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Aconsejamiento Cristiano

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1

ACONSEJAMIENTO CRISTIANO
QUIN DEBE ACONSEJAR?
Dios llama a cada cristiano a aconsejar a otros, en algn punto, algn tiempo, sobre algo,
pero no los llama a aconsejar a cada persona, bajo toda situacin, en todo tiempo, sobre
todo.
Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros, los que sois espirituales,
restauradle con espritu de mansedumbre, considerndote a ti mismo, no sea que t
tambin seas tentado (Glatas 6:1).
Pero estoy convencido de vosotros, hermanos mos, de que vosotros mismos estis
llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, y capacitados tambin para amonestaros
los unos a los otros (Romanos 15:14).
La Palabra de Cristo habite ricamente en vosotros, ensendonos y amonestndonos
unos a otros en toda sabidura, cantando con gracia en vuestros corazones al Seor con
salmos, himnos y cnticos espirituales (Colosenses 3:16).
La orden es clara: tenemos todos que restaurar a cualquier hermano o hermana a quien
Dios haya colocado providencialmente en nuestro camino de cada da.
Consideraciones importantes:
1. Restaurar.
La palabra era usada por los pescadores y los mdicos del tiempo de Pablo cuando
describan el reparar las redes o el reducir una fractura. Cuando eran reparadas, decimos
que han sido restaurados a su uso propio.
Este es precisamente el objetivo del aconsejar cristiano (Glatas 6:1). Al sobrellevar la
carga del aconsejar a aquellos que estn en necesidad, uno procura restaurar al hermano
o hermana que yerra a la utilidad en la Iglesia de Dios, para su honor y para el beneficio
de ellos.
El consejero no asume las responsabilidades del hermano (Glatas 6:2); lo que hace es
llevar la carga de la necesidad de aconsejar, de modo que el hermano mismo sea capaz
de llevar sus responsabilidades (v. 5).
Esto es el objetivo del aconsejar: restaurar a otro a un lugar de utilidad en la Iglesia de
Dios.
2. Es el mismo miembro de la iglesia que ha de hacer esta tarea.
No ha de remitir al hermano o hermana al Pastor. La restauracin es su propia obligacin.
Tener el Espritu Santo califica de modo bsico al cristiano para ayudar a otro. Puede
pedir ayuda en el proceso, o si el creyente se niega a ser aconsejado, llamar al Pastor,
pero no puede remitirlo a otro como medio de esquivar sus propias responsabilidades.
3. Es a los que Dios ha colocado providencialmente en nuestro camino que se nos
manda restaurar.

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No se nos llama a un ministerio en que busquemos casos potenciales para aconsejar (2
Tesalonicenses 3:11). Nuestra tarea es hacer bien cuando aparece la oportunidad
(Glatas 6:10).
El creyente es llamado a un ministerio no oficial de aconsejar. Pero no es llamado a un
ministerio en forma de aconsejar como una parte de su vocacin en la vida. Esta tarea la
desempea el Pastor.
Los Pastores deben buscar los problemas entre los miembros de la iglesia, con miras a
cortarlos de raz. Han de vigilar sobre las vidas de cada miembro.
Obedeced a vuestros pastores, y someteos a ellos; porque ellos velan por vuestras
almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegra, y no quejndose,
porque esto no os es provechoso (Hebreos 13:17).
Velan significa estn alerta de los problemas que pueden aparecer.
El miembro de la iglesia puede aconsejar hasta el segundo nivel del proceso de
reconciliacin/disciplina (Mateo 18:15-16), pero el tercero es responsabilidad de la
membreca en pleno (vv. 17-20).
Con todo, la tarea que tiene todo creyente de aconsejar es de gran valor, pues las vidas
de los hermanos estn en juego, el bienestar de la iglesia y el honor del Seor.
OBJETIVOS, ACTITUDES Y PELIGROS
El objetivo ltimo tras la actividad de aconsejar es glorificar a Dios (Colosenses 3:23).
Sin embargo, en cada esfuerzo hay un objetivo general que procuraremos alcanzar, a fin
de glorificar a Dios: restaurar a los hermanos que yerran a su lugar de utilidad a Cristo en
su iglesia (Glatas 6:1).
Siempre que se aconseje a otro se debe preguntar:
Cmo ha sido disminuida esta utilidad a Cristo por su problema?
Y no ha de descansar hasta que se recobre la utilidad.
El consejero aconseja no para castigar, o para exponer las fallas de otros o divertirse a su
costa; aconseja para restaurarle a su lugar de utilidad en el cuerpo de Cristo.
Y tambin para lograr otros objetivos: quieren honrar a Cristo y, como l, se interesan
tambin en su Cuerpo, la Iglesia. El bienestar de todo el cuerpo es afectado de modo
adverso por el fallo de alguna parte.
La actitud es el espritu de mansedumbre (Glatas 6:1).
Una persona orgullosa, arrogante, engreda, inclinada a imponer su voluntad en otros, es
lo opuesto de una persona mansa.
La persona mansa es humilde, amable, dulce, pero no dbil. Hay ms poder en esta
forma de comportarse que si ejerciera alguna fuerza externa; la fuerza se halla en su
carcter y su personalidad.

3
Estoy aqu para ayudarte porque lo necesitas y porque Cristo me ha enviado, no porque
crea que soy mejor que t.
Te ayudo hoy a ti, pero quin sabe si maana tendrs que ayudarme t a m.
Este espritu o actitud de mansedumbre viene de tener en cuenta las propias deficiencias
y pecaminosidad y recordar que toda sabidura, conocimiento y capacidad que uno tenga
son el resultado de la gracia de Dios.
La mansedumbre har mucho para evitar todo peligro para el aconsejado. La clave se
halla en el darse cuenta de la posibilidad de ser presa de la misma tentacin a la cual ha
sucumbido el aconsejado, y la necesidad de precaucin y, en algunos casos, de tomar
medidas para precaver dificultades (Glatas 6:1).
Un hombre que se ahoga puede ser causa de que se ahogue el que va a rescatarlo, a
menos que el que procura salvarle conozca esta posibilidad y adopte medidas apropiadas
para evitarlo.
Muchos consejeros, p. ej., han acabado envueltos sexualmente con las personas que
trataban de ayudar, y cuyos problemas sexuales empezaron siendo el objeto sobre el que
haba que aconsejar.
Judas habla respecto al mostrar misericordia a otros: con amor, aborreciendo aun la ropa
contaminada de su carne (v. 23).
Uno debe despreciar y evitar el pecado que ha debilitado a un aconsejado como evitara
el pus que mana de una herida infectada y abierta.
En todo lo que hace en el aconsejar debe tener cuidado extremo en mantener las
condiciones tan rectas y limpias que l mismo no pase a ser vctima de la enfermedad
pecaminosa.
Antes de entrar en una relacin de aconsejar, el consejero debe consultar la siguiente lista
como comprobacin:
1. Siento algn espritu de antagonismo, hostilidad o superioridad hacia el
aconsejado? Si es as, debe poner en regla su corazn ante Dios, con
arrepentimiento, antes de seguir adelante.
2. Cules son mis objeticos y motivos al entrar en la tarea de aconsejar?
Tengo una visin amplia de lo que voy a hacer, incluido el deseo de agradar y
honrar a Dios e inters por el bienestar de la Iglesia de Cristo, as como el
deseo de ayudar al aconsejado?
3. He considerado los peligros personales en esta situacin de aconsejar y me
he rodeado de aislante contra ellos? Hay otras medidas de precaucin que
debera tomar antes de seguir adelante? Si es necesario, se debe aplazar el
aconsejar hasta que se haya hecho.
QUE ES ACONSEJAR?
Hay una palabra griega del Nuevo Testamento para aconsejar que nos dice mucho
sobre esta labor cristiana: noutesia.

Qu significa la palabra noutesia? Contiene tres elementos: cambio por medio de


confrontacin a causa de inters.
Presupone:
1. Que hay pautas y actividades pecaminosas en la vida del aconsejado que Dios
quiere cambiar.
2. Que este cambio puede ser realizado por medio de una confrontacin verbal del
aconsejado con las Escrituras, cuando el consejero las administra en el poder del
Espritu Santo, y
3. Que esta confrontacin se hace en una forma amorosa, interesada, familiar, para
el beneficio del aconsejado.
CAMBIO
Todo aconsejar tiene por objetivo un cambio. Eso es restaurar: alguien que ha perdido
su utilidad es restaurado en alguien que ahora, como resultado, es til para el propsito
para el que fue hecho.
Qu es lo que hay que cambiar? Y qu es lo que ocasiona el cambio?
Glatas 6:1 dice: si alguno es sorprendido en alguna falta. Esta situacin de pecado
ocasiona la necesidad del cambio. Un cambio en sus pautas de vida, en la cual las
creencias, actitudes y conducta pecaminosas son reemplazadas por otras rectas.
Todo aconsejar tiene que ver con cambios en creencias, juicios, valores, relaciones,
comportamiento y otros elementos semejantes de la vida, por la desfiguracin de la vida
que causa el pecado.
Entendemos que no todas las tribulaciones del ser humano son debidas al pecado
personal. Pero la noutesia se refiere a situaciones de las cuales uno se ha acarreado los
problemas sobre s mismo por su pecado, o en las cuales ha respondido de modo
pecaminoso a las presiones o problemas que no haba causado l mismo.
CONFRONTACION
Implica el contacto personal, verbal, cara a cara, que es el medio usado para efectuar
este cambio. Confrontacin con los principios bblicos que se aplican a esta situacin.
No hay idea de aspereza o desafo implicado en este concepto.
Es un dilogo de ayuda en que el consejero est a cargo y el tema de la consulta o
dilogo es la necesidad de un cambio en la vida del aconsejado.
Confrontacin es un trmino clido, usado por los padres para tratar a sus hijos y los
hermanos a los otros hermanos, por inters y afecto.
INTERES Y AFECTO
Este elemento siempre debe estar presente. De otro modo la confrontacin ser estril,
spera, fra y sin vida.

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El inters por otro, el deseo ardiente y el esfuerzo incansable de aliviar la miseria que las
pautas de vida pecaminosas han infligido sobre el otro, son las marcas del aconsejar
bblico (noutesia).
La noutesia usa el ministerio de la Palabra. Interpreta y aplica los preceptos y prcticas
de las Escrituras a otro con el intento de ayudarle a que tengan lugar en l los cambios
que le aliviarn de su miseria y malestar.
Es realizado juntamente con oracin; es el Espritu Santo el que usa su Palabra para
iluminar la mente del que la recibe, de modo que quede redargido de su pecado y sea
dirigido hacia el cambio que Dios requiere.
Toda Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea enteramente apto, bien
pertrechado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).
Cuando la Biblia se usa apropiadamente realiza cuatro cosas:
ENSEAR
Es la norma de fe y conducta (establece lo que hemos de creer y hacer).
Ensea por medio de preceptos (p. ej. Los 10 mandamientos y el ejemplo) cmo ha de
vivir el creyente a fin de agradar a Dios.
REDARGUIR
Al comparar nuestras vidas con el requerimiento bblico, reconocemos que nos quedamos
muy cortos del amor a Dios y al prjimo, y somos redargidos de nuestro pecado.
Donde no hay conviccin de pecado, no hay cambio aceptable bblicamente.
CORREGIR
La conviccin y confesin de pecado y el procurar el perdn de Dios es el prximo paso
en el cambio bblico.
Este arrepentimiento, o cambio de actitud en la mente, lleva a un cambio en la conducta.
INSTRUIR EN JUSTICIA
Para que el cambio sea efectivo, hemos de saber cmo evitar ese pecado y quedar libres
de l en el futuro. Cmo viene esto?
De un ejercitarse para la piedad (1 Timoteo 4:7). Hemos de despojarnos de los viejos
modos de obrar y vestirnos de otros nuevos.
Para poder aconsejar de modo efectivo, el consejero ha de pasar mucho tiempo
estudiando las Escrituras cuidadosamente, de modo que pueda administrar la Palabra con
precisin y seguridad.
PREPARADOS PARA RESTUARAR
Dadas las deficiencias de muchos cristianos, tanto en sus conocimientos como en su vida,
cmo pueden stas personas aconsejar cuando son ellos, probablemente, los que
necesitan ser aconsejados?
1. Hemos de comprender que no slo son las personas perfectas las que estn
calificadas para aconsejar.

6
Si fuera as, no habra nadie que pudiera hacerlo. Es evidente que, en ocasiones distintas,
uno puede ser aconsejado y, ms tarde, un consejero.
2. Cul es el principio por el cual podemos sealar a los que deben aconsejar,
de los dems?
Todos los que tienen el Espritu Santo (es decir, todas las personas regeneradas) que en
aquel momento no estn en necesidad de ser ellas mismas restauradas, deberan estar
preparadas para aconsejar a otro a quien Dios providencialmente pone en su camino.
3. Pero, qu pasa si resulta que al presente no ests recibiendo consejo, pero
que con toda probabilidad deberas recibirlo? Qu hacer? Pedirlo.
4. Pero si vas a dar consejo bblico y te sientes incmodo ante la idea de hacerlo,
cmo puedes vencer estos sentimientos de aprensin o temor?
Los cristianos no aconsejan solos. Pueden depender de la ayuda prometida del Espritu
Santo: Y yo rogar al Padre, y os dar otro Consolador, para que est con vosotros para
siempre: el Espritu de la verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocis porque mora con vosotros y estar en vosotros (Juan
14:16-17).
Los verdaderos cristianos (los que tienen el Espritu) de modo fundamental poseen el
potencial para practicar el aconsejar cristiano. El Espritu Santo es el Espritu de consejo
(Isaas 11:2).
5. Pero no hay nada automtico respecto a la manera de conseguir la capacidad
para aconsejar.
El Espritu Santo nos hace consejeros experimentados cuando aprendemos de su Palabra
y la seguimos obedientemente, por amor a Dios y a nuestro prjimo.
6. El amor es lo nico que es bastante fuerte para echar el temor (1 Juan 4:18).
Har lo que agrada a Dios, tanto si me turba como si me pone en una
situacin difcil el hacerlo. Esto es amor en accin, que vence el temor.
7. Puedo poner a un lado el problema de las consecuencias para m, mas qu
pasa con las consecuencias para mi hermana o hermano a quien aconsejo?;
suponiendo que mi consejo les causa ms dao que beneficio.
Toma muy en cuenta los cuatro sis que son cruciales:
a) Si siempre eres cuidadoso en aconsejar slo las cosas que ests
absolutamente cierto que son espirituales.
b) Si quieres orar con fervor sobre tu esfuerzo, pidiendo a Dios que haga de
ello su empresa tambin.
c) Si reconoces tu falta de conocimiento cuando no tienes las respuestas, y
d) Si esto lo haces con espritu (actitud) de mansedumbre,
puedes causar ningn dao a la persona.

NO

8. Nunca trates de adivinar. Nunca quieras alardear. Di la verdad, an cuando


duela. Admtelo si no sabes qu decir. Pide a tu aconsejado que ore por ti para
que encuentres la respuesta. Busca a conciencia, en oracin.

9. La tarea en el aconsejar bblico es administrar la Palabra de Dios, nada ms.


Pero al hacerlo Dios trabaja por medio de ella.
10. Qu cualidades en particular puedo desarrollar y que puedan prepararme
para hacer mi parte? Hay tres ms:
a) Bondad (Romanos 15:14).
Significa no tanto la calidad de la vida que vives (aunque est incluida), sino ms bien una
actitud buena en el corazn de inters y afecto por los dems. Y debe ser cultivada.
Nada hagis por rivalidad o por vanagloria; antes bien en humildad, estimando cada uno
a los dems como superiores a s mismo; no poniendo la mira cada uno en lo suyo, sino
cada cual tambin en lo de los otros (Filipenses 2:3-4).
b) Conocimiento de la Palabra (Romanos 15:4; Colosenses 3:16).
c) Sabidura (Colosenses 3:16).
La sabidura viene de la Palabra de Cristo habitando en el consejero ricamente. La
sabidura es conocimiento en la vida. No es suficiente que consejero y aconsejado
conozcan meramente lo que Dios dice; debe aprenderse cmo encarnar y dar forma a la
verdad y la creencia en la vida cada da.
QUE DIREMOS SOBRE LOS QUE NO SON CREYENTES?
Cmo se les aconseja a los no creyentes?
No se debe intentar aconsejar a los que no son creyentes.
Si nuestro deseo al aconsejar es efectuar un cambio que agrade a Dios, entonces es del
todo imposible aconsejar a los no creyentes.
Por qu?
Porque no tienen deseo de servir a Cristo como su Seor (1 Corintios 12:3b).
No tienen la capacidad de entender las Escrituras (1 Corintios 2:14).
En ves de ello, tienen un corazn de piedra que no puede ser tocado ni modelado hasta
que el Espritu lo transforme en uno de carne (Ezequiel 11:19). Slo as estarn
dispuestos a seguir los mandatos de Dios (v. 20).
Fines equivocados al intentar aconsejar a uno que no es creyente:
1. Una mera conformidad externa a la Biblia (hipocresa).
2. Desorientar al creyente hacindole creer que ha hecho lo que agrada a Dios,
cuando en realidad no lo ha hecho.
3. Dar una falsa seguridad al no creyente.
4. Preparar al no creyente para otra cada; el cambio externo no va a resolver sus
problemas.
5. Dar una idea falsa de lo que Dios tiene para ofrecer, al sustituir la
transformacin espiritual por una reforma humana.
Qu puede hacerse, pues, con el no creyente?
Evangelizarlo.

8
Presentar a Cristo no slo como la entrada a la vida eterna, sino como la manera de llegar
a soluciones en sus problemas de la vida.
Hablarle de su pecado y de su necesidad de un Salvador.
Ves? Dios tiene respuestas a todos tus problemas, y tendr mucho gusto en hablar de
ellos tan pronto como sea posible hacerlo.
Pero estas respuestas se hallan todas al otro lado de una pared que te separa de ellos.
No puedes hacer uso de ellos hasta que hayas pasado la puerta de esta pared. Esta
puerta, naturalmente, es Aquel sobre el cual te he hablado: Jesucristo.
Verifica que el no creyente sea llevado a un arrepentimiento y fe en Cristo genuinos, para
evitar que d un mero asentimiento verbal como un truco para obtener algn fin personal.
Si el no creyente rehsa poner su confianza en Cristo, qu se puede hacer? Repetirles
tantas veces como sea posible: Mas el camino de los prevaricadores es duro
(Proverbios 13:15b).
As que cuando usted se marcha sin Cristo descubre pronto que el camino de los
transgresores es difcil de recorrer Y cuando descubre que el camino de los
prevaricadores es difcil, entonces
El propsito es que el versculo se quede pegado como un aguijn, para que contine
trabajando en su mente y corazn.
No trates de dar consejo bblico a uno que no es creyente. Si lo intentas, slo vas a
desorientarle y darle una idea falsa de Dios que le puede perjudicar ms que ayudar.
Presntale primero el Evangelio.
EL PROCESO DE ACONSEJAR
Consideremos algunas de las cosas que pueden ocurrir en el curso de una caso tpico de
aconsejar a un matrimonio, que dura unas 8 a 10 sesiones, y qu clase de relaciones
personales pueden ocurrir en esta actividad.
1. Ambos cnyuges han de venir juntos para ser aconsejados (Proverbios
18:17).
2. Debern haber contestado el Inventario de Datos Personales (I.D.P.), y el
consejero deber repasarlo previo a la sesin marcando con una lpiz o
pluma roja los detalles que se quieren discutir en la sesin.
3. Cuando los aconsejados entran se les saluda, se sientan y se hace con
amabilidad un par de comentarios breves. Pero pronto se va al trabajo. Se
comienza con el I.D.P. El consejero se hace cargo con el espritu de
Proverbios 18:15. Sabe adnde va y avanza.
4. Empezando por algunos de los datos escritos en el I.D.P. que no vea claro,
si hay alguno, o por algunos hechos mencionados que necesiten
amplificacin, hace preguntas directas para descubrir lo que es necesario
saber.

Ejemplos tpicos:
- Veo aqu que ha sido arrestado. Puede decirme algo sobre esto?
- Usted dice que ha tomado tranquilizantes; dgame, cules tom y qu efecto le
hicieron?
- Usted dice aqu que ha tenido varios trastornos emocionales serios, puede
describirme un par de ellos?
5. Habindose informado a satisfaccin de este tipo de cosas, dirjase a la
respuesta a la primera de las tres preguntas bsicas que se hacen al final
del I.D.P. En qu consiste el problema que tiene?
La respuesta dada por cada uno es importante. El consejero la leer en voz alta, de modo
que cada uno sepa lo que el otro ha escrito. Luego har comparaciones y har notar en
qu difieren las dos respuestas.
A esto sigue una discusin ms a fondo, en cuanto sea posible, de los distintos puntos de
vista, con preguntas ampliadas, dirigidas a explorar la situacin en cuanto se pueda.
6. Siempre que sospeches que un aconsejado necesita esperanza, djalo
todo y trabaja en ella. Sin esperanza no hay seguridad de que el
aconsejado resista (1 Tesalonicenses 1:3).
Se crea esperanza sealando a los aconsejados ciertas promesas de Dios en las
Escrituras (Romanos 15:13, 4). No es una esperanza de tipo incierto (Tito 2.13). Lo que la
hace esperanza es simplemente el hecho de que no ha sido realizada todava (Romanos
8:24-25).
7. Cuando el aconsejado tiene esperanza, el consejero se centra en recoger
datos. Si trata de prescribir soluciones bblicas a un problema que no
entiende de modo adecuado, le es oprobio (Proverbios 18:13).
8. La fase final de la primera sesin, trata de dar las varias asignaciones de
trabajo para casa, que surgen de las discusiones durante la hora de la
sesin.
Tienen que presentarse de modo cuidadoso (claras, completas, precisas) y ser explicadas
del todo. Se pide al aconsejado que repita la asignacin dada, para asegurarse de que la
entiende.
9. El consejero requiere la aceptacin seria de los objetivos bblicos hacia los
cuales estas asignaciones van dirigidas, anima al aconsejado y sella su
promesa por medio de una oracin.
10. Al principio de cada sesin el consejero pide el trabajo de casa dado en la
sesin previa. Algunas veces hay que dedicar la mitad de la sesin a este
asunto, incluso toda la sesin. Hay que prestarle siempre mucha atencin.
El consejero comprueba la forma en que se ha realizado, discute los fallos, las razones de
estos fallos, vuelve a asignar el trabajo que no ha sido hecho apropiadamente (quiz de
forma distinta), da nueva ayuda para completarlo con xito, recoge datos, da nuevas
asignaciones basadas en la ejecucin pasada y lo presente, reconoce y estimula el
progreso y trata con firmeza la falta del mismo.
En todo esto insiste en la importancia de la disciplina y la necesidad para seguir los
compromisos que el aconsejado ha adquirido ante Dios.

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La sesin misma no es considerada como una hora mgica en que el experto hace cosas
a favor del aconsejado.
Ms bien son la semana anterior y la que viene despus de la sesin las que se tienen a
la vista: qu hizo y qu va a hacer.
El aconsejado va a vivir durante la semana lo que se le ensea durante la sesin. Luego,
su ejecucin, su trabajo, o la falta de trabajo, es evaluada en la prxima sesin. De este
modo el cambio tiene lugar ms rpidamente y dura ms.
Cundo se da por terminado el aconsejar?
1) Cuando los problemas presentados junto con los dems que hayan aparecido
durante el camino, han sido resueltos de modo adecuado.
2) Cuando el aconsejado ha sido restablecido a la utilidad en la Iglesia de Dios (7
da) A.R.
3) Cuando entiende la dinmica bblica que le libr del problema.
4) Cuando ha aprendido la manera de evitar fracasos futuros y ha desarrollado
pautas de hbitos alternativos para reemplazar a los pecaminosos.
5) Cuando sabe por s mismo cmo salir de problemas en el futuro.
6) Cuando ha aprendido a generalizar los principios y procedimientos bblicos que
han seguido en el aconsejar a situaciones nuevas y diferentes.
7) Cuando ha sido restaurado a su lugar de utilidad en su iglesia local.
VEINTICINCO PRINCIPIOS BASICOS
1. Comprobar toda posible causa orgnica
Ante la ms leve sospecha de que la dificultad pueda tener causas orgnicas, remitir a un
mdico para una exploracin mdica.
2. No estimular a intentar un cambio de conducta a personas que no se han
arrepentido
El intentarlo es facilitar el fracaso, la hipocresa y dar la falsa seguridad de que Dios va a
contentarse con algo inferior al verdadero arrepentimiento.
3. Ponerse de acuerdo con planes que estn en armona con la Biblia
La prioridad mxima en el aconsejar ser siempre agradar a Dios en el problema. El fin no
justifica los medios.
4. La asignacin de trabajo en casa despus del comprometerse en el cambio bblico
Si el aconsejado no se compromete a hacer el trabajo de casa, se le invita al fracaso y al
desnimo. El compromiso debe ser voluntario, libre y sincero.
5. Recoger todos los datos relevantes o de valor
Es mejor excederse en el lado de hacerlo a conciencia, si es necesario, que descuidar
algo vital.
6. El cambio ocurre en formas concretas
Las asignaciones de casa, por tanto, han de ser concretas (pon los calcetines en el cesto
de la ropa sucia), y no abstractas (esta semana muestra consideracin hacia tu
esposa).

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7. Resuelve los problemas en el orden apropiado


Es necesario, p. ej., perdonar como base para la reconciliacin.
8. Trata de los problemas relacionados y no slo de los resultados
Convencer al aconsejado del principio o punto de vista bblico no basta, debe cambiar. Si
no cambia, es necesario analizar las actitudes y los problemas relacionados para hallar
los posibles bloqueos.
9. Nunca consideres que es poca cosa
No tengas en poco la severidad del problema de un aconsejado.
10. La verdadera empata es bastante sincera y profunda para estar en desacuerdo
Entra profundamente en el problema del aconsejado, para descubrir el aspecto que tiene,
desde el punto de vista de Dios (esto es, bblicamente). As, nunca pensars que el
problema no tenga solucin.
11. Empatizar con el sufrimiento, no con la conmiseracin propia
Hay bastante diferencia entre el sufrimiento que uno ha de sobrellevar y el sufrimiento
debilitante auto infligido e innecesario de la auto conmiseracin.
12. Pasa tan rpidamente como puedas del problema a la solucin
Orienta al aconsejado a las soluciones, no a los problemas. Y llvalo a un arrepentimiento
genuino, que pueda resolver rpidamente sus problemas a la manera de Dios.
13. Vigila las actitudes fijas adoptadas
stas se revelan especialmente en las palabras del aconsejado. Observa los clichs, las
palabras clave, que revelan la forma en que piensa el aconsejado. P. ej., es imposible o
no puedo.
14. Busca nuevos desarrollos
Se desarrollan nuevos factores que con frecuencia influyen en una forma u otra en la
situacin del aconsejar. Estas pueden ser de gran significado.
15. Recuerda la disciplina de la iglesia
De acuerdo a Mateo 18:15-20, hay casos que requerirn la intervencin de toda la
membreca.
16. Tu vida puede influir en el aconsejar
Debes estar constantemente elevando tu calidad de vida. Fallars en ayudar en reas en
que t mismo tengas dificultades. Quiz tengas que remitir al aconsejado a otro mientras
aclaras tus propios problemas.
17. El error doctrinal puede estar implicado
La doctrina afecta la vida y creencias defectuosas pueden producir problemas en el
aconsejado. Esto obliga al consejero a conocer bien las Escrituras.
18. Los aconsejados que toman drogas requieren un enfoque especial
No se debe aconsejar a quien no est libre de la influencia de la droga, pues la persona
puede hablar y obrar bajo su influencia. Es necesario remitirlo a un especialista.

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19. La prdida de sueo puede llevar a problemas de percepcin
No es recomendable el aconsejamiento a personas con trastornos del sueo. Es
necesario remitirlos a un especialista.
20. Reemplazar las pautas pecaminosas con alternativas bblicas
No se trata slo de romper sus hbitos pecaminosos, sino de reemplazarlos por pautas
correctas. Nunca terminar la labor de aconsejamiento hasta lograr este reemplazo.
21. Vigila tu trato y manera personal de enfocar
Esfurzate por no inhibir el proceso mediante tu personalidad, tus acciones y palabras. Tu
enfoque y trato debe ser afectuosamente firme, manso, mostrando inters y deseo de
ayudar.
22. Llama siempre pecado al pecado
Jess vino a perdonar y a derrotar el pecado. No promete un cambio de genes o la
curacin de todas nuestras enfermedades.
23. Pon nfasis en la obediencia a Dios, al margen de los sentimientos
El hacer lo que Dios dice, cuando uno no siente el deseo de hacerlo, no es hipocresa; es
simplemente obediencia.
24. Pon nfasis en la respuesta del aconsejado
El pasado de una persona no puede cambiarse, pero la gracia de Dios puede cambiar la
vida presente de ese ser humano. Enfcate en las formas en que el aconsejado responde
a ese pasado para cambiar.
25. Usa todos los recursos de tu iglesia
Capitaliza los cursos que la iglesia ofrece para enfrentar y solucionar problemas, y echa
mano de personas entendidas en aspectos particulares para orientar sobre ese asunto.
EL ANALISIS BIBLICO DEL PROBLEMA
Qu hay implicado en un anlisis bblico del problema de un aconsejado?
Tomemos el caso nmero 20 del Libro de casos del consejero cristiano
Cul es el problema de Midge?
Midge tiene un problema con su autoimagen. Su concepto de s misma es pobre y
necesita mejorar su autoestima. Esta sera la tarea bsica del aconsejar.
Si analizamos su pasado, es probable que descubramos que en una forma u otra su
concepto de s misma se ha ido rebajando continuamente. Esto se podra considerar que
es la causa del problema.
Pero muchos que tienen una historia de haber sido rebajados por otros no han
desarrollado los mismos problemas que Midge. Y la actitud de Midge puede implicar
mucho de esto.
Midge explica que como los otros no han satisfecho sus necesidades amndola y
cuidndola, ella es incapaz de hacer nada en la vida.
Nos parece que el anlisis es deficiente y seala hacia la direccin equivocada.

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Cmo vera un cristiano el problema de Midge?
Como la Biblia no nos dice que no podemos obedecer a Dios o resolver los problemas a
menos que nuestras necesidades hayan sido cubiertas por otro, y como en la Biblia Dios
trata a todos sus hijos por igual, vamos a analizar el problema de Midge de un modo muy
diferente.
No soy nada y Toda mi vida es un cero a la izquierda.
Contestaremos a esto as: Esto es muy serio; el perder de esta manera una vida que
Dios ha dado es una tragedia. Debes tener razones muy buenas para llegar a una
conclusin tan radical. Dime algunas de las formas en que has fallado.
Estas afirmaciones de Midge, en conformidad con 1 Corintios 13:7 (El amortodo lo
cree), colocan la responsabilidad del problema all donde pertenece: sobre ella.
Afirma sentirse inferior e inadecuada.
Debemos corregir estas afirmaciones indicando que ni la inferioridad ni la adecuacin son
un sentimiento. Uno no se siente inferior o inadecuado. Sin duda, Midge se siente
psimamente, pero esto no es debido a que estos factores sean un sentimiento.
Se siente mal porque se ha juzgado inferior e inadecuada. Los malos sentimientos fueron
ocasionados por su juicio sobre los hechos.
Muestra un lenguaje exagerado (nadienadie), echa la culpa a otros (incluso
dirigindola hacia Dios), demuestra resentimientos hacia los dems y exhibe auto
conmiseracin y egocentrismo. Esto nos permite descubrir dnde se hallan algunos de los
problemas reales de su vida.
No tiene problemas a causa de un concepto pobre de s misma, sino que tiene un
concepto pobre de s misma a causa de las pautas de vida pecaminosas, impenitentes y
las dificultades no resueltas que lo han ocasionado.
El problema que tiene no es ni un autoconcepto negativo, ni el maltrato que le hayan dado
otros. Ms bien es un yo pecador (ella sabe que ha pecado) y un mal trato suyo hacia
otros (esto es evidente de sus actitudes de resentimiento hacia ellos) lo que es su
dificultad principal.
Midge ha vuelto al revs el principio bblico: en vez de perderse a s misma por causa de
Cristo y su Evangelio, est buscando su propia gratificacin. Nunca llegar de esta
manera; la satisfaccin es un producto derivado y no se puede buscar y hallar
directamente.
No es de extraar que se sienta desgraciada: nunca ha aprendido que Ms
bienaventurada cosa es dar que recibir. Midge piensa: Si los dems fueran mejores para
m, yo sera mejor. Est equivocada.
Sin duda, es posible que muchas personas le hayan tratado injustamente, pero esto no es
el problema que ella tiene. Su dificultad se halla en la forma equivocada en que ha
respondido al dao que le han causado los otros.
Es necesario contrarrestar sus afirmaciones que no son de hechos, sino declaraciones de
valor, que demuestran, por el lenguaje y la orientacin, una interpretacin incorrecta, no
bblica, de los hechos.

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El hacerlo es crucial; no hay otra manera de: 1) analizar debidamente su situacin, 2)


honrar a Dios, y 3) darle esperanza y direccin que le permitan hacer algo sobre el
problema que tiene.
El anlisis cristiano es sincero, directo y estricto. Pero es preciso, y es por esto que es
capaz de dar esperanza, de producir cambio por medio del arrepentimiento y llevar a un
nuevo estilo de vida.
El problema de Midge es el pecado y hay que decrselo. Midge necesita que le diga la
verdad.
CMO HALLAR LA SOLUCION BIBLICA
Algunos consejeros hallan ms fcil analizar los problemas del aconsejado que descubrir
la solucin bblica de los mismos o facilitar el poner en prctica esta solucin en una
forma bblica una vez dado con la respuesta.
Si se le puede explicar bien al aconsejado en qu consiste su problema, en lenguaje
escritural y conforme a categoras bblicas, pero se puede hacer poco para ayudarle a
salir del mismo, se le deja en una situacin muy pobre.
La solucin bblica a un problema es doble:
1) Salir de la dificultad que tiene con Dios y con su prjimo, y
2) Ensearle a mantenerse lejos del problema en el futuro.
1. Salir de la dificultad que tiene con Dios y con su prjimo
Implica dos cosas:
a) La confesin del pecado
La confesin es, esencialmente, un acuerdo. La palabra griega en el Nuevo Testamento
significa decir la misma cosa. La palabra se usaba en los contratos y otros documentos
legales para decir estoy de acuerdo. Los contratantes llegaban a un acuerdo y lo
registraban y etiquetaban como tal.
La confesin es un acuerdo con Dios respecto al pecado de uno. Es un reconocimiento
formal, en oracin, de que Dios es justo al considerar culpable a uno por su pecado. En la
confesin se admite la culpa. El confesor dice: He pecado; reconozco mi transgresin.
Cuando un aconsejado ve y est dispuesto, y es capaz de articular su problema en
trminos y categoras bblicas, entonces (y slo entonces) est en posicin de confesar su
pecado.
Si lo confiesa o no, naturalmente, es otra cosa. La negativa persistente a confesar el
pecado como Dios manda en Proverbios 28:13, lleva, finalmente, al fracaso, la desgracia
y el dolor, y, posteriormente, al uso de la disciplina de la iglesia (Mateo 18:15-20).
Pero para los que confiesan, la confesin a Dios da lugar al perdn por parte de l (Salmo
32:5).
b) El perdn
Por qu necesitamos perdn cuando ya hemos sido perdonados en Cristo?
El perdn que recibimos cuando cremos en Jess era judicial: Dios nos perdon como
Juez. El perdn por los pecados actuales es paternal (Mateo 6:9-15; 1 Juan 1:2-3, 9).

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Los cristianos necesitan confesar sus pecados a su Padre celestial y recibir su perdn
paternal. De la misma manera, han de confesar el pecado a todos aquellos a los cuales
hayan ofendido y han de buscar su perdn (Mateo 5:23-24).
Slo entonces ser posible la reconciliacin: salir de la dificultad que tiene con Dios y con
su prjimo.
2. Ensearle a mantenerse lejos del problema en el futuro
Implica dos cosas:
a) El cambio
La confesin genuina lleva al olvido del pecado que ha sido confesado (Proverbios 28:13).
Slo entonces puede uno esperar la bendicin de Dios. La confesin es el reconocimiento
del mal; el abandonarlo implica la dinmica del quitarse/ponerse.
Al principio podra parecer que abandonar corresponde slo al aspecto del quitarse de
la dinmica, pero el hecho es que ningn hbito pecaminoso ha sido quitado
verdaderamente hasta que ha sido reemplazado por su alternativa bblica (Efesios 4:2224).
Es por esto que Pablo manda no slo que el mentir sea quitado, sino que la verdad sea
puesta en su lugar (Efesios 4:25); no slo que el robar cese, sino que sea reemplazado
por el trabajo duro y dar a los que tienen necesidad (v. 28).
b) La amputacin radical
Al quitarse, uno tiene que tomar medidas contra el retorno de la pauta pecaminosa, as
como para el fomento y progreso de una conducta nueva buena. Es por esto que Cristo
nos llama a una amputacin radical (Mateo 5:27-30).
Debemos dejar claro al aconsejado que en este pasaje Cristo est diciendo:
1. Que habr tentaciones futuras a repetir los pasados actos de pecado. Hemos de
estar alerta contra esto y vigilar para no pecar.
2. Que hemos de estar preparados para hacer frente y derrotar a estas tentaciones
cuando vengan.
3. Que no se puede eximir nada del proceso: ha de ser radical. El guardarnos contra
la tentacin ser costoso. Ser tan costoso como perder una parte vital del cuerpo.
Costar trabajo, an en nuestras relaciones con otros
(1 Corintios 15:33).
4. Que hemos de hacer todo lo que sea requerido, incluso llegar a extremos, para
hacer muy difcil que el pecado se repita otra vez.
5. Que todo lo que realicemos tambin debe hacernos conscientes de la tentacin
cuando esta ocurre, de modo que no nos deslicemos inconscientemente al pecado
(sin darnos cuenta de ello).
El consejero debe ayudar al aconsejado a hallar medios y mtodos de levantar obstculos
que prevengan la repeticin del pecado. Estos van a diferir en cada caso, de modo que
para cumplir el mandamiento de Cristo, el consejero y el aconsejado tendrn que pensar y
usar creatividad.
Examinemos un caso para ver qu clase de cosas se pueden hacer.
El caso de Bill (pp. 105-106).

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Cmo encuentra uno el pasaje en la Biblia apropiado cuando hay una pauta de vida
pecaminosa que debe ser contrarrestada?
De modo fundamental debe conocer la mayora de los principales pasajes, junto con su
significado, que se refieren a los principales problemas que se ven una y otra vez en el
proceso de aconsejar.
Cmo viene este conocimiento? Slo mediante un estudio regular, intenso, de la Biblia,
en oracin. Esto significa preparacin.
PONIENDO EN PRACTICA UN PLAN BIBLICO
En el aconsejar no slo se trata de descubrir lo que es malo y aun declarar lo que hay que
hacer para combatirlo, sino en decir y mostrar al aconsejado cmo hacerlo.
Consideremos un factor en un caso tpico, el Caso No. 11 de Libro de casos del consejero
cristiano.
Es claro que el consejero no sabe lo que ha de hacer. Est interesado en la salvacin de
Jim, y esto es bueno. Afirma cosas que son verdad sobre el conocimiento y la meditacin
de las Escrituras, y esto est bien. Adems, tiene razn al decir que un cristiano no
debera estar deprimido, sino gozarse.
Todo esto es verdad. Pero no se le dan especificaciones en el sentido de explicar el
cmo, qu es lo que ha de hacer. A Jim le interesa saber cmo salir de la depresin.
Cmo aprender a gozarse. Y cmo meditar.
Si la meditacin es til para Jim, entonces el consejero debe dedicar tiempo para
explicarle qu es meditacin, cmo se relaciona con el problema (la depresin, p. ej.) y
cmo meditar.
Para empezar, tendra que distinguir entre la meditacin bblica y otros tipos de
meditacin (la trascendental, p. ej.). stas se enfocan sobre la atencin en uno mismo. La
cristiana, en cambio, medita sobre la verdad bblica. La meditacin cristiano no es un
arrobamiento; es pensar, pensar profundo: sobre la verdad, sus implicaciones y su puesta
en prctica.
La meditacin es un proceso de pensamiento (no de sentimiento) mediante el lenguaje (la
palabra) que tiene lugar en el corazn (o vida interior). Consiste en pensar de modo
cuidadoso, detallado, que da la consideracin ms plena posible a lo que se est
pensando.
La meditacin tiene lugar en el corazn (Salmo 19:14; 49:3; Isaas 33:18), que es la
persona interior (1 Pedro 3:4) que vive, piensa, habla (Salmo 14:1) a s mismo ante Dios
(1 Samuel 16:7).
La meditacin se refiere a un hablar de uno consigo mismo que es productivo. As que el
propsito de la meditacin es producir varias respuestas en la vida externa (Josu 1:8;
Proverbios 15:28).
Un cristiano medita no slo para conseguir paz, calma o tranquilidad. La meditacin
puede ser muchas veces causa de turbacin e inquietud (Isaas 33:18).

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La meditacin no est orientada slo hacia los sentimientos; es tambin un proceso de
razonamiento interior concentrado, enfocado, que lleva a la accin exterior.
Qu resultados obtiene la meditacin? el que medita quiere entender cmo relacionar la
verdad bblica a la vida (Josu 1:8). Pasa tiempo en hacer planes de las formas en que ha
de aplicarla a la vida cotidiana.
La meditacin es lo que tanto Jim como su consejero necesitan.
Cmo se medita?
a) Uno piensa: durante el da, o en la cama durante la noche (Salmo 1).
b) Toma una porcin de las Escrituras y la estudia: Qu significa esto para m?
Cmo va a cambiar mi vida? Qu cosas concretas debo hacer sobre ello?
Cmo puedo conseguir realizar estas cosas?
c) Y lo sigue haciendo hasta que uno halla o produce lo que busca. Las ideas vienen
y los pensamientos rebosan, los planes cuajan y el querer comprender y hacer lo
que la Biblia requiere surge desde dentro como un manantial.
Poniendo en prctica un Plan Bblico
Cuando un consejero 1) descubre qu problema tiene el aconsejado, 2) ha encontrado la
solucin bblica al mismo, y 3) luego le puede ayudar a meditar en formas que integren y
pongan en prctica esta solucin en su vida, lo que hizo fue un PLAN.
Elementos de un Plan Bblico
1. El objetivo u objetivos bblicos que hay que alcanzar sern detallados,
comprendidos y articulados claramente (a veces por escrito) por el consejero y el
aconsejado.
Se pondrn de acuerdo en que estn conformes sobre ellos; el aconsejado expresar su
deseo de alcanzarlos, as como su compromiso en hacerlo por la gracia (ayuda) de Dios.
Sin objetivos claros, bblicos, el compromiso es imposible.
2. Los objetivos deben ser divididos en objetivos a corto plazo y a largo plazo.
Los ltimos son los que, cuando se alcanzan, significan el fin del proceso de aconsejar.
Los primeros son pasos esenciales en el proceso de realizacin de los de largo plazo.
Objetivo bblico: que un matrimonio sea agradable a Dios.
Objetivo a largo plazo: el acuerdo y funcionamiento sexual que es bblico y satisfactorio.
Objetivo a corto plazo: el aprender a satisfacer al cnyuge en el juego previo al contacto
sexual.
3. La forma de hacer posible poner en prctica la solucin que ha de estar
incorporada en el plan debe incluir:
a) Horarios: se harn sobre das y horas especficas.
b) Medios y mtodos: detallados y concretos.
c) Tcnicas: conocidas y, cuando sea necesario, demostradas o practicadas.
d) Pasos y procedimientos: precisados con claridad.
Cmo funciona un Plan.

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Consideremos un ejemplo: Juan y Mara se han separado. Solicitan que se les aconseje.
El objetivo bblico es reedificar su matrimonio sobre una base cristiana slida. Los
objetivos a largo alcance incluiran cosas como el establecimiento de una buena
comunicacin sobre bases bblicas.
Objetivos a corto plazo que sern la base del trabajo asignado para casa en la primera
sesin para la semana siguiente:
1. Reconciliacin por medio de la confesin de pecado y concesin mutua de perdn:
debe hacerse inmediatamente, puesto que los dos estn arrepentidos.
2. Juan ha de regresar a casa: inmediatamente despus de la reconciliacin.
3. Luego Juan y Mara harn cada cual su lista de contenga por lo menos 100
artculos. Estas listas han de indicar todas las maneras en que han fallado a Dios y
al otro como personas, como marido y mujer y como padres.
Los puntos sern concretos, especficos. Cada uno leer al otro la lista, sin comentarios ni
discusiones. Las listas sern tradas en la siguiente sesin para aconsejar. Aqu est el
mismo comienzo de la comunicacin.
4. En vez de intentar resolver los problemas que aparezcan durante la semana (no
se ha desarrollado an la capacidad de hacerlo), han de escribir todos los
problemas en detalle y traerlos a la prxima sesin, para discutirlos.
Cada uno de los 4 puntos est bien especificado, con los horarios y con las rdenes
marcadas y precisadas, y se prev la posibilidad de fallo y discrepancias y se toman
medidas al respecto. Se toman medidas temporales cuando hay esta falta de capacidad.
Cada sesin requerir planes similares.
El planear debe ser flexible, no rgido. Pero no ha de ser tan flexible que no exista. Los
planes tentativos para la segunda sesin es posible que tengan que ser eliminados, p. ej.,
si Mara no permite a Juan que regrese a casa durante la semana.
Entonces habr que hacer una nueva serie de objetivos a corto plazo, concentrndose en
este punto en detalle. De esta forma, a veces es necesario dar un paso hacia atrs para
permitir, finalmente que el aconsejar vaya delante.
CMO DESARROLLARSE COMO CONSEJERO
Primero: ha de crecer como cristiano.
Segundo: has de crecer en el estudio y prctica de la Biblia.
Tercero: debes crecer como estudiante de la prctica de aconsejar bblica.
Bibliografa:
- Capacitados para restaurar, de Jay E. Adams. Editorial CLIE.
- Libro de casos del consejero cristiano, de Jay E. Adams. Editorial CLIE.

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