Fao
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FAO/J. Bravo
Ecuador
Contexto ambiental
1997-98 293 fallecidos, 13 374 familias afectadas, daos estimados en 2 882 millones de USD (equivalente al 15% del PIB de 1997). 1999 desde 1999 2008 2 000 personas desplazadas, daos en la salud y cierre del aeropuerto de Quito. En 1999: 20 000 evacuados, prdidas estimadas en 17 millones de USD en el sector agrcola y en 12 millones en el turstico. Desde 2001, 50 000 personas evacuadas y daos en la salud de los afectados por las emisiones de ceniza, graves prdidas econmicas. 62 fallecidos, 9 desaparecidos, 90 310 familias afectadas, carreteras destruidas, 150 000 ha de cultivos perdidos, daos incalculables.
Fuente: Jordn & Asociados, Estudio: desastres naturales y tenencia de la tierra de los pobres, 2008.
Fuente: EM-DAT: The OFDA/CRED International Disaster Database, www.emdat.be Universidad Catlica de Lovaina, Bruselas, Blgica, septiembre de 2008.
El pas, adems, por sus condiciones geomorfolgicas y el efecto de la actividad humana es propenso a procesos como deslizamientos, avalanchas de lodo y erosin cuando se producen episodios climticos de intensas lluvias. En las ltimas dcadas, el Ecuador ha sido escenario de fenmenos naturales de considerable magnitud que han afectado de manera particularmente grave a la poblacin ms vulnerable: la poblacin pobre de las reas rurales (Recuadro 1). En el Ecuador, un 36,3 por ciento de la poblacin se sita bajo el umbral de pobreza, porcentaje que asciende a un 61,5 en el rea rural. La tendencia de los desastres naturales en el Ecuador muestra un aumento gradual del nmero de fenmenos y de la gravedad de su impacto, en particular de las inundaciones, sequas y temperaturas extremas: de los 29 desastres naturales de gran escala que han afectado al pas en los ltimos veinte aos, el 59 por ciento tena origen climtico. Si bien el nmero de vctimas mortales causadas por los desastres naturales ha experimentado una disminucin progresiva, existe un incremento significativo del nmero de damnificados, as como de la gravedad de las prdidas socioeconmicas y ambientales. Los desastres histricos que han afectado a un mayor nmero de personas en el Ecuador aparecen representados en el Recuadro 2. Los desastres naturales, sin embargo, no son el simple resultado de las amenazas geofsicas o hidrometeorolgicas o de un perfil territorial vulnerable: su probabilidad
de aparicin y su impacto se ven incrementados en gran medida por factores fruto de actividades humanas, capaces de generar tambin a su vez nuevas amenazas. As, en el Ecuador la topografa irregular, sumada a una deforestacin significativa causada por la conjuncin de los fenmenos naturales y la accin del hombre, provoca una alta vulnerabilidad en las poblaciones que se asientan en esas zonas. El problema no se da slo en las reas rurales sino tambin en las ciudades, ya que los asentamientos urbanos marginales suelen ubicarse en zonas de alto riesgo por la deforestacin. Sin acceso a la tierra ni la seguridad de la tenencia, la poblacin vulnerable no tendr posibilidad de mejorar sus medios de vida.
La vulnerabilidad ante los desastres naturales est estrechamente enraizada con condiciones sociales, econmicas, ambientales y de seguridad de tenencia de la tierra preexistentes. El riesgo no puede evaluarse ni puede abordarse su gestin sin tener en cuenta estos factores y, ms en concreto, sin realizar un pormenorizado anlisis de las cuestiones relacionadas con la tierra (distribucin, uso y seguridad de la tenencia).
Tierra y vulnerabilidad
En el Ecuador, el proceso de reforma agraria que se inici en 1964 no ha desembocado en una distribucin de la tierra ms equitativa: las mejores tierras siguen an concentradas en pocas manos. La Ley de Desarrollo Agrario de 1994 tena como propsito impulsar los procesos de modernizacin sectorial y consolidar una nueva estructura de concentracin de la tierra apoyada por el sector empresarial. Cobraron as especial relieve las variables
econmicas productivas y se dejaron de lado las sociales, culturales y ecolgicas, a la vez que se privilegi el mercado de tierras como estrategia para mejorar la eficiencia y los niveles de produccin y productividad en el campo, limitando el acceso de los pequeos campesinos a la tierra. En consecuencia, los pequeos productores se vieron forzados a ocupar las tierras de altura y los suelos de menor calidad y alta erosin, con la consecuente degradacin de los
FAO/P. Johnson
FAO/R. Faidutti
La distribucin no equitativa de la tierra y la falta de seguridad en la tenencia hace que los campesinos sin tierra se concentren en zonas marginales de alto riesgo, lo que aumenta su vulnerabilidad y genera al mismo tiempo nuevas amenazas naturales.
pramos, bosques de neblina y las fuentes de agua. No obstante, la nueva Constitucin de 2008, ha dado un importante paso adelante al establecer en el artculo 282 que el Estado normar el uso y acceso a la tierra, que deber cumplir la funcin social y ambiental. Un fondo nacional de tierra, establecido por ley, regular el acceso equitativo de campesinos y campesinas a la tierra. Se prohbe el latifundio y la concentracin de la tierra, as como el acaparamiento o privatizacin del agua y sus fuentes.
proteccin integrales del sector, la garanta de la seguridad en la tenencia individual y colectiva de la tierra. No obstante, en el Ecuador slo un 68,4 por ciento de las tierras agrcolas tiene ttulo de propiedad, mientras que un 6,7 por ciento son explotadas sin poseer ningn ttulo de propiedad o contrato de arrendamiento y sin pagar renta alguna. Durante el evento de El Nio de los aos 1997-98, la prioridad del Gobierno se centr en la reconstruccin de las obras de infraestructura fsica, principalmente vas, puentes, centros escolares y de salud, as como en la instalacin de albergues para el reasentamiento temporal de los desplazados, entrega de raciones alimenticias y vituallas, y envo de brigadas de salud. Lo mismo sucedi tras el desastre de La Josefina o las distintas erupciones del volcn Tungurahua: las intervenciones pblicas han concedido en todos los casos prioridad a la organizacin post-desastre y la atencin de la emergencia y no han contemplado las cuestiones relacionadas con la tenencia de la tierra. Es innegable, sin embargo, que la tenencia de la tierra y los derechos de propiedad sobre ella resultan indispensables no slo para el desarrollo econmico y social sostenible y la mitigacin de la pobreza, sino tambin para la gestin del riesgo y la reduccin del impacto de los desastres naturales. El alto nivel de inseguridad en la tenencia hace que, con frecuencia,
la poblacin vulnerable asentada en zonas de riesgo se resista a abandonar su lugar de residencia a pesar del peligro para no perder sus derechos sobre la tierra. Asimismo, la falta de ttulos de propiedad impide que, en muchos casos, la poblacin afectada pueda acceder al crdito usando la tierra como garanta. Por su parte, los gobiernos deben disponer de informacin fiable sobre la propiedad de la tierra a fin de planificar las medidas de respuesta en casos de emergencia y reducir la vulnerabilidad de la poblacin ante los desastres.
El Estado proteger a las personas, las colectividades y la naturaleza frente a los efectos negativos de los desastres de origen natural o antrpico mediante la prevencin ante el riesgo, la mitigacin de desastres, la recuperacin y mejoramiento de las condiciones sociales, econmicas y ambientales, con el objetivo de minimizar la condicin de vulnerabilidad [...] (Art. 389) Los riesgos se gestionarn bajo el principio de descentralizacin subsidiaria, que implicar la responsabilidad directa de las instituciones dentro de su mbito geogrfico (Art. 390).
Asimismo, la nueva Constitucin contempla de manera explcita uno de los grandes retos pendientes del Ecuador:
Establecer un sistema nacional de prevencin, gestin de riesgos y desastres naturales, basado en los principios de inmediatez, eficiencia, precaucin, responsabilidad y solidaridad (Art. 397).
FAO/F. Mattioli FAO/G. Bizzarri
La propuesta de un modelo descentralizado es de particular importancia, ya que en el Ecuador las instituciones pblicas responsables han mostrado un profundo desconocimiento de la realidad local. Es preciso, por tanto, que los entes locales asuman la responsabilidad de la estrategia de gestin de riesgos en funcin de las condiciones especficas de cada zona, en especial por lo que se refiere a las cuestiones de acceso y tenencia de la tierra en las que cuentan con una experiencia relevante. A nivel internacional, es importante mencionar que el Ecuador participa en el Comit Andino de Prevencin y Atencin de Desastres (CAPRADE), del cual ha asumido la presidencia pro tempore en septiembre de 2008. Frente a los avances en el marco poltico e institucional en gestin del riesgo, el Ecuador no ha experimentado un progreso paralelo en el contexto de la poltica de tierras. La responsabilidad de la materia recae en un complejo y fragmentado marco institucional en el que participan el Ministerio de Agricultura, Ganadera, Acuacultura y Pesca (MAGAP) a travs del Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA), el Ministerio del Ambiente (MAE) y el Ministerio de Desarrollo
Urbano y Vivienda (MIDUVI). Esta fragmentacin impide que un organismo asuma el liderazgo en la formulacin y aplicacin de una poltica de tierras que apoye procesos de desarrollo sostenibles. En el mbito local, sin embargo, los gobiernos locales, consejos provinciales, municipios, juntas parroquiales y organizaciones no gubernamentales estn desempeando una importante funcin en el manejo y administracin de la tierra (acceso, legalizacin de la tenencia) en favor de la poblacin afectada por los desastres, y existen experiencias interesantes a nivel local, si bien focalizadas y de pequea escala, que pueden servir de enseanza y referencia para el diseo de mecanismos y polticas destinadas a la gestin del acceso y la tenencia de la tierra en relacin con los desastres naturales. A pesar de los recientes avances, una de las prioridades del Ecuador, tal y como menciona la misma Constitucin, sigue siendo la creacin e implementacin de un sistema nacional descentralizado de gestin integral del riesgo. Para ello se hace necesario fortalecer las capacidades de la institucionalidad existente, aplicando las lecciones aprendidas y vinculando as la gestin del riesgo con la tenencia de la tierra.
FAO/G. Bizzarri
Lecciones aprendidas
El carcter reactivo ante los desastres
En el Ecuador la respuesta del Estado ante los desastres producidos por fenmenos naturales adversos en las ltimas dcadas ha sido de carcter reactivo, focalizando la atencin en las intervenciones post-desastre en situaciones de emergencia y, en particular, en las labores de rehabilitacin y reconstruccin de viviendas e infraestructura fsica. Dentro de este esquema, las acciones orientadas a garantizar el acceso y la legalizacin de la tenencia de la tierra despus de los desastres naturales no han tenido carcter prioritario. Las pocas iniciativas en este sentido han sido obra de organizaciones no gubernamentales y de la Iglesia catlica, con el apoyo puntual de la cooperacin internacional, la sociedad civil y el sector pblico. Actualmente, sin embargo, el nuevo marco poltico e institucional concede prioridad a un enfoque integral descentralizado del riesgo, con responsabilidad directa de las instituciones locales. En este contexto, las cuestiones relacionadas con el acceso a la tierra y la
seguridad de su tenencia cobran particular relevancia para reducir la vulnerabilidad de la poblacin, en especial de la poblacin pobre, ante los desastres naturales.
Las acciones post-desastre suelen prestar atencin prioritaria al problema de la reconstruccin y la atencin de emergencia, dejando en un segundo plano el acceso a la tierra, que en la mayora de casos constituye la nica fuente de ingresos de las familias afectadas. En consecuencia, las familias desplazadas, al no disponer de medios de produccin para la actividad agrcola ni otra alternativa de empleo, regresan a las zonas de riesgo a pesar del peligro para tratar de cultivar la tierra, atender a los animales y proteger el patrimonio familiar cuando no ha sido destruido, mientras que, cuando lo han perdido todo, emigran a las ciudades o fuera de la zona de riesgo en busca de alternativas de subsistencia para la familia. El respeto del hbitat natural La tierra no es slo un bien econmico. El traslado a albergues temporales o a reasentamientos definitivos afecta profundamente el estado anmico y emocional de los miembros de las familias evacuadas y, en particular, de los ms vulnerables: los ancianos, los nios y las mujeres. La situacin se hace an ms crtica cuando los damnificados son trasladados a sitios con caractersticas geogrficas y culturales totalmente diferentes a las de sus lugares de origen. Tras los desastres naturales, la vida comunitaria se
Construir una comunidad no es slo construir edificios y servicios. La viabilidad de los proyectos de reasentamiento debe necesariamente tomar en consideracin la importancia sociocultural y econmica de la tierra y exige, por tanto, la seguridad de su tenencia.
debilita significativamente, ya que en ocasiones los miembros de la comunidad son evacuados a lugares diferentes. La planificacin de las acciones antes, durante y despus de los desastres no considera como un factor relevante las caractersticas socioculturales de la poblacin afectada, lo que repercute en problemas de adaptacin y participacin en la nueva vida comunitaria. Para los campesinos la tierra no slo constituye el medio de produccin esencial, sino que adems es la base y el sentido de la vida social, por cuanto all se integra la familia y la comunidad y se construyen simblicamente las identidades, a travs del trabajo directo en la parcela y la asimilacin
FAO/P. Johnson
Durante la erupcin del volcn Tungurahua, las poblaciones de Bilbao y Sucua, situadas en las faldas mismas del volcn, fueron evacuadas y trasladadas a 100 km de distancia, a una zona con un ecosistema, un sistema de produccin y unas caractersticas culturales muy diferentes. Sin duda este hecho fue una de las causas del alto nmero de familias que regresaron a sus lugares de origen o emigraron a otras ciudades o pases.
FAO/G. Bizzarri
cultural del territorio. Es por tanto imprescindible garantizar los derechos de propiedad sobre la tierra de la poblacin afectada, as como promover su participacin en la nueva vida comunitaria.
(el impuesto de alcabala es el tributo que se cancela por las transferencias de inmuebles urbanos o rsticos a ttulo oneroso o gratuito, cualquiera que sea su forma o modalidad. La transferencia puede darse mediante una venta ttulo oneroso o en forma de donacin ttulo gratuito ).
A pesar del peligro, durante los procesos eruptivos del volcn Tungurahua los campesinos evacuados regresan a sus parcelas, al menos de forma temporal, como un mecanismo para garantizar, a travs de la ocupacin fsica, la tenencia de sus tierras. Este hecho, sumado al sentido histrico de la propiedad y al apego a la tierra dificulta an ms su reasentamiento definitivo y su aceptacin del desarraigo y dificulta la gestin del riesgo.
La seguridad de los derechos de tenencia sobre la tierra es un factor fundamental para una eficaz gestin del riesgo.
voluntad para aplicar la legislacin y los mecanismos que facultan al Estado para expropiar tierras con fines sociales, como es el caso de riesgo eminente ante un fenmeno natural. Se hace necesario asimismo establecer mecanismos que aseguren que la tierra no sea confiscada ni se otorgue a travs de actos fraudulentos y que eviten la especulacin sobre la tierra tras los desastres naturales.
FAO/E. Yeves
Por otro lado, recopilar y analizar la informacin sobre tenencia de la tierra resulta sumamente complicado cuando falta la seguridad en la tenencia de la tierra. El acceso a informacin fiable sobre la propiedad de la tierra es fundamental en la planificacin institucional y en las tareas de reconstruccin tras los desastres naturales.
FAO/G. Bizzarri
El convenio entre el Ministerio de Agricultura, Ganadera, Acuacultura y Pesca (MAGAP) y el Fondo Ecuatoriano Populorum Progresso (FEPP) para la adquisicin de tierras destinadas al reasentamiento de la poblacin afectada por la erupcin del volcn Tungurahua constituye una interesante experiencia de cooperacin entre el sector pblico y una ONG. El convenio establece la responsabilidad del Estado de financiar la adquisicin de tierras, mientras que el FEPP apoya el proceso de identificacin y seleccin de las familias afectadas y su reubicacin en una zona fuera de peligro en condiciones que les permitan su reactivacin productiva y una adecuada reinsercin socioeconmica con una tenencia de la tierra segura. La colaboracin ha permitido aprovechar al mximo la experiencia y conocimientos en materia de gestin de tierras del FEPP, los recursos financieros aportados por el Estado y la participacin de las comunidades.
Prioridad: creacin e implementacin de un sistema nacional descentralizado de gestin integral del riesgo que reduzca la vulnerabilidad de la poblacin ante los desastres naturales.
Orientaciones estratgicas
Fortalecer y crear capacidades en la institucionalidad existente. Promover el proceso de descentralizacin mediante la transferencia de responsabilidades a los entes locales.
Vincular las cuestiones del acceso a la tierra y la seguridad de la tenencia con la gestin del riesgo y la reduccin de la vulnerabilidad e integrarlas en el nuevo marco poltico e institucional existente. Incluir en los planes post-desastre medidas que afronten los problemas de la titularidad de la tierra y asegurar su tenencia para evitar la especulacin. Impartir capacitacin a la poblacin vulnerable de las zonas de riesgo y a las autoridades locales y nacionales sobre la gestin de riesgos y los aspectos de acceso y legalizacin de la tenencia de la tierra en situaciones de desastres naturales y difundir informacin oportuna al respecto.
En tierra segura: ECUADOR
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FAO/E. Yeves
Revisar y actualizar la legislacin en materia de tenencia de la tierra en situaciones de desastres naturales a fin de garantizar a la poblacin ms vulnerable el acceso, legalizacin y registro de la tenencia de la tierra. Regularizar los derechos informales sobre la tierra. Promover los procesos de identificacin de zonas seguras para la reubicacin temporal o definitiva de la poblacin desplazada por desastres naturales. Estas zonas debern poseer adems caractersticas ambientales, socioculturales y econmicas similares a las de los lugares de origen. Actualizar y modernizar los registros de propiedad de la tierra, digitalizndolos para evitar que corran el riesgo de daarse por efecto de los fenmenos naturales. Fomentar la colaboracin entre el sector pblico y privado en la gestin del riesgo vinculada a la tenencia de la tierra.
DESASTRES NATURALES Y TENENCIA DE TIERRAS DIRECTORIO INSTITUCIONAL GOBIERNO DE LA REPBLICA DEL ECUADOR DESASTRES NATURALES Ministerio de Coordinacin de la Seguridad Interna y Externa (Secretara Tcnica de Gestin de Riesgos) Secretara Nacional de Planificacin y Desarrollo SENPLADES Direccin Nacional de Defensa Civil Comit de Prevencin del Fenmeno El Nio (COPEFEN) Corporacin Ejecutiva para la Reconstruccin de las Zonas Afectadas por el Fenmeno de El Nio (CORPECUADOR) Consejo de Programacin de Obras de Emergencia (CPOE) TENENCIA DE TIERRAS Ministerio de Agricultura, Ganadera, Acuacultura y Pesca (MAGAP) Ministerio del Ambiente (MAE) Instituto Nacional de Estadstica y Censos (INEC) Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) MAGAP Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA) MAGAP Programa de Regulacin y Administracin de Tierras Rurales (PRAT)
CONTACTO: FAO. Unidad de Tenencia y Manejo de Tierras. Sr. Paul Munro-Faure. Jefe. Paul.Munro-Faure@fao.org Sra. Adriana Herrera Garibay Oficial de Tenencia de Tierras Adriana Herrera@fao.org
UN-HABITAT. Seccin de Administracin de la Tenencia y Propiedad de la Tierra Divisin de Vivienda. Sra. Clarissa Augustinus Jefe. Clarissa.Augustinus@unhabitat.org
FAO EN EL ECUADOR Representacin de la FAO en el Ecuador Representante: Sr. Ian Cherrert FAO-EC@fao.org www.fao.org/world/ecuador/ index.html; www.fao.org.ec/