Experimentos Con Tu Cuerpo!

el brazo que sube solo

Apyate con un brazo contra la pared e intenta subirlo con todas tus fuerzas. Tras un par de minutos de esfuerzo, seprate y comprobars cmo el brazo relajado se empecina en subir sin que nadie se lo ordene. Este efecto se conoce como la ilusin de Kohnstamm y depende de la memoria motora. El brazo sigue haciendo fuerza, porque el cerebro y el msculo se haban acostumbrado a ello y tardan unos segundos en quitar el piloto automtico y adaptarse ante la nueva situacin.

el brazo que se acorta

Sitate perpendicularmente a una pared, de modo que, con el brazo extendido, la toques con la punta de los dedos. A continuacin, levanta el brazo, rotndolo por encima de la cabeza. Ahora vuelve a extenderlo y vers que ya no alcanzas el muro. Tranquilo; no es que ests encogiendo por momentos. Es la paradoja de Codeman, cuyo fundamento es el hecho de que, haciendo unos movimientos determinados con las articulaciones de la espalda, sus msculos se contraen ligeramente. Basta con soltar el msculo para que el brazo recupere el tamao original, lo que demuestra que los msculos slo pueden contraerse, y que para retomar su estado relajado necesitan la ayuda de otros colegas que lo estiren, a costa de entrar ellos mismos en accin. Los msculos slo se contraen El cuerpo humano dispone de unos 640 msculos esquelticos; algunos de ellos, capaces de realizar movimientos de enorme precisin. Pero presentan un pequeo defectillo: slo

saben contraerse, es decir, slo pueden tirar, no empujar. Y este detalle les obliga a aparecer en muchos casos en parejas indisolubles, que ejecutan movimientos antagnicos. Tampoco pueden con­traerse mucho, apenas unos centmetros, pero logran movimientos ms largos gracias al efecto multiplicador que hacen huesos y articulaciones.

dedos que se relajan

Enlaza las manos como en la fotografa y esfurzate en que tus dedos ndices estn rectos y paralelos. Ahora reljalos y observa qu sucede con ellos. Los msculos y los tendones, cuando no estn activos, adoptan una disposicin de mnima energa. En el caso de la mano, los dedos tienden a disponerse ligeramente curvados. Este experimento sirve asimismo para comprobar las cualidades de los msculos y tendones de la mano: son perfectos para realizar trabajos de precisin, pero carecen

de resistencia. Cunto eres capaz de mantener los dedos ndices totalmente rectos antes de que clamen por un poco de descanso?

tenedor 'parlante'

Si le pides a una persona que sostenga un tenedor por un extremo y lo haga vibrar ligeramente, no oirs nada. Pero, y si lo sostienes entre tus dientes? El sonido que percibe tu odo se debe a la forma en que aqul se transmite. El sonido viaja en forma de ondas que atraviesan el medio, haciendo que las partculas vibren y transmitan esta seal de unas a otras desde el punto de origen hasta el receptor.

Y contrariamente a lo que se podra pensar, el aire no es, ni mucho menos, el medio ideal para realizar este viaje. En realidad, el sonido se propaga mejor a travs de medios slidos y lquidos que de gaseosos, ya que las partculas que forman aqullos estn ms prximas unas a otras. En el caso del tenedor, su vibracin es tan suave que no es capaz de alcanzar nuestro odo de manera perceptible a travs del aire. Pero la cosa cambia si se emplea como medio transmisor un slido. Y el hueso lo es. As, lo que sucede es que las ondas sonoras viajan primero a travs del propio tenedor y luego a travs de los dientes y el hueso de la mandbula hasta el odo. sta es tambin la explicacin de por qu, cuando en el cine comemos palomitas, tenemos la impresin de hacer un ruido brutal, y sin embargo nadie se vuelve para echarnos la bronca. El sonido que se produce al masticar las palomitas viaja mejor por el hueso hasta nuestros odos que por el aire al de los vecinos.

el dedo tonto

Coloca la mano sobre la mesa como muestra la imagen e intenta mover individualmente cada uno de los dedos mientras mantienes los otros apoyados. Si no eres un bicho raro, te habrs llevado un chasco al pelearte con tu dedo anular. Aunque cada dedo tiene sus propios tendones que lo conectan al msculo, en el dorso de la mano existe una conexin adicional entre los tendones del dedo corazn y del anular que limita la movilidad de ambos dedos por separado.

escribir sin mirar

Coge lpiz y papel y, con los ojos cerrados, escribe durante un rato. Observa el resultado. Es como lo imaginabas o quiz ha quedado un poco distorsionado? Ya se ha dicho que la propiocepcin no es suficiente para los trabajos que requieren gran precisin, como es el de escribir. Cuando escribimos normalmente, es decir, con los ojos abiertos y observando los resultados, la vista se encuentra constantemente analizando la forma, el tamao y la posicin de las letras con respecto al papel y a su compaeras, lo que permite realizar ajustes a cada momento. Al cerrar los ojos, se pierde esta capacidad de anlisis y reajuste inmediato y, por mucho que los propioceptores se cuenten por millones, los resultados no son presentables.

tocas la batera?

Prueba a llevar un ritmo con el pie mientras marcas otro distinto chasqueando los dedos. Lo normal es que no lo consigas, pues es un ejemplo de coordinacin con alto grado de dificultad. Pero se puede lograr con entrenamiento. Los bateras, por ejemplo, pueden. El ser humano emplea dos sistemas de aprendizaje: uno para adquirir habilidades y otro para los conocimientos. Aqu ponemos en juego el primero, que es ms lento y precisa varios ensayos..

memoria sensorial

Se trata de un tipo de memoria que te permite conocer permanentemente tu situacin con respecto a los objetos circundantes, para que puedas avanzar sin ir tropezando con ellos. Depende de la visin y se desvanece en apenas unos segundos, que son suficientes para que cumpla su funcin. Es fcil comprobarlo: localiza un objeto no muy grande en una pared. Sitate frente a l y sealalo con el dedo. A continuacin baja la mano, cierra los ojos y deja pasar unos cuantos segundos. Ya puedes intentar sealar otra vez, siempre con los ojos cerrados, la posicin en la que recuerdas que estaba el objeto. Vers que ya no te acuerdas.

el lado dominante

Ser zurdo o diestro no depende nicamente de qu mano empleamos para escribir o con qu pie jugamos al ftbol. El cuerpo muestra en muchos de sus actos y miembros preferencia por un lado, el conocido como lado dominante. Se puede conocer observando cmo se cruzan los brazos, qu mano coge a la otra por la espalda, qu mano se muestra activa al aplaudir, etc. Y aunque la inmensa mayora de la poblacin es diestra, tambin hay individuos que no son ni diestros ni zurdos puros, sino que manifiestan preferencias distintas en diferentes miembros. Eres t uno de ellos?

tiempo de reaccin

Una forma de medir cul es tu tiempo de reaccin es recurriendo a una regla y a la ayuda de otra persona. sta debe sujetar la regla por su extremo superior, mientras t colocas tus dedos en torno al otro extremo, prestos para atraparla en el momento en que tu compaero la suelte. La altura a la que captures la regla te permitir saber cuantos centmetros has necesitado para reaccionar. Ahora, y sin hacer trampa, slo tienes que comparar tus resultados con los de la tabla adjunta, para valorar lo buena que es tu capacidad de reaccin. Reaccionas a tiempo? Distancia Tiempo de reaccin 9 cm 135 milsimas de segundo Excelente 11 cm 150 milsimas de segundo Muy Bueno 14 cm 170 milsimas de segundo Bueno 16 cm 180 milsimas de segundo Bastante bueno 20 cm 200 milsimas de segundo Regular 24 cm 220 milsimas de segundo Debajo de la media 30 cm 250 milsimas de segundo Pobre

la lengua

Eres capaz de enrollar la lengua como nuestra modelo? Si no puedes, no te mates, porque por mucho que lo intentes no lo vas a conseguir. No se trata de una cuestin de flexibilidad muscular, sino de un aspecto gentico. La capacidad de enrollar la lengua depende de un carcter dominante que posee el 70% de la poblacin. Y no deja de resultar sorprendente que sea una cuestin gentica cuando la lengua est dotada de una extraordinaria movilidad. Un aspecto importante para comer, y fundamental para hablar. Aunque eso no evita que el 30% de la poblacin

recesiva tenga que soportar las burlas de los dominantes por su inutilidad.

pensar lleva su tiempo

Intenta recoger un objeto que te lance otra persona. Si estis muy juntos, tal vez no seas capaz de reaccionar a tiempo, por lo que tendrs que retroceder unos pasos, hasta disponer de una distancia adecuada para tu capacidad de reaccin. Pero, cmo afecta a tu distancia de reaccin el tener que tomar una decisin?

Descbrelo con este experimento: en l, tu compaero dispone de dos objetos, de los cuales t slo quieres coger uno. Cuando te lance uno de los objetos, tu cerebro invertir un tiempo en discernir si es el que le interesa antes agarrarlo. Comprobars que tomar una decisin afecta a tu distancia de reaccin, que tendrs que ampliar. Cuanto ms compleja sea la toma de la decisin coger la pelota azul, pero slo si la tira con la mano izquierda, por ejemplo, ms tiempo necesita tu cerebro y ms tardas en reaccionar. Demostrado: pensar lleva su tiempo. Lo que justifica que, aunque el cerebro no crece, no se mueve y supone slo una cincuentava parte del peso total del cuerpo, consume el 25% del oxgeno y el 20% de la glucosa que demanda nuestro organismo.

las manos

Cierra los ojos. No necesitas mirarte para conocer la posicin de tu cabeza, cuello o extremidades. Para ello, el cuerpo humano ya dispone de millones de sensores microscpicos en los msculos y en las articulaciones, llamados propioceptores, que suministran

al cerebro informacin suficiente en cada momento para hacerse una composicin de lugar y disponer de un mapa interno del cuerpo. No obstante, hay veces en las que esta propiocepcin no es suficiente; sobre todo, cuando se trata de realizar actividades que requieran una gran precisin. Y en eso, las manos son nuestras autnticas especialistas. Por eso, para tener una buena referencia de su posicin exacta, los ojos miran regularmente las manos. Ahora cruza las manos como se expone en las fotografas e intenta mover un dedo. Lo has conseguido o ha sido otro el que ha saltado? Tus manos estn en una posicin extraa, y al cerebro no le casan las informaciones que recibe de la vista y de los propioceptores, lo que provoca un cortocircuito. El resultado: al intentar mover un dedo el que salta es otro..

el calcetn

Llevas puestos calcetines? Pues no los mires y trata de tocar el borde de uno de ellos con la punta de los dedos Has acertado o simplemente te has aproximado? El fenmeno que explica tu falta de puntera se conoce como habituacin, o capacidad de los senti dos para adaptarse a la presencia de un estmulo continuo y constante, y no prestarle atencin. La habituacin tambin afecta al gusto y al olfato. Los receptores de la nariz se acostumbran rpidamente a un olor y dejan de apreciarlo apenas un minuto despus, lo que supone un peligro si se produce un escape de gas.

la piel

Frota un rea de la palma de la mano con alcohol y a continuacin deposita en esa regin unas gotitas de agua puedes emplear una pajita para hacerlo. Observas lo que les pasa a las gotas? En lugar de mantener su forma habitual se han extendido plcidamente por la piel y comienzan a penetrar en ella. Si no lo ves claro, puedes depositar unas cuantas gotas en la otra mano y observar la diferencia. Las glndulas sebceas presentes en la piel producen una sustancia oleosa que le confiere una capa impermeable. Al frotar con alcohol la has eliminado. Esta capa sebcea no slo acta como repelente del agua. Su funcin protectora va ms all al actuar como barrera frente a los grmenes, gracias a que en su composicin incluye sustancias germicidas, que son los agentes desinfectantes del exterior del cuerpo. Y es que, aunque no los veamos, la cantidad de organismos vivos que pululan por la piel de una persona es similar al nmero de habitantes del planeta. Entre ellos destacan las bacterias, responsables de descomponer el sudor y dotarlo de su olor caracterstico. Sin su participacin, el sudor prcticamente no olera a nada.

la vista

Aunque el cerebro emplea la informacin visual que recibe de ambos ojos, uno de ellos aporta ms datos de la imagen final que se percibe. Es el ojo dominante. Para averiguar cul es basta con extender un brazo y sealar un objeto distante. Sin mover el brazo, cierra el ojo derecho y observa el objeto. Si ste no se desva, el ojo izquierdo es el dominante; si se desplaza, es el derecho.

estimar distancias

Con los brazos extendidos hacia adelante, cierra un ojo e intenta juntar la punta de los dedos. Es difcil. Con un ojo cerrado, algo tan sencillo como estimar las distancias se convierte en una odisea. La razn es que nuestro cerebro se aprovecha de que cada uno de los ojos posee un punto de vista ligeramente distinto para conformar la visin tridimensional. Pero al cerrar un ojo, el cerebro ya no puede ver en tres dimensiones, y eso afecta a nuestra capacidad de acertar con las distancias.

la vista y el tacto

Enrolla una hoja, colcala delante del ojo y pon la palma de la mano a su lado. Si con los dos ojos abiertos desplazas la mano pegada al tubo lentamente, llegar un momento en que parezca agujereada. El cerebro forma la visin combinando las imgenes captadas por cada uno de los ojos. En la mayora de los casos las imgenes son muy parecidas, y combinarlas no da problemas.

Pero en esta ocasin, lo que ven ambos ojos por separado difiere, y el cerebro, al procesar ambas imgenes como est acostumbrado, lo nico que consigue es perforar la mano.

resistencia de los huesos

Basta con un papel enrollado y un libro para comprobar cmo la particular estructura de los huesos les confiere una enorme resistencia y les permite soportar sin problemas el peso del resto del cuerpo. Si pones el canutillo tumbado sobre la mesa con el libro encima, obtendrs una hoja aplastada. Cuando Galileo Galilei demostr que, si se construyen un tubo hueco y un tubo slido con el mismo peso y del mismo material, el tubo hueco es ms fuerte, estaba poniendo voz a un conocimiento que el hombre llevaba dentro desde siempre, en sus huesos. Un principio que desde su formulacin ha sido ampliamente empleado por los ingenieros. Y es que el cuerpo humano es una obra de ingeniera. La fortaleza de los huesos se debe principalmente a su estructura interna, construida a partir de miles de unidades tubulares compactadas en torno al permetro del hueso: los sistemas haversianos. Estos sistemas se disponen en la direccin en la que el hueso soporta mayores tensiones, y le confieren su asombrosa combinacin de resistencia y ligereza: gramo a gramo, el hueso es ms fuerte que la madera, el hormign o el acero.

la sangre

William Harvey demostr que la sangre circulaba en un circuito cerrado e impulsada por el corazn. Tambin constat que las vlvulas presentes en las venas impiden el retroceso de la sangre. Y lo hizo con un sencillo experimento que se puede recrear fcilmente: en primer lugar es necesario conseguir que se marquen las venas de una mano, para lo que se puede recurrir a apretar la parte superior del brazo, o simplemente, ejercitar un poco la mano. Cuando lo consigas, coloca la mano sobre una superficie y bloquea una de las venas con un dedo. Una vez que has detenido el flujo sanguneo, coloca otro dedo junto al anterior y arrstralo sobre la vena hasta vaciarla. Observars que la sangre no vuelve a llenarla. Enhorabuena: las vlvulas de tus venas funcionan a la perfeccin..

gravedad de la sangre

Levanta una mano manteniendo la otra abajo durante un par de minutos y observa la evidente diferencia de color entre ambas. La mano que ha permanecido abajo est ms oscura que la otra. La razn es la gravedad. La sangre sale del corazn a una velocidad de 33 m/s, circula por las arterias y llega a los puntos ms alejados del cuerpo sin problemas. Pero el retorno a travs de las venas es otro cantar. El impulso del corazn resulta casi inapreciable, por lo que la sangre venosa circula por el cuerpo principalmente por los movimientos musculares y gracias a la accin de la gravedad. O contra ella cuando realiza un trayecto ascendente, como en el caso de la mano que ha permanecido abajo, donde, por tanto, se acumula mayor cantidad de sangre...

el pulso

El pulso, adems de sentirse a travs del tacto, tambin se puede ver. Literalmente. Para lograrlo, slo hay que localizar el punto de la mueca donde sea ms intenso y sujetar una pajita con plastilina. Con cada latido de nuestro corazn, la pajita oscilar ligersimamente. La arteria radial pasa justo por debajo de la piel y sobre los huesos de la mueca, por lo que stos constituyen una buena base sobre la que presionar la arteria y percibir el pulso

el odo

Mantn los ojos cerrados mientras otra persona hace chasquear sus dedos, bien delante de ti, detrs o encima, con su mano situada a una distancia equidistante de ambas orejas. Eres capaz de indicar de dnde procede el sonido? Debido a nuestra forma de or, basada en dos antenas receptoras dispuestas a ambos lados de la cabeza, al ser humano le resulta muy sencillo distinguir si un sonido determinado procede de un lado o de otro. Pero no sucede as si el sonido se produce directamente delante, detrs o encima, ya que, en este caso, las ondas sonoras llegan a ambos odos al mismo tiempo. Cmo omos La existencia de dos odos permite al cerebro comparar la informacin procedente de ambos y establecer un mapa tridimensional sobre el que ubicar la fuente de sonido. Por ejemplo, en el caso de un sonido que se produzca a nuestra derecha, las ondas sonoras tendrn que recorrer una

distancia ligeramente distinta para alcanzar los odos, con lo que llegan un instante antes al derecho (distancia AB) que al izquierdo (AC). Gracias a esta mnima diferencia, el cerebro conoce la localizacin exacta de la fuente sonora. Cuanto ms tiempo pase entre la seal que llega a un odo y al otro, ms a la derecha se encontrar, y al contrario.

los ojos

Recorta la tarjeta adjunta y sitala a 30 o 40 cm de los ojos. Cierra el ojo derecho y fija el izquierdo en la cruz a pesar de eso, sigues viendo el crculo. Si ahora acercas lentamente la tarjeta, llegar un momento

en que el crculo desaparezca: al coincidir con el punto ciego del ojo, es decir, la zona de la retina que no posee fotorreceptores por ser el punto de conexin del globo ocular con el nervio ptico. As, en lugar del crculo lo que se aprecia es un fondo continuo, ya que el cerebro suple la falta de informacin de esa zona oscura con elementos sacados del entorno, y completa la imagen.

la sensibilidad

En la piel hay millones de diminutos sensores de varios tipos, que responden ante estmulos como la temperatura, la presin y el dolor, y que son los responsables del tacto. Pero estos receptores no estn distribuidos homogneamente a lo largo de todo el cuerpo, sino que existen zonas ms sensibles que otras. Lo puedes comprobar mediante este sencillo experimento: coloca dos dedos ligeramente separados sobre la piel de otra persona y pregntale cuntos dedos siente. Dependiendo de dnde la hayas tocado y de la separacin de los dedos, puede que note un solo contacto. Separa los dedos poco a poco, hasta que note los dos. La separacin entre ambos ser la medida en centmetros de su sensibilidad tctil en esa regin del cuerpo.

la nariz

Cruza los dedos ndice y corazn, y acarciate la punta de la nariz con ambos como se muestra en la fotografa. No te da la sensacin de tener dos narices? Tu cerebro ha cado en la trampa que le ha tendido el tacto, ya que no est acostumbrado a que los dedos sientan en esta disposicin. En condiciones normales con los dedos sin cruzar, si el lado externo del dedo corazn el ms alejado del dedo ndice toca la nariz, el dedo ndice no entra en contacto con ella, y viceversa. Es un estmulo tan habitual que el cerebro ya lo ha asumido. Pero al cruzar los dedos, ambos entran simultneamente en contacto con la nariz, algo que al cerebro le cuesta encajar en sus esquemas, por lo que cae en la tentacin de pensar en dos narices.