiaron repetidamente
en
los
rencia
la
vasos y que aparecen tambin en color en un sarcfago etrusco de Flo(fig. 420). Otros frescos en Platea, de Polignoto, reproducan asuntos de
mental de
guerra de Troya, y stos fueron copiados brbaramente en una tumba monula Lidia, decorada con grandes fajas de relieves (fig. 421). Estos sen-
cillos relieves
de
la
tumba de
la
Atenas de su tiempo.
Giloi-Bassi,
como
fago de Florencia, deban tener copias y dibujos del repertorio de los grandes
frescos de Polignoto, y as llegamos adivinar algunos de sus personajes y hasta
Pero
el estilo
las descripciones y crticas de los filsofos como Aristteles, quienes comentaban los frescos de Polignoto. Las
figuras estaban en
lejanas tenan la
Fig- 418.
Xibide
de Subiaco.
Fig- 410.
Nibide
la
(Museo de
las Termas).
Roma.
adorna
283
T
-f*s
4W
SjgL
^^
V-
$ft,
Jt*x.-&\.
Fig. 420.
las
ms
lejanas hasta
la
medio
No
el
perspec-
claro obscuro
perfil.
Pero
el
monumentales
dad y movimiento de cada uno de los personajes; en la disposicin y el arte, principalmente en los grupos maravillosos de los hroes, dibujados con una
maestra que admiraban an los pintores y crticos de los siglos posteriores.
La supremaca de Atenas en
el siglo
las artes
de sus discursos, cuando habla de que las grandes obras por l emprendidas haban producido obreros capaces de trabajar el marfil, el oro, el bano; carpinteros, albailes, bordadores, etc.
rieles
Los
el
tiempo de Pela
no desdeaban intervenir en
propio Polignoto,
la
progreso de
artes
industriales; por
iniciativa del
la
tcnica.
figuras grandes,
decoraban todo
tacar sobre
el
un fondo negro, quedando las figuras blancas dibujadas con simples lneas hechas con finsimos pinceles (fig. 422). Es maravilloso el efecto que se consigue con slo estos dos tonos de color, el negro y el rojo de la tierra cocida. Algunos vasos tienen formas bellsimas y son de grandes dimensiones. (Lm. XX). Algunas veces los temas reproducan los grandes monumentos de la pintura
Fig.
421. Regreso de
Ulises. Relieve
de
Giloi-P.assi.
2 o' 4
HISTORIA. DEL
ARTE
Fig. i??-
/)
al
fresco (fig. 423); otras, simples escenas de la vida ordinaria. Muchos de estos vasos estn firmados; algunos pintores acompaan sus firmas con manifestacio-
nes de encomio de su propia obra; por ellas nos enteramos de las rivalidades
de
taller existentes
antes de J.C. Otros vasos fueron dedicados algn joven bello, Kalos, que era
(fig. 425). Este dato sirve tambin para porque muchos de estos jvenes kalos fueron despus hombres pblicos, de los que han quedado noticias histricas de su interel
arbitro
de
la
elegancia de su poca
estilo,
fijar la
fecha de cada
vencin en
los
la
Pero
gama simple
la
aficionados
Fig.
23.
Pelops
siglo v antes
de
f.C.
LA CERMICA
285
Fig. 424.
Copa de Venus y
el
Cisne.
Museo Britnico)
blanco todo
el
pero fuertes, de
vaso y despus pintar encima las figuras con los tonos simples, la paleta de Polignoto: el azul intenso, el carmn y el ocre. Estas
no
y principalmente
como
obje-
tumbas;
la
faectaban,
por
lo
comn,
forma de
de
un
que
r-
que llevan el exvoto con Acaso uno de los mayores de estos lecitos es el
milia,
la canastilla.
que
se encuentra en el
MuFig,
R'ilo<;.
286
de este mismo
el
estilo,
con
la
representacin de
Venus y
plsticas
una de
las
ms admirables obras
(fig.
arte de la pintura
4 2 4)-
Por
iniciativa
de
Pericles,
mediados del
siglo
v antes de
J.C.
continu
la
restauracin del santuario de la Acrpolis de Atenas, destruido por los persas. La obra principal fu la construccin de un nuevo templo para Minerva, en sustitucin del viejo templo de la Acrpolis. Se le llam Partenn, y Fidias y sus discpulos decoraron con estatuas los frontones y con
metopas y un friso del prtico. Fidias, de la escuela de Ageladas, haba labrado ya dos estatuas de Minerva para el propio santuario, la Lemnia y la Promacos; para el templo del Partenn ejecut su tercera Minerva, de marfil y oro, llamada la Prtenos. A causa del robo de una partida de marfil, vise envuelto en un proceso y tuvo que emigrar Olimpia, donde le encargaron una estatua de Jpiter sentado. La escuela de Fidias conserva siempre el estilo noble y grandioso que le infundi el maestro; los tipos tradicionales del atleta y la joven vestida aparecen representados con nueva belleza y grandiosidad. Los nuevos temas heroicos, como el de los Nibides, reflejan siempre el mismo estilo elevado. En la Acrpolis, despus de Pericles y Fidias, continuaron levantndose nuevas construcciones: la gran entrada monumental Propileos, el temrelieves las
la Minerva Nike y, por fin, el Erecteo, de puro estilo jnico. Dentro de ste se hallaba la lmpara en bronce de Calimaco, de dimensiones colosales y decorada con hojas de acanto; el propio Calimaco debi ser el inventor del capitel con hojas de acanto, llamado capitel corintio. En la pintura florece, paralelamente Fidias, aunque algo anterior, el gran maestro Polignoto, que inicia el estilo grandioso en los frescos monumentales. Su influencia se advierte en la cermica. En los ltimos aos del siglo quinto, las fbricas de cermica de Atenas llegan su mayor perfeccin. No slo se pintan los vasos con escenas de figuras claras sobre fondo negro, sino que en los
plo de
lechos blancos se introducen los colores simples de la escuela de Polignoto. Id.: Ancient marbles in Great Britain, Michaelis: Der Parthenon, 1871. Bibliografa.
Sauer: Der weber Labordische Kopf, 1903. - Gardner: Six greek stulptors, 1910. Kekule: Nicole: Le proas Waldstein: Essays ofthe art of Phidias, 1885. Die griechische skulptur, 1906. Klein: Eu/ronios, 1879. de Phidias, 1910. Colignon: Histoire de la sculpture grecque, 1907. Fairbanks: Athenian white Rayet: La ceramiqtte grecque, 18S8. G. Nicole: Meidias, 1908.
1882.
lekytoi, 1907.
Fig, \s6.
Fig. 42,-.
del Cermico.
Atenas.
CAPITULO XV
LOS DISCPULOS DE FIDIAS
IV.
LISIPO.
Polticamente
cias para
considerado,
la
el
fatales
consecuen-
toda
Grecia.
La hegemona
de Esparta, provocando
lucha
conocida con
el
nombre de guerra del Peloponeso, que no fu, en el fondo, sino el antiguo dualismo de jonios y dorios, que lanzaba de nuevo los griegos unos contra otros.
Atenas pretendi herir su
Sicilia,
rival,
las
colonias de
las
dems ciudades
que constituan
los retratos
la liga doria,
celebraron
un monumento con-
de
los
fundidores dorios. Porque para esta obra se acudi naturalmente los escul-
Argos y Sicyone;
la
lo
de
escuela de Fidias.
288
Es
rra,
ms.
la
el re-
sultado de
gue-
favorable los
dorios,
atrajo
al
Peloponeso
algu-
de Atenas. El mis-
mo
BT a
m
Ictinos,
el
ar-
gos de
visto
las
ciudades
dricas; ya
hemos
Fig. 428.
formado en Atenas.
Scopas, veremos ms adelante que dirige en
el el
propio Peloponeso, y por ltimo, en tierra drica, el santuario de Esculaen Epidauro, es reedificado por esta misma poca con un lujo y buen gusto extraordinarios. El recinto religioso de Epidauro estaba rodeado de un perbolo,
pio,
de Delfos y Olimpia; deba ser riqusimo por los regalos pues consta por multitud de inscripciones que all encontraban la curacin. La excavacin del santuario de Epidauro fu emprendida por iniciativa de la Sociedad Arqueolgica de Atenas, estando al frente de los trabajos un
como
de
los santuarios
los enfermos,
arquelogo griego, pero formado en Alemania, Kavadias, y creando adems la Sociedad Arqueolgica en el propio Epidauro un pequeo museo con todo lo encontrado all. Del gran templo de Esculapio se ha descubierto poca cosa,
slo restos de los frontones, pero en
drica,
(pie
de columnas
admirables
428 y 429).
7
Fie. 429.
~~
Seccin de!
holos
Todos
cos del
los de-
talles arquitectni-
tholos
de
de
Epidauro son
|i
supe-
rando en elegancia
lo
de Epidauro.
que pareca
la
en de
la
Acrpolis de
for-
Atenas.
La misma
ma
edificio circular
se prestaba a producir
una obra
cia;
llena
de gra-
el /o/os
de Epi-
de igual forma es
edificio
el
que construy
lla(fi-
Filipo en Olimpia,
mado
el Filipein
el
Fig. 430.
gura 432), y
tivo de
gracioso
cmo
nuevos en arquitectura
to la
(fig.
431).
que
si
gen suya, tanto por la fuerza, en los campos de batalla, como en la paz por su
elevacin moral, crese, en cambio, en Atenas,
aun durante el siglo v. No era ste tampoco el tiempo de los nuevos edificios; para levantar un monumento como el Partenn
se necesitaba
social
un gran vigor en
el
cuerpo
que en
en
la
los
la guerra, se
obras empezadas
el Pireo.
Acrpolis, en Eleusis y en
taller;
abundan
las
de Liscrates. Atenas.
T.
I.
37.
290
tores,
Fig. 432.
Ruinas del
Filipein. Olimpia.
comentndose mutuamente sus ltimas creaciones. El pueblo de Atenas participaba en sus rivalidades y triunfos: cuando un escultor creaba uno de estos tipos inmortales, como el Fauno de Praxiteles la Mnade de Scopas, los
aficionados y crticos le aplau-
No
para adornar los frontones de los templos, y la tcnica de la fundicin en bronce pareca relegada, prefirindose las suavidades de la escultura en mr-
mayor fineza. Hasta cambiaron por completo los asuntos; ya no se trataba de representar exclusivamente las divinidades superiores, sino los dioses ms vecinos de los humanos: Venus, Marte, el Amor, las divinidades
mol, que permite
del
campo
de
la
los
como
las figuras
simblicas de
Virtud,
Democracia
la
Paz.
Empezaron
prodigarse los
retratos individuales, y en lugar del tipo del atleta vencedor, del auriga,
F>gs-
433 y 434
La Venus de Alcamenes. La
estatua es
la
del
Museo
del Louvre.
La cabeza
es la del
Museo de aples.
291
el
del
los triun-
han sucedido
foro.
modo menos
el
po-
menos
filosfico del
que se propu-
siera Pericles.
Aun
en
que
las
grandes
la Acrpolis. Porque si que emigrar, por su proceso del robo del marfil de la Minerva, sus discpulos continuaron formndose trabajando en el Partenn, que todava no es-
mentales de su
villoso
estilo,
como
el
arte mara-
de ejecutar
al la
mismo tiempo
de
J.C.
grandiosa,
Poco sabemos de la primera generaFig- 435- Juno. Coleccin Ny-Calsberg. cin que trabaj directamente las rdeCOPENH AGITE. nes de Fidias y que continu su escuela despus de desterrado el maestro. Los escritores antiguos nos han transmitido
de
la
ellos
algunos recuerdos
pero se hace
muy
difcil identificar
De Cresilas, por ejemplo, no conocemos con seguridad ms que el retrato de Pericles y acaso la Amazona; con la base de estas obras autnticas se le han atribuido demasiadas copias de otras estatuas. De Calimaco ya hemos debido suponer, por su lmpara del Erecteo, que trabajaba en Atenas en el siglo quinto.
Parece haber sido
el
ms personal de
los antiguos:
la
difcil-
Elegantia
De
su famosa
del Louvre,
la
Venus de los jardines, de las que la mejor es una estatua del Museo Fu encontrada acaso en Frejus, en Provenza, y muestra acentuada
an
las
(figs. 433 y 434); conserva serenidad de expresin, y en el gesto, movimiento y peinado, recuerda estatuas aisladas de Fidias, como la Minerva Lemnia.
La Venus de Alcamenes viste an como la del friso del Partenn, pero muestra ya uno de los pechos al descubierto; mirada de perfil toda ella, resulta hermossima; la cabeza es de muchacha joven, ms joven de lo eme hasta
entonces haba sido representado
el tipo
de Venus.
Fidias pasaron de una genefamilia
Mas para comprender cmo las enseanzas de racin otra, el ms claro ejemplo es el de una
de
artistas
que por
292
generaciones
de
fueron
la
transmitindose
padres
de
escultura.
La
dinasta, pudirapri-
mos
decir,
empieza con un
mer maestro llamado el viejo Praxiteles, compaero de Fidias, acaso algo ms viejo, que
trabaj con
l
en
la
Acrpolis.
en
la
ejecucin
de
la
macos.
La tradicin sealaba como suya una Juno del templo de Platea, que es
el original
fcil
fuera
435).
Es una estatua
cuyo
rizados, y el
manto que
uno de
los efectos
ms
La
muestra
las bellas
formas de los hombros; es verdaderamente un tipo magnfico de madre de los dioses; con gesto solemne apoya un pie en el suelo, mientras el otro se inclina
hacia atrs con movimiento de bscula, tan frecuente en las estatuas griegas del
siglo v. Si esta escultura fuese realmente la
se manifestara
Juno de Platea, el viejo Praxiteles estilo de su tiempo. Este tipo de Juno, algo modernizado, debi servir de modelo para la estatua colosal que perteneca la famosa cabeza de la coleccin Ludovisi, hoy en el Museo de las Termas (fig. 436). La Juno Ludovisi presenta, como un enflaquecimiento de espritu; es una copia romana muy libre, y esto explica que algunas
como un gran
artista
dentro del
como
el
retrato de
una emperatriz
la
Con
la
devuelven algo de
gran-
diosidad que en las obras clsicas deriva slo del estilo; este efecto de majestad,
las dimensiones de la Juno Ludovisi, sera acaso que impresionara tanto Goethe, que consideraba la cabeza gigantesca de Juno y la tambin tan moderna del Jpiter de Otrcoli como los prototipos de los verdaderos inmortales. Los calcos de ambas cabezas, trados de Roma, le
hijo
de transicin en
la
conser-
293
Fig. 438.
Cabeza de
vamos: la copia del Museo de Munich de su grupo de Eirene y Plutos, las dos personificaciones dla Paz y la Riqueza (fig. 437). La obra es evidentemente una alusin las esperanzas que de un
tiempo ms
Fig- 437feliz
Eirene y Platos de
(Museo de Munich)
Cefisodoto.
atenienses
parta.
el fin
de
la
Los pliegues
que
des del Erecteo, y el gesto de la estatua apoyada sobre una pierna, es el gesto de la Juno de Platea y de otras obras que Fidias inspir directamente; pero advirtese ya una ternura
acaricia
con
la
mirada
ms moderna en la expresin maternal de la diosa, que al pequeo Plutos que lleva en brazos. Como vemos,
la Juno del viejo Praxiteles como en la Eirene de Cefisodoto, no hay ningn cambio transcendental en la composicin de los tipos; las figuras, apoyndose en la pierna derecha, marcan hacia este lado los pliegues rectos, mien-
tanto en
tras
que
la
ms delicada, ms sensible, es lo que tena que venir muy pronto; la cabeza de Eirene, efectivamente, ya no es una de aquellas excelsas, impersonales, sublimes divinidades de los frontones del Partenn (fig. 438). Pero la revolucin transcendental tenan que llevarla la escuela de Atenas los grandes maestros de la tercera generacin despus de Fidias, sobre todo el hijo de este Cefisodoto, llamado Praxiteles como su abuelo. ste es el artista elegante, devoto del amor, entusiasta enamorado de las bellas formas humanas.
lneas
inclinadas.
La expresin ms
el
tierna,
nuevo
estilo,
Poco sabemos de su vida; es curioso que para conocer las principales fechas de su carrera artstica, tengamos que valemos de los datos que nos proporciona
294
su amistad con
la
guerra en 372, y por otra parte sabemos que edad dorada de Frin, cuando su
que
sera
cuando
la
protegi
el
escultor
de Atenas, debe, pues, suponerse entre el 360 y 350 antes de J.C. En esta poca, Praxiteles era ya famossimo escultor y suficientemente rico para disponer de tan precioso modelo. Cuatro siglos ms tarde, todava los guas enseaban
la va de amores de Praxiteles con Frin. El escultor, que no poda confiar excesivamente en el buen gusto de la cortesana, no deba hacerla participar tampoco de sus juicios artsticos. Por ejemplo, dcese que Frin, para indagar cul era la estatua preferida por el maestro, tuvo que valerse de una estratagema. Una noche que Praxiteles haba ido visitarla, hizo llegar de sbito uno de sus criados, dando desaforadas voces de que su taller estaba ardiendo. Al escultor se le escap la afirmacin de que no sentira la desgracia con tal que se hubiesen salvado su Fauno y la estatua del Amor. La cortesana lleg conseguir de su amante el regalo de estas dos obras preferidas. El Fauno lo cedi despus Frin Atenas y fu colocado en la va de los trpodes; el Amor lo consagr su patria, Tespis, que haba sido reedificada, y all iban admirarlo los inteligentes de la poca romana, hasta que Nern acab por trasladarlo Roma. U?i amor como precio del amor, decan los poetas de la antologa.
de
la
poca de
los
Fig. 439.
El Amor de Centocelle.
(Museo
l'aticano)
Fig. 440-
295
Fig. 441.
Fig. 442.
No han
que se
refiere la
la que hay otras dos copias en aples y Turn (fig. 439). Es un joven fino, de cabellera abundante y dulce mirada soadora, el cuerpo tiene las mrbidas formas de todos los tipos praxitlicos. Otra pequea estatua del Amor parece tambin del estilo propio del galante maestro de Atenas: es un bronce bellsimo encon-
Tespis, debi ser una bella estatua de adolescente alado del Vaticano, de
la
costa de
con todo su cargamento de estatuas y fragmentos de arquitectura (figura 440). Las exploraciones submarinas de este curioso depsito arqueolgico, continan verificndose por los delegados franceses en Tnez, y resulta muy
interesante
el
el siglo 11
xito de los tipos de Praxiteles, aun triunfando de los gustos de otras pocas.
han hecho varias conjeembargo, cmo expresaba Praxiteles el indefinible atractivo de estas naturalezas semihumanas, porque de l nos queda otra estatua de Stiro muy conocida y que debi ser famossima en la antigedad; baste decir tan slo que es la escultura ms reproducida por los copistas romanos (fig. 441). No deba haber en Roma ni en provincias ninRespecto
al
Fauno de
la
va
de
los trpodes, se
Podemos comprender,
sin
2o6
gima co leccin de esculturas que no tuviera una de estas copias del Stiro de Praxiteles, que hoy abundan en los Museos. Es un joven apoyado indolentemente sobre un tronco, con las piernas cruzadas y un brazo descansando en la cadera; todo en esta figura tiende dar la impresin de sensual abandono. Cuan lejos estamos del joven atleta, del Dorforo de Policleto, que en el siglo anterior se haba tomado como modelo perfecto de la belleza humana!
En
el
dondeadas, no se percibe un solo msculo pronunciado, ni en los brazos ni en las piernas; el torso
una
piel
airosamente
doblada cubre
lo
ms
pecho
los ojos y
tible
en
la
de animal en forma humana. Las orejas del stiro se disimulan con la profusa cabellera, pero la
mirada turbia del joven denota su verdadera natu-
raleza.
Fig. 443.
ele
La
Copia del
Stiro-
por
el instinto;
si
nos imaginamos
los
movimientos de
Praxiteles. Vaticano.
esta figura
avanzando pequeos saltos. Publicamos dos de las copias romanas de esta estatua: la copia del Museo del Capitolio, en la fig. 441, y la copia menos buena del Museo Vaticano, en la fig. 443, para que se vea qu clase de trabajo era el de los copistas y cmo,
conservando
la el
ms menos
ejecucin.
Como
mayora de
los originales
de
la
podemos dar
Roma
La mejor
encontr en
el
el
Louvre, se
es de
mrmol
que acaso fuera una reliquia preciosa del original, labrado por las propias manos del maestro, que los emperadores tendran en su palacio. Otra escultura muy caracterstica de Praxiteles, de la que existen tambin muchas copias, es el Apolo joven, llamado Apolo Sonrodnos porque ha i ido representado jugando, en el acto de matar un lagarto sauro en el tronco de
griego, hizo pensar
un
rbol.
el
La
asunto:
ms
bello y gracioso
de
los inmortales
ha sido escogido en
el
momento de
en los juegos
la
Amor
que
siempre
repre-
297
Fig. 444.
La Venus de Gnido
la el
Fig. 445.
Cabeza de
de
la
la
Venus de Gnido
con
el
sorprendi ya desnuda, en
jarro de los
el
momento de
salir
perfumes y el manto plegado para envolverse. Se comprende que la idea de Venus ha sido solamente una excusa, como para los pintores del Renacimiento italiano, San Sebastin, desnudo, acribillado de flechas, les serva para pintar impunemente las formas de un cuerpo
un lado
joven de
tipo de la ser
piel
el
mujer desnuda;
taller,
Venus de
la
una obra de
ejecutada en
soledad de su genio, en
las
horas que
le
Como
todas
una ptina
cerlea.
su fisonoma
ser vendida
un
Atenas,
mismo tiempo,
ciudades de Cos y de Gnido, que deseaban una Venus del maestro de los amores, Praxiteles les dio escoger entre las que tena terminadas; los de Cos prefirieron una Venus vestida; los de Gnido, aceptaron la Venus desnuda, que tena que labrar la fortuna de su patria, porque todos los amantes
comisionados de
el
mrmol maravilloso de
la
Praxiteles.
Luciano explica
DEL ARTE.
el
estatua; estaba en
un tem-
T.
I.
2Q8
Restauracin de
la
Venus de Gnido de
Praxiteles.
L,a
mejor es
la
Venus de Gnido ha sido reconocida en varias copias romanas, y la la del Vaticano. Sin embargo, en el Museo pontificio las piernas de
estatua se han encerrado, por pudor, dentro de una especie de caja de plancha de bronce, atornillada y pintada de blanco, que imita ropajes con habilidad dispuestos, pero que desfiguran la Venus precisamente desnuda de Praxiteles
(fig.
444). As y todo,
la
parte superior de
del
la
al
descubierto
es
bellsima, la joya
ms preciosa
Museo Vaticano;
de
la
hermosura
mujer hermosa
445). Algunas
ha fotografiado toda
una restauracin mejor, vaciando la escultura del Vaticano y aadiendo ella una cabeza de Berln, que parece reproducir ms exactamente el tipo de la de Gnido (figs. 446 y 447). Sorprenden, en la estatua restaurada, la forma elegante de las piernas y el maravilloso modelado de la espalda; la personalidad de esta figura es tan acentuada que se comprende interesara los antiguos sobre todas
las
casta,
la
her-
encanto de
la
juventud
del
IV
209
bao fu despus mil veces repetido, pero ya sin esta inspiracin purificadora. Algunas de sus imitaciones como la llamada Venus de Mdicis, de Florencia, esconden pudorosamente los
la mano. Es muy caracterstico el aro que lleva la Venus de Praxiteles en el bra-
senos con
zo izquierdo; en
las
copias ya poste-
de
perfumes, y los pliegues que sostiene con una mano, se cambian en una
anecdtica pareja de amorcillos del-
que distraen del asunto princidesnudo cuerpo femenino. La figura se apoya sobre un solo pie; la otra pierna, doblada, no
fines,
del jarro y la sbana. Que sta sea lamosa Venus de Gnido, nos lo ase-
las monedas de la pequea ciudad jnica, que la reproducan en su reverso de una manera harto reconoci-
guran
ble.
El original de
la
Venus de Praxila
la
teles se
Edad media
Fig. 448.
guardaba en su galera
un opulento aficionado.
Hasta aqu hemos hablado de obras de Praxiteles, que tenemos que conocer
por copias y restauraciones arriesgadas. Pero el gran maestro parece haber sido el favorito de la fortuna; no es un artista de trgica historia, como Fidias, que
aun en sus obras de arte ha sido injuriado tristemente por el tiempo y por los hombres. Las ltimas excavaciones del suelo helnico nos han proporcionado
mrmoles autnticos de Praxiteles, cincelados por su propia mano, de los que tenamos antiguas referencias escritas. El primero es el grupo de Mercurio y Baco, de Olimpia, descubierto en i<S;;. Estaba en el viejo templo de Juno; Pausanias lo distingui en medio de otros exvotos arcaicos, y le dedica estas pocas palabras: Hay all tambin algunas esculturas de gusto ms moderno,
tres
un Mercurio de mrmol que lleva al pequeo Baco entre sus brazos, obra de Praxiteles. Hoy se cree que el grupo de Olimpia es una escultura de la poca juvenil del maestro; consta que su padre Cefisodoto haba representado el
entre otras
mismo asunto;
ya,
sin
las
despus de
embargo, esta escultura de Olimpia, aunque obra juvenil, es el mrmol ms precioso que nos haya
30o
Fig.
Fig. 450.
legado
la antigedad (fig. 448). Los que la han visto en el pequeo museo de Olimpia, donde se conserva, no pueden olvidar el encanto de su perfeccin misteriosa; el mrmol parece revestido de una epidermis blanda y nacarada,
ms afinada an, nuestra propia sensibilidad. La estatua se encontr mutilada de las piernas y uno de los brazos, pero la cabeza estaba
como
si
tuviera,
milagrosamente conservados,
la
ni
un
las lneas
el
Ll dios sostiene en
brazo izquierdo
Venus de Gnido. pequeo Baco, y con la mano derecha le enseaba un racimo, que
figura
el
mn de querer
La
misma
sobre
el jarro,
mente
nada.
sirve
Un
escultor de tcnica
como
la
Praxiteles; lo mis-
mo
el
guipo de Mercurio y Baco no pierden nada con tener un laclo la elegante combinaFig. 451
.
-Torso de
Psiquis.
(Museo de afiles)
cin de
iliegues
de lneas rec-
301
las
Otra obra de Praxiteles, recuperada tambin por una indicacin de Pausanias, es una
mente que, en
el
pavimento de
las figuras
la iglesia.
Como
elementos de
en
de
las
muy
tro,
adems obras de
tas
la
arte dignas
muestran tranquilo el gesto y van envuelen holgados mantos que acusan suavemente
forma noble de sus cuerpos (fig. 449). Por fin, la tercera obra de Praxiteles que se ha encontrado en las excavaciones del suelo
de Grecia es
la
de Eleusis.
que
el
el
Estatua funeraria.
el
(Museo Britnico)
La cabeza de
este
el
joven pensativo
buen conductor,
buen consejero)
podra confundirse con uno de los bustos llenos de ideal moderno de los escultores italianos del
Renacimiento
(fig.
450).
Los cabellos del Eubuleos son dignos de un busto de Donatello; resulta, por lo dems, uno de los detalles ms caractersticos del estilo de Praxiteles su
gusto y gran aficin por los bellos rizos de
aureola su rostro;
la
la cabellera
como una
Despus de
Entran dentro de
de
la
las
las
atribuciones y conjeturas.
la rbita
llamada Psiquis del Museo de aples; hay una anticipacin extraa de esplritualismo, las mutilaciones infunden an mayor melancola en la belleza juvenil de este mrmol maravilloso. El arte de Praxiteles posee veces tal fuerza de
;o2
reli-
amor
hace aparecer
(fig.
como
fervoroso
mstico
muchas
las
figu-
mantos (como
)
,
amMusas de
Mantinea
ra 452).
entran dentro de la
Son evidentemente
es-
suave
tranquilo
debi corres-
ponder sin duda la imagen ideal de una persona difunta. Dos de estas estatuas del Museo deDresde (llamadas la grande y la pequea herculanenses porque fueron halladas en Herculano), son
las
tipo,
la
Fg- 453-
Estatua llamada
la
Demeter de
'
jnido.
(Museo Britnico)
pero ya de la poca romana; que reproducimos del Museo Britnico, procede de la misma Grecia. Igualmente debe considerarse
como
praxitlica la estaciui.si.eron
Museo
ver en
ella
Demeter,
la
la
Es
la
fcil
que
453). Sin
embargo,
tristezas
Xada en
la
la imagen de una divinidad, de la diosa madre, la subterrnea Demeter, que desde su obscura morada bendice los frtiles campos, haciendo crecer el grano en las espigas.
una
serie
de escasos
jiarte
tipos,
iv.
Existen varias copias de una cabeza femenina envuelta en espesa toca, dejando
ver slo una
personal,
el tipo
de
la
cara,
que
el
es bellsima,
aunque
(fig.
sin
gesto ni expresin
como corresponde
la estatua
454).
Se
ve, pues,
que
de
sentada y
joven de
pie,
f-3
no
El
fenmeno de reproducir
los
iv;
pero
su
demostrado Praxiteles
labrar
Venus desnuda,
la
demuestran tam-
ms
originales.
De
tar,
xiteles el
cuarto
cultor de
familia, lla-
mado
Retrato funerario.
las
Cefi-
(Roma. Museo de
Termas)
sodoto co-
mo
su abuelo.
la
mente
llamada fancilla jovencita de Anzio, encontrada en las ruinas de una villa de Nern, cerca
del mar. Representa para algunos, no
sino
do por
traje talar
(fig.
455).
est
La cuestin
resuelta, lo
del sexo de
no
belleza;
la tablilla
donde estn
la purificacin.
lana, que envuelve la cintura y deja al descubierto uno de los hombros. La filiacin de la estatua de Anzio (que es indudablemente griega) al hijo de Praxiteles se
estilo
con
F'g-
455-La/anci///ade
un busto de Menandro que la tradicin escrita permite asegurar que es obra del propio artista. Otro de los discpulos de Praxiteles, Leocares, hizo un grupo de Ganimedes remontado al cielo por el guila, del que se conserva una copia en el Museo del Vaticano. Es gracioso el detalle pintoresco del
304
Fi. 456.
Apolo
Castellani.
Apolo Pourtales.
la
(Museo Britnico)
el
amo suspendido en
Del mismo Leocares se supona ser el famoso Apolo que ms bien debe atribuirse otro discpulo de Praxiteles, al corintio Eufranor (fig. 457). Este artista prueba que el estilo del maestro haca escuela fuera de Atenas; sin embargo, el Apolo del Belvedere, tan estimado por los romnticos del siglo pasado, no es sino una copia de un original ms antiguo, y aun con la desdichada introduccin del gran manto que lleva pendiente del brazo. Su clmide deba ser ms pequea y con la mano en alto blandira el arco; en la espalda lleva el carcaj con las flechas. Un bronce del Renacimiento, que reproduce esta estatua acaso antes de su restauracin, permite afirmar que la figura tendra ms grandiosidad si no la desfigurara el manto (fig. 459). Es raro que del Apolo del Belvedere no tengamos ms que una copia antigua, porque debi hacerse popular, pues nos quedan dos cabezas de Apolo muy parecidas, con el penacho de cabellos sobre la frente, y acaso ms interesantes, como de arte ms moderno, que la del propio dios del Vaticano (fig. 456). Otra estatua muy parecida por su estilo al Apolo del Belvedere, es la Diana de Versalles, en el Louvre (fig. 458); los dos dioses gemelos parecen haber sido ejecutade
la
gamma
praxitlica.
del Belvedere,
dos por
el
propio autor.
Ambos
el
cuerpo hacia
delante y equilibrndose, con un brazo tendido hacia afuera v otro cado hacia
atrs.
Es natural que
los discpulos
305
representada tambin
un manto que le cubra las piernas. Tara la Venus desnuda se reprodujo cada vez ms groseramente el tipo de la de Gnido. Entre las Venus con un manto que les cubre las piernas, tres son famosas: la de Arles, la de Mio y la de Capua. La Venus de Arles, hoy en el Louvre, parece haber sido un original griego maravilloso, que se maltrat con lavados y pulimentos al descubrirlo, para regalarlo ms nuevo y limpio Luis XIV.
As y todo,
la cabeza,
el
cuerpo es bellsimo;
las mejillas
el
con
como
en-
flaquecidas por
perdido algo de
la
redondez juvenil,
F'S- 457-
Vaticano.
460).
uno de ellos era una parte del con una inscripcin que sealaba como autor un tal Alexandros. Este fragmento del pedestal y una parte de los brazos se perdieron en el propio edificio del Louvre, sin que despus, en el inmenso Museo de Pars, haMilo, el ao 1820, rota en varios fragmentos, y
yan podido encontrarse nunca; por esto hay que valerse de las descripciones de estos fragmentos para intentar
de Milo, aunque
fuese de
un
ms
461).
Resulta su posi-
da sobre un
pie,
mientras que
el
otro
con
la inscripcin.
Uno de
los brazos
las piernas,
mien-
que
el otro,
extendido, tena en
Pars.
mano la manzana del juicio de La Venus de Capua reproduce HIST. DEL ARTE. T. 39.
I.
Fig. 458.
Diana de
Versalles. Louvre.
romana
con ligeras variantes, y durante la poca adoptado para labrar las imgenes de Victorias semidesnudas, inclinadas, en el acto de escribir en un clipeo escudo los fastos de la historia. Las Venus con el manto cubriendo las piernas,
tipo,
mismo
fu
como
la
la
Venus de Arles y
la
viejo
grande y genial como Praxiteles. Era acaso algo ms que l, pero ambos debieron encontrarse en Atenas, y
tos.
No
taller
Fig.
459. Bronce
Atenas,
un
San Peteesburgo
fcil
de Scopas es probable que fuese un escultor insignificante, llamado Aristandros, de la isla de Paros, y es
que Scopas
la
llegara
pobre Atenas y
all
acaso en
escuela de la sole-
muestran
al
corriente
ce decir
trgicas,
que
As
los
se
expresaran con
msica.
prefera
poesa la
Praxiteles
como
estados
de dulce
figuras,
Con
de Praxiteles, sumer-
Mnade de Scopas,
mano
el ca-
que acababa de
sacrificar
Pan.
De esta Mnade, la obra ms famosa de Scopas, no sabemos hasta ahora nada posihace tres cuatro aos creyse reconocerla en una petivo;
Fig. 460.
Venus do
Arlo?. Louvre.
30/
quena copia de la ('poca romana, eme se guarda en el Museo de Viena; pero la crtica empieza mostrarse escptica sobre esta filiacin. Desvanecida )a esperanza de recuperar el tipo de la Mnade de Scopas, hemos de con entarnos con las descripciones de los poetas de la antologa, que dan cierta idea de la agitacin desenfrenada de
aquella estatua.
Pero hasta en
las figuras
en reposo, Scopas
Nos han quedado muchas copias mutiladas de una estatua suya de Meleagro, el joven cazador que se prepara salir para la cacera que tan fatal ha de serle.
reflejaba intensamente su espritu trgico.
Est representado
ra la intuicin
como
si,
rpidamente en lo ntimo del corazn. La copia del Meleagro, en el Museo Vaticano, tiene una
cabeza restaurada,
harto insig-
nificante;
para
el
comprender
de Mdicis,
ii. \ enus
Milo. Louvr:.
que,
por
confu-
sin seguramente,
un Apolo
praxitlico
462 y 463).
las
granl
es
el
director
de la total reconstruccin del viejo templo de Minerva Alea, cerca de Tegea. Como siempre,
el
viajero describe
un
lado,
en un frontn,
lidn; en el otro,
les,
brevemente sus esculturas: la caza del jabal Cala lucha de Telefo con Aqui-
dos temas algo ajenos al mito de Minerva, pero que debi preferir Scopas por su carcter
eminentemente
trgico.
Las
excavaciones del
Apolo con una cabeza Fig. 462. de Meleagro. Villa Mdicis. Roma.
3 o8
templo de Minerva Alea nos han dado un corto nmero de fragmentos de esta decoracin escultrica;
los
zas juveniles
cin al horizonte lejano (figs. 464 y 465). Su relacin con la cabeza del Meleagro es evidentsima,
los
terminar
el
estilo
de Scopas. Los
ha
sido
substituida
como
las
463.
eternas
pia
alma,
Medias). Roma.
como Scrates y
un valor
Pla-
mento
los dolores
de Aquiles y Ulises
histrico y real.
Figs. 464 y
del templo
Los dems fragmentos de las esculturas de los frontones del templo de Minerva Alea son muy inferiores estas dos cabezas, entre ellos el torso bastante bien conservado de la estatua central de Atalante, ejecutada con cierto
30Q
siempre igual
como
el
reye-
Artemisa.
las
mundo,
tiene por
basamento un alto cubo, ms largo de los lados que de los dos frentes, y encima 36
columnas.
La fachada del
Este,
diciendo Plinio,
sigue
la
la
decor Scopas,
del
Timoteos y la del Oeste Leocares, y aun parece que un quinto artista trabaj tambin en la decoracin. El monumento termina con una pirmide de 24 peldaos y en la cspide est la cuadriga marmrea que hizo Pityos, la altura
Norte Briaxis,
la
del Sur
de 140 pies (esto es, de 45 metros). La enorme base del Mausoleo deba tener una
cmara sepulcral; una crnica de la Edad media nos dice que los caballeros de San Juan de Jerusaln, que en el siglo xv aprovecharon el sepulcro para edificar un castillo, encontraron an en el interior los sar-
Fig. 4G6.
cfagos. Las ruinas del Mausoleo fueron exploradas por los comisionados del
Museo Britnico en 1857, descubriendo importantes restos de los frisos, que formaban una zona esculturada en el basamento, fragmentos de la cuadriga y las
Mausolo y Artemisa (fig. 466). Esta obra colosal, erigida en las costas un strapa persa y en la que deban trabajar en colaboracin tantos maestros griegos, indica la fuerza expansiva del arte griego, y ms propiamente del arte de Atenas. Dos parecen haber sido los directores de la obra: Scopas y Pityos, arquitecto jonio este ltimo que construy el templo de Priene. Para la escultura, la esposa de Mausolo hubo de acudir Atenas: Scopas y Leocares indican la procedencia de todo el grupo. Los asuntos representados en los relieves eran tambin familiares los atenienses: su famoso combate con las amazonas y una carrera de carros, con sus aurigas de largos ropajes flotantes. De todos estos fragmentos de escultura descubiertos, una serie de relieves encontrados hacia la parte oriental del Mausoleo puede atribuirse, segn el tesestatuas de
del Asia para
3io
pas,
que deba
la
ir
acompaada de Artemisa en
el
mayor
la
las esta-
Una
los
sacrificio
Fig. 467.
llamados Nibides. La trgica escena del de los hijos de Niobe, heridos por
las flechas
que han sido hasta hace poco propsito para comprender cmo se desarroll este tema por los grandes escultores del siglo iv. Las estais tuas de Florencia fueron encontradas en Roma, en el lugar donde estaban jardines de Salustio; haban sido copiadas imitadas de otros ejemplares ms puros para adornar aquel jardn. Sin embargo, las dos figuras del grupo de la dolorida madre, eme procura salvar la menor
El grupo de estatuas del
las
Museo de
Florencia,
el
ms conocidas de
no es
ms
li
de sus de
hijas,
conservan an
la
pattica fuerza
blando cuerpo
de
regazo que
ha dado
la
tremo de su manto.
Otras estatuas se colocaron aisladas alre-
dedor de esta figura central de Niobe y su hija menor; un relieve de San Petersburgo nos muestra cmo estaban agrupadas estas figuras en la composicin primitiva, que no es la de los Nibides del Museo de Florencia. Una de ellas, sin restaurar, se conserva todava en Roma, en el Museo Vaticano (fig. 468). Es una
al
ver
el sacrificio
de sus hermanos, con los pliegues del manto sacudidos por una fuerza extraa de terror;
flota hacia
atrs,
468. UnaNibide.
Vaticano.
tal
es la furia
SU
Fig. 470.
En
Fig.
los
4 r)0.
Britnico)
los
sacrificio;
invisibles
de
y, en el fragor de la lucha, olvidan su propio de Niobe, en cambio, no pueden oponer las flechas dioses ms que un gesto trgico de desesperacin.
fin,
Hemos de
hablar, por
que
de Scopas y Praxitelcs; ste es Lisipo, el escultor predilecto de Alejandro, el nico que tena el privilegio oficial de esculpir sus retratos. Lisipo no era de Atenas,
la
sino de la
Policleto,
los
en su
En su juventud preguntaba al pintor Euqu maestro deba escoger como modelo, y ste le enseaba la multitud que pasaba por la calle, como queriendo darle entender que slo deba aprende
la vida.
pompos
der estudiando
la rica
variedad de
la
naturaleza. Cicern,
de sus estatuas
tablecido en
la
la
del elevado
la
Fig. 471.
Alejandro
naturalismo
artstico,
sin
descender demasiado en
idealizado. Vaticano.
312
Se han conservado innumerables cabezas de Alejandro, que pueden servir para conocer algo el estilo de Lisipo, con sus cabellos leoninos ensortijados, en los das de su gloriosa adolescencia, prematuramente fatigado, moribundo, con los bucles en desorden como un dios solar. Las figs. 469 472 muestran
la
la
niez,
siempre con aquellos dos rizos inconfundibles de la cabeza de Alejandro, que arrancan de en medio
de
Fif
la frente
Lisipo lo personal y caracterscon T tico de los retratos, aunque sea tratndose de un hroe semidivino como era Alejandro. La cabeza Azara, del Louvre, que fu la primera en identificarse, porque lleva la inscripcin
}
. .
472. *'
cada lado.
ltimas
excavaciones.
Despus
dro, el
de Alejantema predilecto de
el
Lisipo fu Hrcules,
h-
banquete de
los dioses.
un
Fi g 473.
reflejo
de estos grupos
en
el
Hrcules
dominando un
ciervo.
Palermo.
lispeos se encuentre
SU
reposo y pensativo, apoyado sobre la clava y la piel de len; la pequea cabeza del musculoso hroe se presta para adaptarse al
nuevo canon
lispeo.
Una
trasla-
dada Roma. Constantino, a su vez, la traslad Bizancio, y figur en su foro como el principal ornamento hasta 1202, que la destruyeron los cruzados. Representada en in-
numerables
cajitas bizantinas
la
de marfil, debe
presumirse que
estatua de Lisipo
la
hubo
propia Cons-
como
el
principal orna-
mento de
la
ciudad. Por
fin,
una estatua de
Hrcules sentado y gozando de las delicias del banquete olmpico, era muy famosa por haberla tomado Alejandro tal aficin que
siempre
la
llevaba consigo.
No tenemos de
clara para po-
Fig. 474.
Hrcules sentado
(Museo Vaticano)
del Belvedere.
esta figura
muchos
torsos
hercleos sentados.
el
el
Acaso se inspirara en ella concienzudo escultor de Atenas que firma con nombre de Alexandros el torso del Hrcules
Museo Vaticano,
474).
la
tan estimado
de Miguel ngel
la figura
(fig.
El naturalismo lispeo en
se
colocacin de
puede observar en
mado
apoya
(fig.
Jasn, del
el
Museo
del Louvre,
un joven que
el
arreglarse
calzado
475).
original
de
se ins-
deban
proporcionarle
composicin de sus figuras, en formas que la escultura no se haba atrevido antes reproducir.
Este
es,
por ejemplo,
el
negligentemente, con
las piernas
la
y F 'gI1IST.
las
475-
Jasn. Louvre.
1
(fig.
rodilla
este tipo
muy
DEI, ai: E.
t.
r.
40.
3M
Fig. 476.
antigua en
el arte griego; Polignoto, ya en el principio del siglo v, debi crearlo en alguno de sus frescos, porque aparece en seguida en el repertorio de los pintores de los vasos. Los escultores de la escuela de Fidias, en el friso del Partenn, lo adoptaron para representar Marte inquieto en la asamblea de los
el nico que no puede asamblea del Olimpo, y en su impaciencia hace el gesto que sostiene con las manos. Pero all, en el friso del sala del campo de la pintura; el relieve tena un solo
soportar
la
calma de
la figura
la
no
el
como un
cua-
tiempo de Lisipo.
Para algunos es absolutamente cierto que el tipo del Marte Ludovisi fu obra de Lisipo; otros crticos propenden ya clasificarlo entre las obras de la escuela de Scopas; no obstante, la cabeza, de la que hay varias copias, es
un
las de los tipos bien reconocidos de Scopas. Como dios guerrero, en sus ocios, era propenso al amor, el Marte Ludovisi tiene pequeo amorcillo jugando entre sus pies, muy restaurado, pero que deba
Museo de aples. Este detalle anecdtico no aparece dentro de mos acostumbrados considerar propio de Scopas.
Lisipo ejecut adems otras estatuas de dioses, con preferencia Jpiter y Neptuno, y rarsimas veces figuras femeninas de nios, todo lo contrario de lo que suceda con Praxiteles. Su obra total pasaba de 1.500 estatuas, de las que
315
Fig. 477.
El Apoxiomenos de Lisipo.
Fig. 478.
Cabeza del
Apoxiomenos. Vaticano.
conocemos poqusimas; de una sola, mencionada por los escritores antiguos, se conserva una copia excelente: es la figura del llamado Apoxiomenos, descubierta en Roma en 1849. Por ella se empez comprender algo del verdadero carcter del estilo de Lisipo. El Apoxiomenos es un joven corredor que se quita el aceite y el polvo de los brazos con un pequeo instrumento de bronce. Este nuevo tipo del Apoxiomenos difiere completamente en sus proporciones del Dorforo y otras estatuas atlticas de la antigedad (figs. 477 y 478). El cuerpo es ms
flexible y nervioso; este joven,
aunque
cabeza es mucho menor y ms naturalmente expresiva; tiene en la frente una arruga muy pronunciada y una sombra en los ojos, que es como un recuerdo del patitos de Scopas y de la melancola de Praxiteles. El Apoxiomenos no es un hombre del pueblo ni un vulgar pugilista, ni un tipo ordinario de gimnasta; el escultor de Alejandro, sin idealizarlo, lo ha visto de una manera nueva, altamente esttica. Es tambin interesantsima la actitud del Apoxiomenos, con los brazos adelantando perpendicularmente al torso, lo que da la figura una tercera dimensin. La estatua fu labrada para ser contemplada por todos lados; no tiene el exclusivo punto de vista dlas obras de los escultores anteriores, que no consiguen nunca separarse por com-
pleto de
la ley
de
la
3i6
sentido, el Discbolo
Apoxiomenos de
Lisipo.
un joven llamado un grupo escultrico de varios individuos de una familia de prncipes de Tesalia. El grupo de Delfos llevaba una inscripcin potica que sirvi para idenel
retrato de
tificar los
que se pudo comprobar eme esta lpida de Delfos era idntica otra que haba existido en la propia patria de los personajes del grupo
y
all
ras eran
de Lisipo.
los
haban regalado
copias en
al
mrmol de
la
mismas
estatuas.
la
de Agias,
nica que
conserva
fiel
Fig. 479.
una figura juvenil; el torso el canon de Policleto, y as la frase de Cicern ya no resulta tan irnica; la cabeza, que tiene ms originalidad, recuerda tambin el estilo pattico de Scopas. Un reflejo del arte de los grandes maestros de la escultura se ve en las numerosas
ra 479).
Deba
ser
estelas funerarias
de Atenas, en
el
el siglo iv.
El
la
lado,
(fig.
una
ciudad, en
campo atravesando
suburbio
427).
pequeo zcalo arquitectnico sobre el que se apoyaban los graciosos edculos con un relieve conmemorativo. Deban ser numerossimos, porque la excavacin moderna de esta parte de Atenas nos ha proporcionado una serie considerable de estos monumentos, que se encuentran hoy en el Museo Nacional; adems
se
muchos de
han reconocido como relieves procedentes del cementerio del Cermico, los existentes en los museos de Europa, aun en los formados desde
antiguo.
muy
tumbas y llevadas
Ms larde, todos los extranjeros que pisaron el suelo de Roma Atenas apropironse como trofeo alguno de estos relieves, que all deban estar abandonados. Una estela griega, por ejemplo, llevronse Roma en el siglo xi
y provincias.
Tomo
IMinina XXII.
Estelas funerarias ticas. A. C. Del tipo que reproduce la pattica escena en que la moribunda se despide de sus joyas. B. D. Del tipo del ltimo adis los seres queridos. (Museo de Atenas)
SCOPAS Y LISIPO
los los
317
nmero de
de
tran,
monumentos,
fciles
trasladar, y
todo
el
En
se resien-
dan,
los
retratos idealizados
de aquella sociedad
ilustrada
de
apasionaba
por
cas.
las
escenas de familia, en
Al muerto, generalmente, se
individuos
de
la
familia le rodean,
la
uno de
ellos le
estrecha
y mano. Otras
Fig. 480.
(Museo de Atenas)
las
joyas
que haban adornado su hermoso cuerpo; una joven sirvienta abre la cajita en que ella las tena guardadas. Las estelas repiten con frecuencia ciertos asuntos
un redunmero de tipos. La lmina XXII permite ver hasta qu punto un mismo modelo era reproducido se alteraba algo segn la voluntad del comprador. Esto mismo tena que suceder ms tarde con los sepulcros romanos: los sarcfagos se encontraban ya medio concluidos en los talleres de los marmolistas y stos no tenan que hacer ms que labrar el retrato del difunto introducir
preferidos; siguen en esto la ley general del arte griego, de sujecin
cido
jarrito
de
(fig.
un joven
la
en
el
son, pues, escenas de gnero 482); y de costumbres, en ninguna se ven los asuntos heroicos del siglo anterior. Es curioso advertir que la pintura desciende tambin en esta poca del
mayor parte
grari arte
monumental, de
la
cuadros de caballete. La
evolucin de
3"i8
Fig. 481.
Estela
tica.
Fig. 482.
Estela do Demetria y
(Museo de Atenas)
Panfila-
(Abada de Grotaferrata)
siendo Polignoto el maestro caracterstico de los grandes frescos de Delfos, Atenas y Platea, su sobrino, un tal Aglafn, ya se diera conocer por su especialidad de los pequeos cuadritos de gnero.
las que se
la
de estuco; en
fresco
:
el
fondo
misma de
la
pintura
al
y los colores adoptados los cuatro fundamentales, nicos usados por Polignoto y sus discpulos.
Los asuntos y
el
estilo, sin
De
dos
han con-
servado muchas ancdotas, y hasta sus opiniones, en materia esttica, por los dilogos de Scrates, que cultivaba su amistad. Estos son los dos rivales, Zeusis
y Parrasios. Aristteles, que haba conocido
realizados por Scopas y Lisipo, se quejaba de
los
arte
que
de Zeusis.
si
bien
La
de este gnero; debi ser una una imagen de mujer de estupenda belleza, pero todava inexpresivaEran muy celebrados tambin de Zeusis, un amor coronado de rosas y varios cuadros con algunas figuras, tales como una familia de centauros y un Hrcules pequeo ahogando las serpientes.
tpica
icona,
Zeusis, y se complaca en
la
en extremo
la
fisono-
319
ma como ep
gesto.
el
Esto se
inex-
le criticaba, tan-
to
como
la
presiva frialdad
de Zeusis. Su Teseo,
excesitierno,
vamente
pareca alimen-
mosaico
los pin-
de un cuadro de
uno de
tores
que
le
con
El
el
maestro.
cuadro de
el sacri-
Timantes representaba
ficio
de Ingenia
esti-
Fig.
483.
Sacrificio
los
antiguos por
la
manera de expresar
el
dems hroes de
En
lo alto se vea
cierva,
en
el
sacrificio,
la diosa,
Un
mosaico de
la
colonia griega de
Ampurias
figuras,
(fig.
484) muestra
la
pero
el
la
velada de
peya con
la figura
mismo asunto
la
que en este
fresco, se
ve repetida
de Agamenn en
el
fagos.
Con
relieves
se
de sarcpuede restaurar
de
los
temas de
porque
las
de
poca-
composiciones que crean demasiado trgicas obras de los grandes pintores del siglo iv nos ayuda proporcionaba en
muy poco
cermica, que
el siglo anterior tantas informaciones preciosas. otra generacin pertenece ya Apeles, un pintor griego del Asia cuya
lama determin Alejandro concederle el privilegio de pintar sus retratos. Apeles viva en feso y all se admiraban sus cuadros ms famosos, entre ellos una Venus naciendo de las aguas, que en la pintura vena ser lo que era la
320
S)
---
Ja <
Fig. 484.
de Ampurias.
Venus de Gnido en
hmedas y
llenas
No
pero hay varias estatuas de una Venus joven, escurriendo sus trenzas todava
de
algas,
que
es fcil reprodujeran la
y sus discpulos deban asimismo perpetuar en sus pinturas los hechos de la vida del gran conquistador, y es fcil que una de estas composiciones sea la reproducida en un mosaico de una casa de Pompeya, actualmente en el Museo de aples. Representa la batalla de Issos, cuando Alejandro atac
nizado;
l
capitales
en persona
al
grupo de lanceros que formaban la invencible escolta de Daro, (fig. 485). El hroe macedonio, con su cabellera revuelta,
Lmina
XXIII.
la
esposa. Vaticano.
Tomo
IV
Fig. 485.
en
l caracterstica, el
confusin hasta
mismo
La
batalla se ha
resumido hbilmente
de Alejandro y
la gloria
de
sin
los griegos.
No hay
de rbol;
la
embargo,
la
se entrecruzan indicando
No conocemos
fortuna,
al
aunque dirigidas contra el macedonio, que entre ellas queda cierto espacio. autor de este cuadro de la batalla de Issos, que hizo
porque fu muy reproducido, al menos en parte, en vasos y sarcfagos; pero, en cambio, se nos ha transmitido el nombre de otro pintor de la poca, Etin, autor de un cuadro tambin famoso representando las bodas de Alejandro y la princesa Roxana. Queda de l una detalladsima descripcin de Luciano, quien, alabando mucho el conjunto, describe las figuras de los esposos y de los
pequeos amorcillos, que juegan con las armas del conquistador. Un recuerdo de este cuadro de Etin es fcil que se encuentre en el fresco descubierto en Ostia, que enriqueci la coleccin Aldobrandini y actualmente la
"
y.
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1
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% Jfr
T
M<
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iliJiPjJ!
IU
Vrft
%&L
Fig. 486.
HIST,
DF..
Biblioteca Valicana.
ARTE.
T.
41.
Fig. 487.
La madre de familia.
Villa tem.
PowrEYA.
Biblioteca Vaticana (fig. 486). Se trata de una copia pequea; las figuras, mucho menores del natural, estn todas en un mismo plano, lo que revela que el original de la composicin databa, por lo menos, de principios del siglo antes de J.C.
grupo hermossimo de la esposa, velada an, plido el rostro y escuchando los ltimos consejos de una mujer, que parece ser Venus. (Lm. XXIII.) El esposo, coronado de flores, aguarda impaciente al pie del
el
En
centro descuella
el
la
perfumes entonan
himeneo.
Del mismo
ms de
principios de
1 !
siglo
111,
es el
IV
33
Fig. 488.
La
iniciaci
Villa tem.
Pompeya.
modelo de una gran composicin descubierta hace pocos meses en una quinta suburbana de Pompeya, cerca de la actual villa tem. Son los ms hermosos treseos de
la
los
con numerosas figuras mayores decoraban fueron es conocida, porque las obras de construccin de la quinta que son por el cataclismo que destruy la ciudad, pero los modelos interrumpidas muchsimo ms antiguos, griegos seguramente y repetidos en Pompeya, como Renacinosotros decoramos veces nuestras casas con copias de pinturas del
miento
italiano.
24
un lado se halla el cuadro del gineceo casto, con la vida pura de la madre familia, enseando leer un nio y recibiendo las visitas de sus amigas (fig. 487); continuacin, en cambio, hay un largo plafn con curiosas represenraciones de la iniciacin de los misterios (fig. 488); varias jvenes mustranse
de
rito
unas figuras negras, aladas, ejecutan una danza completamente desnudas; una de ellas cae desmayada sobre su compaera, eme sin duda procura reanimarla;
otra mira con espanto algo
muy
horrible
que
se
pared aca-
baba de ser pintada cuando ocurri el cataclismo que sepult Pompeya, pero el modelo es ciertamente griego y existe de l alguna antigua referencia escrita.
Resumen. La arquitectura, en el siglo iv, produce como obra caracterstica el edificio cirde Epidauros. Atenas contina ejerciendo la hegemona por su buen gusto, y principalmente por su escuela de escultura. De los discpulos de Fidias conocemos la Venus de Alcamenes. La familia de escultores que empieza con un Praxiteles contemporneo de Fidias, est representada en la nueva generacin por Cefisodoto, el autor del grupo de la Kirene y Plutos. El hijo de Cefisodoto es el gran Praxiteles, el escultor ms famoso de Atenas. Conocemos varios tipos del Amor que pueden atribuirse al propio maestro; suyos eran el Stiro en reposo y la Venus de Gnido, completamente desnuda. Las excavaciones nos han proporcionado tres mrmoles autnticns de Praxiteles: el grupo de Mercurio y Baco, de Olimpia, la base de Mantinea y el Eubuleos de Eleusis. Del arte de Praxiteles derivan los tipos de estatuas funerarias, retratos femeninos idealizados. Las Venus medio desnudas, con el manto cado sobre las piernas, deben conceptuarse ya dentro de la rbita de otro maestro: Scopas, reconocido como autor de la estatua de Meleagro y al que pertenecen varias cabezas encontradas en el templo de Minerva Alea. Scopas trabaj en el Mausoleo con Briaxis, Leocares y Eufranor. Es muy posible que sean de este ltimo el Apolo del Belvedere y la Diana de Versalles. Discpulo de Praxiteles fu su propio hijo, llamado Cefisodoto, como su abuelo, y autor segn algunos de la fanciulla de Anzio. I n tercer gran maestro. como Praxiteles y Scopas, es el dorio Lisipo, el escultor naturalista de los retratos de Alejandro. Su hroe predilecto era Hrcules, al que represent en varias de sus obras, y es fcil le pertenezca tambin el original del Marte sentado de la coleccin Ludovisi. Obras indiscutibles de Lisipo eran el original del Apoxiomenos y el mrmol autntico, hallado en Delfos, de la estatua de un cierto Agias. En pintura, una primera generacin de grandes maestros est representada por Zcusis y Parrasios; un discpulo de este ltimo, Timantes, pint el cuadro famoso del sacrificio de Ingenia. Apeles era el pintor de Alejandro, y de su escuela deben derivar los originales del cuadro de la batalla de Issos y de las bodas de Roxana, reflejadas en el fresco de las bodas Aldobrandini. A la misma poca pertenecen los originales de los frescos descubiertos en la villa tem, cerca de Pompeya. Klein: Praxiteles, 1898. Collignon: Scopas et Praxiteles, 1907. Bernouilli: Bibliografa. Alexandcrs des Grossen, 1905. Stark Niobe und die Niobiden, 1863. Conze: Attische grab-reliefs. Helbig: Uittersuchungen uberdie campanisch; wandmalerei, 1873. Bruckmann: Denkmiilerder malerei des altertum, 1910. Di Pietra: Scavi nella villa tem, 191 1. Nogara: Le nozze Aldobrandini, 1907.
cular
Fig. 4S9.
Decadragma de
Siracusa.
Fig. 400.
CAPITULO XVI
EL PERODO HELENSTICO.
EDIFICIOS PBLICOS.
LAS GRANDES CAPITALES. ESCULTURA. LOS NUEVOS TIPOS. LOS RETRATOS. LAS ESCUELAS LOCALES. ALEJANDRA, PRGAMO, RODAS. LA PINTURA Y LA CERMICA.
LAS ARTES SUNTUARIAS.
arte griego, que al terminar el siglo tercero antes de j. C. pareca condenado, despus de Alejandro, caer en la vulgaridad y el amaneramiento, tuvo an dos siglos de sor-
El
prendente evolucin.
se demuestran
En
esta poca
las
ms que nunca
excepcionales condiciones de
la ra-
vulgares, y pesar de la
humildad
ms
resultan
manera
esttica
de su realizacin.
Es
una poca de y sabido es que las costumbres refinadas de los perodos de decadencia son veces favorables para
aqulla, adems,
lujo,
el
arte.
El
mundo
griego habase
Fig. 491.
Capitel triangular de
Eleusis.
2G
pueblos del Asia y del Egipto, donde hasta entonces el helenismo se haba introducido con timidez, son ahora los
(pie,
adoptando
los estilos
el
van
nuevas capi-
Cada una de ellas contribuye con una nota especial; se comprende que haya tanta variedad en el arte griego de estos siglos, porque
para
el
arte.
diversos fueron
tambin
los
pueblos
que se
do, en
lo asimilaron.
A todo
este pero-
un principio, se le llam simplemente alejandrino, por creer que fu en la nueva metrpoli africana donde
el
llaron
justicia los
Fig. 492.
con preferencia. Hoy, para hacer pueblos del Asia que con-
tribuyeron tanto
la
ms que Alejandra
nombre ms general de
la
la historia
griegas despus de
tiempos helensticos,
muerte de Alejandro se llaman arte para distinguirlos de los puramente griegos helnicos
de
Debi
un arte
nstico
existir
un
en
hubo
helenstico
un
arte hele-
en
Italia,
arte
romano, y
propia Grecia.
necer extraa este gran movimiento, y sobre todo, los nuevos prncipes, sucesores de Alejandro, sienten por ella especial predileccin. Del Asia le envan
sus tesoros; es significativo que
al
uno de
santuario de Minerva, en
el
im-
que haba empezado ya en el siglo v, antes de las guerras con los percas figuqued an sin concluir; sus gigantescas columnas corintias causaban los viajeros de la poca romana el mismo asombro que en nues1
ra 490). El edificio
como ejemplo
es, los
que en su doble columnata encierran una celia abierta, como un patio al aire libre. Adriano ms tarde impuls de nuevo su construccin, pero el edificio gigantesco qued siempre sin terminar. Otros ejemplos del prestigio que ejerca an Atenas son los exvotos que tala, rey de Prgamo, envi para la Acrpolis, y de los que hablaremos al tratar de la escultura helenstica, y los propileos del vecino santuario de Eleusis, construidos por el romano Appio Claudio, de los que se han encontrado unos bellsimos capiteles triangulares con grifos y hojas
PRIENE
327
mm
J-zd*
Fig. 493.
(fig. 491). El pequeo edificio octogonal llamado Torre de en Atenas, data tambin de esta poca (fig. 492). Deba ser un reloj solar que adornaba el centro de una plaza mercado, porque otra construccin parecida se ve en una pintura de Pompey en medio de una plaza porticada, que
rizadas de acanto
los Vientos,
edificios
que rodeaban
torre
de los
vientos, de Ate-
nas,
han desa-
parecido ya. El
gracioso edculo
lleva este
nomfi-
con
guras represen-
de
los
vientos,
o en
la
parte
superior.
es sola-
No
sino en tola
da
Grecia,
de esplndidos
protectores, se
erigieron
en
Fig. 404.
Vista
de
las
excavaciones de Priene.
328
con
las estatuas
de
los generales
de Eco compae-
ros de Alejandro, y
romana, con
la
la
nuevo santuario de la de Dlos. Las excavaciones de la rida isla por los franceses de la Escuela de Atenas, nos han enseado lo qu era una de estas
esta poca, hacia el
isla
ciudades nacidas en
la
poca helenstica
alre-
un barrio para
y otro para los levantinos; la urbanizacin, adaptndose algo los accidenFig. 495-
Una
fuente en
la calle.
Priene.
por
lo
el
cuadriculado de
el
las calles.
Un
sala
llamado prtico de
los toros,
de techo sostenido por pilares con unas mnsulas en forma de toros arrode capitel mnsula con animales fu despus empleada
frecuentemente en
nstico
poca romana; ya veremos cmo en este perodo helese crearon tambin muchos de los tipos arquitectnicos que Roma
la
imit despus.
estos santuarios,
de
los toros,
La floreciente municipalidad que se formaba alrededor de uno de como Dlos y Olimpia, necesitaba dependencias civiles; el prtico de Dlos, parece haber sido una sala de fiestas y reuniones. Todo
el
resto de la ciudad se va
excavando cada
blancas ruinas
ao, el
campo inmenso de
las
de Dlos va extendindose, mostrando las plantas de las casas en sus alvolos de mu-
4fte US
-
?&>.,
Figs,
Wiegand).
329
templo
el
casi
mente
tituyen
los edificios
mayor
nes que
all
se practican.
Ms
cin,
regular todava
en
su urbaniza-
completamente dispuesta segn el rigoroso mtodo del cuadriculado, es Priene, una ciudad helenstica famosa del Asia. Fu excavada por los aos de 1895 al 1899
perfecto
ruinas se la puede tomar como modelo de una ciudad helenstica de segundo orden (figs. 493 y 494)- Priene est emplazada en un contrafuerte rocoso de montaas sobre
el
valle
del
Meandro; desde
las calles, se
la
las
terrazas
que forman
en
del
el
ve
el ro,
serpenFig. 49S.
teando, atravesar
mar.
pesar de
calles
fuerte inclinacin
suelo,
las
se cruzan en
ngulo
y diez y seis que bajan verticales en
el
ms anchas,
des-
En
las
mrmol
y fuentes pblicas,
agujero para introducirlos cntaros en un depsito interior (fig. 495). Las casas tienen, en la calle, las menos aberturas posibles; si dan dos vas, la puerta se ha la, veces, en la calle menor, escondida de los transentes. Esta puerta, por un corredor lateral, conduce un patio cuadrado, en el que
con
el
abren todas
principal
las
piezas de la casa;
en
el
la
sala
ms adornada, el triclinium, que serva para recibimiento y comedor (figs. 496 y 497). La disposicin de las viviendas griegas en Dlos y Priene, vara poco; todas tienen el patio central ms menos grande, que es lo que hace diferenciar ms las casas griegas de las casas romanas primitivas, pues stas, en lugar del patio, tienen una sala central cubierta, llamada atrio, iluminada por un agujero en el techo, por donde cae el agua de la lluvia, que se recoge en un pequeo aljibe central. Ambos tipos de casas derivan tambin de dos principios diferentes: la casa griega naci de la habitacin prehelnica con patio y negaron, que se convierte en triclinium ; la casa romana procede,
en cambio, de la choza primitiva del Lacio, hecha con troncos y ramas y una abertura superior para dar salida
al
1 C
<&
H
m.
del
m m
humo. La disposicin de la casa latina no se conserva ms que hasta el fin de la Repblica; al comenzar el 42. BIST. DEL ARTE. T.
I.
99.Planta
templo
de Priene.
33o
Fig. 500
siglo primero, la
moda por
as la
el
patio central en
de Pompeya y de la Roma imperial las casas romanas, y casas griegas, comparables para el estudio con las de Dlos y son verdaderas Priene. En Pompeya algunas de ellas constan ya de varios pisos, y as debieron
mayora de
ser
tambin
las
de
las
como
qua; los tipos de Dlos y Priene son de casas de ciudades en las que no haba gran aglomeracin de edificaciones.
Priene no debi contar nunca ms de unos cincuenta mil habitantes; sin embargo, por la disposicin de las diversas partes de la ciudad, parece haber
sido 'construida toda ella segn un plan preconcebido.
los
En
el
barrio destinado
el
servicios religiosos,
que es
el
ms
alto,
estaba emplazado
templo de
Minerva Polias, reconstruido por orden de Alejandro (figs. 498 y 499). El templo de Priene es de dimensiones ms
que
regulares,
extraordinario para
maestro director del Mausoleo de Halicarnaso, citado por Plinio entre los primeros arquitectos
de
la
Jonia.
la
Tambin en
parte superior de
la
ciudad,
cu otro ngulo de Priene, estaba el teatro, y ms abajo, dominando el mercado con sus tiendas,
hallbase un gran prtico hiera
Fig.
s/.hi.
como un
P ase0 P blic0 Cubierto. Eos prticos abundantsimos son una de las cosas ms caractersticas
GRANEES CLMALES
331
de estas
narquas
ciudades
semilibres
que
las
mo-
alejandrinas
haban
Una
burguesa opulenta
clima del
que de
tro
la lluvia.
A
se
del
prtico
como en
ne y
la
la
tala, rey de
Prgamo. En una
la
re-
Hipodamos
502.
Restauracin de
la
fachada de
la
Biblioteca
mo,
ejes
las
de feso. (Niemanv)
de
la
donde
est el mercado.
veces
la
baslica lugar de contratacin; los antepechos del prtico supeya decorados con relieves de trofeos militares, de los que despus hubo de sacar tanto partido el arte del imperio romano (fig. 500). Mientras el prtico inferior de la baslica de Prgamo deba servir para
rior estn
la circulacin,
el
como una
Esto recuerda
la
un principio en
el
en
el
claustro de
Marcos.
En
la
San poca
taban veces en un
edificio
estos
i'iltimos
rdenes de aberturas
501 y 502). Eos manuscritos y rtulos deban estar en nichos
(figs.
Fig. 505.
El
Gimnasio de Solunlo.
332
Fig. 504.
los
muros.
En
el
fondo de
la sala la
representacin de
el
La
biblioteca de Efeso fu
las
imitada en
racalla,
la
poca romana;
las actuales
al
excavaciones de
Termas de Caya
visto tenan
sealados
la
como
que ahora se ha
mismos nichos y columnas de la biblioteca de Efeso. Otro edificio de empleo intelectual era el Gimnasio para la educacin de la juventud, que vena prestar el mismo servicio que nuestros institutos secundarios. El gimnasio de Solunto, emplazado en un lugar estrecho, tena sus dependencias alrededor de un prtico con dos pisos, el inferior drico y el de arriba de estilo jnico, con sus salas; todo algo reducido, aunque proporcionado sin duda la pequea ciudad de Solunto (fig. 503). Pero el que debera tomarse como tipo de gimnasio griego es el de Siracusa. Tiene un hemiciclo con gradas, para los ciudadanos que asistan los cursos y conferencias, enfrente de un pequeo templo, que lo aisla de la grandiosa palestra destinada los ejercicios musculares, que est detrs. Alrededor de la palestra corre un prtico para pasearse y conversar, donde estara tambin instalada la biblioteca. Un elemento casi indispensable de una ciudad helenstica era el BeleUrtcriiim palacio del consejo municipal. Muchas ciudades del Asia gozaban de tal autonoma que necesitaban de este edificio, donde tena sus deliberaciones un minsculo senado. El nico edificio de este gnero que conocemos perfecta-
misma
disposicin, los
GRANDES CAPITALES
333
mente es el de Mileto, excavado tambin por el Museo de Berln. El ingreso es un prtico modo de propileos, con cuatro columnas en la fachada, que conduce un patio cuadrado, tambin porticado. Este patio tiene en el centro un ara, que deba ser altar sepulcro de un ciudadano insigne, y en el fondo se
hallan las dependencias destinadas administracin y sala de reuniones.
A
las
el
el
suceda en IYiene.
Un
teatro
la
no
falta
pequeas ciudades de
frontera, en pleno
cosas lo distinguen del antiguo teatro griego: sus dimensiones, cada vez mayores, y la escena, tambin siempre ms grande y ms lujosa. Anteriormente el coro permaneca apartado de los actores, al pie de la escena, en el espacio
circular
Dos
denominado orquesta; en
esta poca el
siempre y se necesita una escena capaz para las representaciones de gran espectculo. De aqu estas grandes escenas decoradas con columnas eme tienen
veces
la
la
escena va siemla
poca roma-
cada lado de
el
la
escena se halla
la
actores y
coro.
En
el teatro
de Epidauro llama
el
es,
atencin
la
el
crculo
que hay
la
marcado en
tal
el suelo,
reproduciendo
trazado de
la
como
con
504).
Las dimensiones de
extensin en
las
las
las
graderas para
el
poca;
dan contener m llares de espectadores. Atenas ve reconstruir su teatro de Dionisos, con una suntuosidad sin igual en los otros tea'ros griegos (fig. 505). El
basamento de
sillones
(fig.
la
de mrmol para los magistrados y altos funcionarios de la ciudad 506). En las colonias el teatro ms capaz es el de Siracusa, del que quedan
las ruinas
bien visibles
de
las galeras,
de
la
orquesta y de
la
escena. Pero de
Fig-
505
334
toda
la
asevera Pausanias,
teatro
mayor
de Esculapio, en Epidauro,
cuyas ruinas ya hemos
di-
Sociedad
(fig.
Arqueolgica
504).
disel
de Atenas
Otro
tinto
edificio algo
de
un
teatro
era
Oden, destinado
tas musicales; el
las fies-
de Atenas,
Herodes tipared de
al
las
deras y de
la
escena se ven an
la
pie de
Acrpolis
(fig.
507).
La
dispuestas
en semiidea
como en
los teatros.
la
Silln de mrmol en
el
teatro
de Atenas.
Para completar
de una ciudad
tendramos que aadir algo de
helenstica,
las tumbas, aunque reina gran eclecticismo en esta inhumacin de cadveres; cada regin de esta nueva Grecia cosmopolita sigue practicando sus antiguos usos funerarios. Atenas contina sus enterramientos en ^1 Cermico, con las estelas tradicionales, slo que los asuntos se hacen
poca respecto
la
yendo
nas
el
pattico
esculpidas.
mo
el
del despido
eterno, aparecen
en relieves pequeos, debajo de
pri ilusa
una ornamen-
tacin
(fig.
de acantos
m h
mzm
a m h
Fig. 507.
w:
m a m n m n m n-gr
Oden, de Atenas.
Planta del
CRANDES CAPITALES
335
la
como
urna cineraria
(fig.
En
el
Asia
las
tumbas monu-
mentales del gnero del Mausoleo van repitindose en formas simples, de un basamento cuadrado circular;
hasta en Sicilia se adopta este tipo,
como en
la
llamada
sencilla torre,
el piso superior,
con de forma
ms estrecho que
da una impresin
muy
propia de sepulcro.
La
fotografa
(fig.
que de
ella
reproducimos, en su estado
actual
abajo.
5 10),
Los romanos adoptaron este modelo de tumba como el de los sarcfagos, tambin ciudades del Asia tienen gran abunorientales. Muchas dancia de sarcfagos helensticos; hasta en los primeros tiempos del cristianismo se haca un gran comercio en
en forma de torre,
Roma
Expresamente hemos dejado para lo ltimo hablar de los templos, porque son los edificios religiosos los que siempre guardan con ms escrupulosidad las tradiciones establecidas; pero en esta
que se operaba. La
fe
ms
filo-
Estela funeraria
Atenas.
hecha
guamente delante de
rn; pero en esta
mega-
poca se edifican altares de dimensiones gigantescas, aislados, enormes basamentos veces decorados con relieves, para demostrar con su magnificencia la piedad que sentan sus constructores por la nueva concepcin de Jpiter, padre de los cielos y la tierra. Hablaremos, al tratar de Prgamo, de su gran altar con los relieves del combate de los gigantes; pero conviene recordar
las
los
enormes restos de
los altares
de
Fig 509
_j arrn
IimC rario.
Atenas.
36
La vida municipal
Reconcese
cierta
el
formas asiticas,
nas y
el
como
con un inmenso patio central abierto y tres hileras de columnas en la fachada (fig. 511).
El templo de Apolo, en Mileto,
as
como
el
de Juno, en Samos, y
el
de Diana, en feso,
monu-
Fig. 510.
Tumba de Tern.
Agrigento.
mentos de Jonia. La excavacin del templo de Mileto ha sido dificilsima, porque el suelo se ha convertido hoy en pantano, pero resulta posible reconocer la planta y quedan an en pie tres columnas que permiten restablecer el
alzado.
En
el interior
lastras
estilo jnico.
las
llegaban por esta poca las ideas y los nuevos principios de arquitectura; por
importante seguir
el
proceso
en
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1
all
los estilos
|
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s
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una seccin
se hicieron
w m
1a
i 1
recta, y las columnas, que en el orden drico tradicional eran ms cortas y ms prximas,
mucho ms delgadas y
tampoco logr
el
separadas. El ca-
pitel corintio
m m m m
1 m 1 m i m
1
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s
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B
51
m
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a E B
!
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&
t
que
tiempos
fuese empleado
ari
si
con propiedad en las esplndidas construcciones de mrmoles y frisos decorados, los que el capitel
de acanto deba acompaar perfectamente. Un ejemplo que ser siempre modelo del orden corintio de esta poca, es el del templo de Jpiter
Olimpein, de Atenas; pero, en cambio, parece que Hermgenes, el arquitecto autor de un tratado de
arquitectura del que Vitrubio
claraba enemigo del capitel corintio.
fe
*
i
m m
m m 9 m 1
a8
iliiiilfi I11N111I
Fig.
5
m m
ii
ti. -Planta
del templo
de Mileto.
mana arquitectnica de los pueblos del Asia se manifiesta tambin por el gusto de los tratados escritos dando reglas y preceptos de construccin. El ms famoso de todos era el de este Hermgenes,
i?>7
y la circulacin de su obra, comprobada en Italia, servir para establecer los orgenes del arte romano. Desde esta poca las ciudades jnicas empiezan ya proveer de arquitectos, lo menos de ideas sobre construccin, al lejano
Occidente. Hermgenes es
griego oriental en
el
y en Bizancio para la arquitectura, el precursor de Apolodoro de Damasco, que construy el Foro Trajano, y de los dos arquitectos de Santa Sofa, tambin asiticos. Algunos de los templos republicanos de Roma
Roma
el
estilo helenstico
el mayor inters, ya que no se podan conocer los escritos perdidos de Hermgenes, en aclarar por lo menos lo qu eran sus edificios, y se fundaban grandes esperanzas en la excavacin de su obra maestra, el templo de Diana en Magnesia. Su descubrimiento
que la obra literaria de Hermgenes acaso sera una revelacin de sus construcciones. El templo de Magnesia presenta muchas innovaciones y no todas de buen gusto, como tres ventanas en los frontones en lugar de esculturas. Era octstilo, y las dos columnas centrales estn ms separadas,
hizo sospechar
del mrito
como ya
se haba
la celia
es
pequea,
y,
en cambio,
la
medio de columnas enlazadas hasta cierta altura con un muro, como era ya costumbre en el Egipto, y como vemos tambin en el templo de Priene. Hermgenes,
antesala pronaos excesivamente grande y separada del exterior por
la
experiencia de
la
blecidas, lo
en separarse de las formas estademuestra tambin el citado templo de Minerva en Priene, en el que Pytios, el director de la obra, dej el entablamento jnico sin friso ninguno, esto es, la cornisa apoyndose caprichosamente sobre el arquitrabe (fig. 498). Sin
los arquitectos helensticos
empeo de
el capitel del templo de Priene hizo fortuna en Italia; ya veremos que empleados en los primitivos templos republicanos de Roma son del mismo hoy se empiezan comprender tipo, con unas palmetas al lado de las volutas claramente las causas de estas semejanzas, porque Roma, ms que del arte griego puro, aprendi de los modelos helensticos de la Jonia.
embargo,
los
_______
"
'
>
t *>
r*
1
Fig. 512.
J1TST, DF,T, ATITE.
El faro de Alejandra.
43.
Relieve de
la
Catedral de Pisa.
T.
I.
33
Todo
que en
los
la
poca
helenstica va hacindose
ms comen;
as,
que tenan sus antecedentes en la construccin griega de los Tholos, como el de Epidauro y el Filipein, son cada vez ms grandes y algunos deban estar cubiertos con bveda, como el edificio circular de los misterios en Samotracia. Desgraciadamente, para el estudio de este perodo hemos de valemos
demasiado de
los datos
que proporcionan las ciudades secundarias. Nada cononuevos reinos de los generales de Alejanla
produccin
artstica. Seleucia,
la
interseccin del Oriente y del Occidente, deba ser lugar favorabilsimo para la
creacin de los nuevos tipos. Algo sospechamos del importante papel (pie para
el arte
desempe Antioqua,
era considerada
la capital del
la
la
poca
mundo, despus de Roma y Alejandra. All debi comenzar formarse una escuela poderosa, que ms tarde tena que influir en ios primeros orgenes del arte bizantino, pero nada sabemos positivamente de sus palacios y grandes construcciones. Sin embargo, ms sensible es an la ignorancia en que nos hallamos acerca de Alejandra, ciudad ms moderna,
romana
como
nado espritu, tan parecida una capital de nuestros das, emporio de la curiosidad mstica v cientfica, del amor y del arte.
Las descripciones literarias nos permimuy poco de su biblioteca famosa y el museo, y del palacio real, que ocupaba casi la cuarta parte de la ciudad, y en el que sabeten conocer
mos por
tas.
conservado ninguna ruina importante y las excavaciones son imposibles en Alejandra, porque
la
el
mismo
lugar de la
r
:
t^^m ^A L^M
monedas
!a
tf^^S
y relieves ha sido
torre del
una.
fcil
restaurar idealmente
famoso
faro
faro,
de
El
mundo
(fig.
512).
de Alejandra era una torre con pisos, de base cuadrada abajo y octogonales
arriba,
de forma como un
zigurat caldeo.
Es
muy
'os
los tipos
La
mente
Fig.
es
,,,s
,,m1 " s
Museo
-le
ESCULTURA.
Berln,
J.OS
NUEVOS
TITOS.
LOS RETRATOS
portantsimos sobre
arquitectura
donde
las terrazas
sostenan
mo-
numentales:
biblioteca,
plos, y
reales:
el teatro, la baslica, la
un gran altar y los temla cspide dos palacios uno, ms antiguo, menor, y
en
mismo tipo, algo ms granLa planta de los palacios reales de Prgamo no se diferenciaba muotro del
de.
cho de
tan slo
las
el
;
viviendas particulares,
patio porticado era
cho mayor
como
la
el
claustro de
muun
monasterio de
Edad media,
las
tena
dependen-
indicarnos nada de que deban ser las grandes residencias reales de Antioqua y Alelo
Busto
<lr
jandra, es
el
importante observar
la
cmo en
esta
la
ltimo perodo de
de Tirinto y Creta, con el tmelinium, en vez del megarn, para lugar de reuniones y comedor. Es posible, sin embargo, que en los palacios de Seleucia,
lacios
las
ms
los anti-
guos palacios asirios y las apadanas persas. La evolucin de las formas griegas en
el
que en la arquitectura) puede seguirse en la escultura. Los antiguos tipos se hacen ms vivos y personales, lis un ejemplo caracterstico de esta evolucin la maravillosa estatua de la Victoria de Samotracia, erigida, segn sabemos por el cuo ele una moneda, por Demetrio de Siria, en conmemoracin de su triunfo sobre Tolomeo, el ao 306 antes de J.C. (fig. 513). La diosa, en la proa de una nave, y llevando en la mano un trofeo arrancado al enemigo, con el cuerpo hacia adelante, desafa el viento contrario, que azota ios pliegues del vestido con aquel sacudir caracterstico de la brisa marina. Quin que esta estatua, tan fina en todos sus detalles, volando materialmente y haciendo con su impulso hasta avanzar la trirreme del rey de Siria, es la descendiente directa de aquella primera Victoria de Akermos, que para volar tena
dira
que
arrodillarse en el suelo?
Los escultores de
el
la Jonia modifican as, con su arte antiguo centro artstico de Atenas debi
que se conservaban en
3-*>
Empieza en
la
esta
poca
en Atenas
Madhia, cerca de Tnez, proceda de Atenas, y la especial calidad de su cargamento nos ha enterado de
las
ma como
autor
el
Hrcules apoyado
como
la
la
Venus de Medila
reproduccin de
de Praxiteestar
les,
pero con
variante de
al salir del
representada, no
bao,
coa el jarro y el ropaje, sino excusando su desnudez por el acto de nacer de las ondas, con un amorcillo y un delfn. (Lm. XXIV). Las
Fig. 515.
Cabeza de Dionisos,
(Museo de Tnez)
por Boetas.
Venus son cada vez ms sensuales y hasta lbricas; hizo fortuna un tipo de diosa con una rodilla en tierra
y
las
la
Esta es
el
la
514V
Amor, hasta en
de
la naturaleza,
como
manifiestan las
innumerables esculturas del hermafrodita. Las antiguas divinidades son cada vez ms olvidadas; apenas
ces
si
como un
munnico
Lo
que se crea perfecciona es tan slo el tipo siempre ms sensual de Baco Dionisos (fig. 515). Dionisos era una divinidad asitica, que parece natural que se helenizara en
esta poca.
Una de
las
representaTermas). Foma.
Ft.
516.
-Furia dormida.
(.Tc/seo
Tomo
Estatuas de Venus t
>/,
Venus de Mediis
(Galera
de
los Uizii.
del Ermitage).
Venus
y el
Ame
-LVENCTA PRAXITKI.ICA
Lmina XXIV.
.-
'ir'-
PHOTOGRAPHlSCHESGESELlSCHAFT.
FOT.
ANnEWOM.
eo del
Louvn
Afrodita (Gliptoteca de
Munich
Venus
Capitolina
(Museo
del Capitolio).
341
- El
Centauro joven y
el
Centauro viejo de
la villa
Adriana. (Capitolio)
encontr entre
las
estatuas del
buque de Madhia. Esto indica que las fbricas de el tipo del nuevo dios. El Dionisos de
Boetas lleva barba larga y tiene cierto sabor arcaizante que le da un aspecto
extico en este tiempo; cubre su cabeza un lienzo plegado, no sin cierta
gracia.
se convierte Dionisos en
una
figura
ms
ba
vulgar,
como de un
viejo
de bar-
rizada, que es el laid-motive de la decoracin alejandrina. Resulta curioso observar que cada vez aparece ms
ma-
yor parte
de
los
dioses
helnicos,
como tambin
vertirse en barbados.
figuras
las
in-
v ^'g*
5^9-
rn
^ n El Centauro
.
viejo
v
'
el
Amor,
342
Fig. 520.
El joven
las
orante,
Fk
quieto de
Museo
de
las
Termas
516).
Igualmente aparecen los gigantes y las musas, y siempre ms frecuentes nuevos temas graciosos la escultura. Resulta
el
curioso
grupo de
los
centauros de
la
la villa
Adriana
(figs.
manos atadas
Amor,
que
de
le
los
hace sentir su yugo, y para dar ms clara idea del amor senil, va tirndole cabellos. As le vemos en una copia que no ha perdido la figurilla del
y se halla en
la villa
Amor
el
Museo
del
Louvre
(fig.
519).
En cambio,
el
centauro
Adriana camina alegre haciendo castaetearlos dedos, y aunque se ve an el hueco donde debi tambin colocarse la figurilla del en su grupa Amor, sta no deba ser carga pesada para el joven. Las dos figuras de los
joven de
centauros,
pareadas,
la
picante
ilustracin
de un
intrlec-
La
ms en una adoracin
54
del
principio
supre-
mo
discpulo de Lisipo
lla-
mado
se ha conservado en
una
MuEn
seo de Berln
(fig.
520).
nificaciones
de ciudades;
y reproFig. 522.
era
muy estimada
(Museo de Berln)
servado varias copias. Est asentada sobre un terreno rocoso, tiene en la mano varias espigas y en la cabeza la corona de torres, que ser en adelante atributo
indispensable para representar
grfica,
las
ciudades.
Lo ms
con la figura de un nio que sale corriendo de sus pies: el ro rontes, que despus de correr subterrneo, vuelve su cauce en Antioqua. Eutquides era tambin discpulo de Lisipo; el gran arte del maestro se advierte an en la majestad y belleza de los pliegues del ropaje de la figura (fig. 521). Estas representaciones topogrficas fueron siempre ms frecuentes, constituyendo los modelos que luego aprovech el arte romano oficial, que menudo tena necesidad de estas figuras de carcter civil. Dos copas de plata, ejecu-
Fig. 525.
Grupo alegrico
del Kilo.
344
HIS'IORIA DEL
ARTE
Fig. 524.
Fig. 525.
El nio
muestran en
la
el
fondo en alto
la otra, las
relieve,
una de
ellas,
ciudad de Alejandra,
(fig.
sen-
522), y Alejandra y Roma. El grupo del Nilo, acaso tambin ya de poca romana, seala anloga- insres,
tada
tendido, la frente coronada de espigas y apoyado sobre una esfinge y el cuerno de la abundancia. Diez y seis nios, nmero de los codos que suba
el
agua en
la
Es curiosa
qua
(fig.
la
comparacin de
la figura
joven
pacfica, recostada,
fluvial del
La representacin
Roma,
pro-
donde
la
se labr
una estatua
(Museo de Valencia)
34:
con
la
dios tendido en
medio de un nfora que tiene jarro debajo del brazo, del que
acutica por
sala
ffl^m-
-^w'^ '^B
un chorro de agua.
el
As en Sevilla, en
seo, se ve
Mudel
una estatua
de otra estatua de
vinidad
fluvial
la
di-
del
Rhin.
La
tradicin de la figura
de
k
^Uhw|u
jp
arte
las personificaciones
del
lugar,
que
aparecen
^%$
!$'*
Jf
Fig. ^27.
WE^
Amor y Psiquis. (Museo
del Capitolio)
aparecen
las
por ahogar
era del
la
(fig.
525).
segn
la tradicin
literaria,
mismo Boetas, de quien ya hemos hablado propsito del joven orante de Berln y del Dionisos de Madhia. Ms tarde, en la poca romana, el grupo del nio y la oca fu copiado con menos bro; la oca acaba por acariciar al
muchacho y
guarda en
el
as la
En una
fuente
romana que
(fig.
se
nio
al
Pero
infantiles,
si
no
lo
ms menos
el
caracterstico ejemplo
el
ms
potico, es el
de esta simpata por los asuntos grupo del beso de los dos nios,
y Psiquis, en el. Museo del Capitolio (fig. 527). Es el comentario plstico ms expresivo de la novela de Longo, titulada: Dafnis y Cloe, de esta misma poca, toda ella dedicada explicar los tiernos amores de dos cria-
llamado del
Amor
i-
44.
346
Fig. 529.
Cabeza
el
de Sfocles. (Lateranense)
turas.
En
los
dos nios se abrazan, inocentes, sin conocer el origen misterioso de la fuerza que junta sus labios. Sus dos cuer-
iniciacin del
beso,
ella
la
inclina la cabeza,
sorprendida por
extraa caricia
del
pastorcillo amigo.
As en
las
como
los lite-
propicio
Al lado
Fig.
an comunila in-
parece complacerse en
El origen
ms
realista
de
la
naturaleza.
de esta tendencia
con tendencia al ideal, como las imgenes de Safo, Aspasia y Fereles. Despus, en las estelas griegas, los retratos de los difuntos y sus parientes son tambin delicadamente transfigurados. Lisipo, con su fervor por la interpretacin viva de la naturaleza, fu quien abri la puerta al realismo extremado. Sus retratos
tener, pesar
de su parecido,
el
Un hermano
'347
F'g-
Fig- 53 1
manera de hacer los retratos vaciando las fisonomas del natural, lo cual no quiere decir que se contentara con slo el vaciado; sabemos que los escultores de la gran poca del Renacimiento italiano se aprovechaban tambin de los vaciados como de un auxiliar para sus magnficos retratos. Los dos soberbios retratos de Sfocles y Demstenes, aunque de diferente poca (el de Sfocles parece ser algo ms antiguo), demuestran el arte admirable de los escultores de Atenas para el retrato. El original del de Sfocles
lebre por su
el
teatro de Atenas; la
mrmol
del
se conoce, fu encontrada
en Terracina en 1839. As y todo, da una idea perfecta del hombre intelectual, en plena posesin de todas sus fuerzas fsicas y morales; est en posicin de reposo, distinta de aquella otra posicin, con una pierna doblada, de los atletas
de Policleto y las amazonas; distinta tambin de la posicin de sensual abandono del fauno de Praxiteles. El Sfocles del Vaticano apoya los dos pies en el suelo; el cuerpo, que no puede estar cansado por la propia naturaleza de su
trabajo, se inclina hacia atrs en actitud contemplativa.
recogi-
(figs.
La
estatua de
Demstenes
la
En
la
cara
hombre
ilustre
libertad
el
manos plegadas,
lo
que
348
HISTORIA DEL
Al!
lli
Fig-
53-2-
Pescador.
Capitolio.
Fig- 533-
Vieja pastora.
Capitolio.
doblado con aquella amplitud de pliegues del de Sfocles; resulta en el Demsms arrugado, como si se hubiera descompuesto con el gesto nervioso
del orador
(figs.
530 y 531).
Un
el
de Menandro, indica
muy
gante de Atenas y solicitado en Egipto para honrar la corte con su presencia. Otro retrato,
seguramente de
la
despeinados, hasta
dermis;
trato,
Fig. 534.
la
transpiracin de la epilas
el
bronce de
copias de este
re-
con sus
como
Esopo.
Villa Albani.
si
sudara. (Lm.
XXV,
1).
Tomo
Lmina XXV.
Retratos helensticos. i.
aples).
Literato griego que se supuso errneamente fuese Sneca. (Museo de EutiJemo, rey de Bactriana. (Museo lorlonia). 3. Personaje desconocido. (Museo de Atenas). 4. Seleuco I. (Miseo de aples). ^. Atleta. (Museo de Olimpia). 6. Personaje desconocido. (Museo de Atenas).
2.
349
F'S- 53?-
Otro retrato de Eutidemo, rey de Bactriana, extrema an la nota del reael monarca est representado sin etiqueta, con un sombrero de grandes alas rodeando su vulgarsima fisonoma, que se confundira perfectamente con la de un labrador anciano de su tiempo. (Lm. XXV, 2). En cambio, el retrato de un joven que hay en el Museo de Atenas muestra
lismo
;
todo
res,
el
XXV,
imagen
3).
El retrato de Seleuco
I,
la
real
de un hombre inquie-
abrumado por el peso del gobierno de un gran estado. (Lm. XXV, 4). Igualmente interesantes por su naturalismo, lleno de arte, son otros dos retratos en bronce, uno encontrado en Olimpia, de un corredor ya algo viejo, y otro del Museo de Atenas. (Lm. XXV, 5 y 6). Pronto, por este camino del naturalismo, el arte llegar la predileccin por lo decrpito y deforme, y hasta por las imgenes de cuerpos de conformacin viciosa. Las dos estatuas del Museo del Capitolio, de dos viejos: un pescador y una pastora con un corderillo recin nacido, son harto expresivas de esta corriente (figs. 532 y 533). Estas figuras resultan ms curiosas porque el arte griego, en lo antiguo, haba sentido cierto horror por la naturaleza humana, fuera de su momento de plena juventud viril madurez; los nios y los
vicios rara vez fueron aceptados
Ahora
asuntos en que
acaso por su misma novedad, por los ms groseramente. Debi ser muy estimada una figura de vieja en estado de embriaguez, de la que nos ha quedado ms de una copia; toda la dignidad del sexo, de la edad y de la naturaleza se ha perdido por completo en aquellas carnes flojas, formando grandes arrugas en
la
vejez se manifiesta
el
Se reproducan con cierto placer hasta los casos anormales, como viejos excesivamente gordos, y se hacan esfuerzos para penetrar en el alma de los desgraciados contrahechos. El retrato de un jorobado, supuesto Esopo, no slo parece maravilloso por su tcnica, que tan bien demuestra la anatoma de sus
entraas comprimidas, sino que adems revela
la
triste
el
arte,
y reservada (fig. 534). como ya hemos dicho, eleva todas estas escullos asuntos,
Por
inferiores
que sean
siempre tienen
la
dignidad del
estilo;
el arte
las
como
de Tecrito. El recuerdo del entusiasmo sentido en Alejandra por el gran poeta buclico de esta poca, contribuy no poco que fuesen considerados como exclusivamente alejandrinos una serie de relieves con pai-
de
sajes
y figuras de
la
La
hiptesis tena
gran apariencia de verosimilitud; pareca, d priori, que deba ser verdad que en la gran metrpoli intelectual la gente se complaciera, por el contraste, en
351
una vida del campo ms sencilla, ms sana. As debi ocurrir con los idilios deTecrito, cuyo comentario plstico parecen ser estos relieves, como el de la fig. 535, en que vemos un campesino dirigindose al mercado con la vaca y los pollos que va vender, pasando junto unas ruinas. El amor platnico por los campos que siente el hombre de la ciudad, no parece, sin embargo, que fuese la nota caracterstica de Alejandra; hoy, decididamente, no podemos
aceptar
como
alejandrinos
del
estos
relieves
paissticos,
que son
las
ms
bellas
el del
manifestaciones
no es
los pltanos,
en
la
como en
todas
la
poca, artistas de diferentes regiones, y se complacieran los ricos en poseer obras de todos los estilos. Sin embargo, ni un solo fragmento de los relieves
paissticos se
ha encontrado en Alejandra. Dos cosas parecen, en cambio, haber la primera, un gusto por los tipos
dad que
ello, la
ms an por una especie de afectada suaviha convenido en llamar como la csfumalura alejandrina. Ejemplo de Venus que reproducimos en la fig. 514, que, si bien procede de Atenas,
se
35
Bronces helensticos procedentes de Atenas. y 544. y pareja de enanos bailando. (Museo de Tnez) original
Amor con
la lira
dra.
La segunda nota
por
los
de
la
propia metrpoli es
la
predileccin de sus
artistas
dar en aquella confusa aglomeracin de todas las razas. Quienes nos informan
casi
nicamente
los
las
muchachos revoltosos, los mimos cmicos disfrazados, que deban improvisar sencillamente, en medio de la calle, sus pantomimas
cos, los bailadores, los
(figs.
536, 537 y 538). Raras veces estos bronces, hallados los tipos se repiten
las
el
campo que
suponamos en sus habitantes. Ms que preocuparse en buscar el parentesco espiritual del arte propiamente alejandrino con los idilios de Tecrito, hay que encontrarlo en los versos de Herondas, el poeta de la ciudad cosmopolita, y los epigramas de la antologa.
El pueblo alejandrino parece debi ser finamente irnico y burln, contento de su gran ciudad, familiarizado con sus propias deformidades, de las que
saba encontrar siempre
el
lado cmico.
Una
que
el
ms
soez,
la
aficiones;
hoy se va \iendo
las figurillas
que
el
mundo
las
descubiertas en
Pom-
peya y otras halladas en el buque de Madhia, que proceda de Atenas. Las de Pompeya no seran gran prueba, porque Pompeya era, por su vecindad con el
353
pero
as
tambin aqu
candelabro
al viejo
(fig.
que
la
de paloma (fig. 541). Estos bronces pompeyanos helensticos son, sin embargo, menos anlogos an los de Alejandra que los desalas
cubiertos en
se ve
el
los
que
la
cmo Atenas
l
pequeo Amor de
542 va todo
gran collar y brazaletes en los brazos y piernas; los dos enanos de las figs. 543 y 544 son realmente compaeros de los bailarines y cantadores de Alejandra de
las figs.
al
y la ancdota, otras escuelas se complacen en acentuar la nota heroica, esculpiendo asuntos mitolgicos
Fk 545. Grupo
(Museo de
Termas)
con
estilo
dioso y exagerado. El centro de esta escuela pareca hasta ahora haber sido principalmente Prgamo, donde reinaron una serie de prncipes filntropos y
apasionados por
cultivadsima,
el arte. Se comprende que los reyes de Prgamo, de mentalidad dueos de una gran biblioteca, la segunda de su tiempo, y con
Fig. 546.
HJST. DEI, ARTE.
Galo
moribundo. Capitolio.
T.
I.
45.
354
la
excitacin de
la
sonalmente debieron fomentar la produccin de las grandiosas composiciones llenas de gigantes, hroes y brbaros combatiendo. El arte de Prgamo tiene
jandra, admirndolas
siempre un tono grandilocuente que revela su origen ulico; el pueblo de Aleacaso, hubiera encontrado en seguida la frase cmica
mandaron
esculpir varios
en su templo de Minerva Polias, de Prgamo, en la Acrpolis de Atenas y en el Capitolio de Roma. Una de las cosas que mejor demuestran el genio superior de los reyes de Prgamo, son sus simpatas por la Repblica romana, de
la
lleg hasta
nombrar
de
sus
Roma
heredera
bienes y riquezas,
derechos de su Estado.
bos en
(fig.
poder del
fija
no caer amenemigo
el
545).
Otro, herido de en
suelo sus
muerte,
La
sangre, cuajada,
548Cabezas de
los galos
de
las figs.
545 y 546.
n haba reproducido
el
arte
355
Fig. 549.
Fig. 550.
griego.
moribundo, del Capitolio, y del galo matndose s mismo, del grupo del Museo de las Termas, podran tomarse por las de dos franceses de nuestros das (figs. 547 y 548). El estilo de Prgamo va aumentando siempre su fuerza pattica; en los grupos de los exvotos de Atenas, los reyes de Prgamo hacan remontar sus hazaas deteniendo los glatas, hasta los grandes das del arte antiguo: primero se representaba en varios grupos la lucha de los dioses contra los gigantes, despus de los griegos contra los propios reyes de Prgamo, las amazonas y los persas y, por ltimo, ellos
racteres de la raza: las cabezas del galo
,
,
como si esta triloga de esculturas de Prgamo pertenegeneracin ms exagerada en el estilo pattico, pero que tratara de
las tradiciones de los modelos heroicos de la escuela de Fidias. Este no se redujo al grupo de escultores ulicos que tenan sus rdenes los soberanos de Prgamo, sino que fu imitado en todo el mundo helenstico; es curioso comparar la cabeza del gigante de la fig. 549, bien caracterstica de Prgamo, con la de la fig. 550, encontrada en Atenas. Otro mrmol del Museo de Alejandra, que reproduce un persa, entra de lleno en el estilo que hasta ahora creamos exclusivo de Prgamo. As en los tres puntos casi extremos del mundo griego helenstico, aparecen manifestaciones del mismo arte, hasta hoy llamado pergameno. Por fin, un nuevo triunfo militar sobre sus vecinos, impulsaba un
continuar
estilo
356
Eumenes
II,
pero su importancia
artstica
siglos
de
la
Era
cristiana;
en
el Apocalipsis,
dirigindose
sia
volvernos
esta
ltima
el
ingeniero
el
- Grupo de Laoconte.
Vaticano.
alemn
Humann, y
friso
pudo
pleto
al
comlas
Museo de
Berln.
alto relieve;
,
detalles
acentundose todas
como
para indicar
esfuerzo
sobrehumano de
gigantes y
all gran abundancia de temas y de episodios; el friso, que tiene un desarrollo de 130 metros, es siempre variado; en una parte, Minerva com-
bate
acompaada de su
fiel
la
ia
otro lado, Jpiter con su pica y los rayos acaba con tres gigantes de una vez. El Sol y la Luna, en su respectivo
rebelde. (Lm.
carro,
de Minerva para
XXVI,
En
combaten tambin
al
estilo
tambin vara en
algunos trozos
de Prgamo.
En
figuras
estn
esculpidas con
ms
dulzura,
como
si
los artistas,
no acabaran de fundirse en aquella nota de violencia y convulsin que es, sin embargo, la dominante del estilo llamado pergameno. Pero todava este sentido barroco de lo pattico deba exagerarse en otras partes ms que en la misma Prgamo. El grupo de Laoconte y sus hijos, enconlas termas de Tito en Roma, demuestra que los escultores helensticos buscaban temas terriblemente dolorosos para probar su habilidad en el gnero (fig. 551). En este grupo se complacieron con el refinamiento cruel de aadir al
trado en
Tomo
1 Aimiiid
XXVI.
A. Vista general de
la
acrpolis
de Prgamo, con
el altar
el
357
de una muerel
el
Lao-
^^B^fcc ^j-
^B
el
',
I
'
5 *
padre tiene
el
trax hin-
piel
de una
tal
manera
la
exageradsima;
est
cara
de
modo con-
'
que aquel hombre no vivira, ningn cuerpo humano es capaz de deformarse con semejantrada,
te tensin. Plinio
Hllipfl K
jy
r#'f
t^B.
y
jB
hablaba
1
Fg. 552.
M
Grupo
del
fl
ff
mu
kJ
Wm
.fl
SvVm^STJa 1
pero se desconoca
cutado,
hasta
la fe-
que una
fijarla
con exac-
de
J.C.
no
La escuela de Rodas, que se da conocer por este grupo del Laoconte, deriva sin embargo de la de Prgamo y tiene sus orgenes en el naturalismo
los discpulos del
de Lisipo; uno de
gran maestro, Cares, haba ejecutado para las maravillas del mundo antiguo. El
ha hecho conocer el llamado grupo condenada ser arrastrada por un toro. Esta gigantesca composicin, descubierta en las Termas de Caracalla, en Roma, fu trasladada al palacio Farnesio y despus al Museo de aples (fig. 552). Parece curioso observar que, al servir de modelo para las pequeas porcelanas de la fbrica real de Capodimonte, cerca de aples, el grupo enorme, al convertirse en bibelot, acaso gana en valor, en lugar de perderlo con la reduccin. La comFarnesio, con
el
castigo de Circe,
el
conjunto por
se
al
reducirse
un juguete de porcelana
puede ver
bien de un solo golpe. Sin embargo, pesar de los mil elementos pintorescos que introduce el escultor del toro Farnesio para dar idea de un ambiente
muy
de
paisaje,
como son
las rocas,
el
perro y
el pastor,
que, de
la
menor tamao,
358
po no despierta entusiasmo; se comprende que el artista, para hacer una obra tan teatral, hubo de salirse excesivamente de los
lmites
de de
la escultura.
escuela rcdia,
de
las Musas, compuesto de figuras aisladas que deban rodear la figura central de Apolo. Algunas de
verdaderamente inspirados;
la lla-
los
co-
Un
relieve del
tal
Museo
Bri-
como
las estatuas
planos de un jardn.
de
la
Los
es,
por ejemplo,
el
el
cuadrito de
;
Pompeya con
mientras los
el
casco
de
los bra-
campos de
ner
casi
al
una caricatura
553).
ms
complejos y manifiestan, como los escultores, fuerte propensin por las situaciones
trgicas extremadas.
Fig
4 ._Medea.
(Museo de aples)
LA PINTURA Y LA CERMICA
359
Fig- 555-
un
fresco de
(fig.
554).
y trasladado Roma, donde parece que era estimadsimo por el gran arte con que Timonacos haba sabido expresar la tempestad de pasiones desencadenada en
el
el furor
de
la
La Medea de Pompeya
mano
y en un ngulo del cuadro estn dos nios jugando. Otras veces, los grandes temas heroicos aparecen interpretados con cierta
dos.
En un
friso
de Pompeya,
dedican
las
como una
artistas
de
la
vida vulgar
(fig.
555).
Se conocen an
los
nombres de
cuadros de naturaleza muerta bodegones, y hasta efectos de luz, como los ms extremados de nuestros impresionistas modernos. Igualmente se dedicaban otros
la pintura de paisaje; en unas composiciones de asuntos de la Odisea, del
Fig. 556.
Mosaico
360
HISTORIA
DEI.
ARTE
Vaticano, los diferentes trmi-
nos de
rable
las
se puede comprender
simples
manchas
de
contorno
Porque mu-
por
el
arte
romano
imperial, hele-
con los mosaicos, que los romanos emplearon profusamente. Su origen es alejandrino;
los
mosaicos decoraban
las
paredes.
Una
especialidad de
la
pared
Fig.
7-~ Antoco
el
centro cuadros
y en su rededor se formaban grecas y orlas. Algunos asuntos eran peculiares del mosaico; alcanz fama un artfice ingenioso que reproduca en el pavimento las conchas, huesos y otros
la tcnica,
restos
de un gran
el
festn.
las
fuentes y baos, se
figuraba
556).
Eas artes suntuarias deban hallarse tambin cultivadsimas en esta poca no slo los prncipes de las grandes monarquas del Asia y del Egipto, sino tambin los ricos burgueses y banqueros de las ciudades libres deban
fastuosa;
poseer joyas y telas en abundancia. Dar idea del gusto oriental de los prncipes griegos del Asia el sugestivo relieve con las figuras de Antoco I y el dios solar.
La
fig. 557 es una parte de la decoracin de un enorme tmulo para el sepulcro de Antoco, coronado de gigantescas estatuas; tanto el prncipe como la divi-
manto de
los
soberanos de Oriente.
reproduce
tra lo
los pliegues
que debieron
propia
Lmina XXVII.
Tomo
Tomo
Lmina XXVIIL
Vaso
m antes de J.G
36l
mento
colosal
del
de Jpiter; en de
frisos
se ven
una
serie
con meandros
meandros
finsimos.
en modelos helensticos,
como
y
vaso con
las
cabezas de
Roma
dentemente no romanos (fig. 522). Hasta ciertos temas ornamentales de hiedras y hojas de laurel olivo, que empleaba con gran frecuencia
iniciarse
el
arte
romano, debieron
ya en la orfebrera de
Egipto de
los
Tolo-
arte
romano
primer
el
Ilildesheim
ciertas tazas de los tesoros de Bosco-Reale aunque fueron encontradas con otras piezas de orlebrera ya absolutamente romana, reproducen puros modelos helensticos. Los opulentos coleccionistas romanos llevaron Roma muchas joyas de esta
(fig.
Vasos
I.
Berln).
ARTE.
T.
4G.
362
Fig. 560.
Camafeo de Viena.
Fig. 561.
Camafeo
de San Petersburgo.
poca del Egipto y del Asia; entre ellas, por ejemplo, una maravillosa taza de nice con relieves, procedente de la casa Farnesio, que se conserva ahora en el Museo de aples. Hay en el fondo, labradas en la misma piedra, en varios diferentes estratos de color, unas figuras que parecen retratos y la alegora del Xilo;
los Tolomeos. con retratos, de tradicin muy viva en aquel pas de las piedras talladas. Los dos maravillosos camafeos con el retrato de Tolomeo II y su esposa Arsinoe, en los Museos de Viena
es
seguramente
la reliquia
de una suntuosa
vajilla del
tiempo de
y de San Petersburgo, son las obras maestras de la glptica helenstica (figs. 560 y 561). El de Viena muestra el relieve de las caras labrado hbilmente en una superposicin de nueve estratos blancos y obscuros. El de San Petersburgo, llamado el camafeo Gonzaga, reproduce los mismos personajes algo menos delicadamente; en cambio, la coraza de Tolomeo lleva una bellsima gida de plumas.
los
macedonio (fig. 562). Los dos rizos de la que hemos hablado en el captulo antetambin, convirtindose en los cuernos de Jpiter Amn, que se reencarnaba en Alejandro y sus sucesores. Los vidrios alejandrinos son bellsimos, con varias capas de color, tallados veces formando una decoracin con figuras
)
como un camafeo. As es, por ejemplo, el admirable vaso Portland, del Museo Britnico, con las figuras blancas,
destacadas sobre
el fondo azul obscuro del vidrio. (Lmina XXYII.) El vaso de Portland tiene el valor de un camafeo, slo que, en lugar de tallar una piedra natural con varios estratos, se han labrado las figuras en una capa
"^ _
F'
k6
dII.
de vidrio blando
(
claro,
sobrepuesta
al
de Tolomeo
ur forma
el
Roma
este
LA PINTURA Y LA CERMICA
vaso, que es-
363
adornado
del
con representaciones
mito de Aquiles, fu
adqui-
land,
que de Portpasando
l
con
Ingla-
terra,
donde
color
su graciosa
gama de
azul y blanco
fu imitada en
fbricas inglesas de
las
bizcocho
de
Tanagras. Figurillas de barro cocido. (Museo de Madrid)
porcelana del
siglo XV1IT.
En cambio, en
estima
las
en
el
esta poca pierde la cermica todo su inters; el pblico no decoraciones de los pintores de tierra cocida, y las fbricas de Atenas, tercer siglo antes de T.C., dejan de pintar composiciones de figuras en sus
vasos,
Italia
(Lm. XXVIII.) Estos vasos, llamados apuliotas de la Pulla, son claras, de color de tierra, como los clsicos de Atenas; mas para precisar mejor el dibujo y completar la decoracin se ha empleado mucho
fundible.
el
formando principalmente
rizos
de un barroquismo
muy
agradable.
Se conservan todava las formas caractersticas de la cermica griega, aunque ms complicadas; las asas se alargan y retuercen finamente, los pies son ms
altos, y
menudo
En cambio,
y seca.
la
deco-
ms
fra
poca helenstica consiguen, sin embargo, maravide barro cocido y policromado. Era un arte tambin antiqusimo; en Micenas y Tilinto se encontraron ya innumerables exvotos de figuras sentadas, consagradas invariablemente la divinidad femenina de la
esta
llosos resultados
Los ceramistas de
en
figurillas
religin prehelnica.
Este arte de
las figurillas
la
al
general desarrollo de
alejandrina para labrar sus productos ms valiosos. Sus pequeas figurillas se llaman comnmente tanagras porque se hallaron con mucha abundancia en una antigua ciudad del tica llamada Tanagra, y en ella se crey que deba estar su centro principal de produccin. Reproducen menudo, con una simplificacin de biblia/, los tipos praxitlicos: figuras vestidas con mantos elegantes, como las
364
Musas de Mantinea, Venus desnudas y grupos de danzantes y amorcillos. Los tipos de tanagras son parecidos los pequeos bronces y dan muchas veces la nota graciosa, sensual y elegante, mejor que las grandes esculturas.
Resumen. Despus de Alejandro empieza el perodo del arte griego que hemos convenido en llamar helenstico. En arquitectura predominan los gustos de los arquitectos jnicos; se construye, sin embargo, en Atenas el gran templo de orden corintio de Jpiter Olmpico. Las excavaciones de Dlos y Priene nos han hecho ver lo qu eran las ciudades helensticas con su? prticos, plazas y mercados. Las casas tenan todas su patio central. La mayora de las ciudades tenan la baslica con una biblioteca, el edificio para el consejo municipal y sobre todo el teatro, muchas veces desproporcionado la categora de la ciudad. Los mayores teatros eran los de Atenas, Epidauro y Siracusa. La tumbas tenan veces forma de torre. Los templos tampoco guardan la
la celia hay una gran antesala. En escultura predominan los temas graciosos y anecdticos, las antiguas divinidades son substituidas por representaciones locales de ciudades, ros, etc. Los asuntos son cada vez ms vulgares y en los retratos se persigue ya el mayor parecido con el original; las idealizaciones dlos siglos anteriores son substituidas por la tendencia expresar el temperamento del personaje, retratado con su gesto caractersticoHasta ahora se haban sealado varias escuelas, en las que cada una de las regiones de este gran mundo griego daba su nota propia. A Alejandra eran atribuidos los relieves de paisaje, Prgamo tena su especialidad en las representaciones de combates de griegos y galos, en las que se manifestaban ya las particularidades etnogrficas de los brbaros. Entran tambin en el estilo de Prgamo, las composiciones dal altar de Jpiter con la lucha de los dioses y los gigantes. Otra escuela teatral pareca radicar en Rodas, representada por el Laoconte, el Toro Farnesio y las Musas de Filiscos. Esta divisin de los estilos helensticos en escuelas, parece hoy arbitraria; los diversos temas se desarrollaron igualmente en los ms apartados extremos del mundo griego. La pintura comparte las aficiones de la escultura, predominando los asuntos anecdticos y repitiendo veces con fina irona los temas grandiosos del arte antiguo. En las artes industriales, la cermica ofrece an un ltimo estilo en los vasos de la Pulla; los camafeos, los vidrios y las monedas son, en cam-
bio, excelentes.
Uiiliografa.
Wiegand
:
Priene, 1904.
Pontremoli et Halssoullier
Didymes, 1904.
:
Doerfeld
Das
griechische theater,
89G.
Tiersch
Pitaros
Epidaure, 1893. Bernouilli: Griechische Ikonographie, 1905 A. de Villefosse: Le Tresor de Bosco-reale, 1899. Winter: Hddesheimcr Silberfmid, 1902. Furwaengler: A. Kisa: Das Olas in altertum, 1908. F. Winter: Die antiken Terracoten, 1903. P. Gauckler: Catalogue d/i Musee dtt Bardo, 1904. Arndt: Gruchischen Antike Geminen, 1900.
Fouilles
d'
KKX). Cavadias
und Ro
n. Portrats,
891
Duce
Lessing
Laokoon, 1876.
Fig. 564.
Cabeza de Hipnos
el
Fig. 565.
Muros de Roma de
la
poca de
los reyes.
CAPTULO XVII
EL ARTE ETRUSCO. ORGENES DE ROMA. LOS PRIMITIVOS SANTUARIOS LATINOS. L03TEMPLOS REPUBLICANOS DE ROMA Y DEL LACIO. LAS BASLICAS. LOS FUNDIDORES EN BRONCE LA ESCUELA HELENSTICA DE LA CAMPANIA.
Hace
la
existencia del
hombre prehistrico en Italia. Mommsen, al empezar escribir en 1850 su Historia de Roma, poda decir con exactitud para aquel entonces: Hasta hoy da, nada nos da derecho afirmar que el hombre haya existido en Italia en un estado ms primitivo que el que supone el cultivo de los campos y el conocimiento de los metales. Y si anteriormente la especie humana haba habitado la pennsula en un estado ms primitivo, los restos de esta poca, en todo caso, han desaparecido. Poco despus que Mommsen escribiera estas palabras en su clsico libro, empezaban los descubrimientos de las edades prehistricas en Italia. Nada hay ms rico, la hora presente, ms lleno de sorpresas y de
esperanzas para
el
mundo
primitivo de
la
Italia,
anterior
la civilizacin histrica.
mentarios
slices
Los materiales son abundantsimos, desde los ms ruditallados, que se encuentran por todas partes, hasta los cuadros
la
vida
Otro punto de gran inters de la prehistoria italiana, es el hecho de empalmarse con la ms antigua civilizacin histrica de Europa. De todos los pases de Occidente, Italia y Roma, particularmente, son los nicos que tienen antigua historia, resumida por la tradicin literaria. As como el Egipto y la Caldea han servido para fijar la cronologa de los tiempos prehistricos en
Oriente,
la
que
366
las
dems
naciones
de Europa que
surgieron en pos de
ella.
El hombre primitivo italiano debi tatuarse y pintar su piel; los crneos encontrados en las grutas que
le
servan
de sepultura, demuestran
esta costumbre,
de ocre y junto al cadver se halla una pequea vasija con pintura para
renovar su tocado.
Fig. 566.
Algo ms
tarde,
se
guardan luego en
ra 567).
este
el fondo de pozos abiertos artificialmente en la roca (figugrupo de sepulturas pertenecen las de una importante necr-
de
la
la
que
los
difuntos debieron habitar en vida. Estas cabanas funerarias son todava idnticas
que construyen
las
(fig.
los pastores
la
las
puertas mismas
de Roma;
perchas salen de
566).
mostrando
la tpica
construccin de
troncos y ramas
el lugar que ocupa) de todas estas necrpolis con tumbas en forma de pozo y vasijas cinerarias, es la descubierta en 1902 en el propio Foro Romano. Otras tumbas aisladas haban sido encontradas ya en
La ms importante (por
Roma, en
mente
el
Ouirinal,
demostrando que el lugar famoso de las siete colinas la poca prehistrica y, por consiguiente, anterior-
que
los escritores
el
romanos de
la
la
753 antes de J.C. Pero la necrpolis del Foro indicaba ms an; no eran simples tumbas
aisladas,
sino
el
enterramiento
del
comn de
las
valle
Foro, pro-
bablemente el Palatino, donde era tradicional tambin que haba existido el primer embrin de la ciudad naciente (fig. 568). Las tumbas prehistricas del Foro son extraordinariamente pobres de ajuar funerario;
cenizas
del
las
Fig.
567Pozo con
urna y
el
la
vasija
conteniendo
la
abandonadas dentro de la vasija la cabana en miniatura de tierra cocida, junto con algunos otros vas0s Conviene recordar que la primitiva lev de Roma, la llamada de las Poro tablas,
cadver parecen
;
orgenes de roma
367
Fig-
568. Necrpolis prehistrica del Foro romano, con tumbas en forma de pozo.
proscribe
el lujo
de
el
deben
ms
los dientes.
Por la misma poca que en el centro de Italia habitaban estas poblaciones, con un cuadro bien pobre de cultura neoltica, en el Norte, en la Lombarda y
Emilia se instalaban otros pueblos que vivan en un estado de civilizacin algo ms avanzado. Habitaban particularmente en las llamadas trra/nares, campamentos construidos sobre una plataforma de madera sostenida por pilotes. Esto suele indicar el primitivo origen de un terreno pantanoso, pero ms tarde, aun cuando construan las ciudades en lugares montaosos, sin ningn peligro de humedad, los habitantes de las terramares empezaban por clavar unas hileras de troncos en el suelo, sobre los que apoyaban un gran tablado que serva de pavimento para sus chozas. Las terramares se han reconocido precisamente por las seales de los pilotes y los innumerables restos cados desde la plataforma, que con el tiempo llegaron constituir una capa bastante gruesa, depsito precioso hoy da
la
de
tierra,
con cuatro
Dos anchas
estudio astro-
nmico de las ligeras desviaciones de su orientacin ha hecho suponer que el ilano de estas ciudades se
]
fijaba
te la primavera.
Ramal de
la
3 68
nes,
tambin se encuentran
en
las reglas
de la urba-
ierra-
mares fueron
descendieron
lia
los
que
la Ita-
central y se
impu
ias
cin
superior
primitivas poblaciones
jMg. 570.
del Lacio.
Los
anti-
romano,
cine se conser-
varon siempre aparte y formaban la aristocracia directora. Con su venida se constituy realmente la ciudad, y por esto despus fu perpetuado el hecho con
la
leyenda de
Italia.
la
fundacin de Roma,
el
suceso ms transcendental de
la historia
de
En
la
desde
la
comn,
dentro de una ciudad rudimentaria de barro y de madera, se buscan hoy los antecedentes civiles de Roma, con sus innegables aptitudes para el gobierno
la
administracin.
Resulta curioso, sin embargo, observar que este pueblo de las terramares
aprendi en seguida, en
Palatino. Esta colina de
el
como
lo era
el
por
el
habitaban los patricios y haba all varios santuarios antiqusimos, en forma de cabana, (.pie existieron hasta muy tarde, como la llamada
las /erra/nares. All
de
cabana de Rmulo. Aun hoy, debajo de los cimientos de los palacios imperiales, que atraviesan sin destruirlas las casas de patricios de la poca republicana, ms abajo an, hay unas antiqusimas construcciones circulares, de enormes piedras
escuadradas, que acaso tuvieran un
empleo
litrgico
funerario,
como
de
las
la civilizacin
micnica.
esta primera poca
tarde, en
la
de
Roma quedaba
el
emperadores, cuando
ficos,
an fuera de
ciudad.
Ms
todava
al valle,
la
puerta del lado del Foro, (pie por medio de una rampa con-
se la llamaba puerta Mugonia, porque la tradicin aseguraba que en los primeros das de Roma, descendan los ganados abrevarse en los estanques aun no desecados del valle (Lm. XXIX). Debi continuarse ente-
duca
por
all,
5<>9
ultimas
excavaciones
que ha-
asegurar su conservacin,
fica
/apis.
/apis, cubierto
escombros, se encon-
Fig- 571-
Muros de
la
sostener dos leones, una ara en el centro y, en uno de los lados, una estela con una inscripcin latina, pero de poca tan primitiva que, aun cuando puede leerse bien, slo han podido descifrarse algunas palabras.
La tumba
real,
Roma
Tulio y Tarquino, de origen etrusco; ellos simbolizan poca de la influencia etrusca en Roma, que debi durar largo tiempo. Ya hablaremos ms adelante de los etruscos; veamos ahora cules eran estas primeras obras municipales. En primer lugar, los muros de la pequea ciudad
la
perpendiculares todas
al
alternas,
en lneas paralelas
mismo
(fig.
56S).
-'."
debieron iniciar-
se
los trabajos
de
saneamiento; se
atri-
buye Servio Tulio la cloaca mxima, que en su largo trayecto recoge todava
hoy
las
aguas
Foro
del
valle del
ra 569).
(figu-
No solamente
Roma,
una
otras
sino tambin
serie
larga
de
del
I.
ciudades
Fig.
7 2.
Restauracin de
la
Acrpolis de Alatr
T. 47.
370
Fig- 573-
latino.
Gabii. (Delbrich)
En un principio se tuvieron por obra de los pelasgos y otras poblaciones antiqusimas del Mediterrneo; hoy. aunque seguimos poco mas menos en la misma ignorancia acerca de las razas itlicas, sabemos mejor qu atenernos
en cuanto su antigedad. Los lamosos muros ciclpeos de una ciudad abandonada del Lacio, Norba, han probado, merced las excavaciones, que fueron
asentados sobre una capa en
la que se hallan ya vestigios de cermica relativamente moderna (fig. 570). Ya no son pelsgicos ni misteriosamente prehistricos, sino contemporneos de los muros romanos del perodo de Servio Tulio. Al lado de Roma, pues, otras ciudades constituidas en estados se encerraban tambin dentro de fuertes muros de piedras ms menos escuadradas.
Otros, gonal;
el
como
los
de
Alatri, tienen
ya
las
con un templo en
de una gran terraza y una pequea celia, (pie dominaba gran parte del Lacio (figs. 571 y 572). As debi ser el famoso santuario de Palestrina, la antigua Prenestre, en cuyo templo de la Fortuna se celebraba an el culto en la poca imperial. Un santuario latino, en la antigua Gabii, nos muestra
como
ya una celia de grandes dimensiones, construida con bloques escuadrados, las murallas primitivas de Roma, pero su situacin dominante en un alto-
zano se prestaba rodearle de plataformas y terrazas propsito para las grandes reuniones populares (fig. l~l). As, en sus principios, Roma era ya lo (pie fu siempre; el alma, latina, para su culto organizado con pompa social, necesitaba de estos espacios abiertos, donde pudieran congregarse
las
la
la
multitudes.
ser,
ya desde
fundacin de
la
del Capitolio
ciudad cuadrada
el valle
doble cumbre
de asiento un templo V una cindadela. Fstc templo del Capitolio, varias veces reconstruido, ya veremos que subsisti hasta
del Capitolio sirvi
EL ARTE ETRUSCO
la
371
la
poca histrica y fu venerado como el centro principal de piedad romana. Fu descrito infinidad de veces por los escritores antiguos, que lo presentaban como el lugar ms
la vieja
cei'/as
santo de
Roma. Constaba
la
ya,
desde un principio,
el
de
tres
mismo
santuario:
capitolina, Jpiter,
Juno y Mi(fig.
romano
574).
Tena un prtico doble, con cuatro columnas de fachada, mucho ms separadas que las de los templos griegos clsicos.
Fig. 574.
Planta
Roma.
El culto capitolin de
Roma
lo
aspecto definitivo
el
del
templo
adquiri con
primeras restauraciones,
vetusto edificio
hechas durante
perodo en que
etrusca.
Roma
al
sometida
la
tutela
Cuando ms
tarde se
quem
el
empe-
tres ai/as
con
tres puertas
columnas distanciadas exageradamente (fig. 575). es ya de hablar del pueblo etrusco, que, como vemos desde los primeros das de Roma, ejerci tanta influencia en su formacin espiritual y tambin en la artstica. Los etruscos no pertenecan las antiguas razas italiotas; todos los
Hora
historiadores estn de acuerdo en que llegaron de Jesucristo, gozando ya de un estado de cultura bastante
la
pennsula
el
siglo ix antes
la
Grecia asitica y que, despus de haber costeado muchos pueblos, llegaron la tierra
de
los
vi-
umbros, ven
,
en donde todava
des.
los etruscos
costas de Jonia
lleg
por
mar
de
la Italia central,
en
la
regin
la
donde
las
estaban
Toscana, y antiguamente
cas.
Herodoto, seran
italiotas: los
cio,
despus de
de
terramares
(fig.
576).
Sea como
superior
fuere, la
forlas
confederacin de
las
ciudades etruscas
al
de
vecinas; ya
hemos
el
visto
como por
y
el
el
Roma
Ape-
Lacio, por
Oeste atraves
el
llino,
fundando colonias en
la
Adritico
como
lonia, y
de
la Italia
La
rtimo,
A
FXE
atavismo
la
moral de
di-
ms
Fig. 576.
Territorio
de
la
Etruria.
los
la
de ciertas tumbas de
veces, en
tumba
las
en
artificial
de
tierra
Lidia,
como
?77)-
la
que todava
se encuentran en Cere,
(fig.
Abierta en
la
techo de
la
cmara conserva
el
la
techo
(fi-
vigas en pendiente
buye
les
relacionar
los
monumentos
de
la la
sepulcra-
de
Lidia y confirla
mar no poco
proce-
en tiempo de Tiberio,
se acordaban de su pri-
mitivo origen
pero,
asitico;
Tumba
etrusca en forma
de tmulo. Cere.
la raz ('mita
de su
raza.
EL ARTE ETRUSCO
373
Las tumbas ctruscas estaban generalmente pintadas con frescos que decoraban los muros de las grandes
(fig. 579). Los hipogeos etruscos tienen frisos llenos de figu-
cmaras
ras,
en
el
desarrollo cronol-
emplear
ciones
los griegos
pequeas, composiciones algo mayores de figuras de siluetas opacas, y, por fin, la imitacin de los frescos con colores claros de la escuela de Polignoto y sus discpulos.
Las decoraciones de
darnos idea de
la
las
tumbas
que ejecutadas por artistas locales porque falta de los frescos encontrados en
la
Cmara de
de
las
la
columnas. Cere.
evolucin de
las
Se ven
all
F'S- 579 -
Cmara
funeraria de una
rumba
etrusca.
Corneto.
374
Fig. 580.
Villa Giulia).
Roma.
habitacin y pilastras figuradas en las paredes. La tumba es una verdadera subterrnea, en que se ha procurado recordar lo mejor posible el espectculo
ms
griego y estn sostenidos sobre cuatro pies, con las volutas y palmetas del arte jnico. Encima de la tapa acostumbran estar representados los difuntos, con
en
la
otra vida
(fig.
580).
Ms
la caja
menudo asuntos
griegos,
pero interpretados con un sentido especial de fuerza y crueldad. Sin embargo, aparecen tambin tipos desconocidos del arte helnico, genios alados que abren
la
puerta de
la
recibir al difunto, al
que acompaan
reciben de los brazos de sus padres y parientes, que se despiden del ser querido (figs. 581 y 582).
en su trnsito
la
pequeos
de
las
de acompaantes
que defienden la paz del sepulcro. Las figuras esculpidas en las tapas de los sarcfagos representan al difunto vestido con largas ropas de ricas telas, como usaban los griegos asiticos; hombres y mujeres iban materialmente cargados de joyas, con ricos collares y braza-
EL ARTE ETRUSCO
375
Fg. 581.
Sarcfago etrusco.
(Museo de Paltrino)
que muchas veces reproducen con exageracin los retratos funerarios figura 581). Estas joyas etruscas, que se han encontrado tambin en las tumbas, constituyen seguramente las ms ricas producciones de la orfebrera en la antigedad; son collares con piezas colgantes, pendientes para las orejas con perlas
letes,
Fig. 582.
Italia.
(Museo de Barcthna)
376
mentaciones de filigrana figs. 583 y 584). El anlisis de estas joyas ha podido demostrar una tcnica
absolutamente griega,
ms an,
los etrus-
declaradamente jnica;
cos,
formas,
un modo idntico
El
al
de
los
artistas orientales.
pueblo etrusco
mantuvo
constante
siempre
un comercio
con
las
Fig- 583.
la
Collar etrusco.
Roma.
(Museo de
Villa Giulia)
de la Jonia, de donde ellos mismos decan proceder; as, pues, su helenismo se mantuvo vivo
Italia.
de que
ellos participaban (
excepcin
de
la
la
cermica), sino
ms bien
el
helenismo oriental de
de
Lidia y de la Frigia. Porque los etruscos usaban con profusin la cermica pintada venida de Grecia, aunque veces imitada tambin por fbricas locales.
El comercio de vasos griegos en Etruria no debi ser superior
al
eme se haca
mundo
antiguo, pero
la feliz
circunstancia de
dado
hasta hace poco mayor cantidad de vasos griegos. Bastar recordar que, antes
de
las
los
llamaba vasos etruscos, pues aunque llevaban inscripciones y firmas griegas, la abundancia de esta cermica en la Etruria obligaba suponer que haba sido ejecutada en el pas mismo. Puede decirse que, aun ahora, las nueve dcimas
partes de los vasos pintados
que forman
las
halladas en
en
las
necr-
polis-de Etruria.
los estilos,
los primeros
de
la
blancas.
En
las
tumbas
el
584 Joyas
etruscas.
Roma.
nficos ejemplares,
como
vaso
Lmina
XXX.
Tomo
EL ARTE ETIUSCO
37?
Fig.
cimos como modelo de vaso griego arcaico, y muchos otros firmados por mejores maestros en el arte.
los
Hoy,
estilo
sin
la
de Atenas, porque en
muchos seguros indicios que demuestran que estos vasos firmados haban sido hechos en Atenas. Pero una parte, mucho menor en nmero, de los vasos pintados de estilo griego encontrados en Etruria
mos
autores,
as
como
lpidas y
son de imitacin
local,
y en
de demonios y seres
ala-
dos. El repertorio de
siciones es el
compogeneral-
mismo
mente de
tes
los
vasos procedenes,
de Grecia, esto
la
esceel el
nas de
guerra de Troya,
las
combate con
amazonas,
etc.,
mito de Aquiles,
pero
exageracin
la es-
de
los artis-
cermica especial,
585), porque la pasta est impregnada de humo de car 48IIIST. DEI. ARTE. T.
I.
Fig. 586.
Lecho elrusco
plegado, en bronce.
3/8
los
La cermica
ero imita
del bachero
formas metlicas
de
aunque
frgiles, sirven
en
el
ajuar f-
nebre para
el
A
de
veces en
las
las
lado
obras de imitacin en
que
una
varon hasta
la
poca romana.
re-
vestimiento un armazn de
madera, camas y sillas con piezas de fundicin, llenan muchas veces hasta colmarlas
las
grandes
cmaras
excavadas
tumbas (Lm. XXX.). Los diferentes sarcfagos enterrados en una cmara, estn rodeados de objetos de
de
las
lujo y
la
Fig. 587.
Villa Giulia)
el
586
Muchas veces
los objetos
el
como
un damasquinado, sobre los objetos de plancha delgada de cobre. La manera de hacer estos grabados consiste en cubrir de cera betn el cobre y con un
estilete
grabar
la
el
dibujo, levantando
la
cera;
al
introducirlo en el cido,
lo
la
capa
aisladora de
cera impide
dibujado en
el buril.
Las tumbas etruscas han proporcionado innumerables piezas de metal con grabados al cido. Las ms bellas son unos botes pee penos, llamados cislas, que tienen la forma de caja cilindrica y servan para guardar los objetos
estos
de tocador de
las
damas etruscas
(fig.
587).
Llevan
finas orlas
grabadas abajo y
EL ARTE ETRUSCO
arriba, y en el centro se
379
reproducen vedel
ces los
repertorio
pintura
mural griega,
que tena entonces reputacin mundial. Es posible que los fabricantes de cistas
etruscas se traspasaran ya los asuntos
planchas
una parte de
la
la
composicin.
Pero
los artistas
etruscos intervinieron
tambin veces en
ejecucin de los
que aparecen
los personajes
demonacos
tos funerarios,
potico de
la
Fig. 588.
los etruscos.
las
tumbas
todo
etruscas.
fina
cido
(fig.
Hoy
el inters
de
suelen
encerrar un bello
mundo de
por
Hemos empezado
biendo
raria
la
descri-
arquitectura
fune-
hemos hecho conocimiento ms de prisa con esta raza singular que habitaba las regio-
nes de
la Italia
central vecinas
Roma. Pero tumbas y los objetos arqueolgicos que en ellas se han conservado, son los ms
del territorio de
si
las
brillantes
elementos de
la
la civi-
no se
redujo
raria,
arquitectura fune-
sino
que
los
etruscos
antigedad, reputados
como
reli-
hbiles constructores.
Su
dedica-
Fig
5 8g
._R estauracin
dos
las
divinidades princi-
}8o
nerva, que ya
hemos
visto
adopt
Roma
el
de
la
poca de Au-
templo griego. La
la
por
tico detrs;
ms espaciadas, por-
589). El capitel
de
columna era una derivacin del capitel drico, slo que en lugar de la moldura de curva sentimental, equino, haba una moldura en arco de crculo, y adems la columna tena tambin una pequea basa. Pero lo que caracterizaba ms al templo etrusco era la enorme distancia que haba Puerta etrusca. Perugia. entre columna y columna; en un templo descubierto en Faleria, que se ha podido restaurar completamente, haba slo dos columnas para sostener la viga horizontal, revestida de cermica. Todas las partes superiores caractersticas del templo griego, son, en el templo etrusco, exageradamente grandes y de cermica, lo mismo las acrteras de los frontones que !as antefijas piezas que se ponen para tapar el frente de los canales de las tejas. Este penacho de cermica del templo etrusco, pintado todo l de ocre y rojo, le da un aspecto especial, muy expresivo de la psicologa de estos pueblos semigriegos y semiorientales de
Italia.
Los etruscos fueron asimismo grandes constructores de obras civiles, de muros, acueductos y puertas monumentales. Tambin en esto se revelan sucesores de los griegos del Asia; conviene observar que, cuando la poca de los
grandes descubrimientos de la Etruria (de 1824 hasta la mitad del siglo pasado), no se conocan an las ciudades griegas del Asia Menor y de la Lidia, y, por lo tanto, no podan apreciarse bien estas semejanzas. Slo se saba por la tradicin
literaria
que Polcrates, tirano de la jnica Samos, haba perforado una montaa para construir un largusimo acueducto, llevando el agua la ciudad. Este tnel
acueducto subterrneo ha sido reconocido ltimamente, pero otros casos de emisarios [tara el agua existen tambin en el Asia griega, y ahora que los cono-
cemos
con
los
que ejecutaron
A ellos
cloaca
mayor parte de
las
de galeras para desecar lagos y canales de saneamiento; ya hemos visto que la mxima, de Roma, era obra atribuida los reyes etruscos. Las canalizaciones estn abiertas en la roca cuando sta es lo bastante resistente, pero en
terrenos blandos aparecen cubiertas con bvedas aparejadas, sea, con piezas
ROMA
Y DEL LACIO
581
en forma de cua.
descubrimientos de
las
b-
como
la
los
ingenielos
de
antigedad,
grandes
constructores
la
que
inventaron
bveda. Las
de
la
Italia
quienes
inventaron
vecinos
bveda, sino
de
las
sus
tierras
na-
romano
este in-
Ya
pues,
rs
el
se
comprender,
Fig- 591-
extraordinario intelos
Templo
de Cori. Lacio.
que se concedi en
primeros tiempos del descubrimiento del arte etrusco sus puertas de ciudades,
con arcos de medio punto construidos admirablemente con piedras aparejadas. Deben ser bastante antiguas estas puertas de las murallas etruscas; una de ellas,
la
tres cabezas
formando
la
decoracin de
la archivolta,
menos
de
J.C.
llamada Puerta Marzia, de Perugia, tiene encima un representando un balcn con figuras asomadas. En otra, tambin de Perutpico friso
gia,
vemos un
con
pilastrillas jnicas
modo de
(fig.
triglifos,
y unos
590).
no produjo ninguna obra monumental, de aquel extremado valor que hemos visto en otras civilizaciones. Quedan de los etruscos muchos bronces, vasos y relieves, tumbas y murallas, pero nada comparable lo
Sin embargo,
el
arte etrusco
que hicieron otros pueblos de la antigedad, templos colosales grandes sepulRama desgajada de la familia griega, su especial nvsin fu, principalmente, conservar el espritu jnico en Occidente y auxiliar, con la vieja tradicin del Oriente helnico, al nacimiento de la nueva madre de pueblos, la Roma
turas.
Con todas
principio,
las
el arte
romano. En un
Roma
la Etruria,
romanos en su arquitectura.
382
Campania. Los
su mayor
grandes patricios de
Roma, en
entraban en con-
tacto
con
el arte
las
costumbres
helensti-
una
el
colonia alejandrina,
punto de desembarco
del sobrante de la gran
Pompeya nos
Templo llamado de
si
la
Fortuna
viril,
en Roma.
exploracin de
las pinturas
pompeyanas hallamos
ces y figurillas de
pequeos bron-
Pompeya reproducen modelos del Egipto. Roma, por su tradicin de austeridad republicana, se resista a esta invasin de las costumbres licenciosas y los temas artsticos ms sensuales de Alejandra, pero ya mucho antes del siglo de Augusto los patricios romanos posean
grandes colecciones de cuadros y estatuas. Las conquistas de los generales de la Repblica en Oriente, la toma de Corinto y de Siracusa, con su botn de obras de arte, contribuyeron tambin esta misma educacin artstica de la
metrpoli.
Vamos
em-
popu-
593 Planta
de
la
Fortuna
en Roma.
llamado templo de
ROMA
Y DEL LACIO
383
Hrcules
(fig.
591),
de
estilo drico,
con
su entablamento,
que estn perfectamente en carcter con el sentido siempre ms ligero que el orden drico tomaba
las
en
tierras
de Jonia hacia
el siglo 11
antes
de
J.C.
que sostenan
los
las vi-
mucho ms
de
espacioso
que
los prticos
templos dricos
templo etrusco, y de
ticos
del
En Roma mismo
va casi intacto
un templo llamado de la Fortuna viril, que deba ser de la poca republicana; tan slo se encuentra hoy
algo desfigurado, porque, para transfor-
marlo en
iglesia, se
(
ha cerrado su prlo
tico anterior
figs.
templo es pseudo-perptero,
re decir
que quie-
que
la
columnata
anillo, se
cpie debera
rodearlo
como un
al
ha abreviado,
las
Fig. 594.
Detalle
la
pilastras semicircu-
de
Fortuna
en Roma.
adosadas
columnas que formaban el prtico deban estar separadas; la pared moderna que las encierra es lo que desfigura ms este edificio. El capitel de las columnas es jnico y de las volutas salen unas palmetas curvadas, exactamente iguales las del capitel del templo de Priene, cuyo detalle hemos publicado en la fig. 498.
Comprense
los elementos de ambos edificios y se ver en ambos la influencia de las leyes dictadas por Hermgenes, el arquitecto tratadista del Asia Menor, cuyos preceptos copi Vitrubio. Vecinos del templo de la Fortuna viril se hallan los restos subterrneos
el
antiguo Foro boario y de los que se pueden ver an los grandes pedestales.
Eos tres se asentaban sobre un alto basamento, que vemos tambin en el llamado de la Fortuna viril y era ya tradicional en algunos templos etruscos. Este elemento, llamado podium, gran pedestal, que sostiene todo
el
templo, es genui-
namente latino y uno de los ms originales que tendrn despus los templos romanos de la poca imperial, erigidos en lo alto de una gran plataforma con la
escalera de
la
El podium acostumbraba estar decorado slo con una moldura inferior y otra alta de remate, como se ve en el templo de la Fortuna viril (fig. 592); pero
veces se enriqueca con un friso dividido por triglifos y rosas estilizadas en
$84
cuadros de
el
las
metopas.
del
friso
Es
de
en
mismo tema
la
ra 590), que
los
el
vemos tambin
sepulcral
sarcfagos etruscos y
en
monumento
la
republicano de
Escipin, del
no
(fig.
596).
La comparacin
pesar de
la
ordenacin
juiciosa
resulta-
un gran santuario, con un patio lateral, hoy por desgraFig- 595- Podium del templo de Palestrina. Lacio. cia tan arruinado que apenas se puede reconocer la disposicin de su conjunto y algn detalle, como el de los capiteles, que eran corintios. El mismo estilo corintio hubo de adoptarse en el templo circular de Tvoli,
era
i-iU.LlJIilli.jiijiiiiuiiiiiJij
i.,...
1..,,.
Fig. 506.
ROMA
V DEL LACIO
385
dedicado sin duda Vesta y llamado de la Sibila (fig. 597 )> con
interesante
capitel,
griego, es
mucho ms
de
de
aquella
los
finura ideal
mo-
del arte
El
tipo
es
tambin
vis-
Fig. 597.
Templo
los
llamado de
la Sibila.
Tvon.
griego; ya
hemos
uno de
ms perfectos
iv.
Otro
mucho mayor
la
Era, pues,
un modelo corriente
en
la
tica;
modos,
gr
de
lo-
templos circulares
singular
fortuna
la
en
Roma
ya desde
poca republicana.
Adems
el
del tem-
circular dedicado la
poca imperial
pero
siempre
tipo,
del
mismo
11aI.
el tambin
Fig. 598.
T. 49
36
mado templo de
Vesta,
mrmol,
guiente,
y,
por consifino
ms
en totem-
dos sus
plos, ya
detalles.
Adems de
desde
los
los pri-
blica
la
Rep
Roma
construir obras
conmeilustre.
A
Fie
V T8
cho personaje
Monumento de
Bibulo.
Roma.
El venerable antecesor
de tantas columnas de
honor, arcos triunfales de emperadores, estatuas y trofeos como hubo de levantar ms tarde la civilizacin romana en todo el imperio, es la pequea ruina de un
edificio rectangular
que
se acaba de descubrir en
el
Roma,
al
del
prestados,
como
en
la
de molduras y pilastras. Se ven, sin embargo, los elementos caractersticos del arte
romano,
las tarjas
para
Una
terstica
particularidad
la
muy
carac-
de
construccin romana,
que ya empieza manifestarse desde la poca de la Repblica, es la superposicin de los rdenes de arquitectura, quedando el estilo drico,
ms robusto, destinado al cuerpo inferior; el jnico ms arriba, en un segundo piso de la construccin, y veces un tercer piso dotado de columnas
corintio.
pilastras
de
estilo
Esto
tectos
Fig. 600.
numentales de carcter
muy
387
Fig. 601.
la
Repblica. Roma.
complejas, empleando las mismas formas simples que los griegos usaban para el edificio de un solo plano, como era el templo. Una muestra clara de esta superposicin de rdenes se ve en
el
aos de
la
Roma
restos importantsimos
edificio venerable,
el
(fig.
600).
Pero
el
primer ejemplo de
ve ya en un
la
hoy destruido
Repblica,
bien visibles algunas arcadas empotradas en la fachada medioeval. Como primer tipo original de monumento romano se haba sealado hasta ahora el de las baslicas, lugares pblicos de reunin y contratacin, con un tribunal que resolva las cuestiones entre los contratantes. Por su carcter mixto
civil
y religioso,
el
la baslica
pareca
el
monumento genuino de
la
gobernacin del
halla
imperio,
el edificio
tpico de la vida
que en Prgamo la baslica era un ancho prtico que serva de punto de reunin y que en el fondo de ste se encontraba la biblioteca. En Roma la baslica se convierte en una sala, pero esta disposicin deriva en gran parte de los prticos acoplados de la arquitectura helenstica. En
tambin en
Oriente; ya
hemos
visto
el
Oriente
las baslicas
una
hilera de
tener tres
suelen ser prticos con dos naves crujas separadas por columnas, pero siempre abiertas; en Roma la baslica acostumbra naves, y la mayor, que es la central, forma un saln, con un prtico
Roma
388
Para conocer
baslica,
Escultura
en cermica
por
lo
menos
era
la
de
la
Roma.
la
da enfrente de la Emilia por Julio Cesar. Constaba sta de cinco naves; las excavaplanta, y se ve que sus prticos carecan de
arrancan aislados del pavimento. Estas naves
los pilares
de
las
baslicas tenan
de toda
la
tarde
la baslica
fu ya
una
sala cerrada,
como
arquitec-
Roma
primitiva republicana, y de la
doble enseanza de los etruscos y de las poblaciones griegas de la Italia meridional, vamos
brevemente de las otras artes. En esculmismo: los etruscos imitan tambin modelos griegos, y de ellos aprenden los romanos, pero fuera de los sarcfagos de piedra blanda, lo que ambos pueblos prefirieron debi ser la cermica y la fusin en bronce. Nos han quedado muchos restos de las figuras de cermica que decoraban los frontones triangulares de los templos etruscos, y son siempre de estilo griego, algo alterado por la nueva tcnica del moldeado en barro (fig. 602). Eran tambin de cermica los grupos de figuras que decoraban el primitivo templo de Roma, en el Capitolio, obra
tratar
tura ocurre lo
Sabemos tambin que un retrato de Cornelia, madre dlos Gracos, adornaba el Foro; ha quedado el pedestal de la estatua, pero sta,
de
la
389
desgraciadamente,
ha
desaparecido; parece,
sin
tos
que de
ella
conser-
Hoy
sonajes
oficiales
el
como
produjo
arte griego,
simples particulares,
direccin
Fig. 604.
La loba
del Capitolio.
emprendida hacia el realismo por los retratistas romanos, que hasta hace poco haba sido mirada
como
Algo deba haber ya desde un principio de genuinamente romano. Plinio nos habla de multitud de esculturas, conservadas hasta el primer siglo despus de J.C., gracias la santidad del culto que de antiguo se les vena consagrando.
El curioso anticuario trata de investigar ya
lo
qu era
proslo
el estilo
Queda
un
de muchacha joven, coronada de laurel, acaso retrato funerario, que puede darnos ligera idea del simple arte romano en
sus comienzos
(fig.
603).
Es de piedra volcniel
Museo Vaticano.
los
En
,
los trabajos
de fusin en bronce
romanos empezaron aprender de los etruscos, que se haban manifestado tambin habilsimos fundidores; puede decirse que era su verdadero arte nacional. Los modelos fueron tambin muchas veces griegos; la magnfica cabeza en bronce de la estatua del sueo, que
reproducimos en
la fig.
mismo
seguramente deba haberse fundido. La famosa loba en bronce con los dos gemelos, Rmulo y Remo, que se ha considerado siempre como el
Fig.
Roma, debi ser encargada por los romanos los fundidores etruscos en das muy remotos, cuando todava eran clientes en arte 6 4)- Tambin es admide sus vecinos
paladio de
Museo
390
Fig. 606.
Retrato
Fig. 07.
Retrato de un viejo de
la
poca
republicana. (Vaticanoj
el lago Trasimeno, de puro carcter etrusco y que por su fuerza de gesto y de estilo nos da tambin idea de los grandes tribunos de la poca republicana. Sus ojos vacos, porque deban llenarlos dos pupilas
de Florencia, encontrada en
la
expresin de
la figura,
caracterizada por
605).
completamente romana, pero que debe ser mencionada dentro del grupo de la cabeza que llamaron de Bruto los primeros estudiosos del Renacimiento, por creer que era el retrato del
obras principales de los fundidores en bronce, es
Roma
misma idea abundaban an los crticos principios del siglo pasado; cuando Napolen exigi del Papa cierto nmero de estatuas y obras de
606).
la
En
arte
de
Roma
ellas se
Ms
tarde,
con
la
paz,
hubo de
ser
mismo que
las
Pars, y la cabeza
de bronce volvi ocupar su sitio en el Museo del Capitolio. Es ciertamente un admirable retrato romano del tiempo de la Repblica; sorprende el naturalismo de esta cabeza seria, triste, como impregnada de severidad estoica.
Ella hace pensar en
la
reproducimos en
la
lmina
XXV
muy
y es de
poca alejandrina;
ni
las
fueron olvidadas un
momento
en
la
Etruria ni en
la
Lacio.
Pero
sivo fu an
comunes, y se recurri al mrmol, que no faltaba en Italia. El naturalismo exprela nota dominante; un retrato admirable de los postreros aos de la
391
figura de un
con
la
los la-
falta
de
607).
Adems de
estos retratos de
personajes secundarios,
empezamos
des hombres de
la
la
ltima poca de
el
Repblica. El ms famoso es
el
de Pompeyo, en
palacio Spada, de
Roma, encontrado en el mismo lugar donde estuvo la Curia y con una mancha en el muslo, de aquel tono
caracterstico
de
la
sangre impreg-
nada en
es la
el
misma
el
Pompeyo
al
en
que se apoy
bajo
Csar
caer
De
la
Fig. 608.
Pomde
Retrato de Julio Csar. (Museo Britnico)
peyo pertenece an
al
estilo
mismo que
el
tipo atltico
el
casi fea,
De
Julio Csar,
ellos el carcter
cierta
compostura helnica, con la que se ha querido idealizar al dictador; otros, por el contrario, nos lo muestran ya viejo, calvo, en sus postreros aos, con la demacracin exagerada del primero de los Julios. As, en estos retratos de los dos
irreconciliables rivales,
vemos ya
al
arte
romano
reinado
de Augusto. Es interesante observar que, entre las pocas obras de escultura que conservamos de la poca republicana, en proporcin abundan los retratos, lo que se explica teniendo en cuenta que, para todas las dems manifestaciones del
arte,
Roma acuda an sus vecinos los griegos de la Italia meridional. Porque adems de lo que produca Roma, la Etruria y la Campania se habran bastado para proveer de obras de arte la capital republicana. Cuando los romanos conquistaron la Etruria, las estatuas de los dioses y los exvotos de
como trofeo. Despus de la toma de Volsena, en menos de dos mil estatuas de bronce fueron trasladadas Roma. Por si esto no bastara, los romanos tenan an otros maestros de helenismo puro en la Italia meridional. La ms antigua colonia griega de la pennsula, Cumas, cuya fundacin se remonta hasta el siglo ix antes de J.C., esparca su
sus templos fueron arrebatados
la Italia;
392
Figs.
609 y 610.
siempre en
las
necrpolis etruscas.
el
poca
que reproducen incesantemente en la pennsula el cuadro completo de la vida Pero Roma era todava demasiado joven para aprovecharse de sus ejemplos; debi ser, por entonces, una primitiva ciudad republicana, que viva tan slo de las tradiciones artsticas heredadas de los reyes etruscos. El gran mogriega.
en Roma de los griegos residentes en la Italia meridional poca helenstica, y por esto los orgenes del arte en la ciudad eterna es el de se relacionan tambin por este lado con Oriente; ya hemos visto que, despus de Alejandro, en estos siglos que llamamos helensticos, los focos ms originales del
mento de
la influencia
la
ms
As, pues, la Jonia Grecia oriental intervino en la formacin del primitivo arte
vas diferentes: la
de
los etruscos,
las
ciudades de
En aples formse una escuela local de escultura reproduciendo modelos que eran muy estimados por los coleccionistas del tiempo de la
Repblica; y hasta algunos talleres se arriesgaban producir tipos y composiciones originales, no desprovistas de inters. Una de las particularidades ms
curiosas de esta escuela de escultura es la falsificacin de obras arcaicas; tenemos una infinidad de estatuas y relieves de esta poca en los que se ha tratado de
imitar la
en
ziszs,
la actitud
las
En
algunas
ori-
cuando todava
el
arte griego
no estaba bien
393
escuela helenstica de
a-
Reproducimos aqu una de estas estatuas, la ms conocida, llamada la Diana de Pompeya, en la que se ha
querido imitar
dicar
el el
modo
infantil
de
in-
movimiento en
los das
peno-
simtricos
que
el artista
que se traslad
piada en aples,
como
si
otras grandes
autor
de
la
queda subsistente muchas ve(Museo de las Termas). Roma. ces la duda de su verdadera antigedad. El prurito de pretender imitar otras escuelas ms antiguas, ya nos indica que una de las caractersticas de la escuela helenstica de aples debi ser la de una singular erudicin y un gran conocimiento de los tipos anteriores. Acaso el fundador de esta escuela fuese un griego llamado Passiteles, del que no se ha conservado obra ninguna, pero al que cita como su maestro, en la firma de una estatua de la villa Albani, el discpulo suyo Estfanos. Discpulo de Estfanos fu su vez Menelaos, el autor del grupo acadmico del Museo de las Termas, elegante composicin de dos figuras dispuestas con arte y pulcramente ejecutadas, pero fras (fig. 611), como lo son siempre las obras de las escuelas excesivamente eruditas, inspiradas, no en la naturaleza, sino en una admiracin retrospectiva
por formas ya desaparecidas.
Gmpo
En
de
la
poca republicana,
con escenas
militares, de valor la vez descriptivo y conmemorativo. Hacia esta poca se empieza producir la caracterstica cermica romana, totalmente distinta de la cermica griega y que fu tambin exportada por todo el mundo
una tierra fina, lustrosa y rojiza, y sobre misma pasta con palmetas y figuras. Esta cermica, que se reproduca por todo el mundo romano, tom el nombre de aretina porque las ms famosas fbricas se encontraban en Arezo, ciudad de la antigua Etruria,
antiguo.
platos y tazas se hacen de
ella se aplican relieves
Los
de
la
la
Galia y en Espaa.
T.
I.
50.
394
Resumen. El esludio de las poblaciones prehistricas de Italia empieza slo en nuestros Los primeros pobladores del Lacio vieron su territorio invadido, hacia la poca neoltica, por otras razas que procedan acaso de la Italia septentrional, las tribus de las terramares campamentos ya urbanizados sobre recios maderos pilotes. Entonces se fund Roma, y por aquella poca debi ocurrir tambin el establecimiento de los etruscos en las costas occidentales de la pennsula. Los etruscos fueron los educadores de la Roma primitiva. Su cultura era jnica; sus obras principales, adems de las tumbas, fueron grandes trabajos de ingeniera, hidrulica y construccin. Sus ciudades muradas tenan grandes puertas, los templos eran algo diversos de los de la Grecia clsica, con columnas ms espaciadas y grandes prticos. Adiestrada por las enseanzas de los etruscos, Roma supo construir muy pronto; quedan, sin embargo, pocos edificios de la poca republicana, todos de piedra volcnica del Lacio. Vemos el orden drico en el templo de Cori, el jnico en el de la Fortuna viril y el corintio en el de Tvoli, pero todos interpretados ya de una manera especial. Los templos romanos se levantaron sobre altos basamentos podiums, veces tambin algo decorados. El primer edificio romano de carcter conmemorativo es el edculo dedicado al tribuno Bbulo. Desde la poca republicana, Roma empieza superponer los rdenes arquitectnicos en varios pisos. Los monumentos ms caractersticos son las baslicas. En escultura empiezan ejecutarse retratos. De la Italia meridional llegan tambin influjos heledas.
nsticos la
Roma
republicana.
Bibliografa.
Modestow:
Italie,
lisation primitive en
La
,
civi-
Martha:
I905.
Maruchi:
Le Forum
Palatin dapr'es
Karo: Le
degli scavi.
orifice?-ia di
Vetulonia, 1901.
Revistas.
Bulletino
di Paleontologa
italiana.
Parma.
IVothie
Archeologico Germnico.
Roma. - Kevue
Archeologique. Pars.
Fig. 612.
Fig-.
613.
La diosa Tellus
la
Ocano.
Relieve del
Ara
Pacis.
(Museo de
los Ujfizi)
CAPTULO XVIII
EL EL ARTE HELENSTICO
ARTE ROMANO DURANTE LOS EMPERADORES DE LA CASA DE AUGUSTO ROMANO ARTE AUGSTEO. LA CASA ROMANA. LOS ESTILOS DE DECORACIN LOS BE RATOS. LAS ARTES SUNTUARIAS.
I
Hemos visto en
el
captulo anterior
cmo en
de
la
Repbli-
Roma. Cesar
1
Julia,
y facilitando
el
dinero Emilio
.-
empezaba la transformacin del Foro republicano. Si Csar no hubiese sucumbido tan pronto, hubiera llevado cabo seguramente una parte de la reforma de la ciudad, de que tanto se alaba despus Augusto. Conocida es la frase del primer emperador, que habiendo encontrado una ciudad de ladrillo, haba dejado una ciudad de mrmol; pero estas
la baslica Emilia,
En primer
Roma
republicana no era de
ladrillo, sino
de
la
de
los grandes bloques grises obra de embellecimiento, que Augusto parece personificar con su largo reinado, lleno de tiles mejoras, por lo que toca al arte haba sido ya iniciada por los opulentos patricios de la poca republicana,
las
canteras vecinas.
seducidos por
la
Lo que
representa ms
que nada
el
reconocimiento
oficial
de
las
coel
rrientes helensticas.
En el como un
pena desaparecer
las
perderse con
39<5
fausto y las
nuevas
afi-
de
la
los
primeros
tiempos de
sin
Repblica.
Augusto, declarndose
escrpulo
por
el
arte
griego, acab con esta vacil, y con l todo Roma, aceptaron como perfec-
lacin;
modelos de
ron
el
mismo
espritu; aun-
que
es
propia an de los
las
vastagos degenerados de
grandes
familias.
Ellos fue-
Perseo y Andrmeda.
(Museo
del Capitolio)
ron, acaso
la
ms que Augusto,
el arte romano en tiempo de los emperadores de la casa de Auque puede considerarse perdur hasta Vitelio, conserv siempre cierto sabor griego, y por este motivo le dedicaremos un captulo especial. Sucesivamente dos grandes familias de emperadores, los llamados Flavios los Antoninos, llenan otra centuria, y con ellas el arte romano, ya maduro, y despliega sus formas propias, de grandes bvedas y conjuntos monumentales en los tipos nuevos de foros y termas y otros edificios civiles; y esta poca del arte romano imperial, del segundo siglo despus de J.C., le dedicaremos tambin un segundo captulo aparte. Por fin, en la larga serie de los ltimos emperadores hasta Constantino, el arte romano va deformndose con interesantes innovaciones y preparando la formacin de las nuevas escuelas medioevales; su
mol; adems,
gusto,
evolucin en
Roma
el
y en provincias, hasta la fecha de la fundacin de Constande esta breve historia del arte romano.
el
Durante
Jesucristo,
Roma
Uno
nueva
capital del
mundo
y se comprende
que acudieran
escultores.
discernir lo
de los problemas ms difciles de la historia del arte estriba en que hay todava de griego y lo que hay ya de romano en las primeras obras del arte augsteo. Y el problema es an mucho ms difcil, porque estos artistas griegos sufrieron en seguida la accin del genio romano; en cada
EL ARTE
397
Fig. 615.
la
nizados, de artistas ya
trata
de una obra de
artistas griegos
roma-
influjos
de helenismo.
Como
ritu griego,
ejemplos de obras de los primeros das del reinado de Augusto, Roma, pero siempre de puro esp-
deberamos
citar
un grupo de
Formaban
series
de
pequeos cuadros en escultura, para decorar acaso habitaciones; uno de ellos, el ms exquisito, reproduce un motivo griego, que haba ya representado la pintura antigua: la liberacin de Andrmeda por Perseo (lig. 614). La hermosa joven desciende, hasta encontrar al hroe, por los peldaos de una roca, materialmente hmedos; el dragn est sus pies, testimonio del combate preliminar;
pero no es
fina,
el
esfuerzo heroico lo
que impresiona en
que extender el brazo; ella se acerca agradecida; los pliegues de la tnica y el manto muestran aquella suave hermosura de lneas paralelas que veces se encuentra en las cosas naturales, como una flor abierta un plumaje exquisito. Otro de estos relieves muestra Endimin dormido; el joven reposa blandamente, mientras su perro aulla, como si viera Diana aparecer en el fondo, marcado con las sombras horizontales del relieve, que dan una impresin plstica de la oscuridad de la noche. Pie aqu ya dos detalles: el de la humedad de la roca del relieve de Perseo, y el de las tinieblas del relieve de Endimin, que son
efectos de
se hubiera atrevido
nunca
el arte
griego
pedirlo la escultura.
Esta misma impresin de compostura helenstica y de realismo latino, la producen dos preciossimos relieves, tambin encontrados en Roma y actualmente en el Museo de Viena, que representan una oveja y una leona con sus cachorros (fig. 615). Con seguridad adornaron una fuente; en los fondos se ven
398
Fig. 616.
los paisajes idlicos, tan estimados en la poca helenstica, con cuyos modepuede decirse que el arte romano imperial va aprendiendo. En el relieve de la oveja se ven un gracioso zurrn pastoril, colgado de un rbol, y el redil con la puerta abierta; en el otro, que debera ser el ambiente salvaje de la caverna de la leona, hay una ara, con un tirso y una guirnalda. Pero pronto el sentido histrico y en extremo positivista del pueblo romano, exige de sus maestros griegos una ms directa imitacin de la realidad. La obra ms antigua que conocemos del gnero histrico puramente romano, son los relieves que hace poco se han identificado como de un friso que adornaba el altar levantado por Domicio Enobarbo en conmemoracin de su victoria de los
an
muy
en
Museo de Munich y otros en el del Louvre, olvidndose la procedencia comn de un mismo sitio. Los fragmentos de Munich representaban un cortejo de nereidas y tritones que acompaan al carro de Venus y Neptuno, y estaban ejecutados en un estilo
y dispersados; unos estaban en
el
Roma
tan genuinamente griego que en las historias del arte se acostumbraban citar,
la
En cambio, en
la
del
Museo
una escena que ser luego mil veces repetida por el arte romano: el sacrificio ritual de accin de gracias con que un jefe militar deba siempre iniciar y terminar una campaa. El propio Domicio est representado vestido con la toga del sacrificador, un lado del ara, donde le llevan las vctimas varios auxiliares, como l coronados de laurel. Ms all, los veteranos se despiden de su general, visiblemente emocionados; uno esconde el rostro, apoyndose sobre el caballo (figs 616 y 617). Toda esta parte del friso tena, pues, un carcter perfectamente histrico; representaba un hecho determinado; deba ser casi de actualidad, y, sin embargo, se pona continuacin de los relieves de Munich, donde las nereidas y tritones no sirven ms que para darnos, con el lenguaje siempre alegrico preferido del arte griego, una alusin mitolgica de la campaa naval de Domicio Enobarbo.
del Louvre, el friso representaba por primera vez
EL ARTE HELENSTICO
ROMANO
399
Fig. G17.
En
la
parte genuinamente
detalles estn
evidentemente copiados de
realidad;
la
cabeza de Domicio
debe ser un
Las por
el ritual la
retrato,
como tambin
tres vctimas
porque
conducidas al sacrificio, el cerdo, el carnero y el toro, sealadas romano, estn en orden inverso en el ara de Domicio Enobarbo, ceremonia era para celebrar el trmino de la accin guerrera. Pero, en
cambio, para abrir una campaa, su orden deba ser litrgicamente contrario. As
puede verse en
asunto, en
la
que decoraban tambin con estas tres vctimas una Foro romano (fig. 618) y en otras representaciones de este Columna trajana, en frisos de arcos triunfales y en simples aras,
los relieves
donde
los sacrificadores
como se llamaban, y adems en grupos pintorescos. El arte romano sinti una predileccin extraordinaria por esta escena, donde aparecen mezclados el sentimiento relise reproducan las vctimas, Suovetaurilia
gioso del culto oficial del Estado y la glorificacin de los triunfos de sus legiones.
He
un
aqu
cmo ya desde un
nuevos en
pare-
principio el pueblo
los
Nada
cido hay en
el arte
griego de
un Roma,
reci-
encargo de un asunto
tan
al
radicalmente ex-
trao
carcter de su raza,
Suovetaurilia.
Foro romano.
400
Fig. 6ig.
el sentido especial de lo histrico y conmemorativo se impone hasta obras de menos importancia; puede decirse que, ya desde el reinado de Augusto, ste es el carcter esencial del arte romano. Tenemos de ello hasta
Pero
en
las
en provincias algunos ejemplos elocuentes; en el monumento funerario llamado de los Julios, cerca de Saint-Remy, en Provenza (que parece construido en los
primeros aos del gobierno de Augusto), existen varios relieves que representan escenas de combates casi contemporneos de las guerras con los galos (fig. 619).
unas guirnaldas con mscaras sostenidas por amorcillos, que es un tema bien poco militar, pero en el relieve de la batalla impera tal realismo en la agrupacin de los personajes y en la confusin de los trminos de los combatientes, que es una verdadera novedad en la evolucin del arte antiguo. Los personajes del friso del ara de Domicio Enobarbo estn an en un solo
Cuelgan del
friso
plano; en
dad.
monumento de Saint-Remy ya no hay verdadera divisin de trmicomo en la misma realiEstos relieves del monumento de Saint-Remy pasan por ser la obra de
el
,
un
en
artista griego;
el arte
no se concibe una
facilidad tan
aneme la mano sea griega, que los ltimos artistas helensticos de el espritu es ya romano; recordemos Prgamo, para glorificar un hecho histrico, como las victorias sobre los barbaros, tuvieron que idealizarlo y transfigurarlo con estilo trgico y teatral. Aqu
balbuciente. Pero
asistimos simplemente
al
hecho mismo de
la batalla,
en medio, llevando un trofeo, y una figura recostada que se ve la izquierda, parece ser la personificacin del lugar; son los dos nicos elementos mitolgicos,
ARTE AUGSTEO
la
4OI
Victoria y
los artistas
el
Genius
loci,
que
romanos con-
influencia
Es un
de una
con poca
las
variacin, la
planta de un
pro-
mucha mayor
ya
la
las
la
la altura;
ad-
virtese
preocupacin
de
de
dimensiones ms que
belleza,
al
que veces Fig. 620. Templo de Augusto en Ancira Galacia. romano. La puerta, inmensa, es como una ampliacin agigantada de las puertas del Erecteo y de otros templos griegos, pero tiene encima del dintel un friso muy caracterstico de una trenza de hojas de laurel, entre las dos mnsulas que sostienen la cornisa, que es ya el ornamento
perjudica
arte
Sin embargo, an
arte,
el
ms famoso porque conserva grabada en sus paredes la largusima inscripcin llamada el testamento de Augusto, con la que el primer emperador se despide de su pueblo, enumerando sus campaas, y las reformas y construcciones que se han llevado cabo durante su gobierno. All, en la inscripcin de Ancira, se habla ya de un altar de la Paz, Ara Pacis, construido en Roma, con estas palabras: A mi regreso de la Espaa y de la Galia, despus de haber pacificado por completo estas provincias, el Senado decret que, en accin de gracias por mi feliz regreso, se erigiera un altar la
que cada ao acudiran los oficiales y un sacrificio. Muchos fragmentos del Ara Pacis fueron descubiertos ya en el siglo xvi, y hoy estn diseminados entre el Museo del Louvre y el de Florencia, el Vaticano, la villa Mdicis y el Museo de Viena. Otros mrmoles haban quedado en el propio palacio Fiano,
Diosa de
la
Paz en
el
campo de Marte,
al
T.
I.
402
Fig. 621.
que se
edific
en
el
mismo
basamento del
Ara
Pacis deba
estar, pues,
comenzado
arquelogo austraco Petersen, quien no slo hizo ver la unidad de estilo y comn origen de todos los fragmentos que, segn l, formaban el Ara Pacis, sino que intent reconstruir su forma y excit al gobierno italiano verificar excavaciones por los alrededores del palacio Fiano, para descubrir
en 1902 por
el
comprobaron per-
gran pedestal de mrmol del Ara Pacis, y otros fragmentos de relieves fueron hallados merced las galeras de excavacin practicadas debajo de las calles.
forma general del monumento y sus dimensiones se conocen perfectael pequeo templo que encerraba el ara estaba dentro de un recinto porticado con columnas, pero lo ms interesante era la pared, decorada con
Hoy
la
mente:
relieves, del
(fig.
621).
Pacis era prximamente cuadrado, hpetro, esto es, sin techo y con un simple altar en su interior; por fuera, la pared tena dos zonas de relieves, una de decoracin vegetal, con rizos de hojas y acantos, y otra zona
Ara
Ara
el
monumento ms importante de
representacin en
la historia
la
del arte,
con
el friso
de
las
que suban en procesin llevar el pcplos de Minerva. En lugar de los dioses olmpicos, que esperaban invisibles en el centro de la fachada del templo griego, en el friso romano se ven las nuevas divinidades filosficas de los tres elementos, la Tierra coronada de
del Partenn, aquel desfile de los ciudadanos de Atenas
espigas, fecunda en frutos y ganados,
secular,
Aire y el Ocano, los turbulentos dioses, que estn all sentados, en reposo, como si tambin el cielo y el mar se serenaran en estos aos augustos de la paz
el
ARTE AU GUSTE O
40
Fig. 622.
Relieve del
Ara
Pacis.
(fig.
613). El
grupo de
los
otro,
manto sobre
la
cabeza,
622).
como un
Son
inte-
(fig.
resantes en estos dos relieves los ltimos resabios del estilo helenstico alejandrino, tanto en el grupo de los tres Elementos,
como en
donde hay un fondo de paisaje ideal, con rboles la manera alejandrina y el pequeo edculo templo, tan caracterstico, que quiere representar la cabana de Rmulo y Remo, quienes desde lo alto asisten tambin la escena. En las fachadas laterales y en la posterior se desarrollaba la parte ms original de este friso del Ara Pacis: una procesin cvica presidida por el mismo Augusto, revestido con los atributos de pontfice mximo, acompaado de los dos cnsules y un grupo de lictores, y detrs el squito interesante de los personajes de su familia: la emperatriz Livia, con su yerno Agripa y su hijo Tiberio; el viejo Druso, con .Antonia, llevando de la mano al pequeo Germnico (fig. 623); acaso tambin Domicio Enobarbo y Mecenas, y despus todo el cortejo de senadores y patricios, que desfilan gravemente envueltos en sus togas. Esta procesin de patricios y grandes dignatarios del Estado, retratados con insuperable
realismo y llenos de nobleza y dignidad, contrasta con
los
el
bullicioso tumulto de
la
la
fiesta
de
las
Tan-
ateneas.
Hay adems en
el
Ara
Pacis
la
gran novedad de
introduccin de los
4 04
Fig. 623.
Cortejo de
el
la familia
Ara
Pacis.
(Museo ae
los Uffizi).
retratos:
en
sentados; en
el
Ara
mujeres de su
los
familia, sino
Pacis reconocemos, no slo Augusto, sus parientes y las tambin los pequeuelos que sern con el tiempo
la
segunda generacin del imperio. procesin cvica est separado por una greca de otra zona de decoracin vegetal, que es la maravilla del arte augsteo ornamental. De un gran manojo central de hojas de acanto, mrbidas y transparentes, que estn en la base, arrancan unos delicadsimos rizos curvados en espiral con
hombres de Estado de
Este
friso
superior de
la
penachos de palmetas, pequeas hojas y flores, graciosos animalitos y el cisne, favorito de Apolo, protector de Augusto. El campo inferior de la pared est enriquecido admirablemente con estas hojas y flores, sin que haya aglomeracin ni profusin de elementos; aparenta riqueza porque es bello, su poco relieve contribuye muchsimo la impresin de blandura y serenidad que se
exhala de aquellos finos mrmoles del basamento del Ara Pacis (figs. 624 y 625). Lo ms interesante seguramente de esta decoracin vegetal es la interpretacin
viva de las hojas de acanto, de un realismo tan intenso
del friso superior. Si se
como el de los retratos comparan las hojas estilizadas del acanto de los capiteles corintios griegos con el mazo de tallos y hojas que forma el centro del plafn del Ara Pacis (fig. 625), se ver cmo el genio romano impona su
espritu positivo
de anlisis hasta para la representacin de los seres inferiores Las hojas de acanto, en un capitel griego, son todas iguales, simtricas impersonales pesar de su belleza; en el Ara Pacis la decoracin
de
la naturaleza.
est
como
si
las
conformarse
con
decoro y rgimen del imperio, pero cada una aparece viva, jugosa, llena
de activa personalidad.
ARTE AUGUSTEO
405
En
friso
el interior
haba otro
de
laurel, rosas
el
tema preferido en el arte primitivo de Roma, que decoraba el friso del templo de Tvoli, del monumento de Bbulo, y aparece aqu tambin,
como
si el interior de la pequea celia del altar tuviese que estar plsticamente con-
sagrado
al
arte viejo
de Roma.
Es, pues, el
Ara
blime resumen de
del arte
llos
das,
donde
el
genio
lati-
das republicanas
y,
por
fin, el
en
el
la familia
de Augusto.
Es
con
la glorificacin
de
los
hombres que hicieron la eterna Roma, para la que el poeta peda que nada ms grande vieran nunca los astros Y, sin embargo, el monumento es materialmente bien pequeo! Pequeo era
tambin
Partenn,
en
al
dimensiones
lado
el
de tantos
como
re-
existen en el
mundo, pero
componiendo todos los fragmentos del Ara Pacis, queda an sta mucho menor; la
bella pared tan espiritualmente revestida
Figs. 624 y 625.
Fragmentos de
la
ornamentacin
Pacis.
Ara
no tiene ms que
4o6
anos catorce metros de fachada por doce de lado y unos seis de alto. All estaba, no obstante, la
semilla del arte nuevo,
por todo
el
imperio; en
(fig.
temdi-
plo de Tarragona
basamento del Ara Pacis, los tallos de acanto se encorvan seorilmente para abrirse en penachos de hojas,
los
minucin
mismos caracteres
los
rizos
se retuercen de los
gruesos troncos
Todo
se
el
mente sobre
el
espacioso fondo
finas
las superficies
muro
liso.
Observemos,
Augusto en Rla
mini
(fig.
627); en
noble
arquitectura de la puerta
slo hay dos detalles nue-
medallones en
las
en-
que recuer-
Mu-
ponindolos
al
lado, para
nos haran
llegar,
la
por
su semejanza,
confusin.
mayor
los
La
Fig.
aficin
de
em-
627 Arco
de Augusto. Rfoimi.
ARTE AUGUSTEO
407
psaHRo. im
MIjFrf;
lii;.' ""iiiiT
MI
^u^^T.
L
Fig. 628.
%m}fl
y
el
Circo Mximo.
En
el
Aventino. Roma.
da ms tarde, por
inicia
tiempos de Augusto y sus inmediatos sucesores. Tan adecuado era este tipo de monumento al genio fastuoso y civil de Roma, que se hubo de
en
los
los
como
tipo de
monumento,
la
romano. Pero
la
si
en
muchas veces
aparecen todava en
entrada de
va triunfal del
como los que an hoy limitan cada extremo la llamada Foro romano (uno el arco de Tito y otro el de Septimio Severo), tambin aparecen aislados, en el preciso lugar donde deba conmemorarse un hecho histrico, como lmite de divisin de provincias, y de este modo la puerta se convierte en un monumento conmemorativo. Las escenas de los relieves cuidan en lo posible de puntualizar con sentido histrico el hecho culminante el hombre ilustre cuya memoria se ha levantado el arco. Su empleo en este sentido empez ya en la poca de Augusto, porque tenemos noticia de un arco triunfal suyo, levantado en el campo de Marte, que ha desaparecido,
de un Foro,
y tambin de otro
la
poca de Tiberio
el
gran arco triunfal de Orange, en Provenza, decorado con relieves militares alusivos las guerras con los galos. El magnfico
tres arcos,
la
la
carretera, la salida de
pequea
XXXI,
a).
Roma se enriquece en tiempo de los emperadores de la familia de Augusto con varias construcciones grandiosas de carcter pblico, que tenan que erape-
408
fisonoma
y Antoninos. Agri-
fa-
mayor encanto de la campia romana y restaura el Circo Mximo, al pie del Palatino (fig. 628). Nern construye
otro circo en
tambin
lujo,
la
pobre de
Fig. 629.
casa tradicional
Una
Augusto en Roma era su famoso Foro, construido al lado del antiguo Foro republicano y que estaba formado por el conjunto monumental de un prtico y un templo de Marte en el fondo. De estos edificios, que llegaban hasta la puerta
Flaminia, abierta sobre
el
como
Pero ms lamentable
por Augusto
al
falta es
an
el
lado de su casa en
Palatino; ste es
uno de
los
monumentos
cuya excavacin se espera con ms impaciencia, pues que ella nos dar, por lo menos, la planta y algunos detalles de un edificio religioso del carcter de un templo griego, construido en Roma en la poca de Augusto. Porque fuera del
Pacis, que debe considerarse como un edificio civil, y despus del monumento de Ancira, en el Asia, el templo ms importante de este perodo es tambin otro de provincias, el de Nimes, llamado la casa cuadrada, que se ha conservado hasta hoy de un modo milagroso. (Lm. XXXI, b). Este templo se levanta sobre un alto podium, como los templos republicanos; es pseudo-dptero,
Ara
como
el viejo
grande
el
templo llamado de la Fortuna viril, y como l tiene excesivamente prtico anterior y carece de opistodomos. Se trata, pues, de un edificio
de absoluta tradicin latina; las nicas innovaciones son sus bellos capiteles couna mayor perfeccin en la tcnica y en el trazado de las molduras; la casa cuadrada de Nimes, siendo por su disposicin general un templo de forma tradicional republicana, tiene una distincin y una elegancia de proporciones casi
rintios y
Tomo
Lmina XXXI.
Monumentos romanos de Provenza. A. Arco de Tiberio, en O 1!. Templo de Augusto y Roma, llamado la Casa cuadrada, en Nimes.
ARTE AUGUSTEO
409
Fig. G30.
griega.
Porque
el feliz
la
cios filohelenos
de
describe
gobierno de
mo
rectangular con varios nichos, decorados con frontones curvos alternados con
otros triangulares. Esta alternancia de remates es tambin frecuente en los edificios de
Pompeya y
fu despus
muy empleada
la
en
la
arquitectura romana.
Lo
ms
original del
Ninfea de Nimes es
el
cilindrico,
vienen desempear
Edad media. As
papel de los arcos torales en las iglesias romnicas de la que ya en los principios de la arquitectura genuinamente
ciertas tradiciones locales
de construccin que
No
de los emperadores de
casa de Augusto
la
que deba emplear ms tarde. Su aficin por el arte griego le haca construir los templos con grandes bloques de piedra de mrmol. Sin embargo, despus del incendio de Roma en tiempo de Nern, la mucha abundancia de tejas rotas llev construir, con tejas recortadas, innumerables edificios de cermica. Las tejas romanas eran planas y de un barro escogido; as es que, al cortar los rebordes, quedaban como unos ladrillos finsimos, que por tener las caras tan lisas, se podan colocar apretados casi IIIST. DEL ARTE. T.
originales,
I.
an sus mtodos
4io
Fig.
631. Tumba de
Va Appia.
Cecilia Mtela.
Fig. 632.
Roma.
Con los fragmentos menores de las tejas rotas se hacan adornos de marquetera. Es fcil que este estilo de construccin cermica, iniciado en Roma por la abundancia de tejas rotas despus del gran incendio, se continuara algn tiempo por moda, fabricando expresamente ladrillos especiales con el
sin mortero.
mismo barro de
edificio
las tejas.
el
en
Roma
rojos,
(fig.
629),
donde
ven
ciertas partes
de otro color de
ladrillos
ms
acentuando
las lneas
arquitectnicas del
monumento.
poca empiezan construirse en Roma las tumbas gigantescas, que son muchas veces monumentos de gran importancia. Una de ellas, al lado de la puerta Ostiense, tiene la forma de pirmide toda de mrmol y lleva en una
En
esta
de sus caras la inscripcin dedicatoria un cierto Cayo Sexto (fig. 630). La pirmide de Cayo Sexto es una prueba de las relaciones y simpatas de los romanos del primer siglo de la poca imperial
por
el
meos.
poca se
^k
j| ,
flft
^*
mjt Jk
^^
des
como
la
sepultura.
La misma forma
alarga-
da de
pirmide de
Roma
es ya, sin
duda
En cambio,
las pir-
mides de Meroe, en
el
hemos
libro,
ma
visto en el captulo quinto de este son de esta misma poca, tienen forpuntiaguda, como la pirmide romana.
Fig. 633.
Columbario. Roma.
Sin embargo, la tumba del tipo de pirmide no hizo fortuna en Roma. Augusto V los individuos de su familia fueron ente-
LA CASA ROMANA
irados en un edificio
circular erigido en el
4-1
pas en
ciertos
de con-
de Roma.
Exto-
coronada por un
montculo de tierra
dando acaso
los
el
los
,
etruscos
tmuaunque
Fig- 634
._ Atrio
Una
torre de este
ella
Roma, y en
puede leerse una inscripcin que dice ser la tumba de una tal Cecilia Mtela, la nuera del triunviro Craso y contempornea, por tanto, de Augusto (fig. 631). Dentro de la gran mole maciza que en la Edad media sirvi de torre de un castillo de los Colonna, hay una pequea cmara, con cubierta cnica, donde estaba el sarcfago. No slo los grandes patricios se hacen construir as esplndidos
mausoleos, sino tambin los simples burgueses, y hasta los artesanos, como el panadero Eurisarce, cuya tumba monumental, con grandes agujeros como las bocas de un horno, se hallaba la salida misma de la puerta del acueducto Claudio (fig. 632). La tumba de Eurisarce muestra en la parte superior un friso con
escenas de su oficio
de panadero. En esta
poca
empieza
tamla
bin generalizarse
de un palomar, se ha
venido llamando
co-
lumbario
(fig.
633).
llora es ya de
hablar tambin de
la Fig. 635.
casa romana y de su
Casa
romana con
atrio, vista
por defuera.
412
famoso
atrio,
la
una sala cuuna abertura nica en el techo, que se llamaba impiuvium. Por
central, sea el atrio:
bierta con
all
entraba
el
la luz,
por
all
caa tam-
bin
agua de
aljibe
la lluvia;
pequeo
surtidor de poca
profundidad
(figs.
634 y 635). El
atrio
que iban de pared pared y otras dos menores, formando el cuadro de la abertura impiuvium, sin las columnas que tanto caracterizaban
griego.
al
patio
Todas
las
habitaciones
se
un plan de
Fig. 6}G.
servicios anlogo al de la
el
fondo
tral
del atrio.
que ms caracterizaba la casa romana republicana; realmente resultaba algo ms cerrada, y el atrio ms ntimo, que el patio lleno de sol de la casa griega. Es fcil que, en un principio, la casa latina se redujera tan slo al atrio; la casa con el agujero central se explica por la evolucin de las cabanas de los primitivos pastores del Lacio, que todava son cnicas, con el agujero de
del atrio es lo
ventilacin en lo alto.
sin aberturas, lo ms una pequea ventana que algunas veces estaba decorada con pilastras de estuco. En la fig. 636 se ve la puerta de una casa de Pompeya, y al final del corredor, el atrio con el aljibe en el suelo, para recoger el agua. En el fondo de
Por defuera
la
la
casa era
lisa,
al
lado de
puerta de
la calle,
misma figura se distingue la habitacin principal de la casa tricliniwn, una fuentecilla de mosaico en la pared. con La casa romana, que haba comenzado siendo un atrio tan slo, habitacin comn para todo y para todos, fu, pues, aumentando sus dependencias de un modo indefinido. A este primer atrio se le rode de cmaras por los cuatro lados, despus se le aadi otro atrio con nuevas habitaciones, y muchas veces tambin detrs un jardn con un prtico posterior. En la poca de Augusto la casa sufri, como todas las dems producciones
esta
del arte y de la vida romana, la penetracin de las ideas helensticas, y el atrio fu muchas veces sustituido por el patio con prticos y columnas, como la casa
griega. As estaba ya dotada
de patio
la
el
Palatino.
413
Fig.637.
Decoracin de
la
morada de algn personaje muy allegado la familia imperial, acaso Livia, acaso Germnico, que se conserv despus por respeto, englobada en las grandes construcciones posteriores. Muchas casas de Pompeya tienen tambin patio, pero hay que recordar que Pompeya fu destruida por un terremoto en esta primera poca imperial y despus casi por completo reedificada. En la mayor de todas las casas de Pompeya, la llamada casa del Fauno, vemos los dos elementos; tiene dos puertas que dan la calle: una, despus de un pequeo vestbulo, conduce al atrio tradicional romano, con su impluvium en el centro; la otra, al extremo de un corredor, se abre en un patio con prtico la manera griega. La casa del Fauno, que es un verdadero palacio, tiene an detrs otro patio mayor, casi de todo el ancho de la casa, con habitaciones en sus tres lados, y en el fondo un gran jardn, tambin con prticos. Resulta muy curioso, sin embargo, que el rico propietario para quien se construy una residencia tan esplndida como la casa del Fauno, cuidara an de conservar el elemento tpico romano de la casa, que era el atrio, aunque slo medias, pues aceptaba ya, en la otra parte de su palacio, la nueva moda del patio griego. Los atrios y tricliniums de las casas republicanas estaban decorados con mrmoles hasta cierta altura, y ms menudo, por economa, con estuco pintado, dibujando estas
ricos.
El
muro
la
figura estar
cubierto de mrmoles de colores, con molduras pintadas, imitando veces puertas y pilastras,
como
estilo
si
fuera revestimiento de
la
pared. Este
procedimiento constituye
primer
de
414
decorativo
el
pompeyano
pues,
nes,
porque
figurados en
incrustaciones
ricos en la
pared
las
637).
Pom-
ele-
mentos arquitectnicos en
un as-
Fig. 638.
dar idea precisamente de verdaderas construcciones, con columnas avanzadas que figuran destacarse del muro y as lograr un efecto de profundidad que haga creer ms grande la hatratan de
estilo: arquitectnico.
bitacin
(fig.
638).
estilo
Este segundo
de-
riva evidentemente del anterior; en las primitivas casas republicanas los reves-
pronto avanzan los elementos arquitectnicos para figurar en perspectiva! La decoracin de la casa de Livia, en el Palatino, flucta entre los dos estilos; ciertas partes
son ya del
al
necen an
y frutos
primer
de
las incrustaciones.
637)
como
las
del
Ara Pacis.
Pero
las
el estilo
el
tiempo, avanzan ms
finas, y entre estos prticos se dibujan de realismo, ventanas con figuras en el fondo. Por fin, prosiguiendo en la misma idea, toda la pared se ha dividido en columnas pilastras, dejando ver entre ellas tambin pintorescas composiciones. En una
villa
Roma,
el
efecto resulta
de un vergel florido;
los rboles
ms graciosos
en
el
415
Aai>i/i
t
-
mm^t^Tzm^ isjs**
ffeffiCJ
-
Fig. 639.
ornamental. Pompeya.
entre las hierbas. sta no poda llamarse, en verdad, composicin del estilo
arquitectnico, pero el principio decorativo es el
la
mismo:
trtase
de ensanchar
Otra derivacin del estilo arquitectnico parece ser, no precisamente suprimir elementos constructivos, sino pintarlos cada vez ms finos, aunque en perspectivas lgicas (fig. 638), para que produzcan siempre el efecto de penetracin
la pared, que se contina suponindola un pequeo templete que avanza hacia afuera, para que de esta manera el plano del muro quede proyectado hacia atrs. El tercer estilo de decoracin mural romana es el llamado estilo ornamental. Aqu ya no se trata de dar la ilusin de la profundidad; toda la pared tiene, por lo general, un tono uniforme, es blanca negra, de un rojo intenso llamado
del
lisa,
pompeyano; pero en
niatura
(fig.
con pequeas guirnaldas, fajas verticales con entrelazados, guirnaldas, mscaras y cestitos, y sobre todo los paos colgantes, dispuestos estos mil elementos de un modo apacible, procurando slo que con sus colores complementarios apaguen la nota demasiado intensa del campo uniforme de la pared. La parte ms rica de esta decoracin ornamental son las fajas llenas de
639), frisos
figuras
en su origen, estos
de amorcillos jugando y de escenas caricaturescas. Parece probable que, frisos fueran aplicados en pinturas al vidrio, como los que ya hemos visto se usaban en la decoracin alejandrina; de otro modo no se explica la minuciosidad con que estn dibujados todos los detalles, impropia de la
decoracin
al fresco.
Debi corresponder
este estilo
416
Fig. 640.
Decoracin de
la
estilo:
ornamental.
su Casa urea, convertida hoy en stano de las termas de Tito, estn compuestos
(fig.
640).
la poca de Rafael y Miguel ngel, influy muchsimo en el estilo decorativo del Renacimiento del siglo xvi. Como las cmaras decoradas son hoy subterrneas, por estar debajo de las termas de Tito, forman como unas grutas y de aqu que
del
otras
decoraciones rolas
manas
nal
ni se
haban excavado an
casas de
un cuarto
estilo
de
decoracin mural romana era el adoptado en los ltimos das de Pompeya, y, por consiguiente,
al
terminar
ya
el
cristo.
Se llama
que
ni tiene la pretensin
de dar un
el
como
primero
repre-
la
pero
la lira.
Boscokreale.
pintadas de
la
manera ms
fantstica.
Lmina XXXII.
estilo: ilusionista.
Fompeya.
417
la
verosi-
columnas delgadsimas, en un laberinto de formas que llega producir veces un efecto muy gracioso. (Lm. XXXII.) Hay elementos
las
de exquisita imaginacin en este esti veces las columnitas de los caprichosos templetes se sostienen sobre
lo;
pequeos animales, los amores se encaraman por sus finos tallos, las hojas
en espiral se retuercen, como los modernos modelos metlicos. Pero ms
que nada su belleza estriba en la infinidad de colores vivsimos, que, en aquel torbellino de formas, aparecen y desaparecen en un pequeo espacio de pared. (Lm. XXXII.)
Estos cuatro estilos de decora-
Fig. 642.
hemos
que en la casa de Livia, en el Palatino, dos de ellos se encuentran en una misma construccin, pero grandes lneas puede considerarse que uno sucede al otro, con los cambios de la moda. Ellos sirven menudo para fijar la poca de las casas en que se encuentran, porque hay algunos datos seguros; esto es, que el segundo estilo era contemporneo de Augusto, el tercero del reinado de Nern
y el cuarto de
la
destruccin
all
de Pompeya. Se ven
ficios
edi-
en
el
tercero
como en
el
un recuadro reprodu-
naturalmente de
una
copia
que decoran
las
los
que
se
Fig. 643.
4i8
la
cermica
podemos
llegar
64 1 y 642).
Sin
indica-
veces mutilan
las
composiciones clsicas
para combinar sus pequeos plafones. Ya hevisto lo que pasaba con el cuadro de Timan-
mos
de Inge-
Fg. 644.
pintores aprovechan un tema notable de la escultura, pintando una estatua relieve y transformndola luego en un cuadro. As uno de estos plafones, el reproducido en la fig. 641, de una dama tocando la lira, repite un tipo de la escultura; acaba de encontrarse en Prgamo una estatua sentada, que es evidentemente el modelo ms antiguo que pudo tener presente el pintor decorador de la casa de Pompeya. El cuadro de la fig. 643 repite el tema de Perseo y Andrmeda que hemos visto
en
el relieve
augsteo de
la fig.
614; pero, en
la
la pintura,
Perseo tiene
la
posi-
pom-
peyano tambin esta vez tuvo presentes, al componer su cuadro, ciertos temas escultricos; deba haber, sin embargo, una pintura antigua de Perseo y Andrmeda que pintores y escultores respetaban en su composicin general. Vemos, pues, que la pintura romana no fu excesivamente original en la produccin de temas nuevos; su principal inters deriva del impresionismo
siempre creciente de su interpretacin. As como en los
estilos
decorativos
al
en la pintura va buscando cada vez ms con sus composiciones figuradas manera de conseguir los efectos de conjunto con simples manchas de color. Pasemos ahora la escultura y los retratos. Al tratar del
Ara
las
hemos indicado ya
equilibrado en
la
hablado tambin de
LOS RETRATOS
las
419
personificaciones locales,
de
ros, fuentes
y ciudades.
como
De
ello es
Louvre, procedente de
Va Appia, en
el
que se ven
tres
tres ciudades,
una con
en aguas, otra con espigas y otra arreglndose el manto, como queriendo distinguirse slo por
el lujo
la
ostentacin
(fig.
644).
ms
frecuentes y de
un naturalismo
ella el
un
estilo
especial.
No podemos
la
decir,
sin
sacri-
cabeza
del
flacas,
la
mirada
concentrada del que despus tendr que ser el primer Augusto (figura 645). En la cabeza de Ostia, Augusto tendra slo trece catorce aos; otra cabeza de bronce,
descubierta
en 19 10 en
el Sudn,
el
joven
emperador
siempre
los
frente; es sin
enviado duda un retrato de un amigo, gobernador acaso de la provincia ms lejana (fig. 646). All,
familia,
en
_ _ rig. 646.
el
j~.
Augusto joven.
.
.
mano, ms arriba de la Nubia, donde la civilizacin contempornea acaba de llegar slo hace unos cuan-
420
los retratos
del joven
suerte en
del
de Augusto, de gran
cerdote, se descubri en
Roma
en 1909, en
la
va
ma
fig.
647).
La cabeza
est envuelta
noblemente
pliegues del manto sacerdotal y tiene acaso ms expresin reflexiva que ninguno de sus retratos; es un feliz modelo de figura imperial que ser adoptado
entre los
Muchas veces
de su
los
familia,
los Csares
Encontrado en
Va Labicana. Roma.
y sobre todo
empera-
dores filsofos de la dicomplacern singularmente en verse representados con este simple manto cubriendo la cabeza, nico distintivo del gran sacerdote romano, que era la vez jefe del Estado.
nasta de los Antoninos, se
Por
fin,
en otro retrato,
el
viejo,
con gesto de
la
mando y
Galiay
ven
la
tropas
(fig.
648).
En
su coraza estn
como
las guilas tomadas las legiones de Craso; pechos, pasa iluminando aquellos grandes das de
la
Roma
de Augusto. Esta
una de las joyas del Museo Vaticano, se llama el Augusto de Prima Porta, porque fu hallada en la villa de la emperatriz Livia, situada fuera de puertas, extramuros de Roma; los relieves de la coraza ponen en relacin esta escultura con la fecha de los frisos del Ara Pacis. La imitacin libre de los modelos griegos es bien visible: el Augusto de Prima Porta tiene en el gesto
estatua,
el Dorforo de Policleto; apyase como l sobre la pierna derecha y balancea la izquierda, llevando en la mano, en lugar de la pica, el bastn de general. La estatua de Prima Porta inaugura tambin un tipo de
retratos
imperiales en pie; de
la
mayora de
los
emperadores se encuentran
copias multiplicadas para su glorificacin, sobre todo en provincias, con las corazas
con relieves y en actitud de arengar las tropas. Estos son los ms notables retratos de Augusto, pero, adems, una
serie
LOS RETRATOS
421
Fg. 648.
Fig. 649.
El Pudor.
(Museo Vaticano)
museos de
cuando con aquella demacracin caracterstica suya, parece que apenas puede ya soportar la simple corona de laurel que simboliza su glorioso reinado. En cambio, si son abundantsimos los retratos de Augusto, no tenemos, por desgracia, ninguno que nos d con absoluta certeza la figura de Livia, la grave matrona que comparti con l honorablemente las cargas del poder. En un relieve de Rvena la emperatriz est figurada al lado de su esposo, pero la cara ha sido destruida; otro retrato de aples es de psimo estilo; un tercero, en Aquilea, es excesivamente pequeo. Acaso ms que ningn otro da la impresin de la figura de Livia la estatua diademada del Museo Vaticano, llamada del Pudor, que debi representar algn personaje imperial idealizado, y, con toda seguridad, de la propia poca de Augusto (fig. 649). Su gesto es el de las estatuas funerarias griegas con manto, del siglo iv antes de J.C., pero por su severidad resulta tan romanizada que se la tom en un principio por personificacin de las virtudes femeninas, y de aqu el nombre de imagen del Pudor que se le dio arbitrariamente.
422
De
titud
de buenos originales;
el
retrato
Fig. 6^0.
Tiberio.
un
tipo del
emperador
la
glorificado
que
aunque
est
naturaleza enfermiza
la
un manto pendiente del hombro, que cae sobre las rodillas, tiene el gladio en una mano y con la otra empua el cetro imperial. De Claudio tenemos tambin retratos en esta apostura heroica de un gran monarca divinizado; en otros est de pie, con el mismo cetro y el manto, que le
cae en
muy
Los
tipos
no
estn idealizados
ms que en
el gesto.
En
las
nario parecido, con los rasgos de familia tan marcados de todos los parientes de
sumamente
caractersticos;
Claudio, con sus grandes ojos, que parecen salirse de las rbitas, no adquiere
majestad, pesar del tono pedante con que lo ha querido dignificar el escultor.
De Nern tenemos
sobre un cuello enorme en que se rizan los pequeos bucles de una barba no desarrollada. Todos los emperadores y los dems miembros de la familia de
lacios sobre la frente, tpicos
Augusto, excepcin de Nern, van por completo afeitados y con los cabellos de la familia, que debieron usar tambin por adula-
dems patricios y allegados. En el retrato de Druso (fig. 651) tenemos an otro miembro de la familia imperial con el mismo pelo descuidado
LOS RETRATOS
423
Fig. 652.
Fig. 653.
Agripina
la
la
joven.
(Museo de
Termas)
(Museo Vaticano)
sobre
la
frente,
las
formas de
barba y
la nariz
pelo sobre
la frente, lo
encontramos en
venedizo en
y en otros per-
sonajes completamente
casa imperial. Casi
de
perial,
tante
que
los ojos
son
lisos,
como en
la pupila,
marcar
que no empieza esculpirse hasta la poca de los Antoninos. Del mismo modo es un dato cronolgico importantsimo el tocado de las mujeres, que en los retratos de la poca de los primeros emperadores llevan, acaso imitacin de los bucles
la
ondulados de
cabellos dispuestos en
pequeos
rizos
Fig. 654.
Agripina
la antigua.
J'aticano.
424
cada lado de
vide
la
la
raya,
que
di-
cabeza, y cayendo
los lados
en graciosos bucles
es, el
por ejemplo,
trato
bellsimo re-
de una desconocida,
la
muerta
edad de catorce
cmara sepulcral
652).
femeninos de
la
de
Augusto
son
los
de Agripa y esposa de
Fig- 655.
la
cabello partido
como
Livia,
que
es caracterstico
de
de
la
poca de
retra-
(fig.
653).
madre de Germnico,
flor (fig. 655).
como
la
una
Este retrato de
Antonia, hoy en
retratos
Museo
la
Britnico, es seguramente el
ms
romanos; toda
gracia de
al
la
nobleza tradicional de
las
pero conservando
el
parecido de
la
la
fisonoma,
enteramente
moda de
su tiempo.
Todos estos personajes han sido identificados, no slo por las inscripciones, sino, ms que nada, por las medallas y monedas; era frecuente, hasta en los personajes secundarios de la casa imperial, hacerse acuar piezas de los metales en
curso, con soberbios retratos suyos de sus parientes.
Una
alegora de la per-
sona conmemorada,
llenaba
ficar
el
el
relieve
estas
la
el
reverso,
cuando
personajes fallecidos,
esposa
arrebatados prematuramente.
La
coche elegante de que se serva para sus viajes. Adems, en Roma, la nueva capital del mundo, residieron todos los grandes artistas de las artes menores; ella se trasladaron, desde Alejandra y Prgamo,
425
'-riNL:!
!'
I
"T5f
Fig. 656.
Fig- 657.
Lmpara. Pompeya.
decoradores mosaicistas, los grabadores de gemas y los plateros. En estas Roma no hizo ms que continuar la escuela de Alejandra; los nobles, y aun los plebeyos ricos, quisieron poseer vajillas magnficas de plata. El maravilloso tesoro encontrado en Boscorreale, cerca de aples, que se compone de una
los
artes,
infinidad de
de plata y vasos preciosos, debi pertenecer un personaje de la familia imperial, porque en uno de ellos est representado el triunfo de Tiberio; pero otro tesoro del mismo gnero, descubierto en Hildesheim,
tazas
indica
que
los
alejados de
la capital, en la soledad de un campamento. Los pequeos muebles en bronce, repujado fundido, nos dan conocer tambin el arte exquisito de estos artistas imperiales. Entre los muchos objetos
DEL ARTE.
T.
I.
54.
426
Argollas de
la
el
nos
(fig.
656),
que tienden
la
mano
el
suele hacerse para probar el grado de calor. Se funden tambin de bronce jarros
y nforas bellsimas, con mscaras del dios alejandrino Dionisos para sostener las asas.
Los
menudo de bronce
parte
657).
Pero acaso los bronces ms bellos de esta poca son los que decoraban la nave de Tiberio, sumergida en el lago de Nemi, un pequeo crter apagado de los montes Albanos,
e! espejo
que forma un delicioso lago circular llamado de Diana. La nave de Tiberio era un buque de recreo, decorado de bronces y mrmoles preciosos (figs. 658 y 659). Algunos
han podido
ser rescatados del fondo del agua,
Me-
la proa.
Tenemos tambin, esparcidos por los museos, objetos bellsimos de mrmol de esta
As, por ejemplo, el fino candelabro
Museo
Fig.
Vaticano
(fig.
427
huerto
un tipo alejandrino (fig. 661). En el almacn de antigedades del municipio de Roma existen fragmentos de otra
fuente parecida. El cuerno de
mrmol
que tiene en la parte anterior del cuerpo un agujero por donde mana el agua.
En
graciosa
sentir
demasiado
fajas
de
los
ornamentos
Fig. 661.
y repartirlo
de grecas,
como en
el
Ara
Pacis.
mol de esta poca (figs. 662 y 663); algunos tienen ya el vientre decorado con grupos de stiros y mnades esgrimiendo el tirso, persiguindose alegremente; otros slo decoraciones vegetales, con los motivos preferidos de ramas de laurel
pltano, de olivo y sarmientos.
Desconocemos
la familia
los
nombres de
sores,
hasta nosotros el
duras,
gemas. Plinio
jaba en
cita
Roma
artista se
atribuye
y del cual poseemos algunos camafeos de bastante mrito. Al mismo el gran camafeo de Francia, que representa la glorificacin de
Germnico.
Au-
cender
la
del
glorioso
ge-
neral romano,
guiada por
toria.
la
Vic-
Al pie, en
un
registro infe-
rior,
estn los
venci-
brbaros
Vaticano)
428
en dos escenas, se ve en
el
el
triunfo
pero
el
estilo es
muy
inferior, la tcnica
glptica
en
Roma
duda rpidamente.
Resumen. La poca de Augusto es la del decisivo triunfo del arte helenstico en Roma. Se hace difcil distinguir lo que haya de griego, y ya de romano, en una serie de relieves todava finamente idealizados. El primer monumento del arte romano imperial puede considerarse el Ara Pacis. Es un pequeo edculo abierto, rodeado de otra pared que forma un recinto ms grande con un prtico. La pared del edculo tiene una zona superior de decoracin, figurando el cortejo de la familia imperial y de los patricios y senadores que acuden una fiesta de sacrificio. Debajo hay una zona de decoracin vegetal muy caracterstica por su realismo romano. Los principios decorativos del arte augsteo se encuentran en un templo de Tarragona y en el arco de Rmini. Como templo de esta poca, el ms caracterstico es el de Nimes, que conserva an muchas particularidades de la construccin tradicional latina, con su alto basamento podium y sin prtico posterior. De esta poca son muchsimas obras edilicias en Roma: el acueducto Claudio, las Termas de Agripa y las tumbas monumentales, como la pirmide de Cayo Sexto, el mausoleo de Cecilia Mtela y el sepulcro de Eurisarce. La casa romana republicana tena su origen en la cabana latina, con un agujero en su parte alta, y por esto su elemento ms importante era el atrio habitacin central, con una abertura superior en medio del techo. Pronto el atrio es substituido por el patio griego. Los muros se decoran con frescos, en los que pueden apreciarse cuatro pocas estilos, siempre con la idea fija de obtener la ilusin del espacio. Este impresionismo se advierte tambin en la pintura de composiciones figuradas, cada vez se procura dar un efecto de conjunto con simples manchas de color. La escultura, adems de los nuevos tipos de representaciones topogrficas de ros y ciudades, por los que senta tanta aficin el genio romano, produce sus obras ms bellas en los retratos, principalmente los de personajes de la familia imperial. La figura de Augusto debi ser reproducida muchas veces; los retratos de Livia son ms escasos, pero as de Tiberio, Claudio y Nern como de las mujeres de la casa de Augusto, Antonia y Agripina, tenemos retratos excelentes. Las artes menores producen obras bellsimas, tanto en bronces como en mrmoles decorativos y gemas camafeos. Bibliografa. Schreiber: Die Wiener Brunnenreliejs, 1888. Wickhoff: Die Wiener genesis (traduccin inglesa, Romn art, 1900). E. Strong: Romn scu'pture, 1907. Petersen: Ara Pacis Augustae, 1902. Stdnizca: Zum Ara Pacis, 1905 J. Bernouillk Roemische IkonographU, Mau: Decorative wand-malerei in Pompeyi, 1882. P. Cisman: Pompei, 1905. Lanciani: 1894. // Pantheon e le Terme di Agrippa, 1882. De Romanis: Le antiche camere deiie Tenue di Tito, 1S22. Malfatti: Le navi romane sommerse nel lago di e/ni, 1896.
Fig. 664.
El
li
MIIMIHK ti iillllfttt
f
i
mmmmmm
<i
j.
Fg. GG5.
CAPITULO XIX
EL ARTE EL ARCO DE TITO.
ROMANO EN TIEMPO DE LOS EMPERADORES FLAVIOS Y ANTONINOS. EL COLISEO. LAS LA COLUMNA TRAJANA. EL ARCO DE BENEVENTO.
LA EVOLUCIN
Despus
de
los
la
extincin de
la
casa de
Augusto, con la muerte de Nern, otra familia de grandes prncipes amantes de las artes inaugur la poca ms gloriosa del imperio romano. Vespasiano, el primero de los emperadores de
milia Flavia, antes
la fa-
de venir
Roma
haba gober-
Tito, en sus
nado por largos aos las provincias orientales; campaas, se dirige principalmente
hacia
el
Oriente,
la tierra clsica
de llenar a
erigir sus
Roma
Los Flavios
grandes
la
ocupados
el
antes por
Domas
como
transfor-
mar en lago
el valle
la
quilmo, llenar
gigantesca, y expropiar
gran parte
por
del terreno
Fig.
de
las
los patricios,
66 Retrato
de Vespasiano.
430
Todos
estos edificios de
abandonados y ruinosos, fueron transformados por los emperadores Flavios en obras de utilidad pblica. Sobre la parte de la Doiirus urea que ocupaba el Palatino, construyeron un nuevo palacio imperial ms reducido y
\T ern,
casi
como
habitacin, prefirieron
la
antigua
de Nern, Vespasiano y que es todava hoy la ruina ms gigantesca que conserva Roma (fig. 665). Tiene la forma elptica, la ms propsito para las luchas de fieras y gladiadores que se destinaban estos edificios. El anfiteatro es un tipo de edificio que pasa por ser genuinamente romano; los antiguos griegos no sintieron aficin para esta clase de diversiones, ms propias de los orientales: se supone que los juegos del anfiteatro fueron ya introducidos en Roma por los etruscos, que conservaban este recuerdo de su patria asitica. Sin embargo, la forma del edificio procede de la del teatro griego; realmente, un anfiteatro no es ms que la reunin de dos teatros acoplados, y existen referencias de ciertos teatros giratorios en que las escenas podan desaparecer, y juntndose, convertirse en un anfiteatro. La gradera daba, pues, la
el
el
En
coloso
Tito construyeron
anfiteatro
Flavio, coloseo,
mayor de todos
Casi todo
l
los del
mundo romano,
ms
alto estaba
Fiy. 667.
Prtico
Poma.
Fig- 668.
-La
superposicin de rdenes en
el
anfiteatro Fiavio.
Roma.
432
concrecionado, y en su
del
monumental
can
las
que arran-
escaleras
que
con-
muy
pocos minutos
los cua-
poda contener
Exteriormente,
tipo
el
edificio.
el
anfiteatro
Flavio reproduce
tres
rdenes
el
arquitectni-
cos: drico
el inferior, j-
los
Fig. 66g.
dos ms
ms
ban abiertos con arcadas, que disminuyen la impresin de pesadez de tan enorme masa (fig. 668). Frente al grandioso anfiteatro, contrastando con aquel que los romanos han acabado por llamar Coloseo, se levanta todava un gracioso arco de triunfo, testimonio de los triunfos de Tito en el Asia. Fu terminado seguramente en tiempos de Domiciano, y su bellsima situacin en lo alto de un promontorio del terreno, lo hace aparecer como la verdadera entrada del antiguo Foro
romano. Para conmemorar sus campaas,
tante con
los
un pequeo arco de
lneas sencillsimas
669),
y, sin
embargo,
aquel
tes
monumento
uno de
los
hechos ms importan-
el sitio y la destruccin profetizada de la Jerusaln ao 70 despus de J.C. El arco exteriormente tiene poca decoracin, slo unos relieves en el friso y en las enjutas de la entrada, pero en el macizo de la puerta hay dos relieves desgraciadamente algo mutilados, que son el testimonio autntico de los resultados maravillosos que poda conseguir el arte romano en este tiempo de los Flavios. Son dos esculturas del gnero que hemos llamado relieves histricos; un lado aparece el cortejo triunfal con la cuadriga y el carro del emperador. Va precedido de dos figuras, una
de
la historia del
mundo:
el
la
al
parecer personificacin de
un genio semidesnudo, hoy decapitado, que deba ser la misma representacin del Senatus del pueblo romano que vemos tambin en el friso
Roma, y
del
otra de
Ara
En
Pacis
el
(fig.
670).
:
el
grupo
de
los sirvientes,
con
V.L
ARCO
Uli
II'J
433
guerra;
la
famoso candelabro de
siete brazos,
tal
los
lo
como
Josefo, con su vastago central, del que arrancan los otros seis, que
describe
modo de
tridente se en-
(fig.
671).
Lo ms interesante de
dos relieves es
la
combinacin de
las
las di-
simplemente
en
entre
capa de
que produce
Fig. G70.
La cuadriga
Emperador.
el friso
del Partenn,
donde todas
las
figuras esta-
ban en un solo plano y no haba esta combinacin de trminos en el relieve que es caracterstica del arte de la poca de los Flavios. La policroma que indudablemente tuvieron los relieves del arco de Tito, debi contribuir no poco al efecto de ilusionismo y de perspectiva. Estos relieves contradicen tambin la
vieja teora
de
la
falta
de originalidad,
No
arte
la
ms adelante, estudiando
tambin del
tratar
gir
Se han conservado, por ejemplo, en las paredes de un arco que mand eriConstantino con materiales ms antiguos, varios medallones del tiempo de los
Flavios que reproducen escenas de caza y de sacrificio de extraordinaria belleza (figs. 672 y 673). No se conoce todava el monumento que deban decorar; du-
mucho tiempo hubo de suponerse que haban pertenecido un arco de Trajano de Adriano y hasta se crea reconocer en sus figuras algunos personajes de la familia de este ltimo. Pero los relieves medallones de que hablamos
rante
se
han atribuido ltimamente, con mayor fundamento, al tiempo de los Flavios. Muestran an vestigios de aquella finura helenstica de los relieves augsteos,
II1ST
DEI. ARTE.
34
composiciones escul-
tricas
de
la
poca de
Trajano
menos
medallo-
del
arco de
Tito, pueden,
pues, considerarse
los
como
ms
bellos ejemplos
del arte
romano
del final
Los emperadores
Flavios,
edificios
adems
de los
ya citados, consen
monumentos
las
la
capital.
de
Fig. 67).
Relieve
de
Nern
del templo
de Jerusaln. Roma.
Foro, se res-
taur el templo capitolino y fu construido expresamente un edificio en el Esquilmo para que sirviese de panten de familia. Esta misma actividad edilicia tena que continuarse gloriosamente durante el largo reinado del gran emperador espaol Trajano, hijo de Itlica, quien sucedi Nerva, su padre adoptivo. Nerva tuvo apenas tiempo de edificar en
Medallones procedentes de un
que adornan
el
edificio
de
la
poca de
los Flavios,
EL ARCO DE BENEVENTO
435
Fig. 674.
Roma un Foro
el
imperial, del
que quedan an restos importantes; pero en los al 117 despus de J.C., todo
imperio, y principalmente Roma, se llenaron de edificios suntuosos. Como tpico ejemplo del arte imperial en tiempo de Trajano, tomaremos el bellsimo
donde comenzaba
la
va
el
que conduce
Brindis.
nombre de ptimo que el Senado que decoran exteriormente los muros, 674). y la parte interior del arco, estn todos consagrados perpetuar la glora de Trajano como prncipe perfecto, justo administrador y padre generoso de los
emperador, que en
le
la
inscripcin lleva ya el
haba conferido
(fig.
Los
relieves
ciudadanos de todo
relieves
de
la
el imperio. El excelso emperador, al que veremos, en los columna que adornaba su foro en Roma, combatir personalmente
43<5
.V1JSTOR1A
DEL ARTE
rt
ITT
Fig. 675.
Arco
de Benevento. Trajano
reci
en
las
las largas
campaas contra
los brbaros,
escenas de paz, no
como
infatigable
general, sino
como
el
supremo magis-
trado de cuya
le
mano
han concedido los inmortales. En lo alto del tico del monumento, la un relieve en el que las tres divinidades capitalinas, Jpiter, Juno Minerva, contemplan los generosos actos de Trajano; en todos los dems y relieves del arco de Benevento estn representadas escenas de concesin de tierras los veteranos, promulgacin de privilegios las provincias recepcin
izquierda, hay
de
en
el
fondo
las
como
atributos,
emperador
(fig.
675).
Pero los ms interesantes de estos relieves para perpetuar el paternal gobierno de Trajano, son los dos que decoran el interior del arco de Benevento. En uno de ellos el emperador efecta un sacrificio para celebrar la era de la paz, mientras que en el otro el pueblo, rodeando familiarmente al cortejo de Trajano, lo aclama por sus mltiples beneficios; los pobres acuden con sus pequeuelos
LA COLUMNA TK AJANA
gpbre
las
437
espaldas
para presentarlos
al
gran magistrado,
.TI
w
*
'
*?
en recuer-
1
-i
r
1
1
1
flirt
i=J
1
1 1
|
Mil
o a o
KM
pie
Capitolio. El
la
arquitecto director
de
obra era un
griego,
Apolodoro
y
de Damasco,
trabajar
toda una
escultores,
Fig. C76.
escuela de insignes
artistas
que decoraron el monumento con exquisitas balaustradas y relieves. Del Foro Trajano proceden un sinnmero de fragmentos de sorprendente belleza esparcidos por las iglesias y museos de Roma; el guila de Sancli-Apstoli (fig. i), el relieve hermossimo de la fig. 716 y otros ms tarde aprovechados tambin en el arco de Constantino. El conjunto del edificio era casi de grandiosidad oriental (fig. 676); un arco de triunfo (T) daba acceso al patio porticado que constituye el verdadero Foro, con la estatua ecuestre del emperador en el centro. A cada lado de este patio haba un hemiciclo y en el fondo la baslica Ulpia, de cinco naves con dos bsides (U). Detrs de sta, dos bibliotecas (W), y en medio un patio (V) con la columna triunfal, que tiene en sus cimientos una pequea cmara donde estaba el sarcfago del emperador. Detrs de la columna haba un templo dedicado al emperador divinizado. Todo el conjunto monumental, casi intacto en tiempo de la invasin brbara, hubo de causar indecible asombro los descendientes de aquellos germanos que el gran emperador haba dominado. Hoy el Foro de Trajano es uno de los monumentos ms destruidos de Roma, pero por milagro se ha conservado la columna erigida encima del sepulcro, con el rtulo helizoidal de relieves donde se describen puntualmente las campaas que llev cabo en el Danubio. Dante la debi ver ya as aislada: All estaba historiada la alta gloria del prncipe romano, dice en la Divina Comedia: en sus relieves aprendieron, por decirlo
as, la
grandiosidad de su estilo
438
ms grandes
artistas
romanos como
porque no posean
una columna Trajana, como la tenan ellos en Roma. Realmente, bajo cierto punto de vista, la columna de Trajano es tambin uno de los trminos
del
de llegada Descansa
como una
de
colos
la hlice
relieves, describiendo
paso
la
paso las
(fig.
campaas
del gran
emperador
677).
En
los
dos grabados de
lm.
XXXIII
puede apreciarse con qu minuciosos detalles estn descritos los sucesos; hay que tener en cuenta que el arquitecto Apolodoro de Damasco, director de la obra, acompaaba al emperador en sus expediciones militares; sabemos que l tambin fu quien dirigi
la el
Danubio. Es
fcil,
con-
tinuacin de otras; no
hay un marco
momento de
la
que el ambiente general contine, fcilmente se comprende el sentido de cada cuadro. Es el mismo estilo continuado
de representaciones
adoptar en
el
histricas
que
el
se
arte cristiano;
la
rtulo
gigantesco de
es
columna
Trajana no
escul-
ms que
las
el
la ilustracin de la crnica
libro
de
F
r>
i
campaas, como un
7 7
Columna
Trajana.
Roma.
pido en
mrmol.
En
ciertos
momen-
LA COLUMNA TR AJANA
439
Fig. 678.
Friso
Fig. 679.
Capitolio.
Roma.
Traja no.
Tarragona.
el
de
las es-
culturas de la
Edad media;
el
que
los
el
espritu
romano
est en
contacto con
Hay grupos de brmarcha de los acontecimientos entre los bosques de la Germania, las mujeres participan de la lucha, y por fin, cuando el jefe y alma de la resistencia, Decbalo, muere en la batalla, la luna, la divinidad de los pueblos germnicos, se le aparece entre las nubes como en un poema de Ossin. Vense las escenas bellsimas de la paz, cuando los jefes brbaros prestan acatamiento al emperador, que generosamente acoge los vencidos; las escenas pintorescas del campamento, cuadros de la vida militar romana, llenos de realidad y de naturalismo. Pero en todo el largo friso, que desarrollado
nan que infundir su espritu en los tiempos medioevales.
baros, con gesto dolorido, discutiendo la
tiene
ms de doscientos metros,
l
el
siempre presente,
acude en todos
las
la
momentos
difciles,
la
ordena en perbatalla
sona
como un columna Trajana son el mayor elogio del gran emperador; sus campaas pueden seguirse paso paso, y en los tranlas
marchas, dirige
construcciones interviene en
la
guerra
est
all,
sona augusta.
Adems de
ministracin hizo desarrollar el gusto por las decoraciones con atributos militares y civiles. El friso del
todo
est lleno
de objetos
templo de Vespasiano en Roma inicia ya esta corriente; litrgicos, pateras, hachas para el sacrificio, jarros alternados con bucranios (fig. 678). En un templo de Tarraestilo (fig. 679); las guirnaldas
de roble
44"
Ara
Pacis.
que
relieve
lo
la
de
la figu-
ra
el
68o nos
acto de
representa en
dedicacin de
Fig.
en
la
Relieve que representa Adriano 68o dedicacin del templo de Venus y Roma.
Venus y Roma, del que se conservan an restos colosales al lado del arco de Tito. Era un templo doble; en cada fachada (que tena la forma de un templo decstilo, con diez columnas) abrase
su templo de
estatuas de
una
celia
las
Venus de Roma. La
particularidad de las dos celias era que estaban cubiertas con bvedas de can
con casetones; en
se
de-
bi distar
mucho de
tener
la
de
los
arquitectos
profesioel
nales,
como
del
Apolodoro,
autor
Foro Trajano. Se
al recibir los
planos y
Adriano
sobre
el
le
la
observaciones no
muy
de su imperial discpulo.
El relieve de
la
fig.
68o
68 1. Are de Adriano.
ha sido
encontrado en dos
el
fragmentos, pero
ltimo
Fig.
'.V+BtA^.
Tomo
La Columna
Trajana.
En la zona inferior, el teatro de la guerra est indicado por medio de laa chozas de los germanos En segunda zuna, a la izquierda, el emperador, sentado en su tribunal, celebra consejo de guerra con sus la derecha, el propio Trajano c ienza la campaa con los sacrificios ritual.'-. En la tercera zuna, los soldados, dirigidos tambin por Trajano, cortan rboles para construir un campamento. En la cuarta zona est ya representado un primer combate con los brbaros.
la
generales;
Lmina XXXIII.
La Columna
romanas;
Trajana.
En la zona inferior est representada la corriente del Danubio, que surcan infinidad de embarcaciones el dios del ro levanta su cabeza de las aguas para ver pasar el ejrcito romano, que deja sus cuarteles de invierno y atraviesa el ro por un puente de barcas. En la segunda zona, la izquierda, Trajano arenga sus soldados desde lo alto del tribunal; la delecha, los veteranos construyen un campamento. En la tercera zona, la derecha, olios soldados abren una zanja, mientras un grupo de soldados de caballera cruza un puentecillo de tablas.
HI8T.
DEL AKTE.
T.
I.
56.
442
esculturas del
frontn, muestra
que, sin
de-
ninguna duda,
estamos
plo
y
del
emperador,
las provincias
orientales y
Fig. 683.
el
Egipto se
naron
lle-
de
es-
moderno,
de imitar
en Atenas
ingreso
placa en los
aficin los viajes y con refinado eclecticismo se commonumentos antiguos de las lejanas provincias, que despus trataba en Roma. Como testimonio de su aficin por la Grecia, queda an
tena gran
la
el
la
emperador pretenda
(fig.
lado de
la vieja
681).
Lo
crtico
una obra
cuerpo
puramente
de
finas
como
lo es el
alto,
molduras
rectilneas,
en
el
villa
construida
Fig. 684.
Fig. 685.
Estucos decorativos de
las
bvedas.
443
Fig. 686.
Fachada del
en
de Roma, advirtese un prurito de aficionado las cosas exticas, queriendo imitar veces los templos egipcios y orientales. Las ruinas de la villa Adriana son todava hoy gigantescas construcciones medio destruidas;
las afueras
bvedas, descarnadas de sus estucos, cubren an veces espacios vastsimos (figs. 682 y 683). La residencia imperial contena un teatro, grandes bibliotelas
cas,
llena
baos, hospederas, templos de cultos latinos y orientales, y deba estar de estatuas y tesoros artsticos de todo gnero. Los campos de ruinas de
la villa
Ad
museos de Roma y del extranjero; durante el Renacimiento fueron inagotable mina de mrmoles preciosos; el emperador, que disfrutaba de la paz que haban procurado las campaas de Trajano, su padre adoptivo, debi reunir en este palacio los orig'nales, por lo menos copias muy fieles, de muchas obras maestras
de
la
antigedad.
se ejecutaron tambin en el Palatino grandes reforsubconstrucciones de bvedas inmensas que hasta ahora habanse
En tiempo de Adriano
mas;
las
llamado
el
deben
atribuirse la
poca de Adriano
684).
La
bvedas de
arte
con estucos, desarroll de una manera extraordinaria el fino que cubren de figuras y adornos las partes altas de la construccin (fig. 685). No hay que decir que estos relieves iban siempre pintados, muchas veces formaban recuadros de mo duras, y en el centro destaladrillo
de
cbanse
Pero cuando
rra los
labradas hbilmente por los estucadores romanos. bvedas eran de extremada dimensin, entonces se recucasetones. As era, por ejemplo, la cpula del edificio que se llam
las
444
Adriano (figs. 686 y 687). El PanRoma fu emplazado en un lugar que deba estar ya ocupado
1
ior
ten de
por parte de
las
antiguas termas de
columnas
parte
tro
de Augusto en
el
el
friso
de
la fa-
chada, pero
interior
de
la sala
de 42 mede la po-
de Adriano. La media naranja cpula tiene una abertura redonda en su parte alta, por donde entra la luz; toda la bveda es una masa concrecionada con nervios y
ca
de
la
\^yi inri
modelo donde aprendieron los arquitectos del Renacimiento; de ella tom sus ideas Brunelleschi, el autor de la primera cpula moderna en Florencia, y se conservan los dibujos de Rafael, deliciosos croquis que el gran pintor y arquitecto tomaba del edificio romano
el
(fig.
tacto, su
pavimento es
el
del
monumento
Interiormente,
vemos
en
las
el
Panten
de
la
cmo
se
han conservado
lneas
edificios religiosos
de
la
poca siguiente:
el
Lmina X.XXIl
Tomo
445
templo de Antonino y Faustina, en el Foro romano (figura 690), el templo del Sol en
el
Quiinal, de planta
con
veda,
y,
per
fin, el
templo de Neptuno, en
grandioso
del
tiempo
(fig.
de
692).
Adriano
Neptuno
des-
cansan sobre
un
po-
basamento
KZ
que
son
representacio-
L
Fig. 689.
^
mBm
La puerta
del Panten en el Dibujo de Rafael de Urbino.
siglo xvi.
del
romano, aunque algunas de estas figuras reproducen motivos de los relieves funerarios ticos, por su actitud melanclica, sumisa, y las manos plegadas; sin embargo, tienen otras eminente carcter cvico y con sus atributos hacen alarde de las riquezas de cada regin, que aportan como tributo
la
Roma
eterna.
Unas
visten sencillo
manto y ofrecen
las
como
la Hispania, se
como
si
madre Roma
(fig.
693).
Como
arquitectura funeraria ya
hemos
el
tipo de
que Trajano fu enterrado en mausoleo imperial iniciado ya por con su cmara interior para el sarvisto
44 r
>
Fig. 690.
Templo
cfago.
Quedan todava
Papas en
el
por
la
los
castillo
derecha del Tber. Para llegar al mausoleo de Adriano haba que atravesar un puente adornado con estatuas (fig. 694); la torre gigantesca del sepulcro estaba rodeada de dos pisos de columnas y remataba con una cspide cnica, en cuyo extremo haba una gran pina de bronce dorado
la orilla
mitad de Roma, en
el
Vaticano.
Toda
la
interiores.
de
la
romanas, en
la
inme-
monumentos
Va Appia puede decirse que estaban contiguos unos con otros y formando como una especie de inmensa avenida de
dos en
la
sepulcros
es
(fig.
695).
La Va Appia, en Roma,
los
de su decoracin marmrea,
que formaban
Fio.Hfn. -Planta del templo del Sol. Roma.
que to-
dava
hoy hacen
variar
romnticamente
447
Fig. 692.
de Neptuno, en Roma.
la silueta
el
ca las tierras
de
la
Campania y de
las
meridional, era
cementerio de
moda y
el
dems
vas
que atraviesan
el
Lacio: la va Latina, la
Tusculana y Ardeatina, y otras que todava arrancan de Roma. Pasemos ahora la escultura. Algo hemos tenido que anticipar ya de
ella
hablando de
la
columna Trajana.
senta
el
Un
como
que publicamos en la fig. 680, que repreVenus y Roma. Las figuras del
primero y segundo trmino ofrecen tambin la ingeniosa combinacin de planos que da la perspectiva
las del arco de
se conserva
Tito. De pocos aos despus un monumento muy importante: otra
columna
triunfal
relie-
campala
de mucha menos
que
los
de
la
columna Trajana. En
una de las caras la apoteosis de los progenitores del emperador, Antonino y Faustina, llevados entre
dos guilas por un genio alado
(fig.
Marte,
mano en
una divinidad suelo y apoya una gran obelisco de Augusto, que se eleel
Fig.
44JB
vaba
all
cerca.
Es
el
mismo asunto
del ca-
ms seco,
mitolgico;
oficial
en lugar
perador,
slo
estas
En
este
relieve
el asunto
est
siva, faltndole el
obras anteriores.
otras esculturas
Roma;
las
escenas
de
sacrificio
perjudicada con
y de cortejos triunfales estn esculpidas con cierta grandiosidad, la monotona del arte oficial del imperio, que comenzaba ya
la
languidecer en
II.
En cambio, en
erigido para
deban pertenecer un
monumento
conmemorar
de Roma,
la
expedicin de
oficiales
de estos relieves
los
que
la
mucho ms
viril
que en
los
recuerdos de
emperador sube al carro triunfal guiado por la Victoria, mientras Roma retiene las bridas de los caballos; detrs de ella est el Sol, con una corona de rayos, y en el suelo la Tierra
tradicin helenstica son visibles en
detalles. El
muchos
como
arte
un
reflejo
del
de
los escultores
descendientes de los
en los relieves
conmemorativos
Fig.
co-
mienza
manifestarse
LOS RETRAlOS
449
Fig. Gg6.
Base
de
la
la Pina.)
Roma.
los escultores
romanos
el
segundo
siglo
Fig.
IMSI'.
G07. Relieve
I. 57.
triunfal
DEL ARTE. T.
450
fig.
siano,
representar togados,
coraza
imperial del
se conserva en el
Vaticano
tipo del
698); repite el monarca sentado, con el manto que pende del hombro izquierdo y no cubre ms que
(fig.
las piernas,
como
el
de Tiberio,
que
hemos
reproducido en el
Retrato de Nerva.
Vaticano.
frente llena
de
arrugas, se enla
grandece por
1
posicin
tiene el
majestuosa
que
conjunto de la estatua.
De Trajano
se
y Adriano
pe-
prosperidad,
los beneficios
merced
de una ad-
ministracin
paternal,
honrarla
reclaman para
De Marco Aurelio
conserva en
se
la
Roma
del Renaci-
t
Fio.
Aurelio.
Roma
(fig.
LOS RETRATOS
451
veces
la
adulacin de
las ciu-
dades y provincias llega elevar un templo al emperador divinizado, y menudo piden tambin los retratos
de
la
mos bien
estos parientes
ms prximos de
los
de Trajano, Sabina, de Adriano, y las dos Faustinas, esposas de Antonino Po y Marco Aurelio. Pero de todos estos personajes
secundarios, acaso del que se hayan
bitinio favo-
oriental, de precozmente un
Fig- 700.
Busto de Antinoo.
Vaticano.
misterioso,
ahogndose,
acaso
asitica,
en
las
emperador. El recuerdo de Antinoo persigui toda vida Adriano, que su memoria hizo edificar una ciudad en Egipto, y
la
felicidad del
fu elevado la categora
un
que
ori-
es el ltimo
producto
So-
cabeza
sensual de
Antinoo con
sus
como en
relieve
el
lo
maravilloso
representa
Fig. 701.
que
Antinoo.
Pilla Alani.
452
Fig. 703.
Retrato
(Museo de
Fig. 702.
las
de
los
Antoninos, es
el
el
con una guirnalda y hoy se conserva en la quinta que fu del cardenal Albani (fig. 701). Otro tipo ideal muy repetido en tiempo del brbaro prisionero, creado acaso con las guerras de
las
contacto con
con una tnica ceida y bragas, y en la cabeza un gorro, para indicar que habitaban regiones mucho ms fras. Su fisonoma, siempre estereotipada como de un tipo fijo, muestra un hombre de nariz chata, largos cabellos y pequea barba
el
y cabeza tambin inclinada, en gesto sumiso y de reposo, pero mostrando en su expresin todo el intenso dolor de sentirse prisionera (fig. ,02). Estos son
LOS RE RATOS
453
germano,
el
haciendo maravillas en los retratos, y acaso con mayor xito en los de los patricios, y hasta humildes burgueses, que no en los
que muchas veces debieron ser labrados por docenas, segn un modelo que poco poco iba desfigurndose. Es interesante, gracias a ciertos detalles, como, por ejemplo, el tocado, la edad, poder fijar casi el ao mismo en que fueron esculpidos; porque el peinado las maneras de vestirse la moda revelan la fecha en que las personas reales las usaron, como ya lo hemos visto en la poca de lOs Csares. As el admirable retrato de
retratos idealizados de los emperadores,
la
Vestal
mxima
(fig.
703),
encontrado en
la
casa de las
vestales del
Foro romano,
Fig. 704.-
Julia,
hija
de Tito. Vaticano.
nado
de cabello sobre
Pero
la
frente
(fig.
704).
con
el
llevaba Julia,
hija
de Tito,
es
uno
del
Museo
del Capitolio,
que
reproducimos en la fig. 705. Pronto la moda cambi por completo; en los reinados de Antonino y
Fig- 705.
ron
el
tocado
del tiempo
4:4
peinado
hija,
dulado.
la
Un
grupo de madre
de
madre
lleva todava el
tocado alto
na XXXV.) Finalmente, en el precioso grupo funerario del Vaticano que representa dos esposos sobre su tumba (figura 707), la mujer lleva el cabello simplemente partido, como un presagio de la
simplicidad cristiana. Qu dulce afecto
Fig. 706.
del tiempo
(Museo Madrid)
manos en
el esposo,
sin
separarse
compaero de su
vida.
Es
el
aun en la muerte del que fu el mismo sentimiento de piedad familiar de las estelas
Fig- 707-
Grupo
LOS RETRATOS
griegas, pero con
455
un nuevo acento
Roma
y de provincias
y de realismo durante todo el segundo siglo. Vase, por ejemplo, la cabeza que reproducimos en la fig. 708, encontrada hace poco en Anzio y con la barba corta de la poca de Adriano; nada sabemos de su nombre, ni del autor que ejecut
lleza
De
otro rosiglo, es
mano de Roma,
el
del
segundo
la fig. 709,
que en un principio se haba credo obra del ltimo tiempo de la repblica, juzgando por su realismo, pero cuya cabellera y la barba afeitada
Fig- 708.
son dla poca de Trajano. Adems, otro signo de esta poca es el busto, el modo de cortar la parte anterior del pecho que fu peculiar de este perodo
imperial,
porque mientras en
la
y todo
la
trax.
Es
caracterstica,
poca de Augusto la cabeza va slo con el cuello aumentando y acaba por aadirse tambin casi adems, la manera de figurar los ojos en la poca
tig. 709.
Ke'rato
Fig. 710.
Romano de
456
r ig.
711.
Fig. 712.
marcar, no slo el crculo de la pupila, sino tambin un pequeo hueco, que, dando sombra, formaba el negro del ojo, como en el retrato de la fig. 710. No ya en la capital solamente, sino en todos los cen-
tros importantes
de personajes
locales,
que
sin
el
mismo
lugar.
En
la
fig.
retrato
siglo,
romanos
de cada
raza, cosa
que
como las orejas salientes del viejo flaco del Museo de Aquilea (fig. 711). Dotados de
vida maravillosa, estos retratos de los
mu-
de personalidad que
los
de
los
emLa au-
de
res
la
los individuos
que retratan
los esculto-
romanos, slo puede compararse con de las obras de los pintores holandeses
La cabeza
del
ira-
germano de
la fig.
.amina
XXX\
Retratos de madre
hija.
Tomo
LOS RE IR Ai OS
457
Fg. 714.
Un espaol
el
(Museo de Madrid)
Fig- 715.
Un dacio. (Museo de
de
la fig.
Viena)
personal, repitiendo
personaje
uno de aquellos atenienses de la decadencia, que, San Pablo, pasaban el tiempo diciendo y escuchando novedades. El
real,
713 es ya un al decir de
retrato del
el
(fig.
dacio de
la fig.
/15
tambin, en
la
el
raza, sino
tambin algo de muy personal y propio de la persona retratada. Vamos ocuparnos ahora otra vez de la evolucin de los estilos en la decoracin monumental, en la que fueron maestros incomparables los artistas
Fig. 716.
IIIS'I
.
Danza guerrera.
DEI. Altl'E.
r.
i.
-58.
45-8
el
cuerpo inferior
Ara
Pacts
cmo
las
son
la
romano y lo que constituye uno de los sntomas de la evolucin de su estilo. Sin embargo,
como ya decamos
al
tratar
de
los estilos
de
no guardan siempre un
En
el
graciossimo
(figu-
de
la
ra 7 i), el motivo
de
la
que data
el
del
tiempo de Trajano,
con todo,
las
es lo
belleza.
fuente
los
de
la iglesia
de
Santos Apstoles
i)
el
cuerpo
se
ele-
Poco poco,
de bajo
reliev
fuertes,
de la poca de Adriano (fig. 717). Es el estilo ilusionista de los relieves histricos aplicado la
el
como en
decoracin;
el
combinacin de
el
del arco
parte
lisa,
el
17.
mente repartido, como en el bellsimo relieve del Foro Trajano, con los ngeles vertiendo agua y un vaso en el centro (fig. 718). As son tambin los frisos del templo del Sol en el
Quirinal,
de
la
los acantos,
poca de Adriano, y acentundose esta tendencia cada vez ms, llenar el fondo por completo,
719.
como en
ms
alta;
el friso
el
de un
la
ilibujar
459
Fig. 718.
como en
se
precioso friso de
la
via, del
(fig.
Museo Laterano,
que que rodeaba de
negro del fondo,
la
que debe
en
el
ser ya
de
las
los ltimos
720). El efecto
relieve augsteo
consegua con
del fondo,
el
blanco luminoso
eme recorta
racin. Este
el
contorno de
deco-
mtodo ser adoptado por el arte cristiano y el bizantino; en el Oriente sobre todo fu empleado con preferencia. All, con su luz intensa, las sombras eran tan negras que el relieve tena que marcarse con estos fondos tan recortados, para que la sombra de una parte no pudiera desfigurar otros dibujos del propio relieve. El monumento donde este mtodo fu empleado con ms xito es, sin duda alguna, el maravilloso friso del castillo mesopotmico de M'schatta, que ha sido trasladado por entero en nuestros das al Museo
de Berln
(fig.
721).
E.stas observaciones sobre las diferentes clases del relieve decorativo ro-
la
la
obra transcendentalsima de A. Riegl: Die spdtr'que estudi por primera vez la evolucin siempre
-\
'f^s
\aJliu
h
/
Tija*
V
\
c
3
'
s^v*
\
'
'\
fe
t.
""
Fig. 719.
Relieve
de principios del
siglo
460
recen
perda
lo
como pocas de
el
arte
riqueza y estilizacin. Estos cambios tan profundos del gusto y de la tcnica, han tratado de explicarse por la intervencin en
orientales; pero
arte helens-
por
la
cer que
el friso
de
donde
fondo obscuro y de la decoracin plana aparecen ya tan hbilmente aplilos principios del
lo
muy romano an y anterior que se hizo de este gnero en Oriente; anterior al menos de tres siglos al friso de M'schatta, que puede presentarse como ejemplo culminante
cados, es de dibujo
todo
de este
As
estilo
de decoracin
(fig.
721).
el arte
hlice ascenla
vulgaridad.
hacia
la
misma
direccin. El impresionismo
dlos
tambin en
la pintura; los
Fig. 721.
Friso del
castillo
46l
Fig. 722.
Miniatura
de un manuscrito del
mente dibujados por contornos, son, de cada vez ms, un conjunto de manchas de Adems, encontramos en la pintura el mismo estilo continuado, de representaciones unas al lado de las otras, describiendo cronolgicamente una accin, como en la columna Trajana. La miniatura de un manuscrito de Virgilio que reproducimos en la fig. 722, es un ejemplo curioso de este estilo continuado. Describe en dos tiempos el episodio de Laoconte, de la Eneida. A la izquierda, Laoconte como sacerdote, se prepara sacrificar una vctima delante del templo, pero en el mar. que se ve en el ngulo, aparecen las dos serpientes que han de estrangularlo, A la derecha del mismo cuadro est ya representada la muerte de Laoconte y de sus hijos, junto al ara misma que se ve en la escena anterior. Ambos cuadros no estn separados por ninguna lnea ni marco, como tampoco lo estaban las escenas sucesivas de la columna Trajana. Esta convencin libertad es de extraordinarias consecuencias en la historia del arte, porque en la Edad media las representaciones cristianas podrn acumularse en un mismo cuadro, ilustrando, no un momento de la accin, sino toda una historia. La miniatura que reproducimos del Virgilio que se guarda en el Vaticano, pertenece ya un cdice manuscrito del siglo quinto, pero debe repetir groseramente un modelo antiguo. Para nuestro objeto, que es tan slo dar una idea del estilo continuado en la pintura, cumple el mismo efecto que el original, aunque artsticamente las miniaturas sean de un arte muy inferior.
color ingeniosamente combinadas para producir su efecto distancia.
la familia Julia, durante las dos nuevas dinastas Antoninos el arte romano sigue siempre un progreso ascendente. Vespasiano, el primero de los Flavios, construy un nuevo palacio en el Palatino y el anfiteatro, llamado Coliseo, en el lugar que ocupaban los jardines de Nern. Para conmemorar la toma de Jcrusaln se levanta el arco de Tito, y ste y Domiciano erigieron en la capital varios edificios suntuosos. Durante el largo reinado de Trajano la administracin paternal del imperio da origen una era de
Resumen.
de
4G2.
HISTORIA DL ARIE.
prosperidad durante la cual se edifican monumentos de utilidad pblica en todo el mundo romano. Testimonio de las liberalidades de Trajano es el arco de Bcnevcnto, y como recuerdo de la.s campaas del emperador, queda el Foro, con la columna historiada sobre su sepulcro. Adriano siente gran accin por la arquitectura, l mismo proyecta y dirige su templo de Venus y Roma- Prueba de sus gustos eclcticos es la villa Adriana, con grandes construcciones abovedadas, y en su tiempo se n-( onstruye totalmente el Panten de Roma, con su cpula colosal de 42 metros de dimetro. En tiempo de Marco Aurelio se levantan una nueva columna triunfal, un arco, del que se conservan los relieves en el Capitolio, y el templo, todava en pie. de Antonino y Faustina en el Foro romano. Acaso sea de la poca de Adriano el templo de Xeptuno, con su zcalo de las figuras de las Provincias, nuevas representaciones de todas las naciones sometidas al imperio. Como ltimos tipos de creacin del arte antiguo deben cunsiderarse las estatuas de los brbaros prisioneros y ei tipo idealizado de Antinoo, el favorito de Adriano. Los retratos son an durante toda esta poca de extraordinario realismo, no slo los de los emperadores, sino tambin, y acaso ms bellos toda-
de simples particulares, annimos ciudadanos ele Roma y las provincias. La decoracin, en un principio fina y de poco relieve, va ganando el espacio del fondo claro, desnudo, hasta acabar por llenarlo completamente,' lo que obliga recortar el dibujo con huecos que marquen
va, los
de nuevo
la
siluetas.
Bibliografa.
Huelsen: Le forum
Trajanssaule, 1896.
Courbaud: Les bas-reliefs romains a representations historiques, 1899. roinain. Froener La Colonne Ti ajane, 1875. Cicoritjs: Die reliefs der
:
The triumfal archs at Beneventum, 1893. P. Gusman: La Bernouillt: Romischelconografie, 1894. -P. Gusman: L'artdecvilie i'iiprriaL de Tibur, 1904. ratif a Rome, de la fin de la Kcpublique au IV si'ecle, 1905. A. Riegl: D'u spatrmische Kuntsuidustrie, 1901. S. Strzygowskt: Oriettt oder Rom, 1901.
FROTHINGHAM:
Fig. 723.
Fig-7-4-
Las
excavaciones de Ostia.
CAPITULO
EL ARTE
XX
ROMANO EN
PROVINCIAS.
TRABAJOS DE COMUNICACIN Y URBANIZACIN. EL ARTE ROMANO EN ORIENTE. LOS CULTOS ORIENTALES. LA DECADENCIA DEL ARTE EN ROMA.
Hacia
rial
la
el
gobierno impe-
de comunicacin. Las anchas carreteras, empedradas de losas poligonales, que arrancaban de las puertas de Roma, extendan despus, bifurcndose, sus ramales en todas direcciones. Se conserva una copia medioeval, bastante fiel, de un mapa romano de todo el
haba cubierto
vas
mundo romano d
imperio, con
muchas de^as
all
posada del Foro Appio, una jornada San Pablo en su viaje la capital. La fidelidad de este mapa, llamado la tabla de Peutinger, del nombre de su posesor, antes de que pasara al Museo de Viena, se comprueba perfectamente con los itinerarios listas de ciudades de la poca romana, que para ciertos viajes poseemos an. En el plano de Peutinger la configuracin de las comarcas
de
los
caminos;
de Roma, donde
muy
fig.
exacto
al
sealar
la
posi-
aparece
la
dos
el
trazos
la
Dalmacia, y
est reel
Mediterrneo, con
Roma
indican tambin, en
mismo
464
fV
Fig- 725.
Un
fragmento de
la
tabla
de Peutinger con
el
plano de
las vas
romanas.
muy
sus almacenes y
el faro
lo
qu eran
el
(fig.
Las excavaciones de Ostia, en estos ltimos tiempos^ han puesto en evidencia los grandes centros martimos del imperio con su mescolanza de razas 724); adems de las vas con los docks y depsitos para el grano, el aceite
no
faltan los
vino,
las religiones,
las colonias
el
aun
las
ms ex-
de comerciantes
puerto principal
era
extranjeros,
que tenan
de
Roma
para
las relaciones
con
el
Italia,
ms bien un
la
puerto militar y de embarque para la Grecia y el Oriente. Las grandes vas romanas conducan, atravesando los Alpes,
y las Galias, de
all
Germania
Bretaa y Espaa. En el paso estratgico del San Bernardo se han encontrado multitud de objetos votivos romanos, consagrados al genius loci divinidad tutelar de aquellos montes. Espaa y las Galias estaban
la
465
Fig. 726.
cruzadas en todos sentidos por estas carreteras; muchas vas modernas siguen
actualmente
el
mismo trazado de
las calzadas
de
la
menos
romanos. El puente de Alcntara, cerca de Cceres, tiene en su entrada un pequeo templete, dedicado al propio puente divinizado; en l se practicaba un culto especial en agradecimiento de los servicios prestados al viajero por
pilares
un largo rodeo
(figs.
726 y 727).
Obras colosales de ingeniera, parecidas los puentes, eran los acueductos para conducir el agua las ciudades. Uno de ellos, en la Provenza, el Pont-duGard, es un verdadero puente que atraviesa el Rdano, con sus tres pisos de arcadas, corriendo el agua por un conducto del piso superior. El Pont-dn-Gard, de altura extraordinaria, desafa an con su magnitud la grandeza de aquel paisaje solitario de la garganta del Rdano. En Espaa tenemos tambin casi intacto el acueducto de tres pisos de Sego-
via y el de Tarragona
(fig.
728),
quedan-
do en pie
ba ser el
que dede Mrida, acaso ya del siglo quinto. Como ejemplo de acueducto romano sencillsimo, puede citarse el de Sevilla, llamado vulgarmente
los restos colosales del
mayor de todos,
el
caos de Carmona, porque hasta hace poco conduca la ciudad el agua de aquelos
lla
poblacin vecina
(fig.
729).
En
el
frica
los acueductos;
la
mayor
de
ba
all adems un sistema completo de aprovechamiento de las aguas del invierno, con pantanos para embalsarla y cana-
les
para conducirla en
de que no se perdiera una sola gota. Los modernos colonos de Argelia y Tnez no
HIST. DET, ARTE.
Fig.
T.
I.
59.
466
Fig. 728.
la mayor parte de las veces ms que restaurar este sistema hidrulico de romanos, levantan de nuevo los muros de contencin de los estanques y limpian los antiguos conductos del agua en las lomas de los pequeos valles.
hacen
los
Las puertas, de
torres de defensa, lo
las
polas
merium
En
famosa Porta nigra, de Trveris, en Germania, con sus tres pisos de prticos, parece aplastar una regular catedral romnica que est adosada sus paredes (^fig. 730). En Espaa se conservan muchas puertas
puertas dimensiones colosales:
731); va-
an
de su recinto, ms menos
la
modificadas en
Edad media.
Adems,
sin
de
las
de Toledo, Mri-
Los
da y Crdoba.
TRABAJOS DE COMUNICACIN
URBANIZACIN
467
Fig. 730.
antiguo patrn
itlico,
que impona
las
el
cardo y
el
dccuma-
desde los centros de los lados de las murallas. Este sistema era aplicado con ms menos rigor segn los accidentes del terreno y muchas veces quedaba desfigurado por algn ensanchamiento
posterior del plano de la ciudad,
pero casi siempre pueden reconocerse estas dos vas en las ciudades
menudo
porticada, con
tiendas en su rededor,
donde
se
mejor ejemplo conocido de foro de una pequea ciudad de segundo orden es el de Pompeya; en la
fig-
73 2
vemos
la
plaza rectangu-
con las columnas nuevas de mrmol que se estaban colocando cuando ocurri la destruccin; la
lar,
'
fig.
73*
en cambio, mustralas
la puerta romana de Barcelona en el siglo xvm. (Dibujo hecho segn una estampa de la poca.)
4 68
Fig. 732.
partes antiguas,
esta figura
las
donde todava quedan las columnas de ladrillo estucado. En vemos tambin una sencilla fuente pblica, con una mscara, como
el alto
las calles. En el fondo del foro de basamento podiwn con parte de las columnas del templo de Jpiter; cada lado se levantan an los arcos de triunfo, descarnados de sus mrmoles, que dedicados los emperadores que se haban especialmente
Pompeya
ciudad, servan
Uno de Pompeya,
los
rn, del
trado
estatua ecuestre
que
lo
coronaba.
del
En una ciudad
jano
frica, fundada por Traal comenzar el segundo siglo, llamada Timgad, y que acaso, despus de Pompeya, es el conjunto de ciudad romana mejor
Fig- 733-
Fuente pblica en
el
Foro. Pompeya.
Lmina
XXXV
1.
Ruinas de Timgad
(frica
B.
romana).-,/. Vista general de la ciudad, desde Arco de Trajano, en la entrada del Foro.
el teatro.
Tomo
409
pblicas
el
un
lado;
en
el
fondo,
templo principal
(Lm. XXXVI). Prximo al cruce de las dos vas (cardo y decumano) de Barcelona se conservan an las ruinas de un templo del siglo iv despus de Jesucristo, que deba substituir un templo ms antiguo del propio foro
(fig. 734).
veces, ade-
ms
Roma. Una ciudad pequea como Pompeya tena an otro foro triangular cerca de las murallas. Adems del templo del
foro,
ms pequeos
divinidades menores;
en Pom-
otro
peya tenan un templo Apolo, Isis Mercurio y Esculapio. Hasta los pequeos barrios
,
rurales,
(de
juntos de casas
que
surgan
veces lo largo de
las vas
de
modesto sobre un
generalmente de un
tio
alto pottum,
estilo corinFig. 734.
Elemento indispensable de una ciudad romana de provincias era, tanto ms que el teatro, el anfiteatro. Sorprenden las colosales ruinas de ciertos anfiteatros de las provincias del frica, donde hoy no queda rastro de las ciudades que debieron surgir su rededor. En Provenza se conservan los dos anfiteatros de Nimes y Arles (fig. 735), con sus fachadas con prticos, reproduciendo en menor escala el anfiteatro Flavio de Roma. Iguales muy parecidos son los de Paduay Verona, en Italia, y sobre todo el de Pompeya, algo apartado de la ciudad, porque, para la mitad de sus graderas, aprovecharon una vertiente natural de la montaa; la otra mitad est ya construida con bvedas y muros de soste-
47o
mil M i tifi
Fig. 735-
Anfiteatro
romano. Nimes.
nimiento
(fig.
736).
Pompeya
es el
se conservan, el de
l
el
el
de las prodigalidades de algunos proceres romanos, eme durante sus temporadas de veraneo en Pompeya, obsequiaban la ciudad con juegos en el anfiteatro. En Espaa subsisten restos del anfiteatro de Tarragona; son visibles, aunque muy destruidos, los permetros elpticos de los de Mrida y Toledo, y por fin, casi intacto se conserva an el de Itlica. Las gradas estaban apoyadas sobre un enorme macizo de hormign, que tiene dentro, hbilmente dispuestos, los corredores abovedados para
el
ingreso y
la salida
de
y 738).
Adems
romanas de alguna
Fig.
73&
471
Fig. 737
importancia tenan un circo y un teatro. As son de citar, como ejemplos de los mejor
conservados de todo
el
imperio, el teatro de
el
Orange, en
ria; el
las Galias;
de Bosra, en
el
la Si-
Fig* 738.
Corredores internos
de Sagunto, en Espaa, y
de Thou-
el frica (fig. 739). De algunos de adems de las gradas, se conservan restos importantes de la escena, cuyo muro del fondo muchas veces estaba decorado con columnas. (Lm. XXXVII.) Otro elemento importantsimo de una ciudad romana son las termas baos pblicos, como los que encontramos en Pompeya y en Timgad, perfectamente conservados, pero de los que aparecen sobre todo ejemplos en los lugares donde haba aguas medicinales (Aquce calida generalmente), que los romanos supieron descubrir hasta en Asia y en la Bretaa; citemos como ejemplo los baos de Bath, en Inglaterra, que tienen todava ruinas de las termas romanas. Un tipo de poblacin algo distinta de estas ciudades municipales, eran los campos fortificados de las legiones, que se urbanizaban tambin segn un plan bastante regular. En los campos militares construidos por Escipin alrededor de Numancia, en tiempo de la repblica, encontramos ya el mismo sistema de disponer un campamento de la poca imperial, con su recinto ms menos cuadrado de murallas y sus
ga,
en
stos,
habitaciones
mayoall
riores
de
las milicias
instaladas.
Ms
tarde estos
campos
teras
fortificados se enlas
cuentran slo en
fronlas
Fig. 739.
del imperio; en
El teatro de Thouga.
/Ifrica
romana.
472
>
Fig. 740.
y
la
El
Pretorio.
taba la simple polica local; en Espaa, por ejemplo, haba para toda
sula
penn-
una sola legin, en Len. El ejrcito estaba todo l acumulado en los lugares de peligro en el Danubio y la Bretaa, por el Norte, y las fronteras del desierto, por el Oriente. En el frica, aunque la poblacin, formada en su mayor parte de colonos romanos, no poda ser ms adicta, se necesitaba, sin embargo, alguna legin para defenderla de las incursiones de los bereberes del Sur, que cada momento devastaban audazmente las regiones ya cultivadas. Los oficiales del ejrcito francs de guarnicin en Argelia, han excavado estos ltimos aos, bajo los auspicios de la Academia de Inscripciones de Pars, el campo militar de Lmbese, construido para la tercera legin Augusta, que defenda esta parte de la Mauritania. El campo tena una escuela y unas termas, pero adems, en el cruce de las dos vas porticadas, con las celdas para los soldados, haba un edificio, llamado pretorio, que ocupaba el gobernador del campamento (fig. 740). La planta baja est completamente abierta, con grandes arcos en sus cuatro fachadas, y pudo haber servido aquel local para sitio de reunin de los veteranos en el piso alto estaran probablemente las habitaciones particulares del jefe del destacamento. Lmbese nos entera de muchsimas particularidades de la vida militar romana; en su vecindad se construy expresamente Timgad, para que pudiera servir de habitacin las familias de los veteranos, pues muchos de stos eran casados; pero pronto Timgad result tambin demasiado apartada y un municipio regular surgi en las inmediaciones del campo de Lmbese. En Gemiana se han encontrado muchsimos restos de campos fortificados
;
Lmina XXXVII.
iii
TUS*
.eiv.:
Tomo
473
Fig. 741 .
Los trofeos de
Trajano. Adam-Klisi.
Rumania
de las legiones, y uno de ellos, cerca de Salzburgo, ha podido ser totalmente reconstruido por la muniFig. 742. Guerrero nrico. (Museo Je Cilli). Hungra. ficencia del actual emperador. Estaba rodeado de un foso y cada lado de la puerta haba dos estatuas imperiales. Las legiones tenan tambin sus artistas especiales y hasta un cierto gusto por los edificios conmemorativos; la obra ms importante, artsticalos arquitectos y escultores militares, es el gran monumento cerca de Adam-Klisi, en Rumania, llamado an: Los trofeos de Trajano (fig. 741).
mente hablando, de
Era una gran torre maciza circular, con un friso con pilastras alternadas de metopas, en lo alto una cubierta cnica y un cuerpo octogonal menor que sostiene los trofeos. Esta singularsima construccin se encontraba descarnada
de sus piedras en medio de la estepa, pero se haban recogido los relieves de las metopas, que ponan de manifiesto un arte especialsimo. Eran composiciones semibrbaras de relieves planos, con muchos caracteres de la decoracin de la baja Edad media, y provocaron hace pocos aos una polmica interminable para fijar la fecha exacta que podran corresponder. Las excavaciones, llevadas cabo en gran escala estos ltimos aos, han aclarado la cuestin; se encontraron no slo muchsimos ms fragmentos de las esculturas, sino tambin una lpida que pone fuera de discusin que el monumento de AdamKlisi fu efectivamente construido
durante
ct
el
J.C., in
honorem
memoriam de
varones que
el
Estado.
En
la lista
cin se halla
ARTE.
T. 60.
I.
4/4
legiones queran
ms rudas que los de Adam-Klisi. Se conoce hace mucho tiempo la estatua de un jefe de las legiones de las fronobras tanto
relieves
teras,
en
el
Museo de
la
Cilli, la
(fig.
anti-
gua Celeia, en
El carcter no
Panonia
742).
romano de
la fisono-
tes rgidos
ma de este guerrero, con sus bigoy grandes cejas, es evidente; la poca profundidad con que se han marcado las pupilas parece
indicar tambin
unos
ojos claros.
Ostenta
la
indumentaria
comn
los militares
el
la coraza
las
piernas.
Deba
gora,
la
un porque
ser
militar
de cierta cate-
mano derecha
de
excavaciones de
las
fronteras de la
entre los militares, sobre todo, haba especial aficin las sepulturas.
Su
estilo era
campamento; muchas veces era ms refinada la vida de los legionarios que la de las poblaciones semibrbaras que habitaban la provincia. Los mismos mercaderes y
agricultores reciban
como
de
arte ro-
mano
tan slo
el
arte
las legio-
un
el
arte
por
am-
Un
mi-
Monumento de
la
Igel.
litar,
,no es
ms que
tumba de una
familia
475
fig. 744.
funerario se levanta an casi intacto en el pueblo de Igel, romana que va de Trveris Reims. Su disposicin general es la de un cuerpo bajo con relieves y un remate apiramidado, forma frecuentsima en las tumbas romanas ya desde los primeros aos del imperio. Pero muchos de sus relieves representan asuntos heroicos: el mito de Marte y Rea Silvia, de Perseo y Andrmeda, etc. En una de las caras se ven los supervivientes de la familia que han erigido el monumento y encima unos medallones con los retratos de los difuntos. En lo alto un guila, que parece un trofeo militar.
Este
monumento
la va
al
lado de
A menudo
taciones de
la
tambin
las
represen-
vida comn, y entonces nos dan interesantsimas escenas de las costumbres romanas de los ltimos tiempos del imperio. De una tumba destruida, cerca de
Museo
de ms
las
cosas
ntimas, co-
mo la leccin del
preceptor de
casa
(fig.
la
744),
el
peinado
(fig.
de una noble
dama
el
745),
acto
de
la
presentacin de
Fig. 745.
4/6
da
con
(fig.
los
746), muebles
Es
los
la
intere-
sante comparar
muebles y indumentaria
romani-
de estas poblaciones
Pago
ele
de
la
columna
Trajana, cuando
brbaros habitaban simples chozas y tenan un ajuar pobrsimo, excepcin de sus armas. Los relieves de Neumagen son, para la vida privada en las provinlos
cias,
tan preciosos
como
de Pompeya;
es interesante
el tema del preceptor de una casa partocado de una dama griega del siglo iv antes de J.C. La vida provincial romana era en cierto modo ms reservada y pdica, ms en conformidad con las costumbres modernas.
modo
tan distinto
el
menudo
los
monumentos
una
la
el retrato, dentro de un pequeo nicho un medalln. A veces acumulan varios retratos de individuos de una sola familia en una misma piedra conmemorativa, como en ciertas estelas del Museo de Gratz (fig. 747). En Espaa haba un tipo especial de estelas con poco relieve y el arco de herradura, combinado con rosas geomtricas, del que se conservan varios ejemplares en Len y en el Museo de Madrid (fig. 748). Esta forma de herradura fu empleada por las poblaciones visigticas de la pennsula y despus por los rabes, quienes parece fcil la aprendieran de los visigodus. No es de creer, sin embargo, que esta forma del arco de herradura sea propiamente indgena, pues que no aparece en otros monumentos ibricos y en cambio era frecuentsima en la Siria y el Asia Menor. Como la mayora de estelas as decoradas proceden de Len, donde estaba acampada la guarnicin romana de Espaa, podra admitirse que esta forma del arco de herradura, que tanta aceptacin tuvo despus en Espaa, procede de la Siria y que de all fu aportada por las legiones. Las guarniciones romanas eran trasladadas pocas veces, pero cuando, por una orden imperial, tenan que cambiar de provincia, se trasladaban no slo los veteranos sino tambin sus familias, con su modesto ajuar, y tambin, naturalmente, con las costumbres y religin del pas que dejaban, y con su arte.
tambin veces
se
477
Fig.
748. Estela de
L. Emilio.
(Museo de Madrid)
militar
Esto da cierta uniformidad romano de los relieves de Klisi con otras decoraciones de
al arte
Adamla
Es-
Fig- 747-
el arte romnico que se en provincias despus de la comforma pleta decadencia del arte romano, depende ms del arte militar de las legio-
De
nes que del arte oficial de Roma misma Acaso el latn vulgar de los monumenesto explicara muy tos romnicos, sea el lenguaje propio de los campamentos; la grambien as la uniformidad de tradiciones y cantos populares como la de
tica
las
naciones europeas
de
la
Edad media.
Una sola de las provincias posea un arte tan vigoroso y acaso monumental como el de la Roma del imperio, y sta era el Oriente. En el pas clsico
47 8
Fig. 749.
legionarios
no se encuentran
re-
campamentos, en
del
desierto
son
magnficos,
y desafan en riqueza y magnitud los soberbios castillos reales de los persas sassillares
nidas,
que se elevaban
las
poca
la
Todas
en
la
ciudades de
poca romana;
Asia eran
las
las
provin-
cias del
ms
flo-
podan
menudo
la
servir
de
banquero
propia Roma.
Plano de Baalbec.
EL ARTE
ticos.
ROMANO EN ORIENTE
479
Acaso fueran ya
lu-
emplazadas en el
gar
devocin tenan
las
poblaciones
sierto.
as
del de-
Por lo menos
el
parece indicarlo
tos
detalles de su
construccin gigantesca,
que hace
pensar
Estas ciudades
fueron pronto
F'g- 75
hoy sus
ruinas,
en
los oasis
mara-
El plano de Baalbec, que publicamos en la fig. 750, dar idea de la disposicin general del santuario. El ingreso es un prtico (A) con diez columnas,
(B).
el
inmenso
en
el
como
la
el
fuente de
gran tem-
un prtico de columnas
pero tambin
con
el interior
de
la celia
decorados con pilastras y nichos. A un lado de este santuario principal, de carcter francamente semtico, se levantaba el templo de Jpiter (E), del que hoy
quedan slo en pie seis columnas de una de las fachadas laterales (fig. 751). Adems de los grandes centros religiosos de Baalbec y Palmira, otras ciudades de la frontera de Siria consiguieron cierta prosperidad y llegaron
ser ricas, por haberse convertido en centro mercantil y comercial entre las po-
muy
de
mentos de
48o
Fig. 752.
Sepulcro
nabateo. Petra.
Fig- 753-
La autoridad romana se impuso en Petra dbilmente y slo un corto perodo, pero, as y todo, en el vasto conjunto de montaas desnudas donde estaba la ciudad se ven an los restos del teatro y una innumerable serie de fachadas de las tumbas excavadas en la roca. La mayor
entraba en una regin rocosa.
parte tienen el mismo estilo semiclsico de pilastras adosadas y arquitrabe, con un extrao remate de almenas escalonadas (fig. 752). Uno de estos monumentos, llamado por los rabes el tesoro de Salomn (fig. 753), parece haber sido un templo, como el llamado El-Dcir convento (fig. 754). Ambos tienen sus colosales fachadas
la
roca, lo
mismo que las tumbas; sus columnas y edculos se han aislado excavando la montaa de su alrededor. Las soledades de Petra, con su panorama de rocas y de tumbas, constituyen uno de los lugares ms interesantes del Oriente. En el inmenso conjunto de aquella necrpolis transjordnica se revela un estilo
que las formas romanas son tan slo la envoltura, ya que netamente asitico. En contacto, pues, con las poblaciones, con las ciudades romanizadas y los establecimientos de las legiones en la Siria y la Mesopotamia vivan pueblos semticos que conservaban bastante fuerte su sentido
artstico especial, del
el espritu es
,
nacional. Este arte de los rabes nabateos no se localiz slo en Tetra, sino
que
misma de Baalbec y
Palmira construyeron tambin sus tumbas, representndose, adems, los difuntos en estelas y bustos con inscripciones siriacas, y vestidos con los trajes carac-
EL ARTE
tcrsticos
ROMANO EN ORIENTE
451
de
los
orientales (figu-
ra 755). El arte
clsico en aque-
expresin son
completamente exticos. En otras regiones
de la
Siria los
sepulcros tienen
Fig. 754.
El-Deir
(el
Convento). Petra.
antis, con
una cmara subterrnea para el sarcfago (figs. 756 y 757). Pero en los arquimisma forma de los capiteles y en la decoracin se presentan ya elementos extraos al arte romano. Una capital importantsima de estas provincias, casi desconocida hasta hace poco, era Bosra, cuya riqueza y prosperidad dur hasta la poca cristiana. En la importante obra de Brunow: Provintia Arabia (que es una completa geografa arqueolgica de la frontera oriental del imperio romano) se dan
trabes, en la
de sus
edificios,
construidos
de
piedra, su gran
teatro, la baslica
el foro.
Las
arte
parti-
cularidades del
romano en
el
el
tstica
Fu
I.
Nueva
York)
DEL ARTE.
T. 61.
482
As
como
el
arte
militar de
las
la
de
la
influencia
Roma
de
la
deca-
orienta-
como Apolodoro
Fig- 756.
tistas
asiticos y tambin,
cada da
ms
la
el
imporel
tante papel
que tuvo
Egipto en
transforma-
representa
la
ninfa Cila
rene librando
Libia
las
formas y
758).
la
tc-
nica
(fig.
Fi g
Palestina.
la Libia.
(Museo Britnico)
Fig. 759.
La Diana
de Efeso.
la provincia en el siglo teicero; tenemos, adems, multitud de retratos egipcios, pintados sobre marfil, para enterrarlos con las momias durante la poca romana, que son una prueba del vigor de la escuela artstica local del valle del Nilo. (L-
mina XXXVIII.) Son generalmente rostros silenciosos, aunque harto expresivos la extraa sociedad mstica y refinada del Egipto romano, cabezas de jvenes de cabello crespo, mujeres de grandes ojos negros y caras alargadas. El estilo de
de
estos retratos se encuentra en las primitivas pinturas cristianas, como ciertos temas de ornamentacin que del Egipto pasaron Roma. Es innegable que las
ideas religiosas orientales y egipcias haban penetrado de tal modo en la capital que llegaban hasta transformar las representaciones de los dioses tradicionales:
Jpiter se ha convertido en
Amn, con cuernos, en el llamado Jpiter Dolioqueno, una divinidad con gorro frigio y hacha. Esculapio se convierte en el dios egipcio Serapis, y Diana adopta la figura siriaca de la Diana de Efeso, de mltiples pechos (fig. 759). Hasta la propia Minerva, una divinidad tan caractey casi nicamente griega, recibe alas,
rstica
(fig.
como
los
querubines orientales
absolutamente exticos que ya descaradamente se introducen en Roma. As por ejemplo, dedicados un culto siriaco estaban el santuario descubierto en 191 1 en el Janculo, y los innumeratpico
los cultos
,
760); pero lo
ms
son
al
culto persa
484
comn en un grupo
toro,
sa-
un
nacer del sol y de los largos das. El culto de Mitra en provincias estaba relacionado
culto de Mercurio
tambin con
el
y de Cibeles, la Magna mater, de Atis, de la luna, etc. El grupo de Mitra arrodillado sobre el toro que va degollar,
resulta
(fig.
veces de gran
fondo del subtelas ce-
belleza
neralmente en
ideas
capital,
ca el
que invadan hasta la misma vamos ver lo que produarte oficial del imperio, desde
como un
fu
llamado Septizonium,
Fig. 760.
que no
una
y columnatas que se vea antes que nada al llegar la capital por la va de Ostia; as los paisanos de Septimio Severo al entrar en Roma podan darse cuenta inmediatamente de la munificencia del primer emperador africano.
do muchos dibujos y referencias escritas, y sabemos que era una simple construccin sin escultura, cuyo nico valor deba ser la monumentalidad de su enorme fachada; pero adems quedan en Roma, del propio emperador, dos arcos triunfales: uno en el foro, para conmemorar el dcimo ao
de su reinado y sus victorias en Asia, decoradsimo, aunque con tan confusos relieves que difcilmente se creera
lo
los relieves
485
Figs. 762
y 763.
de
Roma
levantaron en 204 en honor del propio Septimio Severo (fig. 762). Las pilastras y el arquitrabe estn cubiertos de una seca ornamentacin de acantos; nica-
los
relieves,
con
el
emperador y su esposa,
Julia
Domna, vistiendo traje sacerdotal en el instante de hacer un sacrificio (fig. 763). La tcnica resulta desgraciada; el arte romano vuelve hacerse spero y recargado; parece que, para producir sus efectos, confa fnicamente en
la
abundancia
de decoracin y en el realismo de sus representaciones. En una sola cosa la arquitectura segua avanzando atrevidamente y mostrndose en Roma, si no original, lo menos animosa, esto es, en la construccin de las grandes bvedas. Del sucesor de Septimio Severo, Caracalla, son las grandes aun hoy una de las ms gigantescas ruinas del El esqueleto de las termas de Caracalla, descarnado de los mrmoles y columnas, muestra los restos de bvedas colosales que se combinan para cubrir una planta ingeniosamente trazada de salas circulares y poligonales. Tena en el centro una gran sala, con una piscina para baos; despus se hallaba
termas
al
pie del
monte Celio
mundo romano.
tepidarium, sala para pasear sobre un piso calentado, y otra sala circular con una cpula (figs. 764 y 765). Detrs de este cuerpo principal del edificio haba una gran palestra, con un prtico en su rededor, y las dos bibliotecas, todava con sus estantes, nichos para los rtulos y el pedestal para la estatua del emperador.
el
4 86
Fig. 764.
Roma.
Esqui-
lmo y el Ouirinal, en la parte ms alta de Roma. Sus ruinas, que fueron despejadas de escombros en 19 1 2, muestran las mismas bvedas gigantescas que las termas de Caracalla,
pero
all
aparecen ya motivos
de decoracin que
creamos
un
Fie 765. Las termas de Caracalla. Restauracin de su estructura.
.
de arquillos ciegos formando friso, columnas apoyadas sobre mnsulas formando una
faja
de decoracin arquitectpor
fin,
nica, y,
en
la
planta,
ROMA
487
Fig. 766.
en
el
fondo.
Roma.
el arte
bizantino.
Pero aunque todos estos elementos nos hagan pensar en el Oriente, en las bvedas tena Roma su tradicin y no necesitaba maestros extraos. Prueba de
ello es la
lica
llamada Bas-
de Constantino,
de
za
Roma
muestran
all
Resulta
original
distinta
tradicionales,
tres
con
sus
crujas,
la central
cubierta con
bvedas
en
las
arista,
de
las crujas
Fig.
767. Planta de
la Baslica
de Magencio. Roma.
488
Fig. 768.
mos empleados, en
lumnas que descansan sobre mnsulas. En cambio, el palacio de Diocleciano en Spalato (Dalmacia) es una construccin perfectamente oriental. Este palacio se ha conservado empotrado dentro de
una pequea ciudad que naci entre sus ruinas. El mausoleo del emperador es hoy la catedral; grandes trozos de las murallas y las puertas estn an casi intactos. El edificio, ms que la residencia de un prncipe, es un castillo, con la planta cuadrada flanqueada de torres y urbanizada segn el plan del campamento romano, con las dos calles en ngulo recto (fig. 768). Por la nica parte que el palacio imperial tiene un aspecto menos militar es por el lado del mar, porque una de las fachadas daba sobre el agua. Esto constituye un detalle de la preocu-
Fig.
el
el
palacio
de Spalato.
489
,;;
tl\
^
WVJ, Qi
Fig. 770.
Arco
ele
Constantino.
Roma.
pacin constante de defensa que en los ltimos aos del imperio tenan que producir las amenazas de los brbaros. Construido seguramente por un arquitecto
palacio imperial de Spalato reproduca acaso el modelo de algn de Antioqua, y por las descripciones del palacio de Constantino, en Bizaneio, se comprende que deba ser tambin del mismo tipo.
la Siria, el
de
castillo real
del
Damasco
(fig.
769).
lo
Hemos de
imaginarlo en
hacernos cargo de
qu
separado slo de
la
brazo de mar del Adritico y que sera ms fcil Siria que reconocerlo como obra de los arquitectos oficiales de
Roma
por
el
monumento
ilustrativo
de
la
decadencia romana es
el
que corona
el
el
monumento
el po, el
Al Empe-
grande,
la
inspiracin
de Dios (instinctu divinitatis), grandeza de espritu y valor de su ejrcito, libr al Estado del Tirano y sus partidarios, el Senado y el Pueblo de Roma dedicaron
HIST.
DEI..
ARTE.
T.
I.
g2.
490
Fig. 771.
770), aunque se limita repetir el tipo ya creado del arco triunfal con tres puertas, una mayor en el centro y dos ms bajas laterales, con relieves encima de los arcos. Mas para estos relieves, como para los que decoran el tico superior, tuvo que recurrirse ya la destruccin de otros arcos triunfales del tiempo de los Antoninos, al que pertenecen varios relieves rectangulares, de carcter conmemorativo de sucesos del reinado de Marco Aurelio. y los ya citados medallones, que son del tiempo de los Flavios (figs. 672 v 673). Queda asimismo el testimonio de un edicto le emperador llamando Roma los arquitectos y escultores de provincias, los que ofrece grandes privilegios; pero verdaderamente la explicacin plstica de este documento histrico es el hecho de que, para adornar con decoro su arco triunfal, tuviera que recurrirse al saqueo de otros monumentos anteriores. Por fin, hay tambin en el propio arco de Constantino relieves contemporneos la construccin de la obra, y stos revelan ya el colmo de la decadencia. La fig. 771 muestra la reproduccin de un friso del arco donde se representa al emperador en el tribunal de los rastra del foro, rodeado de sus generales y arengando ala multitud. Las figuras estn recortadas con dureza sobre el fondo, para aislarlas unas de otras; no hay aquella aplicacin flexible de las formas sobre el plano, que produca antes el efecto de perspectiva. Ms lamentables son an las
gancia de composicin
(fig.
las
figuras tradi-
y 77).
la
Del tiempo de Constantino tenemos an otros importantes testimonios de decadencia de la escultura en los sarcfagos de prfido de Santa Constanza
491
Relieves de
(fig.
Roma.
el
Museo Vaticano
bate entre
Los
si
relieves del
sobre
el
fondo,
materialmente pegadas,
como
fueran postizas.
En
hay
varios nios cogiendo uvas y pisndolas, tema tambin usado por los cristianos en las catacumbas. Resulta interesante la disposicin de las guirnaldas de laurel,
estilizndolas de
las bellas
manera que, en lugar de marcar las hojas una una, como Ara Pacis del Foro Trajano, penden apretadas como un cilindro metlico, que se dobla por su peso sin flexibilidad vegetal. Estas tumbas de Santa Constanza y de Santa Elena podran ser tambin una prueba de la influencia del arte oriental en Roma en tiempo de Constantino, porque estn labradas en prfido rojo, lo que hace pensar que tal vez fueron ejecutadas por artistas orientales egipcios. Que en esta poca llegaban ya
guirnaldas del
Roma sarcfagos cristianos y paganos procedentes del Asia, est perfectamente comprobado hasta por la calidad de los mrmoles, y por la introduccin con los sarcfagos de muchos temas favoritos del Oriente. En todo el imperio romano, y tambin en Roma, se encuentran sarcfagos con motivos ornamentales de hojas de acanto espinoso que deban proceder de Siria. Algunos son ya cristianos, otros todava paganos, como el del Museo del Bardo, que reproduce en
492
dro de
en los
de
ellas
las
de
el
con
tipo alejandrino
adoptaron para
775).
que
los cristianos
Buen Pastor
(fig.
Hemos hablado
arte
en toda esta
teres
los trabajos
prendiendo
coraciones de
decadencia v su
mundo
Fig. 774.
del espritu.
Sarcfago
(figs.
escultores romanos,
pen
tantino
las
772 y 773), no sabrn por ventura reproducir el tipo clsico de la Victoria volando, pero en su interpretacin descoyuntada ponen algo de bro
nuevo, como
el
de
los
decoradores romnicos de
la
la
Edad media.
las
Lo mismo
tasa
en
ornamentacin vegetal;
la
no tienen
las
robustez consciente del siglo de Trajano; no son vivos, pero en cambio hay
acaso en
la estilizacin
de
gen de un nuevo
estilo, lleno
formas y en su acumulacin sobre un plano, el oride fecundas consecuencias... Slo que por ahora,
las
haban de parecemos simples obras de decadencia, y y estimadas corrientemente hasta hace poco.
F'g- 775-
Sarcfago de
las
493
prueba de que
siglo cuarto
los escultores
romanos del
tstico,
no eran abso-
Tenemos
espiritual.
Uno
de
ellos,
ha pasado al Museo de Nueva York (fig. 776). El cuerpo es como una coraza de bronce, el gesto de impertor algo cmico (como el de un
del Laterano,
Augusto de Prima Porta anquilosado), pero la cabeza de aquel hombre rudo es harto viva; tenemos en ella la figura de uno de estos ltimos emperadores creados y depuestos por las legiones. Un camafeo procedente de la coleccin Barberini
nos muestra
los rasgos
(fig.
el
retrato de
Maximino
fa-
con
de Hrcules, su hroe
vorito
777).
Cuando
los retratos
son
sobre
el pecho (figs. 7/8 y 779). Algunos estn representados con el manto sacer-
dotal; la
mayora llevan
la
el
pelo corto,
Fig- 776.
mayor elevacin
no, tanto
cayendo sobre
frente,
780).
De
de un coloso que haba de elevarse en Roma, con su retrato; la cabeza, los brazos y pies se hallan ahora en el Museo del Capitolio. Se trata de una estatua de ms de diez metros de altura; el
victorioso
el la
emperador deba
estar representado
con
globo en una mano y en la otra el cetro, bien cruz. Otro retrato de Constantino se ha conel
servado en
prtico
494
Fig-.
778 y 779-
Retratos
de Felipe
el
rabe y de Pupieno.
(Hf/isio
de las Termas)
cuentra en
el sarcfago de su madre, Santa Elena: la figura del primer emperador cristiano ha quedado, pues, perfectamente documentada. Asimismo tenemos bien conocidas las figuras de Juliano el Apstata, de Teodosio y otros empera-
Adems de
los retratos
por camafeos y medallas, algunos otros de princesas, como hasta de personajes secundarios, cnsules y magistrados.
de Santa Elena, y
pintados
Ya hemos hablado de
del Egipto;
los retratos
quedan otros tambin, en las catacumbas romanas, que muestran cmo el arte de
la
pintura
pudo
en
Como
pintura
monu-
mental y decorativa no tenemos ms que los mosaicos, que no slo cubren el pavimento sino
que empiezan por este tiempo decorar las paredes y las cpulas. Es el principio del mismo fenmeno en cuya virtud el arte bizantino apenas emplea el fresco para la decoracin de las partes
superiores
de
la
construccin, revistindolas
preferentemente de mosaicos.
ten,
los
En Roma
subsis-
de esta poca del reinado de Constantino, mosaicos de la cpula del mausoleo de Santa
Constanza y Santa Elena, con escenas de amorcillos vendimiando y pisando las uvas. Otros temas para los baos fueron los de comparsas de
'
nereidas y tritones
los
LA.
495
Fig. 781.
Mosaico con
el triunfo
Venus y de Baco eran preferidos para la decoracin de casas particulares, como los del mosaico del Museo del Bardo, descubierto en 1905 cerca del anfiteatro de
El-Djem
(fig. 781). frica y Espaa, particularmente, debieron ser muy ricas en mosaicos; en ellos se representaban tambin escenas de la vida de los colonos del imperio, y veces de sus caceras y diversiones, de los juegos del circo, los
Un
__
mmFm
'
"
BmMltKl EWwC^t-.
Museo
del
Bardo
(fi-
una mano y en
la
lo alto
leyenda:
t.
Amor, todo
por
lleva su
crito
encima y en
fondo se ven
ballerizas.
las ca-
Los
siglo
,
mosaicos
elemento
>ra-
principal de la dec<
Aurga en su carr0 saK endo del circo, Fig ?g2 (Mosaico del Museo del Fardo). Tnez.
_
496
cin; ellos cubren,
no
los suelos
los
nicamente, sino tambin las paredes y las pequeos cubos de mrmol, se emplean en su ejecu-
De
la
cristiano,
y de
supervivencia de todas estas tcnicas y estilos clsicos en el arte la formacin de los temas nuevos del arte medioeval, tratareel
mos ms extensamente en
Resumen.
al
segundo tomo.
El imperio romano haba tendido como inmensa red sus grandes vas empedradas
Los puentes, acueductos y recintos de ciudades amuralladas de la poca romana, subsisten en abundancia. Las ciudades estn generalmente urbanizadas con dos vas principales que se cruzan en ngulo recto. En el centro est el Foro, con el templo y los arcos triunfales; en l abre tambin la Baslica. Los campamentos reproducen en pequeo la planta de la ciudad, pero en lugar del Foro est el Pretorio. Las legiones posean cierto arte militar bastante uniforme, del que aprendieron las poblaciones romanizadas de provincias; en cambio, se contagiaron tambin no poco del espritu propio de las diversas razas con las que hubieron de convivir. Las provincias del Oriente y el Egipto posean una tradicin artstica que continu desarrollndose en la poca romana. Testimonio de obras romanas ejecutadas acaso ya con elementos semticos, son los grandes templos de Baalbec y Palmira. La influencia oriental en los edificios de la metrpoli construidos con grandes bvedas, comienza sentirse en las termas de Diocleciano. El palacio de Diocleciano, en Spalato, es ya una residencia oriental, aunque el plano parezca tambin de un campamento. La decadencia del arte en Roma se pone en evidencia con el arco de Constantino, para el que se aprovechan relieves de otras construcciones anteriores. En los retratos nicamente consigue el arte romano producir an obras interesantes. En pintura, la decoracin se vale cada vez ms de los mosaicos, de los que incesantemente estn descubrindose restos por todo el vasto territorio que form el imperio romano. Bibliografa. Mau: Pompa, 1905. Vaglieri: Ostia, 1912. Gsell: Les monumento romains de l'Algerie, 1904. P. Glaker: Catalogue du Muse du Barde, 1903. Studnizka: Trophaeum Traiani, 1903. Beunow: Provintia Arabia, 1909. Esperandieu: Les bas-reliefs dla Gaule romaine, 190S. Pig y Cadafalch: 'arquitectura romnica Catalunya, 1909. F. Cumont: Les relligions orientales dans le Pa-anisme romain, 1907. Les textes et monuments figures relatifs au cuite de Mitra, 1894. Alois Riegl: Stil/ragen, 1893. Die Sptrmische Kunts industrie, 1 90 1.
Fig-
783- Friso de
los dioses.
Pompeya.
Fig. 784.
la isla
de
las
Mujeres,
al
E. de Yucatn.
CAPTULO XXI
ARTE AMERICANO.
Y EL YUCATN. EN EL PER.
LA
el
etnologa y arqueologa en Amrica encuentran dificultades mucho mayores que en ningn otro continente. En la Oceana, por ejemplo, y en
Extremo Oriente, los materiales de estudio pertenecen pueblos que, aun cuando hayan tenido ms menos contacto con la civilizacin occidental, conservan an costumbres y tradiciones que permiten averiguar algo de sus orgenes.
En cambio,
los indios
al
cristianismo, ignoran
en absoluto
dificilsimas
de sus antepasados y slo en algunas supersticiones, de estudiar para los europeos, se conserva algo de la antigua mitola historia
loga precolombiana.
Las ciencias americanas estn en un perodo de formacin; dos causas de la primera, la rareza de los matodava
muy
escasos; y
la
segunda,
lo
europeos. La cultura y el arte de los ms avanzados de los pueblos americanos, desconciertan nuestros espritus, educados en el ambiente de las ideas y las formas clsicas (fig. 785). En el transcurso de este estudio, creemos nosotros, sin embargo, que nos
ser posible dar noticia de bastantes
monumentos y
de despertar gran inters acerca de la rara capacidad esttica de los primitivos pueblos americanos. Tratemos primero del material de estudio. Al llegar sus playas los primeros conquistadores europeos, slo dos razas, de las mltiples que
HIST.
DEL
AIITI
498
un sistema de escritura; stas eran las que formaban los dos pueblos azteca y maya, en
el valle
lombiana, principalmente
en
Fig- 7S5.
grandes bibliote-
(Miniatura mexicana)
que
un papel de algodn gruesa y forman como otra. Cada pgina est llena por completo de signos jeroglficos (fig. 787), bien tiene una miniatura central y los mrgenes encuadrados con los signos de esta escritura jeroglfica. Los mismos signos se encuentran en relieves, donde hay veces una representacin de diversas figuras con inscripciones (fig. 811); as, por ejemplo, el ms famoso de estos relieves, el de la cruz de Palenque, en que dos guerreros estn al lado de un smbolo cruciforme, como un rbol de cuatro ramas, tiene cada lado dos fajas de jeroglficos. Esta figura cruciforme, que representaba acaso los cuatro vientos,
sos misioneros. Estn escritos en
tira
;
una
ha dado lugar
intiles conjeturas y
divagaciones
(fig.
788).
Hoy empieza
el
notarse cierta evolucin en los smbolos; estas figuras, que en los jeroglficos
primitivos eran slo las imgenes de
estilizndose y se agrupan,
la
cosa representada
con
tiempo van
formar dife-
como en
Ocano Pacific
Fig. 786.
el
Yucatn.
ARTE AMERICANO
rentes
499
es conocido,
y por los relatos de los escritores espaoles de la poca del descubrimiento, se sabe que
la
cronologa de
una su-
Fig. 787.
Jeroglficos
mexicanos.
Porque
linge,
falta
de otra piedra de
tri-
eme
de aprovechar
riadores de la
lludo,
los datos
ha que comu-
Signos cruciformes
en antiguas
miniaturas mexicanas.
en
la
Academia de
de
la Historia,
la
euro-
pea
Panten mexicano, y as se pueden identificar algunos de los extraos personajes que aparecen en los antiguos cdices y en los relieves, y hasta leer algunos nombres de los jeroglficos. Landa transcribi en lengua azteca, y en una versin castellana, las oraciones de los ritos sangrientos (fig. 789), as como las imprecaciones mgicas los
dioses y los espritus, propias del pueblo mexicano, que no dejan de tener veces cierta elocuencia pattica y fuerza sentimental.
las figuras
los dioses
y sus atributos en
Por desgracia,
las
descripciones del pas y de sus documentos que escribieron los conquistadores, son generalmente
demasiado lacnicas, y no compensan la destruccin llevada cabo y los actos de vandalismo que algunas veces se entregaron no pocos descubridores. Hay que recordar,
por ejemplo, que Hernn Corts no saba
leer
y escribir; que
el
primer conquistador
sol-
dados,
y,
como
sus informes
los reyes
que
de grandes
humano.
y nuevas ciudades. > Menos an podan los misioneros comprender los mitos y las religiones americanas, tan diversas de
la
de
los.
500
por
la diferente organizacin
las
tribus de la Nueva indio, todo era y es an vivo, tiene todo su sombra espritu, puede escuchar y ver las dems cosas, y transformarse un rbol en un pjaro, una piedra en un
mental de
Espaa: para
el
como
objetos.
De
los dioses
particularmente
poderosos, como
la
9P$&**&b
^milU 11111
11
[oJp>
:
las
constelaciones y de
de
la
guerra, y sin
Estos templos
deban ser
las
las
casas,
que todava se conservan (figs. 790 y 791). Estos edificios precolombianos puede
8L
o##
Templos
mexicanos
la
representarlos en miniaturas.
que se encuentran solamente en MAmrica Central y el Per. Quedan xico, descripciones antiguas de algunos de ellos, muy insuficientes, y slo desde hace medio siglo las antigedades americanas han empezado ser estudiadas con inters cientdecirse
la
mana de buscar relaciones entre la Biblia y monumentos de Mxico, fu Lord Kingsborough, publicando en 1843 un libro magnfico con el ttulo de Auliqmties of Mxico. Esta obra haba sido precedida por los libros que podemos
fico.
las
la
comisin
de Charnay, los libros de Holmes y de Chavero, y ltimamente las publicaciones modernas del Museo Nacional de Mxico, y sobre todo, del Burean of Ethnologie del National Museum de Washington. El Bureau de Washington ha puesto gran empeo en recoger todo cuanto puede hallarse de los primeros
pobladores del continente americano, y no slo de los Estados Unidos, sino casi con preferencia de los restos de estas naciones de la Amrica Central, las nicas que tuvieron un arte y una civilizacin superior. As, por ejemplo, el
ao 1904, el Burean of Ethnologie dio luz en un gran volumen, titulado: Mexican and Central American antiquities, las traducciones inglesas de todo lo principal que se haba publicado en Europa sobre la escritura y el arte de la Amrica Central. Pero el Bureau de Washington no se limita estas obras de
50I
que adems de
ciencia
americanos, invita
sabios especialistas
menudo
los
de Europa para
es
de Berln, autor de una reciente monografa de los palacios mexicanos de Mitla, publicada por el
cia
tados
muy
los dibros
de
Seler: Peruanische
fundamentales de
la
arqueo-
loga americana.
De todas
estas investigaciones
se desprende la
gran unidad de
Fig. 792.
Ruinas
Amrica Central y del Per. Casi contemporneamente, Lehman, las ruinas de Teotihuacn, en Mxico, encontr en las capas ms profundas restos de cermica con esmalte brillante, que es la misma que descubriera Max Uhle en las ruinas del Per. La forma de los monumentos parece responder tambin un mismo tipo en Mxico, el Yucatn y el Per; sobre todo es caracterstica en ambos pases la disposicin de los templos, construidos sobre una alta pirmide escalonada. Los edificios del Per carecen de escultura
bianos de excavando
la
Mxico y
el
raza, tenan
as
un mismo origen
en Mxico como en
que ya no
tradicin
Los
cultura;
al
escritores espaoles
recogieron
la
segn
ellos,
que se sobrepuso una invasin azteca que proceda del Norte. En el Yucatn una raza maya, absolutamente distinta en el tipo y el lenguaje, pero que construy sus edificios tambin con gran analoga los de Mxico. Todas estas leyendas de la historia de los aztecas y mayas resultan an hoy imposibles de comprobar cientficamente; lo nico positivo es que los monumentos debidos los unos y los otros son extraordinariamente parecidos. Las ruinas se hallan todas en despoblado, en el interior de las selvas tropicales; los edificios que
viva
haba en
las
ciudades que ocuparon los conquistadores, fueron arrasados por Mxico, cuya catedral fu erigida, segn se cree, sobre
502
"M
F'g- 793-
* *
.
q> .11
;p-
I^^BB
el
de Chapultepec, en
la
con
los
ellos ms que restos informes. como hemos dicho, en las selvas vrgenes de Mxico y
el
Yucatn
quedan innumerables
Los conjuntos de
lombianas deban componerse de varios edificios, veces hasta una veintena (fig. 793), hoy ms menos arruinados y de dos tipos muy caractersticos: uno es el templo en forma de pirmide escalonada, con un edculo
en su plataforma superior, y
cipal
ios
el
otro es
el
pa-
de
la tribu.
El templo no es nico; en
las
conjuntos de
tres
dos
la
tes y la vegetacin tropical que ha crecido en su derredor. Algunas debieron tener dimen_. FiR- 794-
el
de
'503
mayores pirmides de Egipto, aunque veces de menor pendiente y construidas de adobes en lugar
las
de piedras. La pirmide de Cholula, que se encuentra en el camino de Veracruz Mxico, tiene una base cuadrangular que cubre varias hectreas de terreno; su altura es an de 6o metros. Estas pirmides
tie-
nen una escalera monumental en una de sus caras, que sube hasta la plataforma; algunas ms empinadas, son
Fg- 795-
Vista de
Teocalli.
la
Casa de
los Hechiceros.
Uxmal
(Yucatn).
con
el
nombre de
porque, efectivamente, parecen una fortaleza y en sus cumbres artificiales poda refugiarse en casos apu-
rados
la
en
la
la
comarca.
En
la
lo alto,
suficiente
para
capilla,
larga
con
792).
varias aberturas
como
lachada principal, que daba
al
puertas, todas
en
la
frente de la escalera
(fig.
Los
pilares
que
mismo que
el
pedestal,
como puede
ggggmsm
IHT
+H -H -H
+
&
importancia, y de
los
la
que proceden
mejores relieves
del
no
es de grandes
U.
faJIIIJCnila
]
v tig. 707.
-
los
pilares, las
techo estn
702). J >
'
n llamado
1
Tambin es curioso
el
remate,
54
**&?%
1^^
Fig. 79S. Lado
MHHBI
meridional de un edificio del grupo de
las
Columnas. Mitla.
formado por un nuevo cuerpo con muchas aberturas como un lucernario, lo que ha sido causa de que estos edificios los indios les dieran el nombre del palomar de la ruina, que se encuentra lo mismo en los templos de Uxmal que de Mitla. Un pequeo modelo de templo de tierra cocida, recogido en Lorillard,
en
el
Yucatn, lleva tambin este remate superior, que poda servir para
la
ven-
tilacin
de
la
cmara, llena de
humo
incienso
(fig.
794).
veces, al pie del teocalli hay otra cmara con una fachada, formando
sin perjuicio del santuario,
un edculo,
que se levanta en
la
plataforma superior,
sepulcro de un
/cora lis hllase
que
hroe divinizado
ya
el
(fig.
795).
gran edificio
civil
de
ciudad,
el
mayor de sus
palacios, lo
la
creer que los teocallis eran veces el templo privado del jefe de
tribu.
ciudad mexicana tiene varios de estos palacios, que deban servir de habitacin,
no slo para el jefe, sino para los principales magnates de la tribu; las familias pobres deban alojarse en simples chozas, destruidas hoy por la vegetacin. Los
palacios tienen
largo patio con una cruja de habitaciones alrededor y dependencias que abren
hacia afuera, y dentro de este patio el palacio propiamente dicho, que puede tener an un segundo patio con un tercer palacio en el centro, como en Zayi
(fig.
de un solo patio y
el
como en
el
la
monuMonjas, de Uxmal
En
ms
los
el
altos,
defienden; pero
la
dradOj es
los recintos concntricos que segunda disposicin ele los edificios alrededor del cuams frecuente. Por lo general estn orientados, pero dispuestos los
dominando algo
ARQUITECTURA EN MXICO
palacios sin orden en la urbanizala ciudad, no se ha podido comprender nunca el plan de conjunto de una de estas ciudades pre-
Y EL
YUCATN
505
cin de
colombianas.
solo piso; cada
Los palacios tienen siempre un uno de los cuatro edificios que se levantan alrededor
del patio es
de planta rectangular,
muy
habitaciones
como
celdas, por lo
el
que se
les
ha dado
nombre de
las
conventos casas de
por suponer
Monjas,
po de
la
Sea como quiera, el caso que estos edificios estn construidos con gruesas paredes de adobes y piedra, revestidas exteriormente por bloques escuadrados
divinidad.
es
hasta
la
mitad de
la altura,
mientras
en
la
un
alto
Fig. 799.
los palacios
friso,
lieves
construccin
(fig.
798).
En
el
interior
de
son
porque los constructores precolombianos no conocieron la bveda; algunos de estos edificios deban estar cubiertos con vigas de madera, que se han hundido; otros tienen an sus techos, formados por una serie de bloques que van avanzando
estrechas,
unos sobre otros hasta cubrir toda la anchura de la sala. Era tambin muy frecuente el empleo de pilares para dividir una cruja de demasiada anchura; entonces la cubierta era na-
el
que
y barro. Las columnas eran monolticas, veces pilares cuadrados con esculturas, otras veces
cal
un hormign de
cilindricos,
lisos
como en Mitla
Fig. 800.
- Planta de
I.
un
palacio. Mitla.
(54
_
T.
506
Fig. 801.
Ruinas de
la fig.
la
la
columna. La planta de
las ruinas
800
es
de uno de
los edificios
ms
caractersticos
casi
de Mitla;
todas del
de
la
mismo
un
tipo y
ms menos conservadas.
tiene
El edificio
detrs de
A
l
del fondo del gran patio deba ser la habitacin del cacique;
una entrada disimulada que conduce un patio relieves, donde se abren varias alcobas, completamente aisladas del exterior. Los prticos B, C, D, encuadran el patio y deban
prtico,
pequeo, todo
servir
decorado con
de dependencias.
edificios
mexicanos no tienen nunca ventanas, y s slo pequeas puerel dintel era de madera, sta se ha consumido, haciendo caer parte de la construccin superior, lo que ha alargado considerablemente la abertura. Una puerta con el dintel figurado de madera es la de los templos de las miniaturas que reproducimos en las figs. 790 y ;qi. Esta falta de aberturas da las fachadas de los edificios americanos un aire
tas bajas;
Los
misma decoracin del cuerpo superior, casi geomtrica, las enla masa cbica del monumento. Algunos de ellos, como el palacio llamado casa del Gobernador, en Uxmal, son de dimensiones colosales; la plataforma artificial hace que descuellen todava sobre la intrincada maleza de
majestuoso;
la
las selvas
(fig.
801).
Interiormente las habitaciones deban estar decoradas con relieves en madera; algunos de estos arrimaderos y plafones se encontraban hasta hace poco
en el palacio de Palenque. Otras veces la decoracin interior deba base de los tapices y alfombras de plumas de los pjaros tropicales; ya veremos que ste era un arte muy en boga entre las tribus que habitaban la
en su
ser
sitio
Amrica precolombiana. Faltan, sin embargo, en las residencias americanas aquellos elementales servicios de comodidad higiene que aparecen ya desde los primeros tiempos en Egipto y, sobre todo, en la Grecia prehelnica. Los seores de Palenque, Mitla, Uxmal, habitaban obscuros y estrechos cubculos, practicados dentro de los inmensos bloques de sus edificios. Por fuera stos estaban decorados con grecas, formando ingeniosas combi-
507
madera. Reproducidas en mosaico de cermica y piedra, vense veces decoraciones de balaustres y hasta los mismos ensambles de las
piezas leosas. Es
el
mismo
fen-
meno, que en el transcurso de este volumen hemos sealado varias veces, de un arte que, habiendo comenzado con edificios de madera, al construirlos luego con otro
material, traduce servilmente las
de Uxmal, permiten ver celosas y combinaciones rectilneas que deban haberse ejecutado antes en
madera.
Es
los
interesante observar
Fig. 802.
que en
edificios
Ladrillos
la
fachada de
avanzan piezas salientes de piedra cermica, como las cabezas de las vigas de un edificio de madera, que se decoran tambin con relieves y esculturas. Estas piezas, exageradas y deformadas, las vemos en la miniatura de un valor mgico simblico.
la fig.
Muy
menudo
Fig.
803la
de
Fig. 804.
de
la
58
relacin,
ctase el
hecho de que
con seguridad arribar Amrica. Es posible que sea slo la coincidencia que ha de resultar siempre
al
Fig. 805.
Relieves
de un
teocalli
en Xochicalco.
en
Mxico y del Yucatn los de ciertos en la China y en la India tambin las estructuras de un primer
dera se han reproducido despus en
el
de ma-
ladrillo
afn de investigar el origen del arte en dichas semejanzas, como tambin en el hecho tan caracterstico de conocer los constructores de Mxico y el Yucatn el mortero de cal, que no emplearon los pueblos en cuyo desarrollo no existi contacto con la civilizacin
del Oriente.
En algunos
edificios
la
llegada de los conquistadores cuando menos Los espaoles no ocuparon ms que las ciudades y pequeas regiones de colonizacin, y es lo ms seguro que en las selvas de Yucatn y de Mxico se continu viviendo mucho tiempo como en la poca precolombiana; los exploradores de mediados del siglo xix, que fueron estudiar estos monumentos, describen la vida de los pobladores actuales, que viven cerca de las ruinas en absoluto aislamiento, y algunos de ellos juzgan posible que existan
restaurados.
todava, en ciertas regiones, ciudades del tipo de
Uxmal
y Mitla, habitadas an
La semejanza de ciertos temas de ornamentacin de la ltima poca del arte mexicano con los del
Extremo Oriente,
es,
sin
embargo,
extraamente inquietante.
lieves planos del pedestal
calli
Los
re-
del teo-
trarse
bronce
(figs.
un marfil
cieran singulares
Con
no po-
drn establecerse
v 11 Relieves de la gradera a un de de Xochicalco.
t>
1
Pig. o~ 800.
* nteocalli
ciones superficiales
'
AROUITKCITRA EN MXICO
serias para descubrir los objetos^ tiles y
-Y
l'.L
YUCA TAN
5 0(j
armas verda-
deramente contemporneos del edificio y se estudien, adems, las lenguas, las costumbres y supersticiones de los indios. Y esto hay eme reconocer que, hasta ahora, slo ha. sido comenzado por iniciativa de los
europeos y norte-americanos. Los edificios de Mxico tienen sus anlogos en Guatemala y Honduras, pero menos abundantes, y
reaparecen tambin en el Per, aunque construidos simplemente con grandes bloques de piedra y sin
decoracin escultrica.
Los indios de la Amrica del Norte no tuvieron monumentales; debieron vivir siempre en tiendas de pieles; slo en el Colorado, donde grandes rocas forman colosales abrigos, construyeron los poblados prehistricos, con muros de manipostera, en la regin llamada de Mesa-Verde. Igualmente carecen de arquitectura los indios de las Pampas. La escultura no se encuentra tampoco ms que en Mxico
edificios
Fig. 807.
Estela
y el Per;
y Etnologa americanas
no slo
aplicada
la
es
de la Universidad de
Harward)
decora-
monumentos conme-
que no se encuentran en cambio en Yucatn. Reproducimos dos estelas, las ms caractersticas del arte mexicano: una de relieve plano, con un guerrero azteca y con jeroglficos> muy comparable las miniaturas de los cdices (fig. 807), aunque ms
el
rgido,
la
tcdel,:
nica de
Otra estela
de
los
relieves
(fig.
funerarios con.
entrelazados
808).
Las combi-
el arte
decorativo
de
los primitivos
la
5o
Manchuria en
rario se aceptara
la
y del Per ejecutaron, adems de los relieves, obras de escultura de bulto entero. El guerrero que reproducimos en la fig. 809, muestra un
indgena vestido con
tas
el caracterstico traje de code plumas; estatuas en tufo muy interesantes del perodo precolombiano encontr Hartman en el Per, en la excavacin de la pirmide de las Mercedes. Pero las ms famosas esculturas ame-
el
jardn vecino
la la
mayor
cruz de
se encontraba decorando
810 812). El relieve de Palenque la pared del fondo de una cmara de uno de los teocallis. Charnay lo vio
todava en su lugar y sac un calco del conjunto antes de que fuera destruido. Era la obra maestra
Palenque
de
la
como adorando
El resto del
muro estaba
el
Estatua de guerrero.
culto, y
el
(Museo de Mxico)
El relieve de la Cruz hoy est destruido y diseminados por varios museos los lragmentos que de l subsisten, pero haba en Palenque, adems, muchos otros, acaso de no tanto valor histrico y religioso, pero del
mismo
de
la
un
la
ideal fantstico
as
teocalli
de
la
catedral
(fig.
y en
el
de
La primera
fu encontrada tambin en
la
Gamboa, estuvo
ao 1824. La otra piedra parecida, con relieves referentes al reinado de Motezuma, se encontr igualmente empotrada en los cimientos de la catedral; deban ambas estar dedicadas, en el templo teocalli primitivo de Mxico, los ltimos
ARQUITECTURA EN SfXICO
<
Y EL
NUCA JAN
5"
Fig.
relieve
reyes de
conquistadores.
Una
extraa
leyenda se form acerca del uso y significado de estas piedras, basada, sin embargo, en las descripciones de los escritores contemporneos de la conquista.
al
los
soberanos mexicanos,
y consista en poner los condenados muerte encima de una piedra redonda, dndoles armas para defenderse, pero atndolos ella por un pie. La vctima
luchaba
tarde, creyse
encima de estas piedras hasta morir, y por esto, al descubrirlas ms que eran las piedras de sacrificio descritas por los historiadores. La otra piedra, llamada Calendario solar (fig. 814), es anloga la de los saas
crificios
gladiatorios,
_____
aunque sin desbastar. Es fcil que ambas no sean ms cjue anales histricos, la manera primitiva de conmemorar los hechos gloriosos de un gran soberano.
'>- iJ'.-
'-
^'1 U
'
Las esculturas Yucatn son del mismo tipo que las aztecas de Mxico, pero entre ellas hay una
del
Fig. 812.
Relieve completo
de
la
Cruz (reconstruccin).
Fig. 813.
Piedra
de
los sacrificios.
(Museo de Mxico)
Fig. 814.
Piedra
I .<'uiiiiia
XXXIX.
ij
C.
Escultura en
las
En
bloque se ven
las esculturas
iguales
que en
mexicanas.
Tomo
513
Nos
(el
referirnos la esta-
descubierta
en Yuca-
en
el
Musco Nacional
(fig.
de Mxico
815).
se
da
la
posicin de cier-
Fig. 815.
tas estatuas
de
los n-
de
camente de
templos griegos, pero mucho ms tosca, y esta coincidencia depende nila inflexibilidad de las leyes fundamentales del arte, en todas las
la
cultura
de Centro Amrica, cuyo foco principal el ms estudiado hasta ahora ha sido el valle de
Mxico, se
las
Honduras.
descendiendo hacia
la
por ejemplo,
esculturas
de
las
(Lm.
XXXIX
fig.
817), se con-
adems
de
la
en sus caras
late-
En cambio,
al
las esculturas
de
Fig. 816.
Copan, ms
se
Sur, en Honduras, ya
las
65.
Escultura en
las
ruinas de Copan.
asemejan menos
HIST.
de Mxico;
Honduras.
DEL ARTE.
T.
I.
5M
estrato primi-
que se
si la
Per,
como
posterior
azteca no
Sin
muy
de ciertas esculturas mexilas del Per y los lejanos pueblos del Extremo Oriente,
estilo
canas con
ya hemos dicho
maturo.
que
sera pre-
los
mismo. En
ve-
mos cumplirse
pueblos primitivos;
frontalidad y de
la
las leyes
de
la
Fig. 817. dolo con jeroglficos hallado en las ruinas de Quirigu. Guatemala.
harto caracterstica
artista
en este sentido. El
ha pre-
imagen de frente, rgida, en su bloque monoltico. Su complicada ornamentacin no alcanza esconder la sencillez del espritu de su autor. Estos artistas americanos parecen los intrpretes de una raza que, despus de haber llegado un barroquismo de arte, por aislamiento otras causas volviera
la
sentado
hacerse
infantil.
la
arquitectura y
la
escultura mexicanas
como la cermica no haba salido de las formas y decoraciones geomtricas. La cermica mexicana, con los dos colores
importancia, un arte tan significativo
rojo y ocre, multiplica los ziszs, los
cierto valor
meandros y cuadriculados, y pesar de un de imaginacin, no logra con sus decoraciones resultados superiores
muy
En cambio, en
el
decoraciones escul-
LA ESCULTURA Y LA CERMICA
5^5
tricas,
las
humana, crendose
una escuela
La Amel
precolombiana no conoca
Per y de Mxico tienen, sin embargo, formas muy regulares producidas slo por la habilidad de los
del
artistas,
que
los
trabajaban pacien-
As
mistas en
escultura y
el
no
es de
tiempo se atrere-
producen
822).
cabezas,
otra serie
de vasos
mos de
un modo fulminante (fig. 823). Estas piezas de cermica han sido estudiadas por los especialistas, y al lado Figs. 818 821. Cermica mexicana. de los tipos de leprosos, han encontrado otros que eran ejemplo de enfermedades ms modernas y precisamente americanas. No se conoce la utilidad de estas vasijas ni sabemos si eran objetos votivos simples recipientes. Todas tienen en la parte superior el tubo
i6
que
sirve para
verter
el
lquido.
De
todos modos,
muy
y no slo se mostraron
hbiles en la figura
na, sino
gurillas
lo
humalas
fi-
tambin en
nos de
Fig. 8:
827.
esfricos y
Los vasos
Vasos con cabezas de
indios.
poca precolombiana estn pintados, en Mxico y el Per, con decoraciones geomtricas de figuras estilizadas y de vivsimos colores. En el Per esta cermica sigue desarrollndose despus de la conquista, produciendo, segn las tradiciones antiguas, obras harto interesantes
hasta los tiempos actuales
Per.
cilindricos de la
las
(figs. 824 y 825). Los alfareros peruanos continan manos; slo la decoracin se hace ms severa y razo-
Lo que
cmo
un sistema de
simetra transversal
acostumbrados las de un eje vertical horizontal (fig. 826). Este gusto mismo por la disposicin diagonal de las decoraciones se advierte en los mosaicos de las fachadas de los palacios, y puede decirse que es la nota ms caracterstica del arte americano.
que nosotros ha de sorprendernos no poco, formas del arte clsico, simtricas generalmente los lados
creer que
Fig. 823.
Lmina A
....
L.
^S-
'
*..
^v
'
M> J
tr
E^a H
5
SiftiEic
r^Mf
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V
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l
YA
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^Km.
>3
i
^^^> ^PJl
&
Mosaico de plumas mexicano. (Museo ae Viena)
r=
Tomo
LA ESCULTURA Y LA CERMICA
517
Fig. 824.
Fig. 825.
Vaso
floreal.
geomtrica. Per.
lado de la arquitectura y la espues que muchos relieves estaban policromados. Adems, en Mitla quedan an, en las paredes del patio de
papel
al
cultura,
uno de
de estucos con
fres-
en cambio, quedan
tasa
los cdices
la
miniados
original fan-
de color de los primitivos artistas mexicanos (figs. 785 791). Dentro del
arte
de
la
pintura,
deben
incluirse los
hemos
no
paredes cuando en
ellas
im-
portancia. Pero
adems de
los
tocados
Fig. 8 26.
para
la
de
la
5 1
15
mexicanos y peruanos labraban tapices con composiciones geomy formas de animales, pegando las plumas sobre una tela atndolas unas con otras. Las ms famosas de estas obras confeccionadas con plumas, son las
ios indios tricas
Hernn Corts, y que, regaladas luego por Carlos al archiduque Fernando, despus de haberse considerado mucho tiempo como per-
de Ambras, del
Tirol,
y de
all
pasaron
Museo de Viena.
til
muy
ellas,
para saber
que reproducimos en
la
de ornamentacin que estaban destinadas. Una de Lm. XL, era simplemente un tapiz, pero labra-
de policroma y mosaico de plumas, del Per, para poner de manifiesto que este arte no era exclusivo de Mxico y la Amrica Central.
Bibliografa.
indiana.
Duran:
Sahagx:
Landa: Relacin de
Clavijero:
dents of travels in Central A merica. Dupaix: Aniiquities americaines, 1836. Kingsborough: Antiquities of Mxico, 1843. Charnay y Yiollet le Duc: Cites et ruines americaines, 1863.
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1.
Smitsonian Insti-
Hojas
Selectas.
FIN DEL
TOMO PRIMERO
F. 827.-
NDICE
DE CAPTULOS
PROLOGO
CAPTULO PRIMERO
EL ARTE EN LOS PRIMITIVOS ACTUALES
I
CAPTULO
EL ARTE EN LA POCA DEL RENO.
II
17
EL ARTE NEOLTICO
III
.
EL EGIPTO PREFARANICO.
EL
CAPTULO
37
CAPTULO IV
EL ARTE DE LAS DINASTAS TEBANAS.
TAL.
LA ESCULTURA Y LA PINTURA
EL
CAPTULO V
ARTE SAITA.
LAS ARTES MENORES
y
ARTE
CAPTULO VI
CALDEO.
CONSTRUCCIONES
DE
93
CAPTULO VII
-.
IOQ
CAPTULO VIII
EL ARTE EN LA PERSIA ANTIGUA. PALACIOS DE PERSPOLIS.
LAS
TURA Y LA PINTURA
25
CAPTULO IX
FENICIA Y CHIPRE. LOS HITITAS. LA EXPANSIN DEL ARTE ORIENTAL. PALESTINA. LAS COLONIAS MEDITERRNEAS DE LOS PUEBLOS ORIENTALES. EL ARTE IBRICO
139
CAPTULO X
LAS ESCUELAS ARTSTICAS DEL EXTREMO ORIENTE Y SUS RELACIONES CON EL MUNDO OCCIDENTAL. EL ARTE BRAMNICO DE LA INDIA. EL ARTE CHINO Y EL ARTE GRECO-BDICO. ARTE KMERR. EL JAPONS
157
CAPTULO XI
TROYA. ARTE PREHELNICO. HISTORIA DE LA ARQUEOLOGA CLSICA. LOS PALACIOS LAS EXCAVACIONES DE MICENAS Y T1RINTO. DE CRETA. LA PINTURA, LA ESCULTURA Y LA ORFEBRERA.
l8l
520
CAPITULO XII
I.A
205
CAPTULO XIII
LOS GRANDES SANTUARIOS NACIONALES: DELFOS Y OLIMPIA. LOS MAESTROS FUNDIDORES. FIN DEL ARCASMO. POLICLETO. LA PINTURA Y LA CERMICA
MYRN Y
23
I
CAPTULO XIV
PERICLES Y FIDIAS. LAS CONSTRUCCIONES DE LA ACRPOLIS DE ATENAS. EL ERECTEO. EL CAPITEL LOS PROPILEOS. EL PARTENN. POLIGCORINTIO. LA ESTATUARIA TICA EN EL SIGLO V. NOTO Y LA PINTURA MONUMENTAL. -LA CERMICA.
259
LOS GRANDES MAESTROS ESCULTORES DEL LOS DISCPULOS DE FIDIAS. SCOPAS Y LIS1PO. PRAXITELES Y SUS DISCPULOS. SIGLO IV. LA PINTURA GRIEGA EN EL SIGLO IV
CAPTULO XV
287
CAPTULO XVI
EL PERODO HELENSTICO.
ARQUITECTURA. URBANIZACIN. DLOS Y PR1EESCULLAS GRANDES CAPITALES. NE. EDIFICIOS PBLICOS. TURA. LOS NUEVOS TIPOS. LOS RETRATOS. LAS ESCUELAS LOCALA PINTURA Y LA CERLES. ALEJANDRA, PRGAMO, RODAS. LAS ARTES SUNTUARIAS MICA.
325
EL ARTE ORGENES DE ROMA. LOS PRIMITIVOS SANTUARIOS LATINOS. ETRUSCO. LOS TEMPLOS REPUBLICANOS DE ROMA Y DEL LACIO. LA ESCUELA LOS FUNDIDORES EN BRONCE. LAS BASLICAS. HELENSTICA DE LA CAMPANIA
CATTULO XVII
365
CAPTULO XVIII
EL ARTE
395
CAPTULO XIX
EL ARTE
429
CAPTULO
EL ARTE
TRABAJOS DE COMUNICACIN Y URPROVINCIAS. EL ARTE ROMANO EL ARTE DE LAS LEGIONES. BANIZACIN. LA DECADENCIA DEL EN ORIENTE. LOS CULTOS ORIENTALES.
ROMANO EN
XX
ARTE EN ROMA
4^3
CAPTULO XXI
\RTE AMERICANO.
ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES. TECTURA EN MXICO Y EL YUCATN. EN EL PER. TURA Y LA CERMICA
LA ARQUI LA ESCUL497
Fig. 828.
ibero-romanas.
NDICE DE
GRABADOS
Pers.
ARTE PREHISTRICO
Fresco representando un cazador bosquimano. frica central. Muestra de un dibujo infantil Tocado de cicatrices con un disco de marfil en el labio. Congo. Tocado de cicatrices. Congo. Mano tatuada de un indgena de las islas Marquesas.. Ejemplar del tatuado en la cabeza de un cadver (Museo de Gotinga Operacin del tocado de cicatrices. Congo Dibujo grabado en las cavernas de Sierra Prieta. Santo Domingo. Grabados de la caverna de La Guacara. Santo Domingo. Bajorrelieve de la caverna de Hernando Alonso. Santo Domingo. Dibujos ornamentales de los indios del Brasil. Escudo de un australiano Escultura de marfil labrada por los esquimales del cabo de Gales. Objetos labrados en marfil por los esquimales Pequeas esculturas en hueso de los esquimales, representando renos. Propulsores disparadores de arpn, de los esquimales. Mscara litrgica para la danza, de los indgenas de Colombia.. Caretas de madera pertenecientes los indgenas de Siberia. Dibujos pintados en la roca por los indios de la Amrica del Norte. Antlope en actitud de brincar, dibujado por los bosquimanos.. Dromedarios, grafito de la Arabia. Escultura representando una batalla entre bosquimanos y negros. Pinturas en la roca de los bosquimanos de Rhodesia (frica central). Cabanas circulares en un poblado indgena del Congo. Chozas circulares de los indgenas del Congo. Careta de obsidiana de los indgenas de Mxico. Monumento megaltico de Stonehenge (Inglaterra). Armas de las edades de piedra, formadas por rones de cuarzo. Propulsor de Bruniquel (Museo St. Germain) Caballo tallado en marfil Crvidos y reno, grabados en la caverna de Combarelles (Dordoa).
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T. 66.
I.
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Grabados de las paredes de la caverna de Combarelles. Venus de Brasempury (torso y cabeza) Caballo esculpido en la gruta de Cap Blanch. Frescos prehistricos con figuras humanas, de Cgul (Lrida,).. Frescos de Cgul, con ciervos y bueyes. Hachas de piedra pulimentada Hacha de piedra cuyo mango consiste en un cuerno de ciervo. Hacha de piedra con mango de madera. Gerona. Hacha del primer perodo del bronce con la forma del hacha de piedra. Menhir de Vallvenera. Gerona. Planta esquemtica de un dolmen completo Dolmen de la Siria. Dolmen de Romany. Gerona. Taula en el predio de Torrauba d'en Salort, en Atalayor (Mahn). Taula en el predio Talat de Dalt, unos cuatro kilmetros de Mahn. Talayot en el predio de Cumia, unos cinco kilmetros de Mahn. Naveta situada en el predio d'es Tudons (Mahn) Nuraga llamado de Santa Brbara, en la isla de Cerdea.. Divinidad sarda. Estatuilla en bronce representando un guerrero. Estatuilla en bronce de la divinidad sarda femenina Templo nurgico en la isla de Cerdea. Boca del pozo del agua lustra]. Escalera para descender al pozo del templo nurgico. Palafitas habitaciones lacustres de los guajiros de Venezuela.
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Rumania
Torques anillo de bronce (Museo Britnico). Bronces esmaltados celtas (Museo Britnico). Bisonte con signos mgicos pintado en la caverna de Marsoulas.
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ARTE EGIPCIO
Pirmides de Abusir (reconstruccin de Borchardt). Situacin de las pirmides en el Bajo Egipto. Trabajos de excavacin cerca de las pirmides de Sakkarah. La famosa piedra hallada en Roseta, con una inscripcin trilinge. Cuchillos de slex del Egipto prefaranico.. Figurillas de cermica prehistrica del Egipto, con tatuajes. Cermica prefaranica.. Planta de la tumba de Menes, el primer faran. Estras decorativas en la tumba del faran Menes, en Xegadah Pizarra con relieves de la poca prefaranica del Egipto.. Pizarra con relieves de la poca prefaranica del valle del Nilo Grupo de mastabas (Perrot y Chipiez). Pirmide de doble pendiente Pirmide del faran Micerino, con restos de su revestimiento Restos del llamado templo de la Esfinge, en la necrpolis de Menfis. Templo real de una de las pirmides de Abusir (segn Borchardtt. Templo para el culto pblico de un faran de las pirmides de Abusir. Esfinge de Menfis Estatua de Chefrn. Sacerdote de Menfis. El-Cheik-el-Beled (Museo del Cairo) Relieves de madera encontrados en una mastaba. Menfis.. Cabeza de un sacerdote de las primeras dinastas (Egypt Expl. Fund). Colosos de Amenofis II, llamados de Memnn. Tebas. Emplazamiento de los templos y la necrpolis de Tebas. Excavaciones del templo-sepulcro de Mentuetep, primer faran tebano. Restauracin del templo-sepulcro de Mentuetep. Acantilado de Abydos, donde estn las tumbas reales de Tebas. Prtico de Deir-el-Bahari. Templo sepulcro de la reina Hatas. Aspecto actual del Rameseum, despus de los trabajos de desescombro Planta esquemtica de un templo egipcio
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NDICE DE GRABADOS
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F(?a.
Templo de Karnak, Tebas. Dromos avenida de esfingesTemplo de Luxor, Tebas, despus de las ltimas excavaciones.
Pilono puerta de entrada de un templo con dos columnas. Segundo patio de Karnak. Tebas..
de Karnak. Tebas llamado el Rameseum. Entrada la sala hipstila Entrada al santuario de un templo egipcio (restauracin). Sagraiio de un templo egipcio. Capiteles egipcios compuestos. Ombos. Trabajos de consolidacin en Karnak. Andamiadas de la sala hipstila. Retrato de una reina. Karnak. El faran Seti I. Karnak. Pared cubierta de relieves, en el templo de Luxor Estatua del faran Tutms III (Museo Britnico) Retrato de Ramss II (Museo del Cairo) Retrato de Ramss II con los atributos de la realeza (Museo de Turn). Estatuas de dos princesas reales. Luxor. La reina Nofrit, esposa de Usitarsn II (Museo del Cairo). Grupo de Amenofis II y la vaca Hathor en el centro de una capillaLa vaca Hathor en el acto de trasladarla al Museo del Cairo.. Faran con un msico. Pintura de Tebas Arpista delante del Faran. Pintura de Tebas. Retrato en relieve policromado de Tutms II. Deir el-Bahari. El gran speos de Ipsambul. Nubia. El valle del Nilo en la Nubia. Planta del gran speos de Ipsambul. Uno de los colosos del gran speos de Ipsambul Fachada del pequeo speos de Ipsambul Planta del pequeo speos de Ipsambul Hemispeos de Gerf-Husen (Perrot y Chipiez) Restauracin del templo de Elefantina (Perrot y Chipiez). Templo de Semneh. Planta del templo del Sol en Meroe (Garnstang) Pirmide de Meroe Vista de la isla de Philae antes de construirse la presa de Assun. El gran templo de Philae inundado por las aguas de la presa de Assun Isla de Philae. Pabelln de Nectanebo Prtico de Philae Coloso del faran Psamtico, en la selva de Menfis Estatua de prfido de Psamtico (Museo del Cairo) Estatua de una reina saita, con el emblema de Hathor (Cairo). Pequea estatua en bronce de la damaTakusit (Museo de Atenas). Retrato de una princesa saita (Mu.c eo del Vaticano) Vasos canpeos (Egypt Exploration Fund)..
Ruinas de
la sala hipstila
II,
Templo de Ramss
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CALDEA Y ASIRA
Excavaciones de Srpula (Sarzec-Heuzey). Ciudades antiguas de Caldea. Plano del palacio de Gudea, en Srpula. Fachadas del palacio de Srpula, con paramentos estriados. Una puerta del palacio de Srpula (Sarzec-Heuzey). Una bveda de Srpula (Sarzec-Heuzey) Tableta de Gudea y sus hijos Tableta de Gudea. Gudea de pie (Sarzec- Heuzey). Estatua de Gudea, llamada el Arquitecto (Sarzec-Heuzey). Cabeza rapada de Srpula (Sarzec-Heuzey)
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524
Cabeza llamada del Turbante (Sarzec Heuzey) Escultura femenina de Srpula. Estela de Naram-Sim (Museo del Louvre) Estela babilnica de Merodac-Balaam.. Toro con cabeza humana. Toro amuleto de Srpula. Desarrollo de un cilindro caldeo.. Vaso de plata repujada. Srpula. Eriso de cermica vidriada. Babilonia (Andrae). Guerreros asirios con mquinas de guerra expugnando una ciudad El tringulo de la Asira. Reconstruccin de un templo en Assur, capital religiosa de Asira. Planta del templo de Assur.. Plataforma general de Khorsabad con el palacio real en el fondo. Restauracin del palacio de Khorsabad (Place). Planta del palacio de Khorsabad (Botta) Zigurat del palacio de Khorsabad Puerta del palacio real de Khorsabad (restauracin de Place).. Toro alado de Khorsabad (Museo del Louvre' Cabeza de toro alado asirio. Bveda de una de las cloacas de Khorsabad. Puerta de entrada del recinto de Khorsabad. Estatua de Nebo (Museo Britnico). Estatua de Asurbanipal (Museo Britnico ). Leona herida, de uno de los relieves de Kuyundjick (Museo Britn ico).
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I
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Divinidad asira Zcalo con losetas esmaltadas de Khorsabad Losetas vidriadas de Khorsabad. Marfil de imitacin egipcia encontrado en Nnive (Museo Britnico) Terraza de Perspolis, con los palacios reales (Dieulafoy). Las ciudades de la Persia antigua. Planta del sepulcro de Ciro. Sepulcro de Ciro en Pasargada (Dieulafoy).
Planta de la terraza de Perspolis. Propileos de Perspolis (Dieulafoy). Columna de los propileos de Perspolis.
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Restauracin de la sala hipstila de Jerjes (Perrot y Chipiez) Vista general del palacio de Daro en Perspolis (Dieulafo)'). Puerta del palacio de Daro, con el remate en forma de gola egipcia Restauracin de las columnas persas. Sala del palacio de Susa, segn una restauracin de Dieulafoy. Tumbas reales persas de Nachi-y-Rustem (Dieulafoy). Tumba de Jerjes en Nachi-y-Rustem. Relieve del palacio de Daro en Perspolis (Dieulafoy). . Capitel persa de Susa (Museo del Louvre).
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Vasija chipriota..
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NDICE DE GRABADOS
525
Pgs.
cananeo en Gezer. Planta del Sancta Sanctrum, del templo de Jerusaln. Vidrio romano, con una vista del templo de Jerusaln. Columna de bronce del templo de Jerusaln (Chipiez). Vista general del templo de Jerusaln (restauracin de M. de Vogu). El templo de Jerusaln desde el segundo recinto (Chipiez). Sepulcros reales en las afueras de Jerusaln. Figurilla de cermica de Ibiza. Pequea estatua pnica de Ibiza. Busto de cermica. Ibiza. Nereida y caballo marino. Pieza de cermica pnica procedente de Ibiza Estatua de sacerdotisa ibrica del Cerro de los Santos (Museo de Madrid) Diadema de oro ibrica encontrada en Javea (Museo de Madrid). Cabezas de toro en bronce encontradas en Costig (Mallorca). Bicha de Balazote (Museo Arqueolgico de Madrid)
Lugar
alto santuario
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de
la
India.
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Siringam. Construccin de piedra imitando un techo de madera. Patio del Kailasa, excavado en la roca. India. Stupa de Sanchir. India. Vihara capilla de arte greco bdico. India. Edculo en el centro del claustro de un convento bdico. India. Arte greco-bdico. Estatua de Buda (Museo del Louvre).. Templo bramnico de Siringam. India. Prtico de Siringam. India.
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Gopura de Congeveram.
India.
Puerta de ingreso al primer recinto del templo. Angkor-Vat. Torre angular y claustro del primer piso en el templo de Angkor-Vat. Vista parcial de la portalada del templo de Angkor-Vat. Representacin simblica de la Trinidad india.. Avenida de colosos de las tumbas imperiales. Nankn (China).. Camino de las tumbas reales de Nankn. Va de los dromedarios. Buda sentado, grutas de Yung-Lang. China. (Misin Chavannes). Procesin de monjes bdicos; grutas de Long-Men (China). Cromotipia japonesa de Hokusai (de las cien vistas del Fusiyama). Bronces japoneses. Bronce chino. Filsofo cabalgando en un reno.. Bronce japons. El dios Shoki. Guarda- espada japons. Guarda-espada japons. Monedas manches con caracteres arcaicos.
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ARTE PREHELNICO
Casamatas corredores en las murallas de Tirinto. Mapa arqueolgico de Grecia. Planta de Troya (Schliemann) Puerta de los leones. Micenas. Plaza circular, con la excavacin de la necrpolis real. Micenas. Piezas decorativas de la indumentaria de los cadveres reales. Micenas. Estela de las tumbas reales. Micenas. Corredor y entrada de una tumba en forma de cmara. Micenas. Entrada de una tumba micnica (Perrot y Chipiez). Cmara de una tumba micnica. Ruina de sepultura orehelnica. Creta. Corte y planta del Tesoro de Atreo. Planta de la acrpolis de Tirinto (Schliemann). Patio del palacio real de Festos. Creta.
26
Planta del palacio de Knosos (Creta) las capas arqueolgicas del palacio de Kosos Planta del megarn de la reina, en Knosos.
Seccin de
Pequeas hachas de oro encontradas en Knosos. Fresco del palacio de Knosos con representaciones del
Santuario en miniatura del culto del pilar (Evans).
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Megarn del palacio de Festos, en Creta. Restauracin de la fachada de un megarn prehelnico (Perrot y Chipiez) Casitas en porcelana de la Grecia prehelnica. Knosos. Plano de la ciudad prehelnica de Gournia (Creta).
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Sarcfago de Haghia -Triada. Creta de cermica de sacerdotisa prehelnica. Knosos. Cuadrito de porcelana. Knosos. Vaso de porcelana con relieves. Knosos. Vaso pintado. Knosos. Vaso de los guerreros (Museo de Atenas). Vaso prehelnico (Museo de Canda) Relieve de Knosos. Copa de esteatita decorada con el regreso de los segadores. Cabeza de oro votiva encontrada en Micenas. Brazalete y anillos de Micenas.
Figurilla
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pilar
el
hacha.
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GRECIA
Templos griegos dricos de Poestum Escultura de la primitiva divinidad femenina griega. Creta. El templo de Tirinto, sobre el megarn prehelnico (Frickenhaus) Megarn prehelnico..
205
de Ramnunte. de Juno. Olimpia Ruinas del templo primitivo de Juno. Olimpia Templo in antis. Tesoro de los atenienses. Delfos. Planta y alzado de un templo exstilo. Agrigento. Templo arcaico de Corinto. Templo en el promontorio de Sunium. Interior de un templo con tres naves. Poestum. Estructura del primitivo templo drico en madera (Durm). Cubierta del templo drico clsico (Durm). Esquema del orden drico. Acrotera central de Egina (restauracin de Furwaengler Cimasia de cermica.. Cimasia de piedra del templo de Himera (Museo de Palermo). Templo drico con el estuco de revestimiento para la pintura. Agrigento Esquema del orden jnico.. Capitel jnico primitivo de Neandria. Planta del templo de Efeso Restauracin de un ngulo del templo de Efeso. Columnas del templo primitivo de Efeso y de su restauracin Atletas del tipo llamado Apoln arcaico. Apolo arcaico. Atenas. Apolo. Teatro de Atenas. Apolo arcaico. Cabeza masculina. Tassos. Escultura primitiva griega (Museo de Canda) Estatuilla de mrmol. Olimpia. Exvoto de Nicandra. Dlos. Muchacha arcaica. Acrpolis de Atenas. Estatua femenina. Acrpolis de Atenas. Core arcaica. Acrpolis de Atenas.
del Ilisos.
de Assos. D, de Selinonte.
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ndice de grabados
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Pps.
Core arcaica. Acrpolis de Atenas. La Core de Anterior. Acrpolis de Atenas Victoria volando de Akermos. Dlos Victoria volando (Museo de Atenas) Moscforo (Museo de Atenas). Criforo (Museo de Berln). Fragmento de un friso arcaico. Creta Metopas de Selinonte (Museo de Palermo). Vasos del estilo del Dypiln (Museo de Barcelona). Cabeza arcaica. Acrpolis de Atenas.. El estadio despus de las excavaciones. Delfos. Tesoro de la ciudad de Gnido. Delfos.
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Caritide arcaica del tesoro de Sifno. Delfos. Esfinge arcaica. Exvoto de la ciudad de Naxos. Delfos. El templo de Apolo. Delfos Planta del recinto sagrado. Olimpia. Planta del templo de Jpiter. Olimpia. Fragmento de escultura del frontn del templo de Jpiter. Olimpia
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Apolo del frontn. Olimpia Cabezas de los ngulos de los frontones de Olimpia. Ruinas del templo de Egina. Restauracin de un frontn de Egina (segn Torwaldsen Escultura de Egina (Museo de Munich). Guerrero herido de Egina (Museo de Munich). Minerva luchando con un gigante. Acrpolis de Atenas. Estela funeraria (Museo de Atenas). Estela funeraria (Museo de Atenas), Relieve arcaico. Acrpolis de Atenas. Demeter, Core y Triptolemo. Eleusis. Nacimiento de Venus. Trono Ludovisi. Roma. (Museo de
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las
Term as).
Relieves laterales del trono Ludovisi. Roma. Restauracin de' grupo de los tiranicidas.
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Bronce arcaico (Museo de Atenas Cabeza del Auriga de Delfos. Estatua del Auriga de Delfos. El Discbolo de Myrn. Copia en mrmol. Grupo restaurado de Minerva y Marsias, de Myrn
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El Dorforo de Policleto. Vaticano. Cabeza de otra copia del Dorforo (Museo de aples) El Diadumeno de Policleto (Museo de Madrid). Amazona arcaica (Museo de Viena). Amazona de Policleto (Museo Vaticano)
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Cabeza de la amazona de Cresilas. Cabeza de la Juno de Policleto (Museo Britnico). Moneda de Argos con la Juno de Policleto. Sarcfago pintado de Clazomene. Tableta pintada de un guerrero (Museo de Atenas Las Gorgonas persiguiendo Perseo. Pintura de un vaso Mercurio y las tres diosas. Cermica de figuras negras. Cermica griega comn (Coleccin Sagarra). Vaso llamado Francois (Museo de Florencia). La Acrpolis de Atenas antes de i885, con la llamada Torre franca Disposicin relativa del viejo templo de la Acrpolis y el Erecteo. Restauracin de la Acrpolis de Atenas. La Minerva Lemnia, segn Amelung. Gemma de Viena con la cabeza de Minerva Prtenos Minerva Prtenos. Papirus de Ginebra con el proceso de Fidias. Retrato de Pericles
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El Partenn. Fachada oriental. El Partenn. Fachada occidental. Estatua de Hebe, en el frontn oriental del Partenn. Cabeza de uno de los caballos de Selene. Partenn.. Estatua de Iris, del frontn occidental del Partenn. Cabeza femenina de uno de los frontones del Partenn. Cortejo de las Panateneas. Partenn. Friso de las Panateneas. Partenn. Grupo de los dioses. Friso del Partenn (Museo de Atenas). Monedas de Olimpia con representaciones del Jpiter de Fidias. Jpiter de Otrcoli Museo Vaticano). Planta de los Propileos de la Acrpolis de Atenas. Los Propileos, la puerta Beul y el templo de la Minerva Nike. Templo de Minerva Nike Acrpolis de Atenas). Victoria de la balaustrada del templo de Minerva Nike. Vista general del Erecteo despus de las ltimas restauraciones. Tribuna de las caritides del Erecteo. Puerta del Erecteo. Capitel de ngulo del Erecteo, visto posteriormente. Columna votiva. Delfos. Estatua fidaca. Vaticano.
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Pgs.
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Apolo de Cassel. Nibide de Subiaco (Museo de las Termas. Roma). Nibide encontrada en Roma, hoy en la Banca Comercial de Miln. Combate de atenienses y amazonas. Fresco griego, sarcfago etrus( Regreso de Ulises. Relieve de Giloi-Bassi Vasos griegos encontrados en Ampurias Museo de Barcelona). Pelops Hipodamia. Vaso de Atenas del siglo v antes de J.C.. Copa de Venus y el Cisne (Museo Britnico. Vaso dedicado un joven Kalos. Torso de Neptuno. Partenn. Vista actual del cementerio del Cermico. Atenas. Restauracin de la fachada del tholos circular de Epidauro (Kavadias). Seccin del tholos de Epidauro. Casetones de mrmol del prtico exterior del tholos de Epidauro.. Linterna de Liscrates. Atenas.. Ruinas del Filipein. Olimpia. La Venus de Alcamenes. Juno. Coleccin Ny Calsberg. Copenhague. Cabeza de la llamada Juno Ludovisi Museo de las Termas). Eirene y Plutos de Cefisodoto Museo de Munich). Cabeza de la Eirene de Cefisodoto Museo de Munich). El Amor de Centocelle (Museo Vaticano). Amor de Madhia [Museo del Bardo. Tnez). El Stiro de Praxiteles Museo del Capitolio). Cabeza y busto del Stiro de Praxiteles (Museo del Capitolio). Copia del Stiro de Praxiteles. Vaticano. La Venus de Gnido con el ropaje postizo. Vaticano.. Cabeza de la Venus de Gnido de la copia del Vaticano. Restauracin de la Venus de Gnido, de Praxiteles. Hermes de Praxiteles. Olimpia Las Musas. Relieve de una base de Mantinea (^Museo de Atenas). Eubuleos de Eleusis (Museo de Atenas). Torso de Psiquis (Museo de aples). Estatua funeraria (Museo Britnico).. Estatua llamada la Demeter de Gnido Museo Britnico).. Retrato funerario (Roma. Museo de las Termas). La fanciulla de Anzio (Museo de las Termas). Apolo Castellani. Apolo Pourtales (Museo Britnico). Apolo del Belvedere. Vaticano.. Diana de Versalles. Louvre. Bronce del Renacimiento. (Coleccin Stroganof. San Petersburgo).
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ndice de grabados
Venus de Venus de
Apolo con una cabeza de Meleagro (Villa Mdicis. Roma) Scopas. Cabeza de Meleagro (Villa Mdicis. Roma).. Scopas. Cabezas del templo de Minerva Alea (Museo de Atenas) Estatua de Mausolo (Museo Britnico) Niobe (Museo de Florencia).
Nibide. Vaticano. Alejandro nio (Museo Britnico). Alejandro joven. Munich. Alejandro idealizado. Vaticano.. Alejandro Azara (Museo del Louvre) Hrcules dominando un ciervo. Palermo. Hrcules sentado del Belvedere (Museo Vaticano). Jasn. Louvre. Marte Ludovisi (Museo de las Termas) El Apoxiomenos de Lisipo. Cabeza del Apoxiomenos. Vaticano.. Estatua de Agias, de Lisipo. Delfos. Estela del Cermico (Museo de Atenas) Estela tica (Abada de Grotaferrata) Estela de Demetria y Panfila (Museo de Atenas). Sacrificio de Ingenia (Museo de aples).. El Sacrificio de Ingenia, por Timantes. Mosaico de Ampurias Batalla de Issos. Mosaico de Pompeya. aples. Las Bodas Aldobrandini. Fresco de Ostia. Biblioteca Vaticana
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Pgs.
Una
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La madre de familia. Villa tem. Pompeya. La iniciacin de los misterios. Villa tem. Pompeya.. Decadragma de Siracusa. Templo de Jpiter Olmpico, en Atenas.
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Capitel triangular de Eleusis. Torre de los Vientos. Atenas. Planta de Priene. Barrio del Mercado. Vista de las excavaciones de Priene.. Una fuente en la calle. Priene. Planta y perspectiva de una casa griega (Wiegand). Entablamento del templo de Priene (Museo de Berln). Planta del templo de Priene. Antepecho del prtico superior de la baslica de Prgamo. Planta de la Biblioteca de feso. , Restauracin de la fachada de la Biblioteca de feso (Niemann) El Gimnasio de Solunto.
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Teatro griego. Epidauro. Teatro de Dionisio, en Atenas. Silln de mrmol en el teatro de Atenas. Planta del Oden, de Atenas
Estela funeraria. Atenas. Jarrn funerario. Atenas. Tumba de Tern. Agrigento. Planta del templo de Mileto. El faro de Alejandra. Relieve de la Catedral de Pisa. La Victoria de Samotracia (Museo del Louvre). Busto de Venus, descubierto en Madhia (Museo de Tnez). Cabeza de Dionisos, por Boetas (Museo de Tnez). Furia dormida (Museo de las Termas. Roma). El Centauro joven y el Centauro viejo de la villa Adriana (Capitolio) . El Centauro viejo y el Amor (Museo del Louvre). El joven orante, de Boetas (Museo de Berln). La Antioqua, de Eutquides (Museo del Vaticano). Plato con la representacin de Alejandra (Museo de Berln). Grupo alegrico del Nilo (Museo del Vaticano). Espinario. Joven corredor arrancndose una espina..
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55o
El nio dla oca, de Boetas (copia del Vaticano). Nio con una oca (Museo de Valencia).
Amor
y Psiquis (Museo del Capitolio). Retrato de Sfocles (Museo Lateranense) Cabeza de Sfoles (Museo Lateranense).
Esopo. Villa Albani Relieve con una escena rural (Museo de Munich). Bronces de Alejandra. Un cantador callejero, un danzante y un eunuco Bronces descubiertos en Pompeya. Dionisos, Narciso y la Victoria.. Bronces procedentes de Atenas. Amor con la lira y pareja de enanos. Grupo del galo y su mujer (Museo de las Termas). Galo moribundo. Capitolio. Cabezas de los galos de las figs. anteriores. Cabeza de gigante del altar de Prgamo (Museo de Berln). Cabeza de gigante (Museo de Atenas) Grupo de Laoconte. Vaticano. Grupo del Toro Farnesio (Museo de aples). Marte y Venus. Fresco de Pompeya (Museo de aples).. Medea (Museo de aples) Amorcillos vendiendo vino (Museo de aples). Mosaico con peces hallado en Ampurias (Museo de Barcelona). Antoco I y el dios solar (Nerud-Dagh). Manto bordado (Museo de Atenas) Vasos greco-romanos del tesoro de Hildesheim (Museo de Berln). Camafeo de Viena Camafeo de San Petersburgo. Moneda de Tolomeo II.. Tanagras. Figurillas de barro cocido (Museo de Madrid). Cabeza de Hipnos el Sueo (Museo Britnico).
35' 352
3-\3
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35 9
359 360
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3^4
ROMA
Muros de Roma de la poca de los reyes.. Urna cineraria del Lacio en forma de cabana (Foro romano).
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Pozo con la vasija conteniendo la urna y el ajuar funerario (Boni). Necrpolis prehistrica del Foro romano, con tumbas en forma de pozo Ramal de la cloaca mxima. Roma. Muros de Norba. Lacio. Muros de la Acrpolis latina de Alatri. Restauracin de la Acrpolis de Alatri.
Ruinas de un primitivo templo latino. Gabii. (Delbrch).. Planta del templo primitivo del Capitolio. Roma. Templo Capitolino despus de las restauraciones de la poca imperial Territorio de la Etruria. Tumba etrusca en forma de tmulo. Cere.. Cmara de la tumba etrusca llamada de las columnas. Cere. Cmara funeraria de una tumba etrusca. Corneto. Sarcfago etrusco de cermica (Museo de Villa Giulia. RomaY. Sarcfago etrusco (Museo de Palermo). Sarcfagos etruscos procedentes de Italia (Museo de Barcelona). Collar etrusco (Museo de Villa Giulia). Joyas etruscas (Museo de Villa Giulia). Piezas de cermica etrusca llamada del bachero ero. Bolonia. Lecho etrusco plegado, en bronce. Cista etrusca grabada (Museo de Villa Giulia). Espejo etrusco (Museo de Villa Giulia). Restauracin del templo etrusco de Faleria Museo de Villa Giulia
369 37"
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1
372 372 373 373 374 J7 5 375 3;6 37" 377 377 378 379 379
NDICE DE GRABADOS
531
P&HS.
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viril,
en Roma.
Planta del templo llamado de la Fortuna viril. Detalle del templo llamado de la Fortuna viril.. Podium del templo de Palestrina. Lacio. Sepulcro de Escipin Barbado (Museo del Vaticano)
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Templo llamado de la Sibila. Tvoli. Templo de Vesta. Roma. Monumento de Bbulo. Roma Teatro de Marcelo. Roma.
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Tabulado Archivo del tiempo de la Repblica. Roma. Roma). Escultura en cermica de un templo etrusco (Villa Giuli Retrato romano de la poca republicana (Vaticano).. La loba del Capitolio.. Estatua de un orador (Museo de Florencia). Retrato del supuesto Bruto (Museo del Capitolio). Retrato de un viejo de la poca republicana (Vaticano). Retrato de Julio Csar (Museo Britnico). La Diana de Pompeya (Museo de aples).. Grupo del escultor Menelaos (Museo de las Termas). Decoracin de una ventana. Baslica Emilia (Foro romam La diosa Tellus la Tierra, con las divinidades del Aire del Ocano Perseo y Andrmeda (Museo del Capitolio). Relieves decorativos hallados en Roma (Museo de Viena Friso del ara de Domicio Enobarbo (Museo del Louvre). Friso del ara de Domicio Enobarbo (Museo del Louvre). Suovetaurilia. Foro romano.. Batalla de galos y romanos. Monumento de Saint-Remy. Provenza Templo de Augusto en Ancira. Galacia. Ara Pacis de Augusto. Restauracin (Petersen). Relieve del Ara Pacis. Representacin del Senatus (Museo de las Termas; Cortejo de la familia imperial. Relieve del Ara Pacis (Museo de los Uffizi) Fragmentos de la ornamentacin del basamento inferior del Ara Pacis. Friso del templo de Augusto. Tarragona Arco de Augusto. Rmini Circo Mximo, en el valle entre el Palatino y el Aventino. Roma.
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Sepulcro llamado templo del Dio-retculo. Roma Pirmide de Cayo Sexto. Roma Tumba de Cecilia Mtela. Va Appia. Roma. Tumba de Eurisarce. Fuori Porta Maggiore. Roma Columbario. Roma Atrio de una casa romana. Casa romana con atrio, vista por defuera. Puerta de una casa romana. Pompeya Decoracin de la casa de Livia. Roma. Primer estilo: de las incrustaciones Decoracin del segundo estilo: arquitectnico. Pompeya. Decoracin del tercer estilo: ornamental. Pompeya Decoracin de la Casa urea de Nern. Roma. Tercer estilo: ornamental Dama tocando la lira. Boscorreale Sacrificio de Penteo. Fresco de Pompeya Perseo y Andrmeda. Pintura de Pompeya (Museo de aples). Relieve con personificaciones de tres ciudades (Museo del Louvre). Augusto nio. Encontrado en Ostia. Vaticano. Augusto joven. Descubierto en Meroe (Museo Britnico). Retrato de Augusto con manto sacerdotal. Augusto representado como impertor (Museo Vaticano). El Pudor (Museo Vaticano) Tiberio. Vaticano Druso el joven. Laterano Retrato de Minacia Pola (Museo de las Termas). Agripina la joven (Museo Vaticano)
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532
Agripina la antigua. Vaticano. Antonia, esposa de Druso (Museo Britnico) Brasero de Pompeya (Museo de aples).
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Lmpara. Pompeya
Argollas de la nave de Tiberio, halladas en el lago Nemi (Museo Termas) Candelabro Barberini Fuente del huerto de Mecenas (Museo del Capitolio). Vasos de mrmol (Museo Vaticano). El gran camafeo de Francia. (Pars. Gabinete de medallas). Vista exterior del anfiteatro Flavio. Roma Retrato de Vespasiano.. Prtico inferior del anfiteatro Flavio. Roma. La superposicin de rdenes en el anfiteatro Flavio. Roma. El arco de Tito. Roma.. Relieve del arco de Tito. Roma. La cuadriga del Emperador Relieve del arco de Tito con los trofeos del templo de Jerusaln. Roma Medallones de la poca de los Flavios en el arco de Constantino. Arco de Trajano. Benevento. Arco de Benevento. Trajano recibiendo los mercaderes Planta del Foro de Trajano. Roma. Columna Trajana. Roma. Friso del templo de Vespasiano. Capitolio. Roma Fragmento de cornisa de un templo de Trajano. Tarragona Adriano en la dedicacin del templo de Venus y Roma
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423 424 425 425 426 426 427 427 428 429 429 430
431 432
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Villa Adriana. Habitaciones para hospedera. Villa Adriana. Ruinas del templo de Antnoo.
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Bvedas del Palatino Estucos decorativos de las bvedas. Fachada del Panten (estado actual). Roma. Interior del Panten (reconstruccin).. Planta del Panten La puerta del Panten en el siglo xvi. Dibujo de Rafael d e Urbino. Templo de Antonino y Faustina. Foro romano Planta del templo del Sol. Roma.. Zcalo del templo de Neptuno, en Roma.
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446
447 447 448 448 449 449 45 45o
45i 45i 452 452 453 453
Provintia Hispania Restauracin del mausoleo de Adriano. Roma. La Va Appia, cerca de Roma. Restauracin. Base de la columna de Marco Aurelio. (Jardn de la Pina. Roma) Relieve triunfal de Marco Aurelio, descubierto en feso (M useo de Viena)
Retrato de Nerva. Vaticano Estatua ecuestre de Marco Aurelio. Roma. Busto de Antinoo. Vaticano.. Antinoo. Villa Albani Mujer brbara prisionera. Logia dei Lanzi. Florencia Retrato de vestal (Museo de las Termas). Roma.. Julia, hija de Tito. Vaticano Retrato de dama romana del tiempo de los Flavios. Capitolio.
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Dama hispano-romana
del tiempo de los Antoninos (Museo de Madrid) Grupo funerario de dos esposos (Museo Vaticano). Patricio romano del tiempo de Adriano. Retrato de un romano de la poca de Trajano (Museo Vaticano).
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York)
Romano de la poca de Adriano (Museo de Nueva Un vneto (Museo de Aquilea) Un germano (Museo Britnico). Un griego (Museo de Atenas). Un hispano (Museo de Madrid) Un dacio (Museo de Viena).
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Danza guerrera (Museo del Vaticano).. Relieve de las Rosas (Museo Laterano) Relieve del Foro Trajano (Museo Laterano)
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1NDICK DE GRABADOS
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Relieve de principios del siglo segundo (Museo Laterano). Friso de la via (Museo Laterano). Friso del castillo mesopotmico de M'schatta (Museo de Berln). Miniatura de un manuscrito del Virgilio (Biblioteca Vaticana).
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Arco de Jano (Roma) Las excavaciones de Ostia. Un fragmento de la tabla de Peutinger con el plano de las vas romanas El puente de Alcntara, cerca de Cceres. Templo del puente de Alcntara. Acueducto llamado Puente del Diablo. Tarragona. Los caos de Carmona. Sevilla La Porta nigra. Trveris Las torres de la puerta romana de Barcelona, en el sijglo XVIII.
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Fuente pblica en el Foro. Pompeya. Columnas de un templo romano. Barcelona. Anfiteatro romano. Nimes. Interior del anfiteatro de Pompeya. El anfiteatro de Itlica
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Corredores internos del anfiteatro. Itlica.. El teatro de Thouga. frica romana. El Pretorio. Lmbese. frica romana.. Los trofeos de Trajano en Adam- Klisi. Rumania. Guerrero nrico (Museo de Cilli. Hungra).. Monumento de Igel El preceptor y los discpulos. Relieve sepulcral de Neumagen. Peinado de una dama romana. Neumagen (Museo de Trveris). Pago de una deuda. Neumagen (Museo de Trveris).. Estela de Cantius Secundus (Museo de Gratz) Estela de L. Emilio (Museo de Madrid). Plano de Baalbec. Vista general de Baalbec. Siria. Columnas del templo de Jpiter. Baalbec Sepulcro nabateo. Petra El tesoro de Salomn. Petra El-Deir (el Convento). Petra Estela funeraria de una familia de rabes nabateos, hallada en Palmira. Sepulcro de Dschel-Geval. Siria. Sepulcro romano en Palestina. La Diana de Efeso. Relieve de Cirene y la Libia (Museo Britnico). Minerva alada. Ostia. Mitra taurctono (Museo Vaticano). Vista general y detalle del arco de los plateros. Roma. Las termas de Caracalla en Roma Termas de Caracalla. Restauracin de su estructura. Casa de las Vestales y baslica de Magencio, en el fondo. Roma, Planta de la baslica de Magencio. Roma Restauracin del palacio de Diocleciano en Spalato. Dalmacia.. Mausoleo de Diocleciano y vestbulo de la casa imperial en Spalato.
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Arco de Constantino. Roma. Relieves del arco de Constantino. Roma. Relieves de las Victorias del zcalo del arco de Constantino. Roma. Sarcfago de Constanza (Museo Vaticano). Sarcfago de las tres gracias y las cuatro estaciones (Museo de Tnez). Retrato de un emperador romano (Museo de Nueva York).
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Camafeo de Maximino Retratos de Felipe el rabe y de Pupieno (Museo de las Termas). Retrato de Constantino (Museo del Capitolio) . Mosaico con el triunfo de Baco (Museo de Tnez). Auriga en su carro saliendo del circo. Mosaico. (Museo de Tnez). Friso de los dioses. Pompeya.
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ibero-romanas.
521
534
AMERICA PRECOLOMBIANA
PgS.
Ruinas de un pequeo templo en la isla de las Mujeres (Yucatn) El Dios del ao (miniatura mexicana).. Mapa arqueolgico de Mxico y el Yucatn Jeroglficos mexicanos. Signos cruciformes en antiguas miniaturas mexicanas Sacrificio humano. Copia de una miniatura mexicana Templos mexicanos representados en miniaturas. Ruinas del templo del Sol. Palenque. Restauracin del palacio y del templo de Palenque. Templo mexicano de cermica en miniatura. Vista dla Casa de los Hechiceros. Teocalli. Uxmal (Yucatn) Planta del palacio de Zayi. Planta del palacio llamado Casa de las Monjas. Uxmal. Lado de un edificio del Grupo de las Columnas. Mitla. Columna de uno de los palacios de Mitla. Planta de un palacio. Mitla Ruinas de la llamada Casa del Gobernador. Uxmal. Ladrillos en forma de mosaico de la fachada de la Casa del Gobern ador. Decoracin de un ngulo de la Casa del Gobernador. Decoracin de la fachada de la Casa del Gobernador. Relieves de un teocalli en Xochicalco Relieves de la gradera de un teocalli de Xochicalco.. Estela precolombiana americana (Museo Peabody, de Harwardi. Estela funeraria mexicana (Museo Kircheriano. Roma). Estatua de guerrero (Museo de Mxico) Grupo de la Cruz. Fragmento del relieve de Palenque. Inscripciones del relieve de Palenque (Museo de Washington). Relieve completo de la Cruz (reconstruccin'* Piedra de los sacrificios (Museo de Mxico) Piedra llamada Calendario solar (Museo de Mxico). dolo maya procedente del Yucatn (Museo de Mxico). Escultura en las ruinas de Copan. Honduras dolo con jeroglficos hallado en las ruinas de Quirigu (Guatemala Cermica mexicana. Vasos con cabezas de indios. Per. Vasos con figuras de indios enfermos Vaso con decoracin geomtrica. Vaso con decoracin fioreal. Decoraciones tpicas de la cermica peruana Grupo de cermica. Per
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497 489 498 499 499 499 5oo 5oi 502 502 503 503 503 504 5o5 5o5 5o6 507 507 507 5o8 5o8 5og 509 5io
5n 5u 5n
5l2 5l2 5i3
5i 3
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5i5 5i6 5i6 5i7
5
1
5i7 5i8
ff
JT
PAUTA
para
la colocacin
de
las
lminas
Pgs.
LAmina
Escultura procedente de
la isla
de Pascuas, en
saltando.
e)
Ocano
Pacfico.
II.
hembra
Cueva de Altamira.
24
4^5
III.
IV.
de Luxor. Tebas.
.
64
72
Grupo de Amenhofis
El Kiosco
II
la
VI.
VII
de Gertassi en
la
la
Nubia
el
88
104
Parte superior de
estela
con
Cdigo de Hamurabi.
VIII.
120
IX
i36
.
X.
XI
XII
Sepulcro de
la Licia,
140
152
Dama de
Elche (Louvre)
del templo
168
.
XIII
La arquitectura
Columnas de
la
la
escultura en
el
Extremo Oriente.
el siglo
176
.
XIV.
La
pintura hasta
xv.
17C
188
XV
XVI. xvn.
200
248
La cabeza
del
Discbolo de Myrn
el
xvm.
xix.
Apolo
del
264
Torso
del
2C8
xx
xxi.
Vaso
a.
J.C.
(Museo de Atenas)
1
280
284
1;
XXII
A. C. Del tipo que reproduce Estelas funerarias ticas. B. D escena en que la moribunda se despide de sus joyas. Del tipo del ltimo adis los seres queridos (Museo de Atenas)
316
XXIII
la
esposi
320
536
Lmina
Estatuas de
Venus de
influencia prasitlica
340
348
el altar
A. Vista general de
la
acrpolis
de Prgamo, con
piter en primer trmino. B. Relieve del altar. Combate de Minerva con el gigante Alcioneus (Museo de Berln).
.
de J.
356
3fo 360
>
XXVII.
Britnico)
XXVEn XXLX
.
Vaso
Roma. El
Foro desde
el Capitolio.
A la izquierda
el
monte
.
.
Esquilino, y la derecha,
el
568
XXX
XXXI
376
Tiberio, en
Casa cua-
408
XXXII.
XXXlll
Pompeya.
416
440
La Columna
Trajana
Roma
. .
444
456
468 472
Ruinas de Timgad. frica romana. A. Vista general de dad. B. Arco de Trajano, en la entrada del Foro.
la ciu.
.
XXXVIII.
4S0
XXXIX
La llamada Reina Maya. Escultura en las ruinas de Quirigu, Guatemala. En las caras laterales del bloque se ven los jeroglficos aztecas, iguales
que en
las esculturas
mexicanas.
512
XL
Mosaico de plumas mexicano (Museo de Viena). plumas peruanos (Museo Etnolgico de Berln)
Mosaicos
de
PLEASE
DO NOT REMOVE
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SLIPS
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