Este documento presenta el prólogo de un libro titulado "Chévere, cambur pintón" escrito por Daniel Albarrán. En el prólogo, Albarrán describe su estado emocional después de recibir el diagnóstico de cáncer y cómo comenzó a escribir este libro como una forma de sanación mental y para ayudar a otros pacientes de cáncer. Explica que al principio le costó trabajo empezar a escribir debido a sus emociones, pero que finalmente encontró la inspiración para el título y comenzó a esc
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Este documento presenta el prólogo de un libro titulado "Chévere, cambur pintón" escrito por Daniel Albarrán. En el prólogo, Albarrán describe su estado emocional después de recibir el diagnóstico de cáncer y cómo comenzó a escribir este libro como una forma de sanación mental y para ayudar a otros pacientes de cáncer. Explica que al principio le costó trabajo empezar a escribir debido a sus emociones, pero que finalmente encontró la inspiración para el título y comenzó a esc
Descripción original:
Experiencia de quimioterapias y radioterapias en el tratamiento del cancer.
Este documento presenta el prólogo de un libro titulado "Chévere, cambur pintón" escrito por Daniel Albarrán. En el prólogo, Albarrán describe su estado emocional después de recibir el diagnóstico de cáncer y cómo comenzó a escribir este libro como una forma de sanación mental y para ayudar a otros pacientes de cáncer. Explica que al principio le costó trabajo empezar a escribir debido a sus emociones, pero que finalmente encontró la inspiración para el título y comenzó a esc
Este documento presenta el prólogo de un libro titulado "Chévere, cambur pintón" escrito por Daniel Albarrán. En el prólogo, Albarrán describe su estado emocional después de recibir el diagnóstico de cáncer y cómo comenzó a escribir este libro como una forma de sanación mental y para ayudar a otros pacientes de cáncer. Explica que al principio le costó trabajo empezar a escribir debido a sus emociones, pero que finalmente encontró la inspiración para el título y comenzó a esc
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Chvere, cambur pintn
despus del libro Por la culpa de la tripa (o gracias a ella)
Daniel Albarrn
Ttulo original: Chvere, cambur pintn
Autor/Editor: Daniel Albarrn Configuracin y diagramacin: Daniel Albarrn
Diseo de portada: Daniel Albarrn (vase la explicacin de la portada en la pgina 60)
Depsito legal: lf-08120088005106
ISBN: 978-980-12-3546-0
Escrita en Barcelona, Venezuela, desde julio hasta noviembre de 2008 (durante el tratamiento contra el cncer)
Primera edicin/impresin: 1000 ejemplares Impreso en los talleres: Litho, CF C. A. Rif.: J-29577208-4 Puerto la Cruz Anzotegui Venezuela Telf.: 0281-269.45.47 (diciembre, 2008)
Segunda edicin/impresin: 2011 ______________________________________
Del autor: E-mail: dalbarranu@hotmail.com pgina web: danie-albarran.blogspot.com
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PRLOGO DEL AUTOR
Despus de la crisis emocional que supuso la noticia del cncer, las cosas no fueron nada fcil, como es de suponer en casos semejantes. Se queda como sin rumbo, y las emociones son muchas y opuestas, y en cadenas sin fin. Apenas llega un pensamiento y un sentimiento, porque no se dan por separados sino en conjunto, y la imaginacin se encarga de hacer sus recorridos por mundos realmente impresionantes. Bien dicen que la imaginacin es la loca de casa. Y miren que lo es, porque se mete por todos los rincones habidos y hasta ignorados de nuestra propia casa y hace estragos, porque comienza a sacar cosas que uno en sano juicio emocional no sera capaz de pensar. No significa que uno est loco, pero casi de estarlo en situacin parecida, sino que no se puede negar que se queda perturbado emocionalmente y eso da pie para sostener que no se est en pleno juicio emocional. Son las emociones
5 encontradas las que revolotean alborotadamente en la cabeza y no se pueden evitar ni siquiera frenar. De nada valen las palabras de estmulo como tranquilo, o paciencia; mucho menos las comparaciones con casos conocidos por las personas que vienen a alentarlo a uno. Muchsimo menos las posturas tpicas de que es la voluntad de Dios u otras expresiones como para justificar la situacin que se est viviendo en carne propia y en sufrimiento desgarrador que te hacen llorar en el alma, aun cuando se aparente un silencio externo. Pero, la procesin va por dentro. Supiera la gente valorar y respetar esos momentos de soledad existencial y no dijera tantas cosas que agrandan ms la perturbacin que ya se tiene. El silencio y la presencia seran suficientes, y la solidaridad solidaria; es decir, estar all sin pretender saberlo todo y de todo, mucho menos de los cnceres; sino en saber ser solidario respetando y sin echar ms lea al fuego a la hoguera que ya se tiene en la mente. En esa situacin propia y nica y sin comparacin me hallaba yo despus de la noticia del cncer. Sin comparacin porque es de imaginar el mundo de mundos que pasa por cada persona que se enfrenta a esa realidad. Yo me hallaba en la que me hallaba. As, el primer da lo tom como muy deportivo. Daba la noticia como si nada y muchos se sorprendan de que lo dijera as como as. Era las reacciones de muchos que iban haciendo que yo me la fuera tomando en serio.
6 A algunos se les desdibujaba el rostro y eso lo reciba mi sensor ptico y emocional y lo procesaba, a veces bien; y otras, me haca un nudo en la garganta al punto de escaprseme un as es la vida, acompaado con un gesto involuntario de hombros, indicando con ello que ya estaba entrando en el juego del conformismo y de la aceptacin, juego doblemente mortal para mi situacin, porque el siguiente paso podra ser el del derrotismo y del no se puede hacer nada. Escribir la continuacin del libro Por culpa de la tripa (o gracias a ella) no me emocionaba mucho aunque no lo descartaba. Pero en esos das por ms que encenda la computadora para sentarme a escribir sobre esas mis emociones de esos das nada sala y los dedos no obedecan para teclear las letras adecuadas. Sin duda que mi mente estaba bloqueada y todava no haba encontrado la respuesta adecuada a la situacin (cfr. Daniel Goleman).Le haba comentado a la Dra., la hematlogo del hospital que haba escrito el libro de la tripa y ella me anim a que escribiera sobre la experiencia del cncer, que eso poda hacer mucho bien a mucha gente, sobre todo a los pacientes de cncer. Le respond que tal vez, pero, era ms una negativa que una esperanza. A la semana cuando me toc la primera sesin de la quimioterapia ella fue a visitarme como paciente y despus de los saludos de rutina y de algunos chequeos previos, me pregunt que si ya haba empezado el libro. Yo toqu con mi mano derecha como reaccin
7 disimulada el apoya brazos del silln morado en el que me hallaba sentado a punto del tratamiento y ella entendi que todava no estaba preparado, y creo que se me humedecieron las mejillas con un par de lgrimas disimuladas pero con un apretn de labios que indicaban a claras que estaba a punto de llorar. No dijo nada y se despidi respetando mi momento justo en ese momento. Se aplic la primera sesin de la quimioterapia con sus reacciones y efectos respectivos y que sern parte del contenido de este nuevo libro (ms adelante). Emocionalmente estaba muy como a la si nada estaba pasando. Fsicamente, bastante bien y sin ningn efecto aparente. Las llamadas de telfono de muchas personas se hicieron manifiestas mostrando su acompaamiento. Las visitas a la casa parroquial no se hicieron esperar y aquello eran unas tertulias muy amenas. Algunos llevaban detallitos como que si galletas o jugos de esto o de aquello, y todo lo compartamos entre todos los que caban en la pequea oficina y se haca el ratico al que iban en ratotes muy agradables para todos, tanto para m como para ellos. No descartaba la necesidad de escribir el libro. En esas conversaciones surgan temas muy interesantes que valan la pena escribir y a veces manifestaba que era necesario. La mente se estaba ya cuadrando para dar la respuesta precisa y justa. Hay que darle tiempo al tiempo, dice nuestra gente en su enseanza ms que sabia. Y mi mente se estaba tomando el suyo porque
8 estaba colocando las emociones en sus lugares precisos para poder dar la respuesta adecuada. Porque hay que tener en cuenta lo que dice Freud que el artista en sus mltiples manifestaciones tiene que realizar lo que sabe hacer porque en eso consiste su sanacin del inconsciente. Adems, se trata de salud mental. As que independientemente que sea bueno o malo lo que produzco, depende del ojo de quien lo vea (porque es subjetivo) se trata de mi salud mental que es lo que importa, y con algn que otro aporte para quien lo lea, porque si lee, ya sea ste libro u otro, es porque tambin se halla en bsqueda de salud mental, y eso lo convierte ya en un artista. As que a lo que vamos. El ttulo del libro lo inspir una conversacin por telfono con una persona que me llam para saber de mi salud. Despus de los saludos y de los detalles de aqu y de all al despedirnos, la persona me contest que esperaba que yo estuviera chvere, cambur pintn, as como yo mismo lo deca en mis primeros cuatro aos de sacerdocio cuando la gente me preguntaba que cmo estaba. Mi respuesta era chvere, cambur pintn y esa respuesta me tipificaba y soltaban la carcajada. Esta persona me lo refresc y se me ilumin la idea, que podra estar oscura y confusa. Y al da siguiente de la segunda sesin de la quimioterapia empec lo que usted est empezando a leer y que juntos haremos realidad. Independientemente, de los resultados finales. Y aqu hago una nota
9 metodolgica: normalmente el prlogo de un libro se hace al final, despus que se ha escrito el libro para recoger sobre su contenido y presentarlo de manera sucinta. Esta vez hago el prlogo de primero, porque no se sabrn los resultados; adems porque ir escribiendo como vayan sucediendo las cosas, sobre todo a nivel emocional.
As que, por ahora: Cmo ests?: Chvere, cambur pintn
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Cada cosa en su lugar
En el prlogo hice referencia al libro de Daniel Goleman titulado La inteligencia emocional, por qu es ms importante que el cociente intelectual, y con esta misma quiero empezar este primer captulo. Pero esta vez ya no haciendo la referencia, sino tomando las ideas del autor y colocndolas aqu para dar los primeros pasos e intentar entender muchas cosas de nuestras vidas, en cuanto a las emociones y a las reacciones. Por supuesto que el libro que estamos comenzando no va a ser un libro de cientficos, procurar ser tan igual de jocoso y chistoso como el libro Por la culpa de la tripa sin que falte algo de aporte que esa es la idea, para ambas partes. Para empezar digamos, o mejor copiemos la idea, no al pie de la letra, sino a nuestra manera para entendernos. As hay que decir que se han hecho muchos estudios fisiolgicos (es decir, del comportamiento natural del cuerpo como instinto frente a un estmulo externo) y han descubierto que a cada emocin hay una respuesta del organismo para una situacin especfica y distinta de una persona a otra. No somos iguales y no podemos esperar las mismas respuestas de todos en las mismas circunstancias. Primer elemento a tener en consideracin: es que somos distintos y reaccionamos distinto. Nadie se parece a otro, y no puede reaccionar de la misma manera. Eso se debe a la famosa amgdala
11 cerebral, que es donde se registran y guardan todas las emociones. Lo que hace que tengamos registros distintos uno de otros. Se trata de la amgdala cerebral, distinta de las amgdalas que tenemos en la garganta.
Primero:
En ese sentido, los cientficos han descubierto las siguientes emociones relacionadas con las siguientes caractersticas fisiolgicas 1 :
1. Con la ira, la sangre fluye a las manos. Y eso nos predispone a tomar un arma o golpear a un enemigo; se genera un ritmo elevado de la frecuencia cardiaca y eso nos lleva a un alto grado de agresividad. 2. Con el miedo, la sangre va a los msculos esquelticos grandes, como los de las piernas, y as resulta ms fcil huir. El cuerpo se congela por un momento esperando qu decisin tomar; y el rostro queda plido debido a que la sangre deja de fluir por l (creando la sensacin de la cara fra). Adems, el miedo pertenece a sistema defensivo de la naturaleza 2 . 3. Con la felicidad, se genera una inhibicin de sentimientos negativos; pero es muy pasajero. 4. El amor, los sentimientos de ternura y la satisfaccin sexual dan lugar a un despertar
1 Cfr. Daniel Goleman, Inteligencia Emocional, pp. 24-31. 2 Cfr. Jos Antonio Marina, Anatoma del miedo, Un tratado sobre la valentina, Crculo de lectores, Espaa, 2006.
12 parasimptico (respuesta de la relajacin) de todo el organismo, y genera un estado general de calma y satisfaccin, facilitando la cooperacin. 5. El levantar las cejas en expresin de sorpresa permite un mayor alcance visual y tambin que llegue ms luz a la retina, lo que permite tener mayor informacin de lo que est sucediendo y precisarlo para idear mejor lo que se va a hacer de inmediato. 6. La expresin de disgusto es universal: algo tiene un sabor o un olor repugnante (o algo no me gusta del entorno) y supone un arrugar los labios y fruncir la nariz como para no permitir que algo daino entre y me haga dao. 7. La tristeza ayuda a adaptarse a una prdida significativa, como la muerte de una persona cercana, o una decepcin grande. La tristeza produce una cada de la energa y el entusiasmo por las actividades de la vida, sobre todo por las diversiones y los placeres. Mientras se recupera la energa la mente est preparando una planificacin de un nuevo comienzo.
Podra pensarse que influye y determina el nivel de preparacin que se pueda tener para superar cada emocin frente a cada reaccin fisiolgica (instintiva), y del ambiente en donde se encuentre la persona concreta. Pero, no es as. En el caso de la noticia del cncer, suceden todas esas cosas juntas. Tal vez, ms la ltima que hemos sealado aqu, la nmero 7, la de la tristeza. Y no es para menos. Habr dos reacciones distintas, como es lgico. Y ninguna se parecer a ninguna otra de cualquier otra persona, porque son historiales distintos y archivos
13 emocionales distintos. Es muy importante saber esto para no comparar a nadie con nadie. Justamente, porque son dos inteligencias las que estn interviniendo en la misma mente y en la misma persona: la inteligencia emocional y la inteligencia racional. Es descubrimiento cientfico. Todos los seres humanos tenemos dos mentes: una mente que piensa; y otra mente que siente. Y cada una por separado tiene vida propia. La mente que siente es la reaccin fisiolgica, la instintiva como a la defensiva, por eso es instintiva. Una cosa es lo que uno siente en determinadas circunstancias; y otras las que piensa en esas mismas circunstancias. No quisiera pensar uno todo lo que est pensando, ya que la imaginacin, que es la loca de la casa, se mete por todos los rincones habidos y por haber, y si no los inventa; y otra, es lo que uno est sintiendo. El problema est en que las dos mentes se den las manos. Una es la conviccin que se tiene en el corazn, y es ms profunda; y otra, que pensar eso mismo con la mente racional. El problema radica precisamente en esa divisin de pensamientos: la del corazn y la de la mente. La divisin entre lo que se piensa y lo que se siente. Tal vez, no se quiere pensar que se tiene miedo; pero, por el contrario, se siente y se experimenta miedo. Sin embargo, estas dos mentes estn exquisitamente coordinadas; se dan la mano. As los sentimientos son esenciales para el pensamiento; y el pensamiento es esencial para el sentimiento. Pero cuando aparecen las pasiones, la balanza se inclina: es la mente emocional la que domina y aplasta a la mente racional. Se trata del doble sistema: el sistema lmbico, por un lado; y por el otro, del sistema de la neocorteza o cerebro pensante. Pero el cerebro emocional (instintivo) existi mucho antes que el cerebro pensante. O sea, que
14 bsicamente somos animales instintivos y as reaccionamos inmediatamente. Son las fuerzas naturales instintivas de conservacin como en el caso de los animales, no habiendo prcticamente diferencia con el ser humano, si no fuera por la neocorteza, que es la que permite la sutileza y complejidad de la vida emocional, como la capacidad de tener sentimientos con respecto a nuestros sentimientos 3 . Primariamente la referencia es al sistema lmbico; es decir, instintivo, donde estn todos los registros genticos de comportamiento. Por otra parte, gracias a la interconexin de circuitos evolucionados, el cerebro emocional juega un papel importante en la arquitectura nerviosa para poder pensar antes de actuar, porque el actuar es instintivo y de conservacin (donde juegan un papel muy importante el aprendizaje y la memoria), y la tarea es saber ser conocedores de toda esa realidad para actuar emocionalmente con inteligencia. O dicho de otra forma, actuar con inteligencia sobre la reaccin emocional que es instintiva, y que muchas veces se nos puede escapar de las manos.
3 Es el ltimo cerebro, su nombre proviene de corteza nueva, siendo el cerebro ms joven y de mayor evolucin el cual permiti el desarrollo del Homo Sapiens, y est dividido en dos (02) hemisferios (izquierdo y derecho) y es el que nos permite pensar, hablar, percibir, imaginar, analizar y comportarnos como seres civilizados, se encuentra ubicado sobre el sistema lmbico y segn Mac Lean en l se desarrollan una serie de clulas nerviosas dedicadas a la produccin del lenguaje simblico, a la funcin asociada a la lectura, escritura y aritmtica. De igual manera proporciona la procreacin y preservacin de las ideas que all surgen, recibe las primeras seales de los ojos, odos y piel ya que las del gusto y el olfato provienen del lmbico.
15 Segundo:
Apliquemos todo esto frente a la noticia de tener cncer. Cul sera la primera reaccin (que sera fisiolgica)? La de abrir ms los ojos y cerrar los puos o quedarse pasmado en la silla. La de sorpresa y del no puede ser. O del pueda que se trate de un error de anlisis. Y, cul sera la emocin? Dudo que de alegra. Ms bien de desencanto, de cada de brazos, de rabia, de miedo, de llorar, y de angustia. Y por mucho que tengamos mucha inteligencia emocional o racional nos dejamos invadir instintivamente por una reaccin de conservacin. Nos paralizamos. Se nos nubla el futuro; o mejor dicho, se nos niega el futuro y el da inmediato. No sabemos si llorar, o rer; no sabemos hacia dnde ir; si de regreso a la casa, o si deambular un buen rato por la calle como sin rumbo y destino fijo; o, como de djenme solo. Y eso es instintivo, es decir una reaccin fisiolgica ante una emocin. Y vara de persona a persona. Hay que ser muy respetuoso de esa situacin desgarradora y terrible. Aqu no vale estudios o ttulos personales, que seran racionales. Al contrario, estamos totalmente vulnerables a la emocin, y esa verdad s que se nos escapa de nuestro control inmediato. El control emocional vendr mucho tiempo despus, si es que vendr. Pero tiene que venir para poder hacer frente a la nueva realidad; porque si no viene, se puede asomar la catstrofe de manera inmediata, que es el derrumbamiento emocional y mental, y con ello la muerte.
16 Hay que darle la batalla. Para eso estn lo grandes adelantos de la medicina. Por lo menos hay que abandonarse a ella para emprender la lucha. Pero es fcil decirlo. Otra cosa es vivirlo. No se puede negar que instintivamente es una noticia y una realidad muy fuertes. Lo dems es cuento. Nos domina la emocin, O sea, el instinto. Despus intervendr la razn para hacer y convertir la realidad en una esperanza. Y eso nos ayuda a ubicar cada cosa en su lugar como titulamos este captulo. Y el lugar de esta situacin, as de primeras, es que es desgarradoramente terrible y desesperante. Somos instintivos y no podemos evitarlo. Somos primero animales instintivos, y despus pensantes. Sin embargo, se debe exigir el respeto. Sobre todo, que somos nicos y no merecemos ningn tipo de comparacin con nadie. Djennos sufrir y quedar como taciturnos, y con la mirada perdida, porque estamos en un proceso de recreacin mental, fruto de la naturaleza que es realmente muy sabia. Por lo menos por algunos momentos, porque tampoco nos ayudara la soledad y el abandono. Pero, la naturaleza tiene sus mecanismos, y esa tristeza es el momento para buscar nuevas fuerzas y poder continuar.
Y la tristeza har tambin su trabajo! En todas las dimensiones del radio de accin: primero, en el que tiene el cncer; despus en la familia, porque tambin les espanta la realidad nueva; y, as, en todo el crculo en menor o mayor grado segn sea la conexin con el centro o sujeto que padece. Pero en dimensiones muy relativas y sin ninguna comparacin, por supuesto. Y ese es el primer puesto de las cosas en su lugar. Lo dems se le deja al tiempo y a la naturaleza que es por de ms de
17 sabia y tiene sus propios mecanismos de defensa, ya fsicos ya mentales y/o cerebrales.
Tercero:
Por qu no todos actuamos de igual manera ante los mismos estmulos? Por qu reaccionamos distinto, unos de otros, si las circunstancias, aparentemente, son iguales? La respuesta la encontramos en lo que los cientficos (neurlogos) han llamado la amgdala cerebral, que es un racimo en forma de almendra de estructuras interconectadas que se asientan sobre el tronco cerebral, cerca de la base del anillo lmbico. Existen dos amgdalas, una a cada costado del cerebro, apoyada hacia el costado de la cabeza. Su funcin es ser la especialista en asuntos emocionales. Si la amgdala queda separada del resto del cerebro nos llevara a una ceguera afectiva, porque perderamos toda capacidad de emociones frente a los acontecimientos. Y si eso sucede se pierde todo inters por la vida, porque nos llevara a perder toda capacidad de reconocer los sentimientos, as como todo sentimiento por los sentimientos. La amgdala acta como depsito de la memoria emocional y tiene mucha importancia por s misma; la vida sin amgdala es una vida sin significados personales. Sera una total apata e indiferencia. Sin la amgdala nos quedaramos impasibles y sin respuestas al afecto, como a las mismas pasiones, como el miedo y la furia (como en el caso de los animales a los que por experimento se les ha extirpado o cortado la amgdala cerebral). Hasta se perdera la capacidad de derramar una lgrima, porque habra ausencia de
18 emociones, y ni un abrazo tendra sentido y valor. La amgdala est en el centro de la accin de la emociones, incluso mucho antes que el cerebro pensante (la neocorteza) est intentando tomar una decisin. En otras palabras, el sentimiento impulsivo supera lo racional. Es cuando se vuelve fundamental y de mucho inters para nuestro conocimiento de nuestros comportamientos aparentemente irracionales e ilgicos. Lo sentidos, empezando por el del olfato 4 , mandan las seales a la amgdala en un lugar destacado en la vida mental, algo as como un guardia de entrada o viga que se enfrenta a cada situacin, cada cosa que percibe o recibe de los sentidos, y ante todas tiene una sola pregunta: Esto me hace dao, le tengo miedo, lo detesto? Y si se responde que s le hace dao, o lo detesta, o le tiene miedo, o cualquier prevencin negativa, la amgdala reacciona instantneamente, mandando un mensaje de peligro y de crisis a todas las
4 El sistema lmbico est compuesto de una serie de estructuras cerebrales que rodean al complejo R, y lo compartimos con los dems mamferos y en parte con los reptiles. Su evolucin se ha situado en hace cerca de 150 millones de aos Se ha podido establecer que el sistema lmbico es el rea del cerebro mas relacionada con las emociones como el miedo, sentimentalismo, ansiedad, y altruismo. Se le asocia tambin directamente con las funciones de formacin de memoria, aprendizaje, y experiencias. Una parte importante del sistema lmbico viejo es la corteza olfatoria, otra parte est dedicada a las funciones gustativas y orales, y otra a funciones sexuales. Aunque se ha observado que en la funcin sexual intervienen simultneamente los tres componentes cerebrales. Otras estructuras importantes del sistema lmbico son: el Tlamo, el Hipotlamo, la Amgdala, la Pituitaria, y el Hipocampo. El sistema lmbico juega un papel primordial en la consolidacin de la memoria declarativa o intencional, por medio de la cual recordamos hechos pasados, pedimos nombres, sabemos datos y fechas, etc.
19 partes del cerebro, despertando con ello inmediatamente un sistema de alarmas indicando que hay problemas. Y esas alarmas provocan la secrecin de las hormonas que facilitan la reaccin de ataque o de fuga, moviliza los centros del movimiento y activa el sistema cardiovascular, los msculos y los intestinos. El tronco cerebral recibe como consecuencia la predisposicin de actuar, como el temor, el miedo u otras manifestaciones para reaccionar inmediatamente, segn la emergencia del momento, haciendo as que los pensamientos queden en un segundo plano, por lo menos en esos momentos tan cruciales instintivos, en donde la mente racional queda sometida a la emergencia emocional que es exclusividad de la amgdala. O sea, que estamos sometidos a los instintos involuntarios como sistema de defensa y de auto-conservacin. Despus es que procede la razn o la mente pensante, pero despus de la emergencia que despert la alarma que se recibieron de los sentidos. En otras palabras, despus es que vienen los arrepentimientos o los reclamos de conciencia de lo que hicimos de manera instintiva. Pero, se nos escapa de las manos. Ni que furamos slo mente pensante. Somos, primariamente, emocionales y reaccionamos como tales. El sistema emocional puede actuar con independencia de la neocorteza o cerebro pensante. La amgdala puede guardar recuerdos y muchas respuestas que efectuamos sin saber exactamente por qu lo hacemos, precisamente porque la especie de alcabala que existe entre el tlamo y la amgdala evita completamente la neocorteza. He ah que la amgdala se convierta en un depsito de impresiones y recuerdos emocionales de los que nunca fuimos plenamente conscientes. Lo que quiere decir que nuestras emociones tienen mente propia, y que es independiente de nuestra mente racional. Eso explica
20 todas nuestras impulsividades, muchas veces mal entendidas y no comprendidas.
La noticia, como tal, una experiencia sin comparacin
La motivacin inicial de este libro es, adems, de una auto-sanacin, de un aporte para quien se pueda hallar en situaciones difciles como la de enfrentarse a la noticia desgarradora de tener cncer. Nada fcil, ni lo uno, ni lo otro. Cmo puede un ciego guiar a otro ciego? Pero, haciendo caso a la sugerencia de la Dra. de que pudiera ser de mucha utilidad para muchos pacientes, me hallo en medio de esta tarea por de ms complicada, aceptando el reto, y buscando todos los medios para por lo menos hacer el intento. Ni siquiera sin tener la seguridad de tal vez terminarlo, no sea, que ni llegue a tiempo o el tiempo y su implacable no-perdn, se encargue del resto. Pero eso ser cuando ser. Y no adelantemos, pero tampoco ofrezcamos, para ser lo ms justos posibles con esta realidad. Tampoco se pretende hacer un recetario o un formulario a seguir de quien lea este libro. Sera entrar en contradicciones con lo que tenemos dicho en los dos primeros captulos y que son muy serios y para tomrselos como tal, con todo respeto. La cosa es ms compleja pero tambin muy sencilla a la vez, porque se trata de nuestros mundos pasados acumulados en nuestros historiales emocionales y que estn guardados para nuestra autodefensa y reaccin frente al peligro inminente que supone saberse poseedor de una enfermedad que le est pisando los talones, y ni para saber si todava muy lejos, no tan lejos, o ms bien,
22 pegadito. Esa impresin o sensacin paraliza toda actividad mental y se pasa a ser presa exclusivamente de las emociones. Y es desgarradoramente inevitable. Habr quien lo toma bien, cosa que dudo. Habra que preguntarle a un sentenciado a la silla elctrica o a la horca lo que siente el saber que en dos das lo van a ejecutar. Sus respuestas seran pura adrenalina y todas esas producciones hormonales y secreciones renales y de todas las dems ramificaciones implicadas en la produccin de emociones, por mucho que se le diga que se la tome con calma y que tenga sentido racional para ver las cosas con claridad. Las preguntas se aglomerarn en el sentimiento, es decir, en el corazn, de manera inmediata. Sale a relucir la familia, los hijos, los cercanos, los lejanos, los proyectos y tantas otras cosas que tenemos como propsito en la vida. Y, ahora, qu? Y ese QU resuena en grande y como en eco redoblante en la mente emocional, porque la mente racional se ha quedado paralizada. Y es, entonces, cuando estamos bajo el yugo total y absoluto de la amgdala y todo su contenido, por fracciones de segundos, o tal vez, por mucho ms tiempo, si se sucumbe a la impresin. Terrible, sin duda. Puede ser una eternidad o un tnel sin salida... Pueda que no haya ni siquiera retorno. Es un shock, por lo menos, de manera inmediata y sbita. Tal vez exagere, pero la noticia no es para nada halagadora ni complaciente. Qu hacer? Sufrir el momento en el momento. Se est preparado? He ah el problema. Nadie lo est, as digan lo que digan. Y las reacciones sern muy variadas. Ni siquiera un modelo se propondra a seguir. Absurdo fuera. Se est bajo el mundo de las emociones y somos sus vctimas.
23 Enseguida aparecen todos los recuerdos de quienes hemos conocido que tienen o tuvieron cncer. Sus imgenes nos invaden y nos turban confundiendo ms la situacin emocional. La muerte se nos presenta como ya ms vecina que hace unos momentos atrs. No tanto la muerte, sino su proceso; es decir, el dolor, el sufrimiento, el tratamiento, la dieta y todo lo que esto supone. Ms se nos complican las cosas a nivel emocional. Pero no todo est perdido, sin embargo, como veremos a continuacin, ya que existen cinco esferas para aumentar las capacidades de nuestra inteligencia emocional y con ello buscar el nivel que la naturaleza ha programado para nuestra salud mental. Son ellas:
1. Conocer las propias emociones. 2. Manejar las emociones. 3. Ordenar nuestras emociones. 4. Reconocer las emociones en los dems. 5. Manejar las relaciones.
Estas esferas se pueden cultivar y se puede mejorar con nuestros esfuerzos conscientes, lo que significa que es un arte y un aprendizaje el mejorar porque todo est en funcin de que nuestras relaciones mejoren con los dems, que es, al fin y al cabo, la clave de todo 1 . Por ahora, y siguiendo el mtodo del autor que
1 Esto nos llevar simultneamente a hablar del libro del mismo autor, Daniel Goleman, La inteligencia social, porque es la clave y el resultado final de todo el engranaje de nuestra complejidad y sencillez humana, es decir, el paso obligatorio del camino bajo hacia el camino alto, de los que habla el autor, como proceso de saneamiento y purificacin.
24 tenemos como gua y consulta, vamos a diferenciar el CI (cociente intelectual) de la inteligencia emocional. Se puede tener, de hecho, un elevado CI, pero muy bajo, el control emocional y aqu es donde estn los problemas. Tal vez, habra que citar la obra de Erasmo de Rtterdam, Elogio a la locura, en donde presenta de manera irnica estas dos verdades sociales como para ilustrar mejor este intento de magnificar un comportamiento en sacrificio del otro, cuando lo que prevalece es el buen desenvolvimiento en las relaciones interpersonales, de los que muchas veces los muy elevados en su CI son ms bien torpes; y s muy giles y prontos los que tienen la capacidad de conversar y hasta a veces aparentemente, perder el tiempo. Pero, sigamos como vamos, para adelantar y conocer ms sobre el tema. Slo presentaremos las dos primeras, ya que las siguientes son una secuencia natural de estas dos fases iniciales.
PRIMER PASO: CONOCER LAS PROPIAS EMOCIONES:
Esa es la clave de todo. Ya se ha enclichado esa verdad en la tan famosa y citada frase de Scrates con el concete a ti mismo. Sin embargo, esa es la primera fase y la ms importante. Ya sabemos quines somos y dnde vivimos y todos esos detalles de ubicacin, como a qu familias pertenecemos. Eso nos da un lugar y una ubicacin. Pero, la cosa va un poquito ms all. Va al qu somos cuando somos, y cundo (en la circunstancia concreta) nos toca serlo. Parece un enredo de palabras pero es una verdad que no podemos eludir, porque es la piedra angular de la
25 inteligencia emocional que nos llevar a tener conciencia de nuestros propios sentimientos en el momento en que los experimentamos. Ah quedamos al desnudo con nosotros mismos y frente a los dems, sin ningn tipo de adornos: somos los que en verdad somos. Quedamos en evidencia frente a todos y a todo, en situaciones concretas de reaccin aparentemente involuntaria. Pero no se trata de avergonzarnos de ello, sino de tomar conciencia de que lo estamos sintiendo justo en ese momento, y en la medida de lo posible intentar calificar o nombrar eso mismo que estamos sintiendo, como rabia o ira, por ejemplo. Si esto ltimo se da significa que los circuitos neocorticales estn controlando activamente la emocin, que es el primer paso para alcanzar cierto control, y la podramos llamar como la conciencia de las emociones. En otras palabras, que somos sabedores de que estamos sintiendo eso; justo, precisamente en ese momento; y ya, en cierta manera, tenemos un comienzo del comienzo, que es conocernos a nosotros mismos. La clave de todo. Estamos sintiendo lo que en el momento que; sin negarlo. Pero sin afianzarlo, porque, entonces, sera un retroceso y sera dar rienda suelta al contenido de los archivos de la amgdala que nos manda respuestas instintivas. O lo que sera igual a decir que sabemos lo que estamos sintiendo y tenemos idea de ese cambio que estamos sintiendo y experimentando. Eso mismo nos dar la posibilidad de actuar sobre esos mismos sentimientos y librarnos de ellos. O, por lo menos, controlarlos sin reacciones negativas inmediatas. Sentir que sentimos lo que sentimos en nuestros momentos determinados, sin duda, que reflejan un estado bueno de salud emocional. Darnos cuenta de ello es fundamental para empezar a ser dueos de las circunstancias, tal vez. Pero, puede suceder lo contrario.
26 Sera no percatarse conscientemente de lo que sentimos y mucho menos expresarlo, como en el caso de los que los expertos llaman los alexitmicos, que no es que no sientan nada, sino que son incapaces de saber y de expresar con palabras cules son sus emociones. En estos casos las personas no tienen la habilidad fundamental de la inteligencia emocional, la conciencia de s mismos, que no les permite saber lo que sienten mientras sus emociones se agitan en su interior. Y en muchos casos, como no relacionan emocionalmente, no saben diferenciar una dolencia fsica de un trastorno emocional, y se dan los casos de enfermedades psicosomticas, en las que verdaderos problemas emocionales provocan verdaderos problemas mdicos. Y ese desajuste, tal vez, se deba a la posibilidad de una desconexin entre el sistema lmbico (tambin llamados sentimientos viscerales) y la neocorteza. Es necesario tener en cuenta que para pensar bien tenemos que sentir; es decir, sentimos primero y despus pensamos, precisamente porque sentimos y procesamos despus para actuar o hablar. Por eso necesitamos todas las conexiones de las que nos ha dotado la naturaleza para estar en sintona con nuestros sentimientos. Es decir, sentir y pensar, y no lo contrario. No negarlas las emociones. Ser conocedores de que estamos sintiendo y padeciendo, primero, por la noticia; y despus por el mundo de mundos que nos est pasando justo en esos momentos por nuestros sentimientos. Suena fcil Pero, es el primer paso. Es decir que lo primero que tenemos que hacer es reconocer que se tiene cncer. As, sin adornos. No esconder ni disimular esa verdad: tengo cncer. Con nombre propio: CANCER.
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SEGUNDO PASO: MANEJAR LAS EMOCIONES:
Ya sabemos lo que sabemos, y eso aplicado a cualquier situacin, no slo en el caso de la noticia del cncer. La tristeza nos invade. Como que se caen los brazos y los hombros, y con ellos como las ganas de la vida. Nos invade una emocin muy fuerte: la tristeza. Qu se podra esperar? Pero la naturaleza es muy sabia. Ella tiene sus propios mecanismos de defensa y hay que dejarla actuar y darle tiempo al tiempo, que es la medida de la sabidura. Por ahora, es el momento de saber y de sentir que sentimos tristeza. Ya se ha precisado en la parte anterior: sentimos y es funcin visceral, natural, instintiva. Significa que nuestros sensores naturales estn activos y en funcionamiento, porque han dado todas las seales que les corresponden a las partes cerebrales, que tambin tienen su propio trabajo. Ahora hay que dejarlos que procesen lo que tienen que procesar, mientras se hacen todos los ajustes psicolgicos y los nuevos planes que nos permitirn continuar con nuestra vida. Se tomar su tiempo y hay que saberlo y respetarlo. Lo delicado de toda esta nueva emocin y sensacin es que hay algunas manifestaciones que evidencian que estamos en un estado de tristeza, tales como, el odio por uno mismo, la sensacin de que uno no vale nada, cierta melancola, sensacin de temor y una ansiedad creciente. Sin dejar de contar la confusin, lo difcil de la concentracin mental y algunas fallas de la memoria, acompaados por una desgana por casi todo lo que se vena haciendo hasta el momento de la noticia. Comienza a aparecer el insomnio, y por consiguiente, el
28 agotamiento durante el da; con mucha fragilidad emocional e inquietudes generales. La vida queda paralizada, nos invade la tristeza. Pero, la naturaleza es sabia, con todo y todo ese proceso, ya que se est tomando su tiempo para comenzar otra vez. Y hay que darle tiempo al tiempo. Comprenderlo, primero, uno como paciente y vctima; y, despus los inmediatos como familia tambin del mismo crculo. Ciertamente, no es una tarea fcil. Asimilarlo, es cuesta arriba. Es cuando, entonces, se recomienda quedarse uno solo por algunos momentos, mas no aislarse, porque nos entrampamos irremediablemente; y buscar, en la medida de lo posible socializar para abrir nuestros sentimientos y emociones, porque la clave es que seamos dueos y las manejemos, sino se puede pasar a ser presa. Y, esa, no es la idea. Si esta segunda fase se logra, vendr inmediatamente la esperanza, y se pondr en ella todas las energas para luchar contra la adversidad, en este caso el cncer. Todo se ilumina y comienza otra vez. No todo est perdido y se puede. No se trata de dar una receta o un formulario como ya lo dijimos antes, sino de comprender que nuestra naturaleza es muy sabia. Y, lo es. Hay que dejarla hacer en sus procesos de crecimiento. Vendr tiempos mejores. Y comenzamos a manejar nuestras emociones. Recordemos las fases que habamos colocado como parte del proceso:
1. Conocer las propias emociones. 2. Manejar las emociones. 3. Ordenar nuestras emociones. 4. Reconocer las emociones en los dems. 5. Manejar las relaciones.
29 Desde la tercera en adelante ya es un proceso de secuencia originado por las dos fundamentales: conocer las emociones y manejarlas. Hasta aqu ya hemos dado los primeros pasos para empezar a mejorar. Aparece la esperanza, lo que significa que se puede y hay que colocar todos los medios para que as sea. A nivel mdico hay que disponerse para que comience lo que hay que sanar porque ya a nivel emocional est comenzando la sanacin. Y eso ya es mucho. Ahora, vamos a pasar a la fase prctica que es la de la esperanza, cmo y de qu forma. Y todo ser vlido.
Es muy importante comprender que en la naturaleza hay un orden establecido y todo vuelve a ese orden querido y logrado por muchos siglos de evolucin. Todo tiende a un orden en medio del aparente desorden. Tal vez podamos citar el mismo inicio del libro del Gnesis (1,1-2), tal como comienza la Biblia:
En el principio cre Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusin y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
La tierra era caos y confusin Y la creacin, bblicamente hablando, comienza con el orden que Dios quiso colocar en lo creado. De repente, esa verdad nos ilumina y nos revela parte del misterio
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Mientras tanto
Sumergido me encontraba tanto en la re-lectura del libro que tenemos citado para poder hacer algunos aportes (Inteligencia Emocional), a la vez que iba escribiendo para ir presentando las ideas que consideraba que eran de inters. Todo haba transcurrido aparentemente bien hasta llegar el da lunes, da que siempre he tomado de descanso. Haba pensado que ese lunes iba a hacer muy fructfero porque me dedicara a tiempo completo tanto a tomar las notas y presentarlas aqu, y con ello avanzar en mi intento. Pero, apenas hice algunas pequeas cosas y una sensacin de inutilidad me invadi esa maana, que perd toda voluntad hasta de querer leer y de hacer nada. Tal vez, el encontrarme solo en la casa, y sin tener que ir a la parroquia me ayud a ver la inutilidad incluso del libro que estaba escribiendo. Un mundo totalmente negativo me invadi y un pesimismo general era la expresin de mi rostro. Con toda seguridad hasta de mi andar. Ese da haba amanecido lluvioso y el ambiente era todo de humedad y agua. Todos los recuerdos menos agradables se hicieron presentes. Hubiese parecido que nunca haba tenido experiencias bonitas ya que ninguna haca su aparicin por mi mente, sino, slo los que menos pensaba que estaban en mi memoria: todo era gris y quejumbroso. Sin querer me iba sumergiendo en un estado de una casi total negatividad. Nada pareca bien.
31 Me dej llenar de esa sensacin de aniquilamiento, a pesar de que intentaba mandar mensajes de rechazo a esa invasin. Pero, de nada serva que lo intentara. Fue pasando el da y en la tarde todo segua igual. Tal vez, peor, porque se amontonaban ms recuerdos e ideas de cosas desagradables y nefastas. No s si en algunos en situacin parecida les suceda igual, pero a m me haba inundado un desgano por todo, hasta de ese mismo momento. No es igual pensar que la muerte est a muchos kilmetros de distancia a saber que le est pisando a uno los talones. Es mucha la diferencia a nivel emocional el saber y comprender esa verdad. Y eso me estaba martillando ms de lo normal al punto de generar una apata por todo, sobre todo en esa tarde. En la tarde recib una llamada por telfono. Aprovech para conversar con la persona, que era de bastante confianza, de mi estado de nimo. Me escuch. Y era lo que yo necesitaba justo en ese momento. Conversamos cerca de media hora. Me insisti en que no me auto-castigara en esa situacin y dio sus razones. Resalt muchas veces la idea de que hay que evitar estados negativos porque eso era lo que estaba necesitando la enfermedad, sobre todo, que me deprimiera. Que no le diera gusto a la enfermedad del cncer. Que era necesario levantar el nimo a como diera lugar. Era fcil decirlo y sonaba como un campaneo sin mucho efecto en el cambio de nimo, pero era necesario, por lo menos, escucharlo. Lleg la noche y todo segua igual de gris. Esper que llegara mi hermano y su esposa para conversar un poco ante de ir a dormir. Al da siguiente estuve tentado de quedarme en la cama sin levantarme durante todo el da. Sin embargo, me levant con mucha desgana de todo a mis
32 cotidianidades. Fue transcurriendo el da y a quien poda le comentaba que estaba de un humor muy deprimible como buscando apoyo para que me ayudaran a salir de esa situacin. Al contrario, aumentaba ms, a pesar de que lo deca. Se supona que al decirlo se mejorara un poco; por lo menos, se oye decir que si se expresa lo que se est sintiendo se mejora, pero, no suceda en mi caso. El estado de nimo pareca empearse en quedarse gris. No dejaba mis actividades de todos los das en mi tarea como prroco. Vinieron a buscarme para ir a atender con la uncin de los enfermos a dos personas muy mayores y en estado de salud terminal, en esos mismos das. Los atend. Me coloqu un tapaboca para evitar cualquier posible contagio de gripe o cualquier virus porque se supona que estaba en desventaja en cuanto a las defensas de mi cuerpo. A las seis de la tarde celebraba las misas como siempre. Nada haba cambiado respecto a mis actividades como prroco. A este punto, alguien me sugiri que colocara mis estados emocionales mientras celebraba las misas, y no se puede negar que se me atragantaba la garganta en algunos momentos de ella, sobre todo en la lectura del Evangelio, especialmente un da de esos das en donde el Evangelio deca, entre otras cosas, que: No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caer en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza estn todos contados. No temis, pues; vosotros valis ms que muchos pajarillos. Esa misma persona me pregunt que si no se senta como una especie de reclamo a Dios que de por qu a m; y, tengo que decir que nunca sent esa sensacin. Simplemente porque as es la vida. No hay excepcin.
33 Ya haban aplicado la segunda sesin de la quimioterapia, y, en parte, eso me tena un poco alterado. Algunos efectos fsicos de la quimioterapia se evidenciaban en mi cuerpo. El dolor en la espalda se me despert con la segunda terapia. Tal vez, eso me tena como me tena; es decir, el hecho de experimentar el dolor, que haba desaparecido con la primera quimioterapia, y, que ahora, con la segunda, se haba despertado, tal vez, eso era lo que me tena preocupado. Ahora que lo estoy escribiendo es que me percato que esa podra ser la razn de mi estado de depresin. Pero en esos momentos no me daba cuenta sino del dolor de espalda, y es, ahora, cuando tomo conciencia de los temores que pudo haber desencadenado ese hecho. Ante la realidad del dolor se generaba una reaccin inconsciente que se me escapaba de las manos. No se es dueo de los propios temores, sino su vctima. Creo que eso me estaba sucediendo. Y no se tiene control. No vale saberlo y a pesar de que estaba estudiando y escribiendo sobre esas reacciones (inconscientes) para intentar hacer algn aporte, comenzando para m mismo, no tena ningn tipo de dominio sobre esas esferas de la mente. Las estaba estudiando con la ayuda de los aportes de la psicologa ms no era un experto en manejar esas emociones. Y, quin va a serlo en situaciones tan complicadas como esas? Lo mucho que se haya ledo o estudiado o se sepa no nos hace ser dueos de esas verdades. Podra decrseme que me aplicara lo que estaba leyendo y que ya saba. O sea, mdico crate a ti mismo, en caso de que yo fuese mi propio mdico, y lo era, en ese caso. Ciertamente, saba que en esa situacin el nico que tena la solucin era yo mismo. Pero, una cosa es que se sepa, y otra, el que se aplique y d
34 resultados. No se niega que hay gente que no lo sepa en verdad y lo aplique mejor que quien lo sabe como teora. Era evidente que yo tena la teora. Pero, en todo caso no dependa de m, sino de mi inconsciente, o del mundo de cosas acumulados en la amgdala que me tenan como me tenan. Ahora que estoy escribiendo me pregunto, si no es una excusa para justificar mis estados de demencia en situacin normal, disfrazados de depresin por la noticia del cncer? Y no sea, ms bien, sino situacin ms compleja todava que est indicando que hay un problema de debilidad emocional de por s que requiriese asistencia profesional? La idea de ir a buscar asesora profesional no se descarta para ninguna persona: todos en algn momento necesitamos de alguien que nos escuche y nos preste atencin. A veces el trajn de la vida nos quita ese regalo de encontrar personas que sepan escuchar, o, a veces, nosotros mismos no tenemos suficiente tiempo para dedicarnos a escuchar. En todo caso, no se descarta la posibilidad de esta asesora. Fue pasando la semana y fue hacia el jueves en que senta que encontraba el cauce. Todo estaba volviendo a la normalidad. Algunas personas vinieron a visitarme en esos das, de entre ellos, tres sacerdotes y se estuvieron lo suficiente como para ayudar a encontrar el rumbo perdido. No paraba de hablar. Ese jueves se improvis una tertulia en mi oficina antes de la misa con un grupito. Se convers de todo un poco y eso ayud bastante. Definitivamente, no se puede uno aislar en esas circunstancias: hay que buscar los medios de expandirse o conversar para evitar entramparse mentalmente. Es de admirar a los que no se enredan tanto en sus mundos mentales como lo estaba yo en esos das. Tomarse la vida como viene es la mejor solucin. El
35 problema est en que tengamos ese don de vivir con simplicidad como de hecho mucha gente la tiene. A los tres das siguientes tenamos las confirmaciones en la Parroquia y vena el Obispo de la Dicesis a administrar el sacramento, a las nueve y media de la maana.
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Las quimioterapias
Una vez que se supo la noticia del cncer se hicieron todos los preparativos para comenzar la quimioterapia. Se contact la cita con la Dra. del Hospital Razetti de Barcelona y ella dio todos los rcipes y rdenes correspondientes para comenzar ya el tratamiento. Y a la semana siguiente ya estbamos recibiendo la primera sesin. Es importante decir, como informacin, que el tigre no es como lo pintan, como dice nuestro refranero popular. Porque, es un mundo de mundo lo que se puede uno imaginar de las cosas que no conoce e inventar de ellas cosas que en verdad en nada se acercan a la verdad, ni siquiera se asoman un poquito. Nada saba yo en qu consistan las quimioterapias, pero no dejaba de pensar muchas cosas, que ahora ni me acuerdo, de lo qu y cmo podra ser. Llegado el lunes asignado para iniciar el tratamiento un susto inexplicable rondaba en mis emociones. Y conmigo los que me circundaban: familia y cercanos de la parroquia. Todos estbamos a la expectativa de cmo sera. Tal vez, no lo niego, ya me lo haban dicho cmo era, pero, no recuerdo que me hubieran dicho que era realmente muy sencillo. No era tan, ni siquiera un tantico.
37 Llegada la hora y con ella la Dra. y la enfermera de turno, me hicieron pasar a una sala con dos sillas tipo silln reclinable hasta con apoya pie. Muy cmodo. En una de ellas ya estaba instalado un seor, y por la manera de desenvolverse, era ya un experto en esos menesteres de quimio. La enfermera conversaba muy amenamente con l mientras manipulaba algunos instrumentos de enfermera como las inyectadotas y unas bandejas de acero inoxidable. O que lo llamaba seor Pedro en su conversacin cada vez que deca o comentaba cualquier cosa en su intercambio enfermera-paciente. Me sent en la silla que estaba vaca al lado del seor Pedro y creo que comenzaba a estar ms que cmodo. Salud a la enfermera y tambin al seor Pedro, a quien, tambin lo llam como lo llamaba la enfermera. O sea, que ya haba entrado en confianza. El seor Pedro tena un peluqun para disimular su cabeza rapada. Al principio daba como risa aquel peluqun, pero, una vez entrado en conversacin con el seor Pedro, se senta que el peluqun era parte de su personalidad y le sentaba muy bien. Le daba una cierta elegancia y un cierto porte de seguridad. Le sentaba el peluqun, sin duda. La enfermera trajo dos parales para colocar el tratamiento, uno para el seor Pedro, y, otro para m. Los ubic junto a cada silln-poltrona de color morado. El del seor Pedro estaba a su derecha, y el mo, a mi izquierda. O sea, que estaban haciendo pareja los dos parales. La enfermera fue por una de las bandejas plateadas toda repleta de inyectadotas y algunas cosas ms de su oficio. Sonaba la bandeja al movimiento de la enfermera. Coloc la bandeja en el apoya brazos derecho del silln del seor Pedro y trajo hacia ella una silla tipo taburete para sentarse justo hacia el lado derecho del seor Pedro.
38 O sea, casi de espaldas hacia m, que no me perda detalles de lo que estaba haciendo la enfermera porque, con toda seguridad eso mismo hara conmigo cuando me tocara el turno. Sac una liga de color marrn y con ella apret el brazo derecho del seor Pedro, a la altura del msculo, por encima del codo, dndole una vuelta a la liga. Frot varias veces el brazo del seor Pedro y dio algunos golpecitos como para cerciorarse de las venas y decidir cul escoger, mientras iba conversando con el seor Pedro, quien a su vez, intercambiaba en su dilogo, a la vez que comenzaba a apretar las quijadas, al punto de verse que apretaba los dientes, preparndose para el dolor del pinchazo de la inyectadora. Por el gesto de la cara ya se supona que la aguja de la inyectadora estaba entrando en el brazo del seor Pedro. Cerr los ojos y arrug un poquito la cara. En eso se oy un clack producido por el afloje de la liga del brazo. -Ya est- dijo la enfermera y se sinti que la cara del seor Pedro volva a tener su expresin de antes. Ya haba tomado la va para colocar el tratamiento. Y enseguida le conect a la manguera de paral el inicio de la hidratacin, para en poco tiempo despus, comenzar a colocar los medicamentos preventivos, como para evitar cualquier alergia y el protector gstrico. La enfermera previno al seor Pedro que ante cualquier cosa que sintiera que dijera inmediatamente, y se levant de su taburete, porque ya estaba hecha una parte. Yo no me perda detalles. Tal vez, sin saberlo, estara aplicando y gesticulando fisiolgicamente lo que decamos en el nmero cinco del primer captulo, cuando decamos, que: El levantar las cejas en expresin de sorpresa permite un mayor alcance visual y tambin que llegue ms luz a la retina, lo que permite tener mayor informacin de lo que est sucediendo y precisarlo para idear mejor lo que se
39 va a hacer de inmediato (vase pgina 10 y siguientes). Aunque yo no tena ms que esperar cuando me tocara. Y, por lo que haba visto, por lo menos esa parte era muy sencilla, o ya la conoca cuando lo de la hospitalizacin y toda aquella historia de la operacin. No fue de manera inmediata que me toc el turno. Eso nos dio algn tiempecito para conversar entre el seor Pedro y yo. Sobre todo para cerciorarme que no era tan complicada la cosa. Como a los diez minutos apareci la enfermera y arrim hacia el lado mo el taburete al igual que colocaba la respectiva bandeja de aluminio sobre el apoya brazo izquierdo del silln. Conversamos como si fusemos muy viejos conocidos. Tal vez, ella lo haca como estrategia para que yo me la tomara con calma y no estuviera nervioso, y que a decir verdad, creo que no lo estaba. Ella tom su liga y busc mi brazo izquierdo, porque el derecho daba hacia la pared, y por ah hubiera sido casi imposible. Le dio una vuelta con la liga al brazo, ms abajo del codo, y apret. Dio unos golpecitos al brazo y con un algodn untado de alcohol frot la piel buscando la vena que ms seguridad le diera. Y lo dems ya se sabe: el pinchazo, el arrugar la cara, como de rutina, y el respirar un poquito ms fuerte, como para que no duela, pero, igual duele, hasta que la va ya est tomada para el tratamiento. Todo listo. Despus la enfermera hizo todo el procedimiento de rutina para ella y se retir unos diez o quince minutos, para dejar que el cuerpo se hidratara con la solucin que colocan antes, y regres a colocar los medicamentos preventivos para evitar cualquier reaccin. Ella iba explicando con mucha paciencia qu cosa era esto y qu aquello, y, yo, tal vez, con los ojos ms abiertos de lo normal iba asintiendo con la cabeza como dndome por enterado del procedimiento mdico. Dentro de otro
40 tiempo vino propiamente el tratamiento de la quimioterapia. La enfermera me inform que se comenzaba con los medicamentos propiamente dichos y que ante cualquier reaccin que lo dijera de inmediato para actuar, en caso de haberlo. Pero, todo iba muy bien. Todo sigui su rumbo. No hubo novedades, ni para el seor Pedro ni para m. As estuvimos hasta cerca de las doce del medioda cuando terminamos la primera sesin. Despus de hacer los cambios de envases con sus respectivos medicamentos, la enfermera estaba pendiente de todo y vena con frecuencia a verificar y comprobar que todo iba bien, como iba, de hecho. En esa primera sesin, comenzando, fue que vino la Dra. a saludar y a conversar un ratico conmigo y fue cuando me pregunt si ya haba comenzado a escribir el libro Todo sali muy bien. Nada de especial. Nos fuimos a la casa. Al da siguiente corresponda el segundo da de la quimio, pero en el Oncolgico del Hospital. Todos estaban como asustados de las posibles reacciones, pero no suceda nada, menos mal. Todo iba como si nada. Fuimos al da siguiente al Oncolgico para la segunda parte de la primera sesin. Muy parecida a la anterior. Nada de especial. Slo cambiaba el lugar y algunos detalles de logstica, no ms. Igual que la anterior, salimos casi al medioda. Como si nada. Nada de especial. Bueno, s; el dolor de espaldas haba ya desaparecido desde el mismo lunes en la tarde, y eso ya era mucho que decir.
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Algunas reacciones de la quimioterapia
Una de las grandes preocupaciones de tener cncer, que ya es ms que suficiente, es, sin duda el da despus de las quimioterapias. Todos, tanto pacientes como los familiares estn pendientes de cmo se va a reaccionar, ya sea en la misma tarde de la aplicacin del tratamiento, ya el da siguiente, ya los das posteriores. Y se genera, realmente, un mundo de preocupaciones anticipadas. Preocupaciones que se toman de las experiencias ajenas. No se niega que marcan. Lo bueno de todo es que somos una individualidad irrepetida, y somos nicos. An con las reacciones de la quimioterapia. No todos reaccionan de igual forma y manera. Por esta razn, no es preciso que nos coloquemos a dar toda una lista de posibles reacciones, ya que cada uno va a reaccionar de manera nica. Ni siquiera parecida al del otro paciente (o lo que es lo mismo a decir que no hay parmetros homogneos). En mi caso, se dieron unas reacciones muy particulares, que tampoco es necesario que las detalle, ya que fueron y son muy de las condiciones fsicas y emocionales individuales. No vale la pena que se ponga uno a colocar manifestaciones porque sera como indisponer a quien tenga, o se est preparando para cualquier tratamiento contra el cncer. Y, no sera justo. Simplemente, seamos respetuosos.
42 Somos nicos e irrepetibles. Y con eso es suficiente. Y cada cuerpo reacciona de manera particular y diferente de otro. No es necesario la comparacin. Se es nico, simplemente. Es necesario mantenernos en esa lnea de dignidad en todos los sentidos para no incurrir en falsas expectativas. El problema es que la loca de la casa, es decir, la imaginacin se nos adelanta y nos vuelve la casa todo un desorden. Hay que quitarle a la loca la escoba o el palo para que no haga desastres. Ahora bien, quin le quitar la escoba o quien se enfrentar con la loca? Sin embargo, puede ser til que demos algunas notas generales que pueden ser de ayuda, como: Tcnicas que ayudan con las nuseas y vmitos:
Evite comidas abundantes para que su estmago no se llene demasiado. Ingiera varias comidas ligeras durante el da en lugar de una, dos o tres comidas fuertes. Tome lquidos por lo menos una hora antes o despus de las comidas, en lugar de tomar lquidos con las comidas. Coma y tome lquidos despacio. Evite alimentos dulces, fritos o grasosos. Coma alimentos fros o a temperatura ambiente con el objetivo de evitar que los olores fuertes le molesten. Mastique bien los alimentos para una mejor digestin. Si las nuseas son un problema por la maana, trate de comer alimentos secos, como cereal, pan tostado o galletas, antes de levantarse (no haga
43 esto si siente la boca o garganta irritada o siente la boca seca). Tome lquidos fros y claros, tales como jugo de manzana, t o refrescos de jengibre que hayan perdido ya su efervescencia. Chupe cubos de hielo, mentas o caramelos (no coma caramelos si tiene llagas en la boca o en la garganta). Trate de evitar olores que le molesten, tales como olores de comida, humo o perfume. Descanse en una silla despus de comer, pero no se acueste por completo hasta que hayan pasado por lo menos dos horas. Use ropa suelta, no apretada. Respire profundamente y despacio cuando sienta nuseas. Distrigase hablando con amigos o familiares, escuchando msica o viendo una pelcula o programa de televisin. Utilice tcnicas de relajacin. Evite comer por lo menos unas cuantas horas antes del tratamiento si las nuseas generalmente ocurren durante la quimioterapia. No corte ni rasgue la cutcula de sus uas. Tenga cuidado de no cortarse o pincharse al usar tijeras, agujas o cuchillos. Use un cepillo de dientes extra suave para no lastimar sus encas. No apriete ni rasque los barros en la piel. Bese con agua tibia (no caliente) en la baera (tina), en la ducha (regadera) o con una esponja todos los das. Seque su piel suavemente, sin frotar.
44 Use locin o aceite para suavizar y sanar su piel si se torna seca y agrietada. Use alguna crema humectante, que eso ayuda a disimular la piel spera, adems de humectar la piel. Limpie inmediatamente las cortaduras y raspaduras con agua tibia, jabn y un antisptico. Use guantes protectores cuando trabaje en el jardn o para limpiar lo que ensucien los animales y otros, especialmente los nios pequeos. Las tcnicas para ayudar con el cansancio:
Descanse mucho y tome perodos de descanso durante el da. Hable con su mdico o enfermera sobre un programa regular de ejercicio. Mantenga una alimentacin balanceada y tome muchos lquidos. Limite sus actividades: Solamente haga lo que sea ms importante para usted. Tcnicas para prevenir las infecciones:
Lvese las manos con frecuencia durante el da, especialmente antes de comer y despus de ir al bao. Mantngase alejado de personas que padezcan enfermedades contagiosas tales como resfriados, influenza, sarampin o varicela. Evite estar en lugares donde hay mucha gente. No se vacune contra nada sin antes haber preguntado a su mdico si no hay inconveniente.
45 No se acerque a personas que han sido vacunados recientemente contra varicela, viruela, o gripe. (Consulte con su mdico sobre cules vacunas son importantes y por cuanto tiempo debe evitarlas). Limpie suavemente, pero en su totalidad, el rea rectal despus de cada evacuacin. Consulte a su mdico o enfermera en caso de notar irritacin en esa zona o si aparecen hemorroides. Adems, consulte a su mdico antes de usar enemas o supositorios. Tcnicas para ayudar a controlar la diarrea:
Coma pequeas cantidades de alimento, pero ms seguido. Evite el caf, el t, el alcohol y los dulces. Evite los alimentos con un alto contenido de fibra, los cuales pueden producir diarrea y retortijn. Entre los alimentos con un alto contenido de fibra se encuentran los panes y cereales de grano entero, los vegetales crudos, los frijoles, las nueces, las semillas, las palomitas de maz (popcorn) y las frutas frescas o secas. En lugar de stos, coma alimentos bajos en fibra, tales como pan blanco, arroz blanco o fideos, cereales cremosos, pltanos maduros, frutas cocidas o enlatadas sin cscara, requesn (queso fresco), yogur, huevos, pur de papas o papa al horno sin cscara, pur de verduras, pollo o pavo sin piel y pescado. No coma alimentos fritos, grasosos o condimentados.
46 Evite la leche y los productos lcteos si stos empeoran su diarrea. A menos que su mdico indique lo contrario, coma ms alimentos ricos en potasio, tales como bananos (pltanos), naranjas, papas y nctar de durazno (melocotn) y chabacano (albaricoque). Tome muchos lquidos para reemplazar los que ha perdido con la diarrea; los mejores son los lquidos ligeros, claros, tales como el jugo de manzana, el agua, el t ligero, los caldos claros o el refresco de jengibre. Tome los lquidos despacio y asegrese de que los lquidos estn a temperatura ambiente. Si son bebidas gaseosas, deje que pierdan el gas antes de tomarlas.
Las tcnicas para lidiar con el estreimiento:
Tome muchos lquidos para ayudar a suavizar sus evacuaciones. Los lquidos tibios y calientes funcionan especialmente bien. Coma alimentos con un alto contenido de fibra. Entre stos se encuentran el salvado, los panes y cereales de trigo integral, vegetales crudos o cocidos, frutas frescas y secas, nueces y palomitas de maz. Qu pasa si no se siente ganas de comer?
Ingiera comidas pequeas o meriendas siempre que lo desee.
47 Trate de que la alimentacin sea variada y pruebe nuevos alimentos y recetas. Cuando pueda, camine un poco antes de las comidas; esto puede estimular su apetito. Trate de cambiar su rutina a la hora de comer. Por ejemplo, tome sus alimentos a la luz de las velas o en un lugar diferente. Coma con amigos o familiares. Si come usted solo, escuche el radio o vea televisin. Qu se debe hacer si se presentan problemas en la boca, las encas y la garganta?
Visite a su dentista antes de empezar la quimioterapia, para hacerse una limpieza y arreglar cualquier carie, absceso, encas enfermas o dentaduras mal ajustadas que pudiera tener. Pregntele a su dentista sobre la mejor manera de cepillar y pasar el hilo dental entre sus dientes durante la quimioterapia. Adems, pregunte acerca de un enjuague de fluoruro o gel para prevenir las caries, ya que la quimioterapia puede ocasionar que usted tenga ms caries. Cepille suavemente sus dientes y encas despus de cada comida, usando un cepillo de dientes extra suave y cepillando suavemente; si cepilla sus dientes con fuerza, se puede daar el tejido blando de la boca. Pdale a su dentista que le sugiera un tipo especial de cepillo, hilo dental y pasta de dientes si sus encas son muy sensibles.
48 Enjuague bien su cepillo de dientes despus de usarlo y gurdelo en un lugar seco. Evite el uso de enjuagues bucales de tipo comercial porque generalmente contienen una gran cantidad de sal o alcohol que causa irritacin. En lugar de esto, pregntele a su mdico o enfermera acerca de un enjuague suave o un enjuague con antibiticos para ayudar a prevenir infecciones en la boca. Coma alimentos fros o a temperatura ambiente. Los alimentos calientes o tibios pueden irritar la boca y la garganta sensible. Elija alimentos suaves y relajantes tales como helados, malteadas, alimentos para beb, frutas suaves (bananos y pur de manzana), pur de papas, cereales cocidos, huevos tibios o revueltos, requesn (queso fresco), macarrones con queso, natillas (flanes), pudines y gelatinas. Tambin puede poner alimentos cocidos en una licuadora para hacerlos pur, haciendo ms fcil su ingestin. Evite los alimentos irritantes y cidos, tales como los tomates, las frutas y los jugos ctricos (naranja, toronja y limn); los alimentos salados o condimentados; y los alimentos speros o secos, tales como los vegetales crudos, la granola y el pan tostado. En caso de sequedad de la boca o sta le impide comer con comodidad:
Pregntele a su mdico si deber usar un producto de saliva artificial para humedecer la boca.
49 Tome muchos lquidos. Chupe trocitos de hielo, paletas heladas o caramelos duros sin azcar. Mastique chicle sin azcar. Humedezca los alimentos secos con mantequilla, margarina, salsas o caldo. Moje los alimentos secos y crujientes en lquidos ligeros. Coma alimentos suaves y en forma de pur. Utilice blsamo para los labios si stos se tornan secos. Tcnicas para sobrellevar la vida diaria:
A continuacin presentamos algunas sugerencias (tomadas de Internet, como todo lo anterior) para ayudarle durante su tratamiento de quimioterapia:
Trate de pensar en los objetivos de su tratamiento. Esto le ayudar a mantener una actitud positiva en los das cuando las cosas se tornen difciles. Recuerde que comer bien es muy importante. Su cuerpo necesita alimentos para reconstruir los tejidos y recobrar las fuerzas. Infrmese de todo lo que desea saber acerca de su enfermedad y su tratamiento. Esto puede disminuir el miedo hacia lo desconocido y aumentar su sensacin de control. Lleve un diario mientras est bajo tratamiento. Un registro de sus actividades y pensamientos puede ayudarle a entender sus sentimientos conforme avanza el tratamiento y resaltar las preguntas que necesita hacerle a su mdico o enfermera. Usted
50 tambin puede usar su diario para llevar registro de los efectos secundarios. Esto le ayudar a discutirlos con su mdico o enfermera. Tambin puede usar su diario para registrar las medidas que va tomando para sobrellevar los efectos secundarios y qu tan bien le funcionan. De esta manera usted sabr cules mtodos han funcionado mejor para usted, en caso de que se repitan los mismos efectos secundarios. No sea demasiado exigente consigo mismo. Puede ser que usted no tenga la misma energa de siempre, as que trate de descansar lo ms que pueda, deje los pequeos detalles a un lado y haga solamente lo que sea ms importante para usted. Pruebe nuevos pasatiempos y aprenda nuevas destrezas. Si su mdico lo aprueba, haga ejercicio si puede. Haciendo uso de su cuerpo puede sentirse mejor consigo mismo, y le ayuda a liberarse de la tensin o del enojo y a aumentar su apetito.
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La esperanza, por sobre todo
Dijimos ya en un captulo anterior que es importante la esperanza. Y esta viene de manera natural despus de la etapa de la tristeza. Todo a su debido tiempo. Ya el slo hecho de someterse al tratamiento, cualquiera sea el tipo, es una muestra clara de que hay esperanzas. Muchos detalles son indicativos de que nos alienta la esperanza de vencer el cncer. Por eso se va al mdico y se acude a la ciencia para que nos ayude. Habr quien rece o haga una promesa a algn santo, y es muy vlido y til que as sea porque se trata de aumentar la esperanza. Pero, acompaado de las obras. Es decir, con la debida asesora y sometimiento a los adelantos de la medicina. Y dejar todo a la voluntad de Dios, que quiere la salud, de manera definitiva. Decir lo contrario, no es esperanza. E ir absolutamente abandonado y con la certeza de que superar. El primer obstculo son nuestros desnimos y nuestras ganas de no seguir. Ese es el primer problema. An as no hay que bajar la guardia, como se dice. Pero no se trata de hacer un recetario, como ya hemos dicho, con esta, la tercera vez. Hay que aferrarse a que todo saldr bien. Y, si no, pues se intent. Habr muchos mtodos, como, de Programacin Neuro-Lingstica, Medicina Mente-Cuerpo, Medicina
52 Transpersonal, Psicooncologa, Psiconeuroinmunologa y otras tcnicas afines. Estas son herramientas ya profesionales para elevar la autoestima en momentos tan difciles. Si se puede asistir, hasta sera beneficioso. Pero no todos tienen esa posibilidad y tiempo disponibles. La lectura y la escritura, como en el caso mo, es una herramienta muy til. Muy pocos tendrn esa herramienta y facilidad. Otra ayuda sera la de conversar con la propia familia, pero evitando el sentido lastimero, que en nada nos ayudara. Hay que tener dignidad, por sobre todo. Creo que esta sera la primera terapia: nuestra dignidad de personas, a pesar del cncer. Evitar a toda costa que nos tengan lstima. En nada nos ayudara. Con la cabeza en alto, aunque la procesin vaya por dentro. Otra herramienta sera y es la del rezo. Y es la ms natural y muchas veces la ms efectiva. Es la herramienta comn y la ms utilizada. Lo importante es que nos ayuda a abrigar que todo ser mejor. Entonces, pues hay que acudir a ella, pero evitando la divisin entre la accin y la peticin. Es decir, a Dios rogando y con el mazo dando como se dice en nuestros refranes populares. No hay otra. Rezando para que Dios nos ayude, y poniendo todos los medios para que esa ayuda sea efectiva y real. Algunos esperarn una intervencin milagrosa; pero, el milagro se realiza en nuestra manera de enfrentar la enfermedad, dndole la batalla. En este punto, muchos vern la mano de Dios y se sentirn escogidos por Dios por su situacin. Si eso le hace sentir bien, pues, tampoco hace dao que piense as. Piense as. Y seamos, igualmente, respetuosos. Cul rezo sera el mejor? El que nos ayude a encontrar paz. Tampoco se trata de una frmula mgica, porque la enfermedad seguir estando presente hasta que no se haya combatido totalmente. La experiencia del rezo
53 del rosario ayuda mucho a encontrar la tranquilidad y la paz emocional, y es muy recomendable. No se puede negar la proteccin maternal de la Virgen Mara que nos comprende como sus hijos y nos alienta a seguir adelante, a pesar de los pesares. Dios har el milagro? Por supuesto, que ya lo est haciendo. Primero, ya Dios puso en la misma naturaleza todos los mecanismos de ayuda, tanto fsica como mentalmente. Ya esta haciendo de por s el milagro. Despus, le ha dado mucha inteligencia al hombre para investigar y estudiar y ayudar a mejorar la naturaleza. Ya eso es una confirmacin de que si existe el milagro. Pero, va a intervenir directamente Dios para cambiar el rumbo de la enfermedad? Ya lo est haciendo El milagro se est dando Esa es la esperanza y no hay que soltarse Corresponde, ahora, no perder el sentido de la historia, por parte nuestra. Esa es la clave Pero, hay que tener cuidado, porque muchos confunden la voluntad de Dios con el determinismo o el destino.
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Atenciones caseras
No se puede negar ni mucho menos ignorar la importancia que tienen los complementos mdicos que se aplican en nuestras casas. La experiencia de la vida hace que haya un repertorio de medicinas caseras que ayudan realmente en estas circunstancias. De seguro es muy larga la lista que se puede hacer de esos complementos, pero solamente vamos a dar unos, de acuerdo con nuestra experiencia, sobre todo para subir la hemoglobina y mantener las plaquetas en su justa medida. No se debe tampoco olvidar que la predisposicin mental que se tenga hace que ste o aquel otro alimento preste los beneficios, que ya de antemano le estamos dando en nuestra mente y creencia, fruto de una cultura determinada. Solo as tendr efecto lo que se tome o coma, como por ejemplo:
La pomalaca La guayaba (aunque a algunos los coloca estticos) Las paticas de pollo La fresa La mora El nspero El pescado, sobre todo las sardinas La banana El pimentn La remolacha La Zanahoria Agua de coco.
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Es muy importante tener bien la hemoglobina y las plaquetas. De lo contrario, se suspende el tratamiento y sera triste que se retrase ya que sera darle ms chance a la enfermedad. Pero, con todo ello, no debemos olvidar que cada caso es muy especial, como tampoco el hecho de en cada caso tambin depende de una dieta si es que la pudiese haber. E, igual, se trata de ser muy respetuosos, como se ha pretendido mantener claro en este libro y que es la posicin ms justa y equilibrada. Pero son vlidos y necesarios todos los complementos caseros para ayudar a mantener todos los valores en su nivel y continuar as con todo el tratamiento de las quimioterapias.
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No somos los nicos en la misma realidad
Bien dicen que mal de muchos, consuelo de tontos. Pueda que lo sea. Sin embargo, no somos los nicos que estamos experimentando la realidad del cncer. Sabemos que en nada nos ayuda, pero es muy importante saber que hay otros con la misma realidad y estn hacindole frente a la enfermedad. Nos somos los nicos. Y, en parte, podemos dar gracias a Dios, que as sea, ya que gracias a esa verdad, la medicina como ciencia ha avanzado mucho y se han hecho muchos adelantos y conquistas, al respecto. Si ayer los que tenan cncer tenan que someterse a la prctica que se conoca entonces; hoy, los adelantos son mayores y los tratamientos son ms llevaderos, precisamente, gracias a todas esas experiencias acumuladas y gracias a gente que se dedica al estudio y a la investigacin. Cmo no estar agradecidos! Si nos dedicramos a realizar una encuesta sobre el cncer, encontraremos que un alto porcentaje ha sufrido o est sufriendo esa experiencia, ya a nivel personal, ya a nivel de familia. O sea, algn miembro de todas las familias ha tenido o tiene un paciente de esta enfermedad. Entonces, por qu hacer una tragedia de una realidad tan comn? Sin duda, que es un falso
57 consuelo, pero, no se puede negar que es una gran verdad. As se pudo evidenciar en los das de las quimioterapias. Es sorprendente la cantidad de personas que tiene cncer. Cada vez que asista a las quimioterapias haba personas que en la anterior no haba visto, y en cada caso, una situacin muy particular. Y caso de casos. No nos pongamos a comparar, porque sera una falta de respeto. Cada cual lo tena y cada cual lo llevaba con sus consecuencias; pero, lo enfrentaba, que es lo ms importante, y es lo que vale. Lo dems, es aadidura. Aadidura lastimera o comparativa que no contribuye en nada. Cada caso es cada caso con sus particularidades. El comprender, tal vez, que no se es el nico, puede que ayude a levantar el nimo, en caso de decaerse anmicamente. Ayuda, igualmente, a levantar la cabeza, as est rapada, con naturalidad. Con naturalidad de una persona que est atravesando una circunstancia especial, pero que es persona. En este sentido creo que es conveniente colocar los declogos del enfermo y de los parientes del enfermo, que aparece en el libro Por culpa de la tripa (o gracias a ella), y que tal vez ayude:
Declogo del enfermo:
1) Est enfermo, no intil. Procure hacer sus cosas sin necesidad de estar molestando a la familia. 2) Procure que no le estn dando la comida en la boca cuando usted mismo lo puede hacer. No est intil. 3) Procure no quejarse tanto. Se sabe que le duele, aqu o all, en los dos lados al mismo tiempo, pero no haga sufrir a la familia que quiere que usted no sufra. Pero aguante. 4) No ponga cara de victima, que ya todo el mundo sabe que est enfermo. 5) Ponga cara de elegancia, a pesar de los pesares, y no busque llamar la atencin ni buscar dar lstima. 6) Tenga dignidad como persona. No se deje manipular por los que quieren ayudarle, ya que ellos tambin, en su muy buena
58 intencin buscan inutilizarlo ms de lo que ya est por lo postrado en la cama. 7) Mantenga su propio aseo, si es posible hacerlo por usted mismo. Es muy lastimero llegar a ese extremo de que le tengan que colocar hasta el envase para orinar o lo otro debajo. Si usted puede hacerlo y levantarse, hgalo. No haga ms deprimente la situacin. 8) Sea firme en darles un parado a la familia que quiere que usted no haga nada porque todo se lo quieren hacer ellos. 9) Sea agradecido con todos. Por lo menos sonra y hable con cario ya que todos estn muy sensibles y una palabra disonante de su parte les duele mucho a ellos. Haga que todos, con todo y todo, se sientan a gusto de estar a su lado acompandolo. 10) Procure hablar de otras cosas que no sea de la enfermedad, aunque a veces es inevitable. 11) No eche las culpas a nadie. As es la vida, y qu le vamos a hacer. Sufrirla y vivirla como viene y venga. Lo que ju, ju, dijo la boba, como dice el refrn. O sea, que la boba no era tan boba, era inteligente, y no est echando culpa ni a nada ni a nadie.
Declogo para los familiares del enfermo:
1) El enfermo est enfermo, no intil. Deje que l puede hacer algunas cosas por l mismo. 2) Evite el sentimiento de paternalismo que paraliza y estupidiza al enfermo. l puede solo. Djelo. 3) Ayude a que el enfermo tenga respeto por s mismo. Es una persona que tiene dignidad. Resptesela y haga que l mismo la respete. 4) No sienta los males que el enfermo siente, ni tampoco le invente ms males de los que ya tiene. Es decir, a veces, al enfermo no le duele la cabeza y a veces la familia inventa que le duele la cabeza y comienza a tratarlo como tal. Eso indigna al enfermo que tiene respeto y dignidad. 5) No manipule al enfermo para que haga esto o aquello otro, porque est enfermo. Resptelo. Y si el enfermo dijo que no a tal o cual cosa o sugerencia, no se la imponga. Resptelo. 6) No se deje manipular por el enfermo, que a veces, saca partido y ventaja de su situacin. 7) No ponga cara de lstima cuando venga a verlo o cuando est acompandolo. Eso fastidia al enfermo que se respeta adems de contagiar energa negativa. 8) No hable muy duro ni tire las puertas de la habitacin porque eso perturba la mente y la estabilidad emocional del enfermo que est muy sensible. 9) No est sobando al enfermo ms de la cuenta. Algunos familiares comienzan que si a sobarles las manos o los brazos como si con ello aliviaran el mal. El mucho contacto fsico fastidia. Guarde su debida distancia. Todo donde debe estar. 10) No apurrue al enfermo, ni le hable as como a nio recin nacido, as como, chuuucucuucuu. Eso molesta e indigna. Es el mismo fulano pero que est enfermo, no un fulano que ahora es un fulanito o nio. No exageren.
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Tal vez sean un poco duras las recomendaciones, pero se trata de estar enfermo, pero con dignidad y respeto. Nada ha cambiado: se es la misma persona con su historia, pero en una circunstancia especial. Y es importante sealar que las circunstancias son pasajeras, por un tiempo determinado. Por eso se llaman circunstancias; es decir, que pasarn. Y nadie es la circunstancia, eso es aadidura existencial. Que Dios nos ayude a mantenernos por sobre las circunstancias, a pesar de todo, y a pesar de los pesares. En otras palabras, son una particularidad del Viernes de crucifixin que nos toca vivir, para poder llegar al Sbado de Resurreccin. Y esa verdad es teolgicamente existencial e iluminadora para toda la vida. Tenemos que saber poner barreras para no dejarnos invadir, an, cuando nos toque ser, tal vez, un poco duros. Pero es necesario. No hay otra si queremos mantenernos en la lnea que llevamos hasta ahora en este libro.
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Chvere, cambur pintn (y el por qu del ttulo del libro)
Existe un libro que lleva por ttulo Yo estoy bien, t ests bien (I'm OK, You're OK, por Thomas A. Harris MD) escrito en el ao 1969, considerado un libro de autoayuda. Tal vez, un poco influenciado por ese libro, y que marca las pautas para estar bien, que comienzan en uno mismo, inspira un poco para el ttulo de nuestro libro. Tal vez. Tambin existen muchos refranes venezolanos que nos aleccionan con su sabidura, como tambin algunas prcticas para afinar el instrumento musical que nos identifica, como el cuatro. Cuando ya el cuatro est afinado y listo para tocar una cancin, el cuatro debe sonar, segn los odos de los msicos, como cambur pintn. Entonces, ya est todo listo para utilizar el cuatro, despus de ajustar las cuerdas en sus respectivos ajustes en la cabecera del mango del cuatro. Y comienza el deleite musical. En nuestras expresiones populares, tambin, existe una manera de responder a un saludo, o de calificar una cosa o situacin. Cmo ests hoy? Y algunos responden chvere, cambur pintn. O, cmo est la fiesta, o tal otra cosa? Chvere, cambur pintn
61 Toda esta manera, sin duda, que manifiestan y expresan lo divertido que somos los venezolanos en nuestra cotidianidad. Y, no solamente eso, sino que llevamos ya como marca que nos identifica el hecho de ser muy optimistas. Ya lo expresa la frase que estamos utilizando. Y tiene una gran enseanza, porque el cambur, todava no est maduro, pero ya no est verde, sino pintn. Es decir, con esperanzas de que ya nos lo podremos comer bien maduro, en caso, de que se decida comerse as, sobre todo sancochado, que tambin es muy sabroso, o asado. Depende de los gustos y del paladar. Pero, si se espera un da ms, tal vez, ya est bien maduro, y ser ms sabroso y nutritivo. Definitivamente, existe en esa frase una gran carga de optimismo y de visin de futuro. O sea, que las cosas estn como estn, pero se pondrn mejor. Ms, an, as como estn, todava es aceptable, porque podra estar totalmente verde. Es decir, que como estn las cosas, estn como en el justo medio; y est bueno as. O sera lo mismo a decir: a que podramos estar mejor; pero, podramos estar peor; O sea, que as como estamos, estamos bien, a pesar de todo. O, como reza aquel refrn: as como vamos, vamos bien, deca la loca; y la llevaban de los cabellos. No es una manera muy cmoda que digamos la manera de llevarla, pero, la loca era feliz as, que era lo importante. Esa misma manera de ser inspira el ttulo de este libro, refrescado por la llamada de telfono, como se dijo en el prlogo. Y esa misma idea se ha querido plasmar en los colores de la contraportada con una combinacin de verde hacia amarillo, para indicar, precisamente, la imagen de los colores de un cambur pintn. No est totalmente verde ni amarillo, pero est lleno de
62 esperanzas porque va a madurar, que es lo que se quiere. Eso en cuanto a los colores de la contraportada. Respecto a la imagen de un curita, tiene tambin su significado. Quiere decir, que no por ser sacerdote se est exento de estar sometido a todas las propiedades de la caducidad de lo creado. An a las crisis que supone la noticia y el hecho de tener cncer. Con cada crisis que eso supone. Eso, por un lado; por otra parte, me pareci que ese mueco que me regalaron hace algunos aos, tiene su importancia por lo que significa un regalo que sintetiza lo que se es, en este caso, en lo que soy. Adems, tiene un rosario en la mano, como queriendo decir, que est en lo que est, en lo suyo con su oficio de rezar y orar. Me pareci que ese detalle para portada, no podra ser mejor. Con ello, se le da a la portada un toque de jocosidad y simpata, adems, de hacer referencia al captulo de fieles a la historia en las tentaciones de Jess en el desierto. A estas alturas, ya he recibido la tercera quimioterapia, y, a decir verdad, todo sigue bien. O sea, chvere, cambur pintn
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Todo sigue su curso
El hecho de tener cncer y estar sometido a todo el tratamiento que ello requiere, no significa que las cosas han cambiado. Todo lo contrario. Ms bien, todo se confirma en la continuidad de la vida. No se niega, sin embargo, que se corre la tentacin de abandonarlo todo y dedicarse a no hacer nada. Eso sera catastrfico ya que nos dedicaramos al ocio y all la loca de la casa (es decir, la imaginacin) nos dara un paseo por mundos y situaciones mentales que en nada nos beneficiaran. Toda una vida en una misma actividad hace que la persona se identifique con esa misma actividad. En cierta manera, verse y sentirse fuera de ese ambiente sera experimentar que ya no se es til. Sera muy doloroso y en muchos casos llevara a la muerte ms rpido. A toda costa, hay que evitar esa experiencia de inutilidad, an con la realidad de tener cncer. La vida contina. Por supuesto, que en algunas cosas tendremos que bajar un poco la actividad ya que las fuerzas no son las mismas y el desgaste fsico no se puede negar. Inevitable. Pero la vida contina. En el caso del prroco, igual. Nada ha cambiado. Y, mientras haya fuerzas y vitalidad la mejor medicina mental es seguir en su propia actividad. Cada cual tiene su propio lugar teolgico de santificacin, como nos dicen muchos documentos oficiales del Magisterio de la Iglesia, muy en concreto la Pastore davo vobis. Pero, no
64 nos vamos a colocar en este momento a ser majestuosos con citas de documentos, ni nada de esas materias, que no son el objetivo de este libro. Todo sigue como antes. Nada cambia en cuanto al ritmo del tiempo. Cambian las circunstancias de los seres que viven sometidos al tiempo y eso es la existencia humana y su historia. Cada cual en lo suyo y con su realidad. En los das inmediatos correspondan mis vacaciones. Las tom porque las necesitaba, pero, senta la necesidad de volverme a la parroquia. La idea de no hacer nada y de quedarme inactivo me inquietaba. Ciertamente, necesitaba descanso fsico porque el cuerpo me lo peda, pero, el hecho de estar inactivo me produca aburrimiento. Viajar no poda porque estaba atado a las citas y consultas obligadas al hospital y eso implicaba quedarme; adems, estaban las quimioterapias que correspondan cada veintin das, y la cuarta, era para mitad de agosto. No tena mucha libertad de accin en cuanto a tiempo disponible, en caso de querer viajar. Manejar, por lo menos, por distancias largas hubiese sido una imprudencia. Pedir a otros que manejaran por m, implicara que dejaran sus quehaceres y obligaciones, y eso no me gustaba, y no me gusta. Porque cada cual tiene que cargar con su realidad. Y se trata de ser lo ms independiente posible. O sea, que no tena otra salida que quedarme sin inventar mucho. Dedicarme a visitar algunas familias no me entusiasmaba ya que no quera generar lstima, y, adems no estaba muy conversador como para estar haciendo visitas. Opt desde un comienzo bajar a la parroquia los sbados a bautizar, y los domingos a celebrar las misas de la maana y de la tarde, como asistir todo lo que se presentara en ese da, desde unas exequias, o atender enfermos, o atender a las
65 personas que viniesen a conversar con el prroco. Y eso me haca mucho bien, porque me haca sentir til y ocupado, adems de convertirse en una ratificacin de mi realidad, que en nada haba cambiado, a pesar de la circunstancia del cncer. Porque de hecho nada cambia. Todo sigue igual porque se trata de la misma historia, con una nota especial. Nota que es y era circunstancial, como ha de serlo todas las notas aadidas de las peculiaridades y particularidades de cada situacin. Los efectos de la quimioterapia se estaban sintiendo esta vez un poquito ms. Pero, como no se trata de colocar modelos de los posibles efectos, para mantenernos fieles a los que hemos hecho ya, slo digamos que los mareos se haban presentado en ms cantidad que las veces anteriores. Y, era de suponer por la cantidad de qumico que haba en el cuerpo. Cantidad acumulada de tres quimioterapias, por supuesto, a pesar de que hubiese sido ya procesado por el cuerpo. Pero, se sentan los efectos y consecuencias. Una cosa comenz a preocuparme en esos das. Haba tenido fiebre ocasionada por una gripe. Y eso preocupaba porque con las defensas y los valores bajos, cualquier virus podra venir a hacer estragos. Y daba miedo. Justo en este momento que estoy escribiendo esto mismo que usted est leyendo estoy con fiebre de la gripe. Y no se sabe qu ser maana. Esperemos que no haya complicaciones. Algunas personas haban venido a la parroquia a buscar el libro Por culpa de la tripa (o gracias a ella) que ya se haba impreso y publicado a nivel de papel, porque ya se haba colocado desde un comienzo en Internet, y algunas personas ya lo haban ledo, e, incluso hasta lo haban impreso. Los comentarios generales eran muy alentadores. No era una tesis donde se tena que
66 demostrar algo. Era y es, ms bien, una experiencia compartida. Lo dems no entraba en los planes del libro. No se buscaba hacer ni filosofa, ni teologa, ni psicologa, ni nada de eso Solamente contar la experiencia que se haba tenido, y muchas personas, lo tomaban como era y como es, sin ms, ni menos.
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No ponerse a inventar
En los das en que estaba recibiendo las quimioterapias fui invitado a un taller de autoayuda. El taller era para pacientes de cncer y los familiares. Acept la invitacin. Haba que llevar a un familiar. Invit a uno de los mos que me acompa para el sbado que haba sido programado. Algo as como Alcohlicos Annimos, en donde asiste, por un lado, el paciente, y por otro, la familia, para saber tratar con la enfermedad, y en donde juega un papel muy importante la fuerza de voluntad por parte del enfermo, pues, en ese caso particular no hay otra medicina que su propia voluntad de no tomar. Y la comparacin en este caso es vlida ya que en ambas situaciones, la mente y la fuerza de voluntad son elementos que no se pueden obviar. Aunque en el caso del cncer todo depende de la quimioterapia en un gran porcentaje, pero tambin de la manera en que se enfrente mentalmente. El taller comenz a las nueve y media de la maana. ramos como unas veinticinco personas, entre pacientes y acompaantes. El ponente o animador del taller comenz su presentacin tipo show o espectculo de televisin. Se ayudaba con material audiovisual con msica y diapositivas a travs de un videobeam y una laptop. Jugaba con las imgenes y con la msica en una sincronizacin perfecta. Tena en su mano el control y regresaba o adelantaba a placer la imagen o la msica
68 que ya tena programadas para esa maana. Intencionalmente coloc una msica y pidi disculpas diciendo que esa msica no era buena, que era mejor la siguiente, y la coloc a su antojo programado. Y la msica era muy pegajosa y con una letra que le hacan a uno sudar las medias. El comenz a aplaudir y animaba a que los que estbamos en la sala lo hiciramos junto con l. En la pantalla que todos tenamos al frente aparecan algunas imgenes y en cada una de ellas iba apareciendo la letra de la cancin por prrafos, de acuerdo como iba sonando la cancin de fondo, tipo karaoke. Eso haca que el efecto de la cancin llegara hasta lo ms profundo al punto de llegar a llorar. Llor. Saqu mi pauelo para limpiarme los ojos que no paraban de llorar, pero pareca como una catarata, no tenan un stop que los frenara. Segua como poda la cancin y la letra en la pantalla gigante. Comenc a acompaar con las manos al igual que casi todos para palmotear al ritmo de la cancin, sin perder detalle de la profundidad de la letra. La cancin era como una cumbia, pero no colombiana (porque hay variedad de cumbias, tambin la colombiana) con una tendencia a como ranchera. No recuerdo ahora bien la letra sino trozos separados, por eso no puedo transcribir aqu ni siquiera un poco, y lo siento, porque pudiese ser de ayuda. El caso es que a m me desubic y me ubic al mismo tiempo. Me desubic porque no pensaba llorar ese da y me sorprendieron en mi mundo de emociones y no tena otra salida que llorar. Si aplicamos lo que dijimos en los tres primeros captulos de este libro, no sera otra cosa que una reaccin instintiva y natural (del sistema lmbico) dirigida a la amgdala cerebral que trajo instintivamente una respuesta acumulada, sin haber llegado a la neocorteza para racionalizarla.
69 El animador del taller ya haba logrado mucho en apenas dos o tres minutos, lo que dura una cancin. No slo en m sino en todos porque todos se estaban secando los ojos con las manos, incluyendo a los acompaantes. Nos sentamos y nos dispusimos a lo que bamos, sin darnos cuenta que ya estbamos, con la sola entrada de la cancin con sus efectos emocionales positivos. El animador empez su presentacin despus de auto- presentarse y nos fue llevando muy sutilmente a su terreno haciendo que nos furamos involucrando en el tema. Nos tena a su disposicin y si alguien hubiese tenido alguna resistencia, que en esos casos siempre sucede, a medida que se iba desarrollando la ponencia audiovisual dejara los prejuicios y se abandonara para adentrarse plenamente. Hubo una idea que a m me marc. Estamos en una habitacin, deca el animador, en donde no hay ventanas, no hay puertas. Todo est sin salida. Ya se verific y no hay posibilidad de salir por ningn lado. Ni por arriba, ni por abajo, ni en los lados Las paredes de la habitacin tienen la propiedad de irse cerrando poco a poco hasta llegar a juntarse. De manera que quien est dentro queda aplastado por las paredes. Empez a cerrarse y a juntarse las paredes. Estoy en medio de la habitacin. De repente miro hacia el piso y veo que hay doy compuertas. En una dice: dos metros y medio de profundidad, lleno de excremento humano lquido, y treinta centmetros libres de aire para respirar. En la otra dice: metro y medio de profundidad, lleno de excremento humano lquido, y treinta centmetros libres de aire para respirar. Las paredes siguen cerrndose. Qu hago?... Abro la compuerta que dice: metro y medio y me meto. Las paredes siguieron cerrndose hasta quedar todo compactado sin ningn espacio entre
70 ellas. Y yo en el hueco de metro y medio con los treinta centmetros para respirar. Estoy respirando aunque todo lleno de excremento humano lquidoNo tena otra salida. No haba opcin, tan solo que hubiese escogido la otra compuerta, pero era de dos metros y medio Lo importante es que estoy vivo - insisti el moderador- Eso es lo importante. Ahora bien. Puedo comenzar a quejarme del olor del excremento lquido, del asco que da, de lo repugnante de esto, de aquello, de lo incmodo del espacio donde estoy, y todo un mundo de mis situaciones. Me voy a quejar si lo importante es que estoy vivo? No tena opcin Y en esta parte nos sorprendi el moderador. Yo tambin soy paciente de cncer dijo. A mi me diagnosticaron leucemia hace dos aos Y nos quedamos como identificados y el hombre comenz a contar su historia Impresionante, como la de cualquier historia similar, como la suya, como la del vecino, como la ma, como la de cualquiera Impresionante En su historia, el mdico le dijo, despus de comenzar a comprobar la sospecha del cncer: fulano no invente no se ponga a inventar No contento se hizo repetir los exmenes y le dijeron lo mismo. No satisfecho le dio todos los resultados a su hermano que era mdico y ste despus de hacer algunas consultas con sus colegas, lo llam por telfono para decirle lo mismo: fulano no invente. Y qu quera decirnos con no invente? l mismo se respondi. Nada de ir donde el brujo, nada de colocarse una cola de conejo en el pecho, nada del guarapito de esto o aquello Nada de eso Simplemente enfrentar la realidad y someterse a la medicina, es decir, a la quimioterapia. No hay
71 opcincon todo lo que eso implique No hacer caso de cuentos de que all o ms ac curan el cncer con un rezo o con una hierba Nada de eso No inventen Sigui su ponencia. Su trabajo estaba haciendo los efectos de toma de conciencia sobre muchos puntos interesantes. Continu. Despus utiliz la imagen de un hombre cruzando de un edificio a otro a travs de una cuerda, como tipo cuerda trapecio de circo. El hombre que lo cruzaba llevaba en esa primera imagen un portafolio en una mano y en la otra un paraguas para lograr mantener el equilibrio en la cuerda. En la siguiente imagen el hombre ya no tena ni el portafolio ni el paraguas, y segua en la cuerda. Iba sin nada y se mantena en la cuerda avanzando hacia el edificio de destino. En la siguiente imagen apareca el mismo hombre agarrado de dos ganchos tipo gra, para poder mantener el equilibrio. En la siguiente apareca el mismo hombre y por los lados muchos ganchos tipo gras Y comenz la moraleja Los ganchos son necesarios de vez en cuando, pero no siempre, ya que los ganchos estn fijos y no me permiten avanzar, tan solo que me suelte de ellos. Los ganchos no se mueven conmigo, sino que sirven para sostenerme en ese justo lugar en caso de que pierda el equilibrio La meta es el otro edificio Si me aferro a los ganchos no avanzo porque los ganchos estn estticos Ya eran la once y cuarenta y cinco de la maana de ese sbado. Le hice seas al moderador que yo y mi acompaante nos tenamos que ir (y no me vengan que primero el burro y despus la carga) y le hice seas a mi reloj como para justificar que tena ms cosas qu hacer. Tena bautizos en la parroquia y tena que llevar primero al acompaante a su casa, despus ir yo a almorzar y
72 despus bajar a la parroquia, cosa que requera su tiempecito, como de hecho requiri. El moderador asinti con la cabeza y nos sentimos como autorizados para retirarnos.Ya en la puerta nos volteamos y nos despedimos con movimientos recprocos de manos. Y nos fuimos Y no supe del resto del taller, cosa que lament, pero la realidad es la realidad y yo tena que volver a la ma, porque nada cambia y todo sigue su curso en la historia. Nada cambia As que cmo no supe cmo fue lo que continuaba del taller no puedo contar ms de lo que ya cont. Y queda dicho todo lo que ya est dicho con la enseanza que llevamos en este libro (vase los declogos), expresada de manera sorprendente en un taller de auto-ayuda. Coment a algunas personas el contenido del taller y les refer lo que acabo de colocar ms arriba. Todos a los que le cont les impresion y decan que era fuerte. Que era terriblemente fuerte. Y est dicho todo al respecto.
73
La fe y la realidad
Sin pretender ahondar en muchas profundidades sobre lo que es la fe y sobre lo que es la existencia, es necesario que estas alturas tengamos claras algunas cosas esenciales para nuestro caminar. Lamentablemente, muchos piensan que fe y ser realistas es una contradiccin. Y hasta se llega a separar que si se afirma tener fe, ya es suficiente para alejarnos de nuestra realidad. O, por el contrario, si se insiste mucho en la realidad, sera como negar que se tiene fe. A este respecto recomiendo mi libro titulado Preguntas y respuestas de toda persona inquieta sobre la oracin, en donde se trata de estos temas con un poquito ms de profundidad. Pero, digamos para tener en qu atenernos, que fe no es opuesto a existencia o vida concreta, o a realidad existencial. Ms bien, la fe confirma la existencia. Ya el hecho de vivir encontrndole sentido a la vida, ya eso, es una prueba contundente de una autntica fe, as no haya alusin directa a los conceptos tipificados de divinidad, en sus mltiples y variadas formas. Fe y vivir no se oponen. Vivir, ya es una prueba de fe. Porque la vida sin sentido no tiene sentido. Y el sentido de la vida lo da justamente Dios. Porque Dios es el sentido de la vida. Aferrarse a la vida es aferrarse al
74 sentido de la vida. En otras palabras es aferrarse a Dios, que es su sentido. Y si cree que es un juego de palabras, vuelva a leer con detenimiento lo que acaba de leer, y ver que lo entiende y lo valorar. Si no, no hay nada qu hacer Tal vez, vuelva a leerlo Pero como la idea inicial de este libro, segn peticin de la Dra., es para que pueda servir de ayuda, dejmonos de ponernos filsofos, justo ahora. No digamos que no nos vamos a poner telogos, ya que lo hemos estado haciendo desde un comienzo de una manera muy sutil, sobre todo, en los tres primeros captulos. Tal vez, ya se percat de eso. Pero sigamos como vamos y en lo que vamos, con el estilo que llevamos. Antes de pasar a lo que quiero resear, hagamos una referencia al contorno mundial de lo que estaba sucediendo en el mundo en los momentos en que se estaba escribiendo este libro, y recibiendo el tratamiento. No tiene nada que ver con el libro, pero dijimos en el prlogo que el libro se ira escribiendo en la medida como fuesen sucediendo las cosas, y eso justifica que se haga, porque es parte del mientras vayan sucediendo las cosas. Se estaba celebrando las Olimpiadas de Beijing, en China. Venezuela se senta muy orgullosa de haber mandado un pocote de gente, como nunca antes a una Olimpiada. Muchos estaban pendientes de las actuaciones de los venezolanos y de las posibles medallas. La gran promesa era en softbol femenino. Pero, naranjas chinas, limn francs, O sea, que nanay nanay A la hora de las medallas, la opcin pareca ser las medallas de la Virgen del Carmen, si acaso las haban llevado, porque por lo que se evidenciaba, las propias ni para olerlas. Y se haba gastado, entre otras cosas, un palabrero desmesurado antes y en el momento del envo
75 para China. Pero Lo ms triste de todo es que los comentaristas de uno de los canales de la televisin venezolana, mientras transmitan los eventos de manera directa va satlite, decan que los tales deportistas venezolanos con todo y todo seguan siendo la esperanza y que prometan mucho para las prximas Olimpiadas. Y esto s que despertaba las ganas de rer. Ya que el presente era lo que contaba justo en esos momentos. Y el presente era que no daban la talla en ese o en cualquiera de los eventos deportivos que presentaban y en donde participaba algn venezolano. Esto les ayuda mucho, porque tienen roce internacional, y van adquiriendo experiencia era el comentario por lo general de los comentaristas de ese canal. Y estaban justificando que no reunan las condiciones deportivas con consuelos alucinantes y muy fuera de la realidad. Porque la realidad era que no ganaban y a eso era a lo que haban ido. No sigamos con lo del softbol femenino. Y no digamos del boleibol Jugaban como nunca y perdan como siempre Adems, qu desconsuelo y tristeza para los venezolanos dentro de cuatro aos, ya que si los deportistas venezolanos de esta Olimpiada de Beijing estaban ganando experiencia y roce para las prximas Olimpiadas, significara, entonces, que menos chance se tendr para el ao 2012. Pues tendrn cuatro aos ms viejos, y, ah, s que menos. O sea, que no mejora el enfermo. Las experiencias de estos tiene que ser y quedarse con ellos. Porque dentro de cuatro aos ser otra la circunstancia y no se puede pretender que sean los mismos para lo mismo. Aunque s otros ms de los mismos para lo mismo. Como que se empeora el enfermo Bueno sea este comentario y repitamos lo que dijo la boba: lo que ju, ju (con j, no ve que es boba la boba, y por lo visto muy realista).
76 Ahora volvamos a lo que bamos. Y era lo de la fe y la realidad, que tambin tiene su aplicacin con lo que se acaba de referir. Pero, en concreto a lo nuestro. Y quiero referir tres experiencias personales para ilustrar el tema que nos ocupa: Primera: Vino un da un seor portugus a solicitar que fuera a bautizar a su nia de ocho meses, que estaba muy grave y muriendo en una clnica cercana a la parroquia. Era 17 de diciembre. Cerca de las cinco y media de la tarde. El coro de la parroquia estaba cantando algunos temas decembrinos antes de la misa de ese da, que sera a las seis y media. Acompa al seor portugus a la clnica. Nos fuimos en su carro. Llegamos a la clnica y entramos a la habitacin donde se encontraba la nia y su madre ( de ella, de la nia). La nia estaba realmente muy mal. Le dije al padre de la nia, al seor portugus, que buscara un par de padrinos. Haba que improvisar los padrinos porque era muy crtica la situacin. Ped un poco de agua en un envase para bendecirla y con ella bautizar a la nia, como manda el ritual del sacramento del bautismo, en el caso concreto de bautismo de nio en peligro de muerte. Trajeron el agua en un envase de vidrio. Bendije el agua. Aparecieron los padrinos, una enfermera sera la madrina. Yo haba llevado la vela de la Candelaria y la encend para iluminar con la luz de Cristo (es el sentido de la fe, por supuesto) y comenzamos la ceremonia del bautizo de la nia. Todo sigui su curso y termin como comenz, O sea, bien. Qued bautizada la nia y el silencio era conmovedor por lo que se esperaba. Me desped de la madre y de los padrinos, despus de quitarme las vestimentas litrgicas del caso, y el seor portugus y yo (ahora s primero el burro y despus la carga) nos dirigimos a la parroquia. Mientras bamos por los pasillos
77 de la clnica hice dos cosas que yo casi nunca hago porque no van en mi manera de pensar como sacerdote, pero, como no encontraba qu decir ni qu hacer, se me ocurri, an yendo en contra de m mismo, porque no lo hago, pero esa vez lo hice, para seguir aprendiendo cada vez ms. Mientras bamos caminando le puse una mano en el hombro y le dije: -tranquilo, seor, tenga fe-. Enseguida, el portugus, se voltea y me dice: -Fe, tengo, padre; pero, ni hija se est muriendo. Y enseguida me dije: toma lo tuyo toma tu chocolate quien te manda. Y le quit la mano del hombro, un poco apenado por mi imprudencia. De hecho, el portugus haba ido a pedir que le bautizara a la nia, justamente, porque tena fe. No para que la nia se curara porque el cura la iba a bautizar. El bautizo no le iba a evitar ese trance. De hecho, se estaba muriendo. Segunda: Una vez sabida la noticia de mi cncer mucha gente se me acercaba a manifestar de alguna o de otra manera su solidaridad y su manera de pensar. Los de la parroquia se manifestaban, adems, con detalles materiales, como con algunas frutas, o jugos de distintos sabores, sobre todo, los llamados tres en uno. Hubo una familia que inclusive lleg con una sopa preparada un da, a media maana. Yo les agradeca todos esos detalles. Algunos se ofrecan a la orden para lo que sea, pero no se manifestaban en nada ms que en ofrecimiento, que en esos casos, estn de sobra. Amor son obras, no buenas razones, se podra decir, que en este caso sera no buenas intenciones. Muchos venan y daban nimo y valor a sus maneras. Un domingo, en esos das, vino una monjita. Muy misteriosa me dice que ya su comunidad estaba enterada de mi situacin de salud y que estaba orando mucho por
78 m. Se agradece. Nos instalamos en la oficina para atenderle su visita. Padre me dice es necesario que hablemos del cielo en estos momentos de su vida. Le contest de una que el cielo es un misterio y que de eso no sabemos sino por la fe. S; padre, pero, hablemos del cielo Le volv a contestar para recordarle que como misterio es misterio, y todo lo que nos toca saber es hasta el momento de la muerte, de ah en adelante est en mano de Dios y su misericordia. S; pero, Jess nos prometi que nos va a preparar moradas en el cielo volvi a reponer ella, en la firme idea de que su visita estaba en esa lnea y que vena para que hablramos de la muerte y de lo de despus de la muerte, que por lo visto, era muy conocedora. De la muerte yo no quera hablar porque de la muerte estaba sabiendo yo en mi propio cuerpo al paso de los das. Le d la vuelta para que comprendiera que ese tema por los momentos lo quera evitar y que lo del ms all corresponde al misterio. Aqu podramos citar a Karl Rahner, uno de los grandes telogos de nuestro tiempo. Dice:
Dios es el futuro absoluto del hombre. Y esto es lo propio de la antropologa cristiana. El misterio imbarcable, que debe venerarse en silencio. Por eso nosotros, como cristianos, no hemos de hacer como si conociramos familiarmente el cielo. Porque todo sigue siendo un misterio. Y un misterio que debemos venerar en silencio desprendindonos de toda imagen ante lo inefable 1 .
1 RAHNER, KARL, Curso fundamental sobre la fe, Editorial Herder, Barcelona, 1979.
79 Tal vez, inspirado por esa verdad de telogos no quera y no quiero hablar del ms all como si ya hubiese ido o lo conozco como mi patiadero, como se dice. Es un misterio. Respetando, por supuesto, la buena intencin de la monjita, que si que era conocedora de esos mundos. Por lo visto, no le gustaba que no le permitiera el tema. En todo caso volvi al ataque la monjita vea su enfermedad, padre, como una bendicin de Dios. Y ah s que tragu grueso y pens: para ella que no lo est viviendo en carne propia. Y es cuando se siente que es mejor una visita de gente solidaria en la solidaridad y que no sepa mucho de mucho de lo que no se sabe. Y, sobre todo, que sepa respetar lo que hay que respetar, ms en esas condiciones y situaciones. Era evidente, que la monjita se senta incmoda. Al fin se despidi. La acompa hasta la puerta hablando de generalidades. Al domingo siguiente se apareci con otra monjita ms, cerca del medioda, con algunas frutas para que buscara mantener bien las plaquetas y la hemoglobina. Se estuvieron el tiempo suficiente para entregar lo que traan. Tal vez, entendi que el cielo, por ahora, poda esperar y que lo mejor era mantener los valores de la sangre en su justa medida; adems, tampoco yo es que tenga apuros porque el tiempo inmisericorde se encarga de todas esas cosas. Aqu es muy oportuno colocar la maravillosa letra del cantante Juan Gabriel de su cancin abrzame fuerte amor. Dice, la parte que me llama la atencin justo para este momento, porque es desgarrador su contenido y muy real:
Abrzame que el tiempo pasa y l nunca perdona. Ha hecho estragos en mi gente como en mi persona. Abrzame que el tiempo es malo y muy cruel amigo.
80 Abrzame que el tiempo es oro si t ests conmigo. Abrzame fuerte, muy fuerte, ms fuerte que nunca. Siempre abrzame.
Tercera: Ya se saba la noticia del cncer del prroco de la parroquia Sagrado Corazn de Jess de Barcelona; O sea, yo. Cada cual se manifestaba como poda, los que podan, porque les daba sentimiento acercarse a saludarme para no tener que llorar. Y, por ms que yo no quisiera, tambin terminaba despus de cada abrazo con los ojos hmedos, a pesar de hacer todo el esfuerzo para que no fuera as, pero era. Era domingo. Haba terminando de dirigir y rezar el rosario y en esos diez minutos que nos quedaba para la seis de la tarde, que era la hora de la misa, me dispuse a saludar a algunas personas en el templo, como suelo hacer todos los domingos. Son saludos muy cordiales de parte y parte. Estando en esos saludos se me acerc una seora bastante joven y se me colg del cuello y me dijo: Padre, chele b (y pongmosle un pito como tipo censura, porque dijo una palabra que podra interpretarse como grosera, pero, no lo es, porque as hablamos los venezolanos; somos llanos y directos, bueno, algunos). Y, tengo que decir, que de entre todas las palabras de estmulo y de valor recibidos durante todo el tiempo, creo, que esas me parecieron muy sinceras y las recuerdo siempre. Y nos mantuvimos abrazados un buen rato, ella lloraba, y yo haciendo lo posible por no, pero, s. Al domingo siguiente en la misa de la maana refer las dos experiencias citadas aqu (la segunda y la tercera) y parece que nos permiti ubicarnos a todos, porque de eso se trata. Por un lado la fe, y por ese mismo lado la realidad. Sin separacin.
81 No quera ponerme serio, o por lo menos, muy serio en este libro, pero como a estas alturas de lo tratado se amerita, volvamos a citar a Rahner para repetir con l, que:
La escatologa 2 no es algo adicional, sino que muestra una vez ms al hombre tal como lo entiende el cristianismo: como el que alejndose de su presente actual existe hacia su futuro. En ese sentido, la esencia del hombre, la antropologa cristiana es futurologa cristiana, escatologa cristiana. El problema est en que el cristiano est siempre tentado de leer e interpretar las afirmaciones escatolgicas del cristianismo como reportajes anticipativos de un futuro que est por venir. Sabemos sobre la escatologa cristiana lo que sabemos sobre el actual estado histrico-salvfico del hombre. No es que proyectemos algo en el presente desde un futuro, sino que proyectamos hacia su futuro nuestro presente cristiano en la experiencia del hombre consigo y con Dios en la gracia y en Cristo, pues el hombre no puede entender su presente sino como el nacimiento, el devenir y la dinmica de un futuro. l entiende su presente en tanto lo comprende como arranque, como apertura de un futuro. Por "reino de Dios" y, ms todava, por "reino de los cielos", muchos entienden un mundo aparte, que est ms all de las nubes, y al que se llega despus de la muerte. Pero se trata, todo lo contrario, de una realidad completamente de aqu, que acta y se experimenta en esta vida terrena. En ninguna de las palabras de Jess encontramos una definicin de "reino de los cielos". Quizs, porque es una realidad que incluye de tal manera a los que creen en ella, que no se deja describir "objetivamente", desde fuera, sino que slo puede ser vivida, experimentada y comprendida
2 La palabra escatologa deriva del griego skhata, que significa "cosas ltimas".
82 por aquellos que se aventuran en ella. Sin embargo, podemos decir que el reino de Dios significa: -- la proximidad de Dios mismo, una proximidad que acoge, perdona y endereza, el perdn de los pecados; -- la curacin y liberacin del hombre de todo aquello que le atormenta y le impide ser hombre... -- una nueva conducta de los hombres con sus semejantes: final de todo trato injusto con los otros, fraternidad en vez de dominio... -- plenitud de la vida: pan y vino en abundancia para todos; -- liberacin del dominio de la muerte.
Y en donde la imagen del reino de Dios es el convite: reino de Dios que significa alegra, comunidad, compartir, saciarse, unin con Dios.
En otras palabras, que el cielo comienza aqu en la tierra, como tambin su contrario, es decir, el infierno, en la medida en que hayamos optado por Cristo y su mensaje y hayamos optado por un estilo de vida moral, ya el bien, ya el mal. O, como dicen los telogos al respecto, que el cielo es cercana de Dios, e, infierno, alejamiento y distanciamiento de Dios. Y eso comienza aqu en el presente histrico concreto y real. Y, despus de la muerte, qu? Eso pertenece al misterio. La fe de la Iglesia que es pura y esencialmente en la resurreccin nos dice que la vida contina despus de la muerte, ya tanto despus de la muerte fsica y material, como en la muerte en las circunstancias del cargar la cruz de cada da, teniendo como modelo a Cristo, que es la Resurreccin en excelencia, y el premio a los mltiples y de nunca acabar de los viernes de crucifixin que nos toca enfrentar cada da en nuestra historia. Siempre y cuando no sucumbamos bajo el peso de las circunstancias al perder el sentido de nuestra historia, sino, que a pesar de los pesares, seamos dueos de esas mismas
83 circunstancias para cargar la cruz con dignidad y gallarda, a pesar de los pesares y los ayes de dolor y sufrimiento de nuestro acontecer en la vida. Ya se dice tan bellamente cuando rezamos la Salve y decimos, dirigindonos a la Virgen: A T clamamos los desterrados hijos de Eva, a T suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lgrimas. Precisamente, para que la Virgen nos ayude a cargar nuestra cruz de cada da, evitando a toda costa la evasin de nuestra realidad, que es una de las tentaciones. Y como esa oracin es tan bonita vamos a colocarla completa aqu para rezarla cuando podamos y nos hallemos en momentos duros y difciles, como en el caso de tener cncer:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A T clamamos los desterrados hijos de Eva, a T suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lgrimas. Ea, pues, Seora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y despus de este destierro, mustranos a Jess, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen Mara. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Seor Jesucristo. Amn.
Pero para llegar a alcanzar esas promesas de Nuestro Seor Jesucristo, es preciso pasar por la cruz del cada da, o por el Viernes de Crucifixin. O sea, que no hay sbado de gloria sin viernes de crucifixin Es as. As lo ha querido Dios, incluso para su Hijo, muy amado.
84 Y eso es lo que nos ha enseado justamente el Hijo para ser sus discpulos. Que la Virgen nos ayude a mantener fieles en nuestra historia. Amn. En otras palabras, que no perdamos el sentido de futuro y eso le da al presente, por muy duro y pesado que sea, un sentido de esperanza. Y eso es el cielo. La desesperanza es haber perdido justamente la dimensin de futuro o del da siguiente, y esto podra ser lo contrario de cielo. Pero cmo mantenerse en esa justa lnea y espacio de lmites! No es fcil! Y no vengan con cuentos porque es muy duro, sobre todo, teniendo cncer u otra enfermedad terminal. Es, entonces, en donde juega un papel muy importante la fe, sin duda. Fe en Dios. Fe en futuro, que es lo mismo, porque Dios es futuro en Cristo para el hombre.
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Noticias no muy buenas
En esa misma semana tena cita con el mdico en el hospital, que por lo general era cuatro o cinco das antes de la aplicacin de la quimioterapia respectiva. En esa cita el mdico decida la cantidad de los qumicos a colocar para la siguiente aplicacin, que por lo general era siempre el lunes y martes siguientes, con la respectiva cadena de pastillas durante toda la semana. En esa cita el mdico miraba los exmenes de sangre y dependiendo de que cmo estuviera todo, la siguiente sesin de la quimio, se aplicaba o no. Tambin dependa de algunos muchos otros elementos la continuacin o un stop de la siguiente sesin. A estas alturas correspondera ya la cuarta quimioterapia. En mi caso todo iba bien, a nivel de la sangre. La hemoglobina y las plaquetas estaban muy bien. Los glbulos blancos haban aumentado en cantidad, y eso, era muy prometedor. Pero, una cosa piensa el burro y otro el que lo arrea, dice nuestro refrn, ya que tena algunas complicaciones que llevaban a suspender, por esa sesin, la siguiente aplicacin de la quimio. Eso me descontrol emocionalmente porque significaba retrasar el tratamiento, que en todo pareca que iba muy bien. Pero, tena que pensar distinto el burro del que lo arreaba Es la vida Toda llena de sus sorpresasY,
86 estaba ms que comprobado que el burro y yo no nos las estbamos llevando tan bien que digamos, porque las cosas iban saliendo como iban saliendo, pero con todo y todo, as bamos bien; porque, podramos ir peor, sin ninguna duda. Recordemos aqu aquel cuento del hombre a quien le encomiendan llevar de un pueblo a otro, cinco burros. El hombre cuenta los burros encomendados antes de partir, y comprueba, de hecho, que eran cinco los burros a su encargo. Los prepara a todos y se monta en uno de ellos e inicia el camino con los cinco burros, los cuatro que iban sin carga, y el quinto, en el que l iba montado. Ms adelante, como a la media hora del camino, da una orden de arriero a los burros para que se detengan y stos se detienen. Y entonces comienza a contar los burros: uno, dos y en su suma le da cuatro. S; cuatro burros. Vuelve a contar: cuatro. Le falta uno. Haba contado cinco burros antes de salir y ahora lleva cuatro. Qu se habr hecho el otro burro? Entonces se baja del burro en el que iba montado, y que no haba entrado en su cuenta, y vuelve a contar. Esta vez le da cinco. Estaban completos los cinco burros. El hombre se quita el sombrero y se rasca la cabeza sin entender, pero, lo importante es que los burros estn completos: cinco salieron y cinco van, aunque se asust porque de repente falt uno. Pero, son cinco y estn los cinco. Y se vuelve a montar en el burro que haba escogido como transporte, y vuelve a dar la orden de continuar a los burros, que iniciaron otra vez la marcha. Como a la media hora despus el hombre vuelve a repetir su conteo, y evidencia, que le falta un burro. No puede ser. Repite el conteo: cuatro. Se vuelve a bajar y vuelve a contar y evidencia que estn los cinco. El hombre no entiende Y, as, unas cuatro o cinco veces ms hasta llegar al pueblo donde iban. Al llegar el hombre se baj del burro
87 en donde iba cabalgando aunque lo correcto sera decir burralgando, ya que si cabalgar es de montar un caballo, pero si se monta un burro, lo lgico sera burralgar, o, no?. Pues, s En este sentido la palabra burralgar aparece en el libro de Manuel Derqui, titulado Todos los cuentos, publicado en Espaa en el ao 2008 Pero volviendo a lo nuestro y a los burros
y entreg un poco asustado los cinco burros encomendados. Sin entender lo que haba pasado por el camino, pero aliviado porque al llegar haba llegado con los cinco burros, que era la encomienda. Por supuesto, que el hombre no dio detalles de lo que le haba pasado por el camino. Lo importante era que los cinco burros estaban completos. Y se regres el hombre al pueblo de donde haba salido con los cinco burros, que unas veces eran cuatro y otras cinco, pero que haba entregado completos, para alivio suyo. El caso es que segn la lgica para el lunes y martes siguientes se tendra que aplicar la cuarta quimioterapia. Pero, por complicaciones con un virus que tena hubo que suspender el tratamiento: era cuando faltaba un burro. Dnde se habra metido el otro burro? No me daba la suma completa. Estaba faltando un elemento de la encomienda. Por ms que me rascaba la cabeza para entender no comprenda dnde se haba quedado o perdido el otro burro. Pero, de que faltaba un burro, faltaba. Eso s que era evidente. En los ltimos das haba tenido unas erupciones en los labios y en la nariz. Las de la nariz me estaban haciendo los das un poquito ms complicados. El domingo anterior haba tenido fiebre y algunas manifestaciones de gripe. Pero, era fiebre ocasionada por el virus que tena. Yo pensaba que las erupciones de los
88 labios haban sido ocasionadas por la fiebre que me haba dado y no le haba prestado mucha atencin a esos detalles. Era cuando el burro se me haba escondido, y por ms que contaba y volva a contar me faltaba un burro, y resulta que era en el que estaba montado. Como iba sobre l no lo poda ver. Tena que bajarme del burro para que me diera completa la cuenta de los cinco burros encomendados. El mdico decidi suspender el tratamiento de la quimioterapia para tratar primero el virus. Ya que si se aplicaba la quimio con ese virus presente las cosas se hubiesen complicado, pues se daba campo abierto para que el virus tomara ms fuerza, precisamente por la aplicacin de los qumicos, y, entonces, se podra complicar la boca y la garganta, y as, s se hubieran complicado todo. Porque, entonces, ni para comer. Y ah se me hubieran perdido todos los burros. Pero, al bajarme y tomarme las cosas como van viniendo y yendo, me daba completa la suma: me encomendaron cinco y van los cinco, menos mal. Aunque con toda seguridad el mdico estara contando seis burros Pero, mejor dejmoslo as, y volvamos a montarnos en el burro en el que vamos, que son cinco, por ahora El tratamiento para combatir el virus ser de una semana. Una vez terminado este tratamiento tengo cita otra vez con el mdico y volvern a realizar todos los exmenes para ver si todo va bien, slo entonces, se reanudar las sesiones de la quimioterapia. Ese da ser de una parada y del reconteo. Espero que los burros estn completos Y, no es que tenga algo contra los burros, pero es que a veces, me dan sumatorias distintas: a veces cuatro y a veces cinco. Por ahora, como que estn completos
89 A este punto traigamos el cuento que cita y copia Carlos Valls de Anthony di Mello, en el libro Ligero de Equipaje, Tony de Mello, Un Profeta para nuestro tiempo, porque puede ser muy oportuno:
Una historia china habla de un anciano labrador que tena un viejo caballo para cultivar sus campos. Un da, el caballo escap a las montaas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con l y lamentar su desgracia, el labrador les replic: Mala suerte? Buena suerte? Quin sabe? Una semana despus, el caballo volvi de las montaas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondi: Buena suerte? Mala suerte? Quin sabe? Cuando el hijo del labrador intent domar uno de aquellos caballos salvajes, cay y se rompi una pierna. Todo el mundo consider esto como una desgracia. No as el labrador, quien se limit a decir: Mala suerte? Buena suerte? Quin sabe? Unas semanas ms tarde, el ejrcito entr en el poblado y fueron reclutados todos los jvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. Haba sido buena suerte? Mala suerte? Quin sabe? Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente daoso. As pues, ser postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena suerte y mala, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.
Ya est dicho todo Mala suerte? Quin sabe! Antes de terminar este apartado vamos a darle nombres a los burros, porque es muy importante que
90 tengamos identificadas nuestras circunstancias para procurar ser dueos de ellas, por lo menos de manera jocosa: Vamos a llamarlos de acuerdo con las cinco vocales: Pancho, Pencho, Poncho, Pincho y Puncho. Por el nombre me gusta Poncho, en el que voy montado.
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Algunas cosas del entorno de entonces
Se dijo desde un comienzo que este libro se ira escribiendo como fuesen sucediendo las cosas. Muy bien. Y las cosas iban como iban, tanto a nivel del tratamiento, como a nivel mundial. As tenamos que en Georgia y Rusia haba conflictos armados. Rusia quera demostrar que despus de la Perestroika con Gobarchov, ahora, volva a hacer sentir que segua siendo una potencia, y que estaba dispuesta a demostrarlo, as la OTAN y el Occidente se reuniesen para condenarla. Y as estaba sucediendo. El famoso grupo de los ocho, estaba llamndose por esos das, ya no el G8, sino el G7, porque estaban ya excluyendo a Rusia, y, entonces, ya no eran ocho, sino siete Cosas de diferencias, aparentemente, o ms que eso Quin sabe! 1
1 Se denomina G8 a un grupo de pases industrializados del mundo cuyo peso poltico, econmico y militar es muy relevante a escala global. Est conformado por Alemania, Canad, Estados Unidos, Francia, Italia, Japn, Reino Unido y Rusia. La pertenencia al grupo no se basa en un criterio nico, ya que no son ni los ocho pases ms industrializados, ni los de mayor renta per cpita ni aquellos con un mayor Producto Interior Bruto. Los orgenes del G8 se establecen en marzo de 1973, cuando, a peticin del Secretario de Tesoro estadounidense, George Shultz, se reunieron los ministros de finanzas de Estados Unidos, Japn, Alemania Occidental, Francia y
92 A nivel deportivo mundial se estaba realizando y terminando los Juegos Olmpicos de Beijing 2008, con todas las sorpresas que estaba ocasionando. Ya el solo hecho de haberse realizado los Juegos era un triunfo sobre todos los intentos que se hicieron para que no se realizaran, en los que entraban tantos intereses de potencias, an deportivas. Muchas esperanzas estaban cifradas en China. Y grandes maravillas tecnolgicas se descubrieron para sorpresas de todos. No hubo nada que lamentar a nivel de la inseguridad como las tentativas de terrorismo y todos esos fantasmas que se haban querido levantar para oponerse, entre otras cosas, a que se realizaran los Juegos justamente en China. Todo haba sido muy bien a pesar de los malos augurios y presagios de profetas de desastres. En Venezuela las cosas iban como iban. Para unos muy bien; para otros, no tanto. Se avecinaban las
el Reino Unido. En la cumbre de 1975, en Rambouillet, Francia, se produjo la entrada de Italia y, dos aos ms tarde, en 1977, en la cumbre de San Juan, Puerto Rico, se uni a ellos Canad. Tras este ltimo se form el G-7, que a partir de 1998, con la integracin de Rusia, se denomin lgicamente G8. En la Cumbre de Kananaskis (Canad, 2002), el G-7 se convirti definitivamente en G8, con la admisin de Rusia como miembro de pleno derecho a todas las discusiones. Esto ha sido considerado como un premio por el esfuerzo de Rusia por incorporarse a la economa de mercado. Aunque el hecho de que sea una potencia nuclear seguramente ha influido en la entrada de este pas en el Club de los pases ms poderosos del planeta. Aunque, en esos das, agosto de 2008, segn las noticias, se deca, que: la participacin de Rusia en el Grupo de los Ocho (G8) y su deseo de entrar en la Organizacin Mundial de Comercio (OMC) se encuentran en peligro a causa de la crisis con Georgia, declar el secretario estadounidense de Comercio, Carlos Gutirrez, a un semanario alemn (cfr. las noticias de los peridicos de esos das).
93 elecciones de noviembre, y por esos das de agosto, las tensiones de las elecciones estaban en un segundo plano porque todo giraba sobre los Juegos Olmpicos de Beijn. Y aun cuando no se quisiera hacer la relacin las esperanzas deportivas de los atletas venezolanos tenan tambin su connotacin poltica. Ya el solo hecho de la campaa del envo de 109, presentados como la revolucin de oro y medalla de oro para la revolucin, le daban un carcter netamente poltico. Porque estaba implcito y sin ninguna reserva la comparacin de que nunca antes de la revolucin se haba enviado tanta gente a competir a unos Juegos de tanta envergadura. Nada menos y nada ms que 109 atletas. Por lo menos 109 medallas. Si no todas de oro por lo menos 109 de bronce y ya eso era ms que bastante para ser conformes. Pero iban pasando los das de las competencias y se desinflaban las esperanzas y se restaban las posibles medallas. Los abanderados y los atletas promesas quedaban como promesas y nada ms. Sin duda que todo el mundo hace lea del rbol cado, como se dice. Pero los comentarios y los temas de conversacin por esos das no podan ser otros sino esos, sobre todo los tales 109, que estaban haciendo lo que estaban haciendo nada o un poquito ms, para ser generosos, casi nada, para no ser tan crueles y duros con la realidad que se evidenciaba. Con razn o sin ella se hablaba de ese tema. Con sentido de humor algunas veces, y otras, con mucho sentido de irona y hasta de burla, sin descartar la vergenza, y sufriendo pena ajena, aunque tambin propia, porque eran nuestra representacin. Pero hay cosas de sentido comn y de simple matemtica que hay que tener en consideracin, ms para los casos de niveles tan altos de exigencia deportiva,
94 como los que se estaban realizando. Matemticas y estadsticas, no ms. As por ejemplo, si el registro marcado, tanto a nivel mundial como de Juegos Olmpicos era de una cifra tal, lo ms prudente era que quien fuese de Venezuela, tena que estar, por lo menos cerquita de ese registro marcado en el deporte en el que pretenda competir. Si ni siquiera se acercaba a esa medida, para qu, entonces, iba a ir a competir, si no reuna las mnimas condiciones de esa competencia que era y es estar en el rango del registro como record? Eso lo iba a llevar a hacer lo que fueron a hacer: nada. Porque para eso fueron preparados y enviados. Y, entonces, dnde quedaban los preparados y los entrenadores respectivos, que ni siquiera tuvieron tiempo de mirar los datos olmpicos, por lo menos de Atenas 2004, para saber a qu atenerse y a quin preparar para tan grande evento? Pasemos a datos concretos para un futuro. Miremos algunos records de los actuales Juegos Olmpicos (u Olimpiadas) de Beijn 2008, slo como referencias.
En el Atletismo Masculino: 100 metros Record Mundial Tiempo:9.69. Atleta:BOLT Usain. Pas: Jamaica Record Olmpico: Tiempo:9.69. Atleta:BOLT Usain. Pas: Jamaica
Ya se sabe que el tiempo record, registrado para la historia, tanto para el record mundial como el de una olimpiada de es de 9 segundos con 69 milsimas de segundos, en 100 metros, en la versin masculina. Si Venezuela piensa mandar para las prximas Olimpadas a un corredor o a varios para competir en los 100 metros (masculino) tiene que saber que el que vaya tiene que
95 hacer 100 metros por lo menos en 9 segundos treinta milsimas de segundos. Por lo menos, 30 milsimas menos. Si, por el contrario, hace 100 metros en 15 segundos y ms, para qu caracas, va a competir, si no tiene ningn chance, porque con toda seguridad ese registro ser superado por otro que si lo hace en menos?. Aplquese la misma lgica para la natacin, ciclismo y otros deportes de ese estilo. No se diga para el levantamiento de pesas: si el record es de 145 kilos, por decir una cifra, y el venezolano solo puede levantar 96, para qu cara cas, va, y para qu lo entrenan y pierden tiempo? Que pase otro que s pueda. Permtasenos una irona en este momento: creo que ni los 109 que mandaron, todos juntos, iban a poder levantar lo 145 kilos, mucho menos uno solo Los venezolanos estbamos muy tristes por esos das por esos resultados. 109 atletas y bla bla bla Y toda una tarde de cadena televisiva el da del envo de los atletas. Tanto para una sola medalla. Si; pero iban a competir con los mejores de los mejores. Con ms razn: manden a los mejores de entre los mejores para competir con los mejores, si no, no manden, porque ya se sabrn los resultados, como de hecho. Si; pero, se est ganando experiencia para las prximas, se podra alegar. A otros con ese consuelo barato. O sea, que dentro de cuatro aos va a ser peor, porque si le sumamos cuatro aos ms a los atletas que fueron ahora, tendrn cuatro aos ms viejos, y, as, que menos, que menos O sea, que no mejora nada el enfermo, como se dice eufemsticamente. La experiencia que los atletas venezolanos que fueron a Beijn 2008, morir con ellos. Esa experiencia ser intransferible. Ser suya y solamente suya (o suyas para generalizar a los que fueron). En todo caso Venezuela aparece empatada de
96 penltima con otros ms en el nmero 67, porque los que estn en el 68, son la lista de los ltimos. O sea que gracias a la gara (larense) que vive en Puerto la Cruz nos salvamos de estar en la lista de empatados en los ltimos. Y eso que eran 109 Y qu tiene que ver todo esto con la experiencia del cncer? Pues nada y mucho. Ya que cada experiencia es cada experiencia y cada circunstancia es cada circunstancia y no se parece a nada ni a nadie. Slo nos toca enfrentar el presente como venga y viene. Lo que ser, ser. Y lo que no fue, no fue. Es lo que es. As de sencillo. A cada da le bastan sus afanes, nos dice la Biblia. Adems el estar enfermo de cncer no nos asla de la realidad de la vida, ya que todo contina igual, y esa era nuestra realidad por entonces, a nivel de Venezuela y el mundoO sea, que tambin me trasnoch algunas veces viendo las competencias, a pesar de todo A todas estas ya se me aplic la cuarta sesin de la quimioterapia. El virus de la boca y de la nariz ya pas a la historia y se contaron todos los burros, dando la cuenta completa: cinco. Faltan dos quimios para completar el tratamiento de seis. Aunque no se puede negar que hay un burro que se me est queriendo extraviar en la cuenta, ya que me han mandado a realizar una radiografa en la columna vertebral por algunas molestias que se estn sintiendo, sobre todo cuando me estoy cierto tiempo sentado. El mdico dice que uno de los detalles del linfoma non hodgkin es que se aloja justamente en la columna vertebral y que hay que estudiar con detenimiento para descartar toda posibilidad de complicaciones. Lo que ms tristeza me da es que es para el 8 de septiembre que tengo que realizarme ese examen y no podr presidir la misa de la Virgen del Valle en mi parroquia, por lo menos a las ocho de la maana.
97 Se realizar un rosario a esa hora, y si todo va bien, a las seis de la tarde s se har la misa solemne de la Patrona de Oriente: la Virgen del Valle: Ruega por nosotros. Amn.
98
Un abrazo de caminante del mismo camino
Por esos das estbamos muy pendientes de dos personas activas de la parroquia que estaban esperando los resultados de los exmenes respectivos de biopsia de mama. Se tena sospechas de cncer en ambos casos, aunque no se perdan las esperanzas de que no fuera. Pero la vida es la que es, y en ese sentido hay que tomrsela como viene. Suena fcil decirlo pero en esas noticias las realidades emocionales son como son; es decir, una cuerda floja. El caso es que despus de dos meses a una de ellas le dieron la noticia afirmativa. Tena cncer. Estbamos un poco tristes. Y a ella se le vea desmejorada a nivel emocional. Y cmo no estarlo! Los que pudimos del grupo le dimos nuestras palabras de aliento. Yo solamente le d un abrazo y le dije que sufriera y que no negara que sufra. No asum la posicin de confortar sino que desde mi experiencia la abrac y le dije que esa era su situacin y que no se dejara invadir por nadie con palabras dulzonas que en nada cambian la realidad. Ella al principio llor pero sent que se daba valor para enfrentar su situacin, por lo menos, en ese momento, porque la procesin va por dentro, como se dice. Si somos fieles a lo que se ha dicho en los tres primeros captulos es necesario no negar la realidad ni
99 disfrazarla. Lo que es, es. Tal cual. Desde mi experiencia vivida en carne propia, y sin pretender colocar ningn modelo, esa tena que ser y tiene que ser la posicin respetuosa. Nadie, ni el ms cercano, puede sufrir lo que sufre quien est padeciendo emocionalmente ante esa noticia y ante esa realidad. Qu no es nada! Vyase para la porra quien se atreva asumir esa postura! Porque es mucho Es cncer Y hay que dejar que cada proceso sea individual, comenzando con toda la crisis de futuro que eso supone, precisamente, porque se pierde la mirada al despus de ese momento circunstancial. Es cuando el abrazo mudo dice mucho y resulta muy alentador. Abrazo de compaero que camina por el mismo camino y que sabe lo que es respetar-respetando. Por esos mismos das estbamos a la espera de la quinta quimioterapia. Pero, alguien me andaba asustando los burros (vase el cuento de los cinco burros), ya que, me encontraron bajos los glbulos blancos y me retrasaron la aplicacin de la quimio por un da. Los glbulos estaban en 1900. Lo bueno es que al siguiente examen de sangre los glbulos haban subido a 4150, en cinco das, lo que facilitaba las cosas y se volva a la aplicacin del tratamiento. Menos mal. Todos estbamos gratamente sorprendidos de los recursos que posee la naturaleza y sin forzar las circunstancias el mismo cuerpo se haba encargado de subir los glbulos blancos. Ah estaban los resultados. No se haba comido ni bebido nada para hacer que as fuera. Juegan un papel muy importante las emociones y los estados mentales, sobre todo si son positivos y optimistas. Si son optimistas y positivos, tienden naturalmente a subir. Pero, si por el contrario, son negativos o pesimistas, el mismo cuerpo se comprime en esa depresin y se genera resultados negativos. La mente ayuda, definitivamente. El problema
100 es poder quitarle el palo de escoba a la loca de la casa, como hemos dicho en otra parte. Por esos mismos das la Dra. regresaba de vacaciones. Pero nos trajo una noticia muy triste para sus pacientes de por esos das del hospital Razetti: la Dra. se iba a Maracaibo, su tierra natal, a trabajar y dejara el hospital Razetti hacia finales de ese mes. Eso nos tena un poco tristes ya que se encaria con quienes tratamos, ms en esos casos como pacientes que estbamos ms que agradecidos por tantas dedicaciones. Pero se trata de que todos seamos felices y ella en su casa con toda seguridad lo ser de manera ms plena y no podemos ser egostas, aunque si somos honestos, el amor es egosta, ya que a quienes queremos los necesitamos y los queremos cerca de nosotros. Pero se trata de salud mental por sobre todas las cosas y el hecho de estar entre los nuestros es una garanta de que la Dra. estar muy bien. Que le vaya bonito muy bonito y que Dios la bendiga con mucha alegra. Sobre todo que Dios le pague con mucha salud Tuve la siguiente consulta con la Dra. La ltima con ella. Los glbulos estaban en 4150. Haban subido de manera natural. Me aplicaron la quinta quimio. Le llev el borrador de este libro, de lo que llevaba escrito hasta los momentos; es decir, hasta el captulo anterior, para que lo leyera y se lo llevara de recuerdo de este su paciente. Ella ya saba que se lo haba dedicado y le haba gustado mucho esa sorpresa bonita de un paciente agradecido Una locura de una persona agradecida muy agradecida. A este respecto considero que somos muy ingratos: siempre decimos que estamos bien con la tpica expresin de gracias a Dios. Sin duda que gracias a Dios porque l es quien decide y nos da las fuerzas y los medios para sanar. Pero casi nadie dice
101 despus de agradecer a Dios, el nombre del mdico o de los mdicos que lo hayan tratado en este o en cualquier otro caso. Ciertamente es Dios quien nos da el regalo de la salud. Pero tambin es verdad que gracias a tal o cual mdico esa salud tocada ha sido o est siendo recuperada. En mi caso Dios me ha dado y me est dando la salud sin duda. Pero tienen mucho que ver los mdicos en la recuperacin. As que gracias a Dios y a los mdicos. Dios me les pague Una vez terminada mi primera aplicacin de la quinta quimio, porque la segunda sera al da siguiente en el oncolgico, fui a despedirme de la Dra., ya que en dos semanas ella estara partiendo para Maracaibo. Nos dimos un abrazo sabroso. De esos que saben a una sabrosura que uno no sabe explicar, tal vez, porque era recproco. O, quizs, porque era de agradecimiento, ya de paciente, ya de mdico Y no sigo porque estoy llorando justo en este momento que estoy escribiendo A estas alturas falta una quimioterapia y un cuarto. Es decir, la segunda de la quinta y la sexta completa. Y todo va muy bien. En esta quinta quimio vinieron los organizadores de los talleres de auto ayuda para pacientes de quimio para conversar y me pidieron que a ellos les gustara que yo fuese un testimonio para otros pacientes. Les dije que mi aporte est en este libro, y, en todo caso, no se descarta que me comprometa a pertenecer a esa organizacin de ayuda. Con gusto, por supuesto. La seora del abrazo muri en ese mismo ao.
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La enseanza del cuento de los burros
Estamos casi en la recta final del tratamiento. Falta la ltima aplicacin y despus vendrn todos los exmenes para verificar los resultados. Ahora todas las expectativas estn en si el cncer ha sido vencido y en qu medida, y la aplicacin de radioterapias y cuntas. La loca de la casa se encarga de revolver todo a su antojo, la imaginacin como hemos dicho. Todo pareciera indicar que se le ha ganado la pelea al cncer. O, por lo menos, es lo que se quiere como es de lgica el suponerlo, aunque no se niega una mnima sospecha y de miedo En todo caso las cosas van como van. Lo bonito de cmo vamos es que se ha generado un cdigo de comunicacin especial para hablar y tratar de la realidad del cncer. La idea del cuento del hombre que tena que llevar los cinco burros a otro pueblo ha sido nuestro cdigo-lenguaje. Todos los domingos antes de terminar la misa de las ocho de la maana le informo a la gente de mi situacin de salud y la idea de los burros ha sido la imagen que se ha utilizado para comunicarnos. De manera que cuando les digo que en la semana los burros han estado tranquilos, ya los parroquianos entienden que todo ha estado bien; o, cuando les he comunicado que tena un burro o dos burros perdidos han entendido que las cosas se han complicado, como en el caso de los glbulos blancos que estaban bajos, o, cuando se haba
103 presentado la infeccin en la boca y en la nariz. Lo que haba llevado a suspender por una semana o por dos das la siguiente aplicacin de la quimio. Por supuesto que les he dado los detalles concretos e inmediatamente recurrimos a la imagen de la prdida de uno o dos burros, dependiendo del caso. Los parroquianos se ren y lo toman con frescura. Y eso nos ha hecho mucho bien. As que cuando vienen a saludarme y saber de mi salud, los que saben el cdigo-lenguaje, preguntan por los burros y les contesto dependiendo de cmo haya estado o est la situacin en esos das: los burros estn tranquilos, hay uno que quiere quedarse, estn comiendo, estn amarrados todo dependiendo del momento y los das. Y se ha generado una cosa bonita realmente, que hasta nos permite fantasear y pasarla bien en medio de la broma y de la seriedad del hecho de tener cncer. Muy positivo sin quererlo y nos ha permitido ver un poco ms all de lo que tenemos en frente Muy bueno ha sido -- Cmo estn los burros hoy? -- En estos das han querido llamar la atencin han estado buscando que yo los mande, pero los he dejado quieticos y como vieron que no les dije nada siguieron caminando tranquilos. Adems, ya se ve a lo lejos el pueblo a donde vamos, y las cosas han estado mejorando, por lo menos nos estamos acercando al pueblo y eso ya es bastante De hecho falta la ltima quimioterapia y todo pareciera indicar que estamos ganando la pelea Pero todo ser cuando estemos entregando los burros en el pueblo Todava falta Con calma Todava hay que esperar cmo se van a comportar los burros en el resto del camino que falta Por ahora estamos viendo el pueblo que antes no se vea por la montaa y el camino
104 que estaba muy cubierto de rboles Ahora hay un claro y estamos como viendo a donde es que vamos pero En esos mismos das recib un e-mail, de esos que se mandan en cadena de uno a otro y as a muchos. Algunos son muy tontos y muy romanticides que dicen y no dicen nada y se fastidia uno al abrirlos esperando algo til. Pero entre tantos uno de ellos me gust y lo voy a colocar aqu porque considero que es de utilidad, por lo menos para m y para mi manera y lnea de pensar. Extraigo el contenido:
Sacdete:
Un da, el burro de un campesino se cay en un pozo. El animal llor fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de sacarlo sin xito. Finalmente el campesino decidi que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no vala la pena sacar el burro. Invit a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y llor desconsoladamente. Luego, para sorpresa de todos, se tranquiliz. Despus de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente mir al fondo del pozo y se sorprendi de lo que vio Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increble Se sacuda la tierra y daba un paso hacia arriba mientras los vecinos seguan echando tierra encima del animal, l se sacuda y daba un paso hacia arriba. Pronto todo el mundo vio sorprendido cmo el burro lleg hasta la boca del pozo, pas por encima del borde y sali trotando
105 La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra. El truco para salirse del pozo es sacudrsela y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escaln hacia arriba.
Y omito el final de ese e-mail porque termina con soluciones y propuestas para lograr la felicidad de manera simplista, como recetario tpico de muchos e- mail de cadena que se reciben a diario. Por supuesto que el e-mail recibido tena un burrito en cada diapositiva del cuento que hacan muy ligero el contenido (estaba elaborado con Power point es decir en archivo pps, que es donde normalmente se elaboran esos mensajes). Tambin repet la cadena envindolo a algunos de mi lista de correo, por eso son e-mail de cadena Y ayudan a recordar muchas cosas tiles y prcticas para la vida A este punto tengo que sealar un detalle muy bonito de una seora que vino a la parroquia a inscribir a su hija para la catequesis y que me trajo para que leyera un ejemplar del libro El milagro ms grande del mundo, de Og Mandino, para que comprendiera que somos el milagro ms grande del mundo. Ya este libro lo haba ledo en tiempos de muchacho, al igual que el Vendedor ms grande del mundo; Ok, operacin Jesucristo, y, El ngel nmero 13, del mismo autor. Le coment que ya lo haba ledo e intercambiamos algunas palabras sobre el libro que me traa y ella insisti en la idea que yo era el milagro ms grande del mundo (pues es la idea principal del libro: el ser humano es el milagro ms grande que pueda existir en el mundo: la corona de la creacin se dira en trminos de antropologa teolgica), y lo ms importante es la esperanza, por sobre todas las cosas, ideas que presenta el autor con los famosos memorndums de Dios (vase la edicin hecha en
106 Mxico, Editorial Diana, en su 55 impresin de enero de 2002, pp. 75-79, Og Mandino, El milagro ms grande del mudo). Son detalles humanos y cercanos, no s si del tercer tipo, pero s muy alentadores que estimulan y que demuestran que hay mucha gente cercana de verdad en estos momentos en los que se necesita solidaridad solidaria. Nos dimos un abrazo muy sentido.
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Sexta quimioterapia
Llegamos finalmente a la consulta con la nueva doctora para la sexta y ltima quimioterapia. Todo bien. Los resultados de la urea y todo esa tipologa de los valores e igualmente la hemoglobina, las plaquetas y los glbulos blancos, que esta vez estaban en 5.575, segn pude fisconear (aunque en el diccionario aparece como fisgonear, pero coloquialmente utilizamos fisconear, y sea vlido como lo usamos en nuestra cotidianidad) en la carpeta que lleva la doctora en su control. Y eso me daba alegra. Despus de preguntarme que cmo me estaba sintiendo y yo de decirle cmo, ella dijo que ahora ya no iban a ser seis quimioterapias, sino ocho. Pero que no me preocupara, que esa era la nueva modalidad para ir ms seguros, segn los nuevos congresos de Oncologa, y que era mejor ir con cabeza fresca y estar seguros. La expresin de cabeza fresca la utiliz la doctora y le sonaba gracioso y bonito en ella, pero a m, creo que se me cay la quijada y hasta las medias se me escondieron y no s que otras cosas ms, que con toda seguridad, pero con que me diera cuenta de que las quijadas, ya era ms que suficiente, ya despus me levantara las medias, y lo dems para otro momento distinto de ese. Todo mi estado emocional estaba programado que eran para seis y me haca ilusin todos los exmenes inmediatos para verificar y cerciorarse del progreso. La idea de ya estar
108 llegando al pueblo a entregar los burros me daba alegra. De hecho ya haba visto el pueblo y se vea cerquita. Ahora resulta que el pueblo estaba ms lejos de lo que yo haba visto. Tena que estar muy agradecido de los burros que se estaban portando muy bien, sobre todo Poncho, en el que voy montado, pero el pensar que me faltaban dos cuadras llaneras (ah mismito, dicen los llaneros, a dos cuadras, y hay que caminar y rodar como tres horas ms para llegar al ah mismito) me descontrol. La doctora tuvo que darse cuenta de mi silencio expresivo sobre todo en algunos gestos de mi cara porque empez a decir que tomara las cosas con calma, que era mejor ir seguros. Yo mova la cabeza como instinto pero tena, entre otras cosas, las medias cadas. No haba otra que levantarlas a su debido tiempo. Sigui dando las instrucciones, menos mal que estaba mi cuada para que las fuera grabando porque yo me qued como les vengo diciendo. Subi la cantidad de algunas dosis del tratamiento y mand una nueva medicina como protector de las vas urinarias en caso de retencin de lquido. La doctora despus de explicar algunos detalles recomend de una vez hacer todos los trmites para la aplicacin de las radioterapias y que se fuera adelantando, y eso me termin de hacer caer las medias. Con toda seguridad tendra que quitarme los zapatos porque ya estaran en la punta de los dedos y haba que subirlas a como diera lugar porque si no iban a quedar los tobillos al aire, y entonces para qu medias ( jaja jaja jajaja, es un chiste y una manera jocosa de tomarse las cosas que son serias, por si no se ha dado cuenta). La doctora se puso a la orden y pregunt que si haba alguna duda o alguna pregunta. - -Nada - -Todo bien (tan slo las medias, que se me haban cado es un decir).
109 Nos despedimos tan efusivamente como nos saludamos. Nos volvimos a dar un abrazo y esta vez un poquito ms prolongado. Y salimos. La noticia de las dos nuevas quimio no gust mucho a quienes les comentaba. Todos pensaban que las cosas se haban complicado pero les contaba que se trataba de estar ms seguros y que era la nueva metodologa de esos tratamientos y que era para estar cabeza fresca, cosa que ni yo tena, ni digamos qu cosas ms, o hasta s, estaran ms que frescas, heladas. A quienes les daba la noticia abran ms los ojos como de sorpresa, pero los cerraban con naturalidad cuando oan las razones. A la gente de la parroquia le haba comentado y pedido el da anterior en la misa de las ocho de la maana que, por favor, durante toda la semana encendieran una vela como sintona positiva por mi salud porque ya estbamos llegando al pueblo a donde bamos con los burros encomendados porque era la ltima quimioterapia, y que todo pareca que iba muy bien. Hasta en el blog de internet haba colocado una nota al respecto diciendo de manera jocosa y simptica la misma solicitud y peticin. Coloco al final de este captulo lo que se haba puesto en el internet, y lo coloco en una pgina completa para que se pueda apreciar bien. Por supuesto que haba colocado inicialmente que se trataba de la sexta y ltima quimioterapia, pero me toc el lunes en la tarde colocar que ya no eran seis, sino ocho. Las cosas son como son y qu le vamos a hacer: las circunstancias: Mala suerte? Buena suerte? Quin sabe?. Al da siguiente vino la aplicacin de lo que iba a ser la sexta y ltima quimio. Todo normal. Se aplic todo bien. Ya est terminada la sexta. Viene la apa: las otras dos que van a dar de ms. No las ped pero el pulpero
110 consider que yo era un buen cliente y me regal la apa. Espero que no haya ms apas al respecto. Y si las hay, pues, ya ser cuando ser y como ser. Esperemos que el arriero no pierda el sentido del camino y que lo importante es llegar con los burros completos. Por cierto que haba pensado llevar la cmara digital para tomar fotografas a las enfermeras y enfermero y al personal que con tanto cario y dedicacin atienden en el departamento de hematologa y en el oncolgico del Razetti para colocarlas al final de este libro como un detalle de agradecimiento y reconocimiento a su gran labor, en todos los casos y en el mo (independientemente de los resultados). Les coment a las enfermeras y dijeron que les avisara para cuando las fuera a tomar para ir el da anterior a la peluquera. Y eso va. Para la prxima tomar algunas y las restantes para la octava y as recopilar las que se pueda para hacerles un reconocimiento y enaltecer su labor. Que Dios les pague con salud y alegra en su trabajo y en su familia. Amn. Este es un beneficiado de sus servicios, independientemente de todo lo que resulte Mala suerte? Buena suerte? Quin sabe?
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La ltima quimio
Vamos llegando a donde bamos. La ltima cita. Todo perfecto, tanto en los valores de la sangre como al tacto en la zona del abdomen. Pero con cita para una semana despus con el respectivo examen de sangre para verificar el comportamiento de los glbulos blancos y ver las defensas naturales del cuerpo. Qu fino! coment la doctora -. A este punto no contuve las ganas de llorar y as se los manifest a la Dra. y a mi cuada que estaban en la consulta. Tal vez porque vea que lo habamos logrado, y porque pareca que fue ayer, como dice la cancin. Y s al comienzo al ver lo que vena y se supona me generaba un mundo de mundos mentales (la loca de la casa), ahora, cuando se estaba a punto de caramelo, como se dice, me generaba, igualmente, un mundo de emociones que no saba cmo explicar. Que era una tontada, sin duda, para un tercero; pero para m no lo era. Era mi mundo mental todo l cargado de emociones. Pareca lo que era y era lo que pareca: lo habamos logrado, por lo menos, haba pasado las quimios, y eso, ya era mucho que decir. Aplicaron las dos secciones de la ltima quimio. Todo perfecto. Esta vez un poco de dificultad para tomar las vas para colocar los tratamientos debido a que las venas ya estn muy sensibles. Pero, todo bien. Ya estaba
112 en el pueblo, ya haba entrado a entregar los burros. Ahora faltaba encontrar la direccin del seor a quien le mandaron los burros, entregarlos y esperar mi paga por el trabajo de arriero. Aprovechar para comprar con ese dinerito algunas cosas para llevar de regreso a la casa, como sal, espaguetis, algunas sardina de pote y algunas otras cositas ms que hacen falta para la casa y lo que alcance con el dinerito, dejando algo para un pequeo ahorro, como es natural despus de todo trabajo, o no?. Carne me gustara llevar pero se puede daar en el camino porque es bastante largo, as que no compro carne. Tal vez pescado seco y salado. Gallina viva no compro porque all en la finquita que no es muy grande pero es mi finquita cro gallinas; caraotas y caf tampoco comprar, porque all los cultivamos. Al salir de la ltima quimio, como a las doce y media del da, y ver que todo iba bien, le d la mano a mi hermano y a mi cuada, dndoles las gracias y dicindole: Dios les pague, chamos Dios les pague Lo logramos. Gracias a ustedes que estaban pendientes de ir a buscar los medicamentos todas las veces y por todas las cosas por todas Al da siguiente era la Misa Exequial de Mons. Miguel Delgado vila, cuarto Obispo de Barcelona, en la Catedral de Barcelona, y haba que asistir, en este caso yo como el cronista de la Dicesis de Barcelona (vase http://ordenaciones.blogspot.com/), cargo que desempeo ad honorem desde hace dos aos. En esa misa estaba el alcalde de Barcelona y su personal de relaciones pblicas y apenas vi a la persona encargada de esas relaciones le coment que eran pura bulla, y ya ella saba a qu me refera, porque enseguida me contest que el alcalde siempre le recordaba lo de la ayuda para publicar este
113 libro Pero, naranjas chinas; limn francs, como se dice. O sea, a llorar al valle Por ahora falta hacer la entrega de la encomienda. No se puede negar que se ha encariado con los burros, pero ya, lo que ju, ju, y ya casi estamos a lo que fuimos. Habr que esperar que alguien de este pueblo se le ocurra mandar algn otro encargo para el pueblo de donde vengo; y, eso ser bueno porque ser otra entradita econmica para la casa (sentido figurado ya que es un cuento y adems ha sido nuestro cdigo-lenguaje), pero eso s que no sea otro encargo de ms burros. Ya con eso fue bueno. Habr que esperar por todos los exmenes de la tomografa y dems para verificar que el encargo est completo. Vienen las radioterapias, pero eso es otro encargo aparte. El de los burros eran las quimioterapias y estn completas. A eso me enviaron al pueblo. Y estoy en el pueblo. Faltan unos detallitos para que la encomienda est totalmente cumplida. Algo que no puedo pasar por alto, ahora casi terminando las quimios y este libro, porque van a la par como se dijo en el prlogo, y es que el primer da de la ltima quimio me encontr al seor al que le haban suspendido el tratamiento por las reacciones que haba presentado. Estaba en la sala de espera. Nos saludamos, pregunt por su situacin y me dijo que iba a ver qu podan hacer por l ya que su cuerpo estaba rechazando los tratamientos. Y no pude evitar tragar grueso porque es de saberse que ya se est sentenciado a muerte de manera inminente y, sin embargo, no perda las esperanzas y a eso iba a ver qu podan hacer por l. Tiene que ser una circunstancia bien e iba a decir una grosera o una palabra mal sonante, pero ms mal podra ser esa grosera o palabrota a esa situacin? Imposible! Ay que estar en los zapatos de cada cual Y hay que
114 exigir y dar respeto, por lo menos con el silencio y no pretender saber lo que no se sabe, menos en esos momentos. Ay, Seor, danos la sabidura suficientes para no perder el sentido del misterio de la vida, pero danos, tambin las luces para dejarnos iluminar de ese mismo misterio que nos fortalece, a pesar de los pesares! Creo que justo aqu, en este justo momento, es que tienen cabida las palabras reveladoras del profeta Job, para callar ante lo incomprensible de los misterios de la vida, y que no haba querido colocar en este libro ex profeso antes, pero no ser tan tajante, sino hasta este momento, en sus finales, y que resumen todo nuestro existir:
(Job 38-40,6):
Yahveh respondi a Job desde el seno de la tempestad y dijo: Quin es ste que empaa el Consejo con razones sin sentido? Cie tus lomos como un bravo: voy a interrogarte, y t me instruirs. Dnde estabas t cuando fundaba yo la tierra? Indcalo, si sabes la verdad. Quin fij sus medidas? lo sabras? quin tir el cordel sobre ella? Sobre qu se afirmaron sus bases? quin asent su piedra angular, entre el clamor a coro de las estrellas del alba y las aclamaciones de todos los Hijos de Dios? Quin encerr el mar con doble puerta, cuando del seno materno sala borbotando; cuando le puse una nube por vestido y del nubarrn hice sus paales; cuando le trac sus linderos y coloqu puertas y cerrojos? Llegars hasta aqu, no ms all - le dije -, aqu se romper el orgullo de tus olas! Has mandado, una vez en tu vida, a la maana, has asignado a la aurora su lugar, para que agarre a la tierra por los bordes y de ella sacuda a los malvados?
115 Ella se trueca en arcilla de sello, se tie lo mismo que un vestido. Se quita entonces su luz a los malvados, y queda roto el brazo que se alzaba. Has penetrado hasta las fuentes del mar? has circulado por el fondo del Abismo? Se te han mostrado las puertas de la Muerte? has visto las puertas del pas de la Sombra? Has calculado las anchuras de la tierra? Cuenta, si es que sabes, todo esto. Por dnde se va a la morada de la luz? y las tinieblas, dnde tienen su sitio?, para que puedas llevarlas a su trmino, guiarlas por los senderos de su casa. Si lo sabes, es que ya habas nacido entonces, y bien larga es la cuenta de tus das! Has llegado a los depsitos de nieve? Has visto las reservas de granizo, que yo guardo para el tiempo de angustia, para el da de batalla y de combate? Por qu camino se reparte la luz, o se despliega el solano por la tierra? Quin abre un canal al aguacero, a los giros de los truenos un camino, para llover sobre tierra sin hombre, sobre el desierto donde no hay un alma, para abrevar a las soledades desoladas y hacer brotar en la estepa hierba verde? Tiene padre la lluvia? quin engendra las gotas de roco? De qu seno sale el hielo? quin da a luz la escarcha del cielo, cuando las aguas se aglutinan como piedra y se congela la superficie del abismo? Puedes t anudar los lazos de las Plyades o desatar las cuerdas de Orin? Haces salir la Corona a su tiempo? conduces a la Osa con sus cras? Conoces las leyes de los Cielos? aplicas su fuero en la tierra? Levantas tu voz hasta las nubes?, la masa de las aguas, te obedece? A tu orden, los relmpagos parten, dicindote: Aqu estamos? Quin puso en el ibis la sabidura? quin dio al gallo inteligencia?
116 Quin tiene pericia para contar las nubes? quin inclina los odres de los cielos, cuando se aglutina el polvo en una masa y los terrones se pegan entre s? Cazas t acaso la presa a la leona? calmas el hambre de los leoncillos, cuando en sus guaridas estn acurrucados, o en los matorrales al acecho? Quin prepara su provisin al cuervo, cuando sus cras gritan hacia Dios, cuando se estiran faltos de comida? Sabes cundo hacen las rebecas sus cras? has observado el parto de las ciervas? has contado los meses de su gestacin? sabes la poca de su alumbramiento? Entonces se acurrucan y paren a sus cras, echan fuera su camada. Y cuando ya sus cras se hacen fuertes y grandes, salen al desierto y no vuelven ms a ellas. Quin dej al onagro en libertad y solt las amarras del asno salvaje? Yo le he dado la estepa por morada, por mansin la tierra salitrosa. Se re del tumulto de las ciudades, no oye los gritos del arriero; explora las montaas, pasto suyo, en busca de toda hierba verde. Querr acaso servirte el buey salvaje, pasar la noche junto a tu pesebre? Atars a su cuello la coyunda? rastrillar los surcos tras de ti? Puedes fiarte de l por su gran fuerza? le confiars tu menester? Ests seguro de que vuelva, de que en tu era allegue el grano? El ala del avestruz, se puede comparar al plumaje de la cigea y del halcn? Ella en tierra abandona sus huevos, en el suelo los deja calentarse; se olvida de que puede aplastarlos algn pie, o cascarlos una fiera salvaje. Dura para sus hijos cual si no fueran suyos, por un afn intil no se inquieta. Es que Dios la priv de sabidura, y no le dot de inteligencia.
117 Pero en cuanto se alza y se remonta, se re del caballo y su jinete. Das t al caballo la bravura? revistes su cuello de tremolante crin? Le haces brincar como langosta? Terror infunde su relincho altanero! Piafa de jbilo en el valle, con bro se lanza al encuentro de las armas. Se re del miedo y de nada se asusta, no retrocede ante la espada. Va resonando sobre l la aljaba, la llama de la lanza y el dardo. Hirviendo de impaciencia la tierra devora, no se contiene cuando suena la trompeta. A cada toque de trompeta dice: Aah! olfatea de lejos el combate, las voces de mando y los clamores. Acaso por tu acuerdo el halcn emprende el vuelo, despliega sus alas hacia el sur? Por orden tuya se remonta el guila y coloca su nido en las alturas? Pone en la roca su mansin nocturna, su fortaleza en un picacho. Desde all acecha a su presa, desde lejos la divisan sus ojos. Sus cras lamen sangre; donde hay muertos, all est.
Y Yahveh se dirigi a Job y le dijo: Ceder el adversario de Sadday? El censor de Dios va a replicar an? Y Job respondi a Yahveh: He hablado a la ligera: qu voy a responder? Me tapar la boca con mi mano. Habl una vez..., no he de repetir; dos veces..., ya no insistir.
Y para terminar ya con esta solicitud de la Dra., doblemente beneficioso para m, porque al escribir y leer y poder escribir y descubrir-descubriendo, me estaba sucediendo un proceso de sanacin interior, primero en
118 m, y con algo de esperanzas de que tambin en los que puedan leer este libro. Por eso doble beneficio. Para terminar, es necesario hacer una observacin final: me preguntarn algunos que lean este libro, el por qu, a veces hablo en primera persona en singular, por ejemplo, yo, voy; y, otras, en primera persona en plural, por ejemplo, vamos, bamos, estamos llegando, como en la parte inicial de este mismo captulo? Y la respuesta es muy sencilla y simple: porque no estaba yo slo en este camino. Ciertamente, el paciente era yo; pero tambin eran co-pacientes otros junto conmigo. As, por ejemplo, mi familia que me puso en sus hombros para caminar conmigo; a veces, cargndome literalmente en lo emocional cuando me decaa; la gente de la parroquia que hizo otro tanto, unos de una forma y otros de otra; los mdicos y el equipo mdico y de enfermeros que tambin me hombraron (cargar en hombros, en alto grado) en los suyos; los que venan a la parroquia a traer detalles, ya de palabra y de estmulo, ya con los tomates de palo o de rbol, ya con el agua de coco, ya con las guayabas, ya con el carato de maz (el famoso saperoco de maz) y otros muchos espaldarazos; la familia que estaba pendiente de mi comida balanceada y que no faltase nada para mantener todo en su justo equilibrio, y a la que le estoy eternamente agradecida, que Dios le pague; la gente de la parroquia que se reuna a rezar el va crucis y el rosario cada semana que me tocaba las quimios para transmitirme energa positiva; los que encendan una vela en esas semanas a mi peticin, ya por internet, ya al terminar la misa del domingo anterior; las personas que no dejaban que yo abriera y/o cerrara el portn para salir/entrar al estacionamiento para que no hiciera fuerza; la gente que estuvo pendiente de la parroquia para que nunca estuviera desasistida sobre todo
119 en el servicio de exequias por estar la parroquia frente al cementerio, sobre todo en los dos das fuertes de las quimios, que eran dos das cada veintin das Los incondicionales de la parroquia, por sobre todo. Tambin a los burros a los que tena que llevar al pueblo Ven que no estuvimos solos? O para encuadrar mejor lo que quiero decir: Vemos que no estuve slo? Y con ello hablo en plural y en singular, al mismo tiempo, y quedo justificado en la inquietud que pudiese presentarse en la gramtica utilizada en este libro que no es ni era lo que ms me importaba o nos importaba. No dejar de aparecer uno alegando, igualmente, que no nombro a Dios en este agradecimiento, y al respecto, le contestar como Yahveh a Job: Yahveh respondi a Job desde el seno de la tempestad y dijo: Quin es ste que empaa el Consejo con razones sin sentido?, pero con la pregunta ma: No se ha dado cuenta que todo este libro es un canto a Dios en la maravillosa perfeccin de la naturaleza, ya fsica, ya como proceso mental inconsciente, reforzada por la inteligencia e inventiva humanas para hacer posible el cielo aqu en la tierra?
Y termino este libro con un cuento de la cultura china, sobre el cielo y el infierno:
El cielo cuenta el cuento chino es una taza grande de arroz. Todos los comensales estn sentados en la orilla de la taza con uno palillos grandes para poder tomar cada uno su porcin de arroz y poder comer. Cuando cada uno quiere comer toma en el extremo de los palillos un grano de arroz y como no puede llevrselo a la boca porque en el intento se le cae por los tamaos de los palillos, cosa que le dificulta cada intento, entonces, cada uno le da el arroz que tom al que tiene al frente, y el del frente hace otro tanto con el otro. Y as todos comen y estn alimentados.
120 Mientras que el infierno es la misma taza de arroz, con los mismos palillos y los mismos comensales y con la misma situacin. Pero, con la diferencia de que el que quiere comer se empea en llevarse el grano de arroz a su boca, y cada vez se le cae, porque los palillos por su tamao se lo impiden. Nadie le da al que tiene al frente, sino slo para s mismo. Y as todos estn pasando hambre, y estn desnutridos. Y eso es el infierno. Se acab. No hay ms nada qu decir (al estilo venezonalstico de hablar) o nada ms qu decir (al estilo refinado espaol de hablar, vase la coleccin del fillogo ngel Rosemblat, Buenas y malas palabras). No le parece que todo este trabajo de los mdicos, del equipo de enfermeros, de los que han estado y estn en esta y en todas de las de todos, sin excepcin, no es dar un arroz al que tienen enfrente, an este mismo libro? Entonces, es el cielo y aqu en la tierra, porque el cielo comienza aqu Ms all, dejmoslo al misterio y a Dios, y digamos con Job: Y Job respondi a Yahveh: He hablado a la ligera: qu voy a responder? Me tapar la boca con mi mano. Habl una vez..., no he de repetir; dos veces..., ya no insistir. En otras palabras: CHITO! Es decir: SILENCIO RESPETUOSO POR LOS MISTERIOS QUE NOS SUPERAN Y NUNCA ENTEDEREMOS!, pero que asumimos con gallarda y elegancia (porque es la invitacin de Jess en el cada da), a pesar de los pesares, y en donde comprenderemos que no hay Sbado de Gloria o de Resurreccin si no hay Viernes de Crucifixin. Fcil decirlo Nota final: recordemos lo que habamos (plural- singular implcitos) en el comienzo de este libro, en el
121 prlogo, que no sabamos si terminbamos este libro o el cncer acababa primero con nosotros, aventura a la que nos dedicbamos desde un comienzo, pero tarea a las que nos dedicbamos (tanto al libro, como al cncer). As que todo ya est dicho y con ello el libro Vendrn las radioterapias, pero eso es ya harina de otro costal Lo primero era lo primero Y ya es. Fui a la semana siguiente al examen de sangre para verificar el comportamiento de los glbulos blancos. Todo perfecto respecto a esta encomienda. Ahora; s. Entregados los burros Agradecidos de Poncho, Pancho, Puncho, Pincho y Pencho Pero, una cosa piensa el burro; y otra, el que lo arrea, como hemos venido diciendo desde un comienzo. Porque no todo termin ah; aunque s en este libro. Ya se ver lo que pas en otro libro, el siguiente de ste
NDICE
PRLOGO DEL AUTOR .............................................................. 4 CADA COSA EN SU LUGAR......................................................10 PRIMERO: ...................................................................................11 SEGUNDO: ..................................................................................15 TERCERO: ...................................................................................17 LA NOTICIA, COMO TAL, .........................................................21 UNA EXPERIENCIA SIN COMPARACIN ...............................21 PRIMER PASO: ...........................................................................24 CONOCER LAS PROPIAS EMOCIONES: ..................................24 SEGUNDO PASO: .......................................................................27 MANEJAR LAS EMOCIONES: ...................................................27 MIENTRAS TANTO ................................................................30 LAS QUIMIOTERAPIAS .............................................................36 ALGUNAS REACCIONES ..........................................................41 DE LA QUIMIOTERAPIA ...........................................................41 TCNICAS QUE AYUDAN CON LAS NUSEAS Y VMITOS: ...................................................................................42 LAS TCNICAS PARA AYUDAR CON EL CANSANCIO: ..............................................................................44 TCNICAS PARA PREVENIR LAS INFECCIONES: .................44 TCNICAS PARA AYUDAR A CONTROLAR LA DIARREA: ...................................................................................45
123 LAS TCNICAS PARA LIDIAR CON EL ESTREIMIENTO: ......................................................................46 QU PASA SI NO SE SIENTE GANAS DE COMER? ...............46 QU SE DEBE HACER SI SE PRESENTAN PROBLEMAS EN LA BOCA, LAS ENCAS Y LA GARGANTA? ..............................................................................47 EN CASO DE SEQUEDAD DE LA BOCA O STA LE IMPIDE COMER CON COMODIDAD: .......................................48 TCNICAS PARA SOBRELLEVAR LA VIDA DIARIA: ............49 LA ESPERANZA, POR SOBRE TODO....................................51 ATENCIONES CASERAS........................................................54 NO SOMOS LOS NICOS EN LA MISMA REALIDAD ............56 CHVERE, CAMBUR PINTN (Y EL POR QU DEL TTULO DEL LIBRO)..................................................................60 TODO SIGUE SU CURSO .......................................................63 NO PONERSE A INVENTAR ..................................................67 LA FE Y LA REALIDAD .........................................................73 NOTICIAS NO MUY BUENAS ...................................................85 ALGUNAS COSAS DEL ENTORNO DE ENTONCES ................91 UN ABRAZO DE CAMINANTE DEL MISMO CAMINO ...........98 LA ENSEANZA DEL CUENTO DE LOS BURROS................ 102 SEXTA QUIMIOTERAPIA ........................................................ 107 LA LTIMA QUIMIO ............................................................... 111