Pueblo de Leyenda #2
Pueblo de Leyenda #2
Pueblo de Leyenda #2
Portada
Fotografías de “Las Mózoras” de la escuela
Es una publicación del La Paz, catedral de Trinidad, imagen de la
Taller de Ediciones Santísima Trinidad, niñita Silvana Céspedes
Zabal@ et al Paniagua, ingreso, en andas, de la imagen de
la Virgen de Loreto a la catedral de Trinidad.
Wálter Zabala Escóbar
EDITOR Editorial
Fe y Folclore
c. Bibosi Nº 43 (final 9 de Abril), zona
El Carmen, Telf. 4620943, Correo Historia.
Electrónico: walterzabala@hotmail.es Parte II: Breves biografías de Padres
Trinidad, Beni, Bolivia Conversores, extractado de “Los Misioneros
Jesuitas de Mojos”, de Javier Baptista, S.J.
La presente edición
terminó de digitalizarse el día Sociología.
14 de junio de 2009 Movilización del capital social y cultural
de los puebleros mojeños en Trinidad
La opinión y expresión artística y de Daniel Bogado Egüez
obras de la presente publicación son
de absoluta responsabilidad de los
autores Noticias.
Sociedad de Estudios Geográficos e
Históricos del Beni, realizan Ciclo de
Reflexión de la fecha Conferencias sobre el Aporte Beniano a la
Contienda del Chaco.
“En la actualidad, el ali-
neamiento de las civilizaciones Conferencia
del mundo es diferente. La Por el amor a la Patria
humanidad se dirige cada vez de Froilán Justiniano Pinto
más deprisa hacia una
estructura de poder totalmente Noticias.
distinta que creará un mundo Sociedad de Escritores de Bolivia,
dividido no en dos sino en tres realizan su VI Congreso Nacional Ordinario.
civilizaciones separadas, en
contraste y competencia: la Fotografías.
primera, simbolizada por la Chope Piesta, Santísima Trinidad,
azada, la segunda por la tomadas en la Entrada Folclórica Estudiantil
cadena de montaje y la por Wálter Zabala Escóbar
tercera, por el ordenador.”
Algo sobre nosotros.
Alvin y Heidi Toffler, Mensajes y reportes recibidos.
en “Las Guerras del Futuro” Gracias, muchas gracias
2
Editorial
Los pueblos son lo que viven, y el pueblo trinitario es un pueblo sencillo y sin
complejos, auténtico y espontáneo, porque así vive, un tanto al margen de los
problemas de la globalización y sin tener una idea clara de las olas de los
Toffler.
Aunque nunca estuvo en las misiones de Mojos, Eguiluz escribió una relación sobre ellas,
que envió al P. General Tirso González en diciembre de 1696 . Eguiluz narra
extensamente las primeras exploraciones y la fundación de cada uno de los pueblos:
Loreto, Trinidad, S. Ignacio, S. Francisco Javier, S. José, S. Francisco de Borja, y los
inicios de la evangelización de los chiquitanos, por el P. Juan de Montenegro.
Menciona el número de bautizos, trata del aprendizaje de idiomas por parte de los
misioneros, pero dice muy poco de la organización social y de la enseñanza de oficios a
los indígenas.
Basada en las cartas de los misi oneros, y principalmente para la primera parte, en la del P.
Antonio de Orellana, del 18 de febrero de 1687, dirigida al Provincial Martín de Jáuregui,
la Relación de Eguiluz es una de las fuentes más importantes para el conocimiento de la
labor de la Compañía en esas reducciones, que a los 22 años de su fundación contaban
con 19.760 habitantes.
Llegados al primer pueblo de Raches, éstos les aconsejaron no continuar viaje por causa
de las lluvias y esperar hasta el mes de agosto. Volvieron a Loreto 76 mojeños con una
4
carta de Castillo al Superior P. Marbán, del 5 de mayo, en la que le comunicaba su
decisión de proseguir adelante con los otros cuatro mojeños. Habiendo regresado también
éstos a Loreto, Castillo siguió su camino con un Rache, calculando que faltaban sólo 10
días para llegar a Cochabamba, a donde no llegó, ni se tuvo más noticias de él.
Cuando se habló de fundar misiones en Mojos, B arace fue del parecer de hacer un nuevo
intento de abrir misiones entre los chiriguanos, por encontrarse más cerca de Santa Cruz.
Se convenció de que no era fácil reunirlos en pueblos, por su vida semi nómada y su
actitud hostil a los españoles. Opinó “ que no había llegado aún la hora de los
chiriguanos”. Fue luego designado para la fundación de la Misión de Mojos. En junio de
1675 partió de Santa Cruz de la Sierra con el P. Pedro Marbán y el H. José del Castillo.
En 1682, con 600 mojeños, los tres fundaron Loreto, la primera reducción de las Misiones
de Mojos.
En un penoso viaje de casi dos meses de duración, Barace llevó ganado vacuno a Mojos
desde Santa Cruz. Sólo una parte mínima llegó a destino, pero constituyó la base de
sustentación de las misiones. En 1686 fundó la reducción de Trinidad, actual capital del
departamento del Beni.
Desempeñó los oficios de enfermero, albañil, tejedor y alfarero. Enseñó música y fue
compositor. Explorador infatigable, abrió caminos e hizo los primeros contactos con
numerosas tribus. En uno de sus viajes de reconocimiento, el 16 de septiembre de 1702,
fue sorprendido por un grupo de Baures, quienes le dieron muerte a flechazos y golpes de
macana.
5
El Superior de la Misión P. Antonio de Orellana, escribió su biografía, que se publicó en
Lima (1704) y Madrid (1711).
Barace escribió una relación sobre las misiones de Mojos y varias obras en lengua
mojeña: gramática, vocabulario, confesionario, catecismo y cancionero. Varios lugares en
el departamento del Beni llevan su nombre.
6
Presenta el sector: Sociología Amazónica
El estudio de caso se realizó en el barrio del Cabi ldo Indigenal y en la Zona del Mercado
Campesino (Plataforma y 18 de agosto).
Se denomina puebleros, en el sentido que los trinitarios conciben a Trinidad como su pueblo
(fundado por indígenas en la época colonial) y no aceptan la categoría de emigrantes.
Además, en el campo cuando alguien viene a la ciudad dicen “está de pueblero”.
Uno de los primeros hallazgos fue constatar que los mojeños disponen de poco capital
económico, pero de mucho capital social 2 y cultural expresado en el tejido de relacione s que
mantienen tanto de parientes como de amigos(as) que facilitan su inserción al mundo urbano
y mundo laboral en Trinidad. Así mismo, la presencia del Cabildo Indigenal consolida los
lazos de parentesco y reafirmación sociocultural de los mojeños trinit arios.
Las concepciones más conocidas del capital social han surgido del enfoque de James
Coleman (1990; 1998), Robert Putnam (1993; 1995; 2000) y Bordieu (2000). En nuestro
trabajo seguimos la línea de Bordieu que define al capital social como:
1
Licenciado en Filosofía, Master en Ciencias Sociales mención Antropología. Trabaja con pueblos
indígenas de tierras bajas por más de 15 años. Se desempeña como docente investigador de la UAB.
2
El capital social en términos económicos y administrativos s e refiere al monto de dinero que
invierte y dispone una empresa. En Ciencias Sociales se refiere a las redes sociales que dispone una
persona o grupo.
7
reconocimientos mutuos más o menos institucionalizado, esto es, la suma de los capitales
y poderes que semejante red permite movilizar ” ( Bordieu 2000:148)
También los mojeños movilizan el capital cultural que según Bordieu, existe bajo tres formas,
en estado incorporado, objetivado e institucionalizado :
En estado objetivado son los libros, cuadros, máquinas y otros medios culturales y
poseen un poder negociable en el mercado cultural.
En estado institucionalizado 3 como son los títulos escolares, universitarios, maestrías,
doctorados que legitiman el bien cultural.
Los puebleros mojeños, movilizan el capital cultural en estado incorporado a través del
uso del idioma tanto nativo como del castellano (bilingüismo). El uso del idioma nativo
les permite accionar mecanismos de solidaridad dentro el grupo indígena. Por su parte, el
uso del idioma castellano, les permite desenvolverse con mayor f acilidad en el ámbito
urbano y posibilita el acceso a trabajos y servicios que ofrecen las instituciones. Así
mismo algunos puebleros mojeños se desenvuelven como profesores de lengua nativa en
colegios y Universidad Autónoma del Beni (U.A.B) 4. Como el caso de Pedro Fabricano,
Eulogio Ibáñez, Jerónimo Tamo y Basilio Nolvany donde estas personas gozan de cierto
prestigio y son reconocidos por su “saber”.
En el Cabildo Indigenal destaca la figura del músico don Francisco Guaji persona muy
requerida para amenizar las fiestas religiosas, velorios y cumpleaños. También gozan de
prestigio ancianos como don Aquino Noe, Lorenzo Vare, los cuales y aunque no viven en
la zona del Cabildo son personas reconocidas por su condición de ex corregidores y a
quienes acuden las personas del Cabildo para recibir consejos y ori entaciones en
diferentes oportunidades. Incluso cuando hubo el conflicto generacional por la reelección
del Corregidor el 2001, las mamitas abadesas realizaban las fiestas religiosas en la casa de
don Lorenzo Vare conocido por todos (as) como Tata Lorenzo.
En este sentido, los líderes religiosos poseen el capital cultural incorporado a través de un
saber acumulado, es decir son los depositarios de elementos culturales del grupo indígena.
Por poseer dichos conocimientos obtienen un reconocimiento por el Ca bildo Indigenal y
por la gente apegada al Cabildo Indigenal.
Al respecto don Francisco Guaji decía: “yo soy de la parcialidad de los musicantes, yo
aprendí a tocar violín con mi tío, el me enseñó todo lo que sé. Ahora yo soy el Maestro de
Capilla del Cabildo de Trinidad y tengo que preparar siempre las fiestas, ensayar con
mis músicos, es por eso que la gente me viene a buscar para tocar en los velorios o para
algún cumpleaños, siempre tengo invitación para esos acontecimientos ” (Entrevista con
don Francisco Guaji, Trinidad febrero del 2001
3
Las negrillas son nuestras.
4
Este es el caso del Ing. Eulogio Ibañez y el Dr. Pedro Fabricano ambos m ojeños trinitarios,
profesores de lengua nativa en las carreras de Ciencias de la Educación y Turismo de la U.A.B.
8
Entre los migrantes mojeños son pocas personas que movilizan el capital cultural en estado
objetivado; así mismo existe un número reducido de jóvenes con títulos académicos tanto de
institutos como universitarios (estado institucionalizado).
Un elemento importante en la vivencia de los mojeños tanto en el ámbito rural como urbano
son las fiestas. Las fiestas religiosas cobran un sentido bidimensional, pues por una parte se
afianza la solidaridad étnica del grupo mojeño en el ámbito urbano y por otra parte ayuda en
el proceso de cohesion étnica cultural. En este sentido las fiestas en el Cabildo indigenal
tienen mayor relevancia que las fiestas que celebran en los otros barrios, d onde se da más
importancia al prestigio y ascenso social de quien la organiza, que buscar el afianzamiento
étnico en el contexto urbano, justamente porque está ausente el carácter religioso que invade
en las fiestas del Cabildo. Así mismo, las bebidas que se ingieren en las fiestas son diferentes
de una zona a otra, pues mientras que en el Cabildo se sigue invitando chicha, donde la
persona de más prestigio es el maripero 5 y bailan al son de la bombilla, en la zona del
Mercado Campesino alegran las fiestas con equipos de música moderna y consumen alcohol
y singani donde frecuentemente las fiestas terminan en peleas callejeras por el efecto de estas
bebidas.
Solidaridad y Reciprocidad
La solidaridad y reciprocidad son valores importantes que se rescata en las fiestas que
organiza el Cabildo, pues una parte, los aportes para la fiesta se dan en productos que
vienen de algunas comunidades rurales y la otra parte del aporte voluntario de los
miembros del Cabildo. Esto lo confirma Lehm, et al (2002: 172): “...una parte del aporte
para las fiestas viene en productos y recursos naturales de algunas comunidades rurales
donde viven algunas autoridades del Cabildo, la otra parte proviene del aporte
monetario y en trabajo de la mayoría de los habitantes de la zona del Cabildo (Flujo de
Productos, 1999).
A estas familias recurren normalmente los recién llegados (adultos por supuesto) de la
región del Mamoré, San Francisco y San Lorenzo. Siguiendo a Grannovetter 6, se podría
decir que en la zona del Cabildo se manif iestan los “vínculos fuertes” pues es una especie
de “comunidad en la ciudad” donde los individuos se han concentrado y realizan
actividades en base al Cabildo indigenal que funciona como el elemento articulador de la
vida social y cultural de los mojeños tanto en el ámbito urbano como en el ámbito rural.
En cambio para la inserción laboral acuden a los vínculos débiles en el sentido que le da
Granovetter (1995).
5
Maripero es la persona que sirve la chicha en los vasos con un maripi, especie de cucharón hecho
de calabaza larga con un solo agujero en la parte superior de la calabaza.
6
Grannovetter caracteriza a las redes en dos líneas, los vínculos débiles y los vínculos fuertes. Los
vínculos débiles es la relación con “conocidos” antes que con los familiares o amigos íntimos. Los
vínculos fuertes están asociados a la noción de “comunidad protegida”. Este autor sostiene que con
los conocidos, gente con la que se tiene contactos esporádicos, son determinantes para el acceso a
nuevas oportunidades de empleo (Granovetter, 1995 en Burgos,2001:49)
7
El “banquete” puede ser un desayuno, almuerzo o cena donde el Cabildo ofrece a los niños,
ancianos, viudas reproduciendo así la enseñanza de Jesús y la práctica de la solidaridad con los
desamparados.
9
ancianas llamadas “abadesas”, ancianos apóstoles, niños y niñas huérfanas que tienen su
banquete en fechas diferentes del año según las festividades. Por otra parte, en la zona de
Plataforma y sobre todo en la Junta 18 de Agosto las redes sociales se manifiestan a
través de lo que podríamos llamar “vínculos débiles” sobre todo en el aspecto laboral
pues los puebleros tienen que conseguir trabajo fuera del barrio a través de amigos o
conocidos que no viven en el barrio. “... En este sentido, el acceso a los vínculos débiles
puede convertirse en un elemento clave de los procesos de integración social debido a su
potencial para abrir accesos a un rango más amplio de recursos (inserción laboral,
resolución de un problema familiar) ” (Burgos:2001:49). Frecuentemente la inserción
laboral de los puebleros mojeños depende más de personas que no están ligadas al núcleo
familiar y de amigos que de la propia familia. Este dato sale a relucir cuando preguntamos
¿quién le ayudó a encontrar su primer trabajo? La mayoría contestó que lo h izo por
cuenta propia y en segundo lugar aparece que los amigos o compañeros de cuartel le
ayudaron. También esto se debe a que los puebleros nuevos no han logrado acumular un
capital económico que les permita instalar algún taller que genere fuentes de tr abajo tanto
para sus familiares o paisanos. 8
Como se ha observado en este trabajo tanto los puebleros nuevos, intermedios y antiguos
movilizan el capital social, pues con frecuencia acuden a algún familiar, un amigo,
padrino o institución a solicitar algún “favor”, pero este favor está enmarcado en normas
de reciprocidad y las redes cívicas (Putnan 1993:173). Entre los mojeños, las normas de
solidaridad y reciprocidad se establecen a través de redes de parentesco cons anguíneo o
parentesco ficticio como el padrinazgo y compadrazgo en el ámbito rural y estas
relaciones las movilizan en el ámbito urbano a través de los vecinos. Si bien los puebleros
acuden en primera instancia a los parientes consanguíneos para pedir aloj amiento, es
porque subyacen los elementos de la solidaridad y reciprocidad que se movilizan en el
ámbito rural y lo reproducen en el ámbito urbano.
8
En la investigación de tesis sobre las estrategias laboral es de emigrantes a la ciudad de
Cochabamba Freddy Villagomez (2001) sostiene que los emigrantes acuden por trabajo donde sus
parientes y paisanos.
10
Pero también puede ocurrir lo contrario, si las relaciones en el campo no han sido
satisfactorias, los puebleros mojeños no buscaran a estas personas en la ciudad por mas
que pasen necesidades. Muchas personas decían “prefiero pasar hambre antes que
recurrir a ellos”. Por el contrario también con frecuencia se escucha decir “ prefiero
pedirle favor a ese comerciante que dicen que es pícaro pero que es servicial” (Don José,
barrio Plataforma).
En este sentido, las redes sociales necesitan estar en constante práctica, retroalimentarse
para seguir vigentes y ajustarse a ciertas normas d e reciprocidad, de intercambio, de
favores, de dones. La solidaridad entre los mojeños responde a prescripciones religiosas,
aunque en el ámbito urbano no se practica de la misma manera, pues la ciudad los vuelve
algo “mezquinos”, más “egoístas” (don José, barrio Plataforma, 12-01-01).
Así mismo, la movilización del capital social está enmarcada en elementos y atributos
tales como la confianza, y sobre todo en el espíritu servicial, que posean los que ofrecen
los servicios. Si una persona que ya vive en Tr inidad no es servicial, por más que sea su
pariente de primer grado los puebleros no acuden a ella. Pero al acudir a una persona o
familia que saben son serviciales tienen la plena certeza que recibirán ayuda. Este grado
de confianza es el lubricante de las redes sociales entre los puebleros mojeños. Juega
también un papel importante la fusión de las relaciones de parentesco con los parientes
ficticios, pues muchas familias que son parientes en primer o segundo grado son también
compadres o padrinos, de es ta manera hay una complementariedad en los servicios y son
referentes de mayor garantía en caso de acudir a prestar un bien o servicio. En este
sentido, podemos decir que el capital social que movilizan los puebleros mojeños está
mediado por relaciones de solidaridad.
11
Este tipo de redes para Rodr íguez (1995) “permite a los actores proporcionar seguridad,
bienes o servicios en un intercambio recíproco de favores entre individuos que se
consideren en el mismo nivel social. El intercambio es más flexible cu ando más cercanos
sean los vínculos y no se limita al aspecto material; cada transacción es computada
sobre todo como ayuda o favor recibido, reforzando así un vínculo” (Rodríguez 1995 en
Burgos 2001:51)
No ocurre así cuando acuden a un carayana, la actitud es diferente pues ellos saben que
las relaciones son verticales y por tanto dependerá del estado de ánimo del carayana p ara
que le preste algún servicio. Al acudir a un desconocido las posibilidades de recibir
respuestas son inciertas y los puebleros están con esa duda si podrán o no salir del
“problema”. Además la actitud y la forma en que solicitan un favor a estas perso nas está
circunscrita en relaciones de poder donde el carayana sacará más ventajas de esta relación
que la solución del problema del inmigrante. Pues no olvidemos que en el Beni aun
persiste la mentalidad y la práctica del enganche y habilito, y se manifie sta en los
“adelantos”, “préstamos” donde el inmigrante se compromete a devolver ese favor con
trabajo sea este en la ciudad o en el campo.
Pero también se da este tipo de relación con carayanas que viven en la ciudad y
comerciantes carayanas que van al campo, pero a diferencia de las primeras, los
comerciantes son personas conocidas por los puebleros, es decir existe un vínculo de
amistad un cierto tipo de conexión, pues la conectividad es una de las propiedades básicas
de las redes sociales. Pero los g rados de vinculaciones y relaciones sociales con agentes
externos que depende más del individuo que de la colectividad.
Entre los puebleros mojeños hay personas más “conocidas” que otros y por tanto tienen
mayores oportunidades de conseguir bienes y servicios. Estas personas poseen algunos
atributos (capital cultural) como los músicos, caso de don Panchito Guaji: los líderes
religiosos como don Lorenzo Vare y los dirigentes indígenas como don Ernesto Noe.
Sin embargo en la mayoría de los dirigentes indígenas este cúmulo de relaciones duró
mientras duró su gestión en las organizaciones. Son muchos los casos de ex dirigentes
mojeños que después de terminar su gestió n se han visto en serias dificultades
económicas, algunos hasta se han divorciado pues la situación económica se tornó
insostenible y han tenido que acogerse a sus oficios tradicionales (chacarismo) o
contratarse como cargadores, contratistas y una serie de trabajos que les permitiese por
lo menos sobrevivir.
Sin embargo en el caso de don Ernesto Noe recibe vínculos y también los emite, en
cambio otros dirigentes han recibido vínculos pero no han logrado emitir, “... pues una
estructura recíproca se basa en el intercambio de comunicación entre actores sean estas
a distancias cortas o largas y las mantienen de manera horizontal y más o menos
12
permanente...” (Burgos, Ibid). Las comunicaciones a distancia corta son aquellas que
tendrán conexiones más fuer tes y menos propensas al rompimiento. En cambio las
relaciones basadas en una distancia larga están sujetas al rompimiento en cualquier
momento.
Tal parece que la comunicación en las relaciones de los dirigentes son a distancia larga,
pues los vínculos se van desligando a medida que se va debilitando el poder, por el
contrario los dirigentes que tengan mayores vínculos y los fortalezcan con periodicidad
tendrán mayores oportunidades y podrán contar con alguien durante el ejercicio del poder
y fuera de él. Al respecto Burgos (2001) dice: “Los actores que son capaces de alcanzar
a otros actores a menor distancia, y que están al alcance de otros actores poseen
posiciones más favorables. Esta ventaja estructural puede ser traducida a poder.”
(Burgos, 2001:55).
Estos mismos elementos son válidos para todos los individuos o colectividades que se
manejen en este tipo de redes sociales. En el caso de los puebleros mojeños llamados “de
base” al no contar con muchos vínculos externos sus posibilidades serán menor es de
acceder a bienes y servicios, de ahí que su situación económica también será deficitaria y
tanto él como su familia estarán siempre en situación de “emergencia” frente a las
exigencias que implica vivir en una ciudad (salud, educación, alimentación , servicios
básicos, vestimenta y recreación).
Los mojeños que viven en la zona del Cabildo, a través de las fiestas religiosas, sus
manifestaciones culturales se sienten diferentes, se sienten otros. La categoría del “otro 9”
puede permitirnos fundamentar un nuevo tipo de relación con otros actores sociales de la
región, en contraposición del concepto “indio” como usualmente llaman los carayanas
a los indígenas. En este sentido el concepto del “otro” surge en sentido contrapuesto
como lo “diferente”, pero diferente co n dignidad en sentido de autodenominación y
adscripción al grupo mojeño como decía un mojeño hace algunos años atrás: “ a mi no me
interesa que digan que soy o no soy mojeño, lo importante es que yo me siento mojeño ”
(Domingo Matareco, San José del Cabitu 1995) En este sentido los mojeños son el “otro”
por cuanto su historia es una historia de opresión, de exclusión de negación ontológica
por parte de los otros.
9
. La categoría del otro es sinónimo de “diferente”
13
concepción del otro. Para Enrique Dussel (1977) el otro es Ameríca Latina con respecto a
la totalidad europea, pero es ante todo ALTERIDAD, el otro se revela como el pobre, el
oprimido, el que muestra su rostro sufriente pero desafiante que busca su libertad en el
reconocimiento de su alteridad. Levinás (1977) identifica al “otro” como el huérfano, la
viuda y el extranjero, es experiencia, es un a persona concreta que ante todo, se descubre
en la expresión “no matarás” (relación ética en la experiencia diaria).,
Para el Lingüista Tzvetan Todorov (1980) la categoría del otro aplica a los indios
conquistados por la corona española. Por su parte T hierry Saignes (1976) aplica el
concepto del “otro” para referirse a los indios de tierras bajas en este sentido, también
trabajamos esta categoría con los chimanes Bogado (1989) y hoy lo retomamos con los
mojeños porque consideramos que es una categ oría que nos permite construir un nuevo
discurso en las relaciones de poder entre mojeños y carayanas.
El problema entonces no está en los puebleros indígenas, sino que está en nosotros los
carayanas, el problema está en los encargados de la administració n pública que no han
logrado diseñar, ni insertar proyectos sociales que permita vivir con dignidad a la gran
mayoría que vive en barrios marginales. Así mismo mantenemos y reproducimos el
colonialismo interno, pues nos cuesta reconocer al indígena tal co mo es, con una cultura
diferente, pues nos cuesta despojarnos de prejuicios raciales e ir al encuentro dialógico
con el “otro”. Mientras mantengamos los esquemas mentales de dominación, de desprecio
y marginalidad del “otro” será imposible construir una s ociedad diferente, justa y
solidaria. Entonces la base de un proyecto social con estas características debe insertarse
en la dialéctica del reconocimiento de la otredad. Bolivia sufre un doble proceso de
negación étnica al exterior y al interior. Esta úl tima se convierte en el conflicto de larga
data. El problema étnico se lo maneja aún en sentido racial, poniendo en desventaja al
indígena que es negado y excluido de la administración pública y por eso debe vivir allá
14
rezagado al margen del camino, considerado ciudadano de segunda clase, vive al margen
de los bienes y servicios que otorga el Estado a los ciudadanos de primera clase. Entonces
nos hacemos la pregunta ¿será que con estas características étnicas logremos construir un
modelo de desarrollo para todos los bolivianos? Calderón (1998) sostiene que toda
transformación productiva con equidad deben impulsarse mediante un amplio consenso
de agentes y en un escenario democrático.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta la educación escolar que poseen los mojeños y
fortalecerla pues el capital humano es un factor importante para mejorar la calidad de
vida y disminuir los grados de pobreza en el que están inmersos los marginados de
Bolivia en general y del Beni en particular. Entonces, así como los mojeños movilizan
mayormente el capital social y cultural, y en menor proporción el capital económico
para subsistir en Trinidad, las políticas públicas deben tender a fomentar el capital
humano en los indígenas mojeños, entendido este capital como la capacidad productiva
del individuo incrementada por factores como la educación. Sin embargo, la educación es
condición indispensable pero no suficiente para salir de la pobreza, puesto que la
educación es un proceso y las necesidades básicas, la v ivienda, el trabajo son prioridades
que deben ser tomadas en cuenta ahora.
Concluimos diciendo, ¡Ahí están los puebleros mojeños!, regresaron a Trinidad el pueblo
de sus antepasados no habían muerto ni desaparecido como vaticinó Gabriel René
Moreno (1973) cuando dijo “pongámonos de pie para dar el ultimo adiós a este pueblo
valeroso”. Hoy regresan pero ya no pueden ocupar el centro de la ciudad de Trinidad; se
han asentado en zonas como el Cabildo Indigenal, Plataforma, 18 de Agosto, Nueva
Trinidad, las brisas, Villa Corina, Villa Vecinal, Nueva Magdalena, allá donde se pisa
barro en tiempo de agua y donde la inseguridad alimentaria es su pan de cada día, allá
donde lo único que aumenta son las enfermedades y la pobreza. Pero también desde allá,
desde la marginalidad, en medio de esa crisis, surge la voz de un pueblo milenario
herederos del Gran Paititi que con voz imponente, como el machetero, interpela y nos
dice: Aquí estamos, hemos vuelto también nosotros somos trinitarios y como tal
exigimos respeto.
BIBLIOGRAFÍA
BOGADO Egüez Daniel,
1989 “Chimanes y Carayanas: Relaciones de Alteridad?”, Tesis para optar el título de licenciatura
en Filosofía, Universidad Católica Cochabamba,
2008 Etnicidad Migración y Pobreza: Estudio de caso de puebleros mojeñ os en Trinidad.
Tesis de maestría para optar el título de Master en Ciencias Sociales mención Antropología,
Universidad de la Cordillera, La Paz
BORDIEU, Pierre
1995 Respuestas por una antropología reflexiva, Grijalvo, México.
1998 Capital cultural, escuela y espacio social, SIGLO XXI, México
2000 Poder, Derecho y Clases Sociales, Editorial Desclée de Brouwer, Bilbao, España
15
BURGOS Maria Elena,
2001 Redes sociales: conceptos y métodos de análisis, PIEB, Revista Tinkazos, No. 9, junio
CALDERON, Fernando
1988 Búsquedas y bloqueos. Interpelaciones sociológicas a la realidad boliviana. Centro de
Estudios de la Realidad Económica y social.
CALDERON, Fernando, ZMUKLER Alicia
1998 La política en las calles, La Paz
COLEMAN, James
1990 “Social Capital”, in foundations of Social Theory, Cambridge: Harvard University Press, pp.
301-321
DUSSEL, Enrique,
1977 Filosofía Ética Latinoamericana. Accesos hacia una filosofía de la liberación. 6/ II. Ed.
Edicol, México,
17
Froilán Justiniano Pinto
POR EL AMOR A LA PATRIA
Es realmente para mi un honor y doy gracias a DIOS el poder estar presente en esta
conferencia en representación de mis camaradas de armas que aun están vivos y por
aquellos que por el peso de los años se nos adel antaron a la mansión del olvido, pero
fundamentalmente por aquellos que dieron sus vidas en la defensa de la patria y se
quedaron en las candentes arenas y chaparrales del Chaco.
Haciendo recuerdo de mi juventud allá por los años 30, cuando tuve 19 años me fui a
prestar el servicio militar junto con mi hermano Antonio que tenia 18 años, nuestro
servicio militar lo hicimos en el Chapare, tumbando montes para hacer caminos para
llegar de esa región a Cochabamba , los primeros meses los compartí con los din amiteros
haciendo volar parte de los cerros para hacer la sendas, luego sacar madera para hacer
galpones para el campamento de los que realizarían un puente colgante sobre el Río San
Antonio para pasar por SALSIPUEDES para poder llegar a Cochabamba; el 6 d e agosto
del 1931 en el cuartel, como era costumbre, todos los años se realizaba el sorteo entre
todos los soldados del cuartel en el cual salí sorteado, me entregaron la libreta de servicio
militar, cuatro día después de planear con mi hermano mi regreso a Trinidad, mi hermano
Antonio se quedó a cumplir los dos años de servicio militar y luego viajó con el
regimiento Padilla de Zapadores a la Zona de Operaciones donde falleció.
En el transcurso de esos día ya se notaba enfermedades entre los compañeros la más grave
era la disentería, y la viruela, no recuerdo cuanto días estuvimos, luego nos alistamos para
seguir a Buena Vista, Montero y Warnes. En Warnes nos quedamos 15 días en espera
de que transporten hasta Santa Cruz, querían que continuemos a pie, pero nosotros
mantuvimos el pedido de que sea en camión ya que el caminar en la arena lo hacíamos
descalzos porque las botas se llenaban de arena , hasta que llegó la columna de camiones
para transportarnos hasta la ciudad de Santa Cruz. Fuimos bien recibi dos, nos alojaron por
El Arenal, habíamos varios enfermos de disentería, yo caí enfermo, estuve muy mal, de
apenas, por suerte había hecho amistad con una mujercita de unos 18 a 20 años muy
cariñosa y bonita, ella se preocupó de curarme con remedios casero s, almidón tostado,
cáscara de naranja, canela y otros ingredientes, así también sus locritos de gallina, de esa
forma recuperé rápidamente.
El recorrido de los contingentes benianos desde que salimos de Trinidad hasta las líneas
de operaciones fue muy dura por falta de caminos, podríamos decir que casi el recorrido
lo hicimos a rumbo y por referencias de algunos pobladores, pero el valor y la entereza
19
del beniano seguimos adelante para cumplir con nuestra sagrada misión de boliviano la
defensa del territorio patrio.
Nos llevaron al lugar de entrenamiento, estuvimos un solo día, luego nos regresaron a
Villa Montes y nos equiparon, nos dieron armas, y todo el equipo que portába mos en la
guerra, luego nos trasladamos al Fortín Ballivián con un panorama muy bonito , en la
banda las argentinas se paseaban, nosotros las saludábamos, nos mandaban besos, pero
lamentablemente no podíamos cruzar.
Llega el armisticio y después la desmovilización, otra odisea para el retorno a su tie rra del
soldado beniano, recorrer el mismo camino de retorno o buscar donde quedarse a vivir,
yo, como la mayoría decidí volver a mi terruño como miles de mis compañero benianos,
la desesperación porque no había en qu é seamos transportados a nuestra tierra, en esta
desesperación algunos decidieron hacer callapos de troncos y se lanzaron a la aventura,
por noticias supimos que nunca llegaron a su destino, fueron victimas de caimanes o se
ahogaron por que en los turbiones se deshicieron los callapos.
Al regresar a Trinidad y luego a mi pueblo natal San Javier empezó la otra guerra “El
hambre”, había escasez de alimentos por falta de manos de hombres para el trabajo
agrícola, ya que en estas tierras solo quedaron niños, ancianos y mujeres, el Beni aportó a
la Guerra del Chaco con mayor porcentaje de combatientes de acuerdo a su población, y
no como dijo un mequetrefe colla la ve z pasada, que los benianos no teníamos derecho a
reclamar nada de los beneficios del petróleo y el gas.
Me fui a mi propiedad, “El Tejere”, apenas tenía un machete viejo y hacha, no teníamos
más herramientas, había escase z de semilla de arroz y maíz para la siembra y empezamos
la dura batalla por la supervivencia aliment aria…
Como en mi caso que me tocó vivir, este fue el aporte de miles de hombres beniano s a la
contienda del Chaco y también de muchas mujeres benianas que prestaron servicio como
enfermeras en los centros médicos militares.
Después del armisticio del 14 de junio del 1935, unos de los términos en la conclusión de
la guerra “sin vencedores ni vencidos” pero nuestra patria tuvo una gran pérdida
territorial, pasada la guerra se encarga a la Argentina conformar una comisión
demarcadora de límites, pese a que este país supuestamente era neutral, apoyó
económicamente y logísticamente a Paraguay.
El mes pasado en la firma del documento final de demarcación de límites con el Paraguay
ente los presidentes Morales y Lugo, sus declaraciones de nuestro Presidente Morales y el
Canciller Choquehuanca más fueron alegoría al acto f irmado al calor político del
momento, tal ves lo hicieron por demagogia o por desconocimiento de la historia del
soldado boliviano que participó en la contienda, este ejercito compuestos por collas,
cambas y chapacos que dio inicio al despertar po lítico y social de Bolivia.
20
Y los escritores de Bolivia se alistan para su magno evento nacional, su VI Congreso
Ordinario, que se realizará en Trinidad, más propiamente, sobre las aguas de los ríos Ibare
y Mamoré, puesto que el evento se lo efectuará a bordo del barco fluvial “Reina del
Enín”. El Congreso tiene como temario varios puntos en los que sobresalen: La Ley del
Libro, Asuntos Orgánicos Internos, El rol del escritor en la Constitución Política del
Estado, Bicentenarios de las r evoluciones de Chuquisaca y La Paz, y la renovación del
Directorio de la Sociedad de Escritores de Bolivia.
21
22
23
24
25
26
27
28
Algo sobre nosotros
Nos ha llenado de alegría los reportes que hemos recibido de muchas partes de Europa,
América y Bolivia. Gracias, muchas gracias. Seguiremos en nuestra inclinación de
publicar. Nuevamente gracias, muchas gracias.
30