Este documento presenta un estudio sobre los lugares de encuentro sexual entre hombres en áreas rurales y periurbanas en España. Explica que el proyecto documentará todos estos espacios y que las conclusiones se irán actualizando a medida que avance la investigación. Identifica varios temas clave que se abordarán, como la dificultad de definir lo rural frente a lo urbano, el uso de estas zonas por hombres que viven en pueblos cercanos y no pueden expresar abiertamente su sexualidad en sus comunidades, y la función que
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Este documento presenta un estudio sobre los lugares de encuentro sexual entre hombres en áreas rurales y periurbanas en España. Explica que el proyecto documentará todos estos espacios y que las conclusiones se irán actualizando a medida que avance la investigación. Identifica varios temas clave que se abordarán, como la dificultad de definir lo rural frente a lo urbano, el uso de estas zonas por hombres que viven en pueblos cercanos y no pueden expresar abiertamente su sexualidad en sus comunidades, y la función que
Este documento presenta un estudio sobre los lugares de encuentro sexual entre hombres en áreas rurales y periurbanas en España. Explica que el proyecto documentará todos estos espacios y que las conclusiones se irán actualizando a medida que avance la investigación. Identifica varios temas clave que se abordarán, como la dificultad de definir lo rural frente a lo urbano, el uso de estas zonas por hombres que viven en pueblos cercanos y no pueden expresar abiertamente su sexualidad en sus comunidades, y la función que
Este documento presenta un estudio sobre los lugares de encuentro sexual entre hombres en áreas rurales y periurbanas en España. Explica que el proyecto documentará todos estos espacios y que las conclusiones se irán actualizando a medida que avance la investigación. Identifica varios temas clave que se abordarán, como la dificultad de definir lo rural frente a lo urbano, el uso de estas zonas por hombres que viven en pueblos cercanos y no pueden expresar abiertamente su sexualidad en sus comunidades, y la función que
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Geografas del morbo.
Un estudio sobre los lugares de encuentro sexual
entre hombres en los mbitos rurales y periurbanos.
Para empezar una advertencia al lector: tanto el proyecto como este texto tienen una condicin de provisionalidad. El proyecto estar terminado cuando se documenten todos los espacios de ligue del territorio espaol. Las conclusiones que se vayan obteniendo a travs del estudio de campo, la documentacin y las experiencias vividas, irn alterando y ampliando, inevitablemente, este texto.
Si el espacio pblico ha sido y sigue siendo heterosexual en todas sus expresiones, dimensiones y dispositivos, nuestra subcultura gay ha tenido que homosexualizar enclaves robados a la heteronormatividad, transformndolos en un territorio temporalmente propio, en un espacio de disidencia solamente percibido y usado por un grupo de iniciados. La mayora de los ciudadanos y ciudadanas que transitan por estos enclaves los perciben como no lugares, espacios del anonimato y la transitoriedad. Sin embargo, nosotros hemos hecho de estos sitios de trnsito verdaderos lugares antropolgicos en los que la subjetividad se identifica, espacios en donde nos follamos y nos corremos. As, hemos podido transformar una topografa heterosexual en una homotopografa, en la que slo un grupo de entendidos puede orientarse y leer en un mapa nuestra particular distribucin del territorio. Estos lugares de encuentro tienen la funcin de reforzar el hecho identitario homosexual, utilizando estrategias en las que la subjetividad se apropia del espacio pblico, superponindose a lo que est pre- establecido y previsto.
Por el momento estos son los surcos argumentales en los que estamos trabajando:
A-La mayora de estudios que relacionan la sexualidad y el espacio pblico enfocan sus objetivos espaciales en el mbito urbano, siendo muy pocos los que han investigado los usos de los espacios pblicos rurales o de las periferias de las ciudades, en relacin a la sexualidad, pero no como categora que configura el lugar, sino como lugares para follar. En nuestro trabajo hemos dejado de lado el estudio de los lugares de encuentro entre hombres que se dan en el seno de las ciudades, pero s hemos incluido las zonas periurbanas, ya que stas no son usadas solamente por los hombres homosexuales que viven en las ciudades sino, tambin, por aquellos que residen en las reas metropolitanas. Este trabajo no se centra nicamente en los espacios, sino en quines los usan y cmo los usan.
B-A esto hay que aadir la dificultad para definir y diferenciar lo rural y lo urbano en la actualidad. Para elaborar una definicin de lo que sera espacio rural tendramos las mismas dificultades que si tuviramos que decir qu es una ciudad, ya que en los dos mbitos hay incursiones mutuas. Por ejemplo, el paso de las autovas cerca de pequeos pueblos ha hecho que stos vean incrementado su parque industrial. El territorio rural es ms barato que el urbano y por lo tanto ms rentable para instalar complejos industriales, a pesar de tener que trasportar los productos despus. Lo mismo podemos decir del establecimiento de servicios bancarios en el mbito rural. Y, por otra parte, las ciudades actuales tienden a invadir el espacio que antes percibamos como rural, con la construccin de residencias y la dedicacin a la agricultura a tiempo parcial. Se crea as una zona intermedia de difcil delimitacin. Hasta este momento, las zonas rurales que hemos documentado (Alicante, Mallorca y Valencia) estn todas relativamente cerca de zonas urbanas. Tambin se trata de tres territorios de mucha densidad demogrfica. Pero tenemos la certeza de que los usuarios de estos lugares no son slo habitantes de las ciudades que se desplazan a sus periferias para follar, sino de los pueblos que las circundan y de otros que estn en zonas intermedias.
C-As pues este texto pretende reflexionar sobre el uso que los gays damos a ciertos lugares pblicos y a la colonizacin a la que los sometemos, superponiendo a los usos visibles y entendidos como habituales (que son consecuencia, sin duda, de ciertas estrategias para definir los territorios), otros que se van formando por un uso-otro que, fundamentalmente, est generado por la necesidad de socializar y de follar en zonas alejadas de las grandes ciudades, en las que s existen redes estructuradas de bares, saunas, discotecas, jardines y vteres pblicos, que los gays pueden usar segn sus necesidades y apetencias. Los homosexuales que viven en el mbito rural, si no han decidido emigrar a una gran ciudad para poder sobrevivir al pramo sexual y relacional que se les viene encima, tendrn que utilizar constantemente el coche para poder buscar amigos o sexo. Es cierto que Internet acerca a las personas y las pone en contacto para follar. Pero, cuntos kilmetros tiene que hacer un hombre heterosexual que viva en Benitatchell para poder pegar un polvo? Posiblemente muy pocos, ya que no se ver obligado a desplazarse porque podr elegir fcilmente a qu lugares ir para conocer chicas en el mismo pueblo. Y si no lo consigue y opta por el sexo pagado, a pocos kilmetros, en la N- 332, podr encontrar todos los clubs que quiera. Un gay que viva en el mismo pueblo tendr que hacer unos cincuenta kilmetros para ir al lugar ms cercano en el que puede encontrar un bar gay o una zona de cruising, Benidorm. Otro aspecto que hay que tener en cuenta de los lugares para ligar entre hombres en los mbitos rurales es que all no se paga por encontrase ni por follar. Y no me refiero al sexo previo pago, sino al hecho de que en estos lugares no hay que abonar entrada alguna ni consumir obligatoriamente una copa.
D-Las ciudades tambin expulsan a sus periferias las zonas de encuentro sexual entre hombres. En descampados de zonas an no urbanizadas, que tienen un carcter ms provisional e inestable, en las playas cercanas a los centros urbanos, y en parajes naturales colindantes, se crean lugares de peregrinacin de caractersticas que difieren, en algunos aspectos, a las de las ciudades. Una de las cuestiones que ms diferencia ambos lugares es el tipo de gente que los usa y la tranquilidad con la que se visitan. Generalmente, en los lugares perifricos a las ciudades, acude gente de los pueblos cercanos que no utiliza los bares de sexo o parques de la ciudad, hombres que frecuentan estos enclaves asiduamente y que en muchas ocasiones suelen ser de edades comprendidas entre los 45-60 aos. Estos territorios son ms discretos y seguros en cuanto a la posibilidad de un atraco que los de las ciudades. Muchos de los hombres que acuden a zonas de ligue periurbanas o rurales, no han tenido la posibilidad de desarrollar su sexualidad de forma adecuada ya que estn en el armario (casados con una mujer o solteros) y residen en pequeas poblaciones en las que sigue habiendo dificultades para vivir plenamente la eleccin sexual. As, estos lugares les permiten la posibilidad de evitar largos desplazamientos a las grandes ciudades para encontrar lo que buscan y ejercer, ocasionalmente, su homosexualidad. Y, junto a esa comodidad, debemos aadir que estos lugares permiten la posibilidad del disimulo. Muy pocos sospechan de alguien que est parado en un rea de descanso de una autova, paseando por un monte o tomando el sol en una playa nudista. Los lugares perifricos son usados, tambin, por muchos chicos jvenes heterosexuales que despus de dejar a la novia en casa, van all para que se los follen, ocasionalmente. Pero una cosa es que se los follen de vez en cuando y otra es que tengan claro que les va el tema. Numerosos heterosexuales viven en esta encrucijada. En definitiva, muchos de los usuarios de estos lugares perifricos son homosexuales que no socializan como gays, sino que utilizan estos espacios para pegar un polvo y largarse inmediatamente.
E-Este trabajo se centrar en la homosexualidad masculina, ya que parece ser que no existen, en nuestro pas, lugares de este tipo que sean usados por mujeres lesbianas. (A lo largo de la investigacin hemos obtenido una sola evidencia que no ha sido contrastada an. Se trata de un lugar que se encuentra por las cercanas de Onteniente (Valencia) pero, como he dicho, no est comprobada la existencia de ningn lugar de encuentro en el mbito rural para lesbianas de las caractersticas de los que aqu estamos analizando).
F-Una clasificacin de las tipologas de territorios, en los que los gays hacemos un uso-otro, uso y disfrute que no siempre es re-conocido por el resto de ciudadanos y ciudadanas, podra ser tan extensa como fluctuante, ya que muchos lugares adquieren esta funcin en determinado momento y la pierden, fundamentalmente, por ampliaciones urbansticas, procesos de rehabilitacin institucionales o decretos municipales. Estos enclaves pueden ser considerados como lugares de resistencia, aunque frgiles y en peligro constante de disipacin. Ante la posibilidad de la desaparicin de un lugar de ligue, slo el flujo que genera la afluencia tozuda puede hacer que permanezcan. Y no tengo la seguridad de que esto sea suficiente ya que nuestro entorno est inmerso en un contexto de homonormalizacin que, junto con las distintas actuaciones de mejora urbana promovidas por las corporaciones municipales, harn difcil conseguir que se mantengan vivos estos lugares, ante una pausada pero insistente estrategia de disolucin de las disidencias.
Por el momento podemos establecer ya una serie de tipologas de lugares en los cuales se producen encuentros sexuales entre hombres en los mbitos que estamos analizando. En un pas con las caractersticas geogrficas como el nuestro, los lugares que ms abundan en los que se puedan encontrar hombres para follar son las playas. Desde Cdiz hasta Gerona, as como las costas del norte de Espaa, podemos ir a cientos de playas en las cuales se da la posibilidad de hacer sexo con otro hombre. Las playas, ms all de ser lugares de ocio usados fundamentalmente en pocas de calor, son lugares en los que se puede follar tanto en verano como en invierno. Pero al hablar de playas debemos distinguir dos espacios distintos. Por una parte la zona de la arena en la que normalmente la gente toma el sol, se mira, se pasea y se entablan conversaciones; o las zonas colindantes, generalmente detrs de las playas, aprovechando la vegetacin, caminos rurales, zonas de acceso, aparcamientos y edificios abandonados, que son elegidas para realizar las prcticas sexuales. Con la llegada de la democracia, empezaron a proliferar playas nudistas, algunas de ellas bien sealizadas por las corporaciones municipales y otras que se encuentran en medio o al final de zonas de playa llamadas familiares. Es en las playas nudistas en las que ms incidencia de ligue se puede encontrar. Aunque en todo tipo de playa, menos en las de las ciudades, al final o detrs siempre podremos encontrar a algunos hombres que pasean por sus dunas o matorrales, y que provocan cierta perplejidad en los no iniciados, que igual se preguntan que hacen esos hombres por esos parajes dando vueltas incesantemente. Lo que se supone que es un paseo por una zona natural que se ha librado del acoso urbanizador no es ni ms ni menos que un trayecto cuyo objetivo es encontrar a alguien para follar entre los pinos, caas o matorrales cercanos. Es cierto que el modelo de playa urbana tambin permite las prcticas sexuales entre hombres, pero siempre por la noche y en los pies de los muros que sostienen el paseo martimo o similar. Ejemplos de ello son la playa de Sitges, la playa de Poniente en Benidorm o la playa del Paseo Martimo de Cdiz.
Los ramales de antiguas carreteras que han quedado en desuso tambin han sido colonizados. Un buen ejemplo es lo que se conoce como el rea de Beneixida en Valencia. En estos lugares se folla, generalmente, entre los rboles si es de da y en los coches si es de noche. Estas zonas suelen estar apartadas de las carreteras con ms circulacin de vehculos y ofrecen discrecin, una condicin que muchos de los usuarios buscan por circunstancias personales, como por el hecho de estar casados con una mujer o de vivir en poblaciones cercanas. Esta tipologa de lugar es muy utilizada, junto con otras, por camioneros homosexuales. Y es porque este tipo de lugares muchas veces tienen reas de descanso con grandes aparcamientos que son muy conocidas por los que, a casusa de su trabajo, tienen que viajar constantemente. A diferencia de las playas, estos lugares se utilizan con ms urgencia. Los usuarios de una playa se detienen ms tiempo en el lugar que los que acuden a las reas de descanso que, al encontrrselas de paso, entran a ver que hay y si no encuentran nada siguen su camino. Un ejemplo de rea de descanso en la que hay una gran afluencia de gente es la de Elche. Se contacta en la zona del aparcamiento y se folla en algn lugar apartado, a la sombra de los pinos. En las reas de servicio de la red nacional de carreteras tambin hay ligue. El modelo es diferente al de las reas de descanso en las que no hay gasolinera o restaurante. Generalmente se liga y se folla en los vteres, ya sean los de la gasolinera o, si los hay, los que estn en la zona de picnic.
Algunos centros comerciales de poblaciones medianas ubicadas lejos de las capitales de provincia, tambin tienen ligue gay. Sobre todo en los vteres. Y por supuesto en las estaciones de tren, de autobuses y en los paseos ajardinados de este tipo de ciudades pequeas. Si el pueblo es costero se puede encontrar ligue en los paseos martimos, casi siempre por la noche.
Un lugar muy utilizado son las construcciones abandonadas. Fbricas, casetas cercanas a las carreteras, chalets en urbanizaciones abandonadas, etc., son monopolizados, junto con los aledaos, para ligar y follar. Estos lugares son muy interesantes. Algunos de una gran dimensin, como la fbrica Plexi en Valencia o la de Yesos Mediterrneo en Beneixida, y otros ms discretos como las casetas de los antiguos peones de carretera del Mirador del Moncayo, en Guardamar. Pero todos son espacios muy concurridos, en los que se puede encontrar gente a todas horas del da y raramente, al menos en su interior, por la noche. Son lugares en los que hay distintas estancias que permiten cierta intimidad y a la vez espacios en los que la gente se lo monta en grupo. Estn llenos de dibujos, generalmente hechos con tiza o carbn, de pollas y escenas de penetracin, junto con anuncios ofreciendo o pidiendo algo que se desea. Hay un eco a escenario de pelcula porno junto con montones de basura, restos de material de construccin derruido, cagadas, papeles sucios y condones usados. Los restos, las ruinas despojadas ya de cualquier funcin son reinventadas sin que, en apariencia, parezca que este cambio se d. Slo es una casa abandonada y su aspecto es perturbador. Cualquiera puede pensar que es un lugar para drogadictos y, sin embargo, es un lugar para el deseo, el morbo y el amor. Con muchos hombres con los que he hablado coinciden en que no saben porqu extraa razn les pone follar en lugares como estos.
Hay espacios donde podramos decir que en ellos coexisten varias tipologas: parajes naturales, como el de la Albufera de Valencia o el Moncayo en Guardamar, tienen zonas de aparcamientos a los que acude mucha gente para ligar y follar all o entre los pinos cercanos. O los aparcamientos de los restaurantes de carretera como en La Font de la Figuera, en el que se puede encontrar un camionero masturbndose en el vter despus de haberse refrescado el rostro y la nuca para paliar el calor de un da de verano en la carretera.
G-Un aspecto que me parece interesante de este tipo de lugares es lo que llamo la bsqueda de la presa, una especie de danza que se realiza, tanto a pie como en coche, y que tiene como finalidad encontrar el rastro de alguien que te guste y con el que se quiere ligar. Al llegar a un lugar cualquiera de estos que he descrito (quizs no casaran muy bien aqu los vteres de centros comerciales o de restaurantes de carretera), vemos como unos van detrs de otros sin cesar. La escena se repite continuamente: llega un coche nuevo y todos los dems empiezan a seguirlo. All donde se detiene el coche nuevo todos los dems se detienen a la espera de cualquier indicio o eleccin. Con los camioneros el asunto se retuerce. Cuando ste aparca y detiene el motor los coches que estn por la zona empiezan una danza circular alrededor del camin con la intencin de ser vistos y la esperanza de ser elegidos. Algunos se detienen a la altura de la cabina y esperan una seal. Pero en general la estrategia se basa en seguir a alguien y dejar que te vaya llevando y atrayendo hacia un rincn, una pequea habitacin en una fbrica abandonada, un conjunto de pinos, detrs de una pared... Estos lugares tienen zonas visibles y otras ms privadas, tanto si estamos en una fbrica abandonada o en un bosque de pinos. El recorrido alterna lo visible y lo invisible. Ms bien va de lo visible como lugar de caza, a la gruta, matorral o habitacin como lugar del orgasmo.
H-Lo pblico y lo privado: el derecho a mirar. Estos espacios se estructuran en zonas a la vista y, a la vez, se van construyendo por el uso, pequeas habitaciones, entre unos matorrales, en un conjunto de rboles que hacen como una cueva, en alguna habitacin de una construccin abandonada, etc., en las que se puede obtener cierta intimidad. Como deca la madame de Shortbus, la pelcula de J ohn Cameron Mitchell mirar tambin es participar, y no estaba exenta de razn. Algunas veces se dan situaciones un poco violentas cuando alguien mira fijamente como dos hombres estn follando entre ellos. Inmediatamente se plantea un viejo dilema que an no hemos solucionado. Si el acto sexual se realiza en un espacio que es pblico, la privacidad de tal acto queda diluida. Cualquiera tiene derecho a mirar. Pero a muchos hombres les molesta ser vistos y a la vez no entienden porqu se tienen que esconder. Por lo tanto espolean al que observa a cajas destempladas. Una actitud que, ms all de las preferencias personales, es sinnimo de una falta de cultura del sexo, que en ciertos mbitos homosexuales es evidente. La ocupacin del lugar es a la vez temporal y alquilada, cualquiera puede acercarse y mirar la escena. Est en su derecho ya que el que mira tambin est re-inventando el acto sexual con su mirada. Por lo tanto la privacidad del encuentro sexual queda diluida o al menos intermediada. Si lo que se busca es privacidad ese no es el lugar apropiado. Pero una cosa es mirar y la otra tocar.
I-Quines usan estos enclaves y cmo, es una de las cuestiones que en este proyecto queremos dar relevancia. Los lugares de encuentro homosexual en el mbito rural son usados, generalmente, por hombres que viven en las zonas limtrofes. Por supuesto que hay excepciones. Hay enclaves a los cuales llega la gente, atrada por lo que all se cuece, desde lugares alejados unos cien kilmetros. Pero los usuarios de las cercanas, se evitan los trayectos que los gay estamos obligados a hacer para buscar sexo si no vives en una gran ciudad; hombres homosexuales que, o bien estn casados con mujeres o no han hecho pblica su orientacin sexual; hombres mayores que ya estn fuera de los circuitos de ocio urbano colonizados por gente joven y en los que las viejas son vistos y recibidos con desprecio; hombres que los usan porque son lugares menos visibles y, por lo tanto, pueden pegar un polvo fuera de la pareja, con menos posibilidades de que sta se entere; hombres a los que les gustan estos lugares, y los prefieren a los bares o discotecas; homosexuales que no usan, de forma consciente, los circuitos comerciales gays. As pues, estos lugares ofrecen la posibilidad de socializar y de tener un encuentro sexual a muchas personas que, por distintas circunstancias, tendran grandes dificultades para desarrollarse sexualmente. Tenemos un espacio dado o heredado, ya convertido en lugar con anterioridad. Este lugar, en el caso de la cantera de la Punta de NAmer en Mallorca o de la fbrica Plexi en Valencia han perdido su funcin, su sentido inicial, ya no est sujeto a su funcionalidad genrica. Estos lugares abandonados son reutilizados para el ejercicio del orgasmo. Por lo tanto re-hacemos los lugares. Un tnel subterrneo cuya funcin era transportar materiales de una parte de la fbrica a otra se convierte en un cuarto oscuro en medio de un bosque. Un almacn y sus diferentes estancias ofrecen la posibilidad de tener un encuentro casi privado. Y todo eso hemos sabido apropirnoslo con gran habilidad.
Por otra parte, la manera en que se usan difiere de unas tipologas de lugar a otras, pero podemos establecer algunas cuestiones que se repiten:
-La inmediatez, lo que sucede en seguida, sin tardanza. La facilidad y la rapidez con la que se encuentra y consume una relacin sexual. Desde luego esto no es patrimonio de los lugares de encuentro en el mbito rural, tambin ocurre en los bares de sexo, en un parque de la ciudad o en un vter de un centro comercial. Pero no tanto en los bares y las discotecas gays a los que no slo se va a follar sino tambin a mirar y ser visto. No quiero decir con ello que estos lugares nicamente sean utilizados para follar. Mucha gente se ha conocido y se han forjado amistades y relaciones de pareja. Pero al no existir un horario de apertura y al entender todos qu uso tiene ese lugar, la premura es una condicin inherente. Pero no slo por estos aspectos. Muchos hombres se escapan de sus vidas heterocentradas para pegar un polvo a una zona de cruising. Lo hacen rpido y vuelven en seguida a su normalidad. -La importancia del coche, no slo para llegar hasta all, sino para ligar. Coche y conductor forman una unidad indisoluble hasta el momento en que bajas y te muestras (desnudas) delante de los dems conductores. El coche sirve para seguir al otro y tambin como habitacin para intercambiar placeres. -La posibilidad del disimulo. En estos lugares se puede ocultar lo que se siente, se sabe o se hace. Sobre todo en aquellos que estn ms a la vista. Muy pocos sospechan de un hombre de 64 aos que est paseando por las dunas de una playa como la de la Malvarrosa en Sagunto. Este hombre, con su accin, se apropia de los distintos usos del lugar y luego se decide por el que quiere. Uno puede estar paseando por las dunas y si es pillado siempre puede decir que est paseando por las dunas. -La intimidad tambin se puede encontrar en este tipo de lugares. De hecho en todos los que he documentado he encontrado zonas que llamo habitaciones que estn escondidas o fuera de las rutas ms transitadas. Es bastante habitual ligar en la plaza, es decir en un lugar visible e iniciar un trayecto, en silencio, uno detrs del otro, hacia una zona ms alejada. -Otros prefieren realizar sus actividades sexuales de forma que inciten a la participacin de los dems. Por lo tanto no buscan zonas apartadas o discretas para follar sino que utilizan espacios transitados, que en muchos lugares suelen ser siempre los mismos, en los que poco a poco van llegando nuevos participantes que se suman a una especie de orga buclica. Todo el mundo es bienvenido siempre que no quiera acapararlo todo y participe como uno ms. -La espera es una caracterstica intrnseca a estos lugares. La realizacin de trayectos y paseos continuos es su manifestacin ms evidente. Dependiendo de la paciencia y del rato de que se dispone se est ms o menos tiempo en el lugar. -Utilizar el lugar para ser observado. A algunos les gusta ser observados y pronto lo manifiestan con un gesto de rechazo cuando alguien se acerca e intenta tocar a alguno de los dos. Sin embargo no les molesta que los miren, pero no quieren que nadie participe en el juego sexual. -La bsqueda y la eleccin. Buscar y elegir es una de las tareas que se hacen en estos lugares. Implica paciencia y suerte. -El desprecio por el espacio, la suciedad. No nos caracterizamos por ser muy respetuosos con el medio ambiente en el que follamos. En la gran mayora de lugares que he documentado hay cientos de pauelos de papel y de condones usados y sus fundas tirados por el suelo. Ante la evidencia de que no hay papeleras en estos lugares no optamos por llevarnos con nosotros los restos de nuestra relacin sexual y acabamos por tirarlos all mismo. Al tratarse de lugares apartados y no sujetos a la limpieza que realizan los municipios, algunos de estos sitios estn repletos de inmundicia. -La tozudez. Estos lugares han ido construyndose por el uso reiterado, insistente, tenaz y obstinado de muchos gays que, no pudiendo manifestar cotidianamente nuestra afectividad y sexualidad por haber estado obligados a negarnos en el espacio social, hemos tenido que re-inventar estos lugares para que nos permitieran la posibilidad de encontrarnos, socializar y follar. J-El carcter ocasional de estos lugares es evidente, pero esta ocasionalidad tiene una temporalidad de larga duracin. La mayora de lugares que he documentado llevan ya bastante tiempo funcionando, pero muchos de ellos estn sujetos a varios usos que se superponen. Aunque no todas las zonas de cruising funcionan de la misma manera. Cuando un hombre gay acude a un lugar de ligue, ejecuta una representacin basada en los cdigos habituales de comportamiento en estos lugares: pasea, se sienta en un banco, toma algo si hay un chiringuito, pero atento continuamente a los gestos- semilla que otros gays van esparciendo en este espacio. Nada nos diferencia de muchos de los rboles que encontramos en estos lugares, como los arces, que producen un tipo de semilla que tiene alas para que vuelen lejos. A travs de un conocimiento de los cdigos de comunicacin y, sobre todo, a travs de la mirada, se establecer el contacto y, aquello que parece un encuentro casual en un lugar pblico, a la luz de los no entendidos, es en realidad el umbral para pegar un polvo y/o establecer una relacin del tipo que sea. En otros lugares se ha establecido un doble uso, marcado por el da y la noche. La vida diurna, fuera de los barrios gays y fuera de los lugares de ligue, es el escenario de las relaciones heteronormativas, aqullas que afectan al mundo laboral, familiar. Por el contrario, la noche introduce la variable ldico-sexual y todos aquellos aspectos que no son propios del ambiente familiar.
Hay gente que usa el espacio pblico de forma que se sujetan a todas las reglas y convenciones que diariamente se repiten para mantener un orden basado en las relaciones de poder. Estas normas estn presentes en muchos lugares en forma de carteles que indican qu es lo que est permitido hacer y qu no. Los usos-otros que algunos espacios acogen no tienen sealtica oficial. Esta gramtica cultural queda dinamitada al caer la tarde. Una playa, que durante el da es utilizada para tomar el sol o darse un bao, por la noche es regada con cientos de gotas de semen. Al caer la tarde, van desapareciendo los usuarios diurnos del lugar y llegan hombres que pasean solos, se apoyan en un rbol esperando que la posibilidad del encuentro se produzca. La fisicidad de un lugar es permanente desde su constitucin como tal, y los usos van cambiando segn los flujos humanos que, aunque parecen realizados de una forma natural, siempre estn condicionados por decretos, directrices invisibles y obstinaciones.
K-Muchos de estos lugares estn en vas de desaparicin. Las causas de esa desaparicin son fundamentalmente dos. Por una parte los procesos inmobiliarios, generalmente en las playas, que al acercar las urbanizaciones a estas reas vrgenes hacen que el ligue se desplace o desaparezca. En muchos casos las actuaciones de mejora del espacio urbano o de los espacios litorales degradados, es decir abandonados hasta ahora, estn haciendo desaparecer lugares de encuentro sexual entre hombres. El caso de la playa nudista de Pinedo, menos conocida como la playa de lAbre del Gos, es un caso en el que vale la pena detenerse. Se trata de una zona en la que hay una gran afluencia de ligue, tanto en verano como en invierno. Varios son los espacios en los que se puede encontrar sexo por aquellos lares: entre las dunas de la playa, en la fbrica abandonada y en los aparcamientos que estn a la entrada de la playa. Los planes de construccin del paseo martimo de Pinedo-Saler, la construccin de un carril bici que une Pinedo con el Saler y la compra por parte del Ministerio de Medio Ambiente de la fbrica Plexi para su demolicin son, entre otras, algunas de las intervenciones que podrn conseguir que se supriman estas zonas de uso homosexual. Y esto en los lugares de costa es imparable. Hay ejemplos, tambin, en la provincia de Alicante que apuntan hacia lo mismo. La urbanizacin es la estrategia ms contundente para la demolicin de estos espacios homoerticos. Pero, en algunas ocasiones hay momentos de resistencia. Cada vez que se cerraban las verjas de entrada a la fbrica Plexi, alguien, algunos, las rompan, abran o hacan boquetes entre las rejillas metlicas para poder seguir entrando, para poder perderse entre las mltiples estancias de la fbrica y follar tranquilos. Pero, si bien es cierto que esta fbrica es todo un atentado ecolgico y es razonable que desaparezca, despareciendo con ello un lugar de ligue, es ms grave lo que est pasando en la zona de las caas que se encuentra al lado de los aparcamientos de la playa. J usto all mismo y atravesndola, se ha construido un carril bici. La afluencia de visitantes y usuarios del nuevo parque martimo, turistas y paseantes heterosexuales s que es un motivo suficiente para que este lugar deje de usarse como hasta ahora y se infecte de nuevos usos. Un lugar que de da era utilizado para follar, ahora slo podr serlo por la noche, cuando los ciclistas, los paseantes y los turistas heterosexuales estn descansando en sus casas. Pero hay otro factor que puede hacer que desaparezcan los lugares de ligue en los espacios pblicos y que no tiene que ver con la normalizacin social sino con el cada da mayor acceso a la Red. A travs de Internet, la zona de cruising est al alcance de cualquiera sin moverse de su casa. Puedes escoger a un to para follar mirando perfiles de las mltiples webs temticas, contactar, chatear por el Messenger y si la cosa surge, quedar despus para pegarte un polvo. El espacio fsico desaparece y el tiempo se encoge. En un clic, y sin tener que desplazarse, podemos tener a un to en nuestra casa o hacernos una paja a travs de la webcam.