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LA INDUSTRIA PETROLERA EN EL
HUILA EN LA DCADA DEL 90
Director de tesis:
OSCAR RODRGUEZ SALAZAR
P.h. Ciencias Econmicas
Dedicatoria
A Juan Nicols y Daniel Felipe, motivos de existencia e insistencia. A Mara del Pilar,
quien incentiva constantemente la necesidad de crecer moral e intelectualmente; a mi madre
quien hoy recoge los frutos que ha sembrado producto de su trabajo, constancia y
tolerancia; a mi padre quien con su cosmovisin ha hecho de la vida algo ms prctico; a
mis hermanos por su evidente y real apoyo y a todas las personas que de una u otra forma
han contribuido a la cualificacin acadmica de este servidor.
Agradecimientos
Este documento, de igual forma, no hubiese sido posible sin el valioso aporte del Dr. Oscar
Rodrguez. Su formacin humana y su cualificacin profesional obligan a producir un
trabajo de valioso a porte a la historiografa huilense.
Esa historia que la humanidad anhela, que le conviene incluso a la misma historia o a lo que
alude Paul Ricoeur en su texto Historia y Verdad donde se espera del historiador cierta
calidad de la subjetividad, ya que no hay una subjetividad cualquiera, sino una subjetividad
que sea precisamente adecuada a la objetividad
CONTENIDO
Pg.
INTRODUCCIN
11
24
34
35
38
42
42
56
62
67
73
74
84
90
92
94
112
100
108
103
103
104
105
105
106
106
106
107
115
120
123
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130
133
136
139
142
145
147
150
155
157
161
164
180
189
CONCLUSIONES
191
BIBLIOGRAFA
194
LISTA DE FIGURAS
Pg.
12
16
17
17
40
57
63
73
99
102
138
172
LISTA DE CUADROS
Pg.
Cuadro 1. Anlisis de la participacin del petrleo en el Huila
16
Cuadro 2: Giro regalas Neiva frente al PIB del mismo municipio ($)
18
Cuadro 3: Giro regalas Aipe frente al PIB del mismo municipio ($)
18
Cuadro 4: Giro regalas Palermo frente al PIB del mismo municipio ($)
18
20
37
59
59
61
83
88
103
109
110
116
117
118
119
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129
142
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161
161
162
164
164
165
170
10
INTRODUCCIN
Si bien es cierto la exploracin y explotacin industrial de los hidrocarburos en el Huila
supera los cincuenta aos, ya que en 1956 el Gobierno Nacional autoriz a la empresa
Intercol desarrollar la actividad petrolera, la historiografa sobre esta actividad petrolera en
la regin y el pas es relativamente escasa y la poca existente ha dejado slo huellas de las
nacientes normas y aplicacin de las mismas sobre el sector de los hidrocarburos y partes
de los recursos recibidos por los entes territoriales.
De ah la importancia que cobra este trabajo toda vez que no slo pretende dar a conocer
datos y actos administrativos, sino interpretar, desde el enfoque histrico y anlisis
estadsticos cifras representadas en indicadores de exploracin y explotacin del petrleo,
ingresos por concepto de regalas y la participacin de esto recursos en los presupuestos
municipales, adems de colocar sobre el escenario puntos de vistas de actores significativos
entre ellos lderes cvicos, sindicales y economistas, as como administradores de turno de
los municipios productores de este combustible en el Huila.
Y es que en regiones como el Huila la exploracin de hidrocarburos no es slo una mera
industria, sino que a travs de ella se han generado cambios en prcticas de vida y aspecto
culturales. De acuerdo con el trabajo Historia de la sierra y el desierto. Conflictos
culturales en el Huila entre 1940 19951, a mediados del siglo XX muchos habitantes de la
regin estaban resignados a rebuscarse la vida en oficios aprendidos de sus padres o
improvisados al calor de la necesidad, trabajando indiscriminadamente durante sus vidas,
como agricultores, vaqueros, balseros, comerciantes, talabarteros, carpinteros, aserradores o
simplemente tumbando monte, pero con la llegada de la actividad petrolera, se abri un
gran abanico de oportunidades, que para bien o para mal, empezaron a cambiar su estilo de
vida.
La gnesis de estos cambios podramos decir que arranca cuando la compaa Trpical Oil
Company, ante la inminencia de la reversin de su tesoro en el Magdalena Medio, la
Concesin de Mares, decide mirar otras regiones como el Huila a finales de la dcada del
40 y unos aos ms tarde, 1956 ms exactamente, empez a perforar el primer pozo en el
campo conocido como Dina 1, hoy ubicado en el municipio de Neiva 2. Esto sin lugar a
dudas fue el punto de partida de la exploracin y explotacin de varios campos en la zona
de San Francisco, ubicada en la parte de norte de la capital huilense. Con ello, de una u otra
forma, la estructura econmica de esta zona empez a transformarse; la economa
departamental, basada en grandes fincas y enormes latifundios semiagroindustriales,
dedicados en buena parte a los cultivos de arroz, caa, cacao, sorgo, caf, pltano,
ganadera y algunos frutales, empez a transformarse con la llegada de las multinacionales
petroleras a esta regin por los ingresos que dejaba la actividad del oro negro,
relacionada as a la industria petrolera o bonanza petrolera.
1
Torres, William. Historia de la sierra y el desierto. Conflictos culturales en el Huila entre 1940 1995.
Editorial Universidad Surcolombiana ICAN Red de Solidaridad Social. Neiva 1995.
2
Giraldo, Martha La. Hocol Historia 1956 2001. Editorial Grafiq Editorial. Bogot 2001. Pg. 24.
11
Ricardo Mosquera Mesa en su trabajo conjunto con otros autores denominado Economa,
Poltica y Cultura, Huila aos 80 3, destaca que tres aos ms tarde, 1959, el Gobierno
Nacional adjudic la primera concesin a la firma Tennese Colombiana, la cual le dio el
derecho de explorar y explotar los hidrocarburos en una extensin de 49.000 hectreas entre
los municipios de Aipe y Neiva. Esta concesin fue conocida unos meses ms tarde como
la Concesin Neiva 540.
El 14 de junio de 1961 con el anuncio de la explotacin de la Concesin Neiva 540,
ubicado en el sitio conocido como Carniceras, Huila, por parte de la empresa Tennessee y
de Intercol 4, los habitantes de estas zonas observaron la oportunidad de sus vidas y
empezaron a gestionar para que buena parte de la fuerza laboral nativa fuera ocupada por
las empresas operadoras de los campos petroleros.
Sin embargo, como el proceso de la exploracin y explotacin de los hidrocarburos era
ligeramente experimental, la empresa Intercol, (que ms tarde se transformara en Hocol y
que pasara a mano de la Shell y finalmente sera adquirida en 1995 por la multinacional
rabe Nimir) ocup buena parte de la mano de obra de la zona Oriental y Costa Norte del
pas por su experiencia en las concesiones Barco y De mares. Unos pocos nativos, en esos
aos, y en especial de Neiva, fueron llamados a prestar sus servicios y con ellos el
panorama laboral empez a cambiar.
Para comienzos de la Dcada del Sesenta las administraciones municipales de turno,
especialmente las de Neiva y Aipe, con prospectos petroleros y el Departamento, este
ltimo entendido como ente territorial administrativo, empezaron a entender que era
necesario cultivar la paciencia, ya que muchos pozos an no se haban declarado
comerciales, es decir no haban empezado a ser explotados; dicho de otra manera all segua
la expectativa de las grandes inversiones de la industria petrolera puesto que dinamizara la
economa local por la circulacin de dineros, producto de la construccin de la
infraestructura y la demanda de mano de obra, especialmente de las zonas productoras.
En 1962 y luego de que el Campo Dina 1 fuera perforado y declarado productivo, se
empez ver la dinmica de la industria petrolera. El 21 de octubre de ese mismo ao 5 se
complet el segundo pozo Dina 2 y con l realmente se inicia la produccin de
hidrocarburos en el Huila.
Ms tarde comienza la perforacin de los campos, Dina 3, Dina 4, Dina 5, hasta llegar al
Dina 12. De acuerdo con los datos que maneja el Centro de la Informacin Petrolera, CIIP 6,
entre la perforacin del pozo 1 y 12 existi una demora de seis meses, pero entre 1962 y
3
Mosquera Mesa, Ricardo. Economa Poltica y Cultura. Huila aos 80. Editorial Universidad
Surcolombiana. Neiva 1995. Pgina 24
4
Giraldo, Martha La. Hocol Historia 1956 2001. Editorial Grafiq Editorial. Bogot 2001. Pg. 39
Ibid pg 44.
5
Ibd pg 44.
6
Boletn informativo. Centro de Informacin de la Industria Petrolera. 1990. Hoy Asociacin Colombiana del
Petrleo
12
Ibd. pg. 26
13
En cuanto a las regiones, en los municipios de Neiva, Aipe, Tello, Palermo y ms tarde
Tesalia y Paicol, la fiebre del oro negro, no slo llev a que sus habitantes observarn en la
dcada de los noventa una oportunidad de desarrollo econmico, de generacin de empleo,
sino que las esperanzas de las administraciones de los entes territoriales crecieron al
determinar que con esta actividad lograban mejorar sus recaudos para desarrollar las obras
sociales contempladas en los diferentes programas de cada gobierno de turno.
Los pobladores de estos municipios, en especial los de la zona rural, ya no slo miraban la
actividad agropecuaria como la fuente de ingreso principal, sino que se esperanzaban en la
oportunidad laboral que les podra ofrecer las empresas petroleras como Hocol, Petrocol y
Ecopetrol, entre otras, para, supuestamente, mejorar su calidad de vida. Buena parte de los
propietarios de las tierras de la zona de impacto petrolero estaban a la espera de escuchar la
mejor noticia, segn ellos, que en sus extensas hectreas ocupadas por cultivos de algodn,
arroz, maz, caf y ganado, haba petrleo, porque les permita valorizar sus tierras y
esperar la oferta de las empresas petroleras para obtener mejores ingresos.
La dcada del Noventa
El prometedor panorama efectivamente se empez a ver en los aos 90, perodo base de
este trabajo. En esta dcada la circulacin del dinero emanada de esta actividad se vivi con
ms fuerza, a tal punto que la frase de bonanza petrolera comenz a hacer eco en los
principales crculos sociales de los distintos municipios del Huila.
De acuerdo con los estimativos que maneja la el Ministerio de Minas y Energa la
produccin del Huila entre 1990 y 1999 fue de 212.703.408 de barriles de 42 galones, que
representaron ingresos por regalas del orden de 228.863 millones de pesos (ver cuadro No.
1), cifra significativa para la economa local y para la financiacin de los programas de
desarrollo en especial para la ampliacin de cobertura en los sectores de salud, educacin,
saneamiento bsico y agua potable, as como para el desarrollo de proyectos productivos
que permitieran a la comunidad obtener otros ingresos a futuro.
Cuadro No. 1 Produccin de petrleo y Giro de regalas 1990-1999
Ao
Produccin Petrleo
Total recibido
IPC
Giro de regalas reales
1990 20.017.808
$ 10.522.325.190,00
32,4
$ 324.763.123,15
1991 20.498.151
$ 10.488.439.648,00
26,8
$ 391.359.688,36
1992 20.374.129
$ 13.877.691.390,00
25,1
$ 552.896.071,31
1993 22.126.288
$ 16.373.681.673,00
22,6
$ 724.499.189,07
1994 22.567.663
$ 18.718.887.702,00
22,6
$ 828.269.367,35
1995 22.164.982
$ 28.482.429.878,00
19,5
$ 1.460.637.429,64
1996 20.182.069
$ 27.337.987.655,00
21,6
$ 1.265.647.576,62
1997 20.430.806
$ 31.239.615.785,00
17,7
$ 1.764.950.044,35
1998 20.904.832
$ 25.840.340.105,00
16,7
$ 1.547.325.754,79
1999 23.436.680
$ 45.981.815.031,00
9,2
$ 4.998.023.372,93
212.703.408
$ 228.863.214.093,00
$ 13.858.371.617,57
14
Fuentes: Datos construidos a partir de los datos suministrados por Ecopetrol y la Gobernacin del Huila.
En este periodo, dcada del 90, es significativo resaltar que en el ao de 1994, luego de la
insistencia de contar con una mejor infraestructura, se construy el oleoducto para la regin
del Alto Magdalena, en el cual slo fue empleada la fuerza de trabajo nativa; se cre la
Fundacin Oleoducto Colombia y al amparo de ella se disearon obras sociales como el
levantamiento de parques, polideportivos, escuelas, puestos de salud, acueductos y tramos
de electrificacin rural. As mismo, en esta vigencia nace la Ley 141 de 1994 que le da vida
al Fondo Nacional de Regalas, regula el derecho del Estado a percibir regalas por la
explotacin de recursos naturales no renovables y se establecen las reglas para su
liquidacin y distribucin, con las cuales los fiscos de los entes territoriales, en especial
Neiva, Aipe, Palermo y el Departamento, empiezan a vislumbrar un mejor panorama
econmico.
Con base en estos reportes suministrados por ECOPETROL, el Ministerio de Minas y
Energa, los anuarios estadsticos del Huila, el ICER del Dane, la revista Carta Petrolera de
ECOPETROL 8, entre otros documentos ms, se toma la Dcada del 90 como objeto de
estudios en este anlisis histrico, porque efectivamente en este tiempo aparecen los
mayores picos de produccin de petrleo en el Huila y por ende el crecimiento de los
ingresos por concepto de regalas creci.
De igual forma, en este lapso se da un fenmeno especial: la reduccin del hectareaje
sembrado en cultivos transitorios especialmente, el algodn, el maz, el sorgo y el arroz y
en la disminucin del hato ganadero del departamento que en esta dcada cay de 750 mil
cabezas a 450 mil, como aparece en los registros del Anuario Estadstico del Huila 9, lo cual
demuestra que muchas familias que vivan de la actividad agrcola dejaron de hacerlo
pensando en tener la oportunidad de vincularse laboralmente a la industria petrolera, factor
importante de relacionar frente a esta temtica.
Buena parte de estos guarismos y descripciones son la base para grandes cuestionamientos
como: Cunto recibi el Huila por regalas en este hito? Cmo fueron distribuidos?
Realmente existi en ese periodo bonanza petrolera y qu tanto incidido en los cambios
administrativos de los entes gubernamentales productores de petrleo y del departamento
como ente territorial?
Estas preguntas orientadoras, que surgen a partir de la situacin problemtica relatada
anteriormente, permitieron definir los objetivos y mi inters por esta investigacin de
analizar los registros de ingresos y distribucin de los dineros de las regalas petroleras en
la Dcada del 90 en los municipios productores del Huila y el Departamento, as como el
aporte a la historiografa del Huila con un documento que enriquece el saber de esta
industria y sirve para el debate de esta sector, a propsito de los nuevos cambios que
8
9
15
pretenden hacer el poder legislativo a las normas que regulan las regalas de los
hidrocarburos en el territorio nacional.
Este aporte se suma a los hechos por economistas huilenses como Ricardo Mosquera Mesa,
Hernando Ruiz Lpez, Germn Palomo Garca y Juan Antonio Carrera, entre otros, sin
embargo, queda mucha tela por cortar como el impacto social que ha causado la aparicin
del oro negro en esta zona del pas, sin desconocer, tal vez, el trabajo de Gerardo Andrs
Bustos Polana y Carlos Alberto Perdomo Castro 10, quienes profundizan un poco sobre las
distribucin de las regalas entre los aos 1994-2002, es decir cunto dinero fue transferido
a cada uno de los sectores, entre ellos, salud, educacin, cultura, agua potable y
saneamiento bsico entre otros, no obstante dejan de lado realmente qu pudo haber pasado
con esas grandes familias de hacendados y las personas que vivan de los jornales diarios o
semanales.
Sobre el tema en deuda un poco apunta el trabajo de los acadmicos William Fernando
Torres y Lus Carlos Rodrguez 11, quienes hacen una investigacin de corte cualitativo y
demuestran cmo en muchas ocasiones los dueos de las tierras abandonaron la actividad
agrcola esperanzados en que por sus predios pasara la lnea de la exploracin de petrleo
prediciendo un buen futuro, es decir tener la oportunidad de venderles las tierras a las
empresas petroleras o recibir a cambios jugosas indemnizaciones.
Los hallazgos encontrados, luego de aplicacin de un mtodo histrico de tipo exploratorio
y etnogrfico, basado en el rastreo de las fuentes documentales entre ellas las memorias
anuales entre 1990 y 1999 del Ministerio de Minas y Energa presentadas al Congreso
Nacional; los anuarios estadsticos del Huila, los Estudios de Coyuntura Regional
producidos por el Dane; las exposiciones de motivos de las normas que rigen la poltica
petrolera, entre ellas la Ley 141 de 1994, los informes de la Empresa Colombiana de
Petrleos, Ecopetrol, los diarios locales (Diario del Huila y La Nacin) y nacionales como
El Tiempo y revistas especializadas en este sector, entre ellas Carta Petrolera (publicacin
institucional de Ecopetrol) y la revista de anlisis crtico Eco-Impacto del periodista
Guillermo Bravo, asesinado por sicarios en el mes de abril de 2003, entre otras. Adems del
acceso directo a actas como la de la liquidacin de la Concesin Barco, que reposaban en el
Ministerio de Minas y Energa, as como los informes y/o recopilaciones de los talleres y
eventos acadmicos de diversas instituciones como Primer Seminario de Investigacin
sobre la industria del petrleo en Colombia, realizado a finales del ao 1958 y parte del
1959 en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, as como el texto Petrleo: presente y futuro
del Programa de Estudios Polticos de la Universidad Javeriana que se interes en la dcada
de los noventa por la poltica petrolera del pas y archivos varios de la Academia Huilense
de Historia, especialmente su revista Huila.
10
Anlisis del pasado presente y futuro de las regalas petroleras en el departamento del Huila. Tesis de grado
de la Universidad Surcolombiana. Neiva 2002.
11
Historia de la sierra y el desierto. Conflicto culturales en el Huila. En este trabajo los autores intentan
desarrollar los procesos de transculturacin y cmo de un momento a otro se fue cambiando el oficio o mejor
la vocacin agrcola por los contratos temporales con las industrias petroleras producto pensando en tener la
posibilidad de adquirir dinero de una manera ms fcil.
16
En cuanto al tipo etnogrfico, de la poblacin que de una u otra manera han tenido relacin
con la industria petrolera en el Huila, se seleccion una muestra teniendo en cuenta, su
experiencia como administrador de los recursos por regalas, la representatividad gremial
en el sector de los hidrocarburos especialmente los tres presidentes de la Unin Sindical
Obrera, USO, captulo Huila en la dcada de los noventa y un lderes comunitario
representativo de de las zonas de impacto de las exploraciones y explotaciones de petrleo
(Aipe, Neiva, Palermo) y cinco economistas especialistas en este tema. En ese sentido se
entrevistaron a los Alcaldes de los municipios productores de petrleo ms significativos
del Huila entre 1990 y 1999 (Neiva, Aipe, Palermo), es de recordar que estos tres entes
territoriales, ms el Departamento, reciben ms del 90 por ciento de las regalas que le giran
a esta regin. De igual forma, se entrevistaron a los Gobernadores del Huila existente del
hito de estudio, entre ellos Jaime Bravo y Juan Crdenas. Se logr igualmente abordar a
dirigentes sindicales y a lderes comunitarios de la Neiva, Palermo y Aipe.
As mismo, en lo exploratorio es importante relacionar las fuentes indirectas,
particularmente los textos acadmicos de coyuntura econmica petrolera, la historia del
petrleo en Colombia y artculos de revistas especializadas sobre esta temtica. Todas estas
fuentes y/o herramientas metodolgicas permitieron conocer, de manera detallada,
indicadores econmicos y de poblaciones productoras de petrleo, como el peso de los
ingresos frente al presupuesto de los entes territoriales y la distribucin de los recursos, as
como su apreciacin frente al giro de los recursos por regalas en el departamento del Huila.
Resultados
En cuanto a la parte netamente histrica hay que resaltar que, pese a que cronistas de la
conquista espaola como Gonzalo Jimnez de Quesada, considerado el conquistador del
Nuevo Reino de Granada en la expedicin que organiz en Santa Marta en 1536 y que le
llev a remontar el Ro Grande de la Magdalena, haya anclado sus navos en un sitio
llamado por los indgenas La Tora (la fortaleza que domina el ro) que luego denominaron
Barrancabermeja por el color caracterstico y la tipicidad de sus tierras, adems de la
presencia de petrleo o betn, el inicio de la historia petrolera en Colombia se suele remitir
a las concesin de Barco y de Mares.
Sin duda, las licencias ms criticadas en la industria del oro negro en el pas, por sus vicios
en los trmites y por las trampas encomiadas por los poderes privados y pblicos amarradas
a los favores polticos de la poca. La concesin Barco fue otorgada por el general Reyes
al amparo del Artculo 121 de la Constitucin Nacional el 31 de octubre de 1905 por un
tiempo de 50 aos y el beneficiario, su colega Virgilio Barco, quien haba llegado a las
agrestes selvas del Catatumbo a comienzos del siglo XX supuestamente en bsqueda de
tagua o marfil vegetal que se utilizaba para fabricar, entre otras cosas, botones y hebillas,
ante el buen precio en el mercado europeo por su escasez y as como abrir caminos para
conducir ganado hacia la llanura.
17
Es claro que para la fecha de las nombradas concesiones Colombia, en materia legislativa,
tena escasas e ingenuas leyes, adems de permisivas en todos los sentidos. Eran
acomodadas al parecer por los inversionistas extranjeros y los intermediarios del pas.
Evidente la naciente industria de petrleo en Colombia careca de soportes legales y de una
definicin de objetivos que les permitiera tener claras las reglas del juego en esta
importante produccin de hidrocarburos, que es sin titubeo un sinnimo de poder
econmico. Y es que al llegar al tema del poder econmico es vlido, si no es obligatorio,
mencionar a Estados Unidos y sus claras intervenciones en Colombia en aspectos
econmicos y polticos. Desde el silgo XIX ha sido constante intervencin, sobre todo,
cuando se toma referencia al petrleo, siendo que ellos, los Estados Unidos, reconocieron la
importancia de la produccin petrolera como forma no solo de autoabastecimiento si no
como manera de dominacin econmico luego de los resultados observados durante la
Primera Guerra Mundial.
Para la geopoltica norteamericana en el siglo XIX toma gran valor la explotacin de
recursos naturales y la dominacin de puntos geogrficos ubicados estratgicamente para
lograr su superioridad y controles ms all de los mismos con los que contaba otras
potencias, sobre todo la que en esa poca dominaba gran porcentaje del mundo: Gran
Bretaa.
Valido entonces es hallar la relacin de este suceso histrico, como lo es la prdida de
Panam con la explotacin de hidrocarburos en Colombia, pues producto de dicha situacin
se entretejieron situaciones de tires y aflojes por parte del gobierno de Bogot y
Washington que dejaron grandes ventajas a los intereses de los Estados Unidos. Los
recursos de la indemnizacin deban usarse de acuerdo con los parmetros establecidos por
EEUU como por ejemplo obras pblicas que adems tenan que ejecutarse con mano de
obra y maquinaria norteamericanas. Todo se dio. Por hacer ms con una indemnizacin
norteamericana se hizo menos con el saqueo legal de petrleo y recursos colombianos. Para
entonces era obvio pensar que Panam adems de ser vilmente arrebatada se convirti en la
soga con la cual se at a Estados Unidos uno de los renglones econmicos ms importantes
para el pas. Notando tal situacin en la que Colombia haba cado ante la palabra no tan
suave de EEUU y el garrote directo, los encargados en dirigir el pas, entre ellos el
presidente Surez decidieron declarar el subsuelo.
Ahora la industria petrolera en el Huila naci 43 aos despus de promulgada la Ley 6 del
31 de octubre 1905, la cual le abri paso a la exploracin y explotacin de los
hidrocarburos en Colombia y permiti la entrega, de parte del general Rafael Reyes, del
derecho de concesin de explorar y explotar los terrenos en el Norte de Santander al
general Virgilio Barco y a la zona media del ro Magdalena a Roberto De Mares.
Efectivamente luego de pasar cerca de medio siglo, ms exactamente el 4 de agosto de
1948, la empresa Richmond Petroleum Company a travs de su representante en Colombia
Marco A Ortega le hizo la propuesta al Ministerio de Minas y Petrleos para la exploracin
y explotacin de los hidrocarburos en una extensin de 48.000 hectreas, localizadas en la
18
jurisdiccin de Carniceras, zona ubicada hoy entre los municipios de Aipe y Neiva, tal cual
como lo contempla la Resolucin 538 del Ministerio de Minas y Petrleos.
La iniciativa de la Richmond Petroleum Company efectivamente fue aceptada mediante la
Resolucin No. 206 del Ministerio de Minas y Petrleos del 16 de marzo del ao siguiente
(1949), pero sta la transfiri a la Orinoco Petroleum Company, traspaso que fue aceptado
por el Ministerio de Minas y Petrleos el 7 de mayo de 1951 mediante resolucin No. 62
del Ministerio de Minas y Petrleos.
Este documento, que reposa en los informes del Ministerio de Minas desvirta la fecha
colectiva que exista de personas conocedoras de la temtica de la industria petrolera en la
regin; muestra de ello es la publicacin del Diario del Huila en su edicin del 9 de febrero
de 1994 que destaca que el 5 de febrero de 1959, es decir 11 aos despus de que Marco A
Ortega solicitara al Ministerio de Minas y Energa dicha peticin para explorar y explotar el
crudo en 49.000 hectreas ubicadas en jurisdiccin de los municipios de Neiva, Tello,
Villavieja, Aipe, Palermo, y Yaguar conocida como Concesin Tello. 12
Algo muy similar public el historiador Camilo Francisco Salas Ortiz al destacar que la
historia petrolera del Huila es relativamente reciente toda vez que se remonta a 1959
cuando el presidente Alberto Lleras Camargo le entreg una concesin de 49.000
hectreas, ubicada entre los municipios de Neiva y Aipe a la compaa norteamericana
Tennesse Colombiana, subsidiaria de la Tenneco para que fuera explotada por 35 ao. Esta
concesin se denomin Neiva 540.13
Ao 1948 o 1959, lo cierto del caso es que ojo puesto en esta zona no era ms que la
necesidad de esta empresa por continuar operando en el pas, luego de haber observado los
grandes beneficios que obtuvo la firma Standard Oil New Jersey, ms conocida como la
EXXO, casa matriz de la Tropical Oil Company, con la concesin De Mares.
Todo lo anterior demuestra que a comienzos de la dcada del 50 la zona o regin
denominada Alto Magdalena, junto con la de Mocoa, se convirtieron en las tierras ms
atractivas para el desarrollo de la industria de los hidrocarburos. Por ello la Orinoco
Petroleum Company transfiere el 13 de abril de 1953 mediante documento No. 285 del
Ministerio de Minas y Petrleo (departamento de servicios legales) los derechos a la
Internacional Petroleum Company Intercol de explorar y explotar los hidrocarburos en la
jurisdiccin de Carniceras.
Efectivamente tres aos despus Intercol, subsidiaria de la Exxo, ya no slo cuenta con el
derecho sobre Carniceras, sino que adquiere el aval por parte del Ministerio de Minas y
Petrleos de explorar y explotar hidrocarburos de propiedad nacional, al amparo de la
Concesin Neiva 540 en una zona cuya rea era de 49 mil hectreas, segn contrato
12
13
El petrleo y la reversin en el Huila. Diario del Huila. Primera pgina. 9 de febrero de 1994.
SALAS, Ortiz Camilo. Huila. La montaa luminosa. Fondo de Autores Huilenses. 2000. Pg. 185.
19
celebrado con el Gobierno Nacional el 31 de agosto de 1956 y con escritura pblica No.
174.
Alberto Serrano Perdomo, vicepresidente de Ecopetrol, en una conferencia dictada en 3 de
octubre de 1964 en Neiva sobre las Proyecciones de Ecopetrol en regiones como el Huila,
publicada en la revista histrica Huila de la Academia Huilense de Historia, expres que
efectivamente la Concesin Neiva tuvo origen el 5 de agosto de 1948 en una propuesta que
inicialmente present ante el Ministerio de Minas y Petrleos el seor Marco A. Ortega y
que fue admitida por esta entidad el 16 de marzo de 1950. 14
Destaca en su ponencia que el 31 de marzo de 1951 se acept el traspaso de esta por el
seor Ortega a la Compaa Petrolera Opn. Posteriormente el 17 de marzo de 1953 se
aprob el traspaso hecho por la Compaa Petrolera del Opn a la International Petroleum
(Colombia) Limited, compaa a la que se llam a firmar el respectivo contrato el 5 de
junio de 1956.
El directivo de Ecopetrol, Serrano Perdomo, a travs de medio impreso de la Academia de
Historia del Huila destac que el Contrato de la Concesin efectivamente se firm el 31 de
agosto de 1956 entre el entonces Ministro de Minas y Petrleos, Flix Garca Ramrez y el
apoderado de la International Petroleum (Colombia) Limited, Francisco Parodi Dvila. Los
trminos del contrato empezaron a contarse a partir del 3 de diciembre de 1956, fecha en
que se notific al Fiscal del Consejo de Estado de la decisin de dicha Corporacin
mediante la cual se aprob el respectivo contrato.
Entre 1956 y 1961 el futuro petrolero en el Huila slo obedeca a expectativas. Muchas
familias, en especial campesinas, no tenan ni idea de este proceso de industrializacin que
se presentaba en la regin, ni mucho menos les llamaba la atencin, porque estaban
dedicadas a las actividades del sector agropecuario.
As pues la exploracin de la Concesin Neiva no fue definida hasta el 2 de diciembre de
1964 y a partir de esa fecha entr automticamente en el perodo de explotacin comercial
cuya duracin se haba establecido por 30 aos.
Ingresos por regalas y distribucin
No se puede desconocer que la llegada de la industria petrolera empez a generar cambios
en las polticas econmicas del Departamento y de los municipios productores y a pesar
fuertemente en el imaginario de los huilenses, muestra de ello es que en la dcada de los
noventas, ver cuadros No. 2 y 3, la participacin del petrleo en el PIB era medianamente
representativa, por lo que es de cuidado hablar de una contribucin al crecimiento
econmico, pese a que este indicador en el ao de 1993 cerr al alza con 3.5% por factores
como el incremento en la produccin y los precios internacionales del crudo. En el resto de
aos se evidencia una disminucin importante como la de 1997 que cerr en 1.79%, lo que
14
Serrano Perdomo, Alberto. Proyecciones de ECOPETROL. Revista Huila No 19. Volumen II.
20
nos lleva a determinar que la participacin de la explotacin del crudo en el PIB del Huila
fue ligeramente estable con unas variaciones porcentuales mnimas y que la actividad de
servicios y la agrcola, en dicho hito, siguieron siendo puntos claves en la participacin del
desarrollo econmico de esta zona del pas. Ver cuadro No. 3
IPC
1990
27.208.492.099
744.004.599
2.73
32,4
1991
37.122.511.754
913.421.045
2.46
26,8
1992
42.969.258.127
970.728.606
2.26
25,1
1993
47.738.060.133
1.672.811.018
3.50
22,6
1994
44.934.447.566
1.154.507.212
2.57
22,6
1995
62.882.589.128
1.336.009.846
2.12
19,5
1996
61.537.420.602
1.114.971.389
1.81
21,6
1997
74.000.639.266
1.321.328.814
1.79
17,7
1998
79.277.405.389
1.504.998.383
1.90
16,7
1999
146.576.532.609
3.204.765.543
2.19
9,2
Fuente: Datos construidos a partir de los Anuarios Estadsticos del Huila de los aos 1990 a 1999 y el ICER
del DANE.
Participacion del
petroleo %
Las cifras anteriores nos demuestran que no se puede hablar de una economa soportada en
la industria petrolera, ya que el sector agrcola y de servicios soporta la dinmica
econmica de la regin (ver cuadro No. 4).
Cuadro No. 4 Participacin econmica por sectores.
21
Fuente: Datos construidos a partir de los Anuarios Estadsticos del Huila de los aos 1990 a 1999 .
Para destacar es que las rentas de los municipios productores, en especial Neiva, Aipe,
Palermo y del Departamento si se han convertido en soporte fundamental para el desarrollo
de sus planes de Gobierno. Por ejemplo las rentas de las regalas directas en el municipio
petrolero del Huila, Aipe, en los diez aos representaron un 53 %, siendo el ao de 1995
con un 83.5 % el de mayor ponderacin (ver cuadro No. 5), por efecto de la entrada en
vigencia de la Ley 141 de 1994 que estableci que los ingresos por regalas seran del 20
por ciento de los ingresos por la produccin de hidrocarburos estos ingresos seran
distribuidos as: Departamentos productores 47.5%; municipios o distritos productores
12.5%; municipios o distritos portuarios 8.0%; Fondo Nacional de Regalas 32.0%. La
norma aclara en el pargrafo siguiente que en caso de que la produccin total de
hidrocarburos de un sea inferior a 20.000 barriles promedio mensual diario, las regalas
correspondientes sern distribuidas as: departamentos productores 47.5%; municipios o
distritos productores 25.0%; municipios o distritos portuarios 8.0%; Fondo Nacional de
Regalas 19.5%.
Cuadro No. 5 Regalas/presupuesto de Aipe
Ao
Regalas giradas
Presupuesto
Participacin%
1990
704.002.274
986.587.800
71,3%
1991
641.648.259
1.214.664.300
52,8%
1992
613.619.159
894.104.300
68,6%
1993
693.113.549
N.A
N.A
1994
904.817.090
1.793.692.000
50,4%
1995
2.300.422.917
2.754.733.500
83,5%
1996
2.536.971.227
4.508.445.300
56,2%
1997
3.082.038.760
5.614.116.600
54,8%
1998
2.243.159.883
6.454.179.700
34,7%
1999
3.739.908.699
8.343.696.200
44,8%
Total
17.459.701.817
32.564.219.700
53,6%
Construccin propia a partir de los datos de Ecopetrol y la Secretara de Hacienda de Aipe
El fisco del municipio de Palermo de igual forma se soport sobre los giros por regalas
como se puede evidenciar en el Cuadro No. 6, donde segn los guarismos recolectados
entre Ecopetrol y el Municipio de los giros de las regalas frente al presupuesto aforado del
22
Participacin%
1990
$
561.649.135
$
900.065.100
1991
$
365.124.122
$
1.585.850.700
1992
$
363.226.247
$
1.023.637.900
1993
$
435.628.895
$
1.728.070.200
1994
$ 1.039.631.870
$
2.481.012.300
1995
$ 1.541.049.449
$
738.587.400
1996
$ 1.618.145.984
N.A
1997
$ 1.994.170.946
$
3.075.669.000
1998
$ 1.426.043.322
$
7.055.774.300
1999
$ 2.246.497.303
$
9.019.323.600
Total
$ 11.591.167.273
$ 27.607.990.500
Construccin propia a partir de los datos de Ecopetrol y la Secretara de Hacienda de Palermo
62,4%
23,0%
35,4%
25,2%
41,9%
208,6%
N.A
64,8%
20,2%
24,9%
41,9%
Por su parte en Neiva la participacin de los ingresos por regalas frente a presupuesto no
era tan representativa. Durante estos diez aos el promedio fue del 12,7 %, siendo 1993 el
ao de mayor promedio con un 35,3% y el menos 1990 con un 9,2%. Ver cuadro No.7. El
secretario de Hacienda del Municipio en la administracin de Jorge Lorenzo Escandn
(Antonio Germn Castaeda) destac que para el mes de abril de 1998 los ingresos por
concepto de regalas slo representaban menos del 10 por ciento del monto total de los
recursos que perciba en ente territorial, lo cual demostraba que si bien es cierto los dineros
por la exploracin y explotacin del petrleo eran importantes estos ya no eran sumativos,
lo que desvirtuaba el concepto de la petrolizacin de las rentas para el caso de Neiva.
Cuadro No. 7 Regalas/presupuesto de Neiva
Ao
Regalas giradas
Presupuesto
Participacin%
1990
$
407.981.359
$
4.427.054.100
9,2%
1991
$
572.304.269
$
4.800.134.000
11,9%
1992
$ 1.258.106.005
$
6.600.000.000
19,0%
1993
$ 1.712.308.724
$
4.838.876.300
35,3%
1994
$ 2.101.939.242
$ 13.095.055.000
16,0%
1995
$ 3.881.869.888
$ 19.498.429.000
19,9%
1996
$ 3.804.353.872
$ 31.057.262.100
12,2%
1997
$ 4.777.651.217
$ 49.163.736.700
9,7%
1998
$ 3.806.665.505
$ 43.075.123.300
8,8%
1999
$ 7.000.311.977
$ 53.324.864.000
13,1%
Total
$ 29.323.492.058
$ 229.880.534.500
12,7%
Construccin propia a partir de los datos de Ecopetrol y la Secretara de Hacienda de Neiva.
El promedio de ingresos por regalas del Municipio de Nieva es muy similar al del
Departamento. Durante este periodo los recursos por este concepto sumaron de 160.520
millones de pesos, es decir un porcentaje del 16.24 por ciento, si se tiene en cuenta que
entre 1990 y 1999 el presupuesto del departamento fue de 988.429 millones de pesos. Este
23
porcentaje fue mucho mayor entre los aos 1990 y 1995, en tanto aument la produccin y
el precio del crudo en el mercado internacional fue significativo, sumado a la
responsabilidad que tena el Estado en el pago de los sectores bsicos como salud y
educacin, entres otros. A partir de 1995 la entrada en aplicacin de la Ley 141 de 1994 y
la disminucin de la produccin y los precios en el mercado internacional hicieron efectos
en los ingresos por regalas. Ver cuadro No.8.
Cuadro No. 8. Regalas Giradas al Huila frente al Presupuesto Departamental
Ao
Regalas giradas
Presupuesto
Participacin%
1990
$
8.748.577.888
$ 23.527.321.000
37,1
1991
$
8.784.369.030
$ 24.429.088.000
35,9
1992
$ 11.358.229.166
$ 24.106.605.000
47,1
1993
$ 12.909.523.500
$ 42.404.526.000
30,4
1994
$ 13.785.111.568
$ 39.325.372.000
35,0
1995
$ 19.227.186.665
$ 68.074.088.000
28,2
1996
$ 17.646.910.716
$ 134.316.322.000
13,1
1997
$ 20.068.530.487
$ 167.365.132.000
11,9
1998
$ 17.149.414.248
$ 217.871.490.000
7,8
1999
$ 30.842.484.446
$ 247.009.989.000
12,4
Total
$ 160.520.337.714
$ 988.429.933.000
16,2
Construccin propia a partir de los datos de Ecopetrol, Planeacin Departamental y Secretara de Hacienda
esta situacin las el financiamiento de las vas con recursos del petrleo pesaron en su
distribucin.
Entre tanto en Palermo el registro de inversin aparece de la siguiente manera: salud $455
millones; educacin $1.004 millones; saneamiento bsico $1.167 millones; vas $2.266
millones; otros $38 millones; electrificacin $133millones; cultura recreacin y deporte
$599 millones; equipamiento municipal $2.039 y vivienda 600 millones. La distribucin de
los recursos se hizo muy similar a la de Aipe, slo llama la atencin que este municipio
utiliz recursos para mejorar la infraestructura del municipio.
Como se evidencia en los cuadros anteriores y en el anlisis de la distribucin de los
recursos, el dinero que empez a circular a travs de las administraciones municipales y del
Departamento impact en la vida cotidiana de los habitantes de estas localidades, a tal
punto que comenzaron a llegar forneos especialmente de la Costa Atlntica y los
santanderes en busca de oportunidades de empleo incidiendo en la transformacin de los
oficios del sector agropecuario, como lo relata Jairo Mosquera, quien fuera presidente por
ms de 20 aos de la Junta de Accin Comunal del Corregimiento de Guacirco en la
entrevista relacionada en el captulo VII. Las nuevas generaciones o personas en edad de
trabajar, en este hito histrico, no se interesaban por la actividad agropecuaria, sino que
su meta era lograr vincularse laboralmente con las empresas que exploraban o explotaban
los hidrocarburos en sus regiones. As mismo, las administraciones de turno de los grandes
municipios productores de petrleo empezaron a petrolizar sus rentas, es decir buena parte
de los programas de gobierno se financiaban con los recursos de las regalas petroleras.
Muchas obras de cemento se irguieron en zonas donde no tenan razn de ser, tal vez lo
que le interesaba a quienes gobernaban era justificar la inversin de los dineros recibidos
y generar la empleabilidad en estas zonas, que en pocas ocasiones tena presencia del
Estado, exponiendo sus propias actividades productivas, en especial las del sector
agropecuario.
Finalmente hay que decir que la industria del petrleo seguir siendo un sector generador
de recursos para la sociedad huilense y nacional, pero de igual forma sus efectos en la
comunidad continuarn creando vacos, ya que los dineros que proporciona esta actividad
estn centralizados y amarrados al cumplimiento de coberturas en sectores fundamentales
como la educacin, la salud y el saneamiento bsico, bajo el desarrollo y financiacin de
proyectos aprobados y administrados por los gobiernos de turno, que en el marco de sus
planes de desarrollo distribuyen los recursos, cayendo en prcticas de uso poco confiables.
25
Figura No.1
Cuencas sedimentarias del Territorio Colombiano.
El
Valle Superior del
Magdalena,
segn
el
Ministerio de Minas y
Energa, al cierre de la dcada
de 90 ocupaba el segundo
lugar
en
participacin
petrolera con un 13.80%,
despus de la del Llano el cual
tena una produccin de del
75.47%.
26
CAPTULO I
ORGENES DE LA INDUSTRIA DEL PETRLEO
En Echijo, en la isla madre de Hondo, los japoneses desde el siglo V son capaces de extraer
petrleo por medio de la tcnica de los pozos 15. El descubrimiento del aceite de piedra o
tierra y sus bondades en la construccin, como medicamento y como fuente de energa,
empieza a generar dinmicas de desarrollo y por ende de poder.
En muchas regiones del mundo el petrleo empez a ser utilizado como arma fundamental
para el sostenimiento del imperio. Los rabes en el Siglo XIII lo utilizaron en Heraclea
como arma de fuego. Los califas crean un cuerpo especial de lanzadores de nafta que se
protegen con cotas impregnadas de talco. En el siglo XIV perfeccionan la tcnica lanzando
granadas en vasos llenos de petrleo y as sucesivamente encontraremos en la historia
infinidad de relatos sobre este combustible utilizado como arma de fuego, y hoy de poder,
por quien lo produce y lo explota. l mismo pone las condiciones en su comercializacin y
tiene posicionamiento mundial. Basta no ms observar cmo este combustible ha sido
motivo primordial de las Guerras Mundiales, en los ltimos aos.
Pues bien, es a partir de la mitad del Siglo XIX que el desarrollo econmico mundial est
ntimamente ligado a la explotacin del petrleo y de las energas fsiles primarias,
sustentado todo esto en el espritu emprendedor de los pioneros en la explotacin y
comercializacin que desde entonces maniobra la economa global. Vale agregar que tras la
promisoria explotacin del hidrocarburo se entretejieron intereses a escala planetaria que
15
Sdillot, Ren. Historia del Petrleo. Bogot Editorial Palma 1977. Pg. 20
27
Esade, Departamento de Economa informe econmico. Atlas mundial del petrleo y de la energa fsil
primaria. 2006. Pg. 28
17
Esade, Departamento de Economa informe econmico. Atlas mundial del petrleo y de la energa fsil
primaria. 2006 Pg.32.
18
La leyenda del petrleo, 28 Ene. 2009 <"http://www.xtec.net/~cgarci38/ceta/historia/leyenda.htm"
__http://www.xtec.net>.
28
Edwin Drake, quien figura como el primer hroe del petrleo iniciado en Titusville.
Ms adelante, Drake adquiere acciones de la sociedad, se interesa a fondo por el negocio,
por conocer el petrleo, los pozos y busca herramientas y persevera hasta lograr gran
reconocimiento y sobre todo dinero, conociendo de principio a fin el oro negro. Es verdad:
el petrleo esta ah. Se le encontr a 23 metros y sube hasta 12 centmetros de la superficie
del suelo. Es la primera vez que se prueba la existencia de capas subterrneas. Es la primera
vez que se descubren tales reservas 19. El problema consiste en llenar al menor precio el
mayor nmero de barricas posible y venderlas al mayor precio posible. De esta manera,
Titusville cambia de pueblo a metrpoli, de Titusville a la Oil City baada por el ro Oil
Creek. El pueblo pequeo, tranquilo y limpio pasa a ser una ciudad apoderada del petrleo,
de suciedad y ahumada, como si se tratara de una marca registrada del sello del oro negro.
Drake, considerado como un benefactor, fracasa al no tener en cuenta que muchos ms se
interesaran en el negocio. En noviembre de 1870, el descubridor del petrleo muere en
Bethleem de Pensilvania donde es inhumado. 20 aos despus se le erigi un monumento.
Para 1870 el petrleo ya no era considerado como un ungento o un medicamento
milagroso para curanderos, se haba convertido en una materia prima para uso de un mundo
transformado por la ciencia: el alumbrado es definitivamente su destino.
La produccin del oro negro se apodera de todos los habitantes de Titusville, especialmente
en el valle del Oil Creek. Propios y extraos se esmeran por descubrir lugares donde
explotarlo, al precio que sea. Sin preocuparse por el urbanismo, las torres se levantan en el
corazn mismo de la localidad. Oil City arde una noche con todo el petrleo que hay all
depositado. Poco importa: Se reconstruye sin inquietarse mucho por darle una apariencia
amable. El petrleo ante todo! 20
Un punto clave en la cadena de produccin es la refinera a la que le dedican tiempo y
dinero, generando as diversos subproductos para el buen uso de personas y empresas como
aceites para mquinas, alumbrados, betn, pinturas, parafinas y otros ms. El primer centro
de refinacin se ubica en Pittsburg.
Luego de superar este eslabn en la cadena productiva, figura el transporte. Los barriles
fueron en un inicio el primer paso encargado a los carreteros que bien o mal hacan su
trabajo hasta llevarlos a la refinera. La va de agua por el Oil Creek fue tambin utilizada
mucho ms por su bajo costo y por lo poco engorroso. Sin embargo, el inconveniente se
observa en el sentido de norte a sur de los ros norteamericanos. Lo que no pueden las vas
de agua, lo harn posible los ferrocarriles21.
Mejor an se present el transporte por tubos. Relata Sdillot que en 1862 un pionero del
19
Sdillot, Ren. Historia del Petrleo. Bogot: Editorial Palma 1977. Pg. 49
Ibd. Pg. 59.
21
Ibd. Pg. 61.
20
29
Oil Creek une su pozo a su pequea refinera personal por un conducto que franquea una
colina. Una vez ms todos se inclinan por el oleoducto, pero los carreteros se sublevan y
hacen de todo para sabotear su construccin, lo perforan, lo desentierran, es la resistencia al
progreso. Finalmente, en 1865, el oleoducto termina por imponerse, porque el progreso
tcnico es siempre ms fuerte que el conservadurismo de los hombres. En este punto inicia
la lucha ya no entre los propietarios de los tubos y los carreteros, sino entre estos dos y las
compaas ferrocarrileras.
La etapa final de la produccin petrolera es la exportacin, que para esas alturas alcanzaba
ya precios exorbitantes. El mercado ms fijo era Europa y Norteamrica trabajaba para ello,
por eso su finalidad era producir el mejor petrleo para venderlo al mejor postor.
En este punto ya se conocen las bondades del oro negro. Saban cmo producirlo y cmo
sacarle el jugo para todos los usos. No obstante, aparte de esos conocimientos, faltaba
explorar el rea de las finanzas: comprar, vender, transformar y exportar el petrleo y esta
es la que sera la especialidad de John Rockefeller, un joven que ser, por y para el petrleo
el hombre ms rico del mundo.
John era un joven aplicado, estudioso y visionario; le gustaba la estabilidad y la parte
contable de los negocios y a eso se dedic cuando se encontr con el petrleo. A sus 23
aos se dej seducir por Titusville, sin embargo, ni la produccin ni la refinacin del oro
negro lo seduce. Al observar la ciudad con muchos faltantes como hoteles y vas de
comunicacin, decide dedicarse a las cifras, nada ms que a las cifras, y de su aplicacin a
los negocios; eso era lo que le haca falta. El problema no era producir el petrleo, sino
tambin almacenarlo, transportarlo, transformarlo y venderlo; problema este del
comerciante, del industrial y ms an, de un hombre de dinero 22.
Casado ya, Rockefeller organiza la sociedad Standard Oil Company de Ohio en 1870, con
sede central en Cleveland donde tambin est la refinera. La empresa se asocia con
Cornelius Vanderbilt, hombre adinerado y respetado, dueo de la New York Central, la
ferrocarrilera que ser la mano derecha y apoyo para el transporte del petrleo de la
Standard Oil.
Para esos aos la Standard controlaba 50 refineras sobre 70 existentes y condena las otras
20 a la desaparicin. Rockefeller hace dinero. los refinadores independientes muy
rpidamente quedan imposibilitados de resistir a Rockefeller. Uno tras otro abandonan sus
plantas artesanales. Muchos venden su propio negocio por dinero contante y sonante o a
cambio de acciones de la Standard. As pues esta factora se convierte en la duea del
mercado en Cleveland. All ejerce un monopolio de hecho, consagrado por la refinacin de
diez mil barriles diarios aproximadamente o sea la quinta parte de todo el petrleo
norteamericano, relata Sdillot.
Sin embargo, muy pronto los dems productores se percatan de las clusulas secretas entre
22
Ibd. Pg. 68
30
la New York Central y la Standard y todos se indignan y exigen a los ferrocarriles igualdad
de trato, de lo contrario, los productores del Oil Creek no vendern ms aceite a la
Standard. En 1872 el ferrocarril cede y se acuerda la misma tarifa para todos.
Ya en 1875, los productores de Pensilvania an no sometidos a la Standard, fundan la Tide
Water Pipeline Company, que emprende la obra de lanzar un conducto de Bradford en el
norte de Pensilvania a Hudson y el mar en cerca de 300 millas de largo. Fueron muchas las
dificultades que tuvo que sobrellevar esta construccin ya que el monopolio lo saboteaba.
Finalmente Rockefeller los deja obrar. Al finalizar la guerra de precios que obliga a sus
adversarios a capitular, adquiere la Tide Water en 1979. As la Standard sigue siendo la
duea del campo. Contenta con este viaconducto, manda a construir otro, pero su filial la
National Transit lanza uno doble convirtindose este en el primer oleoducto en llegar hasta
el Atlntico.
Sin embargo Rockefeller no se detiene y logra controlar mediante la construccin de ms
oleoductos, las nueve dcimas partes de los oleoductos norteamericanos.
Es el rey del petrleo, el Oil King. La Standard reina sobre el petrleo de Pensilvania,
sobre el petrleo norteamericano. Absorbi de forma ms o menos abierta, a todas las
grandes refineras de Cleveland y Pittsburg. Desde 1877 domina en los Estados Unidos los
sectores de refinacin, transporte y venta. Poco importan que en el Oil City los eliminados
se subleven, que acusen a Rockefeller de opresin y exaccin. El asunto se arregla
rpidamente23.
31
32
Negro) y all sobre los ricos yacimientos de los Rothschilds en el Cucaso nace una gran
comercializadora de petrleo, a instancias del tambin judeo-londinense Marcus Samuel,
que se beneficiara de su extensa red de contactos comerciales con los expatriados
escoceses en el rea Asia-Pacfico (Hong Kong, Shanghai, Singapur, Bangkok, Calcuta).
Samuel con sus diversos contactos concret en Yokohama y Kobe, suministrando los
productos que demandaba el inicio del desarrollo de Japn con la dinasta Meiji. La
compaa que aos ms tarde se denominara Shell desarroll un estudio que incluy
los primeros tanques petroleros que surcaron los mares y el canal de Suez desde 1892, as
como los grandes depsitos de almacenamiento en tierra firme.
El mundo se mova por el petrleo, surgen entonces nuevas invenciones que revolucionan
al planeta, sobre todo el modelo de motor de Ford que aumenta la demanda del
hidrocarburo. As pues, las exploraciones son de carcter mundial, la fiebre del petrleo se
vive en todas las latitudes del planeta, todas comandadas por naciones fuertes vidas de
nuevos descubrimientos en regiones dominadas econmica y polticamente.
En el panorama mundial de los hidrocarburos no solo estaba el emporio de Rockefeller, ya
se haba creado ms de una compaa que exploraba sitios de abundancia petrolera.
Igualmente para comienzos del siglo XX compaas como la Royal Dutch y Shell se
fusionaran, generando as un gran grupo internacional, a la altura de la Standard de New
Jersey, la Royal Dutch-Shell, que estara dirigida por Deterding llegara a trabajar a EE.UU.
y a comprar el negocio petrolero de los Rothschild en Rusia, pues los franceses no
soportaron las agitaciones sociales y la revolucin en ese pas26.
En el siglo XX el mundo sufrira grandes transformaciones en todos los sentidos, en sus
concepciones econmicas, polticas, sociales y culturales; pero es sin duda el petrleo uno
de los elementos de la historia que ms impactos caus, generando guerras pero a la vez
beneficios para la vida moderna del hombre. Es vlido complementar este breve repaso de
la historia del petrleo, diciendo que quizs lo ms relevante de la explotacin de la
industria petrolera del Siglo XIX, XX e incluso de este es la tenencia del poder y la
dominacin econmica mundial al trmino de sometimientos polticos, argumentos
expansivitas y belicistas.
26
33
CAPTULO II
LA INDUSTRIA PETROLERA EN COLOMBIA
Usualmente los temas trascendentales e histricos de una sociedad como la colombiana
tienen que hacer alusin al perodo de la Conquista, por ello la industria petrolera no es
ajena a dicho hito, mxime si se encuentran relatos histricos que hacen referencia al aceite
de piedra o petrleo considerado hoy como uno de los principales productos generadores
de poder en el mundo.
Los diarios y las crnicas o relatos que iban construyendo los espaoles al paso de sus
expediciones hoy por hoy son fundamentales y cobran un valor importante en la
construccin de la memoria colectiva de este pas. Sujeto a ello es primordial hacer
referencia a que el conocimiento de la existencia del petrleo en Colombia se remonta a
pocas prehispnicas donde este recurso era utilizado en actividades mdicas por los
indgenas.
De acuerdo con los cronistas en el perodo de la Conquista y luego en la Colonia, se relata
que los aztecas mascaban betn a manera de chicle; los indios Caribes lo emplearon para
curar sus heridas; los quechuas lo utilizaron para pegar el cordaje y las velas de sus barcos
y los snecas lo aprovecharon como ungento para las llagas, para sanarse del reumatismo,
los lumbagos y el dolor de los riones.
El Espaol Juan Rodrguez en 1542 descubri el aceite de piedra en territorios de Santa
Brbara (California). Los sobrevivientes de la expedicin de Fernando de Soto en 1543 lo
utilizaron en Texas, cerca de Nacogdoches, para preparar sus barcos. El Ingls Sir Walter
Raleigh en 1595 Visit la Gran Trinidad y observ el lago de asfalto y para no ir tan lejos
George Washington, en persona al adquirir en 1756 con Andrew Lewis 640 acres de tierra
cerca de Charleston nota all una emanacin de gas y la considera como una suerte para el
pas27.
Para el caso de esta zona del continente es bueno destacar lo expresado por el economistas
Carlos E Orduz, en el Primer Seminario de Investigacin sobre la industria del petrleo en
Colombia, realizado a finales del ao 1958 y parte del 1959 en la Universidad Jorge Tadeo
Lozano, quien trae a colacin un relato de Gonzlez Fernndez de Oviedo, uno de los
principales cronistas de la Conquista espaola, quien destaca que Gonzalo Jimnez de
Quesada, considerado el conquistador del Nuevo Reino de Granada, en la expedicin que
organiz en Santa Marta en 1536 y que le llev a remontar el Ro Grande de la Magdalena
ancl sus navos en un sitio llamado por los indgenas La Tora (la fortaleza que domina el
ro), que luego denominaron Barrancabermeja por el color caracterstico y la tipicidad de
sus tierras.
27
Sdillot, Ren. Historia del Petrleo. Bogot: Editorial Palma 1977. Pg. 41
34
Este aporte lo ratifica don Miguel Angel Santiago Reyes en su libro "Crnica de la
Concesin de Mares" quien precisa que en Santo Domingo, cinco aos despus (1541), el
famoso cronista Gonzalo Fernndez de Oviedo y Valds tuvo la oportunidad de escuchar a
los capitanes Juan del Junco y Gmez del Corral, compaeros de Quesada, quienes le
describieron que "una jornada adelante del pueblo de La Tora hay una fuente de betn que
es un pozo que hierve y corre fuera de la tierra en gran cantidad y espeso licor. Los indios
lo traan a sus casas y se untaban con este betn para quitar el cansancio, fortalecer las
piernas, impermeabilizar las embarcaciones y para mimetizarse el cuerpo dentro del espeso
bosque".
Asimismo relata Gabriel Mario en la Revista Credencial 28 sobre lo que Jimnez de
Quesada hall en territorio de Barranca Bermejas, un lquido negro hirviente que corra
fuera de la tierra y que los aborgenes usaban con fines medicinales. Sin pensarlo este
extrao betn que hallaran en ese agreste lugar sera el oro negro del futuro, tan diferente
al que en esos mismos momentos buscaban.
Fernndez de Oviedo precisa en sus relatos que:
Internndose en aquellas selvas inhspitas y peligrosas los expedicionarios, a
la cabeza de Jimnez de Quesada, llegaron a un lugar que denominaron
Infantas, en honor a las princesa reales de Espaa y en el cual encontraron
manantiales hirvientes de un lquido bituminoso e inflamable, empleado por los
aguerridos indgenas de la regin para friccionarse y refregarse la piel,
fortalecer los msculos y protegerse contra las plagas.
Esto demuestra que los indgenas conocan sus manantiales y asfalto desde la ms remota
antigedad y hacan usos de ellos, tal cual como dieron fe los primeros conquistadores
espaoles que al mando de Gonzalo Jimnez de Quesada, llegaron en1536 a la regin que
denominaron Barrancas Bermejas29.
La historiadora norteamericana Kathleen Romoli, fallecida en Bogot en 1979, en su texto
sobre historia de Colombia igualmente hace alusin a que don Gonzalo Jimnez de
Quesada en 1537 hall una fuente de betn manantial hirviente a un da de marcha de
Barrancabermeja, casualmente donde la Tropical Oil Company tiene hoy su refinera, que
arrojaba grandes borbotones de un espeso lquido que inunda la zona. Los indios usan el
betn en sus hogares como untura que los preserva de la fatiga y les fortalece las piernas.
390 aos despus el lquido comenzaba a fluir hacia un oleoducto de una longitud de 36
kilmetros para ser cargado en barcos-tanques que lo transportaban a todos los lugares del
mundo30.
28
Pulecio, Mario G. La accidentada historia de Cusiana, recuento de sus fundaciones, terrenos y litigios.
Biblioteca Virtual del Banco de la Repblica. Edicin original: 2005-05-17.
29
Villegas, Jorge. Petrleo Oligarqua e Imperio. Bogot: El Ancora Editores, tercera edicin. 1992.
30
Ramoli, Katleen. Historia de Colombia. Editorial Claridad. Buenos Aires, 1944. Pg. 166.
35
31
Esta formacin ha sido de vital importancia para la geologa del petrleo del subcontinente americano, toda
vez que es una de las que ms petrleo ha generado en el mundo y de la que se estima que su volumen in situ
excede los 2 billones de barrilles
32
Caldern, Zuleta Alberto. En su discurso sobre los 50 aos de la Empresa Colombiana de Petrleos
ECOPETROL. Revista Carta Petrolera. Edicin especial. Junio 2001.
36
A Humboldt le siguieron otros cientficos como Jos Celestino Mutis, Jos I. Pombo y
Francisco Jos de Caldas, adems del escritor y explorador don Jorge Isaac, quien buscando
carbn descubri petrleo. Al clebre autor de La Mara se le atribuye el hecho de haber
concertado los primeros contratos de concesin para la utilizacin del petrleo en la costa
norte de Colombia, en la ltima dcada del siglo XIX, expresan los autores de la
monografa sobre la resea de la exploracin en Colombia.
2.1 Las primeras concesiones de petrleo, un paso a la industrializacin
El primer pozo exploratorio en Colombia se llam Tubar, perforado en 1883 cerca de
Barranquilla por dos pioneros de la exploracin en este pas: don Manuel Mara Palacio y
David Lpez quienes como accionistas se asesoraron del gelogo Luis Striffler e iniciaron a
tajo abierto la bsqueda del oro negro.
En el documento sobre la historia del petrleo en el pas que edit Ecopetrol se resaltan que
Palacio y Lpez colocaron una torre de madera de 10 metros de alto, en cuya cspide
penda una polea con un cable de acero atado a un martinete, que a medida que golpeaba
penetraba la corteza terrestre. Este es considerado por Ecopetrol como el primer pozo y fue
productor de 50 barriles por da.
Sin embargo, la industrializacin del petrleo en Colombia nace a partir de la adjudicacin
de las dos concesiones por parte del Gobierno del general Rafael Reyes en 1905. La
primera fue la Concesin Barco, entregada al general Virgilio Barco mediante escritura
firmada en el mes octubre de 1905 y la segunda la Concesin De Mares adjudica al seor
Roberto De Mares, el 5 de diciembre de 1905.
Pero antes de entrar en los destalles de la figura legal de la adjudicacin de estas dos
importantes concesiones que duraron cerca de 50 aos, es bueno destacar algunos hechos
significativos que sin duda sern soporte importante en la historiografa colombiana sobre
este tema.
A comienzos del siglo XX, el pas estaba marcado por la Guerra de los Mil Das, periodo
comprendido entre (1899-1902), un periodo en el que se detuvo el proceso de desarrollo y
aporte a la industrializacin del pas toda vez que en este conflicto se destruyeron,
confiscaron y deterioraron muchos de los ferrocarriles existentes, as como el transporte
fluvial. Como bien los resalta Mara Teresa Ramrez, no slo se desmantel la
infraestructura del transporte, sino que tambin fueron devastados los principales cultivos
entre ellos los de caf. Al final de la guerra el pas estaba en ruinas, con una grave crisis en
los sectores externo y financiero y altos niveles de inflacin. 33
33
Ramrez, Mara Teresa, James Robinsn y Miguel Urrutia. Efectos de eslabonamiento de la infraestructura
del transporte sobre la economa colombiana. Captulo Ocho del texto Economa Colombiana del Siglo XX,
un anlisis cuantitativo. Bogot. Ed. FCE- Banco de la Repblica. 2007. Pg. 386.
37
Esta situacin llev a que el presidente Rafael Reyes (1905-1910) iniciara una poltica de
reconstruccin econmica que inclua la promocin de exportaciones agrcolas, en especial
el caf, y un programa activo de construccin de carreteras y ferrocarriles.
La caficultora, por supuesto, hasta los aos veinte permiti el crecimiento del estrecho
mercado interno y un mejoramiento en la red de comunicaciones que favoreci una cierta
integracin de los diversos mercados regionales. Adems, los niveles de proteccin haban
descendido considerablemente con relacin a aquellos prevalecientes desde comienzos de
siglo.
Lo que relata la historiadora Kathleen Ramoli, lo lleva a uno a pensar el General Barco
casualmente cont con mucha suerte ya que en busca de una alternativa de vida encontr un
34
Ramoli, Katleen. Historia de Colombia. Buenos Aires: Editorial Claridad. 1944. Pg. 170
38
tesoro: el Oro Negro. S, efectivamente una guaca, ya que una vez firmado el contrato no
slo se comprometi a entregar en tres aos los planos de estudio del rea que iba a
explorar y explotar, sino que el concesionario debera pagar al Estado el 15 por ciento de
las utilidades lquidas.
Figura 5: Campamento en Petrolera (Regin del Catatumbo) conocido como el primer Campo Barco
(Museo del Petrleo, fotos de Estudios Joyas, Barrancabermeja)
Si bien es cierto que cualquier incumplimiento del contrato haca caducar la concesin, en
l el general Barco tena una gran gabela, ya que podra traspasarlo a un individuo o una
compaa.
El presente contrato podr ser traspasado al individuo o compaa que a bien
el contratista, previa aprobacin del Gobierno () en caso de que el traspaso se
haga a cualquier individuo o empresa extranjera ser condicin indispensable
que el concesionario acepte las disposiciones del Artculo 15 de la Ley 45 de
1888 sobre extranjera y naturalizacin, las cuales debern quedar incorporadas
en la escritura de traspaso35.
35
Villegas, Jorge. Petrleo y Oligarqua. Bogot: El Ancora Editores, tercera edicin. 1992.
Pg. 30.
39
Evidentemente el general Virgilio Barco no logr cumplir con la entrega de los planos de
estudio del rea que iba a explorar y explotar en el tiempo establecido, justificando, en una
carta enviada al Gobierno Nacional a travs de su apoderado, Jos M. Gonzlez Valencia,
que no contaba con un buen nmero de personas ante el temor que causaba la presencia de
indgenas.
Este argumento no slo fue tenido en cuenta para no caducar el contrato, sino que la
benevolencia sali a flor de piel dada la frgil legislacin y favores polticos bien conocidos
por la poca, porque 12 aos despus, en 1917, Barco solicit permiso para traspasar la
concesin a la naciente Compaa de Petrleos S.A., subsidiaria de la Colombian
Petroleum Company (Colpet).
Evidentemente esta solicitud tuvo tropiezos. La nica forma para aceptar esa solicitud era
modificando el contrato, obstculo que logr Barco, como bien lo resalta Jorge Villegas en
su texto ya citado, porque saba mover sus influencias y poco tiempo despus solicit un
nuevo permiso de traspaso a nombre de la Compaa Colombiana de Petrleos S.A.
constituida segn escritura pblica No.37 de 11 de enero 1918 de Bogot.
Puede ser aprobado el traspaso que el Sr. Virgilio Barco ha hecho a la
Compaa Colombiana de Petrleos S.A. del contrato celebrado por aquel con el
Gobierno Nacional, pero antes de conceder esa aprobacin debe procurarse
como condicin previa que el contrato sea modificado en los trminos que indica
el informe anterior36.
600 Acciones
600 Acciones
Esta compaa en la negociacin indemniz al general Virgilio Barco con 100 mil pesos
americanos, adems del 15 por ciento del petrleo bruto, el cual tena que ser entregado en
36
Revista Amrica Futura. Nueva York, Manuel Jos Casanova. 1935, citada por Jorge Villegas.
40
tanques donde Barco definiera el punto, y lo mejor libres de gastos durante todo el tiempo
que durara la concesin.
Si bien es cierto el gran beneficiado en el momento fue el general Barco, los grandes
favorecidos pasaron a ser los norteamericanos Wilson E. Griffiths, Jorge R. Dubois y Carl
K. McFadden, quienes sumaban la mayor participacin accionaria en la Colombian
Petroleum Company (Colpet). Los tres nuevos dueos de la Concesin Barco en una carta
enviada a Pedro Ignacio Uribe le agradecen su gestin.
La carta, tomada por Jorge Villegas de la revista Amrica Futura reza:
Refirindonos a la conversacin de anoche, nos parece conveniente y de
inters mutuo para la proteccin de todas las partes interesadas en manifestar a
usted por escrito nuestra comprensin de las obligaciones de las dos partes
respecto de las compras de las propiedades de usted situadas a las orillas de los
ros Lebrija y Sogamoso, que tiene una extensin total de 220.000 hectreas, e
igualmente respecto de los servicios prestados tan generosamente para
ayudarnos a conseguir del Gobierno de este pas el permiso y aprobacin
necesarios para efectuar el traspaso de la concesin Barco a la Compaa
Colombiana de Petrleos S.A.
Primero: Deseamos manifestarle a usted nuestro ms cumplido agradecimiento
() por lo que nos ofreci sin pedir recompensa alguna () y en vista de todo
hemos arreglado para que se expida a su favor 400 acciones de un valor a la par
de 40 mil dlares oro de la Colombian Petroleum Company de Delaware EE.UU
la que se ha formado con capital de 5.000.000 de dlares cuyas acciones sern
enteramente pagadas y no sujetas a exhibiciones 37
Carta citada por Jorge Villegas en su texto Petrleo Oligarqua e Imperio. Pg. 34.
41
exportacin del comercio de Zapatoca, El Socorro y otras poblaciones del sur de Santander.
Esta empresa se llam Bodegas del Socorro y oper bajo la razn social de Juan
Francisco O Brien y Compaa.
Miguel ngel Santiago Reyes, en su texto crnicas de la Concesin de Mares relata que
Joaqun Bohrquez no dur mucho con la empresa, muestra de ello es que a finales de
1904, el movimiento de carga comenz a disminuir en esa regin y ante la inminencia de
quedar cesantes, un buen nmero de trabajadores se integr bajo el mando de don Jos
Joaqun, para extraer de las montaas y de los ros Opn y La Colorada, tagua, caucho y
canime que se ofrecan en abundancia en aquella selva virgen.
Ante ese nuevo giro de su actividad empresarial don Jos Joaqun instal, a la cabeza de
una de sus expediciones, un burdo campamento en el lugar de las Infantas. A un kilmetro,
poco ms o menos, segn relat aos ms tarde, encontr la primera fuente de petrleo
cuyo conocimiento me lo dio de que era esta sustancia, el olor natural y propio del refinado
y haber mojado en ese lquido mechas de trapo, dando stas, luego de prenderles fuego, una
luz de color amarillo rojo y un humo oscuro que, al colocarle encima un objeto, daba el
mismo negro humo que el recogido en las linternas que yo llevaba para alumbrarme en los
bosques que eran alimentadas con petrleo refinado. Hice estas observaciones para mis
adentros sin decir nada a mis trabajadores a quienes tan solo orden que me recogieran unas
tres latas de ese lquido espeso y grasoso, resalta Santiago Reyes en su texto.
Este hecho histrico lo retom Carlos E. Orduz en su intervencin en el seminario de la
Universidad Jorge Tadeo Lozano al sealar que muchos aos despus en que el espaol
Belisario Olrzaga se interesara por los yacimientos de hallados en Barrancabermeja, casi
desconocidos, haciendo ensayos rudimentarios de refinacin, de acuerdo con la
informacin que haba recibido sobre el uso del aceite de piedra como combustible, el
coronel Jos Joaqun Bohrquez sostuvo un proceso judicial con don Roberto de Mares, a
quien le cedi los derechos por una suma de 10.000 dlares.
Jorge Villegas apoyado en una publicacin de 1935 de la revista Amrica Futura hace
referencia a la historia de esta concesin al anotar que en 1905 se le present a Bohrquez
el ciudadano Roberto De Mares, quien traa una carta de presentacin de la casa Pineda
Vargas y Compaa a la cual el Coronel hizo el siguiente comentario:
Me manifest De Mares en su inters en entrar en negociaciones conmigo sobre
mi descubrimiento, prometindome conseguir a la menor brevedad posible del
Gobierno Nacional, presidido entonces por el general Rafael Reyes, una
concesin para la explotacin de dichas fuentes, ofrecindome como seguridad
para la consecucin de la Concesin que el general Reyes era su padrino de
matrimonio.38
Villegas, Jorge. Petrleo Oligarqua e Imperio. Bogot: El Ancora Editores, tercera edicin. 1992. Pg. 17.
42
acordaron, crear una compaa explotadora de petrleos repartindose entre los tres las
utilidades que dejara la Concesin de Mares.
Si bien es cierto en un buen nmero de relatos se aseguran que la adjudicacin de la
concesin fue a finales del ao 1905, realmente esta cobra vida el da 7 de marzo de 1906,
(contrato publicado en el nmero 12589 del Diario Oficial), cuando el ministro de Obras
Pblicas para aquellos aos, Modesto Garcs, obedeciendo las instrucciones del general
Reyes firm con De Mares el contrato.
Rafael Reyes ampar a su ahijado al otorgarle, con el aval del Consejo de Ministros,
derecho de explorar y explotar el territorio ubicado entre la zona media del ro Magdalena a
unos 500 kilmetros de su desembocadura en el mar. La Concesin de Mares abarca un
rea de 1.264.000 acres, situada en la margen del ro Magdalena a unos 400 kilmetros del
mar.39
Figura 6. Campamento del Campo Infantas I.
En 1913 Roberto de Mares, cuarto de izquierda a derecha, estuvo presenten en el campamento del Campo
Infantas I. Fuente: Foto tomada del Calendario 2009, publicado por ECOPETROL. (Museo del Petrleo,
fotos de Estudios Joyas, Barrancabermeja).
Los trminos del contrato establecan un tiempo de 18 meses para dar inicio a las obras y
30 aos despus de iniciada la explotacin caducaba, as mismo se fij que el 15 por ciento
del producto neto era para el Estado.
39
Ramoli, Katleen. Historia de Colombia. Buenos Aires: Editorial Claridad. 1944. Pg.165
43
Pero as como ocurri con la Concesin Barco la De Mares tuvo aplazamientos o alargues.
El primero fue de tres meses contados a partir de junio de 1907, justificando que no tena
un buen capital para el desarrollo de las obras. Luego, una vez la concesin haba pasado a
manos de Justo M. de la Espriella y compaa, se le concedi la segunda prrroga del 7 de
septiembre de 1907 al 7 de septiembre de 1909, autorizacin de aplazamiento dudosa segn
lo expresa el informe de la Comisin de Asuntos relacionados con la Concesin de Mares
en 1928, citada por Jorge Villegas en su texto Petrleo Oligarqua e Imperio.
Los dos aplazamientos no fueron suficientes para los adjudicatarios de la Concesin,
muestra de ello fue la declaratoria de caducidad del contrato en noviembre de 1909. Sin
embargo, De Mares nuevamente empez a hacer gestin y a justificar el tiempo para revivir
el contrato. Es decir que el contrato de la concesin De Mares obtuvo revocatoria de la
resolucin que haba declarado caducado el contrato y la prrroga, lo cual, hace de esta
resolucin ministerial uno de los mayores escndalos administrativos del pas. 40
Efectivamente despus de 10 aos logr su objetivo, aunque ya hubiese negociado la mayor
participacin accionaria de la concesin a la empresa Tropical Oil Company, cuyos socios
principales eran: Michael L. Benedum; Jos C. Trees y George W. Crawford que segn
expresa Jorge Villegas en su texto eran representantes de la firma Standard Oil de Nueva
Jerzey cuyo propietario era Rockefeller.
La Tropical Oil Company fue organizada por la casa Benedum and Trees de
Pittsburgo en 1916; pero en 1920 fue vendida a la International Petroleum
Company. Las genealogas de las compaas de petrleo son tan complicadas
como las familias reales de la Europa Central: la International Petroleum
Company pertenece a la Imperial Oil Company, que es, por su parte, una filial de
la Standard Oil de Nueva Jerzey, explica Kathleen Ramoli en su texto.
Montaa, Cuellar, Diego. Colombia Pas formal, pas real. Editorial Latina, tercera edicin 1977 Pg. 108
Acta de Reversin de la Concesin De Mares. 25 de agosto de 1951. Archivo general del Ministerio de
Minas y Energa.
41
44
Exposicin de motivos de la Ley 145 de 1948 que crea la empresa ECOPETROL, presentada por el
Ministro de Minas y Petrleos, Alonso Aragn Quintero.
45
expansionistas de las potencias que les resultaba altamente atractiva la dominacin de este
istmo que conectaba a dos grandes ocanos utilizados para el mercantilismo y operaciones
militares.
Incluso la intervencin norteamericana se remite a momentos de la mencionada Santa
Alianza que pretenda, en cabeza de Fernando VII, la solucin del problema de la crisis del
sistema colonial espaol mediante accin armada, a lo cual el gobierno estadounidense
advirti con la doctrina Monroe que no se metera en guerras europeas siempre y cuando no
tuvieran que ver con los intereses del hemisferio americano. Desde luego, la arremetida
europea no prosper, pero si sent de antecedente la proteccin incondicional de EE.UU.
a sus intereses geopolticos en Latinoamrica.
EE.UU. por esa poca se aseguraba como potencia consiguiendo la dominacin de
territorios latinos, recursos naturales y espacios geogrficos estratgicos evitando que
potencias europeas, luego de reconocer la independencia de las repblicas latinoamericanas
se aseguraran de esas regiones e incluso de las actividades mercantiles, polticas y sociales.
Para entonces Puerto Rico, Cuba y Texas hacan parte de la dominacin estadounidense y
un punto trascendental para la unin de los ocanos Atlntico y Pacfico empez a tomar
inters no solo para EE.UU. sino para potencias europeas.
Pues bien, las tretas utilizadas por los Estados Unidos pueden sustentarse complejamente en
su inmediato inters de extender su poder por todo el mundo a travs de lo que el
historiador diplomtico americano, Walter LaFeber 43, menciona en su libro The New
Empire publicado en 1963, donde se resalta la importancia que tuvo la Separacin de
Panam en el inicio del imperialismo norteamericano.
Tal como cita Charles Bergquist en su conferencia Panam y los orgenes del imperialismo
americano 44 el Nuevo Imperio segn LaFeber no consista en la apropiacin de
territorios nuevos como lo hizo en su momento el Imperio Romano e incluso los mismos
EE.UU durante el siglo XIX, si no en el control poltico informal no de colonias sino de
naciones independientes controladas a base del podero econmico y militar. Es una nueva
connotacin de poder donde el libre comercio toma un rol importante en el manejo
financiero y las estrategias militares en el globo les permite moverse sobre su subordinada
geografa.
Cabe destacar que dicha idea surge a raz del miedo de lderes y dirigentes de que
prosperara la idea de otro partido distinto al Republicano y al demcrata: el Partido
Populista. Fue ante esta preocupacin que se cristaliza la idea de expandirse hacia el
exterior para conquistar nuevos mercados y de esta manera resolver la crisis econmica y
43
Cita realizada por Charles Bergquist en la ponencia Panam y los orgenes del imperialismo americano.
Recopilacin realizada por Heraclio Bonilla y Gustavo Montez.
44
Colombia y Panam: La metamorfosis de la Nacin en el siglo XX. Autores Varios. Editores: Heraclio
Bonilla y Gustavo Montaez. Panam y los orgenes del imperialismo americano de Charles Bergquist, Pg.
239. Universidad Nacional de Colombia 2004.
47
social45 que avivaba la formacin del tercer partido poltico. Dichos mercados se ubicaban
en Latinoamrica y China, este ltimo con un potencial poblacional atractivo para las
industrias americanas, de ah la importancia el canal sobre el Istmo de Panam, pues
geogrficamente representaba un sitio esencial para la estrategia comercial.
Para EE.UU. se hizo necesario inicialmente obtener las islas ganadas a Espaa en 1898, fue
incluso el primer paso para lograr su estrategia imperialista, que luego sigui con el claro
inters sobre el Istmo y la instalacin futura de bases militares en las Filipinas, Cuba y
Puerto Rico para protegerlo, pues este era sin duda un lugar que permita acortar el
comercio de norte a sur de Amrica y viceversa, as como con los mercados asiticos,
adems que consenta el desarrollo de la Armada Naval Norteamericana.
Dados todos los beneficios que representaba la construccin del Canal para los
norteamericanos, cinco aos despus de ganar la guerra a Espaa, Estados Unidos decide,
sin temor alguno y con certezas de ganancias futuras, por el sitio de construccin del Canal
y apoya sin remordimiento de ningn tipo la separacin de la provincia de Panam de
Colombia para lograr sus fines. Un poco ms de diez aos tuvieron que pasar para que el
Canal de Panam fuera una realidad y se convirtiera en la obra de ingeniera ms grande,
ms costosa y ms impresionante hasta entonces vista en el mundo. 46
As pues, la experiencia de la separacin de Panam, en 1903, mostr que Colombia a pesar
de su presunta homogeneidad tnica present y presenta fracturas regionales muy
importantes, al extremo de que una identidad regional es mucho ms perceptible que una
identidad nacional. Panam, por su posicin geogrfica, era uno de los territorios alejados
del control poltico de Bogot, lo cual implicaba para el departamento de Panam menos
recursos econmicos para sus precarias finanzas, por eso desde el siglo XIX mostraron su
temprano inters de separarse de Colombia.
La separacin de Panam en 1903 constituye un umbral que distingue una experiencia
secular para Amrica Latina () sus consecuencias, por tanto, fueron mltiples por lo
menos para los tres actores involucrados. Para el Imperio, la consolidacin de su
hegemona, facilitada adems por el adormecimiento de la conciencia de sus obreros y por
el acceso a los despojo del imperio; para Colombia, el rediseo completo de su espacio
econmico y de su articulacin con el mundo externo, al mismo tiempo que su conciencia
colectiva transitaba del agravio al olvido, y otorgaba uno de los parmetros para entender la
racionalidad de las decisiones de sus dirigentes; y para los panameos, que entendieron
finalmente que su identidad regional y nacional no son lo mismo, y que en el esfuerzo de
alcanzar una cohesin de un nuevo tipo, la victoria prrica de 1903 abri nuevos causes: la
lucha contra el protectorado impuesto y la recuperacin del canal. 47
45
Ibd. 294
Ibd. 302.
47
19
46
48
Razones polticas que llevaron a EE.UU. a definir estos intereses en Panam, entre otros
estn: Primero, este accionar se encuentra dentro de los principios de la doctrina Monroe
Amrica para los americanos. Segundo, el descubrimiento de oro en California 48.
Despus de que EE.UU. tom posesin del istmo, los intereses norteamericanos se
incrementan en el corredor comunicador, el dlar reemplaza la moneda nacional () la
construccin del ferrocarril produjo un mayor desequilibrio entre el corredor de
comunicacin y el resto del territorio panameo. 49
Por supuesto que sin cambios en la infraestructura de transporte, que significaron el Canal
de Panam y el ferrocarril del pacfico, los cambios de la urbanizacin de la Cordillera
Central no habran tenido la dinmica que presentaron. Sin el acceso a los mercados de
Europa y a la costa Este de EE.UU no es posible pensar en el auge espectacular que
tuvieron los centros cafeteros en el occidente colombiano. Paradjicamente, el momento en
el cual Panam tiene una fuerte incidencia en las dinmicas territoriales de Colombia es
posterior a su separacin.
Siendo el istmo de Panam un punto de inters de Estados Unidos, este pas empez a
ejercer presiones sobre Colombia para obtener prerrogativas sobre el codiciado territorio,
pues era el sitio ms adecuado para construir una va inter-ocenica. Afirma Diego
Montaa Cullar en su libro Colombia pas formal, pas real que los primeros gobiernos de
Colombia se mostraron resistentes a las pretensiones norteamericanas y que todos los actos
diplomticos fueron determinados con la preocupacin de preservar el istmo de la codicia
de las potencias capitalistas.
Colombia en 1846 frente a las pretensiones de las potencias con respecto a la posicin
estratgica del istmo de Panam, realiza un tratado que le da gran ventaja a Washington
frente a Londres para empezar a tomar poder en esta zona, se trata del pacto denominado
Bidlack-Mallarino que autorizaba a los Estados Unidos para trazar el canal, pasaje o
ferrocarril a travs del istmo; dicha estipulacin se sell bajo la garanta de los derechos de
soberana y propiedad de la Nueva Granada sobre el territorio, pero se constituy asimismo
por parte de Colombia en un grave error porque desconoca el estado de tensin que se
evidenciaba en la pugna de Estados Unidos y Gran Bretaa por su hegemona en el sector.
Y es que el gobierno nacional colombiano ante los escasos recursos para realizar cualquier
obra sobre el istmo efectu un convenio con una firma francesa para cerrar el paso para las
ambiciones britnicas que ya pretendan el istmo de Panam. Colombia en su inters de
proteger su soberana busc equvocamente que, por medio de un tratado, los EE.UU.
garantizara el estados soberano. Con este menudo error el gobierno nacional pensaba que
creando un juego de intereses entre grandes potencias, cada una estara dispuesta a impedir
que cualquiera de las otras llegara dominar la va inter-ocenica y as la Nueva Granada,
asegurara no slo la integridad de su territorio, si no la realizacin de la obra por tantos
48
49
Pgina 219
209
49
lustros interesados. 50
El Tratado Mallarino-Bidlack autoriz a EE.UU. para trazar un canal, el ferrocarril y daba
ventajas iguales a los pases (USA- Nueva Granada) en el comercio exterior, lo cual le dio
enormes posibilidades al pas del norte por su monumental potencial comercial, marina
mercante y artculos de exportacin superiores a los de los granadinos. Pero cabe remarcar
que dicho Tratado permiti, como nada, la intervencin militar abierta de Estados Unidos
en el istmo como garante de una burlada neutralidad cada vez que fuese preciso
mantener el libre trnsito por va interocenica. Al final, la estrategia soluble de la Nueva
Granada, por tratar de liberarse del podero ingls y de Francia, le dio condicin de presa
fcil y rica a las fauces de EE.UU.
A finales del siglo XIX convulsiona Colombia, la guerra entre partidos polticos avocan a
una inminente guerra civil, bandoleros y guerrillas se movan por la vasta geografa
nacional, un grupo de revolucionarios se situ en Panam y solicitaron ayuda a Estados
Unidos, sin duda, la guerra ms turbulenta de la historia de Colombia, que no solucion
nada, pero s dej estragos en la poltica, la economa y diezm notablemente la poblacin.
Es claro tener en cuenta que Colombia despus de su independencia estuvo entre los ires y
venires de la guerra, durante todo el siglo XIX mantuvo una lnea de convulsiones polticas
y sociales provocadas por guerras civiles que dejaron como consecuencia un pas
pauprrimo o en sentido contrario las contiendas fueron el resultado de una poblacin
esquilmada que se avoc a campos de batallas presionados por sus condiciones de vida as
como sostiene Diego Montaa Cuellar al decir que no fueron las guerras civiles la causas
primera de la miseria, si no la miseria y el atraso la causa de las guerras civiles. 51
Las confrontaciones libradas internamente por los colombianos durante los aos mil
ochocientos hundieron a la Nueva Repblica durante su primer siglo de independencia en el
dolor de centenares de familias y la prdida de riquezas pblicas y privadas, siendo as que
durante el lapso de 1830 a 1903 se desarrollaron en Colombia 29 alteraciones de orden
constitucional, siendo la ms catastrfica la denominada Guerra de los Mil Das, la cual
alcanz los primeros aos del Siglo XX. Estos conflictos adems de ser la ms larga y
cruenta tuvo devastadores efectos econmicos, no solo por los gastos de la misma si no por
lo que significaba para la produccin la muertes de colombianos, la interrupcin del
transporte y el abandono de los campos en las regiones azotadas por la guerra. 52
Para entonces el caf se perfilaba como el rengln econmico ms importante, ya que en las
ltimas tres dcadas se haba convertido en el ncleo ms dinmico del desarrollo nacional.
Casi toda la historia econmica de Colombia durante el siglo XIX gir entorno de grandes
50
Montaa Cuellar, Diego. Colombia pas formal, pas real. Bogot: Editorial Latina, tercera edicin 1997.
Pg. 89.
51
Ibd. Pg. 78
52
Ocampo, Jos Antonio. Historia Econmica de Colombia. Bogot: Tercer Mundo Editores, cuarta edicin.
1994. Pg. 173
50
51
subordinacin completa desde Bogot, por eso tempranamente en el siglo XIX Panam
mostr su inters de separarse de Colombia, situacin favorable para EE.UU. que
aliment la problemtica panamea, para lo cual no restringi tretas a fin de lograr su
objetivo de dominar el Canal, pues ste haca parte del accionar dentro de los principios de
la doctrina Monroe Amrica para los americanos 54 y porque el descubrimiento de oro en
California ameritaba tener ese punto geogrfico.
La reaccin de Colombia, como comenta Villegas, fue pusilnime y cobarde, se perdi el
canal sin disparar un tiro, no hubo verdaderas reacciones que evitaran tal situacin, aunque
luego vinieran por parte del Congreso de la Repblica acotaciones que realmente poco
hicieron eco, en realidad ni se notaron cuando en Panam se iz la bandera de la Nueva
Repblica de Centro Amrica.
Es de anotar que para Colombia la experiencia de la separacin de Panam en 1903, mostr
que el pas a pesar de su presunta homogeneidad tnica present y presenta fracturas
regionales muy importantes, al extremo de que una identidad regional es mucho ms
perceptible que una identidad nacional, lo cual desemboc en primera instancia en la
prdida del istmo.
La separacin de Panam en 1903 constituye un umbral que distingue una experiencia
secular para Amrica Latina () sus consecuencias, por tanto, fueron mltiples por lo
menos para los tres actores involucrados. Para el imperio, la consolidacin de su
hegemona, facilitada adems por el adormecimiento de la conciencia de sus obreros por el
acceso a los despojo del imperio. Para Colombia, el rediseo completo de su espacio
econmico y de su articulacin con el mundo externo, al mismo tiempo que su conciencia
colectiva transitaba del agravio al olvido, y otorgaba uno de los parmetros para entender la
racionalidad de las decisiones de sus dirigentes. Y para los panameos, que entendieron
finalmente que su identidad regional y nacional no son lo mismo, y que, en el esfuerzo de
alcanzar una cohesin de un nuevo tipo, la victoria prrica de 1903 abri nuevos causes: la
lucha contra el protectorado impuesto y la recuperacin del canal. 55
Colombia por dignidad y avocada por los sucesos anteriores no sostuvo relaciones de
ningn tipo con EE.UU., mientras tanto este coloso del norte se ocupaba en la preparacin
para convertirse en la nacin ms poderosa durante la primera contienda mundial, sin
embargo, antes de la guerra Washington se cercior de tener a gusto y presionados a sus
aliados en toda Amrica, donde no por casualidad estaba Colombia. Movidos por los
intereses polticos, pero tambin por los econmicos y los diplomticos, el gobierno
norteamericano se esforz para normalizar las difciles relaciones con el pas al que hace
unos aos atrs le haba arrebatado la provincia de Panam.
54
Zambrano, Fabio. Panam y sus efectos territoriales en Colombia. Siglos XIX y XX- Colombia y Panam,
la metamorfosis de la nacin en el siglo XX. Autores Varios. Editores: Heraclio Bonilla y Gustavo Montez.
Pg. 209. Universidad Nacional de Colombia 2004
55
Bonilla, Heraclio. Panam, La regin andina y la metamorfosis de la cuestin nacional- Colombia y
Panam, la metamorfosis de la nacin en el siglo XX. Autores Varios. Editores: Heraclio Bonilla y Gustavo
Montaez. Pg. 19. Universidad Nacional de Colombia 2004.
52
para el pas. Notando tal situacin en la que Colombia haba cado ante la palabra no tan
suave de EEUU y el garrote directo, los encargados en dirigir el pas, entre ellos el
presidente Surez decidieron declarar el subsuelo como propiedad del Estado, lo cual
signific una bofetada para los petroleros extranjeros que haban comprado amplias zonas
territoriales en Colombia, por tanto y como era de esperarse, sus quejas se hicieron sentir
inmediatamente en Washington, capital desde donde se tom una actitud algo victimaria y
de indignacin alegando que era intil que EEUU entregara 25 millones de dlares a
Colombia para no cosechar en cambio si no los reclamos de los ciudadanos americanos,
despojados de sus derechos por los decretos del gobierno Colombiano.
La presin norteamericana se hizo sentir vehementemente a travs de memorandos con esa
particular y sutil forma de hacer visible su poltica expansiva, los efectos de los mismos no
se hicieron esperar, por supuesto, hay que aclarar que esa coaccin se apoy en miembros
de la diplomacia colombiana que tomaron partido e influyeron a favor de derogar el decreto
de la propiedad del Estado sobre el subsuelo, sin embargo se hizo una buena coordinacin
entre polticos y petroleros de ambos pases.
Ante esa situacin se levant una demanda contra el Estado; la Corte Suprema de Justicia
recibi toda clase de presiones. Como resultado el 21 de noviembre de 1919 se produjo el
fallo que por medio de su Acuerdo N 52 declar inexequible los artculos 3, 4 y 5 del
Decreto1225-Bis, consagrando mediante la doctrina de este fallo la dualidad de los
subsuelos petrolferos. Dicha sentencia no se puede ver de otra forma si no como un gran
regalo a los intereses del pas Norteamericano en materia de petrleo. No siendo esto
suficiente la clase dirigente colombiana cumple con los no tan nobles deseos de Estados
Unidos, quien sugiere crear una ley de petrleo que desde luego termina siendo muy
complaciente a sus intereses, de esta manera surge el primer Estatuto Petrolero: la Ley 120
de 1919. Seala Jorge Villegas sobre la legislacin del petrleo en Colombia que a pesar de
que esta norma estuvo apadrinada por EEUU, en un revisar de las hojas de la legislacin
colombina sobre petrleos se nota como el pas ms adelante por medio de estatutos
realmente lesivos a los intereses nacionales fue cediendo ms su soberana, reforzando su
dependencia del extranjero y otorgando ventajas de tal magnitud como no lo soaron los
interesados.
Para recibir los 25 millones de dlares -los que Washington us para sus maniobras- los
gobernantes hicieron las siguientes concesiones lesivas para la soberana nacional: 56
-Entrega a los norteamericanos de las concesiones De Mares y Barco.
-Aceptacin de la dualidad de la propiedad del subsuelo, es decir un obsequio a los
norteamericanos de todos los posibles terrenos petrolferos que tuvieran ttulos particulares
(Legtimos o fabricados) con anterioridad a 1873.
-Sancin de una ley redactada por los petroleros y por el Departamento de Estado (Ley 120
de 1919).
56
Villegas Jorge. Petrleo Oligarqua e Imperio. Bogot: El Ancora Editores, tercera edicin. 1992. Pg. 75
54
Despus del estos sucesos Colombia despierta en el Siglo XX con problemas de todo tipo.
Los primeros aos empezaron con cierto brote de nacionalismo suscitado por los hechos
que dieron pie a la separacin de Panam, la opinin pblica haca conjeturas sobre la
situacin, pero entonces la clase dominante desmont la misma a fin de no provocar a las
masas contra Estados Unidos, pues los crculos de opinin cuestionaban las razones del
gobierno colombiano al no enviar tropas dadas las condiciones del robo de Panam y
continuaba permitiendo la abierta intervencin de dicho pas a travs de concesiones de
tierras a United Fruit Company y a la Tropical Oil.
La relacin del suceso histrico (separacin de Panam) que ameniz la entrada de
Colombia al siglo XX con la produccin petrolera es clara, sin embargo, el capital externo
proveniente del pas norteamericano tuvo injerencia en otros planos de la economa
nacional relacionada con la industrializacin de Colombia, tarea que llev bajo riendas
Rafael Reyes quien estuvo frente a la meta de la gran reconstruccin adoptando una nueva
poltica sustentada sobre la centralizacin fiscal, el proteccionismo y el impulso estatal a las
actividades empresariales. 57 Reyes se dio a la labor de realizar reformas polticas y
administrativas, restauracin del crdito en el extranjero, reconstruccin de transportes
internos, adems de un apoyo fuerte a la agricultura de exportacin como azcar y banano,
para lo cual se puso en marcha un incipiente andamiaje industrial.
Razones por las cuales la consolidacin de la economa cafetera en la cordillera central fue
definitiva para la nueva construccin de una red urbana, as como la definicin de las
primacas urbanas, pues desde la apertura del Canal de Panam y la construccin del
Ferrocarril del Pacfico, la red urbana ms importante se encuentra en le cordillera Central,
se aumenta la poblacin en ella y se hace visible la industrializacin y sistemas de
transporte que incluso pusieron en jaque mate el puerto de Barranquilla dado el auge de la
apuesta portuaria bien desarrollada de Buenaventura. Por supuesto que sin los cambios en
la infraestructura de transportes que significaron el Canal de Panam y el Ferrocarril del
Pacfico, los cambios de la urbanizacin de la Cordillera Central no habran tenido la
dinmica que presentaron. Sin el acceso a los mercados de Europa y a la costa Este de
EE.UU. no es posible pensar en el auge espectacular que tuvieron los centros cafeteros y la
industria en el occidente colombiano. Paradjicamente, el momento en el cual Panam
tiene una fuerte incidencia en las dinmicas territoriales de Colombia es posterior a su
separacin. 58
Las dos primeras dcadas del siglo XX avanzaron entorno a la industria textil. En regiones
como Antioquia esta explotacin dio sus seales fuertes de vida gracias al organizado
ncleo empresarial de la zona. Evidentemente despus de 1905 el panorama social y
econmico cambi; muchos campesinos se trasladaron a las ciudades, dada la creacin de
57
Ocampo, Jos Antonio. Historia Econmica de Colombia. Tercer Mundo editores, 1994. Pg. 174
Zambrano, Fabio. Panam y sus efectos territoriales en Colombia. Siglos XIX y XX- Colombia y Panam,
la metamorfosis de la nacin en el siglo XX. Autores Varios. Editores: Heraclio Bonilla y Gustavo Montaez.
Pg. 213. Universidad Nacional de Colombia 2004.
58
55
empresas, las cuales aunque eran primitivas permitieron oportunidades laborales que
transformaron aspectos socioeconmicos y culturales de la poca. Empresas destinadas a la
produccin de gaseosas, fsforos, cementos entre otros dieron pie al cambio demogrfico
de la poca, pero hay que mencionar dos hechos de gran influencia en la industrializacin:
la explotacin bananera, azucarera y los primeros pasos en la refinacin de petrleo siendo
estas industrias financiadas por dineros norteamericanos.
La bonanza de capitales extranjeros permiti por esas dcadas una recuperacin despus de
la separacin de Panam y la devastadora guerra de los Mil Das, fue por los aos 20 que
por fin lleg el pago por aquel mencionado y polmico robo del istmo, que como coinciden
varios economistas, esta indemnizacin junto a la expansin exportadora, el mejoramiento
en la relacin de precios de intercambio y la entrada de dineros de capitales extranjeros
permitieron la manifestacin de desarrollo capitalista moderno a pesar de que Colombia no
cont con prstamos ni con inversiones significativas antes de 1930 59
Justamente los capitales norteamericanos se hicieron presentes por esos aos con dineros
del petrleo, banano y transporte que se apresaron a hacer suyos territorios que se extendan
ms all del Caribe. 60 Multinacionales se tomaron las principales producciones en los
pases donde invertan capitales, en Colombia, no siendo diferente la historia y conocidos
los intereses sobre territorios nacionales, EE.UU. se apresur a hacerse de zonas para la
plantacin de bananos ms la apropiacin de concesiones de petrleo. En el sector petrolero
Roosevelt presionaba de manera comercial y financieramente exiga territorios con este
hidrocarburo a cambio de ninguna clase de contraprestacin de pago de impuestos y
regalas ni para el Estado ni mucho menos para los ciudadanos. Esto fue un verdadero
pillaje cuyo nico costo para las petroleras consisti en el pago de sobornos a abogados
expertos y a los nacionales titulados con la concesin de Barco y Mares. 61
Es as, que para los aos veinte, Estados Unidos se muestra generoso con sus crditos,
coincidiendo para esa etapa con una Colombia que vio la posibilidad de obtener recursos
externos para mejorar su infraestructura y as obtener un mejor desarrollo econmico a
futuro, para lo cual sera necesario gestionar grandes emprstitos a la banca internacional.
Estos fueron otorgados logrndose una notable mejora en la situacin financiera que se
tradujo en un crecimiento rpido de la demanda global, sustentada no slo en los mayores
ingresos de exportacin sino en un aumento sin precedentes del gasto pblico que el
endeudamiento hizo posible, y que se orient hacia las obras pblicas, el transporte interno,
la construccin de viviendas urbanas y la actividad comercial 62. Adems, por primera vez el
pas dinero que le permiti ampliar las importaciones de maquinaria, equipo y bienes con
59
56
los cuales la industria poda expandir su capacidad para atender la creciente demanda
interna.
Frente al desarrollo que empieza a perfilarse en Colombia en los aos veinte con el
otorgamiento de crditos y la indemnizacin de Panam, se hace comn el trmino de
Prosperidad al debe como lo llam Alfonso Lpez Pumarejo, tal como lo cita Alfonso
Patio Roselli en su texto Prosperidad al debe y la Gran Crisis 1925-1935. De acuerdo a
las apreciaciones de Pumarejo el pas vena viviendo una bonanza ficticia basada en esos
crditos, a lo cual, el entonces ministro de Hacienda, Esteban Jaramillo, se opona con la
tesis de que ese crecimiento econmico no hubiese sido posible sin el otorgamiento de
crditos.
Lpez Pumarejo sostena en la Conferencia en el Teatro Municipal de Bogot, el 9 de
octubre de 1928: Los emprstitos americanos han determinado el alza de todos los valores
y de todos los servicio. Son la fuente principal de esta prosperidad a debe que se creen
creadores y directores dos o tres docenas de encumbrados funcionarios y negociantes de
posicin distinguida63.
Frente a esos planteamientos Patio Roselli sostiene que una prosperidad hecha con
recursos propios hubiese sido lenta, y pregunta Qu podamos hacer nosotros para atender
a la obras pblicas apenas si podamos disponer dentro de los recursos ordinarios de una
suma total de dos millones en el ao?
En el texto El Despegue Cafetero, Jos Antonio Bejarano comparte la misma idea sobre las
imposibilidades econmicas de Colombia para salir adelante con sus propios recursos, pues
le resultaba poco factible, dado el bajo nivel de renta por habitante, acudir internamente a
un aumento de los ingresos fiscales por la va de la tributacin indirecta (el peso hubiera
recado sobre el comercio exterior), al tiempo que gravmenes significativos a la propiedad
o a la renta tenan como presupuesto modificaciones institucionales y polticas para las
cuales el pas an no estaba preparado. 64
Segn Bejarano, gracias al endeudamiento se logr un crecimiento global permitindose
superar las limitaciones estructurales que caracterizaban la economa colombiana en las
primeras dcadas, con lo cual se abran las puertas a las inversiones pblicas y al
fortalecimiento de los renglones econmicos del pas.
Con el montaje de las empresas americanas en territorios nacionales se generaron empleos,
pero la arrogancia de las mismas por sus inversiones y su poder sobre la produccin entre
otras situaciones relacionadas con la contratacin no hicieron esperar las huelgas y
protestas de trabajadores. En los aos 20 con el desarrollo econmico estallaron tambin
63
PATIO, Roselli Alfonso. La Prosperidad a Debe y la Gran Crisis 1925-1935. Banco de la Repblica,
Bogot- Colombia.
64
BEJARANO, Jess Antonio. El Despegue Cafetero. Biblioteca Lus ngel Arango. Link:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/economia/histecon/histecon6a.htm
57
una a una como detonantes marchas de empleados de multinacionales como la Tropical Oil
y la United Fruit por el desconocimiento de la legislacin laboral, dichas manifestaciones
fueron apaciguadas fuertemente por las fuerzas del gobierno colombiano con resultados
favorables a los intereses de los inversionistas norteamericanos por encima de los derechos
de sus ciudadanos colombianos.
Como puede apreciarse por esos aos se fortalecieron las luchas populares cuya tendencia
con el movimiento social se extenda en varias direcciones claras:
*Igualdad
*Libertad para los campesinos, los artesanos y los nuevos asalariados
*Bsqueda de un rgimen poltico democrtico que garantizara los derechos de los
trabajadores
*Autodeterminacin de las colectividades municipales y regionales
*Autodeterminacin nacional frente a la expansin de los capitales y el comercio
norteamericanos que dominan el petrleo y parte de la banca y comercio internacional 65
Vale mencionar que a diferencia de Bolivia que tena un proletariado o clase obrera minera
educada, combativa y disciplinada, Colombia no cont con un movimiento de la
envergadura del pas andino, en el caso colombiano era demasiado dbil lo que explica de
cierta manera que en el siglo XX tuviera un solo golpe de Estado, el de Rojas Pinilla en
1953, como tambin la alternativa civilizada en el poder entre liberales y conservadores en
el marco nacional.66
Perry Anderson -1988- sostiene que los sistemas democrticos y dictatoriales de la regin
podan ser el resultado de una correlacin de fuerzas diagonal entre clase terrateniente y
la clase obrera. En aquellos casos en que haba una slida clase terrateniente y un
movimiento obrero fuerte como en Chile, Argentina y Brasil el resultado era la dictadura.
Colombia est en la parte intermedia con una democracia restringida con una clase
terrateniente slida y un movimiento obrero inexistente.
De hecho, se asume que el movimiento de la clase obrera se produjo a principios del siglo
XX, con el desarrollo transportador y manufacturero. Los orgenes propiamente dichos se
prolongan hasta comienzo de los aos treinta cuando se inicia su consolidacin como clase.
Segn los historiadores el proceso de formacin de dicha clase concluira al final de la
Segunda Guerra Mundial e inicio de la Guerra Fra. Pero 1910-1945 conforman un periodo
homogneo en el que se gest la clase obrera colombiana.67
El historiador Archila en su libro sobre cultura e identidad obrera cita al economista e
historiador Miguel Urrutia quien sostiene que la clase obrera colombiana surgi con rasgos
65
58
de debilidad por ser una mano de obra poco calificada que enfrentaba continuamente el
exceso de oferta. Por ello, la alternativa que les quedaba a los trabajadores para adquirir
mayor capacidad de negociacin fue conseguir el apoyo del Estado, como parece suceder
entre 1930 y 1945.
Bergquist argumenta que el origen de la clase obrera se deriva precisamente de la lgica de
transporte y comercializacin que se hace evidente luego del acceso al Canal de Panam y
el Ferrocarril del Pacfico. La apertura de nuevas vas permiti movilizar mercanca hacia
los puertos con mayor facilidad y las compaas extranjeras, entre ellas las de explotacin
de hidrocarburos, podan asegurar el transporte de sus productos o cuando menos de los
insumos para sus exploraciones y explotaciones.
Pero la lgica cafetera, para Bergquist, evidentemente cambi el nfasis de de la
produccin a la comercializacin precisamente en los aos veinte y treinta. Por tanto en el
marco del conflicto social no se sustent en la esfera de la produccin- que facilitaba las
luchas colectivas-, si no en el mercado, lo que favoreci los mtodos individuales de
ascenso enmarcados en los partidos tradicionales 68.
De la misma manera Archila cita a Pecaut quien sugiere que el origen de la clase obrera de
Colombia surgi con debilidades derivadas por las estructuras de dependencia, por ejemplo
en el caso del sector minero y manufacturero y la baja tasa de sindicalizacin que fueron
sntomas de debilidad. Durante la etapa formativa, la clase va adquiriendo tres
orientaciones que tienen que ver con las orientaciones generales de la sociedad: una que
privilegia la negociacin econmica; otra la presin poltica sobre el Estado; y una
ltima, que surge en los aos cuarenta con el gaitanismo, que enfatiza en lo social. En
1945 la clase obrera se halla escindida por esas tres orientaciones o lgicas de
comportamiento69.
Ibd. Pg. 21
Ibd. Pg. 22
70
Resea de la exploracin petrolera en Colombia. Revista Carta Petrolera. Edicin especial. Junio de
2001. Pg. 15
69
59
1917. Imagen del antiguo Pozo Infantas 2 (archivos El Centro ECOPETROL - Museo del Petrleo)
Fuente: Foto tomada del Calendario 2009, publicado por ECOPETROL.
Ya para 1921 se inici la perforacin con nuevos equipos ante la necesidad del mercado
internacional. Tres aos ms tarde, 1924, se haba perforado 17 pozos con unos estimativos
de produccin que haca atractivo al pas para las grandes empresas internacionales de
hidrocarburos.
De acuerdo con los estimativos registrados en el hoy Ministerio de Minas y Energa existen
datos de la produccin de petrleo, a escala industrial en Colombia desde 1923. Se calcula
que a partir de ese ao se desarroll esta actividad en varios perodos, con alternativas y
caractersticas diferentes.
60
Segn datos del Ministerio de Minas y Energa entre 1923 y 1930 se logr una produccin
de 20.346.000 barriles, cifra que da un promedio de 56.520 barriles por da. Despus de
esta fecha aparece registrado un leve descenso llegando a 13.518.000 barriles. Esta
reduccin, de acuerdo con los informes presentados por esta entidad ministerial, fue
producto de la crisis mundial que afect a todas las industrias petroleras.
Hacia 1940 Colombia volvi a tener registros significativos en la produccin mundial de
petrleo. Para ese ao se observ una recuperacin al encontrarse una cifra de volmenes
del orden de los 25.565.000 barriles, es decir, una produccin en promedio diario de los
71.014 barriles.
Segn afirmaron Bueno Salazar y Prez Herrera en su texto sobre la resea de la
exploracin en Colombia la actividad exploratoria comenzaba a florecer dentro de las
metodologas y conceptualizaciones cada vez ms cientficas. Es as como en la dcada de
los aos 40 se lograron descubrimientos de los campos Casabe y Velsquez.
Evidentemente la coyuntura econmica internacional, producto de la Segunda Guerra
Mundial, impactaron esta industria haciendo bajar bruscamente la produccin del crudo en
Colombia a 10.620.000 barriles en 1942, cifra que equivala al 80.7 por ciento de la
produccin mnima que se registr en la crisis de la produccin interna de 1933.
Pero en los tres aos siguientes se observ una ligera reactivacin de la produccin al
registrarse en el ao de 1943 un volumen de 13.464.000 barriles; en 1944 lleg a
22.770.000 barriles y al cierre de 1945 se cerr con 22.825.000 barriles.
Este repunte en la produccin de petrleo se justifica si se tiene en cuenta la importancia
del producto durante la accin blica de la Segunda Guerra Mundial. El esfuerzo final de
las potencias occidentales para definir su accionar y la necesidad que estas tuvieron de
importar el petrleo -como Colombia- dio como resultado una gran inyeccin de capitales
en esta industria y con ella un gran desplazamiento de mano de obra.
Las siguientes cifras, en materia de exportacin, que aparecen registradas en las Memorias
del Seminario de Investigacin Sobre la Industria Petrolera en Colombia realizado por la
71
61
Incremento %
100
123.5
139%
Fuente: Tomado de las memorias del Seminario de Investigacin Sobre la Industria Petrolera en Colombia
realizado y publicado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano en 1958
A partir del ao 1946 hasta 1957 no se volvi a obtener un volumen similar de produccin
de petrleo, los coletazos o efectos de la Segunda Guerra Mundial hicieron que el
panorama industrial petrolero de pases como Colombia quedaran rezagados o la espera del
reacomodamiento del panorama geopoltico mundial.
Entre 1946 y 1957 la produccin de petrleo del pas lleg a los 45.829.000 barriles cifra
relativamente baja para la esperanza de un pas, que le empezaba a apostar a este rengln
como una actividad bsica de la economa y alterna a la industria cafetera que ao tras ao
se posicionaba en el panorama nacional.
En 1957 la produccin volvi a recuperase frente a lo que se haba presentado en el ao de
1945, fin de la Segunda Guerra Mundial. Este anlisis se desprende al observar en las
siguientes cifras, retomadas de los informes anuales del Ministerio de Minas y Energa, que
indican la produccin anual. El siguiente cuadro refleja frecuentes reducciones que
obedecen a la disminucin de la produccin de algunos pozos o al agotamiento de otros,
factores que no logran ser compensados con el petrleo obtenido de las nuevas
perforaciones, ya que esta suelen demandar mucho tiempo por la estructura petrolera o en
algunas ocasiones pozos improductivos por razones de consistencia de las capas superiores,
segn los resultados de orden tcnico. (Ver cuadro No.8).
Cuadro 8. Produccin de petrleo 1946 a 1957
Ao
1946
1947
1948
1949
1950
1951
1952
1953
1954
1955
62
1956
1957
44.130.000
45.829.000
Fuente: Tomado de las memorias del Ministerio de Minas y Energa presentado al Congreso en 1990.
63
As pues, este momento era fundamental, mxime si se observa que al cierre de mayo 31 de
1943 las inversiones en petrleo eran de 76 millones de dlares y al cierre de finales de
1956 ya bordeaban los 103 millones de dlares seguidas de la manufactura que se
acercaban a los 70 millones de dlares. La mayora de la inversiones se hicieron a travs de
las sociedades mixtas y segn los economistas esta inyeccin de capital haba permitido
mayor empleo de los recursos naturales, mano de obra y pleno empleo, mejores salarios;
mayor consumo de las mercancas que se compraban en el territorio nacional y en generar
una dinmica econmica.
Las reservas colombianas en el ao de 1956 se calculaban en 650 millones de barriles de 42
galones, lo que se segn las estadsticas daran petrleo para menos de 10 aos razn
suficiente para atraer la inversin extranjera y cambiar el panorama actual el cual estaba
relacionado de la siguiente manera:
La produccin de petrleo a agosto de 1956 era de 13.217 barriles diarios (Ver cuadro
No.9) repartidos as:
Cuadro 9 Produccin de petrleo 1956
Empresa
Produccin
Porcentaje
Shell
41.485
34%
Ecopetrol
29.384
24%
Texas
25.770
21%
Colpet
26.269
21%
Intercol
309
0.3%
Total
123.217
100%
Fuente: Datos construidos a partir de publicacin de las memorias del Seminario de Investigacin Sobre la
Industria Petrolera en Colombia realizado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano en 1958
Como se observa esta situacin comparada con Venezuela implicaba que estbamos a aos
luz, ya que la produccin en ese pas en el ao de 1957 llegaba a los 2.700.000 barriles da
74
Aparte de la conferencia ofrecida por el especialista Miguel Fadul en el Seminario El futuro del petrleo
en Colombia realizada en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en 1958
64
75
Pastrana, Arango, Andrs. Presentacin. Revista Carta Petrolera. Edicin especial. Junio de 2001.
Acta de Reversin de la Concesin De Mares. 25 de agosto de 1951. Archivo General del Ministerio de
Minas y Energa
76
65
Si bien es cierto que la Unin Sindical Obrera, USO, fundada en 1923 con el liderazgo de
Ral Eduardo Mahecha reclam los derechos laborales ante la Tropical Oil Company y
descalificando el saqueo imperialista de nuestro petrleo 78, oblig al Gobierno Nacional a
respetar los acuerdos establecidos en el marco de la Ley, no hay que dejar de lado que este
proceso se da una vez culminada la concesin De Mares. Esta reversin estaba contemplada
en la Ley 37 de 1931 mediante la cual se estableca que despus de finalizar el perodo
legal de la explotacin, todo el equipo petrolero sobrante entendido este como medios de
transporte, refineras y oleoductos, entre otros activos ms, pasaran a ser propiedad del
Estado en forma gratuita.
Alberto Caldern Zuleta ex presidente de ECOPETROL en el artculo publicado en la
77
En 1922 la Tropical Oil Company (Troco) inici la refinacin y la petroqumica en Colombia con la puesta
en marcha de la Refinera de Barrancabermeja. En 1951 tras la reversin de la Concesin de Mares la
refinera pas a manos de la Nacin, pero su administracin qued a cargo de INTERPOL. Desde el 30 de
marzo de 1961 la principal refinera del pas es manejada por ECOPETROL que la ha ampliado y
modernizado en las ltimas cinco dcadas. Datos tomados del Calendario de ECOPETROL del ao 2009.
78
La USO y su lucha por una poltica petrolera nacionalista. Ponencia de la USO presentada al segundo
congreso nacional petrolero, realizado en Bogot durante los das 23,24 y 25 de abril de 2002.
66
revista Carta Petrolera ECOPETROL, valor y energa de los colombianos expresa que la
empresa estatal, luego de su marco legal por medio de la Ley 165 de 1948, naci el sbado
25 de agosto de 1951:
Cuando a la media noche del viernes 24 retumbaron las campanas de
Barrancabermeja y El Centro, las sirenas que haban anunciado durante 30 aos
las jornadas de los trabajadores de la Concesin de Mares y los pitos de los
escasos vehculos que circulaban por aquellas tierras, se escrib al primera lnea
de una etapa de desarrollo industrial econmico, social y poltico del pas 79
As pues mal se hara en desconocer que el nacimiento de esta empresa fue, en parte, por la
presin de los trabajadores de este sector, agremiados en la USO. De acuerdo con la
ponencia presentada por este sindicato en el Segundo Congreso Nacional Petrolero,
realizado en Bogot durante los das 23, 24 y 25 de abril de 2002, la USO hizo su aparicin
reclamando los derechos laborales ante la Tropical Oil Company y descalificando el saqueo
imperialista del petrleo a finales de los a aos 50.
Pues bien, en el marco del Movimiento Obrero en Colombia y sus alcances dentro de la
poltica econmica, social y cultural, vale la pena referenciar que el triunfo de los
sindicalistas de la USO con la creacin de ECOPETROL es el resultado de un trabajo de
ms de tres dcadas de lucha contra la industria petrolera imperialista, los altos costos de
vida, el papel arbitrario del gobierno frente a las manifestaciones desarrolladas y la
solidaridad obrera que desde los aos veinte se present como manera de significar la
unin, tal como lo seala Mauricio Archila al citar al dirigente sindical Ral E. Mahecha
quien describi la solidaridad brindada por otros sectores en el conflicto de 1927:
Llamamos a la solidaridad de los obreros del Magdalena que suman en total
270.000. El Gobierno mand 2.000 hombres a Girardot para masacrar a los
obreros en huelga, pero los compaeros martimos se negaron a embarcarlos
se les rode a esos 2.000 hombres de tal manera que no podan ir ni para atrs
ni para adelante. Vinieron 3.000 hombres de Bogot y los compaeros no le
dieron buques; mandaron las fuerzas de Medelln y los compaeros, solidarios
con nosotros, les respondieron que no haban trenes para transportar a los
masacradores. En este sentido fue fundamental el apoyo entre gremios dado la
agresividad del gobierno frente a las huelgas y las marchas, pues el Estado
reprimi duramente estos conflictos en particular aquellos en las compaas
norteamericanas (Tropical Oil Co. Enero de 1927 y United Fruit Co. 1928). La
mayora de las huelgas entre 1927 y 1929 terminaron en derrotas para los
trabajadores.80
Caldern Zuelta, Alberto. ECOPETROL, valor y energa de los colombianos. Revista Carta Petrolera.
Edicin especial. 2001. Pg. 9.
80
Archila Neira, Mauricio. De la revolucin social a la conciliacin? Algunas hiptesis sobre la
transformacin de la clase obrera colombiana (1919-1935). Anuario Colombiano de Historia Social y de la
Cultura ACHSC No. 12. Pg. 56.
67
Es importante mencionar en este particular caso, el valor de la lucha obrera en las reformas
de las primeras dcadas del siglo XX, toda vez que este sector representaba los intereses de
la mano de obra colombiana y de paso a los intereses de campesinos, artesanos y otros
sectores que no entraban dentro de la definicin de obrero, pero que si se afectaban por
situaciones relacionadas con las reformas sociales, polticas y econmicas del pas.
Los obreros desempearon un papel importante en la lucha social y tenan gran fuerza dado
que los movimientos obreros desencadenados durante los primeras dcadas del siglo XX les
permitieron incidir de manera directa frente a los intereses nacionales, eso en aras de
mayores garantas laborales y la defensa del los recursos y el trabajo nacional; en lo
poltico, los obreros ocupaban un lugar privilegiado como defensores tradicionales y
legtimos de los derechos del pueblo. 82 Este papel protagnico, tanto en lo econmico como
en lo poltico fue reforzado por las ideas socialistas y anarquistas, de manera que el obrero
ideal se convirti en el modelo cmo debera ser el pueblo, lo cual se justifica con los
esfuerzos de identificar directamente al mismo con la imagen del obrero en un medio en el
que la representacin social era mnima, razones por las cuales al borde de reversarse la
concesin De Mares la presin se hizo ms fuerte con una huelga importante en 1948 la
cual tuvo el apoyo de la opinin pblica, dado el valor econmico que representaba para la
nacin la exploracin y explotacin de recursos naturales, en este caso los hidrocarburos, lo
cual neutraliz a los tinterillos que trabajaban para los intereses de las multinacionales
extranjeras: Para esa poca el gobierno procedi a la nacionalizacin del petrleo y a la
fundacin de Ecopetrol, aunque por el momento la concesin fue operada bajo una frmula
temporal de asesora mientras se organizaba la empresa estatal. 83
81
LA USO y su lucha por una poltica petrolera nacionalista. Ponencia de la USO presentada al segundo
congreso nacional petrolero, realizado en Bogot durante los das 23,24 y 25 de abril de 2002.
82
Nez, Espinel Luz ngela. Imgenes y smbolos en la prensa obrera colombiana de las primeras dcadas
del siglo xx: un anlisis de la iconografa popular. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura
ACHSC No. 33. Pg. 69
83
Kalmanovitz, Salomn. Economa y Nacin una breve historia de Colombia. Tercer Mundo Editores,
Bogot 1997. Pg. 383
68
Bustamante Patrn, Antonio. Cinco Dcadas de relaciones Laborales. Revista Carta Petrolera. Edicin
especial. Junio de 2001. Pg. 75
85
Alberto Tovar Duarte; Vctor Eduardo Prez Herrera y Vctor Julio Torres Cruz. La Contratacin del
petrleo en Colombia. Revista Carta Petrolera. Edicin especial Julio de 2001.
69
Ibd. Pg. 35
Ahumada, Consuelo. El Modelo Neoliberal y su impacto en la sociedad colombiana. Pg. 74.
70
Kalmanovitz, Salomn. Economa y Nacin una breve historia de Colombia. Bogot: Tercer Mundo Editores, 1997. Pg. 310
89
Ocampo, Jos Antonio. Raul Prebisch y la agenda del desarrollo en los albores del siglo XXI. (TT: Raul
Prebisch and the agenda for development at the end of the XXI century. Revista de la CEPAL. Diciembre de
2001.
71
72
De acuerdo con los datos que maneja ECOPETROL la produccin para el ao de 1948
lleg a los 23.801.000 barriles y al cierre de la vigencia fiscal de 1957 se increment la
produccin a los 45.829.000 barriles, es decir un 92 por ciento ms, antes del ao de la
orientacin de la poltica de Industrializacin por sustitucin de importaciones.
Entre 1970 y 1990 Misas presenta en su captulo III De la sustitucin de importaciones a
la apertura econmica. La difcil consolidacin industrial del texto Desarrollo Econmico
y Social en Colombia. Siglo XX que el Estado decide hacer compatible el proceso ISI con la
promocin de exportaciones a travs de una poltica de estmulos va subsidios, manejo de
tasa de cambio y otra serie de actividades que permitiera aumentar y diversificar
paulatinamente el nmero de bienes exportados.
En el ltimo periodo, a partir de 1990, es ya la finalizacin del proceso ISI. Se abre la
economa, se eliminan todas las barreras al comercio que se haba establecido para proteger
la industria naciente, la industria que se desarrollaba y al mismo tiempo se abre la cuenta de
capitales.96
Por su parte en su anlisis sobre el desarrollo econmico Latinoamericano Albert O.
Hirschman, seala que la Industrializacin por Sustitucin de Importaciones se inici con la
manufactura de productos de consumo acabados que antes se importaban. Luego prosigui
en forma ms o menos rpida y exitosa hacia las etapas ms altas de la manufactura
correspondiente a la produccin de bienes intermedios y de maquinaria. Esto se present en
muy pocos pases, entre ellos Colombia.
Hirschman tena claridad que el progreso econmico registrado entre 1930 y 1950 obedeci
94
73
Ahora bien desde finales de la dcada de 1940 el pas se embarc en forma activa en una
serie de polticas de comercio exterior, de crdito de fomento y de compras del Estado, que
subsidiaron ms tarde el avance de la ISI. Pero como lo afirma Jorge Garca Garca 99 esas
polticas no fueron neutrales para la actividad econmica regional, pues se subsidi
principalmente al eje Bogot-Medelln-Cali, en detrimento de la periferia del pas y de las
regiones agropecuarias.
Lo afirmado anteriormente se puede soportar en la mirada crtica y un tanto radical de la
izquierda que hace Salomn Kalmanovitz al destacar que de la proyeccin de tasas de
crecimiento la CEPAL deduce que los pases en vas de desarrollo van muy lento y que
necesitan, en consecuencia, mejores condiciones para colocar sus bines en el mercado
mundial y ms ayuda para alcanzar metas ms altas de progreso y bienestar. Agrega que
bajo el manto de crecimiento y de desarrollo que la CEPAL proyecta como la panacea para
los pases Latinoamericanos se esconde las relaciones capitalistas de produccin, el
desarrollo de la explotacin del hombre por el hombre y de la esclavitud empresarial. 100
La teora generalmente sostenida por la CEPAL, seala Kalamanovitz, consistente en que el
desarrollo tom lugar a travs de un proceso de sustitucin de importaciones, permite que
en el paso de la acumulacin dependiente a una fase de industrializacin basado en el
reemplazo creciente de mano de obra por capital y en la importacin de empleo de moderna
tecnologa industrial se convierte en un prerrequisito para la penetracin del capital
extranjero en el sector industrial local.
A esto hay que sumarle el trabajo de Isidro Parra Pea titulado El pensamiento econmico
latinoamericano en el cual resalta que si bien la teora cepalina se constituy en
97
Hisrchman, Albert O. Estudios sobre poltica econmica en Amrica Lantina: En ruta hacia el progreso.
Madrid 1964. Ed. Aguilar. Pg 162.
98
Ahumada, Consuelo. El Modelo Neoliberal y su impacto en la sociedad colombiana. Pgs. 80 y 81.
99
Garca Garca, Jorge. La demanda por importaciones 1959 1972. Centro de Estudios Econmicos
Regionales del Banco de la Repblica. No. 16.
100
Kalmanovitz, Salomn. Ensayos sobre el desarrollo del capitalismo dependiente. Ed. Oveja Negra. Bogot
1980. Pg. 19.
74
Garay cita Prebisch, en el mencionado artculo, cuando afirma que los pases
latinoamericanos slo podran capitalizarse en la medida en que se protegiera al sector
industrial al menos durante las etapas iniciales de su desarrollo.
101
Parra Pea, Isidro. El pensamiento econmico latinoamericano. Bogot: Ed. Plazas y Jans. 1989.
Garay, Luis Jorge. Colombia: estructura industrial e internacionalizacin 1967-1996. Publicacin digital
en la pgina web de la Biblioteca Luis ngel Arango del Banco de la Repblica. 18 nov. 2008.
<http://www.lablaa.org/blaavirtual/economia/industrilatina/lgaray.htm>
102
75
CAPTULO III
LEGISLACIN PETROLERA
Por ser uno de los sectores de gran inters econmico, el Estado Colombiano ha legislado
sobre l constantemente. En la dcada del 90 fueron aprobadas seis nuevas normas, la ms
representativa fue la Ley 141de 1994 relacionada con la poltica petrolera. Al finalizar esta
dcada se ambientaba una nueva reforma en este sector, la Ley 756 sancionada el 25 de
julio de 2002, que modific sustancialmente la Ley 141. Esta situacin hizo que entre 1990
y 1999 muchas empresas petroleras internacionales hayan frenado su vinculacin al pas
porque considerar que la incertidumbre jurdica coloca en riesgo sus grandes capitales.
En ese sentido se relacionan las principales normas o leyes que han regido a este sector en
el pas (Ver figura 9.). As como se hace referencia a los actos administrativos que le
dieron nacimiento a la Empresa Colombiana de Petrleos, ECOPETROL, a las regalas
petroleras y su distribucin y a la Comisin Nacional de Regalas y en general a las
polticas petroleras que hoy por hoy le permiten al pas an ser un territorio medianamente
productor de hidrocarburos.
Figura 9 Normas decretadas del sector de hidrocarburos.
1948
1951
1969
1984
1989
1991
1993
Ley 99 se crea el Ministerio de Medio Ambiente
1994
Ley 141 se crea el Fondo Nacional de Regalas
76
1995
1996
1997
1999
As lo reza la exposicin de motivos del proyecto de la Ley 20 de diciembre de 1969 por el cual se dicta
algunas disposiciones sobre minas e hidrocarburos.
77
algunos casos de excepcin, las adjudicaciones de baldos hechas antes o despus de del 28
de octubre de 1873 no comportaban la cesin de ningunos de los depsitos mencionados en
los artculos sexto de la Carta Fundamental de la Confederacin Granadina y 1116 y 1126
del Cdigo Fiscal de los Estados Unidos de Colombia. Por lo tanto, no es correcto decir
como se ha pretendido posteriormente, que las adjudicaciones anteriores a aquella fecha
implicaban la concesin de los depsitos referidos. La norma general era, precisamente, la
contraria. Ello significa que los particulares que alegaran una situacin especial a su
favor, tenan y tiene que acreditarla plenamente104.
Esta situacin se logr corregir con la Constitucin de 1886 y ms exactamente con la Ley
38 de 1887, toda vez que desde el momento de su vigencia la Repblica de Colombia
recobr el dominio de todas las minas que se encontraban en el territorio nacional, ya
hubiesen pertenecido a los extinguidos Estados Soberanos (Cundinamarca, Magdalena,
Santander, Tolima, Antioquia, Bolvar, Boyac, Cauca) o los propietarios del Suelo. As
pues se puede establecer que retorn de esa manera al sistema jurdico anterior, 22 de mayo
de 1858, y se elimin, por consiguiente, el rgimen consagrado durante la poca de la
Federacin.
A partir de estas normas, Constitucin Poltica de 1886 y los artculos 1 y 5 de la Ley 38 de
1887, a los descubridores y explotadores no se les otorgaban, por regla general, derechos
permanentes e irrevocables sobre las minas sino que apenas se les confera prerrogativas
sujetas al cumplimiento de ciertas obligaciones como el pago de los gravmenes
correspondientes a las labores de los yacimientos.
Aos ms tarde, justamente despus de culminar la guerra de los Mil Das, se expidi la
Ley 30 de 1903 sobre asuntos fiscales y de minas. La ley pas por la Cmara de
Representantes y fue aprobada sin mencionar el tema del petrleo, pero fue en el Senado
que se incluyeron artculos que aplicaban a las minas de petrleo y a las disposiciones del
Cdigo Fiscal de 1873 referente a depsitos de carbn y de guano y dems abonos
similares105. Pedro Nel Ospina, para aquella poca, le pareci conveniente realizar un mejor
estudio sobre el tema legal con respecto a los hidrocarburos, es as como nace esta Ley con
mayores fundamentos para regular asuntos del petrleo y se determin que adems de las
disposiciones del Cdigo Fiscal referentes a minas de carbn se aplicara a los depsitos de
los mismos as como se dictaron disposiciones sobre la propiedad del subsuelo en el caso
del oro negro.
En junio de 1919 se expidi el Decreto 1255 que reglament la exploracin y explotacin
del subsuelo que haba sido reservado como bien nacional en el Cdigo Fiscal de 1873 y
que se reafirm con la intervencin del general Reyes en 1903. Este Decreto argumentaba
que el subsuelo era propiedad del Estado y que todas las exploraciones y explotaciones de
yacimientos de hidrocarburos slo se haran con permiso del gobierno, el cual le dara al
104
Exposicin de motivos del proyecto de ley por el cual se dicta algunas disposiciones sobre minas e
hidrocarburos.
105
Mayorga, Garca, Fernando. Los resguardos indgenas y el petrleo, orgenes y perspectivas del oro negro
en Colombia. Revista Credencial. 17 May. 2005.
78
interesado seis meses para explorar y vencido los mismos se celebrara la concesin.
El Decreto que se expidi siendo presidente Marco Fidel Surez fue un golpe duro para los
intereses de EE.UU., pas que estaba por la fecha restableciendo las relaciones con
Colombia y deba cancelar los dlares por la indemnizacin del istmo de Panam. Dicho
Decreto fue anulado. Luego apareci la Ley Orgnica sobre Petrleos (120 de 1919) que
acogi la tesis de la Corte y seal como fecha de deslinde de los derechos de los
particulares el 28 de octubre de 1873106. Como resultado de esta ley hubo una prdida
grande de reservas petrolferas, sin embargo, la misma estableci el sistema de reversin
que significaba que al trmino de las concesiones todos los bienes y maquinarias de la
empresa del concesionario pasaban al dominio del Estado. Bajo la vigencia de esta
legislacin no se desarroll la industria de la explotacin del petrleo, si no la industria de
litigios sobre la propiedad petrolfera 107.
Al llegar ECOPETROL a la industria de los hidrocarburos se le permiti al pas un
importante auge en materia econmica, lo cual se respald en la legislacin que desde
entonces ha sido ms frecuente y concisa. Es posible decir de esta manera que antes de la
Ley 165 de 1948 el campo legislativo en materia petrolera era prcticamente desrtico y se
remita escasamente a la regulacin de inversionistas privados y empresas internacionales
como se mencion anteriormente.
Cuando se acercaba la dcada de los 40 y Colombia tuvo un significativo repunte en la
produccin de petrleo frente a la explotacin mundial, surgi en la Cmara de
Representantes un debate sobre la concesin De Mares debido a que segn el Consejo de
Estado sta venca en junio de 1946, 30 aos despus de haber sido asignada esta polmica
licencia.
Segn la crnica de la concesin De Mares realizada por ECOPETROL y publicada en la
Carta Petrolera, frente a esta situacin el Ministerio de Minas y Petrleos le comunic a la
Tropical que segn el contrato original y de traspaso, se cumpla el trmino de la concesin
De Mares el 16 de junio de 1946; sin embargo, la compaa arguy con las mismas armas
legales que, segn los documentos y los tratos convenidos, la concesin ira hasta el 25 de
agosto de 1951 debido a que el Gobierno mediante la Resolucin del 13 junio de 1921
haba autorizado para que a partir del 25 de agosto del mismo ao se dieran por iniciados
los trabajos de esta concesin. Finalmente, se le dio la razn a la Tropical y sus
argumentos.
Eduardo Santos, presidente de la poca, solicit al Procurador General de Colombia para
que estableciera una demanda ante la Honorable Corte Suprema de Justicia y se fijara el
trmino de la concesin y declarase la restitucin a nombre del Estado colombiano.
106
Montaa, Cuellar, Diego. Colombia pas formal, pas real. Bogot: Editorial Latina, tercera edicin 1997.
Pg. 106
107
Ibd. Pg. 107
79
El 20 de septiembre de 1944, la Corte expidi el fallo que en su parte resolutiva dice 108:
En mrito de lo que se deja expuesto, la Sala de Negocios Generales,
administrando justicia en nombre de la Repblica y por autoridad de la ley,
falla:
a) Se niega la peticin de que carece de todo efecto legal el Artculo 3o de la
Resolucin Ejecutiva del trece de junio de 1921, artculo que declar que el
trmino de la Concesin principiaba el 25 de agosto de dicho ao y que en esa
fecha deba comenzarse la explotacin;
b) Se niega lo solicitado por el seor procurador delegado en lo civil bajo la
peticin 2a. de su libelo de demanda, por cuanto el contrato de concesin para la
explotacin de petrleo de propiedad nacional en los terrenos de que trata este
juicio, contrato primeramente celebrado con el seor Roberto De Mares el 6 de
diciembre de 1905, traspasado en parte a Julio M. De la Espriella & Compaa,
y ltimamente en su totalidad a Tropical Oil Company, segn consta en escritura
pblica No.1.329 de 25 de agosto de 1919, otorgada en la Notara Tercera de
Bogot, termina naturalmente el da 25 de agosto de 1951, por expiracin del
trmino fijado para su duracin;
c) Se reconoce expresamente a cargo de la compaa y a favor de la Nacin que,
a la expiracin mencionada del trmino del contrato, o sea el veinticinco (25) de
agosto de mil novecientos cincuenta y uno (1951), quedaran de propiedad de la
nacin, a ttulo gratuito, todas las obras, edificios, mquinas, aparatos, cables
areos, herramientas, y en general, todos los elementos de explotacin, incluidos
en stos los correspondientes a la refinacin, y todos los medios de comunicacin
empleados por dicha compaa.
Frente a esta situacin el Congreso de la Repblica faculta al Gobierno bajo la Ley 165 de
1948 para la organizacin de una Empresa Nacional de Petrleos que contara con capital
inversor de la Nacin, capital privado y capital extranjero; sin embargo, fue solo a partir del
Decreto 0030 de enero 9 de 1951 que se crea la Empresa Colombiana de Petrleos,
ECOPETROL, como organismo autnomo con personera jurdica que se rega por las
disposiciones pertinentes establecidas en la Ley 165 de 1948 y por estatutos constitutivos
que reglamentaron su funcionamiento.
Sin duda alguna, la Ley 165 de diciembre 27 de 1948 es considerada nacionalmente como
una de las ms representativas para la industria petrolera, ya que con ella el pas pudo
contar con su propia empresa exploradora y explotadora de hidrocarburos.
Los argumentos expresados en la exposicin de motivos de esta norma presentados por el
ministro de Minas y Petrleos de aquella poca, Alonso Arangn Quintero, evidenciaban
que el tema de la administracin de los campos petroleros de la Concesin De Mares era
urgente y por ello las Cmaras Legislativas deban poner atencin al tema, toda vez que
108
80
y de inmediata
problema, a fin
campos de la
perjuicios a la
Exposicin de motivos de la Ley 165 de 1948, redactada por el ex ministro de Minas y Petrleos Alonso
Arango Quintero.
81
pagada por la Nacin; clase B para las personas naturales o jurdicas de nacionalidad
extranjera y clase C para las personas naturales o jurdicas de nacionalidad colombiana. As
mismo se estableci que quedaba prohibido que los accionistas extranjeros adquirieran las
acciones pertenecientes a las personas o entidades de nacionalidad colombiana y se
estableci que la suma de los aportes hechos por la Nacin y por los particulares
colombianos deber cubrir por lo menos el 51% de las acciones de la empresa.
Se estableci igualmente que desde el seno de esta nueva empresa era fundamental el
diseo de medidas conducentes a garantizar la estabilidad de los trabajadores colombianos
experimentados en la industria del petrleo, teniendo en cuenta no slo sus aptitudes
profesionales sino el mayor tiempo de servicio de la concesin que revierte al Estado.
Para la Comisin Interparlamentaria y Ministerial era claro, ms an as se seal en
captulos anteriores, que en el pas exista para esos aos intranquilidad social como se
evidenciaban en los constantes conflictos obreros-patronales. Segn este organismo
especializado estos hechos de fuerza tienen origen, en parte, al no haberse definido el
porvenir de las explotaciones comprendidas en la Concesin de Mares.
En realidad el pas se encuentra abocado a una experiencia hasta hoy
desconocida: la concesin de que actualmente es titular la Tropical Oil
Company, es la primera explotacin petrolera que revierte a la Nacin. De aqu
las naturales dificultades de una experiencia de esta naturaleza nos est creando
y que va desde la interpretacin misma de la clusulas contractuales hasta los
conflictos permanentes de orden social tan estrechamente vinculado al
cumplimiento de aquellasestamos en capacidad de afirmar que tan pronto se
defina este delicado problema quedarn abolidos muchos inconvenientes ms
que vienen entorpeciendo peridicamente el curso de las explotaciones
petrolferas con graves perjuicios para la marcha de la economa nacional, cuyo
ritmo y eficiente desarrollo se afectan con las frecuentes interferencias en el
suministro de los combustibles.110
Con la Ley 165 de 1948 el Gobierno tena la autorizacin para contratar con la nueva
empresa la concesin del servicio pblico consistente en la administracin y explotacin de
los campos petrolferos, oleoductos, refineras, estaciones de abastecimiento y, en general,
de todos o parte de los bienes muebles e inmuebles que revirtieran al Estado de acuerdo con
las leyes y contratos vigentes sobre petrleos; as como la explotacin y administracin de
los campos petrolferos aledaos a las concesiones que fueran reintegrados a la Nacin, de
los oleoductos de propiedad de la misma, y la construccin y ampliacin de refineras y
estaciones de abastecimiento.
El Gobierno en esta coyuntura destac que cualquiera orientacin que se le da a la poltica
del petrleo y en especial al problema de la concesin De Mares deba estar basada en
110
Exposicin de motivos de la Ley 165 de 1948, redactada por el ex ministro de Minas y Petrleos Alonso
Arango Quintero. Pg. 8.
82
84
Nueve aos ms tarde el Gobierno emiti el Decreto Legislativo 3211 del 9 de diciembre
de 1959 por el cual fij que ECOPETROL se organizara como una empresa netamente
oficial, pero en su organizacin interna y sus relaciones con terceros actuaran como una
sociedad de carcter comercial sin perjuicio de los intereses econmicos del Estado.
La empresa, al amparo de este acto legislativo tendra por objeto la administracin,
explotacin y manejo de los campos petroleros, oleoductos, refineras, estaciones de
abastecimientos y en general de todos aquellos bienes muebles e inmuebles que
constituyesen su patrimonio de acuerdo con el mencionado decreto; constituir y organizar,
cuando la Junta de Directores lo estimaren conveniente, con la participacin del capital
privado sociedades comerciales que tengan por objeto el transporte y distribucin de
combustibles en el pas o cualquier otra actividad que se relacione con el aprovechamiento
de los hidrocarburos y sus derivados; ejecutar todas las actividades relacionadas con la
industria del petrleo en cualquiera de sus ramas y celebrar toda clase de negocios en
conexin con tales actividades.
Es bueno destacar que el Presidente de la Empresa era designado por el Presidente de la
Repblica, luego de conocer una terna presentada por la Junta de Directores y sera elegido
para un perodo de dos (2) aos con opcin de reeleccin.
ECOPETROL 22 aos ms tarde tuvo una ligera reforma en sus estatutos. Mediante el
Decreto 1569 de junio 22 de 1981 se aprob que la Junta Directiva de la Empresa
Colombiana de Petrleos, en ejercicio de las facultades que le confiere el Artculo 26 del
Decreto 1050 de 1968, acuerda que son funciones y obligaciones de la Junta Directiva
autorizar, con el voto afirmativo del Ministerio de Minas y Energa, aumentos en el capital
de la Empresa.
De igual forma, en 1994 mediante el Decreto 1209 de junio 15 se aprob una reforma a los
estatutos en la cual se estableci que la Empresa Colombiana de Petrleos es una empresa
industrial y comercial del Estado, vinculada al Ministerio de Minas y Energa, con
personera jurdica, autonoma administrativa y dispositiva y con patrimonio propio e
independiente.
En su organizacin interna y en sus relaciones con terceros, continuar funcionando como
una sociedad de naturaleza mercantil, dedicada al ejercicio de las actividades propias de la
industria y el comercio del petrleo y sus afines, conforme a las reglas del derecho privado
y a las normas contenidas en sus estatutos, salvo las excepciones consagradas en la ley.
En el Cuadro No. 10 se presenta una relacin sobre la legislacin petrolera desde 1948
hasta 1999.
Cuadro 10. Legislacin petrolera 1948-1999
Ley
Contenido
Autoriza al Gobierno para promover la organizacin de una
Ley 165 de diciembre de 1948
Empresa Colombiana de Petrleos con participacin de la Nacin y
del capital privado nacional y extranjero.
85
86
111
Estos tres objetivos tenan un carcter general macroeconmico y hacan parte integral del Plan de
Desarrollo Social y Econmico 1990-1994. En este proyecto de ley se aplicaron dichas caractersticas
generales al desarrollo de los objetivos especficos del Fondo Nacional de Regalas. Exposicin de Motivos
de la Ley 141 de 1994. Archivo Hemeroteca del Congreso de la Repblica.
87
88
para tal caso la ponencia presentada por parte de Juan B Fernndez, en la cual se
nombraba a las regiones como dueas del subsuelo y no a la Nacin, dicha ponencia
careca de normas como base, por lo que no prosper.
As mismo, dentro de este marco constitucional se contempla la distribucin de recursos, el
rgimen constitucional de los recursos naturales no renovables, los derechos de las
entidades territoriales en el ingreso fiscal de origen minero, la destinacin de las regalas y
compensaciones pactadas y los derechos de las regiones en los ingresos del Fondo Nacional
de Regalas.
As pues para el Gobierno Nacional a comienzos de la dcada del 90 era claro que la
explotacin del petrleo en Colombia es sumamente representativo para la economa, pues
el aprovechamiento de este hidrocarburo contribuye significativamente en los recursos que
se endosan al presupuesto nacional y se distribuyen a las regiones del pas. Es importante
entonces mencionar el trmino regala, que no es otra cosa que una contraprestacin
econmica que recibe el estado por la explotacin de un recurso natural no renovable cuya
produccin se extingue por el transcurso del tiempo, y significa para el Estado un verdadero
aporte a l mismo y a sus entidades territoriales.
Las regalas han significado para Colombia y sus regiones un sinnimo de desarrollo, sin
embrago, antes de la Constitucin de 1991 el manejo y la distribucin de las mismas se
efectuaban de una manera que no beneficiaba a todas las zonas del pas, pues stas estaban
circunscritas a los departamentos y municipios en los que se encontraran los yacimientos de
petrleo u otros recursos naturales como gas, carbn, nquel, entre otros minerales.
Recordemos en el caso del petrleo, que es el recurso natural no renovable que ms
contraprestaciones le genera al pas, que las regalas del 20% de la produccin que le
corresponde al Estado por cada barril, inicialmente se distribua con el 8% para la Nacin,
el 9,5% a los departamentos productores y el 2,5% a los municipios productores.
Esta distribucin produjo una concentracin geogrfica de regalas. En el caso de las
regalas departamentales los tres primeros absorbieron ms del 70% en 1990-Arauca con el
49%, Huila con el 11% y Santander con 9,5%- en estos departamentos se observa una
predominancia exagerada de esa fuente de ingresos al representar ms del 3.300% y del
165% de sus respectivos ingresos tributarios en 1989. Esta situacin generara diversos
inconvenientes que se diagnosticaron como una tendencia de aperezamiento fiscal que se
traduce en debilidades en la definicin, por parte de estas corporaciones pblicas, de las
prioridades para el gasto y el control sobre la utilizacin de los recursos.
En cuanto a las regalas antes de la Constitucin de 1991 el sistema de transferencias
vigente no redujo la dependencia en el caso de los municipios a fuentes de financiacin
externa e infortunadamente tendieron a endeudarse ms rpido que el gobierno central y los
departamentos, lo cual denota la prdida de disciplina fiscal.
Pero es a partir de la nueva Constitucin Poltica que se establece un marco jurdico a
travs de tres artculos fundamentales que buscan realizar una redistribucin adecuada de
las regalas para todo el pas y desde luego un manejo adecuado de las mismas a fin de
evitar problemas como el expuesto anteriormente. Estos artculos son:
Artculo 332: El Estado es propietario del subsuelo y de los recursos naturales no
89
renovables.
Artculo 360: Reconoce como beneficiarias de las regalas directas a las entidades
territoriales en las cuales se explotan ya los puertos martimos o fluviales por donde se
transportan los recursos naturales no renovables.
Artculo 361: Crea el Fondo Nacional de Regalas y determina los sectores de inversin:
promocin de la minera, preservacin del medio ambiente y proyectos regionales de
inversin.
Con el objetivo de reglamentar estos artculos el gobierno central puso a consideracin del
Congreso de la Repblica un proyecto de Ley el nmero 126 de 1991- que luego de
diversas modificaciones hechas por los legisladores y atendidas por el ejecutivo se
constituy en la Ley 141 de 1994 que cre el Fondo Nacional de Regalas (FNR), instaur
la Comisin Nacional de regalas y estableci el derecho del Estado por la explotacin de
los recursos naturales no renovables.
El Departamento de Planeacin Nacional (DPN) en la cartilla las regalas en Colombia
realiza una definicin de las dos clases de contraprestaciones que recibe el Estado por la
explotacin de recursos naturales no renovables, incluido entre ellos el petrleo.
Directas: Son aquellas asignadas a las entidades territoriales en cuya jurisdiccin se
explotan recursos naturales no renovables, as como los puertos martimos y fluviales por
donde se transportan los recursos explotados o sus productos derivados.
Indirectas: Son aquellas no asignadas directamente a los departamentos y municipios
productores, as como a los municipios portuarios, martimos o fluviales por donde se
transportan los recursos explotados o sus productos derivados, cuya administracin
corresponde al Fondo Nacional de Regalas. Sus recursos se destinan a la promocin de la
minera, medio ambiente, y a financiar proyectos regionales de inversin definidos como
prioritarios en los planes de desarrollo. Despus de este proceso de concertacin la Ley 141
que se promulg el 25 de junio de 1994, crea por medio de ella el Fondo Nacional de
Regalas con los ingresos provenientes de las regalas no asignadas a los departamentos y a
los municipios productores y a los municipios portuarios, adems de fijar las reglas de
juego en materia de ingresos por la explotacin de hidrocarburos y sus distribucin entre
los entes territoriales productores. Los recursos de este nuevo organismo seran destinados,
de conformidad con el Artculo 361 de la Constitucin Nacional, a la promocin de la
minera, la preservacin del medio ambiente y la financiacin de proyectos regionales de
inversin definidos como prioritarios en los planes de desarrollo de las respectivas
entidades territoriales.
Esta norma de cinco captulos y 70 artculos fue considerada por voceros del sector como
una buena alternativa para las regiones productoras, no slo para mejorar sus ingresos, sino
para disear proyectos de desarrollo que le permitieran a la regin generar empleo y
mejorar la calidad de vida de sus moradores.
La ley regul el derecho del Estado a percibir regalas por la explotacin de los recursos no
renovables y estableci las reglas para su liquidacin y distribucin. La Ley 141 de 1994
emergi despus de un prolongado trmite que incluy objeciones por razones de
90
91
11. Revisar, por s misma o comisionar a otras entidades pblicas o privadas, cuando as lo determine, las
liquidaciones de participaciones efectuadas por las entidades recaudadoras de las regalas y otras
compensaciones, y tomar las medidas pertinentes.
12. Crear un Comit Tcnico, constituido por cinco expertos de reconocida experiencia en evaluacin de
proyectos, nombrados por el seor Presidente de la Repblica para un perodo de cinco (5) aos, con
dedicacin exclusiva y devengarn la remuneracin que les fije el Gobierno. En dichos nombramientos el
Presidente de la Repblica dar participacin a las diferentes regiones del pas.
13. Nombrar un interventor de petrleos el cual tendr a su cargo la verificacin del cumplimiento de la
presente Ley, muy especialmente en lo concerniente a la liquidacin, pago y destinacin de los recursos
provenientes de las regalas y compensaciones; su perodo ser de cuatro (4) aos y devengar la
remuneracin que le asigne la comisin. El interventor podr ser reelegido.
14. Dictar sus propios reglamentos.
15. Las dems necesarias para el cabal cumplimiento de los objetivos de la Comisin.
La Ley 141 de 1994 estableci que los ingresos por regalas seran del 20 por ciento de los
ingresos por la produccin de hidrocarburos estos ingresos seran distribuidos as:
Departamentos productores............................. 47.5%
Municipios o distritos productores.................... 12.5%
Municipios o distritos portuarios....................... 8.0%
Fondo Nacional de Regalas............................. 32.0%
La norma aclara en el pargrafo siguiente que en caso de que la produccin total de
hidrocarburos de un municipio o distrito sea inferior a 20.000 barriles promedio mensual
diario, las regalas correspondientes sern distribuidas as:
Departamentos productores............................. 47.5%
Municipios o distritos productores.................... 25.0%
Municipios o distritos portuarios....................... 8.0%
Fondo Nacional de Regalas............................ 19.5%
De igual forma, fij que cuando la produccin total de hidrocarburos de un municipio o
distrito sea superior a 20.000 e inferior a 50.000 barriles promedio mensual diario, las
regalas correspondientes a los primeros 20.000 barriles sern distribuidas de acuerdo con
el pargrafo anterior y el excedente en la forma establecida en el inciso segundo (2o.) del
presente artculo.
Finalmente la Ley 141 precis que las regalas sern destinadas en el ciento por ciento
(100%) a inversin en proyectos prioritarios contemplados en el plan general de desarrollo
del departamento o en los planes de desarrollo de sus municipios.
Mientras las entidades departamentales alcanzan coberturas mnimas en indicadores de
mortalidad infantil, cobertura bsica de salud y educacin, agua potable y alcantarillado, la
entidad departamental correspondiente deber asignar por lo menos el cincuenta por ciento
(50%) del total de sus regalas para esos propsitos. En el presupuesto anual se separarn
92
claramente los recursos provenientes de las regalas que se destinen a los sectores aqu
sealados. El Gobierno Nacional reglamentar lo referente a cobertura mnima.
3.3 Decreto 2933
En 1997 se aprob el Decreto 2933 en el que se establece que Ecopetrol tiene su domicilio
principal en la ciudad de Bogot, pero podr establecer, por disposicin de su Junta
Directiva, sucursales, agencias o unidades seccionales u operativas en cualquier lugar del
territorio colombiano o en el exterior.
A finales de 1999, ms exactamente el 4 de noviembre el Gobierno Nacional emiti un
nuevo decreto, el 2153, por medio del cual se reforman los sistemas y procedimientos
contables y financieros utilizados para el manejo del pasivo pensional de la Empresa
Colombiana de Petrleos, Ecopetrol. Esta fue una norma bastante representativa para los
trabajadores y para la parte administrativa de la empresa, ya que a 31 de diciembre de 1998
el valor de las obligaciones pensionales de Ecopetrol ascendan a la suma de 4.227 miles de
millones de pesos, y que la Empresa slo dispona a dicha fecha de provisiones por un valor
de 405 mil millones de pesos, representadas en ttulos valores avaluados a precios de
mercado y equivalentes al 9.6 % del total de dicho pasivo.
Para el Gobierno Nacional era claro que ante el nivel de riesgo e incertidumbre de la
actividad petrolera y por ende del flujo de caja, era necesario provisionar el pasivo
pensional de Ecopetrol, con el fin de eliminar la incertidumbre del no pago futuro de este
pasivo y evitar el riesgo de trasladar todo o parte del pago de dicho pasivo a la Nacin,
contribuyendo de esta manera a la eficiencia y eficacia de la funcin administrativa.
El decreto fijaba que la administracin y el manejo de los recursos para el pago del pasivo
pensional de Ecopetrol estaran a cargo de uno o de varios patrimonios autnomos que
sirvieran como garanta y fuente de pago del pasivo pensional contrado por la empresa. En
desarrollo de lo anterior, Ecopetrol quedaba facultada para celebrar con entidades
autorizadas los contratos necesarios para la constitucin y administracin del patrimonio o
patrimonios autnomos.
Tanto las apropiaciones presupuestales requeridas para atender las obligaciones de fondeo
establecidas en el presente decreto, como los giros de caja que debe realizar Ecopetrol para
cumplir dicha obligacin, deberan tener prioridad en la asignacin de recursos.
Ese mismo da, el 4 de noviembre de 1999, se aprob el Decreto 2154 mediante el cual se
modifica la estructura del patrimonio de la Empresa Colombiana de Petrleos, Ecopetrol.
En l se establece que adems de los bienes y derechos sealados en el Decreto 1209 de
1994, el patrimonio de Ecopetrol, tambin, estara integrado por el aporte del Estado,
representado en el valor de las reservas de hidrocarburos que sean extradas por Ecopetrol,
en forma directa o en asociacin con terceros, con excepcin de las reservas provenientes
de las concesiones de petrleos que al momento de la reversin pasen a ser de propiedad de
Ecopetrol. El aporte del Estado deber contabilizarse trimestralmente. El valor del aporte
ser igual a: La utilidad antes de impuestos por barril estimada para cada trimestre,
multiplicada por el total de unidades extradas de hidrocarburos en el trimestre respectivo.
94
CAPTULO IV
ACERCAMIENTO A LA HISTORIA DEL PETRLEO EN EL HUILA
El presente captulo pretende dar a conocer cmo nace la industria petrolera en el Huila. Si
bien es cierto un buen nmero de registros histricos destacan que esta actividad arranc en
1953 en esta zona del pas, luego de que la empresa Orinoco Petroleum Company
adquiriera los derechos de la Internacional Petroleum Company Intercol de explorar y
explotar los hidrocarburos en la jurisdiccin de Carniceras, no hay que dejar de lado la
propuesta que le hiciera Marco A Ortega, representante en Colombia de la empresa
Richmond Petroleum Company, al Ministerio de Minas y Petrleos en agosto de 1948 para
la exploracin y explotacin de los hidrocarburos en una extensin de 48.000 hectreas,
localizadas en la jurisdiccin de Carniceras, zona ubicada hoy entre los municipios de Aipe
y Neiva.
De igual manera, en este captulo se destaca la historia de los pozos petroleros en el Huila,
su ubicacin y produccin, as como su aporte a la economa local.
4.1 Antecedentes a la exploracin y explotacin de hidrocarburos en el Huila
Una vez promulgada la Ley 6 del 31 de octubre 1905, la cual le abri paso a la exploracin
y explotacin de los hidrocarburos en Colombia, y permiti la entrega de parte del general
Rafael Reyes del derecho de concesin de explorar y explotar los terrenos en el Norte de
Santander al general Virgilio Barco y a la zona media del ro Magdalena a Roberto De
Mares, esta actividad aflor en el departamento del Huila 43 aos despus.
Efectivamente luego de pasar cerca de medio siglo, ms exactamente el 4 de agosto de
1948, la empresa Richmond Petroleum Company a travs de su representante en Colombia
Marco A Ortega le hizo la propuesta al Ministerio de Minas y Petrleos para la exploracin
y explotacin de los hidrocarburos en una extensin de 48.000 hectreas, localizadas en la
jurisdiccin de Carniceras, zona ubicada hoy entre los municipios de Aipe y Neiva, tal cual
como lo contempla la Resolucin 538 del Ministerio de Minas y Petrleos.
Este documento, que reposa en los informes del Ministerio de Minas desvirta la fecha
colectiva que exista en la Academia y en general en las personas que conocen la temtica
de la industria petrolera en la regin, ya que, tal y como fue publicado en la edicin del 9 de
febrero de 1994 por el Diario del Huila se tena conocimiento de que el 5 de febrero de
1959, es decir 11 aos despus, Marco A Ortega formul al Ministerio de Minas y Energa
dicha peticin para explorar y explotar el crudo en 49.000 hectreas ubicadas en
jurisdiccin de los municipios de Neiva, Tello, Villavieja, Aipe, Palermo, y Yaguar
conocida como Concesin Tello. 113
113
El petrleo y la reversin en el Huila. Diario del Huila. Primera pgina. 9 de febrero de 1994.
95
Algo muy similar public el historiador Camilo Francisco Salas Ortiz al destacar que la
historia petrolera del Huila es relativamente reciente toda vez que se remonta a 1959
cuando el presidente Alberto Lleras Camargo le entreg una concesin de 49.000
hectreas, ubicada entre los municipios de Neiva y Aipe a la compaa norteamericana
Tennesse Colombiana, subsidiaria de la tenneco para que fuera explotada por 35 ao. Esta
concesin se denomin Neiva 540.114
Ao 1948 o 1959, lo cierto del caso es que ojo puesto en esta zona no era ms que la
necesidad de esta empresa por continuar operando en el pas, luego de haber observado los
grandes beneficios que obtuvo la firma Standard Oil New Jersey, ms conocida como la
EXXO, casa matriz de la Tropical Oil Company, con la concesin De Mares.
La iniciativa de la Richmond Petroleum Company efectivamente fue aceptada mediante la
Resolucin No. 206 del Ministerio de Minas y Petrleos del 16 de marzo del ao siguiente
(1949), pero sta la transfiri a la Orinoco Petroleum Company, traspaso que fue aceptado
por el Ministerio de Minas y Petrleos el 7 de mayo de 1951 mediante resolucin No. 62
del Ministerio de Minas y Petrleos.
Como se observa, esta es, tal vez, la primera referencia oficial que se tiene sobre el
arranque de la exploracin e industrializacin del petrleo en el Huila. No se desconoce que
antes de esta fecha, hacia mediados de la dcada del cuarenta, se presentaron propuestas
para explorar extensas zonas en este departamento, ms exactamente en los municipios de
Neiva y Tello, que se hicieron realidad prcticamente despus de 10 aos.
Todo lo anterior demuestra que a comienzos de la dcada del 50 la zona o regin
denominada Alto Magdalena, junto con la de Mocoa, se convirtieron en las tierras ms
atractivas para el desarrollo de la industria de los hidrocarburos. Por ello la Orinoco
Petroleum Company transfiere el 13 de abril de 1953 mediante documento No. 285 del
Ministerio de Minas y Petrleo (departamento de servicios legales) los derechos a la
Internacional Petroleum Company Intercol de explorar y explotar los hidrocarburos en la
jurisdiccin de Carniceras.
Efectivamente tres aos despus Intercol, subsidiaria de la Exxo, ya no slo cuenta con el
derecho sobre Carniceras, sino que adquiere el aval por parte del Ministerio de Minas y
Petrleos de explorar y explotar hidrocarburos de propiedad nacional, al amparo de la
Concesin Neiva 540 en una zona cuya rea era de 49 mil hectreas, segn contrato
celebrado con el Gobierno Nacional el 31 de agosto de 1956 y con escritura pblica No.
174.
Alberto Serrano Perdomo, vicepresidente de Ecopetrol, en una conferencia dictada en 3 de
octubre de 1964 en Neiva sobre las Proyecciones de Ecopetrol en regiones como el Huila,
publicada en la revista histrica Huila de la Academia Huilense de Historia, expres que
114
SALAS, Ortiz Camilo. Huila. La montaa luminosa. Fondo de Autores Huilenses. 2000. Pg. 185.
96
efectivamente la Concesin Neiva tuvo origen el 5 de agosto de 1948 en una propuesta que
inicialmente present ante el Ministerio de Minas y Petrleos el seor Marco A. Ortega y
que fue admitida por esta entidad el 16 de marzo de 1950 115.
Destaca en su ponencia que el 31 de marzo de 1951 se acept el traspaso de esta por el
seor Ortega a la Compaa Petrolera Opn. Posteriormente el 17 de marzo de 1953 se
aprob el traspaso hecho por la Compaa Petrolera del Opn a la International Petroleum
(Colombia) Limited, compaa a la que se llam a firmar el respectivo contrato el 5 de
junio de 1956.
El directivo de ECOPETROL, Serrano Perdomo, a travs de medio impreso de la
Academia de Historia del Huila destac que el Contrato de la Concesin efectivamente se
firm el 31 de agosto de 1956 entre el entonces Ministro de Minas y Petrleos, Flix Garca
Ramrez y el apoderado de la International Petroleum (Colombia) Limited, Francisco
Parodi Dvila. Los trminos del contrato empezaron a contarse a partir del 3 de diciembre
de 1956, fecha en que se notific al Fiscal del Consejo de Estado de la decisin de dicha
Corporacin mediante la cual se aprob el respectivo contrato.
Entre 1956 y 1961 el futuro petrolero en el Huila slo obedeca a expectativas. Muchas
familias, en especial campesinas, no tenan ni idea de este proceso de industrializacin que
se presentaba en la regin, ni mucho menos les llamaba la atencin, porque estaban
dedicadas a las actividades del sector agropecuario.
As pues la exploracin de la Concesin Neiva no fue definida hasta el 2 de diciembre de
1964 y a partir de esa fecha entr automticamente en el perodo de explotacin comercial
cuya duracin se haba establecido por 30 aos.
115
Serrano Perdomo, Alberto. Proyecciones de ECOPETROL. Revista Huila No 19. Volumen II.
97
Segn los datos que reposan en las memorias del Ministerio de Minas y Energa este pozo
alcanzaron una profundidad de 12.015 pies y fue perforado en jurisdiccin del municipio de
Aipe, pero infortunadamente por problemas mecnicos el pozo no se declar comercial.
El pozo lo abandonaron temporalmente las empresas autorizadas para su operacin por
presentar algunos problemas tcnicos el 20 de noviembre de 1961. Con l sucedi algo que
es poco frecuente en la industria del petrleo: result productivo a pesar de ser la primera
perforacin del campo. 116
Luego el 21 de octubre de 1962 se perfor el segundo pozo identificado con el nombre de
DINA 2 y sealado como generador de la industria petrolera en el Huila por haberse
hallado en este proceso el Campo Terciario, con una tasa inicial de produccin de 330
BOPD (barriles da), pero igualmente tuvo dificultades para la comercializacin de su
produccin por falta de infraestructura en materia de transporte, los bajos precios en el
mercado internacional y las pocas reservas probadas en el Huila.
Meses despus y ante la expectativa que tena el consorcio (Tennessee-Intercol) se continu
con la perforacin de la serie de pozos DINA 3, DINA 4, DINA 5, DINA 6, DINA 7 hasta
llegar a DINA 12 distribuidos en una extensa zona que corresponda a las haciendas Tenay,
San Vicente, Beln y Tamarindo.
Segn relata Rodrigo Henao, directivo de la empresa INTERCOL que aos ms tarde se
convierte en Hocol, citado como fuente primaria por la historiadora Martha La Giraldo en
el texto Historia del Hocol 1956 -2001, entre la perforacin del pozo DINA 1 y DINA 12
pasaron cerca de seis meses, tiempo relativamente corto si se tiene en cuenta la inversin, el
recurso humano, la topografa y las condiciones tcnicas.
De estos pozos varios resultaron productivos (DINA 2, DINA3, DINA 6, DINA8,
y DINA 11), sin embargo pese a que estos fueron de poca productividad, entre
100 y 800 barriles por da, esta produccin era confiable y motivaba el deseo de
generar nuevas inversiones para perforar ms pozos y mejorar la produccin. Al
tiempo que se realizaba la extraccin, surgan necesidades que solo se podan
solucionar con grandes obras. Las que requeran mayor envergadura eran las de
transporte.117
116
117
Giraldo. La Marta. Historia del Hocol 1956 -2001.Bogot: Grafiq Editorial. 2001. Pg. 43 y 44
Ibd. Pg. 44.
98
La participacin de Serrano Perdomo en el foro fue definitiva para el futuro del petrleo en
el Huila, puesto que el descubrimiento de petrleo en el campo DINA, inicialmente no era
muy optimista para los industriales. En principio se crea que la produccin de este Campo
tendra una influencia decisiva en el occidente colombiano, zona que se abasteca a
comienzos de la dcada del 60 con los refinados de la Planta Intercol en Cartagena.
De tal manera que los excedentes de campo DINA y las dems estructuras
positivas cuando entraran en produccin, alimentaran la refinera de Bogot
mediante la construccin de un oleoducto hasta Puerto Salgar que empatara con
el oleoducto de Ecopetrol que viene de Barrancabermeja Dorada Bogot.
Este oleoducto tentativamente se estim su inversin en 100 millones de
pesos.120
99
Morales junto con su socio Jorge Meja Salazar, lograron que empresas como Alpina,
Cementos Samper, Corporacin del Valle, Corporacin de la Costa, Corporacin Nacional,
Coltabaco, Coltejer se interesaran por este negocio.
Lo paradjico es que en el panorama de inversionistas interesados por este posible negocio
no existiera la inversin nativa. Muy seguramente, como explica el economista y
especialista en este sector, Juan Antonio Carrera, esto era producto de la poca cultura
industrial de la zona en la dcada del 60.
Para esos aos la inversin solamente se dada en la parte agrcola,
especialmente en los renglones ganaderos, arroceros, tabacaleros y algodoneros.
El comercio, incluso tena muy poca dinmica122, expresa Carrera.
Giraldo, La, Marta. Historia del Hocol 1956 -2001. Bogot: Grafiq Editorial. 2001. Pg. 46
Entrevista realizada a Juan Antonio Carrera el 25 de febrero de 2008. Carrera es economista oriundo e
Palermo Huila. Fue alcalde de Palermo y secretario de Hacienda del Municipio de Neiva. As mismo fue
candidato a la Gobernacin del Huila.
122
100
123
Ibd. Pg. 47
Ibd. Pg. 54
125
Ibd. Pg. 55
124
101
petroleros en el Huila
Ante esta buena coyuntura el Departamento del Huila y los municipios productores
empezaron a mirar esta actividad como una fuente importante de ingresos para la
financiacin de obras sociales por aquello de las regalas, y comenzaron a hacer gestin
para buscar un mejor futuro en este sentido.
102
En 1978 Petrocol contina sus exploraciones por el Valle Alto del Magdalena y el 25 de
julio de 1981 coloca en produccin el campo Andaluca en el municipio de Baraya, cuya
rea estaba contemplada en 4.000 hectreas.
Desde 1979, las regalas provenientes del petrleo han sido importantes para el
fisco departamental del Huila. El gran salto de estos recursos en el total de
ingresos (en 1979 pas a significar el 9% de los ingresos totales del
departamento, una participacin importante entonces. Sin embargo, cinco aos
despus, en 1984, las regalas respondieron por el 52.61% de los ingresos)
gener una dependencia de las regalas que an persiste126
Efectivamente lo afirmado por Palomo Garca lo ratifica Camilo Francisco Salas al precisar
que en 1979 se increment la produccin debido al hallazgo del Campo Cetceos. Otros
descubimientos de de importancia fueron Balcones 1 y 2, ubicados en Aipe y Neiva, Las
Ceibas en Neiva y Yaguar en el municipio del mismo nombre. Adems en 1981 se
descubrieron los campos ceb y en 1982 El Pijao. 127
126
Entrevista realizada en marzo 12 de 2007 al economista Germn Palomo Garca, Jefe de Planeacin
Departamental en el Gobierno de Rodrigo Villalba Mosquera (2004-2007).
127
Salas Ortiz, Camilo. Huila. La montaa luminosa. Neiva: Fondo de Autores Huilenses. 2000. Pg. 186
103
En octubre de 1962 se complet Dina 2, el segundo pozo con el cual se inicia la produccin
de hidrocarburos en el Huila, as mismo se exploraron Dina 3 hasta llegar al Dina 12,
durante esa dcada en el departamento se perforan cerca de 16 pozos con un buen
porcentaje de resultados positivos. Pero fue la compaa colombo-brasilera (Colbras) que
en noviembre de 1964 inici el perodo de explotacin de la Concesin por el trmino de 30
aos. Sin embargo, en 1979 se acepta el traspaso de esta concesin a la Houston Oil
Colombiana (Hocol).
El inters de la inversin extranjera en una zona como el Huila est claramente soportado
en la tesis que plantea Juan Ignacio Arango sobre el crecimiento de la industria mundial,
encargada de la monopolizacin, acumulacin de capitales traducida en transformaciones
tecnolgicas y grandes escalas de produccin. Industria poderosa que vino a enfrentarse a
una industria colombiana en proceso de expansin al exterior de su capital y produccin; la
industria colombiana nace y busca su desarrollo en la poca del capital monoplico y la
inversin extranjera. 128
Para mencionar la expansin de capital de las grandes industrias mundiales se debe hablar
del capital monoplico internacional concentrado en las Corporaciones Transnacionales
cuyo objetivo es garantizar una posicin hegemnica en los mercados, para lo cual
despliega actividades para penetrar mercados existentes y apoderarse, en la medida de lo
posible, desde el nacimiento de los mercados nacionales en formacin.
El caso de estas empresas extractoras industriales ubicadas en el Huila obedece entonces a
un proceso de transnacionalizacin de la produccin y la inversin de capitales extranjeros,
que para muchos es descapitalizar la economas nacional, aunque en s ella ampla la brecha
externa: toda inversin se realiza con el propsito de recuperar el capital incrementado, la
cual es la realidad del caso colombiano 129.
As es que con el transcurso de la Concesin Neiva a Hocol, esta empresa se convierte en
una de las principales industrias extranjeras de inversin en el Huila en exploracin y
explotacin petrolera. Luego del traspaso de esta concesin se superaron diversos
problemas de tipo tcnicos y econmicos, sin embargo, tambin hubo un significativo
avance en la modernizacin de la produccin petrolera en el Huila que inclua la creacin
de los oleoductos que permitieron mayor celeridad en la produccin de hidrocarburo en la
zona. Esto como resultado del brazo tecnolgico de las industrias transnacionales que
tienen como prioridad la excelencia en la produccin a fin de garantizar mejores resultados
de sus inversiones.
Con la reversin de la Concesin Neiva 540 al Estado colombiano el 17 de noviembre de
1994, culmina un proceso de 30 aos que signific, entre otros importantes aportes a la
economa, una transformacin de la cultura de los pueblos opitas que en el inicio de esta
128
104
4.4 Pozos petroleros del Huila y los asociados de la Gerencia del Alto Magdalena
130
Informe presentado a por la Gerencia Alto Magdalena de ECOPETROL en junio 13 de 1995, luego de la
invitacin que le hiciera la Asamblea Departamental para analizar la perspectiva petrolera del Huila.
105
(GAM) 131
En un documento suministrado por la Gerencia del Alto Magdalena de ECOPETROL
Huila para el desarrollo de este trabajo se relaciona la historia y las caractersticas de los
principales pozos petroleros en el departamento. Por su importancia se presenta a
continuacin. (Ver cuadro No. 12).
Cuadro 12. Generalidades de los pozos petroleros en el Huila
Fuente: ECOPETROL, Gerencia Alto Magdalena GAM, Resea histrica de los pozos petroleros.
106
por da).
4.4.2 Campo Dina Tercirios (dts)
El Campo Dina Terciarios fue el primer campo descubierto en el rea Neiva en 1961. Est
localizado en el sector central-oeste de la Concesin Neiva-540. En 1962 se perfor el pozo
Dina-2 productor de las Formaciones Honda y Barzaloza, fecha en la cual el campo inici
explotacin comercial, con una produccin del orden de 300 BOPD. El campo fue
desarrollado paulatinamente entre los aos 60s y los 70's cuando se perforaron los pozos
de Dina-1 a Dina-13 y Dina Terciario-1 a Dina Terciario-8 (DT-1 a DT-8). Mediante un
programa activo de desarrollo en los 80's, se perforaron los pozos DT-9 a DT-54. En 1987,
la produccin del campo era de 4.700 BOPD. El ltimo desarrollo se llev a cabo entre
1988 y 1990 con la perforacin de los pozos DT-55 a DT-64, fecha en la cual la produccin
del campo alcanz niveles de 6.000 BOPD.
La produccin de los campos proviene de las Formaciones Doima - Chicoral, Barzaloza y
Honda del Terciario y de la Formacin Monserrate del Cretceo, las cuales son unidades de
flujo hidrulicamente independientes. Al cierre de la dcada del 90 se haban perforado en
total 77 pozos, de los cuales 57 se encontraban activos, 3 pozos inactivos y 17
abandonados. La calidad del crudo es de 20 API (American Petroleum Institute).
4.4.3. Campo Palogrande (PG) CEB (CB)
En el documento de la Gerencia del Alto Magdalena se destaca que el pozo PG-1,
perforado en 1964 con el objeto de probar la Formacin Monserrate en la estructura de
Palogrande, no alcanz el objetivo por problemas mecnicos. El campo Palogrande fue
descubierto en 1971 por el pozo PG-2, perforado cerca al anterior, el cual fue cerrado por
bajo potencial de produccin.
El desarrollo del campo comenz en 1980, segn la GAM, con la perforacin del PG-3, con
una produccin inicial de 700 BOPD. Entre 1980 y 1982 se perforaron 25 pozos. El campo
Ceb se consider inicialmente separado del campo Palogrande, pero en la medida que se
fueron perforando pozos de avanzada se defini que era un slo campo.
Entre 1983 y 1984 se perforaron algunos pozos adicionales y se intent instalar el
levantamiento artificial por gas lift. Este sistema no tuvo xito debido al rpido descenso
de la presin ocasionado por un deficiente mecanismo de empuje del yacimiento (gas en
solucin). En agosto de 1984 se inicia la inyeccin de agua en el rea de Palogrande; en
marzo de 1985 comenz esta actividad en el rea de Ceb, y en diciembre de 1985 arranca
en el rea de Dina Cetceos. El objetivo principal de este proceso para cada rea, consisti
en dar soporte de presin a los yacimientos por medio de sus arenas productoras, utilizando
un sistema perifrico de inyeccin.
107
El valor mximo de produccin en la etapa primaria, con base en los estudios de la GAM,
se obtuvo en 1982 con 10.200 BOPD y la recuperacin primaria alcanz 10.95 MBLS. La
mxima tasa de produccin despus de la inyeccin se logr en marzo de 1988 con 10,950
BOPD. Entre 1987 y 1992 se implement el sistema de levantamiento electrosumergible.
En la estructura del campo PG-CB, resalta en su informe la GAM, se han perforado 55
pozos. En la dcada de los aos 90s se perforaron tres pozos productores y 1 inyector. En
los ltimos cinco aos se han logrado incrementos en la produccin por optimizacin en las
condiciones de levantamiento.
4.4.4. Campo Pijao
El campo Pijao se encuentra localizado en el Departamento del Huila al Norte de la ciudad
de Neiva hace parte de la subcuenca Neiva, la cual a su vez pertenece a la cuenca del Valle
Superior del Magdalena.
El campo Pijao fue descubierto en el ao 1981 por la compaa Hocol S.A, con la
perforacin del pozo Pijao-1. En este campo se perforaron nueve pozos de los cuales se
encontraban siete activos al cierre de 1999. El sistema de levantamiento instalado en todos
los pozos es bombeo mecnico. El mecanismo de produccin del campo Pijao es una
combinacin de gas en solucin con un empuje parcial de agua.
Destaca la GAM que el campo consiste en una estructura anticlinal asociada a una falla de
cabalgamiento principal a la cual se asocian fallas menores que sectorizan el campo. La
formacin productora es la Formacin Monserrate con una profundidad promedia de los
pozos de 7.000 pies y ngulos de desviacin que varan entre 10. y 24. Al norte de este
encontramos el Campo Palogrande-Ceb el cual es productor de la misma formacin y a
finales de la dcada del noventa era sometido a inyeccin de agua.
La produccin del Campo Pijao es recibida en la Estacin Ceb donde se une con la
produccin de los pozos Ceb, se realiza el proceso de separacin del gas y deshidratacin
del crudo de los pozos del rea para enviarlos a la Estacin Cretceos.
4.4.5. Campo Santa Clara (SC)
En su informe la GAM precisa que el campo fue descubierto por la compaa Tenneco en
1987 con la perforacin del pozo Santa Clara-1, cuya produccin inicial fue de 240 barriles
por da. Entre 1987 y 1991 se perforaron los pozos Santa Clara-2, Santa Clara 3, Santa
Clara 5, Santa Clara 6,Santa Clara 7, Santa Clara 8, Santa Clara 9, santa Clara 10, Santa
Clara 11 y Santa Clara-12 con producciones iniciales entre 100 y 500 BOPD (barriles da),
de acuerdo con un informe presentado en el Asamblea Departamental.
En la actualidad el campo Santa Clara es administrada por la Gerencia Alto Magdalena de
108
En esta infraestructura petrolera se han producido 0.04 Mbls. de petrleo que representa del
1% como de factor de recobro con respecto al OOIP. El campo se encuentra temporalmente
109
cerrado desde el ao 1999, debido al bajo aporte de produccin y alto corte de agua. A su
cierre tena una produccin de 2 BOPD con un corte de agua el 85 %.
4.4.8. Campo Brisas (BR)
El campo Brisas se encuentra ubicado en la jurisdiccin del Municipio de Neiva y hace
parte de la Cuenca del Valle Superior del Magdalena. En la actualidad el campo Brisas es
administrado por la Gerencia Alto Magdalena de Ecopetrol.
Esta infraestructura fue descubierta por la compaa Tenneco en 1973 con la perforacin
del pozo Brisas-1, cuya produccin inicial fue de 268 barriles por da. Entre 1975 y 1987 se
perforaron 8 pozos ms resultando seco el Brisas-3 y el Brisas-7. Al cierre de la dcada del
noventa existan cuatro pozos en produccin.
Los pozos fueron perforados a una profundidad promedio de 6.000 pies y la unidad
productora es la Formacin Monserrate (K4) que est conformada principalmente por
arenisca con espesor promedio de 75 pies en 5 unidades.
110
CAPTULO V
EL PETRLEO EN LA DCADA DELOS 90
Al cierre de la dcada de los aos ochenta el pas viva un ambiente descentralista y
aperturistas. A propsito de lo primero, este concepto que da origen a la poltica petrolera
de los 90, nace como resultado de cambios estructurales en la poltica econmica y social
del pas, Colombia se enfrenta en los aos ochenta a un proceso paulatino de cambios en la
concepcin de concentracin de poderes y responsabilidades, se avanza hacia un estado
organizado en forma de Repblica unitaria, descentralizada, con autonoma de sus
entidades territoriales, tal cual como lo reza la Constitucin de 1991.
Echando un vistazo al proceso de descentralizacin del pas, se ha de recordar la
inestabilidad econmica de Colombia que suba y descenda cual montaa rusa, las
bonanzas cafeteras cortas, la devaluacin de la moneda, el aumento del PIB por el hallazgo
de yacimientos petroleros y carbonferos y el descenso del ahorro privado entre otros,
ambientaron una dcada de contrastes sociales y polticos que desembocaran en una
profunda reflexin nacional con la Constituyente de 1991.
El ordenamiento territorial antes de la Nueva Carta Poltica ya perfilaba para el pas la
descentralizacin, esto a propsito de lo relatado por Garay en su texto sobre la economa
colombiana en los aos 90 Descentralizacin, bonanza petrolera y estabilizacin, segn lo
cual, el investigador hace una compilacin histrica del origen de la descentralizacin de
Colombia y de las polticas que antecedieron la estructura del pas en los aos noventa,
Garay menciona tres situaciones importantes a tener en cuenta 132:
1. La primera iniciada con las medidas propiamente de desconcentracin- antes que
descentralizacin- decididas en los ltimos aos de la dcada del setenta y
culminada con la Ley 14 de 1983.
2. La segunda tiene origen en el Acto Legislativo 1 de 1986 sobre la eleccin popular
de alcaldes y con las Leyes 11 y 12 de 1986, con las que se contribuy a atenuar las
presiones fiscales de los niveles subnacionales para la prestacin de servicios
pblicos e introducir estmulos para promover la participacin ciudadana en el
manejo de de ciertos anuncios locales.
Se busc darle debida legitimidad al municipio como instancia cuyo papel no
debera restringirse al de mero ejecutor y administrador por delegacin del
gobierno central.
3. Un acercamiento al ciudadano al nivel gubernamental responsable de la provisin
de servicios pblicos bajo el propsito ce promover el control por parte del usuario
sobre la eficiencia y calidad en la prestacin de tales servicios.
132
Garay, Lus Jorge. Descentralizacin, bonanza petrolera y estabilizacin, La economa colombiana de los
aos 90. Fescol Pg. 66 y 67 .1994
111
En ese mismo sentido, Garay hace mencin de en su texto que sin lugar a dudas en el tema
de planeacin se dio un gran paso en 1989, siendo que se institucionaliz el plan de
desarrollo en los municipios y avanz en la jurisdiccin del desarrollo urbano, en esa
misma lnea para los departamentos como entidades territoriales le asignaron el papel de
asegurar la participacin regional en la elaboracin del plan de desarrollo y programacin
del presupuesto de la nacin, lo que significara una racionalizacin en la asignacin y
trasferencias de recursos municipales.
La descentralizacin puede tener varias concepciones, segn las perspectivas histricas
que presenta Garay en su texto; una que prevalece en la idea neoclsica pura que percibe
al gobierno como una entidad benvola cuyo propsito es buscar corregir cualquier
distorsin en el funcionamiento del mercado que afecte la localizacin de recursos, con lo
cual se propugna de manera deseable la distribucin del ingreso nacional. La otra visin se
relaciona con la idea de la soberana donde la ciudadana se expresa a travs del voto como
una decisin colectiva.
Y una tercera idea de la descentralizacin radica en la perspectiva burocrtica, la cual busca
explorar a sus ciudadanos para satisfacer un nico propsito exclusivo de maximizar la
tributacin en la economa. 133
Siendo que estas tres nociones pueden aplicarse a la realidad, valdra la pena preguntarse
en s cual sera la nocin ms aplicable a la descentralizacin, y justo all Garay la plantea
como el grado y la calidad de autoridad, autonoma y responsabilidad en la toma de
ejecucin de decisiones asumidas legtima y efectivamente por los gobiernos
descentralizadas134.
Frente a la descentralizacin emprendida por Colombia Daro Restrepo en su texto El
futuro de la descentralizacin en Colombia se realiza importantes preguntas sobre la
misma. Ha servido la descentralizacin para democratizar el sistema poltico, facilitar la
expresin poltica de la diversidad territorial y disminuir la corrupcin? Es Colombia hoy
un pas menos centralista y excluyente que antes? El precio que hay que pagar por un
sistema ms representativo ha sido la atomizacin de las agremiaciones polticas? 135
Inquietudes que surgen a raz del impacto improductivo de los montos financieros que han
sido girados a las regiones, pues no se han logrado satisfacer por parte de dichas entidades
territoriales las necesidades sentidas de la poblacin, siendo ms visibles los casos de
corrupcin reflejada en poco impacto en la disminucin de pobreza.
El mismo Restrepo se cuestiona si La descentralizacin de la poltica social bsica mejora
la calidad en la prestacin de los servicios y permite un mejor equilibrio en la inversin
entre zonas urbanas y rurales? Y el haber situado en los municipios mayores
responsabilidades polticas y administrativas ha facilitado una mayor participacin y un
mejor control social a las polticas pblicas?
133
Ibd. Pg. 20
Ibd. Pg. 23.
135
Restrepo, Daro. El futuro de la descentralizacin en Colombia pg. 2.
134
112
136
Garay, Lus Jorge. Descentralizacin, bonanza petrolera y estabilizacin, La economa colombiana de los
aos 90. Fescol Pg. 84 .1994
137
Garay, Lus Jorge. Descentralizacin, bonanza petrolera y estabilizacin, La economa colombiana de los
aos 90. Fescol Pg. 87.1994 Ibd.
138
Restrepo, Daro El futuro de la descentralizacin en Colombia pg. 21
113
Ibd. Pg. 12
114
Reservas
descubiertas
2463.1
2463.3
2468.4
2468.4
2564.2
2732.9
2759.0
2889.8
2970.4
35110
3749.4
4513.9
4738.9
4976.7
4973.8
Produccin
56.76
52.96
49.79
47.34
45.04
45.60
48.84
51.72
55.52
61.12
64.42
110.27
140.63
137.18
147.62
Reservas
acumuladas
1938.50
1991.46
2041.25
2088.59
2133.63
2179.24
2228.07
2279.79
2335.31
2396.43
2.460.85
2571.12
2711.76
2848.93
2.996.55
Reservas
remanentes
524.6
471.8
427.1
379.8
430.6
553.7
530.9
610.0
635.1
1114.6
1288.5
1942.8
2027.1
2.127.8
1.947.2
Ao
9
9
9
8
10
12
11
12
11
18
20
18
14
16
13
MISAS, Arango Gabriel. Desarrollo Econmico y Social en Colombia. Siglo XX. Captulo III De la
sustitucin de importaciones a la apertura econmica. La difcil consolidacin industrial. Unilibros. Bogot.
2002. Pgs.119 y 121
115
1980-1992
Ao
Poblacin en miles
PIB total
PIB minero
Participacin PIB minero
1980
26,906
525,765
6,661
1,27
1981
27,476
537,736
7,020
1,31
1982
28,058
542,836
7,143
1,32
1983
28,652
551,38
8,156
1,48
1984
29,259
569,855
9,948
1,75
1985
29,879
587,561
13,730
2,34
1986
30,459
621,781
23,662
3,81
141
El Plan Quinquenal de Ecopetrol se inici a partir de 1987 y con l la actividad directa de esta empresa se
elev de 4 o 5 pozos por ao a 22 y 23 pozos para complementar la actividad exploratoria de las compaas
asociadas.
116
1987
31,058
655,164
29,822
1988
31,677
681,791
28,356
1989
32,317
703,823
30,621
1990
32,978
733,884
35,21
1991
33,596
752,003
36,893
1992
34,224
770,803
39,332
Fuente: Revista Banco de la repblica marzo-1992; Dane y Ministerio de Minas y Energa
4,55
4,16
4,34
4,8
4,91
5,10
Ante esta situacin la Ministra hizo ver en su informe anual presentado al Congreso de la
necesidad de implementar un plan exploratorio hasta el ao 2000, el cual contemplaba un
incremento en 1.800 millones de barriles de petrleo sobre las reservas que para mediados
de 1990 estaban estimadas en 1.947 millones de barriles y de 4.209 gigapies cbicos de de
gas natural. Para ello se perforaran 850 pozos exploratorios cuya inversin se calculaba en
3.900 millones de dlares.
De igual forma, en el marco de este plan y con el fin de ampliar la infraestructura de
142
Memorias presentadas al Congreso Nacional de la Repblica por el Ministerio de Minas y Energa. 1990.
Informe anual del Ministerio de Minas y energa, presentado al Congreso Nacional de la Repblica por la
ministra Margarita Mena de Quevedo. 1990. Tomo I Pg.
143
117
Lo referenciado por la Jefe de esta cartera ministerial, daba pie para que el Gobierno
Nacional avalara el esquema mixto de exploracin y produccin directa y asociada, ya que
se ajustaba a los requerimientos y a las disponibilidades del pas y adems no existan
razones suficientemente vlidas o excepcionales como aquellas que se presentaron en los
aos 70, para reorientar las actividades exploratorias y de produccin hacia otro esquema.
144
El Gobierno Nacional estaba interesado en dar a conocer a la opinin pblica y a las fuerzas vivas del pas
las polticas de hidrocarburos. Es as como durante 1989 se realizaron dos importantes foros petroleros. El
primero fue en el Congreso de la Repblica en el mes de septiembre. Este evento fue organizado por el ex
ministro Guillermo Perry Rubio. El segundo se realiz en el mes de noviembre. Precisaba el informe anual del
Ministerio, documento entregado al Congreso Nacional de la Repblica.
118
Pero para los analistas del sector de los hidrocarburos, ECOPETROL, como entidad
encargada de poner en prctica la poltica petrolera del Gobierno Nacional, tena
necesariamente que continuar su proceso de fortalecimiento humano, tecnolgico y
econmico para ser ms competitivo en la exploracin y explotacin de hidrocarburos, as
como hbil para continuar acercando a las empresas extrajeras.
En cuanto a la actividad asociada, el Gobierno Colombiano, considera que sin detrimento
de la poltica de asociacin, puede introducirse al actual clausulado del contrato, algunos
ajustes que contribuirn a su mejoramiento para bien de ambas partes. En consecuencia en
los contratos de asociacin que se celebren a partir de la fecha, se contemplarn tales
variaciones y estos ajustes estarn centrados en los siguientes aspectos: distribucin de
produccin, transferencia tecnolgica, control ecolgico y derechos decisin, enfatiz en
su informe anual la Ministra.
Al tiempo agreg que el Estado Colombiano con las nuevas normas en materia de poltica
petrolera para finales de la dcada del 80 haba empezado a estabilizar el clima de los
inversionistas nacionales y extranjeros, por ello afirmaba que en el mbito internacional el
pas se empezaba a caracterizar por el profundo respeto a sus instituciones, una slida
tradicin jurdica y el cumplimiento de la palabra empeada. Precisamente esas condiciones
son las que el capital extranjero estima que aminora el riesgo poltico de invertir en el pas.
Fiel a sus principios, el Estado respetar en su integridad los pactos ya celebrados y no
introducir ningn elemento de zozobra ni para l ni para el capital extranjero ni tan poco
para el capital colombiano vinculado a los contratos de asociacin.145
Lo sealado anteriormente est prcticamente referenciado en el trabajo Una dcada de
luces y de sombras Amrica Latina y el Caribe en los aos noventa, de la Comisin
Econmica para Amrica Latina y el Caribe CEPAL- en el cual se expresa que
esencialmente la novedad de los aos noventa en el sector de los hidrocarburos fue la
supresin de las barreras a la entrada de la inversin privada, la aplicacin de polticas
uniformes, independientemente del origen del capital o la dimensin de las operaciones
mineras y la privatizacin de varias empresas pblicas del sector .
Lo anterior como efecto de las reformas tradas con la llegada de los aos 90, cuando en la
presidencia de Csar Gaviria se plante la necesidad de implementar un paquete de
reformas estructurales que impulsaran un mayor crecimiento econmico de la economa del
pas visionada a largo plazo. Las principales reformas son las siguientes146:
-La apertura comercial
145
Informe anual del Ministerio de Minas y energa, presentado al Congreso Nacional de la Repblica por la
ministra Margarita MENA de Quevedo. 1990. Tomo I Pg. 67
146
Ramrez, Juan Mauricio y Nuez Liliana. Reformas Estructurales, inversin y crecimientos: Colombia
durante los aos noventa. Serie Reformas Estructurales 45. Noviembre 1999. Link:
http://www.eclac.org/publicaciones/xml/7/4567/lcl1290e.pdf
119
Ibd. Pg. 7
120
Vale la pena mencionar igualmente, que en los noventas, cuando un conjunto de pases
latinoamericanos adoptaron una serie de polticas globalizantes como las mencionadas en la
Ley 9 de 1991 en el caso de Colombia, tambin se esperaron efectos positivos en el
mercado laboral y el nivel de ingresos.
Primero, el aumento de la productividad especialmente en los sectores de bienes transables,
debera traducirse en aumento del empleo y reducciones de precios en esos sectores. Esto
ltimo tambin debera repercutir en una expansin del ingreso real y del bienestar de la
poblacin. Segundo, el aumento de los salarios en los sectores exportadores, que se supone
hacen uso menos intensivo de mano de obra no calificada, deberan provocar una reduccin
de las diferencias de salarios por niveles de capacitacin y, con ello, aumentar la
equidad149.
La Ley 50 y Seguridad Social, Nuevo Marco Institucional para el Empleo. Los
planteamientos principales de dicha ley fueron la eliminacin de la retroactividad de la
cesantas, y la extincin del contrato de trabajo a trmino indefinido, la redefinicin del
trabajo diurno y nocturno, las tasas de liquidacin y recargos en dominicales y festivos, las
tasas de indemnizaciones y las exenciones para los aportes para fiscales entre otras.
Sin embargo, el costo social de las reformas en la legislacin laboral fue la creciente
precariedad del trabajo, no fue suficiente el nimo de reducir los costos y flexibilizar a fin
de promover la competitividad del pas, pues al final los objetivos no se cumplieron y su
evaluacin mostr los costos sociales en materia laboral, que se han traducido directamente
en el bienestar del comn de la poblacin colombiana, en especial, las mujeres 150.
Sin duda, dar entrada a inversionistas extranjeros permiti mayores posibilidades laborales,
en el caso de la industria petrolera, el ingreso de multinacionales signific el sinnimo de
nuevas fuentes de empleo, regidas por las leyes laborales establecidas en los noventa y sin
mayores garantas.
Retomando el recorrido por la exploracin petrolera al cierre del la dcada del 80 es bueno
resaltar que en efecto mientras en 1986 se perforaron 44 pozos exploratorios, en 1987 la
suma lleg a 73, en 1988 subi a 88 y para 1989 baj a 77, de los cuales 59 correspondan a
compaa privadas y 18 a Ecopetrol, con una exclusin de 9, que al corte del 31 de
148
Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe CEPAL-. Una dcada de luces y de sombras.
Amrica Latina y el Caribe en los ao noventa. Bgot: Edi. Alfaomega. 2001. Pg. 121.
149
Guevara, Diego Andrs. Globalizacin y Mercado de Trabajo en Colombia: Algunas Consideraciones en el
Marco de la Felxibilizacin Laboral. Reflexin Poltica ao 5 N 10 diciembre de 2003-ISSN 0124-0781 IEP
- UNAB (Colombia). Pg. 105
150
Ibd. Pg. 111
121
Produccin/ da
Produccin /Ao
1989
56.392
20.560.400
1990
54.843
20.017.808
1991
56.170
20.498.151
1992
55.666
20.374.129
1993
60.620
22.126.288
1994
61.830
22.567.663
1995
60.725
22.164.982
1996
55.923
20.182.069
1997
55.975
20.430.806
1998
52.274
20.904.832
1999
64.210
23.436.680
Total 1990-1999
212.703.408
Fuente: Cifras construidas a partir de cada uno de los Anuarios
entre 1990 1999.
Variacin/ao
anterior
2.63%
2.39%
- 0.6%
8.5 %
1.9%
-1.7,%
-8.9%
3.1%
2.3%
12.11%
Estadsticos del Huila
Como podemos observar el promedio de la produccin de estos aos fue del orden de los
57.824 barriles por da, siendo el ao de 1999 el de mayor rendimiento con un pico de
64.210 barriles por da.
151
Informe anual del Ministerio de Minas y energa, presentado al Congreso Nacional de la Repblica por la
ministra Margarita MENA de Quevedo. 1990. Tomo II Pg. 23
122
Los ingresos por regalas que obtuvo el departamento del Huila (incluido los municipios
productores) entre 1990 y 1999 fueron del orden de los 228.863 millones de pesos, cifra
significativa para la financiacin de los programas de desarrollo en especial para la
ampliacin de cobertura en los sectores de salud, educacin, saneamiento bsico y agua
potable, as como para el desarrollo de proyectos productivos que permitieran a la
comunidad obtener otros ingresos a futuro. (Ver Cuadro No. 16).
123
Huila
Neiva
Aipe
Palermo
Yaguar
Baraya
Villavieja
Paicol
Gigante
1990
8.748.577.888
407.981.359
704.002.274
561.649.135
84.363.574
7.007.204
8.743.756
1991
8.784.369.030
572.304.269
641.648.259
365.124.122
111.642.791
5.420.752
7.930.461
1992
11.358.299.166
1.258.106.005
613.619.159
363.226.247
134.758.305
142.048.981
4.517.667
3.185.860
1993
12.909.523.500
1.712.308.724
693.113.549
435.628.895
470.368.385
139.038.152
5.407.936
8.292.526
1994
13.785.111.568
2.101.939.242
904.817.090
1.039.631.870
657.422.466
209.407.640
9.782.459
11.775.367
1995
19.227.186.665
3.881.869.888
2.300.422.917
1.541.049.449
1.201.946.053
315.792.304
14.162.602
1996
17.646.910.716
3.804.353.872
2.536.971.227
1.618.145.948
1.453.237.054
260.623.771,00
17.745.031,00
1997
20.068.530.487
4.777.651.217
3.082.038.760
1.944.170.946
1.138.833.398
216.455.207,00
11.935.770,00
1998
17.149.414.248
3.806.665.505
2.243.159.883
1.426.043.322
1.016.701.834
187.934.002,00
10.421.311,00
1999
30.842.484.446
7.000.311.977
3.739.908.699
2.246.497.303
1.878.155.738
153.960.699,00
2.704.527,00
117.791.642,00
Total:
160.520.337.714
29.323.492.057
17.459.701.817
11.459.701.817
7.951.423.233
1.820.267.127
89.105.259
39.927.970
117.791.642
Fuente: Cifras propias recolectadas a travs de los informes anuales presentados por ECOPETROL. El Ministerio de Minas y Energa y el Anuario
Estadstico del Huila.
124
El volumen de estos ingresos ocasion que los entes territoriales se apoyarn en los mismos
para as poder garantizar el desarrollo de programas. Por su puesto en estos aos el de
mayor canalizacin de recursos fue el Departamento como ente administrativo con 160.520
millones de pesos, recursos que en su mayora fueron a parar para ampliar la cobertura en
educacin, salud y saneamiento bsico, as como para el pago de la deuda interna del ente
territorial.
Por su parte el Municipio de Neiva recibi la suma de 29.323 millones de pesos durante la
dcada de 1990, seguido del municipio de Aipe con 17.459 millones; Palermo con 11.541
millones de pesos; Yaguar con 7.951 millones de pesos; Baraya con 1.820 millones de
pesos; Gigante con 117.791 millones de pesos, producto de la entrada en operacin del
campo Gigante 1 descubierto por la empresa petrolera Emerald Energy, el cual contaba con
unos yacimientos de crudo del orden de los 600 millones de barriles; Villavieja con 89
millones de pesos y Paicol con 39 millones de pesos.
En este perodo el ao 1999 marc la gran diferencia por la alta produccin que lleg a los
64.210 barriles en promedio da, as como el buen precio en el mercado internacional. Estos
dos factores le permitieron a los municipios productores y al departamento del Huila recibir
la suma de 45.981 millones de pesos, de los cuales a las arcas de la Gobernacin fueron a
parar 30.842 millones de pesos.
El caso contrario, es decir, el de menor recaudo, fue 1991 que pese a haber logrado una
produccin de 56.170 barriles, los ingresos slo alcanzaron los 10.488 millones de pesos,
de los cuales al Departamento le correspondieron la suma de 8.784 millones de pesos,
explicado por el bajo precio del crudo en el mercado internacional.
No hay duda que en materia de produccin el campo petrolero de mayor participacin en
todo la historia del Hila ha sido el San Francisco, operado por Hocol hasta 1994 y luego de
la reversin de la Concesin Neiva 540 pas a manos de la estatal petrolera Ecopetrol. Este
campo obtuvo picos de produccin significativos como el de 1995 que alcanz los 49.864
barriles por da.
Seguido de este campo hay que destacar el de Yaguar, operado en aquella dcada por la
multinacional Hocol que arroj producciones de 16.378 barriles da en promedio en el ao
de 1994. (Ver cuadro No. 17)
Cuadro 17. Produccin promedio ao de crudo por campos en el Huila / BOPD 1994
1999
Campo
Brisas
Ceb
DINA Cretceo
DINA Terciario
1994
494
843
3.354
4.996
1995
527
745
2.938
4.761
1996
499
679
2.631
4.361
125
1997
446
637
2.293
4.105
1998
419
556
1.923
3.963
1999
490
547
1.827
3.764
Hato Nuevo
Loma Larga
Palo Grande
Pijao
Santa Clara
Tenay
Ro Ceibas
Yaguar
Balcn
Palermo
San Francisco
113
0
4.354
437
1.189
1.167
626
16.378
4.573
0
46.310
104
0
4.175
387
1.180
1.123
650
15.674
4.438
274
49.864
92
0
4.159
337
1.377
1.069
1.125
12.684
4.279
36
44.756
61
0
4.235
315
1.283
1.065
2.966
11.144
4.674
338
44.910
56
0
4.048
335
1.151
1.028
6.637
12.956
5.887
329
38.902
2
0
3.604
301
1.146
983
10.428
15.200
5.788
326
38.576
Municipio
Aipe
Aipe
Contratacin
Directa
Directa
Operador
ECOPETROL
ECOPETROL
Ao inicio
1973
1969
Aipe
Directa
ECOPETROL
1963
Directa
Directa
Directa
ECOPETROL
ECOPETROL
ECOPETROL
1984
1986
1979
Directa
Directa
Directa
Asociacin
Cagun
Asociacin
ECOPETROL
ECOPETROL
ECOPETROL
Petrobras
1982
1987
1985
1984
Petrobras
1984
Villavieja
Villavieja
Neiva
Neiva
Palermo
Aipe
Neiva
Yaguar
126
Hobo
Balcn Palermo Aipe
Palermo
Palermo
San Francisco
Andaluca Sur
Neiva
Palermo
Baraya
Gigante
Gigante
Asociacin
Palermo
Asociacin
Palermo
Asociacin
Palermo
Asociacin Huia
Asociacin
Matambo
Asociacin Ro
Pez San
Jacinto
Concesin
Tello
Hocol
1984
Hocol
1984
Hocol
1984
Petrocol
1979
Emerald
1996
Hocol
2002
Hocol
1972
127
adelantan trabajos para determinar los volmenes de hidrocarburos all almacenados 152.
roduccin
Arauca
Santander
Meta
Antioquia
Huila
Casanare
75.902.653
16.894.375
12.661.624
11.318.447
11.301.232
10.740.364
Fuente: Ecopetrol
152
Memorias presentadas al Congreso Nacional de la Repblica por el Ministerio de Minas y Energa. 1991.
Pgina 79.
128
En el Huila, la produccin para este mismo ao por la figura del contrato de concesin
lleg a la suma de los 57.3 mil barriles da, en donde la de mayor participacin fue la
Concesin Neiva con 29.7 mil barriles/da. A esta empresa ECOPETROL le asign los
derechos de explorar y explotar este campo a la firma Hocol.
Como se puede observar el departamento del Huila pese a una leve disminucin en la
produccin se sostena en el promedio de los ltimos tres aos como consecuencia de la
poltica petrolera del Gobierno del presidente Virgilio Barco, quien le haba apostado al
Plan Quinquenal de Exploracin y Produccin de Hidrocarburos de Ecopetrol (1987-1991),
el cual le haba dado resultado al pasar de una produccin diaria en el territorio nacional de
374.000 barriles en promedio diario en 1988 a 404.300 barriles da en el ao de 1990.
De este porcentaje el Huila aport para el ao 1990 una produccin de 54.834 barriles/da,
cifra que deba ser tenida en cuenta para un mayor anlisis por parte del Gobierno Nacional
a travs de Ecopetrol con las empresas exploradoras y explotadoras de hidrocarburos en
esta zona del pas, especialmente con Hocol y Petrocol.
La produccin en dicho ao le permiti al departamento del Huila y a los municipios
productores tener unos ingresos por concepto de regalas del orden de los 10.189 millones
de pesos, recursos superiores a los del ao 1989 cuando a esta regin slo le giraron 6.334
millones de pesos.
Para los analistas econmicos del Huila y el Gobierno Departamental este incremento
estaba soportado en los buenos precios del mercado internacional producto de la cada en la
produccin mundial y la tensin en el conflicto del Oriente Medio. Esta coyuntura ocasion
que el precio del crudo en el mercado interior pasara de 10 dlares con 42 centavos en
enero a 16 dlares con 0.6 centavos por barril de 42 galones. Es bueno precisar que
mientras el pecio del crudo en el mercado nacional fue fijado en dicho valor, el precio de
exportacin promedio por ao lleg a los 21.97 dlares por barril, es decir 4.53 dlares ms
por barril que la vigencia del 1988.
En el Anuario Estadstico del Huila de este ao aparece registrado que mientras el
Departamento obtuvo ingresos por concepto de regalas en el mes de enero por el orden de
los 731.427.234 pesos, sin descontar los recursos que se le giraban al Consejo Regional de
Poltica Econmica y Social, Corpes, que se haba creado en el pas para el desarrollo
regional, para el mes de diciembre subi a 1.391.955.862 pesos, es decir 660.5 millones de
pesos ms.
Si bien es cierto que este incremento significativo en los ingresos por regalas permitan
predecir un buen futuro para esta dcada, la preocupacin de los representantes legales de
los entes territoriales era enorme, porque los grandes campos de produccin estaban en
manos de la industria privada a travs de los contratos de concesin y asociacin.
El presidente de la Unin Sindical Obrera, USO, en el periodo 19901992, Juan Crdenas,
129
destaca que para comienzos de la dcada del 90 las empresas privadas operaban en un gran
porcentaje los campos de produccin del departamento del Huila. En especial destacaba la
compaa Hocol, que tena en concesin los campos Neiva 540, Tello, Carniceras y
Palermo. El campo Huila-Andaluca estaba en manos de la firma Petrocol.
La produccin de crudo en el departamento del Huila estaba en manos de las
empresas multinacionales. Ellas eran las que prcticamente tenan la sartn por el
mango para comienzos de la dcada del 90. Si bien es cierto que los giros por
regalas se haban incrementado para los municipios productores y para el
departamento, las mayores ganancias eran para las firmas privadas y lo peor es que
el recurso no renovable se agotaba y el impacto social, econmico y principalmente
el ecolgico era mayor.153
Lo expresado por el lder sindical para esta zona del pas no era desatinado, ya que
efectivamente la Concesin Neiva y la Concesin Tello fueron las de mayor produccin de
petrleo en el Huila en el ao de 1990. Segn los guarismos que reposan en la Secretara de
Hacienda del Departamento del Huila, el contrato de la ConcesinNeiva, fue uno de los
ms importantes para esta zona del pas, gener una produccin para 1990 del orden de los
24.112 barriles en promedio da, es decir que al ao produjo 8 millones 801 mil barriles.
Con este nmero de barriles de crudo los municipios productores y el departamento
recibieron la suma de 4.120,8 millones de pesos, sin descontar los giros al Consejo
Regional de Poltica Econmica y Social, Corpes.
El contrato de Asociacin Palermo, operado prcticamente entre Hocol y Ecopetrol, arroj
para el ao de 1990 una produccin de 23.800 barriles de 42 galones por da, es decir, que
al ao la produccin lleg a los 8 millones 866 mil barriles, los cuales le permitieron recibir
al departamento 5.119 millones de pesos, incluidos los dineros que tena que desembolsarle
a Corpes.
Para ese ao el Huila pasaba por un buen momento en materia de exploracin
y explotacin de petrleo. Nacionalmente era uno de los departamentos con buen
futuro en este campo, pese a tener el quinto lugar en produccin. Sus ingresos
netos por concepto de regalas, es decir descontando lo giros al Corpes Centro
Oriente, llegaron a los 10.189 millones de pesos. Estos dineros, por su puesto,
pesaban mucho en el presupuesto fijado por cada ente territorial, ya que permita
ejecutar obras de desarrollo y ampliar cobertura en educacin y salud, precis
el Juan Carlos Crdenas.
Entrevista suministrada por el presidente de la Unin Sindical Obrera, USO, captulo Huila. Febrero 15 de
2008.
130
despus de haberse reformado la Carta Magna, proceso que dio origen a una mayor
participacin en el ejercicio democrtico e hizo cambiar estructuralmente al Estado, entre
ellas el Ministerio de Minas y Energa, nace una nueva Constitucin, como resultado de una
Asamblea Nacional Constituyente.
Para el ministro de Minas y Energa en ese ao, Juan Camilo Restrepo Salazar, la
legislatura de 1991 tuvo especial significacin pues constituy la primera ocasin para
desarrollar las normas que le permitieran al pas pensar en alternativas para un mejor
progreso.
En el informe anual presentado por Restrepo Salazar al Congreso de la Repblica se
destaca que el Ministerio de Minas y Energa radic tres proyectos de ley a consideracin la
Alta Corporacin: Uno la llamada Ley Elctrica que busca modernizar la operacin de
algunos aspectos institucionales del sector; dos conjuntamente con otros ministerios se
present el proyecto de ley que desarrolla el Captulo 5 del Ttulo XII de la nueva
Constitucin sobre los servicios pblicos domiciliarios, tema de gran importancia en la
sociedad contempornea y tercero fue presentado el proyecto de ley para desarrollar el
Fondo Nacional de Regalas, creado en el Artculo 361 de la nueva carta.
El Gobierno Nacional estaba centrado en 1991 en las expectativas de la nueva bonanza
petrolera, producto de las esperanzadoras cifras que se empezaban a tejer en torno al gran
campo de Cusiana. Pese a que la discusin en ese ao se concentraba en la controversia
jurdica sobre la propiedad del subsuelo de los campos petroleros, el pas sigui adelante y
cumpliendo las metas fijadas en el Plan Quinquenal, que a propsito deba finiquitar en
1992.
En materia exploratoria la meta de este quinquenio era perforar 105 pozos en las cuencas
donde los estudios geolgicos indicaran prospectos con buenas posibilidades de obtener
acumulacin de hidrocarburos. Su costo estaba estimado en 151.3 millones de dlares.
Segn el informe presentado por el Ministerio de Minas y Energa al Congreso, entre 1990
y 1991 el pas haba realizado una inversin de 17.663 millones de pesos para la meta
relacionada anteriormente, de los cuales en el primer ao destin la suma de 10.240
millones de pesos.
Desde 1998 hasta noviembre de 1991 se haban perforado 51 pozos de los
cuales se hicieron seis en el perodo de agosto de 1990 a noviembre de 1991.
Respecto a la operacin asociada en los dos aos citados, Ecopetrol particip
con un total de 130.4 millones de dlares y de ellos 123.2 millones de dlares
fueron invertidos en desarrollo y el resto, 7.2 millones de dlares fueron
destinados para participacin de riesgo. para 1992 tanto en riesgo como en
desarrollo se tena estimado una inversin de 68.7 millones de dlares154.
154
Informe anual del Ministerio de Minas y Energa presentado al Congreso Nacional de la Repblica por
Juan Camilo Restrepo. 1991. Pg 90.
131
Ecopetrol revel que para este ao en materia de exploracin geofsica se haba destinado
entre 1988 y 1992 la suma de 170 millones de dlares para la adquisicin y el
procesamiento de la informacin ssmica y para definir prospectos en las cuencas
sedimentarias de los Llanos Orientales, Putumayo, valles medios e inferior del Magdalena,
Catatumbo, Guajira, Cesar, Cauca, Choc y Amazonas.
La ejecucin de ese proyecto permita asegurar el cumplimiento de los planes exploratorios
de Ecopetrol, de acuerdo con los objetivos trazados en su Plan Quinquenal de Exploracin.
En la vigencia de 1990 se realizaron en ssmica 5.554 kilmetros cuadrados con costo de
14.492 millones de pesos y en 1991 la inversin ascendi a 12.586 millones de pesos 155.
Durante 1991 la economa nacional creci en el PIB 2,84 %. El sector de minas que incluye
los hidrocarburos y la minera propiamente dicha creci en un 4,8% y su participacin en el
Producto Interno Bruto pas de 4,8% a 4,9%, mostrando una evolucin no muy
trascendental. Para esta vigencia el sector de los hidrocarburos export una suma de 2.850
millones de dlares, que representaron para ese ao el 36,2 % de las totales del pas. De
este total corresponde el 53.1 % al petrleo y sus derivados, el 23.1% al carbn, el 5.6 % al
ferronquel y el resto a las esmeraldas.
Si bien el sector en su conjunto presenta ndices positivos, la produccin de
petrleo se vio disminuida en un 3,1% debido a los problemas de orden pblico y
en menor proporcin a la declinacin normal de los yacimientos por sus
caractersticas de recursos agotables. Muestra de ello es la produccin de crudo
proveniente de Arauca que particip con el 48,9% de la produccin nacional y
en la de los dems departamentos que presentaron reducciones con excepcin de
Huila y Meta156.
El Ministro de Minas y Energa en los informes presentados destacaba que para ese ao el
orden pblico, especialmente los actos terroristas por parte de los grupos insurgentes,
incidan notoriamente en la participacin de este sector en el PIB, en ese sentido haba que
destacar que la disminucin del petrleo obedeca igualmente al comportamiento que
presentaron los diferentes sistemas de contratacin para su explotacin.
Pero mientras el Jefe de esta Cartera Ministerial, Camilo Restrepo, expresaba la
preocupacin por descenso de la produccin, de acuerdo con los mismos estimativos
presentados por el Ministerio de Minas y Energa la produccin de derivados del petrleo
reflejaba que el pas en 1991 mantuvo una operacin normal del sistema de refinacin, con
un incremento del 7.0% respecto al ao anterior, en donde la gasolina regular fue del
13.5%.
155
132
133
El anuncio hecho por Guido Nule Amn demostraba que el Gobierno Nacional estaba
colocando en bandeja de plata el sector de los hidrocarburos a las grandes compaas
internacionales, ms an, el Ministerio de Minas y Energa present en ese ao al Congreso
de la Repblica una iniciativa legislativa para modificar la Ley de Regalas.
Esta ley, de la cual hablaremos ms adelante, fue presentada el 27 de agosto de 1992 y en
ella se definan los nuevos porcentajes de regalas que se deberan pagar al Estado por la
explotacin de sus recursos naturales no renovables y la distribucin de los mismos. Otro
tem significativo era la creacin del Fondo Nacional de Regalas para el manejo de una
parte de esos recursos y la Comisin del Fondo de Regalas para la direccin y
administracin del Fondo.
Pero esta nueva poltica del Gobierno Nacional preocupaba al pas y mucho ms a los
157
Informe anual de gestin presentado al Congreso de la Repblica por el jefe de esta cartera Guido Nule
Amn. Junio 30 de 1992.
134
El Huila con este indicador pas a ser el segundo departamento en mayor participacin con
una produccin total por ao de 20 millones 554 mil barriles (56.312 barriles por da) es
decir que registr un crecimiento de 0.5 por ciento frente a los resultados del ao anterior
que tuvo un registro de 20 millones 462 mil barriles (56.060 barriles por da). (Ver cuadro
No 20.)
Cuadro 20. Produccin de petrleo por departamentos. Miles de barriles por da.
Ao
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Huila
Casanare Arauca
Meta
Santander
53.770
30.959
210.442
34.689
39.877
56.060
33.139
196.460
37.553
34.846
56.312
40.347
201.734
43.506
31.421
60.458
49.948
201.942
46.878
27.098
61.028
53.448
190.895
55.698
26.300
62.700
170.100
197.500
59.000
23.900
55.400
215.600
191.900
70.000
23.300
55.600
259.800
161.900
82.400
22.300
55.600
393.400
128.200
78.500
22.700
65.700
475.100
128.000
68.300
20.800
Fuente construida a partir de los informes presentados por el Ministerio de Minas y Energa al Congreso
Nacional de la Repblica
Por su puesto el departamento de mayor produccin fue Arauca con 73.633 KBL, un
incremento de 2.7 por ciento; el tercero fue Meta con 15.880 KBL y el cuarto pas a ser
Casanare con 14.727 KBL.
El promedio diario de produccin en el Huila, segn los datos suministrados por
ECOPETROL, estuvo por el orden de los 55.666 barriles/da, en donde el de mayor
158
Informe anual del Ministerio de Minas y Energa presentado al Congreso Nacional de la Repblica. 1992.
Pgina 113.
136
participacin por mes fue septiembre con 59.010 barriles da y el de menor fue el del mes
de noviembre con 53.400 barriles por da.
De esta produccin para esta zona del pas hay que destacar que por contratos de concesin
la participacin en la produccin fue de 8 millones 753 mil 2010 barriles, es decir una
produccin promedio diario de los 23.926 barriles, siendo la Concesin Neiva la de mayor
participacin con 7 millones 129.137 barriles. Por contratos de Asociacin la produccin
fue de 11 millones 620 mil 828 barriles/da, es decir, una produccin diaria en promedio
bajo este esquema del orden de los 31.740 barriles, en donde la Asociacin Palermo
(trabajo conjunto con la firma Hocol) tuvo su mayor participacin con 9 millones 815 mil
748 barriles, o sea una produccin diaria promedio de 26.820 barriles.
En cuanto a los giros por regalas que tenan obligacin de cancelar el Estado y las
empresas exploradoras y explotadoras de hidrocarburos, los entes territoriales y las
entidades sujetas a estos recursos recibieron en 1992 la suma de 206 mil 651 millones de
pesos.
El Huila en este indicador en dicha vigencia recibi recursos por el orden de los 13.887
millones de pesos, de los cuales 11.358 millones fueron a para a las arcas del
Departamento; 584 Corpes al Centro Oriente, y el resto a los municipios productores. El
mes en recibir mayores recursos fue el de agosto, pero por un factor muy importante el
precio del crudo en el mercado internacional estuvo por el orden de los 9.76 dlares por
barril que llevado a pesos representaban 6.764 pesos el barril, si se tiene en cuenta que la
tasa representativa del mercado estuvo en promedio en 693,25 pesos.
137
159
Memorias del perodo 1993-1994 presentada por el ministro Guido Nule Amn al Congreso Nacional de la
Repblica. Pgina 42 y 43.
138
Segn los reportes del Ministerio de Minas y Energa la produccin total registrada en el
pas en 1993 fue de 166.992,8 KBL. El Huila particip con 22.126.2 KBL, es decir un
promedio en la produccin diaria de 60.120 barriles por da, lo que representa un
incremento de 1 milln 752 mil barriles ms que la vigencia de 1992. La razn est en el
aumento de la produccin de Campo Tello que pas de 1 milln 533 mil barriles a 2
millones 073 mil barriles y el de Hobo que pas en el ao 1992 de 1 milln 104 mil barriles
a 3 millones 253 mil barriles. De los guarismos presentados en el Anuario Estadstico del
Huila se destaca que el promedio de la produccin diaria para este ao fue de 60.620
barriles/da, es decir 4.954 barriles menos que la vigencia del 1992.
139
160
141
Informe del Ministerio de Minas y Energa del periodo 1993-1994 presentado al Congreso Nacional de la
Repblica por el Ministro Jorge Eduardo Cock Londoo. Pgina 41.
142
Valle Superior del Magdalena (13%), y Putumayo (9%). Para lograr dicho objetivo el
Gobierno Nacional gener una poltica de estmulos para los inversionistas nacionales y
extranjeros de este sector, ya que consideraba que el subsector de hidrocarburos-petrleo es
uno de los pilares estratgicos de la poltica econmica y social.
En ese orden de ideas hizo ajustes en la poltica de asociacin para incrementar la
exploracin y entre ellos el ms importante fue la eliminacin de impuestos de contribucin
petrolera para los nuevos contratos de asociacin. As mismo, anunci el reconocimiento
efectivo del 50 por ciento de los costos de exploracin cuando se descubra un campo
comercial.
Para el nuevo ministro de Minas y Energa, Jorge Eduardo Cock Londoo, estas medidas
hacan de Colombia un pas atractivo para inversionistas en petrleo y asegurara la
reactivacin de la actividad exploratoria. Para el jefe de esta cartera ministerial estos
estmulos permitan materializar las metas de ampliacin en la produccin de crudo.
De acuerdo con los datos que presenta el informe de Ecopetrol en 1994 al Ministerio de
Minas y Energa, al cierre de 1994 se encontraban vigentes 72 contratos, de los cuales 68
eran de asociacin, tres de participacin de riesgo y uno de evaluacin tcnica. Durante
todo 1994 y el primer semestre de 1995 se firmaron 22 nuevos contratos; cuatro de los
cuales fueron aprobados en 1993 y suscritos bajo la modalidad de asociacin con
distribucin escalonada.
La actividad contractual petrolera en el sistema de asociacin continu concentrada en las
cuencas de los Llanos Orientales y en los valles Superior y Medio del Magdalena, sin
embargo se destac la exploracin en cuencas como el Pata, Choc, Pacfico y Cesar en las
cuales tambin se suscribieron contratos de asociacin.
un despliegue a este tema, que incluso llama la atencin porque al leerlo no aparece
ninguna fuente de informacin; pero justifica que histricamente era necesario que
Ecopetrol asumiera la exploracin y explotacin de los hidrocarburos en el Campo 540.
El texto publicado destaca que con la reversin de los campos de la Concesin Neiva 540 a
Ecopetrol, el departamento del Huila obtendra unos beneficios econmicos y sociales, ya
que las regalas se incrementaran del 13 al 20 por ciento; los 49,3 millones de reservas de
crudo en este terreno le generaran ganancias por el orden de los 48.112 millones de pesos
teniendo en cuenta el precio del petrleo en el mercado internacional de 12 dlares el barril,
para esa fecha, y Ecopetrol se acogera a las leyes ambientales del Inderena y frenara el
dao ecolgico, la contaminacin ambiental, la quema de gas y la contaminacin de aguas.
Ecopetrol recuperara parte de la soberana nacional, bienes, muebles e
inmuebles de Hocol como maquinaria, bodegas, materiales, edificios, carros y se
hara la sustitucin patronal de los trabajadores. Esto contribuye adems al
fortalecimiento de Ecopetrol y a la generacin de empleo en la regin, al
incremento econmico de los trabajadores y a la mejora de sus prestaciones
sociales163.
En un comunicado de prensa de la Unin Sindical Obrera, USO, seccional Huila, citado por
el Diario del Huila, 164 destaca que en el periodo de explotacin del Campo Neiva 540
Hocol caus deforestacin y dej improductivas extensas regiones de aprovechamiento
agrcola y ganadero sin pagar un solo peso por el perjuicio causado. El dao de la firma
Hocol en esta zona fue tan grande que para este sindicato era necesario empezar a gestionar
una demanda contra esta compaa por 1.500 millones de dlares en la Corte Internacional
de la OEA e iniciar una campaa contra Hocol denominada No consuma Shell.
Juan Carlos Crdenas, presidente de la USO para ese ao, destaca que las prrrogas en las
concesiones estaban anuladas desde marzo 16 de 1961 fecha en la que se expidi la Ley 10
de 1961 que suprimi el ltimo inciso del Artculo 23 del Cdigo de Petrleos, el cual rega
en la poca que se firm el contrato en agosto 31 de 1956.
En ese orden de ideas el Gobierno Nacional estaba en la obligacin de hacer cumplir las
leyes y acogerse a la Ley 165 de 1948 que cre Ecopetrol y le estableci como una de las
obligaciones administrar los campos revertidos, de lo contrario se sancionara penalmente a
los responsables.
Los huilenses estamos en la obligacin de conformar un gran frente cvico en
defensa de los recursos naturales y la soberana nacional. La clase poltica del
departamento ha guardado silencio; pero los voceros de los trabajadores
tomamos la iniciativa para que slo la exigencia ciudadana diera al traste con
las pretensiones de la multinacional Hocol-Shell de prorrogar el contrato de
163
164
Reversin Neiva 540, una realidad. Diario del Huila. 09 de Feb. 1994. Pg. 5.
USO revela causa de la operacin e la Concesin Neiva 540. Diario del Huila. 19 Mar. 1994 Pg. 5
144
165
145
146
Memorias del periodo 1994-1995 presentada al Congreso Nacional de la Repblica por el Ministro de
Minas Jorge Eduardo Cock Londoo. Edi. Receptora Ltda. Bogot julio de 1995. Pg. 67.
147
Segn los datos que maneja el Ministerio de Minas y Energa al cierre de 1994 se
encontraban vigentes 72 contratos, 68 de los cuales eran de asociacin, tres de participacin
de riesgo y uno de evaluacin tcnica. Entre 1994 y los seis primeros meses de 1995 se
firmaron 22 nuevos contratos cuatro de los cuales ya haban sido aprobados durante 1993 y
suscritos bajo la modalidad de asociacin con distribucin escalonada.
La labor de exploracin y produccin que realiza la empresa estatal es llevada
a cabo en forma directa o por medio de los Contratos de Asociacin, cuyos
trminos han sido recientemente modificados para conservar una adecuada
competitividad internacional que pretende vincular al sector privado atrayendo
tecnologas de punta y minimizando el riesgo que sirva como soporte a las
actividades directa y asociada169
Ibid.
148
significativa producto, en buena parte, de la nueva norma de poltica petrolera que operaba
en el pas (Ley 141 de 1994).
El promedio diario de produccin de petrleo en 1995 de esta regin lleg a los 60.726
barriles, en donde los das del mes enero fueron los ms representativos con un promedio
de 62.320 barriles. La produccin de crudo por ao lleg a los 22 millones 164 mil 982
barriles, cifra que le signific no slo un crecimiento en la produccin del 2,7 por ciento
frente al ao 1994, sino que ubic al departamento en el segundo lugar en el pas, despus
de Casanare cuya produccin fue de 62 millones 092 mil barriles, es decir un crecimiento
del 286.5%, produccin de la comercializacin en el campo de Cusiana.
Es bueno destacar que en este ao la firma Hocol perfor los pozos San Francisco - 115 y
Morichal -04 en el marco del contrato Palermo, cuyo resultado fue inyector. Esta
produccin de crudo del departamento del Huila dej unos ingresos por regalas del orden
de los 39.572 millones de pesos, de los cuales, como ya se relacion al Departamento como
entidad territorial le correspondieron 18.943 millones, a los municipios productores 9.309
millones y el resto fue girado al Corpes, a los municipios portuarios y al Fondo Nacional de
Regalas.
Por concesiones, (Concesin Neiva y Concesin Tello) el Huila Obtuvo regalas de 6.313
millones de pesos y por asociacin (Palermo, Hobo, Andaluca y Cagun) la cifra fue de
12.630 millones de pesos. (Ver Cuadro No. 21)
Cuadro 21 Produccin de campos en miles de barriles de 42 galones ao 1995
Concesin Neiva
Concesin Tello
Asociacin Palermo
Asociacin Andaluca
Asociacin Hobo
Asociacin Cagun
Total
5.827.2
1.973.1
10.771.5
578.0
2.773.8
241.3
22.164,9
petroleras.
En este ao el Gobierno Nacional cre el Fondo de Ahorro y Estabilizacin Petrolera,
FAEP, con el propsito de ahorrar en el exterior parte de los recursos petroleros generados
de los nuevos campos en produccin. El Ministro de Minas y Energa, Rodrigo Villamizar
Alvargonzlez, destacaba que la creacin de este nuevo organismo obedeca a la necesidad
por parte del Gobierno Nacional de regular el crecimiento del gasto pblico y apuntar de
esta manera una estrategia de estabilizacin macroeconmica frente a la posibilidad de
mayores ingresos petroleros.
Para el jefe de esta cartera ministerial son conocidos los efectos negativos de una bonanza,
denominados como la enfermedad holandesa, los cuales se relacionan con el aumento de la
inflacin por la monetizacin de los nuevos recursos, la prdida de competitividad de los
sectores transables, la no reasignacin de los recursos hacia sectores no transables y su
encarecimiento de los niveles de precios y servicios y la reevaluacin de la real moneda
como resultado de tener mayores ingresos, y su gasto inmediato.
La creacin del Fondo de Ahorro y Estabilizacin Petrolera, FAEP, permiti la
distribucin uniforme en un plazo ms largo de los mayores ingresos, hasta el ao 2006,
contribuyendo as a aumentar la tasa de ahorro de la economa nacional, expres en su
informe anual ante el Congreso el Ministro de Minas y Energa, precis el jefe de esta
cartera ministerial.
Era lgico que toda esta coyuntura conllevara a una petrolizacin de las finanzas pblicas
tanto nacionales como territoriales, profundizando los problemas de ineficiencia en el gasto
pblico y en la gestin del Estado. En el caso colombiano, la poltica econmica que se
adelant con el manejo de la apertura, cambi los eventuales escenarios en los que se
presentara la tpica enfermedad holandesa, por efectos de mayores ingresos de CusianaCupiagua y de otros campos del piedemonte llanero.
Ahora Cusiana-Cupiagua va a ser un alivio al gran dficit de la cuenta corriente y la
revaluacin del peso no puede atribuirse slo al efecto de los trminos de intercambio,
expresa el Ministro de Minas y Energa Villamizar Alvargonzlez 170.
Para 1996 la produccin tuvo un crecimiento, al pasar de 584.7 mil barriles diarios en 1995
a 625.05 barriles diarios. Segn los guarismos que manejaba el Ministerio de Minas y
Energa en 1996 la produccin total fue del orden de los 228.8 Mbl (millones de barriles),
es decir 15.3 millones de barriles ms que en la vigencia de 1995. (Ver cuadro No. 18).
En materia de inversin en la industria petrolera en el pas para este ao en produccin
fueron de 1.191 millones de dlares, de los cuales 625 millones de dlares fueron aportes
por parte de Ecopetrol y 556 millones de dlares de las compaas asociadas. Como era
170
Memorias del periodo 1996-1997 presentada al Congreso Nacional de la Repblica por Rodrigo Villamizar
Alvargonzlez.
150
152
As lo destac en la introduccin del documento Reporte Anual de ECOPETROL 1997, presentado por
el representante legal de esta empresa estatal Enrique Amorocho Corts.
172
Memorias del Ministerio de Minas y Energa del periodo 1997-1998, presentadas al Congreso Nacional de
la Repblica por el ministro Orlando Cabrales Martnez.
153
Para este ao las reservas probadas fueron de 2.625, millones de barriles, de los cuales la
Nacin contaba con el 67.8 por ciento correspondiente a 1.783,9 millones de barriles, de los
cuales Ecopetrol posee el 47,8% y el 20 por ciento la Nacin.
Al cierre de 1997 la produccin de petrleo en 1997 fue de 652.483 barriles por da, es
decir un incremento del 4,4% con respecto al volumen de 1996. Este incremento es el
resultado de los aumentos registrados en Cusiana y Cupiagua cuya participacin en la
produccin nacional fue del 33, (% equivalente a 220.587 barriles por da.
La produccin en toda la vigencia cerr en 238.156,4 miles de barriles. De esta produccin
el Valle Superior del Magdalena, del cual hacen parte los campos petroleros del Huila,
produjeron 69.739 barriles por da, es decir que la produccin total estuvo en el orden de
los 25 millones 454 mil barriles de crudo. La produccin en el Huila en este ao fue de 20
millones 430 mil galones. Si bien es cierto dicho volumen representaba un incremento de
ms de 230 mil barriles estos no fueron representativos en materia econmica ante la
depresin del precio del crudo en el mercado internacional.
Por concesiones en el Huila, la de Palermo fue la que ms produjo al registrar 10 millones
196 mil barriles, seguido de la Concesin Neiva que cerr esta vigencia con 5 millones 362
mil barriles, es decir que redujo su produccin en ms de 150 mil barriles frente a la
registrada en 1996. En esta vigencia llama la atencin que las concesiones Palermo y
Cagun fueron las nicas que reportaron incremento, frente a las concesiones Neiva, Tello,
Andaluca y Hobo.
Por concepto de regalas el departamento obtuvo ingresos en este ao por el orden de los
20.558 millones de pesos, es decir 366 millones de pesos ms que lo recaudado en la
vigencia de 1996. Como era de esperarse la produccin de la Concesin Palermo fue la que
permiti obtener mayores ingresos por concepto de regalas al permitirle recaudar al
departamento 10.438 millones de pesos.
Para esta vigencia el mes de noviembre fue el de mayor pico de produccin al cerrar con
57.699 barriles por da, frente al mes de agosto que slo obtuvo una produccin de 53.713
barriles en promedio diario.
5.11 Afn por la recuperacin
Al finalizar la dcada del noventa en Colombia la economa mostraba una seria cada en sus
indicadores. Las tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto fueron de slo 2,4 por
ciento en 1996, 3,2 % en 1997 y 0,6% para 1998, es decir que al pas le urga la
reactivacin en su economa por encima del 5 por ciento para satisfacer los problemas
apremiantes de la poblacin.
Ante esa realidad el Gobierno Nacional adelantaba medidas de choque que le permitieran
154
quebrar los indicadores recesivos. Evidentemente para ello implement la poltica de ajuste
fiscal, la venta de las empresas que para ellos les resultaren improductivas o en su defecto
les representaran prdidas y bajar la inflacin entre otras ms. Pero estas medidas deberan
ir acompaadas de polticas de estmulos a la inversin extranjera para el desarrollo de
nuevos proyectos especialmente en el sector minero-energtico.
En 1998 la inversin extranjera segn el Banco de la Repblica alcanz los 1.092 millones
de dlares, de los cuales 841 fueron para el sector de hidrocarburos; 180 millones de
dlares para el sector de la minera y 71 millones para el sector elctrico.
Pese a que estos recursos eran significativos para el desarrollo del sector de los
hidrocarburos, hay que decir que en 1998 la inversin extranjera fue menor a la de 1997
que cerr en 1.119 millones de dlares, es decir 27 millones de dlares menos.
No obstante este sector segua siendo el ms representativo del pas, no en vano era el de
mayor volumen de importacin, seguido del caf y el carbn. Para este ao su aporte al PIB
nacional fue del 5,03%. Este indicador impactaba igualmente en el desarrollo social a tal
punto que en 1998 se giraron recursos por el orden de los 643 mil millones de pesos, tal
como lo ordenaba la Ley 141 de 1994.
De acuerdo con los estimativos presentados en las memorias al Congreso por parte del
Ministerio del Minas y Energa al cierre del ao 1998 las reservas remanentes de petrleo
ascendieron a 2.478 millones de barriles, es decir que haban disminuido en un 5,6 % con
respecto al que se tena en 1997 (2.577 millones de barriles).
Durante 1998 Ecopetrol gener de forma directa 14 nuevos prospectos con reservas
estimadas de 1.450 millones de barriles con lo cual el portafolio de oportunidades de
exploracin lleg a 42 proyectos.
Al finalizar 1998 se registraron 111 contratos vigentes, 71 de los cuales se encontraban en
ese ao en la fase de exploracin y los cuarenta restantes en la fase de explotacin. Para
1988 se suscribieron 14 nuevos contratos de un total de 25 aprobados (ver cuadro 23 ),
entre los cuales se destacaron los cuatro en el Mar Caribe (Amoco, Arco, Shell y Texaco), y
el contrato firmado en la regin de Medina Oriental bajo la modalidad de riegos
compartido. Adicionalmente se comenz el primer contrato bajo la modalidad de
produccin incremental en el rea de Tib. En ese contrato el operador fue Ecopetrol y el
socio aport el capital y la tecnologa.
Cuadro 23. Nmero de contratos aprobados
155
No. de contratos
25
24
25
22
18
20
13
15
17
15
12
9
10
5
0
"1990"
"1991"
"1992"
"1993"
"1994"
"1995"
"1996"
"1997"
"1998"
Ao
Fuente: Memorias al Congreso Nacional. Ministerio de Minas y Energa 1998-1999
Zona
Llanos Orientales
Valle Superior del Magdalena
No. pozos
13
17
156
En total se perforaron 43 pozos exploratorios 17 de ellos del tipo A-3 con los
que se encontraron 3 nuevos campos El Gigante, Olivo/Catalina y Airu que se
encontraban al cierre de 1998 en evaluacin en las cuencas del Valle Medio y
Superior del Magdalena. En cuanto a pozos de desarrollo se perforaron 65 los
cuales fueron destinados para al desarrollo y delineamiento de los yacimientos.
En trminos globales, la actividad exploratoria del pas en 1998 demand
recursos del orden de los 399 millones de dlares, cifra superior en un 8 por
ciento a la del ao 1997 (371 Millones de dlares)173
En materia de produccin hay que decir que el pas para 1998 creci en un 15.7 por ciento
frente al ao 1997, al registrar 754 mil barriles en promedio da, es decir 102 mil barriles
ms. De estos 754 mil barriles en promedio da 622 mil son bajo el sistema de asociacin,
116 los produce directamente la estatal Ecopetrol y 16 mil bajo el sistema de concesin.
La produccin de petrleo en el Huila para este ao tuvo un significativo repunte, al cerrar
con 20 millones 904 mil barriles, es decir cerca de 500 mil barriles ms que la vigencia de
1997.
De acuerdo con el Anuario Estadstico del Huila de ese ao el promedio de produccin fue
de 57.274 barriles da, es decir 1.299 barriles ms que el de 1997, producto del aumento en
el campo Tello y el campo Hobo. El mes de septiembre con 1 milln 827 mil galones fue el
de mayor produccin, mientras que el de menor fue febrero con 1 milln 536 mil galones.
Los contratos de asociacin siguieron siendo los de mayor produccin petrolera al cerrar
con 37.723 barriles por da, mientras que los de concesiones llegaron a un promedio de
19.550 barriles por da. (Ver cuadro 25)
Cuadro 25. Produccin petroleros en el Huila 1998
Tipo de contrato
Anual
Mes
Diario
Directa
13.768.895
1.147.407
37.723
Concesin
7.135.750
594.645
19.550
Total
20.904.645
1.742.025
57.274
Fuente: construccin propia a partir de los datos suministrados por Ecopetrol
173
Memorias del Ministerio de Minas y Energa del periodo 1998-1999 presentada al Congreso Nacional de la
Repblica por Luis Carlos Valenzuela Delgado.
157
158
Gibraltar
2003
Pese a los buenos indicadores de este sector que sin duda aliviaban la dinmica econmica
del pas, para 1999 existi una preocupacin para el sector, ya que la inversin extranjera
disminuy al pasar de 2.484 millones de dlares en 1998 a 1.873 millones de dlares en
1999. Lo significativo de estos recursos es que al subsector de los hidrocarburos se le
inyectaron 1.000 millones dlares de la inversin extranjera total, recursos que
representaban 2,5 veces ms al valor registrado en el ao 1998.
De acuerdo con los guarismo presentados por Ecopetrol en 1999 el pas contaba con unas
reservas remanentes de petrleo de 2.290 millones de barriles, que pese a que se
adicionaron en este ao de anlisis 108 millones de barriles de crudo el total de reservas
remanentes disminuy en un 7,7% con respecto al que se tena a finales de 1998.
Para Ecopetrol estas reservas estaban distribuidas en 546 millones de barriles en los campos
bajo operacin propia de la estatal petrolera, 1.714 millones de barriles en campos
asociados y 30 millones en las concesiones vigentes para el ao 1999.
Lo significativo de estas cifras es que la relacin reservas/produccin continu
descendiendo al pasar de 9,2 aos en 1998 a 7,7 aos en 1999, por supuesto debido al
mayor incremento de la produccin y a la baja actividad exploratoria. Al cierre del ao el
potencial de hidrocarburos en el pas ascienda a 37.000 Millones de Barriles Equivalentes
de Petrleo (MBEP), distribuidos en 18 cuencas sedimentarias. Durante 1999 se
adelantaron 22 proyectos de estudio de prospeccin, en los que se definieron 10 prospectos
con un potencial de reservas que oscilaban entre 330 y 2.000 MBEP.
Los prospectos definidos y su potencial de reservas son el Venus-1 con 130 MBEP;
Cantagallo con 64 MBEP; Raicero con 24 MBEP; Pnjamo con 39 MBEP; Guariques con
51 MBEP; localizados en el Valle Medio del Magdalena. Le siguieron Insula1, con 148
MBEP; Georgina-1 con 41 MBEP que se encuentra en la cuenca del Catatumbo y los
prospectos Potrerillos-1 con 160 MBEP, Bach Profundo-1 con 75 MBEP y Calarma-1 con
174
Memorias del Ministerio de Minas y Energa del periodo 1999-2000 presentadas al Congreso Nacional de
la Repblica por el ministro Argez.
159
12 MBEP en el Valle Superior del Magdalena, zona que cobija al departamento del Huila.
En este ao se adelantaron 12 estudios regionales en 16 de las 18 cuencas sedimentarias,
con un avance estimado de 85 por ciento.
Durante esta misma vigencia se adquirieron 8.979 kilmetros cuadrados de ssmica. De
estos 856 kilmetros correspondieron a ssmica terrestre y 8.118 a ssmica marina; sta
ltima se desarroll dentro de los contratos Macuira y Nazareth de Texaco Shell (5.320
kilmetros cuadrados) y los contratos Los Galeones y Fragata de la firma BP-Amoco con
2.798 kilmetros cuadrados.
Adicionalmente esta actividad se desarroll en el bloque Sarare en los Llanos Orientales
por parte de la compaa Omimex (91Km2); en el contrato Gaitanas (185 Km2), en el
bloque Vergeles de Hocol (10Km2), Matamundo de Emerald (21,8Km2) y en rea de Huila
Norte de Sipetrol (57Km2). La compaa estatal (ECOPETROL) registr dos de los tres
programas ssmicos planeados: Tierra Negra con 47 Km2 en el Pie de Monte de los Llanos
y San Gabriel con 150 Km2 en la cuenca del Valle Superior del Magdalena.
Con relacin a la perforacin exploratoria en 1999 se tena previsto perforar 24 pozos A-3,
de los cuales 4 por parte de la operacin directa de Ecopetrol y 20 bajo contratos de
asociacin, sin embargo al cierre de la vigencia de 1999 slo se perforaron 14.
En cuanto a los pozos A-1 y A-2 se perforaron cinco de los 10 programados, uno de ellos
por parte de Ecopetrol. De los nueve restantes programados por las compaas asociadas se
perforaron tres pozos productores en el campo Ro Ceibas (Huila) operado por la firma
Braspetrol en el Valle Superior del Magdalena. Frente a los contratos de asociacin, al
cierre del ao 1999 estaban vigentes 98 es decir 13 menos que en el ao 1998.
Dentro del informe presentado por el Ministro de Minas y Energa llama la atencin para el
caso del Huila que la Empresa Emerald solicit la comercialidad del Pozo Gigante 1-A (sur
del Huila) del contrato Matambo. En mayo de 1999 se inici un programa de trabajos
consistentes en pruebas extensas de produccin, que incluyeron trabajos de fracturamiento,
con el propsito de evaluar la productividad de estas calizas. A diciembre de 1999 se tena
un acumulado de 338.485 barriles con una tasa promedio de 2.850 barriles por da.
En lo relacionado con las inversiones durante 1999 el sector petrolero recibi inyecciones
de capital en las actividades de exploracin y produccin por 913,3 millones de dlares,
cifra inferior en 1.294 millones de dlares frente a la misma recibida en 1998. La
participacin de inversin por actividades fue de 156 millones de dlares en exploracin y
757,3 millones de dlares en produccin o desarrollo de proyectos petroleros. La inversin
directa de Ecopetrol en exploracin sum 46 millones de dlares, en tanto que su
participacin directa en desarrollo lleg a 58,9 millones de dlares y en operacin asociada
349,2 millones de dlares.
Pese a la baja inversin y a la reduccin de contratos llama la atencin que en esta vigencia
la produccin aument con respecto a la de 1998 al registrarse 816 millones de barriles por
160
da, que representaron 297 millones de barriles, es decir un aumento del 8,2 por ciento con
respecto a 1998. De los 816 mil barriles por da 695 los produjeron las compaas
asociadas, mientas que 103 mil barriles por da los produjo Ecopetrol y los 17 mil barriles
por da restante se produjeron bajo el sistema de concesin. Vale la pena destacar que en
este ao Cusiana y Cao Limn participaron con el 53 por ciento del total de la produccin
nacional.
El porte social de esta industria en la vigencia de 1999 fue representativa, a tal punto que
por concepto de produccin de hidrocarburos el Gobierno Nacional gir 1 billn 161 mil
879 millones de pesos. La participacin de los mayores departamentos productores vari
con respecto al ao anterior de la siguiente manera:
1
2
3
4
5
6
Sin duda alguna para el Huila 1999 fue el de mayor representatividad en materia de
produccin, ya que alcanz un pico de 64 mil 210 barriles por da, (6.936 ms que 1998), es
decir que su produccin total alcanz los 23 millones 436 mil 680 barriles de crudo.
Por concesiones la produccin en este departamento lleg a la suma de 22.314 barriles por
da, que al ao representaron los 8 millones 144 mil 544 barriles y por la figura de
asociacin la produccin fue de 41.896 barriles da, es decir 41 millones 896 mil barriles.
El mes de mayor produccin fue septiembre con 66.405 barriles por da. La Concesin
Neiva 540 con 12.55 barriles por da fue la de mayor participacin, mientras que por
Asociacin la de Palermo fue la de mayor produccin con 25.189 mil barriles por da.
En cuanto a los ingresos por regalas el departamento recibi 34 mil 616 millones de pesos,
cifra muy significativa si se tiene en cuenta que represent ms de un 90 por ciento, ya que
en 1998 el giro fue de $18.445 millones. Este repunte, en parte, se debe al buen precio del
crudo en el mercado internacional que para ese ao fue de 17,70 dlares por barril frente a
12,68 dlares por barril del ao 1998. (Ver cuadro 27).
Cuadro 27. Precio de exportacin de petrleo promedio ao US$ /Barril
Ao
1990
1991
1992
1993
1994
1995
WTI*
21,97
18,37
17,72
15,74
14,79
16,63
161
1996
1997
1998
1999
20,90
18,57
12,68
17,70
* El precio que se toma como referencia en el pas para la venta del crudo es el West Texas Intermediate,
ms conocido como el WTI, al cual se le aplica un factor de ajuste de acuerdo con la calidad del crudo.
El ingreso de regalas por concepto de concesin fue de 10.897 millones de pesos, mientras
que por asociacin los ingresos fueron de 23.719 millones de pesos. Para ese ao el Huila
contaba con 1.193.000 hectreas en roca sedimentaria, es decir el 61% del territorio del
departamento, en las cuales existe la posibilidad de encontrar petrleo.
Al cierre de 1999 112.013 hectreas se encontraban en explotacin en los municipios de
Baraya, Aipe, Villavieja, Neiva, Palermo y Yaguar, las restantes 959.461 hectreas se
encontraban en exploracin. El 40 por ciento de ellas estaban siendo exploradas
directamente por ECOPETROL, lo cual denota la importancia y las expectativas que
despierta este recurso para el desarrollo de la regin.
A este ao la produccin de crudo se realizaba en 16 campos que se encontraban
localizados en los municipios de Aipe (DINA Cretceos, DINA terciarios, Ceb Brisas,
Pijao, Tenay, Palogrande y Balcn/Colombia); Palermo (Santa Clara, San Francisco, y
Palermo); Neiva (San Francisco, Ro Ceibas, Palogrande, Tello/Carniceras); Villavieja
(Hato Nuevo); Yaguar (Yaguar); Baraya (Andaluca) y Tello (Tello/Carniceras)
162
CAPTULO VI
MUNICIPIOS PRODUCTORES DE PETRLEO
Tal cual como lo hemos relatado en los anteriores captulos pese a que en la dcada del 90
en el Huila existan ocho municipios productores de hidrocarburos, los ms representativos
han sido sin duda alguna Neiva, Aipe y Palermo, por tener los mayores mrgenes de
produccin y por ende por haber canalizado los mayores recursos por concepto de regalas.
Entre 1990 y 1999 los municipios productores, (Yaguar, Aipe, Neiva, Palermo, Baraya,
Villavieja, Paicol y Gigante) excepto el Departamento como ente territorial, recibieron
68.342 millones de pesos, (Ver cuadro 28) recursos de suma importancia para el desarrollo
social y econmico de la regin. Con estos recursos considerados dentro de nuestro
esquema econmico como no tributarios se ha edificado un significativo nmero de obras
tanto de infraestructura como sociales, ajustadas a las normas que determinan las reglas de
juego frente a las regalas.
Para los alcaldes locales de estos entes territoriales las regalas se convirtieron en dicho
periodo en el soporte fundamental para el desarrollo de sus obras sociales en el marco de
sus programas de gobierno y en mucho casos como Aipe los dineros recaudados eran tan
importantes, ya que para los habitantes de esos recursos dependa su vida productiva y el
soporte de desarrollo para satisfacer las necesidades bsicas, como salud, educacin,
saneamiento bsico y recreacin y deporte.
En el siguiente captulo se darn a conocer los ingresos de los tres municipios del Huila que
histricamente en la dcada del 90 recibieron mayores ingresos por concepto de regalas a
saber: Aipe, Palermo y Neiva.
Entre 1990 y 1999 estos tres entes territoriales recibieron recursos por el orden de los
58.324 millones de pesos, (Ver cuadro No. 29) es decir cerca del 55 por ciento del
presupuesto estimado en cada vigencia. El municipio de Neiva en este periodo recibi
29.323 millones de pesos que representan el 50.1 % de la suma total de los ingresos de los
tres municipios.
163
NEIVA
AIPE
PALERMO
YAGUAR BARAYA
1990
407.981.359
704.002.274
561.649.135
84.363.574
7.007.204
8.743.756 -
1.773.747.302
1991
572.304.269
641.648.259
365.124.122
111.642.791
5.420.752
7.930.461 -
1.704.070.654
1992
1.258.106.005
613.619.159
363.226.247
134.758.305
142.048.981
4.717.667
3.185.860 -
2.519.462.224
1993
1.712.308.724
693.113.549 43.5.628.895
470.368.385
139.038.158
5.407.936
8.292.526 -
3.464.158.173
1994
2.101.939.242
904.817.090
1.039.631.870
657.422.466
208.407.640 9. 728.459
11.775.367 -
4.933.776.134
1995
3.881.869.888
2.300.422.917
1.541.049.449
1.201.946.053
315.792.304
14.162.602
9.255.243.213
1996
3.804.353.872
2.536.917.227
1.618.145.984
1.453.237.054
260.623.771
17.745.031
9.691.076.939
1997
4.777.651.217
3.082.038.760
1.944.170.946
1.138.833.398
216.455.207
11.935.770
11.171.085.298
1998
3.806.665.505
2.243.159.883
1.426.043.322
1.016.701.834
187.934.002
10.421.311
8.690.925.857
1999
7.000.311.977
3.739.908.699
2.246.497.303
1.787.155.738
153.960.699
2.704.527
117.791.642
15.139.330.585
TOTAL
29.323.492.057
17.459.701.817
11.541.167.273
7.951.423.233
1.820.267.127
89.105.259
39.927.970
117.791.642
68.342.876.379
Fuente: Datos construidos a partir de los datos recolectados de los anuarios estadsticos del Huila y los reportes de ECOPETROL.
164
GIROS DE REGALAS
AO
NEIVA
AIPE
PALERMO
TOTALES
1990
407.981.359
704.002.274
561.649.135
1.673.632.768
1991
572.304.269
641.648.259
365.124.122
1.579.076.650
1992
1.258.106.005
613.619.159
363.226.247
2.234.951.411
1993
1.712.308.724
693.113.549
435.628.895
2.841.051.168
1994
2.101.939.242
904.817.090
1.039.631.870
4.046.388.202
1995
3.881.869.888
2.300.422.917
1.541.049.449
7.723.342.254
1996 3.804.353.872,00 2.536.971.227,00 1.618.145.984,00
7.959.471.083
1997 4.777.651.217,00 3.082.038.760,00 1.944.170.946,00
9.803.860.923
1998 3.806.665.505,00 2.243.159.883,00 1.426.043.322,00
7.475.868.710
1999 7.000.311.977,00 3.739.908.699,00 2.246.497.303,00
12.986.717.979
TOTAL 29.323.492.057
17.459.701.817 11.541.167.273
58.324.361.148
Fuente: Construida a partir de los datos recolectados de los anuarios estadsticos del Huila y
los reportes de ECOPETROL.
6.1 Ingresos de regalas en Aipe
Antes de presentar uno a uno los datos histricos en materia petrolera en esta localidad,
objeto base de este estudio, es pertinente destacar que de acuerdo con un balance
historiogrfico esta regin fue y ser considerada como uno de los municipios de obligado
trnsito para todas las personas que deseen conocer el sur del pas y por su puesto
interconectarse con todos los puntos cardinales del departamento.
A manera de ubicacin geogrfica e historia el municipio de Aipe, antiguo puerto sobre el
ro Magdalena, fue fundado en 1741 por Teresa Perdomo y Enrique Corts. Esta zona fue
catalogada como el nudo de comunicaciones entre indgenas Muiscas del altiplano de
Bogot, Pijaos del Magdalena y otros pueblos huilenses y caucanos. Su antigua poblacin
dej vestigios en Piedra Pintada y en las piedras del Callejn, hoy sitios de inters
antropolgico y turstico. Por sus abundantes fsiles es, junto con Villavieja sitio de inters
arqueolgico. Sus importantes fuentes hdricas son: Ro Aipe, Bach, Cachich, Pat y el
Magdalena.
Por ser uno el segundo productor de petrleo sus habitantes le han dado el siguiente
significado al nombre del municipio (Aipe: aipe- trleo), si bien es cierto mucho de estos
recursos generados por la extraccin de los hidrocarburos en esta localidad no han sido
manejados de una manera eficiente, buena parte de ellos sirvieron como capital semilla para
el desarrollo de proyectos productivos que an hoy se sostienen y generan mrgenes de
rentabilidad y empleo, muestra de ello est la empresa Quinsa, Fosfatos del Huila y
Coopeaipe.
165
Estos tres proyectos, ms Ganagro, (empresa de fomento ganadero hoy ya liquidada) fueron
desarrolladas en la administracin municipal del alcalde Luis Felipe Conde Lasso, (19881990) considerado por un buen nmero de habitantes como el mejor burgomaestre de esta
localidad en los ltimos aos.
Tuve la fortuna de pensar en darle una trascendencia al municipio a travs de
proyectos productivos financiados con recursos de regalas petroleras, que para
aquella poca eran viables con estos dineros. Muchos de ellos hoy siguen
funcionando no con una participacin accionaria representativa del Municipio
de Aipe, pero si con una funcin real como la de ofrecer puestos de trabajo en
manos de gente nativa. Hoy podemos decir que Quinsa y Fosfatos del Huila son
empresas de participacin accionaria mixta que generan recursos importantes
para dinamizar la economa local175.
Entre 1990 y 1999 este municipio, de acuerdo con los reportes presentados por Ecopetrol
obtuvo ingresos por concepto de regalas petroleras por el orden de los 17.459 millones de
pesos, siendo 1999 el de mayor recaudo al registrar 3.739 millones de pesos. (Ver cuadro
30).
Giros en $
704.002.274
641.648.259
613.619.159
693.113.549
904.817.090
2.300.422.917
2.536.971.227
3.082.038.760
2.243.159.883
3.739.908.699
17.459.701.817
Fuente: Construida a partir de datos suministrados por el municipio de Aipe, los Anuarios estadsticos del
Huila y ECOPETROL.
175
Entrevista suministrada el 10 de diciembre de 2007 por Luis Felipe Conde Lasso, alcalde en el periodo
junio de 1989 mayo de y reelegido para el periodo comprendido entre el 2008 -2011.
166
Regalas en ($)
Presupuesto en ($)
1990
704.002.274
986.587.800
71,3%
1991
641.648.259
1.214.664.300
52,8%
1992
613.619.159
894.104.300
68,6%
1993
693.113.549
N.A
N.A
1994
904.817.090
1.793.692.000
50,4%
1995
2.300.422.917
2.754.733.500
83,5%
1996
2.536.971.227
4.508.445.300
56,2%
1997
3.082.038.760
5.614.116.600
54,8%
1998
2.243.159.883
6.454.179.700
34,7%
1999
3.739.908.699
8.343.696.200
44,8%
Total
17.459.701.817
32.564.219.700
53,6%
N.A: No Aparece en el anuario estadstico del Huila
Fuente: Propia a partir de datos suministrados por el municipio de Aipe y de los Anuarios estadsticos del
Huila.
Para los ex alcaldes (ver cuadro 32) estos recursos fueron importantes en la medida en que
se pudo avanzar en el mejoramiento de la infraestructura para optimizar la prestacin de los
servicios y de paso satisfacer parte de sus necesidades bsicas. Como bien los expresa
Constanza Arias (ex alcalde de Aipe 1990 junio de 1992) los habitantes de este municipio
han logrado en los ltimos aos contar con un mejor servicio en acueducto y alcantarillado
y ampliacin de cobertura en salud y educacin.
Esta afirmacin es igualmente compartida por Emilio Homez Charry (Ex acalde de Aipe e
el periodo 1992 1994) quien recibi en su gobierno 2.211millones de pesos por regalas
petroleras recursos que segn l fueron utilizados en obras como la construccin y
canalizacin de aguas lluvias en el casco urbano; ampliacin y mantenimiento de redes de
acueducto y alcantarillado de la zona urbana y rural; remodelacin de los mataderos de
Mesitas, Praga Santa Rita y Ventanas; remodelacin de parques; cementacin de de vas del
casco urbano; apertura de vas; construccin de puentes colgantes sobre el ro Pat y
construccin y ampliacin de rede elctricas en el sector rural de Santa Rita; La Unin,
Castel y el Olimpo, entre otras.
Hay que decir que antes de la Ley 141 de 1994 tenamos ms libertad para el
gasto de los recursos que le ingresaban al municipio por la explotacin del
petrleo, con esta norma y con la Ley 756 de 2000 los recursos tiene destinacin
especfica. En mi administracin hicimos obras en especial en la parte
electrificacin urbana y rural, no obstante mi alcalda termin y no logramos la
culminacin de programa en su totalidad. Tambin se destinaron recursos para
el desarrollo de programas de salud con el Hospital San Carlos al igual que el
mantenimiento de puestos de salud y en educacin hay que destacar que
167
Pero si bien es cierto es claro que los recursos por regalas permitieron mejor la calidad de
vida de los aipunos a travs de las obras sociales, tambin es cierto que estos dineros
influyeron en el modo de vida de los habitantes de esta poblacin. De acuerdo con el
anlisis de los hoy ex gobernadores ao tras ao se observa que buena parte de la
comunidad de este municipio no solo depende de los dineros de las regalas sino que est
esperanzada a que el administrador y ordenador del gasto, este caso la Alcalda, le ofrezca
una alternativa de trabajo rpido y sin mayor esfuerzo para obtener el dinero que le permita
subsistir.
Llama la atencin las apreciaciones de los ex mandatarios cuando afirman que los ingresos
por regalas han hecho mucho dao ya que por un lado se cre un problema cultural d
dependencia absoluta por el otro el municipio se estanc en su desarrollo econmico al
volverse dependiente de las regalas 177.
De igual manera para los ex acaldes, ya desde las barrera, observan y son conscientes de
que pese a la inversin de los dineros de las de las regalas en mltiples obras y proyectos
de desarrollo an se observan la insatisfaccin de las necesidades bsicas, como bien lo
dicen porque los dineros ha sido mal utilizados por el fenmeno de la enfermedad
holandesa que no solo atrajo forneos sino cambiaron su forma de vida por la fiebre del oro
negro.
Hoy en da estamos peligrando que el Gobierno Nacional a travs de Planeacin y la
Agencia Nacional de Hidrocarburos nos quiten los ingresos por las regalas por el mal
manejo que se les ha dado. Imagine cuantos aos no llevamos recibiendo recursos por la
explotacin del petrleo y
seguimos con los mismos problemas: la gente se ha
educado con muy mala calidad es decir que sigue la brecha de la falta de una buena
educacin; pero lo que ms aterra es que siguen los problemas de salud, la falta de
empleo y la cultura ha cambiando178.
Frente a lo expresado por Hmez Charry hay que destacar que evidentemente mientras en
las dcadas del 70, 80 los habitantes vivan del arroz, maz, sorgo, tabaco y cultivos pan
coger, as como de la ganadera hoy buena parte de la poblacin dependen de los puestos de
trabajo que ofrece la administracin municipal y de los contratos de obras que no superen el
monto de contratacin directa.
176
Entrevista suministrada el 10 de diciembre de 2007 por Luis Felipe Conde Lasso, alcalde en el periodo
junio de 1989 mayo de y reelegido para el periodo comprendido entre el 2008 -2011.
177
Ibd.
178
Entrevista realizada el 15 de enero de 2008 a Emilio Homez Charry alcalde de Aipe en el periodo Junio de
1992 31 de diciembre de 1994.
168
Periodo de Gobierno
junio 1988- mayo 1990
Junio 1990 Mayo 1992
Jun.1992 - 31 Dic. 1994
Ene 1995 31 Dic. 1997
Ene 1998 - 31 Dic. 2000
169
1996
1997
1998
1999
Total ingresos
1.618.145.984,00
1.944.170.946,00
1.426.043.322,00
2.246.497.303,00
11.541.167.273,00
Fuente: Propia construida a partir de datos suministrados por el municipio de Aipe, los Anuarios
estadsticos del Huila y ECOPETROL.
Segn el ex alcalde Jos Reynel Cerquera Perdomo, (Ver cuadro 34) quien ha sido
reelegido en dos oportunidades, de las cuales fue mandatario seccional en dos periodos en
la dcada del 90, Palermo arranca su proceso de modernidad en los noventa porque antes de
1991 el casco urbano tena todas sus calles destapadas, al educacin y la salud eran un
privilegio y el acceso a vivienda propia era casi una ilusin.
Periodo
Gobierno
1988 1990
1991 1992
1993 1995
1996 1997
1998 2000
Nombre alcalde
de
Jos Reynel Cerquera Perdomo, alcalde de Palermo en la dcada del 90 en los periodos 1991- 1992 y
1996 y 1997. Entrevista realizada el 12 de febrero de 2008
170
Para el ex acalde Miguel Antonio Castaeda (1998 2000) los recursos propios en el
Municipio de Palermo eran y sern escasos, ms an a comienzos de la dcada del 90 la
escala era de 1 a 6.
Los dineros que le ingresaban al municipio de Palermo por rentas propias era
muy mnimo a tal punto que no alcanzaba ni para la nmina. No exista industria
y el comercio era muy escaso y dbil por tener una cercana con Neiva. Al llegar
las regalas petroleras la calidad de vida se fue mejorando, porque se tuvo
acceso a la vivienda. Por ello un buen alcalde antes de las regalas de petrleo
tena que hacer gestin181
Pero as como se gener una buena expectativa con las regalas del Petrleo, estos recursos
repercutieron en malos comportamiento administrativos y en generar una cultura de la
dependencia. Jorge Elicer Valbuena Farfn, lder comunitario de esta poblacin, destaca
que el problema de los dineros que le llegan a su municipio producto de la exploracin y
explotacin de los hidrocarburos es que la poblacin y los mismos administrados
municipales se malacostumbraron a ellos.
A finales de la dcada del 90 y en los primeros aos del presente siglo todas las
obras de desarrollo tiene que depender del municipio y de los ingresos que
lleguen por regalas. Eso hoy es un error porque lo bueno no dura tanto. Por eso
se habla de recursos no renovables y las regalas hay que sembrarlas hoy no
vemos proyectos que generen desarrollo econmico alterno. Por ello considero
180
Ibd.
Miguel Antonio Castaeda, alcalde de Palermo 1998 2000. Entrevista suministrada el 22 de febrero de
2008
181
171
Segn los guarismos que maneja la estatal petrolera los giros de las regalas frente
al presupuesto aforado del municipio represent en la dcada del 90 cerca del 42
por ciento de su participacin. (Ver cuadro No. 35).
Cuadro 35. Regalas Giradas a Palermo frente al Presupuesto M/pal.
Huila
Regalas
Presupuesto
1990
561.649.135
900.065.100
62,4%
1991
365.124.122
1.585.850.700
23,0%
1992
363.226.247
1.023.637.900
35,4%
1993
435.628.895
1.728.070.200
25,2%
1994
1.039.631.870
2.481.012.300
41,9%
1995
1.541.049.449
738.587.400
208,6%
1996
1.618.145.984
N.A
N.A
1997
1.994.170.946
3.075.669.000
64,8%
1998
1.426.043.322
7.055.774.300
20,2%
1999
2.246.497.303
9.019.323.600
24,9%
Total
$ 11.591.167.273
$ 27.607.990.500
41,9%
N.A: No Aparece en el anuario estadstico del Huila
Fuente: Propia a partir de datos suministrados por el municipio de Palermo, los Anuarios estadsticos del
Huila y ECOPETROL.
Jorge Elicer Valbuena Farfn, lder comunitario del municipio de Palermo. Entrevista suministrada el 25
de febrero de 2008.
172
El Contralor del Departamento, Carlos Pacheco, indic para ese ao (1998) tanto los
municipios como el departamento haban calculado ingresos significativos, pero que slo
haban obtenido casi el 50 por ciento de esos estimativos.
Para el caso del Departamento del Huila haba calculado ingresos al ao por
la suma de 25.586 millones de pesos en 1998 y a junio de ese ao solamente se
haban recaudado 6.316 millones de pesos, que representaron el 24.7 por ciento
de lo estimado183.
183
Presupuesto
1990
1991
$
$
407.981.359
572.304.269
$
$
4.427.054.100
4.800.134.000
9,2%
11,9%
1992
1.258.106.005
6.600.000.000
19,0%
1993
1.712.308.724
4.838.876.300
35,3%
1994
2.101.939.242
13.095.055.000
16,0%
1995
3.881.869.888
19.498.429.000
19,9%
173
1996
3.804.353.872
31.057.262.100
12,2%
1997
1998
$
$
4.777.651.217
3.806.665.505
$
$
49.163.736.700
43.075.123.300
9,7%
8,8%
1999
7.000.311.977
53.324.864.000
13,1%
Total
$ 29.323.492.058
$ 229.880.534.500
12,7%
Fuente: Cifras construidas a partir de datos suministrados por el municipio de Neiva, los Anuarios
estadsticos del Huila y ECOPETROL.
Este anlisis llev a desmitificar que si bien es cierto los recursos por regalas eran
importantes Neiva no es el municipio petrolero rico que se crea hace unos aos atrs,
cuando estos ingresos llegaron a representar casi un 70 por ciento.
Este hecho ocasion que las administraciones municipales empezaran a implementar
medidas econmicas como mejorar sus ingresos o rentas propias (impuesto predial,
industria y comercio, circulacin y trnsito y degello) y apretar su cinturn reduciendo los
gastos de funcionamiento va reestructuraciones.
Ante dicha situacin en el mes de agosto de 1990 el ex alcalde de Neiva Luis Alberto Daz
Mndez, le solicit al Gerente de Ecopetrol, Andrs Restrepo Londoo refinanciar la deuda
que tena con la entidad por una suma de 1.55 millones de pesos, ya que era imposible darle
cumplimento a los pago pactados por la debilidad en los recaudos de las rentas propias y la
deuda pblica que tena el municipio y que a corte de junio de 1990 ascenda a los 2.976
millones de pesos. En una carta el mandatario seccional le expresa que:
La Administracin Municipal ante su angustiosa y asfixiante situacin
econmica le solicita comedidamente su valiosa intervencin para que los
contratos DIJ (p) 198/89 y DIJ (p) 199/89 por valor de 1.000 millones de pesos
sean amortizados en un plazo no menor de seis aos y no en tres como se haba
convenido. Es tal la situacin de angustia econmica del municipio de Neiva que
el da 31 de julio de 1990 debemos cancelar a las entidades financieras la suma
de 224 millones de pesos185.
Para el burgomaestre era claro que el valor mencionado no lo poda cancelar por la
iliquidez de Tesorera, sumado a la inexistencia de recursos suficientes para pagar la
184
174
nmina del personal del municipio correspondiente al mes de junio del ao 1990. La nota la
respald Daz Mndez con un documento en el cual haca el anlisis financiero del
municipio de Neiva. La respuesta de dicha solicitud fue positiva toda vez que el 19 de
octubre de 1990 fue firmado un nuevo contrato entre el alcalde de Neiva, Luis Alberto Daz
Mndez y el representante de Ecopetrol en el Huila, Ignacio Solano. El Documento fijaba
que los contratos de anticipo de regalas que ascendan a los 1.665 millones de pesos seran
cancelados por parte del Municipio de Neiva con el producido por el concepto de regalas.
Aprobada dicha negociacin las partes acordaron los trminos para los contratos impartidos
quedando que a partir del 1 de septiembre de 1990 el porcentaje de pignoracin para los
contratos respectivos qued con un 50 por ciento. Las modificaciones aprobadas por
Ecopetrol y acogidas por la Administracin Municipal, le permitieron al ente territorial
obtener algunos recursos los cuales, como lo manifest el mismo alcalde Luis Alberto Daz
Mndez, servirn para desarrollar obras prioritarias y de beneficio para los habitantes de la
capital del Huila.
Esta misma solicitud la hizo a finales del mes de septiembre el Gobernador del Huila, Jorge
Eduardo Gechem Turbay, secuestrado por las FARC en el 2002 y liberado en el mes de
febrero de 2008. En aquella ocasin, como mandatario del departamento, hizo la gestin
con el fin de liberar la capacidad de endeudamiento y poder contratar nuevos crditos para
superar las limitaciones econmicas del ente territorial.
La propuesta contemplaba la posibilidad de que le ampliar de tres a cinco aos el plazo de
amortizacin de la deuda a partir del primer desembolso, que para esa fecha ascenda a los
1.954 millones de pesos, as como el establecimiento de una tabla de amortizacin de un
crdito de cuotas iguales y consecutivas para cada desembolso, tomando un valor base de
un milln de pesos e intereses mensuales del dos por ciento.
De acuerdo con lo expresado por el ex gobernador Jorge Eduardo Gechem las regalas
petroleras, dineros que eran destinados para esa poca para el pago de la deuda del
Departamento que tena con Ecopetrol, se convirtieron en el primer recurso con el que
cuenta el Departamento para a financiacin de los mltiples programas e inversin.
Para 1991 se ha estimado unos ingresos por regalas del departamento por el
orden de los 11.299 millones de pesos teniendo en cuenta la capacidad de
transporte del oleoducto y el precio de la liquidacin. Esta cifra representa el 65
por ciento del total de los ingresos estimados recursos que estn comprometidos
en ms del 40 por ciento para el pago del servicio de la deuda186.
Si bien es cierto para el ex alcalde Daz Mndez era claro que al Municipio en 1991 le
llegaban buenos ingresos por regalas, tambin era evidente que tenan mayores
responsabilidades porque el Gobierno Nacional los hizo cargo de la educacin pblica.
186
Refinanciar la deuda con Ecopetrol solicita el Gobierno del Huila. Diario del Huila. 1 de Agt. 1990.
Pgina econmica.
175
Para el ex acalde de Neiva, Sixto Francisco Cerquera Rivera, 1992 1994, las regalas
petroleras en aquel periodo no eran la salvacin, porque el precio del crudo en el mercado
internacional haba cado y por si fuera poco su administracin haba evidenciado que no
exista una acertada informacin sobre la produccin real de crudo.
En Neiva nunca sabe realmente qu ha producido en materia de hidrocarburos,
por consiguiente no existe control alguno sobre los ingresos por regalas, por lo
tanto es hora de desmitificar lo de municipios petroleros, ya que por ello se estn
dejando de hacer importantes gestiones para canalizar los recursos por
regalas188
Dicha situacin llev a que a finales de julio de 1994 el mandatario seccional hiciera una
reclamacin al Ministerio de Minas y Energa por el pago de regalas en un monto cercano
a los 13 mil millones de pesos, segn el ex alcalde por fallas en la liquidacin de
proyeccin. Destac en la edicin del Diario del Huila el 27 de julio de 1994 que el
Gobierno Municipal continuar en su lucha por lograr que se le reconozca este derecho y se
le cumpla con el pago de la obligacin.
Para la administracin de Neiva en el perodo de Guillermo Plazas Alcid y Gustavo
Penagos (este ltimo burgomaestre fue encargado por un buen tiempo ante el
nombramiento de Plazas Alcid como embajador de Nicaragua. Ms tarde fue nombrado en
propiedad) los recursos por concepto de regalas fue muy representativos puesto que se
incrementaron entre un 50 y 90 por ciento situacin que permita financiar un buen nmero
de obras ajustadas a las condiciones de la Ley 141 de 1994.
Como bien lo seal Gustavo Penagos (Asesinado el 8 de febrero en de 1999) en una
entrevista publicada por el diario LA NACIN en octubre de 1998, para esos aos era
fundamental que los recursos fueran utilizados ptimamente en los sectores sealados por
la Ley 141 de 1994, es decir en salud, educacin y saneamiento bsico y agua potable.
Precisamente en este ltimo sector su administracin se caracteriz por hacer una
significativa inversin que super los cinco mil millones de pesos en el plan maestro de
alcantarillado en especial en la modernizacin del acueducto de Neiva.
Esta afirmacin evidentemente la haba respaldado mucho antes el secretario de hacienda
Gustavo Hernndez Arbelez quien destac para aquella poca y de acuerdo con lo
sealado por el Artculo 14 de la Ley 141 tambin fueron invertidos recursos de las regalas
petroleras en obras que contemplaba en Plan de Desarrollo del Municipio al tiempo de
destacar que los dineros provenientes de este concepto representaban ceca del 60 por ciento
187
188
176
189
190
Giros en $
407.981.358,85
572.304.268,50
1.258.106.005,00
1.712.308.724,00
177
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Total ingresos
2.101.939.242,00
3.881.869.888,00
3.804.353.872,00
4.777.651.217,00
3.806.665.505,00
7.000.311.977,00
29.323.492.057,35
Fuente: Datos construidos a partir de los informes suministrados por el municipio Neiva, los Anuarios
estadsticos del Huila y ECOPETROL.
Periodo de Gobierno
1990 1991
1992 1994
1995 1996
1997 1997
Lorenzo Escandn
1998 2000
Fuente: Propia
178
CAPTULO VII
INTERPRETACIN SOCIAL DEL PETRLEO EN EL HUILA.
Figura 13.
Pero este buen boom petrolero as como ocasion positivas expectativas, tambin origin
serios problemas sociales, los cuales an no se han superado. Los ms de 228 mil millones
de pesos que le ingresaron a esta regin (Departamento y municipios productores) producto
de los ingresos por concepto de regalas en la dcada del 90 (1990-1999) no fueron
utilizados ptimamente y en muchas ocasiones fueron a parar a manos de personas ajenas a
esta regin y en el peor de los casos sirvieron para financiar el pago de la deuda pblica y
fenmenos sociales como la prostitucin, la drogadiccin y los malos manejos
administrativos de estos recursos.
Como bien lo seal el columnista del Diario del Huila Gentil Quintero, en la edicin de
este medio en 11 de abril de 1990 en su artculo de opinin titulado Las Santas regalas
petroleras
las regalas petroleras significan el 65% del presupuesto Departamental se
aprob el presupuesto de 1989 por 8.000 millones de pesos y lo aumentamos con
recursos del crdito y anticipo de las santas regalas a 13 mil millones de pesos.
De este presupuesto cerca de 3.000 millones de pesos eran destinados a los gastos de
funcionamiento y el resto era para financiar obras sociales y de desarrollo. Pero
lamentablemente las distintas administraciones departamentales y municipales estaban
180
utilizando, para aquella poca, buena parte de los recursos provenientes de las regalas para
el pago de la deuda pblica, que para el caso del Departamento de Huila ao tras ao vena
creciendo, como bien se seala en la revista Hacienda Pblica rgano de divulgacin de
la Secretara de Hacienda del Huila.
El texto destaca que al 31 de diciembre de 1989 el saldo por amortizar de la deuda pblica
departamental ascendi a 5.212.800.000 pesos, valor que representa un incremento del 48.8
por ciento respecto a 1988 y 6.9 veces el saldo al finalizar el ao 1985, dicho de otra
manera esta deuda en cuatro aos se haba multiplicado por siete.
Como bien lo resalta Eduardo Barn Zambrano, asesor financiero del despacho de la
Secretara de Hacienda, en el periodo de Gobierno de Eduardo Gechem, hoy en libertad
luego de haber sido secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia,
FARC, el creciente endeudamiento pblico asumido por el Gobierno del Huila en la
segunda mitad de los ochenta, contratado en condiciones financieras tan limitadas ha
influido para que la proporcin de recursos que se destinan a atender el servicio de la deuda
sea cada vez mayor.
El servicio de la deuda calculada para los prximos ocho aos estaba basado
en los crditos contratados hasta el 31 de diciembre de 1989 con inclusin de los
saldos pendientes de desembolso y teniendo en cuenta las condiciones
financieras y forma de pago pactadas en los contratos de emprstitos.191
Como se puede observar el ser un Departamento petrolero ms que buenas nuevas estaba
causando serios problemas y efectos colaterales propios de una bonanza econmica, bien
relacionada hoy por hoy como la Enfermedad Holandesa, entendida sta como un influjo
de divisas que aumenta la demanda por todos los bienes de la economa y que
eventualmente conlleva a una reevaluacin. Despus de un tiempo, como resultado de la
bonanza los recursos se dirigen al sector en auge y sectores como la construccin,
respondiendo al aumento en los precios de los no transables. A su vez la reevaluacin
perjudica a los sectores que producen bienes transables es decir los bienes de exportacin
tales como el sector manufacturero y el sector agrcola.
Armando Montenegro, economista y ex Director Nacional de Planeacin 192 en el gobierno
del presidente Csar Gaviria precisaba que esta reasignacin de recursos es deseable si la
bonanza es permanente, pero si es transitoria al cabo de un tiempo sta ocasiona grandes
dificultades difciles de superar, perjudicando la industria y la agroindustria a tal punto que
el pas tiene serios obstculos para volver a la normalidad.
Segn los estimativos que manejaba el Departamento Nacional de Planeacin en el periodo
de Gobierno de presidente Csar Gaviria las regalas en Colombia pasaran del 0,6% del
191
181
PIB en 1993 a representar el 1.4% del PIB en 1998. Por ello los recursos de las regalas
deban invertirse en proyectos de alta rentabilidad social como los de infraestructura y los
dineros de las transferencias en fortalecer la poltica social; con esto sumado al ahorro de
los recursos de la Nacin, se puede defender la tasa de cambio y la bonanza petrolera sera
una fuente de bienestar y crecimiento adicional que beneficiar al pas en largo tiempo.
Pero este ideal en zonas como el Huila no fue materializado, ms bien ocurri todo lo
contrario ya que los recursos provenientes de las regalas fueron destinados para obras de
poco aporte social y la ampliacin de las coberturas en educacin, salud y saneamiento
bsico y agua potable marcharon lentamente.
Las regalas petroleras ocasionaron descontento social en el departamento del Huila en la
dcada del 90, a tal punto que la sociedad empez a movilizarse y a generar espacios de
discusin para que tanto el Gobierno Nacional, como sociedad civil, las organizaciones
sindicales, campesinos y la clase parlamentaria debatieran este tema en pro de un buen
manejo y por ende de un mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la zona de
impacto de la industria petrolera.
Para el magster en gestin ambiental, Alfonso Avellaneda Cusara, el petrleo ha estado en
el centro de los conflictos sociales y polticos de la historia reciente de Colombia. Destaca
que tal como se vislumbra a travs de las diversas fases de ocupacin de territorios por
actividades petroleras a lo largo del siglo XX, stas han ido acompaadas de la migracin,
la construccin de nuevos pueblos, el desplazamiento y subyugacin de culturas locales. En
el mapa de Colombia, los escenarios de violencia, desafortunadamente coinciden con
territorios donde ha habido o hay yacimientos y bonanzas petroleras. 193
Adicional a ello la sociedad civil y los organismos de control con el pasar del tiempo
tomaron conciencia del impacto ambiental que estaba ocasionando la exploracin y
explotacin de los hidrocarburos en el Huila. En torno a esta problemtica se programaron
foros, congresos, seminarios, visitas tcnicas y hechos de fuerza de la sociedad civil (paros,
movilizaciones, huelgas y tomas de plantas productoras de petrleo) exigiendo un mejor
tratamiento tanto en la parte ambiental, as como mayor participacin en el desembolso de
los recursos productos de las regalas y polticas serias por parte de los entes territoriales en
la administracin de los dineros que le ingresaban al Huila producto de las regalas.
El periodista Guillermo Bravo Vega, especialista en el tema de poltica petrolera y
asesinado por un sicario en el abril de 2003 (an su muerte est en la impunidad), public
en su revista Ecoimpacto edicin No. 32 (Marzo-Abril de 1992) que el petrleo en el Huila
es un espejismo en trminos econmicos, porque estaba cogiendo fama de departamento
rico lo cual ocasionaba que buena parte de las responsabilidades del Estado las tuviera que
asumir el ente territorial.
El petrleo en el Huila es un espejismo que en trminos econmicos debe analizarse como
193
182
un fenmeno coyuntural, del cual slo le queda al departamento una fama la cual le ha
causado ms efectos negativos que positivos. Cuando lleg el petrleo se corrompi
nuestra casta. El Gobierno Central ha descargado sus responsabilidades en un altsimo
porcentaje sobre la presunta fama de rico que a nivel nacional se ha ganado el Huila, a la
sombra de Arauca, con el petrleo. Adems de que los escasos recursos por regalas han
sido despilfarrados194.
Y evidentemente era as, los mrgenes de cobertura en educacin y salud eran bajos,
especialmente en las zonas de impacto de la industria petrolera. Por ejemplo en los
corregimientos de Guacirco o centros poblados como el Dindal, Dina y San Jorge (zona
norte de Neiva) donde se hicieron las primeras exploraciones y explotaciones de petrleo
en el Huila por all en los aos 1961 y 1963, no exista una escuela ni mucho menos un
puesto de salud. Esta afirmacin la ratifica Jairo Mosquera presidente de la Junta de Accin
Comunal de Guacirco por ms de 20 aos y que por problemas de seguridad tuvo que salir
del pas por un largo tiempo.
En la oficina de Planeacin Municipal reposa un informe en el cual se destaca que para
1963 la poblacin de Guarcirco no superaba las 200 personas. Ellos vivan de la ganadera,
cultivos de pancoger, la pesca y el servicio de jornaleros en las grandes fincas ganaderas y
algodoneras; al finalizar la dcada del 90 la poblacin lleg a 900 personas, las cuales
vivan de la oferta laboral de la industria petrolera que a propsito era muy escasa.
Para acceder a los servicios de salud y educacin la comunidad tena que desplazarse a
municipios como Aipe o Neiva. Slo en el periodo administrativo de la Alcalda de Neiva
de Hctor Javier Osorio (2000 2003) se edific la escuela del corregimiento Guarcirco,
dicho de otra manera 40 aos despus la comunidad de esta zona logr contar con una
escuela.
La gente fornea empez a llegar en la dcada del 90 atrados por la bonanza petrolera.
Buena parte de las personas que llegaba crea que si se radicaba en Guacirco empresas
como Ecopetrol y Hocol la iban a contratar, pero la historia demostr lo contrario pese a
infinidad de paros y protestas que se hicieron. Las empresas perforadoras traan gente de
afuera tal cual como ocurre actualmente. Para conseguir un cupo calificado nos ha tocado
montar paros195,
Para los habitantes de Guacirco es preocupante que despus de casi 45 aos an este centro
poblado cuente con dificultades para acceder a la educacin, a los servicios de salud y a
oportunidades laborales. Pareciera que la filosofa de la Ley 141 de 1994, en la cual se
estableca la prioridad en la inversin para obras sociales y seguidamente de infraestructura
no fue tenida en cuenta en esta zona del pas y los entes de control, las administraciones
departamentales y municipales de turno, las empresas y hasta las organizaciones cvicas se
hicieron los de la vista ciega frente a la aplicabilidad de la norma.
194
183
Como bien lo relata Olga Moreno, nacida y criada en Guacirco, hoy con 65 aos de edad,
paradjicamente la industria petrolera en el Huila ha generado es un atraso social. La gente
an cuenta con los mismos y peores problemas desde 1960. No tienen forma de emplearse
y si lo hacen con la industria petrolera es bajo un sistema denominado semforo en el cual
la empresa le da trabajo, no calificado, por tres meses y despus de terminar el contrato lo
vuelven a llmara a los dos aos.
Yo me cas en octubre de 1964 y ya estaban las petroleras y para el tiempo que ha pasado
la actividad petrolera ha servido poco, porque si bien es cierto le han dado trabajo a la
gente este no ha servido para generar desarrollo.
No s qu ha pasado con la plata. No he sido dirigente, siempre he tenido una
tienda, pero lo que he logrado observar es que los problemas son los mismos de
ese tiempo, falta de educacin y de salud. Actualmente existen cerca de 700
habitantes y antes no superaban las 120 personas. Por eso he dicho que ms que
algo positivo las petroleras han sido negativas, ya que no dan pleno empleo y lo
que dejan es miseria, desolacin, tierras sin agua, poblacin sin educacin y en
fin. Antes viva la gente del algodn, el sorgo, el arroz, el maz y las pesca. Haba
buenas aguas. Hoy la quebrada el Dindal est seca por las petroleras. Uno iba a
lavar y corra el agua ahora existen pequeos charquitos. La gente ya no cultiva
porque hay veranos extensos y las tierras ya son secanas. Lo peor de todo es que
a la gente ya se le olvid cultivar por estar pendiente de que las petroleras le de
trabajo. A la fecha, junio de 2007, slo la empresa pisccola de Carlos Cabrera y
la fbrica de ladrillos Andina son las que generan empleo196.
Como lo hacen evidente los anteriores testimonios, el Huila para la dcada el 90 en vez de
haber tenido un significativo desarrollo vivi enormes dificultades que ocasionaron
estancamiento y retroceso social que llevaron a que las comunidades empezaran a reclamar
un mejor tratamiento.
Retomando lo planteado por Alfonso Avellaneda Cusara las crticas a la actividad petrolera
apuntan desde varios vrtices sociales, polticos, econmicos y culturales. Para l es claro
que todas parecen coincidir en que se requieren profundas reformas que vayan ms all de
los ajustes tecnolgicos (de por s disponibles para neutralizar impactos ambientales
negativos sobre los ecosistemas) y se orienten ms a realizar una actividad petrolera con
inclusin social, econmica y cultural de las poblaciones, en su mayora campesinas e
indgenas, que han habitado por centurias en los territorios donde se descubre el petrleo.
Podramos hablar entonces de una explotacin sustentable, que partiera de la valoracin
costo - beneficio social y cultural que tendran las actividades petroleras, frente a recursos
como la biodiversidad, la etnodiversidad, la heterogeneidad y las armonas regionales
histricas, reconociendo las inconmensurabilidades econmicas de la cultura y la
territorialidad. Obviamente ello implicara manejos econmicos de relativa autonoma de
las regiones y de los Estados frente a intereses de las transnacionales petroleras, tendencia
196
184
que hay que fortalecer para avanzar en la seguridad ambiental petrolera 197.
En septiembre de 1992 naci un gran movimiento campesino en el que inclusive se
integraron importantes hacendados, por la defensa de su regin al norte del Huila, afectada
brutalmente con las explotaciones petroleras. Segn los datos suministrados por los
representantes de las zonas petroleras por lo menos 20 quebradas y fuentes de agua
desaparecieron ante la accin de la ssmica en las etapas de exploracin y luego la
utilizacin del agua como fuente de inyeccin de crudos de petrleo en el proceso de
explotacin.
Muestra de ello es la quebrada San Francisca que naca en medio de 4 pozos en
explotacin. Era una corriente donde inclusive se pescaba con atarraya y hoy ha
desaparecido. En igual de condiciones quedaron las quebradas La Reserva (su mismo
nombre indica lo vital de su existencia); La Raya; La Colorada; La Burra; Rodaburros y El
Dindal. Estas fuentes hdricas han sido extinguidas y hoy son arenales acabando con la vida
silvestre y en espacial actividades como la ganadera.
En las estribaciones de la Batera Monal, nacan otras quebradas hoy completamente
exterminadas: El Salado, Neme Pequeo, Neme Grande, Agua Dulce y otras ms que van a
desembocar al contaminado y tambin en va de extincin, ro Bach. Para mediados de la
dcada del 90 el acueducto de Peas Blancas (noroccidente de Neiva) disminuy en el
50%. El acueducto de Tamarindo reciba este preciado lquido de la quebrada llamada El
Pital, que tambin hoy ha desapareci.
El acueducto de San Francisco hoy est totalmente seco, porque las fuentes de las cuales se
surta el lquido para la comunidad fueron utilizadas por las petroleras para inyectar a los
pozos. Como solucin se tom el acueducto de otro lugar pero la solucin no sirvi porque
el agua sale mezclada con aceite.
Todo esto, solamente hablando de la regin izquierda del cauce del ro Bach. En las
mismas condiciones existen muchas veredas ms al norte del Huila en la jurisdiccin de los
municipios de Palermo, Aipe, Villavieja, Baraya, mientras los problemas comienzan con
las nuevas explotaciones en otras zonas como Yaguar y Gigante.
En un artculo publicado en la Revista Ecoimpacto (Abril-Mayo de 1993) el periodista
Guillermo Bravo resalta que el agua es el hombre, como el campesino es a la tierra y el aire
es al hombre y a la tierra, como la vida misma a la propia naturaleza. Para el comunicador,
en esta edicin, el agua, la tierra y el aire eran tres factores alterados violentamente al norte
del Huila, por la insaciable sed de petrleo de las multinacionales gringas.
Dos billones de pesos que se han llevado las petroleras de nuestro subsuelo a
cambio de sequa, campesinos sin tierra, ganados muriendo por falta de agua
197
185
En un comunicado publicado por el Diario del Huila las comunidades del norte del Huila
revelaron que las obras para la explotacin petrolera- se ejecutaron con equipos muy
pesados haciendo trochas y carreteras rompiendo el equilibrio ecolgico. Para ellos las
compaas petroleras no tuvieron en cuenta los estudios previos necesarios a fin de
preservar los manantiales o nacederos de aguas naturales, como analizar el tipo de estrato
que entrega sus aguas, la calidad del suelo y subsuelo para establecer la clase de arcilla, su
espesor y su debilidad a travs de todo el recorrido, sin tener en cuenta que estos suelos son
muy desdeables. Otros aportes del comunicado seala textualmente:
que para nosotros, la tierra no slo representa la forma de supervivencia, por cuanto de
ella recibimos el alimento, sino porque es la forma de mantener nuestra cultura, nuestras
tradiciones y nuestra unidad.
Las millonarias utilidades arrancadas del subsuelo deben ser revertidas en parte a
solucionar el problema ms sentido de la comunidad, el agua. Lquido vital para la
subsistencia de la humanidad.
No es justo que se nos trate como ciudadanos de segunda, pedimos un trato digno
y equitativo por parte de las compaas extranjeras.
186
los cristianos y los animalitos nos estamos muriendo de sed. Ahora las seoras
tienen que ir en carro por all lejos a lavar la ropita.
Jorge Charry, quien fue vctima del hostigamiento a tal grado que en los ltimos tiempos su
vida se convirtieron en una pesadilla permanente destac que:
Vamos al paro sabemos que tenemos fuerza ya que estamos cansados de
esto, y vamos a participar con 6 horas, seguiremos con 24 sino nos atienden si
no nos vuelven a atender con 48 y as hasta que se consuman las horas.
Salvador Dussn indic a travs de Ecoimpacto que (La noche que recibieron la respuesta
187
El abogado Hugo Tovar Marroqun destac en aquella oportunidad cuando era Secretario
de Gobierno Departamental que entenda perfectamente la ira, especialmente de quienes
vivan en esta zona, por la forma como los trataron frente a la descomposicin y al
deterioro ambiental.
Entiendo lo que se ha planteado inclusive, la realizacin de un paro, contra una
situacin que no permite ya ms dilaciones de ninguna naturaleza Esto es un
desierto as lo reconocen los ecologistas, lo reconoce el doctor Ojeda que es
un experto en estos temas.
La situacin lleg a tal extremo que para los campesinos si bien es cierto el petrleo ya no
les perteneca, no podan permitir que no tuvieran derecho ni siquiera al agua que
igualmente brotaba de sus tierras. Uno de los finqueros de San Francisco plante en
entrevista publicada en el Diario del Huila:
Yo tena 80 vacas de las cuales no me quedan sino 10, porque el resto tuve que
venderlas a como me las pagaran por falta de agua Hoy no tengo nada que
perder, como no tienen nada que perder nada ustedes dijo sealando la
ocurrencia- y por eso los invito a que nos juguemos toda con un paro contra la
empresa petrolera. Y las voces de respuesta fueron fuertes, radicales y
definitivas. Otro de los concurrentes afirm La semana anterior, un carro de
la compaa que iba lanzando chispas por el exhosto, provoc un incendio
forestal en los predios de mi finca, se me quemaron las gallinas, los pastos que
quedaban; tambin digo que ya no me queda nada que perder y por eso voto el
paro199
188
Destaca Archila, y recogiendo lo expresado por Toraine, que los movimientos sociales se
inscriben en la dinmica de construccin de consenso y no de imposicin por la fuerza.
Por su parte, las protestas sociales, son acciones de ms de 10 personas que irrumpen en
espacios pblicos para expresar intencionalmente demandas o presionar soluciones, ante
distintos niveles del Estado o entidades privadas.
Las protestas sociales son una forma de hacer visibles los movimiento sociales,
pero stos pueden acudir a presiones organizativas o a prcticas no conflictivas
de negociacin para hacerse sentir pblicamente201
Basado estas dos categoras a continuacin relaciono las siguientes protestas sociales que se
presentaron en este periodo, registradas por el Diario del Huila y LA NACIN, este ltimo
medio nace en junio de 1994.
En 1990 el Diario del Huila no registr ningn hecho de protesta, por el contrario dedic
buena parte de sus pginas a presentar noticias relacionadas con cargos administrativos
como el asiento que tena en Huila en la Comisin Nacional de Regalas, los portes sociales
200
Archila Neira, Mauricio. Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia 1958-1990.
Bogot. Cinep. 2003
201
Ibd., pg. 76.
189
190
Los secretarios de hacienda le exigan al Gobierno Nacional que obligara a las compaas
explotadoras de los hidrocarburos a destinar parte de sus utilidades en inversiones en cada
regin, de acuerdo con los planes y prioridades que definan sus respectivos gobiernos. En
un documento redactado el 10 de abril exponan:
1. Exigir al ministerio de Minas claridad sobre la real produccin de petrleos en cada
una de las regiones productoras y sobre los factores empleados para la liquidacin de
las regalas, as como los valores correspondientes a cada uno.
2. Solicitar al Ministerio de Minas la designacin de un funcionario o dependencia
encargado de atender las peticiones y dar respuestas a todos los interrogantes que se
planten con relacin al tema petrolero.
3. Pedir al Ministerio de Minas un porcentaje de la produccin de las compaas para
ser invertido socialmente en el rea de explotacin, conforme a los proyectos y
programas de inversin que los departamentos consideren prioritarios.
4. Exigirle a Ecopetrol el cumplimiento de los giros de anticipos y liquidacin trimestral
dentro de los 10 primeros das, conforme como lo establecen los Decretos No. 2734 de
1985 y 545 de 1989.
5. Exigirle a Ecopetrol un informe detallado sobre el consumo de combustible a nivel
nacional e los ltimos tres aos.
Este documento fue firmado por los secretarios de hacienda de los departamentos de Huila,
Sucre, Casanare, Bolvar, Santander y Meta.
El oficio no tuvo mayor trascendencia a tal punto que buena parte de estas exigencias
fueron retomadas al siguiente ao en el Foro Energtico convocado por la Comisin Quinta
del Senado de la Repblica realizado en e complejo turstico de Santa Elena, al lado de la
represa de Betania, municipio de Yaguar (Huila), en el cual, adems, se empez a
ambientar el proyecto del Fondo Nacional de Regalas, cuyo ponente era el senador por el
Huila Eduardo Gechem Turbay.
Luego de este acto hay que destacar que para el mes de octubre de 1992, la comunidad
ubicada en la zona de impacto del Campo San Francisco, norte de Neiva, decidi protestar
taponando las vas de acceso a los pozos petroleros ante la sequa en la zona, la falta de
generacin de empleo para la mano de obra nativa y programas sociales.
El hecho de fuerza, realizado el 5 de octubre, fue catalogado por ellos de Paro Cvico y
cont con la participacin de las comunidades de los corregimientos de San Francisco,
Guarcirco, Potreritos, y las veredas Dindal, Dina, Peas Blancas, San Jorge y Arrayn.
El Diario del Huila en la edicin del da siguiente en vez de darle un mayor despliegue a
esta hecho realizado por la comunidad, le brind mayor espacio informativo a la empresa
explotadora de los campos San Francisco y Dina (Hocol), a tal punto que su titular fue el
siguiente: Hocol rechaza paro de finqueros en campos de produccin petrolera.
En el desarrollo de la noticia destaca este medio de informacin que la compaa Hocol a
pesar de no tener responsabilidad alguna en la carencia del recurso hdrico por el
191
prolongado verano, del cual es tambin vctima, se comprometi con un plan de accin de
cooperacin inmediata y unas medidas a mediano plazo que contribuyeran a la solucin de
dicho problema.
En ese sentido autoriz con recursos propios el pago del suministro de agua por intermedio
de carro tanques, as como limpieza y mantenimiento de pozos profundos que suministran
agua a algunas comunidades; patrocinio de estudios de evacuacin hdrica de la regin y
financiacin mediante convenios de jageyes, cuya construccin estaba a cargo la
Secretara de Fomento Agropecuario y Minero y el Himat, para la provisin de aguas en las
fincas localizada en el rea de operacin de la compaa.
No obstante a lo anterior, algunas comunidades se han empeado e desconocer
las acciones que en tal sentido viene realizando la compaa Hocol y el Estado
colombiano, a la vez que estn presionando a la compaa para que reconozca
su culpabilidad por la sequa mencionada, fenmeno natural que se escapa del
control de la petrolera. Como consecuencia han acudido a las vas de hecho
convocando a la realizacin de un paro cvico, obstaculizando el desarrollo de
obras convenidas previamente entre la comunidad, el Gobierno y la
compaa202.
Hocol rechaza paro de finqueros en campos de produccin petrolera. Diario del Huila. 6 de Oct. de 1992.
Pgina Econmica.
192
193
90% a las 8 de la
del Inderena, los
tambin del orden
delegacin oficial
representantes de
Y cuando el sol ocult rojo al mximo por el verano, porque en el horizonte de la desierta
tierra del norte del Huila qued con las primeras sombras, entr la tensa calma entre la
oscuridad de la segunda noche de vigilia. Los 800 campesinos que hacen turno para
amamantar su tierra quedaron a la expectativa.
Este documento evidenci que en 1992 las comunidades de la zona de impacto ya tenan
claridad de los efectos ecolgicos, econmicos y en general sociales que estaba causando la
industria petrolera en el Huila, por ello desde ese ao prcticamente empezaron a hacer
oposicin para que el Gobierno Nacional no prolongara la concesin de la exploracin y
explotacin de hidrocarburos del campo Neiva 540.
Este hecho de fuerza, que ocasion impacto en la regin, fue relacionado con el atentado
dinamitero contra la infraestructura de Campo Tello el 15 de octubre de 1992, reivindicado
por la Coordinadora Nacional Guerrillera, que de acuerdo con las publicaciones del Diario
del Huila dej prdidas por el orden de los cuatro millones de dlares y puso en riegos los
ingresos por concepto de regalas para la regin, ya que el departamento dejara de percibir
dineros por el orden de los 1.300 millones de pesos por el cierre de la produccin de seis a
ocho meses.
Segn el relato periodstico presentado por el periodista del Diario del Huila Rodrigo
Sanabria, los subversivos luego de desarmar los vigilantes e intimidar a los operadores
coloc seis cargas de dinamita que al explotar provocaron un incendio de enormes
proporciones que finalmente destruy el ciento por ciento de los equipos. La conflagracin
se inici a las 9:20 p.m. del jueves anterior (15 de octubre) y se termin a las 3:30 a.m. del
da siguiente.
Este atentado dinamitero contra la infraestructura de la industria petrolera fue el primero
que se present en la zona del Huila y por consiguiente, segn los medio de informacin
local fue repudiado por la comunidad, ya que implic la suspensin del abastecimiento de
gas domiciliario en Neiva por ms de 12 horas.
La firma Hocol, que operaba este campo, emiti nuevamente un comunicado de prensa en
el cual destacaba que lamentaba el atentado del pasado 15 de octubre a las 9:20 p.m. al
tiempo de destacar que no hubo vctimas, sin embargo afectaron la totalidad de la estacin,
ya que fue destruida completamente obligando al cierre de los pozos productores.
Adicionalmente resalt en el comunicado que producto de este hecho terrorista hubo
suspensin del suministro de gas, derrame de crudo sobre la afluente hdrica El Venado y
convoc a la comunidad, a las instituciones del Estado, a los gremios y a la Fuerza Pblica
a rechazar este tipo de actos porque perjudicaban al pas.
Dos aos despus de este hecho de fuerza, que impact en esta zona del pas, se gener una
dinmica nacional en contra del Ministerio de Minas y Energa y de la estatal petrolera
Ecopetrol por forma como se vena liquidando las regalas que para el caso de Neiva le
representaban unos ingresos del orden de los 13 mil millones de pesos.
194
de julio de 1994 estaba atenta a la reversin de la Concesin Neiva 540, a tal punto que
amenaz de paralizar las labores si Ecopetrol no asuma a partir del mes de noviembre del
mismo ao la operacin de los pozos de la Concesin Neiva 540.
El presidente de la USO Csar Carrillo dio a conocer dicha decisin en el marco del
Congreso Nacional Petrolero realizado el 27 de julio en Bogot, decisin que fue rechazada
por el Ministro de Minas y Energa Guido Nule Amn, al tiempo de afirmar que el
Gobierno Nacional hasta esa fecha no tena ninguna decisin sobre el nuevo operador de
los pozos de la Concesin Neiva 540 y por lo tanto se haba decidido que la operacin a
partir del 20 de noviembre sera asumida provisionalmente por Ecopetrol, sin descartar que
exista la posibilidad de ser prorrogada con Hocol, compaa que ha venido explorando los
hidrocarburos del subsuelo huilense en los ltimos ocho aos.
La amenaza de paro, ms las presiones de la comunidad y la clase dirigente, incluido los
representantes legales de entidades territoriales como la Alcalda de Neiva y la
Gobernacin del Huila, caus efecto a tal punto que el 15 de septiembre de 1994 el
Ministro de Minas y Energa Eduardo Cock Londoo revel la decisin que haba tomado
la Junta Directiva de Ecopetrol de asumir directamente la operacin de la concesin Neiva
540.
Esta historia de conflicto laboral continu por buena parte de los aos noventa a nivel
nacional. Como era de esperarse ad portas de la firma de una nueva convencin colectiva la
USO presionaba con amenazas de paro y el Gobierno Nacional responda que no era lgico
que los empleados mejor tratados en el pas exigieran ms prebendas.
Para los voceros de esta organizacin sindical era claro que al margen de la negociacin de
la nueva convencin colectiva era obligacin por parte de ellos de reclamar y exigir la
aplicacin de una poltica petrolera de mucho ms de contenido social y no slo unas
acciones que favorecieran la inversin privada y en especial extranjera. En ese sentido la
nueva convencin colectiva de comienzos de 1998, fuera de los puntos propios de una
negociacin laboral como el incremento salarial, nmina de contratacin y estabilidad de
los trabajadores incluy otros puntos como la contratacin petrolera y autonoma
financiera.
El presidente de la USO, seccional Neiva, Juan Carlos Crdenas, destac en dicho periodo
(Febrero de 1998) que en materia de contratacin los voceros sindicales pedan que se
aplicara el contrato de riesgo compartido con operacin directa de Ecopetrol; no permitir el
establecimiento de la prrroga en los contratos de asociacin; el no reembolso de los gastos
de exploracin en que incurra la compaa asociada y garantizar el liderazgo de Ecopetrol
en Erogas y establecer su subordinacin.
En relacin con la autonoma financiera el sindicato peda en su pliego petitorio, ms
inversin de las utilidades en la misma empresa; garantizar la plena ejecucin del plan de
inversiones en todas las actividades de a industria petrolera y utilizacin del crdito externo
196
Si bien es cierto la actividad petrolera es muy compleja por el enorme inters econmico es
importante destacar el aporte de la actividad sindical en las zonas de impacto de la industria
a travs del USO, gremio motivador para las comunidades que reclamaban mayor
participacin en la distribucin de los recursos a travs de obras sociales. Para el presidente
de la USO en el Huila en 1999 la comunidad de esta zona del pas tena claro que la
economa del departamento se mova, o mejor an se mueve por el caf y los recursos del
petrleo producto de las regalas. De acuerdo con los estimativos que maneja la USO el 36
por ciento del presupuesto del departamento y de los municipios petroleros dependan de
las regalas petroleras.
En la dcada del 90 se increment la produccin a tal punto que se lleg a unos
niveles por encima de los 63 mil barriles por da, producto, en buena parte, de
los contratos de asociacin. Las regalas estaban en un buen nivel y eso
evidentemente no volver a darse. Para el ao de 2005 la declinacin de los
campos estaba por encima del 15 por ciento. Hoy los campos se estn
sosteniendo con la recuperacin secundaria, o sea hay que inyectar agua para
meter presin y evitar tener esa declinacin. Los niveles de perforacin han
aumentado pero inyectando agua para sostener los mismos niveles de
produccin, es evidencia que en poco tiempo todo se acabar203.
203
Entrevista suministrada por Jess Marn, presidente de la USO Huila durante el ao 1999.
197
En la dcada del 90 el aporte de la USO fue decisivo para la Concesin del campo Neiva
540 en octubre de 1994. Como bien lo expresa Jess Marn la pelea que se dio en conjunto
permiti mayores ingresos por concepto de regalas para el Huila. La regalas que pagaba la
multinacional Hocol de slo el 8 por ciento al pasar a ser explotado el campo por la estatal
Ecopetrol pasaron al 20 por ciento, lo que signific ms recursos para la ampliacin de
cobertura en educacin salud y saneamiento bsico. Pero como era de esperar estos dineros
no causaron los efectos esperados ya que buena parte fueron mal manejados y tuvieron
otros destinos como bien relata el presidente de la USO Marn Moreno.
El manejo de estos recursos se nos sali de las manos. Hoy simplemente
tenemos que decir que estos dineros son mal manejados. Los dineros fueron
solicitados como anticipos para ser invertidos en obras que no son necesarias.
Como aporte a este documento histrico el lder sindical resalta que los medios locales no
registraron la muerte que dej el proceso de la Concesin del Campo Neiva 540. Segn su
memoria una habitante de la zona norte del Huila la mataron a fsico garrote fuerzas
oscuras, porque le haba comunicado a la USO que funcionarios de Hocol estaban
comprando a la comunidad hacindola firmar un documento donde hablaban los beneficios
de la compaa en la exploracin del campo y que por ello le pedan al Gobierno que los
dejaran por operar el campo por 10 aos ms.
En la negociacin del proceso de reversin recibimos una llamada de un
habitante de esta zona en la que sealaba que un mdico de nombre Adaulfo
Cabrera, contratado por la Secretara de Salud del Departamento y la ShellHocol estaba recogiendo firmas para que Hocol se quedara 10 aos ms
explotando el campo petrolero, fuimos a buscar ese documento, y evidentemente
observamos que a cambio de bateras sanitarias se estaba recogiendo firmas,
cuando era claro que la reversin le servira a las comunidades, a los
trabajadores y todo el pas. Con la fuente que nos dios la informacin hicimos las
denuncia. Hay que decir que partir de ese momento aparecieron llamadas e
intimidaciones, al poco tiempo la mujer que nos haba dado la informacin
apareci muerta en el rea de San Francisco y segn los testimonios fue muerta
por problemas pasionales.
Con esta denuncia logramos que suspendieran al mdico, subimos peldaos a tal
punto que nuestro trabajo y cogi ms credibilidad.
Las firmas que recogi el mdico soportaban un informe que la Shell-Hocol iba a
presentar al presidente Csar Gaviria sustentado que eran buenos vecinos y que
estaban bien con las comunidades y por consiguiente deban estar otros 10 aos
ms. Con la reversin Hocol tuvo que invertir ms de 1.000 millones de pesos en
reforestacin, ya que el medio ambiente se haba deteriorado.
198
CONCLUSIONES
Muy seguramente la industria del petrleo seguir siendo un sector generador de recursos
para la sociedad huilense y nacional, pero de igual forma sus efectos en la comunidad
continuarn creando un gran vaco, ya que los dineros que proporciona esta actividad estn
centralizados y amarrados al cumplimiento de coberturas en sectores fundamentales como
la educacin, la salud y el saneamiento bsico, bajo el desarrollo y financiacin de
proyectos aprobados y administrados por los gobiernos de turno, que en el marco de sus
planes de desarrollo distribuyen los recursos, cayendo en prcticas de uso poco confiables.
No en vano en la dcada del 90 el departamento del Huila no atendi satisfactoriamente las
coberturas mnimas exigidas por el Decreto 1747 de 1995 en relacin con indicadores de
calidad de vida como atencin en salud a poblacin pobre y vulnerable, educacin bsica
(hasta noveno grado) y acueducto y alcantarillado (zona urbana o rural) y mortalidad
infantil (hasta un ao de edad), dicho de otro modo los ingresos por concepto de regalas
que en este perodo ascendieron a la suma de 228.863 millones de pesos, segn los
guarismos presentados por Ecopetrol, no fueron suficientes.
Tambin hay que decir que estos recursos, en trminos reales, crecieron debido a lo que se
llam en su momento la Bonanza Petrolera, pero eso no quiere decir que con el aumento
de las rentas para el Departamento se haya dado crecimiento econmico y, mucho menos
pensar, que gener desarrollo econmico. Este crecimiento en las rentas de los entes
territoriales, represent un impacto social, cuestionamiento transversal de este trabajo de
investigacin. El anlisis de archivos, informes acadmicos y entrevistas demuestran que la
supuesta Bonanza Petrolera hizo, ms bien, que la economa departamental, basndose en
las grandes fincas y los enormes latifundios semiagroindustriales dedicados en buena parte
a los cultivos de arroz, caa, cacao, sorgo, caf, pltano, ganadera y algunos frutales, se
transformara en una Economa Petrolera manejadas por multinacionales. El impacto directo
se evidencia en que la economa regional toma otros referentes productivos. Se pas de una
Economa Agrcola en las zonas productoras de petrleo a una Economa Petrolera. Prueba
de esto es la reduccin del hectareaje sembrado en cultivos transitorios especialmente, el
algodn, el maz, el sorgo, el algodn y el arroz y en la disminucin del hato ganadero del
departamento que en esta dcada cay de 750 mil cabezas a 450 mil, como aparece en los
registros del Anuario Estadstico del Huila, lo cual demuestra que muchas familias que
vivan de la actividad agrcola dejaron de hacerlo pensando en tener la oportunidad de
vincularse laboralmente a la industria petrolera.
Si bien es cierto el trmino de Bonanza Petrolera emergi al saber que entre 1990 y 1994
el Huila alcanz el segundo lugar con una produccin total de 104.984 barriles de crudo,
199
despus de Arauca que obtuvo en este periodo 365.536 barriles, la participacin de los
recursos de las regalas en los presupuestos del municipio de Neiva y del Departamento no
superaron ms de 17%, lo que evidencia que es de cuidado afirmar que los presupuesto
aforados de estos entes territoriales estn soportados en los ingresos por regalas.
En este lnea hay que destacar que una vez empezaron a llegar los recursos del sistema
general de participaciones, al amparo de la descentralizacin estatal, donde el gobierno
departamental y los locales asumieron el pago de la educacin y la salud, los recursos de las
regalas perdieron una gran porcentaje en la participacin presupuestal, no obstante estos
recursos seguirn siendo un apoyo econmico fundamental para el mejoramiento de la
infraestructura del departamento y para materializar los planes de desarrollo que trazan los
gobierno de turno.
De igual forma, los municipios productores de hidrocarburos y por ende receptores de las
regalas petroleras, en este perodo, sumaron ingresos por el orden de los 68.343 millones
de pesos, recursos que para aquellos aos representaban un peso fundamental en el
desarrollo de sus planes de gobierno. Estos recursos en su mayora fueron canalizados por
los municipios de Neiva, Aipe y Palermo. Entre los tres sumaron 58.324 millones de pesos
que representan ms de 85.3% del total captado de los nueve municipios.
Por su puesto Neiva ha sido uno de los municipios con mayores ingresos, toda vez que
entre 1990 y 1999 obtuvo recursos por este concepto del orden de los 29.323 millones de
pesos, seguido de Aipe con $17.459 millones y Palermo con $11.541 millones de pesos. El
resto de los municipios productores de crudo, a una escala muy reducida, Yaguar, Baraya,
Villavieja, Paicol y Gigante recibieron 10.019 millones de pesos de los cuales el de mayor
participacin en el perodo analizado fue Yaguar con 7.951 millones de pesos y el de
menor fue Paicol con 39 millones 927 mil de pesos.
Las regalas petroleras ocasionaron descontento social en el departamento del Huila en la
dcada del 90, a tal punto que la sociedad empez a movilizarse y a generar espacios de
discusin para que tanto el Gobierno Nacional, como la sociedad civil, las organizaciones
sindicales, campesinos y la clase parlamentaria debatieran este tema en pro de un buen
manejo y por ende de un mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la zona de
impacto de la industria petrolera. En torno a esta problemtica se programaron foros,
congresos, seminarios, visitas tcnicas y hechos de fuerza de la sociedad civil (paros,
movilizaciones, huelgas y tomas de plantas productoras de petrleo) exigiendo un mejor
tratamiento tanto en la parte ambiental, as como mayor participacin en el desembolso de
los recursos productos de las regalas y polticas serias por parte de los entes territoriales en
la administracin de los dineros que le ingresaban al Huila producto de las regalas.
Con lo relatado anteriormente no podemos desconocer su significativa participacin en la
economa, pero tampoco podemos dejar a un lado las cuestionadas prcticas en el uso de los
dineros, ya que estos no han sido utilizados de la manera ms ptima o de lo contrario el
Huila ya tendra el certificado de las coberturas, en su totalidad, de los sectores de salud,
educacin, saneamiento bsico y agua potable, situacin deseable porque le permitira usar
sus remanentes en obras de desarrollo social y productivo.
Al hacer el anlisis de de ingreso percpita por regalas directas en el Huila se encuentra
que en 1995 a cada habitante de este departamento le correspondera 99.116 pesos, cifra
que se redujo entre 1996 y 1998. Para 1999 esta relacin subi a 103.106 pesos. Aipe, fue y
seguir siendo el municipio con mayor ingresos percpita, muestra de ello es que en 1995
200
su ingreso por habitante era de 857.615 pesos y al cierre de 2007 se subi a 2.445.116
pesos.
Como bien lo seal el lder de la Unin Sindical Obrera USO, captulo Huila, Carlos
Crdenas si hubisemos usado bien los dineros de las regalas nuestra regin sera otra. En
muchas regiones como Aipe la regalas siguen siendo el motor de desarrollo pero an
existen problemas de educacin. Nada sacamos con sealar que hemos ampliado cobertura
cuando la calidad del recurso humano sigue siendo igual. Sin proyectos de vida y
esperanzados a que los gobiernos de turno los empleen.
A esta afirmacin hay que sumarle el anlisis que aporta Jairo Mosquera, quien ha sido
lder comunitario por ms de 20 aos de la zona de Guacirco: no podemos ser agradecidos
con la industria petrolera en el Huila, porque en vez de causar un efecto positivo ha
desmejorado la calidad de vida de las personas como las que habitan este corregimiento.
Despus de ms de 40 aos apenas hace unos aos atrs nos entregaron una escuela. La
gente cambi su hbitat de agricultor porque no tiene aguas para irrigar sus campos y fuera
de eso la vinculacin laboral con las compaas de petrleo son mnimas y cuando existen
se las ofrecen por un tiempo determinado y luego a esperar una ruleta de ms de dos aos
para volverse a emplear.
Estas ltimas conclusiones, hacen parte de la actual coyuntura de las regalas petroleras en
el pas, en donde se destaca la pretensin del Ejecutivo de Reformar la ley 756 de 2002 y
sus decretos reglamentarios sobre distribucin de los recursos a travs del proyecto de acto
legislativo No.13 de 2010. Recientemente en el foro realizado en el mes de octubre en
Neiva sobre la Defensa de las regalas se destac que entre 1994 y 2009 las regalas en
Colombia han totalizado 42.2 billones a precios constantes de 2009, de los cuales 33.3
billones (78.9%) son regalas directas, de ellas el 48.6% fueron giradas a los departamentos
y el 23% para municipios) y 8.9 billones, el 21.9% obedecen a regalas indirectas. 204 Al
hacer la aplicacin del acto legislativo las regalas caera a un 64%, de las cuales el 38.4%
seran regalas directas.
Para el caso de esta zona del pas entre el 2004 y octubre de 2010 el Huila en conjunto con
el Departamento y sus municipios productores han recibido 1 billn 797 mil 508 millones
de pesos, de los cuales la Administracin Departamental canaliz $1.billn 157 mil
millones 495 millones; Neiva $280.851 millones; Aipe $165.730 millones y Palermo
$96.416 millones.
Con la iniciativa legislativa los 10 municipios (Neiva, Palermo,, Aipe, Paicol, Tesalia,
Gigante, Yaguar, Villavieja, Garzn y Baraya) y el Departamento dejaran de recibir ms
de 100 mil millones de pesos por promedio ao.
Regalas pagadas 2004 - 2010 . Cifra en miles de $
Ao
Neiva
Palermo
Aipe
Huila
Total Dpto.
2004
23213
10426
12710
12190
156716
2005
31801
10157
16280
135614
205123
2006
47574
18992
27116
190051
297430
2007
47165
14232
19989
178203
274437
2008
63430
20340
42816
257420
404235
204
201
2009
2010
Total
31738
35930
280851
10367
11902
96416
22159
24660
165730
134607
159410
1067495
210009
249558
1797508
Fuente: A.N.H.
La reduccin de los ingresos por regala para el caso del Huila sera un duro golpe, porque
actualmente son el 80.7% de los ingresos no tributarios; representan 57.9% de los Ingresos
corrientes; son el 58.1% de la inversin central departamental y el 44.87% de la inversin
SGP en salud y Educacin205
Lo relatado en este trabajo histrico es de gran importancia para el departamento del Huila
y del pas, toda vez que no exista un documento que se acercara a este anlisis econmico
en esta regin. Las ms de 50 fuentes directas, entre ellas 30 documentales y 20 entrevistas,
de las cuales se destacan, los informes anuales que presentaron los ministros de minas y
energa ante el Congreso, los anuarios estadsticos y las publicaciones en los medios
impresos locales, entre ellos Diario del Huila y La Nacin, y revistas especializadas como
Ecoimpacto. De igual forma, son fortaleza de este trabajo los testimonios de los alcaldes de
los entes territoriales receptores de regalas, en dicho perodo y de economistas; lderes
sindicales y voceros de la comunidad.
205
Entrevista realizada a Germn Palomo luego de foro regional de regalas realizado en el 22 de octubre en
Neiva
202
BIBLIOGRAFA
Para la fundamentacin terica o conceptual de este tema fue necesario tener en cuenta no
slo los trabajos escritos o todos lo que tengan que ver con las fuentes documentales, sino
contar con testimonios que permitieron el enriquecimiento de este trabajo histrico, ya que
de una u otra forma ha tenido que ajustarse a los giros socioculturales, producto, en parte,
de la bonanza petrolera o de los recursos que llegaron a las regiones producto de la
exploracin y explotacin de los hidrocarburos.
en la Industria Manufacturera
203
204
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Publicaciones seriadas
Carta Petrolera. Revistas oficial de la Empresa Colombiana de Petrleos, Ecopetrol.
Bogot 1990 1999)
Revista Hocol. Informe social. Aos (1990- 1994)
Revista Huila.
Diario del Huila. (Fundado 8 de Agosto 1966)
Diario La Nacin (Fundado el 15 junio de 1994).
Revista Ecoimpacto (Revista especializada en el tema petrolero y cafetero. Director
Guillermo Bravo Vega).
Lista de Entrevistas
Juan Antonio Carrera, economista; Alcalde del Municipio de Palermo, ex secretario de
Hacienda del municipio de Neiva, candidato a la Gobernacin del Huila, asesor de
empresas petroleras, especialista en el tema petrolero.
Germn Palomo Garca, Economista, ex Jefe de Planeacin Departamental y catedrtico de
la Universidad Surcolombiana y Cooperativa. Candidato a la Alcalda de Neiva.
Carlos Andrs Cante, economista, Secretario de Hacienda del Departamento del Huila,
experto en el tema petrolero.
Hernando Ruiz Lpez, Economista, ex jefe de Planeacin Departamental, Actual
superintendente de Sociedades.
Juan Carlos Crdenas, directivo de la USO, seccional Huila, presidente en varias
oportunidades de este gremio sindical.
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