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Los 7 Mitos de La Conquista de América

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COMENTARIO

LIBRO :LOS SIETE MITOS DE LA


CONQUISTA ESPAOLA
AUTOR: MATTHEW RESTALL

Los mitos a que hace referencia el autor son asumidos por el gran pblico, un
puado de conquistadores sin temores y con poco que perder, consiguieron
someter vastos imperios en el Nuevo Continente, poco despus del
descubrimiento por Coln. Si hay un icono en esta historia es quizs el de
Cortes, dnde se juntan todos los mitos. El origen de este mito que tiene su
origen como explica el autor en los propios actores de la conquista, queda
reflejado claramente en las palabras del clebre historiador del siglo XIX
William H. Prescott, que afirm la subversion de un gran imperio por un punado de
aventureros.
El autor del libro, desea mostrarnos que estos hechos estn cargados de una mitologa que no por
aceptada, es menos falsa. A partir de un prologo en el que explica el origen del libro, Matthew
Restall, profesor de Historia Latinoamericana en la Pennsylvania State University, se dedica en siete
captulos (uno por mito), ms una presentacion y un eplogo a tratar de desmontar esos siete mitos a
los que hace referencia el ttulo. El eplogo sirve a modo de resumen, pues el relato de la muerte de
Cuauhtmoc que recoge, sirve para presentar todos los mitos en un mismo hecho, basndose en las
tres tradiciones (azteca, maya y espanola) que recogen el evento.
La introduccion es importante, pues en ella el autor aclara el concepto de mito (como algo tenido
por cierto y que no necesariamente lo es), y presenta los argumentos generales que va a desarrollar a
lo largo del libro. Su argumentacion est en la lnea de la escuela de la Nueva Filologa, a la que
pertenece este etnohistoriador. Sin huir de la subjetividad propia a toda fuente, y reconocindola
explcitamente, va a basarse en los textos que han servido de origen para la creacion de los mitos
(como las probanzas de mrito de los conquistadores), tambin en los textos indgenas, colocando
cada uno en su contexto para entender el origen de estos mitos y poder escapar de ellos. Es
interesante que como hemos mencionado, el autor no se queda en los orgenes, sino que revisa una
amplsima literatura de todos los tiempos sobre el tema, incluyendo obras muy recientes como
armas, grmenes y acero de Jared Diamond.
El mismo autor casi al final del libro, reconoce He intentado ofrecer una perspectiva diferente,
formada a travs de la lectura cruzada de mltiples fuentes; una perspectiva que, pese a sus filtros y
sesgos, se acerca ms a la verdad del mundo de la conquista espanola (p. 219).
La realidad es esa, hay una serie de testimonios que han dado origen a estos mitos (las probanzas de
los conquistadores, las respuestas indgenas...), y sin renegar de ellas, el autor opina que situndolas
en su contexto y realizando un anlisis adecuado (sobre todo de las fuentes indgenas, ya que su
modo de expresarse por escrito, puede resultar chocante, como muestra el autor en el caso del
discurso de bienvenida de Moctezuma a Corts), podemos extraer esa historia ms cercana a la
verdad y limpia de mitos.
De esta manera, comienza el autor los captulos dedicados a cada uno de los mitos. En realidad, el
propio autor reconoce en el prologo que el nmero siete tiene cierta simbologa en la conquista
americana, porque tras la lectura, vemos que perfectamente podran englobarse unos mitos con
otros alterando esta cifra.
El primer mito, es el de los hombres excepcionales. Es decir, que gracias a la excepcionalidad de
Colon, Corts y Pizarro pudo realizarse la conquista en el modo que se hizo. Para ello, discute la
vision de muchos historiadores, que desde el s. XVI han catalogado el descubrimiento de Amrica
como el acontecimiento ms importante de la historia. A partir de aqu, la historiografa tradicional
ha concluido por tanto, que los hombres que llevaron a cabo la accion, son excepcionales y gracias
a ellos se pudo realizar el descubrimiento y la conquista. Para el autor, la circunstancias son ms
bien las contrarias. Estos hombres estaban all en el momento adecuado.

Se han utilizado las probanzas de mrito


El autor nos dice que si Colon no hubiese descubierto Amrica, poco tiempo ms se hubiese
tardado, y con respecto a los actos de Corts y Pizarro, lo que podemos concluir de la lectura, es que
sus acciones emanaban de la tradicion peninsular de la reconquista.
Las probanzas de mrito, que vienen de esa tradicion peninsular, estn cargadas de intencionalidad
(la pretension de ttulos y mercedes por parte del autor), y por ello siempre tendern a exagerar las
virtudes del conquistador. Pero esas probanzas, fueron las que ayudaron a crear este mito de los
hombres extraordinarios que ha pervivido con tanto xito en la historiografa posterior (que apenas
empleo otras fuentes en cualquier caso).
Es por ello que el autor concluye, que esos personajes estaban all, en un momento en que la
sociedad peninsular haba creado los medios para realizar la conquista. El autor no analiza ms esta
cuestion, que se abre, que es si esa sociedad que creo a los conquistadores, sera excepcional, en
el sentido de que otra no hubiese podido llevar a cabo la conquista. Ya que el autor tiene xito (en el
sentido de dar buenos argumentos), traspasando las virtudes de los conquistadores a las
sociedades que los criaron, esta cuestion sera lcito plantersela.
En cualquier caso, como veremos en los siguientes mitos, esta personalizacion de la conquista a
unos pocos hombres excepcionales, oculta a numerosos personajes que fueron esenciales en la
misma, y que sin embargo no son reconocidos (como pueden ser los aliados indgenas o los
conquistadores no blancos).
El siguiente mito, es el mito del ejrcito del Rey. Es decir, nos cuenta el autor que las fuentes fueron
identificando a los conquistadores con soldados reales. El autor lo achaca a la Revolucion militar
que se dio en Europa en el siglo XVI, y de la que Espana fue protagonista.
El hecho, es que no eran soldados del Rey, y el autor nos ayuda a crear una imagen bastante
aproximada del conquistador medio a partir de las fuentes. Varon de 25 a 30 anos, inmersos en las
relaciones de vasallaje de su ciudad de origen (en el sur peninsular en un principio), y a la bsqueda
de una oportunidad para prosperar. En realidad, estaban ms proximos a un empresario armado
(como dice el autor en la pgina 69), que a un soldado del rey, puesto que en realidad, realizaban el
viaje con fondos propios, que invertan para conseguir un beneficio. Gran cantidad de diferencias
entre ellos, van a venir precisamente del reparto de beneficios, y de la asignacion de los mismos.
Por supuesto, y lo veremos en el siguiente mito, estos conquistadores prototipo, no iban solos, y
podan llevar, en funcion de su estatus, siervos, o esclavos, que enlaza con el mito siguiente.
En el mito del conquistador blanco, el autor nos habla de todas esas personas que han quedado
ocultas, detrs de esos hombres extraordinarios por todos conocidos, que han ayudado a crear esa
imagen de soldados del rey blancos, que como el autor comenta, podemos ver y leer en obras de
todos tipo.
Los propios cantares mexicanos, son una primera senal de que ellos estaban all. En realidad, y
como el autor ir explicando ms adelante, para muchos indgenas, la conquista no fue tal. Es cierto
que en ltima instancia, quien acabo sacando mayor ventaja fue Espana, pero la conquista es
posible al existir rivalidades locales. La mayora de los guerreros en el asedio de Tenochtitln
fueron grupos de Tlaxcala y Huejotzingo, quienes estaban alindose con los espanoles frente al
enemigo comn azteca.
Un buen ejemplo, nos muestra el autor de esos cantares mexicanos La letra
de la cancin presenta la toma de Tenochtitln como un conflicto civil o local,
entre ciudades-estado rivaleslos espaoles desempean funciones
importantes, pero secundarias, en calidad de agentes de la ambicin indgena
(p. 83). No eran instrumentos pasivos de la estrategia de Corts (p.86)
En definitiva, y el autor har hincapi en otro mito posterior, los indgenas no
son tan inferiores como la historiografa nos ha hecho creer, y los
conquistadores no eran tan excepcionales como hemos visto antes. De hecho,
la bsqueda de aliados indgenas era una rutina de conquista.

Adems, analizando las fuentes, encontramos a los otros grandes olvidados de la conquista, los
africanos. Dado su origen servil, cuando no esclavo, es normal que en los relatos no se mencionase
a estos colaboradores forzosos de la conquista. El autor nombra numerosos casos de conquistadores
de este origen, que consiguen su libertad, encomiendas y por tanto una importante promocion social
a partir de sus acciones de conquista. Un curioso caso de flexibilidad social en el Nuevo Mundo.
El siguiente mito, bastante importante, es el mito de la completitud, es decir, el hecho de que la
conquista fuese casi inmediata y completa, abarcando la totalidad de los nuevos imperios
conquistados. Este mito, nos cuenta el autor, tiene su origen de nuevo en los relatos de los propios
conquistadores, que tenan un inters particular en ello.
Los principales motivos que extrae Restall para la creacion de este mito, son el sistema de
conquista, que bsicamente es un contrato entre el conquistador que financia la expedicion y espera
un beneficio (tanto inmediato como en ttulos reales), y el Rey, que logicamente sacar un beneficio
(quinto real, mas el incremento de sbditos), pero que puede cancelar el contrato. Por tanto, los
conquistadores, necesitan mostrar al Rey, lo completo de su conquista, lo rica de la region, la
cantidad de sbditos, y el deseo de estos de someterse al legtimo rey (otro submito, el de la
sumision voluntaria de los indgenas). Hecho este, que enlaza con el segundo motivo de este mito
de la completitud. El hecho de la justificacion imperial, proveniente del espritu de la reconquista, y
sancionado por el papa en el tratado de Tordesillas. El carcter de concesion divina para someter y
evangelizar a los pueblos descubiertos y por descubrir, que justificaba que los espanoles empleasen
actos de declaracion para colocar las nuevas tierras bajo el senoro del Rey. Este hecho tambin
provoco que la conquista se tomase por terminada, antes incluso de empezar.
Contra este mito, el autor nos muestra numerosos ejemplos y argumentos que lo desmontan por
completo:
La supuesta rapidez de la conquista que no es tal. El precario control espanol en Mxico en
1521 (realmente ms controlado por las ciudades-estado aliadas), o el hecho de que en Per
siga habiendo un estado inca independiente hasta 1572.
La prolongada conquista militar de la periferia y la falsedad de la supuesta pax colonial (paz
entre espanoles residentes e indgenas). Realmente los espanoles se centraron en las zonas
ms pobladas y atractivas, mostrando poco inters por las zonas perifricas. Realmente, la
conquista nunca concluyo y hubo numerosas revueltas
La gran autonoma que disfrutaron los indgenas, que conservaron en gran medida sus
estructuras de gobierno, y su cultura.
Este es el caso de un mito que en mi opinion el autor logra desmontar completamente con los datos
y argumentos expuestos.
El siguiente mito, es el de la comunicacion o el fallo comunicativo. De nuevo, surge de los relatos
de los propios conquistadores, que aprovechaban la supuesta ausencia de problema comunicativo,
para reafirmar la idea de que los indgenas ya estaban sometidos y convertidos. Conclusion de esta
actitud, sera el requerimiento, ledo a los indgenas durante la conquista, y que hasta cierto punto
mantendra el mito de la comunicacion.
En cualquier caso, como nos dice el autor, el cuestionamiento del mito se ha vuelto comn (ya
desde el s.XVI), constituyendo para el autor una especie de antimito. El autor opina as, que la
realidad debio encontrarse en un punto medio.
Muestra a lo largo del captulo, errores importantes de interpretacion de la comunicacion, como el
principio de inversion Nahuatl, donde se dice lo contrario de lo que se pretende (por tanto la
sumision de Moctezuma a los espanoles, no debera interpretarse de ese modo), pero de nuevo, es
de suponer que Malinche, con origen en una noble familia Nahuatl deba conocer.
Por tanto, en este captulo, el autor se aleja del mito y del antimito, mostrndonos como, a pesar de

todos los problemas de comunicacion que hubo, y del farragoso paso de traductores, al final, todos
consiguieron expresar sus ideas.
En general las aportaciones del autor son muy interesantes, en especial y en mi opinion las relativas
a los aspectos culturales de la comunicacion nahuatl, pero quizs zanja muy rpido dos aspectos que
se abren en algunas de las obras que repasa, como la importancia de la escritura en la conquista. Los
autores que defienden la extrema importancia de la tradicion escrita europea en la conquista, son
Jared Diamond y Tzvetan Todorov. En mi opinion, el autor muestra argumentos muy dbiles para
desmontar los argumentos de ambos autores, que apenas menciona.
Y de este modo, el autor entra en el siguiente mito, que es el de la devastacion indgena. Este mito,
consiste en palabras del propio autor en la creencia, ampliamente extendida, de que la
conquista redujo el mundo indgena americano a un vaco.
Este mito, como reconoce el autor, se mezcla con el submito de la apoteosis
de Corts, y la inferioridad indgena que ser el contenido del ltimo mito (y
que en mi opinin resume todos los dems). El origen del mito, est en este
caso por un lado en esta exaltacin de los conquistadores, que hacen menguar
la importancia de los indgenas (incluso aliados) de la historia, como ya vimos,
por otro lado, el submito mencionado de la identificacin de los espaoles con
dioses (mito extendido por los franciscanos para dotar de cierta legitimidad
proftica a la invasin), y por ltimo, en los propios escritos que criticaron el
desmoronamiento indgena (como puedan ser los de Bartolome de las Casas o
Felipe Huaman Poma de Ayala). Esto enlazara con la leyenda negra que se
difundi por Inglaterra primero y por el resto de Europa despus a finales del s.
XVI y sobre todo en el s. XVII.
Esta leyenda negra, que nace en parte de un hecho cierto como es la muerte
masiva de indgenas, el autor la combate con hechos, como son los mltiples
edictos promulgados para evitar la brutalidad y el sostenimiento de las
comunidades indgenas, necesarias en ltima instancia para el mantenimiento
de los espaoles en Amrica.
El autor responde en general a este mito con abundante documentacin, que
da fe de la importante energa de la cultura indgena, durante y despus de la
conquista. La pervivencia de la cultura, de las estructuras de gobierno local... la
adaptabilidad en definitiva de la cultura indgena para adaptarse a la nueva
realidad cambiante.
En este captulo, el autor ha desmontado, el que quizs sea el mito ms
discutido de la conquista, y que lo es as, desde la creacin de la leyenda negra
a finales del s. XVI
Y llegamos al ltimo captulo del libro, el del mito de la superioridad, y que en
mi opinin es prcticamente un resumen de todos los mitos. Segn el autor,
este mito, forma parte del mito ms amplio de la superioridad europea y constituye el nexo de
las ideologas racistas que respaldaron la expansion colonial desde finales del siglo XV hasta
comienzos del XX.
El autor repasa a continuacion la serie de explicaciones que desembocan en esta concepcion de la
superioridad (intervencion divina, decadencia indgena, supersticion, la superior escritura espanola,
la polvora...). En definitiva, el autor crtica muchas explicaciones que se han ido viendo a lo largo
de la obra. En algunas, tiene un notable xito de contraargumentacion, pero en otras, en mi opinion
no consigue rebatir las afirmaciones. En ocasiones peca de un relativismo cultural, que lo
tecnologico no admite muchas contemplaciones.
En cualquier caso, finalmente, el autor entra en la que para l es la explicacion ms verosmil de la
conquista, y que es la combinacion de la enfermedad (como principal responsable de la mortalidad
indgena), que debilito en gran medida a una sociedad indgena muy dividida en ciudades-estado

(bien aprovechada por los espanoles en su ventaja), y la espada de acero de los espanoles. Es
innegable la ventaja que dieron todos estos puntos, a los que el autor anade la diferente cultura de
guerra (

Los libros desmitificadores ofrecen casi siempre una


atractiva perspectiva de la realidad asumida por todos y
resulta excitante el hecho de comprobar como esta
realidad queda hecha aicos. Esta imagen es la que
transmite el libro de Mathew Restall.
La desmitificacin propuesta por Restall se asienta en una
reflexin sobre la propia Historia y sus fuentes. Sobre como
a lo largo de los siglos se han entendido e interpretado
estas fuentes y como han conformado la propia
historiografa, y por tanto, las ideas extendidas que
tenemos de un acontecimiento como la conquista
espaola. Se apunta con ello a las nuevas corrientes
historiogrficas de las ltimas dcadas que eluden las
teoras dominantes como instrumentos de trabajo. La
verdad en s ha quedado desacreditada como concepto
relevante para la investigacin histrica (p. 20), Restall
quiere dar importancia a la subjetividad, al modo en que se
expresan los conceptos en una cultura concreta. Para l
los acontecimientos analizados en este libro son
metforas mticas de la realidad histrica, es decir, la

realidad percibida por los conquistadores y reconstruida


reiteradamente a lo largo de los siglos por los espaoles
coloniales y los historiadores occidentales que han
estudiado el colonialismo (p. 219). Y la alternativa a estas
metforas mticas la ofrece Restall a continuacin: He
intentado
ofrecer una perspectiva diferente, formada a travs de la
lectura cruzada de mltiples fuentes; una perspectiva que,
pese a sus filtros y sesgos, se acerca ms a la verdad del
mundo de la conquista espaola (p. 219).
Toda una declaracin de intenciones que se encuadra en
las ideas defendidas por la escuela de etnohistoriadores a
la que Restall pertenece: la Nueva Filologa. Una reciente
escuela que busca describir la historia de los pueblos
colonizados subrayando un anlisis filolgico de sus
fuentes, y enfatizando la importancia crucial de las fuentes
nativas para el conocimiento de las sociedades
indgenas[1] Con ello Restall nos puede dar otra visin de
la conquista, la de los indgenas. Y aade: No existe una
buena razn para restringir la metodologa lingstica de la
nueva filologa al estudio exclusivo de las fuentes en
lenguas indgenas. El anlisis detallado del lenguaje y de su
uso as como el nfasis en contribuciones empricas por
encima de las contribuciones tericas- que ha
caracterizado a esta escuela puede ser aplicado a fuentes
espaolas [2] Y no slo lo aplica a las fuentes espaolas,
sino que en Los siete mitos analiza un universo de fuentes
que van desde ilustraciones de las crnicas castellanas o
grabados y pinturas del siglo XIX, hasta las pelculas de
Hollywood o los comics de Tintn. Sin olvidar incluir a la
propia historiografa sobre la conquista.
Un buen ejemplo de cmo Restall aplica su anlisis es el
empleado con las probanzas de mrito. Dada la naturaleza
de estos informes que enviaban
los conquistadores al Rey, la probanza de mrito obligaba
a sus autores a engrandecer sus propias hazaas (p. 38).
La narracin de los hechos estaba pues ms relacionada

con los propios intereses de los conquistadores que con la


realidad en s. Dado que las probanzas se utilizaron como
fundamento de las historias, y las obras histricas
adoptaron las convenciones de las probanzas (p. 40-41),
el resultado es que las motivaciones que llevaron a la
redaccin de las probanzas de mrito por parte de los
conquistadores establecieron una forma de contar los
acontecimientos. Este anlisis es una muestra del
revisionismo de Restall, que nos da una nueva perspectiva
de la interpretacin de las fuentes y de su repercusin en la
historiografa.
Con esta nueva perspectiva analiza el autor siete mitos de
la conquista espaola de Amrica, nmero que considera
adecuado por su significado. Cada captulo analiza un mito
de la conquista, lo disecciona y lo sita en el contexto de
otras fuentes alternativas (p. 20). Un ejemplo prctico de
esa lectura cruzada de mltiples fuentes, que ha sido su
herramienta a lo largo de la obra, se encuentra en el
brillante eplogo La traicin de Cuauhtemoc, donde
confronta las fuentes espaolas y las indgenas para
desvelar otra realidad, la indgena, y analizar la presencia
de los mitos en las crnicas.
La estructura de la obra en siete mitos es en definitiva una
mera treta narrativa, aunque efectiva. En realidad los siete
mitos pueden reducirse a uno: el mito de la superioridad
europea, o lo que es lo
mismo, de la inferioridad de los indgenas. Este mito
incluye a los otros mitos y nos lleva a la tesis de Restall: el
intento de explicar la conquista espaola en base al
enfrentamiento entre civilizacin y barbarie no nos dar las
claves para entenderla. Pero esta oposicin entre el mundo
desarrollado y el primitivo gener el mito de la
superioridad, que se esgrimi para justificar la explotacin
indgena en Amrica y la esclavitud de los africanos. En la
actualidad el mito es ms sutil, pero contina. Si la
superioridad de la civilizacin europea quedaba fuera por
su cariz imperialista, la de la superioridad tecnolgica era

polticamente aceptable. Pero sigue sin entenderse la


conquista si todo se reduce al enfrentamiento entre
civilizacin y barbarie, en la relevancia de la superioridad
de las ideas o las armas.
Para el autor las claves para entender la conquista estn en
otra parte: La conquista espaola es un mero episodio en
la globalizacin del acceso a los recursos de produccin
alimentaria (p. 206), un proceso que se caracteriz por la
expansin, no slo de los europeos, sino de los otomanos,
de los mexicas por Mesoamrica o de los incas por los
Andes, que gener encuentros desiguales y en el que
todava estamos inmersos. As los mitos son aspectos que
rompen la posibilidad de entender este proceso, por tanto
se hace necesaria la desmitificacin. Restall trata de
entender la conquista desembarazndose del mito de la
superioridad. Y lo describe con claridad, para el autor, sin
la expansin de la enfermedad, que ayudo en
gran parte a provocar la mayor catstrofe demogrfica de
la Historia, o sin los aliados indgenas, fruto de su concepto
de identidad restringido al mbito local, no hubieran
conseguido los espaoles la victoria ante los imperios
mexica e inca, que fueron las bases para establecer su
Imperio.
La cuestin de los aliados indgenas, que fue fundamental
para la conquista, queda expuesta en el mito del
conquistador blanco. Es evidente que Corts, y Pizarro
despus, explotaron las rivalidades indgenas, pero su
empeo requiere una adecuada contextualizacin (p.85), y
es aqu donde Restall introduce una idea diferente basada
en el estudio de las fuentes indgenas. A partir de textos
nahualt traducidos por Restall y Bierhost en los Cantares
Mexicanos: La letra de la cancin presenta la toma de
Tenochtitlan como un conflicto civil o local, entre ciudadesestado rivaleslos espaoles desempean funciones
importantes, pero secundarias, en calidad de agentes de la
ambicin indgena (p. 83). No eran instrumentos pasivos
de la estrategia de Corts (p.86). Esta interpretacin de la

conquista como una guerra civil indgena de la que los


espaoles acabaron sacando partido es una perspectiva
diferente, una aportacin de Restall muy novedosa, una
alternativa a la visin de los espaoles. Y quizs est aqu,
en parte, la respuesta a la pregunta Cmo fue posible?
Bajo esta nueva perspectiva de la conquista como parte de
un proceso histrico aparece la desmitificacin del mito de
los hombres excepcionales. Restall nos devuelve al proceso
histrico.
Coln y Corts aparecen como los paradigmas de los
hombres excepcionales, pero para el autor: Si Coln no
hubiera llegado a Amrica cualquier otro navegante lo
hubiera logrado en menos de una dcadaSus
descubrimientos fueron una consecuencia geogrfica
accidental de la expansin portuguesa (p.35). Corts,
modelo de los conquistadores sigui los procedimientos
de conquista de origen ibrico, que eran anteriores al
descubrimiento (p. 48). Pero aunque los hombres
excepcionales configuraron una historiografa de cariz
imperialista, hay que reconocer que en la mayor parte de
la historiografa actual prima la importancia de los procesos
histricos frente al mito de los hombres excepcionales.
Eligiendo algunos libros de la bibliografa recomendada en
la asignatura: Los largos siglos de guerras fronterizas en
Castilla ayudaron a crear esa mezcla de individualismo y
sentido comunitario que un da hizo posible la conquista de
Amrica[3]. Quizs ninguna otra sociedad europea
hubiera podido encarar el proceso de la conquista como la
Castilla de la poca, como escribi Claudio Snchez
Albornoz, al comenzar la Edad Moderna, cualquier pueblo
europeo hubiera tenido que improvisar una poltica de
expansin y colonizacincualquiera menos el pueblo
castellano[4]. Aunque Restall relaciona el proceso de la
conquista americana con el de la ibrica, no alude a esta
realidad humana y social que se cre en Castilla.
Estaramos hablando entonces de una sociedad
excepcional?, o es el resultado de un proceso histrico que
a Restall parece escaprsele.

Tambin
se resiente de esta misma manera el mito del ejrcito del
rey o la introduccin de los africanos como parte de los
componentes de la conquista, otro elemento novedoso,
pero ms anecdtico. La participacin de los africanos
como guerreros, con la posibilidad de adquirir su libertad o
incluso su promocin social, es algo que poda considerarse
como un sntoma de la vitalidad social que se aprecia en
toda la conquista, en su cariz popular. Un punto de vista,
como hemos visto antes, que Restall no analiza en
profundidad. En el mito del ejrcito del rey, dice el autor
que se concede habitualmente al estado monrquico
espaol un papel monoltico y dominante en la expansin
espaola (p. 60). Eligiendo de nuevo las obras
recomendadas en la bibliografa de la asignatura es
evidente que no: La conquista de Amrica fue realizada
por un grupo de hombres que distaban mucho de ser
soldados profesionales[5]. Las huestes eran todo lo
contrario a la imagen armnica que uno pueda tener de un
ejrcitoel carcter privado de la conquista le daba a las
mismas un aspecto peculiar[6]. Cada hombre que se
incorporaba saba que ira a la ventura: no perciba soldada
alguna, pues se converta en un socio del capitn y de los
dems compaeros, a prdidas y ganancias[7]. Est
implcita esa idea que Restall no incorpora: el carcter
popular de la conquista americana. No slo no estuvo
organizada por la Corona, se hizo a veces sin conocimiento
de sta[8]. En el proceso histrico, por tanto, quizs si
pudo tener que ver la vitalidad conquistadora
surgida de la experiencia del pueblo castellano.
Desarrollada en varios de los mitos hay otra idea novedosa
e interesante que sustenta un proceso histrico diferente
para la conquista. La existencia de una vitalidad indgena
que est muy lejos de la idea de la sumisin contenida en
los mitos. Se da por supuesto el sometimiento de los
pueblos indgenas, el submito, que llama Restall, la
sumisin indgena voluntaria que es a su vez el triunfo de

la civilizacin sobre la barbarie (p.112). El elemento clave


para Restall es el mito de que los americanos indgenas
crean que los invasores espaoles eran dioses (p. 161), lo
que provoc su parlisis, y con ello su sumisin. Una idea
muy extendida en la historiografa, incluso en la actual.
Restall lo va rebatiendo en el anlisis de las menciones al
respecto que se hacen en las crnicas. Se apoya en su
conocimiento de las fuentes indgenas. Nos lo va
desgranando con elementos como las confusiones surgidas
en el significado del ceremonial, o en la utilizacin de
palabras como teules o viracochas. Para el autor las
respuestas de los pueblos indgenas se basaron en realidad
en juicios interesados, similares a las decisiones
espaolas, y sus reacciones fueron sumamente diversas
(p. 154).
Para Restall las culturas indgenas no eran ni brbaras ni
idlicas, sino tan civilizadas e imperfectas como las culturas
europeas de la poca (p. 154). Y su respuesta a la
conquista es ms compleja que la que queda establecida
en los mitos. As en el mito de la comunicacin cuando
Restall habla del antimito, del fallo comunicativo, expresa
que sin duda hubo fallos comunicativos pero sostener que
tales fallos eran tan desequilibrados a favor de los
espaoles que explican la propia conquista es ignorar la
complejidad de la interaccin entre espaoles e indgenas
(p. 149). Una muestra evidente de esa complejidad es el
interesante concepto tomado de James Lockhart, el guru de
la nueva filologa: El proceso de doble identidad
malinterpretada (double mistaken identity) que Lockhart
desarroll en la cultura nahua y que Restall considera
aplicable a toda Amrica. El hecho es que este complejo
malentendido determin casi todos los aspectos de la vida
colonial: el gobierno de la tierra, la tenencia de la tierra, la
religiosidad, fueron vistos por los espaoles como una
aportacin suya al mundo indgena, y por los nahuas como
la continuidad de su propia tradicin[9] Como remata
Restall, los espaoles pensaban que los indgenas estaban
firmemente sometidos al dominio del rey. Y los indgenas

se consideraban antes sbditos de sus propios seores que


de los lejanos espaoles. A su modo, unos y otros tenan
razn y a la vez se equivocaban (p. 122)
Una relacin fruto de una respuesta compleja ante la
conquista, una respuesta de unos pueblos que no fueron
anulados y que mantuvieron de una forma u otra la lucha
por su identidad. Para Restall la conquista y la
colonizacin, son un proceso continuo, as lo entendan los
indgenas, una sola negociacin interminable (p.122),
incluso para muchos de ellos era una
lucha que enlazaba con la historia anterior a la conquista,
ya que antes de la expansin espaola haban soportado la
mexica o la inca.
Se establece un proceso histrico continuo de lucha y
adaptacin, que podra explicar algunas contradicciones de
los estados americanos actuales, de hecho Restall lo
analiza en ese sentido: Los colonos espaoles legaron una
crisis de identidad a sus descendientes mexicanos (p.
113). Pero si 1521 represent el final de la guerra de dos
aos contra el imperio mexica, fue a la vez el comienzo de
las guerras de conquista en la mayor parte de Mxico y
Mesoamrica, guerras que persistieron hasta el siglo XX
(p. 115). Se podra decir que, los disturbios actuales de
Chiapas o las revueltas del llamado indigenismo reflejaran
la incompletitud de la conquista espaola an hoy en
da[10].
Desmitificada la completitud de la conquista y la perdida
de vitalidad de las culturas indgenas, desprovistos del mito
de la superioridad, y rechazando la sumisin indgena,
surge la idea de un proceso continuo que se inicia con la
conquista y que permanece hasta nuestros das. Un
proceso que gener un encuentro desigual y en el que
todava estamos inmersos: El colonialismo impidi el
acceso de los indgenas a los nuevos recursos (p. 206). Se
abre una nueva perspectiva desde la que analizar la
construccin de la identidad americana, en la que Restall

no entra, aunque deja bien abierta la puerta.


----------------------[1] MATHEW RESTALL Filologa y etnohistoria. Una breve
historia de la nueva filologa en
Norteamrica. Desacatos nmero 007. Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa
Social. Mxico, 2001. p. 86
[2] MATHEW RESTALL. ob. cit .p. 98
[3] J.H. ELLIOT Captulo 6. La conquista espaola y las
colonias de Amrica p.131, en LESLIE BETHELL, Ed.
Historia de Amrica Latina. Tomo I Amrica Latina colonial:
La Amrica precolombina y la conquista. Ed. Crtica,
Barcelona, 1990
[4] Citado en DEMETRIO RAMOS PREZ Captulo II.La
conquista pp. 116, en MANUEL LUCENA SALMORAL
(coor.) . Historia de Iberoamrica. Tomo II Historia
Moderna, Ed. Ctedra, Madrid, 1990
[5]J.H. ELLIOT La conquista espaola y las colonias de
Amrica p.156, en LESLIE BETHELL, Ed. . Historia de
Amrica Latina. Tomo I Amrica Latina colonial: La Amrica
precolombina y la conquista. Ed. Crtica, Barcelona, 1990.
[6] CARLOS MALAMUD Historia de Amrica. Alianza
Editorial, Madrid, 2005, p. 72
[7] DEMETRIO RAMOS PREZ Captulo II.La conquista pp.
119-120, en MANUEL LUCENA SALMORAL (coor.) . Historia
de Iberoamrica. Tomo II Historia Moderna, Ed. Ctedra,
Madrid, 1990
[8] DEMETRIO RAMOS PREZ ob. cit. p. 117
[9] PAULA LPEZ CABALLERO Resea sobre James
Lockhart. Los nahuas despus de la conquista. Historia
social y cultural de la poblacin indgena de Mxico ss. XVIXVIII. Estudios de Historia Novohispana n 23, Instituto
de Investigaciones Histricas, UNAM, Mxico, 2000. pp.
183-184
[10] Idea tomada del blog de Juan Francisco Daz Hidalgo.
Aunque en otro sentido.
http://edikoan.blogspot.com/search/label/Matthew
%20Resta

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