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Meirieu - Terigi

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A fines de octubre de 2013, Philippe Meirieu brind la conferencia La opcin de educar y la responsabilidad pedaggica en el Palacio Sarmiento, convocado como

invitado especial del Ministerio de Educacin de la Nacin con motivo de la celebracin de los 30 aos de democracia en la Argentina. En la disertacin, Meirieu se refiri a tres exigencias que considera fundamentales en el vnculo que existe entre democracia y pedagoga: Estas tres exigencias son: primero, (...) transmitir saberes emancipadores, no cualquier saber; luego, (...) tenemos que compartir valores, y los valores que son fundadores de la democracia; y el tercer elemento, formar a nuestros nios y a los ciudadanos para el ejercicio de la democracia a lo largo de sus vidas. Ms adelante, especifica tres imperativos pedaggicos fundamentales en la cotidianidad ya que piensa que una escuela democrtica debe ensearles a sus alumnos a postergar, a simbolizar y a cooperar. En relacin con este punto, Meirieu se detiene a analizar las posibilidades de la tecnologa para la construccin democrtica, destacando entre otros aspectos que las tecnologas digitales pueden cambiar las herramientas para el intercambio de saberes, en herramientas que permitan la cooperacin. Finalmente, analiza los mtodos de evaluacin de los alumnos, la evaluacin de los sistemas educativos y las finalidades del sistema educativo. Philippe Meirieu es investigador, escritor y docente francs especializado en pedagoga. Entre su prolfica obra, pueden destacarse: La opcin de educar: tica y pedagoga (Editorial Octaedro), Una llamada de atencin: Carta a los mayores sobre los nios de hoy (Ariel), Aprender s: pero cmo? (Editorial Octaedro) yFrankenstein educador (Laertes). Siguiendo cualquiera de los siguientes enlaces, se puede leer en lnea o descargar el texto de la conferencia publicado por el Ministerio de Educacion de la Nacin.

Philippe Meirieu es un investigador, escritor y docente francs especializado en pedagoga. Se doctor en Ciencias de la Educacin en la Universidad de Lumire-Lyon, donde actualmente se desempea como profesor y director del Instituto de Ciencias y Prcticas de Educacin y de Formacin.Anteriormente dirigi el Instituto Nacional de Investigacin Pedaggica (INRP), y ejerci la docencia en escuelas primarias y secundarias. De paso por Argentina, fue recibido por el Ministro de Educacin de la Nacin, Alberto Sileoni y el Subsecretario de Equidad y Calidad Educativa, Gabriel Brener. Aqu, un recorrido por su conferencia La opcin de educar y la responsabilidad pedaggica: El postulado central, que gui toda la exposicin de Philippe Meirieu fue: no existe una

democracia sin una educacin democrtica y una educacin para la democracia.

A partir de ah, el autor de La opcin de educar: tica y pedagoga; Una llamada de atencin: Carta a los mayores sobre los nios de hoy; Aprender s: pero cmo? y Frankenstein educador, entre otros ttulos,formul en primera instancia tres exigencias que considera fundamentales, en segundo lugar, tres imperativos pedaggicos y por ltimo, tres palancas importantes para accionar hoy en da en el terreno de la escuela. En cuanto a las tres exigencias que para el autor tienen gran importancia en el vnculo entre democracia y pedagoga, explic:

*Trasmitir saberes emancipadores: La escuela democrtica no trasmite cualquier saber y tampoco de cualquier manera, trasmite saberes que permiten a la vez, inscribirse en una historia y proyectarse en un futuro. Muchas veces los saberes que nuestros sistemas ensean y que fueron construidos en las currculas se reducen a pruebas formales, y el nio no ve muy bien cual es el sentido que esas pruebas tienen en la historia de su vida y en la historia de su educacin. Un saber es emancipador solamente si le trasmite al alumno la sensacin de que ese saber permiti construir una emancipacin en el hombre.
Y en relacin a nuestro contexto actual, Meirieu sostiene que estamos frente a saberes que perdieron su sentido y su significacin en la historias de los hombres, por eso postula: es necesario ensear tambin la historia de esos saberes, porque al entender que

fueron cruciales en la historia y permitieron liberarse de creencias arcaicas y del control de los que eran tiranos y eran omnipotentes. Pienso que uno de los principales objetivos de la educacin democrtica es trasmitirles a nuestros hijos que los saberes fueron y siguen siendo una herramienta de emancipacin para los hombres y las mujeres.
Meirieu ha ejercido la docencia en escuelas primarias y secundarias y en su trayectoria de investigacin ha puesto el foco en las problemticas vinculadas a los alumnos y alumnas que abandonan la escuela. Sobre esto dice: estos alumnos se han encontrado con

obstculos en el camino del saber escolar y entonces ese saber no se corresponde a nada deseable. Es necesario reabrir el camino del saber y que entiendan que no es con la transgresin social que se van a emancipar, sino que lo harn a travs de una transgresin mucho mayor, que es la transgresin de la inteligencia en contra de los prejuicios. La mayor subversin, la ms linda subversin y la ms agradable es la de la inteligencia frente a la tontera. Y para eso, necesitan tener delante suyo, adultos que a su vez se emanciparon mediante el conocimiento y no mediante la violencia. Es de esa manera que vamos a volver a abrir ese camino del conocimiento, y que vamos hacer que los saberes escolares no sean solamente utilidades escolares sino herramientas de formacin de los ciudadanos. * Compartir con nuestros alumnos los valores fundadores de la democracia: el respeto de la alteridad en la construccin del bien comn: El valor de la democracia es tratar de convencer sin vencer. Convencer respetando la inteligencia del otro, sin utilizar el control, ni la sumisin. En la escuela o en el aula, la verdad de la palabra no depende del estatuto del que pronuncia esa palabra. El que tiene razn no es el ms fuerte, no es el que grita ms fuerte, tampoco el que presiona a los dems, es el que demuestra mejor y es el que sabe convencer. El docente, tiene que interpelar constantemente esa capacidad de inteligencia, la capacidad de conmoverse que tienen los hombres. Tenemos un desafo antropolgico fundamental que es volver a encontrar el placer de encontrar juntos con nuestros alumnos, el placer de aprender nosotros tambin cuando explicamos algo y el placer del otro que descubre cuan bien logramos explicarle. *Formacin para la libertad: No es algo simple, porque existen dos ilusiones: una primera ilusin es que el nio es espontneamente libre y la segunda ilusin es que el nio se transforma en un ser libre una vez que cumpli la mayora de edad. La pedagoga va a intentar justamente salir de esas ilusiones. Una escuela equilibrada es una escuela que no pone a los alumnos en una situacin de eleccin constante, pero tampoco es una escuela en la que los nios nunca pueden elegir nada. Es una escuela que sabe identificar las elecciones que van a permitir formar al nio y que trabaja sobre esas elecciones con el nio. Un comportamiento que analiza las opciones, que elige algo asumiendo el resultado, no un comportamiento basado en el entusiasmo y en la velocidad de elegir. Una escuela que no forma a los ms desfavorecidos a elegir en algo su vida, su futuro, una escuela que no los ayuda a hacer elecciones sobre su vida personal y profesional, tampoco los va a formar para que hagan luego elecciones polticas y ciudadanas.
En relacin a los tres imperativos pedaggicos, sostuvo que una escuela democrtica debe ensearle a sus alumnos a postergar, a simbolizar y a cooperar y al respecto dijo:

* Postergar o aplazar: Es muy importante aprender a postergar una decisin. Hay que

aflojar esa presin que existe entre pulsin y acto, dejarle el tiempo al pensamiento para que pueda realizar hiptesis, que la pulsin sea analizada en su totalidad por nuestra inteligencia y eso necesita tiempo. En un universo donde todo va ms rpido, la escuela tiene que ser un espacio donde las cosas vayan ms lentamente, desaceleracin, nos tenemos que tomar el tiempo. Muchas veces en la escuela vamos demasiado rpido, no nos tomamos el tiempo de pensar y reflexionar juntos sobre lo que est ocurriendo, sobre lo que estamos viviendo, y entonces asistimos a una suerte de enfrentamiento entre las pulsiones de los alumnos y las exigencias de los docentes. Hay que instalar esos momentos en los que uno puede pensar, reflexionar, incluso en el silencio, intercambiando con el otro por escrito o por la palabra. *Simbolizar: La simbolizacin empieza muy temprano y la escuela tiene una responsabilidad mayor en la construccin de ese aspecto simblico, que se da, permitiendo manipular smbolos, o sea, conceptos e ideas, no objetos. Hoy en da tenemos un frenes de la accin inmediata sin pasar por la simbolizacin. La cultura es el hecho de compartir formas simblicas, que permiten entenderse y entender el mundo que nos rodea. Es esencial en una democracia, luchar para la justicia social, para una reparticin ms equitativa de los bienes materiales y tambin hay que luchar para una igualdad de acceso a las formas simblicas, y por ende a las formas de expresin artsticas y culturales. Esto es lo que nos permite nombrar, ponerle una palabra, nombrar lo que nos habita, nos permite entender el mundo y nos permite tambin decidir lo que queremos hacer con ese mundo. El acceso al pensamiento simblico es esencial y por eso pienso que es importante contar y contar y contar y contar cuentos a los nios y a los estudiantes y tambin a los adultos, hay que contar la ciencia, los mitos fundadores y la filosofa, hay que contarles todo lo que los hombres elaboraron, lo que da una forma, un sentido a este caos interno que tenemos. *Cooperar: La democracia se trata de sujetos libres, pero que deciden en conjunto sobre el bien comn, que no es algo preexistente, sino que se construye enfrentndose los intereses individuales y los intereses del grupo, para ir ms all, hacia el inters del porvenir y de nuestro mundo. La escuela tiene un papel esencial que cumplir en la formacin de ese bien comn y en la comprensin de ese bien comn. Los pedagogos trabajaron mucho sobre esta cuestin del pensamiento cooperativo, sobre el enriquecimiento recproco de las personas que logran compartir lo que tienen y lo que saben. Pero los sistemas educativos que tenemos en el Occidente son sistemas que subestiman esa relacin que puede existir entre pares.

Meirieu sostiene que hay muchas formas de trabajar en la escuela sobre esa cooperacin y destaca el papel de la tecnologa digital como rasgo importante de este tiempo. Al respecto dice: la introduccin de la computadora puede ir en el sentido el individualismo o

la computadora y las tecnologas digitales pueden cambiar a las herramientas en intercambio de saberes, en herramientas que permiten la cooperacin y para eso cada alumno tiene que tener la posibilidad de redactar su propio texto, su propio trabajo. La computadora permite acceder a redes de conocimientos y permite construir entre varios un texto colectivo en el que cada persona va a tener una cooperacin importante.
Por ltimo, se refiri a las tres palancas necesarias en la docencia.

*La evaluacin: En la mayora de los pases para evaluar a los alumnos utilizamos el sistema de las notas, que apunta ms a clasificar y a seleccionar que a hacer progresar al alumno. Y sin embargo es muy simple realizar una evaluacin que permita progresar al alumno, basta por ejemplo con poner un sistema de doble evaluacin: cuando el alumno entrega un trabajo, se corrige, se pone una nota y se agregan conceptos para mejorar ese trabajo realizado, luego se le pide al alumno que vuelva a hacer su trabajo pero a partir de esos tres conceptos, y se le pone una segunda nota, que es la que se va a tener en cuenta. Si pudisemos trabajar de esa manera, sistemticamente, an cuando le diramos menos tareas, menos trabajos para hacer en sus casas, podramos cambiar radicalmente esta relacin entre el alumno y su trabajo, porque el alumno podra lograr interiorizar esa exigencia de calidad que tenemos para con l. Porque finalmente el alumno tiene un derecho y es el de la perfeccin; tiene el derecho de que le exijamos la perfeccin, es el derecho mayor del nio, del alumno que le dice a su maestro exgeme, exig la perfeccin as voy a poder progresar y voy a poder aprender y el adulto que exige la perfeccin, ms que evaluar la mediocridad de sus alumnos, realmente hace su trabajo de educador. *La evaluacin de los sistemas educativos, aqu se refiri centralmente al sistema Pisa, que tal como defini, no es un sistema democrtico. Segn el autor: Estos test internacionales como Pisa se basan en la lgica de las competencias, que no tiene en cuenta los indicadores de xito de una educacin democrtica, por ejemplo. El test Pisa no se interesa por saber si hay delegados de clases en las aulas, en las escuelas, ni si realmente existe un funcionamiento democrtico dentro de la escuela. Tampoco le interesa conocer la riqueza de las interacciones, ni conocer todo lo que es el uso de documentos, la manera en que los alumnos se pueden apropiar de la informacin en la escuela. Soy partidario de un sistema en el que cada uno de los pases, inclusive cada uno de las provincias del pas, se autorice a implementar test complementarios para evaluar otras capacidades, fuera de las que el test Pisa evala.
En el tercer aspecto, habl de modalidades y finalidades: Para m una democracia se

caracteriza por el hecho de que en el sistema poltico las modalidades se deducen de las finalidades y no lo contrario, o sea que se indican claramente cuales son las finalidades deseadas.

En una democracia, el Estado tiene una verdadera legitimidad y tiene que decidir las finalidades. Me parece que nuestros pases democrticos necesitan finalidades educativas claras, necesitan un contrato educativo entre la Nacin y su escuela, pero para ello tiene que existir una confianza entre los actores, para que inventen las modalidades ms pertinentes para alcanzar esas finalidades, haciendo muestra de inteligencia y de imaginacin.
Concluyendo su exposicin dijo que la democracia nunca fue tan necesaria para el mundo y agreg: pero tambin podemos decir que nunca fue tan difcil, porque los sistemas

financieros ven cada vez ms en esta democracia un peligro para sus propios intereses, y tienen razn, porque la democracia es un peligro para los lobbistas, para los mercantes, para todos los comerciantes del mundo. Pero no por eso tenemos que bajar los brazos, sino que en este momento la democracia necesita una plusvala pedaggica.
Al respecto, Meirieu afirm: la pedagoga tiene que seguir siendo subversiva y dio sus razones:porque trabaja sobre lo que no hace a la mercadera mercantil. Vivimos en un

mundo donde sabemos que las riquezas no son infinitas, sin embargo s sigue existiendo una sola riqueza infinita: no es el petrleo, no es la energa nuclear, tampoco es la soja. Son los hombres y las mujeres, son nuestros hijos, porque esa energa es renovable de manera infinita y es la nica riqueza que es inagotable. La cultura tiene esa calidad extraordinaria: cuanto ms consumimos cultura, hay ms cultura, contrario a lo que sucede con las mercaderas, que cuanto ms las consumimos, ms desaparecen.

LOS SABERES DE LOS DOCENTES: FORMACIN, ELABORACIN EN LA EXPERIENCIA E INVESTIGACIN En este documento Flavia Terigi aporta una argumentacin sobre el trabajo docente, la produccin de saber pedaggico y la formacin procurando poner de relieve las condiciones que presenta esta compleja cuestin en la actualidad.

Flavia Terigi, reconocida acadmica especializada en formacin docente, present el documento base del evento:Los saberes docentes. Formacin, elaboracin en la experiencia e investigacin. All plantea como hiptesis central que el saber pedaggico disponible es insuficiente: Tenemos la conviccin de que el saber pedaggico construido no es suficiente para dar respuestas fundadas a ciertos problemas del presente de nuestro sistema educativo y, por lo tanto, de las prcticas docentes. En este punto, retoma lo sostenido por Veleda, Rivas y Mezzadra en La construccin de la Justicia educativa en la Argentina y por Philippe Perrenoud en A dnde van las pedagogas diferenciadas? Hacia la individualizacin del currculo y de los itinerarios formativos. En estas publicaciones tambin se sostiene que el saber pedaggico no es suficiente, sobre todo si lo que se busca es ensear efectivamente en aulas diversas y construir trayectos formativos personalizados. Como conclusin, Terigi plantea su crtica a tres de las estrategias que protagonizan el debate educativo actual: el reclutamiento de los talentosos, la mejora a travs de la evaluacin docente y el pago por resultados. La primera es cuestionada a partir del hecho de que la docencia es una profesin masiva, donde la eleccin de una cualidad escasa como el talento no puede ser la solucin al problema. La segunda, porque coloca la responsabilidad de la

mejora educativa sobre los docentes y porque las condiciones para que la evaluacin sea pertinente y justa no han sido, hasta ahora, viables; y la tercera porque la idea de compensar buenos resultados asume la posible existencia de resultados malos o no tan buenos, lo cual resulta insostenible desde la perspectiva del derecho a la educacin, que requiere que los desempeos de todos los docentes sean lo suficientemente buenos. Las tres soluciones falsas a problemas mal definidos incurren en el mismo error, sobrecargando a la docencia con responsabilidades que no le son exclusivas. -----------------------------------------------------------------------------

Terigi en su disertacin nos invit a la reflexin acerca del estado del saber profesional, destacando que la especificidad del trabajo docente consiste en caracterizarse por su carcter poltico, institucional, colectivo y colaborativo. Agreg tambin que: La construccin del conocimiento propone que el proceso de enseanza sea dinmico, participativo e interactivo de manera tal que el conocimiento sea una autntica construccin operada por la persona que aprende, es decir por el sujeto cognoscente. Finalmente, concluy en la necesidad de superar la doble mirada polarizada que se tiene sobre la docencia: por un lado, se responsabiliza a los profesores de la actual calidad educativa; y por otro, se espera de ellos que sean los genuinos generadores de iniciativas que mejoren la educacin.

A continuacin fue presentado el documento bsico del Foro: Los saberes docentes. Formacin, elaboracin en la experiencia e investigacin a cargo de su autora, Flavia Terigi. En su exposicin defini al a docencia como trabajo de carcter poltico, institucional y colectivo. Asimismo se enfatiz en la particular relacin del docente con el conocimiento: transmite un conocimiento que no produce y produce un conocimiento que no se reconoce como tal y no se transmite. La produccin del saber docente es localizado, aislado, no sistematizado. Se carga en demasa la problemtica general de la educacin en el docente y para mejorarla se proponen soluciones falsas a problemas mal definidos: el reclutamiento de los talentosos; la mejora a travs de la evaluacin docente y el pago por resultados. Es imposible imaginar algn cambio educativo que no se realice con los profesores. Pero sobrecargar al desempeo docente de responsabilidades en la mejora de la calidad es desconocer la complejidad de la educacin escolar. La especialista en educacin Flavia Terigi brind ayer en Posadas una conferencia magistral sobre los saberes docentes, formacin, elaboracin en la experiencia e investigacin, en lo que fue la presentacin de un documento base publicado en marzo de este ao por la Fundacin Santillana. Pragmtica y certera a la hora de ejemplificar sobre la temtica sostuvo que la nica razn por la cual los alumnos deben estar en las escuelas es que pueden aprender algo dejando en claro que educar no es retener al alumno a cualquier precio en el marco de paliar la repitencia o la desercin escolar. Habl de la paradoja que rodea a los docentes cuando se los seala, citando a Novoa que: "Por un lado los profesores son observados con desconfianza, acusados de ser profesionales

mediocres y de tener una formacin deficiente; por otro, son bombardeados con una retrica cada vez ms abundante que los considera elementos esenciales para la mejora de la calidad de la enseanza y para el progreso social y cultural. Seal que segn las ltimas estadsticas en el pas son ms de un milln de docentes los que a diario desempean sus tareas en las aulas. Desmembr minuciosamente en cuatro ejes de la charla los aspectos de la naturaleza del trabajo docente con sus pro y contras, limitado a la transmisin de saberes con de forma solitaria pero no aislada sino en el marco de un proceso institucionalizado. Adems cmo trata de elaborar las respuestas ante el interrogante de qu es lo que debe saber un docente y por qu?; los lmites del saber pedaggico disponible y de los procesos de formacin, para finalmente terminar con aspectos de la produccin del saber pedaggico. Terigi habl de los conocimientos prcticos y del desafo de ponerlos en marcha con un modelo escolar del siglo pasado creado para la homogenizacin, con las consecuencias que ello implica, y la realidad actual que pretende que el docente advierta y ensee en la diversidad. En ese marco la especialista postul que hay una hipertrofia de los procesos de formacin docente donde en muchos casos el crecimiento resulta desordenado y que no contribuye al fin primordial. Argentina ha realizado en los ltimos aos, desde la democracia en adelante, crecientes esfuerzos en formacin y sin embargo notamos que esa formacin no tiene toda la eficacia o el impacto que esperaramos, reflexion.

El error de sobrecargar al docente

"Es imposible imaginar algn cambio educativo que no se realice con profesores. Pero sobrecargar al desempeo docente de responsabilidades en la mejora de la calidad no es muy diferente de colocar a las familias la responsabilidad de sostener la escolaridad de los alumnos: adems de la falta de reconocimiento del valor de la poltica estatal para promover los derechos humanos en educacin que ello supone, esta clase de sobrecarga no llega siquiera a ser un atajo, pues por esta va no es posible resolver los problemas educativos", reza el cierre del documento de Terigi.

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