Valores y Principios
Valores y Principios
Valores y Principios
VALORES Y PRINCIPIOS
El criterio de valoracin
Principio de Respeto
Valores universales
Otros Principios
Principios
No
malevolencia
Benevolencia
Doble
efecto
Integridad
Justicia
Utilidad
EL PRIMER VALOR
La Dignidad Humana
El criterio de valoracin
Desde la perspectiva tica, un objeto tiene mayor valor en la medida en que sirve mejor
para la supervivencia y mejora del ser humano, ayudndole a conseguir la armona y la
independencia que necesita y a las que aspira.
Es por tanto esencial que los valores que se elijan y que se persigan en la propia vida se
correspondan con la realidad del hombre, es decir, sean verdaderos. Porque slo los
valores verdaderos pueden conducir a las personas a un desarrollo pleno de sus
capacidades naturales. Puede afirmarse que, en el terreno moral, un valor ser
verdadero en funcin de su capacidad para hacer ms humano al hombre.
Veamos un ejemplo. Puedo elegir como ideal el egosmo, en la forma de
bsqueda de la propia comodidad y del propio bienestar, desestimando las
exigencias de justicia y respeto que supone la convivencia con otras personas y
que exigen renuncias y esfuerzos. La personalidad se volver entonces
insolidaria, ignorando los aspectos relacionales y comunicativos esenciales en el
ser humano. Hecha la eleccin, el crecimiento personal se detendr e iniciar
una involucin hacia etapas ms primitivas del desarrollo psicolgico y moral.
Por el contrario, si se elige como valor rector la generosidad, concretada en el
Valores universales
Como acabamos de referir (tal como se deduce del proceso de desarrollo del ser
humano), la maduracin personal slo se facilitar procurando eliminar obstculos que
puedan originar una detencin de la misma o una regresin a etapas ms primitivas
(propio inters). Por eso, parece acertado concretar algunos valores universales,
deseables para todos.
En este sentido, la formulacin clara y precisa del imperativo categrico kantiano ofrece
abundante luz. As, en la segunda formulacin del Imperativo, en la Fundamentacin
de la metafsica de las costumbres, dice: Obra de tal modo que trates a la
humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, nunca meramente como
un medio, sino que, en todo momento, la trates tambin como a un fin. Y en la tercera
insiste en el mismo sentido: Pues los seres racionales estn todos bajo la ley de que
cada uno debe tratarse a s mismo y debe tratar a todos los dems nunca meramente
como medio, sino siempre a la vez como fin en s mismo. De este modo, surge un
enlace sistemtico de seres racionales por leyes objetivas comunes, esto es un reino, el
cual, dado que estas leyes tienen por propsito precisamente la referencia de estos
seres unos a otros como fines y medios, puede llamarse un reino de los fines
Se trata de aquellos valores que se fundamentan en la dignidad incondicionada de
todo ser humano. Una dignidad que -como puede deducirse de su propia gnesis- no
admite ser relativizada, no puede depender de ninguna circunstancia (sexo, edad, salud
- calidad de vida - y dems cualidades).
Qu es un principio?
En sentido tico o moral llamamos principio a aquel juicio prctico que deriva
inmediatamente de la aceptacin de un valor. Del valor ms bsico (el valor de toda vida
humana, de todo ser humano, es decir, su dignidad humana), se deriva el principio
primero y fundamental en el que se basan todos los dems: la actitud de respeto que
merece por el mero hecho de pertenecer a la especie humana, es decir, por su dignidad
humana.
Vamos a examinar a continuacin este valor fundamental (la dignidad humana), el
principio tico primordial que de l deriva (el respeto a todo ser humano), y algunos
otros principios bsicos.
cosas. El paso siguiente nos lleva a concluir que por valores entendemos
nuestras impresiones, reacciones y juicios, con lo cual convertimos el deber en
un fruto de nuestra voluntad o de nuestras decisiones.
En el positivismo jurdico tipo Kelsen el derecho es el resultado de la voluntad
de las autoridades del estado, que son las que determinan aquello que es
legalmente correcto - y legtimo - y lo que no lo es.
En tica, el positivismo y el empirismo afirman que bueno y malo son decisiones
meramente irracionales o puro objeto de impresiones o reacciones, o sea, del
campo emocional. Tanto en el positivismo como en el empirismo existe an, es
verdad, la idea de valores, pero slo como una idea subjetiva o como objeto de
consenso. El acuerdo por ejemplo de un grupo o de un pueblo crea los valores.
En realidad esto conduce a un relativismo total. As por ejemplo, el grupo podra
acordar que los judos no son seres humanos o que no poseen dignidad, y que
por tanto se los puede asesinar sin miedo a castigo alguno. Para esta teora no
existe ningn fundamento que se base en la naturaleza de las cosas y cualquier
punto de vista puede adems variar de una a otra poca. No existe ninguna
barrera segura de valores frente a la arbitrariedad del estado y el ejercicio de la
violencia.
Sin embargo, el propio conocimiento y la apertura natural a los dems nos permite
reconocer en ellos y en nosotros el poder de la inteligencia y la grandeza de la libertad.
Con su inteligencia, el hombre es capaz de trascenderse y de trascender el mundo en
que vive y del que forma parte, es capaz de contemplarse a s mismo y de contemplar el
mundo como objetos. Por otro lado, el corazn humano posee deseos insaciables de
amor y de felicidad que le llevan a volcarse - con mayor o menor acierto- en personas y
empresas. Todo ello es algo innato que forma parte de su mismo ser y siempre le
acompaa, aunque a veces se halle escondido por la enfermedad o la inconsciencia.
En resumen: ala vez que forma parte del mundo, el hombre lo trasciende y muestra una
singular capacidad - por su inteligencia y por su libertad - de dominarlo. Y se siente
impulsado a la accin con esta finalidad. Podemos aceptar por tanto que el valor del ser
humano es de un orden superior con respecto al de los dems seres del cosmos. Y a
ese
valor
lo
denominamos
"dignidad
humana".
La dignidad propia del hombre es un valor singular que fcilmente puede reconocerse.
Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los dems. Pero ni podemos
otorgarlo ni est en nuestra mano retirarselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es
anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros una actitud proporcionada, adecuada:
reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo (actitud de respeto) o bien ignorarlo o
rechazarlo.
Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una llamada al
respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse
a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, an en el caso
de que toda la sociedad decidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana,
sta seguira siendo una realidad presente en cada ciudadano. An cuando algunos
fueran relegados a un trato indigno, perseguidos, encerrados en campos de
concentracin o eliminados, este desprecio no cambiaria en nada su valor
inconmensurable en tanto que seres humanos.
Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a la especie humana, por
su particular potencial gentico - que la enfermedad slo es capaz de esconder pero que
resurgir de nuevo si el individuo recibe la teraputica oportuna -, todo ser humano es
en s mismo digno y merecedor de respeto.
J.V.