Conceptos Básicos
Conceptos Básicos
Conceptos Básicos
Curso 2009-2010
CIEM Federico Moreno Torroba
Profesor: Santiago Rodiño
Conceptos generales
CONCEPTOS GENERALES
1. Armonía
La música está o puede estar basada en muchas características o parámetros diferentes. Uno
de ellos, el que comprende la dimensión vertical de la música, esto es, los sonidos que suenan
simultáneamente en el tiempo, es la armonía. Por tanto, para nosotros la armonía es el
estudio de los sonidos que suenan simultáneamente, es decir, de los acordes.
2. Acorde
La combinación simultánea de tres o más sonidos en el tiempo. ¿Por qué tres? Eso tiene que
ver con el sistema tonal. Hay otros sistemas de construcción musical. El sistema tonal, que es
el que vamos a estudiar, está basado en relaciones entre acordes de al menos tres sonidos
porque es la manera de determinar la tonalidad en la que estamos.
Los acordes pueden clasificarse por el número de sonidos que los forman, por los intervalos
que se formen entre ellos, o por la función que desempeñen dentro de la tonalidad, aunque de
esto hablaremos más adelante.
De momento empezaremos por hablar de los acordes de tres notas, llamados acordes triadas,
y veamos cómo se clasifican en función de sus intervalos.
3. Consonancia y disonancia
Repasemos ahora los intervalos que tradicionalmente se consideran consonantes o
disonantes:
De la misma manera, todos los acordes que contengan un intervalo disonante, se consideran
disonantes. Aquellos que sólo estén formados por intervalos consonantes, se consideran
disonantes. Esto es algo que habrá que tener más adelante en cuenta, puesto que en los
ejercicios de armonía, las disonancias requieren de especial cuidado.
La tonalidad se forma a partir de siete sonidos (que organizamos de forma vertical en lo que
conocemos como las escalas). Tenemos la posibilidad de que la tonalidad esté en modo mayor
o en modo menor. De momento nos centraremos en el modo mayor.
Sin embargo, aunque se forma a partir de siete sonidos, realmente, una tonalidad SE EXPRESA
Y SE PERCIBE a partir de la relación entre los acordes que se forman combinando esas siete
notas a distancia de tercera. El por qué a distancia de tercera y no a otras distancias es una
cuestión histórica que no vamos a estudiar.
Los tres grados básicos son TÓNICA, SUBDOMINANTE Y DOMINANTE. Cada uno cumple una
función dentro de la tonalidad.
El resto de los grados sustituyen a los básicos en una de estas tres funciones:
El acorde de tónica es a veces sustituido por el acorde de III y a veces por el acorde VI.
Es decir:
1. La función tonal
• A un acorde con función TONICA le puede seguir otra TÓNICA, una SUBDOMINANTE o
una DOMINANTE.
• A un acorde con función de SUBDOMINANTE le puede suceder otra SUBDOMINANTE,
una DOMINANTE o una TÓNICA.
• A un acorde con función de DOMINANTE sólo le puede seguir otra DOMINANTE o una
TÓNICA. (Las SUBDOMINANTES no suelen seguir a las DOMINANTES en un contexto
armónico clásico, salvo la sucesión V-IV6 que se observa en los corales de Bach.)
Después del acorde secundario de tónica (III o VI) de TÓNICA no debe oírse el
acorde principal(I). Por lo tanto las sucesiones III-I o VI-I no son recomendables.
Pero sí lo son I-III, I-VI, III-VI o VI-III.
Los acordes de subdominante (IV, II y VI a veces) pueden sucederse sin
limitaciones. Aunque en el contexto clásico estas sucesiones eran las más
habituales: VI-IV, IV-II, VI-II
La única opción posible para suceder dos acordes de dominante es VII-V,
debido a la debilidad del acorde VII (de quinta disminuida) respecto al V.
2. El salto de fundamentales:
Salvo los siguientes casos: III-IV, IV-V y V-VI. Estas tres sucesiones se consideran a
efectos prácticos tan buenas como las del primer grupo. También se usarán III-II6 (por
su parecido a III-IV) o V-IV6 por su parecido a V-VI.
Sucesiones como I-II, VI-VII, VII-I o VI-V deben usarse con cautela y en pocas
ocasiones.
El resto de opciones tales como IV-III, III-II, VII-VI, V-IV, II-I y II-III no deben utilizarse
nunca.
3. Otros criterios
• Evitar síncopas armónicas (prolongación en parte fuerte del acorde que está en la
parte débil anterior)
• Evitar la reiteración continuada de una misma función tonal (sobre todo la
subdominante) o de un mismo acorde.
• Evitar la repetición de sucesiones. Buscar la máxima variedad posible.
• Una vez presentada la tónica principal tratar de evitar su reaparición hasta la cadencia,
si es que en ella es necesaria, manteniendo así la tensión de la sucesión armónica.
• Cifrado. Todos los acordes irán acompañados de un cifrado que indicará el tipo de
acorde y su inversión. Además, en números romanos, indicaremos el grado de la escala
de que se trata.
• Los acordes triadas (de tres notas) estarán completos siempre que sea posible y
duplicarán una de sus notas.
No obstante, hay casos en los que no queda más remedio que duplicar la tercera. En
ese caso es preferible duplicarla en la voz de tenor o de contralto.
• En la segunda inversión duplicaremos, como norma general, la nota que está en el bajo
(la quinta). No obstante, si las circunstancias lo requieren, se pueden duplicar la
fundamental o la tercera. Pero es muy poco habitual.
• Cuando dos voces alcanzan un intervalo de quinta justa u octava justa de forma directa
las posibilidades son restringidas.
• Entre soprano y bajo sólo se permiten cuando la soprano alcanza dicho intervalo de
octava o quinta por grados conjuntos.
• En cualquier otra combinación de voces se permite siempre que alguna de las dos
voces alcance la octava o la quinta directa por grados conjuntos.
Unísonos.
Sensible.
Tratamiento de las disonancias. (Resumen general, lo iremos viendo caso por caso)
• Estos acordes son los acordes triadas en segunda inversión (la cuarta con el bajo se
consideraba disonancia), los triadas disminuidos o aumentados, los acordes de
séptima, de novena, y acordes alterados.
Intervalos melódicos.