Osteopatia Craneal PDF
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l (hombre) no es el cuerpo fsico, las emociones o el alma. stos son ms bien instrumentos que le permiten actuar en el mundo fsico, emocional o espiritual, y nosotros tenemos la obligacin de estudiar la anatoma y la fisiologa de estos instrumentos si queremos tratar al ser humano en su globalidad. V. M. Frymann1 El mdico debera tener por objetivo encontrar la salud. Cualquiera es capaz de encontrar la enfermedad. A. T. Still2
La osteopata fue desarrollada por el americano Dr. Andrew Taylor Still (1828-1917). Vindose confrontado con la medicina practicada en aquellos tiempos y con la insatisfaccin por la prescripcin exagerada de medicamentos, la prctica de sangras y de otros mtodos mdicos utilizados, Taylor desarroll un nuevo sistema mdico global que denomin osteopata. En el ao 1874 hizo pblicos por primera vez sus postulados filosficos y prcticos sobre la osteopata. De la mano de J. M. Littlejohn, la osteopata fue introducida tambin en Europa, de forma que la primera escuela de osteopata europea fue fundada en 1917 en Inglaterra: The British School of Osteopathy. En 1957 se fund la cole Franaise dOsteopathie bajo la direccin de Paul Geny, que por motivos de represiones estatales fue trasladada a Inglaterra en 1960, convirtindose en la European School of Osteopathy en Maidstone. Desde los aos 1980 la osteopata ha adquirido progresivamente cada vez ms importancia en Europa, habindose fundado varios institutos de formacin y de ampliacin de estudios.
Bases de la osteopata
Traducido literalmente, osteopata significa transformacin patolgica del hueso, pero esta definicin puede dar lugar a malentendidos. Still eligi este nombre para su concepto teraputico porque haba comenzado sus investigaciones con el hueso y haba empezado primero con la normalizacin del esqueleto. Greek lexicographers say it (Osteopathy) is a proper name for a science founded on a knowledge of bones. So instead of bone disease it really means usage.*50 Still9 lleg a la conclusin de que el libre fluir de la sangre garantiza el estado de salud, mientras que los trastornos circulatorios locales o generales producen la enfermedad. El movimiento es vida. Todo lo que vive, fluye. El movimiento es la caracterstica principal y condicin necesaria para la vida. Si el movimiento y la movilidad de los tejidos estn reducidos o limitados, de forma que los lquidos (sangre, linfa, etc.) no pueden fluir sin problemas, se produce un estancamiento ms o menos considerable. La inervacin del tejido tambin
* What I mean by treatment... I want you to adjust the bones.51 We use the bones as fulcrum and levers to adjust from the abnormal to the normal that the harmonious functioning of the viscera of the whole body may show forth perfection, that condition which is know as good health.52 The question is not how to place the bones in a normal position, that the muscles and ligaments may play in their allotted places and act with freedom at all times. But beyond all this lies a still greater question to solve, which is how and when to apply the chemicals of life as nature designs they shall be.53
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Tabla 1.1
Desarrollo de los modelos de tratamiento craneales
1 Fase W.G. Sutherland D.O. 1873-1954 Extensin de los principios osteopticos sobre el crneo, modelo de la respiracin primaria, modelos biomecnicos (modelo de BLT-BMT, Core-Link craneosacro, etc.), funcionales y vitalistas (potency, Breath of life, liquid light, etc.) Modelo de la vrtebra craneal, disfuncin osteoptica en el crneo, traslad los principios de Still al crneo Craneopata
2 Fase H.I. Magoun D.O. 1898-1981 B. Dejarnette D.C. 1899-1992 R.E. Becker D.O. 1910-1996 A.R. Becker D.O. 1913-2000 R.C. Fulford D.O. 1905-1997 C.L. Handy D.O. B-E. Arbuckle D.O. 1909-1974 A.L. Wales D.O. T.F. Schooley D.O. 1913-2001 3 Fase 1 V.M. Frymann D.O. J.E. Upledger D.O. F. Mitchell jr. D.O. A. Chila D.O. 3 Fase 2 J. Jealous D.O. E. Blackman D.O. P. v. d. Heede D.O. A. Abehsera D.O., M.D. J. McPartland D.O. M. G. Pick D.C. Modelo biodinmico Enfoques embriolgicos Enfoques embriolgicos, healing point Enfoques embriolgicos, formas de ondas complejas Modelo de entrainment Investigacin de las suturas Aplicacin de la osteopata craneal en el mbito de la pediatra, fundacin del Osteopathic Center for Children Enfoques somatoemocionales Left brained OCF (enfoques estructurales) Analogas entre los huesos del crneo, modelo de las fascias Enfoques biomecnicos, autor de Osteopathy in the craneal field Modelo de tratamiento estructural: tcnica sacrooccipital Enfoques filosficos, vitalistas, tcnicas del fulcro Enfoques vitalistas Modelos energticos Enfoques energticos (influencia sobre el MRP tambin sin contacto) Aplicacin de la osteopata craneal en el mbito de la pediatra, Cerebral Palsy Clinic en Filadelfia. Modelo de los vectores de fuerza /fibras del estrs de la duramadre Continuacin de las ideas de Sutherland Enfoques energticos
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Los mdicos que quieren entender al ser humano deben considerarlo como un todo y no como parte de un zurcido. Si se encuentra una parte del cuerpo enferma, debe buscarse la causa que produce la dolencia y no quedarse en sus manifestaciones externas. Paracelso Todo en la vida se manifiesta en forma de energa de movimiento. Magoun1
El mecanismo de la respiracin primaria (MRP) es un modelo bsico de la osteopata craneal clsica. Sus componentes forman, segn Sutherland, la base de un ritmo inherente y palpable en el crneo y en todo el cuerpo2-7. Mientras que el motor msculos mueve la columna vertebral, dentro del crneo no existen msculos que puedan cumplir esta funcin. Solamente hay algunos msculos exocraneales que se insertan en el crneo y que pueden influir en la movilidad de los huesos del crneo, pero no pueden ser considerados como motor propio de su movilidad. El MRP es considerado por Sutherland y por Magoun como el motor o el mecanismo que permite los movimientos involuntarios finos en el organismo6,13. Parece que este ritmo es palpable hasta 15 minutos despus de la manifestacin del ltimo signo de vida de un ser humano23. Existen nuevos conocimientos que permiten sacar nuevas conclusiones y que relativizan las descripciones clsicas del MRP (ver ms adelante). No son raros los debates actuales sobre los ritmos del MRP que se limitan a la fenomenologa y a consideraciones esotrico-ideolgicas. El MRP est constituido, segn Magoun y Sutherland, por los siguientes factores8,14: 1. 2. 3. 4. 5. Motilidad (movimiento inherente) del cerebro y de la mdula espinal. Fluctuacin del lquido cefalorraqudeo. Movilidad de las membranas intracraneales e intraespinales. Movilidad de los huesos del crneo. Movilidad involuntaria del sacro entre los dos huesos de la pelvis.
Este mecanismo se denomina primario porque se supone que est directamente unido con la respiracin tisular interna del sistema nervioso central que regula la respiracin pulmonar y el conjunto de funciones corporales. En este sentido se mencionan efectos sobre los centros del cuarto ventrculo y sobre el centro de la respiracin6,15. Adems, segn las suposiciones de algunos ostepatas, el ritmo del MRP ya sera activado por la respiracin pulmonar durante el desarrollo embrionario y sera palpable hasta 15 minutos despus de manifestar el ltimo signo de vida70. En contraposicin, Sutherland designaba la respiracin pulmonar como un sistema respiratorio secundario controlado por la respiracin primaria.
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2.1
Motilidad cerebral: enrollamiento y desenrollamiento de los hemisferios cerebrales
Magoun y Sutherland, de la percepcin del cuarto ritmo en el crneo, del denominado cranio-rhythmic impulse (CRI) o ritmo craneosacro. El lquido cefalorraqudeo est presente en los cuatro ventrculos y en el espacio subaracnoideo intra y extracraneal. Se forma en los plexos coroideos, especialmente en los de los ventrculos laterales, y es reabsorbido en gran parte en las vellosidades aracnoideas por el sistema venoso. Para Sutherland, el movimiento rtmico del cerebro produce la deformacin rtmica de los ventrculos cerebrales, lo que tendr como consecuencia la fluctuacin del LCR24. Para Upledger, la fluctuacin del LCR es causada por las variaciones de la produccin de LCR28. La fluctuacin del LCR consiste en una fase rtmica de llenado y de vaciado de los ventrculos y est caracterizada por una direccin especfica del flujo tanto intra como extracraneal. Las membranas intracraneales e intraespinales se continan en las vainas nerviosas de los nervios que salen de los orificios de paso de los nervios del crneo y de la columna. De esta forma tambin sale LCR por estas vainas hacia el sistema extracraneal. En el sistema linftico tambin tienen lugar procesos de intercambio. Sutherland y Magoun atribuyeron una gran importancia fisiolgica a dichos procesos. Estado actual de las investigaciones: se han constatado fluctuaciones del LCR en diferentes frecuencias. La relacin con la hiptesis de la respiracin primaria o del ritmo craneosacro no ha quedado esclarecida. Para la gnesis de las fluctuaciones, ver pg. 286 y ss.
3. Movilidad de las membranas intracraneales e intraespinales (ver tambin pg. 233 y ss., y 255 y ss.)
Estas membranas (hoz del cerebro y del cerebelo, tienda del cerebelo, duramadre espinal) estn formadas por tejido de colgeno denso y son fuertes y muy poco elsticas. La fluctuacin del LCR y la motilidad inherente del sistema nervioso constituyen la fuente de energa y la fuerza del ritmo craneosacro. La funcin de estas membranas es garantizar y controlar el movimiento uniforme de los huesos del crneo y del sacro, as como
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Los ritmos fisiolgicos son algo ms que simples oscilaciones respecto a una norma, son modificaciones peridicas de la misma norma. J.L. Cloudsley-Thompson 1965 Los fieles observadores de la naturaleza, aunque piensen de formas muy distintas, estarn de acuerdo en que todo lo que parece, lo que se nos presenta como un fenmeno, debe insinuar bien una desunin original, capaz de reunificarse, bien una unidad originaria que puede derivar en una separacin, y por lo tanto ser representada de esta forma. Separar lo que est unido y unir lo que est separado es la vida de la naturaleza; es la eterna sstole y distole, la eterna sincrisis y diacrisis, la inspiracin y la espiracin del mundo en el que vivimos, en el que actuamos y en el que somos. J.W. Goethe232
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OSTEOPATA CRANEOSACRA
la fuerza de la gravedad en forma de contracciones musculares involuntarias transmitidas a la duramadre o al sistema nervioso. A travs de ello se podra aumentar o disminuir rtmicamente la presin hidrosttica del sistema craneosacro. Se ha comprobado la existencia de conexiones entre la dura y los msculos oculares y el m. recto posterior menor de la cabeza (ver pgs. 232 y 241 en el captulo sobre las meninges enceflicas y espinales). Es posible imaginar una influencia, especialmente la del m. recto posterior menor de la cabeza, sobre la dura y sobre la mdula espinal en esta regin, as como sobre las dinmicas del LCR. Tambin hay otros msculos suboccipitales que, debido a su gran densidad en haces musculares, poseen con toda seguridad una gran importancia para los procesos fisiolgicos (equilibrio) y sntomas patolgicos como el tinnitus, el mareo, el dolor de cabeza, etc. Y tambin se insertan muchos ms msculos en la regin de la cabeza, pero no se ha podido demostrar la existencia de contracciones rtmicas en la musculatura en la frecuencia de la respiracin primaria. Los mecanismos neurgenos del tono muscular en reposo tampoco parecen estar basados en cualidades rtmicas. nicamente el aporte sanguneo al msculo presenta una oscilacin de 5-6 ciclos/minuto que se mantiene durante las contracciones musculares, regulada por la actividad nerviosa simptica muscular (ANSM)58. Pero todava no se conoce con exactitud hasta qu punto los msculos influyen en el denominado ritmo craneosacro.
3.3
Los dibujos representan la direccin de las fuerzas que actan sobre el cerebro durante la sstole (a: visin lateral; b: visin posterior, y c: visin superior). Obtenido por Greitz mediante la utilizacin de exploraciones con RM, se pueden ver los movimientos de los ganglios basales cuando stos y el tronco cerebral se mueven en direcciones contrarias.
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OSTEOPATA CRANEOSACRA
registrarse ningn tipo de correlacin con la respiracin del paciente, la respiracin de los dos terapeutas en la pelvis y la respiracin de un terapeuta en la cabeza mostraron una influencia significativa sobre los resultados de la medicin. La investigacin dispona no solamente de suficientes ostepatas experimentados, sino tambin de un nmero de sujetos experimentales adecuado y un tiempo de medicin suficientemente largo. Los autores discuten hasta qu punto las imgenes mentales de la persona que efecta la exploracin influyen en los resultados, si el MRP es demasiado fino para ser palpado con reabilidad y si el MRP representa ms bien un concepto metafsico que un concepto fisiolgico187.
Resumen
A excepcin del estudio de Upledger (que mostraba claros dficits en su mtodo y en su realizacin), hasta el momento no se ha podido obtener un acuerdo satisfactorio entre los hallazgos constatados por diversos investigadores en los diversos estudios llevados a cabo. Esto tambin es vlido para el resultado de la revisin de Green et al.188. Este tipo de resultados negativos no representa en principio un argumento vlido para afirmar que la terapia no puede ser efectiva, pero mientras que no se sepa si los fenmenos considerados como candidatos de un tratamiento existen o no realmente, es difcil aplicar incluso un tratamiento altamente efectivo231. Se discuten las posibilidades siguientes: El ritmo craneosacro es un artefacto189,190. El MRP es ms bien un concepto metafsico que un concepto fisiolgico191. En el caso de que la vasomocin arterial fuera responsable del fenmeno del ritmo craneosacro, sera posible que los investigadores hubieran palpado distintos ritmos en la vasomocin. Segn Ferguson, los terapeutas podran haber palpado la vasomocin de diferentes grandes arterias. Segn la hiptesis de Norton, la mala reliabilidad intertest obtenida poda ser atribuida a la interaccin entre los procesos fisiolgicos rtmicos (frecuencia cardaca y respiratoria) entre los investigadores y los sujetos experimentales. McPartland y Mein integran en sus hiptesis influencias de los terapeutas sobre la palpacin del ritmo craneosacro. Sommerfled et al. discuten adems hasta qu punto las imgenes mentales y la respiracin de la persona que explora influyen en los resultados y si el MRP es demasiado fino para ser palpado de forma fiable187. Para la realizacin de futuros estudios sera muy importante, en el inicio de las investigaciones, procurar una mejor calibracin de las personas que deben realizar las exploraciones en relacin con el abordamiento de los tejidos y la diferenciacin de las cualidades tisulares: presin manual especfica, diferenciacin de los fenmenos rtmicos palpados (p. ej., impulsos de expansin y de retraccin, rotaciones externas o internas, etc.), diferenciacin de los tejidos con los que el ostepata entra en resonancia (huesos, tejidos blandos, lquidos), consideracin de los modelos rtmicos bsicos de la respiracin primaria en los respectivos investigadores, consideracin del concpeto del estado neutral, etc. La insuficiente consideracin de estos parmetros en estudios anteriores puede haber contribuido al gran desacuerdo obtenido en los resultados de las investigaciones. El diagnstico y el tratamiento de las disfunciones craneales-somticas pertenece a los temas discutidos con gran controversia en la medicina osteoptica. La sutilidad del CRI o de la respiracin primaria y de las tcnicas de palpacin necesarias para identificarla, as como las explicaciones hipotticas sobre la fisiologa en la que se basa, han conducido a una situacin en la que muchas personas no formadas en osteopata craneosacra consideran este tema como una tontera. La tarea de demostrarlo est en manos de los terapeutas que practican la osteopata craneosacra. Si queremos que la osteopata craneal sea reconocida por la medicina moderna, se debe demostrar la existencia de estos fenmenos basndose criterios cientficos; las conclusiones deben concordar con la medicina actual. La contribucin de Nelson et al. y de Moskalenko, entre otros, podra guiarnos en la direccin adecuada.
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4. El crneo
Algunos explicaran -y yo estara de acuerdo con ellos que no es que tengamos un esqueleto, msculos, glndulas y un sistema nervioso, sino que los somos. Moshe Feldenkrais1
Para llevar a cabo una terapia con xito, es esencial conocer con la mxima exactitud posible las estructuras que se deben tratar. La comprensin de estas estructuras es la base para entender su funcin y su significado para el conjunto del organismo. Esta comprensin nos permite al mismo tiempo conocer el sentido de una tcnica determinada para la correccin del estado anormal de un tejido, lo cual tendr un efecto inmediato sobre la puesta en prctica de dicha tcnica. Segn Sutherland2, en el transcurso de la aplicacin de una tcnica craneal, el terapeuta debera visualizar continuamente las estructuras intracraneales. Por este motivo, para introducir a los ostepatas americanos en las tcnicas craneales, Sutherland dedicaba una semana entera al estudio de la anatoma del crneo antes de empezar a explicar el sistema de la respiracin primaria.
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OSTEOPATA CRANEOSACRA
Mandbula Maxilar Hueso palatino Hueso cigomtico Hueso frontal Otros huesos: hueso hioides, huesecillos del odo
Indicacin En las figuras 4.1, 4.2, 4.3 y 4.4 se han representado las visiones laterales y anteriores del crneo; en la figura 4.5 se representa una visin inferior.
Sutura sagital Hueso parietal Sutura coronal Hueso frontal Sutura lambdoidea Sutura escamosa Hueso esfenoides Hueso nasal Hueso temporal Hueso cigomtico Meato acstico externo Hueso occipital Maxilar Apfisis mastoides
4.1
Crneo (vista lateral)
4.2
Crneo (vista lateral)
87
5. Anatoma, osificacin y uniones de cada uno de los huesos del crneo, del hueso sacro y del cccix
El ostepata saca conclusiones de sus conocimientos anatmicos. Compara la funcin del cuerpo enfermo con la del cuerpo sano. A. T. Still1 El estudiante de la vida debe integrar todas las partes (del cuerpo) espitirualmente y estudiar su funcin y su relacin con las dems partes y sistemas. A. T. Still2
Hueso occipital
Impar
Lmites
Anterior: hueso esfenoides Superoanterior: hueso parietal Lateral: hueso temporal Inferior: atlas
Partes
(fig. 5.1) Porcin basilar, delante del agujero magno Escama occipital, detrs del agujero magno Dos partes laterales (condleas), lateralmente al agujero magno
5. ANATOMA, OSIFICACIN Y UNIONES DE CADA UNO DE LOS HUESOS DEL CRNEO, DEL HUESO SACRO Y DEL CCCIX
89
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Escama occipital Borde lambdoideo Borde mastoideo Porcin basilar Porcin lateral Cndilo occipital Apfisis yugular Apfisis intrayugular Protuberancia occipital interna Surco del seno transverso Surco del seno sagital superior Cresta occipital interna
5.3
Hueso occipital (vista interior)
Porcin basilar
Superficie externa
Tubrculo farngeo, pequea eminencia para la insercin del rafe farngeo (bandas tendinosas del msculo constrictor de la faringe) El m. recto anterior de la cabeza y el m. largo de la cabeza tambin se insertan en la porcin basilar, igual que el ligamento longitudinal anterior.
Superficie interna
Una fosa para el bulbo raqudeo (mdula oblongada) El surco petroso inferior est formado conjuntamente por la porcin petrosa del temporal Los bordes laterales de la base del occipital forman una cresta para la articulacin con el temporal
Superficie anterior
Unida con el esfenoides a travs de la superficie cuadrada anterior
Porcin posterior
Forma la parte anterior del agujero magno
Superficie externa
Conjuntamente con la porcin basilar forma el cndilo occipital, que discurre oblicuamente hacia delante y hacia medial
5. ANATOMA, OSIFICACIN Y UNIONES DE CADA UNO DE LOS HUESOS DEL CRNEO, DEL HUESO SACRO Y DEL CCCIX
97
Ala mayor
Ala menor
Apfisis pterigoides
5.10
Hueso esfenoides (vista posterior)
Cuerpo
5.11
Hueso esfenoides (vista posterior)
1 Cuerpo 2 Ala mayor 3 Ala menor 4 Cara cerebral 5 Silla turca 6 Yugo esfenoidal 7 Apfisis clinoides anterior 8 Conducto ptico 9 Fisura orbitaria superior 10 Agujero redondo 11 Conducto pterigoideo 12 Espina del esfenoides 13 Surco carotdeo 14 Lngula de esfenoides 15 Fosa pterigoidea
5. ANATOMA, OSIFICACIN Y UNIONES DE CADA UNO DE LOS HUESOS DEL CRNEO, DEL HUESO SACRO Y DEL CCCIX
127
proceso est finalizado en el momento del nacimiento, pero contina hasta la regin del odo interno. La porcin petrosa se necrosar durante el desarrollo, de forma que acabar siendo el hueso ms muerto y ms duro de todo el cuerpo, y contrariamente a lo que ocurre con otros huesos endocondrales, no permitir ms procesos de transformacin ni adaptacin.
Estructuras membranosas
Estructuras cartilaginosas
Tabla 5.5
Centros de osificacin del hueso temporal segn Sperber47
Porcin escamosa (1) Porcin timpnica (4) Porcin petrosa (14) Apfisis estiloides (2)
Hueso etmoides
Hueso esfenoides
Hueso occipital
5.39
Centros de osificacin
La porcin petrosa es el hueso del crneo que se osifica ms pronto. En la semana 16 de gestacin se inicia la osificacin alrededor del sistema auditivo; en la semana 22 la porcin petrosa ya est completamente osificada.
138
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Por arriba, la apfisis palatina forma el suelo de la cavidad nasal. La cresta nasal forma una cresta sea para la insercin del tabique nasal Hacia medial se encuentra con la apfisis palatina del lado contrario Por detrs se articula con la superficie horizontal del paladar Por delante est unida al hueso incisivo (hueso intermaxilar) En la parte anterior se extiende el conducto incisivo para el nervio que lleva el mismo nombre. En la parte nasal se encuentran dos orificios, uno en la cara del paladar
Hueso incisivo Agujero incisivo Sutura incisiva Apfisis alveolar Sutura palatina media Apfisis palatina Arco alveolar Rodete palatino Alvolos dentarios
5.46
Maxilar (vista inferior)
5.47
Maxilar (vista inferior)
1 Apfisis palatina 2 Hueso incisivo 3 Sutura incisiva 4 Surcos palatinos, espinas palatinas 5 Apfisis alveolar /arco alveolar 6 Apfisis cigomtica 7 Conducto infraorbitario
173
6. Suturas craneales
Para la comprensin de su importancia fisiolgica, es imprescindible disponer de conocimientos bsicos sobre la posicin, los contornos y las estructuras articulares de los huesos del crneo, prestando especial atencin a la observacin de los bordes de cada uno de los huesos. H.I. Magoun1
184
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Sutura metpica Sutura coronal Sutura parietoescamosa Sutura esfenoescamosa Sutura frontonasal Sutura frontomaxilar Sutura frontolagrimal Sutura frontocigomtica Sutura internasal Sutura nasomaxilar Sutura cigomaticomaxilar Sutura intermaxilar
6.6
Vista anterior del crneo con suturas
6. SUTURAS CRANEALES
211
Hueso frontal: porcin nasal Hueso etmoides: cara inferior de las celdas etmoidales
2
Hueso nasal
Hueso etmoides: cara anterior de las masas laterales Hueso palatino: apfisis orbitaria
1
3 4
Vmer
Hueso cigomtico
6.23
Uniones suturales del maxilar (vista lateral)
Hueso palatino: apfisis piramidal
1. 2. 3. 4.
6.24
Uniones suturales del maxilar (vista medial)
227
Ellos (los huesos del crneo) estn formados por un tejido membranoso intracraneal especial que no sirve nicamente como medio de unin, sino que tambin acta como medio de tensin recproca que delimita su movilidad articular, de modo que sta se mantenga dentro de una amplitud normal. W.G. Sutherland1
228
OSTEOPATA CRANEOSACRA
A travs del progresivo crecimiento excntrico del cerebro aumentan tambin progresivamente las resistencias al crecimiento en la pared antibasal y laterodorsal de la cabeza hasta tal punto que las regiones cerebrales se flexionan. Se forman las fisuras en las que se tensarn la hoz y la tienda. La hoz del cerebro y la tienda del cerebelo se forman por el allanamiento de tejido mesenquimal entre los dos hemisferios cerebrales y entre el cerebro y el cerebelo durante el desarrollo del crecimiento embrionario del cerebro. La dura se fija finalmente entre las partes del cerebro que presentan varios grosores, formando el denominado sistema del cinturn dural (figs. 7.1-1 y 7.1-2). Traccin contraria de la dura respecto al descenso de los rganos: Formacin de la dolicoprosopia o cara larga anormal: el corazn embrionario sigue el diafragma en un movimiento de descenso al tiempo que el cerebro asciende en su poceso de crecimiento. La dura de la regin prosenceflica con la hoz se aleja en el transcurso del movimiento de crecimiento ascendente del cerebro del sistema ligamentario descendiente de las vsceras del cuello. A travs de este proceso se tensa el tejido conectivo de la cara entre la hoz y el hioides, a modo de bozal, y se forma finalmente la cara larga anormal. La dura como funcin de sostn de la crista galli: a travs de la funcin de sostn de la hoz del cerebro y de la dura antibasal, la crista galli permanece anclada en el mesnquima plano de la base del crneo durante el crecimiento embrionario irregular de los hemisferios cerebrales.
7.1-1 y 7.1-2
Cinturn dural, feto de 40 mm, tercer mes (Blechschmidt, Carnegies Coll Nr. 10317). Construccin de cortes en serie del esqueleto desmal y condral114 1-5. Cinturones durales, extensiones principales del esqueleto desmal del crneo, tejido conectivo denso en los grandes surcos del cerebro: 1. Tienda del cerebelo. 2. Hoz del cerebro (porcin posterior). 3. Cinturn dural parietal. 4. Cinturn dural frontal. 5. Hoz del cerebro (porcin anterior). Las ramas del cinturn dural estn giradas hacia fuera en la parte basal. En la cara externa de la rama se ha producido el engrosamiento y la densificacin del mesnquima y su interior se ha vuelto cartilaginoso. 6. Crista galli. 7. Ala de la rbita. 8. Ala tica del condrocrneo. 9. Confluencia de los senos
230
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Duramadre
peristica visceral
7.2
Esquema de la estructura de las meninges
7.3
Punto de salida de nervios en el crneo. Continuidad fascial
Duramadre Aaracnoides Piamadre
Aracnoides
Perineurio Epineurio
245
Sustancia blanca
Sustancia gris
Ligamento denticulado Duramadre Raz dorsal Raz ventral Nevio espinal Ramo menngeo Fisura anterior
7.16
Duramadre espinal y el ligamento denticulado
7.16-1
Ligamento dentado. Del Dr. Richard Knebel
263
La sangre debe circular sin obstculo alguno. El trabajo de los ostepatas consiste en garantizar que la sangre fluya libremente por las arterias, los capilares y las venas. A.T. Still1 El cuerpo es la farmacia de Dios. En l se encuentran todos los lquidos, los medicamentos, los aceites hidratantes, los opiceos, los cidos, las bases y todas las sustancias curativas que la sabidura de Dios consider necesarias para mantener la salud y la felicidad del hombre. A.T. Still2
Segn Mc Catty, la libre circulacin de los lquidos es tan importante para la fisiologa corporal como la circulacin del aceite para el motor de un coche16. Cuando los conductos por los que circula el aceite estn obstruidos, la mquina no trabaja de forma eficaz. Algo similar ocurre con el cuerpo: la alimentacin, la eliminacin de los productos metablicos, el almacenamiento de energa, las vas de conduccin, etc., todo depende de que exista equilibrio en la circulacin de los lquidos, de que ste funcione correctamente aunque sea complicado, de modo que el conjunto del organismo sea capaz de mantener su integridad homeosttica. Si la sangre circula libremente y sin obstculos por todo el cuerpo, de forma que el tejido y los nervios estn suficientemente irrigados, el tejido ser capaz de trabajar de forma ptima. Esto es vlido tanto para las estructuras del sistema craneosacro como para el resto de estructuras corporales. A.T.Still lleg a la conclusin que el flujo sanguneo natural era garanta de salud, mientras que los trastornos de la vascularizacion, tanto locales como generales, producen la enfermedad. Es por lo tanto imprescindible conocer el recorrido de los vasos arteriales y venosos para comprender por qu aparecen determinados trastornos, qu relaciones mantienen estas estructuras con las dems estructuras del cuerpo y qu se necesita para eliminar los bloqueos que impiden la libre circulacin de los lquidos. En la osteopata, el terapeuta intenta eliminar la compresin de nervios, arterias y venas para restablecer las condiciones de una fisiologa sana. El ostepata lo hace corrigiendo posiciones anormales de los huesos y eliminando las tensiones de fascias, ligamentos, membranas, etc., en parte con la ayuda de la palanca de los huesos, en parte comunicando directamente con el tejido.
Sistema arterial
El crneo est irrigado por dos sistemas arteriales, a travs de la a. cartida y de la a. vertebral. Estos dos sistemas se comunican a travs del crculo arterial del cerebro o polgono de Willis. La a. cartida comn se origina directamente a la izquierda del arco artico y a la derecha del tronco braquioceflico. Se divide aprox. a nivel de la 4 vtebra cervical en la a. cartida externa y la a. cartida interna.
265
A. cerebral anterior
A. comunicante anterior A. cerebral media A. coroidea anterior A. cartida interna A. comunicante posterior
8.1
Crculo arterial del cerebro
267
1. No estn provistos de vlvulas, contrariamente a los dems cuerpos venosos. 2. No estn sometidos a la influencia del tono muscular de posibles msculos prximos que puedan actuar sobre el flujo venoso. 3. No hay musculatura lisa que pueda contraerse. Adems, los senos venosos son relativamente inelsticos. 4. Las venas del cerebro desembocan normalmente en ngulo recto o agudo en las venas cavas. Esto significa que a veces desembocan en el seno en sentido contrario al del flujo venoso. 5. La mayor parte de la sangre venosa sale del crneo por una sola abertura, situada entre dos huesos. El agujero yugular es, por decirlo de alguna manera, una sutura ms ancha entre el occipital y el hueso temporal, y puede verse fcilmente afectada como tal por posibles disfunciones de los dos huesos.
Seno recto
Seno cavernoso
8.2
Seno de la duramadre (vista lateral)
Filogenticamente correlaciona el inicio de la adopcin de la posicin bpeda con el aumento de la posibilidad de drenaje venoso intracraneal hacia los plexos venosos vertebrales. Estas uniones con el sistema de los plexos vertebrales contienen un sistema de senos reforzado de la fosa craneal posterior, los conductos hipoglosos y numerosas aperturas para las vv. emisarias5. El movimiento del LCR depende de las pequeas bajadas de presin que existen entre la presin del LCR de los ventrculos y el seno sagital superior. (La presin del lquido del seno sagital superior depende a su vez de las dinmicas de los lquidos en el conducto vertebral.)
279
El lquido cefalorraqudeo es la sustancia ms valiosa del cuerpo, y mientras el cerebro no produzca suficiente cantidad de este lquido, el cuerpo permanecer sin fuerza. A.T. Still1
El sistema nervioso est baado en un lquido claro, incoloro y de gran contenido proteico, el lquido cefalorraqudeo (LCR). Este lquido no solamente absorbe las sustancias de desecho del metabolismo nervioso, sino que tambin es responsable de la nutricin de la totalidad del sistema nervioso central. La composicin del LCR depende de la composicin de la sangre. El lquido llena las cavidades huecas del interior del cerebro (los ventrculos cerebrales) y tambin llena el espacio subaracnoideo y las cisternas del encfalo y de la mdula espinal. Diferenciamos entre espacios cefalorraqudeos internos y externos que se comunican entre ellos a nivel del cuarto ventrculo. El anatomista Galeno, que vivi en el siglo II, ya realiz investigaciones en los ventrculos. Puesto que los encontr vacos, supuso que contendran alguna sustancia parecida al aire, ms prxima a algo espiritual. El contenido era similar al pneuma, la respiracin que segn los antiguos griegos fue inhalado del cosmos y que actuaba entre cuerpo y alma. En experimentos con animales vivos, Galeno ejerci presin en la regin posterior de los ventrculos desencadenando rigidez y obnubilacin, un corte en esta regin origin rigidez irreversible, mientras que una pequea incisin en el techo del ventrculo provocaba un parpadeo, que se detena al efectuar presin simultnea sobre el ventrculo anterior. Ms tarde, en la Edad Media, se atribuyeron diferentes funciones a los ventrculos. El ventrculo anterior era responsable de la percepcin; el ventrculo medio, del pensamiento, y el posterior, de la memoria. En un perodo posterior de la Edad Media se lleg a describir hasta 10 ventrculos. Durante el Renacimiento, Leonardo da Vinci dibuj las primeras representaciones realistas de los ventrculos cerebrales. Durante el siglo XVII se supona que las corrientes de los espritus animales fluan de los nervios sensitivos hacia los ventrculos. Still (1902)2 y Sutherland (1939)3 defendan la idea de que el lquido cefalorraqudeo es muy importante no slo para el sistema nervioso central, sino tambin para el equilibrio psicoqumico de la totalidad del organismo. Segn Sutherland4, el LCR participa en el movimiento y el control del mecanismo respiratorio primario; Lippincott5 remarca que el LCR se encuentra bajo presin y en constante actividad. Designa el LCR como el centro ms importante de la actividad del organismo.
283
9.5
Topografa de los ventrculos cerebrales y cisternas, y esquema de la circulacin del LCR
a a1 b b1 b2 c d e e1 e2 e3 f g h i b2 j k l m
Duramadre Seno sagital superior Aracnoides Granulaciones aracnoideas Espacio subaracnoideo Piamadre Plexo coroideo Ventrculos: Ventrculos laterales III ventrculo IV ventrculo Agujero interventricular Acueducto del cerebro Conducto central Abertura mediana/lateral Espacios subaracnoideos: Cisterna cerebelomedular Cisterna ambiens Cisterna del puente Cisterna interpeduncular
b1
b1
e1 f d
e2 m a1 a b b2 b2 l i b2 b a h
k b2 e3 d j
b2
b2
En el espacio subaracnoideo, el LCR tambin rodea la mdula desde el agujero magno hasta la segunda vrtebra sacra. En la parte anterior se encuentran los nervios salientes, y en la parte posterior, los entrantes, y desde la primera vrtebra lumbar hasta la segunda vrtebra sacra flota la cola de caballo (races nerviosas espinales que se extienden desde la segunda vrtebra lumbar en direccin descendente) en el LCR. En la parte inferior de la columna vertebral se encuentra localizado un saco dural espinal. Algunas investigaciones llevadas a cabo por Martins, Wiley y Meyers6 permiten concluir que el saco dural espinal es elstico, elasticidad que le permite aumentar o disminuir de tamao segn las condiciones de presin. Por ejemplo, se encoge cuando se produce una reduccin del volumen del lquido cefalorraqudeo (LCR) o de la sangre intracraneal y se colapsa en parte. Martins, Wiley y Meyers suponen, por lo tanto, que el saco dural sirve como depsito para el LCR y que desempea un papel esencial en la dinmica de las variaciones de la presin del lquido cefalorraqudeo. Existen uniones del plexo venoso epidural con el saco dural espinal, motivo por el cual estos investigadores deducen que las variaciones de las relaciones entre la presin intratorcica e intraabdominal tienen efecto sobre la presin del lquido a travs de estas conexiones. Los resultados de estas investigaciones indican que el saco dural espinal tambin podra ser importante para el ritmo del mecanismo de respiracin primaria.
299
10. Consideraciones biomecnicas y del desarrollo dinmico de la movilidad y la flexibilidad de los huesos del crneo
La respiracin primaria y/o el ritmo craneosacro se presentan localmente en un tejido determinado y en la totalidad del organismo. Su expresin cclica es designada como in/espiracin o in/exhalacin (no confundir con las fases de la respiracin pulmonar). Se presentan en forma de modificaciones de densidad, de tensin y/o de movimiento. Se han descrito varios ritmos (CRI [10-14/min, 6(8)-12/min], 2-3/min, long tide [6-10/10 min], 1/5 min, etc.). Estos ritmos estaran presentes en la totalidad del organismo (ver tambin pg. 2, 34). Algunos autores han designado los movimientos rtmicos como fases de flexin y de extensin. Pero estas denominaciones reducen los procesos que tienen lugar durante la fase inspiratoria y espiratoria a movimientos puramente axiales y no se corresponden con exactitud con los componentes expansivos y retractivos del CRI. Los puntos de vista sobre el tipo de manifestaciones de la tensin y del movimiento, as como sobre la ontologa y las interpretaciones de las diferentes frecuencias, son muy variadas entre la literatura existente. A continuacin se expondrn los puntos de vista actuales e hipotticos desde un punto de vista biomecnico y del desarrollo dinmico. El ostepata intenta percibir en qu fase del patrn cclico aparecen las limitaciones de movimiento o las tensiones anormales. Mediante el conocimiento de todos los tejidos participantes y de las superficies articulares suturales se pueden palpar las limitaciones y las modificaciones del movimiento, y stas pueden ser valoradas y tratadas en el marco de un patrn oscilante inherente. Adems de esto, el ostepata puede intentar valorar si la direccin del flujo de la fuerza vital es ms bien dominante hacia fuera o hacia dentro. stos son sin duda datos muy subjetivos.
302
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Consideraciones biomecnicas respecto a la movilidad y la flexibilidad de los huesos del crneo (incluidas otras partes del cuerpo)
Fase de inspiracin
(figs. 10.1 y 10.2) La fase inspiratoria tambin se designa como fase de expansin. Durante esta fase, el cuerpo efecta una flexin y rotacin externa: las estructuras de la lnea media van hacia la flexin, y las estructuras bilaterales efectan una rotacin externa. El crneo se hace ms ancho y ms llano.
10.1
Movimientos del cuerpo durante la fase de inspiracin segn Upledger
10.2
Movimientos del crneo durante la fase de inspiracin (vista superior)
10.3
Movimientos del cuerpo durante la fase de espiracin segn Upledger
10.4
Movimientos del crneo durante la fase de espiracin (vista superior)
326
OSTEOPATA CRANEOSACRA
La duramadre espinal es traccionada hacia craneal El tendn central es estirado en dos direcciones opuestas
El diafragma desciende
La base del sacro se mueve hacia posterior y hacia craneal El diafragma plvico desciende
10.43
Diafragmas durante la fase de inspiracin
337
... Puedo desarrollar una conciencia sabia de la potencia y de la relacin entre la estructura y la funcin en los tejidos del paciente. Esta atencin va ms all de la percepcin fsica, con la ayuda de los cinco sentidos del mdico. No es lo que siento a travs del contacto de mis dedos, esto se correspondera solamente con mi opinin, sino que es lo que el cuerpo del paciente me cuenta a travs de mi contacto...esto es conciencia. R.E. Becker1
Metodologa de la palpacin
Cuando el terapeuta entra en armona con las diferentes caractersticas y percepciones de la palpacin (y lo que hay ms all), puede obtener una imagen de la organizacin del paciente en general y de sus disfunciones en particular, as como sobre su significado especfico para el conjunto de su personalidad. El primer paso para iniciar la palpacin consiste en adaptarse a cada tejido. El segundo paso consiste en potenciar la percepcin de la regin explorada, aumentarla para poder interpretar lo percibido. La interpretacin de lo que hemos palpado es lo que le da sentido, traduce lo percibido y lo sita en un contexto y un sentido anatmico, fisiolgico o patolgico (ver ms adelante). No es suficiente con leer algunos libros sobre tcnicas osteopticas para decir que se efecta un tratamiento craneosacro. Siempre es necesario disponer primero de un amplio conocimiento prctico, no solamente del sistema craneosacro, sino de la totalidad de las estructuras del cuerpo, de modo que seamos capaces de visualizarlas con nuestro ojo interior, pues el cuerpo representa una totalidad indivisible. Y segundo, es importante ser iniciado por un profesor experimentado en la prctica de la filosofia de la osteopata. stas son nicamente las razones por las que Sutherland y Magoun impedan el acceso de un amplio pblico a este tipo de libros.
Prctica de la palpacin
Crear las condiciones favorables
a) Eliminar las posibles fuentes de ruido durante el tratamiento: por ejemplo, desconectar o bajar el volumen del telfono b) Instalar una luz tenue c) Procurar trabajar en una habitacin correctamente atemperada d) Procurar tener las manos calientes, secas y con olor agradable
347
La anamnesis es indicativa La inspeccin es reveladora La palpacin a travs de unos dedos sensibles, pensantes, observadores y sabios es el factor ms decisivo. Harold I. Magoun1 In diagnosis and treatment: Be aware of Stillness and allow body physiological function within to manifest ist own unerring potency rather than the use of blind force from without. R.E. Becker6
Sutherland expres en ms de una ocasin que la correcta forma de aproximacin a un paciente debera estar ms basada en el diagnstico y en la observacin que en el tratamiento. El diagnstico en osteopata craneosacra debera contener la elaboracin de la historia, la inspeccin del paciente, en determinadas circunstancias su auscultacin y especialmente la palpacin. Adems de una anamnesis exacta, para la determinacin del diagnstico se necesitan los ojos para observar e inspeccionar de forma exacta, y los odos para auscultar y percutir correctamente. Pero la palpacin es lo que ms informacin nos proporciona sobre la funcin y la disfuncin de cada tejido y su interaccin. Los dedos son los que establecen el contacto ms directo con el tejido y con los diferentes procesos que tienen lugar en el paciente. Y tambin nuestro corazn, con su amor, su compenetracin y su comprensin, participa en cualquier aproximacin. Anne Wales2 remarca que es necesario adquirir una rutina continua en el entrenamiento de la percepcin de todos nuestros sentidos, y de forma especial en el sentido del tacto, para formar la capacidad de leer la totalidad de la historia del cuerpo. El cuerpo toma forma segn cmo lo usamos, cmo lo movemos, cmo lo alimentamos, segn la postura que adoptamos, la manera como respiramos, el patrn sentimental con el que nos identificamos, segn los gestos que utilizamos para expresarnos, cmo identificamos nuestro propio cuerpo y cmo lo hemos experimentado a travs de nuestros padres y de nuestro entorno social, segn las partes que ms y que menos valoramos de l, segn la forma como interpretamos determinadas experiencias, estados y sntomas patolgicos. Todas estas decisiones, en parte conscientes y en parte insconscientes, se graban en el organismo y en sus tejidos, se expresan a travs del cuerpo y pueden ser ledos por el terapeuta a travs de la inspeccin, de la palpacin y de los tests especficos. Pero tambin es cierto que los hallazgos diagnsticos y sus interpretaciones estn marcados por la subjetividad y dependen del horizonte de la experiencia y de los conocimientos del terapeuta. Este aspecto tomar ms relevancia con el dficit de validez de los procedimientos y en la medida en que stos tengan relacin con fenmenos funcionales. Por esto el terapeu-
361
12.1
Compresin de los bordes suturales. La punta palpable es consecuencia de una hipertrofia sea provocada por el estrs a lo largo de la superficie articular de la sutura.
12.2
Separacin de los bordes suturales. El surco palpable es consecuencia de la separacin de los bordes suturales.
12.3
Cierre articular a lo largo de los bordes suturales. Puesto que esta distorsin normalmente es de origen gentico, la superficie suele pasar desapercibida y no existen hipertrofias palpables.
12.4
Superposicin a lo largo de la superficie de los bordes suturales. Esta distorsin es percibida normalmente como una formacin de un escaln seo a lo largo del borde sutural.
12.5
Adherencias fibrosas transversalmente a la hendidura articular de la sutura.
12.6
Una prominencia sea que se extiende por encima de la hendidura articular y cierra parcialmente la sutura.
12.7
Adherencias nodulares deformables en el corte transversal con raz dentro de la formacin articular de una sutura.
12.8
Adherencia slida nodular en el corte transversal. Se infiltra dentro de la hendidura de la sutura y alcanza el tejido de la duramadre en la cara interna del crneo.
377
Nuestros cuerpos son un flujo dinmico de energa que acta permanentemente desde el momento de la concepcin, y dentro de estos campos de energa existen momentos de quietud, puntos-fulcro temporales relacionados con diversas necesidades fisiolgicas, centrados todos por la fuerza de la paz como fuerza motriz de los actos que le siguen. Debemos comprender este mecanismo de paz o reposo y aplicarlo para alcanzar el bienestar en nuestros pacientes. R.E. Becker2
Es fundamental disponer de amplios conocimientos de la totalidad del organismo para llevar a cabo cualquier tratamiento osteoptico. Still, por ejemplo, estaba tan familiarizado con cada hueso del cuerpo, que era capaz de reconstruir un esqueleto humano entero con los ojos cerrados. Pero nuestro cuerpo tambin est formado por ligamentos, msculos, tejidos blandos, nervios, vasos, rganos, etc., todos ellos expresin de la historia de nuestra vida y de la energa vital que nos afecta. Y tambin estamos formados por una conciencia, contextualizada en una cultura determinada, una sociedad y un entorno biosocial. La capacidad para percibir, diferenciar e interpretar la calidad de los tejidos en el conjunto del organismo, as como la capacidad para situar estos hallazgos en un contexto global y aplicar los principios osteopticos a cualquier tipo de complejo tejido-energa-conciencia, son bases imprescindibles del tratamiento osteoptico.
407
Medicina osteoptica: La ciencia de la medicina El arte del cuidado El poder del contacto. M.L. Kuchera D.O.
En la serie de tcnicas existentes para las estructuras a tratar no existen reglas irrevocables. Forma parte del arte del ostepata el decidir con qu regin empezar el tratamiento y hacia qu regiones dejarse guiar. La toma de contacto sensible y no invasiva con el tejido, la anamnesis y la inspeccin son indispensables. No es tanto la manipulacin de un tejido, sino ms bien una escucha comprensiva de la organizacin del organismo y una sincronizacin con las fuerzas homeodinmicas actuantes inherentes las que estn en primer plano y las que determinan la interaccin teraputica. En la decisin de saber qu estructura se tratar primero debera considerarse constantemente la globalidad de cuerpo. El organismo constituye una unidad funcional. La divisin de la osteopata en diversos mbitos parciales responde exclusivamente a razones didcticas. Se puede aplicar varios modelos. No es objetivo de la exposicin que sigue describir la totalidad de los modelos existentes en osteopata, pero esto no significa que no existan otros enfoques que puedan ser aplicados con mucho xito. A continuacin se presenta una posible secuencia de tratamiento: 1. a) La primera toma de contacto est orientada a la salud del paciente. Con ello nos referimos al tipo de salud que siempre est ah, incluso en personas muy enfermas. b) Para Jealous, el establecimiento de un estado neutro est situado en primer plano8, antes de cualquier diagnstico o tratamiento especficos, puesto que los movimientos inherentes en el paciente slo son la expresin de la reaccin a los estmulos externos y a las diversas exigencias. nicamente cuando se alcanza el estado neutro aparece una expresin relativamente constante y rtmica de la respiracin primaria. El ostepata se sincroniza con las fuerzas homeodinmicas en el organismo, que nosotros denominamos la respiracin primaria. 2. A continuacin se puede proceder de varias maneras, por ejemplo: a) Hallazgo de las regiones con buena vitalidad: la palpacin se inicia con la toma de contacto de las fuerzas homeodinmicas y de las regiones y niveles en el organismo en las que puede percibirse una buena vitalidad y un buen flujo. Se prestar especial atencin a estas regiones. Mediante la toma de contacto palpable se refuerza su presencia en el organismo.
415
Si es posible, colquese sentado con la espalda erguida y apoyndose sobre los dos isquiones, con las rodillas flexionadas 90. Debe establecer un buen contacto con ambos pies con el suelo. A continuacin se utilizarn frecuentemente los trminos adaptacin a la tensin o variacin de la tensin en lugar de movimiento, puesto que los movimientos de la esfera craneal son extremadamente reducidos en comparacin con los movimientos de las verdaderas articulaciones. Las siguientes descripciones de los movimientos son hipotticas. Existe una clara diferencia en la movilidad durante la palpacin del crneo y de la base del crneo de los nios pequeos respecto a los adultos. Observacin. La presa utilizada ser escogida en funcin de las preferencias personales. En general se deberan sentir cualidades tisulares similares independientemente de la presa manual utilizada. Existen, sin embargo, sutiles diferencias: la presa de Sutherland permite efectuar la presa ms completa. La palpacin frontooccipital permite palpar la cabeza especialmente bien en el plano anteroposterior. La palpacin esfenooccipital es una posicin incmoda para la mayora de los terapeutas.
(fig. 15.1)
417
15.2
Palpacin occipitoesfenoidal segn R.E. Becker
Para la fase de inspiracin se han descrtito las siguientes adaptaciones de tensin (AT): Alas mayores hacia inferoanteroexterior Apfisis mastoides hacia posteromedial Porcin mastoidea hacia anterolateral Hueso occipital hacia anteroinferior.
(fig. 15.3)
15.3
Palpacin occipitoesfenoidal segn J.E. Upledger
421
15.7
Palpacin del sacro en posicin de decbito supino
Terapeuta
Al lado del paciente, a la altura del sacro.
Se han descrito las siguientes AT para la fase de inspiracin: La punta del sacro hacia anterior, y la base hacia posterior
Posibilidad alternativa
El paciente se coloca en decbito prono o decbito lateral (fig. 15.8).
15.8
Palpacin del sacro en decbito prono
La posicin de los dedos en el sacro corresponde a la posicin de los dedos en decbito supino.
423
Buscando el equilibrio en los tejidos y en los elementos fluidos en cada parte del conjunto del cuerpo ... aprendemos a conducir el flujo o corriente hacia un punto de equilibrio o un fulcro en el que tendr lugar un proceso de transformacin que permitir disminuir las lesiones mecnicas, corregir las patologas y recuperar la salud. Rollin E. Becker1
Algunos malentendidos relacionados con los fluidos parecen proceder del hecho de que Sutherland utilizaba primero este trmino para describir fenmenos bioelctricos, mientras que otros ostepatas designaban con l la dinmica de los lquidos. En este captulo se describir primero el significado de la calidad de los lquidos en el organismo y a continuacin las consideraciones de Sutherland sobre stos. Cada organismo y cada uno de sus rganos pasar por un estadio lquido en algn momento de su desarrollo. Intrauterinamente, el embrin protegido por un tegumento acuoso esfrico protector adquiere una forma todava casi lquida que se densificar progresivamente21. Las regiones de crecimiento ms rpido emergen y las regiones de crecimiento ms lento disminuyen o incluso llegan a involucionar completamente cuando se detiene el crecimiento. De este modo, el vulo fecundado se manifiesta en forma de una dilatacin hinchada, y la gastrulacin, en una especie de invaginacin22 de aspiracin. De la compleja accin conjunta de los movimientos lquidos, las densificaciones tisulares adquieren finalmente su forma visible. Despus del nacimiento, el nio entra en contacto directamente con las fuezas de la gravedad de la tierra. En la interaccin con estas fuerzas se produce ms densificacin y una mayor fijacin de su estructura. Las sinuosas formas de los huesos y de los msculos, especialmente de las extremidades, son expresin de la interaccin del origen lquido con las fuerzas de la gravedad y el dominio de la solidez. Esto explica que los huesos de los miembros estn atravesados por una especie de sistemas de lneas divisorias que reflejan la regularidad del flujo de agua y que indican el movimiento de corriente del que se han formado los huesos. Estos sistemas de corrientes se continan hasta el interior del hueso, en la formacin de las trabculas de la esponjosa. Las estructuras trabeculares estn dispuestas de este modo hasta las superficies articulares y se continan en el hueso colindante. Este sistema de lneas divisorias del hueso tambin es adoptado por los msculos y los vasos, de forma que se instaura el movimiento de corriente atornillada en los msculos a travs de los tendones. Los msculos, los tendones, los ligamentos y los vasos son todos sin excepcin expresin del mismo movimiento de corriente de lquidos.
429
El punto inmvil puede ser inducido desde cualquier parte del cuerpo. Una vez que el terapeuta haya seguido pasivamente el ritmo craneosacro y haya estudiado sus cualidades, puede modificarlas mediante diversas tcnicas, provocando un efecto equilibrador sobre las relaciones de tensin locales, sobre el sistema craneosacro y sobre la totalidad del cuerpo. Estas tcnicas son extremadamente suaves, el terapeuta solamente evita que el movimiento craneosacro se mueva de las posiciones extremas de flexin/rotacin externa o extensin/rotacin interna. La cualidad de la maniobra requerir, en funcin del paciente y del plano a tratar, una resistencia ms bien fsica o ms bien una simple intencin. Observacin: Este procedimiento es una especie de invitacin para el tejido y parte de un dilogo con l. Aparte de la invitacin al punto inmvil, el tejido no debera ser movido hacia una direccin determinada o eliminado, sino que se le debera permitir que los movimientos inherentes y las tensiones se expresaran. No se modifica la velocidad de estas expresiones de tensin, sino que tienen lugar a su propio ritmo.
Tabla 16.3
Indicaciones generales y efectos
Equilibrio de tensiones tisulares globales y locales Activacin de los procesos de intercambio entre los lquidos y los tejidos Contacto con las propias fuentes del cuerpo y activacin de las reacciones de curacin Acceso a la paz global Percepcin del intercambio entre la paz o reposo y la fisiologa Refuerzo de un PBT Reorientacin del fulcro hacia la lnea media
(fig. 16.2)
16.2
Induccin del punto inmvil en los pies
Terapeuta
Est situado a los pies del paciente.
435
Tiene un efecto de bomba linftica13 En el dolor de cabeza, debido a las alteraciones del drenaje venoso11 En dolor de cabeza tensional14 Se ha registrado su influencia sobre el flujo sanguneo perifrico y sobre la respiracin15,16 Es posible que a travs de esta tcnica salgan a la luz posibles disfunciones primarias del cuerpo, de modo que podrn ser identificadas12 Tcnica universal: segn Sutherland29, esta tcnica puede ser aplicada siempre que el proceso teraputico se encuentre en un punto de estancamiento sin salida y cuando el terapeuta ya no sepa qu hacer. Igualmente, la tcnica de CV-4 puede ser aplicada para eliminar los efectos negativos de una tcnica (tcnica de remisin) Las investigaciones de Magoun4 demostraron el efecto reductor de la glucosa en sangre de la tcnica CV-4, adems de una reduccin del nmero de leucocitos y una disminucin de la actividad de las glndulas sudorparas
16.6
Tcnica CV-4. Las flechas indican la direccin de la extensin/rotacin interna
16.7
Tcnica CV-4 (vista lateral)
452
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Cuando esta induccin de movimiento en sentidos contrarios ha sido asumida por el mecanismo de respiracin primaria, el terapeuta se limitar a seguirlo pasivamente y a esperar hasta que este movimiento de sentidos contrarios ceda Tras una breve pausa sin movimiento se restablecer de nuevo y de forma automtica un movimiento simtrico natural
Observacin
Corresponde al expuesto en la pg. 450 y ss.
16.18
Tcnica de rotacin ant./post. de los temporales
16.19
Tcnica de rotacin ant./post. de los temporales
455
La fascia.Vivimos gracias a su funcin y morimos cuando deja de funcionar. Still1 La fascia es el lugar en el que pueden identificarse las causas de la enfermedad, y tambin es el lugar que debera ser explorado y en el que debera iniciarse el tratamiento de todas las enfermedades. Still2
El estado de las estructuras fasciales tena para Still un significado bsico para el mantenimiento de la salud, pero l no identificaba el trmino fascia con el trmino tejido conectivo. Utilizaba el trmino fascia en el sentido de tejido membranoso que contena primariamente el revestimiento epitelial del sistema respiratorio y digestivo, as como la serosa peritoneal. Es muy importante saber que su observacin no estaba dirigida a las enfermedades del sistema musculoesqueltico, sino al tratamiento de enfermedades infecciosas e internas17. Las uniones fasciales entre el crneo y el resto del cuerpo son un factor importante en la transmisin del ritmo craneosacro en el cuerpo y para el correcto funcionamiento del sistema craneosacro en el sentido ms estricto. La fascia es una estructura de tejido conectivo que forma una capa continua y de recubrimiento dentro del cuerpo. Este sistema de fascia se caracteriza por una capacidad de deslizamiento y de desplazamiento fantstica. Las fascias permiten la realizacin de movimientos fisiolgicos finos como los del sistema craneosacro, del latido cardaco, o movimientos ms claros como la expansin de los pulmones durante la respiracin o el levantamiento de un brazo. Cuaquier modificacin de estas fascias o del tejido conectivo restante influye, segn Erlingheuser18, en la cantidad de LCR en los microtbulos de tejido conectivo. El Prof. Dr. A. Pischinger3, quien investig la funcin y la anatoma del tejido conectivo, puso de relieve en su obra El sistema de la regulacin bsica el destacado papel del tejido conectivo y del lquido extracelular en la funcin de las clulas orgnicas. En este lquido extracelular influyen directamente los nervios, los capilares y las clulas. En el transcurso de sus investigaciones lleg a la conclusin de que el espacio extracelular constituye la regulacin primaria y la condicin previa para la funcin de las clulas orgnicas y denomin a este sistema sistema vegetativo bsico. Nunca pudo localizar contactos directos entre los vasos, los capilares y los nervios4. stos deben hacer constantemente un trayecto en el espacio extracelular, aunque sea mnimo. Descubri incluso que cuanto ms hacia la periferia se explora, ms se separan los nervios de los vasos. El tejido conectivo est constituido por tres componentes: clulas, fibras (colgeno, elsticas, reticulares) y sustancia bsica. Las fibras y la sustancia bsica estn formadas por las clulas. La sustancia bsica est formada por mucopolisacridos, especialmente por cido hialurni-
466
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Centro tendinoso
Hiato artico
Pilar izquierdo
Pilar derecho
M. psoas mayor
17.8
Diafragma (vista inferior)
M. cuadrado lumbar
rectamente con el diafragma. Los msculos diafragmticos se originan en forma de anillo en el estrecho torcico inferior y se extienden hacia arriba en forma de arco, en una placa tendinosa central. El diafragma es el nico msculo estriado que est activo en reposo. El diafragma ligamentario muscular es controlado voluntaria e involuntariamente. Mantiene relacin con los procesos de intercambio a travs de la respiracin y del tracto digestivo y con el mantenimiento del cuerpo.
Estructuras implicadas
seas: las 6 costillas inferiores, de la 1 a la 4 vrtebras lumbares, apfisis xifoides del esternn Musculares: m. psoas, m. cuadrado lumbar Viscerales: corazn, esfago, hgado, estmago, intestino grueso, pulmn Nerviosas: n. vago, n. frnico, n. esplcnico mayor y menor, ganglios simpticos Vasculares: aorta, a. mamaria interna, a. torcica interna, vena cava inferior, v. lumbar ascendente, vv. cigos y hemicigos, conducto torcico
Las porciones musculares del diafragma pueden dividirse en porcin lumbar, porcin costal y porcin esternal. Los fuertes pilares de la porcin lumbar se originan en el ligamento longitudinal anterior de la columna vertebral, a la derecha de la superficie anterior del primer al tercer (cuarto) cuerpos vertebrales y a la izquierda en la superficie anterior del primero y segundo (tercero) cuerpos vertebrales y sus discos intervertebrales. Adems, tambin se originan lateralmente en los correspondientes cuerpos vertebrales y en su arco tendinoso para el paso del m. psoas, as como en un arco tendinoso para el paso del m. cuadrado lumbar. La porcin costal se origina en la superficie interna de las 6 costillas inferiores, y la porcin esternal en la cara posterior del apndice xifoides del esternn. Se insertan todas en una placa tendinosa central en forma de V, el centro tendinoso. La cpula diafragmtica derecha queda situada ms alta que la izquierda. Debajo de la cpula derecha se encuentra el hgado, y debajo de la izquierda, el estmago.
474
OSTEOPATA CRANEOSACRA
17.12
Fascia del cuello a la altura de C6 (vista superior)
N. vago
Insercin en el crneo: Hueso occipital Hueso temporal Mandbula Insercin anterior en el manubrio esternal y en la clavcula
17.13
Lmina cervical superficial
Cranealmente se contina en la fascia mesentrica, parotdea, temporal y en la galea aponeurtica Dorsalmente se une con la fascia nucal y, a travs de una sutura de tejido conectivo en la insercin del lig. nucal, con la fascia cervical profunda y con el tejido de los msculos de la nuca Adems, la lmina superficial envuelve las inserciones musculares y ligamentarias en la apfisis estiloides.
478
OSTEOPATA CRANEOSACRA
1 2 3 4
5 6 7 16 17 10 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 11 12 13 14 8 9
15
Fascia bucofarngea y compartimento visceral Fascia paravertebral Aponeurosis plerigotemporomandibular Aponeurosis interpterigoidea Redeau stylien 1 Hueso nasal 2 Agujero incisivo 3 Maxilar 4 Sutura intermaxilar 5 Apfisis temporal del hueso cigomtico 6 Hueso palatino 7 Fisura orbitaria superior 8 Agujero palatino mayor 9 Agujero palatino menor 10 Apfisis cigomtica del hueso temporal 11 Agujero oval 12 Agujero espinoso 13 Fosa mandibular 14 Fisura petrotimpnica 15 Apfisis mastoides 16 Coanas 17 Vmer 18 Conducto pterigoideo 19 Agujero rasgado 20 Tubrculo farngeo 21 Trompa auditiva 22 Conducto carotdeo 23 Apfisis estiloides 24 Conducto del hipogloso 25 Agujero yugular 26 Cndilo occipital 27 Agujero estilomastoideo
17.16
Insercin de la fascia en la base del crneo
Hacia abajo: fijada en la parte anterior de la rama mandibular ascendente Posteriormente se encuentra el borde libre de la aponeurosis, que se une con el lig. esfenomandibular (el lig. esfenomandibular se extiende desde la espina del esfenoides hacia la cara interna de la mandbula en el agujero mandibular)
481
Equilibrio de la cadena lingual Control de la lnea de gravedad ascendente anteropost. Cadena muscular anteroposterior Cadena muscular rtmica
Msculos de la respiracin
17.20
Esquema de las cadenas musculares (de: G. StruyfDenys, Les chanes musculaires et articulaires, 4 ed. I.C.T.G.D.S., Bruselas, 1991)
Extroversin centrfuga
Introversin centrpeta
Lnea de gravedad anteroposterior descendente: Trayecto: desde el borde anterior del agujero magno, a travs del cuerpo de T1 y T2, a travs de la unin articular de L4/L5 hasta el vrtice del cccix. Funcin: une la columna vertebral formando un sistema articular funcional cuyo centro est situado a la altura de T11 y T12. Lnea de gravedad posteroanterior ascendente: Trayecto: se inicia bilateralmente en la articulacin de la cadera, por la presin de la cabeza del fmur en el acetbulo. Las lneas discurren anteriormente a L3 y a T4 y terminan en el
499
Realizacin
El terapeuta valora el movimiento de torsin de las costillas y de la parte superior de la caja torcica Sigue en la direccin hacia la que las costillas y la caja torcica se mueven ms fcilmente Se rota la cabeza ligeramente en sentido contrario (debido a la biomecnica de las articulaciones costovertebrales) All se busca el point of balance hasta que se percibe la desaparicin de la tensin
17.37
Tcnica de recoil de la parte superior de la caja torcica
511
(fig. 17.40)
17.50
Hueso hioides esternn
17.51
Acuamiento de los cndilos occipitales en las carillas articulares del atlas
512
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Terapeuta
Se sita a la cabeza del paciente.
17.52
Tcnica para la articulacin atlantooccipital
17.53
Tcnica para la articulacin atlantooccipital
521
El sacro es realmente una estructura corporal importante, que influye directa e indirectamente en la totalidad del sistema nervioso autnomo y que merece el lugar que ocupa en las consideraciones osteopticas. Beryl E. Arbucle1
Anatoma y disfuncin
La base del sacro est situada en el mismo plano que la parte anterior de la base del occipital y est unida al cuerpo de la 5 vrtebra lumbar a travs de un disco intervertebral. Durante el desarrollo embrionario, la regin del sacro prcticamente no vara en cuanto a su parte proporcional respecto a la longitud total de la columna vertebral, contrariamente a lo que ocurre con las regiones cervical, torcica, lumbar y coccgea. Por lo tanto, la regin sacra, igual que la base del crneo, es una especie de fulcro.
La articulacin sacroilaca
El sacro posee unas superficies articulares laterales con la pelvis. Presentan forma de L y estn constituidas por un brazo superior corto y por un brazo inferior largo. Entre ambos discurre, a la altura de la segunda vrtebra sacra, el eje de rotacin del sacro. Adems, en este punto se encuentra la insercin del tubo dural. Por encima del eje de rotacin, las superficies articulares se aproximan hacia anterior; por debajo de este eje se separan una de la otra. La sutura occipitomastoidea presenta una estructura curiosamente similar en sus carillas articulares suturales a las superficies articulares de la articulacin sacroilaca. Las similitudes anatmicas y fisiolgicas entre el occipital, el sacro y las estructuras que los delimitan estn representadas en la tabla 18.1. El sacro no slo presenta uniones hacia arrriba con la columna vertebral, sino que tambin las presenta anteriormente con la snfisis pbica y hacia abajo a travs de la articulacin sacroilaca y de la articulacin de las caderas con las extremidades inferiores. Las articulaciones sacroilacas son atravesadas por arriba y por abajo por las lneas de fuerza. Constituyen los puntos de cruce de estas lneas de fuerza y son as puntos de integracin de las influencias superiores e inferiores. Por esta razn, la articulacin sacroilaca no slo se ver afectada por causas primarias, sino tambin frecuentemente por otros trastornos.
527
Enfoque vitalista
Solamente se ejercer la traccin caudal cuando se quiera apartar el sacro de su zona de tensin. No se buscarn las barreras de movimiento. Establecimiento de la balanced tension mediante el acompaamiento pasivo (sin valorar previamente el movimiento) Se permiten los movimientos inherentes/manifestaciones de tensin. Ligament goes shopping Percepcin de un cambio de conciencia en el transcurso de la interaccin teraputica. Se crea una especie de punto inmvil funcional en el que aparentemente todos los movimientos cesan y se completa un cambio: something happens Percepcin de un disengagement natural a nivel de L5/S1 o de un automatic shifting Se puede palpar de nuevo el movimiento: eliminacin de la tensin tisular, nuevo equilibrio de tensiones Tambin se puede efectuar una dynamic balanced tension (DBT) o una balanced fluid tension (BFT).
(fig. 18.2)
18.2
Tcnica alternativa para la descompresin de la zona de transicin lumbosacra
Paciente
Se coloca en decbito supino. Las caderas y las rodillas estn flexionadas.
Terapeuta
Se coloca al lado del paciente a nivel de L5/S1.
537
Todos los vasos que se dirigen hacia el corazn y que salen de l deben ser liberados de cualquier obstculo. Ningn nervio puede ejecutar su trabajo si no est bien vascularizado. A.T. Still1
Entre las tcnicas para mejorar la circulacin encontramos las tcnicas de fluctuacin ya descritas y las tcnicas que se describen a continuacin.
Aproximadamente el 95% de la sangre venosa abandona el crneo por el agujero yugular. Por esto es extremadamente importante restablecer el libre flujo venoso en este punto. Es decir, que se libere la articulacin atlantooccipital y que se separen los cndilos occipitales (ver pgs. 511 y ss.).
Efectos
El drenaje venoso del crneo y de los ojos (seno cavernoso), as como la movilidad de los huesos del crneo, pueden mejorarse notablemente con las tcnicas que se describen a continuacin. La mejora del drenaje venoso conduce indirectamente a facilitar el intercambio que tiene lugar entre la sangre y el tejido enceflico, as como a una mejora de la reabsorcin del lquido cefalorraqudeo (LCR), que optimiza a su vez el intercambio entre el LCR y el tejido enceflico. De este modo se armonizan el sistema nervioso vegetativo y los impulsos nervio-
540
OSTEOPATA CRANEOSACRA
De nuevo, todo el peso del crneo descansa sobre los dedos Los pulgares se colocan superpuestos en la sutura sagital Se visualiza una unin entre los pulgares y el extremo anterior del seno recto Se mantiene el contacto de los dedos hasta que se percibe el reblandecimiento de los tejidos (figs. 19.3 y 19.4)
19.3
Tcnica para el seno sagital superior
19.4
Tcnica para el seno sagital superior
545
Lo ms dbil sobre la tierra supera a lo ms fuerte sobre la tierra. Lo no presente se filtra entre lo que no tiene espacio libre. En ello reconocemos el valor de la no intervencin. Laotse: Tao Te King1
Las relaciones de tensin hipertnicas en el sistema de las membranas durales son una de las causas principales de los trastornos del sistema craneosacro. stos pueden ser causados especialmente por traumatismos durante el parto o por traumatismos craneales sufridos en la primera infancia. Pero posteriormente tambin puede originarse un hipertono de las tensiones de las membranas intracraneales por traumatismos craneales, por tensiones musculares crnicas que se continan en el interior del crneo a travs de las uniones fasciales o por tensiones emocionales crnicas. Tambin es posible que se produzcan trastornos de la vascularizacin y de la inervacin sensitiva de las membranas durales debido a disfunciones de las vrtebras cervicales superiores, de los huesos del crneo y de las suturas craneales. Los nervios craneales, al igual que los vertebrales, y los ganglios, tambin pueden verse afectados y estar implicados en el mantenimiento de mecanismos disfuncionales complejos. Las tensiones de la periferia pueden ser transmitidas al sistema craneal o inversamente, por ejemplo, a travs de la continuaidad de la dura en el epineurio de los nervios craneales y espinales salientes o a travs de las venas emisarias desde el epicrneo hacia la dura, o desde la mdula espinal a travs del tronco del encfalo hacia la dura craneal (tienda del cerebelo y sus inserciones seas)7. Se pueden transmitir tensiones de los msculos al sistema dural. En este sentido, Upledger8 afirma que el hipertono del m. coccgeo puede influir en los movimientos de los huesos del crneo debido a su insercin en el sacro y a travs de la duramadre espinal, aunque es cuestionable si este msculo es capaz de desarrollar tal traccin, puesto que est muy atrofiado en los seres bpedos. Segn Upledger9, tambin es posible que las fuerzas de traccin ejercidas en el sistema dural sean transmitidas a los puntos de insercin de las membranas durales en el hueso y al tejido conectivo externo, al sistema craneosacro, o viceversa, las fuerzas de traccin provenientes del exterior del sistema craneosacro pueden ser conducidas hacia el sistema dural10. Del mismo modo que las tensiones musculares extracraneales hipertnicas existentes, por ejemplo, en el occipital pueden actuar sobre las membranas intracraneales, las alteraciones funcionales del occipital o de otras estructuras extracraneales pueden provocar tensiones intracraneales perjudiciales.
552
OSTEOPATA CRANEOSACRA
20.5
Tcnica spread del hueso parietal
20.6
Tcnica spread del hueso parietal
567
En la palpacin deberamos procurar encontrar nicamente lo que realmente est presente y no lo que pensamos o deseamos que estuviera presente. Harrison H. Fryette1
La unin articular entre el hueso occipital y el esfenoides, la sincondrosis esfenooccipital (SEB), empieza a osificarse a partir de los 6 aos de vida (13 o 16)7-10. Ya estar osificada entre los 13 y los 17 aos7-9. Tal como ya supuso Magoun, es improbable que la SEB osificada en el adulto presente movimientos articulares o movilidad11. En cambio, existen numerosos indicios sobre la existencia de movilidad en las suturas de la bveda craneal. A partir de la adolescencia, la base del crneo ya no debe considerarse como un puntal seo mazizo, sino que constituye un espacio neumatizado ms o menos continuo que se extiende desde el hueso etmoides hasta la porcin basilar del hueso occipital12. Segn Latkowski, los senos paranasales cumplen una funcin absorbente de energa y de impactos, es decir, una funcin de amortiguacin ante la accin de fuerzas traumticas13, y esto es debido a las mltiples paredes de su estructura, a las cualidades elsticas del sistema de senos paranasales seos y a su contenido en aire. De este modo se pueden distribuir las fuerzas actuantes. Mientras que parece improbable la presencia de movimientos angulares puros en el sentido de una flexin/extensin en la sincondrosis/sinostosis esfenobasilar, segn Eser-Bindl es imaginable una movilidad en el sentido de elasticidad y flexibilidad global de una base del crneo ms o menos neumatizada12. No parece que se haya descartado la hiptesis de que esta regin pueda actuar como punto central en la lnea media del crneo y como punto de insercin de mltiples estructuras fasciales como fulcro incluso en una edad avanzada. Las descripciones siguientes para las interacciones mecnicas en la regin de la SEB en adultos parecen lgicas y deben continuar siendo exploradas respecto a su validez palpatoria diagnstica: elasticidad, flexibilidad, densidad y capacidad de adaptacin a determinadas acciones de fuerza. Todava queda por constatar hasta qu punto las variaciones rtmicas de elasticidad y de densidad aparecen en esta regin como reaccin a la denominada respiracin primaria, o son parte de esta expresin rtmica, as como la cuestin de cul es la importancia clnica de la SEB en la edad adulta. Otra cuestin es qu sentimos y qu somos capaces de percibir cuando intentamos palpar la regin de la SEB con una palpacin indirecta. Son adecuadas las descripciones clsicas o necesitan una traduccin a modelos ms adaptados? Es incluso posible que deban ser abandonadas?
581
Derecha
Izquierda
21.16
Caractersticas diagnsticas de una inclinacin lateralrotacin derecha
21.17
Caractersticas diagnsticas de una inclinacin lateralrotacin derecha
21.18
Caractersticas diagnsticas de una inclinacin lateralrotacin derecha
Visin anterior
611
Nunca repetiremos suficientemente que el tacto delicado y el abordamiento suave deben ser la base tanto de la palpacin de la posicin y del movimiento como del mismo tratamiento. Harold I. Magoun
619
22.3
Torsin derecha de la SEB
El dedo meique derecho conduce el lado derecho del occipital hacia caudal. El dedo ndice izquierdo conduce el ala mayor izquierda del esfenoides hacia caudal. El dedo meique izquierdo conduce el lado izquierdo del occipital hacia craneal.
22.4
Torsin izquierda de la SEB
Torsin izquierda: la amplitud de una torsin inducida a la izquierda es mayor que la de una torsin inducida a la derecha. Correccin: El dedo ndice izquierdo conduce el ala mayor del esfenoides izquierda hacia craneal. El dedo meique izquierdo conduce el lado izquierdo del occipital hacia caudal. El dedo ndice derecho conduce el ala mayor derecha del esfenoides hacia caudal. El dedo meique derecho conduce el lado derecho del occipital hacia craneal.
22.5
Inclinacin lateralrotacin derecha
FLR derecha: la amplitud de la inclinacin lateral-rotacin inducida a la derecha es mayor que la inclinacin lateral-rotacin inducida a la izquierda. Correccin: Mano derecha: el dedo ndice se separa del dedo meique. La mano derecha se mueve hacia caudal.
631
Punzantes como las agallas de un pez como signo de la movilidad articular de un mecanismo respiratorio. Sutherland1
Las causas de la existencia de restricciones suturales pueden ser de naturaleza traumtica como cadas, intervenciones quirrgicas dentales o traumatismos del parto, o pueden ser originadas por tensin muscular crnica, del msculo temporal o por tensiones emocionales. La realizacin de una anamnesis cuidadosa nos proporciona frecuentemente la explicacin de restricciones suturales especialmente graves de gnesis primaria traumtica. Las suturas craneales pueden ser tratadas especficamente sobre todo mediante dos tcnicas: mediante la tcnica de V-spread y mediante la separacin de las suturas (disengagement) (ver tambin pgs. 392 y ss. y pg. 398). Con la tcnica de V-spread se liberan las suturas con la ayuda de las fluctuaciones de los lquidos. La separacin (disengagement) acta directamente en las suturas y est especialmente indicada en las disfunciones traumticas de las suturas y en importantes restricciones suturales crnicas. Las estructuras tisulares intrasuturales son estiradas y relajadas. A continuacin se podr eliminar, si es necesario, los patrones tensionales finos todava presentes en las suturas mediante una tcnica indirecta. Se aplican ambas tcnicas cuando las restricciones suturales no se eliminan durante la ejecucin de otras tcnicas, como, por ejemplo, mediante la aplicacin de tcnicas de relajacin de las membranas intracraneales y cuando las disfunciones suturales requieren un tratamiento ms especfico. El tipo de realizacin de la tcnica de V-spread depende de la capacidad del terapeuta para sincronizarse con las fuerzas homeodinmicas del cuerpo. Al inicio puede tener mucho sentido aprender la utilidad de las fuerzas hidrulicas para la liberacin, por ejemplo, de disfunciones suturales o intraseas. Con el aumento de los conocimientos y de las capacidades palpatorias para la percepcin de las fuerzas de regulacin inherentes en el organismo se priorizan otros procedimientos o formas de actuacin. En este sentido, en sus ltimos aos de vida Sutherland trabajaba ms con el concepto de transmitir potency en los lquidos y menos con la aplicacin de fuerzas hidrulicas. Y finalmente, el terapeuta podr sincronizarse de esta forma con la respiracin primaria que l sigue en el transcurso de las actividades homeodinmicas dirigidas y que constituir el punto central de su tratamiento.
632
OSTEOPATA CRANEOSACRA
Tcnica de V-spread
Sutherland tambin denomin esta tcnica Directing the potency of the cerebrospinal fluid. Utiliz el trmino transference of energy (transmisin de energa)4. Le gustaba comparar las fluctuaciones del LCR con el movimiento de las mareas2. Esta fuerza inherente en el hombre puede ser utilizada con la ayuda de la tcnica V-spread para eliminar de la forma ms suave incluso las restricciones ms fuertes. Tal como ya hemos decrito, el cuerpo posee caratersticas coloidales, es decir, manifiesta cualidades coloidales. Cunto ms intensas sean las acciones traumticas o fuerzas actuantes sobre el tejido, ms reaccionan dichos tejidos como si fueran un cuerpo rgido. En cambio, los impulsos lquidos teraputicos suaves y lentos provocan reacciones lquidas del coloide. Cuando el ostepata ejerce una suave compresin en el crneo, se inicia un movimiento fluctuante o una transmisin de energa dentro del crneo a travs del lquido cefalorraqudeo4.
Se colocan los dedos medio e ndice formando una V en la sutura craneal restringida o a valorar. Se ejerce una suave pulsacin justo en el punto diametralmente opuesto con el dimetro ms amplio, en el punto en que el vector de los dedos colocados en forma de V abandona el crneo. ste es el punto ptimo desde el cual se puede ejercer un impulso en direccin a la sutura restringida.
23.1
V-spread: dedos en forma de V en la sutura restringida
23.2
V-spread: palpacin de la pulsacin
Regin de la pulsacin
635
23.6
Sutura coronaria: energa de los dedos que dirigen hacia la escama occipital
23.7
Sutura occipitomastoidea: energa de los dedos que dirigen a la tuberosidad frontal
23.8
Sutura parietomastoidea: energa de los dedos que dirigen al pterin
661
Glosario
A continuacin se explican algunos de los trminos importantes de la osteopata craneosacra que tambin llevan implcitos algunos aspectos espirituales. Las explicaciones estn mayoritariamente basadas en los escritos originales de W. G. Sutherland y de la primera edicin de la obra de Magoun: Osteopathy in the craneal field (1951), en la que Sutherland colabor activamente y que mereci su ms completa aprobacin. Es posible que en algunos casos ocurra que determinados conceptos ya estn desplazados desde el punto de vista ms actual, pero es importante presentar estos puntos de vista para comprender el origen y la importancia de los mtodos de abordamiento de Sutherland y por lo tanto las races de la osteopata craneosacra. Adems, la mayor parte del vocabulario elegido est basado en sus experiencias palpatorias. Es de suponer que Sutherland ha escogido muchos trminos para poder explicar a sus alumnos determinados abordamientos a partir de la palpacin y poderlos guiar en determinadas experiencias palpatorias sutiles. Por lo dems, es una ventaja para todos los practicantes de la osteopata craneosacra y para su continuo desarrollo que utilicemos todos el mismo vocabulario.
Balance point
Ver point of balance.