Guia Ciudad de Urbino 3ºmedio A MODERNA 1
Guia Ciudad de Urbino 3ºmedio A MODERNA 1
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Urbino renacentista, capital de un principado italiano, situado en una colina de la regin de Las Marcas. Es pequea; tiene una superficie de 35 hectreas y unos 7.000 habitantes. Pero durante la poca en que vamos a recorrerla- en los aos que coinciden con la segunda parte del gobierno del duque Federico de Montefeltro (1465-1482) se haba convertido en uno de los grandes centros mundiales de la cultura y en la sede de la biblioteca manuscrita ms importante de todo el siglo XV.
Los dos ejes principales del trazado ortogonal romano original, que data de tiempos de Julio Csar, la dividen en cuatro partes de dimensiones diversas. Uno de los cuadrantes, donde estuvo el foro Romano, coincide con los puntos ms altos de la colina, visible desde otras circundantes. En esta rea, Federico orden la construccin del palacio Ducal con sus dos torreones emblemticos, as como, al otro lado de la Plaza Mayor anexa al palacio, la reconstruccin de la catedral antigua. Si ese barrio representa el foco de poder poltico, existe otro ncleo igualmente importante, tambin aglutinado en torno a una plaza: es Pian di Mercato, donde confluyen los dos ejes principales del trazado urbano. Ah se localizan los talleres artesanales, el comercio y la actividad econmica en general, que ha originado la consolidacin de los barrios burgueses. El Mercatale, que comunica con Pian di Mercato a travs del eje esteoeste, tambin registra un movimiento comercial considerable. Se trata de una plaza suburbana exterior vecina a Porta Valbona, principal acceso a la ciudad desde la va que conduce a Toscana y a Roma. Fig 3. Puesta de sol en Urbino. El denso entramado conventual culmina el aspecto compacto y bello de Urbino renacentista. No obstante, a pesar de esta imagen unitaria, cuando entremos en la ciudad podremos apreciar bastantes variaciones urbansticas relacionadas con las diferencias entre clases sociales1. Por no hablar del campo que la circunda, donde los agricultores se hacinan con sus animales en pequeas casas de adobe con techo de paja, sin apenas ventanas ni luz, durmiendo toda la familia en la misma cama; los que no caben, lo hacen en el suelo sobre montones de hojas o de paja. La mayora de los campesinos- que por entonces constituan el 90% de la poblacin de Europa- no son propietarios de las tierras donde viven. Ellos trabajan, pero sus dueos residen en la ciudad. Desde aqu diviso a un campesino, con su basta y roda camisa de lienzo ( es un lujo tener una muda), chaquetilla corta negra y sombrero de paja. Est flaco; su alimentacin, adems de escasa, se limita a los productos agrcolas, pues mltiples edictos le prohben cazar animales, que estn reservados para los ricos. Pero si logra colocar a alguno de sus hijos como aprendiz en un taller, la creciente movilidad social de la poca puede brindarle una oportunidad para salir de la miseria. En efecto, la clase media ha crecido numricamente con la proliferacin de artesanos, comerciantes, notarios, agentes, funcionarios municipales, mdicos, boticarios y
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Entre comillas ya que aun no podemos referirnos a una sociedad de clases como tal, sino ms bien a una sociedad ESTAMENTAL.
clrigos. Y en un plano social superior, el xito alcanzado por un puado de banqueros, aventureros, escritores y artistas excepcionales los ha propulsado de una forma desconocida hasta entonces. Nunca haba habido tantos nuevos ricos en Europa. Oportunidades de ascenso social. En la Italia renacentista, la incipiente movilidad social dio a los ms pobres una opcin para salir de la miseria. A su vez, la clase media creci con la proliferacin de artesanos, pequeos comerciantes, funcionarios y mdicos. Y en la cspide social apareci una elite de nuevos ricos, representada por banqueros, mercaderes, aventureros y artistas de xito. Pero penetremos ya en Urbino franqueando el umbral de Porta Valbona. Son las cinco y est anocheciendo; las calles se ven vacas y en penumbra. Las ms importantes tienen el piso enlosado; las dems son estrechas, con suelo de tierra. Las viviendas que las flanquean abarcan un abanico de calidades diversas: los ms pobres habitan en casas bajas, de tres pisos, fabricadas en madera o argamasa, mientras que las clases medias se alojan en edificios de ladrillo de hasta seis pisos, y la nobleza y alta burguesa ocupan imponentes palacios de piedra. Cada vecino de una casa pobre ocupa un par de habitaciones incmodas y oscuras, de las que dan al patio interior, porque las fachadas a la calle son para los ms acomodados. Viven en rgimen de alquiler, cuya subida les obliga a frecuentes cambios de domicilio. En cambio, los artesanos y comerciantes algo ms prsperos poseen tres habitaciones, adems de una sala abovedada que da a la calle, en la que tienen instalado el taller o la tienda. Si su negocio ha crecido, disponen adems de cuadras para los animales y una bodega o almacn, donde duermen tambin los criados. Las letrinas no forman parte de la vivienda; localizadas en el exterior, son compartidas por todos los vecinos. Todo es tan distinto en los palacios nobiliarios! Pueden llegar a tener hasta 30 habitaciones, distribuidas entre tres o cuatro pisos coronados por una logia o galera. Sus fachadas estn decoradas con bellas pinturas y relieves, que incluyen el escudo herldico del propietario, mientras las ventanas aparecen cubiertas de celosas o de rejas. Al llegar frente al palacio Ducal les he dicho a los guardias que quera ver al Duque, pues pretendo entrevistarle para una revista del siglo XXI, pero me han contestado que vuelva maana al medioda. La gente aqu est acostumbrada a los extranjeros, porque en toda Europa hay un gran flujo migratorio no slo entre el campo y la ciudad, sino tambin de comerciantes, banqueros, preceptores, hombres de ciencia, artesanos y artistas que buscan prosperidad en otras urbes, amn de frailes y peregrinos que siguen el rastro de la fe. Calles bulliciosas. En este fresco del Palacio Comunal de Siena se aprecia la vitalidad urbana renacentista. Casi todas las casas tenan tiendas abiertas a la calle, donde los artesanos elaboraban sus productos al mismo tiempo que los ofertaban a los transentes. En Urbino hay varias posadas y mesones. Para pasar la noche he encontrado alojamiento en un hotel familiar, pagando a trueque con un pauelo de seda que he trado para la ocasin. Me sale a recibir una criada joven, que me acompaa a lavar las manos en un aguamanil y me conduce a la mesa donde ya estn
cenando los seores con sus dos hijos, hombre y mujer, y una nuera. Retrepado en un silln independiente, la cabeza de familia apoya sus pies sobre un escabel; los otros ocupan bancos. Me ofrecen lentejas, pasta o habas, pero ellos ya han terminado el primer plato, por lo que decido sumarme al segundo: un pastel de hojaldre al pollo con salsa de jengibre, pimienta y azafrn, acompaado con pan candeal y ensalada. Todo ello regado con un vino de cosecha propia, mezclado con agua y servido en vidrio decorado. Encuentro mi cuchara y mi cuchillo de cobre, pero no as tenedor ni servilleta, hasta que advierto que en su lugar usan los dedos y el mantel. Al observar el avanzado estado de gestacin de la nuera, me comentan que ya est viviendo aqu la nodriza, a la espera de la criatura. Si nace nia, la abandonaremos en la puerta de un convento, comenta con naturalidad el cabeza de familia. Entonces a su nuera le aflige un espasmo y se le cae el plato de porcelana, que estalla en el suelo. La nodriza llega corriendo para llevar a la futura madre a descansar. Han trado un aguamanil, fruta, queso de oveja, dulces de miel, almendras y nueces. Aunque naciese nia, tenemos suficiente dinero para reunir una buena dote: ella misma trabajara en el negocio para aumentarla, alega la suegra contradiciendo a su marido. Lo dice en voz baja, temerosa de ofenderle y de que ste le pegue. Hbito o Matrimonio, destino ineludible para las jvenes de clase media. Lo mejor de todo sera ingresarla en un convento y que aprendiera a tocar un instrumento, a bailar, a leer y a escribir en latn; as podramos concertar un matrimonio mejor, dice el padre de la hipottica fmina. Sabes que no podemos picar tan alto, Sera como pretender que si naciera varn recibiese educacin humanista junto a los nobles de la corte del Duque, replica sarcstico el abuelo, porque lo habitual en las clases medias es enviar a los hijos varones a una escuela especial municipal donde pueden aprender el Trivium (gramtica, retrica y dialctica) y el Quadrivium (aritmtica, geometra, astronoma y msica), as como urbanidad y buena conducta y quizs algo de latn, italiano vulgar, griego, canto y danza. Los alumnos que muestran especial predisposicin pueden continuar su educacin en las universidades a travs del sistema escolstico, mediante el cual se leen y comentan textos de Dante, de la Biblia y de autores clsicos latinos, griegos o rabes. Pero las hijas son mala cosa, costosas e intiles para cualquier familia pobre o rica, aade. Incmoda en medio de esta discusin familiar, juzgo que es el momento de retirarme. Las dos caras del campo Los campesinos, el 90% de la poblacin, trabajaban una tierra que no era suya. Perteneca a nobles y burgueses que vivan en la ciudad, si bien mantenan una estrecha relacin con sus posesiones rurales. Una criada parlanchina me lleva a mi habitacin y me ofrece un bao en una tinaja de latn donde echa agua caliente, plantas aromticas, ptalos de flores y aceites. Una vez sumergida, me frota el cuerpo y procede a despiojarme con agua y vinagre, mientras me cuenta que tiene acordados por contrato notaria su nfimo salario, sus labores y el tiempo de servicio: tambin comenta que es
concubina de su seor, al que dio un hijo que abandonaron en el hospicio. Me seca y extiende un ungento para suavizar la piel. Cuando se retira, me dispongo a ocupar una enorme cama con colchn de plumas, sbanas, edredn y dosel, y un arcn a un lado. Escenas de la vida ntima La prctica del bao, aunque no era diaria, estaba extendida en la ciudad y en el campo. Era habitual que cuando el marido regresaba al hogar, tras su jornada laboral, se baara en la tina junto con su esposa, antes de retirarse ambos al lecho conyugal. Despierto con una gran algaraba en la calle cuando acaba de amanecer. Me visto y me despido de mis anfitriones, que me regalan un amuleto contra las enfermedades. El ambiente es variado y estimulante a lo largo de las vas principales. En las tiendas, los artesanos elaboran sus mercancas a la vista de los transentes, llenando la calle de olores, colores y ruidos. Hay serreras, carpinteras, marqueteras y talleres de torno y talla; los tejedores extienden las madejas de lana y las piezas de tela para que se sequen; los comerciantes venden ganado, aceite, vino, aceitunas, trigo, cebada, centeno, caa, lino, madera, castaas, carbn, lana y estera para sacos. Los campesinos ofrecen en pequeas mesas o en el suelo los frutos de sus huertas trados a lomo de burros, los cuales contrastan con los caballos rabes, adornados con lujosos arneses, que montan los jvenes nobles y burgueses. De los negocios de los prestamistas cuelga el trozo rojo de tela distintivo de su autoridad; los banqueros pesan y cambian monedas. Hay tambin mendigos, mercaderes ambulantes y buhoneros que tocan el lad y hacen cabriolas. Los criados deambulan haciendo la compra diaria y, para demostrar su bienestar econmico, algunas damas pasean con sus esclavas turcas o berberiscas o sus esclavos trtaros comprados en Venecia. Ante el sonido de una campanilla todos se apartan para no sufrir el contagio del leproso, mientras el paso de un carruaje, tirado por mulos y bellamente engalanado, anuncia la llegada de algn personaje ilustre. Esto obliga a los nios a suspender sus juegos, y los adolescentes, identificados en pandillas por juramentos, vestimentas y smbolos comunes, pertenecientes a diversos barrios de la ciudad, se paran curiosos a mirar el interior del coche del recin llegado. De repente, se percibe un silencio admirativo mientras se aproxima un personaje ante el cual todos se inclinan o arrodillan. Dios te bendiga, Federico!, oigo exclamar a la gente. Camina desarmado y casi sin escolta, algo inusual en un gobernante, pero ste es amado por sus sbditos y conciudadanos, a quienes cubre de ventajas y no agobia con impuestos. Contina la poltica econmica de sus antecesores, que reinvertan las ganancias de las campaas militares en la construccin civil y religiosa, en los salarios de los funcionarios pblicos, en el mantenimiento de la corte y en la organizacin del sistema defensivo del principado. Pero para Federico de Montefeltro la actividad militar se ha visto transformada en un juego ms amplio, poltico y diplomtico, ya que mantiene relaciones regulares con el Papa, con los prncipes italianos, con reyes europeos y aloja por un ao a un embajador Persa. La coyuntura internacional ha abierto un periodo floreciente de paz que le permite acometer empresas tcnicas y
culturales. Sostiene una corte numerosa, pero sin derroches, perfectamente organizada y jerarquizada, alejada del vicio y los excesos, y en la que participa la ms extraordinaria seleccin de talentos literarios, cientficos y artsticos del siglo XV. Cuando el carruaje se detiene, de su interior desciende el pintor Rafael! Tras intercambiar con el Duque unos saludos afectuosos, ambos suben al coche. Irn a almorzar, pues aunque slo son las diez de la maana, levantarse con el alba obliga a fijar la comida a esa hora. En una tienda de pago con creces, con mi sencillo anillo de plata, un plato de polenta, la pasta elaborada con trigo, agua y hierbas aromticas. Luego camina hacia Pian di Mercato, hasta toparme con las botteghe, una mezcla de tiendas, bodegas y talleres donde trabajan los artistas. A menudo se convierten tambin en centros de reunin en los que se discute de arte, poltica, de filosofa y de los acontecimientos sociales mientras se bebe vino, lo que en ocasiones da lugar a peleas y a las consiguientes protestas del vecindario. Quizs encontremos aqu a algn artista o literato famoso como Castiglione, Leon Battista Alberti, Pietro Bembo, Piero della Francesca, Pedro Berruguete o Sandro Botticelli. Hacia el medioda llego de nuevo al Palacio Ducal. Los guardias me ceden el paso, pues Federico recibe a esta hora a todo el que quiera hablar con l. Alcanzo el cortile, un patio interior central rodeado de columnas que soportan los pisos superiores; si lo atravesramos hallaramos el jardn, donde las mujeres se renen a hilar, tocar msica o jugar con animales domsticos, algunos muy exticos, como avestruces, pavos reales o gacelas. Otros espacios de la planta baja estn ocupados por las habitaciones de los criados, la leera, la bodega y los establos.
Palacio Ducal de Urbino, templo de la cultura. Gracias al mecenazgo del Duque Federico de Montefeltro, el Palacio Ducal de Urbino fue un centro de la vida social por la que pasaban artistas famosos, polticos y pensadores (arriba a la derecha, un invitado en un banquete). Una de las estancias ms notables del edificio era el Studiolo o despacho privado del Duque (abajo a la izquierda), de solo 15,58 m y decorado con imgenes de gran carga simblica. En la parte superior aparecen retratados personajes como Salomn, Homero, Aristteles o el Papa Po II, quien en su tiempo combati el trfico de esclavos y la persecucin de los judos. En la parte inferior, un magnfico trabajo de marquetera, lleno de trucos pticos, representa objetos como libros, instrumentos de msica o relojes mecnicos. Se accede a este habitculo despus de cruzar la Sala de los ngeles (abajo a la derecha), donde destaca la esplndida chimenea. Para acceder a las plantas nobles del edificio hay que hacer uso de la escalinata de honor, que desemboca en el lugar ms destacado de la casa: la Sala del Trono. Desde esta espaciosa estancia se llega a las habitaciones del Duque, que dan a la fachada de los torreones. Hacia all me conducen; Federico me recibir en su Studiolo o despacho, donde guardan lo documentos de Estado, valiosos
libros acordes con su espritu humanista, las distinciones honorficas y los smbolos de su autoridad. Las paredes estn revestidas por un exquisito trabajo de marquetera y tambin hay algunas pinturas. Pero eres hombre o mujer?, inquiere el Duque al observar mis pantalones vaqueros y mi pelo corto. Dar crdito a mi historia, pienso yo, o me despedir con unas piadosas monedas, pensando que soy una loca, una hechizada o, sencillamente, una mendiga con imaginacin?. ACTIVIDADES: Puntaje ideal 3 puntos (desde la pregunta 1 a la 10). 1. Elabora, a partir de ste texto, un glosario de mnimo 10 trminos desconocidos para ti. 2. Atendiendo a la primera parte del texto, elabora un bosquejo de la ciudad de Urbino. 3. Transcribe las frases que aparecen en el texto y que definen la estructura de la sociedad Estamental. 4. Si bien , la sociedad de Urbino presenta elementos de continuidad medieval, el texto afirma que existe una creciente movilidad social. Explica con tus propias palabras, a qu se refiere con movilidad social , dnde se refleja?. 5. Describe cmo se diferencian los grupos sociales de Urbino a travs de las caractersticas de las viviendas de aquella poca. 6. Se podra afirmar que la poblacin de Urbino est acostumbrada a ver extranjeros en su ciudad, por qu?. 7. Describe la el sistema educacional en Urbino. 8. Dnde se realiza la actividad comercial en Urbino, qu personajes aparecen en ese entorno y qu productos se tranzan?. 9. Por qu el Duque Federico de Montefeltro era considerado un buen gobernante?. Explica por qu el gobernante puede, en este periodo de paz, preocuparse de otros aspectos de la vida de su ciudad?. 10 Qu relacin puedes deducir que exista entre el Duque de Urbino y el pintor Rafael?. 11. Completa el mapa conceptual. 10 puntos.