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DROGODEPENDENCIAS EN

INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 1-INTRODUCCIN

En la actualidad, uno de los problemas socio-sanitarios


ms preocupantes de los pases desarrollados, entre los
que se encuentra Espaa, es el del consumo de drogas.
En realidad todos sabemos algo sobre el problema de
las drogas o de la droga, en abstracto, siendo uno de
los debates recurrentes de distintos foros y mbitos de
nuestra sociedad, existiendo adems abundante, quizs
excesiva y confusa, informacin sobre el tema.
La literatura sobre drogas hace hincapi en la
transversalidad del tema, existiendo un consenso
general de que nos encontramos a la vez ante un
proceso biolgico, en tanto que produce dependencia,
tolerancia y frecuentemente sndrome de abstinencia
entre los consumidores habituales, y ante un fenmeno
social de tipo histrico, que afecta tanto a individuos
concretos como a diversos sectores de poblacin. En
Espaa, a pesar de mltiples investigaciones empricas,
no existe una teora sociolgica especfica sobre el
fenmeno pues, mientras algunos autores lo consideran
un sntoma de otros problemas psicosociales, otros
afirman la imposibilidad de explicar conductas que
pueden ser transitorias o repetitivas, a la vez que
comprendidas como adaptativas o patolgicas.
Finalmente, hay autores, que intentan esbozar una
explicacin terica sobre el fenmeno que, en nuestra
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opinin, puede constituir un marco de referencia que


contribuya a una mayor articulacin y diseo de las
intervenciones
a
desplegar
por
instituciones
y
profesionales que actan en este campo.
En este contexto, se trata de describir, en primer lugar,
la prevalencia y tendencias del consumo de drogas
segn lo reflejado por los estudios epidemiolgicos ms
recientes, junto con una explicacin sociolgica de su
evolucin. Al respecto, el anlisis de la evolucin del
fenmeno se centrar en una interpretacin desde
lecturas generacionales, mientras que para explicar su
magnitud
socio-epidemiolgica,
el
concepto
de
vulnerabilidad social resultar clave.
Los problemas relacionados con el uso indebido de
drogas aparecen como una de las principales
preocupaciones de la poblacin espaola.
La intervencin social e institucional ante este problema
opera nicamente en dos aspectos fundamentalmente, a
saber:
1. Reduccin de la demanda:
Conjunto de actuaciones encaminadas a reducir el
inters de la poblacin por las drogas. Se tratan
principalmente de acciones que promuevan una
adecuada informacin y educacin sobre las
drogas.
2. Control de la oferta:
Actuaciones
encaminadas
a
reducir
la
disponibilidad de las drogas en el escenario social.
Incluira tanto intervenciones dirigidas a controlar
la cantidad de las distintas drogas presentes en el
mercado, como la promocin y publicidad de las
mismas.
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Con este curso pretendemos poner a disposicin de los


trabajadores pblicos de los Centros Penitenciarios
espaoles, una informacin til que permita incrementar
su conocimiento, control y competencia en materia de
drogas y drogadiccin en el interior de los Centros
Penitenciarios, es decir, en sus aspectos profesionales.
Por tanto este curso va dirigido a los trabajadores
penitenciarios en general, con el objetivo de formarles
para el conocimiento y prevencin en materia de drogas,
as como el tratamiento adecuado, en el ejercicio de sus
funciones, de las personas afectadas por las
drogodependencias, en estrecha colaboracin con los
Equipos Tcnicos y Sanitarios en las Instituciones
Penitenciarias Espaolas.
Nuestros objetivos ms importantes sern, sobre todo y
entre otros muchos, los siguientes:
- Identificar las diversas drogas, en su aspecto, su
prevalencia, modos de administracin y sus efectos
en el cuerpo humano.
- Conocer el perfil del consumidor, los factores de
riesgo y los de proteccin.
- Informar sobre los tratamientos existentes.
- Conocer los recursos que ofrece nuestra comunidad.
- Dar pautas para actuar ante situaciones de urgencia
provocadas por las drogas.
- Recordar los aspectos legales vigentes en materia
de drogas y drogadicciones.
- Etctera, etctera.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 2-HISTORIA DE LAS DROGAS EN EL


MUNDO
Antes de las primeras civilizaciones ya hay pruebas de
que el hombre, conoca los efectos de ciertas plantas
como la adormidera del opio y las usaba. En todas las
civilizaciones, desde la asiria hasta la actual del siglo
XXI, el ser humano ha consumido todo tipo de drogas
por distintos motivos, religiosos, rituales, medicinales,
hbitos o costumbres, por distraccin, hedonismo, etc.
Todos sabemos, bien de odas, bien por experiencia
propia los efectos que las drogas tienen en nuestro
organismo, el uso de drogas se remonta a la
antigedad, sabemos que desde el principio el hombre
ha convivido con las drogas, pero es ahora gracias a los
conocimientos que la medicina y otras disciplinas han
descubierto y acumulado, cuando realmente conocemos
el peligro que entraa su consumo para las personas.
Aqu vamos a exponer algunos hitos histricos de las
drogodependencias, y como estas eran empleadas sin
reparo como fruto de la ignorancia sobre sus efectos,
quiz ha sido este comn uso el responsable de la
problemtica social actual.
En primer lugar, es conocido por todos el gusto de los
griegos de la poca Clsica por el vino (incluso tenan un
dios consagrado al vino - Dionisos-), los griegos
utilizaban el vino sobre todo como herramienta para
mejorar el nimo y la bsqueda de placer. Los Symposia
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eran reuniones en las que se viva y se beba, en estas


reuniones tenan lugar las discusiones filosficas y los
debates polticos, y el alcohol era un instrumento que
ayudaba a pensar.
En Asia existi una secta denominada "hashishins" que
utilizaban
el
cannabis
para
experimentar
las
recompensas de la otra vida, debido sus propiedades
alucingenas.
Respecto a la coca, en la civilizacin Inca ocupaba un
importante lugar, ya que crean que era un regalo del
rey Sol a las clases altas de la sociedad.
Es digno de sealar el extremismo de algunas tribus
primitivas de Siberia en 1730, que consuman el hongo
Amanita
Muscaria,
que
tambin
tiene
efectos
alucingenos. Secaban los hongos al sol y los coman
solos o con leche de reno y otras plantas que
endulzaban el sabor. Hay que sealar que los efectos de
este hongo siguen en activo tras haberse expulsado, por
lo que haba ocasiones en que se beban la orina.
Por ltimo, en la Edad Media las brujas realizaban unas
mezclas con belladona, beleo y mandrgora que se
frotaban en la piel o se insertaban en la vagina para ser
absorbida, para esto en ocasiones usaban un palo de
escoba para aplicarse el ungento en axilas, pubis y
vagina. Los efectos de esta mezcla eran la sensacin de
volar, salir del cuerpo, o transformarse en diversos
animales; probablemente sea de aqu de donde proviene
la imagen estereotipada de la bruja volando en su palo
de escoba.
Por otra parte decir que a lo largo de la historia, durante
siglos y siglos se han utilizado diversas drogas como la
cocana, el opio, etc., como analgsicos y anestsicos,
cumpliendo por tanto fines medicinales, y es que en
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algunas pocas de la historia no ha habido ms remedio


que utilizar ciertas drogas con fines teraputicos.
En la cultura occidental la droga es considerada un tema
tab, pero slo desde hace algo ms de 80 aos, que es
cuando se dictaron las primeras leyes contra las
diferentes drogas. Un ejemplo de prohibicionismo es la
conocida Ley seca, mediante la cual se lleg a prohibir el
alcohol en los Estados Unidos. El experimento de la
prohibicin fracas estrepitosamente y fue el origen del
poder de ciertos grupos mafiosos que comenzaron
traficando con esta droga, y cuando fue legalizada,
cambiaron a otras que seguan prohibidas.
A pesar de ser las dos sustancias que ms muertes
provocan en las sociedades occidentales, alcohol y
tabaco no tienen el mismo estigma que las restantes
drogas, ya que son legales y su uso est aceptado
socialmente y regulado por la administracin.
Se cree que los ingresos totales que producen las ventas
de estupefacientes tan solo en Estados Unidos ascienden
a entre 60.000 millones y 120.000 millones de dlares.
Si restamos unos 20.000 millones de dlares para
gastos, eso deja un beneficio neto de entre 40.000
millones y 100.000 millones de dlares. El trfico de
drogas, que mueve unos 300.000 millones de dlares al
ao, es el mayor negocio del mundo, dice la revista
World Press Review . Disponer de tanto dinero otorga un
gran poder a los traficantes de drogas.
En nuestros das, el alucingeno blando ms consumido
sigue siendo el cannabis, pero ningn otro tuvo tanta
importancia en el movimiento de la contracultura de los
sesenta del siglo pasado como el cido lisrgico, que es
el nombre con el cual se denomina el ncleo comn de
todos los alcaloides presentes en el cornezuelo de
centeno o Claviceps purpurea.
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El LSD 25 fue descubierto accidentalmente por el


qumico suizo Albert Hoffman en el ao 1938 cuando
trataba de encontrar una sustancia anloga a un
estimulante del sistema circulatorio. Una vez concluida
la Segunda Guerra Mundial, la casa Sandoz se dedic a
difundir el descubrimiento, bajo el nombre comercial de
Delycid. Era empleado experimentalmente para facilitar
la psicoterapia y para combatir algn trastorno como el
alcoholismo crnico, anomalas sexuales, etc, Despus
cuando se comprob que los efectos producidos eran
imprevisibles, termin prohibindose.
El uso ilegal de esta droga se generaliz a partir de los
aos 60-70 asociado a la llamada "contracultura" siendo
utilizado por universitarios, intelectuales, artistas y
msicos en busca de otros estados de conciencia. En la
actualidad, siguen siendo utilizados el LSD, los hongos
mgicos, la mezcalina, el peyote, pero estn de moda
otros alucingenos de origen sinttico, como el DOM,
DOET, DOB, TMA, MDE, MBDB, TMT, MDA y el MDMA. En
general tienen un efecto estimulante y alucingeno y
estn vinculados a determinados grupos urbanos, como
el movimiento new age y el rave. En Espaa estn
asociados a la ruta del bacalao.
Las drogas sintticas o de diseo son el nuevo desafo
para las autoridades de represin del mercado de
drogas, pues en general son de fcil fabricacin y
circulacin, lo que favorece su difusin ilegal. Adems,
estn desvinculadas de rituales religiosos como ocurra
en la antigedad con los alucingenos naturales.
Las anfetaminas, al contrario que los alucingenos, son
relativamente nuevas. Son estimulantes que aumentan
los niveles de actividad motriz y cognitiva, refuerzan la
vigilia, el estado de alerta y la atencin y, a menudo,
tienen potencial euforizante. La anfetamina es un
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derivado qumico de la efedrina, sintetizado por primera


vez en 1887 por el qumico rumano L. Edeleano, quien
llam al compuesto fenilisopropilamina. El uso mdico
experimental de las anfetaminas comenz en los aos
1920. La droga sera utilizada desde entonces por los
militares de varias naciones, especialmente de la fuerza
area, para combatir la fatiga e incrementar la alerta
entre las milicias.
La Segunda Guerra Mundial propici su administracin a
los soldados de forma masiva, con el objetivo de
combatir la fatiga y mantenerlos alertas. Casi todos los
ejrcitos las utilizaron. Para que se tenga una idea, el
ejrcito estadounidense distribuy ms de 180 millones
de pastillas a sus combatientes. La anfetamina tambin
ha sido utilizada como agente para mejorar el
rendimiento, tanto fsico (inaugurando el dping
deportivo), como intelectual (dping cognitivo). La
dispensacin indiscriminada del producto, unida al
desconocimiento pblico respecto de sus peligros
potenciales y a la ausencia de un sistema idneo de
frmaco-vigilancia, desencaden fenmenos de abuso y
adiccin. En 1971, la anfetamina fue sometida a control
internacional en el marco de la Convencin Internacional
de Psicotrpicos.
Otra sustancia del mismo grupo es la metanfetamina
(MDMA),
tambin
conocida
como
xtasis.
La
metanfetamina es conocida por su reputacin de
estimulante adictivo. Como la anfetamina, esta droga
incrementa la actividad, reduce el apetito y produce una
sensacin general de bienestar. El MDMA, tiene a sus
espaldas un largo recorrido. En 1914 fue patentado en
Alemania por los laboratorios Merck como supresor del
apetito y en 1919 fue sintetizada en Japn, donde era
utilizada para el asma. Sin embargo, slo comenz a
comercializarse en 1938, con el nombre de Methedrina.
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Su uso medicinal nunca fue difundido, debido a los


problemas colaterales generados por su consumo.
Qued
relegado
a
fines
experimentales
en
interrogatorios y psicoterapias. Tambin tuvo un rol
relevante en el campo militar, para aumentar el
rendimiento
de las tropas.
Fue utilizada
por
combatientes de la guerra civil espaola y, luego, de
forma muy generalizada, en la segunda guerra mundial.
En Japn, se le ha atribuido la conducta temeraria de los
kamikazes. Formaba parte del equipamiento de la
infantera alemana de las Blitzkriegs, e integraba el
uniforme de la Luftwaffe: en caso de sobrevivir a un
accidente, el piloto podra subsistir unos 4 das
prescindiendo de alimentos y descanso; slo deba
procurarse agua para evitar la deshidratacin. En
Inglaterra, fue entregada durante la guerra al ejrcito de
Montgomery y a la fuerza area.
Los primeros consumos ilegales se detectaron durante
los aos 60 y 70 en el oeste de EE.UU., lo que propici
su prohibicin en 1985 en aquel pas y posteriormente
en los dems. Actualmente, se fabrica en laboratorios
clandestinos
usando
procedimientos
sencillos
e
ingredientes relativamente baratos, generalmente de
fcil acceso. Estos factores se combinan para hacer de la
metanfetamina una droga de gran circulacin, cuyo
abuso est muy extendido en Europa y Estados Unidos.
La metanfetamina callejera tambin se conoce, incluso
en pases de habla hispana, como speed, meth o crank.
La forma fumada de la droga suele llamarse ice, cristal o
glass.
HISTORIA DE LA REACCIN MUNDIAL CONTRA LA
DROGA
El consumo de drogas, aunque tuviera en sus comienzos
una finalidad mgico-religiosa o mdica, siempre fue
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observado como un fenmeno que podra convertirse en


algo problemtico si la sustancia era consumida con
otros fines o de forma inadecuada. En Egipto fue
encontrado un papiro, datado de 2000 a.C., que deca
Yo, tu superior, te prohbo acudir a tabernas. Ests
degradado como las bestias. En otro papiro un padre
advierte a su hijo: Me dicen que abandonas el estudio,
que vagas de calleja en calleja. La cerveza es la
perdicin de tu alma.
En la edad antigua en Europa, el empleo de sustancias
curativas era considerado una afrenta a los poderes de
Dios y la medicina no tena el desarrollo suficiente para
permitirse la experiencia con nuevos tratamientos. No
era sin razn que la expectativa de vida no pasaba de
los cuarenta aos.
En el Oriente prximo, alrededor del siglo VIII, Mahoma
determin azotar a un borracho por incumplir sus
deberes, generando la prohibicin futura del consumo de
alcohol en todo el mundo islmico, pues su cuado Al
forj, despus de su muerte, la sentencia de que: El
que bebe se emborracha, el que se emborracha hace
disparates, el que hace disparates forja mentiras, y a
quien forja mentiras debe aplicrsele la pena. El Papa
Inocencio VIII prohibi el uso de cannabis a los
curadores en el ao 1484, imponiendo que era un
sacramento impo de rituales satnicos. El tabaco
tambin tuvo sus momentos de prohibicin absoluta. En
Inglaterra, por ejemplo, fue prohibido en 1604 por el
Rey Jacobo I, que lo defina como espectculo
abominable para la vista, ofensa odiosa para el olfato,
costumbre daina para el cerebro y peligros para los
pulmones. La situacin del consumo de alcohol
comenz a considerarse alarmante por parte de los
mdicos a finales del siglo XVIII, debido a un cambio en
las pautas de conducta hacia la bebida, de los sectores
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ms populares de la poblacin asociado al proceso de


industrializacin que surga en Europa. El impacto
negativo que el ambiente de las tabernas y el consumo
abusivo de bebidas alcohlicas tuvo sobre las familias
obreras y sobre la salud asociaban elementos tan
negativos como enfermedad, ruina, agresividad o delito
pronto convirti a la taberna en escenario prototpico
del vicio y la perversin de las costumbres.
El opio y sus derivados (morfina y herona), as como la
cocana tambin pasaron a ser vistos como un problema
de salud pblica a finales del siglo XIX, cuando sus
efectos dainos ya eran de conocimiento general.
Como se observa, las primeras crticas y prohibiciones
tenan carcter religioso o moral. Slo despus surgieron
algunas normas punitivas relativas a las drogas basadas
en criterios mdicos.
Con el abuso indiscriminado de las drogas para fines
hedonistas a fines del siglo XIX, y debido a sus
negativas consecuencias, se inici a nivel mundial una
persecucin ms intensa al nuevo fenmeno. Segn el
historiador Escohotado la movilizacin internacional
prohibicionista gan fuerza en Estados Unidos tambin a
principios del siglo pasado. Preocupado por el gran
nmero de adictos a las preparaciones opiceas y a la
morfina, el Congreso americano cre un Comit para
estudiar el problema. Sus conclusiones llevaran a los
sectores conservadores y moralistas a encabezar una
legislacin represiva respecto al tema.
A principios del siglo XX (1909), Estados Unidos
organiz en Shangai una reunin internacional sobre el
comercio de opio, con la finalidad de regular y dominar
el mercado mundial de la sustancia. Sin embargo, las
recomendaciones ms importantes slo pedan que los
gobiernos tomasen medidas para la gradual supresin
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del opio fumado y que las naciones no exportaran opio


a naciones cuyas leyes prohibieran la importacin.
Entre 1911 y 1914 sucesivas Conferencias de La Haya,
llevaron a 44 pases a firmar el compromiso de
esforzarse por controlar el trfico interno de herona y
cocana. Posteriormente, terminada la primera guerra
mundial, se incorpor el Convenio de La Haya en el
tratado de Versalles (1919), que fue firmado por casi
todos los pases.
Ms tarde, durante el transcurso de la primera Asamblea
de la Liga de las Naciones, en 19 de febrero de 1925, se
suscribi la Segunda Convencin Internacional sobre
opio en Viena. En este convenio, adems de restringir el
trfico del opio, morfina y cocana, tambin se incluy el
cannabis como sustancia ilcita. El tabaco y el alcohol no
entraron en la prohibicin. Posteriores convenciones
realizadas en Ginebra (1931 y 1936), introdujeron la
peticin de imponer severas penas para los traficantes
de drogas ilcitas.
La creacin de la Organizacin Mundial de Salud (OMS)
en 1946 tambin contribuy a la unificacin de la visin
del tema, Este perodo fue uno de los ms tranquilos y
la importancia del consumo de drogas se redujo a escala
mundial.
Con el objetivo de modernizar y unificar los tratados
internacionales sobre sustancias restringidas, fue
firmada en Nueva York, la Convencin nica sobre
estupefacientes de 1961. En este convenio se reconoce
la necesidad de la utilizacin de las drogas con fines
mdicos y tambin la necesidad de controlar el uso de
estas sustancias, debido a la gravedad de las
toxicomanas en el orden personal del consumidor y de
su peligro social para la humanidad. Es la primera vez

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que son listadas las sustancias prohibidas y de uso


restringido.
La Convencin nica de 1961 sobre Estupefacientes
estaba encaminada a limitar exclusivamente a fines
mdicos y cientficos la produccin, la distribucin, la
posesin, el uso y el comercio de drogas, y a obligar a
los Estados partes a adoptar medidas especiales en
relacin con drogas concretas, como la herona. En el
Protocolo de 1972 de la Convencin se hizo hincapi en
la necesidad de que los toxicmanos recibieran
tratamiento y rehabilitacin. Hoy, son 183 los estados
participantes de la convencin.
Diez aos despus (1971), bajo los auspicios de
Naciones Unidas y con el objetivo de actualizar las
reglas al respecto y debido al ntido aumento del
consumo mundial, fue celebrada en Viena la Conferencia
sobre sustancias psicotrpicas. El convenio firmado en el
encuentro dictaba normas tendentes a controlar y
fiscalizar la produccin y distribucin de los frmacos.
Adems regulaba tambin el comercio internacional de
las sustancias, estableca medidas de prevencin al uso
indebido, as como contra su trfico ilcito, entre otras
providencias. Igualmente, elaboraba las listas de
sustancias prohibidas o sometidas a control especial.
El Convenio sobre Sustancias psicotrpicas de 1971
estableci un sistema de fiscalizacin internacional de
las sustancias psicotrpicas. Este tratado, aprobado en
respuesta a la diversificacin y expansin de la gama de
drogas, introdujo tambin controles sobre ciertas drogas
sintticas.
Por fin, en 1988, se realiz en Viena la Convencin de
las Naciones Unidas contra el trfico ilcito de
estupefacientes y sustancias psicotrpicas. Adems de
contener las listas de sustancias, nuevas y severas
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directrices con respecto del delito de trfico de drogas,


la nueva Convencin innova al traer reglas con respecto
del control de las sustancias precursoras y acerca del
blanqueo de capitales.
Esa Convencin es el marco principal de cooperacin
internacional en la lucha contra el trfico de drogas,
pues prev la localizacin, el embargo preventivo y la
confiscacin de ingresos y propiedades procedentes del
trfico de drogas, la extradicin de traficantes de drogas
y la ejecucin en el extranjero de trmites procesales en
materia penal. Los Estados partes se comprometen a
eliminar o reducir la demanda de drogas.
La ms reciente iniciativa internacional acerca del tema
ha sido la Asamblea General Extraordinaria de la ONU,
sobre drogas, de 1998, en Nueva York. En ese
encuentro fueron tratados seis puntos principales:
reduccin de la demanda; eliminacin de cultivos;
lavado de dinero; precursores qumicos; drogas de
sntesis; y cooperacin judicial. Lo ms destacable
surgi justamente en la iniciativa de destinar esfuerzos
en frenar el aumento de la demanda por drogas
centrando la actuacin de los gobiernos tambin en la
prevencin al consumo.
Debido a las iniciativas internacionales, gran parte de los
pases actualiz sus legislaciones internas en los ltimos
aos para modernizar sus sistemas legales y adecuarlos
a las nuevas directrices.
Como se observa del relato presentado el consumo de
drogas es algo muy antiguo, pero el contexto, la
frecuencia, los motivos y formas en que son consumidas
han cambiado mucho. Por otro lado, la lucha contra la
droga no es tan antigua y los resultados de las
estrategias empleadas son todava dudosos. Cabr al
futuro decir que camino debe ser recorrido.
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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 3-CONCEPTOS BSICOS


En todas las sociedades se han consumido drogas
desde la antigedad, pero con el tiempo han
cambiado las caractersticas del consumo. Esta
situacin es debida a la confluencia de factores
sociales y sanitarios. Entre los factores sociales se
podran comentar los siguientes: consumo de
drogas conocidas en sociedades y contextos
culturales que antes no lo eran, adems el consumo
se atribuye bsicamente a los miembros ms
jvenes de la sociedad, consumo de drogas nuevas
como LSD y derivados anfetamnicos, consumo de
preparados ms potentes y por vas de
administracin ms directas (herona intravenosa
en lugar de opio fumado; bebidas destiladas en vez
de fermentadas) y el incremento de la delincuencia
para conseguir el dinero preciso para comprarlas.
En el mbito sanitario los cambios se pueden observar
en la aparicin nuevas patologas y reaparicin de otras
casi erradicadas de las sociedades avanzadas. Se asiste
en la ltima dcada a un incremento de la tuberculosis
asociada a portadores del virus de inmunodeficiencia
humana (SIDA), sobretodo en adictos a drogas por va
parenteral y en alcohlicos marginales.
Qu es la droga?
Para la OMS cualquier sustancia, natural o sinttica,
que al consumirse puede alterar la actividad mental y

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fsica de las personas, debido a sus efectos sobre el


Sistema Nervioso Central, es una droga.
Para algunos autores, como Fernndez-Espejo (2002)
una droga es "toda sustancia natural o sinttica que
genera adiccin, es decir, la necesidad imperiosa o
compulsiva de volver a consumir para experimentar la
recompensa que produce, que es sensacin de placer,
euforia,
alivio
de
la
tensin,
etc."
As, el trmino droga se utiliza para referirse a aquellas
sustancias que provocan una alteracin del estado
de nimo y son capaces de producir adiccin. Este
trmino incluye no solo las sustancias que popularmente
son consideradas como drogas por su condicin de
ilegales, sino tambin diversos psicofrmacos y
sustancias de consumo legal como el tabaco, el alcohol o
las bebidas que contienen derivados de la cafena o la
teofilina, como el caf o el t; adems de sustancias de
uso domstico o laboral como las colas, los pegamentos
y los disolventes voltiles.
Conceptos bsicos:
La Drogadiccin o Drogodependencia: Es el estado
fsico y qumico debido a la interaccin de una droga y
un organismo vivo. Supone un estado de intoxicacin
peridico o crnico que afecta al sujeto y a la sociedad
por el consumo repetido de cualquier droga.
Se caracteriza por modificaciones del comportamiento,
por el impulso irreprimible a tomar droga, tanto para
obtener los mismos sntomas como para mejorar los
sntomas de privacin. Adems, para que aparezcan se
darn tambin las siguientes condiciones:

Tener necesidad
cualquier precio.

de

seguir

consumindola

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Tender a aumentar la dosis para lograr los mismos


efectos.
Presentar dependencia psquica y fsica, como
consecuencia de sus efectos.

Proceso de drogodependencia:
1. Consumo experimental: son ensayos que realiza
la persona fundados en la curiosidad hacia las
drogas, sin intencin explcita de repetir el
consumo.
2. Consumo ocasional: la persona conoce la droga y
sus efectos y escoge los momentos y escenarios
ms propicios para sentir dichos efectos. El
consumo todava es espaciado y poco frecuente.
3. Consumo
regular:
consumo
habitual
con
continuidad. Posicin activa frente al consumo.
4. Dependencia: necesidad del consumo, es algo
prioritario de imperioso en su vida.
La dependencia es el enganche del individuo a la droga
y se produce como consecuencia de los efectos
farmacolgicos de la droga en el organismo a travs del
consumo continuado de esa sustancia. Puede ser una
dependencia psquica, fsica o/y ambiental o relacional.
La dependencia psquica se da cuando el individuo
est psicolgicamente subordinado para realizar la
mayora de sus actividades al consumo de la sustancia,
producindole un sentimiento de placer que buscar
tambin, de forma impulsiva, consumindola de forma
regular o continua.
La dependencia fsica surge cuando se ha producido
una adaptacin entre la sustancia y la persona de forma
que cuando no la toma tiene un sndrome de abstinencia
que puede ser variable en caractersticas y en
intensidad. As, el sndrome de abstinencia alcohlico

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puede poner en peligro la vida del individuo y el del caf


o tabaco es mucho ms suave.
La dependencia ambiental, relacional o psicosocial
es aquella que se establece al contexto en el que se d
el consumo y a las relaciones sociales establecidas en
torno al mismo.
En la aparicin de una dependencia influyen tres
factores:
1. Las caractersticas individuales y antecedentes
personales.
2. La naturaleza del ambiente socio-cultural de la
persona.
3. Las caractersticas farmacocinticas y frmacodinmicas de la sustancia segn la cantidad,
frecuencia y va de administracin.
Un hbito es una costumbre adquirida por la repeticin
de actos de la misma especie. La repeticin genera
hbitos. Los seres vivos tanto los animales como los
hombres repetimos una y otra vez las mismas conductas
con lo cual se van adquiriendo los hbitos necesarios
para la supervivencia.
Gracias a la adquisicin de estos hbitos las conductas
son cada vez ms automticas y las respuestas ante los
retos que vienen de fuera son ms eficientes.
Todo proceso educativo no es ms que un
entrenamiento en la adquisicin de hbitos convenientes
para la vida.
El cerebro aprende los hbitos y los almacena en la
memoria. Por poner un smil grfico, pensemos en la
accin del agua sobre la tierra. Las repetidas lluvias
horadan y socavan poco a poco el terreno por el que
pasan dando lugar a los cauces por donde discurren los
ros o torrentes. Y aunque no haya agua esas marcas
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permanecen. El cerebro retiene siempre lo aprendido y


los cauces por donde discurri el primer aprendizaje
siempre permanecen. Por eso nunca se olvida
totalmente lo que uno ha aprendido.
Todos sabemos lo que es un repaso de una antigua
lectura, o volver a ver una vieja pelcula que apenas
recordamos, y cmo enseguida y con gran facilidad,
todo aquello que creamos olvidado pasa a ser
plenamente actual.
Otro ejemplo claro es el del aprender a andar en
bicicleta o a nadar.
Aunque pasen muchos aos sin hacerlo ya nunca se
olvidar.
Por tanto los hbitos o costumbres se adquieren a travs
de la repeticin de las conductas y nos hacen ser como
somos. Los hbitos saludables, positivos para la
supervivencia y el buen desarrollo personal se adquieren
gracias a un buen proceso educativo aprendido en la
familia y luego en la escuela y el colegio. Los hbitos
negativos, los que son perjudiciales para la salud, se
adquieren ms fcilmente puesto que la repeticin de la
conducta es debido a la bsqueda de algn tipo de
placer o de disminucin de algn tipo de dolor. Por
ejemplo, unas personas comienzan a morderse las uas,
otras pueden autolesionarse en mayor o menor medida,
otras se arrancan los pelos, etc. En todos estos casos la
repeticin de estas conductas les significa algn alivio de
la situacin previa. Aunque, por supuesto, los ejemplos
ms claros son las adicciones.
La adiccin, o enfermedad adictiva, no es lo mismo que
una dependencia, a pesar de que casi todo el mundo
confunde estos trminos.

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Antes hemos explicado que las dependencias pueden ser


positivas o negativas. La adiccin es la enfermedad
psquica consecuente con una dependencia negativa.
Esta enfermedad psquica consiste esencialmente en una
contradiccin cada vez ms profunda del adicto. Una
contradiccin entre lo que piensa que tiene que hacer y
lo que realmente hace. Este conflicto genera ansiedad y
mina la autoestima. Y disgrega su personalidad, puesto
que siente que debe ocultar esa conducta inadecuada
por lo que se ve obligado a mentir y a una doble vida.
Esta incoherencia personal, la prdida de los valores
humanos, la baja autoestima, la inseguridad, la
inmadurez emocional, son entre otros los sntomas de la
adiccin. Con un ejemplo lo veremos ms claro. La
nicotina es una droga que crea una fuerte dependencia
qumica. Pero la mayor parte de los fumadores no son
adictos puesto que no sufren psquicamente por su
tabaquismo. Slo aquellos que son conscientes del gran
dao que les hace el tabaco, que intentan dejarlo y no
pueden, que se esconden para fumar y mienten a sus
familiares, que tienen malestar depresivo por su
impotencia por no poder dejarlo, seran adictos. Otro
ejemplo es el de los enfermos oncolgicos dependientes
de morfina por prescripcin mdica. Es obvio que son
dependientes pero no adictos.
Uso y abuso de las drogas
Es necesario distinguir dos conceptos relacionados con el
consumo como son el uso y el abuso.
Uso de drogas: nos referimos a un uso experimental
cuando consumen drogas sin continuidad, lo hacen por
diferentes motivos como son la curiosidad, el grupo, la
moda o la publicidad. Es un consumo fugaz.
Hablamos de un uso ocasional cuando se realiza por
motivos sociales y fortuitos, en momentos muy
especiales y es ms caracterstico el objetivo y la forma
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de consumo que la frecuencia: fiestas, juergas y


ceremonias.
El uso habitual es cuando partiendo de las formas
anteriores va aumentando la frecuencia y disminuyendo
el intervalo abstinente. El individuo va cambiando en la
forma de consumo, la conducta y el aspecto fsico.
Consideramos abuso de drogas cuando el consumo se
hace muy frecuentemente, a diario o varias veces a la
semana. Puede llegar a un uso intensivo o compulsivo y
as comenzar a manifestarse la dependencia.
El sndrome de abstinencia conocido tambin como
sndrome de supresin es un conjunto de sntomas que
experimenta una persona que ha desarrollado
dependencia de algn tipo de droga y la suspende
bruscamente y en la cual la ansiedad es la ms
importante y la que se debe controlar.
El sndrome de abstinencia lo sufren las personas que
estn en un periodo de desintoxicacin o desean dejar
de consumir algn tipo de droga, como el alcohol, el
tabaco, la cocana, herona, alucingenos, opioides,
cafena, etc. La mayora de las drogas que se utilizan se
venden en las farmacias, bajo prescripcin mdica,
aunque tambin se pueden conseguir sin prescripcin.
Es frecuente que en cualquier hogar se encuentren
frmacos como los opioides, que auto-medicados causan
efectos de adiccin.
Los sntomas que presenta una persona durante el
sndrome de abstinencia es la agitacin, inquietud,
sudoracin, nauseas, vmitos, fatiga, irritabilidad,
insomnio, prdida del apetito y sobre todo la ansiedad.
Existen varios tipos de sndromes de de abstinencia:
Sndrome de abstinencia agudo: conjunto de signos
y sntomas orgnicos y psquicos que aparecen
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inmediatamente despus de interrumpir el consumo de


una sustancia psicoactiva de la que un sujeto es
dependiente. Cada grupo de sustancias psicoactivas
produce un caracterstico sndrome de abstinencia agudo
fcilmente diferenciable de los restantes grupos. La
intensidad y gravedad de este sndrome dependen del
tipo y de la cantidad de sustancia habitualmente
consumida.
Sndrome de abstinencia tardo: puede describirse
como un conjunto de desregulaciones del sistema
nervioso neurovegetativo y de las funciones psquicas
bsicas, que persisten durante un largo perodo de
tiempo, meses o aos, despus de conseguir la
abstinencia. Este cuadro causa mltiples trastornos
fsicos y psquicos al paciente, le dificulta enormemente
el desarrollo de una vida saludable y autnoma, y
contribuye a precipitar los procesos de recada en los
hbitos txicos.
Sndrome de abstinencia condicionado: consiste en
la aparicin de sintomatologa tpica de un sndrome de
abstinencia agudo en un individuo, que ya no consume,
al ser re expuesto a los estmulos ambientales que
fueron condicionados, a travs de un proceso de
aprendizaje, al consumo de la sustancia de la que era
dependiente. El sndrome de abstinencia condicionado
suele crear un gran desconcierto en el paciente,
provocndole cuadros de gran ansiedad y miedo que
pueden precipitar un nuevo consumo txico como forma
de evitar la situacin displacentera en que se encuentra.
Sndrome de querencia: son los sntomas psicolgicos
que aparecen antes de que el sndrome de abstinencia y
despus de que desaparezcan los efectos de la ltima
toma de droga, consisten en la vivencia de angustia
generalizada, intensa necesidad de la toma de la droga
con el consecuente desarrollo de una conducta de
bsqueda.
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Sndrome de Abstinencia Residual: Cuando los


adictos consiguen superar la primera semana de
abstinencia alcanzan un estado de bienestar llegando a
encontrarse mejor. Pero eso no significa que ya estn
bien, por eso es importante tener en cuenta que aun no
estn curados de su adiccin, porque algunas fases del
sndrome de abstinencia persistirn, llegando a necesitar
varias semanas o incluso meses. Algunos de los
sntomas ms molestos a largo plazo son: nerviosismo,
trastornos del sueo, sensacin de miedo sin saber a
que, incluso recuerdos sobre etapas anteriores en las
que la persona estaba bajo los efectos de las drogas, o
en las que padeci sndromes de abstinencia muy
fuertes que ahora le producen miedo y ansiedad.
Sndrome de abstinencia neonatal: Es denominado
de esta forma cuando una mujer en estado de gestacin
hace un uso continuado de una sustancia, esta sustancia
pasa al riego sanguneo y llega a trabes de la placenta al
feto, creando en el dependencia, por lo que el bebe al
nacer se ve privado de dicha sustancia en el momento
del parto, desarrollndose en el recin nacido un
sndrome de abstinencia neonatal.
La tolerancia: Se dice que una droga produce
tolerancia cuando es necesario ir aumentando la
cantidad consumida para experimentar los mismos
efectos. O lo que es lo mismo, cuando los efectos de la
misma
cantidad
son
cada
vez
menores.
La tolerancia es un indicio de alteracin metablica,
consecuencia de un consumo crnico del que el
organismo intenta defenderse.
La tolerancia cruzada es el fenmeno por el que al
tomar una droga aparece tolerancia no solamente a otra
del mismo tipo, sino incluso a drogas totalmente
diferentes. El uso previo de una droga puede potenciar
los efectos sobre el organismo de otros tipos de droga.
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La intoxicacin aguda se produce cuando se toma una


cantidad de droga que el cuerpo no es capaz de eliminar
o transformar la sustancia.
La sobredosis es una reaccin natural del cuerpo
frente a un exceso de drogas, o una combinacin de
ellas. Cuando eso pasa, tu cuerpo pierde la capacidad
de tolerar la droga: pierdes el conocimiento, dejas de
respirar, se te para el corazn o tienes convulsiones.
Todas estas cosas pueden causarte la muerte. Pero la
sobredosis no tiene por qu ser mortal!
Cualquier persona que use drogas puede sufrir una
sobredosis: tanto los que las usan por primera vez
como quienes las han usado por mucho tiempo.
Hay muchos factores que pueden ocasionar una
sobredosis, y muchos de ellos no tienen que ver con las
drogas. Los problemas de salud, la depresin o la falta
de autoestima, falta de vivienda adecuada, la ilegalidad
o la escasez de drogas y la falta de jeringas no tienen
una solucin inmediata. Es importante reconocer la
existencia de estos problemas y pensar cmo y por qu
las usas. Esto puede conducirte a un uso menos
peligroso de las drogas. Este folleto trata de medidas
sencillas para reducir el riesgo de una sobredosis.
Tambin explica qu se puede hacer para salvar la vida
de alguien que haya tomado una dosis excesiva de
droga.
Las muertes por sobredosis, especialmente por
consumo de herona inyectada en vena, se convirtieron
en un enorme problema de salud pblica en los aos 80
y los primeros 90. La expansin del contagio del sida
por va parenteral, provocado por el hecho de que una
misma
jeringuilla
era
compartida
por
varios
toxicmanos, provoc a finales de la dcada pasada un
cambio en los hbitos de consumo que incidi
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definitivamente en el cambio
fallecimientos por drogas.

de

la

curva

de

La herona pas de la jeringuilla al chino (papel de plata


y tubito para aspirar), una forma de consumo por
inhalacin previo calentamiento, lo que redujo la tasa
de mortandad de estos toxicmanos. Casi el 90% de los
fallecidos durante 1996 por sobredosis lo fueron por
consumo de herona, un porcentaje que ha disminuido
considerablemente, segn el Plan Nacional sobre
Drogas, aunque en los anlisis toxicolgicos suele
detectarse con frecuencia que el fallecido tom alguna
otra sustancia de forma combinada, fundamentalmente
hipnticos y cocana.
La tendencia se invierte al hablar de muertes por
consumo de cocana, una droga que tiene 'un aprecio
social mayor que la herona', ya que no se asocia, como
el caballo, 'a una vida de tirado, slo pendiente de robar
para consumir, sino ms bien a la vida de fiestas y lujo',
segn aseguran expertos policiales en la lucha contra el
trfico de estupefacientes. Quizs por ello, el porcentaje
de fallecimientos en los que se ha detectado la
presencia de cocana en los anlisis toxicolgicos ha
pasado del 26% de 1996 al 60% actual.
La poli-toxicomana o poli-consumo se produce
cuando el sujeto se administra una variada gama de
sustancias con el objetivo explcito de mantener
alteradas sus funciones mentales. En muchos casos
existe una droga principal que sustenta la dependencia,
y unas drogas secundarias que la complementan o la
sustituyen en situaciones de no disponibilidad.
Actualmente es raro encontrar un consumidor de una
sola droga.
Por patrones de conducta se entiende a las sustancias
que toma el drogodependiente y adems su va de
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administracin, frecuencia, contexto relacional en que se


produce el consumo, soporte social y cultural, etc.
Caractersticas de la drogodependencia:

Un deseo incontenible de consumir la droga y


obtenerla por cualquier medio.
Una tendencia a aumentar la dosis por la tolerancia
del organismo hacia la misma. Se necesitan dosis
ms altas para obtener la misma sensacin.
La aparicin de un sndrome de abstinencia en caso
de interrupcin sbita en el consumo.

Vas de administracin:
Las drogas pueden consumirse por diversas vas,
aunque ya sea una u otra la va elegida, el destino final
de la sustancia siempre es el cerebro del consumidor, al
que llega a travs de la sangre. Una vez en su destino,
cada sustancia produce alteraciones especficas.






fumada: como ocurre con el hachs y el tabaco.


ingerida por va oral: alcohol y drogas de sntesis.
aspirada: como la cocana y el speed.
inhalada: como los pegamentos.
inyectadas: como en ocasiones la herona.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

4-CLASIFICACIN DE LAS DROGAS


Si existen diversas definiciones sobre las drogas,
tambin ocurre lo mismo en lo referente a las
clasificaciones de estas; citaremos las ms importantes
de acuerdo a los objetivos del estudio, clasificndolas:
Por su Origen
Por su situacin Jurdica
Por sus Usos
Por sus Efectos Psico-fisiolgicos
Tambin existe una clasificacin desde la perspectiva
psico-social, basados en la dependencia y en la
tolerancia, la cual se puede considerar como un
complemento a la clasificacin que a continuacin
presentamos y que vale la pena conocer.
-CLASIFICACION DE LAS DROGAS POR SU ORIGEN.
Esta clasificacin agrupa a las drogas en funcin de
cmo se sintetizan. Pueden ser drogas naturales,
drogas semi-sintticas y drogas sintticas.
Drogas naturales
Son aquellas que se originan de forma natural, sin
intervencin del hombre. stas a su vez se pueden
clasificar dependiendo del Reino Natural en el que se
originan:

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-Drogas de origen vegetal


Son aquellas cuyos componentes activos, los alcaloides,
se originan en clulas vegetales. Estas clulas pueden
ser de cualquier zona de la planta, ya sea la raz (como
en el caso de la triptamina presente en la raz del
Desmanthus illinoensis), el tallo, las hojas (como la hoja
de la coca), las flores (como en el caso de la
marihuana), en los frutos o en las semillas (como es el
caso de la harmalina, harmina, y yaguena presentes en
las semillas de la Ruda Siria, tambin conocida como
Ayahuasca Mediterrnea)
La gran mayora de drogas de consumo de origen
natural provienen de las plantas.
-Drogas de origen animal
Son aquellas cuyos componentes activos se originan en
clulas animales de diferentes rganos, siendo un
ejemplo las hormonas, que se sintetizan principalmente
en el rgano tiroides.
-Drogas de origen fngico
Son aquellas cuyos componentes activos se originan en
los hongos. Son ejemplos la Amanita Muscaria o la
Psilocibe Mexicana.
Drogas semi-sintticas
Son aquellas sustancias obtenidas por sntesis parcial de
otras drogas de origen natural. En este caso los
componentes activos son de origen natural, pero el
producto que las contiene se obtiene mediante un
proceso artificial, es decir, no-natural, por intervencin
del hombre. Mediante este proceso suele buscarse una
mayor concentracin de un componente activo en
particular y eliminar o reducir la concentracin de otros,

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para obtener un efecto ms controlado al consumir la


droga.
Son ejemplos la morfina y la herona, que se obtienen
del opio, la cocana, que se obtiene de la planta de coca,
o la LSD, que se obtiene del hongo conocido como
cornezuelo del centeno.
Drogas sintticas
Se obtienen por sntesis qumica a partir de molculas
sencillas. Suelen ser parecidos a componentes activos
naturales pero se originan artificialmente en un
laboratorio.
La mayora de frmacos o medicamentos son drogas
sintticas, como por ejemplo las anfetaminas o los
barbitricos.
-CLASIFICACION DE
SITUACION JURIDICA

LAS

DROGAS

POR

SU

Legales: Son aquellas permitidas por ley, sobre las


cuales no existe prohibicin para su consumo, la
sociedad las utiliza, as tenemos, por ejemplo: Todos los
medicamentos, el Alcohol, el Tabaco, el Caf, plantas
folclricas, etc.
Ilegales: Aquellas prohibidas por ley, totalmente dainas
para el organismo humano. As tenemos: La PBC, CC,
Marihuana, Hashis, Aceite Hashis, Amapola, Opio,
Herona, LSD, PCP, Crack, Speedball, Extasis, etc.
-CLASIFICACION DE LAS DROGAS POR SUS USOS.
Esta clasificacin agrupa a las drogas de acuerdo al uso
que se les otorgue y se dividen en Folclricas,
Teraputicas, Sociales y Objeto de Abuso.
Drogas Folklricas.

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Son aquellas que provienen de la naturaleza y su uso es


ancestral, se podra decir que son las primeras que
utiliz el hombre; principalmente en curaciones o
rituales religiosos por determinados grupos tnicas.
Entre estos tenemos variedad de vegetales con
propiedades
medicinales
y
otras
con
efectos
alucingenos. Ejemplo: El eucalipto, la manzanilla, etc.;
otros son Ayahuasca, Chamico, San Pedrito, Floripondio,
etc.
Drogas Teraputicas.
Son aquellas sustancias que en su mayora han sido
sintetizadas en laboratorios (Frmacos) cuyo objeto
principal es la prevencin, alivio o curacin de las
enfermedades. Ejemplo: Valium, Librium, antalgina etc.
Drogas " Sociales".
Son todas aquellas drogas que siendo reconocidas como
tal, su consumo es aceptado por la sociedad, por cuanto
forman parte de la cultura, siendo su uso masificado y
su prohibicin generara problemas de carcter mas
grave. Ejemplo: Tabaco, Alcohol, Caf, etc.
Drogas Objeto de Abuso.
Son todas aquellas drogas que son comercializadas
ilegalmente, su uso est prescrito por la ley, por cuanto
este genera adiccin, degradacin personal y social en
forma ms rpida que otras drogas, por la gran
toxicidad que presenta su consumo. Ejemplo: PBC,
Marihuana, Opio, etc.
Sustancias Inhalantes.
Estas sustancias no son propiamente drogas, no fueron
creadas para ser usadas como tal, sino con un fin
netamente industrial.

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Son sustancias voltiles de gran toxicidad, en su


mayora derivan del petrleo y contienen un alto
porcentaje de plomo y tolueno (Gasolina, ter, terokal,
goma para pegar aviones, etc.).
La forma de consumo de estas sustancias, es la de
inhalar los gases que se desprenden de ellas al tener
contacto con el medio ambiente, dejando que estos
llenen los pulmones; inicialmente el usuario siente como
efectos una gran excitacin y euforia, posteriormente se
sume en un aletargamiento, terminando en un sueo
profundo, para luego de pasado los efectos y al
despertar presenta una amnesia parcial no recordando
los motivos que lo condujeron a ese estado, para
finalmente luego de un tiempo retornar a la
ecuanimidad.
Como se indic anteriormente, el uso de estas
sustancias es altamente peligroso por la gran toxicidad
que presentan sus gases, estos afectan seriamente los
alvolos al reemplazar el oxgeno por ellos; otro peligro
frecuente que se presenta es la anemia, en razn de que
el organismo se ve imposibilitado de producir hemates o
glbulos rojos, a la par de que los rganos principales
del cuerpo humano (rin, hgado, corazn, etc.) se
lesionan.
-CLASIFICACION
EFECTOS.

DE

LAS

DROGAS

POR

SUS

Esta clasificacin agrupa a las drogas por los tipos de


efectos que producen al ser consumidas y se clasifican
en Estimulantes, Depresivas, Alucingenas y Sustancias
Inhalantes.
Drogas Estimulantes.
Son compuestos que afectan al sistema nervioso central
(SNC), aceleran su actividad, produce un efecto

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despertador de la actividad general del organismo (Hiper


actividad
funcional);
provocan
euforia,
energa
(sensacin de potencia muscular en aumento), viveza
(claridad mental y estado de alerta ms pronunciado),
iniciativa y agradable sensacin de bienestar.
Las drogas estimulantes actan sobre una sustancia
llamada "Norepinefrina", la que se encuentra en los
puntos terminales de los nervios y la concentran en el
cerebro, dando como resultado aumento del ritmo
cardaco y del metabolismo en general.
Cuando los estimulantes se ingieren en grandes dosis
pueden causar psicosis txicas, alucinaciones visuales y
generar tendencias suicidas como consecuencia de la
fuerte depresin que sobreviene pasado los efectos
incentivadores de este tipo de drogas.
El primer estimulante natural que se descubri fue la
epinefrina (Adrenalina); sustancia que se encontr en
las glndulas suprarrenales de los animales, sus efectos
se describieron por primera vez en 1899.
El primer estimulante sinttico fue elaborado por un
qumico japons en 1919, el que posteriormente fue
denominado metil-anfetamina y varios aos despus
alfa-metil-fenetil-amina o anfetamina.
Los trastornos txicos agudos del abuso de las
anfetaminas, vistos en etapas progresivas incluyen
inquietud, temblores, locuacidad, irritabilidad, insomnio,
ansiedad, delirio, estados de pnico, ideas paranoicas,
fuertes palpitaciones, arritmias cardacas, hipertensin,
colapsos circulatorios, sequedad de la boca, nauseas,
vmitos, calambres abdominales, convulsiones, coma y
muerte.
Drogas Depresivas.

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Son compuestos que afectan al sistema nervioso central,


disminuyendo su actividad; generan un cuadro fsico y
psicolgico opuesto al que producen en el ser humano
las sustancias estimulantes. El organismo se aletarga, se
sume en un estado de laxitud y de actividad atenuada.
Estas sustancias se pueden a su vez clasificar en:
(a)Anestsicas: Provocan una prdida de la sensibilidad
y de la conciencia.
(b)Hipnticas: Producen o provocan sueo.
(c)Sedantes: Producen un estado relajado que puede
conducir al sueo.
(d)Tranquilizantes: Proporcionan alivio del cansancio,
relajacin de los msculos y calman sin provocar sueo
o somnolencia.
(e) Analgsicas: Alivian el dolor.
Esta clase de droga fue descubierta en 1864 por el
qumico alemn Adolf Von Bayer que sintetiz el Malonyl
Carbomido, al que bautiz con el nombre de Acido
Barbitrico en homenaje a Santa Brbara, cuya
celebracin coincidi con la fecha del descubrimiento de
la sustancia. Despus de este se han descubierto ms
de 2,500 derivados.
Los depresivos tambin tiene otros usos mdicos como
son los anestsicos en operaciones poco importantes,
tratamiento con calmantes en situaciones pre y post
operatorias y como anti-convulsionantes; en dosis
pequeas provocan un sueo reparador, son tiles para
atenuar los estados de ansiedad, para controlar el hiperfuncionamiento de la tiroides y en algunos casos han
sido utilizados con bastante xito, tanto en la regulacin
de los movimientos del msculo cardaco como en el
tratamiento de la epilepsia.

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Del abuso de estas sustancias resulta la tolerancia,


dependencia psicolgica, dependencia fsica y por
consiguiente el Sndrome de Abstinencia.
El consumo de estas drogas en forma descontrolada o
cuando se toman con alcohol pueden conducir a la
muerte del usuario; en lo que se refiere a la
combinacin de estas sustancias con el alcohol, la accin
del Barbitrico se incrementa o se potencializa hasta el
extremo de alcanzar lmites insospechados, al actuar
este ultimo como potenciador de los efectos depresivos
de la droga.
Las drogas depresivas en dosis elevadas causan el
efecto de una borrachera, confusin, prdida del sentido
del equilibrio, visin borrosa, dificultad para ordenar los
pensamientos, disminucin de la capacidad de
concentracin, cambio brusco de la risa al llanto o
viceversa, aunque un signo caracterstico lo constituye la
falta de aliento alcohlico en la persona afectada.
El
cuadro
de
progresivamente en
estado de coma y por
depresin respiratoria
sangunea.

intoxicacin
aguda
deviene
sedacin, hipnosis, anestesia,
ltimo se produce la muerte por
e insuficiencia de la circulacin

Drogas Alucingenas.
Son sustancias que afectan el sistema nervioso central
(SNC), produciendo alteraciones en la percepcin,
cambios emocionales intensos y variados, distorsiones
de la personalidad, interrupcin de ideas, introduce al
usuario en un mundo de visiones caleidoscpicas que lo
hacen no poder distinguir entre la realidad y la fantasa,
y producen un efecto alterador en las sensaciones
perceptivas especialmente de la vista y el odo.

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Los alucingenos tambin llamados psicodlicos, son


capaces de provocar alteraciones en la percepcin del
tiempo y del espacio, ilusiones, alucinaciones y delirios.
Las drogas alucingenas mas conocidas son la
Marihuana, el LSD (Dietilamida del Acido Lisrgico), la
Ayahuasca, la Ampihuasca, el San Pedro, el Shamico, el
Peyote, etc.
Estas sustancias no provocan dependencia fsica ni
tolerancia, pero s dependencia psicolgica; no teniendo
en ninguna circunstancia una utilizacin teraputica.
-CLASIFICACIN DE LAS DROGAS SEGN LA OMS
La Organizacin Mundial de la Salud (Kramer y Camero,
1975) ha confeccionado tambin una clasificacin; la
OMS ordena las drogas segn su peligrosidad,
atendiendo a estos factores:
Segn estos factores elabor la siguiente clasificacin:
Grupo 1: Opio
metadona, etc.

derivados:

morfina,

herona,

Grupo 2: Barbitricos y alcohol.


Grupo 3: Coca-cocana, anfetaminas y derivados.
Grupo 4: LSD, cannabis y derivados, mescalina, etc.
Entendiendo que todas son peligrosas, las primeras
seran muy peligrosas y las del grupo cuarto menos
peligrosas.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 5-TIPOS DE DROGAS


-Narcticos
La palabra narctico es un vocablo griego que significa
"cosa capaz de adormecer y sedar". A pesar de que esta
palabra se usa con frecuencia para referirse a todo tipo
de drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actan
sobre el psiquismo del individuo, el campo de los
narcticos se pueden dividir en la actualidad en varios
grupos, que son los siguientes:

Opio, opiceos y sucedneos sintticos.


Neurolpticos o tranquilizantes mayores.
Ansiolticos o tranquilizantes menores.
Somnferos o barbitricos.
Grandes narcticos o anestsicos generales.

Se trata de drogas con composiciones y orgenes


distintos, que tienen en comn su efecto en el
organismo, aunque ste se manifieste en manera y en
grado diferentes.
Pero el elemento fundamental que las une consiste en
que todos los narcticos causan adiccin fsica. Es
adictivo aquel frmaco que, administrado en dosis
suficientes durante un perodo de tiempo relativamente
largo, induce un cambio metablico. Cuando deja de
administrarse desencadena una serie de reacciones
conocidas como "sndrome de abstinencia".

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Neurolpticos o tranquilizantes mayores


Se trata de sustancias utilizadas para tratar la
depresin, las manas y las psicosis, y muchas de ellas
se venden sin prescripcin mdica en la mayora de
farmacias. Entre stas se encuentran las fenotiazinas, el
haloperidol y la reserpina.
Conocidos como neurolpticos (del griego neuro,
"nervio", y lepto, atar, producen un estado de
indiferencia emocional, sin alterar la percepcin ni las
funciones intelectuales.
Sumamente txicos, poseen efectos secundarios tales
como parkinsonismo, destruccin de clulas de la
sangre, arritmia cardaca, anemia, obstruccin heptica,
vrtigos, retencin urinaria, estreimiento, irregularidad
menstrual, atrofia testicular, congestin nasal, bruscos
ataques de parlisis muscular, sndromes malignos como
hipertermia y muerte inesperada.
Ansiolticos o tranquilizantes menores
Habitualmente usados para tratar las neurosis, la
etimologa de su nombre, ansiolticos, significa
"liquidador de la ansiedad". En el mercado espaol se
comercializan
con
distintos
nombres.
Segn estadsticas farmacolgicas actuales, estas
drogas constituyen la mitad de todos los psicofrmacos
consumidos en el mundo, a pesar de que producen un
sndrome
de
abstinencia
muy
grave.
En dosis mayores funcionan como hipnticos o
inductores del sueo; tambin algunos se usan como
relajantes musculares.
Producen letargia, estupor y coma, con relativa facilidad.
En caso de adiccin pueden inducir a la aparicin de
alteraciones hemticas.

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Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios


depresivos, desasosiego o insomnio, que suelen ser muy
duraderos.
Somnferos o barbitricos
Estas sustancias se popularizaron cuando en Estados
Unidos aparecieron las primeras leyes que prohiban el
alcohol, el opio y la morfina. Su uso puede provocar
lesiones en el hgado o en los riones, producir
erupciones cutneas, dolores articulares, neuralgias,
hipotensin, estreimiento y tendencia al colapso
circulatorio.
La intoxicacin aguda puede llegar a provocar la muerte,
que sobreviene por lesin del cerebro debida a la falta
de oxgeno y a otras complicaciones derivadas de la
depresin respiratoria.
La dependencia fsica se genera entre las cuatro y las
seis semanas. Con frecuencia, el sndrome de
abstinencia suscita cuadros de delirium tremens.
Grandes narcticos
Existen varias sustancias usadas en anestesia general
que merecen estar incluidas en este grupo por su
capacidad de producir sopor o estupefaccin, mayor que
la de cualquier estupefaciente en sentido estricto. En
dosis leves produce una primera fase de excitacin
cordial, como el alcohol, y luego sedacin y sopor.
Tambin generan tolerancia y, en consecuencia,
adiccin, pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e
incluso la muerte.
El fentanil, dentro del grupo de los
posee cuarenta veces ms potencia
el ms usado actualmente en
quirrgicas, debido a su bajo ndice

grandes narcticos,
que la herona y es
las intervenciones
de toxicidad para el
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corazn y para el sistema nervioso


Opio y sus derivados
Con el nombre popular de adormidera o amapola se
conoce el fruto del cual se obtiene el opio y sus
derivados. Es un polvo de color tostado. Se extrae de los
granos que contiene el fruto y entre sus usos
medicinales se encuentran la supresin del dolor, el
control de los espasmos y el uso como antitusgeno.
Adems, existen referencias con una antigedad cercana
a los ocho siglos del uso medicinal del opio que hacan
persas, egipcios, babilonios, rabes y griegos. Los
asiticos descubrieron sus posibilidades estimulantes y
placenteras y comenzaron a utilizarlo con ese fin. Entre
sus derivados se encuentran la morfina, la herona, la
metadona y la codena. Todos ellos pueden brindar
extraordinarios beneficios teraputicos si son recetados
y controlados por un mdico, pero el uso descontrolado
produce efectos devastadores.
El cultivo de la flor del opio se origina en el sudeste
asitico (Birmania, Tailandia, Camboya y Laos). En los
ltimos aos se ha extendido a otros pases, como
Colombia, para asegurar el suministro constante a los
grandes centros de consumo.
Los opiceos se presentan como polvo para fumar o
solucin inyectable. Este narctico produce un estado de
euforia y ensoacin; una sensacin de xtasis que se
acorta rpidamente a causa de la tolerancia. Al poco
tiempo de uso, los adictos experimentan sntomas de
abstinencia entre una y otra toma, que se caracterizan
por presentar un cuadro pseudo-gripal en el curso de las
primeras 12 horas: estornudos, sudoracin, lagrimeo,
bostezos y dolores musculares. Despus de 36 horas de
abstinencia los sntomas se intensifican. Aparecen
escalofros, sofocos, insomnio, diarrea, incremento del
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ritmo cardaco y de la presin sangunea. Si no se repite


la toma, los sntomas declinan en los diez das
subsiguientes. En cambio si se prolonga su uso, se inicia
el camino de la dependencia sin atenuantes, cuyos
efectos fsicos son:

Epidermis enrojecida.
Pupilas contradas.
Nuseas.
Decaimiento de la funcin respiratoria.
Prdida de reflejos.
Falta de respuesta a los estmulos.
Hipotensin.
Desaceleracin cardaca.
Convulsiones.
Riesgo de muerte.

Los efectos psicolgicos son similares a los de otras


drogas:

Euforia.
Energa.
Placer.
Vigor sexual.

Pero en cuanto decae la accin de la droga, aparece la


angustia, la depresin, el abatimiento y la desazn.
El opio produce adiccin, tolerancia y dependencia fsica
y psquica. La intensidad del sndrome de abstinencia, y
su gravedad, depende de varios factores: tipo de droga,
tiempo de uso, personalidad del consumidor, etctera.
Los primeros sntomas comienzan a parecer ocho horas
despus de la ltima dosis con lagrimeo, sudoracin,
bostezos y sueo agitado. A continuacin los sntomas
se agudizan gradualmente y aparecen: irritabilidad,
insomnio, prdida del apetito, debilidad y depresin. Le
sigue un cuadro gastrointestinal severo con nuseas y
vmitos, dolores, clicos y diarreas, lo cual provoca una
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deshidratacin importante. Le siguen flashes de fro y


calor, contracturas musculares y dolores seos en la
espalda, los brazos y las piernas.
Este perodo intenso dura alrededor de diez das aunque
existe un efecto residual ms largo que provoca
alteraciones en la conducta que inducen a una recada.
-Alucingenas
Las drogas conocidas como alucingenos son frmacos
que provocan alteraciones psquicas que afectan a la
percepcin. La palabra "alucingeno" hace referencia a
una distorsin en la percepcin de visiones, audiciones y
una generacin de sensaciones irreales. La alucinacin
es un sntoma grave de la psicosis de la mente y su
aparicin distorsiona el conocimiento y la voluntad.
Los Alucingenos se consideran productos psicodlicos
que inhiben los mecanismos de defensa del yo, y
facilitan la distribucin de la sensibilidad as como la
aparicin de imgenes desconcertantes.
LSD (cido lisrgico)
El LSD es una sustancia semisinttica, derivado del
ergot, extracto ste del cornezuelo del centeno, usado
en medicina al final de la Edad Media. Tambin fue muy
utilizado en obstetricia para evitar hemorragias
puerperales y promover la contraccin del tero. En un
principio fue utilizado con fines teraputicos en
alcohlicos, cancerosos y otros enfermos terminales
para ayudarles a superar el trance. Posteriormente fue
abandonada la prctica al comprobarse los resultados
adversos, tales como suicidios a causa de las engaosas
imgenes y terrorficas visualizaciones. Tambin se
comprob que poda desencadenar esquizofrenia y
deterioros mentales variados.
Descubierto en 1938, se considera al cido lisrgico
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como el alucingeno ms poderoso, aunque no el ms


nocivo. Como fenmenos fsicos hay que citar la
midriasis, temblores, e hiperreflexia, tambin pueden
aparecer nuseas, palidez, sudoracin, taquicardia y
lipotimia. Los fenmenos psquicos se caracterizan en lo
referente al estado de nimo por fluctuaciones del
humor, variando entre distintas displacenteras, euforia
expansiva tales como verborrea y risa irrefrenable. La
exaltacin mstica es tal que algunos autores denominan
esta drogas como msticomimticos.
A la experiencia con esta droga le llaman "un viaje", el
cual puede tener una duracin hasta de 12 horas. Pero
muchas veces ste resulta ser una pesadilla. Algunos
usuarios
experimentan
pensamientos
y
visiones
aterradoras que crean en ellos tal pnico que muchos
han saltado al vaco provocando su propia muerte para
huir de estas sensaciones que identifican como un
peligro real.
xtasis o Mdma
La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente
conocida como "xtasis", "ectasi" o "X-TC", es una droga
sinttica psico-activa con propiedades alucingenas de
gran potencial emotivo y perturbador psicolgico, con
propiedades similares a las anfetaminas. Su estructura
qumica (3-4 metilendioximetanfetamina) se asemeja a
la estructura de la metilendioxianfetamina (MDA) y de la
metanfetamina, otros tipos de drogas sintticas
causantes de daos cerebrales. Durante los aos
sesenta se utiliz con fines teraputicos dado que segn
determinados sectores de la psiquiatra ayudaba a la
comunicacin y al tratamiento de neurosis fbicas.
Surgi entonces la polmica mdico - legal, atribuyendo
a su consumo repercusiones en la delincuencia, por lo
que finalmente fue ilegalizado. El xtasis produce
efectos squicos de gran potencial perturbador.
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Inicialmente el sujeto experimenta sensaciones de


confianza y excitacin, a las que sigue un estado de
hiperactividad e incremento en los pensamientos
morbosos. Los efectos del estimulante se diluyen
provocando trastornos siclogos, como confusin,
problemas con el sueo (pesadillas, insomnio), deseo
incontenible
de
consumir
nuevamente
drogas,
depresin, ansiedad grave y paranoia. Estos efectos han
sido reportados incluso luego de varias semanas del
consumo. Tambin se han informado casos graves de
psicosis. Entre los sntomas fsicos pueden citarse:
anorexia, tensin y trastornos musculares similares a los
presentes en la enfermedad de Parkinson, bruxismo,
nuseas, visin borrosa, desmayos, escalofros y
sudoracin excesiva (este ltimo signo es caracterstico
durante la intoxicacin).
El aumento de la frecuencia cardaca y la tensin
arterial, crea riesgos de trastornos circulatorios o
cardacos. Informes forenses indican que en personas
con deficiencias cardio-respiratorias puede producir
muerte sbita. Esta droga drena el cerebro de una
importante substancia qumica conocida como serotonin,
lo cual ocasiona cambios en el estado de nimo, en las
funciones sexuales y la sensibilidad al dolor.
Metanfetamina
La persona que usa "Ice" piensa que la droga le
proporciona energa instantnea. La realidad es que la
droga acelera el sistema nervioso, haciendo que el
cuerpo utilice la energa acumulada. Al no descansar lo
suficiente y dejar de alimentarse-por la prdida del
apetito-el "Ice" causa dao permanente a la salud.
Los efectos que causa al cuerpo varan de acuerdo a la
cantidad de droga utilizada. Entre los sntomas
observados se encuentran los siguientes: lesin nasal
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cuando la droga es inhalada; sequedad y picor en la


piel; acn; irritacin o inflamacin; aceleracin de la
respiracin y la presin arterial; lesiones del hgado,
pulmones y riones; extenuacin cuando se acaban los
efectos de la droga (necesidad de dormir por varios
das); movimientos bruscos e incontrolados de la cara,
cuello, brazos y manos; prdida del apetito; depresin
aguda cuando desaparecen los efectos de la droga.
Mda
La MDA, el frmaco de origen de la MDMA, es una droga
similar a la anfetamina que tambin ha sido objeto de
abuso, presentando efectos psico-fsicos similares a los
de la MDMA. Las investigaciones han mostrado que la
MDA destruye las neuronas productoras de serotonina,
que regulan directamente la agresin, el estado de
nimo, la actividad sexual, el sueo y la sensibilidad al
dolor. Es probable que esta accin sobre el sistema
productor de serotonina sea el origen de las propiedades
squicas. La MDMA tambin guarda relacin en su
estructura y sus efectos con la metanfetamina, la cual
ha demostrado ser causante de la degeneracin de las
neuronas que contienen la sustancia neurotransmisora
dopamina. Recientes descubrimientos hechos mediante
varios sistemas de diagnstico por imgenes indican una
relacin directa de medios-causa-consecuencia entre
MDA y MDMA-dopamina-esquizofrenia.
En experimentos de laboratorio, una sola exposicin a la
MDA en dosis elevadas o el uso prolongado en dosis
bajas destruye hasta un 50% de las clulas cerebrales.
Aunque este dao tal vez no sea aparente de inmediato,
con el envejecimiento o la exposicin a otros agentes
txicos pueden aparecer sntomas de la enfermedad de
Parkinson con el tiempo. Estos comienzan con falta de
coordinacin y temblores, y a la larga pueden causar

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una forma de parlisis.


-Cannbicos:
Cannabis sativa - Hachis Marihuana
El cannabis sativa es un arbusto silvestre que crece en
zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura
de seis metros, extrayndose de su resina el hachs. Su
componente psicoactivo ms relevante es el delta9tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo la
planta ms de sesenta componentes relacionados. Se
consume preferentemente fumada, aunque pueden
realizarse infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo
de marihuana puede llegar a contener 150 mg. de THC,
y llegar hasta el doble si contiene aceite de hachs, lo
cual segn algunos autores puede llevar al sndrome de
abstinencia si se consume entre 10 y 20 das. La
tolerancia est acreditada, siendo cruzada cuando se
consume conjuntamente con opiceos y alcohol.
Respecto
a
la
dependencia,
se
considera
primordialmente psquica. Los sntomas caractersticos
de la intoxicacin son: ansiedad, irritabilidad, temblores,
insomnios, muy similares a los de las benzodiacepinas.
Puede presentarse en distintas modalidades de
consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en
resina del arbusto o en aceite desprendido de ste
ltimo. El color de la hoja va del verde amarillento al
marrn oscuro segn el lugar de procedencia. De la
modalidad en que se presente la droga depender su
denominacin: "marihuana" es el nombre de las hojas
del camo desmenuzadas, que despus de secarse y
ser tratadas pueden fumarse (tambin es conocida como
"hierba", "marijuana", mariguana", "mota", "maf",
"pasto", "mara", "monte", "moy", "caf", "chocolate",
etc.; en ingls se la conoce como: "pot", "herb", "grass",
"weed", "Mary Jane", "reefer", "skunk", "boom",
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"gangster", "kif", "ganja", etc.); su efecto es


aproximadamente cinco veces menor que el del hachs.
El nombre hachs (tambin conocido como "hashis")
deriva de los terribles asesinos (hashiscins) rabes, que
combatieran en las cruzadas entre los aos 1090 y
1256. El hachs se obtiene de la inflorescencia del
camo hembra, sustancia resinosa que se presenta en
forma de lminas compactas con un caracterstico olor.
La marihuana es la forma ms frecuente, conteniendo
de 0,3 a 3 % de delta THC; la concentracin de THC
llega al 10 % en el hachs, siendo su efecto diverso
segn factores como la velocidad con la que se fuma, la
duracin de la inhalacin, cantidad inhalada, tiempo que
el consumidor retiene la respiracin despus de inhalar y
el estado anmico del sujeto. El consumo oral, tanto de
marihuana como de hachs, implica efectos psicolgicos
similares a los expresados en la forma fumada pero de
mayor intensidad y duracin y con efectos nocivos
potenciados.
La constancia escrita ms antigua sobre su consumo
data de la poca del Emperador chino SHEN NUNG en el
1237 a.C. Tambin fue conocido por los asirios y griegos
del siglo V a.C. En la India hay constancia de su
utilizacin desde hace ms de 2.000 aos, con finalidad
de tipo mstico en muchas ocasiones. Hay descripciones
en el Antiguo Testamento sobre la sustancia, aunque de
forma vaga y no comprobada. Hay casi absoluta certeza
de su consumo por los griegos segn unnimes
referencias doctrinales, as como por los romanos,
siendo los rabes los que la comercializaron en su rea
de influencia. Posiblemente las tropas de Napolen la
extendieron por Europa, en el siglo XIX. Los rabes
utilizaron la droga como calmante de enfermedades
mentales.
Teraputicamente
se
aconsej
para
tratamientos de insomnio y como sedante para el dolor.
Tambin se prescribi para terapias de patologas
nerviosas, as como para el tratamiento de la tos,
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temblores en parlisis compulsivas, espasmos de vejiga


e impotencia sexual que no provenga de enfermedad
orgnica. As mismo se recomend como afrodisiaco,
anti-neurlgico, tranquilizante para manaco-depresivo,
antihistrico, tnico cerebral, remedio para el vmito
nervioso, epilepsia y enfermedades nerviosas. Estas
recomendaciones fueron posteriormente desaconsejadas
unnimemente por la medicina, estando en la actualidad
en estudio slo la legalizacin de un frmaco derivado
de esta sustancia para mitigar los dolores en enfermos
cancerosos. Este empleo teraputico ha creado
profundas polmicas. En la actualidad, existe acuerdo
cientfico en que la marihuana no puede considerarse
medicamento en ninguna de las formas en que es
consumida por los adictos. Al tratar su posible uso como
medicamento, se distingue entre la marihuana y el THC
puro y otros qumicos especficos derivados del
cnnabis. La marihuana pura contiene cientos de
qumicos, algunos de ellos sumamente dainos a la
salud. El THC en forma de pldora para consumo oral (no
se fuma) podra utilizarse en el tratamiento de los
efectos colaterales (nauseas y el vmito) en algunos
tratamientos contra el cncer. Otro qumico relacionado
con el THC (nabilone) ha sido autorizado por la "Food
and Drug Administration" de Estados Unidos para el
tratamiento de los enfermos de cncer que sufren
nuseas. En su forma oral, el THC tambin se usa en
enfermos de SIDA, porque les ayuda a comer mejor y
mantener su peso. Los cientficos estudian la posibilidad
de que el THC y otros qumicos relacionados con la
marihuana tengan ciertos valores medicinales. Algunos
piensan que estos qumicos se podran usar en el
tratamiento del dolor severo, pero es necesario tener
ms evidencia antes de usarlos para el tratamiento de
problemas mdicos.
Durante los aos sesenta comienza el consumo casi
masivo de esta sustancia as como de otras
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alucingenas como el LSD, peyote, etc. En el mundo de


la msica y luego entre la burguesa intelectual
norteamericana cundi la moda de fumar marihuana y
hachs, extendindose a Europa Occidental. El cnnabis
fue un signo ms del movimiento contracultural
pretendiendo una nueva ideologa, dentro de la
burguesa, basada en el pacifismo, el orientalismo, el
amor libre y la vida en la naturaleza. Al principio el
consumo afect a estudiantes y clases altas y medias,
para despus extenderse por todos los estratos sociales,
consumindose junto con alcohol y comenzando a crear
problemas sanitarios. A pesar de ser una sustancia
ilegal, su consumo contina en aumento. Est probada
la relacin entre el consumo de esta droga y otras como
alcohol, LSD, cocana, anfetaminas y opiceos,
habindose probado su funcin en la escalada a drogas
ms peligrosas.
Las modalidades de marihuana disponibles a los jvenes
son ms potentes que las que existan en la dcada del
'60. Ello se debe a que los laboratorios clandestinos de
los traficantes han conseguido realizar cambios a nivel
gentico en el cnnabis mediante sofisticados mtodos
de
biotecnologa,
resultando
en
una
mayor
concentracin de THC. La potencia de la droga se mide
de acuerdo a la cantidad promedio de THC que se
encuentra en las muestras de marihuana que confiscan
las agencias policacas. La marihuana comn contiene
un promedio de 3 % de THC, pudiendo alcanzar el 5,5
%. La resina tiene desde 7.5 %, llegando hasta 24 %. El
hachs (resina gomosa de las flores de las plantas
hembras) tiene un promedio de 3.6 %, pero puede
llegar a tener hasta 28 %. El aceite de hachs, un lquido
resinoso y espeso que se destila del hachs, tiene un
promedio de 16 % de THC, pero puede llegar a tener
hasta 43 %.
El THC afecta a las clulas del cerebro encargadas de la
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memoria. Eso hace que la persona tenga dificultad en


recordar eventos recientes (como lo que sucedi hace
algunos minutos), y hace difcil que pueda aprender
mientras se encuentra bajo la influencia de la droga.
Para que una persona pueda aprender y desempear
tareas que requieren de ms de dos pasos, es necesario
que tenga una capacidad normal de memoria a corto
plazo. Estudios recientes demuestran que la marihuana
crea disfunciones mentales y disminucin de la
capacidad intelectual en las personas que la fuman
mucho y por muchos aos. En un grupo de fumadores
crnicos en Costa Rica, se encontr que los sujetos
tenan mucha dificultad en recordar una corta lista de
palabras (que es una prueba bsica de memoria). Las
personas en el estudio tambin tuvieron gran dificultad
en prestar atencin a las pruebas que se les
presentaron.
Es posible que la marihuana destruya las clulas de
ciertas regiones especializadas del cerebro. Los
cientficos han observado que cuando se dieron altas
dosis de THC a las ratas de laboratorio, presentaron
prdida de clulas cerebrales similares a las que se
encuentran entre los animales ancianos. Los cerebros de
ratas
de
entre
11
y
12
meses
de
edad
(aproximadamente la mitad de sus vidas) tenan las
caractersticas
los
de
animales
ya
viejos.
Existen serias preocupaciones por sus efectos a largo
plazo sobre la salud. Por ejemplo, un grupo de
cientficos de California examin el estado de salud de
450 fumadores cotidianos (diarios) de marihuana (que
no fumaban tabaco). En comparacin con otras personas
no fumadoras, estas personas tenan ms ausencias de
trabajo por enfermedad y ms visitas mdicas por
problemas respiratorios y otras enfermedades. Los
resultados indican que el uso regular de la marihuana o
del THC son factores que provocan cncer y problemas
en
los
sistemas
respiratorio,
inmunolgico
y
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reproductivo.
-Depresores
Un depresor es una sustancia qumica que ralentiza la
actividad del sistema nervioso central. Los depresores
son utilizados en medicina como ansiolticos, sedantes o
somnferos. Tambin son utilizados con fines no
teraputicos como drogas lcidas o de abuso.
Sus efectos inducen:

Sensacin de calma y de bienestar lo que disminuye


la ansiedad;
Somnolencia;
Euforia en pequeas dosis;
Sensacin de aturdimiento;
Relajacin muscular;
Disminucin de la velocidad de los movimientos y
de los reflejos, incluso prdida de la coordinacin
motriz;
A veces nuseas.

En caso de sobredosis, estas sustancias


provocar la muerte por depresin respiratoria.

pueden

Los depresores ms comunes son el alcohol,


opioides, los barbitricos y las benzodiazepinas

los

-Estimulantes
Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el
hambre y el desnimo, los estimulantes provocan una
mayor resistencia fsica transitoria gracias a la activacin
directa del sistema nervioso central.
Estimulantes vegetales
El caf, el t, el mate, la cola, el cacao, el betel y la coca
son plantas que crecen en muchas partes del mundo. A
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pesar de que algunas de estas plantas suelen


consumirse repetidas veces al da durante buena parte
de la vida, son sustancias txicas que poseen efectos
secundarios.
Los efectos de la intoxicacin crnica se pueden
observar en los catadores de t. Tanto los catadores
britnicos como los hindes padecen cirrosis, agitacin,
angustia, temblores, insomnio, nuseas y vmito.
El cacao era consumido por los aztecas debido a su
contenido de cafena y de teobromina. Sin embargo, los
chocolates actuales no suelen contener estos alcaloides.
El consumo abusivo de caf puede causar hipertensin y
gastritis, sin contar con que tambin contiene
alquitranes cancergenos.
Aunque los estimulantes vegetales son considerados
inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata
de sustancias txicas susceptibles de producir efectos
secundarios nocivos.
Coca
La coca, hoja del arbusto indgena americano
Erythroxylon coca, pertenece al grupo de los
estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes
de Latinoamrica, donde es una prctica habitual
mascar las hojas, siendo una gran mayora de los
consumidores de las zonas donde se cultiva. Su efecto
sobre el sistema nervioso central es menor que los de la
cocana, dado que para extraer un gramo de esta
sustancia se necesitan 160 hojas de coca. La coca es
consumida mascndola con algn polvo alcalino como
cenizas de vegetales o cal. Tambin es fumada tanto
sola como mezclada con tabaco y marihuana. La
masticacin de coca fue objeto de estudio por
determinados facultativos, como CHOPRA (1958),
comprobando sntomas de abstinencia, depresin,
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fatiga, toxicidad y alucinaciones, seguidos por NEGRETE


(1967), BRUCK (1968) quienes recogan lesiones
cerebrales tambin en masticadores que la consuman
frecuentemente.
Estimulantes qumicos
La cocana
En los casos de intoxicacin aguda, sus efectos, que
consisten en la hiper-estimulacin, el aumento de la
presin sangunea y la aceleracin del ritmo cardaco,
seguidos de una sub-estimulacin, con parlisis
muscular y dificultades respiratorias, pueden terminar
en un colapso cardio-circulatorio.
La pasta base de la coca mezclada con bicarbonato
sdico es conocida con el nombre de crack, que es
mucho ms txico que el clorhidrato de cocana. Aunque
no se dispone todava de estudios sobre su uso, efectos
secundarios y contraindicaciones, se sabe que existen
numerosas vctimas mortales por sobredosis de esta
sustancia.
La cocana es un alcaloide contenido en las hojas del
arbusto Erythroxylon coca siendo qumicamente un
derivado de la latropina. Es un estimulante cerebral
extremadamente potente, de efectos similares a las
anfetaminas. Adems, es un enrgico vasoconstrictor y
anestsico local, siendo absorbido por las mucosas
nasales cuando se la aspira, se metaboliza en el hgado
y se elimina por la orina. Fue usada inicialmente para el
tratamiento de trastornos respiratorios y depresivos. Por
su efecto analgsico, se us en intervenciones
quirrgicas. Posteriormente se emple con fines
militares por su efecto vigorizante y el componente de
agresividad que otorga. A comienzos del Siglo XX
comienza a consumirse por aspiracin nasal. En esta
poca, eran prcticamente desconocidos sus efectos
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perjudiciales por lo que estaba presente en las frmulas


de bebidas, jarabe contra la tos, lociones capilares, y
hasta cigarrillos. En 1909 existan en EE.UU. ms de 70
bebidas registradas con componentes de cocana, lo que
increment la produccin en los pases donde se
cultivaba coca, fundamentalmente Per. Los estudios del
uso de cocana comenzaron, con FREUD, al que
siguieron HEMMOND (1887) y BOSE (1902), los cuales
encontraron sintomatologa aguda y crnica en el
consumo. Recientemente, en la dcada de 1980, los
experimentos sobre patrones de consumo y cantidades
certificaron sus efectos sobre la adrenalina, muy
relacionada con la agresividad. En las dos ltimas
dcadas hubo un enorme incremento en la cantidad de
personas adictas a la cocana, resaltndose como dato
significativo la adiccin simultnea a otras sustancias.
Las consecuencias de su consumo son complejas,
involucrando daos de muy diversa ndole: cerebrales,
sociales, familiares, medioambientales, etc.
La cocana estimula el sistema nervioso central,
actuando directamente sobre el cerebro. Sus efectos
fisiolgicos inmediatos son: sudoracin, aumento en la
potencia muscular, midriasis, incremento de actividad
cardaca y presin sangunea, dilatacin de los vasos
sanguneos perifricos, convulsiones, aumento en el
ritmo respiratorio y de la temperatura corporal. Estos
sntomas pueden provocar la muerte por paro cardaco o
fallas respiratorias. Adems se presentan irritaciones y
lceras en la mucosa nasal. Comnmente causa
congestin nasal, que puede presentarse o no con
secrecin liquida. El uso por va inyectable expone al
adicto a infecciones de SIDA, hepatitis B y C, y otras
enfermedades infectocontagiosas. La infeccin con el
HIV puede producirse por la transmisin directa de virus
al compartir agujas y otros dispositivos contaminados.
Adems,
puede
producirse
indirectamente
por
transmisin prenatal a un nio cuya madre est
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infectada con el HIV. El uso y abuso de drogas ilcitas,


incluyendo el crack y la cocana, se han convertido en el
principal factor de riesgo de contagio con el virus HIV.
Sumado a ello, la hepatitis C se est difundiendo
rpidamente entre los adictos que se inyectan; el ndice
de infeccin vara entre el 65 y el 90 por ciento en este
grupo de personas, de acuerdo al pas. Hasta hoy, no se
ha descubierto una vacuna contra el virus de la hepatitis
C, y el nico tratamiento disponible es caro, muchas
veces infructuoso, y con serios efectos colaterales.
La cocana es una droga extremadamente adictiva,
cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y
duran alrededor de 20 minutos. Acta directamente
sobre los centros cerebrales encargados de las
sensaciones del placer. Dada su alta capacidad de
producir daos y hasta destruccin celular, las
sensaciones que eran placenteras en sujetos recin
iniciados se convierten en efectos desagradables como
agitacin, llanto, irritabilidad, alucinaciones visuales
auditivas y tctiles, delirio paranoide, amnesia,
confusin, fobias o terror desmedido, ansiedad, estupor,
depresin grave y tendencias suicidas. Los efectos
psquicos reconocidos por la mayora de los autores y
recogidos en publicaciones recientes incluyen euforia,
inestabilidad, aumento de la comunicacin verbal y de la
seguridad en uno mismo, inquietud, anorexia, insomnio
e hipomana. El adicto experimenta prdida de inters e
imposibilidad de sentir placer ante la falta de la
sustancia. As, la cocana se convierte en el nico
objetivo y motivo en la vida del adicto, desplazando todo
tipo de sentimientos. Las relaciones con los fenmenos
criminales son expresamente citadas por los autores,
asocindose su consumo a la predisposicin al delito.
La cocana es consumida por muy variados tipos de
sujetos y motivos. Existe un patrn de consumo
recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta
controlada de la sustancia: es el caso de quienes
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ingieren la droga ocasionalmente cuando se les ofrece.


Se diferencian radicalmente de adictos habituales,
quienes desarrollan tolerancia y necesitan de mayores
dosis para alcanzar iguales resultados. A esta situacin
puede llegarse por causas diversas, pero siempre
relacionadas con factores sociales y ambientales
determinantes. La adiccin a la cocana posee
condicionantes que la desencadenan, que pueden ser el
reforzamiento de una personalidad insegura, que recibe
un apoyo en el estmulo del txico. En lugar de tratar
este dficit patolgico con antidepresivos o frmacos
estabilizadores del estado de nimo se recurre a una va
aparentemente rpida. Dado que los efectos de la
cocana sobrepasan su punto lgido a los treinta
minutos, el individuo precisa varias dosis durante el da
para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el
efecto disfrico que la propia droga ocasiona despus de
varias horas desde la ingesta.
Cocana y desarrollo embrio-fetal
El uso de cocana es altamente susceptible de producir
daos irreparables en recin nacidos, cuyas madres
mantuvieron su adiccin durante el embarazo. Esto
ltimo hizo que algunos Estados de los Estados Unidos
de Amrica obliguen a las adictas embarazadas a
realizarse tratamientos forzosos con privacin de
libertad mientras dura el embarazo. An se desconoce la
total extensin de los efectos de la exposicin prenatal a
la cocana, pero los estudios cientficos indican que estos
bebs nacen prematuramente e insuficientemente
desarrollados: con menor peso, dimetro craneal inferior
y menor longitud. La determinacin exacta de las
consecuencias para el recin nacido es compleja, y vara
de acuerdo a la droga que fue consumida por la madre.
Sumado a ello, se sabe estadsticamente que las madres
adictas a la cocana abusan de otra u otras sustancias.
El cuadro se complica al considerar la cantidad y
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variedad de drogas consumidas, la falta de cuidados


prenatales, el status socioeconmico, la exposicin a
enfermedades infectocontagiosas, otros problemas de
salud, pobre alimentacin, y muchos otros factores que
intervienen directamente sobre la salud del feto y el
recin nacido. Se ha descubierto que la exposicin a la
cocana durante el desarrollo fetal puede provocar
retrasos y otras deficiencias mentales, como as tambin
imposibilidad de mantener la atencin y la concentracin
por perodos de tiempo mnimos como para permitir el
aprendizaje. A pesar de la gravedad de las lesiones y
trastornos sufridos por estos nios, las modernas
tcnicas de tratamiento permiten una recuperacin
significativa. De cualquier forma, es un hecho que estos
datos y avances son slo paliativos, y no pueden
tomarse como 100% eficaces.
La cocana estimula el sistema nervioso central. Sus
efectos inmediatos incluyen:

dilatacin de las pupilas


aumento de la presin sangunea,
del ritmo cardiaco y respiratorio
aumento en la temperatura del cuerpo

Su uso ocasional puede producir...

congestin o drenaje de la nariz


ulceracin de la membrana mucosa de la nariz
La inyeccin de cocana con equipo contaminado
puede
producir
SIDA,
hepatitis
y
otras
enfermedades.

El uso crnico de esta droga causa los siguientes


sntomas en el organismo en adicin a los efectos arriba
mencionados:

dolor abdominal
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nauseas
vmitos
respiracin irregular
convulsiones
paro cardiaco

La mezcla de cocana con herona, conocida como


"speedball",
puede
causar
la
muerte.
La cocana es una de las drogas ms adictivas que hay,
ya que su efecto, aunque fuerte, es de corta duracin. El
Crack es extremadamente adictivo.
Crack
Tambin denominado "cocana del pobre", acarrea un
grave riesgo social y sanitario, por la dependencia que
provoca y los efectos nocivos que ocasiona en el
organismo. Se obtiene de la maceracin de hojas de
coca con kerosene y compuestos sulfurados, que lavada
posteriormente con ciertos elementos voltiles, se
convierte en el clorhidrato de cocana. La denominada
base es un txico de mayor potencial nocivo que la
cocana, posee impurezas que impiden su administracin
endovenosa. Se ingiere por inhalacin, lo que conlleva
lesiones en la mucosa nasal y en el aparato digestivo.
Tambin se consume fumada en cigarrillos o pipas
diseadas al efecto. La intoxicacin por esta sustancia
implica cuadros delirantes seguidos de procesos
depresivos intensos. Sus consecuencias nocivas sobre el
organismo son equiparables a las de las anfetaminas
administradas por va endovenosa, desestructurando la
personalidad, y colocndola en una adiccin compulsiva.
Las lesiones orgnicas son evidentes e irreversibles.
Usualmente, los adictos crnicos o aquellos que llevan
varios meses con ingestas de relevante cantidad y de
forma continuada, sufren patologas mentales graves y
crnicas como demencia o paranoia. Las lesiones en el

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cerebro son irreversibles.


Las anfetaminas
Fueron sintetizadas por primera vez entre la ltima
dcada del siglo XIX y la primera del siglo XX. Los
primeros experimentos clnicos se iniciaron hacia 1930,
y desde 1935 se comercializ con gran difusin en el
Reino Unido, Francia y Alemania. Durante la Segunda
Guerra Mundial fue utilizada indiscriminadamente por
todos los bandos, dado el carcter euforizante que
contiene la sustancia y la agresividad otorga.
Las anfetaminas fueron utilizadas como estimulantes,
luego en forma de inhalaciones para el tratamiento de
catarros y congestiones nasales, ms tarde como
pldoras contra el mareo y para disminuir el apetito en el
tratamiento de la obesidad y, finalmente, como
antidepresivos.
Presentan una elevada tolerancia, que produce
habituacin y necesidad de dosis progresivamente ms
elevadas.
El consumo de este excitante est ampliamente
extendido y distribuido por todas las clases sociales. A
diferencia de lo que sucede con la cocana que la
consumen preferentemente los sectores medios y altos,
las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos
que pretenden sobreexcitacin como por amas de casa
que buscan un anorxico para sus dietas o por
estudiantes que preparan exmenes. Al incidir en el
sistema ortosimptico causan hipertensin, taquicardia,
hiperglucemia, midriasis, vasodilatacin perifrica,
hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de nimo del adicto
oscila entre la distrofia y la hipomana, as como
ansiedad, insomnio, cefalea, temblores y vrtigo.
Pueden aparecer cuadros depresivos y sndromes
paranoides anfetamnicos. A dosis normales, sus efectos
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varan de acuerdo al individuo y las condiciones de


ingesta.
Pueden
producir
efectos
placenteros,
hiperactividad y sensacin desbordante de energa, pero
tambin causan temblor, ansiedad irritabilidad, ira
inmotivada y repentina y trastornos amnsicos e
incoherentes. En la ltima fase se describen depresin,
cuadros paranoides y delirios paranoides, alucinaciones
y trastornos de conducta. El consumo de anfetaminas
puede conducir a actuaciones agresivas, al igual que los
barbitricos y el alcohol, por su gran efecto euforizante,
unido a un descontrol en los instintos inhibitorios. Tales
situaciones se producen cuando las dosis suministradas,
generalmente por va endovenosa, superan los 2 gr.
Est demostrado un mayor potencial en las anfetaminas
que en la cocana, tanto en su punto ms lgido como
en la duracin de los efectos. Reacciones muy graves se
producen al consumirlas con barbitricos en el conocido
fenmeno de la pluritoxicomana. Tomadas en dosis
importantes son causantes de confusin, tensin,
ansiedad aguda y miedo. Tambin pueden precipitar
psicosis paranoide en sujetos no psicticos. La psicosis
anfetamnica desarrollada por el sujeto se asemeja a la
psicosis paranoica y a la esquizofrenia paranoica.
El consumo de anfetaminas produce en el cuerpo los
siguientes sntomas:

acelera el ritmo cardiaco y pulmonar


dilata las pupilas
reduce el apetito
produce sequedad en la boca
sudores
dolores de cabeza
prdida de visin
mareos
insomnio

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ansiedad

A largo plazo y/o usadas en dosis elevadas, ocasionan:

temblores
prdida de coordinacin
colapso fsico
dao a riones y tejidos
depresin
malnutricin
aumento repentino de presin sangunea que puede
producir la muerte por ataque, fiebre muy alta o
insuficiencia cardiaca.

Es adictiva porque el organismo la asimila y crea


tolerancia a la droga, lo que ocasiona que el usuario
necesite cada vez mayor cantidad para lograr la misma
nota estimulante.
Caf, t, colas
Son estimulantes del Sistema Nervioso Central, cuya
sustancia activa es la cafena. Los efectos buscados por
el consumidor es el aumento de la agudeza mental. Sus
efectos a largo plazo pueden ser el agravamiento de
problemas orgnicos. No son adictivas fsicamente, pero
s psicolgicamente.
-Inhalantes
Dentro de este grupo de sustancias pueden citarse:
1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona,
benzoles, benzaldehdo.
2)
aerosoles-sprays-gases:
nitroso, propelentes.

gases

xido

3) cementos plsticos: hexano.


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4) solventes de pinturas y relacionados:


petrleo, butano, trementina, aguarrs.
5) lquidos para limpieza: xileno, benzol, ter
de petrleo
6) anestsicos: ter etlico puro.
7) combustibles: bencina, naftas.
8) thinner: hidrocarburos halogenados.
9) vasodilatadores: nitrito de amilo, nitrito de
butilo; y muchas otras ms.
El consumo de estas sustancias presenta graves
problemas
sanitarios.
Sus
consumidores
son
principalmente
marginales,
especialmente
nios,
aunque la adiccin tambin se da con relativa
frecuencia en ciertos grupos profesionales. Los motivos
del consumo se deben a la curiosidad, aburrimiento,
falta de estmulos, desarraigo y falta de pertenencia. En
el caso de los profesionales, el contacto habitual con las
sustancias puede crear una adiccin involuntaria; la
adiccin voluntaria es menos frecuente, aunque no
excepcional.
El uso continuado provoca dependencia psquica,
creando una situacin de necesidad de ingesta similar a
otras drogas. A consecuencia de la rpida distribucin
por los pulmones, el inicio de la intoxicacin es
inmediato. La sensacin de euforia primero y
aturdimiento despus, habitual con estos txicos,
conlleva una perturbacin psquica grave que altera la
inteligencia y la percepcin. Est acreditado el
fenmeno de la tolerancia respecto de los efectos en el
sistema nervioso central, mientras que la dependencia
fsica es discutida. Se presentan cambios y descuido,
falta de atencin, alteracin de la memoria, disminucin
de la capacidad de abstraccin y razonamiento,
personalidad antisocial, agresividad, depresin, ataques
de pnico, ansiedad y alucinaciones con trastorno en el
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juicio crtico y la percepcin. Se presentan ataxia,


oraciones incoherentes y precipitadas, diplopa, nuseas
y vmitos. La interrupcin de la inhalacin, como as
tambin una intensa aspiracin, pueden provocar la
muerte.
Son causales de dependencia psquica, pudindose
presentar psicosis txicas con daos cerebrales
irreparables. Los inhalantes producen una fcil
sugestionabilidad, dndose experiencias alucinatorias
colectivas, lo que da ejemplo de la complejidad de la
intoxicacin. Tambin provoca sentimientos paranoides
y excitacin sexual. Se considera que la embriaguez por
inhalantes es de mayor gravedad que la alcohlica, a
pesar de que los efectos de la intoxicacin no son muy
prolongados.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 6-FACTORES DE
DROGODEPENDENCIAS

RIESGO

EN

LAS

Qu son factores o situaciones de riesgo?


Los factores de riesgo de consumo de drogas son
aquellas circunstancias que potencian la vulnerabilidad
de las personas ante el consumo. Son situaciones y
caractersticas, tanto personales como ambientales, que
conducen a unas personas ms que otras hacia una
situacin de fragilidad ante las drogas y, por
consiguiente, aumentan la peligrosidad.
Existen distintos factores o situaciones de riesgo
relacionados con los tres elementos que componen el
consumo de drogas: sustancias, personas y ambientes.
Las sustancias por s solas significan muy poco;
adquieren sentido a partir de un sujeto que las usa, para
el cual cumplen una funcin determinada, y en un
ambiente
socio-cultural
que
les
adjudica
unos
significados y smbolos precisos. En relacin a las
sustancias un factor de riesgo es, sin duda, su
composicin farmacolgica, su capacidad para crear
dependencia, los efectos que produce...
Las personas son el elemento clave en el consumo de
drogas. Las drogas no tienen vida propia y, al contrario
que un virus, no se introducen en el cuerpo sin que la
persona lo quiera, existe siempre una voluntariedad al
ingerirlas. Hay oferta de drogas, porque hay gente
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dispuesta a tomarlas. El quid de la cuestin est en


determinar por qu y para qu las necesitan.
Entre los factores de riesgo de consumos problemticos
destacan algunas limitaciones en el desarrollo de la
personalidad, tales como: falta de autonoma en la toma
de decisiones, escasa capacidad crtica ante las
presiones del entorno, incapacidad para la resolucin de
conflictos o problemas, deficiente autocontrol, mnimo
desarrollo del sentido de la prudencia, un sistema de
valores poco definido, marcado por una ausencia de
responsabilidad en los comportamientos, y un concepto
bajo de uno mismo que repercute en una falta de
autoestima.
El ambiente en que se mueve la persona tambin es
decisivo a la hora de consumir drogas.
Existen ambientes en los que ciertas sustancias gozan
de prestigio social, est bien visto tomarlas, se asocian
al ocio y a la diversin, estn de moda y, todo ello,
potencia su consumo. Estas situaciones originan la
seleccin y manipulacin de la informacin, que suele
ser sesgada o parcial, sobre los efectos de las
sustancias; se banalizan los riesgos y se exageran sus
ventajas. Los consumos de drogas generan una cultura
e incluirse en esta cultura facilita los consumos.
Debido a determinadas circunstancias ambientales
originan
conflictos
sociales
(violencia
colectiva,
desarraigos, marginalidad, etc.) que, al repercutir
inevitablemente sobre grupos o individuos, tambin se
transforman en factores de riesgo o vulnerabilidad.
Cules son los factores de riesgo?

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Las investigaciones realizadas durante las ltimas dos


dcadas han tratado de determinar cmo comienza y
cmo progresa el abuso de las drogas. Hay muchos
factores que pueden aumentar el riesgo de una persona
para el abuso de drogas. Los factores de riesgo pueden
aumentar las posibilidades de que una persona abuse de
las drogas mientras que los factores de proteccin
pueden disminuir este riesgo. Es importante notar, sin
embargo, que la mayora de las personas que tienen un
riesgo para el abuso de las drogas no comienzan a
usarlas ni se hacen adictos. Adems, lo que constituye
un factor de riesgo para una persona, puede no serlo
para otra.
Los factores de riesgo y de proteccin pueden afectar a
los nios durante diferentes etapas de sus vidas. En
cada etapa, ocurren riesgos que se pueden cambiar a
travs de una intervencin preventiva. Se pueden
cambiar o prevenir los riesgos de los aos preescolares,
tales como una conducta agresiva, con intervenciones
familiares, escolares, y comunitarias dirigidas a ayudar a
que
los
nios
desarrollen
conductas
positivas
apropiadas. Si no son tratados, los comportamientos
negativos pueden llevar a riesgos adicionales, tales
como el fracaso acadmico y dificultades sociales, que
aumentan el riesgo de los nios para el abuso de drogas
en el futuro.
Los programas de prevencin basados en la
investigacin se enfocan en una intervencin temprana
en el desarrollo del nio para fortalecer los factores de
proteccin antes de que se desarrollen los problemas de
conducta.
El cuadro a continuacin describe cmo los factores de
riesgo y de proteccin afectan a las personas en cinco

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dominios, o ambientes, donde se pueden realizar las


intervenciones.

Factores de Riesgo
Conducta agresiva
precoz

Dominio

Factores de
Proteccin

Individual

Auto-control

Falta de supervisin
de los padres

Familia

Ms control de
los padres

Abuso de sustancias

Compaeros

Aptitud
acadmica

Escuela

Polticas antidrogas

Comunidad

Fuerte apego al
barrio

Disponibilidad de
drogas
Pobreza

A nivel individual:
-Hbitos de vida inadecuados
-Falta de autocontrol, de seguridad en s mismo y,
actitud de rechazo hacia sus semejantes.
-Baja autoestima
-Problemas emocionales y psicolgicos en general
-Posturas favorables hacia el consumo de drogas
-Rechazo de los valores comnmente establecidos
-Fracaso escolar
-Falta de vnculos afectivos con el colegio
-Comportamiento antisocial temprano, como mentir,
robar y agredir, especialmente en chicos y combinado a
menudo con timidez e hiperactividad.
En la familia:

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-Conflictos familiares y violencia domstica


-Desorganizacin familiar
-Falta de cohesin familiar
-Aislamiento social de la familia
-Aumento del estrs familiar
-Normas y castigos relacionados con el consumo de
drogas poco estrictos, ambiguos o incoherentes.
-Falta de disciplina y supervisin del nio
-El nivel de exigencia por parte de los padres no se
adecua a las capacidades del nio.
En el grupo de amigos:
-Relacin con delincuentes de la misma edad que
consumen o valoran las sustancias peligrosas.
-Relacin con gente de la misma edad que rechaza las
actividades y pasatiempos corrientes. Dejarse llevar por
las malas influencias (presin de grupo).
En la escuela:
-Reglas y castigos relacionados con el consumo de
drogas y la conducta del alumno poco rgidas, ambiguas
e incoherentes.
-Costumbres de trato a los alumnos duras o arbitrarias.
-Facilidad para conseguir sustancias peligrosas en los
edificios del colegio.
-Falta de vnculos afectivos en el colegio.
En la comunidad:
-Desorganizacin de la comunidad
-Falta de vnculos afectivos en la comunidad
-Falta de orgullo cultural
-Normas poco claras, falta de cumplimiento de la
legislacin existente y permisividad social del consumo.
-Pobreza
-Paro y subempleo
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-Discriminacin
-Mensajes de fomento de la droga en los medios de
comunicacin social
Los factores de riesgo pueden influenciar el abuso de
drogas de varias maneras. Mientras ms son los riesgos
a los que est expuesto un nio, mayor es la
probabilidad de que el nio abuse de las drogas. Algunos
de los factores de riesgo pueden ser ms poderosos que
otros durante ciertas etapas del desarrollo, como la
presin de los compaeros durante los aos de la
adolescencia; al igual que algunos factores de
proteccin, como un fuerte vnculo entre padres e hijos,
pueden tener un impacto mayor en reducir los riesgos
durante los primeros aos de la niez. Una meta
importante de la prevencin es cambiar el balance entre
los factores de riesgo y los de proteccin de manera que
los factores de proteccin excedan a los de riesgo.
Cules son las seales tempranas de riesgo que
pueden predecir el abuso de drogas en el futuro?
Algunas de las seales de riesgo se pueden ver tan
temprano como en la infancia o en la niez temprana,
tal como la conducta agresiva, la falta de auto-control, o
un temperamento difcil. Cuando el nio crece, las
interacciones con la familia, la escuela y en la
comunidad pueden afectar su riesgo para el abuso de
drogas en el futuro.
Las primeras interacciones de los nios ocurren en la
familia. A veces la situacin familiar aumenta el riesgo
del nio para el abuso de drogas en el futuro, por
ejemplo cuando existe:

La falta de cario y respaldo por parte de los


padres o de los cuidadores;
Una crianza ineficiente; y
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Un cuidador que abusa de las drogas.

Pero las familias pueden proveer proteccin contra un


futuro abuso de drogas cuando hay:

Un vnculo fuerte entre los hijos y los padres;


Participacin de los padres en la vida del nio; y
Lmites
claros
y
una
disciplina
aplicada
consistentemente.

Las interacciones fuera de la familia pueden involucrar


riesgos tanto para los nios como para los adolescentes,
tales como:

Un comportamiento negativo en la escuela o una


conducta social deficiente;
El fracaso acadmico; y
La asociacin con compaeros que abusan de las
drogas.

La asociacin con compaeros que abusan de las drogas


a menudo es el riesgo ms inmediato para que los
adolescentes sean expuestos al abuso de drogas y al
comportamiento delincuente.
Otros factores como la disponibilidad de las drogas, los
patrones del narcotrfico, y las creencias que el abuso
de drogas se tolera en general son riesgos que pueden
influenciar a la gente joven a que comiencen a abusar
de las drogas.
Cules son los periodos de mayor riesgo para el
abuso de drogas en la juventud?
Las investigaciones han mostrado que los perodos
claves de riesgo para el abuso de drogas son durante las
transiciones mayores en la vida de los nios. La primera
transicin importante para un nio es cuando deja la
seguridad de la familia y va a la escuela por primera
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vez. Despus cuando pasa de la primaria a la escuela


media, a menudo experimenta nuevas situaciones
acadmicas y sociales, como aprender a llevarse con un
grupo ms grande de compaeros. Es en esta etapa la
adolescencia temprana que hay ms probabilidad de
que los nios se enfrenten por primera vez a las drogas.
Cuando entran a la secundaria, los adolescentes
confrontan ms desafos sociales, emocionales y
acadmicos. Al mismo tiempo, pueden estar expuestos a
ms drogas, a abusadores de drogas, y a actividades
sociales que involucran drogas. Estos desafos pueden
aumentar el riesgo de que abusen del alcohol, del
tabaco, y de otras sustancias.
Cuando los adultos jvenes dejan sus hogares para ir a
la universidad o para trabajar y se encuentran solos por
primera vez, su riesgo para el abuso de drogas y del
alcohol es muy alto. Por lo tanto, tambin son
necesarias las intervenciones para los adultos jvenes.
Ya que los riesgos aparecen en cada perodo de
transicin de la vida, los planificadores de la prevencin
deben escoger programas que fortalecen los factores de
proteccin en cada etapa del desarrollo.
Cmo y cundo comienza y cmo progresa el
abuso de drogas?
Estudios como la Encuesta Nacional sobre el Uso de
Drogas y la Salud, anteriormente llamado la Encuesta
Nacional por Hogares sobre el Abuso de Drogas,
realizados por la Administracin de Servicios de Abuso
de Sustancias y Salud Mental, indican que algunos nios
ya estn abusando de las drogas a los 12 13 aos de
edad, lo que probablemente significa que algunos
comienzan a una edad an ms temprana. El abuso
precoz a menudo incluye sustancias tales como el
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tabaco, el alcohol, los inhalantes, la marihuana, y los


medicamentos de prescripcin, como las pastillas para
dormir y los medicamentos para la ansiedad. Si el abuso
de drogas persiste ms tarde en la adolescencia, los
abusadores tpicamente se involucran ms con la
marihuana y despus avanzan a otras drogas, mientras
que continan abusando del tabaco y del alcohol. Los
estudios tambin han demostrado que el abuso de
drogas en los ltimos aos de la niez y principios de la
adolescencia est asociado con un mayor envolvimiento
con las drogas. Es importante tomar en cuenta que la
mayora de los jvenes, sin embargo, no progresan al
abuso de otras drogas.
Los cientficos han propuesto varias explicaciones de por
qu algunas personas se involucran con las drogas y
despus progresan a abusarlas. Una explicacin seala a
una causa biolgica, como el tener una historia familiar
de abuso de drogas o de alcohol. Otra explicacin es que
el abuso de las drogas puede llevar a asociarse con
compaeros que abusan de las drogas, lo que a su vez,
expone a la persona a otras drogas.
Los investigadores han encontrado que los jvenes que
aumentan rpidamente su abuso de sustancias tienen
niveles altos de factores de riesgo y niveles bajos de
factores de proteccin. El sexo, la raza y la ubicacin
geogrfica tambin pueden desempear un papel en
cmo y cuando los nios comienzan a abusar de las
drogas.
Las intervenciones preventivas pueden proporcionar las
habilidades y el apoyo para mejorar los niveles de los
factores de proteccin de los jvenes en alto riesgo y
prevenir que progresen al abuso de drogas

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 7-PERFIL DEL DROGODEPENDIENTE

Un estudio realizado por la


Asociaciones
y
Entidades
Drogodependientes) destaca
nmero de mujeres que busca
la adiccin a las drogas.

UNAD (Unin de
de
Atencin
al
el aumento del
tratamiento contra

El 64% de las personas atendidas


durante 2004 por su adiccin a las
drogas era varn, frente a un 36%
de mujeres. Este dato indica, segn
la UNAD, que aunque el problema de
la drogodependencia sigue siendo
mayoritariamente masculino "hay
una progresiva feminizacin del
mismo".
Segn el estudio sobre el perfil de los usuarios de los
programas y centros de asistencia de las personas con
problemas de drogodependencias, elaborado por la
Unin de Asociaciones y Entidades de Atencin al
Drogodependiente (UNAD), en Espaa el perfil del
drogodependiente corresponde a un varn, entre los 32
y los 36 aos, enfermo, poli-consumidor, con estudios
primarios y en paro.
Pero, a pesar de esta realidad, destaca que cada vez son
ms las mujeres que acuden a recibir tratamiento para
librarse de su drogodependencia, lo que no quiere decir
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que ahora las mujeres se droguen ms, sino que son


conscientes de su adiccin y tambin a que en la
actualidad hay ms programas diseados para ellas.
En la ltima dcada, el nmero de fminas que buscan
ayuda para 'desengancharse' de la droga ha pasado del
15% al 36%. Por el contrario, el porcentaje de varones
ha descendido del 89% al 64%.
El informe de la UNAD, realizado con datos de ms de
41.000 pacientes, constata que se est produciendo un
progresivo envejecimiento de la poblacin que recibe
tratamientos para la droga, pues el 67,4% de las
personas atendidas tienen ms de 26 aos y un 13,2%
ms de 44 aos.
Sin embargo, la UNAD indica que es relevante tambin
que el 3,8% de los atendidos en 2004 tuvieran menos
de 16 aos, lo que significa que el fenmeno de la
drogodependencia est presente en todos los grupos de
edad. En 2002 el porcentaje de menores que acuda a
terapia era del 1,9%.
Casi el 80% de los estudiados reconoce que empez a
consumir drogas antes de cumplir los 27 aos y un 26%
se inici antes de los 16 aos. Ms de un tercio de las
personas que acuden a buscar tratamiento lleva ms de
10 aos drogndose.
Ante este perfil del drogadicto espaol, la UNAD
considera que hay que trabajar en una doble vertiente.
"Por un lado hay que reforzar los recursos asistenciales
porque la problemtica de las drogas no est ni mucho
menos resuelta y, por otra parte, hay que prestar ms
atencin a las nuevas generaciones y a los nuevos tipos
de drogas".

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Sustancias ms consumidas - El consumo se ha


diversificado entre varias drogas, pero la herona
sigue a la cabeza
Al igual que ocurra en aos anteriores, casi el 100% de
las personas atendidas durante 2004 en las 271
entidades que la UNAD tiene por todas las Comunidades
Autnomas eran poli-consumidoras, es decir, tomaban
ms de una sustancia psicoactiva.
La droga ms utilizada sigue siendo la herona, aunque
su consumo ha bajado mientras que ha aumentado el de
la cocana. De las personas que recibieron tratamiento a
lo largo del pasado ao, el 24% era consumidor nico de
herona, el 13% slo se drogaba con cocana y un 20%
tomaba las dos sustancias juntas, una mezcla conocida
como speed ball. El porcentaje de adictos al cannabis y
a drogas de sntesis era del 5% y del 3%,
respectivamente.
Respecto a las vas de consumo, una de cada cinco
personas sigue usando la jeringuilla (va intravenosa),
pese a que conlleva ms riesgos que otros medios. El
47% fuma o inhala la droga, el 17% la esnifa y un 12%
la toma por va oral.
Trabajo, estudios y enfermedades
Los datos que aporta el informe sobre la situacin
laboral y el nivel de estudios de los drogodependientes
son representativos de la marginalidad y la exclusin
social que sufren. Slo el 25% de las personas atendidas
por su adiccin trabaja mientras que un 36% est en
paro y slo el 4% ha iniciado estudios universitarios.
Lo ms frecuente es que estas personas slo tengan
estudios primarios (39%), aunque un 13% de ellos

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afirma no haber recibido ninguna educacin. Adems,


cuatro de cada 10 tienen problemas con la justicia.
Respecto a las enfermedades, el 35% de los drogadictos
atendidos tienen una patologa diagnosticada. De ellas,
un 31% padece hepatitis C, el 28% tiene sida y un 21%
tiene una patologa dual diagnosticada, es decir,
dependencia a las drogas y trastornos psiquitricos.
"Este ltimo aspecto hay que tenerlo en cuenta porque
no se sabe si es el trastorno mental el que lleva a una
dependencia de las drogas o al revs", expresa el
presidente de la UNAD.
Expertos destacan la importancia de abordar el
nuevo perfil del paciente drogodependiente y
frenar el poli-consumo
Los expertos que se han reunido en el 'Foro sobre
Adicciones' han destacado la importancia de abordar el
nuevo perfil del paciente drogodependiente existente en
la actualidad y la necesidad de frenar el poli-consumo,
segn el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social.
Asimismo, sealaron que la prevencin desde edades
tempranas es una herramienta clave para evitar nuevos
casos de dependencia a las drogas legales e ilegales,
especialmente si se tiene en cuenta que la edad de inicio
de consumo de tabaco, alcohol, drogas de diseo e
incluso cocana y herona es cada vez menor.
A pesar de los importantes avances alcanzados en
Espaa en la atencin al paciente drogodependiente
desde la puesta en marcha hace ms de 25 aos de los
primeros centros asistenciales, se debe avanzar en
garantizar los derechos y deberes de todos los colectivos
que padecen adicciones y que por alguna causa estn
excluidos del sistema sanitario.

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Para evitar la exclusin social del paciente adicto, es


necesario trabajar en su normalizacin, eliminando los
estigmas sociales, y es imprescindible que estn
disponibles y se financien por parte del Sistema Nacional
de Salud (SNS) todas las terapias aprobadas por la
Unin
Europea
para
el
tratamiento
de
las
drogodependencias.
Para conseguir los mejores resultados en la prevencin y
lucha contra las adicciones, se subraya la necesidad de
mejorar la complementariedad y coordinacin entre las
distintas administraciones pblicas y los movimientos
sociales. Para ello, es necesario disear un nuevo
modelo basado en la intervencin socio-sanitaria que
permita complementar la atencin estrictamente
sanitaria
con
una
mayor
asistencia
social
y
psicoteraputica.
Desde el punto de vista cientfico, han de aplicarse las
guas prcticas de evidencia cientfica para garantizar el
rigor necesario en la aplicacin de los programas de
tratamiento. Asimismo, se deben armonizar las pautas
de tratamiento para reducir las diferencias de los
pacientes drogodependientes y favorecer la promocin
de su salud tanto fsica como mental.
Las diferentes administraciones autonmicas tienen el
reto de solventar las desigualdades existentes entre los
pacientes drogodependientes, especialmente en lo
relativo al trato y al acceso a tratamientos, y, por
ejemplo,
los
enfermos
mentales
y
de
otras
especialidades mdicas.
Perfil del Drogodependiente que No Responde a
los Programas de Mantenimiento con Metadona
El tratamiento por sustitucin o mantenimiento con
metadona es hoy en da la ms difundida y efectiva
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forma de tratamiento para la adiccin a opiceos. La


efectividad clnica de los Programas de Mantenimiento
con Metadona (PMM) es frecuentemente medida a travs
de los criterios llamados duros, tales como la
consecucin de la abstinencia de la droga que genera la
demanda y la disminucin del consumo de otras
sustancias, la reduccin de la criminalidad (nmero de
arrestos, etc.), el aumento de la actividad laboral
(obtencin de un empleo legal) o la reduccin de la
morbi-mortalidad (reduccin de la va endovenosa,
asociada a la infeccin por VIH, o el nmero de muertes
por sobredosis, p.ej.). Diversos ensayos clnicos y
estudios observacionales han mostrado que los PMMs
consiguen resultados alentadores relacionados con los
indicadores mencionados:
a) Reduccin del uso de herona,
b) Reduccin de actos delictivos y encarcelamientos,
c) Incremento integracin social (familia, empleo, etc.),
d) Retencin en tratamiento (Tto),
e) Reduccin va inyectada,
f) Reduccin del uso compartido de jeringuillas,
g) Reduccin de la incidencia de VIH.
De ellos, quiz los ms sobresalientes son la evidente
reduccin de la mortalidad y su contribucin, a travs de
programas de intercambio de jeringuillas y/o reduccin
del uso compartido de las mismas, en la disminucin de
la incidencia de VIH entre los usuarios de drogas.
No obstante, estudios observacionales basados en
diseos naturalsticos tienden a mostrar que en el
mbito de prctica rutinaria los PMM no son una
panacea respecto al tratamiento de la adiccin a
opiceos. Si bien los estudios naturalsticos adolecen del
control y la validez interna de los ensayos clnicos, s
presentan una mayor validez externa, aproximndose en
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mayor medida a lo que realmente ocurre en la prctica


diaria. Si bien es cierto que los PMMs consiguen una
mayor tasa de retencin que programas alternativos,
cerca de la mitad de los sujetos que inician un
tratamiento lo abandonan a los 12 meses, y algunos de
aqullos que continan en el programa consumen
herona y otras drogas ilcitas con una frecuencia
parecida o superior a la del momento de entrada.
Asimismo, tambin se han descrito otros efectos
colaterales, como puede ser el desvo de una parte de la
metadona al mercado negro o la posibilidad de
producirse intoxicaciones accidentales.
La variabilidad de la eficacia de los PMMs encontrada en
los resultados de distintos estudios observacionales,
depende de factores tales como las caractersticas de los
participantes en el programa, del uso de otras drogas
ilcitas y/o no prescritas, la duracin del tratamiento, la
calidad de las relaciones teraputicas, la accesibilidad a
otros servicios sanitarios y las propias caractersticas y
objetivos de los PMMs. De forma genrica, podra
decirse que los programas que estn obteniendo
resultados ms efectivos son aquellos basados en
estrategias de medio-bajo umbral: utilizacin de altas
dosis de metadona como parte de un programa de
tratamiento comprensivo cuya meta est basada ms en
el mantenimiento que en el logro de la abstinencia.
No obstante, incluso en los programas de bajo umbral
no todos los usuarios responden al tratamiento de igual
manera. Sigue localizndose una no desdeable
proporcin de casos que no responden al tratamiento.
El corpus cientfico, de forma genrica, ha centrado sus
evaluaciones de resultados de eficacia de los programas
de metadona en la propia estructura de estos
programas, y en muy pocos casos han evaluado las
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caractersticas de los pacientes que fracasan. Esta


perspectiva, a diferencia de la tomada tradicionalmente,
permitira identificar y predecir la respuesta de casos no
respondedores y actuar en consecuencia, bien mediante
una planificacin de tratamiento ms especfica al caso,
o bien mediante la derivacin a otros dispositivos de
futura generacin, como podran ser los programas de
tratamiento con herona. Identificar previamente a los
no respondedores y conocer las razones por las que los
dispositivos al uso no son recursos eficaces para dar
respuesta a su situacin, seran, sin duda, dos
herramientas clnicas de gran inters.
El primer dato que hay que conocer es la extensin del
problema:
los
consumidores
de
drogas
estn
sobrerrepresentados en la poblacin de las prisiones, si
se compara con la poblacin en general:
Un 42% de los reclusos ha declarado haber consumido
herona alguna vez en la vida y un 59% cocana, y un
24% y un 40%, respectivamente, consuman estas
drogas en los ltimos 30 das previos al ingreso en
prisin. En trminos absolutos, 26.000 internos haban
consumido herona alguna vez en la vida, y 36.000
cocana, y 15.000 y 24.000, respectivamente,
consuman dichas drogas al ingresar en prisin. Antes de
ingresar en prisin la extensin del consumo de drogas
entre los internados era muy alta, y en cualquier caso
mucho mayor que en la poblacin general espaola.
Perfil del recluso tipo:
Varn espaol; 35 aos; con varias entradas en prisin
cumple una pena de 3 a 8 aos de prisin por un delito
contra el patrimonio. Consumidor habitual de una o
varias drogas.

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Domina el perfil de interno que responde a la asociacin


entre consumo crnico de herona y reincidencia en el
mismo delito-estigma y exclusin social, aunque emerge
un nuevo perfil de consumidores de cocana, con una
situacin penal diferente (no son reincidentes en la
misma proporcin) y con una posicin social ms
integrada.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 8-PREVENCIN DE LAS DROGAS EN


ESPAA

TIPOS DE PREVENCIN Y SUS OBJETIVOS (SEGN


OMS) Y NIVELES DE PREVENCIN:
Basndonos en la etapa en que se encuentra el
fenmeno que se quiera evitar y la poblacin a la que
esta vaya dirigida, dividimos en tres niveles las
actuaciones preventivas:
- Prevencin Primaria: evitar la enfermedad:
Intervenciones que se desarrollan antes del abuso,
siendo la poblacin diana de este nivel de actuacin los
sujetos no consumidores o usuarios sociales y
ocasionales.
Se pretende en este punto tanto eliminar/disminuir el
riesgo de consumo de alcohol, como evitar nuevos casos
de abuso.
Dado su carcter se pueden implicar a todos los sectores
(Familia, escuela, sociedad) en la consecucin de sus
fines, para ello se desarrollan acciones de informacin,
formacin, educacin para la salud y/o promocin de
hbitos saludables.
- Prevencin Secundaria: intervenir en la evolucin
natural de la enfermedad.

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En el segundo nivel, prevencin secundaria, la deteccin


y tratamiento precoz son la prioridad de las actuaciones
encaminadas a evitar la progresin del problema. Esto
sucede en los inicios del abuso y sobre grupos de riesgo
tales como jvenes o hijos/as de alcohlicos.
Los programas educativos especficos y la deteccin
precoz son las actividades que cobran mayor
importancia en este momento del inicio de la conducta
abusiva.
- Prevencin Terciaria: mejorar la calidad y esperanza
de vida:
La desintoxicacin fsica, deshabituacin psicolgica o la
reinsercin social son algunas de las actividades
planificadas en la prevencin terciaria. Deducimos por el
sentido de las mismas que se llevan a cabo con la
poblacin que mantiene el abuso y/o adictos.
Se busca detener las consecuencias derivadas del abuso,
por este motivo se impone la necesidad de la implicacin
de los servicios especializados.
LA PREVENCIN DETERMINADA POR EL ENFOQUE
DEL TEMA:
- Prevencin de la oferta:
Vivimos en una sociedad en la que hay y habr oferta de
drogas, legales e ilegales por lo que se revela como una
ardua labor el eliminarlas todas. Por este motivo
controlar la oferta es una forma de prevencin; pero no
es ni la nica, ni la ms eficaz.
Desde este enfoque, se acometen medidas como:

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Sanciones.

Aumento de precios.

La prohibicin total ley seca.

- Prevencin de la demanda:
La disponibilidad de las drogas es slo una parte del
problema. Creemos que la prevencin sobre la demanda
es la que podemos hacer como miembros de la
comunidad.
Adems, es la que mejores resultados da. Las acciones
desde la cultura, la publicidad, actividades escolares,
familiares, deportivas, se encuadran dentro de esta
visin de la prevencin.
El GiD (Grupo interdisciplinar sobre Drogas), expone en
su informe La oferta de drogas y los programas de
intervencin:
Adquirir un conocimiento preciso de la oferta de drogas
puede servir no slo para incidir directamente sobre la
oferta, sino tambin para adaptar las tcnicas y
estrategias utilizadas en los programas preventivos que
ya se realizan. De esta forma, puede ofrecer inters el
conocimiento del mapa de la oferta de drogas que existe
en un momento y lugar determinados.
No ser igual una oferta de la mano de un amigo, de un
compaero consumidor de otras drogas, de un
desconocido, del dueo de un establecimiento con
diferentes vnculos afectivos, diferentes estilos y formas
de comunicacin , diferentes aspectos compartidos en
actividades laborales o escolares , ldicas, de consumos
,etc. De esta forma podramos pensar en este caso en
tcnicas de resistencia a la persuasin muy especfica y
diferenciada, mucho ms elaboradas y eficaces que las
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mil formas de decir NO, a un amigo, a un conocido, o a


tu vendedor habitual...
Aspectos como las drogas que se ofrecen, a qu
sectores de poblacin, en qu cantidades, las sustancia
de mezcla, en qu forma se ofrece, las relaciones entre
ofertadores y cliente nos puede ilustrar en la forma en
que los programas de prevencin deben disearse.
Desde este conocimiento, se pueden disear programas
dirigidos a un sector concreto de poblacin, por su
vulnerabilidad a una oferta determinada, o referidos a
una sustancia concreta, etc..
- Prevencin inespecfica:
Actuaciones que no tratan el problema del consumo y el
abuso
directamente,
la
influencia
es
indirecta
(educacin, cultura, tiempo libre, etc.).
- Prevencin especfica:
Abordan el tema del abuso de alcohol de una forma
clara, concreta, y directamente.
MBITOS DE PREVENCIN
La tarea ardua de prevenir, debe ser una labor de todos,
la insistencia en este punto, es debido a que si desde
nuestros roles, lugares y posibilidades no colaboramos
con ellos, la tarea caer en saco roto.
Detallamos algunos de los agentes que podrn y
debern colaborar en la labor preventiva:
- La familia.
- Los docentes en los centros educativos.
- Las organizaciones comunitarias.

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- Los gobiernos, centrales, provinciales y municipales.


-Los diarios, las radios, las televisiones o cualquier otro
medio de comunicacin.
En sntesis, de lo que se trata es que entre todos
consigamos cimentar la sociedad que queremos.
Dotando a cada uno de los miembros de nuestra
comunidad de la autonoma suficiente para llevarlo a
cabo.
En este sentido, sera conveniente conocer como se
debe actuar desde cada uno de estos mbitos.
Prevencin en la familia:
Entre estas a los progenitores se les pueden conferir
funciones como agente de prevencin del consumo de
alcohol, realizando actuaciones como las que mostramos
a continuacin:
- Dar a los hijos afecto y aprobacin.
- Fomentar en ellos hbitos y costumbres saludables.
- Transmitir un modelo de salud a sus hijos y ser
coherentes en su forma de comportarse con respecto al
modelo propuesto. Los hijos no hacen lo que uno dice,
sino lo que uno hace.
- Instaurar el dilogo como frmula de participacin en
el hogar. Podr detectar de esto modo si poseen ideas
errneas y falsos mitos.
- Escuchar activamente para compartir experiencias.
- Educar la autoestima de los hijos. Valorando sus logros
y esfuerzos.

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- Ayudar al desarrollo de la Asertividad para la negacin


del consumo.
- Fomentar la independencia de los hijos ante la
aprobacin de los dems.
- Ayudar a sus hijos en la identificacin de sus gustos y
aficiones, orientndolos en los pasos a seguir para
desarrollarlos.
- Trabajar conjuntamente con sus hijos los mecanismos
de resolucin de conflictos.
- Desarrollar dentro del hogar actitudes pros sociales y
cooperativos, para que aprendan el valor de trabajar en
la comunidad y a implicarse en la solucin de problemas
sociales.
- Colaborar en el proceso de escolarizacin de sus hijos
favoreciendo su permanencia.
- Establecer normas dentro de la familia sobre las
drogas. Haciendo hincapi en las consecuencias del
consumo.
- Buscar ayuda, si cree que su hijo tiene un problema
con el consumo.
No pretendemos con esto convertir a los padres y
madres en perseguidores de sus hijos sino ms bien
dotarles de la informacin necesaria para reaccionar y
no usar la tctica ms usual de negar la evidencia.
Ante la sospecha de este consumo y tras un periodo de
reflexin para planificar la accin familiar, se explicara
al hijo/a la preocupacin de la familia (no cuando el/la
chico/a est bajo los efectos del txico), podemos
proponer la consulta con un especialista. Estas tcnicas

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no son exclusivas para los jvenes sino que se pueden


usar con cualquier miembro de la familia.
Prevencin en centros educativos:
El Ministerio del Interior (Delegacin del Gobierno para
el Plan Nacional sobre Drogas) recoge que el marco
escolar tiene una serie de caractersticas que facilitan su
papel central, en cualquier iniciativa de promocin de la
salud en una sociedad:
La escuela llega a la prctica totalidad de los
nios/as y a la mayor parte de los adolescentes.
- En la edad escolar es cuando se configuran los hbitos
y las conductas que se ejercitarn a lo largo de la vida.
- En la edad escolar se est en una actitud receptiva a
toda clase de conocimientos y enseanzas.
El profesorado est vocacional y profesionalmente
orientado, y preparado especficamente, para facilitar
estos aprendizajes.
Por todo ello, la escuela, y todo el sistema educativo en
su conjunto, es un recurso para el cambio que no se
puede desdear. Entre los objetivos de la educacin en
su relacin con las drogas, recogemos los siguientes:
Objetivos de la educacin sobre drogas:
1. Difundir conocimientos mnimos imprescindibles sobre
las drogas, sus efectos y la problemtica asociada a este
fenmeno entre la comunidad escolar (alumnos/as,
alumnas, padres/madres y comunidad en general).
2. Favorecer la comprensin del fenmeno de la
dependencia y de sus consecuencias, a nivel individual
(salud psquica, fsica, problemas sociales) y colectivos
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(repercusiones
jurdicos, etc.)

sanitarias,

econmicas,

problemas

3. Investigar las posibles soluciones desde el medio


escolar y proponer alternativas que cubran las
necesidades insatisfechas que puedan propiciar el
acercamiento a las drogas.
4. Desdramatizar el problema de las drogas dentro de la
comunidad y combatir los mitos y tpicos ms
frecuentes sobre el fenmeno.
5. Establecer mecanismos para la formacin de todas
aquellas personas que por sus profesiones o labores en
la comunidad puedan influir sobre la poblacin ms
vulnerable.
6. Investigar la realidad social de los individuos o grupos
humanos ms expuestos a este problema (para adecuar
estos objetivos genrales a las necesidades concretas) a
fin de promover la reflexin crtica y facilitar el cambio
personal y social.
7. Promover y alentar la participacin de todos los
agentes de la comunidad en el problema de las drogas.
8. La educacin sobre drogas debe proporcionar la
adquisicin de habilidades para tomar decisiones,
tomando en consideracin la informacin sobre el
fenmeno y la propia jerarqua de valores del individuo.
Para lograr la consecucin de estos (ambiciosos)
objetivos,
los
docentes
debern
asumir
la
responsabilidad de su ejecucin. En los centros
educativos, previenen facilitando la existencia de un
clima de relaciones que contribuya a la evolucin y
madurez de los alumnos. Sern estos docentes los que
acten como agentes de prevencin primaria.

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Reflexiones
1. La educacin para la salud es una disciplina
colateral a la promocin de la salud y a la
prevencin de la enfermedad en todos sus niveles y
acompaa a la persona, individual y grupalmente, a
lo largo de toda su vida.
2. La educacin para la salud en torno a la
drogodependencia tiene funciones que incluyen
desde la deteccin precoz hasta la rehabilitacin.
No obstante, lo ms interesante son los esfuerzos
encaminados a evitar la adiccin. Las actividades
suelen ir dirigidas a la juventud y a la adolescencia,
cuando en realidad, segn indica la evolucin de los
porcentajes de edad de inicio, se debera prestar
ms atencin a los chicos y chicas de entre ocho y
diez aos, ya que es sta la edad de mayor riesgo
de contacto.
3. El educar a la familia sobre las caractersticas y el
alcance de los problemas que genera el trfico y el
consumo de drogas, llevar a fortalecer los valores
de responsabilidad, solidaridad, convivencia y
reforzar los aspectos inherentes a la lucha contra
las drogas.
4. Las drogodependencias no son slo un problema
sanitario, sino que, fundamentalmente, son un
problema social, por lo que sern necesarias en la
lucha contra las drogas, intervenciones sociales y
polticas, basadas en valores, las cuales no debern
incidir slo sobre la persona, sino tambin sobre el
conjunto de la sociedad.

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5. Es importante el trabajo en equipo entre las


comunidades, las escuelas y la familia para detener
el uso y abuso de las drogas, o por lo menos,
disminuir su consumo o proteger los espacios y a
los grupos sanos, donde no ha llegado.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 9-PROBLEMAS OCASIONADOS POR LAS


DROGODEPENDENCIAS

CONSECUENCIAS DE LAS DROGAS.


El consumo de drogas, legales e ilegales, constituye un
problema de salud pblica muy importante. Los riesgos
y daos asociados al consumo varan para cada
sustancia.
Adems, es necesario tener en cuenta las variables
personales como el grado de conocimiento o
experiencia del usuario, su motivacin, etc. y las
propiedades especficas de cada droga as como la
influencia de los elementos adulterantes.
Lo que hace que una adiccin sea una adiccin nociva
es que se vuelve en contra de uno mismo y de los
dems. Al principio se obtiene cierta gratificacin
aparente, igual que con un hbito.
Pero ms temprano que tarde su conducta empieza a
tener consecuencias negativas en su vida. Las
conductas adictivas producen placer, alivio y otras
compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor,
desastre, desolacin y multitud de problemas a medio
plazo.

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Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones


afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una
persona. Estas consecuencias son muy diversas y
pueden agruparse en dos grandes grupos:
Segn El Tipo
Salud: el consumo de drogas origina o interviene en la
aparicin de diversas enfermedades, daos, perjuicios y
problemas orgnicos y psicolgicos. Por ejemplo:
Hepatitis,
Cirrosis,
Trastornos
cardiovasculares,
Depresin, Psicosis, Paranoia, etc.
Salud psquica: Los adictos suelen padecer una amplia
gama de trastornos psicolgicos, como estados de
nimo negativos e irritabilidad, actitudes defensivas,
prdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa.
Salud Fsica: La adiccin suele conllevar la aparicin de
multitud de sntomas fsicos incluyendo trastornos del
apetito, lcera, insomnio, fatiga, ms los trastornos
fsicos y enfermedades provocadas por cada sustancia
en particular.
Social: Los adictos a drogas, con frecuencia se ven
envueltos en agresiones, desorden pblico, conflictos
raciales, marginacin, etc.
El abuso de las drogas puede tambin perjudicar a
otros, por ejemplo: el dinero con que son pagadas las
drogas puede privar a la familia de satisfacciones vitales
como comida o ropa. El discutir los problemas y
situaciones de la adiccin puede generar conflictos
familiares. Las reacciones violentas a las drogas pueden
llevar al usuario a cometer asaltos e incluso asesinatos.
Si una mujer embarazada toma drogas sin control
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mdico puede ocasionar malformaciones genticas en el


nuevo ser que est en gestacin.
Legal: Abusar de las drogas es contra la ley. Los
ofensores (tanto los que experimentan como los que se
dedican al consumo de drogas) corren el riesgo de tener
que pagar multas y/o ser encarcelados. Un arresto
puede significar vergenza, interrupcin de los planes
de vida, antecedentes penales. Ciertas drogas pueden
desencadenar una violencia incontrolable y conducir al
usuario a crmenes que son severamente punibles por la
ley.
Economa: dado el ingente volumen de dinero que
mueve el mercado de las drogas y el narcotrfico, tanto
los consumidores como los pases contraen importantes
deudas; se crean bandas organizadas; se produce
desestabilizacin econmica nacional, etc. El uso
continuo de drogas puede ser muy caro, ya que sus
costos se elevan a cientos y, en ocasiones, a miles de
euros por ao. Para sostener su hbito muchos usuarios
recurren al crimen. A veces para poder sufragar los
gastos de la adiccin se ve obligado a recurrir a
actividades ilegales.
Relaciones: La relacin con la familia, amigos o pareja
se altera, aparecen discusiones frecuentes, desinters
sexual, la comunicacin se interrumpe, hay prdida de
confianza, alejamiento, etc.
Trabajo: Cuando una persona tiene una adiccin suele
restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o
recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor
productividad, deterioro de la calidad del trabajo o
prdida del propio trabajo.

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Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto


casi ms importante que ninguna otra cosa, los adictos
se vuelven egostas y egocntricos: no les importa
nadie ms que ellos mismos.
Segn El Nivel
Individual: son los daos experimentados por el propio
consumidor de drogas.
Comunidad: el consumo de drogas genera multitud de
consecuencias
negativas
para
la
familia
del
drogodependiente, sobre los amigos, los vecinos, etc.
Sociedad: en la sociedad produce efectos sobre la
estructura y organizacin de la misma: aumento de las
demandas en los servicios de salud, incremento de la
inseguridad ciudadana por delitos contra la propiedad,
presencia del crimen organizado a travs de las redes
de narcotraficantes.
Efectos de la droga en la familia: Con frecuencia los
miembros de la familia cesan de actuar en forma
funcional cuando tratan de lidiar con los problemas
producidos por la droga en un ser querido, algunos
niegan que exista algn problema, bloqueando sus
propios sentimientos (de igual modo que el adicto a la
droga). Otros de los miembros de la familia tratan de
encubrir los errores cometido por el adicto a la droga. El
encubrimiento ocurre cuando un miembro de la familia
rescata al adicto o le ayuda en la obtencin de la droga.
Uno de los cnyuges quizs trate de ocultar a los hijos
la adiccin a la droga de su pareja.

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Los miembros de la familia que niegan que exista un


problema o permiten que el adicto contine con el uso
de la droga se consideran co-dependientes.
La droga puede controlar la vida del adicto y la
conducta de los miembros de la familia y otros seres
queridos. La negacin, el encubrimiento y la codependencia agravan el problema. Los miembros de la
familia deben buscar tratamiento para su salud
emocional y otros factores que giran alrededor del
problema de la droga.

ALGUNOS EJEMPLOS DE DROGAS CONCRETAS


El alcohol
El alcohol, sustancia natural derivada de la fermentacin
que se produce cuando el azcar reacciona con la
levadura, es el principal ingrediente activo del vino, la
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cerveza y las bebidas destiladas. Si bien existen muchos


tipos de alcohol, el que se encuentra en las bebidas
alcohlicas es el alcohol etlico. Ya sea que se ingiera
una lata de cerveza o un vaso de vino. El alcohol etlico
puede producir una sensacin de bienestar, tener un
efecto sedante, de intoxicacin o de inconsciencia,
dependiendo de la cantidad y la forma en que se ingiera.
El alcohol es una droga "psicoactiva," o sea que altera
las facultades mentales, como la herona y los
tranquilizantes. Puede alterar el estado de nimo,
originar cambios corporales y crear hbito. El alcohol es
una droga "depresiva" porque deprime el sistema
nervioso central. Por ello, el consumo exagerado de
alcohol ocasiona reacciones lentas, dificulta el habla y a
veces produce inconsciencia (prdida de conocimiento).
El alcohol acta sobre la parte del cerebro que controla
las inhibiciones.
No es preciso que una persona sea alcohlica para
experimentar problemas con el alcohol. Todos los aos,
muchos jvenes pierden la vida en accidentes
relacionados con el alcohol; por ejemplo, accidentes
automovilsticos, mueren ahogados o por suicidios.
Pueden ocurrir -y de hecho ocurren- muchos problemas
de salud antes de que los bebedores alcancen el estado
de adiccin o uso crnico.
Segn algunos estudios, ms de un 25 por ciento de las
admisiones en los hospitales estn relacionadas con el
uso del alcohol. Algunas de las enfermedades graves
asociadas al consumo crnico de alcohol incluyen el
alcoholismo y el cncer de hgado, estmago, colon,
laringe y esfago. El abuso de alcohol tambin puede
ocasionar graves problemas fsicos como:

Afecciones al cerebro, el pncreas y los riones;


Presin arterial, ataques cardacos y derrames;
Hepatitis alcohlica y cirrosis;
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lceras al estmago y el duodeno, colitis e irritacin


del colon;
Impotencia e infecundidad;
Defectos de nacimiento y el sndrome alcohlico
fetal, cuyos efectos incluyen retraso mental, bajo peso
al nacer, y anormalidades en las extremidades;
Envejecimiento prematuro; y
Una cantidad de otros desrdenes, como una
inducida inmunidad a las enfermedades, dificultad
para dormir, dolores musculares y edema.

La Marihuana
Contrariamente a la creencia de muchos jvenes, la
marihuana es una droga perjudicial, especialmente
desde que la potencia de la marihuana que ahora puede
consumirse ha aumentado ms de un 275 por ciento en
la ltima dcada. Para los que ahora fuman marihuana,
el peligro es mucho mayor que en la dcada de los 60.
Los estudios preliminares han demostrado la existencia
de enfermedad crnica de los pulmones en los usuarios
de la marihuana. La marihuana contiene ms agentes
conocidos productores de cncer que el cigarrillo. De
hecho, como los fumadores de marihuana procuran
mantener lo ms posible el humo en sus pulmones, un
cigarrillo de marihuana puede resultar tan perjudicial
para los pulmones como cuatro cigarrillos de tabaco.
An en pequeas dosis, la marihuana puede afectar la
funcin de la memoria, distorsionar la capacidad de
percepcin, obstaculizar el juicio y reducir la capacidad
motora. Sus efectos sobre la salud tambin incluyen la
aceleracin de los latidos del corazn, y en algunas
personas, el aumento de la presin arterial. Estos
cambios constituyen un riesgo para la salud de cualquier
persona, pero particularmente para quienes padecen de
condiciones cardacas y circulatorias anormales, como
alta presin arterial y el endurecimiento de las arterias.
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Ms importante an es la creciente preocupacin acerca


de la forma en que la marihuana utilizada por nios y
adolescentes puede afectar su desarrollo a corto y largo
plazo. El primer uso de la marihuana produce cambios
en el estado de nimo. Las observaciones realizadas en
clnicas han sealado una mayor apata, prdida de
ambicin, prdida de eficacia, menor capacidad para
llevar a cabo planes a largo plazo, dificultad de
concentracin y una reduccin en el rendimiento en la
escuela y el trabajo. Muchos adolescentes que terminan
en programas de tratamiento de drogas comenzaron a
consumir marihuana a temprana edad.
Conducir un automvil bajo la influencia de la marihuana
resulta especialmente peligroso. La marihuana afecta la
capacidad de conduccin por un perodo de por lo menos
cuatro a seis horas despus de haber fumado un solo
cigarrillo. Cuando se la consume junto con alcohol,
afecta an ms la capacidad para conducir.
La Cocana
La cocana es una de las drogas ms adictivas, y es una
droga que puede conducir a la muerte. Nadie puede
predecir si se convertir en adicto o si la prxima dosis
de cocana resultar mortal. La cocana puede aspirarse
por la nariz, fumarse o inyectarse. La inyeccin de
cocana -como la de cualquier otra droga- presenta el
peligro adicional de infectarse con el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH), que produce el
sndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), si el
usuario comparte la aguja con una persona que ya est
infectada por el virus.
La cocana es un poderoso estimulante del sistema
nervioso, incluso el cerebro. La droga acelera el ritmo
cardaco y al mismo tiempo estrecha los vasos
sanguneos, que procuran absorber el flujo adicional de
sangre. Las pupilas se dilatan y aumenta la temperatura
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y la presin arterial. Estos cambios fsicos pueden estar


acompaados de convulsiones, paro cardaco, paro
respiratorio o derrames.
El empleo de la cocana produce problemas nasales,
incluso congestin y mucosidad, y su uso prolongado
puede provocar la desintegracin de la membrana
mucosa de la nariz. El fuerte consumo de cocana puede
producir suficiente dao al tabique nasal como para
ocasionar que se desintegre.
Las investigaciones han demostrado que la cocana
acta directamente sobre los llamados "centros de
placer" del cerebro. Estos centros de placer son
estructuras cerebrales que al estimularse, producen un
intenso deseo de experimentar el efecto placentero una
y otra vez. Ello origina cambios en la actividad cerebral,
y al permitir que esta sustancia qumica del cerebro
llamada dopamina permanezca activa por un perodo
mayor que el normal, estimula un fuerte deseo de
consumir ms droga.
Con frecuencia los usuarios experimentan una sensacin
de inquietud, irritabilidad y ansiedad, y la cocana puede
producir paranoia. Los usuarios tambin experimentan
depresin cuando no consumen la droga y en muchos
casos vuelven a usarla para aliviar una mayor depresin.
Adems, encuentran que necesitan mayores cantidades
con mayor frecuencia para generar el mismo nivel de
estmulo. Por lo tanto, su uso puede conducir a la
adiccin.
La Herona
Sus propiedades adictivas se manifiestan en la
necesidad de un uso persistente y repetido de la droga
(ansia) y por el hecho de que los intentos de dejar de
consumirla producen marcados y dolorosos sntomas
fsicos de retiro de la droga. El consumo de herona
provoca problemas fsicos y psicolgicos como falta de
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aliento, nusea, pnico, insomnio y la necesidad de


dosis cada vez mayores de la droga para producir los
mismos efectos.
La herona ejerce su primer efecto adictivo mediante la
activacin de muchas regiones del cerebro, en las que
se producen las sensaciones de placer y de dependencia
fsica. La accin conjunta de estas consecuencias
produce prdida de control y hbito.
La herona es una droga que principalmente se inyecta
directamente en la vena con una aguja. Esta forma de
uso se denomina inyeccin intravenosa. Ello significa
que la aplicacin de la droga puede tener graves
consecuencias.
El intercambio de jeringas por parte de los usuarios est
convirtindose rpidamente en una de las principales
causas de nuevos casos de SIDA. El virus del SIDA se
transmite a travs de la sangre contaminada que queda
en la aguja, la jeringa u otros instrumentos relacionados
con la droga que se inyectan a otro usuario que utiliza
esos equipos para inyectarse herona u otras drogas. El
SIDA no tiene cura y no existe una vacuna conocida
para prevenirlo.
El uso de herona durante el embarazo est relacionado
con abortos y partos de fetos muertos. Los nios que
nacen adictos a la herona deben someterse al retiro de
la droga despus de nacer, y presentan diversos
problemas de desarrollo.
Los signos y sntomas del uso de herona incluyen
euforia, somnolencia, depresin respiratoria (que puede
incrementarse hasta que se detiene la respiracin),
contraccin de las pupilas y nusea. Los sntomas del
retiro de la droga incluyen lagrimeo, mucosidad en la
nariz, bostezos, prdida de apetito, temblores, pnico,
escalofros, sudores, nusea, calambres musculares e
insomnio. A medida que avanza el proceso de retiro se
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produce aumento de la presin arterial, las pulsaciones,


el ritmo respiratorio y la temperatura.
Los sntomas de la sobredosis de herona incluyen falta
de aliento, pupilas del tamao de un punto, viscosidad
de la piel y convulsiones.
La Metanfetamina
La metanfetamina es un poderoso estimulante. La
versin comn de esta droga se fabrica ilegalmente en
laboratorios clandestinos. Tambin se la conoce como
"speed" o "crystal" cuando se ingiere o se inhala; como
"crank" cuando se inyecta; y como "ice" cuando se
fuma. En todas sus formas, es extremadamente
peligrosa y produce efectos debilitantes de larga
duracin.
Los efectos secundarios de la metanfetamina incluyen
irritabilidad, nerviosismo, insomnio, nusea, accesos
repentinos de calor, sequedad en la boca, sudores,
palpitaciones e hipertensin. Las dosis excesivas pueden
producir confusin mental, ansiedad severa, y paranoia.
Su uso moderado o crnico puede producir dependencia
fsica e incluso la muerte.
El PCP
El PCP es un alucingeno; es decir, una droga que altera
las sensaciones, el estado de nimo y la conciencia y
distorsiona los sentidos del odo, el tacto, el olfato o el
gusto, as como las sensaciones visuales. Se emplea
legalmente como anestsico para los animales. Cuando
es consumido por los seres humanos, el PCP produce un
profundo alejamiento de la realidad, que hace que el
usuario tenga un comportamiento extrao y una fuerte
desorientacin. Estos efectos pueden producir graves
heridas o muerte al usuario que se halla bajo la
influencia de la droga.

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En algunas personas, el PCP produce una sensacin de


depresin mental. Su consumo regular con frecuencia
perturba la memoria, la capacidad de percepcin,
concentracin y el juicio. Utilizado en forma crnica,
puede producir cambios permanentes en la capacidad
cognoscitiva (pensamiento), la memoria y las funciones
motoras.
Las madres que consumen PCP durante el embarazo con
frecuencia tienen nios que padecen de perturbaciones
visuales, auditivas y motoras. Los nios tambin
muestran episodios de agitacin y otros cambios de
percepcin similares a las reacciones que sufren los
adultos intoxicados con PCP.
Los drogodependientes que ingresan en prisin
tienen una serie de problemas de salud, adems de los
sociales y penales:
En Espaa, las personas seropositivas en prisin
representaban el 11,2% del total de la poblacin
penitenciaria dependiente de la Direccin General de
Instituciones Penitenciarias en el ao 2004. Hay que
tener en cuenta que desde 1996, hay una tendencia
decreciente en la prevalencia de VIH en el medio
penitenciario. Este hecho hay que relacionarlo con la
extensin de la poltica de reduccin de daos a todo el
sistema penitenciario, con las nuevas cohortes de
consumidores (la va inyectada no es frecuente), con el
abandono de la va inyectada en un porcentaje
significativo de los consumidores antiguos, as como con
el fallecimiento de una parte significativa de este
colectivo envejecido.
Ms de la mitad de los internos con infeccin por VIH
reciben tratamiento TARGA (tratamiento antiretroviral
de gran actividad).

Pgina 12

La prevalencia de hepatitis C fue del 36,3% (2003:


37,8%) del total de la poblacin penitenciaria
dependiente de la Direccin General de Instituciones
Penitenciarias en el ao 2004.
Otro tipo de problemtica supone la carencia de
hbitos de aseo e higiene, as como de rutinas
normalizadas, conocimiento deficiente sobre riesgos de
enfermar o de medidas preventivas, adems de un
escaso contacto previo con los servicios sanitarios
comunitarios
y
centros
de
tratamiento
para
drogodependencias. Es de resear el caso de los
consumidores de cocana como sustancia principal, pues
suelen presentar rutinas normalizadas de aseo e
higiene.
Para concluir, no son infrecuentes los problemas de
naturaleza psicopatolgica (trastorno mental relacionado
o no con sustancias, patologa dual, etc.) y psicosocial,
presentando
un
significativo
porcentaje
de
drogodependientes trastornos en el desarrollo de la
personalidad, inmadurez afectiva, personal y social,
autoimagen negativa, carencia de hbitos y habilidades
sociales, desestructuracin familiar, entre otros.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 10-AYUDA Y ALTERNATIVAS A LAS


DROGAS
Las personas que usan drogas necesitan ayuda?
Normalmente, s. Dejar el hbito de la droga sin ayuda
externa puede resultar peligroso (debido a los sntomas
de abandono) y difcil (debido a la necesidad
psicolgica).
Puede obtenerse ayuda y/o informacin a travs de
muchas agencias, dependencias y personas privadas y
pblicas. Por ejemplo:
- Centros y clnicas de tratamiento de drogadiccin, que
se especializan en tratar a personas con problemas de
drogas.
- Hospitales
externos.

que

tratan a

pacientes

internados o

- Centros de salud mental y de orientacin, que pueden


tratar a personas con problemas de drogas analizando
los problemas subyacentes.
- Agencias de salud pblica y de servicio social, pueden
proporcionar consejos prcticos, derivar profesionales,
etc.
- Residencias intermedias, que brindan tratamientos en
Pgina 1

residencias para personas con problemas de Drogas.


- Centros de desintoxicacin, que se ocupan
especficamente de los problemas de alcoholismo y otros
relacionados a ste.
- Alcohlicos Annimos, brindan ayuda y apoyo a las
personas que tienen problema con el alcohol.
- Otros, incluyen: Mdico familiar, miembros del clero,
asesores sobre alcoholismo, psiquiatras y psiclogos.
Todos los anteriores nos ofrecen diversos programas de
tratamientos. Cada persona, de acuerdo a su caso,
puede recibir uno o ms clases de tratamiento,
incluyendo:
1. Supervisin mdica, para ayudar con los sntomas de
abandono de la droga (como vmito, temblores,
calambres, depresin severa, etc.)
2. Mantenimiento de la metadona, para los adictos a la
herona. sta bloquea la necesidad fsica de la herona y
deja que la persona vuelva a tener un estilo de vida ms
normal.
3. Orientacin, psicoterapia, grupos de encuentro, etc.
brindan un apoyo moral y contribuyen a tratar las
causas de abuso de drogas.
4. Rehabilitacin, incluyendo orientacin vocacional
puede ayudar a la persona a retomar una vida
comunitaria ms productiva.
5. Empleo de drogas, para eliminar los efectos de los
narcticos.

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6. Comunidades teraputicas, ayudan las personas que


abusan de las drogas a mantenerse alejados de ellas y
superar los problemas.
Alternativas a las drogas
alternativas a las drogas?

Por

qu

buscar

Porque en la vida hay experiencias superiores, ms


seguras y valiosas que el tomar drogas. Estas
experiencias implican hacer algo que uno encuentra
excitante, satisfactorio, importante y estimulante.
He aqu algunos ejemplos:
Alternativas fsicas:
- Baloncesto - Hacer caminatas
- Tenis - Cultura fsica
- Natacin - Aprender a bailar
-Futbol - Jogging
- Gimnasia Aerbicos
- Montar bicicleta - Escalar
Alternativas emotivas:
* Prestar ayuda voluntaria a las personas y
organizaciones a las cuales se pueda ayudar, tratando
de cultivar un talento en especial (escuchar a los dems,
ensear alguna materia en especial, etc.).
* Conversar con un consejero acerca de los problemas
que causen perplejidad.
* Asistir a cursos que enseen a tener confianza en un
mismo y que animen el crecimiento personal.
Pgina 3

* Aprender a expresar sentimientos negativos de


manera efectiva por medio de conversaciones, por
escrito, etc.
Alternativas intelectuales:
* Juegos de matemticas, ajedrez.
* Escribir cuentos, poesa.
* Estudiar a fondo una materia favorita.
* Aprender un trabajo manual nuevo.
* Componer msica o aprender a tocar un instrumento.
* Leer.
* Aprender fotografa.
Alternativas sociales:
* Formar un club que tenga que ver con su actividad
favorita.
* Organizar un grupo de deportes o debates.
* Hacer amistades nuevas.
* Prestar servicios a una comunidad o a una causa
nacional en la que se interese.
Todas estas actividades se las puede ubicar
preguntando
las
actividades
que
ofrecen
las
organizaciones de la comunidad en que se vive. Estas
comprenden
escuelas,
colegios
comunitarios,
asociaciones, programas de educacin para adultos,
casas de cultura, clubes de jvenes, bibliotecas, clubes
deportivos, ONGs, etc.

Pgina 4

El Plan Nacional sobre Drogas valora como prioridad el impulso


de los cumplimientos alternativos a la pena privativa de libertad.
El Plan de Accin 2005-2008 establece dos acciones en esta
direccin:
Potenciar los programas que ofrezcan apoyo jurdico y
social a personas que han cometido delitos como
consecuencia de su adiccin a las drogas, desarrollando
una amplia red de equipos de apoyo, (...) con el objetivo
de que se apliquen las medidas tendentes a evitar el
ingreso en prisin.
Potenciar una actuacin ms intensa y eficaz de la
Fiscala Especial para la Prevencin y Represin del
Trfico Ilegal de Drogas, y de sus Fiscales Delegados en
el cumplimiento de la funcin que les atribuye el
Estatuto Orgnico del Ministerio Fiscal mediante el
establecimiento de cauces institucionales permanentes
de colaboracin que garanticen la informacin y el
control de personas incursas en procedimientos
judiciales con problemas de consumo y/o adiccin a las
drogas, as como la adopcin de medidas alternativas a
la sancin penal.
Ciertamente, el tratamiento judicial de la drogadiccin
ha ido evolucionando a lo largo del tiempo hacia
posicionamientos que hacen hincapi cada vez ms, en
la utilizacin de medidas de carcter rehabilitador que
posibiliten al sujeto superar su problema de adiccin y
con ello eliminar la posibilidad de delinquir. Los adictos
que participan en estos programas presentan menos
recidivas en arrestos, condenas y reingresos en prisin
(Smith, D. Alternatives to incarceration. Monitor on
Psychology 2003; julio-agosto: 54-6).
Esta evidencia ha dado lugar a importantes cambios en
relacin con el tratamiento de las drogodependencias.
En los ltimos aos se han generalizado los programas
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encaminados a la reduccin de riesgos y daos


derivados
del
consumo,
los
programas
de
mantenimiento con metadona, de intercambio de
jeringuillas y, en general, aquellos que persiguen
mejoras en las condiciones sanitarias de los
drogodependientes.
Todos
ellos
son
programas
vinculados a la Estrategia Nacional sobre Drogas 20002008. Se ha cumplido sobradamente el vaticinio de
Eusebio Megas (1996) que anunciaba un incremento de
las prestaciones de tipo sanitario, una sanitarizacin
de los programas, en la medida en que ello responda a
las demandas ms urgentes y prioritarias.
Existen importantes razones para intervenir sobre los
problemas asociados a las drogas en el contexto
penitenciario, de las cuales destacamos la siguiente:
Un nmero importante de ciudadanos y ciudadanas
cumple penas de prisin y un significativo porcentaje
tiene problemas con las drogas. Actualmente, ms de
60.000 personas estn en las crceles espaolas,
una cifra que ha crecido de forma constante en los
ltimos aos.
Se trata de una poblacin particularmente
vulnerable, como se ver en el siguiente captulo, con
rasgos sociales que la exponen a una espiral de
marginacin.
Los reclusos y las reclusas pertenecen a los estratos
ms pobres y un porcentaje significativo a minoras
tnicas o extranjeros. Adems, un alto porcentaje
carece de empleo, de recursos educativos y de redes de
apoyo. En este sentido, la prisin se convierte en un
nuevo factor que aadir a sus dificultades de integracin
social, por el estigma que la acompaa y por los efectos
negativos que la prdida de libertad conlleva.
Pgina 6

Actuar en prisin en beneficio de los reclusos es


un mandato constitucional. De
acuerdo con la
Constitucin y la Ley Orgnica General Penitenciaria, el
fin de la pena es la resocializacin de los infractores por
lo que el tratamiento debera dirigirse a paliar en la
medida de lo posible las carencias y problemas que
presentan los internos, evitando que la estancia en
prisin constituya un tiempo ocioso y perdido.
Actuar en prisiones es tambin una obligacin moral
y cvica. La tendencia de las sociedades a
desentenderse de lo que sucede en sus crceles, que se
plasma en el alejamiento fsico de las mismas, lleva a
una visin estigmatizadora de la prisin y sus
pobladores. La mejor manera de luchar contra esta
tendencia es multiplicar los contactos entre el mundo
social y sus organizaciones y el mundo de las prisiones.
Porque, aunque se trata de un medio complejo, todo el
que ha trabajado alguna vez en l conoce el valor y la
importancia que tiene dotar de contenido y de sentido a
la estancia en prisin.
Actuar en prisiones tiene un enorme inters
profesional. Las crceles proporcionan una oportunidad
para acceder a una poblacin que de otro modo resulta
a menudo inaccesible, por su marginacin. En este
sentido, Espaa es un pas pionero en el tratamiento de
las drogodependencias en el mbito penitenciario. Es el
nico sistema penitenciario entre los Estados Miembros
de la Unin Europea que cuenta con un extenso
programa de tratamiento de mantenimiento con
metadona, y el nico que aplica de forma sistemtica los
programas de intercambio de jeringuillas.
La prisin, aunque es un medio singular y difcil, es
tambin un escenario donde los efectos positivos de la
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intervencin social o sanitaria pueden multiplicarse.


Como
destacan
todos
los
expertos,
cualquier
intervencin en uno de sus componentes (organizacin,
clima social, legislacin, subsistema socio-sanitario, etc.)
repercute en el resto, por ello es fundamental planificar
y evaluar cualquier accin.
Actuar en prisiones es actuar sobre la sociedad
en general. Las necesidades de los reclusos, las
respuestas a las mismas, las nuevas modalidades de
consumo, la eficacia o ineficacia de los programas, todos
los elementos de las polticas de prevencin o
tratamiento de las drogodependencias pueden ponerse a
prueba y contrastarse con la poblacin general y
reclusa, lo que aumenta sus posibilidades de xito.
PRINCIPALES
OBSTCULOS
PARA
LA
IMPLEMENTACIN DE MEDIDAS ALTERNATIVAS A
LA PRISIN
El tratamiento judicial de la drogadiccin ha ido
evolucionando
a
lo
largo
del
tiempo
hacia
posicionamientos que hacen hincapi cada vez ms en la
utilizacin de medidas de carcter rehabilitador que
posibiliten al sujeto superar su problema de adiccin y
con ello eliminar la posibilidad de delinquir.
Legislacin penal. - No existe un buen sistema de
ejecucin penal sin un buen sistema de penas, cualquier
propuesta de mejora en las prisiones tiene los das
contados si el sistema penal en su conjunto sigue
optando por la crcel como la principal respuesta frente
al delito o si se deja dominar por la filosofa de la
retribucin. (Garca Arn, 2006)
Como se ha comentado, a lo largo de los ltimos aos
ha habido diversas modificaciones legales que han
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ampliado los mrgenes de aplicacin de estas medidas,


no obstante resulta necesario avanzar en esta direccin.
El ltimo Cdigo Penal (1995) regulaba la suspensin de
condena para drogodependientes con una pena no
superior a tres aos, la ltima reforma amplia este
margen hasta 5 aos. Ello permite una mayor aplicacin
de esta alternativa, teniendo en cuenta que se ajusta
ms al perfil criminolgico del drogodependiente.
El seguimiento de las medidas alternativas a la
prisin supone uno de los principales problemas,
teniendo en cuenta la ausencia de desarrollo
reglamentario de la ejecucin de las medidas de
seguridad, de la suspensin y de la localizacin
permanente.
El Real Decreto 515/2005, de 6 de mayo, por el que se
establecen las circunstancias de ejecucin de las penas
de trabajos en beneficio de la comunidad y de la
localizacin permanente, de determinadas medidas de
seguridad as como de la suspensin de la ejecucin de
penas privativas de libertad, viene a reordenar la
actividad
penitenciaria,
asignar
funciones
de
seguimiento a los servicios sociales penitenciarios.
Actualmente existe una necesidad de una mayor
coordinacin entre los servicios encargados del
seguimiento y los servicios encargados de la ejecucin
teraputica.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 11-EPIDEMIOLOGA
El ltimo informe epidemiolgico sobre drogas
indica que por primera vez en los ltimos aos se
ha frenado el consumo espordico de cannabis y
ha aumentado la percepcin del riesgo

Destaca que se ha detenido la incorporacin de


nuevos consumidores de cannabis: un 11,2% lo ha
consumido en los ltimos 12 meses.
Desciende la proporcin de fumadores diarios tanto
en hombres como en mujeres y en todos los grupos
de edad: en la actualidad, un 32,8% consume
tabaco diariamente.
El 5,5% de las personas participantes en el informe
son bebedores de riesgo. En das laborables, las
bebidas alcohlicas ms consumidas son el vino y la
cerveza. En los fines de semana se eleva
considerablemente el consumo de cerveza y de
combinados.
Los hombres consumen drogas en mayor
proporcin que las mujeres. Por cada 3 hombres
consumidores de cannabis en los ltimos 30 das,
hay 1 mujer y por cada mujer que ha consumido
cocana en el mismo periodo, se contabilizan 2
hombres
La Delegacin del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas ha iniciado un estudio para
determinar el consumo problemtico de cannabis,
Pgina 1

que se realizar entre 10.000 escolares de 14 a 18


aos
Sanidad ultima un programa de actuacin para
frenar el consumo de cocana, cuya prevalencia ha
aumentado. Se estima en torno a 474.000 las
personas que han consumido cocana en el ltimo
mes en nuestro pas y de ellos, 350.000 tienen
menos de 35 aos

Este informe se viene realizando cada dos aos desde


1995 con el objetivo de conocer la prevalencia de los
consumos de drogas legales o ilegales en nuestro pas,
los patrones de consumo y las caractersticas
demogrficas ms relevantes, la percepcin del riesgo y
de la disponibilidad de las drogas, su visibilidad y la
opinin sobre la importancia de los problemas
relacionados con este fenmeno.
DATOS POR COMUNIDADES AUTNOMAS
El informe seala el esfuerzo realizado por
la
Delegacin del Gobierno para el Plan Nacional sobre
Drogas, que en la presente edicin ha duplicado la
muestra hasta alcanzar un total de 27.869 personas, lo
que sita a esta encuesta entre las tres ms
importantes de las que se realizan en Europa. Este
informe pone de manifiesto asimismo que el tamao de
la muestra ha permitido obtener, por primera vez,
resultados por Comunidades Autnomas para las
sustancias de consumo ms extendido entre la poblacin
general, como son el alcohol, el tabaco y el cannabis.
Los datos de esta encuesta revelan que, al igual que
sucede en Europa, las sustancias psicoactivas de mayor
consumo en nuestro pas siguen siendo el alcohol, el
tabaco, el cannabis y la cocana. Las edades de inicio
para el consumo de estas sustancias son ms tempranas
para las de comercio legal que para las drogas ilegales,
Pgina 2

y para todas las sustancias el consumo siempre es


menor entre las mujeres que entre los hombres, excepto
en el caso de los hipno-sedantes sin receta mdica. Las
diferencias de gnero son mayores para el consumo en
los ltimos 30 das. As, por ejemplo, por cada 3
hombres que consume cannabis, hay slo 1 mujer y por
cada mujer consumidora de cocana, se contabilizan 2
hombres.
El informe tambin revela que el consumo de sustancias
psicoactivas, legales o ilegales, en nuestro pas se
concentra en los menores de 35 aos, salvo en el caso
de los hipno-sedantes sin receta mdica, en los que el
consumo es mayor entre los ciudadanos de 35 a 65 aos
y particularmente entre las mujeres.
Por otro lado, se confirma como un rasgo caracterstico
el poli-consumo de drogas. Por ejemplo, el 21,7% de los
consumidores espordicos de cannabis tambin declara
haber consumido cocana, el 9,1% xtasis y el 7,8%
anfetaminas, siendo el alcohol la sustancia que
acompaa habitualmente al consumo de cualquier
droga.
CRECE LA PERCEPCIN DE RIESGO
Sobresale el incremento registrado en los ltimos dos
aos de la percepcin del riesgo asociado al consumo de
drogas para todas las sustancias, excepto para los
hipno-sedantes sin receta mdica. De hecho, el riesgo
asociado al consumo espordico de cannabis ha pasado
del 59,5% en 2003 al 61,4% actual y, en el caso de la
cocana, del 90,5% en 2003 al 92,3%.
En cambio, en lo que se refiere a la disponibilidad
percibida de las drogas de comercio ilegal, la poblacin
considera que es bastante fcil acceder a ellas. Ms del
43% considera que es fcil o muy fcil conseguir
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cualquiera de ellas en un plazo de 24 horas. La dificultad


percibida para obtenerlas aumenta con la edad. El
cannabis (55,9%) y la cocana (42,8%) son las drogas
con mayor disponibilidad percibida.
Se destacan asimismo los datos ms significativos de la
encuesta por sustancias. Estos datos son los siguientes:
Tabaco.Es importante el descenso en la proporcin de
fumadores diarios en nuestro pas, que se observa en
todos los grupos de edad y sexo, pero especialmente en
el grupo de 35 a 64 aos. El 32,8% de la poblacin ha
consumido tabaco a diario, frente al 37,1% que lo haca
en 2003. El informe destaca que este descenso permite
pensar en el efecto positivo de las medidas reguladoras
que entraron en vigor en enero de 2006.
La prevalencia mxima de consumo diario de tabaco se
encuentra en el grupo de edad de 35 a 44 aos (38%) y
la mnima entre los de 55 a 64 (19,4%). Los hombres
fuman ms diariamente (37,0%) que las mujeres
(28,6%). El consumo medio de cigarrillos diarios en el
ltimo mes es de 14,5. Por Comunidades, ninguna
supera significativamente la media nacional y slo
Canarias y Pas Vasco presentan un consumo diario
inferior a la media.
Alcohol.El consumo de alcohol est generalizado entre la
sociedad espaola y permanece estable desde hace
tiempo. Ms de las tres cuartas partes de la poblacin
general consumen alcohol espordicamente (el 64,6%
es consumidor habitual y el 14,9% consume a diario).
La prevalencia de consumo diario es 5,4 veces ms alta
entre los hombres de 15 a 24 aos que entre las
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mujeres. La ingestin de alcohol aumenta de forma


considerable durante los fines de semana. En estos das
se bebe cerveza, vino y combinados de alta graduacin,
por este orden. En cambio, en das laborables la bebida
ms consumida es el vino, seguida de la cerveza.
El informe tambin revela que el 19,7% de los
ciudadanos se ha emborrachado alguna vez en el ltimo
ao. Los episodios de embriaguez son ms frecuentes
entre los hombres (27,2%) que entre las mujeres
(12,0%) y entre los jvenes de 15 a 34 aos (30,9%),
que entre el grupo de mayor edad (11,3%). Por otro
lado, destaca el hecho de que el 5,5% de los
encuestados son bebedores de riesgo.
En este aspecto, se subraya el ligero aumento de la
percepcin del riesgo ante el consumo diario y en el fin
de semana de alcohol y este incremento anima a
intensificar
los
programas
de
prevencin
y
sensibilizacin social sobre los riesgos del consumo
excesivo de alcohol.
Por Comunidades Autnomas, y para el consumo de
alcohol en los ltimos 30 das, Baleares y Catalua
superan significativamente la media nacional, mientras
que
Canarias,
Cantabria,
Castilla-La
Mancha,
Extremadura, Ceuta y Melilla se encuentran por debajo
de esta media.
Cannabis.Es la droga ilegal de mayor consumo en Espaa, al igual
que sucede en Europa. Segn el Informe 2006 del
Observatorio Europeo, se calcula que el 7% de la
poblacin europea (cerca de 22,5 millones de personas)
ha consumido cannabis en los ltimos 12 meses. En
nuestro pas, los datos indican que el consumo
experimental y espordico de cannabis tiende a
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estabilizarse, ya que las prevalencias son inferiores a las


de 2003 (28,6% ha consumido cannabis alguna vez en
la vida y 11,2% en los ltimos 12 meses). Al tiempo, se
ha incrementado la percepcin del riesgo para todas las
frecuencias de consumo de esta sustancia. Por primera
vez se ha roto la tendencia creciente en la incorporacin
de nuevos consumidores.
No obstante, se reconoce que el consumo habitual en los
ltimos 30 das (7,6% en 2003 y 8,7% en 2005-2006) y
diario (1,5% en 2003 y 2,0% en 2005-2006) mantiene
la tendencia creciente de aos anteriores, aunque su
ritmo de crecimiento es menor. Se anuncia la puesta en
marcha de un estudio sobre el consumo problemtico de
cannabis en una muestra de 10.000 jvenes de 14 a 18
aos, que ser desarrollado por la Delegacin del
Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas,
simultneamente con los trabajos de la Encuesta
Escolar.
Por otro lado, el consumo de cannabis est bastante
ms extendido entre los hombres (15,7% en el ltimo
ao) que entre las mujeres (6,6%). Las diferencias
intersexuales aumentan conforme se intensifican los
consumos, y de forma especial cuando el consumo es
diario. Por Comunidades Autnomas, Baleares, Catalua
y Navarra presentan una prevalencia de consumo
(ltimo ao, ltimo mes y diario) significativamente
superior a la media nacional. El menor consumo se da
en Extremadura, Cantabria y Aragn.
xtasis, anfetaminas y alucingenos.El consumo de estas tres sustancias permanece
estabilizado o en descenso. Este es el caso del xtasis,
una droga de consumo espordico, cuya prevalencia
est estabilizada desde 2001. As, el 4,4% de la
poblacin lo ha probado alguna vez en la vida, el 1,2%
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en el ltimo ao y el 0,6% lo han consumido en el


ltimo mes.
Herona, otros opiceos e inhalables voltiles.Estas drogas registran prevalencias de consumo
experimental
inferiores
al
1%.
Las
tendencias
temporales confirman un descenso del consumo de
herona, cuya prevalencia de consumo en los ltimos 12
meses sigue siendo del 0,1%. La disminucin de la
visibilidad
de
algunos
fenmenos
de
consumo
problemtico de herona (jeringas abandonadas o
personas inyectndose) avala de forma indirecta este
descenso.
Cocana.El informe ha dedicado una atencin especial al consumo
de cocana en nuestro pas, que se mantiene como la
segunda droga ilegal de mayor consumo entre la
poblacin. Espaa y Reino Unido encabezan la lista de
pases con mayor prevalencia de consumo de esta
sustancia, tal como recoge el Observatorio Europeo en
su reciente informe, que cifra en 10 millones el nmero
de europeos que han experimentado con cocana y en
3,5 millones las personas que han consumido cocana en
los ltimos 12 meses en la UE.
El informe muestra su preocupacin por las elevadas
prevalencias de consumo en Espaa: un 7% de la
poblacin la ha probado alguna vez, el 3% lo ha hecho
en el ltimo ao y un 1,6%, en el ltimo mes. Estos
datos demuestran una tendencia creciente en todos los
indicadores de consumo de cocana.
De hecho, tanto el consumo experimental como el
espordico prcticamente se han duplicado desde 1999,
y el consumo en el ltimo mes se ha incrementado de
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un
0,9%
hasta
el
1,6%.
Esto
supone
que
aproximadamente 474.000 personas de entre 15 y 64
aos declaran haber consumido cocana en los ltimos
30 das y, de ellas, 350.000 son adultos jvenes
menores de 34 aos. El consumo est ms extendido
entre los hombres y se concentra fundamentalmente en
el grupo de edad de 15 a 34 aos.
FRENAR EL CONSUMO DE COCANA, OBJETIVO
PRIORITARIO
El Ministerio ultima un Programa de Actuacin frente a
la cocana que contempla actuaciones conjuntas de
todas las administraciones implicadas y de las
organizaciones y entidades sociales que trabajan en
drogodependencias para frenar el consumo de esta
droga. La Delegacin del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas va a dedicar una atencin preferente al
consumo de cocana y los problemas asociados al
mismo.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 12- EL CONSUMIDOR DE DROGAS ANTE


LA LEY
Hoy en da, la condicin de ilegalidad a la que estn
sujetas la inmensa mayora de las sustancias
psicoactivas sita al propio consumidor ante lo
legal/ilegal, de lo penado y no penado. An cuando el
autoconsumo no est tipificado como delito, existen
infinidad de circunstancias (la cantidad de droga que
lleva, donde la consume, etc.) que le pueden poner en
una situacin cuando menos delicada y cuando ms?
directamente de patitas en la crcel.
Lamentablemente, aunque por una simple cuestin de
supervivencia, autocuidado y autoproteccin todo
consumidor debera tener unos conocimientos mnimos
de las disposiciones legales que ataen a las sustancias
que consume, lo cierto es que en la prctica el acceso a
ese conocimiento y esa informacin generalmente es tan
dificultoso que la inmensa mayora de los usuarios de
drogas no tiene un buen conocimiento de ello, con el
agravante aadido de ir prcticamente a ciegas. Por esta
razn, hemos tomado la determinacin de realizar una
labor divulgativa de los aspectos que consideramos
esenciales respecto al complejo tndem drogas-leyes.
Una vez finalizados los prembulos y las presentaciones,
creemos que lo primero que conviene aclarar es cuales
son las sustancias que legalmente se consideran drogas.
En este aspecto, debemos sealar que la justicia
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espaola se rige por el Cdigo Penal y en l no se hace


mencin explcita a ninguna sustancia en concreto, por
lo que en la prctica se recurre a unas listas de
sustancias psicoactivas que rigen la normativa legal de
varios pases, entre ellos Espaa. En estas listas
(Convencin nica de 1961 sobre Estupefacientes,
Convenio de 1971 sobre Sustancias Psicotrpicas, etc.)
estn incluidas todas las drogas ms consumidas
habitualmente (herona, cannabis, cocana, LSD,
mescalina, psilocibina, derivados anfetamnicos tipo
xtasis, etc.) y muchas otras menos conocidas. Adems,
peridicamente se van ampliando con las nuevas
sustancias que surgen en el mercado ilegal, por
ejemplo, el 2CB y el GHB fueron incluidas en las listas
de fiscalizacin el 6 de marzo de 2002. Pocas drogas
(aparte del alcohol, el tabaco y determinados
psicofrmacos) se escapan de estar incluidas en estas
listas.
La siguiente cuestin que conviene aclarar, es porqu se
considera un delito traficar con drogas. La razn de
porqu esto es as, radica simplemente en que se
conceptualizan las drogas como algo perjudicial para la
salud, por lo que comerciar con ellas supone poner en
peligro la salud de los dems e incurrir, por lo tanto, en
un delito contra la salud pblica. Al reducirse todo a un
problema de salud, la justicia espaola no considera
delito nuestro propio consumo, pues mientras nuestra
conducta no afecte a los dems somos libres de
perjudicarnos cuanto queramos. Quedando dentro de la
legalidad la venta de tabacos y bebidas alcohlicas.
Resulta evidente que en esta cuestin tienen tambin un
importante peso otros factores de ndole cultural,
poltica, econmica y social.
Dentro de lo que la justicia no considera delito se
incluye, aparte del propio consumo, la compra y la
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tenencia de pequeas cantidades destinadas al


autoconsumo. No obstante, cabe sealar, que an
cuando estas conductas no constituyan delito y no estn
castigadas por el Cdigo Penal, pueden ser sancionadas
administrativamente en base a la Ley de Proteccin de
la Seguridad Ciudadana, que considera faltas graves el
consumo de drogas ilegales en lugares pblicos o la
tenencia para el autoconsumo y el abandono de los
tiles para consumir en esos mismos lugares. Las
cuantas de estas multas suelen ir desde los de 300,51 a
450,76 euros (aunque est contemplado que puedan
llegar hasta los 30.000 euros) y en algunos casos se
puede acompaar de la retirada del carnet de conducir.
Existen, por ltimo, cuatro supuestos aprobados
recientemente por el Tribunal Supremo que tampoco son
considerados delito. Estos son: suministrar droga a un
familiar o allegado para quitarle el sndrome de
abstinencia o para deshabituarle poco a poco, compra
colectiva destinada al consumo de los que la adquieren,
tenencia y consumo de forma compartida entre adictos y
compra por encargo de un grupo, del cual forma parte el
encargado de adquirirla, y destinada al consumo de ese
propio grupo. An as, conviene ser prudente con estas
conductas, pues desde el punto de vista jurdico revisten
cierta complejidad y siempre podras ser llevado a juicio.
Una vez aclarados estos conceptos bsicos, surge la
primera complicacin para el consumidor: Cmo sabe
un tribunal de justicia cuando la droga es para propio
consumo y cuando no? Evidentemente, la cosa se le
pone fcil siempre que haya indicios o pruebas de trfico
(droga dividida en dosis, pesas, sustancias de corte,
cantidades grandes y/o no justificables de dinero, etc.).
Tambin siempre que la persona poseedora de la droga
declare que no es para su consumo, pues se llegar a la
conclusin lgica de que es para terceras personas y eso
significa traficar o facilitar el consumo. Sin embargo, se
puede dar el caso de que el tribunal no cuente con
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ningn otro indicio o ninguna otra prueba ms all de la


mera tenencia de la droga, por lo que su decisin deber
atenerse nicamente a si la considera mucha o poca
para el uso individual de la persona imputada.
Pues bien, los baremos que se utilizan en estos casos
son los siguientes: se consideran cantidades destinadas
al propio consumo aquellas que no superen lo que el
usuario toma habitualmente en un mximo de 3 a 5 das
(en casos excepcionales pueden llegar a ser 10 o 12) y
todo lo que pase de ah se estima que est destinado al
trfico. En principio, los tribunales valoran en cada caso
en concreto el grado de dependencia psquica y fsica del
consumidor y segn esto calculan la cantidad de droga
que necesita para tales das.
No obstante, adems de resultar bastante difcil falsear
y engaar en estas valoraciones, los tribunales pueden
remitirse como criterio orientativo a unas cantidades
que judicialmente pueden considerarse como las
mximas para el autoconsumo de un adicto. Se trata de
cantidades que no estn estipuladas claramente, sino
que se derivan de la revisin de las sentencias habidas
hasta la fecha, con especial atencin a las del Tribunal
Supremo. En base a toda esta jurisprudencia, la
cuestin de las cantidades es como figura a
continuacin:
Cocana: la justicia considera que el consumo medio de
un adicto es de 1,5 gramos diarios, pudiendo llegar
hasta los 5 gramos en personas con una altsima
dependencia. Segn estos datos, las cantidades
mximas iran desde los 5 gramos (cantidad que muchas
veces se seala como la mxima) hasta los 25 gramos
para casos excepcionalmente raros de adiccin extrema.
El cmputo medio exacto sera de 7,5 gramos.

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Herona: se considera que el consumo medio de un


adicto es de 600 mg diarios (con un margen de 0,14 mg
a 0,25 mg repetidos cuatro veces al da). Lo cual
multiplicado por un mximo de cinco das da una
cantidad mxima de 3 gramos (esta es la sealada
habitualmente como mxima, aunque cabe suponer que
para personas extremadamente dependientes pudiera
aumentarse hasta 5 gramos.
LSD: la dosis mxima diaria se considera de 0,6 mg y
correspondera a un par de dosis, por lo que multiplicado
por cinco das da un total de 3 mg, equivalente a diez
dosis. No obstante, debido al fenmeno de la tolerancia,
por el que dosis repetidas de LSD dejaran de tener
efecto, es factible que no se contemple un autoconsumo
mayor de cuatro dosis.
MDMA: para un consumidor habituado se contempla un
consumo medio diario de 480 mg que equivaldra a 3
comprimidos de 160 mg o 6 de 80 mg. El lmite mximo
estara en los 1.440 mg que equivaldran a 9,6
comprimidos de 150 mg o a 18 comprimidos de 80 mg.
En consecuencia, dependiendo del caso en concreto, de
la cantidad de principio activo y de la adiccin de la
persona, las cantidades mximas iran de 9 a 20
comprimidos aproximadamente.
Sulfato de Anfetamina: una dosis habitual sera de 30 a
60 mg, El consumo mximo diario estara contemplado
en 180 mg diarios que equivaldra a un mximo de 3 a 6
comprimidos, que multiplicados por un mximo de 5
das da un total de 900 mg. (540 si se computan 3
das).
Metanfetamina (Speed): el consumo mximo diario se
establece en 60 mg, correspondientes a 4 dosis de un
mximo de 15 mg (la dosis media va de 2,5 a 15 mg).
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La cantidad mxima para el autoconsumo estara en los


300 mg (60 mg por cinco das).
Cannabis: Segn la Fiscala General del Estado (Circular
1/1984) el consumo mximo diario de derivados del
cannabis se estima en 5 gramos de hachs, 15-20
gramos de marihuana y 0,6 gramos de aceite de hachs.
Esto, multiplicado por un mximo de 5 das da unas
cantidades totales para el autoconsumo de 25 gramos
de hachs (aunque el Tribunal Supremo suele sealar 50,
por lo que cabe suponer que estaran computndose 10
das o que se tiene en cuenta la condicin del cannabis
como no gravemente perjudicial para la salud), 75-100
gramos de marihuana y 3 gramos de aceite de hachs.
Una vez desveladas cuales son las cantidades
usualmente estimadas para el autoconsumo, conviene
hacer unas cuantas aclaraciones. En primer lugar, esto
debe servir slo como indicativo, no significa de ninguna
manera que la posesin de estas cantidades sea siempre
impune. Ms bien significa que la posesin de cantidades
superiores a las mencionadas es casi siempre
considerada delito.
Son nicamente cantidades orientativas sobre lo que
sera el margen superior del autoconsumo, es decir, los
lmites mximos. Conviene recordar tambin, que
siempre que exista alguna prueba de trfico podemos
ser condenados a prisin aunque las cantidades sean.
Vistas ya cuales son las drogas, porqu estn
perseguidas y en qu condiciones su tenencia es y no es
punible, pasemos a ver la otra cara de la moneda: el
delito y la sancin.
En primer lugar, cabe destacar que prcticamente todo
lo que no se ha mencionado en los apartados anteriores
est castigado por la ley: traficar, elaborar, cultivar o de
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otro modo favorecer, facilitar o promover el consumo de


drogas.
Dentro de estas categoras, el legislador tiene opcin a
penalizar proverbialmente cualquier tipo de conducta
(donacin, publicidad, etc.), an cuando el imputado la
realice sin nimo de lucro.
En cuanto al delito ms habitual, el trfico, podemos
empezar apuntando que la justicia hace distincin entre
las
sustancias
que
considera
no
gravemente
perjudiciales para la salud (derivados del cannabis y
algunos frmacos vendidos en pequeas cantidades en
el mercado ilegal) y las gravemente perjudiciales (todas
las dems: derivados anfetamnicos tipo xtasis,
cocana, herona, LSD, etc.).
En consecuencia con esta distincin, establece penas de
1 a 3 aos y multa de hasta el doble del valor de la
droga para el trfico de derivados del cannabis, y penas
de 3 a 9 aos y multa de hasta el triple del valor de la
droga para todas las dems.
Estas penas, a su vez, estn sujetas a la existencia de
circunstancias que eximen, atenan o agravan la
responsabilidad penal, por lo que pueden alargarse,
disminuirse o anularse. Cuando a una persona acusada
de trfico de drogas se le aplican eximentes (padecer un
trastorno psquico, delinquir llevado por un miedo
insuperable, etc.) se libra completamente de tener que
ir a prisin, an as, se le pueden aplicar otras medidas,
como por ejemplo, ingresarle en un psiquitrico si la
circunstancia eximente era un trastorno psquico.
Cuando los eximentes no son completos (p. ej: el
trastorno psquico no es tan grave) o cuando existen
atenuantes (p. ej: realizar alguna conducta encaminada
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a reducir o restaurar el dao cometido con el delito), la


condena podra verse reducida, incluso hasta quedar en
unos cuantos meses. Por otra parte, para el delito
concreto de trfico de drogas, existe la atenuante
especfico del arrepentimiento (en Espaa podemos
recordar el caso Portabales), que se da cuando alguien
abandona la actividad delictiva voluntariamente para
entregarse a la justicia y colaborar con ella.
Por ltimo, existen tambin circunstancias que
aumentan la condena, unas son genricas (como la
reincidencia) y otras especficas para el trfico de
drogas. Las especficas son, entre otras, vender a
menores de 18 aos, vender en colegios, centros
militares, crceles u hospitales, vender a personas que
estn en tratamiento para desengancharse, ser
propietario/empleado de un establecimiento pblico y
vender en el lugar de trabajo, adulterar las drogas
incrementando el riesgo para la salud o ser funcionario,
autoridad o tener algn ttulo sanitario y traficar
aprovechndose de la profesin.
Cuando se dan estas circunstancias agravantes, las
condenas para las sustancias no muy perjudiciales
(cannabis) pueden subir hasta 4 aos y 6 meses, y en
casos de extrema gravedad hasta 6 aos y 9 meses.
Para el resto de sustancias, las penas aumentan hasta
13 aos y 6 meses (19 y 9 meses para casos de
extrema gravedad).
Conviene sealar en este punto, que una de las
circunstancias agravantes ms frecuentemente aplicada
se refiere a la cantidad de droga incautada. Por regla
general, los tribunales aumentan la condena cuando se
superan las 500 dosis medias de cada sustancia, lo cual
jurdicamente viene a ser esto: 500 dosis de LSD, 500
dosis de derivados anfetamnicos tipo xtasis (40 o 75
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gramos de MDMA segn se considere la dosis media de


80 o de 150 mg,), 2,5 Kg de hachs, 750 gr puros de
cocana, 15 gramos de sulfato de anfetamina (o 500
comprimidos con una concentracin de 30 a 60 mg), 7
gramos y medio de metanfetamina (speed) y 300
gramos de herona pura.
Sealar por otra parte, que a los menores de 18 aos no
les afectan estas medidas, ya que no les es aplicable el
Cdigo Penal sino una ley especfica que establece
medidas reeducativas y sancionadoras que en los casos
ms graves pueden suponer el internamiento en un
Centro de Menores o en un Centro de Atencin a
Drogodependientes en el caso de que se den problemas
por el abuso de sustancias psicoactivas.
Asimismo, en los distintos niveles del sistema punitivo
se tiende a castigar, detener y encarcelar a las personas
con menos recursos personales, sociales y econmicos.
Desde el momento en que, por una parte, un gran
nmero de tipos delictivos estn dirigidos a proteger la
propiedad privada, y por otra, las detenciones y
encarcelamientos se producen en aquellas personas ms
visibles y menos sofisticadas criminalmente.
Los
penados
por
delitos
contra
el
orden
socioeconmico y contra la salud pblica conforman ms
del 75% de la poblacin penitenciaria penada. En
general, se trata de delitos asociados con las drogas
(venta y consumo). Son tambin tipos delictivos cuyas
penas han aumentado en el Cdigo penal de 1995,
evidencia que, en parte, explica el aumento del nmero
de reclusos en Espaa.
En Espaa, el Cdigo Penal prev alternativas a la pena
privativa de libertad para toxicmanos delincuentes,
recoge
la
problemtica
especfica
de
las
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drogodependencias, regulando la suspensin especial


para drogodependientes (esta figura ha sido ampliada
en la Ley Orgnica 15/2003). Estas alternativas se
aplican a delitos poco graves y a reos no habituales. La
aplicacin de las mismas es de momento limitada.
Toda actividad o intervencin en prisiones debe
enmarcarse en el momento crtico en el que se
encuentra la institucin, atenazada por un impulso
contradictorio. Por una parte, la inercia penal que
conlleva un aumento del tiempo de condena y alarga el
perodo de estancia en prisin, y por otra parte, la
experiencia y las mltiples voces que defienden una
forma de justicia ms eficaz y ms equilibrada.
En este sentido, en los ltimos aos se habla de la
emergencia de un nuevo paradigma frente a los modelos
ms punitivos, la llamada justicia reparadora que
pretende satisfacer la necesidad social de justicia
reequilibrando el conflicto entre castigo y reinsercin:
el objetivo principal de la justicia tras la comisin de un
delito no es castigar ni reeducar, sino contribuir a crear
las condiciones para reparar el dao y el sufrimiento
causado por el delito. (Lode Walgrave y Hill Mehlbye,
1998).
El hecho de ser drogodependiente en el momento
de cometer un delito tiene no slo unas consecuencias
personales o sociales, sino tambin penales. Las normas
y su interpretacin configuran un entorno de
posibilidades que los profesionales que trabajan con
drogodependientes deben conocer.
RESPUESTA
PENAL:
ALTERNATIVOS A LA PRISIN

TRATAMIENTOS

-DERIVACIONES A TRATAMIENTO EN COMUNIDAD


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DESDE JUZGADOS (Antes del ingreso en prisin)


La suspensin de la ejecucin de la pena. Art. 87
del Cdigo Penal.
Alternativas a la pena privativa de libertad.
Sustitucin de la pena privativa de libertad por otras
penas.
Medidas de seguridad para drogodependientes:
tratamiento sustitutorio en casos de eximente completa
o incompleta.
-DERIVACIONES
DESDE
INSTITUCIONES
PENITENCIARIAS (Despus del ingreso en prisin)
El tratamiento ambulatorio en la comunidad a
travs de la regulacin de salidas diarias de los internos
(art.117).
La posibilidad de que los internos drogodependientes
puedan desarrollar actividades de tratamiento en
dispositivos exteriores a travs de la regulacin de
las modalidades de vida en rgimen abierto
(art.84-86)..
Internamientos en centros de deshabituacin
pblicos o privados (art. 182). En este mismo artculo
se seala que la Administracin Penitenciaria celebrar
los convenios necesarios con otras Administraciones
Pblicas o con entidades colaboradoras para la ejecucin
de estas medidas.
Posibilidad de supeditar la concesin de la
libertad.
NORMATIVA LEGAL APLICABLE
Declaracin Universal de Derechos Humanos (10 de
diciembre de 1948).
Reglas mnimas para el Tratamiento de los Reclusos
(Ginebra, 30 de agosto de 1955).
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Consejo de Europa. Recomendacin REC (2006)2 del


Comit de Ministros a los Estados Miembros sobre las
normas penitenciarias europeas. Adoptada por el
Consejo de Ministros el 11 de enero de 2006.
Cdigo Penal (LO 10/1995, de 23 de noviembre).
Constitucin Espaola (6 de diciembre de 1978).
Ley Orgnica General Penitenciaria (LO 1/79, de 26 de
septiembre).
Ley Orgnica de modificacin del Cdigo Penal (LO
15/2003, de 25 de noviembre).
La Ley Orgnica 7/2003, de 30 de junio, de medidas
de reforma para el cumplimiento ntegro y efectivo de
las penas.
Ley Orgnica de Reforma de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal en materia de prisin provisional (LO 13/2003,
de 24 de octubre).
Reglamento Penitenciario (RD 190/96, de 9 de
febrero).
Real Decreto 1911/1999, de 17 de diciembre, por el
que se aprueba la Estrategia Nacional sobre Drogas, que
redefine el Plan Nacional sobre Drogas creado en 1985
Real Decreto 515/2005, de 6 de enero, por el que se
establecen las circunstancias de ejecucin de las penas
de trabajos en beneficio de la comunidad y de
localizacin permanente, de determinadas medidas de
seguridad, as como de la suspensin de la ejecucin de
las penas privativas de libertad.
Circular 17/2005 sobre Programas de Intervencin en
Materia de Drogas en Instituciones penitenciarias, de la
Direccin General de Instituciones Penitenciarias.

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DROGODEPENDENCIAS EN
INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

TEMA 13- LA ORGANIZACIN INTERNA DEL


TRATAMIENTO EN LAS PRISIONES: GRUPO
DE ATENCIN A DROGODEPENDIENTES
(GAD) Y LOS DIFERENTES ACTORES
Los servicios encargados del tratamiento se
esforzarn por conocer y tratar todas las
peculiaridades de personalidad y ambiente del
penado que puedan ser un obstculo para la
reinsercin (L.O.G.P.)
El Grupo de Atencin a Drogodependientes (GAD)
es el rgano colegiado encargado de la coordinacin de
las intervenciones sobre drogodependencias. La eficacia
de la intervencin en materia de drogodependencias
dentro
del
mbito
penitenciario
depende
fundamentalmente del funcionamiento de este rgano.
Por ello, el objetivo 9 de la Estrategia Nacional sobre
Drogas persigue Garantizar la existencia y desarrollo de
los Grupos de atencin al Drogodependiente en el medio
penitenciario.
En la composicin del GAD estn presentes todos los
departamentos del centro penitenciario, as como las
instituciones que intervienen en drogodependencias. En
cada centro penitenciario existe un GAD, de composicin
multidisciplinar, en el que participan profesionales del
centro penitenciario y de otras instituciones y ONGs.

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La Circular 17/2005 sobre Programas de Intervencin en


materia de drogas en Instituciones Penitenciarias
redefine los equipos de coordinacin y gestin. El nuevo
diseo concibe que el desarrollo de los programas en los
centros penitenciarios deber apoyarse en tres tipos de
equipos:
El Equipo sanitario, con funciones de diseo,
ejecucin y evaluacin de las intervenciones sanitarias.
El equipo Sanitario es responsable de las actuaciones de
prevencin de la enfermedad, promocin de la salud,
diagnstico y tratamiento de enfermedades. Tambin es
responsabilidad del Equipo Sanitario del centro
penitenciario el desarrollo de los programas especficos
de intercambio de jeringuillas, de prescripcin y
dispensacin de metadona, las intervenciones en
sobredosis, la desintoxicacin de sustancias de abuso y
el tratamiento con antagonistas.
El Equipo Tcnico-GAD, con funciones de diseo,
ejecucin
y
evaluacin
de
las
intervenciones
multidisciplinares.
Est compuesto por profesionales penitenciarios de la
sanidad, la psicologa, el trabajo social y la educacin, y
la colaboracin de profesionales extrapenitenciarios de
estas reas, pudiendo ampliarse con otros profesionales
de otras reas relevantes.
El nmero de Equipos Tcnicos-GAD depender del
volumen de la poblacin. En centros pequeos es posible
que un nico Equipo desarrolle todos los programas
multidisciplinares. En centros grandes sern necesarios

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varios Equipos Tcnicos-GAD especficos para el


desarrollo de cada uno de los programas.
Cada Equipo Tcnico-GAD desarrollar el programa de
intervencin del que es responsable con un enfoque
biopsicosocial. En consecuencia los profesionales bsicos
son: mdico, psiclogo, educador y trabajador social.

El coordinador de cada equipo Tcnico-GAD ser uno


de los profesionales del equipo con experiencia y
capacidad tcnica.
La Comisin GAD, con funciones fundamentalmente
de coordinacin, establece las relaciones institucionales
y con ONGs.
La Comisin GAD est compuesta por el Director, el
Subdirector Mdico, el Subdirector de Tratamiento, los
Coordinadores de los Equipos Tcnicos-GAD y los
Coordinadores del resto de los programas con internos
drogodependientes. Adems, podrn formar parte de la
Comisin representantes del Plan Autonmico sobre
drogas y de ONGs, as como otros profesionales de la
Institucin.
Funciones de la Comisin GAD
a) Efectuar las reuniones necesarias para analizar y
evaluar el desarrollo de los programas de
intervencin, en las que actuar como secretario
el Coordinador, debiendo realizar formalmente al
menos
una
reunin
trimestral,
quedando
constancia mediante acta de las decisiones
adoptadas.
b) Establecer los objetivos a conseguir con carcter
anual, determinando las prioridades en materia

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de prevencin, asistencia y reincorporacin social,


en funcin de las caractersticas y necesidades de
la poblacin drogodependiente.

c) Garantizar
el
acceso
de
los
internos
drogodependientes que lo precisen, por su
situacin psicofsica y adictiva, a los programas
sanitarios especficos, de tratamiento con
metadona y de intercambio de jeringuillas.
d) Determinar el nmero de Equipos Tcnicos-GAD
necesarios y su composicin para que en el centro
penitenciario se desarrollen los programas
multidisciplinares, de prevencin-educacin para
la
salud,
intervencin
psicosocial
en
el
tratamiento con metadona y deshabituacin.
e) Asignar
a
cada
Equipo
Tcnico-GAD
los
profesionales de la Institucin Penitenciaria
necesarios para que est formado al menos por
sus componentes bsicos: mdico, psiclogo,
educador y trabajador social, en funcin del grado
de colaboracin extrapenitenciaria (nmero de
profesionales, dedicacin en horas y das, reaprograma de intervencin).
f) Establecer las relaciones institucionales y con ONGs
en el mbito de las drogodependencias.
g) Establecer la organizacin y coordinacin de los
recursos materiales (despachos, aulas, talleres,
mdulos, etc.) para el desarrollo de los
programas y actuaciones.

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h) Impulsar y supervisar la accesibilidad de los


internos
drogodependientes
en
programa
teraputico a actividades y programas educativos,
de formacin profesional y ocupacional y de
insercin social y laboral.
i) Determinar los modelos de intervencin para el
desarrollo de cada programa, estableciendo las
modalidades de desarrollo ambulatorio, centro de
da y modular, y disponiendo el nmero de
mdulos teraputicos del establecimiento.
j) Establecer los procedimientos de coordinacin entre
los diferentes programas, el Equipo Sanitario, los
Equipos Tcnicos-GAD y los diversos estamentos
del centro penitenciario (Junta de Tratamiento,
Rgimen, Seguridad, etc.), para asegurar el
desarrollo ptimo de los programas.
k) Asegurar la coordinacin interna de cada Equipo
Tcnico-GAD,
designando
un
coordinador
responsable del mismo si fuera preciso.
l) Establecer la coordinacin necesaria entre los
diferentes programas para garantizar el Circuito
Asistencial, con el fin de que los internos que
causan baja en un programa continen recibiendo
asistencia en otra alternativa teraputica.
m) Conocer la situacin del conjunto de programas
de intervencin con internos drogodependientes
(recursos, usuarios y actividades), y coordinar la
recogida de informacin a travs de los registros
de actividad relativos al movimiento de internos
en los programas (altas, bajas y permanecen),

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remitiendo los datos al Centro Directivo con la


periodicidad que se determine.
n) Supervisar el diseo, ejecucin y evaluacin de los
programas, adoptando las resoluciones que
procedan para ajustar las disfunciones que se
produzcan.
o) Trasladar, en su caso, los acuerdos adoptados al
Consejo de Direccin y a la Junta de Tratamiento.
p) Supervisar y coordinar el plan formativo de los
profesionales.
q) Efectuar la evaluacin global y elaborar la memoria
anual.
LOS DIFERENTES ACTORES INTERNOS
Cualquier intervencin en prisiones debe considerar el
papel fundamental de los siguientes profesionales y
entidades:
El Equipo tcnico de tratamiento. Equipo
multidisciplinar compuesto por psiclogos, juristas,
psiclogos,
educadores,
etc.
Desde
la
ptica
penitenciaria, tratamiento es toda intervencin dirigida a
posibilitar la reeducacin y reintegracin social del
recluso, actuaciones que, lgicamente, incluyen las que
se refieren a las drogodependencias, pero son mucho
ms amplias.
La Junta de Tratamiento. rgano colegiado
responsable del seguimiento de los casos, su evolucin y
la planificacin de actuaciones en relacin con la

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reeducacin. Realiza las propuestas sobre permisos de


salida, progresiones de grado y libertades condicionales.
El Equipo sanitario. Sus funciones no son slo
ocuparse de la atencin a la enfermedad en consultas
ordinarias, urgentes o programadas, sino promover
hbitos saludables de vida, lo que incluye la prevencin
de enfermedades y la mejora de las condiciones y
prcticas de higiene. Es por lo tanto imprescindible
contar con su colaboracin para desarrollar programas
que exigen control mdico, controles analticos y en
general los de prevencin y mejora de la salud.
Maestros y monitores ocupaciones. Intervencin
educativa y ocupacional. El rea educativa y
ocupacional permite el desarrollo de competencias
personales que son clave para que el interno logre una
incorporacin social plena. Sirve de lugar de ensayo
para poner a prueba lo aprendido en la terapia, pero
adems permite adquirir conocimientos, desde la
educacin reglada en las escuelas hasta la preparacin
profesional en los talleres ocupacionales. Maestros,
terapeutas ocupacionales, monitores de talleres, etc.
supervisan la puesta en prctica de las habilidades de
los internos, por lo que tienen un rol como motivadores
e informadores que resulta fundamental para cualquier
proceso de cambio.
Funcionarios y personal de vigilancia. Los reclusos
pasan la mayor parte del tiempo con otros internos, de
tal manera que son los funcionarios de interior y
vigilancia los que tienen un mayor contacto con la
poblacin reclusa en las rutinas habituales de la
convivencia. Los funcionarios de interior pueden cumplir
un papel trascendental si se revitaliza, dignifica y valora
su potencialidad. De hecho, en algunos programas de

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intervencin en drogodependencias, los funcionarios


encargados de la vigilancia participan en los mismos con
papeles destacados. La informacin proporcionada por
este colectivo profesional es muy importante, por lo que
disponer de ella dentro del equipo de intervencin
permite matizar o modificar determinadas actuaciones,
con miras a conseguir un resultado ms efectivo y
adecuado para cada caso. En cierta forma, su papel
podra llegar a tener una correspondencia, si se dieran
las condiciones adecuadas, con el monitor de una
comunidad teraputica.
Juristas. Asistencia jurdica. La intervencin con
drogodependientes en prisiones est determinada, como
se ha podido observar, por la situacin jurdico-penal de
los usuarios, de tal manera que es necesario estudiar
para cada caso en qu medida dicha situacin puede
afectar a su evolucin teraputica. Es posible derivar
casos a centros externos, aplicar la terapia en
situaciones de permisos y otras alternativas que es
necesario conocer y planificar. De ah que los juristas y
los encargados de la administracin jueguen un papel
importante, tanto para asesorar sobre la situacin del
interno y sus posibilidades legales, como para realizar
los informes de los acuerdos de la Junta de Tratamiento
y mantener las relaciones formales con juzgados y
audiencias.
Trabajadores Sociales. La asistencia Social y los
Centros de Insercin Social (CIS). Una pieza
fundamental de la actuacin con drogodependientes es
el trabajo en insercin social. Los profesionales del
trabajo social ocupan una posicin clave en el proceso,
bien en el marco de los centros penitenciarios como en
los Centros de Insercin Social (CIS). La accin social se
dirige a la solucin de los problemas surgidos a los

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internos y a sus familias como consecuencia del ingreso


en prisin y contribuye a su desarrollo integral. As se
promueve la coordinacin de los servicios sociales
penitenciarios con las redes pblicas de asistencia social
y se fomenta el acceso de los penados clasificados en
tercer grado y de los liberados condicionales y
definitivos, junto con sus familiares, a las prestaciones
pblicas establecidas por las diferentes Comunidades
Autnomas, teniendo como objeto potenciar las
capacidades de insercin social.
Los juzgados de vigilancia penitenciaria. Los
jueces de vigilancia penitenciaria tienen numerosas
funciones, aunque destacan la de velar por los derechos
de los internos y resolver sobre la clasificacin,
progresiones y regresiones de grado, los permisos,
salidas, libertades, derivaciones, etc., a propuesta de la
Junta de Tratamiento. Es importante, por lo tanto, que
se creen vas de informacin estables con los Jueces de
Vigilancia para que stos conozcan cules son las
intervenciones en relacin con el tratamiento de
drogodependencias que se llevan a cabo en los Centros.
De este modo, contarn con ms informacin sobre
criterios de tratamiento a la hora de emitir una
resolucin favorable o desfavorable en cualquier decisin
que afecte a un interno.
ONGS ESPECIALIZADAS EN
CON DROGODEPENDENCIAS

LA

INTERVENCIN

Dentro de las ONGs, destacamos las especializadas en


drogodependencias, que aportan dos perspectivas muy
interesantes a los procesos de tratamiento en el medio
penitenciario:

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Aportacin
de
personal
cualificado
y
especializado, con experiencia en intervencin con la
poblacin general, lo que implica un punto de vista
complementario al de los profesionales del centro
penitenciario.
Aportacin de una va de conexin con los
recursos comunitarios externos, pblicos o privados,
lo que puede proporcionar una ayuda inestimable para
conseguir un itinerario de rehabilitacin completo para
los casos tratados. Tanto la continuidad del tratamiento
una vez puesto el interno en libertad, como la
posibilidad de cumplir la pena en recursos alternativos, o
el acceso a recursos de carcter general (sanitarios,
formativos o pre-laborales) precisan intermediarios y
personas que conozcan a fondo tanto los recursos
existentes como la situacin del interno.
LAS ACCIONES
Una vez analizado el marco de las actuaciones y el
esquema racional de intervencin en forma de itinerario
teraputico, es necesario presentar en forma resumida
los programas e intervenciones ms importantes que se
estn llevando a cabo en los centros penitenciarios
espaoles.
Programas de prevencin y educacin en salud.
Mediacin en salud.
Programas orientados a la abstinencia
Programas de reduccin de daos y riesgos.
Programas de mantenimiento con metadona
Programas de intercambio de jeringuillas
Otros programas:
Programas de acogida y motivacin al tratamiento
Programas de carcter ldico o recreativo

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Programas de preparacin para la vida en libertad.


Programas de prevencin y educacin para la
salud
La DGIIPP incorporar estrategias preventivas y de
educacin para la salud en todos los programas de
drogodependencias llevados a cabo en el medio
penitenciario.
-Mediacin en salud
Bajo el nombre de Mediacin en Salud en Prisin
se engloban una serie de estrategias preventivas que
tienen por objetivo mejorar la informacin y
sensibilizacin de los funcionarios/as de los centros
penitenciarios en materia de prevencin de las
drogodependencias y otras cuestiones de salud pblica,
especialmente en relacin con el VIH y la hepatitis C.
Posteriormente stos actuarn como grupo promotor
que pone en marcha un programa de formacin/accin
con internos/as que sern quienes lleven a cabo las
funciones como Agentes de Salud en su entorno (Garca
Lalinde, 2004a). Estos programas estn promovidos por
la Subdireccin General de Sanidad Penitenciaria con el
apoyo del Plan Nacional sobre el SIDA.
Los programas de mediacin se basan en la estrategia
Bola de Nieve desarrollada por la organizacin belga
Modus Vivendi desde 1988. Consiste en transmitir a
colectivos especficos (usuarios de drogas, afectados de
VIH...) informacin sobre la salud y riesgos, a travs de
las acciones de un pequeo grupo de iguales que han
recibido un curso de formacin como Agentes de Salud.
En los centros penitenciarios, los Programas de

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Mediacin en Salud se estn poniendo en marcha


siguiendo un proceso que consta de varias fases.
Programas orientados a la abstinencia
Extender los mdulos teraputicos a los centros
penitenciarios polivalentes y potenciar experiencias
como las comunidades teraputicas intrapenitenciarias.
Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008
Los llamados Programas Libres de Droga (PLD)
tienen por objetivo conseguir y mantener la abstinencia
en el consumo de drogas. Estn orientados a aquellos
internos que presentan buenas perspectivas de cambio y
recursos personales suficientes como para afrontar el
objetivo En los Centros Penitenciarios estos programas
se llevan a cabo en dos modalidades en funcin de las
posibilidades estructurales:
La modalidad ambulatorio/centro de da y
La variedad Mdulo Teraputico
Programas de reduccin de daos y riesgos
Diversificar la oferta de los programas de reduccin de
daos en los centros penitenciarios mediante diferentes
iniciativas tales como la extensin de los programas de
intercambio de jeringuillas Estrategia Nacional sobre
Drogas 2000-2008
Los modelos de intervencin en el mbito de las
drogodependencias llamados de Reduccin de Daos y
Riesgos se pueden definir como un conjunto de
medidas socio-sanitarias, individuales o colectivas, que
pretenden disminuir los efectos negativos (fsicos,
psquicos y sociales) asociados al consumo de drogas

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(OHare et al 1992; 1995) Estas medidas tienden a


diversificar la oferta asistencial, desarrollando nuevas
modalidades teraputicas o nuevos dispositivos de
carcter psicosocial.
Su mayor aportacin es un nuevo marco o filosofa de
trabajo, que parte del conocimiento de que no todos los
drogodependientes pueden o quieren dejar de consumir
y que deben existir actuaciones adecuadas para sus
necesidades, que no busquen nicamente la abstinencia,
sino tambin la calidad de vida.
Programas de mantenimiento con metadona
Concepto. Los programas de mantenimiento con
metadona se basan en la sustitucin del opiceo objeto
de dependencia por un opiceo de curso legal prescrito
durante un periodo de tiempo prolongado bajo control
mdico. La metadona ha mostrado ser un medicamento
de extraordinaria eficacia para el tratamiento de la
dependencia a opiceos.
Programas de intercambio de jeringuillas (pijs)
Concepto. Programa socio-sanitario que tiene como
finalidad reducir los daos y riesgos asociados al uso
inyectado de drogas. Los programas de intercambio de
jeringuillas buscan modificar las prcticas de riesgo
directamente relacionadas con la inyeccin de drogas,
sobre todo el uso compartido de jeringuillas.
Objetivo. Su principal objetivo es reducir el riesgo de
contagio de enfermedades de transmisin sangunea
(SIDA y hepatitis especialmente) y la mejora de las
condiciones de higiene personal en la poblacin de
Usuarios de Drogas Inyectadas (UDI).

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Otros programas
Adems de los programas descritos, de carcter general
(como los de prevencin y educacin) y los programas
orientados a diferentes perfiles y situaciones, existen
programas relacionados con la vida en prisin y que
configuran
un
itinerario
bsico
del
recluso
drogodependiente.
Los programas de acogida, de preparacin para la
libertad, de ocio o tiempo libre son programas para
todos los internos, pero que deben tener la mayor
coordinacin posible tanto con los programas y
tratamientos descritos, como con los recursos y
entidades que actan dentro y fuera de prisiones.
Forman, por as decirlo, el vnculo entre el itinerario
penitenciario del recluso (desde su entrada en prisin
hasta la preparacin para la libertad), y el tratamiento
individual de la persona drogodependiente.
De la coordinacin y adecuacin de ambos depende en
gran medida el xito de las intervenciones en prisin.
Programas de acogida y motivacin
El primer contacto del interno que ingresa a prisin es
con los profesionales del rea de tratamiento (educador,
trabajador social, psiclogo) y del rea sanitaria
(mdico).
Esta toma de contacto inicial permite garantizar la
continuidad del tratamiento iniciado con anterioridad, si
lo hubiera, para evitar en lo posible interrupciones, as
como indicar aquellas intervenciones higinico-sanitarias
y farmacolgicas que se valoren como prioritarias.

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Programas de carcter ldico y recreativo


Los programas de carcter ldico y recreativo ofrecen
alternativas de ocupacin del tiempo libre y mejora de
competencias personales. La importancia de estas
actividades en lo que se refiere a la intervencin sobre
drogodependencias radica en que sirven de apoyo y
complemento a las terapias. Por otra parte, el hecho de
aportar alternativas para el ocio, en un medio en el que
los internos por lo general perciben el paso del tiempo
como muy lento, es de gran utilidad para relajar
tensiones.
Programa de actividades socioculturales:
De Creacin Cultural: talleres de expresin artstica
(pintura,
cermica,
fotografa,
manualidades,
encuadernacin) y de comunicacin (radio, video,
teatro, msica, etc.
De Difusin Cultural: donde se pretende intercambiar
experiencias con la comunidad (actuaciones musicales,
exposiciones, muestras de teatro, etc.
De Formacin y Motivacin: comprenden aquellas
actividades y cursos que ayudan a valorar y potenciar
actitudes positivas hacia su persona y hacia el resto del
colectivo social. Sobresalen actividades como animacin
a la lectura, participacin en concursos y certmenes y
programas especficos.
Programa de actividades deportivas:
De actividad fsica de carcter recreativo: cada
interno/a debe tener la opcin de desarrollar sus

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intereses deportivos en el marco de las actividades


recreativas personales que prefiera.
De actividad fsica dirigida a la competicin: se
fomentar la competicin oficial (federada), adems de
organizar campeonatos internos y competiciones intercentros.
Formacin y motivacin deportiva: se pretende
implantar la educacin deportiva mediante la creacin
de las escuelas deportivas. Las salidas programadas,
tanto culturales como deportivas, juegan un papel
fundamental.
Cada centro tiene su propia oferta de actividades que,
en ocasiones, se llevan a cabo con la colaboracin de
ONGs, entidades pblicas y privadas.
Programas de preparacin para la vida en libertad
Priorizar el ingreso de reclusos drogodependientes en
programas formativo-laborales. Estrategia Nacional
sobre Drogas 2000-2008.
El aislamiento y la ruptura con los vnculos familiares y
sociales son dos de los problemas ms graves de todo
tratamiento en prisin. De ah que sean bsicos los
programas que buscan reincorporar al interno a su
ambiente social de referencia y al mismo tiempo
preparar
su
salida.
Para
que
una
persona
drogodependiente se adapte a la vida exterior tras una
estancia en prisin, es importante procurar su
estabilidad psicofsica, y el mejor camino es el uso y
adaptacin a los recursos externos.
Facilitar la vuelta a la vida en libertad y asegurar la
continuidad del tratamiento desarrollado en prisin son

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los objetivos bsicos de estos programas. Por las propias


caractersticas de cada individuo, no se puede
generalizar un esquema de programa para la libertad
que pudiera servir para todos los internos en todas las
prisiones, pero s se pueden sintetizar una serie de
contenidos y un procedimiento que ha demostrado su
validez:
Se contacta con todos aquellos internos que estn
realizando programas de tratamiento recogidos en la
Comisin GAD, y para quienes se prev que saldrn en
libertad en un plazo de nueve meses a un ao.
A partir de ah comienzan una serie de entrevistas
individuales donde se analizan las expectativas, los
proyectos y los recursos, personales y sociales con los
que cuenta el interno, y se disea de comn acuerdo un
itinerario de insercin.
Una vez concretada la diversidad de requerimientos,
se organiza el taller, donde se trabajarn en grupo los
contenidos
comunes
a
todos
los
participantes
(normalmente, continuidad del tratamiento en recursos
externos, las relaciones familiares, bsqueda de empleo
y/o formacin, habilidades sociales, etc.) y a nivel
individual todo aquello que por su naturaleza no tiene
cabida en otro espacio.
Siempre que sea posible, se preparan salidas
teraputicas que acerquen al interno a la realidad
exterior de forma progresiva y acompaada.
En el ao 2005, se derivaron a 4.693 reclusos a
centros de tratamientos comunitarios.

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