El documento discute cómo las políticas públicas en México se han centrado en apoyar la actividad de investigación pero no han logrado establecer una cultura científica. Estas políticas no entienden la naturaleza de la ciencia y se enfocan únicamente en gastar más dinero sin considerar los factores sociales y culturales necesarios para el desarrollo de la ciencia. A pesar de tener excelentes investigadores, México carece de una sociedad que entienda y aplique el conocimiento científico. El posgrado juega un papel importante en
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
241 vistas12 páginas
El documento discute cómo las políticas públicas en México se han centrado en apoyar la actividad de investigación pero no han logrado establecer una cultura científica. Estas políticas no entienden la naturaleza de la ciencia y se enfocan únicamente en gastar más dinero sin considerar los factores sociales y culturales necesarios para el desarrollo de la ciencia. A pesar de tener excelentes investigadores, México carece de una sociedad que entienda y aplique el conocimiento científico. El posgrado juega un papel importante en
El documento discute cómo las políticas públicas en México se han centrado en apoyar la actividad de investigación pero no han logrado establecer una cultura científica. Estas políticas no entienden la naturaleza de la ciencia y se enfocan únicamente en gastar más dinero sin considerar los factores sociales y culturales necesarios para el desarrollo de la ciencia. A pesar de tener excelentes investigadores, México carece de una sociedad que entienda y aplique el conocimiento científico. El posgrado juega un papel importante en
El documento discute cómo las políticas públicas en México se han centrado en apoyar la actividad de investigación pero no han logrado establecer una cultura científica. Estas políticas no entienden la naturaleza de la ciencia y se enfocan únicamente en gastar más dinero sin considerar los factores sociales y culturales necesarios para el desarrollo de la ciencia. A pesar de tener excelentes investigadores, México carece de una sociedad que entienda y aplique el conocimiento científico. El posgrado juega un papel importante en
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12
Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos
Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos
http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 1 Revista de la Educacin Superior en Lnea. Num. 124
Marcelino Cereijido (2003), Formando Investigadores pero no Cientficos Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados del IPN. Correo e:cereijido@fisio.cinvestav.mx Resumen Entre los esfuerzos por desarrollar la ciencia, la poltica pblica en Mxico se ha centrado nicamente en la actividad del investigador y no en el conjunto de circunstancias sociales y culturales que contribuyen al desarrollo de esta actividad como una parte fundamental de la cultura de las naciones desarrolladas. Estas polticas desconocen la naturaleza de la ciencia, situacin que se refleja necesariamente en las normas que se proponen para manejarla reducindola a una suerte de apoyo que significa "gastar ms dinero". La cultura cientfica involucra el necesario encadenamiento entre la actividad del investigador como cientfico y los actores sociales involucrados en el proceso, ya sea de manera directa o indirecta, para producir ciencia. Es necesario diferenciar estos criterios para establecer una cultura cientfica en Mxico. Palabras clave: ciencia, investigacin, poltica pblica, posgrado. Abstract Science development public policies in Mexico have focused on the activity of the researcher, exclusively, and has not taken into account the whole set of social and cultural circumstances that contribute to the development of such activity as key element of development nations. Policies overlook the nature of science, situation that has been clearly seen in regulations set forth for the management of such activity and that has posed it as a mere support for "money expenditures". Scientific culture involves a close linkage between the researcher as scientist and the social actors involved directly or indirectly in the science production process. Differentiation on such criteria is key to create a scientific culture in Mexico. Key words: science, research, public policy, postgraduate. Cuando a los habitantes de un pas les faltan alimentos, transportes, medicinas, telfonos, o si se interrumpe el suministro elctrico, son los primeros en sealar correctamente la falta. En cambio cuando carecen de ciencia moderna no slo les pasa inadvertido, sino que es difcil que capten el problema an cuando se les explica. Peor an, si descienden de culturas avanzadsimas, que generaron el concepto de cero e hicieron grandes concepciones astronmicas, o si dicho pas logr desarrollar una comunidad de investigadores de alta calidad, que publican en las mejores revistas del mundo, son citados por sus colegas internacionales y forman discpulos que son hoy profesores en las mejores universidades del planeta, sus habitantes suelen ofenderse cuando alguien subraya que, as y todo, no tienen ciencia. Pero eso es justamente lo que voy a opinar en el presente artculo, como base para discutir el posgrado. Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 2 El posgrado est doblemente implicado en nuestra falta de ciencia moderna, pues es una de las causas y tambin una de las primeras vctimas. Para exponer mi argumento introducir en forma escueta y no sistematizada una serie de elementos que luego necesitar invocar, y que por eso llamar informalmente "caja de herramientas". Luego expondr mi temor de que los acadmicos, por formar a nuestros graduados de manera defectuosa, seamos acaso parte del problema. Finalmente opinar que dicha circunstancia tiene su lado positivo, porque pone al menos parte de la solucin en nuestras manos, y sugerir algunas acciones concretas que podran ayudarnos. Me parece oportuno sealar que me referir preponderantemente al graduado universitario que se orienta hacia la investigacin. Caja de herramientas No ya el vulgo, sino nosotros, los universitarios, solemos confundir "informacin" con "conocimiento" e "investigacin" con "ciencia". Hasta cierto punto uno puede optar por diversos conceptos de "ciencia". Para discutir nuestro posgrado encuentro conveniente decir que la ciencia es, antes que nada, una manera de interpretar la realidad, sin recurrir a milagros, revelaciones, dogmas ni al "Principio de Autoridad". Por este principio algo es verdad o mentira dependiendo de quin lo diga: la Biblia, el papa, el rey, el padre. En ciencia, dicho principio no tiene validez, y por el contrario se necesita demostrar, justificar, discutir, disuadir, convencer, dudar, cerciorarse, replantear. La investigacin es, en cambio, la tarea de tomar una porcin del caos de lo desconocido, estudiarlo, comprenderlo, e incorporarlo a ese descomunal patrimonio de saber sistematizado al que tambin llamamos "ciencia". Una persona podra ser habilsima y muy prolfica en descubrir o sintetizar frmacos que curen el cncer, la lepra y el SIDA, en cuyo caso lo reconoceremos como un brillante investigador. Pero, as y todo, no necesariamente consideraramos que es un cientfico, si mantiene que, por ejemplo, "...las secuencias de bases de un genoma constituyen el lenguaje en que Dios ha escrito el libro de la vida", pues no es esa la forma en que la ciencia interpreta el origen de la vida en el planeta, la naturaleza del genoma, ni el largo proceso evolutivo que gener al ser humano. Concomitantemente, una persona podra tener una visin del mundo perfectamente acorde con las interpretaciones cientficas, pero carecer de originalidad y manejo tcnico, y ser incapaz de ganarse la vida como investigador. Nuestra sociedad no solamente carece de ciencia, sino que no sabra qu hacer con ella si la tuviera. Gracias a un esfuerzo tesonero y gran inteligencia, Mxico es una de las pocas naciones del Tercer Mundo que ha logrado forjar una comunidad de investigadores. Con toda confianza podemos dar por sentado que esta comunidad es excelente, porque la investigacin tiene una suerte de estndar interno infalible: si uno suma dos ms dos tiene que obtener cuatro aqu, en Helsinki, Uganda, o Rejiavik. De ah, el hecho de que, nuestros investigadores publiquen en las mejores revistas del mundo, reciba citas de sus colegas internacionales, y figuren en el cuerpo docente de las universidades ms adelantadas del Primer Mundo, nos asegura que Mxico ha alcanzado con sus investigadores un nivel como jams ha logrado en otras actividades. Cuando afirmo que, a pesar de tener 1 excelentes investigadores Mxico no tiene ciencia, no necesito ir a buscar analfabetas cientficos a la sierra Tarahumara ni a los Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 3 Altos de Chiapas, pues este hecho doloroso se refleja en que la poltica cientfica muchas veces est a cargo de autoridades emotivamente patriticas e indudablemente sinceras, pero alarmantemente inexpertas. As, las respuestas que dichas autoridades suelen brindar a los requerimientos imprescindibles de la comunidad de investigadores son del tipo: "En este momento tenemos problemas muy graves. Pero prometemos que, en cuanto los resolvamos, incrementaremos el presupuesto para apoyar la investigacin". Y, para probarlo, enumeran una vez ms las cuantiosas deudas internas y externas, el apabullante desempleo, la desnutricin, el alcoholismo, el analfabetismo, las innumerables carencias de escuelas, transportes, rutas, y la espantosa corrupcin. De modo que, para mostrar de qu manera Mxico se perjudica no slo por el hecho de no tener ciencia, sino de tampoco captar el problema, deconstruyamos un poco esa frase-tipo que los funcionarios ofrecen con toda franqueza a manera de disculpa: En primer lugar, las autoridades ignoran que en este planeta ya no quedan problemas cuya solucin no dependa directa o indirectamente de la ciencia y la tecnologa. Por eso, el posponer la investigacin "hasta que se resuelvan los gravsimos problemas" enumerados, es casi una certificacin de que jams sern resueltos. En segundo lugar, "apoyar" la investigacin suena como si no tuviramos la menor idea de para qu sirven el pan y los tornillos, pero as y todo los comprramos para mantener contentos a panaderos y ferreteros, o nos hiciramos operar de la vescula con el loable propsito de apoyar a nuestro mdico. Si nuestra sociedad supiera qu es y para qu sirve la ciencia, el cuestionable concepto de "apoyo" saldra sobrando. En tercer lugar, todo sucede como si, en la epistemologa tercermundista, el conocimiento no fuera otra cosa que ignorancia financiada, de modo que el criterio burocrtico de "apoyar" se reduce exclusivamente: "gastar ms dinero". El dinero es necesario, qu duda cabe, pero nuestros institutos ven mutiladas sus tareas para adecuarse a normas administrativas concebidas para regular la venta de ropas y automviles, no para manejar el conocimiento. Pero, en total concordancia con el carecer de una visin del mundo compatible con la ciencia, nuestros economistas, socilogos y especialistas en administracin no suelen tomar como problema especfico la elaboracin de un sistema sensato para que el Estado y la sociedad en total financie y administre la ciencia. En cuarto lugar, el Estado y los empresarios, a pesar de pagar costosas patentes extranjeras, rara vez encargan a nuestras universidades la resolucin de un problema concreto. Peor an: cuando creen hacerlo, en general plantean pseudoproblemas cientficos, como si el alcoholismo existiera porque la bioqumica no conoce el metabolismo del etanol en el hgado, o la desnutricin porque ignoramos el papel biolgico de las protenas. El desconocimiento de la naturaleza de la ciencia, se refleja tambin en las normas que se proponen para manejarla. Por ejemplo, resulta sensato y ticamente adecuado que, a un investigador que estudia la funcin heptica en el ratn, o prueba una vacuna en los conejos antes de administrrsela a los nios, se le exija que cre dichos animales con sumo cuidado, los alimente en forma balanceada, no los someta a procedimientos dolorosos, etc. Pero no es fcil entender con qu criterios se excepta entonces a los gallos de rias, los toros de lidia, y a los chivos que se matan ceremonialmente a garrotazos. En quinto lugar, pareciera como si en los modelos administrativos del Estado el nico agente responsable de la investigacin fuera la persona del investigador. ste debe especificar y comprobar in extenso y paralizante detalle cmo invertir su dinero en los Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 4 diversos pasos de sus proyectos, y se le penaliza con la suspensin de fondos si la institucin a que pertenece retraza la rendicin de cuentas, como si diera por sentado que l es el nico que resentir la interrupcin de proyectos y en cambio a la sociedad la tiene sin cuidado. Con todo, el investigador ni siquiera est enterado de la manera y los criterios con que las instituciones de que depende erogan el resto de los fondos que recibe. En sexto lugar, ese desconocimiento de que la investigacin constituye toda una cadena social, cuyos eslabones escapan al control del investigador, lleva a regirla con criterios pactados entre administradores y sindicatos, generalmente bajo la presin de una huelga inminente y en detrimento del dinero que, directamente, se resta de la tarea de investigar. Para decirlo ms concretamente: la idoneidad y responsabilidad de los funcionarios, administradores y personal auxiliar necesarios para investigar, tienen muy poco que ver con las necesidades y controles de calidad de esta tarea. El sptimo punto es casi un corolario de lo que acabo de sealar, pues resulta doloroso pero comprensible que nuestros graduados no opten por una carrera de investigador, aunque ms no sea por ser testigos cotidianos de las circunstancias en que se debaten sus maestros. As como sera desatinado que nuestros mejores alumnos eligieran ser arquitectos de igles, pues constatan que nuestra sociedad no usa dicho tipo de vivienda, resulta amargamente claro que le escapen a las carreras cientficas. Debemos tener en cuenta que muchas veces el muchacho que ingresa a nuestras universidades lo hace a costa de un gran esfuerzo econmico familiar y personal. Ni moral ni econmicamente puede plantearle a sus padres quienes tampoco contarn con una jubilacin tangible que, al finalizar su carrera, no solamente no podrn ayudarlos, sino que debern reintegrar sus becas y no estn seguros de poder de vivir de su profesin. Pero excuso de seguir elaborando sobre el punto dado que, los hechos de que un pas de 90 millones de habitantes grade apenas medio millar de doctores al ao, y de que algunos de nuestros departamentos cientficos ms prestigiosos tengan una relacin profesor/posgraduados que entran por ao de 20/1, resultan ser mucho ms elocuentes que los argumentos que yo pueda verter en estas pginas. Divulgamos parcialmente Entre los esfuerzos por desarrollar su ciencia, Mxico se ha lanzado a una divulgacin admirable en muchos sentidos, pues ha convocado a sus mejores investigadores para escribir en revistas de divulgacin, les ha encomendado colecciones enteras de libros de divulgacin, organiza veranos en la ciencia, olimpadas de la ciencia, ferias de la ciencia, concursos de ciencias para jvenes, programas de radio, televisin, museos, etc. Pero por ahora slo divulga las cosas de la ciencia: agujeros negros, peces de colores, cermicas, ocanos, microbios. Cuando dicha divulgacin se ocupa en cambio de tpicos relacionados con la historia de la ciencia los presenta, o bien como una serie de genios y descubrimientos ms o menos fortuitos, o bien como una aburrida secuencia de posiciones epistemolgicas que, con lamentable frecuencia, acaban en socilogos que le consideran poco menos que un resorte del dominio imperialista, o una componenda entre elites acadmicas del Primer Mundo. La divulgacin con que hoy contamos, no le explica a nuestros alumnos de maestra y doctorado la forma en que el ser humano se forj esa forma tan peculiar de conocer que caracteriza a la ciencia moderna, la manera de manejar el conocimiento que tenan los pueblos prehistricos, la relacin que tenan con el saber los politestas y los monotestas, cmo hizo la Cultura Occidental para forjarse una manera tan peculiar de Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 5 interpretar la realidad, por qu atraves etapas de Humanismo, Reforma, Renacimiento, Revolucin Cientfica, Iluminismo, Enciclopedismo, Revolucin Industrial, en qu difieren los modelos Evolucionistas de los modelos Creacionistas, por qu corremos el riesgo de caer en un "Oscurantismo Democrtico" (vide infra). Tampoco les explica por qu unos pocos pases tienen ciencia moderna y los dems no. El "Oscurantismo democrtico" El gran inmunlogo Brian Medawar ha sealado que uno de los mayores dramas de la humanidad, es que la ciencia ha socavado el fundamento racional de las religiones. No sorprende entonces que una humanidad inmersa desde sus orgenes en culturas tejidas con esquemas teolgicos, no haya recibido a la ciencia con beneplcito. Si la tolera, es por las grandes ventajas que esta ofrece. En ese sentido, los antibiticos, los anestsicos, la ciruga abdominal, la comunicacin, los medios de transporte, la tecnologa que genera, el poder blico que otorga, han defendido a la ciencia de los embates obscurantistas en forma mucho ms eficaz que todos los argumentos de sus promotores. Pero se viene llevando a cabo una mutua acomodacin entre ciencia y religin, que no viene descripta en los materiales de divulgacin que ofrecemos a nuestros alumnos. A lo sumo les planteamos la reyerta en trminos acadmicos, pero la masa de la sociedad rara vez se incomoda (ni hablar de "se interesa" ni "entiende") por los argumentos de que la Tierra no es el centro del Universo, no es plana, el Sol no gira a su alrededor, el hombre no fue creado como un muequito de barro, o que los Evangelios fueron escritos generaciones despus de que murieron los actores de los cuales dan testimonio. Pero en cambio ahora se avecina una confrontacin, porque hoy la ciencia molesta a los esquemas msticos a un nivel directamente personal, y el Leviatn est empezando a despertar. Hoy la ciencia analiza el genoma de una pareja (no el de la humanidad entera) y le comunica que habr de gestar hijos ciegos, o paralticos, o idiotas. Por supuesto, queda librado al criterio de esas dos personas el abstenerse de procrear, abortar, adoptar, pero el conocimiento de que, si los votantes se lo permiten, la ciencia investigara con clulas embrionarias y podra llegar a forjar una solucin, las atormentar para el resto de su existencia. Hoy la medicina est en condiciones de mantener vivo a un anciano que ha perdido toda posibilidad natural de mantener su salud sin la ayuda de recursos costosos y extremos, aunque dicha persona ya no reconozca a sus hijos, sufra dolores inenarrables, haya perdido su identidad y su autoestima, y deba ser maniatado a su cama para evitar que se arroje por la ventana. El costo de dicha situacin mutila la economa de la familia y frustra el futuro de hijos y nietos. Por supuesto, el presente y el futuro del manejo de estas situaciones est sujeto a criterios ticos, niveles econmicos, leyes de Estado y otras circunstancias que escapan a los criterios cientficos. Lo que queremos resaltar, es que hoy las personas no se pueden encoger de hombros y desentenderse de cuestiones metafsicas o argumentos que slo entiende una elite acadmica enfrentada a otra de telogos, como cuando se discute, digamos, el origen de la vida. El votante no puede sentarse a contemplar el debate entre sabios y jerarcas religiosos, o lo que opina una locutora de televisin buena moza y simptica pero de ignorancia supina. El individuo hoy no puede desentenderse porque, simplemente, los temas que se discuten les incumben a su hijo, le conciernen a su padre, pesan sobre su economa personal, e inquietan su propio futuro en un plazo de veinte o treinta aos. La ciencia se ha adecuado a esta nueva situacin mediante la reduccin de la "cultura de la ciencia" a la "cultura de la investigacin". Tan slida es la argamasa del saber Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 6 cientfico, que un investigador no necesita ms que dar cuenta de sus procedimientos y sus resultados especficos, y puede desentenderse de los grandes esquemas filosficos y de las posiciones teolgicas. Incluso han ido surgiendo huestes de "apaciguadores", que publican libros sobre "magisterios independientes", como si el problema de ciencia vs. obscurantismo se circunscribiera a posiciones metafsicas y no estuviera inmersa en una tenaz lucha poltico-institucional por el poder. Pero, como sealamos, hoy el problema ha llegado a la vida diaria, al nivel personal. Es en este contexto que el Primer Mundo se est convenciendo de que los fundamentalistas, los predicadores, los tele-evangelistas mueven muchsimos ms votantes que todos los Premio Nbel encerrados en universidades "Ivy League". Tambin el aparato poltico se ha percatado del peligro de una confrontacin ms abierta, y por eso ha empezando a ceder a la masa obscurantista; teme que se descerraje un "Oscurantismo democrtico", es decir, un control del conocimiento decidido por el voto directo y mayoritario de ciudadanos que no fueron preparados con criterios cientficos ni democrticos. Se trata de un peligro mucho ms inminente que el que emana de un posible asteroidazo como el que extingui a los dinosaurios y favoreci a los precursores del ser humano. Nuestras desvirtuadas universidades Hace unos cuarenta o cincuenta aos el pasmoso crecimiento poblacional y el angustiante desempleo comenzaron a transformar nuestras universidades en enormes reservorios de jvenes, de modo que, en lugar de entrar al mercado de trabajo a los 13 o 14 aos, lo fueran haciendo despus de los 20. Eso trajo problemas sociales y polticos que los gobiernos trataron de controlar indicndoles a los universitarios para realizar qu proyectos tendrn fondos (a travs de sistemas de donativos), cules de sus acadmicos sern adecuadamente remunerados (a travs de sistemas nacionales de investigadores), dnde y para qu podrn viajar (a travs de donativos ad hoc), cules de sus alumnos merecern ser becados (a travs de sistemas de becas), para dictar qu carreras tendrn dinero (a travs de fondos para apoyar el posgrado). Ese enfoque tuvo sus aspectos positivos y negativos. Entre los primeros constatamos por ejemplo, que dio un duro golpe al autoritarismo vertical del patrn acadmico que erogaba los fondos de su departamento y promova a su buen saber y entender, y lo reemplaz por la poltica de la evaluacin. Entre los negativos encontramos que le fue quitando a los acadmicos y a las autoridades universitarias el poder de decidir la marcha de la docencia y la investigacin, hasta reducirlo a elegir el largo del csped y el programa del ballet folklrico. Algunos colegas juzgan que an dicha triste situacin ha empeorado, pues cambi a otra en la que las autoridades universitarias son convocadas anualmente para que se les explique qu tipo de enseanza e investigacin ser financiado por agencias internacionales del mbito econmico. Lamentan que, en el nterin, dichas agencias hayan ido pasando de la "cultura de la ciencia" a la "cultura de la investigacin", o directamente a la de mercado. Pueden leer nuestros alumnos? Para convertirse en investigadores nuestros alumnos slo necesitan manejar las tcnicas que les ensea su maestro, colectar informacin y pasrsela a su mentor para que las publique, pero para ser cientficos necesitaran comprender esas etapas de Humanismo, Reforma, Renacimiento, Revolucin Cientfica, Iluminismo, Enciclopedismo, Revolucin Industrial, y estar capacitados para compararlas con las de Obscurantismo y Contrarreforma que forjaron la visin del mundo que predomina en Latinoamrica. Pero cmo hacer para que adquieran una cultura compatible con el Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 7 desarrollo cientfico, si son tan pocos los que leen regularmente libros que no sean textos de asignaturas? De los cientos de miles de alumnos que cursan en las instituciones localizadas hacia el norte de la Avenida Reforma, slo lee un porcentaje tan irrisorio que, segn explican los libreros y editores, no es econmicamente posible mantener una librera llammosla "cultural" por aquellos lugares. En cambio leen libros sobre Diantica, El Poder de la Mente, y cmo sentarse bajo una carpa piramidal para que el faran Keops los cargue de energa. Curiosamente, muchos profesores se refieren a esta situacin en trminos de que a nuestros jvenes "carecen de hbitos de lectura", sin reparar en que no leen porque les resultara demasiado rido y fatigoso deglutir textos sobre procesos histricos y obras de personajes sin un mnimo andamiaje conceptual en que asimilarlos. Sin un mnimo de comprensin no hay inters en la lectura y, la verdad, es que tal como est encarada la enseanza, nosotros los profesores no le transmitimos siquiera ese cristalito inicial sobre el que podran hacer crecer una cultura cientfica. Formamos profesionales e investigadores pero no cientficos Los universitarios solemos tomar un joven talentoso, lo conducimos a esa frontera entre el orden de lo conocido y el caos de lo desconocido en que trabaja la investigacin, lo adiestramos en el manejo de unas cuantas tcnicas y de la bibliografa correspondiente; el muchacho colecta un cmulo satisfactorio de informacin y conocimiento, lo presenta como tesis, lo publica en artculos valiosos, y le conferimos el grado de Doctor en Ciencia. Sin embargo, dicho doctor "en ciencia" puede no tener la menor idea de la naturaleza de la ciencia, de la epistemologa, de cmo se lleg a forjar la peculiar manera de trabajar, probar, justificar, publicar y financiar que rige en la actualidad, ni cmo se conecta un cientfico con el resto de la sociedad. Recin cuando dicho graduado trate de insertarse en la sociedad, se topar con la situacin que he bosquejado en "Caja de Herramientas". Una de las primeras cosas que advertir, es que la ciencia ha partido a la humanidad en un Primer Mundo que inventa, crea, disea, fabrica, vende, presta, decide, bloquea, invade, y en un Tercero que incluye un 85% de los humanos, que compran, deben, copian, obedecen, viajan, se comunican, curan, divierten y matan con vehculos, telfonos, medios, deportes y armas que inventaron los del Primero. Aqu tambin, como ahora los problemas son personales y uno no se consuela con promedios poblacionales y macroeconmicos, tratar de procurarse trabajos, becas, tomar instalaciones universitarias, declarar no-discutibles ni negociables ciertas exigencias; pero no est preparado (no los hemos preparado) para entender, analizar, discutir verdaderas alternativas. Revisando los planteos estudiantiles y sindicales de las ltimas dcadas, no es fcil encontrar propuestas que, de ser adoptadas, permitan lograr un mayor nivel educacional ni cientfico. A muchos de nuestros graduados, encima de no ser cientficos, les cuesta llegar a ser buenos investigadores. Para atestiguarlo, ah est el parco incremento de miembros del Sistema Nacional de Investigadores, y la produccin de artculos cientficos y de patentes. Es que todos los campos del saber alcanzan a un pice y luego envejecen, llegan a una situacin en la que las grandes preguntas estn contestadas y, como dice la sociloga Larissa Adler-Lomnitz, "Slo quedan por barrer los rincones ". Es entonces cuando al investigador que estamos formando le parece como si la ciencia se hubiera agotado; es decir, no le es fcil evaluar el panorama general del conocimiento, para detectar una nueva incgnita de cierto calibre, hacerse una pregunta propia, abrir un campo. Como el motor de la investigacin es el entusiasmo, el investigador atrapado Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 8 en dichos pramos de aridez intelectual se hasta, y de pronto busca hacer un mutis por el foro procurndose un cargo de coordinador acadmico, secretario tcnico, organizador de cierto programa de intercambio con el interior del pas, o se queja de que en Mxico no se puede trabajar y emigra a integrarse a algn equipo del Primer Mundo. Debemos comenzar a formar cientficos Dudo que lo escueto de los argumentos que he dado al comienzo alcancen a convencer al lector de que la ciencia es, antes que nada, una manera de interpretar la realidad 2 . Con todo, ese es el esquema que utilizar a continuacin, con base en el cual dir que debemos pasar de la cultura de la investigacin a la cultura de la ciencia. Por lo tanto dividir esta seccin en: 1) Cmo detectar en realidad si nuestras universidades estn confiriendo a los alumnos una formacin compatible con la ciencia; 2) Como mi experiencia me convence de que la respuesta ser negativa, el siguiente punto es Cmo hacer para que nuestras universidades se pongan en condiciones de formar a los graduados para tener una visin cientfica acorde con la ciencia? Y por ltimo (3) Quin estar a cargo de dicha formacin? (1) Cmo detectar si en realidad nuestras universidades estn confiriendo a los alumnos una visin del mundo compatible con la ciencia. Para ser objetivos debemos preparar un cuestionario diagnstico. En los ltimos aos he ido desarrollando uno que los alumnos pueden responder en una hora. No est destinado a averiguar la informacin que manejan, sino la visin del mundo que tienen. Incluye preguntas como: Darwin invent la Evolucin? La descubri? Ordene cronolgicamente a Napolen, la ciruga abdominal, Jess, el radar, Freud, la fotografa, Platn, la imprenta, Galileo, el microscopio, el telescopio, Einstein, la Civilizacin Olmeca, el conocimiento de los rayos X, la agricultura, la circulacin de la sangre (No las fechas, sino qu viene antes, qu despus). En ocasiones disfrac la averiguacin preguntando quin amaba ms a Jess: Coln, el Apstol Pablo, Carlomagno, Moiss, Alejandro Magno, el Rey David, Nezahualcyotl, Maimnides? Les he pedido que sealaran cul de los siguientes organismos tienen alma: el hombre, el feto, el embrin, la mrula, la mujer, los orangutanes, las amebas, los virus, las orqudeas. Requer que indicaran cules de las siguientes disciplinas son cientficas y cules no: fsica, arqueologa, diantica, qumica, psicoanlisis, astrologa, sociologa, egiptologa, epistemologa. Luego les he pedido que tomaran una que hubieran sealado positivamente y otra que hubieran sealado negativamente y la hayan descartado, y argumenten por qu. Les he preguntado en qu consiste ser religioso, ateo, animista y agnstico, en qu se diferencia la religin de los judos de la de los cristianos. Les he pedido que opinen acerca de la diferencia del conocimiento cientfico del conocimiento en general. He quedado alelado de la cantidad de alumnos que han opinado que un materialista es aquel a quien slo le interesa el dinero. Tal como est hoy, ese "cuestionario" est plagado de prejuicios personales, est sesgado hacia mi propia especialidad (la fisiologa celular y molecular) y no ha sido aplicado en condiciones adecuadas. De modo que ser un gran reto generar una prueba que, en el trmino de una o dos horas, se pueda tener una idea de la visin del mundo de un alumno. Mi experiencia me indica que no ser tarea fcil. Y bien para qu necesitamos dicho instrumento? El propsito es aplicarlo a, digamos, cincuenta alumnos que comienzan su maestra, y a cincuenta que en ese mismo ao y Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 9 universidad se aprestan a recibir el ttulo de maestro o de doctor. Si no hubiera entre ambos grupos una diferencia significativa que indique que durante su paso por tres a cinco aos de universidad los alumnos han recibido una formacin acorde con la visin del mundo sobre la que asienta la ciencia, deberemos concluir que la universidad en cuestin no est brindando una enseanza satisfactoria. Cmo hacer para que nuestras universidades se pongan en condiciones de otorgar una visin del mundo compatible con el desarrollo de la ciencia? Aqu, otra vez, mi experiencia me indica que el cuestionario diagnstico que menciono en el prrafo anterior habr de mostrar que nuestras casas de estudio no estn brindando una formacin favorezca el desarrollo de la ciencia, y ya he sealado varias veces a lo largo de este artculo que tomo a la ciencia como una manera peculiar de interpretar la realidad. De modo que, despus de muchas consideraciones en las que no me explayar aqu, he llegado a la conclusin de que se debe generar un curso de una semana de 45 horas, para explicar al alumno cmo interpreta la realidad la ciencia de hoy en da. Me queda claro que en 45 horas no se le cambia la visin del mundo a nadie. Pero por lo menos al alumno se le explicar someramente qu dice la ciencia del Universo (una clase de los sucesos desde el Big Bang a la actualidad), qu dice del planeta Tierra, del origen de la vida, de la diversidad biolgica, cmo se lleg al ser humano actual. Se le deben describir someramente los grandes pasos en el desarrollo de la forma de trabajar de la ciencia, sus disciplinas ms dispares (fsica, psicologa, epistemologa, sociologa). Un bosquejo de los grandes procesos histricos de la Cultura Occidental, de la evolucin de los imperios. Un esquema de las instituciones y procesamiento del conocimiento desde la idea original a la aplicacin. Una descripcin escueta de cmo han evolucionado las ideas filosficas. Un esquema de la evolucin de las creencias, desde los mitos ancestrales a al desarrollo de las grandes instituciones religiosas actuales (cundo y por qu adoptaron tal o cual creencia, dogma, ritual). La evolucin de la docencia, de los derechos humanos, de la organizacin del trabajo. La universidad debera dictar dicho curso una vez al ao, en una semana, y el alumno podr tomarlo en el ao que desee. Pero ser condicin de que lo apruebe para poder optar a un ttulo de maestro o doctor en ciencia. En cierta visita que hice al Deutsches Museum, pas un par de horas atendiendo una mostracin de cmo hizo Alemania para combinar su minera con su industria del carbn para generar su siderurgia actual. En dos horas uno no se grada de ingeniero ni de historiador, pero por lo menos no va a decir que el acero se pesca en la mar ni se arranca de los rboles. Esa es la idea del "curso" que tengo en mente. Es slo una mostracin, pero hecha por maestros preparados para aconsejar lecturas y discutir los puntos que hayan despertado el inters o la curiosidad del alumno. He conversado con empleados que, si bien trabajan en las oficinas de empresas transnacionales de telefona, en una industria del chocolate, o del petrleo, han recibido de dicha empresa cursillos peridicos, seguidos de otros algo ms avanzados en la casa matriz, acerca de la telefona, el chocolate o el petrleo. De nuevo: no se gradan de ingenieros ni de qumicos, pero dichas empresas consideran imprescindible que sus empleados, as se ocupen del pago al personal o de las ventas o de los impuestos, estn enterados del producto que comercia su compaa. Esa es justamente la idea del curso: un maestro o un doctor en ciencia, deben estar enterados de qu es esa cosa sobre la que reciben un grado. Y, acaso sea tambin importante de que sepan que no es, pues muchas de las patologas en el manejo de nuestro conocimiento se deben a confusiones, latiguillos y preconceptos. Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 10 Cursos derivados. Al igual que esas empresas transnacionales a las que me acabo de referir, he pensado que toda persona implicada en la tarea cientfica debera aprobar dicho curso. De lo contrario, seguiremos sometidos a la bochornosa circunstancia de que una persona que acaso acaba de ser despedida por inepta de una concesionaria de coches, pase a trabajar en la administracin de un centro de investigaciones, en el que pronto se avienta a imponer normas que los investigadores deben acatar. De manera que el curso se extender a auxiliares tcnicos, personal de apoyo, administradores, y empleados del Estado que tengan relacin con la ciencia. No sera mala idea que, voluntariamente, se ofrezca para empresarios que deseen enterarse de cmo pueden modernizar su produccin. Quin dictar dicho curso? El curso a que me vengo refiriendo es en ltimo trmino una tarea de divulgacin. La divulgacin que hacemos actualmente es excelente. Pero debe ser perfeccionada y complementada para que pueda hacerse cargo del curso que estoy proponiendo. Tenemos que reelaborar nuestro concepto de divulgacin. Hay diplomados que preparan a los jvenes que quieren ser divulgadores con cursos de "medios escritos", "medios visuales", "medios radiales"", "museos", etctera, pero, curiosamente, no les imparten la menor nocin acerca de qu es lo que estn divulgando. Anlogamente, en ensayos del curso a los que invit a historiadores, filsofos, socilogos, bilogos, a quienes explicaba de antemano el propsito de conferir una visin, una cierta forma de interpretar la realidad, me ha decepcionado constatar que con harta frecuencia caan en la enumeracin de los grandes cerebros (con lo cual daban la impresin de que la historia de la ciencia era cuestin de genios que brotaban aqu y all), o que no lograban explicar cundo y por qu las grandes disciplinas haban ido adoptando su peculiar manera de aceptar y sistematizar los datos que recogen sus miembros. Por qu a un farmaclogo se le exige que mida una variable en presencia de tal frmaco y otras diez sin el frmaco, y en cambio a un paleontlogo se le acepta que elabore toda una teora sobre la base de un par de huesos? Por qu los cardilogos experimentan y los cosmlogos no necesariamente lo hacen? Cundo y por qu se exige estadstica? En qu basan su conocimiento los historiadores que no han conocido a Amenofis IV, y los socilogos que no han presenciado la Revolucin Agraria? En qu consiste esa sistematizacin del conocimiento que permita a un investigador yucateco retomar un problema planteado por un colega japons que, a su vez, haba puesto a prueba la hiptesis de un alemn. De pronto, los epistemlogos invitados a participar en el curso pasaban a despotricar contra Lakatos y Feyerabend, o los historiadores presentaban a Fray Fulanito de Tal como uno de los pioneros de la ciencia en Mxico, a pesar de que la orden a que perteneca dicho fraile someta a la Inquisicin a quien se le encontrara en su biblioteca un libro de un pensador enciclopedista. Por eso, con base en mis averiguaciones previas, he calculado que la universidad no tardara menos de tres aos en generar el cuestionario, el curso, seleccionar los tpicos, los maestros, producir el material didctico, escoger ilustraciones, poner todo a prueba. Algunas sugerencias para modificar la enseanza de graduados En nuestros esquemas actuales para formar investigadores, no se habita a los alumnos a leer libros clsicos y fundamentales ni siquiera de su disciplina. No se repara en que, por regla general, el alumno no sabe leer y, cuando lo hace, no tiene los esquemas culturales necesarios para ir acomodando las nociones que lee. Tampoco Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 11 acostumbran a discutir interdisciplinariamente. Habitualmente, la primera vez que se enfrentan a un panorama que rebase un tanto el puntito que se le encomend investigar, es en la escritura de la tesis. Es entonces cuando la tesis doctoral es tomada como una especie de obstculo ms, un mero trmite que quita tiempo y que le resulta reemplazable por el par de sobretiros que escribi su tutor, aunque en la autora figure el alumno en primer trmino. En cambio, las tesis en niveles menores (licenciatura, maestra), si bien no tienen el sabor de la originalidad (que sera as y todo deseable no descartar), tienen el enorme valor de familiarizar al alumno con el esfuerzo de sintetizar monogrficamente un campo, sobre todo si se exige que en la introduccin adopte el formato del "embudo didctico", es decir, que no parta de la pregunta especfica de su tesis, sino del panorama ms amplio de su disciplina, y llegue a su pregunta sistemticamente. Por eso, adems de tomar ms en serio el papel de una tesis doctoral, he propuesto que, un par de veces al ao, el alumno deba presentar un resumen oral, de cinco minutos, de la tesis o el punto que investiga un compaero que no trabaje en su propio tema. Estos puntos podran ser elegidos por sorteo de cualquier tesis que se lleve a cabo en esa universidad. Doy por descontado que, si a un alumno de historia se le pide que resuma en cinco minutos los estudios que est llevando a cabo un doctorando en qumica, le ser sumamente difcil. Pero justamente, eso le obligar a ir a conversar con este segundo doctorando, preguntarle, comprenderlo, pedirle explicaciones amplias, profundas, generales sobre ideas, procedimientos y objetivos. Del mismo modo, considero que sera til que, en los tres a cinco aos que duran las maestras-doctorados, un muchacho que investiga sobre la desertificacin del Bajo, entreviste a un economista, un neurobilogo, un mdico, un socilogo o un mdico, de cuyo trabajo deber extraer un esquema coherente para ser presentado con toda formalidad en cinco minutos. Conclusiones Hay pases que tienen ciencia, y sus funcionarios y empresarios saben muy bien qu hacer tanto con el conocimiento producido por ellos mismos, como el que se publica desde cualquier punto del globo, en nuestro pas por ejemplo. En cambio nosotros no hemos logrado desarrollar una visin del mundo ni una ciencia capaz de forjarle a nuestra sociedad un lugar en dicho escenario. Estamos obcecados con la idea de que el producto de la ciencia debe ser algo "aplicable", cuando no "mercable". No logramos captar que, como en la gimnasia, en la que una persona se forja a s misma, el principal producto de la ciencia es una sociedad que sabe y puede. Ha de ser por eso que nuestra sociedad no sabe ni puede. Urge modificar nuestros criterios. Si lo logramos, podremos entregarle a esa sociedad un graduado con mejor condiciones para entender y resolver nuestros problemas. Nota precautoria Conviene advertir que Mxico no tendra los problemas que sealo si no hubiera desarrollado una comunidad de investigadores como la que describo en prrafos anteriores, si no hubiera forjado instituciones como las universidades y el CONACyT, si no se hubiera lanzado a divulgar, si no se hubiera propuesto progresar. Es imprescindible, entonces, tomar los problemas que he discutido con un criterio mdico, es decir, sin propsito de vilipendiar, sino como paso indispensable para implementar soluciones. En ese sentido, estimula saber que gran parte de estas soluciones estn al Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos Archivo: Cereijido, Marcelino (2003), Formando investigadores pero no cientficos http://www.anuies.mx/principal/servicios/publicaciones/revsup/ 12 alcance de nuestra comunidad universitaria y podemos poner manos (y cerebros) a la obra. Notas 1 En un primer momento haba escrito cuente, pero justamente, uno de nuestros dramas es que tenemos investigadores pero nuestra sociedad no cuente con ellos. 2 Cereijido, M. Ciencia sin seso locura doble, Mxico, Siglo XXI, 1994. Cereijido, M. "En Amrica Latina ya podemos investigar, el prximo paso es hacer ciencia", Interciencia, #21, 1996. Cereijido, M. La nuca de Houssay, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 1990. Cereijido, M. Por qu no tenemos ciencia, Mxico, Siglo XXI, 1997.
Revista de la Educacin Superior en Lnea. Num. 124
Ttulo: Formando Investigadores pero no Cientficos Autor: Marcelino Cereijido Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados del IPN. Correo e:cereijido@fisio.cinvestav.mx