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Mafalda, La Grande

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lanacion.

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Revista
Domingo 06 de abril de 2014 | Publicado en edicin impresa

Mafalda, la grande
Es la tira latinoamericana ms vendida en el planeta y en las
cinco dcadas que cumple ahora no perdi en absoluto vigencia.
Por qu la queremos tanto?
Por Silvina DellIsola | Para LA NACION
33389660

Deca el gran pensador de la historia del siglo XX Eric


Hobsbawm: "Cuando era muy joven crea en la posibilidad de
construir un mundo perfecto. Ya estoy demasiado viejo para
eso, pero s creo en un mundo mejor". Entusiasta de aquellos
a los que l llamaba rebeldes primitivos, a su ltimo libro
-publicado a sus 94 aos- lo titul precisamente Cmo
cambiar el mundo. Resulta complejo entonces definir quin
honr a quin aquel da de 1999 en el que se cruz en un
hotel de Buenos Aires a Daniel Divinsky, editor de Quino
desde 1970, y delante de una multitud se deshizo en elogios
hacia la ms famosa criatura del dibujante: Mafalda.
Cuando Quino y el historiador ingls se conocieron, nuestro
artista le regal la coleccin completa de los cuadernos de la
nia y un pequeo dibujo de ella, hecho y dedicado
especialmente para l. As lo cuenta desde Londres la viuda
de Hobsbawm, Marlene, halagada de que se la llame para
confirmar la ancdota y la admiracin de su brillante marido
por la pequea mocosa contestataria, ciudadana del mundo
pretendida como suya por chinos, indonesios, franceses o
Foto:
NACION
colombianos que sienten privativo
deLAsus
opuestas
idiosincrasias las dudas existenciales, rabietas y preguntas
fastidiosas que ella plantea desde su corta edad.
Aunque Quino dej de dibujarla hace 41 aos, en 2014
cumple medio siglo de vigencia inalterable: sigue siendo la

tira latinoamericana ms vendida en el planeta y en cinco


dcadas no se erradic casi ninguno de los temas contra los
que, con una asombrosa cintura para evadir clichs y lugares
comunes, se indignaba.
Humilde, reservado, ligeramente boca sucia, Joaqun Lavado
nunca condujo un automvil. Siempre prefiri caminar, para
poder observar. Con su mujer, Alicia Colombo, decidieron no
tener hijos, en parte afectado por la muerte de sus padres
cuando l todava no haba alcanzado la mayora de edad. Sus
personajes son su lograda descendencia, aunque a muchos,
incluidas las primeras Mafaldas, tuviera que calcarlos porque
no le salan siempre iguales y porque, segn lleg a confesar,
eran de hecho bastante malos. "Las ideas son lindas, pero el
dibujo es una porquera, no s cmo te publican", le deca all
por los aos 50 Carlos Garaycochea, con quien alternaba tiras
en una pgina de la revista Esto Es. No haca mucho tiempo
que haba abandonado la Escuela de Bellas Artes en su
Mendoza natal y haba llegado a la gran capital a dormir con
extraos de pensin siguiendo el sueo de ser dibujante como
su to Joaqun Tejedor. Cuando Quino tena 3 aos el to le
dibuj un caballito azul para distraerlo de los ruidos que
venan de la chillona comisara de al lado de su casa. Le abri
con ese espontneo detalle la puerta de un reino de trazos
sobre papel del que luego se convertira, junto a distinguidos
como Herg, Jean Jacques Semp o Saul Steinber, en
soberano concluyente.
La historia ya est gastada: Mafalda se le revel de casualidad
cuando en 1963 le encargaron una tira para anunciar en un
diario de forma velada los electrodomsticos Mansfield de la
firma Siam Di Tella. Recomendado por el periodista Miguel
Brasc, Quino acept un trabajo en principio intrascendente
cuya nica condicin argumental era que los nombres de los
personajes de esa familia de clase media comenzaran con M
de Mansfield. Para la nena eligi Mafalda porque lo encontr
citado en una novela de David Vias llevada al cine el ao
anterior, Dar la cara, y le pareci simptico. La campaa
fracas porque se descubri el ardid publicitario. Pero cuando

para septiembre del ao siguiente su amigo Julin Delgado,


con el que tena la confianza de haber compartido habitacin
en un albergue familiar de la avenida Forest, le pidi una
historieta para la revista Primera Plana, l rescat las tiras de
un cajn. "Y bueno -sintetiz cientos de veces-, ah empez
todo." Le sugirieron que tuviera un aire a Peanuts que,
liderada por Charlie Brown y el fantasioso perro Snoopy, era
ya la publicacin de su tipo ms influyente de Estados Unidos
en esa segunda mitad del Siglo XX. Pero Mafalda se distanci
de la creacin de Charles Schulz no slo porque la pequea
viva en la calle Chile esquina Defensa del barrio de San
Telmo... Umberto Eco estableci rigurosamente las diferencias
entre el trabajo de ambos artistas en el prlogo del primer
libro de Mafalda editado en Italia, en 1969: "Charlie Brown
pertenece a un pas prspero, a una sociedad opulenta a la
que trata desesperadamente de integrarse, mendigando
solidaridad y felicidad. Mafalda pertenece a un pas denso de
contrastes sociales que a pesar de todo s querra integrarla y
hacerla feliz, slo que ella se niega y rechaza todas las
ofertas. Charlie Brown vive en un universo infantil del que los
adultos estn excluidos. Mafalda vive en una relacin
dialctica continua con un mundo adulto que ella no estima ni
respeta, y al cual ridiculiza, repudia y se opone reivindicando
su derecho a seguir siendo una nia. Charlie Brown
seguramente ley a los revisionistas de Freud y busca la
armona perdida; Mafalda probablemente ley al Che".
Desde su rincn porteo hacia el mundo, los dilemas de la
nena de los eternos soquetitos blancos fueron publicados en
ms de 30 pases -aunque el dato es impreciso incluso para
sus editores por la gran cantidad de copias piratas que
circularon- y 15 idiomas. Su triunfante peregrinar comenz
cuando algunos ejemplares cruzaron el Ro de la Plata y se
diseminaron por Uruguay, en 1966, y lleg hasta el lmite con
Oceana: en 2009 se edit en Indonesia, en indonesio. En los
ltimos meses casi prospera un nuevo intento de distribuirla
en pases anglohablantes, cosa hasta ahora imposible por
motivos algo ridculos que Daniel Divinsky repasa: "En algn
momento intentamos vender los derechos. Un directivo de la

editorial de contenidos escolares Scholastic de Estados Unidos


nos dijo que no se los diramos a nadie, que l haba pasado
su infancia en la Argentina, se haba criado con Mafalda e iba
a hacer que la compaa la compre. Despus de un ao me
mand aquella famosa respuesta del Departamento de
Marketing: la tira era demasiado sofisticada para los nios
norteamericanos. Decidimos publicarla en ingls, pero para
distribuirla bsicamente en pases hispanoamericanos. La
usan mucho los colegios bilinges, a los chicos les encanta
leer en ingls las tiras cuyo sentido ya conocen en castellano".
Qu pas con el reciente anuncio de venderla en
Estados Unidos?
Ya dej de ser cierto. Seven Stories Press, una editorial
independiente que fue la que publicOperacin Masacre, de
Rodolfo Walsh, en ingls por primera vez, se interes mucho
por Mafalda. Le mand al dueo los once tomos traducidos y
me contest que le haba gustado muchsimo en lo personal,
pero que muchas referencias, como la Guerra de Vietnam o la
televisin como novedad, la hacan un poco anticuada. O sea
que no, por ahora no.
Esta vieja, caprichosa dilacin es antagnica con quienes s se
arriesgaron por ella. Esther Tusquets, en una Espaa
atravesada por la censura franquista, se anim a editarla a
travs de su sello Lumen, en 1970. Haba descubierto los
primeros libros de Quino en una tienda de usados de Madrid.
Tuvo que pedirle a Carlos Barral, dueo de los derechos, que
se los cediera. "Mi abuelo era un tozudo que publicaba aquello
que quera que fuera su biblioteca particular", cont hace un
par de aos el nieto del director de Seix Barral, Malcolm Otero
Barral. La aclaracin que luego hizo el joven no fue muy
acertada: "No es cierto que le haya dicho que no a Gabriel
Garca Mrquez con Cien aos de soledad. Lo que s declin
editar fue la Mafalda de Quino porque deca: No publico
monigotes. Don Barral tambin haba rechazado el manuscrito
del que llegara a ser best seller mundial: El nombre de la
Rosa. Tusquets apost por Quino y en pocos das se vendi de

una forma extraordinaria. Slo el primer cuaderno agot 5000


ejemplares y comenz a salvar a la dama de la edicin de una
anunciada bancarrota.
Mafalda se consigue en Alemania, Francia, Mxico, Grecia,
Finlandia, Holanda, Brasil, Suecia, Dinamarca, Noruega, Japn
y hasta en Taiwan traducida al chino mandarn a pesar de la
tirria de la rebelde por todo lo relacionado con el gigante
asitico.
Hijo de andaluces republicanos y nieto de comunistas
militantes todos exiliados en la Argentina -Mafalda se inspir
en la segunda esposa de su abuelo, su abuelastra Tet-, Quino
creci signado por la tragedia que supuso la Guerra Civil
Espaola y el avance del fascismo en Europa. "Ello me dio un
sentido poltico de la vida que me gusta reproducir en mis
dibujos. De mi ensalada mental surgieron las ms brillantes e
hilarantes vietas", ha confesado.
El caldo de hervir del carcter de Mafalda fueron los rotundos,
concluyentes aos 60 dando contexto a una festiva, agitadora
toma de conciencia. Eran los tiempos del pastor Luther King y
su sueo; de John F. Kennedy metindose el mundo en el
bolsillo a fuerza de carisma, y de los Beatles simbolizando los
ms altos anhelos progresistas. Pero las guerras de Corea en
los 50 y la de Vietnam atravesando toda la dcada posterior le
minaron la actitud y las maneras. Por esa sensacin de que la
paz no llega nunca nace la preocupacin constante de
Mafalda por el globo terrqueo. Y aunque la pequea no logr
dar respuesta a los problemas del mundo, lo intent con cada
pregunta y argumento. "Para quienes ahora leen a Mafalda,
esos argumentos sirven de mucho. No son privativos de una
poca, sino que siguen siendo vlidos y es importante
debatirlos", dice la doctora Carmen Argibay. Ministra de la
Corte Suprema y una de las cinco mujeres ms destacadas de
la justicia argentina, se recibi de abogada el mismo ao en
que la tira debut en Primera Plana. Desde entonces la
admira.

Foto: LA NACION

Quino pens que con el regreso a la democracia en el


73 no tendra sentido continuarla.
Mafalda seguira hablando de los problemas del mundo, que
son muy parecidos en todas partes. Pueden tener ms
relevancia en un lado que en otro, pero aparecen en todas las
culturas. Las guerras, las crisis, la miseria, la represin, la
xenofobia o la discriminacin son temas tan actuales como lo
fueron en el perodo 64-73. Es una lstima que haya resuelto
discontinuarla porque la crtica puede ser muy constructiva.
Adems, hacer pensar a travs del humor es uno de los
mejores mtodos para ampliar el horizonte del conocimiento.
El derrotero proselitista de la chica de cabellera abultada
provoc confusas reacciones en los poderosos de los pases
en los que se comercializ. En la misma Espaa que para
publicarla por primera vez exigi que un letrero en tapa
advirtiera Para Adultos llegaron a circular, sobre 1985, unos

stickers con sus personajes agitando banderas franquistas.


Esta y otras adulteraciones fueron como golpes de puo en el
estmago de su creador, de gentica republicana. En China,
nacin que tard en adherirse a las convenciones
internacionales sobre derechos de autor, la tira fue copiada de
forma grosera. "Una niita me pidi que le firmara un lbum
en la Feria del Libro de Buenos Aires y me dijo que Mafalda
era muy conocida all -recordaba Quino-. Me qued muy
intrigado. Eran ediciones piratas que se hacan en Taiwan y
que logramos detener." Al poco tiempo se cerr el trato que la
llev, ya de forma oficial, a la China continental. Aunque
fueron eliminadas las vietas en las que haca mencin al pas
asitico argumentando que el argentino no conoca esa
idiosincrasia como para juzgarla.
Fidel Castro no quiere a Quino. La peque lo tild de cretino en
un par de tiras y el Comandante an le guarda rencor. Un da
el dibujante recibi una carta de una descendiente de
Mussolini agradecindole por haberle hecho justicia al Duce
en una vieta: Miguelito deca que el hombre lleg a la luna
gracias a Mussolini porque sin Mussolini no existira Hitler, sin
Hitler los cientficos alemanes no hubieran emigrado a
Estados Unidos, y sin cientficos alemanes. eso. que el hombre
no hubiera llegado a la luna...
La presidenta argentina se reconoce fantica de Mafalda y sus
pequeos cmplices, y mantiene con el autor una no
relacin de respeto. "Interpelaba a la sociedad con mucha
fortaleza", dijo Cristina Kirchner en 2012, cuando se cruzaron
por videoconferencia en la inauguracin de un centro cultural
en Mendoza. l le respondi: "Le deseo mucha suerte en esta
changuita de gobernar que tiene usted". Hace pocos das, CFK
inaugur el Saln del Libro de Pars del que Argentina fue
invitada de honor. Reforz: "Mafalda est vinculada
directamente a mi juventud. Pese al cambio de contexto
histrico, mi hija, de 23 aos, que vivi siempre en
democracia, se fascina con Mafalda".

Libertad, alegrica y chiquitita. La tortuga Burocracia, lenta


para todo. El capitalista Manolito. Felipe, el tmido romntico
que pierde la cabeza por la lnguida Muriel... Quino confes
poseer rasgos de algunos de los personajes de su tira. De
Miguelito, que se cuestiona por qu todo junto se escribe
separado y separado se escribe todo junto, dijo: "De chico y
de grande me pregunto estupideces que no sirven para nada".
Pero en quien ms se reconoce es en Felipe: "Para comprar un
lpiz daba vueltas, me imaginaba cmo lo iba a pedir:
Tendrn? No tendrn? Y si no tienen qu hago?"
Tres de los compinches de Mafalda estuvieron inspirados en
personas reales. Guille es Guillermo Lavado, sobrino de Quino,
flautista y compositor radicado en Chile. Felipe era Jorge
Timossi, uno de los fundadores de la agencia Prensa Latina.
Cuando le inquiri si era cierto que l era el nio de los
dientes de conejo recibi por correo como toda respuesta el
famoso remate de una vieta: "Justo a m me toca ser como
yo?" En el captulo Quino y yo de su libro Cuentecillos y otras
alteraciones, Timossi cont: "Un cierto sabor a mo, el olorcito
de alguna conversacin olvidada. Result entonces que yo era
Felipe, o que Felipe era yo, por aquello de mis dientes de
conejo, por mis tendencias a la duda, por esos
enamoramientos al ritmo de Thelonious Monk". Manolito se
habra inspirado en Anastasio Delgado, pastor de ovejas de
Soria, llegado a la Argentina en la dcada del 20. Julin
Delgado, el hombre que public por primera vez a Mafalda en
un diario, era su hijo menor.
Obsesivo de la documentacin luego de que un lector lo
tildara de bruto por obviar un detalle cultural en una vieta
sobre un toro y un torero; detallista al punto de irse a un
almacn a estudiar una mquina de cortar fiambre antes de
dibujarla, Quino es preciso hasta en las cosas ms absurdas.
Segn su editor, "se puede ver todas las ilustraciones de un
tratado de ingeniera si es necesario. A los jamones colgados
del techo de la cantina, a las botellas de vino o a los tableros
de las estaciones de trenes le pona los nombres de sus
amigos o de Monito, como la llama a su mujer, Alicia".

Juan Matas Loiseau, Tute, pas de hijo de su gran amigo Caloi


a uno de sus colegas ms admirados. No cumple an 40 aos
y tiene el orgullo de ser uno de los poqusimos artistas que
Quino accedi a prologar, para su novela grfica, que saldr
en pocos meses. El creador de Batu, que aprendi a leer con
Mafalda, explica desde la experiencia del oficio compartido:
"Es una tira compleja en el buen sentido, una tira con muchas
capas de informacin, construida con maestra. Quino me
ense, por ejemplo, que cada personaje debe tener una
psicologa determinada, una personalidad distintiva. Los
globos no deben ser intercambiables, cada personaje tiene su
propio discurso, su modo de pensar y de sentir. Eso es
fundamental. Te pasea por sus dibujos con la precisin de un
gua, como los grandes cineastas con sus juegos de cmara y
planos. Uno lee las historietas en el orden que l dise. De
esta forma, el humor se potencia."
Sentada a la mesa, lista para almorzar, ve aterrada cmo
cuadro tras cuadro su madre le acerca un plato de sopa.
Entonces gira la cabeza y dice, al lmite extremo de la tortura:
"Le parecer triste Raquel, pero en momentos como ste
mam es tan slo su seudnimo". Ridculamente simple,
profunda y genial, parece infantil aclararlo, pero Mafalda no
existe. Es pura alquimia de rayas y puntos en la pluma de un
virtuoso.

Foto: LA NACION

El mes pasado, cuando un trabajo suyo fue escogido para la


tapa de la revista New Yorker, Liniers confes: "Quera

aparecer en la lista, debajo de todo. Es como cuando me


llamaron de Ediciones de la Flor. Quino, Caloi, Fontanarrosa, y
yo al final. Eso para m ya estaba bien". El ilustrador explica
con el lenguaje alado de los artistas del dibujo el no ser de
Mafalda: "George Bernard Shaw deca:Cuando algo es
gracioso, examnelo de cerca para encontrar una verdad
oculta. Gracias por tus mentiras, Quino! Creo que su gran
talento, as como el de Schultz, Watterson o Herg, es
conseguir que unas pocas lneas de tinta negra y algo
abstractas se transformen en unos seres en los que la gente
cree incluso como seres escindidos de sus autores. Cuntas
veces hemos escuchado: Esta chica Mafalda, qu inteligente
es para una niita tan joven?, Niita? Joven? Mafalda es un
seor de unos treinta y pico, cuarenta, que se afeitaba todos
los das, ya perdiendo algunos (varios) pelos, con anteojos.
Ese es un truco de magia. Es que los artistas mienten para
decir la verdad, no es as? Quino miente, Mafalda no existe.
Ishmael, Funes el Memorioso, Atticus Finch, Camilo Canegato
y El Quijote son todas ficciones. Mentiras. Y sin embargo
contienen en sus falsas presencias verdades ocultas. Por eso
resisten el paso del tiempo. Por eso nos siguen fascinando".
As sin ser, a Quino la insurrecta antisopa se le fue de las
manos. Eduardo Galeano, que compar el fenmeno con el de
su ms celebrado libro, Las venas abiertas de Amrica Latina,
cuenta a la Revista que tuvo el honor de ser testigo de
primera mano del momento en el que se acu una de las
frases ms memorables sobre la pequea: cuando un
periodista le pregunt a Julio Cortzar qu opinaba sobre
Mafalda y ste contest "Ms me preocupa lo que opine
Mafalda sobre m".
Mafalda sali por ltima vez en la revista Siete Das un 25 de
junio de 1973, diez aos y 1928 tiras despus de su
nacimiento, el 29 de septiembre de 1964. A su autor le gusta
utilizar el trminosuspendida para referirse a la suerte de la
rebelde de moito en la cabeza. Inexplicablemente ms
afectados que la media, los mexicanos siguen reprochndole
al da de hoy, sin embargo, que la haya asesinado. En la

memoria colectiva del pueblo azteca an circula el mito de


que Mafalda muri arrollada por un camin cargado de sopa.
"Los tiempos han cambiado y Quino no es un diseador capaz
de dormirse en la comodidad de los esquemas jams
superados, aunque esto hubiera hecho felices a sus lectores",
sostiene el periodista romano Oscar Cosulich en un texto
incluido en el libro de Marcelo Ravoni, Libro de los nios
terribles para adultos masoquistas. La realidad es que estaba
cansado y se empezaba a repetir. Podra haberla dejado
descansar para devolverla a la pgina de un diario un tiempo
despus? Poco factible, segn Quino: "Al contrario de los de la
dcada del 70, los jvenes actuales estn desilusionados y no
quieren cambiar nada. La poca en la que yo haca a Mafalda
no se repite. Para empezar, toda la juventud tena ideales
polticos y creamos, con los Beatles, el Che Guevara, el papa
Juan XXIII y el Mayo Francs del 68 que el mundo estaba
cambiando para mejor".
El periodista colombiano Daniel Samper Pizano, autor del
libro Mafalda, Mastropiero y otros gremios asociados, y
autodefinido como mafaldlogo profesional, aporta: "Claro que
hubiramos querido que Quino la siguiese dibujando durante
mucho tiempo. Pero estaba agobiado por los diez aos que
carg con esa responsabilidad. Y digo responsabilidad, porque
haba dejado de ser un placer y se haba convertido en una
tarea difcil. No creo que tengamos el derecho de regaarlo
por eso, pues el autor es soberano y su inspiracin no es
inagotable. No tenemos derecho a reclamarle a Salinger por
haber dejado de escribir o a Greta Garbo por haber dejado de
actuar. Slo podemos lamentarlo. Pero s es nuestro el
derecho a disfrutar a Mafalda cuantas veces queramos.
Aprovechmoslo".
Quino est muy mayorcito y arrastra desde hace muchos aos
problemas en la vista que lo llevaron a colgar definitivamente
los guantes del dibujo el ao pasado, aunque se despidi
formalmente de los medios grficos en 2009 porque ya no se
le ocurran cosas nuevas que transmitir. A sus 81 aos son

contadas las ocasiones en que asiste a eventos y agasajos.


Este, su ao de caricias, lo sorprende guardado en su casa de
Madrid o Buenos Aires al cuidado de Alicia. "Mira cine y sigue
preocupndose por el mundo -cuenta Divinsky-. Pero su
actitud ante homenajes y celebraciones fue siempre la misma:
es reacio a los honores." Kuki Miller, socia del fundador de
Ediciones de la Flor, refuerza el porqu de esta intransigencia:
"Es sabido que no le gusta hablar y por eso eligi el dibujo:
para expresar lo que piensa, sus convicciones e ideologa. No
hemos conversado sobre si este aniversario especfico le
genera algo especial. Pienso que al igual que a nosotros, sus
editores, nos da una inquietante magnitud del tiempo,
adems de provocarnos admiracin por la vigencia hasta hoy
del personaje y la adhesin que sigue produciendo en el
pblico. Cuando firma ejemplares, en muchos casos van tres
generaciones de una misma familia a saludarlo emocionados".

Foto: LA NACION

Angoulme, al sur de Poitiers, es la capital mundial de la


caricatura -bandedessine, como la llaman en Francia-. All
cada ao desde hace 40 se celebra el Festival Internacional de
la Historieta. En esa ciudad Mafalda tiene un pasaje que lleva
su nombre. Adems comparte cuadrcula urbana junto a
murales de famosos del cmic como Gaston et Prunelle, El
Barn Rojo, Lucky Luke o Lucien, y a estatuas de El Corto
Malts, de Hugo Pratt, o de Herg, el creador de Tintin. Este
ao era el invitado de honor. Su presencia en ese contexto
dara inicio oficial a las celebraciones en medio planeta del
Ao Mafalda. Pero citica y problemas en las rodillas le

impidieron asistir. El pasado 7 de marzo, en vsperas del Da


de la Mujer, Quino fue distinguido con la Orden Oficial de la
Legin de Honor, la honra ms importante que el gobierno
francs le concede a un extranjero. No pudo viajar a recibirla
en la embajada de Francia en la Argentina -se la otorgaron en
el Saln del Libro de Pars-. Aun con el dibujante ausente, el
embajador francs en nuestro pas le dedic generosas
palabras ante una emocionada concurrencia: "Mafalda es
mucho ms que un personaje de dibujos humorsticos. Gracias
al trazo singular de Quino, el universo de la infancia se
convierte en un espacio donde la inocencia justifica la libertad
de expresin. Mafalda sigue siendo an hoy, perdnenme
seoras, la ms famosa de las argentinas". S estar aqu el
24 de abril para inaugurar la 40a Feria del Libro de Buenos
Aires. Si su salud se lo permite, Joaqun Lavado, Quino, el
humorista grfico, el creador, el pensador, tendr a su cargo
el discurso de apertura.

"Despus de recibir algunos elogios suyos sobre mi


laburo -Me ha sorprendido su llamada mientras haca
las compras para comentarme mis pginas en esta
Revista!- me anim a pedirle el prlogo de mi novela
grfica. Misin cumplida. El gran maestro dijo que le
gusta lo que hago. Listo. Me voy a hacer canciones".
Mafalda por Tute
"Es el espritu femenino que habita en ella. El que se luce
y adems es muy sexy Mafalda. Tiene una energa, una
gracia y un encanto que matan. La admiro por su carcter
de mujer detrs de un dibujito. Debemos haber muchos
hombres enamorados de Mafalda y muchas mujeres con
algo de ella." Horacio Ferrer
"La mirada de Mafalda sobre su madre ama de casa es
ms elocuente que cualquier discurso feminista. Y Susanita
resume mejor que un estudio sociolgico la obsesin de
algunas por casarse y tener hijos. Hoy se rebelara contra el
btox y el bistur, defendera la causa LGTB y el
calentamiento global no la dejara dormir". Maitena

"Mi relacin con ella es de una entrega absoluta. La he


ledo y compartido con mis hijos y nietas, y reledo desde
que Quino la dej de hacer. Todos los Luthiers admiramos y
amamos a Quino, lo respetamos y reconocemos como
maestro y ejemplo en la vida, en el dibujo y en el
humor". Daniel Rabinovich

Con Las venas abiertas de Amrica Latina tengo una


relacin como la de Quino con Mafalda: a Quino lo
identifican con ella y l la reconoce como una criatura suya,
pero a veces le irrita Mafalda porque el resto de su obra
queda opacada por el prestigio de esa nia
terrible."Eduardo Galeano

MUNDO DIGITAL
Mafalda tiene Twitter, Instagram, Pinterest y pgina oficial de
Facebook, con ms de 3,5 millones de seguidores. Se
publicaron, en formato ebook, las ediciones tradicionales de
sus libros en la tienda Kindle de Amazon. Y se lanz la
aplicacin oficial para iPad, iPhone y iPod en el App Store, en
donde hay ms de veinte ediciones, de pago o gratis, con tiras
relacionadas, curiosidades y actividades interactivas como
rompecabezas o dibujos para colorear. "El mensaje de Mafalda
tiene que perdurar. Su digitalizacin permite abordar a las
nuevas generaciones que cada vez ms se acercan a las
pantallas", cuenta Carlos Carrascal, director de Marketing e
Innovacin de Producto de Panarea Digital, responsable del
salto de Mafalda al mundo digital.

CURIOSIDADES

Mafalda no tiene apellido.

La edicin francesa de la tira es la nica hecha en


colores.

Colombia fue el primer pas en piratear a Mafalda, con la


venia de Quino y sus editores. En los 70 una ley nacional
estableca un impuesto muy alto a la importacin de

historietas. Crean que embrutecan a los nios. Mafalda


entr de contrabando por Barranquilla y as pudo comenzar
a venderse a precios razonables.

La tira tuvo dos nicas faltas de ortografa en toda su


historia: echar con h y exige con j.

Mafalda tiene plaza propia en Colegiales, una estatua en


la esquina de Chile y Defensa, y un mural en el pasaje de la
estacin Per del subte.

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