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Comportamiento Mágico-Religoso de Los Paleoantrópidos

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Capitulo I

En el principle...
Comportamiento magico-religioso
de los paleantropidos

i. ORIENTATIO. UTENSILIOS PARA HACER UTENSILIOS.


LA DOMESTICACION DEL FUEQO

A pesar de su importancia para la comprension del fenomeno


religiose, no nos vamos a ocupar aqui del problema de la hominizacion*. Baste recordar que la postura vertical indica que ya se ha
superado la condicion de los primates. La posicion erguida solo puede mantenerse en estado de vigilia. Precisamente gracias a la postura vertical puede organizarse el espacio conforme a una estructura
inaccesible a los prehominidos: en cuatro direcciones horizontales
proyectadas a partir de un eje central de arriba abajo. En otras palabras:'el espacio queda organizado en torno al cuerpo humano, como extendiendose por delante, por detras, a derecha, a izquierda,
por arriba y por abajo. A partir de esta experiencia original, la de
sentirse proyectado en medio de una extension aparentemente ilimitada, desconocida, amenazante, se elaboran los diferentes medios
de orientatio, pues no se puede vivir por mucho tiempo en medio del
vertigo provocado por la desorientacion. Esta experiencia del espacio orientado en torno a un centro explica la importancia de las divisiones y particiones ejemplares de los territories, las aglomeraciones y las viviendas, asi como su simbolismo cosmico1 (vease 12).
i. Aunque ya no sea consciente de su valor existencial, la experiencia del
espacio orientado todavia es familiar al hombre de las sociedades modemas.

14

HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

El empleo de utensilios nos revela tambien una diferencia igualmente decisiva con respecto al modo de existencia de los primates.
Los paleantropidos no solo se sirven de utensilios, sino que ademas
son capaces de fabricarlos. Es cierto que algunos simios emplean
ciertos objetos como si se tratase de utensilios y hasta se conocen
casos en que los preparan de algtin modo. Pero los paleantropidos
producen algo mas: utensilios para hacer utensilios. Por lo demas,
el empleo que de ellos hacen es mas complejo; tambien los conservan a su lado para utilizarlos mas tarde. En pocas palabras, el empleo del utensilio no queda limitado a una situacion particular o a
un momento especffico, como ocurre con los simios. Por otra parte,
conviene advertir que los utensilios no prolongan los organos del
cuerpo. Las piedras trabajadas mas antiguas que se conocen sirven
para una funcion que no estaba prefigurada en la estructura del
cuerpo humano, concretamente la de cortar (accion diferente de la
de desgarrar con los dientes o raer con las unas).2 La extremada lentitud en el avance tecnologico no implica que la inteligencia se desarrollara a un ritmo paralelo. Sabido es que el extraordinario progreso de la tecnologia en los dos ultimos siglos no se ha traducido en
un desarrollo comparable de la inteligencia del hombre occidental.
Por otra parte, como se ha dicho, toda innovacion implicaba un peligro de muerte colectivo (Andre Varagnac). El inmovilismo tecnologico aseguraba la supervivencia de los paleantropidos.
La domesticacion del fuego, es decir, la posibilidad de producirlo, conservarlo y transportarlo, senala, podriamos decir, la separacion definitiva de los paleantropidos con respecto a sus predecesores
zoologicos. El mas antiguo documento que atestigua la utilizacion
del fuego data de Chu-feu-tien (600000 anos a.C. aproximadamente), pero es muy posible que la domesticacion se produjera mucho
antes y en diversos lugares.
Era necesario recordar estos hechos, ya conocidos, para no perder de vista, al leer los analisis que vendran a continuacion, que el
2. Vease Karl Narr, Approaches to the Social Life of Earliest Man, pags.
605 y sigs.

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

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hombre prehistorico se comportaba ya como un ser dotado de inteligencia e imaginacion. En cuanto a la actividad del subconsciente
suenos, ensonaciones, visiones, fabulaciones, etc. se supone que
solo se diferenciaba por su intensidad y su amplitud de la que se desarrolla entre nuestros contemporaneos. Pero es necesario entender
los terminos intensidad$ amplitud en su sentido mas fuerte y dramatico. Porque el hombre es el resultado de una decision tomada
en el comienzo de los tiempos: la de matar para poder sobrevivir.
En efecto, los hominidos consiguen superar a sus antepasados haciendose carnivoros. Durante unos dos millones de anos, los paleantropidos vivieron de la caza; los frutos, las raices, los moluscos, etc.,
recolectados por las mujeres y los nirios eran insuficientes para asegurar la supervivencia de la especie. La caza determine la division
del trabajo segun el sexo, reforzando de esta manera el proceso de
hominizacion, pues lo cierto es que tal diferencia no existe entre
los carnivoros ni en el resto del mundo animal.
Pero la persecucion incesante y la muerte de las piezas Hegaron
a establecer un sistema de relaciones sui generis entre el cazador y
los animales diezmados. Volveremos enseguida sobre este problema.
Recordemos por el momento que la solidaridad mi'stica entre el
cazador y sus victimas se revela en el acto mismo de matar; la sangre que se derrama es en todo semejante a la del hombre. En ultima
instancia, la solidaridad mistica* con la pieza abatida desvela el parentesco existente entre las sociedades humanas y el mundo animal.
Dar muerte a la fiera cazada o, mas tarde, al animal domesticado
equivale a un sacrificio en el que las victimas son intercambiables.3
Precisemos que todas estas concepciones se han formado durante
las ultimas fases del proceso de hominizacion, y que todavia conservaran su vigencia modificadas, revalorizadas, disfrazadas milenios despues de la desaparicion de las civilizaciones paleoliticas.
3. Esta idea extremadamente arcaica sobrevivi'a aun en el antiguo mundo
mediterraneo. No solo las victimas humanas eran sustituidas por animales (la costumbre esta universalmente difundida), sino que a veces se sacrificaban hombres
en lugar de animales. Vease Walter Burfeert, Homo necans, pag. 29, n. 34.

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIQIOSAS I

2. LA OPACIDAD DE LOS DOCUMENTOS PREHISTORICOS

Si consideramos a los paleantropidos como hombres completos, se sigue de ahi que poseian tambien cierto numero de creencias y que practicaban determinados ritos. Pues, como ya hemos dicho, la experiencia de lo sagrado constituye un elemento mas de la
estructura de la conciencia. Dicho de otro modo: si nos planteamos
la cuestion de la religiosidad o de la falta de religiosidads de los
hombres prehistoricos, corresponde a los partidarios de la falta de
religiosidad aportar pruebas en apoyo de su hipotesis. Es probable
que la teoria de la falta de religiosidad* de los paleantropidos se
impusiera en los tiempos del evolucionismo cuando se acababan de
descubrir las analogies con los primates. Pero se trata de un malentendido, pues en este caso lo que cuenta no es la estructura anatomoosteologica de los paleantropidos (semejante, es cierto, a la de
los primates), sino sus obras, y estas demuestran la actividad de una
inteligencia que no podemos definir de otro modo que como humana.
Pero si se admite ya que los paleantropidos poseian una religion, resulta di&'cil, por no decir practicamente imposible, precisar su
contenido. Sin embargo, los investigadores no se han rendido, pues
existe cierto numero de documentos-testigo sobre la vida de los paleantropidos y queda la esperanza de que algun dia sera posible descifrar su significacion religiosa. Es decir, que creemos en la posibilidad
de que esos documentos constituyan un Ienguaje, del mismo modo que, gracias al genio de Freud, las creaciones del subconsciente,
consideradas hasta entonces absurdas o deleznables suenos, ensonaciones, fantasmas, etc. revelaron la existencia de un Ienguaje
extremadamente valioso para el conocimiento del hombre.
De hecho, los documentos son muy numerosos, pero opacos
y poco variados: huesos humanos, especialmente craneos, utensilios
de piedra, pigmentos (en primer lugar el ocre rojo, o hematites) y diversos objetos hallados en las sepulturas. Unicamente a partir del
Paleolitico reciente disponemos de grabados y pinturas rupestres,
guijarros pintados y figurillas talladas en hueso o piedra. En algunos

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casos sepulturas y obras de arte, y dentro de las limitaciones


que examinaremos, existe cierta seguridad en cuanto a su intencion
religiosa. Pero la mayor parte de los documentos anteriores al
Aurinaciense (30000 a.C), es decir, los utensilios, no revelan ningiin
dato aparte de su valor utilitario.
Pero, a pesar de todo, es inconcebible que esos utensilios no hayan estado cargados de una cierta sacralidad o hayan dejado de inspirar multitud de episodios mitologicos. Los primeros descubrimientos tecnologicos la transformacion de la piedra en instrumentos
de ataque o defensa, el dominio del fuego no sirvieron unicamente para asegurar la supervivencia y la evolucion de la especie
humana; tambien dieron origen a un universe de valores mitico-religiosos, incitaron y nutrieron la imaginacion creadora. Basta para
ello examinar el papel de los utensilios en la vida religiosa y en la
mitologia de los primitives actuales que aun permanecen en la etapa de la caza y de la pesca. El valor magico-religioso de un arma
en madera, piedra o metal pervive aun en las poblaciones rurales europeas, y no solo en su folclore. No nos ocuparemos aqui de
las cratofanias y las hierofanias de la piedra, de las rocas o los guijarros; el lector encontrara ejemplos de todo ello en un capitulo de
nuestro Tratado dehistoria de lasreligiones*
Fue especialmente el dominio de la distancias, conseguido gracias al arma arrojadiza, el que suscito innumerables creencias, mitos
y leyendas. Recordemos las mitologias articuladas en torno a las lanzas que se clavan en la boveda celeste y permiten la ascension al cielo, o las flechas que vuelan a traves de las nubes, atraviesan a los demonios o forman una cadena que Ilega hasta el cielo, etc. Es precise
tener en cuenta al menos algunas de estas creencias y mitologias de
los utensilios, especialmente de las armas, para comprender mejor lo
que las piedras talladas de los paleantropidos no pueden comunicarnos ya. La opacidad semantica de estos documentos prehistoricos
no es una singularidad. Todo documento, incluso contemporaneo,
* Cap. VI, Las piedras sagradas: epifanias, signos y formasx, pags. 253-278
(N.delT.l

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resulta espiritualmente opaco mientras no se logre descifrarlo e integrarlo en un sistema de significaciones. Un utensilio, prehistorico o
contemporaneo, solo puede revelar su intencionalidad tecnologica,
mientras que se nos escapa todo lo que quien lo produjo o lo tuvo
penso, sintio, sono, imagine y espero en relacion con el. Pero al menos hemos de tratar de imaginarnos los valores no materiales de
los utensilios prehistoricos. En caso contrario, esa opacidad semantica podria Ilevarnos a formular una idea completamente erronea en
relacion con la historia de la cultura. Corremos el peligro, por ejemplo, de confundir la aparicion de una creencia con la fecha en que
la encontramos claramente atestiguada por vez primera.4 Cuando
ciertas tradiciones de la edad de los metales aluden a unos secretos
de oficio* en relacion con la mineria, la metalurgia y la fabricacion
de armas, seria imprudente creer que se trata de una invencion sin
precedentes, pues las tradiciones prolongan, al menos en parte, una
herencia de la Edad de Piedra.
Durante unos dos millones de anos los paleantropidos vivieron
principalmente de la caza, de la pesca y de la recoleccion. Pero los
primeros indicios arqueologicos referentes al universe religiose de los
cazadores paleoliticos se remontan al arte parietal francocantabrico
(30000 a.C.). Por otra parte, si examinamos las creencias y los comportamientos religiosos de los pueblos cazadores contemporaneos,
caeremos en la cuenta de la imposibilidad casi absoluta de demostrar la existencia o la ausencia de creencias semejantes entre los
paleantropidos. Los cazadores primitives' consideran a los animales
como semejantes a los hombres, pero dotados de poderes sobrenaturales; creen que el hombre puede transformarse en animal, y a la
inversa; que las almas de los muertos pueden entrar en el cuerpo de
los animales; finalmente, que existen relaciones misteriosas entre

una persona y un animal individual do que antiguamente se Ilamaba nagualismo). En cuanto a los seres sobrenaturales atestiguados
en las religiones de los cazadores, se distinguen los companeros o
espiritus guardianes* teriomorficos, las divinidades del tipo del Ser
Supremo-Senor de los animales, que protege a la vez a la pieza y al
cazador, los espiritus de la selva y los espfritus de las distintas especies animales.
Por otra parte, hay algunos comportamientos religiosos que son
especificos de las civilizaciones de cazadores: la muerte del animal
constituye un rito, lo que implica la creencia de que el Serior de los
animales vela para que el cazador mate tan solo en la medida en
que le es necesario para alimentarse, y que el alimento no se desperdicie; los huesos, especialmente el craneo, tienen un considerable
valor ritual (probablemente porque se cree que contienen el alma
o la vida del animal y que el Senor de las fieras hara crecer una
carne nueva en aquellos huesos). De ahi que se depositen el craneo
y los huesos largos en lugares elevados o en las ramas de los arboles;
algunos pueblos tienen la costumbre de enviar el alma del animal
muerto a su patria espiritual (veanse las fiestas del oso de los ainus y los gilyakos). Existe tambien la costumbre de ofrecer a los seres supremos un bocado de cada animal al que se ha dado muerte
(pigmeos, negritos de Filipinas, etc.) o el craneo y los huesos largos
(samoyedos, etc.). En algunas poblaciones sudanesas se da la costumbre de que el joven cazador que acaba de abatir su primera pieza embadurne con la sangre de esta las paredes de una caverna.
iCuantas de estas creencias y de estas ceremonias pueden ser
identificadas a traves de los documentos arqueologicos de que disponemos? Al menos, las ofrendas de los craneos y de los huesos largos. Nunca se insistira lo bastante en la riqueza y la complejidad de
la ideologia religiosa de los pueblos cazadores. Y en la imposibilidad
casi total de afirmar o negar su existencia entre los paleantropidos.
Como se ha repetido ya tantas veces, las creencias y las ideas no son
fosilizables. Algunos estudiosos han preferido, en consecuencia, abstenerse de decir nada sobre las ideas y las creencias de los paleantropidos, en lugar de reconstruirlas a base de comparaciones con las

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4. Aplicado rigurosamente, este metodo daria como resultado fechar los


cuentos germanicos en 1812-1822, fecha de su publication por los hermanos
Grimm.
5. Para simplificar, utilizaremos la exposition sistematica de J. Haeckel, Jager u. Jagdritteni en Religion in Geschichte und Gegenwart III (1959'), col. 511-513.

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

civilizaciones de los cazadores. Esta posicion metodologica radical


no deja de resultar peligrosa. Dejar en bianco una parte enorme de
la historia del espiritu humano podria Ilevarnos a fomentar la idea
de que durante todo ese tiempo la actividad del espiritu se limitaba
a la conservation y la transmision de la tecnologia. Pero semejante
opinion seria no solo erronea, sino ademas nefasta para el conocimiento del hombre. El Homo faber era tambien Homo ludens, sapiens y religiosus. Puesto que no podemos reconstruir sus creencias y
practicas religiosas, debemos al menos senalar ciertas analogias susceptibles de esclarecerlas indirectamente.

liidlrnente. Pero tampoco esta explicacion ha sido aceptada unaniinrmente. 7


La creencia en una vida mas alia de la muerte parece estar demostrada, ya desde los tiempos mas remotos, por el uso del ocre ro)i i, sustitutivo ritual de la sangre, y por ello mismo simbolo de la vi(!M. La costumbre de espolvorear con ocre rojo los cadaveres esta
universalmente difundida, en el tiempo y en el espacio, desde Chuku tien hasta las costas occidentales de Europa, en Africa hasta el
('abo de Buena Esperanza, en Australia, en Tasmania, en America
I uista la Tierra de Fuego. En cuanto a la signification religiosa de las
sfpulturas, ha sido objeto de fuertes controversias. La inhumation de
K >s muertos debia de tener una justification, pero icual? Ante todo,
rs precise no olvidar que el abandono puro y simple del cadaver en
i ma espesura, el desmembramiento, la costumbre de echarlo como
pnsto a las aves, la huida precipitada de la habitation dejando en ella
fl cadaver ... no significan la falta de creencias en una vida mas alia
de la muerte*.8 A fortiori, las sepulturas confirman la creencia en esa
vida mas alia de la muerte, pues de otra manera resultaria incomprensible la solicitud y el trabajo de enterrar el cuerpo. Esta supervivencia podria ser puramente espiritual, es decir, concebida como
una existencia ulterior del alma, creencia corroborada por la aparicion de los difuntos en suerios. Pero ciertas sepulturas tambien pueden ser interpretadas como una precaution contra el eventual retorno
del muerto; en estos casos, el cadaver aparece encogido y posiblemente se depositaba atado. Por otra parte, nada excluye que la
posicion replegada del cadaver, en vez de un miedo a los cadaveres
vivientes (temor atestiguado en algunos pueblos), se deba, por el
contrario, a una esperanza en su renacimiento, pues se conocen
numerosos casos de inhumation intencionada en posicion fetal.

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3. SlGNIFICACIONES SIMBOLICAS DE LAS SEPULTURAS

Los documentos mas antiguos y mas numerosos son evidentemente los esqueletos. A partir del Musteriense (70000-50000 a.C.)
puede hablarse con certeza de sepulturas. Pero han aparecido craneos y mandibulas inferiores en localidades mucho mas antiguas,
por ejemplo, en Chu-feu-tien (en un nivel datable hace 400.000300.000 anos); su presencia no ha dejado de plantear ciertos problemas. Puesto que no se trata de verdaderas sepulturas, la conservacion de estos craneos podria explicarse por razones religiosas. El
abate Breuil y Wilhelm Schmidt han llamado la atencion sobre la
costumbre, atestiguada entre los australianos y otros pueblos primitives,6 de conservar los craneos de los parientes muertos y de Ilevarlos consigo en sus desplazamientos. A pesar de su verosimilitud, esta hipotesis ha sido rechazada por la mayoria de los investigadores.
Estos hechos se han interpretado tambien como pruebas de canibalismo ritual o profano. De este modo ha explicado A. C. Blanc la
mutilation de un craneo neanderthalense, hallado en una gruta del
monte Circeo: el individuo habria sido abatido de un golpe que le
habria roto la orbita derecha, a continuation de lo cual se habria
agrandado el agujero occipital para extraerle el cerebro y comerlo ri6. J. Maringer, Los dioses de la Prehistoric., pags. 99 y sigs.

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7. Leroi-Gourhan no cree que el hombre fuera cazado y comido (Les religions


de la prehistoire, pag. 44). 'Maringer, que se negaba a admitir la antropofagia en
Chu-ku-tien (op. tit, pag. 57), rechaza igualmente la explicacion de Blanc (ibid.,
pags. 67 y sigs.). Veanse sin embargo, Miiller-Karpe, Altsteinzeit, pags. 230 y sig.,
^40; M. K. Roper, A Survey of evidence of intrahuman hilling in the Pleistocenes.
8. Leroi-Gourhan, pag. 54.

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Entre los mejores ejemplos de sepulturas con significacion magico-religiosa citaremos las de Teshife Tash, en el Uzbekistan (un nirio rodeado de una sarta de cuernos de cabras monteses); la de la
Chapelle-aux-Saints, en Correze (en la fosa en que reposaba el cadaver aparecieron numerosos utensilios de silex y trozos de ocre
rojo);9 la de la Ferrassie, en Dordona (varias tumbas de tumulo con
depositos de utensilios de silex). A estas debemos ariadir las diez sepulturas halladas en el cementerio de una gruta del monte Carmelo.'Se discute todavia sobre la autenticidad y el significado de las
ofrendas consistentes en alimentos y objetos depositados en las tumbas; el ejemplo mas conocido es el del craneo femenino de Mas-d'Azil, con dos ojos postizos, colocado sobre una mandibula y una cornamenta de reno.10
En el Paleolitico superior parece generalizarse la practice de la
inhumacion. Los cadaveres salpicados de polvo de ocre rojo son depositados en fosas en las que aparece tambien cierto numero de objetos de adorno (conchas, colgantes, pendientes). Es probable que los
craneos y otros restos oseos de animates hallados junto a las sepulturas sean restos de banquetes rituales, cuando no de ofrendas. LeroiGourhan opina que este mobiliario funerario*. es decir, los objetos
personates de los difuntos, son muy discutibtes* (op. cit., pag. 62). El
probtema es importante; la presencia de tales objetos implica no solo
la creencia en una vida personal mas alia de la tumba, sino tambien
la certidumbre de que el difunto habria de proseguir su actividad es9. Los descubrimientos arqueologicos recientes ban demostrado que se extraia hematites en una mina de Swazilandia hace 29.000 anos, y hace 43.000 en
Rodesia. La extraccion de hematites en estas minas de Africa se prolongo durante milenios. El descubrimiento de una explotacion semejante cerca del lago Baraton, en Hungria, fechada aproximadamente hacia el 24000 a.C, ilustra las posibilidades tecnologicas de los paleoliticos y la amplitud de sus comunicaciones.
Vease R. A. Dart, The antiquity of mining in South African. Tambien, del mismo
autor, The Birth of Symbology, pags. 21 y sigs.
10. Segun Leroi-Gourhan, se trata de un monton de detritus culinarios sobre el que yacia una reliquia humana probablemente desechada y en todo caso
desplazada* (pag. 57).

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pr( iiica en el otro mundo. Ideas similares estan perfectamente atestiMtindas y en niveles distintos de cultura. De todos modos, el mismo
rtutor reconoce la autenticidad de una tumba aurifiaciense de la Liyuria, en la que el cadaver aparece acompanado de cuatro de esos
i >bjetos misteriosos que han recibido el nombre de tbastones de mantlm (op. cit, pag. 63). Hay, por consiguiente, algunas tumbas al menus que indican de manera incuestionable la creencia en la contiuuidad de una actividad particular mas alia de la muerte.11
En resumen, podemos concluir que las sepulturas confirman la
c reencia en la vida mas alia de la muerte (indicada ya por la utilizacion del ocre rojo) y aportan algunas precisiones complementarias:
enterramientos orientados hacia el este, indicando la intencion de
solidarizar la suerte del alma con el curso del sol, cosa que implica
la esperanza de un renacimiento, es decir, en una existencia ulterior en el otro mundo, creencia en la continuidad de unas actividades especificas; existencia de un ritual funerario, indicada por los objetos de adorno personal y los restos del banquete.
Pero bastara analizar la inhumacion tal como se practica en un
pueblo arcaico de nuestros dias para darnos cuenta de la riqueza y
la profundidad de los simbolismos religiosos implicados en una ceremonia aparentemente tan simple. Reichel-Dolmatoff nos ha dado
una descripcion detalladisima del sepelio de una muchacha realizado en 1966 por los indios feogis, tribu de lengua chibcha que habita
en la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia.11 Una vez elegido
el lugar para abrir la fosa, el chaman (mama) ejecuta una serie de
gestos rituales y declara: Esta es la aldea de la muerte; esta es la casa ritual de la muerte; este es el utero. Voy a abrir la casa. La casa
esta cerrada, y yo voy a abrirla. Despues de esto vuelve a anunciar:
La casa esta abierta, y luego indica a los hombres el lugar donde
11. Se ha de senalar que otros investigadores estiman que el numero de los
idocumentosi autenticos hallados en las tumbas es muy superior.
12. C. Reichel-Dolmatoff, Notas sobre el simbolismo religiose de los Indios
de la Sierra Nevada de Santa Marta, Razon jFa.bu.la. Rerista de la Universidad de
los Andes, i (1967), pags. 55-72.

)4

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'j

han de cavar la fosa, retirandose a continuacion. El cadaver de la


muerta es envuelto en lienzo bianco, que cose el padre. Durante todo este tiempo, la madre y la abuela entonan una cancion, casi sin
palabras. En el fondo de la tumba se depositan piedrecillas verdes,
conchas y el caparazon de un gasteropodo. El chaman trata a continuacion de levantar el cuerpo, dando a entender que no puede hacerlo por ser este muy pesado; hasta el noveno intento no lo consigue. El cadaver se deposita en la fosa con la cabeza hacia el este y
luego se cierra la casas, es decir, se rellena de tierra la fosa. Siguen
otros movimientos rituales en torno a la tumba y finalmente todos
se retiran. La ceremonia ha durado dos horas.
Como observa Reichel-Dolmatoff, un arqueologo del future no
encontrara al excavar la tumba mas que un esqueleto con la cabeza
orientada al este y algunas piedrecillas y conchas. Pero los ritos, y
mas aun la ideologfa religiosa implfcita en ellos, no seran recuperables a partir de estos restos.13 Pero incluso un observador extranjero
contemporaneo que desconociese la religion de los feogis se quedaria sin entender nada del simbolismo que implica la ceremonia.
Pues, como observa Reichel-Dolmatoff, se trata de la verbalizaci6m
del cementerio como aldea de la muerte y casa ritual de la muerte, y de la verbalizacion de la fosa como casa y utero do que explica la posicion fetal del cadaver, recostado sobre el lado derecho),
seguida de la verbalizacion de las ofrendas como alimentos para la
muerte y del rito de la apertura y el cierre de la casa-utero. La
ceremonia termina con la purification final mediante la circunvalacion ritual.
Por otra parte, los feogis identifican el mundo utero de la Madre Universal con cada aldea, cada casa ceremonial, cada vivienda y cada tumba. Cuando el chaman trata de levantar nueve veces
el cuerpo, esta aludiendo a su retorno al estado fetal, recorriendo en
sentido inverse los nueve meses de la gestation. Y como la tumba se
asimila al mundo, las ofrendas funerarias reciben una signification
13. De hecho, apenas se conocia nada parecido antes de las observaciones
de Reichel-Dolmatoff.

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cosmica. Ademas, las ofrendas, alimento para la muerte, tienen un


sentido sexual (en los mitos, los suenos y las normas del matrimonio,
el acto de comer simboliza entre los feogis el acto sexual) y, en consecuencia, constituyen una simiente que fecunda a la Madre. Las
conchas estan cargadas de un simbolismo muy complejo, que no es
unicamente de caracter sexual, pues representan a los miembros vivos de la familia, mientras que el caparazon de gasteropodo simboliza al esposo de la muerta, pues si este objeto no estuviera en la
tumba, la joven, apenas llegada al otro mundo, exigira un marido,
lo que provocaria la muerte de un joven de la tribu...14
Interrumpiremos aqui el analisis del simbolismo religiose que
entrana un enterramiento feogi. Pero importa subrayar que, abordado unicamente al nivel arqueologico, este simbolismo nos resultaria
tan inaccesible como el de un enterramiento paleolitico. La modalidad especifica de los documentos arqueologicos limita y empobrece
el mensaje que son capaces de transmitirnos. Nunca se ha de perder de vista este hecho cuando nos enfrentemos con la pobreza y la
opacidad de nuestras fuentes.

4. LA CONTROVERSY EN TORNO A LOS DEPOSITOS DE OSAMENTAS

Los depositos de osamentas de osos de las cavernas descubiertos en los Alpes y regiones vecinas constituyen los documentos
mas numerosos, pero al mismo tiempo mas controvertidos, referentes a las ideas religiosas de la ultima interglaciacion. En la caverna
de Drachenloch (Suiza) Emil Bachler encontro unos depositos de
osamentas, especialmente craneos y huesos largos, que se hallaban
colocados a lo largo de las paredes, en nichos naturales de la roca o
en una especie de cajas formadas por piedras. De 1923 a 1925, Bachler explore otra caverna, la de Wildenmannlisloch, en la que encontro numerosos craneos de oso desprovistos de mandibulas y con los
14. Esta costumbre esta muy difundida y sobrevive aun en Europa oriental,
donde los muertos jovenes son unidos en matrimonio con un abeto.

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huesos largos colocados entre ellos. Descubrimientos parecidos han f


sido realizados por otros prehistoriadores en diversas cavernas de los
Alpes; las mas importantes son la Drachenhoetli en Estiria y la Petershohle en Franconia, donde K. Hoermann encontro varies craneos de oso colocados en nichos situados a 1,20 metres del suelo. Tambien K. Ehrenberg hallo en el ano 1950 en la Salzofenhohle (Alpes
austriacos) tres craneos de oso alojados en nichos naturales de la pared y asociados a huesos largos, orientados de este a oeste.
Como estos depositos parecian intencionales, los investigadores
han tratado de descifrar su significado. A. Gahs los compare con las
ofrendas de primicias (Primttialopfer) que ciertas poblaciones articas
hacen al Ser Supremo. Estas ofrendas consistian precisamente en exponer sobre una plataforma el craneo y los huesos largos de los animales abatidos; se ofrecian a la divinidad el cerebro y la medula del
animal, es decir, las partes mas apreciadas por el cazador. Esta interpretation ha sido aceptada, entre otros, por Wilhelm Schmidt y
W. Koppers; para estos etnologos era la prueba de que los cazadores
de osos de las cavernas de la ultima interglaciacion creian en un Ser
Supremo o en un Senor de los animales. Otros autores han comparado estos depositos de craneos con el culto al oso tal como se practica, o ha sido al menos practicado hasta el siglo xix, en el hemisferio norte; este culto implicaba la conservation del craneo y de los
huesos largos del oso abatido para que el Senor de los animales lo
resucitara al ano siguiente. Karl Meuli veia en esto tan solo una forma particular de la "inhumation de los animaless, que consideraba
como el mas antiguo rito relacionado con la caza. Para el investigador suizo, este rito ponia de relieve una relation directa entre el cazador y la pieza; el primero inhumaba los restos del animal para permitir su reencarnacion. Ningun ser divino estaba implicado en ello.
Todas estas interpretaciones han sido puestas en duda por la critica de un investigador de Basilea, F. E. Koby, que ve en muchos de
estos depositos de craneos el resultado del azar o de los movimientos de los mismos osos al circular y escarbar entre las osamentas. Leroi-Gourhan se ha declarado completamente de acuerdo con esta
cn'tica radical: los craneos encerrados en cajas de piedra, agrupados

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|unto a las paredes o colocados en nichos y rodeados de huesos largos se explicarian por los hechos geologicos y por el comportamienlo de los mismos osos (op. cit., pags. 31 y sig.). Esta cn'tica de la inten(ionalidad de los depositos parece convincente, sobre todo teniendo
en cuenta que las primeras excavaciones de las cavernas dejaban
mucho que desear. Sin embargo, resultaria sorprendente el hecho de
que un mismo tipo de deposito apareciera en distintas cavernas y
Imsta en nichos situados a mas de un metro de altura. Por otra parte, tambien Leroi-Gourhan reconocia que en algunos casos es probable que interviniera la mano del hombren (ibid., pag. 31).
De cualquier manera, la interpretation de los depositos como
oirendas a los seres supremos ha sido abandonada incluso por los
seguidores de W. Schmidt y W. Koppers. En un reciente estudio sobre los sacrificios entre los paleantropidos, Johannes Maringer ha lletfado a las conclusiones siguientes: a) a nivel del Paleolitico antiguo
(Torralba, Chu-feu-tien, Lehringen) no estan atestiguados los sacrificios; b) los documentos del Paleolitico medio (Drachenloch, Petershohle, etc.) se prestan a interpretaciones diversas, pero su caracter religiose (es decir, de sacrificios a los seres sobrenatutales) no es
evidente; c) hasta el Paleolitico tardio (Willendorf, Meierdorf, Stellmoore, Montespan, etc.) no se puede hablar con mayor o menor
certeza de sacrificios.15
Como era de esperar, el investigador se encuentra unas veces
ante lafalta de documentos irrefutables y otras ante la opaddad semdntica de los documentos cuya autenticidad parece segura. La actividad espiritual* de los paleantropidos al igual que la de los primitives actuates dejaba rastros muy fragiles. Por no poner mas
que un ejemplo, podemos evocar los argumentos de Koby o de Leroi-Gourhan contra su propia conclusion: los hechos geologicos y el
comportamiento de los osos de las cavernas podrian bastar para explicar lafalta de depositos rituales. En cuanto a la opaddadsemdntica de los depositos de osamentas cuya intencionalidad ritual esta
fuera de dudas, tenemos paralelos entre los cazadores articos con15. J. Maringer, Die Opfer der palaolithischen Menschem, pag. 271.

38

HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

39

temporeneos. En si mismo, el deposito no es mas que la expresion de


una intendonalidadmdgico-religiosa; las significations especificas de ,
este acto nos son accesibles gracias a las informaciones comunicadas j
por los miembros de las sociedades respectivas. De este modo se llega a saber en cada caso si los craneos y los huesos largos representan !
ofrendas a un Ser Supremo o a un Senor de los animales, o, por el
contrario, si se conservan unicamente con la esperanza de que po- !
dran recubrirse de carne. Incluso esta ultima creencia es susceptible
de varies interpretaciones: el animal renace grecies el Senor de los
animales, al alma que reside en los huesos o, finalmente, gracias al
hecho de que el cazador le ha proporcionado una sepultura (para
evitar que los huesos sean destrozados por los perros).
Hey que tener siempre en cuente le multiplicided de les posibles
interpretaciones de un documento cuya intencionalided megico-religiose resulta verosimil. Pero, por otra perte, tempoco hey que olvider que, independientemente de les diferencias que puede heber entre los cezedores erticos y los peleoliticos, todos ellos comparten una
misma economia y con mucha probabilided le misme ideologie religiose especifices de les civilizaciones de la ceze. En consecuencie,
le comperacion de los documentos prehistoricos con los hechos etnologicos esta justificade.
Se he propuesto interpreter en este perspective el descubrimiento en Silesie de un creneo fosil de un joven oso perdo, perteneciente e un nivel del Aurineciense entiguo; mientres que los incisivos y los ceninos hebian sido serrados o limados, los moleres se
conservaban en excelente estado. W. Koppers ha recordedo e este
proposito le fieste del oso que celebren los giliefes de le isle Sejeli'n y los einus de le isla Yeso: antes de dar muerte al animal se le
cortan los incisivos y los caninos con una especie de sierra, pare
que no puede herir a los perticipentes en le ceremonie.'6 Como en
el curso de le misme ceremonie los nirios ecribillen a flechezos el
16. Se trata de una ceremonia muy importante: el alma del oso es enviada
como mensajero de los hombres ante la divinidad protectora, a fin de que asegure el exito en futuras cacen'as.

ntado, se han interpretado en el mismo sentido ciertos grabados


It-tales de la caverna de Trois-Freres, en los que aparecen osos
I irildos con piedras y flechas mientras parecen vomitar una bocanmlfl de sangre.17 Pero otras escenas parecidas son susceptibles de
Inlrrpretaciones diversas.
La importancia de una idea religiosa arcaica se confirma tamhl^n por su capacidad para sobrevivir en epocas posteriores. Asi, la
I 1 t-encia en que el animal puede renacer a partir de sus huesos apairce en un numero considerable de cultures.18 De ahi la prohibition
(! romper los huesos de los animales cuya carne se acaba de conMi mir. Es esta una idea propia de las civilizaciones de cazadores y
pnstores, pero que ha sobrevivido en las religiones y las mitologias
i nas complejas. Un ejemplo bien conocido es el de los machos cabrios de Tor, degollados y comidos por la tarde, pero resucitados por
cl dios a la manana siguiente a partir de sus huesos.19 Igualmente celebre es una vision de Ezequiel (37,1-8 y sigs.): el profeta se ve transportado a un valle lleno de osamentas, y, obedeciendo a la voz del
Senor que asi se lo ordena, les dice: Huesos calcinados, escuchad la
palabra del Senor. Esto dice el Senor a estos huesos: Yo os voy a infundir espiritu para que revivals ... Hubo un terremoto y los huesos
se ensamblaron, hueso con hueso. Vi que habian prendido en ellos
los tendones, que habian criado carne y tenian la piel tensa.

5. LAS PINTURAS RUPESTRES, ilMAGENES O SIMBOLOS?

La exploracion de las cavernas con pinturas parietales nos ha


proporcionado los documentos figurativos mas importantes y numerosos. Estos tesoros del arte paleolitico se hallan disperses en un te17. Vease J. Maringer, Los dioses de la Prehistoria, pags. 122 y sig., y fig. 15.
18. Vease M. Eliade, Le chamanisme et les techniques archaiques de I'extase,
2.a ed., pags. 139 y sigs,, con las bibliografias citadas en las notas, especialmente Joseph Henninger, Neure Forschungen zum Verbot des Knochenzerbrechens*, passim.
19. Vease G$tfa%innin%, cap. 26.

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

rritorio relativamente reducido, entre los Urales y el Atlantico. En


Europa central y occidental, asi como en Rusia, hasta el Don, han
aparecido tambien diversos objetos de arte mobiliar. Pero el arte parietal se limita a Espana, Francia y el sur de Italia (con la excepcion
de una caverna con pinturas descubierta en el ano 1961 en los Urales). Lo que mas llama la atencion en este conjunto es Ia extraordinaria unidad de contenido artistico: el significado aparente de las
imagenes no parece haber variado desde el ano 30000 hasta el
9000 antes de nuestra era, permaneciendo identico lo mismo en Asturias que en el Don.20 Segun Leroi-Gourhan, se trata de la difusion
por contacto de un mismo sistema ideologico, concretamente, el que
caracteriza a la religion de las cavernas* (ibid., pag. 84)."
Teniendo en cuenta que estas pinturas aparecen en lugares alejados de la entrada, los investigadores coinciden en considerar estas
cavernas como una especie de santuarios. Por otra parte, muchas de
ellas eran inhabitables, mientras que las dificultades que presentaba
el acceso a ellas reforzaba su caracter numinoso. Para Ilegar hasta
las paredes pintadas era precise recorrer centenares de metres, como en el caso de la caverna de Niaux o la de Trois-Freres. La gruta
de Cabrerets forma un verdadero laberinto y son precisas varias horas para visitarla. En Lascaux se Ilega a la galeria inferior, donde se
encuentra una de las obras maestras del arte paleolitico, descendiendo por una escala de cuerdas a traves de un pozo de 6,30 metros de profundidad. La intencionalidad de estas obras pintadas o
grabadas parece fuera de toda duda. Para interpretarlas, la mayor
parte de los investigadores recurre a los paralelos etnologicos. Cier-

tas comparaciones no resultaban convincentes, sobre todo cuando


se intentaba completar el documento paleolitico para acentuar sus
parecidos con un determinado paralelo etnografico. Pero tales explicaciones imprudentes no comprometen sino a sus autores, nunca al
metodo que pretendian utilizar.
Los osos, leones y otras bestias salvajes acribilladas de flechas o
las figuras modeladas en arcilla de la caverna de Montespan, representando osos o leones atravesados por agujeros redondos y profundos, se han interpretado como otras tantas pruebas de la magia de
la caza.22 La hipotesis es plausible, pero algunas de estas representaciones podrian interpretarse tambien en el sentido de una reactualizacion de una caceria primordial. Es igualmente probable que
en las zonas mas profundas de estos santuarios se celebrasen ciertos ritos previos quiza a las expediciones de caza o con motivo de lo
que podriamos considerar como una ceremonia de iniciacion de
los adolescentes.23 Una escena de la caverna de Trois-Freres ha sido
interpretada como representacion de un danzante disfrazado de bisonte, que al parecer toca un instrumento que podria ser una flauta.
La interpretacion parece convincente, pues en el arte paleolitico se
conocen unas cincuenta y cinco figuras de seres humanos cubiertos
de pieles y muchas veces en actitud de danzar.24 Se trataria, por otra
parte, de un comportamiento caracteristico de los pueblos cazadores
contemporaneos.
El abate Breuil ha hecho celebre al Gran Mago de la caverna
de Trois-Freres, figura grabada sobre una pared, que mide unos
75 centimetres de alto. El dibujo de Breuil lo presenta con cabeza de
ciervo provista de amplia cornamenta, pero con rostra de buho, ore-

20. Leroi-Gourhan, Les religions de la prehistoire, pag. 83.


21. El mismo autor ha establecido la cronologia y la morfologia del arte paleolitico, en el que distingue cinco periodos, empezando por la epoca prefigurativa (50000 a.C.), seguida de la epoca primitiva (30000 a.C.), en la que aparecen
unas figuras fuertemente estilizadas; el periodo arcaico (aproximadamente de
20000 a 15000 a.C.), caracterizado por una gran maestria tecnica; el periodo clasico (Magdaleniense, aproximadamente entre 15000 y nooo a.C.), con un realismo muy avanzado en cuanto a las formas, para decaer en el periodo tardio (hacia el 10000 a.C).

41

22. Begouen y Casteret han reconstruido todo un ceremonial a partir del


uso modelado en arcilla de Montespan; vease la critica en P. Qrazoisi, Paleolithic
Art, pag. 152; vease Peter J. Ucfeo y Andre Rosenfeld, Arte paleolitico, pags. 188 y sig.
23. Charet ha interpretado las huellas de pies humanos en la gruta del Tuc
d'Aubert como una prueba de la iniciacion de los jovenes; la hipotesis ha sido
ceptada por varies investigadores, pero Ucbo y Rosenfeld la rechazan, op. cit.,
P*fls. 177 Y sig.
24. Vease J. Maringer, op. cit, pag. 153.

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jas de lobo y barba de rebeco. Los brazos parecen terminar en zarpas de oso, y ostenta una larga cola de caballo. Solo los miembros
inferiores, el sexo y su position de danzante indican que se trata de
una figura humana. Pero las fotografias recientes no revelan todos
los rasgos tan cuidadosamente descritos por Breuil.15 Es posible que
algunos pormenores hayan sufiido danos desde la epoca en que se
descubrio este grabado (por ejemplo, la segunda cuerna). pero tampoco puede excluirse la hipotesis de que el abate Breuil ejecutara defectuosamente su croquis. Tal como aparece en las fotografias recientes, el Gran Mago resulta menos impresionante. Pero puede
ser interpretado como un Senor de los animates* o un hechicero
que lo representa. Por lo demas, en una placa de pizarra procedente de Lourdes se aprecia, grabada, una figura de hombre envuelto en
una piel de ciervo, con una cola de caballo y tocado de una cornamenta de ciervo.
Igualmente notable, y no menos controvertida, es la famosa
composition recientemente aparecida en una galeria inferior de la
caverna de Lascaux, de acceso extremadamente dificil. Puede verse
alii un bisonte herido que dirige sus cuernos hacia un hombre aparentemente muerto y caido en tierra; su arma, una especie de venabio provisto de un gancho, aparece apoyada contra el vientre del
animal; junto al hombre (cuya cabeza termina en un pico) hay un
pajaro posado sobre una pertiga. La escena ha sido generalmente interpretada como ilustracion de un accidente de caza*. En 1950,
Horst Kirchner propuso ver en ella una escena chamanica: el hombre no estaria muerto, sino en trance ante un bisonte sacrificado,
mientras que su alma estaria viajando por el mas alia. El pajaro posado sobre la pertiga, motivo especifico del chamanismo siberiano,
seria su espiritu protector. Segun Kirchner, la sesion chamanica*
tendria por objeto lograr la comparecencia del chaman en extasis
ante los dioses para pedirles una bendicion, es decir, el exito en la
caza. El mismo autor estima que los misteriosos bastones de mando* son en realidad palillos de tambor. Si se acepta esta interpreta-

cion, ello significant que los hechiceros paleoliticos utilizaban ya


unos tambores semejantes a los de los chamanes siberianos.26
Se han puesto reparos a la explicacion de Kirchner, y no nos
consideramos competentes para zanjar esta cuestion. Sin embargo,
parece segura la existencia de algun tipo de chamanismo durante
la epoca paleolitica. Por una parte, el chamanismo domina aun en
nuestros dias la ideologia religiosa de los pueblos pastores y de los
cazadores. Por otra, la experiencia extatica como tal y como fenomeno original es un rasgo constitutive de la condition humana; no
podemos imaginarnos una epoca en la que el hombre no soriara o
no tuviera ensonaciones, no cayera en trance, esa perdida de conciencia que se interpreta como un viaje del alma al mas alia. Lo que
se ha modificado y cambiado con las diversas formas de cultura y
religion ha sido la interpretation de la experiencia extatica y el valor
que se le ha atribuido. Puesto que el universe de los paleoliticos estaba dominado por las relaciones de orden mistico entre el hombre y el animal, no resulta dificil adivinar las funciones de un especialista del extasis.
Tambien se han relacionado con el chamanismo los dibujos llamados de rayos X, es decir, las representaciones en que aparecen
como al trasluz el esqueleto y los organos internes del animal. Estos
dibujos, atestiguados en Francia durante el Magdaleniense (130006000 a.C.) y en Noruega entre 6000-2000 a.C, aparecen tambien
en Siberia oriental, entre los esquimales, en America (entre los odJlbwas, los pueblos, etc.), pero tambien en la India, en Malasia, en
Nueva Guinea y en el noroeste de Australia.27 Se trata de una manifestation artistica propia de los pueblos cazadores, pero la ideologia
religiosa de que esta impregnada pertenece al chamanismo. En efecto, el chaman es el unico que, gracias a su vision sobrenatural, es ca-

42

25. Vease Ucfeo y Rosenfeld, fig. 89 y pags. 204, 206.

43

16. H. Kirchner, Ein archaologischer Beitrag zur Urgeschichte des SchamaItlimusi. pags. 244 y sigs., 279 y sigs. Recordemos que se han encontrado palillos
d tambor de hueso en la isla de Oleny, en el Mar de Barents, en un lugar fechado hacia el 500 a.C; vease M. Eliade, Le chamanisme, pag. 391.
17. Andreas Lommel, Shamanism: The beginnings of Art, pags. 129 y sigs.

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paz de ver su propio esqueleto.18 En otras palabras: es capaz de penetrar hasta la misma fuente de la vida animal, el elemento oseo.
Que se trata de una experiencia fundamental en un determinado tipo de mistica lo prueba, entre otros, el hecho de que esta vision se
cultiva aun en el budismo tibetano.

6. LA PRESENCIA FEMENINA

El descubrimiento de figuras femeninas correspondientes al ultimo periodo glaciar ha planteado una serie de problemas cuya discusion todavia prosigue. En cuanto a su difusion, estan muy repartidas, desde el suroeste de Francia hasta el lago Baikal, en Siberia, y
desde el norte de Italia hasta el Rin. Son estatuillas de 5 a 25 centimetres de altura, talladas en piedra, en marfil o en hueso. Se les ha
dado, con poca propiedad, el nombre de Venus; las mas famosas
son las Venus* de Lespuges, de Willendorf (Austria) y de Laussel
(Dordona).29 Sin embargo, gracias ante todo a la precision con que
han sido llevadas a cabo las excavaciones, las piezas mas instructivas
son las halladas en Gagarino y Mezina, en Ucrania. Provienen de niveles de habitacion, por lo que parecen estar relacionadas con una
religiosidad domestica. En Gagarino aparecieron junto a las paredes
de un espacio habitado seis figurillas talladas en hueso de mamut.
Estan sumamente esculpidas, con un abdomen de proporciones exageradas y con la cabeza carente de rasgos. Las piezas halladas en
Mezina presentan una fuerte estilizacion; algunas de ellas pueden ser
interpretadas como formas femeninas reducidas a elementos geometricos (este tipo esta atestiguado tambien en Europa central);
otras representan, con mucha probabilidad, pajaros. Las figurillas estan decoradas con diversos temas geometricos, la esvastica entre
otros. Para explicar su posible funcion religiosa, Hancar ha recorda28. M. Eliade, Le chamanisme, pags. 65 y sigs.
29. Franz Hancar, Zum Problem der Venusstatuetten im eurasiatischen
Jungpalaolithifcumn, pags. 90 y sigs., 150 y sigs.

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do que ciertas tribus cazadoras del Asia septentrional fabrican pe<|iierias esculturas antropomorficas en madera, llamadas dzuli. En
Ins tribus en que los dzuli son femeninos, estas estatuillas represenInn a la abuela mitica de la que se supone que descienden todos los
miembros de la tribu y que protege a las familias y las viviendas; al
iryjreso de las grandes expediciones de caza se les obsequia con
i iliendas de gachas y grasa.
Mas significativo aun es el descubrimiento realizado por Gerasiinov en Mal'ta, localidad de Siberia. Se trata de una aldea cuyas
i nsas, de planta rectangular, estaban divididas en dos mitades, una,
n In derecha, reservada a los hombres (solo han aparecido objetos
ilr uso masculine), mientras que la de la izquierda pertenecia a las
mujeres; las estatuillas femeninas proceden exclusivamente de este
irctor. Sus homologos en el sector masculino representaban pajaros,
mmque algunos ejemplares han sido interpretados como falos.30
Es imposible precisar la funcion religiosa de estas figurillas. Se
purde suponer que representan de algun modo la sacralidad femenlnw. y en consecuencia los poderes magico-religiosos de las diosas.
El irnisterio de la existencia femenina en su forma especifica ha deMmperiado un papel importante en diversas religiones, tanto primifhraa como historicas. Ha sido merito de Leroi-Gourhan poner de relltve la funcion capital de la polaridad masculino-femenino en el
fOnjunto del arte paleolitico, es decir, en las pinturas y relieves rultres. en las figurillas o plaquetas de piedra, demostrando ademas
unldad fundamental de este lenguaje simbolico, desde la region
itfinco-cantabrica hasta Siberia. Sirviendose del analisis topografico
I iltadistico, Leroi-Gourhan ha llegado a la conclusion de que \asfiIIHf (formas, rostros, etc.) y los signos son intercambiables; por
implo, la figura del bisonte posee el mismo valor femenino
las heridas y otros signos geometricos. Ha observado a renglon
ildo que existe una agrupacion por parejas de los valores machoibra, por ejemplo, bisonte (femenino) y caballo (masculino).

|8, M. M. Gerasimov, PaIeoIithischeskaja stojanfea Mal'ta*, pag. 40: resumen


| Kifl lettmar en Les religions arctiqu.es etfinnoises, pag. 292.

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

Descifrada a la luz de este simbolismo, la caverna aparece como


un mundo organizado y cargado de significaciones.
Para Leroi-Gourhan no cabe duda alguna de que la caverna es
un santuario, y que las plaquetas de piedra o las figurillas vienen a ser
como santuarios portatiles, con la misma estructura simbolica que
las cavemas decoradas. Sin embargo, este autor admite que la sintesis por el reconstruida nada nos dice del lemguaje de la religion paleolitica. Su metodo le impide reconocer los acontecimientos evocados en ciertas pinturas rupestres. En la celebre escena de Lascaux,
interpretada por otros autores como un accidente de caza o una escena chamanica, Leroi-Gourhan no ve mas que un pajaro perteneciente a un determinado grupo topograficos que equivale simbolicamente al hombre o al rinoceronte, que, ademas, aparecen contiguos
en la misma pared (op. cit, pag. 148). Aparte de la agrupacion por
parejas de los simbolos dotados de valor sexual diferente (en que posiblemente se expresaria la importancia religiosa acordada a esta
complementariedad), todo cuanto Leroi-Gourhan puede asegurar es
que las representaciones abarcan un sistema extremadamente cornplejo y rico, mucho mas rico y mucho mas complejo de lo que hasta
ahora nos habiamos podido imaginan (ibid., pag. 151).
La teoria de Leroi-Gourhan ha sido objeto de criticas desde diversas posiciones. Se le ha reprochado en especial cierta inconsecuencia en su lectura de las figuras y los signos, asi como el hecho
de no haber relacionado los ritos que tenian por escenario las cavernas con el sistema simbolico que acababa de establecer.31 En
cualquier caso, la aportacion de Leroi-Gourhan es importante, pues
ha demostrado la unidad estilistica e ideologica del arte paleolitico,
a la vez que ha puesto de relieve la complementariedad de los valores religiosos ocultos bajo los signos masculino y femenino. Un
simbolismo analogo era la caracteristica mas acusada de la aldea
de Mal'ta, con sus dos mitades perfectamente diferenciadas y destinadas a los dos sexos. Los sistemas que implican la complementa31. Vease Ucfeo y Rosenfeld, pags. 220,195 y sigs. Criticas parecidas han sido
formuladas por Henri Lhote.

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

' 47

riedad de los dos principios sexuales y cosmologicos abundan todavi'a en las sociedades primitivas, y tambien los habremos de advertir
en las religiones arcaicas. Es probable que este sistema de complementariedad se invocara a la vez para organizar el mundo y para explicar el misterio de su creacion y de su regeneracion periodicas.

7. RlTOS, SIMBOLOS Y CREENCIAS ENTRE LOS CAZADORES PALEOLITICOS

Los descubrimientos recientes de la paleontologia tienen en comun el hecho de que hacen retroceder cada vez mas lejos en el tiempo los comienzos del hombre y de la cultura. Resulta que el hombre y su actividad psicomental son mas antiguos y complejos de lo
que se pensaba hace algunos decenios. Recientemente, Alexander
Marshafe ha podido demostrar la existencia, en el Paleolitico superior, de un sistema simbolico de notaciones del tiempo, basado en la
observacion de las fases lunares. Estas notaciones, que el autor designa como time-factored, es decir, acumuladas sin interrupcion a lo
largo de un periodo muy prolongado, permiten suponer que ciertas
ceremonias estacionales o periodicas se fijaban con mucha antelacion, como ocurre en nuestros dias entre los siberianos o los indios
de Norteamerica. Este sistema de notacion se ha mantenido durante mas de 25.000 anos, desde el Aurinaciense inicial hasta el
Magdaleniense tardi'o. Segiin Marshafe, la escritura, la aritmetica y
el calendario propiamente dicho, que aparecen en las primeras civilizaciones, se remiten probablemente al simbolismo que impregna el
sistema de notacion utilizado durante el Paleolitico.32
Aparte de lo que cada cual pueda pensar sobre la teoria de
Marshafe acerca del desarrollo de las civilizaciones, puede darse por
sentado que unos 15.000 anos antes del descubrimiento de la agri32. Vease Alexander Marshals, The Roots of Civilization, pags. 81 y sigs. Igualmente significativa es la capacidad de los paleoliticos para observar y reproducir
las fases de la vida vegetal; vease Marshafc, op. cit., pags. 172 y sigs.; id., Le baton
de commandament de Montgaudier (CharenteK pags. 329 y sigs.

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

cultura ya se analizaba, se memorizaba y se utilizaba el ciclo lunar


con fines practices. Se puede entender asi mucho mejor el cometido
fundamental de la luna en las mitologias arcaicas y, sobre todo, el
hecho de que el simbolismo lunar haya integrado en un unico sistema realidades tan diversas como la mujer, las aguas, la vegetacion, la serpiente, la fecundidad, la muerte, el renacer, etc.33
Analizando los meandros grabados en ciertos objetos o pintados
sobre las paredes de las cavernas, Marshal? saca la conclusion de
que esos signos representan un sistema, ya que muestran una sucesion y expresan una intencionalidad. Esta estructura queda ya
atestiguada en los dibujos grabados sobre un hueso exhumado en
Pech de 1'Aze (Dordona), y perteneciente a un nivel acheulense
(aproximadamente hace 135.000 anos), es decir, unos 100.000 arios
anterior a los meandros del Paleolitico superior. Pero hay algo mas:
los meandros aparecen dibujados en torno a figures de animales o
sobre ellas, indicando que responden a un cierto ritual (acto individual de participacionn, como lo designa Marshak). Es dificil precisar
su significacion. pero a partir de un determinado momento (por
ejemplo, la figura de Petersfeld, Baden), los meandros aparecen en
running angles y acompanados de peces. En este caso es evidente el
simbolismo acuatico. Pero, segun el autor, no se trata simplemente
de una imagen del agua; los innumerables trazos dejados por dedos y utensilios diversos denotan un acto individual de participacions en el cual desemperiarian cierto papel la mitologia o el simbolismo acuaticos.34
Todos estos analisis confirman lafundon ritual de las figuras y
los signos paleoliticos. Parece hoy evidente que estas imagenes y estos simbolos se refieran a determinadas historias, es decir, a acontecimientos relacionados con las estaciones, los habitos de los ani-

males salvajes, la sexualidad, la muerte, los poderes misteriosos de


i iertos seres sobrenaturales y de determinados personajes (especiallstas de lo sagrado). Podemos considerar las representaciones paIcoliticas como una especie de codigo significative a la vez del valor
\imbolico (magico-religioso por consiguiente) de las imagenes y de su
/nncidn en las ceremonias en que se hacia referencia a diversas historias. Nunca llegaremos a conocer el contenido de tales historias,
pero los sistemas en que se enmarcan los distintos simbolos nos
permiten al menos adivinar su importancia en las practices magicorcligiosas de las gentes del Paleolitico, tanto mas cuanto que cierto
uumero de estos sistemas es compartido tambien por las sociedades de cazadores.
Como ya hemos indicado (4). tenemos la posibilidad de re( onstruir* ciertos aspectos de las religiones prehistoricas observando
Im creencias y los ritos especificos de los cazadores primitivos. No se
linta unicamente de paralelos etnograficos, metodo que con mayor
o menor exito ha sido aplicado por todos los investigadores. con exrepcion de Leroi-Gourhan y Laming-Emperair,35 sino que, habida
cuenta de todas las diferencias que puede haber entre una cultura
prehistorica y una cultura primitiva, se intenta circunscribir determinadas configuraciones fundamentales. Hay, en efecto, cierto numero de civilizaciones arcaicas, basadas en la caza, la pesca y la recoItccion, que han sobrevivido hasta hace poco al margen de la
cumene (en la Tierra de Fuego, en Africa, entre los hotentotes y los
bosquimanos, en la zona artica, en Australia, etc.) o en las grandes
lelvas tropicales (los pigmeos bambuti, etc.). A pesar de las influenclos de las civilizaciones agricolas vecinas (al menos en ciertos caIQS), sus estructuras originates no se desarticularon hasta finales del
llglo XIX. Estas civilizaciones detenidas en una etapa semejante al

33. Vease M. Eliade, Tratado de historia de las religiones I, cap. IV.


34. A. Marshals, iThe Meander as a System*. El autor estima que no es posible explicar la tradicion de los meandros por la magia cinegetica o por el simbolismo sexual. El conjunto serpiente-agua-lluvia-tempestad-nube aparece en la Eurasia neolitica, en Australia, en Africa y en las dos Americas.

15. EIIo ha dado pie a las criticas de Ucfeo, op. cit., pags. 140 y sigs. Este
utor, despues de recorder ciertos casos en que la comparacion etnografica ha
Mffvldo para ilustrar detenninados aspectos de las sociedades prehistoricas (ibid.,
jMkgi. 151 y sigs.), presenta un analisis del arte rupestre paleolitico a la luz de los dattit iiustralianos y africanos (ibid., pags. 191 y sigs.).

49

jo

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COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

Paleolitico superior vienen a constituir en cierto sentido fo~siles vivientes.3S


No se trata, ciertamente, de transponer a los hombres de la Edad
de la Piedra antigua las practices religiosas y las mitologias de los
primitivos. Pero, como ya hemos observado, parece atestiguado en
el Paleolitico el extasis de tipo chamanico. EIIo implica, por una parte, la creencia en un alma capaz de abandonar el cuerpo y de viajar libremente por el mundo, y, por otra, la conviccion de que durante ese viaje el alma puede reconocer a ciertos seres sobrehumanos y
pedirles ayuda o bendiciones. El extasis chamanico implica ademas
la posibilidad de poseer los cuerpos de los seres humanos, es decir,
de penetrar en ellos, asi como la de ser poseido* por el alma de un
muerto o de un animal, por un espiritu o un dios.
Otro ejemplo seria la separacion de los sexos (vease 6), que
nos permite suponer la existencia de ritos secretes reservados a los
hombres y que se celebrarian antes de emprender las expediciones
cinegeticas. Ritos semejantes son practicados por los grupos de adultos analogos a las sociedades de varones* (Mdnnerbtinde); los secretos son comunicados a los adolescentes en el curso de los ritos de
iniciacion. Algunos investigadores han creido encontrar pruebas de
estas ceremonias de iniciacion en la caverna de Montespan, pero esta interpretacion ha sido controvertida. Sin embargo, el arcaismo de
los ritos de iniciacion esta fuera de duda. La analogia entre cierto
numero de ceremonias atestiguadas en los extremes de la ecumene
(Australia, America del Sur y del Norte)37 atestigua la existencia de
una tradicion comun desarrollada ya en el Paleolitico.

Por lo que se refiere a la danza circulars de Montespan (independientemente de la interpretacion que se de a las huellas dejadas
en el suelo arcilloso de la caverna por los pies de los jovenes que lo
pisaron por ultima vez), Curt Sachs no duda en afirmar que las gentes del Paleolitico conocieron esta coreografia ritual.'8 Por otra parte,
la danza circular esta muy difundida (en toda Eurasia, en Melanesia,
entre los indios de California, etc.). La practican en todas partes los
cazadores, unas veces para apaciguar el alma del animal abatido y
otras para asegurar la multiplicacion de las piezas de caza.39 En ambos casos es evidente la continuidad con la ideologia religiosa de los
cazadores paleoliticos. Por lo demas, la solidaridad mistica entre el
grupo de los cazadores y el animal al que suelen abatir nos hace presumir la existencia de cierto numero de secretos del oficio exclusivos de los hombres; son precisamente los secretos de este tipo lo
que se comunica a los adolescentes a braves de los ritos de iniciacion.
La danza circular ilustra admirablemente la persistencia de ritos
y creencias prehistoricos en las culturas arcaicas contemporaneas.
Mas adelante encontraremos otros ejemplos. Por ahora recordemos
que ciertas pinturas rupestres del Hoggar y el Tassili han podido ser
descifradas gracias a un mito iniciatico de los pastores peules, mito comunicado por un letrado de Mali al africanista Germaine Dieterlen, que lo ha publicado.40 Por su parte, H. von Sicard, en una
monograKa dedicada a Luwe y sus analogos onomasticos, ha Ilegado a la conclusion de que este dios africano representa la mas antitfua creencia religiosa de los cazadores euroafricanos, en una epoca
que el investigador sueco fecha antes del 8000 a.C.41
En una palabra: parece posible afirmar que las poblaciones paleoliticas poseian cierto numero de mitos, en primer lugar los mitos

36. Recuerdese que este concepto de los sfosiles vivientess ha sido utilizado
con exito en numerosas ramas de la biologia, concretamente en espeleologia. Las
troglobias que pueblan actualmente las cavernas pertenecen a una fauna superada hace mucho tiempo. Se trata de verdaderos fosiles vivientes que muchas veces representan etapas muy antiguas de la historia de la vida: terciaria o incluso
secundariai (Dr. Racovitza). Las cavernas conservan tambien una fauna arcaica,
muy importante si se incluyen en ella los grupos zoomorficos primitivos que no
son fosilizables.
37. Vease M. Eliade, Naissances mystiques, pags. 69 y sigs.

38. Curt Sachs, World History of the Dance, 1937, pags. 124, 208.
39. Vease la rica documentation de Evel Gasparini, II Matriarcato Slavo,
p*fls. 667 Y sigs.
40. Q. Dieterlen, Koumen; vease Henri Lhote, Les gravures et les peintures
rupestres de Sahara*, pags. 282 y sigs.
41. H. von Sicard, Luwe und verwandte mysthische Gestaltem, pags. 720

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

COMPORTAMIENTO MAGICO-RELIGIOSO

cosmogonicos y los mitos de origen (el origen del hombre, de la caza, de la muerte, etc.). Por poner tan solo un ejemplo, un mito cosmogonico habla de las aguas primordiales y del Creador, antropomorfizado o bajo la forma de un animal acuatico, que desciende al
fondo del oceano para sacar de alii la materia con que Ilevara a cabo la creacion del mundo. La enorme difusion de esta cosmogonia
y su estructura arcaica indican que se trata de una tradicion heredada de la mas antigua prehistoria.41 Tambien los mitos, las leyendas
y los ritos relacionados con la ascension al cielo y el vuelo magico*
(las alas, las plumas de ave de presa, aguila o halcon) estan universalmente atestiguados en todos los continentes, desde Australia y
America del Sur hasta las zonas articas.43 Pero estos mitos estan intimamente relacionados con ciertas experiencias oniricas y extaticas
propias del chamanismo, y su arcaismo es indudable.
Igualmente difundidos estan los mitos y los simbolos del arco iris
y de su replica terrestre, el puente, medio por excelencia de comunicacion con el otro mundo. Tambien podemos suponer la existencia de un sistema cosmologico articulado a partir de la experiencia
fundamental de un centro del mundo en torno al cual se organiza
el espacio. Ya en 1914 habia recogido W. Gaerte un gran numero de
signos e imagenes prehistoricos susceptibles de ser interpretados como montanas cosmicas, ombligos de la tierra y rios paradigmaticos
que sirven para estructurar el universe en cuatro direcciones.44
En cuanto a los mitos del origen de los animates y las relaciones
religiosas entre el cazador, la pieza y el Senor de los animates, es probable que todos estos temas esten atudidos mediante un codigo cifrado en el repertorio iconografico de las gentes del Paleolitico. Nos
resulta igualmente dificil imaginarnos una sociedad de cazadores ca-

rente de mitos sobre el origen del fuego, sobre todo si tenemos en


cuenta que la mayor parte de estos mitos pone en primer piano la
actividad sexual. Finalmente, ha de tenerse siempre en cuenta la experiencia primaria de la sacralidad del cielo y de los fenomenos celestes y atmosfericos. Se trata de una de las raras experiencias en las
que se revela espontaneamente la trascendencia y la majestad. Por
otra parte, las ascensiones extaticas de los chamanes, el simbolismo
del vuelo, la experiencia imaginaria de la altura en tanto que liberacion de la pesantez contribuyen a consagrar el espacio celeste como
origen y morada por excelencia de los seres sobrehumanos, dioses,
espiritus, heroes civilizadores. Igualmente importantes y significativos
son las revelaciones de la noche y de las tinieblas, de la muerte de
un animal en el curso de la caza o de la muerte de un miembro
tie la familia, de las catastrofes cosmicas, de las crisis ocasionales de
(ntusiasmo, de locura o de ferocidad homicida de los miembros de la
Iribu.
La valoracion magico-religiosa del lenguaje desempena tambien
un papel decisive. Ya algunos gestos son capaces de evocar la epifanfa de un poder sagrado o de un misterio cosmico. Es probable
que los gestos de las figuras antropomorficas del arte prehistorico esluvieran cargadas no solo de significacion, sino tambien de poder.
La significacion religiosa de los gestos-epifania era aun conocida
en ciertas sociedades primitivas a finales del siglo XIX.45 Con mayor
razon hemos de pensar que la creatividad fonetica debio de constituir una fuente inagotable de poderes magico-religiosos. Incluso antes de la aparicion del lenguaje articulado, la voz humana era capaz
de transmitir informaciones, ordenes o deseos, pero tambien de suscltar todo un universe imaginario mediante explosiones sonoras y a

42. Vease el analisis comparative de todas estas variantes en mi obra De Zalmoxis a Gengis-Khan, pags. 81-130.
43. Vease M. Eliade, Mjthes, reves, et mysteres. pags. 163-164; id., Le Chamanisme, pags. 319 y sigs., 350 y sigs., 372 y sigs., y Religions okustraliennes, pags. 139 y sigs.
44. W. Gaerte, Kosmische Vorstellungen im Bilde prahistorischer Zeit: Erdberg, Himmelsberg, Erdnabel und Welstrome. Precisemos que la mayor parte de los
ejemplos aducidos por Gaerte pertenece a las culturas prehistoricas mas recientes.

45. En algunas tribus australianas septentrionales, el rito principal de la iniil( I6n de la muchacha consiste en presentarla solemnemente ante la comunidftd. Se demuestra que ya es adulta, es decir, que esta preparada para asumir el
{omportamiento propio de las mujeres. Pero demostrar algo ritualmente, tratese
d* un signo, un objeto o un animal, equivale a declarar una presencia sagrada,
lelnmar el misterio de una hierofania; vease M. Eliade, Religions australiennes,
pig, i io. Veanse otros ejemplos en Naissances mystiques, pags. 96 y sigs.

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y DE LAS IDEAS RELIGIOSAS I

traves de sus innovaciones fonicas. Baste recordar al respecto las


creaciones fabulosas, paramitologicas y parapoeticas, pero tambien
iconograficas, debidas a los chamanes mientras preparan su viaje extatico, o relacionadas con la repeticion de los mantras durante ciertas meditaciones yoguicas, que implican a la vez el ritmo de la respiracion (pranaydma) y la visualizacion de las silabas misticas.
A medida que iba alcanzando mayor perfeccion, el lenguaje
aumentaba sus capacidades magico-religiosas. La palabra, al ser pronunciada, desencadenaba una fuerza dificil, cuando no imposible,
de anular. En las culturas primitivas y en las creencias populares sobreviven aun ideas parecidas, que aparecen igualmente en la funcion ritual de las formulas magicas del panegirico, de la satira, de la
execracion y del anatema en las sociedades mas evolucionadas. La
experiencia exaltante de la palabra como fuerza magico-religiosa ha
conducido muchas veces a la certidumbre de que el lenguaje es capaz de asegurar los resultados obtenidos mediante la accion ritual.
Para concluir, hemos de tener igualmente en cuenta la diferencia existente entre los diversos tipos de personalidad. Un cazador se
distinguia por sus hazanas o por su astucia, mientras que otro se caracterizaba por la frecuencia de sus trances extaticos. Estas diferencias caracteriologicas implican una cierta variedad en la valoracion
y en la interpretation de las experiencias religiosas. En resumidas
cuentas, a pesar de que existian algunas ideas fundamentals comunes, la herencia religiosa del Paleolitico presenta ya una configuration sumamente compleja.

Capitulo II
La revolucion de mayores consecuencias:
el descubrimiento de la agricultura
Mesolitico y Neolitico

H. UN PARAISO PERDIDO

El final de la epoca glaciar, ocurrido hacia el 8000 a.C, signified


turn alteration radical del clima y del paisaje; en consecuencia, camhlnron tambien la flora y la fauna de Europa al norte de los Alpes. El
retroceso de los glaciares provoco la retirada de la fauna hacia las reglones septentrionales. El bosque fue sustituyendo gradualmente a las
stcpas articas. Los cazadores siguieron en pos de sus presas, especlalmente los rebanos de renos, pero la progresiva disminucion de la
cazfl les oblige a instalarse a orillas de los rios y lagos o junto al litor*I, donde vivian de la pesca. Las nuevas culturas que se desarrollaron durante los milenios siguientes han recibido la denominacion de
Mesolitico. En Europa occidental son claramente mas pobres que las
frandiosas creaciones del Paleolitico superior. Por el contrario, en el
lureste asiatico y especialmente en Palestina, el Mesolitico constituye
UM periodo capital, pues es la epoca de la domesticacion de los primeros animales y de los comienzos de la agricultura.
Conocemos muy deficientemente las practicas religiosas de los
Cizadores que siguieron el rastro de los rebanos de renos hasta el
50rte de Europa. En los depositos de limo de un pantano de Stellmoor, cerca de Hamburgo, A. Rust encontro los restos de doce reenteros que habian sido sumergidos despues de haberles intro-

PAIDOS ORIENTALIA

Mircea Eliade

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HISTORIA DE LAS CREENCIAS


Y
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De la Edad de Piedra a
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