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41 Limites Estado

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Antonio I.

Margariti

LOS LMITES
DEL ESTADO
POPULISTA

El populismo es un modelo
depredador que se presenta
como redentor de los
humildes, engaando a los
pobres con la promesa de
subsidios que pagarn ellos
mismos.

(Tratado crtico de Hacienda Pblica)


Bolsa de Comercio Rosario
EPT {Economa para todos}

ISBN 978-987-1517-05-3. CDD330


1. Economa 2. Gobierno 1.Ttulo
Se autoriza la reproduccin slo
citando expresamente la fuente con
indicacin del autor.

Rosario 2013
1

DEDICATORIA
Este libro est dedicado a hombres y mujeres de
buena voluntad.
A los que suean con un pas mejor,
a los que todava creen en los principios morales,
a los que no se dejan arrear como ganado,
a los que son pobres pero honrados,
a los que son ricos pero generosos,
a los que ayudan a los humildes sin aprovecharse,
a los que no atan el destino de su vida al dinero,
a los que cumplen con la palabra empeada,
a los que honran a sus padres,
a los que protegen la inocencia de los nios,
a los que respetan al prjimo,
a los misericordiosos y limpios de corazn,
a los que sufren por la justicia corrompida,
a los funcionarios pblicos insobornables,
a los que proclaman la verdad sin rubor,
a los que luchan sin miedo por la libertad.

Dr. Antonio I. Margariti


2

LOS LMITES DEL ESTADO POPULISTA

IMPUESTOS INICUOS EN LA HISTORIA MUNDIAL


1. La Doncella de Orlens
2. El Justiciero de Sherwood
3. Las legiones romanas
4. Guerras de independencia americana
Captulo 7. (Pg.43)
IMPUESTOS DESMESURADOS REFLEJADOS EN EL ARTE
1. El Giotto y la rebelin fiscal
2. El buen y mal gobierno de Lorenzetti
Captulo 8. (Pg.50)
QUIN PAGA LOS IMPUESTOS LAS EMPRESAS o USTED?
1. Escondrijos fiscales
2. Destape tributario
3. El engranaje impositivo
4. Da de la liberacin fiscal
Captulo 9. (Pg.56)
LA FUNESTA IDEA DE LOS IMPUESTOS MLTIPLES
1. Clarividencia de Stuart Mill.
2. Revisionismo nrdico.
3. La sensatez italiana
4. Predominio de Richard Musgrave
5. Manifiesto de Wilhelm Rpke
Captulo 10. (Pg.64)
LA MARAA TRIBUTARIA ARGENTINA
1. Cultura tributaria oficial
2. Maraa fiscal
3. Regulaciones ridculas
4. Costos marginales
Captulo 11. (Pg.74)
PORQU LOS GOBIERNOS AUMENTAN EL GASTO?
1. El lmite del 25 %
2. Violando los lmites
3. Porqu se quebrantan las reglas
4. La tirana del status quo.

Captulo 1. (Pg.7)
LIBERTARIOS Y ANTILIBERTARIOS: DOS BANDOS EN PUGNA
1. Simplificar para comprender
2. Distinguir para unir
3. Los Libertarios
4. Los Anti-libertarios
Captulo 2. (Pg.13)
TRANSFERENCIAS POR AMOR, POR INTERS Y POR TEMOR
1. Donaciones por amor o mezquindad
2. Intercambios por necesidad o inters
3. Arrebatos: la rapia fiscal y la evasin
4. Las virtudes sociales
Captulo 3. (Pg.19)
EL IMPUESTO ES UNA APROPIACIN FORZOSA
1. Acto de fe
2. Una definicin influyente
3. Bsqueda del sentido
4. El impuesto no es benevolencia
Captulo 4. (Pg.24)
EL PODER FISCAL ES PODER PARA ARRUINAR Y DESTRUIR
1. Declinacin del Estado
2. Fiscalidad sin lmites
3. Los tributos en el Evangelio
4. Duplicidad moral del Estado garantista
Captulo 5. (Pg.30)
DE LA POBREZA SE SALE REDUCIENDO IMPUESTOS
Y CON VOLUNTAD DE SUPERARSE.
1. Farisesmo sentimental
2. El ser, las circunstancias y las oportunidades
3. Camino de ascenso social
4. Impuestos altos generan pobreza.
Captulo 6. (Pg.36)

Captulo 17. (Pg.117)


IMPUESTO NEGATIVO SOBRE LA RENTA
EN LUGAR DE PLANES CLIENTELARES
1. Final del clientelismo
2. Todos contribuyentes
3. Crticas de Henry Hazlitt
4. Rplicas de Milton Friedman
Captulo 18. (Pg.124)
IMPUESTOS AL TRABAJO, MAS GRAVOSOS
QUE LA RETENCIN DE GANANCIAS.
1. Principio arbitrario
2. Retenciones y contribuciones
3. La dictadura sindical
4. Reglas de sensatez
Captulo 19. (Pg.134)
LEYES FISCALES SOBRIAS: POCAS, CLARAS Y JUSTAS
1. Degradacin de las leyes
2. Cada cosa por su nombre
3. Anomia por exceso de leyes
4. Detener la inflacin legislativa
Captulo 20. (Pg.141)
LA GESTIN DEL GASTO SIN CHANCHULLOS NI ENJUAGUES
Captulo 21. (Pg.147)
MONEDA SANA O INFLACIN INCONTROLABLE: BANCO CENTRAL
Captulo 22. (Pg.156)
LA TESORERA DE LA NACIN ENTRE LA VERDAD Y EL ENGAO
Captulo 23. (Pg.162)
DERECHOS Y GARANTAS PARA CONTRIBUYENTES DE BUENA FE
Captulo 24. (Pg.166)
EJEMPLO DE EUROPA ORIENTAL: SLO DOS IMPUESTOS
1. Estonia y Mart Laar
2. Rusia y Vladimir Putin
3. Default ruso y argentino
4. El flat-tax

Captulo 12. (Pg.83)


DFICIT, INFLACIN Y DEUDA PERTURBAN LA ECONOMIA.
1. Inflacin fiscal
2. Endeudarse para gastar
3. Astucia para disimular
4. Los dos centenarios: 1910 Y 2010.
Captulo 13. (Pg.90)
ILUSIN FINANCIERA DE PUVIANI: CMO SE ENGAA AL PUEBLO.
1. La Ignorancia fiscal.
2. Realidad de la recaudacin
3. Actitudes cmodas
4. El hallazgo de Amilcare Puviani
Captulo 14. (Pg.96)
IMPOSTURA DE LA REDISTRIBUCIN DE INGRESOS MEDIANTE
IMPUESTOS
1. Redistribucin de talentos
2. Los impuestos en la redistribucin.
3. Repartir a expensas de los pobres.
4. Transferir poder al gobierno
Captulo 15. (Pg.102)
PORQU EL IMPUESTO SLO ES CONFISCATORIO DESPUS DEL 33%
1. El tope del 33 %
2. La restriccin mental
3. Efecto-impacto y efecto-inducido
4. Ambigedad en el lenguaje
5. Silogismo fiscal
6. Trampa de los impuestos mltiples
Captulo 16. (Pg.110)
CMO DEFENDERSE DEL ESPIONAJE Y EL EXPOLIO FISCAL
1. Privacidad violada
2. Declinacin progresiva
3. Prdida de responsabilidad
4. Reglas constitucionales

Captulo 25. (Pg.172)


LA ECONOMA PUEDE REGENERARSE: POCOS IMPUESTOS
A TASAS BAJAS
1. Impuestos al consumo o al ahorro.
2. Impuesto a las sociedades y los negocios
3. Impuesto a personas fsicas.
Captulo 26. (Pg.179)
LIMITAR AL GOBIERNO PARA SALIR DEL MARASMO.
1. Respetar al contribuyente.
2. Nadie debe ser excluido
3. Medidas para salir del marasmo.
4. Factibilidad del proyecto.
Captulo 27. (Pg.186)
RECONCILIAR EL ESTADO Y LA POLTICA CON LA GENTE.
1. Gobiernos austeros y polticos honestos.
2. El pueblo y la masa
3. La rebelin de los decentes.
4. Limitar los abusos del gobierno.
Apndice II. (Pg.194)
HISTORIA DE LA COPARTICIPACIN FEDERAL
Prof. Meir Zylberberg
1. El debate del 13 mayo de 1932
2. Vamos hacia el centralismo, unitarismo y dictadura financiera
3. Cartelizacin impositiva nacional y consecuencias
Apndice III. (Pg.202)
QU VOY HACER AHORA?
(Fin del Estado de bienestar en Espaa)
Arturo Prez-Reverte
Apndice I. (Pg.192)
EL ESTADO YA NO ES MAS CONFIABLE.
(Prdida de confianza en los gobiernos)
Peter Seewald.
Datos del Autor, (Pg.204)

filantrpico el Estado Populista se transforma en un monstruo


depredador, que va por todo porque lo quiere todo.
Su discurso poltico se basa en la dialctica hegeliana, una
retrica destructiva, que slo habilita para desunir, dividir, socavar,
demoler y desorganizar la sociedad, frustrando el esfuerzo de
quienes intentan construir un orden social ms justo, ms humano y
ms libre.
Lo terrible de este fraude social consiste en que las vctimas
no se dan cuenta de lo que est pasando. Tienen la ilusin de que se
las beneficia cuando en realidad son esquilmadas.
Los mecanismos usados para este engao estn alojados en
el sistema de recaudacin fiscal del Estado: impuestos,
contribuciones, tasas, aportes, cargas laborales, emisin inflacionaria
y endeudamiento.
Pero adems aaden trabas y obstculos a la iniciativa
privada para apropiarse del fruto del esfuerzo individual,
despilfarrando esa riqueza mediante su apropiacin y un
demaggico reparto de migajas.
Este texto es un Tratado crtico de Hacienda Pblica.
Constituye una propuesta para regenerar -con sensatez- las bases
financieras del Gobierno despus del inevitable colapso en que ir a
terminar el populismo que nos flagela.
Por eso enfoca la gestin de las Finanzas Pblicas desde el
punto de vista de quienes pagan impuestos y no desde la perspectiva
de los gobernantes que los cobran. Son propuestas de reformas
mediante un Pacto Fiscal para edificar una Sociedad de hombres y
mujeres libres e impedir el surgimiento de un Estado Servil donde
todos quedaremos sometidos a la voz de un nico amo.

INTRODUCCIN:
El texto cuya publicacin se ha colocado en Internet, se titula
Los lmites del Estado Populista.
Ha sido recopilado en PDF para imprimirlo como apunte. Por
eso est diagramado a doble columna, horizontal, en formato A4 y con
fuente especial.
Plantea el peligro del populismo, una ilusin poltica,
sumamente grave, delicada y de enorme actualidad, en Latinoamrica
y en Argentina, nuestro pas.
En los ltimos aos, un gran nmero de lderes polticos,
culturales, sindicales y empresarios han proclamado ideas que
normalmente hubiesen sido consideradas absurdas, evidenciando un
serio extravo del pensamiento.
Como dijera Arturo Prez-Reverte refirindose a los dirigentes
polticos espaoles: "Hoy estamos regidos por analfabetos con
escao", pero la codicia de los que dirigen ha superado su ignorancia.
Es posible que las convicciones de tales lderes estn
contaminadas por el egosmo de sus intereses. Por ello exhiben tal
desfachatez al exponer ideas despistadas, como si la avidez de sus
reclamos pudiesen justificar planteos irracionales.
La consecuencia del desorden mental en los dirigentes es el
caos en la sociedad, tal como lo advirtiera Confucio hace 2.480 aos:
Cuando en los dirigentes decae el pensar, la sociedad se hunde en el
desorden. Y, en medio del caos, surge el populismo revestido con
diversos nombres y ropajes, que es mera demagogia.
El modelo populista se presenta como redentor de los
humildes, pero engaa a las masas con la falsa promesa de ddivas y
subsidios que pagarn los que menos tienen. En lugar de ogro

Rosario, Agosto de 2013.


6

Dr. Antonio I. Margariti

El conocimiento sensible es el que resulta de la impresin


que las cosas reales provocan en nuestros cinco sentidos. Por
eso se llaman sensaciones que nos permiten percibir objetos
externos. Gracias a la imaginacin podemos revivir esas
sensaciones o datos sensibles y con la memoria conservamos su
recuerdo. Por esas tres facultades (sensaciones + imaginacin +
memoria) podemos conocer las cosas concretas y particulares.
(1)
En cambio, el conocimiento intelectual se produce en el
interior de nuestra mente, por la razn. Es un proceso de
abstraccin que parte del conocimiento sensible. Intervienen
luego las ideas, el pensamiento, el juicio, el raciocinio y las
creencias. Por ellos conocemos la esencia universal de las cosas
y podemos generalizar. (1)
La mente humana puede llegar al conocimiento
intelectual escogiendo distintos caminos o
niveles de
abstraccin y estableciendo
diferentes
mtodos del
conocimiento, que siempre son simplificaciones:

CAPITULO 1

LIBERTARIOS Y ANTILIBERTARIOS:
DOS BANDOS EN PUGNA.
Como en muchas cosas de la vida, tambin en materia
impositiva la gente tiene una amplia variedad de opiniones y de
posiciones personales. Empero, todas ellas pueden reducirse a
slo dos. Para explicar este reduccionismo, necesitamos hacer
una digresin importante y luego retomaremos el tema.
1. Simplificar para comprender

La mente humana no puede abarcar la inmensa complejidad


que le presenta la realidad, porque la desborda. Por eso recurre
a
un ingenioso
procedimiento para percibirla y hacerla
inteligible.
Consiste en simplificar la realidad creando un esquema que
la resume, agrupa sus cualidades, capta su esencia y le permite
razonar bajo condiciones de verosimilitud.
Los antiguos griegos desde Scrates en adelante ya
conocan este recurso mental y diferenciaron el conocimiento
sensible del conocimiento intelectual, que de esto se trata.
Posteriormente Platn siguiendo a Parmnides
seal que
existan dos vas del conocimiento: la Doxa o va de la opinin y el
Episteme o va de la razn.

a) partir de una observacin real, deduciendo una


secuencia de juicios lgicos. (2)
b) comparar por analoga acontecimientos similares
aplicando el mtodo mutatis mutandi, (3)
c) postular una teora que pueda ser aceptada como
cientfica si es susceptible de ser sometida al criterio
de falsacin, (4)

eliminar para amparar el terrorismo guerrillero y condenar slo


el terrorismo de Estado. Con esas endebles objeciones se
impide el debate racional y en lugar del discurso aparece el
insulto. (8)
Sin duda alguna, son tcnicas
bastardas para
descalificar al oponente, por parte de quienes no tienen ningn
inters por la verdad y slo buscan imponer su ideologa
dialctica como pensamiento nico. (8)
En definitiva, para comprender la realidad debemos
simplificarla, pero sabiendo hacerlo.

d) usar tcnicas de inferencia estadstica, agrupando los


datos numricos resultantes de observaciones y
analizando su correlacin, (5)
e) aplicar el mtodo cteris paribus, que consiste en
aislar todas las circunstancias y suponer que
permanecen inmutables, mientras se cambia una sola
variable para conocer su influencia. (6)
f) disear un modelo matemtico sujeto a la verificacin
de hiptesis. (7)
Estas aclaraciones parecen necesarias, no por afn de
erudicin sino por cortesa hacia el lector bien intencionado.
Porque entre nosotros, el debate intelectual se ha
banalizado tanto que en cualquier discusin o disputa se da ms
importancia al objetivo de tener razn que buscar la verdad. Para
muchos es prioritario doblegar al adversario. (8)
Lamentablemente hoy es comn adoptar una posicin
seudo-cientfica cuestionando
toda simplificacin con la
remanida frase: no se debe etiquetar o esta otra la realidad
es ms compleja. Lo cual es cierto, pero llevada esa posicin al
extremo, dejaramos de pensar y arribaramos al nirvana del
conocimiento.
Tambin se descalifican las opiniones sensatas con el
argumento de que se trata de una alternativa maniquea. Peor
an, se acusan de fascistas las distinciones entre verdad y
mentira, el bien y el mal, lo autntico y lo falso, o entre lo justo
y lo injusto, colgndoles el sambenito de teora de los dos
demonios. Tesis que fuera expresada por Ernesto Sbato en el
prlogo del informe Nunca ms y que el gobierno orden

2. Distinguir para unir


As como hay que simplificar para entender, tambin hay
que distinguir para unir, sobre todo en el tema de las opiniones
personales.
Algunas personas cambian de opiniones por influjo de
circunstancias tambin cambiantes. Otras opiniones se
modifican porque muchos individuos descubren explicaciones
que antes no haban entendido y que, de repente, iluminan sus
mentes como un relmpago provocndoles una percepcin
distinta.
Pero en el caso de ciertos personajes atrabiliarios, sus
opiniones parecen blindadas, invulnerables a los argumentos
racionales e irreductibles an frente a la evidencia de la
realidad.
Aunque parezca extrao, para poner en claro nuestro
propio conocimiento es necesario discriminar, lo cual implica
8

diferenciar una cosa de otra. Pero no se discrimina para


disgregar o desunir, sino para poder unir. El procedimiento de
distinguir para unir es un proceso lgico que ilumina el
pensamiento porque permite comprender qu relacin hay entre
lo natural y lo sobrenatural, entre el hombre y la mujer, entre el
cuerpo y el espritu, entre la inteligencia y los sentidos, entre el
conocimiento y los afectos, entre la verdad y la mentira.
A menudo debemos etiquetar las cosas para aclarar qu
son y cul es su contenido. La etiqueta colocada en un frasco de
vidrio sirve para advertirnos si adentro hay un veneno poderoso,
agua potable o un agradable licor. El rtulo o etiqueta no
consiste en un texto de sociologa, es un simple aviso muchas
veces de importancia vital.
Etiquetar es clasificar o encasillar personas y cosas, para
lo cual hay que conocerlas. Si se hace bien, no es tarea
intelectualmente despreciable y entonces la mejor manera de
conocer la realidad consiste en distinguir para unir, respetando
sus diferencias hasta encontrar sus esencias.
En ese sentido compartimos el criterio de James Buchanan
(9) quien dividi a las personas en dos bandos: libertarios y antilibertarios, cada uno de los cuales con ideas opuestas al otro.
Esa distincin que no debe confundirse con la habitual
calificacin de neoliberales y neosocialistas.
La diferencia entre libertarios y anti-libertarios no es un
enfrentamiento entre derecha e izquierda o, entre
conservadores y progresistas, como se dira hoy en da.
Es algo ms serio y profundo. Consiste en dos visiones
contrapuestas sobre el destino del ser humano, sobre la

concepcin del mundo, sobre el sentimiento religioso o profano


de la vida y sobre el criterio ltimo con que valoramos nuestra
existencia.
Una es la visin inmanente. Otra es la visin
trascendente.
La visin inmanente es un enfoque introspectivo que se
circunscribe hacia adentro, a la efmera vida de las cosas
terrenales y termina feneciendo con ellas. Cree que con la
muerte todo se termina.
Mientras que la visin trascendente es un enfoque que
sobrepasa la mediana cotidiana y se extiende ms all de los
confines de los seres humanos alentando la esperanza de
eternidad. Cree que despus de la existencia terrenal hay otra
vida perdurable.
En materia social y econmica, la divisoria de aguas
entre ambas visiones radica en la adhesin o rechazo a los
principios de justicia, orden y libertad. Por eso se forman dos
bandos: libertarios por un lado y anti-libertarios por el otro.
3. Los libertarios
Los libertarios dan un valor primordial a la libertad como
tal. Personalmente se oponen a los intentos de los dems por
dominarlos o ejercer control sobre la eleccin de su propio
comportamiento. No les gusta lo superfluo, slo tienen la
satisfaccin de ser libres. Estas personas otorgan poco valor a
la accin colectiva como tal; no les hacen falta sentimientos
9

gregarios para hacer el bien; ni se sienten dependientes del


grupo social al que pertenecen y mucho menos del Estado. Como
rechazan toda manipulacin sobre su propio destino no estn
dispuestos a dejarse dominar por los dueos del dinero, los
explotadores, los codiciosos capitalistas, los oligarcas, o los
polticos de turno. En el fondo tienen un arraigado deseo de vivir
en un orden espontneo sin imposiciones y con mnima supervisin.
Poseen una sustancial desconfianza hacia las instituciones de
tamao colosal y con poder de coaccin sobre los individuos,
tanto sean el Estado, como las Empresas monoplicas, las
Multinacionales, los Grandes bancos y las Corporaciones con
poder sindical. Ellos creen que el individuo no ha sido creado para
servir al Estado, sino a la inversa, que el Estado existe para
auxiliar y crear condiciones para que los individuos alcancen su
destino personal. Los libertarios adhieren a dos valores sociales:
responsabilidad individual y subsidiariedad. El principio de
subsidiariedad es el que legitima las iniciativas privadas llevadas
a cabo por los grupos humanos ms pequeos, en forma libre y
autnoma de las organizaciones ms grandes y complejas. (9)

Distintos grupos de personas adhieren al enfoque


libertario:
a) los conservadores-tradicionales,fieles a la
tradicin judeocristiana y la cultura grecorromana,
b) los ordo-liberales o neoliberales, que adhieren a la
primaca de reglas morales por sobre el egosmo y la
codicia econmica,
c) los socialistas-libertarios o anarquistas, partidarios
de una socializacin sin amo ni estado.
Por eso decamos que no era una posicin de derechas.
4. Los anti-libertarios
Los anti-libertarios en cambio no son individualistas, sino
partidarios de la accin colectiva o gregaria. No creen que los
individuos deban elegir su propio destino ni hacerse
responsables de sus consecuencias. Apoyan el control colectivo
sobre la vida y libertad de los seres humanos, porque estn
convencidos que el mejor camino para los individuos es el que
fijen la organizacin o la sociedad dirigindoles su
comportamiento. Para los anti-libertarios, lo esencial de sus
vidas es el xito de la utopa, que denominan proyecto nacional
y popular, por el cual se oponen a cualquier manifestacin de
autonoma individual que pueda debilitar o poner en peligro esa
utopa. Los anti-libertarios expresan una profunda hostilidad
hacia los mercados, tanto sea que funcionen bien o mal. Su
ideologa est alimentada por una dialctica revolucionaria que
pretende transformar el mundo y crear un hombre nuevo

En materia impositiva, los libertarios son fervientes


partidarios de pocos impuestos, simples y con una progresividad
moderada que no impida el ascenso social de los ms pobres. Se
muestran particularmente celosos en cuanto a poner lmites al
poder del Estado para crear impuestos y tratan de establecer un
techo a la presin impositiva.

10

mediante una nueva sociedad. Entonces no pueden tolerar que


los individuos comunes tengan supremaca sobre el Estado a
travs del mercado porque pondran en riesgo su quimera. En
general, son activistas y dogmticos dotados de una incontenible
ansias de poder. Ellos creen que lo colectivo tiene el derecho
supremo de encuadrar masivamente a lo individual. Por
colectividad entienden a la sociedad considerada en su
conjunto, al sindicato basado en la clase social, al partido nico o
al Estado omnipotente. Por eso apoyan el control estatal sobre la
vida y el patrimonio de la gente, ya que si se permitiese la
libertad de elegir lo que cada uno desea, el proyecto poltico
fracasara. El mximo valor social al que adhieren los antilibertarios es la solidaridad impuesta por grupos corporativos,
organizaciones sociales, partidos y sindicatos. (9)
En materia impositiva, los anti-libertarios generalmente
son partidarios de impuestos mltiples para gravar cualquier
manifestacin de riqueza all donde aparezca, adoptando el
eslogan de que quien ms tiene, que ms pague. Pretenden
alcanzar la fiscalidad total, consistente en confiscar toda renta
privada para que los gobernantes decidan la redistribucin del
ingreso y el reparto de la riqueza. Son igualitaristas devotos de
la voracidad fiscal con un esquema denominado
modelo
Leviatn.

a) los
neo-marxistas
o
socialistas
nostlgicos,
partidarios
del control del Estado y del
intervencionismo estatal en la economa.
b) los conservadores-autoritarios o totalitarios de
derecha, admiradores de la autocracia poltica.
c) los liberales-hedonistas o empresarios cortesanos,
partidarios del proteccionismo del Gobierno en sus
negocios y de una competencia amoral.
Por eso decamos que no era una posicin de izquierdas.
En definitiva, tambin en materia impositiva hay un
enfrentamiento entre los bandos maximalista y minimalista,
irreconciliables entre s. Es la misma disputa que existe entre
la Sociedad Abierta y sus enemigos. En esa discrepancia vuelve
a estar planteada la eterna lucha de los partidarios del Estado
Servil contra los defensores de una Sociedad Libre. (10)
Los primeros aoran una comunidad cerrada y sometida a
la fatal arrogancia de un tirano, con un nico modelo a seguir.
Los segundos plantean una sociedad libre, sensata y crtica que
reconoce con humildad, las limitaciones del conocimiento
humano y cree que cada uno puede ser el artfice de su propio
destino.

(1)

Entre ellos tambin hay tres grupos que comparten el


enfoque anti-libertario:

(2)

11

RGIS JOLIVET. Curso de Filosofa, Club de

Lectores, Bs.Aires 1982

El orden de los
conceptos, Club de Lectores, Bs.Aires 1949

JACQUES

MARITAIN,

(3)
(4)
----

(5)

JACQUES MARITAIN, Introduccin general a

la filosofa, Club de Lectores, Bs.Aires 1950


KARL R. POPPER, Conocimiento objetivo. Ed.
Tecnos, Madrid 1974.
KARL R. POPPER, Conjeturas y refutaciones (la
estructura de la ciencia), Paids, Barcelona 1991

FREDERICK MOSTELLER & EDWIN DOUGLAS,

Probabilidad e Inferencia estadstica, IASI,


Rosario 1961
(6) PAUL G. HEL, Estadstica matemtica, IASI,
Rosario 1955
(7) LAWRENCE R. KLEIN, Manual de econometra,
Aguilar, Madrid 1958
(8) ARTHUR SCHOPENHAUER, El arte de tener
razn, Edaf, Madrid 2007.
(9) JAMES M. BUCHANAN, Liberty, Market &
State
(Political economy), AEI, Washington 1986
(10) HILAIRE BELLOC, El Estado Servil, La espiga de
oro, Buenos Aires 1945; El buey mudo, Madrid
2010.

12

CAPITULO 2

transferencias que realizan los hombres se dividen en 4 clases:


a) donaciones, b) intercambios, c) arrebatos y d) virtudes
sociales.
A cules de ellas pertenecen los impuestos?

TRANSFERENCIAS POR AMOR,


POR INTERS Y POR TEMOR.

1. Las donaciones por amor o mezquindad.

Cuando el anlisis econmico examina la realidad cotidiana,


no puede dejar de advertir que la accin humana se desenvuelve
mediante el intercambio de bienes y servicios por dinero.
El intercambio es una decisin de dos. No es un suceso
instantneo o irreflexivo de una sola persona, sino una accin
mutua desplegada en varias etapas. Empieza cuando el ser
humano siente una necesidad; luego descubre un bien til que
puede satisfacerla; entonces estima su valor subjetivo; hace una
propuesta a quien lo posee; inicia el regateo con el propietario;
ambos, vendedor y comprador, acuerdan el precio de equilibrio y
el proceso termina con la transferencia del objeto por dinero (1)
All donde hay intercambios existen transferencias. Cuando
las transferencias tienen un precio, aparece la economa. Sin
intercambios y precios no hay economa.
Con los impuestos tambin hay transferencias. Cuando se
liquidan los impuestos; cuando se calcula su incidencia en el costo;
cuando se traslada al precio; cuando se cobra la factura; y
cuando la plata se deposita para pagar impuestos, en todos esos
pasos estamos en presencia de transferencias. (2)
Pero las transferencias de impuestos no son iguales ni
siquiera semejantes a las del intercambio comercial, porque no
son voluntarias sino forzosas. A poco de pensar, vemos que las

Las donaciones son transferencias unilaterales porque


implican ceder la propiedad de algunos bienes del donante al
beneficiario sin exigirle nada a cambio. Ejemplos: si un mendigo
se acerca y nos pide ayuda, seguramente le damos una limosna.
Si nuestros hijos deciden seguir estudios universitarios, les
pagamos la educacin. Si fallece un pariente, es probable que
nos deje una herencia.
Las transferencias por donacin no siempre son
generosas. Algunas estn contaminadas por la mezquindad. En
las generosas hay afecto y amor, en las mezquinas impera la
sordidez y ruindad.
En las donaciones generosas el dador se siente feliz al
contemplar cmo aumenta el bienestar del otro y no sufre por
la prdida de lo que ha donado. Regala por amor, como los
regalos de padres a hijos, la donacin de sangre u rganos para
un trasplante, los regalos del novio a la prometida, las becas de
una fundacin a los alumnos carecientes, las ayudas de hijos
bien nacidos a padres necesitados y las obras de caridad para
paliar sufrimientos de personas necesitadas.
El donante regala cosas suyas o trabajo voluntario que le
cuesta, tanto como le requiera su amor al prjimo. Cuando las
13

donaciones estn basadas en la misericordia o la piedad, se llaman


magnificencia. Todas stas son transferencias que se hacen por
cario o agradecimiento.
Las donaciones generosas tienen un indudable efecto
econmico. Producen tal densidad en las comunicaciones humanas
que mejoran las relaciones sociales y aumentan el estado de
bienestar de la economa. Por eso, la madre Teresa de Calcuta
sola decir que el mundo cambiar cuando aprendamos a dar

dispensador de favores- un grupo de individuos que no conozco


reciben ddivas inmerecidas y suculentos contratos pblicos?
Las donaciones mezquinas tienen efectos muy dainos.
Prostituyen los intercambios, porque en lugar de buena fe se
hacen con malicia. Envenenan el clima social por la envidia y la
vileza que encierran. Dificultan la armona entre los ciudadanos.
Provocan una injusta distribucin de bienes, enriqueciendo a
quienes no tienen mritos. Despilfarran recursos sociales
escasos impidiendo el crecimiento sustentable.

hasta que duela.

Por el contrario, las donaciones mezquinas son pura bajeza


y ruindad. Convierten al donante en amo interesado y al
beneficiario en esclavo necesitado. Son las ddivas polticas y
las ayudas clientelares utilizadas por los gobiernos populistas.
Tambin tienen rasgos de mezquindad los subsidios para
conseguir adhesiones polticas. Dentro de las donaciones
mezquinas, recientemente han aparecido sospechosas ayudas de
organismos internacionales que condicionan la libertad de los
beneficiarios obligndolos a practicar planes de esterilidad y
programas de socavamiento moral.
Las donaciones mezquinas siempre son negativas, porque el
donante no regala algo propio, sino recursos obtenidos de
personas desconocidas para beneficiar a terceros con quienes
nada le une.
El donante mezquino termina corrompiendo su conciencia,
porque siempre resuelve en favor suyo el dilema moral de la
coima: Porqu no tengo derecho a quedarme con una porcin
importante del dinero que reparto, si gracias a m -que soy

2. Los intercambios por necesidad e inters.


Los intercambios son transferencias bilaterales que se
hacen por inters exigiendo reciprocidad entre lo que se da y
se recibe. Ejemplos: cuando entramos en una tienda y
compramos una camisa, el comerciante nos transfiere la prenda
y nosotros le transferimos el dinero. Cuando el gobierno compra
autos patrulleros para la polica, recibe el vehculo del
concesionario y le transfiere su precio en dinero. Cuando un
empresario ofrece un trabajo, la persona empleada brinda
servicios y el empleador le transfiere el salario en dinero.
Las transferencias por intercambio, no son relaciones de
altruismo ni de generosidad. Son vinculaciones de inters que se
desarrollan en mercados guiados por el sistema de precios.
Los intercambios se rigen inexorablemente por dos leyes
econmicas: la ley de la oferta y la demanda y la ley de
reciprocidad en los intercambios.
14

La ley de la oferta y la demanda, nos ensea que cuando

aniquila el mercado, el orden civil se sustituye por la


prepotencia y la paz social se trasforma en confrontacin.
Por esa razn, si el capitalismo no respeta las reglas
morales, se vuelve salvaje, los mercados funcionan mal, el
precio no refleja las condiciones de escasez y el intercambio
pasa a ser una lucha que se resuelve en favor de los taimados,
poderosos, desaprensivos y desfachatados.

aumenta la oferta de un producto o disminuye su demanda,


entonces el precio del mismo desciende, en bsqueda de un
nuevo punto de equilibrio. Por el contrario cuando muchas
personas quieren comprar algo y es muy escasa la produccin de
bienes, el precio de equilibrio sube. Si el gobierno impone precios
mximos, provocar inexorablemente escasez de
bienes.
Despus vendr el control de los precios; el deterioro continuar
con el racionamiento; el proceso seguir con el mercado negro y
terminar con la desaparicin de la mercanca. (6)
La ley de reciprocidad en los intercambios es otra ley,
desdichadamente olvidada por los economistas modernos. Fue
formulada por primera vez por Aristteles, filsofo griego de la
antigedad, en la "tica a Nicmaco. Aristteles sostena que el
intercambio de dinero por mercancas, trabajo por dinero, o
trueque entre distintos bienes, debe hacerse en condiciones
tales que al finalizar la sesin del mercado, las utilidades
marginales obtenidas por quienes compran o venden sean
equitativas. En el pensamiento del estagirita ello quiere decir que
el intercambio, para ser justo, no debe alterar sustancialmente la
riqueza ni la renta de los individuos que cambian. Si las ventajas o
quebrantos obtenidos por cualquiera de ellos llegasen a ser
desproporcionados, seguramente el intercambio se habr
convertido en un fraude o despojo.
Cuando toleramos que no haya reciprocidad en los
intercambios, quedamos sometidos al dominio de los ms fuertes
e inescrupulosos, es decir de los monopolios. Con lo cual se

3. Los arrebatos: la evasin, el fraude y la rapia fiscal.


Los arrebatos son transferencias que se hacen por temor
y bajo coaccin. Cuando un ladrn nos despoja contra nuestra
voluntad, nadie espera la contraprestacin.
Ejemplos de arrebatos son las rateras, usurpaciones,
pillajes,
chantajes,
rapias,
hurtos,
robos,
fraudes,
extorsiones, aprietes, asaltos y desfalcos. Todas estas
transferencias se obtienen por la fuerza o bajo amenaza y
pueden provenir tanto del arma del delincuente como de la ley
del gobernante.
Curiosamente los impuestos se asimilan a los arrebatos.
Cuando ganamos dinero honestamente, el Estado se nos planta
delante y bajo amenazas penales nos exige una tajada. Siempre
pagamos impuestos bajo coaccin y al recaudarlos el gobierno
se apropia de lo nuestro como el arrebatador de carteras.
Los impuestos son transferencias por temor, porque estn
basados en la amenaza de sanciones legales.
Para examinar las transferencias por temor adoptamos
el anlisis de un gran economista americano: Kenneth E.
15

transaccin de esta clase: Yo le doy la plata al Fisco y el

Boulding (1919-1993) quien alcanz el mximo prestigio


acadmico al presidir por muchos aos la American Economic
Association y la American Association For the Advancement of
Sciencies. (7)
Este tercer tipo de relaciones se diferencia de las
anteriores.
A veces no es fcil distinguir la donacin del
intercambio, pero s lo es diferenciar la donacin de la coaccin.
Suele ocurrir que ciertos intercambios se parecen a las
donaciones. Por ejemplo, en las sociedades donde todava existen
convicciones morales, el mantenimiento de los hijos est
asimilado a una donacin por amor filial. Pero en aquellos grupos
donde los compromisos de fidelidad se consideran revocables y el
vnculo matrimonial se rompe fcilmente, el pago de alimentos a
los hijos propios o de la pareja, en realidad se parecen a un
intercambio forzado para prevenir sanciones judiciales.
En el caso especfico del sistema fiscal las cosas son
mucho ms claras. Con los impuestos no actuamos por inters ni
por amor, sino a causa del temor y bajo coaccin.
La coaccin del Fisco es una amenaza del tipo: Hac lo
que te ordeno o te har algo que no deses. (7) En su forma
extrema, el impuesto es como el arrebato que nos hace el ladrn
pistola en mano, y nos dice: Dame la plata o disparo. La
entrega de la billetera, es un gesto que no hacemos por
benevolencia sino por la fuerza y con resistencia de nuestra
parte. Algunas veces el delincuente nos roba y mata.
En ciertos casos, podemos pensar que el pago de
impuestos es algo distinto, como si fuera parecido a una

Gobierno me deja vivir tranquilo.

Pero esta semejanza es falsa. Porque es como si


pensramos que tambin hay intercambio cuando el delincuente
nos arrebata el dinero en la salidera bancaria, despus que su
cmplice nos marc dentro del Banco.
Nunca puede haber intercambio en un asalto; porque la
advertencia del delincuente No te quito la vida es un bien
negativo y de ninguna manera puede ser considerado algo
positivo, como una concesin graciable.
En el lgebra de los intercambios econmicos dos
elementos negativos nunca hacen un elemento positivo. La
advertencia que explcitamente recibimos del Fisco: No te
castigo con multas, ni te aplico punitorios, acompaada por
la amenaza de la ley penal-tributaria: pero entregame hasta
el ltimo centavo de impuestos, nunca puede ser igual a la
sensacin de que El Gobierno me dejar vivir tranquilo (7)

En la realidad cuando pagamos impuestos obramos


obligados bajo coaccin. Si no lo hacemos, nos escracharn por
cadena oficial, nuestra cuenta bancaria ser embargada, los
bienes personales quedarn inhibidos, se clausurar el local
comercial, nos pedirn la quiebra, seremos denunciados
penalmente, sometidos a costosos juicios y puestos en prisin.
En este sentido, el gobierno acta como el delincuente. Si nos
resistimos al asalto dispara el gatillo de las sanciones penales.
An ms, cuando estamos inscriptos como contribuyentes
y
formamos parte del registro fiscal, somos un blanco
perfecto. Muchas veces las oficinas de recaudacin fiscal se

16

regodean intimando a los que siempre pagan, porque es fcil


disparar el fusil para matar a quienes estn prisioneros dentro
de la jaula.
Por estas razones, la evasin fiscal debiera ser comparada
con la rapia fiscal sin confundirla con el fraude o la elusin
fiscal.
La evasin fiscal legtima es la ltima lnea de defensa
del individuo frente a la pretensin del Estado por arrebatarle
ingresos honestamente ganados. Mientras que la rapia fiscal es
el saqueo o despojo violento que el Gobierno hace de nuestros
recursos al aplicarnos impuestos ms all del lmite razonable,
mediante leyes extorsivas. Finalmente, el fraude fiscal es el
engao intencional que se realiza incumpliendo obligaciones
legales -justas y prudentes- con el fin de lograr beneficios
desmedidos. Conviene recordarlo y sobre todo exigirlo.
Pero no siempre hay amenaza y arrebato. En algunos casos
sorprendentes, aceptamos el pago de impuestos con buen nimo y
mejor disposicin, porque nos identificamos con ciertos objetivos
fiscales como ser: reconstruir una ciudad destruida por un
terremoto, edificar una escuela para nios carenciados,
pavimentar una ruta, construir un hospital zonal, restaurar
templos y edificios con valor histrico, dar de comer al
hambriento, beber al sediento y vestir al desnudo, donar
alimentos, ropas y medicinas sosteniendo obras de misericordia y
caridad que atienden necesidades humanas.
Cuando la autoridad fiscal desva arbitrariamente el
destino de esos fondos y desvirta prioridades, como cuando se
embarca en obras insensatas mientras retacea recursos para

necesidades esenciales, o cuando los funcionarios pblicos


roban dinero con sobreprecios en los contratos o cobran
coimas en las licitaciones, entonces el Estado pierde legitimidad
y se despoja de ttulos morales para exigirnos obediencia fiscal.
All es moral y legalmente correcto oponerse mediante la
resistencia civil desconociendo la autoridad usurpada (art.36
Constitucin Nac.)
Estos casos involucran la corrupcin oficial. Si no surge
un poder legislativo o judicial que la impida, el gobierno con sus
legisladores y jueces, se convierte en una asociacin ilcita
semejante a una banda de ladrones. Cuando los gobernantes
consiguen la complicidad de jueces para actuar con impunidad o
para que sus delitos se archiven y prescriban las denuncias por
enriquecimiento ilcito, se produce un estado de iniquidad y
corrupcin que San Agustn de Hipona (354-430) describi
as: el gobierno y el reino se convierten en un vasto latrocinio.
4. Las virtudes sociales.
Aunque parezca extrao, existen bienes personalsimos
intransferibles, pero cuyos efectos s son transmisibles. Ellos
son las virtudes: cualidades individuales consistentes en la
disposicin que algunas personas tienen para hacer el bien y
cumplir con su deber. Son como un lubricante de los
intercambios econmicos con poderosos efectos sociales:

buenos modales,
trato respetuoso, simpata personal,
resguardo de la inocencia infantil, acuerdos de buena fe, gusto
por el orden, conciencia de responsabilidad, cumplimiento de la
17

palabra dada, puntualidad, ayuda desinteresada, espritu de


cooperacin, jbilo por la obra bien hecha, decir la verdad,
respetar a los ancianos y agradecer a quienes nos hacen bien o
favorecen.

Las virtudes no tienen precio, ni pueden comprarse o


venderse en el mercado; pero transmiten perdurables efectos
positivos. En el mundo egosta en que vivimos, cada da que pasa
aumenta su escasez por lo cual se vuelven ms valiosas.
(1)

GEORGE L.S. SHACKLE: Para comprender la economa,

Fondo C.E. Cambridge University Press, 1962


(2) GEORGE L.S. SHACKLE:
El inquiridor
Editorial Alianza Universidad, Madrid 1977

econmico,

(3) RICHARD B. McKENZIE & GORDON TULLOCK: La nueva

frontera de la economa, Espasa-Calpe, Madrid 1980.


(4) KENNETH E. BOULDING: Anlisis econmico: Micro y
Macroeconoma, Ed. Alianza Universidad, Madrid 1980.
(5) KENNETH E. BOULDING: La economa del amor y del
temor, Ed. Alianza Universidad, Madrid 1976.

18

CAPTULO 3

1 Creen que el Estado es un ente filantrpico dedicado


a cuidarnos y protegernos an contra nuestra dejadez.
2 Creen que el Estado siempre se orienta hacia el bien
comn y que nos asegura la justicia social redistribuyendo el
ingreso.
3 Creen
que el gasto pblico tiene una finalidad
superior al gasto privado, porque est inspirado en el
altruismo y no est contaminado por el egosmo.
4 Creen que cuanto mayor sea el gasto pblico y ms se
estimule el consumo tanto ms crecer el PIB y mejor se
distribuir la renta nacional.
5 Creen que los integrantes del gobierno poseen
integridad moral y que ninguno de ellos intentar aprovechar
el cargo para enriquecerse, ni acomodar a parientes o amigos.
6 Creen que las altas autoridades, aquellas que juran
por Dios Nuestro Seor y los Santos Evangelios, no tienen
ambiciones ni mezquindades, no son fatuos ni arrogantes,
tampoco son frvolos o avaros y hasta carecen de odios o
espritu de venganza.
7 Creen que los funcionarios constituyen una raza
superior al comn de los mortales; que trabajan con abnegacin
y sacrificio; que estn dotados de afabilidad gentica y
motivados por un fervoroso deseo de solucionar problemas a la
gente.
8 Creen que los empleados pblicos son tan
imprescindibles que merecen la inamovilidad perpetua en el
cargo, pocas horas de trabajo diario, largas vacaciones y
licencias por cualquier perturbacin emocional que soporten.

EL IMPUESTO ES UNA
APROPIACIN FORZOSA.
Aunque parezca mentira, entre los economistas de mayor
prestigio y difusin universal no existen definiciones claras ni
concisas sobre qu es el impuesto. Da la impresin de que
muchos de ellos, expresamente rehyen explicar cul es la
esencia de eso que llamamos impuesto. Hay algunas excepciones,
como la de Benjamn Franklin (1706-1790)
inventor del
pararrayos, quien sabiamente dijo que en este mundo no se

puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y los impuestos.

La gran mayora de los autores (1), (2), (3), (4) y (5)


suponen sin posibilidad de probar lo contrario, que el Estado
siempre obra bien y que tiene una potestad divina para imponer
impuestos, como si contase con virtudes sobrenaturales infusas.
Lstima que la realidad cotidiana desnuda escandalosamente esa
falsa creencia.
1. Acto de fe.
Muchos tratadistas en economa y otros tantos autores de
finanzas pblicas o derecho tributario, profesan una serie de
creencias, que son sus ntimas convicciones:
19

tributaristas norteamericanos que est cincelada sobre el


mrmol de los frontispicios de la I.R.S., la Administracin Fiscal
de EE.UU.
Parece una definicin original, brillante e indiscutible.
Pero fue controvertida por Mark Skousen (6) quien
dijera: el Juez Holmes fue un gran hombre, pero su comentario

Muchos autores toman como base de sus razonamientos


econmicos estos ocho principios, como si fueran los postulados
de Euclides, cuya certeza admiten sin plantearse la posibilidad de
probar lo contrario.
No se les cruza la idea de pensar que quienes ocupan
cargos en el Estado son idnticos a los dems seres humanos,
quizs con iguales o peores vicios y defectos, muchos de los
cuales estn incentivados porque al detentar poder se sienten
poderosos y amparados por la impunidad o falta de control.
Tampoco se les ha ocurrido analizar qu son los impuestos
y mucho menos recusarlos. Aparentan tener un temor reverencial
al tratar el tema impositivo. Para ellos, los impuestos son
incuestionables e indiscutibles.
El Estado tiene derecho absoluto a sancionarlos y punto.
Los impuestos se acatan, no se discuten. Quien rechace los
impuestos injustos es un evasor y debe ser tratado como un
delincuente peligroso. Hay que aplicarle la mordaza intelectual,
denigrarlo pblicamente a toda costa y ponerlo en prisin.

sobre la tributacin, inscrito en el mrmol de las paredes de las


oficinas centrales del IRS (Internal Revenue Service) Servicio
de Rentas Internas de EE.UU. en Washington, DC, est
claramente equivocado.
Los impuestos no son el precio que pagamos por la
civilizacin. Por el contrario, la tributacin es el precio que
pagamos al fracasar en la construccin de una sociedad
civilizada, dado que los impuestos representan la fuerza y la
prepotencia.
Cuanto ms alto sea el nivel de impuestos, ms grande
ser nuestro fracaso. Un estado totalitario de planificacin
centralizada representa el fracaso completo del mundo
civilizado, mientras que una sociedad totalmente voluntaria
representara su mayor xito.
Sigue diciendo Mark Skousen elevar los impuestos para
resolver nuestros problemas indica que los gobernantes carecen
de la vocacin de buscar soluciones voluntarias. Todava ms,
cuando ellos aumentan los impuestos, reducen los recursos que
los ciudadanos de buena voluntad y las organizaciones de
misericordia privada tenan disponible para invertir en obras de
caridad. De esta forma, se empeora nuestra crisis de bienestar
social. (6)

2. Una definicin influyente.


Slo hemos podido encontrar una nica definicin
contundente, aunque controvertida sobre: qu es el impuesto?
Pertenece a Oliver Wendell Holmes (1841-1935), juez
de la Corte de EE.UU. considerado una de las figuras ms ilustres
en la historia del derecho norteamericano.
Dijo Oliver W. Holmes: los impuestos son el precio que
pagamos por la civilizacin. Esta frase ha fascinado tanto a los
20

de esa renta es injusta porque las personas son dueas de s


mismas y, por ende dueas de lo que producen Parecieran

Por su parte, Tibor R. Machan tambin cuestion la


definicin de Oliver W. Holmes, sealando: Si como dice Oliver

Wendell Holmes, los impuestos son el precio que pagamos por la


civilizacin la realidad es que se trata de una manera poco
civilizada de obtener fondos.
Pinselo. Usted comienza a
trabajar en una empresa donde le dicen que va a ganar tantos
dlares, pero el sueldo que recibe es bastante menor de lo que le
ofrecieron. Pregunta por qu? y le responden: porque una buena
parte no se lo dan a Usted, que lo gan trabajando, sino a otra
gente designada por los polticos que estn en el gobierno. Vuelve
a preguntar por qu? y le contestan que si la empresa no le
descuenta esos impuestos ser acusado de cometer el delito
penal tributario de omisin de retencin y llegar la polica.
No es eso exactamente lo mismo que sucede cuando un
grupo mafioso extorsiona a la gente? Incluso si parte de los
fondos entregados a la mafia vuelven a ser invertidos en algo
que beneficia a esa misma gente, para que los extorsionados no
chillen demasiado. Lo inaceptable de la extorsin y de los
impuestos es la manera de obtener el dinero a travs de la
coercin. (7)

argumentos esgrimidos por los dirigentes sindicales argentinos


respecto del mnimo no imponible y los anticipos del impuesto a
las ganancias.
Hasta aqu el debate.
3. Bsqueda del sentido.

Aparte de esta interesante disputa, sugerimos que haga


una sencilla prueba personal. Abra cualquier libro de economa,
internacionalmente prestigioso y busque en el ndice temtico la
palabra impuesto. Se llevar un chasco. A lo sumo encontrar
el planteo de las funciones u objetivos que pretende alcanzar el
Estado cuando disea un sistema tributario.
En el Manual de Economa ms vendido en el mundo
entero por millones, su autor Paul A. Samuelson (1915-2009), se
resiste a definir qu es el impuesto y en su ltima edicin slo
dice: que el Estado debe cobrar impuestos para alcanzar la

recaudacin necesaria destinada a cubrir sus gastos de modo


tal que pueda cumplir con los principales objetivos econmicos
en una economa mixta moderna. (8)

Analizando la misma frase del juez Oliver W. Holmes, el


profesor de la Universidad de Harvard Robert Nozick (19382002) uno de los ms prominentes filsofos americanos, en su
obra: Anarqua, Estado y Utopa lleg a la siguiente conclusin:
Gravar con impuestos, las ganancias producidas por el trabajo

Cules son, segn el mismo Samuelson, esas importantes


funciones por las que el Estado se arroga el derecho de cobrar
impuestos?

personal es igual que condenar a trabajos forzados. Apoderarse


de la renta del trabajo de alguien equivale a apoderarse de su
tiempo y obligarle a realizar actividades varias. La redistribucin

a) Mejorar la eficiencia econmica procurando corregir los


fallos del mercado, sobre todo cuando los monopolios

21

coluden para reducir la rivalidad y expulsan empresas


competidoras. El Estado, dice Samuelson, debe intervenir
para controlar las externalidades perjudiciales y financiar
los programas escolares, de asistencia social y salud publica.
b) Corregir la distribucin de la renta, incluso aun cuando la
mano invisible del mercado funcionase muy bien y sea
eficiente, pero no consigue una distribucin equitativa del
ingreso y la riqueza. Por lo cual se espera que los impuestos
sean diseados en forma progresiva y aumenten
porcentualmente ms a medida que los ciudadanos tengan
mayores ingresos.
c) Estabilizar la economa, por medio de la poltica
macroeconmica, reduciendo las oscilaciones negativas del
ciclo econmico, que no se produzcan estallidos de burbujas
especulativas, evitando la propensin al pnico financiero,
frenando los brotes inflacionarios
y estabilizando las
depresiones virulentas para evitar el desempleo.
d) Gestionar la poltica de comercio exterior, teniendo en
cuenta el grado de apertura de la economa al trfico
internacional de mercancas y capitales. Segn Samuelson
muchos principios econmicos, aptos para una economa
cerrada, se modifican drsticamente cuando el pas opera
en una economa abierta. Esto significa que el Estado tiene
que manejar las barreras comerciales, negociar tratados
de libre comercio, coordinar polticas contra la inflacin
importada, impedir el desempleo inducido y trabajar con
otros pases para proteger el medio ambiente global.

Aparte de estas cuatro vagas generalidades el prof. Paul


Samuelson no aade nada ms. Otros autores agregan dos
objetivos funcionales para justificar los impuestos:
e) Buscar la simpleza y sencillez, para que se facilite la
recaudacin tributaria y se minimicen los costos que
soportan los contribuyentes cuando liquidan y pagan
impuestos.
f) Coparticipar la recaudacin: para sostener el federalismo
fiscal asegurando una adecuada distribucin de la
recaudacin fiscal en las distintas jurisdicciones, evitando
las aduanas interiores y las guerras tributarias entre
nacin, provincias y municipios.
Pero nada ms, absolutamente nada ms ! Nadie dice ni
una palabra acerca de qu es el impuesto y cul es la
justificacin moral para imponer a la gente decente, su cobro
por la fuerza. Hay un silencio tan absoluto sobre los lmites a la
fiscalidad, que pareciera que muchos de estos autores fuesen
socios en la recaudacin de impuestos y vivieran de ellos.
Tampoco nada dicen acerca de que si el Estado recauda
impuestos excesivos, inevitablemente se convierte en
responsable de generar pobreza en toda la sociedad. Porque con
altas tasas fiscales impide el despliegue de la iniciativa privada.
Tal como ocurre hoy en da, muchas veces la plena expansin de
la economa nacional es paralizada por medidas ciegamente
recaudatorias del Estado. Ningn de estos autores reconoce
que el aumento de la recaudacin impositiva implica mayor
pobreza y despojo a los ciudadanos que no viven del Estado.
22

4. El impuesto no es benevolencia.

Por eso el prof. Meir Zylberberg pudo sealar, con la


autoridad que le brindan aos de sabidura, que la tributacin
no es signo de progreso sino de servidumbre. (9)

Al leerse las explicaciones anteriores, sea que se est o no


de acuerdo con ellas, podr comprenderse que el impuesto es una
apropiacin que el Estado hace por la fuerza, de recursos que
pertenecen legtimamente a las personas.
Esta apropiacin se convierte en expoliacin cuando
supera un cierto nivel en la renta de los individuos o de su
patrimonio. Recordemos que la expoliacin consiste en despojar
a alguien de una cosa propia, con violencia y sin derecho alguno.
Hay distintas formas de expoliacin que han sido tratadas
y condenadas, directa o indirectamente, en la Constitucin
Nacional. Son: la confiscacin de la propiedad privada, la
inconvertibilidad de la moneda, la expropiacin sin ley previa ni
indemnizacin adecuada, la incautacin sin justa causa, la
requisicin de bienes, la prohibicin de exportar, las retenciones
fiscales al comercio exterior, las cargas impositivas a la
circulacin interior y las trabas al trnsito interprovincial. Todas
ellas constituyen deleznables formas de expoliacin.
Y como ningn prestigioso autor de economa, argentino o
extranjero, se ha atrevido a definir qu son los impuestos?
entonces podemos animarnos a describirlos como sigue.
El impuesto no es una benevolencia ni un pago voluntario, es
una apropiacin forzosa de bienes privados que hace el gobierno,
en nombre del Estado, bajo amenaza de sanciones y sin obligarse
a ninguna contraprestacin.

(1) PAUL SAMUELSON: Curso de economa moderna,

1 edic. Aguilar, Madrid 1960; 8 edic. Aguilar ,


Madrid 1976
(2) SAMUELSON-NORDHAUS: Economa, 13 edic.
McGraw Hill,Madrid 1990.
(3) ROBERT FRANK: Microeconoma y conducta, McGraw
Hill, Madrid 1999
(4) RUDIGER DORNBUSCH - STANLEY FISCHER:

Macroeconoma, McGraw Hill, Mexico 1986

(5) ROBERT BARRO & VITTORIO GRILLI:

Macroeconoma,Teora y poltica, McGraw Hill, Madrid


1997
(6) MARK SKOUSEN, La economa en tela de juicio:
mentiras, mitos y realidades. Addison Wesley,
Wilmington, DE. 1994.

(7) TIBOR R. MACHAN: Acadmico investigador de


Hoover Institution, profesor de Chapman Univ.
Argyros School of Business & Economics y Asociado
del Cato Institute
(8) PAUL SAMUELSON: Economa, 18 edic. McGraw

Hill, Madrid 2006.

(9) MEIR ZYLBERBERG; La tributacin, signo de

servidumbre, Ediciones Cooperativas, Bs. Aires, 2008

23

legitimidad de origen. En este caso los ciudadanos quedan


habilitados para recusarle el respeto y la sumisin, es decir: a)
resistencia a la opresin, b) desobediencia civil a leyes injustas
o inmorales y c) rebelin fiscal por impuestos excesivos. Segn
la tradicin histrica de occidente, estos
son derechos
humanos esenciales porque el Estado existe para servir a la
dignidad de las personas buscando el bien comn y nunca, para
que los individuos sean siervos o esclavos sometidos al control
del Gobierno.

CAPITULO 4

EL PODER FISCAL ES
PODER PARA ARRUINAR Y DESTRUIR.
La frase con que se encabeza este captulo forma parte de
una histrica sentencia del juez Oliver Wendell Holmes (h), sabio
jurista y famoso miembro de la Suprema Corte de EE.UU. cuando
estableci que la facultad de gravar con impuestos es poder
para arruinar y destruir, por eso debe ser limitada.
El Estado dispone de una prerrogativa que no tienen los
dems grupos sociales. Puede ejercer la fuerza o la violencia
sobre las personas para obligarlas a que hagan algo que no haran
por s mismas o que omitan determinada conducta.
Los antiguos romanos denominaban a esa atribucin: poder
de imperium que significa dominio poltico, jurdico y militar,
por oposicin al poder de potestas que es el de administrar, y
ambas atribuciones deban estar legitimadas por el poder de
auctoritas, que es la autoridad reconocida a los magistrados por
su vida honesta y su prestigio intelectual.
Pero, porqu los hombres aceptan estar sometidos a la
obediencia incondicionada del Estado? Por una razn poderosa,
que no es poltica sino moral, ya que si fuera poltica podra ser
deliberadamente derogada.
El Estado es autntico y verdadero slo cuando est
fundado en razones morales y obra conforme a derecho. Si esas
razones son falseadas o esgrimidas cnicamente pierden

1.

Declinacin del Estado.

En los das que vivimos, el Estado y la poltica no gozan de


ninguna estima. Por el contrario, recogen indiferencias y
crticas, destacndose tres motivos de este desprestigio casi
universal.
El primer motivo es el descrdito que surge porque el
pensamiento actual de la sociedad, ha despojado al Estado de su
responsabilidad por el bien comn. El hombre y la mujer de hoy
no comprenden qu es el bien comn y que abarca al conjunto
de condiciones materiales y espirituales para que los individuos
y las familias puedan lograr, con facilidad y plenitud, su destino.
Por el contrario, piensan que el Estado es el poder para hacer lo
que exija una antojadiza y circunstancial mayora electoral.
El segundo motivo de menoscabo es la degradacin del
propio Estado democrtico, que se ha convertido en un bastin
a conquistar por la fuerza o con demagogia. Por eso los partidos
polticos luchan a brazo partido para alcanzar el poder,
24

instalarse en l y enriquecerse. Ello lo consiguen denigrando a


sus adversarios e intentando dividirlos para aniquilarlos.
El tercer motivo de descalificacin es la ineptitud del
Estado para solucionar los problemas reales de la sociedad. Hoy
el Estado aparece como impotente, indiferente y cmplice frente
a la delincuencia criminal, el crecimiento de la pobreza, el
hacinamiento en villas de emergencia, la difusin de la droga y la
marginacin social de millones de personas.
Para rescatar la poltica de este triple desprestigio, los
polticos tienen que demostrar prcticamente que las razones de
la superioridad moral del Estado son operantes. Tales razones
radican en dos valores: (a) el bien comn poltico y (b) el
bienestar econmico.
El bien comn poltico, consiste en crear un orden
jurdico que brinde condiciones para vivir en paz, con seguridad
y justicia. El bienestar econmico se obtiene mediante un
orden econmico y social que asegure bienestar para todos, con
libertad y apelando a la cooperacin social voluntaria.
Slo entonces, cuando el Estado justifica su existencia por
respetar esos valores morales, adquiere naturalmente el
imperium cuya manifestacin ms clara es el poder fiscal.
Histricamente, dice James Buchanan (1), no cabe duda
que los Estados han detentado un autntico poder fiscal, pese a
que los legisladores -que dicen representar a los ciudadanossuelen plantear una tibia oposicin al abuso de ese poder.
Como una de las herencias ms preciadas de la civilizacin
occidental merece citarse el antecedente del parlamento
britnico porque el 15 de junio del ao 1215 restringi a la

monarqua la facultad de establecer impuestos. En la Carta


Magna britnica qued grabado el derecho de: no taxation
without representation y su consecuencia: no representation
with privilege.
Sin embargo, en los ltimos tiempos pareciera que tanto
los diputados y senadores como algunos jueces, para mantener
sus privilegios, hubiesen abjurado de sus obligaciones histricas
y convertido en partcipes necesarios de un poder fiscal
omnmodo.
2. Fiscalidad sin lmites.
A un nmero significativo de diputados y senadores no les
importa la violencia que implican los impuestos injustos o
distorsivos; slo les preocupa saber cunta coparticipacin
recibirn sus provincias. Nuestro infortunio consiste en que los
polticos de diferentes parcialidades no estn enfrentados
porque piensen distinto, sino por quieren lo mismo: la caja
fiscal.
A raz de esa complicidad, la sumatoria de cargas
impositivas, ha adquirido en nuestro pas un nivel confiscatorio
y se ha convertido en causa eficiente de la decadencia y
pobreza porque provoca el sistemtico arrebato de recursos a
los que producen la riqueza.
Prestigiosos economistas internacionales, entre ellos
Gerardo della Paolera, se han preguntado por qu razn
Argentina no sobrepasa histricamente el ingreso per cpita de
u$s 7.985 cuando rene condiciones para superar los u$s
25

25.000 como Canad, Australia y Nueva Zelanda? La respuesta


es contundente: porque los gobiernos argentinos desalientan
cualquier esfuerzo apropindose con impuestos de gran parte de
la renta privada de la gente! Por eso tenemos tan fenomenal
huda de capitales hacia el dlar.
En 1910 -durante el primer centenario- la Argentina era la
meta y esperanza de todos los hombres del mundo que queran
labrarse su propio destino. Entonces, la fiscalidad representaba
apenas el 4 % del PIB de la poca. Luego creci al 14 % como
consecuencia de la 1 guerra mundial. No haba AFIP, ni AFSCA,
ni ONCCA, ni Banco Central, ni Tercer senador, ni Defensor del
pueblo, ni Reeleccin, ni Inflacin; pero contbamos con el
argentino-oro, moneda de imposible falsificacin por el Estado y
con la cual la persona ms humilde poda conservar el valor de sus
ahorros toda la vida.
El Gobierno nacional del primer centenario recaudaba sus
fondos con el producido de las tierras fiscales a travs del
contrato de enfiteusis, los derechos de aduana, la renta de
correos y los impuestos internos a determinados productos, que
no eran muchos.
En 2010 celebramos nuestro segundo centenario, pero
hemos perdido el rumbo. Hasta el Himno nacional carece de
solemnidad y se toca en estilo de batucada afroamericana, El
gasto pblico alcanza el record histrico de 47 % sobre el PIB. El
Estado despilfarra el dinero recaudado con 96 impuestos. Por
ensima vez reincidimos en una elevada inflacin, ocultndola con
la falsificacin de las estadsticas. El Banco Central vuelve a
manipular la moneda con fines polticos. El aislamiento al

intercambio mundial es casi absoluto, salvo para importacin de


gas y petrleo. Soportamos estlidos la huda al extranjero de
cuantiosos capitales puestos a recaudo de la voracidad fiscal.
nicamente con nuevas reglas constitucionales podr
restablecerse la normalidad, para lo cual hay que limitar el
poder fiscal y patotero del Estado y el poder extorsionador de
un sindicalismo desbocado. Esa propuesta, significara
perfeccionar las instituciones de la Repblica sancionando una
Constitucin Fiscal como ley fundamental ratificada por toda la
poblacin. (2)
Pero las nuevas reglas fiscales slo tendrn andamiento
si se cumple con un supuesto crucial del Estado de derecho: que
el presidente de la Repblica, los legisladores y los jueces
sientan el imperativo tico de acatar a rajatablas el contrato
constitucional. Sin esa conciencia moral la suerte de Argentina
estar echada y dejaremos de estar condenados al xito,
porque nos convertiremos en toldera sujeta a mayoras
transitorias. (3)
Este tema nos conduce a formularnos preguntas
decisivas:
Quin le otorg el poder fiscal al Estado?
A qu extremos puede llegarse?
Hasta dnde puede utilizarlo sin abusar?
b) Los tributos en el Evangelio.
No hay texto histrico ms preciso sobre el origen del
poder tributario del Estado que el relato del evangelista San
26

Marco (captulo 12, versculos 13/18): Entonces los fariseos

poder de coaccin y que no tiene otro origen ms que una


decisin del imperium del Csar, el emperador de Roma. Pero
al mismo tiempo nos ensea, de manera que puede comprenderlo
hasta la persona menos dotada, que ese poder tiene un lmite
muy preciso. Porque no todo el poder, ni toda majestad, ni toda
gloria, pertenecen al Emperador o sea el Estado.
El poder fiscal que el Estado se atribuye, no es otra cosa
que la facultad de imponer a individuos y empresas una carga de
la que slo se liberan cuando entregan el dinero o recursos
equivalentes bajo amenaza de prisin o de ejecutar sus
patrimonios.

enviaron sus discpulos con algunos herodianos y le dijeron:


Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de
nadie, porque no miras la condicin de las personas, sino que
enseas el camino de Dios conforme a la pura verdad. Qu te
parece, es lcito pagar tributos al Csar o no? Pagamos o
dejamos de pagarlos? A lo cual Jess, dndose cuenta de su
malicia les respondi: Hipcritas, Por qu me tentis?
Enseadme la moneda con que se pagan los tributos. Y ellos le
mostraron un denario. Jess les dice: De quin es esta imagen y
esta inscripcin? Respondieron: Del Csar. Entonces les
replic: Pues dad al Csar lo que es del Csar y a Dios lo que es
de Dios. Con esta respuesta se maravillaban de l y se fueron.
(4)

4. Duplicidad moral del Estado garantista.

La pregunta que los fariseos hicieron a Jesucristo


comportaba un dilema, del cual ellos crean que l no podra
salirse. Si Jess dijese que no se deba pagar el impuesto al
Csar, lo acusaran ante Poncio Pilato de apologa a la evasin
fiscal, sedicioso y conspirador contra el poder de Roma. Sera
puesto de inmediato en prisin. Si en cambio, dijese que se deba
pagar el impuesto, estara rechazando el carcter teocrtico que
el pueblo de Israel, se adjudicaba a s mismo gobernado por Dios,
para someterlos al poder del Csar. Ms an, aprobando el pago
de los impuestos, Jess se enemistara con el pueblo judo, que
odiaba a los publicanos o recaudadores de tributos tanto como a
los romanos.
En este formidable relato de hace ms de dos milenios,
Jess nos da una clara demostracin de que el poder fiscal es

En los ltimos tiempos, y por influencia de ideologas


garantistas, el Estado obra con una doble moral. Se muestra
permisivo y tolerante con los delincuentes pero desampara a la
poblacin honesta. Adems, se desentiende de su obligacin de
brindar buena instruccin pblica, hacer pronta justicia y
ofrecer excelentes servicios de salud.
Pero ese mismo Estado -pasivo y lerdo- se transforma en
activo y eficiente cuando se trata de recaudar impuestos. All
asume la imagen de una fiera depredadora. Es permisivo con los
transgresores y delincuentes, pero inmisericorde con quienes
deben pagar impuestos y cumplen con las leyes.
El Estado en general, vive de la riqueza ajena sin
producirla porque no tiene un objetivo productivo sino un
propsito rentstico. Y cobra impuestos por la fuerza porque no
27

puede obtener recursos por la persuasin ni ofreciendo bienes o


servicios de libre eleccin.
El Estado no tolera al mercado porque le sera muy difcil
que le compren libremente una oferta de servicios psimamente
administrados, caros e ineficientes.
Esto debiera parecer bastante claro ante los ojos de la
opinin pblica. Pero no resulta tan evidente que una parte
importante de la recaudacin fiscal se pierde en drenajes y
filtraciones para financiar: a) sueldos de una multitud de
individuos ocupados en tareas intiles; b) privilegiados que siguen
viviendo del Estado an con mandato cumplido; c) sobreprecios
para que personajes influyentes cobren retornos; d) chanchullos
de los que manejan los hilos del presupuesto; d) despilfarros en
viajes extravagantes y lujos personales; e) obras faranicas para
la vanidad personal, sin utilidad pblica.
En general, los idelogos del Estado distinguen el poder
fiscal en s mismo, del origen y aplicacin de los recursos
pblicos. En aburridos tratados y extensos escritos sobre
finanzas pblicas sealan dogmticamente que el poder fiscal no
implica para nada el compromiso de destinar la recaudacin a
fines determinados. Razonan como si impuestos y gastos no
tuvieran nada que ver entre s. (3)
Esos adoradores del Estado sostienen que la recaudacin
de dineros pblicos mediante impuestos, no conlleva ninguna
obligacin de contraprestacin, ni sujecin a prioridades y menos
el deber de usarlos con austeridad y moderacin.

Tal desvinculacin entre recaudacin y gasto, abre las


puertas para que los advenedizos en el poder utilicen
abusivamente el dinero de los impuestos en provecho propio.
Uno de los ms groseros destinos del poder fiscal est en
la manipulacin de la poltica electoral. Consiste en subsidiar a
los empresarios amigos y sindicalistas obsecuentes, amaar las
licitaciones de obras pblicas, digitar contratos con el Estado,
conceder privilegios impositivos a grupos complacientes,
financiar barras bravas y nombrar funcionarios carentes de
idoneidad y faltos de decencia. Todos los cuales integran en los
tiempos que vivimos la dirigencia de las grandes mayoras
nacionales y populares
En los ltimos aos, el poder fiscal se ha ido degradando
aceleradamente y ha devenido en poder extorsivo. Tanto los
organismos de recaudacin impositiva como las oficinas que le
sirven de apoyo administrativo, aplican reglas caprichosas y
ejecutan operativos de apriete poltico.
Claros ejemplos vienen a ser:
la destruccin de
organismos tcnicos como el INDEC; el falseamiento reiterado
de datos estadsticos; el asalto al Banco Central para
apoderarse de las reservas; la desvirtuacin de mercados
espontneos; el allanamiento de oficinas privadas con multitud
de inspectores; la fijacin arbitraria de precios oficiales; el
otorgamiento deliberado de subsidios con fines polticos; la
clausura de mercados esenciales para una economa libre; la
imposicin de trabas y obstculos administrativos; el
incumplimiento de contratos con las concesionarias de servicios
pblicos; las prohibiciones de exportar o importar; la
28

(1) GEOFFREY BRENNAN & JAMES BUCHANAN, El poder

adjudicacin discriminatoria de cupos para la cuota Hilton; el


hostigamiento a empresas claves para obligar la venta de sus
acciones a inversores privilegiados, como en el caso YPF hace
poco y ahora TGN, Edesur, Edenor, Papel Prensa, Cablevisin.

fiscal; Fundamentos analticos de una constitucin fiscal.


Unin Editorial, Madrid 1987
(2) GEOFFREY BRENNAN & JAMES BUCHANAN, La razn
de las normas; Economa poltica constitucional. Unin
Editorial, Madrid 1987.
(3) JAMES BUCHANAN & RICHARD W. WAGNER, Dficit
del sector pblico y democracia, Rialp, Madrid 1983.
(4) BIBLIA DE JERUSALN, Nuevo Testamento, Descle
de Brouwer, Bruselas 1967.

Esta situacin de degradacin del poder tributario tiene


una
enorme gravedad institucional porque introduce la
arbitrariedad y convierte a los organismos de recaudacin fiscal,
originariamente rodeados de prestigio, en asociaciones cuasi
mafiosas, que a poco de ejercer acciones
clandestinas
claramente extorsivas, van a generar reacciones justicieras
defensivas.
Cualquier operacin de apriete poltico, siempre da lugar a
la aparicin de un poder compensador equivalente pero en
sentido contrario. Ambos adoptan actitudes violentas e
insidiosas.
As el poder fiscal degradado por el abuso poltico
subalterno, termina perdiendo los restos de su propia dignidad y
se ver sometido a un asedio que concluir en un estado de
anarqua extendido a toda la sociedad. La historia universal nos
ensea que los pases que toleran la corrupcin y debilitan su
moral interna, corren el riesgo de ser dominados por Estados
vecinos que practican una moral pblica ms exigente y rigurosa.
Nunca estar de ms recordar aquella advertencia de San
Agustn sealando que: el gobierno sin justicia se convierte en
un vasto latrocinio, es decir una banda de ladrones en gran
escala, que se comprometen en pacto mutuo a repartir el botn
segn las reglas por ellos aceptadas (6)

(5) GERARDO della PAOLERA: Entrevista de Laura Zommer,

La Nacin, Bs.Aires, 23 enero 2011


(6) SAN AGUSTIN de HIPONA: Ciudad de Dios, libro IV
Captulo IV, (aos 412-426)

29

CAPITULO 5

Actualmente est de moda pensar que nicamente los


progresistas son solidarios con los pobres. Los dems seran
unos monstruos egostas. Pero se omite sealar la impudicia de
aquellos progresistas que proclaman combatir la pobreza de la
gente repartiendo el dinero ajeno, nunca el propio, y se quedan
con una suculenta porcin de lo que reparten. Aplican el criterio
inmoral de creer que tienen derecho de seoro a retener una
parte del dinero de personas desconocidas que reparten
graciosamente a menesterosos tambin desconocidos.

DE LA POBREZA SE SALE REDUCIENDO


IMPUESTOS Y CON VOLUNTAD DE
SUPERARSE.
La mayora de los que se dedican a la poltica, sean de
derecha o de izquierda discrepan en muchos aspectos pero
comparten una aprensin comn.
Temen que se los trate de reaccionarios y fascistas y
aprecian ser llamados
progresistas y solidarios.
Curiosamente piensan que es malo ser reaccionario porque
significa que para restaurar viejos valores ticos hay que
oponerse a las innovaciones. Como si propiciar el cambio fuese
un dogma revelado, beneficioso por definicin, cualquiera sea la
orientacin del cambio. Con ideas confusas, huecas o erradas, las
consecuencias del cambio a la bartola suelen ser funestas.
Sneca, egregio tutor de emperadores romanos deca: no hay
vientos favorables para quien no sabe adnde va y esto es lo que
les pasa a los polticos que predican el cambio. Muchas veces no
sabiendo adnde ir, navegan hacia el tifn y se van a pique. Si
los gobernantes ignoran qu es lo que hay que cambiar y cmo se
hace, no pueden aprovechar los vientos propicios de la economa.
Terminan llevados a un derrotero zigzagueante, incoherente y
populista que los hunde en el fracaso.

1.

Fariseismo sentimental

Un gran nmero de los que vociferan contra el espritu de


lucro, apenas tienen una pizca de poder se convierten en vidos
acumuladores de riqueza y explotadores de los ms dbiles.
El afn repartista que domina a estos impostores del
igualitarismo se traduce en propuestas para aumentar el gasto
pblico y distribuirlo entre los pobres. Con lo cual no se tiene
ms remedio que aumentar los impuestos, recurrir a la inflacin
y endeudar al pas. Al final, terminan quitndoles a los pobres
mucho ms dinero del que les reparten.
La falacia de esta conviccin poltica, se origina en el
desprecio de una evidencia universal. El hecho por el cual
algunos progresan en la vida y otros fracasan, se debe ms a
una actitud personal que a un perverso designio de fuerzas
ocultas.

30

Claro es que la mera actitud personal no basta para


triunfar y ser exitosos. Tiene que ser ayudada por ciertas
circunstancias externas, que algunos llaman oportunidades.

que pensar bien y actuar mejor. Pero el pensamiento y la accin


slo son eficaces si estn en armona.
No se puede pensar de una forma y actuar de manera
distinta a lo pensado, como generalmente hacen los polticos
frustrados. Esa incoherencia se paga con la miseria, las
desgracias, la frustracin y el fracaso de toda una vida.
Jean Guitton, formidable pensador francs, nos propone
un programa de vida para dominar nuestro destino, darle un
sentido y vivir con plenitud. Dice Guitton que pensar y actuar,
es todo uno (2), tomando un notable pensamiento de Henri
Bergson: Hay que saber pensar como hombre de accin y
actuar como hombre de pensamiento (3).
Ello significa la necesidad de actuar con reflexin y
tambin pensar desde la accin. Porque la accin sin la luz del
pensamiento es una fuerza torpe y ciega. Del mismo modo un
pensamiento que no se contraste con la realidad es una
reflexin vaca y estril.
La propuesta de Jean Guitton es magnfica, pero cmo
hace un pobre para reflexionar bien y poder obrar mejor?
qu tiene eso que ver con el proceso para salir de la pobreza?
y finalmente qu papel juegan los impuestos y el sistema
impositivo en la pobreza?
Vayamos por parte.
La ms notoria accin humana es la actividad econmica
que no es otra cosa sino la accin orientada deliberadamente a
suprimir o reducir
un estado de penuria e indigencia para
pasar a otro estado ms satisfactorio y agradable.

2. El ser, las circunstancias y oportunidades.


Ortega y Gasset expres con su habitual claridad qu son
las oportunidades: Yo soy yo y mi circunstancia. Si no la salvo a

ella, no me salvo yo. Mis circunstancias estn ah porque yo las


atiendo y el mundo no es algo independiente, existe ms bien en
su relacin conmigo, con mis intereses, mis preferencias y mis
pensamientos. (1)

Para el filsofo espaol, en toda vida humana hay dos


mitades: el hombre y la circunstancia en que est sumergido.
Vivir no es desentenderse, sino tratar con el mundo y ocuparse
de l.
La vida es lo individual, algo que el hombre hace y le pasa
con las cosas. Las circunstancias, por su lado, son las realidades
que nos rodean y forman la otra mitad de nosotros. (1)
Las circunstancias que menciona Ortega y Gasset pueden
ser propicias o adversas, favorables u hostiles. Si son propicias y
favorables, mucho mejor porque las cosas sern ms fciles. Si
son adversas y hostiles, el esfuerzo por luchar contra los
obstculos puede ser tremendo pero templar el espritu. Nunca
nadie es probado ms all de sus fuerzas.
El ser humano siempre es artfice de su propio destino si
sabe aprovechar las oportunidades. La naturaleza lo ha dotado de
inteligencia y voluntad para sobrevivir y no tiene ms remedio
31

de motivos para salirse de las mismas. No tendra deseos ni


anhelos y se resignara a un destino sin esperanzas.
c) Imaginacin. Luego, tiene que imaginarse cmo
mejorara su vida, cmo sera ms grata si consiguiese
transformar su habitat en un lugar ms pulcro, ordenado y
amable o si pudiese emigrar del entorno deprimente y pringoso
en que vive. Para recrear su vida necesita echar mano de las
imgenes y recuerdos que le hayan brindado la educacin y el
buen ejemplo. Influirn decisivamente los ejemplos de vida
ordenada, austera y moral que debieran mostrarle sus padres,
los gobernante, los lderes y referentes sociales, y sobre todo
los artistas, deportistas y animadores de televisin, porque
esas son sus referencias ms influyentes.
d) Voluntad. Muchas veces el estado de pobreza se
prolonga porque la persona tiene pereza y desiste del intento
como si todo fuera intil. Si el pobre carece de energa,
firmeza y capacidad para hacer cosas que mejoren su futuro, no
tendr ms remedio que conformarse con lo que tiene y
resignarse ante su mala suerte. (4)
e) Conducta. Aunque sea absolutamente necesario tener
imaginacin creadora para mejorar el futuro, no se puede
conseguirlo todo con el simple deseo, ni an cuando vaya
acompaado por un esfuerzo tenaz. Es imprescindible adoptar
normas de conducta correctas, plantendose estas cuestiones:
Qu conducta debo tener? y
De qu manera debo
conducirme para aspirar a una vida mejor? Puede que sea
autodidacta, pero necesita que en la escuela y en su familia le

Salirse de la pobreza es abandonar una existencia


inhumana tosca y deprimente, para alcanzar una vida ms humana,
culta y civilizada, encontrando sentido a la vida y la alegra de
vivir.
3. Camino de ascenso social.
A pesar de las disquisiciones retricas y las proclamas de
los revolucionarios bienpensantes, slo puede salirse de la
pobreza cuando se dan pasos por el buen camino y se toma el
sendero de la movilidad y del ascenso social.
Esos pasos son los siguientes:
1. EXPERIMENTAR MALESTAR,
2. SENTIR INDIGNACIN,
3. SABER IMAGINARSE UNA VIDA MEJOR,
4. TENER FUERZA DE VOLUNTAD,
5. ADOPTAR UNA CONDUCTA CORRECTA,
6. MOSTRAR DESEOS DE SUPERACIN,
7. PODER ACUMULAR CAPITALES.
a) Malestar. Inicialmente, el deseo de dejar de ser
pobres, est inducido por el malestar que muchas personas
sienten por la sordidez, la mugre, el desorden y la precariedad
extrema que les rodea.
b) Indignacin. Para actuar y alimentar el deseo de dejar
todo eso atrs, la persona debe sentir indignacin por el estado
en que vive. Si se conforma con la roa y sus desdichas, carecer
32

g) Acumulacin. Finalmente, y para que este mecanismo


de elevacin y ascenso social pueda funcionar adecuadamente,
se requiere que cada ser humano marginado socialmente, pueda
ganar un sueldo razonable, no se lo arrebaten con impuestos y
tenga la posibilidad efectiva de acumular el dinero ganado con
su esfuerzo, sin que la moneda con que le pagan, pierda valor.
Las condiciones para que los pobres puedan acumular son
inexorablemente tres: pocos impuestos, alcuotas bajas y
moneda sana.
Podramos recorrer fielmente las primeras seis etapas y
cumplirlas una por una, dado que ellas son necesarias pero no
suficientes. Pero si al final las leyes impositivas y los impuestos
al trabajo le arrebatan gran parte del dinero ganado,
impidindole capitalizarse, el esfuerzo ser intil y el tiempo
perdido. No hay ninguna posibilidad de salir de la pobreza sin
acumulacin de capitales (6).

hayan brindado buena educacin. Si no es as, su conducta ser


reprensible y perder todas las oportunidades propicias (5).
f) Superacin. En un mbito nuevo y desconocido, con
reglas y comportamientos distintos a los que estaba
acostumbrado, el pobre puede sentirse extrao. Pero deber
superarse. La puntualidad, los gestos, las palabras, el gusto por lo
bueno, cumplir con su palabra e incluso la forma de pensar son
como garrochas que le permiten elevarse por encima del estado
natural de vulgaridad. Si se quiere ayudar a los pobres, hay que
inculcarles el espritu de superacin y los buenos modales.
No hay progreso social sin buenos modales, sin nobleza ni
elevacin. Tampoco hay elevacin sin educacin. La misma palabra
lo dice e-ducere que significa elevar, tirar para arriba y no
nivelar hacia abajo. Pero para elevar a la gente humilde es
absolutamente necesario ensearles a cuidar de las buenas
formas, los modales de cortesa, elegancia y belleza. Ninguna de
ellas significa debilidad ni amaneramiento porque lo corts no
quita lo valiente. Cortesa desciende del latn cohors, y significa
el sistema de modales que distingue a personas educadas de los
individuos groseros. Elegancia, procede de eligere, escoger y
elegir. Belleza
surge de bellus, buena forma y aspecto
agradable.
Lo bello y lo bueno siempre estn unidos en una alianza
eterna y quien groseramente degrada lo bello para pasar por
popular, hace un terrible mal porque destruye lo bueno. Cuando
una madre humilde, poco instruida, reprende a su hijo dicindole:
nio no hagas esto, es feo y est mal condensa en pocas
palabras lo que miles de pginas no alcanzaran a ensear.

4. Impuestos altos generan pobreza.


Por eso, los impuestos y el sistema impositivo junto con el
rgimen de cargas laborales, juegan un papel trascendental en
el proceso de mejoramiento familiar, de ascenso y movilidad
social. Pueden condenarnos a un estado de envilecimiento o
servir de trampoln para saltar a un nivel superior.
Los pobres nunca podrn dejar de ser pobres si el Estado
les quita, mediante impuestos, inflacin y cargas laborales, una
gran porcin del dinero que ganan.
33

Esa verdad, evidente por s misma, es la que con lucidez y


agudeza ha sido reflejada por el escritor americano Mark Twain,
autor de las hermosas aventuras de juventud: Tom Sawyer, Un
yanqui en la corte del rey Arturo, Huckleberry Finn y Prncipe
Mendigo. Entusiasmado con la vida de Santa Juana de Arco
investig hasta el ltimo detalle y lo document en su mejor
biografa. (7)
Juana de Arco fue una herona francesa que comprendi
exactamente la relacin que haba entre pobreza, impuestos y
autoridad estatal.Lo demostr cuando en el momento culminante
de su vida pidi al rey Carlos VII que redujera los impuestos
para que los franceses pudiesen salir de la miseria.
De all que cuando algunos trasnochados repiten como loros
que los que mas ganen, ms paguen, no advierten que estn
levantando el patbulo para que los pobres nunca jams puedan
salirse del estado de pobreza que los condena de por vida a ellos
y a sus hijos. Porque el Estado terminar arrebatndoles su
propio ingreso con retenciones de impuestos a las ganancias, a los
bienes personales y al consumo.
En realidad, la autntica distribucin del ingreso no
consiste en el reparto de la riqueza de un sector a otros
sectores, sino en la preservacin del fruto del propio trabajo
impidiendo que sea confiscado o arrebatado por impuestos o que
se diluya por la inflacin.
Impuestos bajos y estabilidad monetaria forman parte
irrenunciable de un verdadero proyecto de justicia distributiva.
Para no decapitar a los pobres que intentan ponerse de pie
y levantar cabeza, un slo un impuesto y slo uno, debiera ser

progresivo: el impuesto a las ganancias de las personas fsicas.


Pero a condicin de que sea liquidado despus de garantizar un
mnimo no imponible suficientemente elevado como para
asegurar un nivel de vida digno al contribuyente y su familia.
Con mnimos exentos miserables, cualquier progresividad fiscal
es injusta.
Pero si en todas las jurisdicciones de la nacin,
provincias y municipios y en los mltiples impuestos que ellas
sancionan, surgen idelogos anacrnicos que pretenden hacer
lo mismo, y repiten con la monotona del loro que los que ms
ganen, ms paguen, entonces estarn accionando la palanca de
una filosa guillotina horizontal que corta de cuajo la ilusin de
los pobres.
La gran paradoja de nuestro pas consiste en que bajo el
lema de la redistribucin del ingreso se intenta cortar la
cabeza de los ms pobres cuando se ponen de pie y esta
filosofa jacobina predomina en los mensajes de lderes de
distinto signo poltico, de derecha y de izquierda.
Si la clase dirigente no comprende esta evidencia y no se
da cuenta del efecto devastador del sistema impositivo, la
pobreza y la miseria inexorablemente seguirn en aumento. La
sociedad no podr encontrar nunca la solucin de este drama
humano que acongoja a los hombres de buena voluntad.
No se trata de aumentar los planes clientelares,
denominados prestaciones universales, planes productivos o
como se los quiera bautizar. Se trata de rebajar y eliminar
impuestos a los ms pobres, a los indigentes, a los desocupados
y a la clase media para que los pobres puedan aspirar a llegar
34

por mritos propios hasta los niveles ms altos que le permitan


sus cualidades.
Como veremos en otro captulo, el casi centenar de
impuestos que nos acosan por todos lados, se apropia actualmente
del 72,3 % del ingreso de las personas fsicas. Con esa fiscalidad
es imposible progresar. Tales impuestos estn agazapados en
distintas
jurisdicciones
y
asaltan
ferozmente
cuanta
manifestacin de riqueza aparece en las pantallas informticas
del Fisco. La presin fiscal confiscatoria es la causa principal y
eficiente de que la pobreza se vaya extendiendo sin frenos en
nuestra sociedad y con ella la decadencia del pas.

(1) JOS ORTEGA Y GASSET, Meditaciones del Quijote y


Meditacin del pueblo joven. Revista de Occidente,
Madrid, 1962.
(2) JEAN GUITTON: Aprender a vivir y a pensar, Editorial
Criterio, Buenos Aires, 1960,
(3) HENRI BERGSON: La energa espiritual, Espasa-Calpe,
Madrid 1982.
(4) JEAN FRANOIS REVEL: El conocimiento intil, Editorial
Planeta, Barcelona, 1989
(5) JEAN GUITTON:
El trabajo intelectual, Editorial
Criterio, Buenos Aires, 1955
(6) LUDWIG VON MISES: La accin humana, tratado de
economa, Unin Editorial, Madrid, 1980
(7) MARK TWAIN: Juana de Arco, la asombrosa aventura de
la doncella de Orlens, Edit. Palabra, Madrid, 2004.
35

aos experiment ataques de psicosis que continuaron toda su


vida. Los mdicos atribuan su estado a que sufra de
esquizofrenia o trastorno bipolar. Durante uno de sus
frecuentes perodos de enajenacin mental aument hasta tal
punto los impuestos que provoc graves insurrecciones urbanas
por toda Francia.
Su reinado estuvo marcado por la disputa entre
seguidores de la casa de Armagnacs-Gascua por un lado y
partidarios del Duque de Borgoa por el otro. En esos aos,
Inglaterra que estaba gobernada por Enrique V de la casa de
Lancaster, aprovech el estado de caos, anarqua y rebelin
popular para invadir Francia en la guerra de los cien aos.
Los ducados de Normanda, Bretaa, Champagne,
Aquitania, Guyena y Gascua incluyendo Paris, cayeron en manos
de los ingleses como consecuencia de la victoria de Azincourt
en 1415 y consiguieron dominar gran parte del pas.
Francia qued dividida en tres dominios: una parte para
el reino ingls de Lancaster, otra parte para el Ducado de
Borgoa (con Felipe III el Bueno, hijo de Juan Sin Miedo) y el
resto para el
Borbonesado-Delfinado (a cargo del hijo de
Carlos VI e Isabel de Baviera como el regente Carlos o el
Delfn).
Extraamente, la ocupacin britnica en el norte de
Francia no era resistida por el pueblo francs. Por el contrario
contaba con fervientes partidarios sobre todo entre los
borgoones debido a una particularidad histrica. Haca ya 200
aos que los ingleses haban puesto lmites constitucionales al
poder fiscal de los monarcas mediante la Carta Magna. Fieles a

CAPITULO 6

IMPUESTOS INICUOS
EN LA HISTORIA MUNDIAL.
Cuando se recorre la historia de la decadencia de los
imperios, documentadas en las brillantes monografas de Carlo M.
Cipolla (1) no quedan dudas que el derrumbamiento de los Estados
y sus gobiernos est relacionado con estas 3 causas:
* la corrupcin de los gobernantes,
* la depravacin de las costumbres populares,
* los impuestos abusivos.
1.

La doncella de Orleans.

Un inslito ejemplo histrico es apto para ensearnos la


enorme importancia que la verdadera naturaleza de los impuestos
tiene sobre los acontecimientos histricos. El tema ha sido
magistralmente investigado y escrito por el clebre autor
americano Mark Twain (1835-1910) (2)
Se trata, sin duda. de la mejor biografa de Juana de
Arco, herona de la reconquista francesa, durante la guerra de
los cien aos entre Francia e Inglaterra (1337-1453).

El reino de los francos haba sido gobernado por el hijo de


Carlos V y Juana de Borbn con el nombre de Carlos VI. Coronado
a los 11 aos, inicialmente fue apodado Carlos el Bien Amado y
luego lo llamaron Carlos el Loco, porque alrededor de los 25

36

esta tradicin tenan el cuidado de no abrumar con impuestos a


los pueblos que dominaban. De all que los propios franceses
tolerasen la ocupacin britnica y no les inquietaba que los
realistas meridionales no pudiesen coronar un rey francs.
Por su lado los ejrcitos de la faccin del Delfn vagaban
derrotados por la parte meridional del territorio galo y la
situacin se prolong durante aos hasta que en 1428 se produjo
un prodigio sobrenatural.
Una pequea campesina de poco ms de 15 aos, se dirigi
desde Domrmy, pequeo poblado situado en el departamento de
los Vosgos en la regin de Lorena, al encuentro del Delfn para
informarle que las voces celestiales le haban ordenado
expulsar a los ingleses de Francia y coronarlo como rey.
Al principio no fue tomada en serio, pero despus de
profundas dudas y una serie de curiosas pruebas -prolijamente
documentadas y conservadas hasta hoy- el Delfn qued
convencido por la nia y tomando una resolucin sorprendente le
otorg el mando de sus ejrcitos.
Juana de Arco, revestida con brillante armadura, espada y
un legendario estandarte dirigi, entre 1429 y 1430, los ejrcitos
franceses. Pele como un len en el sitio de Orlens, el asedio del
Loire, Patay y otra serie de grandes batallas. Al final, excepto
Pars, reconquist el territorio galo, derrotando a los ingleses.
De triunfo en triunfo, la herona convoc en la catedral de
Reims a la coronacin de Carlos VII como rey de Francia. Siendo
una jovencita iletrada era ms popular que el propio rey. Los
franceses la consideraban elegida por Dios para rescatar a
Francia. Valiente, pura, vigorosa y con una fe inmutable, Juana de

Arco -que trasluca simultneamente un irresistible candor y


sorprendente sagacidad para evaluar las circunstancias
histricas- organiz una ceremonia majestuosa para coronar a
Carlos VII.
Cubierta con la brillante armadura plateada, espada en
mano y el famoso estandarte desplegado en el brazo izquierdo,
permaneci en el altar de Reims al lado del rey, mientras el
obispo lo coronaba como rey de Francia.
En medio del fervor y delirante entusiasmo del pueblo,
Carlos VII proclam a voz en cuello: Doncella de Orlens, tus
voces celestiales tenan razn cuando te condujeron en las
batallas. Con enorme coraje habis salvado la corona. Pedidme,
exigidme lo que deseis, cualquiera sea la gracia, os la
conceder, aunque tenga que empobrecer al reino para
satisfaceros.
Registros de poca sospechaban que pedira un ttulo
nobiliario para ella y su familia.
Pero al or estas palabras, sorpresivamente Juana de
Arco cay de rodillas y dijo: Sire, noble y gentil rey, se ha
cumplido mi misin. En nombre de Dios slo os pido una cosa:
Que rebajes los impuestos! porque el pueblo est en la miseria,
duramente castigado por los tributos y la guerra.
El rey sorprendido, pero cicatero y celoso por la
popularidad de la herona de Francia quiso diluir el inslito
pedido y cortamente prosigui diciendo: Eso est concedido,
pedidme otras cosas. La jovencita, con audacia volvi a
contestarle: No quiero nada para m, gentil rey, no insistas,
slo me interesa lo que te he pedido.
37

El rey desconcertado, permaneci en silencio sin poder


comprender la increble generosidad de esta campesina. Levant
majestuosamente su cabeza coronada y manifest: Has
conquistado un reino y coronado a un Rey y todo lo que pides y
aceptas es un favor que no es para ti sino para los dems.
Bueno, as est bien. Lo que vos has realizado responde a la
persona que en tu interior dispone de unas riquezas muy
superiores a las que pueda otorgar cualquier rey de este mundo...,
aunque entregara todo su reino. Ser como vos queris. As pues:
Ordeno que desde hoy en adelante, Domrmy, la aldea natal de
Juana de Arco, la liberadora de Francia y Doncella de Orlens,
quede libre de todos los impuestos para siempre.
Pese a la mezquindad de la oferta real, al pronunciar Carlos
VII estas palabras, en el interior y afuera de la catedral de
Reims los clarines y trompetas dejaron de or sus tonos ms
jubilosos. Esta liberacin fiscal se mantuvo vigente desde el 17
de julio de 1429 hasta hace algunos aos.

hoguera levantada en la plaza pblica. Tena 17 esplndidos


aos. Desde entonces fue proclamada Santa Juana de Arco,
patrona de Francia.
Su apasionante vida es un testimonio, histricamente
cierto y documentado.
Parece una historia increble, pero as ocurri realmente.
2. El justiciero de Sherwood.
Muchas veces para justificar la funcin redistributiva
de los impuestos por parte del Estado, se suele mencionar a un
personaje histrico muy distinto de Juana de Arco.
Se trata de Robin Hood, quien no era precisamente un
santo pese a que entre sus compaeros se encontraba el monje
benedictino fray Tuck, excelente catador de vino y chef de
buena cocina. Robin Hood era contemporneo de Ricardo
Corazn de Len, vivi mas de 100 aos antes que Juana de
Arco y fue cuidadosamente estudiado por Tibor Richard
Machan, profesor a cargo de la ctedra de Business Ethics
and Free Enterprise en la Escuela de negocios de Chapman
University, Orange, California.

Resulta asombroso y nos mueve a profunda reflexin, que


esta jovencita venerada por todo el pueblo, adoptada como
smbolo cultural de Francia y que fuera indudable fuente de
inspiracin moral para las fuerzas aliadas durante las dos guerras
mundiales, haya renunciado a toda vanagloria y, en el apogeo de
su misin, nicamente haya pedido al rey que libere a sus
sbditos de la servidumbre de impuestos excesivos.
La historia concluy tristemente poco tiempo despus.
Juana de Arco fue tomada prisionera por los seguidores del
Duque de Borgoa y entregada en Run a los ingleses donde se
arm un falso juicio. Acusada de hereje, fue quemada viva en una

Segn la leyenda, Robin Hood era un varn de noble


corazn dispuesto a ayudar al prjimo y que viva escondido en
el bosque de Sherwood. Se llamaba Robin Longstride o Robin
Loxley, que en ingls significa petirrojo con capucha. Fue un
hroe arquetpico, amado por la gente, pero considerado
forajido porque en la Inglaterra medieval as se llamaban los
38

individuos que se oponan a los edictos reales. Vivi entre los


siglos XII y XIII y en cierto momento decidi defender a los
pobres y oprimidos. Se puso fuera de la ley, escondindose en los
bosques de Sherwood y Barnsdale, cerca de la ciudad de
Nottingham.
Como era un hbil arquero, tenda emboscadas a los
carruajes reales y asaltaba a los secuaces del sheriff de
Nottingham, un villano que protega a poderosos deleznables
como el millonario terrateniente Sir Guy de Gisbourne y el
arrogante prncipe Juan Sin Tierra. Este ltimo, fue luego el Rey
de Inglaterra a quien los barones, obispos y la clase media le
impusieron, ao 1215, la Carta Magna, primera constitucin de la
historia que establece el parlamento para limitar el poder real.
Ambos personajes utilizaban la fuerza pblica y los edictos
reales para acaparar las riquezas y propiedades de todos
aquellos que se oponan a su gobierno. Contra estos gobernantes
dirigi Robin Hood sus ataques. Indignado por los arrebatos de
impuestos que se hacan en nombre de la ley, Robin Hood decidi
robar a los que se enriquecan ilegalmente y distribuir el botn
fiscal entre las vctimas y los pobres (3)

impuestos, bajo el imperio de la ley, gravando a los que ms


poseen para repartirlo entre los que menos tienen? (3)
A pesar de las apariencias, el argumento esconde una
falacia, porque en realidad Robin Hood haca todo lo contrario
de lo que dicen nuestros polticos y gobernantes. Nunca jams
saqueaba para el Estado. Robaba a quienes ocupando cargos
importantes en el gobierno, se haban enriquecido
ilegtimamente saqueando a los pobres y devolva ese mismo
dinero a sus verdaderos dueos. Robin Hood restauraba el
derecho de propiedad de las vctimas que haban sido
despojadas por el Fisco. Era un autntico vengador. (3)
Obraba de manera parecida a lo que, en la ficcin,
hubiese hecho un justiciero fiscal moderno asaltando camiones
de caudales de la ex ONCCA -que transportasen el dinero
recaudado con las retenciones agrcolas- para devolver ese
mismo dinero a los pequeos y medianos productores rurales del
interior del pas, que soportan la quita del precio de sus granos
en manos de los exportadores y por orden del Gobierno.
En los tiempos de Robin Hood, los reyes y sus cmplices
de la nobleza extorsionaban al pueblo utilizando las leyes y la
fuerza pblica para cobrarse los impuestos. Justificaban esos
arrebatos alegando que toda propiedad perteneca a la corona
y su squito de cortesanos. La tierra y las posesiones cultivadas
por los siervos de la gleba eran trabajadas tan slo como una
graciosa concesin del soberano hacia a sus sbditos.
Esto es casi idntico a lo que pasa hoy en da en nuestro
pas, porque como lo dice, con gran ingenio, Juan Carlos de
Pablo: Una de las tragedias que padecemos en Argentina es que

Ciertos autores de finanzas pblicas, considerados


progresistas, y muchos polticos actualmente gobernantes se
amparan en el mismo dilema de Robin Hood para justificar su
poltica fiscal, sosteniendo que tambin ellos sacan dinero a los
poderosos para darlo a los necesitados.
Por eso deslizan el falso argumento de que: acaso Robin
Hood, no robaba a los ricos para drselo a los pobres? Y de esta
manera no es lo mismo que ahora hace el Estado con los
39

salario en monedas degradadas que haban reemplazado a las de


oro y plata. Con aquellas se inici una alta inflacin y de
inmediato se produjo el desabastecimiento y escasez de los
bienes imprescindibles. Para cubrir sus abultados gastos
burocrticos el Estado impuso el pago de altos impuestos
(tributum) a los ciudadanos (civis). Si no los pagaban, la
alternativa era ser convocados al ejrcito (conscriptum) para
servir como soldados (decurioni) en las legiones romanas.
Entonces los ciudadanos romanos huan y se refugiaron
en tierras de los brbaros, pidindoles amparo y ocupndose en
menesteres viles e infamantes, con tal de sustraerse a la
obligacin de pagar tributos al Csar. Fue el principio de la
decadencia de Roma.
Las naciones, los reinos y los imperios crecen o decaen
principalmente por razones morales y espirituales, pero los
impuestos suelen ser los grandes factores de inestabilidad y
decadencia. En el mismo momento en que los tributos pasan de
cierto lmite, en lugar de fomentar la estabilidad, se convierten
en causa de la decadencia de las naciones y ello es decisivo para
provocar el fin del Gobierno y la muerte del Estado (5)

cuando uno tiene un dlar en el colchn o depositado afuera del


sistema, ese dlar es mo, me pertenece. Pero cuando el dlar
est invertido en una empresa dentro del sistema, esos activos
son nuestros, pertenecen al Estado, a la comunidad, al
sindicato, a la Afip, a la Obra Social, a la Anses, al Banco o a las
Administraciones tributarias provinciales. Basta escuchar a
algunos dirigentes polticos, sindicales o intelectuales para
advertir que en Argentina los propietarios deben dar gracias que
todava puedan disponer de una parte de los frutos de sus
inversiones. (4)
3. Las legiones romanas
Recorriendo la historia, pero muchsimos siglos antes de
Juana de Arco y de Robin Hood, encontramos otro ejemplo
excepcional de los efectos depredadores del impuesto en la cada
del imperio romano. Al releer las enseanzas de ese gran maestro
de la Hacienda Pblica, que fue Luigi Einaudi (1874-1861)
descubrimos la incidencia fatal de los impuestos.
Deca el insigne profesor Einaudi: La ruina del Imperio

Romano de Occidente fue inevitable, no cuando faltaron las


bolsas de pan y alimentos para distribuir entre la muchedumbre
de los alrededores de Roma, ni cuando dejaron de llegar a los
circos mximos las bestias, los gladiadores y los cristianos que
divertan a la plebe con el espectculo de sangre y muerte.
Ocurri muchsimo antes, desde Dioclesiano con sus
Edictos devaluando la moneda y estableciendo precios mximos.
En las urbes romanas los ciudadanos temblaban al recibir su

4. Las guerras de la independencia americana.


Tambin las guerras de la independencia americana,
quisieron acabar con la rapia fiscal, mostrando que los reyes
violaban los derechos naturales de la gente oprimindolas con
impuestos. As lo sealan varios episodios histricos. El tea
party o motn del t en Boston en 1773, protestando contra
40

socialismo, que con tanta razn ha espantado a los hombres de


juicio, proponiendo remedios ms aciagos que el mal. El
gobierno no ha sido creado para hacer ganancias, sino para
hacer justicia; no ha sido creado para hacerse rico, sino para
ser el guardin y centinela de los derechos del hombre, el
primero de los cuales es el derecho al trabajo y luego a la
propiedad privada lograda con ese trabajo.

los impuestos que gravaban la importacin de distintos productos


para beneficiar a la corona britnica. Con el tiempo, el motn del
t demostr ser una de las principales causas que llevaron a la
guerra de independencia de EE.UU.
En el mismo sentido, los escritos econmicos del general
Manuel Belgrano presentados en trece Memorias anuales desde
1794 a 1807 ante la Junta de Gobierno de Buenos Aires con el
sugestivo ttulo de Medios generales para fomentar la
agricultura, animar la industria y proteger el comercio en un pas
agricultor.
Del mismo modo, el documento econmico ms completo
escrito en 1809 por Manuel Moreno durante el virreinato del Ro
de la Plata, y denominado Representacin de los hacendados en
el que demostraba la ridiculez de las prohibiciones de exportar y
reclamaba la necesidad de la apertura comercial para poder
exportar la carne vacuna, los productos de cuero y los derivados
vacunos que estaban interdictos, permitiendo la importacin legal
para desbaratar el contrabando britnico.
Tambin es imprescindible el notable libro de Juan B.
Alberdi Sistema econmico y rentstico de la Confederacin
Argentina segn su Constitucin Nacional, autntico y genial
proyecto nacional. Deca Alberdi: La Constitucin no intenta

Todos estos ejemplos demuestran que las naciones


americanas se independizaron por la presin impositiva de las
metrpolis coloniales. Quisieron emanciparse de quienes les
arrebataban el fruto de su esfuerzo con impuestos. Pero
paradjicamente, en las nuevas repblicas formadas con los
restos de los antiguos virreinatos, los impuestos siguieron
existiendo con frrea continuidad. Porque bajo el pretexto de
un rgimen presidencial fuerte y con un federalismo de utilera,
la monarqua prolong su modelo y los presidentes ocuparon el
lugar del rey.
Hace 200 aos, los fondos requeridos por los
gobiernos eran moderados. Oscilaban entre el 4 % y el 14 % de
la renta nacional. Luego subieron hasta el 25 % de los ingresos
totales y en la actualidad llegan al 47 % del PIB. Ya no hay ms
moderacin en la creacin y cobro de impuestos. Esto se
asemeja cada vez ms a un asalto a mano armada y pareciera
clamar por una nueva hazaa como la de Juana de Arco, como la
de Robin Hood, como el tea-party, o siguiendo las enseanzas
de Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Juan Bautista Alberdi.

hacer del pas un mercado; de la Repblica una bolsa de


comercio; de la Nacin un taller. Tomando el pas como es por la
obra de Dios, con sus necesidades morales a la vez que fsicas, y
sirvindole en sus intereses de todo orden, la Constitucin
Argentina satisface las exigencias de la economa cristiana y
filosfica, sin incurrir en las extravagancias y descarros del

41

(1) CARLO M. CIPOLLA, J.H.ELLIOT, R.VILLAR Y


OTROS: La decadencia econmica de los imperios.

Alianza Editorial, Madrid, 1979.


(2) MARK TWAIN, Juana de Arco, la asombrosa aventura
de la doncella de Orleans, Ed. Palabra, Madrid, 2004.
(3) TIBOR RICHARD MACHAN, profesor depto. de
filosofa de la Aubum Uni versity; ctedra de Business
Ethics and Free Enterprise, Escuela de negocios de la
Chapman University, Orange, California; Investigador
de Hoover Institution, Universidad de Stanford; prof.
adjunto del Mises Institute.
(4) JUAN CARLOS DE PABLO: Si hay demanda y
crditos, porqu no hay ms inversin? Revista
Fortuna, Buenos Aires, julio 2010.
(5) LUIGI EINAUDI: Mitos y paradojas de la justicia
tributaria. Ediciones Airel, Barcelona, 1963.,

42

CAPITULO 7

1. El Giotto y la rebelin fiscal.

IMPUESTOS DESMESURADOS
REFLEJADOS POR EL ARTE.

La primera cita corresponde al Giotto di Bondone (12661337) figura central en la historia del arte. Fue el mayor
artista del romnico y el ms grande pintor medieval. Su
pintura, como la poesa del Dante, naci y vivi para ser
inmortal. Pero por encima de todo Giotto, que era jovencito
cuando mora San Francisco de Ass, se convirti en el ms
fascinante cronista de todos los tiempos.
En una pintura hecha alrededor de 1290 en los muros de
la baslica de Ass, en la Umbra, penetr en la esencia de la
rebelin fiscal por impuestos abusivos.
Con arte inimitable, describi la vigorosa realidad de los
milagros realizados por San Francisco de manera fresca y
pujante, utilizando una paleta de colores brillantes que se
asemejan a joyas preciosas ms que modestos pomos de leo.
Es oportuno recordar un texto de Hegel, que deca:

El gran escritor britnico Thomas Carlyle (1795-1881)


llam a la economa "ciencia lgubre". Estaba impresionado por los
escritos de Malthus, quien sostena que a la humanidad le
esperaba una hambruna universal porque la produccin de
alimentos no alcanzara para dar de comer a una poblacin en
constante aumento.
Los hechos posteriores desmintieron el pronstico y la
economa dej de ser lgubre, pero no lleg a ser luminosa. Si ello
sigue ocurriendo es porque los economistas analizan la actividad
econmica con poca gracia, como si fueran datos meteorolgicos,
teniendo en cuenta los efectos, no las causas; aislados y
encapsulados en la hiptesis del homo conomicus, sin conexin
con la amplsima vastedad de ideales, sentimientos, virtudes,
emociones, recuerdos, conductas, y motivaciones altruistas o
miserables en que se desenvuelve la vida humana.
Muchas veces sucede que los poetas y pintores describen
infinitamente mejor ciertos fenmenos econmicos que los
propios economistas. Vamos a exponer dos ejemplos que
sucedieron en la Edad Media y referidos a la resistencia popular
contra los impuestos desmesurados. Se trata de una
interpretacin sobre hechos reales, para ofrecer una explicacin
de la que careceramos sin el arte.

Giotto fue un genio sublime que cambi el modo de preparar los


colores empleados hasta entonces. Tambin cambi el concepto
y las directrices de la representacin pictrica. Se atuvo al
presente y a la realidad. Y confront con la vida que se agitaba
en torno a l, las figuras y los sentimientos que deban
expresar. Giotto tena inclinacin por lo inmediato y lo
presente. Por eso eligi santos canonizados en pocas muy
cercanas. En el contenido mismo de su pintura qued implcita
la naturaleza de las figuras corpreas, la representacin de
caracteres definidos, de acciones humanas, pasiones,
situaciones, actitudes y movimientos. Con Giotto, lo mundano
43

vino a ocupar un sitio y l lo difundi segn el espritu de la


poca, acogiendo lo burlesco junto a lo pattico. (1)

en contra de la supremaca de la autoridad papal. Firenze, en


cambio, era una ciudad gelfa, que sostena el papado contra
el emperador germano.
En Firenze dominaba
la familia Medici, refinados
mecenas del renacimiento, quienes haban logrado reunir una
constelacin irrepetible de pensadores, filsofos, arquitectos,
cientficos, pintores, escultores y humanistas. Nunca en la
historia de la humanidad pudieron juntarse tantos genios y
artistas como en Firenze durante los Mdicis, familia de la que
salieron reyes, reinas de Francia, papas, diplomticos y altos
prelados.
Alrededor de 1226 Firenze invadi y domin Arezzo
imponindole pesados tributos pero eximiendo a sus partidarios.
La exaccin fiscal fue tan enorme que Arezzo se
sumergi en una extraa violencia y comenz a decaer. Los
gelfos, secuaces de los florentinos, se enriquecan mostrando
una frivolidad insultante. En cambio los que no formaban parte
del partido triunfante comenzaron a odiar a los otros, dejaron
de trabajar y ejecutaban actos terroristas demostrando rencor
por la riqueza y el poder acumulado por las fuerzas ocupantes.
La holgazanera y la envidia ocasionaron el abandono de
las artes y los oficios. Ambos bandos se potenciaban entre s
estimulando una ira violenta que desembocaba en la destruccin
de edificios y monumentos, el ataque y secuestros de personas,
el emporcamiento de fachadas, las agresiones callejeras y la
basura inundando la ciudad.
En ese extrao clima de violencia y miseria urbana, lleg
San Francisco desde Umbra. Reuni y habl a los partidarios de

La pintura que invitamos a gozar, se denomina San


Francisco expulsa los demonios de la ciudad de Arezzo. Puede
verla en el sitio de internet: pintura.aut.org Giotto (2)
Tiene una dimensin de 2,70 x 2,30 mts. y fue pintada en
la baslica de Ass. Corresponde a una serie donde el Giotto
document los milagros contemporneos de San Francisco. El
tema es cautivante y representa un episodio que atraviesa los
tiempos y llega hasta nuestra poca.
Arezzo es una encantadora ciudad medieval de la Toscana,
fundada por los etruscos (siglo VII AC), importante centro
cultural conocido en la antigedad por sus fbricas de armas,
herramientas de precisin e industria cermica con relieves
vidriados. All nacieron grandes personajes como Francesco
Petrarca uno de los mayores humanistas de todos los tiempos,
Giorgio Vasari arquitecto autor de Vida de los artistas
florentinos, Piero della Francesca elevado exponente del arte
medieval, Pietro Aretino poeta satrico de la adulacin cortesana,
el monje Guido Mnaco creador de la notacin musical que
actualmente utilizamos y el gran Michelangelo Buonarroti artista
inigualable e inmortal pintor, arquitecto y escultor.
La ciudad de Arezzo est edificada en una colina, con
elegantes castillos, altsimas torres y almenas coronadas en
forma de cola de un ave llamada milano.
A principios del 1212, las ciudades del norte de Italia se
dividan en ghibelinas y gelfas. Arezzo. era ghibelina, es
decir partidaria de la dinasta de los Hohenstauffen y estaban
44

cada bando en la baslica de San Donato. Al terminar encomend


al hermano Silvestre, de la orden de frailes mendicantes, que
expulsara los siete demonios de Arezzo:

cuenta que podran rebelarse dejando de pagar impuestos y que


otros entendieran que no podan seguir esquilmando a los que
trabajaban.
Les hizo comprender que el caos, la violencia, el delito y
la decadencia econmica en que estaba sumergida Arezzo se
haba producido porque abandonaron las reglas morales y cunda
la rapia fiscal instrumentada por gobiernos despticos que
expoliaban al pueblo mediante impuestos excesivos.
Cuando los siete demonios fueron expulsados del corazn
de los habitantes de Arezzo, volvi la paz, la armona y el
progreso social. Ese fue el milagro que el Giotto dej
inmortalizado.
Quin podra repetir en Argentina el milagro de
expulsar los siete demonios del corazn de los ciudadanos y de
los gobernantes, como lo hiciera San Francisco de Ass en
Arezzo? Entonces, Habr algn mulo del Giotto que pueda
representar la hazaa de la resurreccin argentina?

1 la angurria de poder; 2 la frivolidad del placer


lujurioso; 3 la tacaera de los avaros; 4 el egosmo de
los envidiosos; 5 la holgazanera de los znganos; 6 La
venganza de los rencorosos; 7 la expoliacin fiscal de los
gobernantes.

No sabemos qu predic San Francisco en la baslica de


San Donato, pero por el relato del filsofo San Buenaventura (3)
conocemos que a los pocos das se redujeron inesperadamente los
impuestos, los ghibelinos volvieron a trabajar, se recompuso el
respeto mutuo, se restaur el orden en las calles y Arezzo
retorn a convertirse en una hermosa ciudad prspera y limpia.
Ese fue el milagro que el Giotto di Bondone represent
magistralmente. Pint en la parte derecha del cuadro, los siete
demonios huyendo por los techos de las torres almenadas; en el
extremo izquierdo dibuj la baslica de San Donato; en el medio
coloc al hermano Silvestre levantando la mano para expulsar los
demonios; y arrodillado a Francisco de Asis, il poverello.
En la actualidad los turistas puede identificar los mismos
edificios pintados en el cuadro, que permanecen intactos.
Es muy probable que San Francisco haya advertido a unos y
otros que los tributos excesivos eran la causa de la pobreza de la
ciudad y adems, motivo de violencia, porque su perverso
propsito consista en transferir por la fuerza, rentas de los que
producan a aquellos que vivan a costa de los dems. La
milagrosa predicacin de San Francisco hizo que unos se dieran

2. El buen y mal gobierno de Lorenzetti


Hace pocos aos, las autoridades del FMI encomendaron
al Departamento de Estudios que elaborara un documento
tcnico sobre el Buen gobierno (Boletn FMI 19/09/2005,
Vol.34, n 17) porque haban advertido que los crditos
asignados a gobernantes corruptos no brindaban los resultados
que predecan las pulcras ecuaciones economtricas. (4)
El costoso anlisis abarc
90 pases, incluyendo
Argentina, para un perodo de 35 aos, entre 1970 y 2005.
45

Repasando miles de informes que contenan vaguedades y datos


que slo sirven para confundir la realidad, los expertos llegaron
a la conclusin de que el buen gobierno se consigue cuando
mejora el funcionamiento de las instituciones.
Sealaron que ese buen funcionamiento institucional queda
reflejado en estos cuatro aspectos esenciales:
Cuando el Congreso establece reglas que no dependen
de mayoras
circunstanciales ni de conveniencias
polticas o manipulaciones del gobierno y se codifican en
leyes justas, simples y estables,
Cuando el Poder ejecutivo resuelve los problemas
prcticos en forma rpida e inteligente, sin demoras ni
subterfugios.
Cuando el Gobierno respeta las minoras y consagra los
usos y las costumbres comerciales libremente pactados
por la gente y respaldados en una tradicin moral.
Cuando los procedimientos Judiciales son rpidos,
eficaces y ecunimes en bsqueda de la Justicia y las
sentencias no resultan de la mera aplicacin de leyes
positivas.
Pero las miles de pginas de este Informe y las decenas de
millones de u$s que se gastaron, podran haberse ahorrado si los
funcionarios del FMI hubiesen viajado a Siena, una bellsima y
prspera ciudad de la Toscana.
All vivi Ambroggio Lorenzetti
(1290-1348), el ms
grande pintor del perodo gtico. En el ao 1262 se haba
producido una verdadera revolucin poltica despus que los
popolani, hartos de la vieja poltica, de sus vicios y de la

corrupcin reinante, salieran enardecidos a la calle exigiendo


que se vayan todos.
Decididos a moralizar definitivamente el manejo de la
cosa pblica, establecieron un Consiglio del Popolo, integrado
por una elite de filsofos, banqueros, comerciantes y eximios
artesanos, elegidos por votacin. Esos nueve sabios nombraban
y deponan al Podest (funcionario medieval que administraba
la justicia y conduca la guerra). El Consiglio gobern Siena
hasta que la ciudad fue tomada por Cosme de Medici y pas a
formar parte del gran ducado de Toscana.
Siena es una ciudad inigualable, emerge de una campia
idlica, y est construida con ladrillos del inimitable color ocre.
Edificada sobre tres colinas, en una de ellas emerge como
flecha la airosa torre del Ayuntamiento y en la colina ms
elevada, aparece en contraste la catedral Santa Maria Assunta,
obra de Giovanni Pisano, que se destaca con increbles franjas
de mrmol negro y blanco. Esta catedral tiene un interior tan
sobrecogedor y majestuoso que nos sumerge en un espacio
misterioso y emocionante. All Richard Wagner cre la pera
Tannhaser.
Para asegurar la continuidad de la reforma poltica, que
hizo
posible ese milagro urbano, el Consiglio encarg a
Ambroggio Lorenzetti, que plasmara en un cuadro monumental
la filosofa poltica de Siena y cmo ellos haban logrado
instalar un buen gobierno, para que esos principios fueran
legados a las prximas generaciones.

46

mercaderes que reciben sus nuevas mercancas, albailes


diligentes y alegres que construyen edificios y un nmero de
encantadoras muchachas que bailan en coro festejando el
bienestar y prosperidad de Siena.
Del mismo modo,
en el campo circundante se ven
criadores de ganado que asean sus vacas y ordean la leche,
pastores que conducen rebaos bien alimentados a travs de
puertas fortificadas provistas de una torre de vigilancia, un
grupo de cazadores que abandonan la ciudad montados en
briosos caballos, aldeanos que concurren con fardos cargados
sobre burros para revender productos de la granja y de la
huerta. Un poco ms lejos, otros campesinos cuidan su ganado y
laboran la tierra. En el vasto paisaje de colinas se distinguen
campos provistos de viedos y olivares, pequeas granjas con
apacibles campos frutales en las inmediaciones de castillos y
prximas a bosques y laderas peascosas. El conjunto
proporciona una irresistible visin de la vida social donde
reinan el orden, el sosiego, la elegancia y la buena conducta.
La explicacin de cmo se consiguen los efectos de este
buen gobierno tanto en la ciudad como en el campo, se
muestra en la pared oeste.
Aqu estamos frente a la Alegora del buen gobierno.
El gobernante est representado por un majestuoso anciano de
facciones bondadosas pero enrgicas, que atrae la mirada de
los visitantes. Est vestido con colores blancos y bordes
celestes, tiene una barba nvea, muy bien cuidada, sosteniendo
un escudo que representa el universo de la fe cristiana.

El pintor, que haba aprendido del Giotto, tena adems


un acabado conocimiento de la obra magna de la lengua italiana, la
Divina Comedia.
Despus de mucho reflexionar, decidi pintar en las
paredes de la Gran Sala de las Juntas de Gobierno, las razones
del buen gobierno y los efectos que el mismo produce.
El resultado fue un magnfico documento ilustrado y
transmitido a las futuras generaciones por medio de la imagen
que, sin necesidad de explicacin ulterior, reemplaz con ventaja
a documentos con miles de palabras. Puede verlo en internet:
pintura.aut.org Ambroggio Lorenzetti (5)
Los visitantes que
hoy en da concurren al palazzo comunale de Siena, quedan
extasiados y absortos frente a cuatro enormes cuadros de
dimensiones picas, pintados en las paredes del palacio.
Permanecen horas contemplndolos y salen de la sala
emocionados y convencidos de haber visto la evidencia. Cada
cuadro tiene un tamao de 3 x 14 metros. Se denominan:

Alegora del buen gobierno y Efectos del buen gobierno;


Alegora del mal gobierno y Efectos del mal gobierno .
En la pared norte estn representados los Efectos del
buen gobierno caracterizado por los mismos palacios que hoy en

da pueden verse en perfecto estado de conservacin. Una gran


cantidad de torres, casas con pisos en alto, logias con prsperos
comercios en la planta baja, frontispicios de iglesias, fachadas de
residencias de un gusto exquisito y terrazas de distintos colores
donde los ciudadanos disfrutan moderadamente de sabrosa
comida y buen vino. El cuadro sigue mostrando el trajn intenso
de
comerciantes que atienden satisfechos sus tiendas,
47

manos y pisoteada por el Poder Omnmodo, que muestra un


rostro diablico, siempre enojado.
A pocos pasos, en el otro extremo, se muestran los
Efectos del mal gobierno. Los edificios estn deteriorados y
pintarrajeados, las calles sucias cubiertas con residuos
contaminados con alimaas. Grupos de bandidos encapuchados,
armados con palos y cuchillos amenazan a quienes se animan a
transitar por las calles. El campo est abandonado y convertido
en un erial. Los comercios saqueados por ladronzuelos imberbes.
Las ventanas de los palacios muestran vidrios rotos por las
piedras arrojadas con odio y furor. Se ven personas que
deambulan de un lado al otro para buscar intilmente con qu
alimentarse. Los animales del campo son tan flacos que se les
notan los huesos. Las vides y los olivares estn cubiertos por
malezas. El paisaje despide una sensacin de caos, anarqua y
falta de autoridad.
En otras partes de la ciudad se ven incendios y edificios
que se desmoronan por falta de mantenimiento. Los robos,
crmenes y actos de pillaje aparecen por doquier y los
delincuentes cuentan con el
apoyo de los esbirros del
gobernante. Este cuadro de Lorenzetti, pintado en el palazzo
comunale de Siena, es el ms extenso e importante mural de
toda la Edad Media.
All los polticos, economistas y expertos en polticas
pblicas, podran comprender que hay algo superior a la
arrogancia. Es la sabidura que nos ensea que el buen
gobierno no depende del crecimiento del PBI a tasas chinas, ni
de la existencia de supervit gemelos, o de un tipo de cambio

Inexorablemente la vista es dirigida hacia las virtudes que


estimulan al gobernante.
El anciano personifica la Sabidura, a su izquierda est
sentada la Justicia sosteniendo una balanza, a la derecha se
encuentra la Concordia acompaada por las virtudes polticas del
buen gobierno: la Magnanimidad y la Paz social, dominadas por
una majestuosa mujer que representa la Tributacin Justa para
sostener el costo de la ciudad sin expoliar a los habitantes, que
es el principio del bien comn. El conjunto est coronado por
tres espritus que iluminan al gobernante: la Inteligencia, la
Rectitud de intenciones y la Fortaleza. Por encima de todo,
aparece la Seguridad, armada con una horca, y velando desde las
alturas por el buen funcionamiento de las cosas.
En cambio, en la pared opuesta est representada la
Alegora del mal gobierno presidida por un personaje de rostro
sombro, con dos cuernos y ojos defectuosos inyectados en
sangre. Est vestido con ropas negras desaliadas, mal trazado.
Se atribuye a s mismo un Poder Omnmodo y amenaza a los
sbditos con un tizn en sus manos y una enorme caja negra
para recoger los tributos arrebatados a los ciudadanos. Este
mal gobernante est rodeado por los peores vicios que ocasionan
el mal gobierno, carente del orden pblico y rodeado por una
corte de siniestros secuaces que parecen demonios.
A la derecha de este sombro gobernante se encuentran la
Crueldad, la Envidia y el Rencor. A su izquierda estn la Codicia,
la Vanidad y la Arrogancia quienes le aconsejan convertir a los
ciudadanos en siervos suyos. La Justicia est atada de pies y
48

alto, ni tampoco de la emisin de dinero para aumentar las


reservas en dlares, sino de cuestiones ms importantes y
profundas.
Entenderan que el bienestar, el desarrollo, el progreso, el
crecimiento o lo que quiera llamarse, slo se consiguen cuando
los pueblos tienen gobernantes que encarnan las virtudes
necesarias para actuar en favor de todos.
El lenguaje de Lorenzetti , hombre del renacimiento, ha
resultado ms luminoso y comprensivo que el pobre y aburrido
lenguaje del hombre postmoderno.
En realidad, de lo que se trata, no es de un cambio de
personajes o de una apelacin abstracta a las instituciones. Las
instituciones son entelequias y no pueden mejorarse si no estn
compuestas por hombres y mujeres probos, decentes y con
espritu de grandeza. En su conducta diaria, los seres humanos
de carne y hueso pueden mostrar prudencia o desenfreno, actuar
con bondad o resentimiento y cultivar virtudes o perversiones.
Si en los gobernantes predominan la prudencia, las bondades y las
virtudes, las instituciones se comportarn como un motor que
impulsar a los ciudadanos a concretar sus sueos. En ese caso,
cualquier imperfeccin institucional puede ser salvada por el
espritu de grandeza dirigido al bien comn.
Pero si en los gobernantes prevalecen el desenfreno, el
resentimiento y las perversiones, las instituciones se corrompen
aunque hayan sido ptimamente diseadas.
Haber pintado tan maravillosamente esta dicotoma es el
enorme mrito de este hombre del renacimiento y la diferencia

sideral que existe entre l y los expertos contemporneos


financiados por los organismos internacionales de crdito.

(1) Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Vorlesung ber die

Aesthetik Curso sobre esttica, Stuttgart, 1829


(2) En Internet: Giotto di Bondone, Ciudad de la pintura.
La expulsin de los demonios de Arezzo.
(3) Giovanni da Fidanza, Legenda Maior, 1263
(4) F.M.I. Boletn FMI, Vol.34, n 17,Washington
19/SETIEMBRE/2005
(5) En Internet: Lorenzetti Ambroggio, Ciudad de la
pintura. Alegoria y efectos del buen gobierno y del
mal gobierno

49

CAPITULO 8

ingreso sin demora de los impuestos, ya que si no los paga le


cortan la luz, el agua, el gas o el telfono.
Ahora siga sumando los impuestos ocultos que le cobran en
todas sus compras y le esconden como si fuera un nio de
pecho. Las leyes fiscales argentinas han armado la emboscada
de la factura B. En este formulario prohben discriminar los
impuestos para mantenerlo en una beatfica ignorancia. Deber
afilar el lpiz para deducir cunto le estn cobrando de IVA,
ingresos brutos, impuestos internos, impuestos especiales o
suntuarios, aranceles de aduana y tributos municipales. Le
estarn cobrando 19 impuestos distintos de distintas
jurisdicciones. Todo esto se lo incluyen en el ticket del
supermercado, la boleta de la boutique, la factura de la tienda
por departamentos, la cuenta del restaurante, los
comprobantes de la zapatera, las boletas de la casa de regalos,
la farmacia, la peluquera, la cuota de medicina prepaga, las
facturas del service oficial del coche, el taller mecnico, la
chapera y la gomera. Pero usted no lo registra porque esos
impuestos no estn discriminados y forman parte de la ilusin
financiera que el Fisco ha creado intencionadamente para que
no advierta que le estn sacando dinero. Slo para calcular
cunto le cargaron por 3 impuestos: IVA, ingresos brutos y
derechos municipales, use esta frmula:

QUIN PAGA LOS IMPUESTOS:


LAS EMPRESAS O USTED ?
Hgase una prueba con datos de su propia experiencia.
Sume las boletas de impuestos directos que haya pagado
o le hayan descontado, en los ltimos doce meses: el impuesto a
las ganancias de personas fsicas, el impuesto inmobiliario de su
casa, la patente anual del coche, las retenciones y aportes
descontados de su salario, el impuesto municipal de alumbrado,
barrido y limpieza, las boletas de anticipos y el saldo del
impuesto sobre los bienes personales.
1. Escondrijos fiscales.
Haga lo mismo con los impuestos disimulados que usted
paga sin darse cuenta, pero que estn anotados en las facturas
de gas, electricidad, telfono y agua corriente de su casa, ya sea
propia o alquilada. Esta cuenta le dar ms trabajo. Tales
impuestos tendr que buscarlos en los nmeros pequeos que
estn consignados en un recuadro de las boletas. Quizs usted
no repar en ellos y le haya quitado importancia, porque crea que
el importe de las boletas eran ntegramente tarifas y nunca
pens que, en gran parte, eran impuestos cargados de manera
sigilosa. Este ardid se viene utilizando para asegurarse el

IVA + plus = Precio pagado x 0,373


1.373

50

Sabe por ventura que estos impuestos disimulados y


ocultos no pueden ser computados a cuenta del impuesto a las
ganancias que debe pagar por sus ingresos imponibles?
Pero como el taxmetro fiscal sigue acumulando millas,
aunque usted duerma o se vaya de vacaciones, debe aadir a la
tira de suma los impuestos adicionales que le han cargado en
las cuotas trimestrales del seguro de vida, en la pliza del seguro
automotor y en el seguro de su vivienda.
No se olvide adems de sumar los aportes que antes iban a
su cuenta individual de ahorro para formar el fondo jubilatorio
de las AFJP y que ahora han convertido en el impuesto al
reparto.
Tambin tiene que aadir el impuesto fashion que le
cobran
cuando compra telfonos celulares, notebooks, PC,
ventiladores, aparatos electrnicos, lavarropas o equipos de aire
acondicionado fabricados fuera de Tierra del Fuego. Adems
debe incluir el novedoso impuesto paraestatal que le aaden en
sus facturas de telefona mvil, destinado al deporte de alto
rendimiento curiosamente administrado por un funcionario
vinculado con la telefona celular.
Todava no tire la toalla. Mantenga la tira de suma en la
calculadora sin sacar el total, porque se vienen los impuestos
bancarizados. Junte los resmenes bancarios. Comience a
anotar los dbitos por impuesto a los cheques y depsitos en
cuenta corriente o caja de ahorro, los cargos que hace la
provincia por el diablico sistema SIRCOR y, para colmo de los
colmos, el IVA que le debitan por los gastos, comisiones e
intereses que usted le paga al banco. Se dar cuenta que en la

actualidad por cada operacin bancaria real, tendr


descontados entre diez o doce dbitos automticos que
reducirn su saldo disponible.
Luego haga lo mismo con el resumen de la tarjeta de
crdito y para hacer bien las cosas, tenga en cuenta que en el
caso de las tarjetas de dbito le devuelven una nfima parte
del IVA por sus compras con tarjeta.
No se desespere. Porque para ahorrarle rabietas, no le
pedimos que siga calculando los impuestos fastuosos que le
cobran cuando hace operaciones de importancia, como por
ejemplo cuando compra dlares en el banco identificndose con
el CUIT, cuando adquiere un automvil de alta gama, cuando
escritura un departamento con hipoteca, cuando abona el peaje
en las rutas, cuando paga pasajes en una lnea area, cuando le
cobran la tasa aeroportuaria por servicios que no le brindan y
cuando reserva hoteles para usted y familia en viajes tursticos
al exterior.
Finalmente y al trmino de su vida en este valle de
impuestos, tendr que abonar los impuestos de ultratumba
que son los derechos municipales por su nicho mortuorio o
panten familiar y el derecho de sepelio con el certificado de
defuncin.
Si vive en la privilegiada provincia de Buenos Aires
deber depositar tambin el impuesto a la herencia de sus
bienes en todo el pas, para que sus sucesores no se atraganten
con el legado que pueda dejarles. Del mismo modo deber pagar
impuestos cuando compra o vende autos usados y cuando carga
51

o descarga bultos en cualquier puerto de la provincia de Buenos


Aires.
Para no torturarle demasiado, hemos dejado de lado los
impuestos clandestinos que nadie legisl, ni sancion, ni
promulg pero que se lo sacan con la inflacin monetaria, la
sustraccin de parcelas de crdito y el incremento de la tasa de
inters como consecuencia del endeudamiento neto del Estado.
Hasta aqu, la tira de suma con todos estos importes
tendr una considerable longitud. Enrllela, saque un subtotal y
divdalo por doce meses, pero todava no apriete el botn AC de
cierre.

proceso de ilusin financiera. Sus ingresos y gastos se solapan


todos los meses, como las olas del mar, de manera que siempre
tendr un poco de dinero fresco, cuentas viejas pagadas y
gastos nuevos a pagar. Por eso al disponer de efectivo en casa,
tiene la sensacin de que no le han quitado todo lo que gan,
pero no es as.
Para darse una idea de lo que decimos, vea el siguiente
cuadro calculado sobre el ingreso estndar de una familia de
clase media no muy acaudalada:

LAS PERSONAS FSICAS PAGAN IMPUESTOS CUANDO

2. Destape tributario.
Para ordenar sus ideas, debe tener en cuenta que la
actividad econmica de las personas se desenvuelve como el layout de las empresas. Es un flujo que se inicia con la remuneracin
o renta que percibe mensualmente; prosigue cuando gasta el
dinero o compra bienes con la misma plata; contina al utilizar
esos bienes como el departamento, la residencia de fin de
semana o el automvil; y concluye cuando decide conservarlos
para vivir o para legarlo a sus hijos.
En cada una de estas etapas del proceso econmico, el
Fisco le cobra impuestos pese a que el dinero con que compra y
paga siempre es el mismo que recibi originalmente. Es decir que
estar soportando una cudruple imposicin. Al final todo sale de
su billetera abultada o chata.
Es posible que hasta ahora no se haya afligido demasiado,
porque nunca sac la cuenta. Quizs haya sido sometido a un

GANAN DINERO

con su trabajo o la renta de su capital

27,3 %

en cosas fungibles o servicios personales

29,8 %

bienes durables, inmuebles y vehculos

13,7 %

GASTAN ESE MISMO DINERO

COMPRAN Y USAN LO QUE COMPRARON


CONSERVAN ESOS BIENES

en el patrimonio familiar
TOTAL DE IMPUESTOS QUE PAGAMOS
SOBRE NUESTROS INGRESOS

1,5 %

72,3%

Ahora calcule el 72,3% de sus sueldos e ingresos y


compare esa cifra con la doceava parte de la tira de sus
impuestos. Quedar asombrado.
52

Y grveselo en la cabeza. El Estado se apodera todos los


das del 72,3 % de sus ingresos sin que usted lo advierta ni
tenga que hacer el depsito pertinente, pero al mismo tiempo sin
ofrecerle nada a cambio.
El Estado que le quita todo ese dinero en impuestos,
emplea el falso argumento de que no puede reprimir la protesta
social y con ese pretexto no le brinda seguridad en las calles ni
en su propia casa.
As demuestra total incapacidad para
organizar la polica y fuerzas de seguridad. No sabe prevenir ni
reprimir los delitos.
Tenemos un Estado declamatorio que ofrece la garanta de
derechos humanos, pero a los delincuentes y pibes chorros. En
cambio, hace abandono de las vctimas inocentes. Quienes
cumplen con la ley, deben arreglrselas por s mismos. Usted paga
impuestos, pero queda librado a su suerte.
El Estado no consigue que las clases comiencen el 1 de
marzo, ni proporciona un nmero razonable de das de clase a sus
hijos. No suministra buena educacin en escuelas oficiales ni en
las universidades. No le garantiza transitar por autopistas sin
correr el riesgo de ser asaltado o sufrir accidentes elementales
por cruces del ferrocarril o animales que vagan libremente. No se
preocupa porque le hayan cortado el trfico en calles bloqueadas
por piquetes. No es idneo para organizar un eficiente sistema
ferroviario ni el cabotaje areo. No sabe organizar los servicios
hospitalarios de manera simple, rpida y segura.
No deja funcionar
mercados libres para ofrecer y
demandar productos. No permite exportar su propia produccin
agrcola ni importar lo que necesita. No le deja producir,

comerciar, transportar y entregar mercaderas sin llenarlo de


ridculas regulaciones que slo sirven para sacarle alguna que
otra coima.
No le abre la economa nacional para integrar el pas con
el mundo ni aprovechar las oportunidades que se presenten. No
le permite importar autos de alta gama ni elegir productos
extranjeros, colocando a la industria local en condiciones de
minoridad.
No le arregla las veredas, ni limpia las calles urbanas, ni
mantiene un adecuado sistema de desages pluviales cuando
llueve con intensidad. No hace cloacas. No tapa los baches que
hacen parecer nuestras calles como bombardeadas por la
aviacin enemiga. No instala sistema de radares para impedir
contrabando de drogas ni controla vuelos clandestinos que la
llevan a otros pases. No termina con los dealers del paco y
cocana que corrompen la niez y la juventud. No brinda justicia
independiente de la poltica, ni garantiza juicios imparciales,
rpidos y con sentencias justas.
Entonces Cul es la justificacin moral para que este
Estado se adjudique el derecho de cobrarnos impuestos?
Porqu se apropian del 72,3 % de los ingresos de las personas?
Qu hacen con toda esta plata? En qu la gastan? Quin se
la lleva?
Alguien que nos haya seguido hasta aqu, podra sealar
que lo que se dice es cierto, pero en realidad hay muchos

tributos que deben ser pagados por las grandes empresas, no


por nosotros
53

2. El engranaje impositivo.

Las empresas unipersonales o las sociedades comerciales,


ya sea que trabajen en blanco o en negro, financian los
impuestos pero no los absorben y se lo trasladan a usted porque
funcionan como recaudadores extraoficiales de impuestos.
Inclusive al pagar rentas o liquidar intereses tambin obran
como recaudadores porque actan como agentes de retencin.
Piense en una estacin de servicios. Cuando va a cargar
gasolina, el estacionero enchufa la manguera al tanque de nafta
y le cobra el importe que marca el surtidor. No slo le estar
cobrando el precio internacional del petrleo segn cotizacin
del mercado de Brent, sino el transporte en buques tanques, los
sueldos del personal, el refinamiento, el flete en camiones
cisternas hasta la estacin y los impuestos que el gobierno
carga en los combustibles.
En realidad le estn trasladando todos los impuestos
desde los derechos por importacin de petrleo hasta los
impuestos que paga el estacionero. Cuando pone nafta o diesel
oil en el tanque, el 69,8 % de lo que paga es impuesto y slo el
resto es costo limpio del combustible.
Lo mismo, exactamente lo mismo, pasa con todos los
dems impuestos ya sean ganancias de personas jurdicas, IVA,
ingresos brutos, impuesto sobre beneficios extraordinarios,
derecho de registro e inspeccin, internos, suntuarios, a la
renta mnima presunta, a los dbitos y crditos bancarios o
cualquier otro.
En definitiva, todos los impuestos sin excepciones son
trasladados y pagados por su billetera, porque Usted y la gente

No se engae. Todos los impuestos que originariamente


pagan los importadores, fabricantes, mayoristas, distribuidores
y minoristas, se lo cargan a usted. Somos nosotros, las personas
fsicas, quienes soportamos el coste total de la presin fiscal.
Los viejos y sabios maestros italianos de la hacienda
pblica, nos enseaban que el proceso impositivo transita por
cuatro etapas inevitables: la percusin, la traslacin, la incidencia
y la difusin.
LAS CUATRO ETAPAS DEL PROCESO IMPOSITIVO
Las empresas financian los impuestos, pero no
los absorben. Actan como recaudadores extraPERCUSIN
oficiales de impuestos.

Las empresas recuperan impuestos, cargndolos


al precio. Si a raz de la competencia no pueden
TRASLACIN hacerlo, disminuyen su ganancia y reparten
menos utilidades, transfiriendo el impuesto a los

socios, accionistas o inversores. Cuando pagan


rentas retienen impuestos y vuelven a actuar
como recaudadores.
Al final del proceso, Usted y todas las personas
INCIDENCIA fsicas terminan soportando la presin fiscal de
todos los impuestos, tasas y contribuciones.

Cuando la recaudacin de impuestos + inflacin +


DIFUSIN dficit cubierto con deudas supera el 25 % PIB,
el Estado y los funcionarios se enriquecen pero
la sociedad se empobrece.

54

como usted son quienes sostienen la estructura impositiva del


pas. Por lo tanto cuando piense en la presin impositiva personal,
no deje de tener en cuenta que quien est pagando todos estos
ingredientes es Usted mismo.
4. Da de la primavera y de la liberacin fiscal.
En todos los casos, los gobiernos son incapaces de darnos
algo sin despojarnos de mucho ms: lo que cuesta el Estado con
sus 3,2 millones de empleados pblicos, lo que reparten a su
clientela electoral y lo que se roban. Cuanto mayor sea el
porcentaje de recaudacin de impuestos sobre el PIB tanto
mayor ser el desaliento sobre la produccin y la iniciativa
privada. No se olvide de ello.
Por eso, no deje de festejar con buen vino espumante el
da de la primavera -21 de septiembre de cada ao- porque se
memora el da de la liberacin fiscal (72,3 % del calendario). De
los 365 das del ao, usted trabaja para el Estado del 1 de
enero al 20 de septiembre y recin al da siguiente comienza a
hacerlo para usted mismo.
Esa circunstancia merece ser celebrada con jbilo junto
con su familia, como los israelitas festejan el paso del Mar Rojo
cuando se liberaron de la esclavitud del Faran de Egipto, porque
posiblemente el prximo ao el gobierno intentar correrle la
fecha, si Usted no enfrenta con energa su pretensin.

55

Captulo 9

c) afectan el mecanismo financiero ms idneo para el


autofinanciamiento de las empresas: capitalizar utilidades
destinadas a nuevas inversiones. En consecuencia se pierde un
tiempo preciso, produccin de bienes y servicios, se pierde un
tiempo precioso, disminuye la produccin de bienes y se
obstruye el proceso de formacin de capital genuino.
El tema de los impuestos mltiples arrastra una nefasta
historia acadmica que es interesante conocer.
Tiene mucho que ver con la cuestin que alguna vez los
argentinos debemos encarar: la reforma integral del sistema
impositivo reemplazndolo por pocos y simples impuestos que
sean soportables por la economa nacional, no desalienten la
iniciativa privada, ni impidan crear riqueza a travs de la
voluntaria cooperacin entre empresarios y trabajadores.
Veamos la historia de esa fatal idea.

LA FUNESTA IDEA DE LOS


IMPUESTOS MLTIPLES
Diversos autores, especialistas en finanzas, se han
pronunciado acerca de la doble imposicin, que no es un tema
balad y que, con el paso del tiempo, se ha transformado en
infortunada prctica de todos los gobiernos.
Cada vez con mayor voracidad, los gobernantes buscan
solucionar el problema financiero que ellos provocan, mediante la
multiplicacin de las cargas pblicas. Inventan y acumulan nuevos
impuestos, tasas, contribuciones y cuanto artificio les brinde la
imaginacin de los tributaristas. Parecen no tener lmites en esta
despiadada guerra contra los contribuyentes.
Hoy, en nuestro pas, tenemos no slo el problema de
doble imposicin sino el de mltiple imposicin sobre una nica
base tributaria: la renta de las personas y sociedades.
Los impuestos mltiples ejercen una influencia perniciosa
sobre la actividad econmica, por tres razones:
a) obstaculizan la iniciativa privada con una maraa de
reglamentaciones, impidiendo utilizar el tiempo disponible en la
tarea de planificar y organizar las empresas.
b) absorben recursos al sector privado desvindolos al
sector pblico y cercenando las posibilidades para crear bienes y
servicios tiles que satisfagan necesidades sociales.

1. Clarividencia de Stuart Mill.


Uno de los primeros autores que se di cuenta del efecto
destructivo de la doble imposicin fue John Stuart Mill (18061873) filsofo y economista ingls, terico del utilitarismo,
quien adscribi a los principios de la economa clsica pero
luego, por influencia de su esposa, vir hacia el positivismo de
Compte y el socialismo romntico. Al final de su vida termin
siendo un tpico liberal de izquierda.
En 1859, John Stuart Mill dej escrita esta advertencia:

Hacer que quienes ms ganen, deban pagar ms impuestos es


impedir que los pobres puedan aspirar a una movilidad social que

56

los libere de la miseria. Gravar las rentas ms altas con una


alcuota mayor que las rentas ms bajas, es imponer un castigo a
la gente que ha trabajado ms duro y ahorrado ms que sus
vecinos. Si con su trabajo alguien obtiene una renta y le cobran
impuestos, soporta un primer nivel de imposicin. Pero si ahorra
una parte y lo invierte en ttulos, no tendran que volver a
cobrarle impuestos cuando gana intereses, porque estaran
castigando el ahorro gravndole dos veces la misma renta.(1)

b) Principio de certeza. Los impuestos que cada cual


est obligado a pagar deben ser ciertos y no sujetos a la
arbitrariedad del gobierno. Las reglas deben ser concisas,
claras y simples de entender.
c) Principio de comodidad. El impuesto debe
recaudarse en el momento y forma en que sea posible pagarlo
sin perjudicar el proceso productivo.
d) Principio de economicidad. El impuesto tiene que ser
cobrado con mnimos gastos por parte del Estado, evitando
prdidas de tiempo y costos financieros. Luigi Einaudi sostena
que un impuesto era incosteable cuando sus costos superaban el
2 % de lo recaudado.
e) Principio de la doble imposicin. El impuesto no debe
gravar dos veces la misma riqueza, ni la misma renta de una
inversin ya gravada.
f) Principio de no-confiscacin: Ningn impuesto, en
forma aislada o conjunta, debe recaer sobre el capital o la
renta efectiva de manera que ponga en peligro la integridad
de la propiedad privada o menoscabe ese derecho.
Estos seis principios clsicos, constituyen el fundamento
de la legalidad de los impuestos en los pases civilizados.
Forman parte del cuerpo universal de doctrina tributaria que
perdura intacto hasta la actualidad.

Fue tan sensata esa observacin que la prohibicin de la


doble imposicin sigue formando parte de todos los tratados
internacionales en materia de inversiones y transferencias de
rentas de un pas a otro.
Stuart Mill se refera a una clase de doble imposicin
discriminatoria que gravaba de manera distinta el ingreso
consumido respecto del ingreso que se ahorraba. Como el ingreso
ahorrado obtena despus una renta, era a todas luces injusto y
discriminatorio que volvieran a cobrarle impuestos por esa causa.
Porque de esta manera, la renta consumida pagaba una sola vez,
mientras que la renta ahorrada lo haca varias veces. Con lo cual
se planteaba una clara discriminacin o inequidad horizontal.
De modo que a partir de John Stuart Mill y hasta el da de
hoy, los principios clsicos en materia de imposicin enunciados
(2) por Adam Smith (1723-1790), quedaron sintetizados de esta
manera:
a) Principio de igualdad y proporcionalidad. Los
impuestos que obligan a los ciudadanos deben ser iguales para
todos y proporcionales a su capacidad contributiva, es decir a su
renta total efectiva.

2. Revisionismo nrdico.
Pero como siempre ocurre, cuando hay una doctrina
afianzada por los usos y costumbres o confirmada por la
57

sapiencia, surgen disidencias, herejas y hasta apostasas.


Durante el perodo anterior a la Gran Guerra de 1914/17,
aparecieron doctrinas que renegaban de esos seis principios,
auspiciando el intervencionismo estatal y la voracidad fiscal.
Fueron encabezadas por el economista alemn, Adolf
Heinrich Gotthilf Wagner (1835-1917) quien sostuvo que las
finanzas pblicas deban ser concebidas como un mecanismo para
la produccin nacional de bienes y servicios pblicos. Para Adolf
Wagner, el impuesto progresivo era el instrumento de poltica
social destinado a distribuir el ingreso y repartir la carga
presupuestaria entre los contribuyentes. Como aadido a su tesis
en favor de la tributacin total, dise la ley que lleva su nombre,
postulando la aparicin de un nuevo fenmeno histrico: el
aumento constante e ilimitado de gastos pblicos por encima del
nivel de produccin de bienes y servicios per capita ( 3)
Esas ideas comenzaron a plasmarse en Inglaterra cuando
David Lloyd George, presidiendo un gobierno de izquierda liberal,
logr imponer la ideologa de la redistribucin de la riqueza. En
1908 sancion un elevado impuesto a la herencia para expropiar
las propiedades de los odiados terratenientes ingleses.
Pero a poco de andar, ese mismo patrimonio inmobiliario
transformado en acciones y papeles negociables, fue a parar a
manos de un nuevo grupo de potentados: los financistas y
banqueros de la City londinense. Finalmente la riqueza cambi de
manos, los terratenientes fueron reemplazados por los banqueros
y la curva de la distribucin de ingresos qued intacta,
mantenindose exactamente igual el porcentaje de ricos y
pobres.

Mas recientemente, y como consecuencia no deseada de


las teoras keynesianas, renaci con furia el embate
tributarista. Los polticos que ambicionan alcanzar el poder se
enrolan en el fundamentalismo de la voracidad fiscal y la
cleptocracia, que es su consecuencia no deseada.
Desde las tribunas polticas comenzaron a prometer la
redistribucin igualitaria de la riqueza, anunciando que el
Estado conducido por ellos se convertira en una especie de
gigante filantrpico, que permitira a cada uno vivir mejor a
expensas de los dems.
Tal ideologa atrajo a muchos individuos arruinados por
las guerras mundiales, que estaban inclinados a reclamar todo al
Estado sin poner esfuerzo de su parte. Encontraron campo
frtil en los especialistas en finanzas pblicas y all comenz el
revisionismo de los germanos, anglosajones y escandinavos.
Uno de ellos fue Alvin Hansen (1887-1975) economista y
profesor americano, ardiente propulsor del neokeynesianismo
y partidario de estimular la demanda mediante el dficit
fiscal.(4)
Otro fue el pionero de la economa del bienestar, el
ingls Arthur Cecil Pigou (1877-1959) que auspiciaba una
hacienda pblica dedicada a redistribuir ingresos por medio de
altos impuestos y subsidios al consumo.(5)
En el mismo sentido apareci Abba Lerner (1903-1982)
de origen ruso, profesor de economa en Harvard, quien
propona sustituir el mercado libre por el socialismo de
mercado, donde los precios seran decididos por un organismo
de planificacin central dirigido por un poderoso funcionario.
58

Tambin tuvo una destacada actuacin el economista sueco


Erick Lindahl (1891-1960), discpulo de Knut Wicksell, creador de
la escuela de Estocolmo y de gran prestigio
durante la
postguerra, al presentar la economa como un sistema de oferta
y demanda de bienes pblicos y recomendar la poltica
intervencionista del Estado para fijar precios, salarios y
beneficios.(6)

Los hacendistas italianos, que seguan la tradicin de


Wilfredo Pareto, no examinaban los fenmenos fiscales con un
asptico modelo macroeconmico y menos como una cuestin de
tcnica legislativa, ajena a sus inevitables efectos sobre la
sociedad. Por el contrario, enfocaban el tema fiscal dentro del
marco poltico en que los fenmenos fiscales realmente se
producen. Sostenan que las Finanzas pblicas eran una ciencia
prctica situada entre la Economa, la Historia y la Moral.
Desarrollaron
un ingenioso esquema que contemplaba las
decisiones gubernamentales como tomadas por un grupo de
vidos operadores que controlan el poder poltico. Estos
personajes impulsan acciones en favor de sus propios intereses
por encima del inters general, pero sus decisiones son
obligatorias para todos los ciudadanos. De esta manera, los
hacendistas italianos tuvieron en cuenta cmo reaccionaran
frente a las medidas fiscales tanto
los oferentes y
productores de bienes (pblicos y privados) como los
consumidores y demandantes de esos mismos bienes.
Como resea del pensamiento de estos talentosos
profesores italianos, es ilustrativo comparar las valientes ideas
de Francesco Ferrara (1810-1900) con lo que est sucediendo
aqu y ahora, en nuestros das:
Los impuestos pueden

3. La sensatez italiana.
Frente a esta furiosa arremetida nrdica, surgi una
excelente reaccin en contra de los manaco-tributarios que
incitaban al aumento ilimitado de impuestos y propiciaban el
ocultamiento del gasto pblico para impedir las hostilidades de
los ciudadanos.
La tarea de salvamento del orden civilizado y la
restauracin del sentido comn, correspondi a los brillantes
hacendistas italianos, quienes produjeron textos de antologa
impositiva, imposibles de ignorar.
No podemos dejar de mencionar a Francesco Ferrara,
Antonio De Viti de Marco, Luigi Einaudi, Gaetano Mosca, Amilcare
Puviani y Mauro Fasiani. Junto con ellos incursionaron en el tema
impositivo los representantes de la escuela austraca y los
economistas americanos enrolados en la escuela de public
choice especialmente James Buchanan y Gordon Tullock. El
primero de ellos mereci el premio Nobel de economa y ambos
reconocieron explcitamente la poderosa influencia de la escuela
italiana de Hacienda Pblica en sus galardonadas investigaciones.

transformarse de una contribucin a un despojo sin que nadie


entienda cmo y de qu manera un perverso ministro de
Hacienda consigue el poder poltico suficiente para hacer
dciles a los diputados, senadores y periodistas en el
encubrimiento de las culpas e incapacidades del gobierno. Los
impuestos extravagantes y la publicidad oficial son los factores
59

que incluyen y explican este enigma. Porque ellos son el gran


manantial de donde un gobierno corrupto puede manipular la
opinin pblica en perjuicio del pueblo. Con lo recaudado por esos
impuestos, el gobierno mantiene a sus espas, paga a sus
partidarios, adultera las estadsticas oficiales, financia
periodistas y dicta los artculos de los peridicos para mantener
la ficcin de que las cosas andan muy bien. De esta manera muere
la contribucin (stipendium) donde entregamos una fraccin de
nuestros valores a cambio de las utilidades que nos brinda el
Estado. En su lugar nace la expoliacin (tributum) que nos
empobrece sin darnos cuenta. (7)

ocultar al pblico la carga real de impuestos y exagerar sobre


los supuestos efectos benficos del gasto pblico.
La teora de Musgrave puede inferirse de estas ideas que
presentan un panorama de cuasi impudicia y que fueron
expresadas en una histrica confrontacin con el premio Nobel
James Buchanan en la Universidad de Munich, Alemania: La

nica forma de usar sin riesgos los trminos de la doble


imposicin consiste en relacionarlos con la equidad. De este
modo se podrn sealar discriminaciones en favor o en contra
de determinados contribuyentes segn un ndice dado de
igualdad. As podremos afirmar que la crtica a la doble
imposicin -como hecho de gravar ms de una vez una misma
cosa- es un principio falaz y no cientfico, abriendo el camino
a la imposicin mltiple. (8)

A pesar de la lucidez de ste y otros autores italianos, en el


campo de la Ciencia de las Finanzas, quien tuvo una influencia
semejante a la de John Maynard Keynes en la macroeconoma,
fue el profesor alemn Richard Musgrave.

Con un enfoque terico-prctico totalmente opuesto a


las ideas de John Stuart Mill y de James Buchanan, el profesor
Richard Musgrave sostiene que: Para eludir el argumento de la

4. Predominio de Richard Musgrave.

doble imposicin, los gobiernos debieran adoptar la teora de la


hacienda mltiple creando impuestos en distintas fuentes,
buscando todas las manifestaciones de riqueza y aplicando el
poder fiscal en diversas jurisdicciones, con el fin de
gravarlas varias veces sin levantar resistencia, para lo cual cada
tributo no debiera superar un cierto lmite tcnico y legal. (8)

Richard Musgrave (1910-2007), naci en Kningstein,


Alemania, cerca de Frankfurt y emigr a Estados Unidos en
1936, donde fue profesor en la universidad de Harvard.
Es autor de una Teora mltiple de la Hacienda pblica
que ha sido aprendida, asimilada y aplicada por todos los
adoradores del Estado y polticos oportunistas que vieron la
ocasin de
arrebatar el dinero a los contribuyentes,
exprimindolos con impuestos y ms impuestos, amparados en el
paraguas de la ilusin financiera que permite a los gobernantes

Un autntico alarde de cinismo e hipocresa.


De esta forma el terico alemn, naturalizado americano,
actualizaba el desvergonzado consejo que varios siglos antes
haba brindado el ministro Jean Baptiste Colbert (1619-1683) al
monarca absolutista
Luis XIV, el rey Sol de Francia:

60

Majestad, el arte de cobrar impuestos consiste en utilizar la


misma tcnica que se emplea para desplumar a un ganso: hay que
sacarle de a poco y en distintas partes del cuerpo, la mayor
cantidad de plumas con la menor cantidad de graznidos (9)

familiar, para sostener el propio bienestar o para transmitir


un legado a los hijos.
Ahora bien, el catico sistema impositivo argentino, grava
cuatro veces la misma fuente de riqueza, que es la renta
efectiva global. Mediante el procedimiento musgraviano de la
imposicin mltiple, en cada una de estas cuatro fases distintas
jurisdicciones del Estado, nos van quitando recursos que
provienen de una misma fuente: el ingreso personal medible en
dinero.
Slo se salvan aquellos individuos que, por su poder
econmico, pueden aprovechar el fenmeno de la traslacin de
impuestos hacia el prjimo indefenso, descargndole el peso
depredador del
sistema tributario. Con lo cual estos
privilegiados se enriquecen y los dems empobrecen.
A travs de distintas jurisdicciones polticas y afectando
la exteriorizacin de riqueza que se manifieste en las
computadoras fiscales, el Estado argentino nos cobra impuestos
(21 al 30 %) cuando tenemos ingresos por el trabajo personal o
percibimos una renta de capitales.
Vuelve a cobrarnos impuestos (27 al 29 %) cuando, con el
dinero que ya tribut, compramos bienes o hacemos gastos
necesarios para vivir.
Reitera los impuestos (16 al 18 %) cuando utilizamos
bienes durables adquiridos con ingresos gravados, o cuando
usamos servicios pblicos y consumimos energa o combustibles.
Y termina cobrndonos ms impuestos (1,5 al 2,5 %) por
el simple hecho de conservar bienes personales en el
patrimonio.

Pues bien, todas estas referencias a la hacienda mltiple,


encuentran aplicacin prctica en cada uno de los que habitamos
este pas. Porque el proceso econmico personal que nosotros
generamos para satisfacer nuestras necesidades fsicas y
espirituales, tiene cuatro fases o etapas sucesivas. Son
semejantes al layout de una planta industrial. Tanto en uno como
en otro caso, hay un flujo de operaciones y decisiones que
condicionan el resultado:
a) La etapa de obtener dinero. El proceso econmico
personal comienza con la obtencin de ingresos por medio del
trabajo
(sueldos,
honorarios,
comisiones,
salarios,
remuneraciones) o de rentas por la gestin de una cartera de
inversiones (intereses, dividendos, alquileres, participaciones en
utilidades societarias, canon de arrendamientos).
b) La etapa de gastar ese dinero. El dinero logrado con
los ingresos, puede ser donado, ahorrado en divisas, gastado en
bienes de consumo o invertido en bienes durables.
c) La etapa de utilizar las cosas adquiridas.
Seguidamente los bienes duraderos como el automvil, la
embarcacin, la vivienda, los muebles, artefactos del hogar, la
casa de fin de semana y el departamento en la costa, se usan
para vivir o descansar.
d) La etapa de conservar los bienes. Por ltimo, ciertos
bienes particulares se preservan y mantienen en el patrimonio
61

Para los polticos demaggicos, es fcil despertar el

A travs de 96 impuestos, directos o indirectos, tasas,


cargas sociales y contribuciones, sin darnos cuenta soportamos
una formidable detraccin (70 al 75 %) de la renta efectiva. La
mayora de estos 96 impuestos no son advertidos porque estn
camuflados en la ilusin financiera y se filtran a travs de los
precios y tarifas.
En nuestro pas,
no slo hay doble imposicin sino
cudruple tributacin sobre la nica fuente impositiva: los
ingresos y rentas de las personas fsicas.
En estas condiciones, quin podra sostener que la
apropiacin de tamaa porcin de la renta efectiva no configura
un sistema predatorio?
En nombre de qu principios de solidaridad social el
Estado despoja a las personas fsicas de partes del fruto de
su trabajo?
Qu gobernantes, legisladores o magistrados tienen la
autoridad moral suficiente para acusar de delitos penales
tributarios a quienes se resistan a ser despojados?

resentimiento contra quienes tienen algn dinero ahorrado y,


ms an, si tienen la osada de mandarlo al extranjero a fin de
impedir que el gobierno se lo apropie con impuestos.
Tambin es muy fcil extender ese resentimiento contra
los pases y bancos que reciben dichos ahorros y que no slo le
conceden asilo, sino que adems brindan la seguridad jurdica de
protegerlos con reserva y discrecin.
Es preciso sacudir la dogmtica creencia de que la fuga
de capitales es siempre algo delictuoso y por eso es vital, para
que los derechos humanos no sean mera propaganda poltica,
que las personas y sus capitales tengan la oportunidad de
moverse internacionalmente y, cuando sea absolutamente
necesario,
puedan
escapar por puertas traseras a las
arbitrariedades de los gobiernos.
Esta es sin duda la clave de porqu, aun bajo condiciones
adversas y desalentadoras, todava en ciertos pases queden
restos de libertad y subsistan individuos que no se someten al
poder poltico (10)

Legisladores y tributaristas de toda laya, que se han


proclamado liberales o socialistas, todos sin excepcin han
dado forma desde hace aos a un monstruo fiscal siguiendo
fielmente los consejos de la teora de la hacienda mltiple.
Por eso hemos cado a una situacin de decadencia
secular y en opinin de Paul Samuelson y Paul Johnson, somos el
nico pas del mundo que ha involucionado de un alto grado de
desarrollo al subdesarrollo y ofrecemos el ingrato espectculo
de una pobreza inmerecida pero sin remedio.

5. El manifiesto de Wilhelm Rpke.


Frente a este feroz ataque fiscal, muchas han sido las
voces que se han manifestado, pero una de ellas se destaca por
sobre las dems, debido al valor cientfico, cultural y moral de su
autor. Nos referimos al prof. Wilhelm Rpke (1899-1966), cuyas
ideas y reflexiones siguen teniendo una innegable actualidad.
62

(1) John Stuart Mill, Principios de Economa Poltica,

Londres, 1848.
(2) Adam Smith, Investigacin de la naturaleza y causas de
la riqueza de las naciones (4 tomos), Ediciones Orbis,
Buenos Aires, 1983
(3) Adolf Wagner, Ciencia de las finanzas, Finanzwissenschaft, Berlin, 1901.
(4) Alvin Harvey Hansen, Politica fiscal y ciclo econmico,
Fondo de cultura economica, Mxico, 1973
(5) Arthur Cecil Pigou,
Estudio de Hacienda pblica,
Instituto Estudios fiscales, Madrid, 1962
(6) Eric R. Lindahl, Slo Fiscalidad, una solucin positiva,
Gerechtigkeit der Besteuerung (1958)
(7) Francesco Ferrara, Poltica fiscal del Estado e inters
social, 1892
(8) Richard Musgrave Hacienda pblica, terica y aplicada,
McGraw Hill, Madrid, 1988.
James M. Buchanan & Richard A. Musgrave: Public
finance and public choice: two contrasting visions of the
state. M.I.T. 4 edicin, Boston, 2001.
(9) Carl Grimberg, El siglo de Luis XIV, Versalles espejo
el mundo, Ediciones Daimn, Barcelona, 1981.
(10) Wilhelm Rpke, The bank in our time, Banking Review,
Ginebra, 1966

63

En la antigua Roma slo los habitantes de las naciones


derrotadas por las legiones romanas estaban obligados a pagar
tributos (tributum) como reconocimiento de sumisin a Roma.
Por eso la cultura tributaria en Roma era cultura de siervos y
vasallos. A esos vasallos se los denominaba cliens de donde
deriva la palabra cliente, que quiere decir precisamente:
persona sujeta o protegida por el patrn.
Mientras tanto, los ciudadanos romanos (civis), no tenan
tales obligaciones fiscales. Ellos abonaban la contribucin
(stipendium) que nicamente pagaban cuando requeran una
contraprestacin al Estado. De all que la cultura contributiva
fuera una cultura de ciudadanos libres y la cultura tributaria
lo era de esclavos y siervos.

CAPITULO 10

LA MARAA TRIBUTARIA ARGENTINA


Sin duda alguna, la caracterstica ms relevante del
sistema impositivo argentino es la innecesaria e intil
complejidad conformada por leyes y ms leyes, decretos y ms
decretos, resoluciones y ms resoluciones. As hasta el infinito.
Un sistema extenso, mltiple, confuso, complicado que
termina siendo ininteligible para los contribuyentes y de
dificultoso control para el propio organismo recaudador. Por eso,
con buen juicio el prof. Guillermo Sandler de la Universidad de
Buenos Aires sostiene que no se trata de un sistema impositivo
sino un desordenado rgimen tributario fruto de la acumulacin
de leyes.
El enredo de tantas disposiciones ha formado una maraa
legislativa que permite a los funcionarios fiscales ejercer su
omnipotencia, atemorizando a los contribuyentes. Estos se
defienden intentando esquivar su cumplimiento y todo termina
siendo como el juego infantil del gato y el ratn.

Es evidente que los habitantes de nuestro pas no


tenemos la prerrogativa de los civis romanos. Desde el punto
de vista fiscal somos tratados como cliens, vasallos sujetos al
sistema, que debemos sumisin al Estado sin derecho a exigirle
ninguna contraprestacin a cambio del pago de impuestos.
2. Maraa fiscal.

Tal como puede verse en los cuadros de este mismo


captulo, en la actualidad estamos sometidos a una multitud de
tributos. Hay 45 impuestos nacionales y cargas laborales, que
no son otra cosa ms que impuestos al trabajo disfrazados de
poltica social. Adems existen 28 impuestos y obligaciones
tributarias provinciales que implican costos tan altos como si
fueran impuestos adicionales. Tambin se encuentran 23

1. Cultura tributaria oficial.


No es casual que la propaganda oficial promueva entre los
jvenes estudiantes la difusin de una nueva cultura tributaria
lo cual es toda una definicin de acto fallido.

64

impuestos municipales camuflados bajo la forma de tasas,


contribuciones o derechos de inspeccin y control. En total 96
tributos que se infiltran en todos los aspectos de nuestras vidas
para arrebatar la renta que generan quienes trabajan en el
sector privado.
Estos 96 impuestos estn sustentados en una maraa legal.
El rgimen tributario argentino consta de 64.390 artculos
sancionados en los ltimos 6 aos por leyes, decretos, decretos
reglamentarios,
decretos
rectificativos,
decretos
interpretativos, resoluciones de la AFIP, resoluciones de la DGI,
resoluciones del Ministerio de Economa, aplicativos informticos,
instructivos fiscales, regmenes de informacin obligatoria,
sistemas de retencin y percepcin, normas de Aduana y
disposiciones de las Direcciones de Rentas provinciales y
municipales.
Tan descomunal conjunto de normas, reglas y
procedimientos est contenido en casi 24 tomos de la coleccin

alteran, suplantan, rectifican, modifican, enmiendan, reforman,


suspenden y sustituyen las reglas anteriores. As da tras da,
mes a mes y ao tras ao. Por eso el proceso de comprensin de
los textos fiscales tiene que reiniciarse una y otra vez sin
parar.
Es la condena de Ssifo, legendario rey de Corinto,
obligado por los dioses a empujar una piedra enorme cuesta
arriba por la ladera empinada, pero antes de alcanzar la cima,
la piedra se le escapa y rueda cuesta abajo. Ssifo tiene que
volver a empezar todo desde el principio.
El mito de Ssifo simboliza el empeo intil del ciudadano,
que consume su vida en trmites absurdos sin ningn valor. Del
mismo modo podemos sealar que la tarea intelectual de
entender y cumplir con el laberinto de la legislacin fiscal,
representa la condena de un esfuerzo estril y sin sentido. Los
argentinos consumimos una parte valiosa del tiempo de nuestras
vidas cumpliendo reglamentaciones fiscales srdidas y ridculas.
Puede parecer desproporcionado, pero es til comparar
nuestras reglas impositivas con lo sucedido en el monte Sina
hace ms de 3.500 aos cuando Yahveh entreg a Moiss,
padre del pueblo judo, las tablas de la ley con las normas que
deban regir el comportamiento moral de la humanidad. Esas
reglas fueron escritas en tableros de madera y luego, como
consecuencia del enojo de Moiss que las rompi contra el
becerro de oro adorado por su pueblo, volvieron a ser grabadas
en lajas de piedra. All, en los tableros de madera y en las lajas
de piedra, estaban los 10 mandamientos de la Ley de Dios o Ley
Mosaica, custodiados en el Arca de la Alianza.

Impuestos, Revista de doctrina, jurisprudencia y legislacin


fiscal, publicada por editorial La Ley. Cada ejemplar tiene entre
1.230 y 1.650 pginas, que requeriran 3 meses de dificultosa
lectura por tomo, para poder leer y comprender las obligaciones
tributarias.
Cuando una persona, con alto coeficiente intelectual y
buena memoria terminase de leer y entender este mamotreto
legal, las nuevas disposiciones que hayan ido apareciendo, vuelven
a conformar otros tantos tomos. Porque cada da hbil que
transcurre, se agregan entre 25 y 30 artculos de nuevas
disposiciones que crean, corrigen, derogan, cambian, prorrogan,

65

Esta ley es la conciencia moral de la humanidad, tiene 10


mandamientos que permanecen estables e inmutables por los
siglos de los siglos, como toda verdad absoluta.
En cambio, para liquidar nuestros impuestos hay que
encuadrarse dentro de 64.390 mandamientos cambiantes e
inestables, redactados con lenguaje esotrico, inextricable an
para los propios expertos que deben descifrarlos.

Este descomunal y perverso conjunto de regulaciones


con fines fiscales, efectuado por la ex - ONCCA e
incrementado con entusiasmo por las Agencias tributarias
provinciales, implican un gasto fiscal oculto que muchas veces es
causa de desaliento para encarar la produccin agrcola o
ganadera imprescindibles para el bienestar de la sociedad.
Lo lamentable de esta absurda complejidad fiscal es que
sus costos no son reconocidos ni computados por el gobierno ni
por los propios contribuyentes, los cuales ni siquiera atinan a
contabilizar tales gastos como autnticos impuestos.
Ellos son: a) el costo del tiempo perdido para cumplir con
las obligaciones fiscales, b) la aprensin psicolgica que se
siente frente a las intimaciones tributarias, c) la documentacin
necesaria para conocer las reformas impositivas, d) el trabajo
de reunir comprobantes y registrarlos contablemente, e) el
costo en salarios y cargas sociales para liquidar impuestos,
practicar retenciones y administrar
percepciones, f) los
honorarios cobrados por los asesores impositivos que dedican
toda su vida a cumplimentar este laberinto fiscal.
Los contribuyentes tienen que pagar de sus bolsillos el
costo de estas tareas que la administracin fiscal no reconoce
ni retribuye y mucho menos se preocupa de simplificarlas.

3. Regulaciones ridculas.
Pero all no para la complejidad del sistema impositivo que
nos rige. Hay cargas pblicas que tambin son impuestas,
surgidas de regulaciones absurdas y arbitrarias que slo sirven
para crear trabas legales y obstculos administrativos a la
iniciativa privada.
Testimonio de ello pueden brindarnos,
con lujo de
detalles, los productores rurales sometidos a la obtencin del
ROE verde, el ROE rojo, los cupos de exportacin, los permisos
previos de una secretara para obtener permisos definitivos de
otra secretara, la inscripcin en el registro de productores
rurales, el registro de vendedores autorizados, las obleas de
trnsito, los remitos y cartas de porte oficializadas, los cdigos
de trazabilidad para transportar la cosecha en camiones, los
sistemas informticos como el Sicom, Sircreb, Sifere, Surcar, el
CIT y COT que requieren de telefona satelital o GPS para
comunicar el movimiento de cereales de un campo a otro an
cuando se trate de almacenarlos en silos propios.

4. Costos marginales.
Aplicando una metodologa similar a la utilizada desde
1993 en EE.UU. a fin de determinar el costo incurrido por llevar
los impuestos al da, hemos obtenido el siguiente clculo. (1)
66

Teniendo en cuenta la cantidad de contribuyentes en


todas las jurisdicciones y el conjunto de empleados y
profesionales que se especializan en el tema impositivo, el sector
privado argentino est dedicando 142,73 millones de horas
anuales para estudiar, asesorar, reunir datos, conservar
comprobantes, bajar aplicativos de la AFIP, rellenar formularios,
obtener y archivar papeles, contabilizar y liquidar retenciones,
conectarse on line con la AFIP, presentar declaraciones juradas
y pagar impuestos.
Lo cual significa esterilizar una fuerza laboral de 71.365
personas con alto coeficiente intelectual, trabajando 40 horas
semanales durante 50 semanas al ao.
Imaginemos qu podran haber hecho tantos individuos, de
excelente formacin, dedicando su tiempo a tareas ms tiles
que atender al Fisco para liquidar impuestos propios y controlar
los de terceros.
Argentina es un pas maniatado por miles de regulaciones
fiscales, obstculos legales y trabas administrativas que impiden
desarrollar la capacidad potencial de la iniciativa privada. Slo la
pasin creadora y la tenacidad de algunos emprendedores
permiten todava crear y desarrollar empresas en un clima hostil
a los negocios donde no intervenga el Estado.
A continuacin y para asombro de gobernantes,
funcionarios, asesores impositivos, empresarios, contribuyentes,
monotributistas sindicalistas y pacientes consumidores rogamos
observar y leer atentamente estos cuadros dignos de las pinturas
apocalpticas de Hieronymus Bosch, (el Bosco 1505) o el Infierno
de Pieter Brueghel (el Viejo 1540).
67

I. IMPUESTOS NACIONALES

30. Tasa de infraestructura hdrica a la nafta y al GNC (gas comprim.)


31. Recargo impositivo al GNC (D. 786/02)
32. Cargo por sobre-consumo de gas y electricidad (PURE Plan Uso
Racional Energa)
33. Impuesto sobre tarifas de peajes en autopistas.
34. Impuesto a telefona celular ( Ente Alto Rendimiento Deportivo).
35. Impuesto a la tecnologa electrnica producida extrazona
(Tdel Fuego).

1. Impuesto a las ganancias de personas fsicas


2. Impuesto a las ganancias de sociedades
3. Impuesto a la ganancia mnima presunta
4. Impuesto a los bienes personales
5. Monotributo
6. Impuesto a ganancias no-realizadas, al prohibir el ajuste de
balances por inflacin
7. Impuesto por ajustes en los precios de transferencias
8. Retenciones por exportaciones agrcolas
9. Otros Derechos de exportacin
10. Derechos de importacin
11. Tasas de aduana
12. Tasa de estadstica
13. Impuesto sobre fletes martimos
14. Impuesto a la transferencia de inmuebles de personas fsicas
15. Impuesto sobre dbitos y crditos bancarios
16. Percepcin aduanera de IVA importacin y Ganancias importacin
17. IVA sobre servicios al 27 %
18. IVA sobre compras al 21 %
19. IVA sobre compras al 10,5 %
20. Impuesto para el Fondo de Educacin y Promocin Cooperativas
21. Impuestos internos
22. Impuesto adicional de emergencia cigarrillos
23. Impuesto p/ fomento de la actividad cinematogrfica (INCAA)
24. Impuesto a los videogramas grabados.
25. Impuesto a premios de sorteos y concursos deportivos.
26. Impuesto del CONFER a transmisiones de radio y televisin
27. Tasa de kerosene, gas-oil y diesel-oil
28. Impuesto a los combustibles lquidos y gas natural (ex - ITC)
29. Impuesto especfico al gas-oil (IESP)

II. IMPUESTOS AL TRABAJO.


36. Retenciones sobre salarios para ANSES, Obras Sociales y
Sindicatos
37. Retenciones sobre salarios para PAMI
38. Cuotas del ahorro jubilatorio expropiado (ex AFJP)
39. Contribuciones patronales para ANSES, Obras Sociales y
Sindicatos
40. Contribuciones patronales para PAMI
41. Contribuciones para asignaciones familiares
42. Previsin de indemnizaciones por despidos
43. Cargo en previsin de doble indemnizacin
44. Contribuciones a ART y previsin por demandas civiles en casos
de accidentes de trabajo.
45. Aportes para Fondos gremiales de desempleo .

III IMPUESTOS PROVINCIALES


46. Impuesto para infraestructura hdrica
47. Impuesto para la infraestructura elctrica de Santa Cruz
48. Impuesto para el Fondo de desarrollo elctrico provincial
49. Impuesto especial grandes obras energticas
50. Impuestos sobre tarifas para Secretaria de Energa

68

51. Impuestos en tarifas de servicios pblicos por aumentos de tasa


de ingresos brutos, impuestos de operaciones bancarias no
computables como crdito fiscal y aumentos de aportes
patronales.
52. Canon al gas patagnico
53. Impuesto a Ingresos brutos
54. Impuesto por ingreso bruto en transporte de gas
55. Impuesto provincial para el Fondo de compensacin de tarifas
56. Impuesto provincial para Fondo fiduciario de subsidio residencial
57. Impuestos a urbanizaciones residenciales en barrios cerrados
58. Tasas sustitutivas de otros impuestos provinciales
59. Impuesto provincial para el Fondo educativo
60 Impuesto de sellos provinciales
61. Tasa de actuaciones judiciales y administrativas
62. Impuesto inmobiliario urbano
63. Impuesto inmobiliario rural
64. Tasa contributiva de mejoras rurales
65. Impuestos por carga/descarga terminales portuarias bonaerenses
66. Impuesto provincial a la herencia y transmisin gratuita de bienes
67. Impuesto de sellos a la compra-venta de automotores usados.
68. Aranceles interiores cobrados en ruta por salidas de productos
provinciales o introduccin de mercancas de otras provincias.

73. SIRCAR (Sistema Recaudacin y Control de Impuestos para


Agentes de Retencin y Percepcin por operaciones en otras
provincias)

V. NOTAS SOBRE IMPUESTOS PROVINCIALES

(*) Los impuestos provinciales no son idnticos en todas


las provincias. Sin embargo la vigencia en una de ellas significa un
costo cargado al precio de productos y mercaderas
all
producidos o comercializados, por lo que
terminan siendo
trasladados y pagados por el consumidor final en cualquier lugar
de residencia.
(**) Las obligaciones provinciales designadas como CIT,
COT, SICOM, SIFERE, SIRCREB y SIRCAR generan importantes
costos que
deben cargarse a cuenta de la presin fiscal
provincial. Son cargas fiscales como impuestos disfrazados.

VI. IMPUESTOS MUNICIPALES

IV. OBLIGACIONES FISCALES PROVINCIALES

74. DREI, Impuesto por derecho de registro e inspeccin


75. Impuesto municipal por publicidad en gndolas de Supermercados
76. Impuesto de abasto municipal por ingreso de alimentos
perecederos desde otros Municipios
77. Impuestos a proveedores no-residentes, por facturacin de
Insumos y Servicios a empresas instaladas en jurisdiccin del
Municipio.
78. Impuestos sobre espectculos pblicos.
79. Impuesto municipal para obras de infraestructuras

69. CIT (Impuesto p/solicitar Cdigo Identificacin de Transporte)


70. COT (Sistema control electrnico p/operaciones de traslado
de mercadera)
71. SICOM y SIFERE (Sistema Federal de Liquidacin y Recaudacin
de Impuestos del Convenio Multilateral)
72. SIRCREB (Sistema Recaudacin y Control de Impuestos sobre
Acreditaciones en Bancos de contribuyentes presuntos)

69

80. Impuesto por publicidad en la va pblica


81. Impuesto por publicidad en rodados
82. Impuesto adicional por cartelera iluminada.
83. Impuesto municipal por transporte de sustancias alimenticias
84. Impuesto municipal de cementerios
85. Gravamen por servidumbre de red pblica
86. Impuesto por alumbrado pblico cargado en la tarifa de luz
87. ABL, Impuesto de alumbrado, barrido y limpieza
88. Patentes de automotores y motocicletas
89. Impuestos por renovacin carnet de conductor.
90. Patentes sobre lanchas y aeronaves
91. Impuesto sobre bienes inmuebles
92. Tasa de pavimentos y cloacas
93. Impuesto por tendido de red de agua potable
94. Impuesto por instalacin y extensin de la red de gas
95. Impuesto por terrenos baldos
96. Impuesto sobre casas y departamentos desocupados

(****) Para determinar el importe de las tasas debiera


contabilizarse el costo del servicio ms todos los gastos de la
gestin municipal. El prorrateo de las cargas puede hacerse
linealmente entre los contribuyentes o agrupndolos por
categoras. Las alcuotas, a su vez,
pueden ser: fijas,
proporcionales, graduales o progresivas.
VIII: IMPUESTOS IMPLICITOS
Cuando finaliza una concesin de servicios pblicos, en
jurisdiccin nacional o provincial, los activos fijos adquiridos por
la Empresa concesionaria (automviles, camiones, inmuebles,
oficinas, instalaciones, maquinaria, herramientas, redes, obras de
infraestructura, sistemas informticos, equipos de PC) pasan al
dominio del Estado nacional o provincial, sin compensacin alguna.
Pero durante el perodo de la concesin, el costo de esas
inversiones haba sido cargado en las boletas de servicio que
pagan los usuarios, incrementando las tarifas. En la actualidad
esos costos se diferencian de la tarifa y se designan cargos.
Por tanto, al momento de finalizar el contrato de
concesin, los usuarios debieran ser resarcidos por esos
desembolsos o reconocidos como autnticos propietarios, porque
ellos pagaron esos bienes. Tendran derecho a percibir ttulos o
acciones por su valor actualizado.
Como el Estado se queda con todo y no reconoce la
titularidad
de ese patrimonio, su valor equivale a una
confiscacin o a un impuesto implcito cobrado al finalizar la
concesin de los servicios pblicos. Es otro arrebato fiscal.

VII. NOTAS SOBRE IMPUESTOS MUNICIPALES


(*) Los impuestos municipales no son idnticos en todas
las ciudades y comunas.
(**) Las aduanas interiores que los municipios establecen
para incrementar su recaudacin son anticonstitucionales, pero
se instalan por la feroz concentracin tributaria en manos de la
Nacin. Tienen el efecto adverso de aslar cada vez ms a las
poblaciones y convertirlas en enclaves sin trfico comercial.
(***) Segn la doctrina generalmente admitida, los
municipios slo debieran cobrar tasas por prestacin de
servicios, requeridos por los habitantes. Las tasas son tributos
cobrados por contraprestaciones brindadas por el Municipio.
70

IX. REGMENES NACIONALES DE


INFORMACIN FISCAL OBLIGATORIA

19. Rgimen informat. Ingreso de fondos radicados en exterior


20. Registro impuesto s/ combustibles lquidos y gas natural
21. Registro de mandatos y consignaciones
22. Registro de Cooperativas y Mutuales
23. Cartes de Porte de productores rurales
24. Cartes de Porte agrcolas Form. 1116
25. Declaracin de existencia de cereales y acopio de granos
26. Declaracin capacidad productiva productores de granos
27. Declaracin actividades agrcolas realizadas en inmuebles

1,
2.
3.
4.
5.

COTI, Cdigo para oferta de transferencia de inmuebles.


Rgimen de informacin por operaciones inmobiliarias .
Rgimen de informacin s/ventas, locaciones y prestaciones.
Informes sobre inmuebles para fines fiscales.
Informes de terceros intervinientes en el mercado
Inmobiliario.
6. Informes sobre operaciones internacionales con precios de
transferencia.
7. CITI Ventas (Cruzamiento Informtico de de transacciones
Importantes).
8. CITI Compras (Cruzamiento Informtico de Transacciones)
9. CITI Escribanos (Cruzamiento informtico de Transacciones
Importantes).
10. Rgimen de informacin para Entidades administradoras de
tarjetas de crdito.
11. Rgimen de informacin para Establecimientos educativos
con gestin privada.
12. Rgimen de informacin sobre expensas y contribuciones
para gastos anlogos.
13. Rgimen de informacin sobre Fideicomisos financieros y no
Financieros.
14. Informacin sobre Participaciones societarias
15. Rgimen de informacin sobre Prestaciones de modelaje a
ttulo oneroso.
16. Registro de comercializacin de materiales a reciclar.
17. Rgimen informat. Representantes de Sujetos del exterior
18. Registro de Donantes y Donatarios

X. REGMENES DE RETENCIN Y PERCEPCIN DE


IMPUESTOS AJENOS.

1. Informes sobre retencin de impuestos a ganancias y valor


agregado de Monotributistas.
2. Rgimen de exclusin de retenciones, percepciones y pagos a
cuenta del IVA
3. SICORE, Sistema para determinacin e ingreso de
retenciones y percepciones
4. Rgimen general de retenciones de IVA
5. Rgimen general de percepciones de IVA
6. Rgimen de percepcin para sujetos no categorizados en IVA
7. Rgimen de percepcin del IVA por operaciones de
importacin definitiva de bienes
8. Rgimen de retencin del IVA por comercializadores de
materiales a reciclar
9. Rgimen de retencin del IVA por comercializacin de granos
no destinados a la siembra y legumbres secas.
71

entropa que el gobierno provoca con su intervencionismo creando


desorden y caos.
Pero cierto da estas personas motivadas por la pasin
creadora, pueden declararse en huelga, es decir cansarse y
rebelarse, abandonando todo esfuerzo emprendedor y dejando
las cosas como estn.

10. Rgimen de retencin del impuesto a la transferencia de


inmuebles
11. Rgimen de retenciones del IVA en pagars, cheques
diferidos y letras de cambio
12. Rgimen de retencin de impuesto a las ganancias por
transferencia de inmuebles, cuotas y participaciones
sociales
13. Rgimen de retencin del impuesto a las ganancias por rentas
de trabajos en relacin de dependencia.
14. Rgimen general de retencin del impuesto a las ganancias.
15. Rgimen de retencin de ganancias y comercializacin de
granos no destinados a la siembra y legumbres secas.
16. Rgimen de retencin de impuesto a las ganancias por
comercializadores de materiales a reciclar.
17. Rgimen de retencin de impuesto a las ganancias por pago
de dividendos
18. Rgimen de percepcin de ganancias por operaciones de
importacin definitiva de bienes
19. Rgimen de retencin del impuesto a las ganancias en mutuos
hipotecarios
20. Rgimen de retencin del impuesto a las ganancias a
beneficiarios del exterior

La famosa novela La rebelin de Atlas de Ayn Rand,


relata la violencia contra la sociedad libre, mediante impuestos,
controles, prohibiciones, cepos, trabas, obstculos
y el
aplastamiento del espritu de iniciativa a travs de ridculas y
absurdas reglamentaciones legales que paralizan la actividad
econmica. En la novela, el personaje central se rebela y decide
parar el motor del mundo. Entonces, miles de fbricas cierran sus
puertas, los comercios despiden empleados, la sociedad se
desintegra, los gobiernos no tienen a quin cobrarles impuestos,
falta la comida y ello origina revueltas sociales de los que piden
pero no hay nada para repartir. Como no hay produccin, se
extingue el consumo. Entonces, y recin entonces, todos
comprenden que la poltica no debe obstaculizar ni impedir la
actividad de la economa productiva, aquella que se subordina a
las necesidades de la gente y que finalmente, es preciso
regenerar el nimo de los pioneros, de los capitanes de industria,
de los empresarios apasionados por crear bienes y servicios de
excelencia. Es absolutamente necesario volver al espritu de los
primeros colonos que, en EE.UU, se sublevaron contra Inglaterra
en el siglo XVIII: lucharon contra el intervencionismo estatal,
contra los impuestos, por la libertad de elegir, por el respeto a la
propiedad privada y por la defensa de los derechos y garantas
individuales.

El verdadero milagro argentino radica en que, a pesar de esta


jungla fiscal, sigan existiendo individuos emprendedores,
animado de iniciativas, que no bajan los brazos y continan
creando empresas, brindando trabajo a sus compatriotas y
organizando la produccin de bienes. Ese prodigio de creatividad
es una tremenda fuerza individual, que permite neutralizar la
72

Cada vez en mayor medida, la mejor y ms fiel imagen de


los empresarios competitivos es la de Gulliver en su viaje al pas
de Liliput. Los enanitos lo sorprendieron dormido y sujetaron
con miles de cuerdas y estacas clavadas en tierra para
impedirle su movimiento. Aqu, en nuestra Patria, tambin,
agazapados en las sombras, tenemos una multitud de liliputenses
mentales que ocupan importantes cargos en el gobierno y estn
dominados por una dialctica burocrtica. No saben hacer nada y
fracasan en todo lo que intentan, pero tampoco permiten que
hagan algo quienes saben hacerlo.
(1) I.R.S. Internal Revenue Service: Estimated preparation

time, 1040 tax forms and instructions, Washington, 1995

73

Captulo 11

Mientras el gasto pblico -que es la fiscalidad real- quede


establecido entre 10 % o 15 % del PIB no se produce reaccin
econmica de importancia. La poblacin tolera el diezmo fiscal,
porque el dominio de la actividad econmica se mantiene en el
campo de las decisiones privadas.
Pero cuando pasa de un cierto porcentaje, 25 % del PIB, el
control de la economa se desliza inexorablemente de la sociedad
al Estado -mejor dicho al Gobierno- y comienzan a producirse
adulteraciones econmicas. La poltica domina a la economa y los
criterios econmicos racionales son sustituidos por pautas
demaggicas y objetivos inmediatos en desmedro de los de largo
plazo. Distintos sectores sociales comienzan a sentir que sus
ingresos nominales ya no alcanzan porque no alcanzan a cubrir las
necesidades reales. Entonces, como en una cinchada, tiran de la
soga del precio y del salario para no ceder posiciones y
mantenerse en su lugar. Esta es la opinin de brillantes y
prestigiosos economistas que analizaron el tema: como John
Maynard Keynes (1883-1946) (1), Colin Clark (1905-1989) (2),
Harry G. Johnson (1923-1977) (3), Friedrich von Hayek (18991992) (4) y James M. Buchanan (1919- ) (5). Sus opiniones son de
tanta importancia que merecen ser tenidas en cuenta.
John M. Keynes, canonizado por
los polticos
intervencionistas como el patriarca de la nueva economa,
consider que sera sumamente dificultoso mantener un adecuado
nivel de productividad si la imposicin exceda el lmite del 25 %
de la renta nacional.
Sealaba Keynes que antes de la 1 guerra la detraccin
de impuestos apenas llegaba al 10 % de la renta media de los
pases europeos. Luego, entre las dos guerras, subi al 20 % y

PORQU LOS GOBIERNOS


AUMENTAN EL GASTO?
La crisis mundial desatada en 2008 en EE.UU. con la
quiebra de Lehman Brothers, extendida luego a Islandia, Grecia,
Irlanda, Portugal, Italia y Espaa en la zona del Euro, nos ha
brindado una evidencia contundente.
La perturbacin de los pases se produce de modo
inexorable cuando el Estado se endeuda para sostener un gasto
tan desmesurado que desequilibra la propia economa nacional. La
recaudacin de impuestos no alcanza para pagar, al mismo
tiempo, los gastos corrientes y los intereses de la deuda. Los
gobiernos no ven otra salida ms que emitir bonos. Pronto dejan
de ser confiables porque el alto grado de endeudamiento -en
relacin con los recursos genuinos- hace prever la insolvencia del
Estado soberano. El pnico se apodera de los inversores y se
derrumba su valor. Pero la clase poltica no toma conciencia
plena de este hecho y lo atribuye a un delirante golpe de
mercado o a las oscuras fuerzas del capitalismo financiero.
Hoy hemos descubierto que el verdadero y aterrador
problema de las finanzas pblicas no es tanto el dficit sino el
monto del gasto y su financiamiento con impuestos y deudas.
1. El lmite del 25 %

74

despus de la 2 guerra mundial, alcanz en la Inglaterra


socialista un 30 %, mientras que en EE.UU. slo lleg al 22,9 %.
Este ltimo pas tuvo la sabidura de mantener frenado
el monto del gasto pblico, limitado y oscilante pero en una
franja comprendida entre 18 % y 25 % del PIB. Entre 2008/09
el gasto pblico americano trep al 41 % como consecuencia de
los descomunales subsidios que las administraciones de George
W. Bush y Barack Obama otorgaron a los banqueros para
salvarlos de la bancarrota, absorbiendo activos txicos e
hipotecas subprime.
Esos subsidios, se financiaron multiplicando la emisin
monetaria contra bonos de la Tesorera americana. El enorme
endeudamiento resultante de la duplicacin de la masa de
dlares
lanzada al mercado, ha impulsado a prestigiosos
economistas a presagiar un eventual colapso financiero a
mediano plazo como consecuencia de que EE.UU. est creando
una burbuja financiera con los bonos del Tesoro.
Sin embargo y pasado el perodo de estmulo fiscal para
evitar la depresin el gasto pblico federal de EE.UU. an
durante la gestin de Barack Obama regres al 24,7 % del PIB.
Si no se reduce de manera significativa la magnitud del
gasto y la deuda que lo financia, los Estados soberanos entrarn
en la crisis de confianza que preludia el default. Tendrn que
dejar de pensar en el Estado de Bienestar para pasar a una
concepcin de Sociedad de Bienestar, la cual requiere que se
reduzca el colosal sistema de gastos pblicos, se rebajen los
impuestos y que cada individuo comience a preocuparse por su
propio destino en lugar de esperarlo todo del Estado.
La experiencia europea ha demostrado que cuando
aumentan los impuestos, la productividad de la economa cae

rpidamente, porque el Estado devora la parte esencial de la


renta que empresas y personas destinan a reinversiones. A la
larga no se puede tener bienestar si esperamos recibirlo todo del
Estado sin esfuerzos ni sacrificios personales.
Debemos convencernos que el Estado no genera recursos,
los toma de otros. Cada peso que gasta el Estado debe venir de
alguna otra parte. O sale del bolsillo de los trabajadores o sale de
las ganancias de las empresas, pero siempre es recaudado de la
actividad privada con impuestos, inflacin y deuda.
Cuando el Estado se lleva demasiado dinero, hay menos
recursos para la sociedad y quienes pagan impuestos se
empobrecen. Cada peso de gasto pblico corresponde siempre a
un peso menos de gasto privado. An los empleos pblicos creados
con impuestos son compensados por empleos privados perdidos
por reduccin del gasto privado.
El gobierno puede creer que estimula la economa haciendo
obra pblica, en lugar de locales comerciales o plantas
industriales, pero ni el gasto pblico ni el estmulo fiscal pueden
hacer que se construyan las dos cosas al mismo tiempo.
En economa, estos efectos estn contemplados bajo el
nombre de costo de oportunidad o coste alternativo. As se
designa a todo gasto o uso de los recursos disponibles, aplicados a
ciertos destinos, a costa del valor de otras opciones mejores que
no pueden realizarse porque los recursos no son infinitos.
El costo de oportunidad del Estado casi siempre es
altsimo. Las autoridades gubernamentales administran caro,
actan sin sentido de la austeridad, demoran una eternidad sus
decisiones y nunca eligen la mejor opcin sino la ms popular.
Como no estn compelidas a ahorrar, derrochan el dinero ajeno, y
muchas veces lo embolsan en su patrimonio personal.
75

Colin Clark en su imprescindible libro Welfare &


Taxation (2) menciona que, pocos meses antes de morir, John
M. Keynes le dirigi una carta personal en la que consideraba
como lmite tolerable para la economa britnica una imposicin
del 25 % de la renta nacional. El prof. Colin Clark, que en razn
de su excepcional obra sobre Las condiciones del progreso
econmico, est capacitado como pocos para juzgar esta
advertencia keynesiana, sostiene que en base a realidades
econmicas por l investigadas en mltiples pases, se puede
demostrar que el lmite superior de la imposicin est sealado
por el 25 % del PIB para que no resulte perjudicial a la economa
nacional. (1)
Las circunstancias por las que el exceso de gasto pblico
desata una batalla de todos contra todos, no son difciles de
comprender. Cuando el gobierno gasta en exceso, tiene que
arrebatar una mayor parte a la Sociedad, sobre todo a quienes
no viven del Estado.
En tal caso, la porcin que deja a los ciudadanos es
insuficiente para que progresen decentemente y no hay duda
alguna que provocar la batalla por el ingreso -la lucha de todos
contra todos- en la cual siempre ganarn los ms fuertes e
inescrupulosos y nunca los ms honestos ni los ms necesitados.

una rebaja del tipo de inters y una extensin de los plazos de


pago.
Al mismo tiempo sancion una ley candado para impedir el
rescate de deuda a quienes no aceptaron el ultimtum. Seis aos
despus, la realidad pudo ms que la insidia de los gobernantes.
En 2010 tuvieron que reabrir el canje para evitar los embargos
que los bonistas hold-outs ejecutaban en las cuentas pblicas.
Entre 2001 y 2003 transitamos el perodo de decadencia
ms tremendo de la historia nacional, equiparable a la crisis de la
hiperinflacin de Ral Alfonsn (1989) y de Carlos Menem (1990).
Fueron aos tenebrosos y turbulentos, conducidos sin
idoneidad. Pero as y todo, el promedio del gasto pblico
consolidado de Argentina, entre 1961 y 2006, se mantuvo dentro
de un entorno menor al 24 % del PIB. Por razones polticas, a
partir del ao 2007 Nstor y Cristina Fernndez de Kirchner
provocaron la estampida del gasto, exacerbndolo de tal manera
que actualmente llega al 46 % del PIB. (Gasto pblico en llamas

www. JorgeAvilaopina. com)

Como en la actualidad, el PIB est sobrestimado por la


manipulacin de los ndices de precios, es ms que probable que el
porcentaje del gasto sea superior a esta cifra del 46 %. Ello
significa que el Estado Argentino est gastando una enormidad:
tanto como consume la propia poblacin, sin que reste nada para
la inversin productiva. As, la economa queda a expensas de lo
que haga el gobierno.
Cuando se llega a este nivel de desvaro, no hay margen
para incorporar nuevo capital productivo, destinado a hacer
frente al crecimiento de la poblacin y sus ansias de progreso.

2. Violando los lmites.


En Argentina, despus del fracaso del blindaje y canje de
la deuda en 2001, el Estado anunci a los tenedores de bonos
soberanos que no podra pagar esos compromisos en los
vencimientos pactados. En junio 2004 volvi a comunicarles que
haba decidido reestructurar la deuda con una quita del 75%,
76

Mientras duren las circunstancias de este gasto pblico tan


alto, tendremos que conformarnos con reciclar lo que existe,
atar las piezas con alambre, consumir las reservas, soportar la
falta de energa y ponernos a contemplar cmo algunos vivos
prosperan a costa del empobrecimiento de los dems. La
cinchada argentina termina siempre, en favor de los arribistas y
de quienes trafican influencias.
Con un gasto pblico superior al 25 % del PIB, la
intervencin del Estado es perturbadora y la economa social se
convierte en un juego que arroja resultados negativos.
El peligro que nos amenaza es el desorden, la anarqua en
la va pblica y la rebatia social, donde algunos se apoderan
rpidamente de los bienes que todos pretenden y que no podrn
obtener. A veces los arribistas son los empresarios, otras los
banqueros, en ciertos casos los okupas intrusos, muchas veces
los sindicalistas y casi siempre los altos funcionarios, pero
nunca los que trabajan decentemente y menos los jubilados que
no pueden recuperar lo que entregaron en vida.
Mientras dura el festn del gasto, inicialmente no se
alcanza a percibir el efecto demoledor de la rebatia social,
porque la inflacin puede disimularse anclndola a un tipo de
cambio controlado o cerrando importaciones para conseguir
supervit comercial. Otras veces se intenta provocar una
ilusin financiera falsificando las estadsticas de precios y
mintiendo en los datos de indigencia, desocupacin y pobreza.
Finalmente, llega un momento en que no se puede tapar la verdad
con un colador, ni tampoco se puede mantener la inflacin con un
tipo de cambio fondeado. El caldero estalla como una olla de alta
presin sin vlvula de seguridad y la economa entra en pnico.

El stock de bienes acumulados se acaba, las mquinas se


descomponen, los repuestos escasean, las redes elctricas
colapsan, los grupos electrgenos no alcanzan, el gas inyectado a
baja presin no calienta, no se importan medicamentos, el sistema
telefnico envejece, nadie repone nada y la despensa se vaca. En
una sociedad empobrecida por el Estado, sin ley ni orden, la
justicia es una patraa. Comenzamos a enfrentarnos unos a otros,
la agitacin se traslada a las calles y la cinchada se convierte en
lucha abierta. Es el principio de la anarqua.
El gobierno, con sus malas polticas pblicas, es el que crea
las condiciones para que se desate esta disputa social, porque a
nadie le alcanzan los sueldos
para vivir y progresar
decentemente.
La descripcin de este cuadro podra hacerse con enfoques
ms sutiles y novedosos o mediante una multitud de cuadros
estadsticos que confunden y aturden y tambin proyectando un
power-point con mucho colorido pero poca consistencia.
Finalmente todos llegarn a la misma conclusin: estamos en el
escenario de una decadencia secular.
3. Porqu se quebrantan las reglas.
La gran cuestin que pocos economistas llegan a explicar
cabalmente es sta: porqu hasta cierto momento histrico el
gasto pblico se mantiene dentro de lmites prudentes y luego,
inesperadamente, comienza a crecer hasta llegar a niveles
insensatos?
El principal motivo de la explosin del gasto pblico no es
econmico. Es un cambio fundamental en la conciencia moral de la
poblacin y en la actitud personal frente a los dems.
77

Sucede cuando un nmero influyente de ciudadanos dejan


de creer en la responsabilidad individual, donde cada uno asume
las consecuencias de sus actos y es artfice de su propio
destino, pasando a depositar la confianza en un misterioso ente
llamado Estado de quien todo se espera.
Se le encarga al Estado que nos proteja de las vicisitudes
de la vida, que nos cuide de todo mal y que nos proporcione un
bienestar que no sabemos ganarnos por nosotros mismos.

cambian de posicin tan pronto como cambian los mandatarios. La


vida en sociedad empez a depender de la fuerza y la astucia para
conseguir la complicidad del Estado.
Este cambio en la opinin pblica comenz a insinuarse
cuando la depresin universal de 1929-1935 y se reforz con los
efectos de la segunda guerra mundial. Pero se decant a partir
de la postguerra en 1945.
La crisis del 29 trajo consigo desocupacin, cada del
comercio internacional, colas con ollas populares, quiebras de
bancos y empresas. Provoc una prdida de fe en el sistema
econmico y condujo a los trabajadores y empresarios a unirse a
los intelectuales de izquierda con el propsito de asignar un
mayor mbito y papel al Estado. En los pases britnicos ese
movimiento fue liderado por el laborismo, en las naciones
escandinavas por la socialdemocracia, en EE.UU. por el partido
demcrata y en Argentina por el justicialismo, inicialmente
llamado laborismo como su homnimo ingls.
Al principio pareci una idea genial que el gobierno se
echase encima todas las preocupaciones y responsabilidades de
los ciudadanos, cuidndolos de la cuna a la sepultura,
nacionalizando empresas, hacindose cargo de tareas que antes
hacan los privados, multiplicando el empleo pblico y emitiendo
moneda para estimular el consumo.
La fe en esas ideas se mantuvo firme durante 43 aos,
entre 1946 y 1990. Pero al cabo de ese lapso, se debilit. El
aparato del Estado entr en el colapso de la hiperinflacin, nada
funcionaba, el ahorro en pesos no serva, no tenamos sosiego, los
precios aumentaban insoportablemente y la esperanza de un
futuro mejor se evaporaba en el horizonte.

Dicho ms brevemente, el cambio ocurre cuando dejamos


de admirar al hombre que triunfa por su propio esfuerzo, el
self-made-man, aqul que cae pero se levanta y que en la vida
obra segn principios y no por conveniencias. En su lugar
comenzamos a exigir que el Gobierno nos brinde bienestar, sin
hacer nada, queremos el social-welfare y reclamamos derechos
sin estar sujetos a obligaciones. A este mamarracho intelectual
lo denominamos modelo de inclusin social.
Cuando predominaba la responsabilidad individual, la
administracin pblica estaba descentralizada y tena lmites
precisos. Cada uno progresaba en la medida de sus mritos y
empeos. Existan hombres y mujeres libres. La sociedad tena
un orden social basado en la libertad y justicia. Progresar era un
logro, fruto del esfuerzo personal.
Cuando declin esa responsabilidad, se necesit de una
administracin centralizada y poderosa sin frenos a la vista.
Para prosperar cada uno debi acomodarse con los que ocupaban
el poder. Comenzamos a depender de las ddivas del Estado y
del favor de los poderosos. Los empresarios hacan buenos
negocios slo cuando conseguan vincularse con funcionarios
deshonestos. As aparecieron hombres y mujeres serviles, que
78

En septiembre de 1989 los peridicos de Brasil publicaban


ofertas de agencias de turismo que decan: Por slo u$s 120 all
inclusive, pase una semana en Argentina antes que se acabe.
Sin embargo, civiles y militares, de derecha o de izquierda
y de todos los colores, siguieron pensando que era necesario
mantener un ejrcito de funcionarios, administradores y
empleados encargados de armar expedientes, para repartir lo
que no exista.
En esos aos, Milton Friedman sostena que el gasto
pblico se incrementa por su propio impulso (6). En su origen,
deca Friedman, los programas sociales que sirven para producir
el aumento del gasto
suelen empezar con dimensiones
reducidas, pero tienen la capacidad potencial de crecer hasta el
infinito.
As ocurre ahora con la asignacin universal a la niez, las
jubilaciones de quienes nunca hicieron aportes, los planes
trabajar, el programa de ftbol para todos, los planes de
tarjetas recargables para viajes urbanos, el financiamiento de
plasmas LCD en 50 cuotas, el reparto de un milln
de
convertidores digitales en el rea metropolitana, la aerolnea que
nos cuesta u$s 3 millones diarios y muchas otras fantasas ms.
Los programas de asistencialismo y clientelismo poltico
nunca tienen xito porque alientan precisamente demandas sin
esfuerzo ni sacrificio. Convierten a sus beneficiarios en seres
pedigeos y holgazanes, hacindolos subsidio-dependientes.
Como esos programas sociales no logran los resultados previstos,
de inmediato surge el argumento demaggico: fracasan porque
no haba fondos suficientes! De manera que cada fracaso
conduce asombrosamente a demandar
la ampliacin del

programa social erogando mayor cantidad de fondos. Al final


todos terminan en despilfarro. (6)
El aumento del gasto se produce porque los ciudadanos
toleran que el gobierno cada vez gaste ms dinero en programas
destinados al fracaso y porque el gobierno justifica la necesidad
de mayores fondos para objetivos que nunca termina de lograr.
Es el crculo perverso del populismo.
Porqu es tan difcil cambiar?
En primer lugar porque los ciudadanos no tienen conciencia
de cunto les cuesta este derroche, debido al fenmeno de ilusin
financiera, brillantemente analizado por Amilcare Puviani.
La otra razn es la asimetra entre la oposicin a aumentar
el gasto pblico versus la resistencia a reducirlo. Poner en
vigencia nuevos programas de gasto siempre es una poltica
agradable, porque hay muchos que van prendidos en ellos. Pero
desmantelar los programas
existentes despierta la feroz
oposicin de los que se benefician con ellos.
Esos intereses se reflejan en el tringulo de hierro de las
prebendas: el 1er. Lado, la supremaca del clientelismo; el 2do.
Lado, la hegemona de polticos que buscan hacerse populares; el
3er. Lado, el predominio de los burcratas que perduran a
expensas del Estado.
4. La tirana del statu quo.
Es tan difcil cambiar porque hay tres poderosas fuerzas
que tratan de conservar y preservar las cosas tal como estn: el
clientelismo, los polticos y la burocracia, pilares del statu quo.
a) Supremaca del clientelismo.
79

subsistan y se incrementen.
La supremaca del clientelismo
poltico prolonga y aumenta el gasto pblico.

En los programas pblicos de tipo social, es habitual que al


aprobarse el presupuesto, exista un grupo beneficiado; pero
cuando el programa se elimina, el grupo perjudicado es otro
diferente del originario.
Quienes inicialmente reciben los beneficios son aquellos
con capacidad de agitacin y reclamo. Son pedigeos, saben
organizarse y conocen al dedillo las tcnicas para que los
polticos acojan sus demandas.
Pasado un tiempo no muy prolongado- ocurren cambios
sustanciales. El grupo original deja su lugar a otro, ya sea porque
los agitadores progresan econmicamente o porque no renen los
requisitos legales. Y aparecen nuevas camadas de aspirantes a
cobrar las ddivas del programa.
Algunos de estos agitadores se hacen profesionales de la
protesta social y terminan liderando las organizaciones sociales.
All se dedican a entrenar y disciplinar futuros postulantes.
Reclamar por causas sociales ajenas se convierte en un buen
negocio, porque consiguen un porcentaje de los subsidios
recibidos y generan la renta del agitador profesional, un nuevo
tipo de ingreso que ningn manual de economa ha contemplado.
Si la agrupacin se estabiliza, tratan de diferenciarla de
otras organizaciones, dotndolas de pecheras, gorritos y
pancartas para marcar la membresa. Inmediatamente ofrecen
servicios de apoyo callejero para actos proselitistas a los
dirigentes polticos que necesitan de una claque alquilada.
De este modo los profesionales de la protesta social junto
con las oleadas de seguidores, conforman un grupo homogneo
de presin, interesado en que los programas asistenciales

b) Hegemona de los polticos.


En la historia de nuestra decadente vida democrtica, los
aspirantes a cargos electivos siempre han comprado votos.
Antiguamente lo hacan con su propio dinero y por eso terminaban
arruinados y en la miseria. Luego comenzaron a ofrecer cargos
pblicos y el voto era pagado con el presupuesto. Ahora han
creado una nueva tcnica: piden adelantos a los futuros
beneficiarios de negocios, que sern adjudicados si ellos salen
elegidos. Promesas de grandes negociados, compromisos de
privilegios fiscales, acuerdos para ejecutar obra pblica con
sobreprecios y tolerancia de facturas falsas para ocultar fraudes
fiscales. Todo sirve para crear un mbito de influencia poltica.
Esa es una de las razones por las cuales ningn poltico de
raza se anima a defender la simplificacin del rgimen impositivo.
Sera despedazado porque si los impuestos mltiples se redujeran
a pocos y simples impuestos, desapareca el sistema fiscal como
fuente de acomodo y padrinazgo poltico. Nuestra clase poltica
trata de ignorar el desorden y la inseguridad en la va pblica,
porque no quiere implicarse en la represin callejera. Pero al
mismo tiempo se esfuerza por heredar las maas y perfeccionar
los chanchullos que sus antecesores crearon en los vericuetos del
presupuesto. La hegemona de los polticos tambin prolonga y
aumenta el gasto pblico.
c) Predominio de los burcratas.
80

Al mismo tiempo que los beneficiarios del clientelismo y


los polticos se atrincheran para mantener el statu quo, aparece
un campo muy frtil que consolida el poder de ambos.
Se trata de eso que las leyes llaman con eufemismo
cartesiano el rgano de aplicacin, generalmente compuesto
por ministerios con funciones intiles, secretaras de jauja,
oficinas sin contenido y reparticiones banales que slo sirven de
refugio para mediocres que no saben hacer nada de nada.
Esos organismos se integran
con un Secretario de
Estado,
tres o ms Subsecretarios, varios Directores
generales, muchos Directores sectoriales, Asesores contratados
, Jefes de reas, Encargados de departamentos, Supervisores,
Asistentes, Secretarias privadas
y
empleados rasos. La
mayora de ellos provenientes de la militancia partidaria.
Despus que se sanciona la ley intervencionista, en menos
de 24 horas aparecen los decretos reglamentarios creando los
rganos de aplicacin y disponiendo nutridas plantillas de
personal para cubrir los cargos.
As van surgiendo multitudes de nuevas oficinas y se
nombran sujetos vinculados con polticos y lderes piqueteros.
Esta es la razn por la cual hoy en da contamos con ms de 3
millones de empleados pblicos y que en los ltimos 5 aos se
hayan designado 1 milln de nuevos empleados. Unidos a los casi
9 millones de jubilados, pensionados y beneficiarios de planes de
retiro conforman una poblacin flotante de 12 millones que viven
del Estado y se sostienen a expensas de una poblacin mucho
menor que trabaja en la actividad privada. Algn da, aquellos
que sostienen este mundo de ficcin se cansarn de hacerlo y
optarn por la rebelin de Atlas: la huelga de los
emprendedores.

En este colectivo es donde reside el predominio de la


burocracia, que en general trabaja la mitad del tiempo que
cualquier empleado u obrero del sector privado. Conservan el
puesto hasta su jubilacin o muerte. No pueden ser despedidos y
al retirarse tienen el derecho de hacer ingresar a sus familiares.
Generalmente cobran pensiones equivalentes a su ltimo sueldo.
El
tiempo
transcurre
inexorablemente.
Pasan
administraciones de distinto color poltico. Se modifican las
funciones. Pero los burcratas saben cmo hacer fracasar la
gestin ms pintada. Pueden burlar a sus jefes polticos utilizando
con suma habilidad las demoras y los pases de expedientes. Tales
destrezas se van enriqueciendo y transmitiendo de generacin en
generacin. El predominio de la burocracia prolonga y aumenta el
gasto pblico.
La supremaca del clientelismo, la hegemona de los
polticos y el predominio de los burcratas forman los tres lados
del tringulo de hierro, que se opone a muerte a cualquier cambio
en la administracin pblica. La tirana del statu quo es fuerte,
eficiente y difcil de desterrar porque cuentan con el expertise
suficiente para entorpecer y hacer fracasar cualquier gestin. (7)

(1) John Maynard Keynes, Tratado sobre el dinero II tomos,


Londres, 1942.
(2) Colin Clark, Public Finance and Changes in the Value of

Money, Oxford Economic Press, 1948


Colin Clark, Welfare & Taxation, Oxford Catholic Social
Guild, 1954

81

(3) Harry G. Johnson, Living with Inflation, Banker Press,

1975

(4) Friedrich A. von Hayek, Los fundamentos de la libertad,

4 edicin, Unin Editorial, Madrid, 1999.

(5) James M. Buchanan & Richard E. Wagner: Dficit del

sector pblico y democracia, Editorial Rialp, Madrid 1983.


(6) Milton & Rose Friedman, La tirana del statu quo,
Editorial Ariel, Madrid, 1984.
(7) Milton & Rose Friedman, Libertad de elegir, Editorial
Ariel, Madrid, 1985

82

CAPITULO 12.

Se trata indudablemente de falsos ttulos de crdito,


creados de la nada ex nihilo- y transferidos al gobierno sin
obligacin de entregar nada a cambio. Esta es la razn por la cual
las creaciones de dinero para cubrir el dficit se denominan
emisiones espurias o bastardas, porque son semejantes a la
moneda adulterada. El Gobierno se pone de acuerdo con el Banco
Central y ste opera como un falsificador. De all surge la
clandestinidad de la inflacin.
Cuando el Banco Central emite dinero para financiar el
dficit, bajo la forma de adelanto transitorio o de anticipo de
utilidades, est creando un impuesto clandestino con una tasa
oculta, que el Congreso Nacional nunca aprob, pero que afecta
la capacidad adquisitiva de la moneda verdadera.
Mediante esas maniobras el gobierno consigue unidades
monetarias artificiosas -pero con estatus de curso legal- porque
tienen el mismo poder de compra que los pesos autnticos
previamente emitidos.
Los primeros en recibir estas nuevas unidades monetarias
son generalmente los integrantes de la patria contratista, los
empresarios cortesanos que reciben subsidios y los sindicalistas
amigos que cobran lo que no les corresponde.
Con ese nuevo
dinero, ellos salen al mercado y compran bienes que de otra
manera no hubiesen podido adquirir. Bienes que les sacan a la
gente comn porque podran haberlos comprado con el dinero
ganado y ahorrado. De este modo, la creacin poltica de dinero
espurio transfiere riquezas reales de los trabajadores, jubilados
y ahorristas a estos personajes vinculados con el poder, quienes
gastan los pesos artificiosos creados de la nada y que ninguno de
ellos ha ganado sino recibido graciosamente.

EL DFICIT, INFLACIN Y DEUDA


PBLICA PERTURBAN LA ECONOMIA
Lo que corrientemente se designa dficit presupuestario
no es ms que una carta blanca para la iniquidad fiscal. Cuando
los legisladores dan sancin legislativa a un presupuesto y
autorizan a gastar ms de lo que se va a recaudar, estn
implantando el germen de dos
impuestos encubiertos y
clandestinos: la inflacin y la deuda pblica.
Ambos son encubiertos, porque los
procedimientos
administrativos empleados para llevarlos a cabo estn ocultos e
impiden que lleguen a conocerse y manifestarse a plena luz del
da.
Tambin son clandestinos, porque a diferencia de los
dems impuestos, no se sancionan con los requisitos exigidos por
las normas legislativas habituales y escapan a su vigilancia.
Entonces, los ciudadanos que se interesan por las
polticas pblicas debieran tener en claro que una vez votado el
presupuesto deficitario su inexorable financiamiento se hace
emitiendo moneda o endeudando al Estado y transfiriendo a la
Sociedad ese costo.
1. Inflacin fiscal.
La manera ms frecuente de financiar el dficit del
presupuesto, consiste en imprimir tiras de papel exactamente
iguales al dinero autntico que est circulando.
83

Finalmente, los billetes legtimos que estn en nuestros


bolsillos se convierten en papel pintado, porque deben compartir
su capacidad de pago con los billetes artificiosos, pierden valor y
no alcanzan para adquirir los mismos bienes que antes podamos
comprar. En eso consiste la inflacin. Dicho de otra forma: es
una mayor cantidad de papel moneda para comprar la misma
cantidad de bienes, lo que degrada su valor.
Con la inflacin fiscal, el gobierno aumenta la recaudacin
impositiva en las sociedades comerciales, porque al prohibirse el
ajuste de balances por efecto del alza de precios, el impuesto a
las ganancias crece por el simple efecto de cobrarse sobre
utilidades inflacionarias originadas por aumentos de precios,
revaluacin
de activos y desvalorizacin de pasivos noajustables.
Tambin se incrementa la recaudacin del impuesto a las
ganancias en las personas fsicas como consecuencia de que la
inflacin eleva la base imponible y las hace incurrir en escalas
progresivamente ms altas. Adems les pulveriza las
deducciones de mnimos exentos hacindolos insignificantes.
Las recaudaciones del IVA y de los impuestos a los
ingresos brutos tambin suben porque sus alcuotas se aplican
sobre facturaciones cuyos importes crecen al ritmo de la
inflacin. El resultado es que, con la inflacin el gobierno se
queda con fondos adicionales sin que el Congreso haya votado
mayores impuestos.
Si los legisladores fuesen consecuentes consigo mismos, al
tiempo que sancionan una ley impidiendo el ajuste de balances
por efecto de la inflacin, debieran disponer la rebaja
equivalente de las alcuotas segn el ndice de crecimiento de la
inflacin. Y para las personas fsicas tendran que disponer un

aumento en las deducciones de mnimos no imponibles,


proporcionales a la inflacin verdadera. Pero como esto no se
hace, entonces la inflacin se convierte en un impuesto perverso,
clandestino y encubierto. Es una autntica estafa.
2. Endeudarse para gastar.
Otra manera refinada para financiar el dficit, consiste en
cubrir su monto mediante ttulos, surgidos de la varita mgica de
los Decretos presidenciales de necesidad y urgencia. Se licitan y
traspasan por correo electrnico desde la Tesorera a los bancos
tomadores bajo la forma de asientos contables.
Cuando el Gobierno absorbe dinero de corto plazo del
mismo Estado, esos ttulos se
denominan Letes. Tienen
carcter intransferible, vencen antes del cierre del ejercicio y
generalmente se renuevan. No se contabilizan como gasto
devengado y si las renovaciones no implican desembolsos, tampoco
se contabilizan como gasto efectivo. Es decir que nunca se
registran, pero se revisten con ropaje jurdico mediante
Decretos publicados en el Boletn Oficial.
En estos casos el Estado opera como escruchante, es
decir un invisible y sospechoso ladrn que est presente pero no
se ve, que toma el dinero y no se nota. De all surge el
encubrimiento.
Curiosamente la clandestinidad y el encubrimiento
implicaran para cualquier particular la acusacin de
falsificacin y escruche. Pero el Estado los utiliza para
financiar el dficit de presupuesto sin rubor de su parte ni
merecer ningn reproche o severa advertencia.
84

La inflacin y el endeudamiento se consideran polticas


pblicas correctas y no provocan seales de alarma ni votos de
censura por parte de la oposicin legislativa, ni de los jueces de
la repblica o de los miembros de la Corte Suprema. Para
restaurar el valor moral de las instituciones polticas no estara
de ms examinar si, en estos casos, los personajes que omiten su
oposicin a tales maniobras no estaran incurriendo en
quebrantamiento de sus obligaciones y en grave incumplimiento
de sus deberes de funcionario pblico.

no absorben los impuestos, slo anticipan la recaudacin pero la


trasladan, dentro del precio hacia los individuos. Operan como
estibadores fiscales.
Los gobiernos hacen recaer esa financiacin sobre nuestras
espaldas, pero como advierten el costo poltico, tanto los
diputados como los senadores argumentan que han votado el
dficit para ayudar a los que menos tienen, sin mencionar a
quienes deben pagarlo, que son los contribuyentes registrados y
los no-registrados en el padrn de la AFIP. Finalmente todos
cargan el fardo del dficit fiscal.
En definitiva, el costo que los contribuyentes soportan para
mantener al gobierno no es exactamente igual a la recaudacin
fiscal, sino que es idntico al monto del gasto pblico consolidado.
Ya sea que hayan sacado el dinero a travs de impuestos o lo
arrebaten mediante la inflacin y el endeudamiento, todo lo que
gasta el Estado no pueden gastarlo los privados.
Podemos hacer un clculo muy simple para averiguar cunto
nos cuesta hoy el Estado argentino.
Sume la recaudacin anual en todas las jurisdicciones:
nacin + provincias + municipios, agregue el exceso de gastos
sobre la recaudacin, divida ese resultado por 12 meses y luego
por el nmero de familias que componen la poblacin. Tendr una
sorpresa mayscula. El costo del Gobierno triplica el Ingreso
medio de bolsillo que cada familia recibe por mes.
Si usted duda de esta afirmacin, no tiene mejor camino
que buscar esos datos en los sitios oficiales de Internet. Los
gobiernos muestran orgullosamente cmo cada mes consiguen
mayores recaudaciones, sin advertir que cuanto ms recaudan
tanto ms dinero arrebatan a los ciudadanos.

3. Astucia para disimular.


Con el propsito de que la palabra dficit no suene
desafinadamente, los ministros de economa tienen la sagacidad
de sustituirlo por un trmino ms melodioso: supervit
primario. Que no es otra cosa ms que el simple resultado
aritmtico de sumar recaudaciones y restar gastos pero sin
computar las partidas destinadas a pagar intereses, ajustes y
amortizaciones de la deuda pblica.
La distincin entre supervit primario y dficit final
es una manifestacin de sutileza, que en muchos casos se
convierte en hipocresa tcnica.
Cada ao el Gobierno nacional, tanto como los gobiernos
provinciales y las municipalidades,
gastan ms de lo que
recaudan, nombrando personal en exceso, pagando sobreprecios
en las obras pblicas o incurriendo en gastos deplorables.
Quin cree usted que pagar esa diferencia calificada
como dficit final de ejecucin presupuestaria?
Pues, de un modo u otro, la pagan todas las personas
fsicas, porque las personas jurdicas o sociedades comerciales
85

El nmero de familias lo puede obtener dividiendo la


poblacin censada en el ao 2010 por 4,66 que es el nmero
promedio de integrantes del grupo familiar, en sentido extenso:
padre, madre, dos hijos y parte de los abuelos maternos y
paternos.
La evidencia no necesita de estadsticas falsas o
complicadas. Con mayores impuestos, ms inflacin y ms
endeudamiento pblico, hemos ido empeorando ao tras ao y de
gobierno en gobierno, haciendo que la decadencia y la pobreza
sean perdurables.

Este desmesurado crecimiento del gasto, es el factor que


debieran tener en cuenta los dirigentes polticos, sindicales,
empresarios y hasta los dignatarios religiosos cuando se
preocupan por el estado general del pas y analizan la causa de la
pobreza y decadencia.
Si lo soslayan o no lo consideran seriamente, nunca podrn
explicarse porqu Argentina es el nico pas del mundo que
involucion de un alto grado de desarrollo a la decadencia del
subdesarrollo y la pobreza. Somos un pas que en lugar de
progresar retrocede, que de la cultura pasa a la incultura y que
desde el respeto al orden pblico involuciona al desorden
callejero.
Antes de la oleada estatizadora desatada en 1946, el pas
dispona de
44.700 km. de eficientes lneas frreas,
administradas por los britnicos con una excelente organizacin.
En 1939 el viaje de Rosario a Buenos Aires se haca con las
legendarias locomotoras Capriotti en 2,40 horas, casi igual al
ilusorio Alstom, el tren bala francs. A partir de la
nacionalizacin y con intervencin del Estado los ferrocarriles
argentinos levantaron vas y cerraron ramales, pasando a tener
los actuales 11.000 km.de precarias y deterioradas vas,
transitadas a paso de hombre con trenes destartalados y vagones
obsoletos. Los sistemas de mantenimiento de material y de
seguridad ferroviaria ya no existen. La leyenda oficial nos dijo
que los ingleses se llevaban el oro a palas, pero los funcionarios
que les sucedieron nos dejaron un dficit fenomenal, imposible de
financiar.
La Argentina del primer centenario, denostada por los
populistas y progresistas, era la tierra prometida. Atrajo la
mayor cantidad de inmigrantes mundiales de origen europeo

4. Los dos centenarios: 1910 y 2010.


En los 50 aos transcurridos desde la organizacin
nacional en 1880 hasta la dcada de 1930, Argentina se convirti
de un desierto despoblado en el granero del mundo y ello
sucedi con epicentro en 1910, ao del primer centenario patrio.
Durante ese medio siglo crecimos al doble de la media
universal, pero en los ltimos 50 aos lo hicimos slo a la mitad.
En los aos del primer centenario, nuestras exportaciones
alcanzaban al 4,3 % del comercio mundial, igual a la China de
2003/12. En la actualidad y pese a los altsimos precios de
nuestros granos, las exportaciones argentinas slo representan
el 0,30 % del comercio internacional, catorce veces menos que
hace cien aos.
El costo del Estado argentino medido por el gasto pblico
consolidado como % del PIB ha ido creciendo en forma
sostenida, pasando del 4 % en el primer centenario, al 14 %
durante la gran guerra de 1914-17, luego al 24 % en la segunda
guerra mundial, hasta el 46 % en el actual bicentenario.
86

despus de EE.UU. Los registros oficiales de Italia sealan que


entre 1881 y 1903 emigraron a EE.UU. 1.182.305 italianos,
mientras que a la Argentina se fueron 909.590. Con los
espaoles, irlandeses, franceses, alemanes, croatas, hebreos,
sirios, libaneses y otros pueblos europeos pas exactamente lo
mismo.
Tenamos una sociedad descentralizada; la instruccin
pblica primaria y secundaria eran de excelente calidad;
nuestras escuelas normales un ejemplo para todo el mundo; los
cientficos y el canciller obtenan genuinos premios Nbel; el
gobierno federal extenda la soberana nacional en la Patagonia
asolada por malones de indios trasandinos.
Las funciones del gobierno central se concentraban en
afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la
defensa comn y promover el bienestar general asegurando los
beneficios de la libertad para todos los que quisieran habitar
nuestro suelo. Por eso fue escrito de ese modo el prembulo de
la Constitucin nacional.
Cumpla esas funciones al proveer de cdigos y una
legislacin de avanzada, auspiciando el contrato entre privados
para que sus clusulas sean ley entre las partes; leyes laborales
pioneras, inspiradas por legisladores socialmente sensibles, que
permitan la defensa y proteccin de trabajadores; eficientes
cajas de ahorro postal; cajas jubilatorias por gremios basadas
en impecables clculos actuariales; y obras pblicas realizadas
mediante la contratacin por ajuste alzado en argentino-oro. Las
obras pblicas no tenan clusulas de ajuste, ni sobreprecios, ni
adicionales, todo lo cual impeda la tentacin de cobrar y pagar
coimas.

Durante el primer centenario, el nimo popular estaba tan


entusiasmado que hasta en el ms pequeo pueblo se celebraron
fiestas conmemorativas. En ese momento era una certidumbre
que Argentina iba a ser una potencia mundial y que a fines del
siglo XX sera el nico pas capaz de atreverse a disputar la
primaca con EE.UU. Colin Clark determin estadsticamente que,
despus de la 2da. guerra mundial, Argentina sera el gran
acreedor de Europa con una tenencia de reservas en oro
semejante a EE.UU. Esa ilusin de progreso perdur hasta 1946 y
desde la crisis de 1952 se derrumb definitivamente.
A partir de 1933 la Direccin Nacional de Vialidad, dirigida
por el ing. Justiniano Allende Posee, dise y construy una red
de rutas pavimentadas de 15.900 km, utilizando el sistema de
ajuste alzado en argentinos-oro. El organismo contaba con slo
386 ingenieros y agrimensores, 545 empleados administrativos y
2.011 obreros. Mediante un ingenioso y simple CTM (Comit
Tcnico Metropolitano) la nacin y provincias coordinaban sus
proyectos, integrando el pas. El sistema nacional de rutas y
caminos a cargo del ing. Posse lleg a cuadruplicar la red vial de
Canad y Australia.
Nuestras fuerzas armadas estaban bien equipadas y
constituan una garanta de la defensa nacional cumpliendo tres
funciones de las que hoy carecemos: a) la ocupacin del territorio,
b) la defensa de las fronteras y c) la formacin fsica y espiritual
de los jvenes. Mediante la conscripcin militar se alfabetizaba a
los conscriptos, se descubran y trataban enfermedades, se
enseaban normas de higiene, se inculcaba la disciplina y se
reconoca
la necesidad de un orden jerrquico para
desempearse en la vida civil con responsabilidad. El servicio
militar tuvo un decisivo papel en la formacin de una cultura del
87

trabajo promoviendo una mano de obra de excelencia, compuesta


por trabajadores calificados y bien entrenados.
El pas del primer centenario se forj con pocos tributos:
sin
impuesto a las ganancias, sin retenciones a las
exportaciones, sin el IVA, sin impuestos provinciales a los
ingresos brutos. Los gastos de la Nacin se financiaban con
fondos del Tesoro Nacional formado por derechos de aduana que
representaban el 60% del total de la recaudacin, el registro de
pesos y medidas, la venta y locacin de tierras pblicas por
contratos de enfiteusis, la renta de correos, los sellados y los
impuestos internos con estampillado de fsforos, sal velas,
naipes, vino, tabaco y bebidas alcohlicas.
Las provincias retuvieron el derecho constitucional de
aplicar impuestos directos a la renta y los bienes personales,
pero coparticipaban de los impuestos internos. Al final del
apunte se presenta un excelente trabajo del prof. Mier
Zylberberg sobre el origen del actual sistema impositivo.
Con fiscalidad limitada, sin Banco Central, sin la ONCCA
(ahora disuelta), sin AFIP, sin ministerio de Planificacin, sin
organismos reguladores de la actividad econmica, con una
moneda cuyo respaldo era el oro de buena entrega, con
reducidos gastos pblicos y con inmigracin multitudinaria, la
Argentina celebr el primer Centenario con una increble
cantidad de inauguraciones de refinado diseo y calidad
excepcional que seguimos admirando y todava nos asombran.
De esa poca datan el primer subterrneo de
Iberoamrica, la iluminacin pblica a gas, los majestuosos
hoteles, la arquitectura francesa de grandes mansiones, el
edificio del Congreso Nacional, la apertura de la avenida de
Mayo, el palacio de Justicia, el palacio del Correo Central, la

Diagonal norte y sur, el parque Tres de Febrero en los bosques de


Palermo, el Monumento de los espaoles y el teatro Coln. Pocos
aos antes tambin se haba comenzado a construir la ciudad de
La Plata segn proyecto del arq Pedro Benoit, con una
increblemente bella catedral gtica, paradigma de planificacin
urbanstica de fines del siglo XIX y ejemplo del higienismo que
se iniciaba en esa poca.
Paradjicamente, en el bicentenario y con la ms alta tasa
de fiscalidad de nuestra historia, las obras ejecutadas para
celebrar los doscientos aos de la Patria se redujeron a tres
cosas: 1 restauracin del teatro Coln, 2 remodelacin
inconclusa del palacio de Correos para incorporar un nuevo
auditorum (ambos construidos en el primer centenario) y 3 un
desfile multitudinario en la avenida 9 de julio convertida en paseo
peatonal flanqueado con enormes biombos de los que colgaban
paneles alegricos de una historia tergiversada.
Es cierto que a medida que aumentaban la renta per capita
y la riqueza social, como fruto del intenso comercio exterior
abierto a todos los pases del mundo, aparecieron los bon-vivant,
pintorescos personajes exaltados por el tango, que
despilfarraban recursos en las legendarias juergas parisinas.
Sin embargo, muchas otras familias tradicionales vivan
con austeridad y administraban bien sus fortunas. Algunas de
ellas honraron sus ideales y dieron un sentido trascendente a sus
vidas.
Como ejemplo de excepcional caridad para con el prjimo
corresponde mencionar a Adelia Mara Harilaos de Olmos (18651949) verdadero modelo para la clase dirigente. Estos
bienhechores hicieron enormes donaciones, multiplicaron por todo
el pas los hospicios de hurfanos, asilos para ancianos, hogares
88

transitorios, hospitales gratuitos, escuelas, templos, teatros,


salas de conciertos, edificios universitarios, barrios obreros y
centros recreativos realizados con notable buen gusto,
excelente arquitectura y calidad tal que todava siguen siendo
funcionalmente utilizables.
En Rosario, por ejemplo, particulares con fortuna donaron
el excepcional hospital pblico llamado Del Centenario, que
todava sigue siendo el mayor de la regin, y una Facultad de
Medicina completamente equipada y decorada con boiserie de
roble importada desde Francia.
Desde entonces Argentina no pudo contar con semejante
generosidad privada porque a partir de 1946 el Estado comenz
a expropiar el excedente que las personas con sensibilidad social
destinaban a obras de misericordia. La beneficencia y caridad
pasaron a ser instrumento de poltica gubernamental terminando
en el clientelismo poltico.
Hoy en da, en tiempos del bicentenario, el gasto pblico
ha saltado del 4% al 47 % del PIB, los impuestos conforman una
maraa incomprensible y laberntica de 96 tributos, impuestos,
tasas y contribuciones de todo tipo, forma y color. El Estado
que habla por boca de sus gobernantes anuncia engaosamente
que est empeado en la justicia social, en la distribucin del
ingreso y en la reduccin de la brecha entre ricos y pobres. Sin
embargo, la realidad indica todo lo contrario.
La munificencia, que es la caridad o misericordia
manifestada con generosidad hacia los ms necesitados casi ya
no existe. Un nmero influyente, aunque no mayoritario, de
individuos integrantes de nuestra sociedad han perdido la
virtud de donar. Parecen interesados slo en amasar fortunas y
acumular poder. El dinero se ha convertido en el sentido ltimo

de sus vidas y, como deca Ortega y Gasset, muchos argentinos


parecen comportarse como angurrientos, narcisistas y guarangos.
Angurrientos porque slo les interesa ganar dinero. Narcisistas
porque les gusta considerarse los mejores del mundo negando la
culpa de sus errores. Guarangos porque actan pblicamente con
grosera y mala educacin.
En este bicentenario hemos perdido el sentimiento de
unidad nacional. El pas est dividido como nunca. Son muchsimos
los que tratan de vivir a costa del Estado y ello contrasta con
nuestros padres y abuelos, ninguno de los cuales llegaron a estas
tierras con la idea de convertirse en empleados pblicos o
subsidiados por el gobierno.

89

CAPITULO 13

Hasta hay prestigiosos graduados universitarios, afirmando

que la evasin es muy alta en nuestro pas, lo cual habla mal de la


conducta fiscal de los argentinos.
Dentro de la clase media, no son pocos los que piensan que
hay que gravar ms a los que ms tienen creyendo ingenuamente
que a ellos quedarn a salvo y no les alcanzarn los impuestos que
reclaman para otros.
Entre personas refinadas de altas esferas y con elevados
niveles de ingreso, es muy corriente creer: que si todos pagasen

LA ILUSIN FINANCIERA DE PUVIANI:


CMO SE ENGAA AL PUEBLO.
Cuando algn inquiridor de la economa se dedica a
explicarnos porqu ciertos impuestos constituyen una autntica
rapia a nuestro bolsillo y cmo el Fisco se transforma en
depredador del orden social, muchas veces ese tal inquiridor se
encuentra con la indiferencia y el escepticismo de sus oyentes,
quienes ponen en duda hasta la envergadura del tema.

impuestos, como lo hacemos nosotros, sera factible que el


Estado rebaje las alcuotas,

Finalmente,
un
ncleo
impreciso
de
ciudadanos
despreocupados de los problemas pblicos piensan que: los
impuestos son cosas para especialistas. Para estos escpticos, el
impuesto es nada ms que una incomodidad generada por la boleta
del inmobiliario, la patente del auto, la tasa de alumbrado, barrido
y limpieza, y los formularios de ganancias que el contador rellena
cada ao.
Todos, sin excepcin, estn influenciados por la ilusin
fiscal, como si los impuestos no tuvieran incidencia sobre sus
vidas. Parecieran olvidarse de las retenciones de todos los meses
sobre sus ingresos. Tampoco recuerdan los pagos de anticipos
para el impuesto a las ganancias. Son insensibles a los impuestos
que se camuflan dentro de los precios de bienes que compran y
de los servicios que pagan. Cierran los ojos y no perciben el
impacto de los impuestos que gravan la riqueza, la produccin o
los consumos especficos.
No alcanzan a ver el dantesco espectculo del sistema
impositivo porque siempre les sobran muchos pesos.

1. La ignorancia fiscal.
Muchos dirigentes empresarios, convertidos en blanco de
la artillera tributaria, piensan ingenuamente que la alta

fiscalidad es consecuencia de la gran evasin de otros sectores;


porque si no evadieran, podramos pagar menos
Innumerables funcionarios que ocuparon importantes
cargos en distintos gobiernos, suelen declarar que la presin
tributaria en Argentina es menor que en otros pases, de lo cual
deducen: todava hay margen para aumentar impuestos.
En las polmicas de bar, es muy comn or que los
parroquianos sostienen: en este pas, nadie paga impuestos.
Viajeros empedernidos que estn documentados por las
guas Berlitz o Michelin, pontifican que en Argentina los

impuestos no son tan altos como en EE.UU. y Europa.

90

En mayor o menor medida, estos argentinos parecen


comportarse como los tres monos sabios del santuario Toshogu,
en Japn. Se tapan los ojos, odos y boca, dando a entender que
no ven, que no oyen y que no hablan.

Siguiendo con la fantasa, si no pagsemos ningn impuesto,


millones de empleados pblicos quedaran sin sus puestos. Pero
mediante la distribucin igualitaria universal pasaran a cobrar, en
su domicilio y sin hacer nada, un sueldo mayor del que les pagaba
el Estado.
Es decir que estaramos en condiciones de mejorar
sustancialmente nuestra calidad de vida, y adems podramos
volver a practicar la virtud del ahorro para la vejez y la
enfermedad.
Los comentarios que escuchamos cotidianamente y que
hemos reseado al principio, nos confirman que los contribuyentes
argentinos no ven, ni alcanzan a sospechar la magnitud del
arrebato fiscal a que estn sometidos. Ms que incrdulos, estn
confundidos e ignorando lo que les ocurre.
Tal es la razn por la cual, quienes les muestran la
evidencia de la realidad impositiva, son tratados como agitadores
que slo buscan desprestigiar a las autoridades que nos
gobiernan. En general el pueblo no quiere conocer la verdad en
toda su crudeza, antes bien prefiere que les mientan
piadosamente, que les enven buenas ondas y les cuenten un relato
agradable, para no tener que preocuparse. Los buenos manuales
dicen al respecto, que hay tres clases de engaos: las mentiras
piadosas, las malditas mentiras y las estadsticas. Los argentinos
parecemos adictos a todas ellas.

2. Realidad de la recaudacin.
Sin embargo, cuando el inquiridor de la economa les
muestra a esos compatriotas los datos oficiales de la
recaudacin de impuestos nacionales, les suma los impuestos
cobrados por las provincias y municipios y divide este monto por
el nmero de familias que viven en el pas, encuentra en sus
rostros el asombro y la incredulidad. Porque no pueden creer en
el resultado que arroja este simple clculo.
Si consideramos la familia en sentido amplio, es decir
incluyendo el padre, la madre, dos hijos y los abuelos a cargo
(4,66 personas), entonces descubrimos que los argentinos
estamos pagando efectivamente, por mes y por familia,
impuestos equivalentes a ms del doble del promedio del salario
de bolsillo que reciben los trabajadores registrados en relacin
de dependencia.
De manera que si por obra de un prestidigitador o
reformador social, el Estado argentino dejase de cobrar todos
los impuestos que actualmente recauda, y con ese importe se
hiciese una distribucin igualitaria universal por familia,
nuestros ingresos reales -por mes- se veran automticamente
incrementados con un 200 % plus, es decir que percibiramos el
triple de lo que cobramos. El que gana, un salario de bolsillo $
5.000 pasara a recibir $ 15.000 y as sucesivamente.

3. Actitudes cmodas.
Para que eso sea as, confluyen dos actitudes muy distintas.
Estn aquellos muy bien formados en el anlisis econmico pero
con un desconocimiento casi absoluto de las innumerables leyes y
91

normas impositivas que, sin embargo, estn obligados a cumplir.


Sostienen que de esas cuestiones se ocupa su contador. No
saben, ni quieren saber nada de impuestos, excepto el da en que
reciben alguna intimacin del Fisco o le notifican una inspeccin
integral.
Otros, conocen al dedillo la casustica fiscal y son
expertos en el arte de encuadrar y defender situaciones
fiscales complejas, pero se muestran indiferentes frente al
panorama global. Declaran ser legos acerca de las consecuencias
sociales
de una fiscalidad excesiva.
Por deformacin
profesional se aferran a las normas legales y a la jurisprudencia.
Slo se ocupan de memorizar las resoluciones de la AFIP, para
asesorar a sus clientes, liquidar impuestos, tratar con el
inspector fiscal, presentar recursos administrativos o amparos
ante el Tribunal Fiscal de la Nacin y cobrar sus honorarios.
Los impuestos y el sistema impositivo son como el rbol y
el bosque. A veces la minuciosidad por examinar un rbol en
particular impide la visin conjunta de la arboleda.
Cuando en un pas existen pocos impuestos la cosa es
simple. Pero cuando los tributos se superponen, se adicionan, se
multiplican, se ocultan y se contradicen a travs del tiempo,
forman un verdadero patchwork de normas legales o collage
de regulaciones fiscales. Algunos autores, como el prof.
Guillermo Sandler, excelente profesor de Finanzas de la UBA
optan por denominar Rgimen legal a ese aglomerado inconexo
de leyes y reglamentos.
El mismo prof. Guillermo Sandler reserva el trmino
Sistema impositivo cuando se trata de un conjunto ordenado
de medidas interrelacionadas entre las que existe coherencia y
unidad de propsitos tendiente a obtener ingresos razonables

para financiar el gasto pblico, transfiriendo un monto limitado


de recursos privados para usos pblicos. Pero se no es el caso
argentino. Tambin el prof. Sandler ha realizado excelentes
investigaciones acerca del impuesto nico sobre la tierra en el
sentido de las proposiciones de Henry George y referidas a la
vigencia de la ley de enfiteusis en Argentina.
4. El hallazgo de Amilcare Puviani
La visin parcial de los impuestos y la desinformacin
acerca de su globalidad, surgen como fruto amargo de la ilusin
financiera, magistralmente descripta por el brillante hacendista
italiano Amilcare Puviani (1854-1907) quien tuvo y sigue teniendo
una notabilsima influencia en la moderna ciencia econmica, a
travs de la escuela de Virginia o del public choice. (1)
Qu es la ilusin financiera? Es una imagen engaosa de la
realidad porque los impuestos aparecen de manera totalmente
distinta a como realmente son. Como no hay adecuacin entre la
legislacin impositiva y la imagen que tenemos de esa realidad,
incurrimos en un serio error mental.
La ilusin financiera surge como consecuencia de la miopa
de los contribuyentes, que son incapaces de percibir la presin
fiscal de los impuestos y el coste real de los servicios que brinda
el Estado.
Casi de manera constante, ello ocurre porque los impuestos
se ocultan detrs de la cortina de los precios. Pero tambin
porque muchas veces son recaudados en su origen como
retenciones descontadas de los ingresos. Otra causa de la ilusin
financiera se encuentra en la complejidad del sistema fiscal que
92

lleva acumulados 64.590 artculos en los ltimos seis aos, plazo


medio de la prescripcin fiscal.
Tambin ayuda a crear la ilusin financiera la
fragmentacin de los tributos, cobrados en distintas
jurisdicciones que oscurecen y dificultan el clculo del monto
global de la factura fiscal. Finalmente hay muchos impuestos
que vienen ligados a circunstancias beneficiosas, inesperadas o
que alientan la envidia social. Estos casos compensan
psicolgicamente y con creces la valoracin negativa que supone
su pago. Un ejemplo preciso es el impuesto a los premios de
lotera y juegos de azar, que nadie cuestiona y que satisface a
aquellos apostadores perdidosos que no han ganado el premio. Lo
mismo sucede con el impuesto a la herencia por parte de quienes
no tienen bienes transmisibles para sus hijos.
Alternativamente, se padece de ilusin financiera
cuando no somos capaces de identificar cul es el gobierno que
nos presta un servicio diferencindolo del gobierno que exige
financiar su coste. Ello ocurre en la medida que el costo se
cubre con subsidios,
transferencias de la nacin
a las
provincias y de ellas a los municipios
o recurriendo al
endeudamiento. En estos casos, la miopa de los electores
impide identificar la deuda que hoy se contrae con la certeza de
que en el futuro pagaremos mayores tributos.
Los autores que vieron con claridad intelectual estos
significativos problemas fueron los hacendistas de la escuela
italiana de Finanzas Pblicas. Partieron de la teora sociolgica
del economista Wilfredo Pareto (1848-1923) y sus discpulos
Gino Borgatta, Guido Sensini, Mauro Fasiani y Amilcare Puviani.
Esos autores afirman que la actividad financiera del Estado est

constituida, ante todo, por un conjunto de decisiones y elecciones


polticas no econmicas.
Wilfredo Pareto por ejemplo, concibe al Estado como un
elemento de poder y dominacin a travs de una clase poltica
integrada por dos
personajes: los
zorros, calculadores,
inescrupulosos e interesados slo en ganar dinero y los leones,
conservadores, idealistas, burocrticos y dispuestos a resolverlo
todo por la fuerza. Cuando los zorros predominan sobre los
leones el gobierno se convierte en antro de corrupcin hasta
que los leones se rebelan. En el caso contrario, entran en
conflicto y los zorros buscan traicionar a los leones para
expulsarlos del poder. Pero mientras conviven en equilibrio,
ambos imponen al resto de los ciudadanos los programas de
impuestos y gastos que convienen a sus intereses. Si perduran
mucho tiempo, provocan la decadencia y el colapso. Si la elite
gobernante degenera en decadente, la nica solucin consiste en
expulsarla del poder.
Amilcare Puviani destaca que cuando una audaz minora
poltica se lanza al asalto del poder,
siempre impone su
conveniencia al resto de la sociedad a travs de lo que denomina
"ilusin financiera". Que, en definitiva, no es sino una teora del
comportamiento de la minora rectora tendiente a ocultar la
carga real de la coaccin a travs de impuestos y exagerando los
supuestos efectos beneficiosos del gasto pblico.
La mejor garanta de los ciudadanos libres frente a estas
burocracias polticas no es otra que informarse, correlacionar en
cada caso el ingreso con el gasto pblico y sumar todos los
impuestos, cargas, tributos o contribuciones de cualquier tipo y
jurisdiccin que sea. Slo as se darn cuenta de que son
realmente esquilmados.
93

Cuanto ms se oculten y separen las decisiones del gasto


pblico de las medidas sobre su financiamiento, tanto ms se
fortalecer la manipulacin de ilusiones financieras e incluso
de las ilusiones polticas que son contadas mediante un relato
oficial edulcorado. El objetivo no es otro que impedir que los
ciudadanos sean conscientes de cunto cuestan las cosas que el
Estado ofrece.
As consolidan la falsa creencia, muy arraigada, de las
bondades del Estado social. En nuestras sociedades industriales
con concentraciones masivas de poblacin, la opinin pblica es
proclive a creer que los bienes ofrecidos por el gasto pblico son
gratuitos, como man cado del cielo.
Sin embargo en la Hacienda Pblica, tanto por el lado de
los impuestos como por el lado de los gastos, se trata de juegos
de suma cero. El privilegio o ventaja de unos, inexorablemente lo
pagan otros.
D
Puviani, en su obra Teoria della finanziaria, traducida a
muchos idiomas inclusive el espaol, analiza 11 procedimientos
que los gobiernos utilizan para sacar el dinero a la gente sin que
se den cuenta y no provoquen una abierta rebelin fiscal. (2) .
Las observaciones de Puviani son:
1 Es mejor crear impuestos indirectos que directos porque
permiten ocultarlos dentro del precio de los productos,
prohibiendo a los comerciantes que los discriminen con el
propsito de mantener la ilusin de que al comprar o gastar
estn pagando el costo de un producto y no pagando impuestos.
2 Financiar el Tesoro emitiendo bonos del Estado, de manera
que su costo sea transferido a las futuras generaciones, cuando
los actuales ya no sean gobierno ni tengan responsabilidades
polticas.

3 Solicitar al banco emisor que imprima moneda para tener


capacidad de pago fcil y permitir que la inflacin carcoma los
compromisos de amortizacin de la deuda pblica mediante la
licuacin. (Staat-schulden).
4 Aplicar impuestos a objetos de moda, suntuarios o de lujo
porque la envidia social los hace fcilmente aceptables.
5 Establecer impuestos de emergencia frente a situaciones
excepcionales y mantenerlos en forma sigilosa sin derogarlos
despus de superada la crisis.
6 Utilizar el conflicto social para crear impuestos que graven
a grupos impopulares -como los ricos- demostrando preocupacin
por el bienestar de los ms necesitados.
7 Amenazar con derogar beneficios sociales, reduciendo
subsidios populares o anunciando un imaginario colapso social si el
parlamento reduce o elimina ciertos impuestos.
8 Dividir en cuotas mensuales un impuesto anual, cuidando que
cada cuota no supere al importe del impuesto anual.
9 Ocultar el verdadero nivel de presin fiscal, multiplicando
las boletas para disimular el nivel de presin impositiva en
relacin con la produccin nacional.
10 Desviar los debates parlamentarios sobre impuestos y
gastos de manera que sean tratados en largas sesiones para
agotar la paciencia de.los interesados en seguirlas y redactar las
leyes fiscales con una sintaxis que las haga ininteligibles.
11 Esconder cerrojos impositivos en la ley presupuesto,
tratando de ocultar en las partidas de gastos generales aquellos
rubros de tipo poltico que no seran aprobados si se muestran
aislados y desnudos del armazn presupuestario.

94

Como se ve, la ilusin financiera no es otra cosa que el


arte de ocultar, distraer, hacer creer algo que no es verdad, y
tambin de estafar. Por eso hay que estar sobreaviso.
Dos excelentes investigadores espaoles, Nuria BOSCH y
Javier SUREZ PANDIELLO (3), resumieron en una tabla
cmo se genera la ilusin financiera de Puviani en los ingresos
pblicos.
ORIGEN Y DERIVACIN
DE LA
ILUSIN FISCAL

I
NATURALEZA Y ESTRUCTURA
DEL SISTEMA TRIBUTARIO

TIPOLOGA, CLASE Y
CATEGORA DE LA
ILUSIN FISCAL.

FORMAS JURDICAS DE
LAS INSTITUCIONES
FISCALES QUE
PROVOCAN LA
ILUSIN FINANCIERA

1
VINCULACIN DEL
IMPUESTO CON SUCESOS
QUE LOS
CONTRIBUYENTES VEN
FAVORABLEMENTE

* IMPUESTO A HERENCIA
* IMPUESTOS A PREMIOS
DE LOTERA Y JUEGOS DE
.AZAR
* TASAS POR FIESTAS Y
ESPECTCULOS PBLICOS.

II
NATURALEZA Y ESTRUCTURA
DE LOS IMPUESTOS
INDIRECTOS

2
OCULTAMIENTO DEL
IMPUESTO PROHIBIENDO
SU DISCRIMINACIN
PARA QUE NO SE
IDENTIFIQUE.

III
TRANSFERENCIAS
INTERGUBERNAMENTALES

3
ENCUBRIMIENTO DE LA
PARTICIPACIN DEL
ESTADO EN EL
FINANCIAMIENTO DE
EMPRESAS Y SERVICIOS
PBLICOS

IV
DEUDA PBLICA Y
LIQUIDACIN DE ACTIVOS
PBLICOS

(1)

4
OBTENCIN DE FONDOS
POR ENDEUDAMIENTO
O VENTAS DE ACTIVOS
PBLICOS

* LETRAS DE TESORERA.
* EMISIN DE BONOS.
* DEUDA FLOTANTE
* MORA EN REINTEGRO
DE IMPUESTOS.
* PRIVATIZACIN Y VTA.
DE BIENES PBLICOS.
*CAMBIO DEL DESTINO EN
FONDOS ESPECFICOS.

AMILCARE PUVIANI: Teora de la ilusin financiera.

(traduccin y notas de lvaro Rodrguez Bereijo)


Editorial Instituto de Estudios Fiscales, Madrid 1972.
(2) AMILCARE PUVIANI: Illusione: teoria della financiaria,
Palermo 1903
(3) NURIA BOSCH & JAVIER SUREZ PANDIELLO, Tamao
del sector pblico y descentralizacin fiscal, Revista de
Economa aplicada, vol., n 3,I Oviedo 1993.

* IMPUESTOS CONSUMO
* IVA e INGRES. BRUTOS
* RETENCIONES AL PAGO
DE RENTAS y SUELDOS
* IMPUESTOS AL SALARIO
DESDOBLADO EN APORTES
Y CONTRIBUCIONES
* IMPUESTOS COLGADOS
EN BOLETAS SERVICIOS
* IMPUESTOS EN FORMA
DE TASAS O CONTRIBUC.
* SUBSIDIOS CRUZADOS.
* COPARTICIPACIN DE
IMPUESTOS NACIONALES
* ADELANTOS DE TESORO.
* USO DE RESERVAS DEL
BANCO CENTRAL PARA
PAGO DE GASTOS / DEUDA

95

CAPITULO 14

c) Que las rentas extraordinarias no pertenecen a los


productores sino al gobierno.
Ahora descubrimos que los progresistas son personajes
enormemente solidarios con el prjimo pero pretenden ayudarlo
no con su propio dinero sino redistribuyendo la renta de los
dems.
Prometen que cuando alcancen la utopa igualitaria, todos
tendrn derecho de acceder a una vivienda sin esfuerzo, a
pensiones sin aportes, a subsidios sin cargo, al reparto de la
riqueza y a la igualdad sexual, aunque la naturaleza se oponga.
Pero el redistribucionismo que predican tiene otra cara: a
sotto voce suben los impuestos, aumentan las retenciones,
generan inflacin, incrementan la pobreza y acuden al
endeudamiento. El resultado es mayor escasez y miseria.
Precisamente en tiempos en que el gasto pblico, en lugar
de privilegiar necesidades acuciantes, se utiliza para la
propaganda poltica y otros destinos banales, parece importante
preguntarse porqu los impuestos que dicen perseguir
finalidades altruistas terminan consiguiendo lo contrario de lo que
se proponen?
Hay una razn muy simple.
Cuando las leyes, no defienden la vida, el honor y la
fortuna de los ciudadanos como lo exige la Constitucin nacional
y pasan a justificar el "despojo de los bienes", los impuestos se
convierten en un robo. Y con el robo, los pueblos se empobrecen.

IMPOSTURA DE LA REDISTRIBUCIN
DE INGRESOS MEDIANTE IMPUESTOS.
Desde comienzos del siglo XXI ha surgido un nuevo tipo
de gobernante en nuestro pas y algunas naciones sudamericanas.
Se definen progresistas y partidarios del igualitarismo,
pero no viven austeramente sino que se enriquecen con inusitada
celeridad. Lo prometen todo y no hacen nada, pero adems,
destruyen lo poco que exista. Su discurso poltico es un aluvin
de ignorancia y demagogia. Slo piensan en acumular dinero.
Estos vendedores de fantasas utilizan una dialctica de
enorme poder destructivo. Sirve para sembrar odios. Envenenar
el alma de la gente sencilla. Enfrentar unos contra otros. Dividir
a la sociedad. Convertir en enemigos a los amigos. Reemplazar la
generosidad por la envidia. Paralizar la iniciativa privada. Vaciar
las instituciones. Desmoralizar a los honestos. Engaar a todos.
Consiguen adeptos porque proclaman derechos sin
reclamar obligaciones y reparten ventajas sin exigir nada a
cambio. Es decir poder sin compromiso. As conquistan las
mentes dbiles y de paso discriminan a quienes piensan
libremente.
En el campo impositivo se identifican claramente porque
proclaman estas propuestas:
a) Que los impuestos altos sirven para redistribuir
ingresos entre los pobres,
b) Que quienes ms ganen ms paguen,

1. Redistribucin de talentos.
Originariamente la idea de la redistribucin de ingresos
provena de la filantropa y se aplicaba a la asistencia social
96

voluntaria. Ahora, en cambio, aparece la propuesta superadora


de lograr la igualdad de ingresos profundizando la
redistribucin pero no voluntaria sino forzosa.
Claro que de esa redistribucin forzosa quedaran
naturalmente exceptuados los que gobiernan y sus amigos,
porque ellos se consideran por encima de los dems.
En los debates mediticos aparecen por lo menos tres
tipos de igualitarismos que llamaremos: el aritmtico, el vulgar y
el ilustrado.
El igualitarismo aritmtico pasa por alto que en la
naturaleza no han existido, ni van a existir nunca dos personas
con los mismos talentos y con las mismas aptitudes fsicas, con
idnticas neuronas, ni con similar disposicin de cromosomas en
las cadenas de ADN.
Pero el argumento ms simple y contundente en contra de
la redistribucin aritmtica de la renta es que ella implica que
algunos individuos recibirn ms riqueza de la que producen y
esto se har a expensas de otros a quienes se confiscar parte
de lo que hacen para darlo a los primeros. De manera que ser
mucho ms costoso obtener rentas produciendo bienes y ms
fcil lograrla a travs del Estado. Con lo cual la redistribucin
aritmtica incentiva la haraganera, la holganza, la dejadez y la
pereza.
Para contrarrestar este argumento, surgen los
igualitaristas vulgares, autnticos palurdos, quienes dicen que
estas consideraciones prcticas son secundarias, porque la
solidaridad social exige que los que tienen talentos deben
sacrificar parte de su eficiencia en favor de los ms humildes.
Estos igualitaristas sostienen el derecho a la igualdad de
resultados negando el derecho a la igualdad de oportunidades.

Tambin hay igualitaristas ilustrados o egregios, que


plantean una distincin ms sutil. Afirman, junto con el filsofo
americano John Rawls, que hay dos clases de desigualdades. Una
legtima, la desigualdad social que es fruto del esfuerzo y de las
decisiones personales. Otra ilegtima y repudiable, que resulta del
azar y de los talentos innatos. Por eso debe ser corregida por
accin del Estado. Mas all de que es imposible de separar las
decisiones personales acertadas del azar o del talento innato,
cabe cuestionar el fundamento de esta crtica ilustrada. Porqu
es injusto que cada uno aproveche los talentos, las cualidades y
las circunstancias que la vida pone a su alcance? Es correcto
vincular siempre el mrito con la justicia? Cunta gente cree que
el azar ocupa un papel legtimo en su vida y procura aprovecharlo
sin remordimientos cuando no causa dao a otros? Cul es la
razn por la cual debemos considerar que nuestros talentos y
caractersticas innatas son indignos y necesitan de la represin y
correccin por el Estado?
Aqu interviene una cuestin muy delicada que se vincula
con el predominio del delito y el clima de inseguridad en que
vivimos. La equiparacin de la justicia con el mrito, para llegar a
conclusiones redistribucionistas, es un razonamiento propio de
juristas enrolados en las filas del garantismo, que concluye en un
peligroso absurdo. Cualquier individuo taimado, torpe o a quien la
naturaleza y la vida no hayan provisto de talentos, tendra
derecho a arrebatar violentamente a otros individuos
inmerecidamente ms ricos para quitarles parte de su riqueza,
aun cuando esos personajes no hayan hecho nada para merecerla.
(1) Como en nuestras mentes y en las mentes de los jueces
abolicionistas estas cuestiones son deliberadamente confusas,
resulta que estamos construyendo un mundo tan inseguro donde
97

no se podra vivir sin estar expuestos al crimen, el asalto, la


violacin o el secuestro. Para los tribunales garantistas, los
derechos humanos de los delincuentes y desposedos son
sagrados y considerados superiores a los de la gente respetuosa
y trabajadora. La defensa del mrito o de las necesidades para
redistribuir la renta tiene implicancias muy profundas.
Imaginemos que un buen da podamos transferir nuestras
cualidades fsicas a otras personas mediante la ciruga de
transplantes. Si aceptamos el principio de que la desigualdad
innata es injusta y debe corregirse, entonces debiramos
transplantar nuestros atributos fsicos a otras personas: las
bien parecidas debieran transferir bajo coaccin su belleza a las
poco agraciadas; los atletas deberan transferir su agilidad y
musculatura a los minusvlidos; los inteligentes debieran
transferir su brillo mental a los lerdos y torpes. En definitiva,
los progresistas igualitarios debieran predicar tambin el
igualitarismo fsico. (1)
Corregir la desigualdad fsica, gentica y psquica, debiera
ser su poltica preferida en un mundo donde tal cosa fuera
posible, porque la desigualdad fsica es el origen de las
desigualdades de rentas que pretenden corregir. (1)
Veamos porqu. Si un individuo ha obtenido una gran
fortuna como resultado de su innato talento o inteligencia,
podemos redistribuir parte de su fortuna a quienes tienen
menos; o podemos atacar la fuente y redistribuir parte de su
talento e inteligencia a los
que tengan bajo coeficiente
intelectual. Los progresistas podran respondernos que el
igualitarismo fsico es ciencia ficcin (aunque con la manipulacin
gentica algn da podra dejar de serlo). Pero el propsito de
este experimento mental no es otro que
averiguar si el

igualitarismo fsico, con independencia de su viabilidad, es


moralmente deseable. Y tambin averiguar si el argumento del
mrito en favor de la redistribucin de la renta implica adems,
el deseo de la igualdad fsica. (1)
Encerrar en un campo de concentracin a todo el que crea
en la existencia de Dios tambin es materialmente irrealizable,
pero considerar que esa idea sea posible o que el razonamiento
conduzca lgicamente a ella ya es bastante preocupante. (1)
La prxima vez que un progresista defienda la
redistribucin de rentas deberamos preguntarle si est
dispuesto a renunciar a su talento, guapeza o inteligencia en favor
de quienes no tienen esos atributos. Se encontrara entonces en
la tesitura de abrazar el igualitarismo fsico o aceptar que en la
naturaleza reina la desigualdad. (1)
2. Los impuestos en la redistribucin.
Cuando los igualitaristas pretenden convertir la
distribucin de ingresos en una repartija de ricos a pobres, en
subsidios cruzados hacia
los que menos
tienen, en
transferencias de renta de las clases tradicionales a las nuevas
oligarquas y de la clase media a los pobres de solemnidad,
invariablemente se encuentran con que las cosas resultan todo lo
contrario.
En este sentido, si las leyes impositivas meten mano a la
riqueza producida por quienes trabajan, para aumentar el
ingreso de individuos negligentes pero polticamente adictos, no
habr nadie en este pas que no pretenda hacer lo mismo y
utilizar la ley para sacar ventajas. El resultado es claro como el
98

agua: la ley se prostituye y deja de serlo, convirtindose en


pantalla para la rapia.
Tambin es posible que alguien bien intencionado, se
plantee que no es injusto que el Estado arrebate la renta de
algunos para drselo a otros, porque realmente a ellos "les
sobra" y todos deben contribuir al "bien comn" de los ms
necesitados.
Pero cuando esto ocurre en forma coercitiva,
instintivamente la gente ocultar "sus ingresos y reducir sus
capacidades", para no verse sometida al saqueo impositivo en
nombre de la solidaridad, mientras todos se empearn en
idear maniobras tendientes a vivir a expensas del prjimo.
Si el Estado, guiado por la aparente buena causa de
mejorar la situacin de los pobres, establece excesivos
impuestos y retenciones destinados a subsidiar el consumo de
energa,
financiar los transportes metropolitanos, regalar
electrodomsticos, subvencionar el costo de los alimentos,
estimular el pan y circo futbolero, repartir dinero mediante
planes sociales, financiar deficitarias lneas areas y entregar
fondos a sospechosas organizaciones sociales, entonces, estamos
en presencia de una rapia fiscal o despojo legal.
Ante este sistema de latrocinio dirigido desde el Estado,
caben dos alternativas: reducirlo o anularlo. Reducirlo
equivaldra a decidir que slo una parte de los impuestos puede
destinarse a la beneficencia y el resto a las funciones bsicas
del Estado. Anularlo supondra permitir el surgimiento de la
solidaridad espontnea, aquella en la que cada cual decide cmo
ser generoso con los dems, sin que le obliguen y sin estar
amenazado de terminar en la crcel.

Por supuesto, podramos seguir adelante con un sistema


impositivo de despojo legalizado. Ahora bien, las consecuencias
de mantenerlo son perversas. Por un lado, la gente ver que se
castiga a los emprendedores y se premia a los que reclaman vivir
como parsitos.
Sin ninguna duda, se organizarn bandas dirigidas por
agitadores profesionales que reclamarn ms partidas
presupuestarias para financiar su "causa", tratando de vivir a
costa de los dems.
Hay que entender que las leyes de impuestos excesivos
paralizan los brazos de quienes quieren prosperar, pero liberan
las manos de quienes slo saben decir deme para recibir
subsidios reivindicando que sus necesidades son
"derechos
sociales". Toda una tramoya para lograr vivir sin trabajar.
3. Repartir a expensas de los pobres.
Para comprender porqu los impuestos siempre fracasan
como instrumento para redistribuir la renta, hay que comenzar
por saber cmo se distribuyen realmente los ingresos.
Se trata de un mtodo estadstico que clasifica la
poblacin en diez partes exactamente iguales, llamadas deciles.
Luego se investigan los ingresos de cada grupo social involucrado
en esos deciles, mediante encuestas y se calcula qu porcentaje
de la renta nacional representan esos ingresos
De esta manera se conoce la participacin que las distintas
clases sociales tienen en el ingreso nacional.
Es casi seguro que distintas estimaciones puedan brindar
algunos dgitos de ms o de menos. Pero de todos modos, y con
99

esta advertencia, la distribucin del ingreso en Argentina al


final del 2010, 2011 y 2012 era la siguiente:

subvencionan grupos agitadores, se organizan actos partidarios


con asistentes contratados, se atiende una mala educacin, se
financia un pauprrimo sistema de salud y se pagan sueldos a una
inmensa burocracia totalmente ineficiente, excepto para poner
obstculos a todo aqul que se proponga hacer algo til.
Si el costo del Estado fuese mdico, por ejemplo el 10 %
del PIB, su sostenimiento no sera una cuestin gravosa porque los
recursos podran surgir de un nico impuesto cobrado slo a los
ms ricos. Alcanzara una alcuota del 20 % sobre sus rentas.
Tomemos la columna del ao 2010. Como los ricos participan
del 49,2 % del Ingreso nacional, un impuesto del 20 % producira
recaudaciones suficientes (20 % x 49,2 % 10 %). Y nadie ms
pagara nada, ningn impuesto de ninguna clase.
Como el Gobierno gasta una astronmica cifra, superior al
46 % del PIB entonces inevitablemente debe sacar dinero
cobrando 30% a los deciles ms ricos. Pero como no alcanza,
tendr que cobrar 60% en impuestos indirectos a los ocho deciles
de clases medias y pobres. Cuanto ms sube el gasto pblico
tanto ms deber quitarles a los pobres. Al final la idea de que el
dinero que reparte el Estado viene de arriba es pura mentira. En
realidad sirve para ocultar el hecho de que el dinero redistribuido
sale del bolsillo de los mismos que lo reciben. (2)
Esto es as por una irreductible cuestin algebraica:

PARTICIPACIN DE LAS CLASES SOCIALES EN EL INGRESO NACIONAL

Decil Grupo
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1

A
B
C1
C2
C3
C4
C5
D
E
F

Clase Social
RICOS
CLASE ALTA
CLASE MEDIA ALTA
PROFESION. INDEPDTES.
CLASE MEDIA
TRABAJ. CALIFICADOS
CLASE MEDIA BAJA
OBREROS y PEONES
POBRES
INDIGENTES

Fuente: Encuesta permanente de Hogares. INDEC.

2010 %

2011

32,8 %
16,4 %
12,3 %
10,1 %
8,4 %
6,8 %
5,1 %
4,2 %
2,8 %
1,1 %
100

2013 .

29,0
17,0
13,0
10,5
8,6
7,0
5,7
4,5
3,3
1,4

100

32,5
16,7
12,4
10,0
8,2
6,6
5,4
4,2
3,0
1,0

100

La diferencia de ingresos entre el decil ms rico y el decil


ms pobre es de 30 veces en 2010 y 32,5 veces en 2013, lo cual
muestra la excesiva dispersin existente entre aquellos que lo
tienen todo y los que no tienen nada.
Acto seguido hay que incluir el factor ms gravitante en el
esquema de la distribucin del ingreso: los impuestos, las
contribuciones, las tasas municipales, las retenciones y los
impuestos al trabajo.
En la actualidad, con el dinero de los impuestos se
despilfarran cifras enormes. Se pagan certificados de obras
pblicas
con
sobreprecio,
se
reparten
subsidios
multimillonarios, se financian planes sociales de no-trabajo, se

(30 % del 49,2% PIB + 60 % del 50,8% PIB

46 % PIB)

Entonces los ms ricos estaran gravados con impuestos


directos sobre sus rentas brutas al 30 %; pero la clase media y
los de menos recursos soportaran impuestos por consumo de
alimentos y canasta familiar del 60%. Que es lo que hoy sucede.
100

Claro, que los ricos tambin consumen parte de esa canasta,


pero el razonamiento no se invalida porque para ellos es un gasto
marginal. Si el clculo se repite para el ao 2013 los resultados
seguramente sern peores.

entre los ciudadanos sino en la consolidacin de la nueva clase de


dirigentes privilegiados. (2)
La retrica de la redistribucin del ingreso y el reparto de
la riqueza termina siempre con la necesidad de recaudar mas
impuestos precisamente de aquellos a quienes dicen que van a
favorecer.
En todos los casos, la redistribucin del ingreso se
convierte en un espejismo consistente en hacer creer que se est
gobernando a favor de los que menos tienen, pero expolindolos
con impuestos que gravan su consumo y concentrando la riqueza
entre los amigos del poder.
La nica forma sincera y prctica para redistribuir el
ingreso consiste en eliminar o reducir significativamente los
impuestos al consumo y sobre las propiedades o bienes
particulares que no generan renta pero que sirven para vivir
dignamente.
Sin una reforma impositiva que contemple una profunda
reduccin de impuestos a las clases medias y a los pobres todas
las proclamas polticas que puedan hacerse acerca del cambio
para redistribuir ingresos y repartir la riqueza son puro humo que
oculta intenciones no confesables. Al final tena razn Martn
Fierro cuando deca que son campanas de palo las razones de los
pobres.

4. Transferir poder al gobierno.


Cuanto mejor se considera el problema, ms claro se ve
que la redistribucin de la renta no es una redistribucin del
rico al pobre sino una redistribucin del poder de compra de los
individuos al gobierno. No es una transferencia por amor sino
por temor.
Lo cual implica la demolicin sistemtica de aquellas clases
sociales que disfrutaban de recursos independientes, como el
sector rural, las profesiones liberales, los pequeos
empresarios, los artistas e intelectuales, los trabajadores
independientes y los artesanos con pequeos talleres. Los
recursos de esa clase media se transfieren y acumulan en manos
de funcionarios polticos que integran la nueva clase, como La
Cmpora que despoja de recursos a los que han sido agredidas
fiscalmente.
En esta nueva clase poltica, existe una oculta pero
perceptible tendencia a asegurarse la complicidad de la justicia
para que los delitos de cohecho, enriquecimiento ilcito o
ddivas queden impunes, sobresedos, cajoneados, prescriptos
o archivados como cosa juzgada. Esta es la gran paradoja que los
igualitaristas, inspiradores del nuevo modelo no podrn
resolver nunca jams. El Estado redistributivo pertenece a un
vasto proceso de involucin social que no acaba con la igualdad

(1) ALBERT ESPLUGAS BOTER: Redistribucin de talentos,

inteligencia y guapura, Instituto Juan de Mariana, Madrid,


Nov. 2008,
(2) BERTRAND DE JOUVENEL: La tica de la redistribucin,
Ediciones Encuentro, Madrid, 2009.
101

CAPITULO 15

Es decir que los requerimientos del Estado estn subordinados a


las necesidades de la Sociedad y sus integrantes.
As lo exigen el art. 17 de la Constitucin que garantiza el
derecho de propiedad y prohibe la confiscacin de la renta; y el
art. 28 al disponer que estos derechos son inalterables y no
podrn ser desnaturalizados por ninguna ley ulterior. Esta es la
razn por la cual la Corte Suprema mantiene el criterio de que
cualquier tributo que grave una parte excesiva de la propiedad o
de la renta, se convierte en exaccin o confiscacin y por tanto
son inconstitucionales, pese a todos los decretos y leyes que
puedan sancionar el poder ejecutivo y el congreso nacional.

PORQU EL IMPUESTO SLO ES


CONFISCATORIO DESPUS DEL 33%.
Una de las cuestiones ms sensibles en materia fiscal es
el principio de no-confiscatoriedad.
Los impuestos son confiscatorios cuando el Fisco se
atribuye una parte tan desproporcionada y sustancial de la
renta, el capital o el patrimonio que afecta el derecho subjetivo
a poseer, disponer y usar los bienes propios.
En los pases civilizados, la confiscacin es unnimemente
repudiada. Si la aceptaran, el Estado constitucional de derecho
se transformara ipso facto en un Estado salvaje, absolutista,
totalitario y tirnico. Al abusar de la presin fiscal, el gobierno
demuestra su desprecio por la propiedad privada violando uno de
los ms elementales derechos humanos: la renta generada
honestamente pertenece a quien la produce y su arrebato ya sea
por la fuerza, el engao o mediante la ley, es un delito.
Por eso ningn gobierno respetuoso de la ley se anima a
establecer impuestos confiscatorios ni an invocando
emergencias econmicas, causas de utilidad pblica, o una
presunta finalidad superior, porque se convertira en ilegtimo.
Estas falsas razones estn basadas en la patraa de que lo
colectivo es ms importante que lo individual
No hay finalidad superior, ni utilidad pblica o
emergencia econmica que valgan, porque en ltima instancia el
financiamiento del Estado no es algo prioritario sino subsidiario.

1. El tope del 33 %.
El lmite concreto que la Justicia argentina admite como
mximo para una imposicin legtima ha sido establecido en el 33
% del valor de los bienes o de la renta.
No se sabe de dnde ni cmo surgi este nmero del 33 %.
Ningn juez lo ha explicado. Pero cualquiera sea su origen, hay
que distinguir que no es lo mismo gravar una renta con el 33 %
que imponer tributos del 33 % a los bienes que integran el capital
o patrimonio.
Vamos a explicarlo.
Cuando una inversin produce cierta renta (pequea o
grande) el beneficio bruto resultante se divide en tres partes:
una se consume, otra se destina a reponer el capital amortizado y
la ltima sirve para financiar el crecimiento. Es posible que de
all haya surgido la cifra mgica del 33 %.
Pero en cualquier caso el lmite admitido por la Corte no
est conforme con la justicia porque es cuasi confiscatorio. Si el
102

gobierno se atribuye fiscalmente la tercera parte de la renta,


indudablemente bloquear el ejercicio pleno de una de las tres
finalidades de la propiedad privada, violando sus derechos: a) le
impide consumir el fruto de la propiedad, o b) le impide reponer
su desgaste, o c) le impide acrecentar el patrimonio.
La
justicia tendra que reexaminar el tema del uso, aplicacin o
destino de la renta y debiera reconocer que no est compuesto
por tres finalidades sino por cuatro, a saber: consumo + ahorro
+ mantenimiento + expensas fiscales. Por eso de manera
unnime, todos los economistas que han estudiado este tema
establecen como lmite de la confiscatoriedad el 25 % de la
renta y no el tercio (33 %) que fija nuestra Corte.
El tope del 33 % es todava ms daino an cuando se lo
relaciona con el capital o patrimonio, en lugar de vincularlo con
la renta. Aqu hay que hacer una distincin entre bienes
productivos e improductivos. Si los impuestos gravan bienes de
uso improductivos, que no producen rentas sino gastos, como
ocurre con el departamento donde uno vive, la casa solariega o el
automvil de uso particular, establecer impuestos por el 33 % de
su valor equivale a expropiarle directamente esos bienes,
porque como no generan rentas, obligan a la liquidacin inmediata
o progresiva del patrimonio.
Esto es expolio, aqu o en cualquier lugar del mundo.
Algo similar, pero atemperado, ocurre si el bien gravado
con el 33 % es un bien productivo, es decir que genera
beneficios o utilidades. Porque arrebatar un tercio del capital
equivale a confiscar parte de la renta producida, lo cual
devendra en una exaccin exponencial indirecta.
Cualquier impuesto ordenado en funcin de un capital
productivo, ineludiblemente se cancela con su renta, puesto que

si el impuesto se pagase con el mismo capital, ste se agotara


terminando por aniquilar la fuente de renta y la base de la
imposicin.
El Estado estara pisoteando el derecho de propiedad y
matando la gallina de los huevos de oro.
En el caso del capital financiero no hay ninguna duda, que
los rendimientos reales oscilan entre el 1 y 8 % anual, descontada
la expectativa de inflacin. Con el capital industrial en cambio, los
mrgenes son un poco superiores y llegan al 12 %. Si los
rendimientos nominales tanto del capital financiero como del
capital industrial- son mayores al 8 y 12 % respectivamente,
ciertamente incluyen la tasa esperada de inflacin y tambin la
tasa de riesgo-pas. Entonces obligar a pagar un impuesto del 33
% a un capital que rinde el 8,25 % equivale a expropiarle 4
veces toda la renta (33 %/8,25 % = 4).
Los jueces debieran
comprender que el capital no es nada ms que el valor actual de
una renta pagadera peridicamente, descontada a cierta tasa de
inters. Por su parte, la renta no es otra cosa que el
rendimiento peridico de un capital colocado a inters simple o
compuesto. Desde el punto de vista de la matemtica financiera,
capital y renta vienen a ser uno la inversa del otro y el monto es
la suma de ambos.
2. La restriccin mental.
Por estas y otras razones, generalmente las sentencias
judiciales tratan el tema de la confiscatoriedad de manera
difusa y endeble dando lugar a conclusiones que desconciertan e
indignan.
Pareciera que en materia fiscal los tribunales se resisten a
103

emitir opiniones claras y contundentes. Demuestran tener una


exagerada circunspeccin y dejan la clara impresin de estar
sujetos a una restriccin mental. Recordemos que la restriccin
mental es el acto interno de la mente por el cual se reprime,
altera o limita el sentido que naturalmente tienen las palabras,
con un propsito deliberado.
Muchos magistrados bien intencionados, pueden llegar a
creer que encubriendo el efecto daino de los impuestos, evitan
el
dao mayor de la rebelin fiscal. Por eso, dudan en
manifestarse claramente y en sus sentencias brindan sinuosos
considerandos para no dar la impresin de que condenan al
sistema impositivo en su conjunto. Obran as como si la
justificacin engaosa de los malos impuestos fuera una causa
moralmente lcita, que no pueden cuestionar.
Algn observador desprevenido quizs atribuya esta
conducta a una razn prctica. Porque, en definitiva, de la
recaudacin de impuestos depende el financiamiento del poder
judicial y el sueldo del propio juez. Pero lo ms probable es que
estas actitudes se relacionen con una propensin profesional
habituada a juzgar los efectos prximos e inmediatos de sus
sentencias y nunca los efectos inducidos y remotos que se
producen al cabo de bastante tiempo.

reconociendo que casi siempre provoca efectos contrarios a las


consecuencias favorables del impacto.
La prueba irrefutable de esta reaccin puede verse en los
resultados de imprudentes libertades condicionales de asesinos
convictos, quienes devuelven ese favor judicial cometiendo nuevos
crmenes. Por supuesto que ningn juez garantista busca provocar
tan perverso efecto, pero eso es lo que ocurre, a pesar de sus
buenas intenciones.
En materia impositiva, los efectos inducidos se
materializan
de
otra
manera,
principalmente
en
el
comportamiento de los contribuyentes perjudicados por la
confiscacin o amenazados por la rapia fiscal.
Cuando la carga impositiva acumulada resulta confiscatoria,
la actitud de los empresarios cambia de manera tan radical como
la psiquis de las personas diagnosticadas de enfermedades
terminales. En esas condiciones, intentar proteger la vida y
defender lo propio es algo incorporado, metido en lo profundo de
la naturaleza humana.
Podemos ver las consecuencias destructivas de los
efectos-inducidos en la desaparicin de emblemticas obras de
arquitectura urbana como consecuencia del efecto-impacto de
las demoliciones. Tambin las violentas ocupaciones de predios
pblicos son el efecto-inducido de la prohibicin que hace 30 aos
se hizo de los tradicionales loteos de reas suburbanas a cargo de
martilleros pblicos con planos catastrales aprobados.
Algunos
contribuyentes hacen frente a la adversidad fiscal con
estoicismo. Intentan cumplir con las leyes, declaran la verdad y
se endeudan con el Fisco para pagar impuestos. Pero luego se
atrasan, finalmente capitulan y pierden todo, dando razn a la
popular frase de que en nuestro pas, quien paga todos los

3. Efecto-impacto y efecto-inducido
Si examinamos la mayora de las sentencias judiciales en
materia tributaria, apreciamos que dan mayor relevancia a los
efectos inmediatos. Pero los jueces debieran reconocer que
tambin existen efectos diferidos. Para distinguir el efectoimpacto del efecto-inducido, hay que saber evaluar este ltimo,
104

impuestos quiebra.
Otros contribuyentes caraduras, pillos y sinvergenzas,
salen adelante recurriendo a la evasin, el fraude o el soborno.
ltimamente se dedican a falsificar facturas, utilizar
testaferros, constituir sociedades con accionistas insolventes,
vender en negro, escamotear inventarios, ofrecer ddivas y
asociarse sospechosamente con funcionarios para impedir que
los impuestos destruyan sus emprendimientos. Casi siempre
consiguen xito y la absolucin judicial.
Por eso a mediano plazo, los impuestos confiscatorios
producen un efecto-inducido sorprendente: extinguen a los
empresarios innovadores y honestos, aquellos que practican el
fair play. Son reemplazados por otra especie de empresarios
veleidosos deshonestos y miserables, clsicos malabaristas de
la poltica, que saben eludir la exaccin fiscal coimeando.

dueo.
Es muy comn emplear las palabras capacidad tributaria
como sinnimo de capacidad contributiva, soslayando que entre
una y otra expresin hay una diferencia tan sustancial como la
que existe entre la esclavitud y la libertad.
En nuestra Constitucin, el intencionado empleo de la
palabra contribucin en lugar de otros trminos como:
tributacin, gabela, imposicin o gravamen es consecuencia de la
sutileza intelectual y riqueza idiomtica de Juan Bautistas
Alberdi (1810-1884), quien repar que existe una enorme
diferencia entre la cultura tributaria y la cultura contributiva.
En efecto, el tributum era el reconocimiento de sumisin
que los pueblos vencidos por las legiones romanas deban al Csar,
mientras que el stipendium era la contribucin que los
ciudadanos romanos libres pagaban en reciprocidad por servicios
recibidos del Estado.
Pagar impuestos por sometimiento no es lo mismo que
pagarlos en contraprestacin. En el primer caso se trata de un
yugo y en el otro de un intercambio. Por eso Art. 4 de la
Constitucin Nacional que trata de los recursos del Tesoro
Nacional menciona expresamente las contribuciones que

4. Ambigedad en el lenguaje.
Un cuarto aspecto vinculado con el principio de noconfiscatoriedad es el de la ambigedad en el lenguaje jurdico,
tanto en el sentido como en la interpretacin de las frases.
As por ejemplo, la Corte Suprema refirindose a la
contribucin territorial ha dicho que si bien el impuesto se

equitativa y proporcionalmente a la poblacin imponga el


Congreso. En el mismo sentido el Art. 17 se refiere al derecho

Con un juego de palabras aqu se ha hecho una cuidadosa


extrapolacin, cambiando la figura material del inmueble por un
concepto abstracto, como es la capacidad tributaria de su

slo el congreso impone las contribuciones que se expresan en el


Art.4. Y el Art. 11 dispone que los artculos nacionales o
extranjeros, as como los ganados de toda especie y los carruajes
que los transporten, que pasen por el interior de la repblica
sern libres de los derechos llamados de trnsito y de cualquier
otro cualquiera sea su denominacin.

grada por el valor de la propiedad inmobiliaria, el objeto del


impuesto no es el inmueble considerado en s mismo, sino la
capacidad tributaria de su dueo, medida por la riqueza que su
dominio representa.

de propiedad y a la prohibicin de confiscar bienes, sealando que

105

Es evidente que Juan Bautista Alberdi fue un autntico


maestro en el arte de utilizar pocas pero muy precisas palabras
para expresar grandes ideas. La Constitucin de 1853/60 es un
ejemplo de Ley fundamental sobria, precisa, clara y
deslumbrante.

razonable, confundindola con capacidad de pago. Estas son las


razones:
1 Los activos que integran el capital de una persona se
clasifican, segn su grado de liquidez, en activos lquidos o
inmovilizados. Los primeros son corrientes es decir susceptibles
de convertirse en dinero efectivo a corto plazo. Los segundos no
son fcilmente liquidables y se llaman no-corrientes.
2 Al mencionar la capacidad contributiva como sinnimo de
capacidad de pago, los jueces se equivocan porque asignan un
derecho absoluto al Estado sobre la totalidad de bienes lquidos.
3 La capacidad de pago de un contribuyente es su
solvencia financiera global, que se mide comparando todos los
activos lquidos con todas las deudas exigibles, de las cuales el
Fisco es slo uno de los acreedores, aunque la ley lo privilegie.
4 Cuando el Estado quita con impuestos, gran parte de esa
capacidad de pago, impide la gestin de los dems activos y viola
el derecho de propiedad. Eso, es precisamente confiscacin.
5 Por lo tanto -en estricta justicia- la capacidad
contributiva tendra que ser la parte proporcional que puede
atribuirse el Estado dentro de la capacidad de pago respetando
la regla de tres simple como forma de resolver problemas de
proporcionalidad entre los crditos involucrados.
6 En general, los bienes lquidos que componen la
capacidad de pago son: dinero efectivo, saldo en bancos, plazos

5. Silogismo fiscal.
Si los jueces entendieran que la capacidad tributaria o
contributiva es aquel excedente de bienes que pueden ser
arrebatados al contribuyente, estaran incurriendo en una grave
confusin semntica y jurdica.
Porque si basan sus sentencias en esos conceptos,
podemos deducir que razonan con un falso silogismo, que se
expresara as:
SI FULANO DISPONE DE FONDOS QUE EXCEDEN SUS
NECESIDADES, TIENE CAPACIDAD CONTRIBUTIVA
(Premisa mayor)
ES AS QUE EL FISCO PUEDE DESPOJARLE UNA PARTE
(Premisa menor)
SI ESA PARTE ES RAZONABLE

(Proposicin media)

ERGO, EL DESPOJO NO ES CONFISCATORIO

(Conclusin)

fijos transmisibles, ttulos cotizables, crditos corrientes y


stock de mercancas.

Como explicaremos a continuacin, este silogismo esconde


un sofisma, porque utiliza errneamente conceptos como
fondos excedentes como capacidad contributiva y parte

7 El Estado no tiene el derecho a cobrar sus crditos


fiscales reclamando la totalidad de esa capacidad de pago sino
una parte razonable, que sea proporcional al crdito que
pretende.

106

8 La la capacidad de pago es una funcin relacionada


directamente con la integridad del patrimonio. No se puede
desligar del conjunto de bienes de la empresa o persona fsica.
El patrimonio es una entidad compleja que incluye activos
lquidos e inmovilizados. Ambos forman una simbiosis y se
necesitan unos a otros. Por tanto no se pueden escindir.
9 Los activos lquidos, que componen la capacidad de
pago, aseguran el uso, goce y disposicin de los activos totales,
fundamento del derecho de propiedad. Sin bienes lquidos, las
empresas y las personas fsicas no podran operar, ni adquirir
mercancas, ni pagar salarios y tampoco comprar activos fijos o
cancelar pasivos. Dictar sentencias arrebatando los activos
lquidos en favor del Fisco equivale a ponerlas en situacin de
insolvencia condenndolas a la quiebra. Se estara negando y
socavando el derecho de propiedad privada afectando su
financiamiento.
10 Por eso, cuando los jueces aplican ese silogismo fiscal
sin distinguir los criterios contables explicados, obran con
tosquedad financiera y pueden desestabilizar la propiedad de
los contribuyentes sometidos a juicio. Sin activos lquidos, el
capital de trabajo desaparece y el destino de la empresa es slo
la bancarrota.

ocasionan el despojo sustancial del beneficio y confiscan el


capital que lo produce.
En este sentido hay una grave confusin porque la Corte ha
indicado que mientras no se llegue a la confiscatoriedad, estos
impuestos mltiples son constitucionales hacindose hincapi en
el argumento de la dificultad de discernir cul de ellos se ha
convertido en la gota que rebasa la copa de la confiscacin.
Parece un escarnio indigno de la justicia utilizar el
argumento del profesor Dino Jarach. Este autor de finanzas
pblicas y derecho tributario, naturalizado argentino, sostiene
que la superposicin de gravmenes y las dobles imposiciones son

constitucionales, mientras no se llegue a la confiscatoriedad. A


contrario sensu -sigue diciendosera inconstitucional la
acumulacin de impuestos que excedan el lmite admitido por la
jurisprudencia. Pero el mismo Dino Jarach (1) demuele su
razonamiento al plantearse una cuestin crucial que impide
resolver el problema, sealando: Cul de los impuestos

resultara confiscatorio: el ltimo o el primero establecido por


ley; el ltimo cobrado o el primero vencido; el ultimo vencido o el
ms gravoso? Como la cuestin no puede dilucidarse, devendra en
abstracta es decir sin entidad propia y en consecuencia, el Fisco
tiene derecho a cobrarlos.
Lo que sucede es que cuando

concurren mltiples impuestos que van ms all de lmites


tolerables, el responsable de aniquilar el derecho de propiedad no
es el impuesto tal o cual sino el sistema impositivo en su conjunto.
Quienes justifican la voracidad fiscal en aras del
populismo, tienen una visin fetichista del Estado. Glorifican su
papel, contrariando la realidad de su colosal ineficiencia.
As por ejemplo,
el profesor Benvenuto Griziotti,
traducido y comentado por Dino Jarach, defiende su admiracin

6. Trampa de los impuestos mltiples.


La violacin del derecho constitucional a la propiedad
privada o la confiscacin de la renta ganada honradamente,
puede provocarse por dos caminos. Uno por la aplicacin de un
tributo desproporcionado y el otro, por la va de un sin nmero
de impuestos, individualmente moderados, pero que en conjunto
107

por el Estado, sealando: que el Estado,

con los servicios


pblicos y su organizacin econmica y social, es quien tutela ()
a las personas y propiedades de los contribuyentes; favorece la
produccin, la circulacin y el consumo de la riqueza; aumenta las
posibilidades de ganancias; facilita la conveniencia de los
consumos; y disminuye los costos de la vida econmica y social.
Con todo esto aumenta la riqueza y promueve la capacidad
contributiva.
El crculo lgico es completo y cierra exactamente: el
gasto pblico sirve para aumentar inmediata o paulatinamente la
capacidad contributiva de los individuos; la capacidad
contributiva da lugar a un aumento de la recaudacin de
impuestos y los impuestos alimentan el gasto pblico Por eso la
capacidad contributiva es el ndice de las ventajas
proporcionadas a los contribuyentes por los gastos y servicios
pblicos. (2)

en todo el mundo.
El enfoque terico y prctico de Richard Musgrave tambin
es contradictorio de manera absoluta con la posicin de la
escuela sociolgica de las finanzas pblicas encabezada por
Wilfredo Pareto (1848-1923) y opuesto con la escuela del public
choice de James Buchanan.
Musgrave sostuvo en 1999 su visin estatista en una serie
de debates acadmicos con el prof. Buchanan en la Universidad
de Munich. La controversia dur una semana y fue recogida en un
excepcional informe (3).
All Musgrave represent -en el campo de las finanzas
pblicas- la visin conformista de la Universidad de Harvard
respecto del predominio absoluto del Estado sobre el individuo.
Para Musgrave el Estado es un ogro filantrpico que busca la
justicia social al tratar de apoderarse de la renta privada para
redistribuirla con criterio poltico.
En cambio, Buchanan ofreci el enfoque caracterstico
de la Universidad de Chicago y de la escuela de Virginia,
consistente en una visin crtica del Estado cuando no tiene
lmites,
porque termina adoptando decisiones fiscales que
oprimen a los individuos y los somete al control omnmodo de
gobiernos constitudos por personajes con iguales o peores
defectos que los ciudadanos comunes.
Musgrave es partidario de la hacienda mltiple, que
funciona como una trampa impositiva al permitir la expoliacin
fiscal sin aparentarlo, sosteniendo que para eludir el argumento

Cuestin aparte de estas fervorosas apologas al Estado,


en el captulo 9 sobre Imposicin mltiple, puede leerse la
argumentacin en contra de la doble imposicin como factor
confiscatorio, formulada por el economista ingls John Stuart
Mill (1806-1873). Hasta el da de hoy, esa explicacin sigue
siendo el fundamento del acuerdo en los tratados
internacionales.
Pero, la angurria fiscal de quienes buscan poder poltico
aumentando el gasto pblico fue alentada por un conjunto de
economistas dentro de los que se destaca el profesor y
hacendista alemn Richard Musgrave (1910-2007)
Musgrave ha tenido tanta influencia en Finanzas Pblicas
como John M. Keynes (1883-1946) en Macroeconoma. Su libro
sobre Hacienda Mltiple es la biblia de muchos tributaristas

de la doble imposicin, los gobiernos debieran adoptar la teora


de la hacienda mltiple creando impuestos en distintas fuentes,
buscando distintas manifestaciones de riqueza y aplicando el
poder fiscal en distintas
jurisdicciones, con
el fin de
108

gravarlas sin levantar resistencia, para lo cual cada tributo no


debiera superar el lmite tcnico y legal del 25%.

Si as no fuera, estaramos condenados por la reciente


advertencia de un encumbrado funcionario quien consideraba que:

el populismo debe radicalizarse y el Estado avanzar en su


consolidacin porque ahora es posible apropiarse de factores de
renta importantes. Esto es lo que cambi: hemos ganado la batalla
cultural contra los medios y logrado un triunfo electoral en
ciernes (que fue del 54 % en octubre 2011). (4)

El cuestionamiento terico a este planteo musgraviano


haba sido sealado mucho tiempo antes por los hacendistas
italianos Wilfredo Pareto, Amilcare Puviani y Francesco Ferrara
quienes sostenan que en materia tributaria ha sucedido que el

Estado dej de representar al conjunto de la sociedad que vive


bajo su abrigo. Ahora, el Estado est dirigido por grupos
polticos que se apoderan del gobierno y cuando adquieren poder
suficiente, se alejan cada vez ms de la representatividad del
conjunto, buscando tan slo el beneficio propio. Y van ms lejos
an cuando convierten a los servicios pblicos en pantalla para
engaar a los ciudadanos consolidando su poder poltico con la
rapia econmica.

(1) Dino Jarach: Finanzas pblicas y Derecho Tributario,


Ed.Cangallo, Bs.Aires 1989.
(2) Benvenuto Griziotti: Principios de la Ciencia de las Finanzas,
traduccin y comentarios de Dino Jarach, Ed.de Palma,1993
(3) James M. Buchanan & Richard A. Musgrave: Public finance

and public choices: two contrasting vision of the state.


Fore-words by Hans-Werner Sinn. Cambridge, MIT Press

Pero en nuestro pas, predomin la doctrina musgraviana


de los impuestos mltiples. En consecuencia, se han establecido
96 impuestos que atacan el bolsillo de las personas fsicas desde
distintos flancos con una presin fiscal que supera el 72,3 % de
la renta individual.
Por lo tanto es urgente y esencial poner como lmite
mximo de la tributacin a las personas fsicas, el 25 % de su
renta personal. Esa renta debiera ser entendida como la suma de
ingresos netos en sueldos + honorarios + derechos + alquileres +
intereses + dividendos. El tope fiscal del 25 % a su vez debiera
comprender la suma de impuestos directos pagados en todas las
jurisdicciones del pas.
Por tales razones, es lcito calificar al sistema
tributario argentino como perverso, porque genera una presin
fiscal desmedida y merece ser resistido ya que viola un derecho
natural universal, garantizado por la Constitucin.

1999.
(4) Roberto Feletti, viceministro de economa, La Nacin, 16
mayo de 2011.

109

CAPITULO 16.
5 Datos en escrituras de ventas o alquileres proporcionados por escribanos (RG 2457)
6 Inscripcin y cuotas en colegios privados y cursos extracurriculares (RG 2832)
7 Expensas en country, barrios cerrados o clubes de campo (RG 2159).
8 Datos de expensas superiores a $ 600 en departamentos propios o alquilados.
9 Compras y consumos pagados con tarjetas de crdito o dbito (RG 2743)
10 Identificacin del comprador en artculos del hogar con garanta.
11 Transporte y custodia de caudales, valores o mobiliario (RG 3076).
12 Comercio, transporte y movimientos de granos (RG 2644)
13 Operaciones de product. y acopiadores en campos e inmuebles rurales (RG 2644)
14 Informacin sobre siembra, cosecha y rendimientos agrcolas (RG 2750)
15 Participacin en sociedades y directorios de empresas (RG 2763)

CMO DEFENDERSE DEL ESPIONAJE


Y DEL EXPOLIO FISCAL
Cada da que pasa, el contribuyente de buena fe se
encuentra controlado por un dispositivo de inteligencia fiscal
que opera como autntica cmara de vigilancia. El sistema de
espionaje le persigue por todas partes, cruzando datos
obtenidos en los ms ignotos registros pblicos y privados.
Adems de acecharlo, el dispositivo le exige declarar todo
lo que hace, cmo lo hace y porqu lo hace. Sin embargo, ese
contribuyente honesto nunca puede saber qu hacen ellos con
sus datos personales ni qu informacin suya han obtenido en los
bancos de datos.
La AFIP -por instrucciones del Poder Ejecutivo- ha ido
estableciendo un sistema de espionaje fiscal para alimentar una
formidable base de datos instalada en el edificio Agar Cross
ubicado en Paseo Coln al 500, Capital Federal. El sistema de
inteligencia se ha estructurado mediante resoluciones
administrativas que obligan a los contribuyentes a delaciones de
datos sobre actos de terceros.
El cuadro muestra su contenido y alcance

16 Integracin de condominios o fideicomisos financieros o inmb. ( RG 2419)


17 Retenciones y percepciones de impuestos practicadas por 3ros. (RG 2233)
18 Datos por presuncin lavado de dinero suministrados por escribanos, caja de
valores, bancos, cas.seguros, cambistas,agencias de viaje,corredores bolsa.
19 Datos de seguros de vida, incendio, robo, respons.civil,accidentes (RG 1432).
20 Compra venta y transferencia de vehculos usados (RG 2729)
21 Transferencias dominio y garantas barcos, aviones y maquinaria (RG 2762)
22 Donaciones realizadas a obras de caridad y entidades exentas (RG 2681)
23 Ingreso y egreso de fondos desde el exterior (RG 1926).
24 Autorizacin on line de AFIP para compra-vta.de dlares, euros y cheques
25 Cacheo para controlar divisas portadas por viajeros al exterior .
26 Declaracin jurada de equipajes en sitios de embarque.
27 Compra-venta de chatarra, escoria, residuos, descarte y material reciclable.
28 Prestaciones modelaje,desfiles modelos, exhibiciones publicitarias (RG 2863)
29 Actos patrimoniales que requieran escrituras o inscrip. en registros (RG 348).
30 Operaciones en Cooperat. y Mutuales con fondos propios o 3ros. (RG 2525).

SISTEMA DE ESPIONAJE FISCAL SOBRE LA VIDA PRIVADA


1
2
3
4

1. Privacidad violada.
Cuestin aparte de si el propio Estado est violando o no, el
derecho constitucional de habeas datum consagrado en el Art.

Transacciones relevantes en bancos, financieras y bolsas (RG 2386)


Consumos importantes de agua, luz, gas y telfonos mviles (RG 1434)
Compras, ventas, hipotecas y escrituracin de inmuebles (RG 2820) (RG 3034)
Negociacin, oferta y transferencia de inmuebles (RG 2371)

110

43 de la Constitucin, est la persistencia de un seguimiento


mortificante.
Se alimenta con minuciosos formularios, declaraciones
juradas, planillas para explicar de dnde proviene el dinero,
justificacin patrimonial de los fondos, informes sobre expensas
del departamento donde vive, delaciones requeridas a los
administradores de edificios en propiedad horizontal, reportes
obligatorios de escribanos, detalles de las cuotas escolares y
otros datos exigidos a colegios privados, prohibiciones de
compra de divisas para ahorrar, ignotas frmulas polinmicas
para poder adquirir dlares y viajar al exterior, extravagantes
impuestos por adquisiciones con tarjetas de crditos en otros
pases, lmites a las extracciones en dlares en el extranjero,
informes on line suministrados por los bancos, datos reservados
para adquirir o vender autos de alta gama, compras con tarjetas
de crdito y dbito y movimientos bancarios.
Cul es el objetivo de tan extrema vigilancia?
Por lo que se ve, no parece ser otro que infundir temor y
reverencia hacia un misterioso sistema recaudador, que utiliza
el Gran Hermano de la novela de Orwell, donde pensar
individualmente y con sentido crtico sea visto como a una
traicin al grupo gobernante. El temor y la reverencia sirven
para aherrojar a los contribuyentes impidiendo que protesten
por el expolio fiscal.
Expoliar es algo repudiable porque significa despojar a
alguien de una cosa propia con violencia o sin derecho. Lo mismo
ocurre en materia tributaria. Tanto que en el cuidadoso lenguaje
jurdico, se dice que cuando la presin impositiva excede de un
lmite preciso, se transforma en confiscacin, lo cual es
exactamente igual a la expoliacin, porque en ese caso el Fisco

tambin se apropia de los bienes de personas privadas por la


fuerza o sin derecho.
Cmo hemos llegado a este escenario fiscal?
El avance se ha hecho paulatinamente, con sutiles cambios
en las ideas polticas, con la adulteracin del contenido de la
democracia, con el predominio de estribillos polticos guarangos,
con discursos pletricos de resentimiento, con la negacin del
derecho a discrepar, y sobre todo por la inexplicable declinacin
de las personas libres que temen exponer su disidencia al relato
oficial y se abstienen de aplicar la lgica ms elemental o el juicio
crtico para examinar cuestiones polticas execrables.

Cuando en los gobernantes decae el pensar, la sociedad se


hunde en el desorden deca Confucio (551 a 479 a.C.) y en la

Divina Comedia el gran Dante Alighieri (1265-1321) sentenciaba

La confusin de las personas, principio fue del mal de las


ciudades.
2. Declinacin progresiva.

Muchos economistas y polticos antilibertarios, sostienen


puntos de vistas favorables a la intervencin del Estado para
corregir las deficiencias del mercado libre.
Inevitablemente citan los ejemplos de la contaminacin
ambiental. La atribuyen a las egostas intenciones de empresas
privadas enceguecidas por el deseo de obtener ganancias de
cualquier manera. Fbricas que no trepidan en echar el humo de
sus chimeneas a los cuatro vientos. Industrias qumicas que
vierten residuos txicos en lmpidos cursos de agua. Frigorficos
que saturan el ambiente con olores nauseabundos. Papeleras que
insumen enormes cantidades de agua y la retornan contaminada a
111

los ros. Empresas metalrgicas que aturden los odos con ruidos
ensordecedores. Comercios que ensucian la visin de calles y
avenidas con carteles que invaden la va peatonal. Compaas de
televisin por cable, que cubren el cielo con telaraas de cables.

En algunas provincias se ha ensayado una sutil forma de


intervencionismo
estatal
consistente
en
proponer
el
presupuesto participativo. En pueblos y ciudades, se renen
pequeos grupos de habitantes que son invitados a asambleas
vecinales con la presencia de funcionarios y comunicadores
polticos. En esas asambleas se pide a los vecinos que sealen
cules son sus necesidades y qu partidas del gasto pblico
incluiran en el presupuesto para ejecutar nuevos proyectos u
obras de vieja data siempre postergadas.
Como es de esperar, enseguida se arma una verdadera
agenda de reclamos y aspiraciones que se someten a votacin y el
resultado se consigna como la exitosa conclusin de una asamblea
popular.
En estas condiciones no hay nadie que deje de engancharse
para pedir cosas que parecen adecuadas. Cuando se termina la
votacin surge una evidente paradoja: los gastos reclamados
superan ampliamente las posibilidades financieras del
presupuesto. Pero dentro del grupo de vecinos, cada minora
reclama lo suyo para no quedarse atrs respecto de otras
minoras que quieren cosas distintas.
Cuidadosamente en esas asambleas de presupuestos
participativos se evitan los siguientes temas: De dnde vamos a
sacar el dinero para hacer estas obras? Estn ustedes
dispuestos a un fuerte aumento impositivo para encarar las obras
cuya ejecucin demandan? Si el dinero no alcanza para hacer
todo lo que piden, cules seran las obras que deben desecharse y
cules debieran priorizarse?
En ese preciso instante, surge una paradoja que nunca es
tenida en cuenta. La gente pretende un aumento del gasto pblico
para ejecutar las obras elegidas, pero al mismo tiempo se opone

En estos casos, sostienen que no puede mantenerse el


aire limpio y el agua potable sin ampliar los poderes del Estado
para intervenir activamente.
Pero la deplorable realidad que exhiben los basurales
urbanos en todo el pas, las cuencas contaminantes como las del
Matanza-Riachuelo y la minera a cielo abierto como La
Alumbrera en Catamarca, Pirquitas en Jujuy, San Jorge en
Uspallata, Salar del Hombre Muerto en Antofagasta, Calcatreu
en ing Jacobacci, Valedero en San Juan, Navidad en Gastre
Chubut, Famatina en La Rioja, Andacollo en Neuqun y Cerro
Vanguardia en Santa Cruz, demuestran estrepitosamente que
an contrariando sentencias de la Corte, es el propio Estado
quien se desentiende de obligaciones ambientales persiguiendo
un salvaje propsito de lucro.
Muy distinta es la situacin cuando el Gobierno decide
abordar por s o mediante concesin, ciertas actividades para
corregir los fallos del mercado.
Aqu el Estado siempre
interviene imponiendo un monopolio legal que impide toda
competencia, porque no tolera el cotejo con una empresa
privada. Entonces se generan problemas de otro tipo. Quienes
se privilegian con el dominio monoplico del Estado, reciben
beneficios sin pagar los costos. Pero hay una multitud de
individuos que deben cargar con los costos sin percibir los
beneficios. Y nada se hace para evitarlo.
112

al aumento de los impuestos y no quiere soportar su costo. La


paradoja consiste en que cuando una mayora pide algo, al mismo
tiempo no quiere que le saquen dinero para hacer lo que pide.
Esta contradiccin se presenta porque cada grupo
minoritario no se da cuenta de que pierden ms por las medidas
que benefician a otros grupos que lo que ganan si consiguen un
gasto que los beneficie.
Lo ideal sera que la minora consiga cosas que le
favorezcan, pero impidiendo que otras minoras obtengan dinero
para hacer cosas que a ella no le interese.
En este juego poltico, no existe ninguna minora que tenga
incentivos para preocuparse por el efecto acumulativo de las
partidas de gastos asignadas en el presupuesto y que se destinan
a favorecer a otros grupos minoritarios.
Tampoco existe ningn medio poltico ni econmico, por el
cual los grupos minoritarios estn dispuestos a renunciar a sus
propios reclamos de gasto pblico como parte de un convenio
global que eliminase todas las partidas similares reclamadas por
otras minoras.
Esas miopas se producen porque hay muchos que
renuncian a ser artfices de su propio destino y lo esperan todo
del Estado, enrolndose en aquella quimera, que Frdric Bastiat
(1801-1850) describi genialmente as: El Estado es la gran

comino si los temas que votan estn a favor o en contra de


rectos principios morales. Slo les interesa no indisponerse con
los reclamos de sus electores y ltimamente no disentir con los
poderosos que manejan chequeras polticas.
Analizan desvergonzadamente el pro y el contra. Si un voto
negativo les crear pocos o muchos enemigos, mientras que un
voto a favor no les privar del aplauso de la multitud.
El grave e irresuelto problema de las democracias consiste
en que el presupuesto se vota aprobando partidas independientes
que no estn limitadas por un importe total infranqueable. Ese
tope debiera ser el 25 % del PIB para acotar la suma de
demagogias sin daar al conjunto de la economa.
El problema tambin radica en partidas independientes que
no tienen un correlato prximo y directo con el recurso impositivo
que las financia. Nada digamos cuando es el gobierno, en forma
irresponsable, el que alienta un desmesurado gasto pblico sin
explicar de dnde sacar el dinero para financiarlo.
ltimamente, los gobiernos suelen utilizar algunos ardides
para engaar a la poblacin presentando presupuestos con falsos
equilibrios:
a) Formular hiptesis de recaudacin superiores a las que

puedan lograrse, justificndolas con falsos argumentos


para ocultar el aumento del dficit.
b) Esconder partidas de gastos dentro de asignaciones
globales simpticas y populares, para hacerlas pasar e
impedir su cuestionamiento.
c) Establecer pautas de bajo crecimiento de la economa,
para que el crecimiento real supere al presupuestado y
se generen excedentes de libre disponibilidad.

ficcin a travs de la cual todo el mundo trata de vivir a costa


de los dems.
3. Prdida de responsabilidad.
Dentro de esa claudicacin del sentido de responsabilidad,
aparecen diputados y senadores a quienes no les importa un

113

d) Crear rubros de ingresos que dependan del crdito

e)
f)

g)

h)
i)

j)

El ideal genuino de la democracia se ha ido demoliendo a


medida que la idea originaria del constitucionalismo (limitar el
poder del Estado) fue reemplazada por el pensamiento populista
(el gobierno har lo que quiera la mayora interpretada por el
gobierno) bajo el sofisma de que el acceso al gobierno de las
grandes mayoras hace innecesaria cualquier limitacin de los
poderes del Estado
La democracia verdadera era el nico sistema que permita
a los ciudadanos liberarse de un gobierno que les desagradaba, sin
violencia ni derramamiento de sangre. Ahora ha sido reemplazada
por la superchera de la democracia populista, que se encarna en
un lder insustituible.
Pero es algo abominable la idea de que la democracia se ha
convertido en una forma autoritaria y soberbia de gobierno,
donde quien detenta el poder puede decidir cuanto asunto se le
antoja como cosa pblica y sujeto a su capricho emocional.
Las asambleas legislativas, nacidas dentro del nuevo
concepto del absolutismo presidencial, dejan de dedicarse a
elaborar leyes entendidas como normas universales de recta
conducta, destinadas a proteger la esfera de libertad individual y
aplicables a un nmero desconocido de casos futuros.
En lugar de sancionar Leyes con maysculas, votan
sumisamente miles de medidas concretas referidas cuestiones
administrativas, temas fiscales, intervenciones en la vida
econmica e impuestos a grupos sociales determinados,
autorizando la coercin del Estado sobre las minoras. Cuando sus
propias mayoras no alcanzan, consiguen apoyos de otras
parcialidades del Congreso prometiendo favores polticos, pactos
oscuros o directamente comprando votos con dinero.

pblico sin explicar su financiamiento, dnde se


colocarn los bonos y cul ser su costo financiero.
Reclamar amplias facultades para modificar partidas y
transferirlas de uno a otro lado, alterando prioridades.
Impulsar la constitucin de fideicomisos fuera del
rgimen presupuestario, soslayando el sistema de
licitacin pblica y eludiendo el control de los gastos.
Dividir los proyectos en tramos plurianuales,
adjudicarlos por el precio total pero imputando cada
ao slo los desembolsos parciales.
No poner lmites a la capacidad de endeudamiento.
Incentivar la contratacin directa alegando razones de
emergencia o autorizando certificados de adicionales y
mayores costos.
Concentrar el financiamiento y la adjudicacin de la
obra pblica en un nico organismo centralizado para
permitir la eleccin arbitraria y reiterativa de los
mismos contratistas a quienes se quiere privilegiar.

Dentro de este panorama de manipulacin poltica, de


oscilaciones pendulares, de transversalismo oportunista, de
representantes que actan interesadamente, de exaltacin del
relativismo moral y de falsas promesas que ilusionan a
ciudadanos incautos, vuelve a plantearse la gran cuestin que dio
origen al rgimen constitucional.
Se trata de cmo limitar el poder del gobierno a fin de
garantizar la libertad de los ciudadanos para protegerlos de la
tirana de quienes gobiernan? Esta es la cuestin primordial, a la
cual quedan subordinadas los dems aspectos.
114

Este es el escenario adonde nos ha conducido la moderna


democracia populista, en la cual predomina el intervencionismo
estatal, las modas participativas en cuestiones sociales, el
discrecionalismo presupuestario y el gregarismo parlamentario
de legisladores que se someten servilmente a las indicaciones de
un presidencialismo absoluto y arrogante.
En este nefasto escenario, el contribuyente no tiene
defensas frente al Estado. Se encuentra como Manon Lescaut
en la pera de Puccini: Slo, perdido y abandonado en tierra
desolada, presa fcil del expolio fiscal.

condiciones semejantes a quien goza de mejor tratamiento. Acaso


no es la igualdad la base del impuesto?
2 Derecho a la cuarentena fiscal. Garantizar una
razonable adecuacin de las actividades privadas disponiendo que
las normas impositivas deban tener inexcusablemente un perodo
de adaptacin no inferior a 90 das durante el cual ninguna de sus
medidas tendr efecto fiscal alguno.
3 Retroactividades. Prohibir que cualquier reforma fiscal
pueda imponer aumentos de impuestos por perodos vencidos. Las
retroactividades de las obligaciones impositivas deben quedar
borradas para siempre de las leyes argentinas
4 Valor relativo de los procedimientos administrativos.
Permitir que los ministerios, secretaras y organismos fiscales
establezcan sus procedimientos mediante Resoluciones Generales.
Tales disposiciones servirn como guas de instruccin para los
funcionarios, pero no podrn ser exigidas a los contribuyentes
para modificar, restringir, corregir ni condicionar el alcance de
las leyes. Sin embargo stos podrn aplicarlas en su beneficio
frente a reclamos administrativos o judiciales.
5 Legitimidad de la elusin fiscal. Los contribuyentes
tendrn el derecho irrevocable de disponer y arreglar sus
asuntos particulares de modo tal que sus impuestos sean el
mnimo posible, respetando las normas de la ley fiscal. Nadie
estar obligado a elegir el procedimiento fiscal ms oneroso, ni
tendr el deber de pagar ms impuestos de lo que la ley fiscal
exige.
6 Lmites a la confiscatoriedad. Se establece como lmite
mximo de tributacin para las personas fsicas, el 25 % de su
renta personal entendida como la suma de ingresos netos
derivados de sueldos, honorarios, derechos, alquileres, intereses,

4. Reglas constitucionales.
De all que para restaurar el sentido prstino de la
autntica democracia, en materia tributaria hay que regresar
a un constitucionalismo fiscal que reconozca y otorgue un
elemental conjunto de derechos y garantas al contribuyente
para que no sucumba frente a la arbitrariedad del poder
absoluto. Queda en manos de aquellos legisladores que todava
tengan un resto de conciencia por el bien comn proponer y
sancionar un sistema de defensas contra el expolio fiscal.
DEFENSAS CONTRA EL EXPOLIO FISCAL
1 Clusula del contribuyente ms favorecido. Otorgar
a quien lo requiera, la extensin automtica de cualquier ventaja,
exencin o privilegio fiscal que se haya concedido o se conceda a
cualquier grupo social o contribuyente individual. El interesado
deber plantear ese derecho mediante un recurso sumario
(judicial o administrativo) demostrando, tan slo, que rene
115

dividendos y participaciones. El lmite del 25 % se obtendr


mediante la suma de los impuestos directos pagados en todas las
jurisdicciones del pas.
7 Causas de fuerza mayor. Cuando por razones de
guerra, conmocin interior o catstrofe natural surja la
necesidad de aumentar el porcentaje de impuestos sobre el PIB
para atender gastos del Estado, el lmite de tributacin sobre
personas fsicas se ampliar hasta esa participacin porcentual,
que habr de reducirse cuando la carga impositiva total
disminuya.
8 Bienes personales y deudas. Con el fin garantizar
efectivamente el derecho de propiedad y el dominio individual
de los medios de produccin, ningn impuesto directo podr
gravar los bienes destinados a uso personal que no generen
renta. En todos los casos, cualquier gravamen sobre inversiones
financieras y bienes personales deber tener en cuenta las
deudas pendientes y contradas para su adquisicin.
Cuntos legisladores que dicen representar al pueblo y
defender las causas de los ms necesitados, estaran dispuestos
a presentar un proyecto de ley incluyendo estos derechos y
garantas para los contribuyentes de buena fe?
Si no se animan hacerlo, qu los diferencia de la
oligarqua gobernante que conculca estos derechos y repudia
tales garantas?

116

CAPITULO 17

escarneciendo o qu es lo que pretenden. Han perdido la dignidad


y dejado de ser iguales ante la ley. El trato hacia ellos depende
cada vez ms del grado de sumisin que manifiesten hacia la
militancia poltica rentada.

IMPUESTO NEGATIVO SOBRE LA


RENTA EN LUGAR DE PLANES
CLIENTELARES.

1. Final del clientelismo.

Hace ya bastante tiempo, el clebre economista Milton


Friedman, expuso un mtodo de reforma fiscal para que el
Estado pueda repartir dinero a los ciudadanos sumergidos en la
pobreza estructural sin caer en las prcticas corruptas del
clientelismo. (1)
El clientelismo es un deleznable mtodo que consiste en
otorgar a los punteros polticos la facultad de repartir dinero
pblico fuera de todo control. Con esos fondos se compran
adhesiones de ciudadanos humildes y se los somete a la
degradacin, como si fueran animales de corral, que pueden ser
arreados adonde sea polticamente necesario.
Millones de personas cobran irregulares subsidios
estatales, fuera de control y distribuidos a travs de la red
partidaria. De esta manera se aseguran una base estable de
votos a la par que se reducen las estadsticas de desempleo. Al
computar los planes clientelares como una ocupacin laboral, las
cifras oficiales de desocupacin aparecen ms bajas que lo real.
El clientelismo tambin utiliza a la gente ms pobre para
formar piquetes, movilizar escraches y realizar presiones
callejeras en beneficio de quienes los manipulan.
Algunas
personas humildes -ms de lo esperado- se dejan utilizar por
poco dinero. En la mayora de los casos participan de
manifestaciones y actos de protesta sin saber a quin estn

Milton Friedman se propuso terminar con estas srdidas


prcticas y al mismo tiempo liquidar el costo de la burocracia
asistencialista agazapada en los ministerios, secretaras de
Estado, reparticiones pblicas, asociaciones sindicales y
organizaciones de bases vinculadas con movimientos polticos.
Encontr un mtodo muy simple y contundente para terminar con
esta lacra social, mediante la reforma fiscal que denomin
Impuesto Negativo sobre la Renta o I.N.R. (2)
La idea bsica del I.N.R. es que se garantice a los hogares
pobres un ingreso mnimo para rescatarlos de la indigencia.
Pero la sorprendente novedad con respecto a los actuales
planes clientelares consiste en demostrar que las fuentes del
dinero no provienen de las arcas mgicas del Estado, que se abren
gracias a la demagogia de polticos baratos, sino de la recaudacin
del impuesto a las ganancias que las personas fsicas pagan
peridicamente.
De esta manera queda en evidencia la real solidaridad entre
los seres humanos sin que se entrometa la poltica, que todo lo
adultera.
Al mismo tiempo que los ms pobres reciben este
beneficio, aprenden disciplina social y se inscriben en el padrn
nico de contribuyentes. Se dan cuenta que reciben beneficios
porque otros pagan sus impuestos, sin exceptuar a nadie. De
idntica manera comprenden que cuando mejore su situacin
117

personal, ellos tambin debern hacer lo mismo con otros ms


pobres.
Con el I.N.R. se vuelve innecesario adoptar medidas como
el salario mnimo, la asignacin universal para la niez, los
programas asistenciales, el Plan jefas y jefes de hogar, las
cooperativas del Plan Argentina Trabaja y el reparto sin ton ni
son de electrodomsticos en sitios donde no hay posibilidades
de utilizarlos por falta de electricidad.
Milton Friedman demostr que con el sistema del I.N.R. en
EE.UU. era posible duplicar la ayuda efectiva a los pobres de
solemnidad sin aumentar ni un centavo de dlar el presupuesto
federal, sino ms bien reducirlo. Claro que una multitud de
militantes rentados, asistentes sociales, psiclogos, expertos en
comunicacin social y punteros polticos debieran pasar a retiro
o comenzar a trabajar en cosas ms tiles que vivir a costa del
Estado. (3)
Con motivo de la reciente crisis financiera mundial, la
propuesta de Milton Friedman fue nuevamente estudiada en
importantes crculos oficiales del gobierno americano como el
Advisory Council on Public Welfare, la Commision on Income
Maintenance, el Council of Economic Advisors, el Office of
Economic Opportunity, la Brooking Institution y la National
Association of Social Workers. Sera interesante que tambin
se analice en nuestro pas esta propuesta.

de impuesto a tasa nica, con alcuota plana y fuertes mnimos no


imponibles.
Supongamos la existencia de un nuevo sistema impositivo,
con dos impuestos bsicos: a las personas fsicas y a los negocios,
a una misma alcuota plana del 13 %. Dentro de este sistema, cada
contribuyente recibira una cantidad fija del gobierno, por
ejemplo un ingreso mnimo garantizado de 12.000 $ x ao.

Si el contribuyente ha perdido su trabajo y sus ingresos


actuales fuesen $ 0, no pagara absolutamente nada de impuestos,
pero recibira $ 12.000
de ingreso mnimo garantizado.
Un contribuyente cuyos ingresos anuales fuesen de $
16.000 pagara $ 2.080 por el impuesto plano, pero recibira $
12.000 del ingreso mnimo. En total cobrara $ 9.920.
Otro contribuyente que gane $ 92.308 por ao pagara $
12.000 en impuestos, pero recibira $ 12.000 del ingreso mnimo.
En total no pagara ni cobrara nada.
Un ltimo contribuyente que gane $ 180.000 al ao,
pagara $ 23.400 en impuestos y recibira $ 12.000 del ingreso
mnimo. En total pagara $ 11.400.
Ntese que los contribuyentes con rentas ms bajas seran
los ms beneficiados. Por el contrario, para aquellos con rentas
ms altas el ingreso mnimo influye cada vez menos en lo que
pagan. De este modo la escala fiscal se hace progresiva en forma
automtica. Pero en lugar de poromover la vagancia, el I.N.R.
estimula a buscar trabajo, aunque fuese con un mnimo salario,
porque sumara el impuesto negativo a ese ingreso.

2. Todos contribuyentes.
Una implementacin plausible del I.N.R. se establece
dentro del sistema impositivo del flat-tax, es decir un sistema
118

3. Crticas de Henry Hazlitt.

tendran la puerta abierta a un fraude masivo para vivir sin


hacer el ms mnimo esfuerzo o para sacar unos pesos ms
si sus salarios son cobrados en negro.
2 Si una parte considerable de poblacin prefiriese
una vida ociosa, lejos de cualquier esfuerzo para trabajar,
el I.N.R. les permitira continuar en su miseria sin sentir la
necesidad de buscar trabajo.
3 El I.N.R. podra ser muy gravoso para los
contribuyentes honestos que pagan sus impuestos, porque
es muy probable que los polticos se opongan tenazmente a
terminar con todos los planes sociales y gastos
asistenciales actualmente vigentes, ya que su reparto es lo
que les permite comprar votos con dinero ajeno.
4 Tan pronto como salga al ruedo legislativo el
I.N.R. todas las fuerzas polticas insistirn que sea fijado
sobre el umbral de pobreza, es decir superando el ingreso
mnimo garantizado. Entonces como todos deben recibir
igual trato se aumentara el mnimo garantizado y ello
significara que las personas con altos niveles de ingreso
tambin estaran subvencionadas.
5 Como consecuencia de lo anterior, el Estado se
vera obligado a subir la alcuota del impuesto, empezando
por ejemplo en el 13 %, despus al 20 %, luego al 25 % y
finalmente al 35 % de lo ganado con el propio esfuerzo.
6 Al subirse tanto las tasas fiscales, habra que
permitir que los contribuyentes conservaran una parte de
sus ganancias eximindolas de formar parte del monto
imponible. Estas deducciones adicionales destruiran las
bases tcnicas del impuesto plano a tasa reducida, que est
basado precisamente en que se eliminen todas las

Sin embargo, otro brillante economista americano: Henry


Hazlitt, autor de un clebre libro que desnuda la falacia de la
visin macroeconmica de John Maynard Keynes (4) ha
cuestionado el I.N.R.con estos argumentos:

Es cierto que la idea de establecer unos ingresos mnimos


garantizados no destruira los incentivos para trabajar como s
lo han hecho las experiencias socialistas y populistas al imponer
salarios uniformes para todos, sin tener en cuenta el mrito ni
la productividad
Los trabajadores que tengan ingresos superiores al
mnimo garantizado, conservaran todava un aliciente para
seguir aspirando a obtener algn excedente y mejorar su nivel
de vida. Pero todos aquellos a quienes se garantice un mnimo
ingreso, ya sea que trabajen o no, careceran de motivacin para
hacer el menor esfuerzo si el mnimo garantizado fuese superior
a lo que venan ganando con su trabajo.
En todo caso, no tendran justificacin suficiente para
buscar trabajo si fuera muy poco lo que pudiesen ganar por
encima de esa garanta. Se dedicaran al dolce far niente.
Cuanto mayor sea el ingreso garantizado tanto ms
grande
ser el nmero de personas que no hallarn razn para
trabajar y, adems,
una vez establecido el sistema las
presiones polticas lo harn aumentar sin tregua. Estimularan la
vagancia. (5)
Las objeciones ms importantes al sistema del I.N.R. son
las siguientes:
1 Impondra una cuidadosa fiscalizacin sobre la
veracidad de los que declaran menores ingresos porque

119

excepciones. El lobby de los ms vivos convertira la ley


impositiva en un colador de excepciones y favores.
7 Todos los aos surgira una presin poltica para
aumentar la cifra de las ganancias exentas. La elevacin
en el importe de las alcuotas (20 % al principio y 35 % a
continuacin) sera denunciado como un verdadero ultraje.
Con el tiempo se llegara a proponer que todos los ingresos
personales acogidos al I.N.R. estuviesen exentos de
cualquier gravamen.
8 Pero como no debe haber diferencia de trato,
todas las familias incluyendo los multimillonarios,
cobraran su renta garantizada en niveles muy altos. Con
esta lgica el sistema del I.N.R., llevado a sus ltimas
consecuencias, se convertira en un subsidio uniforme y
garantizado tanto a la persona honesta y laboriosa como al
vago y atorrante; a quienes viven austera y frugalmente
como a los que despilfarran dinero en juergas y casinos;
a los pobres y a los ricos.
9 Por ltimo queda en tela de juicio el I.N.R. por
una razn prctica. Quin puede creer seriamente que
los grupos de presin que hoy se benefician con subsidios
a los habitantes del conurbano bonaerense, a las
organizaciones sociales de base, a los grupos y subgrupos
de piqueteros, a los que reciben planes Argentina trabaja,
a los que les regalan bonos de alimentacin y servicios
mdicos gratuitos, vayan a renunciar tranquilamente y sin
protestar ni hacer demostraciones tumultuosas que
terminaran incendiando el pas?
10 Lo ms probable es que el I.N.R. sea una
medida ms, acumulada a las medidas clientelistas

adoptadas en los ltimos 30 aos. Ninguna de ellas sera


derogada, porque en nuestro pas existe una ley poltica
inexorable: los planes estatales de redistribucin de la
riqueza tienden a crecer sin lmites hasta provocar la
hiperinflacin y finalmente la bancarrota del Estado.
4.Rplicas de Milton Friedman.
Sin embargo, Milton Friedman responde en trminos
realistas que lo peor est ocurriendo ahora y que el intento de
introducir un criterio de racionalidad econmica no puede dejar
de hacerse.
Su propuesta consiste en un esquema muy simple porque su
experiencia le indica que la exigencia de simplicidad debe ser
inherente a todo plan de reforma impositiva. (6)
Propone pagar un subsidio por parte de la Administracin
Federal de Ingresos a un contribuyente tipo -que sera la unidad
familiarequivalente a la mitad (50%) del valor total de
deducciones y exenciones.
La forma ms simple de establecer el I.N.R. fue formulada
por Milton Friedman de la manera que explicamos a continuacin.
Friedman propone que antes de incorporar la recaudacin el
impuesto a las ganancias de personas fsicas, a la Tesorera
General de la Nacin, se proceda al pago de subsidios a las
familias carecientes.
Tales ayudas, verdaderamente solidarias, reemplazaran a
todos los planes clientelares sin excepcin alguna, incluyendo
bonos alimenticios y pensiones graciables. Equivaldran al 50 %
del mnimo no imponible que se asigna a los contribuyentes antes
120

de liquidar el impuesto personal sobre la renta, en la medida que


exceda a la renta imponible. (6)
Por ejemplo, a cada jefe de familia y al grupo familiar que
de l dependa, se les reconocer un importe en concepto de
exenciones de impuestos. Si el valor total de tales deducciones
lo estimamos en $ 24.000 por ao y el ingreso bruto que han
obtenido con changas y sueldos espordicos es de $ 10.000 se
les conceder un I.N.R.de $ 7.000. Esta cantidad resulta de
aplicar el 50 % sobre la diferencia entre $ 24.000 - $ 10.000.
De manera que si denominamos E a las exenciones
fiscales, R a la renta bruta antes de impuestos, D a la
diferencia entre ambos y S al subsidio solidario, el plan se
aplicara de la siguiente forma:
D = ER
S = 50% D

D = ER
D = $ 24.000 - $ 24.000
D = 0
El objetivo de este I.N.R. es aliviar la pobreza sin
obstaculizar los mecanismos naturales por los cuales las empresas
ofrecen trabajo y los trabajadores encuentran oportunidades
para trabajar.
Las ventajas del plan propuesto por Milton Friedman son
las siguientes:

a) Intenta solucionar directamente el problema de la


pobreza sin que los operadores polticos y la burocracia
estatal metan la mano y reduzcan el importe a repartir
porque aaden sus costos y se apropian corruptamente
de una parte.
b) Ensea cmo funciona efectivamente la solidaridad
social entre los que pagan impuestos y los que reciben
subsidios, demostrando que los verdaderamente
solidarios son los contribuyentes y no los polticos
demaggicos.
c) Aporta ayuda til en dinero a los pobres sin entregarles
canastas alimentarias ni artefactos electrodomsticos
intiles que terminan siendo mal vendidos.
d) Permite sustituir todas las medidas existentes de
reparto clientelar y las deleznables prcticas de los
punteros polticos.
e) Permite evaluar perfectamente el coste de la
solidaridad social.
f) Educa a los beneficiarios de estos subsidios porque para
recibirlos tienen que estar registrados como

Podemos considerar que el valor de E para una familia tipo


de 4 personas (padre, madre y dos hijos) sea de $ 2.000
mensuales o de $ 24.000 anuales.
Puede suceder que el valor de R para una familia muy
pobre y sin trabajo sea igual a cero. En ese caso cobraran un
impuesto negativo de $ 1.000 mensuales.
D = ER
D = $ 24.000 0
D = $ 24.000
S = 50 % x $ 24.000 = $ 12.000
En otro supuesto distinto, si la renta bruta es de $
24.000 anuales, como este importe coincide con el valor de las
exenciones, el monto del subsidio sera igual a cero.
121

contribuyentes pasivos y porque algn da pasarn a


ser contribuyentes activos.
No elimina por completo los incentivos a buscar
trabajo tal como podra suceder con un sistema que
suplementaratodas las rentas hasta alcanzar el mnimo.
Equipara aritmticamente el mnimo exento de
impuestos con el salario mnimo vital multiplicado por el
nmero de integrantes del ncleo familiar.
Ambos tributos: el impuesto sobre la renta y el I.N.R.
se administran simplemente por el mismo organismo
de recaudacin fiscal.
Los costos de administracin del programa son cero y
este ahorro puede agregarse a la masa de dinero que
se distribuye entre los necesitados.

El sistema podra perfeccionarse estableciendo que las


declaraciones juradas para recibir el beneficio del I.N.R.
requirieran obligatoriamente la firma comprometida de algunos
de estos individuos:
a) Ministros de cultos religiosos reconocidos:
sacerdotes, pastores, rabinos e imanes,
b) Autoridades policiales con jerarquas de oficial
superior,
c) Funcionarios pblicos con cargos de jefes de
departamentos o superiores,
d) Responsables de Critas, Mutuales de ayuda
juda,
Asociaciones
mutuales
evanglicas,
Entidades filantrpicas de colectividades y
Sociedades de socorros mutuos.

Pero al mismo tiempo reconoce estos inconvenientes a su


propuesta:

El plan del I.N.R. es en el fondo una mera prolongacin del


impuesto sobre la renta de personas fsicas, obligando a todos los
habitantes a registrarse como contribuyentes. Todos: pobres,
ricos, clases medias y monotributistas, debern presentar las
mismas declaraciones juradas impositivas.
La propuesta tiene una simplicidad absoluta y todos estarn
en condiciones de comprender con claridad cmo funciona el
sistema cuya base est constituida por la suma de los mnimos
exentos.

g)

h)

i)

j)

k) Problemas polticos porque saca el dinero de los


contribuyentes de las codiciosas manos de quienes
esperan vivir de la poltica haciendo demagogia.
l) Un cambio notable de mentalidad en el sentido de que
el Estado no crea la riqueza y que slo puede repartir
cuando hay quienes trabajan y aportan el fruto de su
esfuerzo.
m) Ciertas dificultades para detectar las declaraciones
juradas mentirosas de familias que declararan una
falsa indigencia

(1) Milton Friedman: Capitalismo y libertad, University of

Chicago, Ediciones Rialp, Madrid 1966


(2) Milton & Rose Friedman: Libertad de Elegir, Harcourt
Brace Jovanovich Inc, Ed. Grijalbo, Madrid 1980.

122

(3) Milton & Rose Friedman: La Tirana del statu quo,

Harcourt Brace Jovanovich Inc, Edit.Ariel 1984/1990.


(4) Henry Hazlitt, Los errores de la nueva ciencia
econmica, Anlisis de las falacias keynesianas, Edit.
Aguilar, Madrid 1961
(5) Henry Hazlitt, La conquista de la pobreza, Unin
Editorial, Madrid, Arlington House, New York, 1974
(6) Jos Antonio Martnez lvarez: El impuesto negativo
sobre la renta: una solucin novedosa y eficiente a la
pobreza. Asociacin de economa aplicada (ASEPELT),
Madrid, 2002.

123

CAPITULO 18

principio desconoce en forma absoluta que en caso de litigio la


parte ms dbil y extorsionable pueda ser la empresa, sobre todo
si es pequea.
Amparado en una nocin arbitraria, el derecho laboral
rechaza sistemticamente los principios bsicos de la convivencia
civil: a) niega la libertad de negociacin entre trabajador y
empleador, b) se opone a la validez de los acuerdos individuales,
c) otorga preeminencia a los convenios globales por encima del
acuerdo de partes, d) rechaza la exigencia de razonabilidad en
los reclamos del obrero, e) no admite la mala fe del trabajador y
postula que el empresario siempre es culpable, f) establece la
primaca del enfrentamiento antes que el espritu de
colaboracin, g) repudia la autonoma de la voluntad frente a
circunstancias reales o aparentes.
Contra la concepcin hostil y conflictiva del mundo del
trabajo que predomina en nuestro pas, existe otra posicin ms
fecunda que se corresponde con el espritu de cooperacin y la
actitud creadora de quienes trabajan en la empresa.
Podra resumirse con slo dos palabras.
En alemn, el trmino patrn o dueo se dice der
Arbeitgeber que significa: dador de empleo; mientras que la
palabra obrero o dependiente se dice Mitarbeiter que
significa: mi colaborador. Quin podra expresar lo mismo entre
nosotros?

IMPUESTOS AL TRABAJO MS
GRAVOSOS QUE LA RETENCIN DE
GANANCIAS.
Los impuestos al salario son el tema fiscal ms importante
en la vida del trabajador porque le restringen y succionan todo
excedente que pudiera generar. Pero curiosamente es un tema
relegado por los economistas y soslayado por los expertos en
impuestos, con la excusa de que es una materia especfica del
derecho laboral. De ese modo y de un plumazo, dejan en manos
de los caciques sindicales, de los funcionarios de la asistencia
social y de los legisladores vidos de notoriedad una de las
cuestiones que ms decisivamente influyen en el costo de
produccin, en la creacin de puestos de trabajo, en el nivel de
informalidad laboral y en la competitividad de las empresas.
Al desentenderse del tema de impuestos al trabajo,
convalidan la peligrosa autonoma del derecho laboral y
admiten que sus cavilaciones jurdicas puedan convertirse en
principios absolutistas, contradictorios con los fundamentos del
derecho comn y del sentimiento natural de justicia.
1. Principio arbitrario.

2. Retenciones y contribuciones

Es creencia generalizada que el derecho laboral no tiene


que ser un derecho ecunime sino un derecho parcial en favor
del trabajador, porque predomina el principio protector en
oposicin al concepto de la igualdad jurdica. Este sectario

La evidencia de la realidad, nos muestra que con un


pretexto formal,
las leyes laborales han ido erigiendo un
esquema fiscal paralelo, con tasas muy altas, que corroen el
124

salario de los trabajadores impidindoles adems la libertad de


decidir qu hacen con una parte importante de sus ingresos.
Los impuestos al trabajo surgen de retenciones y
contribuciones, calculadas como alcuotas del salario. Son una
carga impositiva que castiga al asalariado para exhibirlo como un
trabajador en blanco y cuyo nico propsito es recaudar
dinero. La diferencia entre los impuestos al trabajo y los dems
impuestos consiste en el destino del dinero. En lugar de ingresar
a la Tesorera de la Nacin, los fondos de los trabajadores se
entregan a un contubernio corporativo formado por sindicatos
monoplicos, entes previsionales y organismos asistenciales
todos los cuales manejan cuantiosos fondos detrados del
salario. Ese contubernio sindical-asistencial ha demostrado una
preocupante proclividad hacia el enriquecimiento ilcito de sus
dirigentes
y la estafa multimillonaria organizada con la
falsificacin de medicamentos y troqueles farmacuticos.
Pero la piedra angular de la legislacin laboral que nos rige
desde 1946 est apoyada en la resignacin popular al predominio
estatal. Muchos de nosotros hemos llegado a creer que si no
estamos inscriptos o amparados bajo el paraguas de una entidad
estatal, no existimos. Este peculiar enfoque ha sido estimulado
por el estrabismo de creer que la justicia social es patrimonio de
los que detentan el poder poltico y, al mismo tiempo porque la
sociedad ha olvidado el enorme valor social que tienen la piedad,
la compasin, la caridad y la misericordia practicadas libremente
por personas dignas y generosas. A raz de esa deformada
visin, los legisladores populistas han impuesto retenciones
forzosas al obrero, contribuciones obligatorias al empleador y el
descuento del impuesto a la renta de 4ta. categora
correspondiente al trabajo personal ejecutado en relacin de

dependencia. Un autntico despojo que curiosamente no es


resistido por los despojados. El engao ha sido completo. Con el
juego de multiplicar aportes de poca monta han producido la
ilusin de que la seguridad social cuesta poco, que est pagada por
la patronal y es financiada por el Estado. Sin darnos cuenta
hemos quedado convertidos en individuos que estamos bajo el
dominio de otros y carecemos de un amplio margen de libertad.
Por eso muchos se aferran al cargo poltico, al empleo pblico o al
puestito en empresas. Les llena de pavor la posibilidad de actuar
como individuos por cuenta propia y ganarse la vida sin depender
de otro. Eso ha debilitado en nuestro pas la llama creadora de la
iniciativa privada y el espritu de empresa.
SISTEMA NACIONAL DE IMPUESTOS AL TRABAJO (1)
RETENCIONES CARGAS SOCIALES
APORTES DEL CONTRIBUBCIONES
TRABAJADOR
DEL EMPLEADOR.

LEYES
S.I.J.P. (Jubilacin)
I.N.S.S.J.P. (Pami)
SF. (Salario Familiar)
FONDO NACIONAL EMPLEO
CUOTA SINDICAL
FEDERACIN SINDICAL
ANSSAL (Seguro de Salud)
OBRA SOCIAL SINDICAL
FONDO SOLIDARIO REDISTR.

L.24.241
L.19.032
L.24.714
L.24.013
L.14.250
L.23.551
L.23.661
L.23.660
L.23.661

RESP.CIVIL + RIESGOS DE TRABAJO (segn actividad)


(*) Empresas Servicios Eventuales 3,33 %

11,0 %
3,0 %
2,0 %
0,5 %
2,0 %
2,7 %
0,45 %
21,65 %

10,17 - 12,71 %
1,50 - 1,62 %
4,44 - 5,56 %
(*) 0,89 - 1,11 %
6,00 %
0,90 %
27,90 %
5,30 %
33,20 %

Desde un tiempo a esta parte se han multiplicado las leyes


laborales. En cada nueva ley sancionada por el Congreso Nacional
para amparar los derechos sociales de los trabajadores,
inexorablemente surgen nuevas contribuciones que, por la va del

125

aumento de costos, expolian el bolsillo de los trabajadores


cuando operan como consumidores.
Este perverso esquema de impuestos al trabajo, distingue
4 tipos de salarios: el salario nominal, el salario de bolsillo, el
salario contribucin-patronal y el salario-retencin al
trabajador. Veamos un ejemplo numrico a partir de un sueldo
de $ 5.000,Salario nominal
Retenciones (21,65 %)
Salario de bolsillo (78,35 %)
Salario-contribucin patronal (33,20 %)
Salario-retencin trabajador (21,65 %)
Costo laboral (salario + impuestos) () + ()

()
$ 1.659,75
$ 1.082,50

()

$ 5.000,$ 1.082,50
$ 3.917,50

()
()

$ 2.742,25
$ 6.659,75

La expoliacin fiscal se agrava cuando el trabajador


progresa y comienza a elevarse socialmente. En la actualidad el
piso est dado -para un trabajador soltero- por un salario de
bolsillo superior a $ 10.000,- por mes. El salario nominal
equivalente para cobrar dicho importe es de $ 12.763.- Con esa
cifra, ese trabajador soporta estas exacciones:
a) retencin de cargas sociales:
b) contribucin patronal adicional:
c) retencin mensual de ganancias:
d) renta generada y no-cobrada:

$ 2.763,$ 4.237.$ 826.$ 7.826.-

De manera que el Fisco y el contubernio asistencialprevisional-sindical se llevan en conjunto el 78,26 % del salario de
bolsillo, puesto que la renta generada por ese trabajador
(cargada al costo del producto que elabora) es de $ 17.826,- de
los cuales slo recibe $ 10.000,- y del resto ni se entera adnde
va a parar. Paradojas de la justicia social progresista.

1. Por un salario de bolsillo de $ 3.917,- el empleador debe pagar $ 6.659.- Aqu surge
un margen tentador de $ 2.742,- que estimula la contratacin de trabajo en
negro. Resulta conveniente porque le cuesta menos que el trabajo en blanco y
tambin para el trabajador porque puede llevar ms dinero a casa en el bolsillo,
aunque quede desprotegido. Total, al fin de su vida activa es casi seguro que
podr jubilarse sin haber aportado ni un peso, como ahora!
2. El costo laboral es 70% mayor que el salario de bolsillo: () x 100 / (). Expresado de
otra forma, es 55 % mayor que el salario nominal: () x 100 / ().
3. El Estado se incauta de ese importe en nombre de un contubernio sindical-asistencial
que se lleva el 70% de lo que gana el trabajador: () x 100 / () fomentando el
indecoroso enriquecimiento de dirigentes sindicales perpetuados en el poder y
responsables del escndalo de la falsificacin de medicamentos oncolgicos y el
cobro de frmacos inexistentes con troqueles falsos.
4. Todo esto significa que el trabajador no es remunerado con el 100 % de su
rendimiento laboral sino slo con el 58,8 %: () x 100 / ().
5. Examinado desde otro punto de vista, sin cargas laborales, los trabajadores podran
cobrar lo mismo trabajando 41,2 % menos de horas mensuales, o sea slo de lunes
a mircoles. El resto de la semana quedaran en sus casas.
6. Con el salario de bolsillo() el trabajador no podra repagar su propio costo laboral ()
cuando compra los productos que l mismo fabric.

3. La dictadura sindical.
Nuestro sistema sindical conserva las caractersticas
corporativas de la Carta del Lavoro (2), establecida por Benito
Mussolini en 1927. Pero se diferencia dramticamente en muchas
cuestiones, sobre todo las vinculadas con la disciplina del trabajo
y la litigiosidad laboral:
a) reconoce un nico gremio por
actividad, b) impide la libre asociacin mediante el otorgamiento
de la personera gremial, c) impone convenios colectivos an a los
que no participan del acuerdo, d) prohibe la eleccin de
coberturas jubilatorias distintas de las oficiales, e) obliga la
126

formas (intelectuales, tcnicas y manuales) no era un derecho


sino una obligacin social ; slo con este enfoque poda contar con
la salvaguarda del Estado, g) en el caso de diferencias laborales,
no poda ejercerse demanda judicial alguna, a menos que el rgano
de mediacin hubiese hecho tentativas de conciliacin, h) en caso
de que las controversias pasen a la justicia ordinaria, los jueces
deban decidir con el concurso de asesores designados por el
sindicato y asesores de la entidad patronal. (4) y (5)

afiliacin a obras sociales sindicales, f) establece la


ultractividad por la cual los convenios colectivos siguen vigentes
aun vencidos, g) considera que las conquistas sociales son
irrenunciables y no pueden negociarse, h) en caso de accidentes
laborales admite la doble demanda, i) extiende la
responsabilidad por incumplimiento de aportes a quien contrate
con terceros, j) estimula la extorsin por medio de juicios
indemnizatorios, k) no admite perodos de prueba sometidos a
anulacin sin obligacin de indemnizar, l) las controversias
laborales se resuelven con acciones violentas: huelgas, piquetes,
bloqueos y ocupaciones de plantas. En el caso italiano, la
autntica Carta del Lavoro (3) contena otros principios
claramente omitidos en nuestra legislacin, por lo cual la copia
argentina result ser un psimo plagio del original italiano,
tomando lo peor y eliminando lo mejor. La verdadera Carta del
Lavoro fomentaba un clima de disciplina industrial y orden
laboral en las fbricas, subordinando los derechos de
trabajadores y empresarios a los superiores intereses de la
nacin. Las reglas laborales italianas de 1927 estaban basadas
en criterios ms razonables que las reglas argentinas:

En nuestra legislacin laboral, ni los empleadores ni los


trabajadores pueden pactar las condiciones que ms se acomoden
a sus necesidades e intereses particulares. El sistema laboral
argentino es predador y afecta fundamentalmente a las empresas
pequeas y medianas porque no las reconoce como mbito
autntico para la negociacin de salarios.
A tales empresas, constituidas por personas y no por
acciones, se les niega tajantemente el derecho de manifestar
voluntariamente cunto y cmo se determina el salario. Los
convenios colectivos son pactados entre dos gigantescos
monopolios: los sindicatos nacionales por ramas de actividad y las
grandes centrales empresarias; con lo cual fomentan la aparicin
de verdaderas oligarquas gremiales. Pero las medianas empresas
-que deben competir en el mercadono cuentan con ninguna
vlvula de escape libremente pactada para acordar, con sus
trabajadores, condiciones particulares que los desvincule de la
rgida naturaleza normativa de los convenios colectivos. Una de
las ms sensibles leyes econmicas, que debiera comprender
cualquier ciudadano que aspire a una democracia eficiente, est
basada en el ms elemental sentido comn: las barreras de salida
suponen siempre barreras de entrada. Nunca nadie, en su sano
juicio y en ningn lugar del mundo, decide libremente entrar a una

a) la huelga estaba prohibida de manera terminante, b)


las infracciones a la disciplina imputables a los trabajadores, que
impedan la marcha regular de la empresa, eran castigadas con
suspensiones, multas deducibles del salario y despido inmediato
sin derecho a indemnizacin, c) la iniciativa privada era
considerada el instrumento ms til y eficaz para lograr los
intereses de la nacin, d) el trabajador -ya sea tcnico, obrero o
empleado- deba ser un colaborador activo de la empresa cuya
direccin, autoridad y control incumba slo al patrono, e) tanto
para el sindicato como para el operario, el trabajo en todas sus

127

crcel si sabe que quedar encerrado en una celda.


Cuando un Gobierno pone trabas para que una
empresa deslocalice sus fbricas, otras compaas se lo
pensarn mucho antes de establecerse en esos lugares. De la
misma manera, cuando las leyes traban y encarecen el despido
correcto de un asalariado, los empresarios en lugar de contratar
ms trabajadores, preferirn exigir horas extra a sus actuales
empleados cuando las cosas vayan bien para no enfrentar los
costes del despido cuando el negocio se venga abajo. Toda ley o
artimaa jurdica que obstaculice los despidos termina
afectando a quienes no tienen trabajo porque les hace ms
difcil obtenerlo.

necesaria una ley de sentido comn, que se proponga estos


objetivos: 1
transparentar las relaciones laborales; 2
reemplazar la lucha de clase involucrada en el eslogan de
combatir al capital por la consigna de moralizar el capital; 3
disponer reglas para que en el seno de las empresas surja la
alegra por la accin creadora, que el obrero se transforme de
enemigo en colaborador y que el empresario utilice su autoridad
para planificar, organizar, dirigir, motivar y controlar su empresa
en un clima de armona y disciplina, sin comisarios polticos que
socaven su tarea. Podramos llamarla Ley de ordenamiento
salarial (L.O.S.)
1 Delimitacin del salario: para evitar las disquisiciones y
litigios entre salario en blanco o en negro, conceptos
remunerativos y no remunerativos, prestaciones sustituibles y no
sustituibles por dinero, gratificaciones no acumulables, vales
alimentarios o remunerativos, es necesario determinar que: El

4. Reglas de sensatez.
As como la expoliacin de los impuestos mltiples no
puede detenerse sin una ley fundamental que ampare la reforma
fiscal, de la misma manera, la expropiacin del excedente
generado por el trabajador no puede alterarse sin una reforma
en el sistema de contratos laborales y cargas sociales.
No es cuestin de ideologas socialistas, justicialistas,
neo-liberales o conservadoras. Slo se trata de no ser
mentirosos y aplicar la sensatez para establecer reglas que
inspiren orden y confianza.
El tema podra resolverse de una
manera muy simple, pero requiere varias abstenciones: sin el
desvaro de legisladores gremialistas, sin la corrupcin de
tarjetas Banelco y sin las extorsiones o avivadas sindicales que
caracterizan el ambiente en que se discuten y sancionan las
leyes laborales en la actualidad.
Para ordenar el rgimen laboral es absolutamente

salario es nicamente la remuneracin del trabajo efectuado por


una persona a cuenta de otra, siempre que se haga en dinero
efectivo, cualquiera sea la forma en que se pague o denomine. El
salario as entendido deber ser tomado en cuenta para el clculo
de indemnizaciones, aguinaldo, vacaciones, licencias y jubilacin.
Las propinas voluntarias nunca forman parte del salario.

2 Gratificaciones y recompensas: en el sector privado no


todos los empresarios son monstruosos avaros, muchos tienen la
pasin de crear y muestran gran sensibilidad social tratando de
ayudar a sus trabajadores al otorgarles recompensas y premios.
Esos favores no debieran ser considerados salarios sino
gratificaciones derivadas del espritu de colaboracin en el seno
de la empresa. La ley tendra que recoger ese espritu

128

disponiendo que Se consideran gratificaciones o recompensas

Para enmascarar la magnitud de esta quita, la legislacin


laboral divide las cargas sociales en dos categoras: aportes
retenidos del sueldo y contribuciones a cargo del empleador.
Pero, en definitiva, tanto aportes como contribuciones, son partes
integrantes del salario que se confiscan por la fuerza. Para colmo
esos aportes, compulsivamente descontados, no son tomados a
cuenta del impuesto a las Ganancias de 4 categora.
De manera que, para brindar diafanidad a las cargas
sociales, la L.O.S. debiera establecer lo que sigue: A partir del

no sujetas a ninguna carga social, fiscal o impositiva los


siguientes beneficios otorgados a los trabajadores: a) cesin de
telfono mvil para uso compartido con la empresa, b) servicios
de desayuno, merienda, almuerzo y cena en horarios de trabajo,
c) transporte a planta y retorno a casa, d) suministro de ropa de
trabajo y elementos de seguridad, e) permisos para estacionar
vehculos en playas propias, f) reintegros de honorarios mdicos,
odontolgicos y gastos en frmacos, g) subsidios por
terremotos, incendios e inundaciones, h) cesin sin cargo de
hostelera y residencias veraniegas para las vacaciones del
trabajador y su familia, i) tiles escolares y guardapolvos para
los hijos, j) prstamos de honor para la capacitacin profesional
y/o educacin de los hijos, k) propinas voluntariamente pagadas
por el cliente, l) gastos de sepelio de familiares del trabajador,
m) ayuda no retornable para construir la casa propia.

da de la fecha, se dispone que todos los salarios de bolsillo se


incrementarn por grossing-up el 70 % (o el % que resulte, en
cada caso de relacionar todas las cargas sociales con el salario
neto de bolsillo) y al mismo tiempo se practicar un descuento del
41,2 % (o el % abarcativo de todas las contribuciones, aportes y
cargas sociales vigentes), quedando eliminada la distincin entre
aportes y contribuciones. De este modo, el trabajador cobrar lo

As, el espritu de colaboracin entre el capital y el


trabajo reemplazara a la dialctica de lucha de clases,
agresiones y violencias.
3 Sinceramiento de las cargas sociales: la misma claridad
sugerida en materia salarial debiera aplicarse a las cargas
sociales, porque ellas no son ms que fondos apropiados por el
gobierno para repartirlo a un contubernio integrado por
sindicatos, entidades de seguridad social, administradoras de
riesgos de trabajo, obras sociales forzosas, gestores de fondos
compensatorios y compaas privadas de seguros obligatorios.
La nica diferencia existente entre el salario en blanco
y en negro no es otra que, en el primero, el Estado y sus socios
sacan una abundante tajada; mientras que, en el segundo caso,
se quedan con nada.

mismo, pero tomar conciencia de lo que le cuesta la seguridad


social y comprender que cualquier nuevo aporte le ser
descontado de su sueldo. Este simple cambio develar la verdad.
4 Transparencia del salario: semestralmente en cada
localidad, las autoridades municipales debieran confeccionar y
publicar encuestas de remuneraciones por ramas de actividad,
para diferentes puestos de trabajo y por volumen de ventas de
las empresas El objetivo de la encuesta consiste en
transparentar el salario para que los trabajadores sepan cul es
el valor social que el mercado est dispuesto a pagar por su tarea,
de manera que puedan orientarse y capacitarse en lo que ms les
convenga. As como conocer los precios de los productos
exhibidos en una vidriera es sustancial para que el mercado de
bienes funcione sin engaos al comprador, lo mismo debe suceder

129

gremios y cmaras o entidades empresarias locales. No podrn

con el salario ofrecido a los trabajadores.


5 Reforma del mercado de trabajo: para recuperar
competitividad e incorporar la enorme masa de desocupados a la
disciplina laboral es necesario plantear una profunda reforma
del mercado de trabajo, tal como se ha propuesto en los
pases europeos en riesgo de crisis: Espaa, Grecia, Italia e
Irlanda (6). Los temas a corregir son: a) reducir el nmero de
convenios colectivos por actividades y limitarlo a grandes temas
generales; b) determinar fehacientemente que los convenios
colectivos constituyen acuerdos que obligan slo a los sindicatos
y empleadores que hayan otorgado representacin formal por
medio de sus organizaciones; c) eliminar la ultraactividad de los
convenios para que a su vencimiento puedan modificarse segn
las nuevas circunstancias positivas o negativas; d) disponer que
las empresas que no intervengan en las negociaciones colectivas
puedan acordar las bases de relacin por contratos colectivos
en el seno de cada empresa, conteniendo estos elementos:
quines son parte, vnculo de subordinacin, servicios personales
que se comprometen a realizar, remuneracin y gratificaciones a
percibir; e) liberalizar las condiciones de trabajo dando mayor
autonoma a los trabajadores por empresa para que
individualmente decidan el nmero de horas extras que pueden
hacer, las condiciones del trabajo y las reglas de disciplina
interna de la empresa.
6 Reglamentos internos de trabajo: en cada localidad, las
autoridades municipales, debieran promover la vigencia de

ser genricos ni uniformes para todos los gremios, de manera que


queden bien distinguidas las condiciones de trabajo de pequeas
localidades con respecto a las de grandes ciudades.
7
Servicio de ofertas laborales: en cada localidad, por iniciativa de

las cmaras comerciales e industriales, las bolsas de comercio, las


asociaciones rurales y los sindicatos locales debiera organizarse
un Servicio privado de empleo y ofertas laborales, para que las
personas desocupadas puedan encontrar
trabajo. A tales

efectos, podran crear por medio de la Web, registros de ofertas


de mano de obra, en forma annima, de manera que puedan
demandarse puestos de trabajo definitivos, tareas temporarias o
servicios tercerizados. Esa actividad no podr ser ejercida bajo
ningn concepto en condiciones de exclusividad o de monopolio.
8 Subsidio a desocupados: Hasta tanto pueda absorberse
un nmero significativo de los desocupados existentes en el
pas,se eliminarn para las nuevas contrataciones todos los

aportes y retenciones, aumentando los salarios de bolsillo. No


habr indemnizacin por despido en el caso de contratacin de
trabajadores desocupados. El importe de subsidios actualmente
repartido entre empresas privilegiadas ser destinado
prioritariamente a cubrir los costos esenciales del seguro de
salud, los aportes jubilatorios y la previsin por accidentes de
trabajo de aquellos trabajadores desocupados que se contraten.
9 Flexibilidad en la empresa: En el seno de las empresas,
el empleo
ser flexible y polivalente, es decir que se
terminarn de una vez por todas los derechos adquiridos, las
restricciones surgidas de convenios colectivos y el argumento
gremialista de que ese trabajo no me corresponde.

reglamentos internos de trabajo claros y simples, con las


condiciones disciplinarias y las relativas a higiene, salud y
seguridad de los trabajadores. Tales reglamentos internos
debieran ser suscriptos y aprobados por unanimidad entre

130

leyes darn preferencias impositivas a aquellas entidades de


caridad o mutuales sin fines de lucro que organicen estos
servicios de retiro basados en razonables clculos actuariales
sobre la vida media probable y adecuadas tablas de mortalidad de
mujeres y hombres sanos (healthy male & female lives).

10 Asignacin universal por hijo. Los salarios familiares


y las asignaciones universales por hijo, aadidos al salario
negociado con los sindicatos, sern directamente deducibles

del impuesto al valor agregado, para liberar al Estado de prestar


asistencia social clientelstica, fomentando que cada empresa
desarrolle criterios de solidaridad y responsabilidad para con su
propio personal.

13 Convenios colectivos de trabajo. Existe la creencia


generalizada, nunca sometida a un anlisis serio, que la
negociacin colectiva por sectores de actividad, es buena para
trabajadores, empresarios y toda la sociedad. El profesor William
Hutt (7) demuestra exactamente lo contrario: que la negociacin
colectiva, lejos de mejorar las cosas, las empeora. En concreto, la
negociacin colectiva se basa en la amenaza ltima del uso de la
violencia por parte del sindicato, lo que retrae la iniciativa del
empresario, que se considera un potencial agredido, y se defiende
reduciendo tanto la contratacin como el salario dispuesto a
pagar.
Por otro lado, los convenios colectivos aumentan las
desigualdades de renta entre trabajadores, especialmente entre
los de sindicatos fuertes y sindicatos dbiles, entre los
empleados de grandes empresas y los de las ms pequeas, entre
trabajadores de empresas pblicas y empresas privadas, entre
los antiguos dependientes y los nuevos empleados, porque tiende a
crear una elite de trabajadores que son los nicos beneficiarios
del sistema en detrimento del resto. Junto con estos
privilegiados, se crea una nueva clase social compuesta por
jerarcas sindicales favorecidos por el procedimiento de la
contratacin colectiva y un sistema poltico clientelstico que
encuentra su medio natural de supervivencia en la dependencia
absoluta que la negociacin colectiva crea en los trabajadores
impidindoles negociar por su propia cuenta. Empresarios

11 Fin de los juicios laborales. En los casos de conflictos


laborales, los juicios ante tribunales del trabajo sern

reemplazados por una mediacin legal, de manera que cada


magistrado de la justicia laboral se convierta en mediador
actuando con un jurado de expertos en el tema que se dirime.
Su nueva funcin ser recoger antecedentes, argumentos y
propuestas del trabajador y empleador ; tener en cuenta que el
bien mayor es mantener las fuentes de trabajo del conjunto de
operarios y la supervivencia de la empresa; prestar ayuda y buen
consejo a las partes en conflicto; y finalmente decidir en forma
integral por una u otra alternativa, teniendo prohibido alterar o
modificar las propuestas de cada parte. En consecuencia, el
magistrado no podr fallar por una alternativa distinta ni
contener proposiciones de una y otra parte.
12 Libertad de elegir. En un plazo razonable, los
trabajadores en relacin de dependencia gozarn de libertad
irrestricta para elegir el sistema de seguro de salud de su
preferencia, sea pblico, privado, sindical o
de medicina
prepaga. La misma libertad de eleccin gozarn para el sistema
de jubilacin en caso de retiro. Una ley especial deber

garantizar el valor adquisitivo del ahorro jubilatorio para


impedir el efecto devastador de la inflacin o la prdida de valor
de la moneda nacional en las imposiciones mensuales. Otras

131

un empleador y un trabajador. Porque ste es un derecho


esencial para respetar la dignidad de la persona humana.
Cualquier disposicin legislativa en sentido contrario debiera ser
absolutamente ilegtima e ilegal, negadora del sistema
democrtico. Por consiguiente, tendran que quedar prohibidas
todas las acciones o interpretaciones legales que directa o
indirectamente atenten contra este derecho. Ningn sindicato, ni
federacin, confederacin o agrupacin gremial podran ejercer
presiones en tal sentido, ni solicitar o negociar condiciones para
un trabajador que no pertenezca a ellos. (8)

rentistas, dirigentes oligarcas y trabajadores sometidos, es la


novsima divisin de clases que provoca el sistema de convenios
colectivos por ramas o sectores de actividad. (7) y (9)
De all la absoluta necesidad de revisar todo su contenido,
alcance e implicancias con criterios similares a los siguientes:
Ninguna federacin o confederacin debiera tener el poder
de negociar colectivamente, aun cuando agrupen a trabajadores
de una misma empresa. Porque no existe mejor manera de
lograr que los trabajadores obtengan una remuneracin justa y
adecuada a su productividad, que radicar dentro de la empresa
el proceso de negociacin de salarios y condiciones de trabajo.
Para ser equitativos y coherentes, los convenios
colectivos entre un empleador y los distintos grupos de
trabajadores, tendran que realizarse simultneamente en un
mismo perodo sin involucrar al gobierno y menos afectar a la
comunidad con disturbios, violencias, bloqueos, atentados,
piquetes u ocupaciones, debiendo hacerse slo entre las partes
con absoluta franqueza, transparencia y libertad.

(1)
Consejo profesional
cs. econmicas de Capital
Federal: ABC del Contador, Fondo Editorial Consejo,

Buenos Aires, 2009.

(2) Ernst Wilhelm Eschmann: El Estado fascista en Italia,

edic. Ercilla, Santiago de Chile, 1936.


(3) Carta del Lavoro en Italia: Promulgada 21 de abril
1927, Roma.
(4) J.W.Elliot: The pragmatic revolt in politics,
syndicalism,fascims and the constitucional State,
New York, 1928.
(5) Jasper Ridley: Mussolini, Javier Vergara editor,
Bilbao 1999.
(6) Alberto Recarte: El desmoronamiento de Espaa, La
economa espaola y la crisis internacional. Informes
Recarte n 1 y 2. Madrid 2010. Propuestas de reformas
en el mercado laboral.
(7) William H. Hutt: La contratacin colectiva, Unin
editorial, Madrid 2011.
(8) Jos Piera: La revolucin laboral en Chile, Editorial

La negociacin colectiva en el seno de la empresa es un


imprescindible procedimiento para lograr la paz social, pero slo
en empresas del sector privado y en aquellas en las que el
Estado tenga aportes o participacin. Por otra parte no tendran
que existir negociaciones colectivas en los servicios pblicos,
fuerzas de seguridad e instituciones de la Administracin del
Estado, centralizadas o descentralizadas, en el Poder Judicial y
en el Congreso Nacional porque ellos gozan de muchsimos otros
privilegios y es inadmisible que ellos se declaren en huelga.
Pero los derechos de negociacin colectiva no pueden
imponerse e impedir el derecho de negociacin individual entre
132

Zig-Zag, Santiago de Chile 2003.


(9) Ernst Jnger: El trabajador. Dominio y figura. TusQuets editores by Ernst Klett Verlage GmbH KG. 1993.
Salario bolsillo = 10.000 x mes x 13 = $ 130.000
Mnimo no impon. = 12.960 + 62.208 = $ 75.168 $ 54.832

Impto.ganancias (anual 9.911,36:12) = $ 826.Retenciones 12.763 x 21,65% =


$ 2.763,Cargas patronales 12.763 x 33,2% = $ 4.237,- $ 7.826

133

nuevas leyes especialmente en el comercio y en los tratos, se da


ocasin para que discurra maliciosamente trampearlas o evadirse
de la carga que imponen.

CAPITULO 19.

LEYES SOBRIAS:
POCAS, CLARAS Y JUSTAS

1. Degradacin de las leyes.


Con el populismo inevitablemente se vino la avalancha
intervencionista del Estado. Se dictaron leyes sin orden, ni
medida, de cualquier forma e incontroladamente. Los propios
legisladores comenzaron a confundir la ley con la legislacin
sin darse cuenta que la ley es anterior a su sancin legislativa.
Creyeron que por el slo hecho de levantar el brazo la mitad ms
uno, cualquier norma se convertira en ley aun cuando fuese
confusa, incoherente o sencillamente perniciosa.
En los ltimos tiempos hemos tenido leyes votadas por
diputruchos referidas al marco regulatorio de las privatizaciones,
leyes sancionadas con el sospechoso uso de la tarjeta banelco,
leyes legitimadas mediante el confeso reparto de dinero, leyes
ratificadas por la promesa de retribuir favores, leyes logradas
con la compra de escandalosas ausencias o leyes antinaturales
aprobadas con amenazas fsicas a dbiles legisladores.
Tambin hemos tenido valientes denuncias de extorsin que
rpidamente fueron pasadas al archivo.
Tenemos la obligacin moral de respetarlas?
Conviene
recordar de paso, que muchos males no son obra de gente
malvola, sino de idealistas bien inspirados pero desubicados. Las
semillas de la barbarie totalitaria casi siempre fueron sembradas
por intelectuales que nunca supieron que el fruto de sus
elucubraciones estaba colmado de vicios y funestos errores. (2)

El cdigo civil de nuestro pas establece que los


ciudadanos no pueden alegar ignorancia para excusarse de
cumplir con las leyes. Esto estaba bien cuando haba pocas
normas legales y no existan imposiciones de la voluntad
partidaria por parte del gobernante de turno.
Sin embargo, al avanzar la dialctica populista, los
gobernantes comenzaron a decir que el gobierno hara lo que el
pueblo quiera y multiplicaron las leyes de manera alarmante,
como una marea legislativa que termin ahogando a la sociedad.
En materia impositiva, rigen en la actualidad 96 impuestos
sustentados en una maraa de 64.390 artculos sancionados en
los ltimos 6 aos por miles de leyes, decretos reglamentarios,
decretos rectificativos, decretos interpretativos, resoluciones
de la AFIP, aplicativos informticos, instructivos fiscales,
regmenes de informacin obligatoria, sistemas de retencin y
percepcin y disposiciones de las Direcciones de Rentas
provinciales o municipales.
Hoy es imposible que los ciudadanos puedan leer,
comprender y cumplir con el aluvin legal que todos los das
aparece publicado en el boletn oficial del Estado. Por eso no
conocen las nuevas leyes, las ignoran, se encogen de hombros y
obran conforme al refrn hecha la ley, hecha la trampa. Ya en
1726 el primer diccionario de la Real Academia (1), llamado
Diccionario de Autoridades, sealaba que al aumentarse las
134

La arrogante concepcin de que la ley se puede inventar y


hacerla como uno quiera, ha ido transformando al Derecho
privado en Derecho pblico y el Derecho comn en Derecho
administrativo (2). La burocratizacin de las leyes degener en
un proceso que se llama rent-seeking o rentismo porque en las
nuevas leyes ya no importan los principios sino las cuestiones
administrativas y econmicas de inters poltico.
El rentismo es la conducta econmica centrada en la
bsqueda de favores y beneficios estatales, evitando hacer un
trabajo productivo y competitivo. Pero, algunas veces, el
rentismo consiste en una deformacin jurdica tendiente a
sancionar leyes que permiten obtener tajadas ilcitas para sus
promotores y mandantes. Con el fin de lograrlo se elaboran
normas arbitrarias que distorsionan el derecho de propiedad. De
ese modo, se crean privilegios y se fuerza una redistribucin
para ciertos grupos y sectores influyentes quienes obtienen
rentas especiales gracias a leyes inicuas.
Se inscriben en este marco las sentencias de la Corte
sobre las leyes de emergencia econmica, la anulacin de la ley
de integridad de los depsitos bancarios, la derogacin de reglas
sobre emisin y convertibilidad monetaria, la pesificacin de los
depsitos bancarios, el otorgamiento arbitrario de bonos de
compensacin a instituciones financieras, la cuadruplicacin de
indemnizaciones, los aumentos salariales por simples decretos, la
sancin de la ley de medios audiovisuales para manipular la
opinin pblica, el apoderamiento de cuantiosos ahorros privados
en cuentas jubilatorias, la prohibicin de ajustar los balances
por efecto de la inflacin y otras por el estilo. La gradual
transformacin de las normas del Derecho privado en Derecho
pblico ha convertido a este ltimo en una mquina de impedir,

que paraliza la actividad privada con exigencias absurdas.


Dicho enfoque desconoce el simple hecho que la actividad
econmica pertenece originariamente a los individuos porque es
un derecho humano fundamental preexistente y prioritario a la
existencia del Estado.
Por otro lado, el actual positivismo jurdico, menosprecia la
legalidad de precedentes basada en una legislacin sobria con
amplio margen de interpretacin judicial para casos concretos y
con informacin muy precisa. La legalidad de precedentes en
materia comercial est asentada en principios seculares donde
predominan el uso y la costumbre, la palabra empeada, la
buena fe entendida, las prcticas universales y el
comportamiento como buen hombre de negocios de los agentes
econmicos.
Una parte significativa de los integrantes de la familia
judicial: profesores, jurisconsultos, jueces y fiscales parecen
soslayar la importancia de la legalidad de precedentes, que crea
la conciencia de lo que es justo o injusto, lo que est permitido y
lo que est prohibido. Han sido formados por una enseanza
basada en el positivismo jurdico, la indiferencia por la naturaleza
humana, y la creencia en la autonoma de cada rama del derecho,
como si los sarmientos de la vid pudieran nutrirse separados del
tronco del cual dependen.
Con el postulado autonmico los principios sensatos de
una rama del derecho son negados y conculcados en otras ramas
del mismo derecho. Cotidianamente vemos que lo que es bueno y
justo en el rea del derecho civil se convierte en algo malo y
repudiable en el derecho laboral o en el derecho penal y
viceversa. El fruto que la sociedad recoge de esta manifiesta
135

incoherencia autonmica es muy amargo: caos jurdico y


anarqua social.
La palabra Ley se ha ido transformando hasta envilecerse,
mezclndola con asuntos extraos, heterogneos, bochornosos y
hasta ridculos. Cualquier cosa que se apruebe en el Parlamento
se denomina Ley, olvidando que tan excelsa palabra fue
acuada en el ao 753 a.C. para expresar una norma universal

2.

Cada cosa por su nombre.

En forma equvoca, cualquier disposicin aprobada por el


Parlamento es designada como Ley y ningn legislador se ha
puesto a pensar que hay una indudable escala de jerarquas entre
las normas que ellos sancionan, por lo cual convendra designarlas
de manera diferente:
a) Leyes generales,
a) Decretos legislativos,
b) Designaciones parlamentarias,
c) Pronunciamientos declarativos,
d) Actos declamatorios del Congreso.
a) Las Leyes generales estn basadas en principios
que no se inventan, se descubren. El trmino Ley se debe
reservar para mandatos solemnes de orden pblico, como en el
caso de la Ley Monetaria o la Ley del Presupuesto, pero no se
debe utilizar en cuestiones de gestin o mera administracin.
b) Los Decretos legislativos debieran ser la
denominacin genrica
a emplearse en leyes referidas a
cuestiones de organizacin del Gobierno, control pblico, gestin
y administracin del Estado. Tambin podran ser designadas:
Preceptos o Resoluciones legislativas y Mandatos o Normas
legislativas, evitando denominarlas Leyes.
c) Las Designaciones parlamentarias, consisten en
nombramientos de jueces, embajadores o funcionarios que
acuerdan las Cmaras, pero no son leyes.
d) Los Pronunciamientos declarativos,
efectuados
por el Congreso, tienen por objeto aclarar un derecho sin
convertirse en mandamientos ejecutivos.

de recta conducta, destinada a delimitar la esfera de libertad


de gobernantes y gobernados y aplicable a un nmero
desconocido de casos futuros. La finalidad de la ley est en
impedir el reinado de la injusticia porque ella no la justiciatiene existencia propia. Una es el resultado de la ausencia de la
otra. (2) .
Los propios legisladores que integran el Congreso Nacional
desconocen la importancia de lo que estn haciendo y hasta el
hartazgo demuestran ignorar la mxima del ms grande e
influyente jurista romano Julius Paulus del siglo III: lo justo no

deriva de las leyes, son las leyes las que nacen de lo que
consideramos justo.

Esa misma ignorancia alcanza a ciertos jueces que


reniegan de esta mxima y obran contrariamente a lo que todos
tenemos por justo, produciendo desvaros que causan profunda
afliccin al pueblo honesto. Es aleccionadora la ancdota del ms
famoso juez americano, Oliver Wendell Holmes cuando dispuso
la libertad de un violador y asesino de menores. Unos
manifestantes indignados y enardecidos, le exigieron: haga
justicia seor juez, haga justicia! a lo que el juez imperturbable
contest: ese no es mi trabajo; a m slo me toca aplicar la ley.

136

e) Los Actos declamatorios del Congreso, son


expresiones de apoyo o fomento a cuestiones de inters pblico.

actuar dentro o fuera de la ley, o vivir en un ambiente de


inseguridad jurdica (2).
La consecuencia de este fenmeno es que los sujetos de
derecho perciben a la norma legal como menos vinculante. As
como la gente huye de la mala moneda y se refugia en el oro o la
divisa convertible, de la misma manera, la inflacin legislativa
produce el inevitable desprecio de la ley por la gente. Es cada
vez ms frecuente que los empleados que deben sujetarse a
cumplir complicadas normas fiscales de retencin o liquidacin de
impuestos no las tengan en cuenta y provoquen innumerables
errores, los cuales son cargados al costo de la empresa y al final
trasladados al precio.
Pero no slo son los ciudadanos quienes no respetan ni
acatan las leyes cuando son numerosas. Tampoco lo hacen los
funcionarios encargados de su aplicacin. El resultado es el
abandono liso y llano de la legalidad formal y el ingreso a la
informalidad legal donde predomina el apriete, la voz de mando de
funcionarios prepotentes o el grito airado y slo se respeta la
amenaza.
Los ejemplos que estamos presenciando son demoledores:
control de precios, salarios impuestos a fuerza de piquetes,
bloqueos de puertos y plantas industriales, agremiacin forzada
por matones, restriccin de importaciones y exportaciones,
inspecciones fiscales intimidatorias, tolerancia extrema al corte
de rutas y calles, custodia y proteccin de usurpaciones,
restablecimiento del orden pblico sobornando a los
transgresores, grupos minsculos que interrumpen el paso de
trenes de pasajeros o descarrilamiento de convoyes para saquear
la mercadera transportada. La sumatoria inevitable de este
desorden legal es la anarqua y el desprestigio del gobierno. Por

El Poder Legislativo tendra que llamar a cada cosa por su


nombre. Si esa distincin no se hace formalmente, caemos en el
espectculo de leyes ridculas o grotescas.
Qu otra cosa son las leyes que declaran de inters
nacional la fiesta del locro, el salame casero o el chocolate
alpino? O la ley de proteccin al tat carreta? Puede ser
considerada ley la disposicin de designar con el nombre de
Carlos Gardel al aeropuerto de Ezeiza? Quien conozca las obras
de Ulpiano, Cicern y Justiniano, an por referencias, cmo
puede tolerar que muchas extravagancias se designen Leyes?
En este caso se encuentran leyes que declaran de inters
nacional a la fiesta de la empanada tucumana, el salame quintero
de Mercedes, el choiqu o and petizo; o la consideracin como
patrimonio nacional de la empanada frita, el asado de tira
bovina y el choripn? Sin embargo, todas estas extravagancias
han sido sancionadas y promulgadas como Leyes, agraviando esta
palabra.

3. Anomia por exceso de leyes.


La proliferacin de normas jurdicas ha sido sealada en
los ltimos tiempos como una contaminacin legislativa similar
a la degradacin del medio ambiente. El exceso de normas
provocado por la hiperregulacin legal ha desvalorizado el
concepto de la ley y en consecuencia a muchos les es indiferente
137

desgracia, el imperio de la ley se considera un concepto legal


anticuado. Hoy en da, las personas en lugar de respetar leyes
claramente definidas, se subordinan a miles de arbitrarias
regulaciones, tratando de captar la benevolencia de funcionarios
que abusan de su poder. Tomemos, por ejemplo, las reglas de los
"acuerdos comerciales de precio". Si un empresario vende su
producto a un precio mayor porque aumentaron los costos
salariales, o se increment la demanda, o no consigue reponer el
stock porque prohibieron su importacin, est sujeto a ser
procesado por violacin de un acuerdo que l no firm. Ese
comerciante debe vender sus productos al precio de una lista
oficial y tiene que responder a los funcionarios, no a una ley
claramente definida. Por lo tanto, est siempre sujeto a un
proceso judicial que inevitablemente implica honorarios de
abogados.
En materia de impuestos las cosas no son diferentes.
Una vez que una persona pasa por la "determinacin de oficio o
la estimacin estndar", entra en el mundo de tinieblas de la
persecucin potencial por violaciones de impuestos. Pueden
exigirle, por ejemplo, que haga aportes y contribuciones sobre
personal inexistente porque el estndar de la estimacin fiscal
as lo determina.
Para la mente de los reguladores
gubernamentales es prctico y conveniente tener en la mano
miles de regulaciones que les permitan acorralar y sancionar a
contribuyentes dscolos. As, cualquiera que caiga bajo la mira
de un funcionario, podr estar sujeto a un proceso por violacin
de una de miles normas vigentes.

Hay varias maneras prcticas y correctas para detener la


inflacin legislativa (3): una consiste en diferenciar las
disposiciones votadas en el Congreso segn su jerarqua, otra se
vincula con la obligacin de poner un ttulo a las leyes precisando
su objetivo en lugar de numerarlas y por ltimo la adopcin
obligatoria de checklisten para redactar y aprobar las leyes.
La checklisten, denominada cuestionario azul en Alemania,
es un conjunto de criterios redactados en forma de cuestionario
que deben tenerse presente desde el inicio de redaccin de un
proyecto legislativo.
El cuestionario est hecho de modo que
deba contestarse "si" o "no". Las directrices contenidas en la
checklisten no son meramente formales, contienen preguntas
que permiten detectar incoherencias, errores, abusos y defectos
sustanciales (4). Desde luego que el formulario puede ser llenado
desaprensivamente, pero ello quedar en evidencia y contribuir a
responsabilizar
a
quienes
dictan
normas
ineficaces,
contradictorias o inconvenientes.
Pero,
adems,
la
utilizacin de checklisten tiene por efecto secundario colaborar
con los funcionarios entre quienes circula el anteproyecto
imponindolos rpidamente de sus objetivos, costos e ineficacias
esperadas, evitando que en distintas reas se encaren tareas de
investigacin similares perdiendo el tiempo. Las checklistens se
empezaron a utilizar en el parlamento de Hamburgo hacia 1975;
pronto se extendieron a otros lnders: Renania- Palatinado en
1979, Hessen en 1980, Baja Sajonia en 1982, Baviera en 1984 y
el parlamento del Estado Federal Alemn en 1984.
Fuera de Alemania se impusieron en Suiza (1978), Noruega
(1987) y EE.UU. (1983), en este ltimo pas su mbito se redujo al
impacto econmico de las normas legales. En Francia la
checklisten se conoce con el nombre de Circulaire du 2 janvier

4. Detener la inflacin legislativa.


138

7. PUEDE LIMITARSE EL PERODO DE VIGENCIA?


a) Por cunto tiempo ser necesaria la regulacin?
b) Cundo estima que retornar la normalidad?

1993. (4) El prof. Dr. Luis Leiva Fernndez especialista en


tcnica legislativa, nos presenta la checklisten del Gobierno
Federal de Alemania (5) que plantea diez cuestiones. Cada una,
a su vez, se subdivide en varios tems.

8. LA REGULACIN ES COMPRENSIBLE?
a) Los ciudadanos entendern la nueva ley?
b) Se integra con los usos y costumbres de la gente?
c) Acatarn la nueva ley y la cumplirn de buen grado?
9. ES PRACTICABLE LA REGULACIN?
a) Quines sern responsables de hacer cumplir la nueva ley?
b) Estn en condiciones de llevarlo a la prctica?
c) En qu conflictos de intereses estn involucrados?
d) Cul es el margen de discrecionalidad otorgado?
e) Hay posibilidades de corrupcin?

1. ES REALMENTE NECESARIO LEGISLAR ALGO?


a) Cul es la situacin jurdica y de hecho existente?
b) Hay reclamos? Qu motivos invocan?
c) Cuntas personas estn involucradas?
d) Qu pasara si no se hace nada?
2. EXISTEN OTRAS ALTERNATIVAS?
a) Cul es la causa del problema?
b) Con qu otros medios puede lograrse el mismo objetivo?
c) Qu hay que hacer si no se dicta la ley?

10. RELACIN COSTOS- BENEFICIOS?


a) Que costos generar en el patrimonio de las personas?
b) Es legtimo exigirles esta carga econmica?
c) Tendrn costos adicionales por prdida de tiempo y asesores?
d) A quines beneficia la norma?
e) Estudiaron la relacin costos-beneficios? Qu resultados arroja?

3. DEBE ACTUAR EL GOBIERNO NACIONAL?


a) No pueden hacerlo los gobiernos locales?
b) O las empresas y organizaciones privadas?
c) Cules son razones de peso para que acte la Nacin?

La siguiente podra ser una checklisten para proyectos impositivos


nacionales, provinciales y municipales.

4. TIENE QUE ELABORARSE UNA LEY?


a) Es necesaria una ley? Esa ley tendr enforcement?
b) La ley podr modificar el comportamiento de la gente?
c) Puede resolverse por un Decreto o resolucin administrativa?

I. EL GOBIERNO NECESITA MS PLATA

5. HAY QUE OBRAR AHORA MISMO?


a) Pueden existir circunstancias no contempladas?
b) Cules son las consecuencias inmediatas?
c) Cules seran los efectos de mediano y largo plazo?

a) Porqu el gobierno necesita de este impuesto?


b) Cunto dinero precisa? Por cunto tiempo?
c) Qu tipo de gastos pretende financiar?
d) Esos gastos son imprescindibles? Explique porqu
e) Puede ahorrarse dinero en algn sitio? Dnde?
f) Cunto se gasta ahora en subsidios?
g) Porqu no se reducen esos subsidios?
h) Si no se aprueba el impuesto, qu van hacer?

6. LA REGULACIN TIENE QUE SER AMPLIA?


a) El proyecto es escueto, claro y austero?
b) Hay enunciados imprecisos o ditirmbicos?
c) Los objetivos han sido bien precisados?
d) Es necesario ir tan lejos durante tanto tiempo?

139

(4) RICARDO MANUEL ROJAS: Anlisis econmico e

II. PERO LA GENTE TAMBIEN NECESITA LA PLATA

institucional del orden jurdico.Edit. baco,


Rodolfo Depalma, Bs.As.1998
(5) LUIS F.P.LEIVA FERNANDEZ: Fundamentos
de tcnica legislativa. Ed. La Ley, Bs.As 1999.

a) Qu razn justifica que la necesidad del gobierno sea


ms imperiosa que la necesidad de la gente?
b) A quines o a qu sectores se les va a sacar la plata?
c) Quines sern beneficiarios? Porqu y cuntos son?
d) Cmo se distribuir el dinero recaudado?
e) Cunto es el costo de esta fiscalidad? Est escrito?
f) Qu funcionarios o punteros administrarn el gasto?
g) Explique cul es el programa de control de este gasto?
h) Quines, cundo y de qu manera van a rendir cuenta?
III. CONDICIONES QUE RENE EL IMPUESTO
a) El impuesto es lgico y razonable? Describa porqu
b) La gente lo considera justo y oportuno? Cmo lo sabe?
c) La alcuota es moderada? Hay doble imposicin?
d) Se utilizar para algo provechoso? Qu es?
e) Puede ser pagado cmodamente y sin violencias? Cmo?
f) Requiere requisitos complicados y costosos? Cules son?
g) Cunto costar recaudarlo? No es muy caro?
h) Han tenido en cuenta el lmite de tributacin individual?
i) El impuesto es igual para todos? Porqu no?
j) Recae sobre todos en forma proporcional y equitativa?
k) Puede demostrarlo? Dar ejemplos prcticos.
l) Quines quedan exentos de este impuesto? Porqu ellos?

(1) REAL ACADEMIA ESPAOLA: Diccionario de

Autoridades, 1ra. edicin, Madrid 1726


(2) FRIEDRICH A. von HAYEK: Derecho, legislacin y
libertad. Vol.I, Normas y orden. Unin Editorial,
Madrid 1998.
(3) SERGIO G. GUESTRIN: Fundamentos para un
nuevo anlisis econmico del Derecho, Edit.baco,
Rodolfo Depalma,Bs.As.1998
140

Los gobiernos siempre se escudan en argumentos capciosos


para gastar ms de lo que corresponde. Una de las trampas ms
utilizadas consiste en justificar el dficit como gesto de
sensibilidad, destinado a atender
requerimientos sociales
impostergables.
Pero se oculta cuidadosamente el hecho de que el dficit
aprobado por el Congreso slo puede financiarse de dos maneras:
con emisin de dinero por el Banco Central o con incremento de
la deuda por la Tesorera.
Ambos instrumentos inflacin y endeudamiento, son
formas de impuestos clandestinos. Nadie los autoriza ni
dimensiona;no se controlan, ni se transparentan, pero
inexorablemente debern ser soportados por los mismos
dbiles e inocentes ciudadanos a quienes dicen proteger.
Otra de las artimaas empleadas por los funcionarios de
Hacienda para gastar de ms, consiste en presentar un
presupuesto equilibrado, pero de cuyos gastos han excluido las
partidas de la deuda pblica. Este disimulo permite mostrar
atractivos supervits, que se desmoronan como el sueo de una
noche de verano, cuando hay que desembolsar las divisas para
pagar servicios de la deuda o enfrentar el default. En esa hora
de la verdad, se evaporan las fantasas, las retricas, los sueos
y las magias polticas, apareciendo en toda su magnitud la cruda
realidad.

CAPITULO 20

LA GESTIN DEL GASTO


SIN CHANCHULLOS NI ENJUAGUES.
Para que la reforma del actual sistema impositivo
argentino sea til y eficaz, se requieren simultneamente dos
condiciones complementarias: a) el restablecimiento de orden y
disciplina en la gestin del gasto pblico, evitando que se
comporte como factor de perturbacin; b) un programa de
estabilidad monetaria y reforma bancaria para impedir las
fluctuaciones econmicas menores y los bandazos entre
expansin y recesin.
Con el fin de aprovechar el anlisis y las recomendaciones
de los que saben, hemos recurrido al pensamiento e
investigaciones de dos prestigiosos pensadores econmicos,
ambos galardonados con el premio Nbel.
James M. Buchanan & Richard E. Wagner, Dficit del
sector pblico y democracia, Ediciones Rialp, Madrid, por una
parte y
Milton Friedman, A program for monetary stability,

Fordham University Press, New York, por la otra.

Las propuestas han sido adecuadas a nuestra actual


situacin, teniendo muy en cuenta los antecedentes de una
experiencia histrica frustrante.
1 El poder ejecutivo habr de presentar anualmente al
Congreso un presupuesto que proyecte gastos, incluyendo
intereses de la deuda pblica, equivalentes a los ingresos
fiscales.

2. El Congreso, tanto en el tratamiento parlamentario del


presupuesto, como en la subsiguiente aprobacin, podr modificar
el presupuesto presentado por el poder ejecutivo, pero deber
actuar dentro de los mismos lmites, es decir que los gastos ms
los intereses de la deuda no pueden ser superiores a los ingresos
fiscales.

141

Slo en un extrao y recndito pas podra suceder que


sus habitantes
tuviesen la fortuna de contar con
administradores frugales, austeros, sobrios y honestos. Pero
an all, las cosas no seran perfectas si, como contrapartida,
sus pobladores hubiesen elegido diputados y senadores prdigos
con la plata ajena y hbiles en la retrica de halagar a las
masas. En tal caso, la severidad de las reglas financieras
impuestas al poder ejecutivo podran ser vulneradas por decisin
de tales legisladores demaggicos. Por lo tanto la misma regla
debe ser cumplida por todos los poderes: ejecutivo, legislativo y
judicial.

Pero el escarnio se perfecciona cuando gastan parte


importante del dinero en pautas publicitarias que muestran las
ddivas como un generoso esfuerzo del gobierno. Todo lo cual
forma parte de un indecoroso marketing poltico.
As funciona el socialismo del siglo XXI inventado por el
socilogo alemn Heinz Dieterich Steffan y aplicado por su
discpulo Hugo Chvez, que ha provocado el empobrecimiento de
un pas con grandes y valiosas riquezas naturales y habitado por
ciudadanos aterrorizados por las arbitrariedades del gobierno.
Mediante el incremento del gasto pblico por encima del
crecimiento global de la economa, los gobiernos suelen
estructurar
progresivamente un esquema de fideicomisos
paralelos o cajas ocultas a la gestin presupuestaria. El esquema
se denomina modelo del Leviathn, porque su propsito es
absorber la totalidad de la renta generada por los privados. En
finanzas pblicas, el modelo de fideicomisos paralelos es similar
al modus operandi desarrollado por delincuentes de guantes
blancos
que se
apropian
de millonarias
inversiones
especulativas de sus clientes, las utilizan para s y mantienen
engaados a sus clientes con rendimientos ilusorios.
Se trata de la pirmide financiera denominada esquema
Ponzi y utilizada recientemente por el banquero americano
Bernard Madoff en la ms cuantiosa estafa de todos los
tiempos. Una defraudacin masiva de casi u$s 75.000 millones,
instrumentada mediante los hedges funds Fairfield, Sentry,
Kingate y Optimal. El efecto de estos fideicomisos paralelos ha
sido tremendo y ha perjudicado a tres grupos de inversores:
bancos, aseguradoras y fondos de inversiones colocados por
bancos privados en fundaciones y personas fsicas..

3. El gasto pblico consolidado en moneda constante,


incluidos los intereses de la deuda, no podr ser mayor al 25 %
del PIB y su crecimiento anual no deber superar el incremento
porcentual del PIB del ltimo ao.

No hay mtodo ms sigiloso para falsificar la democracia


y defraudar las esperanzas populares, que destruir el valor de
su moneda mediante el incesante aumento del gasto pblico
hasta absorber la totalidad de la renta de sus habitantes. Este
proceso se mide como % del gasto pblico consolidado en
relacin con el PIB. En la actualidad -con un PIB sobrestimado
por falsificacin del ndice de precios- el gasto pblico
consolidado est arriba del 46 % del PIB.
Parte sustancial de la renta conseguida por apropiacin
fiscal se destina a la casta gobernante y a la burocracia que la
sirve. El remanente se distribuye con criterios polticos en un
escenario de propaganda donde, con bombos y platillos, se
comunica a los presuntos beneficiarios el reparto del mismo
dinero que les han sustrado.
142

Cuando la gestin del gasto pblico, se hace en la


oscuridad, sin disciplina, ni obligacin de rendir cuentas y
gestionando un barril sin fondo, de a poco se convierte en una
estafa colosal igual al esquema Ponzi. Entonces el Estado queda
transformado en una colectora de corrupcin.
Como en una inmensa cloaca, los fondos pblicos fluyen
fuera de control por un colosal circuito compuesto por tubos y
caeras para repartir dinero sin saber a quin. El dinero
pestilente llega a manos de los interesados, generalmente
poltico-dependientes,
en forma de favores, contratos,
negociados, subsidios, planes sociales, exenciones fiscales y
paquetes accionarios adquiridos mediante el apriete.
Esta farra sin sentido slo puede impedirse cuando se
limita el gasto pblico a un porcentaje estricto de la renta
nacional, cuando se condiciona severamente su incremento
anual, cuando se controla con la fiscala administrativa y cuando
la contadura de la nacin rinde cuentas pblicamente.

De lo nico que podemos estar seguros es poder alcanzar


buenos resultados si tomamos decisiones racionales en un marco
social respetuoso de las reglas morales. Cuando las decisiones
adoptadas diariamente son miserables y efmeras, el futuro
siempre es aciago; pero cuando esas decisiones son nobles y
trascendentes, el futuro es promisorio. Ello es as porque el
futuro no se adivina, se construye como dice Gastn Berger,
creador de la prospectiva cientfica. Siempre habr sorpresas
inesperadas que constituyen un riesgo probable.
Durante la ejecucin del presupuesto, los desvos en ms o
en menos ocurren inexorablemente y alteran las previsiones.
Como los acontecimientos no se adaptan a nuestras
estimaciones, hay que corregir los errores. Por eso, los desvos
deben ser compensados, exactamente igual a como lo hace el
regulador centrfugo de Watt. Esa mquina, con dos esferas
giratorias, es la sntesis perfecta entre ingeniera y matemtica,
porque es capaz de restaurar la estabilidad cuando hay una
perturbacin de tensin, frecuencia, velocidad o presin. Pues
bien, el ajuste a la baja del presupuesto, en un perodo
trimestral, cumple exactamente la misma funcin que el regulador
de Watt para que la caldera de la economa nacional no salga de
rgimen y estalle en mil pedazos.

4. En caso de que las proyecciones de gastos o las


estimaciones de ingresos resulten errneas y se produzca un
dficit de ejecucin superior a los lmites especificados, todos
los gastos debern ajustarse automticamente a la baja para
restablecer el equilibrio proyectado en un perodo no mayor a 3
meses.

5. En ningn caso, los desvos que produzcan dficit de


ejecucin presupuestaria sern cubiertos con aumentos en los
tipos impositivos o con la creacin de nuevos impuestos.

Nadie puede predecir el futuro, ni an contando con las


complejas tcnicas de proyecciones estadsticas o planteando
las alambicadas hiptesis de la teora del caos, que pretende
determinar el orden subyacente
detrs de
fenmenos
econmicos
aleatorios. El porvenir siempre nos ser
desconocido y velado a los ojos humanos.

Una de las tentaciones modernas ms peligrosas y dainas,


a la que recurren frecuentemente muchos gobernantes, consiste
en alentar el consumo innecesario en lugar de elegir el camino
de la austeridad.

143

Estos personajes polticos creen que la economa puede


crecer estimulando alocadamente el festival del gasto y
repudiando el ajuste sin comprender que el ajuste no es otra
cosa ms que el retorno a la moderacin y prudencia.
Cuando los gobernantes caen en el frenes del consumo,
siempre van por ms, e inevitablemente terminan apropindose
de recursos en cualquier lugar en que se encuentren. Aumentan
alcuotas de impuestos, crean tributos distorsivos y emiten
letras de tesorera letes absorbiendo fondos lquidos de
cualquier lado.
Nuestra historia fiscal est saturada de ejemplos de
este tipo, sancionados con aprobacin del Congreso nacional y
promulgados por el poder ejecutivo: el impuesto a la ganancia
mnima presunta, el impuesto sobre intereses pagados, el
impuesto al costo financiero del endeudamiento empresario, el
impuesto sobre dbitos y crditos bancarios, el impuesto a
ganancias inflacionarias, el bono patritico, el ahorro forzoso, el
impuesto a la revaluacin de activos fijos, el impuesto a
ganancias cambiarias por devaluacin de divisas, el impuesto a
la renta normal potencial de la tierra, el impuesto a la herencia
y el impuesto a los ingresos brutos generados en el proceso
de
extraccin,
produccin,
manufactura,
maquila,
comercializacin, transporte y distribucin. Todos estos
desvaros han sido probados una y mil veces. Siempre resultaron
un fracaso estrepitoso, que termina siendo soportado por los
bolsillos de la gente.

Es una verdad incontrastable que cuando un gobierno


recauda ms dinero que el presupuestado, nunca procede a
rebajar impuestos sino a aumentar el gasto. Por eso, algunos
hacendistas como Luigi Einaudi, sostienen irnicamente que
carece de sentido preocuparnos por conocer cunto debe ser el
monto mximo del gasto pblico, ya que siempre que un gobierno
disponga de una determinada cantidad de dinero sobrante, los
polticos encontrarn rpidamente el modo de gastarlo, con
independencia de si esos gastos son necesarios o inconvenientes
para la sociedad. (1).
De all que, cuando a los gobiernos les sobra dinero, la
sociedad debiera exigirles que no lo gasten sino que achiquen sus
deudas para evitar el despilfarro y no quedar sometidos a
futuras exacciones.
7. Estas disposiciones entrarn en plena vigencia a los 4
aos de su adopcin. Para conseguir una transicin ordenada hasta
su plena vigencia, el dficit presupuestario anual deber ser
reducido en un mnimo del 25% anual por los 4 aos siguientes a
esta enmienda.

La epidermis social est tan sensibilizada con los ajustes


fiscales que cualquier correccin brusca de las variables
econmicas produce un estado de arrebato y rebelin violenta,
difcil de dominar o resistir. As como el desajuste se va
produciendo de a poco, sin que nadie lo note, del mismo modo el
ajuste tiene que hacerse paulatinamente. Como deca Alfred
Marshall, natura non facit saltum: la naturaleza no acta dando
saltos. (2)
Todos los
intentos polticos tendientes a precipitar
acontecimientos o hacer cambios de golpe y porrazo, invocando la
amenaza de inminentes peligros, la aceleracin del tiempo, los

6. Si se produjese un supervit en la ejecucin del


presupuesto, por menores gastos o mayores ingresos, los fondos
excedentes se utilizarn nica y exclusivamente para
cancelacin de la deuda pblica nacional o provincial.

144

avances
tecnolgicos o las transformaciones histricas,
provocan rebeliones y tardan en ser comprendidos, asimilados y
capitalizados favorablemente.
El Congelamiento de precios y salarios de Jos Ber
Gelbard en 1973; el Rodrigazo de Isabelita Pern en 1975; la
Estatizacin de deudas privadas de Gonzlez del Solar 1982;
El desagio del plan Austral y la Hiper de Ral Alfonsin en 1989;
el Plan Bonex y la Hiper de Carlos S. Menem en 1990; el
Blindaje y Corralito bancario de Cavallo y De la Ra en 2001;
el Corraln y pesificacin asimtrica de Eduardo Duhalde y
Remes Lenicov en 2002; la Reestructuracin con quita de
deuda de Lavagna y Nstor Kirchner en 2004; la Confiscacin
Kirchnerista de fondos jubilatorios en 2007; las Retenciones
mviles contra el campo de Martn Loustau y Cristina Kirchner
en 2008; la Apropiacin de reservas del Banco Central de
Boudou y Cristina Kirchner en 2009; y la Exaccin de los fondos
de Anses en 2010 fueron prueba palpable del saqueo y terror
impuestos desde el Estado.
Si alguien quiere imponer cambios de manera drstica se
enfrentar con una resistencia feroz y de persistir en el intento
provocar violencia callejera. El perodo de ajuste de 4 aos
parece ser un tiempo prudente para acomodar las cosas
pausadamente. Corresponde a un perodo presidencial completo.

ejecucin presupuestaria que se presenten en el futuro. Dicho


tratamiento merece una explicacin. Los argentinos tenemos un
historial de claudicaciones que, alguna vez en la vida, debemos
desterrar. Cuando las cosas nos van mal, nuestro nimo decae en
el pesimismo y asustados,
manifestamos el propsito de
enmendarnos.
Por un tiempo hacemos buena letra, pero tan
pronto como notamos la mejora producida por el cambio de
conducta, abandonamos el compromiso y volvemos a las andadas
creyendo que ahora no pasar lo mismo que antes.
Reconocer las culpas, pedir perdn, reparar las ofensas,
prometer corregirnos y asumir la responsabilidad de persistir en
las buenas prcticas no son imperativos morales frecuentes entre
nosotros. Entonces la misma historia de claudicaciones vuelve a
repetirse montonamente, mil y una veces.

9. Las disposiciones de esta enmienda slo podrn


suspenderse en tiempos de emergencia nacional, que deber ser
declarada por dos tercios del total de ambas cmaras del
Congreso y aprobadas por el presidente de la Repblica. La
declaracin de emergencia nacional expirar automticamente al
transcurrirse un ao y slo podr fundamentarse en guerra, grave
conmocin econmica interna, cataclismos o catstrofes naturales
de gran magnitud.

Una de las picardas tradicionales de nuestra vida pblica


se encuentra en la facilidad asombrosa con que interpretamos
cualquier adversidad como una seal divina para sustraernos al
cumplimiento del deber. De inmediato declaramos la emergencia
econmica y obtenemos la convalidacin de la Corte Suprema.
A la inversa de los boy scout que estn siempre listos
para servir, nosotros estamos siempre listos para violar la ley
y exceptuarnos de su cumplimiento. En lugar de afrontar y vencer

8. Cualquier desvo de esta regla del 25 % de reduccin


del dficit anual, tendr el mismo tratamiento legal que una
desviacin
respecto del equilibrio presupuestario producida en la plena
vigencia de esta enmienda.

El dficit acumulado al principio de este proceso de


cambio, debe ser tratado de manera idntica a los desvos de
145

al infortunio, justificamos nuestra inconstancia y dejamos de


hacer lo que debiramos hacer.
Esta es la razn por la cual debemos limitar al mximo los
casos de emergencia y la duracin de la misma, requiriendo un
voto casi unnime para declararla.
(1) Luigi Einaudi: Florilegio del buen gobierno, ed. Techint,

Buenos Aires, 1970


(1) Luigi Einaudi: Mitos y Paradojas de la justicia tributaria,
Edic. Airel, Barcelona 1964
(2) Alfred Marshall: Principios de economa. Ed. Aguilar,
Madrid 1954

146

Hace tiempo, se crea que el dinero era un agente pasivo,


incapaz de ejercer por s mismo, alguna influencia significativa
sobre el curso de la economa.
Sin embargo en el siglo XVI, la escuela de Salamanca que haba descubierto muchas e
importantes leyes de la
economa- comprob que en materia monetaria las cosas no eran
de este modo. Sus integrantes describieron perfectamente el
efecto del aumento de dinero sobre los precios cuando
ingresaban en Espaa las barras de oro y plata remitidas desde
Amrica.
Esas enseanzas quedaron relegadas en el olvido. Tres
siglos despus, Adam Smith ocup sigilosamente su lugar como
pionero de la ciencia econmica.
A partir del anlisis estadstico matemtico de la crisis del
29 el enfoque de la escuela de Salamanca fue plenamente
confirmado y la falsa creencia de la neutralidad del dinero qued
desterrada en el mundo cientfico. Hoy est ampliamente
reconocido que la emisin de dinero tiene importancia decisiva en
la conformacin o prdida del bienestar econmico de los pases
por la inflacin.
La teora general trata sintticamente de tres clases de
inflaciones: a) inflacin de demanda (demand pull inflation), b)
inflacin de costos (cost push inflation) y c) inflacin de
expectativas (buildin inflation). Los autores latinoamericanos han
aadido una cuarta clase d): la inflacin estructural.
Se dice que hay inflacin de demanda cuando el consumo
general de bienes se incrementa sin que el sector productivo haya
puesto en marcha nuevas inversiones para adaptar la cantidad
de bienes a la demanda incrementada.

CAPITULO 21

MONEDA SANA O INFLACIN


INCONTROLABLE: OPCIN DEL BANCO
CENTRAL.
Jacques Rueff, prestigioso economista francs, autor de
imprescindibles libros como El Pecado monetario de occidente
o La era de la inflacin, artfice del resurgimiento de Francia
destruida por la inflacin y desmoralizada por el estancamiento,
sola repetir a todo el mundo: cuanto ms conozco a los

presidentes de Bancos Centrales, tanto ms confo en el oro.


Porque utilizan las facultades de monopolio de emisin y cepo
cambiario que le otorgan las leyes, para encubrir la
irresponsabilidad financiera de un Estado que despilfarra el
dinero del pueblo.

1. Emisin. Para no generar inflacin, el programa


monetario del Banco Central no debiera incrementar la base
monetaria a una tasa mayor que el ritmo de crecimiento del PIB.
El Banco Central tendra que usar de sus facultades de mercado
abierto para producir un aumento anual del 4 % en el volumen
total de los medios de pagos (consistente en la moneda en manos
del pblico y depsitos totales en bancos comerciales) Esa tasa
de crecimiento debiera ser lo ms regular posible, semana a
semana, quincena a quincena y mes a mes, sin introducir
movimientos estacionales en el volumen de los medios de pago.
147

Otros autores sostienen que la inflacin surge cuando el


costo de la mano de obra, la energa y las materias primas se
encarecen y los productores intentan mantener la tasa de
beneficio incrementando los precios.
Un tercer grupo, vincula el fenmeno de la inflacin con
las expectativas de futuros aumentos de precios, sealando
que en consecuencia tanto los compradores como los oferentes
ajustan su conducta a esa previsin futura.
Finalmente, la Escuela austraca de economa sostiene que
la inflacin no es otra cosa ms que el incremento de oferta
monetaria por encima de la demanda de la gente. Cuando la
emisin monetaria es mayor que la generacin real de nueva
riqueza, los productores de bienes y servicios perciben que hay
ms dinero en circulacin y en consecuencia reclaman precios
ms altos por sus productos y as aparece la inflacin.
En todos los casos, las investigaciones estadsticas serias
de los ltimos 40 aos han demostrado contundentemente que
el volumen de medios de pago tiene una influencia decisiva sobre
el nivel de precios.
En perodos relativamente cortos, ningn movimiento
importante en el nivel general de precios tiene lugar sin
movimientos en la misma direccin de la cantidad de dinero. Y
viceversa, nunca pudo hallarse caso histrico alguno que
demostrase que el aumento sostenido de los medios de pago no
haya provocado un incremento general de precios en el corto
plazo.
En perodos ms largos, los cambios en el volumen del
dinero pueden compensarse o reforzarse con otros factores
para dominar parte de las tendencias en el nivel de precios.

Por esas investigaciones hoy se sabe universalmente, que


la inflacin es un fenmeno monetario ocasionado por varias
causas formales, por una causa material y otra nica causa
eficiente.
Pueden ser causas formales: los aumentos salariales sin
vinculacin con la
productividad, los mayores costos de
produccin, el estmulo del consumo por el gasto pblico
desmesurado, el alza de precios de insumos importados, la
devaluacin monetaria, las expectativas alcistas, la rigidez de
estructuras legales en sueldos y salarios, los mayores impuestos
y cargas sociales, la resistencia social a bajar los precios, los
acuerdos cartelizados de precios, los crditos blandos, las
prdidas de cosechas, los regmenes de precios mximos, las
leyes de precios mnimos o precios sostn, etc.
Ninguna de estas causas formales es suficiente para
producir per se, un aumento generalizado y sostenido de precios
si, al mismo tiempo, no es convalidada por una causa material,
esto es el incremento de la cantidad de dinero de alto impacto,
formado por moneda en manos del pblico + depsitos a la vista
en bancos + depsitos a plazo fijo excluyendo fondos aplicados a
operaciones de ahorros y prstamos.
Esa causa material slo se pone en acto cuando aparece una
causa eficiente manifestada expresamente por un Banco Central
permisivo mediante la poltica monetaria expansiva.
Por todo eso, una de las polticas anti-inflacionaria ms
contundente, que ha permitido erradicar el fenmeno de la
inflacin en todos los pases del mundo consiste en adoptar una
tasa fija de aumento en la cantidad de dinero de alto impacto.
El incremento debe suministrarse en forma suave y
constante para eliminar las fluctuaciones cclicas o inesperadas
148

que perturban las previsiones y la planificacin a largo plazo de


los operadores econmicos.
Universalmente se considera que esa tasa de incremento
debiera fijarse de manera que haya una correspondencia con un
nivel estable a largo plazo en los precios de productos finales.
La tasa de aumento recomendada es ligeramente superior al 4%
anual, tal como ha sido hallada en investigaciones estadsticas de
los ltimos cien aos, en mltiples pases y con sistemas
econmicos distintos: capitalistas, socialistas o dirigistas. De
ese porcentaje, un 3 % se destina al crecimiento medio de la
produccin nacional y 1% se aplica al descenso secular de la
velocidad del dinero, debido a que la gente desea mantener
efectivo en sus billeteras a medida que aumentan sus ingresos
y adoptan la costumbre de usar el dinero plstico de las
tarjetas de crdito y dbito.
La medida de aumentar el volumen del dinero a una tasa
fija mensual parece tan simple que muchos piensan que es
infantil y podra ser mejorada.
Sin embargo, la experiencia histrica no nos pudo
proporcionar ningn ejemplo para suponer que esta regla pueda
superarse. Desde 1929 hasta la crisis mundial del 2008, las
autoridades monetarias idneas, intentaron utilizar otros
criterios para estabilizar los precios, auxiliados por un
patritico espritu de servicio y calificadas investigaciones de
expertos monetarios. Sin embargo, todas las frmulas
propuestas y ensayadas hasta el da de hoy, tuvieron un
comportamiento peor que si hubiesen aplicado la sencilla regla
mencionada.
La razn parece estar en que las frmulas tales como
obrar contra viento y marea, aplicar una poltica anticclica,

sostener el enfoque de metas monetarias, programar el


inflation-target y otras frmulas por el estilo carecen de
claridad, no tienen un contenido especfico y quedan sujetas a
frases tan vagas que cada uno puede darles el sentido que ms le
convenga. Por lo tanto, no son polticas alternativas sino
pretextos para ensayar nuevas improvisaciones.

2. Matriz monetaria. El Banco Central deber tener


reservas en oro y divisas igual al 100 % de la base monetaria en
sentido amplio (esto es la suma de efectivo en manos del pblico +
efectivo en Bancos + depsitos en cuenta corriente de Bancos en
el Banco Central). Esa reserva tendr como nico y excluyente
destino respaldar el valor de la moneda y asegurar la libre
convertibilidad del circulante.

En la historia argentina abundan ad-nauseam los fraudes


econmicos hechos en perjuicio de sus propios habitantes. Sin
excepcin, todos ellos tienen su origen en la degradacin del
valor del dinero. La sola mencin de los cambios de moneda
sucedidos en los ltimos aos es un dato alucinante que pocos
pases en el mundo han soportado.
Ni siquiera la hiperinflacin alemana de 1923 alcanz la
dimensin con que nosotros dinamitamos nuestra moneda. En dos
aos (1922-1924) los alemanes terminaron aadiendo 9 ceros al
marco en la repblica de Weimar y su dinero dej de existir,
pero la hiperinflacin con su secuela de desocupacin y caos social
cre las condiciones para el surgimiento de una feroz dictadura
que provoc el cataclismo de la segunda guerra mundial (19391945) causando decenas de millones de vctimas inocentes.
Nosotros fuimos ms vivos que los alemanes, porque
quitamos 13 ceros en lugar de aadir 9 ceros, pero no lo hicimos
de golpe sino en veintids aos (1970-1992). Para que la gente no
149

se diera cuenta fuimos destruyendo y reemplazando siete


monedas sucesivas. Esa es la diferencia entre la rigidez
germana y nuestra picarda criolla. Por eso, los alemanes siguen
recordando hasta el da de hoy las consecuencias nefastas de la
emisin monetaria para financiar el gasto del Estado y nosotros
persistimos siempre en el mismo error.

La matriz de las
reformas monetarias argentinas
demuestra que el venerable peso moneda nacional (m$n) haba
durado 71 aos, desde el 4 noviembre de 1899 a principios de
1970. Luego eliminamos 2 dgitos y pasamos al peso ley 18.188
($ley).
La debacle no par all. El 1 de junio de 1983 volvimos a
borrar 4 dgitos, enterramos el peso ley ($ley) y alumbramos el
peso argentino ($a).
El 15 de junio de 1985 nuevamente destruimos el peso
argentino ($a) e inventamos el austral (A) borrando 3 dgitos.
Pero el 1 de abril de 1991 liquidamos tambin el austral (A) y
dimos vida al austral convertible (A conv.) que no alcanz a vivir
un ao, estableciendo la paridad fija de 10.000 australes = 1
dlar, siendo ste el verdadero valor de la convertibilidad fija y
no el publicitado 1 a 1.
El 1 de enero de 1992 extirpamos el (A conv.) austral
convertible para dar paso al peso ($) suprimiendo 4 dgitos..
Diez aos despus, el 6 de enero de 2002 dispusimos otra
devaluacin serial, declaramos la insolvencia del Estado y
borramos la clusula de convertibilidad en todos los billetes, con
lo cual el peso ($) dej de ser convertible y se convirti en
inconvertible. A fines del 2011 impusimos la pesificacin forzosa
y el cepo cambiario. No sabemos cunto va a durar esta nueva
improvisacin, pero la contumacia en reiterar viejos errores, nos
advierte que probablemente no tenga larga vida.
En 30 aos nuestros gobernantes - con la complicidad del
Banco Centralnos sustrajeron 13 dgitos en una dantesca
demostracin de nihilismo monetario. Algo indito en el mundo.
Piense que 13 dgitos son 10 billones = 10 millones de millones..

MATRIZ DE MONEDAS ARGENTINAS


NORMA
LEGAL

VIGENCIA

Ley 3.871

4/11/1899
31/12/1969

Peso Ley 18.188 ($ley) =


quita 2 ceros al $ Moneda Nacional

Ley 18.188

01/01/1970
31/05/1983

12

Peso Argentino ($a) =


quita 4 ceros al Peso Ley 18.188

Ley 22.707

01/06/1983
14/06/1985

Dec.1096/
1985

15/06/1985
31/03/991

Austral convertible (AC.) =


no quita ningn cero
10.000 A = 1 u$s

Ley 23.928

1/04/1991
31/12/1991

Peso Convertible ($) =


quita 4 ceros al Austral convertible
1 $ = 1 u$s

Dec.2128/
1991

1/01/1992
06/01/2002

10

Peso Inconvertible ($) =


forzoso,sin respaldo, no-convertible

2012-06-

07/01/2002
31/12/2012

SIGNOS MONETARIOS
Peso Moneda Nacional (m$n) =
creado por Carlos Pellegrini

Austral y Austral resellado (A) =


quita 3 ceros al Peso Argentino

AOS
71

10

150

Quizs la gente y los polticos no tengan verdadera


conciencia de la magnitud de esta colosal estafa. Pero una sola
comparacin nos va a dar una idea de este asombroso fenmeno,
que todava no est registrado en nuestra memoria.
Vamos a meternos en el tnel del tiempo, sin correr
riesgos y con la idea de evitar cualquier susto cardaco. Veamos
qu es lo que han hecho de nosotros, ciudadanos honestos y
contribuyentes cumplidores.

4.689 mil millones, que hoy seran equivalentes a $ 0,47 porque


hay que correr 13 dgitos hacia la izquierda (1).

De manera que en la actualidad, con una moneda de $ 0,50


podramos haber financiado en 1970, todo el presupuesto nacional
+ el gasto anual en jubilaciones y pensiones + la cancelacin de la
deuda pblica + la devolucin de la totalidad del dinero en bancos.
Todava nos quedara un vuelto de $ 0,03. Tal es la magnitud del
brutal desfalco cometido por nuestros gobiernos al politizar la
moneda. Hoy, pareciera que estamos volviendo a las andadas, sin
que ningn referente levante la voz para denunciar tan colosal
estafa.
La necesidad de imponer orden y disciplina monetaria al
Banco Central no necesita de otra demostracin.

En 1970 el gasto total de la administracin pblica


nacional alcanzaba a m$n 1,32 billones, incluyendo gastos
corrientes, gastos de capital, transferencias, sueldos e
intereses de la deuda. Estos billones son millones de millones,
no billones anglosajones. y representaban el 12,08 % del PIB
versus el 47,3 % actual. (1)

3 Depsitos.
Derogar toda prohibicin de pagar
intereses sobre depsitos a la vista as como cualquier limitacin
sobre los tipos de inters que puedan pagarse en depsitos a
plazo. Considerar a los depsitos en bancos, a la vista o a plazo,
como propiedad privada de sus titulares, es decir con prohibicin
de formular dbitos sin su autorizacin.

En el mismo ao 1970, las erogaciones del sistema


jubilatorio llegaban a m$n 39,4 mil millones. Las deudas pblica
interna y externa consolidadas eran de u$s 3.797,2 millones,
que reexpresados en pesos daban m$n 1,47 billones, un poco
ms que el presupuesto anual. (1)
Tambin para 1970 los depsitos bancarios a la vista y a
plazos, sumaban m$n 1,86 billones. (1)

La limitacin de los tipos de inters es un caso claro de


fijacin de precios por el gobierno. Por eso la prctica de prohibir
el pago de intereses sobre depsitos a la vista ha sido siempre
ineficaz. Esta prohibicin ha estimulado a los bancos a
aprovecharse indebidamente de sus clientes, debitando
exagerados gastos y comisiones por servicios bancarios, reales o
inexistentes.
Tanto el gobierno nacional con el impuesto al cheque como
muchos gobiernos de provincia quisieron explotar el filn, sacando
provecho de este procedimiento. Se abalanzaron fiscalmente

Sumando ao 1970
Gasto pblico +Sistema previsional +Deuda pblica +Depsitos en bancos
(en miles de millones de m$n)

= 1.320 + 39,4 + 1.470 + 1.860 = 4.689,4


4,689.400.000.000

151

liquidez en tiempos de crisis o para satisfacer inesperadas


demandas de moneda.
Sin embargo, la funcin de asegurar los depsitos no
debiera estar a cargo del Banco Central porque esa facultad le
hace perder totalmente su capacidad de estabilizar el valor de la
moneda, expandiendo las emisiones. Tal garanta tendra que
estar a cargo, como en la realidad sucede, de una entidad
distinta. Actualmente, hay una sociedad denominada SEDESA que
administra un cuantioso fondo de garanta de depsitos bancarios
para atender las crisis de liquidez. Ese fondo multimillonario se
constituye con el aporte de un porcentaje por todos los bancos,
sobre el promedio de los saldos diarios de depsitos en pesos y en
moneda extranjera, exceptuando los depsitos oficiales en el
Banco Nacin.
Existiendo dicha entidad aseguradora, no se ve cul es la
razn de privilegiar a ciertos bancos con el redescuento o con
prstamos directos. En todo caso podra incrementarse el
importe mximo de la garanta.
La facultad de otorgar
redescuentos o prstamos directos a bancos, personas,
sociedades privadas y entidades oficiales en situacin crtica, es
un peligroso mecanismo para generar privilegios y salvatajes
precisamente a quienes menos lo merecen.
La crisis financiera mundial nos ha enseado que se deben
garantizar los fondos de ahorristas y depositantes, no a los
bancos ni a los banqueros. Si ellos pierden la confianza del
pblico, la mejor solucin no es subsidiar sus desmanejos o
avalar sus imprudencias. Hay que declararlos en estado de
quiebra, e impulsar su reorganizacin ofreciendo la posibilidad de
fusionarse con otros bancos mejores y transfiriendo su cartera
de depsitos y prstamos.

sobre las cuentas bancarias y sin ninguna autorizacin arrebatan


fondos a sus titulares mediante dbitos automticos por los
conceptos ms exticos.
En Argentina, las cuentas a la vista en bancos han pasado
a constituirse en bienes mostrencos, es decir de propiedad
pblica. Se les debita cualquier cosa y se embargan por nada.
De all que sea de sentido comn, esperar que las
personas huyan de los bancos y tiendan a utilizar al mnimo
posible las cuentas a la vista porque constituyen un colador por
donde pierden su dinero.
Si se desea consolidar la confianza en los bancos, es
absolutamente necesario garantizar un orden jurdico que
respete los derechos individuales, especialmente la propiedad
privada. Se hace necesario reafirmar el concepto de que las
cuentas bancarias -a la vista o a plazo- constituyen una
propiedad privada inviolable, exactamente igual a la vivienda
comprada legtimamente o al automvil adquirido con dinero de
buena entrega.
Al mismo tiempo, la autorizacin a los bancos para que
paguen intereses por los depsitos a la vista, crear una sana
competencia entre ellos para ofrecer mejor atencin a los
clientes. Y entonces, la bancarizacin se producir de manera
natural y espontnea, sin ser forzada por leyes autoritarias.
4 Redescuentos. Prohibir al Banco Central el
otorgamiento de prstamos a los bancos, redescontarles
documentos o hacer prstamos directos a personas, sociedades
privadas y entidades oficiales.

Existe una creencia muy difundida que el Banco Central


debiera ser prestamista de ltima instancia proveyendo

152

soberanos y se encuentran en situacin de insolvencia, como


hemos visto en el caso de Grecia, Irlanda, Blgica, Portugal e
incluso Espaa e Italia.
Adems hemos visto la volatilizacin de enormes fortunas
confiadas a las administradoras de hedge funds, la declaracin
de default por algunos pases entre ellos el nuestro, y el sbito
derrumbe de cuentas de ahorros laboriosamente acumuladas. Son
muchas las lecciones de este tipo que han sucedido desde la
crisis del holding Lehman Brothers, Fannie Mae y Freddie Mac y
deben hacernos pensar.
Parece imprescindible proceder a un cambio de enfoque y
actitudes de vida, recuperando los criterios de prudencia en
lugar de temeridad y de sobriedad en lugar de avaricia. En
materia financiera, la codicia por el dinero ha resultado ser la
peor de las opciones.
Para prevenir estas consecuencias y no volver a incurrir en
los mismos errores que las provocaron, es necesario realizar
auditoras de crisis, para ver si cada entidad tiene recursos
suficientes para afrontar prdidas frente a un problemtico
escenario de crisis. El resultado de ese test debiera ser
publicado para distinguir los bancos bien gestionados de los que
no lo son, separando la cizaa del grano de trigo.

5 Auditora de solvencia. Obligar a los bancos oficiales


y privados a que paralelamente con la auditora normal de sus
balances, realicen peridicamente auditoras de estrs bancario
a cargo de auditores distintos e independientes de aquellos. Los
resultados del test de estrs bancario sern publicados como
ndice de la solvencia de cada entidad. Para la determinacin de
estos datos se aplicarn criterios de valuacin de activos por
riesgos y podran imponerse multas a los bancos cuando haya
discrepancias entre las reservas obligatorias y las reales.

La reciente crisis financiera mundial,


que todava
persiste, ha sido provocada por estas razones: a) el exceso de
bonus y opciones para gratificar a los ejecutivos de bancos,
sin relacin con la responsabilidad de su gestin ni los resultados
de la misma; b) el abusivo empleo del apalancamiento
financiero carente de respaldo; c) la permisividad de gerenciar
hedge-funds de alto riesgo ofrecidos a fondos de pensiones o
inversores particulares; d) el desvo y mezcla de fondos
provenientes de la banca comercial con
operaciones
especulativas de la banca de inversin; e) la autorizacin legal
para ejecutar peligrosas maniobras financieras consistentes en
securitizar activos, fraccionarlos, paquetizarlos, envolverlos
en atractivas titularizaciones y vender las cuotas partes
prometiendo rendimientos insensatos; f) la emisin de ttulos
subprime o certificados virtuales, sin contenido real, que no
representan
bienes
ni valores tangibles, que no estn
registrados en ninguna parte y que son inejecutables en caso de
falencia.
Estas maniobras han conducido a una situacin pocas
veces vista. Los ttulos pblicos ya no son confiables, porque
muchos Estados no pueden pagar los cupones de sus bonos

6 Intereses. Establecer intereses por los depsitos que


los bancos hagan en el Banco Central, a un tipo igual a la
rentabilidad de mercado de la deuda pblica de corto plazo.
Cobrar el costo de los servicios de clearing bancario y todos los
dems servicios prestados a los bancos

Cuando los Bancos se vean obligados a depositar dinero de


sus clientes en el Banco Central como reserva de liquidez o por
cualquier otro motivo, la entidad oficial tendra que pagarles
153

Pero ambos mecanismos son muy imperfectos, tal como son


analizados en cualquier tratado de poltica monetaria de la banca
central.
A falta de ellos, surge otro instrumento realmente eficaz
y sin ninguno de sus defectos. Se trata de las operaciones de
mercado abierto que el Banco Central realiza al emitir sus propias
obligaciones, distintas de las emitidas por la Tesorera.
Estas emisiones no requieren de anuncios pblicos y por lo
tanto evitan los efectos que provocan las expectativas de tales
anuncios. Adems, permiten ajustar y cambiar la poltica
monetaria en poco tiempo sin graves conmociones, no requieren
fijar la rentabilidad de las obligaciones y tampoco afectan los
resultados del negocio bancario.
El volumen de compras y ventas puede ser decidido por el
mismo Banco Central y por tanto determinar con precisin cunto
es el volumen de medios de pago que se crea o se absorbe en
momentos muy precisos.
Al descartarse por arbitrarios los redescuentos de
cartera y la modificacin discrecional en los encajes bancarios,
las operaciones de mercado abierto suministraran una relacin
directa y previsible para todo el sistema financiero acerca de
cul es la poltica monetaria oficial, eliminndose cualquier
influencia poltica perturbadora.
La crtica ms dura contra esta propuesta se basa en que
implica reducir facultades legales al Banco Central.
Pero no parece ser algo racional entregarle al Banco
Central la funcin de contar con instrumentos defectuosos, ni
proporcionarle
mecanismos que pudieran
dar lugar a
tratamientos discriminatorios entre bancos, y menos otorgarle

intereses iguales a los rendimientos que el Estado paga por sus


letras de tesorera a corto plazo.
As los bancos podran trasladar esa ganancia financiera a
sus clientes, descontando los costos de la intermediacin
bancaria..

7
Encajes. Derogar el poder del Banco Central de
modificar los porcentajes obligatorios de encajes de los bancos
o establecer excepciones entre bancos pblicos y privados.

Para tener solvencia tcnica y autoridad moral, no hay


duda alguna que el Banco Central debe ser compelido a
proceder siempre con rectitud e imparcialidad, porque es la
nica manera de obrar con justicia.
Sin rectitud ni imparcialidad el comportamiento del Banco
Central pronto sera dominado por la corrupcin y el amiguismo,
porque contara con la facultad de disponer y actuar de manera
arbitraria segn se trate de bancos amigos o enemigos,
estatales o privados, nacionales o extranjeros.
Por
tanto y para no arrojar sospechas de
comportamientos abusivos y caprichosos, hay que prohibir que
el Banco Central pueda establecer normas tcnicas distintas
que favorezcan o perjudiquen a un tipo de bancos respecto de
otros. Las reglas justas son iguales para todos.
8 Open market. Permitir que el Banco Central pueda
emitir sus propias obligaciones para realizar operaciones de
mercado abierto.

Dentro de los instrumentos para el manejo de la poltica


monetaria se encuentran, entre otros, el redescuento de las
carteras de prstamos
y la variacin de
porcentajes
obligatorios en las reservas de liquidez.

154

el poder de perturbar la coyuntura econmica sin conseguir


resultados prcticos.
Mantener el poder del Banco Central debiera significar
una sola cosa: brindarle los instrumentos adecuados para que
pueda cumplir eficientemente con sus objetivos irrenunciables
que son moneda sana o inflacin incontenible

9 Liquidez. Obligar a los bancos oficiales y privados, a


que mantengan una reserva de liquidez igual para todos y
uniforme para los depsitos a la vista, en la misma moneda en
que stos se encuentren nominados. Podr consistir en dinero
efectivo o depsitos en el Banco Central que devenguen inters.

Una de las posiciones ms rgidas para hacer frente a las


corridas bancarias e impedir la insolvencia de los bancos
consiste en obligarles a mantener reservas iguales al 100% de
sus depsitos. De esta manera no tendran inconvenientes para
hacer frente a reclamos intempestivos de liquidez. Esta
exigencia podra suavizarse mediante la constitucin de un fondo
de garanta de depsitos bancarios tal como actualmente se
practica en SEDESA o a travs de depsitos que devenguen
inters en el propio Banco Central.
Dos siglos de economa
argentina,historia argentina en cifras 1810-2010 editorial El
Ateneo, Buenos Aires 2011.
(1)

ORLANDO

J.

FERRERES,

155

El tema de la deuda pblica no es inocuo sino altamente


txico. Presenta una larga serie de cuestiones llenas de
dudas y sospechas, algunas ponzoosas. Sin ir ms lejos,
est la insensatez que significa endeudarse a largo plazo
para atender
gastos de corto plazo, generalmente
deplorables.
Pareciera razonable contraer deudas siempre que se
destinen a
financiar
inversiones en bienes de capital
respetando estas condiciones:
a) que el costo del proyecto sea razonable y no
presente sobreprecios ni clusulas que permitan adicionar
mayores costos.
b) que la rentabilidad real del proyecto sea mayor que
los costos financieros de la deuda,
c) que la vida til supere el plazo de amortizacin de las
obligaciones, no sea cosa que se siga pagando algo que ya no
funciona.
d) que el proyecto responda a necesidades sociales
segn escala de prioridades bien analizadas y consentidas.
Por otro lado, est la candente cuestin de que en toda
colocacin de bonos de la deuda, como su renegociacin, los
procesos de canje y
reestructuracin o la
cancelacin,
siempre existen devengamientos de jugosas comisiones que
son religiosamente pagadas por los bancos intermediarios a
misteriosos negociadores que nunca se conocen.
Finalmente tenemos los efectos fiscales y financieros
de la deuda pblica que trasladan el costo de un despilfarro
actual a las futuras generaciones. Siempre la colocacin de
bonos del Estado significa apropiarse de ahorros disponibles
en el mercado, restndolos a la actividad privada y eso

CAPITULO 22

LA TESORERA DE LA NACIN
ENTRE LA VERDAD Y EL ENGAO.
La Tesorera General de la Nacin es un organismo que
funciona bajo dependencia de la Presidencia de la Nacin y en
forma delegada a cargo del Jefe de Gabinete. Pero est sujeta
al cumplimiento de las pautas del Presupuesto aprobado por el
Congreso Nacional. Sin embargo, cuando los diputados y
senadores se despojan de su propia dignidad y extravan el
rumbo de sus atribuciones, suelen entregar plenos poderes al
Poder Ejecutivo. All se abre la Caja de Pandora y es posible que
puedan cometerse tropelas y desaguisados con el Presupuesto y
la Tesorera.
Para impedirlo y evitar que una nacin organizada se
convierta en una toldera de indios -sin ley ni orden- es
necesario adoptar una serie de medidas. Las siguientes son las
propuestas tcnicas y de sentido comn que podran asegurar la
transparencia y el control de la Tesorera.
1. Deuda pblica. Desafectar la gestin y registro de la
deuda pblica de manos de la Tesorera, obligando al Poder
Ejecutivo a obtener y disponer de fondos provenientes del
endeudamiento a travs de cuentas de depsitos especiales
llevadas por el Banco Central de la R.A. El Tesoro tendra a su
cargo slo la administracin de los recursos provenientes de
impuestos, venta o locacin de bienes pblicos y las
transferencias del Banco Central.
156

tiene contundentes efectos fiscales, porque


limita el
mercado de capitales al sector pblico, eleva el riesgo pas y
aumenta la tasa natural de inters que deben pagar las
empresas.
La deuda externa argentina ha sido objeto de
investigaciones que duraron 1 8 aos y concluyeron en el
ao 2000 con una sentencia judicial que declar su ilegalidad
y fraude. El Juez Federal Jorge Ballestero, en la Causa
Olmos, dict un fallo sumamente grave donde afirma que
la deuda externa de la Nacin [. . . ] ha resultado
groseramente incrementada [] mediante la instrumentacin
de una poltica econmica vulgar y agraviante que puso de
rodillas el pas a travs de los diversos mtodos utilizados.
Nadie, en ninguna instancia del poder pblico, pareciera
haber tomado nota de esta sentencia, ni intentado siquiera
desentraar sus implicancias.
Estas son las razones que aconsejan desafectar la
gestin de la deuda pblica de manos de la Tesorera General
de la Nacin. Se trata aplicar una elemental
tcnica de
control administrativo denominada oposicin de intereses
por la cual no puede ser el mismo organismo quien emita los
bonos, recaude el dinero, lo utilice para gastos y registre
contablemente su destino.
Actualmente la Tesorera hace todo esto en forma
secreta, sin informar ni saber quin lo dispone. Entonces
nadie es responsable y las culpas se diluyen.
Desde hace aos su desempeo no ha brindado
resultados favorables y est agravado por la costumbre
legislativa de otorgar super poderes al Jefe de Gabinete

para modificar partidas y cambiar el destino de lo gastos


presupuestados.
En nuestro pas, el manejo de la caja del Estado est
plagado de sospechas. Su gestin no ha sido transparente ni
neutral y muchas veces deshonesta, porque est infectada
y presionada por urgencias polticas.
Parece aconsejable transferir esta responsabilidad a un
organismo como el Banco Central que todava mantiene cierta
tradicin de orden, decide con
criterios tcnicos,
lleva
registros confiables y dispone de funcionarios con alto grado de
profesionalidad.
El motivo de esta medida consiste en separar
la
disposicin de fondos del endeudamiento de la gestin monetaria
de la deuda y su control, impidiendo que se concentren en un
solo organismo. El Banco Central debiera encargarse de esas
tareas que hoy realiza la Tesorera para asegurar mayor
transparencia
y facilitar la administracin del programa
monetario.

2 Cuentas separadas. Para las transacciones de la Deuda


Pblica, sera necesario utilizar siempre una cuenta de depsito
especfico en el Banco Central, pudiendo luego transferirse
partidas parciales a otras cuentas de la Tesorera ya sea en
bancos pblicos o privados. Debiera prohibirse que haya cualquier
otro movimiento entre las cuentas de ambas organismos.

Las proclamas de autonoma del Banco Central tienden a


ocultar un hecho esencial. Tanto las operaciones de mercado
abierto -realizadas con Lebac y Nobac emitidas por el Banco
Central- como la colocacin y rescate de los bonos de la deuda
pblica -ejecutados con Letes por la Tesorera- tienen un gran
157

efecto en la poltica monetaria porque alteran el volumen del


dinero circulante.
Por lo tanto, an manteniendo la autonoma o
independencia funcional del Banco emisor, resulta necesario y
conveniente consolidar las cuentas de la Tesorera con las del
Banco Central, para determinar cul es la accin monetaria que
el Gobierno est provocando y evaluar cules sern los efectos
de esa gestin.
La venta o compra de letras del Banco Central hace que se
produzcan variaciones en la cantidad de dinero de alto impacto y
por tanto tienden a hacer que el volumen de medios de pago sea
menor (en caso de venta) o mayor (en caso de compra) que si
las colocaciones no se hubiesen realizado.
Exactamente lo mismo y con idnticos efectos, pasa con
las Letes, ttulos y bonos de la Tesorera General de la Nacin,
sobre todo si se aaden otras cuestiones vinculadas con
cambios en los plazos de amortizacin de la deuda, las clusulas
de ajuste, el tipo de inters nominal, la jurisdiccin para litigar
y el rendimiento real segn precios de mercado.
De manera que la consolidacin de cuentas entre Banco
Central y Tesorera es ms importante y eficaz para saber qu
est ocurriendo, que la integracin de datos financieros entre el
Banco Central y el conjunto de bancos comerciales.
Estas cuestiones nos enfrentan con dos problemas que
han causado grave dao a nuestro pas. Se trata de formular
una sana poltica de coordinacin entre la administracin de la
deuda pblica con las operaciones de poltica monetaria del
Banco Central. Las dos operaciones, hacen confluir sus efectos
sobre la estructura y el ritmo de la economa. Si no se

coordinan correctamente, la sociedad deber soportar inflacin,


recesin y paro.
Hemos comprobado hasta el hartazgo que la estabilidad en
el valor de la moneda es incompatible con un descontrolado
programa de endeudamiento para gastos pblicos. Durante el
rgimen de la convertibilidad experimentamos esa incoherencia y
por eso, el divorcio en el tratamiento de ambas cuestiones
ocasion su implosin en el 2001. La convertibilidad con tipo de
cambio fijo no pudo soportar un endeudamiento creciente y sin
medida.
El sistema ms eficaz para coordinar la gestin de la
deuda con las operaciones monetarias del Banco Central consiste
en transferir toda responsabilidad de gestin al Banco Central,
sacndola de la rbita de la Tesorera General de la Nacin.
Esta medida significa autorizar a la Tesorera a que
obtenga los fondos que necesite,
exclusivamente de tres
fuentes:
recaudacin de impuestos,
venta o locacin de bienes del Estado y
prstamos del Banco Central,
obligndola a utilizar el supervit fiscal para pagar las deudas
con la entidad emisora.
Debe aclararse que, en este caso, los prstamos del Banco
Central slo debieran proceder de la gestin de la deuda pblica,
nunca de apropiacin de reservas monetarias y mucho menos de
emisiones de dinero. Con tales medidas, carecera de efectos la
doctrina jurdica del alter ego esgrimida por el juez americano
Thomas Griesa para embargar fondos del Banco Central a favor
de inversores hold-outs.
158

La simplificacin de la poltica de gestin de la deuda


debiera ser simultnea con la simplificacin de los instrumentos
de regulacin monetaria del Banco Central.
No hay ninguna razn que impida emitir la deuda pblica en
dos formas standards, una a 90 das para atender necesidades
estacionales y otra a un largo plazo moderado de 8 aos (2
perodos presidenciales) para financiar obras de infraestructura
e inversiones de capital.
El perodo de amortizacin tiene enorme importancia
monetaria porque afecta la demanda de dinero. Segn sea el plazo
de amortizacin, variar la cantidad de dinero circulante para un
nivel dado de precios. De all que la limitacin de los tipos de
bonos sea mucho ms importante que decidir cules han de ser la
condiciones de emisin y la tasa a pagar.

Hay tres obligaciones que ataen tanto a los legisladores


oficialistas como de la oposicin: 1.- evitar que la gestin de la
deuda pblica sea fuente de inestabilidad monetaria, 2.facilitar las operaciones de coordinacin entre la Tesorera y el
Banco Central es decir entre las polticas presupuestaria y
monetaria, 3.- poner lmites a la accin de ambas entidades.
De ese modo, el Congreso recuperara las atribuciones
constitucionales que hoy ha declinado y que consisten en:
arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la nacin
(art.75 inc.7) y hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las
extranjeras (art. 75 inc.11).
3 Bonos. Reducir las emisiones de deuda pblica a slo
dos clases: una letra a corto plazo de 90 das y un bono a largo
plazo de 8 aos, abarcando dos perodos presidenciales
completos.

4 Colocacin. Emitir ambas clases de deuda pblica a


intervalos regulares y frecuentes, preferentemente de manera
semanal, quincenal o mensual.

La emisin de una gran variedad de ttulos de la deuda


pblica, tratando de adaptar sus plazos, condiciones de emisin y
tasas de inters a las preferencias y necesidades de mercado
no slo constituyen un grave error sino que causan las
sospechas de prcticas corruptas en el seno del gobierno.
En las crisis de la deuda soberana de varios pases, ha
quedado comprobado que la prctica de complicar las emisiones
conduce a resultados indeseables y es fuente de incertidumbre
legal, inestabilidad monetaria y corrupcin financiera.
En este campo, cualquier proceso de simplificacin tiene
el enorme valor de aclarar las cosas, evitar prdidas de tiempo,
impedir litigios por interpretaciones dismiles y poner un cerrojo
a la corrupcin.

La poltica de hacer grandes emisiones de bonos a


intervalos discontnuos como actualmente se estila, obliga al
Gobierno a especular sobre la evolucin de los tipos de inters del
mercado.
Hay que buscar un sistema que le permita al Gobierno
lograr la colocacin y el rescate automtico para promediar la
deuda y no ocasionar sobresaltos de magnitud en el mercado
monetario o financiero.
Para facilitar la gestin de la deuda pblica por el Banco
Central, algunos autores han aconsejado vender ambos tipos de
deuda (Banco Central y Tesorera) a intervalos frecuentes y
regulares, de ser posible semanalmente, quincenalmente o quizs
159

mensualmente, con el propsito de mantener la estabilidad de


la base monetaria.
Incluso en los ttulos o bonos de largo plazo habra que
intentar aproximarse a esta recomendacin para que las
operaciones de la deuda sean un factor monetario constante y
previsible.

7 Cambio. Permitir que el tipo de cambio de divisas sea


determinado en el mercado libre de cambios, sin intervencin del
Tesoro, pero con participacin amplia del Banco Central para
cumplir el programa monetario anual.

Todos los argentinos hemos sufrido en carne propia las


consecuencias de la manipulacin cambiaria por parte del
Estado, transitando por toda clase de trampas y peripecias. Nos
ha pasado de todo y hemos soportado de todo. Desde el
impuesto compensatorio por devaluacin aplicado a los
depsitos en dlares, hasta la advertencia de que quien
apuesta al dlar pierde, el anuncio mendaz de que un dlar
ser siempre igual a diez mil australes, pasando por la promesa
de el que puso dlares cobrar dlares y concluyendo con la
increble sentencia de la Corte sealando que los depositantes
de dlares en bancos no pueden vlidamente quedar al margen
de una situacin donde todos los sectores sociales deben
soportar los inevitables sacrificios que se requieren para
superar una crisis de emergencia en la magnitud y gravedad
como la que afect al pas. Ahora hemos llegado al cepo
cambiario y a la pesificacin autoritaria.
Para tener en cuenta el escarnio con que han sido tratados
aquellos que confiaron en la ley y en los contratos, conviene
recordar los fundamentos de la sentencia de la Corte Suprema
en la causa Bustos, 27/10/2004: a) que es injusto devolver la
integridad del depsito a los depositantes y en cambio es
equitativo proponer una fuerte quita a los tenedores de bonos
pblicos; b) que la moneda convertible era de curso legal pero no
forzoso y que la emergencia econmica la torn inconvertible,
siendo atribucin del Congreso fijar el valor de la moneda y
delegarlo en el poder ejecutivo; c) que el resultado de ajustar

5 Publicidad. Anunciar pblicamente la cantidad emitida


peridicamente con el mximo de anticipacin y variar dicha
cantidad slo de manera paulatina.

La cantidad a vender en cada semana, quincena o mes,


debiera anunciarse con anticipacin y no variar mucho en cada
emisin para no producir oscilaciones de gran amplitud en la
cantidad de dinero circulante y en el monto del dinero en bancos.
6 Licitaciones. Colocar las dos clases de deuda pblica
nicamente mediante licitaciones, usando un mtodo de subasta
bajo el cual todos los compradores paguen el mismo precio.

El sistema de subasta debiera proporcionar dos


condiciones. Por una parte,
que tanto el precio como el
rendimiento sean determinados segn las condiciones del
mercado y por otro lado, que no quede limitado a unos pocos
especuladores financieros restringiendo la posibilidad de que se
pongan de acuerdo para regular el precio de la oferta.
Para ello la oferta podra ser realizada en forma de un
precio mximo para lotes compuestos por
determinadas
cantidades de compra, permitiendo a un mismo interesado la
presentacin de mltiples ofertas. De este modo se evita que
varios compradores paguen un precio distinto, que algunas
ofertas sean rechazadas y se achica el riesgo de que se
pongan de acuerdo.
160

el peso por el CER preserva razonablemente el valor del


depsito original en dlares; d) que la ley de intangibilidad de
los depsitos bancarios que prometa mantener el valor de los
mismos fue un engao.
As funcionan las cosas en Argentina.
Slo en la medida que la moneda cumpla con cuatro
funciones esenciales, ser posible garantizar el orden social.
Pero si el Banco Central incumple con esas funciones, entonces
propicia el estallido hiperinflacionario.
Esas funciones de la moneda son:
1. medida del valor para facilitar el clculo econmico.
2. instrumento de cambio para evitar el trueque .
3. medio de pago para cancelar deudas.
4. conservacin del valor para ahorrar en previsin de
necesidades futuras.
La nica forma que la humanidad ha encontrado para que
la moneda pueda cumplir esas cuatro funciones esenciales sin
que los gobiernos se apropien de su valor consiste en
establecer estas condiciones bsicas: a) derogar el curso
forzoso permitiendo intercambios y contratos en monedas de
libre uso, b) contar con un respaldo real en oro y divisas no
manipulables polticamente y c) garantizar la convertibilidad
segn tipos de cambios libres.

por rdenes de una economa dirigida con criterios polticos o se


cambian por la improvisacin del da a da.
Las razones y ventajas que se persiguen con estas
propuestas, consisten en lograr tres efectos benficos: 1.- evitar
los desajustes econmicos producidos por el propio gobierno; 2.fomentar la estabilidad en las oscilaciones de corto plazo para
que las decisiones riesgosas se tomen con menos incertidumbre;
3.- fomentar el uso libre y eficiente de nuestros recursos para el
consumo presente y para aumentar el ritmo de crecimiento
futuro.

Estas propuestas, u otras que pudieran mejorarlas, buscan


reducir la incertidumbre e inestabilidad que suele rodear a la
poltica econmica del pas, caracterizada por bandazos que nos
hacen pasar de un extremo al otro. La economa se destroza
cuando los principios econmicos racionales son reemplazados

161

rene las mismas o semejantes condiciones de quien goza mejor


tratamiento.

CAPITULO 23

DERECHOS Y GARANTAS PARA LOS


CONTRIBUYENTES DE BUENA FE

2 Derecho a la cuarentena fiscal = sin sobresaltos.

Para que los contribuyentes de buena conducta fiscal


puedan planificar sus obligaciones tributarias y no se vean
sometidos a cambios extemporneos o perjudiciales, las normas
impositivas de cualquier tipo, naturaleza o jurisdiccin, tendran
que disponer inexcusablemente de un perodo de adecuacin no
inferior a 90 das durante el cual ninguna de sus disposiciones
tendr efecto fiscal alguno.

Para que exista una nueva Repblica, se requiere un nuevo


sistema impositivo, justo y adecuado a las posibilidades del
pas. El nuevo sistema debiera ser un contrato social entre la
Sociedad y el Estado y de ninguna manera un parche elaborado
para recaudar ms impuestos. Hasta es posible que se convierta
en prenda de reconciliacin redimiendo a una clase poltica
acusada de responder a intereses partidarios y menospreciar el
inters general.
As como las personas tienen derechos y garantas
polticas segn la Constitucin nacional, del mismo modo los
contribuyentes debieran tener un sistema de derechos y
garantas fiscales. Dado nuestro ordenamiento jurdico, el tema
requiere una Constitucin fiscal que contenga estos principios:

3 Irretroactividad fiscal = sin juego sucio

Ninguna reforma impositiva podr imponer aumentos de


impuestos por perodos vencidos. Las retroactividades de las
obligaciones impositivas debieran quedar borradas para siempre
de las leyes argentinas.
4 Relatividad de los procedimientos fiscales = sin trampas

A los efectos prcticos de simplificar la estril


complejidad de los procedimientos tributarios y su incesante
modificacin -que perturban el buen cumplimiento de las leyes e
impiden una adecuada administracin de justicia por parte de los
jueceslos procedimientos
dispuestos por ministerios,
secretaras y organismos de recaudacin fiscal debieran tener un
claro valor relativo.
Por lo tanto, todas las Resoluciones
Generales o Particulares
que dispongan procedimientos
administrativos serviran como guas de instruccin para los
funcionarios respectivos, pero no podran ser exigidas a los
contribuyentes para modificar, restringir, corregir ni condicionar

1 Clusula del ciudadano ms favorecido = sin privilegios.

Para que el principio de igualdad de las cargas pblicas


sea un derecho real y no una simulacin, los ciudadanos debieran
gozar de la clusula del ciudadano ms favorecido. Consiste en
otorgar a quien lo requiera, la extensin automtica de cualquier
ventaja, exencin o privilegio fiscal que se haya concedido o se
conceda a cualquier grupo social o contribuyente individual. El
interesado deber plantear ese derecho mediante un recurso
sumario (judicial o administrativo) demostrando tan slo que
162

el alcance de las leyes. Sin embargo stos podrn aplicarlas en


su beneficio frente a reclamos administrativos o judiciales.

7 Causas de fuerza mayor = sin indiferencia.

Cuando por razones de guerra, conmocin interior o


catstrofe natural surja la necesidad de aumentar el porcentaje
de impuestos sobre el PIB para atender los gastos del Estado, el
lmite de tributacin sobre personas fsicas y sociedades se
podr ampliar hasta esa participacin porcentual global, la que
habr de reducirse cuando la carga impositiva total disminuya. La
declaracin de causa de fuerza mayor no podra durar ms que un
ao, limitndose a los motivos enunciados y debiendo ser
aprobada por tres cuartas partes de ambas cmaras legislativas.

5 Elusin fiscal legtima = sin rapia.

Aprovecharse de lo que la ley dispone para reducir el pago


de impuestos no tiene nada de ilegal ni de inmoral. Los
contribuyentes podran
disponer y arreglar sus asuntos
particulares de modo tal que sus impuestos sean el mnimo
posible, respetando las normas legales. Como los impuestos son
exacciones exigidas por la ley y no aportaciones voluntarias,
nadie tendra el deber de pagar ms de lo que la ley fiscal exige.
Tampoco nadie estara obligado a elegir el procedimiento fiscal
ms oneroso, porque no existe el deber legal ni patritico de
incrementar los propios impuestos.

8 Bienes personales y deudas = sin abuso.

Con el fin de hacer efectiva la garanta del derecho de


propiedad y el control individual de los medios de produccin,
ningn impuesto directo podr gravar los bienes destinados a uso
personal y que no generen renta efectiva. El gravamen sobre
inversiones financieras y bienes productivos debera tener en
cuenta el costo de las deudas contradas para su adquisicin o
mantenimiento.

6 Lmites a la confiscatoriedad = sin expoliacin.

Los impuestos mltiples sobre un mismo sujeto, provocan


costos insoportables pagados por una misma fuente de renta.
Adems la multiplicacin de impuestos, tasas, contribuciones y
aportes constituyen la trama legal que permite la confiscacin
fiscal sin aparentarlo. Por lo tanto para garantizar el derecho de
propiedad honestamente ejercido, se debiera establece como
lmite mximo de tributacin para las personas fsicas, el 25 %
de su renta personal entendida como la suma de los ingresos
netos derivados de sueldos, honorarios, derechos, royalties,
alquileres,
intereses,
dividendos
y
beneficios
por
participaciones en sociedades. El derecho del Fisco al cobro de
impuestos tendra un lmite inflexible del 25 % de la renta
personal comprendiendo la suma de los impuestos directos
pagados en todas las jurisdicciones del pas.

9 Textos simples y comprensibles = sin confusin.

Las leyes que establezcan impuestos deben tener una


redaccin clara, simple y austera, comprensible para quienes
deban pagar los impuestos y no slo para los expertos tributarios.
Ninguna ley fiscal debe requerir de un decreto reglamentario
para ser aplicada. La simplicidad es la base para lograr un buen
rendimiento fiscal, reduciendo las estructuras burocrticas,
minimizando el nmero de empleados pblicos y condensando al
mximo los procedimientos administrativos.
163

abastecimiento y venta de insumos o bienes de produccin


nacional o despachados en las aduanas exteriores de cualquier
tipo, gnero y especie .

10 Neutralidad fiscal = sin beligerancia.

Con el fin de que los impuestos no sirvan como


instrumento de manipulacin o privilegio poltico, en contra o a
favor de alguien, se establece
la neutralidad fiscal como
principio bsico del sistema impositivo. La neutralidad fiscal
consiste en impedir que cada impuesto o el conjunto de ellos
puedan alterar el comportamiento de las personas fsicas o de
las sociedades en sus decisiones econmicas. Se entiende que
existe alteracin del comportamiento cuando las disposiciones
impositivas
afectan y condicionan
las
fuentes de
financiamiento, el nivel y composicin de la inversin, el lugar de
localizacin, la combinacin de factores productivos y el
tamao del emprendimiento.

13 Fiscalidad municipal = sin picardas.

Las comunas y municipios podrn cobrar tasas en


retribucin de servicios prestados al conjunto de habitantes de
su jurisdiccin. Las tasas identificarn con claridad el servicio
prestado. Podrn ser progresivas, proporcionales, graduales o
fijas, especificando los criterios del prorrateo. Debern
calcularse incluyendo sus costos directos e indirectos, fijos y
variables ms la parte proporcional de los gastos de personal y
estructura administrativa del municipio o comuna. Estos clculos
sern considerados como informacin pblica accesible a
cualquier ciudadano. Cuando se trate de redes u obras pblicas
urbanas o suburbanas que beneficien slamente a personas o
propiedades perfectamente individualizadas las tasas podrn
incluir la recuperacin del monto invertido con ms sus costos de
financiacin.

11 Operaciones domsticas y renta universal = sin codicia.

A efectos de asegurar los derechos civiles dispuestos


por el art. 14 de la Constitucin nacional, los impuestos se
aplicarn slo a operaciones nacionales (domsticas
o
internacionales), excluyendo la renta universal que el
contribuyente pudiera lograr en otros pases.

14 Principios de equidad fiscal = sin parcialismos.

Cualquier impuesto, tasa, contribucin o carga pblica


debern ser considerados justos y equitativos para lo cual
tendrn que ajustarse a los siguientes principios o criterios:

12 Aduanas interiores = sin barreras.

Ningn impuesto, tasa o contribucin provincial o municipal


podrn gravar los actos y contratos derivados de los derechos y
garantas mencionados en los arts.10, 11, 12, 14 y 14 bis de la
Constitucin Nacional relacionados con la libertad de circulacin
interior; el trnsito interprovincial de cargas; la produccin y
venta de mercaderas, ganados, carruajes, bienes o servicios;
la navegacin interprovincial por ros y vas navegables; el

(a) De justicia distributiva por el cual las cargas fiscales sean


repartidas sin arbitrarias apropiaciones de la renta y permitan
el derecho fundamental de crear, conservar o transmitir la
posesin pacfica de bienes privados.
164

(b) De igualdad fiscal por el cual las personas en


circunstancias similares tengan cargas tributarias iguales.
(c) De equidad tributaria , imponiendo diferentes cargas
impositivas a personas en circunstancias distintas.
(d) De capacidad financiera por el cual se deba pagar una
fraccin mayor de impuestos slo cuando se tengan ingresos
superiores al promedio.
(e) De facilidad de pago donde los impuestos sean cobrados
cuando el contribuyente disponga de fondos.
(f) De solidaridad fiscal donde las escalas progresivas no
sean acumulativas hasta el punto de enmascarar la confiscacin
de bienes.
(g) De habeas corpus et res-familiaris por el cual todo
individuo -por el simple hecho de existir- tiene el derecho
inalienable de proteger su vida, honra y patrimonio para no verse
sometido a persecuciones en materia fiscal ni sujeto a
disposiciones extorsivas que le confisquen el patrimonio.

165

CAPITULO 24

civil y en agosto de 1989 ms de dos millones de personas


formaron una cadena humana de 560 km. exigiendo
independencia.
Al caer el muro de Berln, Mosc perdi el control y
Estonia volvi a ser un pas libre. Lo primero que hicieron fue
recuperar el idioma estonio, y reemplazar el pao rojo con la hoz
y el martillo por la bandera tradicional con franjas azul, negra y
blanca.
Despus de medio de siglo de socialismo, el estado de la
economa se vea desastroso. Las viviendas colectivas eran
mnimas y precarias. Las industrias estatales contaminaban el
medio ambiente con toda clase de desechos. Los edificios
pblicos eran adefesios diseados segn el estilo sovitico. El
paisaje urbano, gris y montono, se encontraba saturado de
espas. El 95 % de la actividad econmica estaba dirigida por el
Estado. Los estonios vivan abrumados por impuestos. La inflacin
anual lleg a alcanzar 1.000 % y el producto bruto se contraa a
una tasa del 30 %. El desempleo superaba 28%. La situacin era
insostenible y haba que hacer algo.
En 1994 lleg al poder Mart Laar, arquitecto de la
espectacular transformacin de Estonia en una de las economas
ms libres y dinmicas del mundo. Pese a la obstinada resistencia
de la clase poltica y contra las indicaciones de los economistas
que vivan del Estado, produjo un cambio total del sistema
impositivo.
Los resultados fueron sorprendentes e inmediatos y
perduran hasta ahora. En diez aos (1995-2006) el PIB creci al
7,4 % anual acumulativo, con una inflacin menor al 2,5 % por ao.
La inversin privada tuvo una espiral ascendente y los
desocupados encontraron trabajo bien remunerado. Comenzaron a

EJEMPLOS DE EUROPA ORIENTAL:


SLO DOS IMPUESTOS.
1. Estonia y Mart Laar
Estonia, es un pequeo pas bltico que limita al sur con
Letonia, al norte con Finlandia, al este con Rusia y al oeste con el
mar Bltico. Su origen racial y lingstico es el finlands y por
eso sus relaciones con Finlandia son similares a las de Espaa con
Portugal.
Para tener una salida al mar, el Zar de Rusia Pedro el
Grande se apoder en 1709 de Estonia, que pas a formar parte
del imperio ruso hasta la primera guerra mundial. Sin embargo
su cultura sigui siendo germana y la llegada al poder de los
bolchevique nunca fue reconocida por los estonios. El ejrcito
rojo ocup el pas, pero en 1919 fueron expulsados por las
tropas alemanas. Al ao siguiente la Unin Sovitica, por el
tratado de Tartu, reconoci la derrota militar y la independencia
de Estonia. Veinte aos ms tarde y como consecuencia del
pacto secreto sovitico-alemn de 1939, Estonia se convirti en
Repblica Socialista incorporada a la Unin Sovitica.
El dominio sovitico fue un brutal fracaso: eliminaron el
sistema de mercado, impusieron el idioma ruso e integraron el
gobierno con funcionarios nombrados por Mosc. En 50 aos de
socialismo comunista (19391989) el crecimiento fue nulo.
Cuando se produjo la Perestroika de Mijail Gorbachov los
estonios la aprovecharon organizando una heroica resistencia
166

exportar maquinaria de precisin, instrumentos electrnicos,


vajilla decorativa, madera y textiles.
Hace quince aos Estonia era un pas devastado y pobre,
hoy duplica la renta por habitante de Argentina. Sus habitantes
viven sin conflictos, en un clima de paz social, orden y respeto a
la ley. Junto con los pases blticos constituyen la perla del
turismo de alto nivel. Estonia sorprende al visitante con su
arquitectura contempornea, cmodos hoteles, modernas
galeras de arte, multitud de torres y veletas, castillos e
iglesias, confortables casas medievales con rojos tejados y
muros de piedra bordeadas por centenares de lagos.
El contundente ejemplo de Estonia fue imitado por
Lituania, Letonia, Ucrania, Serbia, Eslovaquia, Georgia y Rumania.
La reforma de Mart Laar consisti en eliminar innumerables
impuestos heredados del rgimen socialista reducindolos a slo
dos: flat-tax a personas fsicas y flat-tax a los negocios.
El nuevo sistema impositivo foment el ahorro privado, la
inversin de capital en las empresas, la creacin de nuevos
empleos, la promocin del mercado interno y la prodigalidad en el
pago de sueldos y salarios.
Las empresas se capitalizaron y aumentaron la produccin,
generando recursos que permitieron mayores ventas,
incrementaron el poder adquisitivo de los consumidores,
restauraron las ciudades y los pueblos, que hoy parecen
increbles postales navideas, pagaron salarios elevados y
consiguieron ingresos tributarios estables.

viva una severa crisis poltica y econmica. Al suspender el FMI


la entrega de prstamos acordados, la situacin se agrav tanto
que uno de los asesores de Yeltsin lleg a sugerirle su dimisin.
Para completar el negro panorama, el Parlamento con
mayora comunista, solicit que el primer ministro designado,
Viktor Chernomyrdin, retire su candidatura, con lo cual la
oposicin se acerc a una confrontacin definitiva contra el
presidente Yeltsin. La situacin era tan precaria como en 1991
cuando Rusia se liber del modelo marxista socialista.
El entonces subdirector del FMI, Stanley Fischer, anunci
que el organismo postergara hasta octubre de 1998 la entrega de
prstamos aprobados: "los rusos tienen mucho que hacer antes de
que se les pueda volver a entregar dinero", sentenci Fischer.
Pero la situacin era tan acuciante que en julio de 1998 el
FMI dispuso un crdito de u$s 22.600 millones para auxiliar a la
tambaleante economa rusa y anticip una entrega de u$s 4.300
millones para pagar sueldos y jubilaciones.

"A estas alturas, no hay gobierno en Rusia, y por tanto es


muy difcil determinar una poltica sensata en ese pas", dijo
Stanley Fischer CEO del FMI.

La crisis era tan grave que el gobierno ruso resolvi contratar a un asesor
econmico de prestigio internacional para aconsejar una especie de plan Marshall o
programa de salvamento. El tcnico en cuestin fue el ex ministro argentino Domingo
Felipe Cavallo quien se convirti en asesor del Kremlin a fines de 1998, intentando
frenar la debacle financiera que sacuda al pas. La Duma (Cmara baja) aprob la
presencia de Cavallo y requiri terminar de una vez por todas con una crisis que
devoraba al pas al ritmo de rfagas inflacionarias y que en dos meses dispararon el
ndice de precios de un 0,2% al 15% mensual con proyecciones superiores al 40 %. Como
el rublo pareca de madera y los obreros se sublevaban, el plan deba producir un shock
de confianza y revivir una moneda que perda valor diariamente.
En un discurso pblico, el primer ministro Chernomyrdin puso mucho nfasis en
la experiencia argentina y present como muy positivo el apoyo de Domingo Cavallo, con
lo cual se interpret que el programa ruso era igual a la convertibilidad con tipo de

2. Rusia y Vladimir Putin


En los mismos aos en que Estonia
produca este
autntico milagro econmico, Rusia conducida por Boris Yeltsin
167

cambio fijo, como la que se haba implantado en Argentina. Pero no fue as y la


situacin sigui desmejorando. A fines de 1999 Boris Yeltsin tuvo que renunciar
siendo elegido presidente interino Vladimir Putin quien gan ampliamente las
elecciones al ao siguiente. Al principio de su gestin las cosas seguan mal. Muchos
polticos, que aoraban el pasado sovitico, propusieron un regreso a la economa
dirigida por el Estado pero Putin se opuso a esa salida advirtiendo que no volvera a
restaurar el modelo socialista porque haba fracasado.
Finalmente y sin mrito de su parte, la economa rusa se encontr, en el ao
2000, con el final del calvario por la explosiva alza del precio del gas y del petrleo.
Pudieron recuperar paulatinamente sus exportaciones gracias al financiamiento de
varios gasoductos y oleoductos que suministraron combustible a la Unin Europea,
pletrica de dinero gracias al Euro. Para los rusos, el gas y el petrleo fueron como la
soja para los argentinos. Empero, pese a todo persista una enorme huda de capitales.

Casualmente ambas reestructuraciones ocurrieron en las


mismas fechas, pero con resultados distintos. Una consolid la
restauracin del sistema de economa libre en Rusia y otra fue el
comienzo de un modelo estatista tendiente a monopolizar todo
el poder econmico al Estado. Fue la diferencia entre el lema:
vayan por ms versus el vamos por todo.
DEFAULT RUSO

Viendo el incontrastable ejemplo de Estonia y los pases


blticos, en el ao 2001 Vladimir Putin decidi restaurar la
economa rusa en franca decadencia, con ciudades desquiciadas,
el sistema ferroviario oxidado y sin mantenimiento, fuerzas
armadas con armamento obsoleto, capitales fugndose al
extranjero, deficiente sistema de comercializacin, inflacin
incontenible y un anticuado parque industrial. Impuso autoridad
y orden, declar el default y propuso un cambio copernicano para
estimular la iniciativa privada sofocada por el
rgimen
socialista.
3. Default ruso y argentino.
A fines del 2001 Rusia sali de un default similar al argentino:
u$s 90.000 millones, de los cuales u$ 60.000 se renegociaron
con el Club de Pars y u$s 30.000 con el Club de Londres a 23
aos. Las diferencias en la reestructuracin de Vladimir Putin y
Andrei Illarionov, su principal asesor econmico, comparada con
la de Nstor Kirchner y Roberto Lavagna fueron enormes.
168

DEFAULT ARGENTINO

Quita: 33%
Moneda: u$s
Plazo: 23 + 5 aos
Inters: 8,25 % bsico
Efectivo: 5 % + bonos
Jurisdiccin: internacional

Quita: 68 / 70 %
Moneda: $
Plazo: 42 aos
Renta: variable
Bonos: ajustable x CER y PIB
Tribunales: argentinos

Adhirieron 92,8 %
Los Hold-outs cobraron,
al contado, un % del VAN
(Valor Actual Neto)

Adhirieron 74 %
Los Hold-outs fueron excludos
arbitrariamente. Hubo que reabrir
el canje en 2010 y adhiri 66%.

Inmediatamente negociaron
con el Club de Paris y Club de
Londres. Al ao siguiente
cancelaron la deuda con FMI
y Banco Mundial. No tuvieron
ningn embargo.

Rechazaron acuerdos con el Club


de Paris, FMI, inversores japoneses
bonistas italianos y fondos buitres
de EE.UU.
El juez Thomas Griesa de New York
autoriz embargos al gob.argentino.

Simultneamente con la reestructuracion de la deuda, Wladimir Putn imit el ejemplo de


Mart Laar y dispuso la reforma
Impositiva adoptando el modelo
del flat tax de Estonia,a una
tasa fiscal nica del 13 % y
con mnimos exentos altos.

Para hacer caja Nstor Kirchner


aument retenciones al 35 % y
mantuvo impuestos extorsivos:
dbitos y crditos bancarios, renta mnima presunta, tablita de
Machinea; prohibi ajuste por inflacin y confisc ahorros jubilatorios en AFJP por u$s 38.000 mill.

Hubo tal repatriacin de fondos que


debieron organizar Planes de inversin urbana en grandes ciudades y la
restauracin de toda la arquitectura
monumental zarista anterior a 1917

Added) a los negocios, ambos a idntica tasa plana del 13 %.


Simplific drsticamente la normativa impositiva y consigui una
fenomenal repatriacin de capitales hacia Rusia. Se produjo una
regeneracin de la vida econmica. Pudo rehacer las fuerzas
armadas que estaban en deplorable estado, moderniz el arsenal
de misiles atmicos guardados en silos subterrneos y recuper
liderazgo estratgico mundial.
La clave de la recuperacin econmica en Rusia fue la
reforma impositiva del flat tax. Tanto en Estonia como en Rusia
el sistema fiscal con dos impuestos bsicos se convirti en el
punto de apoyo que permiti repetir el ejemplo de Arqumedes:
dadme un punto de apoyo y mover el mundo de la economa.
Efectivamente, la decadencia econmica fue removida. A
plena luz del da surgi una nueva e impetuosa fuerza: la iniciativa
privada y el deseo de progresar con el propio esfuerzo, gracias a
un sistema de impuestos denominado flat tax. Esta inteligente
reforma impositiva evit la trampa de la teora de la hacienda
mltiple de Richard Musgrave y se aplic de la misma forma a
todas las modalidades productivas: trabajo, capital, consumo,
exportacin y finanzas con una tasa baja y plana del 13 % sin
dejar de ser moderadamente progresiva.

Entre 2007 y 2012 se produjo una


fuga de capitales por u$s 85.000 mill.
A julio 2012 el total de capitales
atesorados en cajas de seguridad
privadas es de u$s 69.000 millones.

(Anna IVANOVA, Michael KEEN, Russian Flat-Tax Reform, FMI, N.Y.2005)


Inmediatamente despus de la reestructuracin de la
deuda pblica, y para hacer caja Nstor Kirchner aument las
retenciones agrcolas al 35% y luego quiso imponer las
retenciones mviles cuando la soja superara u$s 500 x tonelada,
mantuvo impuestos distorsivos, especialmente la tablita de
Machinea que haba reducido el mnimo no imponible, confisc
ahorros previsionales privados depositados en bancos y
administrados por AFJP que alcanzaban a u$s 38.000 millones y
comenz un sistemtico plan para que la poltica domine la vida
econmica, donde el Estado a travs de funcionarios que dictan
rdenes telefnicas -nunca escritas ni basadas en leyesimponen decisiones al sector privado. Durante la gestin de
Cristina Kirchner, Argentina se fue cerrando al mundo,
prohibieron importaciones y se limitaron exportaciones. A fines
de 2012 se estableci un cerrojo cambiario que impide comprar
y vender divisas al tipo de cambio oficial. La disparidad entre el
cambio oficial y el paralelo alcanz el 45 %. Como
era
de
esperar la economa entr en recesin con alta inflacin y
creciente desocupacin. El modelo hizo agua por todos lados.
En cambio en Rusia, Wladimir Putin, imitando el ejemplo
de Mart Laar de Estonia, tom el camino exactamente inverso al
del matrimonio Kirchner. Elimin impuestos, los concentr en
slo dos: flat-tax a personas fsicas y E.V.A. (Economic Value

4. El flat-tax.
El flat-tax presenta caractersticas muy interesantes:
1 Es un impuesto simple y sencillo que no castiga a quienes
producen ni a los que invierten, exportan o crean puestos de
trabajo, sino que grava el gasto excesivo y superfluo de quienes
extraen bienes de la economa social y adems restringe el
gasto pblico intil. (1)
169

2 Impide la imposicin mltiple porque no grava dos veces


la misma fuente.
3 Tiene una alcuota nica y plana. La tasa nica evita el
arbitraje o cambio de rgimen segn convenga. La tasa plana
protege a los asalariados del impuesto-tala que se activa con las
escalas progresivas podando aumentos salariales, haya o no
inflacin.
4 Reduce los costos de administracin, porque no
requiere trmites engorrosos ni difciles de cumplir.
5 Achica sustancialmente la evasin tributaria ya que no
ofrece estmulos para eludirlo y es de fcil verificacin.
6 Mejora de los incentivos favoreciendo la formacin de
capital, su inversin productiva dentro del pas y la creacin de
puestos de trabajo, con lo cual acrecienta las perspectivas de
crecimiento y mayor recaudacin fiscal.
7 El flat-tax es fiscalmente neutral. Puede dejar
invariable la recaudacin normal siempre que la presin fiscal
tenga un lmite razonable del 25 % del PIB. Permite reformar el
sistema impositivo sin incursionar en temas de reduccin del
Estado, deuda pblica, contribuciones a la seguridad social,
tasas retributivas por servicios y cargos por obras pblicas.
8 Grava una sola vez y cerca del origen, la fuente real
del impuesto. No tolera privilegios, ni utilidades financieras
exentas, ni ganancias de capital efectivamente percibidas, ni
tratamientos excepcionales, ni ingresos libres de tributacin. Al
ampliar la base tributaria permite reducir la alcuota fiscal
dejando ms dinero en el bolsillo de la gente.
9 Tiene una tasa baja, que la economa tolera,
permitiendo gravar por una nica vez dos billeteras: la de las
empresas y la de las personas fsicas. Una tasa baja y un sistema

sencillo no generan menor recaudacin, porque si los impuestos


son simples y razonables, la gente est dispuesta a pagarlos y
producir ms.
10 Como slo se aplica a operaciones domsticas y no a la
renta universal, permite que las empresas nacionales aspiren a ser
competitivas en mercados internacionales, se expandan por el
resto del mundo y repatren sus ganancias mejorando el nivel de
vida. (2)
11 El flat-tax se aplica a las rentas e ingresos netos, de
toda actividad econmica, sean empresarias o profesionales,
desarrolladas por personas fsicas o jurdicas, asociaciones civiles
o
sociedades
comerciales,
empresas
unipersonales
o
agrupamientos no societarios.
12 Tambin grava las rentas de capital, los derechos de
autor, marcas y patentes, alquileres, honorarios de directores,
retiros particulares, dividendos y remuneraciones de ejecutivos
que sean al mismo tiempo dueos y empleados de su empresa, en
la parte que excedan el sueldo.
13 Adems, se gravan las ventas de bienes de capital
como terrenos, edificios, locales comerciales, campos, plantas
industriales, urbanizaciones, medios de transportes, maquinaria y
equipos afectados al negocio.
14 En los pases donde se ha implementado, la tasa plana y
nica oscila entre el 13 y el 20 %. En otros la tasa fue superior,
pero tuvieron progresivas rebajas.
Las ideas del Flat-Tax fueron propuestas por Dick Armey
y Alan Shelby, congresistas de EE.UU. que adoptaron el modelo
diseado por Robert E. Hall & Alvin Rabushka (3).
170

La documentacin sobre la implantacin del flat-tax en


Rusia puede encontrarse en dos excelentes informes del FMI
elaborados por Anna Ivanova y Michael Keeen hace pocos aos
(4), (5) y (6).
(1) NICHOLAS KALDOR: An expenditure tax, George Allen &

Unwin, London 1955

(2) JORGE CORRALES QUESADA: Flat Tax, power point,

Friedrich Naumann Stiftung, Potsdam-Babelsberg, 2003.


(3) ROBERT E. HALL & ALVIN RABUSHKA: The Flat-Tax,
Hoover Institution Press, 3 Edit., Stanford, 2005.
(4) ANNA IVANOVA & MICHAEL KEEN: The Russian Flat-Tax
Reform, FMI, New York, 2006
(5) CLIFFORD GADDY & WILLIAM GALE: Russias Report,
Brookings Institute, Washington, 2006
(6) PEDRO ROSAS BRAVO: Flat Tax, una respuesta radical a la
crisis impositiva. Edic.Personal, Madrid 2004.

171

CAPITULO 25

Los tributaristas consideran que hay 4 formas de


imposicin al consumo: impuesto al flujo de caja gastado, se
suman la renta personal + ingresos x venta de ttulos y acciones
+ prstamos recibidos + cobranza de crditos otorgados + legados
y herencias; luego se restan gastos necesarios para obtener el
rdito adquisicin de activos prstamos concedidos - nuevos
ahorros - devolucin de prstamos; y el resultado se multiplica
por la alcuota.
impuesto a la venta al consumidor final: es un impuesto que
se aplica en la ltima etapa de comercializacin o sea en la venta
por menor al consumidor final y su responsable es el minorista
que hace la ltima venta. En EE.UU. se denomina sales tax y la
alicuota oscila entre 0 y 7 %.
impuesto al valor agregado: grava por etapas la venta de
bienes y servicios, restando los impuestos cargados en la etapa
anterior y trasladando nuevos impuestos a la etapa posterior.
Dbitos y crditos fiscales se compensan unos con otros.
flat-tax: es una forma muy simple de imposicin al
consumo, sin doble imposicin, respetando la renta del
contribuyente y descontando de la base imponible todas las
inversiones. Como veremos en los rmularios, el sistema del flattax se compone de dos impuestos: a los negocios y a las personas
fsicas.

LA ECONOMA PUEDE REGENERARSE


CON POCOS IMPUESTOS A TASAS
BAJAS.
James M. Buchanan, prestigioso acadmico que obtuviera
el premio Nbel de Economa por sus investigaciones sobre la
poltica fiscal dej escritas esta impresionante advertencia: las

instituciones del Estado y los rganos polticos no siempre


funcionan en la direccin correcta porque estn integrados por
individuos tanto o ms desaprensivos, impdicos y ambiciosos
que los dems seres humanos. En tal caso, la teora y prctica
de los impuestos mltiples induce al Gobierno a dejar de ser el
Dspota benevolente que describen los manuales de Finanzas
Pblicas para transformarse en el Monstruo Leviatn que
tiende
a apropiarse
de toda la renta privada, para
redistribuirla a su antojo con criterios polticos

Precisamente ste es taln de Aquiles de todo sistema


impositivo, que la propuesta del flat tax viene a solucionar,
poniendo coto y claridad. En rigor de verdad, el sistema de
impuesto nico a tasa plana es un impuesto al consumo que se
distingue notablemente del IVA y de los impuestos sobre las
ventas.

2. Impuesto a las sociedades y los negocios.


El flat-tax sobre los negocios parte de la base de que
el actual sistema tributario castiga negativamente la cadena
productiva e impide salir de la pobreza porque se basa en
mltiples impuestos indirectos que gravan repetidamente los

1. Impuestos al consumo o al ahorro.

172

consumos populares. En lugar de fomentar iniciativas, desalienta


los proyectos y en el caso del impuesto a ingresos brutos
provinciales, la presin fiscal se multiplica en cascada. (1)
A continuacin puede verse la simpleza del formulario
postal con que se liquida el impuesto sobre los negocios:
Form. 1
IMPUESTO SOBRE LOS NEGOCIOS
Nombre de la empresa
Identificacin fiscal
Domicilio, Ciudad, CP
Provincia
Actividad econmica principal

AO 2014.
.
.

1. Ingresos brutos por ventas


1
$
2. Ventas de bienes de capital
2
$
3. Gastos deducibles
(a) Compras de bienes, servicios y materiales nacionales 3 (a) $
(b) Sueldos, salarios, pensiones, bonos y premios
3 (b) $
(c) Compras bienes de capital, construcciones y terrenos 3 (c) $
4. Gastos deducibles totales [suma de 3(a) + 3(b) + 3(c)] 4
$
5. Base imponible
(suma lnea 1 + lnea 2 lnea 4) 5
$
6. IMPUESTO LIQUIDADO
(13 % de lnea 5)
6
$
7. Prdidas compensables del ao anterior
7
$
8. Intereses sobre prdidas compensables (3 % de lnea 7) 8
$
9. Prdidas compensadas del ao en curso (lnea 7+ lnea 8) 9
$
10. IMPUESTO DEBIDO (lnea 6 lnea 9 si es positivo) 10
$
11. Prdidas compensables prximo ao (lnea 9-lnea 6) 11
$

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

constituirse en una inmensa red que capta todo tipo de ingresos


salvo sueldos, salarios y pensiones privadas pagadas por las
empresas. Pero los capta una sola vez no a la manera de los
impuestos mltiples que gravan distintas manifestaciones de
riqueza de un mismo sujeto fiscal. Por eso no cae en la jungla
fiscal ideada por el hacendista alemn Richard Musgrave quien
dijera que: para eludir el argumento de la doble imposicin, los

gobiernos debieran adoptar la teora de la hacienda mltiple


creando
impuestos en distintas fuentes, buscando distintas
manifestaciones de riqueza y en distintas jurisdicciones, con el
fin de gravarlas sin levantar resistencia, para lo cual cada tributo
no debiera superar el lmite tcnico del 25 %
* Fuente del impuesto: Los ingresos gravados sobre los
negocios incluyen muchos conceptos: utilidades por ventas de
productos de propia fabricacin, utilidades por reventa de
mercadera de terceros, utilidades por la prestacin de servicios,
ganancias provenientes de marcas y patentes, honorarios de
profesionales,
remuneraciones de ejecutivos, intereses,
alquileres, dividendos, retiros particulares y ventas de bienes de
capital.
Si por astucia o engao, los directivos de una empresa
quieren reducir el monto imponible y descuentan sus retiros
particulares para eximirse del impuesto, entonces al trasferirlos
a su impuesto personal, terminan pagando la misma tasa, como si
fueran sueldos de sus empleados.
* Progresividad razonable: Es cierto que si el receptor
del pago es una persona fsica, puede aprovecharse de la exencin
del mnimo no imponible pagando una alcuota menor que la tasa
nica. Pero como este mnimo tiene un tope, el sistema funciona
como un moderado impuesto progresivo an siendo de tasa plana.
En definitiva el que ms gana, ms paga, pero sin exageracin.

Fuente: Robert Hall & Alvin Rabushka, The flat-tax 3rd.edition, Stanford 2004

* Quin paga los impuestos?


En definitiva, con el
actual sistema fiscal, las empresas no absorben los impuestos.
Actan como agentes cobradores del Gobierno y cumplen una
funcin de estibadores fiscales. Pagan inicialmente el impuesto,
pero de inmediato lo trasladan en el precio, a los bolsillos de las
personas fsicas. Este mecanismo de traslacin hace que la
presin fiscal finalmente recaiga sobre los individuos.
* Sin doble imposicin: El flat tax sobre los negocios
est cuidadosamente diseado para evitar este fenmeno, al
173

* Fiscalizacin: La fiscalizacin se beneficia


enormemente porque el sistema es hermtico y cerrado. Como la
tasa fiscal es idntica para individuos y empresas, se sabe a
ciencia cierta cul es la tasa aplicable a los dueos del negocio
que han retirado dinero. Adems cuando el Fisco audita una
empresa o un despacho de abogados para ver si cumplen con su
obligacin fiscal, proceder a sumar los ingresos del negocio o
del estudio jurdico y las rentas pagadas a personas fsicas. El
impuesto recaudado de todos ellos tiene que ser igual al
resultado de la aplicacin de la tasa nica a los ingresos
consolidados. De esta manera, el control en la fuente es muy
confiable, expeditivo y barato tanto para personas fsicas como
comercios.
* Pocas deducciones: Muchas deducciones permitidas
por el actual sistema impositivo (intereses, alquileres,
cnones,regalas, derechos de autor, marcas y patentes)
alientan a las empresas a endeudarse pasando el costo del
endeudamiento a sus
clientes y trasladando a otros
contribuyentes la presin fiscal. Por eso el sistema flat tax no
permite el descuento de estos rubros y admite que la empresa
negocie la retencin del impuesto cuando hace los pagos
pertinentes.
* Renta financiera: Cada acreedor financiero puede
negociar con la empresa para que se haga cargo del impuesto,
pero en ese caso la empresa solicitar la baja de la tasa de
inters alegando que soporta el costo del impuesto. As se
termina el debate sobre la renta financiera.
* Estmulo de inversiones: Otro factor favorable es el
de las inversiones en activos amortizables: terrenos, locales
comerciales, plantas industriales, maquinaria, rodados, equipos e

instalaciones. Para el flat tax no hay diferencias entre gastos


corrientes y gastos de inversin porque ambos son deducibles al
100 %, siempre y cuando su origen sea nacional.
* Amortizacin: Cualquier inversin en bienes es
deducida de inmediato sin entrar en las discusiones sobre los
perodos de vida til, amortizacin acelerada o aumento de la
capacidad productiva. Pero el Fisco no pierde la oportunidad de
cobrar esos impuestos, porque en todos los casos, el flat tax es
pagado por quienes han vendido y cobrado los bienes deducidos.
* Ventas de bienes de capital: As como las compras
de bienes de capital se deducen ntegramente, las ventas estn
gravadas enteramente sin deduccin alguna. Aqu aparece una
inteligente oposicin de intereses entre comprador y vendedor.
Como la compra de inmuebles es tomada para deducir impuestos,
el adquirente se resiste a pactar un precio ms bajo que el real
puesto que perdera capacidad deducible en el impuesto. El
sistema se controla as mismo sin necesidad de utilizar la
parafernalia regulatoria que hoy existe en materia inmobiliaria
urbana y rural.
* Produccin nacional:Por otro lado al permitir slo la
deduccin de insumos de origen nacional comprado a empresas
que operan en el mercado interno, inmediatamente se advierte
que los insumos de origen extranjero y las importaciones
directas, no son deducibles y soportan el gravamen de la tasa
plana, reemplazando los derechos aduaneros.
* Impuesto justo y transparente: Como puede verse, el
impuesto flat tax sobre los negocios no tiene mucho que ver con
el actual impuesto a las ganancias, ni con el IVA. En realidad los
involucra a ambos y se convierte en impuesto al incremento del
valor econmico aadido. El flat-tax tiene una transparencia
174

absoluta y sortea la hipocresa fiscal expresada hace 320 aos


por Jean Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV: el arte de

impuestos que actualmente porque no podra deducir los intereses


o en todo caso tendra que negociar el impuesto con el
prestamista. El flat tax no premia la falta de dinamismo ni el
endeudamiento como fuente de capitalizacin.
* Negocios no organizados como empresas: Pero qu
pasa cuando se trata de actividades lucrativas o negocios no
organizados bajo la forma de empresa? Este caso sera aplicable
a pequeos comerciantes, agrupamientos de profesionales con
oficinas propias, rentistas que viven del alquiler de sus
propiedades y contratistas que trabajan con el grupo familiar.
Todos estos casos caen bajo el flat tax sobre los negocios:
declaran sus ingresos y deducen sus insumos debidamente
documentados. Tambin podran deducir los retiros particulares
como sueldo propio, pero debern declararlo en el flat tax sobre
personas fsicas. En todos los casos, sus obligaciones tributarias
le impondran conservar los comprobantes, llevar libros
inventario, de ventas, de gastos y compras a terceros y de
sueldos y jornales, confeccionado un balance anual debidamente
certificado por auditores externos.
* Bancos y entidades financieras: En el caso de bancos
y entidades financieras, la tributacin del flat tax es un poco
especial porque no venden mercaderas y sus servicios estn
envueltos en las funciones financieras. No se grava el monto de
intereses cobrados, sino tan slo el valor de los servicios
bancarios. As el valor de los servicios relacionados con el manejo
de depsitos es la diferencial de intereses entre la tasa del
mercado y el tipo de inters pagado a los clientes en cuentas
bancarias remuneradas. Por su parte, el valor de los servicios
vinculados con prstamos bancarios es el margen financiero bruto
generado por los intereses cobrados a los prstamos menos la

cobrar impuestos consiste en la misma tcnica utilizada


para desplumar a un ganso, hay que obtener la mayor
cantidad de plumas con la menor cantidad de graznidos

* Fomento de la expansin: Cuando una compaa


crece y aumenta sus inversiones fuertemente, no paga mucho
impuesto. Posteriormente cuando deja de invertir y empieza a
cosechar los resultados de las inversiones, el ingreso generado
se paga a la tasa plana. En este sistema, si las inversiones fuesen
muy altas, podra surgir un impuesto negativo que se traslada de
ao a ao y se deduce hasta que el saldo se agote, ya que no hay
lmites en el n de aos en que pueden descontarse. Adems el
sistema prev que el Fisco reconozca intereses de mercado
sobre montos negativos. En este caso las exenciones por
mayores inversiones compensan los impuestos que pagan quienes
las han facturado.
* Creacin de puestos de trabajo: Si la compaa, en
cambio es innovadora, dinmica y rene capitales para hacer
inversiones, pagara mucho menos impuestos que en el sistema
actual. Lo cual es un premio para estimular la creacin de
puestos de trabajo.
* Incitacin a la accin: Cuando la empresa tiene aos
de poco crecimiento y no hace inversiones, la falta de dinamismo
le impondra el pago del impuesto a tasa plana porque slo podra
deducir las compras de insumos a terceros, los sueldos y
salarios.
Si la empresa invierte relativamente poco, su
deduccin por inversiones ser muy baja y carecera de toda
deduccin por amortizaciones de inversiones anteriores.
Finalmente si tuviera un alto endeudamiento, pagara ms
175

tasa de inters de mercado.


Adems, los bancos debieran
incluir como ingresos los servicios adicionales, que denominan
productos: emisin de chequeras, acceso inversiones
financieras, transferencias interbancarias por Internet y cajas
de seguridad. De todos estos ingresos slo deduciran los pagos
de sueldos y salarios al personal y las inversiones en locales
bancarios.
* Comercio internacional: Para el comercio exterior,
el flat tax sobre los negocios se basa en el principio del
gravamen en la fuente: se aplica slo a la operacin domstica de
la empresa, incluyendo lo importado y excluyendo lo exportado.
* Seguridad Social: En cuanto a la seguridad social, la
contribucin patronal es tratada como si fuera otra forma de
salario, es decir excluida del impuesto de las empresas. Las
retenciones al trabajador son gravadas como cualquier otro
ingreso personal. (2)

* Salarios en negro: Algunas empresas marginales suelen


pagar salarios en negro. Bajo el sistema del flat tax los sueldos
subvaluados convendran a los trabajadores porque les reduce la
base imponible, pero la empresa pagara mayores impuestos al no
poder deducirlos. Para evadir impuestos, la empresa tendra que
subvaluar tanto las ventas como los salarios, lo cual se hace casi
imposible en el flat-tax por la oposicin de intereses .
Form. 2
Nombre y apellido
Nombre del Cnyuge
Domicilio, Ciudad, CP
Ocupacin principal
Ocupacin del cnyuge

IMPUESTO A LAS PERSONAS FISICAS


Ident. Fiscal
Ident. Fiscal
Dnde trabaja?
Dnde trabaja?

1. Sueldos, salarios, bonos y / o retiros particulares


2. Pensiones y jubilaciones
3. Retribucin total (lnea 1 + lnea 2)
4. Deduccin personal
(a) u$s 26.200 matrimonio en declaracin conjunta
(b) u$s 13.100 para declaracin individual
(c) u$s 17.200 para cabeza de familia no casado
5. N de personas a cargo (sin incluir al cnyuge)
6. Deduccin x personas a cargo (u$s 5.300 x lnea 5)
7. Total deducciones personales (lnea 4 + lnea 6)
8. Retribucin gravable (lnea 3- lnea 7si es positivo; en otro caso 0)
9. IMPUESTO LIQUIDADO (13 % de lnea 8)
10. Retenciones soportadas
11. IMPUESTO DEBIDO (lnea 9 lnea 10 si es positivo)
12. Devolucin pendiente (lnea 10 lnea 9 si es positivo)

3. Impuesto a las personas fsicas.


Este es el formulario, del tamao de una tarjeta postal, en
el que se liquida el impuesto a las personas fsicas.
* La renta personal: El flat tax aplicado a las personas
fsicas sigue un criterio de territorialidad, es decir que no
incluye la renta que pudieran obtener en otros pases. Se
gravaran todas las rentas monetarias de sueldos, salarios o
pensiones pagadas por la empresa, y los honorarios, retiros
particulares o remuneraciones deducidos como gastos en las
compaas.

13. He

1
2
3
4 (a)
4 (b)
4 (c)
5
6
7
8
9
10
11
12

$
$
$
$
$
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$
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$
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$
$

decidido que el 15 % del impuesto (9) se destine a

AO 2014 .
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Fuente: Robert Hall & Alvin Rabushka, The flat-tax 3rd.edition, Stanford 2004

* Gratificaciones en especie: Para crear un buen clima de


trabajo, muchas empresas bien organizadas, recompensan a sus
empleados y obreros con pagos en especie: ropa de trabajo,
176

seguros de vida, transporte de la casa a la planta, telefona


celular, desayuno, almuerzo gratuito y guardera para los hijos.
Estos son gastos legtimos para mejorar la calidad laboral de las
personas. Los trabajadores no les pueden dar otro destino, ni
se los pueden llevar a casa. Por eso pueden ser deducidos por la
empresa al liquidar el flat tax y no son incluidos como
remuneraciones personales gravadas.
* Deducciones individuales:
La tasa del impuesto a las
personas fsicas es la misma que pagan los negocios. No se
reconocen gastos deducibles por ningn concepto. Pero hay un
mnimo exento suficientemente alto orientado a eximir la renta
del trabajo y brindar cierta progresividad a este impuesto. Las
deducciones mensuales no imponibles podran seguir el mdulo
del Salario Mnimo Vital: Matrimonio legal 4 SMV; Cabeza de
familia no casado 3 SMV; Soltero slo 2 SMV; Hijo a cargo
1SMV. En el proyecto original las deducciones anuales son las
consignadas en el formulario respectivo: u$s 26.200 para un
matrimonio, u$s 13.100 para declaracin individual, u$s 17.200
para cabeza de familia no casado y u$s 5.300 por cada persona a
cargo.
* Donaciones:
En un casillero especial las personas
fsicas disponen de un derecho que el actual sistema impositivo
niega, indicando el destino preferido para el impuesto que pagan.
Podran ordenar al Fisco que el 15% del impuesto liquidado, sea
destinado a organizaciones de caridad sin fines de lucro,
entidades religiosas, escolares y culturales a condicin de que
ofrezcan informacin pblica transparente. Se trata de una
innovacin fiscal muy importante, que introduce el concepto de
la fiscalidad directa para promover la Sociedad del bienestar
en lugar del Estado de bienestar. El contribuyente indica

directamente qu debe hacer el Gobierno con esa parte de su


dinero.
* Evasin fiscal: La evasin de impuestos es una tentacin
que inexorablemente siempre se da, porque la naturaleza humana
est afectada por avaricia, codicia y egosmo. En los pases donde
funciona el flat tax se ha comprobado que las tasas de evasin
disminuyen muchsimo. Los contribuyentes advierten que si el
mnimo exento es razonable, no vale la pena meterse en
problemas para evitar el pago de un impuesto decididamente bajo.
Sin embargo, para tener una idea de cmo podra surgir la
tentacin de la evadir impuestos, hay que sealar que
fundamentalmente sera mediante el ocultamiento de ventas por
las empresas. Este problema ya existe con el IVA. Sin embargo
en el flat-tax, si el vendedor quiere ocultar ventas, el comprador
se opondra a operar en negro porque no puede deducirlas de su
base imponible y paga ms impuestos. No se tratara de una
cuestin nueva, pero s muy improbable porque la tasa plana y
baja no estimula amplias maniobras evasivas, que por otro lado
son fciles de detectar. Adems con el flat-tax no hay
posibilidades de generar crditos fiscales truchos que se toman
como correctos por quien los descuenta de sus dbitos fiscales,
tal como sucede con el IVA y sobre todo con el reintegro del IVA
exportacin.
*Ventaja moral sobre el IVA: El flat tax tiene una ventaja
moral sobre el IVA, que es un impuesto engaoso, complicado y
proclive a la corrupcin de contribuyentes y funcionarios. En
efecto, el fundamento del IVA consiste en sustituir la
responsabilidad de cada uno por una obligacin tributaria difusa
de retenciones y percepciones, que forman una promiscua cadena.
Cada uno genera con su factura dbitos fiscales que se
177

(1) DANIEL J. MITCHELL: The IMFs Remarkably Shoddy

convierten misteriosamente en crditos fiscales al trasladarse


a otro contribuyente. Si esos dbitos fuesen falsos o no se
pagan, el Fisco sufre doble perjuicio. Porque el ltimo descuenta
impuestos que otro cobr pero que no deposit. Eso es
promiscuidad fiscal. En el caso de exportaciones, estos falsos
crditos fiscales, pueden formar parte del form. 404 por
reintegros de IVA exportacin. Y con la complicidad de
funcionarios corruptos, tambin es posible recuperar impuestos
que nunca se pagaron. Pero adems de estos casos, el IVA es el
engranaje central del sistema de ilusin financiera descripto por
el hacendista italiano Amilcare Puviani. Para los comerciantes, el
IVA discrimina con suma precisin precio e impuesto, pero lo
oculta en las facturas a los consumidores finales (perejiles), que
nunca advierten cunto impuesto estn pagando dentro del
precio de un artculo. (3) y (4)
*Ventaja para los trabajadores: El flat tax a tasa fija con
razonable
deduccin personal, es ms ventajoso para el
asalariado que el actual impuesto a las ganancias de personas
fsicas con una tasa progresiva. Al paso de los meses, la
inflacin, las negociaciones sindicales o el desarrollo de una
carrera laboral necesariamente producen un aumento nominal en
el salario. Pero pasado cierto tiempo el trabajador advierte con
estupor que todo incremento de sueldo le es arrebatado por
aplicacin de la escala progresiva y de este modo cuanto ms
gana, menos cobra. Ha sido atrapado por el eslogan progresista
de que paguen los ms ricos. Ese tipo de problemas no se
presenta en el caso del flat tax sobre las personas porque un
impuesto de tasa plana y baja por encima de un mnimo exento
razonable acompaa cualquier aumento salarial sin que el Fisco
rapie la mejora lograda.

Flat-Tax Study, The Heritage Foundation, 2007


(2) PEDRO BETTI: El flat tax aplicado a los negocios,
Fideg, Fundacin Internacional para Desafo Econmico
Global, Managua 2010
(3) DANIEL J. MITCHELL: Slovakia, Hong Kong of Eastern
Europe,The Heritage Foundation, 2003.
4) ADRIN TORREALBA NAVAS: El flat tax de HallRabushka, Retos de la tributacin internacional, Ed.
Faycatax,Costa Rica, 2010.

178

CAPITULO 26

vigentes.
La prescripcin liberatoria es un derecho muy
importante en favor del contribuyente. Consiste en la extincin
de cualquier obligacin tributaria por el simple transcurso del
tiempo en el caso de que el Fisco no ejecute ninguna inspeccin
ni accin de reclamo encaminada a verificar impuestos. A los dos
aos, el contribuyente queda definitivamente liberado de guardar
comprobantes, justificar ingresos, documentar gastos o
demostrar qu hizo con su dinero.
Por otro lado, esta medida libera energas al Fisco para
dejar de revolver el pasado, alentarlo a que obre con mayor
celeridad y se ponga a ordenar el presente que es lo nico
importante para
construir el futuro.
La ventaja de la prescripcin fiscal liberatoria a 2 aos
sera universal y slo admitir dos excepciones: a) el caso de
quienes tengan procesos judiciales abiertos por delitos
tributarios y b) el caso de
impuestos atrasados que se
encuentran en gestin de cobranza.
La forma de implementar esta oferta de garanta fiscal es
muy simple. Las personas fsicas debern rellenar un formulario
censal con datos personales y presentarn una liquidacin -sin
valor fiscal- recalculando sus impuestos para el ltimo perodo,
segn el nuevo sistema. Tambin suministrarn datos sobre
impuestos directos realmente pagados en el ltimo ao,
incluyendo retenciones y anticipos. El formulario se presentar
en las oficinas del correo argentino y el duplicado sellado valdr
como recibo suficiente de su cumplimiento.
A las personas jurdicas, empresas unipersonales,
sociedades
accidentales,
agrupamientos
profesionales
o
sociedades de hecho, que quieran adherirse al nuevo padrn fiscal

LIMITAR AL GOBIERNO
PARA SALIR DEL MARASMO.
La implantacin de la reforma impositiva que se propone,
debe contemplar fundamentalmente cmo se har la transicin
del actual rgimen tributario, compuesto por 96 impuestos, al
nuevo sistema de 2 impuestos bsicos.
Para impulsar un cambio copernicano hay que respetar dos
condiciones: la primera, consiste en preveer el efecto-impacto
preparando una transicin no traumtica que asegure la correcta
implantacin de la reforma, sin improvisaciones; la segunda
condicin, se basa en prevenir el efecto-inducido calculando con
la mxima precisin posible la recaudacin esperada, para no
recibir sorpresas de menores recaudaciones.
1. Respetar al contribuyente.
El efecto-impacto se puede encauzar con el anuncio de
una profunda reforma tributaria denominndola: Pacto Fiscal o
Nuevo Ordenamiento Impositivo, convocando a todos los
ciudadanos que estn dispuestos a apoyar la iniciativa, estn o
no inscriptos. Aquellos que decidan colaborar para que alumbre
una nueva Repblica se les ofrecer una ventaja de tipo legal.
Quedarn amparados por la inscripcin en un nuevo padrn
fiscal con la reduccin definitiva del perodo de prescripcin
fiscal liberatoria a 2 aos: el ao corriente y el perodo
inmediato anterior, en lugar de los 6 y 10 aos actualmente
179

se les requerir la presentacin de un Cuadro de Origen y


Aplicacin de Fondos de su ltimo balance y la liquidacin proforma del nuevo impuesto sobre los negocios.

posean DNI, CUIT o CUIL; tengan carnet de conductor; estn


inscriptas en catastros provinciales; padrones electorales;
registros municipales; registros de deudores y acreedores
prendarios e hipotecarios; personas nominadas en Anses o cajas
jubilatorias pblicas y privadas; los beneficiarios de planes
sociales de cualquier tipo y naturaleza; aquellos que posean lneas
telefnicas;
tengan cuentas bancarias;
sean titulares de
tarjetas de crdito o dbito; estn anotados en registros de
automotores, aeronaves y embarcaciones; sean titulares de
dominios de Internet o cuenten con e-mail registrado y los
titulares de plizas de seguro a su nombre.

Para ser incorporados al nuevo padrn fiscal que brinda la


prescripcin fiscal a 2 aos, estos contribuyentes debern
acompaar un dictamen de auditora fiscal a cargo de
contadores independientes, que asumirn la responsabilidad de
dar fe pblica de su certificacin profesional. Tales auditores no
podrn ser los mismos que dictaminaron el balance de fin de
ejercicio. El costo de esta auditora estar a cargo de cada
contribuyente.

Para que la oferta de garanta fiscal sea atractiva a todos


los contribuyentes, es decisivo complementarla con otras
ventajas adicionales que quedaran en firme cuando entre en
ventajas
vigencia el nuevo sistema de dos impuestos. Esas
adicionales seran las siguientes:

Tanto las personas fsicas como las empresas que no se


presenten o no acompaen el dictamen de la auditora fiscal,
mantendrn la actual inscripcin como ahora y seguirn teniendo
la prescripcin vigente de 6 o ms aos. Vencido el plazo de un
semestre, no habr redencin posible y los inscriptos que no se
hayan presentado quedarn excluidos del beneficio ofrecido.

a) Garanta contra aumentos intempestivos del impuesto:


cualquier aumento en el impuesto a las personas fsicas
habilitara un aumento automtico en las deducciones de los
montos exentos. De manera que si el Fisco pretendiese
aumentar las alcuotas fiscales porque necesita ms dinero
para gastar, inexorablemente deber reconocer que
tambin lo precisan los contribuyentes y entonces se
producira el aumento de las deducciones personales segn
esta tabla

As se podr estimar con suma precisin la probable


recaudacin a obtenerse con la reforma impositiva. Al mismo
tiempo los contribuyentes quedarn diferenciados en categoras.
Unos, con derecho a prescripcin preferente de 2 aos y otros
extendida a 6 aos.
2. Nadie debe ser excluido
Sern invitados a presentarse para optar a este derecho
todas las personas fsicas, jurdicas y sociedades de hecho que
180

Pero no slo se trata de dar garantas a los contribuyentes.


Tambin habr que tomar medidas para que el Nuevo
Ordenamiento Impositivo sea sostenible, es decir que funcione
bien y perdure. Tales medidas tienen que convertir al Estado en
una institucin previsible y no arbitraria, que fomente el
desarrollo econmico y tenga lmites muy claros para desalentar
la prctica habitual de apropiarse de la riqueza privada.

GARANTA CONTRA AUMENTOS


NUEVA
MAYORES
INTEMPESTIVOS DEL IMPUESTO
ALCUOTA DEDUCCIONES
_____________________________________________________________________________

Si la alcuota fiscal para personas


fsicas, sube del 13 % bsico a
a la alcuota consignada en la 1ra.
columna, las deducciones admitidas
aumentarn tal como se indica en
la 2da. columna

15 %
17 %
19 %
21 %
23 %

$ 12.500
$ 16.500
$ 22.500
$ 28.500
$ 34.500

3. Medidas para salir del marasmo.

b) Garanta contra rebajas arbitrarias en las deducciones


por inversin: cualquier reduccin en el % de las
inversiones deducibles para el impuesto sobre los
negocios, rebajar en forma automtica la alcuota para
las empresas. Como en el caso precedente, se ofrecer
una garanta contra la imprevisibilidad tributaria. De
manera que si por alguna razn de poltica econmica el
Gobierno pretendiera rebajar el monto de las deducciones
por compras de bienes de capital, construcciones y
terrenos, entonces deber disminuir la alcuota fiscal

1 Tope al gasto. El importe total de los gastos pblicos


consolidados de todas las jurisdicciones no deber exceder del
25 % del PIB del ao anterior, medido en moneda constante.

Los sistemas impositivos son


instrumentos para financiar
determinado nivel de gasto pblico. Si ese nivel aumenta,
entonces tambin el sistema fiscal se modifica porque es
subsidiario al gasto. Es absurdo proponer reformas impositivas o
disear un nuevo sistema fiscal sin tener en cuenta la cuanta del
gasto que va a financiarse. Tales intentos
son un mero
pasatiempo, sin efectos prcticos. El sistema impositivo para un
gasto pblico del 10 % es totalmente diferente al de otro sistema
fiscal para un gasto pblico del 45 % del PIB. Cuando los gastos
crecen imprudentemente, es inevitable crear nuevos impuestos.
As se genera el problema de los impuestos mltiples porque no
hay otra manera de financiar gastos excesivos que multiplicando
los impuestos tras impuestos. Entonces se termina asfixiando al
contribuyente, hundiendo la economa en
la pobreza y
condenando la sociedad a la decadencia. Este crculo perverso
debe eliminarse.

GARANTA CONTRA LA REBAJA


. INVERSIONES EN . TASA DEL
ARBITRARIA EN LA DEDUCCIN POR
EQUIPOS EDIFICIOS IMPUESTO
INVERSIONES EN BIENES DE CAPITAL
______________________________________________________________________________

SI las deducciones por compra de


bienes de capital se rebajan del 100 %
a un porcentaje menor, entonces la
tasa plana tambin ser rebajada.

100 %
75 %
50 %
20 %

100 %
50 %
25 %
15 %

13 %
11 %
10 %
8%

181

fomentada por el respeto a la propiedad privada y garantizada


por el cumplimiento de la palabra empeada. El rgimen cubano
lleva 50 aos negando estas condiciones de la naturaleza humana
y as les ha ido.

2 Burocracia intil. Ninguna jurisdiccin (nacional, provincial


o municipal) podr emplear ms de 10 personas por cada 1.000
habitantes segn el ltimo censo de poblacin.

El lmite al gasto es una quimera si no est directamente


relacionado con un tope en la nmina de empleados pblicos,
cualquiera sea la naturaleza de la relacin contractual: planta
permanente, transitorios, contratados, eventuales, becarios,
pasantes, asesores, sobrestantes o auxiliares. El caso del
personal policial, fuerzas armadas, docentes
primarios y
secundarios es una cuestin aparte, siempre y cuando se
encuentren al frente de tareas operativas y su designacin no
encubra la creacin de puestos intiles.
Un ejemplo pattico del efecto causado por exceso de
empleados pblicos lo ha dado el rgimen cubano despus de 50
aos de socialismo irreversible. En Cuba no pueden financiar la
fuerza laboral de 5 millones de empleados pblicos y deben
despedir 1,3 millones de individuos a pesar de que cobran un
miserable sueldo mensual de 20 u$s. El dogmatismo marxista en
la isla caribea lleg hasta el extremo de prohibir la compra de
lijadoras a bateras, taladros y amoladoras elctricas porque su
uso podra dar lugar al desarrollo de actividades capitalistas.
Una multitud de intiles empleados pblicos, considerados ahora
el cncer de la economa cubana, se desempeaban en empresas
y talleres estatales de reparacin de cacharros domsticos,
zapateros remendones, limpiabotas, peluqueros, relojeros,
mecnicos, jardineros, traductores, masajistas, vendedores de
hierbas, artesanos de baratijas y productores de chucherias.
Ahora deben recrear la produccin perdida, porque con
empleados pblicos no consiguen producir lo suficiente. La
productividad siempre es generada por la iniciativa privada

3 Recaudacin para todos. Los impuestos sern cobrados por


una Agencia de Recaudacin Federal de Impuestos (ARFI) en
sustitucin de mltiples servicios de rentas y recaudacin
provinciales.

En lugar del laberntico sistema actual compuesto por mltiples,


costosos e ineficientes organismos recaudatorios se dispondr la
creacin de una Agencia autnoma para recaudar impuestos. Un
nuevo sistema impositivo no puede cargar con esta rmora del
pasado, necesita despejar el panorama introduciendo claridad y
sencillez institucional. La nueva Agencia de recaudacin fiscal
deber tener independencia del Gobierno Central porque de lo
contrario retornaran las apetencias hegemnicas y nacera
muerta. Estar constituida por un directorio con representantes
de las provincias, como miembros de un Colegio electoral. Sus
integrantes debern ser graduados universitarios, reclutados por
concursos de antecedentes y oposicin.
La Agencia de
Recaudacin Fiscal estar organizada como un cuerpo policial
uniformado similar a la Guardia di Finanza de Italia que tutela el
sistema tributario y el control de aduanas exteriores. A sus
miembros quedar vedado el desarrollo de cualquier actividad
profesional. Tendrn el carcter de inamovibles como los jueces.
Para impedir su burocratizacin, asegurar la proteccin de los
derechos de contribuyentes y garantizar un funcionamiento
eficiente, esa Agencia deber contar dos auditoras: a) una
consultora
externa en procedimientos administrativos y
sistemas informticos y b) otra auditora independiente para la
182

fiscalizacin de los registros fiscales, compuesta por


profesionales propuestos por las entidades de Graduados en Cs.
Econmicas.

de mercaderas y pasajeros, redes de comunicaciones,


transmisin de energa, gasoductos, oleoductos y sistema de
acueductos para suministro de agua potable a las poblaciones.
Adems atender las funciones de defensa nacional, control de
fronteras, radarizacin del espacio areo, justicia, polica federal
y estudios superiores.

4 Municipios eficientes. El 50 % de la recaudacin del


impuesto a las personas fsicas se destinar directamente a los
municipios
y
comunas
donde
tengan
residencia
los
contribuyentes que paguen ese impuesto.

6 Provincias austeras. El 50 % restante de ambos impuestos


se destinar ntegramente a las provincias, en proporcin directa
al nmero de habitantes segn el ltimo censo de poblacin.

Donde mejor se conocen las condiciones de vida de los individuos


es en los lugares donde ellos viven. Por eso los municipios deben
quedar involucrados con la recaudacin de los impuestos a las
personas fsicas, porque pueden contribuir a perfeccionar su
control, recibiendo la mitad de la recaudacin de este impuesto.
Con estos recursos, los municipios tendrn que desarrollar
planes de urbanizacin de villas de emergencia y someterlos a
plebiscitos. Se ocuparn bsicamente de la limpieza urbana,
recoleccin y tratamiento de residuos, distribucin de agua
potable,
pavimentacin de calles y aceras, sistemas de
desages y cloacas, instruccin primaria, hospitales de
emergencias, asilos de ancianos, atencin de discapacitados y
emergencias pblicas.

Las provincias recibirn la mitad del impuesto que corresponde a


las municipalidades y la mitad del impuesto cobrado por la nacin.
Tendrn a su cargo la construccin y equipamiento necesario
para brindar buenos servicios de salud y educacin, transportes,
rutas y caminos rurales, obras de saneamiento ambiental e
hidrulica, manejo racional de cuencas hdricas y formaciones
boscosas. Debern evitar el enclave de las localidades. Sus
planes de obras se coordinarn con la nacin y otras provincias
por medio de un Comit Tcnico de Equipamiento Territorial que
dictaminar sobre integracin y complementariedad de los
proyectos. Ninguna jurisdiccin deber asumir inversiones en
obras pblicas que correspondan realizar a otras jurisdicciones.

5 Nacin subsidiaria. El 50 % de la recaudacin del impuesto a


los negocios se destinar a la secretara de Hacienda de la
Nacin.

7 Contribuciones para obras pblicas. Adems de los dos


impuestos bsicos, el gobierno nacional y los gobiernos
provinciales podrn cobrar contribuciones para ejecucin de
obras pblicas, que sern distinguidas de los impuestos porque
por los cargos correspondientes debern emitir certificados o
acciones escriturales a favor de quienes paguen dichos cargos.
Tales certificados sern representativos de la propiedad de las
obras, pudiendo ser negociados libremente en mercados de
valores y quedarn habilitados para elegir gerenciadores de las

La institucionalizacin de la administracin pblica que surja de


esta reforma impositiva quedar sumamente descentralizada y
contar con autonoma financiera en todos los niveles. El
gobierno federal dejar de ser una caja poltica que reparte
dinero a sus secuaces. Tendr que ocuparse slo de las obras
pblicas que tiendan a la integracin territorial: aeropuertos,
red nacional de autopistas, sistema ferroviario para transporte
183

A todas luces es de estricta justicia impedir que los municipios y


comunas inventen y cobren impuestos. La ciudad no es una obra
pblica, financiada por el Estado. Es otra cosa distinta: es la obra
colectiva fruto del esfuerzo individual donde las familias
debieran encontrar un habitat agradable, seguro y fructfero. La
propia naturaleza del municipio indica que el objetivo de la
intendencia o comuna no es otro que gerenciar espacios pblicos
y privados de un territorio urbano, para hacer atractiva la vida
de sus habitantes. Por eso su tarea es mantener una ciudad
ordenada, limpia y amable. El municipio no puede atribuirse
funciones de Estado autnomo, porque es tan slo administrador
de Consorcio de habitantes que son los verdaderos propietarios
de la ciudad.
Las funciones del municipio y las responsabilidades del
intendente no pueden ser rocambolescas. Tiene que ceirse a las
tareas elementales pero imprescindibles: pavimentar las calles y
vas urbanas mantenindolas sin baches y en ptimas condiciones;
veredas impecables con niveles, cordones y bocacalles en
perfecto estado;
alumbrado pblico adecuado;
fachadas
armoniosas, perfil urbano equilibrado y urbanismo
sin
discordancias; sistemas de agua potable, cloacas, desages
pluviales, tratamiento de residuos y derrames industriales;
ordenamiento del trnsito vehicular; vigilancia y prevencin de
incendios; emergencia mdica y asistencia de siniestros o
catstrofes naturales; polica de seguridad pblica, ordenamiento
de redes para distribucin domiciliaria de electricidad, agua,
telefona, gas y aire comprimido; buen transporte urbano de
pasajeros; cuidado del medio ambiente; plazas, paseos, reas
verdes y sitios de esparcimiento pblico.

mismas. Se trata de administrar los servicios pblicos con


criterios de eficiencia y control aceptados por la sociedad, no
por el Estado.

Esta propuesta intenta dar por tierra un abuso fiscal sumamente


extendido. Consiste en la accin usurpadora del Estado que
incorpora al precio de las tarifas ciertos cargos consistentes
en partidas destinadas a la construccin, compra, ampliacin o
modernizacin de bienes de capital. Pero esas inversiones en
lugar de ser reconocidas a favor de quien pag su costo, son
apropiadas sigilosamente por el Estado que las considera de su
propiedad. De esta manera los gobiernos actan como el
directorio fraudulento de una sociedad, que anuncia un aumento
de capital, recauda el importe de la suscripcin, se queda con el
dinero y nunca emite las acciones. Si as ocurriese en una
empresa privada, el accionista estafado tendra varios recursos
a su alcance: reclamar la entrega de los ttulos, denunciar la
estafa y plantear el derecho de receso exigiendo la devolucin
del dinero con ms daos y perjuicios. Pero con el Estado, no se
puede plantear la vigencia de este derecho, porque goza de una
inexplicable soberana arrebatada a los individuos.
8 Tasas liquidadas con seriedad. Los gobiernos municipales
podrn cobrar tasas retributivas por servicios prestados a la
comunidad local, las cuales debern ser sancionadas informando
pblicamente sobre los costos directos e indirectos del servicio,
la parte proporcional de los gastos de estructura del municipio y
un razonable porcentaje de imprevistos. Tambin deber ser de
pblico conocimiento el criterio de prorrateo de los costos entre
los
contribuyentes, debiendo
incluir
datos
objetivos
comprobables por sistemas de medicin y clculo.

184

Para cumplir con estas funciones el municipio tendr que


financiarse mediante la creacin de tasas que renan las
caractersticas mencionadas: transparencia y publicidad de su
contenido, incidencia de los tems del costo, criterios del
prorrateo y destinatarios obligados al pago de las expensas
comunes.

elctrica, gas, telefona y similares) para cargar y cobrar


impuestos de cualquier tipo, naturaleza y jurisdiccin.
4. Factibilidad del proyecto.
Cmo es posible que con dos impuestos: uno a las personas
fsicas y otro a los negocios, a la misma tasa del 13 %, se consiga
una recaudacin similar a la que tradicionalmente tena el pas,
entre 23 y 25 % del PIB?
Primero por una razn terica, puesto que por definicin, el
valor agregado, el gasto, el ingreso y el producto tienen el mismo
importe global porque son exactamente lo mismo.

9 Organizaciones sin fines de lucro. Todas las personas


fsicas tendrn derecho a destinar el 15 % de sus impuestos a
entidades de su preferencia a condicin de que no tengan fines
de lucro y presenten rendiciones de cuentas pblicas y
transparentes. El organismo recaudador deber contar con un
registro de tales entidades y recibir los cuestionamientos o
denuncias que hagan los contribuyentes, investigando cualquier
intento de malversacin o desvo de fondos.
10 Simplificacin. Al ponerse en vigencia la reforma impositiva
del flat tax quedarn derogados los dems impuestos. La
derogacin tendr que ser hecha por etapas sucesivas, a medida
que las nuevas recaudaciones reemplacen a las antiguas: a)
derechos de importacin, b) retenciones a exportaciones, c)
monotributo, d) impuesto a las ganancias de personas fsicas, e)
impuesto a las ganancias de personas jurdicas, f) impuesto a
bienes personales, g) impuesto a la renta mnima presunta, h)
impuesto a los dbitos y crditos bancarios, i) IVA, j) impuesto
a ingresos brutos, k) impuestos internos, l) sellos, m) impuestos
a la donacin o transmisin gratuita de bienes, n) sistemas de
convenios
de
pagos
multilaterales
o
de
impuestos
interprovinciales.
11 Transparencia fiscal. Quedar prohibido de manera
absoluta para cualquier jurisdiccin de gobierno, la utilizacin de
boletas de servicios pblicos (agua corriente, cloaca, energa

Valor agregado por sectores = Formacin interna de capital


+ Gasto bruto interno = Ingreso nacional de agentes
= Producto Interno bruto (PBI).

Segundo por una razn prctica, porque al no haber


excepciones, si se cobran impuestos al Ingreso nacional o Renta
Interna bruta (13%) y al mismo tiempo se cobran impuestos al
Valor agregado de todos los sectores (13 %) se estn duplicando
los impuestos sobre el Producto Interno bruto (26%). Como no
hay excepciones, es muy posible alcanzar ese porcentaje porque
entre los dos se obtendra el 26 % de la misma cifra global.

185

CAPITULO 27

Echan la culpa a otros de sus errores. Son groseros y carecen de


buena educacin. Predican la venganza en vez de la reconciliacin.
Falsifican estadsticas para enmascarar la realidad. Mienten con
desparpajo y descaro. No comprenden que por la mentira entr
la muerte al mundo (Gnesis 3:1-5).
Los polticos que gobiernan nuestra democracia, parecen no
darse cuenta de que estn generando un virus mortal para el
sistema poltico: la desconfianza y el repudio, porque los mismos
ciudadanos que los eligen, no les creen, reniegan de ellos, los
maldicen y sospechan de su honestidad.
Tambin aquellos que aspiran dedicarse a la poltica se
estn pervirtiendo. Su formacin es de la peor estofa: una
capacitacin intelectual chabacana y adulterada; una militancia
oportunista carente de grandeza; un objetivo de vida basado en la
mezquindad y la rapia. Con ese deplorable entrenamiento
adquieren un postgrado en perfidia y llegan a ocupar cargos
pblicos. Pero nunca alcanzan a comprender cul debiera ser su
papel para desempearlos. Por eso, inexorablemente fracasan.
Sin embargo, tienden a perpetuarse. Van rodando y
ocupando diferentes puestos como calesita de feria. Saben que al
cabo de un tiempo, accedern a la misteriosa fraternidad poltica
que les permitir vivir sin trabajar, viajar por todo el mundo a
costa del erario pblico y eliminar cualquier amenaza de pobreza.
Entonces, maximizan el valor de la militancia partidaria, se
dedican a difamar a sus adversarios, perduran en sus cargos por
la intriga, malgastan el tiempo en banalidades y persisten en la
absoluta ignorancia acerca de temas sobre los cuales deberan
actuar. Terminan incurriendo en la fatal arrogancia de los
ignorantes con poder: creen saberlo todo y no entienden nada.

RECONCILIAR EL ESTADO
Y LA POLITICA CON LA GENTE.
Desde la recuperacin democrtica en 1983, como
consecuencia de la derrota en la guerra de Malvinas, los
ciudadanos padecemos un creciente desengao. Advertimos que
paulatinamente y con distintos gobiernos, la clase poltica pierde
legitimidad y va envileciendo la democracia con una corrupcin
que no tiene frenos y una perversin pblica carente de castigos.
No se trata de una cuestin econmica, ni mucho menos de
la tasa de crecimiento del PIB. Es una cosa distinta. Consiste en
la total ausencia de moral pblica, en la supina ignorancia sobre
el arte del buen gobierno y el brutal desprecio por la tica social
que demuestran nuestros gobernantes.
1. Gobiernos austeros y polticos honestos.
Ao tras ao, gobiernos seudo-democrticos van de mal en
peor: en vez de dar el ejemplo, pervierten. Exhiben corrupcin
en lugar de honradez. Son permisivos con los delincuentes.
Estimulan la accin de patotas y de convictos. Niegan seguridad
a la gente honesta. Buscan la complicidad de los jueces.
Acumulan poder pero carecen de autoridad moral. Slo les
preocupa amasar fortunas. Utilizan la obra pblica para saquear
fondos. Confunden orden y disciplina con despotismo. Erigen
trabas y obstculos a los que trabajan. Improvisan y obran con
espantosa ineficiencia. No buscan acuerdos ni dialogan con nadie.
186

Convierten al pas en lo que Mario Vargas Llosa denomin un


galimatas indescifrable, es decir un caos incomprensible.

La figura contrapuesta al pueblo es la masa,


conglomerado de individuos sin personalidad ni carcter
propio, que estn a la espera de ser utilizados por agitadores
y revoltosos. La masa es una turbamulta que, a diferencia del
pueblo, resulta fcil de manipular. Es un juguete en manos
desaprensivas que operan sus instintos y emociones; pronta a
seguir hoy una bandera y maana otra distinta, pero siempre
reclamando ddivas. En nuestro pas, partes de la masa se
han convertido en grupos violentos, barras bravas o turbas
callejeras que tratan de imponer su arbitrio al resto de la
sociedad, con
ausencia del Estado o quizs con su
complacencia.
Si predominase la masa y el pueblo resignara la supremaca,
prontamente acabaramos con la autntica democracia y
echaramos al basurero su ideal de dignidad, libertad e igualdad.
Con la hegemona de la masa, la dignidad sera canjeada por
mendrugos, la libertad servira para que una pandilla agresiva
aplaste a quienes no comparten el pensamiento totalitario y la
igualdad degenerara en una nivelacin de miseria y decadencia.

2. El pueblo y la masa.
La democracia no se compone slo de gobernantes y
polticos, porque los ciudadanos constituyen su factor
fundamental, ya que son ellos quienes eligen, apoyan o toleran a
los polticos y muchas veces, les critican, se oponen y los echan
del poder. Por eso merecen ser altamente considerados.
Desde que Sarmiento publicara Civilizacin y barbarie en
las pampas argentinas -el libro (1) ms importante escrito por
un latinoamericano- descubrimos dos realidades diferentes: el
pueblo y la masa.
La Constitucin misma reconoce la existencia del pueblo
al decir que una simple reunin de personas no puede atribuirse
esa denominacin, pero nada dice sobre la masa que es hoy una
realidad desconcertante.
Pueblo es el conjunto formado por ciudadanos -humildes o
ricos- conscientes de su responsabilidad y convicciones, que
cumplen sus obligaciones y reconocen que la libertad tiene que ir
unida al respeto de los derechos del prjimo.
En un pueblo digno, las desigualdades no nacen del poder
ni del arbitrio, sino de la propia naturaleza, del mrito personal
y de las diferencias de cultura. Pero esas desigualdades
confieren a cada uno, frente al Estado, el derecho a vivir
honradamente su propia vida. As, el pueblo conforma la base de
la verdadera democracia y le imprime sus rasgos y caracteres
distintivos en eso que ha dado en llamarse idiosincrasia.

3. La rebelin de los decentes.


Pero puede haber una reaccin. En la mitologa griega,
Atlas era el titn que sostena sobre sus hombros los pilares que
separaban la tierra del cielo. Y el tema de La rebelin de Atlas,
fue tratado en una famosa novela de Ayn Rand (2). Se refiere a la
reaccin de los hombres independientes, racionales y laboriosos,
cuando dicen: basta, ya no sigo ms y bajan los brazos!
El argumento de La Rebelin de Atlas es la historia de un
hombre cansado de ridculas trabas administrativas, de
187

impuestos que le arrebatan el fruto de su esfuerzo y de


absurdos controles a que est sometido. Dice basta y se dispone
a parar el motor del mundo. Lo consigue y el deterioro del mundo
se acelera cuando las fbricas bajan sus cortinas, los comercios
se quedan sin empleados y nadie se anima a encarar un proyecto
productivo. Mientras tanto la decadencia progresa; la sociedad
se desintegra, la falta de comida origina revueltas sociales y los
desocupados se multiplican. Es este hombre un destructor
malvolo o el mayor de los libertadores? Por qu tiene que
luchar contra los pobres que ms le necesitan, incluso contra el
gobierno? La novela demuestra que la libre iniciativa, el respeto
al derecho de propiedad y la libertad de contratacin,
constituyen el motor del mundo.
La Rebelin de Atlas presenta el conflicto entre dos
visiones antagnicas de la Vida, la Sociedad y el Estado. En una
predominan la razn, la responsabilidad y la libertad. En la otra
prevalecen la insensatez, la irresponsabilidad y la sumisin.
Pero las personas decentes, aunque sean muchas, son
apocadas. Tales son los trabajadores que aman su trabajo; los
hbiles artesanos que hacen maravillas; las amas de casa
ejemplares; los empresarios y comerciantes honestos; los
cientficos independientes; los artistas que recrean la belleza;
los sacerdotes, rabinos y pastores que muestran el camino, la
verdad y la vida; los militares que defienden la patria; los
policas que honran su uniforme; las maestras que transmiten el
saber y la vida honesta; los periodistas que son fieles a su
misin de decir la verdad; los escritores que exaltan los mejores
sentimientos humanos; y los profesores que saben formar
discpulos porque conocen profundamente su materia. Ellos, en
conjunto constituyen el pueblo y son el motor del mundo. Si

claudican o renuncian a cumplir con su deber, la sociedad entera


se derrumbara. Ese es su enorme poder y su gran
responsabilidad.
La decadencia de los pases se produce cuando predomina la
masa sobre el pueblo. Porque en ese momento la sociedad se
fracciona en dos clases irreconciliables: los saqueadores y los nosaqueadores. De nuevo: civilizacin o barbarie.
Habitualmente, los saqueadores constituyen una minora
audaz dirigida por una dirigencia poltica descarada e insolente,
que los utiliza para someter a los dems a sus caprichos. En
cambio, los no-saqueadores -que son mayoritarios- se muestran
ms bien pusilnimes y asustadizos.
Dentro de los no-saqueadores predominan individuos
responsables y emprendedores: referentes sociales, lderes
religiosos, dirigentes polticos y gremiales, profesionales
independientes, capitanes de industria e intelectuales que piensan
que la solucin est en el esfuerzo personal estimulado por la
libertad.
Ningn sistema democrtico puede sostenerse si el pueblo
se lava las manos, si no se indigna, si no muestra su presencia, si
abandona el espacio pblico a la turba y cede lugar a los
saqueadores que integran la masa.
Hay distintas formas de claudicacin. Empieza con aquellos
egostas y melindrosos que slo se interesan por sus cosas y se
desentienden de las cuestiones pblicas; persiste con los
codiciosos y avaros que buscan ganar dinero bajo cualquier
gobierno e ideologa; sigue con los papanatas y necios que exigen
buenas ondas; contina con los cndidos e ingenuos que adhieren
al relato de gobernantes mentirosos; y termina con los hedonistas
y voluptuosos que prefieren el pan y circo, para gozar de la
188

frivolidad y el pasatiempo.
Pero la realidad es implacable y a ninguno les perdona.
Ninguna nacin puede sobrevivir con polticos e instituciones que
no saben enfrentar al hecho esencial de la naturaleza, que es la
escasez de recursos y la necesidad de economizar eligiendo las
alternativas ptimas.
El buen gobierno es aqul que sabe seleccionar las
necesidades, individuales y sociales, a satisfacer y que limita el
grado de satisfaccin de tales necesidades, para no derrochar
recursos.
Nadie, ni los ms audaces gobernantes, pueden prometer
dar ms a algunos, sin ofrecer menos a otros. Pero, cuidado, no
existe poltica alguna que desalentando el ahorro pueda
aumentar el consumo de hoy sin tener menos consumo para
maana.
Desde tiempos inmemoriales, la escasez es el hecho ms
importante en la vida de los seres humanos. Y los pueblos que
han sobrevivido lo hicieron gracias a las virtudes sociales: el
esfuerzo, la austeridad, la laboriosidad, la previsin, la iniciativa,
la sencillez y la perseverancia.

hoy en da, el Estado, una institucin social en crisis. Esta crisis


del Estado aparece, cada vez ms ntidamente, como consecuencia
de la crisis de la familia tradicional, constituida por el hombre, la
mujer y sus hijos que se han jurado fidelidad. Por eso la cuestin
fundamental para salir de esta crisis mundial, consiste en poner
toda nuestra ciencia y atencin en la restauracin de las familias
normales y en establecer reglas y limitaciones a quienes nos
gobiernan.
La razn de las reglas es esencial y los polticos, en lugar
de divagar o acumular fortunas personales, tienen que ponerse a
trabajar por el bien comn o el inters general, que se
concreta en tres fines muy precisos:
a) que el Estado respete la dignidad de las personas,
b) que el Bienestar general se logre por la accin libre y
voluntaria de la gente y no se desvirte con la intromisin
del Estado en la vida privada.
c) que las Leyes y las polticas de gobierno fomenten la paz
social, la estabilidad econmica y la seguridad para todos.
Quienes aspiren a gobernar, no pueden seguir repitiendo
machaconamente un
discurso hueco y estril sobre una
democracia declamada, que nada dice y nada permite construir,
porque con esa retrica sin contenido terminarn llevando sus
pueblos al paroxismo que es la exaltacin extrema de los odios y
las pasiones..

4. Limitar los abusos del gobierno.


Las tremendas crisis financieras que han sacudido al
mundo en los ltimos aos, responden a dos grandes causas: 1 la
codicia sin freno de los especuladores y 2 la accin de
gobiernos que fomentan la especulacin porque de ella obtienen
el dinero para despilfarrar y permanecer en el poder.
La quiebra de varias naciones europeas ha demostrado en
forma indudable, que el gran desestabilizador de la economa es

Tienen que plantearse y responder claramente, en forma


pblica, las siguientes cuestiones:
189

Qu es esto que llamamos Estado? Para qu sirve?


Cules son sus funciones? Qu debe hacer y qu no debe
hacer el Gobierno? Dnde estn sus lmites?
Hasta dnde podemos tolerar que el Estado se dedique a
expoliar al sector privado? Cunto puede exigir fiscalmente sin
poner en peligro la capacidad creativa de los individuos? Cmo
impedir que el sistema impositivo desaliente la iniciativa?
De qu modo puede conseguirse que la clase poltica sea
controlada en sus desbordes, se comprometa con el bien
comn, abandone la mezquindad electoralista, destierre el
despilfarro y repudie el clientelismo como instrumento habitual
de gobierno? Algn da podremos tener polticos honestos,
inteligentes y eficaces?
Para responder a estos interrogantes, se ha escrito este
libro.
El cambio tendra que comenzar con una medida drstica:
exigir que toda Ley referida al gasto pblico o al aumento de
impuestos deba ser aprobada por mayora cualificada de las 5/6
partes del total de legisladores, estn o no presentes.
La reconciliacin entre la Sociedad y la clase poltica
requerir un Pacto de Reforma Impositiva como Ley
fundamental, tanto o ms importante que aquellas leyes que
determinan el valor de la moneda y garantizan las libertades
individuales.
Ese Pacto Fiscal tendr que encarar los temas de
tributacin, deuda pblica e inflacin interrelacionados con el
gasto pblico, personaje principal del Estado absolutista. ste
es el factor que condiciona los otros tres a sus caprichos y
veleidades.

Para impedir burbujas financieras que estallan sin avisar, el


pacto fiscal de reconciliacin debe retornar a las reglas de oro de
los buenos gobiernos, que se comportaban como individuos
sensatos cuando administraban sus asuntos particulares.
Hay que retornar a los criterios de la sabidura popular,
imponindolos a los gobernantes: 1 ni el Gobierno ni los

individuos pueden dar un paso ms largo que sus piernas (n il


Governo n gli individui possono fare un passo pi a lungo le
gambe); 2 tanto el Estado como las familias deben ajustar
sus gastos a sus rentas (famiglie e lo Stato dovrebbero
regolare le spese al loro reddito)
Para que ello suceda, el pueblo debe darse cuenta de que el
aparato del Estado es sumamente costoso e intil y, adems, que
todo el peso del mismo recaer sobre el bolsillo de cada uno.
Cualquier imagen de un gobierno dispensador de riquezas cadas
como man del cielo, es una mentira, una mera ficcin.
Si pretendemos alcanzar un mejor nivel de vida, con
libertad y bienestar para todos, no podremos prescindir de esas
verdades.
El buen gobierno depende tanto de buenas reglas como de
buenos gobernantes. Pero esas reglas deben cumplirse a
rajatablas y los gobernantes deben tener buenas intenciones.
Afortunadamente y teniendo en cuenta la razn de las reglas,
siempre es ms fcil llegar a un acuerdo sobre el conjunto de
buenas reglas que sobre quin ser el candidato para llevarlas a
cabo.
No debemos olvidar que los hombres ambiciosos y las
mujeres arrogantes generalmente no son buenas personas. Por
eso hay que limitarles su poder.

190

(1) Domingo F. Sarmiento: Facundo, Civilizacin y Barbarie,

La historia humana es el escenario dramtico de la lucha


entre el bien y el mal, entre el poder absoluto y la libertad. Su
estudio revela una constante: que el ejercicio ilimitado del poder
conduce inevitablemente a la corrupcin. Cuando el poder
poltico no est limitado, confunde la mente de los hombres,
corrompe su conciencia, endurece el corazn y degrada el
sentido moral (2).
El viejo maestro britnico, Lord Acton aqul que nos
ense que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe
absolutamente sostena que si existe algo de divino en lo

Edicol, Bs.Aires 2006


(2) Ayn Rand: La rebelin de Atlas, Ed. El grito sagrado, 2008
(3) Paloma de la Nuez: Lord Acton, Ensayos sobre la libertad y
el poder, Madrid 2011.
(4) Friedrich A. von Hayek: Camino de servidumbre, Unin
editorial, Madrid 2009.
(5) Hilaire Belloc: El Estado Servil. El Buey mudo, Madrid 2010

humano, eso es el anhelo de libertad, un deseo contagioso que


explica el devenir de la historia de la humanidad y reconcilia las
creencias religiosas con las ideas agnsticas. Los hombres,
deca Lord Acton, poseen una voluntad y conciencia libres, son
responsables de sus decisiones y saben que nunca jams puede
justificarse una conducta inmoral ni por el xito ni por la razn
de Estado (3).
En los das de desolacin que estamos viviendo, nuestra
esperanza radica en la certeza de que al final y pese a nuestras
cobardas, debilidades y traiciones, la idea de la libertad no se
perder nunca. Porque la ley moral no puede derogarse ya que
est escrita en tablas de eternidad que moran en nuestras
conciencias (4).
Hoy, como en todos los tiempos de la historia de la
humanidad, la eleccin de vida o muerte vuelve a ser siempre la
misma: Sociedad libre o Estado servil (5).
Es nuestro deber sagrado optar por la vida y la libertad.
Por nosotros, por nuestros hijos y por esta Patria, que es
el lugar donde reposan los huesos de nuestros Padres.

191

fines del 2011, tambin Alemania sembr desconfianza porque


ofreci bonos por 6.000 millones a 10 aos y slo pudo colocar
3.644 millones, el 60 %
Desde el estallido de la crisis de Lehman Brothers en
EE.UU. en el ao 2008, el endeudamiento de los gobiernos se ha
incrementado en un 48,3 %. El monto llega a ms de u$s 50
billones, una cifra inconcebible en una situacin sin precedentes.
Slo los pases de la U.E. tomaron en 2010 ms de 800.000
millones de nuevos crditos. En EE.UU. el nuevo endeudamiento se
sita en u$s 1,56 billones, con el nivel acumulado ms alto de
todos los tiempos y superando con creces el 100 % del PIB (u$s
14,8 billones)

Apndice I.

EL ESTADO
YA NO ES CONFIABLE
Peter Seewald (*)

El filsofo alemn Meter Sloterdijk de la Escuela de


Karlsrhue dice que los hombres no creen en lo que saben,

incluso cuando se les demuestra en forma concluyente qu va a


ocurrir. En teora saben lo que va a pasar, pero se dicen: a m
no me tocar! y, de todos modos, no modificar mi vida!.

Por su parte, el profesor Kenneth S. Rogoff de la


universidad de Harvard ha sostenido que ya no hay ms

Obran as porque no ven ejemplos ni modelos acerca de cmo


sera un estilo de vida austero, de renuncia racional y moral a un
exceso de bienes materiales.

normalidad en las finanzas pblicas sino slo una ilusin de


normalidad. Su anlisis demuestra que hay una alta probabilidad

de que Espaa necesite ayuda de Europa. Inevitablemente


Grecia, Irlanda y, probablemente Portugal,
tengan
que
reestructurar su deuda, con quitas del 50 % al 60 % o ms.
Cuando esto ocurra los mercados se volvern locos y esos pases
necesitarn auxilios. De hecho, si no existiese Europa, Grecia,
Portugal y Espaa lo estara pasando psimo. Pero si esos pases
declaran el default y suspenden pagos, la cosa no acabar aqu. Se
extender incluso a los tres pases centrales: Francia, Inglaterra
y Alemania. La deuda europea ya est en un nivel difcil de
manejar. Si sigue creciendo no ser gobernable en ninguna de las
formas. Entre Alemania y Francia han tenido que constituir un
fondo de rescate superior al billn de y en Gran Bretaa crece
la posicin separatista de la U.E. Europa tiene que marcar pronto

En cuanto a los psimos ejemplos, los Estados se muestran


como un paradigma insuperable. Segn el Banco Mundial, la
deuda acumulada por los gobiernos llega en el ao 2011 a un
nivel sobre el PIB nunca visto en la historia de la humanidad:
Francia 81,7 %, Italia 119,2 % y Grecia 142,8 %. Alemania,
tomado como modelo, tiene una deuda pblica equivalente al
83,2% de su PIB y gasta nada menos que 50.000 millones
slo para pagar intereses a los bancos. Con esta cifra se podra
alimentar por un ao a todos los nios de los pases en
desarrollo. Esto es consecuencia de que los alemanes han venido
llevando un tren de vida por encima de sus posibilidades. Hacia
192

reflexiones que completamos con informacin de otra fuente. (La


Luz del Mundo, cap. IV La Catstrofe global, Herder editorial,
Barcelona 2010).

una lnea roja en el caso de las deudas de sus gobiernos,


imponiendo una dursima disciplina financiera para evitar el
derrumbe de un proyecto secular.
Estamos viviendo pues a costa de las futuras generaciones
y son ellas las que soportarn la carga de estas deudas
gigantescas. En ese sentido obramos en un mundo ficticio, nos
orientamos hacia las apariencias y nos regimos por falsedades.
Los polticos prometieron que seramos como dioses y nos han
instalado en una irrealidad virtual, inexistente.
Las grandes deudas de los gobiernos son presentadas
como activos en los que se puede confiar, susceptibles de
colmar necesidades futuras; todo lo cual es falso y se
demuestra cuando los gobiernos declaran el default, cuando
reestructuran la deuda pblica con gigantescas quitas y cuando
alteran sustancialmente las condiciones originales con que esa
deuda fuera ofrecida a los ingenuos ahorristas. Esto que
presenciamos es el desmoronamiento del crdito pblico de los
Estados, porque los gobiernos han dejado de ser merecedores
de confianza.

(*) Peter Seewald es un famoso periodista independiente,


nacido en 1954, que colabora con los peridicos alemanes Der
Spiegel, Stern y la revista del diario Sddeutsche Zeitung. Ha
sido el primer periodista que ha logrado interesantes y agudas
entrevistas personales con el papa Joseph Ratzinger, las que
quedaron registradas en varios libros. ltimamente ha escrito
uno nuevo La luz del Mundo del cual hemos obtenido estas
193

nacional.
Lo
curioso es que el 20 de enero de 1932 ya se reuna el Congreso
Nacional, en sesiones extraordinarias y el 20 de febrero asuma
el electo Poder Ejecutivo Nacional.
La
premura
no
responda a una mera casualidad. Se trataba de una estrategia
urdida por los elementos estatistas, capitaneados por el Dr. Ral
Prebish, muy activos dentro del Ministerio de Hacienda del
entonces gobierno 'de facto'. El impuesto a las rentas, como
tributo federal, haba sido rechazado en forma sistemtica,
hasta la Revolucin de 1930, por la Cmara de Senadores de la
Nacin. La maniobra consisti, pues, en presentarlo al nuevo
Congreso, como un hecho consumado. La excusa que se le expuso
al, no muy convencido, Gral. Uriburu era que deba entregar el
poder con el presupuesto de equilibrado.

APENDICE II.

HISTORIA DE
LA COPARTICIPACIN FEDERAL
Meir Zylberberg (*)

La coparticipacin federal impositiva form parte del


programa de reformas fiscales y monetarias que en la dcada
del 30 dej sin efecto el sistema rentstico y econmico de la
Constitucin Nacional de 1853/60. La idea del reparto del botn
impositivo entre las autoridades nacionales y las provinciales
vino ligada con el primer proyecto modificatorio del impuesto de
emergencia a los rditos, en 1932. El as llamado Impuesto de
Emergencia a los Rditos fue introducido, el 19 de enero de
1932 por Decreto-Ley del gobierno militar de facto presidido
por el Gral. Jos Flix Uriburu. Los impuestos internos a los
rditos y a las ventas constituyeron los gravmenes federales,
precursores del nuevo rgimen rentstico anticonstitucional que
adopt la Argentina desde esa poca. Establecidos los controles
cambiarios a fines de 1931 y con la paulatina desaparicin del
libre cambio en la Argentina, la decadencia y la constitucin
totalitariade hechoestaban ya en marcha.
Encaminados hacia la autarqua, los ingresos del Tesoro
Nacional no podan seguir dependiendo exclusivamente de los
recursos externos, producto de derechos a la importacin y
exportacin y de la venta y locacin de tierras de propiedad

De esta manera, el 10 de mayo de 1932, la Comisin


Especial de Presupuesto y Hacienda del Senado despach
favorablemente el proyecto de ley, en revisin, sancionado por la
H. Cmara de Diputados, sobre los 'Impuestos de Emergencia a
los Rditos'.
El
artculo 1 del proyecto de ley modificatorio contena dos partes:
la primera confirmaba el Impuesto de Emergencia Nacional a los
Rditos de fuente argentina, a partir del 1 de enero de 1932.
Lo fijaba por el trmino de tres aos a partir de esa
fecha; la segundanuevareferente al reparto (despus llamada
la coparticipacin), significaba un claro anticipo de las verdaderas
intenciones del grupo de nacional socialistas inspiradores del
proyecto: Perpetuar el impuesto.
Estipulaba que una futura

ley determinara cmo se iba a repartir el producido del impuesto


entre la Nacin y las Provincias, a contar del 1 de enero de
194

1934. De lo contrario, el Impuesto a los Rditos caducara en


forma automtica.

con devorar hasta las piedras.


El
nuevo tributo se superpona con las vigentes contribuciones
territoriales, de orden local, y los impuestos internos que cobraba
la Nacin. No hay dineroinsista Villafae para pagar el canon
de riego, menos habr para solventar esta complicada carga.

1.El debate del 14 de mayo de 1932


El Senado de la Nacin se compona, en esa poca de
treinta miembros. Veintiocho por las 14 provincias y dos por la
Capital federal.
Toda la Patagonia, La Pampa, Chaco, Formosa
y Misiones carecan de voz y voto. Estaban regidas por normas
atinentes a los territorios nacionales. La mayora oficialista de
la Cmara se integraba por una conjuncin de partidos
conservadores y radicales antipersonalistas. Dos socialistas por
la capital y dos demcratas progresistas santafesinos formaban
el arco opositor. La extraccin partidaria poco tuvo que ver con
la opinin de los legisladores en este debate.

Ceballos Reyes sealaba que en el Noroeste apenas si se

conoce la moneda argentina. El comercio se realiza con cueros de


cabrito, mantas de vicua y otros enseres en pago de servicios.
La idea de la inconstitucionalidad del impuesto a los rditos
era unnime: corrompe en sus bases las autonomas financieras de
las provincias. No obstante, la Cmara Alta se dividi en dos
grupos. Uno, muy influyente, sostena que la grave crisis que
atravesaba la Nacin haca imposible aferrarse en forma estricta
a los preceptos constitucionales.

Los temas controvertidos giraron alrededor de los


siguientes puntos: 1) Si el Impuesto a los Rditos era aplicable
en todo el pas; 2) El porvenir de las autonomas provinciales
frente al gravamen; 3) Los propsitos encubiertos en la
coparticipacin; 4) Si estaban cumplidos los recaudos
constitucionales para poder sancionar un tributo transitorio de
estas caractersticas.

El otro entenda que la posibilidad que el voto adverso

desequilibre el presupuesto no debe ser motivo para aprobar una


clase de impuesto que sufrir en su aplicacin los inconvenientes
de la inconstitucionalidad (Guillermo Rothe Crdoba).
A la vez, este mismo legislador sostena que si votamos

hoy el impuesto a las rentas, tendremos para el ao que viene


mayores recursos y mayores gastos, con el agravamiento de todas
las dificultades econmicas del pas. En cambio, si no votamos
este impuesto, el Poder Ejecutivo se apresurar a proponer
medidas que permitan equilibrar el presupuesto y evitar los
inconvenientes del impuesto a los rditos.

Benjamn Villafae (Jujuy) y Ral Ceballos Reyes (La


Rioja) predijeron, con razn, el fracaso de la ley, tanto en sus
provincias como en todo el Noroeste argentino.
Para Villafae se trataba de una ley suicida, una plaga
como la langosta que en esos das azotaba a Jujuy y amenazaba
195

Atanasio Eguiguren (Entre Ros) y Jos Nicols Matienzo


(Tucumn) hicieron or con argumentos irrefutables, los
principios fundamentales por los que se rige nuestro Derecho
Fiscal.

Constitucin coparticipaciones, ni estando reunidos los tres


recaudos para establecer tributos extraordinarios, no caba otro
camino que el voto negativo.
Para ilustrar a la Cmara, el senador Galndez ley una
carta del gobernador de Entre Ros doctor Etchevehere a su
colega de Santa Fe, doctor Luciano Molinas, cuyos trminos
conservan plena actualidad: La situacin de subordinacin

Segn Matienzo: En la Repblica Argentina no existen

contribuciones a medias. O son privativos de la Nacin o


corresponde
que
los
usufructen
las
provincias.

excesiva que generan las compensaciones en el curso deprimente


de los subsidios, arruina el concepto de la personalidad poltica de
los Estados Federales y nos aproxima cada da ms al centralismo
gubernamental que no es el de la ConstitucinHemos hecho del
gobierno central un organismo excesivamente poderoso, factor
principal de las perturbaciones que soporta la Nacin.

Los impuestos que no estn previstos en la Constitucin no


se pueden instituir. "Menos an, porque en virtud del artculo

104, todas las facultades no delegadas a la Nacin son de


resorte provincial.
En asuntos tributarios la Constitucin es taxativa.
El artculo 4 dice: El Gobierno Federal provee a los

El trmite de la votacin, en general, tuvo tintes


dramticos. Alberto Hueyo, ministro de Hacienda amenazaba con
renunciar antes que dejar de cumplir con los compromisos de la
Nacin, tener que cerrar el presupuesto con dficit o ir a la
devaluacin.

gastos de la Nacin con los fondos del Tesoro Nacional formado


por los derechos de importacin y exportacin, de la venta o
locacin de tierras de propiedad nacional; de la renta de
correos; de las dems contribuciones que equitativa y
proporcionalmente a la poblacin imponga el Congreso General y
de los emprstitos y operaciones de crdito que decrete el
mismo Congreso para urgencias de la Nacin o para empresas de
utilidad nacional.

Carlos

quien
pensaba
votar
silenciosamente en contra del proyecto resolvi sacrificar su
honradez intelectual. Consideraba que ningn senador de las
provincias puede aceptar la coparticipacin impositiva, porque eso
significa perpetuar impuestos previstos para ser transitorios.
Propuso como enmienda, que se suprima la clusula de
reparto y se agregue que el gravamen a los rditos caducar el
31 de diciembre de 1934. Finalizado el debate y en respuesta al

Esto estaba confirmado por el artculo 67, inciso 2, que


estableca
que
corresponda
al
Congreso:
Imponer

contribuciones directas proporcionalmente iguales en todo el


territorio de la Nacin, siempre que la defensa, seguridad comn
y bien general del Estado lo exijan. Al
no
admitir
la
196

Serrey

(Salta),

pedido del senador socialista por la Capital Federal, Dr. Mario


Bravo, la votacin fue nominal.

Con estas palabras, el 29 de enero de 1935, defina, con acierto,


el constitucionalista y senador tucumano, Jos Nicols Matienzo,
el rumbo que tomaba el gobierno nacional, en aquella poca. Esta
declaracin vala tanto para la prrroga por diez aos del
Impuesto a los Rditos y el Rgimen de Reparto Impositivo, como
para el entonces proyectado Banco Central de la Repblica
Argentina.

De los senadores presentes, 16 lo hicieron por la


afirmativa: Carlos Serrey(Salta), Robustiano Patrn Costas
(Salta), Matas Snchez Sorondo (Buenos Aires), Antonio
Santamarina (Buenos Aires), Ramn S. Castillo (Catamarca),
Mariano P. Cevallos (Crdoba), Juan Jos Lubary (Corrientes),
Juan Manuel Vidal (Corrientes), Po Montenegro (Santiago del
Estero), Lucio Lpez Pea (Tucumn), Cruz Vera (Mendoza),
Mario Arenas (Mendoza), Mario Arancibia Rodrguez (San Luis),
Adofo Rodrguez Sa (San Luis), Francisco R. Galndez
(Catamarca), Rudesindo Campos (Jujuy).

Transcurridos los primeros tres


descubierto la parodia de la transitoriedad.

aos

se

puso

al

El impuesto de Emergencia pas a llamarse Impuesto a


los Rditos, a secas. Montado el complejo organismo recaudador
e instaurado el miedo, ya no haba retorno. Los intereses creados
de los sectores profesionales hicieron que la continuidad
centralista, totalitaria, no detuviera su marcha. En la historia de
las dos sesiones del Senado, quizs sea digno mencionar algunas
curiosidades.

Por la negativa votaron 7: Los senadores Alfredo L.


Palacios (Capital Federal), Ral Ceballos Reyes(La Rioja), Jos
Nicols Matienzo(Tucumn), Atanasio Eguiguren(Entre Ros),
Eduardo Laurencena(Entre Ros), Mario Bravo(Capital Federal) y
Guillermo Rothe(Crdoba).

En el debate del 14 de mayo de 1932, en el que se discuti


la validez constitucional del Impuesto a los Rditos, hicieron uso
de la palabra ms de la mitad de los miembros de la Cmara. Unos
a favor y otros en contra. Particip el Ministro de Hacienda. El
tema ocup 30 pginas del Diario de Sesiones.

Al Impuesto de Emergencia a los Rditos que iba a


caducar el 31 de diciembre de 1934, corregido y aumentado
muchas veces, hoy en 2008, se lo llama a las Ganancias. La
coparticipacin, rechazada en 1932, para no convertir a la
Constitucin en libro muerto (Serrey), fue introducida, sin
mayor discusin, justo el da que presuntamente iba a caducar el
Impuesto de Emergencia a los rditos.

En la sesin del Senado de la Nacin del 28 de diciembre


de 1934, que dispuso su prrroga por10 aos y el establecimiento
del Rgimen de Reparto, ya no intervinieron ms que 2 oradores:
Rudesindo S. Campos, representante por Jujuy, miembro
informante de la mayora y el entrerriano Atanasio Eguiguren,

2. Vamos hacia el centralismo, el unitarismo y la dictadura


financiera.
197

fundando su voto negativo. Fueron tres pginas incompletas las


que le dedic el Diario de Sesiones para registrar la breve
discusin.

El texto de este Mensaje contiene prrafos que se


asemejan a un libreto de pera bufa. Festeja, en cierto modo, el
triunfo de la burla a la ciudadana toda. Dice ms adelante:
fortalecida la situacin del erario pblico, y reiniciado el

El Dr. Federico Pinedo tan afecto a las arengas


parlamentarias, ya ministro de Hacienda, desde 1933, consider
intrascendente concurrir al recinto. Dieron por resuelto el
asunto y cerrado el debate. El silencio, en materia de lucha por
ideas y principios, se hizo luego tan largo como la decadencia
argentina.

resurgimiento de los negocios privados, puede pensarse en la


realizacin de serias reformas que antes de esos hechos quizs
hubiera sido prematuro emprender.

Los proyectos impositivos presentados ante vuestra


honorabilidad constituyen parte de este programa y continan en
algunos de sus aspectos las fundamentales reformas tributarias
promovidas por el Gobierno Provisional y completadas en 1932 por
este mismo Congreso. La otra parte, ms importante, de ese
mismo programa quedara realizada si se aprobasen los proyectos
orgnicos sobre la moneda y los bancos que el Poder Ejecutivo
somete a vuestra honorabilidad.

El principal argumento de R. S. Campos, quien junto a R.


Patrn Costas y F. R. Galndez, firmaron el despacho que
aconsejaba la sancin, consisti que la prrroga se deba a que
la situacin financiera, en general, con ligeras variantes, era casi
la misma que tuvo el pas en el ao 1932.
Pocos das ms tarde el mismo Poder Ejecutivo, autor del
proyecto, se ocup de desmentir a su vocero en la Cmara de
Senadores.

Un secreto muy sigilosamente guardado, tanto por los


polticos de todas las tendencias como por docentes e
intelectuales, son los argumentos contrarios que se esgrimieron,
tanto en el momento de la sancin del Impuesto a los Rditos
como de su prrroga.

El 19 de enero de 1935, en el mensaje que acompa al


proyecto de creacin del Banco Central de la Repblica
Argentina, se afirma todo lo contrario. Dice el Mensaje:
Traspuestas las dificultades apremiantes que el Poder

El breve discurso de Atanasio Eguiguren, del 28 de


diciembre de 1934, volvi a exponer las razones de su voto en
contra de la ley que, con el correr de los 74 aos de vigencia, iba
a constituirse en el gran pilar de la decadencia econmica e
institucional argentina.

Ejecutivo debi acometer con sus conocidas medidas de


emergencia, ha llegado la oportunidad de proseguir el plan de
accin econmica que el Gobierno se ha trazado, llevando
adelante el vasto programa de reconstruccin financiera y
monetaria contemplada en los proyectos anexos.

198

Afirm Eguiguren en esa oportunidad: que se trata de un

interpretando los anhelos de la misma , desde ya renuncia a todas


las participaciones para salvar sus principios de autonoma
provincial, y renunciamos a cualquier compensacin de carcter
pecuniario, al hacer estas manifestaciones.

impuesto al trabajo, a la produccin y a todas las actividades


tiles del pas; y en lo que respecta a su constitucionalidad el
artculo 67, inciso 2, de la Constitucin, constituye el obstculo
insalvable para la sancin de esta ley.

Frente a los hechos consumados, Eguiguren no reiter


estos conceptos a fines de 1934.

Dice el inciso 2 del artculo 67, que el Congreso "est

facultado para imponer contribuciones directas por tiempo


determinado y proporcionalmente iguales en todo el territorio
de la Nacin, siempre que la defensa, seguridad comn y bien
general del Estado lo exija.

Eguiguren agreg una profeca que ya casi nadie discute


como anormal: La verdad es que esto se ha incorporado como un

recurso comn, que antes lo sancionamos por un tiempo menor,


ahora por un tiempo mayor, y luego quedar incorporado
indefinidamente al Tesoro de la Nacin, violando as disposiciones
expresas de la Constitucin Nacional..

Es, pues, un impuesto excepcional para la Nacin y


solamente cuando medien estas circunstancias puede
sancionarse, y por un tiempo expresamente determinado.

3.Cartelizacin impositiva a nivel nacional y sus consecuencias

La cuestin reside, entonces en lo siguiente: la defensa,


la seguridad comn y bien general del Estado, exigen la
continuacin de este tributo?

La coparticipacin impositiva consisti, desde sus


comienzos, en 1935, en un severo ataque fiscal a las actividades
tiles y lcitas en todo el territorio nacional, para que anualmente
se reparta el producido, entre las Tesoreras de la Nacin,
provincias y Municipalidad de la Capital Federal.

No es necesario ahondar mucho el anlisis para contestar


negativamente. Mucho ms fcil es hacer economas sobre el
presupuesto de la Nacin, y ms justo, desde luego, que
sancionar este impuesto.

Arranc, hasta 1938, con el 82,5% para la Nacin y 17,5%


para la Municipalidad de la Capital Federal y las provincias.

Cuando se discuti el tema del reparto en mayo de 1932,


Eguiguren, lo calificaba de anticientfico y anticipaba el
carcter corruptor de las autonomas provinciales.

Mediante un hbil juego de palabras, Nacin, Provincias y


Municipio de la Capital de la Repblica, se convirtieron en
sinnimos de sus correspondientes gobiernos. De ah que las
autoridades provinciales aceptaron librar con la Nacin la guerra
por los ndices de reparto para permitirse el lujo de dilapidar sin

No conceba que representante provincial alguno la


admita. En cuanto a Entre Ros no titubeaba en decir que
199

principios de "solidaridad" y "justicia social" y se crearon la


antinomia entre provincias "ricas" y "pobres".
Los economistas macro ignoraron en forma sistemtica
que en el mundo no existen pases ni regiones ricas por obra de la
naturaleza. La naturaleza no fue muy prdiga con Japn, Hong
Kong o Singapur, hoy los pueblos ms prsperos de la Tierra.
Riqueza o miseria dependen del libre acceso y de la libre
movilidad de los recursos. La Rioja, Catamarca, Santiago del
Estero, la Patagonia no diferiran mucho de Texas o California si
adoptaran las instituciones defensoras de la propiedad privada
similares a las de estos estados norteamericanos.
Las violaciones a los principios econmicos y jurdicos
fundamentales hicieron estragos a travs de los aos.
La supuesta solidaridad distributiva, los altos y complejos
impuestos en todo el territorio de la Repblica, junto a las
restricciones comunes a nivel nacional del mercado de trabajo,
dieron como resultado el empobrecimiento de las otrora
provincias llamadas ricas, hundiendo en la dependencia y an
ms en la miseria, a las que haban sido consideradas pobres.
Si hubo un antes y un despus de la Ley del impuesto a los
rditos y la consecuente coparticipacin, basta recordar
nuevamente, la sesin del Senado nacional, del 14 de mayo de
1932.
En esa oportunidad, el miembro informante en la Cmara de
la postura de la mayora favorable al proyecto de Impuesto de
Emergencia a los Rditos, senador correntino Juan Ramn Vidal,
pudo decir, sin que moviera a risa a ninguno de los legisladores
presentes, que: En otras circunstancias distintas de las actuales,

tasa ni medida. Mediante este esquema, quien pag fue la


sociedad civil. El malgasto qued a cargo del criterio de los
polticos usufructuarios del poder.
El reparto nos llev a una verdadera cartelizacin fiscal.
Mediante este ardid adems de anularse las autonomas
financieras locales se priv de toda posibilidad de competencia
impositiva entre las distintas jurisdicciones.
El vaticinio de Atanasio Eguiguren, en la sesin del 14 de
mayo de 1932, se cumpli al pi de la letra. Considero que los

elementos esenciales para afianzar la autonoma poltica de las


provincias no son solamente las normas institucionales y legales.
Tienen un fundamento econmico evidente: no hay nada ms
corruptor que la pobreza, tanto en el orden individual y privado
como en el institucional y pblico. Las virtudes ms prstinas a
veces caen bajo esta situacin: y las provincias se convierten en
mendigas del gobierno central por la pobreza en las que ese
mismo gobierno central las coloca sacndoles parte de sus
rentas.

El sistema de reparto encareci los costos de produccin


de las regiones alejadas de los grandes centros urbanos de
consumo y exportacin. Conseguir recursos sin necesidad de
recaudarlos trajo el desquicio de las finanzas provinciales, el
endeudamiento, bancos oficiales ficticios y gran crecimiento de
las burocracias locales.
Las complejas distribuciones
posteriores fueron una verdadera muestra de incultura
econmica de nuestros polticos y de los llamados economistas
serios que asesoran en materia tributaria.
El castigo impositivo a las actividades tiles empobreci
aun ms a las provincias. No obstante se apel a supuestos

esto poda haber determinado mi voto en contra, pero en las


actuales, seor presidente, ante las necesidades que no pueden

200

encontrar otra forma de solucin, yo creo que las provincias


estarn, como han estado siempre, dispuestas a hacer cualquier
sacrificio para salvar los prestigios y el crdito de la Nacin.
(El esto, expresaba lo dicho en un prrafo anterior, que este
impuesto lastima los intereses econmicos de las provincias, ya
bastante gravados por otros impuestos existentes").
Hoy, el

coparticipacin de impuestos, un tema que ha permitido la


manipulacin poltica con la sumisin de los gobernadores al poder
central y la demolicin del rgimen republicano y federal de
gobierno establecido por la Constitucin Nacional.
Tambin es autor del libro La tributacin: signo de
servidumbre y de otro titulado "Las races totalitarias del
fracaso argentino", donde afirma que la causa del fracaso
argentino radica en el abandono de la moneda metlica
(argentino-oro)
y el castigo progresivo al xito. Es ms,
Zylberberg dice que la creacin del Banco Central consolid el
subdesarrollo en base al modelo corporativo-fascista. En el
captulo 5 de dicho libro, Zylberberg da una serie de soluciones al
problema argentino, entre las cuales figura sta: "El Banco
Central lleva ya 35 aos de sobre vida, respecto a los cuarenta
aos que le fij la carta orgnica original (1935-1975). Cumplida
con creces su obra demoledora, no queda otro camino que
disolverlo.
Esto, equivale a transferir todo lo referente a moneda,
crdito, bancos, cambios y tasas de inters a la esfera del
Derecho Comercial, la ley de Quiebras y el control incorruptible
de la competencia sin monopolios y la responsabilidad individual."
(captulo 5, pgina 157)

gobernador de la otrora rica provincia de Buenos Aires mendiga


ayuda a la Nacin, para financiar un aspecto vital de todo
gobierno civilizado, como es la seguridad de quienes habitan su
territorio.
Ni el gobernador ni su secretario de Hacienda parecen
haberse percatado de las amputaciones fiscales, ajenas al Pacto
de Unin Nacional, que sufriera la Provincia de Buenos Aires, de
parte de la Nacin, en especial a partir de 1930.
La despoblacin del interior y la formacin de
ingobernables bolsones de pobreza alrededor de las grandes
ciudades, en especial las "villas miseria, dentro de la Capital
Federal y el Gran Buenos Aires, son los ejemplos vivos de la
tragedia.
Lejos
de
restablecer
la
forma
republicana,
representativa, federal de gobierno, la Convencin Nacional
Constituyente de 1994 convalid el fracaso blanqueando
constitucionalmente a la Coparticipacin federal Impositiva, que
haba regido, de facto, por un perodo de 60 aos. No es
cuestin de ndices de reparto. Para avanzar hacia el
restablecimiento econmico y el federalismo fiscal no hay otro
camino que la abolicin del sistema de coparticipacin federal
impositiva.

(*) Meir Zylberberg es autor de este interesante e


imprescindible
antecedente
histrico
acerca
de
la

201

Todo al carajo. Lleva un ao pagando a los empleados con sus


ahorros personales. No puede ms.
Cinco tragos despus, con el tercer gin tonic en las manos,
Pencho rene arrestos para referirme la escena.
Fueron entrando uno por uno cuenta. La secretaria, el
contable, y los otros. Y yo all sentado detrs de la mesa, y mi
abogado en el sof, echando una mano cuando era necesario.
Se me pegaba la camisa a la espalda contra el asiento, oye.
Del sudor. De la vergenza Lo siento mucho, les iba diciendo,
pero ya conoce usted la situacin. Hasta aqu hemos llegado, y la
empresa cierra.
Lo peor, aade mi amigo, no fueron las lgrimas de la
secretaria ni el desconcierto del contable. Lo peor fue cuando
lleg el turno de Pablo, encargado del almacn. Pablo yo mismo lo
conozco bien- es un gigantn de manos grandes y rostro honrado,
que durante veintisiete aos trabaj en la empresa de mi amigo
con una dedicacin y una constancia ejemplares. Pablo era el
clsico hombre capaz y diligente que lo mismo cargaba cajas que
haca de chofer, se ocupa de cambiar una bombilla fundida,
atender el correo y el telfono o ayudar a los compaeros. Buena
persona y leal como un doberman confirma Pencho- y con esa
misma lealtad me miraba a los ojos esta maana, mientras yo le
explicaba cmo estaban las cosas. Escuch sin despegar los labios,
asintiendo de vez en cuando. Como dndome la razn en todo.
Sabiendo, como sabe, que se va al paro con 57 aos y que a esa
edad es muy probable que ya no vuelva a encontrar trabajo en
esta mierda de pas en el que vivimos Y sabes qu me dijo
cuando acab de leerle la sentencia? Sabes su nico comentario,
mientras me miraba con esos ojos leales suyos? Respondo que no.
Que no lo s, y que malditas las ganas que tengo de saberlo.

APENDICE III.

QU VOY A HACER AHORA?

Arturo Prez-Reverte (*)

Al segundo gin tonic, Pencho se vuelve hacia m. Hace


quince minutos que aguardo, paciente, esperando que se dedique
a contrmelo. Por fin hace sonar el hielo en el vaso, me mira un
instante a los ojos y aparta la mirada, avergonzado. Hoy he
cerrado la empresa, dice al fin. Despus se calla un instante,
bebe un trago largo y sonre a medias, con una amargura que no
le haba visto nunca. Acabo de echar a la calle a cinco personas.
Puede ahorrarme los antecedentes. Nos conocemos desde
hace mucho tiempo y estoy al corriente de su historia, parecida
a tantas empresas activas y rentables, asfixiada en los ltimos
aos por la crisis internacional, el desconcierto econmico
espaol, el cinismo y la incompetencia de un gobierno sin rumbo
ni pudor; el pesebrismo de unos sindicatos sobornados; la
parlisis intelectual de una oposicin corrupta y torpe; la
desvergenza de una clase poltica insolidaria e insaciable.
Pencho ha estado peleando hasta el final, pero est solo.
Por todas partes le deben dinero. Dicen: No te voy a pagar; no
puedo; lo siento, y punto. Nada que hacer. Los bancos no sueltan
ni un euro ms. Las deudas se lo comen vivo. Y l tambin, como
consecuencia, debe a todo el mundo. Debo callarme, ironiza.
202

(*) El autor es novelista y miembro de la Real Academia Espaola.


Describe con maestra y tristeza un caso concreto que muestra
la crisis espaola y el final del modelo econmico que en Espaa
est basado en:
1 la expansin desmesurada del gasto pblico en favor de las
autonomas regionales que increblemente sostienen 17
cancilleras distintas con sus embajadores, cnsules y agregados;
2 los subsidios que el gobierno central paga a un sindicalismo
goloso, extorsionador e insaciable que cuida de sus privilegios sin
atender a los desocupados;
3 las rgidas leyes laborales inspiradas en el rgimen nacional
sindicalista dispuesto por el Generalsimo Francisco Franco entre
1944 y 1946;
4 el sistema de pensiones con retiro a edad temprana que
termina desfinanciando a las Cajas conjuntamente con la bajsima
tasa de natalidad que produce una poblacin envejecida;
5 la utopa del Estado de bienestar financiado con ttulos
pblicos, endeudamiento del Estado y generosos subsidios de la
Unin Europea. (La Nacin, Buenos Aires 1 5 junio 201 0).

Pero el Pencho, al que de nuevo le tintinea el hielo del gin


tonic en los dientes, me agarra por la manga de la chaqueta,
como si pretendiera evitar que me largara antes de haberlo
escuchado todo. As que lo miro a la cara, esperando. Resignado.
Entonces mi amigo cierra un momento los ojos, como si de ese
modo pudiera ver mejor el rostro de su empleado. Aunque,
pienso luego, quiz lo que ocurre es que intenta borrar la imagen
del rostro que tiene impresa en ellos. Cualquiera sabe.
Y qu voy a hacer ahora, don Fulgencio? Eso es
exactamente lo que me dijo. Sin indignacin, ni nfasis, ni
reproche, ni nada. Me mir a los ojos, con su cara de tipo
honrado y me pregunt eso. Qu iba a hacer ahora. Como si lo
meditara en voz alta, con buena voluntad. Como si de pronto se
encontrara en un lugar extrao, que lo dejaba desvalido. Algo
que nunca previ. Una situacin para la que no estaba preparado,
en la que durante esos veintisiete aos no pens nunca.
Y qu le respondiste?, pregunto. Pencho dej el vaso
vaco sobre la mesa y se lo qued mirando cabizbajo. Me ech a
llorar como un idiota responde- por l, por m, por esta trampa
en que nos ha metido esta pandilla de incompetentes y
embusteros, con sus
brotes verdes y sus recuperaciones
inminentes que siempre estn a punto de ocurrir y que nunca
ocurren. Y sabes lo peor?... Que el pobre tipo estaba all,
delante de m y an deca: No se lo tome as, don Fulgencio, ya
me las arreglar. Y me consolaba

203

Gerard A. Munera (SCET-France) e ing Jean Hasdenteufel (lcole


Polytechnique de Paris).

EL AUTOR

Antonio Ignacio Margariti, naci en Rosario, formado en

Coautor del Plan PASS de Seguridad Social segn mtodo


prospectivo de Gaston Berger y clculo actuarial de Wilfred Schreiber
dirigido por el Dr. Agustn Luis Merello, junto con ing Horacio Reggini. Ing.
Hilario Fernndez Long, Dr. Carlos A. Sacheri y Dr. Jos Enrique Miguens.
Disertante en el homenaje a Enrique E. Shaw, ex presidente de ACDE,
con motivo del 50 aniversario de su muerte.
Autor de libros editados por la Fundacin Bolsa de Comercio de
Buenos Aires: Las empresas estatales, La seguridad social estatizada,
Curso de economa poltica y colaboraciones en Revista La Bolsa de
Buenos Aires.
Tambin es autor de textos universitarios: Gestin y Planeamiento
estratgico, Manual para elaborar el plan estratgico, Organizacin y
equipamiento de ciudades en la Regin Pampeana, Catlogo de tecnologas
intermedias en Agroindustrias publicados por U.N.R. Economa, Sociedad
y Estado; Ensayos sobre la convertibilidad; Impuestos y Pobreza; La
crtica como mtodo (en colaboracin) editados por Fundacin Libertad,
Rosario y Los lmites del Estado populista editado por Bolsa de Comercio
de Rosario.
Desde 1982 es columnista en distintos medios de prensa escrita y
televisiva, colaborador en el sitio Internet EPT, Economa para todos de
Roberto Cachanosky, en Canal 3 TV Litoral y Consultor de la Fundacin
Libertad. Relator en Congresos de Aapresid sobre Sistema fiscal
depredatorio y Reforma impositiva. Asesor econmico desde 1988 en la
Bolsa de Comercio de Rosario editando el Dossier Mensual de Economa.
Auditor de la Fundacin Cultural Parque de Espaa. Integra el Consejo
Directivo del Foro Regional Rosario. Desde 1960, socio del estudio Riol,
Margariti & Ass. Condecorado en junio 1990 por el Rey Juan Carlos I de
Espaa con la cruz de Caballero de la Orden al Mrito Civil.

la tradicin francesa de los padres bayoneses del Sagrado Corazn y en la


Universidad Nacional del Litoral donde complet estudios del Doctorado en
Cs. Econmicas y Estadstica Matemtica. Realiz cursos de postgrado en la
Universidad Central de San Juan de Puerto Rico, Columbia University y
Rutgers University of New Brunswick. Becado en la Universidade Federal
do Santa Mara, Ro Grande do Sul, para cursar Organizacin universitaria y
Studium generale.
Primer secretario de Planeamiento de la U.N.R. Profesor titular de
Economa Geogrfica en la U.B.A; de Estadstica Matemtica para
Economa en la Facultad de Cs. Econmicas de la U.N.R; de Economa
Poltica en la Facultad de Derecho y Cs. Sociales de la U.C.A. Se
desempe como profesor de Planeamiento y gestin estratgica y de
Crtica de la Hacienda Pblica en carreras de postgrado de la Facultad de
Cs. Econmicas de la U.C.A. y en cursos de Master en Administracin y
Economa del Ceyce de la Fundacin Libertad. Integrante del Consejo
Acadmico de la Facultad de Cs. .Econmicas de la U.C.A. Rosario.

Actu durante 7 aos como investigador asociado en el Instituto de


Estadstica Terica y Aplicada, dirigido por el Prof. Carlos E. Dieulefait.
Trabaj como Investigador principal en programas sobre Abastecimiento
de productos perecederos en grandes ciudades(CFI); Niveles de
produccin y consumo de frutas y hortalizas en provincias argentinas
(CFI); Autogeneracin de energa elctrica en Santa Fe (Burns & Roe
Power Consulting); Eje fluvial industrial Rosario-San Nicols (DGFM - CFI);
Manual de desarrollo urbano(SEVyDU); Economa de la Regin
Pampeana (CONADE); Cuentas Nacionales de Producto, Gasto e Ingreso
(CONADE - BCRA); Organizacin y funcionamiento de Agroindustrias
(CONADE-.REGIONAL PAMPEANA). Integr la Misin de
Cooperacin
Tcnica del Gobierno de Francia en Argentina, que formul el Esquema
Director de crecimiento de la Regin Metropolitana de Buenos Aires con el
Arq. Juan A. Ballester Pea, lic. Flix della Paolera, Ing Amado Bozzo, ing.

AMDG
204

Dr. Antonio I. Margariti

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