Antequera 2005 PDF
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Josep
Antequera (2005) El
potencial
de
sostenibilidad
de
los
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CAPTULO 2
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2.1. La ciudad como un sistema informacional y complejo
La ciudad desde una perspectiva sistmica puede concebirse como una especie de
ecosistema social donde existe una acumulacin de seres humanos y interacciones
entre individuos, a travs de las cuales se deriva un orden emergente y existe un
intercambio de informacin entre ellos.
Una ciudad, analizada desde un punto de vista informacional, puede ser caracterizada
como un conjunto de personas o una poblacin asociada por variados y completos
procesos de comunicacin; es decir, por una informacin repartida continuamente y,
por lo tanto, capaz de adecuarse y ayudar a la poblacin a adaptarse a una situacin
siempre cambiante, pudiendo responder a los requerimientos de una variacin 1. Una
ciudad presentar las caractersticas de un foco abastecedor de diversos mensajes,
enviados
continua
simultneamente,
que
preferentemente
contengan
alta
informacin .
Carretn J. Una teora ciberntica de la ciudad y su sistema. Ediciones Nueva Visin. Buenos Aires
1975. Pag. 51
2
Garretn J. 1975 Op. Cit. Pag 53.
3
El valor de la informacin enviada no depende del smbolo escogido, sino del conjunto del cual se ha
extrado este smbolo. A dicho conjunto lo denominaremos conjunto variedad. Entendemos por variedad
un conjunto cuyos elementos son nicos. De tal modo la variedad podr expresarse por un nmero
correspondiente a la cantidad de elementos diferentes. (Carretn J. 1975 Op. Cit. Pag.29)
4
El valor de la informacin que puede dar el mensaje, ser proporcional al nmero de elementos de un
conjunto que pueden ser seleccionados en cada etapa de la secuencia de transmisin. De aqu que el
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nmero de elementos que definen a la ciudad como una fuente de informacin, los
mensajes que en ella se producen tendrn un contenido de informacin mayor.
La ciudad tiene fines manifiestos; hay razones para que exista que generalmente sus
habitantes reconocen: buscan la proteccin de la ciudad amurallada (ver Captulo 3) o
el libre intercambio de productos. Sin embargo, la ciudad tambin tiene fines latentes:
funciona como dispositivo de almacenamiento y recuperacin de informacin. Las
ciudades renen las mentes y les asignan un lugar coherente. La reunin de gremios
profesionales en los mismos espacios gener en su tiempo una fisonoma propia de la
ciudad, y muchas calles de muchas ciudades conservan los nombres de dichos
gremios, incluso algunas despus de miles de aos mantienen algunos comercios en
los mismos lugares que hace miles de aos (vendedores de seda en Florencia). Las
ideas y los bienes fluyen dentro de estos conglomerados en una polinizacin cruzada
productiva, asegurando que las buenas ideas no mueran en el aislamiento rural6.
La ciudad como sistema estructurado cumple las condiciones que Morin define (ver
Captulo I) para caracterizar un sistema complejo:
trmino informacin est asociado a la probabilidad de ocurrencia de un mensaje entre todos los posibles.
Conceptualmente esto quiere decir que la informacin que recibe el destinatario depende de su grado de
incertidumbre, ya que si el nmero de elementos de la fuente es mayor, la probabilidad de seleccionar uno
determinado ser menor (Carretn J. 1975 Pag. 13). O sea cuanto ms elementos posea la fuente, mayor
ser la informacin de cada uno de los mensajes transmitido.
5
Garretn J. 1975 Op. Cit. Pag. 52
6
El poder resultante de este almacenamiento de datos es evidente en los asentamientos humanos
tempranos de gran escala, situados en la costa sumeria y en el valle del Indo, que datan del ao 3.500 a.
C. De acuerdo con algunos registros, el cultivo del grano, el arado, el torno de alfarera, el barco de vela,
el telar, la metalurgia del cobre, la abstraccin matemtica, la observacin astronmica exacta, el
calendario, son todos inventos surgidos durante los primeros siglos de existencia de las poblaciones
urbanas originarias. (Johnson St. Sistemas Emergentes. Fondo de Cultura Econmico. Mxico D.F. 2001..
Pag. 97).
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Una ciudad es algo as como una mquina de amplificar patrones: sus barrios son un
modo de medir y expresar la conducta repetida de colectividades mayores; recogen
informacin de la conducta grupal y comparten esa informacin con el grupo. Puesto
que esos cambios retroalimentan a la comunidad, pequeos cambios de conducta
pueden convertirse rpidamente en movimientos mayores7. Las ciudades vitales tienen
asombrosas habilidades innatas maravillosas para comprender, comunicar, planificar e
inventar lo que se requiere para contrarrestar dificultades8.
Steven Johnson sostiene que nadie funda una ciudad con la intencin explcita de
almacenar informacin con mayor eficiencia o de convertir su organizacin social en
algo ms asequible para el limitado ancho de banda de la mente humana. Ese manejo
de datos nicamente ocurre ms adelante, como una suerte de propiedad resultante
de la colectividad, como una propiedad emergente de dicha organizacin.9
2.2. La ciudad es un ecosistema?
La aglomeracin (urbana) ms all de una cantidad y densidad de poblacin, es un
medio en el que interfieren las organizaciones y las instituciones econmicas, polticas,
sociales y culturales, los artefactos, las mquinas y mltiples productos, los grupos
sociales y los individuos. Es esta multiplicidad de sistemas heterogneos, relacionados
unos con otros, que actan de forma encabalgada unos sobre otros, lo que completa
el carcter urbano de la aglomeracin, al mismo tiempo que su carcter de
ecosistema10.
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polica, ejrcito, etc.). De nuevo, asistimos a un crecimiento del orden y el desorden,
ligados a un crecimiento de la complejidad dentro del sistema. Este crecimiento va
ligado al desarrollo y al mismo tiempo a la regresin de la individualidad. Hay un
desarrollo de la individualidad, del egocentrismo de los mrgenes de libertad (es decir,
tambin de la aleatoriedad y del desorden), pero la especializacin y la divisin del
trabajo, las coacciones jerrquicas de la sociedad (esclavitud, proletarizacin), y la
masificacin manipuladora de enormes capas de la poblacin constituyen una
verdadera regresin con respecto al hombre polivalente y politcnico de las
sociedades arcaicas.
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puede controlar ninguna de ellas totalmente. Debido a que es el nexo de todas estas
interacciones, pero el medio donde se producen, debido a estas interacciones y a los
fenmenos de orden sistmico, es por lo que es un ecosistema.
El medio es tambin un sistema desde el punto de vista de cada uno de los sistemas
que comprende, sean el individuo, el grupo, la empresa o la institucin. Cada uno de
estos sistemas est en relacin de sistema abierto con el ecosistema, es decir en
relacin de independencia - dependencia de la que extrae los elementos y alimentos
para su supervivencia y su desarrollo. Puede encontrar en las constricciones
ecosistmicas los elementos de orden que le permiten organizar su autonoma; puede
encontrar en la variedad y la complejidad ecosistmica los recursos tcnicos y objetos
que le permiten alcanzar una gran variedad de objetivos, y de establecer los nuevos
objetivos, que, en suma, le permiten mantener y desarrollar su complejidad. Puede
encontrar en las incertidumbres ecosistmicas sus oportunidades, sus riesgos y sus
libertades.
Por otro lado en los sistemas artificiales creados por el hombre, el equilibrio ya no
depende de la regulacin de los nichos ecolgicos, sino de las condiciones
tecnolgicas por medio de las cuales el hombre introduce corrientes de energa y crea
las condiciones de la nueva homeostasis. La capacidad de reorganizar los recursos y
potenciar la captacin y utilizacin energtica a travs de la invencin tcnica coloca,
pues al hombre por fuera de la escala trfica y al margen de las leyes poblacionales
que regulan el crecimiento de las comunidades biticas. La especie humana no est
inserta en la cadena trfica por su condicin de omnvoro, que comparte con otras
especies, sino por sus formas instrumentales de adaptacin11.
11
ngel Maya A. La Diosa Nmesis. Desarrollo sostenible o cambio cultural. Vol. 2. Corporacin
Universitaria Autnoma de Occidente. Cali-Colombia.2003. Pag. 88
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Por ello la relacin orden desorden que permite la evolucin humana es indisociable
entre s, tanto en el interior de los sistemas humanos como el que proyecta hacia el
exterior. Segn Morin, el orden, constriccin absoluta, no es otra cosa que la rigidez de
las leyes de la fsica; el desorden absoluto no es otra cosa que la desintegracin
entrpica del sistema. En funcin de la prevalencia de uno de estos elementos sobre
otro se modificar la estabilidad del conjunto, a la vez que se modifican los grados de
libertad de los individuos que la componen y de los ecosistemas circundantes de los
que depende la ciudad.
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Morn categoriza esta relacin ecosistmica entre individuos y medio urbano entre dos
aspectos extremos: un ecosistema ptimum y uno psimum13.
En el ptimum el ecosistema permite la supervivencia, la satisfaccin y el desarrollo
de los individuos. Las constricciones organizan las condiciones de mantenimiento y de
desarrollo de la complejidad, por una parte establecen seguridades y protecciones y
por ora multiplican los recursos, lo cual permite garantizar una multiplicidad de estados
12
ngel Maya A. La Diosa Nmesis. Desarrollo sostenible o cambio cultural. Vol. 2. Corporacin
Universitaria Autnoma de Occidente. Cali-Colombia.2003. Pag 88
13
Morin 1995 Op. Cit. Pag. 137
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de satisfaccin, responder a una multiplicidad de objetivos y crear nuevos objetivos, es
decir que estas determinaciones hacen surgir las mltiples condiciones de la
autonoma y de desarrollo de la individualidad.
El feed back negativo en este caso consiste en el reequilibrio que protege de las
perturbaciones; el feed back positivo introduce la variedad, el movimiento, el cambio,
la tendencia nueva y el desarrollo.
En el extremo del psimum, hay un factor de deterioro, insatisfaccin y degradacin.
Las constricciones son servidumbres demasiado rgidas o demasiado represivas, que
reducen la complejidad y favorecen el gregarismo ms que la individualidad. El feed
back negativo es inhibicin y represin; el feed back positivo introduce los desrdenes
y el empeoramiento de las perturbaciones.
Por lo que concierne al ser humano, no existe, necesariamente coincidencia entre
estado de satisfaccin y ptimum (desarrollo de la complejidad, de la autonoma y de
la libertad), ni entre estado de insatisfaccin y psimum. La supervivencia o el
desarrollo
pueden
comportar
constricciones
que
sern
percibidas
como
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2.5. La ciudad como generadora de pobreza, insatisfaccin humana y
desequilibrios sociales
La ciudad hoy en da es el medio mayoritario de los habitantes del planeta14, tanto en
los pases desarrollados como en desarrollo. Segn datos del ao 2001, sta
alcanzaba al 47,1 % de la poblacin total ( Fig. 6.5.). Pero en regiones como Amrica
Latina y el Caribe, la poblacin urbana llega al 75,8 %. En los pases desarrollados la
media es del 75,5 %.
Fig. 6.5. Crecimiento de la poblacin urbana y rural en el mundo entre los aos
1950-2020. (Habitat U.N. 2003)
Las ciudades ms grandes previstas en el futuro surgen en los pases en desarrollo15.
En la actualidad, hay 19 mega-ciudades en el mundo con una poblacin total de 275
millones de personas alcanzando un 8.8% de la poblacin urbana total. De todas ellas
slo cuatro se hallan en los pases desarrollados: New York (16.6), Los ngeles (13.1),
Tokyo (26.4) y Osaka (11); las otras 15 mega-ciudades se hallan en pases en
desarrollo: Mxico City (18.1), Mumbai (18.1), Sao Paolo (17.8), Shanghai (17), Lagos
(13.4), Calcuta (12.9), Buenos Aires (12.6), Dhaka (12.3), Karachi (11.8), Delhi (11.7),
14
La poblacin urbana en este siglo puede alcanzar del 60 al 70 % de la humanidad. En 1990 las 100
ciudades mas grandes del mundo albergaban unos 540 millones de personas y 220 millones vivan en las
20 ciudades ms grandes, de mas de 10 millones de habitantes, una gran parte de ellas en pases en
desarrollo.(Girardet H. Creando ciudades sostenibles. Ed. Tilde, Valncia, 2001.)
15
UN-HABITAT Slums of the world: the face of urban poverty in the new millennium. United Nations
Human Settlements Programme . Kenya 2003.
55
Jakarta (11), Metro Manila (10.9), Beijing (10.8), Rio de Janeiro (10.6) y El Cairo (10.6)
(U.N.-Habitat 2003).
En ellas se generan fenmenos de desigualdad social sin precedentes16. En el mundo
existe un 31,6% de la poblacin urbana que habita en suburbios (Fig. 6.5.). En los
pases en desarrollo sta llega a un 43 % del total y en los pases desarrollados
alcanza un 6%. De toda la poblacin urbana de los pases en desarrollo casi un tercio
de la misma sufre de falta de atencin sanitaria y un 8,3 tiene problemas de suministro
de agua potable; en este aspecto los ms castigados son los subsaharianos y la
poblacin de Oceana (excluyendo Australia y Nueva Zelanda) cuya poblacin
sometida a carencias hdricas alcanza un 18%.
16
Los asentamientos precarios en las metrpolis latinoamericanas ocupan por lo menos el 50% en Lima,
el 35 % en Ro de Janeiro, el 40% en Caracas y Santiago de Chile. En Sao Paulo, entre 1973 y 1987,
mientras la poblacin creci un 60%, la poblacin favelada lo hizo en un 100%. Neira citado en
Iracheta 2002. Iracheta A. Gobernabilidad en la zona metropolitana del Valle de Mxico-ZMVM. En el
desafo de las reas metropolitanas en un mundo globalizado. Institut dEstudis Territorials. Barcelona
2002.
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No slo son los pases en desarrollo los que sufren niveles de pobreza importantes, en
los Estados Unidos de Amrica, el nmero de norteamericanos que se considera
oficialmente pobre es de 35,8 millones de personas, un 12,5 % de la poblacin en el
ao 200317, de los cuales 12,9 millones se calcula que son nios. La distribucin racial
de la pobreza est claramente diferenciada en este pas: un 24,4 % de las familias
negras, un 22,5 de las hispanas y slo un 8,2 % de la blancas se hallan bajo este
umbral.
2.6. La ciudad como sistema hetertrofo, depredador de recursos y productor de
residuos
Nuestra expansin social urbana se realiza a expensas del agotamiento de lo que
podramos llamar ecosistemas naturales y del resto de seres vivos del planeta.
Algunos autores comparan este crecimiento con modelos biolgicos de desarrollo
destructivos como el cncer de piel, y en dicha analoga las reas metropolitanas
seran los grandes ncleos tumorales del planeta donde se produce una mayor
17
Esto supone un incremento de 1,3 millones de personas respecto al ao 2002, en los que esta cifra
alcanzaba al 12,1 de la poblacin. El Pas, 27/08/2004. Madrid 2004. Pag. 4.
57
creacin de urbanidad. Jos M. Naredo (Naredo 2003 b)18 cita a W.M. Hern (Hern
1990)19 autor que ha realizado una analoga entre el proceso de crecimiento de un
melanoma o cncer de piel y la incidencia de la especie humana sobre el territorio.
Este autor enumer las siguientes caractersticas de las patologas cancergenas:
MELANOMA
CONURBACIN
DIFUSA
18
Naredo J.M. Hacia una utilizacin ms responsable del Territorio. Ponencia del Foro Urbanismo para
un Desarrollo ms Sostenible. Equilibrio Territorial. Congreso de Urbanismo Sostenible. Collegi Oficial
Arquitectes Balears. Palma de Mallorca. Nov 2003 b.
19
Hern, W.M. (1990) Why are so many of us? Description and diagnosis of a planetary ecopatological
process, Population and Environment: A Journal of Interdisciplinary Studies, Vol. 12, n1.
58
20
Emmi P.C. Coupled HumanBiologic Systems in Urban Areas: Towards an Analytical Framework
Using Dynamic Simulation. 21 System Dynamic Conference. New York 2003
59
Esta evolucin funcional de los asentamientos humanos y la ocupacin del territorio,
vienen determinados por las formas de produccin (caracterizacin energtica del
ecosistema) y sus polticas asociadas o sea los modelos de desarrollo de la poca,
como nos demuestra la divisin del trabajo y la especializacin social y funcional del
modelo fordista (Henry Ford, 1910) y su concepto de produccin en cadena. El modelo
espacial que comporta el fordismo es el de la gran rea metropolitana, los espacios
monofuncionales: el gran polgono industrial, la gran rea comercial, el gran centro
terciario de oficinas; el gran hospital; las grandes terminales de transporte - el
superpuerto, el gran aeropuerto -el gran barrio dormitorio o las extensas reas
residenciales unifamiliares, con la acusada necesidad de transporte urbano motorizado
y unas, cada vez ms, grandes necesidades de transporte interurbano motorizado21.
Este modelo territorial es muy comn hoy en da. El actual modelo de crecimiento se
sostiene en la renovacin de la mercanca, como sistema, y no en la satisfaccin de
necesidades de los ciudadanos. Las empresas de construccin, los agentes
inmobiliarios y los estrategas de la banca, en las ltimas dcadas, han dinamizado y
acelerado la actividad constructora de infraestructuras y arquitectnica, con lo cual han
aproximado la lgica de la venta de sus productos a la de los bienes de gran consumo.
El recurso, el suelo en este caso, es un recurso no renovable y queda inmovilizado22.
21
Fernndez Durn R. La explosin del desorden. La metrpolis como espacio de la crisis global.
Fundamentos. 1993.
22
Rueda S. Ecologa Urbana. Barcelona i la seva regi metropolitana com a referents. Beta Editorial,
1995. Pag. 50-61.
23
UN-Habitat. The state ofe the worlds Cities. Globalization and Urban Culture.2004-2005. Edt. Earth
Scan. London 2004.
60
de las grandes ciudades. El estudio afirma que el crecimiento demogrfico, la
expansin espacial, la diferenciacin econmica, la complejidad social, la diversidad
cultural y la fragmentacin institucional nos hacen pensar que las estructuras y las
formas metropolitanas han surgido para dar
Aunque los efectos que dichos espacios generan no son todos positivos. Entre ellos
podemos citar:
61
violencia y el crimen, que generan un incremento de prisiones urbanas,
aislamiento de comunidades y muchos esfuerzos para proveer seguridad en un
ambiente metropolitano peligroso.
Jos Manuel Naredo explica que cuando a la importancia cuantitativa de las actuales
conurbaciones y sus poderossimos medios, se aade el nimo acrecentado de
aumentar su poder sobre el resto del territorio planetario, se dispara un proceso que
no puede ms que redundar sobre el deterioro global de ste. Esta evidencia plantea
la necesidad de compaginar la posicin secular de dominio y explotacin que han
venido ejerciendo las ciudades sobre el entorno rural o natural, con otra de
colaboracin con este entorno que plantee como objetivo el enriquecimiento mutuo24.
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captulo siguiente la planificacin urbana, responde a un modelo de pensamiento y
interpretacin de la realidad que subyace en los agentes responsables de dichos
procesos de urbanizacin. Como apunta muy bien Jos Manuel Naredo, la
configuracin de las conurbaciones actuales y la mayor parte de sus problemas han
sido fruto combinado del despliegue sin precedentes de una racionalidad cientfica
parcelaria y de una tica individualista insolidaria que alcanzan su sntesis en las
visiones atomistas de la sociedad y en las divisiones administrativas de todos
conocidas
25
insostenibles.
25
Naredo J.M. y Valero A. (dirs.) Desarrollo econmico y deterioro ecolgico. Fundacin ArgentariaVisor Dis .S.A. Madrid 1999. , Op. Cit. Pag. 52