Libros Caligula PDF
Libros Caligula PDF
Libros Caligula PDF
195-210
RESUMEN
ABSTRACT
PALABRAS CLAVE:
Bibliotecas pblicas, libros, bibliopolae,
Roma, Calgula.
KEYWORDS:
Public libraries, books, bibliopolae, Rome,
Caligula.
1. BIBLIOTECAS
Tras la intensa y febril actividad constructiva de Augusto en todos los rdenes,
no parece que sus inmediatos sucesores Tiberio y Calgula la continuaran con la
misma energa, sobre todo el primero, puesto que Cayo, dado su corto gobierno al
frente del imperio, no tuvo demasiado tiempo para desarrollar todos los proyectos
que las fuentes le asignan en los ms diversos rdenes1. Entre las construcciones
que Suetonio menciona2 como pertenecientes a este emperador no se encuentra,
al parecer ninguna biblioteca pblica: iniciacin de un acueducto y un anfiteatro en
195
196
retur; nunc ista conquisita, cum imaginibus suis discripta, sacrorum opera ingeniosum in speciem et cultum parietum comparantur10 y sigue arremetiendo:
Non fuit elegantia illud aut cura, sed studiosa luxuria, immo ne studiosa quidem,
quoniam non in studium, sed in spectaculum comparaverant, sicut plerisque ignoris etiam puerilium litterarum libri non studiorum instrumenta, sed cenationum
ornamenta.11.
Segn se desprende de lo que acabamos de ver, Cayo pudo haber formado bibliotecas particulares con aquellos libros que le pudieran interesar pero no pblicas,
bien por la brevedad de su principado o bien porque realmente no era necesario en
ese momento construir ninguna nueva, bastando con las existentes, lo cual era un
sntoma de la mesura con la que estaba llevando a cabo su tarea de gobierno.
Esta actuacin es confirmada por su sucesor Claudio, a pesar de su clara inclinacin hacia el estudio y la erudicin, lo cual deba disponerle de forma natural a la
creacin de una gran biblioteca. Conocemos por Suetonio algunas de las obras por
l escritas12, empezando por las histricas que bajo el consejo de Tito Livio redact
sobre los sucesos acaecidos despus del asesinato de Csar en duo volumina,
luego la poca que se inici posteriormente a la guerra civil en uno et qudraginta
(volumina); adems de estos escribi una autobiografa en octo volumina, una defensa de Cicern titulada Ciceronis defensionem adversus Asinii Galli libros13 y una
obra justificando la existencia de tres letras que haba inventado. Por otra parte,
tambin dominaba el griego y en esta lengua escribi veinte libros dedicados a los
etruscos y ocho a los cartagineses.
De cualquier forma, si no nos queda constancia de construcciones para bibliotecas en la propia Roma, Claudio s demostr inters por el complejo de Alejandra, al cual aadi un nuevo museo con su biblioteca, cosa que no intent ni siquiera Calgula a pesar de todo su inters por esta ciudad.
Si nos remontamos hasta la poca de Julio Csar, podemos ver que tanto l
como Augusto y Tiberio tuvieron inquietudes intelectuales de diversa ndole, lo cual
pudo influir en la construccin de las primeras bibliotecas pblicas, inexistentes
hasta ese momento, entre otro de tipo de motivaciones como el evergetismo. Julio
Csar, quien adems de sus comentarios escribi otras obras, como testimonia
Suetonio14: Feruntur et a puero et ab adulescentulo quodam scripta, ut Laudes
Herculis, tragoedia Oedipus, item Dicta collectanea, se dispuso a abrir al pblico bibliotecas griegas y latinas15, pensando para este ltimo proyecto en Marco
Varrn para que se encargara de la compra de los libros as como de su clasifica10
197
cin, hacia los aos 47-46 a.C.16 Su asesinato en marzo de 44 interrumpi el desarrollo de la biblioteca hasta que en el ao 39, uno de sus seguidores, el ya mencionado Asinio Polin, abriera una biblioteca, la primera de carcter pblico, situada
en el foro y dividida en una seccin griega y en una seccin latina como haba ya
planeado Csar17.
Tras la finalizacin de las guerras civiles, una consecuencia ms o menos inmediata debi ser la elevacin del nivel de vida, lo cual siempre supone disponer
de ms recursos y ms tiempo dedicados a la cultura; por ello, no es extraar el
auge experimentado por los programas tanto de reconstruccin como de nuevas
construcciones que Augusto se aplic a acometer. Por otra parte, este prncipe,
cuya asombrosa talla poltica se dej sentir fuertemente a lo largo de los gobiernos
de sus sucesores, fue tambin autor de diversas obras que enumera Suetonio18:
unas en prosa como Rescripto Bruto de Catone, Hortationes ad philosophiam o De
vita sua; otras en verso como Sicilia; paralelamente tuvo renombrados maestros a
su disposicin como Apolodoro, fundador de una escuela de retrica, Atenodoro de
Tarso, Areius o Xenarco19, todo lo cual no dejara de influirle en sus inquietudes intelectuales. Quiz fruto de ellas, de su programa evergtico y posiblemente de la
relacin con autores coetneos de gran fama, result la fundacin de dos bibliotecas pblicas. La primera en el Palatino en las cercanas de su propia casa, en el
templo de Apolo, con motivo de la commemoracin de la batalla de Actium20. La
inauguracin se produjo al parecer en octubre del ao 28 a.C. y el resultado fue
una biblioteca geminada, es decir, con una seccin griega y otra latina en dos salas separadas21. Esta biblioteca parece que tuvo usos polivalentes como ser el lugar de reunin del senado o de recepcin de embajadores entre otros.
16
Varrn haba sido amigo de Pompeyo, ocupando en aquel tiempo diversos cargos en la administracin romana como el tribunado de la plebe o la pretura; haba formado parte tambin de una comisin que haba estado encargada de realizar repartos de tierras. Finalmente, fue legado de Pompeyo
en la guerra contra los piratas y luego en Hispania Ulterior. Retirado de la poltica, fue cuando recibi el
encargo de Csar. Su reputacin intelectual era tal que Plinio, Naturalis Historia, VII.xxx.115 escribi M.
Varronis in bibliotheca, quae prima in orbe Asinio Pollione ex manubiis publicata Romae est, unius viventis posita imago est (...). escribi una obra titulada de bibliothecis, quiz dedicada al propio Csar,
vid.: Boissier, G.: Etude sur la vie et les ouvrages de M. T. Varrn, Pars, 1986.
17
Zecchini, G.: Asinio Pollione: Dallattivit politica alla riflessione storiografica, ANRW, 30.2
(1982), pp. 1265-1296; Andre, J.: La vie et loeuvre dAsinius Pollion, Paris, 1949; Bosworth, A.B.:
Asinio Pollio and Augusto, Historia, 21 (1972), pp.441-473; DIX, T.K.: Private and public libraries at
Rome in the first century B.C.: a preliminary study in the history of roman libraries, Michigan:UMI,
1994. The location which best fits the available evidence is on the northwest slope of the Arx at the top
of the clivus Argentarius, in an area later occupied by the Forum of Trajan and the rebuilding of the Forum
Iulium, p. 201 .
18
Suetonio, Augusto, 89.3.
19
Parker, E.R.: The education of heirs in the julio-claudian family, American Journal of Philology,
67 (1946), pp. 29-50, esp., pp. 32-33.
20
Suetonio, 29.3. Templum Apollinis in ea parte Palatinae domus excitavit (...); addidit porticus cum
bibliotheca Latina Graecaque (...).
21
Castagnoli, F.: Sulla biblioteca del tempio di Apollo Palatino, en Atti della Accademia Nazionale
dei Lincei, IV.5-6 (1949), pp. 380-382 La biblioteca del porticus ad apollinis ancora conservata in parte,
nella ricostruzione flavia, ed anche delineata in un frammento della Forma Urbis Severiana (...). Che la ricostruzione flavia seguisse il precedente augusteo e molto probabili al meno per lubicazione e la proporzioni generali. Essa costituita da due spaziose aule, che si aprivano direttamente sul portico (...), p. 381.
198
22
Richardson, L.: The evolution of the Porticus Octaviae, American Journal of Archaelogy, 80.1
(1976), pp. 57-64. Empleados de la biblioteca fueron enterrados en la tumba de la hija de Octavia, Marcela. Plinio, Naturalis Historia, xxxix.31, llama a este complejo Octavia opera.
23
Vitrubio recomienda ubicarlas hacia Oriente, 6,4,1: (...) cubicula et bibliothecae ad orientem
spectare debent; usus enim matutinum postulat lumen, item in bibliothecis libri nos putrescent. Nam quaequmque ad meridiem et occidentem spectant, ab tiniis et umore libri vitiantur, quod venti umidi advenientes procreant eas et alumnt infundentesque umidos spiritus pallare volumina corrumpunt.
24
Suetonio, Domiciano, 20,1: (...) quanquam bibliothecas incendio obsumptos impensissime reparare curasset, exemplaribus undique petitis missisque Alexandream qui describerent emendarentque.
25
Casson, L.: Libraries in the Ancient World, p. 84 Lipsio menciona que Galeno en el Libro I de la
obra De compositione medicamentorum recoge que Tiberio dispona de una biblioteca en su palacio en
la parte que daba a la Va Sacra.
26
Plinio, Naturalis Historia, xxxiv.xviii.43: Videmus certe Tuscanicum Apollinem in bibliotheca
templi Augusti quincuaginta pedum a pollice, Aulio Gelio, Noches Aticas, 13,20.1 (...) a domus Tiberianae bibliotheca.
27
Suetonio, Tiberio, 44.2. Euforin pertenece al siglo III a.C., Riano de Creta fue contemporneo del
anterior y Partenio de Nicea era de la poca de Augusto. Haba sido maestro de Virgilio y cultivador de la
poesa ertica.
199
28
CIL 10.1739; Rodrguez Valcarcel, Jos A.: Procurator Bibliothecae Augusti: Los bibliotecarios del emperador en los inicios de las bibliotecas pblicas en Roma, Anales de Documentacin, 7 (2004), pp. 231-239.
29
Suetonio, Csar, 56.7 (...) Pompeium Macrum, cui ordinandas bibliothecis delegaverat (...).
30
Suetonio, XXI.1 C. Melissus, Spoleti natus ingenuus (...) y XXI.3 Quo delegante curam ordinandarum bibliothecarum.
31
Ibid. XX.1.
32
Ibid. XX.2 Praefuit Palatinae bibliothecae (...) fuitque familiarissimus Ovidio poetae et Clodio Licino consulari historico (...).
33
Van Buren, A.W.: News letter from Rome, American Journal of Archaelogy, LXIII (1959), pp.
383-394. Su lpida sepulcral es reproducida por este autor y dice: D(is) M(anibus)/Ti(berio) Iulio, Zoili
f(ilio), F(abia tribu), Pappo,/ comit(i) Ti(beris) Caesaris Aug(usti), idemq(ue)/supr(a) bybliothecas omnes
Augustorum/ab Ti(berio) Caesare usque ad Ti(berium)/Claudium Caesarem./Per Ti(berium) Iulium Niconem hered(em)/in parte quarta e Iulia(m) Fortun(atam)., p.384.
34
Tenemos el caso de L. Vestinus quien fue designado por Vespasiano para dirigir los trabajos de
reconstruccin del Capitolio, vid. Tcito, Historias, IV.53.
35
CIL. 6.4431; Brunt, P.A.: Free labour and public works at Rome, Journal of Roman Studies, 70
(1980), pp. 81-98 (...) we may suppose that similar functions were discharged by the various curators
and other offcials concerned with public and sacred buildings (...), p. 85.
200
A BYBLIOTHECE
LATINA PORTICVS
OCTAVIAE
VILICVS
Otros se dedicaran a colocar los rollos, a copiarlos y restaurar los ms deteriorados en cada una de las secciones, latina o griega, en las cuales trabajaban en
funcin de su especializacin36, denominados a bibliothecis:
ALEXANDER C CAE
SARIS AVG GERMANICI SER
PYLAEMENIANVS AB BYBLI
OTHECE GRAECA TEMPLI APOLLI
NIS VIX ANNIS XXX
Poco o nada sabemos sobre la organizacin de los fondos en estas bibliotecas,
aunque es posible que utilizaran el sistema que invent Calmaco para la de Alejandra, es decir, dividiendo los autores entre las categoras de prosa y poesa;
dentro de sta incluira a los poetas dramticos, los de comedia, los lricos y los
picos. Luego estaran, por otra parte, los prosistas, divididos en filsofos, oradores e historiadores. Sus Pnakes o tablas de autores se organizaban por orden alfabtico, contando con una pequea biografa y la lista de las obras igualmente alfabtica. Los volmenes se colocaban en los armaria, en posicin horizontal y con
un titulus que permita conocer al autor y la obra, la cual estara localizada en un
nmero de armarium determinado37.
En cuanto a los fondos propiamente dichos, las colecciones, divididas en autores griegos y latinos, dispondran de copias de Homero, Eurpides o Menandro
as como de Ennio, Plauto o Virgilio, adems de obras de filsofos, historiadores
como Livio38 y de otros que trataron temas de carcter tcnico como Columela, tanto antiguos como modernos39. Por lo que respecta a la adquisicin de estos fondos,
posiblemente algunos se obtuvieran de los bibliopolae de la ciudad de Roma, por
donaciones de los propios autores o procedentes de bibliotecas privadas o de confiscaciones como pudo suceder con la de Varrn, confiscada por M. Antonio, la de
Lculo, Sila o Atico.
En relacin con los autores y las bibliotecas, es de destacar la funcin poltica de stas, ya que los escritores que eran anatematizados con condenas polticas o literarias sufran una especie de damnatio memoriae, lo cual implicaba tambin un control cultural por parte del rgimen, como demuestra la orden dada por
36
CIL, 6.5188.
F. Vopisco en la Historia Augusta, vida de Tcito, 8.1 escriba que (...) habet in bibliotheca Ulpia
in armario sexto librum elephantinum in quo hoc in quo senatus consultum (...).
38
Marcial, 12.190 (...) pellibus exiguis ortatur Livius ingens/quem mea non totum bibliotheca capit.
39
Ovidio, Tristia, III.1.63-64. Quaque viri docto veteres cepere novique/pectore lecturis inscipienda patent.
37
201
Augusto a Pompeyo Macer para que no estuvieran accesibles al pblico unos trabajos de juventud de Julio Csar40. En este mismo caso nos encontraramos con el
proyecto de Calgula de hacer retirar de las bibliotecas las obras de Virgilio y Tito
Livio41 o con el ejemplo de Ovidio, quien en los Tristia se dirige a Julio Higinio para
que sus obras fueran rehabilitadas ya que Est fuga dicta mihi, non est fuga dicta
libellis42, encomendndole el que se encuentra escribiendo43.
Un problema es el grado de accesibilidad que estas bibliotecas pblicas tenan, si realizaban prstamos o no, es decir, si estaban abiertas a todo el mundo o
bien nicamente a unos cuantos amigos y clientes del emperador as como para su
uso por l mismo como depsito de la memoria cultural colectiva del estado, ya
que si este fuera el caso la repercusin de la damnatio sera mnima. Bien es cierto que la quema de libros de un autor determinado se produca por orden del senado, lo cual le confera una oficialidad extensible, posiblemente, a todos los mbitos, pblicos y privados.
2. LIBROS
Sin entrar en la descripcin de las caractersticas fsicas del libro entre los romanos, vamos a centrarnos en su difusin y circulacin, ya que es el aspecto que
se relaciona directamente con el asunto de la reaparicin en poca de Calgula de
las obras de varios autores prohibidos aos atrs, as como con las crticas literarias que efectuaba hacia las obras de otros autores, lo cual para escritores como
Suetonio era un sntoma de locura, punto de vista, en mi opinin, un tanto partidista
y tendencioso.
En la Roma republicana la publicacin inicial de los libros se realizaba a travs
de las copias de los manuscritos originales44 y de aqu pasaban de mano en
mano. Posteriormente, ya en los comienzos del imperio se realizaban de manera
oral, organizando lecturas pblicas y en muchas ocasiones privadas delante de
amigos o compaeros literatos. Parece ser que el primero en organizar estas lecturas fue Polin45, aunque no sera del todo exacto puesto que las recitaciones
eran ya conocidas entre los romanos y lo que innov fue posiblemente la distribucin de invitaciones entre todos aquellos que tuvieran inters en asistir a las lecturas en el Atrium Libertatis, lo cual era tambin bastante habitual en el mundo helenstico. Algo ms tarde Virgilio y Horacio eran aclamados por las suyas e,
40
Suetonio, Csar, 56; vid. Marshall, A.J.: Library resources and creative writing at Rome,
Phoenix, xxx.3 (1976), pp. 252-264.
41
Suetonio, Caligula, 34.2 (...) ex omnibus bibliothecis amoveret.
42
Ovidio, Tristia, III.9.
43
Ovidio, Tristia, III.14.49 Crede mihi, timeo ne sint inmisxta latinis/Inque meis scriptis Pontica verba legos/Qualemcumque igitur venia dignare libellum, /Sortis et excusa condicione meae.
44
Dilke, O.A.W.: Roman books and their impact, Leeds, 1977, pp. 19-20.
45
Sneca el viejo, Controversiae IV. Praefatio 2. (...) primus omnium Romanorum advocatis hominibus scripta sua recitavit, vid. Dalzell, A.: C. Asinius Pollio and the Early History of public recitation
at Rome, Hermathena, lxxxvi (1955), pp. 20-29.
202
46
203
de los que Sneca se queja: Quid habes cur ignoscos homini armaria e citro atque ebore captanti (...)50. El incremento de estos comercios era natural tras la pacificacin que supuso el final de las guerras civiles y el previsible aumento general
del nivel de vida que hizo que Roma se convirtiera en un polo de atraccin para
maestros, estudiantes y autores de todas las clases y condiciones as como para la
formacin de bibliotecas privadas y la gran compra de libros por particulares,
como sigue escribiendo Sneca: (...) corpora conquirenti aut ignotorum auctorum
aut improbatorum et inter tot milia librorum oscitanti, cui voluminum suorum frontes
maxime placent titulique?51, o bien, Studiorum quoque qua liberalissima impensa est, tandius rationem habet quamdiu modum. Quo innumerabilis libros et bibliothecas, quorum dominus, vix tota vita indices perlegit?52.
Conocemos los nombres de otros editores y libreros de Roma, algunos de los
cuales estaban especializados en literatura corriente, otros en libros antiguos o en
determinados autores. Horacio escribe en una de sus epstolas: Votumnum Ianumque, liber spectore videris/scilicet ut prostes Sosiorum pumice mundus53 o en
De arte poetica: (...) hic meret aera liber Sosiis hic et more transit/et longum
noto scriptori prorogat aevum54, Sneca nombra a un tal Doro: Libros decimus
esse Ciceronis; eosdem Dorus librarius suos vocat, et utrumque verum est; alter
illos tamquam auctor sibi, alter tamquam emptor adserit; ac recte utriusque dicuntur esse, utriusque enim sunt, sed non eoden modo. Sic potest Titus Livius a
Doro accipere aut emere libros suos55.
Con tal cantidad de libreros, copistas, compradores y copias en circulacin no
hubiera sido difcil recuperar obras que hubieran desaparecido o hubieran sido
prohibidas como es el caso de las de Aulo Cremucio Cordo, Tito Labieno y Casio
Severo, autorizadas de nuevo con Calgula56. Con la instauracin de rgimen imperial por parte de Augusto, se dio lugar a la divisin entre algunos escritores partidarios del rgimen y que incluso forjaron una imagen a medida para Octavio como
fue el caso de Horacio, Virgilio u Ovidio, y aqullos que se refugiaron en posiciones
republicanas opuestas a la desaparicin de la libertas57 y en torno a crculos ms
50
204
58
Brunt, P.A.: Stoicism and the principate, Papers of the British School at Rome, XXXI (1975), pp.
6-35 It was under Gaius, Nero, Vespasian and Domitian that stoics certainly suffered persecution
(...), p. 9.
59
Sneca el viejo, Controversiae X.4.17.
60
Ibid. Praefatio. 8 Quanta in illis libertas fuit quam etiam Labienus extimuit Cassi Severi, hominis Labieno invisissimi, belle urebantur: nunc me, inquit vivum uri oportet, qui illos edidici. Monstrabo bellum vobis libellum quem a Gallione vestro petatis. Recitavit rescriptum Labieno pro Bethyllo Maecenatis,
in quo suspicietis adulescentiis animum illos dentes mordentum provocatis.
61
Tcito, Annales. IV.21; Rostagni, A.: Storia della letteratura latina, II. Parte Prima: da Augusto a
Nerone. Torino: Unione tipografica-Editrice Torinese, 1964, pp. 414-418.
62
Kleberg, T.: Comercio librario.... p. 97; Cramer, F.: Book burning and censorship in Ancient
Rome, Journal of the History of Ideas, 1945.
63
Tcito, Agricola.2.1.
64
C, M.: Il processo di Cremuzio Cordo, en Atene e Roma, IV.35 (1901), pp. 362-382.
65
Tcito, Annales, IV.xxxiv. Cornelio Cosso Asinio Agripa consulibus Cremutius Cordus postulator, novo ac tunc primum auditio crimine, quod editis annalibus laudatoque M. Bruto C. Cassium Romanorum ultimum dixisset. Canfora, L.; Roncalli, R.: Autori e testi della letteratura latina, Roma-Bari: Laterza, 1993, pp. 718-719.
66
Tcito, Annales, IV.xxxv.
67
Sneca, Ad Marciam de Consolatione, 13.3.
205
aquellos pasajes comprometedores o bien que lo hubieran sido despus y ah el permiso para que reaparecieran, pero es bastante difcil que procedentes de bibliotecas privadas, sus posesores pudieran declarar que haban guardado libros prohibidos por el
emperador y el senado. Otras posibilidades para recuperar estos libros quiz deberamos buscarlas en la gran biblioteca de Alejandra.
Esta biblioteca fue, desde sus orgenes, una biblioteca griega, de modo que es
probable que la prctica totalidad de los fondos estuvieran en griego y procedieran
de autores griegos tambin68, aunque figuraran obras de historiadores no griegos,
traducidos a esta lengua e incluso obras originales en latn69, dado el bilingismo
imperante entre las clases cultas usuarias potenciales de estas primeras bibliotecas
pblicas. Aqu encontramos la razn de que Domiciano enviara copistas70 para restaurar las obras perdidas en los incendios de las bibliotecas de Roma y no existe
motivo alguno para pensar que las obras que Calgula haba autorizado a buscar y
poner en circulacin, no estuvieran en Alejandra, desplazando as a personal bibliotecario para realizar las copias.
Si Cayo tena inters en que (...) ut facta quoque posteris traduntur, es decir,
por la memoria histrica, no era menor el que demostraba por obras de los ms variados gneros literarios como la filosofa o la poesa y no slo por las piezas oratorias, en contra de lo que Suetonio afirma: Ex disciplinis liberalibus minimum eruditioni, eloquentiae plurimum attendit(...)71. Ello se demuestra no slo por la
recuperacin de las obras histricas anteriores sino tambin por sus opiniones crticas efectuadas hacia autores de gran prestigio: Virgilio, Titio Livio, Homero y Sneca, muchos de las cuales fueron tambin compartidas por otros autores contemporneos de los mismos escritores o posteriores. Escribe Suetonio: Sed et
Vergilii ac Titi Livi scripta et imgenes paulum afuit quien ex omnibus bibliothecis
amoveret, quorum alterum ut nullius ingenii minimaeque doctrinae, alterum ut verbosum in historia neglegentemque carpebat72. Con respecto a Virgilio, Cayo le reprochaba su falta de ingenio y erudicin y el propio Suetonio en su De viris illustribus, en la vida de Virgilio enumera a los detractores de Virgilio73 como Numitorio
que escribi unas Antibuclicas, Corvilio Pictor un libro contra la Eneida, titulado
Aeneomastix, Herennio que recogi en otra obra todos sus defectos, Parelio Fausto sus plagios o Avito, quien en ocho volmenes de omoiotetes, que contenan todos los versos que Virgilio haba copiado de otros autores, proporcionando su procedencia. Como hemos visto la lista es extensa74. Por lo que se refiere a Tito Livio,
68
206
207
menos, lo que se deba o no leer. Calgula en el texto de Suetonio parece estar defendindose de las crticas que se le pudieron efectuar ante su proyecto y su
postura podra responder, por tanto, a un deseo de intervencin en la cultura de las
gentes de Roma, en funcin de esa crtica literaria como la que si realiza a los escritos de Sneca, los cuales no quiere prohibir ni retirar de las bibiotecas, las
cuales hay que suponer que en ellas estaban.
En efecto, Sneca se llev, si cabe, algunas de las peores crticas de Calgula,
como escribe Suetonio: (...) comptiusque scribendi genus adeo contemnens, ut Senecam tum maxime placentem commissiones meras componere et harenam sine
calce, diceret82. Posiblemente no podra ser de otro modo, si tomamos en consideracin las obras que, antes del asesinato del princeps en 41 d.C., haba escrito o
publicado aqul83. Tenemos noticias de que haba escrito hacia el ao 25 dos obras
que no se conservan tituladas De situ et sacris Aegypti y De situ Indiae; hacia el ao
31 y siguientes De lapidum natura, De piscium natura y De motu terrarum que tampoco han llegado hasta nuestros das. Hacia los aos 39-40, se data Ad Marciam
consolatione y del 41 De ira, pero las dems obras son posteriores a la muerte de
Cayo como las cartas a Lucilio, las tragedias, los dilogos, etc., de modo que las conocidas por Cayo al ser las primeras obras no tendran la misma calidad que las posteriores. Desde esta perspectiva s podemos admitir la mera crtica literaria, puesto
que aunque hubiera existido un trasfondo de oposicin hacia el estoicismo del cual
Sneca era una buena muestra, con su crtica hacia la tirana pero no del sistema
implantado por Augusto, el cual se reconoca legitimado en la familia de los Csares84, abogando por una monarqua justa85 y de naturaleza clemente como mejor organizacin para el estado. Estas ltimas virtudes deban asimilarse al dominio de
uno mismo cuando se tiene la potestad de castigar y de imponer castigos. En definitiva, si en Sneca puede existir una oposicin a un gobierno como el que Calgula
pareca estar desarrollando a travs de sus escritos, en la actitud del prncipe no parece haber nada ms que la expresin de una opinin sobre sus escritos. Recordemos en este punto el permiso que dio Cayo para que circularan obras de otros estoicos, conducta que no puede tacharse de arbitraria o irracional.
Hemos visto, pues, como en dos aspectos tan relacionados con el mundo
cultural como son las bibliotecas y el libro, las actitudes de Calgula no fueron en
modo alguno el resultado de las manas de un loco o de un incremento paulatino
de la tirana del rgimen, no estando tampoco fuera de lo que haba sido el comportamiento habitual de sus antecesores, todo lo cual puede constituir un punto de
apoyo para tratar de que el resto de los acontecimientos que le tocaron vivir puedan ser situados en el justo lugar que les corresponde.
82
208
BIBLIOGRAFIA
ALBERTINI, E.: La composition dans les ouvrages philosophiques de Snque, Paris, 1923.
ANDRE, J.: La vie et loeuvre dAsinius Pollion, Paris, 1949 BOSWORTH, A.B.: Asinio Pollio and Augusto, Historia, 21 (1972), pp.441-473.
ANDRE, J.M.: La conception de lEtat et lEmpire dans la pense grco-romaine des premiers sicles de notre re, ANRW (1973), 30.1, pp. 3-73.
BERTHET, J.-F.: La culture homrique des Csars daprs Sutone, Revue des Etudes
Latines, 56 (1978), pp. 314-334.
BOISSIER, G.: Etude sur la vie et les ouvrages de M. T. Varrn, Pars, 1986.
BRUNT, P.A.: Free labour and public works at Rome, Journal of Roman Studies, 70
(1980), pp.81-98.
BRUNT, P.A.: Stoicism and the principate, Papers of the British School at Rome, XXXI
(1975), pp. 6-35.
CANFORA, L.; RONCALLI, R.: Autori e testi della letteratura latina, Roma-Bari: Laterza,
1993.
CASSON, L.: Libraries in the Ancient World, New Haven-London, 2001.
CASTAGNOLI, F.: Sulla biblioteca del tempio di Apollo Palatino, en Atti della Accademia
Nazionale dei Lincei, IV.5-6 (1949), pp. 380-382.
CAVALLO,G.: Entre el volumen y el codex. La lectura en el mundo romano, Historia de la
lectura en el mundo occidental, Madrid, 1998.
CRAMER, F.: Book burning and censorship in Ancient Rome, Journal of the History of
Ideas, 1945.
DALZELL, A.: C. Asinius Pollio and the Early History of public recitation at Rome, Hermathena, lxxxvi (1955), pp. 20-29.
DILKE, O.A.W.: Roman books and their impact, Leeds, 1977.
DIX, T.K.: Private and public libraries at Rome in the first century B.C.: a preliminary study in
the history of roman libraries, Michigan:UMI, 1994.
EL ABBADI, M.: La antigua biblioteca de Alejandra, UNESCO, 1994.
ESCOLAR SOBRINO, H.: La biblioteca de Alejandra, Madrid: Gredos, 2001.
FONTAN, A.: La monarqua en Sneca, Gerin, 2 (1989), pp. 219-245.
GRIMAL, P.: Snque o la conscience de lempire, Paris, 1978.
KLEBERG, T.: Comercio librario y actividad editorial en el Mundo Antiguo, en G. CAVALLO: Libros, editores y pblico en el Mundo Antiguo, Madrid, 1995, pp.64-106.
MACMULLEN, R.: Two notes on imperial properties, Athenaeum, 54 (1976), pp. 19-36.
MARSHALL, A.J.: Library resources and creative writing at Rome, Phoenix, xxx.3 (1976),
pp. 252-264.
McKAY, A.G.: Houses, villas and palaces in the Roman World, Southampton, 1977.
PARKER, E.R.: The education of heirs in the julio-claudian family, American Journal of
Philology, 67 (1946), pp. 29-50.
PATERSON, J.R.: The city of Rome: From republic to empire, Journal of Roman Studies,
82 (1992), pp. 186-215.
RICHARDSON, L.: The evolution of the Porticus Octaviae, American Journal of Archaelogy, 80.1 (1976), pp. 57-64.
RODRIGUEZ VALCARCEL, JOS A.: Oderint dum metuant: el desarrollo del Gobierno de
Cayo Csar en la ficcin del principado. Madrid: FUE, 2004.
Procurator Bibliothecae Augusti: Los bibliotecarios del emperador en los inicios de las bibliotecas pblicas en Roma, Anales de Documentacin, 7 (2004), pp.231-239.
RODRIGUEZ VALCARCEL, JOS A. ; FERNANDEZ URIEL, P.: Julio Csar y la idea de biblioteca pblica en la Roma antigua, Antigedad y Cristianismo, XXIII (2006), pp.965979.
ROSTAGNI, A.: Storia della letteratura latina, II. Parte Prima: da Augusto a Nerone. Torino:
Unione tipografica-Editrice Torinese, 1964.
209
THORTON, M.K.: Julio-Claudian building programs: eat, drink and be merry, Historia, 35
(1986), pp.28-44.
VAN BUREN, A.W.: News letter from Rome, American Journal of Archaelogy, LXIII
(1959), pp. 383-394.
VAN DEMAN, E.B.: The house of Caligula, American Journal of Archaelogy, 28 (1924), pp.
368-398.
VIDAL, J.L.: Por qu Virgilio quera quemar la Eneida...si es que quera, Humanitas. In
honorem A. Fontn, Madrid: Gredos, 1992, pp. 479-484.
ZECCHINI, G.: Asinio Pollione: dallattivit politica alla riflesione storiografica, ANRW 2, 30,
2 (1982), pp. 1265-1296.
TEXTOS
Aulio Gelio, Noches Aticas.
Din Casio, Historia romana.
Historia Augusta, vida de Tcito.
Horacio, Carmina.
Horacio, De arte potica.
Horacio, Epistuli.
Marcial, Epigrammaton.
Ovidio, Tristia.
Platn, La Repblica, (Ed. Pabn, J.M.; Fernndez Galiano, J.L.), Madrid, 1997.
Plinio, Cartas.
Plinio, Naturalis Historia.
Quintiliano, Institutiones oratoriae.
Sneca el viejo, Controversiae.
Sneca, Ad Marciam de Consolatione.
Sneca, De beneficiis.
Sneca, De clementia.
Sneca. De tranquillitate animi.
Suetonio, Vida de los doce csares: Augusto.
Suetonio, Vida de los doce csares: Calgula.
Suetonio, Vida de los doce csares: Csar.
Suetonio, Vida de los doce csares: Claudio.
Suetonio, De viris illustribus, vida de Virgilio.
Suetonio, Vida de los doce csares: Domiciano.
Suetonio, Vida de los doce csares: Tiberio.
Tcito, Agricola.
Tcito, Historias.
210