El documento resume una novela de Eduardo Liendo titulada "Los platos del diablo" que explora la autoreferencialidad de la novela y su capacidad de referirse a problemas cotidianos a través de la ficción. La autora analiza cómo la novela está construida sobre la base de la tradición literaria y examina los límites éticos del escritor. Además, la trama sigue el formato de una novela policial. El análisis se basa en la teoría literaria de autores como Bajtín y las visiones críticas de
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El documento resume una novela de Eduardo Liendo titulada "Los platos del diablo" que explora la autoreferencialidad de la novela y su capacidad de referirse a problemas cotidianos a través de la ficción. La autora analiza cómo la novela está construida sobre la base de la tradición literaria y examina los límites éticos del escritor. Además, la trama sigue el formato de una novela policial. El análisis se basa en la teoría literaria de autores como Bajtín y las visiones críticas de
El documento resume una novela de Eduardo Liendo titulada "Los platos del diablo" que explora la autoreferencialidad de la novela y su capacidad de referirse a problemas cotidianos a través de la ficción. La autora analiza cómo la novela está construida sobre la base de la tradición literaria y examina los límites éticos del escritor. Además, la trama sigue el formato de una novela policial. El análisis se basa en la teoría literaria de autores como Bajtín y las visiones críticas de
El documento resume una novela de Eduardo Liendo titulada "Los platos del diablo" que explora la autoreferencialidad de la novela y su capacidad de referirse a problemas cotidianos a través de la ficción. La autora analiza cómo la novela está construida sobre la base de la tradición literaria y examina los límites éticos del escritor. Además, la trama sigue el formato de una novela policial. El análisis se basa en la teoría literaria de autores como Bajtín y las visiones críticas de
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LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
Educare. Volumen10 (1) Marzo2006. ISSN: 1316-6212
Educare. Volumen10 (1) Marzo2006. ISSN: 1316-6212
LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA
Moraima Guanipa UCV
Recibido: 23-02-06 Aprobado: 30-05-06
RESUMEN El presente trabajo es una aproximacin a algunas de las claves presentes en la tradicin literaria, especialmente en la novela, a partir de su autoreferencialidad y de su capacidad para aludir a problemas y situaciones cotidianas desde la ficcionalizacin de sus propios paradigmas y juegos consagratorios. A partir de un anlisis de la novela de Eduardo Liendo, Los platos del diablo, se propone esta indagacin respecto al lugar de la novela en el presente social, en tanto esta obra est construida, desde su trama y sus referencialidades, sobre la base de la tradicin literaria y muy especialmente a partir de una indagacin en los lmites ticos y vitales del escritor. Pero tambin, es una posibilidad para entrar en los territorios de la novela policial, toda vez que la trama est construida en clave de relato policial. El desarrollo del trabajo est sustentado en los aportes de la teora literaria, especialmente la obra de Mijail Bajtn, as como en la visin crtica de ensayistas y novelistas como Paz, Fuentes y Kundera.
ABSTRACT This study is an approach to some of the keys found in the literary tradition, especially in the novel, starting fromits auto reference and its capacity to refer to problems and every day situations from the fictionalizing of its own paradigms and the situations that make it relevant. The analysis ofEduardo Liendo's novel, Los Platos de Diablo proposes this inquiry regarding the social place of the novel, since this work is built, fromits plot and its references, on the basis of the literary tradition and very especially starting froman inquiry in the writer's ethical and crucial limits. But it is also an opportunity to enter the domains of the black novel because the plot isconstructed as a police story. This work is supported by the contributions of literary theory, especially on Mijail Bajtn's work, as well as the critical vision of essayists and novelists like Paz, Fuentes and Kundera.
Key words: Auto reference, novel, literary tradition.
LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
Educare. Volumen10 (1) Marzo2006. ISSN: 1316-6212
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Doblada en s misma, la novela es una espiral" Julio Ortega
INTRODUCCIN En un tiempo corno el que nos ha tocado vivir, marcado por esa suerte de nihilismo posmodemo segn el cual los grandes relatos de la historia y las ideas fundadoras de la razn occidental son puestas en cuestin, se ha anunciado reiteradamente la muerte del arte, as corno la muerte de la novela. Se tratara, pues, de una muerte simblica, un agotamiento o arribo al linde de la historia misma del arte y de la literatura. Lo anterior sirve de prembulo para ubicar la pregunta por la existencia de un gnero literario que, corno el de la novela, cobra una vigencia inusitada, en tanto que, corno bien observa Kundera (1994), su razn de ser es iluminar el mundo de la vida y proteger "contra el olvido del ser". Desde esta perspectiva, proponemos penetrar los terrenos siempre frtiles y retadores de la novela, para reivindicar no slo su vigencia, sino tambin su capacidad para hablamos de la humanidad. En particular nos interesa llamar la atencin sobre una novela que inserta en las fuentes mismas de la tradicin literaria para exponemos un universo que le es propio: lo literario, lo ficcional reconvertido en reflejo especular de su quehacer, con sus trampas y fulgores. Si corno escribe Octavio Paz (1993), el novelista no demuestra ni cuenta: recrea un mundo, la novela Los platos del diablo, de Eduardo Liendo (1993) es la recreacin de una intimidad: la de un escritor y su desesperacin, pero tambin es una aproximacin a la literatura corno prctica social, con sus rituales y su proyeccin en la psique del escritor. Este libro, por. su terna y el tejido de acciones que lo construyen, intenta ser una metfora de la ambicin literaria llevada al paroxismo. En su desarrollo, el autor acude al bagaje de su memoria literaria, para proponer una suerte de ejercicio instrospectivo de aproximacin al ambiente literario y sus personajes. Literatura desde la literatura. Este es el universo en el que se mueve Los platos del diablo, en tanto sus personajes, su mbito, su argumento rozan los bordes de una creacin que pareciera respirar por las heridas, las dudas y los fantasmas de esa "forma mutante, permeable, nmada"(Fuentes, 1993), que es la novela misma. Esta es una obra escrita desde los cimientos de la tradicin novelstica, en la cual abreva y desde la cual el autor intenta conjugar las bondades, los misterios de un gnero inextinguible. Liendo construye su texto dejando en el sedimento de la historia que nos presenta, sus asimilaciones, influencias Y preferencias literarias, a la manera de un juego especular, cuyos reflejos le sirven para darle forma a sus personajes Y sus situaciones. Vista desde su terna, esta novela tiene por espejos las obras de autores corno Dostoyevski, Kafka, Camus, referencias vitales para la novela de nuestros das, en tanto sus obras se corresponden, en forma y fondo, con las preocupaciones ms acuciantes sobre la condicin humana. En ese mundo indeciso de la ficcin, donde nada est dado de antemano, la novela penetra no slo en el olor de lo cotidiano, en los territorios de lo irrisorio, sino que tambin se adentra en las bajezas, en las pasiones, en la miseria humana. y es esa la carga con la cual Eduardo Liendo construye Los platos del diablo, obra publicada por primera vez en 1985. En las prximas lneas abordaremos el anlisis de esta novela, a partir de algunas seales aportadas por los estudios literarios, especialmente aquellos orientados hacia lo que Todorov (1990), siguiendo a Bajtn, ha llamado la "crtica dialgica", que reivindica para s el lugar de las voces del texto literario (autor-personajes-lector): "La crtica es dilogo y tiene todo el inters en admitirlo abiertamente, encuentro de dos voces, la del autor y la del crtico, en el cual ninguna tiene un privilegio sobre la otra" LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
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(Todorov, 1990: 170). Para enfrentar esta tarea, asumimos cabalmente la crtica como una lectura analtica y dialgica, en tanto nos parece no slo una posicin tericamente sustentable sino tambin metodolgicamente viable, al suponer un dilogo activo entre el texto y el lector, en tanto crtico. Volvemos a Todorov cuando plantea que la crtica dialgica habla, no acerca de las obras, sino a las obras o ms bien, con las obras; rehsa eliminar cualquiera de las dos voces en presencia. El texto criticado no es un objeto que debe asumir un 'metalenguaje', sino un discurso que se encuentra con el del crtico; el autor es un 't' Y no un 'el', un interlocutor con el cual se discute acerca de los valores humanos (Todorov, 1990: 171). Con ello, la lectura crtica, el anlisis literario acogen como exigencia una genuina fidelidad al texto ledo, pues como bien apunta Barthes, "en crtica, la palabra justa slo es posible si la responsabilidad del 'intrprete' hacia la obra se identifica con la responsabilidad del crtico hacia su propia palabra" (Barthes 1994: 77). Estamos, pues, en el terreno de un proceso de comunicacin, de una "actividad interactiva" (Aventn F., 2005), en el que la interaccin textual escapa ms all de la dinmica interna del relato y de la relacin entre los personajes, para instalarse en el terreno de la relacin entre quien escribe y quien lee (Eco, 1981). La lectura y el anlisis crtico que nos proponemos se inscribe dentro de una postura metodolgica que si bien atiende a algunos elementos provenientes de la crtica estructuralista, especialmente en el sentido aportado por Bajtn, Barthes y Todorov, propone una lectura que tambin recoge las reflexiones de novelistas como Fuentes o Kundera, en tanto procuramos hacemos eco de la pluralidad de voces que despiertan tanto un texto narrativo especfico como el espacio de la novela contempornea. En las prximas pginas entraremos en un contrapunto entre lo que la teora de la novela aporta y 10 que Liendo despliega en su libro, para 10 cual atenderemos a los elementos propios del anlisis literario como el argumento, los personajes, el espacio-tiempo, entre otras nociones que nos permitirn una aproximacin al texto escogido. Lo Que Nos Dice La Novela Para penetrar en la novela de Liendo, nos detendremos brevemente en la presencia del autor y en el contexto de recepcin en el que se insert la aparicin de Los platos del diablo, con 10 cual se ubicar tanto al autor como a la obra en particular en un marco social y literario ms general, a fin de poner de relieve su presencia en el mismo. Desde la aparicin, en 1973, de su libro El mago de la cara de vidrio, la crtica salud la presencia de Eduardo Liendo (Caracas, 1941) en la narrativa venezolana de finales del siglo XX y en cuya obra destacan ttulos como Los Topos (1975), Mascarada (1978), el conjunto de cuentos El cocodrilo rojo (1987), las novelas Los platos del diablo (1985), y Si yo fuera Pedro Infante (1989), El diario del enano (1995), El round del olvido (2002) y recientemente El hombre mosca (2005). Dueo de un decir sin artificios y con un trabajo en el que se proponen los juegos de humor y de irona, as como su continuada referencia a elementos provenientes de la cultura meditica y de la experiencia urbana, Liendo surge como una voz personal y de sello propio. Para estudiosos del proceso literario venezolano como Juan Carlos Mndez Gudez, la obra de Liendo al igual que la de Jos Balza, dejar su huella en la creacin literaria de los aos ochenta. Mndez Gudez afirma que ambos escritores "alcanzaron en este tiempo su esplendor como narradores. De all que la dcada est signada por ambos, pues es en esta fecha cuando desde perspectivas antagnicas de abordar el relato, los dos ofrecen en sus obras las seales explcitas de la madurez"( Mndez Gudez, 1999). De la amplia produccin de Liendo hemos escogido para este anlisis Los platos del diablo, precisamente por la reiterada autorreferencialidad a la que alude en su temtica y desarrollo argumental, por su potencialidad para materializar en su trama y personajes la idea .expuesta por Eagleton a LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
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propsito del anlisis estructuralista, cuando seala que "las obras literarias estn hechas con otras obras literarias, no con materiales externos al sistema literario" (Eagleton, 1994: 115). La novela tiene como eje argumentalla historia de Ricardo Azolar, escritor quien lleg al crimen y a la usurpacin en pos de una consagracin literaria que convirti en fetiche y que lo llev a ser, como un pasaje del libro, "un grotesco personaje de la realidad". Enfrentado a su propia desesperacin como un narrador estril, Azolar termina apropindose de la obra y de la vida de Daniel Valencia, promisoria figura literaria a quien asesina y cuya novela indita falsifica para lograr el prestigio y el reconocimiento intelectual que su propio trabajo le negaba. Un mvil tentador rige este texto, pues su contenido toca una posibilidad lejana, pero siempre acechante para todo aquel que se enfrenta a ese "horror vacui" de la pgina en blanco: el castigo de la mediocridad y su ulterior consecuencia, la intrascendencia. No estamos ante un personaje principal en el sentido tradicional y herico del trmino, sino ante un hombre en la dimensin imprecisa de su desesperacin, sin alegato alguno en su favor y sin posibilidad de expiacin. Ni siquiera asoma como rasgo definitorio el mal, sino ms bien un sentido amoral de la vida que borra todos los lmites, entre ellos lo tico. En boca del propio personaje est la clave: "Poda desaparecer, destruir la propia sombra, olvidar para siempre a Ricardo Azolar. Otros hombres vivan varias existencias, en un punto crucial mudaban de piel como ciertos reptiles y recomenzaban el ciclo. Pero l no haba matado para eso. Nunca hubiera sucumbido a la envidia, ni a los celos, ni al afn de riqueza. Slo una fuerza poda arrastrado ms all de toda moralidad: la gloria literaria" (p. 73). Un hroe amoral que conoce el ascenso y la cada, evoca, en sus acciones y destino, a los prototipos de personajes que legaron al universo novelstico creadores como Fedor Dostoievski (no en vano, un pasaje de la novela pone en boca del Inspector de polica, el nombre de Raskolnikov, personaje de Crimen y Castigo), o Albert Camus (su personaje de El Extranjero aparece como una sombra en la conciencia del Azolar de Liendo). El crimen como mvil y el asesino como protagonista. Los platos del diablo suponen una dimensin de la existencia; una problematizacin, un conflicto del hombre desde el hombre mismo. Ya lo apunta Mndez Gudez, a propsito de esta novela: Eduardo Liendo abandona el tono humorstico y tragicmico de varias de sus obras anteriores para hurgar en los fantasmas de la "esterilidad creadora". A partir de una historia criminal en la que se encuentran implicados dos escritores asistimos a la exploracin de espacios infernales del alma humana: la envidia, el deseo, el asesinato, la suplantacin (Mndez Gudez, 1999). La duda reina en ese territorio de lo ambiguo. Bien lo seal el escritor Milan Kundera cuando, al recordar la gran tradicin de la novela moderna inaugurada hace ms de 400 aos por Cervantes y El Quijote, precisa que el legado de la novela es el mundo como ambigedad, en el cual no es posible encarar una sola verdad, sino una sucesin de verdades relativas incorporadas a los "egos imaginarios" que son los personajes y cuya nica certeza posible y exigible es "la sabidura de lo incierto" (Kundera, 1994). En este mismo sentido apunta Octavio Paz cuando califica a la novela como una "pica de hroes que razonan y dudan, pica de los hroes dudosos, de los que ignoramos si son locos o cuerdos, santos o demonios. Muchos son escpticos, rebeldes y antisociales y todos en abierta o secreta lucha con su mundo. Epica de una sociedad en lucha consigo misma"( Paz, 1993: 226). Y si bien, como lo ha subrayado Terry Eagleton (1994), "la 'literatura' es el campo donde la ambigedad es ms evidente", el territorio de la ficcin no elude la realidad y en el caso que nos ocupa, exacerba la LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
Educare. Volumen10 (1) Marzo2006. ISSN: 1316-6212
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posibilidad de que ficcin y realidad se crucen en el preciso dibujo que Liendo hace de sus personajes y particularmente de su personaje central: Azolar. Pero la escritura ficcional en modo alguno invoca o aspira a constituirse en verdad irrefutable, "donde el lector se encuentra suspendido entre un sentido 'literal' y uno figurado, incapaz de escoger entre uno y otro" (Eagleton, 1994: 175). Y qu mejor espejo de lo social que un personaje como el Azolar de Liendo, capaz de ir ms all de lo socialmente permitido, de lo humanamente aceptado? No estamos frente a un hroe en el sentido tradicional del trmino, ni a un ser humano cuyas acciones resulten espejo reluciente de virtudes humanas, urbanas, ciudadanas. Acaso de un antihroe cuyo proceso destructivo supone una suerte de parbola reivindicadora de los males perpetrados. Con ello, Liendo, en tanto autor, hace "justicia" con el destino del personaje, lo cual a su vez expresa una peculiar tensin entre autor y personaje que bien puede comprenderse desde el mbito de lo que Bajtn llama "el hombre interior" y que supone una lgica particular en la relacin autor-personaje: La comprensin esttica y la figuracin del cuerpo externo y de su mundo son el don de otra conciencia (la del autor-observador con respecto al hroe), que no es una expresin suya desde adentro de l mismo, sino una actitud creativa y constructiva, que establece el autor en tanto que otro con respecto al hroe (Bajtn, 1990:92). Pero ms que hroes, anti-hroes, la novela muestra encarnaciones de la miseria y la abyeccin humanas como protagonistas, como visiones de esos mundos secretos del hombre, que por va de la palabra se nos revelan y aaden al exudado cotidiano de nuestras vidas. La tambin novelista Ana Teresa Torres, ha hecho ver que en Liendo, especialmente en su novela Si yo fuera Pedro Infante, est presente lo que llam "la nostalgia del hroe", presente como trama y como drama en la novelstica venezolana de los aos 80, cuando al calor de la debacle petrolera y fiscal con la que se inici dicha dcada, los venezolanos nos topamos con lo que la autora califica de monstruo cotidiano de mil y cada vez nuevos rostros: la corrupcin, la violencia, el desmoronamiento institucional, entre otros males. Reflejo y crtica de lo antes sealado, novelas como las de Liendo dan cuenta de una actitud creadora que no desoye los llamados de la calle, de los reclamos ticos ni de la realidad poltica y que se niega a cumplir el limitado papel de una escritura para el entretenimiento. De all que su obra atienda, como la de otros tantos autores incluyendo a la propia Torres, a "una necesidad de la escritura, desde nuevas propuestas estticas y narrativas, de preguntarse acerca de la realidad poltica que la envuelve"(Torres, 1991). En Los platos del diablo, Liendo vuelve su mirada sobre la realidad literaria e intelectual del pas, a partir de uno de sus personajes ms revulsivos: un falsificador y asesino. Y lo hace, conviniendo en un pacto tcito con el lector de dar cuenta del desmoronamiento y la cada de su protagonista. Pero la estrategia de este autor es mucho ms refinada y sugerente, puesto que se aleja de la tentacin moralista, para poner al desnudo al personaje y mostrarlo en su humana condicin. Con ello, Liendo se aproxima a lo que Alba La Barrios ha sealado como una de las caractersticas de la Novela Negra - a la que este autor parece rendir honor en su relato policial- gnero que es: "un paneo mordaz a nuestra sociedad poniendo de relieve su violencia, que se nos revela no como un acto individual, epidrmico, slo merecedor de juego de acertijos, sino como una prctica medular del sistema" (Barrios, 1994: 22). Bien lo destaca Barrios (1994) cuando sostiene que en este tipo de narraciones el mal y el bien no aparecen separados ni responden a una divisin moralista y maniquea. Para esta autora, una serie de condiciones e impulsos sociales marcan la conducta de los personajes, el ms poderoso sera el dinero, pero en la novela de Liendo esta ambicin va unida al anhelo por el reconocimiento y la fama literarios. Los Personajes En su estructura, Los platos del diablo est edificada sobre bases LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
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narrativas, con descripciones precisas sobre personajes y hechos, y con dilogos escuetos que redundan en beneficio del relato. La voz narrativa, en tercera persona, se hace cargo de lo que piensa el personaje principal, Ricardo Azolar, por lo que el texto adquiere la forma de recuento memorioso por la vida del protagonista. La novela est construida sobre la base de pocos personajes que cumplen con la funcin de detonantes para dinamizar la accin Daniel Valencia, escritor de xito a quien Azolar asesina , "(Torres, 1991). pasando por Lisbeth, la mujer deseada por ste y amante del primero, hasta el celador de la crcel, tartamudo y convicto que termina por guardarse para s los ltimos manuscritos de Azolar. Cada uno de ellos responde con coherencia caracterolgica en su construccin. En las descripciones y acciones, el autor ofrece pistas para configurar la vida psquica, social y hasta ideolgica de cada personaje. Es el caso de Daniel Valencia, vctima de Azolar y quien asume todas las caractersticas que el origen familiar y la condicin personal le negaban a este ltimo. Del personaje, el narrador ofrece detalles esclarecedores: "una culta procedencia burguesa", hijo de un militar y de una pianista de prestigio, su xito literario fue algo no buscado y, por lo tanto, asumido con una naturalidad que, a la larga, termin siendo ofensiva para Azolar. Las figuras femeninas de mayor peso en la narracin son Lisbeth Dorante y Sindia Santos. La primera, novia de Daniel Valencia, objeto del deseo de Azolar, a quien se une despus del asesinato del escritor; la segunda, amante del farsario, se anula progresivamente en una relacin abyecta: "Despreciaba en Sindia lo que descubra en l mismo: la debilidad, la falta de gracia, la necesidad de proteccin" (p. 50). Con datos y descripciones precisos, Liendo confecciona el perfil psicolgico de esa pequea colmena humana que aparece en Los platos del diablo. Valga la muestra: "El editor Rosales ejerca sin miramientos el poder personal en su empresa. Hombre pragmtico, severo, que renunci a la continuidad de su trabajo intelectual como destacado historiador para convertirse en editor de libros y revistas, sufra constantes estallidos de ira. Renegaba, por lo dems, de haber tenido el desatino de aventurarse como un cndido en el negocio editorial "en un pas de analfabetos y consumados bebedores de ron" -como sola repetir" (p. 45). En cuanto a su personaje principal, Ricardo Azolar, su construccin obedece a lo que Mijail Bajtn establece como un corre lato entre autor y personaje: "es el autor quien confiere la unidad activa e intensa a la totalidad concluida del personaje y de la obra" (Bajtn, 1990: 19). A este sentido conclusivo de la obra y del personaje, Bajtn apunta con agudeza que "la consciencia del personaje, su modo de sentir y de desear al mundo (su orientacin emocional y volitiva) estn encerrados como por un anillo por la consciencia abarcadora que posee el autor con respecto a su personaje y su mundo". Pero tambin advierte posibles desviaciones en esa necesaria "extraposicin" del autor con respecto al personaje y sus actos, lo cual puede derivar en la apropiacin por parte del personaje. Esto creemos que ocurre en Los platos del diablo, cuando se presenta lo apuntado por el autor de la Esttica de la Creacin Verbal, "la orientacin emocional y volitiva del personaje, su postura tica y cosgnocitiva posee tanto prestigio para el autor, que ste no puede dejar de ver el mundo de los objetos sin usar la visin de su personaje" (Bajtn, 1990:24). Pese a que el relato est marcado por la tercera persona de un narrador omnisciente Es la visin del personaje central, Ricardo Azolar, la que orienta la historia. Quizs quepa entonces considerar Los platos del diablo dentro de la tipologa que Bajtn caracteriza para la novela biogrfica, en la que "los personajes secundarios, los pases, las ciudades, las casas, etc., entran en la novela biogrfica por vas significativas y adquieren una relacin importante con la totalidad vital del protagonista" (Bajtn, 1990: 209). LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
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La novela gira alrededor de este personaje, Ricardo Azolar, su historia, su tragedia personal, vivida como un destino irredento, que se va desplegando ante el lector en la medida en que transcurre el tiempo de la historia y que se asiste a las transformaciones de un hombre que, de simple aspirante a la gloria literaria, termina considerado un "Tartufo", apodado "El Buitre" por un pblico al cual enga haciendo pasar por suya la novela de un escritor a quien asesin. Esta ancdota base del texto, est regida por los cambios producidos en la conciencia y el carcter del personaje, por lo que "el hroe mismo y su carcter llegan a ser una variable dentro de la frmula de la novela" (Bajtn, 1990: 212). A lo largo de las pginas de Los platos del diablo, se generan los cambios de aquel solitario escritor, con un enorme ego escondido, que se transforma en otro, "el otro": "El [Azolar] era ahora el endemoniado albacea de su obra [la de Daniel Valencia], heredero de su fama y amante de su mujer. Simplemente: el otro. Aquella maana lluviosa un hombre haba muerto sobre el pavimento: Ricardo Azolar" (p. 81). Simultaneidad de Espacio y Tiempo Las acciones se desarrollan en mbitos diversos carecer de importancia contribuyen decisivamente a la definicin del personaje, no slo en su realidad exterior, sino en su interioridad psicolgica. Tenemos as, el fasto de la residencia de Malva Granados, sitio de reunin de la "fauna literaria" a la que llega el protagonista como un testigo silente. La modesta referencia al apartamento de Azolar, vaco de todo adorno, salvo un retrato de Kafka y sus posteriores cambios a una casa en la playa y hasta un viaje a Munich despus de cometer el crimen, por citar algunos de los ambientes donde se desarrolla la narracin. Las acciones se suceden en un tiempo que no es lineal, sino que sufre interrupciones, superposiciones de pasado y presente. La vida de Azolar desfila por esas pginas a la manera de un pormenorizado recuerdo de s mismo, en sus 40 aos de vida, pero bsicamente reducido a los ltimos 10 aos, lapso en el que se suceden los hechos narrados. El eje temporal abarca los recuerdos de Azolar y su devenir como adolescente marcado por la literatura, como joven escritor en ciernes, como tmido -"pusilnime"- empleado de una editorial, como un desesperado narrador sin ideas, como un frio asesino, como un impostor, como un escritor de xito despersonalizado y mimetizado en la vida del otro escritor asesinado, como un convicto incapaz de consumar su suicidio. A lo largo de esta novela se plantea una anacrona entre la historia, los hechos que se cuentan y el relato mismo. Como narracin marcada por la anacrona, la novela plantea una prolpsis (Genette, 1972), un adelanto de su final, al punto que su inicio es, precisamente, la salida de Azolar del tribunal que lo hall culpable de homicidio y apropiacin de una obra intelectual ajena. En esta secuencia se da comienzo a una retrospectiva de su vida, escrita, contada en pasado: "Ricardo Azolar se saba destruido y sin ninguna vitalidad para continuar soportando una existencia negada para la alegra; pero desde su entrada a la prisin tuvo el propsito de escribir un testimonio revelador. Sera el definitivo enfrentamiento con la palabra, esa gran culpa que lo condujo a la ignominia, al mismo centro del abismo" (p. 13). La dislocacin del espacio y del tiempo marca las fronteras de este relato, cuya columna vertebral se articula en un sondeo retrospectivo por la vida del protagonista. En esta obra se consuma una suerte de juego cinematogrfico (no en vano, la novela sirvi de base para una pelcula homnima de Thaellman Urgullez) a la manera de un flash-back. El carcter introspectivo y retrospectivo del relato se evidencia en recursos como el desfile en la mente del protagonista de sus "fantasmas sagrados", escritores como Len Tolstoi, H. Balzac, Nietzsche y hasta una LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
Educare. Volumen10 (1) Marzo2006. ISSN: 1316-6212
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polmica imaginaria entre el ingls Oscar Wilde, escritor decimonnico, y el contemporneo Jean-Paul Sartre ( p. 51). Un segundo eje del relato, el espacio, tambin presenta dislocaciones, en tanto cambia la espacialidad de la narracin. El espacio narrativo va del exterior, lo real, lo concreto: la ciudad, sus calles, paisajes, a otro espacio, el interior, el psicolgico: estados de nimos, miedos, alucinaciones. Recordemos: "Azolar nunca pens que su nombre se inscribira en la leyenda negra de la pgina blanca. Cada noche senta ms cercana la burla del perseguidor. recomenzaba la tarea con imgenes fugaces que se destruan a la primera sombra y terminaban en libretas cerradas en el pote de desperdicios" (p. 57). Liendo responde a lo que ha sido una de las marcas de la novela contempornea: un intento por romper con las normas tradicionales y en ello el novelista apuesta a la simultaneidad, como bien seala Julio Ortega: Para todos los narradores que han abandonado el naturalismo y las exigencias del verismo, esta voluntad de una realidad que se da simultneamente resulta fundamental. A una razn cronolgica o espacial reemplaza as otra razn simultnea: los distintos tiempos y espacios no pertenecen a la "tcnica" sino a la naturaleza misma de la escritura (Ortega, 1991 :5). Si apelamos al principio retrico de la dispositio, a la ordenacin del relato, encontramos que en esta obra, el hecho de un final anunciado no desmerece la tensin narrativa que va ganando mayor fuerza hasta terminar en un desenlace -aunque prefigurado- prcticamente inesperado. Construida como una novela policial, Los platos del diablo apela a la digesis, a la narracin y a la exposicin, antes que a la mmesis o la aproximacin imitativa, con un desarrollo argumental focalizado, en el que el narrador, a pesar de ser omnisciente, sabe tanto como el personaje. Esta perspectiva narrativa desde la cual Liendo presenta su novela se inscribe en una lnea literaria volcada a la narrativa policial, que en el pas ha tenido -con mayor y menor suerte- expresiones en las obras de autores como Vicente Ibarra, Juvenal Sarmiento, Fermn Mrmol Len, Juan Manuel Mayorca, Marcos Tarre. De hecho, Jos Ramn Medina (1993) destaca "el tratamiento psicolgico y la penetracin en el ambiente intelectual" que sirve de fondo en esta novela de Liendo. A Manera de Eplogo: La Herencia de nn Gnero La impostura y el asesinato, producto de una desmedida ambicin - literaria, en este caso-, tema de esta obra de Eduardo Liendo, opera como un sedimento conceptual, tico-filosfico que subyace, a ratos subrepticiamente en la narracin. Un tema nada nuevo en la literatura: la angustia del hombre contemporneo, obligado al xito fcil, no asoma en la tragedia personal, individual; en la derrota ntima que es la impotencia vital de este personaje? Con ello Liendo muestra su inclinacin por esa suma de agregados crticos que configuran la llamada tradicin literaria y a la cual el escritor venezolano acude en una suerte de auto de fe y, al mismo tiempo, de exorcismo. El caudal de la novelstica concentrado en las disquisiciones, en las palabras de sus personajes, no hacen otra cosa que reconfirmar la vigencia de un gnero omnvoro que, como bien sostiene el crtico peruano Julio Ortega (1991), termina por cuestionar las tcnicas y las formas, la escritura misma, a instaurar en el centro de la creacin novelesca esa misma creacin. Ya lo apunta Ortega cuando, a propsito de la nueva novela latinoamericana, sostiene: La novela no es ms el amplio espacio discursivo que permite explayarse cmodamente al autor en el prolijo registro de un mundo. Ms bien, la nueva novela latinoamericana es un gnero en ensayo, en revisin profunda y amplia: mientras se va haciendo hace tambin su propia crtica, duda de s misma, se plantea como interrogante sobre el mundo y no como solucin de ste. Por eso la literatura renuncia a reflejar o imitar 'la LOS PLATOS DEL DIABLO: NOVELA DESDE LA NOVELA Moraima Guanipa
Educare. Volumen10 (1) Marzo2006. ISSN: 1316-6212
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realidad; su capacidad crtica es otra, se basa ya no en s determinismo sino en su condicin de metfora de esa realidad: el lenguaje es aqu la historia (Ortega, 1991: 5) Desde la literatura, Eduardo Liendo propone esta historia nutrida de los fantasmas y de los mitos del quehacer literario, desdoblado aqu en ficcin, en un relato de ambicin, poder y muerte que nos recuerda el valor de la novela de hoy da, la cual debe ser una interrogante abierta, como escribi Carlos Fuentes: Ms que una respuesta, la novela es una pregunta crtica acerca del mundo, pero tambin acerca de ella misma. La novela es, a la vez, arte del cuestionamiento y cuestionamiento del arte [...] Pues la novela es el arte que gana el derecho de criticar al mundo slo si primero se critica a s misma. Y lo hace con la ms vulgar, gastada, comn y corriente de las monedas: la verbalidad, que es de todos y es de nadie (Fuentes, 1993: 31). Gnero ambiguo, a decir de Paz (1991), la novela asimila el diverso, el complejo material de la vida y, a travs de una pequesima parcela del alma humana se nos ofrece como recreacin de un mundo y de la humanidad misma. REFERENCIAS Aventn F., A. (2005): "El texto literario y la construccin de la competencia literaria en E/LE. Un enfoque interdisciplinario". En: Espculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. Direccin URL: http://www.ucm.es/info/ especulo/numer029/textele.html Bajtn, M. (1990). Esttica de la Creacin Verbal. Mxico: Siglo Veintiuno Editores. Barrios, A. L. (1994). Aproximacin al suspenso. Caracas: Fundarte/ Alcalda de Caracas. Barthes, R. (1994): Crtica y verdad. Mxico: Siglo XXI Editores. Eagleton, T. (1994). Una introduccin a la teora literaria. Santaf de Bogot: Fondo de Cultura Econmica. Eco, U. (1981): Lector in fbula. Barcelona: Editorial Lumen. Fuentes, C. (1993). Geografia de la Novela. Mxico: Fondo de Cultura Econmica. Genette, G. (1972). Figures 1/1. Pars: Ed. Seuil. Kundera, M. (1994): El arte de la novela. Barcelona, Espaa: Tusquets Editores. Liendo, E. (1993). Los platos del diablo. Caracas: Monte Avila Editores. Caracas. Medina, J. R. (1993). Noventa aos de literatura venezolana. Caracas: Monte Avila Editores. Mndez Gudez, J. C. (1999). "Veinte aos no es nada (Notas sobre narrativa venezolana del noventa y del ochenta)". En: Espculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. Direccin URL: http://www.ucm.es/info/ especulo/numero 11 /li venez.html Ortega, J. (1991). Una Potica del Cambio. Caracas: Biblioteca Ayacucho. Paz, O. (1993). El Arco y la Lira. Mxico: Fondo de Cultura Econmica. Mxico. Torres, A. T. (1991). "El escritor ante la realidad poltica venezolana". En: Venezuela: fin de siglo. Julio Ortega (Comp.). Caracas: Ediciones de la Casa de Bello. Todorov, T. (1990): Crtica de la crtica. Caracas: Monte Avila Editores.