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CONHISREMI, Revista Universitaria Arbitrada de Investigacin y Dilogo Acadmico, Vol. 6, No.2, 2010

Ponencias de la VI Jornada de Investigacin.

CONHISREMI, Revista Universitaria Arbitrada de Investigacin y Dilogo Acadmico, Vol. 6, No.2, 2010

LA GESTIN DEL CAPITAL INTELECTUAL Y SU IMPORTANCIA A NIVEL ORGANIZACIONAL Autor: Mara Daniela Gmez Surez Universidad Simn Bolvar mdgomez@usb.ve RESUMEN Es posible optimizar el uso de los activos intangibles de una organizacin, y as mejorar el resultado de las actividades que sta realiza llevando a cabo una adecuada gestin del capital intelectual, en la cual se consideren conjuntamente sus dimensiones humana, estructural y relacional. La temtica relacionada con la gestin del capital intelectual, tiene sus orgenes en el deseo de los empresarios de contabilizar sus activos intangibles para conocer el verdadero valor de sus empresas en el mercado, pero su utilidad va mucho ms all de eso y, a pesar de la importancia que reviste para una organizacin, es comn encontrar empresas que desconozcan y hasta subestimen su importancia. La dimensin humana del capital intelectual, est representada en lo que muchos conocen como capital humano, que es simplemente una serie de conocimientos, habilidades, talentos, capacidades y personalidades, de los miembros de la organizacin, los cuales deben potenciarse al entrar en contacto con las redes de relaciones formales de cooperacin o de transferencia de conocimiento informal tramadas por los stakeholders de dicha organizacin, en lo que se conoce como capital relacional; si se realiza una adecuada gestin del capital intelectual se deben transformar esos capitales humano y relacional en capital estructural, el cual se debe encargar de hacer explicito el conocimiento tcito de la organizacin, a travs de una infraestructura que ampare la propiedad intelectual, best practice, herramientas, manuales, procedimientos, sistemas, y cultura organizacional. Es por todo lo antes mencionado, que el principal objetivo de esta ponencia es presentar una visin general acerca de la gestin del capital intelectual y su importancia organizacional, no solo como un indicador del valor de la misma, si no como un medio que permita aprovechar los recursos organizacionales, incrementar la transparencia de sus actividades, y maximizar el retorno de la inversin en recursos y tiempo realizada por los stakeholders. Palabras clave: gestin, capital intelectual, capital humano, capital estructural, capital relacional. Introduccin Lo ms probable es que al escuchar el trmino capital intelectual la mayora de las personas tengan una nocin ms o menos clara del mismo, aunque al tratar de definirlo exactamente es posible que no sepan cmo hacerlo o qu se debera considerar en esa definicin; si adems se

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preguntara por su importancia a nivel organizacional o cmo se podra gestionar, es posible que afloraran ms preguntas que respuestas. Pero, cmo no va a ser esto as, si al realizar una revisin bibliogrfica acerca de la temtica relacionada con el capital intelectual es comn encontrar que cada uno de los autores presente su propia apreciacin del trmino. A pesar de que no exista unanimidad a la hora de definir al capital intelectual, si es posible encontrar entre los autores coincidencias acerca de su importancia ya que, como afirman Nevado y Lpez (2.007), el capital intelectual propicia el crecimiento o supervivencia a largo plazo de las organizaciones, por lo que su conocimiento y gestin se convierte en algo fundamental; y es en base a esta afirmacin que se fundamenta la presente ponencia, la cual tiene como principal objetivo presentar una visin general acerca de la gestin del capital intelectual y su importancia a nivel organizacional. Capital intelectual: dimensiones y medicin Antes de mencionar las razones por las cuales la gestin del capital intelectual se considera como relevante en las organizaciones es necesario precisarlo, presentando una de las definiciones ms exactas y sencillas que existen del mismo, l a cual lo estipula como la combinacin de recursos intangibles y actividades que le permiten a una organizacin transformar un paquete de recursos materiales, financieros y humanos en un sistema capaz de crear valor a los stakeholders1 (Comisin Europea, 2.006, pg. 10). Dado su origen contable, tambin puede definirse al capital intelectual como aquellos elementos no tangibles, que dentro de un marco estratgico dado, conducen a la valorizacin de los activos fsicos, incidiendo directamente en el valor agregado de las organizaciones (Lpez, 2.003; citado por Catalano y Palmariello, 2.004, pg. 57). Tras realizar una revisin documental de los mtodos que permiten realizar una medicin del capital intelectual, se puede mencionar como los ms populares:

Balanced Scorecard (Kaplan y Norton, 1.992). Dow Chemical Model (Dow Chemical Company, 1.994). Technology Broker (Brooking, 1.996). Canadian Imperial Bank Model (Saint Onge, 1.996). Western Ontario University Model (Bontis, 1.996).

Los stakeholders son todos aquellos individuos o entes involucrados activamente en proyectos, programas o actividades realizadas por una organizacin..

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Skandia Navigator (Edvinsson y Malone, 1.997). Intangible Assets Monitor (Sveiby, 1.997). Intelect Model (Euroforum, 1.998). Nova Model (Camison, Palacios y Devece, 2.000). Modelo Intellectus (Centro de Conocimiento, 2.003). Modelo de Valoracin del Capital Intelectual (Moon y Kym, 2.006). Capital intelectual y valor intangible (Vergauwen, 2.007).
En general, esos mtodos de medicin y evaluacin del capital intelectual consideran que en las organizaciones existen una serie de aspectos no financieros y activos intangibles que afectan los resultados econmicos de la organizacin, los cuales pueden agruparse en tres dimensiones que comnmente se consideran conforman al capital intelectual: capital humano, capital estructural y capital relacional; esos capitales antes mencionados, son los que contribuyen al xito de las actividades, proyectos y programas de una organizacin y, a final de cuentas, a incrementar el valor de la misma. El capital humano puede definirse, tal como sealan Snchez et al (2.006, pg. 4), como el conocimiento que los recursos humanos pueden llevarse con ellos de la institucin, es decir, son una serie de intangibles que son parte de cada uno de los miembros de la institucin, como son sus conocimientos, habilidades, talentos, capacidades y personalidades, las cuales pueden manifestarse tanto de forma individual como de forma colectiva en la organizacin. Por otra parte, el capital estructural (que se puede denominar tambin capital organizacional), es la infraestructura necesaria para coordinar esfuerzos y convertir el conocimiento en productos (Siegel, 2.004). Esta infraes tructura est conformada bsicamente por los siguientes elementos: conocimientos, propiedad intelectual, best practice, herramientas, manuales, procedimientos, sistemas y cultura organizacional. Su mayor reto es el de hacer explcito el conocimiento tcito de la organizacin. Pero como las organizaciones no son islas, es necesario considerar el valor que se obtiene de las redes de relaciones formales de cooperacin o de transferencia de conocimiento informal con los stakeholders, o sea, el valor de su capital relacional.

Investigacin sobre

la

Sociedad del

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Gestin del capital intelectual La temtica relacionada con la gestin del capital intelectual, tiene sus orgenes en el deseo de los empresarios de contabilizar sus activos intangibles para conocer el verdadero valor de sus empresas en el mercado, pero su utilidad va mucho ms all de eso y, a pesar de la trascendencia que reviste para una organizacin, es comn encontrar empresas que desconozcan y hasta subestimen su importancia, obviando que el conocimiento tenga la forma que sea, es tambin un recurso organizacional que debe ser gestionado. Con la gestin del capital intelectual adems de reconocer los activos intangibles de la organizacin y detectar que actividades e iniciativas estn afectando su desempeo (Marr, 2.008), se debe principalmente transformar a los capitales humano y relacional, en capital estructural til para la organizacin; pero, para lograr eso primero debe ser medido en las tres dimensiones que lo conforman (humana, estructural y relacional) lo cual no es tarea fcil pero si necesaria, ya que su importancia se ve reflejada en la estructura del capital (Pinto, 2.006) de las organizaciones. Los intangibles, como las patentes y derechos de propiedad intelectual (que conforman una pequea parte del capital estructural) s son fcilmente mensurables y por tanto contabilizados como activos de la organizacin, pero para el resto de los intangibles esto no es posible, razn por la que surgen los mtodos antes mencionados. Importancia organizacional de la gestin del capital intelectual Recordando aquella frase que reza lo que no se mide no se gestiona, en algunas organizaciones es posible que surjan inquietudes acerca de cmo gestionar el capital intelectual, sobre todo ante las dificultades que se pueden presentar en la medicin de sus dimensiones, bien sea por la multiplicidad de mtodos e indicadores o porque en la organizacin no se considere posible realizarlo; es por eso que es importante destacar los beneficios que la gestin del capital intelectual brinda cualquier organizacin, los cuales se proceden a enumerar a continuacin:

La prosperidad econmica de toda organizacin descansa en el conocimiento y en su aplicacin til (Teece, 1.998; citado por Alama et al, 2.006), por lo tanto el mismo debe gestionarse. Al conocer los recursos intangibles de una organizacin y el alcance de los mismos, es posible lograr con facilidad los resultados y metas propuestas, o sea,

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se mejora la eficiencia organizativa y se potencia su crecimiento al optimizar los recursos que posee. Si se identifican los activos deteriorados y cualquier actividad negativa que pueda afectarlos, se propicia la supervivencia de la organizacin a largo plazo. El valor de una organizacin no se refleja nicamente en los activos fsicos y financieros que la misma posea, dicho valor debe incluir tambin a todos los activos intangibles que generan valor agregado en la misma. Si se determina el verdadero valor de la organizacin, es posible tomar mejores decisiones de inversin, as como crear y mantener las capacidades y ventajas competitivas de forma sostenible en el tiempo. Se puede maximizar el retorno de la inversin en recursos y tiempo realizada por los stakeholders. Es posible que la organizacin se convierta en una organizacin que aprende constantemente, ya que fcilmente puede manejar los rpidos cambios en el entorno, la velocidad de creacin de nuevas tecnologas y la creciente necesidad de aprendizaje de las personas. Al gestionar la dimensin humana del capital intelectual le permite a cada individuo saber el cmo y el porqu de su vala y qu papel debera jugar en el seno de la organizacin (Ramrez, 2.007). Con la gestin del capital estructural se facilita el proceso de planificacin, ya que es posible realizar un uso ms eficaz de los recursos crticos, al aportarle a la organizacin transparencia, orden, seguridad y calidad (Ramrez, 2.007). Se facilita la relacin de la empresa con el mercado y con los stakeholders de la organizacin.
Conclusiones En la actualidad est claro que los activos fsicos y financieros no son lo ms importante de una organizacin, la razn es que existen una serie de activos intangibles que al conjugarse con stos generan valor agregado para todos sus stakeholders, pero lamentablemente no es posible contabilizarlos a todos (por ejemplo, las patentes y licencias si se contabilizan), es por esa razn que surgen una serie de mtodos e indicadores relacionados con el capital intelectual que permiten cuando menos identificar estos valiosos recursos organizacionales.

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El capital intelectual puede definirse como una serie de elementos intangibles que se combinan con el fin de valorizar a los activos tangibles de la organizacin; generalmente, se considera que el mismo posee tres grande dimensiones las cuales se denominan capital humano, capital estructural y capital relacional. El capital humano se relaciona con las caractersticas propias de los empleados de la organizacin, es decir con todo lo que los mismos puedan aportar para valorizar los activos fsicos y financieros dadas sus personalidades, conocimientos, habilidades y experiencia; si los empleados se van de una organizacin se llevan consigo parte del capital intelectual, es por eso que es necesario explicitarlo, documentarlo o registrarlo a travs de un sistema que permita poner a disposicin de los nuevos empleados todo ese conocimiento; ese sistema es lo que se conoce como capital estructural, en el cual se conservan las best practice, las lecciones aprendidas y el know-how de la organizacin, al igual que permite conectar a la organizacin con las redes formales e informales de relaciones entre sus stakeholders, mejor conocidas como capital relacional. Ahora una cosa es identificarlo y medirlo, pero otra muy distinta es gestionarlo y lamentablemente existen organizaciones donde se desconoce o subestima su importancia, es por eso que todos los que participamos en alguna organizacin debemos tratar de impulsar la gestin de los activos intangibles presentes en ella. Como se mencion con anterioridad, la importancia de la gestin del capital intelectual se refleja en los beneficios que le brida a una organizacin, tales como: incremento del valor de mercado de la organizacin, aprovechamiento de los recursos intangibles de forma que la organizacin pueda ser sostenible en el tiempo, potencia sus ventajas competitivas, incrementa la transparencia y calidad de sus actividades, maximiza el beneficio de sus stakeholders, la organizacin aprende, los recursos humanos conocen su verdadero rol en la organizacin, se facilita la relacin de la empresa con el mercado y con los stakeholders de la organizacin. Referencias consultadas Alama, E., Marn, G. y Lpez, P. (2.006). Capital intelectual. Una propuesta para clasificarlo y medirlo. Revista Latinoamericana de Administracin, N 37; pg. 1-16. Catalano, O. y Palmariello, M. (2.004). Diagnostico de los habilitadores del proceso de gestin del conocimiento segn el modelo de ODell y Grayson. Trabajo de Grado de

Licenciatura en Relaciones Industriales, Universidad Catlica Andrs Bello, Caracas, Venezuela.

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Comisin Europea (2.006). Reporting Intellectual Capital to Augment Research, Development and Innovation in SMEs. Report to the Commission of the High Level Expert Group on RICARDIS. Disponible en: http://ec.europa.eu/invest-in-

research/pdf/download_en/2006-2977_web1.pdf Marr, B. (2.008). Making visible the invisible. Disponible en:

http://www.journalofaccountancy.com/Issues/2008/Sep/Bookshelf%20Review Nevado, D. y Lpez, V. (2.007). Medir los intangibles: claves para determinar el valor de la empresa. Revista Estrategia Financiera, N 236, Febrero de 2.007. Disponible en: http://www.camaragipuzkoa.com/publicaciones/comunicaciones/pdfs/articulos/c2788/ art2.pdf Pinto, J. (2.006). Diferencias entre capital intelectual y capital organizacional. El Universal, Noticias Financieras, Mxico, 22 de septiembre de 2.006. Disponible en: http://proquest.umi.com/pqdweb?did=1132643891&sid=10&Fmt=3&clientId=36281& RQT=309&VName=PQD Ramrez, D. (2.007). Capital intelectual. Algunas reflexiones sobre su importancia en las organizaciones. Revista Pensamiento y Gestin, N 23. Snchez, M. Castrillo, R. y Elena, S. (2.006). Intellectual capital management and reporting in universities. Disponible en: http://www.ticinoricerca.ch/ conference/

full_pdf/sanchez_lugano.pdf Siegel, L. (2.004). Measuring and Managing Intellectual Capital in the U.S. Aerospace Industry. Disponible en: http://hdl.handle.net/1721.1/34532

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La Historia Oral en el estudio de una localidad, caso: La Agroindustria de la Caa de Azcar, en el Municipio Montalbn, 1938 1960 (estado Carabobo Venezuela)1 Autor: Jaime A. Ybarra M* Jaimeybarra2004@hotmail.com (Ponencia) *Lic. En Educacin, mencin Ciencias Sociales; Magster en Historia de Venezuela, Doctorando en Historia, Universidad Catlica Andrs Bello; Profesor del rea de estudios de Postgrado, Maestra en Historia de Venezuela, Universidad de Carabobo y Universidad Rmulo Gallegos; Profesor de la Facultad de Ciencias Econmicas y Sociales, Profesor del Liceo Bolivariano Jos Andrs Castillo; Miembro del Consejo de Redaccin de la Revista Maongo, Universidad de Carabobo; Miembro del Programa para la Promocin al Investigador (P.P.I Nivel I). Resumen La siguiente ponencia constituye un estudio referente al uso de la tcnica o mtodo de la Historia Oral, metodologa empleada en el abordaje de nuestro Trabajo de Grado titulado: La Agroindustria de la Caa de Azcar en el municipio Montalbn, 1938 1960, indagacin la cual se llev a cabo en el marco de la realizacin de la Maestra en Historia de Venezuela, Universidad de Carabobo aos 1999 2002, para optar al ttulo de Magster en Historia de Venezuela. En las lneas por venir explicamos todo el nterin investigativo, desde la captacin de las fuentes orales, hasta la triangulacin o corroboracin de dichos testimonios. Palabras clave: Historia oral, fuentes orales, agroindustria, triangulacin de las fuentes. Cuestiones de mtodo o tcnica Cuando nos propusimos el abordaje de lo que fue nuestro Trabajo de Grado: La Agroindustria de la Caa de Azcar, en el Municipio Montalbn (1938-1960), del estado Carabobo, cumplamos en aquel entonces (ao 2003), el requisito para optar al ttulo de Magster en Historia de Venezuela, Universidad de Carabobo Valencia Venezuela. No obstante, en el trajinar por dicha lnea de investigacin, en aos precedentes a la entrega formal de la aludida indagacin, en nuestro recorrer a diario por el espacio geogrfico en que habitamos, inevitablemente, establecimos contacto, vis a vis, con ese sujeto que ha sido relegado, pero que constituye un potencial testimoniante, que tiene un cmulo informativo, digno de ser valorado, porque conforma el quid o esencia de los hechos histricos registrados en su estructura pensamental, susceptible sta de ser hurgada por el investigador vido de informacin. Era necesario, al tomar en cuenta, a esa gente comn, a ese hombre que materializa la historia a pequea escala, a decir de Iggers (1998) incluir en la historia a aquellos hombres que hasta el momento han sido omitidos por ella, en particular al hombre de a pie (p.83).

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En este sentido, pusimos en prctica lo que normalmente hacemos, hablar de manera usual con las personas que nos rodean, con nuestros vecinos, con el anciano que se toma el caf en la panadera, con el adulto que se sienta en una esquina a dialogar con su par, hasta que la puesta del sol le seale que en otro venidero da, tendr la oportunidad de ir construyendo su cotidianidad. Producto de esa interaccin con los execrados de la Historia Oficial venezolana, obtuvimos una serie de datos que nos daba cuenta de que en nuestra localidad objeto de estudio, en ese pasado no muy remoto, se haba establecido una agroindustria para el procesamiento de la caa de azcar y su obtencin de los siguientes rubros agrcolas: aguardiente, papeln, azcar refinada, melaza, batido, melao y otros subproductos de esta industria sacarfera. Lo que inicialmente nos trazamos fue recurrir a algunos textos que nos brindaran la informacin relativa a la tcnica o mtodo de la Historia Oral, y para ello utilizamos la obra: Tcnica de investigacin en Sociedad, Cultura y Comunicacin, de Galindo Cceres (1998). Nos recomend, en sus pginas, dicho autor, y as lo llevamos a cabo, elaborar un Banco de Potenciales Informantes del cual se desprenderan experiencias individuales concernientes a los dueos de las diferentes unidades productivas, y mano de obra. El Banco de Informantes nos sirvi para asentar referencias de vida sobre los diversos sujetos actuantes en el proceso productivo de esta Industria Caal: nombres, apellidos, cdula de identidad, telfonos de stos y sus familiares, edad actual, edad en la cual inici su labor agrcola, lugar de origen o procedencia, rol en el proceso productivo, y residencia actual. Tener en nuestras manos este esbozo de hoja de vida referente a estas personas, nos permiti la creacin de un Banco de Datos, que a la postre nos ofreci la oportunidad de discriminar con respecto a la muestra de individuos a escudriar para llevar a cabo la indagacin propuesta, adems de establecer los primeros contactos verbales, e ir rompiendo el hielo, para que la entrevista fuera lo ms fluida posible. Aunado a la creacin del Banco de Testimonios, elaboramos una gua temtica en la que redactamos algunas interrogantes sobre el tema en cuestin. Las incgnitas, en la conversacin, la cual fue grabada, generaban, por supuesto, otras pesquisas que fueron surgiendo a lo largo de esa entrevista abierta. Despus se procedi a la desgrabacin de toda la informacin y la seleccin de la misma para luego aplicar la hermenutica a la palabra plasmada en el papel. Una vez obtenido el grueso de la informacin, nos dedicamos a buscar las distintas fuentes que utilizaramos en la corroboracin o confrontacin, o lo que algunos autores denominan la triangulacin de los datos.

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Breve resea histrica de la localidad objeto de estudio Existen diferencias en cuanto a las posturas de algunos historiadores venezolanos, en lo que respecta a la fundacin de Montalbn, algunos sostienen Bacalao Silva y J.M. Maduro - que se fund en el siglo XVI (1630), otros aseveran como Manzo Nez ( anterior Cronista ya fallecido), y Mary Acua Parra, actual Cronista, que la fundacin de Montalbn ocurri en 1732 (17 de enero de 1732), alegando esta ltima que existe en el archivo Arquidiocesano de Caracas el documento de fundacin, que ella asegura es la fuente ms antigua. Actualmente, se celebra por las autoridades correspondientes el ao de 1732 como fecha de fundacin de Montalbn. Estas discrepancias an se mantienen entre algunos estudiosos de la historia de la localidad, empero habr que esperar por alguna fuente fidedigna que establezca una nueva cronologa o corrobore lo que Manzo y Parra han venido sosteniendo. El Municipio Montalbn, es uno de los espacios geogrficos que pertenece hoy da al Occidente de Carabobo, conjuntamente con los municipios Bejuma y Miranda, que forman los Valles Altos de este eje occidental, que a la vez constituye parte del estado Carabobo, una de las entidades federales perteneciente a la regin central de Venezuela. Industrializacin de la caa de azcar Evidentemente el dato oral fue un aliciente para buscar fuentes documentales e iconogrficas que nos sirvieran de soporte para complementar dicha fuente, y de esta manera ir tejiendo el hecho histrico o serie de acontecimientos que necesitaban de la reflexin del investigador para concretar la reconstruccin histrica del fenmeno histrico propuesto como indagacin. Antes del procesamiento de la caa de azcar, como es lgico, es necesaria su siembra y cosecha, el aporte al respecto se lo debemos a Francisco Arias Csar, ex trabajador, quien prest sus servicios en la hacienda Montero. A la pregunta en qu tiempo se haca la siembra y la cosecha de la caa de azcar? l respondi: Era todo el ao, ah se cortaba la caa y se sembraba, se cortaba y se sembraba.

De igual forma, Juan Francisco Morillo, quien fue pen de la hacienda Lourdes, explica cmo en la misma se practic una dualidad de cultivos en el rea de dicha unidad productiva. Qu se produca en la hacienda? Ah se produca tabaco, caa y aguardiente. Solamente se produca caa de azcar? nicamente caa de azcar y tabaco.

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Pero que se sembraba ms caa de azcar o tabaco? Igual porque eran bastante hictareas de caa y hictareas de tabaco.

Al obtener este testimonio de Morillo nos dimos cuenta que estbamos en presencia de una simultaneidad de cultivos practicados en los diferentes fundos caeros de Montalbn, y recurrimos a Ros Hernndez (1988:17) quien sostiene que en la hacienda venezolana existi el binomio de plantacin conuco, el cultivo de plantacin controlado por el hacendados para ser dirigido al mercado, y la siembra de frutos menores con fines de subsistencia. Retomando lo referente a la siembra de la caa de azcar, obtuvimos informacin de que al inicio del cultivo se rotura el terreno con un surcador, en un primer momento, con un roturador tirado por buey, y en otro tiempo se utilizaba el tractor, estas modalidades procuraban dejar el terreno apto para la puesta en prctica de la labranza. A Francisco Arias Csar, encargado de las labores agrcolas de la hacienda Montero, se le consult cmo se sembraba la caa? y respondi lo siguiente: Bueno, se hace el surco y entonces ellos ponan la caa, entonces un hombre tapaba con una escardilla. Se iba poniendo la semilla

De manera elocuente Juan Francisco Morillo expresa cmo era el proceso: Eso iba juntico como longanizo, entonces venan los escardilleros tapando la caa. Haban unos que sembraban y otros que tapaban? Las mujeres y los muchachos la ponan, entonces venan los escardilleros ms atrs, varios escardilleros, 10 20. Y las mujeres trabajaban de escardilleras? No. Por qu?

Solamente eso, no le estaba permitido hacer otro trabajo a las mujeres? No, no, no porque haba mucho hombre pa tap la semilla.

Se puede observar que en el cultivo de la caa de azcar estuvo presente la divisin social del trabajo. En las faenas agrcolas efectuadas en las haciendas se designaba a las personas diversas labores tomando en cuenta el sexo y la edad.

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Cosecha y transporte de la caa de azcar Una vez que la caa de azcar cumpli su tiempo para su cosecha, actuarn una serie de personas que se dividir las labores agrcolas, las cuales desembocarn en el procesamiento de dicha materia prima. Jos Antonio Silva, describe cmo fue el proceso en cuestin: Haba los cortadores de caa, que ellos trabajaban por ellos, cortaban la caa. Haban unas yuntas de buey con unas carretas pa trae la caa. Despus fue que compraron unas gandolas, porque se traan del campo pa all pal trapiche y despus en gandola con tractores

El transporte interno utilizado en las diferentes unidades productivas de la localidad para la ejecucin de la recoleccin de la caa de azcar, y el traslado de la misma, y su ulterior procesamiento, tal cual como lo demuestra el testimonio oral, necesitaba de la utilizacin de la fuerza animal, y el vehculo de motor (tractor). El argumento oral nos indujo a buscar algunos autores que han trabajado el tema de la agricultura venezolana, y nos fundamentamos con Carvallo (1995:54), quien manifiesta que esta especificidad referida en el prrafo precedente, se ha venido sucediendo en Venezuela desde el siglo XIX, y que esta peculiaridad de traslado de dicha monocotilednea, se ha practicado en las plantaciones de caa ms importantes del pas. Juan Francisco Morillo comenta la dinmica de traslado: Cuando ella creca que ya iba espig, taba lista, entonces el cortador de caa iba cortando la caa y se llevaba el carro e mula pa carg, los hombres cargaban los carros de mulas. En la siembra de caa, y los que cargaban no te nan caporal, eso era por viaje. Le pagaban por viajes? Por viaje, a boliva ca viaje. Ah! Pero esos carros de mulas eran de ellos? De ellos, no era de la hacienda, era de ellos. Dnde llevaban esa carga? Al trapiche en la hacienda, ya en ltimo cargaba la caa en gandola, en tractor.

Dejan apreciar estos informantes el procedimiento aplicado para efectos de procesamiento de la caa de azcar, lo cual deriva en la obtencin de sus derivados,

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actividades que se materializaban al interior de cada unidad de produccin. Para comprobar la referencia oral con Distrito Burros Burras Bueyes respecto a este modus operandi en Montalbn lo que respecta al transporte y Miranda 278 13 42 recoleccin de la caa de azcar nos Montalbn 152 13 55 basamos en las estadsticas del 430 26 97 Censo Agrcola y Pecuario del ao 1937: Animales utilizados en los fundos como transporte Distrito Caballos Yeguas Mulos Mulas Montalbn Miranda 33 9 7 14 Montalbn 27 4 7 71 60 13 14 85 Fuente: Censo Agrcola (1937). Animales utilizados en los fundos como transporte

Fuente: Censo Agrcola (1937 De igual forma, reforzamos este inventario censal, apoyados en la obra de Hctor Tocagni (1987), quien seala en su obra: La Caa de Azcar, que esta particularidad en cuanto a transporte y recoleccin de caa de azcar se refiere, similarmente, fue usado en Argentina especficamente en la Provincia de Tucumn, dicho autor afirma lo siguiente la carreta de bueyes y de mulas fue el medio de transporte utilizado durante muchsimo tiempo, que luego fue cediendo lugar a medios de acarreos ms modernos (p.84). Produccin de Papeln Aunado a la gran cantidad de animales usados como medios de transporte en el momento de recoleccin de la caa de azcar, de igual modo intervino la mano de obra que se dedicaba a llevar este rubro agrcola desde el planto hasta el trapiche, el testimonio oral lo defini de esta manera: Cortadores: derribaban la caa con filosos machetes. Cargadores: cargaban la caa en el hombro hasta un centro de acopio en la hacienda. Emburradores: llevaban la caa desde el centro de acopio hasta unas estacas colocadas verticalmente amarradas a un travesao horizontal, esta herramienta se denominaba burro de palo, donde colocaban la caa destinada al trapiche

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Metedores: transportaban la caa desde el burro de palo hasta el trapiche donde lograban introducirla, una vez troceada. Bagaceros: colocaban el bagazo (usado como combustible) debajo de los recipientes donde se colocaba el papeln.

Posteriormente al proceso que acabamos de describir en lneas precedentes, se iniciaba la produccin de los diversos subproductos de la caa de azcar, entre ellos el papeln. La industria del papeln se estableci en la microrregin occidental de Carabobo en el siglo XIX. Aunque no fue relevante su produccin en esta centuria, no obstante, en las primeras dcadas del siglo XX, la importancia de dicho producto para la economa de estas comarcas fue tan marcada, que de los 3.795.019 kilogramos de papeln producidos en el estado Carabobo en el ao de 1937, Montalbn, Bejuma y Miranda produjeron 2.418.175, equivalente al 63.71 por ciento, y los otros municipios integrantes de la entidad federal se repartieron el 36.29 por ciento. Montalbn, para el ao agrcola referido, ocup el primer lugar en la produccin de papeln del estado Carabobo con: 1.560.795 kilogramos, producto que era comerciados en zonas adyacentes. Para la molienda de la caa de azcar el instrumento idneo lo constitua el trapiche. Al trabajador de la hacienda Lourdes, Juan Francisco Morillo, se le pregunt Qu era el trapiche? Y obtuvimos su definicin: Era un motor a gasoil que tena una correa como de una cuarta de ancha, que iba en dos poleas, y entonces donde estaban las masas, esa llegaba ah y mova, mova ah, movan las masas. De qu eran las masas? De hierro torniadita, entonces llegaba el metedor, y lo que agarraba as, se lo tiraba, no joda! Y sala ese chorro e guarapo, as!, ah mismito se llenaba ese chorro donde caa ese guarapo, donde caa botaba ese bagazo.

Esta vivencia de Morillo nos incit a la bsqueda de vestigios histricos en las diferentes unidades de produccin de Montalbn, pequeos fundos y grandes haciendas, que en su interior an conservan dichas reliquias, que forman parte de nuestra herencia histrica. Logramos ubicar veinticinco trapiches (hidrulicos, de gasoil y elctricos), los cuales fueron fotografiados. La fotografa constituy un recurso metodolgico de vital importancia para preservar nuestra memoria histrica. Prosiguiendo con el obrero relator de la hacienda Lourdes, ste nos sigue describiendo el proceso de coccin del papeln. A quien recoga el bagazo de la caa de azcar para utilizarlo como combustible en los recipientes contentivos del jugo de la

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misma, le endilg el epteto de coleador, quien funga como tal, se encargaba de colocar el bagazo de la caa o lea, debajo de las pailas usadas donde se verta el jugo de la caa de azcar para su posterior fermentacin, dejemos que sea Morillo quien describa esta experiencia: El coleador estaba alante donde sala el bagazo; dos coleadores cu ando sala uno con el viaje e bagazo grande en un faldn a botalo; el otro ya estaba ah con el otro faldo, y el otro se iba; eso era golpe y golpe, ah no haba paradero cuando estaba ese motor prendido eso era atronao. Qu hacan con ese bagazo? Ese bagazo se extenda pa quemalo, pa meteselo al trapiche abajo al fondo, pal papeln.

En las haciendas y fundos productores de papeln haba una cantidad de pailas ubicadas de forma horizontal, las mismas iban colocadas de manera suspendidas, para la colocacin de la lea y el bagazo debajo de stas. Lo descrito por Morillo coincide con lo que refiere Carvallo (ob.cit) sobre el instrumento usado para el cocido de papeln, al respecto dicho autor asevera: el tren de pailas estaba colocado sobre hornil las fijas, complementado con un tacho en el que se daba la ltima coccin. (p.68). La mano de obra recuerda claramente los distintos implementos que estuvieron a su disposicin para la obtencin del papeln, adems del proceso o pasos para la confeccin de este rubro. Jos Antonio Silva ex trabajador de la hacienda Montero, quien nos dej impresionado por su memoria fotogrfica, rememora lcidamente al respecto: Donde estaba el ingenio abajo, tenan lo que llamaban la batera, la batera se entiende los fondos, tambin le dicen pailas donde procesan el guarapo que son cuatro pailas grandes, grandsimas llenas de guarapo y le van metiendo candela por all, de aqu pa all, ya cuando llegan al tacho ms pequeo, es melao, ah hierve quince minutos hasta que haga teta, en lo que hace teta, ya est de pasarlo de ah a la canoa batidora para batir ese melao ha llegar a ponelo a punto de llena la horma para cuajar el papeln.

Tener en cuenta la descripcin de Silva, y el dilogo constante con otros actores conocedores del laboreo del papeln, nos llev a pesquisar sobre el diverso instrumental (hormas de arcilla, de madera, mesa horadada para la colocacin de dichos moldes, instrumento para batir el melao, llamado por el informante oral: canoa batidora), conformante de los fundos caeros papeloneros.

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Azcar refinada Enmarcado en el Plan Azucarero Nacional de la dcada de los cincuenta del siglo XX venezolano, en nuestra localidad se instal un central azucarero (Central Montalbn) para la produccin de Azcar Refinada, pero su duracin fue muy nfima, algunos de los causales que originaron la debacle del Central de nuestra localidad, se presume fue por problemas administrativos, empero no hemos podido confirmar este rumor de algunos informantes de la comunidad. Produccin de aguardiente Otro de los personajes relevantes como informante oral, para nuestra investigacin, fue el seor fue Luis Laurentn Montilla, a la sazn celador de la oficina de Renta de Licores, establecida en Bejuma, del otrora Ministerio de Hacienda, por medio de sus datos orales llegamos a tener noticias sobre los alambiques o destiladores instalados en diversas unidades productivas, acerca de ello nos comenta: Yo fui destacado para vigilar todos los alambiques de Montalbn, eran tres que tenan caa, la hacienda Montero, la hacienda Potrerito de Tulio Rafael Hidalgo y la hacienda el Pico de los hermanos Correas, del musi Correa

El haber tenido la fortuna de entrevistar a Laurentn Montilla, dicha oportunidad, trajo como consecuencia imaginarnos con respecto a la existencia de una Agroindustria Caal, con todas las formalidades que impone la ley, conjetura que pudimos comprobar al revisar los diferentes repositorios documentales. En efecto, encontramos los permisos sanitarios expedidos a la hacienda Montero, para producir aguardiente Montero y elaborar caa clara y ron; asimismo la licencia que recibi la hacienda Lourdes, para fabricar aguardiente del mismo nombre de este fundo. Adems, conseguimos etiquetas de envase de licor, facturas de venta, letreros de venta de licor, que fungan en ese tiempo, como medios de comunicacin social, colocado en los bares, bodegas y pulperas de Montalbn. Para finalizar, todava quedan muchos datos que nos dan cuenta del proceso de la elaboracin del aguardiente, sin embargo, creemos que con los fundamentos orales hasta aqu esbozados en el trayecto de esta ponencia, podemos forjarnos una visin aproximada del legado histrico cultural dejado por nuestros antepasados, y que nos permite evidenciar las particularidades que constituye una agroindustria de la caa de azcar. Consideraciones finales

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No pretendemos, que en apretadas lneas tengamos una indagacin a cabalidad referente a la industrializacin de la caa de azcar en la localidad estudiada, tampoco esto se logr en el Trabajo de Grado acometido. Alcanzamos, modestamente lo afirmamos, reconstruir a partir de la fuente oral, una herencia histrico cultural dispersa. Pensamos que ese es el aporte a la Historia Regional y Local, y que desde este trabajo investigativo se puedan formular hiptesis que conlleven a otros estudios desde otras perspectivas. Estamos convencidos que la fuente oral es de vital importancia para la concrecin de investigaciones de la historia reciente. Los relatos orales tienen una carga semntica que induce y direcciona al investigador a la bsqueda de fuentes documentales, lo que permite la reconstruccin de la memoria histrica. FUENTES DOCUMENTALES Notas 1). Ponencia realizada en el III Encuentro Internacional de Historia Oral, en la Universidad Nacional Autnoma de Nicaragua (UNAN MANAGUA), desde el 16 de febrero hasta el 21 de febrero de 2009.

1. Orales Arias Csar, Francisco Jos Jefe encargado de la hacienda Montero. Laurentn Montilla, Luis Fiscalizador de Renta de Licores (antiguo Ministerio de Hacienda). Morillo, Juan Francisco Obrero de la hacienda Lourdes. Silva, Jos Antonio Obrero de la hacienda Montero y ex funcionario del antiguo Ministerio de Agricultura y Cra. 2. Oficiales Censo Agrcola y Pecuario, (ao 1937). Instituto Nacional de Estadstica.
3. Bibliografa

Carvallo, Gastn. (1995). El Proceso Histrico de la agricultura venezolana. Caracas: CENDES/ Fondo Editorial Tropykos. Galindo Cceres, Jess. (Coord.). (1998). Tcnicas de Investigacin en Sociedad Cultura y Comunicacin. Mxico: Addison Wesley Logman. Iggers, Georg G. (1998). La ciencia histrica del siglo XX: Las tendencias actuales. Espaa: Idea Universitaria. Rios, J. de. (1999). La hacienda venezolana: Una visin a travs de la historia oral. Caracas: Fondo Editorial Tropykos.

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Tocagni, Hctor. (Coord.). (1987). La caa de azcar. Buenos Aires: Editorial Albatros. Ybarra, Jaime. (2003). La agroindustria de la caa de azcar en el Municipio Montalbn: 1938 1960. Trabajo de Grado no publicado, Universidad de Carabobo, Valencia Venezuela.

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EL MODELO DE VIVIENDA MULTIFAMILIAR COMO EXPRESION DEL PROYECTO MODERNIZADOR URBANO DURANTE EL GOBIERNO DE MARCOS PEREZ JIMENEZ (1952-1958). ANTECEDENTES A mediados del siglo XX, Venezuela conoci lo que ha sido hasta ahora una versin moderna de gobiernos con tintes autocrticos, cuya mxima expresin fue el rgimen del general Marcos Prez Jimnez. El rgimen perezjimenista y particularmente el gobierno unipersonal que ejerci, entre 1952 y 1958, ha quedado identificado por los grandes desarrollos arquitectnicos y urbanos, entre las cuales se destacan particularmente la ejecucin de viviendas masivas para la clase obrera. As, en concordancia con su doctrina denominada el Nuevo Ideal Nacional (NIN), pretendi fundamentar su programa de gestin para orientar el desarrollo del pas y dar legitimidad a su gobierno en trminos de aceptacin popular. A la vez emprenda un proyecto modernizador en materia de construcciones pblicas, cuyos elementos caractersticos serian las obras de infraestructura vial y los monumentales complejos habitacionales que llevaban la finalidad de resolver la escasez de vivienda para la poblacin establecida en las zonas perifricas del rea metropolitana caraquea. El gobierno fue ms all, en cuanto a que desarrollara una serie de obras de construcciones en concreto armado con el empleo de tcnicas de diseo nacional y extranjero. Evidentemente, Caracas bajo este rgimen experimenta una acelerada transformacin urbana y arquitectnica a causa del surgimiento de los conjuntos multifamiliares creados con el propsito se acabar con las viviendas insalubres, despejar los cerros y alojar una alta densidad poblacional, aunado a la ejecucin de una red vial y otras proezas arquitectnicas. En efecto, ser la ciudad capital la ductora del impulso asignado a los programas de los inmensos conglomerados multifamiliares para dar respuesta habitacional a la clase mas necesitada. Es por ello que, el gobierno se planteara dar solucin al problema de viviendas en el mas corto plazo, tomando en cuenta la calidad y cantidad de obras con avances tecnolgicos; pero que adems cumpliera con el objetivo de la poltica del cambio del paisaje cultural urbano y que transformara la fisonoma tradicional de Caracas dando paso a la ciudad moderna Durante el gobierno de Marcos Prez Jimnez (1952-1958), Caracas presento un acelerado crecimiento demogrfico producto de las progresivas migraciones dela poblacin del campo a la ciudad. En efecto, es el rea metropolitana caraquea el foco de oportunidades econmicas, sociales y educativas que buscan los migrantes, de manera que la ciudad es convertida en un punto de referencia, es decir, rea receptora para aquellas familias que vienen del campo buscando mayores oportunidades y satisfacer sus necesidades bsicas.

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La ciudad de Caracas no estaba preparada para recibir este contingente humano que poco a poco fue engrosando los primigenios cinturones de miseria, elementos que caracterizan el crecimiento urbano de las ciudades a partir del auge petrolero. Estas viviendas son autoconstruidas y fueron la nica alternativa posible para los migrantes rurales de ms bajos recursos econmicos que, repetan esquemas espaciales y tecnolgicos del habitante provinciano. Es por esto que, se establece y ejecutan un extenso desarrollo de construcciones publicas en las que, se destacan los grandes conglomerados multifamiliares enmarcados en los primeros planes econmicos y especficos de largo alcance en el tiempo, proporciones y proyecciones, cuestin de vital importancia para el gobierno porque, significa el ideal del progreso, cuya prioridad fue el auge e impulso a la realizacin de construcciones grandes y perdurables con la preeminencia de complejos habitacionales para la clase obrera. Por consiguiente, se proyecto y ejecuto la acelerada urbanizacin de Caracas, por medio de la produccin masiva de viviendas multifamiliares con el objetivo de solucionar el dficit habitacional y dar un cambio esttico, urbano, arquitectnico y moderno a la ciudad capital. DINAMICA MODERNIZADORA Y DESARROLLISTA DE UN REGIMEN AUTOCRATICO. La fuente econmica por excelencia que sustento la poltica habitacional del rgimen perezjimenista lo represento la cuantiosa renta petrolera, de all pues, desde que el pas adquiere importancia internacional como nacin petrolera, es evidente la herencia del sistema colonial regalista espaol, es decir en Venezuela el Estado es dueo de las riquezas del subsuelo, en otras palabras del petrleo, del hierro y de todo el patrimonio de origen extractivo. El advenimiento de la fortuna petrolera da origen a la existencia de un Estado rico y de una poblacin pobre, situacin notoria despus de la dcada de los aos 30, de este modo en la medida en que se incrementan los ingresos petroleros, el nivel de la poblacin aumentaba en forma acelerada y el enriquecimiento del Estado de igual manera. La dcada de los aos 40 se caracterizo por la opulencia del Estado que intenta promover y ejecutar el desarrollo econmico del pas siguiendo el modelo de proyecto terico desarrollista de modernizacin de la Comisin Econmica para Amrica Latina, (CEPAL) donde se formulan las polticas, programas y estrategias econmicas para toda la regin americana y, que tendra amplias repercusiones a nivel mundial. Evidentemente, que al inicio de la segunda mitad del siglo XX, la mayora de los pases de Amrica Latina contaban con siglo y medio de independencia poltica, con Estados consolidados y junto a ello, sus respectivas economas se estaban desarrollando bajo los principios del capitalismo, aun cuando no estaban exentas de la presencia estatal, aunado al hecho de que muchos de

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ellos haban iniciado, entre los dos conflictos mundiales un proceso de industrializacin ,reformando las alianzas polticas y transformando a la incipiente burguesa industrial en buena parte de, quienes ostentaban el poder, razones determinantes que caracterizan a la regin latinoamericana y que, facilitan la estructuracin del pensamiento desarrollista . Un grupo de destacados investigadores y economistas que integran la Comisin logran estructurar un razonamiento comn de desarrollo para Latinoamrica, representado por el Informe Econmico de 1949 que, constituye un programa de reflexin e investigacin en relacin al diagnostico de la profunda transicin que se observaba en las economas subdesarrolladas y que, evolucionaban del modelo de crecimiento primario-exportador, hacia fuera, al modelo urbano-industrial hacia dentro. El enfoque histrico que lo instrumento fue la teora estructuralista del subdesarrollo de Prebisch. En atencin a esta problemtica, la Comisin recomend para la regin polticas de industrializacin llamadas de sustitucin de importaciones, promovi la integracin de Amrica Latina y de Centroamrica, lo refiere Eduardo Mayobre () cuyos primeros pasos durante las dcadas de los aos cincuenta () contaron con la CEPAL como su principal protagonista2. Sin duda que, lo singular de la Comisin radico en la tenacidad de considerar la problemtica de la regin y del subdesarrollo como ejes que tenan una realidad especifica y que , requeran ser enfocados desde su peculiaridad histrica, es decir que cada pas debe especializarse en la produccin de bienes en que pueda lograr mayor productividad, la cual se encuentra en la mayora de los casos determinadas por la fertilidad del suelo, la disponibilidad de los recursos del subsuelo, entre otros, de manera de asegurar al pas condiciones privilegiadas competitivas en el mercado internacional con la finalidad de que, las transacciones que all se realicen resulten beneficiosas para las partes involucradas. Es cierto, que la ciencia econmica se haba dedicado hasta el momento a estudiar los problemas de las sociedades avanzadas, sin tomar en cuenta los asuntos que afectaban y deban enfrentar las sociedades que se encontraban en la geografa de la periferia de la regin, en las afueras de los principales centros de la economa mundial donde se encontraban una alta densidad poblacional en condiciones de pobreza, es por eso que, comprender y explicar la problemtica de quienes haban quedado rezagados del progreso era materia que quedo fuera del marco de las disciplinas acadmicas, as lo refiere Eduardo Mayobre En consecuencia requera ser observado con una mirada novedosa() ese desafo constituyo la motivacin para las doct rinas y recomendaciones de la CEPAL.3 Dentro de este orden de ideas, en Venezuela no haba una capacidad industrial ociosa, era prcticamente inexistente, tampoco una mano de obra
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Eduardo Mayobre. Jos Antonio Mayobre, p. 39. Idem.

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capacitada, pero si desempleada, elementos que caracterizaron a las naciones afectadas por la Gran Depresin, en cambio si haba un Estado cada vez mas rico en comparacin con el resto de los pases de la regin latina, que vino a constituir una ventaja para aplicar la teora desarrollista, es por ello que, recurriendo a estos modelos, los gobiernos de la poca estaban en condiciones de construir el pas, sin la consecuencia de riesgos de caer en un dficit fiscal, simplemente haba que estimular y crear una demanda agregada, con la finalidad de que la estructura econmica inmvil del pas y con una pobreza insuperable obtuviera el empuje dinamizador proveniente del gasto publico financiado por los ingresos de la renta petrolera. As pues, el acelerado proceso de desarrollo nacional comienza por una parte a partir de 1940, a causa de la nacionalizacin de la industria petrolera de Mjico y la Segunda Guerra Mundial, coyunturas que permiten que el petrleo venezolano se transforme en un factor estratgico de primer orden para las naciones aliadas. Las elevadas tasas de crecimiento de la economa estuvieron acompaadas por un rpido proceso urbanizador, segn Jos Toro Hardy Este atractivo por las ciudades que tenda a despoblar el campo (), tenia () la ventaja de que la poblacin se ubicaba en los centros donde mas fcilmente poda recibir las facilidades educativas y sanitarias que el Estado quera proporcionarle. 4, sin duda que la poblacin migrante se desplazo a las areas geogrficas que le brindase satisfacer las necesidades bsicas en cuanto a vivienda, salud, empleo, y otros. En materia de obras publicas y construccin se inicio una actividad febril e incesante, de manera que, todo se ajustaba al modelo keynesiano, segn Jos Toro Hardy () al estimular la demanda agregada a travs del gasto publico (), la construccin experimentaba una enorme expansin () no solamente dirigida hacia la construccin de obras publicas, sino que paralelamente se experimentaba un rpido desarrollo en la satisfaccin () de las necesidades residenciales de una poblacin en () crecimiento5. Por consiguiente, la empresa privada se desarrollo con el amparo del Estado, debido a la poltica aplicada de una fuerte intervencin y controles de todo tipo. Al inicio de la dcada de los aos 50, el pas tenia en su haber una industria petrolera vigorosa, con reservas probadas, grandes extensiones por explorar y una poltica en asuntos de hidrocarburos que estimulaba las inversiones extranjeras que permite que el Estado se haga cada vez mas rico, lo apunta Rafael Cartay () los ingresos fiscales del Estado se triplicaron, al pasar de Bs 660 millones en 1945 a Bs 1917 millones en 1950.59 6, dichos ingresos doto de una enorme capacidad financiera al gobierno de Prez Jimnez para realizar las transformaciones inspiradas en su filosofa orientadora y los postulados del Nuevo Ideal Nacional, cabe destacar que la tendencia al alza
4 5

Jos Toro Hardy. Venezuela 55 aos de Poltica Econmica 1936-1991 una Utopa Keynesiana, p.6 Ibidem, p.9 6 Rafael Cartay, La Economa Poltica del Perezjimenismo (1950-1957), p. 221

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de los ingresos fiscales fue continuo y creciente durante el rgimen perezjimenista, lo afirma Jos Toro Hardy () se trata de un periodo al cual podramos calificar como el gran salto econmico de Venezuela. 7 Dentro de este panorama, la mayor parte del ingreso fiscal del Estado proviene de la industria del hidrocarburo controlada por empresas trasnacionales, influenciados por el mantenimiento de la expansin econmica de los pases industrializados consumidores del petrleo luego de la Segunda Guerra Mundial, los acontecimientos polticos relacionados con el cierre del Canal de Suez, el otorgamiento de nuevas concesiones petroleras y el aumento de la participacin fiscal del Estado por cada barril de petrleo producido, de manera que, la enorme cantidad de esos recursos financieros fueron utilizados por el gobierno de Prez Jimnez en la profundizacin del proceso modernizador del pas iniciadas desde por lo menos en 1936. Debe sealarse que, la escasez en las edificaciones de viviendas, los servicios sanitarios y de salud, otras infraestructuras urbanas y la incomunicacin del pas por la insuficiencia de una red vial que unieran a las ciudades de las provincias mas importantes del pas fueron tomadas como bandera con el fin de que, el Estado trazara las directrices para implementar planes que permitieran ejecutarlos con la participacin de poderosos grupos econmicos privados. Ahora bien, los planes de obras publicas se encuentran dentro del gobierno perezjimenista y el Nuevo Ideal Nacional su doctrina emblema y que, tenia la finalidad de ejecutar los proyectos urbansticos para ser presentados como un programa de desarrollo y modernizacin del pas, lnea directriz de la accin del Estado bajo la direccin del sector castrense para ser implementado en la legitimidad poltica dentro de un rgimen de facto. Sus objetivos centrales o medulares son la transformacin del medio fsico, mejorar las condiciones de la poblacin, y se gn Manuel Gonzlez Abreu () garantizar la supremaca de los hombres de armas como los mas idneos depositarios de los intereses nacionales ().8 Sin duda que, durante el rgimen autocrtico de Prez Jimnez, la renta petrolera tuvo por destino el fortalecimiento del empresariado, la culminacin y la ejecucin fsica de grandes y monumentales obras. La importancia de la construccin como actividad econmica del gobierno castrense, llevo a que este sector fuera uno de los mas importantes despus del petrleo, su dinamismo consisti en un intento del gobierno por mostrar su eficiencia del buen uso de la renta petrolera. CERRO PILOTO: ENSAYO DE UN MODELO DE VIVIENDA OBRERA. Una de la premisa medula de la filosofa del Nuevo Ideal Nacional la constituyo la modificacin racional del medio fsico, segn Alocucin del Presidente Prez
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Ibidem, p. 44 Manuel Gonzlez Abreu, Auge y Cada del Perezjimenismo (El Papel del Empresariado), p. 103.

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Jimnez () obtener un reacondicionamiento gradual de todo el territorio patrio () en sus aspectos fsicos, para hacerlo mas apto a la civilizacin contempornea.9, el reacondicionamiento del territorio geogrfico se realizara a por medio de la ejecucin de obras de construccin porque constitua la base para domesticar el medio ambiente y facilitar el camino hacia el progreso y la modernidad, razones que tuvo el rgimen para seleccionar las obras, donde tomo en cuenta la calidad, recursos y las tecnologas vanguardistas con el objetivo de satisfacer las necesidades del momento y que, a su vez tuvieran una vida til que se produjera a travs del tiempo, para la cual no se limitaron ni escatimaron esfuerzos, ni costos para realizarlas y que fueran grandiosas y faranicas, lo apunta Ocarina Castillo DImperio () Esto ultimo le dio un sabor de modernidad, de cosmopolitismo, que sin lugar () se corresponda con el discurso del rgimen () 10. Siendo las cosas as , resulta claro, que uno de los programas de mayor envergadura fue la de construir viviendas para la clase obrera, tomado en cuenta por el rgimen a partir de 1952 en el Plan Nacional de la Vivienda, la cual pretendi en orden prioritario dar solucin al problema de los ranchos o viviendas inadecuadas y los cinturones de miseria que rodeaban a Caracas, a causa de la migracin campesina de las provincias que se desplazaron al rea metropolitana, cuya consecuencia fue una alta concentracin de poblacin, lo refiere Arturo Almandoz () la poblacin de Caracas paso de 614657 a 1111975 habitantes ()11, de manera que la ranchificacion de la ciudad caraquea era incompatible con el progresismo del Nuevo Ideal Nacional. De este modo, se impuso un criterio de emergencia por parte del gobierno con el objetivo de demostrar disposicin de lograr la transformacin del medio fsico y dar solucin a su vez el problema de la ocupacin de la mano de obra. Los cinturones de miseria constituan un latente peligro de posibles estallidos de violencia social o poltica que pudieran atentar la estabilidad del rgimen dictatorial. Dentro de este orden de ideas, en diciembre de 1953, el gobierno perezjimenista anuncia al pas la reubicacin en viviendas adecuadas a la poblacin marginal dela capital de la Repblica, cuya accin consisti en un plan de desocupacin de los cerros, segn Manuel Lpez () el despejo del que se ha denominado Cerro Piloto que implica () la ejecucin de un plan especial, () solucin original () de mayor inters social y urbanstico del problema de la vivienda () tal obra comprende la edificacin() de 40 bloques de apartamentos()12, estos prismas multifamiliares tenan como destino alojar una alta densidad de poblacin que habitan los ranchos ubicados en los cerros y quebradas de ciudad capital.
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Venezuela bajo El Nuevo Ideal Nacional, Realizaciones durante el Gobierno del General Marcos Prez Jimnez: 2 de Diciembre de 1952- 19 de Abril de 1954, p. 30 10 Ocarina Castillo D Imperio, Los Aos del Buldozer. Ideologa y Poltica 1948-1958, p. 160. 11 Arturo Almandoz. La Ciudad en el Imaginario Venezolano II De 1936 a los pequeos seres, p. 122. 12 Manuel Lpez, La Arquitectura del 2 de Diciembre, p. 162.

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Por consiguiente, el organismo encargado de realizar los estudios y las proyecciones de viviendas fue por antomasia el Banco Obrero a travs del Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO), dirigido por Carlos Ral Villanueva y un equipo de profesionales jvenes, estudiantes de arquitectura y artistas plsticos, algunos influenciados de ideas novedosas que se encontraban en boga para el momento, especialmente por la corriente y propuestas de LE CORBUSIER. De esta manera, le correspondi al Banco Obrero junto con la Gobernacin del Distrito Federal con un record de tiempo de cuarenta das, realizar el Informe del Cerro Piloto, que consisti en un estudio socio-econmico en relacin al problema de los cerros en el rea metropolitana, especficamente el rea geogrfica formada por una sola colina y varias caadas al sur del Cerro Central que ocupaban parte de las parroquias Sucre, Catedral y San Juan, de este modo, el estudio seria tomado como ensayo y experiencia para futuros desarrollos habitacionales, la cual tomo como principio los Censos Nacionales de los aos 1941, 1950, y 1953 que mostro la realidad de una gran cantidad de ranchos en la ciudad capital, segn Beatriz Meza () existencia de 53000 ranchos en los cerros, donde Vivian 310972 personas que representaban un 38,53% de la poblacin total de Caracas ().13. La decisin de intervenir el Cerro Central, considerado como zona de ensayo o Cerro Piloto fue porque este presento el mayor porcentaje de concentracin poblacional y, por otro lado este montculo gozaba de una ubicacin estratgica que completara las obras de complejos habitacionales y la red vial que se proyectaban y, por ultimo tanto la industria de la construccin como la clase tcnica nacional se encontraban dispuestos a asumir el reto. En atencin a esta problemtica, el arquitecto Guido Bermdez de la Seccin de Proyectos del Banco Obrero proyecta el sistema constructivo de los Superbloques del Cerro Piloto, que consisti en una propuesta arquitectnica, urbanstica y moderna , lo apunta Beatriz Meza () estudios multicelulares Cerro Piloto, la cual expone como respuesta a los datos arrojados por el estudio socio-economico.14 Los multicelulares (MC), se anuncian como solucin a las necesidades de vivienda en los cerros de Caracas, representados por edificios de 15 pisos constituidos por una circulacin vertical mecnica, un corredor cada 3 niveles, de all pues que, se organizara de acuerdo a las necesidades y por numero de grupos de familias. La ejecucin del Plan Cerro Piloto se inicio en 1954, cuyo modelo a ejecutar fue el edifico multicelular (MC), con ocho modelos de apartamentos, las cuales se realizan seis al oeste de la ciudad capital, las cuales son Altos de Cutira, Lomas de Propatria, Lomas de Urdaneta, Atlntico Norte, Artigas y la Vega, cuya inauguracin fue pautada para diciembre de ese mismo ao, segn Beatriz Meza () la edificacin de esos Superbloques con
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Beatriz Meza. Superbloques y Masificacin: Vivienda Banco Obrero en Venezuela (1955-1957), p. 5. Ibidem, p. 6

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mas de seis mil viviendas () permite superar la cifra de 3960 unidades construidas por el Banco Obrero () y demuestra la efectividad del programa de masificacin ().15. La Guerra contra el rancho, slogan que uso el rgimen para relacionar las viviendas inadecuadas paso a formar parte del Programa Presidencial para erradicar la Vivienda Insalubre en Venezuela se centro en 19 barrios de ranchos denominados Paraguay, Andrs Bello, Puerto Rico, Barrio Nuevo, 18 de Octubre, Los Flores, Caada de la Iglesia, Cerro de Beln, La Yerbera, Colombia, La Planicie, Monte Piedad, El Calvario, El Guarataro, Nuevo Mundo, Eucaliptus, Matapalo, Barrio Unin, y el Atlntico. Finalmente, la construccin de Cerro Piloto trajo consigo cuantiosos fondos econmicos, que se reflejo en gastos que desequilibraron el presupuesto del Banco Obrero, sin embargo dichas dificultades financieras no impidieron la ejecucin del Plan Nacional de la Vivienda, pero que si dejo de lado las ciudades de las provincias del pas. EL SUPERBLOQUE: GENESIS DE UN COMPLEJO HABITACIONAL INTEGRADO. La formulacin del Plan Nacional de la Vivienda (1951-1955) y los Planes Reguladores realizados por la Comisin Nacional de Urbanismo, bajo la direccin de Carlos Ral Villanueva, junto a la creacin del Taller de Arquitectura del Banco Obrero , conformado por profesionales nacionales y extranjeros en el rea de la arquitectura, tienen la responsabilidad directa de proponer y elaborar proyectos de los conjuntos residenciales y unidades vecinales con la finalidad de buscar una pronta solucin a la problemtica de la escasez de vivienda en el territorio nacional. De manera que, los proyectos se convierten en realidad concreta, segn Beatriz Meza () es el TABO donde se formula el Plan Nacional de la Vivienda () para construir 12.185 domicilios en quince ciudades.16 En efecto, los profesionales del TABO, copian las propuesta del arquetipo del maestro suizo LE CORBUSIER y su Unite d Habitacin, cuya sugerencia son las edificaciones de alta densidad y gran altura, con los servicios bsicos colectivos necesarios, es decir integrar la vivienda y los servicios en una propuesta arquitectnica unitaria, lo refiere Manuel Lpez () unin en la naturaleza y el alma en la comunidad perdida. 17 Dentro de este orden de ideas, LE CORBUSIER ubica el origen de la Unidad de Habitacion en una edificacin del Renacimiento que, observo en uno de sus viajes en la Cartuja de Ema, cerca de Florencia donde capta un modelo en perfecta armona y combinacin entre la vida privada y la vida social que la comunidad religiosa desarrollaba y utilizaba el resto del complejo habitacional, cuyo prototipo estar siempre como premisa a lo largo de toda su obra arquitectnica.
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Ibidem, p. 8 Beatriz Meza. Poltica Habitacional y Banco Obrero. El desafo de la Historia, ao 3, 2010, p. 53. 17 Manuel Lopez, Ob cit, p. 409.

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De all pues, el antecedente de la Unidad de Habitacin es el Inmeuble-Villas, que consisti en una edificacin de 10 pisos con un espacio perimetral de una manzana completa, y 120 apartamentos dplex de amplias terrazas-jardn, espacios de doble altura formados por una serie de servicios bsicos colectivos ubicados sobre el techo del edificio, que luego el maestro LE CORBUSIER ampliara su capacidad a 340 apartamentos, los grandes edificios se unen por medio de pasarelas sobre las calles de la ciudad, es por eso que su idea medular consisti en proporcionar una armazn estructural que tomara l forma fsica de clulas habitables y que, a su vez incorporase los servicios bsicos comunes del colectivo. En la construccin Ville Radieuse, el elemento que predomina es la nocin de la ciudad entramada, cuyo apoyo fue la ciudad tradicional, donde los bloques de viviendas y autopistas se levantan del terreno sobre pilotis, con el objetivo es permitir el continuo urbano caracterizado por las areas verdes y la vida peatonal. En efecto, a partir de otros proyectos el tejido urbano trenzado interconectado desaparece para dar lugar a los grandes bloques aislados y orientados en direccin norte-sur para ser ejecutados en topografas accidentadas, lo apunta Manuel Lpez () la concentracin vertical de las viviendas en un gran bloque aparece justificada en tanto se produce la asociacin () con sus servicios primarios.18 Es por ello que, progresivamente la Unidad de Habitacin sufri transformaciones hasta agregar la clula de habitacin, representado por un apartamento dplex, lo refiere Manuel Lpez () que se desarrolla en profundidad a todo lo ancho del edificio y doble exposicin por las fachadas longitudinales y al que sirve un corredor interno () cada tres pisos 19, estas habitaciones implican una forma urbanizada de vida ya que, poseen los servicios colectivos y una calle comercial para locales. Por consiguiente, la Unite d Habitacin, constituye el modelo que los arquitectos del TABO realizaran el intento de ejecutar en los montculos de la ciudad capital, pero con cambios y reducciones sustanciales para adaptarlas a los fines del rgimen perezjimenista. Carlos Ral Villanueva y Celis Cepero, proyectan los primeros Superbloques para el pas, representados por la Unidad de Habitacin Quinta Crespo, cuyo diseo era un edificio de 13 pisos con 118 apartamentos para ubicar 600 habitantes donde estaban incluidos los servicios colectivos, ubicados en el techo-terraza y en la planta baja los servicios comerciales, quedo en proyecto, la cual afirma Manuel Lpez () su ubicacin junto al mercado de Quinta Crespo choco con disposiciones municipales para la zona () 20, y la Unidad de Habitacin El Paraso , se construyo pero, se aplicaron cambios que deformaron el modelo corbuseriano , posteriormente fue inaugurada en 1956.
18 19

Ibidem, p. 408. Idem. 20 Ibidem, p.410

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Este edificio multifamiliar tiene 18 plantas para un total de 182 apartamentos dplex donde se ubicaron 1120 personas, disponen de los servicios colectivos, y un elemento innovador que se aplico fue el uso de la policroma sobre las paredes externas de la obra. Dentro de este marco, La Unidad de Habitacin Cerro Grande, refiere Manuel Lpez () es el mas corbusierano de los tres, a pesar de sus evidentes diferencias con el bloque de Marsella 21, de manera que ser el prototipo escogido como diseo para llevar a cabo su implantacin en el Cerro Piloto. Se trata de un edificio con pilotes en la primera estructura de 15 plantas con los mismos en la primera y servicios colectivos integrados en la quinta que, se unen por medio de una pasarela a las reas verdes de la colina que cubre el superbloque, contaba con otros servicios comunales adicionales para ubicar 900 habitantes, entre sus materiales constructivos se destaca el concreto armado, vigas en voladizo y marcos rgidos de dos patas transversales que sirven de soporte a 144 apartamentos dplex y simplex, con exposicin nortesur y un acceso por medio de corredores externos cada tres pisos, a los que utilizan dos torres de circulacin vertical independientes del conglomerado habitacional. Finalmente, la Unidad de Vivienda Diego de Losada, ser el tipo que se utilizara en la Urbanizacin Obrera 2 de Diciembre para albergar la alta densidad poblacional que habitan los cerros de Caracas, a causa de su factibilidad por las condiciones este modelo de superbloque, debido a que se encuentran apareados, son mas econmicos en la construccin y estructuralmente mas estable, tienen una medida de 80 metros de largo y 12 de ancho, posee 2 ascensores independientes de la estructura principal que sirve cada tres pisos a los corredores externos que dan entrada a los apartamentos y se localizan diez en cada planta o piso, constan de tres y dos habitaciones, el material utilizado para su ejecucin es el tramado de un esqueleto de concreto armado y esta formado en sentido vertical. Cabe destacar que, con este prototipo de superbloque concluye los cambios originales del modelo corbusereano , donde se eliminan los servicios colectivos internos y que solo su destino en su totalidad ser el de vivienda, lo afirma Manuel Lpez () esta operacin repercutir negativamente, especialmente () a la eliminacin de los servicios colectivos y a la conversin de amplios apartamentos en clulas de viviendas mnimas, en la () obra 2 de Diciembre ()22. Por consiguiente, se hace realidad la puesta en marcha del Plan Nacional elaborado en 1951, ejecutadas en las ciudades ocupadas por reas de ranchos o viviendas insalubres, especialmente la ciudad de Caracas. Dentro de este propsito, se llevan a cabo procesos de desalojos y demoliciones de las viviendas no aptas en siete sectores diferentes de la
21 22

Ibidem, p. 411. Ibidem. 412.

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ciudad capital, para dar paso a los conglomerados multifamiliares de 15 pisos, as lo apunta RH (Laureano Vallenilla Planchart) () de la tierra removida por los tractores y de la polvareda que levantan los edificios en construccin, esta surgiendo () una sociedad sin clases ni privilegiados. 23, pero que segn Beatriz Meza () aumentan drsticamente la densidad () no se atiende () la dotacin de servicios pblicos y comunales en las reas recientemente urbanizadas.23 En esta perspectiva, el Programa Nacional continuo su labor en los cerros ubicados en Catia con el objetivo de eliminar las viviendas insalubres para dar paso a la futura Comunidad Obrera 2 de Diciembre ( actualmente Parroquia 23 de Enero), donde se inaugura la primera etapa el 2 de Diciembre de 1955, lo apunta Beatriz Meza () obra de progreso que se proyecta en la capital materializando () los postulados ideolgicos que integran la doctrina del Bien Nacional preconizada por el Primer Magistrado.24 Hay que destacar que, la poltica del cemento armado y el Nuevo Ideal Nacional en su conjunto rebasaron los limites de las obras convencionales, como en el gasto publico, del ascenso y consolidacin de sectores sociales beneficiados por las polticas adoptadas por el rgimen, se produjo un desarrollo de la construccin de la expansin urbana de la ciudad de Caracas lo que trajo graves consecuencias econmicas, pero desde el punto de la arquitectura y modernidad, significa un estilo fuera de serie, reconocido como la arquitectura de los aos 50 o de la dictadura perezjimenista.

FUENTES IPrimarias.

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23 24

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Efectos positivos y negativos generados por la jubilacin en la vida de los trabajadores prximos a ser jubilados (pre-jubilados) en Venezuela. Prof. Marln Lilian Coromoto Salvatierra Iriarte Universidad Simn Bolvar- Sede del Litoral Departamento de Tecnologa de Servicios. rea: Administracin-Gerencia de Recursos Humanos Camur Grande-La Guaira Estado Vargas, Venezuela. msalvatierra@usb.ve/ marlinusb@yahoo.com RESUMEN El tema desarrollado forma parte los aportes investigativos en materia de Administracin de Talento Humano en las Instituciones Pblicas venezolanas, utilizando como vertiente principal el proceso de jubilacin aplicado a los empleados pblicos en Venezuela, partiendo de la base legal y los elementos conceptuales inherentes al tema que permitan vincular el proceso a los efectos positivos y negativos que puede generar la condicin de jubilado a los trabajadores en situacin de prejubilado. Los objetivos de la investigacin se basan en primer lugar en el diagnostico de la situacin actual en materia de jubilacin en Venezuela, en segundo lugar la identificacin de los posibles efectos que inquietan a los trabajadores venezolanos susceptibles a la condicin de jubilados y por ultimo identificar las causas que generan los efectos en los trabajadores. El artculo se lleva a cabo a partir de la revisin documental pues este estudio forma parte del enfoque terico necesario para iniciar la actividad de campo dirigida a poblaciones especficas. La presentacin se realizar a travs de diagramas causa-efecto, para discernir los orgenes que dan lugar a las consecuencias positivas o negativas que pueden presentarse en los trabajadores venezolanos. En conclusin se determina, que la proteccin legal que los jubilados tienen en Venezuela en materia econmica y social puede disminuir en gran medida el avance de los efectos negativos fortaleciendo los positivos. Se recomienda la puesta el diseo de programas de asesora al trabajador para procurar el paso ptimo de la condicin de activo prejubilado a inactivo jubilado. Palabras claves: Efectos Jubilacin- Empleados Pblicos-Pre-Jubilado

Introduccin: El proceso de jubilacin adems de ser r considerado como un procedimiento

administrativo debe ser considerado como un hecho social pues en l intervienen las personas, razn por la cual en este articulo se abordan los posibles efectos sociales, econmicos, psicolgicos, y fsicos a los cuales pueden estar expuestos los trabajadores venezolanos prximos a ser jubilados. Objetivos: Los objetivos de la investigacin se basan en primer lugar en el

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Diagnostico de la situacin actual en materia de jubilacin en Venezuela. Identificacin de los posibles efectos que inquietan a los trabajadores venezolanos susceptibles a la condicin de jubilados Identificar las causas que generan los efectos identificados en los trabajadores. La jubilacin Segn (Chiavenato, 2007, p. 358). La jubilacin es considerada como un

movimiento de salida de la organizacin, el cual se presenta cuando las personas alcanzan la edad lmite o el tiempo laborado suficiente para jubilarse y abandonar la organizacin Jubilacin es el nombre que recibe el acto administrativo por el que un trabajador en activo, ya sea por cuenta propia o ajena, pasa a una situacin pasiva o de inactividad laboral; luego de alcanzar una determinada edad mxima legal para trabajar La Pre-jubilacin por su parte marca el comienzo de una etapa prevista. Para efecto de este escrito se denominara pre jubilado a aquel trabajador que se encuentra prximo a ser jubilado, de acuerdo a los requisitos de edad y tiempo de servicio. La Jubilacin en Venezuela Las personas en su entorno social laboral invierten ms del 50% del tiempo que estn despiertos, es decir, realizando alguna labor fsica o psicolgica, que genera una contraprestacin, que permite la satisfaccin de sus necesidades bsicas, es por ello que muchos han pensado, escrito, y hasta predicho teoras, que van desde la administracin y gestin del hombre en el trabajo, hasta los diferentes estudios relacionados con el hombre como capital humano. En Venezuela las reivindicaciones del hombre en el trabajo se han evidenciado desde 1920 aproximadamente, cuando durante el gobierno dictatorial del General Gmez, donde la poblacin campesina generadora de riqueza agrcola abandona su campo en bsqueda del pago por laborar en el sector petrolero y se crea un Estatuto Laboral el cual permita al trabajador reclamar sus derechos. En las ltimas dcadas las instituciones que conforman la Administracin Pblica han sido objeto de discusin en cuanto a su respuesta a las demandas de la sociedad debido a la influencia poltica, a pesar de la existencia de normativas que procuran la satisfaccin de las necesidades humanas, y ms especficamente leyes que regulan el sistema de seguridad social, y los regmenes de pensiones y jubilaciones.

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La jubilacin genera un cambio de estatus en el

trabajador en el caso de las

instituciones pblicas venezolanas con la aplicacin de los procedimientos previstos en la Ley del Estatuto sobre el Rgimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administracin Pblica Nacional, de los Estados y de los Municipios los cuales permiten validar o no, la jubilacin de un trabajador considerando edades y tiempo de servicios, o a travs de reglamentos internos de las instituciones y lo previsto en las convenciones colectivas para el caso de las empresas privadas. Desde este punto de vista la jubilacin solo se cumple como un proceso administrativo normado,

dejando a un lado los efectos que en las personas, la sociedad y la institucin puede causar este cambio de estatus del trabajador. Es importante considerar que la jubilacin es algo ms que un proceso administrativo, pues al ser el hombre susceptible a esta situacin, las reacciones no son predecibles, debido a la condicin social del individuo la cual hace que las reacciones sean diferentes, es decir, que para algunos la jubilacin es el momento de disfrutar del tiempo libre, pero para otros es un momento de estrs e inestabilidad. En el comn de los pases, como es el caso de Espaa las jubilaciones estn contempladas en un rango de edades entre los 55 y 65 aos, en Venezuela se mantiene para las mujeres 55 aos de edad y para los hombres 60 aos, esto considerando algunas complejidades fsicas e intelectuales de algunas labores, y respetando lo establecido en la normativa. Es pertinente que al hablar de Jubilaciones, se tenga en cuenta el contexto legal e institucional que rige este proceso, dentro y fuera de la administracin pblica, por otra parte se tiene el contexto subjetivo no previsto en la ley, pero que no se debe obviar, como es el caso de aquellas suposiciones, mitos y prejuicios que el hombre como ser social tiene. Los Aspectos subjetivos, se agudizan de manera positiva o no con el factor vejez, puesto que la jubilacin es una condicin legalmente ligada a una edad

especifica. Por otra parte los especialistas establecen que el tema de envejecimiento puede ser un perodo de plenitud, de realizacin y de honrar la vida, razn por la cual los efectos pueden variar de acuerdo a la visin del trabajador.

Bases legales: Constitucin de La Repblica Bolivariana de Venezuela

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Artculo 80" Las pensiones y jubilaciones otorgadas mediante el sistema de seguridad social no podrn ser inferiores al salario mnimo urbano. Artculo 147. ". La ley nacional establecer el rgimen de las jubilaciones y pensiones de los funcionarios pblicos y funcionarias pblicas nacionales, estadales y municipales". Artculo 148. . Nadie podr disfrutar ms de una jubilacin o pensin, salvo los casos expresamente determinados en la ley

Ley del Estatuto de la Funcin Pblica Artculo 27. Los funcionarios pblicos tienen derecho a obtener el beneficio de la jubilacin por lmite de edad y aos de servicios, de conformidad con la ley. Ley del Estatuto sobre el Rgimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administracin Pblica Nacional, de los Estados y de los Municipios (2006). Artculo 3: El derecho a la jubilacin se adquiere mediante el cumplimiento de los siguientes requisitos: a) Cuando el funcionario o funcionaria y empleado o empleada haya alcanzado la edad de sesenta (60) aos si es hombre, o de cincuenta y cinco (55) aos si es mujer, siempre que hubiere cumplido, por lo menos, veinticinco (25) aos de servicios; o, b) Cuando el funcionario o funcionaria y empleado o empleada haya cumplido treinta y cinco (35) aos de servicio, independientemente de la edad. Efectos La palabra efecto (del latn effectus) tiene una gran cantidad de significados, ligados muchos de ellos a la experimentacin cientfica, porque su significado principal indica que efecto es aquello que se consigue por virtud de una causa o el fin para que se haga una cosa. La relacin que existe entre causa y efecto se llama causalidad. La causalidad es objeto de profundos anlisis en el campo filosfico. En el presente estudio se desagregaran los efectos desde el punto de vista positivo y negativo frente a la causa jubilacin. Para hablar de los posibles efectos que pueden influir en trabajadores venezolanos jubilados se debe considerar en primer lugar las

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caractersticas de los empleadores en el contexto de la nacin. Primeramente se encuentran los entes e instituciones pblicas que se han convertido en los principales empleadores de Venezuela, es decir, el Estado el principal patrono del pas, y que adems generan mayor nmero de personas jubiladas anualmente. Por otra parte se encuentran las empresas privadas que tienen una realidad diferente pues no todas las organizaciones privadas generan personal jubilado, es decir, al no estar obligados por la ley a egresar personal a travs de jubilaciones, son pocas las que por convencin colectiva lo tienen establecido. La determinacin de los efectos se har en funcin a las necesidades humanas planteadas por Abraham Maslow, la cual nos infiere que el hombre tiene necesidades que van en escala de acuerdo a la importancia, es decir las necesidades fisiolgicas, y luego de alcanzadas estas primeras, se tienen las necesidades de seguridad, sociales, de estima y por ltimo las necesidades de realizacin. El cumplimiento o no de la

satisfaccin de estas necesidades puede influir en comportamiento del hombre tras la terminacin de la relacin de trabajo por jubilacin. Los efectos pueden ser positivos o negativos desde la percepcin de cada persona, pues el hombre puede sentir de distintas formas una situacin, partiendo de eso, se toman como referencia los factores econmicos, sociales, psicolgicos y fsicos de forma tal que se puedan deducir los efectos favorables o no para el trabajador prximo a ser jubilados. Efectos Econmicos El factor econmico es un importante elemento que direcciona las actitudes hacia el retiro de las actividades laborales tanto hombres como mujeres. La medicin se realiza de acuerdo a los ingresos, pues estos redundan en la satisfaccin de las necesidades fundamentales del hombre.

Una economa estable puede garantizar la satisfaccin las necesidades de seguridad las cuales incluyen salud y vivienda, son ms propensos a estar satisfechos con la jubilacin, contrario a que aquellos que no poseen estas condiciones.

El caso de los jubilados de la administracin pblica los cuales tienen garantizados sus beneficios de ndole econmica, los efectos de tipo econmico son menores, lo

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inverso ocurre a los trabajadores de las empresas privadas, las cuales no estn obligados por ley a jubilar a su a personal, y que establecen los beneficios econmicos de los egresos a travs de los contratos colectivos. Bajos ingresos y problemas financieros se asocian con insatisfaccin, entonces, los recursos econmicos adecuados, junto con el apoyo social y un buen estado de salud predisponen a afrontar este proceso vital de forma satisfactoria, por esta razn considerar los efectos econmicos como importantes para los jubilados es ineludible, pues un estilo de vida ms seguro financieramente redunda en un egreso ms agradable o por el contrario puede generar preocupacin o tendencia negativa en el trabajador. Partiendo de lo antes expuesto es vlido mencionar que el factor econmico interfiere directamente en el logro del cumplimento de las necesidades de alimentacin, vivienda y vestido ubicadas dentro del rengln de las necesidades de seguridad segn Maslow. Dentro de los efectos identificados como provenientes del factor econmico que pueden considerarse la disminucin del ingreso respecto a los ndices de inflacin, perdida del estatus econmico, la disminucin de nivel de vida, y la prdida de beneficios.
Positivos
REMUNERACION Y BENEFICIOS

COSTOS

Recibir Remuneracin sin trabajar traslados al lugar de trabajo Mantenimiento de los beneficios socio econmicos__

Disminucin de los costos relacionados con los

EFECTOS ECONOMICOS
Se deja de percibir el derecho a los tiques de alimentacin. Limitaciones para el ejercicio laboral. El salario utilizado para el clculo de las jubilaciones no contempla las bonificaciones que recibe el trabajador en su condicin de activo.

Negativos

REMUNERACION Y BENEFICIOS

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Efectos Sociales El hombre como ser social, reacciona de acuerdo al entorno que se les presenta, en el caso de las jubilaciones el apoyo que el trabajador reciba por parte de las personas relevantes que le rodean (familiares y amigos), incidir en la respuesta que cada individuo d a esta nueva situacin. Hornstein y Wapner (1985) afirman que en los

meses siguientes a la jubilacin los individuos se ven forzados a construir un nuevo sentido de identidad como jubilados. El compromiso y el apoyo de los compaeros, la familia y los amigos son muy importantes en este periodo. Dependiendo del grado de apoyo percibido, la construccin de su nueva identidad se realizar con mayor o menor facilidad. Tambin es muy importante el grado de relacin existente entre las expectativas acerca de la jubilacin por parte del jubilado y las expectativas de las personas cercanas. Desde el punto de vista social los factores que el jubilado puede considerar lgidos se encuentran desde la disminucin del contacto con los compaeros de trabajo, el aislamiento social, la perdida de contactos con grupos profesionales, la posible unin a grupos de inters, el empobrecimiento de las relaciones, la reduccin de contactos, y la tendencia a que las relaciones sociales sean ms cerradas, o abiertas.

LA POSIBLE UNIN A GRUPOS DE INTERS

AUMENTO DE CONTACTOS Y RELACIONES

Para utilizar el tiempo Para cumplir con metas personales

Relaciones

sociales ms abiertas

Aumento del tiempo para establecer relaciones sociales

EFECTOS SOCIALES

Familiares El compromiso y el apoyo de los compaeros Amigos Compaeros

DISMINUCIN DEL CONTACTO CON LOS COMPAEROS DE TRABAJO

EL AISLAMIENTO SOCIAL

Efectos Psicolgicos

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La jubilacin puede causar malestar psicolgico en algunas personas. Dos factores influyen en el grado de adaptacin a la jubilacin; gozar de buena salud y no pasar apuros econmicos, que forman parte de otros efectos, y de estos factores nacen las fuentes de estrs en la jubilacin, si el caso es una salud delicada y una situacin econmica poco favorable. Desde la perspectiva de las relaciones sociales: a.- Empobrecimiento de relaciones, familiares, conyugales, profesionales y todas aquellas que haba mantenido el trabajador en su vida activa laboral. b.- En cuanto al sexo se puede considerar que la mujer lleva ms fcil la jubilacin que el hombre. c.- Miedos. d.- Ansiedad, ante la incertidumbre. e.- Toma de conciencia de su edad. La edad es un elemento socio demogrfico que puede desencadenar efectos especficos frente a la jubilacin, sobre todo porque la edad se relaciona con la salud. f.- La entrada oficial en la vejez influye de forma negativa en el nivel de autoestima. g.- Estrs. h.- Depresin i.- As como los efectos que pueden considerarse como positivos relacionados con el mbito social, como la alegra, optimismo, tranquilidad, serenidad, confianza, seguridad, tolerancia, entre otras positiva o no que pueden determinarse dependiendo de las caractersticas de la poblacin objeto de estudio. Los trabajadores venezolanos no son diferentes a otros, pues al tener sentimientos, evidenciamos esta etapa va a identificarse como el cambio que nos hace tomar consciencia del paso inexorable del tiempo y que se identifica como prdida e inicio de

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la vejez. El trabajador en definitiva empieza a cuestionarse ms acerca de su identidad y no encuentra una respuesta satisfactoria que disminuya la angustia que se produce con el fin de la etapa profesional y el comienzo proceso de envejecimiento. Todo esto puede producir que las personas sientan una prdida de roles y actividades que pueda llegar a daar su autoestima, llegando a vivir estados de desmotivacin e incluso depresin. Cuando la persona se jubila debe enfrentarse ms con quin es, con el tiempo y con las relaciones.

Positivos

SEXUALIDAD

ESTRES

ANSIEDAD

TRISTEZA

DEPRESION

MIEDOS

EDAD

AUMENTO O DISMINUCION

EFECTOS PSICOLOGICOS

AUMENTO O DISMINUCION

ALEGRIA

TRANQUILIDAD

SERENIDAD

CONFIANZA

SEGURIDAD

TOLERANCIA

OPTIMISMO

Negativos

Efectos Fsicos

En caso de la satisfaccin de necesidades, las primordiales son las fisiolgicas, y el estado fsico del trabajador es clave al hablar de los posibles efectos que generan las jubilaciones. Algunos autores como Mc Goldrik y Cooper (1985) establecen que la jubilacin no tiene efectos negativos sobre la salud, pero existen otras ideas que van desde que la inactividad laboral afecta la salud fsica de los seres humanos, como es el caso de Belsky (1996) el cual plantea que en vez de que la jubilacin causa declive en la salud, afirma que el declive de la salud da lugar a la jubilacin.

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Ningn ser humano se afecta de la misma forma, en relacin a la salud general con respecto a la jubilacin, segn estudio realizado por Joukamaa y Salokangas (1989) manifiestan la poca ocurrencia de cambios en la salud durante esta situacin. La explicacin reside en el hecho de que la salud de los individuos antes y despus del retiro estaba fuertemente relacionada con su comportamiento y estilo de vida anterior. Por su parte, se puede sugerir que la relacin entre el retiro y la salud, est afectada por el nivel econmico del jubilado, el tipo de trabajo anterior, la salud previa y el tipo de personalidad. Dentro de los efectos fsicos que son importante considerar se encuentra el envejecimiento mental normal se deben a la intervencin de cuatro factores: El deterioro progresivo de las propias funciones fsicas. El declinar progresivo de las facultades y de las funciones mentales. La transformacin del medio familiar y de la vida profesional. Las reacciones del sujeto ante estos diversos factores.

Positivos
MEJORA DE LA SALUD

TIEMPO

Disminucin de actividades fsicas Disminucin de esfuerzos fsicos y mentales

Tiempo para asistir a terapias de relajacin, juegos, distracciones

Aumento del tiempo para establecer relaciones sociales

EFECTOS FISICOS

Aparicin de nuevas enfermedades Aumento de afecciones en la salud

Prdida de Habilidades motoras Perdida de la visin Envejecimiento natural

DETERIORO DE LA SALUD

MENOSCABO DE LAS FUNCIONES FISICAS

Negativos

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Conclusiones y Recomendaciones En conclusin se determina, que la proteccin legal que los jubilados tienen en Venezuela en materia econmica y social puede disminuir en gran medida el avance de los efectos negativos fortaleciendo los positivos. El extenso marco legal no logra la disminucin de los efectos individuales que siente el trabajador que egresa a travs de la jubilacin. Es decir, su condicin como ser social hace que se presenten efectos de distinta ndole. Los efectos que generan las jubilaciones pueden ser atacados desde el punto de vista individual, es decir, cada trabajador puede emitir un plan de accin personal que permita disminuir los efectos negativos y aumentar los positivos, como es el caso del ocio teraputico, aprender aprovechar el tiempo libre, Reforzamiento de las redes sociales, valoracin de la familia y la pareja, emprendimiento de negocios, entre otros. Por otra parte se puede considerar un gran aporte por parte de los patronos la implementacin de programas de acompaamiento al jubilado para preparar su prejubilacin y su jubilacin, dicho programa pudiese contemplar apoyo sicolgico, econmico desde el punto de vista de emprendimiento y productivo, o fsico que garantice enfrentar esta etapa con salud. Se recomienda el diseo de programas de asesora al trabajador para procurar el paso ptimo de la condicin de activo prejubilado a inactivo jubilado Referencias Bibliogrficas Libros:
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Fuentes de tipo legal

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El Sol Naciente vs. El Muro Anglo-Estadounidense. Japn en la Conferencia de Versalles (1919)


Autor: Licenciado en Historia Jos Gregorio Maita Ruiz Institucin: Universidad Central de Venezuela josegremaruiz@gmail.com y josegremaruiz@yahoo.es Resumen Japn entr a la Primera Guerra Mundial en 1914, apenas pocos das despus de que su aliado, Gran Bretaa, le declarara la guerra a Alemania. La entrada a la contienda por parte de la emergente potencia asitica trastocara todo el equilibrio geopoltico en Asia Oriental y el Pacfico occidental al producirse una brusca desaparicin de la presencia alemana en la regin y el sbito engrandecimiento del imperio japons, para recelo y preocupacin del que ya era el principal rival de Japn: Estados Unidos. Pero no slo el Gobierno norteamericano sentira temor de la expansin japonesa, sino tambin la propia Gran Bretaa, que desde 1902 haba formado una alianza con Japn en funcin anti rusa en Asia. Los propios britnicos, al observar la velocidad y eficiencia de las fuerzas japonesas en su breve lucha contra Alemana en el Lejano Oriente, y la manera como los japoneses reclamaron los territorios ocupados (Jiaozhou y las Islas Marianas, Carolinas, Marshall y Palau), temieron que la nueva potencia pasara de ser poderoso aliado a peligroso enemigo a corto o mediano plazo. Por esta razn, ambas potencias anglosajonas, despus de la entrada de Estados Unidos a la guerra en 1917, terminaran formando casi un frente comn en la Conferencia de Paz de Pars de 1919 (mejor conocida como Conferencia de Versalles), para asegurarse su hegemona en el mundo post blico y limitar las ambiciones japonesas. Esta postura de comn oposicin anglosajona a Japn se manifest en temas claves como el de la propuesta de igualdad racial para la Sociedad de Naciones y marc el inicio de un proceso lento, pero inexorable e irreversible, que rompera la alianza anglo-japonesa, intensificara al mximo la rivalidad norteamericanojaponesa, y que, en definitiva, pondra en bandos opuestos a Japn y a las potencias occidentales, montando as el escenario para la guerra en el Pacfico de 1941 1945. Palabras clave: Conferencia de Paz de Pars, Conferencia de Versalles, Era Taisho, Japn, Primera Guerra Mundial.

1.-Introduccion
Cuando la Gran Guerra termin los vencedores se dispusieron a reordenar el mundo en funcin de sus intereses, aunque tambin con la esperanza de que la pasada conflagracin hubiera sido la guerra que acab con todas las guerras. El espacio para esto fue la Conferencia de Paz de Pars, tambin conocida como Conferencia de Versalles. Aunque una gran cantidad de naciones fueron invitadas, realmente el poder recay en los Cuatro Grandes, es decir Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia, cuyos representantes (el Presidente Woodrow Wilson y los Primeros Ministros David Lloyd George, Georges Clemenceau y Vittorio Orlando, respectivamente) formaron un organismo extraoficial conocido como Consejo de los Cuatro que tom todas las decisiones importantes. Por su parte, Japn llegaba a la conferencia innegablemente como una gran potencia, fortalecido por su prodigioso crecimiento econmico durante la guerra gracias a la penetracin

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en los mercados de Asia, que haban sido descuidados por las potencias europeas durante la guerra, la venta de armas a la Entente y la conquista a los alemanes del territorio arrendado de Jiaozhou en China y las Islas Marianas, Carolinas, Marshall y Palau. Su armada y su ejrcito haban demostrado su poder y eficiencia; pero Japn tambin llegaba a la conferencia con debilidades. Debido a la desaceleracin de la economa producida por el fin de la guerra, a finales de 1918 haba llegado, por primera vez, un plebeyo al cargo de Primer Ministro: Takashi Hara. Hara lideraba al principal partido liberal y demcrata de su tiempo, el Seiyukai, y estaba decidido a limitar el poder de la vieja nobleza, ms belicista y tradicionalista, representada por el Genro (conjunto de asesores extra constitucionales del Emperador) y mejorar las relaciones con Gran Bretaa y Estados Unidos, que se haban deteriorado seriamente en los aos anteriores por hechos como las Veintiuna Demandas a China de 1915 o la extralimitacin de las fuerzas japonesas en la Intervencin Siberiana de 1918. El Gobierno japons decidi enviar a la conferencia una delegacin que aunque liberal, demcrata, internacionalista y simpatizante de la idea wilsoniana de la Sociedad de Naciones, estaba decidida a defender los intereses y objetivos de Japn. Tales objetivos eran, en resumen: La anexin de las colonias alemanas ocupadas, un arreglo con China que asegurara su posicin en Jiaozhou y la provincia de Shandong y el establecimiento del principio de igualdad racial en la Sociedad de Naciones. Para tal fin, los japoneses enviaron a Francia una delegacin liderada por el Prncipe Kimmochi Saionji, ex Primer Ministro y ex Embajador en Austria-Hungra, Alemania y Blgica; el Conde Nobuaki Makino, jefe de facto de la delegacin, ex Ministro de Relaciones Exteriores y ex Embajador en Austria-Hungra e Italia; el Conde Sutemi Chinda, Embajador en Gran Bretaa; el Barn Keishiro Matsui, Embajador en Francia; y Hikokichi Ijuin, Embajador en Italia. La delegacin nipona tena como centro a Makino, que era su jefe prctico y su negociador principal; Makino a su vez sera asesorado por los tres embajadores en funciones y respaldado por el prestigio, los contactos y la experiencia del Prncipe Saionji. La estrategia japonesa fue formar una delegacin mucho ms enfocada hacia Europa que hacia Estados Unidos, para poder presionar y negociar con mayor eficiencia el cumplimiento de los numerosos acuerdos secretos firmados entre Japn y las potencias europeas que garantizaban el traspaso a Japn de las antiguas posesiones alemanas capturas en China y el Pacfico. Estos acuerdos secretos, como toda la diplomacia secreta en s, estaban bajo la amenaza de los Catorce Puntos de Woodrow Wilson. Los japoneses tambin pensaron en aprovechar las complicadas disputas entre los occidentales como cobertura para poder alcanzar, sin demasiada oposicin sus objetivos. Es necesario revisar un poco la posicin de sus interlocutores y/o contrapartes: Gran Bretaa y Estados Unidos. Mientras que Gran Bretaa sala de la guerra debilitada en lo

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econmico, debindole mucho dinero a Estados Unidos y agotada a lo interno; con su poder militar seriamente desgastado, puesto que la Royal Navy segua siendo la mayor armada del mundo pero haba perdido buena parte de su ventaja ante la U.S. Navy (en plena expansin desde 1916); en lo poltico, Gran Bretaa an conservaba buena parte de su poder, siendo el mayor rbitro en Europa y lder indiscutible de la coalicin vencedora. Los britnicos tenan como objetivos principales: Restaurar y asegurar la independencia de Blgica, garantizar la seguridad de Francia ante una posible revancha alemana (sin hundir demasiado a Alemania para no dejarle la hegemona continental a los franceses), eliminar la amenaza de la flota alemana de altamar, arbitrar las disputar territoriales europeas, obtener ganancias coloniales en frica y Asia, lograr una indemnizacin satisfactoria de Alemania y apoyar la propuesta norteamericana de la Sociedad de Naciones. Para 1919 la otrora slida amistad entre Londres y Tokio estaba debilitndose de forma evidente, hacindose cada vez mayor la desconfianza del Gobierno britnico hacia Japn y acrecentndose los sentimientos anti japoneses en los Dominios de Australia, Nueva Zelanda y Canad. El Imperio Britnico contaba con una extensa delegacin en Versalles, con representaciones separadas para el Reino Unido, India y los Dominios de Canad, Sudfrica, Australia y Nueva Zelanda. De esa delegacin podemos destacar al premier britnico David Lloyd George, al Secretario de Asuntos Exteriores Sir Arthur Balfour, al Asesor Especial Lord Robert Cecil, al Primer Ministro de Australia William Morris Hughes y al Ministro de Defensa de Sudfrica Jan Smuts. Estados Unidos pareca haber tenido slo ganancias con la guerra. Su ejrcito, que haba sido hasta 1914 apenas una fuerza secundaria y poco tecnificada, era ahora una poderosa maquinaria bien engrasada; su armada, que hasta 1914 era apenas la tercera del mundo, ahora estaba en plena expansin amenazando la supremaca britnica. En lo econmico, al no haber sufrido daos, se alzaba como el pas ms slido econmicamente y como el mayor acreedor del mundo debido a los inmensos prstamos otorgados a sus aliados europeos. En lo poltico, su peso era enorme; su presidente era apodado El Profeta de la Paz gracias a su programa expresado en los Catorce Puntos, y se le consideraba un rbitro imparcial debido a que su pas no tena aspiraciones territoriales. Sin embargo, a pesar de esa imagen tan positiva, Wilson era el obstculo ms peligroso entre Japn y sus objetivos posblicos. Los Catorce Puntos eran una seria amenaza para las aspiraciones japonesas sobre los territorios conquistados a Alemania y sus aspiraciones a ser la potencia hegemnica en China. De los Catorce puntos, veamos los ms peligrosos para Japn. 1) Convenios abiertos y no diplomacia secreta en el futuro 3) Desaparicin, tanto como sea posible, de las barreras econmicas 4) Garantas adecuadas para la reduccin de los armamentos nacionales

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5) Reajuste, absolutamente imparcial, de las reclamaciones coloniales, de tal manera que los intereses de los pueblos merezcan igual consideracin que las aspiraciones de los gobiernos, cuyo fundamento habr de ser determinado, es decir, el derecho a la autodeterminacin de los pueblos. 6) Evacuacin de todo el territorio ruso, dndose a Rusia plena oportunidad para su propio desarrollo con la ayuda de las potencias 14) La creacin de una asociacin general de naciones, a constituir mediante pactos especficos con el propsito de garantizar mutuamente la independencia poltica y la integridad territorial, tanto de los Estados grandes como de los pequeos. 25 El primer punto amenazaba directamente a Japn con la denuncia a la diplomacia secreta. El tercero poda alzarse como un obstculo para la ambicin del Gobierno japons de establecer zonas de influencia claras y bien delimitadas en China. El cuarto punto tambin afectaba a Japn, pues con unas relaciones cada vez ms tensas y/o deterioradas con Estados Unidos y Gran Bretaa, la amenaza bolchevique en Rusia y con cada vez ms odio hacia Japn en China, era obvio que Japn slo poda tener mnimas garantas de seguridad mediante unas poderosas fuerzas armadas. Este punto en particular resultaba irritante para los japoneses, puesto que en 1918 la Armada de los Estados Unidos estaba en plena expansin, siendo Japn el principal pas amenazado. El quinto poda ser usado contra Japn, en mayor medida con respecto al complicado asunto de Shandong, y en menor medida con respecto a las capturadas islas alemanas en el Pacfico, amenazando a los nipones con dejarlos sin ganancia alguna tras la guerra. El sexto, an refirindose a la evacuacin de Rusia por parte de los Imperios Centrales, poda ser usado para presionar a Japn para que se retirara de Siberia, comprometiendo as sus intereses en la regin y la seguridad de Manchuria, Corea y el sur de Sajaln. Finalmente, el dcimo cuarto punto produca ms desconfianzas por la naturaleza indeterminada que tena el esbozo de la Sociedad de Naciones que por ser una amenaza clara y real para Japn. En general, los japoneses fueron indiferentes hacia las ideologas de Occidente, pero el programa wilsoniano les resultaba particularmente irritante, por juzgarlo de hipcrita y de pretender asegurar el dominio anglo-norteamericano a expensas de los No Occidentales; y en parte tuvieron razn. Wilson no aplic su idealismo con igual rigor para todos, fue especialmente flexible con Gran Bretaa, y no tanto con Francia, y empecinado con Italia y Japn; llegando incluso a protagonizar agrios momentos de tensin con Clemenceau y Orlando y llegando a provocar la retirada de Orlando de la conferencia cuando se neg a la anexin de Fiume por parte de Italia. Era evidente pues que detrs de la nueva diplomacia de Wilson, subsistan los manejos de la antigua, y que el choque entre el idealismo de Wilson y el realismo bismarckiano sostenido por Japn, no fue tal como se ha querido presentar.
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Sin autor, Discurso de los Catorce Puntos, en www.firstworldwar.com (Revisado el 10 de marzo de 2009) On line.

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2.-La propuesta de igualdad racial. Primer gran choque de Japn con el muro anglo-estadounidense
Empezaremos con este tema porque la primera parte del Tratado de Versalles fue el Convenio de la Sociedad de Naciones, porque la cuestin de la igualdad racial fue la nica propuesta japonesa directamente vinculada con el nuevo organismo internacional, y una de las propuestas ms interesantes de toda la conferencia; adems de que su resultado influy en el desenlace de los dems objetivos de Japn. Antes de la conferencia de paz, cuando el Gobierno japons vio que la misma se basara en los Catorce Puntos de Wilson, y que Gran Bretaa haba ofrecido su total apoyo a la propuesta Sociedad de Naciones, encarg al Consejo Asesor Diplomtico disear una nueva poltica de paz que, adaptndose al nuevo contexto y al nuevo discurso dominante en Occidente, pudiera asegurar los objetivos de Japn. Dentro del Consejo Asesor Diplomtico se desatara una autntica batalla entre dos altos funcionarios: Miyoji Ito y Nobuaki Makino. Mientras que el primero denunciaba a la SDN como un futuro instrumento de dominacin mundial anglosajona y sostena que Japn no deba unirse, Makino sostena que Japn deba colaborar activamente en su formacin, o quedara aislado internacionalmente y aumentara los recelos de Gran Bretaa y Estados Unidos. Ante el innegable hecho de que Occidente tendra una abrumadora mayora en la futura SDN y los antecedentes de discriminacin racial contra los asiticos en EE.UU. y Australia, Makino pens que si lograban que la SDN garantizara la igualdad racial, podran darle a su pas garantas mnimas para ingresar a este organismo. Al final las ideas de Makino prevalecieron. As pues, la igualdad racial se alz como un tema de fundamental importancia para el Gobierno japons, que desde la Restauracin Meiji de 1868 haba deseado la igualdad de trato con las potencias occidentales. Y es que aquella era una poca de descarado racismo, muy diferente a la legislacin mundial de hoy. En aquellos aos la discriminacin racial era moneda corriente en los imperios coloniales, y an dentro de los propios EE.UU.; por aquella poca existan ligas de exclusin, restricciones manifiestas a la inmigracin, escuelas separadas y dems mecanismos de discriminacin contra los asiticos y dems grupos que no fueran blancos anglosajones. Esta situacin hera profundamente el orgullo del Gobierno japons, pues si sus nacionales eran vctimas de tales prcticas, nunca se podra reclamar para Japn un lugar como verdadera potencia mundial. Dems estara decir que esta situacin ya haba tensado bastante las relaciones entre Japn y EE.UU.; mientras que la situacin con Australia era un poco menos tensa gracias a la Alianza Anglo-Japonesa y la hbil mediacin del gobierno de Londres. Por si fuera poco, ya antes de la Gran Guerra exista la idea de que el mundo vivira en el siglo XX una

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gran guerra entre blancos y amarillos, que resultara con la destruccin de una de las dos civilizaciones. Esta idea haba sido sostenida por el Kiser Guillermo II tras la guerra rusojaponesa con su famosa tesis del peligro amarillo y muchos lderes militares japoneses como Aritomo Yamagata crean que muy pronto Japn tendra que liderar Asia contra una vasta coalicin blanca occidental. La propuesta japonesa ha tenido tres interpretaciones: la primera, que Japn buscaba abrirle camino a su creciente y preocupante sobrepoblacin asegurando la libertad de inmigracin hacia pases anglosajones; la segunda, que Japn utiliz la cuestin racial como un amago en las negociaciones para poder presionar mejor en sus objetivos prcticos en China y el Pacfico; y la tercera, que el gobierno nipn actuaba en pro de defender el status de potencia de Japn y no tanto por los derechos de sus nacionales. La primera interpretacin fue desarrollada por Australia y la delegacin del Imperio Britnico por entero, la segunda por Estados Unidos y la tercera es producto de los anlisis ms recientes de historiadores y politlogos. En cualquier caso, los delegados japoneses siempre alegaron que no perseguan la libertad de inmigracin sino el respeto racial como principio en la SDN. Por otra parte, autores como Naoko Shimazu piensan que Japn no necesitaba engaar con esta propuesta porque sus objetivos en China y el Pacfico ya estaban garantizados por sus acuerdos secretos con los europeos. Estas dos interpretaciones nacieron desde los puntos de vista de las dos potencias anglosajonas y por lo tanto, solo pueden ofrecer explicaciones parciales. La tercera explicacin no deja de ser lgica, pero tambin sera arriesgado suponer que al gobierno no le interesara realmente la suerte de sus ciudadanos en ultramar. Ya hablando un poco sobre el desarrollo de las discusiones en Versalles acerca de este tema, tenemos que desde el propio comienzo de la conferencia y por insistencia de Wilson, se le dio prioridad a la conformacin de la Sociedad de Naciones, para lo cual se form una comisin especial bajo la presidencia del propio mandatario estadounidense. Los japoneses esperaron a que Wilson presentara una idea para el Artculo 21 en la que se garantizara la libertad y tolerancia religiosa. Makino y Chinda, acaso por no sentirse con prestigio suficiente o acaso por no conocerlo, se acercaron al Coronel House y no a Wilson directamente, para presentar su propuesta. Muy inteligentemente citaron un pasaje de la constitucin de Estados Unidos donde dice que todos los hombres son iguales. Para su sorpresa, House y Wilson respondieron favorablemente a la idea, aunque sin demasiado entusiasmo. Pero el gran obstculo vendra del premier australiano Hughes. Para aquella poca Australia era dominada por el Partido Laborista, que tena como uno de sus pilares la Poltica de la Australia Blanca que consista en restringir duramente la entrada al pas de inmigrantes que no fueran blancos europeos, para evitar as su contratacin como trabajadores y por tanto

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la prdida de empleos para los australianos o una cada general en los sueldos. Si esta poltica de exclusin no haba generado fricciones mayores con Japn antes de 1919 fue por las buenas coberturas legales que los australianos supieron darle, salvando as el orgullo de Japn con formulismos jurdicos que no lo aludan. Adems de esto, la opinin pblica y el gobierno australianos venan desarrollando desde principios de siglo un profundo sentimiento de desconfianza y hostilidad hacia Japn. Por si fuera poco, los australianos, que haban obtenido la autonoma como Dominio apenas en 1901, eran bastante celosos de su independencia y estaban decididos a hacer escuchar su voz e imponer sus objetivos en Versalles. Por coincidencias del destino, Hughes pareca encarnar todos estos factores, adems de que pronto se celebraran elecciones generales en Australia y l convirti su representacin en Pars en una verdadera campaa electoral, presentndose como un fiero defensor de los intereses australianos y un hombre firme ante la amenaza japonesa. Como no poda ser de otra forma, cuando Hughes present su resuelta oposicin a la idea japonesa, el conjunto de la delegacin del Imperio Britnico tuvo que pronunciarse en contra de la propuesta nipona, o al menos relegarla. De hecho, los representantes britnicos ms importantes le dijeron a Makino y Chinda que la cuestin migratoria era facultad autnoma de cada Dominio, por lo que deba negociar con Australia y no con el Reino Unido. Esto fue bastante humillante para los japoneses. Por su parte, Wilson y su delegacin, que de por s tenan razones para oponerse a la idea de Japn (como la previsible oposicin del congreso y de la opinin pblica norteamericana), rpidamente retiraron su apoyo inicial a los japoneses pues no podan enemistarse con los britnicos, de quienes necesitaban su crucial apoyo para la Sociedad de Naciones. Por su parte, Francia e Italia manifestaron su simpata por la propuesta de igualdad racial y la apoyaron, pero tampoco estaban dispuestos a enemistarse de forma directa con Gran Bretaa por un asunto que no les interesaba. Particularmente difcil fue la situacin de China; los chinos presionaron por desmontar varios de los mecanismos del imperialismo vigentes an (como las preferencias comerciales, las zonas de influencia, la extraterritorialidad de bienes y sbditos o las excesivas guarniciones en embajadas) y simpatizaron con la idea japonesa, pues al fin y al cabo los chinos haban sido ms discriminados por Occidente y tambin por los propios japoneses, pero an as los delegados chinos saban que EE.UU. era su nico apoyo para recuperar Jiaozhou de manos japonesas, por lo que no podan contrariarlo simpatizando demasiado con la propuesta japonesa. Los japoneses haran varias concesiones a los australianos, y conquistaran el apoyo de los sudafricanos y canadienses, pero sin lograr sacar de su obstinada oposicin a Hughes, as que presentaron su propuesta formalmente en la Sesin Plenaria de la Comisin de la Sociedad de Naciones del 28 de abril, y la votacin fue la siguiente: A favor: Japn (2), Francia (2), Italia (2),

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Brasil (1), China (1), Grecia (1) y Checoslovaquia (1). Abstenciones: Imperio Britnico (2), Estados Unidos (2), Portugal (1), Polonia (1) y Rumania (1). Ausente: Blgica. Para un total de 10 votos a favor y 7 abstenciones. Una mayora ajustada, pero mayora al fin. Entonces Wilson, como presidente de la comisin, aleg que ante la oposicin tan marcada del Imperio Britnico y la de su pas, y ante lo delicado de la propuesta, era necesaria la unanimidad para su aprobacin, por lo que la misma era rechazada. De nada sirvieron las inmediatas protestas de Francia y Japn. La opinin pblica en Japn explot en protestas y crticas hacia las potencias anglosajonas, mientras que la tensin del pas asitico con estas naciones se incrementaba. Esta lamentable historia es un claro ejemplo de la falta de entendimiento intercultural de aquella poca y parte de las explicaciones de los lamentables hechos que aconteceran dos dcadas despus.

3.-El Mandato sobre las Islas del Pacfico. El triunfo de Japn en la Conferencia
Desde haca siglos, las potencias europeas haban establecido la costumbre de llevar a ultramar sus guerras en el continente, y tras el reordenamiento europeo, segua una reparticin colonial. Con tales antecedentes, no era raro pensar que se realizara un gran reparto colonial a expensas de Alemania y Turqua, y las ambiciones de Francia, Gran Bretaa y los Dominios de Sudfrica, Australia y Nueva Zelanda reforzaban la idea. Evidentemente, los japoneses, basados en sus ocupaciones y en los acuerdos secretos, pensaban que tenan legtimos derechos a una parte del botn. Pero en 1919 exista un obstculo: la poltica de Wilson, que se haba opuesto a las reparticiones coloniales a la vieja usanza. Wilson lleg a proponer que las ex colonias alemanas y las ex provincias otomanas fueran administradas por la Sociedad de Naciones, pero se estrell con la seca negativa de Clemenceau y la desconfianza de Lloyd George. Si bien los britnicos apoyaban la idea de la SDN, deseaban el reparto colonial y sus Dominios presionaban por l. Esta situacin de conflicto se destrab cuando el sudafricano Jan Smuts propuso que las naciones ocupantes de territorios de los Imperios Centrales los administraran en nombre de la SDN y bajo su supervisin en calidad de mandatos. Wilson acept la idea a regaadientes, sabiendo que el sistema sera un mero eufemismo para camuflajear una reparticin colonial. Segn el Artculo 22 del Convenio de la Sociedad de Naciones, existiran tres clases de mandatos (A, B y C), teniendo los primeros el mayor grado de autonoma y la promesa clara de futura independencia, los segundos un nivel intermedio y los terceros seran administrados como parte integral de las naciones mandatarias debido a lo remoto de su ubicacin y/o el atraso de sus habitantes.

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Inicialmente los japoneses desconfiaron del sistema y se sintieron traicionados por los britnicos, puesto que ellos les haban garantizado la anexin de las islas capturadas y ahora apoyaban el sistema de mandatos sin haber consultado a Japn. Sin embargo, el gobierno nipn pronto vio que en la prctica sera lo mismo y, muy a tono con el discurso dominante en Pars, aleg que deseaban el mandato para proteger a los nativos. Pero el camino de los japoneses no sera fcil. Australia reclam el control de todos los territorios alemanes del Pacfico, tanto al norte como al sur del Ecuador, lo que dejara a Japn sin ganancia alguna. Los australianos y los neozelandeses buscaban tener una amplia cobertura contra Japn, pero la situacin era complicada. Si presionaban por sus objetivos, legitimaban los de los japoneses, adems de que ninguna de las grandes potencias, salvo EE.UU., tena inters en sacar a Japn de la zona. La perspectiva norteamericana era distinta, las nuevas adquisiciones japoneses formaban una slida pantalla que separaba Filipinas de Hawi y que amenazaba la posicin norteamericana en el Pacfico. No faltaron voces en Washington que reclamaran para el pas una parte del botn alemn en la zona, pero la tarda entrada de Estados Unidos a la guerra y la falta de inters de Wilson en adquirir territorios dejaron al pas sin opcin a alguna ganancia en el Pacfico. Los delegados norteamericanos llegaron a proponer que la crucial isla de Yap (en las Carolinas) fuera internacionalizada al ser un nudo de comunicaciones radiales y telegrficas, pero su idea no fue escuchada. Tambin propusieron, con xito, que los mandatos de clase C, que eran los que se estaban constituyendo en el Pacfico, no pudieran ser fortificados. Esta disposicin fue aceptada por Japn y Australia, pero era evidente que si estos pases se vean en apuros, la ignoraran. En la zona Australia obtuvo en calidad de mandato la ex Nueva Guinea Alemana, Nueva Zelanda obtuvo la ex Samoa Alemana y los dos Dominios junto con Gran Bretaa tuvieron un mandato colectivo sobre Nauru. Por su parte Japn, gracias a su hbil y rpido movimiento inicial en 1914, y a su astuta diplomacia, logr tener un mandato sobre las Islas Marianas, Carolinas, Marshall y Palau; an con los recelos de Estados Unidos y Australia. Este fue el mayor triunfo que el imperio obtuvo en Versalles.

4.-El puesto permanente de Japn en el Consejo de la Sociedad de Naciones, confirmacin de Japn como potencia mundial
La Sociedad de Naciones naci del Tratado de Versalles, fue la primera organizacin internacional de su clase, y la antecesora de la actual Organizacin de Naciones Unidas; de hecho, la actual ONU tom su estructura base de la SDN. Aquella organizacin contara con la Asamblea, que reunira a todos los Estados miembros y tocara todos los asuntos que estos decidieran; tambin contara con el Secretario, que tendra prcticamente las mismas

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funciones que el actual Secretario General de la ONU. Finalmente estaba el Consejo, la mxima autoridad de la SDN, se encargado mayormente de asuntos de seguridad internacional y estara conformado por cinco miembros permanentes y cuatro no permanentes elegidos por la Asamblea. Obviamente este organismo es la raz del actual Consejo de Seguridad de la ONU. Como no poda ser de otra forma, los cinco miembros permanentes fueron Gran Bretaa, Francia, Estados Unidos, Italia y Japn, las potencias dominantes en Versalles. El Consejo haba nacido directamente del Consejo de los Diez (Dos delegados de los Cuatro Grandes ms dos de Japn) y por tanto se convirti en una confirmacin del status de las Principales Potencias Aliadas y Asociadas, es decir aquellas que haban firmado o se haban adherido a la Declaracin de Londres de 1914 ms Estados Unidos. Ahora bien, Por qu las principales potencias de Occidente le dieron un puesto permanente a Japn en el Consejo elevndolo a un status similar al suyo? Primeramente debemos recordar que Japn, junto a Italia, se adhiri a la Declaracin de Londres en 1915. Este acuerdo haba sido firmado en 1914 por Gran Bretaa, Francia y Rusia, en l las tres naciones se comprometan a no establecer paces por separado con Alemania y sus aliados y luchar juntos hasta el final de la guerra. Este acuerdo era, jurdicamente, la espina dorsal de la coalicin mundial anti alemana, y colocaba a Japn, tericamente, al mismo nivel que sus aliados europeos, aunque su aporte militar hubiera sido mucho menor. Por otra parte, ya en la conferencia de paz, los delegados de Estados Unidos y el Imperio Britnico estaban muy preocupados porque la SDN se materializara, por lo que deban lograr la incorporacin de las grandes potencias. La situacin de Japn era complicada, pues el choque en el punto de la igualdad racial haba tensado mucho las relaciones; as que es muy lgico pensar que tanto estadounidenses como britnicos creyeran que no podan negarle a Japn tal status sin perder definitivamente a la potencia asitica para el proyecto de la SDN, y menos que desde la instalacin de la conferencia, a los japoneses se les haba dado un puesto esencialmente igual al de las potencias occidentales. Adems de esto, es muy probable que los delegados de las dos potencias anglosajonas pensaran que la futura SDN necesitara proyectar una imagen de universalidad para poder tener credibilidad ante el mundo, por lo que necesitara incluir a la nica gran potencia asitica de la poca. Sin Japn adentro, la SDN parecera un simple club de potencias occidentales y sus satlites. Pero, qu significaba realmente esto para Japn? Primero que nada, su confirmacin y reconocimiento como potencia mundial a la par de aquellas de Occidente, cumpliendo as el sueo acariciado desde la Restauracin Meiji de 1868. Adems, el puesto permanente le otorgara una proteccin igual, sino ms efectiva, que la fallida igualdad racial, puesto que los miembros permanentes tenan poder de veto en el Consejo an en asuntos que los implicaran.

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Por si fuera poco, ahora Japn podra proyectar su poder en todo el mundo al mediar en las disputas por venir que llegaran al Consejo. Otro tanto a su favor vino cuando Estados Unidos no ratific el Tratado de Versalles y por lo tanto no ingres a la SDN; aunque el pas americano qued as libre de muchos de los compromisos y obligaciones a los que Japn si qued sujeto. Es interesante destacar que esta fue la primera vez en siglos que una potencia asitica era tratada con total igualdad por sus pares occidentales, y de cierta manera abri el camino para que futuras potencias no occidentales fueran tratadas as, de hecho, el puesto que China ocupa hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU es una herencia directa de aquel que obtuvo Japn en 1919 en la SDN. En resumen, podemos decir que la membresa permanente en el Consejo de la Sociedad de Naciones fue un tremendo triunfo para Japn en Versalles y lo confirm como una potencia mundial.

5.-La disputa sino-japonesa en Shandong. El asunto no resuelto en Versalles


En 1914 Japn ocup el territorio arrendado de Jiaozhou y su importante puerto de Qingdao. Este territorio haba sido arrendado por China a Alemania bajo coaccin militar en 1898 por un trmino de 99 aos. Este territorio se ubicaba en la rica provincia de Shandong, donde Alemania disfrutaba tambin de derechos comerciales especiales de forma exclusiva y de la administracin de un ferrocarril. Japn reclam todo este botn sin demasiada oposicin gracias a que China era neutral en el conflicto y que fue obligada mediante las Veintiuna Demandas de 1915 y otros tratados posteriores a reconocer la situacin y dejar el asunto en manos de Japn y Alemania. Pero esto cambi cuando en 1917 China declar la guerra a Alemania con el respaldo de Estados Unidos. Obviamente China lo hizo para poder tener presencia en la futura conferencia de paz y reclamar lo que consideraba suyo. Adems de esto, China se haba convertido para 1919 en una especie de protegida de Estados Unidos y para el presidente Wilson, lograr un triunfo chino en la disputa de Shandong se haba vuelto un objetivo principal. Por su parte, las potencias europeas sentan en parte simpata por China, pero estaban comprometidas con Japn por sus acuerdos secretos y, en ltima instancia, no podan condenar la actitud de Japn puesto que en otras partes del globo ellas tenan una conducta similar; adems de que una disputa por un lejano puerto chino no era algo que les interesara demasiado. Los argumentos de Japn para reclamar la zona eran: 1) Japn haba declarado la guerra a Alemania primero y haba sido l quien haba conquistado Jiaozhou cuando China era neutral, 2) En las Veintiuna Demandas y en acuerdos posteriores China haba aceptado dejar el

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asunto en manos de Alemania y Japn, 3) A diferencia de Japn, China no haba tenido participacin militar efectiva en la guerra, quedando su declaracin slo en el papel. Pero Japn tena en contra varias declaraciones en la que se hablaba de restaurar el territorio a China, incluido el ultimtum a Alemania que antecedi a la declaracin de guerra. Por su parte China basaba su reclamo en un nico argumento: El arrendamiento de Jiaozhou haba sido un contrato entre China y Alemania, y al declararle la guerra a Alemania, China tena el derecho de recuperar lo que desde siempre haba sido su territorio. Las negociaciones fueron muy difciles, marcadas por una gran tensin entre Estados Unidos y Japn y la resolucin de los chinos a recuperar Jiaozhou. En vano los estadounidenses le solicitaron a Gran Bretaa presionar a Japn; los britnicos contestaron que no podan ignorar los compromisos con los japoneses. Los japoneses llegaron a ofrecer la devolucin del territorio y el puerto a cambio del otorgamiento de los beneficios comerciales que tena Alemania en la zona, pero esto pareci indignar an ms a los chinos. Y es que el Gobierno chino adems de contar con el fuerte respaldo de Estados Unidos, lo que sin duda explica su resuelto enfrentamiento a su poderoso vecino, estaba reflejando el renaciente nacionalismo que estaba recorriendo China en esos das. En China, tras casi un siglo de humillaciones y expolios ante los europeos y japoneses, se haba formado un poderoso sentimiento nacionalista, que tras la cada de la dinasta Qing y la muerte del dictador Yuan Shikai, pareca que podra cristalizar en un movimiento poltico moderno, que instaurara un gobierno verdaderamente republicano y democrtico capaz de recuperar la provincia que era cuna de Confucio. Esta idea era acariciada por Wilson, que pensaba que China poda ser una discpula de la democracia norteamericana. Pero estas ideas no se materializaran. Al final, el asunto no qued resuelto, la delegacin china abandon Versalles en protesta y no firm el Tratado, mientras que Japn mantuvo su ocupacin del territorio de Jiaozhou, el puerto de Qingdao y el ferrocarril de Shandong. Al conocerse la noticia en China, estall una violenta ola de protestas estudiantiles en Pekn y otras ciudades que slo pudo ser controlada por el gobierno despus de varios das. As naci el movimiento poltico nacionalista conocido como Movimiento del 4 de Mayo, por la fecha en que iniciaron las protestas. Este movimiento fortalecera la posicin del partido nacionalista Kuomintang de Sun Yat-sen e incluso les allanara el camino a los comunistas. Esta disputa marc un punto de no retorno en la enemistad sino-japonesa en el siglo XX y en la creciente tensin y rivalidad entre Estados Unidos y Japn.

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6.- Conclusiones
Resulta bastante difcil ofrecer un balance general s obre la participacin de Japn en la Conferencia de Paz de Pars. Podemos, no obstante, identificar aspectos a favor y en contra de los intereses del pas asitico en aquel foro, evaluar cada aspecto de cara a los aos inmediatamente posteriores, y as poder hacernos una idea de si los japoneses ganaron o perdieron ese pulso diplomtico con las potencias occidentales, concretamente con Estados Unidos y Reino Unido. Hagamos un breve recuento. Japn fue derrotado en el punto de la igualdad racial, aunque obtuvo una slida victoria en el referente a los mandatos y otra ms en el del Consejo de la Sociedad de Naciones, para finalmente irse con un resultado indeciso, pero favorable al final, en el asunto de Shandong. Tendramos as, un marcador final de 2 v ictorias, 1 derrota y un empate para Japn, pero un anlisis meramente cuantitativo no resulta suficiente.
Ms acertado sera tomar en cuenta el peso cualitativo de cada duelo que Japn gan o perdi. De este modo, podramos argumentar que la derrota en el asunto de la igualdad racial fue un doloroso revs moral para el archipilago, pero dej intactas sus aspiraciones a la hegemona regional en Asia Oriental y el Pacfico. El tema de los mandatos supone, por mucho, una slida victoria militar, geopoltica y diplomtica, quiz la ms brillante de la historia japonesa, pues Japn nunca obtuvo ni obtendra tanto invirtiendo tan poco. El puesto permanente en la Sociedad de Naciones podra considerarse una victoria poltica que, aunque al principio pueda parecer terica, tendra mucho potencial a futuro. Finalmente, el hecho de que el asunto de Shandong quedara sin decisin, puede verse slo como una victoria a corto plazo para Japn, pues era de esperarse que Estados Unidos y China no fueran a ceder en su empeo para que la regin volviera a manos chinas, lo que logaran en 1922. Por otra parte, es necesario destacar que Japn tuvo una prdida que tardara un tiempo en notarse: su alianza con Gran Bretaa qued herida de muerte y las dos potencias anglosajonas formaran un muro contra su expansin que se hara evidente en la Conferencia Naval de Washington de 1922, la cual marc un punto de inflexin en la rivalidad de Japn con Estados Unidos y puso en marcha los mecanismos de la confrontacin que llegara en 1941. Fuentes Consultadas Allen, George Cyril. Breve historia econmica del Japn moderno, 1867-1937. Madrid, Editorial Tecnos, 1980 Allen, Louis. Japn en los aos de triunfo. Apogeo del sol naciente. Barcelona-Espaa, Ediciones Nauta, 1970

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Asomura, Tomoko. Historia poltica y diplomtica del Japn moderno. Caracas, Monte vila Editores Latinoamericana, 1997 Beasley, W. G. The Rise of Modern Japan. Nueva York, St. Martin`s Press, 2000 Burkman, Thomas W. Japan and the League of Nations: Empire and World Order, 1914-1938. Honolulu, University of Hawaii Press, 2008 Camps, Eduardo. Historia de Japn, 1450-1990. Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1991 Chesneaux, Jean. Asia Oriental en los Siglos XIX-XX. China, Japn, India, Sudeste Asitico. Barcelona-Espaa. Editorial Labor, 1969 Dockrill, M. L y Fisher, John. Paris Peace Conference, 1919: Peace Without Victory? Studies in Military and Strategic History. Londres, Palgrave Macmillan, 2001 Ferro, Marc. La Gran Guerra (1914-1918). Madrid, Alianza Editorial, 1970 Gordon, Andrew. A Modern History of Japan. From Tokugawa Times to the Present. Oxford, Oxford University Press, 2003 Hall, John Whitney. El Imperio Japons. Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1998 Horne, Charles F. Source Records of the Great War, Vol. I - VII. Washington, National Alumni, 1923 Kajima, Morinosuke. A Brief Diplomatic History of Modern Japan. Londres, Prentice-Hall International, 1965 Kajima, Morinosuke. The Emergence of Japan as a World Power, 1895 1925. Londres, Prentice-Hall International, 1968 Kawamura, Noriko. Turbulence in the Pacific. Japanese-U.S. Relations During World War I. Londres, Praeger Publishers, 2000 Nish, Ian. Japanese Foreign Policy in the Interwar Period, Londres, Praeger Publishers, 2002 Shimazu, Naoko. Japan, Race and Equality. The racial equality proposal of 1919 . Londres, Routledge, 1998 Treaties between China and Foreign States. Shanghai, Inspector General of Customs, 1917 Van Ginneken, Anique. Historical Dictionary of the League of Nations. Oxford, The Scarecorw Press, 2006 Fuentes electrnicas: http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?t=4497 Foro militar permanente en Espaa, se centra en las grandes marinas de guerra del mundo y su historia. http://www.firstworldwar.com

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Pgina web histrica de Estados Unidos, especializada en la Primera Guerra Mundial, cuenta con una gran cantidad de artculos, documentos originales y elementos multimedia. http://net.lib.byu.edu/~rdh7/wwi/comment/japanvisit/JapanA2.htm Archivo web de documentos de primera mano sobre la Primera Guerra Mundial por voluntarios de World War I Military History List. Este archivo cuenta con el aval de The History Channel. http://www.nytimes.com Sitio web del mundialmente conocido diario New York Times. Cuenta con una completa hemeroteca digital en la que se pueden encontrar noticias que datan de la Primera Guerra Mundial e incluso de fechas ms lejanas. http://sticerd.lse.ac.uk/ Pgina web de The Suntory and Toyota International Centres for Economics and Related Disciplines. Cuenta con una amplia gama de publicaciones sobre la poca moderna de Japn y sus relaciones con el Reino Unido, realizadas por autores reconocidos de Gran Bretaa y Japn

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DE LAS ORGANIZACIONES INTELIGENTES HACIA LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CASO : Universidad Simn Bolvar Sede del Litoral (Estado Vargas)

Autor: Lic. Esp. Jess R. Monascal L. Universidad Simn Bolvar jmonascal@usb.ve

Resumen:

El objetivo principal de sta ponencia es estudiar la forma de cmo la Gestin del Conocimiento y las Organizaciones Inteligentes pueden apoyar el Desarrollo de la Responsabilidad Social, y ms especficamente, como la Universidad Simn Bolvar, Sede del Litoral puede influir en el desarrollo de la Responsabilidad Social en las comunidades con el fin de obtener resultados exitosos. En tal sentido, el proceso de aprendizaje juega un papel primordial en las instituciones a travs de la Gestin del Conocimiento garantizando la infraestructura necesaria para generar, recopilar y recuperar el conocimiento, pero sobre todo para promover correctamente las estrategias que estn relacionadas con la Responsabilidad Social en las comunidades, identificando los factores de crecimiento de las Organizaciones, observando la estimacin de riesgo en cada una de las opciones discernibles, considerando particularmente, la forma de cmo gestionar y generar el aprendizaje, para reconocer los puntos fuertes y dbiles que poseen las organizaciones con la finalidad de optimizar sus procesos y de esta forma elevar el estndar social que deben poseer las instituciones universitarias ya que la Responsabilidad Social permitir obtener una nueva visin en donde la universidad, las comunidades y las personas que estn relacionadas gestionan sus actividades y aprenden de ella en forma sustentable teniendo en cuenta que el conocimiento que se genera impacta en lo econmico, social y ambiental, considerando siempre el inters colectivo. Palabras Claves: Gestin de Conocimiento, Organizaciones Inteligentes, Aprendizaje y Responsabilidad Social.

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INTRODUCCIN

En la actualidad el xito de una organizacin depende en gran parte de la tecnologa y el conocimiento que se tiene de sus empleados para brindarles a sus clientes un servicio de excelencia. Las Empresas deben estar coordinadas e interrelacionadas de manera que le permitan a los trabajadores realizar las actividades diarias de una forma efectiva y eficiente, dando como resultado informacin de utilidad para la toma de decisiones y el aprendizaje por parte de los administradores.
Ciertamente esto es as en el mundo empresarial ms sin embargo, nos preguntamos. qu est ocurriendo en nuestras universidades? y sobre todo qu est ocurriendo en la Universidad Simn Bolvar, Sede del Litoral? teniendo en cuenta que la poltica de conocer, estudiar, indagar, y analizar para luego aprender de nuestros errores, no est totalmente establecida ni asimilada en nuestras universidades. Debemos entonces, propiciar grandes esfuerzos que permitan generar, recopilar y recuperar el conocimiento, para promover correctamente las estrategias que estn relacionadas con la Responsabilidad Social en las comunidades, identificando los factores de crecimiento de las Organizaciones, teniendo muy claro, que el aprendizaje tanto individual como en equipo que se produzca en las personas (Comunidad Universitaria: Personal Docente, Administrativo y Obrero), les permita adaptarse a los cambios que requiere su entorno.

En ste sentido, los proyectos de Responsabilidad Social Universitarios (RSU) que cobrarn relevancia en el futuro sern las que descubran como aprovechar el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de las Comunidad Universitaria, para ello debemos partir de la premisa: la universidad es el reflejo de la sociedad, y la sociedad el reflejo de la universidad. El propsito de esta investigacin, la cual es de tipo documental y apoyada bibliogrficamente, ser estudiar la forma de cmo la Gestin del Conocimiento y las Organizaciones Inteligentes pueden apoyar el Desarrollo de la Responsabilidad Social, y ms especficamente, como la Universidad Simn Bolvar, Sede del Litoral puede influir en el desarrollo de la Responsabilidad Social en las comunidades con el fin de obtener resultados exitoso.

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Qu sabemos de la Gestin del Conocimiento, las Organizaciones Inteligentes y la Responsabilidad Social?:

Las Organizaciones Inteligentes como parte fundamental de la Gestin del Conocimiento permite a las instituciones actualizar sus procesos logrando revolucionar la forma de pensar de las organizaciones actuales. En tal sentido, las Organizaciones Inteligentes permiten administrar el uso de los recursos en funcin de un fin acorde con el fortalecimiento de un proceso, que a su vez se oriente a conformar un avance predefinido hacia la consecucin de los objetivos,
Para dar respuesta a nuestra interrogante analicemos las siguientes definiciones:

Segn Anselmo del Morral y otros (2007): La Gestin del Conocimiento es la mejora de las prestaciones organizativas por la captacin de los individuos para capturar compartir y aplicar sus conocimientos colectivos para tomar decisiones ptimas en tiempo real. Por tiempo real se entiende el tiempo disponible para tomar la decisin y ejecutar la accin que afectar materialmente el resultado. (p. 14) Para el buen funcionamiento de una organizacin, se necesita tener informacin veraz y desarrollar las funciones administrativas para poder alcanzar los objetivos de la organizacin. Los directivos slo pueden vigilar el avance hacia sus metas mediante informacin exacta y oportuna, y as, pasar a convertir los planes en realidad. Si el Personal Docente, Administrativo y Obrero no son capaces de adelantarse a posibles problemas y aprender de los mismos cuando estos ya han ocurrido, no podrn desarrollar habilidades para reconocer cundo se necesitan correcciones por lo que su trabajo ser infructfero y costoso.
Para Senge (1998) Las Organizaciones Inteligentes e s Donde las personas amplan continuamente su capacidad para obtener los resultados que verdaderamente desean, donde se fomentan nuevos y expansivos modelos de razonamiento, donde se deja libre la aspiracin colectiva y donde las personas estn continuamente aprendiendo la forma de aprender juntos.

Sin embargo, la forma ms rpida que hemos encontrado para saber si una organizacin (institucin) es inteligente es reconociendo si tiene problemas de aprendizaje indagando sobre las siguientes situaciones bsicas:

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Situacin 1: las personas no muestran entusiasmo por los resultados globales que genera la comunidad o la organizacin en que se encuentran como un todo. Situacin 2: El sndrome Apaga fuego los individuos estn preparados para los cambios repentinos (reactivo) pero no para los cambios lentos y graduales en donde exista la proactividad. Situacin 3: Generalmente las personas utilizan la siguiente frase: lo que te pasa ti es transparente para mi. Por lo tanto fingen que el trabajo se realiza en equipo para mantener una apariencia colectiva.

La Responsabilidad Social, por su parte, es una nueva visin en donde las empresas, las comunidades y las personas gestionan sus actividades y aprenden de ellas en forma sustentable, teniendo en cuenta que el conocimiento que se genera impacta en lo econmico, social y ambiental considerando los intereses del colectivo. Para Robbins, S. la Responsabilidad Social es la obligacin de una empresa ms all de lo requerido por las leyes y la economa, de perseguir metas de largo plazo que sean buenas para la sociedad Pg.59. En este punto es bueno conocer la diferencia entre Responsabilidad Social y la Obligacin Social Para Robbins, S la Obligacin Social de una empresa es cumplir con las responsabilidades econmicas y legales, pero nada ms Pg. 59.

La Gestin del Conocimiento y las Organizaciones Inteligentes pueden apoyar el Desarrollo de la Responsabilidad Social en las universidades?

Grfico 1: Funciones tradicionales de las universidades

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Fuente: Organizacin de Estados Americanos (OEA). Curso: Cmo ensear tica, Capital Social y Desarrollo en la Universidad? Mdulo 2: El desafo de la responsabilidad social universitaria: cmo diagnosticar y reformar el Ethos universitario?.( 2006).

En resumen: Grfico 2: Diagrama de Flujo que Genera Aprendizaje


1 a Se elabora procedimiento para controlar la situacin b Se investigan las razones que la producen

inicio
Se presenta Situacin a mejorar 2

Se verifica procedimiento y se actualiza

Se corrige o mejora la situacin No a Se entrena al personal No b No


Se aprendi de la situacin?

Hay control? Si Se aplic? Si Se analiza causa de la situacin

Se corrige o mejora la situacin

Se aplica el Procedimiento

Se formaliza Procedimiento

Si

Situacin: Todo lo relacionado con la Docencia, Investigacin y Extensin. Fuente: Lic. Esp. Jess Monascal

fin

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Cmo la Universidad Simn Bolvar, Sede del Litoral puede influir en el desarrollo de la Responsabilidad Social en las comunidades con el fin de obtener resultados exitosos?

El Investigador considera fundamental la aplicacin de los siguientes pasos para el desarrollo de la Responsabilidad Social en las comunidades con el fin de obtener resultados de alto impacto:

1. Interrelacionarse: establecer vnculos que implican reciprocidad. Desarrollar actividades de Docencia, Investigacin y extensin con el fin fortalecer la formacin integral y la sensibilidad social de las personas que hacen vida en el Estado Vargas con el apoyo de la Comunidad Universitaria. 2. Dialogar: Es escuchar y hablar con los miembros de la comunidad. Permanentemente realizar foros, charlas que permitan el acercamiento de todos los sectores de la Comunidad Universitaria con su entorno. 3. Compartir Propuestas: intercambiar ideas y opiniones diferentes con otros. Tener la capacidad de disentir. Es decir, aceptar que mis ideas o la(s) de otro(s) pueden ser diferentes, ms lo importante ser el xito del proyecto a realizar. 4. Comprometerse: asumir responsablemente las acciones con otros. Es cumplir con lo acordado y llegar hasta el final, reflexionando sobre todo lo actuado y sucedido. 5. Producir Pensamiento crtico: conceptualizar sobre las acciones e ideas. Es aprender sobre lo vivido dejando evidencia a las generaciones futuras.

Algunos Proyectos de alto impacto desarrollados en la Universidad Simn Bolvar, Sede del Litoral

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Tabla 1: Proyectos de Alto Impacto. USB (Sede del Litoral)

Fuente: U.S.B. Decanato de Extensin. Banco de Proyectos (Sede del Litoral)

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REFERENCIAS BBLIOGRFICAS

Del Morral, Anselmo y otros (2007) Gestin del Conocimiento. Editorial. Thomson. Espaa.

Organizacin de Estados Americanos (2006). Curso: Cmo ensear tica, Capital Social y Desarrollo en la Universidad? Mdulo 2: El desafo de la responsabilidad social universitaria: cmo diagnosticar y reformar el Ethos universitario?. Estados Unidos.

Senge, Peter (1998). El Arte y Ciencia de las Organizaciones Orientadas al Aprendizaje. Ediciones Juan Grnica S.A. Espaa.

Robbins, S. y Decenzo D. (2002). Fundamentos de Administracin. Pearson Educacin. Mxico.

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Sistematizacin de Experiencias como Mtodo de Investigacin Cualitativa


Un uso nuevo de las cosas conocidas para Hotelera, Turismo y Hospitalidad

Lic. Jos Aguiar Lpez. Profesor Investigador de Hotelera, Turismo y Hospitalidad de la Universidad Simn Bolvar. aguiarlopez@hotmail.com joseaguiar@usb.ve

Resumen

Dentro de las metodologas de investigacin cualitativa se han generado significativos cambios y avances en las vas y maneras de lograr los objetivos trazados, no obstante, con el paso del tiempo y el surgimiento de las exigencias de los micro espacios sociales han emergido procesos que se han insertado a esa caracterstica expedita de una necesidad dada. Ello no quiere decir que los objetivos por alcanzar queden subordinados al hecho social referido, sino que ambos se van consolidando a medida que la experiencia misma se va conformando. En tal sentido, la sistematizacin ha venido ocupando grandes espacios donde ha existido la necesidad de obtener respuestas a necesidades sociales y su particularidad expedita le ha dado un alto sentido de eleccin a la hora de optar por una herramienta investigativa. Es por ello que debern requerirse ciertas caractersticas en el proceso de sistematizacin de experiencias, tales como: haber sido parte y protagonista activo de la experiencia misma. Haber tenido todos los registros posibles derivados del hecho experiencial. Organizar esos registros encontrados, con el propsito de dar cronologa y coherencia a la nueva teora que emerge. Analizar todo el proceso ya organizado y por ltimo, obtener saldos formativos, los cuales nos ayudarn a no cometer los errores cometidos en el pasado y/o proporcionarle mejores alcances a las nuevas teoras obtenidas del proceso sistematizatorio. Palabras Claves: Sistematizacin, Experiencias, Metodologa de Investigacin Cualitativa.

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Introduccin.

La sistematizacin de experiencias ha sido una de las herramientas metodolgicas de investigacin cualitativa de mayor impacto en los mbitos sociales en los ltimos aos, en tal sentido, la Universidad Nacional Experimental Simn Rodrguez, aperturaza en 24 de enero de 1974, se plante para su desarrollo principios innovadores, que se caracterizaron por un desarrollo acadmico centrado en el aprendizaje a travs de la detencin, abordaje y resolucin de problemas en forma interdisciplinaria, lo cual pretende establecer una relacin directa y sistemtica con la realidad, proceso que implica el anlisis y la evaluacin permanente . (Zerpa, 2007), y a travs del Centro de Experimentacin para el Aprendizaje Permanente, creado el 13 de junio de 1979, el cual ha desarrollado a travs de la estructura de ensayos, una modalidad educativa innovadora dirigida a la formacin de docentes en ejercicio (Licenciatura en Educacin). (Zerpa, 2007), para ello, se ha instrumentado lo que se conoce como Mtodo de Proyectos de Aprendizaje, basado en la reconstruccin del proceso experiencial del participante, con el propsito de dar vinculacin a este aspecto con los elementos de carcter tericos que les sustenta. Es dar un uso nuevo a las cosas conocidas. (Dewey, en Freire, 1969, p: 121)

Las metodologas de investigacin se han venido suscribiendo a un estrecho nmero de opciones con las cuales puede contar el investigador, ello obedece al estricto orden acadmico a las cuales se suscriben las instancias educativas de nivel superior, en tal sentido, surge una nueva propuesta metodolgica, partiendo de la universidad puertas afuera, de la universidad de la gente, de la universidad de currculum abierto y no aquella que presenta un currculum cerrado y los estudiantes van por l.

Esta propuesta apunta a la construccin de un nuevo currculum o mejor aun, de la creacin de un currculum personalizado, donde cada participante ser dueo de su propio proceso de aprendizaje.

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1. Sistematizacin de Experiencias.

Obviamente, al querer definir sistematizacin de experiencias, debemos suscribirnos a un ejercicio que est referido, necesariamente, a experiencias prcticas concretas. (Jara. 1994, p: 17). Pero tambin agrega el mismo autor que entendemos la sistematizacin como un proceso permanente, acumulativo, de creacin de conocimientos a partir de nuestra experiencia de intervencin en una realidad social, como un primer nivel de teorizacin sobre la prctica. En este sentido, la sistematizacin representa una articulacin entre teora y prctica () y sirve a objetivos de los dos campos. Por un lado, apunta a mejorar la prctica, la intervencin, desde lo que ella misma nos ensea (); de otra parte (), aspira a enriquecer, confrontar y modificar el conocimiento terico actualmente existente, contribuyendo a convertirlo en una herramienta realmente til para entender y transformar nuestra propia realidad. (1994, p: 20) La propuesta formativa a la que el autor refiere, denominada Sistematizacin de Experiencias, plantea cinco pasos fundamentales para su concrecin, tal y como lo sugiere Oscar Jara, en su propuesta en cinco tiempos, (1994, p: 91 125), a saber: Punto de partida. (Haber sido parte del proceso experiencial). Las preguntas iniciales. (Recopilacin de los registros obtenidos durante el marco temporal del proceso). Reconstruccin del proceso vivido. (Organizacin de los registros y otros elementos componenciales de la experiencia). La reflexin de fondo. (Anlisis y reflexin crtica de los saldos formativos). Los puntos de llegada. (Conclusiones de los saldos formativos). Los objetivos que persigue el presente proceso, (de indagacin terica y su confrontacin con el proceso experiencial), son: Ejemplificar los pasos sistematizatorios con el propsito de dar claridad a la definicin de la sistematizacin de experiencias. Proporcionar elementos formativos que coadyuven a identificar los alcances de la sistematizacin de experiencias. Evidenciar aspectos tericos que soporten a la sistematizacin de experiencias como metodologa de investigacin vlida.

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Proporcionar elementos tericos basados en las experiencias propias, que se constituyan en propuestas referenciales e institucionales desde donde la sistematizacin valide experiencias a nivel superior con la utilizacin del currculum abierto.

En tal sentido, la sistematizacin de experiencias a ido ocupando progresivamente espacios de opcin para los investigadores cualitativos cuyo objetivo general de su trabajo involucre al ente humano como parte protagnica del proceso y no como mero elemento contemplativo. Esta propuesta de metodologa de investigacin pretende construir teoras nuevas desde el ejercicio cotidiano del ente humano y desde all construir nuevas teora.

2. Metodologa de Investigacin Cualitativa. Aproximacin a sus definiciones.

En la actualidad existen dos grandes corrientes desde donde se enfocan los procesos investigativos, ellos son el mtodo cuantitativo y mtodo cualitativo. Para Carlos Sabino, (1992, p: 190), el mtodo de investigacin cuantitativo se efecta, naturalmente, con toda la informacin numrica resultante de su proceso investigativo. Esto, luego del procedimiento sufrido, se nos presentar como un conjunto de cuadros, tablas y medidas, a las cuales se les ha calculado sus porcentajes y presentado su convenimiento. Agrega Sabino, (1992: 193 - 194), que el mtodo de investigacin cualitativa se refiere al anlisis que se le aplica a la informacin de tipo verbal que, de un modo general, se ha obtenido. Este anlisis se efectuar cotejando los datos que se refieren al aspecto tratado y a la vez evaluando su fiabilidad.

Por otra parte, Roberto Hernndez Sampieri, (2003, p: 4), define al mtodo cuantitativo como la recoleccin y el anlisis de los datos para contestar preguntas de la investigacin y probar hiptesis establecidas previamente, y confa en la medicin numrica, el conteo y frecuentemente en el uso de la estadstica para establecer con exactitud patrones de comportamiento de la poblacin. Seguidamente el mismo autor se refiere al mtodo cualitativo, diciendo: Por lo

comn, se utiliza primero para describir y refinar preguntas de investigacin. A veces, pero no necesariamente, se prueban hiptesis. Con frecuencia se basa en mtodos de recoleccin de datos

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sin medicin numrica, como las descripciones y las observaciones. Por lo regular, las preguntas e hiptesis surgen como parte del proceso investigativo y ste es flexible, y se mueve entre los eventos y su interpretacin, entre las respuestas y el desarrollo de la teora. Su propsito consiste en reconstruir la realidad, tal y como ha sido observada en un sistema social definido. (2003, p: 5).

El autor se apoyada en estos autores para poder diferenciar, desde el punto de vista terico, de donde parte el proceso de investigacin en las ciencias sociales. En definitiva, el mtodo de investigacin cualitativa, enmarca la principal vertiente de desarrollo investigativo e indagatorio. Por otra parte, cada paso importante en el desarrollo de la ciencia suele dar lugar a nuevos mtodos de investigacin. (Kdov y Spirkin. 1967, p:15)

La investigacin cualitativa ha adoptado una serie de mtodos enfocados al estudio social, seguidamente el autor refiere algunos de ellos en el siguiente cuadro explicativo derivado de los planteamientos realizados por Miguel Martnez, (2002). Cuadro N 1 MTODOS DE INVESTIGACIN CUALITATIVA. Mtodo Hermenutico Mtodo Etnogrfico Mtodo Investigacin Accin Mtodo Endgeno Mtodo Fenomenolgico

El vocablo proviene del verbo griego hermeneuien, que quiere decir interpretar Dilthey (1900) uno de los principales exponentes del mtodo hermenutico en las ciencias humanas define la hermenutica como el proceso por medio del cual conocemos la vida psquica con la ayuda de signos sensibles que son su manifestacin. La hermenutica, no

La investigacin La metodologa de La investigacin La fenomenologa es el etnogrfica ha consistido investigacin accin endgena es una estudio de los en la produccin de representa un proceso investigacin etnogrfica fenmenos tal como son estudio analtico por medio del cual los en la que los experimentados, vividos descriptivo de las sujetos investigados son investigadores y percibidos por el costumbres, creencias, autnticos pertenecen al grupo que hombre. prcticas sociales y coinvestigadores, se investiga. Estn religiosas, conocimientos y participando muy asistidos y asesorados, Husserl, en su comportamiento de una activamente en el no guiados, por un investigacin cultura particular, planteamiento del experto externo al grupo, fenomenolgica , se generalmente de pueblos problema a ser pero son ellos quienes basaba en ir hacia las y tribus primitivos. Sus investigado. El eligen el objeto y foco de cosas mismas, en el cual elementos bsicos son: investigador acta como inters, escogen los se entiende por cosas a) Apertura un organizador de las procedimientos lo que se presenta a la mental ante la discusiones, como un metodolgicos, disean conciencia. investigacin. facilitador del proceso, la investigacin y la b) Participacin como un catalizador de ubican dentro de su Heidegger precisa que intensa en el medio a problemas y conflictos, y, marco de referencia. Es la fenomenologa es la investigar. en general, como un aplicable en mbitos de ciencia de los fenmenos c) Observacin tcnico y recurso para grupos de encarcelados, y que consiste en participante y entrevistas

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slo puede describir e interpretar los textos e historias de vida, sino tambin los avances tecnolgicos. (pg. 117 122).

significativa. ser consultado. Este grupos de obreros, tribus permitir ver lo que se d) Esfuerzo en investigador debe: indgenas, etc. muestra, tal y como se comprender los eventos. a) Aceptar un (pg. 211 215). muestra a s mismo, y en e) Marco compromiso tico de cuanto se muestra por s interpretativo. entrega y altruismo. mismo. f) Resultados b) Buscar escritos. rigurosamente la El mtodo interpretacin de los fenomenolgico es el Tiene centrada su atencin datos a travs de un ms adecuado para en el ambiente natural, y proceso crtico. c) Conducir la estudiar y comprender la su xito depender de la para estructura psquica habilidad y calificacin del autocrtica sustentar tericamente vivencial que se da, por investigador para la investigacin ejemplo, en un interpretar los hechos que ejecutada o al grupo condenado a muerte o a vive y observa. estudiado. prisin perpetua, en un (pg. 199 202). acusado y condenado El padre de la injustamente, en la investigacin accin es soltera que llega a ser Kurt Lewis, quien utiliz madre contra su el trmino en 1944. voluntad, en el (pg. 221 233). enamorado, en el drogadicto, en la prdida de un ser querido, en un atraco criminal o en una violacin, en el que se queda invlido o solo en vida, etc. (pg. 167 171).

Fuente: Martnez, Miguel. (2003).

3. El Proceso Experiencial en Hotelera, Turismo y Hospitalidad y su Constitucin en Nuevas Teoras a partir de la Sistematizacin de Experiencias como Herramienta Metodolgica.

Apoyado en su experiencia, el autor se enfoca en el ejercicio de la profesin en hotelera, turismo y hospitalidad, y en el hecho dado en el mbito educativo. De ambos procesos se desprende un alto nivel de reflexin y de re pensarse el hecho hotelero, turstico y educativo, no dirigido hacia el husped y el estudiante, respectivamente, sino con el husped y con el participante de procesos formativos, donde se reconstruya un nuevo mbito propiciador de hospitalidad como valor fundamental en el ejercicio del turismo. Es re conceptualizar el turismo, la diversidad cultural, gerencia y la educacin. En tal sentido, se persigue identificar los micro espacios sociales donde se comenzarn a facilitar procesos formativos orientados al mbito turstico, hotelero y de hospitalidad. Por otra

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parte se pretende propiciar espacios donde los valores constituyan pilares fundamentales en el proceso de reorientacin y re conceptualizacin de la actividad turstica, hotelera y de hospitalidad. En la investigacin tomar relevancia el hecho de registrar los hallazgos que se deriven del proceso formativo, con el propsito de sistematizar la experiencia. Resultar de vital importancia para el proceso experimental una definitiva vinculacin de la actividad turstica, hotelera y de hospitalidad y los procesos facilitatorios y sistematizatorios, los cuales garantizarn en un tiempo relativamente corto un cambio sustancial en los resultados que obtendremos en la simbiosis turista espacio y transformarla en un tringulo de ente humano espacio turista. Dentro de las posturas psicolgicas conocidas de donde se clasifica al turista se tienen: 1) la necesidad de descansar de las actividades diarias de trabajo y someter al organismo a una reconstitucin. 2) la de conocer a otras personas, con el nico propsito de socializar y universalizar al ser humano. 3) la de unir a la familia y de viajar grandes distancias en grupos compactos e indisolubles. 4) la de encontrarse consigo mismo y realizar introspecciones con carcter de salud. 5) la de realizar negocios, donde las costumbres locales pudieran hacerse preponderantes en dicho proceso. (Kotler, P., 1997, p: 115) En tal sentido se evidencia el carcter protagnico del ente humano, no obstante algunas definiciones del Turismo acarician otras vertientes. Hoy en da el turismo es definido como un fenmeno socio econmico, otros lo definen como un aspecto netamente cuantificable en grficas explicativas, las cuales no contemplan la experiencia, sino el nmero de visitantes y el margen de ganancias obtenido. Por otra parte, tambin prepondera la cantidad de dinero que se desprende de toda la actividad turstica, siendo poco preciso los clculos derivados de ello, mezclando ingresos con impuestos, empresas transnacionales que desvan fondos a otros pases, quedando el pas receptor desfavorecido desde todo punto de vista. La intervencin de monedas extranjeras en el hecho turstico representa un grave peligro para las locaciones que sirven de receptoras, ya que en la mayora de los casos, dichas locaciones no son beneficiadas con esas divisas. Una conceptualizacin coherente del Turismo presentada por el autor, se orienta hacia los siguientes aspectos: 1) Cultural, aqu interactan actividades de carcter folklrico, deportivo, educativo, entre otras. 2) Geografa, en ella se encuentran las playas, ros, montaas, fenmenos naturales, entre otros, que interactan en el hecho turstico. 3) Gastronmico, todo lo vinculado

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con la produccin, elaboracin servicio y consumo de alimentos y bebidas. 4) Religioso, las actividades de credo manifestadas de diferentes formas, de acuerdo a las regiones dadas. Esta clasificacin da protagonismo evidente al ente humano, ninguna de ellas pudiera manifestarse si ste no est presente como actor fundamental en una actividad de interrelacin con otros semejantes. El hecho experiencial se hace turismo, tanto como para el ente humano receptor, como para en turista mismo que participa activamente en la experiencia.

Conclusin.

Con base a lo expuesto durante todo este texto, el autor inicia con una recomendacin directa a todas las universidades, las cuales pudieran tener a bien realizar jornadas de re conceptualizacin de las carreras, dndoles el protagonismo a los participantes de esas casas de estudios e invitar a otros participantes, con el propsito de intercambiar ideas y enfoques. El currculum cerrado ya ha perdido vigencia, no obstante se continan egresando a estudiantes aplicndoles este tipo de currculums, hay que darle paso de manera inmediata al currculum abierto, ello brindar mejores profesionales, con visiones ms absolutas de la realidad del campo de trabajo, que la mera aprobacin de materias que vayan acercndolo a un ttulo universitario. En tal sentido, ser el hecho experiencial quien proporcione una nueva manera de ver la vida, de ver las cosas, como dijo Dewey en algn momento: un u so nuevo de las cosas conocidas. El Turismo, no deber continuar avanzando hacia ninguna direccin y debemos actuar de manera protagnica, somos nosotros mismos el Turismo que ofrecemos. Por qu razn las antillas vecinas poseen un mayor ndice de visitantes que nuestro pas, el cual posee nieve, mdanos, ciudad, playas, historia, entre otros? Cun distante estamos de lograr esa eleccin por parte de los turistas del mundo? Hay diferencia entre nuestros hoteles y los hoteles del mundo, a nivel de estructura? Cun vaco estamos y por cunto tiempo? Cmo podramos saber a ciencia cierta cul ha sido nuestro error en la conduccin de nuestros potenciales tursticos? Y por ltimo, Cunto me he obviado yo mismo como ente turstico?

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La experiencia y la co relacin experiencial tendr un definitivo significado en las respuestas de todas las preguntas que anteceden, no obstante hay muchos paradigmas que disolver y muchos conflictos que afrontar. No obstante estamos preparados para ello. Bibliografa.

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LAS LANZAS COLORADAS COMO NOVELA HISTRICA A PROPSITO DE LA VANGUARDIA


Autora: Jessica del Valle Pacheco Liceo Bolivariano Cacique Naiguat Naiguat, Estado Vargas Jessicapacheco_234@hotmail.com

I.

INTRODUCCIN

Es indudable que despus de tanto tiempo de la gesta emancipadora, la historia venezolana an siga siendo objeto de debate, enigma, cuestionamiento y ello, como reflejo de los mltiples hallazgos y transformaciones que experimenta la humanidad. Esas ansias de escudriar el pasado olvidado, hurgar en la memoria colectiva, fijar los orgenes de nuestra cultura, entre otras, son algunas de las razones por las cuales, numerosas obras llegan a ser grandes monumentos no slo en el mbito de la literatura sino dentro de la historia, pues llegan a traspasar el umbral de la ficcin para convertirse en verdaderos testimonios diacrnicos, diatpicos, diastrticos. Bajo esta premisa se nos presenta Las Lanzas Coloradas (1931) de Arturo slar Pietri, la cual marc hito no slo por ir en contra de los cnones establecidos Vanguardia- sino por la nueva versin que nos ofrece de la historia, en este caso, la independencia Venezolana. En este sentido, se concibe como una novela que busca romper con esa brecha existente entre ese pas ideal de nuestras letras y el pas real de nuestra historia (slar Pietri, 1993:286). Para ello, el escritor emplea una serie de artificios y recursos con el propsito de presentarnos una versin distinta de la historia. Una realidad que durante mucho tiempo permaneci oculta al ras de los libros, las fabulaciones y los mitos que se tejen sobre dicha poca y sus hroes, es decir, una verdad diferente a la ya conocida, sobre esa historia unvoca que durante aos ha sido repetida, pero hasta qu punto era autntica y fiel a los hechos suscitados tal y como plantea la novela histrica. La grandeza de la obra radica en la reinterpretacin que hace de la historia y el deslinde que propone de la novelstica tradicional y de los cnones preexistentes, dando como resultado una novela que marc hito dentro de la literatura y la historiografa.

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II.

LA PRAXIS

La codificacin de la historia alcanza su esplendor con la aparicin de las llamadas: novelas histricas de Lukcs y Walter Scott, en las cuales verdad y ficcin se confabulan en un slo trmino para presentarnos de la manera ms eficaz, la verosimilitud de los hechos que nos relatan. La fidelidad con el all, el aqu o el ahora son el fundamento de estas obras, tal y como asevera Jitrik, (1995) la verdad histrica constituye la razn de ser de la novela histrica, qu en consecuencia, no se limitar a mostrar sino que intentar explicar (pp.12) todo aquello que describe y encierra en sus interior (la obra). Es evidente que como toda obra literaria mezcle hechos reales con hechos imaginarios, pero aquellas que aspiren a ser histrica deben ser fiel a la poca, situacin o personaje que refleje, pues sino se desvirtuara de su razn de ser. En este sentido, el novelista juega un papel preponderante, pues es l que a travs del revisionismo saca del silencio, ya sean, episodios o hroes para darnos a conocer el hecho histrico con toda su veracidad, sin disimulos, ocultamientos ni deformaciones de ninguna clase (Mrquez, R., 1996:100) y desde luego, contribuir con la legitimacin de los hechos que subyace en el imaginario del hombre actual, puesto que conocer el pasado significa comprender las costumbres, tradiciones, modos de vida, entre otros, que siempre resulta contradictorio, ambiguo, complejo, problemtico de entender y explicar. Por estas razones, la labor del escritor es ardua y llena de dificultades, pues se ponen a prueba no slo sus habilidades como escritor sino como investigador. De all que quin intente novelar sobre pocas pasadas o personajes existentes debe ser fiel a los datos e indagar ms all de lo conocido, lo creble, lo contado, para distinguir una obra de esta ndole de las dems. Al respecto Marguerite Yourcenar, citada por Fauqui, (1992) seala que: El recuerdo no necesita de "exactitud" para ser "vlido"; basta con que l sea "convincente", con que logre recuperar una "atmsfera", captar -simbolizados- los rasgos ms significativos de un tiempo, de una poca (pp.5), para que adquieran autenticidad y validez en el tiempo y en la memoria del colectivo. Por ende, las novelas histricas ms que reflejo un tiempo o perodo, pueden ser

entendidas como respuesta ante una crisis de identidad cultural, conflictos sociales, polticos, entre otros, que merecen ser explicados con exactitud y objetividad para deslindar la verdad de la mentira, tal y como manifiesta Jitrik (1995:20) La "novela histrica" es una tpica y clara respuesta

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a una crisis especfica que involucra a la sociedad y q ue puede ser definida o tan slo descrita para ser comprendida, entendida, justifica. Para establecer Las Lanzas Coloradas de Arturo slar Pietri como novela histrica, debemos dejar claro lo siguiente: la historia como discurso no fue lo que lo motiv a escribirla como sostiene Domingo Miliani (1993) y lo refiere Bohrquez (2007)-, pero tampoco podemos negar el trasfondo histrico que en ella subyace, como lo es un segmento de la vida del Libertador, Simn Bolvar y la guerra de independencia (1810-1814), los cuales son localizables en la obra como se demuestra a continuacin: Fernando segua recibiendo noticias de los que pasaban. La campaa de Bolvar vena triunfante. () Ahora pasaban por El Altar las partidas de godos fugitivos. No se oan sino las historias de la crueldad del ejrcito vencedor. Bolvar haba firmado un decreto de guerra a muerte. Guerra sin cuartel. (slar Pietri, 1984:82-83) Lo anterior deja claro que el fragmento de vida de Bolvar, que se toma como referente histrico es el Decreto de Guerra a Muerte promulgado el 15 de junio de 1813, a raz de las mltiples muertes que se suscitan en la lucha entre republicanos y espaoles. Tambin es notable la adjudicacin de Simn Bolvar como Libertador, cito: El 14 de octubre, en la iglesia san Francisco en Caracas, Simn Bolvar haba sido proclamado libertador de Venezuela. (slar Pietri, 1985:83). Todo ello indica que aunque hay hechos y episodios dentro de la novela que son verificables y cnsonos con lo que se ha manifestado a lo largo del tiempo, tambin se confirma la existencia de un hombre: Simn Bolvar, pero no como el ser glorioso, insigne y magnnimo que la historia nos ha presentado y descrito durante dcadas, sino, como mero referente. De este modo, se vislumbra como slar Pietri se deslastra de los estereotipos, modelos y mitificacin que han caracterizado las narraciones sobre este personaje, para presentarnos a un hombre ms real, humanizado, fuera de toda esa alegora que le adjudican y confieren como hroe de la patria. Sin embargo, Mrquez, (1996) sostiene que: Bolvar, no obstante que slo se le nombra en la novela, llega a ser mucho ms que un nombre. Su presencia como en disfumino en la gran pintura de la guerra, aun sin que llegue a materializarse, se percibe, se siente como si estuviese en carne y hueso (pp. 105).

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Por estas razones, independientemente de la interpretacin que se le d dentro de la obra (el carcter legendario o humano), Simn Bolvar fue, es y siempre ser un personaje sobresaliente en, por y para la historia. Una figura clave y un elemento de consulta obligatoria- para la comprensin de nuestra realidad venezolana y latinoamericana. En este mismo orden, encontramos a Jos Toms Boves como otro personaje dentro de Las lanzas Coloradas, pero que no tiene el mismo tratamiento de Bolvar porque desde el principio de la narracin novelesca hasta el final, se vislumbra y percibe como un hombre de poder, vigor, fuerza, miedo, entre otros calificativos que se le atribuyen dentro de la obra y fuera de ella, como figura sobresaliente en los hechos y de la Batalla de La Victoria. Para ilustrar basta recordar las palabras de Mrquez, (1996): La entrada de Boves a la accin novelesca se va produciendo de manera paulatina y gradual, hasta hacerse arrolladora. (..) que se extiende, siempre llevando la imagen del terrible caudillo realista en primer plano. De la misma manera se nos presentan otros datos que pueden ser corroborados en la historia de Venezuela y que aparecen en la obra como simple referente para darle importancia y credibilidad al relato, entre ellos vale mencionar los siguientes: Los sucesos del 19 de abril de 1810; el 5 de julio de 1811; el terremoto del 26 de marzo de 1812; la capitulacin de Miranda; La Campaa Admirable; La Batalla de la Puerta; y otros, que no estn puestos con la intencin de cuestionar o impugnar la historia oficial. Por el contrario, bucea en el pasado para tratar de encontrar all los fundamentos de los males del presente (Zandanel, 2003:6), y desde luego, confirmar que los hechos acaecidos inciden en el fin de un perodo y el inicio de otro. No obstante, la grandeza de Las Lanzas Coloradas no estriba all, pues radica en que la novela se fundamenta en hechos histricos, pero sobre la base de una ancdota ficticia, donde tienen cabida una serie de personajes reales y otros fabulados para darle forma, vida, sustento y credibilidad a la narracin. As tenemos entonces, dentro del relato personajes reales o localizables en un tiempo o espacio especfico como lo son: Simn Bolvar, Jos Toms Boves, Jos Flix Rivas, Francisco de Miranda, Monteverde, etc., y fabulados como: Bernardo, Ins, Fernando Fronta, Presentacin Campos, La Carvajala, Capitn David, entre otros, que no logran traspasar la historia y valerse por s mismos, pues slo habitan en el tiempo y espacio que nos cuenta la novela. En consecuencia, reales o ficticios, existentes o no, son slo el reflejo y producto de esa poca de barbarie, convulsin, violencia, desastre que vivi Venezuela y que el escritor quiso

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recrear, donde unos pelean por el rey y otros por la independencia (slar Pietri, 1985:244) y l a consagracin de la emancipacin del yugo espaol. Asimismo tenemos que la violacin, la crueldad, la maldad, el dolor, el abuso de poder y la fuerza son signos de sometimiento, propios de la guerra y que estn vinculados sustancialmente con la tragedia y el horror que subyacen la gesta de independencia que sirve de teln de fondo a la novela. Ello se puede ilustrar con los siguientes ejemplos extrados de la obra: Llmeme al cornetas! El hombre no lo reconoci. Gu! Y para qu tiene esa bocota? Instantneamente sac el machete y le cruz la espalda de un planazo. Fue a dar tierra, donde qued retorcindose de dolor largo rato. (slar Pietri, 1984:156). En este mismo orden, tenemos: Se acerc a ella, la levant sobre sus brazos y, mientras le pagaba y lo araaba con sus dbiles manos, la bes repetidas veces. Sultame! Sultame! Esclavo! Le besaba insaciablemente. Sus manos corran con fruicin por la carne suave y tibia. Le besaba la boca, contrada de ira; le besaba los ojos negros, llenos de lgrimas. El era un hombre y ella era una mujer. Cobarde! Abajo, los esclavos esperaban. Esperaron largo rato. Cuando Presentacin sali, () algunos comenzaron a sonrer con malicia. (slar Pietri, 1984:107 108) Estos hechos son slo una pequea muestra de la crueldad, el salvajismo y la brutalidad que tuvo que sufrir el hombre para la apertura y consolidacin de una historia fundacional y por ende, el producto de lo que somos hoy: Venezuela un pas libre, soberano y democrtico. En consecuencia, podemos afirmar que Las Lanzas Coloradas es una obra que desde el mismo momento que vio luz trascendi, como bien seala Bohrquez, (2007) para proponer un nuevo concepto literario de lo real que parte de la reinvencin de la Historia (p.216) y de su configuracin. Por otro lado, cabe sealar que est novela es fruto del movimiento de Vanguardia que se dio a conocer en Venezuela con la aparicin de la revista Vlvula en 1928 y donde slar Pietri tuvo una participacin destacada. En ella la revista- se propone un nuevo concepto del arte y las letras siguiendo el esquema impuesto por los europeos. La vanguardia no fue ms que un movimiento de transformacin frente a los viejos patrones y cnones existentes, que promulgaban la separacin de la tradicin y la mirada hacia otras tendencias estticas y literarias, lenguajes, formas e ideas (Bohrquez, 2007:208), con el objeto de renovar y dar cabida a otros elementos dentro de la narracin, como es el caso de la

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oralidad que viene precedida en el texto por la polifona de los personajes y, que se ha denominado: narraciones concntricas. Un ejemplo de este tipo de narraciones es el siguiente: Campos desemboc por una calle a todo correr y dispar la pistola al aire. Detrs de l, y desde todos lados del pueblo, llegaban gritos desaforados. Era un escndalo infernal. Los pobres habitantes corran a esconderse en las casas, creyndose vctimas de una invasin furiosa. Se confundan las voces terribles de los asaltantes y las acobardadas de los pobladores. Eeeepaaa! Viva el general Campos! Vingen del Carmen slvanos! Mteme ese hombre! Viva Presentacin Campos! Bendito y alabado sea el Santsimo Sacramento! Presentacin campos lleg hasta la plaza, un espacio cuadrado, cubierto de hierba, con un botaln en medio. (slar Pietri, 1984:112) Las narraciones encadenadas dentro de otras abundan dentro de la obra para referir esencialmente esa verdad histrica sobrepuesta al ficcionamiento. Tambin se hallan inmersos relatos de negros, descripciones de calles, ciudades, costumbres, que sirven para adentrarnos en la poca y el tiempo que se recrea, y por ende, contribuir con la idea de la Guerra como voraginoso incendio (Lasarte, 1993:322) que sufrag hacia el progreso, la civilizacin, el desarrollo, la independencia. Adems de contribuir con la legitimacin de esos valores autctonos, criollistas, folclricos, entre otros, arraigados en las venas del escritor como seala Mrquez, (1996:109) que no lucen exticos dentro del contexto de la Vanguardia, como se evidencia a continuacin: Desde lejos, por entre la sombra, vena una voz que se extingua sobre los hombres y las casas solitarias y por la noche inmensa, una voz que no se saba si era el canto de alguien o un mudo rumor que creca dentro de cada uno, y decaa un cantar del pueblo: a iguana y el mato de agua se fueron al Orino; la iguana no volvi nunca, ni el mato de agua tampoco (slar Pietri, 1984:172-173). En este sentido, queda demostrada esa confluencia dialgica en la que se encuentra sumergida Las Lanzas Coloradas, como plantea Bohrquez (2007) entre lo viejo tradicin- y lo nuevo Vanguardia-. Tambin podemos rastrear esa alternancia de lenguaje potico con lenguaje coloquial para enriquecer el relato, como se demuestra a continuacin: Llegaban a la orilla del ro de vidrio, sombreado de penachos de bambes de un verde transparente, que enfriaba el aire y se deslea sobre el agua llena de

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ruido. Aqu es Dijo el mayordomo, tirndose de la montadura con un salto gil, aqu es. Este pozo es muy bueno y muy sabroso. El agua tornbase oscura sobre una depresin del lecho, ancha y acogedora. Entre la cal del sol vena de todos los confines como la silenciosa meloda de un mundo que se iba aquietando. (slar Pietri, 1984:85). En ese mismo orden, tenemos el siguiente ejemplo que sirve para complementar esa musicalidad, esa claridad del lenguaje coloquial empleado por los hablantes que denota esa expresin de familiaridad, cotidianidad que caracteriza al venezolano, as tenemos: -Bueno. Yo nac en el Llano. Mucha sabana, sabana, sabaaaana; toditico plano, planiiito Da gusto! Pero una es muy sinvergenza. Ya desde muchacha me empezaron a picar las patas. No me hallaba. Y no s cundo, pero cog ese camino y me despegu! Y andte que te andas, me camin una porcin de pueblos (slar Pietri, 1984:160) Por otra parte, en la novela de slar Pietri podemos ver esos primeros vestigios de lo que ms tarde sera denominado por Alejo Carpentier: Realismo Mgico o real-maravilloso, que el escritor conoci muy bien al igual que sus coetneos: Asturias, Carpentier y, que en definitiva supo expone con fascinacin la indagacin de las races mticas e histricas del continente americano (Bohrquez, 2007:201), y desde luego, saca a la luz aquello que por demasiado sabido ha terminado por desconocerse segn Fauqui (1992:7), como lo es la gesta independentista. En definitiva, debemos decir que ese sincretismo de proposiciones estticas y literarias que convergen en la vanguardia y que Arturo slar Pietri supo sintetizar y disgregar en su obra, le confiere a Las Lanzas Coloradas, el reconocimiento que tiene hoy como reflejo y testimonio de unas fechas, unos hechos. Del mismo modo, puede ser apreciada como sugiere Osorio, (1985) como sntoma de un reajuste ms general que tiene sus races ltimas en el surgimiento de las nuevas condiciones histricas que marcan la contemporaneidad latinoamericana . En sntesis, sea cual sea el valor que prevalezca y por los cuales se reconoce, lo cierto es que siempre ser una obra de consulta obligatoria para comprender nuestro ayer y el inicio para identificarnos como lo que somos: el producto de una historia llena de leyenda y fascinacin.

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III.

CONCLUSIONES

1.

El panorama que se nos ofrece de la historia siempre ser objeto de cuestionamiento, controversia, puesto que con los aos se duda de la fidelidad y autenticidad histrica. Por esta razn, la novela histrica siempre cobrar vigencia, pues aspiran con el paso del tiempo desmitificar los hechos que se relatan y por ende, darle vitalidad y un nuevo rumbo al curso de la historia.

2.

Toda obra que aspire ser histrica siempre juega un papel preponderante en el desarrollo, trascendencia y legitimacin de la cultura, pues son vistas como el hilo conductor entre presente y pasado de nuestras races, tradiciones, costumbres, formas de vida, en definitiva, de la nacin.

3.

Las Lanzas Coloradas de slar Pietri puede ser vista como el reflejo y la sntesis de esa sociedad en movimiento que evolucion en pro del bienestar colectivo, y que se asume como un testimonio de ese pasado eminente que jams quedar rezagado en el tiempo, ya que siempre tendremos entre nosotros a Presentacin Campos (hombre fuerte, decidido y libre), Fernando Fronta (hombre dbil y temeroso), Ins (mujer frgil, soadora y ajena al entorno que la rodea), Capitn David (soador), La Carvajala (mujer decidida, arriesgada y luchadora), entre otros, que en definitiva, se han convertido en seres legitimadores de ese pasado que nos atae y que traspasaron el umbral de tiempo para corroborar el presente y decidir el futuro de nuestro de la nacin, del pas que habitamos.

4.

Asimismo podemos ver que Las Lanzas Coloradas como novela de Vanguardia fue un hito que no slo apresur la transformacin, renovacin y evolucin de una nueva esttica, sino, que sirvi para el reconocimiento y valoracin de nuestras letras, nuestros hombres y nuestra nacin.

5.

Para finalizar basta tener presente que para sobrevivir slo hay que pensar que Todo comienza y todo termina por el tiempo siguiendo lo planteado por Fernand Braudel citado por Ciro Cardoso (1981:197).

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IV.

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Mtodo del compromiso coloreado Como generar compromisos de aprendizaje luego de la capacitacin en organizaciones del sector pblico. Visbal Prez Elsy Thamara evisbal@usb.ve Ao 2010 Resumen: El mtodo del compromiso coloreado es una metodologa que busca comprometer al trabajador con el aprendizaje transformacional en una organizacin, con el fin de generar resultados de cambios importantes, a corto plazo, luego del proceso de capacitacin. El modelo incluye el diseo de los compromisos de aprendizaje, as como la medicin, divulgacin y verificacin del impacto de los compromisos, finalmente muestra la revisin del proceso de medicin del aprendizaje transformacional para la mejora continua del mtodo, segn lo establecido en los sistemas de gestin de la calidad. Introduccin: Normalmente todo servidor pbico desea ser capacitado para ejercer su rol de manera eficiente, a pesar de esto la capacitacin ha disminuido en el sector pblico por diversas razones, que normalmente se justifican en la falta de recursos financieros para tal fin. Segn un estudio de ambiente interno realizado en la Universidad Simn Bolvar en el ao 2008, el 58% de los trabajadores encuestados considera que no se les capacita para el trabajo, el 37% comenta que siempre se capacita al mismo personal y un 56% considera que el personal capacitado y adiestrado no genera cambio para si mismo ni para la organizacin. En se mismo estudio, al entrevistar a los supervisores, se pudo concluir que en muchas oportunidades el supervisor prefiere no enviar al trabajador a la capacitacin ya que considera dos situaciones: a) es una perdida de tiempo para la unidad que requiere al trabajador en su sitio de trabajo, y b) es un gasto innecesario para la organizacin ya que no se puede medir los resultados de la capacitacin en trminos de productividad para la organizacin. Todo lo sealado crea descontento y un clima laboral poco deseado en la organizacin, ya que por una parte los trabajadores piden ser capacitados pero por otra parte los supervisores no observan a la capacitacin como una actividad que agregue valor a su servicio de manera inmediata. Hoy da algunas organizaciones han decidido implantar sistemas de evaluacin por desempeo y ltimamente se habla ya de sistemas de gestin por competencias y compromiso, lo cual busca brindar soluciones para problemas de una organizacin, incluyendo la capacitacin. Sin embargo no todas las organizaciones conocen de stos sistemas se niegan a la posibilidad de implantarlos por los costos y el tiempo que esto conlleva. En vista de los escenarios descritos se decidi disear un mtodo que permita administrar y medir el impacto de la capacitacin y poder desmontar la

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matriz de opinin de algunos supervisores y trabajadores de organizaciones publicas, en la cual consideran a la capacitacin como actividades poco productivas que no generan cambios conductuales ni organizacionales inmediatos, situacin que tambin permite disminuir los recursos de capacitacin para ser usadas en otras actividades financieras como la compra de equipos, sistemas otro tipo de inversin. Por otra parte, la medicin de las actividades que se desean potenciar puede permitir la mejora continua de la calidad de servicio y produccin de una organizacin, as como el aumento de la productividad. Estos principios son los que buscan controlar el balance score card cuadro de mando integral, el cual es un modelo que permite controlar todos los requerimientos solicitados a la unidad, segn las perspectivas expectativas de aquellos que lo solicitan. En el Cuadro de Mando Integral se tratan 4 (cuatro) tipo de perspectivas que son: 1.- Las de los clientes. 2.- Las financieras, que son administradas por los supervisores dueos de empresa. 3.- Las de los procesos que son las de los propios operarios del servicio produccin. 4.- Las de infraestructura que son las perspectivas de las unidades externas a la unidad de anlisis. Un ejemplo en el que muestra sta interrelacin es la siguiente: Figura 1: Ejemplo de mapa estratgico.

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Perspectivas de los trabajadores

Perspectivas de la unidad Perspectivas de Perspectivas de los supervisores las unidades de apoyo

Fuente: El autor El presente mtodo busca medir, por medio de indicadores, el grado de compromiso que tiene el trabajador en el aprendizaje, para generar equipos de

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trabajo altamente efectivos y cumplir con las expectativas de transformacin de su unidad. Este mtodo es parte del proceso de capacitacin, ya que sin sta metodologa no es posible medir el aprendizaje luego de la capacitacin, sin embargo puede aplicarse para formular compromisos en personas autodidactas. Mtodo del compromiso coloreado Segn la ontologa del lenguaje, una de las declaraciones mas importantes que generan acciones inmediatas de cambio es la declaracin del compromiso, y a su vez las tendencias vanguardistas en los Modelos de Evaluacin de Personal, se estn alineando justamente con sta declaracin de compromiso, tanto es as que hoy da ya se habla de Modelos de Evaluacin por Compromiso. Para lograr medir el aprendizaje transformacional se propone ejecutarlo en aplicando las siguientes acciones: i. Construccin de los compromisos (exploracin documental, construccin y validacin del compromiso) ii. Medicin de los compromisos iii. Divulgacin del logro de los compromisos (Premiar, festejar y divulgar) iv. Verificacin del impacto de los compromisos v. Revisin del proceso de medicin del aprendizaje transformacional Finalmente se muestran dos ejemplos de aplicacin de las acciones comentadas, con sus respectivas grficas, diseando un indicador de productividad y conductual luego de la capacitacin. i. Construccin de los compromisos

A continuacin se exponen los pasos para construir los ndices de medicin de los compromisos y lograr medir el aprendizaje transformacional; A) Exploracin documental B) Construccin del compromiso individual C) Validacin del compromiso Para ello se plantea: A) Exploracin documental La exploracin documental est referida a la revisin de todos los documentos que permitan alimentar las bases tericas en la construccin de los ndices de medicin de los compromisos de aprendizaje, como revisin de las comunicaciones recibidas con reclamos, tormenta de ideas con el equipo de trabajo para determinar las quejas mas frecuentes del servicio, revisin de los objetivos de aprendizaje de los programas de capacitacin, revisin de los lineamientos estratgicos aplicables a la unidad, entre otros. A continuacin se exponen los documentos ms frecuentes a revisar:

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a)Lineamientos estratgicos: Es necesaria la revisin de los lineamientos estratgicos vigentes, que deben cumplirse en la unidad donde se encuentra adscrito el trabajador, esto con el fin de verificar si concuerdan con las necesidades por atender y los problemas por mejorar de sa unidad. En algunas ocasiones el supervisor y los empleados de una unidad suman los esfuerzos hacia la solucin de problemas inexistentes y desatienden los lineamientos y exigencias de la Organizacin. b) Revisar los indicadores de gestin. En este punto se sugiere verificar los indicadores de gestin de la unidad, de perodo aos pasados, para poder verificar si los problemas planteados a superar se han visto reflejados en stos indicadores y de no ser as revisar porque no se han expuesto stos indicadores ya que en algunos casos no se formulan correctamente los mismos, exponiendo slo los que generan una evidente productividad en el rea, pero contradiciendo los resultados del estudio de ambiente interno. c) Revisar los indicadores de calidad. En algunas instituciones Universitarias ya existen Modelos de Gestin de la Calidad implantados, los cuales generan algunos indicadores de calidad que deben ser controlados por cada Unidad. En ste sentido se requiere investigar si en la Organizacin existe se modelo y cuales seran los indicadores de calidad que deben poner en prctica para satisfacer los requerimientos de calidad exigidos por la norma. d) Revisin de los resultados de evaluacin En la mayora de las instituciones de educacin superior se pueden conseguir los resultados de evaluacin por desempeo de manera individual, pero si se cuenta con otros ms vanguardistas mucho mejor. Si solo se consiguen los resultados de manera individual, puede ser til para verificar si el problema planteado es de carcter individual, grupal propio del proceso de servicio. Si el problema planteado es individual, se debe tener mucho cuidado de cmo formular el problema al trabajador, ste debe hacer se de manera individual (nunca grupal), para evitar el escarnio pblico, con mucho tacto y considerando las competencias propias del trabajador. En algunos casos cuando se busca un acuerdo individual del trabajador que no est muy comprometido a la accin, es necesaria la intervencin de psiclogos laborales. Sin embargo si solo se cuenta con el resultado de evaluacin grupal se tendr que contar con la habilidad del conjunto de trabajadores de la unidad, para que detecten los problemas situaciones a mejorar. De sta manera se puede discernir y conceptualizar mejor el los problemas a solucionar. El plantear correctamente el problema es bsico y fundamental para el presente Modelo.

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e) Revisin de los resultados del estudio de ambiente interno En algunas instituciones universitarias se puede conseguir con la suerte de tener resultados recientes (de no ms de 2 aos de antigedad), que pueden brindar informacin valiosa con respecto a la percepcin que tienen los trabajadores sobre ciertos y determinados servicios. En este caso el sera interesante que si se cuenta con sta informacin, revisar los factores comentarios que se relacionan con la unidad de anlisis, y mejor an si se puede contar con los resultados estratificados propios de los trabajadores de la unidad en anlisis, ya que permitira observar la percepcin propia de la Unidad. f) Revisin de otros compromisos formulados por otras unidades de la organizacin En ocasiones cuando la organizacin ya ha madurado la creacin de indicadores de compromiso, puede que se tenga una lista de los mismos en una base de datos que le permita al supervisor conseguir uno igual parecido para crear los de su unidad. B) Construccin del compromiso individual Segn la ontologa del lenguaje, una de las declaraciones mas importantes que generan acciones inmediatas de cambio conductual es la declaracin del compromiso, y a su vez las tendencias vanguardistas en los Modelos de Evaluacin de Personal se estn alineando justamente con sta declaracin de compromiso, tanto es as que hoy da ya se habla de Modelos de Evaluacin por Compromiso. Antes de la construccin del compromiso es necesario que el grupo de trabajo, incluyendo el lder, reciba un curso se renan para explicar de manera detallada la presente metodologa. La construccin del compromiso debe ser formulado como indicador ndice y se sugiere aplicar de manera individual a cada trabajador, debido a que se busca medir es el aprendizaje transformacional del individuo luego de la capacitacin. En esta parte es importante discriminar que se pueden generar tres (3) tipos de compromisos: 1.- Rojo: Compromiso rojo de aprendizaje conductual para solucin a conflictos planteados. 2.- Verde: Compromiso verde de aprendizaje de productividad y/o servicio. 3.- Amarillo: Compromiso amarillo de aprendizaje conductual paulatino. 1.- El compromiso rojo de aprendizaje conductual para solucin a conflictos planteados, se trata de un ndice que debe ser construido de manera conjunta entre el trabajador y el supervisor inmediato, tal como se expuso en el punto de la

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revisin de los resultados de evaluacin. Esto se debe a que el desempeo conductual trata aspectos relacionados con el comportamiento individual del trabajador que hayan generado algn reclamo formal por mal desempeo como asistencia, puntualidad, calidad del trabajo, responsabilidad, entre otras conductas que puedan requerir mejorar las organizaciones universitarias. 2.- El compromiso verde de aprendizaje de productividad y/o servicio es un ndice que si se puede formular en reunin del grupo de trabajo involucrado. Este ndice es muy parecido a los formulados de manera institucionales en los informes de gestin, con la salvedad de que en ste caso el ndice es asignable de manera individual a cada trabajador para lograr medir el aprendizaje y grado de compromiso del mismo hacia la productividad y el servicio de calidad. 3.- Compromiso amarillo de aprendizaje conductual paulatino es un ndice que se debe formular en privado con el trabajador involucrado. Este ndice es muy parecido al compromiso rojo, con la salvedad de que an no ha generado ningn reclamo formal, pero si ha generado quejas por parte de algn integrante del equipo de trabajo del mismo supervisor. En ste caso el compromiso se debe formular luego de que el trabajador se ha capacitado y se de cuenta y acepte que si existe la necesidad de formular ste compromiso para mejorar sus competencias, ya que si se impone deja de tener valor potencial de aprendizaje transformacional. ste compromiso se relaciona con competencias por desarrollar, las cuales son necesarias para un mejor desenvolvimiento laboral, tales como manejo de la informacin, orientacin con enfoque a resultados, planificacin, solucin de problemas, comunicacin asertiva, trabajo de equipo, entre otras.

Para la construccin del ndice (de compromiso de desempeo de productividad de servicio), se sugiere seguir los siguientes pasos: 1.- Planteamiento de metas de aprendizaje; nacen por la bsqueda de solucionar problemas planteados, de calidad, productividad, servicio conducta a mejorar. El problema, situacin conducta a mejorar deben responder a una necesidad vinculada con la mejora del servicio, proceso calidad, que frecuentemente son cuestionadas por los usuarios y que se relaciona con los lineamientos y valores de la Organizacin Universitaria en cuestin. Los tipos de problemas por resolver metas a lograr se pueden colorear en tres tipos: R Rojo: Metas que se vinculan a algn tipo de reclamo por atender, como por ejemplo respuesta oportuna y efectiva al reclamo, creacin de una nueva metodologa de trabajo para evitar quejas y reclamos, compromiso de desarrollo humano por medio de capacin, compromiso de solicitud de apoyo profesional psicolgico. V Verde: Metas que se vinculan a alguna solicitud adicional de produccin,

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servicio calidad, como por ejemplo entrega de un informe, ejecucin de una actividad extraordinaria, revisin no regular de informacin. A Amarillo: Metas que se vinculan a la conducta individual en el desempeo laboral, como por ejemplo puntualidad, calidad del trabajo rutinario, productividad del trabajo rutinario, comunicacin asertiva, respeto, asistencia. 2.- Planteamiento de escenarios de accin para la solucin de cada problema, situacin conducta planteada. Debe ser claro y entendible, especfico y probable de aplicar. 3.- Describir los posibles obstculos que impidan el logro de cada meta, con siete pasos para lograr la meta a pesar de los obstculos planteados. Si las metas son rojas verdes, se puede pedir ayuda al equipo de trabajo para que opine y brinde sugerencias adicionales tanto de los obstculos como pasos para lograr las metas. En el caso de las metas amarillas se sugiere que el empleado sea quien tome la decisin de pedir apoyo o no al equipo que pertenece. 4.- Seleccin de la solucin ms factible. En este caso no se deben descartar los otros planteamientos escenarios de accin, puede que en un futuro se puedan utilizar. La seleccin debe ser la ms vinculada con los lineamientos institucionales, buscando disminuir las quejas y reclamos, considerando la disponibilidad de recursos, las oportunidades y fortalezas para las fechas planteadas. Nota: Cuando se realiza una reunin de ms de 2 (dos) trabajadores para formular el problema, plantear los escenarios de solucin y seleccin del escenario ms viable, se sugiere aplicar algn tipo de estrategia de trabajo en equipo como por ejemplo el mtodo de los 6 (seis) sombreros de Edward de Bono. 5.- Redaccin del compromiso de aprendizaje en formato de ndice indicador. En este punto es importante sealar que el ndice debe contener en su estructura unidades de tiempo y logros en acciones medibles, los cuales pueden presentarse en forma porcentual (%), alfa / numrica (A, B, C, D) / (1, 2, 3), generando la valoracin adecuada a cada medicin, donde por ejemplo en la numrica sera; 1= Por Mejorar, 2= Bueno, 3= Muy Bueno y 4= Excelente.

6.- Asignacin de los compromisos de aprendizaje. Es la asignacin del o los ndices de compromiso a los trabajadores, donde se debe considerar el perfil del cargo que desempea el trabajador y las funciones inherentes al cargo. La asignacin debe ser equitativa por cada trabajador y contar con el mayor nmero de datos que permita tomar la mejor decisin para la asignacin y distribucin de actividades. En el proceso de asignacin se debe tener claro que se pueden presentar

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tres situaciones por parte de los trabajadores que reciben la asignacin del compromiso: 6.1.- Reactividad: Es donde se presenta la reaccin de no ser responsable para la actividad en cuestin, la cual no permite que el trabajador se comprometa a la accin, esta es una situacin en la que el trabajador no ve posibilidad de aprendizaje ni de solucin del problema, situacin conducta planteada. Esta situacin es la ms comn de conseguir, pero es la menos deseada. Si al evaluar el problema efectivamente el trabajador no es responsable de la solucin de se problema, debe asignrsele la responsabilidad y el ndice de compromiso a quien si la tuviese. 6.2.- Pro-actividad: Es donde se presenta el compromiso de asumir la actividad de manera voluntaria, espontnea, creativa e/o innovadora. En ste caso solo se puede involucrar la participacin del trabajador. sta situacin s genera aprendizaje, responsabilidad y compromiso en la accin para la solucin del problema, situacin conducta planteada. Es la situacin ms deseable ya que expresa la presencia del aprendizaje transformacional, el cual involucra creatividad, entusiasmo y compromiso por asumir nuevos retos. 6.3.- Mixta: En algunos casos es necesario formular soluciones que solo se pueden lograr en conjunto con otro trabajador de la empresa sin importar la ubicacin o cargo de cada uno de ellos, en este caso el indicador ndice debe contener el peso porcentual de responsabilidad para cada trabajador, previa evaluacin de los jefes inmediatos involucrados en la actividad. Se debe evitar en lo posible construir compromisos de aprendizaje de este tercer caso, ya que comnmente se depende de otros para realizar las actividades y solucionar los problemas laborales, lo ideal es separar los escenarios, pero de no ser posible por las caractersticas propias de la actividad se puede aplicar de esta manera.

C) Validacin del compromiso La validacin del indicador de compromiso debe ejecutarse en primera instancia entre el trabajador que se comprometer a cumplir el compromiso de aprendizaje y el supervisor inmediato y luego debe ser validado por parte del jefe de la unidad encargada de la Administracin del personal de la Organizacin. Los factores a considerar en la validacin son: pertinencia y oportunidad del indicador, vinculacin con el proceso de capacitacin, vinculacin con los lineamientos estratgicos de la organizacin, vinculacin con las necesidades de calidad, impacto positivo para la organizacin y facilidad de medicin. ii. Medicin de los compromisos

La medicin del ndice de compromiso de aprendizaje puede hacerse de diferentes formas alfa numricas: porcentual, numrico, por rangos de medicin

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referidas a niveles de aceptacin, dicotmico, entre otras. Dependiendo del tipo de compromiso que se necesite evaluar se puede considerar una otra forma de medicin, por ejemplo si el indicador de compromiso debe ser cumplido en un 100%, por generar impactos legales el no cumplimiento del mismo, se debe generar una medicin dicotmica donde se muestre que se cumpli o no el compromiso en su totalidad, se es el caso de la entrega de un informe un reporte, ya que se entrega no se entrega el informe y no se puede medir un medio informe. Por el contrario si se busca mejorar una conducta de manera paulatina, se sugiere disear una medicin basado en rangos de logros relacionados a porcentajes de cumplimiento como por ejemplo; Excelente: 85 a 100%, Muy bien: 70 a 84%, Bien: 60 a 69%, Regular: 50 a 59%, Deficiente: 0 a 49%. Lo ideal es construir el indicador, aunque a veces se puede aplicar la valoracin como se mostr en el prrafo anterior, pero si se desea ser ms preciso y menos subjetivo al valorar la actuacin es necesario generar una frmula que vincule variables medibles y fciles de conseguir. El indicador puede generar valores porcentuales numricos, y puede tener no unidades. El indicador puede ser formulado por una sola actividad por la suma de varias actividades que sean necesarias para el logro de un compromiso de aprendizaje, donde se puede aportar valoracin porcentual diferente a cada actividad, como por ejemplo: Compra de equipo audiovisual con nuevo sistema = (investigacin de escenarios de compras) (30%) + (investigacin de tipo de equipos) (30%) + (investigacin de precios de equipos) (30%) + (ejecucin de la compra) (10%) iii. Divulgacin del logro de los compromisos (premiar, festejar y divulgar)

Si una organizacin desea cristalizar el aprendizaje, es necesario el agradecimiento por parte de los supervisores. Una de las formas de mostrar el agradecimiento y premiar el logro es reconocer al trabajador que obtiene los logros, divulgarlos para mostrar las buenas prcticas y festejar con el equipo de trabajo. La premiacin puede ser institucional generarse algn tipo de taller, ceremonia actividad protocolar que permitan valorar se esfuerzo adicional del trabajador. El tamao del equipo de trabajo que festejar si importa, y lo ideal es que no supere las 20 personas, ya que se podra perder el efecto del agradecimiento. El festejo permite crear una armona saludable al equipo de trabajo y generar lazos de tolerancia hacia los compaeros, buscando al acercamiento y la

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integracin de aquellos trabajadores que an no logran sus compromisos. La frecuencia de la divulgacin debera ser constante, por lo que se sugiere se muestre en carteleras locales al rea donde se ubica el equipo de trabajo. La frecuencia de la premiacin y festejos, debera ser casi inmediata para no desvincular la emocin del logro con el recibimiento de la premiacin, pero si ste es de carcter institucional, se sugiere generar algn tipo de premiacin y festejo inmediato a pequea escala, para honrar al grupo de trabajadores. Un ejemplo es simplemente almorzar todos los trabajadores, donde el supervisor agradece y muestra los logros de las personas involucradas, mostrndose esperanzado a que el resto del equipo cumpla sus compromisos. iv. Verificacin del impacto de los compromisos

Para verificar rpidamente si los indicadores de compromiso de aprendizaje han generado algn impacto favorable en la calidad y productividad del equipo de trabajo, es necesario medir el conjunto de todos los indicadores, y para ello se sugiere el uso de una grafica de lnea base, la cual consiste en una representacin grfica de todos los ndices que se desean mejorar luego de la capacitacin por cada trabajador. Existen organizaciones que ya cuentan con sistemas que permiten agregar stos ndices y facilitan su aplicacin, pero en el caso de no contar con la tecnologa se sugiere el uso de la lnea base. Para la creacin de la lnea base es necesario que se utilice una sola unidad de medida para todos los indicadores aplicables al trabajador, y un solo grfico por trabajador, pues es necesario evitar comparaciones entre los trabajadores. Un ejemplo es el que se muestra en la figura 2, donde se exponen dos indicadores de compromisos. La lnea base es la que se encuentra por debajo del 100% y la lnea del 100% es la que se aspira alcanzar luego de la capacitacin. v. Revisin del proceso de medicin del aprendizaje transformacional

Luego de realizar todos los pasos sugeridos es necesario revisar si el proceso de medicin es aprobacin por el equipo de trabajo, la idea es generar una reunin de la unidad y pedir opiniones a cerca de la metodologa en la implantacin para el aprendizaje transformacional. Otra forma es generar reuniones con cada uno de los trabajadores para que expongan la satisfaccin en la metodologa utilizada. Lo importante de stas reuniones es lograr generar espacios de reflexin que permitan observar a los integrantes del equipo si sienten que se ha logrado

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llegar a ser un equipo de alto desempeo, y para ello es necesario poder disminuir la distancia que existe entre los resultados que se estn obteniendo y los deseados. Y por otra parte generar acciones adicionales que puedan mejorar lo establecido hasta la fecha, ya sea en la metodologa de la medicin cmo en los indicadores de compromisos de aprendizaje a ser formulados. Ejemplo de indicador de productividad:

Problema planteado: Se ha capacitado a un grupo de trabajadores, ya que se han registrado 35 reclamos formales (memos) por la falta de respuesta a las solicitudes de contrataciones en el ltimo mes en sa unidad. De no disminuir los reclamos se considerar prescindir de la renovacin del contrato de los trabajadores. Coloracin=condicin Rojo. R Unidad comprometida: Seccin de Ingreso de personal, adscrito a la Direccin de Recursos Humanos. Compromisos: escenarios (E) E1= Realizar las contrataciones del personal. E2= Responder formalmente (por medio de comunicado escrito) a las solicitudes recibidas. E3=Crear una planilla de solicitud de contratacin que contenga la validacin presupuestaria por parte del administrador financiero, con el fin de evitar el retrabajo cuando no se cuenta con disponibilidad presupuestaria. E4= Crear un sistema de gestin de contratacin automatizada. Ei= otras Se decidi escoger el escenario 1, por lo que el Indicador es: Tabla 1: Ejemplo de indicador de compromiso de productividad PLAN DE GESTIN LINEAMIENT O Nmero 4, tercer punto del plan de gestin 20092013 de la Universidad Simn Bolvar. DESCRIPCION DEL COMPROMISO Realizar las contrataciones del personal % contrataciones = ( N contrataciones hechas por mes / N contrataciones REGLAS DE VALORACIO N Excelente: 85 a 100% Muy bien: 70 a 84% Bien: 60 a 69% Regular: 50 a 59% RESULTADO SA OBTENER Excelente Muy bien Bien Regular Deficiente

% DE LOGRO 58% Calculo viene de: =(14/24)x10 0 Conclusin : El resultado es regular

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prometidas)x10 0

Deficiente: 0 a 49% por: Indicador aprobado del por: (Nombre del jefe del del Departamento de Administracin de Personal Recursos Humanos). Firma:

Responsable compromiso: (Nombre quien ejecutar acciones para el logro compromiso). Firma: Fuente: el autor

del de las del

Indicador revisado (Nombre del Jefe Responsable compromiso).

Firma:

Ejemplo de indicador de compromiso conductual: Problema planteado: Se han registrado 4 inasistencias del trabajador, los das viernes durante un mes consecutivo, sin reclamos formales, pero quejas grupales. Se decidi capacitar al trabajador en un curso de valores y trabajo en equipo, y se espera que mejore la situacin planteada, aunque el trabajador ha recibido ste tipo de cursos en aos anteriores pero sigue reincidiendo en las faltas. Coloracin=condicin Amarillo. A Unidad comprometida: Seccin de mantenimiento, adscrito a la Direccin de Planta Fsica. Compromisos: escenarios (E) E1= Garantizar que el trabajador cumpla con la jornada laboral establecida en la organizacin. E2= Responder formalmente (por medio de comunicado escrito) las razones que justifiquen las inasistencias para ser incluidas en el expediente administrativo del trabajador. E3=Generar un nuevo acuerdo de das laborales entre el trabajador y el supervisor con revisin del sueldo. E4= Pedir se descuenten los das no laborados. Ei= otras Si se decidi escoger el escenario 1, el Indicador es: Tabla 1: Ejemplo de indicador de compromiso de conductual

PLAN DE GESTIN LINEAMIENT O

DESCRIPCIO N DEL COMPROMIS O

REGLAS DE VALORACIO N

RESULTADO SA OBTENER

% DE LOGRO

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Nmero 4, tercer punto del plan de gestin 20092013 de la Universidad Simn Bolvar.

Garantizar que el trabajador asista a la jornada laboral % Asistencia=(N de das laborados por mes/ N de das laborables)x10 0

100% cumplido

Si= 100% No= 0%

85% Calculo viene de: =(17/20)x10 0 Conclusin : no se ha cumplido el compromiso

Responsable del compromiso: (Nombre de quien ejecutar las acciones para el logro del compromiso). Firma:

Indicador revisado (Nombre del Jefe Responsable compromiso).

Firma: Fuente: el autor

por: Indicador aprobado del por: (Nombre del jefe del del Departamento de Administracin de Personal Recursos Humanos). Firma:

Figura 2: Tabla y grafica de los indicadores de productividad y conductual

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Fuente: el autor Conclusiones: El mtodo del compromiso coloreado permite medir el impacto de la capacitacin en trminos de compromisos, generando acuerdos entre trabajador y supervisor, permitiendo el diseo de metas a cumplir y vinculando todos los aspectos relacionados con la unidad donde labora el trabajador segn el cuadro de mando integral (Balance Score Card). Todos estos logros permiten mejorar la calidad de produccin y/o servicio de la unidad y en consecuencia el ambiente laboral. Tambin es un mtodo que puede ser utilizado en sus inicios, solo con herramientas bsicas como la hoja de clculo, pudiendo suministrar datos para ser utilizados en sistemas de informacin en la evaluacin por compromisos proyectos del personal.

Bibliografa
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REPUBLICA DE CUBA INSTITUTO PEDAGGICO LATIONAMERICANO Y CARIBEO (I.P.L.A.C.) PROGRAMA DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIN LA HABANA

Ttulo: Historia de la Educacin de las Artes Plsticas en la sociedad venezolana: sus fundamentos legales desde 1830- 2009.

(Mnimo de Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnologa).

AUTOR: Vctor M. Colina Ollarves. TUTORAS: Dr. C. Betty Acosta Prez y Dr. C. Rosa Mara Massn Cruz

La Habana, Marzo de 2010.

INTRODUCCIN.

La ciencia y la tcnica se desarrollan en nuestros das de modo tan vertiginoso que a nadie le asombran descubrimientos que hace relativamente poco tiempo hubieran parecido fabulosos. Junto a estas impetuosas transformaciones, el hombre, sin embargo, no queda satisfecho y penetra cada vez ms en el fondo de los fenmenos que lo rodean, utilizando los modernos progresos de la ciencia y la tcnica en todas las vertientes de la vida de la sociedad, lo que conduce al crecimiento de la funcin social de la ciencia en la

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sociedad de nuestros das y su ntima vinculacin con el presente y el futuro de la humanidad.

La necesidad de entender los nexos especficos de la ciencia con el tejido de las relaciones sociales y los mecanismos que rigen su interaccin con la prctica socio histrica, explican que el papel de la filosofa es indudable, por lo que se presenta la obligada relacin entre ciencia filosofa, de una parte, pero por la implicacin del fenmeno objeto de estudio del presente trabajo, hay que considerar en este enfoque la relacin ciencia educacin y ciencia y conciencia jurdica. Siendo estas categoras importantes en el desarrollo de la exposicin.

La relacin ciencia - filosofa resulta indispensable, por cuanto la concepcin filosfica del mundo tiene como problema central esclarecer la relacin del hombre con la realidad, el lugar y la funcin del hombre como sujeto de la actividad y la ciencia, lo que en gran medida expresa el nivel y el carcter de la actividad humana en cada poca histrica dada. Por lo tanto, la reflexin de la ciencia en su carcter de fenmeno social, vinculado a lo histrico educativo y aspecto legal, no puede resolverse al margen de una concepcin materialista dialctica, que ha posibilitado el estudio del fenmeno en su carcter integrador para: Revelar los fundamentos legales de la historia de la educacin de las artes plsticas en la sociedad venezolana desde 1830 2009.

El estudio de la Historia de las Artes Plsticas en Venezuela ha sido abordado por muchos investigadores, crticos de arte e historiadores y, nunca ha sido enfocado hacia el rea educativa, menos an se ha trabajado su aspecto legal. Estos saberes se presentan, a veces, como parte de anlisis crticos o propiamente histricos, solo con un afn de divulgacin cultural, vinculados en la mayora de las ocasiones a la formacin del artista o al estudio de la produccin de obras artsticas. Sin embargo, sabemos que la historia de la cultura educacional de un pueblo, es lo que da sentido a sus mltiples expresiones y a los proyectos que se derivan de esa historia. Por lo tanto, el estudio de la historia de la educacin de las artes plsticas en Venezuela, constituye un problema social de la Ciencia porque como proceso del conocimiento cientfico es un problema concreto que expresa una necesidad terico - prctica que de respuesta a una demanda de la educacin en el nuevo siglo, en lo esencial, en su aspecto legal.

El tema de investigacin doctoral general que realiza el autor de este trabajo, se interesa en el estudio, anlisis e interpretacin de los acontecimientos ms relevantes de la Historia de la Educacin de las Artes Plsticas acontecidos en el Estado Lara, Venezuela en el perodo de 1830 hasta 2009. Pero la presente monografa para el examen de mnimo de Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnologa, se implica en la realizacin de una reconstruccin de los fundamentos legales a travs de (Cdigos, Decretos, Leyes y Constituciones), considerando que dichos documentos guardan una estrecha relacin

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con el desarrollo econmico, socio- poltico y exigencias de la realidad venezolana en cada periodo contextual.

Dicha reconstruccin parte de una visin de cmo ha sido el tratamiento de la educacin de las artes plsticas en la legislacin de la sociedad venezolana, visto en la comprensin materialista dialctica de lo general primero, ya que conocer lo general, es conocer la esencia de los objetos y fenmenos y las leyes de su desarrollo. Pero esta concepcin histrica educativa legal, ser investigada en lo particular en el Estado Lara, y en lo singular, la investigacin considerar la contribucin a dicho desarrollo educacional de la institucin educativa Martn Tovar Tovar.

Por lo tanto, el anlisis se implica en una importante categora filosfica del materialismo dialctico: de lo singular, lo particular y lo general. Al respecto V. I. Lenin enfatiz que lo singular y lo general existen en interconexin lo particular no existe ms que en la relacin que lleva a lo general. Lo general existe nicamente en lo particular

V. I. Lenin. En torno a la Dialctica.

O. C. T- 29, p. 318.

DESARROLLO: El problema de la cognoscibilidad del mundo tiene una enorme significacin para la ciencia y la prctica social, por lo que las fuerzas conocidas de la naturaleza y la sociedad pueden ser puestas al servicio del hombre. En esta direccin el estudio investigativo de los aspectos legales de la historia de la educacin de las artes plsticas en la sociedad venezolana desde 1830 a 2009, pone al hombre actual de nuestra sociedad en mejores condiciones para conducir los procesos histricos- educativos en funcin de la construccin del ideal socialista del Siglo XXI, ya que permite nuevas realizaciones con mayor plenitud y conciencia de la vida social. Este anlisis periodizado de los fundamentos legales de la historia de la educacin de las artes plsticas, est basado en una relacin categorial del materialismo histrico de base y superestructura. Vista la base como el conjunto de relaciones de produccin que corresponden a un estadio determinado del desarrollo de las fuerzas productivas. Sobre esta base, se erige la superestructura, constituida por las instituciones polticas, jurdicas y por determinadas formas de la conciencia social, entre las que se encuentra la conciencia jurdica. Adems se tendr en

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cuenta la accin de determinadas leyes de la dialctica materialista, al igual que la accin de contradicciones como fuente del desarrollo. Periodo Republicano 1830-1864 Antes de la independencia del rgimen metropolitano e imperialista espaol, Venezuela era una colonia forjadora de personas altamente laboriosas, dedicadas a una funcin social y econmica especfica. Hasta el momento de la colonizacin slo trabajaban para ellos, pues su estructura social as lo determinaba, lo cual se vea reflejado en la organizacin de su fuerza de trabajo; con la llegada de los espaoles, los indgenas pasaron de ser propietarios de sus tierras a ser esclavos de terceros. Posteriormente, la estructura econmica se ve alterada como producto del proceso de conquista y colonizacin, que llev a la realizacin de otras actividades econmicas como el comercio de esclavos y la formacin de la propiedad territorial agraria, que signific la explotacin de la mano de obra con el capitalsalario y las conexiones de la produccin agropecuaria venezolana con el mercado capitalista mundial. Cuando el rgimen capitalista de produccin y la burguesa de Europa comienzan a desempear funcin histrica en sentido universal, impulsan a los

conquistadores, instrumentos inconscientes de aquel rgimen, a una intensa bsqueda de metales preciosos en el territorio venezolano. Todo esto en el contexto de las causas fundamentales que haban contribuido al descubrimiento del continente americano. 26 La cita expuesta permite determinar que la Venezuela colonial, no slo era rica por poseer grandes extensiones de tierras cultivables, diversas especies de animales y plantas adems de mano de obra indgena, sino tambin por la existencia de metales preciosos que llevaron a los colonizadores a adentrarse en el territorio, en bsqueda de riquezas, inicindose de aquel modo la explotacin de

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Brito Figueroa, Federico. p. 64

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uno de los rublos importantes para la economa del pas como lo es la minera influenciados por la leyenda de El Dorado. Despus de los fallidos intentos de emancipacin del yugo espaol por parte de: Gual y Espaa, Francisco de Miranda, Jos Leonardo Chirinos y finalmente Simn Bolvar, con la firma del Acta de la Independencia del 5 de julio de 1811, Venezuela era libre y soberana, sin embargo continuaron las guerras fratricidas por orden de los oligarcas que queran repartirse en suelo venezolano. Entre 1810 y 1830 fueron aos de guerras, pugnas, y anarqua que de ninguna manera propiciaron la prctica de la educacin y sumergi a Venezuela en un atraso cientfico y tecnolgico comparado con los dems pases desarrollados. En 1830 es sancionada la primera Constitucin Republicana la cual fue promulgada el 24 de septiembre de ese ao y contena 228 artculos. Tuvo una duracin de 27 aos. Fue sancionada por el Congreso que para esa poca estaba conformado por representantes de las Provincias de Cuman, Barcelona, Margarita, Carabobo, Coro, Mrida, Apure y Guayana. Es de resaltar, que esta primera Constitucin hace referencia a la educacin de las artes, en el ttulo XIV, artculo 87, numeral 17 y seala que entre las atribuciones del Congreso est: Promover por leyes la educacin pblica en Universidades y Colegios, el progreso de las ciencias y artes y los establecimientos de utilidad general y conceder por tiempo limitado privilegios exclusivos para su estmulo y fomento. 27 El referido artculo, dio pie a la promulgacin de leyes y decretos provinciales de acuerdo a los intereses de cada una de las provincias en materia educativa, as como para la creacin de Escuelas de Artes en el pas, sin embargo no se concretaron sino muchos aos despus. El 24 de diciembre de 1858, los Diputados de las provincias de Venezuela, reunidos en Convencin Nacional, reforman la Constitucin de 1830, a fin de formar la ms perfecta unin, establecer la justicia, asegurar la tranquilidad
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PICN RIVAS. Ulices. ndice constitucional de Venezuela. Editorial Elite. Caracas. 1944 . p. 306

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domstica, proveer a la defensa comn, promover la felicidad general y asegurar el don precioso de la libertad, para nosotros y nuestros descendiente s. En lo que respecta a la materia de educacin se citan las atribuciones del Congreso con respecto a la promocin de la educacin popular, el progreso de las ciencias y artes y los establecimientos de enseanza prctica industrial, sin mayor reforma en este aspecto. De igual manera, en el Ttulo XVIII de las Legislaturas Provinciales, en su Artculo 128, numeral 10, seala con relacin a las responsabilidades de las diputaciones provinciales: Promover la instruccin, el progreso de las ciencias y artes y los establecimientos de enseanza prctica industrial, la apertura y mejora de las vas de comunicacin terrestres y fluviales, el establecimiento de hospitales y casas de beneficencia y todo lo relativo a mejoras interiores 28. El 31 de Diciembre de 1858, esta Constitucin designa al General Julin Castro, Gobernador de la Provincia de Carabobo, como Jefe Provisional del Estado, quien ese ao se haba sublevado contra el Presidente Jos Tadeo Monagas Castro. Seis aos despus, es promulgada en Santa Ana de Coro la Constitucin de 1864, promulgada por Juan Crisstomo Falcn el 13 de abril de ese ao y

refrendada por los ministros en Caracas el 22 del mismo mes y ao, fue la resultante del conflicto civil que azot a Venezuela durante cinco aos (entre los aos 1859 y 1863) y que transform a todas las instituciones del pas tanto en lo econmico, cultural, social y poltico. El motivo principal fue la lucha entre dos tendencias polticas definidas: federalismo y centralismo. Esta disputa por la adopcin de uno u otro sistema de gobierno envolvi a Venezuela en un nuevo perodo de lucha armada e inestabilidad poltica de enormes consecuencias para el destino de la Nacin. Como consecuencia del tratado de Coche el 23 de abril de 1863 (acuerdo que estableci la culminacin formal de la Guerra Federal), subieron al poder los caudillos militares triunfantes: el Jefe Supremo de la Federacin, General Juan

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LARES, Juan Moiss. Ministerio de Educacin Cultura y Deportes. Historia Multimedia de las constituciones de Venezuela y los pases Bolivarianos. Constitucin de 1858.

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Crisstomo Falcn, quien luego fue nombrado Presidente Provisional y posteriormente elegido Presidente Constitucional para el perodo 1865-69 y al General Antonio Guzmn Blanco, como Vicepresidente. Durante el gobierno de Falcn se instal la Asamblea Constituyente que promulg la Constitucin Federal de 1864, que estableci el sistema federal de autonoma de las provincias y dio a la Repblica la denominacin de Estados Unidos de Venezuela. De 13 provincias en la que estaba constituido el pas, fue elevado a 20 estados. Esta nueva Constitucin la conformaron 122 artculos que tendran vigencia durante 10 aos. Es aqu donde la historiografa resalta la importancia que tuvo esta Constitucin a nivel educativo y cultural, ya que se plantea la enseanza gratuita y obligatoria para la educacin primaria y la educacin de artes y oficios. Al respecto, en el Ttulo III, de las Garantas de los Venezolanos, en su Artculo 14, Numeral 12, seala que la Nacin garantiza a los venezolanos ...la libertad de la enseanza que ser protegida en toda su extensin. El Poder pblico queda obligado a establecer gratuitamente la educacin primaria y de artes y oficios29. En este texto constitucional la libertad de enseanza se consagra en toda su extensin y a la vez manifiesta el compromiso del Estado de garantizar la gratuidad de la instruccin primaria y las artes y oficios, siendo stos los elementos que integran el Decreto del 27 de junio de 1870. Es importante acotar que mediante esta disposicin legal, se dio inicio a la centralizacin educativa y se establece la enseanza en instituciones especiales como escuelas de artes y oficios, de comercio, de nutica entre otras, que permitieron formar a un sector de la sociedad que requera este tipo de educacin. Se puede afirmar entonces que la Constitucin de 1864, fue el pilar fundamental que sostuvo las ideas manifiestas de los liberales en su concepcin poltica de la sociedad, entre ellos Antonio Guzmn Blanco, uno de los grandes caudillos y ejes de la poltica venezolana. Durante los 18 aos que se mantuvo en el poder, se implementaron importantes medidas orientadas a convertir a Venezuela en un
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Constitucin de los Estados Unidos de Venezuela. 1864

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moderno Estado Nacional. Durante los tres perodos de gobierno (entre 1870 y 1888), Guzmn hizo un gobierno personalista y acomod la Constitucin a su conveniencia; sin embargo, la historia le reconoce el papel de civilizador, de modernizador de la Venezuela que l vivi, al impulsarla en los rdenes econmico, cientfico-tecnolgico y cultural, de acuerdo a su criterio y del entorno que lo acompaaba. Cabe destacar que Yolanda Aris, comenta que El gobierno de Guzmn Blanco cre un proyecto poltico y social que aspiraba poner a Venezuela al nivel de los pases europeos. Este ideal era de orientacin liberal burguesa y positivista30. Esta visin modernizadora suscit cambios importantes en el sector educativo y ms significativamente en el rea de las artes en Venezuela por la creacin de las escuelas de Artes y Oficios y el Instituto de Bellas Artes. Por lo tanto, en esta etapa de gobierno de 1864, se observa una extensin de los servicios educativos en cuanto al desarrollo de las artes plsticas que permite una diferenciacin con los gobiernos anteriores, lo que est vinculado con los avances cientficos educacionales de la Europa Capitalista , pero ya matizados por el carcter clasista de la impronta burguesa. En lo endgeno venezolano, este avance es cualitativo.

Periodo Castro- Gmez (1889-1935) El Cdigo de Instruccin Pblica del 3 de junio de 1897, el segundo dictado en el pas 27 aos despus, fue firmado por el General en Jefe del Ejrcito Constitucional de la Federacin, Antonio Guzmn Blanco, en su Artculo 21 seala que en las escuelas de segundo grado, la enseanza debe contar en su pensum con las asignaturas Elementos de dibujo lineal y Dibujo31, sin aclarar el contenido de esta ltima asignatura, pero incorporando materias relacionadas a la experiencia artstica como el dibujo en este caso.

30 31

ARIS, Yolanda, La Escuela Normal Miguel Jos Sanz de Barquisimeto (1946-1983). 2001. p.15 Cdigo de Instruccin Pblica 1827. p. 480

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En el Cdigo de Instruccin antes sealado, adems de los estudios secundarios conducentes a la carrera universitaria, aparecen por primera vez, los llamados institutos especiales, entre ellos: centros de Educacin Superior Postsecundaria como la Escuela de Ingeniera y la Escuela de Minas. De igual manera, en el Ttulo IV, Artculos 213 y 214 aparecen los institutos de educacin Postprimaria como el Instituto de Bellas Artes y la Escuela Politcnica que funcionara en Caracas y los de tipo artesanal que eran las Escuelas de Artes y Oficios. Con respecto al Instituto de Bellas Artes expresa que: El Instituto de Bellas Artes se divida en secciones: de dibujo y pintura, escultura, arquitectura artstica, conservatorio de msica y declamacin. En la seccin de dibujo y pintura se dictaban estudios de estatuas y del modelo vivo, la anatoma de las formas, la perspectiva, el colorido, la figura y el paisaje, composicin histrica, arqueologa y esttica.32 Este Cdigo reglamenta por primera vez en forma de Ley nacional el estudio de las artes en Venezuela, estableciendo que en cada Capital de los Estados se fundaran Escuelas de Bellas Artes, sin embargo stas solo funcionaron en la Capital. Para inscribirse en el Instituto de Bellas Artes se requera la aprobacin de la instruccin primaria de segundo grado, es decir la primaria completa. Con respecto a la duracin de los estudios por parte de los alumnos era: la primera, segunda y tercera seccin, tres aos y para la cuarta, de dos a cuatro aos, segn la materia y conforme al Reglamento, tal y como lo estipula el Artculo 215 de ese cdigo, en otras palabras los alumnos permanecan estudiando en el Instituto de Bellas Artes por un lapso aproximado de cinco a siete aos y los estudiantes con obras de mrito sobresaliente, como lo indica el Artculo 221 y 222, se enviaban al Museo Nacional. De la misma manera, tambin en este Cdigo de Instruccin Pblica de 1897, aparece la creacin de las Escuelas de Artes y Oficios, sealndose en el Artculo 201 que Habr en el distrito Federal y en la capital de cada uno de los Estados de
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Cdigo de Instruccin Pblica 1897.p 449.

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la Unin, una Escuela de Artes y Oficios en donde se seguirn Cursos, de tres aos por lo menos33. Lo cual demuestra que dichas escuelas dirigieron sus estudios y enseanzas a la prctica de un oficio, incluyendo ejercicios artsticos, con cinco talleres, los cuales son los siguientes: Albailera, Carpintera, Herrera, Sastrera y Zapatera. Entre las asignaturas que cursaban los alumnos se pueden mencionar Dibujo Lineal y de Ornamentacin, Elementos de Geometra Plana y Medida de Cuerpos Slidos, entre otras. Asimismo, los artculos 209 y 210, se refieren al ttulo oficial en el respectivo arte que obtiene el alumno al cursar un ao en el instituto. En referencia a las clasificaciones anteriores sealadas en el Artculo 2, sobre los institutos especiales, es importante decir que en la Escuela de Ingeniera (Artculo 178) los alumnos cursaban diferentes materias referidas a las artes, como por ejemplo para Ingeniero Civil, Dibujo Lineal; para el Ingeniero Militar, Dibujo de Fortificaciones y de Armas de Fuego; para el Ingeniero Agrnomo, Dibujo Lineal; para Arquitectos, Dibujo Lineal, Arquitectnico y de Ornamentacin. La Arquitectura Artstica se estudia en el Instituto de Bellas Artes; para ser recibido como alumno de esta escuela, deban presentar un examen individual de Dibujo Natural entre otros, ya despus en la escuela se cursaba Dibujo Lineal, Arquitectnico y Dibujo de Mquinas. Con base en estas disposiciones legales revisadas, se describen algunas artes y oficios de la poca: en el taller de Carpintera se enseaba ebanistera y prctica del arte, adems en el taller de Herrera entre algunas de las prcticas estn definidas el modelaje de piezas simples, obras de capricho y estatuas, entre otras; como se puede suponer en estos dos talleres anteriormente descritos, los alumnos realizaban algunas prcticas artsticas como se conocen hoy en da, e inclusos obras de carcter libre. Con respecto al Ttulo V, Artculos 223-225, sobre la Escuela Politcnicas, se observa la presencia de la asignatura Dibujo Natural, referida al dibujo libre como se conoce hoy da, enfocada a las materias que los alumnos cursaban, es decir,
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Ibid. p. 4470

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Botnica, Zoologa, entre otras. Es evidente la importancia del estudio de las artes en las diferentes especialidades educativas ya sea primaria, secundaria y universitaria. En el Libro VI, Academias y Ateneos, Titulo I, De las Academias, Artculo 257, se comenta sobre la creacin de cinco Academias entre las cuales se encuentra el Ateneo de Caracas; es importante sealar como lo explica el artculo 282, que el Ateneo de Caracas, funcionaba como la Academia de Ciencias y Bellas Letras, segn decreto Ejecutivo del 07 de enero de 1893. Posterior a este Cdigo de Instruccin de 1897, las reformas

constitucionales de 1874, 1881, 1891, 1893 y 1901 no produjeron cambios educativos en el rea de las Artes Plsticas en Venezuela. En el ao de 1904 se propone el nuevo Cdigo de Instruccin Pblica, que consta de 309 artculos y 06 libros, dictado el 03 de junio de ese ao, por el Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, el General Cipriano Castro, y su Ministro de Instruccin Pblica, Eduardo Blanco. En su articulado, se establece cmo se organizara la instruccin pblica nacional. Con respecto a las Escuelas de Artes y Oficios estn presentes en el estamento nmero 6 y la Academia de Bellas Artes en el estamento 14. Asimismo en el libro II del referido Cdigo, en la Ley XII, referente a las Academias de Bellas Artes, en sus Artculos 244 al 256, difiere del cdigo de 1893 en los siguientes aspectos: Los cursos de Dibujo y Pintura, durarn seis aos y Arquitectura, cuatro aos, entre otras. El director de la academia dar siempre una de las clases y un mismo profesor podr regentar hasta tres. Para inscribirse como alumno en la academia, era indispensable comprobar que se posea la instruccin de primer grado. Cada dos aos se celebraba un certamen especial en los ramos de pintura, escultura, arquitectura y se otorgaban dos premios que correspondan, alternativa y sucesivamente, a dos ganadores de dichos ramos. El premio consista en una pensin de cuatrocientos bolvares mensuales, durante dos aos, para que cada agraciado perfeccione en Europa sus conocimientos en el arte en que haya sido premiadoEl Museo Nacional

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existente en Caracas, se dividir en cinco secciones, a saber: de Historia Patria, de Historia Natural y Arqueologa, Galera de Pintura, Galera de Escultura y Galera de Arquitectura34. En 1905, un nuevo Cdigo de Instruccin Pblica sustituy al anterior. Fue promulgado el 18 de agosto de ese ao por el Presidente Cipriano Castro y su Ministro de Instruccin Pblica, Arnaldo Morales. Consta de 285 Artculos y 07 libros. En el Artculo 203 referido a los estudios dependientes de la facultad de Ciencias Exactas, en la Escuela de Ingeniera, se comenta sobre los cursos para optar al ttulo de Agrimensor, en donde los alumnos en el primer ao cursaban la

asignatura Dibujo Geomtrico y en el Artculo 205, para optar el ttulo de Ingeniero Civil, los estudiantes deban cursar en el primer ao Dibujo Geomtrico, de

Sombras y Ordenes de Arquitectura, entre otras y para el segundo ao, Dibujo Estereotoma y rganos de las Mquinas, es decir, que para optar otros ttulos universitarios era importante el aprendizaje del dibujo entre otras artes. Es conveniente precisar, que la Academia de Bellas Artes, incluida en los Cdigos anteriores, no aparece en la redaccin de esta normativa legal. Igualmente ocurre con las Escuelas de Artes y Oficios. Estas aparecen en el Captulo V, Artculo 234, junto con otras instituciones especiales, con la diferencia que en los Cdigos anteriores, se explicaba de manera detallada y precisa, el ingreso de alumnos, docentes, entre otros aspectos relacionados a las mismas. Sin embargo, en el Ttulo VI. Institutos Especiales. Captulo I. Instituto de Bellas Artes, en su Artculo 215, Numeral 1 seala: La seccin de Dibujo y Pintura comprender: Traslado en blanco y negro y en colores de estatuas clsica, antiguas y modernas, y de modelos vivos, anatoma de las formas, perspectiva, colorido, figura, paisaje, composicin histrica, arqueologa y esttica. 2 La de Escultura: anatoma de las formas; modelados en barro; trabajos en yeso y en mrmol y otras piedras, tallado de madera35.

34 35

Cdigo de Instruccin Pblica. 1904 Cdigo de Instruccin Pblica de 1905.

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Como se observa, en este artculo aparece por primera vez el dibujo a color y los objetivos que deben cursar o practicar los alumnos en pintura, escultura y arquitectura; el resto de los artculos son iguales al Cdigo anterior. Estos nuevos adelantos en la historia de la educacin de las artes plsticas, prueban que lo histrico educativo tiene una fundamentacin cientfica, ya que existe una estrecha relacin de la educacin y el proceso histrico de la actividad social y productiva de los hombres, lo que subraya la tesis marxista de que, las ideas provienen de los intereses histricos de las clases, destacando la relacin entre la conciencia del individuo y la situacin histrica de la clases y sus tareas. En esta concepcin se mueven los intereses de la burguesa venezolana. Bajo el gobierno de Juan Vicente Gmez como Presidente de los Estados Unidos de Venezuela y del Ministro de Educacin D. Arreaza Monagas, se promulg el 04 de julio de 1912 otro Cdigo de Instruccin Pblica que contena 331 artculos y 09 Libros. El Artculo 21, Numeral 1, seala: en las Escuelas Primarias se ensear adems: urbanidad, dibujo, rudimentos de msica, entre otras36. Adems, es importante sealar, que en todos los Cdigos donde se hace referencia a las Escuelas Normales, los alumnos cursaban materias de Dibujo Lineal y Natural, para ser impartidos a sus alumnos en las escuelas primarias. Se aprecia que el estudio de las artes va incluyndose en todas las ramas de la educacin. En este Cdigo los Artculos comprendidos desde el 221 hasta el 260, tambin hacen referencia a los Institutos de Bellas Artes nuevamente, estableciendo desde las asignaturas hasta formas de evaluacin y se incluyen las Escuelas de Artes y Oficios. De este modo, en el Artculo 221, aparece por primera vez la denominacin de Academias de Artes Plsticas para la enseanza de pintura, escultura y arquitectura. El Artculo 223, indica lo referente a la enseanza en estas academias de artes plsticas con las siguientes materias : dibujo del yeso (antiguo y moderno), de modelos vivos y de ornamentacin, pintura, copia de maestros, academias,
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Cdigo de Instruccin Pblica. 1912

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taeras, paisajes del natural, composicin, anatomas de las formas, perspectiva, historia de la pintura, escultura, modelado en barro o en plastilina (del antiguo y del modelo vivo); vaciado en yeso, trabajo en mrmol y en madera, historia de la escultura, y como asignatura obligatoria en las Academias de Artes Plsticas para todos los alumnos el dibujo del yeso (antiguo y moderno) 37. Todos estos cambios se realizaron durante los primeros aos de gobierno del General Juan Vicente Gmez, quien en 1908 toma el poder e impone normas a favor del imperialismo norteamericano y la oligarqua caraquea. Gmez represent al caudillo necesario para las transnacionales petroleras. Su sumisin a los intereses forneos fue evidente y logr con el apoyo de las compaas extranjeras e imperialistas norteamericanas, mantenerse en el poder durante 27 aos consecutivos. Su administracin cont a su vez con el apoyo de empresas como la Standard Oil Company, la General Asphalt, Venezuelam Oil y la Caribbean Petroleum Company entre otras, que lograron apoyar y financiar al gobierno gomecista. Las exportaciones y el ingreso fiscal petrolero en Venezuela crecieron rpidamente durante las primeras tres dcadas de la explotacin petrolera, el pas se transform en pocas aos en monoexportador y con un ingreso fiscal muy dependiente de esa industria. Periodo de la transicin de la democracia 1936-1945 Luego de la muerte de Gmez que sucedi en 1935, se apreci una crisis mundial en el sector agro-exportador, cuyos precios de venta en el mercado internacional cayeron entre 1920 y 193538, segn lo seala Vallenilla Harwich, situacin que afect notablemente a Venezuela. Para 1937 la situacin de salud del campesino venezolano era precaria. Los nuevos actores sociales comenzaron a expresar sus opiniones, solicitudes y demandas especialmente en el rea educativa y de salud, debido a los altos ndices de analfabetismo y al sinfn de enfermedades endmicas que diezmaban a la poblacin, tal como lo plantea Yolanda Aris.
37 38

Cdigo de Instruccin Pblica. 1912. HARWICH VALLENILLA, Nikita. Formacin y crisis de un sistema financiero Nacional. Banca y Estado en Venezuela (1830-1940). Caracas-Barquisimeto. Fondo Editorial Bura. 1986. p.109

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Con la muerte de Juan Vicente Gmez hay una efervescencia poltica y cultural, un deseo de libertad y democracia, se empiezan a crear diversas organizaciones sindicales y estudiantiles. Surgen los primeros partidos polticos modernos de carcter marxista, que comienzan a realizar sus actividades pero que posteriormente sern ilegalizados. 39 Perodo democrtico-Fuerzas Armadas (1945-1948) En 1947, es modificada nuevamente la Constitucin; en el Captulo V, sobre la Educacin dice: Artculo 55. Se garantiza la libertad de enseanza. Toda persona natural y jurdica puede dedicarse libremente a las ciencias o a las artes, y fundar ctedras y establecimientos para la enseanza de ellas, bajo la suprema inspeccin y vigilancia del Estado, con las limitaciones y dentro de las tradiciones de orientacin y organizacin que fije la Ley...40 Al respecto se puede evidenciar la importancia y la necesidad educativa orientada hacia las artes que tena el pas en ese momento, ya que a travs de esta Constitucin se llama a la poblacin en general al estudio de las mismas, incluso de una manera privada con la supervisin e inspeccin del Estado. Seguidamente en el mismo artculo nos dice lo siguiente: El Estado podr establecer como funcin exclusivamente suya la de formar el profesorado y el magisterio nacional. Artculo 59. La riqueza artstica e histrica del pas estar bajo el control y salvaguardia del Estado, de acuerdo con la Ley 41. Como se observa en esta Constitucin, los artistas e instituciones logran a nivel nacional mejoras y preponderancia de las artes en Venezuela, ya que segn las anteriores Constituciones slo se presentaba el arte de una manera relegada con respecto a las dems profesiones y modalidades educativas. Perodo de la Dictadura (1948-1958)

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ARIS, Yolanda. La Escuela Normal Miguel Jos Sanz de Barquisimeto (1946-1983) 2001 p.20 Constitucin de 1947. 41 LARES, Juan Moiss. Ministerio de Educacin Cultura y Deportes. Historia Multimedia de las constituciones de Venezuela y los pases Bolivarianos. Constitucin de Venezuela 1947.

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Tomando como base el compromiso del Estado de modernizar la economa, en la dcada del cincuenta se logra canalizar la actividad financiera con la acumulacin de capitales, producto de la labor econmica desarrollada en el pas y por el impacto de la economa petrolera en los distintos sectores productivos. La Constitucin de 1953 es copia en materia educativa y artstica del ao 1947, ya que no se aprecia ningn cambio. Sin embargo, la Ley de Educacin del ao 1955 incluy a la Educacin Artstica en la rama de la educacin tcnica. Esa Ley dice en su artculo 48: La educacin artstica se lleva a efecto en las escuelas de Artes Plsticas y Aplicadas, de msica, de danza, de arte escnico y en las dems similares o conexas que se creen para tal propsito, 42 prevaleciendo en las universidades venezolanas, el estrecho criterio de solo ofrecer tres carreras que se convirtieron en tradicionales: Medicina, Derecho e Ingeniera. Es por ello que Blanca Esther Prez dice: La Ley de 1955 asign a la educacin unos fines con marcado nfasis en la individualidad y el desarrollo personal del individuo como lo seala el artculo 1 de las disposiciones generales: La Educacin tiene por finalidad la formacin y desarrollo intelectual de los habitantes del pas y contribuir a su mejoramiento moral y fsico43. Periodo democrtico representativo 1958-1983 A partir de 1959 se le da a la educacin un impulso evidente. Las escuelas y liceos proliferan en todo el pas lo que implica la casi absoluta escolaridad de la poblacin adolescente por una parte, y por la otra, de la preparacin o formacin profesional de una gran parte de la poblacin en los centros de educacin superior: Vemos la transformacin del pen a obrero de la construccin o empleado del Estado. Y de nuevo actores que van de bachiller a profesores, ingenieros, abogados, administradores y mdicos que terminarn agrupndose en fuertes movimientos gremiales coadyuvantes del ascenso definitivo de una clase

42 43

Ley de Educacin. Repblica de Venezuela. 1955. PREZ Blanca Esther. El Hogar Infantil Madre Emilia. El Tocuyo 1948 -1980 (p 59).

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media responsable de nuevos procesos culturales, econmicos, polticos, cientficos-tecnologicos entre finales del siglo XX y comienzos del presente 44. Lo anterior indica que el inicio del periodo democrtico contribuy a la masificacin de la educacin, fomentando en el pas un criterio prctico para difundir un tipo de instruccin para la vida, con un crecimiento acelerado de las oportunidades de estudio, demostrndose con esto, el inters del Estado en responsabilizarse por el mantenimiento de la infraestructura educativa, con el desarrollo de una educacin gratuita y obligatoria. En la dcada del 60, debido al impulso que el Estado le da al proceso de industrializacin del pas a travs del mecanismo de sustitucin de importaciones, se pasa de la industria domstico artesanal a la industria fabril mecanizada. Paralelamente a ello, el tema agrario domina la palestra pblica en el aspecto econmico y social debido a la promulgacin en 1960 de la Ley de Reforma Agraria, de igual manera el 14 de septiembre de 1960 se crea en Bagdad, Irak, la Organizacin de Pases Exportadores de Petrleo (OPEP), bajo la inspiracin del Ministro Juan Pablo Prez Alfonzo, con el propsito de evitar el deterioro de los precios petroleros. De igual manera, los centros educativos lograron canalizar la formacin humanista y tcnica contemplada en la Constitucin de Venezuela de 1961, la cual, en su artculo 78 acota: Todos tienen derecho a la educacin. El Estado crear y sostendr escuelas, instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso a la educacin y a la cultura sin ms limitaciones que las derivadas de la vocacin de las aptitudes. 45 (p.15) De all que el IV Plan de la Nacin (1970-1974) citado por Luis Beltrn Saavedra indica: En este contexto (de transformaciones econmicas y sociales aceleradas), la poltica social no puede ser otra cosa que la compatibilizacin y aspiraciones de
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GIMENEZ LIZARDO, Carlos. Las Transformaciones Sociales. 1960-2004. Captulo VII. El Impulso 100 aos de historia. 1904-2004. p. 115. 45 Constitucin de Venezuela. Gaceta oficial N 852 extraordinario 3 de enero de 1961. p 15.

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la sociedad y la promocin y orientacin de un comportamiento social acorde con los esfuerzos y limitaciones implcitos en toda expansin del proceso productivo.
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(p.123)

En este sentido, el IV Plan de la nacin incorpor a la poltica social, la necesidad de promover un tipo de formacin para vida, centrada en el aprovechamiento del potencial humano requerido en el pas, propiciando que la prioridad de Estado, sea ofrecerle a la mayora una educacin masificada acorde a la expansin del proceso productivo. La dcada de los ochenta, desde el punto de vista poltico y social se consider conflictiva, ya que se plantea la utilizacin de un modelo poltico basado en las medidas neoliberales. El aparato burocrtico creci vertiginosamente y la descentralizacin simplemente se pas a ser un proceso ms en la estructura de un Estado empobrecido. A principio de esa dcada se produce en el pas una crisis econmica-poltica conocida en la historia contempornea como el viernes negro a raz de la cada de los precios del petrleo, ya que las exportaciones caen de 19,3 millardos de dlares en 1981 a 13,5 millardos ubicndose la deuda externa en 200 mil millones de bolvares. En 1983, la situacin lleva al gobierno presidido por Luis Herrera Campins, a tomar una serie de medidas econmicas de emergencia a comienzos de ese ao ante la fuga de divisas. Ante estas circunstancias el Ejecutivo resuelve, el viernes 18 de febrero, recurrir al control de cambios y se impone una restriccin a la salida de divisas y al mismo tiempo, se produce una devaluacin del bolvar. En el ao 1986 se plante la creacin de la Comisin Nacional Para la Reforma del Estado (COPRE), presidida por el Dr. Ramn J. Velsquez, que logr estudiar y diagnosticar la realidad venezolana, determinndose como elemento prioritario masificar y redimensionar la enseanza y el aprendizaje, con el propsito de combatir los altos niveles de analfabetismo, en el marco de un proceso educativo

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Ibdem (p.123).

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centrado especficamente en el aprovechamiento del potencial humano de Venezuela, situacin que se proyect para convertirse en ideal, pero que fracas por razones diversas. Bajo las consideraciones anteriores la COPRE, citada por el Dr. Reinaldo Rojas seala: Entendiendo a la educacin como un sistema de distribucin cultural la COPRE destaca cmo un serio equilibrio acumulado tiende a neutralizar los logros alcanzados generando dificultades entre el sistema educativo y el conjunto de la sociedad47 Lo anterior permite visualizar que en la dcada de los 80, la filosofa del Estado venezolano se enmarc en maximizar la educacin hacia la formacin intelectual, enfatizndose en la formacin para el trabajo, de all que la educacin en Venezuela y sobre todo la educacin artstica se vio alterada por problemas sociales, tales como el bajo poder adquisitivo de la poblacin, que obstaculiz la incorporacin de la mayora de la poblacin al medio escolarizado. Sin embargo y de manera contradictoria, se crearon nuevas instituciones y se dio un paso muy importante para articular y promover este ideal en condiciones socio-econmicas de inestabilidad, producto del impacto del proceso de la globalizacin del capitalismo a travs del neoliberalismo. Es all donde se comienza a desarrollar una filosofa educativa enmarcada en formar al individuo para el trabajo, enfatizando en su formacin lo elementos necesarios para generar en el educando habilidades y destrezas que le permitieran incorporarse rpidamente al campo laboral, como es el caso de las instituciones tcnicas, todo esto con miras a atacar los altos ndices de desercin escolar en ese momento, sobre todo en las reas rurales y las zonas urbanas de menores recursos, evidencindose con ello la presencia de factores generales en el sistema educativo destinado a la formacin integral, que en realidad no fomentaba en el educando valores cnsonos a su realidad social y que incidieron directamente en el ausentismo, repitencia y baja prosecucin escolar.
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ROJAS, Reinaldo. Temas de Historia Social de Educacin y Pedagoga. 2001. p. 79.

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As mismo, Prieto48 y Uslar49 identifican en la dcada de los ochenta, una desvinculacin entre el sistema educativo de esa poca y las necesidades socioeconmicas reales establecidas en el pas, lo cual crea una ruptura en la educacin y la formacin del hombre para una sociedad en vas de desarrollo. De hecho los detractores del neoliberalismo consideran que durante la dcada de los ochenta las medidas afectaban notablemente a la sociedad, sobre todos a las personas de bajos recursos econmicos. De all que Gerver Torres subraya: El neoliberalismo provoc un gran deterioro de la economa e incluso en la dcada perdida de los ochenta trajo consigo el empobrecimiento de los sectores colectivos de la poblacin y por ende trajo consigo manifestaciones sociales en el pas 50. En la segunda presidencia del doctor Rafael Caldera (1994-1998) la situacin econmica se agudiza. As lo describe Jos ngel Ocanto, su agenda Venezuela desemboc en la intervencin del Banco Latino, que provoc por obra del llamado efecto domin el desplome de una docena de entidades bancarias, as como una masiva fuga de capitales y el destino incierto de cuantiosos auxilios financieros otorgados por el Estado, en perjuicio de millares de ahorristas.51 La educacin a finales de los noventa se considera como un ente productor de servicios y a la vez como formador de las personas que van a laborar y administrar las instituciones pblicas y privadas para contribuir desde su especialidad, con la economa del pas; se destaca la creacin de diferentes carreras, universidades e institutos de educacin superior en el pas, siendo su orientacin ms hacia el rea tecnolgica, educacin, salud, contable y en menor cuanta la humanstica, que es donde se inserta la educacin de las Artes. Esto es un reflejo de que los intereses histricos de clases en relacin con la investigacin de la sociedad, abarca de un modo inmediato los problemas de la educacin, en este caso, de las artes plsticas, lo que muestra que esta es un
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PRIETO, Luis Beltrn. Hacia un nuevo Paradigma del docente. El Impulso, B-3 13-03-1986 USLAR, P. Arturo. Educar en Valores. Caracas: Paidos. 50 TORRES, Gerver. Un proyecto llamado Venezuela. 1990 Caracas (p. 12). 51 OCANTO Jos ngel. Una sola lnea desde la fundacin. Captulo V. El Impulso 100 aos de historia. 1904-2004. p. 93.

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instrumento de fortalecimiento del poder clasista porque propaga una ideologa adecuada a dicho poder. Periodo democrtico participativo-socialista siglo XXI 1998-2009 Para 1998, a raz del ascenso al poder de Hugo Rafael Chvez Fras, se aplicaron polticas nacionalistas para proteger la economa, especialmente la vinculada a la agropecuaria. En materia educativa, la Constitucin de 1999 aprobada mediante referndum popular y promulgado por una Asamblea Constituyente el 30 de Diciembre de ese ao, marca un hito en la historia de la educacin de las artes plsticas venezolana al establecer en el Ttulo I. Principios Fundamentales, Captulo VI. De los Derechos Culturales y Educativos, artculo 98 lo siguiente: La creacin cultural es libre. Esta libertad comprende el derecho a la inversin, produccin y divulgacin de la obra creativa, cientfica, tecnolgica y humanstica, incluyendo la proteccin legal de los derechos del autor o de la autora sobre sus obras. El Estado reconocer y proteger la propiedad intelectual sobre las obras cientficas, literarias y artsticas, invenciones, innovaciones, denominaciones, patentes, marcas y lemas de acuerdo con las condiciones y excepciones que establezcan la ley y los tratados internacionales suscritos y ratificados por la Repblica en esta materia.52 Lo expuesto permite demostrar que la educacin venezolana se fortaleci con las innovaciones operadas en la sociedad. Como se observa en este artculo, por primera vez el Estado venezolano, dice de una manera explcita los derechos que tienen los artistas sobre sus obras e incluso respeta los tratados que se hayan firmado con otros pases. Del mismo modo, el artculo 99, plantea: Los valores de la cultura constituyen un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental que el Estado fomentar y garantizar, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios

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Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela 1999.

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y presupuestos necesarios. Se reconoce la autonoma de la administracin cultural pblica en los trminos que establezca la ley.53 En este sentido, se aprecia que la ciencia guarda siempre un compromiso social respecto a condicionamientos, fines y valores sociales. Destacando que los bienes que constituyen el patrimonio cultural de la Nacin son inalienables,

imprescriptibles e inembargables. Igualmente la Ley establece las penas y sanciones para los daos causados a estos bienes. Cabe destacar que desde 1999 se implement en el pas la educacin bolivariana, como un impulso hacia el logro de un ciudadano o ciudadana comprometido (a) con el proceso de cambios implementados en Venezuela. En la actualidad el Estado implementa como una poltica fundamental, la creacin de valores cnsonos a las polticas revolucionarias, de all que con frecuencia se habla de valores sociales, valores morales, valores pedaggicos, valores profesionales; aun sin olvidar la presencia de los valores biolgicos como base para la construccin de otros valores humanos, tal sera el caso de la sobrevivencia misma.

CONCLUSIONES En consideracin a lo expuesto en los diferentes periodos sobre la historia de la educacin de las artes plsticas en su aspecto legal, se ha considerado: primero, el enfoque contextualizado en el quehacer cientfico, atendiendo a: coordenadas espaciales y temporales, desarrollo econmico y socio poltico de la realidad venezolana, segundo la complejidad cada vez ms creciente de la educacin, tanto en el orden terico como prctico, lo que prueba que el autor de este trabajo tuvo que profundizar en los problemas generales de la Ciencia y la Tecnologa y en particular en el marco referencial ms directo , el fundamento legal de la historia de la educacin de las artes plsticas para determinar los avances y retrocesos en el proceso de desarrollo cientfico tecnolgico. Ambos momentos
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Ibd.

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reconocen que los avances en esta dimensin de la educacin obedecen a los criterios y a las polticas gubernamentales del periodo histrico que estaba en el momento, lo que reafirma la conexin de la educacin y la ciencia al proceso histrico de la actividad social de los hombres. Fuentes Consultadas
PICN RIVAS. Ulices. ndice constitucional de Venezuela. Editorial Elite. Caracas. 1944 . p. 306 BLOCH, Marc. (1986). Apologa de la historia o el oficio del historiador. Barquisimeto. Editorial Bura. BRITO FIGUEROA, Federico. (1975). Historia econmica y social de Venezuela . Tomos II-IV. (3era. Edicin). Caracas. Ediciones de la biblioteca de la U.C.V. -------------------- (1997). 30 Ensayos de comprensin histrica . Caracas. Ediciones de la BibliotecU.C.V. ------------------ (1996). La estructura econmica de Venezuela colonial. Caracas. Ediciones de la biblioteca de la U.C.V. ARIS, Yolanda. (2001). La escuela normal Miguel Jos Sanz de Barquisimeto (1946-1983). Barquisimeto. Fundacin Bura. LAMEDA, Acosta, I.E. Compendio econmico y social de Barquisimeto . Barquisimeto: Sociedad de Amigos de Barquisimeto. 1957. PICN SALAS, Mariano. (1987). Comprensin de Venezuela. Caracas. PDVSA. 4ta. Reproduccin. ROJAS, Reinaldo. (2002). Hechos y personajes de nuestra historia. Barquisimeto. Fondo editorial Bura. SAAVEDRA, Lus Beltrn. (2002). Historia social e institucional de la educacin tcnica en el estado Lara: de la escuela artesanal Lara a la escuela tcnica industrial de Barquisimeto. Barquisimeto. Tesis para optar el ttulo de magster en enseanza de la educacin. Cota: TG-1235. Constituciones de la Republica Bolivariana de Venezuela 1830 hasta 1999. Leyes Orgnicas y Decretos del Ministerio de Educacin de Venezuela. 1830-2009. Karl Marx, Prlogo a la Contribucin a la crtica

de la economa (1859).

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LA CONSTRUCCIN DEL EGO A TRAVS DE LOS MENSAJES ESCRITOS EN AUTOMVILES

RAMREZ LVAREZ, Maikel. maramirez@usb.ve Universidad Simn Bolvar - Sede Litoral.

Hacia la dcada del 60, el filsofo ingls John L. Austin dara un conjunto de conferencias en Estados Unidos con las cuales cambiara la concepcin tradicional del lenguaje. A partir de entonces, el lenguaje no slo informara, sino que, adems, hara algo, sera una accin como otras tantas propias de la especie humana. Desde esta ptica, usamos el lenguaje en determinados contextos para realizar acciones, construir o transformar la realidad. El estudio que sigue intenta demostrar como se puede construir la imagen positiva o ego de los emisores de mensajes escritos en automviles, como se logra hacer esto en un determinado contexto. Jakobson (1974) constat la existencia de cinco funciones del lenguaje en todo acto comunicativo, relacionados, a su vez, con alguno de los elementos componentes de la comunicacin: a) la funcin expresiva, centrada en el emisor, manifiesta los sentimientos o visin de mundo de ste. En su interpretacin de Jakobson, Fiske (1982) considera que esta funcin da cuenta de la postura poltica del emisor, entendiendo por poltica sus ideas. b) la funcin conativa o conminativa se centra en el receptor, en cmo ste es manipulado o transformado, como asume posturas orientado por la intensiones del emisor. c) la funcin potica, centrada en el mensaje mismo, es una manipulacin del plano de la expresin que demanda un esfuerzo mayor para aprehender el mensaje, como el conocido slogan de la candidatura a la presidencia de Estados Unidos de Dwight Eisenhower, I like Ike, que Jakobson usa como ejemplo ilustrativo de esta funcin del lenguaje, dada su construccin basada en la rima interna asonante. d) la funcin ftica, centrada en el canal, carece de intensin comunicativa, se refiere a los mensajes que establecen, prolongan, o confirman la comunicacin entre los hablantes. e) la funcin metalingstica est centrada en el cdigo. En sta, el lenguaje es usado para definir o explicar el lenguaje mismo, aqu toma lugar las definiciones de palabras, frases o expresiones, o la literatura especializada de algn campo del conocimiento, lo que se expresa en tecnicismo. f) En la funcin referencial, en la cual predomina el contexto, ambos, emisor y receptor, conocen o manejan una situacin de experiencia que les permite referirse a ella. Hay una situacin de mundo que los

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participantes, en el acto comunicativo, pueden observar y comunicar. Para el objetivo propuesto en este estudio, centrmonos en la funcin expresiva y en la funcin referencial, respectivamente. En este orden de ideas, la funcin referencial del lenguaje ha sido una prctica frecuente en nuestra sociedad al momento de comunicar mensajes por va de los vehculos que transitan por nuestro territorio. La necesidad que tiene un emisor por comunicarle un mensaje portador de informacin a un receptor se ha materializado en la figura de conductores de autobuses, o vehculos personales, que usan sus automviles para tal propsito. Consideremos mensajes comunes como hora cero, paro de transporte, rumba en Casa Portuguesa el 4 de febrero, se vende este carro en 40.000. Llamar a tlf 04125006884. En todos estos mensajes se puede observar que la intensin comunicativa es informar al receptor acerca de la ejecucin de acciones polticas, la celebracin de eventos sociales y la venta de algn vehculo. La funcin referencial permite que el receptor conozca o se informe de estos hechos que toman lugar en el mundo. Esta funcin del lenguaje, de tradicional prctica para los conductores de los automviles que se mueven por nuestras ciudades, ha experimentado un cambio cualitativo al pasar a comunicar mensajes centrados en la funcin expresiva del lenguaje, mensajes que retratan el estado anmico y psicolgico del emisor. Desde esta perspectiva, la teora de la cortesa verbal, propuesta desde el campo de la pragmtica, ha encontrado la nocin de cara positiva postulado por Goffman (1967), llamada por otros estudi osos imagen positiva, rostro o ego, para referirse al deseo individual de ser aceptado y apreciado en sociedad. Es la imagen que cada persona quiere proyectar ante los otros, y por la cual espera algn tipo de estima y reconocimiento. Renkema (1999) refiere esta idea de Goffman relacionndola con el contexto de produccin de mensajes como: se estudiar segn el principio de que los participantes se estn esforzando por lograr estabilidad en sus relaciones con los dems. De manera similar, e introduciendo nuevos elementos que retomaremos ms adelante, lvarez Muro (2005) sostiene que: la imagen es un constructo social, una mscara compuesta no solamente por nuestra apariencia fsica, sino tambin por nuestra historia, por nuestras creencias, por nuestros sentimientos sobre nosotros mismos y por las actitudes de los dems hacia nosotros, es nuestra existencia y nuestro ser en sociedad (p.40). Asimismo, la autora prosigue: el rostro se construye socialmente en la interaccin con los dems y est en nosotros ayudarlos a ellos a mantener la suya, a la vez que esperamos su colaboracin en la construccin de la nuestra (p. 75). Por otra parte, Brown y Levinson (1987)

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consideran que la imagen positiva lleva en s el deseo que tiene el emisor de ser apreciado, amado, que sea tomado en cuenta por los dems. Para estos tericos es: la imagen pblica de s mismo que todo miembro reclama (p. 60). Podemos observar en todas estas definiciones aportadas por los tericos la vinculacin que establecen entre los interactuantes de una sociedad para la construccin de la imagen positiva de cada uno. De la Canal (1986) aconseja, siguiendo a Carnegie, que tengamos en mente que las personas son criaturas movidas por prejuicios y orgullos, en consecuencia, la primera regla de trato hacia el prjimo es no herir jams su orgullo ni su vanidad, el cual es uno de las mximas de la cortesa verbal: haz sentir bien a tu interlocutor. Esto nos lleva a considerar expresiones como ay me duele el estomago!, Qu rabia! mi marido me monta los cuernos, los tigres campen o ni un paso atrs para entrever que en estos mensajes, a pesar de centrarse en las subjetividades o afectividades de sus respectivos emisores, no hay nada que comporte un esfuerzo por construir la imagen positiva del emisor, a saber, no entraan la tipologa de mensajes empleados para favorecer la imagen a proyectar en sociedad por parte de quien emite el mensaje. Por tanto, ningn emisor de este tipo de mensajes colocar en su vehculo, lo cual no excluye alguna posibilidad futura, algo como Santo cielos con este juanete, compr un libro nuevo o acaso las conocidas lneas del Poema 20 de Neruda puedo escribir los versos ms tristes esta noche. Ahora bien, los contextos en los cuales operan los mensajes que construyen la cara positiva de los emisores de mensajes enviados a travs de vehculos son los relacionados a los logros en carreras de estudios. Estos tambin incluyen los ambientes fuera de las ceremonias de o relacionadas con la graduacin, como las caravanas de celebracin de la misma, firmas del libro de actas o misa de bendicin de graduandos. Cabe considerar que este contexto de realizacin (obtencin de ttulos profesionales) es cnsono con la idea del campo de la cortesa que considera que la cortesa verbal debe entenderse en su relacin con el poder. La clase dirigente es la encargada de dictar las normas de buen gusto en una sociedad, y la que, adems, reclama mayores estrategias de cortesa hacia ella, ya que a mayor distancia social se encuentre un sujeto de otro, la cortesa ser ms marcada en quien menos o nulo poder detenta. lvarez Muro (obr. Cit), con relacin a esto, declara: la cortesa, se relaciona con la entrada en una lite social y por lo tanto es un comportamiento egocntrico (p.45). El concepto mismo de cortesa se apoya etimolgicamente en la voz cors (corte) y se origin por el comportamiento de los miembros de las cortes reales europeas durante el Renacimiento, quienes con este conjunto de normas pretendieron distanciarse de las formas de

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vida de los plebeyos. De esta manera se establecer la norma, que posteriormente devendr en lo civilizado, y lo opuesto ser lo brbaro. lvarez Muro afirma de la cortesa: estas normas son evidentemente las del grupo que resulta dominante en el espacio social (p.64). De manera que los mensajes estudiados hasta ac no slo proyectarn la imagen positiva de sus emisores, sino que esta imagen se encuentra permeada de status social, representa una jerarqua de poder. Otra idea que sustenta el punto desarrollado arriba es que en ocasiones las personas escriben mensajes en sus automviles para felicitar el alcance de ttulos acadmicos de algn familiar o de algn amigo, de esta forma entran en el intercambio de cortesa, definido con la pertinencia correspondiente por lvarez Muro (obr. Cit) como: hablar de cortesa es hablar de comunicacin; pensar en cortesa es pensar que lo participantes de una comunicacin comparten la misma perspectiva y saben que estn jugando al mi smo juego: el de ser corts (p.15). Por tanto, la cara positiva o ego de quien ha alcanzado la meta de obtener ttulos en alguno de sus niveles de estudio es construido por otras personas de su entorno, quienes entran en ese juego llamado cortesa. Esto nos lleva a considerar nuevamente algunas de las expresiones analizadas arriba. Pues bien, entre esos mensajes no identificamos alguno con expresiones como: compadre, nimo. Pronto saldr de la pobreza, Carlos, no hagas caso a los chimes que te cuentan por all o por favor, hermano, no seas tan borracho, expresiones que tambin expresan los sentimientos del emisor y manifiestan apoyo por la mala situacin que vive el receptor, pero con las cuales se incurrira en un acto de amenaza a la imagen positiva de la persona a quien el mensaje est dirigido. Otro hecho notable es que esta construccin de la cara positiva, adems de tomar lugar en los contextos referidos, se da en sujetos de diversas clases sociales. Una manifestacin que va desde institutos educativos de estrato social ms bajo, por lo general institutos pblicos, hasta institutos privados, donde los modelos de vehculos ponen en relieve una mejor posicin econmica y social. Este estudio observ la recurrencia de mensajes de construccin de caras positivas en ambos tipos de institutos educativos. Los resultados que arroj el estudio realizado se enumeran de la siguiente manera: a) los mensajes escritos en automviles dejan de centrarse en la funcin referencial del lenguaje (suministrar informacin) a cambio de la funcin expresiva del mismo (relacin afectiva del emisor con el mensaje). b) la funcin expresiva del lenguaje presente en los mensajes escritos en automviles no slo expresan el estado anmico de su emisor, sino que sirve para construir su

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imagen positiva o ego ante la sociedad. c) Esta proyeccin del ego ocurre en sujetos diversas clases sociales. d) el ego que construyen los emisores apunta a su logro profesional, a relaciones de poder, a su paso a un nuevo peldao en la escala de jerarquas en la sociedad. f) familiares o amigos entran en el juego de la cortesa para colaborar con la construccin del ego de quien ha obtenido el ttulo profesional. En conclusin, una vez sometido nuestro objeto de estudio a su respectivo anlisis desde los preceptos tericos de la cortesa, constatamos que a travs de los mensajes enviados por medio de vehculos en nuestras ciudades, en los contextos de obtencin de ttulos profesionales, los emisores construyen su ego o cara positiva. Esto se ha gestado luego de haberse llevado a cabo un cambio cualitativo que va de la emisin de mensajes de informacin a los mensajes que dan cuenta de la relacin afectiva del emisor con el mensaje. Referencias

lvarez Muro, A. (2005). Cortesa y descortesa: teora y praxis de un sistema de significacin. Mrida: Universidad de Los Andes. Austin, J. L. (1962). How to do things with Words. Cambridge, mass: Harvard University Press. Brown, P; y Levinson, S. C. (1987). Politeness: Some universal in language usage . Cambridge: University Press. De la Canal, J. (1986). Etiqueta, cortesa y trato social: manual de urbanidad. Caracas: editorial Panapo. Fiske, J. (1984). Introduction to communication studies. London: Routledge. Goffman, E. (1976). Interaction Ritual. New York: Pantheon Books. Jakobson, R. (1974). Ensayos de Lingstica General. Barcelona: Seix Barral.
Renkema, J. (1999). Introduccin a los Estudios sobre el Discurso. Barcelona: Editorial Gedisa S. A.

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Titulo: Enseanza Cooperativa y Aprendizaje Cooperativo en entornos virtuales. Autor o autores:

Jorge Altuve
1.- Datos institucionales

Institucin: Universidad Central de Venezuela. Facultad: Humanidades y Educacin. Escuela: Educacin. Ctedra: Currculo y Formacin y de Recursos Humanos. Departamento: Didctica. Asignatura: Evaluacin Escolar. Categora: obligatoria. Nivel: Pregrado. Rgimen: semestral. Modalidad: Estudios Universitarios Supervisados (EUS).Perodo lectivo: Semestre 2009-II
2.- Descripcin de la Experiencia: Tres docentes de la ctedra de curriculum (Amalia Herrero, Iraida Sulbarn y Jorge Altuve) diseamos, gestionamos y evaluamos una experiencia totalmente a distancia en los EUS, sustentados en los principios de la enseanza- aprendizaje cooperativos. Para llevarla a cabo se abrieron 5 cupos para cada uno centros regionales de los EUS (Capital, Centro Occidental Barcelona, Puerto Ayacucho y Ciudad Bolvar). Los estudiantes se inscribieron formalmente en ese semestre a travs del control de estudios y enviaron una informacin, va correo electrnico, para ser inscritos en la plataforma. Finalmente se logran inscribir en la experiencia 22 estudiantes. La plataforma utilizada fue la de moodle, en una primera fase se utiliz el servicio del correo electrnico para recopilar informacin especfica sobre los estudiantes. 2.1 Planificacin, podemos mencionar tres momentos: Revisin del Diseo Instruccional, bibliografa, guas instruccionales y otros instructivos (esta fase ya se haba desarrollado hacia un ao) Momento donde dejamos que las ideas sobre una experiencia totalmente a distancia fluyeran, eso sin atarnos a modelos, esquemas, fue ms una intuicin pedaggica, pues la experiencia era bastante novedosa por las siguientes razones: (a) diseada totalmente a distancia, (b) gestionada por tres docentes simultneamente y (c) involucraba a estudiantes de los cinco ncleos de los EUS Finalmente fue necesaria la construccin de los que denominamos ruta de aprendizaje eso fue para concretar las ideas de la fase anterior y antes de llevarlo propiamente a la plataforma. 2.2 Gestin: generalmente nos distribuamos las sesiones, uno de los tres era el profesor tutor y el resto fungamos de profesores de apoyo, esos roles se rotaban entre un encuentro y otro. Decidimos organizar el curso por encuentros y no por fechas, eso para dar cierta flexibilidad a la discusin de los contenidos. Generalmente tenamos reuniones para monitorear los avances y hacer los ajustes del caso.

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3.-Resultados 3.1 Los servicios utilizados fueron el envo de trabajos individuales (10%) y los foros (90%) 3.2 Los foros a su vez se les dio distintas finalidades: Resolver situaciones o practicas en grupos: 36 %,Consultas, dudas y aclaratorias: 31% y Evaluacin: Construccin colectiva de criterios, auto y coevaluacion, evaluacin de la experiencia: 21%, Actividades sociales 5%, Portafolio Virtual de Aprendizaje 5 % 3.3. Frecuencia de participacin: en los estudiantes se reportaron 271 participaciones a lo largo de la experiencia. Se distribuyen de la siguiente forma: Tareas: 70 % entrega sus tareas y 30% no Foros: En la evaluacin, desde la construccin colectiva de los criterios, la auto, co y evaluacin de la experiencia 26%, en resolucin de casos situaciones o practicas cooperativas 22%, Foro Social 22%, en el portafolio virtual del aprendizaje 16% y en dudas, consultas y aclaratorias 12 % La participacin de los docentes fue de 114 en total, distribuidas de la siguiente forma: 37% en resolver casos o situaciones de manera grupal, 26% en el foro social y el portafolio de aprendizaje, y 22% clarificando dudas o consultas. Con relacin al nmero de alumnos que culminan la experiencia fue de 16 (72%) 14 aprueban y 2 aplazan, y 6 (28%) abandonan. El promedio de notas fue de 13 puntos con una deviacin tpica de 4 puntos. Se eliminan los costos de trasporte y pasaje, esto en el caso de los ncleos que estn en el interior del pas. Se hizo necesaria la utilizacin de los equipos de los docentes ya sea desde sus porttiles que eran llevadas a las reuniones que se realizaban con una frecuencia de una cada quince das o desde sus hogares. Los equipos de la ctedra no soportaron el uso de la plataforma con una velocidad adecuada para la interaccin con los participantes Fue necesaria la inversin de ms tiempo por parte de los docentes para poder llevar a cabo la experiencia, esto si se compara con la experiencia tradicional de los asesoras presenciales propias de los Estudios Universitarios Supervisados. Se logra crear una red de aprendizaje entre estudiantes de la asignatura de evaluacin escolar y un grupo de docentes de la ctedra de didctica de la escuela de educacin. Si bien es cierto que la data referida a la lo que ocurre en los foros aun no ha sido procesada, se tienen evidencias de cooperacin entre los participantes

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NO CORTESA Y NO DESCORTESA COMO PROPUESTA DE CAOS EN ALICIA EN EL PAS DE LAS MARAVILLAS

RAMREZ LVAREZ, Maikel. maramirez@usb.ve Universidad Simn Bolvar - Sede Litoral.

RAMREZ DAZ, Ana anaramirez@usb.ve Universidad Simn Bolvar Sede Litoral.

When in Rome do as the Romans do

(locucin popular inglesa)

Luego de perseguir al conejo blanco, la pequea Alicia resbala por un hoyo y desciende hasta un pas poblado de animales que hablan y ejecutan acciones de manera similar a los humanos. El recorrido de la pequea nia por el Pas de las Maravillas la llevar a encontrarse con seres que no comprende, palabras que la desconciertan y acciones que rompen su lgica. Este estudio tiene como objetivo demostrar como la no cortesa y la no descortesa sirven como propuesta de caos en el cuento Alicia en el Pas de las Maravillas. La publicacin de Alicia en el Pas de las Maravillas ocurre en 1865 en Inglaterra, durante el reinado de la reina Victoria. Este perodo ha sido reconocido por los historiadores como una poca aferrada a un duro conservadurismo y a la fe sin par a un conjunto de valores como la familia, la nacin, el trabajo duro, el respeto, el deber, la determinacin y la seriedad. La exposicin del Palacio de Cristal en 1861 sera el pinculo del podero del imperio britnico. Para ilustrar la fortaleza del imperio britnico en el imaginario de las personas, Asimov (1974) registra la expresin el sol nunca se pone en el imperio britnico. Durante la Inglaterra victoriana, hombres y mujeres deban desempear roles concebidos para sus gneros. Los eventos sociales le servan a la mujer como ritos de iniciacin a una vida adulta al cuidado de su esposo y la familia; por tanto, en ella se deban manifestar con mayor claridad el decoro que impregnaba los modales de la poca. Este modo de vida es el que acompaa y gua las acciones de la pequea Alicia durante su viaje por el Pas de las Maravillas. No obstante, Alicia descubre que el contacto que establece con cada uno de los seres que habitan el Pas de las Maravillas le deja un sinsabor: a) asiste a una carrera en la cual todos los competidores, a pesar de no empezar ni llegar al mismo tiempo, han ganado, por tanto deben recibir un premio. El dodo compromete a Alicia a entregar los premios, luego le pide un dedal que la nia lleva en el bolsillo y se lo devuelve diciendo que ahora es un regalo. b) Alicia recibir dura rdenes del conejo blanco y del grifo, por lo que exclamar de manera enftica: nunca en mi

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vida recib tantas rdenes, nunca! (p. 108). c) el encuentro con la oruga se inicia con ste preguntndole a la nia su identidad. El narrador reporta el momento como sigue: ste no era un comienzo alentador para una conversacin. (p. 53). d) Alicia va a abrir una puerta, pero el sirviente le indica sin mirarla siquiera que tendra sentido golpear la puerta slo si ella estuviera adentro. e) La duquesa hace una observacin que a Alicia le incomoda, entonces decide cambiar la conversacin. f) el gato de Cheshire le asegura que ella debe ser tambin loca. g) en la mesa, el sombrerero loco har comentarios que molestan a la nia, y luego preguntar una adivinanza sin solucin. g) debe comparecer en un juicio para atestiguar sobre un crimen del cual no tiene idea, en el cual la reina de corazones ordena que le corten la cabeza a Alicia. Desde su llegada a ese lugar, no cesan las amenazas a las imgenes positivas y negativas de Alicia. A la luz de los estudios de Goffman, Renkema (1999) explica estos conceptos como: todo participante del proceso social tiene la necesidad de ser apreciad o por otros y la necesidad de sentirse libre y de que no interfieran con l (p.27). Asimismo, las investigaciones de Ramrez y Ramrez (2009) sealan que: Befar, insultar y contradecir, entre otros, son ejemplos paradigmticos de cmo es afectada la imagen positiva. La imagen negativa, a saber, es afectada cuando al receptor se le coacciona su libertad: el conjunto de oraciones exhortativas del campo militar (vista a la izquierda, firme, son algunos casos que se pueden prodigar como amenaza a este tipo de imagen). (p.3). En relacin a los actos de amenaza a la cara positiva de Alicia, fijmonos en el siguiente extracto del libro: () Necesitas un corte de cabello intervino el Sombrerero. Haba estado mirando un rato a Alicia con gran curiosidad, y esto fue lo primero que dijo. - Debera aprender a no hacer observaciones personales dijo Alicia severamente -. Es de mala educacin. (p. 80) El hombre, de la Inglaterra Victoriana, se distingue, entre muchos, por el decoro, el respeto y los buenos modales. Estos son signos que demarcan una distincin del Victoriano de la poca y que contrasta abismalmente con lo presentado en el texto, tales acciones, entre ellas: befar; definitivamente afectan la imagen de positiva de Alicia. Actualmente, en Manuales de etiqueta y cortesa, mencionan cmo debe ser la etiqueta en la mesa, y, segn Canal: es precisamente en la mesa donde se revelan las personas de buena educacin (p. 67); agrega adems que: () es preciso que la reunin sea simptica () y que no exista antipata ninguna entre los diversos

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invitados (p.67). Sin duda alguna, no se le demuestra a Alicia buenos modales, no son las convenciones del momento, y lastimosamente el choque de convenciones perturba la necesidad de ser querida y aceptada por su entorno. La invasin al territorio simblico de Alicia, la privacin de libertad, el perder el derecho de mantener resguardada informacin personal, son marcas que indican el cmo se afecta la imagen negativa de la nia, tal es el caso del encuentro de Alicia con la Oruga, sta en un primer encuentro le pregunta quin es ella, una interrogante como esa genera una intromisin a su intimidad. Para la pequea Alicia, el pas de las maravillas se torna en un caos, sin embargo nada est mal en el Pas de las Maravillas. Para ilustrar este punto, tenemos que el Dodo y los otros animales que participan en la carrera poltica consideran que Alicia merece un premio. Entonces, el dodo le pregunta a Alicia qu tiene en el bolsillo, ella le responde que un dedal, el dodo le dice que se lo entregue y ante el resto de los animales, de manera solemne, le devuelve el dedal a Alicia en calidad de obsequio; todos los animales aplauden. En este extracto observamos cmo para ninguno de los animales el evento resulta anormal. Se entienden perfectamente, pero para Alicia la situacin es un absurdo. El comportamiento de los personajes del Pas de la Maravillas entraa casos de no cortesa y no descortesa. Entindase la no cortesa, segn lvarez Muro (2005) como: un comporta miento no marcado porque es inconsciente; podra considerarse como el comportamiento habitual del emisor, sin que medie ningn esfuerzo adicional; es equivalente a la competencia social (p. 56). El sombrerero loco, El lirn y el ratn se comportan tal cual es su naturaleza. La no - descortesa, la cual es develada en voz de los habitantes del pas de las maravilla, es definida por lvarez Muro (2005) como: una expresin natural e involuntaria () aade, adems que: se revela el desconocimiento de las normas de la comunidad de habla. En suma, la no descortesa sern las torpezas que se cometen por desconocimiento del juego corts. (p. 59). Los cdigos de comportamiento social presentes en el Pas de las Maravillas son otros, por tanto, no hay disonancias entre las acciones que sus habitantes comenten, se entienden sin ningn problema, pues no hay una ruptura en la comunicacin. Un ejemplo de ello, ya sealado, es el del Dodo que le devuelve a Alicia el dedal como obsequio. Aqu, los animales no se irritan ante la situacin por considerarla natural. Al contrario, a Alicia le parece que la situacin rompe sus expectativas ante las acciones de dar y recibir un regalo, todo gira entorno al absurdo, an no logra encajar en las convenciones del contexto social del pas de las maravillas.

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El fracaso de Alicia para integrarse a ese mundo se puede explicar desde los estudios de Brown and Levinson (1978), citados por Cook (1989), quienes aseveran que: todos los seres humanos, para establecer relaciones sociales con otros, deben tener conocimiento de la imagen del otro (p.34). Alicia trata de entender el pas de las maravillas desde una ptica que le resulta intil, porque las convenciones en las que ella cree (las victorianas) no son compatibles con las del pas de las Maravillas. Del estudio realizado, se desprenden los siguientes resultados: a) Como prototipo del ciudadano de la Inglaterra de la reina Victoria, la pequea Alicia es corts hacia los seres que encuentra en el Pas de las Maravillas. b) Los seres que habitan en el Pas de las Maravillas amenazan el rostro positivo y el rostro negativo de Alicia. c) La manera de actuar de los personajes del pas de las maravillas est condicionada por la no- cortesa. Entretanto, la no - descortesa es el choque entre las convenciones que conoce Alicia y las del pas de las Maravillas. d) Alicia se llena de perplejidad ante cada una de las aventuras que experimenta durante su travesa por el Pas de las Maravillas. En conclusin, se demuestra que el contraste de las convenciones del mundo de Alicia, los valores y modales de la Inglaterra victoriana, con los del Pas de las Maravillas, y la no intencionalidad de ser descorts hacia la pequea, por parte de los personajes, generan el caos para Alicia. Referencias. lvarez Muro, A. (2005). Cortesa y descortesa: teora y praxis de un sistema de significacin. Mrida: Universidad de Los Andes. Carroll, L. (1998). Alicia en el Pas de las Maravillas. Espaa: Editorial Edicomunicacin, S.A. Cook, G. (1989). Discourse. Oxford: Oxford Press University.

De la Canal, J. (1986). Etiqueta, cortesa y trato social: manual de urbanidad. Caracas: editorial Panapo. Ramrez, A; y Ramrez, M. (2009). Respeto y transgresiones a los principios de cooperacin y cortesa: el efecto trgico en la Caperucita roja de Charles Perrault. Ponencia presentada en el XXVIII encuentro y docentes investigadores de la lingstica. Renkema, J. (1999). Introduccin a los estudios sobre el discurso. Espaa: Editorial Gedisa.

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Reflexiones sobre la Jubilacin en Venezuela


Mara Emilia Guevara Estacio guevaram@usb.ve Universidad Simn Bolvar Resumen

Es evidente la importancia del trabajo en el desarrollo integral del ser humano, as como el papel fundamental que stos juegan dentro de las organizaciones. En este contexto, el fenmeno de la jubilacin esta estrechamente relacionada con las expectativas normales de los trabajadores. En este sentido, la jubilacin en Venezuela est ligada indudablemente al sector pblico, al tiempo de servicio como empleado o funcionario pblico y a la recepcin de una compensacin econmica por ste concepto; as mismo es considerada como un beneficio social y por esta razn esta normada en los diversos instrumentos legales para tal fin. No obstante, la percepcin que poseen la mayora de los trabajadores hacia ste hecho normal es negativa, a pesar de que la jubilacin es una fase ms en el desarrollo laboral de un individuo. Para finalizar, la presente investigacin explorar la jubilacin desde un enfoque gerencial, analizando las fuentes legales en el pas, explicando los distintos tipos y el proceso de la jubilacin a manera general, as como los aspectos que determinan una mejor o peor adaptacin a este nuevo rol. Palabras Claves: jubilacin, tipos, talento humano, actitudes, funcin pblica. Discusin La importancia del factor humano en las organizaciones como pilar fundamental e impulsor de los diversos procesos y cambios que se ejecutan en las empresas ha sido ampliamente discutido en diversos foros, las personas han dejado de ser simples elementos empresariales para convertirse en seres dotados de inteligencia, conocimientos, habilidades y destrezas que enriquecen todas y cada una de las reas funcionales de las organizaciones. La gestin del talento humano visualizado como un rea funcional de la empresa, se encarga de desarrollar diversas actividades encaminadas en fomentar un ambiente optimo para que las personas puedan efectuar las diversas tareas que deben ejecutar a diario, adems de organizar los cargos, de capacitar y desarrollar el personal, del establecimiento de sueldos y salarios, y de la administracin de ciertos beneficios socioeconmicos, entre los que se encuentra la jubilacin. Con respecto a ste ltimo, las jubilaciones son visualizadas por las organizaciones como un beneficio social que goza un grupo especfico de trabajadores, es una

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desvinculacin del empleado de sus funciones. La jubilacin desde el punto de vista de la gestin del talento humano, es un rea prcticamente inexplorada, sta solo es tomada en cuenta al momento de estudiar las separaciones o desvinculaciones en las empresas y la incidencia de esta en los movimientos del personal. En este sentido, Chiavenato (2007) define la jubilacin como un movimiento de salida de la organizacin, el cual se presenta cuando las personas alcanzan la edad limite o el tiempo laborado suficiente para jubilarse y abandonan la organizacin (p. 358). Por lo tanto, est considerada como un tipo de separacin que genera oportunidades para otros empleados, como es el caso de las transferencias y los ascensos, lo que requiere que la unidad de talento humano de la empresa planifique, capacite y proporcione a los individuos idneos para ocupar estos cargos. De manera semejante, la jubilacin es abordada por Gmez, Balkin y Cardy (2001) como un tipo de ruptura laboral y es contrastada con la dimisin o renuncia y establecen que sta suele producirse al final de la carrera de un empleado (p. 221), que en la mayora de los casos suele recibir una compensacin econmica en contraprestacin por los aos de servicio. De igual manera, se toca el tema de la jubilacin solo como una desvinculacin del empleado con respecto de la empresa, movimientos necesarios para el sano desenvolvimiento de las organizaciones, que inciden en los desplazamientos futuros de los trabajadores, como los ascensos, transferencias, e ingreso de nueva fuerza laboral. Sin embargo, este tema en la literatura especializada solo se aborda desde un enfoque organizacional, abandonando la perspectiva individual de las personas involucradas. En este sentido, la jubilacin desde el punto de vista laboral esta considerada como el cese institucional reglamentado del ejercicio de una actividad profesional remunerada; en definitiva, el paso del trabajo al no trabajo. (Lpez, 1992, p.100). Entonces, la jubilacin es un estadio ms en el desarrollo de los trabajadores, representa sin duda alguna una de las transiciones evolutivas ms importantes que la persona experimenta, ya que representa un gran cambio en el ciclo vital de las personas, afectando de una u otra forma el bienestar y el desarrollo personal de las mismas.

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Es por esta razn que vale la pena mencionar, que el retiro del mercado laboral no implica la perdida de capacidades ni habilidades por parte de la persona involucrada, al contrario, actualmente se considera que es una etapa en la cual se pueden obtener nuevos aprendizajes que ayuden al individuo a adaptarse de una manera ms optima a este nuevo ciclo de su vida. No obstante, esta separacin involucra cambios importantes en diversos mbitos de la vida de una persona, como lo expresa Bermejo (2006) aunque se trata de una realidad socioeconmica posee enormes implicaciones en diferentes planos de la persona: psicolgico, econmico, relacion al, existencial (p. 69). Por lo tanto, la jubilacin como estadio final de la vida laboral se convierte en una situacin contradictoria y a la vez especifica para cada persona, como lo expresa Velzquez (1999) esta nueva situacin no se puede considerar como un evento simple, sino complejo, debido a los numerosos factores que inciden en este hecho (p. 165), estos factores pueden ser de orden econmico, familiar, psicolgico, cronolgico, entre otros. En base a lo anteriormente planteado, se desprenden los tipos de jubilacin existentes (Ibidem), mejor dicho, los diversos enfoques que comprenden esta situacin, de acuerdo a Velzquez (1999) son: Jubilacin Voluntaria: sucede cuando la persona involucrada decide el momento en el cual esta se va a producir, y esta condicionada por la antigedad en la empresa, las expectativas futuras hacia otra actividad, la influencia familiar, entre otras. Jubilacin Forzosa: esta se produce cuando es impuesta al trabajador por parte de la empresa sin ofrecer alternativa alguna y se debe a diversas razones, entre las que se encuentra cierres de empresa, reestructuraciones, entre otras. Jubilacin Normal: Al cumplirse con los requisitos legales establecidos para el caso. Jubilacin Anticipada: Esta determinada cuando se produce antes de lo establecido por el marco legal que rige la materia, en Venezuela esta decisin puede estar influenciada por diversas causas como reestructuraciones en la administracin pblica, cambios de ramo, cambios de razn social, situaciones especiales, incapacidad fsica, entre otras. Jubilacin Retrasada: Cuando el propio trabajador, la empresa o ambos demoran el momento de la jubilacin por razones de acuerdo mutuo.

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En este sentido y con base en la legislacin venezolana, existen dos figuras en las cuales los trabajadores en situacin de retiro mantienen nexos econmicos con las instituciones, que son las pensiones y jubilaciones; en estas existen diferencias importantes las cuales vale la pena mencionar para mejor comprensin. La jubilacin aparece estrechamente ligada a la funcin pblica, y al tiempo de servicio como funcionario pblico, (Febres, Mndez, Cardozo y otros, 2002, p. 27), en entidades gubernamentales; lo cual implica un grado de desvinculacin de las instituciones en la cual el trabajador se desarrollo por un periodo de tiempo determinado. En cambio, la pensin se asocia al envejecimiento o a la ocurrencia de la muerte del trabajador antes de alcanzar el derecho a la jubilacin o la ocurrencia de enfermedad o accidente incapacitante o invalidante. (ibdem). Es necesario aclarar que aunque la jubilacin es un estadio en la vida de todo trabajador, en nuestro pas esta se asocia a la funcin pblica ya que solo estos trabajadores reciben de sus respectivos patronos una compensacin econmica mensual por este concepto, la cual se denomina pensin por jubilacin; caso contrario a los individuos que se han desempeado en la empresa privada. Asimismo, vale la pena acotar que en Venezuela concurre un conjunto de regmenes pensionales y jubilatorios paralelos y heterogneos que dificultan una clara comprensin del fenmeno, como por ejemplo las jubilaciones en el sector pblico, los profesores universitarios y las pensiones militares, cada uno regida por un marco legal distinto. En cuanto al marco regulatorio en el caso de los servidores pblicos, est la Ley del Estatuto sobre el Rgimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administracin Pblica Nacional, de los Estados y los Municipios, la cual regula las jubilaciones y pensiones en la mayora de las instituciones pertenecientes al gobierno, entre los que se encuentran los ministerios, entes dependiente del gobierno central o descentralizados, establecidos en su articulo 2. En cuanto al beneficio de la jubilacin, la mencionada ley establece en su articulo 3 que sta se adquiere cumpliendo con dos requisitos bsicos: a) cuando se haya alcanzado la edad establecida de 60 aos para los hombres y 55 aos para la mujer, siempre y cuando hubiere cumplido como mnimo 25 aos de servicio. b) al cumplir 35 aos de servicio independientemente de la edad. Adems, el mencionado instrumento legal explica la base de clculo para

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establecer la pensin mensual por concepto de jubilacin. Igualmente, sirve como referencia para el estudio de los dems regmenes paralelos que existen en el pas. Por otra parte, en cuanto a la percepcin de la jubilacin por parte de los trabajadores, existen una diversidad de factores que intervienen en esta; y que de acuerdo a Velzquez (1999) estn presentes en las diferentes fases del proceso de jubilacin (p. 166), las cuales se detallan a continuacin: Primera Fase: Comienza aproximadamente 10 aos antes de la jubilacin, en ste periodo la persona comienza a preocuparse por el momento y por los factores personales y organizacionales que puedan influir en el proceso, la misma a su vez se subdivide en dos: a) La prejubilacin: esta etapa esta impregnada de ideas romnticas y fantasiosas con respecto al hecho, adems esta influenciado por factores ajenos a el. b) La Preparacin a la Jubilacin: Son programas formativos que son ofrecidos a los empleados con la finalidad de afrontar este cambio de rol con el menor impacto negativo posible. Segunda Fase: Esta etapa se presenta durante la jubilacin y la misma se subdivide en: a) adaptacin: Suele ocupar los primeros meses, durante este periodo la persona puede encontrarse desconcertada, debido a la ausencia del trabajo, las relaciones sociales laborales, extraando su anterior estilo de vida; aparte se siente desbordado por la cantidad de tiempo libre que tiene. b) congratulacin: Es un momento en el que se emprende una serie de actividades que el trabajo impeda realizar, as como la puesta en marcha de otro tipo actividades productivas. Estabilizacin: En esta etapa que comienza luego del primer ao y se extiende hasta la dependencia, el jubilado puede optar por un disfrute pasivo de su tiempo de ocio o bien, buscar activamente ocupaciones que sustituyan a las que posea cuando trabajaba. Dependencia: Esta fase se extiende hasta el final del ciclo vital y se inicia cuando el jubilado pasa del estatus de persona sana al de persona con limitaciones, que necesita ayuda o en cualquier situacin que impida el desarrollo de una actividad independiente. Por otra parte, las percepciones y actitudes de los trabajadores con respecto a la jubilacin son variadas y dependen en gran medida la aceptacin y posterior adaptacin a la misma Bueno y Buz (2006) entre estas tenemos: Rechazo: La vida en este nuevo rol se percibe sin sentido, ya que se piensa que no se puede mantener el estatus ni el nivel de vida previo a la jubilacin; adems

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se asocia con el envejecimiento; este tipo de actitud tiene el riesgo de provocar aburrimiento y apata por la falta de expectativas, proyectos y actividades con las que llenar el tiempo que antes se dedicaba al trabajo. Aceptacin: Actitud conformista y resignada. Se acepta la jubilacin como algo inevitable, como una etapa ms a la que debe enfrentarse. Liberacin: Es cuando se piensa que la jubilacin es un premio al trabajo realizado; las desventaja de este enfoque es que tiende a provocar aburrimiento y apata por la falta de expectativas, proyectos u actividades con las cuales llenar el tiempo libre. Oportunidad: La persona desea la jubilacin, ya que con ella viene la oportunidad de realizar actividades y poner en marcha proyectos que no se haban podido realizar por estar inmerso en el trabajo. Es el enfoque ms positivo que se tiene, ya que permite iniciar tareas nuevas y enriquecedoras que no se haban podido iniciar hasta los momentos. Ambivalencia: Consiste en mantener conjuntamente varias de las actitudes anteriores. Las consecuencias de la jubilacin pueden ser positivas o negativas, afectan al individuo en muchas facetas, econmico, social, psicolgico, relacional, por lo tanto, la actitud que se mantenga frente a esta depender en gran medida de la preparacin y la planificacin que se haya efectuado para este cambio en la vida de las personas. Conclusiones a) Las jubilaciones son visualizadas por la gestin del talento humano como un tipo de separacin, desvinculacin de personal con respecto a la organizacin, siendo todo lo contrario, ya se mantienen nexos econmicos y de ciertos beneficios con esta ultima. b) La jubilacin es un paso trascendental en la vida de un trabajador, debido a la importancia que representa el trabajo para el desarrollo integral en la vida de un individuo. c) La jubilacin puede tener diversos significados, los cuales pueden ser positivos o negativos y varan de una persona a otra. d) El prejubilado debe planificar con antelacin este cambio en su ritmo de

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vida, siendo en mayor medida responsables de su futura adaptacin. e) La actitud con que la persona enfrenta la salida del mercado laboral la predispone hacia su mejor o peor adaptacin a la jubilacin Referencias Bibliogrficas Bermejo, L. (2006). Promocin del Envejecimiento Activo. Programas de Preparacin a la Jubilacin. pp. 65-88. disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/extart?codigo=2756877 Bueno, B. y Buz, J. (2006). Jubilacin y tiempo libre en la vejez. Madrid, Portal Mayores, Informes Portal Mayores, n 65. Lecciones de Gerontologa, IX [Fecha de publicacin: 16/10/2006]. Disponible en: http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/bueno-jubilacion01.pdf Chiavenato, I. (2007). Administracin de Recursos Humanos. El capital humano de las organizaciones. (8. ed.). Colombia: McGraw Hill. Febres, C. Cardozo, y otros. (2002). La Reforma de la Seguridad Social en Venezuela: Bases y Perspectivas. Comisin Tcnica Asesora de la Comisin de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional. Disponible en: http://www.eumed.net/oe-vess/lit/Exposicion%20de%20Motivos%20LOSSS.pdf Gmez, L. Balkin, R. y Cardy, L. (2001). Direccin y Gestin de Recursos Humanos. (3. ed.). Mxico: Editorial Prentice Hall. Ley del Estatuto Sobre el Rgimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Funcionarias o Empleados o Empleadas de la Administracin Pblica Nacional, de los Estados y de los Municipios. Gaceta Oficial N 38.426, 28 de abril de 2006. Lpez, J. (1992). La Jubilacin: opcin o imposicin social. Reis: Revista Espaola de Investigaciones Sociolgicas. N 60. pp. 91-126. Disponible en: http://www.jstor.org/stable/40183682 Velzquez, M. (1999). La Jubilacin Activa. pp. 163-182. disponible en: http://www.ceuandalucia.com/escuelaabierta/pdf/articulos_ea3/mvelazquez3_e a3.pdf

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TERESA DE ARMANDO JOS SEQUERA: LA TRANSITIVIDAD PARA LA CONSTRUCCIN DE UN PERSONAJE INFANTIL.

RAMREZ DAZ, Ana anaramirez@usb.ve Universidad Simn Bolvar Sede Litoral.

En el libro de cuentos titulado Teresa, escrito por Armando Jos Sequera, se palpa cmo cada palabra calla y dice algo; ah se ha reinventado un mundo de papel que (re) crea una diversidad de formas del pensamiento, desde la mirada de una pequea que enfrenta un mundo que intenta comprender, desarmar y dominar. Armando Jos Sequera, a travs de la narracin del hermano de Teresa, y con el propsito de mostrar el mundo de la pequea al lector, construye un universo de ficcin en el cual la transitividad funge como hilo conductor de una trama y constructor del personaje infantil. En consecuencia, esta investigacin persigue explicar cmo se construye el personaje Teresa desde la transitividad, centrndonos en el estudio de los esquemas sintcticos y los verbos transitivos e intransitivos presentes en el cuento. Se ha hecho una revisin de los planteamientos de autores como: Hernndez (2008), Vzquez Rozas y Garca- Miguel (1995, entre otros, para as alcanzar los objetivos propuestos.

En el estudio de Cano (1981) se destaca que: el modelo agente- accin objeto es el nico que da cuenta de la transitividad.(p. 31). Por esa causa, y, para los efectos de la investigacin, se tomar en cuenta dicha estructura, entre otras, la cual permitir comprender cmo la ampliacin del significado verbal construye un personaje infantil. Asimismo, los aportes de Halliday (1975) servirn para entender como el usuario de una lengua, en este caso (Teresa) puede representar su propia experiencia atendiendo a fenmenos internos y externos. El individuo percibe, nota, observa la realidad que le rodea. Algunas definiciones: Transitividad.
Somos selectores de lo que decimos y cmo lo decimos. El hablante, asevera Alarcos (2000), comunica de acuerdo a su intencin; en el caso del libro de cuentos titulado Teresa, nos dicen desde la voz del hermano de Teresa el qu y el cmo se realizan determinadas acciones, por medio de estructuras oracionales en las que se visualiza un gran dinamismo. Para Carreter (1971), lo transitivo es: La admisin de un complemento directo (p.396). Pero, la acepcin que da la Gramtica del RAE es ms amplia, y apunta a lo que es objeto de

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estudio en la investigacin, adems de exponer que: transitivo es el verbo cuya accin recae o puede recaer en la persona o cosa que es trmino o complemento de la accin (p. 44). Obsrvese lo siguiente: Mara come fruta. En la oracin el sujeto (Mara) ejecuta una accin, la de comer, pero esa accin se amplifica con la presencia del objeto directo fruta. Se pudiese decir que ese sujeto come cualquier otra cosa, as que la presencia del objeto directo delimita y amplia la significacin verbal. En torno a esta idea, Alarcos (2000) seala que: la actividad denotada por la raz verbal requiere la especificacin aportada por el sustantivo que funciona como objeto directo (p. 280 81). Es por eso que la transitividad es una caracterstica propia de algunos verbos que les confiere la propiedad de poder seleccionar un complemento directo, permitiendo precisar el alcance del verbo. Tal es el caso del verbo tener, siempre se tiene algo o a alguien, por s solo tener n o complementa la accin. Aunque, se debe resaltar que los verbos transitivos pueden aparecer sin complemento directo, siempre y cuando estn claramente delimitados por el contexto. Al respecto, Alarcos (2000) sostiene que:

() la presencia o ausencia del objeto depende de la voluntad o intencin comunicativa del hablante. Es cierto que algunos verbos, por las caractersticas de la nocin que evocan, apenas necesitan especificacin, como en Lloraba, Corren, Duermes, etc., que otros exigen la demarcacin denotativa aportada por el objeto directo, como en Hizo la comida, Hace gestos, entre otros. (p.281)

En contraste con los verbos transitivos tenemos los intransitivos, los cuales, segn Carreter (1991), son: verbos que no admiten complemento directo, ordin ariamente, aunque en determinadas condiciones pueden llevarlo; se dice entonces que estn usados como transitivos (p. 245). A la luz de esa definicin se puede observar el siguiente ejemplo: l corre rpidamente. La presente oracin responde a una estructura de sujeto + verbo intransitivo + adverbial; tal esquema no va acompaado del objeto directo, pero s de adverbiales. Las definiciones antes sealadas, demarcan el objeto de estudio y orientan la investigacin, pero son los aportes de Garca Miguel (1995), y las contribuciones que hace Halliday (1975) al campo de la transitividad, los que dan el sustento al presente trabajo. Por tal razn, es importante conocer:

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Esquemas sintcticos. Hernndez (2008), en su trabajo de grado titulado: Transitividad y Subjetividad en los artculos de Opinin, expone que un esquema sintctico viene a ser: El esqueleto, armadura o representacin simblica procedida de la jerarqua pautada mayormente por el verbo que rige tal oracin. A continuacin se ejemplifica: Anglica obsequi una agenda a su hermano = S+V+OD+OI (Esquema Sintctico) En la oracin se requiere que alguien (sujeto) obsequie (Verbo) algo (objeto directo) a alguien (objeto indirecto) para tener su sentido completo; y sern tales elementos, cumpliendo funciones diferentes, los que ocupen un lugar en la representacin del esquema sintctico (p. 5) Para efectos de este estudio, es necesario trabajar los esquemas sintcticos que den cuenta de la transitividad e intransitividad presente en el cuento Teresa, y, principalmente, conocer cmo los verbos transitivos e intransitivos operan en el libro de cuentos antes mencionado. Garca Miguel (2005) ha desarrollado diversas investigaciones que giran en torno a los esquemas sintcticos en el espaol, y el propsito fundamental en una de sus investigaciones es: las correlaciones que existen en espaol entre transitividad, subjetividad y discurso (p.1). Adems, declara que: el esquema sintctico transitivo no se asocia exclusivamente con un prototipo de accin efectiva y concreta que afecta a un paciente, sino en gran medida con actitudes mentales que manifiestan la subjetividad de los hablantes, una muestra ms de la presencia de patrones de subjetividad en el discurso cotidiano (p.1).

La nocin agente-accin-objeto y los trminos reccin y determinacin han sido claves para profundizar el esquema transitivo en las lenguas. A la luz de otras corrientes lingsticas, la nocin de transitividad ha apuntado hacia otras particularidades y elementos muchos ms complejos. Al respecto, Halliday (1967) asevera que transitividad es la serie de opciones relacionadas con el contenido cognitivo, la representacin lingstica de la experiencia extralingstica, ya sea de los fenmenos del mundo externo o de los sentimientos, pensamientos y percepciones2 (p.199). Es la gramtica de la experiencia. Y, a su vez, propone que: todos usamos el lenguaje como medio de organizar a otras personas y de dirigir su comportamiento (p.146). De igual manera, Halliday (1975) expresa que la expresin lingstica de los procesos, y de los participantes (y, por extensin, de las circunstancias) a ellos asociados, se conoce con el trmino general de transitividad. (p.153) Metodologa

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Corpus. El corpus que ha sido seleccionado para la presente investigacin forma parte de la obra cuentstica infantil del escritor venezolano Armando Jos Sequera. El libro de cuentos titulado Teresa es publicado por la editorial Alfaguara en el ao 2000. ste est conformado por un nmero de 124 cuentos breves, los cuales se encuentran distribuidos en cuatro partes: Teresa; por segunda vez, Teresa; uno, dos, tres, Teresa; y el cuarto de Teresa. Cabe agregar que esta obra forma parte de una serie de libros que tiene por personaje central a la pequea Teresa. Muestra. Para el logro de los objetivos propuestos en esta investigacin, se seleccionaron seis cuentos breves del total de 124 cuentos contenidos en el libro de cuentos Teresa de Armando Jos Sequera: Fruta recargable, Dolor de ideas, El charquito, No me llevaste, Todos somos franceses y Para no apagarse, los cuales fueron escogidos por observarse en ellos mltiples esquemas sintcticos y diversidad de verbos transitivos e intransitivos de inters para esta investigacin. Recoleccin y procesamiento de los datos Los cincos textos seleccionados han sido ledos con el fin de escoger oraciones en las que aparezcan diversos esquemas sintcticos transitivos e intransitivos. Para luego vaciarlos en una matriz que permita visualizar el esquema, tipologa y porcentaje, y luego, se mostrar una lista de verbos transitivos e intransitivos que facilitarn (extrados de la obra) el anlisis. Aqu se debe tomar en consideracin los fundamentos tericos antes sealados. Presentacin de los Resultados. Para la obtencin y anlisis de los resultados se elaboraron unas matrices, la cuales sirven para observar los diversos esquemas sintcticos de acuerdo a las oraciones extradas y se prepar una lista de verbos extrados de los cuentos para comprender la construccin el personaje infantil desde la transitividad. Observemos un modelo de matriz del cuento Fruta Recargable. Fruta recargable Oracin Esquema Tipo de esquema Transitivo

El viernes de la semana S+ Pred + OI+V+ OD pasada Teresa me pidi que la llevara a la frutera del

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seor Arturo, en la otra cuadra. Yo, no quera llevarla porque S + Pred+ OD o me gusta ir por la calle de la mano con una nia pequea, aunque sea mi hermana Teresa movi varias veces la S+ Pred+ C. Cant+ OD cabeza de arriba abajo Cuando llegamos a la S+ Pred+ OD Transitiva Transitiva Transitivo Transitivo negacin) (oracin de

frutera, sac una cascara OI+ pred+ S+ OD vaca de pltano de la bolsa de papel y le dijo al seor Arturo: - Me la puede llenar otra vez?

Fruta recargable# Lista de verbos Verbos transitivos Pedir Llevar Querer Terminar Decir Dejar Mover Mostrar Sacar Llenar Dar (dale) suj (suj) (od) (narrador ) ( narrador ) Verbos intransitivos Ir (narrador/ sujeto) Gusta (narrador) Ser/estar (sujeto) Salir ( OI) Regresar (Sujeto) Llegar (Sujeto)

(lo que aparece en parntesis son las funciones como operan los verbos.) Anlisis de los Resultados.

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El esquema sintctico ms frecuente en los textos citados ha sido la de: S+ pred +od, dicha estructura demarca rasgos de transitividad puesto que la presencia de verbos transitivos tales como: querer, ver, responder, poner, pedir, entre otros, involucra la presencia de objeto directo, el cual permite ampliar el significado verbal de eso que hace el sujeto de la oracin. Acerca de esto, Alarcos (2000) seala que: interesa a veces limitar la referencia del signo lxico verbal a algo ms concreto (p.277). Puesto que, no es lo mismo pedir una fruta, que pedir que la lleve a un sitio, o simplemente pedir, sin que se conozca eso que desea. ste hecho da cuenta de un personaje activo que necesita ejecutar o que la ayuden a realizar una accin determinada, ya que, como lo expuso Halliday (1975), hay una necesidad de dirigir su comportamiento. Por ello la delimitacin de las acciones a realizar se logran con la presencia de objetos directos. En el caso del personaje infantil del texto, Teresa. Se observa un sujeto que aprende ha adquirir un lenguaje, a descubrir el mundo que la rodea, en muchos de los casos se convierte en una observadora, alguien a la espera de aquello que han de realizar dentro de su entorno. En Para no apagarse, la nia es un sujeto que recibe las acciones que realiza su padre para dormirla, es alguien que est a la espera de las acciones que van a dominar su mundo. Muy distinto a lo que ocurre en el Charquito, es un sujeto que intenta comprender su contexto, por eso la indagacin, las preguntas, las estructuras transitivas dan cuenta de ello. La nia no espera recibir la accin, aunque es vctima de la voz imperativa de la maestra: Ponme un ejemplo, por esa razn debe ejecutar algunas acciones que den cuenta de la forma de mirar y entender el mundo que la rodea. Verbos como aclarar, mojar, tomar, poner, tocar, reclamar, contestar, y todos los pertenecientes a la listas de verbos transitivos, son muy propios de un nio, quien constantemente, cuestiona y solicita saber el porqu de las cosas, adems de mostrar su mirada del mundo. En cambio los verbos intransitivos tales como, nacer, distraer, suspirar, dormir, apagar, etc; se convierten y forman parte de ese hilo conductor para conocer la historia de una nia que crece, nia con grandes ancdotas, sueos y deseos. Entonces, La transitividad forma parte de ese dinamismo con el que se ampla el significado verbal de oraciones, enunciados, cuentos, artculos de opinin, entre otros. Aunque para Alarcos (2000), la ampliacin de ese significado tan slo depender de la voluntad e intencin comunicativa del hablante, por eso la presencia de verbos, en algunos cuentos de Teresa, tales como: decir, contestar, hablar, pertenecen a una categorizacin de proceso verbal, la comunicacin, lo que hace pensar que el sujeto ejecuta determinadas acciones con el propsito de

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dominar o comprender su mundo, ya que persiste una necesidad constante de decir lo que piensa, lo que quiere. Conclusiones En correspondencia con el objetivo de la investigacin y luego de haber realizado los anlisis correspondientes, se presentan las siguientes conclusiones: Los esquemas sintcticos presentes en los seis cuentos que conformaron el corpus de la investigacin funciona en los cuentos de la siguiente manera: a) El personaje infantil Teresa es objeto de las acciones de los adultos que la rodean. b) Teresa es construida con un conjunto de verbos transitivos que se pueden agrupar dentro de una categora verbal propia de una infante: decir, llorar. c) Los verbos mencionados arriba son: decir, responder, hablar, preguntar. Verbos que apuntan al conocimiento del mundo por parte de la nia por medio de conversaciones. d) Abundan verbos que dan cuenta de grande procesos mentales tales como : Sensaciones, percepciones y cognicin e) Predominan verbos que dan cuenta de un conocimiento que requiere contacto, control, vida, fisiologa. f) La presencia de verbos transitivos dentro de las estructuras sintcticas permiten darle una movilidad al texto que nos relatan.

Referencias Alarcos Llorach, E. (2000). Gramtica de la lengua espaola. Madrid: Editorial Espasa Calpe, S. A. Bello, A. (1972). Gramtica. Caracas: Ediciones del Ministerio de Educacin. Cano, A. (1981). Estructuras sintcticas transitivas en el espaol actual . Madrid: Editorial Gredos. Carreter, F. L. (1971). Diccionario de trminos filolgicos. Madrid: Editorial Gredos, S. A. Garca-Miguel, J. (1995). Las relaciones gramaticales entre predicado y participante. Universidad de Santiago de Compostela. Halliday, M. A. K. (1975). Estructura y funcin del lenguaje. En J. Lyons (comp) Nuevos horizontes de la lingstica (pp. 145-173). Alianza Universidad. Hernndez, Y. (2008). Transitividad y subjetividad en los artculos de opinin. Tesis de de maestra no publicada, Universidad Pedaggica Experimental Libertador, Maracay. Sequera, A. J. (2000). Teresa. Caracas: Alfaguara.

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UNIVERSIDAD SIMN BOLVAR SEDE DEL LITORAL DEPARTAMENTO DE FORMACIN GENERAL Y CIENCIAS BSICAS

PONENCIA: GNESIS NOVELSTICO: CONSTRUCCIN DISCURSIVA MORALIZADORA

Autora: Brbara Prez Mujica Institucin: USB- Sede Litoral bperez@usb.ve

Resumen

Las primigenias hijas de la novelstica venezolana, Los mrtires de Fermn Toro y Amelia de autor annimo, son obras que actan como medio discursivo para la conformacin del sujeto moral. Irrefutablemente, son creaciones moralizantes de los intelectuales que participaron en la constitucin del Estado nacional venezolano. Ambas novelas fomentan el dilogo entre los miembros de esta sociedad para retomar la estabilidad social en un perodo histrico venezolano sumamente convulsivo e inestable poltica, econmica y socialmente. La presente investigacin tiene como propsito estudiar la moral como eje trascendental en la produccin literaria del siglo XIX en las dos primeras novelas venezolanas, a propsito de la periodizacin de 1840 a 1845 como eje terico y metodolgico, a fin de contextualizar la poca de aparicin de las obras y su trascendencia. Palabras claves: estrategia, discurso, moral, periodizacin.

Introduccin

La inauguracin de la novelstica venezolana ha ocupado un constante debate entre los crticos literarios. Un espacio de discusin que ha arrojado varios puntos de vista acerca de su origen, entre los que se pueden destacar al unsono a Picn Febres, Arvelo, J. Semprun, Uslar Pietri, Picn

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Salas, Liscano, con su propuesta de la Peona (1890) de Vicente Romero Garca, como la primera novela venezolana. Esta obra de Romero es caracterizada por una marcada tendencia criollista, con preponderancia de lo nacional, cuadros de costumbres, paisajes, flora y fauna. Por su parte, autores como Ratcliff y Barnola comentan al respecto que si se tiene que ubicar cronolgicamente a una novela nacional se debera tomar en consideracin a Zrate (1882) de Eduardo Blanco como primera opcin, pues se implanta en el panorama literario desde antes que Peona para aplicar elementos nacionales, predecesores del criollismo. A su vez, un estudio ms objetivo y profundo con respecto a este tema fue el realizado por los investigadores del Centro de Estudios Literarios adscrito a la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, en el que se esclarece este panorama con la novela titulada Los Mrtires (1842) de Fermn Toro. Obra poco valorada por la crtica venezolana, debido a su supuesta escasez literaria y, posiblemente, confinada por la postura poltica contraria al gobierno de Pez de su autor. Sin embargo, esta creacin muestra un legtimo valor literario, a travs de la configuracin de la temtica social y sus circunstancias polticas, econmicas y sociales enmarcadas en la moralizacin de sus lectores, como veremos a lo largo del presente artculo. No obstante, estos estudios, pese a ser de mucha relevancia, dejan a un lado a la segunda novela venezolana, Amelia. Son las investigaciones dedicadas al estudio de los textos literarios venezolanos del siglo XIX de la investigadora Mirla Alcibades las que arrojan a esta obra, de autor annimo, y publicada en el papel peridico El Repertorio del ao 1845, como la sucesora de Los Mrtires. Creacin que exhibe una sociedad venezolana de principios de siglo XVIII, cargada de influencia religiosa y sometida al dominio colonialista, el cual permite la supremaca de la fatalidad y la tragedia amorosa entre los personajes Amelia y Carlos, pasin que no se consumar por los requerimientos del padre de Amelia y las desavenencias del destino. De esta manera se instituyen cronolgicamente Los Mrtires y Amelia como las novelas matriciales venezolanas.

Principio novelstico

Al hablar de los inicios de la novela venezolana, estamos ahondando en una manifestacin literaria sumamente compleja. Por ello, es necesario tener presente que se trata de un gnero el cual aparece en un contexto social an ms complicado. Este es un escenario contextual que est circunscrito a una repblica en pleno desarrollo, colmada de conflictos polticos entre

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conservadores y liberales. De ah que, se requieren preceptos morales que rigen el comportamiento social de los venezolanos. Estamos ante un texto literario que retrata las prcticas sociales de la poca en funcin de modelar conductas. ste fue el medio ms inmediato que construyeron los intelectuales para desempear dicha labor, a travs de estas producciones literarias se manifestaban las costumbres como estereotipos sociales en aras de mejorar la vida en comunidad. Aqu, los lectores podan encontrar un punto en comn para apreciar el rol que desempeaban dentro de la sociedad. Por consiguiente, es espinoso estudiarlas fuera del contexto en el cual aparecieron, pues en ellas se utilizan herramientas como el estilo, el tono, la temtica, los escenarios, entre otros tantos, que producen un placer esttico en el lector, y los estimula intelectualmente.

Contexto histrico de Los mrtires y Amelia

Ambas novelas aparecen en un perodo histrico venezolano sumamente complicado, producto de la crisis generada por la guerra de independencia. Este escenario provoc una inestabilidad poltica, econmica y social, de constantes pugnas entre los conservadores y liberales. Un marco de constante tensin que comienza a partir del ao 1830 la sociedad venezolana se halla inmersa en una crisis poltica y econmica mayor que la planteada en el ao de 1810, cuando se advirtiera su independencia. La guerra haba devastado con los hombres, en consecuencia, las tierras quedaron hurfanas y el hambre rein. La anarqua y el caos se hicieron presentes en todo el territorio nacional. Aunado a ello, la Constitucin de 1830 confinaba la participacin poltica de algunos sectores de la sociedad venezolana, desde la Colonia la divisin entre dominantes venezolana (compuesta por negros, pardos e indgenas) y dominados comprendi la historia poltica y social de Venezuela del siglo XIX. En este clima de zozobra, se asoma un nuevo riesgo de perder los privilegios, con la aparicin en el ao 1840, de un grupo de este sector dominante en oposicin a las medidas polticas adoptadas, para de esta manera abrirse paso de la dicotoma poltica: Conservador/Liberal.

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La moral: eje nuclear

En este panorama se necesita aplicar un estilo que estimule intelectualmente a los lectores, por ende se retratan las imgenes de la vida urbana para mostrar las costumbres que interfieren en el progreso de la sociedad de la poca. Adems, se crea un discurso a travs de un lenguaje sencillo, que dialoga con el lector, para expresar la crtica del advenimiento de los vicios que privan el desarrollo de la nacin. Asimismo, se crea un vnculo ntimo entre el escritor y el lector, el cual est provisto por un lenguaje coloquial en el que se desenvuelven los personajes. Estas hijas de la novelstica venezolana son obras determinantes para comprender la concepcin moralizante de los intelectuales en la construccin y constitucin del Estado nacional venezolano. Los mrtires y Amelia son obras que operan como medio discursivo para la conformacin del sujeto moral. Ambas obras son un vehculo de valores y normas morales, respeto por el otro (en Los mrtires) y el respeto hacia el amor verdadero (en Amelia), que indican los caminos a seguir para no caer en el caos. En efecto, ellas son configuradas para contribuir en la conformacin de individuos morales que rescatan a la nacin del abismo. La primera de estas novelas est enmarcada en el escenario opulento de Londres, ciudad sede de la monarqua. La obra comienza con el relato de Carlos (el narrador) sobre el da del matrimonio de la reina Victoria y el rey Alberto y los das sucesivos, para retratar una urbe intranquila:

El bullicio de la gente que por las henchidas calles discurra; el rodar estrepitoso de los coches cruzndose por todas direcciones () concurso de coches y carros en el centro haba crecido hasta el punto de impedir todo movimiento; y la multitud agolpada en las aceras formaba dos columnas, densas e impenetrables (Toro, 1966: 5).

Posteriormente, el narrador nos describe la otra cara de la ciudad, la de la pobreza:

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() a medida que me internaba por aquellas callejuelas del lado de Lambeth. Buscaba yo la ms lbrega e inmunda, la ms pobre y humilde casa que puede habitar un ser sensible. Hallla y llam a la puerta54 () (Toro, 1966: 13).

A travs de estos planos antagnicos (el de la riqueza y el de la pobreza) descritos por Carlos, se seala a Londres como smbolo de la Inglaterra de principios del siglo XIX. Una ciudad repleta de paradojas consecuencia de la Revolucin Industrial, en cuyo seno, la familia Tom es ejemplo del resultado de las medidas econmicas adoptadas por el sector industrial, despidos masivos, infrahumanas condiciones laborales y salariales. El ncleo familiar compuesto por Tom, postrado por la fractura de una pierna (hecha en el trabajo), su esposa Teresa, su hija mayor Emma de 17 aos, sus dos hijos menores de 6 y 3 aos respectivamente, y Eduardo, el prometido de Emma, (despedido de las manufacturas de Manchester), son la personificacin de la desmedida inestabilidad social. As, pues, apreciamos cmo Fermn Toro utiliza la estrategia narrativa del relato enmarcado para precisar las consecuencias nefastas que acarreara la aplicacin en la Venezuela de mediados del siglo XIX (1842) de las medidas econmicas (situando como modelo a la Inglaterra de principios del siglo XIX) propugnadas por el pensamiento liberal ingls. En efecto, la narracin est hecha en otro pas y en otro tiempo para dar un toque veraz, creble y objetivo a la tesis del autor (las secuelas en Venezuela de la aplicacin de estas medidas). Es as como la obra plantea una asociacin anloga, la cual ofrece un texto que admite la descripcin de las condiciones sociales de un peligro potencial, tomando a Inglaterra como referente. El desmoronamiento de esta familia Tom a causa de los sucesos trgicos que le devienen uno tras otro es la advertencia que el autor hace sobre lo que podra ocurrirle a la sociedad venezolana. De este modo, Toro dialoga con sus coterrneos (los letrados) para cuestionar su labor en relacin con el manejo y la distribucin de las instituciones sociales. Este dilogo es entablado desde una perspectiva creble, puesto que el relato enmarcado es resultado de los matices verosmiles que el autor quiere causar en la historia:

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La cita mantiene fielmente la ortografa de Los mrtires editada por la Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educacin, Escuela de Letras, Centro de Estudios Literarios (Coleccin Precursores y Modernos).

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Es indudable que el relato puede ir ms all de la analoga y/o contraste. Habra que pensar, entre otras, en la funcin verosimilizante que tienen muchas de estas narraciones enmarcadas (Pimentel, 1998: 151).

Tambin, se puede destacar que la novela tiene un narrador testigo que va contando los acontecimientos como un espectador ms. l se limita a relatar los sucesos trgicos que observa, sin poder hacer nada para remediar estas condiciones. No obstante, enjuicia y opina sobre lo que advierte, para as dejar una moraleja en los lectores. A travs de un tono moralizante, Carlos condena el resultado de la injusticia social y insensibilidad ante las desgracias del otro (los Tom). En consecuencia, estamos en presencia de una obra que busca fomentar la moral colectiva por medio del fundamento eclesial del respeto al otro. Tal como asevera Alcibades (2004, p. 60) ese respeto se manifiesta desde el nivel de las relaciones interpersonales hasta las grupales, nacionales e internacionales. Por ende, los miembros de Londres (representados por la familia Tom) son el testimonio del martirio social y del desconocimiento de las instituciones sociales. Toro se cuida de abundar sobre este hecho:

La razn por lo menos concibe la justicia en la distribucin de los bienes de la vida, aunque las instituciones sociales parezcan condenadas a hollarla eternamente (Toro, 1966: 51).

Con ello, se implanta la visin de este escritor de la justicia social por medio de la crueldad y la desigualdad de Europa, especficamente en Inglaterra, planteada por el mismo autor con anterioridad en el ensayo Europa y Amrica (Lrrazabal, 1980). Por su parte, la novela Amelia en contraposicin a Los mrtires est ubicada en Venezuela, especficamente en la Caracas del siglo XVIII. Esta es una ciudad colonial adormecida por una sociedad sumisa ante la autoridad espaola55:

Entnces pacfica ciudad de Caracas, sin recuerdo de lo pasado, sin pretensiones para el porvenir, dorma tranquila el sueo estpido de la ignorancia absolutamente incomunicada con los pueblos de Europa (Amelia, 1845: 28).

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Las citas extradas de la novela Amelia conservarn la ortografa original del siglo XIX.

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La publicacin describe a Venezuela, a travs de Caracas, como un territorio subordinado a unas cuantas familias enriquecidas: Caracas adormecida como el esclavo, sobre los toscos eslabones de las cadenas que arrastraba, se curaba muy poco del cultivo de su inteligencia. Destinada solo satisfacer los mas ligeros de su seor, apenas la quedaba tiempo para sacudir el polvo antiguos papeles de nobleza () (Amelia, 1845: 29).

Por tanto, existen individuos nobles como don Alonso Salazar, de sangre azul y limpia, con ttulo de nobleza y esclavos en su haber (Francisco y Dominga), quienes por su apellido distinguido son capaces de contraer nupcias con mujeres hermosas, como Fabiana. De esta manera, por medio de esta figura modelo del padre de familia el poder social de hombres como ste se ejerce a travs de las instituciones sociales, la familia, la iglesia, el sistema educacional, entre otros, los cuales manejan ese orden a travs de las atribuciones del gnero (Yelitza Rivas, 2006). Entonces, es evidente que el poder est llevado de la mano del actor social masculino, el cual se ve identificado por los hombres que forman parte de la lite aristocrtica de la poca, ellos practican los oficios de la vida pblica a travs del rol de trabajadores, ejercido a travs de los privilegios (sociales y culturales) que le permiten tomar decisiones y ser parte activa de la sociedad, como es el caso de don Alonso. Por su parte, el gnero femenino se ve confinado a la vida ntima, de los oficios del hogar, a travs de los roles sociales de la madre, la esposa y la religiosa, como es el caso de Amelia y Fabiana. Segn Rivas (2006: 155) esta figura del padre de familia avalada por las leyes y adoptada desde finales del siglo XVII por el Snodo Diocesano de Caracas:

Fue reiterada durante la segunda mitad del siglo XVIII, con la promulgacin de la Real Pragmtica Matrimonial donde se les daba la potestad a dichos individuos para decidir en cuanto a las futuras uniones de sus hijos. Cabe destacar que en dicha Pragmtica se seala que tal potestad slo era el privilegio de los grupos de alto rango social, mientras que los otros individuos no tenan dicho privilegio y, en todo caso, slo podan aconsejar y era decisin de los hijos obedecerles o no.

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En lo que respecta al plano narrativo, como en la creacin de Toro existe una notable distancia entre el tiempo de las acciones y la fecha de publicacin de la obra. Amelia presenta sus historias a principios de siglo XVIII y su aparicin en El Repertorio data de mediados del siglo XIX (1845). Esto se debe, a que el objeto de dicho relato no es el mismo que el de Toro (advertir las consecuencias del desequilibrio social), sino resaltar el atraso de la sociedad (del siglo XVII) desde donde cuenta el narrador. Por medio de un lenguaje sencillo el narrador testifica de las costumbres, calificadas por l mismo como rudimentarias, de la sociedad caraquea del siglo XVIII. Las reuniones al atardecer en el puente de San Pablo sobre el ro Caraota, los bailes en las casas de los aristcratas (como la de don Alonso) y las bodas en la iglesia mayor son encuentros sociales que dan cuenta de manifestaciones banales de la sociedad:

Miserable condicin del hombre! Ocupado siempre de la ruina de los dems, es como la vbora, que mata sin hacer despus caso de los despojos de su ponzoa. El tigre siquiera mata para alimentarse (Amelia, 1845: 113).

El narrador muestra su repulsin por el tiempo pasado, rechaza esa sociedad que posee costumbres primitivas, como es el caso del matrimonio sin amor. Como afirma don Alonso Las mugeres son lo que uno quiere (Amelia, 1845: 41), por ese motivo estn sometidas a seguir los designios de sus padres o hermanos mayores. Un ejemplo se esto se evidencia con el tringulo amoroso entre Amelia, Carlos y Guillermo. El capricho de don Alonso Salazar (padre de Amelia) por contraer nupcias con Fabiana (hermana de Guillermo) hace que Amelia obedezca casarse sin amor con Guillermo, y dejar a un lado su verdadero amor (Carlos). Es por ello, que a travs de este paisaje amoroso, surge el regocijo de la sociedad egosta. De ah que, a travs de la prdida del amor se consuma la injusticia social, en la cual prevalece el inters personal sobre el sentimiento: Qu horrible maquinaciones estar haciendo el hombre contra el hombre! (Amelia, 1845: 109). En consecuencia, la Amelia es armada para denunciar la tragedia de este acto y reclamar el amor como parte de la moralidad individual. El matrimonio por amor es un acto justo para los

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individuos, a diferencia del matrimonio por conveniencia de bienes capitales, este es un hecho egosta. En otro orden de ideas, en la novela se halla una valoracin de las fminas desde su formacin intelectual. A travs de la descripcin de Fabiana emerge un desprecio por su enseanza, fundamentada en no educarla para escribir sino tambin para leer. Esta repulsin por la formacin escritural de la joven germinaba para evitar que escribiera cartas a sus pretendientes. Es por ello que el narrador se revela ante este acto:

() Nuestros antepasados se apresuraron despojar al bello sexo de una de las armas adoptadas para la guerra del amor, como si el torrente quedase estacionario al tropezar en curso con la piedra que lo estorba. Nosotros felicitamos al sexo encantador por esa conquista arrancada preocupaciones ajenas (Amelia, 1845: 31-32).

De modo que la lectura implicaba formacin en los principios morales (de autodominio de las pasiones, la fortaleza y la vergenza). Como confirma Alcibades (2004: 206):

La moral femenina era importante porque, como supo apreciarlo Feliciano Montenegro Coln, haba que preparar a la mujer para controlar las pasiones () La educacin de la futura mujer devena, pues, en un legtimo mecanismo de preservacin del honor hogareo.

Por otro lado, el personaje Amelia es vctima de los convencionalismos y de una concepcin de mundo restrictiva que la obliga a acatar las disposiciones paternas. Ella est completamente enamorada; pero se ve obligada a perder a su amado por seguir los designios de su padre. A todo esto, es necesario destacar que Carlos representa el tpico personaje romntico. l es un individuo oscuro, pasional, voluble, sentimental y trgico, cuya vida y muerte giran en torno a la bsqueda de su ideal, el cual viene a ser su amor por Amelia. Por todo lo dicho con antelacin, vemos en Los mrtires y Amelia un orden discursivo moralizante y pedaggico. Ambas creaciones a travs de sus respectivos mundos posibles buscan modelar las conductas en sus lectores. Por ello, se despliegan recursos descriptivos, argumentativos y narrativos en subrayar a la familia Tom, Amelia, Fabiana, Carlos, Guillermo, en general el colectivo oprimido, para reorganizar a la sociedad.

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Por consiguiente, podramos decir que ambas son una exhortacin para la organizacin poltica, econmica y social equilibrada en la consolidacin de la nacin ( Los mrtires), y la invitacin para la aprobacin social del amor verdadero (Amelia). En suma, las novelas fundan, desde un mismo tema en comn (la problemtica social) y sus particularidades estilsticas y narrativas, un marcado discurso pedaggico para propiciar la formacin crtica y reflexiva de los lectores del siglo XIX. Por eso, desempean la funcin social de modelar la sociedad mediante el combate de los vicios. Al mismo tiempo, manifiestan el descontento por las injusticias sociales y la mezquindad social; exaltan el amor y la pasin (sentimentalismos); y hay tpicos personajes idealistas como los Tom (de Los mrtires) y como Carlos (de Amelia) que mueren trgicamente. En fin, se puede decir que se evidencia el romanticismo y compromiso de los escritores de la poca.

CONCLUSIN

Estas obras son evidencia de un espacio cultural, cuya rea representa un tejido de condiciones de vidas, costumbres, tradiciones, moda, educacin, comercio, y en general de una sociedad, que en cierto modo determinan al ciudadano. Los intelectuales (escritores) manifiestan sus impresiones acerca de pertenecer a un lugar y a una sociedad determinada, la venezolana; que es conglomerado de costumbres que atentan en contra de la moral y el progreso de la nacin. Finalmente, se puede decir que el gnesis novelstico venezolano aparece en los semanarios para instruir a sus lectores de manera ms inmediata, prctica y perdurable. Este un gnero literario complejo, que recrea los patrones culturales ajustados a la intencin del intelectual con preponderancia en la descripcin de lo nacional y la exaltacin de las expresiones sentimentales, la influencia de temas religiosos y morales, idealizaciones, situaciones trgicas, entre otros rasgos romnticos. Es as como a travs de estas novelas se teje un escenario discursivo moralizante con un lenguaje sencillo y coloquial, un tono trgico, encauzado a la idealizacin y a la proyeccin de un cuestionamiento, sea por la combinacin opulencia-belleza en anttesis a la miseria-dignidad. De ah que stas representan historias sumamente elaboradas cuyos planteamientos entretejen una obra esttica literaria nacional con conciencia social, en la que se destaca la denuncia como medio pedaggico-moralizante para transformar las diferentes prcticas estereotipadas que entorpecen el progreso social y cultural venezolano

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REFERENCIAS

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IMPLICACIONES DE LA PARTICIPACIN CONSTANTE EN ENTORNOS VIRTUALES SOBRE LA ESCRITURA HABITUAL EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Prof. Jess Gutirrez Universidad Simn Bolvar Sede del Litoral. Venezuela jgutierrez@usb.ve Profa. Yessenia Gonzlez Universidad Simn Bolvar Sede del Litoral. Venezuela yesseniacgr@usb.ve

RESUMEN

Las instituciones educativas han venido integrando el uso de las Tecnologas de Informacin y Comunicacin (TIC) en sus programas escolares como respuesta a una poltica promovida por el Estado. Dicha iniciativa ha sido acogida positivamente tanto por estudiantes como por docentes y representantes; sin embargo, estos cambios demandan la necesidad de replantear el rol que tienen las TIC dentro del proceso de enseanza aprendizaje, ya que su influencia transciende al mbito educativo. En este sentido, se han identificado algunas consecuencias producto de la cantidad de tiempo que invierten los estudiantes universitarios frente al computador participando en diferentes comunidades virtuales. Entre esas consecuencias se presenta la inclusin el uso de lenguaje escrito caracterstico de las salas de chat en la escritura habitual, lo cual, en numerosos casos, incide negativamente sobre el proceso comunicativo. Es por esta razn que se hace prioritario identificar el nivel de repercusin de esta prctica sobre la produccin escrita, a fin de prevenir futuras fosilizaciones. Palabras claves: Tecnologas de informacin y comunicacin (TIC), lenguaje escrito, comunidades virtuales, fosilizacin.

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Introduccin Durante el curso de la humanidad, han surgido ciertos sucesos e invenciones que han afectado la sociedad o cultura. Un claro ejemplo de esto fue el surgimiento de la escritura, la cual sustituyo la cultura oral, dando paso al cambio en la manera de comunicarse. En esta cultura, tanto emisor como receptor compartan el mismo espacio, la misma realidad. El surgimiento de la escritura hizo posible que las personas pudiesen intercambiar informacin sin necesidad de estar presentes, adems de esto, la informacin podra perdurar en el tiempo. De igual forma, la imprenta tuvo su impacto en la sociedad al momento que fue construida, an cuando la misma no tuvo el mismo impacto en Oriente como en Occidente. Se cree que la tecnologa, de igual forma, ha ejercido cierta influencia sobre la sociedad. Pierre (2006) seala que las nuevas tecnologas han tenido y tendrn un gran impacto sobre la sociedad, para ilustrar su aseveracin el autor compara a la tecnologa con un proyectil y a la cultura o la sociedad con un blanco viviente. Esto supone que de una u otra forma el proyectil ejercer un cambio sobre el blanco y de alguna forma ese cambio ejercer nuevos comportamientos sobre el mismo. Galn (2008) seala que el surgimiento de la informtica y la telemtica a mediados del siglo XX, conjuntamente con las mejoras que fueron irrumpiendo, convirtieron a Internet en uno de los principales medios de comunicacin del siglo XX. Prueba de ello lo constituye la proliferacin de programas de mensajera instantnea, salas de chat, blogs, y la participacin en redes virtuales. En estos espacios las personas y en especial los adolescentes quienes constituyen el grueso de la poblacin que los utiliza se expresan esencialmente a travs de la palabra. Lo que resalta la importancia de su uso en el desarrollo de la escritura y la lectura, de igual forma refuerza el proceso de entendimiento, sin embargo, para que estos procesos sean fructferos se requiere de un proceso educativo adecuadamente diseado.

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Segn Turner (2009) el lenguaje digital ocupa gran parte de la comunicacin diaria de los adolescentes, por lo que no es sorprendente que el lenguaje usado en las comunicaciones electrnicas se est escurriendo poco a poco dentro de los institutos de educacin. Esto se presenta como consecuencia de la propagacin de las comunidades virtuales, el tiempo que pasan las personas conectadas a la red y adicionalmente, el incremento en el nmero de dispositivos mviles que poseen una conexin mucho ms rpida y eficaz a la red. Como consecuencia de esto, los usuarios han desarrollado nuevas maneras de expresin propias de la red, las cuales son fcilmente identificadas por ellos y usados constantemente en este medio. Un reflejo de este leguaje puede ser fcilmente percibido en los mensajes que escriben las personas a travs de los celulares, con el fin de ahorrar caracteres, las personas omiten grafemas los cuales a simple vista no son necesarios para la comprensin del texto que desean enviar. Sin embargo, recientemente se ha desarrollado un estilo de escritura en los espacios virtuales, caracterizado por el cambio total en la escritura de algunas palabras que a simple vista en muchos de sus casos, solo pueden ser entendidos por personas que habitualmente estn conectados a la red (nativos virtuales). Entre alguna de las palabras que se pueden mencionar se encuentran: tas, toy, tamos (las cuales son conjugaciones del verbo estar), bn (la cual sustituye a bien), X (sustitucin de la palabra por), ke (sustitucin de la palabra que). Por otra parte, existen otras palabras que son difcilmente entendidas por personas que no estn conectadas de manera constante, como son: psss (sustitucin de pues), nah (sustitucin de la palabra nada o nadie), zumbeame (trmino usado para pedir que avisen). Debido al tiempo que pasan ciertas personas conectadas a la red, los docentes han manifestado cierta preocupacin por la presencia de este lenguaje en el mbito educacional (el lenguaje digital ha cruzado la barrera digital y se ha hecho presente en la escritura acadmica).

En estudios realizados a estudiantes cuya lengua materna es el Ingls, los autores afirman que los mismos estn en la capacidad de identificar el contexto en el que se expresan y en concordancia logran diferenciar la forma en la que deben

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hablar o escribir (Turner, 2009; Wheeler and Swords, 2006). Por otra parte, Gmez Galn (2008) afirma que hoy en da se ha hecho posible que los jvenes traspasen el uso que le dan al internet a los espacios educativos, por lo que es prioritario que exista una orientacin de parte de los profesores para garantizar una transicin acertada. Resulta interesante entonces determinar si estas caractersticas de escritura se han estado presentando en el Espaol, as como la forma en la que los profesores la estn abordando. Es una ilusin la presencia de esta forma de lenguaje en el mbito educativo? Constituye esto una amenaza? En caso de ser positivo, conviene disear estrategias que lleven al desarrollo de una conciencia lingstica que permita a los estudiantes diferenciar dichos contextos con el fin de evitar influencias del lenguaje digital en la escritura acadmica. La presente investigacin tiene como fin identificar estos aspectos, as como determinar el grado de influencia del lenguaje virtual en los jvenes. En virtud de esto, los objetivos de este estudio han sido planteados de la siguiente manera: Objetivo General Determinar la influencia del uso de la comunicacin en lnea sobre la escritura acadmica de los alumnos universitarios.

Objetivos especficos 1. Identificar la existencia de rasgos de la escritura usada en los espacios

virtuales en la escritura habitual en clases. 2. Determinar los rasgos ms presentados del lenguaje digital en la escritura habitual. 3. Sealar posibles consecuencias de la presencia de lenguaje digital en la

escritura habitual de los alumnos universitarios.

Metodologa De acuerdo al problema planteado referido al uso del lenguaje digital por parte de los estudiantes universitarios en la escritura habitual y en funcin de los

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objetivos propuestos, se incorpora el diseo de investigacin denominado de campo. El mismo permite no slo observar, sino recolectar la informacin directamente del sitio donde ocurre el fenmeno objeto de estudio, sin que el investigador manipule o controle las variables, para luego proceder al anlisis e interpretacin de los resultados (Balestrini, 2002; Palella y Martins, 2006). De igual manera, se circunscribe dentro del nivel explicativo, por cuanto se ha determinado a encontrar los orgenes o causas que afectan al objeto de estudio de esta investigacin (Palella y Martins, 2006). En la investigacin explicativa se busca establecer relaciones ya sea de causalidad o contingencia entre diferentes fenmenos (Hurtado de Barrera, 2007).

Considerando que esta investigacin persigue determinar la influencia del lenguaje digital dentro del contexto acadmico, es necesario propiciar en el aula la escritura de textos argumentativos, los cuales permiten una conexin ms profunda entre el estudiante y el tpico a desarrollar. Igualmente, conviene proponer aquellos temas que por su naturaleza sean susceptibles de generar controversia a fin de garantizar la produccin de textos extensos. Por tales razones, se realizar la recoleccin de datos a partir de los escritos producidos por los estudiantes como parte de la evaluacin de la asignatura Tradiciones Afrodescendientes de Latinoamrica y el Caribe (FCH-192), ya que esta precisa que los alumnos generen ensayos escritos a partir de los temas propuestos en el plan de evaluacin. Esta asignatura electiva ofertada durante el trimeste Abril-Julio de cada ao lectivo en la Universidad Simn Bolvar Sede del Litoral cuenta con un nmero de estudiantes inscritos que oscila entre los 35 y 40. An cuando la misma es de rgimen presencial, se complementara la instruccin dentro del aula con un componente en lnea, esto con la finalidad de garantizar la participacin de los estudiantes en un entorno virtual-acadmico. Para esto, se ha construido un Blog, administrado por el mismo docente, en el cual los participantes podrn expresar sus opiniones sobre una variedad de temas tratados en clase en un medio distinto al tradicional.

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Una vez obtenidos los ensayos de los estudiantes, se proceder a tomar la muestra, para lo cual se transcribirn aquellas palabras y/o frases que por sus caractersticas coincidan con los criterios de clasificacin de lenguaje digital. Existen algunos principios generales, determinados por la premisa de economizar el mayor nmero de caracteres, que rigen la escritura en contextos electrnicos. Generalmente, ciertas slabas o palabras se sustituyen por combinaciones de letras o nmeros que suenan igual a la palabra o slaba en cuestin (escritura fontica). La prctica de omitir algunas letras dentro de una palabra (casi siempre las vocales) tambin es muy frecuente. Del mismo modo, se tiende a prescindir del uso de maysculas y acentos, y se limita el uso de los signos de interrogacin y exclamacin a la posicin final.

La muestra ser clasificada dentro de una matriz de datos (Tabla 1), la cual est basada en un estudio similar realizado por Hawley Turner (2009) aplicado a estudiantes de habla inglesa. Cabe destacar que las categoras presentadas en esta matriz podran cambiar en funcin de los resultados obtenidos.

Tabla 1.
Caractersticas del Lenguaje Digital 1. Escritura fontica 2. Omisin de letras 3. Falta de puntuacin 4. Creacin de nuevos vocablos 5. 6. Ensayo 1 Ensayo 2 Ensayo 3

Ensayo 1. La Civilizacin Yoruba / Ensayo 2. La Sociedad Secreta Abaku: Masonera Africana / Ensayo 3. Vud: Vida despus de la muerte

A partir de los datos obtenidos, se generar un corpus organizado en funcin de la frecuencia de utilizacin de las palabras y/o frases del lenguaje

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digital que los estudiantes emplean al escribir en el mbito tradicional y virtual. En este sentido, se recurrir al uso de un software especializado como AntConc 3.2.1w el cual permite el procesamiento de este tipo de datos.

Referencias Bibliogrficas Balestrini, M. (2002). Como se elabora el proyecto de investigacin (6ta. ed.). Caracas: BL Consultores Asociados. Gmez, J. (2008) Internet y la palabra: Un nuevo paradigma comunicativo en la cultura y la educacin del siglo XXI. El Patrimonio Cultural: Tradiciones, Educacin y Turismo, 20(21), 171-183. Hawley Turner, K. (2009). Flipping the switch: Code-switching from text speak to standard English. English Journal, 98(5), 60-65. Hurtado de Barrera, J. (2007). El proyecto de investigacin (5ta. ed.) Caracas: Quirn. Palella, S. y Martins, F. (2006). Metodologa de la investigacin cuantitativa (2da. ed.) Caracas: Fedeupel. Pierre, L. (2007). Cibercultura: Informe al Consejo de Europa. Espaa: Antropos. Wheeler, R. y Swords, R. (2006). Code-Switching: Teaching standard english in urban classrooms. Urbana (IL): NCTE.

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RECONSTRUCIN HISTRICO-SOCIAL DE LA PARTICIPACIN DE LA MUJER VENEZOLANA EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA Autor: Froiln Jos Ramos-Rodrguez56 Universidad Simn Bolvar RESUMEN La presente investigacin tiene como propsito fundamental contribuir a la construccin de una historia social de la participacin de la mujer venezolana en la Guerra Nacional de Independencia, adems de valorar sus acciones e ideas en el proceso emancipador de Venezuela. Este estudio est enmarcado dentro de la modalidad de investigacin documental, bajo el mtodo hermenutico. La mujer histricamente ha sido relegada a un segundo plano, vista solo como una funcin reproductiva, negndosele el derecho el acceso a la educacin, al voto y convirtiendo en objeto silencioso de las decisiones machistas e irracionales del padre, el esposo y el Estado Nacional, soportando vejaciones y humillaciones a su dignidad de ser humano. En este sentido, el reconstruir la labor de lucha social y poltica de valerosas mujeres venezolanas durante el periodo de la Guerra Nacional de Independencia adquiere gran valor investigativo, educativo y de reivindicacin para historiografiar la participacin femenina en la historia de Venezuela, Amrica Latina y universal. Son mucho los nombres de mujeres que ofrendaron sus vidas por la libertad e independencia de la nacin, dentro de estos se encuentran: Josefa Camejo, Luisa Cceres de Arismendi, Eulalia Ramos de Chamberlain, Juana Ramrez, Dominga Ortiz, Teresa Heredia, Luisa Arrambide de Pacanins, Consuelo Fernndez, Cecilia Mujica, Ana Mara Campos, Josefa Joaquina Snchez, Leonor Guerra, Mara del Carmen Ramrez, Concepcin Mario, Juana Padrn de Montilla, entre otras. En sntesis, el rescatar la memoria de olvidadas herona venezolanas es una pequea pero significativa contribucin a elevar a su justa dimensin el protagonismo y valor histrico de las mujeres, muchas veces de los sectores populares, que se han identificado con las luchas, los ideales y principios de libertad, justicia social, igualdad y democracia, el conocimiento actual de esto permite a sus legtimas descendientes sentirse tan dignas como sus antecesoras, herederas de su honorable pasado y merecedoras a iguales derechos por su condicin de mujeres venezolanas valientes y luchadoras. Palabras Claves: Historia Social, Mujer Venezolana, Guerra de Independencia. SOCIAL HISTORIC RECONSTRUCTION OF THE PARTICIPATION OF WOMEN IN THE WAR OF VENEZUELAN INDEPENDENCE ABSTRACT This fundamental research is to contribute to the construction of a social history of the participation of Venezuelan women in the National War of Independence, and to assess their
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Froiln Jos Ramos-Rodrguez. Profesor-Investigador de la Universidad Simn Bolvar. Correos electrnicos: froilanr@usb.ve, froilan_jose@hotmail.com

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actions and ideas in the process of emancipation of Venezuela. This study is framed in the form of desk research, under the hermeneutical method. Women have historically been relegated to the background, seen only as a reproductive function, denying the right to access to education, to vote and becoming the subject Quietly sexist and irrational decision of the father, the husband and the State, endure abuse and humiliation of human dignity. In this sense, the work of rebuilding the social and political struggle of courageous Venezuelan women during the National War of Independence gained great research value, education and historiography claim for women's participation in the history of Venezuela, Latin America and universal. They are much the names of women who gave their lives for freedom and independence of the nation within these are: Josefa Camejo, Luisa Cceres de Arismendi, Eulalia Ramos Chamberlain, Juana Ramirez, Dominga Ortiz, Teresa Heredia, Luisa Arrambide de Pacanins, Consuelo Fernandez, Cecilia Mujica, Ana Maria Campos, Josefa Joaquina Snchez, Leonor Guerra, Mara del Carmen Ramrez, Concepcin Mario Juana Padron de Montilla, among others. In short, save the memory of forgotten heroine Venezuela is a small but significant contribution to raise their right perspective and the historical role of women, often in the popular sectors, which have been identified with the struggles, ideals and principles of liberty, social justice, equality and democracy, the current knowledge of this allows their legitimate descendants feel as worthy as their predecessors, heirs of his past honorable and deserving of equal rights for being a brave and combative Venezuelan women. Keywords: Social History, Women Venezuelan War of Independence.

RECONSTRUCCIN HISTRICO-SOCIAL DE LA MUJER VENEZOLANA EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1810 - 1821). La imagen sucinta y superficial que la inmensa mayora de los venezolanos tienen de su propia historia no slo es insuficiente y fragmentaria sino que es contraria a la verdad y hace imposible comprender y explicarse los sucesos, sus protagonistas y sus motivos. Es casi, en el ms preciso sentido, un antihistoria. Arturo Uslar Pietri (El Nacional, 07.02.1978)

Introito Sobre la cuestin de la participacin de la mujer en el proceso de emancipacin iberoamericana ha sido una de las grandes ausencias de la historiografa latinoamericana, y mucho ms en la venezolana, quedando este tema en la penumbra de la conciencia histrica nacional, muchas veces desvirtuada por la ancdota, o deformada por el imaginario y mentalidades

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vernculas, o censurada por las conveniencias polticas que tanto dao han hecho a la escritura histrica de la Amrica Latina, casi desde el mismo nacimiento de las repblicas. Ahora bien, la actuacin de las fminas en la Guerra de Independencia no es que haya sido puesta en duda, cosa absurda e innegable, sino que merece un tratamiento serio y reivindicativo para su comprensin en su justa dimensin. En este sentido, la participacin directa del gnero femenino en el proceso emancipador venezolano, si bien no fue numeroso, cuantitativamente, por las misma condiciones limitativas de la poca, heredadas del periodo colonial, si lo fue en cambio, una contribucin significativa, fundamental y practica, sin la cual el mantenimiento del conflicto no pudo tener el resultado previsto, pues fueron las mujeres desde el punto de vista logstico, y muchas veces poltico y militar, protagonistas del evento blico. Sin lugar a dudas, la participacin femenina en contienda independentista es innegable, pero se plantea un problema recurrente para el historiador, la ausencia parcial, y otras veces casi total, de documentos que corroboren los hechos y actuaciones femeninas durante el proceso de emancipacin, pues antes de abordar el papel de la mujer en la guerra es indispensable, primero, despojar el tema de los dogmas y estigmatizaciones que se han entretejido entorno a este gnero.

La Venezuela colonial En este orden de ideas, la Venezuela colonial representa un periodo de tres siglos de dominacin poltica, militar, econmica, social y cultural de Espaa, en la cual se sobreponen una divisin social de las actividades productivas, un estricto sistema de castas, una estructura de valores, principios morales y comportamientos normados por la religin catlica, en la cual las funciones sociales de los gneros masculino y femeninos estaba indisolublemente marcados desde la niez, de forma incuestionable. En el transcurso de trescientos aos de coloniaje espaol, las estructuras de dominacin no solo eran fsicas o materiales, sino que haba calado en la mentalidad social, sta mucho ms enraizadas y duraderas que las anteriores. Para la permanencia en el tiempo de la mentalidad colonial y exclusin de gnero, eran fundamentales dos instrumentos claramente definidos: la instruccin educativa y la iglesia catlica, el primero, sentaba las bases de las reglas sociales, la diferenciacin de las actividades masculinas y femeninas, la labores manuales, y sobre todo las funciones biolgico-reproductivas y hogareas esenciales para la consideracin de buena mujer,

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por su lado, el segundo, conservaba y mantena la formacin del papel preestablecido para cada gnero, guiando la moral social, es decir, lo permitido o no, lo correcto y lo indebido. De igual modo, la formacin de las nias y jvenes era muy limitada a actividades que pudiesen agraciarlas con el objeto de conseguir marido. La instruccin era privada, dirigida al aprendizaje de lectura y escritura, operaciones bsicas (suma, resta, divisin, multiplicacin), religin, buenos modales y costumbres, bordado, y si la seorita provena de familias acaudalas, poda aprender a tocar el piano, habilidad muy apreciada para la poca en una mujer. En este sentido, la finalidad no era formarla para la erudicin o algn oficio, sino para mantener una tertulia agradable en la que pudiese congraciarse con las damas y caballeros de su casta social. De la misma manera, en las mayora de los documentos coloniales, es comn encontrar la denominacin de las actividades de la mujer como oficio propio de su sexo, lo cual sealaba que de manera oficial las autoridades espaolas reconocan las funciones femeninas como, nica y exclusivamente, amas de casa, es decir, tareas del hogar, sin dejar las ms mnima oportunidad al desarrollo algn otro oficio, y mucho menos de carreras profesionales universitarias, algo vetado intrincadamente para la mujer, por el contrario era bien vista la formacin como monjas.

Ms all de las fronteras coloniales No obstante, en el exterior de la Capitana General de Venezuela, venan gestndose dramticos y trascendentales acontecimientos que trastocaran los simientes intelectuales de la mantuanaje criollo. Dentro de estos destacan cuatro hechos primordiales del siglo XVIII: la Guerra de Independencia de las trece colonias norteamericanas (1776-1883), que acabaran fundando los Estados Unidos; el movimiento filosfico y poltico de la Ilustracin en Europa occidental; la revolucin francesa (1789-1804); y la independencia de Hait (1804), estos constituyen verdaderos hitos que abren las puertas ideolgicamente para la emancipacin hispanoamericana en las primeras dcadas del siglo XIX. Asimismo, la Guerra de Independencia representa un proceso complejo de ruptura del antiguo orden colonial espaol por el establecimiento de una republica, respondiendo a los claros intereses del mantuanaje criollo de alcanzar el poder poltico del pas, pues ya posean el predominio de los medios de produccin, y pretendan tener plena libertad de comercio con las principales potencias europeas. Este proceso de emancipacin venezolano fue particularmente traumtico y sangriento, pues como lo planteaba el Dr. Acosta Saignes, se produjo una lucha de castas (o de colores) entre los mismos venezolanos, dentro de la guerra contra Espaa, lo cual

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representaba una situacin de guerra civil interna, y una guerra paralela externa contra el imperio espaol. Por su lado, Brito Figueroa, seala el lapso de 1810 a 1830, como el periodo de rompimiento la Venezuela colonial con la Venezuela Postcolonial, claro est manteniendo las mismas estructuras capitalistas de produccin y dependencia con el capital extranjero, que se profundiza con la creacin del Estado liberal, apetecido por las ambiciones econmicas inglesas. En otras palabras, desde el punto de vista poltico y econmico, hubo un fortalecimiento y acentuacin de control por parte de la los poderosos sectores terratenientes, de la llamada aristocracia territorial. Desde el punto de vista social, la Guerra de Independencia significo una lucha de castas, entre los que lo tena todo y los que no tenan nada, generndose una descontento social y posterior barbarie del conflicto, de all que en Venezuela, a diferencia de otros pases latinoamericanos, el proceso emancipador fue uno de los ms extensos (1810-1825) y de los ms sangrientos, tambin represento la utilizacin de las castas sociales tradicionalmente excluidas y explotadas, como los pardos, los zambos, los mulatos, negros esclavizados y los indgenas, por parte de los grupos realistas espaoles y mantuanos republicanos, luchando para uno y otro bando, dems, es relevante sealar, la decisiva participacin de un nuevo grupo social los llaneros, quienes primero a las ordenes de Boves y luego de Pez, materializaran gran parte de la gesta emancipadora en la regin de los Llanos. Por otro lado, la participacin de la mujer en el proceso emancipador hispanoamericano tuvo importantes representantes como: Josefa Ortiz de Domnguez (1768-1829) en Mxico, quien interviene activamente en las tertulias y debates en Quertaro, encaminadas a organizar y declarar la independencia mexicana; Policarpa Salavarrieta (1795-1817), conocida como La Pola, en la Nueva Granda, realizo relevantes tareas de espionaje para las fuerzas independentistas, muriendo fusilada por los espaoles; Manuela Senz (1797-1856) en Quito y la Repblica de Colombia (la Grande), activista patriota y feministas, que ejercicio importantes labores informativas sobre la situacin de la contienda y las fuerzas realistas, adems de cumplir actividades sanitarias y logsticas dentro del Ejrcito colombiano.

Venezolanas decididas en una idea y un conflicto Asimismo, a lo largo y ancho de Venezuela, son numerosas, y en su mayora desconocidas, las mujeres que participan activamente en el proceso emancipador, de distinto origen social y

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posicin econmica, se involucran de forma espontnea, decididamente a la contienda, demostrando grandes capacidades intelectuales, habilidades tcnicas, valores y patriotismo, al igual que los hombres, sin nada envidiar a sus pares masculinos, salvo un meritorio reconocimiento pblicos, son muchas de ellas heronas annimas, cuyos nombres han quedado oscurecidos, ms an aquellas de las condiciones ms humildes. En este orden de ideas, de las centenares mujeres venezolanas que participaron en la Guerra de Independencia, muy pocos documentos han llegado a conservarse en el tiempo, no obstante, son mucho los nombres de mujeres que ofrendaron sus vidas por la libertad e independencia de la nacin, dentro de estos se encuentran: Josefa Camejo, Luisa Cceres de Arismendi, Eulalia Ramos de Chamberlain, Juan Ramrez, Dominga Ortiz, Teresa Heredia, Luisa Arrambide de Pacanins, Consuelo Fernndez, Cecilia Mujica, Ana Mara Campos, Josefa Joaquina Snchez, Leonor Guerra, Mara del Carmen Ramrez, Concepcin Mario, Juana Padrn de Montilla, entre otras. Josefa Venancia de la Encarnacin Camejo naci el 13 de mayo de 1791, en Curaidebo, Provincia de Coro (actual Estado Falcn), siendo hija Miguel Camejo y Sebastiana Talavera y Garcs, una familia acomodada, era sobrina de Monseor Talavera y Garcs, conocido por ser una ferviente patriota. La joven Josefa recibe una educacin catlica en el Colegio dirigido por las hermanas Salcedo de Coro, luego en un convento de mojas en la misma urbe. Posteriormente, se traslada a Caracas, donde presencia los acontecimientos del 19 de Abril de 1810, hecho que la acerca a las crecientes ideas de emancipacin, lo que la motiva a participar en las sesiones de la Sociedad Patritica. En 1811, viaja a Mrida, donde conoce a coronel Juan Nepomuceno Briceo Mndez, con quien contrae matrimonio. Luego, el 18 de Octubre de 1811, firma junto con un grupo de mujeres un documento titulado: representacin que hace el bello Sexo al Gobierno de Barinas, en el cual se expresan la determinada voluntad femenina de contribuir militarmente a la defensa de Barinas a sabiendas de un prximo intento de invasin de guayaneses por San Fernando. En el referido documento se afirma que *+ el sexo femenino, Seor Gobernador, no teme los horrores de la guerra, antes bien, el estallido del can no har ms que alentar, su fuego encender el deseo de libertad, que sostendr a toda costa en obsequio del suelo patrio *...+, clara alusin al resulto proceder que haban emprendido varias mujeres, sin embargo, el gobernador, Manuel Antonio Pulido, rechazo la propuesta.

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A mediados de 1818 decide regresar a Venezuela, viajando segn algunos testimonios, disfrazada de vagabunda o pordiosera. En 1821, al frente de 300 esclavos que trabajaban en su hato de Paraguan, propici una rebelin contra las fuerzas realistas de la Provincia de Coro; pero fueron derrotados. El 3 de mayo del mismo ao, con un grupo de 15 hombres se present en Baraived, lugar donde descansaba el jefe realista Chepito Gonzlez, a quien enfrent y derrot. Posteriormente se dirige junto con varios patriotas a Pueblo Nuevo, donde es puesto preso el gobernador, nombrndose a un gobernador civil republicano: Mariano Arcaya. El mismo da Josefa Camejo ley en Pueblo Nuevo el manifiesto que declaraba libre a la Provincia de Coro y en el que se juraba fidelidad a la Repblica. Se dice que despus de la Independencia se retir a sus haciendas en donde finaliz sus das al lado de su familia. Luisa Cceres de Arismendi, mujer extraordinaria en determinacin moral y en pensamiento, naci en Caracas, el 25 de septiembre de 1799. Hija de Domingo Cceres y de Carmen Daz. Su padre, profesor de Latn le ense a temprana edad a leer y escribir, as como los principios ticos y morales que le dieron valor durante los aos de su cautiverio y destierro. Casada con el general patriota Juan Bautista Arismendi, quien a sus 17 aos, estando embarazada fue recluida y torturada en la Fortaleza de Santa Rosa en La Asuncin, Isla de Margarita, y tuvo que padecer la muerte de su hija al nacer, cuyo cadver permaneci a su dolorosa visin, en el estrecho calabozo durante 2 das. Posteriormente, es trasladada al fortn de Pampatar donde permanece algunos das, antes de ser enviada a la prisin de La Guaira y finalmente al convento de la Inmaculada Concepcin en Caracas, donde ingresa como prisionera el 22 de marzo de 1816. Durante todo este tiempo se le mantuvo incomunicada y sin noticias de sus familiares. En 1819, obtiene libertare, fija residencia en Caracas, hasta su muerte. Sus restos fueron trasladados al Panten Nacional en 1876. Josefa Joaquina Snchez fue notable dama comprometida con la causa emancipadora venezolana. Naci en La Guaira en 1765, fue esposa de Jos Mara Espaa, conocida como la "Bordadora de la primera Bandera de Venezuela". Sufri crcel durante ms de ocho (08) aos, confinada en Cuman, dnde culmin su vida. Eulalia Ramos de Chamberlain, valerosa mujer que ofrend su vida en la Casa Fuerte de Barcelona. Al grito de "Viva la Patria, mueran los tiranos", recibi una descarga en el pecho, fue mutilado su cuerpo y amarrado a la cola de un caballo.

Doa Eulalia Ramos Snchez naci en medio de una rica familia, desde muy joven estuvo vinculada a la gesta de emancipacin venezolana, ya que, cuando apenas contaba

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con 14 aos, sus padres Francisco Ramos y Mara Isabel Snchez, se adhirieron al movimiento independentista de 1810. A principios de 1812, contrajo matrimonio con el patriota Juan Jos Velsquez, con quien tuvo una hija. En ese mismo ao como consecuencia de la prdida de la "Primera Repblica", la vida de Eulalia Ramos cambi drsticamente. Velsquez perseguido por los espaoles huy dejando sola a su joven esposa en Tacarigua de Mamporal, quien sufriendo el asedio de los realistas decide huir por los montes hasta Ro Chico con su hija de 40 das de nacida, la cual muere en el camino. Posteriormente regres a Caracas con su padre, sin tener noticias de su esposo, quien finalmente fue fusilado en la Plaza Mayor de Ro Chico en 1814. Despus de la prdida de la "Segunda Repblica" (agosto de 1814), Eulalia Ramos se refugi con unos familiares en Cartagena de Indias (Colombia), donde tuvo amistad con la familia Buroz, parientes del general Carlos Soublette, por lo que ha sido confundida como miembro de dicha familia. En 1815, regres a Cuman enterndose finalmente de la muerte de su esposo. El ao siguiente conoci al oficial ingls Coronel William Charles Chamberlain, edecn del Libertador, con el que contrajo matrimonio en 1817, radicndose en Barcelona (Venezuela). En los primeros meses del mismo ao, el coronel realista Juan Aldama se dirigi hacia esa poblacin con una divisin armada; las tropas republicanas y muchas personas se refugiaron en el edificio del Convento de San Francisco, que despus tomara el nombre de Casa Fuerte. En este lugar resistieron los patriotas 3 das. El 7 de abril irrumpieron los realistas en la fortaleza, muriendo all Eulalia Ramos junto a su esposo. Acerca de los detalles relativos a su muerte hay varias versiones todava no confirmadas, que en definitiva dan un cierto matiz mtico a su vida.
Juana Ramrez, llamada La Avanzadota, demostr ser una gallarda mujer. Naci en mayo de 1790, hija de la esclava lavandera Guadalupe Ramrez. Su infancia la pas al lado de su madre en las tareas propias de esos trabajadores que aun despus de recibir su libertad de sus amos, continuaban prestndole sus servicios a la misma gente. En 1810, cuando tena apenas 20 aos, se enrola junto a su madre en las tropas que organiza Andrs Rojas para iniciar la lucha independentista en esa regin. All recibe el sobrenombre de Juana "La Avanzadora", por su increble y heroico comportamiento en la Batalla del Alto de Los Godos, el 25 de mayo de 1813, cuando al frente de la denominada "Batera de las mujeres", organizada por Piar. Este grupo, compuesto por fminas de distintas clases sociales, dieron su vida por la gesta emancipadora.

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Este grupo comando liderado por Juana, contaba con pequeas piezas de artillera de bajo calibre llamadas "culebrinas", que sin embargo hicieron mella en los ejrcitos enemigos, como es el caso del batalln del jefe espaol Domingo Monteverde. Junto a otras mujeres, socorrieron heridos, trasladaron armamentos y pelearon a lanza desplegada, siempre bajo las rdenes del general Piar. Pero la suerte no siempre le sonri. El 11 de diciembre de 1814, Maturn cae en manos del realista Morales y Juana ve morir a muchas de sus compaeras de batalla, quienes eran asesinadas a cuchilladas, luego de ser violadas salvajemente por los espaoles. Por esta razn huye hacia los morichales, junto a Jos Tadeo Monagas y Jos Flix Ribas. Morales saquea y quema Maturn, por eso en 1816, mientras se desarrolla la campaa independentista de oriente, que tiene como fin la toma de Guayana, Juana La Avanzadora, junto a centenares de hombres y mujeres reconstruyen la ciudad. Se residencia en lo que hoy es la calle Bolvar por un tiempo, pero poco despus se muda a la Gucharaca, para dedicarse a las labores del campo, donde muere en 1856. Ana Mara Campos, zuliana que desde muy joven, casi nia, colaboraba en la organizacin de los patriotas, y en una de esas reuniones exclam la frase que la llevara al martirio: "Si Morales no capitula, monda", pues fueron estas palabras las que repiti una y otra vez, a cada latigazo del verdugo, en pblico suplicio, hasta su desfallecimiento. Cecilia Mujica, noble mujer, conocida como la Mrtir de la Libertad, siendo muy joven fue una de las audaces propagandistas de las ideas emancipadoras, por cuyo motivo fue condenada a muerte, y sus postreras palabras fueron para su novio: "No tuve la gloria de ser tu esposa pero si la gloria de inmolarme por la libertad". Consuelo Fernndez, digna mujer nacida en Villa de Cura, que desafi al Coronel realista que ocupaba La Victoria , al negarse a sus cortejos y tratar de enviar un mensaje de advertencia al ejrcito patriota sobre la pronta ocupacin de esa ciudad por Boves, muriendo por ello, a los 17 aos de edad, al grito: Viva la Patria ! Viva la Libertad! Dominga Ortiz Orza de Pez, mujer de abnegada que supo sobre llegar la dureza de la guerra, naci en Canagu, Mrida, el 1ro de noviembre de, 1792, Hija legtima de don Francisco de Paula Ortiz y de doa Micaela Orsa. Mujer que mantuvo con dignidad y humildad su adhesin y servicio a la patria, desde el apoyo y solidaridad a la causa independentista, a pesar del abandono de su marido, Jos Antonio Pez. Muri el 31 de diciembre de 1875. Teresa Heredia nace en un hogar de elevada posicin social, en Villa de Ospino en 1787, emparentada con el Coronel realista Fermn de Heredia, quien muri en la Batalla de Araure, en

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1813. Siempre estuvo rodeada de ideas de emancipacin y junto a mis padres sale a luchar, ellos pierden la vida por la libertad, se quedo con su ta y se traslada a La Guaira. A los 17 aos, se case, con un isleo de nombre Jos Antonio Agero. Pero a los 19 aos queda viuda y se dedica en cuerpo y alma a la lucha por la independencia. Encarcelada durante seis meses, de angustias, amarguras y de terribles torturas. Para 1818, es conducida de la prisin de La Guaira a un calabozo de la crcel de Caracas. Don Antonio Guzmn, Sargento Mayor de la Plaza de Caracas da la orden para que le hagan un sumario sospecha de infidelidad. Varias personas sirvieron de testigos pagados, decan que era una ardiente y decidida patriota, la acusaban de mantener trato con el general Bolvar. Otros la acusaron de haberla visto vestida de hombre en los Llanos peleando contra los realistas. Niega todo, y debe dedicarse a la costura. Se traslada a Caracas, donde se le vuelve a aplicar un sumario, es juzgada y condenada, se le orden marcharse del pas, fue exiliada a los Estados Unidos. Luisa Arrambide de Pacanins, distinguida guairea, fiera amante de la libertad y las ideas emancipadoras, quien expuesta desnuda e interrogada pblicamente, en la Plaza de San Juan de Caracas, y a pesar del terrible suplicio no derram una lgrima por el castigo y a cada azote de lo verdugos solo contest "Viva la Patria, mueran los tiranos". Leonor Guerra, admirable mujer que se inmol en aras de la Patria. Condenada en 1816 por insurgente revolucionaria, fue atada sobre un burro enjalmado y azotada pblicamente por las calles de Cuman para que delatara a los patriotas de la regin, pero solo lograron que a cada latigazo exclamara: Viva la Patria, mueran los tiranos!, muriendo ms tarde por negarse a recibir todo tipo de alimento y asistencia. Mara del Carmen Ramrez, gran mujer nacida en Tchira, que adhiri con devocin los principios e ideas emancipadoras. Con sacrificio de madre alent a su hijo de escasos 15 aos de edad a alistarse en el Ejrcito patriota y puso al servicio de la causa libertadora su propia vida, as como todos sus bienes. Concepcin Mario contribuy decisivamente a organizar la expedicin de Chacachacare, que al mando de su hermano Santiago Mario libert al Oriente de Venezuela de las fuerzas realistas en 1813. Nace en Valle del Espritu Santo en 1790, hija de Santiago Mario de Acua, espaol establecido en Venezuela, y Atanasia Carige Fitzgerald, irlandesa. El matrimonio Mario Carige posea haciendas en la isla de Trinidad y en la regin oriental de Venezuela, entre ellas una en el islote de Chacachacare y otra en la zona continental de Amacuro. Concepcin Mario al igual que su hermano fue educada en una familia contraria a las tiranas y autocracias, y partidaria de

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las ideas liberales, lo que fue una influencia decisiva en la participacin de los Mario en las luchas de independencia. Por otra parte, Concepcin se distingui por ser una mujer muy refinada y de excelente cultura. Contrajo matrimonio con Jos Mara Sanda de cuya unin nacieron 5 hijos. Establecida la familia Sanda Mario en la regin oriental de Paria y en el islote de Chacachacare, acumul considerable bienes en tierras y propiedades. Luego de la prdida de la Primera Repblica a mediados de 1812, entre los patriotas de oriente que reiniciaron desde el exilio la lucha por la independencia, tuvo un papel fundamental la familia Mario. Concepcin a partir de este momento se convirti en una mujer tenaz, de gran temple y que arriesg todo colaborando con su hermano y otros patriotas. Por tal motivo, su hacienda de Chacachacare se convirti en el sitio de reunin de los republicanos. Asimismo, su compromiso a favor de la causa independentista la llev a introducir armas de contrabando desde Trinidad hasta Tierra Firme, lo que le ocasion un juicio bajo la Ley Marcial de las autoridades inglesas y el decomiso de los bienes de su hermano, aunque ella fue respetada. El Acta de Chacachacare, suscrita por Santiago Mario, Francisco Azcue, Jos Francisco Bermdez, Manuel Piar y Manuel Valds el 2 de enero de 1813, con la cual se inici la campaa libertadora del oriente venezolano, fue redactada y firmada en la hacienda de Concepcin Mario, a quien se menciona en dicha Acta como "Magnnima Seora". Durante el transcurso de la guerra continu solidaria con la causa de la Repblica. En tal sentido, en 1821 con buques de su propiedad, condujo desde Jamaica armas para el Ejrcito Libertador, cuyo jefe de Estado Mayor era entonces su hermano Santiago. Cuando ste falleci en 1854, ella viva todava y resida en su hacienda de Chacachacare. As como las mencionadas, existen muchos casos ms de mujeres valientes y decididas por la independencia de Venezuela, heronas annimas, que han sido oscurecidas y relegadas a las penumbras de la historia oficial en las escuelas y liceos venezolanos, fminas sin nombres que debieron soportar los avatares de la guerra, maltratos y humillaciones, la perdidas de padres, hermanos, maridos e hijos, que nunca volvieron, y cuya sangre quedara para siempre mezclada a la tierras y a las lagrimas de sus mujeres, tatuadas con un dolor eterno e indescriptible con simples palabras. Nombres olvidados en tiempo, como Barbarita de La Torre, destaca en las guerras de guerrillas en tierras trujillanas, o las madres abnegadas que llamaban a sus hijos a seguir adelante

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por la Venezuela libre, tales caso de Juana Padrn de Montilla y Ana Teresa Toro de Ibarra, entre muchas otras, cuyos destinos se desconocen hasta hoy.

CONSIDERACIONES Luego de haber realizado un paseo de ejercicio investigativo e intelectual, se pueden establecer diversas reflexiones. En primer lugar, historiogrficamente, existe un serio vaco bibliogrfico sobre el tema de la mujer en la historia nacional, por diferentes razones, lo cual representa una evidente carencia y debilidad, documental, de anlisis y de debate, que debera ser atendido con rigurosidad cientfica. En segundo termino, muchas, de las pocas, heronas reconocidas en la historia oficial son mencionas como tales no por su femineidad o principios y valores de mujer, sino por su actuacin ruda como hombres, cosa que no esta mal, pudiese ser debatida arduamente, pero es importante orientar el papel y la figura femenina en su justa dimensin, por la damas, analizando sus virtudes y padecimientos dentro de lo que implica la guerra. Tercero, el debate, discusin y reconocimiento de la mujer no solo en la historia sino en todo asunto humano no debe ser algo de moda, momentneo o propagandstico, de ningn sector poltico, en vez, debe ser una reflexin y participacin activa, constante y permanente, en el cual la igualdad, contenida en los textos jurdico-legales durante aos, pasen verdaderamente a un ejercicio comn y amplio, desde el cual se construya una desarrollo social, justo y digno para la nacin venezolana del siglo XXI. Por otra parte, es relevante profundizar en los archivos y fuentes primarias, la bsqueda de rastros de informacin sobre todas las mujeres sin nombre, desconocidas y olvidas, que experimentaron el conflicto blico, social y psicolgico que significo la Guerra de Independencia, desde diversos ngulos y perspectivas, de las ms refinadas damas mantuanas, hasta las mestizas analfabetas, pasando por las facetas de hijas, hermanas, esposas, madres y abuelas que asumieron tales papeles. Esto sera un punto muy importante para reconstruir histricamente, pues representa la concepcin de la conflagracin en los ojos y mentes femeninos.

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APLICACIN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIN GEOGRFICA EN LA GENERACIN DE LA CARTOGRAFA DEL RIESGO AMBIENTAL

Autora: Prof. Scarleth Mujica Universidad Simn Bolvar Sede del Litoral E-mail: scmujica@usb.ve

RESUMEN

Para la deteccin de reas inestables en medios montaosos, muchas son las bondades que se destacan de los Sistemas de Informacin Geogrfica (SIGs), como una herramienta til para la integracin y anlisis de la informacin proveniente de un conjunto de variables, en el abordaje de un estudio. Los SIGs, como programas informticos, constituyen una revolucin tecnolgica, ya que facilitan los procesos de produccin en el qu hacer y el desarrollo de la ciencia. Venezuela, se encuentra dando pasos para la insercin de esa herramienta en distinta reas, as como muchos otros pases que estn a la vanguardia, especialmente Centroamrica, Colombia, Espaa y Alemania. Un SIG, es una herramienta que ofrece una gran capacidad para el procesamiento cuantitativo y grfico, permite desde de una base de datos digitales, construir representaciones o modelos de simulacin de fenmenos y sus factores influyentes. Los riesgos ambientales como las inundaciones, sismos, aludes torrenciales, entre otros, representan en los ltimos tiempos, desastres que impactan de forma perjudicial a la poblacin, y que han tenido un incremento considerable, con una tendencia que al parecer se mantendr. De acuerdo a varios autores, como Gmez, Guerra y Gonzlez (2003), los SIGs poseen la capacidad de poder almacenar y manipular grandes volmenes de datos relacionados a los diferentes factores del terreno, considerndolos como capas de mapas temticos, lo cual era una limitante para muchas de las tcnicas empleadas. En este caso, como ejemplo, a travs de un modelo para representar las reas de amenaza por proceso de remocin en masa, en la cuenca del ro Camur Grande, Edo. Vargas, como un producto de investigacin, se pretende demostrar las ventajas ofrecidas por los SIGs, especialmente el Mapinfo Professional y el mdulo Vertical Mapper, en la generacin de la cartografa del riesgo ambiental. Descriptores: Sistemas de Informacin Geogrfica, Cartografa del Riesgo Ambiental. Introduccin

La temtica esta estrechamente relacionada con la gestin de riesgo ambiental, por lo que resulta de inters para la ciencia, el Estado, los planificadores, las instituciones y la poblacin en general, ya que las repercusiones que en los ltimos aos han tenido sobre el

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pas la ocurrencia de fenmenos naturales, como lluvias extremas principalmente, han dejado trgicas consecuencias para la poblacin, con prdidas de vidas humanas y econmicas, que colocan a muchas familias en una situacin de riesgo, por el alto nivel de vulnerabilidad ante estos fenmenos naturales; lo que genera en consecuencia, un grave problema para el Estado y la sociedad. Por tales motivos, en la actualidad se hace imprescindible contar con herramientas que contribuyan con la gestin de riesgo ambiental, tal como la representacin cartogrfica del riesgo, para precisar espacialmente el peligro y tomar acciones en consecuencia. Estas herramientas pueden estar contenidas en los Sistemas de Informacin Geogrfica, como tecnologa informtica de punta, para el manejo de informacin espacial. Se propone como ejemplo en el uso de esta tecnologa, un modelo de amenaza por procesos de remocin en masa, en la cuenca del ro Camur Grande, ubicado en la Parroquia Naiguat, Estado Vargas, Venezuela; con apoyo del programa Mapinfo

Professional 9.0, y el mdulo Vertical Mapper 3.2, para el manejo y procesamiento de la informacin de diferentes variables, tales como, geologa, pendiente del terreno, geomorfologa, vegetacin, uso del espacio, precipitaciones y sismicidad. Este modelo constituye un producto de investigacin.

Aplicacin de los Sistemas de Informacin Geogrfica

Para la deteccin de reas inestables en medios montaosos muchas son las bondades que se destacan de los Sistemas de Informacin Geogrfica (SIGs), como una herramienta til para la integracin y anlisis de la informacin proveniente de un conjunto de variables tomadas en cuenta para abordar el estudio. De acuerdo con Carmona y Monsalve (s.f), un Sistema de Informacin geogrfico (SIG) particulariza un conjunto de procedimientos sobre una base de datos no grfica o descriptiva de objetos del mundo real que tienen una representacin grfica, y que son susceptibles de algn tipo de medicin respecto a su tamao y dimensin relativa a la superficie de la Tierra. (s/p). Mencionan adems estos autores que el SIG cu enta tambin con una base de datos grfica con informacin georeferenciada o de tipo espacial y de

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alguna forma ligada a la base de datos descriptiva. (s/p). Como ya se ha mencionado, un SIG en una herramienta que ofrece una gran capacidad para el procesamiento cuantitativo y grfico, ya que est dotado de instrumentos de aplicaciones para captura, almacenamiento, anlisis y visualizacin de la informacin georefenciada (s/p), como lo mencionan Carmona y Monsalve (s.f.). Estos SIG permiten, a partir de una base de datos digitales, construir representaciones o modelos de simulacin de fenmenos y sus factores influyentes. Existen un conjunto de componentes de los SIG siempre ligados a un computador, que incluyen un hardware, un software, una data, recursos humanos y procedimientos de acuerdo con un plan diseado, capaz de soportar la captura, administracin, manipulacin, anlisis, modelamiento y graficacin de datos u objetos referenciados espacialmente, para resolver problemas complejos de planeacin y administracin (Carmona y Monsalve, s.f.) conservando una inteligencia propia sobre la representacin. Por otro lado, Gmez, Guerra y Gonzlez (2003), realizaron un anlisis sobre la importancia de ejecutar estudios sobre inestabilidad de vertientes, ya que stos representan en los ltimos tiempos, desastres que impactan de forma perjudicial a la poblacin y que han tenido un incremento considerable, con una tendencia que al parecer se mantendr. Este fenmeno convierte a las reas pobladas y de actividad humana en vulnerables, y pese al avance tecnolgico y cientfico, mucha gente sigue habitando y realizando proyectos sobre estas reas no adecuadas para ello. Gmez, Guerra y Gonzlez (2003), proponen la utilizacin de los Sistemas de Informacin Geogrfica (SIGs), como una herramienta alternativa: Los SIGs poseen la capacidad de poder almacenar y manipular grandes volmenes de datos relacionados a los diferentes factores del terreno, considerndolos como capas de mapas temticos, lo cual era una limitante para muchas de las tcnicas hasta ahora empleadas. An ms, parte de las tcnicas tradicionalmente utilizadas encontraron en los SIGs un medio para su desarrollo y aplicacin efectiva. (p. 39). Todo esto requiere por supuesto de una cooperacin multidisciplinaria ms all del especialista en SIG, para la bsqueda de las fuentes, programas, recursos y datos requeridos.

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Finalmente, vale destacar lo que Lima y Gozlez (2000) mencionan al respecto, La cartografa automatizada y las operaciones de los SIG, demuestras su beneficio al dividir regiones de estudio en unidades de terreno segn los variados criterios, sin las limitaciones que se tiene en un trabajo manual, tradicional y l ento (s/p), rapidez que puede dejar un tiempo valioso para ser empleado en la definicin de criterios apropiados para los problemas que plantea la investigacin.

Programa para el Manejo del Sistema de Informacin: Mapinfo Professional

Mapinfo es una herramienta esencial para el anlisis y presentacin de datos, con la capacidad de crear mapas y grficos. De acuerdo a la gua del usuario del Mapinfo Profesional 7.5 (2003), se destacan elementos de gran importancia: Puede visualizar los datos como puntos, como regiones zonificadas temticamente, como grficos de torta o de barras, etc. Puede llevar a cabo operaciones de zonificacin, combinacin y divisin de objetos, y definicin de reas de influencia. Tambin puede realizar consultas acerca de los datos y acceder a datos remotos directamente desde MapInfo Professional. (p. 2) Se pueden mostrar cercanas respecto a un objeto, calcular distancias, colocar cdigos, visualizar y manipular mapas y tablas de datos, hacer superposiciones de capas temticas, se pueden introducir sumas ponderadas de diversas variables para que este automticamente las represente espacialmente, entre otros elementos de mucha importancia para los Sistemas de Informacin Geogrfica. La creacin de mapas en este programa, permite clasificar informacin y mostrar los resultados en un mapa a partir de los componentes geogrficos de los datos, De esta forma, puede observar patrones y tipos de relacin entre los datos de forma rpida y sencilla sin necesidad de estudiar detenidamente la base de datos. (Gua del usuario del Mapinfo Profesional 7.5, 2003, p. 2). El Mapinfo soporta el mdulo de Vertical Mapper, herramienta de uso imprescindible para trabajar variables relacionadas con la altimetra.

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rea de Estudio y Situacin Problemtica La ocurrencia de fenmenos naturales ha sido consecuente con el proceso de evolucin de la Tierra, es por ello que el ser humano muy probablemente desde los inicios de su existencia se ha visto afectado por stos, dada las dificultades para afrontarlos. En la Cordillera de la Costa, los procesos de remocin en masa tienen importantes antecedentes histricos, que reflejan una recurrencia reseada desde la colonia (con fuertes evidencias en el espacio), y a lo largo de los siglos siguientes, y seguramente se repetirn en el futuro, por las caractersticas fsico-naturales de la zona. En la cuenca del ro Camur Grande, se puede ver reflejada esta importante problemtica del pas, relacionada con el hbitat, la calidad de vida y el riesgo en que vive un gran porcentaje de la poblacin venezolana. Esta es una de las razones por la que se ha decidido trabajar este espacio, para la aplicacin del modelo propuesto, ya que en el lugar se ubica una importante Institucin acadmica que ha sido reconstruida en su totalidad, luego de la llamada tragedia de Vargas en 1999; adems, el lugar alberga a una poblacin considerable del total de la parroquia Naiguat y constituye un centro recreacional para varios niveles y clases sociales, con la presencia de residencias multifamiliares primarias y secundarias, y una reconstruccin de barriada a pesar de haber sido fuertemente afectada, luego de los eventos de lluvias extraordinarias de los aos 1999 y 2005. Es muy evidente que en el rea de estudio, existe un uso no recomendado del espacio, como ya se ha mencionado, hay un importante desarrollo de infraestructura en la parte baja de la cuenca del Ro Camur Grande, que difcilmente pueda tener ya un proceso de reversin, a pesar de todos los fenmenos de origen fsico natural ocurridos, que marcan un verdadero problema de riesgo sobre la poblacin. Pese a los esfuerzos por parte de especialistas en gestin de riesgo, y de algunas Instituciones, para el rea de estudio no se cuenta con una de las principales herramientas en esta materia, como lo es la representacin cartogrfica de la amenaza, bajo un modelo predictivo, calibrado y con criterios cientficos, que tome en cuenta diversos factores o variables geogrficas de manera integrada, esta herramienta contribuira con el desarrollo de una poltica integral que desafe de manera seria los problemas que pueden afectar a la poblacin en ese sentido, para que pueda coexistir una relacin o convivencia ms armnica con la naturaleza.

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En definitiva, el problema encierra dos situaciones, por un lado la realidad espacial de carcter poblacional que se encuentra en el rea, con la presencia de un hbitat en un lugar de evidente peligro de amenaza por movimientos de remocin en masa en momentos de lluvias extremas y/o extraordinarias o de movimientos telricos, dada las caractersticas de la cuenca; y por otro lado, la ausencia de un sistema de informacin sobre un modelo predictivo que aborde esta amenaza, tomando en cuenta un conjunto de variables significativas dentro del proceso de generacin de movimientos en masa.

Metodologa El tipo de investigacin que ms se corresponde es el estudio de campo, conocida tambin como investigacin sobre el terreno. La zonificacin de la susceptibilidad y la amenaza por procesos de remocin en masa, ha sido elaborada mediante los procedimientos de la Evaluacin Espacial Multicriterio (EEM), como mtodo de anlisis y toma de decisiones, integrndolo con una base de datos cartogrficos en un Sistema de Informacin Geogrfica (SIG), mediante el programa Mapinfo Professional versin 9.0. y el mdulo Vertical Mapper. Esta EEM, ha sido utilizada por otros autores para este tipo de evaluaciones referidas a la susceptibilidad y la amenaza, as como tambin ha sido combinada con la utilizacin de la tecnologa de los SIG, aunque se considera que en una medida poco significativa, frente a las necesidades requeridas para el pas. La evaluacin multicriterio, de acuerdo a Barredo, 1996 (citado en de Cos Guerra, 2007), es definida como un conjunto de operaciones espaciales para logar un objetivo teniendo en consideracin simultneamente todas las variables que intervienen (s/p). Por otro lado, Gmez y Baredo, 2005 (citado en Roa, 2007), menciona que sta se define como un conjunto de tcnicas orientadas a asistir en los procesos de tomas de decisiones, mediante la descripcin, ordenacin, jerarquizacin y seleccin de alternativas de acuerdo a ciertos postulados, los cuales a su vez dependen de los objetivos plantados (p. 184). Se consideraron una serie de factores que pueden estar involucrados en la generacin de procesos de remocin en masa, tales como, la geologa de superficie, la pendiente del terreno, la geomorfologa, la vegetacin, el conflicto de uso del espacio, la distribucin temporal de las precipitaciones y la variable ssmica a travs de las fallas

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tectnicas y contactos litolgicos, a los que se les denomina lineamientos. Estos factores constituyen las variables, y cada una de ellas ha sido ponderada de acuerdo al mtodo de las jerarquas analticas, a juicio de expertos y a una sustentacin terica, que determinara su proclividad a generar procesos de remocin en masa. La suma ponderada esta dada por el peso o grado de influencia de cada variable en porcentaje, de acuerdo a su propensin a generar procesos de remocin en masa, empleando el mtodo estadstico multivariado, con una aproximacin semicuantitativa. Cada capa fue cruzada a travs del algebra de mapas, considerando la columna de pesos ponderados obtenidos de la Matriz de Jerarquizacin Analtica. El algoritmo utilizado fue el siguiente: Susceptibilidad =
((Geologa%)+(Pendiente%)+(Geomorfologa%)+(Vegetacin%)+(Conflicto de uso%))

Introduciendo en el sistema los siguientes datos: Susceptibilidad =


((Grid1*0,30)+(Grid2*0,30)+(Grid3*0,20)+(Grd4*0,10)+(Grid5*0,10))

En donde: Grid1 = Geologa Grid 2 = Pendiente del terreno Grid 3 = Geomorfologa Grid 4 = Vegetacin Grid 5 = Conflicto de uso Luego de obtener este mapa, se procede a superponer las variables detonantes para la obtencin de la amenaza, mediante un asuma sencilla: a) Amenaza por precipitaciones = Susceptibilidad + Precipitaciones b) Amenaza por sismos= Susceptibilidad + reas de influencia de lineamientos

Resultados

Capa Temtica de Geologa Leyenda con valores asignados a los atributos Capa temtica Imagen Raster

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Nota. Elaboracin de la autora

Capa Temtica de Geomorfologa (luego de un anlisis de pendiente) Leyenda con valores asignados a los atributos Capa temtica Imagen Raster

Nota. Elaboracin de la autora.

Capa Temtica de Geomorfologa Leyenda con valores asignados a los atributos Capa temtica Imagen Raster

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Nota. Elaboracin de la autora

Capa Temtica de Vegetacin Leyenda con valores asignados a los atributos Capa temtica Imagen Raster

Nota. Elaboracin de la autora

Capa Temtica de Conflicto de Uso del Espacio Leyenda con valores Capa temtica asignados a los atributos

Imagen Raster

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Nota. Elaboracin de la autora

Capa Temtica de la Precipitacin Leyenda con valores asignados a los atributos Capa temtica Imagen Raster

Nota. Elaboracin de la autora

Capa Temtica de la Variable Sismicidad Leyenda con valores asignados a los atributos Capa temtica Imagen Raster

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Nota. Elaboracin de la autora

Para la suma ponderada en el proceso de generacin de la imagen raster de susceptibilidad, se abre en el programa Mapinfo Professional 9.0, cada variable en el orden establecido de acuerdo a los resultados de los pesos relativos, y en el Vertical Mapper se introduce el algoritmo: Susceptibilidad =
((Grid1*0,30)+(Grid2*0,30)+(Grid3*0,20)+(Grd4*0,10)+(Grid5*0,10))

En donde: Grid1 = Geologa Grid 2 = Pendiente del terreno Grid 3 = Geomorfologa Grid 4 = Vegetacin Grid 5 = Conflicto de uso A continuacin, se muestra el mapa de susceptibilidad a los procesos de remocin en masa, en la cuenca del ro Camur Grande, que ser utilizado para generar los modelos de amenaza, con las variables detonantes de precipitaciones y movimientos ssmicos.

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Mapa de susceptibilidad a los proceos de remocin en masa en la cuenca del ro Camur Grande. Elaboracin de la autora.

Mapa de Amenaza a los Procesos de Remocin en Masa por el Detonante Precipitaciones En este caso, tal como se plantea en la metodologa, se suma la susceptibilidad con el detonante de precipitaciones, que lo constituye el mapa de isoyetas, con el instrumento del Vertical Mapper en el programa Mapinfo Professional 9.0, se hace una suma sencilla para superponer las dos capas: Amenaza= Grid1+Grid2 En donde: Gid1 = Susceptibilidad Grid2= Variable Precipitacin

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Mapa de amenaza proceos de remocin en masa, por detonante de precipitaciones, en la cuenca del ro Camur Grande. Elaboracin de la autora.

Mapa de Amenaza a los Procesos de Remocin en Masa por el Detonante Ssmico De igual forma, como se plantea en la metodologa, se suma la susceptibilidad con el detonante de la variable ssmica, que la constituye el mapa de zonas de influencia de los lineamientos geolgicos, con el instrumento del Vertical Mapper en el programa Mapinfo Professional 9.0, se hace una suma sencilla para superponer las dos capas: Amenaza= Grid1+Grid2 En donde: Gid1 = Susceptibilidad Grid2= Variable Ssmica

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Mapa de amenaza proceos de remocin en masa, por detonante ssmica, en la cuenca del ro Camur Grande. Elaboracin de la autora.

Conclusiones Los mapas de amenaza son herramientas elementales para la prevencin, en especial si se utilizan para el ordenamiento territorial. Indudablemente los Sistemas de Informacin Geogrfica, son tecnologa informtica de punta, que constituyen una importante herramienta de ayuda para abordar la representacin cartogrfica del riesgo, por su capacidad y soporte en el manejo de datos, por el manejo de una diversidad de escalas que permiten georreferenciar cualquier tipo de imagen o mapa, y por su capacidad de generar topologa y as poder realizar superposicin de mapas, por otro lado, permiten la superacin de la elaboracin clsica de mapas, que ameritaban la necesaria disponibilidad de mayor cantidad de tiempo, que hoy da puede ser empleado en otros aspectos de la investigacin. Con la evaluacin espacial multicriterio, se pueden considerar todos los aspectos fsico-naturales y antrpicos que puedan intervenir en la generacin de procesos de remocin en masa, pero la investigacin tambin va a depender de la informacin disponible y la cartografa temtica que se pueda lograr obtener o construir, eso puede representar una limitacin, muy especialmente en Venezuela, incluso en el Estado donde se

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decidi trabajar, a pesar de que a raz de la llamada tragedia de Vargas, las instituciones y muchos cientficos se han dedicado al levantamiento de informacin importante. An faltan por determinar por ejemplo, la humedad del suelo y la microzonificacin ssmica, aspectos que son tambin importantes. Referencias Bibliogrficas Carmona, A.; Monsalve, J. (s.f.). Sistemas de Informacin Geogrficos. (Pgina Web en lnea). Disponible en: www.monografas.com/trabajos/gis/gis.shtml Consulta: 2007, noviembre 14). Cartaya, S. Mndez, W. y Pacheco, H. (2006). Modelo de zonificacin de la susceptibilidad a los procesos de remocin en masa a travs de un Sistema de Informacin Geogrfica. Interciencia Vol. 31,N 9. 638-646. Castro, E., Valencia, A., Ojeda, J., Muoz, F. y Fonseca, S. (2001). Evaluacin de riesgos por fenmenos de remocin en masa: Gua metodolgica. INGEOMINAS/Escuela Colombiana de Ingeniera Julio Garavito. Santa Fe de Bogot, Colombia. De Cos Guerra, O. (2007). SIG y evaluacin multicriterio: propuesta metodolgica para cuantificar el grado de metropolizacin en el territorio. Mapping Interactivo Revista Internacional de Ciencias de la Tierra [Revista en lnea]. N 116. Disponible en: http://www.mappinginteractivo.com/plantilla-ante.asp?id_articulo=1371 [Consulta: 2010, enero 28]. Ferrer, C. y Trinca, D. (2005). El compromiso social de las universidades ante los desastres naturales: los aportes de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales . Revista Geogrfica Venezolana, 46 [1]. Pp. 5-7. Universidad de Los Andes. Gmez, H.; Guerra, F.; Gonzlez, J. (2003). Los Sistemas de Informacin Geogrfica (SIGs) en la deteccin de reas inestables. Revista Geoenseanza, 8 [001]. Pp. 33 48. San Cristbal: Ediciones de la Universidad de Los Andes. Gmez, M. y Barredo, J. (2005) Sistemas de Informacin Geogrfica y Evaluacin Multicriterio en la ordenacin del territorio. Madrid: Ra-Ma. Instituto Geogrfico de Venezuela Simn Bolvar y Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales Productor. (2003). Proyecto vila. [multimedia CD Rom]. Caracas: Corporacin Andina de Fomento. Lima de Montes, Y. y Gonzlez, M. R. (2000). Sistema de Informacin Geogrfica (SIG) para generar mapas de riesgo a los deslizamientos [Documento en DC]. En Seminario Internacional Los Aludes Torrenciales de Diciembre 1999 en Venezuela , Caracas. Disponible: Seminario Internacional Los Aludes Torrenciales de Diciembre 1999 en Venezuela, Jornadas de Investigacin de la Facultad de Ingeniera 2000. Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ingeniera, Instituto de Mecnica de Fluidos. MapInfo Corporation (2003). MapInfo Professional Gua del usuario (Versin completa). Troy, Nueva York Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, Direccin de Cartografa Nacional. (1975). Mapas Topogrficos. Hojas 6847-I-SO de Carupao y 6847-I-NO de Naiguat, Venezuela.

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UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR


SEDE DEL LITORAL DEPARTAMENTO DE FORMACIN GENERAL Y CIENCIAS BSICAS SECCIN DE PENSAMIENTO CRTICO

Ciudadana compleja y multiculturalismo en Venezuela. Apuntes para su reflexin

RESUMEN A partir de la constituyente de 1999 Venezuela admite en sus principios constitucionales el carcter pluricultural y multitnico de la nacin. La realizacin prctica de estas nuevas premisas implica, por una parte, la admisin de una tensin entre dos concepciones de ciudadana contrapuestas, la liberal, que hace abstraccin de las particularidades societales y culturales, y la multitnica, que enfatiza en las especificidades culturales de las personas y los grupos; y por otra parte, conlleva a una ardua tarea de institucionalizacin poltica y social, que pasa por la conciliacin de intereses y valores contrapuestos de diversos actores sociales, hoy da en franca confrontacin. Nos proponemos describir el reconocimiento del carcter multicultural de Venezuela en la Constitucin de 1999 asociado a la consagracin de derechos diferenciados de los indgenas. La realizacin de esos derechos ha encontrado serias dificultades que obligan a reflexionar sobre las posibilidades de comprensin y ejercicio efectivo de esos derechos. El trabajo forma parte de un proyecto de investigacin doctoral que aspira analizar los problemas relacionados con la construccin de la ciudadana compleja en Venezuela en el lapso 2000-2009.

Palabras Claves:

Ciudadana, multiculturalismo, identidades polticas.

liberalismo,

ciudadana

compleja,

Jorge R. Orellano Ch.: socilogo, docente e investigador de la Universidad Simn Bolvar, Sede del Litoral, adscrito a la seccin de Pensamiento Crtico del Departamento de Formacin General y Ciencias Bsicas, Magister en Ciencia Poltica en la USB, doctorando en Ciencias Sociales y Humanidades en la USB. jorgeorellano@usb.ve

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Mayo de 2010 Presentacin Las sociedades contemporneas se caracterizan por su diversidad cultural y heterogeneidad moral, as como por las formas como han respondido a las demandas de integracin social y poltica de la diferencia en el marco institucional. Una de esas respuestas es la redefinicin de la ciudadana, su composicin y las consecuencias polticas, sociales y jurdicas que ello conlleva. En este ensayo abordaremos las transformaciones institucionales que en Venezuela admiten la diversidad cultural como componente definitorio de la ciudadana. Iniciamos con una presentacin de los problemas conceptuales asociados al multiculturalismo y las incidencias en el trnsito hacia una ciudadana compleja, su proyeccin en polticas prcticas de experiencias internacionales, los problemas que ello conlleva y, finalmente, una reflexin sobre el carcter multicultural que asumi el marco constitucional de Venezuela a raz de las transformaciones institucionales iniciadas en 1999 con el reconocimiento de derechos diferenciados.

Multiculturalismo: aproximacin conceptual Cuando se habla de multiculturalismo se asocia el trmino, en primera instancia, a las prcticas polticas orientadas a atender la diversidad cultural y su adecuacin al marco institucional vigente. Igualmente, se le identifica con la reflexin terica que se articula en torno a la defensa de las minoras tnicas, religiosas, de gnero, etc. Siguiendo el trabajo de Christine Inglis, podemos identificar tres acepciones de multiculturalismo: demogrfica-descriptiva, programtica-poltica e ideolgica-normativa57. La acepcin demogrfica-descriptiva alude a la existencia de segmentos de la poblacin diferenciados por criterios tnicos y culturales al interior de una sociedad. La segunda acepcin se refiere a las iniciativas polticas y programticas orientadas a atender las exigencias planteadas por la diversidad cultural y tnica. Finalmente, la acepcin ideolgica-normativa propugna por el reconocimiento de los derechos de los grupos minoritarios y la integracin de dichos derechos en el marco institucional de la sociedad. De cierta manera, esta ltima acepcin es la que ms

57

Christine Inglis, Multiculturalismo: nuevas respuestas polticas a la diversidad, trabajo preparado para la UNESCO, Coleccin Polticas Sociales, proyecto MOST, Pars, 1997, p. 16 y ss.

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polmica ha causado ya que define cierta pregnancia tica al marco normativo de las sociedades contemporneas. Teniendo presentes las definiciones anteriores, el multiculturalismo aspira a formular una teora alternativa al liberalismo para fundar la idea de ciudadana. La preocupacin central del multiculturalismo, en sntesis, es cmo organizar la convivencia social a partir del reconocimiento de las diferencias entre grupos sociales y propiciar el trato de respeto recproco entre esos grupos. As lo expresa Joaqun Abelln, se trata de saber: cmo se pueda organizar la convivencia en las sociedades pluralistas desde el punto de vista tnico, cultural y religioso de modo que todos los grupos sean tratados de igual manera, con los mismos derechos y dentro de un reconocimiento mutuo recproco. Multiculturalismo, por tanto, hace referencia, tanto en la teora como en la prctica, a la reivindicacin de un modelo de sociedad que se organice de manera coherente con el hecho de la existencia en la sociedad de grupos humanos culturalmente diversos58. Los argumentos del multiculturalismo se extienden a dos frentes: (a) la defensa de los derechos de los grupos sociales diversos, sin desconocer la necesidad de contar con una cultura poltica comn y compartida (pluralista), y, (b) ms all de la defensa del significado de esas identidades de grupo y sobre la base de criterios tnicos, lingsticos y religiosos, argumenta a favor del reconocimiento en la esfera poltica de los derechos colectivos y un mayor margen de autodeterminacin dentro de la sociedad (radical)59. Estas aspiraciones del multiculturalismo plantean serios retos al orden institucional moderno y obligan a considerar criterios ajenos a la tendencia homogeneizadora para definir la ciudadana. Entre esos retos estn: El reconocimiento de los diferentes grupos sociales y la incorporacin de sus derechos en las instituciones polticas. Instauracin de una educacin multicultural, con lo que se cuestiona la educacin monoculturalista orientada a negar las diferencias al difundir una cultura nacional que discrimine las expresiones culturales particulares. Definir la identidad colectiva de tal manera que ninguno de los grupos sociales involucrados en ese proceso se vean excluidos o que alguno de ellos se vea entronizado en detrimento de los otros.
58

Joaqun Abelln, Los retos del multiculturalismo para el estado moderno, en Pablo Badillo OFarrell (Coord.), Pluralismo, tolerancia, multiculturalismo. Reflexiones para un mundo plural , Universidad Internacional de Andaluca-Ediciones Akal, 2003, pp. 13-31, p. 18.
59

Joaqun Abelln, Los retos del multiculturalismo para el estado moderno, op. cit.

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Redefinir las bases sociales y polticas del Estado lo que implica: (a) incorporar la nocin de comunidad de comunidades en lugar de un nico pueblo; (b) basar la soberana en varios centros de autoridad y no en un centro exclusivo de autoridad. El multiculturalismo introduce, de esta manera, una dimensin normativa para atender la diversidad cultural. De ah que se considere, desde el punto de vista terico, visiones prescriptivas antes que explicativas, con aspiraciones de guiar el diseo institucional.

Ciudadana y ciudadana compleja Las transformaciones sociales tienen incidencia sobre las concepciones que se tiene sobre nociones clave de la poltica y el orden institucional. Eso se evidencia en la condicin de ciudadana que ve alterada su contenido semntico, su composicin social, y hasta su realizacin institucional60. En un mundo definido por la heterogeneidad social y cultural, el concepto de ciudadana, si ha de servir como vnculo entre el Estado y la persona ha de contemplar la integracin y realizacin prctica de las identidades particulares dentro de parmetros institucionales admitidos como vlidos por todos. Ese es el reto que se plantea a todas las sociedades en un mundo globalizado y dinmico. El ejemplo de Europa, cuyos pases miembros llevan dcadas integrados econmicamente, representa un mosaico de culturas, potenciales de desarrollo y bienestar, que an no logra articularse bajo un marco normativo comn. La ciudadana basada en la concepcin liberal, que a los ojos de sus crticos haca abstraccin de las diferencias, no resulta suficiente para dar cuenta de las demandas de reconocimiento de la heterogeneidad de identidades culturales. Lo anterior no significa desmerecer los aportes del liberalismo para la modernidad poltica al formular categoras universales, materializada en una igualdad jurdica, que hicieron posible la convivencia pacfica en medio de las diferencias. Pero resulta evidente que la evolucin social de nuestros tiempos requiere una revisin de las condiciones y visiones que se tiene de la persona como sujeto poltico de las democracias contemporneas.

60

Admitimos que la discusin puede abarcar temas y problemas como la democracia o las ideas de justicia, pero por razones de espacio no lo abordaremos aqu.

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Una formulacin terica de la ciudadana que busca abordar esa problemtica es la idea de ciudadana compleja formulada por Jos Rubio-Carracedo61. Este concepto persigue abordar la construccin de una identidad comn fundamental dentro de la legtima diferenciacin tnico cultural como individuos y como grupo social con identidad propia e irrenunciable 62. De acuerdo con los planteamientos de Rubio-Carracedo, el concepto de ciudadana compleja conjuga dos dimensiones clave para la vida en comn entre las personas, la pertenencia y la participacin. La primera hace referencia a la propia identidad tnico-cultural como individuo y como grupo, y se enfatiza en el reconocimiento de los derechos civiles. La segunda constituye una actitud sociopoltica que supone la aceptacin e integracin consiguiente en un marco institucional para el cumplimiento de las obligaciones cvicas y el ejercicio de los derechos ciudadanos, pone el nfasis en los derechos polticos. Entre ambas dimensiones existe el riesgo de ausencia de concordancia, por ejemplo, la dificultad de participar si no se es reconocido. Para evitar estos riesgos, la ciudadana compleja atiende tres exigencias: Iguales derechos fundamentales para todos los ciudadanos, que se traduce en una poltica universalista de integracin de esos mnimos comunes irrenunciables; Derechos diferenciales de todos los grupos, mayoras y minoras, que componen la estructura del Estado, lo que ha de reflejarse en una poltica de reconocimiento tanto en la esfera pblica como en la esfera privada; Condiciones mnimas de igualdad para la dialctica o dilogo libre y abierto de los grupos socioculturales, lo que conduce a una poltica multicultural que incluye disposiciones transitorias de discriminacin inversa que eviten algunas desviaciones

homogeneizadoras o asimilacionistas en la cultura hegemnica. Se trata de incorporar las exigencias de unidad social y diversidad de grupos, aspiraciones siempre presentes y legtimas, dentro de nuevos horizontes de reflexin terica y poltica.

Polticas multiculturales
61

Jos Rubio-Carracedo, Pluralismo, multiculturalismo y ciudadana compleja, en Pablo Bodillo OFarrell (Coord.), Pluralismo, tolerancia, multiculturalismo. Reflexiones para un mundo plural , Universidad Internacional de Andaluca-Ediciones Akal, Madrid, 2003, pp. 173-194. Otras alternativas que no tratamos aqu pero que no desconocemos resultan la de Will Kimlicka, ciudadana multicultural, o la de Heater, ciudadana mltiple.
62

Jos Rubio-Carracedo, Pluralismo, multiculturalismo y ciudadana compleja, op. cit., p. 178.

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No ha sido tarea sencilla llevar a cabo las polticas multiculturales. Sin embargo, dentro de esta tendencia podemos mencionar las experiencias de Canad, Australia y Suecia en el siglo pasado63. Canad es el caso ms representativo ya que es el primero que admite y se aboca a implementar polticas de diferenciacin cultural en su marco institucional. A partir de 1971, teniendo como antecedente la recomendacin de la Comisin Real sobre Bilingismo y Biculturalismo de 1965, Canad se aboca a eliminar la poltica bicultural basada en los pilares ingls y francs, y reconoce el derecho de conservar la cultura y la identidad propia de los distintos grupos sociales que habitan en el pas y, ms tarde, a difundir alternativas de participacin social y poltica diferenciada en un contexto de unidad nacional. Todas estas iniciativas se respaldaron con la ley sobre multiculturalismo de 1988, en la que se haca explcito el derecho a defender la identidad particular y la obligacin del Estado de fomentarlas. La experiencia de Australia refleja el escenario de una sociedad receptora de inmigrantes con lo cual la herencia inglesa, que hasta ese momento no tena un grupo tnico que le plantara rivalidad, se aboca a la tarea de atender las necesidades de eso grupos sociales, adems de reconocer los grupos tnicos originarios. En especfico, las demandas de esos grupos sociales se orientan por obtener servicios acorde con sus valores culturales y expresiones lingsticas. As como aconteci en Canad, desde 1978 los inicios de la poltica multicultural fueron de reconocimiento y resguardo de las especificidades culturales, y luego se abocaron a la minimizacin de las desigualdades y desventajas sociales, as como a la difusin de valores comunes para la sociedad australiana. A diferencia de Canad, la poltica multicultural en Australia no est respaldada por una legislacin, sino por un programa social, el Programa Nacional para una Australia Multicultural de 1989, y ratificada en 1995. los principios rectores de ese programa son: el derecho a una identidad cultural, el derecho a la justicia social y la necesidad de la buena marcha de la economa, con lo cual se quera aprovechar al mximo el potencial de todos los australianos. Suecia dibuja un escenario donde la composicin social se ve afectada por contingencias sociales y econmicas como la necesidad de contar con mano de obra que atendiera la expansin econmica y los refugiados procedentes de pases en conflicto. A partir de 1975 define una poltica multicultural basada en tres principios: igualdad, libertad de eleccin y asociacin.

63

Christine Inglis, Multiculturalismo: nuevas respuestas polticas a la diversidad, op. cit.

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Las experiencias descritas reflejan cuan exitosas pueden ser las polticas multiculturales, y sobre todo, cuan importante resulta fomentar la comprensin entre los distintos grupos sociales que conforman las sociedades de esos pases, labor que encuentra en la organizacin estatal un factor clave. Si algo ha conducido al xito de las polticas multiculturales ha sido la organizacin poltica del Estado en esos pases, desde su concepcin federal que define instancias de decisin y participacin ciudadana hasta los niveles de eficiencia en la implementacin de las polticas multiculturales. A pesar de esas posibilidades de xito, persisten tensiones en contextos sociales signados por herencias de grupos histricamente excluidos, o con escasa tradicin liberal en sus instituciones que les permitan valorar la sustantividad de las personas y las culturas. Este es el caso de algunos pases latinoamericanos donde an la conciliacin con el pasado basado, en discriminaciones tnicas o culturales, se ha asumido como una deuda social. Esos escenarios se complican si consideramos las renovadas fuerzas de los nacionalismos contemporneos o la confrontacin entre estilos de vida que pueden llegar a conflictos graves de exclusin. Aqu tenemos la experiencia de Europa, Estados Unidos, y el resto de los pases desarrollados. Para resumir lo tratado hasta ahora, podemos rescatar los siguientes aspectos: La diversidad cultural es una cualidad inherente a las sociedades contemporneas Al interior de toda sociedad se producen tensiones en torno a las formas como deben articularse las diferencias Una solucin institucional no es suficiente para garantizar la convivencia pacfica si no se promueve la tolerancia y se construyen canales de comunicacin intercultural Una ciudadana compleja es la alternativa para sociedades definidas como multiculturales

Poltica multicultural en Venezuela Venezuela formaliza su condicin multicultural con la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 que estableci el reconocimiento del carcter pluricultural y multitnico de Venezuela en la nueva Constitucin a partir de las demandas de inclusin de los indgenas64.

64

Las ideas que siguen en esta seccin las expusimos en el trabajo especial de grado Ideas de nacin en los debates constituyentes de Venezuela de 1999, presentado para optar al Ttulo de Magster en Ciencia Poltica en la Universidad Simn Bolvar, Caracas, 2008.

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Una cualidad del nuevo texto constitucional es el reconocimiento de derechos diferenciados para los indgenas, a quienes se les reconocen sus especificidades culturales (religin, lengua, cultos, espacios vitales), y se les conceden formas polticas de participacin distintivas. De esta forma, Venezuela abandona la orientacin asimilacionista que priv en la Constitucin de 1961, y que se expresaba en el artculo 77 que: El Estado propender a mejorar las condiciones de vida de la poblacin campesina. La ley establecer el rgimen de excepcin que requiera la proteccin de las comunidades de indgenas y su incorporacin progresiva a la vida de la Nacin65. (Bastardillas mas).

Ciertamente el rgimen de excepcin no se desarroll y propici la idea de que los indgenas estaban excluidos del marco constitucional. Pero en el fondo de lo que se trataba era de integrar a los indgenas como ciudadanos iguales a todos, sin distincin de alguna especificidad. Otra cosa es que ellos no lo hayan aceptado y siguieran con sus estilos de vida, sin nimos de incorporarse a la vida de la nacin. Dos aspectos resumen la preocupacin por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indgenas en el contexto de la ANC de 1999: (a) la declaracin explcita de esos derechos en la Constitucin y (b) el uso del trmino pueblo para constituirse en sujetos de derechos. Para lograr esos objetivos los indgenas se apoyaron en un marco jurdico internacional que les result favorable en aquella poca y que resumimos a continuacin:

Reconocimiento de la escasa integracin de los pueblos indgenas a las sociedades nacionales (Convenio sobre poblaciones indgenas N 107); Negacin de cualquier tipo de discriminacin hacia los pueblos indgenas y de cualquier medida de fuerza o coercin que los induzca a cambiar su forma de vida en pro de asimilarlos a lo sociedad nacional (Convenio sobre poblaciones indgenas N 107); Recomendacin a los gobiernos para la elaboracin de polticas que favorezcan (a) el mejoramiento de las condiciones de vida de esos sectores de la poblacin y su progresiva integracin a la vida nacional de los respectivos pases, (b) la compensacin por las injusticias histricas sufridos por los pueblos indgenas (art.
65

Congreso de la Repblica, Constitucin de la Repblica de Venezuela, extraordinario de 11 de mayo de 1973, Caracas, p. 15. De acuerdo con el trabajo de Nila Leal Gonzlez, hasta la ANC de 1999 Venezuela presentaba la Constitucin menos moderna en trminos de inclusin de los derechos de los pueblos indgenas, luego de esa asamblea pas a ser la ms moderna en ese sentido. Nila L. Gonzlez, Ciudadana activa: La construccin del nuevo sujeto indgena, abr. 2006, vol. 22, N 49, p. 9-24, nota 1, artculo en lnea, disponible: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S101215872006000100002&lng=es&nrm=iso, (Consulta: 23 de abril de 2010).

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8, 11, 20 y 28, Proyecto de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indgenas); Afirmacin de las especificidades polticas, culturales, econmicas y sociales de los pueblos indgenas, en tanto formas de organizacin diferentes, dentro del contexto de la homogeneidad jurdica, poltica y social de las sociedades latinoamericanas que les permita una mayor autonoma y determinacin (art. 3, 5, Proyecto de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indgenas ); Reconocimiento y defensa del derecho sobre las tierras, y por extensin de los recursos que en ellas se encuentren, (art. 26, Proyecto de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indgenas ); Tratamiento de pueblos con los derechos que esa definicin conlleva y que son reconocidos por las convenciones internacionales sobre la materia, con lo que se afirmara su especificidad poltica, econmica y social (art. 1, Proyecto de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indgenas).
Vale destacar que muchas de las formulaciones del articulado destinado a reconocer los derechos indgenas guardan semejanzas semnticas con esas disposiciones jurdicas

internacionales. Adems, los contenidos de esos instrumentos internacionales despertaron dudas e inquietudes sobre las implicaciones que poda tener sobre el ejercicio de la soberana por parte del Estado o la integridad territorial el pas. Las demandas de los indgenas en la ANC se canalizaron a travs de la Comisin de Derechos de los Pueblos Indgenas liderado por la constituyente Nohel Pocaterra 66. Esa Comisin elabor un informe donde plantearon los siguientes aspectos: 1. Definicin del Estado venezolano como multitnico, pluricultural y plurilinge.

2. Reconocimiento de los derechos originarios y consuetudinarios de los pueblos indgenas sobre las tierras y territorios ocupados por ellos, reconocimiento de personalidad jurdica, organizacin social, poltica y econmica. 3. Reconocimiento de su estatus como pueblos que condense su identidad especfica al interior de la totalidad de la nacin. 4. Defensa de sus territorios, del hbitat donde habitan y de sus derechos colectivos.

5. Proteccin del ambiente, retribucin a los pueblos indgenas de la explotacin de los recursos naturales ubicados en sus territorios y consulta a estos pueblos sobre los proyectos de desarrollo en sus territorios.

66

Esta comisin estuvo integrada por los constituyentes Nohel Pocaterra, presidenta, Gullermo Guevara, vicepresidente, Jos Luis Gonzlez, Liborio Guarulla, Nelson Silva, Csar Prez Marcano, Miguel Garranchn, Ramn Antonio Ynez, Atal Uriana Pocaterra, Earle Herrera y Gustavo Pereira.

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6. Derechos a la participacin poltica en las estructuras del Estado y creacin de espacios poltico-territoriales para el ejercicio de los derechos de los pueblos indgenas. 7. Reconocimiento a nivel constitucional de los tratados internacionales que contemplen disposiciones favorables a los pueblos indgenas 67. Estas peticiones se sintetizan en la demanda por obtener reconocimiento de su estatus como pueblo a partir de su identidad tnica, lo cual pasa por reconocer los derechos asociados a esa condicin. Para la comisin de Derechos indgenas se trataba del reconocimiento de la especificidad cultural de los pueblos indgenas y las peculiares condiciones de opresin, exclusin, discriminacin y amenaza en que hasta ahora se han encontrado, lo cual los hace diferentes al resto de la poblacin y determina una proteccin jurdica especial68. Las demandas de los pueblos indgenas se haban anunciado en la sesin del 18 de octubre de 1999 de la ANC en la presentacin de los informes por parte de las respectivas comisiones. En esa oportunidad Nohel Pocaterra, presidenta de la comisin de los Derechos indgenas, anunci: Hablo a mis hermanas y hermanos constituyentes, hablo a mi pas y en especial a mis hermanos indgenas. Al reconocer la preexistencia de los pueblos indgenas, invocamos el derecho de existir porque antes de la conformacin de los estados nacionales, es el derecho originario, es el derecho histrico que tenemos. Cuando hablamos de un pas multitnico y pluricultural, es una clara aceptacin de la diversidad y de la diferencialidad cultural. La exigencia de esta premisa, que sean reconocidos sus derechos originarios, sirvi para sustentar y extender el reclamo por el reconocimiento de sus particularidades culturales y los derechos sobre los territorios hacia formas autnomas de organizacin poltica, econmica, jurdica y social, lo que pasaba por el reconocimiento de los indgenas como pueblos 69.

67

ANC, Comisin de los Derechos de los Pueblos Indgenas, Informe Final de la Comisin de Derechos de los Pueblos Indgenas. La relacin del Estado con los Pueblos Indgenas , mimeo, Caracas, 1999.
68 69

ANC, Comisin de los Derechos de los Pueblos Indgenas, op. cit.

El captulo dedicado a los derechos de los pueblos indgenas fue polmico desde el principio: su primer artculo, el 122 del anteproyecto constitucional sostena: Artculo 122: El Estado reconoce la existencia de los pueblos y comunidades indgenas, su organizacin social, poltica y econmica, sus culturas, sus usos y costumbres, idiomas y religiones, as como los derechos originarios de propiedad colectiva inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles sobre los territorios que ancestral y tradicionalmente ocupan. Corresponde al Estado, con la participacin de los pueblos indgenas, en resguardo de la integridad territorial y de la soberana de la nacin venezolana, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de los mismos, de acuerdo a (sic) lo establecido en esta Constitucin y la ley. Contrasta con esto que en la Constitucin de 1999 aparece en el artculo 119 correspondiente al captulo de los derechos de los pueblos

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Lo anterior gener un debate arduo que amerit inclusive una Comisin ad hoc, y que por razones de espacio e inters no abordaremos aqu. Si destacaremos que los arreglos constituyentes consagraron derechos diferenciados en la nueva Constitucin que atendieron las demandas de inclusin de los indgenas con sus respectivas modificaciones semnticas, no sin serias dudas y desconfianza por parte de quienes se opusieron a tal reconocimiento. A partir de ah lo que quedaba era instrumentar legalmente los contenidos constitucionales dedicados a los derechos indgenas. Esta instrumentacin legal lleg tarde ya que es apenas en 2005 que se aprob la Ley de Pueblos Indgenas y su realizacin prctica no ha estado exenta de dificultades, entre las que destacan los problemas por la demarcacin de territorios, los conflictos entre propietarios privados e indgenas, y las dudas sobre la soberana ejercida por el Estado en aquellos territorios que son escenarios de intereses confrontados. Desde el punto de vista de las transformaciones institucionales surgen problemas de naturaleza distinta a la evidentemente observable de las dificultades de realizacin de derechos diferenciados y que guardan relacin con la idea de construccin de ciudadana compleja en Venezuela. Podemos mencionar: Ausencia de premisas que hagan razonable la admisin multicultural del marco constitucional de Venezuela (comunicacin intercultural) Debate con la herencia liberal que sirvi de base al desarrollo constitucional venezolano (ciudadana liberal vs ciudadana compleja) Posibilidades de respeto a la individualidad al interior de los pueblos indgenas (individuo vs colectivo) Confrontacin entre derechos indgenas y derechos de otros ciudadanos (propiedades, delimitacin de tierras) Posibilidades de ejercicio efectivo de la soberana por parte del Estado (proyectos estatales, polticas de desarrollo, crmenes) Visin esttica de la cultura (extraamiento de procesos de evolucin cultural) Alternativas organizativas del Estado para la efectividad en la implementacin de las polticas multiculturales (federalismo o descentralizacin administrativa)
indgenas la frase El Estado reconocer, lo que revela que el problema del reconocimiento est subsumido dentro de la dimensin programtica de la Constitucin. No obstante, ese carcter programtico fue superado en 2005 con la aprobacin de la Ley Orgnica de Pueblos y Comunidades Indgenas, Caracas, Gaceta Oficial N 38.344 de 27 de diciembre de 2005, documento en lnea, disponible: http://www.enlaceindigenas.gob.ve/doc/LEYORGANICADEPUEBLOSYCOMUNIDADESINDIGENAS.pd f (Consulta: 25 de abril de 2010).

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Estos son los temas conflictivos que nos plantean nuevos retos para la construccin de una ciudadana compleja, temas irresueltos y que en lo inmediato no se visualiza una atencin en los trminos requeridos por la ciudadana acorde con el carcter multicultural de Venezuela.

Conclusiones Es innegable que Venezuela es una sociedad multicultural y que bajo ese rtulo se encuentra un gran potencial como nacin. Sin embargo, el reconocimiento de derechos diferenciados ha encontrado serias dificultades para su realizacin en virtud de la carencia de premisas que hagan razonable la multiculturalidad en las instituciones venezolanas. En la actualidad los retos que se plantean en el plano terico y de poltica prctica demandan esas premisas, lo cual dibuja un escenario donde el liderazgo poltico puede tender puentes para la comunicacin intercultural que hagan plausible el reconocimiento y las posibilidades de convivencia bajo el mutuo respeto y en un marco de paz. Slo as ser posible una ciudadana compleja donde entremos todos como ciudadanos de este pas.

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Universidad Simn Bolvar Prof. Oscar Elas Blanco C. eblanco@usb.ve Rasgos de la postmodernidad en la obra potica de Rafael Cadenas A modo de introduccin: Apreciaciones tericas. La finalizacin de La Segunda Guerra Mundial a parte de corroer los cimientos de la Modernidad, supuso un final abrupto en la primera mitad del siglo XX y la confirmacin de una tendencia transformadora en el arte, literatura y ciencia que con el devenir de los aos se fue convirtiendo en una forma de vida y de enfrentamiento hacia el futuro que se nos vena. Evidentemente hablamos de la Postmodernidad a la que definiremos como movimiento, rama del pensamiento, estilo de vida donde su principal argumento es la prdida del ideal de progreso, es decir las certidumbres. Orcajo (1998) indica que sta es la representacin del alzamiento de lo plural e irracional, frente a una razn occidental. Lo anterior, nos permite decir que en la presente exposicin indagaremos sobre la obra de Rafael Cadenas y de cmo sta posee rasgos postmodernos. Es preciso que antes de dicho anlisis expliquemos cules son esas caractersticas y/o elementos. Ya hemos comentado que la Postmodernidad es la ruptura de una tradicin, llamada Modernidad y que en palabras de Lyotard (1986) se gest a finales de siglo XIX que tom impulso en la segunda mitad del siglo XX. Autores como Lanz, Heller y Fehr, Daz y Bravo delinean varios aspectos de la Postmodernidad que a continuacin esbozaremos. Entre los rasgos de la postmodernidad segn Lanz (1993) tenemos lo siguiente: 1.- La visin optimista del hombre se encuentra en franca declinacin. 2.- El ideal de progreso se desvanece y slo pertenecer al mbito del proceso meditico. 3.- Decadencia de la razn ilustrada.

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4.- Lo bello se halla en declinacin y las estticas se nos muestran mezcladas como smbolo de vacuidad e impotencia del mundo. 5.- Frente al compromiso surge la idea de la fuga. Por su parte para Daz (2008), la Postmodernidad significa lo siguiente: 1.- Fin de las utopas. Desencanto generalizado. 2.- Reafirmacin del presente, rescate del pasado y poca fe en el futuro. 3.- Con el fin de las utopas las ideologas pasan a un segundo plano y se buscan nuevas cosas. 4.- Hay cierto hedonismo en la actitud de los seres humanos. 5.- Los grandes relatos (metarrelatos) pierden credibilidad ante los nuevos actores. 6.- El arte es concebido como un pastiche, mezcla y recopilacin. Por lo tanto es un arte aditivo y compositivo. 7.- El hombre postmoderno se encuentra desencantado ante el horizonte universal. 8.- Predominio del eclecticismo, donde la Postmodernidad reconquista el pasado y la consecucin del camino se muestra esttico. Como se puede constatar hay una fuerte ruptura de paradigmas que va a repercutir no slo en la forma de ver el mundo, sino en la concepcin del mismo, donde la moral y la tica tambin se trastocarn, tal como lo apunta Bravo (2008): y se puede hablar de una moral posmoderna que no es sino un caos organizador: decadencia generalizada de todas las virtudes, cada de las barreras de la moral y de la culpa de la sexualidad, pero, a la vez, yuxtaposicin de un proceso de reorganizacin tica, con nuevas normas, interdicciones y mistificaciones dietticas, deportivas, erticas, psicolgicas, donde, en la molesta conciencia de peligros como el sida, se le edifica el ms grande de los templos al cuerpo joven, signo del deseo en un nuevo orden social que atiende a la vez a alguna forma de correccin y al consumo, y donde las tablas de la ley son dictadas por la pantalla massmeditica. (pp. 133)

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La postmodernidad est redimensionando (o redimension) el mundo, el hombre cada da crea, promueve nuevas formas de vida. Es comn ver en las distintas calles latinoamericanas a jvenes y adultos, jungla que propaga una nueva moral, una nueva tica donde lo que prevalece es el cuerpo por encima de la razn, y en algunos casos una especie de solidaridad entre los componentes de un mismo grupo. Una actitud light de los valores y por ende la moral y tica. El mundo actual es un caos, donde lo nico seguro son las vorgines cambiantes de un da para otro. As, asistimos a una fiesta donde los convidados somos todos y donde la pluralidad de espacio y tiempo son los nicos ritmos que conseguiremos en el convite. Si hay que definir este periodo histrico lo llamaramos como la era de la insatisfaccin y sus actores son los insatisfechos de oficio y la mayor prueba de esto son lo microrrelatos de escritores, pintores, arquitectos y que en la presente ponencia lo veremos en Cadenas como exponente de la Postmodernidad. Velsquez (2007) basndose en autores como Vattimo, Lyotard, Baudrillard, Ballestero,Heller, entre otros, propone un cuadro distintivo entre Modernidad y Postmodernidad.

VALORES DE LA MODERNIDAD La mente La racionalidad La unidad El individuo El Futuro Lo absoluto Lo universal El estado Lo objetivo Las certidumbres

VALORES DE LA POSMODERNIDAD El cuerpo La emocionalidad La diversidad La comunidad. El grupo El Presente Lo relativo Lo particular La ciudad, la religin, el barrio Lo subjetivo Las incertidumbres

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El trabajo, el esfuerzo Lo masculino La dominacin Lo ledo y lo hablado El papel La ciencia y la tecnologa Creencia en el progreso seguridad

El placer, la ldica Lo femenino La participacin Lo visto ( primaca de la imagen) La pantalla El arte y la esttica, Creencia en el progreso probable

A modo de desarrollo: Postmodernidad cadeniana. Rafael Cadenas es tal vez el poeta ms importante de la mitad del siglo XX y comienzo del siglo XXI en Venezuela; poseedor de una poesa que raya entre lo ntimo y colectivo, fuerte, pasional y actitud filosfica. Se ha destacado en el concierto internacional como uno de los exponentes ms importante de las letras venezolanas. Galardonado recientemente en la Feria de Guadalajara en el 2009, es reconocido por muchos crticos como una de las voces ms imponentes de literatura venezolana y latinoamericana, su obra ha sido traducida a otros idiomas. Entre sus libros se destacan Los cuadernos del destierro, Derrota, Falsas maniobras, Memorial, Amante, entre otros que estn recogidos en la antologa que publicara Monte vila en 1991. En el presente estudio proponemos la tesis de que en la obra de Cadena se encuentran algunos rasgos de la Postmodernidad, sin que ste (Cadenas) se haya declarado abiertamente postmoderno, para ello se seleccion una muestra de sus textos poticos y se le aplic el mtodo interpretativo y hermenutico. La poesa cadeniana contiene elementos esbozados en la teora que planteamos en la primera parte del este anlisis. Veamos cuales son dichos rasgos en el siguiente poema titulado 8 del libro Intemperie.

Me sostiene Este vivir en vilo

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Sin ninguna seal Ni mapa Ni promesa En una antesala donde todos trajinan Como empleados Para olvidar.

En el anterior poema los rasgos de la Postmodernidad que percibimos son la incertidumbre, el desencanto y la falta de optimismo, asimismo encontramos el tiempo presente, sin posibilidad de futuro o progreso. Cadenas a travs de este poema nos muestra su desencanto al expresarnos que al estar en vilo, suspendido, sin posibilidades de salir de ese estado, lo cual ya le crea desazn, inseguridad y vacilacin al no saber que le ocurrir, lo que le espera, y esto es lo nico seguro que posee. El optimismo se pierde para acostumbrarse y esperar que ese presente se perpete sin posibilidades de cambios, ni futuro alguno. En su discurso se percibe el desaliento de una vida, donde el progreso no existe y lo nico que tiene es un espacio temporal inamovible, pero, que al mismo tiempo nos habla de una probabilidad al utilizar la palabra antesala. En la postmodernidad como lo vimos el hombre no tiene ideales de futuro, prevalece ms su emocionalidad que su razn y esto lo notamos en poema; en el discurso no hay vestigio de razn alguna, sino, desde su particularidad, subjetividad, es decir, emocionalidad. Desde el poema se ve la impotencia y la vacuidad, elementos postmodernos donde se acepta ciertos designios y eso nos vaca como humanos. Veamos el siguiente poema del libro Amante. Llegas no a modo de visitacin ni a modo de promesa ni a modo de fbula sino como firme corporeidad, como ardimiento como inmediatez.

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Este es el poema del cuerpo, de la sensualidad y el hedonismo, elementos propios de la Postmodernidad, inclusive vemos lo femenino y el placer, elementos contradictorios con la Modernidad. El cuerpo como elemento de admiracin, de escndalo, de contemplacin, es decir, importa el cuerpo sobre una razn que nada tiene que ver con aquel sentimiento denominado amor. Si se encuentra ste (cuerpo) est la sensualidad, lo placentero y hedonista, donde se exalta por encima de los elementos modernos que prevalecieron durante el periodo del siglo XVII, XVIII, XIX y mitad del siglo XX, hay, si se quiere, una femenizacin en la poesa, lo sublime, delicado. Inclusive en el poema vemos el uso de la palabra inmediatez, tal vez como smbolo postmoderno que lo importante no es si estar por siempre, sino, que lleg y ese es el momento que cuenta, en otras palabras, es el presente, el ahora. Observemos y escuchemos el siguiente poema, tambin del libro Amantes. Soy el que observa, registra, anota, (no tengo. otra tarea). Quin podra en estos tiempos, entre tantos escombros? Me he puesto a tu servicio ignoto merodeador. No s que tengo de ti, un jirn apenas tal vez, pero me ayuda a estar. Aunque ignoro que nos separa ni a quin dirigirme me he avezado a este temple; soy metal dcil en la mano de los das.

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En este poema la actitud del poeta es la de ser observador de un mundo lleno de escombros, ruinas, no slo intelectuales, sino emocionales, tica y estticas. Este observador es un hombre que no le da nfasis a la razn, sino a su emocin. Ve el caos y l tambin es un caos, propone una moral y ms que proponer la ratifica, la moral de la pasividad, del conformismo, de sencillamente seguir una misma va: la resignacin. Ve la decadencia y su falta de fe en el mundo. La voz de este poema es postmoderna, exclama y nos dice que es maleable con el paso de los das, es decir, cambia y se adhiere a todas las cosas que aparecen como nueva. Revisemos este otro poema de libro Una isla. Fantstico pozo de nio Mis ojos creen olvidar y no pueden. Recuento. No me alcanza la memoria, de maravilla a maravilla. Cada da luminoso es otra invitacin, pero no bastan los nombres. Habla, espejo, de tu tesoro, la joya preferida de Raleigh. En este poema hay algunos rasgos interesantes de la postmodernidad, el primero en detectarse es la vuelta al pasado conjugndose con el presente. A pesar de que la postmodernidad rompe la linealidad histrica, sta siempre vuelve a sus orgenes para rescatar algo importante y configurarlo con el da a da. Postmoderno es aquel echa un vistazo atrs. Asimismo, Cadenas emplea un dato histrico para comparar lo valioso con el tesoro de Raleigh, personaje de historia que busc el Dorado y particip en distintas batallas a favor de los ingleses. Historia, mnima, entrelazada con la poesa. Pastiche? S. El poema tiene aspectos reminiscentes, vanguardistas y modernista, pero desde una ptica postmodernista, por su contenido, por la presencia de la probabilidad. El hombre se halla entre presente y pasado, lo cual ya nos da una actitud postmoderna. En el poema encontramos un rasgo que hoy es una norma: la relatividad, es decir la multiplicidad de opciones, creencias, situaciones. Las cosas no son como se nos muestran, poseen otra

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cara y debajo de esa (cara), otra ms y que lo vemos en los versos Cada da luminoso es otra invitacin, pero no bastan los nombres. Cuntos nombres para un momento interesante, placentero de felicidad. Para finalizar revisemos este ltimo poema titulado Realidad del libro Intemperie. Tuve que disentir, ocultarme. desaparecer. Tuve que ser una disonancia. Tuve que dejarme ir a la deriva sin explicar. Tuve que esconder el rostro, volverme huidizo, callar, acallar (cuando acaso era til una simple aclaracin). Se me juzgaba con ley de hombre pero nunca fui interrogado. Todo fue por ti, y no te he visto.

Estamos en presencia, tal vez, de uno de los poemas (a nuestro juicio) con mayor mbito postmodernista, pues encontramos un discurso que se rebela, que nos expresa todo lo que siente en este periodo. Pudiramos concebir que sea la confesin de un espritu moderno que se queja ante los inquisidores de la Postmodernidad. Que nos relata lo que tuvo que hacer para sobrevivir, pues se le acorral, se desech y abandon, pero por otro lado tambin es la actitud del hombre de finales de siglo XX (Postmoderno) y es el credo de quien vive los albores del siglo XXI, por lo que el poema muestra las dos

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caras: Modernidad/Postmodernidad. Es la relatividad, la prdida de la fe y carencia de ideologa. Es tambin lo intransigente de la razn ante lo que es la emocin ( Se me juzgaba con ley de hombre pero nunca fui interrogado). La cada de lo que tenamos seguro, ante lo que hoy llamamos incertidumbre. A nivel estructural encontramos distintas tcnicas: la confesin, la forma de diario y relato en poema, que nos permite afirmar la presencia de collage, pastiche, que ya de por s nos reafirma la vacuidad de la voz que nos habla. Conclusiones finales La Postmodernidad se ha erigido como la constante del siglo XXI, no existe nada que no sea visto con ojos postmodernos y Cadenas no escapa del mismo. Parte de su poesa contiene lo que en este estudio hemos llamados rasgos postmodernos. En sus poemas nos encontramos con un discurso insatisfecho, visin donde slo el presente como orden temporal prevalece, con ciertos elementos del pasado. La sensualidad, lo corpreo es el basamento de buena parte de su poesa. Inclusive desata y nos lega distintos microrrelatos, partiendo de los grandes relatos. La poesa cadeniana es la voz de hombres que deambulan, sin posibilidad de progresar y que poco le importa; vive el ahora, el de la relatividad y lo diverso en un mundo que no es uniforme, sino multiforme, donde la unicidad se perdi, para darle paso a la multiplicidad. Su obra nos invita a la fuga, la evasin de responsabilidades, asimismo nos recrea y recuerda que el mundo es una vorgine que se trag nuestras creencias y nos arrebat la tranquilidad. Referencias Bravo, V. (2008). El nacimiento del lector y otros ensayos. Caracas: Editorial Equinoccio. Cadenas, R. (1991). Antologa. Caracas: Monte vila Editores. Daz, E. (2008). Posmodernidad. Caracas: Editorial Alfa.

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Autor: Prof. Francia Andrade UNIVERSIDAD SIMON BOLVAR E-MAIL: Andrade.francia@gmail.com

CESAR VALLEJO: UN MARXISTA METAFSICO

Para abordar este tema, primero tenemos que comenzar definiendo lo que es marxismo y lo que es metafsica, porque segn las mltiples interpretaciones que se pueden encontrar sobre ambos trminos, observamos que se hallan en antpodas irreconciliables, pero por lo que veremos ms adelante, Vallejo si pudo encontrar un punto de unin o al menos una pasarela para ambas, en el contexto, tanto de su vida personal, como en el corpus de su potica. En cuanto al marxismo comenzaremos diciendo que es una corriente filosfica, que propone al hombre como el centro y propone tambin un camino para que la vida humana sea verdadera, nueva y desarrollada en sus mltiples facetas, buscando la perfeccin tanto espiritual, como fsica y moral. En este sentido, el marxismo busca que el hombre sea el creador de su propia existencia. Pero para que la creacin de ese hombre nuevo sea posible, es fundamental un trabajo que tiene que ver con lo histrico y con las relaciones sociales, porque segn esta teora, lo humano no es algo abstracto ni intangible inherente al individuo sino, un conjunto de relaciones sociales en las que no habitan por separado lo espiritual y lo material sino, que coexisten y confluyen a travs de la interaccin con la naturaleza en el proceso de produccin y reproduccin, de manera pues, que el marxismo es ms que una filosofa; es una forma de vivir, sentir y pensar. Para el marxismo lo realmente importante es el hombre y su evolucin en funcin del sistema econmico en el que se desarrolla, un marxista no se dar el lujo nunca de pensar que su estilo de vida y su superacin en sta, puede ser atribuida a entes sobrenaturales, invisible o metafsicos, es decir; la existencia de Dios como Ser superior que todo lo puede, es para el marxismo una aberracin que ha sometido a la humanidad a las ms terribles desgracias, porque ha hecho que el ser humano se sienta en minusvala para decidir su propio camino, pero no es la existencia de Dios lo que realmente est en discusin segn Marx, sino la existencia de las religiones, ya que toda

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religin, apelando a Dios, imposibilita al ser humano para actuar, porque lo coloca en la situacin de oprimido acrecentando an ms su miseria real. Al respecto veamos lo que dice Marx (En: es.wikipedia.org/wiki/Marxismo) La miseria religiosa es, por una parte, la expresin de la miseria real y, por la otra, la protesta contra la miseria real. La religin es el suspiro de la criatura oprimida, el corazn de un mundo sin corazn, as como es el espritu de una situacin carente de espritu. Es el opio del pueblo.

De acuerdo con la cita anterior, las religiones, que son parte de la sociedad, influyen al ser humano para que dependa de ella, arrastrndolo hacia la conmiseracin y quitndole herramientas para su evolucin histrica, en esta lnea de ideas se puede intuir que Marx, como creador de un nuevo sistema de relaciones sociales liberadoras, no comparte ese vnculo que estableci la iglesia catlica feudal , con sus seguidores, en el cual, los individuos dependan nicamente de las decisiones tomadas por ella apoyndose en la idea del mandato de Dios, y que slo beneficiaban a la burguesa. Es por eso, que para la construccin de una sociedad distinta y liberada, Marx debi reinventar las categoras, desmarcar a la sociedad coaccionada por la religin y reenmarcarla para la fecundacin de un hombre nuevo. Para el Marxismo, es

fundamental, el divorcio total con la religin pues es as y slo as, como se aniquilan las races sociales y se pone en prctica un proceso de formacin de una sociedad comunista. Esto deviene en lo que llamamos, atesmo marxista, cuya base filosfica es el materialismo dialctico, una concepcin de la vida opuesta al idealismo filosfico, en la que lo nico verdadero son los resultados o avances de la ciencia, es decir, prevalece el pensamiento racional y cientfico por encima de lo mgico o religioso. Veamos lo que dice el Diccionario Sovitico de Filosofa (1965)
La base filosfica del atesmo marxista consiste en el materialismo dialctico e histrico. El atesmo marxista posee un carcter militante. Por primera vez en la historia, se hace una crtica multilateral de la religin, se seala cules son los caminos y los medios que conducen a su plena superacin. El atesmo marxista ha establecido que esta superacin slo podr ser completa cuando se hayan aniquilado las races sociales de la religin en el proceso de formacin de la sociedad comunista. /www.filosofia.org/enc/ros/ateismo.htm

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En cuanto a la metafsica, este trmino tiene sus orgenes en la antigua Grecia, cuando Aristteles colocaba tras los libros de Fsica, los libros que no trataban de lo fsico o material como la vida, la muerte, la moral, la tica, el amor, el odio etc, y todo lo intangible, de ah el trmino metafsica: ms all de la fsica. Sin embargo, antes de Aristteles este trmino ya haba sido acuado por Platn cuando expresaba su idea del mundo inteligible. Este trmino est ntimamente relacionado con el tema que se propone en este artculo, por cuanto nos define la contraposicin a lo que venamos exponiendo, que es el marxismo, toda vez que la Metafsica estudia lo inmaterial en oposicin al marxismo que lo niega. Aqu entonces, es donde cabe preguntarse si realmente existe un mundo inmaterial, donde tambin sean posibles las cosas, tal y como se realizan en el mundo material e histrico? La metafsica entonces, plantea las preguntas que nos hacemos todos los seres humanos acerca del mundo que nos circunda y al que no le hallamos explicacin como por ejemplo: Por qu es el ser y no ms bien la nada? Existe Dios? Cmo es Dios? Cul es la diferencia entre materia y espritu? Existen cosas invariables a pesar de los cambios? El mundo material es, per se, obvio, tangible, evidente, real a los sentidos, es por eso que lo podemos verificar, es por eso que se hace cientfico, porque es susceptible a un mtodo y a una experimentacin, y lo podemos observar. Pero el mundo intangible no; cmo podemos tener la certeza de que existe Dios si no es perceptible a la vista humana? cmo podemos saber si existe una vida despus de la vida material, si nadie ha venido a demostrarlo? Son precisamente estas cosas, de las que se encarga la metafsica y que el marxismo ha intentado por ms de 200 aos aniquilar. Segn Wikipedia : El campo de trabajo de la metafsica comprende los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigacin cientfica. Segn Kant una afirmacin es metafsica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (cuando emite un juicio sinttico sobre un asunto), que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado (por los sentidos) por el ser humano. es.wikipedia.org/wiki/Metafsica#Objetivo_de_la_Metafisica

La metafsica entonces, se ha ocupado bsicamente de estudiar dos preguntas fundamentales o al menos ha tratado de darle respuestas que son: Por qu existe algo, y no ms bien nada? (Heidegger)

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2. En qu consiste la realidad de lo real qu es el "Ser" considerado en s mismo? Por lo visto la Metafsica no slo se ocupa de darle explicacin al origen de las cosas sino de sus interrelaciones, por lo que sus objetos de estudio son; el ser, la realidad, la nada, la mente, la libertad, Dios, la posibilidad y el cambio. Estas eran las principales preocupaciones de la Metafsica quizs hasta principios del siglo XX, no obstante, muchos de los estudiosos que en un principio se abocaban al abordaje de esta disciplina desde un ngulo meramente esotrico, comienzan a darse cuenta de que es posible obtener respuestas sobre estos temas desde la materialidad, desde lo fsico, pues aparecen hombres de ciencia como Carl Jung, quien plantea como un fenmeno energtico, mental, lo que comnmente la gente llama casualidad, y que proviene de la fusin energa ( que l llama conciencia) y la materia, presentndola con el nombre de sincronicidad., con ella se explica cmo la conciencia y la materia ejercen una interaccin per manente (p.24. Santiago, C. 1998, Metafsica para los Nuevos Tiempos, Caracas: Edit. Conny) Actualmente, el mdico neurocirujano Indio, Deepac Choprac, ha sealado en mltiple literatura, cmo los eventos cotidianos de la vida, y an ms, los hechos asombrosos como los llamados milagros, estn relacionados con la fsica cuntica, l explica que todo lo existente en el mbito fsico est hecho de informacin y energa (CHOprak, D. 2008), sta aseveracin la hace apoyndose en la famosa ecuacin de Eisten, E=MC2. Choprac afirma, que los tomos estn formados por pequeas partculas subatmicas que carecen de solidez y que son paquetes u ondas de informacin o energa, y se pregunta cmo es posible que unas ondas de energa e

informacin se perciban como objetos slidos?, la respuesta es que los sucesos en el mbito cuntico ocurren a la velocidad de la luz, y a esa velocidad, nuestros sentidos simplemente no puede procesar todo lo que influye en nuestra experiencia sensible.

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Ahora bien, a que se debe esta alusin a la fsica cuntica y a la sincronicidad, en este apartado sobre metafsica? La respuesta es sencilla, es simplemente para observar cmo este asunto de la Metafsica que se crea en tiempos remotos, tema nico de grandes filsofos y luego de espiritualistas, o telogos, se resume a que en nuestro propio mundo fsico encontramos ese otro mundo , al que nadie poda acceder y estaba encriptado y reservado slo para quienes tenan poderes sobrenaturales, tambin para explicar un poco, que la materialidad histrica de la que habla el marxismo, no est manipulada nicamente por la voluntad de quienes dirigen un sistema econmico y poltico, sino que la evolucin del hombre o lo que ellos llaman materialismo dialctico est ntimamente relacionado con ese mundo energtico, invisible, pero existente en los tomos de todas las cosas que nos circundan y que puede ser movido individualmente por cada sujeto pensante. Luego de todas estas explicaciones acerca del Marxismo y la Metafsica, podemos entrar de lleno en la poesa de Csar Vallejo, escritor peruano nacido en Santiago Chuco, y a quien sedujo la corriente marxista, tanto, que en los aos en que vivi en Europa, estuvo ligado al Partido Comunista, e incluso, fue corresponsal en la Unin Sovieta, de una Revista dirigida por Maritegui desde Espaa. Quizs la poca en la que le toc vivir, nada menos que entre las dos guerras mundiales y adems, la guerra civil espaola, aunado a su vida personal tan llena de exclusiones, le llev a tomar la decisin de pertenecer a la Internacional Comunista, como una opcin que le permitira colaborar con la reivindicacin de muchos que como l, tuvieron que luchar contra las injusticias sociales, pelearse un puesto en la sociedad, y buscar una oportunidad en la vida. En este orden de ideas, podemos decir, que el Marxismo, para Vallejo, era la opcin que ms se acercaba a sus ideales de justicia, de equidad social, que era el sueo de quien haba tenido que sufrir en carne propia, todos los

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desmanes de una sociedad corrompida pero adems desdeada por el conservadurismo, que embargaba a su pas natal, Per. No obstante, Vallejo tuvo una formacin absolutamente religiosa, dndose, que cuando an era un nio, estuvo a punto de ingresar a un seminario para hacerse sacerdote, aunque con el tiempo, esta idea desapareci de su mente, por otro lado, su abuelo, segn cuenta su biografa fue un sacerdote espaol. Por lo tanto, se puede intuir, que para Vallejo, hubo de operar un proceso de cambio interior, bastante fuerte para voltear todo sus sistema de valores, religiosos y conservadores, por otros ms liberales como son los valores marxistas. Uno de esos valores inculcados desde su infancia es el que tiene ver con la creencia en Dios, en oposicin con el atesmo marxista, y que ser el objeto de estudio en este artculo, en dos poemas de este gran creador el primero titulado Espergesia en donde, la alusin a Dios es directa y se cuestiona a s mismo su posicin Metafsica y el segundo, Redoble fnebre a los escombros de Durango. ESPERGESIA
Yo nac un da que Dios estuvo enfermo. Todos saben que vivo, que soy malo; y no saben del diciembre de ese enero. Pues yo nac un da que Dios estuvo enfermo. Hay un vaco en mi aire metafsico que nadie ha de palpar: el claustro de un silencio que habl a flor de fuego. Yo nac un da que Dios estuvo enfermo.

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Hermano, escucha, escucha... Bueno. Y que no me vaya sin llevar diciembres, sin dejar eneros. Pues yo nac un da que Dios estuvo enfermo. Todos saben que vivo, que mastico... y no saben por qu en mi verso chirran, oscuro sinsabor de fertro, luyidos vientos desenroscados de la Esfinge preguntona del Desierto. Todos saben... Y no saben que la Luz es tsica, y la Sombra gorda... Y no saben que el misterio sintetiza... que l es la joroba musical y triste que a distancia denuncia el paso meridiano de las lindes a las Lindes. Yo nac un da que Dios estuvo enfermo, grave. Para comenzar, es bueno aclarar que Espergesia es la combinacin de dos palabras: esperma y gnesis, las dos vinculadas con el concepto de vida. Lo primero que se observa en este poema son los significantes que remiten al origen de un ser humano y los que remiten a la muerte, que en el caso del poema se refiere a la propia voz potica. En cuanto al origen o gnesis tenemos, nac, lo cual es absolutamente evidente, y fretro que se localiza hacia la mitad del poema. Este principio y final de la vida se contrapone con el inicio y cierre del ao, evidenciado en los significantes enero, como el principio o nacimiento del ao, y diciembre como el final de ste, principio y fin, nacimiento y muerte del tiempo. . La voz potica reitera sostenidamente que no hay enero sin diciembre, en no sabe n del diciembre de ese enero,lo cual puede leerse como el renacimiento continuo del ser humano, una constante actualizacin de la vida, as como el tiempo es cclico, la vida de las personas, se renueva y se

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recicla, enero, es la consecuencia de diciembre, segn el texto. La consecuencia que trae ese enero es que el da que el naci (la voz potica) que se intuye fue en diciembre, Dios estuvo enfermo, es decir, que el Ser supremo no lo bendijo de ninguna manera porque l mismo estaba agonizante. Vallejo en este poema traza, a travs del lenguaje contrapuesto apuntado siempre a significados alfaomguicos, el devenir de una existencia angustiosa que lo enajena del mundo exterior, para sumergirse en si mismo, pero al no encontrar nada adentro porque se halla en un vaco metafsico, entonces considera que lo nico que queda es la denuncia a travs del canto que para la voz potica es la poesa, es por eso que observamos esa cadencia musical a lo largo de todo el texto , en el que el estribillo, es justamente la afirmacin de que el da que nac Dios estuvo enfermo. Sin embargo, la denuncia tambin se enfila hacia la decadencia de la poesa, que aunque es lo nico que le queda, cree que sta se encuentra a punto de morir. Se puede apreciar cuando dice: /por qu en mi verso chirran/ oscuro sinsabor de fretro/, es decir, la poesa tambin est a punto de morir. La gran pregunta es por qu la voz del poema cree que la poesa est agonizante. La respuesta tal vez la encontramos en lo que luego sentencia: /tod os saben y no saben/ que la Luz es tsica/ y la Sombra gorda/ El detalle importante de esta contraposicin de significantes es que ambos, estn escritos con letra mayscula al principio, se observa un afn por destacar esta contradiccin, porque es la que nos da el significado a la totalidad del poema. La luz, es todo lo que brilla y est a la vista, se puede identificar con el xito, con la fama, con la ovacin; y la sombra, con el fracaso, la negacin, la exclusin, sin embargo, vemos que para la voz del poema la luz es tsica es decir, poca cosa, raqutica, enferma, en cambi, la sombra es gorda, o sea, prspera, avasallante, este retrueque de significados, no es gratuito, pues lo que puede denotar no es ms que una crtica a los poetas que viven de la adulancia y la ovacin pero que en el fondo tal vez, no sean tan grandes como otros que permanecen en el anonimato, o no son tan apreciados por el contexto social que los circunda. Por otro lado, se destaca en este poema una posicin nihilista, muy cercana al pensamiento Nietzschiano, cada vez que destaca que Dios estuvo enfermo, recuerda a este filsofo cuando dice que Dios ha muerto, y aunque para Niezstche, esta es una afirmacin tajante, en Vallejo, Dios, no termina de morir, lo cual da a entender que todava existe un vnculo

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con Dios y que ste permanece en nuestras vidas, an cuando no hace nada, porque permite la injusticia de hacer poetas mediocres con brillo o con una Luz tsica. En una primera lectura, pareciera que la voz, negara hasta al propio Dios, pero dada su reiteracin al reclamo ante l, puede pensarse que ms bien reafirma su existencia. La casi negacin de Dios en este poema ms bien lo justifica, es decir, la voz si lo reconoce aun, cuando le haya perdido la fe. En la lectura que acabamos de hacer a Espergesia, podemos observar a un vallejo metafsico, preocupado por el ser, por Dios, por la sustancia de las cosas, sin embargo, nos preguntamos cmo es que un comunista confeso, reconoce abiertamente, como efectivamente lo hace en este poema, la existencia de Dios, si ya se ha dicho que lo fundamental en el marxismo es precisamente retirar del pensamiento social, la idea de Dios y aniquilar cualquier vestigio de Metafsica para crear al hombre nuevo, racional, cientfico? La respuesta quiz la podemos encontrar en la fecha en la que fue creado este trabajo, pues en 1918, el poeta peruano ni siquiera haba salido de su pas y no se haba enrolado en las filas de la Internacional Comunista. Por otro lado, an cuando Vallejo, no estuviera muy convencido en este momento de las bendiciones de Dios, era muy difcil que, debido a su formacin, estrictamente catlica, se hubiera despojado por completo, de todo el cmulo de conocimientos religiosos, adquiridos desde su ms temprana infancia. Ahora observemos el siguiente poema:

REDOBLE FNEBRE A LOS ESCOMBROS DE DURANGO.

Padre polvo que subes de Espaa, Dios te salve, libere y corone, padre polvo que asciendes del alma. Padre polvo que subes del fuego, Dios te salve, te calce y d un trono, padre polvo que ests en los cielos. Padre polvo, biznieto del humo, Dios te salve y ascienda a infinito, padre polvo, biznieto del humo. Padre polvo en que acaban los justos, Dios te salve y devuelva a la tierra, padre polvo en que acaban los justos.

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Padre polvo que creces en palmas; Dios te salve y revista de pecho, padre polvo, terror de la nada. Padre polvo, compuesto de hierro, Dios te salve y te d forma de hombre, padre polvo que marchas ardiendo. Padre polvo, sandalia del paria, Dios te salve y jams te desate, padre polvo, sandalia del paria. Padre polvo que avientan los brbaros, Dios te salve y te cia de dioses, padre polvo que escoltan los tomos. Padre polvo, sudario del pueblo, Dios te salve del mal para siempre, padre polvo espaol, padre nuestro. Padre polvo que vas al futuro, Dios te salve, te gue y te d alas, padre polvo que vas al futuro.

Si en una primera ojeada nos dirigimos al ttulo, vemos que ste ya presupone el contenido del trabajo, pues se puede apreciar que est orientado bsicamente a exaltar o a mover alguna fibra en el lector, por las muertes ocurridas durante la guerra civil espaola, en la ciudad de Durango, hecho que se puede intuir en las palabras fnebre y escombros, lo cual permite adentrarse en una atmsfera sombra, signada por la muerte; y dado que el poema se encuentra dentro del libro titulado: Espaa aparta de mi este cliz, donde Vallejo dedica todos los trabajos a las vctimas de esa guerra feroz, pues se hace fcil adivinar, que la elega, est dirigida a las vctimas de Durango. Desde Trilce hasta Espaa aparta de mi este cliz , el tiempo fue considerable como para que se produjera un cambio en la escritura del creador peruano, as se demuestra en los trabajos presentados dentro de este libro, especialmente el que ocupa estas lneas ya que, se evidencia una vuelta hacia lo permeable, inteligible y real, lo cual no sucede con Trilce, donde la palabra encriptada no permite muchos significados, ms all del que por cuenta propia, cada lector pueda atribuirle. Sin embargo, en el poema XIII Redoble Fnebre a los Escombros de Durango, tenemos otra forma de escritura un poco ms abierta, adems con una musicalidad no vista desde los Heraldos Negros, porque en Trilce, el poemario ms cercano a ste, la musicalidad se ve

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afectada por una sintaxis trasgredida a lo mximo y donde adems, la rima no exista, y el ritmo, slo estaba dado por los recursos anafricos, onomatopyicos y en todo caso, haciendo uso de aliteraciones. No obstante, en el poema XIII de Espaa aparta de mi este caliz, podemos encontrar tercetos de versos isomrficos, que transmiten musicalidad, a modo de canto funerario y al ritmo de un Padrenuestro o Avemara y que debido a su contenido, se constituye en una elega, ya que se realiza en paralelismos, por semejanza lxica, con las oraciones antes mencionadas, y

absolutamente catlicas, o al menos, incluidas dentro de la liturgia de esa religin, lo cual hace pensar que en cierta forma, Vallejo, quien a pesar de tener una orientacin poltica comunista, tambin hace uso , en este caso, de todo el Background religioso, que le proporcion su familia y su educacin en los primeros aos de vida, por all en Lima. Pero no slo es el tono de plegaria que se puede evidenciar en el Poema XIII, son tambin los trminos con que est construido este poema, los cuales todos, tienen que ver con el ideario catlico, tenemos por ejemplo: alma, cielos, justos dioses, sudario. Todas ellas, tienen que ver nicamente con el cristianismo y por ende, con el catolicismo, religin que promueve toda esta iconografa conceptual y que adems sabemos, es el estandarte religioso de Espaa, mucho ms cuando Francisco Franco, quien luego de la victoria de la guerra civil, asume el poder, es conocido por todos, que utilizaba a la Iglesia como su escudo protector, tanto, que se deca que estaba all por la gracia de Dios y en nombre de l, ejecut las ms terribles muertes, el hostigamiento al pueblo espaol, la opresin y el oscurantismo para ese pas. En cuanto a lo semntico, es evidente que, el poema se hace un tanto irnico, cuando apela a todo un juego lingstico donde el universo lexemtico se compone de trminos

religiosos, catlicos, pero que aluden a la guerra que el mismo Franco, catlico confeso, ayud a propiciar, y se reclama, al mismo tiempo en este poema, sobre los destrozos blicos,

materializados en el nombre de Dios. La palabra polvo es lapidaria, en ella est contenida toda la fuerza del poema, es la que nos habla desde lo ms recndito del locutor lrico, ella es la que dibuja el dolor, no slo de Vallejo ante la injusticia cuando escribe este poema, sino que representa el dolor de todo el pueblo espaol, al encontrar a su patria destruida, es decir, vuelta polvo. De manera pues, que podemos encontrar en este trabajo de Vallejo, dos orientaciones, una religiosa y otra poltica, sin embargo, la voz lrica, deja al descubierto que no est

comprometida con esa atmsfera metafsica que exhibe el poema en un primer plano, y que est inducida por todo ese constructo realizado con un lenguaje alusivo a la religin, ms bien deja

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sentado, que desde afuera, observa la hipocresa que se desarrolla en el ambiente poltico de la Espaa de esa poca (valindose de la religin) y que Vallejo, magistralmente, ironiza como tenor que canta toda esta elega, en honor a los muertos de Durango. Ahora bien, retomamos, la premisa inicial: Vallejo un marxista metafsico. Despus de leer los dos trabajos, podemos seguir pensando, que Vallejo discriminaba entre estas dos tendencias aparentemente opuestas? Segn lo arrojado por los anlisis lo nico que podemos decir es que Vallejo, nunca se apart de su pensamiento metafsico, no obstante, no hizo de l un lema, como tampoco lo hizo con su tendencia poltica, que ms que marxista era progresista, pero en ninguno de los dos casos, fue un militante ni creyente ciego, ms bien, fue un observador de la conducta humana, que tomando en cuenta sus propias experiencias tanto ntimas como colectivas, pudo a travs de su poesa; denunciar, reclamar y crear nuevos universos para poder seguir soando con un mundo de progreso, ms justo, ms equitativo y ms amable para todos los seres humanos.

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BIBLIOGRAFIA

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La investigacin como pilar de la educacin universitaria del siglo XXI


Cardozo Montilla, Miguel Angel*

* Profesor del Postgrado en Gerencia de Servicios Asistenciales en Salud, Universidad Catlica Andrs Bello. Asesor de la Coordinacin de Investigacin, Profesor del Programa de Estudios Individualizados de Maestra y Doctorado y Profesor Invitado de la Ctedra de Bioqumica, Facultad de Odontologa, Universidad Central de Venezuela.

Direccin para correspondencia: Avenida Tehern, Urbanizacin Montalbn, Universidad Catlica Andrs Bello, Edificio de Postgrado, Direccin del Postgrado en Gerencia de Servicios Asistenciales en Salud (piso 1). Caracas, Venezuela. Cdigo Postal 1020. Telfono: +58 212 407.43.04. Correo electrnico: michaeliarchangelo2006@gmail.com

Resumen

Para un desarrollo social ptimo, es indispensable que los profesionales de las distintas reas renan un conjunto de competencias que incrementen su capacidad de dar respuestas efectivas y oportunas a los problemas y necesidades de la poblacin. Una estrategia para lograrlo es a travs de la investigacin formativa en el mbito universitario, capaz de consolidar una cultura profesional centrada en la construccin de soluciones creativas, eficientes y eficaces, desde la indagacin. Diversas experiencias demuestran que iniciativas como esta contribuyen significativamente al desarrollo sustentable, al preparar a los estudiantes para enfrentar los retos que plantea la creciente demanda social por una mejor calidad de vida, cuya satisfaccin implica un abordaje inter, multi y transdisciplinario.

Palabras clave: Investigacin, educacin superior, competencias.

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Abstract

For optimal social development, is essential that the professionals from the different areas meet a set of competencies that enhance their capacity to give effective and timely responses to the problems and needs of the population. A strategy to achieve this is through formative research in the university, able to consolidate a professional culture focused in the construction of creative, efficient and effective solutions, from the inquiry. Some experiences show that initiatives like this contribute significantly to sustainable development, to prepare the students to meet the challenges derived from the growing social demand for a better quality of life, whose satisfaction involves a inter, multi and transdisciplinary approach.

Keywords: Research, higher education, competencies.

Cuando se habla de investigacin en el mbito universitario, frecuentemente la atencin se centra en el desarrollo y fortalecimiento de competencias para llevarla a cabo con xito, tales como pensamiento crtico, aprendizaje reflexivo, conocimientos sobre metodologa de la investigacin, entre muchas otras. Sin embargo, el quehacer investigativo podra constituirse en s mismo en una estrategia formativa para el enriquecimiento del proceso de enseanza-aprendizaje. De acuerdo a Gonzlez Ortiz (2008), la investigacin concebi da de esta manera forma para la indagacin metdica, la reapropiacin del conocimiento y la autoformacin; para la aplicacin de principios cientficos y el pensamiento propio y creativo. Esto indudablemente contribuira a optimizar la prctica de los profesionales de cualquier rea al mejorar su abordaje del proceso de toma de decisiones orientado a dar respuestas efectivas y oportunas a los problemas y necesidades de la colectividad, lo que se deriva de un incremento de su capacidad de aprovechamiento de la informacin vlida disponible a la hora de seleccionar cada curso de accin. En otras palabras, las competencias que el estudiante desarrolla en el contexto de su labor investigativa, potencialmente pueden

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ayudarlo a consolidar una cultura profesional centrada en la construccin de soluciones creativas, eficientes y eficaces, desde la indagacin.

Pero aunque parecen evidentes las ventajas de la investigacin formativa, algunos obstculos podran surgir frente a iniciativas que la promuevan, el primero de ellos representado por las debilidades del proceso de enseanza-aprendizaje en pre y postgrado, ya que con frecuencia no se incorporan a la oferta acadmica contenidos relacionados con los aspectos epistemolgicos y metodolgicos de la investigacin.

Otro obstculo, de mayor alcance y complejidad, proviene de la resistencia que ofrecen muchos actores dentro de las instituciones de educacin superior a la introduccin de nuevos modelos de formacin. Para Hernndez (2005), esa cultura acadmica tradicional dificulta la participacin del estudiante en actividades de investigacin, ya que reserva el estatus de investigador slo a aquellas personas con reconocido renombre y trayectoria; por correr la frontera del conocimiento en campos de inters mundial; y por competir por el reconocimiento individual a costa del trabajo de otros.

Una forma de superar estas barreras es a travs del trabajo en red como mecanismo para lograr la sinergia entre los esfuerzos individuales, favoreciendo la inter, multi y transdisciplinariedad en torno a grandes proyectos (Cardozo Montilla, en imprenta). Adicionalmente, la conformacin de redes de investigacin constituye una estrategia inclusiva, dado que a ellas se pueden sumar tanto profesores como alumnos de todos los niveles, adems de la empresa privada, entes gubernamentales, organizaciones internacionales y otros actores con capacidad de proveer recursos necesarios para viabilizar las propuestas que se generen en estos espacios.

El impacto de estas redes sobre la formacin individual en el mbito universitario, se traducira en el desarrollo y fortalecimiento de competencias capaces de incrementar la capacidad contributiva al desarrollo sustentable, entre las que se pueden mencionar (Hernndez, 2005; Velsquez Fandio, 2007):

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Comprensin de los problemas y fenmenos sociales. Formulacin de preguntas inteligentes relacionadas con problemas concretos. Habilidad para comunicar ideas en forma clara y concisa. Capacidad de trabajo en equipo. Creatividad. Toma efectiva de decisiones en condiciones de gran incertidumbre. Responsabilidad social.

Esto ha podido ser corroborado en diversas experiencias. Una de ellas, los semilleros de investigacin colombianos, son ya emblemticos en la regin por la manera en que se han articulado en redes que persiguen afianzar una cultura investigativa desde la formacin en investigacin y para la investigacin formativa, lo que garantiza, como seala Correa Montoya (2006), el relevo generacional.

La Red Colombiana de Semilleros de Investigacin (RedCOLSI), que de acuerdo a sus Estatutos de Constitucin (2004) tiene por objeto social la gestin de recursos para invertir en procesos formativos y de desarrollo de los estudiantes organizados institucionalmente en Semilleros de Investigacin, Redes institucionales, Redes temticas, o Redes interinstitucionales y Nodos Departamentales, ha servido de factor catalizador de ese propsito estratgico al dedicar gran parte de sus esfuerzos al diseo de procesos formativos de calidad.

Otra experiencia desarrollada en Brasil, referida a una red de programas de postgrado del rea de Ciencias Administracin y de Gestin, es interesante dado que no es el resultado de una estrategia para impulsar la investigacin formativa, pero en su evolucin se ha puesto de manifiesto una mayor produccin cientfica en esos programas, aumentando a su vez su visibilidad e impacto, aunque como sostienen De Aquino Guimares y cols. (2009), las relaciones dentro de esta red aun son dbiles. Pese a ello, queda claro que el trabajo en red en el mbito universitario deviene en un incremento de la capacidad colectiva e individual para la investigacin, y esto indefectiblemente conduce a una mayor integralidad del proceso de enseanza-aprendizaje.

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Conclusiones

Las actividades de investigacin constituyen un valioso activo de las instituciones de educacin superior. Pero para que puedan tener un impacto positivo sobre la formacin de los futuros profesionales, se requiere del compromiso por parte de todos los actores involucrados en ella de mancomunar esfuerzos y recursos para impulsar de manera efectiva la investigacin formativa, como va de alcanzar altos niveles de desarrollo cientfico, tecnolgico y humanstico, garantizando as una mejor calidad de vida de la poblacin.

En nuestro pas no se ha aprovechado al mximo el quehacer investigativo llevado a cabo en los espacios acadmico-cientficos, por lo que queda en la agenda de trabajo de las universidades nacionales la tarea de disear estrategias que permitan incluir transversalmente en el currculo las actividades de investigacin, pero no como un complemento o valor agregado, sino como el eje del proceso de enseanza-aprendizaje.

Recomendaciones

Un primer paso que ayudara a crear conciencia en los niveles de toma de decisiones sobre la importancia de la investigacin para la formacin integral, sera la realizacin de talleres, dirigidos a los alumnos que se estn iniciando en la vida universitaria, que proporcionen herramientas metodolgicas para el buen desarrollo de trabajos de investigacin orientados a responder preguntas formuladas en torno a problemas prcticos, enmarcados dentro de los contenidos propios de las asignaturas que ellos cursan. De esta forma se podra emprender el camino hacia la innovacin desde la academia, justificando la necesidad de invertir en investigacin formativa. Como incentivo para incrementar la participacin estudiantil en proyectos de investigacin, se puede gestionar la publicacin de sus trabajos en revistas cientficas arbitradas e indexadas. Para ello, es necesario que cuenten con la asesora de expertos, involucrados o no en dichos proyectos, que controlen en cada fase la calidad metodolgica de los artculos, as como su apego a las normas de estilo

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correspondientes. Esto adems de ser una fuente de prestigio para los estudiantes, contribuira a difundir el trabajo en red.

Referencias bibliogrficas

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