Historia de Escuela de Laren Holanda
Historia de Escuela de Laren Holanda
Historia de Escuela de Laren Holanda
EL CUADERNO MONTESSORI
AO VII, NMERO 25, PRIMAVERA DE 1990
LA ESCUELA MONTESSORI DE LAREN (1936)
Escuela Montessori M.M., bajo la direccin personal de la Dra. Mara Montessori.
Groenendaal, Naarderstraat 49, Laren N.H. Holanda
Escuela preparatoria para nios de 2.5 a 6 aos.
Escuela elemental para nios de 6 a 12 aos (unida a la escuela secundaria).
Seccin para seoritas a partir de 14 aos, con preparacin prctica para
convertirse en Maestras Montessori de Casa de los Nios.
Seccin especial para nios que tienen dificultades para asistir a una escuela de
tipo tradicional.
Para poder conocer algo sobre la experiencia vivida en Laren, por cierto poco
conocida en Italia, nos dirigimos a Perugia, a la casa de Maria Antonietta Paolini,
que con su clsica amabilidad y con el entusiasmo de siempre nos cont de los
aos en los que estuvo colaborando directamente con Mara Montessori; viviendo
con ella y con su familia, compartiendo experiencias, pensamientos y
preocupaciones.
Maria Antonietta Paolini, llamada afectuosamente Pao en casa Montessori, dirige
desde 1950 el Centro Internacional de Perugia, fundado por la Dra. Montessori. Es
una hermosa escuela para formacin de maestros, cercana al antiguo convento de
la Santa Cruz. Pero esta es otra historia de la que nos ocuparemos en otro
cuaderno.
Entonces, volvamos a nuestra historia.
Nos cuenta Maria Antonietta: En julio de 1936, la Dra. Montessori, su hijo Mario y
dos de sus nietos Rolando y Mario y yo, dejamos Espaa donde en julio haba
iniciado la guerra civil y nos refugiamos en Inglaterra, despus en Holanda donde
desde 1926 exista la AMI.
Principalmente recibimos ayuda de la familia Pierson; Ada, la hija ms joven haba
estudiado en 1934 un curso Montessori en Londres y desde entonces se haba
convertido en amiga fiel y entusiasta. Su madre y su padre, un generoso
banquero holands, ellos nos ayudaron a encontrar una casa en Laren, no lejos de
msterdam. ramos cinco prfugos, pero la doctora, a pesar de la precariedad de
la situacin y de sus sesenta y seis aos, no perdi nunca el entusiasmo y el valor
de recomenzar desde cero.