Cuestion Homerica
Cuestion Homerica
Cuestion Homerica
La Ilada y la Odisea son los poemas picos ms antiguos que de la literatura europea conservamos por escrito, compuestos presuntamente en algn lugar prximo a las costas del Asia Menor por Homero, a quien la tradicin le atribuye tambin algunas otras obras, pero de quien los antiguos griegos poco o nada saban ms all de las referencias de Herclito, Pndaro, Herodoto, Platn, Aristteles y toda la tradicin posterior. Como creacin artstica, la Ilada emerge de una larga tradicin; existen versiones anteriores o contemporneas que narran historias similares o complementarias, difundidas de manera oral y que se remontan hasta el ao 1200 antes de nuestra era. En esa poca y hasta el 400 a. C., los aedos componan, con la ayuda de su memoria y durante la misma ejecucin, poemas narrativos que cantaban con acompaamiento de un instrumento musical de cuerda. No se sabe a ciencia cierta cundo la Ilada fue puesta por escrito, pero ya antes del ao 520 a. C. circulaba en Atenas un texto escrito que se recitaba en las fiestas en honor de la diosa Atenea. La conservacin del texto escrito se inicia, como podemos advertir, en una poca muy anterior a la invencin de la imprenta (siglo XV), con manuscritos que transmiten una parte o toda la Ilada. Hay papiros desde el siglo III a. C. hasta el siglo VII d. C., pergaminos bizantinos desde el siglo XI hasta el siglo XV de nuestra era y manuscritos en papel a partir del siglo XIII. La notable coincidencia de todas estas copias hace pensar que se remontan a un original nico que sera el que editaron los fillogos alejandrinos, especialmente Aristarco, en la primera mitad del siglo II
a. C. Tambin de esta poca data la divisin de ambos poemas en 24 cantos o rapsodias.1 La Ilada y la Odisea estn escritas en una lengua que nunca se habl, una lengua artificial, en la que se mezclan diversas formas dialectales, arcaicas y recientes, algunas atestiguadas en los dialectos que se hablaban en las distintas zonas de Grecia y otras que nunca existieron y que son exclusivas de la lengua artstica de la pica arcaica. La epopeya como gnero se caracteriza en la antigedad por un tipo de verso determinado que le es propio: el hexmetro dactlico, cuyo ritmo consiste en la reiteracin de una unidad (llamada pie) constituida por una slaba larga seguida de dos breves (que pueden ser sustituidas por una larga). Como su nombre lo indica, el hexmetro consta de seis pies, es decir, seis veces la misma medida. El esquema que habitualmente se utiliza para identificarlo y mediante el cual se pueden escandir (= medir) los versos es el siguiente:
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En la Ilada se narra slo un episodio del mito de la guerra de Troya, en la que se enfrentaron los griegos (un gran ejrcito conformado por muchos reinos del sur de la pennsula balcnica y de las islas aledaas) con los troyanos y sus aliados. De acuerdo con el mito, la expedicin, comandada por Agamemnn, el rey de Micenas, tena como objetivo recuperar a Helena, la esposa de su hermano Menelao, rey de Esparta, que haba sido raptada por Paris, prncipe troyano. Muchos dioses participan directa o indirectamente en la contienda ayudando a sus hroes favoritos o a sus hijos (como sucede con Tetis, madre de Aquiles) ponindose de parte de uno u otro bando segn su capricho. Luego de
Las letras del alfabeto griego se utilizaron para identificar a cada una de estas rapsodias, maysculas en el caso de la Ilada y minsculas para la Odisea.
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diez aos de guerra, la ciudad de Ilin (= Troya) cay a manos de los griegos y fue saqueada. As pues, en los 15690 versos que componen la Ilada slo se relatan unos pocos das del dcimo ao de la guerra. No aparecen all los desencadenantes del conflicto, como el juicio de Paris sobre la belleza de las diosas Afrodita, Hera y Atenea, ni su causa ltima, que est en la decisin de Zeus de aliviar la superpoblacin de la tierra (relatado en el fr. 1 de la Ciprada). Tampoco se narra la muerte de Aquiles ni la entrada del ejrcito a la ciudad mediante el famossimo ardid del caballo de madera. Puede afirmarse sin embargo que el hilo conductor que da unidad a la obra es la clera de Aquiles; de hecho, clera () es la primera palabra del texto. Los hechos histricos que estn detrs del mito pueden remontarse hasta fines de la Edad del Bronce en Grecia (1570-1200 a.C.), a la llamada poca micnica, atestiguada por los hallazgos de la arqueologa. Hay tambin en la Ilada reminiscencias de la Edad de Hierro (1200-750 a. C.) e incluso algunas ms recientes, que seguramente son agregados posteriores a la fecha de composicin del poema.
LA CUESTIN HOMRICA
En principio habra que decir que una cuestin es un problema, un asunto del que hay que ocuparse y que requiere una solucin o una respuesta. Incluso puede tratarse de una disputa o polmica que supone una discusin, por ms que no se alcance una solucin definitiva. En nuestro caso, entonces, la cuestin homrica es la discusin acerca del origen, autora, transmisin y composicin de los poemas homricos, incluso acerca de la misma existencia de un poeta llamado Homero, y de si compuso una o ambas obras.
Sucede que estos dos poemas pertenecen a una poca tan alejada de la nuestra, que hacen necesaria una serie de saberes previos acerca de lo que significa la tradicin pica. En trminos de Adrados (p. 21):
Tan es as que, por querer juzgar a Homero como un poeta cualquiera de poca posterior, ha habido entre los crticos una serie de malentendidos y errores que han llegado hasta el de postular que Ilada y Odisea son un conglomerado de fragmentos inconexos de varios autores; es decir, hasta negarles su calidad de poemas.
Es cierto que no podemos pasar por alto los problemas que estos textos plantean y que han sido advertidos ya en la antigedad. Por eso conviene que pasemos revista a la cuestin homrica desde sus primeras manifestaciones.
PRECEDENTES
En efecto, desde la antigedad, al menos algunas partes de los poemas homricos fueron vistas como indignas de la perfeccin que la tradicin le atribua a Homero. Se pensaba que las contradicciones, inconsecuencias y numerosas repeticiones que hay en los textos eran producto de agregados tardos que haba que eliminar, rescatando lo ms antiguo y original, que seguramente haba sido compilado en pocas posteriores por manos poco dotadas para la poesa, que descuidaban la coherencia de las obras en su conjunto. En realidad, como dice Adrados (p. 29), estas opiniones revelan la falta de sentido histrico de sus autores, que criticaban la Ilada y la Odisea de acuerdo con una potica y unas ideas muy posteriores a ellas; tambin, a veces, su falta de sentido de lo que es una obra literaria en general, al ver en los poemas un simple depsito de datos histricos o lingsticos De todos modos, la cuestin homrica ha servido para elucidar muchos problemas textuales que requeran una explicacin.
En la poca alejandrina (a partir del siglo III a. C.), la Ilada y la Odisea se convierten en textos cannicos, usados en la escuela y motivo de investigacin para los estudiosos que trabajaban en la importante biblioteca de Alejandra. En este contexto cultural encontramos a los gramticos Jenn y Helnico, conocidos como los corizontes o separatistas (del verbo griego , separar) porque consideraron a la Ilada y la Odisea como obras de distintos autores a causa de la diferencia de tema y estilo entre ambas. En el mismo perodo, Zendoto, Aristfanes y Aristarco editaron por primera vez los poemas y atetizaron (= marcaron) con un signo llamado belos algo as como un guin en el margen ciertos versos que en su opinin no pertenecan a Homero. Advirtieron, entre otras, la contradiccin del guerrero Pilmenes, que, una vez muerto, reaparece vivo ms adelante sin mediar explicacin alguna; pensaron adems que algunos pasajes mostraban a los hroes o a los dioses en actitudes inadecuadas, como es el caso de Afrodita disfrazndose de vieja y conduciendo a Helena a un lecho adltero. El problema de los crticos alejandrinos es que leen a Homero tratando de hacerlo encajar en un ideal literario clasicista en el que no cabe y del que ellos no pueden despojarse. Es ms, intentan explicarse esos problemas y errores echndole la culpa a un interpolador tardo y annimo. Un buen ejemplo de cmo los juicios de valor de cada poca son determinantes a la hora de considerar una obra literaria. Ms adelante, en el Renacimiento, se consider que la Eneida era ms digna de admiracin e imitacin que la Ilada y la Odisea, lo que deriv comparaciones entre Homero y Virgilio, como la del sabio humanista Escalgero, que privilegiaban al autor latino al tiempo que desmerecan a Homero sin tomar en cuenta la diferencia ms elemental entre ambas manifestaciones de la poesa pica, que tiene que ver con la forma de la composicin, oral en al caso de Homero, escrita en el de Virgilio, con todo lo que eso implica.
Ya en el siglo XVII, y en un contexto cultural que alentaba la polmica entre los antiguos y los modernos acerca de los mritos literarios de unos por sobre los otros, Homero era puesto como ejemplo de las imperfecciones de la literatura antigua. De all que, en 1664, el clrigo francs Franois dAubignac cuestionara el gusto y la moralidad de la Ilada y la Odisea, afirmando que Homero nunca existi y que estos poemas son el resultado de la unin de muchos otros, llevada a cabo por Licurgo y Pisstrato.2 Detrs de estas apreciaciones est la supuesta inexistencia de la escritura en la poca en que se supone que Homero vivi, adems del ideal clasicista de que una obra literaria debe mantener una perfecta unidad y someterse a las leyes del buen gusto.
LA ESCUELA ANALTICA
El argumento de la falta de escritura tuvo bastante auge en el siglo XVIII, y le sirvi al anticuario Robert Wood para suponer aunque no negara la existencia de Homero que la composicin y transmisin oral haban afectado significativamente los textos. Pero quien lo explot al mximo fue el fillogo alemn Friedrich Wolf en su obra Prolegomena ad Homerum (1795), tomando en cuenta asimismo la referencia de Cicern a la comisin establecida por Pisstrato, para negar la unidad original de los poemas, que procedera entonces de estos redactores tardos. Para Wolf, en definitiva, lo verdaderamente valioso de Ilada y Odisea consista en antiguos poemas aislados, algunos de los cuales podran ser de Homero. Adrados (p. 32) aclara:
esta atribucin de excelencia a obras primitivas en parte annimas casaba muy bien con las ideas de los romnticos, fanticos de la poesa popular, que De acuerdo con una tradicin poco fundada, el legislador espartano Licurgo (una figura de dudosa historicidad) habra sido quien llev en el siglo VI a. C los poemas homricos a la Grecia continental. En su obra De Oratore, Cicern menciona que Pisstrato, tirano (=gobernante) de Atenas, organiz en la misma poca una comisin encargada de compilarlos y darles forma coherente para que tuvieran el estatuto de poemas panhelnicos.
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representaba para ellos lo ms genuino del espritu de las naciones. () Lo bueno es lo antiguo: por tanto, la composicin sentida como defectuosa, es reciente. Sucede que los romnticos eran tan incapaces como los clasicistas de comprender lo que es una epopeya primitiva; no hay ms epopeya que la de corte clasicista derivada de Virgilio y por ello Homero ha de ser despedazado, como sern despedazadas las Canciones de Gesta francesas, el Poema del Cid, los Nibelungos Los Lieder o pequeos poemas de los que supuestamente habran salido estas obras son para los romnticos la verdadera poesa popular.
Los argumentos de Wolf carecan de solidez y daban muestras de que los poemas eran estudiados como si fueran documentos histricos, algo que puede parecer contradictorio para nosotros, mxime si pensamos que Wolf era fillogo de profesin, pero que debe entenderse en el contexto en el cual se desarroll su estudio, una poca signada por un paradigma que busca en la historia prcticamente todas las respuestas. De todos modos, hoy se sabe que en el siglo VIII a. C. ya haba escritura alfabtica en Grecia, pero tambin somos conscientes de que en esa poca era habitual que los poemas, algunos muy extensos inclusive, fueran conservados y transmitidos de memoria. Lo importante a tener en cuenta es que Wolf marca el inicio de lo que se conoce como la crtica analtica, que dominara el panorama del siglo XIX. Esta lnea de anlisis descompone los poemas en otros menos extensos que seran de poca anterior, entendiendo que no se trata de obras unitarias que puedan atribuirse a un nico autor. Dentro de la crtica analtica podemos encontrar tres hiptesis fundamentales que intentan explicar la composicin de los textos homricos: la teora de los Lieder, la del ncleo y la de la compilacin. La primera propuesta procede de la difusin que hizo Christian Heyne de las ideas de Wolf, cuya obra haba quedado incompleta. En esta lnea sigui investigando Karl Lachmann, llegando a distinguir 18 Lieder en la base de la Ilada. Pero la teora no tuvo mucha trascendencia porque haca difcil profundizar en el anlisis de las obras en su conjunto. Otra solucin consisti en pensar en un ncleo ampliado y que sera, en el caso de la Ilada, un pequeo poema sobre la clera de Aquiles, al que se le 7
habran agregado en estratos posteriores la Dolona (rapsodia X), la embajada de yax, Ulises y Fnix para pedirle a Aquiles que deponga su ira (rapsodia IX), los juegos fnebres en honor de Patroclo (rapsodia XXIII) y el rescate del cuerpo de Hctor por parte de Pramo (rapsodia XXIV); en Odisea, el ncleo estara en el regreso de Odiseo. El principal representante de esta propuesta fue Gottfried Hermann, quien reelabor las teoras de Lachmann, pero tambin podemos mencionar a otros especialistas que se encuadran en esta lnea, aunque con algunas variaciones y diferencias, como el historiador ingls George Grote o el famoso helenista de igual nacionalidad Gilbert Murray. La hiptesis de la compilacin, es decir, la unin de unos pocos poemas extensos, completada finalmente con los aadidos tardos de un ltimo redactor (Bearbeiter) fue desarrollada por Adolf Kirchhoff y luego fundamentada definitivamente por el reconocido helenista alemn Ulrich von WilamowitzMoellendorff. Wilamowitz sostuvo que la Odisea habra sido completada alrededor del ao 650 a. C. por un poeta mediocre sobre la base de tres poemas precedentes: la victoria de Odiseo sobre los pretendientes, la Telemaquia y la Odisea antigua (que consista, a su vez en la fusin de otros tres, dos sobre los viajes de Odiseo y el restante sobre el reconocimiento del hroe en taca). En lo que concierne a los fundamentos de la escuela analtica, se pueden enumerar los siguientes argumentos:
Contradicciones
de formas dialectales (elicas, jnicas, algunas que coinciden con el arcadio o el micnico, incluso ticas; arcasmos y formas ms recientes) que, sin duda, resulta desconcertante para el lector o el investigador.
Arqueolgicas
culturales:
se
observan
numerosos
datos
anacrnicos que siembran la duda a la hora de datar los poemas: junto con las tpicas armas de bronce encontramos algunas de hierro; hay carros de dos y de cuatro caballos; los ritos funerarios son tanto la inhumacin como la cremacin; aparece el gran escudo micnico pero tambin el ms pequeo, unas veces sujeto al antebrazo y otras empuado con la mano; la lanza se arroja, pero al mismo tiempo sirve para el combate cuerpo a cuerpo; las formas de peinarse corresponden a distintas pocas; algunas ciudades tienen un gora y recuerdan ms a las primeras poleis que a los asentamientos urbanos de la poca micnica.
advertido por los editores alejandrinos, pueden sealarse otros casos que los analticos consideran producto de la interpolacin o de la fusin de obras diversas, como por ejemplo la atribucin del dominio de Argos y Tirinto unas veces a Diomedes, otras a Agamemnn.
Repeticiones Como observa Adrados (p. 34), para el tipo de literatura que los analticos reconocen como nico existente, las repeticiones son injustificables. En realidad, Homero es el reino de la repeticin y rara es la frase (nombre, epteto, sujeto-verbo, etc.) que no aparece abundantemente repetida en los poemas Hay pasajes enteros que se reiteran en varias ocasiones de forma exacta o con palabras muy similares. Se trata de las llamadas escenas tpicas, como la preparacin de sacrificios, la recepcin de un husped, el acto en que un guerrero viste su armadura o empua las armas, que los analticos se dedicaron a examinar en el afn de determinar cul era el pasaje original en que dicha 9
escena encajaba ms adecuadamente y que, segn su opinin, un interpolador habra replicado a los largo de los poemas.
Defectos de composicin Algunas situaciones pueden parecer desconcertantes por el lugar que ocupan en la trama de los acontecimientos, como es el caso del catlogo de los hroes griegos que Helena le presenta a Pramo desde la muralla de Troya en el noveno ao de la guerra (rapsodia III), como si el poeta se olvidara del momento en que se encuentra la accin. Al igual que esta hay otras muchas digresiones, por ejemplo la escena de Glauco y Diomedes (rapsodia VI), cuando se reconocen en medio del campo de batalla e intercambian sus armas con extensos discursos que rememoran la hospitalidad mutua de sus familias. Parece que el plan de la narracin se suspendiera tras la decisin de Zeus de conceder la victoria a los troyanos para que Agamemnn comprenda que necesita de Aquiles, ya que los griegos siguen imponindose durante varios cantos. Si bien la escuela analtica domin la escena durante el siglo XIX, tambin es cierto que haba fillogos y poetas ms moderados, que crean en la unidad orgnica de los poemas y no tenan una visin tan radical como para no reconocerles su valor artstico. Ya en el siglo XX, y en sus obras Die Ilias und Homer (1916) y Die Heimkehr des Odysseus (1927), Wilamowitz modifica significativamente su posicin anterior afirmando que la forma final de la Ilada se debe a la labor de un gran poeta (Homero), que trabaj en el siglo VI a. C. a partir de la obra de otro gran poeta antiguo, que se ubicara en el siglo VIII a. C. (en el caso de Odisea, el estrato ms antiguo sera de varios poetas). Aunque sus criterios siguen siendo subjetivos, basados principalmente en cuestiones de estilo, al menos dan cuenta de un genuino inters por la composicin que antes no estaba presente en los estudios de la pica antigua. Otros autores insisten tambin, como sucede con Paul Mazon, en las correspondencias y otras 10
relaciones que pueden establecerse entre las rapsodias, y en algunos casos, hay posiciones analticas ms moderadas, dispuestas a hacer concesiones que no estn tan lejos de la escuela unitaria.
LA ESCUELA UNITARIA
Las discrepancias y aporas de los analticos hicieron que las tesis unitarias, que ven en Homero la culminacin de una larga tradicin pica, salieran a la luz y cobraran fuerza. Afirmar la unidad de los poemas homricos como obras de arte orgnicas implica contestar a los argumentos que la crtica analtica haba esgrimido justamente para negarla. Veamos, pues, cmo esos mismos supuestos problemas que plantean los textos y que iniciaron la discusin han servido para entender su carcter unitario, para comprenderlos mejor y reconocerles entonces su valor como mximos exponentes de la pica griega y punto de partida de toda la literatura europea. En cuanto a las contradicciones lingsticas, se ha llegado a reconocer que la lengua de Homero es una forma artificial resultante de una larga tradicin y que, adems, est condicionada muchas veces por exigencias mtricas. Lo complejo de la mezcla de elementos dialectales hace imposible la separacin en estratos que pretendieron realizar algunos estudiosos, llegando al cuestionable intento de devolverles a los poemas su presunta forma elica original, lo que por cierto result un fracaso. Es ms lgico pensar que la pica como gnero se dio a lo largo de toda una poca en diversas zonas dialectales, y que de ese modo se fueron sumando al texto las formas nuevas al tiempo que se respetaban los arcasmos tradicionales. Por otra parte, algunos lingistas entienden que la composicin de los poemas data de un perodo en que no todos los grupos dialectales estaban separados tal como los conocemos actualmente. Efectivamente, la lengua homrica presenta rasgos que
presencia de la antigua consonante digamma o la falta de contraccin en las vocales, entre otros. Respecto de las contradicciones de estilo, especialmente examinadas por Wilamowitz como fundamento de las tesis analticas, dijimos ya que se trata de un argumento endeble a causa de la subjetividad que supone tal distincin. En efecto, hay que preguntarse hasta qu punto es posible atribuir la diferencia de estilos a la presencia de varios autores, ya que muchas veces esa diferencia est de alguna manera condicionada por el tema. Como explica Adrados (p. 45):
es bien comprensible que la narracin tensa y concentrada de la Ira no pueda mantenerse en los largos relatos de combates al modo tradicional o en la tristeza melanclica del Rescate de Hctor; o que el episodio de Eumeo se preste a un tono simple y buclico que ira muy mal a la Muerte de los pretendientes. Es tambin muy difcil fijar cules son las diferencias de estilo que son demasiado grandes para atriburselas a un mismo autor; en Platn o Goethe o Shakespeare encontramos tal variedad de tonos que, si no se tratara de obras de atribucin segura, podra llegarse fcilmente a resultados analticos comparables a los que se trata de obtener en Homero.
A la luz de estas observaciones se puede entender lo cuestionable de estudiar el estilo de los poemas homricos a partir de juicios de valor extemporneos que no toman en cuenta sus condiciones de produccin, es decir, la forma de composicin de la poesa pica tradicional en la antigua Grecia, caracterizada precisamente por la narracin a menudo lenta, las digresiones, catlogos y comparaciones. La Ilada y la Odisea presentan un panorama mltiple en que la intensidad dramtica (pathos) de algunos episodios se destaca en virtud de su contraste con lo emocional esttico o suspendido (ethos) de la pintura de situaciones y personajes. La impresin de heterogeneidad y extraeza que provoca la lectura de estas obras sobre todo en quienes por primera vez se asoman a la pica griega no es finalmente un problema del texto, sino que proviene en todo caso de las condiciones de recepcin, es decir, de nuestra capacidad como lectores modernos para sortear de alguna manera la enorme distancia que nos separa de la produccin literaria antigua, para procurar comprenderla en su propio contexto de surgimiento y circulacin, eludiendo en 12
lo posible nuestros modelos o parmetros estticos actuales, nuestros moldes en los que no encaja, y pensando que esas obras responden tambin al gusto de otras pocas, que no tiene por qu coincidir con el nuestro. Con relacin a las contradicciones arqueolgicas y culturales, los numerosos elementos referidos a la poca micnica que aparecen en Homero fueron tomados por la crtica analtica como prueba de la mayor antigedad de algunos pasajes, a los cuales se atribuy entonces el carcter de originarios. Pero lo cierto es que la ntima mezcla de datos provenientes de pocas diversas no permite hacer distinciones tan categricas, ya que muchas veces los elementos recientes aparecen en los smiles, referidos voluntariamente al presente del poeta, y gran parte de los arcasmos se encuentra en las frmulas o frases hechas propias de la tradicin pica. As, la organizacin poltica y social, la religin, los ritos funerarios, la mitologa y otros aspectos culturales presentan rasgos coincidentes con el mundo micnico al tiempo que reflejan la poca aristocrtica posterior a su disolucin con la entrada del pueblo dorio en al ao 1200 a. C., todo lo cual, si no invalida, al menos relativiza este argumento para negar la unidad orgnica de los poemas. El argumento de las contradicciones internas puede ser fcilmente rebatido si se piensa en las condiciones en que se desarrolla la poesa de Homero, una poca en la que la literatura es fundamentalmente oral, por ms que ya existiera la escritura. Pensar que se puede ir y venir constantemente por el texto para revisar lo anterior y cotejar la coherencia o exactitud de los hechos slo es posible para nosotros, inmersos como estamos en una cultura de lo escrito a tal punto que, cuando hablamos de literatura, generalmente la asociamos con lo literal, que est por cierto en su etimologa, pero que no implica que toda expresin literaria deba estar fijada y transcripta al pie de la letra. Y eso sin tener en cuenta que algunas afirmaciones contradictorias tranquilamente pueden provenir de tradiciones diferentes, de las diversas
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fuentes que utiliza Homero adaptndolas a sus intenciones o, como nos recuerda Adrados (p. 48):
Incluso en poca muy posterior, en Cervantes o en Goethe, encontramos contradicciones mltiples que a nadie han hecho pensar que sus obras sean un cosido de pasajes de diversos autores. Por limitarnos al primero recordaremos los diversos nombres que se dan a la mujer de Sancho, o el olvido de la recuperacin del asno, o las confusiones en el episodio de los galeotes liberados por don Quijote: primero se dice que iban con dos guardias a caballo con escopetas y dos de a pie con dardos y espadas, pero luego se convierten en tres a caballo con espadas y dos a pie con dardos, etc.
El poeta le presta atencin a lo fundamental, descuidando lo que se aleja del centro de la accin. Algo similar puede observarse en el Poema del Cid, en el cual el irreprochable Rodrigo Daz de Vivar, a juzgar por el texto, nunca les devolvi a los judos Raquel y Vidas los seiscientos marcos que le haban prestado, y por los cuales dejara en garanta unas arcas supuestamente repletas de oro pero que en realidad estaban llenas de arena; y acaso tambin olvid pagar las mil misas prometidas ante la Virgen en la Catedral de Burgos. Con el mismo criterio pueden explicarse las numerosas repeticiones y los defectos de composicin, teniendo en cuenta lo que es la poesa oral, el principio de organizacin de la pica antigua en que las rapsodias constituyen conjuntos coherentes autnomos, que en ms de una ocasin se desvan del tema general para poner el acento en cada episodio. En el caso de las escenas tpicas, el poeta se limita a repetir frmulas o motivos tradicionales en los cuales las mismas palabras cobran otro sentido al ser utilizadas en contextos diferentes, equiparndolos o destacando sus contrastes. Si a nadie se le ocurrira eliminar la repeticin de los famosos eptetos picos (Aquiles, el de los pies ligeros, Hctor, el de tremolante penacho, entre tantos otros), tampoco tiene sentido escudriar en los poemas para descubrir un supuesto lugar original de cada escena tpica y eliminar los dems atribuyndolos al susodicho interpolador. Con este proceder, algunos autores llegaron a quedarse con el diez por ciento de la obra: una Ilada original de 1500 versos. Los elementos que retardan la accin, como las digresiones, los catlogos, los largos discursos y 14
descripciones de combates son parte de una estilstica que para el auditorio antiguo debi ser interesante y significativa, descansando la atencin o poniendo de relieve los hechos decisivos, por ms que a nuestro gusto moderno estos pasajes se revelen lentos y hasta montonos, condicionados como estamos por una experiencia completamente diferente de la literatura: la de la lectores. Incluso la presentacin de los hroes griegos que hace Helena en el noveno ao de la guerra se justifica en una obra cuyo comienzo in medias res requiere de una retrospectiva que presente a los personajes y ubique al pblico en la accin. Todo esto, que parece lgico y nada difcil de entender, llev su tiempo. Aunque hubo quienes criticaron a Wolf y a Lachmann en el siglo XIX, la verdadera reaccin se hizo sentir recin en 1910, con la publicacin de las obras Die Ilias als Dichtung (La Ilada como poesa), de Carl Rothe y Die Ilias und ihre Quellen (La Ilada y sus fuentes), de Dietrich Mlder, en las que la Ilada aparece tratada fundamentalmente como un poema y se estudian las fuentes en que Homero pudo haberse inspirado. Como se ve, el punto de partida de la crtica unitaria es bsicamente literario e intenta mostrar la unidad de composicin de los poemas que est sujeta a las leyes propias del gnero, y no una unidad en sentido estricto como pensaban los analticos ms implacables. Entre los muchos estudiosos que se sumaron a la nueva tendencia de la crtica podemos mencionar a Drerup, H. Peters y Scott, pero fue Wolfgang Schadewaldt quien consigui abrir la brecha en el frente todava predominantemente analtico de la filologa alemana contempornea, al decir de Adrados (p. 61). En su obra Iliasstudien (1938), a partir del anlisis de la rapsodia XI, realiza una demostracin directa de la unidad de la obra con argumentos internos, no una mera refutacin, como habitualmente se estilaba. Schadewaldt estudia la relacin de este canto en la accin y su funcin en la trama de la obra y concluye que el autor del canto undcimo es el autor de toda la Ilada. En un trabajo posterior, ubica a Homero en el siglo VIII a. C. poniendo en paralelo su arte con
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el perodo geomtrico documentado por la arqueologa y lo considera la culminacin del desarrollo pico de Grecia. Por la misma poca, el estudioso norteamericano Milman Parry se dedica al estudio de la poesa popular yugoslava con sus poetas ambulantes, donde pervive la tradicin oral, y describe con detalle en la Ilada el complejo sistema de frmulas (expresiones fijas de un contenido en un esquema mtrico determinado), escenas tpicas, repeticiones y regularidades que se deben a la composicin y difusin del poema en forma oral y de memoria. De este modo, los aedos no componan y luego memorizaban, sino que podan improvisar el poema gracias al dominio de estos sistemas de frmulas, digresiones y motivos. Esto implica necesariamente la inestabilidad del texto, es decir, la existencia de versiones diferentes transmitidas de unos poetas a otros y difundidas oralmente adecundose a la lengua y los gustos del poeta y de su auditorio en cada improvisacin. Tras su prematura muerte, su teora de la diccin formularia fue continuada, con algunas variantes, por Albert Lord, Richard Janko y Gregory Nagy. Lejos est de haberse terminado la discusin. La cuestin homrica llega hasta nuestros das, donde afortunadamente las posiciones ms extremas son las menos frecuentes, y en consecuencia podemos encontrar a moderados defensores de las tesis analticas discutiendo razonablemente con los unitarios.
BIBLIOGRAFA
ADRADOS, F. R. (1963), La cuestin Homrica, en L. Gil Fernndez et al. (eds.), Introduccin a Homero, Labor, Madrid. CRESPO, E. (2006), Homero. Ilada, introduccin, traduccin y notas de E. C., Gredos, Madrid.
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