Capítulo 26
Capítulo 26
Capítulo 26
En el cual vamos por segunda vez al palacio del rey. La extraa sorpresa.
Los siete sabios. La devolucin de un anillo. El sabio Mohadebe y la cultura
religiosa. Las quince relaciones numricas sacadas del Corn. Jess es
citado 19 veces. Un error de Berems.
n la primera noche, despus de Ramadn[1], luego de llegar al palacio del
califa, nos inform un viejo escriba, compaero de trabajo, que el soberano
preparaba una extraa sorpresa a nuestro amigo Berems.
Se esperaba un gran acontecimiento. El calculista iba a ser enfrentado, en
audiencia pblica, a siete sabios famosos, tres de los cuales haban llegado
das antes del Cairo.
Qu hacer! Alahur Acbar![2] Ante aquella perspectiva, procur dar valor a
Berems, hacindole comprender que l deba tener confianza en su
capacidad, tantas veces comprobada.
El calculista me record un proverbio que oyera a su maestro No-Elin:
Quien no desconfa de s no merece la confianza de los dems.
Entramos en el palacio con grandes aprensiones y una sombra de tristeza.
La grande y rutilante Sala de Audiencias profusamente iluminada, apareca
llena de cortesanos y sheiks de renombre.
A la derecha del califa se hallaba el joven prncipe Cluzir Sch, convidado de
honor, que se haca acompaar por ocho doctores hindes, ostentando
lujosos ropajes de oro y terciopelo, y exhibiendo elegantes turbantes de
Cachemira. A la izquierda del trono se hallaban los visires, los poetas, cads,
y elementos de la ms alta sociedad de Bagdad. Sobre un estrado, donde
vean varios cojines de seda, se hallaban los siete sabios que deban
interrogar al calculista. A un gesto del califa, el sheik Nuredin Zarur tom a
Berems de un brazo y lo condujo con toda solemnidad, hasta una especie
de tribuna erigida en el centro del rico saln.
Un gigantesco esclavo negro hizo sonar por tres veces un pesado gong de
plata. Todos los turbantes se inclinaron. Y as comenz la singular
ceremonia.
Un imman tomo el Libro Santo y ley, con una cadencia invariable,
separando lentamente las palabras, la oracin de Fatihat[3].
En nombre de Alah, Clemente, Misericordioso!
Loado sea el Omnipotente, creador de todos los
mundos!
La misericordia es en Dios atributo supremo!