San Pedro Vaticano
San Pedro Vaticano
San Pedro Vaticano
Tuvo que transformar en longitudinal el esquema central ideado por Miguel Angel para la
basílica de San Pedro y duplicar la capacidad de la iglesia construyendo la gran nave. Con la nueva nave
longitudinal, la cúpula dejaba de ser el centro y la síntesis plástica de las masas. Maderna trata de
respetar en la medida de lo posible el plan miguelangelesco, y ello se aprecia tanto en la utilización del
orden del orden único o gigante en las columnas del pronaos, como en el propio desarrollo del frontal de
la fachada, ancha y baja para dejar ver la cúpula, por más que ésta no sea ya el centro sino el fondo. Por
otra parte, la multiplicidad de espacios que supone el esquema basilical casi desaparece a favor del
espacio visualmente único de la enorme nave central, la cual se desarrolla en toda su grandeza a costa de
las naves laterales y sus correspondientes capillas. Por otra parte, el arquitecto cuidó mucho de subrayar
la continuidad entre la parte nueva y el núcleo ya construido, empleando en los tres tramos de la nave los
mismos elementos de los brazos del crucero, es decir, arcos entre un orden doble de pilastras corintias y
bóveda de cañón continuo rasgado
por pequeñas ventanas. La misma
discreta iluminación de la nave
prepara para la explosión de luz
que se desencadena en la zona de
la cúpula
Al frente de todo el
conjunto, Maderna conservó el
pórtico previsto por Miguel
Ángel, pero no abierto, sino
cerrado con una fachada (1607-
26), que por su excesivo
Enrique Valdearcos Guerrero Historia del Arte
desarrollo horizontal, debido a que tenía que cubrir las tres naves del interior, resulta pesada e inerte;
dicho defecto no pudo ser corregido, al no construirse los dos campaniles proyectados por problemas de
asentamiento del terreno. Resulta una fachada demasiado enmascaradora, excesivamente dilatada y
plana, sin una real concordancia con el cuerpo de la iglesia. Con todo, el conjunto conserva un tono
grandioso gracias al orden de columnas gigantes que enmarca las tres puertas y la zona central, coronada
por un frontón conjugado con un ático rectilíneo y demasiado bajo en el intento de no perturbar la visión
de la cúpula. Con la realización de esta obra grandiosa, el nombre de Maderna ocupó el primer puesto
entre los arquitectos romanos. Transpuesta la fachada, construyó un gran narthex o pórtico que puede
figurar entre las obras maestras de la arquitectura de su tiempo. Aumenta su belleza la soberbia
decoración de su bóveda, toda cubierta de estucos dorados que definen varios compartimentos con
escenas de la vida de los apóstoles. Fachada iluminada
la concepción original de la cúpula de Miguel Ángel. Son dos brazos convergentes que aíslan la fachada
de la plaza para no quitarle monumentalidad.
Vista desde la cúpula Interior de los brazos Remate de los brazos Perspectiva desde el Tiber