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GLIFOS

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Revista Trimestral del Centro INAH Campeche Ao 1 Vol.

1 Mayo - Julio 2014


Directorio
Instituto Nacional de Antropologa e Historia
Director General
Mara Teresa Franco
Secretario Tcnico
Csar Moheno
Secretario Administrativo
Jos Francisco Lujano
Coordinador Nacional de Difusin
Leticia Perlasca
Director de Divulgacin
Pofirio Castro
Delegada del Centro INAH Campeche
Lirio Guadalupe Surez
Glifos, ao 1, No. 1, mayo julio 2014, es una publicacin trimestral editada por el Instituto Nacional de Antropologa e Historia,
Crdoba 45, Colonia Roma, C.P. 06700, Delegacin Cuauhtmoc, Mxico, Distrito Federal, www.inah.gob.mx, revista.glifos@inah.
gob.mx Editor responsable: Lirio Guadalupe Surez Amndola. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No.: 04-2013-092013430700-
203., ISSN: en trmite, ambos otorgados por el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Responsable de la ltima actualizacin
de este Nmero, Centro INAH Campeche, Gabriela M. Ceballos Jaramillo, Calle 59 #36 entre 14 y 16 col. Centro Histrico, C.P.
24000, Campeche, Campeche, fecha de ltima modifcacin, 22 de abril 2014WwW. Queda prohibida la reproduccin total o
parcial de los contenidos e imgenes de la publicacin sin previa autorizacin del Instituto Nacional de Antropologa e Historia.
Consejo editorial
Lirio Guadalupe Surez
Ana Patricia Figueroa
Verenice Ramirez
Daniel Pat
Coordinacin editorial
Marilyn Dominguez
Jose Matos
Diseo
Gabriela Margarita Ceballos
Editorial ....................................................................................................................... 1
Sabana Piletas........................................................................................................ 3
Arqlgo. Antonio Benavides C
Exploracin de sitios arqueolgicos costeros en el sub-
tramo san Luis Carpizo - Villamar de la carretera federal
180. ............................................................................................................................... 13
Arqlgo. Vicente Surez Aguilar, Arqlgo. Heber Ojeda Mas
Anlisis microscpico y espectroscpico del estuco po-
licromado de los mascarones de la antigua ciudad maya
de Edzn.................................................................................................................. 21
Rests. Y. Espinosa-Morales, J. Reyes, D. Arano, J. L. Rubalcava, P. Bartolo-Prez
.
Archivos de Campeche y los
naufragios.............................................................................................................. 26
Hist. Carlos Alberto Euan Uc
Rescatando el patrimonio .......................................................................... 31
Lit. Jose Matos Enrquez.
ndice
L
a riqueza cultural en el estado de
Campeche es sorprendente, sus
abundantes vestigios arqueol-
gicos han dado como resultado
que 16 zonas arqueolgicas estn
abiertas al pblico, listas para cami-
nar por ellas y admirar su arquitectura.
De muchas de ellas se ha obtenido
sorprendentes piezas prehispnicas y,
en los salvamentos arqueolgicos de
la ciudad, algunas coloniales de gran
valor, objetos que actualmente se en-
cuentran expuestos en los 4 museos
administrados por el Instituto Nacio-
nal de Antropologa e Historia (INAH).
Es por ello, que el INAH se ve en la
necesidad de dar a conocer al p-
blico que navega por el universo del
internet, esta riqueza cultural, pero
sobre todo el quehacer institucional,
mostrar que trabajamos en pro de la
investigacin, la conservacin y la di-
fusin del patrimonio Cultural.
Editorial
1
Por tal motivo, se ha diseado esta
revista electrnica, Glifos, la cual
tendr una periodicidad trimestral.
Presentar principalmente artculos
acadmicos, en donde investigado-
res del Instituto darn a conocer sus
proyectos o lneas de investigacin.
A travs de sus pginas, se mostra-
rn tambin los trabajos que se han
realizado en diversos monumentos,
tanto prehispnicos como coloniales,
incluyendo pecios y otros elementos
que se encuentran sumergidos bajo
el agua de mares, ros o cenotes.
Con este nuevo medio de difusin, se
pretende llegar a diferentes pblicos
de la red para que conozcan que el
Instituto Nacional de Antropologa e
Historia es un rgano gubernamental,
preocupado por rescatar y promover
nuestra cultura.
Lirio Guadalupe Surez Amndola
Delegada
2
Arqlgo. Antonio Benavides C.
Sabana
Piletas
4
La escalinata contuvo poco ms de 130
jeroglfcos, la mayora an legibles. El es-
tilo escriturario, los elementos escultricos,
la arquitectura y las evidencias cermicas
indican varios momentos de ocupacin,
desde el ao 600 hasta el 1000 de nuestra
era.
El lugar fue visitado a fnales de los 1970s
por Abel Morales Lpez y Eduardo Kur-
jack, como parte de los recorridos del Pro-
yecto Atlas Arqueolgico de Campeche,
programa que no lleg a concluir. Dichos
investigadores conocieron la periferia del
sitio precolombino pero no llegaron a su
ncleo. Las siguientes noticias sobre la
zona fueron generadas por el periodista
alemn Stephan Merk, quien report el
mismo lugar como Xpilh o bien como
Chuh (en realidad aludiendo a grupos
arquitectnicos del mismo asentamien-
to).
Durante los trabajos del Proyecto MANZA-
NA efectuados en Balch durante 2003
Sara Novelo y Antonio Benavides visitaron
los alrededores del asentamiento prehis-
pnico y corroboraron que los informes de
Merk sobre Xpilh y Chuh en realidad se
referan a diferentes grupos de un mismo
asentamiento. La revisin de la bibliogra-
fa tambin permiti identifcar que el si-
tio haba sido reportado previamente por
Morales con el nombre de Sabana Pile-
tas. El registro ofcial ante la Direccin de
Registro Pblico de Zonas y Monumentos
Arqueolgicos se realiz en 2003 con el
nombre de Chuh (F16C8204003) y poste-
riormente, en 2005, se actualiz la cdula
asignndole el nombre de Sabana Piletas
(F16C8204004).
El paraje donde se ubica el ncleo de la
zona arqueolgica de Sabana Piletas se
ubica a cuatro kilmetros, en lnea recta,
al oriente de Chunhuaymil, Municipio de
Hopelchn. Una lectura de GPS toma-
da en marzo de 2007 en el corazn del
asentamiento indica las coordenadas si-
guientes: 20 06 24 de latitud norte y 89
37 04 de longitud oeste. Con respecto
a sitios prehispnicos mejor conocidos de
Yucatn, Sabana Piletas se encuentra a
escasos 7 kilmetros al poniente de Kiuic;
a 8 km al suroeste de Labn y a 8 km al
sureste de Sayil.
Del lado campechano, los antiguos asen-
tamientos vecinos de Sabana Piletas son
Balch (a 8 km al poniente) y Yaxch-Xla-
bpak (a 10 km al oeste). Otras zonas ar-
queolgicas existentes entre stos ltimos
y Sabana Piletas son Chundsinab, Xca-
takal, Chunchimai, Kansah, Chunhuaymil,
El asentamiento prehispnico de Sabana Piletas, en un remoto para-
je del noroeste de Campeche, comenz investigarse y a protegerse
a mediados de 2007. Entre los hallazgos ms interesantes se encuen-
tran una escalinata jeroglfca, siete esculturas, algunos edifcios con
arquitectura en pie y varios conjuntos monumentales que indican su
antigua relevancia poltica y econmica.
5
Xkankabil y Dolores, pero ninguno de ellos
presenta un asentamiento concentrado y
de la magnitud de Sabana Piletas.
Vestigios
arquitectnicos
La arquitectura visible en superfcie en Sa-
bana Piletas corresponde al Puuc Clsico
desarrollado durante los siglos VII y VIII de
nuestra era. Existen varios grupos de patio
grandes distribuidos en diferentes niveles.
Las fachadas de algunos edifcios conta-
ron con decoracin de columnillas con y
sin ataduras, lneas entrecruzadas, grecas
escalonadas, cruces y motivos geomtri-
cos. Varios sectores fueron saqueados a
mediados de los 1980s pero an es posi-
ble realizar un buen registro de los edif-
cios, su distribucin y caractersticas. La
mayor parte de las construcciones monu-
mentales se encuentra sobre una enorme
nivelacin artifcial del terreno. Tambin
existe buen nmero de chultunes o dep-
sitos para agua pluvial en varios sectores.
Dichos elementos y las sartenejas pare-
cen haber funcionado como las princi-
pales fuentes de abastecimiento del vital
lquido.
Los principales grupos arquitectnicos
hasta ahora registrados incluyen dos
acrpolis de varios niveles en cuya cima
existen vestigios de cuartos abovedados
(Figura 1); el Conjunto Esculturas, donde
se han encontrado la mayora de las pie-
zas escultricas; el Conjunto Columnitas,
as llamado por la presencia de varios
edifcios dispuestos en tres niveles y que
estuvieron decorados en sus fachadas
con varios tipos de columnas; y el Edifcio
Glifos, que hoy cuenta con un techo que
permite conservar su larga inscripcin je-
roglfca.
El Edifcio Glifos
Esta construccin tuvo un acceso princi-
pal en su costado oriente. Dicho acceso
estuvo formado en la parte inferior por una
escalinata de cuatro gradas con amplios
descansos y los peraltes primero y cuarto
cuentan con grandes bloques ptreos so-
bre los que se grabaron jeroglfcos, cuatro
signos por bloque. Las dimensiones gene-
rales del inmueble son 28 metros (eje nor-
te-sur) por 13 metros (eje este-oeste) y seis
metros de altura promedio. La escalinata
tiene 18 metros de ancho. Tras ascender
los cuatro escalones comentados la esca-
linata continuaba, con huellas promedio
de 60 cm, hasta llegar arriba. En la parte
superior detectamos evidencias (jambas,
fgura 1
6
dinteles, sillares especializados, etc.) de
habitaciones antao abovedadas en los
extremos norte y sur pero hoy colapsadas.
El edifcio cierra por el poniente una am-
plia plaza.
Paneles con jeroglfcos
Las dimensiones promedio de cada blo-
que o panel con jeroglfcos son de poco
ms de un metro de largo por 42 cm de
alto y 18 a 22 cm de espesor. Cada panel
tuvo cuatro glifos y estuvo decorado, arri-
ba y abajo, por una banda de muescas
horizontales que parecen formar tringu-
los o, quiz, evocar el diseo de la piel de
la serpiente de cascabel. En el caso de
los bloques del primer escaln tambin
observamos la banda superior con mues-
cas pero la inferior fue sustituida por una
doble lnea gruesa. La mayora de los pa-
neles se encontraron an in situ y en al-
gunos hallamos vestigios de una delgada
capa de estuco sobre la que se aplic
pintura azul.
El primer escaln est integrado por 17
paneles. El segundo y tercer escalones
estn formados por sillares sencillos de 15
cm de altura, sin relieve o motivo alguno.
El cuarto escaln tambin cuenta con 17
paneles. En total existieron 34 paneles,
cada uno con sus cuatro jeroglfcos, de
modo que la suma de glifos asciende a
136. Tenemos entonces una inscripcin
notable no solo por su extensin, sino tam-
bin por su excepcional conservacin.
Constituye uno de los textos ms exten-
sos hasta ahora reportados en la regin
del Puuc. Recurdese que la Estela 17 de
Uxmal tuvo unos 60 signos, pero de ellos
se conserva menos de la mitad; otro caso
es el Panel 2 de Xcalumkn (o de la Serie
fgura 2
7
fgura 3
Inicial), que tuvo unos 30 jeroglfcos pero
del que actualmente desconocemos su
paradero.
La lectura preliminar de algunos jeroglf-
cos indica referencias a un juego de pe-
lota (Figura 2). Si bien dicha construccin,
conformada por dos edifcios paralelos,
an no ha sido plenamente identifcada
en Sabana Piletas (aunque podra hallar-
se cerca de la escalinata), es posible que
exista otra variante de dicho inmueble en
el que el ritual del juego se celebraba en
un solo edifcio con escalinatas amplias.
El anlisis estructural de la larga inscrip-
cin hallada en Sabana Piletas permite
defnir las cinco principales secciones que
la integran: a) fecha jeroglfca en siste-
ma Puuc correspondiente al ao 858 de
nuestra era; b) primer evento dedicato-
rio en el que se hace referencia explcita
a un juego de pelota; c) evento blico
regional o trans-regional que involucra a
seores asociados a los cuatro rumbos
cardinales ; d) segundo ritual dedicatorio
con referentes mticos, posiblemente alu-
diendo a deidades patronas del sitio en-
tre las que se incluye al Jaguar del Infra-
mundo y al Escorpin Negro; y e) serie de
rituales de personifcacin de deidades,
en los que un personaje histrico real era
ataviado como alguna deidad, en este
caso como advocacin marcial o militar
del dios solar Kinich Ahaw, con atributos
de guila (Figura 3). La segunda entidad
personifcada fue la denominada como
Serpiente de Lirio Acutico y la tercera
deidad fue un aspecto del dios del Maz
Foliado, representado con rasgos juve-
niles, que constitua el ideal de belleza
masculina, aunque tambin estaba aso-
ciado, naturalmente, con la fertilidad.

Las esculturas
Las siete esculturas registradas en Sabana
Piletas fueron elaboradas en piedra ca-
liza, propia de la zona, y se encuentran
en diversas condiciones de conservacin.
Cinco de ellas representan a seres antro-
pomorfos; las dos representan falos.
La primera escultura es conocida como
8
el rey chico. Mide 94 cm de altura mxi-
ma, 58 cm de ancho mximo y 54 cm de
espesor mximo. Representa, burdamen-
te, a un ser antropomorfo. Su cabeza y
cara estn deterioradas (Figura 4). Estuvo
rodeada por siete metates podos de di-
mensiones variables (en promedio, 50 cm
de largo por 30 cm de ancho y 30 cm de
altura). Tanto la pieza como los metates se
encontraban encima de una plataforma
circular de 6 metros de dimetro prome-
dio. Aparentemente
los artefactos de mo-
lienda dieron origen
al nombre moderno
del sitio prehispni-
co. La plataforma y
los metates se hallan
en una sabana ubi-
cada a un kilmetro
aproximado al su-
roeste del ncleo de
la zona arqueolgi-
ca. Para procurar su
conservacin, la es-
cultura antropomor-
fa fue trasladada al
norte del Edifcio Glifos.
La segunda escultura
tiene una longitud de
184 cm, una anchura
mxima de 90 cm y
un grosor promedio
de 40 cm. Localmen-
te es conocida como
el rey grande. Est
fragmentada en tres partes. La ms gran-
de representa desde el cinturn hasta el
cuello e incluye la parte inferior del rostro.
La cabeza y el tocado constituyen el se-
gundo fragmento y un lado del tocado (a
la izquierda del espectador) conforma el
tercer fragmento. No encontramos frag-
mentos correspondientes a las piernas del
personaje en los alrededores de la pieza.
El monolito fue parcialmente restaurado
y se encuentra a pocos metros al noreste
del Edifcio Glifos (Figura 5).
La tercera escultura mide 163 cm de alto
por 59 cm de ancho por 47 cm de grosor.
Se trata de un personaje sedente, con ele-
mentos a los lados de la cabeza (pelo?,
tocado?), similar a otras esculturas del
Puuc campechano conocidas como
Xnuk (mujer anciana, vieja). La pieza se
encuentra de pie, aparentemente en su
lugar original, en el
Conjunto Esculturas
(Figura 6).
La cuarta pieza se
halla a un costado
de la anterior, pero
no se encuentra de
pie sino de lado.
Pudo haber sido un
dintel. Sus dimensio-
nes son 120 cm de
largo por 57 cm de
ancho y 37 cm de
grosor. Varios de sus
detalles fueron cor-
tados con sierra por
los saqueadores. Se
aprecia que fue un
individuo representa-
do de perfl, sedente,
que portaba un ele-
mento rectilneo. Ob-
servamos cuatro sec-
tores lisos en la pieza,
indicio de que all se
practicaron cortes: en ambos extremos y al
centro de la barra, as como toda la cabeza.
De la quinta escultura slo apreciamos un
gran fragmento cuyas dimensiones son 84
cm de altura mxima por 54 cm de ancho
y 49 cm de grosor promedio. Pudo haber
representado a otro ser antropomorfo.
Las esculturas sexta y sptima represen-
fgura 4
9
tan sendos falos. Ambos fueron hallados
a poca distancia al oriente del Edifcio
Glifos y se encontraban despedazados. El
Falo 1 present las condiciones de con-
servacin ms pobres. Un esforzado tra-
bajo de bsqueda y unin de fragmentos
permiti restituir parcialmente ambas pie-
zas. Ambos falos presentan la particulari-
dad de haber contado con la represen-
tacin de testculos, mediante pequeos
pero evidentes abultamientos en la parte
inferior (Figura 7).
El equipo de trabajo del Centro INAH
Campeche que conforma el Proyecto
MANZANA (Mantenimiento a Zonas Ar-
queolgicas No Abiertas al Pblico) que
ha laborado en Sabana Piletas est inte-
grado por los arquelogos Sara Novelo,
Carlos Palln y el suscrito; el arquitecto
Juan Villarino y algunos vecinos de Chun-
huaymil, San Antonio Yaxch y Cumpich,
quienes aportan su trabajo e ingenio en
diversas labores encaminadas a la pro-
teccin del patrimonio arqueolgico de
la antigua ciudad.
Algunas de tales acciones han sido la lo-
calizacin del sitio, la apertura de un ca-
mino, brechas para topografa, limpieza
de algunos sectores, registros de carc-
ter arqueolgico, exploracin, consolida-
fgura 5 fgura 6
10
restauracin, etc., actividades que fueron
desarrolladas a lo largo de julio, agosto
y septiembre de 2007. Al ao siguiente se
consolid el edifcio norte del Grupo Es-
culturas (Figura 8) y se consolidaron tam-
bin los vestigios arquitectnicos del Gru-
po Columnitas. En aos posteriores se han
efectuado nuevos recorridos y registro de
construcciones, as como visitas de moni-
toreo y mantenimiento, si bien ello debe
realizarse en temporada de secas porque
la brecha abierta en la selva es muy dif-
cil de transitar en temporada lluviosa. En
esas visitas se corta y retira la vegetacin
de los inmuebles restaurados y se asegura
que los monolitos y la escalinata jeroglf-
ca (Figura 9) continen bajo condiciones
adecuadas de conservacin.
fgura 7
fgura 8
fgura 9
11
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tion, Washington, D.C.
Arqlgo. Vicente Surez Aguilar y Arqlgo. Heber Ojeda
Exploracin de
SITIOS ARQUEOLGICOS
COSTEROS
en el subtramo
San Luis Carpizo - Villamar de la
carretera federal 180.
14
Derivado de la modifcacin hecha recientemente en la carretera federal
que comunica Ciudad del Carmen con la capital del estado de Campe-
che en la que se incluyen las modifcaciones de las lneas de transmisin de
energa elctrica y de fbra ptica, se llev a cabo el recorrido arqueolgi-
co en el trazo del tramo Sabancuy - Champotn, subtramo San Luis Carpizo
- Villamar. Durante la prospeccin registramos varios vestigios arqueol-
gicos que se veran afectados por encontrarse en el tramo del kilmetro
120+000 al kilmetro 133+000, tanto en el derecho de va como en el eje
del camino. Es importante sealar que fuera del derecho de va se pudie-
ron apreciar tambin otras estructuras prehispnicas ms pertenecientes
a los mismos asentamientos mayas pero que no debern tener afectacin
alguna por la carretera en comento (Surez Aguilar y Ojeda Mas 2009).
Durante los traba-
jos de salvamento
arqueolgico en el
subtramo carretero
San Luis Carpizo - Vi-
llamar se llev cabo
el registro y explora-
cin de ms de 70
vestigios prehispni-
cos pertenecientes
a cuando menos tres
asentamientos pre-
colombinos menores
no registrados con
anterioridad a los
cuales se les deno-
minaron Playa Esme-
ralda, Villamar 1 y Vi-
llamar 2. De hecho,
la mayora presenta
caractersticas habitacionales y otras tan-
tas estaran asociadas a las viviendas de
los antiguos ocupantes mayas de la re-
gin. Seguramente dichas comunidades
basaban su subsistencia en la explota-
cin de los recursos marino - litorales, sien-
do en su gran mayora pescadores. Posi-
blemente complementaban su dieta con
productos agrcolas,
si bien cabe sealar
que la tierra de la re-
gin es pobre para
la agricultura puesto
que presenta sue-
los poco profundos
en donde es posible
notar por doquier los
aforamientos de la
laja natural. Es pro-
bable que estos sitios
fueran dependien-
tes en su mbito so-
ciopoltico de una
entidad mayor que
tena como centro
rector a la antigua
Chakamputn, ciu-
dad maya que estu-
vo situada en donde se encuentra hoy la
moderna ciudad de Champotn, princi-
palmente para tiempos del Preclsico y
Clsico.
En el registro de sitios prehispnicos de
la costa central campechana que com-
prende desde la ciudad de Campeche
hasta Isla Aguada, hallamos a Champo-
Figura 1.- Ubicacin geogrfca del subtramo San
Luis Carpizo-Villamar en la carretera federal 180
15
tn y Paraso, ambos absorbidos por la
mancha urbana de la moderna ciudad
de Champotn (Ruz Lhuillier 1969; Eaton
1978). No obstante, se conocen eviden-
cias de otros asentamientos precolombi-
nos cercanos a la costa o a la ribera del
ro Champotn como Haltunchn (Rivera
Dorado et al. 1982), La Conchita (Bena-
vides Castillo y Ojeda Mas 2001), Moquel
(Folan et al. 2003), Villamadero, Niop,
Boxol, Seybaplaya, Chunkn, Sihoplaya
(Zapata Peraza 1997), Yaaxhom, Ran-
cho Potrero Grande, Rancho Kaymuch,
Ulumal, San Dimas (Ek y Rosado Ramrez
2005; Ek 2008), y a raz de los trabajos de
salvamento desarrollados recientemente
por los suscritos en el rea comprendida
entre Sabancuy y Champotn (Surez
Aguilar et al. 2010) contamos con los sitios
registrados ofcialmente como Playa Es-
meralda, Villamar 1 y Villamar 2.
Los sitios Playa Esmeralda, Villamar 1 y Vi-
llamar 2 son asentamientos de cuarto ran-
go debido a que carecen de arquitectu-
ra monumental y tienen en cambio alta
frecuencia de estructuras de carcter
domstico, tal como lo establecen Silvia
Garza y Edward Kurjack (1980(1):37) para
diferenciar rangos de sitios. De acuerdo
con la tipologa de asentamientos prehis-
pnicos propuesta por Anthony Andrews
para la costa norte de Campeche con
base en las caractersticas y extensin de
los restos ocupacionales, los tres sitios que-
daran comprendidos como poblados
pesqueros, siendo caracterizados por
grandes extensiones de restos ocupacio-
nales (mayormente cermica), sin ms
indicios de construccin que algunos ves-
tigios de plataformas bajas. A juzgar por
las cantidades de material de superfcie
sustentaron poblaciones permanentes;
Figura 3.- Vista desde el noroeste de la cruja perteneciente a la subestructura del edifcio 44 del sitio Villamar 1.
Zcalo
Paramento
Figura 2.- Vista general desde el suroeste
de la subestructura del inmueble 44.
16
estn localizadas en extensas playas que
pudieron haber acomodado a unas 200
o 300 casitas de paja (Andrews 1977:72).
Y aunque la principal ocupacin de sus
moradores fue el aprovechamiento de los
recursos del mar y de la costa, tambin
pudieron participar en el activo comercio
que trafcaba por sus costas (Ibdem).
Supimos que fnalmente el sitio Playa Es-
meralda se compona de alrededor de
250 estructuras prehispnicas. Entre sus
caractersticas distintivas se cuenta una
serie de chultunes para el almacenamien-
to de agua y canteras de materiales de
construccin asociadas a los montculos.
Tambin registramos albarradas distribui-
das en algunos de los conjuntos arquitec-
tnicos que los delimitan fsicamente, de
manera total o parcial, para conformar lo
que parecen ser lotes o solares en el lu-
gar, tal y como se ha reportado en varios
sitios del rea maya entre los cuales te-
nemos a Chunchucmil (Hutson y Stanton
2006), Xamanh (Goi Montilla 1998) y
Tulum (Velzquez Valadz 1985). Esto po-
dra asociarlos a actividades productivas
como el cultivo de hortalizas.
La arquitectura de los sitios excavados nos
demuestra una gran sencillez ya que los
inmuebles fueron construidos en los altillos
para librarse de los bajos y no anegarse
con el agua estancada producto de las
lluvias. Las piedras que componan tanto
las plataformas como los cimientos de los
cuartos fueron careadas pero variaban
en su tamao, aunque cabe destacar
que muchas de las estructuras, basamen-
tos y cimientos de habitacin desplanta-
ban directamente desde la roca madre.
El relleno constructivo de dichas edifca-
ciones fue relativamente escaso ya que
no eran de mucha altura. Los cuartos
fueron elaborados con materiales pere-
cederos prcticamente en su totalidad,
esto es, con paredes de bajareque y te-
cho de huano, y tan solo algunas estruc-
Figura 4.- Pesas de pesca elaboradas en piedra caliza
17
turas tuvieron cimientos de piedras ya sea
careadas o bien irregulares reforzadas
con cuas en las juntas.
Entre todos los inmuebles explorados y
registrados destacan las estructuras n-
meros 39, 40, 43 y 44 del sitio Villamar 1
por su extensin, por sus caractersticas
arquitectnicas y por la presencia de en-
terramientos humanos y/o de materiales
alctonos suntuarios como las navajillas
de obsidiana que denotan un estatus su-
perior y relevancia con respecto a las de-
ms estructuras. Adems, concentran las
pesas de pesca recobradas en la tempo-
rada de campo.
En cuanto al inmueble nmero 44, no
slo se trata de uno de los edifcios ms
grandes del rea de estudio sino que es
el mejor construido y con mejor acabado
en los sillares porque presentan un labra-
do relativamente mucho ms fno que en
el resto de las estructuras. Inferimos que
bien pudo fungir en tiempos precolom-
binos como un edifcio de carcter ad-
ministrativo, tanto para Villamar 1 como
para los poblados vecinos, aunque tam-
bin cabe la posibilidad de que fuera un
edifcio residencial como tambin pare-
cen demostrar serlo los edifcios 39, 40 y
43 de este mismo sitio. De lo que no cabe
duda es que sus caractersticas distintivas
con relacin al resto de las estructuras lo
destacan por encima de ellas; por lo que
tuvo que albergar a un personaje de cier-
to estatus socioeconmico que no lleva-
ba una vida dedicada directamente a la
pesca y recoleccin de moluscos, como
fue el comn denominador en esas po-
blaciones de la costa.
Otros inmuebles en cambio presentaron
cualidades domsticas. La unidad habi-
tacional presenta rasgos particulares que
nos ayudan a su identifcacin como se-
mejanza con casas antiguas y modernas,
Figura 5.- Estructura nmero 29 del sitio Villamar
2 que presenta planta circular.
presencia de objetos utilitarios en contex-
to ocupacional, presencia de basureros
o lugares de desechos, presencia de en-
tierros no ceremoniales, asociacin con
estructuras demasiado pequeas para
vivienda o con alguna evidencia de fun-
cin especializada (santuario, cocina,
horno, etc.), abundancia de estructuras
y falta de evidencia de cualquier otra
funcin (Benavides Castillo y Manzanilla
1985:75). La arquitectura domstica, ade-
ms de proporcionar datos acerca de las
tcnicas y materiales constructivos em-
pleados, nos ofrece tambin informacin
de la existencia de diferencias sociales,
como es precisamente el tipo de morada
(Manzanilla y Benavides Castillo 1985:3).
Otros tipos de estructuras muy frecuentes
en los asentamientos de la regin fueron
las de planta rectangular, cuadrangular,
circular, o bien la absidal, especialmente
estas dos ltimas que, en algunos casos,
tenan muro doble. Cabe indicar que las
piedras que se presentaban en dos o tres
hiladas en el paramento perimetral eran
careadas, aunque no labradas, asenta-
das directamente sobre la laja. Su forma
nos hace recordar, en parte, las casas
modernas de los campesinos, aquellas
redondeadas en planta y con
paredes de lodo y techos de
zacate o palma de huano.
Tanto los cimientos de los basa-
mentos como los de los cuartos
desplantan directamente de
la laja, estando sus muros for-
mados por piedras medianas y
grandes dispuestas de manera
horizontal hasta alcanzar tres
hiladas sobrepuestas. Son de
forma burda con la cara ms
lisa como vista principal y en
las juntas tienen piedras ms
pequeas a manera de cuas para darle
solidez y la estabilidad necesaria.
Los materiales arqueolgicos y sobre todo
los cermicos indican que el rea estuvo
ocupada de manera importante desde
el perodo Formativo medio y superior, es
decir, entre los aos 600 a.C. y 250 d.C.
continuando de manera ininterrumpida
hasta el Clsico terminal (700 - 1100 d.C.),
pero de manera marginal (Surez Aguilar
et al. 2012). Seguramente la produccin
pesquera de estas y otras comunidades
litorales podan abastecer a Chakampu-
tn con sus excedentes. A cambio, po-
dan obtener productos, principalmente
agrcolas, que les era difcil producir en el
rea circundante debido a la pobreza y
escasez de los suelos. Tambin debieron
mantener fuertes vnculos religiosos
con Champotn. La limitante de un suelo
frtil y propio para la agricultura tambin
ocasion que los antiguos mayas de esta
regin costera tuvieran que intercambiar
el excedente de su pesca y de la obten-
cin de moluscos por granos de maz y
otros productos provenientes de tierra
adentro, en donde existan comunidades
poseedoras de parcelas con tierras en
cantidad y calidad sufcientes para el cul-
tivo y produccin de granos en grandes
cantidades.
18
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20
Y. Espinosa-Morales,2 J. Reyes, 3 D. Arano, 4J. L. Rubalcava, 5 P. Bartolo-Prez
1 Centro de Investigacin en Corrosin, Universidad Autnoma de Campeche
2 Seccin de Restauracin, Centro INAH-Campeche
3 Instituto de Fsica, Universidad Nacional Autnoma de Mxico
4 Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados, Unidad Mrida.
Anlisis microscpico y espectroscpico
estuco
policromado
del
de los
Mascarones de la antigua
Ciudad Maya
22
Metodologa
Se retiraron fragmentos de aproximada-
mente 0.5 mm2 conteniendo capa pictri-
ca y soporte de estuco de los mascarones,
12 del edifcio de los Cinco Pisos y tres de
la estructura 414 (Tabla 1). Los fragmentos
fuero preparados en secciones transver-
sales y observados en secciones transver-
sales en un microscopio petrogrfco con
una magnifcacin de 5x.
Figura 1.- Estratos de los mascarones de
estuco policromado de Edzn. Se pueden
apreciar las diferencias estructurales entre
capa pictrica (A), elucido (B) y estuco
(C).
Las caractersticas microestructurales de
las muestras fueron observadas en un mi-
croscopio electrnico de barrido de bajo
vaco acoplado a un espectrmetro de
emisin de rayos X secundarios que per-
mita al mismo tiempo conocer la com-
posicin qumica elemental de la muestra
(este sistema se conoce como SEM/EDX).
La presencia de compuestos minerales en
los fragmentos azul y verde fue determina-
da mediante espectroscopa de infrarrojos
por transformada de Fourier (FTIR).
La conservacin del patrimonio arqueolgico de Mxico es una tarea titnica que
requiere desarrollo cientfco bsico y aplicado que involucra diversas areas del co-
nocimiento como la Ciencia de Materiales. Desde hace varios aos, la Seccin de
Restauracin del Centro-INAH Campeche y el Centro de Investigacin en Corrosin
(CICORR) de la Universidad Autnoma de Campeche, realizan una intensa cola-
boracin cientfca y acadmica destinada a estudiar diversos materiales del pa-
trimonio cultural tangible del estado de Campeche, como es el caso de los es-
tudios desarrollados recientemente en los mascarones de estuco policromado
de la zona arqueolgica de Edzn, elaborados a base de materiales calizos
durante el periodo Clsico Temprano (200-600 d. C). Estos mascarones se
encuentran en los emblemticos edifcios de los Cinco Pisos y Estructura
414 de dicho sitio. En este documento se presentan resultados de
la investigacin desarrollada sobre estos mascarones, que basa-
da en tcnicas de anlisis de uso corriente en la Ciencia de
Materiales, permiti conocer datos inditos sobre la na-
turaleza de los materiales empleados en la ela-
boracin de los mascarones de estuco y
sus capas pictricas
Figura 1.- Estratos de los mascarones de estu-
co policromado de Edzn
Figura 2.- A) sales cristalizadas, B) microfsura, C) carga
con impureza de silicio, D) cargas de sascab, E) carga
con impureza de silicio.
23
Resultados
Durante el estudio se observ que la base
de preparacin de los mascarones, era
un sustrato de estuco modelado a base
de cal y sascab que incluan cargas que
variaban en tamao y coloracin forma-
das principalmente por arenas de sas-
cab, compuestas por un agregado fno
de cristales de calcita y fragmentos de
roca caliza con tonalidades blanquecina,
rojiza o caf dependiendo de sus impure-
zas, as como tambin arenas de slice y
arcillas de caracterstico color ambarino.
Sobre l se coloc un acabado de enlu-
cido, que actuaba como soporte sobre el
cual, fnalmente colocaban la capa pic-
trica (Figura 1). En algunas ocasiones se
observaron estratos de sales cristalizadas
formadas como consecuencia del dete-
rioro sufrido por el material a lo largo del
tiempo (Figura 2).
Figura 2.- A) sales cristalizadas, B) microf-
sura, C) carga con impureza de silicio, D)
cargas de sascab, E) carga con impureza
de silicio.
Tabla 1.- Composicin elemental general
(Wt%) de muestras de estuco de los mas-
carones de la Zona Arqueolgica de Edz-
n, obtenida mediante SEM/EDX.
El anlisis de composicin elemental de
la matriz de estuco mostr a calcio (Ca),
junto con carbono (C) y oxgeno (O). lo
que denota su naturaleza caliza. Otros
elementos fueron azufre (S) y hierro (Fe),
as como especies de origen arcilloso
como aluminio(al), sodio (Na), potasio
(K), silico (si) y hierro que se observaron en
cantidades minoritarias (Tabla 1).
La composicin de la cama pictrica (Ta-
bla 2), inclua materiales con alto conte-
nido de Ca, C y O; materiales arcillosos
y feldespatos cuya composicin incluyen
Al, K, Mg, Na y Si. Estos ltimos de mayor
presencia en los pigmentos verde y azul,
as como trazas S y Fe,. El hierro fue aso-
ciado a la hematita, usualmente emplea-
do para elaborar los colores rojo, ocre y
amarillo [2]. Por su parte, el color negro
presento alto contenido en carbono.
Tabla 2.- Composicin elemental general
24
Tabla 1.
Tabla 2.
(Wt%) de las capas pictricas de los mas-
carones de la Zona Arqueolgica de Edz-
n, obtenida mediante SEM/EDX.
La Figura 3, muestra los espectros FT-IR de
los colores azul y verde. De acuerdo a los
resultados, no fue posible asociar frecuen-
cias de vibracin que correspondieran a
fuentes orgnicas de azul y verde como
ndigo (empleado en otras regiones del
rea maya), probablemente enmasca-
rado por la fuerte seal de calcita (714-
1420 cm-1), aunque en el color verde
se observaron picos de absorcin entre
3000 y 4000 cm-1 que fueron asociados
a materiales de origen arcilloso como la
palirgoskita [1], As mismo se observaron
frecuencias de vibracin caractersticas
de yeso (610, 671,680 cm-1) y cuarzo (714-
1420 cm-1).
Figura 3.- Espectros FT-IR de los colores
Azul (A) y Verde (B). Q: cuarzo, C: calcita,
Y: yeso, AR: arcillas
Conclusiones
Los mascarones de estuco policromado
de la zonas arqueolgica de Edzn fue-
ron elaborados utilizando materiales ca-
lizos de la regin que inclua el empleo
de cal, arenas de sascab y agregados
calizos, que algunas ocasiones contenan
Figura 31.- Espectros FT-IR de los colores Azul (a) y Verde (b). Q: cuarzo, C: calcita, Y: yeso, AR: arcillas
Figura 31.- Espectros FT-IR de los colores Azul (a) y Verde (b). Q: cuarzo, C: calcita, Y: yeso, AR: arcillas
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25
arenas de slice y arcillas, tal y como lo de-
muestra la caracterizacin realizada me-
diante SEM/EDX y espectroscopia FT-IR.
Las caractersticas texturales, distribucin
de cargas y composicin elemental indi-
can que a pesar de que los mascarones
se ubican en dos estructuras diferentes
parecen haber sido hechos siguiendo mis-
mos mtodos de elaboracin. Finalmen-
te, sus fuentes de color fueron asociadas
a minerales de Fe (rojo, amarillo, ocre) y C
(negro), sin embargo, mediante las tcni-
cas analizadas, no fue posible asociar al-
guna fuente a los pigmentos azul y verde.
Hist. Carlos Alberto Euan Uc
Archivos
Campeche
de
y los Naufragios
El rea de Arqueologa Subacu-
tica de la Pennsula de Yucatn
del INAH tiene la funcin de la
proteccin, conservacin, inves-
tigacin y difusin del patrimonio
cultural sumergido en aguas de
la regin. Para la investigacin
de los vestigios arqueolgicos su-
mergidos se necesita de la bs-
queda histrica en archivos don-
de se guardan documentos
valiosos sobre los naufragios
ocurridos en las costas
campechanas.
Gran par-
te de la in-
f or maci n
se puede lo-
calizar en los
peridicos del
siglo XIX como: El
Espritu Pblico, La Res-
tauracin y La Discusin,
mismos que proporcionan una
gran cantidad de datos en cuanto a
los naufragios y aspectos de la navegacin
que acontecieron a lo largo de la costa de
la pennsula de Yucatn en aquella poca.
La investigacin histrica brinda indicios
para saber cmo naufrag la embarca-
cin y darle una interpretacin con la infor-
macin siguiente: origen y destino fnal del
barco, cmo ocurri el hecho, dnde su-
cedi, material del barco, carga a bordo,
entre otras.
Posterior al trabajo de interpretacin y de
haber sido localizado geogrfcamente un
naufragio, se empieza la exploracin a tra-
vs de los especialistas del rea de Arqueo-
loga Subacutica.
De acuerdo con los registros en los peri-
dicos de la segunda mitad del siglo XIX
ubicados en
el Archivo Ge-
neral de Estado de
Campeche (AGEC),
los lugares con mayo-
res antecedentes de acci-
dentes martimos son: Isla Arena,
frente a las costas de Champotn; barra
de San Pedro, frente a las costas de Ciu-
dad del Carmen; Cayo Arcas y Obispo en
el estado de Campeche; los bajos de Sisal
y bajo de los Alacranes en el estado de Yu-
catn; bajo del Chinchorro, en las costas
de Quintana Roo; y la barra Antn Lizardo
en Veracruz.
Toda la costa de la Pennsula es una zona
potencial de bsqueda por la gran canti-
dad de informacin en cuanto a los naufra-
gios registrados, lo cual nos hace refexionar
lo siguiente Qu son los naufragios? Por
qu ocurren los naufragios? Cules eran
las causas principales de un naufragio? Es-
tas y muchas ms interrogantes se pueden
formular para interpretar estos aconteci-
mientos que forman parte de la historia de
Campeche.
Un naufragio se entiende como la prdida
27
28
de una em-
barcacin en
su totalidad,
cuando esta
se encuentra
navegando en
aguas, ya sea en
el mar, ros, lagos, etc.
Las principales causas de los naufragios son
muy variadas y pueden ser por desconoci-
miento de los mares, por marinos sin nocin
terica o prctica para maniobrar los bar-
cos, adems de los temporales, huracanes,
tormentas tropicales, ciclones, turbonadas,
etc.; por otro lado, infnidad de embarca-
ciones fueron sumergidas a lo largo de la
historia debido a acciones blicas. Como
ejemplo del ltimo caso se puede men-
cionar el hundimiento del llamado Correo
Nmero Uno en Antn Lizardo, Veracruz,
mismo que fue perseguido y alcanzado
por una bala de can del Guarda Costa
Unin, que vigilaba la costa de Tabasco,
el cual era comandado por el capitn Le-
graviere, dejando un saldo de 8 personas
muertas y la prdida total del barco. El Co-
rreo Nmero Uno fue sorprendido cuando
transportaba armas que tenan como des-
tino el puerto de Sisal, mismas que iban a
ser distribuidas entre los sublevados de la
Guerra de Castas.
Otras causas directas de un naufragio pue-
Posterior al trabajo de interpretacin
y de haber sido localizado
geogrfcamente un naufragio, se
empieza la exploracin a travs
de los especialistas del rea de
Arqueologa Subacutica.
Ttulo: Plano que manifesta en la disposicin que estn
los buques en el fondeadero de Campeche.
Autor: Antonio Romero Ponce de Len.
Ao: 1797.
Clasifcacin: M00135.
29
Plano 1.
Archivo del Centro INAH Campeche
Ttulo: Plano, Perfles y Elevacin de una Casa Aduana que se pretende construir en la Ciudad de Campeche...
Autor: Juan Jos de Len.
Ao: 1786
Numero: M00096.
den ser por el rompimiento del casco del
barco o incluso por no mantener el equili-
brio con la misma carga colocada en las
estibas del buque para controlar el olea-
je. En el siglo XIX, todas las embarcaciones
eran de madera y los incendios podan
destruirlas fcilmente, como le sucedi al
vapor Mxico al incendiarse la carga a
bordo.
Este naufragio fue uno de los ms aterra-
dores en 1863 y segn la informacin pro-
porcionada por las catorce personas que
sobrevivieron a este lamentable suceso, los
gritos de desesperacin que se oan, junto
con las plegarias de ayuda que se escu-
chaban de los pasajeros, cuando el barco
empez a hundirse, la impotencia se hizo
presente al no poder ayudar a las 163 per-
sonas que fnalmente perdieron la vida.
Cabe mencionar que un barco encalla-
do, segn el Diccionario Martimo Espaol,
se expresa cuando el navo se encuentra
con escollos o peascos que impiden que
avance, sin considerarse este un naufragio,
salvo que el capitn decida hundirlo y de-
clare la prdida total de la embarcacin.
Tambin aade que un barco varado se
refere cuando se inmoviliza en lodo o are-
na. (2)
La gran cantidad de barcos que circula-
ban a lo largo de la costa de la Pennsula,
hacen difcil el registro de todos los naufra-
gios, tal es el caso del bergantn francs
Louisse (1856), goleta Stan (1859), barca
francesa Rorbert, bergantn goleta francs
Petronila, goleta nacional Felipe, lancha
Santa Cruz (1859), buque Joaquinito (1859),
barca Laura, pailebot Mexicano y Fran-
30
cisco, bergantn americano Anita y Santa
Mara (1859), bergantn americano Eureka,
Abbtsford y El Hijo del Aire (1860), pailebot
nacional Arrogante (1860), polacra goleta
espaola Teresita (1861), bergantn francs
Ecureuil (1861), vapor Mxico (1863), pai-
lebot Fortuna (1863), barca inglesa Norval
(1863), por mencionar algunos ejemplos de
los numerosos accidentes martimos que se
han encontrado en el Archivo General del
Estado de Campeche (AGEC).
La navegacin era una empresa tenebrosa
en donde la vida de los tripulantes y pasaje-
ros penda de un hilo porque siempre se co-
rra el riesgo de que no llegaran a su destino,
y si lo lograba despus de soportar todas las
vicisitudes que ocurran durante el viaje en el
mar, era un verdadero logro.
Si embarcaciones como el naufragio del Ti-
tanic construidas en el siglo XX, sucumbieron
ante el mar, es de esperarse que sucediera
lo mismo con las de los siglos XVI, XVII, XVIII
y XIX, ya que fueron hechas de madera.
Dichos navos surcaban los mares llenos de
temor a que una tormenta los sorprendiera
en medio del mar y terminaran como una
estadstica ms de naufragio. Durante ms
de tres por estos terribles acontecimientos,
hasta la aparicin de nuevos adelantos tc-
nicos del siglo XX que disminuyeron en gran
medida estos accidentes en el mar.
Sin embargo, los restos de estos navos siguen
ah y actualmente se ha podido determinar
que Campeche es un gran cementerio de
barcos por la gran cantidad de pecios re-
gistrados y por la diversidad de documentos
que se han localizado sobre estos hechos.
Tanto la Arqueologa Subacutica, como la
ciencia histrica han permitido un acerca-
miento en el tema de los naufragios registra-
dos a lo largo de la costa de Campeche.
Para fnalizar, los datos registrados sobre
accidentes martimos demuestran que las
condiciones naturales de Campeche (ban-
cos de arena, arrecifes, corrientes, ciclones,
tormentas, turbonadas, incendios, guerras,
etc.), hicieron propicio los naufragios, por lo
que la investigacin arqueolgica subacu-
tica enriquecera en gran medida a la histo-
ria campechana.
Archivo del Centro INAH Campeche
Ttulo: Plano del Surgidero de Campeche y Costa...
Autor: Annimo 1791
Clasifcacin: M00116.
D
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v
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u
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Mscara de jade. Archivo INAH.
Durante este periodo, se efectuaron actividades de
carcter arqueolgico, arquitectnico, antropolgico
fsico y social; as como tambin de investigacion, con-
servacin y divulgacin del Patrimonio Cultural. En el
desarrollo de estos tpicos, se cont con la valiosa par-
ticipacin institucional de especialistas en la materia,
as como de diversos investigadores de otras instancias
acadmicas y gubernamentales que convergen en los
proyectos multidisciplinarios.
Una de las directrices prioritarias es dar a conocer el
quehacer institucional, as como los 4 espacios muses-
ticos y las 16 zonas arqueolgicas abiertas al pblico
bajo resguardo del INAH Campeche, a travs de cursos
de capacitacin dirigidos a los prestadores de servicio,
entre otros: personal de hoteles y restaurantes, agen-
cias de viajes, ilustradores de calzado y conductores de
taxis, quienes se concientizaron en la importancia de
la difusin y preservacin del patrimonio cultural cam-
pechano y su contribucin en el fortalecimiento de su
identidad cultural.
En el mismo tenor, y con el fn de sensibilizar a las comu-
nidades en la prevencin del saqueo y trfco ilcito de
piezas arqueolgicas, de la destruccin del patrimonio
cultural histrico y arqueolgico, de la falta de inters
por la conservacin de las zonas arqueolgicas, se im-
partieron los talleres de Asesora Acadmica, Tcnica
y Legal, cuya temtica versa en los lineamientos, los
trmites procedentes ante las autoridades competen-
tes para mantener, controlar, proteger, desarrollar y po-
tencializar su patrimonio histrico.
La divulgacin del rescate del patrimonio tangible e
intangible en los eventos que mediante actividades
El Instituto Nacional de Antropologa e
Historia (INAH) en Campeche, a lo largo
del 2013 implement diversas acciones, con
el fin de contribuir a la conservacin, pre-
servacin, restauracin, proteccin y divul-
gacin del Patrimonio Cultural de Mxico.
32
Puerta de Tierra
Mscara de jade. Archivo INAH.
ldicas infantiles, estampas de danza re-
gional, msica prehispnica, el rescate
de las costumbres y tradiciones, las arte-
sanas, las ceremonias propiciatorias y la
cosmovisin maya, es una muestra pal-
pable del fortalecimiento de la identidad
cultural de los campechanos.
Un atractivo en los eventos del Operati-
vo Equinoccio de Primavera y la celebra-
cin 13 Baktn. El comienzo de una nue-
va era, fue la capacitacin a un grupo
de jvenes prestadores de servicio social,
quienes se caracterizaron de algunos per-
sonajes mayas emblemticos de la zona
arqueolgica de Edzn, y a travs de mo-
nlogos se recreaba ante los grupos de
visitantes la breve historia de la Ciudad-
Estado, sus principales actividades y los
ltimos hallazgos con relacin a sus go-
bernantes.
Los mayas fueron grandes astrnomos,
observaban los cuerpos celestes con di-
versas tcnicas, las cuales les permitieron
calcular con gran precisin fechas im-
portantes. La creacin de su calendario
se debe en parte a la observacin de los
movimientos de esas estrellas en la bve-
da celeste y las fases lunares.
Con el afn de realzar y divulgar esa parte
de la cosmogona y cosmovisin maya,
se efectuaron observaciones telescpi-
cas de los astros, contando con la parti-
cipacin voluntaria de jvenes, a quienes
el INAH Campeche capacit en la na-
rracin de leyendas mayas, en cmo se
conceban las constelaciones en el frma-
mento y en la sealizacin con rayo lser
de los astros.
Las costumbres y tradiciones pluricultura-
les con la que cuenta nuestro pas, son de
vital importancia para el INAH Campe-
che, por ello nos avocamos en el 2013 a
implementar juegos y actividades ldicas
infantiles, que comprendan la importan-
cia de conservar, rescatar y preservar el
legado de nuestros ancestros, para mues-
tra est el Curso de Verano Ustedes y No-
sotros, los programas de los Nios Guar-
dianes de Edzn, Dzibilnocac, entre otros.
Sin lugar a dudas, dos de los eventos de
trascendencia que se llevaron a cabo
bajo la coordinacin del Centro INAH, fue
la inauguracin de la exposicin museo-
grfca Rostros de la Divinidad. Los Mo-
saicos Mayas de Piedra Verde montada
en el Museo de Barcos y Armas del Fuer-
te de San Jos el Alto; la exposicin tem-
poral Cultura Mesoamericana que se
mont en la Sala X del museo de Arqueo-
loga Maya del fuerte de San Miguel.
33
Nios guardianes de Becn. Archivo INAH.

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