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Cómo Vencer A Los Gigantes

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Cmo Vencer a los Gigantes?

Cuando el pueblo de Israel estaba listo para entrar en la Tierra Prometida, Moiss envi 12
prncipes a reconocer la tierra. De los 12 prncipes enviados, 10 vinieron con un reporte negativo y
sus palabras hicieron desfallecer. Todos conocemos los nombres de los 2 prncipes que trajeron el
reporte positivo, Josu y Caleb. Sin embargo, no muchos conocen el nombre de los 10 prncipes
que trajeron el reporte negativo.
A travs de esta serie el Pastor Otoniel estudia a profundidad los nombres y la naturaleza de estos
10 prncipes con el propsito de derribar los pensamientos que hicieron que estos prncipes se
rindieran antes de entrar en la tierra prometida y pelear por ella. Cada uno de sus nombres
representa pensamientos negativos que tenemos que erradicar para vivir en victoria y no en
derrota.

Como enfrentar a un gigante


1.

TODOS ENFRENTAMOS GIGANTES

Todos enfrentamos gigantes. No son opresores como Goliat, pero pueden ser:

Aflicciones Corporales

Actitudes que hayamos adoptado

Circunstancia que nos rodean o del pasado

Enfermedad mdica

Problemas financieros

Cuando enfrentamos a nuestros gigantes tenemos dos opciones: Podemos pelear o


podemos huir. Todos tenemos fisiolgicamente como humanos el mecanismo de pelea
o huida. La Biblia muestra que muchas veces estos dos mecanismos son los idneos:
Jos se libr del peligro corriendo (Gnesis 39:11-12), Sansn enfrent a un len y
atac (Jueces 14:5-6)

LOS QUE HUYEN

La tendencia a huir se mostr cuando el pueblo de Dios se enfrent a gigantes. Cuando


los hijos de Israel llegaron a Cades-barnea, despus de varios aos en el desierto,
enviaron a doce hombres a reconocer la tierra de Canan (Nmeros 13:1-3). A su
regreso, estaban de acuerdo en la riqueza de la tierra, pero en cuanto a sus habitantes,
la mayora le tuvo miedo (Nmeros 26-31)

Al ver a los hijos de Anac, diez espas quedaron paralizados. Estos diez persuadieron a
la multitud de que Israel no poda tomar Canan. Al huir, sufrieron de gran manera: El
desierto fue hogar de ellos por 38 aos ms.

El vivir con problemas y huyendo est lejos de la solucin idnea ante la vida. Adems,
no es propio del cristiano vivir as (2 Timoteo 1:7). El miedo no solamente nos hace
desdichos, sino que hacemos sentir mal a los que nos rodean. El miedo tiene el poder
de destruir nuestras vidas enteras -fsica, emocional y espiritualmente.

Al huir tratamos de echarle la culpa a otros de nuestros problemas, y que no tenemos


los recursos suficientes para enfrentarlos. Hay quienes incluso culpan a Dios, dudando
de su amor y de por qu no le quita su problema. Tal frustracin es resultado de
olvidarse de la verdad primordial en la vida: Dios es ms grande que cualquier
problema. El poder que nos respalda es ms grande que el problema que nos agobia.

LOS QUE PELEAN

La otra opcin es atacar al gigante. A menudo es necesario atacar, pelear y vencer al


gigante, si es que ha de haber paz en nuestros corazones. No debe haber razn para
que los cristianos no quieran pelear en contra del gigante.

Cuando el pueblo de Israel entro a investigar Canan, solo Josu y Caleb declararon
que podan vencer a los gigantes con la ayuda de Dios. Este ltimo, en la reparticin de
las tierras, dio un paso al frente y reclamo su parte en Josu 14:12. Caleb saba que
en su tierra haba gigantes, y si deba enfrentarlos para poder disfrutar de su tierra, l
estaba dispuesto a hacerlo.

Con tal confianza nosotros tambin podemos enfrentar a nuestro gigante


CMO PELEAR EN CONTRA DE UN GIGANTE

DEBEMOS HACER PREPARATIVOS

David haba aprendido a cuidar sus ovejas mientras era pastor de ellas (Samuel
17:34-36). Sus solitarias horas le dieron tiempo para practicar la honda. An ms, fue
un estudiante de la naturaleza y admirados de la obra de Dios. Tal vez nunca se
percat de que su pequea posicin de pastor le estaba enseando a ser rey de Israel.

No debemos subestimar las lecciones que Dios no ensea. Podemos pensar que son
sencillas he innecesarias, pero puede ser que nuestra fe sea probada primero con las
cosas pequeas. Cuando cumplimos con actos de obediencia elementales, nos estamos
preparando para oportunidades ms grandes.

DEBEMOS MANTENER LA PERSPECTIVA CORRECTA

La diferencia entre cmo miraba a Goliat David y Sal era significativa y de suma
importancia al ataque. David solo miraba a un incircunciso que poda ser derrotado con
el poder de Dios.

Qu fcilmente nos engaamos! Una nueva perspectiva puede mostrarnos que


nuestros gigantes no son tan grandes como creamos. Incluso nos puede mostrar que
nuestro gigante tiene sus partes dbiles. Solo nuestro Padre nos puede facilitar la
victoria (Efesios 6:11-13)

DEBEMOS UTILIZAR NUESTRAS PODEROSAS ARMAS

Pablo nos record que nuestras armas no son de carne, sino de Dios (2 Corintios
10:4-5). David no necesitaba la armadura de Sal, ni parafernalia para ganar. Solo, con
la ayuda de Dios, ganara, sin importar que armadura fsica el llevara. (Mateo 28:20;
Hebreos 13:5-6)

Vemos en David la demostracin de la verdadera humildad. No creer que somos nada,


sino que la humildad es creer que Dios lo es todo. En sta fe podemos hallar nuestra
gran fortaleza.

David no solo0 tuvo fe, tambin tuvo experiencia de la fe. El haba confiado en Dios
cuando atacaba a leones salvando a sus ovejas. Eso le deca que, como Dios estuvo
con el antes, lo estar ahora y siempre qu razn hay para esperar que no lo siga
siendo?. Si no esperamos que El sea nuestro ayudador en el presente, es porque
carecemos de la fe que tuvimos en el pasado.

La arme de Cristo es muy importante, as lo relata Mateo 14:28-31, donde Pedro solo
poda caminar sobre el agua mirando a Jess, pero se hundi cuando comenz a mirar
el mar y sentir el fuerte viendo. En qu nos enfocamos cuando enfrentamos a un
gigante? En su estatura, peso y dimensin? O nos enfocamos en Cristo? Cuando nos
enfocamos en nuestro gigante, este crece y creer, hasta alturas increbles. Pero si

miramos a Cristo, podremos encontrar que nuestro respaldo es ms grande que el


problema que nos agobia.

1.

CONCLUSIN

Salmos 18: 1-3 muestra que Cristo est con nosotros cada vez que enfrentamos a un
gigante.

Lecciones para Pelear con Gigantes

Y sabr toda esta congregacin que Jehov no salva con espada y con lanza . ( I Sam.
17:47)

Introduccin: La preocupacin es uno de los males de estos tiempos. Todos los das enfrentamos toda clase
de problemas econmicos, familiares, de salud, aflicciones personales, conflictos nacionales e
internacionales. Incluso ha aparecido una nueva palabra que describe la presin causada por todos los
problemas estrs. La acumulacin de dificultades puede enfermarnos fsicamente, podemos incluso llegar
un cansancio crnico. Podemos llegar a estar tan enredados en tantas actividades que fcilmente nos
molestamos y otras personas hallan difcil convivir con nosotros. Muchos han llegado al punto en que
desesperadamente claman tengo tanto que hacer que no s por dnde empezar . La sola necesidad de
sobrevivir puede llegar a ser una gran batalla para nosotros.
Tales problemas no eran extraos al autor de los Salmos, El Salmo 116, dice Angustia y dolor haba
yo hallado. De hecho varias figuras bblicas entendieron esta ansiedad: Jacobo le describe sus 130 aos de
vida a faran como pocos y malos (Gn 47:9). Moiss pas un periodo de su vida, en el cual estuvo a punto
de desfallecer del todo, pues se haba hecho cargo de demasiadas tareas el solo (xodo 18:13-23). Job
describi la vida como un periodo corto de das, y hastiado de sin sabores (Job 14:1). La predicacin de
Jeremas le result a este en afrenta y escarminio cada da (Jeremas 20:8). Lleg a estar tan desanimado
que dijo: Ay de m, madre ma, que me engendraste . (Jeremas 15:10).La Historia de David y Goliat nos
ensea lecciones y consejos para enfrentar a Gigantes. Podemos decir que no tenemos Gigantes en
nuestros das, pero algunos problemas son como gigantes. Estos gigantes son imposible de vencer por
nosotros. Somos como el pueblo de Israel cuando estaban en el desierto camino a la tierra prometida, mand
doce espas para explorar la tierra prometida. Ellos encontraron una tierra fabulosa, pero tambin vieron
gigante, entonces diez espas reportaron a los israelitas Ms los varones que subieron con l, dijeron: No
podremos subir contra aquel pueblo, porque es ms fuerte que nosotros Tambin vimos all gigantes, hijos de
Anac, raza de los gigantes, y ramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas. (Nmeros 13:31-33)
As como como los judos, nosotros en cada reto de la vida nos sentimos como chapulines, y vemos slo
gigantes. Cuando usted dice: ! no puedo y no intenta resolver el problema, somos como el pueblo de Israel,
caminando en crculos en el desierto, desperdiciando nuestro tiempo sin identificar y desarrollar nuestras
habilidades y perdiendo muchas oportunidades.
1- La Situacin. La Historia de David y Goliat comienza con el ejrcito de Israel listos para la
guerra. Ellos haban llegado al valle de Elah, listos para derrotar a los Filisteos. Pero cuando ellos vieron a Goliat
se paralizaron. La Biblia no nos dice que Goliat fuera un Gigante, pero por las medidas que nos da, podemos
imaginar que era muy alto. Cuando Goliat hizo el reto ellos se quedaron paralizados.
En la vida es fcil encontrar algo similar. Todos estamos listos para enfrentar los problemas de la vida,
pero cuando vemos el tamao de los problemas nos paralizamos. Jess le dijo Pedro: el espritu a la verdad est
dispuesto, pero la carne es dbil (Marcos 14:38). Nosotros al igual que Pedro estamos preparados para enfrenta
todas las situaciones de la vida, pero cuando caminamos por las aguas de los problemas, los viento del temor
hacen que se hunda nuestra fe. Se hunde usted antes de enfrentar los problemas?

II.- Cmo Empezar? Cmo empezar a enfrentar un Gigante? Por dnde empezamos a enfrentar un
problema?
La Historia de David y Goliat no nos dice que David hubiese orado, pero David siempre fue un hombre
de oracin. Tenemos evidencias de esto a travs del libro de los Salmos. Podemos estar seguros que l empez
este evento con una oracin. Jess es nuestro principal ejemplo de la oracin. El oraba en cada gran evento, en su
bautismo, durante 40 das; despus del bautismo; antes de elegir a los doce apstoles Jess oro por sus
discpulos; Jess tambin enseo a sus discpulos a orar. l les dijo que algunos milagros solo son posibles con la
oracin (Mr. 9:29), y que la oracin nos ayuda a no caer en tentacin (Mt. 26:41).

Podemos aprender de David a orar, orar es comunicarse con Dios. Podemos esconder de Dios lo que
nos pasa, o que necesitamos del? Dios sabe todo de nosotros, pero el quiere que nosotros seamos sinceros
con l. Tratar de esconder nuestros pensamientos de Dios solamente demuestra que no podemos aceptar
nuestros errores. Pero Dios est dispuesto a ayudarnos, cuando reconocemos que hemos pecado o
cometido algn error.
En los Salmos de David podemos encontrar una gran diversidad de sentimientos, ms de los que
nosotros mostramos cuando oramos. Esto es porque David era sincero y mostraba todas sus emociones.
Algunas veces reprimimos nuestras emociones cuando oramos Porque no orar como David? Recodemos
que algunos milagros solo son posibles con la oracin.

Tomar el desafi.
El Libro de Samuel refiere que Goliat desafi al ejrcito judo. Cuando ellos escucharon el reto se
paralizaron y no saban que hacer por cuarenta das, hasta que vino David y acepto el desafo. Cuantas
veces actuamos de la misma manera? Tiene usted miedo de tomar los desafos? Tiene usted problemas
que espera que se solucionen solos. Los problemas slo se pueden resolver cuando los enfrentamos.
Una cosa que es interesante de los problemas es que en muchos casos son ms sencillos de lo que
pensamos. Yo creo que cuando tomamos el desafi, resolvemos el 50% del problema. Otra ventaja de
resolver problemas es que nos ayuda a aprender a resolver otros. Si nosotros constantemente
evitamos enfrentar los problemas, y dejamos a otros que los resuelvan por nosotros, llegar un da en que no
podamos evitar enfrentarnos con un problema y no sabremos entonces que hace. Si tomamos nuevos retos,
aprenderemos nuevas cosas.

Poner nuestra Confianza en Dios. Sal vea a un muchacho, David vea el poder de Dios. Cuando David le
dijo al Rey Sal que l quera enfrentarse a Goliat, Sal le dijo que no poda porque era un nio. El Rey tan
slo poda ver a un muchacho, pero David vea el poder de Dios. El Seor le haba ayudado antes a pelear
contra leones y osos. Ahora l no tena la menor duda de que recibira la ayuda divina.
Hoy las personas tienen el mismo problema, no pueden ver el poder de Dios, ni recuerda cuantas
veces Dios les ha ayudado en el pasado. Ellos son como el pueblo de Israel cuando estaba en el desierto
durante el xodo y Dios haba realizado maravillosos milagros. Pero en cada nuevo problema se enojaba y
renegaba en contra de Dios y Moiss. Israel rpidamente olvidaba que haba hecho por ellos en el pasado.
Cuando tenemos un problema slo vemos el tamao de este, entonces nos miramos a nosotros mismos y
concluimos que no tenemos la capacidad de hacer dicha tarea. Es cierto que tenemos limitaciones, pero el
poder de Dios es limitado. Un da Jonathan, el hijo de Sal, enfrent a un guarnicin filistea y dijo: Ven,
pasemos a la guarnicin de estos incircuncisos; quiz haga algo Jehov por nosotros, pues no es difcil para
Jehov salvar con muchos o con pocos (1 Samuel14:6) Algunas personas ven el tamao del problema, otros
ven el poder de Dios.

Cmo en enfrentar el Problema?

Despojarnos de todo lo nos estorba.

Cuando el rey acepto que David peleara contra el gigante, Sal dio su armadura a David, pero al tratar de
moverse se dio cuenta que no poda caminar, por lo que disidi quitarse la armadura y dijo: Yo no puedo
andar con esto, porque nunca lo practiqu. Cuando nosotros tratamos de enfrentar un problema, es necesario
de despojarnos de todo lo que nos estorba. El pesimismo, el odio, el rencor, contiendas, orgullo, celos,
envidias y otras cosas que nos impiden alcanzar nuestras metas.

Usar nuestras cualidades y dones que posee de la mejor manera.


David tom su arma favorita, la honda y recogi cinco piedras del ro. La mejor de nuestras armas, es la que
sabemos usar mejor. Algunas veces tratamos de nuevas formas de arreglar los problemas Pero los nuevos
mtodos son intiles si nosotros no sabemos utilizarlos adecuadamente. Algunas vese las viejas tecnicas
funcionan mejor porque la gente las sabe usar mejor.

Centrar nuestro esfuerzo a la cabeza a la cabeza del problema.


Enfocarnos en la cabeza de los problemas puede darnos la victoria. Muchas veces nosotros nos no dirigimos
nuestros esfuerzos en la direccin correcta. Nosotros tenemos muchos problemas en la vida pero debemos
ver cul es el principal de ellos. Tenemos que ver las causas principales, no las pequeas cosas que no nos
permiten resolver el problema. Nuestro blanco debe ser a la cabeza del problema.

Conclusin:
David tiro la roca, con la mejor de sus armas., confiando en Dios, se quit las cosas que le estorbaban. Y Dios
hiri al gigante en la nica parte donde lo poda matar. Vencer a un gigante puede ser fcil cuando confiamos
en Dios. Jess dijo en una ocasin " al que cree todo le es posible" (Marcos 9:23)

Enfrenta y Vence a Tu Gigante!


Por David Jeremas

En los aos setenta, haba una serie en televisin muy popular llamada La Tierra de los Gigantes. La historia estaba
centrada en siete exploradores cuya nave espacial choc contra un planeta de gigantes. El pequeo grupo de humanos
vivan en constante terror, luchando por vencer a sus enormes depredadores.
Muchos de nosotros podemos relacionarnos con esta constante lucha por sobrevivir en medio de problemas gigantes.
Aunque ninguno de nosotros nos enfrentamos contra gigantes en el sentido literal, s enfrentamos a otros que son
igualmente reales. Gigantes, como el resentimiento, la duda, tentacin, temor, desanimo, soledad, preocupacin,
envidia, apata, fracaso, culpabilidad o enojo pueden estar dominando nuestra vida.
Entonces, cmo podemos pelear cuando nos encontramos viviendo en la tierra de los gigantes? Podemos aprender a
ser un gran guerrero del encuentro inolvidable entre David y el gigante de su tiempo. Goliat alcanzaba los 4 metros de
altura, y su armadura era una espada del tamao de un poste de telfono! Con arrogancia, se burl de los hijos de Israel
y de su Dios. Nadie se atrevi a protestar. Nadie, excepto el pequeo nio pastor.

Alguna vez te has sentido pequeo comparado con tu Goliat? Tal vez te sientas demasiado dbil o inadecuado para
pelear contra l. Los gigantes puedes intimidarte, pero Dios nos ha dado instrucciones para acabar con ellos.
Confrontando a tu gigante
Como el rey de Israel y un guerreo poderoso, Sal era quien deba pelear contra Goliat. Rehus confrontar a su gigante.
El verdadero gigante de Sal era el espritu de temor y lo inmoviliz.
Cul es tu gigante?
Te puede ayudar el usar un diario y describir claramente a todos los gigantes que estas enfrentando. Identificando a tus
gigantes es el primer paso para desarmarlos.
Se fiel en las cosas cotidianas
Antes de que David tuviera su dramtico encuentro con Goliat en el valle de Elah, l se haba preparado en las humildes
afueras de Beln. El aprendi a ser valiente cuando nadie estaba ah para observarlo. Fue su integridad y compromiso
que le dio a David la fuerza para conquistar a Goliat cuando el momento llego.
Los grandes conquistadores pasan tiempo en privado, fielmente ante Dios, empapndose de la palabra de Dios. No
violan las disciplinas diarias de la vida para adelantarse a los planes de Dios. Dios desea entrenarnos en privado a
travs de la disciplina de nuestras propias vidas.
Se valiente en la batalla
El Rey Sal intent ayudar a David al ofrecerle una armadura. No poda caminar, y David rechaz la oferta de Sal de
darle proteccin fsica, porque l no dependera del hombre exterior. David estaba listo para pelear contra el colosal
Goliat con el poder del Espritu.
Ha habido tiempos en tu vida cuando has visto que Dios hace que tus gigantes se conviertan en enanos? Recuerda
esas victorias; reptelas una y otra vez a ti mismo. Se valiente y se fuerte en el Seor y en el poder de su fuerza
(Efesios 6:10).
S un campen para Cristo
Cuando t te paras para ser un campen para Dios, puedes ser criticado por aquellos ms cercanos a ti. La propia
familia de David habl mal de l. Como David, deja a un lado las crticas y enfcate en la meta. Escoge rodearte de
otros campeones que van a orar por ti.
Siendo sus nicas armas una honda y cinco piedras, David lanzo una directo a Goliat. La roca se hundi en la cabeza
del gigante. Fue inolvidable la victoria.
David mat a su gigante, pero no por su propia fuerza, mas con la de Dios. La Biblia dice en Filipenses 4:13, Cristo me
da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.
El mismo Dios que le dio la victoria a un subestimado nio pastor, quiere ayudarte a conquistar tu gigante. Como David,
la decisin est en nuestras manos. Podemos dejar que los gigantes de la vida nos derroten, o podemos enfrentarlos y
vencerlos!

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