Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
181 vistas61 páginas

James Petras Compilacion de Escritos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 61

http://www.scribd.

com/users/Insurgencia/document_collections

James Petras

COMPILACIN DE ESCRITOS

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

DEMOCRACIA Y CAPITALISMO: TRANSICIN DEMOCRTICA O NEOAUTORITARISMO


James Petras*

La temtica de hoy, democracia y capitalismo, puede presentarse como interrogante: estamos en una transicin democrtica o vamos hacia un neototalitarismo? Esa es la primera pregunta que quiero plantear. Despus quiero discutir sobre la relacin entre capitalismo y democracia. Y tercero, quiero vincular todos estos debates con el efecto que han tenido sobre la intelectualidad en Amrica latina, porque yo creo que gran parte del giro hacia el centro, centroderecha de la intelectualidad, est profundamente vinculado con las actividades, discursos y escritos sobre la temtica de las llamadas transiciones y el sentido que tienen la democracia y el autoritarismo. Vamos a finalizar, entonces, con esta cuestin de la intelectualidad, de las fuerzas y debates que estn influyendo sobre su trayectoria. Ahora, algunos comentarios generales. El debate sobre las llamadas transiciones democrticas es muy pobre. Hemos revisado un mar de tinta y toneladas de papeles escritos. Y la conclusin que saco de ello es que hay una gran pobreza. Primero, la presentacin de una dicotoma, entre autoritarismo militar y democracia electoral. Esta dicotoma es una gran simplificacin. Que lo que no es militar, lo que es civil, cuando hay elecciones, necesariamente significa un sistema democrtico. Voy a argumentar que la otra alternativa es considerar regmenes electorales autoritarios. Por eso lo voy a llamar neoautoritarismo, para distinguirlo del viejo autoritarismo relacionado con las dictaduras militares. Segundo, en el debate falta una discusin seria sobre la composicin de las instituciones polticas bsicas que conforman los parmetros de las actividades polticas en los sistemas que se llaman democrticos. Hay que ir a fondo a discutir no solo las instituciones, sino tambin las decisiones y los procesos que estn implicados en la toma de decisiones. Y finalmente, analizar la cultura poltica que es determinante sobre la forma en que estn actuando las elecciones, los polticos y la estructura de decisin. Tercer punto en relacin con esta pobreza discursiva es la falta de estudios histricos comparativos que puedan utilizarse para especificar las condiciones en que capitalismo y democracia son compatibles o no compatibles, y sus limitaciones. Tenemos que considerar toda una gama de experiencias histricas para argumentar sobre cules son las condiciones que permiten la confluencia de capitalismo y democracia. Y cules son las condiciones en las que la democracia y el capitalismo son incompatibles. Cuarto punto, debemos considerar una tendencia creciente, de largo plazo, de gran alcance, del aumento de los agentes no elegidos como principales actores en la toma de decisiones en los sistemas actuales. En otras palabras, debemos considerar la creciente influencia que tienen funcionarios no elegidos en estos sistemas llamados democrticos, que actan sobre la macroeconoma, las macro estructuras sociales y sobre todos los aspectos que afectan la vida de los ciudadanos.

Revista Herramienta. Argentina.


2

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

TRANSICIONES O TRANSACCIONES
A partir de una evaluacin, un anlisis que debe ser breve esta noche, podramos contestar la pregunta inicial: si esta transicin est llevndonos hacia una democracia o hacia un neototalitarismo. En otras palabras, para nosotros, en la primera parte de nuestra discusin, la idea de una transicin democrtica es problemtico, es para debatir, no es una cosa dada ya como afirman, atrevindose incluso de hablar de "consolidacin" o "no consolidacin", de "democracia restringida" o "no restringida", utilizando adjetivos para modificar sus posiciones histricas (que tienen una enorme y nefasta influencia desde fines de los '80), justificando y defendiendo la tesis de una transicin democrtica frgil, problemtica, pero anunciando que se diriga hacia una gran transicin que culminara en la consolidacin democrtica. Entonces, las dos hiptesis que confrontan pueden expresarse as: desde los gobiernos militares hemos transitado hacia la democracia o hacia un gobierno electoral neoautoritario? Primero, debemos hacer una distincin fundamental entre rgimen y Estado. Tenemos de verdad lo que podramos llamar una transicin hbrida y debemos rechazar los criterios que siempre dicen: tenemos partidos competitivos, tenemos elecciones, tenemos alternancia, y despus a partir de eso ya estamos en la democracia. Esta definicin muy estrecha excluye una discusin sobre las instituciones polticas ms importantes del sistema poltico. Debemos reconocer la continuidad en la composicin, funcionamiento y vnculos de las instituciones estatales con los sectores dominantes del sistema poltico anterior. En otras palabras, el rgimen poltico electoral est insertado en una serie de instituciones sumamente autoritarias, militares, policiales, poder judicial, autonoma del Banco Central, instituciones que no responden a cualquier poltica que resulte de una mera consulta electoral. Esta matriz de fuerzas autoritarias fija los lmites del debate poltico y fija los lmites sobre la toma de decisiones de la poltica, la macropoltica. Condiciona lo que es factible y lo que no es factible. Entonces, es preciso reconocer que no son cosas de autoritaristas, que quede un Patti aqu, un Massera all, sino que son estructuras que tienen un legado operativo que sigue funcionando en la actualidad. No son anomalas. Un asesinato, una represin, una persecucin, tienen races en la institucionalidad actual. Segundo factor que debemos tomar en cuenta es el legado histrico del pasado. Tenamos un perodo de mucho protagonismo popular en un sistema electoral, viene el golpe militar y despus viene el gobierno civil. Durante el perodo de gobierno militar hay una represin feroz. Se impone una cultura del terror y los polticos que surgen despus de la dictadura internalizan la poltica represiva. Qu significa internalizar? Dicen que a partir de la nueva situacin debemos bajar las banderas, debemos asimilar el nuevo discurso, debemos dejar de hablar del Estado, debemos hablar de la retrica democrtica y no de los poderes verticales que dominan sobre la poltica. Y este legado entonces, que es producto de experiencias histricas, es un factor que influye sobre la toma de decisiones y el pensamiento de los mismos polticos y es un factor difcil de cuantificar y mucho ms difcil de medir con la precisin de la matemtica y por ello es mucho ms eficaz y eficiente en la influencia. Entonces, si uno analiza los aspectos estructurales debemos concluir que en la relacin transicin hacia la democracia y continuidad del Estado, est el primer argumento a favor de la hiptesis del neototalitarismo.

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Ahora, lo que tenemos es realmente lo que deca... porque la cada de los militares era producto de dos fuerzas: luchas, protestas populares y un desgaste, por un lado, y negociaciones de las lites para conseguir una salida que proteja sus intereses, por otro. Como resultante de las dos fuerzas, tenemos una situacin doble: mejoramiento relativo de los derechos individuales, libertad de palabra, con todos los crmenes que continan: matando periodistas, amenazando estudiantes, profesores, etctera. Hablando relativamente conseguimos estos espacios para reunir, conversar y discutir. Pero los grandes parmetros institucionales, socioeconmicos son productos de aquella negociacin. Por eso digo que debemos hablar de regmenes hbridos que combinan el autoritarismo estructural y la variable liberal, democrtica, que funciona dentro de aquel marco poltico. El otro factor que creo que debemos entender es la composicin poltico-econmica de las campaas electorales. Las grandes finanzas que influyen sobre las campaas, son imprescindibles para motivar a los ciudadanos a votar en ausencia de alternativas reales. Necesitan gastar millones y millones en publicidad meditica por la falta de motivacin en los contenidos del discurso de los polticos y las campaas. Y ms, las campaas electorales tienen un defecto fundamental: lo que se discute en la campaa no tiene ninguna relacin con lo que hacen los elegidos en el gobierno. En todos los pases los polticos atacan el neoliberalismo para profundizarlo despus. La disociacin entre la campaa electoral y la poltica de gobierno, significa que la campaa no tiene sentido. Es una gran decepcin. Si la campaa, la competencia es una decepcin. Cmo entendemos la prctica democrtica de que un ciudadano a partir de una campaa, puede elegir su programa, sus preferencias? Qu significa entonces? Que esta campaa define el camino de una democracia en transicin o define precisamente la decepcin hacia un neoautoritarismo? Y ms an el proceso de toma de decisiones fundamentales en toda Amrica latina, que en el ltimo tiempo es por decreto presidencial: en una tarde Menem cambia todo el panorama econmico firmando decretos de privatizacin. Lo mismo hace Cardoso, Fujimori ni hablar. Las decisiones de gran trascendencia ocurren sin consultar a los congresistas, al cuerpo legislativo, mucho menos consultas populares. No se atreven a poner un referndum sobre las privatizaciones de petrleo, de los bancos, de los servicios pblicos, etctera. Est hecho con el dedo, al mejor estilo de los militares. Son civiles del dedo: es el estilo de gobiernos autoritarios, es el neoautoritarismo. Un gobierno democrtico consulta, entra en debate, pone sobre la mesa las preguntas durante la campaa, antes de la campaa, etctera. Ultimo punto en relacin con eso. Las decisiones estratgicas en el ltimo perodo, la poltica de ajustes estructurales, las privatizaciones, la "flexibilizacin" del trabajo, la concentracin econmica, las fusiones, la gran mayora de las estrategias econmicas y las medidas prcticas, son producidas por funcionarios no elegidos. O son instituciones llamadas internacionales, con funcionarios de Europa o de Estados Unidos, que actan en el Fondo Monetario, actan en el Banco Mundial, en el Banco Interamericano de Desarrollo, las que toman las decisiones, fijan las normas y condicionan cualquier prstamo en funcin de ellas. Cualquier ministro de Hacienda o presidente del Banco Central (funcionarios no elegidos) ahora debe ser un hombre de confianza de otros funcionarios no elegidos. No es exagerado decir, entonces, que estamos hablando de un nuevo colonialismo. No es una expresin retrica, para conseguir aplausos. Analizamos las visitas-inspeccin, los planes de ajuste, la implementacin, los condicionamientos. Cmo podemos hablar de una transicin a la democracia cuando las decisiones fundamentales estn tomadas por funcionarios no elegidos, ni siquiera nacionales, extranjeros? Y los funcionarios nacionales no elegidos
4

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

seleccionados, los mal llamados tecncratas, tienen que ser personas de confianza de los poderes externos, tampoco elegidos. Caso reciente es el del presidente del Banco Central de Brasil, hombre de confianza del financista internacional George Soros. Est nombrado precisamente por eso. Y cuando se refieren a "la confianza", estn diciendo que el criterio de seleccin es "la confianza" de los no elegidos en otros no elegidos. Implica la expropiacin del ejercicio democrtico de eleccin por los ciudadanos. Es la otra cara de la moneda. Ahora, tomando todo eso en cuenta, algunos escritores acadmicos hablan de "paradoja". Ms elecciones, dicen, ms desigualdad; ms presidentes electos, ms pobreza, ms concentracin de riqueza. Son "paradojas", la democracia est generando una situacin tan deteriorada... y con tanta pobreza. No hay tales "paradojas" si aceptamos la hiptesis del autoritarismo. La poltica sustancial, el contenido de las polticas prcticas es elitista, porque la estructura que est tomando estas decisiones no tiene nada que ver con la democracia. Son los funcionarios no elegidos, nacionales o extranjeros, es la manera autoritaria imponer las polticas, los que generan las desigualdades. No hay ninguna paradoja: vemos desde otra ptica el verdadero funcionamiento del sistema poltico y sus instancias de decisin. Entonces es muy explicable lo de la gente. Lo de ese pobre pueblo estpido, que sigue votando por fulano y eligiendo y tomando decisiones sobre su propio destino hacia la catstrofe. Tomando los cuatro criterios que hemos seleccionado qu es la cultura? La cultura poltica es la poltica de la incertidumbre, la poltica de la inseguridad. Est estudiado por los polticos. Es la teora de que si nosotros empezamos a implementar medidas efectivamente populares, vamos a provocar a los militares. Entonces cultivan una cultura del terror. No la cultura cvica, no promoviendo la participacin y la organizacin. Segundo, ahora tienen otro demonio: se van los inversionistas, viene el caos. Entonces debes aguantar ms. Esta cultura del terror es incompatible con la hiptesis de una transicin democrtica, es el cultivo del miedo, de la incertidumbre: es la frmula de cualquier gobierno autoritario.

CAPITALISMO Y DEMOCRACIA
En esta primera parte de la presentacin expusimos sobre las teoras de transicin; ahora quiero entrar en otro aspecto de este debate que es la relacin entre capitalismo y democracia. La derecha argumenta que el capitalismo y la democracia estn vinculados. El capitalismo genera una pluralidad de clases: clases populares, clases medias, clases dominantes. Y este pluralismo social genera un pluralismo poltico que es la base de la democracia: la competencia de clases sociales llega a la competencia poltica. Si no hay mercados no hay pluralismo. Si no hay pluralismo, no hay democracia. O a la inversa, si hay capitalismo, hay pluralismo y hay democracia. La izquierda argumenta que capitalismo y democracia son incompatibles. Que el capitalismo siempre es la concentracin del poder contra los esfuerzos por democratizar y abrir camino para la competencia electoral y para la participacin del ciudadano en la poltica.

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Y tercera, una versin de Norberto Bobbio y otros que podramos llamar un poco "centristas", dicen que capitalismo y democracia son compatibles cuando se respetan las reglas del juego que permiten la legitimidad y la alternancia poltica. Estoy simplificando, ya no hay tiempo de elaborar sobre Bobbio, un hombre muy influyente aqu y que tena alguna popularidad en algunos crculos... Ahora, cmo analizamos estos aspectos. En relacin con el ltimo, la posicin de los procedimientos, de las reglas del juego como factor determinante, compaginando democracia y capitalismo. Primero, esta teora no tiene una explicacin de cmo se formulan las reglas de juego, qu son los parmetros, las relaciones ms generales que podran influir sobre cules son los parmetros en que ocurre la alternancia, etctera. Hay prioridades anteriores a la formulacin de reglas polticas, y debemos entender que las reglas polticas estn formuladas dentro de los parmetros de las relaciones de clase que existen con anterioridad. Y cuando el poder estatal est establecido, cuando las clases sociales ya estn establecidas, en este contexto se discuten qu reglas van a operar y qu reglas no van a operar y cmo se van a redefinir las reglas segn la composicin de poder dentro del panorama sociopoltico. Sobre el argumento de la derecha creo que tenemos, ms que nada en Argentina, suficientes ejemplos para mostrar que el capitalismo genera tanta represin como cualquier otro sistema. Tenemos muchos aos de gobiernos militares precisamente vinculados con el capitalismo como para que sea sustentable el argumento de Fiedmann y otros, que democracia y capitalismo son compatibles. Y la izquierda que argumenta sobre la incompatibilidad de la democracia y capitalismo, si tomamos la definicin ms estrecha de que "elecciones igual democracia", tenemos que decir que esta explicacin que democracia y capitalismo son incompatibles, no explica la introduccin y el apoyo del imperialismo norteamericano a las elecciones en todo el mundo. Por qu en este momento los Estados Unidos apoyan elecciones en todas partes, en todas partes del mundo y antes no? Argumentos como que han cambiado su pensamiento son poco convincentes. Entonces tenemos que explicar las anomalas tanto en los postulados de la derecha, la izquierda y de la argumentacin sobre las reglas del juego. Y para m, lo que explica la relacin entre el capitalismo y la democracia son dos conceptos: uno, la hegemona y otro, las relaciones de propiedad. Primero, la democracia capitalista es contingente de la hegemona capitalista y la solidez de la propiedad capitalista, esos son puntos bsicos para entender la introduccin de la democracia dentro del sistema capitalista. Segundo punto, el capitalismo tiene una visin instrumental de la democracia. Y depende de la naturaleza del rgimen que apoyen o no apoyen las prcticas democrticas en las instituciones. Si uno cree como muchos acadmicos que la democracia es buena en s, es una frase vaca. Y los principales protagonistas del capitalismo no creen que la democracia es buena en s, es solo buena si funciona dentro de un marco de relaciones sociales y de propiedad. Decir que es buena en s es como una extrapolacin de la historia y de la realidad y siempre una imputacin normativa de lo que uno siente, ms que analizar cmo funciona la democracia en relacin con los poderes de clase, propiedad y Estado. Los capitalistas tienen una visin de democracia muy relativista, cuando extienden sus intereses que fortalecen sus posiciones estatales estn en la onda democrtica. Cuando sus intereses estn violados, amenazados, pasan a la poltica autoritaria y apoyan un rgimen autoritario. Cuando hablamos de la democracia capitalista y la democracia obrera, esa no es
6

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

una frase leninista, como O'Donnel y compaa dicen. "Frases anacrnicas". Estamos diciendo una cosa muy precisa conceptual e histricamente: que las democracias como las entendemos funcionan con la capacidad de defender algunos intereses contra otros intereses. Si este factor no es operativo, si no es as, podramos hablar de una democracia sin apellidos, pero lo que voy a citar es una serie de ejemplos que niegan esta "desafiliacin". Lo que afirmo es que la propiedad y los intereses hegemnicos son sobredeterminantes sobre lo que llamamos la democracia y se es el sentido real de la frase democracia capitalista.

CASOS HISTRICOS
Empezamos brevemente a revisar los ejemplos. En 1918, en Finlandia, ocurre una revolucin donde los obreros eligen un gobierno democrtico que practica a partir del Parlamento y el primer ministro, una poltica tibiamente reformista a favor de los trabajadores. Frente a esta democracia obrera con todas sus limitaciones, parlamentaria, la burguesa encabezada por Mannerheim y apoyada por el ejrcito alemn invade Finlandia, destruyen el sistema parlamentario, uno de cada cinco obreros es asesinado o forzado al exilio o encarcelado, imponen la dictadura; despus de eliminar a los trabajadores como factor influyente, vuelven a construir el sistema parlamentario en el que ellos mandan y dirigen la poltica econmica. Segundo ejemplo, Guyana, que era colonia inglesa, all arriba cerca de Brasil y Venezuela. Un socialista parlamentario estilo Allende, Cheddi Jagan, presenta su candidatura en 1953 y es elegido libremente por una mayora, no pluralidad, mayora absoluta. Los ingleses invaden el pas y lo tumban, lo desplazan. Vuelve otra vez la candidatura, en el '61, gana otra vez, y esta vez interviene la CIA provocando divisiones raciales y tumba a Jagan otra vez. Una vez que lo tumban vuelven a montar elecciones, ahora en un pas polarizado racialmente y gana un candidato ms hacia la poltica de Estados Unidos. Tercer caso, Chile '70 y '73. Gobierno popular, gobierno con apoyo obrero y campesino, elegido libremente, libre competencia. La burguesa se organiza, tocan las puertas de los cuarteles, Estados Unidos interviene: todo el cuento conocido. Despus que destruyen todo este proyecto los Estados Unidos vuelven en el '85, '86 frente a las grandes movilizaciones a convencer a los socialistas, a colaborar con la derecha demcrata-cristiana y vuelven a las elecciones, ahora dentro de los nuevos parmetros: Constitucin del '80 de Pinochet, toda la institucionalidad militar, neoliberalismo, capitalismo, privatizacin, etctera. Qu es diferente? Cambi sus ideas el imperialismo o cambiaron los contenidos, los parmetros de accin poltica-econmica? Caso Guatemala: eligieron un gobierno en el '50, el de Jacobo Arbenz. Empieza un programa de reforma agraria de las tierras de las grandes multinacionales norteamericanas, empieza a dar espacios democrticos para los sindicatos, empieza a haber libertades para los socialistas, comunistas: interviene la CIA otra vez. Tumba al gobierno, una guerra prolongada que cuesta doscientas mil personas. Y despus, ms tarde, en el '91, se acuerda la paz, empiezan a introducir a los guerrilleros en la poltica electoral, dentro de parmetros en los que no hay reforma agraria, no hay castigo para los asesinos, donde el neoliberalismo est profundizndose en los ltimos aos en una forma descarada: entonces qu tipo de transicin a la democracia? Vuelven a crear el marco electoral ahora porque estn establecidos la hegemona, el poder, la propiedad, etctera.

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Podramos multiplicar muchos casos, Irn en el '54: un gobierno elegido, tumbado por la CIA, impone la dictadura y despus cuando la dictadura del Sha cae despus del apoyo multimillonario de los Estados Unidos surgen los musulmanes que empiezan a tomar medidas contra las compaas norteamericanas, los Estados Unidos y otros liberales apoyan el retorno de qu... de las elecciones. Perdido el control poltico-econmico- social busca una forma ahora de insertar una posicin democrtica. Ahora, el caso de Hait, es muy indicativo de todo lo que estamos discutiendo, en el '91 gana Bertrand Aristide una eleccin con una mayora abrumadora. Recuerdo, estuve con haitianos, que James Carter fue all tratando de convencer a Aristide de retirarse de la campaa en favor del candidato norteamericano que era un ex funcionario del Banco Mundial. Aristide dice no y empieza a implementar un programa populista tibiamente nacionalista. Estados Unidos apoya, debajo de la mesa, el golpe militar, aunque pblicamente lo denunci. Tenemos todas las pruebas de que financi y colabor con los golpistas. Bueno, despus del golpe hay una enorme salida de haitianos hacia Florida. Eso preocupa a los racistas en Washington y en Florida. Entonces cmo evitar la ola migratoria? Bueno, tenemos que cambiar el gobierno all. Se sentaron con Aristide en un aula en Washington y le presentaron los ministros. Les juro, eso es lo que pas. Estuve con un asesor de un congresista, me contaban, incluso la gente que le presentaban a firmar la agenda econmicosocial, y los ministros que tena que incluir. "Si quieres volver, nosotros te llevamos con los marines para volver. Pero no vas a tocar ninguna propiedad y no vas a volver a esa poltica populista. Si aceptas eso, te vamos a presentar como el presidente elegido". Y finalmente Aristide acepta, y vuelve pero ya es un poltico totalmente diferente de cuando fuera elegido democrticamente. Estados Unidos apoya el retorno de la democracia, pero dentro del marco de clase, dentro del marco del imperio. Se opone al gobierno elegido cuando estaba actuando contra los intereses norteamericanos. Otro caso muy ejemplar es el caso de Nicaragua. En el '84, con miles de observadores de Europa, de Estados Unidos, de Canad, ganan los sandinistas con mayora abrumadora. Todos dicen: elecciones relativamente limpias. Estados Unidos dice que no y fortalece a los mercenarios, los llamados "contras". Aumenta la agresin, los asesinatos, el bloqueo del puerto, etctera. En el '89 despus del desgaste de la guerra, ms los errores polticos de los sandinistas, empiezan a aplicar los ajustes: conclusin, gana la derecha. Estados Unidos: bienvenida la democracia ya, estas elecciones son democrticas, dentro del nuevo marco, con Violeta Chamorro privatizando, incorporando al sandinista Humberto Ortega, que pas a ser millonario corrupto, dirigi as la represin del pueblo sandinista que se movilizaba contra Violeta. Con el aplauso de los marines de Estados Unidos asesorndolos. Solamente cuando Humberto hizo el servilismo demasiado descarado y ofreci una medalla a un coronel de la marina, dijo no quiero, no quiero tener nada que ver con ustedes. Hagan su trabajo y djenme hacer mi trabajo. Esto fue una cosa vergonzosa. Pero lo que es un punto clave en esto, es que otra vez aplican el criterio de clase para evaluar la democracia, el criterio del imperio. Y no slo en Amrica latina y el Tercer Mundo. En Alemania, la suba del fascismo y el nazismo era respaldado por todos los grandes capitalistas; los judos, que ahora estn criticando y quejndose, nombran a las principales multinacionales alemanas y al gran capital, como los principales beneficiarios del rgimen de Hitler. Y piden compensacin por el trabajo de esclavos. Hitler primero elimin los sindicatos, los partidos de izquierda. Despus de la Segunda Guerra Mundial, cuando la izquierda ya est bastante aplastada y los socialdemcratas ya incorporados al capitalismo, Estados Unidos y los capitales alemanes vuelven a apoyar la democracia, porque ya la democracia funciona dentro del marco de
8

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

hegemona norteamericana y la vuelta del capital alemn, sin el desafo que en los '30 eran socialistas y comunistas. Bueno, podramos continuar con muchos ms ejemplos, pero el punto terico es que la democracia capitalista no existe independientemente de la lucha de clases y los intereses de clase. Y debemos entender este punto cuando la gente habla de que la democracia es un bien en s mismo. No existe el "s mismo". Existen las relaciones de clases, hegemonas, configuracin de estados.

GLOBALIZACIN O IMPERIALISMO
Ahora, cmo discutimos la democracia en la edad del imperialismo. No hablo de globalizacin porque es una frase vaca. La globalizacin, es un concepto muy nefasto que ha circulado mucho en las mentes de la gente. Quienes circulan los capitales, son las empresas multinacionales norteamericanas, europeas en menor grado, japonesas. Los bancos, las grandes inversiones tienen nombre y apellido, hablar de globalizacin no tiene ningn sentido, es una palabra utilizada por los grandes empresarios de Estados Unidos que no queran obviamente tener un concepto peyorativo con antecedentes negativos. El problema es que la izquierda empieza a utilizarlo como algo novedoso, creativo. Pero no tiene sentido cientfico hablar de capitalismo circulando por el mundo sin bases econmicas, polticas, estados respaldndolos, cuando hay crisis en el Estado intervienen, ayudando, las multinacionales norteamericanas. Crisis en Mxico, est presente Clinton en veinticuatro horas para resolver el problema. Lo mismo sobre comercio externo negociando con Europa para romper barreras para sus capitales. En Colombia ahora estn metidos con la poltica militar, para mantener a Colombia dentro de las filas norteamericanas. Entendemos eso, entendemos por qu la palabra imperialismo es la palabra ms precisa para comprender las relaciones de poder, la configuracin mundial que ocurre. Cmo entendemos la democracia en la edad del imperialismo? Volviendo a la temtica original. Las instituciones financieras internacionales en un lado estn tomando decisiones macroeconmicas, y en el nivel microeconmico social han contratado las ONG, que nadie las elige y no son responsables frente a la ciudadana. No se presentan como candidatos, no consultan a ningn pueblo, fijan sus programitas, buscan financiamiento de los gobiernos, por ser no gubernamental, consiguen dinero y tienen ms de diez mil millones de dlares de presupuesto anual, una gran parte ahora viene de AID, viene del Banco Mundial. Estn copando las decisiones a nivel local y por otro lado al macronivel y estn vaciando la legislatura de sus poderes. Qu van a hacer si las ONG arreglan los problemas locales a travs de proyectos financiados afuera, entonces cul es el espacio para el Congreso, los partidos, etctera. En otras palabras, el espacio pblico, para debates pblicos, para actividad ciudadana en relacin con la poltica pblica, cada vez se va achicando ms. Estn ponindolos en un rincn donde pueden discutir las cosas irrelevantes, los gritos de denuncia, o una investigacin inconsecuente. Y frente a eso qu hacen? Financian proyectos sobre cultura, financian proyectos sobre lo que llaman ellos los nuevos movimientos sociales. Algunos que tienen una buena posicin de denuncia, denuncia del ambiente, denuncia de la Organizacin Mundial de Comercio, pero que
9

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

no tienen un programa poltico sobre el poder. Estn fragmentando la poltica a partir de estos burocratitos, importantes, pero desvinculados de proyectos nacionales de poder. Desvinculadas de la pobreza del pueblo, tantas organizaciones de gnero desvinculadas de la lucha de los campesinos en Brasil, desvinculadas de los pobres en las favelas. Si entran en lucha contra el imperialismo no reciben los financiamientos. Ningn movimiento de gnero va a recibir un peso del Banco Mundial si empieza a criticar al imperialismo. Criticar, no alguna medida discriminatoria (como que no incluyen a la mujer como directora del banco). Pero si entra en la lucha de clases, los docentes, enfrentando al Estado, cambia la cuestin. Estuve en Bolivia, en La Paz, las mujeres que son la gran mayora de docentes, se encontraban enfrentando al Estado contra un salario de miseria, y docenas de ONG estaban con los brazos cruzados organizando las microempresas de las mujeres que producen cestas para vender. Yo preguntaba: por qu no estn encabezando la lucha?, el noventa por ciento son mujeres, estn sufriendo salarios malos, muchas son solteras, jefas de familia. Es un problema de gnero, gnero de clase obviamente. No, no es nuestra causa, decan, estamos a favor que ganen, pero estamos en otra cosa. Y eso es un problema que creo que debilita la lucha por la democracia, es otra tctica que estn utilizando los poderes para debilitar la democracia a partir de organizaciones que no son responsables de ningn grupo de ciudadanos organizados.

EL IMPERIALISMO Y LOS INTELECTUALES


Ahora tenemos estas temticas, democracia, imperialismo y voy a tratar de terminar. Tendremos tiempo de discutir cmo todo esto est vinculado con el problema de los intelectuales. Yo creo que uno de los grandes xitos del imperialismo en los ltimos tiempos es el que ha tenido con un porcentaje importante de intelectuales americanos, que han cambiado del marxismo hacia el liberalismo, del socialismo hacia el capitalismo. Variantes de la vertiente neoliberal, liberal, social liberal. Y lo ms problemtico o ms peligroso, el disociar a los intelectuales de las luchas populares y sustituir el papel del intelectual por el de consultor. Consultor, acadmico o recadero de cualquier institucin oficial, y el menos malo, una postura pasiva frente a los grandes acontecimientos. Ahora, cmo entendemos esta victoria parcial del imperialismo sobre los intelectuales? Hay tres perodos en los que el imperialismo norteamericano trata de influir a los intelectuales latinoamericanos. Primer perodo, '48 al '58, durante la primera fase de la Guerra Fra. En esta poca los Estados Unidos apoyaban toda una coleccin de dictaduras de derecha. Prez Gimnez, en Venezuela; Odra, de Per; Batista, de Cuba; bueno, la lista es larga y conocida. Y en este contexto, a estos gobiernos represivos, no les molesta reprimir la izquierda democrtica, la izquierda revolucionaria, todos eran blancos de la represin. Y Washington no se preocupa por eso. Ya tena su gente en el poder dando medallas, Eisenhower, a Prez Gimnez, Odra invitado a Washington. Como consecuencia de esto y como producto de la revolucin cubana en el '59 empieza una nueva fase de Estados Unidos. Toda la intelectualidad de los aos '48, '58, pasa a la lucha antiimperialista. Casi era de rigor ser antiimperialista, porque era antiimperialista-antidictatorial.
10

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

La democracia y el antiimperialismo marchaban juntos. Entonces hay una gran radicalizacin por lo menos formal de las universidades y de muchos acadmicos, intelectuales, escritores. En el '59 la revolucin cubana atrae una enorme gama de los intelectuales en Amrica latina. Apoyando, activando, simpatizando. Washington est totalmente aislado. Entra Kennedy en el '60 y empieza a tratar de construir puentes hacia lo que ellos llaman la izquierda democrtica, contra la izquierda comunista, revolucionaria o lo que sea. Empieza un dilogo, abre puertas y declara la Alianza para el Progreso, las reformas contra la revolucin, la reforma agraria contra la revolucin agraria. Empieza en este perodo del '59 hasta el '79 una poltica de acercamiento. Y este acercamiento no es afectado esta vez cuando apoyan las dictaduras militares. A diferencia de los aos 40 y 50 combinan un apoyo a los gobiernos de la derecha represivos con lneas de comunicacin y becas y apoyo a la izquierda democrtica no comunista. Tiene consecuencias enormes para el perodo actual. Cuando empiezan a caerse o desgastarse los gobiernos militares, Washington ya tena una imagen positiva entre los sectores que recibieron becas en Europa o que se fueron al exilio a Occidente. Y cuando caen las dictaduras o se reemplazan, Estados Unidos empieza a impulsar con Reagan incluso la vuelta de estos sectores en colaboracin con la centroderecha que ya surge como poltica de conciliacin y de colaboracin. En otras palabras, este perodo genera la oportunidad de influir a un sector importante de los intelectuales. Y ste entra con fuerza con las fundaciones y las instituciones acadmicas de los Estados Unidos. Empiezan a volcar enorme cantidad de dinero, conferencias, becas, para discutir ya las transiciones a la democracia. En esta transicin los acadmicos norteamericanos introducen este concepto de la democracia sin apellidos. Empiezan a hablar de la democracia en s, dejan de hablar del imperialismo, hablan de la globalizacin, etctera. Imponen a partir de esos proyectos su lenguaje, sus imgenes del intelectual. El intelectual disociado de los problemas de la gente: ahora tenemos el acadmico, ahora tenemos el idelogo. Y Princeton y Harvard, Illinois, Standford, empiezan a invitar a los latinoamericanos de centroizquierda. No simplemente a los viejos derechistas o centroderechistas. Se llena de latinoamericanos que vienen a entrar en el mismo dilogo, sobre la transicin, las consolidaciones, el debate, las crticas. Totalmente ausente una crtica al imperialismo. No aparece. Empec a revisar los paneles donde estn participando los latinoamericanos, son docenas de paneles, no hay ninguno, ninguno que diga "El imperialismo y la transicin". Nada. Es la falta de preparacin intelectual? La falta de realidad? No, yo creo que son condicionados ya, socializados en las ciencias sociales norteamericanas. Entonces tenemos la modernizacin sin la justicia, tenemos la globalizacin sin el imperialismo, tenemos la democracia sin adjetivos. Y a partir de eso los acadmicos norteamericanos que trabajan con las fundaciones, que son activos en la poltica, muchsimos acadmicos en los Estados Unidos cuando vuelven al pas son the brief. Qu significa the brief? Van a consultar con el Departamento de Estado y a contarles sus experiencias en el pas. No es espionaje simplemente, es un intercambio de ideas (Risas). Dicen fulano, Ricardo est en eso, Nstor est en el otro, este tipo est ahora desencantado con el marxismo, por qu no le ofrecemos una beca, venir aqu (Risas). Son cosas crudas, pero ojo, este perodo de los '80 en adelante es formativo en esta nueva intelectualidad. Y hay mucho prestigio, mucho acceso, Washington est muy abierto a los intelectuales que estn dispuestos a entrar en este dilogo, estas condiciones conceptuales del lenguaje, vocabulario que ellos mismos favorecen.

11

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Entonces, el punto clave en la transformacin de la intelectualidad es justamente el debate sobre la democracia. La transicin democrtica es la premisa de que si hay una transicin a la democracia, ya es el terreno del enemigo. Reclutan toda la intelectualidad de Amrica latina, toman el marco intelectual con todos estudiantes graduados de FLACSO, CLACSO, MACSO (Risas). Y entran en este terreno (Aplausos). Entonces el que entra a cuestionar eso es antidemocrtico, como se me acus (no voy a mencionar nombres), sos antidemocrtico, de fondo ests contra la democracia, como entenda l la democracia. Yo deca no, no estoy a favor del autoritarismo que estaba con el gobierno de Alfonsn. Entonces, un marxista serio, respetado y reputado, pasa a ser el que acepta la definicin imperialista de lo que es elecciones libres, mercados libres. Es aceptar que bajo el imperialismo uno puede luchar a favor de transformaciones con conceptos amorfos, como el de sociedad civil. Cualquier nio sabe que la sociedad civil incluye esclavistas, banqueros, dueos de plantaciones. Cmo es la lucha de la sociedad civil? La sociedad civil est dividida en clases, latifundistas y peones forman parte de la sociedad civil, entonces la problemtica no es que la sociedad civil es homognea, que va a luchar contra la opresin. El problema de la sociedad civil es el de la definicin de "sociedad civil". Entonces lo que empez como un debate intelectual, como democracia sin clases, sin lucha de clases, termina creando una nueva generacin de intelectuales que toman posturas fatalistas, posturas que dicen que debemos aceptar el nuevo terreno de debate. Debemos aceptar que hay una democracia, ya estamos en transicin, hay que considerarla como parte de nuestro proyecto, etctera. Y tambin los nuevos convertidos inventan este mito de que la izquierda en el pasado siempre estuvo contra la democracia. Una gran mentira. Yo s que existen autoritarios en la izquierda, pero casi toda la izquierda que yo conoca luchaba por mejores derechos en los sindicatos, listas plurales en los sindicatos, asambleas en los barrios, participando, apoyando el Estado de Bienestar, mejorando la vida, discutiendo al infinito. Qu es esta mentira de que la izquierda era autoritaria y empieza ahora a aprender de la democracia? Cuntas dictaduras surgieron de la izquierda en Amrica latina? Ninguna. En Brasil lucharon contra la dictadura. Algunas organizaciones ms verticales y otras menos. Pero en los movimientos amplios participaron y construyeron sindicatos pluralistas, listas competitivas, hay que reconocer esto. Yo s que hay pugnas, unos dicen stalinistas, otros trotskistas. Pero todos participaban y luchaban entre s, que es el juego democrtico.

CONCLUSIN
Debemos volver a recuperar las tradiciones de los aos 50, 60 y 70. Estas grandes tradiciones crticas de la mejor intelectualidad en las universidades de Amrica latina. Debemos tratar de hacer crticas sistemticas de lo que llaman democracias, transiciones y globalizaciones. Debemos retener y fortalecer y profundizar nuestro anlisis de la poltica clasista, de la poltica antiimperialista, de las formas diferentes, complejas de la lucha de clases. Cmo se articulan con los ecologistas, con mujeres, con los grupos tnicos. Debemos comprometernos otra vez con la lucha popular, y no simplemente quedarnos encerrados, debemos aceptar colaborar con el pueblo en lugar de pelear por los boletos para asistir a las conferencias financiadas por las grandes fundaciones.

12

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

EL IMPACTO POLTICO Y SOCIAL DEL NEOLIBERALISMO


James Petras

Hay varias mistificaciones en cuanto al neoliberalismo, que propagan sus defensores y que desafortunadamente toman como verdaderas muchos escritores de izquierda. Para comprender como el neoliberalismo impacta sobre la sociedad en general, y sobre los obreros rurales en particular, hay que tener una comprensin clara de lo que es y de lo que no es el neoliberalismo. Los defensores del neoliberalismo, arguyen que es una forma nueva y avanzada del capitalismo, que es la culminacin de la historia. Arguyen que es el inevitable resultado de una revolucin tecnolgica, un producto de la racionalidad del mercado. Arguyen que es la forma ms eficaz de organizacin econmica. Hay varias fallas fundamentales en el argumento neoliberal.

MITOS Y REALIDADES DEL NEOLIBERALISMO


En primer lugar, el neoliberalismo no es nuevo. Amrica Latina ha experimentado estrategias econmicas liberales durante la mayor parte de los ltimos 500 aos. Desde la mitad del siglo XIX hasta los aos 30, la mayora de Amrica Latina sigui la estrategia liberal: economa abierta, especializacin exportadora, propiedad privada (mayormente extranjera) de recursos bsicos y dependencia de prstamos e inversiones extranjeras. El anlisis crtico de este sistema, tuvo lugar en los aos '30, durante las crisis mundiales capitalistas. Las crisis del liberalismo condujeron a rebeliones populares en Mxico y por toda Amrica Latina. Estas rebeliones fueron provocadas por la extrema concentracin de riqueza y poder y por el aumento masivo de la pobreza y el desempleo. Despus, definieron una fase de desarrollo nacionalista-populista, tanto en las empresas pblicas como en la proteccin del mercado domstico, la industrializacin nacional estimulada por el Estado y los programas sociopopulistas. El "neoliberalismo" contemporneo, ha creado desigualdades socio- econmicas parecidas a las del liberalismo del siglo XIX. Aunque la estructura de clase, los patrones demogrficos y los sistemas econmicos son distintos hoy en da, los resultados generales son similares. Es importante esta crtica perspectiva histrica para sealar el hecho de que el neoliberalismo no es el fin de la historia, sino una regresin, una vuelta atrs, hacia una doctrina que fall en el pasado. En segundo lugar, el neoliberalismo no es el producto del "progreso evolutivo", sino que es parte de un proceso cclico. El neoliberalismo lleg al poder en el siglo XIX, se extendi, se deterior y se reemplaz por un sistema distinto: en algunos casos por el populismo nacional, en otros por el socialismo. El reclamo neoliberal de que ste representa un producto de la revolucin tecnolgica, es falso, al menos en dos aspectos. Primero, el neoliberalismo tiene una historia de ascensos y descensos, con 500 aos de historia, anteriores a cualquier revolucin tecnolgica. Muchos de los fundamentales cambios tecnolgicos, como el ordenador y la automatizacin, precedieron al actual resurgimiento del neoliberalismo, y por lo tanto no se pueden atribuir al "mercado". En tercer lugar, el argumento de que el neoliberalismo es producto de una eleccin racional y de la eficacia del mercado, contrasta con el hecho de que los orgenes del neoliberalismo en Amrica Latina, se ubican en el perodo de las dictaduras militares de los '60 y '70, las cuales reprimieron "elecciones libres" y prohibieron el debate racional. Adems, es difcil describir el neoliberalismo como un sistema "eficaz", en tanto aumenta el nmero de trabajadores subempleados y desempleados a un 60
13

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

por ciento de la fuerza laboral y la tierra no cultivada se concentra en pocas manos, al tiempo que se desplaza a los obreros rurales. Resulta claro que el ascenso del neoliberalismo no es el producto de la eficacia de la racionalidad. El neoliberalismo es el resultado del poder poltico y de la lucha de clases. Las victorias militares y polticas de los capitalistas exportadores y financieros aliados con el imperialismo y el ejrcito, impusieron el neoliberalismo a la fuerza y sostienen el modelo a travs del control del Estado. A modo de resumen, el neoliberalismo es esencialmente un proyecto poltico basado en una configuracin de poder de capitalistas exportadores y financieros, que controlan el Estado. Desde esta base de poder en el Estado, la burguesa neoliberal dicta la poltica econmica, contrata idelogos y compra elecciones. Para cambiar la poltica neoliberal hace falta un cambio fundamental en la correlacin de poder de clase dentro del Estado.

LA LUCHA DE CLASES Y LA ASCENDENCIA DEL NEOLIBERALISMO


La ascendencia del neoliberalismo no es el resultado de un debate doctrinal, sino el producto de las derrotas militares y polticas de la izquierda entre 1964 y 1967. En este perodo, la clase capitalista tom el Estado y comenz una guerra prolongada contra el avance social de las dos dcadas previas: se elimin la legislacin laboral progresista, se privatizaron y desnacionalizaron las empresas pblicas, se bajaron los sueldos, y se revirtieron los avances en materia de reforma agraria. Las derrotas poltico-militares de la Izquierda en Brasil (1964), Chile y Uruguay (1973), Argentina (1976), Bolivia (1971), etc., fueron seguidas por la implementacin de las primeras etapas de programas neoliberales de "choque". Los aliados estratgicos de esta ofensiva poltica neoliberal fueron las multinacionales estadounidenses y el Estado imperial, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. La leccin es clara: cualquier intento de reversin del neoliberalismo debe seguir la misma lgica que tomaron los capitalistas para establecer su sistema: la lucha de clases que conduce al poder del Estado, la renacionalizacin de la industria y la redistribucin de tierra e ingresos. En resumen, los orgenes del neoliberalismo no son ni "tecnolgicos" ni "econmicos" sino, en el anlisis final, polticos y sociales: las polticas neoliberales y las expresiones ideolgicas siguieron a la toma del poder del Estado. Desde esta ventajosa perspectiva, podemos ahora examinar las consecuencias polticas del reinado del neoliberalismo.

CONSECUENCIAS POLTICAS DEL NEOLIBERALISMO


El neoliberalismo en el poder, ha transformado la naturaleza de las polticas y las propias relaciones polticas e interestatales. El hecho poltico fundamental es la aparicin de un sistema poltico neoautoritario, bajo el disfraz del proceso electoral. Los regmenes recurren a un estilo autoritario de gobierno -caracterstico de regmenes militares-, para poder implementar las polticas neoliberales antipopulares de privatizacin de empresas pblicas, promover los intereses agro-industriales en desmedro de los campesinos y obreros rurales, e incrementar el nmero de desempleados para bajar los sueldos urbanos. 1. 2. 3. Gobiernan por decreto: la privatizacin de las empresas pblicas se decreta por el Ejecutivo sin consultar a la ciudadana ni al Congreso. Las decisiones las toman organizaciones no electas por la ciudadana, como las instituciones financieras extranjeras y domsticas. El aparato del Estado (judicatura, altos mandos militares, polica y agentes de inteligencia) permanece incambiado con respecto a la dictadura.
14

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

4. 5.

El rgimen promueve una cultura de miedo: se usan amenazas de fuerza e intimidacin para inhibir la movilizacin de masas y la oposicin pblica. Las elecciones se controlan a travs de la manipulacin y el control de los medios de comunicacin, va fraude (como en Mxico) o por la compra de diputados del Congreso (como en Brasil).

El neoliberalismo es compatible con las elecciones, pero depende de medidas autoritarias e instituciones para implementar su programa. El proceso electoral en s, se devala porque los polticos neoliberales nunca hacen campaa para su programa real e incluso prometen corregir los abusos del neoliberalismo. Una vez electos, proceden a profundizar y extender el proceso de privatizacin. Entonces hay un abismo profundo entre lo que ocurre durante la campaa electoral y lo que los neoliberales practican cuando llegan al poder. La carencia absoluta de correspondencia entre las campaas electorales y el gobierno elegido, alienta la apata de los votantes, el cinismo hacia la poltica electoral y el giro hacia la poltica extra-parlamentaria. Por ejemplo, cuando los polticos prometen reformas agrarias durante su campaa electoral y entonces, una vez elegidos, promueven los intereses de los exportadores de plantaciones a gran escala, los obreros rurales y los campesinos toman la accin por fuera del sistema electoral y al ocupar tierras legislan su propia reforma agraria. La poltica neoliberal favorece a los capitalistas vinculados al mercado exportador, a los inversionistas extranjeros y a los que operan en el sector bancario, y frecuentemente excluyen al Congreso y a la oposicin poltica de cualquier decisin importante. Los ejecutivos neoliberales buscan evitar cualquier debate pblico y la revelacin pblica de los ilcitos vinculados a la privatizacin de las empresas pblicas lucrativas y -para evitar investigaciones- de las superganancias que obtienen. Lo mismo pasa con las violaciones de los derechos humanos por parte del Estado (como por ejemplo, con las masacres de campesinos). Cuando los presidentes neoliberales no pueden convencer a los legisladores, frecuentemente recurren a chantajes y a la implementacin de fondos especiales para proyectos locales, que les aseguren votos decisivos para legitimar sus polticas. En resumen, el neoliberalismo corrompe el proceso legislativo, haciendo de los miembros del Congreso elegidos por los votantes, meros funcionarios del Ejecutivo. El nuevo autoritarismo de los neoliberales se manifiesta en su poltica hacia los trabajadores. Mientras los regmenes militares sencillamente reprimieron los derechos laborales, los neoautoritarios aprueban leyes laborales restrictivas, que facilitan el despido de los trabajadores, debilitan o derogan las regulaciones con respecto a la salud y al bienestar, y alientan a los patrones a intensificar la explotacin a travs de prcticas de "flexibilidad laboral" El crecimiento del desempleo y las nuevas leyes laborales, tienen el doble efecto de "fragmentar" los sindicatos tradicionales, debilitando su poder colectivo de negociacin. En respuesta al declive de los sindicatos tradicionales, han surgido nuevos movimientos socio-polticos comprometidos en la accin directa. Por ejemplo, mientras las confederaciones laborales urbanas ms importantes han perdido huelgas y han estado a la defensiva, los obreros rurales y los movimientos de campesinos de Brasil, Paraguay y Mxico, Bolivia, Ecuador, etc., han tomado la ofensiva, ocupando la tierra y atacando las polticas liberales del rgimen. Los regmenes neoliberales recurren a "tcticas de choque", combinando los aumentos dramticos de los precios al consumidor, con cortes drsticos en los gastos sociales, en los sueldos y en el trabajo estable. Como resultado, los salarios han cado casi un 70 por ciento en Mxico, 30 por ciento en Argentina, 60 por ciento en Bolivia, etc. Las llamadas "estrategias de supervivencia", despolitizan a los pobres y los confinan en proyectos locales a pequea escala, dirigidos por organizaciones no gubernamentales y financiados por donantes extranjeros. En muchos casos, los neoliberales combinan los programas macro- sociales que favorecen a los ricos, con programas "de pobreza" micro-sociales, diseados para evitar que los pobres reaccionen polticamente en contra el rgimen neoliberal. En resumen, uno de los resultados claves del neoliberalismo, es el crecimiento de los gobiernos neoautoritarios, junto con la corrupcin del proceso electoral y la de los diputados electos. Esto ha estimulado - como contra-respuesta-, el crecimiento de la accin directa extra-parlamentaria, especialmente la de los movimientos rurales. Los nuevos regmenes autoritarios, cuentan con el Estado represivo para implementar
15

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

sus "polticas de choque" y con sus seudo programas anti-pobreza para evitar rebeliones populares. El efecto combinado est diseado para fragmentar los movimientos de masas. El resultado, sin embargo, es el debilitamiento del proceso tradicional de negociacin colectiva de los sindicatos urbanos y el fortalecimiento de los movimientos de accin directa en las zonas rurales.

EL RETORNO DE LA IZQUIERDA
Sera un grave error sobreestimar la capacidad de los regmenes neoliberales para imponer sus polticas y consolidar su gobierno a perpetuidad. El neoliberalismo sigue un ciclo de ascenso, consolidacin y declive poltico. Las misma condiciones que marcan el "xito" de un rgimen neoliberal (privatizacin de los bienes pblicos, crecimiento de las exportaciones e importaciones, incremento de la inversin externa, concentracin del ingreso) extienden y profundizan la oposicin. Hoy, por toda Amrica Latina, est surgiendo una izquierda nueva, a partir de nuevos actores socio-polticos. El centro principal (pero no exclusivo) de resistencia, est en el campo, en las provincias y entre los funcionarios (profesores, trabajadores de la salud, etc.). Los lderes campesinos son muy distintos de los del pasado, incluso si han aprendido de las luchas tradicionales. Son jvenes (entre 20 y 30 aos), cosmopolitas (saben de agricultura y de poltica nacional e internacional), viven de acuerdo a como viven aqullos a quienes representan (no tienen privilegios econmicos) y funcionan dentro de organizaciones democrticas en las que priman las decisiones colectivas. Combinan la poltica de accin directa en las zonas rurales, con la construccin de coaliciones con movimientos urbanos. Estos nuevos movimientos campesinos son organizaciones autnomas que combinan el marxismo y la poltica de clases, con las luchas de gnero y de etnia. Trabajan con partidos fraternales, pero rechazan la idea de ser "correas de transmisin" partidarias. Uno de los componentes bsicos de estos nuevos movimientos, es que entienden que, para tener xito, la cuestin de la reforma agraria tiene que formar parte de una transformacin social general que involucre a las instituciones financieras, tanto como a las comerciales y culturales. Lo que hace que estos nuevos movimientos rurales revolucionarios sean diferentes a los de los sindicatos reformistas, es que conciben la lucha contra el neoliberalismo, no slo como una cuestin econmica, sino en trminos de lucha poltica. Los nuevos movimientos rurales ponen nfasis en la lucha contra el imperialismo cultural y la manipulacin de la cultura popular. Proporcionan recursos impresionantes para la educacin popular, y en la lucha por crear una nueva subjetividad. Estn de acuerdo con el Che Guevara en que "no se puede construir el socialismo con los smbolos del dlar en los ojos de la gente". Los movimientos agrarios estn comprometidos en una lucha cultural directa contra los neoliberales para ganar los corazones y las mentes de las clases populares rurales u urbanas. Mientras el neoliberalismo promueve el inters individual, los movimientos enfatizan la solidaridad social de clases; mientras el neoliberalismo idealiza la promocin individual, los movimientos promueven el avance colectivo; mientras el neoliberalismo glorifica la ganancia, la avaricia y el consumismo, estos movimientos jerarquizan la riqueza social, la salud pblica, la educacin y la vivienda. En esta confrontacin cultural sobre la zona crucial de la subjetividad, est mucho en juego: la subjetividad da forma a la organizacin y a su capacidad de luchar y transformar las condiciones impuestas por el neoliberalismo. No slo el empobrecimiento econmico conduce directamente a la accin social colectiva. Para transmitir los valores e ideas "neoliberales", las clases dominantes cuentan con los medios de comunicacin, para moldear individualidades apolticas y atomizadas, que viven virtualmente la vida de los ricos y famosos que exhibe la televisin. Para contrastar con los medios de comunicacin, los movimientos rurales cuentan con miles de lderes de opinin a nivel local, con activistas, militantes, radios locales y publicaciones, con las que dan forma a una cultura alternativa basada en la solidaridad. Una vez ms, es un error sobreestimar el poder de los medios de comunicacin y la capacidad del
16

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

neoliberalismo para establecer su hegemona sobre las masas. En primer lugar, en donde hay comunidades hegemnicas que comparten una experiencia de clases comn y que tienen sus propios lderes de clase, el mensaje neoliberal no penetra la conciencia de la gente. La ideologa neoliberal penetra en la conciencia de las masas, cuando la gente est atomizada, desorganizada, "victimizada", o cuando sus organizaciones son dirigidas por burcratas enriquecidos que no prestan atencin a la educacin poltica y que dependen de su "carisma personal" o de sus conexiones con la lite. El neoliberalismo no es meramente un fenmeno econmico, tambin es cultural e ideolgico: proyecta una visin mundial. Como tal no se le puede enfrentar slo en el nivel econmico o poltico, sino tambin a travs de una visin alternativa, como parte de una totalidad democrtica, coherente y colectivista.

LAS HERRAMIENTAS DEL NEOLIBERALISMO


La ideologa neoliberal se puede dividir en dos tipos de discursos. Uno de ellos se dirige a las clases gobernantes y se disea para formular polticas que reparten los recursos estatales y las empresas para enriquecer aun ms a lo ricos. Por ejemplo, el neoliberalismo promueve la privatizacin de empresas pblicas (en realidad, su venta a monopolios privados), y la eliminacin del salario mnimo para bajar los gastos laborales de los capitalistas. Estas polticas macro socio-econmicas que definen el carcter general de la economa, la estructura de clase y el Estado, polarizan la sociedad, aumentan las desigualdades y concentran la riqueza y el poder. Pero si se sigue al neoliberalismo en su "lgica pura", slo llegara a una minora privilegiada, aislada y vulnerable a la revolucin. Por miedo a una rebelin social, un grupo de idelogos ha formulado una doctrina que se llama "neoestructuralismo". Este discurso apoya los propsitos bsicos del neoliberalismo, pero aade una serie de proyectos "microsociales" para contener el malestar social. La poltica microsocial comprende el reingreso del Estado para "corregir" algunos de los excesos (pobreza de masas, desempleo, etc.) generados por las macro polticas. Estas micro-polticas incluyen las siguientes propuestas diseadas para complementar el modelo neoliberal: 1o "Auto-ayuda" y "microempresas" 2o Poltica de "identidad" 3o "Desarrollo alternativo" Las polticas de autoayuda son financiadas por fundaciones neoliberales, gobiernos extranjeros y regmenes locales. Su propsito es desviar el malestar popular, para que no exija fondos del Estado, inversiones y repartos de tierra destinados a la autoexplotacin, promoviendo la labor familiar sin pago, el trabajo en turnos dobles y la auto-financiacin. La autoayuda est vinculada con "microempresas", que proveen de mano de obra barata para la distribucin de los productos de las grandes corporaciones o para la fabricacin de mercancas a travs de subcontratistas. En todos los casos, los "microempresarios" no tienen vacaciones pagas, no pensiones, ni programas de salud, etc. La tasa de bancarrota es muy alta, porque la competencia es intensa. Sin embargo, quines promueven las micro-empresas editan publicaciones financiadas sobre "historias exitosas" de "micro-empresarios" que han logrado beneficios. El problema es que no se resuelve ninguno de los problemas bsicos de los sin tierra y de la pobreza de las masas. Pero s se cultiva la ilusin y la esperanza de que es posible "tener xito a travs de la iniciativa individual". La segunda arma ideolgica del neoliberalismo, al nivel micro social, se centra en los temas de gnero, ecologa e identidad tnica, divorciados de los de clase, tierra y cuestiones econmicas. Se dirige mucho dinero a organizaciones promovidas por ecologistas que critican los problemas ecolgicos sin examinar y desafiar sus races econmico-polticas en la estructura del poder capitalista. Se dan fondos para organizaciones feministas que centran su enfoque en los problemas de nivel personal o familiar, pero que no se comprometen en la lucha de clases por la reforma agraria, por el empleo estable o por centros de cuidado para los nios de las madres que trabajan. De la misma manera, la estrategia neoliberal aporta fondos para actividades culturales reivindicadoras del idioma y del folclore de los indios y negros, pero rechazan sus luchas por el retorno a la tierra frtil y por la creacin de empleos
17

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

estables y bien pagados. Los neoliberales han incluso cooptado el discurso de algunos grupos progresistas, al dar fondos para economas de comunidad o para "alternativas populares". Estas "alternativas" combinan muchas de las caractersticas de la autoayuda y la microcooperacin, pero estn desconectadas de la lucha para transformar el macro sistema de poder. Los proyectos basados en las comunidades son sujetos a las mismas presiones del libre comercio, del declive en las inversiones del Estado, y la escasez de la tierra, del crdito y la asistencia tcnica. La "descentralizacin" significa que el gobierno local asume la responsabilidad por la educacin y la salud, pero sin los recursos econmicos que se concentran en el Estado y que financian a las lites exportadoras. El propsito de estas polticas microsociales es dividir, localizar y despolitizar a los obreros rurales y los campesinos. Promueven la autoexplotacin, adems de la explotacin capitalista. La respuesta del movimiento popular a este reto neoestructural, es radicalizar estas propuestas al vincular la cooperacin tnica, de gnero y local, a luchas nacionales e internacionales para transformar los sistemas macro sociales. La lucha campesina por la igualdad entre los hombres y las mujeres, se basa sobre la solidaridad de clase para la reforma agraria, por la socializacin de los bancos, por la proteccin del Estado al mercado domstico y por prstamos de bajo inters a los productores. Frente a la propuesta neoliberal, que subordina las campesinas a mujeres burguesas, en una organizacin comn que opera dentro de los parmetros del neoliberalismo, los movimientos revolucionarios de campesinos y sus lderes femeninas, proponen una alianza de clases de mujeres, dentro de la lucha de clases por reforma agraria. La igualdad de gnero en el movimiento es un prerequisito para la transformacin social.

EL IMPACTO ORGANIZATIVO DEL NEOLIBERALISMO


El neoliberalismo ha provocado un impacto mayor sobre la organizacin socio-econmica de la produccin y sobre las organizaciones socio-polticas de la sociedad. Es til enfocarse en el impacto del neoliberalismo en el campo. Podemos especificar siete cambios organizacionales mayores en la produccin en las zonas rurales. 1. Las trasnacionales subcontratan a granjeros locales la mayora de la produccin, mientras ellos ganan de la venta de insumos y la comercializacin. As, el "granjero independiente" es de hecho, un empleado del complejo agro- industrial. La organizacin de las cooperativas rurales, est vinculada con las trasnacionales y eso determina que los cooperativistas dependan de la produccin, la distribucin y los precios de las trasnacionales, las que tambin deciden la eleccin de mercanca y mercados. Los complejos agroindustriales han transformado la fuerza laboral, al introducir la tecnologa y la produccin especializada, aumentando as el volumen del excedente de mano de obra. La misma est fragmentada en una masa de trabajadores temporales y una pequea minora de empleados permanentes. La poltica del Estado se dirige a subvencionar a los grandes exportadores y convertir a los campesinos en trabajadores sin tierra, a travs de dos mecanismos: la importacin de alimentos baratos y la intervencin militar para destruir la produccin de la coca. Los intereses de los exportadores estadounidenses y la DEA convergen con los de los grandes productores locales. El Estado promueve la colonizacin de los campesinos sin tierra en tierras marginadas, lejos de los centros polticos y econmicos. El resultado es la dispersin poltica y econmica de campesinos con potencia radical. El Estado neoliberal, a travs de sus polticas de precios bajos, altos tipos de intereses, libre comercio y polticas de subvencin selectiva que favorecen a los grandes exportadores, socava a los productores locales a pequea escala, llevndolos a la
18

2.

3.

4.

5.

6.

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

7.

bancarrota. El desplazamiento masivo de poblaciones rurales a las ciudades, ha sido una manera de promover la agricultura extensiva de los agroexportadores. El desplazamiento de productores pequeos, tambin crea excedente de mano de obra, lo cual baja los sueldos en el campo y en la ciudad. El Estado neoliberal depende de la confianza de los grandes inversionistas para financiar sus deudas, cubrir sus dficit de comercio y sus inversiones. La "confianza" de los grandes inversionistas depende de que se les aseguren altas tasas de ganancias y mano de obra dcil y de la carencia de controles por parte del Estado.

Debido a las desigualdades socio-econmicas y al malestar socio-poltico creciente, el Estado depende cada vez ms de la represin para mantener la confianza de los inversionistas y evitar la huida del capital. La represin toma la forma de intervencin directa del Estado, apelando a grupos paramilitares no oficiales, muchos de los cuales son en realidad organizaciones militares oficiales. Estas nuevas formas dadas a la organizacin de la produccin bajo el neoliberalismo, generan la resistencia popular y el crecimiento de las organizaciones de clase. Para desarticular los movimientos de clase, los neoliberales establecen organizaciones de competencia, que intentan socavar la resistencia popular.

EL NEOLIBERALISMO Y LAS ONG


El neoliberalismo alienta el crecimiento de las organizaciones no gubernamentales, que buscan atraer a los campesinos y a los pobres urbanos al mbito de influencia de donantes extranjeros, oficiales gubernamentales locales y profesionales contratados. Estas organizaciones sociales se presentan como grupos progresistas que defienden el "poder popular", el "desarrollo sustentable" y la "democracia participativa". En la prctica, son correas transmisoras para la poltica neoliberal, que ayudan a desmantelar los servicios pblicos y a promover la privatizacin de los servicios sociales. Las ONG no se oponen a la privatizacin masiva de los recursos naturales, o a los grandes flujos de capital extranjero que se dirigen hacia el crecimiento exportador no sustentable. Finalmente, las ONG son dirigidas por un grupo de lite de profesionales, que tiene que responder ante sus donantes extranjeros, es decir, son organizaciones verticales, no democrticas. La segunda organizacin socio-poltica promovida por el neoliberalismo son los "programas de pobreza", controlados por el Estado. El Estado neoliberal patrocina grupos de "autoayuda" y otros similares, en contra de la pobreza, que ni atacan las races de la misma ni responden a las necesidades bsicas de la gente, sin cuestionar el tema de los medios de produccin necesarios para resolver sus necesidades bsicas. Estos programas de autoayuda y contra la pobreza, dirigidos por el Estado, son nuevas organizaciones que sirven a los poderes establecidos. Representan una manera de generar el clientelismo para conseguir votos en beneficios de los polticos neoliberales. En tercer lugar, las agencias internacionales de prstamos, dan financiacin para "economas basadas en la comunidad". Estos grupos son subordinados a los intereses de los grandes capitalistas, en muchos casos, los "lderes de la comunidad", son empleados del Estado o colaboradores que dependen de los recursos financieros de los banqueros neoliberales. En cuarto lugar, los neoliberales han sido activos en financiar sectores "apolticos", espiritualistas, evanglicos y pentecostales, que se oponen a la teologa de la liberacin. Ensean la obediencia al Estado y la sumisin al sufrimiento resultante de las polticas neoliberales. En quinto lugar, los neoliberales promueven organizaciones feministas, tnicas y ecolgicas, que se comprometen en la colaboracin de clase con el imperialismo. Se preocupan por echarle la culpa a los pobres por la desforestacin, el machismo y el racismo. Las ideologas de la poltica de identidad, arguyen que estas "identidades" trascienden las divisiones de clases y se las puede tratar a travs de actividades culturales y proyectos en pequea escala. En resumen, el neoliberalismo est cambiando la organizacin de la economa y la sociedad, en
19

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

modalidades que fragmentan la mano de obra y debilitan las organizaciones de clase. Estos cambios organizacionales, sin embargo, han sido enfrentados por nuevas formas de organizacin social y por el retorno de la poltica de lucha de clase.

EL NEOLIBERALISMO Y LA LUCHA DE CLASES EN LOS '90


El neoliberalismo ha provocado una oposicin creciente por todo el continente, que es distinta en muchos aspectos a la poltica revolucionaria del pasado. Para colocar la nueva ola de organizaciones sociales revolucionarias y el retorno de la lucha de clase en su contexto histrico, es importante repasar los ciclos revolucionarios pasados. Esencialmente, podemos distinguir cuatro ciclos revolucionarios diferenciados: 1. (1957-67) Comienza con la revolucin cubana y los movimientos guerrilleros en Per y Venezuela, y termina con la muerte de Guevara, la consolidacin de la revolucin cubana y la derrota de algunos de estos movimientos. (1968- 76) Se compuso de luchas urbanas de masas, movimientos guerrilleros y avances electorales en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y Mxico. El perodo termina con una serie de golpes de Estado, que conducen a las dictaduras militares. (1979-89) Comienza con la revolucin sandinista y la ofensiva popular en El Salvador y Guatemala, y termin con la derrota electoral de los sandinistas y los acuerdos de paz con el neoliberalismo. (1990) Este ciclo contina en ascenso y se basa fundamentalmente en las luchas campesinas en Brasil, Mxico, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Colombia y en otros pases. Muchos de los antiguos revolucionarios se han transformado en neoliberales y colaboradores del imperialismo. Algunos an usan la retrica e incluso critican al neoliberalismo, pero forman alianzas electorales con los llamados "sectores modernizantes" de la burguesa. La cuarta ola de oposicin revolucionaria es distinta de las del pasado, en el sentido de que la mayora de los movimientos importantes se basa en organizaciones autnomas de campesinos.

2.

3.

4.

Los lderes son lderes rurales, no intelectuales urbanos. Las organizaciones rechazan el papel de correas transmisoras para los partidos electorales o los comandantes guerrilleros. Son democrticas y no verticales. Su liderazgo es colectivo y no personalista. Algunos de los movimientos tienen relaciones fraternales con partidos electorales de la izquierda, pero su actividad principal se basa en la accin directa antes, durante y despus de las elecciones. Algunos de los movimientos se vinculan con movimientos guerrilleros como las FARC-EP en Colombia o los zapatistas en Mxico; otros dependen de la movilizacin poltica de masas, la solidaridad y la autodefensa. Mientras la mayora de los movimientos dinmicos tienen una base rural fundamental entre los obreros sin tierras y los campesinos, buscan forjar coaliciones sociales y polticas con los movimientos urbanos y los sindicatos. Mientras la reforma agraria es una exigencia central, ellos tienen la visin de la transformacin de las relaciones agrarias como parte de un cambio mayor en el sistema capitalista. Surge la pregunta: por qu lo rural ha llegado a ser el centro de la movilizacin poltica? Por qu la lucha agraria ha surgido con centro de la oposicin al neoliberalismo, pese al declive relativo de la poblacin rural? Bsicamente, no hay una sola explicacin. La estrategia de exportaciones ha diezmado a los pequeos productores; la promocin de la agroindustria ha aumentado la importancia del excedente de mano de obra en el campo; la crisis urbana ha cerrado las ciudades como vlvula de escape. Mientras la economa campesina ha sido golpeada duramente, el campo sigue manteniendo fuertes lazos sociales: la familia, la comunidad, los lazos tnicos y religiosos, contribuyen a la solidaridad social. As que la combinacin de la extraccin intensificada de riquezas y la solidaridad social, ha conducido a una mayor capacidad para la
20

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

movilizacin social. En segundo lugar, ha surgido un liderazgo nuevo en el campo, que no ha sido corrompido por las estructuras burocrticas existentes y por la financiacin del Estado. Ser un lder en el campo no es fuente de privilegios, es un oficio peligroso. As que los individuos que buscan posiciones de liderazgo, lo hacen por intereses ticos y morales, adems de los de clase. Estos lderes han jugado un papel importante en la construccin de movimientos desde abajo, basados en la participacin de las masas. En tercer lugar, los movimientos rurales han sido creativos en combinar el marxismo, la religin y las creencias comunitarias y tnicas, en una ideologa dinmica y eclctica que es inclusiva y no exclusiva. Finalmente, los movimientos del campo han sido eficaces en movilizar las asociaciones religiosas, los sindicatos y el apoyo universitario sin perder su autonoma. En algunos casos, los nuevos revolucionarios rurales han establecido la hegemona sobre los movimientos urbanos de masas: la reforma agraria es la exigencia central de una amplia alianza de movimientos rurales y urbanos.

LAS ALTERNATIVAS SOCIALES, CULTURALES Y POLTICAS


Las alternativas surgen de las experiencias reales y del anlisis de una realidad concreta. Las utopas son el opio de los intelectuales. Lo que es fundamental a cualquier alternativa es la cuestin del Estado. A pesar de lo que los neoliberales arguyen, el Estado es central a la promocin y defensa de las polticas neoliberales y a la perpetuacin de las desigualdades. La cuestin bsica es la relacin entre los movimientos revolucionarios y el Estado. La tarea estratgica fundamental es establecer un Estado democrtico y socialista, que responda a los movimientos populares democrticos. Esta meta estratgica, sin embargo, es el producto de una lucha prolongada y acompaada por luchas que dan soluciones de corto a mediano plazo a los problemas bsicos que existen. Los revolucionarios tienen que centrar su esfuerzo, en ganar el control de los medios de produccin, de comunicacin y de distribucin, a nivel local, regional y nacional. Los movimientos deben describir sus papeles en relacin al sistema econmico, como clases y no en trminos de la distincin legal de ciudadanos en el sistema electoral. Son ciudadanos-campesinos, ciudadanos-obreros. En segundo lugar, los movimientos deben identificar las divisiones de clases y la explotacin que definen la "sociedad civil" y rechazar la ideologa que homogeniza todas las clases como miembros de la llamada sociedad civil. En breve, deberemos profundizar nuestra comprensin de clase, del Estado y de la sociedad. En tercer lugar, debemos comprender que las clases no son homogneas, que son diferenciadas internamente, que debemos luchar por la igualdad de gnero, de raza y de etnia dentro de la clase y por las exigencias culturales de grupos tnicos especficos dentro de la clase. Ese reconocimiento, no obstante, debe tomar lugar dentro de la unidad de la clase, dentro del marco de la perspectiva de lucha de la clase. La integracin entre las unidades econmicas populares, atravesando las fronteras nacionales, es un imperativo creciente para enfrentar la "integracin desde arriba". Las cooperativas rurales y los complejos industriales urbanos que vinculan la produccin y el consumo, se deben desarrollar para apoyar la lucha poltica y para crear los mercados alternativos. Se deben crear nuevos modelos de empresas pblicas que se controlen democrticamente, que sean innovadoras y abiertas a nuevas ideas y tecnologas. No podemos tumbar al neoliberalismo repitiendo los errores del pasado. A partir de los movimientos democrticos y autnomos, las nuevas alternativas deben vincular abiertamente sus luchas sectoriales a una visin nueva de la sociedad socialista democrtica, en la cual la propiedad colectiva, sea un medio para procurar una mayor libertad individual, mayor ocio y atencin a las demandas afectivas. La liberacin cultural significa la creacin de medios de comunicacin alternativos, la promocin de escritores, poetas y msicos locales; significa luchar contra la saturacin de mercancas culturales imperialistas, al crear actividades culturales significantes y divertidas. No hay frmulas culturales prefabricadas, y cualquier intento de imponer la conformidad a un estilo,
21

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

est destinado a fracasar. Las alternativas a nivel poltico, se basan en los micromodelos, en los movimientos, asambleas, en la consulta y en los lderes representativos. Las alternativas estn presentes en las prcticas, y las prcticas tienen que ser teorizadas y proyectadas a nivel nacional. En el anlisis final, el neoliberalismo condena a la gente a una vida vaca. La alternativa revolucionaria da sentido a la vida. Luchamos, luego, existimos. El neoliberalismo es un sistema moribundo, pero no caer solo. La sociedad revolucionaria est luchando para nacer. Solamente la intervencin popular directa, puede hacer que eso suceda.

22

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

EL MOVIMIENTO DE LOS SIN TIERRA*: EL PROCESO GANA IMPULSO


James Petras

En los ltimos 30 aos, los gobiernos brasileos -tanto militares como civiles-, han proclamado la necesidad de la "reforma agraria", pero se han resistido a la implementacin de una poltica efectiva en ese sentido. El Instituto Nacional de Colonizacin y Reforma Agraria (INCRA), que es la oficina gubernamental a cargo de la distribucin de la tierra, ha seguido una poltica de asentamiento de familias sin tierra en campos de fronteras distantes, generalmente lejanos de los mercados, y en tierras yermas, infestadas de malaria. En sus 30 aos de existencia, el INCRA ha instalado menos del 7% de las familias rurales sin tierra, 331.276 de los 4 millones de familias sin tierra existentes, y la mayora de los asentamientos fueron iniciados por ocupaciones organizadas por el MST (el movimiento de los trabajadores sin tierra), que fueron luego legalizadas por el INCRA. La mayora de los recursos agrcolas, tanto federales como estatales, estn destinados a promover los grandes negocios agrcolas y a subsidiar a los agricultores orientados a la exportacin. La promocin y financiacin de los grandes agroexportadores ha sido denominada "modernizacin agrcola" tanto por los militares como por el actual rgimen de Cardoso. La "modernizacin" agrcola ha sido un componente clave de la estrategia neoliberal del rgimen de Cardoso y condujo tanto al masivo desplazamiento de pequeos productores y trabajadores rurales del interior del pas como al aumento creciente de la influencia del MST. Como resultado, el interior del pas fue el sector ms duramente golpeado de la economa y el centro de la oposicin al rgimen. La reestructuracin de la economa que llev adelante Cardoso slo se ha enfrentado con una oposicin espordica e inefectiva de los sindicatos urbanos (como la CUT) y de la oposicin parlamentaria (Partido de los Trabajadores, Partido Comunista de Brasil, etc.) Por otro lado, en el interior del pas tenan lugar grandes confrontaciones. Las luchas en gran escala han sido una realidad constante. La ofensiva poltica de Cardoso, caracterizada por la privatizacin masiva de lucrativas minas, telecomunicaciones, energa (y otras industrias clave), su desregulacin de los mercados financieros, la liberalizacin del comercio y los flujos de capital, ha erosionado seriamente la base econmica de los sectores populares y nacionalistas, compuestos por quienes producen para el mercado local y por los trabajadores industriales. La ofensiva urbana de Cardoso se apoya en una coalicin de banqueros e industriales extranjeros y grandes empresarios agrcolas, terratenientes e intereses financieros e industriales. La conduccin del MST percibi tempranamente las consecuencias negativas que tendran las transformaciones previstas por Cardoso -en gran escala y a largo plazo- para los trabajadores rurales y urbanos, pequeos agricultores y productores orientados al mercado local. La respuesta del MST a la ofensiva de Cardoso fue lanzar su propia ofensiva en el interior del pas a principios de 1995. El MST organiz una campaa de ocupaciones de tierra en forma escalonada, que involucr a un nmero creciente de familias a lo largo de toda la administracin de Cardoso. La respuesta del rgimen de Cardoso a la ofensiva del MST fue cambiando en las diferentes etapas. Al principio, la administracin trat de ignorar al Movimiento minimizando su significado
*

Origen: Z Magazine, marzo de 2000. Traducido por Lucio Salas Oroo y Cristina Feijo y revisado por Lupa Alonzo, noviembre de 2000.
23

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

y etiquetndolo como "anacronismo histrico". Luego de una histrica movilizacin de 100.000 personas en Brasilia convocada por el MST en 1996, Cardoso cambi de tctica, abriendo negociaciones y tratando de cooptar al Movimiento a travs del ofrecimiento de una cuota de asentamientos, a cambio de la desmovilizacin del Movimiento. Desmovilizando al MST, Cardoso esperaba conseguir ventajas para su estrategia poltica de crear un sector de alta tecnologa agrcola para exportacin, basado en complejos agroindustriales a gran escala, ligando a los terratenientes locales con el exterior, en especial con los exportadores agroindustriales norteamericanos. El MST entr en negociaciones pero insisti en que bajo ninguna condicin acordara frenar las ocupaciones de tierras improductivas, ya que la mayora de los casi 4 millones de familias de trabajadores sin tierras continuara con sus necesidad mnimas sin cubrir, debido a las limitadas cuotas fijadas por el rgimen de Cardoso. La ofensiva del MST tuvo un gran impulso en 1996, cuando se registr un gran nmero de ocupaciones de tierra. La estrategia de ocupacin de tierras del Movimiento combin tcticas legales y constitucionales con acciones extra parlamentarias y con un estilo de coalicin poltica muy abarcativo, que aun a organizaciones eclesisticas, grupos de derechos humanos, sindicatos urbanos, partidos parlamentarios, grupos cvicos locales, y representantes municipales. El MST confiaba en las clusulas constitucionales que promovan que el Estado expropiara tierras sin cultivar y las redistribuyera entre los trabajadores rurales, y financiara los nuevos asentamientos rurales. Dentro de este marco legal constitucional, el MST poda construir amplias coaliciones de apoyo a sus pacficas y bien organizadas ocupaciones de tierras. Con apoyo mayoritario en la opinin pblica de San Pablo, Ro de Janeiro y otras importantes ciudades, el MST poda neutralizar la represin del gobierno central. Sin embargo, a nivel local y estatal, los gobernadores, funcionarios locales y terratenientes aliados de Cardoso organizaron violentas represiones y procesos judiciales para aplastar el creciente atractivo del MST. Los terratenientes organizados en la UDR (Unin Democrtico Ruralista) lanzaron aprovechando su influencia entre los gobernadores estatales y los funcionarios locales, una violenta contraofensiva de derecha, con el apoyo poltico y de propaganda del rgimen de Cardoso. Esto culmin en abril de 1996, con la infame Masacre de El dorado de Carajas (en el Estado de Para), donde la Polica Militar dirigida por el gobernador del Estado, masacr a 19 trabajadores sin tierra, para reprimir una marcha pacfica. En total, durante los primeros cuatro aos del rgimen de Cardoso fueron asesinados 163 trabajadores rurales. La masacre de Eldorado, que tuvo como propsito intimidar al Movimiento, consigui el efecto contrario: la opinin pblica se volc masivamente a favor del Movimiento de Trabajadores sin Tierra y el MST respondi lanzando una nueva ola de ocupaciones de tierra a travs del pas. El rgimen de Cardoso, forzado a la defensiva y polticamente aislado, intent sacar ventaja de las nuevas ocupaciones de tierras declarndose favorable a las mismas. Sin embargo esta estratagema fall, y se duplic el nmero de familias asentadas. Mientras el gobierno tena xito en vender sectores estratgicos de la economa, desregulaba los mercados financieros y rebajaba las tarifas comerciales, el interior se agitaba cada vez ms. La rebaja en las tarifas aduaneras significaba importaciones de comida barata; el desmantelamiento de subsidios estatales, el apoyo crediticio y la asistencia tcnica debilitaba a los pequeos productores locales. En los primeros cuatro aos del rgimen de Cardoso, ms de 400.000 pequeos productores terminaron en la bancarrota y fueron expulsados de la tierra o convertidos en trabajadores sin tierra o en empleados de las grandes empresas agroindustriales de exportacin, que son el ncleo de la llamada "estrategia exportadora de modernizacin agrcola" de Cardoso. En 1996, los pequeos agricultores siguiendo el ejemplo del MST, comenzaron a movilizarse y organizarse, en particular en el sur de Brasil. En 1997 surgi una nueva organizacin, el Movimiento de Pequeos Agricultores (MPA). El MPA comenz a imitar las tcticas de accin directa del MST, bloqueando rutas, ocupando oficinas gubernamentales, y participando en
24

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

grandes demostraciones en las capitales estatales. En agosto de 1999 hubo una manifestacin en Brasilia en la que participaron ms de 15.000 pequeos, medianos y grandes productores fuertemente endeudados, demandando el perdn del 40 al 60% de sus deudas. Cardoso ofreci perdonarles del 10 al 20% de las dudas en especial la de los grandes productores. Bajo presin, el rgimen de Cardoso combin concesiones al MPA -facilitando el crdito y ofrecindoles un perdn parcial de las deudas- mientras que al mismo tiempo reduca las partidas presupuestarias federales para las producciones agrcolas familiares, para ajustarse a las metas fiscales del FMI-BM. Como resultado de esto, dos semanas despus los productores, trabajadores rurales, sindicatos y partidos de izquierda organizaron una protesta masiva en Brasilia en la que participaron 100.000 personas, para denunciar el presupuesto de austeridad de Cardoso. Enfrentado a la intransigencia estatal, el MST se volc a la construccin de coaliciones poltico-sociales con movimientos urbanos e intelectuales, a travs de una campaa poltica nacional: la Consulta Popular, un programa de desarrollo alternativo que combina programas industriales nacionalistas, proteccionistas y dirigistas con reforma agraria y participacin de masas en el proceso poltico. El "nuevo giro" del MST -su intento de romper con un marco estrictamente "rural"- llev a nuevas iniciativas urbanas, como la organizacin de residentes de las favelas en algunas de las ciudades ms importantes, incluyendo San Pablo, Ro, y otras. La organizacin urbana condujo, en algunos casos, a la ocupacin de parcelas en las inmediaciones de las principales ciudades, como el asentamiento de Nuevo Canudos, a menos de una hora de San Pablo, que incluy a trabajadores desocupados del gremio de la construccin y del metal. El rgimen de Cardoso y el Gobernador del Estado enviaron a la Polica Militar para desalojar a los ocupadores ilegales urbanos, con el argumento de que la tierra de Nuevo Canudos era "cultivada". En realidad, estando a una hora de San Pablo, era tierra valiosa para la especulacin inmobiliaria. La desesperada situacin de los ocupantes de tierra urbanos los llev a apropiarse de dos camiones que transportaban pasta y carne, y eso produjo una razzia policial en el asentamiento y el arresto de varios activistas. A comienzos de 1999, el Gobierno Federal y sus aliados polticos en los gobiernos estatales decidieron abolir el mandato constitucional existente que financiaba las expropiaciones de tierra. El rgimen de Cardoso introdujo un esquema del Banco Mundial para crear lo que bautiz como "reforma agraria de mercado". El Gobierno Federal desvi fondos del Instituto de Reforma Agraria (INCRA) al "Banco de la Tierra". El presupuesto general del INCRA fue reducido 53%, de 1.900 millones de reales a 1.000 millones; los fondos del INCRA para expropiaciones de tierras fueron reducidos de 600 millones de reales a 200 millones; se cerr la lnea especial de crditos blandos del INCRA para nuevas cooperativas. Los drsticos cortes en el INCRA implicaban que los campesinos ocupantes de tierra no tendran fondos para cultivar la tierra improductiva que ocupaban. En lugar de eso, el gobierno propuso comprar tierras a los terratenientes y vendrsela a agricultores individuales, que seran obligados a tomar crditos para financiar la produccin. El resultado sera la creacin de una clase de pequeos agricultores con pesadas deudas, que deberan enfrentar una competencia desigual con las importaciones baratas de alimentos. El resultado sera la casi segura bancarrota y la reventa de las tierras, que pasaran de manos de pequeos agricultores familiares a productores comerciales o a especuladores inmobiliarios. La inviabilidad econmica de la "reforma agraria de mercado" es evidente. En todo caso, el propsito del Gobierno Federal es poltico eliminar la posibilidad de que las ocupaciones de tierra del MST conduzcan a la formacin de cooperativas de produccin exitosas (como lo han sido en la mayora de los casos en todo el pas). El segundo propsito de la estrategia de Cardoso es seducir a los trabajadores sin tierra con la oferta de asentamientos y de acceso al crdito, dividiendo con esto al movimiento y creando en su interior estratos de pequeos productores que apoyaran al rgimen. Las primeras experiencias de la "reforma agraria de mercado" no son promisorias. Se han producido ya una serie de grandes demostraciones
25

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

demandando el perdn de las deudas como producto de la devaluacin masiva y la declinacin de ingresos y demanda. Los recortes de fondos que hizo Cardoso se evidencian en el creciente nmero de familias sin tierra que han ocupado tierras improductivas y cuyas demandas de expropiacin no han sido atendidas. Durante los primeros cuatro meses de 1999, 22.000 familias organizadas por el MST y la Confederacin Nacional de Trabajadores Agrcolas (CONTAG) ocuparon ms de 155 grandes fincas. A mediados de 1999 haba ms de 72.000 familias -ms de 350.000 campesinos- "acampando" a la espera de una respuesta. Algunas familias vivieron en campamentos hasta cuatro aos. Reteniendo los fondos federales, el rgimen de Cardoso espera desalentar la ocupacin de tierra y minar el apoyo al MST. La respuesta usual del gobierno a los trabajadores rurales y a los desempleados -que deban emigrar a las ciudadessuena a hueco, dado el 20% de tasa de desempleo en la mayora de los grandes centros urbanos. La defensa que hace Cardoso de las elites rurales y su poltica negativa hacia los potencialmente productivos trabajadores rurales sin tierra ha aumentado la tensin en las ciudades, que concentran la nueva ola de productores rurales desplazados. Esta es otra razn de porqu el MST est cada vez ms dedicado a la organizacin urbana. En respuesta a los ataques del gobierno a la constitucin nacional y al desmantelamiento efectivo de las instituciones de la reforma agraria y sus presupuestos, el MST se ha volcado a la esfera poltica. El pensamiento gua es que lo que los trabajadores sin tierra estn ganando en trminos de apoyo popular y ocupaciones de tierras, lo estn perdiendo en trminos de financiamiento del estado para nuevos asentamientos. La conduccin nacional del MST est ampliado sus esfuerzos en dos direcciones: muestra una creciente tendencia a involucrarse directamente en la poltica electoral y aumenta sus esfuerzos para formar coaliciones polticas en el orden nacional para desafiar directamente al gobierno. Mientras estos cambios estratgicos ocurren a nivel nacional, y el Gobierno Federal intensifica sus esfuerzos para quitarle la iniciativa poltica al Movimiento, en el nivel estatal y local los aliados de derecha de Cardoso agudizan sus ataques al MST. En los estados de Parana, Para, San Pablo, grupos de activistas del MST y trabajadores sin tierra han sido torturados, golpeados y encarcelados con falsos cargos. Por el contrario, militares de alto rango filmados mientras asesinaban a pacficos manifestantes han sido exonerados, como fue el caso de los oficiales que ordenaron la masacre de El dorado de Carajas. Los poderosos lazos entre los terratenientes y el sistema judicial estn demostrados por el hecho de que, entre 1985 y 1999, con relacin al asesinato de 1.158 activistas rurales, slo 56 personas fueron llevadas a juicio y slo 10 fueron condenadas. Al profundizarse la crisis econmica en 1999 y aumentar el desempleo, la popularidad de Cardoso cay estrepitosamente, y lo dej en una situacin de gran dependencia del FMI-BM y los inversores extranjeros. La presin del FMI-BM para cortar los gastos pblicos y reducir el dficit aument la polarizacin social y son pocos los sectores productivos de la economa nacional interesados en sostener al rgimen. Enfrentado con el desmantelamiento del Instituto de la Reforma Agraria (INCRA), el MST trat de ampliar sus alianzas en el interior del pas, trabajando con pequeos y medianos productores y sus organizaciones para luchar conjuntamente contra la poltica de precios y crditos del gobierno. El aumento de las acciones polticas y las alianzas sociales del MST corre paralelo a su constante poltica de accin directa. Son varios los factores que pesan en la conformacin de la nueva poltica del MST. Primero, la naturaleza muy politizada del sistema judicial, puesta en evidencia con las graves violaciones jurdicas que cometi el juez actuante en el juicio a los oficiales acusados de asesinar a 19 trabajadores sin tierra, en Para. Con independencia de las poderosas evidencias presentadas
26

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

y de la declaracin inicial de culpabilidad por parte del jurado, la intervencin del juez, cuestionando la suficiencia de la prueba presentada y su rechazo al testimonio de testigos oculares, demostr que sin influencias polticas concretas era imposible asegurar la justicia en las cortes, contra los influyentes y organizados terratenientes. El segundo factor que da forma al cambio poltico del MST es el desmantelamiento del Instituto de la Reforma Agraria y la eliminacin prctica de los fondos para nuevos asentamientos. La estrategia de ocupaciones de tierra del MST dependa grandemente del reconocimiento legal que tena el INCRA, la formalidad de las expropiaciones y los fondos para lanzar con xito la produccin en los asentamientos de tierra. Sin los fondos del INCRA, las ocupaciones de tierra organizadas por el MST se veran en severos aprietos financieros, en especial para asegurar la semilla, los fertilizantes, las herramientas agrcolas y los arreglos bsicos para vivir. El rgimen de Cardoso, cortando los recursos del INCRA y desviando recursos al Banco de la Tierra, ha cometido una violacin clara de su mandato constitucional, estableciendo una nueva agenda poltica que no puede ser combatida por la accin directa o por lo menos por acciones sociales a nivel local o estatal. Slo la accin poltica directa dirigida a la conformacin de un poder poltico nacional es capaz de restaurar los fondos para los asentamientos establecidos a travs de la ocupacin de tierras. Slo las organizaciones polticas nacionales son capaces de contrarrestar la reforma agraria "privatizada" y al Banco de la Tierra promovido por el Banco Mundial e implementado por el rgimen de Cardoso. El tercer factor que incide en la nueva poltica de amplias alianzas sociales del MST, fue la profundizacin de la crisis econmica y la extensin y radicalizacin de las demandas de sectores sociales que estaban antes paralizados o inmovilizados. Este es el caso de los pequeos y medianos agricultores, los sectores nacionalistas de la industria nacional, los cada vez ms inquietos empleados pblicos, y la creciente masa de desempleados del antiguo sector industrial privado. El lanzamiento de la Consulta Popular significa abrir una puerta a la "convergencia nacional" entre clases sociales geogrfica y socialmente diferentes, dentro y fuera del sector agrcola. El cuarto factor que influye en el cambio hacia coaliciones polticas nacionales son, precisamente, los devastadores efectos de la poltica agraria federal. La poltica de mercado libre, las importaciones baratas y la relativa declinacin de los precios con relacin al crdito y a los costos de los insumos condujo a un xodo masivo del campo de casi 5.500.000 personas entre 1986-1996. El censo rural de 1986 estimaba la poblacin rural en 23,4 millones de personas; en 1996 la poblacin rural haba cado a 18 millones. La concentracin de tierras, por un lado, y la falta de tierras en el interior de Brasil, por el otro, ha continuado acelerndose. En 1970, las fincas de ms de 1.000 hectreas representaban el 0,7 del total de las fincas existentes y sus dueos posean el 40% de la tierra; en 1996, el 1% de los terratenientes que tena fincas de ms de 1000 hectreas posean el 45% de la tierra. Ms de cuatro millones de trabajadores rurales no tienen tierra. La declinacin de la poblacin rural, y su fuga a la periferia de los pueblos y ciudades es un importante afluente potencial para los organizadores del MST, en particular aquellos que mantienen lazos rurales. El MST ha intentado organizar a desocupados rurales emigrados a las ciudades para llevar a cabo ocupaciones de tierra en los campos adyacentes, con resultados inciertos. Uno de los problemas ms difciles es que casi todas las tierras cercanas a la ciudad estn por lo menos parcialmente cultivadas, un pretexto que el gobierno usa para desalojar violentamente a las familias que las ocupan. Dentro de los estrechos lmites polticos con que se define la tierra no cultivable, el MST percibi la necesidad de involucrarse en poltica para ampliar su base para la expropiacin de tierras. Mientras el MST ha dado un cambio hacia una mayor participacin en la poltica nacional y la creacin de coaliciones en el mbito nacional, contina organizando la ocupacin de fincas
27

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

improductivas en el interior el pas. En los primeros 6 meses de 1999, el MST organiz 147 ocupaciones con la participacin de 23.000 familias, manteniendo la presin sobre el gobierno, en desafo a su "reforma agraria de mercado". El MST est siguiendo una estrategia a dos puntas: contina la organizacin de las bases en el interior y sus alianzas polticas en el mbito nacional. La clave del xito de la alianza rural- urbana es la extensin y consolidacin de un movimiento rural poderoso que sirva tanto como punto de apoyo del MST en sus negociaciones nacionales como de catalizador de los movimientos y partidos urbanos para profundizar su propia insercin en las organizaciones de base. Las exitosas movilizaciones del MST y las transformaciones concretas de los trabajadores rurales demuestran que un movimiento democrticamente estructurado, bien organizado, polticamente consciente, puede desafiar con xito la agenda neoliberal del Banco MundialFMI. El xito de combinar tcticas legales y de accin directa en el contexto de la construccin de un apoyo pblico y establecer alianzas sociales con instituciones civiles ha permitido al MST convertirse en el foco central de oposicin del rgimen de Cardoso. La retirada de los partidos tradicionales de izquierda y los sindicatos no es el producto de los cambios estructurales de la economa sino el resultado de sus deficiencias polticas y organizativas. Las "condiciones objetivas" en Brasil estn maduras para una accin poltica de masas. Esto es ms evidente en el interior del pas, donde la disminucin de ingresos, la liberalizacin de las polticas comerciales y las crecientes tasas de inters han devastado a los pequeos productores y forzado a los trabajadores rurales a abandonar el campo. El crecimiento del sector de trabajadores rurales sin tierra, la declinacin de la agricultura de pequeos productores y la expansin de las grandes fincas constituyen un terreno propicio para que el MST expanda su influencia y aumente su atractivo. Sus bien organizadas y exitosas ocupaciones de tierras y la consecuente organizacin de cooperativas agrcolas viables y productivas atrajeron favorablemente la atencin del pblico y eso se evidenci en las encuestas de opinin realizadas en grandes ciudades. El fracaso del rgimen de Cardoso en zanjar diferencias con el MST lo llev inexorablemente a estrechar vnculos con los partidos de derecha y con las organizaciones de terratenientes. Su compromiso con la agenda neoliberal lo condujo a desmantelar el marco legal y poltico existente, que permita una mdica reforma del interior. La escalada de la contrareforma del rgimen de Cardoso provoc a su vez un cambio radical en la estrategia del MST de un movimiento social a un movimiento poltico social; de una organizacin del "sector rural", a una coalicin que engloba importantes movimientos y partidos urbanos. Como argumenta J. Yves Martin, la estrategia de comercializacin de Cardoso est acompaada por la militarizacin del campo en una escalada mutuamente complementaria y altamente conflictiva de confrontacin poltica. Esto fue representado grficamente en las pginas del Finantial Times: por dos artculos que estaban en la misma pgina, uno al lado del otro. Uno se titulaba: "Brasil aligera los controles de capital para atraer inversiones extranjeras" el otro se titulaba: "Tres policas sobresedos por asesinatos en Brasil". Las polticas de Cardoso de atraer al capital extranjero estn estrechamente ligadas a su poltica de recortes fiscales y flexibilizacin laboral, que a su vez se conecta con mayor represin, que inevitablemente se conecta con mayor impunidad para los agentes de la represin. El "modernizador" Cardoso ha quedado profundamente atrapado en la red de polticas oligrquicas tradicionales: regalas al exterior, alianzas con terratenientes, polticas sociales regresivas y represin militar. El debilitamiento y la declinacin del rgimen de Cardoso ofrecen grandes oportunidades al MST de capitalizar polticamente la nueva situacin. El problema fundamental es la dbil y fragmentaria naturaleza de los movimientos y partidos urbanos, por lo que se busca unificar fuerzas. Lo que est claro es que el MST ha reconocido los lmites de la "poltica de
28

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

movimiento" a niveles locales, aun cuando hasta ahora ha tenido un impresionante xito. La cuestin es si tendr xito en organizar una fuerza poltica nacional en las aguas turbias del parlamentarismo urbano y la poltica de clientelismo sindical.
James Petras ensea sociologa en SUNY, Binghamton y es especialista en Amrica Latina.

29

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

EL NUEVO CAMPESINO REVOLUCIONARIO*: EL CRECIMIENTO, LIDERADO POR EL CAMPESINADO, DE LA OPOSICIN AL NEOLIBERALISMO


James Petras

Fui invitado a dar unas de las charlas inaugurales en el Segundo Congreso del CLOC (Congreso Latinoamericano de Organizaciones del Campo) que se celebr en Brasil del 3 al 7 de Noviembre del ao 1997. Haba aproximadamente 350 delegados de prcticamente todos los pases latinoamericanos (solo estaban ausentes Uruguay y El Salvador). El Congreso marc un punto de inflexin en la poltica revolucionaria latinoamericana al destacar el resurgimiento y el dinmico crecimiento de movimientos independientes, de base popular, dedicados a derrocar los regmenes neo-liberales y crear una alternativa humana e igualitaria. El crecimiento de la masiva oposicin, liderada por el campesinado, al neo-liberalismo es desigual. En algunos pases, como Brasil, donde el Movimiento de los Campesinos Sin Tierra (MST) representa a centenares de miles de granjeros, el movimiento rural proporciona liderazgo a la lucha nacional. En otros pases, por ejemplo Chile, los movimientos formados por granjeros an no se han recuperado de la salvaje represin del rgimen de Pinochet y es una fuerza marginal incluso a niveles locales. Uno de los factores clave que explica la creciente influencia de los movimientos campesinos es su autonoma e independencia de los partidos polticos y de los comandantes de la guerrilla all donde solo son meras correas de transmisin de la poltica. El segundo factor es que abarcan una agenda socio-poltica nacional. En las discusiones con muchos de los lderes campesinos en la conferencia de la CLOC (como tambin en otros encuentros en los cinco aos anteriores) la cuestin fundamental fue la auto-determinacin, la idea que los granjeros solo pueden liberarse a travs de sus propias organizaciones. La FENOC en Ecuador, el MST en Brasil y la Federacin Campesina paraguaya, que han jugado, las tres, un papel preponderante en la formulacin del debate nacional sobre la reforma agraria, emergieron de la organizacin campesina de base, desarrollaron sus propias estructuras y lderes, y no deban nada a ningn partido. Por contra, las organizaciones rurales chilenas estn ligadas, mayoritariamente, a las lites de los partidos polticos (Socialistas y Cristianodemcratas) los cuales forman parte de la coalicin de gobierno que implementa una agenda neo-liberal. Estas organizaciones tienen poca capacidad para organizarse y dependen del Estado para obtener unos escasos subsidios. La influencia y poder de los movimientos rurales es evidente: En Ecuador los movimientos campesino e indgena fueron la punta de lanza de la movilizacin que forz la dimisin del presidente Bucaram, acusado de corrupcin y de tratar de imponer al pueblo una agenda de libre mercado segn las directrices del FMI. En Brasil, el MST ha instalado a cerca de 150000 familias, lo que representa casi un milln de personas, sobre tierras sin cultivar a travs de la accin directa esto es, las movilizaciones de ocupacin de tierras. Con sus acciones en 21 estados, el MST ha llevado la reforma agraria al
*

Origen: Zmagazine (octubre 98). Traduccin: Mateu Llas, Octubre 1999.


30

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

centro del debate poltico. Un indicador de su xito lo encontramos en recientes encuestas realizadas en Sao Paulo (la ciudad ms grande de Brasil), las cuales indican que cerca del 75 por ciento de la poblacin apoya una distribucin de tierras que favorezca a los campesinos sin tierra. En Bolivia, los campesinos, particularmente los cultivadores de coca, antiguos mineros del estao, han liderado la lucha en defensa de la soberana nacional y recientemente sus candidatos han arrasado en las elecciones en el rea de Cochabamba. En Colombia, el ejrcito guerrillero de base rural, el ejrcito popular de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC), ha extendido su influencia a casi la mitad de los municipios rurales del pas. Aunque, estrictamente hablando, no se trata de un movimiento rural ya que casi un tercio de sus reclutas proceden de reas urbanas, muchas de sus demandas programticas se centran en temas rurales: reforma agraria, derechos humanos en el campo, sindicacin de los granjeros, etc. Con cerca de 15000 combatientes, en su mayora campesinos, es, probablemente, el ejrcito guerrillero ms potente en el Tercer Mundo en la actualidad y cada vez gana ms fuerza. Es indicativo el hecho que el Departamento de Defensa de los EEUU. haya abandonado la ficcin que su multimillonario programa de ayudas militares est dirigido a la lucha contra el narcotrfico. Los EEUU. han confirmado pblicamente que los envos de armamento son para reprimir la insurgencia campesina. En Paraguay, solo la masiva movilizacin de campesinos y estudiantes bloque un temido golpe militar. La cada en picado de los precios del algodn ha puesto a centenares de miles de campesinos al borde de la bancarrota. Las polticas de libre comercio y de promocin estatal de los grandes exportadores agrarios estn perjudicando seriamente a los pequeos productores locales, incitando un ciclo de ocupaciones de tierra por parte de los campesinos y violentos desalojos militares. En Mxico, el movimiento zapatista (EZLN) ha reabierto la cuestin de los derechos de los indgenas, la reforma agraria, y de manera ms profunda el rechazo al paquete completo de polticas de mercado libre promocionadas por Clinton y Zedillo, reforzadas a raz de la firma del NAFTA [Acuerdo NorteAmericano de Libre Comercio]. Sin la sublevacin zapatista de 1994, la firma y posterior implementacin del NAFTA habra pasado como un evento ceremonial de las lites. Desde que empez la implementacin de los acuerdos NAFTA, cerca de un milln de campesinos se han arruinado y decenas de millones de asalariados han visto reducidos a la mitad sus ingresos. Las demandas y la crtica del EZLN resuenan por todo el pas.

EL NUEVO CAMPESINADO
Los movimientos campesinos contemporneos no son comparables a los del pasado, y tampoco encajan con el estereotipo de campesinos analfabetos, locales y tradicionales luchando con la consigna la tierra para el que la trabaja. Muchos de los delegados campesinos e indgenas en el congreso de la CLOC eran personas instruidas (ya sea autodidactas o con al menos seis aos de escolarizacin formal) y tenan conocimientos de asuntos nacionales e internacionales. Los nuevos movimientos rurales tienen una agenda nacional: no solo se preocupan de las cuestiones rurales. Ms especficamente, saben que las polticas de redistribucin de tierras solo tendrn xito con crditos, asistencia tcnica, y mercados protegidos. Reconocen que la alianza poltica con clases y organizaciones urbanas es necesaria para transformar el rgimen. No son simplemente organizaciones econmicas. Son movimientos socio-polticos, que combaten las polticas privatizadoras de libre mercado, desreguladoras, y promotoras de la exportacin. Los movimientos rurales han formado
31

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

alianzas polticas con sindicatos y han contribuido a la organizacin de los habitantes de los barrios pobres de las ciudades. Las huelgas generales que sacudieron Ecuador en Febrero del 1997, Brasil en Junio del 1996, Bolivia en Diciembre del 1996, por ejemplo, se basaban en alianzas entre sindicatos y campesinos indgenas. En la conferencia de la CLOC la mayora de los delegados estaban entre los 20 y los 30 aos. Se presentaban al congreso dejando momntaneamente sus luchas regionales y nacionales. La histrica primera Asamblea Latinoamericana de Mujeres del Campo se celebr antes que la conferencia de la CLOC y tuvo una asistencia de cerca de 100 delegadas. Sobre un 40 por ciento de los delegados en el encuentro de la CLOC eran campesinas, la mayora sobre 20 y 30 y pocos aos. Este fue un cambio extraordinario: en el congreso anterior de la CLOC celebrado tres aos antes menos del 10 por ciento de los delegados eran mujeres. Afortunadamente, los delegados ms jvenes no han conocido las guerras sectarias de los 60 y los 70 en el seno de la izquierda. Su apoyo a la Revolucin Cubana se fundamentaba en su resistencia a la intervencin estadounidense y a su reforma agraria progresista. Pocos, si es que hay alguno, adquiri de Fidel Castro sus normas doctrinales. Incorporaron al Che Guevara o Fidel Castro a causas sociales y nacionales particulares. As el delegado de los cultivadores de coca mencion el antiimperialismo del Che cuando habl de la lucha contra las polticas de erradicacin de cultivos promovidas por la DEA estadounidense. Se cit a Fidel Castro como precursor de la lucha de los campesinos brasileos en la ocupacin de tierras y la resistencia al desalojo. As pues, no hay ni repudio ni entronizacin de revolucionarios del pasado. El crecimiento de los nuevos movimientos campesinos afronta retos importantes, planteados tanto en las sesiones formales como en las discusiones informales. Por ejemplo, uno de los slogans de la conferencia fue reforma agraria, anti-imperialismo, y socialismo, aunque los representantes de la organizacin guatemalteca (CONIC) me dijeron que era imposible plantear ninguna de esas cuestiones en Guatemala. El terror masivo y las continuas operaciones de los escuadrones de la muerte paramilitares siguen pesando mucho en el mundo rural. Los acuerdos de paz firmados por los comandantes de las guerrillas dej a los generales genocidas inmunes ante cualquier persecucin. El sistema poltico emergente an est ligado a las instituciones violentas del Estado (ejrcito, magistratura y polica secreta), a las cuales solo se les ha lavado la imagen, dndoles otro nombre y reorganizando su personal. La principal prioridad es crear una organizacin que haga de paraguas a la docena de movimientos campesinos surgidos en los ltimos aos. Tenemos que moderar nuestra actividad para no poner en peligro el precario y muy limitado espacio poltico que ocupamos, coment un lder rural. Los fondos para cuestiones rurales de la ayuda estadounidense se han usado para crear organizaciones rivales de los movimientos campesinos militantes y para animar a las agrupaciones a pensar en trminos de proyectos y no en la reforma agraria.

CULTURA Y REVOLUCIN
Las cuestiones culturales, particularmente las demandas de una autonoma territorial por parte de los indgenas, reconocimiento de sus religiones, lenguas y sus economas de base comunitaria fueron cuestiones centrales planteadas, especialmente, por las delegaciones ecuatoriana, boliviana y guatemalteca. Una lder campesina boliviana habl de la naturaleza religiosa y sagrada de la produccin de la coca, en la cual ella se involucr para ayudar a su familia. Los guatemaltecos se hicieron eco de una preocupacin comn de todas las delegaciones campesinas indgenas acerca de un mayor derecho al auto-gobierno.
32

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Lo que s quedo claro, sin embargo, en el curso de las discusiones, fue las profundas diferencias entre estos militantes y las figuras pblicas que los grandes medios occidentales presentan como portavoces de los indgenas. Por ejemplo, los bolivianos hablaron despectivamente de su vice-presidente de habla quechua, el cual se llena la boca con los indgenas y trabaja para los extranjeros ricos. Los guatemaltecos fueron muy crticos con Rigoberta Mench por desligar su abrazo a los simblicos cambios culturales Mayas de las grandes cuestiones poltico-econmicas y de derechos humanos. Y los lderes ecuatorianos de la FONIC-I criticaron a dos lderes indgenas del movimiento paraguas CONAI que cedieron para formar parte del rgimen corrupto y partidario del libre mercado de Bucaram. Los lderes de los movimientos indgenas presentes en el congreso de la CLOC no eran vctimas de la poltica de la identidad cultural diseada para dividir y comprar a los lderes locales con la idea de subvertir las demandas de los movimientos sobre el derecho a las tierras. Los nuevos movimientos han sido profundamente influenciados por las doctrinas sociales de la Iglesia. En una de las sesiones plenarias, Fray Beto, el telogo catlico brasileo, pregunt cuntos de los delegados haban sido influenciados por las enseanzas religiosas: sobre un 90 por ciento de los delegados levantaron la mano. La religiosidad popular, fusin de las lecciones bblicas y de los valores religiosos, ha tenido un efecto directo estimulando a la nueva generacin de lderes rurales, junto con el marxismo, los valores comunitarios tradicionales y las modernas ideas feministas y nacionalistas. La disciplina organizativa, integridad personal, y el compromiso moral que infunde gran parte del movimiento proviene de su anterior substrato religioso, aunque la mayora de los militantes se encuentran muy lejos de la conservadora jerarqua de la Iglesia y del Vaticano. El xito de la Asamblea Latinoamericana de Mujeres Campesinas se manifest en la respuesta abrumadoramente favorable a sus propuestas por una presencia equitativa en todos los niveles de la organizacin campesina (de la internacional a la local) y en todas las instancias del proceso de reforma agraria (desde los ttulos de propiedad sobre las tierras al liderazgo de cooperativas). Las energas y el entusiasmo desatado proporcionaron una vitalidad adicional a las propuestas para una accin coordinada continental acerca de las demandas rurales. La nueva militancia de mujeres campesinas se manifest con otros ejemplos. Una delegada del movimiento campesino de la Cochabamba describi la lucha de los cultivadores de coca contra la campaa de erradicacin dirigida por los EEUU. Este ao ya han asesinado a varios de nuestros miembros y a uno de nuestros lderes. Hemos resistido y continuaremos resistiendo. Estoy ayudando a mi anciana madre y a mi nico hijo en mis cuatro acres. Negociamos con el gobierno un pacto a cambio de la erradicacin de 7000 acres dedicadas a la produccin de la coca y el gobierno prometi financiar actividad econmica alternativa, incluyendo una fbrica para emplear a los granjeros desplazados. Hemos reducido en 3000 acres la zona de produccin de coca pero an ni siquiera se ha comenzado a construir la fbrica. Nos la han jugado otra vez. Ahora nos amenazan con enviar a los militares a masacrarnos y erradicar los cultivos de todas nuestras tierras sagradas, dejndonos en la miseria. Quiero aprender a usar un arma. Porque quiero ser capaz de formar parte de la resistencia armada cuando llegue la invasin del ejrcito.

MILITARIZACIN Y REPRESIN ESTATAL


Los regmenes neo-liberales y los que les apoyan en Washington han respondido a los crecientes movimientos rurales militarizando el campo: hay 40000 soldados en Chiapas, Mxico, adems de los, al menos 5, nuevos grupos paramilitares desde 1995. En Colombia, el
33

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

ejrcito ha armado decenas de grupos paramilitares, aterrorizando y desplazando varios centenares de miles de campesinos a los que se ve como potenciales o reales simpatizantes de las FARC. En Per, el ejrcito, con el apoyo de los EE.UU., ocupa tres cuartas partes del campo y el presidente Fujimori celebra sus conferencias de prensa y sus reuniones de altos vuelos en los cuarteles. En Bolivia, los militares, secundados por consejeros de la DEA estadounidense, han masacrado a los cultivadores de coca y estn saturando la regin para un gran asalto sobre un territorio en el cual hay unas 40000 familias cuyo nico medio de vida es el cultivo de la hoja de coca. Es transparente la responsabilidad de Washington en la militarizacin de las zonas rurales latinoamericanas, con el consiguiente crecimiento de la violencia. La apuesta de Clinton por los mercados perjudica a los productores rurales locales que se ven arruinados por las baratas importaciones de cereal y grano estadounidenses. La financiacin por parte de la Casa Blanca de las estrategias en pro de grandes negocios agrarios dedicados a la exportacin est convirtiendo el campo en una enorme plantacin desplazando campesinos y granjeros indgenas comunales. Aquellos que no son desplazados por el mercado, aquellos que deciden quedarse y organizarse o dedicarse a cultivos alternativos que son comercializables, son expulsados por fuerzas militares y paramilitares entrenadas por los EEUU. Si algo est claro en Latinoamrica es que los activistas rurales se han dado cuenta de la complicidad de la administracin Clinton con algunas de las polticas econmicas ms perniciosas que han experimentado. Con la subvencin por parte de Washington de la creciente militarizacin del continente, Clinton puede superar el sangriento record de Reagan de 275000 muertos centroamericanos en los aos 80. Pero los nuevos movimientos campesinos han crecido, a pesar de la represin de los nuevos regmenes civiles. En Santa Carmen hubo una ocupacin de tierras en la cual los campesinos estaban aclarando el terreno con sus machetes y se alimentaban en una cocina comunitaria. En agosto del ao 1996, el ejrcito ocup el territorio y mat a tres campesinos, destruy sus casas y sus cosechas, y ech a decenas de familias del territorio. Varios meses despus los campesinos re-ocuparon las tierras y organizaron una conferencia nacional a la que asistieron un millar de personas que incluan a estudiantes, profesionales, hombre de negocios progresistas y campesinos procedentes de todo el pas. Formaron un comit de coordinacin nacional para la reforma agraria. Del mismo modo, en Brasil, en Para, 18 campesinos sin tierra que bloqueaban pacficamente autopistas fueron masacrados por la polica militar por orden del gobernador. Un fotgrafo grab en vdeo los hechos. Inmediatamente se produjo una protesta nacional. Manifestaciones masivas tuvieron lugar en Sao Paulo, Rio, y en otras ciudades. Las encuestas de opinin mostraron un apoyo abrumador al MST. El MST organiz una marcha sobre la capital y a ella se le unieron unas 100000 personas, incluyendo sindicalistas y habitantes de los barrios pobres. El presidente Cardoso, quien denunci el MST como un movimiento anacrnico luchando por batallas anticuadas (como la reforma agraria), encar las masivas protestas, e invit a uno de los lderes al Palacio Presidencial para discutir la mejor manera de implementar las reformas. La mesa nacional formada por 15 miembros apareci en pblico para demostrar que no haba un solo lder y rechaz la oferta de Cardoso de firmar un acuerdo que suspendiese las ocupaciones de tierras a cambio de asentar 49000 familias acampadas en tierras en litigio. Como dijo despus Joao Pedro Stedil, un lder del MST, es necesario negociar pero nunca al precio de desmobilizar al movimiento. Si as lo hiciramos, no habra nada que negociar en el futuro. Pero no todos los movimientos campesinos se encuentran en situacin de responder a la represin de los escuadrones de la muerte. Un lder campesino de Colombia habl, en el congreso, del exterminio sistemtico de activistas campesinos y de sus familias por parte de grupos paramilitares que sospechan que cualquier partidario de la reforma agraria o de los
34

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

que abogan por los derechos humanos es un simpatizante de la guerrilla disfrazado porque las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) tambin apoyan esas demandas. En Per, la Confederacin Campesina de Per (CCP) se encuentra en el proceso de reagrupar sus fuerzas, diezmadas por los asesinatos del rgimen de Fujimori, de Sendero Luminoso, la fantica secta maosta, y las divisiones provocadas por los partidos polticos que buscan sacar provecho de sus miembros. En algunas regiones la CCP ha organizado rondas campesinas [nota: en espaol en el original], grupos de auto-defensa campesinos para resistir a las fuerzas paramilitares y las acciones ejemplarizantes de los sectarios de Sendero. Lpez y otros campesinos son crticos con las trayectorias de anteriores lderes de su movimiento que ganaron un silln en las elecciones. Cuanto ms cerca del parlamento, ms lejos del pueblo.

ONG
Las ONG crean muchos problemas a las luchas de los campesinos: existe mucho financiamiento exterior ligado a practicar polticas compatibles con el libre mercado; centrarse en proyectos locales ms que en cambios estructurales (lase reforma agraria); el nfasis en las estrategias de auto-explotacin y auto-ayuda en lugar de salud pblica universal, educacin y promocin de la vivienda. Los activistas y los lderes campesinos han descrito como las ONG competan con los lderes rurales, dividiendo a las comunidades, y se ganaban a los activistas con sus fondos. Una activista brasilea habl de los esfuerzos de las mujeres del MST para formular una estrategia comn en el Encuentro Latinoamericano de Mujeres Campesinas. Propusimos una estrategia unitaria sobre reforma agraria, un papel activo en el liderazgo en la lucha relacionada con la ocupacin de tierras y una estrategia de confrontacin con el rol represivo del estado. En el encuentro no se consigui alcanzar un acuerdo, dijo, a causa del comportamiento manipulador de las mujeres profesionales de las ONG, que queran controlar la agenda y limitarla exclusivamente a la cooperacin internacional y constreir la lucha a cuestiones feministas exclusivamente lo que significa no apoyar la reforma agraria, ni el anti-imperialismo ni el anti-neoliberalismo. Continu describiendo a las feministas profesionales de las ONG como autoritarias y con mentalidad colonialista; no tienen a nadie detrs excepto sus ricos financiadores extranjeros. Un lder campesino ecuatoriano coment Yo no tengo ninguna objecin a la financiacin de nuestro movimiento por la reforma agraria por parte de ONG extranjeras si eso es lo que quieren hacer. Pero es ofensivo que impongan sus prioridades y financien a profesionales de nuestro pas para que vengan y socaven nuestra lucha. Los campesinos han aprendido del pasado que incluso profesionales progresistas bienintencionados han usado su apoyo a los campesinos para cimentar una carrera profesional lucrativa en la poltica como expertos o asesores en materia exterior. Eso no quiere decir que los campesinos den la espalda a los intelectuales o profesionales. La principal diferencia es que quieren que los intelectuales sean un recurso aadido para los movimientos, en vez que los movimientos sirvan de trampoln a los profesionales e intelectuales para obtener becas del extranjero.

ALIANZAS URBANO-RURALES
El aspecto ms prometedor de los nuevos movimientos rurales es la comprensin que han alcanzado sobre los lmites de los movimientos campesinos estrictamente confinados a las cuestiones del campo. Todos los grandes movimientos campesinos estn haciendo un
35

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

esfuerzo concertado para construir una base urbana de apoyo y para coordinar las luchas rurales y las urbanas. En Ecuador, la FENOC est envuelta en la lucha para elegir una asamblea constitucional, reflejando los intereses de los pobres del campo y de la ciudad. La Federacin Campesina paraguaya ha formado un Frum Sobre la Reforma Agraria que incluye estudiantes, profesionales, y gente de negocios. Han extendido sus horizontes polticos para oponerse al capitalismo de libre mercado y a la lite narco-capitalista. En Bolivia, los cultivadores de coca han formado un nuevo partido poltico, la Alianza para la Soberana del Pueblo. La Alianza consigui la victoria barriendo en todas las regiones dedicadas al cultivo de la coca, alcanzando alrededor de un 60 por ciento de los votos y eligiendo a Evo Morales como representante en el Congreso. En Brasil, el MST ha comenzado un esfuerzo sistemtico de cara a organizar las inmensas favelas, los grandes asentamientos marginales que circundan Sao Paulo, Rio, y otras grandes ciudades. Han encontrado mucha receptividad entre los favelados, principalmente a causa de sus exitosas luchas rurales y del hecho que muchos de los favelados son emigrantes recientes del campo. El MST no solo se centra en demandas inmediatas de ttulos de propiedad de tierras e infraestructura (luces, agua, carreteras pavimentadas, transporte pblico, etc.), sino tambin en la educacin poltica en escuelas que formen para el liderazgo poltico y el desarrollo de una perspectiva anti-capitalista basada en la comprensin de la naturaleza explotadora del capital, sea de bienes races o financiero. Tienen la esperanza de evitar el patrn previo segn el cual los lderes que encabezaron una lucha valiente y fueron elegidos para el Ayuntamiento seguidamente se dedicaron a construir mquinas electorales basadas en polticas clientelistas. El MST ve a su proyecto para la organizacin urbana como parte de la lucha poltica nacional. Con ese fin, han formulado un programa llamado Proyecto Brasil que se basa en la inversin de las ms importantes contra-reformas del mercado libre: renacionalizacin de las industrias bsicas (petrleo, telecomunicaciones, etc.), la socializacin de los centros estratgicos de la economa (bancos, comercio exterior) y una reforma agraria integral, que limite las exportaciones baratas y promocione enlaces entre cooperativas y plantas industriales de procesado de alimentos. Ganarse a las ciudades no es un camino fcil. Hay obstculos: la clase media urbana e incluso los sindicatos an tienen una visin condescendiente para con el campesinado. Hoy en da son los trabajadores rurales quienes estn desafiando la creencia tradicional que los lderes de la clase trabajadora urbana son la vanguardia designada para el cambio histrico. Los lderes campesinos actuales estn buscando una alianza con los trabajadores de la ciudad, como tambin con los habitantes de las enormes bolsas de pobreza urbanas para fijar un programa comn en el cual las cuestiones agrarias ocupen un lugar central. El internacionalismo de viejo estilo ligado a una patria socialista ha sido reemplazado por un nuevo internacionalismo voluntario, descentralizado y consultivo en el cual florecen culturas diversas y luchas comunes se forjan no a travs de lderes carismticos sino por el constante trabajo de organizacin y el herosmo diario, con campesinas y campesinos viajando da y noche a los pueblos de Guatemala, a los altiplanos de Ecuador y a las enormes extensiones de Brasil, enseando, aprendiendo y creando una nueva poltica revolucionaria de liberacin social y realizacin espiritual.

36

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

EL POSTMARXISMO RAMPANTE: UNA CRTICA A LOS INTELECTUALES Y A LAS ONG


James Petras

El postmarxismo se convirti en una posicin intelectual de moda con el triunfo del neoliberalismo y el retroceso de la clase trabajadora. El espacio que dej vacante la izquierda reformista ha sido ocupado en parte por polticos e idelogos capitalistas, tecncratas e iglesias tradicionales y fundamentalistas. En el pasado, este espacio lo ocupaban polticos socialistas, nacionalistas, populistas y activistas religiosos asociados con la teologa de la liberacin. El centroizquierda era muy influyente con los regmenes polticos (en su cpula) o con las clases populares menos politizadas (en sus regmenes inferiores). Alentadas y, en muchos casos, subsidiadas por las principales instituciones financieras y agencias gubernamentales promotoras del neoliberalismo, ha surgido un nmero masivo de organizaciones sociales cuya ideologa, vnculos y prcticas estn compitiendo directamente y en conflicto con la teora y prctica marxista. Estas organizaciones, que en su mayora se autodescriben como no gubernamentales o centros independientes de investigacin, se muestran activas en proponer ideologas y prcticas polticas compatibles y complementarias con la agenda neoliberal de sus patrocinadores financieros.

COMPONENTES
Los proponentes intelectuales del marxismo son, en la mayora de los casos, ex-marxistas cuyo punto de partida es una crtica al marxismo e intenta proveer una teora alternativa o al menos una lnea aceptable de anlisis. Es posible, ms o menos, sintetizar los diez argumentos bsicos del discurso postmarxista: 1. El socialismo fue un fracaso y todas las teoras generales de sociedades estn condenadas a repetir ese proceso. Las ideologas son falsas (salvo el postmarxismo), porque reflejan un pensamiento dominado por un solo sistema cultural de raza/gnero. 2. El nfasis marxista sobre las clases sociales es reduccionista, porque las clases se estn disolviendo. Los principales puntos polticos de partida son culturales y estn arraigados en diversas identidades (raza, gnero, etnicidad, preferencia sexual). 3. El Estado es el enemigo de la democracia y la libertad, y un proveedor ineficaz de bienestar social. En su lugar, la sociedad civil es el protagonista de la democracia y la mejora social. 4. La planificacin central crea la burocracia, un producto que tambin entorpece el intercambio de bienes entre productores. Los mercados, quiz con regulaciones limitadas, permiten un mayor consumo y una distribucin ms eficaz. 5. La lucha tradicional de la izquierda por el poder del Estado es corruptora y conduce a regmenes autoritarios, los cuales proceden a subordinar a su control a la sociedad civil.
37

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Las luchas de asuntos sociales por parte de las organizaciones tambin locales son la nica forma democrtica de cambio, junto con la peticin/presin sobre autoridades nacionales e internacionales. 6. Las revoluciones siempre terminan mal o son imposibles: las transformaciones sociales amenazan provocar reacciones autoritarias. La alternativa es luchar por transiciones democrticas y consolidarlas para salvaguardar el proceso electoral. 7. La solidaridad de clases es parte de ideologas pasadas, y refleja polticas y realidades anteriores. Las clases ya no existen. Hay comunidades fragmentadas en las que grupos especficos (identidades) participan de labores y relaciones recprocas para la supervivencia basadas en cooperacin con partidarios externos. La solidaridad es un fenmeno que trasciende las clases, un gesto humanitario. 8. La lucha de clases y el enfrentamiento no producen resultados tangibles; provocan derrotas y no resuelven problemas inmediatos. La cooperacin gubernamental e internacional respecto de proyectos especficos si genera incrementos en la produccin y el desarrollo. 9. El antiimperialismo es otra expresin del pasado. En la economa globalizada no hay posibilidades de enfrentar los centros econmicos. El mundo es cada da ms interdependiente y hay una necesidad de mayor cooperacin internacional en la transferencia de capital, tecnologa y conocimientos de los pases ricos hacia los pases pobres. 10. Los lderes de las organizaciones populares no deben estar orientados exclusivamente para organizar a los pobres y compartir sus condiciones. La movilizacin interna debe basarse en fondos externos. Los profesionales deben disear programas y asegurar el financiamiento externo para organizar a grupos locales. Sin ayuda externa, los grupos locales y las carreras profesionales se desplomaran.

CRTICA A LA IDEOLOGA
Los postmarxistas tienen un anlisis crtico de la estrategia de desarrollo del mundo: en una palabra, es la misma ideologa general que ellos condenan al discutir acerca del marxismo. Adems, se trata de una ideologa que no identifica la crisis del capitalismo (estancamiento prolongado, pnicos financieros peridicos, etc.) y las contradicciones (desigualdad y polarizacin social) en escala nacional e internacional que inciden en los problemas sociales. Los orgenes del neoliberalismo son producto del conflicto de clases. Sectores especficos del capital aliados con el Estado y el imperio derrotaron a las clases populares e impusieron el modelo. Los orgenes sociolgicos del postmarxismo estn incrustados en el cambio de poder poltico que escap de la clase trabajadora para desplazarse hacia el capital exportador. Qu quiere decirse con "el fracaso del socialismo"? El fracaso de la URSS, de los regmenes de Europa Oriental? Qu es lo que ha fracasado: el sistema poltico, el sistema socioeconmico? Los resultados recientes de elecciones en Rusia, Polonia, Hungra y muchas de las ex repblicas soviticas sugieren que una mayora de votantes prefieren un retorno a aspectos de poltica econmica de bienestar social y prcticas econmicas del pasado. Si la opinin popular en las naciones ex-comunistas es un indicador de "fracaso", los resultados no son definitivos.
38

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Si por "fracaso del socialismo" los postmarxistas entienden la declinacin en el poder de la izquierda, debemos insistir en una distincin entre "fracaso" pro ineficacia interna de las prcticas socialistas, y derrotas poltico-militares por parte de agresores externos. Nadie dira que la destruccin de Hitler por las democracias europeas fue un "fracaso de la democracia". Regmenes capitalistas-terroristas-intervenciones de Estados Unidos en Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay, Repblica Dominicana, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Angola, Mozambique y Afganistn desempearon un papel importante en la declinacin de la izquierda revolucionaria. Las derrotas militares no son fracasos del sistema econmico, y no reflejan la eficacia de las experiencias socialistas. Cuando analizamos los desempeos internos durante el periodo socialista relativamente estable o de gobierno popular, los resultados son, segn mltiples indicadores, mucho ms favorable que lo que lleg despus: participacin popular, salud, educacin y crecimiento igualitario bajo Allende se comparan muy favorablemente con lo que ocurri posteriormente bajo Pinochet. Los mismos indicadores bajo los sandinistas se comparan favorablemente con el rgimen de Chamorro en Nicaragua. El gobierno de reformas agrarias y polticas de derechos humanos de Arbenz se compara favorablemente con la poltica del gobierno instalado por la CIA, que se caracteriz por la concentracin de tierras y ciento cincuenta mil asesinatos. Si bien es cierto que los neoliberales hoy gobiernan y los exmarxistas estn alejados del poder, difcilmente puede encontrarse un pas en el Hemisferio Occidental donde los movimientos de masas influidos por socialistas o marxistas no estn encabezando manifestaciones importantes y desafiando a los polticos y regmenes neoliberales. En Paraguay, Uruguay y Bolivia, huelgas generales exitosas; en Mxico, movimientos importantes de campesinos y guerrilleros indgenas; en Brasil, el movimiento de trabajadores carentes de tierra reflejan, en todo caso, influencia marxista. El socialismo fuera del bloque comunista fue esencialmente una fuerza democrtica popular, que obtuvo un gran apoyo porque representaba a los intereses populares libremente decididos. Los postmarxistas confunden el comunismo sovitico con los movimientos socialistas democrticos populares en Amrica Latina. En este sentido, la perspectiva postmarxista de "el fin de las ideologas" no slo es inconsciente con sus propios pronunciamientos ideolgicos, sino tambin con la continuacin del debate ideolgico entre marxistas pasados y presentes, y los debates y enfrentamientos con el neoliberalismo y su hijo postmarxista.

LA DISOLUCIN DE CLASES Y EL SURGIMIENTO DE IDENTIDADES


Los postmarxistas atacan desde diversas perspectivas la idea marxista del anlisis de clases. Argumentan que oscurece la igualmente o ms significativa importancia de las identidades culturales (gnero, etnicidad): 1. Acusan a los analistas de clase de ser reduccionistas econmicos y de no poder explicar las diferencias tnicas y de gnero dentro de las clases Luego proceden a argumentar que estas diferencias definen la naturaleza poltica. 2. La segunda lnea contra el anlisis de clase se genera de la perspectiva que la clase es slo una construccin intelectual, esencialmente un fenmeno subjetivo determinado por la

39

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

cultura. En consecuencia, no hay intereses objetivos de clase que dividan la sociedad, dado que los "intereses" son meramente subjetivos y cada cultura define sus preferencias. 3. La tercera lnea de ataque argumenta que ha habido bastas transformaciones en la economa y en la sociedad que han borrado las viejas distinciones de clase. En la sociedad postindustrial, argumentan los postmarxistas, la fuente de poder est en los nuevos sistemas de informacin, en las nuevas tecnologas y en quienes las manejan y las controlan. La sociedad, segn este punto de vista, est evolucionando hacia una nueva sociedad donde los trabajadores industriales estn desapareciendo en dos direcciones: hacia arriba, a la nueva clase media de alta tecnologa, y hacia abajo, hacia la subclase marginal. Los marxistas nunca han negado la importancia de las negaciones raciales, de gnero y tnicas dentro de las clases, pero han hecho nfasis en el sistema social que genera las diferencias y la necesidad de unir las fuerzas de clase para eliminar las desigualdades en el trabajo, el barrio y la familia. Los marxistas se oponen a que las desigualdades de gnero y raza sean analizadas y resueltas fuera del mbito de clase: que mujeres terratenientes con sirvientes y riqueza tienen una identidad especial con las mujeres campesinas que estn empleadas con sueldos de hambre. Las clases no adquieren realidad debido a un edicto: son organizadas por la clase capitalista para apropiarse del valor. En consecuencia, la idea de que la clase es una nocin subjetiva dependiente de tiempo, lugar y percepcin est confundiendo clase con conciencia de clase. Es obvio que hay cambios importantes en la estructura de clases, pero no en la direccin que sealan los postmarxistas. Los cambios importantes han reforzado las diferencias de clase y su explotacin, al mismo tiempo que han cambiado las condiciones e ndole de las clases explotada y explotadora. Hoy existen ms trabajadores temporales, muchos ms empleados en el sector informal. El tema de la explotacin sin regular no describe un sistema que transciende el capitalismo del pasado: es el regreso de las formas de explotacin laboral del siglo XIX. Quien requiere de anlisis es el capitalismo despus de que el Estado populista protector ha sido demolido. Esto significa que los complejos papeles de los Estados y partidos que mediaban entre capital y mano de obra han sido reemplazados por instituciones estatales vinculadas evidentemente a la clase capitalista dominante. Cualesquiera que hayan sido los determinantes mltiples del comportamiento del Estado y rgimen en el pasado, hoy el modelo neoliberal depende del control estatal centralizado, vinculado a los bancos internacionales para implantar pagos de deudas y a los sectores de exportacin para ganar divisas extranjeras. Sus vnculos verticales al ciudadano como sujeto y su liga primaria por medio del aparato estatal represivo y organizaciones no gubernamentales (ONG) encargadas de restar peligro a posibles explosiones sociales. El desmantelamiento del Estado protector significa que la estructura social est ms polarizada: entre burcratas en los sectores de salud, educacin y seguridad social, por una parte, y profesionales bien pagados ligados a corporaciones multinacionales, ONG y otras instituciones, financiadas externamente y vinculadas al mercado mundial y a los centros de poder poltico. La lucha actual no es entre las clases en las fbricas, sino entre el Estado y las clases desarraigadas en las calles y los mercados, desplazadas del empleo fijo y obligadas a producir y vender y a soportar los costos de su reproduccin social. La integracin al mercado de explotadores de lite y compradores medianos y pequeos tiene su contrapartida en la

40

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

desintegracin de la economa del interior: industria local, pequeas granjas con su concomitante desplazamiento de productores hacia la ciudad o al extranjero. La importancia de bienes de lujo para la clase media alta est basada en utilidades remitidas por el trabajo "exportado" de los pobres. El nexo de explotacin se inicia en el empobrecimiento del interior, el desarraigamiento de los campesinos su emigracin a las ciudades y al extranjero. Los recursos que remiten los miembros de esta mano de obra exportada proporcionan las divisas duras para financiar importaciones y proyectos neoliberales de infraestructura para promover los negocios de exportacin interna y externa y el turismo. La cadena de explotacin es ms compleja, pero an as reside, en ltima instancia, en la relacin capital- mano de obra. En la era del neoliberalismo, la lucha para recrear la nacin, el mercado nacional, la produccin y el intercambio nacional es, una vez ms, una demanda histrica. En la misma forma, el empleo desregulado (trabajo informal o subterrneo) requiere de una poderosa inversin pblica y un centro regulatorio para generar empleo formal con condiciones sociales vivibles. En una palabra, el anlisis de clase debe ser adaptado al imperio del capital sin mediacin en un mercado laboral no regulado con vnculos internacionales, en el que las polticas redistributivas del pasado han sido reemplazadas por polticas neoliberales que concentran el ingreso en la cpula. La homogeneizacin y movilidad hacia debajo de vastos sectores de trabajadores y campesinos que antes estaban en el mercado de trabajo crea un gran potencial para la accin revolucionaria unificada. Hay una identidad comn de clase que abona el terreno para organizar las luchas de los pobres. En suma, en contra de lo que argumentan los postmarxistas, la transformacin del capitalismo ha hecho ms relevante que nunca el anlisis de clase. El crecimiento de la tecnologa ha exacerbado las diferencias de clase, no las ha abolido. Los trabajadores en industria de microchips y aquellas industrias en las que han incorporado esos nuevos chips no han eliminado la clase trabajadora. Ms bien, han desplazado las sedes de actividad y el modo de producir dentro del continuado proceso de explotacin. La nueva estructura de clase, hasta donde es visible, combina las nuevas tecnologas con formas ms controladoras de produccin. La automatizacin de algunos sectores acelera el ritmo de trabajo en la lnea de ensamblaje: cmaras de televisin aumentan la vigilancia del trabajador al tiempo que disminuyen el personal administrativo: crculos de control de calidad, en los que trabajadores presionan a trabajadores, incrementan la autoexplotacin sin aumento de sueldo o poder. La revolucin tecnolgica est moldeada, en ltima instancia, por la estructura de clase de la contrarrevolucin neoliberal. Las computadoras permiten a las agroempresas controlar el coste y el volumen de los pesticidas, pero son los trabajadores mal pagados quienes esparcen las sustancias y se envenenan. Las redes de informacin son unidades para distribuir trabajo a los talleres clandestinos de los hogares (economa informal), para producir textiles, zapatos, etc...

ESTADO Y SOCIEDAD CIVIL


Los postmarxistas pintaron la imagen del Estado con un solo rostro. El Estado es descrito como una enorme burocracia ineficaz que saque el tesoro pblico y dej en la pobreza al pueblo y en la bancarrota a la economa. En la esfera poltica, el Estado era la fuente del gobierno autoritario y dictmenes arbitrarios, obstaculizando el ejercicio de la democracia y del
41

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

libre intercambio de bienes. Por otra parte, argumentan los postmarxistas, la sociedad civil era la fuente de libertad. De una sociedad civil activa surgira una economa igualitaria y dinmica. Lo que es extrao acerca de esta ideologa es su peculiar capacidad para pasar por alto 50 aos de historia. El sector pblico era necesariamente el encargado de estimular la industrializacin en ausencia de la inversin privada y debido a las crisis econmicas (la crisis mundial de los 30, la guerra de los 40, etc.).En segundo lugar, el crecimiento del analfabetismo y la salud pblica fue, en gran parte, una iniciativa pblica. En siglo y medio de libre empresa (del XVIII al decenio de 1930) Amrica Latina padeci las siete plagas de la Biblia, mientras la mano invisible del mercado permaneca inmvil: genocidio, hambruna, enfermedades, tirana, dependencia, desarraigo y explotacin. El sector pblico creci en respuesta a esos problemas y se desvi de sus funciones pblicas al grado de que fue apropiado privadamente por las elites de negocio y poltica.

LA INEFICACIA DEL ESTADO EST DIRECTAMENTE RELACIONADA CON LA SUBORDINACIN A INTERESES PRIVADOS
Los programas amplios de salud y educacin del Estado nunca han sido reemplazados por la iniciativa privada, la Iglesia o las ONGs. Estas proporcionan atencin y educacin slo a grupos limitados, dependiendo de los caprichos e intereses de los capitales extranjeros. Los postmarxistas han dejado que su retrica antiestatista los ciegue a los logros positivos comparativos de lo pblico sobre lo privado. El argumento de que el Estado es fuente de autoritarismo resulta y no verdad. Han existido y existirn Estados dictatoriales, pero la mayora tienen poco o nada que ver con la propiedad pblica. La mayora de las dictaduras han sido antiestatistas y en favor del libre mercado hoy, en el pasado y probablemente en el futuro. Los ataques generalizados, histricos y asociales contra el Estado no tienen razn de ser y slo sirven como instrumento poltico para evitar que ciudadanos del libre mercado forjen una opcin eficaz y racional anclada en las potencialidades creativas de la accin pblica. La posicin contraria de la sociedad civil con relacin al Estado es tambin una dicotoma falsa. La sociedad civil o, ms exactamente, las clases dirigentes de la sociedad civil, al tiempo que atacan al estatismo de los pobres, se han preocupado por reforzar los vnculos con la tesorera y los militares para promover y reforzar su posicin en la sociedad civil. En igual forma, las clases populares en la sociedad civil, cuando son provocadas, han tratado de romper el monopolio de las clases gobernantes sobre el Estado. Los pobres siempre han dirigido la mirada a los recursos del Estado para reforzar su posicin econmica relativa a los ricos. El asunto es, y siempre ha sido, la relacin de las diferentes clases con el Estado. Los idelogos postmarxistas, marginados del Estado por los neoliberales, han hecho una virtud de su impotencia. Absorbiendo acrticamente la teora antiestatal que les llega de arriba, la transmiten hacia abajo. Los postmarxistas tratan de justificar los vehculos organizacionales (ONG) que utilizan para lograr movilidad hacia arriba, con el argumento de que operan fuera del Estado y en la sociedad civil cuando, de hecho, estn financiadas por gobiernos extranjeros para trabajar con los gobiernos nacionales.

42

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

LA LUCHA DE CLASES Y LA COOPERACIN


Los postmarxistas a menudo escriben de la cooperacin de todos, sin profundizar mucho en el precio y las condiciones para garantizar la cooperacin de los regmenes neoliberales y las organizaciones populares. La lucha de clases se considera un atavismo con un pasado inexistente. Hoy se nos dice que los pobres estn empeados en construir una nueva vida, estn hartos de la poltica, las ideologas y los polticos tradicionales. Hasta all vamos bien. Los grupos de empresarios hacen que los postmarxistas participen en un nuevo tipo de poltica similar a la de los enganchadores de un pasado no tan lejano: que reunan a las mujeres que necesitaban capacitacin y establecan microempresas subcontratadas con productores o exportadores de mayor envergadura. La poltica de los postmarxistas es de compradores: ellos no elaboran productos nacionales, slo relacionan a los capitalistas extranjeros con la mano de obra local para facilitar la continuacin del rgimen neoliberal. Los postmarxistas en su papel de administradores de las ONGs son fundamentalmente actores polticos cuyos proyectos, capacitacin y talleres no producen un impacto econmico importante, ni en las ONGs ni en disminuir la pobreza. Pero sus actividades si desvan a la gente de la lucha de clases. La perspectiva marxista de la lucha y confontacin de clases se construye en las verdaderas divisiones sociales de la sociedad: entre quienes obtienen beneficios, intereses, renta e impuestos y quienes luchan por optimizar los salarios, el gasto social y las inversiones productivas. Los resultados de las perspectivas marxistas son actualmente evidentes en todas partes: la concentracin del ingreso y el aumento de las desigualdades son ms grandes que nunca. Instituciones como el Banco Internacional de Desarrollo (BID) financian empresas agroindustriales de exportacin que explotan y envenenan a millones de trabajadores agrcolas, y al mismo tiempo proporcionan fondos para el financiamiento de pequeos microproyectos. El papel de los postmarxistas en los microproyectos es neutralizar la oposicin poltica de la parte inferior, mientras se promueve el neoliberalismo en la parte superior. Su teora de la cooperacin liga a los pobres por medio de los neoliberales. Intelectualmente, son policas que definen la investigacin aceptable, distribuyen los fondos para investigar y filtran los tpicos y las perspectivas que proyectan el anlisis de clases y la perspectiva de la lucha. El control de la moda intelectual, publicaciones, conferencias y fondos para investigar les proporcionan una base importante de poder, pero en ltima instancia dependen de evitar el conflicto con sus patrones, quienes les otorgan el financiamiento desde el extranjero. Los intelectuales marxistas crticos tienen su fuerza en el hecho de que sus ideas resuenan con las realidades sociales en evolucin. La polarizacin de clases y los violentos enfrentamientos aumentan, tal como lo pronostican sus teoras. Es a partir de estos hechos que los marxistas demuestran debilidad tctica, pero fuerza estratgica en relacin con los postmarxistas.

MURI EL ANTIIMPERIALISMO?
En los ltimos aos el antiimperialismo desapareci del diccionario poltico de los postmarxistas. Los ex guerrilleros de Centroamrica se convirtieron en polticos electorales y
43

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

los profesionales que manejan las ONGs hablan de cooperacin e interdependencia internacionales. Sin embargo, los pagos de la deuda siguen transfiriendo gigantescas sumas de los pobres latinoamericanos a Europa, Estados Unidos y Japn. Las propiedades pblicas, los bancos y por encima de todo los recursos naturales se van enajenando a precios muy bajos por parte de las transnacionales. Hay ms multimillonarios de Amrica Latina que tienen la mayor parte de sus fondos en bancos estadounidenses y europeos que nunca antes. Entre tanto provincias enteras se han convertido en cementerios industriales, y el campo est despoblado. Estados Unidos tiene ms asesores militares, funcionarios antidrogas y policas federales encargados de dirigir la planeacin, que en ninguna otra etapa de la historia mundial. No obstante, algunos ex-sandinistas y ex-farambundistas dicen que el antiimperialismo/imperialismo desapareci al trmino de la guerra fra. El problema -dicen- no es la inversin o ayuda extranjeras, sino la falta de ellas y piden ms ayuda imperial. La miopa poltica y econmica que acompaa a esta perspectiva no entiende que las condiciones polticas para los crditos son el abaratamiento de la mano de obra, la eliminacin de la legislacin social y la transformacin de Latinoamrica en una gran plantacin, un gran campo minero, una gran zona de libre comercio desprovista de derechos, soberana y riqueza. El nfasis marxista en la profundizacin de la explotacin imperialista tiene su origen en las relaciones sociales de produccin y las relaciones del Estado entre el capitalismo imperialista y el dependiente. El derrumbe de la URSS ha intensificado la explotacin imperialista. Los postmarxistas (ex marxistas) que creen que el mundo unipolar tendr por resultado una mayor cooperacin, interpretaron mal la invasin estadounidense en Panam, Irak, Somalia y otros pases. En forma ms fundamental la dinmica del imperialismo radica en la dinmica internacional del capital, no en la competencia externa con la URSS. La prdida del mercado interno y los sectores de Latinoamrica es un retorno a la fase prenacional: las economas latinoamericanas empiezan a tomar caractersticas de su pasado colonial. La lucha actual contra el imperialismo involucra la reconstruccin de la nacin, el mercado local, la economa productiva y una clase trabajadora ligada a la produccin y al consumo, sociales.

DOS PERSPECTIVAS DE LA TRANSFORMACIN SOCIAL: ORGANIZACIN DE CLASE Y ONG


Para adelantar la lucha contra el imperialismo y sus colaboradores neocompradores nacionales hay que pasar por un debate ideolgico y cultural con los posmarxistas que estn dentro y en la periferia de los movimientos populares. El neoliberalismo opera actualmente en dos frentes: el econmico y el cultural- poltico; y en dos niveles: el rgimen y las bases populares. En la parte ms alta las polticas las formulan y las implantan los personales usuales: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, en combinacin con Washington, Bonn, Tokio y en asociacin con os regmenes neoliberales y los exportadores locales y grandes conglomerados empresariales y banqueros transnacionales. A principios de los 80, los sectores ms perceptivos de los gobernantes neoliberales vieron que sus estrategias estaban polarizando a la sociedad y provocando descontento a gran escala. Los polticos empezaron a financiar y a promover una estrategia paralela desde abajo:

44

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

la promocin de organizaciones de base con una ideologa antiestatista para intervenir entre las clases posiblemente conflictivas y crear un cojn social. Estas organizaciones dependan econmicamente de fuentes neoliberales y estaban involucradas en una competencia con los movimientos sociopolticos por la lealtad de los lderes locales y las comunidades activistas. Para la dcada de los noventa estas organizaciones descritas como no gubernamentales llegaban a miles y reciban en todo el mundo cerca de 4 mil millones de dlares. La confusin concerniente a su carcter poltico se deriva de su historia anterior a los aos 70. En este perodo las ONGs desplegaron su actividad proporcionando apoyo humanitario a las vctimas de las dictaduras militares y denunciando las violaciones de los derechos humanos. Las ONGs apoyaron las cocinas de beneficencia que permitan a las familias de las vctimas sobrevivir a la primera oleada de tratamientos de choque. Este perodo cre una imagen favorable de las ONGs hasta en la izquierda. Se les consideraba como parte del campo progresista. An entonces sus lmites eran evidentes aunque atacaban las violaciones de los derechos humanos de las dictaduras locales, raras veces denunciaban a sus patronos estadounidenses y europeos que las financiaban y asesoraban. Tampoco haba un esfuerzo serio por relacionar las polticas econmicas neoliberales y las violaciones de los derechos humanos con el nuevo rumbo que tomaba el sistema imperialista. Obviamente, las fuentes externas de financiamiento limitaban la esfera crtica y accin en materia de derechos humanos. Al crecer la oposicin al neoliberalismo a principios de los ochenta, los gobiernos europeos, estadounidenses y el Banco Mundial aumentaron el financiamiento de las ONG. Existe una relacin directa entre el desarrollo de los movimientos que desafiaban el modelo neoliberal y el esfuerzo por subvertirlos mediante la creacin de formas alternas de accin social por medio de las ONG. El punto bsico de convergencia entre las ONG y el Banco Mundial era su oposicin comn al estatismo. En su superficie las ONG criticaban al Estado desde una perspectiva izquierdista, defendiendo a la sociedad civil, mientras que la derecha lo haca en nombre de los mercados. En realidad el Banco Mundial, los regmenes neoliberales y la fundacin occidental se combinaron y alentaron a las ONG para hacer tambalear al Estado benefactor proporcionando servicios sociales para compensar a las vctimas de las empresas multinacionales. En otras palabras, conforme los regmenes neoliberales devastaban a las comunidades al inundar al pas con importaciones baratas, pagos de la deuda externa y la abolicin de las legislaciones laborales, creando una masa cada vez ms grande de trabajadores mal pagados y desempleados las ONG recibieron financiamientos para establecer proyectos de autoayuda, educacin popular, capacitacin para el trabajo, etc., y absorben temporalmente a pequeos grupos pobres y captan a los lderes locales para minar las luchas contrarias al sistema. Las ONG se convirtieron en el rostro de la comunidad del neoliberalismo ntimamente ligadas con los poderosos y complementaron as su labor destructiva con proyectos locales. En efecto, los neoliberales organizaron una operacin de pinza o estrategia doble. Desgraciadamente, muchos izquierdistas slo se enfocaron en el neoliberalismo desde arriba y desde fuera (FMI y BM) y no en el neoliberalismo desde abajo y desde dentro (las ONG y las microempresas). Una razn importante para este error de apreciacin fue la conversin de muchos neomarxistas a la frmula y a la prctica de las ONG. El postmarxismo fue el boleto de trnsito ideolgico de la poltica de clases al desarrollo comunitario, del marxismo a las ONG.

45

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Mientras los neoliberales transferan lucrativas propiedades estatales al rico sector privado, las ONGs no formaban parte de la resistencia de los sindicatos. Al contrario, participaban activamente en proyectos privados para promover el discurso de la empresa privada (autoayuda) en las comunidades locales enfocndose en la microempresa. Las ONGs construyeron puentes ideolgicos entre los capitalistas en pequea escala y los monopolios que se benefician de la privatizacin, todo en nombre del antiestatismo y formando sociedades civiles. En tanto los ricos acumulaban vastos emporios financieros a partir de la privatizacin, los profesionales de la clase media de las ONGs obtuvieron pequeas sumas para financiar oficinas, transportes y una actividad econmica en pequea escala. Polticamente, lo importante es que las ONGs despolitizaron a sectores de la poblacin, redujeron su compromiso con los empleados pblicos y nombraron a lderes potenciales para proyectos pequeos. Las ONGs se abstienen de participar en las luchas de los maestros de escuelas pblicas y educadores del sistema oficial contra sueldos y recortes presupustales, porque su presupuesto proviene de gobiernos neoliberales. En realidad, las ONGs no son no gubernamentales. Reciben fondos de gobiernos extranjeros o trabajan como subcontratistas privados locales. Con frecuencia colaboran abiertamente con dependencias gubernamentales a nivel local o transnacional. En este sentido, las ONGs ponen en peligro la democracia, al quitar los programas sociales de las manos de la gente local y sus funcionarios de eleccin popular, y crear dependencia en funcionarios extranjeros. Adems desvan la atencin y luchas populares del presupuesto nacional hacia la autoexplotacin, para garantizar los servicios sociales locales. Esto les permite a los neoliberales restringir los presupuestos sociales y transferir fondos del Estado para subsidiar las cuentas incobrables de los bancos privados, crditos a los exportadores, etc. La autoexplotacin ( la autoayuda) significa que, adems de pagar impuestos al Estado y no recibir nada a cambio, los empleados tienen que trabajar horas extras con recursos marginales, gastando sus escasas energas para obtener servicios que los burgueses obtienen del Estado. En la forma ms fundamental, la ideologa de las ONGs de la actividad voluntaria privada mina el sentido pblico, la idea de que el gobierno tiene una obligacin de velar por sus ciudadanos y proporcionarles vida, libertad y bsqueda de la felicidad: que la responsabilidad poltica del Estado es esencial para el bienestar de los ciudadanos. Contra ese concepto de responsabilidad pblica las ONGs promueven la idea neoliberal de la responsabilidad privada de los problemas sociales y la importancia de los recursos privados para resolver esos problemas. En realidad imponen una carga doble a los pobres: la de pagar impuestos para financiar al Estado neoliberal, que sirve a los ricos, y la autoexplotacin privada que se ocupe de sus propias necesidades.

ONG Y MOVIMIENTOS SOCIOPOLTICOS


Las ONGs ponen nfasis en los proyectos, no en los movimientos; movilizan a la gente para que produzca en los mrgenes, no para luchar por controlar los medios bsicos de produccin y riqueza: se enfocan a la asistencia tcnica y financiera de proyectos, no en las condiciones estructurales que forman la vida cotidiana. Las ONG se apropian del lenguaje de la izquierda:
46

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Poder popular, igualdad, desarrollo sustentable, liderazgo popular, etc. El problema es que ese lenguaje est ligado a un mbito de colaboracin con los donantes y las dependencias gubernamentales que subordinan la actividad prctica a la poltica no conflictiva. Las ONGs y su personal profesional postmarxista compiten directamente con los movimientos sociopolticos para adquirir influencia entre los pobres, las mujeres y los marginados, las minoras raciales, etc. Su ideologa y prctica desva la atencin de las fuentes y las soluciones de la pobreza. Hablar de microempresas en vez de explotacin de parte de los bancos extranjeros, se basa en el concepto de que el problema es de iniciativa individual, no de la transferencia de los ingresos al extranjero. La ayuda de las ONGs afecta a pequeos sectores de la poblacin y establece una competencia entre comunidades por los escasos recursos, lo cual genera distincin y rivalidades internas y externas que perjudican la solidaridad de clase. Lo mismo sucede entre los profesionales: cada uno establece sus ONGs para solicitar fondos del extranjero. Compiten con propuestas "al gusto" de los donantes extranjeros, mientras afirman hablar en nombre de ms seguidores. El efecto real es la proliferacin de las ONGs que fragmentan las comunidades pobres y las convierten en grupos sectoriales y subsectoriales incapaces de ver de manera ms amplia el cuadro social que los aflige y menos capaces an de unirse en la lucha contra el sistema. Las experiencias recientes demuestran que los donadores extranjeros financian proyectos durante las crisis, pero una vez que los movimientos menguan, cambian el financiamiento a colaboracin del rgimen, y adaptan los proyectos de las ONG a su agenda neoliberal. La estructura y agenda de las ONG, con su postura apoltica y su enfoque de autoayuda, despolitiza y desmoviliza a los pobres. Adems, refuerzan el proceso electoral alentado por los partidos neoliberales y los medios de comunicacin. Las ONGs hablan de excluidos, de los sin poder, de la pobreza extrema, de la discriminacin por sexo o raza, pero no pasan de los sntomas superficiales para abordar el sistema social que produce estas condiciones. Incorporan a los pobres a la economa neoliberal por medio de una accin voluntaria puramente privada, las ONGs crean un mundo poltico donde la apariencia de solidaridad y accin social disimula una conformidad conservadora con la estructura de poder nacional e internacional. No es coincidencia que conforme las ONGs se han hecho dominantes en ciertas regiones, la accin poltica independiente de clase ha declinado, y el liberalismo no tiene freno. La lnea de fondo es que el crecimiento de las ONGs coincide cada vez ms con el financiamiento del neoliberalismo y la profundizacin de la pobreza en todas partes. A pesar de sus afirmaciones de muchos xitos a nivel local, el poder general del neoliberalismo no tiene rival, y las ONGs buscan cada vez ms posiciones en los intersticios de poder. El problema de formular alternativas se ha impedido en otra forma. Muchos de los antiguos lderes de movimientos guerrilleros y sociales, sindicatos y organizaciones femeninas han sido atrados por las ONGs. La oferta es tentadora: mayor salario, prestigio y reconocimiento de los donantes extranjeros, conferencias y redes en el extranjero, personal de oficina y relativa seguridad de no verse sujetos a represin. En cambio, los movimientos sociopolticos ofrecen pocos beneficios materiales, pero mayor respeto e independencia y, lo que es ms importante, la libertad de retar al sistema poltico y econmico. Las ONGs y sus patrocinadores financieros en el extranjero (BID y BM) publican boletines con narraciones sobre el xito de las microempresas y otros proyectos de autoayuda, pero no

47

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

mencionan los elevados ndices de fracasos conforme baja el consumo popular, importaciones baratas inundan el mercado y las tasas de inters suben en espiral. Hasta los xitos afectan slo a una pequea fraccin del total de los pobres y slo afectan en el sentido de que otros no pueden ingresar en el mismo mercado. El valor propagandstico del xito individual de la microempresa, no obstante, es importante para crear la ilusin de que el neoliberalismo es un fenmeno popular. Las frecuentes explosiones populares de violencia que tienen lugar en regiones donde existe la promocin de la microempresa, sugiere que la ideologa no es hegemnica y que las ONGs todava no desplazan a los movimientos independientes de clase. Las ONGs fomentan un nuevo tipo de colonialismo y dependencia cultural y econmica. Los proyectos se disean, o al menos se aprueban, segn las normas de las prioridades de los centros imperialistas o sus instituciones. Son administrados y vendidos a las comunidades. Se hacen evaluaciones por y para las instituciones imperialistas. Los cambios en el financiamiento de las prioridades o las malas evaluaciones tiene como consecuencia el abandono a su suerte de los grupos, comunidades, granjas y cooperativas. Todo y todos se disciplinan cada vez ms para cumplir con las demandas de los donantes y los evaluadores de sus proyectos. Los nuevos virreyes supervisan y garantizan el cumplimiento de las metas, los valores y las ideologas del donante, as como el uso adecuado de los fondos. Donde se registran xitos, dependen en gran medida del apoyo continuo del extranjero para evitar que se derrumben. Aunque la mayor parte de las ONGs son cada vez ms instrumentos del neoliberalismo, hay una pequea minora que intenta desarrollar estrategias alternas que apoyen la poltica de clase y el antiimperialismo. Ninguna de ellas recibe fondos del BM o de dependencias gubernamentales estadounidenses o europeas. Apoyan los esfuerzos para ligar el poder local con el poder estatal. Relacionan los proyectos locales con los movimientos nacionales que ocupan, defienden la propiedad pblica y nacional contra las multinacionales... En una palabra, no son postmarxistas.

48

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

SOCIALISMO EN LA ERA DEL IMPERIALISMO*


James Petras

INTRODUCCIN
En un pasado no muy lejano, millones de personas de todo el mundo, buscando escapar de la tirana y explotacin del imperialismo, encontraron una respuesta en la construccin de una sociedad socialista. Hoy en da, proponer la alternativa socialista genera ms preguntas que respuestas. Estas preguntas pueden agruparse en varias subdivisiones: las preguntas ms generales contraponen las nuevas y adversas condiciones "mundial-histrico" polticas, econmicas y culturales, al surgimiento de movimientos y luchas revolucionarias; un segundo grupo de preguntas, que aunque acepta los aspectos estructurales negativos de un mundo dominado por el imperialismo, se cuestiona si a nivel micro, se puede desarrollar una subjetividad socialista; un tercer grupo de preguntas cuestiona si una revolucin socialista triunfante puede desarrollar una estrategia viable en el medio de un mar de adversarios imperiales o simplemente se enredar en el mercado capitalista. Estas son preguntas importantes que deben dirigirse a aquellos que se plantean una alternativa socialista al poder imperial reinante, porque se necesitan respuestas exactas. Solamente visionar una alternativa "utpica", o evocar un sueo socialista no nos va a llevar muy lejos y ser muy difcil que convenza a alguien excepto a aquellos que ya se encuentran entre los iniciados. Ms importante an, las utopas concebidas individualmente generalmente estn confeccionadas por intelectuales divorciados de las luchas populares, y sus ideas estn tan desconectadas de las experiencias y necesidades de las clases populares como lo est su vida diaria. Antes de embarcarnos en una discusin sobre las posibilidades histricas de una transformacin socialista, ser de utilidad especificar las preguntas ms relevantes presentadas por los escpticos y los adversarios de la alternativa socialista. El primer grupo de preguntas pone el nfasis en las nuevas restricciones estructurales. El socialismo es posible en la era del imperialismo? El poder de las corporaciones globales gigantes puede ser desafiado dentro de pases o por pases? El poder de los medios masivos de comunicacin Euro-Americanos y la influencia de sus mensajes propagandsticos sobre los pobres urbanos y rurales puede ser contrarrestado por formas alternativas de comunicacin desde una perspectiva de la clase trabajadora? Puede crearse una nueva subjetividad revolucionaria? Cules son las lecciones histricas de los perodos anteriores de expansin imperial en relacin con la revolucin? Un segundo grupo de preguntas trata sobre los problemas de la subjetividad, la falta de una referencia socialista o revolucionaria. Las preguntas relevantes a este cuestionamiento de las posibilidades revolucionarias incluyen lo siguiente. Las ltimas dcadas han demostrado que el aumento de la pobreza masiva y de las desigualdades no ha llevado hacia la revolucin. Podra ser que la movilidad individual y las relaciones de reciprocidad entre las clases bajas hayan creado formas alternativas de comportamiento y organizacin compatibles con el imperialismo? Puede el socialismo reconstruirse sobre la base de experiencias nuevas, nacionales (o internacionales) a la vista del colapso de la URSS y la conversin de la elite china al capitalismo? Es el estado un anacronismo trascendido por actores globales comprometidos con el sistema imperial?

Traduccin para Rebelin: Alicia de los santos.


49

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

El tercer grupo de preguntas no niega la existencia de oposicin al imperialismo o a muchas de sus manifestaciones negativas pero cuestiona que los revolucionarios y los socialistas tengan una estrategia alternativa consecuente. Ellos preguntan: existe una estrategia socialista coherente que pueda revertir los actuales intereses socioeconmicos imperiales creados, y las configuraciones del poder poltico? Se pueden revertir las contrareformas neoliberales sin traumas ni crisis? Son las instituciones socialistas viables en un mar de relaciones capitalistas? Los valores socialistas son compatibles con las operaciones en mercados mundiales o locales? Puede una sociedad socialista organizar su seguridad nacional y su planificacin econmica sin caer en gobiernos burocrticos? Estas son las importantes cuestiones acadmicas y polticas que plantean los temas fundamentales que enfrenta cualquier defensor de una alternativa socialista al imperialismo contemporneo. Sin embargo existen respuestas, algunas ms provisionales que otras, todas argumentando que, a pesar de todo el escepticismo, dudas y crticas, existen bases slidas para la lucha por el socialismo, como una posibilidad objetiva y subjetiva.

CONDICIONES OBJETIVAS PARA EL SOCIALISMO


Una de las objeciones ms fuertes al socialismo se basa en el alto grado de integracin de los procesos econmicos; el gran desarrollo de la divisin social del trabajo. Se nos dice que hoy ms gente forma parte de ms sectores econmicos, que abarcando una multiplicidad de pases, cooperan en la produccin y distribucin de todo tipo de bienes. Puesto de otra forma, se argumenta, la globalizacin -o en nuestros trminos, el imperialismo- ha roto las limitaciones sectoriales del territorio nacional en la circulacin de bienes y capital, creando, por lo tanto, un mercado y una unidad productiva interdependiente. En un sentido, esto es parcialmente cierto, en otro es claramente falso. La profundizacin de la produccin socializada, en la que muchas unidades econmicas ubicadas en una multiplicidad de lugares cooperan para producir a escala mundial, es un hecho destacado en el mundo contemporneo. Pero es falso presentar esto como una forma cooperativa de produccin basada en un mayor grado de interdependencia. Porque esta cooperacin para la produccin de bienes est presidida por un inequvoco segmento de propietarios privados individuales y administradores de las empresas que toman las decisiones sobre las inversiones estratgicas y se apropian de los beneficios. Los propietarios privados y los controladores de la produccin socializada no son interdependientes con sus trabajadores y empleados - ellos establecen las condiciones de trabajo, los niveles de remuneracin y se asignan sus propios ingresos en una forma altamente desigual. El poder, la propiedad, el prestigio y el factor de ingresos son asignados en una forma altamente asimtrica basada en relaciones jerrquicas de explotacin- no de interdependencia. El Imperialismo ha puesto en movimiento dos procesos claros y opuestos: un alto grado de cooperacin social entre los productores como un modo de aumentar la eficiencia; y una mayor concentracin de la apropiacin privada de la riqueza que se produce. Esta contradiccin o polaridad creciente entre cooperacin para la produccin y la apropiacin privada de los bienes colectivamente producidos es fundamental para el desarrollo de una transformacin socialista. Se mida como se mida, el aumento de eficiencia, las crecientes innovaciones tecnolgicas y la creciente productividad se encuentra en el mayor desarrollo de la divisin social del trabajo o produccin cooperativa. La principal funcin de los propietarios privados y los administradores de las empresas es la apropiacin de esta riqueza. La creciente concentracin de la riqueza - la emergencia de una clase de super multibillonarios- se basa en el creciente nmero de trabajadores sometidos por este sistema de produccin social: el socialismo est, por tanto, objetivamente situado dentro de la produccin colectiva y la lucha
50

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

se basa en extender la produccin social a la propiedad y direccin social. La idea de cooperativa productiva es, por tanto, una parte integral de la produccin global pero est mediatizada, defendida, racionalizada por la clase capitalista dominante que se apropia de su riqueza. El secreto capitalista de acumulacin de riqueza no se encuentra en la genialidad de los capitalistas individuales sino en el vasto ejrcito de trabajadores, investigadores y empleados que producen y distribuyen bienes y servicios. El trabajo colectivo puede existir y prosperar sin ni un solo empresario capitalista incluido William Gates, pero el capitalista billonario no puede acumular riqueza sin el trabajo cooperativo. El descubrimiento de la naturaleza social de la generacin de la riqueza contempornea, sin embargo, mientras proporciona un punto slido de partida para la propiedad colectiva no nos conduce en si misma al socialismo, a menos que exista una comprensin profunda y extensa, una organizacin y lucha por parte de los productores directos para resolver esta contradiccin. Por lo tanto el argumento de que la nueva ola de expansin imperial ha descartado la transformacin socialista debido a la extensin de las relaciones de mercado se ha dado vuelta: el mismo proceso de incorporar a ms trabajadores de ms pases dentro de la divisin social del trabajo crea una base objetiva para la accin social por la propiedad social. La segunda base objetiva para argumentar a favor del socialismo es la naturaleza crecientemente centralizada de las decisiones polticas. Hoy ms que nunca un pequeo grupo de funcionarios no elegidos tiene ms voz y poder sobre un vasto nmero de personas en todo el mundo. Los funcionarios de los Bancos Centrales y de los ministerios de Economa y Finanzas del Imperio Euro-Americano, sus representantes en las llamadas instituciones financieras (IFI) como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco de Asia, el Banco Interamericano de Desarrollo, hacen las polticas macro y micro econmicas que afectan adversamente a miles de millones de personas. Estas elites no elegidas de hacedores de polticas econmicas responden directamente a los intereses de sus multinacionales y billonarios bancarios. En efecto, estas elites de tomadores de decisiones se adelantan a los poderes polticos ostensiblemente sostenidos por los funcionarios elegidos de los estados no hegemnicos. En otras palabras, el electorado del mundo vota por funcionarios electorales que estn subordinados a las elites econmicas no elegidas y que sirven a las instituciones imperiales y sus intereses. El electorado popular est, en efecto, privado del derecho al voto: las decisiones estratgicas se toman de forma centralizada por funcionarios no elegidos que gobiernan por decreto sin representacin, deliberacin o consulta popular. Por lo tanto, mientras ms y ms gente est crecientemente sujeta al gobierno de una elite centralizada, tienen menos control sobre sus condiciones sociales y econmicas. El divorcio entre la poltica electoral y el dominio de las elites, entre los beneficios sostenidos para la elite del imperio y los ingresos y las condiciones sociales en disminucin para la mayora, establece las bases objetivas para las luchas extra parlamentarias y abre grandes oportunidades para que las fuerzas revolucionarias cuestionen las pretensiones oligrquicas de que capitalismo y democracia son trminos coincidentes. Objetivamente la vasta centralizacin del poder oligrquico proporciona las bases para demostrar que la democracia solo puede recuperarse bajo el socialismo. Si las contradicciones de las estructuras imperialistas contemporneas proporcionan una slida base objetiva para el desarrollo de una alternativa socialista, la experiencia histrica pasada nos proporciona una base ms.

LA EXPANSIN IMPERIALISTA Y LA REVOLUCIN SOCIALISTA EN PERSPECTIVA HISTRICA

51

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

El imperialismo es el resultado de los trabajos internos del capitalismo combinado con oportunidades externas, en parte ellas mismas instrumentos de los polticos imperialistas. En el pasado como en el presente, la expansin y conquista de los mercados externos y las fuentes de ingresos estatales han deshecho y rediseado las relaciones de clase y las configuraciones del estado para maximizar los intereses econmicos imperiales y las posiciones politico-militares estratgicas. El mismo proceso de desarrollo capitalista inducido por el imperialismo muy a menudo ha llevado hacia el desplazamiento masivo de campesinos, relaciones de trabajo de gran explotacin, conflictos tnicos y raciales a diario y desigualdades de clase abismales. Los altos jefes polticos imperiales que dirigen el sistema solo responden ante sus propias clases gobernantes, provocando conflictos con un gran abanico de clases y grupos, desde elites pre-imperiales a modernos intelectuales y trabajadores asalariados. Estos conflictos inducidos por el imperio han llevado a innumerables revueltas y en algunos casos a revoluciones socialistas triunfantes, particularmente en perodos de guerras inter-imperialistas, cuando las clases dominantes locales y las elites gobernantes estaban debilitadas y desacreditadas. El punto terico es claro, los sistemas imperiales a gran escala y de larga duracin no han inhibido las luchas revolucionarias ni evitado las revoluciones socialistas. Las revoluciones socialistas son producto de las guerras imperialistas realizadas por trabajadores y plebeyos dentro de los pases imperiales y tambin por los pueblos colonizados o cuasi colonizados. La famosa Comuna de Pars fue una prolongacin de la Guerra Franco-Alemana de 1870-71, entre viejos y nuevos pases imperialistas. La victoria militar alemana y la conquista de la mayor parte de Francia puso en funcionamiento una poderosa sublevacin popular en Pars y la consiguiente comuna. Mientras que la Comuna de Pars dur apenas unos meses, su organizacin, legislacin y hasta sus errores sirvieron como modelo prctico para las teoras revolucionarias de Marx y Lenin. La Primera Guerra Mundial inter-imperialista (1914-18) con sus millones de muertos, desplazamientos de poblacin, hambre y destruccin puso en funcionamiento levantamientos populares masivos, protestas y revoluciones. La Guerra, la bsqueda de conquistas imperiales por medios militares, destruy los lazos convencionales entre los lderes burgueses y sus seguidores plebeyos, y min el control de los terratenientes sobre los sumisos campesinos. Las revoluciones socialistas se hicieron en Hungra, Bavaria, Finlandia y Rusia. Soldados y trabajadores se sublevaron en Berln y en la flota del Bltico. El poderoso sistema imperial europeo, que dominaba en cinco continentes y se sostena en una fuerza armada masiva y en tesoros rebosantes, como un bastin inexpugnable del poder capitalista, llev a levantamientos masivos de trabajadores y campesinos y a una revolucin socialista triunfante en Rusia. En el perodo entre guerras existi un resurgir del imperialismo, particularmente los nuevos pases imperialistas emergentes de Alemania y Japn, que desafiaron a los pases europeos ya establecidos y a los Estados Unidos en sus regiones de hegemona. Los conflictos y conquistas que vinieron a continuacin, liberaron una nueva y poderosa ola de movimientos populares antiimperialistas entre los pases destruidos por la guerra e hiper explotados, particularmente entre los millones de campesinos desplazados en China, Indochina y Corea. La expansin imperial y el pillaje de la tierra, minas y unidades productivas intensificado por la guerra, cre un gran ejrcito de resistencia revolucionaria, que condujo a revoluciones socialistas bajo el liderazgo de los Partidos Comunistas nativos en China, Indochina y Corea del Norte. Lo que comenz como guerras antiimperialistas se convirti en guerras civiles en las que finalmente triunfaron las fuerzas socialistas. En Europa se dio un proceso similar en Yugoslavia. En otros pases la lucha anticolonial se dividi entre regmenes que consolidaron la relacin neo-colonial y otros que buscaron crear estados nacionales-populares mixtos y no alineados. Es necesario subrayar dos puntos. En primer lugar, fue precisamente el nuevo y virulento imperialismo con su poderosa mquina militar y estructuras de estado totalitarias, lo
52

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

que dispar las revueltas populares que minaron la dominacin imperial. En segundo lugar, los viejos poderes imperiales europeos y el nuevo imperialismo de Estados Unidos no fueron capaces de restaurar la hegemona imperial en varios pases importantes (China, la mitad de Corea e Indochina. El punto terico es que esta segunda ola de imperialismo, a pesar de su mayor poder de fuego y humano, el mbito y la profundidad de su alcance econmico, no pudieron evitar que las revoluciones socialistas transformaran con xito la sociedad. Es importante notar en este sentido que las revoluciones triunfaron a pesar de y no debido a la ayuda de la sociedad colectivista que exista en la URSS. El mar de relaciones capitalistas no pudo evitar las revoluciones sociales. El perodo de posguerra que sigui a la Segunda Guerra Mundial fue testigo del surgimiento del Imperialismo de Estados Unidos a escala mundial, con una red mundial de bases y alianzas militares, el mayor presupuesto militar y la tecnologa militar ms avanzada y empresas gigantes muy capitalizadas preparadas e involucradas en una expansin mundial para conquistar los mercados extranjeros (el surgimiento de las llamadas empresas multinacionales). Mientras el nuevo imperio de los Estados Unidos era capaz de reprimir y vencer a un cierto nmero de revueltas populares revolucionarias en todo el mundo, fue derrotado en dos conflictos importantes (China y Cuba), fue obligado a retirarse en una tercera (Corea) y vencido temporalmente en otras (Nicaragua, Angola, Mozambique, Chile, Granada, Repblica Dominicana). Las revoluciones triunfantes tuvieron lugar precisamente en los pases en los que la presencia del Imperialismo norteamericano era ms dominante: Indochina, con 500.000 soldados y decenas de miles de millones de dlares de inversiones estatales en infraestructura militar. Cuba fue el pas con la mayor concentracin de propiedades norteamericanas y una gran base naval (Guantnamo). Los Estados Unidos aportaron ms ayuda militar y asesores durante la guerra civil China que en ningn otro pas desde la mitad a finales de la dcada de 1940. Igualmente los Estados Unidos dedicaron cientos de miles de soldados, y miles de millones de dlares en ayuda para conquistar la pennsula de Corea y tuvieron que aceptar una negociacin para dividir el pas. El punto terico es que la profundizacin de la presencia militar y econmica del imperio Norteamericano fue un factor condicionante que precipit una revolucin socialista triunfante, y no solamente un factor poderoso de inhibicin. Respecto a la relacin entre la revolucin socialista y la ausencia o presencia del bloque sovitico, debe notarse que todas las revoluciones en el perodo posterior a la Segunda Guerra Mundial tuvieron lugar a pesar de la oposicin del Kremlin: Yugoslavia, China, Cuba e Indochina. Mientras que los Soviticos proporcionaron apoyo importante una vez que las revoluciones se haban consumado, la cada de la URSS no llev al colapso de la revolucin en Cuba, si bien la oblig a ajustar su poltica hacia el capital extranjero y buscar nuevos socios comerciales. El inicio y xito de todas las revoluciones socialistas del siglo XX tuvieron poca relacin con la presencia del bloque Sovitico y ms con el desarrollo de las luchas de clase y antiimperialistas en el pas y la solidaridad internacional. Esto indica que la ausencia de la URSS hoy en da (el mar de capitalismo) no es un nuevo impedimento histrico sino un factor constante durante todo el siglo XX. El resurgimiento de luchas populares de masas bajo direcciones socialistas o al menos antineoliberales o antiimperialistas en todo el mundo al comienzo del nuevo milenio, debera dejar de lado la nocin de que el triunfo del imperialismo Euro-Americano es irreversible y no puede ser cuestionado. En Amrica Latina las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),el movimiento rural de los Trabajadores sin Tierra (MST) en Brasil, la breve toma del poder por una alianza de indgenas, campesinos y suboficiales en Ecuador son los puntos destacados en el resurgimiento de la izquierda antiimperialista de masas. En Asia han surgido movimientos populares de masas similares basados en los sindicatos de trabajadores industriales (Corea del Sur) y tambin han surgido movimientos urbanos y campesinos en, entre otros, Indonesia, Filipinas y Nepal.
53

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

El punto terico es que las dramticas generalizaciones sobre un triunfo absoluto y universal del capitalismo/imperialismo en el despertar de la muerte de la URSS, voceado por sus defensores y repetido por los sectores desmoralizados de la intelectualidad de la izquierda no tiene bases empricas. Esta postura ideolgica triunfalista, solo se puede sostener debido a la mediocridad de sus defensores y, en la izquierda, por el deseo de encontrar un nicho crtico en el imperio. Si fuera cierto que el imperialismo Euro-Americano ha triunfado tanto y est tan consolidado como dicen sus fieles y la izquierda desmoralizada, el imperio no tendra necesidad de recurrir constantemente a polticas violentas y contrarevolucionarias y agrandar y profundizar su capacidad militar de intervencin. Si la revolucin ha terminado, o como dice un escritor izquierdista, el imperio se ha apuntado una victoria histrica decisiva, por qu la necesidad de armar constantemente a la OTAN, entrar en guerras ofensivas en los Balcanes, el Golfo, el Cuerno de frica? Por qu los Estados Unidos estn aumentando la ayuda militar 5 veces en Colombia y multiplicando el nmero de bases militares y oficinas del FBI en ms de 30 pases? Ciertamente ninguno de estos movimientos militares ofensivos estn dirigidos contra el ataque de algn estado. El argumento ms plausible se basa en el bastante frgil equilibrio socio poltico que existe entre las fuerzas pro y anti-imperialistas, en todo el mundo: un imperio todava poderoso y un movimiento antiimperialista emergente como una corriente especfica y crecientemente anticapitalista.

SUBJETIVIDAD ENTRE CONDICIONES OBJETIVAS Y REVOLUCIONES POPULARES


Existe una brecha importante entre las oportunidades objetivas y la lgica racional de la revolucin socialista y el nivel de conciencia revolucionaria entre los explotados y las clases marginalizadas. El desarrollo general y la profundizacin de la conciencia revolucionaria puede aparecer despus de una convulsin revolucionaria o antes. En el anlisis final la subjetividad revolucionaria no es una mera reflexin sobre la codiciosa explotacin econmica de los imperios en expansin. Es el eslabn esencial que comprende las condiciones objetivas y transmite esa comprensin en un programa poltico y en accin revolucionaria. Las condiciones objetivas son una condicin necesaria pero no suficiente para la creacin de clases sociales revolucionarias. La expansin imperial desplaza o subordina a los pequeos productores, convierte a los campesinos en trabajadores sin tierra, aumenta el nmero de asalariados, expulsa a los asalariados y los convierte en pobres urbanos autoempleados, quiebra las pequeas y medianas burguesas. La respuesta ideolgico poltica de estos grupos adversamente afectados no est predeterminada por la fuente imperial de su desgracia. El determinante de sus respuestas socio polticas se encuentra en la disponibilidad, capacidad de organizacin y liderazgo de los grupos ideolgicos que compiten entre s para convocar a las masas descontentas. En las presentes circunstancias existen varias formas organizadas y expresiones polticas de este descontento. La respuesta ms conservadora a la expansin imperial encuentra su expresin en los dependientes tnicos de los poderes Euro-Americanos, que promueven las apropiaciones y la explotacin imperiales desde arriba y la expropiacin de otros grupos tnicos desde abajo (por ej. guerras tnicas de liberacin que legitiman el robo de la propiedad y los asesinatos pblicos). Una segunda respuesta es un tipo de "nacionalismo clerical" en el que las antiguas elites tradicionales desafan la dominacin imperial para restaurar el poder y las prerrogativas de
54

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

algunas de las elites religiosas y, en algunos casos, comerciales y terratenientes. A falta de los grupos izquierdistas seculares, los religiosos antiimperialistas presentan alternativas a la decadente moral occidental en lugar de un reto sostenido del poder econmico EuroAmericano. No es raro que una divisin del poder econmico, cultural y poltico resulte en que la autoridad religiosa controla las instituciones polticas y culturales mientras los partidarios de la libertad de mercado controlan la economa. Una tercera respuesta a la dominacin imperial surge entre sectores de la pequea burguesa que se ven afectados desfavorablemente por la libertad de comercio, que socava a los fabricantes locales, pago de deudas que reducen el crdito y aumentan los intereses y los inversores especulativos que generan volatilidad econmica y provocan quiebras. Este grupo de profesionales progresistas, dirigentes de ONGs y otros estn interesados en compartir el poder con los poderes imperiales. Luchan por un lugar en la mesa del FMI, del Banco Mundial y en las reuniones de la OMC. Piden alguna regulacin para el movimiento de capitales, mayor acceso a los mercados occidentales y argumentan contra las condiciones de trabajo dictadas por occidente. Su demanda ms radical es la tasa Tobin (un impuesto sobre las transacciones financieras a corto plazo). Los movimientos ms consecuentemente antiimperialistas se encuentran en las florecientes alianzas populares entre los trabajadores rurales sin tierra, los pequeos agricultores y productores campesinos y los trabajadores urbanos. Forman el moderno movimiento antiimperialista enlazando las reformas radicales con el socialismo. La multiplicidad de respuestas a la conquista Euro-Americana demuestra tanto la extensin de la oposicin como su carcter fragmentado. La respuesta refleja solo parcialmente las posiciones de clase - as como la mayora de las respuestas anteriores contienen una variedad de bases de masas aun si sus lderes vienen de medios sociales particulares. Est claro que la misma causa (la explotacin imperialista) genera una variedad de efectos y organizaciones polticas. Evidentemente los polticos no provienen de procesos econmicos, se crean en un campo de luchas culturales, ideolgicas y polticas. Los grupos polticos con ms posibilidades de triunfar, son aquellos cuyas organizaciones resuenan efectivamente con la experiencia diaria, proporcionan una fundamentacin general (independientemente de lo irracional y equivocada que pueda ser), parecen resolver los problemas de cada da (no importa cuan depredadores puedan ser) y crean una imagen positiva de vctima triunfante. El problema hoy no es objetivo - las vastas desigualdades mundiales y las transferencias de riqueza desde el mundo re-colonizado al imperio Euro-Americano son transparentes. El mundo capitalista est polarizado, los campesinos y trabajadores estn explotados como nunca antes, el nmero de empobrecidos crece y sobre todo, dirigiendo el proceso est un imperialismo Euro-Americano omnipresente, arrogante, e invasor, un imperio sin ninguna virtud salvadora. El problema es subjetivo - la debilidad especfica se encuentra en la oposicin o en los crticos del imperialismo, algunos de los cuales hasta reconocen los imperativos sistmicos polticos y econmicos que definen el sistema imperialista, influenciados por el marco terico y conceptual de sus adversarios, como se evidencia en su adopcin del lenguaje del imperio (globalizacin, reforma econmica, ajuste estructural, etc. etc.). Las ONGs, si bien enfocan correctamente sus criticas del OMC, el FMI, el Banco Mundial y los problemas del capital especulativo, pobreza, etc. no tienen una base organizada entre los trabajadores y los campesinos. Operan principalmente fuera de estas clases - porque carecen de un anlisis clasista de los problemas y por lo tanto, de las soluciones. Muchos de los intelectuales, incluidos pensadores crticos, han adoptado una visin pesimista del mundo, inflando el poder del imperio y la reputacin de sus apologistas mientras condenan a la izquierda (y a aquellos que tienen la audacia de involucrarse en la lucha antiimperialista) por no haber desentraado suficientemente las profundidades de su derrota y no haberse adaptado a las nuevas realidades, o sea, encontrar un nicho realista en el sistema donde se puedan codear con la "nueva Derecha", socialdemcratas convertidos en social-imperialistas.
55

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Este gnero de intelectuales carece de una visin mundial, toman prestado el paradigma dominante, proporcionan un poco de crtica abstracta, marcan su ascendencia y proyectan su futura continuidad mientras exponen sus excesos y ofrecen paliativos no solicitados en la usual forma servil-realista con el poder que sea. En el campo de las organizaciones de masas los sindicatos tradicionales, salvo algunas notables excepciones, se han adaptado a las exigencias de las polticas neoliberales y las demandas de los conglomerados econmicos. Los mximos funcionarios sindicales han adoptado una posicin hacia el estado similar a la relacin entre los monarcas y los nobles: juran lealtad al orden neoliberal a cambio del control de su feudo (el sindicato). A pesar de todo, importantes minoras del ejrcito de trabajadores, dentro y fuera de las confederaciones sindicales oficiales, se han involucrado en numerosas acciones militantes no autorizadas y a menudo se han unido con otros movimientos sociales de izquierda anti corporaciones en una masiva oposicin al OMC, el Banco Mundial, el FMI y sus organizaciones en el exterior. Igualmente una importante minora de intelectuales y estudiantes han elaborado programas anti corporaciones, anti globalizacin para acompaar e inspirar sus polticas de accin directa. As como los partidos histricos de la izquierda (Comunistas) y el centro izquierda se han dirigido a abrazar al neoliberalismo (La Tercera Va de Blair es el ejemplo ms claro), los nuevos grupos antiimperialistas,y anti corporativos han creado sus propias redes internacionales, su propio estilo de movimiento, organizacin poltica y formas innovadoras de polticas de accin directa que incluyen las ocupaciones de tierras en Paraguay y Brasil, huelgas generales y levantamientos populares en Ecuador y Bolivia, ocupaciones de fbricas en Corea del Sur, masivas demostraciones de desobediencia civil en Londres, Seattle, Washington y Amsterdam y luchas guerrilleras a gran escala en Colombia. Los intelectuales militan en los movimientos contra la deuda externa, ONGs progresistas contra la globalizacin y que atacan a los modelos econmicos neoliberales. La marea creciente de oposicin extraparlamentaria a la dominacin imperial (mal llamada globalizacin) ha introducido un nuevo factor en la ecuacin poltica: un eslabn subjetivo entre las condiciones objetivas de explotacin y una transformacin social popular. Los nuevos movimientos que propugnan la nueva sociedad en sus mltiples o concretos aspectos polticos, necesitan confrontar algunos retos importantes en el diseo de una sociedad socialista nueva. Para ahorrar espacio, las voy a catalogar en una lista abreviada: 1) la divisin internacional del trabajo, 2) la dependencia de los mercados externos y las finanzas, 3) pesados pagos de deuda, 4) migracin extranjera (emigracin de trabajadores calificados inducido por el imperio), 5) dependencia de las clases altas y medias de los bienes importados, 6) el aparato de los partidos y sindicatos existentes estn atados al status quo, 7) los medios masivos de comunicacin hostiles estn ligados a los conglomerados y transmiten propaganda pro imperialista, 8) posibles embargos econmicos y amenazas militares, 9) tirana de la doctrina de la "inevitabilidad de la globalizacin", 10) fuga de capitales, 11) revueltas mercenarias, tnicas o militares sustitutas. Para construir una sociedad socialista nueva, corresponde a los militantes el anticipar los posibles escenarios adversos para preparar las respuestas. En primera instancia el socialismo debe verse como un cambio integral basado en transformaciones en la esfera econmica, cultural y poltica; basado en la comprensin de la dominacin multidimensional del imperialismo. No se puede tender a la transformacin econmica sobre un aparato estatal hostil ni introducir cambios sociales cuando los medios masivos de comunicacin exhortan a una demanda excesiva del consumo, a la rebelin militar, etc. Aun reconociendo los profundos retos que el imperialismo Euro-Americano representa para una transformacin socialista, los socialistas poseen varios activos polticos estratgicos. En primer lugar, las tecnologas de informacin (TI) proporcionan enormes posibilidades para recoger informacin de fuentes especficas sobre mercados alternativos, conflictos de competencia entre poderes imperiales, recursos inutilizados en el pas as como para informar y registrar las demandas populares. Las nuevas tecnologas pueden procesar y producir
56

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

nuevos paradigmas y polticas alternativas basadas en restricciones y activos en el mundo de la toma de decisiones econmicas y polticas, que pueden proporcionar un pblico ms amplio con los costos y beneficios de las decisiones polticas alternativas. Las TI no son un sustituto de la prctica poltica democrtica sino una herramienta que permite al pueblo registrar sus necesidades a travs de la riqueza de datos, facilitando decisiones ptimas. Una precondicin esencial para la democracia con TI es un estado nuevo, configurado de manera adecuada. El estado juega un papel de pivote, proporcionando el terreno para la participacin popular, el debate y la formulacin de un programa de transicin que vaya de una economa de configuracin neo-imperial a una economa socialista. Las configuraciones de un nuevo estado presuponen varias condiciones de factibilidad esencialmente cambios estratgicos en la sociedad y en la economa. Primero y sobre todo, el principio de base social de apoyo poltico debe pasar de partidarios pasivos a activos: la masa de poblacin explotada, excluida y desplazada debe ser movilizada, organizada y debe estar provista de canales para la deliberacin, la consulta y la toma de decisiones efectiva. Sobre todo, debe disearse una estrategia econmica de manera que la base social del rgimen sea la primera beneficiaria, para demostrar que la revolucin es por el pueblo y para el pueblo y no un subterfugio ideolgico para intelectuales con una movilidad social ascendente. Siguiendo esta lnea, el segundo cambio estratgico implica la reordenacin de la produccin, la inversin, los prstamos y las prioridades del mercado para estimular el empleo, los ingresos y la produccin de la base de masas. Es esencial moverse hacia la nueva economa y consolidar el apoyo poltico. Interelacionado con el cambio y la introduccin de nuevas prioridades de produccin est la necesidad de redistribuir ingresos y la tierra para romper el poder de los terratenientes y los conglomerados y mejorar la posicin de los trabajadores y los pequeos productores. Finalmente, el estado es de crucial importancia para reordenar las prioridades presupuestarias en trminos de impuestos y gastos: terminar con los subsidios a las exportaciones y a las corporaciones imperiales y aumentar los gastos sociales para la atencin mdica universal, vivienda publica, educacin y pensiones. Para evitar una crisis fiscal, los porcentajes de los impuestos deberan ser ms progresivos en ingresos, ganancias e incrementos inmobiliarios. Estos cambios socioeconmicos son estratgicamente importantes en fortalecer la capacidad del estado socialista democrtico para enfrentar el inevitable intento subversivo de la oposicin imperial corporativa. Esa oposicin se expresar en primera instancia como una crisis de confianza inversora- tcticas de miedo diseadas para acobardar al rgimen y conseguir que reniegue de su poltica. Esto requiere que el estado realice acciones decididas y movimientos tcticos compatibles con sus objetivos estratgicos. Esencialmente existe una lnea de tres ramas de accin preventiva. Primero, polticas econmicas de choque, creadas a imitacin de las del FMI, solo que invirtiendo beneficiarios y perdedores: congelamiento de las cuentas bancarias, ganancias y otros activos, control de precios de los productos bsicos, congelamiento de todos los empleos. Esto debe ser seguido por polticas de ajuste estructural desde abajo - las empresas en quiebra o con problemas econmicos deberan intervenirse, sus deudas reestructurarse, su administracin reorganizarse -introduciendo el control de los trabajadores y de los empleados tcnicos. Estas polticas deberan ser parte esencial de un paquete ms amplio de reformas econmicas que pondran el nfasis en la ampliacin y profundizacin del mercado interno, cerrando selectivamente la economa a los conglomerados monopolistas y fomentando el espritu empresarial dentro de empresas socializadas cooperativas o las pequeas y medianas empresas privadas. Las reformas econmicas deberan combinar un plan nacional formulado democrticamente con la existencia de empresas pblicas autnomas y descentralizadas, cooperativas y firmas privadas coordinadas por una asamblea legislativa nacional y ejecutiva.

GESTIN DE CRISIS
57

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

Estas polticas seguramente provoquen la oposicin de los centros pro imperiales, llevando a una crisis en la economa de transicin. Esto, a su vez, requiere una estrategia de gestin de crisis. Pueden seguirse varias lneas de accin simultneamente. Primero, la poltica debe orientarse a garantizar las necesidades bsicas de la base social de masas. En segundo lugar, se deben aplicar polticas de austeridad sobre los ricos (extranjeros y nacionales): una poltica de tomar rehenes de MNC para poder negociar. La eleccin debe ser: cooperacin o expropiacin. Debe mencionarse que la desinversin es una espada de doble filo; afectar a la economa popular es un negocio de una sola opcin: una vez que los inversores se marchan no hay vuelta atrs. En tercer lugar, el rgimen debe sustituir nuevos factores de produccin para reemplazar la fuga de capitales. Esto requiere la movilizacin de recursos no utilizados (los desempleados y los subempleados, tierras en barbecho, transporte de animales en distancias cortas, tecnologas autctonas, etc.) para producir bienes que extiendan y profundicen la economa interna y sostener las importaciones. Mediante las bases de datos TI, los polticos pueden reutilizar los recursos inutilizados para cubrir las necesidades bsicas en la micro y macro economa.

HACIA UNA POLTICA DE CONSOLIDACIN DE LA TRANSICIN.


El surgimiento de una economa libre socialista y cooperativa no puede basarse en su totalidad en un modelo o visin preconcebido. Por el contrario, el resultado ser una mezcla de intentos conscientes y contingencias basadas en el comportamiento, actitud y desempeo poltico y econmico de actores sociales y clases claves. Por ejemplo, la transicin puede comenzar con un modelo de coparticipacin entre capital y trabajo, pero bajo circunstancias de desinversin evolucionan desde el control de los trabajadores a la expropiacin y reestructuracin que lleva a una forma de auto gestin. A su vez, la auto gestin basada en un sistema descentralizado se modificar hasta el grado en que las prioridades sociales nacionales se acepten o se rechacen y el auto enriquecimiento de forma a las decisiones de los nuevos gerentes, llevando hacia nuevas desigualdades. Una intervencin estatal selectiva en forma de impuestos y polticas redistributivas puede legislarse para evitar grandes desigualdades regionales y sectoriales. Mientras el nuevo rgimen socialista proporcione una amplia libertad de formas de propiedad en diferentes sectores, ciertos sectores estratgicos como la banca, comercio exterior, telecomunicaciones, recursos nacionales, transportes, infraestructuras, salud sern de propiedad pblica bajo control popular. El sector pblico combinar el espritu empresario y la contabilidad popular. El viejo y angosto espritu empresario relacionado con el beneficio se reestructurar para hacer que la innovacin, la gestin y la investigacin sean ms propensas a la creacin de habilidades nacionales. Se introducirn nuevos estilos de gestin flexibles, adaptndose a las necesidades de los trabajadores, la familia, los consumidores y el medio ambiente. Las TI deberan proporcionar programas flujo de matrices para facilitar el nuevo estilo de gestin. Una de las reas clave para el nuevo liderazgo es el problema de la corrupcin poltica y las ganancias ilcitas. El sobreprecio realizado por las empresas privadas exigir un control de precios de los productos bsicos, tales como productos farmacuticos, agua, granos bsicos, transporte, etc. Esto se puede combinar con el precio libre de los bienes de lujo - sujetos a fuertes impuestos a la importacin e impuestos a la propiedad personal. El nuevo rgimen debera investigar y confiscar los bienes de fortuna transferidos ilegalmente a cuentas en el exterior. Debera amarrar los activos nacionales y reclamar a los holdings extranjeros de la droga, la prostitucin y el contrabando capitalista y a sus cmplices financieros.

58

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

POLTICAS DEL RGIMEN POS-IMPERIAL


El control sobre el estado requiere el despido o arresto de altos funcionarios corruptos o que estn involucrados en comportamientos altamente perjudiciales para las clases populares (involucrados en represin que causa la prdida de vidas). Esto implica la creacin de nuevas instituciones en el mbito de lo militar, lo judicial y de banca central. Se deben crear nuevas estructuras estatales que sean compatibles con el nuevo rgimen socialista y democrtico y la nueva economa. Debe desarrollarse una nueva polica de seguridad nacional para garantizar la seguridad de los ciudadanos y las naciones y protegerlos de la intervencin imperial y la subversin. Esto requiere organizacin popular as como nuevos cdigos legales que impidan la financiacin y la promocin imperial de candidatos clientelares. Las asambleas regionales y locales (como las del estado de Ro Grande do Sul en el sur de Brasil) deberan debatir y resolver las asignaciones presupuestarias para proyectos sociales, econmicos y culturales. Deberan realizarse asambleas anuales en los lugares de trabajo para debatir y decidir proyectos de nuevas inversiones as como prioridades de las empresas y de la comunidad local en consulta con los grupos minoritarios. Deberan ser elegidos comits del lugar para dirigir la produccin conjuntamente con comits de ingeniera, marketing y gestin en una base de representacin del 50/50. Las polticas econmicas a corto plazo deberan dirigirse hacia la conservacin de las relaciones comerciales externas, orientndose tan pronto como sea posible hacia la diversificacin de los mercados, y la recomposicin de las exportaciones y acreedores mientras se profundiza el mercado interno. Debera efectuarse una moratoria sobre el pago de la deuda. Los prstamos de los polticos corruptos y los prstamos privados para empresas con fines no productivos deberan repudiarse. Los pagos deberan renegociarse y posponerse hasta que la economa se estabilizase. Cualquier medida punitiva o polticamente hostil por parte de los prestamistas debera llevar al rechazo de la deuda. Las posibilidades de evasin de impuestos deberan desaparecer y se debera castigar a las corporaciones que encarezcan los productos via transferencia de precios. Los sectores estratgicos de la economa deberan socializarse y pagarse con bonos a largo plazo con pagos diferidos para recapitalizar y modernizar las empresas. La gestin econmica del estado debera modernizarse para aumentar su pericia y su capacidad para la administracin econmica y elevar su eficiencia en detectar evasin de impuestos, regulando la salud y las condiciones laborales. Debera profundizarse la produccin para la sustitucin de importaciones y acompaarse por el desarrollo continuado de la educacin en solidaridad poltica e innovacin tecnolgica. Los mercados internos en particular tienen prioridad esencial en la construccin de la nacin. Las polticas del imperialismo y el libre mercado han llevado a la quiebra a la economa campesina y a las industrias provinciales, causando la despoblacin masiva del interior. Para el imperialismo, la "nacin" son los enclaves urbanos y mineros y los centros administrativos que refuerzan la perspectiva del mercado libre y promociona las absorciones extranjeras. La nacin como ente poltico geogrfico es una formalidad vaca. La tarea de un rgimen socialista es recrear la nacin, reconstruyendo los mercados y las unidades productivas del interior de los pases por medio de crditos, redes de transporte que conecten los sectores productivos complementarios de las provincias y la infraestructura social. La seguridad nacional implica la consolidacin de la construccin de la nacin y de la base social popular del rgimen. Elevar el nivel nutricional de la poblacin requiere un compromiso importante en inversiones para la autosuficiencia alimentaria. Esto exige la promocin de productores locales mediante cooperativas de productores y empresas familiares. La produccin local de bienes de
59

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

consumo populares tiene un efecto de multiplicacin que lleva a extender la reproduccin y a un mercado interno vibrante. La eficiencia de la produccin socializada, la distribucin, el transporte, las telecomunicaciones y las TI debera medirse por el grado en que estimula el crecimiento del ingreso, la produccin y el estndar de vida para la economa social; la disminucin de los ingresos del estado puede llevar a dficits empresariales, pero a excedentes sociales - en trminos de estndares de vida generales y la expansin de la red productiva en las economas provinciales. El clculo de los beneficios sociales es la forma ms adecuada de medir la eficiencia de la economa socialista.

POLTICA CULTURAL POST-IMPERIAL


Mientras exista una esfera distinta de poltica cultural, su significado puede entenderse y representarse mejor dentro de una matriz econmica, poltica y social mayor. Dada la importancia estratgica de consolidar la base social popular, durante el perodo transicional el rgimen socialista debera priorizar la educacin bsica en alfabetismo incluyendo formacin informtica, formacin tcnica, anlisis crtico de clase y reconocimiento de las contribuciones del arte clsico occidental y no occidental. La esfera cultural debera involucrarse en la promocin de expresiones culturales nacionales innovadoras, la participacin popular en creaciones artsticas as como nuevas sntesis de formas de arte cosmopolitas y locales. La poltica debera dirigirse a maximizar la participacin popular a expensas de los promocionados y sobrevaluados espectculos comerciales de las millonarias supuestas superestrellas Euro-Americanas. La poltica cultural debera dirigirse hacia el redescubrimiento desde abajo de la historia y las relaciones de clase contemporneas. Realismo crtico y expresiones romnticas que se construyen desde el recuento imaginativo de las realidades sociales y los deseos personales. Bsicamente el estado debera participar de un debate pblico sin coercin con adversarios artsticos y apologistas de los intereses del imperio. A travs de trabajos de arte imaginativos y argumentos razonados, los regmenes culturales pos imperiales deberan promocionar valores de solidaridad, las crticas de los beneficios antisociales y la exploracin individual de la dimensin socio psicolgica de los problemas personales. La honesta presentacin de los problemas universales de la mortalidad, el amor, la muerte, el envejecimiento, los fracasos y xitos. El estado debera subsidiar las artes - en sus expresiones alta, baja y media que entretiene y educa. Si bien los intelectuales, las figuras deportivas y los artistas muy formados pero oportunistas deberan poder emigrar libremente a mercados ms rentables, deberan retribuir a la clase trabajadora y a los campesinos por los gastos de su educacin y formacin, ya sea mediante tiempo de trabajo o pagos directos. Los precios de entrada a los espectculos deportivos y los eventos artsticos deberan establecerse de forma que sean accesibles a todos los trabajadores. Los salarios de los actores profesionales deberan concordar con los de los profesionales o los trabajadores altamente cualificados. No deberan ser parte de una elite privatizada. Las instalaciones culturales deberan ser pblicas y estar ampliamente disponibles: casas de campo y mansiones de la playa deberan socializarse y estar disponibles para las vacaciones de las familias trabajadoras. Finalmente, la revolucin cultural promover la auto realizacin a travs de trabajos culturales de estilo experimental y clsico. Como conclusin, el socialismo puede comenzar a resolver el problema bsico de la existencia material, acabando con el saqueo. Podra tambin proporcionar las bases para confrontar las tragedias y los triunfos de las relaciones personales y las necesidades emocionales. El socialismo no resolver estos problemas muy bsicos, que
60

http://Rebeliones.4shared.com

Neoliberalismo y sus engaos Compilacin de escritos de James Petras

persistirn. Pero el camino estar abierto al debate sobre la naturaleza de las pasiones humanas y los dilemas insolubles de la vida diaria. Las cuestiones de ciencia, tecnologa, sus usos y abusos, los sentimientos religiosos estarn todos abiertos al debate, dentro de los parmetros de nuestra democracia participatoria igualitaria, fuera de su uso instrumental para aumentar el poder imperial.

http://www.scribd.com/people/view/3502992-jorge

61

http://Rebeliones.4shared.com

También podría gustarte