Ecología y Pensamiento Revolucionario
Ecología y Pensamiento Revolucionario
Ecología y Pensamiento Revolucionario
Murray Bookchin
El lado crtico de la ecologa no deviene solamente del hecho de que entre todas las
ciencias ella presenta este sorprendente mensaje a la humanidad, sino de que lo
presenta con una nueva dimensin social. Desde el punto de vista ecolgico, la
inversin de la evolucin orgnica es el resultado de la horrorosa contradiccin que
resulta entre nacional y local, entre estado y comunidad, industria y agricultura, entre
produccin en masa y artesana, centralismo y regionalismo, y entre escala burocrtica
y escala humana.
primero de un modo sutil, pero luego de un modo masivo y en una escala destructiva
palpable.
O podramos aplicar los principios ecolgicos a las soluciones de los problemas
energticos. Podramos intentar restablecer patrones regionales de energa previos,
usando un sistema energtico que combine la fuerza generada por el viento, el agua y
el sol. Podramos sumar aparatos ms sofisticados que los utilizados en el pasado.
Ahora somos capaces de disear turbinas de viento que pueden proveer electricidad en
numerosas reas montaosas a comunidades de 50 mil habitantes. Hemos
perfeccionado artefactos de energa solar que permiten alcanzar temperaturas
suficientemente altas en lugares clidos como para resolver la mayor parte de los
problemas metalrgicos. En conjunto con bombas de calor, varios aparatos solares
podran proveer tanto como 3/4 sino todo del calor necesario para mantener
confortable una casa familiar pequea. Mientras estas lneas son escritas, en Francia se
est completando en la desembocadura del ro Rance, en Bretaa, una represa de
mareas que se espera que produzca ms de 500 millones de kilowatts/horas por ao.
En ese momento el proyecto del ro Rance cubrir la mayor parte de las necesidades
elctricas del norte francs.
Paneles solares, turbinas de viento y fuentes hidroelctricas tomadas individualmente
no proveen una solucin a nuestros problemas energticos y al desbalance ecolgico
creado por los combustibles convencionales. Puestas en comn como en un mosaico,
como en un tapiz que muestre el desarrollo orgnico de las fuentes de energa desde
las potencialidades de la regin, ellas seran suficientes para cubrir las necesidades de
una sociedad descentralizada. En reas ms soleadas podramos depender en mayor
medida de la energa solar que de los combustibles. En reas de marcada turbulencia
atmosfrica, dependeramos de aparatos que utilicen el viento; en reas costeras
apropiadas o en regiones mediterrneas que tengan buenas redes fluviales, la mayor
parte de la energa puede provenir de instalaciones hidroelctricas. En todos los casos,
podemos utilizar una combinacin de [fuentes] no-combustibles, combustibles y
combustibles nucleares. El punto que deseo establecer es que diversificando nuestras
fuentes de energas, organizndolas en un balanceado patrn ecolgico en el que
combinemos el poder del viento, del sol y del agua de una regin, podemos cubrir
todas las necesidades industriales y domsticas de una comunidad, reduciendo al
mnimo el uso de combustibles peligrosos. Eventualmente podramos desarrollar todos
nuestros aparatos para que funcionen sin combustin, a fin de eliminar todas las
fuentes energticas peligrosas.
Como en el caso de la agricultura, sin embargo, la aplicacin de los principios a las
fuentes energticas presupone por lejos la descentralizacin de la sociedad y la
aplicacin real del verdadero concepto de regin en la organizacin de la sociedad. El
mantenimiento de grandes ciudades requiere cantidades inmensas de carbn y
petrleo. En contraste, sol, viento y marea pueden proveernos de pequeas cantidades
de energa; a excepcin de las espectaculares represas mareomotrices, la mayora de
los nuevos aparatos raramente proveen ms de unos cuantos cientos de kilowatts/hora
de electricidad. Es difcil creer que alguna vez seremos capaces de disear recolectores
de energa solar que puedan proveernos con las grandes cantidades de electricidad que
produce una gigantesca turbina a vapor; es igualmente difcil de concebir que mejores
turbinas elicas nos proveern de electricidad suficiente como para iluminar la isla de
Manhattan. Si nuestras casas y fbricas estn densamente concentradas, los
dispositivos que usan fuentes limpias de energa permanecern probablemente como
meros juguetes, pero si las comunidades urbanas reducen su tamao y se dispersan
sobre la Tierra, no existe razn para que estos aparatos combinados puedan
Abraham Maslow: (19081970) psiclogo estadounidense, uno de los fundadores y principales exponentes
de la Psicologa Humanista (n. de t.).
[1]
Ernst Heinrich Philipp August Haeckel: (18341919) Zologo y evolucionista alemn, fue un gran
promotor de darwinismo y propuso nuevas nociones del desarrollo evolutivo (n. de t.).
[2]
Para profundizar sobre este problema, el lector puede consultar las siguientes obras: Charles S. Elton,
The Ecology of Invations (Nueva York: John Wiley & Sons, 1953); Edward Hyams, Soil and Civilization
(Londres: Thames and Hudson, 1952); Lewis Herber, Our Synthetic Environment (Nueva York: Knopf,
1962); y Rachel Carson, Silent Spring este ltimo puede ser ledo menos como una diatriba en contra de
las pesticidas, y ms como una plegaria a favor de la diversidad ecolgica.
[3]
[4]
Ibidem.
Recurdese que el presente artculo fue originalmente publicado en 1964 (ver n. a del t.). Las comillas
son nuestras (n. del t.).
[5]
Charles Sutherland Elton: (1900-1991) zologo y naturalista ingls. Estableci los parmetros modernos
para los trabajos sobre las poblaciones y las comunidades en ecologa, contribuyendo con estudios sobre
especies invasoras (n. del t.).
[6]
El uso que Rudd hace de la palabra manipulacin, puede crear la errnea impresin de que una situacin
ecolgica puede reducirse a simples trminos mecnicos. Evitemos esta impresin, enfatizando que nuestro
conocimiento de la situacin ecolgica y el uso prctico de este conocimiento es ms una cuestin de
intuicin y comprensin, que de poder. Elton, creo yo, establece los parmetros para la manipulacin
ecolgica de una situacin cuando escribe: El mundo del futuro debe ser manipulado, pero esta
manipulacin no debe ser como la que se da en un juego de ajedrez sino ms bien como dirigir un bote.
[7]
[8]
Lewis Heber [Murray Bookchin],Crisis in Our Cities (Nueva Jersey: Prentice-Hall, 1965), p. 194.
No es mi deseo endilgarle a Gutkind conceptos que he expresado antes, pero el lector se beneficiara
grandemente de la lectura de su obra, The Expanding Environment (Freedom Press).
[9]
[10]
t.).
[11]
Novela utpica muy popular, de fines del siglo XIX (n. del t.).
[12]
H. D. F. Kitto, The Geeks; Chicago, Aldine, 1964. Pp. 161 (la trad. del pasaje es nuestra).
[13]
[14]
[15]